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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 2.11.2013 Entrega de los Premios Fundación Corripio 2013 Págs 4 y 5 FIDEL MUNNIGH En defensa del apátrida... porque el nacimiento y la patria misma son cosas impuestas, no elegidas Pág 2 Impresionismo o transformación Las prácticas artísticas, como pintura, música y cine, así como otras expresiones sociales como las señales de tránsito y códigos de navegación, pertenecen a la semiótica, y eso hay que explicarlo. Pá g i n a 6 ¿Bueno o malo? lo que dice la Iglesia En sus debates sobre la naturaleza humana, Mu-Kien Adriana Sang se vale esta vez de la Iglesia para ver al hombre como bueno por antonomasia, a imagen y semejanza de su Creador. Pá g i n a 3 Un viaje de retorno a la conciencia Aimé Césaire tendió un puente de palabras entre las islas caribeñas y el continente con una dimensión lírica y visual que con cada verso enciende el espíritu. Pá g i n a 7

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A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 2.11.2 013

Entrega de los PremiosFundación Corripio 2013 Págs 4 y 5

FIDEL MUNNIGH

En defensa del apátrida... porque el nacimientoy la patria misma son cosas impuestas, no elegidas Pág 2

I m p res i o n i s m o ot ra n sfo r mac i ó nLas prácticas artísticas,como pintura, músicay cine, así como otrasexpresiones socialescomo las señales detránsito y códigos denavegación, pertenecena la semiótica, y esohay que explicarlo.Pá g i n a 6

¿Bueno o malo? loque dice la IglesiaEn sus debates sobrela naturaleza humana,Mu-Kien Adriana Sangse vale esta vez de laIglesia para ver alhombre como buenopor antonomasia, aimagen y semejanza desu Creador.Pá g i n a 3

Un viaje de retornoa la concienciaAimé Césaire tendió unpuente de palabrasentre las islascaribeñas y elcontinente con unadimensión lírica yvisual que con cadaverso enciende ele spíritu.Pá g i n a 7

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2 Sábado 2 de n o vi e m b rede 2 013H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

Octavio Paz (poeta y ensayista mexicano)Las masas humanas más peligrosas son aquellas encuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo… delmiedo al cambio.

DEFENSA DEL APÁTRIDA

LA HISTORIA

1873 NACIÓ 4 DEN OV I E M B RE

IZUMI KYOKA, e scritorjaponés de cuentos y novelasde temas de la época feudal.Idealizó el mundo de lasgeishas, y se casó con una.

Autor de obras como “Cuentos góticos japoneses”.

1803 MURIÓ 5 DE NOVIEMBRE PIERRECHODERLOS DE LACLOS, militar y

escritor francés, considerado un escritor tan escandalosocomo el marqués de Sade. Su obra maestra, “La samistades peligrosas”, está considerada como una delas novelas más conocidas en el mundo.

1880 N A CI Ó6 DE

N OV I E M B REROBERT MUSIL,escritor austríaco. Es,junto con ThomasMann y F. Kafka, unode los másimp ortantesnovelistas en lengua

alemana del siglo XX. Su primera novela,“Los extravíos del alumno Törless”, le diogran popularidad.

1808 NACIÓ 2 DE NOVIEMBRE JULESAMÉDÉE BARBEY D’A U RE V I LLY,

novelista y ensayista francés, uno de los másimportantes de su época, con obras fascinantes como“Las diabólicas. Hijo de una familia monárquicatruncada por la Revolución francesa.

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2009 FALLECIÓ 3 DENOVIEMBRE FRANCISCO

AYALA GARCÍA-DUARTE, j u ri s t a ,sociólogo y brillante creador. Fue uno delos escritores españoles más longevos,prolíficos y premiados. Destacó comonarrador en el relato corto y la novela.

1Saberse de un tiempo y de un lugar. Sa-

ber que se tiene un país en donde por puroazar se ha nacido. Y, sin embargo, sentirsesiempre apátrida, extranjero solitario, ha-bitante del universo.

2El hombre sin patria es mil veces su-

perior al nacionalista. Le supera en visión,en bondad, en favores a la humanidad. Só-lo piénsese en los incontables horrores co-metidos en nombre de algún oscuro na-cionalismo. Hasta ahora ningún crimen seles ha podido imputar a las ciudadaníasdel mundo.

3Pocos sentimientos son tan perniciosos

como ese fetichismo de las identidadesque hoy enloquece a tribus y pueblos. Losdiversos particularismos del nuevo siglo sesiguen erigiendo sobre montones de ca-dáveres, dejando el suelo regado de sangrei n o c e n t e.

4Hay tantas razones para retornar a la pa-

tria como para permanecer en el exilio.Con la sola diferencia de que las primerasson acaso más fuertes y más antiguas. Ape-lan directamente al corazón, a las raíces delalma, a los recuerdos de infancia. Se con-funden con los mismos orígenes, con elespacio de origen. Pesan más.

5Incluso después de haber retornado a la

patria, combatir el provincianismo de es-píritu, mantener la amplitud de miras y se-guir sintiéndose ciudadano del mundo.

6Con el país en donde por puro azar se ha

nacido no se puede tener otra relación quede amor y odio. Ahora se le quiere y unsegundo después se le maldice. Nos dueley nos harta. Es algo casi esquizoide. No sepuede vivir en él y tampoco se quiere vivirsin él. Amo este país, lo amo con tormen-toso amor, como se ama a algunas mu-jeres. Si no lo amara, jamás habría regre-sado a él. Pero confieso que cada vez másme gusta menos.

7George Steiner acierta al decir que nues-

tro tiempo está marcado por la pérdida detodas las patrias y el destierro de los másíntimos paraísos. Considérese, por ejem-plo, el caso de la literatura contemporánea.Lo mejor de ella nos habla de una época dedesarraigo cultural, espiritual y verbal. Noen vano Cioran, el aforista lúcido y deses-perado, se definía “apátr ida”, condiciónque tenía por la “preferible para un inte-l e c t u a l”.

8Fórmula de lo que somos: una suma de

defectos, una resta de virtudes.

9Hay días en que me levanto sintiendo

gran amor por la humanidad. Esos días measombro de sentir cierto “orgullo de ser deaquí”. Después de todo, existen motivospara enorgullecerme, me digo a mí mismo.Para enorgullecernos, pluralizo. Pensemosque hemos tenido buenos poetas y escri-tores, buenos artistas y músicos, buenosatletas. Sólo nos ha faltado tener buenosgobiernos y buenos gobernantes.

10Si no somos mejores no es porque no

podamos, sino porque no queremos.

11La obsesión por la identidad propia pa-

rece haberse apoderado de nuestros inte-lectuales. No les escucho más que hablar ydiscutir de la dominicanidad. Y eso dicetan poco a mi espíritu…No haríamos me-jor en asumir la crítica honesta de nuestrosmales y deficiencias, de este presente mi-serable, que en pensar una identidadsiempre fugitiva y gelatinosa?

12Este no es un país patriótico sino pa-

tético…y carnavalesco.

13Motivos para encontrar una muerte rá-

pida y absurda: salir a la calle, rozar el ve-hículo de lujo de algún troglodita, caminarpor la acera debajo de un cable de alta ten-sión suelto, discutir con alguien. Aquí encualquier momento a cualquiera acechauna bala aburrida. La vida se ha deprecia-do demasiado. Dentro de poco valdrá me-nos que nada.

14“Por eso brindo contigo. ¡Qué bueno

que soy de aquí!”. La frasecita esa sólo se lacree su autor.

15Sentir orgullo por ser de aquí y no de

otra parte es tan ridículo como sentirse or-gulloso por haber nacido. El nacimiento yla patria misma nos son cosas impuestas,no elegidas. Más bien deberíamos sentir-nos orgullosos de los empeños personales,libremente decididos y llevados a cabo, ycasi sólo de éstos.

16Escribo en un país donde cincuenta y

dos de cada cien dominicanos jamás meleerán, sencillamente porque no sabenleer ni escribir. Entre nosotros, la escriturano puede ser sino un acto superfluo y com-pletamente inútil, cuando no un gesto va-n i d o s o.

17Y, sin embargo, escribo. Escribo sin mu-

cha fe, sin mucho entusiasmo, sin hacer-me demasiadas ilusiones; escribo porqueme gusta, porque no sabría hacer otra co-sa, porque es lo único que puedo hacermás o menos bien.

18Frase de un personaje de novela que

uno quisiera hacer suya. Preguntado porsus planes para mañana, responde llana-mente: “Ya no tengo ilusiones. Las perdí enel curso de mis viajes”.

19No ser nadie, no tener nada. No aspirar a

nada, ni siquiera al reconocimiento y la es-tima. Vivir como si no se tuviera lugar pro-pio en el mundo. Vivir como un apátrida. Y,no obstante, consumar en esa carencia lamayor victoria del ser y sentirse el hombremás feliz de la tierra. No ser nadie, no tenernada: precioso motivo para ser alguien ytenerlo todo.

Aporte FIDEL MUNNIGH

Obra de José Pelletier

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A RE Í TO 3Sábado 2 de n o vi e m b rede 2 013 H OY

La religión ha existido siempre enel mundo, y nos ha brindado laspautas necesarias para encontrarsentido a nuestras existencias. Enlas sociedades primitivas y en laantigüedad, ante la incapacidad

de entender la propia existencia, los pobla-dores primitivos buscaron explicacionesconvirtiendo en dioses a los fenómenos na-turales o humanos inexplicables para ellos.Los sucesos inexplicables de la naturalezafueron convertidos en deidades: la lluvia, elsol, la tierra, el mar… Durante la antigüedad,el politeísmo siguió, pero los dioses de en-tonces comenzaron a tener cierta forma hu-mana, hasta que en Grecia, y posteriormen-te en Roma, los dioses fueron humanizadosde tal manera que casi tenían los mismossentimientos que los humanos. Cada dios odiosa tenía una función importante en la vi-da griega. Los romanos copiaron los diosesgriegos, pero los bautizaron con otros nom-bres. Por ejemplo, Zeus, el Rey de los dioses yel gobernante del monte Olimpo, era Júpiteren Roma. Lo interesante de esta visión griegaprimero y romana después, es que entre losdioses se producían los mismos conflictos yenemistades que en la vida humana. Así, aligual que plantearon los filósofos chinos ogriegos, la maldad o bondad humana era unasunto intrínseco al ser humano, y era, sobretodo, una opción libre elegir una de las dosa c t i t u d e s.

En el Imperio Romano nació la religiónque cambió al mundo: el catolicismo. Na-cida en la clandestinidad, fue perseguida sincompasión, por los emperadores romanos.Los cristianos de entonces se constituyeronen las carnes frescas de los leones y despe-dazados en los coliseos como centro en losespectáculos macabros de una Roma deca-dente. Con el tiempo la religión se hizo do-minante y se afianzó tanto, que en la EdadMedia creó la Inquisición para hacer lo que aella años antes le hicieron: perseguir a losque profesaran otras religiones. Recordemosque el Santo Padre Juan Pablo II pidió per-dón por los pecados cometidos durante esetramo vergonzoso de la historia de la Igle-sia.

Independientemente de los problemas ydificultades que pueda tener la Iglesia comoinstitución constituida por seres humanospecadores, quise buscar los fundamentosdel catolicismo. Y para hacerlo recurrí al Ca-tecismo de la Iglesia Católica que está col-gado en la página del Vaticano.

El artículo de esta semana está encabe-zado por un fragmento del Génesis citado enel primer capítulo del catecismo. Una lecturasomera de estos planteamientos nos inducea pensar que el ser humano por antonoma-sia tiene que ser bueno, pues fue creado aimagen y semejanza de Dios; más aún, hasido la única criatura que Él ha amado demanera casi exclusiva.

En ese mismo capítulo aparece una im-portante pregunta ¿Qué cosa, o quién, fue elmotivo de que establecieras al hombre ensemejante dignidad? Y la respuesta no se de-ja esperar, para lo cual utilizan el pensa-miento de Santa Catalina que decía:

“Ciertamente, nada que no fuera el amorinextinguible con el que contemplaste a tucriatura en ti mismo y te dejaste cautivar deamor por ella; por amor lo creaste, por amor

le diste un ser capaz de gustar tu Bien eter-no» (Santa Catalina de Siena, Il dialogo dellaDivina providenza, 13).”

Este punto de partida, de que el ser hu-mano por haber sido creado a imagen deDios, ostenta, o debe ostentar, la dignidad depersona; pues es ALGUIEN, no algo, no unacosa. Tiene conciencia, tanto así que es ca-paz de conocerse, de poseerse y de darse li-bremente y entrar en comunión con otraspersonas; y es llamado, por la gracia, a unaalianza con su Creador, a ofrecerle una res-puesta de fe y de amor que ningún otro serpuede dar en su lugar.

Partiendo de esa premisa, se preguntan¿Cuál debía ser, pues, ese ser humano creadocon tanta consideración? No tiene más al-ternativa que ser grande y admirable, pues esla figura viviente, más preciosa a los ojos deDios que toda la creación entera. “Realmen -te, el misterio del hombre sólo se esclareceen el misterio del Verbo encarnado” (GS22,1):

El Concilio Vaticano II, el gran concilioecuménico de la Iglesia católica convocadopor el Papa Juan XXIII, fue anunciado enenero de 1959 y desarrollado y clausuradopor su sucesor, el Papa Pablo VI, durante losaños 1962-1965. Es considerado como elgran acontecimiento de la Era Moderna de laIglesia Católica. Se buscaba hacer una refle-xión colectiva para hacer una verdaderapuesta al día de la Iglesia, renovándose y re-visando el fondo y la forma de todas sus ac-t i v i d a d e s.

Este trascendente Concilio reitera la con-vicción de que el género humano debe viviren la unidad de su origen en Dios, pero sobretodo “en la unidad de su naturaleza, com-puesta de igual modo en todos de un cuerpomaterial y de un alma espiritual; en la unidadde su fin inmediato y de su misión en elmundo; en la unidad de su morada: la tierra,cuyos bienes todos los hombres, por dere-cho natural, pueden usar para sostener y de-sarrollar la vida; en la unidad de su fin so-brenatural: Dios mismo a quien todos debentender; en la unidad de los medios para al-canzar este fin; [...] en la unidad de su Re-dención realizada para todos por Cristo”(PíoXII, Enc. Summi Pontificatus, 3; cf. ConcilioVaticano II, Nostra aetate, 1).

El catolicismo defiende que la unidad dela persona humana está compuesta de doselementos: el cuerpo y el espíritu, como loplantea el mismo Génesis: «Uno en cuerpo yalma, el hombre, por su misma condicióncorporal, reúne en sí los elementos del mun-do material, de tal modo que, por medio deél, estos alcanzan su cima y elevan la vozpara la libre alabanza del Creador. Por con-siguiente, no es lícito al hombre despreciar lavida corporal, sino que, por el contrario, tie-ne que considerar su cuerpo bueno y dignode honra, ya que ha sido creado por Dios yque ha de resucitar en el último día» (GS14,1). Pero ojo, aclara el Catecismo Católico,aunque nos hemos acostumbrado a distin-guir entre alma y espíritu, es imposible se-pararlos pues son una unidad indisoluble.

¿Bueno o malo?La gran pregunta. Lo quedice la Iglesia Católica

“Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dioslo creó, hombre y mujer los creó” (Gn 1,27). El hom-bre ocupa un lugar único en la creación: “está hechoa imagen de Dios”(I); en su propia naturaleza une elmundo espiritual y el mundo material (II); es creado“hombre y mujer”(III); Dios lo estableció en la amis-tad con él (IV).

A imagen de Dios

De todas las criaturas visibles sólo el hombre es “ca -paz de conocer y amar a su Creador” (GS 12,3); es la“única criatura en la tierra a la que Dios ha amadopor sí misma” (GS 24,3); sólo él está llamado a par-ticipar, por el conocimiento y el amor, en la vida deDios. Para este fin ha sido creado y ésta es la razónfundamental de su dignidad: Véase Catecismo de laIglesia Católica en la página del Vaticano.

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G E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o / Por Milcíades Núñez.

Los Grateró /Gratereaux deLa Vega

(2 de 2)

C irilo Grateró Aquino fue bautiza-do con 15 días de nacido el 13 defebrero de 1825 en La Vega, lugardonde vivió y desempeño fun-

ciones públicas. En 1868 fue elegido comoelector de la común por mayoría de votosjunto a San Julián Despradel, EnriqueGuzmán Galicia, entre otros.

N4/H1 Cirilo Grateró también casócon Marcelina Rodríguez Clisante(1830-1920), hija de Fermín Rodríguez yMaría José Clisante, el 14 de julio de 1856en La Vega y fueron padres de:

Bn4/N4 José Antonio, quien casó conJuana María Ogando Batista;

Bn5/N4 María Augusta Agripina,(1857-1907), casó con Federico Moya;

Bn6/N4 Marcelina de Jesús GrateróRodríguez, nacida el 17 de mayo de 1863;

Bn7/N4 Eliseo Grateró Rodríguez,quien casó con Ofelia Lisandro Veloz. Estefue padre, entre otros, de Tn5/Bn7 Jose-fina Altagracia Gratereaux Lisandro (n.1902), quien casó con Francisco Henrí-quez Pérez (n. 1901) y es la madre del in-telectual y periodista 4°N1 Federico Hen-ríquez Gratereaux (n. 1937).

H2 Lucas Eduviges Grateró García, na-cido en 1797 en Santo Domingo, vivió enAzua para 1827 y en San Juan de la Ma-guana para 1828. También vivió muchosaños en Jarabacoa. Los Grateró de “las lo-mas de La Vega” descienden de él y suesposa, María Benita Chapella (1797-Ja-rabacoa 1877).

El matrimonio Grateró Chapella pro-creó a: N8/H2 Anselmo, N9/H2 Francisco,N10/H2 José Francisco y N11/H2 Trini-dad Grateró Chapella, quien casó con Fer-mín Abreu.

N8/H2 Anselmo Grateró Chapella, na-ció en 1830 y se estableció en Jarabacoa,donde fue sacristán de la parroquia deNuestra Señora del Carmen por muchosaños, desde su fundación en 1858, y tes-tigo de múltiples sacramentos. Murió sol-tero, siendo sepultado en el cementeriomunicipal de Jarabacoa el 8 de junio de1910;

N9/H2 Francisco Grateró Chapella. EraAyudante de la plaza en 1873. Casó en Ja-rabacoa con Evarista Matías el 13 de agos-to de 1878. Fue de los fundadores deConstanza. Allí fue jefe de puesto en 1896y el primer alcalde cuando fue elevada acategoría de común en 1900. Fue padrede: Bn8/N9 Emilia Grateró Matías, quiencasó en Jarabacoa en 1884 con FranciscoJavier Collado Filián, hijo de Eugenio Co-llado y Secundina Filián, quienes tambiénse establecieron en Constanza; Bn9/N9Cleotilde Grateró Matías, nacida alrede-dor de 1865 y quien casó en 1889 en Ja-rabacoa con José Avelino Cabral Durán,estableciéndose también en Constanza;Bn10/N9 Francisco Antonio Grateró Ma-tías, quien casó con Claudina Suriel, hijade José María Suriel y Juana Suriel;Bn11/N9 Joaquín Rafael Grateró Matías,n. 1872; Bn12/N9 Ramón Antonio GrateróMatías, n. 1874.

Y N10/H2 José Francisco Grateró Cha-pella, quien casó con Isabel Cartes Burgosen 1866. Estos últimos fueron padres deBn13/N10 Emelina Antonia (m. Jaraba-coa 1882), Bn14/N10 Zeverino, (n. 1869);Bn15/N10 María Merced, (n. 1867);Bn16/N10 Joaquín, (n. 1871); Bn17/N10Joaquín Arturo (n. 1872), y Bn18/N10 Ra-mona Elisa (n. 1875), todos Grateró Cartesy todos nacidos en Jarabacoa.

Como hemos visto este es un apellidode origen francés con casi tres siglos ennuestras tierras. En los documentos pa-rroquiales más antiguos desde siglo XVIIIla grafía fue Grateró, forma que algunasramas conservan, mientras a partir de lasegunda mitad del siglo XIX se inicia lamutación a Gratereau y Gratereaux, lasque ya representan casi el 70% de los ac-tuales Grateró/Gratereaux dominicanos.

Instituto Dominicano de Genealogía

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6 Sábado 2 de n o vi e m b rede 2 013H OY A RE Í TO

Impresionismo yt ra n s fo r m a ci ó n¿

Qué obliga a colocar las prácticasartísticas (pintura, música, cine,escultura, dibujo) y otras prácti-cas sociales como las señales deltránsito, los códigos de navega-ción aérea o marítima, el alfabeto

gráfico, el alfabeto de Braille o Morse, la pu-blicidad, etc., en el dominio de la semiótica?

Primeramente, el hecho incontrovertibleque tanto esas prácticas artísticas no usan,para su realización, el lenguaje humano, yhumano aquí es un pleonasmo, pues no haymás que un lenguaje, que es el de los sereshumanos, ya que los demás usos de la pa-labra “l e n g u a j e” son metafóricos.

En segundo lugar, lo ha teorizado ya Ben-veniste en su célebre ensayo “Semiología dela lengua”, que tales prácticas artísticas o so-ciales, para que los humanos las puedan en-tender, deben ser interpretadas por otro sis-tema semiótico especial: la lengua en fun-ción de discurso, en razón de que esta poseela doble calidad de ser a la vez sistema se-miótico y sistema lingüístico, o sea, que ellaes el interpretante por excelencia de los de-más sistemas de signos de la sociedad. Lalengua es transistemática: interpreta los de-más sistemas semióticos y se interpreta a símisma, algo que los otros sistemas semió-ticos no pueden realizar.

¿Tiene la pintura como sistema una uni-dad mínima y puede descomponerse, a se-mejanza del signo lingüístico? No. La unidadmínima de significación de la pintura es elcuadro. Benveniste se planteó el problema:“¿hay algo en común en el fundamento detodas estas artes, de no ser la vaga noción de‘p l á s t i c a’? ¿Se halla en cada una, o siquiera enuna de ellas, una entidad formal que pudieraser la unidad de la pintura o del dibujo? ¿Lafigura, el trazo, el color? Formulada así, ¿tie-ne aún algún sentido la cuestión?” (“Proble -mas de lingüística general II”. México: SigloXXI, 1979, art. citado, p. 60).

Él acota: “Ninguna de las artes plásticasconsideradas en su conjunto parece repro-ducir semejante modelo. Cuando muchopudiera encontrarse alguna aproximaciónen la obra de tal o cual artista; entonces no setrataría de condiciones generales y constan-tes, sino de una característica individual, locual una vez más nos alejaría de la lengua.”( Ib í d . )

La observación de Benveniste nos remitea la unidad e irrepetibilidad de la obra pic-tórica o cuadro y a su realización por un su-jeto único y contradictorio. El pintor orientasu estrategia a transformar la significaciónde la práctica que ha encontrado en el con-texto de su época y, si es creativo, innovador,a inventar lo desconocido, explotando almáximo los códigos pictóricos hasta hacer-los reventar a través del valor, el que incluyeuna crítica radical, total o parcial de los sis-temas ideológicos donde descansa el man-tenimiento del orden social.

El pintor que no realice esta transforma-ción pinta como Benveniste dice: “La unidady el signo deben ser tenidos por caracterís-ticas distintas. El signo es necesariamenteuna unidad, pero la unidad puede no ser unsigno. Cuando menos de esto estamos se-guros: la lengua está hecha de unidades yesas unidades son signos. ¿Qué pasa con losdemás sistemas semiológicos? (Ibíd, p. 60).

La música tiene en la nota su unidad dis-creta, pero esta no es un signo. Razón por lacual “los sistemas fundados en unidades sereparten entre sistemas de unidades signi-ficantes y sistemas de unidades no signifi-cantes. En la primera categoría pondremosla lengua; en la segunda, la música. (…) Enlas artes de la figuración (pintura, dibujo, es-cultura) de imágenes fijas o móviles, es laexistencia misma de unidades lo que se tor-na tema de discusión ¿De qué naturaleza se-rían? Si se trata de colores, se reconoce quecomponen también una escala cuyos pel-daños principales están identificados porsus nombres. Son designados, no designan:no remiten a nada, no nombran nada de ma-nera unívoca. El artista los escoge, los amal-gama, los dispone a su gusto en el lienzo, y essolo en la composición donde se organizan yadquieren, técnicamente hablando, una‘s i g n i f i c a c i ó n’, por la selección y la disposi-

ción.» (Ibíd, pp. 61-62)“Almuerzo sobre la hierba”, de Manet,

1863 (Cat. P. 87) es un guiño a un cuadrosimilar de Monet pintado en 1860. Pero eneste último no aparece la fractura a la ideo-logía moral del bonapartismo, es decir, lamujer desnuda frente a dos hombres queconversan con la mayor naturalidad delmundo, como si esa inquietante mujer des-nuda que posa mirando al público y al pintorque la pinta, fuera lo más natural. La hipo-cresía del Segundo Imperio tenía su jurado“a d - h o c” para excluir, con el sambenito deindecente, a este tipo de obra.

Cuando Enrique Gervex creyó que porhaber sido premiado anteriormente por eljurado del Salón se iba a salir con la suya,pero los miembros de ese tribunal rechaza-ron, por indecente y atentatorio a la moral ylas buenas costumbres su cuadro titulado“Ro l l a”, 1878, Cat. P. 132, inspirado en el poe-ma del mismo título de Alfred de Musset es-crito en 1833. La hipocresía del Segundo Im-perio sabía perfectamente que un miembrode su clase, Jacques Rolla, había dilapidadosu cuantiosa fortuna en juegos, prostitucióny desenfreno y que arruinado, Gervex lo cap-ta en un último instante de su vida, antes desuicidarse con veneno en la misma habita-ción de la cortesana Marion, muy costosapara su bolsillo y quien aparece durmiendo apierna suelta, totalmente desnuda, en su ca-ma, mientras Rolla, deprimido, con los ojosfijos en su última aventura, trama su muerte.El poema de Musset idealiza a Rolla.

Los atuendos que adornaban a Marion(ropa interior, corpiño, etc.) aparecen por elsuelo, atravesados por el obligado bastón del

joven burgués como símbolo del acto sexualy el indiferentismo de la prostituta que pa-rece decir: “Haz lo que quieras.” No es la des-nudez de la mujer lo que castiga y reprime eljurado. La pintura de los siglos XVII y XVIIIera inseparable del desnudo neoclásico, pe-ro sin la presencia masculina sugeridora delacto sexual. Esa es la fractura operada por elrealismo de Courbet, el impresionismo y elpos impresionismo que lograron evidenciarla hipocresía de la sociedad de su tiempo.

Lo mismo ocurrió con el cuadro “Un do-mingo en la tarde en el Gran Cuenco”,(1888/89 Cat. P. 268) de Jorge Seurat, pos im-presionista en la variante creativa llamadapuntillismo, otro ataque sutil y no menosviolento a la hipocresía de la burguesía bo-napartista del Segundo Imperio y su inca-pacidad para “divertirse con naturalidad”.

Los analistas coinciden en identificar co-mo prostitutas a las mujeres que aparecenpescando en la isleta del Sena. Los hombresque figuran en el fondo del cuadro son lospargos. La figura principal a la izquierda estáformada por un burgués (el atuendo le de-lata: sombrero de copa, monóculo, flor en elojal, bastón y traje propio de esa clase) y laprostituta que viste como burguesa paradarse aire de respetabilidad y, a imitación delas señoras de esa clase, anda con un perrito(símbolo de la intercomunicación con losclientes).

Pero lo que la identifica perfectamente co-mo prostituta es la mona que está delante delvestido. Más que el perrito, la mona es el sím-bolo del libertinaje. En lenguaje familiar de laépoca, se decía “s i n g e s s e”. (Continuará).D

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Gervex Rolla 1878

Manet. Almuerzo sobre la hierba

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A RE Í TO 7Sábado 2 de n o vi e m b rede 2 013 H OY

AIMÉ CÉSAIREUNA VOZ PARA AMÉRICA LATINA

Los versos de Césaire nacieron desu pensamiento, libres, aéreos,vehementes y consonantes conel sentido danzante como el tró-pico, observó a fondo su realidadcriolla y la hizo verso. Dentro del

ambiente postcolonial en el que creció, y lo-gró vencer con su inteligencia y el trabajointelectual, positivando todos los obstáculosque le permitieron alcanzar la mejor acade-mia y llegar a París, por ser merecedor debecas de estudios.

En París, conoce al estudiante africanoLéopold Sedar Senghor, senegalés con quiense forjará una amistad intensa, fundada enuna gran complicidad humana e intelectual,que ofrece al mundo el concepto de la “né -gr itude”.

La conciencia de ser negro fue compar-tida, en esos años 30, con su amigo Senghordentro del marco conceptual de su forma-ción universitaria, basada en un amplio co-nocimiento de los filósofos de la “fenome -nología y del existencialismo”. Estaidea-concepto significó para el mundo unnuevo amanecer, una nueva conciencia.

París era un centro intelectual y artísticointernacional, tanto los americanos del nor-te como los latinoamericanos acudían a la“Ciudad de las Luces” para nutrirse de lasideas vanguardistas del momento y presen-ciar las vanguardias de la estética interna-cional. Era ciertamente París un enjambrede vanguardias y no solamente en las artes,sino también en la música y en la poesía.Valereflexionar y señalar que este concepto de la“negr itude” se integra dentro de una acep-tación de la estética ancestral de África, re-conocida en la belleza de la máscara que in-fluenció el cubismo y que suscitó una au-téntica revolución visual en las artes con-t e m p o r á n e a s.

Esta perspectiva de la “négr itude” propo -ne un mayor acercamiento y conocimientodel continente africano, en su dimensiónuniversal y perteneciente al conjunto de lacivilización. Se trata de una idea entendidacomo un reconocimiento de los valores delser humano en sí, dentro de sus relacionescon los demás, es una propuesta que llama areconocer al ser humano negro dentro delconjunto del concierto de la humanidad; ensu cultura, en sus relaciones con los demás,en su contacto con la naturaleza, con los ele-mentos la flora, la fauna y con su dimensiónde perteneciente a la construcción del mun-d o.

El pensamiento de Césaire penetra en lasAméricas teniendo por vector la ética y laestética de los valores africanos que se di-fundieron a través de la historia.

Una de las personalidades importantesasistió al encuentro y admiración por MiguelÁngel Asturias, cuya obra el “Poplo Vuh” fueuna de las lecturas fundamentales de Césai-re. Asturias admiró al poeta martiniqueño,quien supo reconocer en él una complicidadprofunda por su aporte en la conciencia a lacivilización amerindia y de los procesos deidentidad de los pueblos de América Cen-t ra l .

La obra “Retorno al país natal” suscitó elinterés inmediato de la intelectual cubanaLidia Cabrera, residente en París, haciendoinvestigaciones y estudios de etnología conMichel Leiris, ella también escritora e inves-tigadora conoció al poeta y se impresionó atal punto con los versos y la belleza de lalengua francesa que hablaba que le entraronlas ansias de una traducción al español.Esatraducción hecha en 1942 fue saludada en suprefacio por Benjamín Peret. Césaire, másque un intérprete de la naturaleza tropical deMartinica, es parte de ella, juez y parte a lavez, de esta naturaleza. Su poesía tiene elmovimiento soberano de los grandes árbo-les del pan y el acento obsesionante de lostambores del vudú.

El encuentro con Lidia Cabrera, quien es-taba en París después de múltiples investi-gaciones en Cuba sobre el sincretismo re-ligioso y la mágico-religiosidad, fue deter-minante para la difusión por toda Américadel “Retorno a un país natal”, pues encontróen ella una complicidad mágica con la virtudde entender tanto el sentido como la me-táfora y el simbolismo de sus versos. No esnada casual, entonces, que los ritmos ca-denciosos de un quindembo, de un bailecongo, se penetren y se fundan en un con-

cierto de una misma manigua antillana.Es gracias a esa sagacidad visionaria de

Cabrera que la lengua española tuvo en pri-micias el gran poema de Césaire, ocurrenciadivina que llevó al alcance del maestro Wil-fredo Lam esa imagen poética del Caribe queencontraría una complicidad de metáforavisual en la obra del maestro cubano. Porquedefinitivamente estamos frente a dos retor-n o s.

El de la imagen y el de reapropiación delos signos, de los mitos, y de las creenciasafrocaribeñas. Porque el sincretismo visualde Lam se vierte en la palabra de Césaire y seabrazan de tal manera que el retorno fueilustrado con los grabados de Lam.

El encuentro entre estos dos hombres deregreso a sus islas es una de esas casuali-dades humanas que hacen historia. Des-pués de haber vivido todos los planteamien-tos de las nuevas vanguardias, convencidode una búsqueda propia que correspondie-ran a la flora y a la fauna y mitos y creencias,así como Césaire lo hace en su poesía. Y suRegreso o Retorno.

La poesía de Césaire tiene un poder con-vocatorio de las palabras, por eso el maestrosurrealista expresó “La palabra de Césaire esbella como el oxígeno naciente. Es un es-pacio poético, natural, donde naturaleza ysílaba hacen cuerpo, sobrepasando la geo-grafía y abriendo el rito y la profecía, dondelo terrestre y lo cósmico se exaltan como vi-vencia de lo único.”

América Latina, por los años 30 vivía unaetapa fundamental de reencuentro de iden-tidad histórica y nuevos amaneceres éticos yestéticos. El continente en su estructura secompuso en su especificidad con la Voráginede Eusebio Rivera en Colombia, jinete yduende de la naturaleza tropical colombia-

na en tierras del caucho. Esos ecos le llegan aCésaire, quien se interesó por compartir nosolamente con el cuerpo afroamericano deHarlem pero también con todo lo que señalabelleza en las Américas pues esto correspon-de a un mundo de construir un espacio conla posibilidad de estetizar el mundo. Y libe-rarlo, buscando sus raíces.

Sus versos son una cosmovisión compar-tida, son el barroquismo latinoamericanocon sus especificidades en Alejo Carpentierporque estamos en un canto poético que de-termina la fuerza del entorno físico con unacomunión carnal con la naturaleza.

Aimé Césaire lanzó el gran puente de lapalabra entre las islas y el continente ame-ricano con una dimensión lírica y visualpues en cada verso predomina la imagen so-bre la idea, con una emotividad que nos en-c i e n d e.

Por eso hoy celebrando su centenario na-talicio nos sentimos tan cerca, tan honradosen nuestro mundo y en nuestra realidad,porque cada verso es un llamado insistente ynecesario al mundo americano de hoy, por-que la palabra cesariana es todavía necesariay urgente, unificadora, y esperanzadora paratodos los afroamericanos, los afrocaribeños,para todos los descendientes del viaje for-zado, hoy volver a leer Césaire es seguir elviaje del retorno a la conciencia.

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8 Sábado 2 de n o vi e m b rede 2 013H OY A RE Í TO

Fundadora de unabiblioteca únicaE

n Estados Unidos es refugio yapoyo no solo del escritor do-minicano sino de otros investi-gadores y estudiosos interesa-dos en conocer la vida del paísen sus etapas y facetas más tras-

cendentales. La República se conoce en elmundo, desde Nueva York, gracias a sus ini-ciativas y al tiempo que dedica a reunir loque expertos de todos los continentes ex-presan sobre la que es su Patria entrañableen libros, disertaciones doctorales, tesis, re-v i s t a s.

Sarah Aponte, inquieta e innovadora san-tiaguera que emigró a la gran urbe en 1989tras mejores oportunidades educativas yeconómicas, ha dedicado sus escasos añosde edad, además, al trabajo y la adquisiciónininterrumpida de conocimientos. Artes li-berales, estudios internacionales, cienciasbibliotecarias, administración en educaciónsuperior, cursados en diferentes universida-des norteamericanas, integran el amplio cu-rrículo con sus licenciaturas, posgrados,maestrías. Ya había pasado por el InstitutoEvangélico y el Domínico-Americano en laciudad donde nació en 1970. Se fue a USAcuando concluyó el Colegio Universitario enla UASD.

Sarah es la fundadora de la Biblioteca delInstituto de Estudios Dominicanos de CityUniversity of New York, CUNY, primera enEstados Unidos especializada en asuntos so-bre el país. Pero los comienzos fueron ar-duos. Partió de cero preocupada por la in-terminable búsqueda de información en tor-no a temas nacionales que demandaban es-tudiantes criollos residentes allí, quienes laconsideran un ángel guardián, un hada ma-drina, eficiente “e x p l o ra d o ra” del dato queaparenta imposible. Es la profesora del Ins-tituto de Estudios Dominicanos que siempreha apoyado a los grupos estudiantiles, a losinmigrantes, “la que les da aliento”.

Había comenzado a trabajar en 1994 en elInstituto con su primer director, Silvio TorresSaillant, y con Frank Moya Pons que era Pro-fesor Visitante. “Teníamos información peroestaba dentro de los gabinetes o en los es-tantes sin ningún tipo de organización. En-tonces me embarqué en el proceso de or-ganizar esos materiales y me dispuse a ela-borar un catálogo para enumerar las fuentesd i s p o n i b l e s”, cuenta la profesional, espigadamestiza que domina con admirable destrezael castellano.

Los libros de Torres Saillant constituyeronlos primeros aportes de la naciente biblio-teca y a estos se agregaron los del Consejo deEducadores Dominicanos, los de institucio-nes comunitarias y de particulares que acu-dieron al llamado de Sarah. Sin plan de tra-bajo ni políticas que definieran el contenidode los ejemplares que llegaban, comenzó aagrupar una colección básica, visitó entida-des hermanas para asesoramiento y orien-tación, como la biblioteca del Centro de Es-tudios Puertorriqueños y luego de concluirla licenciatura en Estudios Internacionalesquiso especializarse justamente en la acti-vidad en la que estaba inmersa, por lo quedecidió hacer maestría en bibliotecología.

Compartió espacios con otras dependen-cias administrativas y aseguró lugar para lascolecciones bibliográficas hasta que en 2004consiguieron fondos para construir el alber-gue de biblioteca y archivo. Cuatro años des-pués, narra eufórica, “celebramos nuestraapertura en un área moderna y equipada ymultiuso con instalaciones para conferen-cias in situ, galería y un espacio para pre-servar los documentos siguiendo los reque-rimientos específicos de temperatura y hu-m e d a d”.

SIEMPRE MAESTRA. Sarah es hija de Elda Ro-dríguez y Sergio Aponte. Está casada conJuan Torres, compañero leal, que respaldasus proyectos. Cuando ella debe viajar pormotivos de trabajo, o llega tarde al hogar,Juan se ocupa del pequeño Atman, de seisaños, el hijo de la pareja. Es la encargada dela biblioteca del Instituto de Estudios Do-minicanos en City College y enseña instruc-ción bibliográfica afiliada a las bibiliotecasde ese organismo. La doctora Ramona Her-nández es la directora, su superiora inme-diata.

La biblioteca se ha transformado en unrecurso internacional reconocido, manifies-

ta Sarah. “Contamos con el apoyo institu-cional de la biblioteca de City College y yanuestra colección forma parte del catálogode la biblioteca central de CUNY y del Ca-tálogo Mundial (World Cat)”, agrega.

Este centro cultural modelo que se enri-quece con las incesantes búsquedas de Sa-rah cuenta con más de cinco mil volúmenesy es la más completa en disertaciones doc-torales y tesis de maestría relacionadas conasuntos dominicanos otorgados por univer-sidades estadounidenses, canadienses, deEuropa, República Dominicana, entre otrasnaciones. Su colección de revistas “es única”,afirma Sarah. Tienen ocho mil citas biblio-gráficas de artículos publicados en ellas so-bre el país y solamente esa biblioteca, en Es-tados Unidos, posee completa la colecciónde las revistas Rumbo, que se imprimía enSanto Domingo, y Punto 7, una de las pri-meras publicaciones académicas/literariaseditada por dominicanos residentes en Es-tados Unidos.

Reciben pedidos de investigadores queprecisan datos ajenos y propios y una de suscolecciones más extensas e importantes “esla concerniente a la historia dominicana, enespecial de la época colonial, donada por elhistoriador Anthony Stevens-Acevedo,nuestro director auxiliar, quien durante sularga estadía en España ejecutó un trabajode excavación histórica sin precedentes.Consta de más de mil 500 títulos”. Poseenademás microfilmes de documentos ma-nuscritos inéditos procedentes del Archivode Indias.

Realizan exposiciones, talleres, desarrollode maestros y Sarah se ha dado a querer pro-fundamente, y a conocer grandemente porel apoyo personal, espontáneo, eficiente ypaciente que ofrece a sus compatriotas es-critores. Les da herramientas para que se co-nozcan sus obras, procura el concurso deeditoriales, contacta agentes literarios y bi-bliotecarios y motiva y orienta a los autoresen cuanto a la importancia de adquirir el IS-BN a través de la Biblioteca del Congreso pa-ra que sus libros se registren de forma eficazy rápida en las bases de datos disponiblespara obtener libros.

La Biblioteca del Instituto de Estudios Do-

minicanos se nutre de donaciones, en reci-procidad, los donantes son registrados en elCatálogo Mundial, “la red más grande deservicios de bibliotecas”. Sin este esfuerzo,significa Sarah, muchos de estos libros nollegarían a la red o se acercarían a ella muyl e n t a m e n t e.

Este modelo de trabajo, servicio, eficiencia yestudio que inspira a tantos aspirantes a es-critores y a muchos consagrados, no descansaen su afán de promover a literatos, narradores,ensayistas, poetas, periodistas, historiadores yotros creadores de la palabra escrita. Junto aFranklin Gutiérrez terminó un libro: Autoresdominicanos de la diáspora, que estará circu-lando con el auspicio de la Biblioteca NacionalPedro Henríquez Ureña.

Comparte sus trajines bibliográficos, sulaboriosidad, la docencia, con la práctica deyoga junto a su hijo y a su esposo, es ve-getariana y hasta en el campo donde se en-trena pone de manifiesto su singular capa-cidad de servicio: enseña hatha yoga, orientasobre mantras, meditaciones y cómo vivirsaludables física, mental y espiritualmente.

Junto a su esposo Juan Torres y a su hijo Atman.

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ELA

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A/A .

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Teníamos información pero estaba en gabinetes sin ninguna organización”, Sarah Aponte.