areito sabado 8 de noviembre

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 8.11.2014 MIGUEL ANGEL FORNERÍN “De Cristóbal Colón a Fidel Castro” Página 3 ADA BALCÁCER “Ada madrina” del arte dominicano contemporáneo Ada Balcácer, exponente emblemática de las artes plásticas dominicanas contemporáneas, escala nuevamente en Santo Domingo con excitante locuacidad y entusiasmo desbordante. Pá g i n a 8 CONFLICTOS ENTRE haitianos y dominicanos Casi todos los libros de historia dominicana narran los pormenores de la existencia de dos repúblicas en una misma isla: Haití y la República Dominicana. (Pero) Ramón Marrero Aristy es el menos farragoso de todos... Pá g i n a 6 Primeras misiones dominicanas en Haití La gestión revolucionaria de Sánchez y Cabral fue la primera misión dominicana que registra la historia en Haití. La segunda fue la de Santiago Rodríguez, en 1986... Pá g i n a 5 Muro de Berlín E E l l d d í í a a c c u u a a n n d d o o e e l l m m u u n n d d o o c c a a m m b b i i ó ó Páginas 2, 7

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Page 1: Areito sabado 8 de noviembre

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 8.11.2 014

MIGUEL ANGEL FORNERÍN

“De Cristóbal Colón a Fidel Castro” Página 3

ADA BALCÁCER“Ada madrina” del artedominicano contemporáneoAda Balcácer, exponenteemblemática de lasartes plásticasd o m i n i ca n a scontemp oráneas,escala nuevamente enSanto Domingo conexcitante locuacidad yentusiasmodesbordante. Pá g i n a 8

CONFLICTOS ENTREhaitianos y dominicanos

Casi todos los libros dehistoria dominicananarran los pormenoresde la existencia de dosrepúblicas en una mismaisla: Haití y la RepúblicaDominicana. (Pero)Ramón Marrero Aristy esel menos farragoso detodos... Pá g i n a 6

Primeras misionesdominicanas en HaitíLa gestiónrevolucionaria deSánchez y Cabral fue laprimera misióndominicana queregistra la historia enHaití. La segunda fue lade Santiago Rodríguez,en 1986...Pá g i n a 5

Muro de BerlínEEElll dddíííaaa cccuuuaaannndddooo eeelll mmmuuunnndddooo cccaaammmbbbiiióóó

Páginas 2, 7

Page 2: Areito sabado 8 de noviembre

2 Sábado 8 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

(A 25 años de la caída del muro que dividió Berlín y al mundo)La cortina de hierro

La cronología del muro

Anatomía del muroLo que fue en un principio una valla de alambre de púas se convirtió con los años en una serie compleja de murallas,rejas fortificadas estrechamente custodiadas y torres de vigilancia

Guardias

Binoculares

Cámara de 35mm

Bolsa para municiones

Rifle deasalto

MPiKM

Radio

Franja de control: Área de 6 metros con sueloarenoso para revelar huellas

Erizos o “Césped estalín”planchas con púas de 14 centímetros,para evitar el paso de vehículos.

Barreras antitanquespara evitar el paso de vehículospesados, su desmantelación costo millones de marcos

ReflectoresIluminabanla franja de control y ellado interior del muro

Equipo de alarmaAlarmas acústicas y ópticasconectadas a la rejaelectrificada de3m de altura

Muro interiorPared de concreto de 3 a 4m,rematada con alambre de púas

Perros259 patrullas alo largo del camino

BúnkerUn totalde 20

Torre de Vigilancia BT-11:El Muro era custodiado desde 302 torres

Bengala

CORTE LONGITUDINAL DEL MURO DE BERLÍN

(1980s)

Vehículo patrullaKubel Trabant 601

Muro limítrofe:En forma de “L”,

con 3 a 4 m de alto y 155km de largo, hecho de concreto

reforzado y rematadocircular para impedirque alguien pudiera

asirse y escapar

BERLÍN ORIENTAL

BERLÍN OCCIDENTAL

Fosopara evitar elpaso de vehículos

Patrullas14,000 agentespatrullaban a pie o en motocicletas

Caminoasfaltadopara patrullas

Hasta 50,000 guardias fronterizos tenían autoridad total para disparar contra individuos que intentaran huir si no atendían a la orden de detenerse

Alemania divididaPUESTOS DE CONTROL: SÓLO EN BRAVO Y CHARLIE HABÍA ACCESO PARA NO ALEMANES MURO DE BERLÍN/LARGO.: 43.1KM MURO DEL “PAÍS” 111.9KM

ALEMANIA ORIENTAL

Bonn

Berlín

Hamburgo

Frankfurt

Munich

Dresden

ALEMANIA OCCIDENTAL

MAR DEL NORTE

200km

Berlín(1961-1989)

ALEMANIA ORIENTAL

Tegel

Tempelhof

Schonefeld

Gatow

Puesto de Control ‘Checkpoint Charlie’

Puesto de Control ‘Checkpoint Bravo’

BERLÍNOCCIDENTAL

BERLÍN ORIENTAL

UniónSoviética

Sector de EUA

SectorBritánico

SectorFrancés

5km

N

BonnBerlín

Hamburgo

Frankfurt

Munich

200km

ALEMANIA(1945-1946)

8 de mayo de 1945Termina la Segunda Guerra Mundial. El territorio alemán es ocupado por las potencias aliadas: Estados Unidos, Francia, Reino Unidoy la Unión Soviética.

23 de mayo de 1949Nace la República Federal de Alemania (RFA), con la sanción de la Ley Fundamental, la Constitución, vigente hasta el día de hoy.

7 de octubre de 1949Se funda la República Democrática de Alemania (RDA) en la región este dominada por la Unión Soviética.

17 de junio de 1953Miles de Alemanes protestaron contra el endurecimiento de las normas laborales.

26 de junio de 1963El presidente de los Estados Unidos, Jonh F. Kennedy, visitó Berlín occidental, y entusiasmó a los presentes cuando afirmó: “Soy un berlinés”.

12 de junio de 1987En un discurso frentea la Puerta de Brandeburgo, el presidente norteamericano, Ronald Reagan,pidió que el Muro de Berlín fuera derribado.

18 de septiembre de 1973La Organización de las Naciones Unidas reconoció a los dos Estados alemanes: la República Federal de Alemania y la República Democrática de Alemania.

1945

1946

1947

1948

1949

1950

1951

1952

1953

1954

1955

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1957

1958

1959

1960

1961

1962

1963

1964

1965

1966

1967

1968

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2971

1972

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1974

1975

1976

1977

1978

1979

1980

1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

Soldados de la RDA observan el derrumbe del Muro, el 10 de noviembre de 1989

El 15 de agosto de 1961, el soldado alemán Hans Conrad Schumann fue el primero en escapar de Berlín oriental Túneles: La fuga más exitosa fue de 57 personas

Documentos falsos, alcantarillas y una avioneta fueron usados entre otros métodos:

Carro modificado:Al menos 8 personas se fugaron ocultos en

un espacio al lado del radiador de un

carro italiano Isetta.

Globo:En 1978: 4 adultos y 4 niños usaron un globo; hecho de cortinas, sábanas y manteles. Para evadir el muro

Tabla de Surf:Permitía ocultar

una persona

Métodos de fuga

Panadería Letrina

Espaciopara una persona a gatas

Muro

BerlínOccidental

Berlín Oriental

145 mt.

13 mt. 2.3 pies

Alemania del Este construye un muro que impide el paso de los ciudadanos entre los sectores de Berlín. El objetivo fue impedir las huidas masivas ya que solo en julio huyeron 30 mil personas.

13 de agosto de 1961

El Partido Socialista anunció un nuevo reglamento de viajes hacia Alemania Federal que entraría en vigor a partir del día siguiente. Por error, Günter Schabowski dijo que ya estaba vigente, por lo que miles de alemanes del Este se dirigieron al Muro para esperar la apertura.

9 de noviembre de 1989

JOSÉ M. MEDRANO/ Info HoyFUENTE: Wordpress/ GRAPHIC NEWS, The Berlin Wall and the Intra-German Border 1961-89, por Gordon L. Rottman, Chris Taylor/ ABC-Reuters/ Fotos: Getty Images, Associated Press

CIFRAS: Aproximadamente 5,000 se fugaron 574 fugados eran soldados Unos 239 murieron y otros 260 fueron heridos en el intento 3,221 arrestados

Page 3: Areito sabado 8 de noviembre

A RE Í TO 3Sábado 8 de n o vi e m b rede 2 014 H OY

H I STO R I Ay narratividad enDe Cristóbal Colón a Fidel Castro

U no de los libros de Juan Bosch quemejor se presta para un análisis dela narratividad del texto histórico essu monumental historia del Caribe.

Y digo esto porque es un texto largo y com-plejo. Como tantos escritos de Juan Bosch, esuna obra pionera. Es bueno decir que no fueBosch el primer escritor que se propuso unahistoria panorámica del Caribe, es impor-tante mencionar la obra del colombianoGermán Arciniegas (Biografía del Caribe) ydel español José Comas (Historia de las An-tillas, 1968) del trinitario Eric William,(FromColobusto Castro: TheHistory of The-Caribbean 1492-1969) casi con el mismonombre de la obra de Bosch. Es un libro quetiene mucho interés, primero porque podríaser leído como una historia de larga dura-ción como El Mediterráneo de Braudel, queapareció en Francia en el año 1949 y de al-guna manera hizo saltar la historia a unamasa grande de lectores, en un momento enque los intelectuales tomaron el escenariode los medios de prensa, la calle y la prácticapolítica. Vista dentro de la corriente de Brau-del, el libro de Juan Bosch es un libro na-rrativo, que cuenta la historia de una zonamuy importante en el desarrollo de la bur-guesía europea, como lo fuera el Mediterrá-neo en sus orígenes. De hecho, puesto uno allado del otro, el libro de dos presenta un des-plazamiento del escenario mediterráneo alescenario caribeño.

Pero Bosch no era un historiador comoBraudel, ni intentaba realizar una teoría de laescritura de la Historia. Lo que más me pa-rece análogo entre ambos textos es la na-rratividad, el hecho que los libros son relatosde un espacio. El elemento espacial es muyimportante, pero lo que hace grande el librode Braudel no es lo que hace sobresaliente ellibro de Bosch. El de Braudel es muchas ve-ces un libro de historia económica y el deJuan Bosch es un texto de historia política,diplomática, militar y no deja de ser un en-sayo que colinda con la monografía.

Importante en el libro de Bosch, es el es-pacio como escenario de la lucha de los im-perios, salidos de una formación que es laacumulación originaria de las burguesías eu-ropeas y su intento de acumulación de ca-pital a través del espoleamiento de las rique-zas de América y la esclavitud. Con esto Bos-ch no deja de ser su escenario dentro de lasluchas de clases, pero una lucha interbur-guesa, que tiene grandes oposiciones, la Re-volución haitiana y las luchas por la inde-

pendencia. En ese marco se presentan las ac-ciones y reacciones, en un discurso muy mo-derno de causa y efecto, de formación eco-nómica y social, de lucha entre los europeosy de fricciones entre los pueblos de América.Es decir, que la lucha de clases Bosch la ve enun sentido macro, solo determinada por lasespecificidades de la lucha social en Vene-zuela y Cuba, escenarios caribes, que junto ala Española se constituirán en los centros deuna zona que funcionará como “va g i n a” delNuevo Mundo, como afirmara luego AntonioBenítez Rojo en La isla que se repite.

El texto de Bosch es una gran narrativa.Un despliegue de espacio y fuerzas. El es-pacio caribe visitado por los europeos y lacreación de fuerzas mestizas, luchas, revo-luciones, levantamientos y conmocioneshasta pasar de la guerra de independenciade Cuba a la Revolucióncubana y el predominiode los americanos. Lossujetos de esta narrativa,los actantes, héroes y vi-llanos, son los hombresde la Historia, los impe-rios y los pueblos; el mar ylos productos: café, oro,cacao, perlas. Las prácti-cas económicas están so-bre las prácticas sociales,los intríngulis diplomáti-cos sobre las acciones delos sujetos individuales. Y todo eso ¿por qué?Se preguntará el amable lector. Porque estaobra está dentro del desarrollo marxista deJuan Bosch y la forma en la que él explica y seexplica la historia de la República Domini-cana y la de su entorno caribe. Ya en la Com-posición Bosch abre una ventana a la zona yen ella explica la historia dominicana junto ala historia del Caribe.

Mediante su narración y el uso de la cro-nología histórica, Bosch enlaza y concatenahechos y acciones que nos muestran el na-cimiento y el declive del imperio español y elcambio de mando al imperio estadouniden-se, con lo cual busca explicarse una realidadpolítica. De la política de los años de la Gue-rra Fría. El escenario que a él le ha tocadovivir como político y a los dominicanos ensentido general. Así que es esta una obradentro de las vicisitudes de un político y y nopuede verse sin tomar en cuenta esa rea-lidad. El Caribe como frontera imperial ex-plica la conducta norteamericana en 1965 ysobre todo las acciones imperiales en los

años de la Guerra Fría.Si en un principio, inicia Bosch habién-

dose de los cronistas de Indias y del Diariodel Almirante de la Mar Océana, terminaBosch con su propia crónica, lo que lo con-vierte en un hombre de su tiempo y lo alejade la historiografía. Al final del libro Bosch haentrado en la crónica, a sabiendas que es esoella la que nos sitúa dentro de las grandescorrientes del tiempo. Ese estar ahí, ese da-sein, que Bosch realiza al final del libro esuna ubicación en el tiempo como sujeto quelucha y que no usa el saber histórico comoun mero conocimiento, sino una forma epis-temológica que orienta la práctica política.

La historia del Caribe es vista por JuanBosch como una concatenación de hechos;como un desplazamiento de fuerzas. Prime-ro desde la Europa moderna en su afán de

acumular riquezas, que tienecomo resultado el desarrollo delos Estados modernos, de lasluchas de esos imperios por eldominio de fuentes de materiaprima; por la imposición de unsistema que generaba unaplusvalía absoluta, como la es-clavitud y como, en fin, unareacción a esas fuerzas que sevan trasformando en una cade-na de revoluciones y levanta-mientos. La última etapa de esahistoria es para Bosch, la revo-

lución de Cuba y el heredero de todas esasacciones y el último gran actor en este es-cenario, es el imperio estadounidense.

En fin, Juan Bosch se vale de los textoshistóricos para pensar el pasado con la metade orientar su acción política. No es el es-fuerzo de Bosch una simple actividad aca-démica, ni un trabajo de investigación en losarchivos. La grandeza de su obra no puedeverse alejada de su capacidad de narrar y desu interés político que es explicar y expli-carse el pasado como espacio imaginario re-cuperable para la acción política. En los tex-tos históricos de Bosch, como en su obra na-rrativa, se demuestra el aserto de Paul Ri-coeur al estudiar la narratividad: que el textoes un buen paradigma para la acción y laacción es un excelente paradigma para eltexto. En Bosch, como hombre ilustrado, laacción no podía dejar de estar acompañadaal texto, así que lo que veía en la vida lo con-vertía en narración y lo que pensaba tam-bién partía de una narratividad que orien-taba la acción política.

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orte

‘‘ El Caribe comofrontera imperial

explica la conductanorteamericana en 1965y sobre todo lasacciones imperiales enlos años de la GuerraFrí a”.

Fidel Castro

FUENTE EXTERNA

Cristóbal Colón.

Page 4: Areito sabado 8 de noviembre

4 Sábado 8 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

Legítimamente, le pedimos al pensa-miento que disipe las brumas y las oscuri-dades, que ponga orden y claridad en lo real,que revele las leyes que lo gobiernan. El tér-mino complejidad no puede más que expre-sar nuestra turbación, nuestra confusión,nuestra incapacidad para definir de manerasimple, para nombrar de manera clara, paraponer orden en nuestras ideas. Al mismotiempo, el conocimiento científico fue conce-bido durante mucho tiempo, y aún lo es amenudo, como teniendo por misión la de di-sipar la aparente complejidad de los fenó-menos, a fin de revelar el orden simple al queobedecen. Pero si los modos simplificadoresdel conocimiento mutilan, más de lo que ex-presan, aquellas realidades o fenómenos delos que intentan dar cuenta, si se hace evi-dente que producen más ceguera que eluci-dación, surge entonces un problema: ¿Cómoencarar la complejidad de un modo no sim-plificador? Edgar Morin, Prólogo- Introduc-ción a la complejidad.

Cuando decidí conocer un pocosobre la teoría de la compleji-dad, comencé a localizar fuen-tes. Me impresionó ver la grancantidad de obras que se hanescrito sobre el pensamiento

de Morín. Decidí ir a la fuente, es decir, lo quehabía escrito el propio creador de la com-plejidad. Localicé la obra “Introducción alpensamiento complejo”, de Edgar Morín,una edición española a cargo de Marcelo Pa-kman, publicada en 1994 por la Editorial Ge-disa. El texto es una compilación de ensayosescritos entre 1976 y 1988, momento en elque su método comenzaba a cobrar forma.El libro contiene seis ensayos: La inteligenciaciega, El diseño y el designio complejos, Elparadigma de la complejidad, La comple-jidad y la acción, La complejidad y la em-presa y Epistemología de la complejidad,además de un interesante prólogo escritopor Morín.

En el prólogo de la obra, Morín señala quenormalmente existen dos ilusiones que ale-jan a “los espíritus del problema del pen-samiento complejo”. La primera es la creen-cia de que la complejidad induce a la eli-minación de la simplicidad. Y la segunda esla confusión de que complejidad es igual acompletud:

Ciertamente, la ambición del pensamien-to complejo es rendir cuenta de las articu-laciones entre dominios disciplinarios que-brados por el pensamiento disgregador…ésteaísla lo que separa y oculta todo lo que re-liga, interactúa, interfiere. En este sentido elpensamiento complejo aspira al conoci-miento multidimensional.” (Prólogo, p.23)

En el primer ensayo, “La inteligencia cie-g a”, escrito en 1984 a propósito de cumplirse40 años de la obra de Orwell, Morín iniciahablando acerca de la toma de conciencia.Inicia su planteamiento señalando que lasociedad occidental había adquirido cono-cimientos sin precedentes a nivel físico, bio-lógico, sicológico y sociológico. Se ha pro-ducido un boom de la ciencia en la cual reinala verificación empírica y la lógica. La razónsupuestamente reina. Sin embargo, sigueplanteando Morín, la ceguera y la ignoranciaganan espacio a pasos agigantados. ¿Porqué? Por cuatro razones:

1. La causa más profunda está en el modode organización del saber en sistemas deideas, teorías e ideologías.

2. Existe una nueva ignorancia que estáligada al desarrollo mismo de la ciencia.

3. Pero también existe una nueva cegueraque está ligado al “degradado uso de la ra-z ó n”.

4. Y, las más graves amenazas están vin-culadas al progreso “ciego e incontrolado delconocimiento (armas termonucleares, ma-nipulaciones de otro orden, desarreglos eco-lógicos…)” ( p. 2 8 )

Con respecto a la primera razón, Morínsostiene que todo conocimiento funcionaseleccionando los datos significativos y re-chazando los que no lo son. Para esto, siguediciendo, “separa (distingue o desarticula) yune (asocia, identifica); jerarquiza (lo prin-cipal, lo secundario) y centraliza (en funciónde un núcleo de nociones maestras)” To d a sestas operaciones utilizadas por la lógica, es-tán comandadas por los paradigmas, que noson más que “principios ocultos que gobier-nan nuestra visión de las cosas y del mundosin que tengamos conciencia de ello…. Espor ello que gobiernan nuestra visión de lascosas y del mundo sin que tengamos con-ciencia de ello” ( p. 2 8 )

Plantea Morín el viejo paradigma cienti-ficista que se hizo dominante en el siglo XIXha encasillado los problemas humanos,pues estos quedan librados “al oscurantismocientífico que produce especialistas ignaros,sino también a doctrinas obstrusas que pre-tenden controlar la cientificidad…como si laverdad estuviera encerrada en una caja fuer-te de la que bastara poseer la llave, y el en-sayismo no verificado se reparte el terrenocon el cientificismo estrecho.” (p.31). Esta vi-sión, sigue diciendo, es mutilante y unidi-mensional, no mira la realidad en todas susdimensiones, sino que la simplifica. Unaidea interesante que subyace en el texto esque la humanidad ha desarrollado una nue-va ignorancia ligada nada más y nada menosque al desarrollo de la ciencia misma.

La pregunta que se impone es: ¿Qué es lacomplejidad? ¿Y por qué es necesario unpensamiento complejo? Morín la define así:“La complejidad es, efectivamente, el tejidode eventos, acciones, interacciones, retroac-ciones, determinaciones, azares, que cons-tituyen nuestro mundo fenoménico. Así esque la complejidad se presenta con los ras-gos inquietantes de lo enredado, de lo inex-tricable, del desorden, de la ambigüedad, laincer tidumbre…De allí la necesidad, para elconocimiento, de poner orden en los fenó-menos rechazando el desorden, de descartarlo incierto, es decir, de seleccionar los ele-mentos de orden y de certidumbre, de quitarambigüedad, clarificar, distinguir, jerarqui-zar…Pero tales operaciones, necesarias parala inteligibilidad, corren el riesgo de producirceguera si eliminan a los otros caracteres delo complejo; y , efectivamente, como ya lo heindicado, nos han vuelto ciegos.” ( p. 3 2 )

Afirma el intelectual francés que la com-plejidad ha regresado a la ciencia por la mis-ma vía que había sido enviada al olvido. Loaparentemente simple no existía, ni existe;teniendo las ciencias llamadas exactas queabrirse a la complejidad. “Se ha descubiertoen el universo físico un principio hemorrá-gico de degradación y de desorden…; luego,en el supuesto lugar de la simplicidad física ylógica, se ha descubierto la extrema com-plejidad microfísica…el cosmos no es unamáquina perfecta, sino un proceso de víasde desintegración y, al mismo tiempo, de or-ganización…” ( p. 3 3 )

Finalizo esta entrega con un fragmentodel maravilloso prólogo del libro escrito porEdgar Morín:

“Nunca pude, a lo largo de toda mi vida,resignarme al saber parcelarizado, nuncapude aislar un objeto de estudio de su con-texto, de sus antecedentes, de su devenir. Heaspirado siempre a un pensamiento multi-dimensional. Nunca he podido eliminar lacontradicción interior. ..

Nunca he querido reducir la fuerza de laincertidumbre y la ambigüedad... Si la com-plejidad no es la clave del mundo, sino undesafío a afrontar, el pensamiento complejono es aquel que evita o suprime el desafío,sino aquel que ayuda a revelarlo e incluso talvez, a superarlo.”

SEGUIMOS EN LA PRÓXIMA CON ESTEAPASIONANTE AUTOR.

Los laberintosdel pensamientoco m p l e jo:La inteligencia ciegaDedicado a Patricia Gascón Muro, mi hermana mexicana

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G E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o

M ig ra ci ó nfrancesa ala SierraPor Edwin Espinal

C on este título, Juan Francisco Bi-sonó y Haliday Saturria Vargasdieron a la luz en este año su in-vestigación sobre los orígenes fa-

miliares serranos. El volumen comprendeseis temas: la migración francesa a la sie-rra (1791-1804), la esclavitud en esa zona,los fundadores de sus comunidades, ape-llidos y grupos familiares entre 1700 y1810, el cuarto proceso migratorio y la mi-gración con posterioridad a la refunda-ción de San José de las Matas. En el pri-mero de los capítulos abordan los ante-cedentes de ese movimiento poblacional,los hechos que lo motivaron, sus inte-grantes, el trasvase poblacional durante larevolución en Saint Domingue y la llegadade los apellidos Bisonó, Salcé y Goris. Enel capítulo de la migración francesa, listanlos apellidos foráneos y sus representan-tes, mientras que en los subsiguientes ha-cen lo propio con los esclavos y sus due-ños y los troncos familiares fundamenta-les de esa región montañosa. Este libroparte de la tesis de que la revolución de losesclavos en Saint Domingue y el procesoindependentista de Haití (1791-1804) fue-ron los hechos de-tonantes de la pre-sencia de apellidosforáneos en la ju-risdicción de SanJosé de las Matas,siendo su aisla-miento la razónque atrajo a los in-migrantes que huían, aunque no todos-como contrariamente sugiere el título dela obra -, tenían apellidos de ascendenciafrancesa. Para ello, los autores se apoyanen la tradición oral que establece que losapellidos Bisonó, Salcé y Goris pertene-cían a colonos franceses que pasaron a laparte este de la isla a raíz de esos acon-tecimientos, dando por sentado que lomismo sucedió con los representantes deotros apellidos no hispanos presentes enSan José de las Matas.

Tal generalización no nos parece deltodo ajustada, máxime cuando Bisonó ySaturria reconocen que las fuentes docu-mentales serranas son precarias y que, eneste sentido, los registros eclesiásticos debautismo y defunción inician en 1814 ylos matrimoniales en 1827, esto es, más dedos y tres décadas después, respectiva-mente, del inicio de la revolución de losnegros de Saint Domingue. Pese a con-tarse ese apreciable lapso de tiempo entrelos hechos acaecidos en la colonia fran-cesa y los primeros asientos documenta-les materos, los autores también conclu-yen que: 1) la presencia de madres sol-teras se explica por el hecho de que eranviudas que perdieron a sus cónyuges en larevolución haitiana; 2) los expediciona-rios de la tropa de Leclerc no constitu-yeron un grueso determinante entre losmigrantes franceses en la parte orientalde la isla de Santo Domingo, siendo losllegados a la sierra colonos civiles; 3) lapresencia de estos nuevos pobladores in-cidió en el aumento poblacional de la co-mún; 5) los llegados a la sierra fueron co-lonos, pequeños blancos o terratenientesposeedores de haciendas y por tanto deesclavos, con un nivel educacional supe-rior a los criollos de San José de las Matas;6) los amos y los esclavos de estos llegadosa la sierra pasaron a ser campesinos, sindistingos sociales; y 7) los llegados lo hi-cieron en grupos familiares, no indivi-dualmente, uniéndose a los habitantes lo-cales, con los que formaron familias. Ca-reciendo de otros documentos distintos aactas de bautismo, matrimonio y defun-ción y actas de dispensas de consangui-nidad muy posteriores a los hechos quefundamentan la hipótesis de los autores–no por ello inválidos para sustentarla,p a rc i a l m e n t e –, estas afirmaciones pare-cerían pertenecer más al campo de la es-peculación.

Instituto Dominicano de Genealogía

Page 5: Areito sabado 8 de noviembre

A RE Í TO 5Sábado 8 de n o vi e m b rede 2 014 H OY

FUENTE EXTERNA

Primeras misionesdominicanas en HaitíSánchez, Cabral y el presidente Geffrard

C uando el 18 de marzo de 1861 fueanexada la República Dominicanaa España, por voluntad del dictadorPedro Santana, en Haití, el presi-

dente Fabré Nicolás Geffrard respondió conuna protesta, pues consideraba un peligropara su país el dominio de una potencia eu-ropea del otro lado de la frontera.

El periódico haitiano “L´Opinión Natio-n a l”, dirigido por Exilien Heurtelou, fue unode los más férreos críticos de la actitud dePedro Santana. En sus páginas se puedenleer titulares como este: “La patria haitianaen peligro, el traidor Santana vende su patriaa la España esclavista”.

La pluma aguerrida de Heurtelou trazó uneditorial vibrante:

“Los dominicanos dejarán que se cumplaun acto tan infamante para ellos, la venta desu territorio y de sus personas, sin recurrir alas armas?... La toma de posesión por Es-paña del Este es una amenaza para nuestranacionalidad. Si los dominicanos protestannosotros debemos estar preparados para so-correrlos. Que no nos hagamos ninguna ilu-sión sobre la intención bien concebida deEspaña sobre el Este. No es una colonia libreque ella va a establecer, es una colonia deesclavos ...”. (Ver Desquiron, Jean, “Haití a laUn e”, antología de la prensa haitiana, TomoI, página 279).

El general Geffrard, duque de Tabara, hijode un general de la Independencia del mis-mo nombre, se levantó en armas el 22 dediciembre de 1858 contra el emperadorFaustino Primero, conocido como FaustinoSoulouque, un general analfabeto que llegóa la Presidencia en marzo de 1847 para dosaños después proclamarse emperador. Elemperador había sido vencido en su últimointento por ocupar la República Dominica-na en la batalla de Santomé, San Juan de laMaguana, el 22 de diciembre de 1855, por lastropas de José María Cabral, y en Sabana Lar-ga, cerca de Dajabón, por el general JuanLuis Franco Bidó. Tras sus derrotas en te-rritorio dominicano, el imperio de Soulou-que se fue desmoronando y en enero de1859 fue obligado a abdicar. Geffrard reins-taura la República.

El arribo a la presidencia del duque deTabara pondrá fin a la obsesión de los go-bernantes haitianos por incursionar y apo-derarse del territorio dominicano.

“…el presidente Geffrard fue el único jefede Estado que protestó contra la Anexión, yno reparó en los graves perjuicios que aca-rreaban a su país, a su gobierno y a su pue-blo, cuanto hacía en contra de España al de-safiar su poder y su influencia.” (César A. He-rrera, Anexión-Restauración, edición Archi-vo General de la Nación, 2012).

El General Luperón asegura que Perú, Es-tados Unidos y Nueva Granada protestaroncontra la anexión, mientras las potencias eu-ropeas aceptaban el hecho con indiferencia,aunque Inglaterra mantuvo sus reservas.(Luperón, “Notas autobiográficas y Apunteshistór icos”, editora El Diario, Santiago de losCaballeros, 1939).

En medio de ese ambiente de estupor ge-nerado por la opinión pública haitiana, esque llegan a Puerto Príncipe, primero el ge-neral José María Cabral con sus partidarios yel general Francisco del Rosario Sánchez,quien procedía de Saint-Thomas, que parala época era una isla danesa que manteníaun gran intercambio comercial con las de-más islas del Caribe.

Ningún historiador ha podido explicarcómo es que José María Cabral, que cincoaños antes había combatido y vencido a loshaitianos en Santomé, y quien habría salidohacia Curazao cuando Buenaventura Báezfue echado del poder en el 58, logra ser acep-tado en Haití.

Price-Mars dice que los dominicanos sejuntaron en Jacmel, sur-este de Haití, en lafrontera dominicana, y entre los que estabanallí cita a Sánchez, José María Cabral, PedroAlejandrino Ramírez Báez y Manuel MaríaGa u t i e r.

“Muchos haitianos se unieron a los pa-triotas dominicanos para ayudarlos a de-sembarazarse de los soldados extranjeros.Había también elementos de la Armada hai-

tiana que participaron en esas insurreccio-nes. (Price-Mars, “La República Dominicanay la República de Haití”).

Sobre la conexión de Sánchez con las au-toridades haitianas, dice el general Lupe-rón:

“..al lanzar la prensa de Madrid los infor-mes de tales negociaciones, el PresidenteGeffrard, protestó y envió al señor FranciscoMontás a Curazao y a Saint-Thomas paraparticipar a los expatriados dominicanos lanoticia de la anexión, de su protesta y de suproclama y al mismo tiempopara ofrecer su concurso contraSa n t a n a . .” (Luperón, obra cita-da, Tomo I, página 54).

El tercer párrafo del mani-fiesto de Sánchez ha sido biendifundido a través de la histo-ria, pero ha sido cortado no taninocentemente y se ha conver-tido en tradición citarlo así, pe-ro para los fines de este trabajocreo prudente citarlo por com-pleto:

“He pisado el territorio de la República,entrando por Haití, porque no podía entrarpor otra parte, exigiéndolo así, además, labuena combinación, y porque estoy persua-dido que esta República, con quien ayercuando era imperio, combatimos por nues-tra nacionalidad, está hoy tan empeñada co-mo nosotros, porque la conservemos mer-ced a un gabinete republicano, sabio y jus-t o”.

“Mas, si la maledicencia buscare pretextopara mancillar mi conducta, responderéis acualquier cargo, diciendo en alta voz, aun-que sin jactancia, que yo soy la bandera na-c i o n a l”.

Sánchez y sus compañeros cayeron enuna emboscada cuando cruzaron frontera.Apresados y juzgados sumariamente poruna corte militar fueron fusilados el 4 de ju-lio de 1861. Cabral logró evadir la persecu-ción y se refugió de nuevo en territorio hai-t i a n o.

Al enterarse del apoyo de las autoridadeshaitianas a la expedición, el almirante José

Gutiérrez Rubalcava entró a la rada de Puer-to Príncipe el 6 de julio de 1861, pero ya elcuatro de julio Sánchez y sus compañeroshabían sido capturados y fusilados. Rubal-cava exigió al gobierno de Geffrard un saludode 21 cañonazos a la bandera española y exi-gió 200,000 pesos fuertes en 48 horas.

El asesinato de Sánchez tuvo su reper-cusión en Haití. El periódico “La OpiniónNacional, del 8 de julio del 1861”, dijo lo si-guiente:

“La sangre dominicana ha corrido otravez en grandes ondas enSan Juan. El 5 de julio unconsejo de guerra reunidoen esta ciudad ha juzgadosumariamente, sin defen-sores, 20 prisioneros de ElCercado, y a las cuatro dela tarde ellos fueron fusi-lados…¡Desdichados! Dequé eran ellos culpables?De querer permanecersiendo dominicanos”.

El periódico haitianotambién trae una reseña titulada “El ogro delSeybo se desencadena”, en el que critica a losperiódicos “La Gaceta de Santo Domingo”por su silencio frente a la masacre de SanJuan de la Maguana. Denuncia el periódicohaitiano que uno de los fusilados, FranciscoMartínez, estaba vivo y lo remataron. Dice:“El ogro del Seybo también sacrificó a nuevehombres en Moca, dentro de ellos un oc-togenario casi ciego”. Se refiere al fusilamien-to del coronel José Contreras, responsabledel fallido levantamiento del 2 de mayo enMoca. Fue fusilado junto a los dominicanosJosé María Rodríguez, José Inocencio Reyes yCayetano Germosén.

La gestión revolucionaria de Sánchez yCabral fue la primera misión dominicanaque registra la historia en Haití. La segundafue la de Santiago Rodríguez, en 1986, la cualvamos a describir en un próximo trabajo.(Extraído de mi obra “Misiones Dominica-nas en Haití” (Tomo I), que estará pronto encirculación, con el auspicio de la Universi-dad del Caribe).

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Francisco del Rosario Sánchez

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‘‘ Las potenciaseurop eas

aceptaron la anexión aEspaña con indiferenciaaunque Inglaterramantuvo sus reservas.Estados Unidos y Perúpro te staron.

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6 Sábado 8 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

Los conflictosentre haitianosy dominicanosvistos a través de la historia y la literatura

D e 1605 a 1606 España despobló labanda norte de la isla con el pre-texto de evitar el contrabando y elcomercio, así como la diseminación

de biblias protestantes que holandeses,franceses hugonotes e ingleses realizabancon los súbditos católicos de la Corona. Esamedida produjo la ocupación de la isla de laTortuga y la de las Vacas por parte de fili-busteros, piratas y bucaneros, quienes noencontraron oposición militar de parte deEspaña. Finalmente, los bucaneros, un siglodespués, fueron los dueños de la parte oestede la isla y fundaron la colonia esclavista máspróspera de Francia. Esa parte oeste es hoyHaití. (Los pormenores en el libro “La isla dela Tortuga”, de Peña Batlle).

Las devastaciones de Osorio fue un ne-gocio para el suspendido Escribano de Cá-mara de la Española Baltasar López de Cas-tro y la Casa de Contratación de Sevilla, cu-yos accionistas controlaban elConsejo de Indias. La despo-blación se produjo a instanciasde López de Castro con el fin deque se le levantara la suspen-sión del cargo y la Casa man-tuvo el control del monopoliodel comercio. La única salva-ción de la isla era la libertad decomercio, como lo solicitabacon insistencia al rey el arzobis-po Dávila y Padilla. (Marrero I,139-146 describe bien las intri-gas y las causas de las devas-taciones de Osorio).

Estos episodios conducen-tes al nacimiento de dos Esta-dos diferentes deben ser ana-lizados en el contexto del siglo XVII-XVIII,época de las monarquías absolutas dondelos reyes eran propietarios privados de losreinos que gobernaban y podían vender,traspasar y permutar sus territorios, inclusosu propio reino. Si analizamos aquellosacontecimientos desde la óptica del surgi-miento de las repúblicas a partir de la Re-volución francesa, cometeríamos un graveerror y viviríamos con la queja eterna de queEspaña nos abandonó y nos traspasó en1795 a Francia como ganado. Si no adop-tamos este punto de vista realista, veremosnuestro pasado histórico como un “atavis -m o”, una maldición o un abandono y jamásrevocaremos ese pasado. Hay que conocer elpasado para no repetir los errores, pero que-darse en él, lamentándose con pesimismo,es impedirse construir hasta un imperio.

Casi todos los libros de historia domini-cana narran los pormenores de la existenciade dos repúblicas en una misma isla: Haití yla República Dominicana.

Ramón Marrero Aristy es el menos farra-goso de todos y señala que «la pérdida de laparte occidental de la isla comenzaba a re-conocerse como hecho consumado, cuan-do, al firmarse la paz de Nimega entre Fran-cia y España, el hábil Gobernador Pouancey,sucesor de Bertrand d’Ogeron, recibió, fe-chado el 10 de julio de 1680, una nota delentonces Gobernador de la colonia españo-la, don Francisco Sandoval y Castillo, en lacual este daba cuenta de dicha paz al fran-cés, invitándole a guardar los principios de lamisma, según los cuales debía crearse un ré-gimen de convivencia entre los pobladoresde La Tortuga y los legítimos ocupantes deSanto Domingo, siendo ‘preciso que VuestraSeñoría reprima et contenga a los súbditosde Francia que abitan La Tortuga prohibién-doles no pasen de ellas a estas Costas de estaisla Española a hacer sembrados y coram-b re s’, con lo cual el Gobernador español ‘al

dar a la ocupación de laTortuga los caracteres deun hecho cumplido, hizoun reconocimiento implí-cito de la validez de esao c u p a c i ó n’, situación éstaque el Gobernador Po-uancey aprovechó hábil-mente, logrando la cele-bración de un conveniodel que se levantó un actaen cuyo texto ‘se designa-ba el río Rebouc como lí-nea de demarcación pro-visional de las dos porcio-nes en que quedaba divi-dida la isla’.»1

A partir de aquel 1680todo será guerra entre las dos partes en quese dividió la isla: española y francesa, a pesarde los pactos de familia. Ni siquiera el Tra-tado de Aranjuez de 1777 que legitimó de-finitivamente aquel reconocimiento de laparte occidental a Francia colmó el deseo depaz de la Corona española, cuya política fueabandonar la isla con el pretexto de desin-teresar a las potencias enemigas que desea-ban apoderarse de sus posesiones en Amé-r ica.

El asunto de la cesión de la parte este de laisla a cualquier potencia europea (Inglaterrao Francia) estuvo en la agenda de Españadesde 1783, pero los españoles-dominica-nos no podían tener acceso a esos secretosde Estado (Emilio Rodríguez Demorizi. In-vasiones haitianas. p. 7, nota 1). Por eso, sequedaron pasmados en 1795.

Pero ya José Godoy, Príncipe de la Paz, te-nía muy claro el problema, tal como lo ex-presa en sus “Memor ias” publicadas en Parísvarios años después del Tratado de Basilea,

al enjuiciar dicho convenio. Marrero Aristy,dolido, transcribe la opinión de Godoy:“Ningún tratado de la Francia con las demáspotencias en aquella época (y en las poste-riores mucho menos) ofreció menos sacri-ficios que el tratado de Basilea entre Franciay España, si es que se puede llamar sacrificioa la cesión de la parte española de la isla deSanto Domingo, tierra ya de maldición paralos blancos, y verdadero cáncer agarrado alas entrañas de cualquiera que sería su due-ño en adelante. Nuestros principales colo-nos la tenían ya de hecho abandonada: suposesión era una carga y un peligro conti-nuo; muchas poblaciones y parroquias ha-bían sucumbido por la dura necesidad al po-der anárquico de los negros y mulatos… Le -jos de perder, ganamos en quitarnos loscompromisos que ofrecía aquella isla.” (I,183).

Ni la declaración tajante de Godoy ni eldesprecio de España a la Reincorporación deSánchez Ramírez y a la Anexión de PedroSantana han podido eliminar de la menta-lidad de la inmensa mayoría de los domi-nicanos, convertidos en república indepen-diente en 1844, la servidumbre ideológica aletnocentrismo español, sea España repúbli-ca o monarquía. Es la psico-dependencia deunos hijos a una madre que les abandonó. Elpeso muerto de una ideología puede durarsiglos, si no milenios.

De todos los intentos de las autoridadesfrancesas de la parte occidental por apode-rarse de la parte oriental, el más peligroso fueel de la batalla del Limonal (o Limonade) y elGuarico ocurrida el 21 de enero de l691. Perocomo sucedió en aquel lejano pasado, y su-cedió hasta 1856, las armas españolas-do-minicanas primero; y luego las dominicanassolas a partir del 27 de febrero de 1844, re-chazaron tales intentos de franceses y hai-t i a n o s.

No solamente por las armas, sino con laintroducción por segunda vez en la historiade la isla de un viejo mito, el del Santo Cerro,donde la virgen de la Merced, leyenda in-ventada por Colón y los cronistas. Esta vez laguerra se hizo con el lienzo de la virgen de laMerced “en el cuerpo de la batalla” en so-corro de las tropas españolas en el Limonaldonde también por primera vez participó“un gran número de hombres de color” (Ma -rrero I, 160). Lo mismo está por documen-tarse con la derrota de Penn y Venables en1655 por los lanceros, hecho que dio lugar ala leyenda de los cangrejos que contribuye-ron a la derrota de los ingleses, copiada de lade los galos que asediaron a Roma en el año390 a.C. Vieja introducción del mito y la na-turaleza en el discurso histórico, propia dehistoriadores premodernos.

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FUENTE EXTERNA

El entonces Gobernador de la colonia Española, don Francisco Sandoval y Castillo, invitó a crear un régimen de convivencia entre los pobladores de La Tortuga ylos legítimos ocupantes de Santo Domingo.

‘‘ Estos episodiosconducentes al

nacimiento de dosEstados diferentesdeben ser analizados enel contexto del sigloXVII-XVIII, época de lasmonarquías absolutasdonde los reyes eranpropietarios privados delos reinos quegob ernaban...”

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A RE Í TO 7Sábado 8 de n o vi e m b rede 2 014 H OY

Un día memorable17/11 /1989

A Rafael Manzano,por el arte de la amistad

D e los numerosos días que me to-caron vivir en Bohemia hay uno enespecial que permanece imborra-ble en mi memoria: el 17 de no-

viembre de 1989. Ese día no me sucedió na-da significativo, nada extraordinario, nadaque hiciera cambiar mi vida de becario deentonces. No conocí a nadie de importancia,ni me enamoré de ninguna hermosa eslavade rostro lívido. Sin embargo, a mi alrededorhabía signos de que algo grande iba a pasar.Para nadie habría de ser un día de tantos.

El viernes 17 de noviembre fue un típicodía otoñal, frío y nevado. Aquella tarde mehabían invitado a celebrar el cumpleaños deuna compatriota. Acompañado de algunosamigos de la época llegué a la residencia uni-versitaria deJiníMesto, en la parte sur de Pra-ga, en donde nos esperaba Deyanira. La re-sidencia era uno de esos edificios prefabri-cados, enormes y uniformes, de horrorosaestética, más parecido a un hotel para tu-ristas jóvenes que a un albergue estudiantilque los checos denominaban burlonamente“p a n e l á k”. Ese tipo de edificio era la soluciónsocialista de posguerra al problema de la es-casez de viviendas en el país.

La velada transcurrió como solían trans-currir todas las veladas de becarios latinoa-mericanos: entre música, bailes, tragos ydiálogos triviales. Allí estábamos los amigosde entonces: Alexis, Ariosto, Frank Félix, Nio-ves, Rafael, Reynaldo, recién llegado a Che-coslovaquia. Estaba también el colombianoRicardo Coral con su novia danesa. Alexis,siempre animoso y jovial, intentaba con-quistar a alguna de las chicas checas que nosacompañaban. En un momento de la fiestala nostalgia pareció atacarnos a todos. Erainevitable. Sonaba la música de Juan LuisGuerra, que nunca faltaba en nuestros en-cuentros. Afuera hacía frío y caía una nievea b u n d a n t e.

Reunidos allí, en el reducido espacio deuna habitación de estudiante, tocamos lostópicos comunes. Los hombres hablábamosde mujeres, de presentes y futuras conquis-tas, de nuestro país y también vagamente delos sucesos del momento. Una semana an-tes, el 9 de noviembre, se había derrumbadoel Muro de Berlín. Nosotros lo sabíamos, sa-bíamos que en Europa Central y del Este seestaban produciendo importantes cambios,pero no acertábamos a ver hacia dónde ibanesos cambios, ni a comprender su verdaderosignificado y alcance. Era un acontecimientotan reciente y tan fresco en nuestra memoriaque no alcanzábamos a entender su trascen-dencia. Ignorábamos que asistíamos al finde toda una época, al fin de la Guerra Fría.

Para esa tarde, los estudiantes checoslo-vacos habían organizado una marcha pací-fica. El 17 de noviembre era una fecha ani-versario en Checoslovaquia. Se celebraba elDía Internacional de los Estudiantes. Mediosiglo antes, un 17 de noviembre de 1939, do-ce estudiantes universitarios fueron sacadospor la fuerza de la Facultad de Derecho de laUniversidad de Praga, apresados, subidos aun camión, conducidos a un lugar desco-nocido y luego ejecutados por los ocupantesnazis. Después de terminada la guerra, el díade la matanza de estudiantes se había con-vertido en fecha nacional respetada por to-dos que se conmemoraba cada año. Durantelas décadas de régimen totalitario, los comu-nistas checoslovacos recordaban siempreesa fecha. La utilizaban como propagandapara sus propios fines políticos.

Pero esta vez los estudiantes habían pla-neado algo bien distinto. Querían convertirla conmemoración en un acto de protestamasiva contra el régimen. Era la hora de loscambios. La oposición checoslovaca sabíamuy bien lo que significaba la caída del Mu-ro de Berlín. Ahora le tocaba el turno a Praga.La teoría del dominó era certera, infalible. Sehabía perdido el miedo al poder. El viejo ré-gimen tenía sus días contados, pero no losabíamos, ni siquiera lo sospechábamos.Pensábamos ingenuamente que aún duraríaalgún tiempo, queopondría resistencia y quela apertura sería lenta y tardía. Estábamosequivocados. Desde dentro se ven distintaslas cosas. Se tienen los detalles, pero a me-nudo escasea la visión de conjunto. Y no-

sotros no éramos profetas ni visionarios, si-no simples becarios tercermundistas.

La fiesta de cumpleaños de Deyanira se-guía en sus buenas. Yo conversaba distraídocon Reynaldo mientras Alexis hacía progre-sos con su checa. De repente una pareja dejóvenes irrumpió en la habitación, en mediodel baile. La muchacha gritófuera de sí: “¡Ay, Dios mío!¡Qué malos son esos comu-nistas! Si ustedes supieran loque acaba de pasar. La po-licía entró a palos a los mu-chachos. ¡Qué masacre! Ma-taron a un estudiante”.

Saliendo de la sombra,trago en mano, Frank Félixno pudo soportar el histeris-mo de la recién llegada y lerespondió agresivo: “Estoschecos sí que son unos ño-ños. Tanto que lloran por un par de palos. Nosaben lo que es una masacre. Si vieran lo quepasa en nuestros países, allí sí hay masacresde verdad todos los días del mundo”. Me mo-lestó ese exabrupto y acusé a Frank de in-sensible. Él ripostó acusándome de sensi-blero. Enseguida nos enfrascamos en unadiscusión acalorada e inútil. Todos había-mos tomado bastante y el alcohol nos habíapuesto eufóricos. Reynaldo logró calmarmellamándome aparte: “Cálmate, Fidel, y no lehagas caso al Frank que se pasó de trago”.Alexis se me acercó y me dijo: “Fidel, pareceque es verdad que hay un estudiante muer-to. Eso es represión de los bolcheviques. Eneste país no hay libertad, no la hay”. Recu-perado, sirviéndose otro trago, Frank dijodesdeñoso y burlón: “Bah, a mí esa vaina delos checos me da la chimba de Lola. Yo por

mi parte me doy dos más”.Una vez calmados los ánimos, el tema pa-

só a un segundo plano y la fiesta continuóhasta bien entrada la noche. En aquel mo-mento me reproché a mí mismo el haberestado allí, encerrado en aquella estrechapieza. Hubiera preferido estar en otra parte,en cualquier parte, en el centro de la ciudad,menos allí donde estaba. Sentí que me es-taba perdiendo de algo grande, espectacular,importante. Afuera estaba la vida, la acción,jóvenes desafiando un viejo poder intimi-dante, la historia con sus cambios repenti-nos. Afuera estaba ocurriendo algo únicoque jamás se repetiría de nuevo y nosotrosno sabíamos hacer nada mejor que celebrarel cumpleaños de una compatriota.

Lamenté haber pasado la tarde en aquelrefugio de isleños nostálgicos. Era mi tercerotoño en Checoslovaquia y yo quería verlotodo, vivirlo todo. Pocos días después pudelibrarme de aquel sentimiento de autorre-proche cuando, entusiasmado, me sumé alas multitudes que marchaban por las callesde Praga y se concentraban en la Plaza Wen-c e s l a o.

Terminada la fiesta, nos despedimos deDeyanira y tomamos el último metro de lamedianoche para retornar a nuestras resi-dencias. En el largo trayecto, conversando deesto o aquello, ninguno de nosotros podíaimaginarse lo que nos tocaría presenciar enlos próximos días.

El 17 de noviembre por la tarde los es-tudiantes universitarios realizaron en Pragauna larga marcha con velas encendidas. Las

pancartas rezaban:“¿Quiénes sino nosotros?¿Cuándo sino ahora?”. Lapolicía reprimió brutal-mente a los manifestan-tes. La población reaccio-nó airada ante las escenasde jóvenes golpeados. Pri-mero fue Praga y luego to-da la nación checa y es-lovaca. Inmediatamentedespués los aconteci-mientos se precipitaríanunos tras otros como bes-

tias en atropellado galope. Ese día dividió endos la reciente historia checoslovaca. Desdeentonces se habla de lo ocurrido antes y des-pués de esa fecha.

El 17 de noviembre de 1989 no fue el díamás importante de mi estancia de estudiosen Bohemia, mucho menos el más feliz demi vida, pero sí fue un día para no olvidarjamás. Ahora una larga distancia en tiempo yespacio me separa de aquel memorable día.Disfruto de la fresca brisa que sopla desde elmar, dichoso anuncio de la Navidad. Estrujomi memoria y en vano trato de asir aquelmomento vivido que se me escapa. Enton-ces acude a mi recuerdo aquella tarde fría ygris de noviembre de hace tantos años enPraga, cuando fui con mis amigos a una fies-ta de cumpleaños sin saber que en torno míoalgo iba a cambiar las cosas para siempre.

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El muro de Berlín acababa de caer.

La revolución de terciopelo.

‘‘ El 17 de noviembrede 1989 no fue el

día más importante de miestancia de estudios enBohemia, mucho menos elmás feliz de mi vida, perosí fue un día para noolvidar jamás”.

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8 Sábado 8 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

Ada Balcácer¡Premio de Pintura Fundación Corripio 2014!

A da Balcácer, exponente emblemáti-ca de las artes plásticas dominicanascontemporáneas, escala nueva-mente en Santo Domingo con ex-

citante locuacidad y entusiasmo desbordan-te. En esta ocasión, su presencia aglutina-dora se debe al merecido reconocimientoque le hiciera recientemente la FundaciónCorripio al concederle el Premio FundaciónCorripio/2014 en Arte, categoría Pintura,atendiendo a “su permanente trayectoria decreatividad, innovación, compromiso ymaestría en el dibujo y el color… ”.

Y para celebrar en grande esta ocasión tansignificativa (el Premio Fundación Corripioen esta categoría se establece como el másimportante reconocimiento con que cuen-tan los artistas plásticos y visuales domini-canos de la actualidad), don Juan José Be-llapart y Myrna Guerrero han dedicado a la“maestra Ada Balcácer” su tertulia “Un aobra, Un artista”, efectuada el pasado sábadoprimero de noviembre en los espacios delMuseo Bellapart.

A lo largo del referido encuentro, flan-queada por sus colegas Myrna Guerrero, di-rectora del MB, y la consagrada artista ElsaNúñez, Balcácer estableció uno de los diá-logos artísticos y culturales más delirantes ynutritivos que hayamos registrado en el San-to Domingo de las últimas dos décadas. Ycomo le faltaron muy pocos asuntos sobresu vida y todavía menos problemáticas ocuestiones sobre su vasta producción y sufructífera trayectoria, en estaocasión, la tertulia sabatinadel Museo Bellapart tuvouna participación del públi-co tan expectante y una du-ración tan fluida que, para“f i n a l i z a r”, pasada ya las dosde la tarde, la directora delMuseo Bellapart no tuvomás opción que advertirque, “tratándose de Ada Bal-cácer, la tertulia podría ha-ber continuado durante mu-cho más de un día”…

Durante más de tres horas, Ada Balcácerprocedió luminosa desde y hacia la estela deldelirio, hablándonos de sus orígenes y susaños de infancia, entre la capital dominicanay el latifundio de Domingo Rodríguez en SanJuan de la Maguana, lugar donde se trasladasu familia al cumplir ella los dos meses denacida, después de la destrucción de la ca-pital dominicana por el huracán San Zenónen 1930. Bañándose en las aguas del río Ma-guana y remontando el tiempo de la magia yel mito, muy temprano, la niña es seducidapor las leyendas del “bacá”. Luego, el sentidode la tierra, las referencias culturales de laruralidad y el carnaval urbano llenarán per-petuamente su memoria visual y su insólitomundo imaginario.

¿Y por qué habla tan alto y de qué tantonos habla la adorada “Ada madrina” del artedominicano contemporáneo?... Pues, nues-tra Ada reflexiona bien lúcida sobre la “con -dición artística”; sobre la eticidad, integridade ineludible compromiso del artista domi-nicano contemporáneo ante lo que ella de-fine como “un país y una nación reticula-d o s”. Y esto no es más que una chispa de suíntima manera de resistir con su pensamien-

to e imaginación ante el proceso de disper-sión, perversión y “d i s o l ve n c i a” de los valo-res y signos culturales esenciales de la do-minicanidad.

Nuestra “Ada de luz y de la luz”, al decir deÁngel Haché, también advierte a los intelec-tuales y colegas dominicanos y caribeñoscontemporáneos sobre una urgente reafir-mación de la “mirada paranoica” de los “vie -jos videntes” del Surrealismo ante las iniqui-

dades del neocapitalismo, laviolencia y el ecocidio globa-lizados. Sobre la necesidadde la consistencia o conti-nuidad creativa y productivapara el desarrollo de un ar-tista auténtico y un arte tras-cendente. Sobre el “punto deor igen” (huellas, signos, par-ticularidades y contrastesidentitarios) que jamás de-berían extraviar el arte y losartistas dominicanos. Sobre

la inminencia del reconocimiento interna-cional de las “maestrías artísticas dominica-n a s”. Sobre su ardiente persistencia comocreadora, productora y promotora de la va-lorización de las artes visuales nacionales…

Como uno de los elementos clave de suetapa formativa en la Escuela Nacional deBellas Artes, ella valora el aprendizaje delgestual creativo del “action painting” junto aCeleste Woss y Gil, así como el dominio de lalínea y el color, gracias a sus maestros tu-telares: Manolo Pascual, José Gausachs y Gil-berto Hernández Ortega. Tras su graduaciónen la ENBA (1951), Ada Balcácer se traslada aPuerto Rico y los Estados Unidos, profun-dizando durante una década en sus estudiosartísticos y trabajando para importantes fir-mas de diseño textil en la ciudad de NuevaYo rk .

En 1962, a raíz del ajusticiamiento del ti-rano Rafael Leónidas Trujillo, Ada Balcácerregresa a Santo Domingo y de inmediato ac-ciona, junto a colegas y escritores como Sil-vano Lora, Ramón Oviedo, José RamírezConde, José Cestero y Máximo Avilés Blonda,participa en los más importantes movimien-tos políticos, culturales y artísticos del mo-mento. Y este periodo de lucha por la liber-

tad, de apertura y gran efervescencia polí-tico-social (1962-1966), habrá de marcar suproducción de intenso contenido humano eidentitar io.

En efecto, Ada Balcácer es una artista deintenso y permanente compromiso con supueblo y con su tiempo, así como con laidentidad cultural dominicana. En una tra-yectoria que traspasa las seis décadas de in-vestigación y actividad creadoras, ella aportauna serie de obras que se constituyen en ver-daderos hitos en la producción plástica y vi-sual de nuestro país.

Algunas de estas obras magistrales se des-prenden de sus series “Mitos y leyendas delCar ibe”(1960-1970); “Espacios participan-t e s” (1973-1978); “Pa l m i ra” (1979-1985);“Ensayos de luz” (1986-2000); “Ny m p h e a”,“Su b t ro p i c a l” y “Dra w i n g” (2000-2014), talescomo “Bacá derribando el mito”, “In t e n c i ó ng r á f i c a” (1966), “La Televisión” (1969), “ElRostro III”, “Bacá desnudo” (1970), “Natura -leza muerta calibre 38” y “El pan dorado”(1972); “Espacio transparente” (1974), “Lafalda y la persiana” (1975)”; “La media isla”“L o l a s” y Siñas” (1980); “La fuente de agua”(1992), “Zapatos anti-éxodo” (1995), “Sub -t ro p i c a l” y “Su n f i s h” (2008), entre otras pin-turas de igual calidad estética y extraordi-naria capacidad significativa.

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‘‘ Ada Balcácer esuna artista de

intenso y permanentecompromiso con supueblo y con su tiempo,asi como con laidentidad culturald o m i n i ca n a .

De la Serie Drawing. Mixta sobre tela, 2012.

Sin título. Col. Julio Curiel. Sunfish, 2008.

FUENTE EXTERNA

En síntesisAda Balcácer

Ada Balcácer nace en Santo Domingo (1930). En1966, presenta su primera exposición individual enel Palacio de Bellas Artes y obtiene el Primer Premiode Dibujo del Concurso de Arte Eduardo LeónJimenes con la obra “Intención gráfica”. En 1968,junto a Domingo Liz, Gaspar Mario Cruz, FernandoPeña Defilló, Ramón Oviedo, Leopoldo Perez-Lepe-,Félix Gontier y ThimoPimentel, funda el grupoPROYECTA En estemismo año, realizaestudios de grabado alaguafuerte conEdmundo Casarella enThe Art Students Leaguede Nueva York. Másadelante se integra a laENBA como profesorade grabado y asume ladirección de la Cátedra de Dibujo en elDepartamento de Arquitectura de la UniversidadAutónoma de Santo Domingo. En 1989, su obra “Elmago del paisaje” es seleccionada por laOrganización de las Naciones Unidas para laconfección de un sello conmemorativo del 45aniversario del Banco Mundial. Desde el año 2000,Ada Balcácer se establece en la ciudad de Miami.En el 2008, en el área de Wynwood Art District,inaugura la galería Abro/Ada Balcácer. En estemismo año, realiza el mural “La eterna primavera”para la Cámara de Diputados de la RepúblicaDominicana. En el 2012, recibe el Premio Nacionalde Artes Plásticas del Ministerio de Cultura. En suproducción reciente, Ada Balcácer continúaexperimentando con humor y vitalidad con laforma, la materia, el color, las texturas y los recursosexpresivos extrapictóricos que asimila y transformaen sus esplendorosas metáforas de la luz, el paisaje,el movimiento, el ritmo y el vértigo alucinante de lap osmetróp olis.