areito sabado 22

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 22.11.2014 F F R R A A N N K K L L I I N N D D O O M M Í Í N N G G U U E E Z Z U U n n a a v v i i d d a a e e n n t t r r e e e e l l t t e e a a t t r r o o y y l l a a p p o o l l í í t t i i c c a a Página 3 LEONARDO BOFF En el principio está la comunión, no la soledad Página 2 MÉRITOS MILITARES de Buenaventura Báez Este noviembre se cumplió el centenario del retorno al país desde Mayagüez de los restos de Buenaventura Báez, uno de los principales políticos del siglo XIX y cinco veces presidente de la república. Pá g i n a 5 Los gavilleros del Este ¿una epopeya calumniada? Con Calder tenemos un discurso autorizado sobre los gavilleros del Este; sin embargo, su trabajo se queda en ser la visión desde los archivos norteamericanos; la confirmación del Otro de las tropelías que ya otros historiadores habían afirmado. Pá g i n a 7 ¡DIEZ DÉCADAS DE ARTE DOMINICANO! Desde mediados del pasado mes de octubre, el Centro Cultural Perelló acoge la extraordinaria exposición titulada “Colección Báez Guerrero/Un siglo de arte moderno en la República Dominicana” Pá g i n a 8 PEDRO SOSA

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A re í t o Zona de laCultura y de

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Página 3

LEONARDO BOFF

En el principio está la comunión,no la soledad Página 2

MÉRITOS MILITARESde Buenaventura BáezEste noviembre secumplió el centenariodel retorno al paísdesde Mayagüez de losrestos de BuenaventuraBáez, uno de losprincipales políticosdel siglo XIX y cincoveces presidente de larepública. Pá g i n a 5

Los gavilleros del Este¿una epopeya calumniada?

Con Calder tenemos undiscurso autorizado sobre losgavilleros del Este; sinembargo, su trabajo se quedaen ser la visión desde losarchivos norteamericanos; laconfirmación del Otro de lastropelías que ya otroshistoriadores habían afirmado.Pá g i n a 7

¡DIEZ DÉCADAS DEARTE DOMINICANO!Desde mediados delpasado mes de octubre,el Centro Cultural Perellóacoge la extraordinariaexposición titulada“Colección BáezGuerrero/Un siglo dearte moderno en laRepública Dominicana”Pá g i n a 8

PEDRO SOSA

2 Sábado 22 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

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reíto

José Saramago (Escritor portugués, Premio Nobel)El tiempo es un maestro de ceremonias que siempreacaba poniéndonos en el lugar que nos compete. Va m o savanzando, parando y retrocediendo según sus órdenes.Nuestro error es imaginar que podemos buscarle las vueltas.

LI B RO S

Mario Méndez, quien ya esun escritor consagrado,celebra con la publicación deeste libro sus 30 años deejercicio periodístico. ElEditor Económico de HOYnos brinda un profundoanálisis de las principalesocurrencias económicas delpaís desde 1984 a la fecha._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

El periodista Julio César JerezWhisky también celebra susaños en el periodismo, 37, con lapublicación de un libro querecoge una especie de antologíade su celebrada columnaEnfoque Semanal. Jerez Whiskyes un veterano del periodismo,un hombre que se hadesenvuelto con igual eficienciaen la prensa escrita como en lat e l e vi s i ó n .

Los periodistas siguenescribiendo libros. PastorVásquez, periodista, abogado ydiplomático, acaba de publicardos tomos de su obra “Misione sdominicanas en Haití. 1866-1876”.Una obra necesaria para lacomprensión de las relacionesentre los dos países.

Orlando Alba es, sin lugar adudas, el más destacado linguistadominicano. Sus aportes para elconocimiento del habla deldominicano son únicos yreferenciales. Este libro,“Observación del cambiolinguístico en tiempo real. Elnuevo léxico disponible de losd o m i n i ca n o s”, es una investigaciónprofunda de nuestradisponibilidad léxica. El uso dela computadora le ha permitidollegar a zonas profundas delcono cimiento.

Este es el décimo libro delsiquiatra José Miguel Gómez.“Manual terapéutico de parejas.La experiencia de unpsicoterap euta”, es un libroescrito para ayudar a sosteneruna convivencia matrimonialduradera, agradable yemocionalmente satisfactoria. ElManual está divido en sietecapítulos. Cada capítulo contienenotas que permiten resumir loscontenidos básicos. De seguroque este libro tendrá muchaaceptación entre las parejas.

Esteban Rosario es un escritorincansable, y ya se sabe que suslibros no son complacientes nitocan temas para entretener opara jugar con el estilo. Estetexto, “El narcotráfico en laRepública Dominicana”, contieneuna amplia descripción de lasoperaciones de tráfico de drogasy lavado de dinero en el país.Identifica como dueños delmercado a Rolando Florián,Quirino Paulino Castillo y JoséFigueroa Agosto. Un libro parale erse.

En el principioestá la comunión,no la soledadLeonardo Boff

E scribíamos anteriormenteque Dios es misterio en símismo y para sí mismo. Pa-ra los cristianos se trata de

un misterio de comunión, no desoledad. Es la Santísima Trinidad:Padre, Hijo y Espíritu Santo. La or-todoxia afirma: hay tres Personas yun solo Dios. ¿Es eso posible? ¿Nosería un absurdo 3=1? Aquí toca-mos en lo que los cristianos so-brentienden cuando dicen “Di o s”.Es diferente al monoteísmo abso-luto judío y musulmán. Sin aban-donar el monoteísmo, es necesariauna aclaración de esta Trinidad.

El tres es con seguridad un nú-mero. Pero no como resultado de1+1+1=3. Si pensamos así, mate-máticamente, entonces Dios no estres sino uno y único. El númerotres funciona como un símbolo pa-ra indicar que bajo el nombre Dioshay comunión y no soledad, dis-tinciones que no se excluyen sinoque se incluyen, que no se oponensino que se componen. El númerotres sería como la aureola que co-locamos simbólicamente alrede-dor de la cabeza de las personassantas. No es que ellas anden porahí con esa aureola, sino que paranosotros es el símbolo que indicaque estamos delante de figurassantas. Lo mismo ocurre con el nú-mero tres.

Con el tres decimos que en Dioshay distinciones. Si no hubiese dis-tinciones reinaría la soledad deluno. La palabra Trinidad (númerotres) está en lugar de amor, comu-nión e inter-retro-relaciones. Trini-dad significa exactamente esto:distinciones en Dios que permitenel intercambio y la mutua entregade Padre, Hijo y Espíritu.

En rigor, como ya lo vio el geniode san Agustín, no se debería ha-blar de tres personas. Cada Personadivina es única y los únicos no sesuman porque el único no es unnúmero. Si digo uno en términosde número, entonces no hay comoparar: siguen el dos, el tres, el cua-tro y así indefinidamente. Kanterróneamente lo entendió así y poreso rechazaba la idea de Trinidad.Por lo tanto, el número tres tienevalor simbólico y no matemático.

¿QUÉ ES LO QUE SIMBOLIZA?C. G. Jung viene en nuestra ayu-

da. Él escribió un amplio ensayosobre el sentido arquetípico-sim-bólico de la Trinidad cristiana. El

tres expresa la relación tan íntima einfinita entre las distintas Personasque se unifican, es decir, se hacenuno, un solo Dios.

Pero si son tres Únicos ¿no re-sultaría el triteísmo, es decir, tresDioses en vez de uno, el monoteís-mo? Así sería si funcionase la lógicamatemática de los números. Si su-mo una manga + una manga + unamanga, resultan tres mangas. Perocon la Trinidad no es así, pues es-tamos delante de otra lógica, la delas relaciones interpersonales. Se-gún esta lógica, las relaciones no sesuman; ellas se entrelazan y se in-cluyen, formando una unidad. Así,padre, madre e hijos constituyenun único juego de relaciones, for-mando una única familia. La fami-lia resulta de las relaciones inclu-sivas entre los miembros que lacomponen. No hay padre y madresin hijo, ni hay hijo sin padre y ma-dre. Los tres se unifican, se hacenuno, una única familia. Tres distin-tos pero una sola familia, la trini-dad humana.

Cuando hablamos de Dios-Tri-nidad entra en acción esta lógica delas relaciones interpersonales y nola de los números. En otras pala-bras: la naturaleza íntima de Diosno es soledad sino comunión.

Si hubiese un solo Dios, reinaríaverdaderamente la soledad absolu-ta. Si hubiese dos, uno frente a otro,habría distinción y al mismo tiem-po separación y exclusión (uno noes el otro) y una mutua contempla-ción. ¿No sería egoísmo a dos? Conel tres, el uno y el dos se vuelvenhacia el tres, superan la separacióny se encuentran en el tres. Irrumpela comunión circular y la inclusiónde los unos en los otros, por losotros y con los otros, en una pa-labra: la Trinidad.

Lo que primero existe es la si-multaneidad de tres Únicos. Nadiees antes o después. Surgen juntoscomunicándose siempre de mane-ra recíproca y sin fin. Por eso de-cíamos: en el principio está la co-munión. Como consecuencia deesta comunión infinita resulta launión y la unidad en Dios. Enton-ces: tres Personas y un soloDi o s - c o m u n i ó n .

¿No nos dicen exactamente esolos modernos cosmólogos? El uni-verso está hecho de relaciones y noexiste nada fuera de ellas. El uni-verso es la gran metáfora de la Tri-nidad, todo es relación de todo contodo: un uni-verso. Y nosotros den-tro de él.

1869 NACIÓ EL 22 DE NOVIEMBRE.André Paul Guillaume Gide, escritor

francés, premio Nobel en 1947. En su obra másfamos a,“Co ryd o n”, defiende abiertamente lahomosexualidad. Sus obras fueron prohibidaspor la Iglesia Católica._

1963 FA LLECI ÓEL 22 DE

NOVIEMBRE. AldousHuxley, visionarionovelista y filósofoanarquista castellano,uno de los pioneros

LA HISTORIA/Fuente: Bibliófilo Enmascarado

más relevantes en el campo de la psiquedelia.Autor de obras como “Un mundo feliz” o “LaI s l a”._

1993 MURIÓ EL 22 DE NOVIEMBRE.Anthony Burguess, novelista y crítico

literario británico. Su trabajo más importante fue“La naranja mecánica”._

1803 NACIÓ EL 23 DE NOVIEMBRE.Fyodor Ivanovich Tyuchev,

considerado como uno de los tres grandes poetasrománticos de Rusia.

_

1951 NACIÓ EL 25 DE NOVIEMBRE.Arturo Pérez-Reverte, periodista y

novelista español, creador -entre otrospersonajes- del valiente y aguerrido “Ca p i t á nAlatriste “. Entre sus obras encontramos títulos

como “La piel deltamb or”, “El clubD u m a s”, “Te rri t o ri oco m a n ch e”, “El maestrode esgrima”, o “Elas e dio“. Es miembro dela Real AcademiaEspañola.

A RE Í TO 3Sábado 22 de n o vi e m b rede 2 014 H OY

Franklin DomínguezUna vida entre el teatro y la política

A ntonio Guzmán era un gobernanteque se sentía solo. En el Palacio Na-cional a su alrededor, apenas está-bamos Lorenzo Sánchez Baret, Mil-

ton Ray, Sonia y José María Hernández suesposo. Pero prácticamente, él nada máscontaba con ellos dos y conmigo. Los demásse encerraban en sus oficinas.

Franklin Domínguez Hernández, aliasBonis, director general de Información yPrensa de ese gobierno, agrega que el man-datario le habló pocas veces, una de ellaspara preguntarle si Jacobo Majluta, entoncesvicepresidente de la República y director deCorde, había celebrado una rueda de prensaque pautó. Le respondió que no y Guzmánre p l i c ó :

-Porque sabía que si la hacía yo lo iba acancelar. “Entre ellos existían conflictos”, co-menta.

Según el reconocido escritor, dramaturgoy cineasta, “era tal su soledad que una vez mepidió que le dijera a Sonia, su hija, que queríave r l a”.

Franklin comenta que durante las tardesel Palacio estaba desierto pero Guzmán per-manecía en la casa presidencial hasta altashoras de la noche “al extremo de que a eso delas 11:00 doña René me llamaba: ‘dile a An-tonio que ya venga a cenar’ ”. Domínguezpercibía en el ánimo del mandatario “unasensación de vacío, un estado depresivo” ycuenta que le observó: “Presidente, lo notora ro”, y él contestó que no le pasaba nada.“Algo le sucedía… y a los dos o tres días sesuicidó”.

Las interioridades de este gobierno y deltemperamento del mandatario son parte delos recuentos que hace el galardonado hom-bre de letras y de Estado de sus experienciascomo colaborador de casi todos los presi-dentes que tuvo el país desde 1963 hasta1978 y de otros hombres públicos de ese yotros periodos.

Pero Domínguez fue también antitrujillis-ta, aunque en una ocasión se vio obligado adesfilar frente al tirano con una flor en lasolapa y pese al discurso que tuvo que pro-nunciar loando al caudillo. En esta oportu-nidad puso de manifiesto su capacidad iró-nica y destacó con doble sentido que “losactos de Trujillo son bien conocidos por to-d o s”. “Santiago Lamela Geler me dijo:“¡Franklin, te felicito, eres muy inteligente!”.La expresión, explica, no era de alabanza,“tenía un doble sentido”.

También se burló del sátrapa, sus arbi-trariedades, calieses, sicarios, en los másaristocráticos escenarios cuando escribió ypresentó “Espigas maduras” que aunque pa-só por la censura se exhibió en casi todas lassalas dominicanas. Indirectamente plantea-ba que había que matar a Trujillo, sin men-cionarlo. “La gente salía muda de los teatros,porque entendía el mensaje”.

Se reunía clandestinamente con la opo-sición, distribuía pasquines, visitaba con de-safectos a Minerva Mirabal pero debió irse alexilio cuando a su padre y varios hermanoslos apresaron y señalaron como comunis-t a s.

Estuvo con Juan Isidro Jimenes Grullónen Puerto Rico, quien le dictaba los edito-riales de la revista URED (Unión Revolucio-naria de Exiliados Dominicanos), de la queFranklin era director. “Su dictado era prác-ticamente una oratoria”.

En la evocación de sus relaciones con go-bernantes, refiere que Juan Bosch requeríaconstantemente su ayuda manifestándoleque lo habían dejado solo. “Era diferente a loque dicen, consultaba, estaba abierto a oíro p i n i o n e s”. A veces le pedía llamar a HéctorIncháustegui, Máximo Avilés Blonda y AbelFernández Mejía para hablar de literatura ydescargarse un poco del estrés del poder.

Considera al profesor “una víctima delejercicio democrático”. En una ocasión Bos-ch se desahogó con él: “¡La oposición me va avolver loco!”, mientras lanzaba airado pape-les de su escritorio. La actitud inspiró al pro-lífico libretista escenas de “Se busca unhombre honesto” porque las vivencias po-líticas se reflejan en muchas de sus obras.

Por otro lado, se refirió a su trabajo junto aRafael Molina Ureña, el primer actor domi-nicano en ser presidente. Revela accionesque, según él, fueron bochornosas, incon-c e b i b l e s.

Aunque fue fugaz el mandato y por tantobreve el periodo que Franklin estuvo a sulado, las historias son intensas. Intuye que el

presidente provisional había arreglado suasilo aunque daba órdenes como si se hu-biese ido a quedar, piensa que hizo el ridí-culo cuando acudió a la embajada nortea-mericana y que fue un error abandonar elPalacio. Lo recuerda “en el sótano, muy ho-norable, nervioso, pálido, desorientado. Fuetímido, le faltó firmeza”.

Entonces, dice, “vino Caamaño por ins-trucciones de Bosch”. Y Franklin fue uno delos hombres de confianza del presidenteconstitucionalista. Lo conoció cuando sien-do aún un oficial del séquito de Molina Ure-ña murmuraba, mirando al embajador:“Hijo de la gran puta, yo sé lo que voy a ha-c e r”. El diplomático reiteraba ante un MolinaUreña silencioso que la revuelta era comu-nista mientras Brinio Díaz le repetía incan-sable que “no, señor embajador, es un mo-vimiento democrático”.

Franklin, de espíritu amistoso y sociable,charlaba con algunos de los golpistas deBosch. “Eran amigos míos”, apunta, y cita aJimenes Grullón, Donald Reid Cabral y Ma-rio Read Vittini “que me llamó en presenciade Fabio Herrera en su calidad de secretariode la presidencia del Golpe”.

GARCÍA GODOY. Le tocó seleccionar al pre-sentador para la juramentación de HéctorGarcía Godoy cuya gestión y manera de serdetalla. Según lo que pudo apreciar en losrecorridos junto a este, padecía situacionesde salud que pudieron provocar su muerte yno un envenenamiento como se dijo enton-ces y todavía sostienen muchos. García Go-doy se llevó a la tumba una gran decepcióncon Joaquín Balaguer que lo animó a aspirar

a la presidencia con su respaldo y luego lehizo competencia.

“¡Hombres como usted es lo que necesitael país!” ¡Láncese!”, le aconsejó. “Él estabatan seguro de que Balaguer lo iba a apoyarque cuando este anunció que iba se sintiófrustrado y reaccionó: “Yo no esperaba estode Balaguer”.

El ejercicio político de Franklin no se li-mitó a ser vocero de los gobiernos. Escribiódiscursos a los presidentes, a algunos les tu-vo que enseñar el arte de la oratoria, fue di-rector de emisoras y canales de televisión, alos que cambió el nombre para que no losrelacionaran con la dictadura, fue jefe decampaña de algunos y ente de conciliaciónen momentos críticos. También fue candi-dato a la presidencia de la República y Maj-luta hizo con él lo mismo que Balaguer conGarcía Godoy.

Domínguez es dueño de múltiples prima-cías: primer gestor cultural de la democracia,productor de primeros musicales, de la pri-mera película nacional de largo metraje, LaSilla. El mueble está presente en su hogarcomo un símbolo de libertad.

Nacido en Santiago el cinco de junio de1931, habla en largas sesiones de sus amores,hijos, familiares, trabajos, estudios, produc-ciones. Es uno de los dominicanos que asu-mió mayores riesgos por imponer la demo-cracia, mantenerla. En 1965 recibió en el Pa-lacio Nacional los primeros bombardeos yfue tiroteado, después, en diferentes barrios.En la sede constitucionalista gateaba y res-pondía el teléfono debajo del escritorio por-que “tiraban desde Los Molinos”.

‘‘ MMMooollliiinnnaaa UUUrrreeeñññaaaeeessstttaaabbbaaa nnneeerrrvvviiiooosssooo,,,

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PEDRO SOSA

Bruno Pimentel, Federico Henríquez, Antonio Guzmán y Franklin Domínguez, y un hombre no identificado.

Franklin Domínguez y García Godoy, en el Palacio. El dramaturgo Franklin Domínguez con Juan Bosch.

4 Sábado 22 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

La teoría de sistemas y la cibernética se re-cortan en una zona incierta común. Enprincipio, el campo de la Teoría de Sistemases mucho más amplio, casi universal, por-que en un sentido toda realidad conocida,desde el átomo hasta la galaxia, pasandopor la molécula, la célula, el organismo y lasociedad, puede ser concebida como sistema,es decir, como asociación combinatoria deelementos diferentes…Podríamos decir, de laTeoría de Sistemas, que ofrece un aspecto in-cierto para el observador exterior, y, paraaquel que penetra en ella, revela al menostres facetas, tres direcciones contradictorias.Hay un sistemismo fecundado que lleva en síun principio de complejidad…Edgar Morín.

En esta parte del libro “Introduc -ción al pensamiento complejo”,Morín se adentra en la proble-mática de la complejidad del serhumano. Un elemento intere-sante es que el pensador incur-

siona en lo que él denomina el “pensamien -to cibernético y sistémico”, esenciales, decía,para comprender la complejidad.

Con relación a la Teoría de Sistemas afir-ma que hay dos: El sistema vago y plano,fundado sobre la repetición de algunas desus verdades (holísticas) que no llegaránnunca a ser operantes. Y el segundo es elsistema de análisis, equivalente, decía, al sis-tema de la ingeniería cibernética, que es másfiable; y, lo más interesante e importante,transforma el “s i s t e m i s m o” en su propiocontrario, “es decir, como el término análisisindica, en operaciones reduccionistas”.

Afirma Morín que el análisis sistémico tie-ne los mismos aspectos que la cibernética. Asu juicio, la virtud sistémicase puede resumir en tres as-pectos, a saber:

1. Haber colocado en elcentro de la teoría la nociónde sistema, y no, como se ha-bía hecho, una unidad ele-mental; por el contrario,plantea una unidad comple-ja, un todo que no puede re-ducirse a la suma de sus par-t e s.

2. Haber concebido la no-ción de sistema como unanoción ambigua, no comoalgo formal ni noción real.

3. Y, finalmente, habersecolocado en el nivel transdi-ciplinario que permite concebir tanto a “launidad como la diferenciación de las cien-cias, no solamente según la naturaleza ma-terial de su objeto, sino también según lostipos y las complejidades de los fenómenosde asociación/organización. En ese sentido,el campo de la Teoría de Sistemas es, no so-lamente más amplio que el de la Ciberné-tica, sino de una amplitud que se extiende atodo lo cognoscible”. (P.42)

Otra noción que plantea Morín en estecapítulo es el llamado “Sistema Abierto”, quese basa en una noción termodinámica, en elcual el carácter primario permite circunscri-bir de manera negativa la noción de sistemacerrado, que no permite ni dispone de unafuente energética-material exterior a sí mis-mo. El sistema abierto, sigue explicando Mo-rín, cuya existencia depende de la alimen-tación exterior, no solo material-energética,sino también organizacional-informacio-nal. Esta afirmación implica:

1. La constitución de un puente entre latermodinámica y la ciencia de lo viviente

2. El surgimiento de una nueva idea quese opone a las nociones tradicionales de lafísica de equilibrio/desequilibrio, y que estámás allá de una y otra, conteniéndolas, en uns e n t i d o.

Afirma el pensador francés que de estasideas se desprenden dos consecuencias ca-pitales: la primera es que de acuerdo a estanueva visión, las leyes de organización de loviviente no son de equilibrio, sino de dese-quilibrios, “retomado o compensado, de di-

namismo estabilizado”. (p.44). La segundaconsecuencia, y quizás la más importante,es que la inteligencia del sistema debe en-contrarse no solo en el sistema en sí mismo,sino en su relación con el ambiente, másaún, esa relación no implica una simple de-pendencia, sino que es constitutiva del pro-pio sistema. En palabras del propio Morín:

La puerta está, de allí en más, abierta ha-cia una Teoría de Sistemas auto-eco-orga-nizadores, por cierto abiertos ellos mismos(porque lejos de escapar a la apertura, la evo-lución hacia la complejidad la acrecienta), esdecir, de sistemas vivientes…

El concepto de sistema abierto tiene valorp a ra d i g m á t i c o … Se trata, de hecho, de pro-ducir una revuelta epistemológica a partir dela noción de sistema abierto…(pp. 45-46)

Pasa entonces a analizar el mundo ciber-nético. Afirma que la noción de informaciónen la cibernética podría encontrarse en laTeoría de Sistemas. Considera que la infor-mación debe ser vista no como un ingre-diente, sino como una teoría que llama a ha-cer análisis preliminares y autónomos. Afir-ma sin rubor que la información es una no-ción núcleo, pero a su vez problemática. Deahí, sigue diciendo, su carácter ambiguo:“No podemos decir casi nada de ella, perotampoco podemos prescindir de ella…(P.47). Más adelante, Morín, después de ha-cer un análisis del carácter positivista de laciencia, vuelve al tema de la información yafirma que:

El de la información es entonces un con-cepto que establece el lazo con la física, sien-do, al mismo tiempo, el concepto funda-mental desconocido de la física. Es insepa-rable de la organización y de la complejidadbiológicas. Hace entrar a la ciencia al objeto

espiritual que no podíaencontrar lugar más queen la metafísica. Es unanoción crucial, un nudogordiano, pero como elnudo gordiano entrevera-do, inextricable. El de in-formación es un concep-to problemático, no unconcepto-solución. Es unconcepto indispensable,pero no es aún un concepto elucidado y eluci-dante. Porque, el aspectocomunicacional y el as-pecto estadístico, son co-mo la pequeña superficiede un inmenso iceberg. El

aspecto comunicacional no da cuenta paranada del carácter poliscópico de la informa-ción que se presenta a la observación ya seacomo memoria, ya sea como saber, ya seacomo mensaje, ya sea como programa, yasea como matriz organizacional. (pp. 49-50)

Morín afirma que la estadística, que nosofrece información numérica de las cosas ylas situaciones, obvia, sin embargo, la pers-pectiva comunicacional, el sentido mismode la información; reduciéndose al carácterprobabilístico-improbabilístico de las cosas,sin dar importancia a la estructura de losmensajes, y, claro está, al aspecto organiza-cional. Por esta razón, afirma la información,tan importante en el mundo moderno, pre-senta grandes lagunas, pero sobre todo,grandes incertidumbres. Ante esta situación,Morín aboga por la antípoda de la ideología“infor macional” que el mundo moderno de-fiende y promueve. Se necesita, dice, rein-ventar la información, hacerla sustantiva,más aún, convertirla en algo de la mismanaturaleza, producto de la energía y la ma-teria, a fin de regresar al concepto para tran-sitar por los caminos que quería superar; yaque la información no es concepto terminal,sino que es concepto de punto de partida,pues solo revela un aspecto limitado y su-perficial de un fenómeno que es a su vezinseparable de la organización.

¡Qué pena que se nos agotó el espacio! Sicontinúo escribiendo, el amigo BienvenidoÁlvarez Vega tendría que mutilar este En-cuentro. Nos vemos en la próxima.

‘‘ Podríamos decir, dela Teoría de Sistemas,

que ofrece un aspectoincierto para el observadorexterior, y, para aquel quepenetra en ella, revela almenos tres facetas, tresdirecciones contradictorias.Hay un sistemismofecundado que lleva en sí unprincipio de complejidad…”

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Los Saleta, deArenys a SantiagoJoan Ferrer

(1 de 2)

A ntes de entrar en materia, qui-siéramos recordar al amable yconsuetudinario lector de estasbreves líneas que la genealogía

de la rama criolla de los Saleta ha sido pre-viamente estudiada y desarrollada por elacucioso colega Edwin Espinal Hernán-dez, y sus hallazgos publicados en una in-teresante y enjundiosa cápsula titulada“Los Saleta: el enigma de un origen.” Allí,en uno de sus párrafos iniciales, el autoralude al “Informe de soltería, cristiandady catolicismo” de José Saleta, instrumen-tado en Santiago de los Caballeros en1827, cuyo contenido se constituye enmedio probatorio fehaciente de que elprimero de los de este apellido en desem-barcar en playas dominicanas llegó pro-cedente de Arenys de Mar, en pleno epi-centro del maresme catalán. Para conocerel marco en el que se desarrolla la cues-tión, es pertinente destacar que se trata deuna minúscula villa de origen renacen-tista que, tras tomar el relevo de Mataró,logró posicionarse como referente ine-quívoco de la sempiterna tradición náu-tica regional.

En líneas generales, durante el sigloXVIII la vibrante sede costanera consiguióarticular una importante red de instala-ciones navales y marítimas que, com-puesta por 5 astilleros, le permitió desem-peñar un papel preeminente en momen-tos en que emergieron como circunstan-cias concatenadas: por un lado, la elimi-nación del monopolio comercial gadita-no con América, y por el otro sus reper-cusiones en el proceso de apertura y des-pegue del resto de los puertos peninsu-lares. Un ejemplo bastante elocuente vie-ne ilustrado por el hecho de que, para1786, ya eran 54 los navíos de matrículaareñense que faenaban e intervenían enel activo tráfico ultramarino. La otra caradel fenómeno, si se quiere, representadaahora por los recursos humanos, sugiereque para mantener una infraestructurade semejantes proporciones se requería elconcurso de una abundante mano deobra especializada: aserradores, braceros,calafates, carpinteros y leñadores, entreotros, lo que, sin dudas, atrajo la presenciade una multitud de individuos proceden-tes de los cantones adyacentes.

Volviendo sobre nuestros pasos, la pro-banza de marras también atribuye a JoséSaleta, hijo de Andrés Saleta e Inés Torres,la edad de 26 años, a partir de lo cual se hallegado a inferir que este indiano caribeñovio su primera luz del día alrededor delaño 1801.

Con estos datos a mano, nos hemos su-mergido en los registros parroquiales dela pintoresca iglesia de Santa María deArenys y, precisamente, en el libro décimode bautismos (1798-1814) asiento Núm.62, fol. 49 ro del 17 de junio de 1801, apa-rece una partida que consigna lo siguien-te: “Anton Gispert presbítero y vicariobautizo a Feliciano Francisco Joseph” Si nembargo, a este neonato en particular sele señala como hijo legítimo de Joseph Sa-leta y de Theresa Fornaguera. El maridoen cuestión, hijo de Francisco Saleta yMaría Jaures, ya había visitado la mismapila bautismal que su vástago, el 14 deabril de 1747. La esposa, por su parte, na-ció de la coyunda formada por March For-naguera y Petronilla Aulet de Vilalba.

Hasta aquí, un rosario de pruebas pococoncluyentes que, por fortuna, no logra-ron hacer mella en nuestra curiosidad. Dehecho, nuevas pesquisas determinaronque existió una línea familiar coetánea,cuyas noticias guardan completa cohe-rencia con el relato que venimos descri-biendo y que, por las consabidas limitan-tes de espacio, abandonaremos ahora enfavor de una entrega posterior.

Instituto Dominicano de Genealogía

La complejidadde los designiosDedicado a Patricia Gascón Muro, mi hermana mexicana

Los laberintos delpensamiento complejo

A RE Í TO 5Sábado 22 de n o vi e m b rede 2 014 H OY

Méritos militares deBuenaventura Báezhan sido desdeñados por los historiadores

E ste noviembre se cumplió el cente-nario del retorno al país desde Ma-yagüez de los restos de BuenaventuraBáez, uno de los principales políticos

del siglo XIX y cinco veces presidente de larepública. Su recuerdo está nublado por si-glo y medio de mala prensa y un aspecto desu vida ha sido particularmente desdeñado:sus contribuciones militares a la separaciónde Haití.

Ante el mito del heroísmo guerrero del ge-neral Pedro Santana, muchos historiadoreshan pretendido minimizar la figura de Báezcomo militar durante los años de guerra enla Primera República. Expertos militares hanincurrido en el excusable error de afirmarque cuando Santana “faltaba en los canto-nes, se desmoralizaban y se indisciplinabanlas tropas, como sucedió en los gobiernos delos generales Manuel Jimenes y Buenaven-tura Báez” (mayor general retirado José Mi-guel Soto Jiménez, “Semblanza de los Ada-lides Militares de la Independencia”, página20).

Desmienten –en cuanto a Báez– estaapreciación equivocada de este distinguidohistoriador militar y otros similares variassencillas verdades. Antes del 1844, ya Báezentendía la importancia de la fuerza militar.Por ejemplo, desde que se involucró en 1843en el plan Levasseur, que procuraba apoyofrancés a la separación dominicana, Báezvislumbraba la necesidad de los dominica-nos poseer alguna fuerza militar propia. Portanto, como señala el historiador PedroTroncoso Sánchez:

…a Báez se debe el regreso aSanto Domingo de los regi-mientos 31 y 32 del Ejército hai-tiano, compuestos por domini-canos, como premio a la acti-tud de dichos regimientoscuando el alzamiento de Dal-zón, por haber contribuido alfracaso de dicho movimientorevolucionario. Dicho regresofue determinante para la pron-ta ejecución del plan indepen-dentista dominicano y para eltriunfo en la acción patrióticadel 27 de febrero de 1844....

Tras la separación, el primerescuadrón de caballería del ejército domi-nicano lo aportó Báez, con animales, sillas,armas y personal financiados por él mismo,cuyo rol en las batallas iniciales de la guerraen el Sur, especialmente en Azua en marzode 1844, fue invaluable.

Además, fue Báez, como presidente delCongreso al falsear Jimenes en 1849 ante unainvasión de Soulouque, quien hizo llamar aSantana de su exilio interno en El Seibo paraocuparse de la jefatura de las Fuerzas Ar-madas para enfrentar una nueva amenazahaitiana que podría destruir la república.

Una virtud en Báez que merece resaltarsees su íntima convicción de que en una re-pública los militares deben estar subordina-dos al poder civil. Muy pocos políticos do-minicanos del siglo XIX compartían esta vi-

sión civilista y aquellos que expresabanideas parecidas carecían del talento para lle-gar al poder y ejercerlo, como el caso del cán-dido Ulises F. Espaillat, cerebro del derro-camiento del gobierno constitucional deBáez en 1858 pero incapaz de mantenerse enla presidencia cuando por fintuvo una oportunidad en 1876;apenas duró alrededor de 130días como infeliz presidente.

A Báez no le envanecían losuniformes de guardia ni la pa-rafernalia castrense. Si se con-sidera lo que ha significado pa-ra la República Dominicana te-ner de gobernantes a generalescomo Santana, Lilís y Trujillo,¿no es acaso una virtud excep-cional y digna de resaltarse queBuenaventura Báez, quien se-gún el doctor Roberto Cassá“todavía hoy puede ser consi-derado como el prototipo másacabado del político dominicano”, hayasiempre preferido ser un ciudadano civil envez de uno más de los soldados de óperabufa que nos hemos gastado?

Con respecto a la errada observaciónacerca de que la ausencia de Santana cau-saba desmoralización e indisciplina entre latropa, un análisis sereno demostraría lo con-trario. Fue Santana quien sembró en el ejér-cito dominicano la semilla envenenada de lainsubordinación. Desconoció cada vez quequiso o pudo la autoridad civil legítima, des-

de los mismos iniciosde la república al con-trariar deliberadamen-te órdenes de la JuntaGubernativa. Así tam-bién tumbó a Jimenesen 1849. En 1858 tum-bó tanto al legítimo go-bierno de Báez como alos revolucionarios ci-baeños que le trajerondesde el exilio. Ningúnjefe militar dominica-no ha sido tan indisci-plinado, desmoraliza-dor, insubordinado ygolpista como lo fue

Sa n t a n a .No sólo sobredimensionó su propia valía

como jefe militar sino que consuetudinaria-mente quiso desmeritar a todo aquel quebrillara o representara algún potencial atis-bo de rivalidad. El liderazgo de Báez entre laoficialidad y sus aportes no aparecen deta-llados en los partes de guerra enviados porSantana a la Junta Central Gubernativa trasla Batalla del 19 de Marzo. Ese silencio era ladeshonesta y mezquina manera del León delSeybo de aumentar su propia importanciaante los políticos capitaleños que recelabanal tosco hatero.

Tampoco figuran en sus misivas muchosdetalles cada vez que la gloria o el méritomilitar correspondían a otro. José JoaquínPuello, héroe de La Estrelleta en 1845 y fu-

silado por Santana en 1847, y Antonio Du-vergé, héroe en Azua, El Memiso, Cachimány El Número, también fusilado por Santanaen 1855, ambos líderes guerreros y próceresde primer rango, nunca recibieron de San-tana la distinción que merecían. José María

Imbert, héroe victorio-so de la Batalla del 30de Marzo de 1844 enSantiago y en Beler en1845, no llegó a ser vi-tuperado por Santanapues murió cuando eragobernador de PuertoPlata en 1947, habien-do recibido “el difícilre c o n o c i m i e n t o” deSantana, según admiteel propio Soto Jimé-n ez .

Seguramente la ob-servación por Báez deldesparpajo y farragoso

estilo de mando de Santana, más propio deun sargento malhumorado o caporal de ha-cienda que de un comandante militar, lemotivó en su primer gobierno en 1849 a traera instructores europeos, mayormente fran-ceses graduados de la academia militar deSaint Cyr, para entrenar a los oficiales y a latropa dominicana.

Un análisis de las batallas militares contralos haitianos antes y después de la primerapresidencia de Báez de 1849 a 1853 revelacómo el ejército dominicano varió sus es-trategias de guerra. En vez de escaramuzascon palos, machetes y piedras, a cargo deheroicos voluntarios casi desnudos y descal-zos, había órdenes de combate, líneas demando y un adecuado avituallamiento, confusiles, pistolas, municiones, uniformes yzapatos y provisiones de boca.

Cuando gobernó Báez en 1849 fue la úni-ca vez que los haitianos recibieron fuego do-minicano en su propia tierra, con exitososataques con cañones de la Marina y desem-barcos de infantería en Jacmel, Los Cayos,Dame-Marie y hasta las costas frente a SanMarcos, al norte de Puerto Príncipe. Des-pués, una filigrana diplomática de Báez conapoyo de Inglaterra, Francia y los EstadosUnidos mantuvo a raya a los invasores delo e s t e.

Quizás el mayor elogio que pueda hacér-sele a la capacidad militar de Báez es quemientras él estuvo al mando entre 1849 y1853 los haitianos no se atrevieron a pro-vocarle y la única vez que lo intentaron elpropio Báez lideró la tropa que los rechazó.En cambio, cada vez que Santana gobernó,el belicoso vecino del oeste entendía que ha-bía mejores condiciones para atacar e inva-dir, por la debilidad dominicana por el malgobierno del León del Seibo.

Si la preservación de la paz con seguridades un indicador del éxito de un político o unmilitar, Báez evidentemente resultó ser unjefe militar superlativamente más eficaz queSantana, aunque ciertos libros de historiapropongan lo contrario…

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Buenaventura Báez, Pedro Santana y Faustin Soulouque.

FUENTE EXTERNA

‘‘ Este noviembre secumplió el

centenario del retorno alpaís desde Mayagüez delos restos de BuenaventuraBáez, uno de los principalespolíticos del siglo XIX ycinco veces presidente dela república. Su recuerdoestá nublado por siglo ymedio de mala prensa...”

‘‘ Cuando gobernóBáez en 1849 fue la

única vez que los haitianosrecibieron fuegodominicano en su propiatierra, con exitosos ataquescon cañones de la Marinay desembarcos de infanteríaen Jacmel, Los Cayos,Dame-Marie y hasta las costasfrente a San Marcos...”

6 Sábado 22 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

Origen de los conflictosD O M Í N I CO - H A I T I A N O Sa través de los discursos histórico-literarios(2. Según lectura de los documentos)

E ntre escaramuzas y escaramuzas, laparte oriental de la isla Española vi-vió, de 1791 a 1855, al salto de la pul-ga, en una paz inestable. Mientras

los franceses de la parte occidental se con-sagraron a levantar la colonia esclavista másrica de Francia, la oriental entró en un co-lapso total de miseria que abarcó el siglo XVIIy no inició su recuperación económica hastafinales del XVIII. Pero un buen día de 1795los dominicanos-españoles se despertaroncon el anuncio a son de bando de que ahoraeran súbditos de Francia, mediante el Tra-tado de Basilea.

Un revulsivo para las clases esclavistas dela parte oriental que de buenas a primeras sevieron obligadas a emigrar a otras coloniasespañolas o avenirse a la nueva situación.Pero Francia, guerreando para apoderarsede Europa luego del triunfo de la Revoluciónde 1789, no pudo ocupar su flamante co-lonia. España debió cuidársela hasta que lanación gala pudiera disponer de ella.

Los dominicanos-españoles vivieron de1795 a 1804 en un limbo, aprovechado por elgobernador Joaquín García para avanzar yreforzar la creencia de que en cualquier mo-mento podía revertirse la situación y volver aser colonia española. Pero Ferrand por fintomó posesión de la colonia en nombre deFrancia luego de deshacerse de sus adver-sarios, en lucha sórdida y astuta. Antes deque Ferrand tomara posesión de la parte Es-te y unificara la isla, en enero de 1801 sucedióun hecho que marcaría el inicio del odio en-tre la parte occidental y la oriental: La ocu-pación de la parte oriental por Toussaint ennombre de la Convención. Jugada política deastucia maquiavélica que le permitió unifi-car la isla, deshacerse de todos sus adver-sarios franceses, negros y mulatos enSaint-Domingue y ganarse la adhesión delos negros y mulatos dominicanos al abolir,mediante proclama verbal, la esclavitud enun acto celebrado en el Cabildo el 27 de ene-ro de 1801, según el Dr. Alejandro Llenas(“Invasión de Toussaint Louverture”, en Emi-lio Rodríguez Demorizi. Invasiones haitia-nas. Academia Dominicana de la Historia,1955, p. 187).

El odio que esta medida generó entre losesclavistas forma parte del odio inculcado alos mismos negros y mulatos dominicanossubordinados a la ideología del colonialismoespañol durante tres siglos. Esto se tradujoen odio mortal a la Revolución francesa y suDeclaración de los derechos del hombre ydel ciudadano, la que estableció que todoslos hombres nacen libres e iguales ante la ley.Esa fue la radical contradicción entre la re-pública francesa y las monarquías euro-p e a s.

La “tumultuaria proyección” de la Revo-

lución francesa, según la descalificación deMarrero Aristy, comenzó en la parte occi-dental desde 1791 con los primeros levan-tamientos de los esclavos que comenzaron amatar blancos franceses, mulatos y negrosaliados del colonizador; a quemar los inge-nios azucareros y fincas de otros cultivos, vi-viendas y demás propiedades, conducidospor el genio de Toussaint y otros grandes lí-deres antiesclavistas.

Creo que a partir de esta fecha, llena demiedo pánico al “salvaje negro haitiano”, elcolectivo domínico-español, para exorcizarel temor al otro, se inventó la leyenda delComegente, de prosapia y memoria hispá-nica con el monstruo de Garayos, relatadaprimero por el padre vegano Pablo Franciscode Amézquita, y luego tradu-cida a literatura por Casimi-ro de Moya en el texto delmismo nombre (Episodiosnacionales. Sociedad Domi-nicana de Bibliófilos, 1985).También realizó un estudiocomparativo del Comegentey el Garayos hispano el ju-rista republicano exiliado enCiudad Trujillo, ConstancioBernardo de Quirós, en unartículo titulado “Pitaval do-minicano. Comegente, elmonstruo sádico”, para losCuadernos Dominicanos deCultura (n.° 2, pp. 289-300).

Pero Toussaint, cuyo objetivo final era laindependencia de Haití, midió las conse-cuencias y tuvo que ir paso a paso conso-lidando su poder hasta que cometió el únicoerror grave de su carrera política: aprobaruna Constitución independentista queconstituyó un desafío a Francia. Napoleón lojuzgó así. Pese al respaldo de los EstadosUnidos a Toussaint, el Corso envió una ex-pedición al mando de su cuñado Leclerc pa-ra reducir a Toussaint, embarcarle a Francia,unificar la isla y restablecer la esclavitud entoda la isla, según las instrucciones secretasentregadas personalmente por Napoleón aL e c l e rc.

El resto es historia. Entonces se endurecióla lucha de los negros en contra de las pre-tensiones de Francia, bien conocidas con elejemplo de la prisión y destierro de Tous-saint en el fortín de Joux. El odio explotó a451 grados Fahrenheit, para decirlo con unafigura fílmica, y no cesó hasta que Dessalinesy sus seguidores proclamaron la indepen-dencia de Haití el 1 de enero de 1804.

El paso siguiente de Dessalines fue inva-dir en 1805 la parte oriental a fin de liberarlade la esclavitud, ya que el poder francés erauna amenaza a la flamante república hai-tiana. Si los restos de las clases esclavistas

domínico-españolas que permanecieron enSanto Domingo y no emigraron a las otrascolonias hispanas se avinieron al nuevo co-lonialismo francés, ahora el odio en contrade los haitianos era más mortal que durantela ocupación de Toussaint, pues esta fuemuy breve y sus efectos no tan duraderosdebido a que el líder revolucionario volvióprecipitadamente a Haití ante las informa-ciones de los aprestos de la invasión de Le-clerc. Los intereses creados generan ese tipode odio y resentimiento.

Las de 1801 y 1805 fueron invasiones; y lode 1822, unión. El degüello fue la diferencia.La invasión de Dessalines en 1805 fue lan-zada por el sur, el centro y el oeste. Fracasó acausa de la intervención conjugada de in-

gleses, franceses y esclavis-tas domínico-españoles. Losfranceses dirigidos por Fe-rrand se aprestaron, luegode la derrota de las fuerzasde Dessalines y su formida-ble cerco a la Capital, a re-construir la colonia y en-rumbarla por un camino deprosperidad y bienestar eco-nómico, pero, como no haysentido de la historia…

En ese mismo momentoel revulsivo comenzó a surtirsu efecto. En 1808, luego deun año y meses de lucha,Juan Sánchez Ramírez, ayu-

dado con armas y dinero por el gobernadorespañol de Puerto Rico, más el apoyo de loshateros de la parte Este, dieron al traste conla dominación francesa e incorporaron estaparte oriental a España, hecho similar que serepetirá en 1861 con los mismos hateros di-rigidos por Pedro Santana.

Marrero Aristy (I, nota 35, p. 478) repro-duce el siguiente juicio de Emilio RodríguezDemorizi con respecto al episodio de la Re-conquista: “La libertad de Haití era obra in-completa hasta 1809, en que los dominica-nos expulsaron a los franceses de la parteespañola. ¿Qué otra mayor contribución a lalibertad de los haitianos? Juan Sánchez Ra-mírez debe ser tenido, en Haití, como uno desus más ilustres benefactores. Mientras labandera de Francia ondeara sobre el más ín-fimo pedazo de la Isla, peligraba la libertadde Haití, que no la obtuvo, en derecho, sinoen 1825: ‘amenaza a la seguridad haitiana’llama Price-Mars a esa vecindad de los fran-ceses. Ciertamente, porque de prolongarseel dominio francés en Santo Domingo, nohabría sido imposible el retorno de Haití a laesclavitud. Este máximo servicio, tan triste-mente correspondido, fue la épica obra de laReconquista, la hazaña de Sánchez Ramí-rez .” (Invasiones haitianas, p. 63).

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‘‘ Los dominicanos-españoles vivieron

de 1795 a 1804 en unlimbo, aprovechado por elgobernador JoaquínGarcía para avanzar yreforzar la creencia deque en cualquiermomento podía revertirsela situación y volver a sercolonia española”.

Toussaint Louverture abolió, mediante proclama verbal, la esclavitud en laparte Este de la isla el 27 de enero de 1801, según el Dr. Alejandro Llenas.

Juan Sánchez Ramírez, dibujo de Hilario Rodríguez. Al derrotar a los francesesen 1808 ayudó indirectamente a consolidar la independencia de Haití.

FUENTE EXTERNA

A RE Í TO 7Sábado 22 de n o vi e m b rede 2 014 H OY

Los gavilleros del Este¿una epopeya calumniada?

L a Academia Dominicana de la Histo-ria, que preside el historiador Bernar-do Vega Boyrie, ha tenido a bien ree-ditar el libro “El impacto de la inter-

vención: La República Dominicana durantela ocupación norteamericana de1916-1924”, de Bruce J. Calder. Esta obra rea-liza un balance histórico de la intervenciónde Estados Unidos; acontecimiento históri-co que se acerca a su primer centenario. Eltexto es de una importancia capital para verel origen de esa nefasta intromisión y sirve,de forma destacada, para valorar los acon-tecimientos que particularizaron los ochoaños en que las tropas estadounidenses ri-gieron los destinos de la República Domi-nicana.

El libro de Calder tiene el mérito de pre-sentar los asuntos y su culminación median-te una reconstrucción de los hechos. Por es-tar los acontecimientos tan cercanos al autory a los lectores, necesario es precisar que setrata de una historia contemporánea, contodo lo que tiene de crónica este tipo de re-lato. También es una historia positivistadonde la narración de lo acaecido parece es-tablecer las causasy las verdades sobre el pe-ríodo estudiado. Quiere esto decir que nohay detrás un aparato teórico que plantee laidea de una Historia como elucidación epis-témica que busque encontrar las causas des-de un marco teórico distinto, como sería lahistoria social y económica o la historia mar-xista.

Por lo contrario, las fuentes archivísticaspredominan como el archivo del Otro. Calderreconstruye el itinerario de las tropas y deaquellos acontecimientos desde la perspec-tiva de los invasores. Resulta extraordinarioque vea las fisuras de esas visiones del co-lonizador y que, poco a poco, muestre la “to -ma de conciencia” de los interventores sobrela naturaleza de la resistencia gavillera.

Lo interesante en Calder es que presentael cambio que se va operando en la percep-ción de los de arriba como también las ra-zones y las luchas de los de abajo. Parte deuna visión del gavillerismo como una formadel bandidaje, luego continúa con aspectosmuy propios de un ejército de ocupación: lafalta de conocimiento del medio, la incomu-nicación terrestre y lingüística; también larepresión, los engaños y las tretas, los pro-blemas políticos, la percepción de la inte-lectualidad, así como los cambios de tácticasy las celadas de los contrincantes, etc.

Dentro de su visión positivista, la obra deCalder es importante, pero no definitiva paracomprender el gavillerismo. En un momen-to presenta el pasado de la montonera y, lue-go, a los alzados o “los del monte”; pero, porla falta de anclaje en la situación social, por laausencia de una sociología, el texto no pue-de penetrar en la profundidad del fenómenode la resistencia del campesino del Este a lastropas norteamericanas.

Con Calder tenemos un discurso autori-zado sobre los gavilleros del Este, sin em-bargo, su trabajo se queda en ser la visióndesde los archivos norteamericanos; la con-firmación del Otro de las tropelías que yaotros historiadores habían afirmado. Creoque, al ser un libro importante, se debe ca-talogar como una de las distintas miradasque tenemos sobre los gavilleros del Este.

Otras perspectivas se encuentran en laoralidad de los habitantes de la región quevivieron la etapa más terrible de la ocupa-ción, la que ellos llamaban “el desalojo”, y lastropas la concentración. Consistió en que,con el pretexto de controlar las “g a v i l l a s”, sesacó a cientos de campesinos de sus tierras yfueron a parar a las orillas de las ciudades.Esto ocurrió principalmente en zonas rura-les de San Pedro de Macorís, El Seibo, Higüeyy La Romana. Falta una buena historia oralque nos permita contrastar los distintos dis-cursos sobre la reacción gavillera. Es precisoencontrar una perspectiva que muestre losvariados contrastes y recupere una historiaoral que, lamentablemente, se ha ido per-diendo en la mente de nuestros abuelos, co-mo el mío, Bienvenido Cedeño, y el señorMenú Pión, guía de las tropas norteameri-canas en Higüey.

Otra visón, no muy alejada de esta, es laque presentó Félix Servio Ducoudray en larevista ¡Ahora! y en el periódico El Nacional,en una serie de artículos que luego fueronpublicados en formato de libro por la Edi-torial Universitaria bajo el título “Los gavi-lleros del Este: una epopeya calumnia-

d a”(1974). Desde una perspectiva marxista ycon un lenguaje revolucionario, Ducoudrayanaliza documentos sacados de los archivosmunicipales en los que se muestra que losgavilleros no eran simplemente grupos deleventes que se alzaban para robar ganado ylas diligencias de las bodegas de las centra-les. Tira entonces hacia elotro lado la valoración de lasacciones de un grupo de lu-chadores contra la interven-ción. Es la suya una miradaque, realizada por un mar-xista, muestra la cara de losa f e c t a d o s.

Luego, Orlando Inoa en“Azúcar: árabes, cocolos yh a i t i a n o s” (1999) realiza unsucinto relato que enmarca alos gavilleros dentro del ban-dolerismo y le quita a la ac-ción el sentido político y deproeza calumniada que le reconoce Ducou-dray. Más adelante, González Canalda en“Los gavilleros 1904-1916” (2008) estudia elasunto desde un largo período y nos deja unavisión más amplia: el bandolerismo como fe-nómeno general, la existencia de gavillerosen etapas anteriores a la invasión, por lo quelo ve dentro de un amplio movimiento po-lítico dominicano y una situación social delucha contra los cambios sociales. Su inves-tigación tiene el mérito – y la limitación– dever el asunto desde los archivos policiales ynos da un registro de acciones y situacionesen distintas zonas del país.

Otra visión más literaria y cercana a la deDucoudray la presenta Pedro Mir en su no-vela “Cuando amaban las tierras comune-ra s” (1978). Desde un principio, Mir ve elproblema como una forma de perturbaciónde la modernidad sobre el sistema tradicio-nal de la posesión de las tierras que proveníadel sistema español. Mir reconoce como hé-

roes de la gesta a Ramón Natera y a Tolete.También Rafael Damirón toca el tema en sunovela romántica “Ay de los venci-d o s”(1925).

Por otra parte, Luis F. Mejía es de los pocosintelectuales de la época que trata el tema y loliga a la lucha nacionalista en “De Lilís a Tru-

j i l l o” (1944), al igual lo re-laciona Calder y, de ciertamanera, lo tocan todos,pero aquí son importan-tes los enfoques centrales,no las menciones que ha-cen presente una situa-ción a la vez que se le dapreminencia a otra.

Todas estas investiga-ciones son meritorias, pe-ro a mi manera de ver, noterminan con zanjar elasunto del gavillerismosobre todo en el Este. Lo

que tenemos como un enfoque de distintasfuentes son discursos y narrativas que tocano intentan explicar lo que ocurrió con la re-sistencia al poder del ejército estadouniden-se y de los centrales azucareros, pero sin co-locar esos acontecimientos en un marcoepistémico que nos permita satisfacer unaserie de preguntas y que el asunto quede, deuna vez y por todas, bien explicado. Esto de-muestra que contar la historia es una manerade explicarla, pero no necesariamente en elrelato encontramos las acciones dentro deun marco sociopolítico, que viene a ser com-plicado cuando trabajamos con tradicionesnarrativas, con presupuestos epistemológi-cos, con enfoques particulares y con una fo-calización a partir de distintas fuentes.

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FUENTE EXTERNA

8 Sábado 22 de n o vi e m b rede 2 014H OY A RE Í TO

En el Centro Cultural Perelló¡DIEZ DÉCADAS DE

E n el marco de la celebración de sutercer aniversario, desde mediadosdel pasado mes de octubre, el CentroCultural Perelló acoge la extraordina-

ria exposición titulada “Colección Báez Gue-rrero/Un siglo de arte moderno en la Repú-blica Dominicana”, basada íntegramente enla colección particular del empresario Fer-nando Báez Guerrero y que abarca el tra-yecto recorrido por el arte moderno y con-temporáneo de nuestro país durante las úl-timas diez décadas.

Dicha muestra constituye un verdaderoacontecimiento artístico y cultural para laciudad de Baní y la región Sur, ya que reúneuna serie de obras de los principales artistaseuropeos que se establecieron en la Repú-blica Dominicana hacia principios de lacuarta década del siglo XX - y que se exhibenpor primera vez en el país-, tales como Geor-ge Hausdorf (1894-1959), José Gausachs(1889-1959), Ernesto Lothar (n. 1906), Mou-nia L. André (n. 1911), Joan Junyer (n. 1904),Manolo Pascual (1902-1983), José Vela Za-netti (1913-1997), Eugenio Fernández Gra-nell (1912-2001) y Antonio Prats Ventós(1925-1999).

“Se trata de una selección más depuradade la gran muestra que presentara exitosa-mente el Museo de Arte Moderno de SantoDomingo, pero mantiene su gran importan-cia por la riqueza y pluralidad de visionesque contiene. Su escala en el Centro CulturalPerelló constituye un verdadero precedente,no sólo para Baní, sino también para toda laregión Sur, ya que esta exposición reúne másde 180 obras de 83 artistas nacionales, in-cluyendo personalidades emblemáticas co-mo Celeste Woss y Gil, Genoveva Báez, TutoBáez, Adriana Billini, Enrique García Godoy,Yoryi Morel, Darío Suro, Jaime Colson, ClaraLedesma, Gilberto Hernández Ortega, Ma-rianela Jiménez, Eligio Pichardo, Guillo Pé-rez, Domingo Liz, Cándido Bidó, RamónOviedo, Ada Balcácer y Elsa Núñez”, declaraJulia Castillo, directora ejecutiva del CCP.

Por su parte, Báez Guerrero confiesa quela exposición “es un tributo al alma sensiblede cada uno de los artistas, porque defini-tivamente a ellos debo mi pasión por el co-leccionismo, estimulado igualmente por mifamilia, sobre todo por mi esposa Nancy. Enellos he encontrado el soporte emocionalpara vivir experiencias como ésta, y podercompartirla con los amantes del arte delpaís, seguro de que otros coleccionistas do-minicanos en el futuro también harán losmismo, como una forma de contribuir a ele-var la autoestima y la identidad cultural delpueblo dominicano en un momento quetanto lo necesita”.

Ocupando la totalidad de los espacios ex-positivos del CCP y a partir de una apretadasíntesis del contexto histórico-creativo do-minicano de los últimos cien años, cuatrosecciones simultáneas destacan en el des-pliegue museográfico de esta extraordinariaexposición: “Raíces y proliferaciones de lamodernidad (1914-1950)”; “Vanguardias &signos identitarios. Tres generaciones radi-cales (1950-1960-1970)”; “Consagraciones yemergencias desde la posmodernidad(1980-1990-2010)” y “Vínculos transparen-t e s”. Las dos últimas secciones se desplieganen la sala de la Mediateca e incluyen obras deartistas internacionales vinculados de diver-sas formas a la República Dominicana, talescomo George Overbury-Pop-Hart (EE.UU.),Rodrigo Beltrán (Colombia), Eddy Ochoa yDarío Viejo (Cuba).

Intensificado por cinco secciones excep-cionales con obras de George Hausdorf(1894-1959), Clara Ledesma (1924-1999), elpre-moderno Xavier Amiama (1910-1969),los surrealistas Jorge Noceda Sánchez(1931-1987) e Iván Tovar (1942) y el posex-presionista Jesús Desangles (1962), el con-junto expositivo provoca en la mayoría delos espectadores un poderoso impacto vi-sual ya que sus principales característicasson la diversidad de lenguajes y resolucio-nes expresivas, así como su elasticidad yeclecticismo en cuanto a estilos y tenden-cias, además de la capacidad de resistenciaen términos estéticos de cada una de las

obras que lo integran.Neorrealismo, expresionismo, surrealis-

mo, abstraccionismo, “pop art” y concep-tualismo, son lenguajes y tendencias axialesen el arte dominicano de la segunda mitaddel siglo XX. Entre los principales exponen-tes de este periodo cuyas obras fortalecen lacolección de Fernando Báez Guerrero, des-tacan Mariano Eckert, Gaspar Mario Cruz,Paul Giudicelli, Julio Llort, Fernando PeñaDefilló, Silvano Lora, Hilario Rodríguez, Plu-tarco Andújar, José Cestero, Justo Susana,Norberto Santana, Iván Tovar, Soucy de Pe-llerano, Miguel Estrella, Jorge Severino, Ro-berto Flores, Antonio Guadalupe, DionisioBlanco, Fernando Ureña Rib y AlbertoUl l o a .

Como parte de la sección “Consagracio -nes y emergencias desde la posmodernidad

(1980-1990-2010)”, en la sala de exposicio-nes temporales de la mediateca del CentroCultural Perelló (CCP) se despliega una se-lección de pinturas, dibujos, esculturas y po-ligrafías que constituyen una muestra repre-sentativa de los penúltimos efectos del ver-tiginoso y fructífero proceso de polisíntesisque implica una constante dialéctica de asi-milación y transmutación de las estéticasvanguardistas del siglo XX. Este proceso, per-mite que postexpresionismo figurativo, ex-presionismo abstracto, neosurrealismo, in-formalismo e hiperrealismo se revitalicen yprevalezcan como lenguajes y tendenciasclave en el arte dominicano de la posmo-der nidad.

Entre los principales artistas de esta sec-ción con aportes notables, no sólo a la mues-tra que ahora recibe el CCP, sino también a lacolección completa de FBG, destacan JesúsDesangles, Elvis Avilés, Fabio Domínguez,Hamlet Rubio, Eric Genao, Manuel Montilla,Miguel Pineda, Mayobanex Vargas, GermánPérez, Bernardo Then, Mariano Sánchez,Héctor Ledesma, Joaquín Rosario, FranklinRodríguez, Ramón Sandoval, Omar Molina,Leonardo Sanz, Ruddy Taveras, Karina Ro-dríguez, Nelson Barrera, Benjamín Cruz Wil-ton de Jesús, Marcos Guerra, Cristina Báez,Manuel Báez Guerrero….

La muestra “Colección Báez Guerrero/Unsiglo de arte moderno en la República Do-m i n i c a n a”, permanecerá abierta al públicoen el Centro Cultural Perelló hasta finales delmes de abril del 2015.

El CCP está localizado en la carretera Sán-chez, kilómetro 2.5, Escondido, a la entradade la ciudad de Baní. Su horario de visita esde martes a sábados, de 9:00 de la mañana a6:00 de la tarde y los domingos desde las 9:00de la mañana hasta la 1:00 de la tarde.

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ARTE DOMINICANO!

Antonio Prats Ventós. Serie Turbantes. Oleo sobre

Eligio Pichardo. Serie Historias de peces. Óleosobre tela, 1963.

Fernando Ureña Rib. La teoría de la seducción.Óleo sobre tela.

Jorge Severino. Tríptico. Óleo sobre tela.

FUENTE EXTERNA