areito pdf

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 12.04.2014 La pintura china o la poesía sin palabras Buscando materiales para este trabajo comprendí con humildad, y me avergoncé de mi ignorancia, que la pintura china es una verdadera poesía sin palabras... Pá g i n a 4 Encuentro con MIGUEL PHIPPS En medio de torbellino, de la confusión de lenguas bíblicas, ¿dónde, en qué lugar nos encontramos, con Miguel Phipps? Este petromacorisano nacido en el ingenio Consuelo... Pá g i n a 8 La Semana Santa inicia el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Pascua. Durante ese tiempo, los católicos viven el triduo pascual: pasión, muerte y resurrección de Cristo. Pá g i n a 7 LA OTRA UASD, la de mis aulas Decir lo que se sabe vs. saber lo que se dice Pág 5 Pág 3 SEMANA SANTA en República Dominicana: fe, cultos y tradiciones

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Page 1: Areito pdf

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 12 .04 .2 014

La pinturachina o lapoesía sinpa l ab ra s

Buscando materialespara este trabajocomprendí conhumildad, y meavergoncé de miignorancia, que lapintura china es unaverdadera poesía sinp a l a b ra s . . . Pá g i n a 4

E n c u e nt rocon MIGUELP H I PPS

En medio de torbellino,de la confusión delenguas bíblicas,¿dónde, en qué lugarnos encontramos, conMiguel Phipps? Estep etromacorisanonacido en el ingenioCo n s u e l o. . . Pá g i n a 8

La Semana Santa iniciael Domingo de Ramosy finaliza el Domingode Pascua. Durante esetiempo, los católicosviven el triduo pascual:pasión, muerte yresurrección de Cristo.Pá g i n a 7

LA OTRA UASD,la de mis aulas

Decir lo que se sabe vs.saber lo que se dice Pág 5

Pág 3

SEMANA SANTAen RepúblicaDominicana: fe,cultos y tradiciones

Page 2: Areito pdf

2 Sábado 12 de a b ri lde 2 014H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

Octavio Paz( Po eta , e n s ay is ta )En todo encuentroerótico hay unp ers o na jeinvisible ysiempre activo:la imaginación

LI B RO S

SOLO EN CINE

Raúl Pérez Peña (Bacho)tiene una vida dedicadoa la escritura. Unasveces como propaganday casi siempre comop erio dista. Este libro“Solo en Cine”, recopila240 de los muchosartículos publicados porBacho en los últimos 20años. Buen testimoniode su laboriosidadp erio dística._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

MIS MEMORIAS

Estas son las memoriasdel doctor Alejandro A.Asmar Sánchez, unhombre extraordinarioque ha dedicado suvida a los deportes,principalmente al béisbol,al ejercicio del Derecho,a la dirección del ClubDeportivo Naco y asembrar amistades.Aquí se desgranan 84años de vida intensa._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

LA NOCION DEPERIODO EN LAHISTORIA DOMINICANA

El Archivo General dela Nación ha puesto acircular esta magníficay polémica obrahistórica de don PedroMir, en tres tomos. Esel Mir historiador queemprendió esta laborde ofrecer superiodización de lahistoria dominicana._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

El primer tomo de estaobra está dedicado almarco teórico y alperíodo colonial,particularmente alevento de las llamadasdevastaciones deOsorio. En estesegundo tomo, donPedro Mir se enfoca enel período de ladependencia, de 1809a 1844, y al período dela independencia, de1844 a 1873.

Nuestro lugar en el conjunto de los seres

LA HISTORIA/Fuente: Portal de Bibliófilo Enmascarado

1980 FALLECIÓ EL 14 DE ABRIL.GIANNI RODARI, Premio Hans

Christian Andersen en 1970. Su principal obrateórica es “Gramática de la fantasía”._

1986 MURIÓ EL 14 DE ABRIL. SIMONEDE BEAUVOIR, escritora y filósofa

existencialista francesa. Su novela “El segundos exo” es una obra fundacional del feminismo._

1843 NACIÓ EL 15 DE ABRIL. HENRYJAMES, novelista y crítico

estadounidense, autor de obras como “Lo spapeles de Aspern” y “Otra vuelta de tuerca”.

1938 MURIÓ EL 15 DE ABRIL.CÉSAR VALLEJO, p o eta

peruano, una de las figuras de mayor relievedentro del vanguardismo hispánico. Es autorde “España, aparta de mí este cáliz”,conmovedora visión de la guerra de España._

1980 FALLECIÓ EL 15 DE ABRIL.JEAN-PAUL CHARLES

AYMARD SARTRE, conocido como Jean-PaulSarte, escritor y filósofo francés. Galardonadocon el premio Nobel en 1964, que rehusóalegando que su aceptación implicaríaperder su identidad de filósofo.

Leonardo Boff

L a ética de la sociedad dominante enel mundo es utilitarista y antropo-céntrica. Es decir: considera iluso-riamente que los seres de la natu-

raleza solamente tienen razón de existir enla medida en que sirven al ser humano yque este puede disponer de ellos a su gus-to. Él se presenta como rey y reina de lac re a c i ó n .

La tradición judeocristiana reforzó estaidea con su “someted la Tierra y dominadsobre todo lo que vive y se mueve sobree l l a” (Gn 1,28).

Mal sabemos que, nosotros los huma-nos, fuimos uno de los últimos seres a en-trar en el teatro de la creación. Cuando el99,98% de todo estaba ya hecho, surgimosnosotros. El universo, la Tierra y los eco-sistemas no necesitaron de nosotros paraorganizarse y ordenar su majestuosa com-plejidad y belleza.

Cada ser tiene un valor intrínseco, in-dependiente del uso que hacemos de él.Representa una manifestación de aquellaEnergía de fondo, como dicen los cosmó-logos, o de aquel Abismo generador de to-dos los seres. Tiene algo que revelar quesolo él, hasta el menos adaptado, lo puedehacer y que enseguida, por la selección na-tural, desaparecerá para siempre. Pero anosotros nos cabe escuchar y celebrar elmensaje que tiene para revelarnos.

Lo más grave, sin embargo, es la ideaque toda la modernidad y gran parte de lacomunidad científica actual proyecta delplaneta Tierra y de la naturaleza. Las con-sideran simple “res extensa”, una cosa quepuede ser medida, manipulada, según elrudo lenguaje de Francis Bacon, «tortura-da como lo hace el inquisidor con su víc-tima, hasta arrancarle todos los secretos».El método científico predominante man-tiene, en gran parte, esa lógica agresiva yper versa.

René Descartes en su Discurso del Mé-todo dice algo de un clamoroso reduccio-nismo en la comprensión: «no entiendopor “n a t u ra l ez a” ninguna diosa ni ningúnotro tipo de poder imaginario; antes me

sirvo de esa palabra para significar la ma-teria». Considera el planeta como algomuerto, sin propósito, como si el ser hu-mano no fuese parte de esa naturaleza”.

El hecho es que nosotros entramos en elproceso evolutivo cuando éste alcanzó unaltísimo nivel de complejidad. Entoncesirrumpió la vida humana consciente y librecomo un subcapítulo de la vida. Por no-sotros el universo llegó a la conciencia de símismo. Y eso ocurrió en una minúsculaparte del universo que es la Tierra. Por esonosotros somos aquella porción de la Tie-rra que siente, ama, piensa, cuida y venera.Somos Tierra que anda, como dice el can-tautor indígena argentino Atahualpa Yu-panqui.

Nuestra misión específica, nuestro lu-gar en el conjunto de los seres, es el de seraquellos que pueden apreciar la grandeurdel universo, escuchar los mensajes queenuncia cada ser y celebrar la diversidadde los seres y de la vida.

Y por ser portadores de sensibilidad y deinteligencia tenemos una misión ética:cuidar de la creación y ser sus guardianespara que continúe con vitalidad e integri-dad y con condiciones para seguir evolu-cionando como lo viene haciendo desdehace 4,4 mil millones de años. Gracias aDios que el autor bíblico, como corrigien-do el texto que citamos antes, dice en elsegundo capítulo del Génesis: “El Señor to-mó al ser humano y lo puso en el jardín delEdén (Tierra originaria) para que lo cul-tivara y lo guardara” (2,15).

Lamentablemente estamos cumplien-do mal esta misión nuestra, pues al decirdel biólogo E. Wilson «la humanidad es laprimera especie de la historia de la vida envolverse una fuerza geofísica; el ser huma-no, ese ser bípedo, tan cabeza-de-viento,ha alterado ya la atmósfera y el clima delplaneta, desviándolos mucho de las nor-mas usuales; ha esparcido ya miles de sus-tancias químicas tóxicas por el mundo en-tero y estamos cerca de agotar el agua po-t a b l e” (A Criação: como salvar a vida naTerra, 2008, 38). Pesaroso ante un cuadrocomo este y bajo la amenaza de un apo-calipsis nuclear, el gran filósofo italiano delderecho y de la democracia, Norberto Bob-bio, se preguntaba: «¿La humanidad me-rece ser salvada?» (Il Foglion. 409, 2014, 3).

Si no queremos ser expulsados de la Tie-rra por la propia Tierra, como los enemigosde la vida, cumple cambiar nuestro com-portamiento hacia la naturaleza, peroprincipalmente acoger a la Tierra comoaceptó la ONU en abril de 2009, como Ma-dre Tierra, cuidarla como tal, y reconocer yrespetar la historia de cada ser, vivo o iner-te. Existieron antes de nosotros y durantemillones y millones de años sin nosotros.Por esta razón deben ser respetados comolo hacemos con las personas de más edad,a las que tratamos con respeto y amor. Másque nosotros, ellos tienen derecho al pre-sente y al futuro junto con nosotros. Encaso contrario no hay tecnología ni pro-mesas de progreso ilimitado que puedansalvar nos.

La elegancia en el usode la palabra, sindescuidar la sonoridaddel lenguaje, no soloestá presente en lagran poesía de donPedro Mir, sinotambién en toda laamplitud de esta obra.Este tercer tomo tratasobre la EraImperialista, de 1874 a1903, y El Imperialismo,de 1905 hasta elSistema Torrens.

1906 NACIÓ EL 13 DE ABRIL.SAMUEL BECKETT,

escritor irlandés, premio Nobel en 1969.Sus obras más importantes son “Fi n a lde partida” y “Esperando a Godot”._

2000 MURIÓ EL 13 DE ABRIL.GIORGIO BASSANI,

narrador, poeta y ensayista italianofamoso por sus “Novelas de Ferrara”, localidad en la que pasósu infancia. Perseguido por ser judío en la época de Mussolini,tuvo que publicar por ello bajo seudónimo para esquivar lasleyes raciales.

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A RE Í TO 3Sábado 12 de a b ri lde 2 014 H OY

Digo “la de mis aulas”, para precisar esas aulasen las que imparto clases de Sociología, dondesoy observador participante y en las cuales hepodido desarrollar el análisis siguiente.

En el trabajo “La otra UASD, la de mis es-t u d i a n t e s”, (Areíto, 4 de abril), abordábamosel origen social y las tribulaciones presentesque sufren los estudiantes a los que he te-nido el privilegio de servir como profesor.Ahora, quiero referirme a ese ¿qué he podidoencontrar en las aulas universitarias? Nosconcentraremos en dos elementos en espe-cífico: la motivación del estudiante uasdianoy la pertinencia de los aprendizajes traba-jados con ellos. Para hacerlo, sin tener el es-pacio suficiente para desarrollar todos losargumentos, compararé solo algunos pun-tos de mi experiencia como docente en laUASD con aquellas experimentadas comoprofesor en la PUCMM. Solo se hace cienciade las diferencias, proclamaban los natura-listas del siglo XVIII.

1. De las motivaciones de clase en las clases.Si hay algo que nos llena de preocupación

a los sociólogos críticos (existen otras escue-las y formas de pensamiento en las cienciassociales), es saber a través de los hallazgoscientíficos encontrados que, a grandes ras-gos, la vida de un ser humano queda con-dicionada de por vida según las vivencias alas que tuvo acceso esa persona en su tem-prana edad. La mayoría de competenciascognitivas, psicoafectivas y sociales que noshacen como persona dependerán predomi-nantemente del lugar en el que nazcas, de tuapellido, de la profesión de tus padres, delcontexto en el que socialices tus primerosaprendizajes. Después de determinadaedad, es muy difícil recuperar lo que no seconquistó antes. Tenemos más de portado-res de herencias sociales que de protagonis-tas de nuestros destinos de vida. No es ver-dad que en la práctica los hombres y las mu-jeres nacen libres ni iguales. Las clases so-ciales continúan jugando un rol substancialen la configuración de probabilidades de lo-gros que alcance un agente social a lo largode su vida.

En la UASD como en la PUCMM, la ac-titud de un estudiante ante sus estudios uni-versitarios quedará fundamentalmentecondicionada por el nivel de esperanza queponga ese estudiante en el futuro que la so-

ciedad le ha enseñado que tendrá un diplo-ma universitario para un joven de su estratosocial. Así, el estudiante de la PUCMM esmás proclive a buscar buenas calificaciones,porque sabe lo decisivo que puede ser parasu futuro una nota o una mención que ledistinga de sus pares al graduarse, sea parafines de obtención de becas o puestos la-borales. Para el estudiante de la UASD, teneruna “A”, una “B”, o una “C” no es que no seaimportante, pero importa menos que “pa -s a r” o “no pasar”. Lo importante es el título.

Actores de una realidad social de caren-cias y dependencias, para esos estudiantessu contexto familiar les exige contribucionesinmediatas al sustento material diario en laque viven. Muy difícil, entonces, pensar encontinuar, luego de una licenciatura, estu-dios de posgrado, por lo que “sacar buenas”notas para una eventual beca no es priori-dad en la UASD.

Como resultado de sus condiciones de vi-da, las privaciones materiales les compelen atener trayectorias accidentadas en su carrerauniversitaria: dificultad para adquirir susmateriales de estudios; llegar tarde a clasescuando salen del trabajo a las 5 pm y el trans-porte público no garantiza llegar a tiempo alcurso de las 6 pm; no poder dedicarle su-ficiente tiempo al estudio porque hay queatender los quehaceres de la casa; no teneracceso a un computador o al internet. Fac-tores todos que merman el legítimo deseoestudiantil de hacerlo bien.

De igual manera, la clase social incide enel plano del mercado laboral. Por las posi-bilidades que tienen sus pares, el estudiantede la PUCMM y de la UASD conocen lospuestos a los que ellos, según sus orígenessociales, tendrían la posibilidad de accedercon menor o mayor grado de probabilidad.Cuando eres estudiante de la UASD, tus orí-genes marcan un estigma que el mercado detrabajo discrimina. Según una jerarquía so-cial configurada por puestos de trabajo y porlos prejuicios de los reclutadores, en la ma-yoría de casos, el título arropa las califica-c i o n e s.

Esta realidad alimenta una indiferenciaque asumen de manera frecuente muchosestudiantes uasdianos, principalmente en lapoblación masculina, la femenina siendomucho más disciplinada o “a p l i c a d a”. En eseestrato social, la dominación masculina

ejerce una incidencia paradójica en el aula:contribuye a que los estudiantes tengan másdificultad al seguir las orientaciones del pro-fesor y que, al contrario,las estudiantes po-sean más y mejores destrezas intelectuales.

Por eso, antes mismo de entrar en las au-las universitarias, la motivación de los es-tudiantes se convierte en primerísima pro-blemática para el profesor, lo cual requiererevisar sus métodos a la luz del contexto dereproducción social específico de los estu-diantes y del sentimiento de pesimismo quede él se desprende. Constituirse en un pro-veedor riguroso de esperanzas en la exce-lencia y para la vida, es el mayor reto de unprofesor de la UASD.

2. Del tipo de conocimientos y de su gene-rac i ó n .

En la UASD, como en toda universidad,existen las materias generales y las más es-pecializadas que tienen que ver con el pro-grama académico específico de una carrera.Me voy a detener en las materias generales.Imparto una materia llamada “In t ro d u c c i ó na las Ciencias Sociales”. Me di cuenta del po-co atractivo inicial que tiene para el estu-diante de las carreras de contabilidad, debioanálisis o de ingeniería, conocer el psi-coanálisis, la antropología, la historia o laeconomía, ramas de las Ciencias Sociales.Observé la infertilidad que tenía para mis es-tudiantes de la UASD un curso que reposaseúnicamente en los conceptos y nocionesque conforman el parque teórico de las cien-cias sociales. Cambié el título y le puse unoun poco más práctico: “El mundo en el quev i ve s”, con el objetivo de construir con ellosun sentido crítico del mundo en el que so-breviven. La idea es que puedan compren-der las leyes sociales que gobiernan sus rea-lidades, auxiliándose de las ciencias sociales,y no lo inverso. Trabajamos la cotidianidadconcreta desde una perspectiva de distan-ciamiento con el diario vivir, de autoexilio desus culturas, para que ellos y ellas, nosotros,podamos construir un efecto visual-analíti-co de espejo, indispensable al discernimien-to reflexivo. Indagamos al otro, en sus dife-rencias y similitudes con nosotros, buscan-do en ese otro un conocimiento que nosayude a reconocernos.

Por último, nos queda la producción delconocimiento. No solo se gana motivaciónen el estudiante cuando trabajamos desdeuna perspectiva que los incluya (“El mundoen el que vives”), sino que los hacemos par-tícipes de la producción del conocimientoque se genera en la clase. El profesor AmauryPérez, por ejemplo, colega del departamentode Sociología, viene desarrollando un pro-yecto titulado “Sociología del Barrio”, en elque los estudiantes se convierten en obser-vadores agudos de sus propios entornos.También ha creado una colección de publi-caciones en las que los estudiantes se trans-forman en asistentes de investigación delprofesor y terminan como co-autores de laspublicaciones trabajadas.

Aprovechando la riqueza que aporta la di-versidad de trayectorias que llevan en susvidas los estudiantes, el profesor lidera unproceso colectivo de generación comunita-ria de inteligibilidad social. La meta es ha-bilitarle al estudiante el rango de actor pro-tagónico de su propio aprendizaje y de en-trenarlos al método de razonamiento cien-tífico que pueda tanto en el plano del co-nocimiento experiencial, como el conoci-miento de carácter lógico deductivo, contri-buir a la mejora de sus procesos de toma dedecisiones. Y esto, para el resto de sus vidas.

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La otraU AS D,la de mis aulas

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4 Sábado 12 de a b ri lde 2 014H OY A RE Í TO

Hurgando en mis raíces:La pintura china o lapoesía sin palabras

El barco se hizo a la vela en el gran río;sus henchidas aguas se dilatan hasta el bordedel cielo,El cielo y las olas abruptamente se separan:son los miles de casas de la capital del distrito…adelante, puedo ver el mercadoy vislumbro apenas la morera…Me vuelvo para contemplar el terruño:el inmenso torrente alcanza las nubes. Wang Wei(699-7 61)

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De Niza, losDa l m a s íJohannes Dalmasy

(4 de 4)

A Ludovico le siguieron muchosotros de su linaje en ese rol, porlo que se manifiesta así el desa-rrollo de una modesta pero pro-

funda dinastía notarial del interior nizar-do que adicionalmente va convirtiéndoseen un clan de importantes propietarios dela zona. Como ejemplo de esto se puedeverificar que entre la familia inmediatadel joven Jean-Baptiste Dalmassy Isnardyque emigró a Saint Domingue se tieneque los siguientes fueron todos notariosen Sigale: su abuelo Jean-Baptiste Dal-massy Roustan (1681-1767), su padre An-toine Dalmassi Champoissin(1722-c.1793) y su hermano Pierre-Antoi-ne Dalmassy Isnardy (1759-1839). Ade-más era notario su abuelo materno Ho-nore Isnardy Olivier (1695-c.1780) enSaint Pierre-Figette; y una de sus herma-nas, llamada Catherine Dalmassy Isnardy,estuvo casada con el notario de Les Ferres,Antoine Alziary.

Tras el desplome de la colonia de SaintDomingue, muchos de sus habitantes detodas las etnias y escalafones sociales queallí había buscaron refugiarse lejos de laisla. Miles de personas encontraron am-paro en lugares tan dispares como Jamai-ca, Cuba, Nueva Orleans, Baltimore, Fi-ladelfia y Charleston. Como también secomprueba en la historiografía taxativade esos eventos aquella diáspora incluyóa familias que pasaron a la parte de la islatradicionalmente española que, sin em-bargo, como resultado de los acuerdos deltratado de Basilea de 1795 para ese en-tonces estaba sujeta al control político demilitares franceses. Para el caso de los do-minicanos de apellido Dalmasy, todosdescienden de quien aparece como Fran-cisco Dalmací en 1821 como testigo en elregistro del matrimonio de una pareja de“nación francesa” en la catedral de SantoDomingo; luego, en por lo menos dos ac-tas notariales, figura como teniente de lagendarmería de a caballo de Higüey: unahecha en Santo Domingo del 28 de marzode 1827 y otra con fecha del 26 de mayo de1827 en Higüey. Los indicios documen-tales sugieren pero no prueban que se tra-tase de Jean-Baptiste François Dalle-mand, nacido en 1782 en la actual capitalhaitiana y quien fue el hijo natural de lasandominguina Marianne DallemandLeroy (1758-1809) (hija de los propietariosmulatos de Pierre Dallemand y Jeanne Le-roy, de Puerto Príncipe) y teniendo porpadrino en 1783 a su presunto padre, elpropietario Jean-Baptiste Dalmassy Is-n a rd y.

El teniente Francisco Dalmasy (Dalle-mand) (1782-c.1830) estuvo casado conMaría Teresa Espinosa (c.1786-1861), na-cida en la ciudad de Santo Domingo. Deesta pareja nacieron dos hijos varones: Ju-lián Nemorén Dalmasy Espinosa(c.1811-c1860), militar y negociante ma-derero en Higüey, y José Nelson DalmasyEspinosa (c.1820-1876), comerciante ycarpintero en Higüey. Del primero des-cienden los troncos Dalmasy-Chavarría yDalmasy-De Castro y del segundo el tron-co de los Dalmasy-Raposo. De estos pri-meros Dalmasy dominicanos surgen lasramas subsiguientes de esa estirpe quehasta nuestros días existen sobre todo enlos pueblos de Higüey, El Seibo y La Ro-mana. Para las ramas cibaeñas conocidassobre todo en La Vega se sospechan lazosseibanos pero estos aún no han sido de-terminados. Los interesados en conocerlos detalles de los linajes arriba referen-ciados pueden ver el trabajo de investi-gación de nuestra autoría que sirve defuente principal a estas cápsulas y que es-tá titulado: Dalmasy, apellido dominica-no de origen nizardo. A este se puede ac-ceder en la siguiente dirección: ht-tp://es.cala -m e o. c o m / re a d / 0 0 0 5 3 0 7 7 5 c 4 3 b b d 8 e d f b 6

Instituto Dominicano de Genealogía

La casa de mi infancia y adoles-cencia era enorme. Debía alojaruna familia numerosa con hijos,sobrinos y abuelas bajo un mis-mo techo. Uno de los lugares pre-feridos de mi padre, su altar per-

sonal, donde pasaba largas horas tomandoun trago y rememorando el pasado, era elbar, contiguo a la sala y frente al patio es-pañol. Su pequeño espacio estaba adornadocon sendas pinturas grabadas en telas rec-tangulares que pendían de un bambú. Mellamaba la atención el gris paisaje exhibido:altas montañas bordeando un río, acompa-ñadas de pájaros volando y alguna que otramaleza. Años después, en mi primer y hastaahora único viaje a China, cuando bordeá-bamos el río Yangtsé, comprendí el raro pai-saje. Y al ver que las montañas compartían elespacio con el gran río, rememoré las pin-turas de mi padre.

En mi lógica occidental no entendía porqué se empeñaban en poner a competir lasmontañas con el río, porque para el imagi-nario que había cultivado influenciada porla cultura de Occidente, el espacio no podíatener tal distribución. ¡Qué pobreza imagi-n a t i va !

Buscando materiales para este trabajocomprendí con humildad, y me avergoncéde mi ignorancia, que la pintura china esuna verdadera poesía sin palabras, porquepintura y poesía están tan ligadas que aveces los poetas toman prestadas las imá-genes para escribir sus poemas, y los pin-tores se inspiran en las poesías para plas-mar sus pinturas. Ambas se toman pres-tado imágenes o palabras, para legarnos labelleza de los paisajes de esa singular geo-grafía ubicada en el lejano continente, queguarda en cada poblado y en sus miles demillones de pobladores una rica y mile-naria historia.

Así, por ejemplo, Liu Zongyuan (773-819),el poeta de la dinastía Tang, en su hermosopoema «Nieve en el río» describe el paisajedel frío y sombrío invierno en las tierras deChina:

En mil montañas desaparece el vuelo de losp á j a ro s,

en los diez mil senderos se borran las hue-llas de los hombres;

Sola una barca, un viejo con su impermea-ble y su gorro de paja,

una caña solitaria, el río helado y la nieve.

Así pues, la pintura tradicional China re-fleja una estética especial que demuestra elentendimiento del pueblo chino hacia la na-turaleza. Esta maravillosa pintura que noshan legado los pintores de ayer nos dice consus imágenes que debería existir armoníaabsoluta entre el paisaje, la palabra y el pen-samiento. Los pintores saben que antes deiniciar cualquier pintura la composición estáconcebida, pues ha sido un regalo del dios dela naturaleza. Su trabajo consiste en expre-sar, a través de las formas concretas que supincel nos regala, la poesía y la filosofía su-byacente en la cultura milenaria que le de-jaron sus ancestros.

Por esta razón, la pintura tradicionalchina tiene una larga historia. Hace más de2.000 años, la gente pintaba sobre seda.Durante las dinastías Sui y Tang, cuandoChina experimentó un largo período dedesarrollo socioeconómico y cultural, lapintura alcanzó su madurez. Las cortes sellenaron de personajes, de paisajes y co-loridas aves. A partir de entonces se esta-blecieron tres categorías: la pintura delcuerpo humano, la de paisajes y la de floresy aves. Como puede observarse, esta ex-presión artística se caracteriza no tanto porlos estilos, sino por los motivos que ins-piraban a los pintores. En algunos casos,algunos artistas osaban a mezclar las tres,legándonos hermosos paisajes adornados

por aves y en algún lugar colocaban figurashumanas en actitud contemplativa.

La pintura tradicional china usaba dife-rentes técnicas. La más utilizada era la tinta.Todavía me sorprendo con la capacidad dedescribir los objetos con pequeños trazos depincel. Y en diferentes tonalidades de negrosy grises eran capaces de otorgarnos poesíavisual con matices tan distintos que uno po-dría pensar que solo los colores podrían re-galarnos tal variedad. Pero no, ellos con laextraordinaria maestría y dominio del pincelsupieron plasmar el paisaje claroscuro delpaisaje chino.

Algunos estudiosos afirman que la pin-tura china ponía, y todavía pone, énfasis enla idea de que la pintura y la caligrafía sonhomólogas. El poema, a través de los trazosde la escritura, induce al pintor a plasmar enimágenes sus palabras. Por esta razón meencanta la definición de Jiayi Zhuang, quienafirma que la pintura china tradicional no esmás que una historia cantada en poemas sinvoz. ¡Qué hermosa definición!

Los fragmentos de poemas que trans-cribimos a continuación reflejan con be-lleza esa relación mágica entre pintura ypoesía. Así pues, la palabra describía elpaisaje, y la pintura invitaba a inventarnuevas poesías.

“Regreso al país natal”, de Ho Che-IchangJoven, dejo mi pueblo;Viejo, a él regreso.Mi acento no ha cambiado,mis cabellos, bajo el tiempo,son cada día más grises.Los niños me veny no me reconocen.Me preguntan riendo:¿De dónde vienes, viajero?

“El canto del viajero sobre el río”, de WangC h’ang Ling

La barca solitaria y la luna entreveladamiran a los bosques de los plataneros.El canto de la guitarra hablaal corazón del viajero.Los colores de la colina varíanentre las mil redes de la lluvia.Una cuerda se rompe… todo se callay se impregna de lágrimas

@MuKienAdr ianas a n g b e n Mu k i e n @ g m a i l . c o [email protected]@pucmm.edu.do

Page 5: Areito pdf

A RE Í TO 5Sábado 12 de a b ri lde 2 014 H OY

No recuerdo en qué texto trazaHenri Meschonnic la distin-ción entre decir lo que se sa-be y saber lo que se dice. Aun-que esta hipótesis verdadera,vale para todas las disciplinas

o prácticas sociales. El poeta la aplicaba aquienes, desde la metafísica del signo, dicenlo que saben acerca de los conceptos de len-guaje, lengua, signo, discurso, sujeto, indi-viduo, poema, poesía, literatura, ritmo, tra-ducción, Estado, política, pero no saben loque dicen.

Sobre estos conceptos de la poética, losmiembros del partido del signo dicen tam-bién lo que aprendieron en la escuela, en launiversidad o en los libros, pero no saben loque dicen.

Veamos estos ejemplos: 1) Cuando Saus-sure estableció que el signo lingüístico es ra-dicalmente arbitrario y radicalmente histó-rico, los miembros del partido del signo asu-men lo arbitrario, pero lo confunden con elconvencionalismo: dicen lo que saben, perono saben lo que dicen. 2) Cuando Saussureestableció que la lengua es un sistema designos; que el lenguaje no tiene origen, sinofuncionamiento; cuando estableció el valorcomo la diferencia interna entre los elemen-tos de un sistema, los miembros del partidodel signo sostienen lo contrario. Dicen lo quesaben, pero no saben lo que dicen. 3) Cuan-do Émile Benveniste estableció la filología delas palabras ‘re l i g i ó n’ y ‘r itmo’, los miembrosdel partido del signo dicen que ‘re l i g i ó n’ vie -ne de “re l i g a re” y ‘r itmo’ de medida, latidodel corazón, musicalidad o movimiento delas aguas:entonces dicen lo que saben, perono saben lo que dicen. 4) Cuando San Agus-tín estableció el punto de vista para los tiem-pos presente, pasado y futuro (“Confesio -n e s”, libro XI, párrafo XVIII) en contra de “lasecuencia temporal linear pasado, presente,futuro, propone que se vea que existen trespresentes: un presente del pasado, un pre-sente del presente, un presente del futuro.(…) A partir de ahí, es lógico prolongar susentimiento del tiempo: reconocer que exis-te un pasado del pasado, un pasado del pre-sente, un pasado del futuro e igualmente unfuturo del pasado, un futuro del presente, unfuturo del futuro. Tres pasados, tres futuros.”(H. Meschonnic. “Dada, en nejoue plus”. Re-vista ‘Eu ro p e’ 995, marzo 2012, p. 128). AquíSan Agustín sabía más que todos los Papasde Roma, incluido el actual, Francisco I. Perolos miembros del partido del signo dicen loque saben, y no saben lo que dicen.

5) Cuando Benito Espinosa, en los capí-tulos VII a X de su “Tratado teológico-po-l í t i c o” niega “la autenticidad y la inspiracióndivina de los textos bíblicos”, dice lo que sabey sabe más que todos los Papas de Roma,incluido el actual, Francisco I, pero para lossujetos eclesiásticos Dios es su “modus vi-ve n d i ”, un negocio que les permite a los cu-ras la reproducción de las condiciones ma-teriales de su existencia y quien lo afirmemerece ser castigado, incluso con la muerte,si es necesario. El resto no son más que jus-tificaciones ideológicas disfrazadas de fi-deísmo religioso. Los miembros del partidodel signo niegan la verdad de Espinosa y sesuscriben, como fanáticos, a los dogmas. 6)Cuando Gerald Manley Hopkins dice que elritmo es la inscripción de la oralidad en ellenguaje y Meschonnic lo extiende a la es-critura, los miembros del partido del signodicen lo que saben al afirmar que el ritmo esmedida. Entonces, dicen lo que saben, perono saben lo que dicen.

Para no ser miembro del partido del signohay que negar lo que ya se sabe, ser críticoradical de las creencias o afirmaciones sinprueba, clichés, estereotipos, mitos y leyen-das. Solo así se sabe lo que se dice. Losmiembros del partido del signo son parien-tes de los miembros del PPD y del POD (Par-tido de los Pesimistas Dominicanos y Par-tido de los Optimistas Dominicanos), por-

que estos últimos dicen lo que saben acercade la política y la historia de su país, pero nosaben lo que dicen.

De todos los ponentes de “Masa crítica”,Manuel Núñez, en “Los instrumentos de lac r í t i c a” (p. 253), dice lo que sabe y sabe en un90% lo que dice. Estudió con Meschonnic yconoce las consecuencias de los cinco ins-trumentalismos, pero pifió, al no estar alerta.Los “instr umentos” de la crítica, en vez de“los conceptos”. ¿Por qué pifia?”. El incons-ciente guarda, anclado en lo profundo, res-tos de la teoría tradicional. Cuando no hayhomogeneidad entre el decir-escribir y el vi-vir, salen entonces a flote las pifias, comodiablillos o duendes malignos dispuestos ajugarnos una mala pasada.

Lo del instrumento, Núñez lo repite (en p.254) cuando dice: “voy a desgajar lo que meparece vigente” del descontructivismo de Jac-ques Derrida y la poética de Meschonnic.

Él critica la noción de “lengua de madera”para enmarcar el tipo de crítica de Derrida ysus seguidores: “Jerigonza estereotipada,fórmulas fijas que reflejan una posición dog-m á t i c a .” (Ibíd.). La estrategia de los epígonosde la lengua de madera es “impresionar alinterlocutor simulando una sapiencia de laque se carece. En materia política, se tratadel disfraz que asume la incompetencia, lareticencia para abordar un tema, invocandotrivialidades pomposas, abstractas, que ape-lan a los sentimientos y escamotean el papelfundamental de los hechos.” (Pp. 254-55)Los miembros del partido del signo usanprofusamente la lengua de madera.

Para Núñez, al convertirse sus actores enevaluadores de la producción literaria, la crí-tica literaria ha desaparecido de nuestro me-dio, desde Pedro René Contín Aybar hasta ladesaparición de las revistas y suplementos,pues hubo incapacidad para pasar “la an-

torcha a las nuevas generaciones.” (P. 257).Según el ponente, el problema del fracaso

de la crítica dominicana radica en habersecentrado en consideraciones extraliterarias,en vez de ir única y exclusivamente al aná-lisis del texto. El ponente reivindica los en-sayos de Céspedes como los únicos que cla-maron, desde 1976, una vuelta a los textos yno a lo extraliterario, como proponían la so-ciología marxista, la semiótica y la estilísti-ca.

De las dos grandes tareas que Núñez leasigna a los críticos dominicanos del pre-sente están: 1) “Juzgar la obra a partir delconocimiento de sus aportaciones en rela-ción a la historia literaria, a la renovación delos recursos expresivos, a la apreciación delcompendio de ideas que trae consigo y alanálisis de sus componentes”; y, 2) “Descri -bir, interpretar, evaluar, establecer los valo-res. Identificar el placer estético que producela obra. (...) En resumidas cuentas, se trata dedesmenuzar los artificios de la escritura: es-tructura simbólica, retórica, rítmica y se-mántica del texto. Se trata de determinar siestas formas remueven lo que existe, las fór-mulas recibidas de la tradición, o si por elcontrario se trata de una obra de epígono.”(P. 267-68).

Núñez señala, por último: “el crítico debeasumir su responsabilidad ante la sub-lite-ratura. La corrupción de la crítica entre no-sotros comenzó con los juicios en sus añospostreros de un hombre de gran cultura co-mo lo fue Antonio Fernández Spencer. En laestación final de su vida, hablándose ago-biado por la precariedad económica y pa-deciendo las remontranzas de la enferme-dad, se puso de manifiesto una ceguera éti-ca, intelectual y moral y exaltó obras me-diocres, bodrios insufribles.” (P. 268). (Fin dela serie).

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te Las ponencias deMasa Crítica:Decir lo que se sabe vs. saber lo que se dice

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6 Sábado 12 de a b ri lde 2 014H OY A RE Í TO

In memoriam: Frank Marino Hernández

1.- MEMORIAS OBLIGAN: ORÍGENES DE LA BIE-NAL DEL CARIBE

Corrían los días de la XVII Bienal Nacio-nal de Artes Visuales, era 1990, todos en elMuseo de Arte Moderno (ayer Galería) noganábamos el mejor sueldo, era todo unamiseria, pero había un entusiasmo espec-tacular y el Museo vibraba de ideas y con-tradicciones. Porfirio Herrera (+) había nu-cleado a un grupo de amigos cuya pasiónpor las artes era definitiva, y tuvo la tole-rancia, siendo un enamorado rancio y tes-tarudo de la obra de Balaguer, de entenderque no todos podíamos decir los mismoselogios que él prodigaba a cada instante asu líder de la revolución sin sangre. Era unreformista de obsesión auténtica, que al-gunos combatíamos solo por verlo rojo ycon la garganta en cuello.

Pero la sangre no llegaba al ríoEn el fragor de aquel entusiasmo, camino

hacia las celebraciones del Quinto Sangui-nario de América, perdón Centenario, mu-chas nuevas ideas se movían en el Museo deArte Moderno, una de ellas fue la de la Bienaldel Caribe.

Orlando Menicucci, Abil Peralta, EduardoFiallo (+), Porfirio Herrera (+), Amable LópezMeléndez y Carlos Francisco Elías, quien es-cribe, concibieron -con el apoyo del arqui-tecto Eugenio Pérez Montás y el licenciadoFrank Marino Hernández- ideas y formaspara realizar una Bienal del Caribe y Cen-troamérica cuya primera edición se hicieracon motivo del Quinto Centenario.

En mis archivos reposan los papeles y es-bozos de aquel nacimiento lógico en un mo-mento en que el Museo hervía de ideas in-teresantes, que miraban hacia el futuro im-portante del interés nacional. Tanto el Lic.Frank Marino Hernández, como el arquitec-to Pérez Montás tuvieron visión para enten-der que lo que nacía como evento tenía otrastrascendencias positivas para una realidadque la República Dominicana, en décadas,no ha podido manejar con política clara: susrelaciones con el resto de las pequeñas na-cionales insulares del Caribe.

Ahora cuando evoco lo hago con el pen-samiento de honrar a quienes no están, aquienes, sin importarle las diferencias cir-cunstanciales, creyeron en aquellas ideascon fe y alto desinterés personal. Es la me-moria obligada para quienes con su entu-siasmo hicieron posible entonces el eventoque ahora se olvida con una torpeza y mio-pía que da vergüenza ajena, lastimera.

En cierta manera, el gran espíritu de laXVII Bienal de 1990 produjo el milagro en-cendido del nacimiento de las ideas de laBienal del Caribe, loor a ese espíritu aún libree inspirador...

2.- ¿POR QUÉ ALGUIEN EN EL GOBIERNO DEBEEXPLICARLE AL ACTUAL MINISTRO DE CUL-TURA EL VALOR ESTRATÉGICO DE LA BIENALDEL CARIBE, EN EL 2014?

Una persona con formación geográfico-social, una persona con formación de pesoen materia de geopolítica, una persona aten-ta al acontecer nacional, desde ese Minis-terio hace mucho tiempo hubiera tomadoiniciativas cautelares para viabilizar esteevento de cara a los acontecimientos quehan acaecido en las relaciones de la Repú-blica Dominicana con el resto del Caribe, enespecial con el Caribe anglófono.

Todo esto sin olvidar la necesidad de unaestrategia cultural, orientada en ese mismotenor en relación con el intercambio culturalcon Puerto Rico, país con el que la RepúblicaDominicana tiene una vieja deuda moral,que no ha resarcido ni siquiera con un mí-nimo interés en la difusión de la cultura dePuerto Rico, enclave hispano homólogo a

este país en muchas tradiciones y costum-bres, cuya lucha por mantener el idioma es-pañol como un sello de su identidad ha sidoejemplar y admirable, eje esencial en sus 100años de colonización extranjera.

En otras palabras, no hemos sido capacessiquiera de darnos cuenta que la relacióncon Cuba y Puerto Rico, especialmente conPuerto Rico, vendría a fortalecer lazos de tra-dición cultural compartida por la fuerza delejercicio de una misma lengua, con sus en-tonaciones diversas, con etimologías varia-das, con designaciones propias según terri-torio, pero español al fin, con sus derivacio-nes y gracia según los usos y costumbres decada espacio insular hispano.

Visto este panorama, cuando miramos ha-cia los otros Caribes sus matrices coloniales,ingleses, franceses y holandeses, lo único quehacía posible un contacto de los artistas comoembajadores de sus respectivos pueblos insu-lares era la Bienal del Caribe, porque ese es-pacio de intercambio artístico fue pensado conel criterio geopolítico de alargar nuestras re-laciones en un área del mundo que por na-turaleza de posición geográfica nos correspon-de cultivar con inteligencia, constancia y mejorestrategia a largo plazo.

Cuando escribí esa parte de los papelesconstitutivos de la Bienal del Caribe, como

fundador que soy de ella con el resto de losamigos aquí nombrados, la idea era ayudarque la República Dominicana, sin políticaconcreta hacia esa zona, no quedara aisladay que los visitantes de allí comenzaran a co-nocernos como somos: diferentes a ellos,pero unidos por la buena voluntad de la leyde diversidad étnica, social y antropológica.

Pese a todos los errores cometidos a pos-teriori, la Bienal del Caribe fue un centro deintercambio artístico y cultural que colocó ala República Dominicana a la vanguardia enmateria de esos intercambios, llegando acompetir en su momento con la propia Bie-nal de La Habana, Cuba.

Lo ideal sería que el funcionario del Gobier-no que explique al Ministerio de Cultura el va-lor de la Bienal del Caribe fuera la actual in-cumbente del Museo de Arte Moderno, cuyopapel bochornoso en el último escándalo de lapasada Bienal Nacional de Artes Visuales aúnme hace reflexionar las variaciones de un te-ma: ¿Qué carajo hace una persona con casiuna década en un cargo sin estar a la altura delmismo en las circunstancias debidas ?... Ella notiene la fuerza de convicción necesaria ni lavisión para entender y explicar el problema ysu importancia, por esas razones funcionarioso personas cercanas al Presidente de la Re-pública (que las hay con lucidez y capacidadreflexiva suficiente para entender), deben ex-plicar al ministro de Cultura el valor y la tras-cendencia estratégica para el país, con el pro-pósito de que la Bienal del Caribe sea cele-brada este año, a como dé lugar, porque es unaconveniencia para un país que debe reordenarsin demora el arco de sus relaciones con lasnaciones insulares del Caribe.

Todo lo otro es bla, bla, bla, es una de-cisión que se debe tomar ahora y al tratarsede algo de valor y trascendencia nacional,todos los que conocemos el tema estamosen la obligación de cerrar filas y ayudar a sumejor celebración y resultados, los deberescon este país deben trascender todas las im-becilidades posibles, ¿signor ministro ha ca-pito, certo, quasi probabile? (CFE)

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te¿ALGUIEN DEL GOBIERNO PODRÍA EXPLICARLE ALMINISTRO DE CULTURA EL VALOR ACTUAL DE LA

BIENAL DELC A RI B E ?

Frank Marino Hernández

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A RE Í TO 7Sábado 12 de a b ri lde 2 014 H OY

SEMANA SANTAEN REPÚBLICA DOMINICANA: FE, CULTOS Y TRADICIONES

La Semana Santa en RepúblicaDominicana se vive de diferentesformas, ya que en este recesomuchos buscan un merecidodescanso, lo que conlleva la pla-nificación de trasladarse a luga-

res y sitios de acuerdo a la economía de cadaquien, y otros prefieren disfrutar la paz de suhogar y cumplir con el rigor de las tradicio-nes y esta época de fe y recogimiento.

Llega con la Semana Santa la toma de de-cisión y las preguntas: ¿Dónde ir? ¿Qué ha-cer? Playas, montañas, viajes a diferentespuntos del país, viajes al extranjero, muchostoman cruceros, y van dejando las ciudadestranquilas y respirando en este tiempo que laIglesia destina para la reflexión, porque laSemana Santa es el momento más tranquilodel año, es tiempo de recogimiento y de en-cuentro con Dios. Eso creemos y nos hanenseñado. Es una época de renovación y dealegrarnos en la fe. Supuestamente debía serel momento de mayor sacrificio de los cris-tianos, porque se celebra la crucifixión delhijo de Dios, nuestro Señor Jescucristo,quien muere sacrificado para salvar a loshombres y mujeres del pecado, ofreciendosu propia vida, lo que representa mucho do-lor, que debemos emular con mayor entregay solidaridad entre nosotros, mayor com-prensión y tolerancia.

Lamentablemente, el mundo cristiano vi-ve una Semana Mayor muy desordenada, enla que mueren miles de personas en el mun-do, en accidentes, ahogados, intoxicados odrogados. Todo esto demanda muchas cam-pañas de prevención de los gobiernos a finde evitar en lo posible estas tragedias.

Considero que es profiláctico “b u c e a r” enla religiosidad, y como estamos en el paíscon la primera ciudad del Nuevo Mundo,podemos disfrutar de las tradiciones y ritos,como por ejemplo, la visita a siete monu-mentos los Jueves Santos en la noche o en lasprimeras horas del Viernes Santo. Hablamosde una experiencia purificadora y espiritualpara incluso los no creyentes, pues puededisfrutar los monumentos coloniales y seconvierte en beneficio cultural.

Otros, fieles a las tradiciones religio-sas-cristianas, sobre todo los católicos, guar-dan estos días como Dios manda, y asisten alas procesiones, todas en la Ciudad Colonialen el caso de la capital de Santo Domingo,entre las más frecuentadas está el Santo En-tierro. El calendario de la Semana Mayor in-cluye muchas actividades y celebraciones,siendo, como expresé antes, la del JuevesSanto muy hermosa pues se visten las igle-sias de las escenografías de los monumen-

tos, que desde el atardecer hasta la madru-gada reciben la visita de feligreses.

Muchos amigos y amigas recuerdan en suniñez y juventud la experiencia de los guar-dias romanos que un grupo de jóvenes re-presentan frente al Jesús Sacramentado yhacen la vigilia, luego conducen la procesióndel Viernes de Crucifixión. Los jóvenes ami-gos de esa época eran quienes se vestían odisfrazaban de guardia romano, entre otros,destacamos a Freddy Beras-Goico. Y estosmismos se disfrazaban también para el Des-file de los Reyes Magos, los 5 de enero en lan o c h e.

La Semana Santa inicia el Domingo de Ra-mos y finaliza el Domingo de Pascua. Duranteese tiempo, los católicos viven el triduo pas-cual: pasión, muerte y resurrección de Cristo.

El Domingo de Ramos el pueblo “acom -p a ñ a” a Cristo desde su entrada en burro aJerusalén. Se hace una procesión con pal-mas que se bendicen en la misa, recordandola entrada triunfal de Jesús. Aunque hay ale-gría, esta representa “la entrada a la muerte,al sufrimiento, signo de redención”.

Pocos días después, el Jueves Santo, se ce-lebra la Santa Cena, que conmemora la ins-titución de la eucaristía y el rito del lavatoriode pies. Meditamos en dolor: es el día previoal apresamiento y crucifixión de Jesucristo.Al terminar esa misa, el tabernáculo dondedeben guardarse las hostias sagradas per-manece abierto, vacío, y estas se llevan a un“altar de reposo” frente al cual la gente per-manece en adoración. La iglesia queda sinvelas. Paños oscuros cubren los adornos re-l e va n t e s.

Llega el Viernes Santo, centrado en la pa-sión y muerte de Cristo. La gente hace unperegrinaje espiritual, el vía crucis, y a las3:00 p. m., hora aproximada de su muerte, encada parroquia se reverencia la cruz, puestaen el santuario, con un beso o una genu-flexión. El Sábado Santo se acompaña sim-bólicamente a la Virgen María con vigilias yayuno. Jesús ha muerto y no hay misa.

Fraternidades, cofradías, creyentes, peni-tentes e incluso curiosos van en procesiónpor la ciudad en estos días; algunos cargansobre sus hombros figuras religiosas, otroscaminan, oran y entonan cantos relaciona-dos con los sucesos que reviven.

Finalmente, llega la Pascua, llenando to-do con la alegría de la resurrección. Júbilo,cánticos, iglesias maravillosamente adorna-das… Llega la fiesta y la alegría, la iglesia sellena de gozo: ¡Cristo ha vencido al pecado yla muerte! Entonces la vida vuelve a la nor-malidad, pero se dice que los creyentes quepudieron vivir la cruz y la resurrección, cam-

bian…Volviendo a lo terrenal, desde estas fechas

empezamos que si para el Valle del Tetero,que si al resort al o más cual, que a la finca ocasa veraniega de amigos y familias, loscuestionamientos “mevoydondemipr imo”,cuidado si está “f u l l”; en fin, vamos decan-tando hasta si tenemos suerte y logramosuna reserva hotelera, donde se ajuste cali-dad-precio. A otros y otras nos da por lo cul-tural y tranquilo, disfrutamos la masiva fugade personas hacia otros lugares, y descubri-mos un Santo Domingo de los 60-70, sin ta-pones, sin polución de gases vehiculares.Aprovechamos para disfrutar lecturas quetenemos de cabecera, sobre todo los del“boom latinoamericano” Rulfo, Cortázar,García Márquez, Sábato, Vargas Llosa, loscuentos de Federico García Godoy, Juan Bos-ch y Virgilio Díaz Grullón; las novelas de Leo-nardo Padura, Isabel Allende o de Marcio Ve-loz Maggiolo. Otra sugerencia son los másrecientes de autores dominicanos, como To-ny Raful, Ángela Hernández, Emilia Pereyra,entre otros y otras.

Pueden ser los últimos premios Nobel deLiteratura: Alice Munroe y Mo Yang. Volver alos clásicos Ernest Hemingway, Faulkner, Jo-hn Dos Passos. Talentos confirmados comoJulia Álvarez o Junot Díaz. Las últimas pe-lículas ganadoras del Oscar y de otros pre-mios y festivales europeos de cine, como elde Cannes, el Goya, el de Venecia y San Se-bastián. Reírnos y llorar con algo de Almo-dóvar, y de música, bueno depende de losgustos, por mi parte me voy primero con losespañoles (desde Sabina hasta Pedro Gue-rra, Alejandro Sanz, Calamaro, Martirio, ElCigala y las Flores: Rosario y Lolita), así comolos cantantes de textos: Serrat, Aute, VíctorManuel y Ana Belén, Mercedes Sosa o Cha-vela Vargas. La nueva trova cubana, y los bo-leros de los 60, en versión clásica o regra-bados, hasta la música sacra de la estaciónde la Cuaresma. En fin, un recuentro sose-gado con uno mismo y con sus familiares,amigos y allegados, qué mejor momento pa-ra irnos a tomar un café, o tomar unas cer-vezas con tapas, en un “téte a téte” con quie-nes escojamos.

No podemos concluir sin que disfrute-mos la gastronomía dominicana de la Se-mana Santa, que incluye desde bacalao ver-siones diferentes, hasta buen pescado al va-por o al horno, salsitas aparte, recomiendo lade coco, un día al año nada hace daño, poraquello del colesterol de la base de esta salsa,y para cerrar con broche de oro, el postre dela temporada, la habichuela con dulce. ¡De-cídase por su alternativa y disfrútela!

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8 Sábado 12 de a b ri lde 2 014H OY A RE Í TO

Encuentro conMiguel PhippsE

n medio de torbellino, de la con-fusión de lenguas bíblicas,¿dónde, en qué lugar nos en-contramos, con Miguel Phipps?Este petromacorisano nacidoen el ingenio Consuelo, entre

moliendas y avatares, alzado en una voca-ción de superación permanente, ejemplo vi-vo del estudio y el trabajo, símbolo de unageneración que asumió compromisos y es-tableció objetivos, que insufló a la categoríade realizaciones los mismos sueños queabasteciendo su infancia frágil, constituiríanun eje decisorio de sus producciones y desus entregas creadoras. Continuador de unatradición regional que iluminó el firmamen-to educativo, poético, social y humanista, a laque el gran Norberto James llamó “la pro-vincia sublevada” para significar su trascen-dencia y su generosa cosecha de talentos ycelebridades que tanto ha aportado a la cul-tura nacional y popular de la República Do-minicana.

Pero, ¿en qué preciso momento, este aca-démico, poeta, cuentista, novelista, narradorde literatura infantil, tomó la decisión de en-tregarse, con tesón, a una de las tareas crea-tivas de mayor incidencia y de contenidomás sutil de la literatura universal?

Hijo meritísimo de la Universidad Centraldel Este, acantonamiento general educativo,que ha irradiado las luces del saber y la for-mación profesional, como un faro gigantes-co sobre las comunidades del Este, sobre elpaís y sobre allende los mares, bajo un pre-dicamento ético y una conducta ciudadana,en medio del caos recurrente y de la debi-lidad estructural que acusa la sociedad do-minicana. Fue en este alto centro educativodonde Miguel Phipps encontró el estímulofinal para abocarse a la multiplicación de co-nocimientos y publicaciones, agenciándoseel respaldo y la simpatía de todos los res-ponsables del engranaje cultural nacional,cooperador, noble, humilde, responsable,Phipps ha sido el brazo ejecutor de las po-líticas de extensión cultural y fomento al li-bro, trazadas por el doctor José Hazim Fra-p i e r.

Estamos hablando de uno de los escrito-res dominicanos con mayor registro de pu-blicaciones, con 65 títulos publicados. Y con-siderado el más prolífico de literatura infantilde la región de América Latina y el Caribe,formando parte de la más prestigiosa colec-ción de libros para niños de Iberoamérica.

Se trata de un hijo agradecido que pre-serva los vasos comunicantes de su nocióncultural primario, integridad de pensamien-to y vida que delata su condición humana,compositor del himno “Consuelo mío”, cán-tico oficial del municipio de Consuelo de SanPedro de Macorís. Los ingenios que el poetanacional, Pedro Mir, sindicó como entesprovechosos de una región, en su denunciavibrante de un país despoblado, donde loscampesinos no tenían tierras, explotadospor el Central extranjero, ya son débiles imá-genes productivas, languidecen como es-tampas, sumarios de pobreza y miserias enel abandono oficial y en la indiferencia co-lectiva. Pero ahí está el Himno a Consuelo,identificando a sus moradores con las vibra-ciones del canto para que el coro de sus vo-ces nacientes abrigue el orgullo y el amor desus raíces y para que un día renazcan de nue-vo en un orden de prioridades humanas ys o c i a l e s.

Hemos sido convocados esta noche paraponer en circulación cuatro hermosos ejem-plares de literatura infantil: “La triste historiadel pececito alegre”, “El hada del Sur”, “Ro -

s i á m b a r” y “Pl u m a j e”. Oh sorpresa de mi vi-da, al tomar en mis manos estas obras delectura infantil, no demoré en volver a serniño. No puedo explicarlo racionalmente.Adornados con gráficos, dibujos hermosísi-mos que facilitan la comunicación visual yde lectura, viví la triste historia del pececitoalegre, las discusiones entre el pez patán, elpez ciego, el pez culto, y la enseñanza de quesiempre hay un amanecer. Detrás de unahistoria simple, hay una imaginación con unalto contenido crítico. “Como es arriba esa b a j o”, dice el Kibalión, uno de los libros sa-grados del Oriente. Como es en el mar, bajoel impulso instintivo de la vida, es arriba enlas pugnas humanas, y en todo caso hay unamanecer, un vibrante colorido de energíasque restablece el orden y el amor perdidos.

El texto “Pl u m a j e” es de un legado edu-cativo esencial, el diálogo entre el colibrí, elpavo real, el cuervo, la cotorra, el cisne blan-co, la cigua palmera, es una reproducción deenseñanza humana. El autor toma el mundoanimal como escenario, nos cubre con elverdor de las imágenes, y nos coloca frente ala luz escarmentadora de la vida que premiala sencillez frente a la arrogancia y petulan-cia de los seres vivos. El pavo real, orondocon la belleza de su plumaje, el más bello, seufanaba de poseer esos atributos, desafian-do a los otros pájaros, empequeñeciéndoloscon su arrogancia. Cuando el concurso en laselva parecía confirmar la belleza sin igualdel plumaje del pavo real, cayó una lloviznainesperada (el azar otra vez recomponiendolas cosas), mientras los rayos del sol atra-vesaron las pequeñas gotitas de agua dandolugar a algo sorprendente: “En las plumasdel colibrí aparecieron conjugados los co-lores del arco iris, en los matices más inten-sos que nadie podía imaginar. El maravillosoplumaje habría sido considerado sin igual. Elcolibrí salió disparado hacia los cielos abier-tos, dejando en el ambiente, el espectaculary variado colorido de su plumaje iridiscente”,mientras se escuchaba a la cigua palmeraexpresar, “que fácil es equivocarse, cuandose juzga por las apariencias”.

Así el relato llamado “Ro s i á m b a r” es re-velador de cómo el egoísmo, semilla mal-dita, que tuerce la bondad y solidaridad delser humano, puede empobrecer el almita deuna niña, que al descubrir en un algarroboun ámbar milenario que iluminaba, lo asu-mió como una pertenencia individual y mi-serable, que no quiso compartir con nadie, yde cómo ese egoísmo la llevó a perder el ám-

bar mágico, y de cómo una ranita se lo tragó,y de cómo muchos años después, un niñodel mañana, en otro siglo, lo encontraría,con la ranita incrustada, como fósil brilloso,donándola a un museo para compartir contodos la belleza ambarina. Bello e iluminadore l a t o.

Y finalmente “El hada del Sur”, dedicado adoña Melba Segura de Grullón, y conmovidopor el trabajo que realiza en la región Sur, estadistinguida dama, al frente de su FundaciónSur Futuro. Un relato de una hondura espi-ritual inmensa. Se trata de una niña Melba, queal nacer recibió un palito verde de un pájaro delcielo, que trasformaba el ambiente, lograbaque reverdecieran las plantas, pero que la niñasólo utilizó cuando la sequía y la destruccióndel ambiente se apoderaron de la región Sur.Con ella Melba abrió nuevos surcos y floreció elverde como bandera de vida. Otro niño hurtóel palito verde que transformaba la tierra y losárboles, pero no funcionó. Cuando preguntópor qué no funcionaba, doña Amantina le res-pondió, porque sólo funciona con quien tienebuen corazón.

Parecen nimiedades pero son profundi-dades, lucen simplezas pero tienen un altocontenido humano, moral y social, que al-canzan en la mente de un niño la fortalezaespiritual de todo el curso de su vida. Y ade-más, escrito y dibujado, coloreado y proyec-tado en una línea de belleza que cautiva yseduce. El placer de tocar el libro, de seguircon las yemas de los dedos, de oler la pinturaimpresa, de vernos dentro del texto, no tieneprecio, tiene valor y testimonio.

Obras como las que ponemos en circu-lación tienen doble mérito, llenan un vacío,fortalecen la bibliografía infantil del país y deIberoamérica, y por otro lado nos hacen me-jores seres humanos, nos aproximan a pun-tales ideológicos de ternura, de sabiduría yde amor. Sus obras deben llenar las biblio-tecas infantiles, deben servir de material detrabajo y consulta, deben ser instrumento decrecimiento interior y de aprendizaje moral.

Felicidades a Miguel Phipps en este nuevolanzamiento de sus obras. El país cultural y lainfancia dominicana se lo agradecen. Y eselogro y ese reconocimiento nacional seránsiempre, más que suficientes, porque coro-nan una obra y distinguen a un escritor decalidad profesional y humana.

G rac ia sTony Raful Tejada26 de marzo del 2014.

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ra t u

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Tony Raful, Jacinto Gimbernard, Miguel Phipps, José Alfredo Corripio y Jorge Tena Reyes.

FÉLIX DE LA CRUZ