logored - abril 2015

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Edición correspondiente al mes de Abril del 2015.

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  • EDITORIAL: GUERRA , por Claudio Csar Garca Pintos

    INTERVENCIN DE LA CRISIS Y MS ALL DE ELLA: USANDO

    LA LOGOTERAPIA PARA TRASCENDER EL TRAUMA, por Jerry

    Long Jr, (pp. 3-16)

    LA AUTOTRASCENDENCIA DE LA OBRA DE VIKTOR FRANKL ,

    en nuestra prctica logoteraputica, por Jos Martnez-Romero Gands

    (pp-17 a 19)

    COMUNICACIN: ALEGRA Y SUFRIMIENTO

    Garca Pintos (pp.20 a 22)

    LA PGINA DE CAVEF

    EXISTEN LOS NATIVOS DIGITALES? Deconstruyendo el mito , por

    Patricia Mara Nigro (pp.28 -29)

    EL CUIDADO DE LALS PRIMERAS ENTREVISTAS EN LOGOTERA-

    PIA VINCULAR (1 Parte), por Anala Boyadjin (pp. 30-31)

    OBSERVACIONES, por Dides Iliana Hernndez Silvera (pp. 32 a 34)

    LA PGINA DE LOGOFORO , por Tere Vanek (pp. 35 A 36)

    FUERA DE PROGRAMA? La tragedia de Germanwings ,

    por Enrique Adriz (pp. 38 -39)

  • 03

    Intervencin de la crisis y ms all de ella: usando la logotera-pia para trascender el trauma.

    Por Dr. Jerry Long Jr.

    E ste artculo presenta un nuevo y pio-nero modelo de intervencin de la crisis el cual supera a los anteriores enfatizando la importancia de incluir la espiritualidad (esto es la dimensin noti-ca) como parte integral del tratamiento. Co-

    mo tal, es una slida razn para animar a los pacientes a alcanzar un mayor sentido en la vida y funcionar, en la mayora de los

    casos, en un nivel notico del ser. Se esta-blece un slido basamento terico para este

    modelo apoyado en los principios fundamen-tales de la logoterapia, se discuten las con-comitantes prcticas clnicas logoteraputi-

    cas y se utilizan varias historias clnicas pa-

    ra demostrar su eficacia.

    Primera Parte

    Karen

    ltima etapa de su carrera y absolutamente desconocida para ustedes. Ella tiene una

    historia de episodios de Depresin Mayor

    desde su adolescencia cuando tener citas y la imagen corporal se vuelven tan importan-

    tes. Karen tena, y todava tiene, un ligero sobrepeso. Ella ha luchado por aos contra una pobre imagen de su cuerpo y concomi-

    tantes sentimientos de baja autoestima e in-seguridad. Ella y Steve han salido juntos por algo ms de un ao y era evidente que su

    relacin estaba llegando a niveles de intimi-dad cada vez ms profundos con posible

    compromiso. De pronto, y sin mediar seal o advertencia alguna, Steve rompi la relacin diciendo que "se haba desgastado y que era

    tiempo de alejarse". Como es de suponer, Karen lo toma como otro rechazo, confirma-

    cin de su prdida de valor, resultado de su

    funda depresin y hasta contempla la posi-

    bilidad del suicidio. Sus compaeras de dor-mitorio se dan cuenta de que ella est pa-sando por un mal momento pero no se per-

    catan de lo severo de su desesperacin. Una

    que result cuadripljico. Estaba estudiando Psicologa en la Universidad y le escribi una carta a Viktor Frankl contndole su historia. Se hicieron amigos y, finalmente, colegas. Frankl se refera al Dr.Long frecuentemente, considerndolo un testimonio vivo del poder de-safiante del espritu.

    Jerry se doctor en Psicologa Clnica en 1990 y recibi varias distinciones por su trabajo profesional y cientfico. En 1998 escribi un artculo que fue publicado en el journal del VFI

    una edicin especial de tributo a Frankl en el primer aniversario de su fallecimiento.

    LOGORED

  • 04

    tarde, altamente alcoholizada, Karen dispo-

    ne una variedad de pldoras sobre la mesa justo en frente de ella con el propsito de

    "terminar con su dolor". Afortunadamente su compaera de cuarto llega y grita. Su consejero llama al centro de consulta de la

    universidad y usted es quien est de guar-

    dia . . .

    David

    ta de computadoras que trabaja para una firma de reconocida reputacin. Disfruta de su trabajo. A menudo, se refiere a l como

    un "arte". Est felizmente casado con Mara desde hace 21 aos y con quien comparte la

    alegra y el desafo de dos hijos - Stacey de 18 y David Jr. de 15. Desde todo punto de vista, David est viviendo el "Sueo Ameri-

    cano". Sin embargo, su estilo de vida soado y su mundo entero se derrumban un da cuando es convocado a la oficina del gerente

    de proyecto. A pesar de su experiencia, pro-fesionalidad y capacidad, l es uno de los

    cuarenta empleados que sern despedidos

    ya que la compaa se ve obligada a una dis-

    minucin en su personal por el incremento en sus costos. Debido a su estado de shock

    dificultosamente recuerda el camino de re-greso a su casa. Despus de informarle cal-madamente a Mara, la realidad de cuanto

    ha ocurrido lo golpea y David cae en el sof llorando como un beb. En el transcurso de las prximas dos semanas, su nivel de des-

    esperanza se hizo cada vez ms profundo. Una tarde, sin que David se percatara, Mar-

    a lo ve guardar, entre sollozos, algo en un cajn. Unos minutos ms tarde, l sale a ca-minar, siempre tomndose el cabello y con

    la mirada fija en lo alto, como aturdido. Ella aprovecha la oportunidad y busca en el cajn donde encuentra un revolver recin

    comprado y cargado. Inmediatamente, lo lla-ma a usted, un psiclogo que est tratando

    a una de sus amigas. . .

    Stephanie

    social que compendia una "mujer de los '90". Ella vive con su compaero Mike, desde

    hace tres aos, en un confortable hogar suburbano. Ella lo ama amorosamente. Co-mo la mayora de la gente puede ver, su vida

    es completa y la recompensa cabalmente. Sin embargo, nada est ms alejado de la verdad. Por casi dos aos ha visto frustrado

    su sueo de tener una familia y ser madre. Repetidamente, Mike evita toda discusin

    sobre matrimonio o cualquier otro arreglo que implique permanencia; l ha establecido consistentemente que no quiere nios y al

    ser enfrentado con quasi -ultimatums ha amenazado con interrumpir la relacin. En

    medio de este dilema, Stephanie ha experi-mentado crecientes sentimientos de aisla-miento, falta de direccin y vaco interior. En

    lugar de considerar una opcin ms racional como sera la de abandonar a Mike con la esperanza de "encontrar al hombre correc-

    to", ella slo siente que el tic -tac de su reloj biolgico se desvanece. As, su fuerza emo-

    cional le est dando rpida cabida a la de-sesperacin y la depresin. Una tarde, mien-tras ella va de regreso a casa, Mike est

    haciendo la cama cuando encuentra una no-ta de suicidio debajo del colchn. Aunque ha sido escrita con anterioridad, est fechada

    para este da y en parte, se refiere a sus pla-nes de actuar sobre sus sentimientos esta

    misma noche una vez que Mike se haya reti-rado a descansar. Conmovido, desesperado, toma inmediatamente las "Pginas Amari-

    llas" y decide llamarlo a usted por ayuda . . .

    Estos tres pacientes son seres humanos re-ales tomados del archivo de mi prctica. To-

    dos ellos fueron mis pacientes desde Diciem-bre de 1994 hasta Octubre de 1995. Aunque rodeados por diferentes circunstancias, el

    comn denominador compartido por todos ellos es malsanos niveles de tensin y stress.

    Frankl describe que una "tensin saludable" es buena o positiva porque a menudo nos

  • 05

    conduce hacia un elevado sentido o propsi-

    to en la vida (en contraposicin con la home-ostasis emocional). Por otro lado, la excesiva

    tensin a menudo nos conduce a cierto nivel de distrs emocional, disminuyendo, en con-secuencia, nuestro sentido o propsito en la

    vida. Partiendo de esta premisa, hay varios lazos comunes que unen, intrincadamente a

    estos tres pacientes.

    Primero, cada persona est experimentando una severa prdida la cual no est siendo

    manejada exitosamente. Esto se evidencia por la ya mencionada "confusin interior"

    como as tambin por los patrones de pensa-miento negativos asociados y el comporta-miento. Segundo, cada persona no ha co-

    menzado realmente su proceso de afliccin, esencial para la recuperacin. Como Elisa-beth Kubler -Ross tan precisamente describe

    este proceso de negacin - enojo -desvalorizacin -depresin -aceptacin, es

    que cada uno de estos pacientes abriga cier-to grado de enojo sublimado y est aparen-temente "atascado" en la fase de la depre-

    sin. Tercero, cada persona est sufriendo de lo que Frankl establece como "vaco exis-

    tencial". En otras palabras, cada paciente est sufriendo de un vaco interior o vacui-dad para el cual no puede hallar solucin

    positiva independientemente. Cuarto y lti-mo, an cuando podran mencionarse ms, cada persona ha manifestado un caso de lo

    que yo llamo "miopa emocional y espiritual". Esto es, cada uno de estos individuos ha

    desarrollado un severo caso de "visin de tnel" que slo lleva a un singular final y

    desenlace negativo - el suicidio

    As como Frankl "escuchaba a sus pacientes y aprenda de ellos" yo he escuchado atenta-

    mente a estos pacientes y a muchos otros y aprend de ellos algunas valiosas y podero-sas intervenciones clnicas logoteraputicas

    de sumo enriquecimiento. Posteriormente, he desarrollado una teora y prctica de in-

    tervencin logoteraputica de la crisis y la lgica progresin de la terapia siguiendo un

    exitoso manejo de la crisis. Esta interven-

    cin y lgica progresin del tratamiento es, por lo tanto, un modelo al cual he dado en

    llamar "intervencin logoteraputica super-

    adora de la crisis".

    Segunda Parte

    En esta segunda parte, pondr al lector en

    conocimiento de los siete niveles de la

    la crisis", la sintomatologa del paciente en

    cada nivel y una visin general de las dife-rentes estrategias clnicas probadas como

    ms efectivas en cada uno de ellos. Adems, establecer aqu un slido fundamento teri-co para mi modelo y las prcticas concomi-

    tantes resultantes de dicho fundamento. La tercera parte entonces consistir en una descripcin sinptica y discusin de varias

    tcnicas logoteraputicas congruentes con este modelo. Por lo tanto, las intervenciones

    clnicas a discutir all estarn construidas

    sobre una base de piedra y no de arena.

    Muchos clnicos suscriben a la filosofa de que la intervencin positiva de la crisis y la subsiguiente psicoterapia son consideradas

    exitosas si el paciente es capaz de retomar su anterior nivel de funcionamiento. [Por otro lado, la logoterapia, tanto en lo terico

    como en lo prctico, acoplada al modelo de

    la crisis", faculta al paciente a alcanzar un nivel de funcionamiento superior al que tena antes del trauma. Esto es, con la ex-

    perta utilizacin de las tcnicas logoterapu-ticas (es decir, derreflexin, intencin pa-

    radjica, el Mtodo Socrtico y la modifica-cin de actitud), el clnico puede medir la oportunidad de guiar al paciente hacia, y de-

    ntro, de un nivel de ser espiritualmente ba-sado, fortalecido y ms elstico. A menudo todos (pacientes y terapeutas) equiparan las

    crisis con el peligro. Si nos detenemos en es-te nivel de anlisis entonces, por omisin,

  • 06

    ambos el pensamiento y la terapia son re-

    duccionistas. Pero si en cambio nos esforza-mos por actualizar la dimensin notica

    (espiritual) del paciente entonces lo tratamos en su capacidad humana nica. Un ejemplo muy ilustrativo de esta contencin es la tra-

    duccin japonesa del significado de la pala-bra "crisis". Una definicin cultural y literal reza -"peligro ms oportunidad!". Ms es-

    pecficamente, se alienta al paciente a aprender de ella y crecer, y an a trascender

    su predicamento transformando la tragedia en triunfo! Ahora, permtaseme continuar y enumerar cuidadosamente los detalles de

    este modelo de intervencin logoteraputica superadora de la crisis. El nuevo modelo

    est descripto en el siguiente diagrama (1 Intervencin logoteraputica superadora de

    la crisis)

    El primer nivel representa el nivel de funcio-

    namiento normal o corriente de la persona. Como se ve, la lnea es irregular pues ilustra

    los desniveles de lo que podramos llamar una vida normal. Es importante tener pre-sente que la frase "nivel normal de funciona-

    miento" es altamente idiosincrtica.

    Cada persona es nica y tiene diferente sen-

    tido de la vida, distintos propsitos o estre-santes ambientales, etc. Esto no implica que una persona es mejor que otra sino que ca-

    da persona es diferente de las otras. Lo que usted y yo encontramos pleno de sentido en

    la vida (creativa, experiencial y actitudinal-mente) puede diferir y probablemente difie-ra. Realmente, puede existir algn grado de

    coincidencia pero no obstante, los sentidos

    significativos son inexorablemente nicos.

    Por favor, no se mal interprete el sentido y la esencia de lo que estoy postulando. Al decir que la lnea es "irregular" quiero significar

    que la gran mayora de las personas hoy no maximiza su dimensin notica (espiritual).

    Ms especficamente, en la agitada sociedad moderna, pocos individuos toman un tiempo

    para aminorar la marcha (aunque slo sea

    mentalmente) y, as, el "desafiante poder del espritu humano" permanece en nosotros

    inactivo, latente en su mayor parte. Partien-do de esta premisa, la lgica conclusin es que existe un preponderante nmero de per-

    sonas cuyos sentidos del momento y los uni-versales (es decir, valores o creencias mora-les) se encuentran "adormecidos". Una exce-

    lente analoga para esta lnea de razona-miento es el ejemplo que Frankl propone en

    cuanto, a la esencia (versus existencia) de un avin. Es un aeroplano an cuando ste carretea sobre la pista pero, sin embargo,

    slo cuando sus ruedas dejan el suelo al-canza su verdadera esencia. Del mismo mo-

    do slo cuando se actualiza la espiritualidad inherente (noos) se actualiza la esencia de

    ser "humano"!

    Refirindonos nuevamente a la Figura n o 1, la persona experimenta el nivel 2: el del

    principio de la crisis y sus inmediatas con-secuencias ya que cuando la desesperacin comienza se transforma en una fuerza des-

    tructiva. Como est representado grfica-mente, se produce un rpido descenso y en

    algunos casos una rpida cada de la energ-a fisiolgica, psicolgica y espiritual. Lo ms importante en esta etapa es la notable falta

    de utilizacin de la dimensin notica.Esto es, no ejercitan lo que Frankl establece como

    esta cada se acelera ostensiblemente. Con-comitantemente, la persona usualmente ma-

    nifiesta la clsica sintomatologa de la De-presin Mayor, es decir, pensamiento nihilstico, aislamiento progresivo (quizs

    ms emocional que fsico), desrdenes en el sueo, deterioro de la higiene personal,

    cambio en los hbitos alimenticios, abuso de sustancias (para "adormecer" su dolor), etc. Es en este punto cuando se desarrolla un

    poderoso sentimiento de poco mrito o valor y la idea de suicidio (o son exacerbados si acaso fuesen pre -existentes). Se establece

    un crculo vicioso ya que la desesperanza

  • 07

    conduce al temor el cual nos lleva nueva-

    mente a la desesperanza, ahora incrementa-da, la que a su vez se transforma en depre-

    sin clnica.

    El lapso de tiempo en el que este deterioro se desenvuelve es altamente idiosincrtico

    En algunos casos, la crisis (o probablemente las crisis) empuja a la persona muy rpida-

    mente hacia el nivel ms profundo de deses-peranza mientras otras pueden deteriorarse ms lentamente. Sin embargo, como men-

    cionamos en el prrafo anterior, el camino ms frecuente es el del ostensible descenso

    hacia una severa depresin clnica. Una vez ms, el punto en la lnea para determinar el movimiento hacia una salud mental disfun-

    cional es el nivel de funcionamiento normal o corriente altamente idiosincrtico del pa-

    ciente.

    Esto nos lleva al nivel tres donde el indivi-duo contina en su espiral descendente

    hacia el punto en el cual cualquier posible luz al final del tnel se vuelve imperceptible

    o eventualmente inexistente. Es en este mo-mento clave cuando se pasa de las ideas suicidas al establecimiento de un plan para

    la propia destruccin (es decir, las ideas se fortalecen en tanto y en cuanto se convier-

    ten en planeados cursos de accin). Es en esta hora muy crtica en que la intervencin del profesional reemplaza y virtualmente bo-

    rra cualquier pensamiento con respecto al deseo de una bsqueda de consejo ms tem-prana, llegando a aquellos ms queridos, ex-

    plorando otras posibilidades, etc. Es preci-samente aqu donde cada uno de los tres

    ejemplos clnicos llega a su fin. Ciertamente, el instante ptimo para la ayuda profesional era anterior pero ahora es imperativo! Sin

    embargo, muy a menudo la persona est fir-memente atrincherada en lo que yo denomi-no "miopa emocional y espiritual". Metafri-

    camente hablando, los rboles no la dejan ver el bosque!. Mientras est atrapada en

    esa enmaraada red bloqueando cualquier visin de algo o alguien ms all de ella mis-

    ma, ni la ms remota posibilidad de una sa-

    lida positiva puede surgir. Desafortunada y trgicamente, muchas personas hacen su

    eleccin EN CONTRA del sentido y llevan a cabo su plan suicida. Excepto por sus deu-dos, la mayora de las vctimas de tal intil

    prdida pasan a ser otra "estadstica" social. Es cierto que algunas de estas muertes son

    bastante evidentes como un disparo en la cabeza, una intencional sobredosis de droga letal o dejarse morir dentro del auto estacio-

    nado en el garage con el motor en funciona-miento y la puerta cerrada. Sin embargo, muchas veces estos suicidios son

    "escondidos" o cuestionables, tales como un accidente automovilstico, el "resbaln" o la

    cada desde lo alto de un acantilado o de un puente en un aparente da de pesca, una "no intencional" sobredosis de droga, etc.

    Aquellos que logran con xito su cometido, dejan detrs de s una familia confundida,

    dolida, un amigo con sentimiento de culpa incriminndose por lo que "debi" haber

    hecho, etc.

    Ciertamente el mejor curso de accin es la prevencin (o reduccin del impacto negati-

    vo) de un problema antes de que ste se nos escape de las manos. Sin embargo, como sa-bemos, en el "mundo real", la gente usual-

    mente espera hasta llegar al final de la soga antes de buscar ayuda profesional. Dada es-

    ta spera realidad, no puedo enfatizar sufi-cientemente que el momento ptimo para la intervencin profesional es el inmediato pos-

    terior a la crisis. Si bien la mayora de los modelos de intervencin de la crisis (y las respectivas prcticas basadas en ellos) son

    efectivos, ellos no van demasiado lejos. En profundo contraste, la logoterapia (a diferen-

    cia de las intervenciones reduccionistas ta-les como el tradicional psicoanlisis freudia-no o la terapia de comportamiento basada

    en estmulo -respuesta) apunta al fortaleci-miento del "noos" para incrementar la auto -

    estima, desarrollar tcnicas de abordaje y poner en conocimiento del paciente el o los

  • 08

    sentidos (del momento y universales) de su

    propia vida. As, la intervencin logoterapu-tica superadora de la crisis es extremada-

    mente efectiva para resguardarse de o redu-cir la fuerza destructiva de una crisis y me-jorar el pronstico del paciente con terapia

    subsiguiente.

    Aunque hay una multitud de razones para

    este postulado, permtanme delinear aqu unas pocas. Primero, a pesar de la enormi-dad del trauma, es la ocasin en que la psi-

    coterapia orientada hacia la bsqueda y compromiso en el sentido permite al pacien-

    te mantener suficiente energa fisiolgica, psicolgica y notica para, a travs de la consulta, actualizar intervenciones clnicas.

    Segundo, es aqu cuando muchos pacientes reconocen su incapacidad para manejarse independientemente y estn muy receptivos

    para seguir cursos de accin logoteraputi-camente sugeridos. Tercero, en este estado

    de la intervencin un experto logoterapeuta puede ayudar a poner en conocimiento de su paciente el "desafiante poder del espritu

    humano". Como Frankl afirma, todos los se-res humanos tienen libertad de eleccin y,

    ms especficamente, la libertad de elegir su propia actitud en cualquier circunstancia. Y sigue, estableciendo que, la libertad de elec-

    cin y la utilizacin de su propia dimensin notica (espiritual) es "la ltima de las liber-tades humanas". Por lo tanto, si logramos

    que el paciente tenga cada vez ms conoci-miento de este tremendo poder latente en l,

    podemos ayudarlo a desafiar sus obstculos

    y verlos como verdaderos retos!

    Esto nos conduce al nivel cuatro - el pacien-te "toca fondo". Es en este umbral donde la persona se presenta virtualmente impotente

    para activar cualquier productiva eleccin de sentido. Esto no significa que nunca ms tendr esa capacidad sino que ha perdido

    contacto con su "desafiante poder del espri-tu humano". En estas condiciones, el pa-

    ciente usualmente no ve otra opcin ms que el suicidio para aliviar su sufrimiento.

    Baste decir que este es el punto clave en el

    que, de no mediar intervencin alguna, se llega a una eleccin en contra del sentido y

    que la intervencin logoteraputica de la cri-sis ofrece, al menos, la oportunidad hacia una alternativa por el sentido. La interven-

    cin logoteraputica superadora de la crisis no ofrece garantas pero al menos, si se uti-liza, el pronstico es mucho mejor. La inme-

    diata tarea para el terapeuta es facultar al paciente, de alguna manera, a decir "s" a la

    vida. Las palabras de Richard Bach (autor de Jonathan Livingston Seagull) ejemplifican ampliamente este propsito: "Aqu hay una

    prueba para descubrir si tu misin sobre la Tierra ha finalizado. Si ests vivo, entonces

    no!".

    La frase "toca fondo" demuestra que el pa-ciente ha perdido ostensiblemente toda

    energa para resguardarse de la crisis, tomar cualquier accin independiente positiva o

    productiva y, finalmente, hallar otra opcin que no sea el suicidio. Es por eso que eleg la palabra "umbral" en el prrafo anterior; es

    decir, si el paciente no busca y obtiene ayu-da profesional (lo que podra significar para

    l "su ltimo esfuerzo") o si la intervencin profesional no llega a travs de otra persona involucrada para otorgar ayuda inmediata,

    entonces el paciente verdaderamente alcan-za ese umbral donde su lazo con la vida se debilita. Considerando que la frase elegida

    es "toca fondo", la persona a menudo se siente como si estuviera en una "arena mo-

    vediza emocional" o un pozo sin fondo.

    Muchos clnicos suscriben a la idea que es-

    tablece que para que una intervencin sea considerada exitosa, la crisis (o a menudo, las crisis) necesitan ser resueltas. Contraria-

    mente, el objetivo logoteraputico en esta circunstancia es doble; engendrar esperanza

    y Una vez que estos criterios son alcanzados

    logoteraputica superadora de la crisis) la terapia puede proceder - avanzando hacia la

  • 09

    resolucin de la crisis, siempre incremen-

    tando el conocimiento del propsito en la vi-da y la auto -trascendencia. En otras pala-

    bras, es bastante irreal y potencialmente descorazonador esperar que la intervencin inicial "arregle todo". Si, y cuando, el pacien-

    te regresa, entonces el terapeuta ha engen-drado exitosamente esperanza y lo ha facul-tado para el "S" a la vida. En realidad, el

    xito de la primera sesin es la segunda!

    Ahora, pensemos que la crisis inmediata ha

    sido conjurada afortunadamente, el paciente no ha llevado a cabo su plan o su impulso

    hacia la comisin de suicidio ha sido inhibi-do. Es desde aqu que podemos avanzar hacia el nivel cinco del modelo de interven-

    cin logoteraputica superadora de la crisis. Este es equitativo con las cualidades o ca-ractersticas de las fases iniciales o medias

    de cualquier asesoramiento o relacin psico-teraputica. Estas cualidades o caractersti-

    cas esenciales son conocidas como "NO ES-PECFICAS" de la psicoterapia y ellas han sido delineadas claramente por Jerome

    Frank en su libro Persuasion and Healing . Algunos ejemplos representativos son el es-

    tablecimiento de una relacin armnica, un vnculo de confianza, evidenciando que el paciente cree en la competencia del terapeu-

    ta que desarrolla un clima teraputico de honestidad, seguridad y confort (a menudo

    el paciente considera sus sesiones y el con-sultorio como un santuario), delineando un plan de tratamiento y el paciente implemen-tando estas "sugerencias conducentes"; la apertura y la flexibilidad de ambos para mo-

    dificar el plan en caso de que esto fuese im-

    perativo, etc.

    Dados estos aspectos, el logoterapeuta pue-de entonces ayudar al paciente a avanzar explorando y an "descubriendo" el o los

    sentidos en su vida. stos conformarn la piedra angular de su cura, tanto en el proce-so teraputico como ms all de l. Por otra

    parte, se vuelve cada vez ms convincente el hecho de que el logoterapeuta faculta al pa-

    ciente a utilizar su "desafiante poder del

    espritu humano" (aunque, en la mayora de los casos, estas frases tcnicas nunca deben

    ser empleadas en el curso de la terapia El logoterapeuta experto "encuentra al pa-ciente donde ste est" y usa esto como

    trampoln para poner en movimiento su di-mensin notica hacia la auto -trascendencia. En este punto no puedo en-

    fatizar suficientemente la importancia de una resuelta incorporacin de la espirituali-

    dad en el proceso teraputico. Esto es, como hemos discutido anteriormente, los seres humanos son seres tripartitos: tenemos el

    soma (fsico); la psiquis (psicolgico) y la notica (espritu). En el siguiente diagrama

    representamos la ontologa tridimensional

    de Frankl. (Fugura 2)

    Por otra parte, como Frankl ha afirmado tan elocuentemente, "Si no tratamos a nuestros

    pacientes como seres tri -dimensionales que tienen no slo dimensiones somticas y

    psquicas sino tambin espirituales, la nica diferencia entre nosotros y los veterinarios

    es la clientela"!

    Es importante recordar que el perodo de tiempo que tomar cada paciente para recu-

    perar la suficiente energa fisiolgica, psi-colgica y espiritual para trabajar intensa-mente (dentro y fuera de la terapia) y lograr

    un xito significativo vara tremendamente.

    A partir de aqu, el paciente pasa al nivel

    seis de este modelo el cual representa (por favor, refirase nuevamente a la figura 1) el

    regreso al grado de funcionamiento previo. Realmente, una importante mejora tiene lu-gar cuando la intervencin comienza. Como

    se estableci anteriormente, muchos clnicos consideran este regreso al funcionamiento previo como el equivalente al xito de la te-

    rapia (el cual no es tan diferente del tradicio-nal psicoanlisis freudiano mediante el cual

    una vez logrado el "insight" el anlisis es vis-to como exitoso). Sin embargo, si como logo-

  • 10

    terapeutas nos detenemos aqu, habremos

    causado un cierto grado de perjuicio a nues-tros respectivos pacientes. As como el hito

    de la logoterapia de Frankl es la auto -trascendencia entonces el hito de la prctica logoteraputica debera ser la terapia tras-

    cendente!

    Ms especficamente, el trmino "terapia

    trascendente" implica llevar a cabo la inter-vencin por encima y ms all del regreso del paciente a su nivel de funcionamiento

    previo. Es decir, que faculte al paciente para alcanzar "ms elevados" propsitos tales co-

    mo: un ms profundo y enriquecedor enten-dimiento de lo que lo lleva a su deterioro emocional, mejores tcnicas de abordaje pa-

    ra maximizar su independencia de los futu-ros e inevitables estresantes en su vida, construir una base ms estable para su ca-

    da vez ms segura y enriquecida calidad de vida; desarrollar un mejor y ms acabado

    entendimiento de los precipitantes o

    posible crisis y tomar las medidas preventi-

    vas y entrando en conocimiento de ellas, desarrollar su mximo potencial y utilizar su

    Consecuentemente, en este punto del proce-so teraputico, el paciente avanza hacia el

    nivel siete de este modelo, el de "trascender

    el trauma".

    Refirindonos nuevamente a la figura 1, grficamente describe esta fase de la terapia como representativa del paciente alzndose

    por sobre su nivel previo de funcionamiento para alcanzar un ms alto "Ser -en-el-

    mundo" con una mayor base notica Es importante subrayar aqu que la palabra elegida (e imperativa) es "ser". Esto implica y

    significa que nuestra bsqueda de sentido es un proceso siempre evolutivo, de toda la vida. Como Frankl ha escrito tan correcta-

    mente, debe existir una "tensin saluda-ble"(en oposicin al estado homeosttico) la

    cual nos motive a esforzarnos por cambian-tes y diferentes sentidos en la vida. Es bas-

    tante sencillo entender esto con slo ver el

    ttulo del libro ms ledo de Frankl, El Hom-bre en Busca de Sentidopresin utilizada es "en busca", porque si el sentido en la vida fuera, remotamente, con-siderado como un objetivo el cual, una vez

    alcanzado, permaneciera constante por siempre, entonces el ttulo debera haber si-

    do "El Hombre y el Logro del Sentido "! La lo-goterapia enfatiza la importancia de la

    bsqueda de sentido en la vida como un proceso no como un objetivo alcanzado. Es por eso, que en su libro The Doctor and the Soul, Frankl tan diestramente describe que si los santos consideraran el sentido en la

    vida como un objetivo directo nunca hubie-

    ran alcanzado la santidad

    Con esta descripcin y en el nivel siete de este modelo la terapia enfoca crecidamente hacia la induccin y la construccin de la

    dimensin notica o espiritual del paciente. Ciertamente, el "desafiante poder del espri-tu humano" va a la vanguardia del proceso

    teraputico. Durante esta ltima fase de la intervencin el paciente a menudo se vuelve

    crecidamente hbil e independiente. Esto lo lleva no slo a un mejor manejo de su vida cotidiana, sino tambin a un estilo de vida

    auto trascendente, con lo cual valoriza su condicin de ser -en-el-mundo Concomitan-

    temente, sus relaciones usualmente mejo-ran,(platnicas, profesionales, personales) , su actitud cambia drsticamente, su con-

    ducta exuda vida y optimismo, virtualmente todos los aspectos de sus niveles de energa se disparan (fsica, mental y espiritual) y a

    menudo manifiesta su auto trascendente ni-vel de ser, entregndose a los otros, a cau-

    sas, etc. Es aqu cuando, a travs de la auto-trascendencia, el paciente verdaderamente alcanza su esencia como ser humano

    mento exacto en que sus ruedas se despe-

    gan de la tierra y ste actualiza su esencia). Ya las sesiones pueden comenzar a espa-ciarse hasta concluir con la relacin de con-

  • 11

    sulta.

    Tercera parte

    Durante los siete niveles del modelo de

    la crisis" se utilizan varias tcnicas clnicas (y combinaciones) desarrolladas por la logo-

    terapia. Estas incluyen, pero no estn limi-tadas a ellas, el Mtodo Socrtico, la Inten-cin Paradjica, Derreflexin y Modificacin

    de nuestra propia actitud. Cada una de es-tas prcticas clnicas son particularmente

    convincentes durante varios niveles de este modelo de intervencin. Nos llevara un libro delinear detalladamente la eficacia, discutir

    comprensivamente la oportuna interjeccin y proveer exhaustivos ejemplos clnicos de cada tcnica en cualquier punto dado a lo

    largo de los siete niveles del modelo. Por lo tanto, desarrollar un sinptico discurso so-

    bre estas particularidades. Tambin es ex-tremadamente importante recordar que este modelo y las lgicas intervenciones logote-

    raputicas resultantes estn basadas en la premisa fundamental de que un preponde-

    rante nmero de pacientes en crisis sufren de lo que podramos diagnosticar DSM -IV como Depresin Mayor (incluyendo unipolar

    y bipolar).

    Como recordarn, nos referimos al nivel uno

    como el de "corriente o normal nivel de fun-cionamiento". Baste decir que aqu ninguna tcnica logoteraputica formal se presenta

    (mucho menos se utiliza) porque el paciente identificado no ha comenzado intervencin

    profesional formal alguna. Sin embargo, es cierto que, algunas personas se valen de su

    tuitivamente, reduciendo por lo tanto, la fuerza destructiva de los inevitables "bajones" de la vida. Estos individuos tiene

    una salud mental muy buena o excelente y pueden manejarse bastante efectivamente

    con las diferentes crisis de la vida. As, tales personas que viven en un nivel predominan-

    temente auto trascendente (teniendo un ele-

    vado sentido o propsito en la vida) conjuran muchas crisis las cuales son resueltas de

    manera deliberada y plena de significacin. Esto no quiere decir que dichas personas sa-ludables no se sientan abrumadas o exaspe-

    radas cuando ocurre una crisis. Significa que poseen gran elasticidad para "brincar" rpidamente, difundir y resolver la crisis an-

    tes de que sus potenciales efectos destructi-vos tengan lugar. Por otro lado, nuestra dis-

    cusin y el modelo que he desarrollado y ex-plicado en la segunda parte se refieren a un basto nmero de personas quienes, por su

    falta de habilidad para poner en marcha ta-les potenciales, sucumben ante los efectos

    devastadores que una crisis seria tiene so-bre su salud fisiolgica, psicolgica y espiri-tual. En otras palabras, nuestra discusin

    es sobre personas que tienen un bajo o pe-queo sentido en la vida y falta o prdida de una direccin o propsito. Desafortunada-

    mente, en la sociedad de hoy, esto incluye a la mayora de las personas. Ms especfica-

    mente, ellos estn padeciendo un severo ca-so de lo que Frankl denomina "vaco existen-cial". Esta tremendamente poderosa vacui-

    dad interior deja a la persona con un senti-miento que muchos de mis pacientes, ante-riores y actuales, han descripto a menudo

    como "la cscara de una persona".

    En el nivel dos (el del principio de la crisis)

    el futuro paciente rpidamente se halla in-merso en un mar de desesperanza. Exh ibe

    un comportamiento representativo de su es-tado mental denominado "miopa espiritual emocional". Algunos ejemplos de este tipo de

    comportamiento son: combinacin de todos sus "problemas de la vida normal" con el

    evento de la presente crisis (exacerbando as tremendamente el impacto negativo); aisla-miento emocional y/o fsico, pensamiento

    nihilstico (el cual virtualmente elimina toda posibilidad de resolucin independiente exi-tosa); "visin de tnel" la cual lo lleva a un

    mayor grado de desesperanza, abuso de sus-

  • 12

    tancias y pensamientos iniciales sobre la

    idea del suicidio como camino viable para

    aliviar su dolor

    En este punto, la intervencin logoteraputi-ca superadora de la crisis se focaliza literal-mente en salvar la vida del paciente. Una es-

    tratgica logoteraputica extremadamente efectiva durante este perodo es la comple-

    mentacin del Mtodo Socrtico y la Modifi-cacin de la propia actitud. Primero, men-cionemos la eficacia del Mtodo Socrtico

    Escuchando cuidadosamente al paciente y realmente oyendo cin, un logoterapeuta experto puede disi-muladamente introducir preguntas formula-das para tomar conocimiento de aquel nico

    sentido(s) en la vida de su paciente. ste puede ser un nio necesitado, una esposa

    cariosa y tolerante, un miembro de la fami-lia dependiente, un proyecto especial o cau-sa abandonada incompleta, un trabajo parti-

    cularmente apreciado que espera ser concre-tado, un objetivo personal todava por alcan-zar, etc. Respectivamente, estos ejemplos

    claramente demuestran sentidos creativos, experienciales y actitudinales. Es evidente

    que existen varias razones para que una de las intervenciones logoteraputicas preferi-

    das en esta etapa sea el Mtodo Socrtico.

    Primero, de esta tcnica no agresiva a me-nudo resulta un acopio de cantidades masi-

    vas de informacin las cuales pueden ser usadas a lo largo del curso de la terapia. Se-

    gundo, es imperativo que el logoterapeuta recuerde que el objetivo primario de esta in-tervencin inicial es engendrar algn senti-miento de esperanza . Es decir, la tarea ini-cial no es "solucionar" repentinamente los

    problemas del paciente sino ayudarlo a salir

    mo de desesperanza Si el logoterapeuta pue-

    de hacer que el paciente vea al menos una parte de su vida como plena de sentido y po-

    sitiva (considerando que antes no las haba) entonces un monumental obstculo habr sido salvado - el del suicidio como nica op-

    cin. Tercero, una vez superado dicho obst-

    culo, aunque en algunos casos se reincida, el proceso curativo verdaderamente comien-

    za cuando el paciente es guiado poco a poco hacia el "S" a la vida. Cuarto, en este punto, es clnicamente imperioso intercalar la Mo-

    dificacin de la propia Actitud en el tapiz te-raputico. Encadenando estas dos interven-ciones el logoterapeuta sonsaca el sentido en

    la vida pero tambin comienza a ayudar al paciente a perforar su dimensin notica

    previamente adormecida, con lo cual activa su "desafiante poder del espritu humano". Quinto y ltimo, estas dos tcnicas logote-

    raputicas ayudan a fortalecer de manera amable y no directiva el poco dominio que

    tiene el paciente de su vida. As, la sensa-cin de recobrar cierto grado de control so-bre su vida apuntala sentimientos de identi-

    dad y de propsito ms slidos. Es impor-tante apuntar aqu que las otras dos tcni-cas logoteraputicas fundamentales

    extremadamente efectivas en posteriores

    etapas del proceso de consulta pero como tcnicas orientadas a la solucin de los pro-blemas de alguna manera ms directa, ellas

    pueden abrumar al paciente durante este

    estado emocionalmente frgil.

    Esto nos lleva al nivel tres del modelo de in-tervencin logoteraputica superadora de la crisis - perodo durante el cual el paciente

    contina su espiral descendente hacia nive-les de desesperanza y depresin cada vez

    ms profundos. Al igual que en el anterior, el Mtodo Socrtico y la Modificacin de la propia Actitud, permanecen como interven-

    ciones logoteraputicas cruciales. Ellas sir-ven no slo por lo mencionado anteriormen-

    te sino tambin, en general, como terapia de apoyo cuyo propsito es desacelerar el deterioro emocional del paciente. Es intere-

    sante ver cmo en este punto durante la in-tervencin, la tcnica logoteraputica de la derreflexin a menudo resulta se altamente

    efectiva "calmando" el inmediato dolor del

  • 13

    paciente y ofreciendo sutilmente otras opcio-

    nes ms positivas que la del suicidio

    Es decir, alejando la energa mental de las

    anteojeras impuestas por su presente condi-cin y dndole la oportunidad de focalizarla sobre asuntos ms optimistas en su lugar

    (aunque temporariamente, por ahora). En la terminologa logoteraputica, el paciente

    est comenzando el proceso de auto -trascendencia an sin darse cuenta. Sin em-

    bargo, no se interprete lo que acabo de de-cir: como que el paciente ha superado la eta-pa difcil y se encuentra en un permanente impulso ascendente. En realidad, un fen-meno diferente est teniendo lugar - mien-

    tras el paciente est, ciertamente, benefi-cindose con la terapia, sigue en su espiral descendente. Aunque a primera vista, esto

    aparezca como paradjico o contradictorio, un anlisis ms profundo subraya lo racio-nal de lo que aqu deseo significar. En otras

    palabras, esto no quiere decir que la inter-vencin en el nivel tres no sea productiva.

    Por el contrario, indica que en este punto t iene un impacto muy posit ivo "estabilizando" o "anclando" al paciente

    cuando toda la fuerza de la crisis lo envuel-ve. Esto de algn modo contrarresta el grado de desesperacin y desesperanza los cuales

    hubieran concurrido en ausencia de cual-quier intervencin (lo que frecuentemente

    culmina en suicidio o intento de suicidio As, mientras el paciente est luchando con la crisis y aprendiendo de su etiologa, an no

    ha alcanzado el nivel cuatro: el de "tocar

    fondo".

    El nivel cuatro - el paciente "toca fondo" - se establece cuando el paciente verdaderamen-

    te sufre los efectos emocionalmente desvas-tadores de la crisis. "Tocar fondo" (en lugar de al comienzo de la crisis) tiene dos razo-

    nes: Primero, porque se alcanza el insight y el conocimiento de las ramificaciones de la crisis, a menudo aparece un abrumador

    sentimiento de condena y, segundo, porque el paciente ha usualmente desarrollado un

    conocimiento ms profundo de sus

    "problemas interiores" los cuales aparecen como insalvables. Baste decir que, en esta

    fase y en la del comienzo de la crisis, las distintas posibilidades de fatalidad estn en su punto mximo. La razn para esto es re-

    lativamente simple y frecuentemente pasada por alto. Ms especficamente, cuando a

    travs del insight inicial , el paciente percibe lo profundo de sus "carencias", a menudo considera que le es virtualmente imposible

    alcanzar una accin correctiva. Mientras es-te discernimiento es la base para futuro pro-greso tiene, en esta instancia, un efecto de

    "doble filo". Esto es, el paciente experimenta sentimientos opuestos de esperanza y deses-

    peranza.

    Una vez superado este crtico momento, la

    terapia puede continuar hacia el nivel cinco en el que se trabaja activamente en psicote-rapia hacia cada vez ms altos niveles de

    buena salud mental. As, una vez ms, el Mtodo Socrtico, la Modificacin de la pro-pia Actitud y la derreflexin es la modalidad

    de tratamiento tripartito preferida y ms be-neficiosa. Despus de que esta segunda

    "crisis" ("tocar fondo") es manejada exitosa-mente, el logoterapeuta puede entonces uti-lizar los insights de su paciente en forma

    productiva ayudndolo para comenzar a aplicar ese conocimiento hacia el perfeccio-

    namiento de s mismo y el mejoramiento de su calidad de vida en general. Un mero ejemplo de algunos de los objetivos y logros

    durante esta etapa son: establecer un senti-miento de identidad ms firme, desarrollar una mejor habilidad para priorizar correcta-

    mente las diferentes misiones en la vida; in-teractuar con otros a travs de mejores rela-

    ciones; lograr un fortalecido sentido de propsito y direccin; establecer un muy su-perado set de tcnicas de abordaje, experi-

    mentar cada vez ms grandes sentidos en la vida, tener un claro conocimiento y utiliza-

    cin de su "desafiante poder del espritu

    humano".

  • 14

    Tambin durante el nivel cinco, la apropiada

    y temprana utilizacin de la Intencin Pa-radjica (contingente, por supuesto, con las

    necesidades nicas del paciente) a menudo resulta ser una intervencin clnica muy po-derosa. En aquellos casos en que es una

    tcnica de intervencin apropiada, es muy til por su eficacia teraputica probada. El paciente ahora se encuentra ms

    "saludable" y fuerte que antes, por lo tanto percibe la naturaleza directiva de este acer-

    camiento como invasora o agresiva (esto no hubiese sucedido as en etapas anteriores cuando su condicin era ms "frgil"). Sin

    embargo, debemos permanecer constante-mente atentos de que estamos all para

    atender al paciente y no al revs. Por lo tan-to, un eclecticismo tcnico y la apertura pa-ra modificar el plan de tratamiento son en

    pos del mejor inters del paciente. Hacia el final del nivel cinco ste se encuentra bas-tante saludable, mucho ms funcional que

    antes y est lleno de esperanza donde una vez slo haba desesperanza. Es ahora cuan-

    do pasa al nivel seis de este modelo - el del

    regreso al nivel de funcionamiento previo.

    Como mencionamos anteriormente, muchos clnicos suscriben a la filosofa (y prctica) que tal regreso implica xito, la terapia se

    dosifica y al poco tiempo finaliza. Es incues-tionablemente correcto que el paciente ha hecho un fenomenal progreso en relacin

    con el punto inicial de intervencin. Tam-bin podemos asumir con cierta seguridad

    que, en este momento, la mayora de las partes en la vida del paciente estn otra vez en orden, posee un mejor sentido de auto -

    estima y su visin de la vida es, por lejos, ms positiva que antes. Sin embargo, como

    enunciamos con anterioridad, detenernos aqu (como hacen la mayora de las formas de psicoterapia) sera, por descuido, actuar

    como ligeramente reduccionistas (y sabemos que la logoterapia no lo es) El por qu de es-ta afirmacin es la siguiente: en esta etapa

    de la terapia, an no hemos facultado al pa-

    ciente para alcanzar el nivel de auto -

    trascendencia. En este punto, nuestra prctica logoteraputica tiene cierto dficit

    de su mxima (logoteraputica) filosfica fundamental de auto -trascendencia. Por lo tanto, la consulta logoteraputica debera

    continuar - siempre esforzndonos en asistir al paciente para alcanzar el nivel siete de la

    ste est grficamente descripto en la figura 1, como un firme ascenso del paciente hacia

    un nivel notico (espiritual) de funciona-miento. Mientras que previamente el pacien-

    te se mova a travs de la vida de una mane-ra "normal" y regular (por favor, refirase nuevamente al nivel uno de la figura 1) el

    objetivo logoteraputico del nivel siete de es-te modelo es facultarlo para alcanzar lo que podra ser denominado como "nivel de exis-

    tencia basado en la notica". As como las cuatro tcnicas logoteraputicas discutidas

    son tiles, el modo ms poderoso y preferido de intervencin en este momento de la tera-pia es la Modificacin de la Propia Actitud.

    La razn para ello es que es una interven-cin cuya base es notica! Aqu debemos

    enfatizar firmemente que cada tratamiento consiste en una nica combinacin de cual-quier nmero de estas cuatro tcnicas. As

    como cada ser humano y su respectivo sen-tido(s) en la vida son nicos, as debe ser su tratamiento. Consecuentemente, podemos

    desestimar una o ms de las intervenciones logoteraputicas mencionadas segn el pa-

    ciente y la problemtica que ste plantee.

    Es importante establecer aqu que el proceso

    de dosificacin de la teraputica puede co-menzar. Esto es, una vez en el nivel siete, sera clnicamente prudente espaciar las se-

    siones de consulta del paciente progresiva-mente hasta llegar a la finalizacin formal de la intervencin. Con ello, varios objetivos

    pueden ser alcanzados. Algunos de ellos in-cluyen, pero no quedan limitados a estos,

    los siguientes ejemplos: Primero, incremen-tando el perodo de tiempo entre sesiones,

  • 15

    cualquier transferencia puede ser dirigida y

    solucionada. Segundo, estos prolongados lapsos de tiempo pueden servir como

    "chequeos del terreno" para determinar la eficacia teraputica de la habilidad del pa-ciente para extrapolar su progreso ms all

    de la formal sesin de consulta. Tercero y ltimo, a travs de esta dosificacin, el pa-ciente usualmente logra un elevado sentido

    de auto control e independencia. As, al fina-lizar la consulta, la probabilidad de recaer

    en una crisis tan desvastadora como la pri-

    mera disminuye considerablemente.

    Por ltimo, llega el momento de la finaliza-cin formal de la intervencin y de dar el al-ta al paciente. En contraste con el estado del

    paciente al final del nivel seis (el regreso al nivel previo de funcionamiento), sus carac-tersticas, una vez concluida la sptima eta-

    pa, han mejorado ostensiblemente. Algunas de estas caractersticas o cualidades inclu-

    yen un sentido de identidad muy fortalecido, un muy alto sentido en la orientacin de su vida, un distinto y ms fuerte sentido inter-

    ior de propsito y direccin en la vida, tcni-cas de abordaje tremendamente valorizadas

    y, lo ms importante, un nivel de ser auto trascendente. Aceptando el desafo de dar ese paso extra "trascendental", el logotera-

    peuta asiste al paciente para alcanzar un nivel de ser considerado virtualmente impo-sible de lograr slo unos meses atrs. En es-

    te punto que el paciente, como el avin des-pegando sus ruedas de la pista, ha actuali-

    zado su esencia.

    Conclusin:

    Irnicamente, el mejor cumplido que un lo-

    goterapeuta puede recibir es quedarse sin trabajo! Sin embargo, como tales, bien sabe-mos que siempre hay una innumerable can-

    tidad de personas "esperando" ansiosamente ocupar el espacio liberado por algn pacien-

    te regular dado de alta. Este es, ciertamente, un triste comentario con respecto al estado

    de la sociedad de hoy porque mucha gente

    est, segn las palabras de Frankl, "clamando por sentido". Pero a su vez, es un

    signo muy positivo ya que el sentido y la res-ponsabilidad de la sociedad debe comenzar por el sentido y la responsabilidad indivi-

    dual.

    En los das que corren, las personas estn

    asediadas por multitud de estresantes even-tos (y los sentimientos asociados) para los cuales la mayora no tiene tcnicas de abor-

    daje y el nivel notico de ser para resolver independientemente las diferentes crisis en

    la vida. Ha sido investigado y documentado que, aproximadamente el 64% de los Ameri-canos, tienen un bajo propsito en la vida

    (medido por el PIL test desarrollado por Crumbaugh). Esto es bastante conmocio-nante ya que cuantitativamente significa

    que dos de cada tres personas estn desilu-sionadas, perdiendo su sentido de direccin

    en la vida y considerando a su propia exis-tencia como de poco valor! T o m a n d o distancia y vindolo desde una perspectiva

    puramente clnica, dos de cada tres perso-nas estn experimentando alguna forma, ti-

    po e intensidad de depresin que amerita tratamiento. No asombra el hecho de que los telfonos de los terapeutas siempre estn so-

    nando.

    En conclusin, el modelo propuesto aqu tie-

    ne una slida base terica. Tambin, tiene una slida base experiencial, ya que es el modelo que surgi cuando trat a los tres

    pacientes cuyas historias clnicas introdu-cen este artculo y muchos otros con similar

    problemtica. Bastante rpidamente, co-menc a ver una patrn del cual result el desarrollo del modelo de la "intervencin lo-

    goteraputica superadora de la crisis". De este modo, lo que empec practicando intui-tivamente se transform en una serie orga-

    nizada de niveles en el proceso de interven-cin, la cual, a su vez, lleg a ser un modelo

    flexiblemente estructurado. Un muy podero-so y til modelo de intervencin clnica re-

  • 16

    sult de "escuchar a mis pacientes y apren-

    der de ellos" el cual, hipotticamente, puede servir para ayudar a incontables pacientes,

    tan slo, porque sus terapeutas pueden haber aprendido este til instrumento clni-co. En su libro: The Doctor and the Soul , Frankl se refiere a la logoterapia como el

    raputica superadora de la crisis no es dife-

    rente. Es decir, tomando la espiritualidad

    como parte integral de la intervencin, sta yace en algn lugar entre la ciencia y la reli-

    gin. Pero como Frankl tan elocuentemente establece: "As, esta es una tierra sin hom-

    bre. Pero, oh -

    Figuras 1 y 2

  • 17

    LA AUTOTRASCENDENCIA DE

    LA OBRA DE VIKTOR FRANKL en nuestra prctica logoteraputica.

    Por Dr.Jos Martnez Romero Gands

    Mail de contacto: [email protected]

    Blog: logoterapiagalicia.blogspot.com.ar

    C uando se habla de la influencia que sobre nuestra prctica logoterapu-tica tuvieron las enseanzas de Frankl se piensa en teora y prctica de la asistencia a dolientes. Pero se olvida, acentuando este aspecto, que la primera lec-

    cin del Maestro fue su vida misma.

    Ya conocis su biografa pero resalto de ella

    su actitud comprensiva, su humor, su dis-ponibilidad y su gran capacidad de ubica-

    cin en la circunstancia que le tocara vivir.

    La principal influencia para mi prctica lo-

    contr sentido a mi vida ayudando a los

    El impacto hizo que ese sea el nombre que le

    Centro de Actualizacin del Encuentro y la

    Comunicacin.

    Sabis que el sentido de vida no se d por

    aadidura, que debe descubrirse y renovar-se ante cada una de las circunstancias dif-

    ciles que nos presenta la existencia. Que son muchas. Pero nunca las suficientes para que nos alejemos del segundo axioma fran-

    kleano que influy en mi prctica logoterap-

    Os dais cuenta de lo que esto significa? Significa una formidable arma para abrirse a

    la posibilidad de autotrascendencia y super-

    ar la culpa por nuestra existencia limitada.

    Limitada por la muerte, pero posible.

    Limitada por las circunstancias, pero con un

    margen de libertad inalienable. Siempre que a esta libertad la acompae una alta dosis

    de responsabilidad.

    Frankl agreg, a travs de su trabajo, obra

    tiendo una gran frustracin existencial, ha

    confundido el sentido de la vida y ha caido

    en el sinsentido.

    mos al servicio del otro para acompaarlo en

    el camino hacia su plenitud.

    Somos logoterapeutas, profesionales al ser-

    vicio del mantenimiento o descubrimiento

    Somos aquellos que tenemos la obligacin de detenernos, de comprender y de hablar,

    para transmitir el mensaje.

    Tenemos la obligacin de una formacin res-ponsable e intensa en los aspectos bio -psico

    -sociales -espirituales que definen la multidi-mensionalidad y la pluritemtica de la Per-

    sona, porque el modelo frankleano as lo exi-

    ge.

    Esta formacin responsable nos fue pedida en numerosos encuentros personales con Frankl a todos aquellos que nos acercba-

    mos para pedir consejo o escuchar su pala-bra. Recuerdo varias ancdotas acerca de la forma amable y humorstica de pedir esto.

    Pero ser para contarlas en otros escritos.

    mailto:[email protected]
  • 18

    Debemos contribuir al desarrollo de esta Es-

    cuela en la que encontraremos una fabulosa arma teraputica: la Esperanza. Deca Ga-

    los indefensos. Y por ello tiene eficacia. Por

    Para mi prctica logoteraputica me gusta agregar a esta afirmacin de Marcel: si los

    gobernantes de este universo globalizado to-maran como bandera la Esperanza para cal-mar el hambre, el sufrimiento, las carencias

    de los pueblos, el siglo XXI vera concretado

    el milagro.

    La Esperanza abre al hombre a la posibili-dad. Tomada como base de la actuacin pro-

    fesional para ayudar al otro en su sufrimien-to y frustracin nuestra Escuela tiene la po-sibilidad de convertirse en el paradigma del

    siglo XXI.

    Para ello debemos acudir, una vez ms, a

    las enseanzas de Frankl y su modelo de

    agrega Frankl en 1984 un eplogo que titul

    ltimos aos repeta esto personalmente.

    Extraigo prrafos para su mejor compren-sin y ustedes irn imaginando un anlisis de la personalidad del Maestro. Deca Frankl

    son expertos en el campo de la Logoterapia?. (Cuando lo invitaron) El profesor Ghougas-

    sian quera que yo elaborara como creo que ser el porvenir de la logoterapia despus

    que me haya ido. En otras palabras, quera que desarrollara mi ltimo trabajo antes de morir; se supone que debo dejar un legado.

    De hecho el futuro de la Logoterapia depen-de de ustedes, y al determinarlo seran inde-

    pendientes. Despus de todo, la logoterapia considera al hombre como un sser en busca

    de sentido, y como un ser que es responsa-ble de la realizacin del sentido, y la logote-

    rapia ve su propio cometido en hacerle cons-

    logoterapeuta, puesto que l, adems, debe darse cuenta de su responsabilidad, de su ser libre y responsable. En otras palabras,

    debe caracterizarse por un espritu indepen-

    como miembro de la comunidad logoterap-utica, no est obligado a suscribir todo lo

    la logoterapia no solo concierne a sus aplica-

    ciones en varios campos sino a sus funda-

    go ms que una tcnica, y es as en la medi-

    da en que ella necesariamente incluye un elemento de arte. Y la Psicoterapia es siem-pre ms que mera ciencia en la medida en

    que ella tambin necesariamente incluye un elemento de sabidura. Ambos forman una

    totalidad y unidad donde las dicotomas en-tre tcnica y encuentro desaparecen y se di-

    Extraigo un prrafo ms que sirve de modelo de la autotrascendencia de Frankl para

    acerca del tema de que cada fundador de

    una escuela psicoteraputica describe en su sistema, en ltima instancia, su propia neu-rosis y escribe en sus libros la historia de su

    propio caso? Bien, no estoy autorizado a hablar en este contexto de Sigmund Freud o de Alfred Adler, pero, en lo que a la logotera-

    pia se refiere, confieso de buena gana que cuando joven tuve que pasar por el infierno

    de la desesperacin ante la aparente falta de sentido de la vida, atravesando una etapa de total y extremo nihilismo. Pero luch a brazo

    partido contra l, como lo hizo Jacob con el

    una inmunidad contra el nihilismo. Desa-rroll la logoterapia. Es una pena que otros

    autores, en lugar de inmunizar a sus lecto-res contra el nihilismo, lo inculquen con su

  • 19

    propio cinismo, el cual es un mecanismo de

    defensa o formacin reactiva que ellos han

    Queda clara la leccin: debemos recordar al Maestro pero no lo debemos convertir en gur de ningn movimiento. La logoterapia

    tiene ya mayora de edad. Y cada uno de no-sotros debe elegir bien el trabajo al que se

    enfrenta siguiendo esta escuela. Elegirlo y responsabilizarse. Investigar y compartir co-nocimientos con los colegas. Dialogar. Per-

    mitir el encuentro interdisciplinario. Encon-trarse y posibilitar la autotrascendencia

    recproca.

    Esta es la influencia del pensamiento fran-

    kliano en la prctica teraputica y por consi-guiente en la vida personal de cada uno. Es

    fcil concluir esta presentacin si recurri-

    mos, una vez ms, a lo dicho por Frankl en

    min mi primer libro con la frase de que la

    go qu tierra prometida! Hace de esto trein-

    ello es este congreso. El programa es como

    un viaje a travs de muchos y variados pai-

    -Romero Gandos

    [1] Frankl, Viktor E.

    nes RIALP, Madrid, Espaa. Eplogo.

    http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4310898390987065884#_ftnref1
  • COMUNICACIN:

    ALEGRA Y SUFRIMIENTO

    Por Dr Claudio Csar GARCIA PINTOS

    Mail de contacto: [email protected]

    20

    U no de los procesos ms personales y personalizantes es, sin duda al-guna, la comunicacin. Camino, proceso, instrumento, que permite ese intercambio siempre enriquecedor entre dos, que logran intimidad plena a travs de

    la comunicacin. Posiblemente sea por esto mismo, uno de los mayores problemas de la humanidad, y el mbito en el cual ra-

    dicamos la causa de conflictos de todo tipo.

    COMUNICACIN

    Con las palabras podemos armar un uni-verso entero entre dos personas. Existen

    el da que me quieras, las ro-sas que engalanas

    mentos irreemplazables con los cuales

    mordial, que nos involucra y nos compro-mete. Del mismo modo como todo cons-tructor queda comprometido con lo que ha

    construido.

    Es as que, siendo bien utilizada, la palabra

    construye un universo conciliador que

    pretenden comunicarse. En el primer caso, ese universo acerca, construye, encuentra;

    en el segundo caso, aleja, ofende, incomu-nica, constituyndose en un instrumento

    violento.

    Si sostenemos la analoga del constructor, construir no significa arrojar ladrillos sin

    ms, desparramar cemento sin sentido o clavar maderas por cualquier lado. Del

    mismo modo, comunicar no significa arro-jar palabras sin ton ni son, desparramarlas en ese universo que se establece entre dos

    personas. No.

    Algunos autores han definido y afirmado

    que el ser humano no puede no comunicar-se, y que, de hecho, lo hace permanente-mente. Sin embargo, considero que no es

    as. Si el hombre se comunicara perma-nente y, casi, espontneamente, no existir-

    an tantos problemas de comunicacin. Por eso mismo creo oportuno distinguir en-

    tre expresar y comunicar.

    Una de las caractersticas del ser vivo, de la vida misma, es la expresin. La vida se ex-

    presa, la vitalidad se expresa. Fcilmente puedo distinguir entre un hombre dormido y un hombre muerto. En principio, osten-

  • 21

    tan una imagen similar, ambos tumbados

    sobre una cama, inmviles. Sin embargo, la vitalidad se expresa de alguna manera,

    ms o menos sutil pero evidente, pudiendo discernir con facilidad el estado de uno y el del otro. Y esa expresin de lo vital, es in-

    evitable. Caminando por la calle, abstrado en sus preocupaciones, cavilando sobre

    preocupacin, angustia, recogimiento, etc) an cuando no sea plenamente consciente

    de lo que est expresando, ni de la presen-cia de quien lo est observando. Ahora bien, eso, a mi entender, no es comunicar.

    Es la inevitable expresin de su vitalidad.

    Porque comunicar implica, necesariamen-

    te, una intencin. Y si esa intencionalidad no est presente, la comunicacin no pue-

    de establecerse. Veamos.

    Deca anteriormente que comunicar no es arrojar palabras, del mismo modo que

    construir no es arrojar ladrillos. Muchas veces hablamos pero no nos estamos co-municando. Simplemente emitimos un discurso que, incluso, puede no ser veraz, puede no construir intimidad entre los que

    hablan, puede esconder al que habla. Cuntas veces comprobamos que alguien

    Tambin podemos dialogar sin comunicar-nos. Es el caso en el cual, literalmente, compartimos el logos, la palabra, pero construyendo monlogos paralelos. Dos

    que, an estando frente a frente, hablan y se escuchan a s mismos, como

    siempre interesados en su propio tema.

    Otra posibilidad es conversar compartir el surco o el verso). Implica un paso adelante respecto de la situacin an-

    terior, porque ahora, conservamos una hilacin entre lo que dice uno y responde el

    otro. Pero an as, podemos conversar sin

    comunicarnos.

    Comunicar significa la posibilidad de afec-

    tar la conducta de otro, quedando abierto a

    ser afectado en uno mismo por su respues-ta. Esa afectacin recproca, significa que

    tenemos algo en comn, algo mo qued en l, y algo suyo, en m. Ciertamente, mu-chas veces pretendemos afectar la conduc-

    ta del otro, pero, siempre quedamos abier-tos a ser afectados por su respuesta? No. Y ah comienzan los problemas de la comuni-

    cacin. Esta dinmica es lo que propia--

    limentacin. Si no hay feed -back, no ha

    habido comunicacin.

    De tal modo, comunicar implica necesaria-mente una intencin comunicante. No se da espontnea o naturalmente. Y esa in-

    tencin debe ser compartida, porque puedo pretender comunicarme con otro que no est dispuesto a comunicarse conmigo.

    Expresar no es comunicar.

    UN POCO MS ALL

    Si avanzamos un poco ms all de la des-cripcin del proceso, y nos involucramos en su esencia significativa, podramos decir

    que al comunicar, la palabra interior le otorga existencialidad al silencio interior (esencialmente incomunicable) De modo tal que aquello que no puede transmitirse con palabras, toma existencia concreta en

    la palabra comunicada. Por eso la comuni-cacin siempre ser un acto imperfecto

    (siempre el silencio interior es desbordante de cualquier palabra que pretenda transmi-tirlo), pero es perfecto para comunicar mi

    interioridad. De all el valor de la intencio-nalidad comunicante y el respeto por la pa-

    labra, como transmisor de ese silencio.

    Es as que bien podramos entonces descri-

    bir el proceso de la comunicacin (ya no desde el modelo ciberntico de David Berl), sino desde la experiencia existencial

    de comunicarse, de la siguiente manera:

    1-

  • 22

    la palabra.

    2- Lanzo o arrojo esa palabra hacia el inte -

    3- se dirige mi palabra 4- -

    5- Quedo abierto y me hago fecundo con su

    -

    Vemos que, entonces, comunicar no es simplemente expresar vitalidad, ni siquiera

    otro, fecundndolo de alguna manera con algo mo. As, el que no se comunica, el que monologa permanentemente, juega

    una especie de juego autoertico, cuando en realidad est convocado a ser fecundo y

    fecundar.

    Tambin podemos comprender que la pala-

    bra es, al mismo tiempo, obvia y misterio-sa. Revela y encubre. Por un lado, mani-fiesta la profundad de mi silencio interior,

    pero, al mismo tiempo, es portadora de mucho ms de aquello que se entiende,

    portadora de muchos discursos en un solo discurso manifiesto, muchos ms de los que podran ser entendidos inmediatamen-

    te. De all, nuevamente, el respeto que me-

    rece la palabra comunicada.

    COMUNICACIN:

    ALEGRIA Y SUFRIMIENTO

    Comunicarse no es sencillo. Es lo ms per-sonal y personalizante, pero, al mismo

    tiempo, es lo que de manera ms desperso-nalizante vivimos en lo cotidiano. Habla-mos, dialogamos, conversamos, frecuenta-

    mos las redes sociales y llenamos univer-sos enteros, de todo tipo, con palabras y

    palabras. Expresamos, definimos, describi-

    mos, informamos, creamos, intentamos acercar y alejamos, halagamos y ofende-

    mos, pero, nos comunicamos?

    Comunicarse significa la alegra de poder compartir con el otro, nuestro silencio in-

    terior, darle existencia a nuestra persona espiritual; pero al mismo tiempo, puede

    significar el sufrimiento de sentirse incom-prendido, a pesar de todo nuestro esfuerzo por comunicarlo. El riesgo de salir de

    nuestro silencio y caer en el vaco del otro,

    en un interior infecundo.

    El suceso pasa por vencer la tentacin a encerrarnos, a mantener en silencio nues-

    tro silencio interior. Porque el silencio in-terior enmudecido, va en contra del desa-rrollo del nosotros primordial . Cuando Yo pongo algo de m en el Otro, y el otro pone algo de s en m, construimos un Nosotros

    que se hace hogar para los dos. Un hogar apropiado para la realizacin de la persona espiritual que, por su naturaleza y voca-

    cin autotrascendente, sufre el desamparo del individualismo, del egosmo y del ego-centrismo. El Nosotros es su hogar, por-

    que all encuentro algo de m y el otro en-

    los vaivenes y horizontes de la comunica-

    cin, y all, nos realizamos como personas. -

  • 23

    Este mes, CAVEF quiere compartir con los

    lectores de LOGORED, un artculo muy in-

    teresante, escrito por nuestro querido ami-

    go y respetado colega, el Dr.Efrn Mart-

    nez Ortiz

    estudio.

    MODELO DEL PROCESO DE RESTRICCIN DE LO NOETICO EN LAS DROGODEPENDENCIAS

    Por Efrn Martnez Ortiz PhD.

    E n el abordaje de las drogodependen-cias existe diferentes modelos de aproximacin: El modelo moral, el modelo de la enfermedad, el modelo de la adaptacin, el modelo de afronta-miento del estrs, el modelo bio -psico - so-

    cial y una gran cantidad de apreciaciones dentro de los diferentes enfoques psicolgi-

    cos. En este aporte, se pretende exponer de manera un tanto sistemtica la visin del desarrollo de restricciones o el impedi-

    mento de sus manifestaciones - de la di-mensin notica en el campo de las drogo-

    dependencias:

    VIDA VIVIDA

    Desde la Ontologa dimensional de la Logo-

    terapia se comprende al hombre como una

    unidad indisoluble de cuerpo, mente y espritu, es decir, se comprende en una y

    con una dimensin espiritual, en donde se considera al ser humano una unidad mltiple de tipo Bio -Psico-Socio-Espiritual,

    en relacin con un mundo interno, un

    mundo externo y un mundo trascendente.

    La vida como hecho fctico que es, al mis-mo tiempo es posibilidad de ser, es decir,

    es facultativa.

    Es posibilidad de ser, el ser humano puede oponerse a la captacin subjetiva de una

    circunstancia, a pesar de las vivencias in-troyectadas y de la construccin de un mo-

    do de ver el mundo, para de esta forma dar un nuevo significado, transformado de esta manera y en el presente, la historia que ha

    venido escribiendo; si nos mantuviramos desde un punto de vista determinista con-denaramos al ser humano por lo que ha

    sido, olvidndonos tristemente de lo que

    puede llegar a ser.

    El pasado no deja nunca de actualizarse.

    La vida vivida nunca deja de vivirse, por lo

    tanto la comprensin de la vivencia juega un papel de vital importancia en la aproxi-

    macin hacia el ser humano.

    VIDA VIVIDA COMO CONSTRUCCIN DE

    LA VULNERABILIDAD

    El ser humano desde siempre entra en con-

    tacto con el azar de la existencia.

    LA PGINA DE CAVEF

    Director: Dr.Claudio Csar Garca Pintos

    Por Dr Claudio Csar GARCIA PINTOS Mail de contacto: [email protected]

    facebook.com/claudio.garciapintos.1

    http://www.facebook.com/claudio.garciapintos.1
  • 24

    Ante este azar, el hombre como posibili-

    dad - puede construir a pesar o a partir de las circunstancias; sin embargo, la vida vi-

    vida en dichos momentos contempla dife-rentes caminos de curso, algunos de ellos facilitan estados de vulnerabilidad que im-

    piden esas manifestaciones del mundo de lo posible, pues la dimensin espiritual se ve restringida por mltiples condiciona-

    mientos introyectados en la vida vivida.

    Cuando la dimensin espiritual se encuen-

    tra restringida debido a la poca actualiza-cin que se le da a dichos recursos y por

    los condicionamientos introyectados, la persona se encuentra en un estado de vul-nerabilidad para el desarrollo de problemas

    de adiccin (por supuesto tambin para

    otro tipo de problemas).

    De esta forma se podran exponer dos mo-

    mentos

    Las personas que han restringido por dife-rentes circunstancias sus manifestaciones espirituales y que debido a ello tienen ma-

    yor vulnerabilidad para desarrollar un pro-

    blema de adiccin.

    Las personas cuya restriccin notica no es mayor, por lo cual su proceso de adiccin

    es ms lento, pero finalmente reprimen y restringen sus manifestaciones espirituales

    y se generan un problema de adiccin.

    Los restrictotes de los contenidos espiritua-les poseen contenidos bio -psico -sociales,

    algunos de mayor fuerza biolgica (Enfermedades propiamente dichas), otros de mayor fuerza psicolgica (Trastornos de

    importante resaltar que el todo est en la parte y la parte esta en el todo. Si se logra contactar con una pequea luz del logos, si

    se logra contactar con una pequea mani-festacin espiritual en medio de las cir-cunstancias de restriccin ms adversas,

    es posible abrir la puerta de lo espiritual para oponerse a lo psicofsico y manifestar-

    se a pesar de las restricciones.

    DINAMICAS RETROACTIVAS

    La limitacin del espritu humano consiste,

    en la dependencia del espritu hacia su

    trumental y expresiva de su organismo. Es-

    ta doble funcin -en la que se basa toda capacidad de accin o de expresin de la persona espiritual! - se puede perturbar;

    pero no por esto destruir a la persona espi-

    Al encontrarse restringida la dimensin notica, se desarrolla al interior del ser

    humano una dinmica que limita la expre-sin espiritual e impide la manifestacin

    del poder de oposicin del espritu.

    La primera afeccin se da en la expresin de la libertad de la voluntad. La adiccin a

    las drogas se apodera de la capacidad de eleccin, convirtiendo los condicionamien-tos psicofsicos en pandeterminismos que

    aumentan la vulnerabilidad y/o refuerzan el crculo adictivo. Los pandeterminismos

    se manifiestan como mandatos a los que el organismo psicofsico esta supeditado obligndolo a mantenerse en un estado

    subhumano, casi sin diferencia de los ani-

    males.

    Al permanecer detenida la libertad de la vo-luntad, el llamado a responder del ser humano de igual forma se restringe. A pe-

    sar de la restriccin de la dimensin noti-ca, no por ello, deja el hombre de ser res-

    ponsable; puede que el ser humano no sea responsable de su adiccin (en el sentido de herencias genticas y condicionamientos

    sociales), pero si es responsable de la acti-tud que asume frente a ella, la dimensin

    notica debe ser antes un poco esclarecida.

    La segunda afeccin debida a la limitacin de esta dimensin es la dificultad de expre-

    sin de la voluntad de sentido.

  • 25

    En la restriccin de la libertad de la volun-

    tad, el organismo queda gobernado por las

    voluntades de poder y de placer.

    La tercera afeccin se da en el rea del sen-tido de la vida. Las drogas generan un pseudo sentido captado por una conciencia

    alterada

    Esta dificultad para hallar el sentido nico

    y personal de cada situacin, puede inter-

    pretarse como una ceguera axiolgica.

    El mundo de los valores permanece intacto, pero no es posible acceder a ellos y en es-

    pecial a los valores de actitud fomentando

    el victimismo caracterstico de la adiccin.

    En sntesis, podemos resumir la dinmica

    respectiva de la adiccin en dos puntos:

    1-sin notica es proporcional al desarrollo

    de la morbilidad psicofsica, y

    2- La libertad, la responsabilidad, la con-ciencia, la voluntad de sentido y el sentido de vida pueden desplegarse de manera pro-

    porcional al desarrollo del proceso de adic-

    cin.

    LA VIDA COMO FACILITADOR DE LAS

    MANIFESTACIONES ESPIRITUALES .

    En nuestra experiencia, los conceptos ex-

    presados con anterioridad se constituyen como elementos de gran importancia en la comprensin de la adiccin para el desa-

    rrollo de programas de prevencin prima-

    ria, secundaria y terciaria.

    HACIA LA AUTOESTIMA A PESAR DE LA DEPENDENCIA

    Ser dependiente de sustancias o tener

    algn tipo de adiccin, ubica al ser huma-no en una situacin lmite, en donde la

    eleccin y decisin por permanecer o su-

    perar el problema, se confunden con una autodeterminacin que libera al drogode-

    pendiente de toda la responsabilidad: no es mi culpa, estoy enfermo; si bien, la adic-cin a las drogas puede considerarse como

    enfermedad, su progresin y desarrollo de-penden de la propia capacidad de eleccin y decisin. Por ello, cuando a travs de la

    adiccin se llega a una situacin limite, la conciencia manifiesta algunas luces y el

    usador de drogas puede afirmar como Max Scheler que .

    El abuso de substancias es un

    perdido>>; inocencia que ubica al consumi-dor de drogas en el nivel de un nio insa-

    tisfecho, sin paraso y desprovisto de pro-teccin, un nivel con caractersticas infan-tiles como la carencia de responsabilidad,

    el egosmo y el egocentrismo; como carac-tersticas de orfandad como las dificultades

    afectivas, el cinismo, los mecanismos de defensa e incluso la crueldad. El nio in-terior que existe en todos los seres huma-

    nos se convierte a travs del consumo de drogas, en una de las paradojas de la adic-cin, buscando proteccin y encontrando

    abandono, buscando seguridad y encon-trando miedos, buscando el paraso y en-

    contrando el infierno.

    Los barrotes invisibles de la drogadiccin,

    hacen que la vida de un adicto activo se encuentre llena de contradicciones y auto-engaos, eligiendo caminos y paradojas co-

    mo las siguientes:

    * Evadir el dolor consumiendo Aumentar

    el dolor por consumo.

    * Buscar la libertad en las drogas

    encontrar la esclavitud en ellas.

  • 26

    * Intentar ser uno mismo Terminar sien-

    do otro adicto.

    Encontrar el dolor.

    * Encontrar seguridad -Llenarse de temo-

    res.

    * Buscar amigos -Hundirse en la soledad.

    * Eludir los problemas Aumentar las difi-

    cultades.

    Aumentar la

    prdida de sentido.

    Es sorprendente el engao en que se su-merge el usador de drogas, envolviendo to-

    do su ser en la falsedad del paraso que busca. La oscuridad de la toxicomana es tan profunda que oculta el sentido de vida

    y fomenta el descubrimiento de antivalores, frustra la voluntad de sentido y reduce al ser humano a un ente sin control ni poder

    de eleccin: convierte a una madre en ase-sina del hijo que lleva en su vientre y que

    se droga a travs de ella, transforma en irresponsable a un padre que deja sin co-mida a sus hijos por ir a drogarse, conlleva

    a los hijos a ser ladrones de sus padres, desborda el instinto sexual para cometer

    incestos y violaciones, reduce el valor de la

    suicidio y conduce al hombre a la ruina

    moral; sin embargo, es tal el poder de las drogodependencias que an y a pesar de lo mencionado con anterioridad, el consumo

    de drogas aumenta cada da ms trgica-mente nos expone ante cerebros inundados

    de sustancias que continan negando que

    tienen un problema de adiccin.

    Para nadie es un secreto que vivimos en una sociedad adicta y es innegable la exis-tencia de ciertos condicionamientos socia-

    les, biolgicos y familiares que precipitan, predisponen y/o exacerban el uso de sus-tancias, conduciendo al ser humano hacia

    la dependencia a pesar de la autonoma que desconoce. Sin embargo, redefinir la

    concepcin del mundo y aceptar que con

    condicionamientos y posibles dependencias nuestra autonoma es real, no es una tarea

    fcil; pues en ocasiones es dentro de nues-tra propia crcel en donde se empieza a gestar ser libre innato, esclareciendo e invi-

    tando al poder desafiante del espritu hacia

    la ruptura de las cadenas de la adiccin.

    Ser autnomo significa asumir la responsa-bilidad de los actos y de las decisiones que se toman en libertad; significa saber y ser

    consientes de que es en mi propio nombre en el que yo actu y que tanto por omisin

    o eleccin, mi participacin es activa.

    Dirigirse hacia la autonoma a pesar de la

    dependencia implica asumir la responsabi-lidad sobre el ser libre innato y aceptar que aunque el cuerpo y la mente se encuentren

    esclavizados ante una sustancia, hay una esfera de la existencia que es intocable por lo patolgico, es nuestra caracterstica co-

    mo seres espirituales la que con todo y de-pendencia, nos permite tener una fuerte

    voluntad de sentido que conduzca hacia la

    autonoma.

    Ser dependiente de sustancias, en ningn momento remite al hombre a la prdida de su autonoma; si bien, la capacidad de

    eleccin y decisin se ven seriamente afec-tadas por el consumo de drogas, el ser -libre innato permanece intacto y es all, en la di-

    mensin notica, en donde apelando a la fuerza del espritu humano, puede el hom-

    bre con problemas de adiccin, dirigirse hacia la autonoma a pesar de la depen-

    dencia.

    LOGOTERAPIA, UNA ALTERNATIVA ANTE LOS MALES DE LA POCA

    La logoterapia es la terapia centrada en el

    sentido, es una visin de hombre que cree en el mundo de lo posible y que considera al ser humano como unidad mltiple a ni-

    vel Bio -Psico-Socio-Espiritual.

  • 27

    Sus principales fundamentos nos dicen:

    1.- Que existe una libertad de la voluntad

    que se plantea como una manifestacin del espritu que a pesar de ser finita en el orga-nismo psicofsico, se antepone desde lo es-

    piritual a esta finitud. Dentro de esta liber-tad se enmarca el concepto de responsabi-

    lidad. El hombre es libre para ser respon-sable porque es libre. Es decir; negar la responsabilidad es una libre eleccin de no

    -ser libre, fundamento que hace insepara-

    bles estas dos manifestaciones espirituales.

    El hombre est llamando a la realizacin del sentido de su vida y de los valores que

    le dan significado a la misma, y ante este llamado, es responsable. De igual forma existe una responsabilidad ante algo y ante

    alguien enmarcado en la capacidad espec-ficamente humana de la autotrascendencia dirigida al encuentro con otro y con una

    dimensin trascendente.

    Finalmente, la responsabilidad puede en-

    tenderse como la habilidad de dar respues-ta a las preguntas que plantea la vida y co-

    mo la capacidad de asumir las consecuen-

    cias de las elecciones realizadas.

    2.- Que las voluntades de placer y de poder conllevan un argumento inmanentista que

    se opone a la autotrascendencia y frustra la existencia del ser humano. Mientras las voluntades de placer y de poder consideran

    como fin ultimo de la existencia la consecu-cin del placer es consecuencia de alcanzar

    un fin y el poder un medio para el mismo, y no al fin en si, motivo por el cual se pro-mueve un estado de frustracin que conlle-

    va al surgimiento del vaco existencial.

    En cuanto a la voluntad de sentido esta no

    busca alcanzar el poder ni el placer, ni si-quiera la felicidad, pues su inters es el en-cuentro de un argumento, una razn para

    se feliz.

    3.- Que el primer fundamento de la antro-

    pologa Frankliana es el postulado de la li-bertad de la voluntad. Una libertad que no slo es ante algo sino para bsqueda del

    sentido de la vida: es decir, para el desarro-llo del segundo fundamento logoteraputico

    o fuerza motivacional llamada voluntad de sentido. Finalmente surge la pregunta por el sentido de la vida; sin embargo, para

    preguntar por el sentido de la vida sobre lo que es o lo que significa - hay que pre-

    guntar por el sentido de una persona con-creta y de una situacin concreta. Es decir, es un constructor que apela a la coherencia

    y le confiere a la vida orientacin unidad, y

    direccin.

    En conclusin podramos argumentar que el sentido de la vida existe en todo mo-

    mento y bajo cualquier circunstancia, que el hombre es libre para buscarlo y que esa

    tensin entre lo que es y lo que debe ser lo motiva para encontrarlo. Es decir, el sen-tido de la vida se contiene en la vida mis-

    ma. La vida como hecho fctico que , al mismo tiempo de ser, y es ante esta posibilidad que el hombre responde y descubre un

    sentido para su vida.

    CAVEF intenta acercar a los lectores infor-

    macin sobre actividades, tanto como ma-

    terial de estudio que pueda incorporarse a

    los archivos de los lectores como referen-

    cia vlida en diferentes temticas de in-

    ters.

  • EXISTEN LOS NATIVOS

    DIGITALES?

    Deconstruyendo el mito.

    Por Dra. Patricia Mara Nigro

    28

    Las cosas claras

    M e gustara refutar en este artcu-lo la famosa (y gastada?) clasifi-cacin que estableci Mark Prensky en 2001, cuando Twit-blicado en el diario El Territorio (13-8-11) y en otro publicado en El Cronista (25-9-12) cuestionamos esta divisin (que no fue

    pensada para nuestra cultura ni para nuestro estado de avance tecnolgico) pero que, sin embargo, tuvo un xito enorme y

    la gente utiliza como si fuera algo natural. Personalmente, considero que es ms pre-

    les, creado por Prensky (Selwyn, 2009 y

    Pew Research Center , 2012).

    En primer lugar, Prensky alude a un con-

    punto objetable de su ensayo es la divisin

    en edades. Cmo fijar fechas si nos referi-mos a contextos distintos? Por qu decir que los nacidos despus de 1995 son nati-

    vos digitales, si en nuestro pas, eran esos los aos en que comenzaban a venderse las

    pc de escritorio? No podemos trasplantar una terminologa que ya qued antigua al poco tiempo. Los avances de la tecnologa

    son aceleradsimos. Finalmente, la idea de

    que los nios manejan eficazmente las tec-

    nologas tambin puede refutarse. A los chicos les sobran los estmulos pero care-

    cen de los esquemas de conocimiento nece-sarios para procesarlos, o sea, de juicio crtico para valorar lo que consumen.

    en la misma situacin).

    Visitantes y residentes digitales

    Si tenemos necesidad de clasificar a las

    personas, prefiero el trabajo de investiga-cin de Daniel White y equipo en la Univer-sidad de Oxford. White distingue entre visi-

    tantes y residentes digitales. Se basa en las siguientes premisas, antes de poner una

    etiqueta a los grupos humanos:

    Hay que observar no las tecnologas que

    usan las personas sino cmo las usan.

    Las personas no siguen un patrn determi-

    nado basado en el nivel de habilidades.

    Todo parte de si las personas ven la red co-

    cin de herramientas tiles.

    As, los residentes digitales son individuos

    que viven un porcentaje de su vida en lnea. La red les sirve para proyectar su

    identidad y les facilita la creacin de rela-ciones con otras personas. Pensemos en la fuerza de las redes sociales y el concepto

  • 29

    una imagen y reputacin en lnea que man-tienen de forma regular. Adems, usan la

    red para todos los aspectos de su vida :

    profesional, de estudio y de recreacin.

    En cambio, los visitantes digitales son indi-

    viduos que usan la red como una herra-mienta de manera organizada y solamente

    cuando la necesitan. Entran en Internet,

    realizan una tarea y salen de la red.

    Esta distincin supera a la de Prensky, ya que no est basada en el sexo ni en la edad y se funda en la cuestin del acceso

    a Internet y de la motivacin .

    Qu propondra yo?

    Hace un tiempo, cuando publiqu el primer

    artculo El Territorioadolescente si haba terminado de leer el libro que estaba leyendo y me respondi:

    me sorprendi pero luego me di cuenta de que era un excelente ejemplo de cmo los

    play a un libro cuando lo estamos leyendo, o sea, va pasando ante nuestros ojos que lo leen casi

    cuando le colocamos un sealador porque siempre podemos volver al punto en que lo

    dejamos. Como haramos con un video. Considero que las generaciones actuales

    Qu es esto? Como explica Maryanne Wolf

    en Cmo aprendemos a leer. Historia y cien-cia del cerebro y la lectura , la ciencia no puede describir an qu sucede en nuestro cerebro cuando leemos en soporte papel. Podramos conjeturar que, con los nuevos

    dispositivos de lectura (el celular, la tablet, la pantalla de la pc) y tambin, con los hi-

    pertextos, las conexiones neuronales sern

    diferentes. As, seguramente los modos de

    procesar la informacin tambin se vern afectados. Sin embargo, los chicos que es-

    tudian hoy leen en cualquier dispositivo, aunque, a la hora de estudiar, prefieren el papel, porque les permite subrayar y mani-

    pular ms fcilmen