logored mayo 2014

24
Muchas veces me veo sorprendido por cosas de la cotidianeidad. Son circunstancias que me afectan en el ánimo y me conmueven. Debo confesarles, con un indisimulable pudor, que es cierto que conservo una mirada infantil de la vida. He dejado allá lejos mi infancia cro- nológica, pero me niego rotunda- mente a perder mi infancia viven- cial. No quiero que los vaivenes de una cultura desaprensiva, me qui- ten algo, para mí, tan valioso, co- mo esa mirada de niño. Porque con esos ojos es que se descubre el sentido con menos turbiedad. Claro, podrán señalarme de inge- nuo o infantil; tal vez lo conside- ren una declaración de inmadu- rez. Pero no, no confundan, pan rallado con aserrín. Son dos cosas distintas. Que un niño no pueda intelectualizar lo que percibe, no quiere decir que perciba fantasía o irrealidad; percibe, más bien, el ser de las cosas. Discierne lo bue- no de lo malo con una claridad meridiana. Pero la manera de sostener esa mirada de niño, esa infancia vi- vencial como la doy en llamar ahora, está estrechamente relacio- nada con el sostenimiento de la confianza como actitud de vida, como disposición permanente del ánimo. Como modo de vivir. Etimológicamente hablando, con- fianza deriva del vocablo latino ―confidentia‖, en el cual ―con‖ es un prefijo que significa junto, todo, EDITORIAL Un mundo sin peluquines Por Claudio García Pintos INVESTIGUEMOS SO- BRE EL DESARROLLO DE LA PSICOTERAPIA EXISTENCIAL (pp.3-4) LOGOTERAPIA VINCULAR AMAR Y CUIDAR Un clásico entre los clásicos (pp. 5-6) ENTRE EL PAN RALLA- DO Y EL ASERRÍN (pp. 7-10) APUNTES DE DOCENTE (pág.10) LA PAGINA DE LOGOFORO (pág.11) LA IGLESIA POR LA ESCUELA (pp.12-13) DIOS (pp. 14-16) LA PAGINA DE CAVEF (pp.18-19) EL ESPIRAL DE LO IN- ESPERADO (pp.20-21) APARECIÓ EN LOS ME- DIOS… LUEGO EXISTE (pp. 23-24) UN MUNDO SIN PELUQUINES EDITORIAL con, y ―fides‖, que significa fe. Sería algo así como la acción de total seguridad o garantía de algo o de alguien, ―con absoluta convic- ción‖, podría decirse. Desde esa confianza, uno cree en el mundo, en el otro, en uno mis- mo, en el valor de la palabra, en el sentido del compromiso, en la pro- fundidad de una promesa. Uno conserva la convicción de que las cosas son de una manera y perma- necerán siendo así, más allá de las condiciones circunstanciales. Y esa confianza genera una sensación bonita de paz. Una tranquilidad especial. Pero vivimos en tiempos en los cuales la confianza está en crisis, tanto como la verdad, la es- peranza, la ilusión y, por ende, la paz y la tranquilidad. Recuerdo el caso del calvo que usaba una peluca. Iba en bicicleta y una ráfaga de viento se la voló. Quedó expuesto en su calvicie y sintió vergüenza ante los vecinos que lo descubrieron. Para superar el hecho, los miró y dijo. ―El pro- blema ha sido confiar en cabellos, que ya habían abandonado otra cabeza‖ Desde mi mirada infantil reflexio- no: el problema no se resuelve de- jando de confiar, sino más bien, reconociendo en qué/quién se pue- de confiar y en qué/quién, no. De- cididamente, prefiero un mundo de calvos, y no uno de peluquines, que van dónde los lleve el viento.

Upload: federico-garcia-presedo

Post on 28-Mar-2016

230 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

Edición correspondiente al mes de Mayo 2014

TRANSCRIPT

Muchas veces me veo sorprendido

por cosas de la cotidianeidad. Son

circunstancias que me afectan en

el ánimo y me conmueven. Debo

confesarles, con un indisimulable

pudor, que es cierto que conservo

una mirada infantil de la vida. He

dejado allá lejos mi infancia cro-

nológica, pero me niego rotunda-

mente a perder mi infancia viven-

cial. No quiero que los vaivenes de

una cultura desaprensiva, me qui-

ten algo, para mí, tan valioso, co-

mo esa mirada de niño. Porque

con esos ojos es que se descubre

el sentido con menos turbiedad.

Claro, podrán señalarme de inge-

nuo o infantil; tal vez lo conside-

ren una declaración de inmadu-

rez. Pero no, no confundan, pan

rallado con aserrín. Son dos cosas

distintas. Que un niño no pueda

intelectualizar lo que percibe, no

quiere decir que perciba fantasía o

irrealidad; percibe, más bien, el

ser de las cosas. Discierne lo bue-

no de lo malo con una claridad

meridiana.

Pero la manera de sostener esa

mirada de niño, esa infancia vi-

vencial como la doy en llamar

ahora, está estrechamente relacio-

nada con el sostenimiento de la

confianza como actitud de vida,

como disposición permanente del

ánimo. Como modo de vivir.

Etimológicamente hablando, con-

fianza deriva del vocablo latino

―confidentia‖, en el cual ―con‖ es

un prefijo que significa junto, todo,

EDITORIAL

Un mundo sin

peluquines

Por Claudio García Pintos

INVESTIGUEMOS SO-

BRE EL DESARROLLO

DE LA PSICOTERAPIA

EXISTENCIAL (pp.3-4)

LOGOTERAPIA VINCULAR

AMAR Y CUIDAR

Un clásico entre los

clásicos (pp. 5-6)

ENTRE EL PAN RALLA-

DO Y EL ASERRÍN (pp. 7-10)

APUNTES DE DOCENTE (pág.10)

LA PAGINA DE

LOGOFORO (pág.11)

LA IGLESIA POR LA

ESCUELA (pp.12-13)

DIOS (pp. 14-16)

LA PAGINA DE

CAVEF (pp.18-19)

EL ESPIRAL DE LO IN-

ESPERADO (pp.20-21)

APARECIÓ EN LOS ME-

DIOS… LUEGO EXISTE (pp. 23-24)

UN MUNDO SIN PELUQUINES EDITORIAL

con, y ―fides‖, que significa fe.

Sería algo así como la acción de

total seguridad o garantía de algo o

de alguien, ―con absoluta convic-

ción‖, podría decirse.

Desde esa confianza, uno cree en

el mundo, en el otro, en uno mis-

mo, en el valor de la palabra, en el

sentido del compromiso, en la pro-

fundidad de una promesa. Uno

conserva la convicción de que las

cosas son de una manera y perma-

necerán siendo así, más allá de las

condiciones circunstanciales. Y esa

confianza genera una sensación

bonita de paz. Una tranquilidad

especial. Pero vivimos en tiempos

en los cuales la confianza está en

crisis, tanto como la verdad, la es-

peranza, la ilusión y, por ende, la

paz y la tranquilidad.

Recuerdo el caso del calvo que

usaba una peluca. Iba en bicicleta

y una ráfaga de viento se la voló.

Quedó expuesto en su calvicie y

sintió vergüenza ante los vecinos

que lo descubrieron. Para superar

el hecho, los miró y dijo. ―El pro-

blema ha sido confiar en cabellos,

que ya habían abandonado otra

cabeza‖

Desde mi mirada infantil reflexio-

no: el problema no se resuelve de-

jando de confiar, sino más bien,

reconociendo en qué/quién se pue-

de confiar y en qué/quién, no. De-

cididamente, prefiero un mundo de

calvos, y no uno de peluquines,

que van dónde los lleve el viento.

Página 2

K irk J. Schneider y Orah T. Krug,

en su libro ―Existential-Humanistic Therapy‖ (Terapia Humanístico-Existencial), 2009,

American Psychological Association, nos explican los antecedentes de este movi-miento, cuál es la situación actual en es-

te campo, cuáles son las investigaciones que se llevan a cabo y su futuro.

Citamos en castellano: ―Las investigacio-nes muestran que factores personales e interpersonales son responsables del re-

sultado terapéutico positivo. A tal punto que estos factores están en el corazón de la práctica Existencial, proponemos que

los estudiantes que tienen la formación específica en la terapia Existencial pro-

bablemente sean los llamados a efectuar el cambio terapéutico.‖ Nos ha parecido un tema interesante pa-

ra la discusión en diversos foros y para

que todos sigamos investigando sobre el te-

ma. Completa esta idea lo expresado por Paul

Smith Pickard: " Para mí, la terapia y el en-cuentro terapéutico son siempre co-construídos como una forma de interexpe-

riencia más allá de nuestra humanidad compartida. Mi percepción del cliente y mi

autopercepción siempre es una experiencia incorporada que a veces se opone a ser ex-presada en palabras en ―esta relación mági-

ca, este pacto entre ellos y yo segun la cual presto mi cuerpo para que ellos inscriban en el y me den su parecer.‖' (Merleau-Ponty

1997: 146). A menudo pienso en el encuen-tro terapéutico como un baile donde nos

seguimos el uno al otro con pasos sutiles y donde presto atención (al otro) con todo mi ser."

Me gustaría recibir comentarios de estu-diantes y expertos sobre este tema y com-

Página 3

INVESTIGUEMOS SOBRE EL

DESARROLLO DE LA

PSICOTERAPIA EXISTENCIAL

Por José MARTÍNEZ-ROMERO GANDOS

Mail de contacto: [email protected]

Página 4

partir opiniones que comprometen nues-

tro trabajo cotidiano con el otro que con-sulta en el ámbito de la psicoterapia. Existe una extensa bibliografía sobre

Existencialismo. En este mismo blog pu-blicamos una lista orientativa. No es tiempo perdido visitar bibliotecas y con-

sultar estos libros clásicos.

La Psicoterapia Existencial nos exige a los responsables de su realización en el campo de la Salud una marcha hacia el

desarrollo por los caminos de la funda-mentación, de la aplicación de la teoría a

la práctica, de las investigaciones basa-das en tests y estadísticas y en nuestro compromiso.

Este compromiso obliga a considerarla más que una mera ciencia como un ele-

mento de arte y sabiduría donde técnica y encuentro desaparecen como dicotom-ía.

Son claras las necesidades de nuestra disciplina en el campo investigativo. Es una tarea que, con agrado, hemos des-

arrollado muchos de nosotros y que ha promovido numerosos discípulos que

aplican esos avances con creatividad y responsabilidad. Pero no se han realizado los estudios

comparativos necesarios entre diferentes autores, no se ha producido la tan nece-

saria sistematización de datos, no somos muy afectos a la validación de nuestra tarea por jueces externos por aquello de

sostener la ―co-visión‖ y rechazar la

―supervisión‖ y las comunicaciones entre in-

vestigadores son muy pocas y se limitan a estos encuentros periódicos. Es necesaria una mayor motivación para

que aumente la asistencia a cursos dictados por prestigiosos profesionales que ayuden a dilucidar definiciones operacionales funda-

mentales sobre conceptos como, por ejem-plo, ―autotrascendencia‖, ―libertad‖,

―responsabilidad‖, ―sentido de vida‖, ―el po-der desafiante del espíritu‖, ―situación lími-te‖ y ―capacidad de enfrentar la enferme-

dad‖, especialmente en las enfermedades graves, crónicas o terminales. Esta descripción de los aspectos principa-

les a tener en cuenta para la validación del Análisis Existencial y la Psicoterapia Exis-

tencial quiere animarlos y desafiarlos, en su mas profundo sentido etimológico, para que contribuyan con su trabajo y creatividad al

desarrollo de esta disciplina. Nuestro trabajo es algo más que una técni-

ca. Es apelación. Es cura del otro. Es arte y compromiso. Debemos transmitir nuestro poco saber a los jóvenes, Psicoterapeutas

Existenciales del siglo XXI, quienes deben mantener encendida la antorcha que guiará nuestras investigaciones.

Nos aguardan, diría yo expectantes por con-tribuir al desarrollo de la Psicoterapia Exis-

tencial,, libros de Martin Buber, Dilthey, Marcel Gabriel, Husserl, Jaspers, Kierkega-ard, Lukas, May, Minkowski, von Uexküll,

von Wizsäcker, Yalom, Frankl y tantos otros.

Vistá el FaceBook de LOGORED y

encontrarás información actualizada

sobre las actividades y eventos

organizados por CAVEF, GENERARTE

y CLAE-UCA, como así también

de otros eventos.

Es simple, cliqueá ME GUSTA, y toda la

información te llegará regularmente.

Página 5

S iempre simpaticé con la figura de

Sancho Panza, el compañero in-

condicional del Quijote, casi un

hermano de aventuras, de sue-

ños, de derrotas, de batallas y de frustra-

ciones. Tal vez la metáfora de familia tanto

de uno como de otro, la persona que en-

carna el cuidado implícito y el sostén

constante por estar ahí, siempre disponi-

ble. ¿Acaso no definimos así a la madre, o

al padre ideal, al hermano o al mejor ami-

go? Y muchas veces me pregunté ¿qué

hubiese hecho Don Quijote, tanto o todo lo

que hizo, sin Sancho a su lado?

De hecho, es monumental el momento en

el que Cervantes narra la muerte del Qui-

jote, en cuanto al tormento que se produce

en su amigo y compañero de hazañas:

Mucho se ha hablado sobre Don Quijote

como metáfora de la vida, incluso lo han

hecho figuras tales como Dostoievsky u

Ortega y Gasset. En la monotonía y el vac-

ío, Don Quijote descubre un vehículo de

salvación: la lectura de los libros de caba-

llería. Sobre ellos monta el escenario que

lo conducirá a sus estrepitosas andanzas,

y a los desafíos que reunirán a estos dos

personajes, el Hidalgo y Sancho Panza pa-

ra no separarse jamás.

Alguna vez escuché que las obras litera-

rias son un pasaporte a pensar. Podemos

entender entonces, desde esta premisa,

que todo libro clásico contiene un caudal

reflexivo en su haber.

El Caballero de la Mancha es un clásico.

¿Por qué? Porque es una obra que no pasa

de moda, porque su relato siempre nos dice

algo, porque su valor es eterno.

―El hombre en busca de sentido‖, de Viktor

Frankl, ¿es otro clásico? Desde esta pers-

pectiva, podríamos decir que sí: no pasa de

moda, su lectura siempre nos dice algo pro-

fundo y su valor va más allá de un momen-

to histórico o un lugar en particular.

Viktor Frankl pudo resistir una de las

pruebas más rotundas que haya experi-

mentado el ser humano: ser prisionero en

los campos de concentración, merced a la

esperanza del reencuentro con sus seres

queridos y amados. Es decir, el amor fue el

sostén verdadero en los instantes más ate-

rradores. Y así, el mismo Frankl nos advier-

te sobre el sentido que le otorga a la vida el

amor por alguien o por alguna causa o

algún ideal. Nos aferra a la vida, nos dá

confianza, rumbo, intencionalidad, pers-

pectiva, orientación, valor, valentía.

Podría haber elegido analizar la salud

mental del Quijote, pero me resulta muy

tediosa tarea, siendo éste un personaje tan

apreciado y valorado desde mi adolescencia

hasta hoy. Es más, cuando leo análisis que

lo tildan de loco, hasta me resulta molesto

que lo cataloguen de semejante modo, sin

ver su gran intento por salir del vacío. Por-

LOGOTERAPIA VINCULAR

AMAR Y CUIDAR

Un clásico entre los clásicos

Por Lic.Analía Boyadjián

Mail de contacto: [email protected]

Página 6

que esto es lo que hace con la lectura de

los libros de caballería: descubre que hay

algo más allá de la monotonía y el gris de

su cotidianeidad. Y sale a buscarlo (o a in-

ventarlo).

Como cuando descubre los molinos de

viento y comenta: “¿Ves aquellos gigantes

tan fieros? Pues pienso luchar con ellos

hasta darles muerte para que dejen de

hacer maldades”…

Se las ingenia para trabar con la realidad

una relación en donde pueda encarnar el

personaje que él desea ser. Y esto me re-

cuerda a lo que expresa Kundera en El li-

bro de la risa y el olvido: “Tenía con res-

pecto a su vida la relación que tiene el es-

cultor con la escultura o el novelista con la

novela. Uno de los derechos inalienables

del novelista es el de reelaborar su novela.

Si no le gusta el comienzo puede cambiarlo

o tacharlo‖.

En realidad, si ustedes me lo permiten,

queridos lectores, estoy intentando jugar

con las hazañas de Don Quijote de la Man-

cha y su compañero Sancho Panza y la

propuesta de la búsqueda del ―sentido de

la vida‖ de la Logoterapia. Sin olvidar que

Seguinos en FaceBook y mantenete informado sobre nuestras actividades y eventos

la vida no podemos tacharla como la nove-

la, aunque sí podemos elegir lo que vamos

a escribir en el cuaderno que es nuestro

día de hoy, y que solo nosotros debemos

elegir cómo completarlo, o con qué colores

pintarlo.

Analía Boyadjián

Página 7

S i bien es sencillo comprender teóri-

camente qué es vivir, no es sencillo hacerlo. Porque en el existir debe-mos ir sor- teando innumerables

paradojas que pueden proponernos si-

tuaciones confusas.

Los autores existencialistas, por ejem-

plo, nos exponen a una original confu-sión desde sus primeros conceptos,

cuando nos hablan de ―ser arrojados a la existencia‖, ―enfrentados a la nada‖. Difícil no angustiarse ante tan –

aparentemente- desoladora propuesta. Claro está, cuando descubrimos que en realidad nos están definiendo como li-

bres y responsables, ya las cosas cam-bian. Es que en muchos aspectos es

viable confundir pan rallado con aserrín, al dejarnos impactar por lo in-

mediato, perdiendo de vista lo esencial.

Una de las confusiones –la que ahora me ocupa– puede ser la de circunstan-

cia y logro. Fue el genio de Ortega y Gasset, el que nos alertó sobre sus dife-rencias, al inmortalizar su concepto de

―Yo y mi circunstancia‖ Pero, tomado como un mero slogan, y, dando por su-puesto su significado, caemos fácilmen-

te en la posibilidad de confundirnos. De hecho, muchas veces es necesario acla-

rarlo –su significado– en el trabajo de orientación. ¿En cuáles casos? Veamos

algunos ejemplos:

(1) Juan viene a consulta movido por la

insistencia de su esposa, quien sostiene

Que su marido tiene un hábito alcohóli-

co. Juan comenta que efectivamente consume media botella de whisky por día, al margen del alcohol que consume

con las comidas (aproximadamente una botella y media de vino entre almuerzo y cena) Su respuesta es la siguiente:

―Doctor, sé que tomo más alcohol de lo que debería, y que hacerlo me hace

cambiar el humor, especialmente de noche. Se que no puedo dejar de tomar-lo porque me acostumbré a hacerlo, soy

un poco adicto al alcohol, pero ella no entiende que tomo porque soy nieto de irlandeses, y los irlandeses toman mu-

cho alcohol‖.

(2) María es una mamá muy exigente y, por momentos, agresiva con su peque-ña hija de 4 años. Llega a castigarla

físicamente. Viene a consulta por suge-rencia de la escuela. Ella cepta sus ex-

cesos como tales, pero se justifica di-ciendo que así era su madre con ella y por eso ella actúa así con su niña, ―no

puedo evitarlo porque eso es lo que

aprendí‖

(3) Un dirigente político habla del éxito de la política aplicada por su gobierno,

asociado con el precio internacional del petróleo o la soja; al tiempo, el mismo dirigente se excusa del fracaso de la

política económica de su gobierno, aso-

ENTRE EL PAN RALLADO

Y EL ASERRÍN

Por Dr.Claudio García Pintos

Mail de contacto: [email protected]

ciado con la baja cotización internacio-

nal del petróleo o la soja.

Estos son solo tres ejemplos concretos,

en los cuales los involucrados confun-

den ―circunstancia‖ con ―logro‖.

Las circunstancias son condiciones

que constituyen el escenario de un ac-to. Aquello mismo que el propio Frankl

ha definido como destino, y que asume características gratuitas (es decir, alea-torias) e inevitables. Son condiciones

que están ahí y que no podemos negar ni eludir. Por logro, quiero significar

el resultado de mi existir, es decir,

aquello que pude realizar en mi exis-tencia, y que evaluaré como éxito o fra-

caso. En todo caso, es aquello que logré, es decir, lo que pude hacer en medio de esas circunstancias. Esto (el

logro), no depende directamente de las circunstancias, no son ellas las que de-

ciden el curso final de un momento y, mucho menos, de una vida; son ellas las que, verdaderamente, terminarán

acotadas por la decisión personal.

Cuando Ortega habla del ―Yo y sus cir-cunstancias‖, marca también la pre-

sencia fundamental y determinante del Yo en esa escena. Una escenografía,

por sí misma, nunca marcará el éxito o fracaso final de una actuación, aún cuando pudiera favorecer o no su luci-

miento.

Más allá de sus antepasados y raíces irlan-

desas, Juan no puede/debe apoyar su hábito alcohólico en eso, sino asumirlo co-mo modo propio de vincularse con el alco-

hol. María no puede/debe descansar en su historia como hija para deslindar responsa-bilidad sobre cómo vive ella su maternidad.

Un gobierno debe gestionar una política de estado que procure el bien común, y no

puede/debe cruzar los dedos para que el contexto internacional lo haga emerger o

sucumbir.

Circunstancia y Logro

Las circunstancias son hechos fortuitos

que acontecen con independencia de mi vo-luntad o mérito. Están ahí, gratuitamente,

son dadas por la vida y ocurren en torno de mí. Aunque parezca obvio decirlo, enton-ces, ―no son Yo‖. Hay una diferencia entre

ellas y Yo.

Yo me hago presente cuando, al margen de

su signo (buenas o malas), hago algo a par-tir y a pesar de ellas mismas. Según cómo aproveche esas condiciones, será lo que re-

sulte; ellas son inmodificables, pero el re-sultado de mi accionar, dependerá de mi

voluntad y de mi mérito personal.

Las circunstancias son de validez colectiva, por lo que dicen nada de mí. La condición

de carencia social, es de validez universal para todos aquellos que la viven. La cir-cunstancia de crecer en un hogar con pa-

Página 8

Página 9

dres separados, es común a muchos

chicos. Ahora, vivir en un barrio de emergencia o ―ser hijo de padres sepa-rados‖, no dice nada respecto de José o

de Lucía. Cómo vivo mi situación so-cioeconómica o cómo resuelvo los con-flictos que pudieron ocasionarse por la

separación de mis padres, eso sí

hablará de mí en cada caso.

¿Cuáles serían entonces las conse-cuencias de caer en la confusión entre circunstancia y logro? Creo que, bási-

camente, serían las siguientes:

1– VICTIMIZACIÓN: caer en la drama-

tización autocondenatoria de las cir-cunstancias. Es decir, dejar que sean

ellas y solo ellas las que terminen defi-niendo quien soy, cómo vivo y cómo me

proyecto.

―Habiendo crecido donde crecí, con los padres que tuve, y las carencias que sufrí, mi vida no puede ser sino esto que

vivo, aunque no me guste‖

2– VANAGLORIZACIÓN: la vivencia de una efímera gloria personal, tomada de

la vida, como si fuera propia. El caso de aquellos que se sienten exitosos y talentosos, solo por el hecho de dirigir

una empresa que fue heredada del pa-dre. Lo viven como un logro personal,

cuando en realidad es solo imperio de sus circunstancias. Como el político que cree que ha tenido una buena ges-

tión, cuando en realidad ha sido el im-

pacto del mercado internacional.

―Hemos logrado mejorar la economía del país gracias a nuestra política” o “No ha fracasado nuestra política sino los mer-

cados internacionales‖

3– ABDICACIÓN DEL YO: abandono del Yo en ambos casos anteriores. Al

no haber confianza en el Yo y sus posibili-

dades, no hay auto-trascendencia ni se pueden aprovechar o superar (según el ca-

so) las circunstancias.

4– PÉRDIDA DE PERSPECTIVA CRÍTICA:

por confusión o indiscriminación yoica (tomando prestado el término a los colegas ps i c oana l i s t as ) no hay au to -

distanciamiento, con el riesgo de la satani-zación del afuera o de los otros. No distingo entre las circunstancias y Yo mismo, care-

ciendo de la oportunidad de discernir la si-

tuación.

Entonces…

Las circunstancias son condiciones aleato-

rias que, presentes, no aseguran conse-cuencia alguna. Afectan la dimensión del

estar y, por ende, su afectación es no de-terminante. P.e. si mi circunstancia es de

carencia, ―estaré con hambre‖

Pero los logros inciden en la dimensión del ser y, por ende, son determinantes de

quién soy. P.e. si mi circunstancia es de ca-rencia, estaré con hambre, pero qué haré desde esa circunstancia afectará el quién

soy o quién termine siendo. Porque la per-sona humana no es el producto directo del

hambre, sino de cuál ha sido su realiza-ción, aún y a pesar de esa carencia cir-cunstancial. Por eso mismo, vale la ecua-

ción de Ortega, siendo ―Yo y mi circunstan-cia‖, donde: ―Yo‖ es el actor/agente y ―mi

circunstancia‖ es el escenario sobre el que

actúo.

Cuando sobrevaluamos las circunstancias

en desmedro de una subvaloración del Yo, invertimos la carga de la proposición, que-dando en: ―Mi circunstancia‖ como factor

determinante, y ―Yo‖ como pasivo receptor

de su afección.

Hablaba inicialmente de las paradojas de la vida, confusiones frecuentes y, a veces, de difícil discernimiento. Como el pan rallado

y el aserrín. Si bien es complicado pre-

tender cocinar milanesas con aserrín (en lugar del pan rallado), tanto igual lo es, pretender sostener la propia histo-

ria personal, solo en las circunstancias,

eludiendo la responsabilidad de los propios

logros y fracasos.

Página 10

APUNTES DE DOCENTE Por Claudio García Pintos

esas definiciones. Porque, en el fondo,

cada persona tiene el privilegio de deci-

dir, qué hacer ante las condiciones de

la vida, y quién ser. ¿Cómo? Levantan-

do la mirada al cielo, descubriendo la

propia estrella, comprometiéndose con

ella y asumiendo el coraje de avanzar

hacia donde ella nos lleve. No es fácil,

pero es posible! Por cierto, ¿no vale la

pena intentarlo?

Muchas veces cargamos con una exis-

tencia difícil, con un transitar complica-

do, que redunda en un estado perma-

nente de insatisfacción. ¿Es ese el senti-

do de la existencia? ¿Es cierto que

―venimos a este mundo para sufrir‖?

¿Es verdad que la felicidad no existe?

No. Desde el mismo momento en que la

libertad es una nota esencial de la per-

sona humana, no podemos sostener

Página 11

Del día 15 al 18 de este mes de mayo, el Instituto Viktor Frankl

de Viena, Austria, realizará el 2º. Congreso Internacional de Lo-goterapia con el tema ―El futuro de la Logoterapia‖.

Ponentes de diversos países expondrán sus propuestas y deba-tirán sobre los retos y oportunidades que esta forma de psicote-

rapia enfenta hoy. Logoforo estará presente en el evento para compartirles las no-

vedades y la experiencia. Para ver más información sobre el evento entra a:

http://logoforo.com/2a-conferencia-internacional-sobre-logoterapia-y-analisis-existencial-viena-austria/

Tenemos la reciente publicación de un capítulo del libro de Eli-sabeth Lukas

―Libertad e identidad: Logoterapia y problemas de adicción‖ Transcripción realizada por: Elisa Vanek

http://logoforo.com/la-educacion-y-los-problemas-de-adiccion/ ¡Muchas gracias por leernos! Esperamos tus comentarios.

Logoforo.com te invita a leer nuestros interesantes artículos y a

enterarte de los eventos más importantes de Logoterapia en el mun-

do de habla hispana; así como a conocer bibliografía recomendada,

frases célebres de Viktor Frankl y de otros pensadores, noticias y

ligas a otros Centros e Institutos en el mundo, que trabajan con este

enfoque existencial.

Mail de contacto: [email protected] //

www.logoforo.com

La Página de LOGOFORO Por Tere Vanek

Página 12

VATICANO, 11 May. 14 / 11:41 am

(ACI/EWTN Noticias).- En el evento ―LaIglesia por la Escuela‖, organizado en la tarde del 10 de mayo por la Conferen-

cia Episcopal Italiana, el Papa Francisco se reunió con más de 300 mil personas, entre estudiantes, profesores y padres

de familia, a quienes les recordó que la misión de la escuela es desarrollar el sen-

tido de lo verdadero, del bien y lo bello.En su mensaje a los cientos de miles de asis-tentes, el Santo Padre señaló que ―la mi-

sión de la escuela es desarrollar el senti-do de lo verdadero, el sentido del bien y el sentido de lo bello. Y esto ocurre a través

de un camino rico, hecho por tantos ‗ingredientes‘. ¡Es por esto del por qué

existen tantas disciplinas!‖.

―Porque el desarrollo es fruto de diversos elementos que actúan juntos y estimulan a la inteligencia, a la consciencia, a la

afectividad, al cuerpo, etcétera. Por ejem-plo, si estudio esta Plaza, la Plaza de San

Pedro, aprendo cosas de arquitectura, de historia, de religión, también de astro-nomía – el obelisco recuerda al sol, pero

pocos saben que esta plaza es también un

gran meridiano‖.

Así, dijo, ―cultivamos en nosotros lo ver-

dadero, el bien y lo bello; y aprendemos que estas tres dimensiones no están jamás separadas, sino siempre entrelaza-

das. Si una cosa es verdadera, es buena y es bella; si es bella, es buena y es verda-dera; y si es buena, es verdadera y es be-

lla. Y estos elementos juntos nos hacen crecer y nos ayudan a amar la vida, tam-

bién cuando estamos mal, también en me-

dio a los problemas. ¡La verdadera educa-ción nos hace amar la vida y nos abre a la plenitud de la vida!‖.

El Papa señaló que este evento ―no es en ‗contra‘, ¡es ‗por‘! No es un lamentarse, ¡es una fiesta! Una fiesta por la escuela Sabe-

mos bien que hay problemas y cosas que no funcionan, lo sabemos. Pero ustedes

están aquí, nosotros estamos aquí porque amamos la escuela. Digo ‗nosotros‘ porque yo amo la escuela, la he amado como alum-

no, como estudiante y como maestro. Y lue-go como Obispo. En la Diócesis de Buenos Aires encontraba a menudo al mundo de la

escuela, y hoy les agradezco por haber pre-parado este encuentro, que no es de Roma

sino de toda Italia. Les agradezco mucho por esto. ¡Gracias!‖. El Santo Padre recordó que ―tengo la ima-

gen de mi primera maestra, aquella mujer, aquella maestra que me recibió a los seis

años, al primer nivel de la escuela. Nunca la olvidé. Ella me hizo amar la escuela. Y luego he ido a encontrarla durante toda la

vida hasta el momento en que falleció, a los 98 años. Y esta imagen me hace bien. Amo la escuela porque aquella mujer me enseñó

a amarla. Este es el primer motivo por el que amo la escuela. Amo la escuela porque

es sinónimo de apertura a la realidad. ¡Al menos así debería ser! No lo es siempre, y entonces quiere decir que es necesario

cambiar un poco. Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad, a

la riqueza de sus aspectos, de sus dimen-siones. ¡Y nosotros no tenemos derecho de

tener miedo de la realidad!‖.

LA IGLESIA POR LA ESCUELA

Tomado de ACIPRENSA

Página 13

Francisco señaló que ―la escuela nos en-seña a entender la realidad. Ir a la es-

cuela significa abrir la mente y el co-razón a la realidad, en la riqueza de sus aspectos, de sus dimensiones ¡Y esto es

bellísimo! En los primeros años se aprende a 360 grados, luego poco a poco

se profundiza hacia una dirección y fi-nalmente se especializa. Pero si uno ha aprendido a aprender - y este es el secre-

to, ¿eh?, ¡aprender a aprender!- esto le queda para siempre, permanece una persona ¡abierta a la realidad!‖.

El Papa indicó que ―los maestros son los primeros que deben permanecer abiertos

a la realidad - he escuchado los testimo-nios de sus maestros; me ha dado gusto sentirlos tan abiertos a la realidad ¡con

la mente siempre abierta a aprender! Sí, porque si un maestro no está abierto a

aprender, no es un buen maestro, y ni siquiera es interesante; los muchachos lo perciben, tienen ‗olfato‘, y son atraídos

por profesores que tienen un pensamien-to abierto, ‗inconcluso‘, que buscan ‗algo más‘, y así contagian esta actitud a los

estudiantes. Este es uno de los motivos por el que amo la escuela‖.

El Santo Padre aseguró también que ―la escuela es un lugar de encuentro. Por-que todos nosotros estamos en camino,

¿eh? Poniendo en marcha un proceso, activando una vía. Y he escuchado que

la escuela -todos lo hemos escuchado hoy- no es un estacionamiento, ¿eh? es un lugar de encuentro en el camino Y

nosotros hoy tenemos necesidad de esta cultura del encuentro, ¿eh? para encon-trarnos, para conocernos, para amarnos,

para caminar juntos. Y esto es funda-mental precisamente en la edad del cre-

cimiento, como un complemento a la fa-milia‖. La familia, dijo el Papa, ―es el primer

núcleo de relaciones: la relación con el padre y la madre y los hermanos es la base, y nos acompaña siempre en la vi-

da. Pero en la escuela nosotros ‗socializamos‘: encontramos personas di-

ferentes a nosotros, diferentes por edad,

por cultura, por proveniencia, por capacida-

des diferentes La escuela es la primera so-ciedad que integra a la familia. La familia y la escuela ¡jamás van contrapuestas! Son

complementarias, y por lo tanto es impor-tante que colaboren, en el respeto recíproco Y las familias de los chicos de una clase

pueden hacer mucho colaborando juntas en-tre ellas y con los maestros. Esto hace pen-

sar en un proverbio africano que dice: ‗Para educar a un hijo se necesita a todo un pueblo‘. Para educar a un muchacho se ne-

cesita mucha gente: familia, escuela, maes-tros, todos, todos, personal asistente, profe-sores, ¡todos! ¿Les gusta este proverbio afri-

cano? ¿Les gusta? Digámoslo juntos: ¡Para educar a un hijo se necesita a todo un pue-

blo!, ¡juntos! ¡Para educar a un hijo se nece-sita a todo un pueblo! Piensen en esto, ¿eh? Piensen‖.

Francisco aseguró luego que ―también amo la escuela porque nos educa a lo verdadero,

al bien y a lo bello. Las tres cosas van jun-tas, ¿eh? La educación no puede ser neutra. O es positiva o es negativa; o nos enriquece

o nos empobrece; o hace crecer a la persona o la deprime, incluso puede corromperla Y en la educación es muy importante lo que

también hemos escuchado hoy: ¡siempre, es mejor una derrota limpia que una victoria

sucia! ¡Recuérdenlo! Esto nos hará bien du-rante toda la vida. Digámoslo juntos: siem-pre es mejor una derrota limpia que una vic-

toria sucia. ¡Todos juntos! ¡siempre es mejor una derrota limpia que una victoria sucia!‖

Al finalizar su mensaje, el Santo Padre ex-presó que ―en la escuela no solamente aprendemos conocimientos, contenidos, sino

que aprendemos costumbres y también valo-res. Juntos. Se educa para conocer tantas cosas, o sea tantos contenidos importantes,

para tener ciertas costumbres también para asumir los valores. Y esto es muy importan-

te Les deseo a todos ustedes, padres de fa-milia, maestros, personas que trabajan en la escuela, estudiantes, les deseo un hermoso

camino en la escuela, un camino que haga crecer, que haga crecer las tres lenguas, que

una persona madura debe saber hablar: la lengua de la mente, la lengua del corazón y

la lengua de las manos‖.

Página 14

M uchas voces se preguntan y

cuestionan acerca del lugar de la religión y la religiosidad en el hombre. ¿Por qué cre-

er? ¿Para qué creer? Algunos, incluso, definen la religiosidad como un movi-miento especulativo del hombre, una

especie de negociación para atenuar el impacto de aquellas cosas adversas que

deben vivirse. Un engaño, un opio que nos adormece ante el impacto fulmi-nante de una realidad sin trascenden-

cia. Otros, por el contrario, afirman la convicción de la existencia de un Dios, fuente y razón de la existencia, que

asume características particulares. Pa-ra unos es un Dios celador, gendarme,

castigador; para otros, es un Padre amoroso omnicomprensivo. Entre los extremos, diferentes versiones que co-

inciden en afirmar su existencia y su invalorable presencia. Siempre ampara

en la angustia y el dolor.

La presencia de Dios en el pensamiento de Viktor Frankl es evidente. Como

científico se refiere a El en términos de Suprasentido, pero hablando como filó-sofo, no duda en explayarse sobre su

existencia y naturaleza. Para Frankl es un Dios del amor, nunca del castigo ni

gendarme.

En una breve entrevista, supo referirse

a la religiosidad de la siguiente manera:

Entrevistador: Dr. Frankl, ¿qué significa exactamente una vida con sentido?

Frankl: Una vida con sentido tiene tres

oportunidades para verse plena en sentido: principalmente haciendo algo o creando al-go, luego vivenciando algo o alguien. Algo

significa la naturaleza, la cultura, y alguien, otra persona a quién amar. Entonces, la vi-

da puede ser plena de sentido a través del trabajo y del amor; pero, si fuese necesario, cuando deben vivirse, cuando se es con-

frontado por situaciones que no pueden modificarse y que causan sufrimiento, aún

así, uno puede todavía exprimir de esa si-tuación un sentido potencial para realizar a partir de la actitud que se adopte ante esa

situación.

Entrevistador: ¿Es esto todo aquello sobre

lo que habla la Logoterapia?

Frankl: No todo, pero diría que es un aspec-to intrínseco e importante del sistema que denomino Logoterapia.

Entrevistador: Dr. Frankl, en la búsqueda

personal de sentido a través de estas tres posibilidades, ¿cuál es el lugar de la reli-gión?

Frankl: Verá, en contraposición al sistema del Psicoanálisis de Sigmund Freud o del

sistema de la Psicología del Individuo que sigue las enseñanzas de Alfred Adler, la Lo-

goterapia no concibe al hombre como domi-nado por una pulsión del placer ni por una voluntad de poder, sino movido por una vo-

luntad de sentido. Y el hombre en busca de sentido es el factor motivacional básico, operando en el ser

humano. Entonces, la Logoterapia concibe

DIOS

Por Dr.Claudio García Pintos

Mail de contacto: [email protected]

Página 15

al hombre luchando por una vida lo más

significativa posible, o frustrado en su básica necesidad de sentido; frustrado por verse decepcionado, viendo que no

hay lugar para el sentido, no hay oferta de sentido, por decirlo mejor, está zozo-brando en su búsqueda de sentido.

Si definimos al ser humano como un ser en decidida búsqueda de sentido, aquí

encontramos el lugar en el que entra la religión, siendo que el hombre, o una gran parte de la población humana, se

encamina detrás de ésto, siendo que lu-chan por algo que podemos llamar un sentido último.

Y en la religión, un individuo religioso, no se satisface por encontrar una tarea

significativa por realizar, sino que va un paso más allá, accediendo a la cons-ciencia de una misión que le fue asigna-

da. Esto es la divinidad. Entonces, entra en una nueva dimen-

sión, pugnando por algo que es viven-ciado, percibido, como el sentido último, y no como un sentido del sentido último

Muchos pensadores han aportado re-flexiones interesantísimas sobre el lugar

de Dios en la cosmovisión personal. Me resulta particularmente interesante el

siguiente pensamiento de Clive Staples Lewis (escritor británico; 1898-1963) No creo que Dios quiera exactamente que seamos felices, quiere que seamos capa-ces de amar y de ser amados, quiere que maduremos, y yo sugiero que precisa-mente porque Dios nos ama nos concedió el don de sufrir; o por decirlo de otro mo-do: el dolor es el megáfono que Dios utili-za para despertar a un mundo de sordos; porque somos como bloques de piedra, a partir de los cuales el escultor poco a po-co va formando la figura de un hombre, los golpes de su cincel que tanto daño nos hacen también nos hacen más perfectos.

Esta idea de Dios y el sufrimiento, no es nueva en la historia del pensamiento;

sin embargo suele vincularse en térmi-nos de castigo, es decir, cuando el hom-bre ofende a Dios, sufre como castigo de

la ofensa. Aquí Lewis lo presenta en térmi-

nos de auxilio, ayuda, salvataje. Dios admite el sufrimiento como megáfono, para desper-tar consciencias, esculpir nuestra humani-

dad. Y esta definición acuerda con el pensa-miento frankliano, en términos de la necesi-dad de aprender a sufrir.

El propio San Agustín (354-430) apela a esta intención salvífica, cuando enseña que

―Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas”, a lo que Miguel de Cervantes (1547-1616) podría agregar, di-

ciendo “encomiéndate a Dios de todo co-razón, que muchas veces suele llover sus mi-sericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas”. Es decir, en aquellos sufri-mientos admitidos y usados como megáfo-

nos, Dios está presente, no solo como obser-vador, sino como asistente dispuesto a ayu-

dar. También aquí encontramos una cierta afinidad con el pensamiento frankliano, cuando enseña que en los momentos de os-

curidad y confusión, el hombre debe levan-tar los ojos y las manos hacia el cielo para descubrir las respuestas. De hecho, la esta-

tuilla que conservó siempre en una de las bibliotecas de su estudio y que simbolizaban

para él la imagen del hombre doliente (en realidad era la imagen de un apóstol mártir), es un hombre con llagas y aspecto sufriente,

que tiene elevadas sus manos y sus ojos al cielo.

Como científico, también llegó a la convic-ción de la existencia de Dios. Con la pruden-cia de conservar los ámbitos propios de la

psicología y la teología. Nos enseñó que has-ta donde llega una, empieza la otra. Algo si-milar lo manifestó Albert Einstein (1879-

1955) cuando dice que “el hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir”. ¿Cómo conocerlo a Dios? En un magnífico libro que resume el encuentro entre Viktor

Frankl y Pinchas Lapide (―Dios y la búsque-da de sentido‖, Ed.Herder), Frankl comenta

que no se puede ―hablar de Dios‖ en la pre-tensión de conocerlo. No. Reflexiona que, pa-ra conocerlo, no hay que hablar de Él sino

más bien ―hablar con Él‖ Es tan inaborda-

Página 16

ble como realidad, que nunca llegare-

mos a conocerlo desde la perspectiva del observador. La única chance es conocer-lo como interlocutor, como referente de

un vínculo personal. Del mismo modo como es posible conocer a un ―tú‖. Ese Dios del diálogo se hace propio y perso-

nal, mío y para mí. En este sentido, po-siblemente Frankl coincidiera con Oscar

Wilde (1854-1900), cuando dice que “estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deber-

íamos intentar vivir”. Esa presencia de Dios, a veces ignorada, en cada uno de

nosotros.

Presencia que, dice en un dialogo con el pastor americano Robert Schuller, pue-

de ser consciente o no, pero existe en todo hombre. Algunos la reconocen y la sostienen, en tanto que otros la niegan.

Pero aún en ellos, reflexiona Frankl, se ma-

nifiesta aunque sea en sueños. Porque to-dos, en el fondo, buscamos aquello que res-ponda a la pregunta del sentido último de

la vida. Decía Blas Pascal (1623-1662) que “sólo conozco dos tipos de personas razona-bles: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de

todo corazón porque no le conocen”

¿Cuál es la responsabilidad de Dios en nuestra existencia? Fundamentalmente ofrecernos la oportunidad de vivirla y reali-

zarla. Acompañarnos en su devenir, respe-tar nuestras decisiones. ¿Cuál es nuestra responsabilidad ante la existencia de Dios?

Aceptarlo como tal, no pretender enmen-darle su plan, aún cuando no lo compren-

damos, porque, “cuando Dios borra, es que va a escribir algo” (Jacques Boussuet, 1627

-1704)

GANDHI LOGOTERAPEUTA

Página 17

El 25 de mayo de 1810, es una fecha sig-

nificativa para los argentinos y, de algu-

na manera para los americanos. Ese

día, los ciudadanos que conformaban el

Cabildo de Buenos Aires (por entonces,

capital del Virreinato del Río de la Plata),

asumen la decisión de declararse a cargo

del gobierno, hasta que el rey Fernando

VII volviera a ocupar su trono. Por cierto,

si bien reconocemos el hecho como el

―Primer Gobierno Patrio‖, ellos mismos

se autodenominaron como Junta Con-

servadora de los Reales Derechos de Fer-

nando VII.

Como hecho político ha sido de significa-

tiva importancia para toda América del

Sur, actuando como disparador de otras

iniciativas que prosperaron en las inde-

pendencias americanas. Como hecho

histórico, creo que asume características

de mayor importancia aún. Quiero decir,

como legado de aquellos que tomaron la

iniciativa y la llevaron a cabo.

Políticamente marca un hito de transi-

ción entre el régimen anterior (colonial y

monárquico) y un nuevo mundo con re-

públicas modernas, libres, independien-

tes y responsables de sus propios desti-

nos.

Mucho se ha escrito y se seguirá escri-

biendo sobre el entramado de considera-

ciones políticas, económicas, militares,

estratégicas y sociales que giran en torno

de este tiempo y de estas decisiones. Pe-

ro nadie puede negar que marca un antes y

un después en el orden mundial.

Pero como hecho histórico (reitero, como le-

gado testimonial), marca aspectos dignos de

ser profundizados. Por ejemplo, la entrega de

aquellos próceres identificados con un bien

común, sostenido y defendido aún, en casos,

poniendo en riesgo los intereses personales;

el valor de un proyecto consensuado aún por

personas con distinta concepción política; la

convicción de un nuevo orden basado en li-

bertad, igualdad y justicia, no como enun-

ciados vaciados de sentido, sino como pila-

res activos de esa nueva comunidad; el valor

de una participación ciudadana activa, re-

belde, pero respetuosa de las diferencias

particulares; etc.

Aspectos de un mundo soñado y puesto en

marcha con el espíritu noble de la emanci-

pación, y la esperanza de una proyección

plena. Pero le siguieron otros hechos en la

historia de Argentina y del mundo, que no

siempre honraron estos ideales de 1810.

Probablemente, ésta es la enseñanza que de-

beríamos tomar del significado del 25 de ma-

yo: recuperar esos ideales, asumir esos com-

promisos, honrar esas luchas, terminar la

misión de consolidar una comunidad que se

sostenga propiamente en la libertad, la

igualdad y la justicia, que no use la escara-

pela nacional como eslogan marketinero, si-

no como sello de compromiso, con el pasado,

con el presente y con el futuro.

25 DE MAYO DE 1810

Por Claudio García Pintos

Mail de contacto: [email protected]

camino más sencillo”. Un físico, consi-

derado el científico más importante del siglo XX y emblema del pensamiento de las ciencias duras, es quien nos llama la

atención sobre la importancia de tran-sitar este camino (y otra vez aparece la

idea de ―camino‖)

El mundo moderno ha endiosado la razón en detrimento de otras formas de conoci-

miento no racionales, las cuales, por ser-lo, son consideradas como falaces o des-cartables. El conocimiento sensible, in-

mediato, está sujeto a un alto margen de error (por ejemplo, por el conocimiento

sensible podría afirmar, contundente-mente, que el sol se mueve, cuando en realidad no es así) El conocimiento racio-

nal, por las causas, parece ser infalible. De todos modos, siendo altamente confia-

ble, está sujeto a un margen de error; de hecho, muchas teorías científicas soste-

Página 18

CAVEF y GENERARTE siguen adelan-

te con su programa de promoción del arte en las escuelas, a través de la presentación de los diferentes musica-

les que producen. Este programa pe-dagógico se sustenta en la convicción que el arte es esencial para el desarro-

llo de la persona espiritual, siendo una ―vía regia‖ para su expresión y

realización.

“El arte no es una cosa, sino un ca-

mino” Elbert Hubbard (1856-1915)

Con esta expresión, este escritor, ar-tista y filósofo estadounidense, expo-

nente del movimiento ―Arts and Crafts‖, nos introduce en la idea del arte como un camino, es decir, no es

un algo a lograr o concretar, sino una forma de transitar, de transcurrir la

propia existencia. Una manera de

habitar el mundo o de ser en él.

Podríamos preguntarnos por qué sería

necesario habitarlo de tal modo, cuál sería el beneficio de hacerlo así. En

principio considero que se trata de un privilegio, dado que es expresión ge-nuina del Inconsciente Espiritual o

Persona Espiritual. Es la expresión del alma que desea ser escuchada, ne-cesita ser escuchada. Cuando no lo

es, clama por sentido, tomando la ex-presión frankliana. Fue el propio Al-

bert Eisntein (1879-1955), quien nos hizo reflexionar sobre el valor del arte, diciendo que “es la expresión de los más profundos pensamientos por el

La Página de CAVEF Cátedra Abierta Viktor E. Frankl

Director: Dr.Claudio García Pintos

Por Claudio García Pintos

Mail de contacto: [email protected]

facebook.com/claudio.garciapintos.1

Página 19

nidas por siglos como veraces, fueron

comprobadas como totalmente falsas a partir de conocimientos posteriores.

Pero hay una tercera forma de conoci-

miento, pre-lógico, que es el conoci-miento intuitivo. Aquel que nos permi-te captar directamente la esencia de

las cosas, de tal modo que no tiene margen de error. Esta forma de cono-

cimiento, expresión propia de la Per-sona Espiritual, es la involucrada en el amor, la fe y el arte. Porque a través

suyo accedemos directamente al valor intrínseco de las cosas. Es una forma de ver más allá de lo inmediato y sor-

tea los obstáculos que pueden gene-rarse desde las (lógicas e inevitables)

limitaciones del discurso racional. Casi diría que, desde la hipervalorada racionalidad, pueden presentarse las

confusiones, en tanto que desde la desprestigiada intuición, pueden

emerger las verdades. Verdades que luego tratamos de intelectualizar, ―formatear‖ al estilo del conocimiento

intelectual. Por ejemplo, no nos basta con creer en Dios con la certeza de la intuición, sino que debemos esforzar-

nos por demostrar intelectualmente su existencia. O, no nos basta con sa-

ber que amamos a alguien, tratamos de confirmar intelectualmente que lo que sentimos es amor, y encontrar ra-

cionalmente motivos que justifiquen aquello que sentimos. Del mismo

modo, nos da pudor reconocer en el arte un modo de comprender el mun-do, como si temiésemos ser condena-

dos por ingenuos o románticos. Gustave

Flaubert (1821-1880), escritor francés, nos proponía ―Ama el arte. De todas las mentiras es, cuando menos, la menos

falaz‖ Y el propio Pablo Picasso (18881-1973), completaría la propuesta diciendo que ―el arte es la mentira que nos per-

mite comprender la verdad‖.

Emmanuel Kant (1724-1804), refiriéndose

al arte, dijo que ―la belleza artística no consiste en representar una cosa be-lla, sino en la bella representación

de una cosa”. Indudablemente se refería, no al embellecimiento ficticio de la reali-dad, sino a la captación de la esencialidad

bella de las cosas. Y Viktor Frankl (1905-1997) comenta que “tanto por lo que se refiere a la producción artística, como

por lo que se refiere a la reproducción, el artista no puede prescindir en este sentido de una espiritualidad incons-

ciente. En el artista, la inspiración co-rresponde a la intuición, en sí irracio-

nal, de la consciencia y, por lo tanto, no racionalizable completamente, te-niendo incluso sus raíces en una esfera

de espiritualidad inconsciente‖

Este es el valor del arte. Esa posibilidad,

oportunidad, camino, privilegio, para des-cubrir la belleza de las cosas, esa verda-

dera belleza, que se encuentra en lo pro-fundo del ser, y que permanecerá por siempre en una misteriosa oscuridad, que

nunca podrá ser aclarada completamente por la conciencia racional; solo es accesi-

ble, es amigable, al inconsciente espiri-

tual.

Li Tai-po (701-762), poeta chino conside-

rado el mayor poeta romántico de la di-nastía Tang, expresó esta idea de manera bella y sencilla. Dijo, ―el mundo está lle-no de pequeñas alegrías. El arte consis-

te en saber distinguirlas‖

Dice la historia, que el poeta chino, murió ahogado en el río Yangzi, al caer de su bo-te una noche, cuando intento abrazar el

reflejo de la Luna sobre el agua.

EL ESPIRAL DE LO INESPERADO

Por Dra. Dides Iliana

HERNÁNDEZ SILVERA

Mail de contacto:

[email protected]

Q ueridos lectores, en esta oportu-

nidad voy a integrar distintas si-tuaciones, algunas escuchadas y otras que forman parte de esa

fracción de nuestra vida que se confunde entre el asombro, la sorpresa y la nebulo-sa del impacto o impresión que nos pro-

duce todavía lo inesperado. Surgen así varios temas que me gustaría abordar, a

modo de definir diversas situaciones que vamos enfrentando, algunas escuchadas, otras buscadas y otras en calidad de

―inesperado‖. Estas que nos asombran, turban, incomodan, movilizan e incluso nos centran en un espiral de casi un

sinfín de conjeturas, dilaciones y pensa-mientos que realmente hacen que nuestro

ser, comprenda que existe un hilo muy fino que divide el bien y el mal, y solo allí es cuando el sentido nos trasciende. Pri-

mer escalón de esta enumeración de te-mas que vienen a mi mente.

Les presento los temas, que he pensado como posibles y, sobre los que he decidi-do meditar:

Cuando el sentido nos trasciende Atravesando el sentido Unificando sentidos

Imagen reflejada Valor vs brillantez

Presentando así el primero de los temas, ―cuando el sentido nos trasciende‖, diría

que hemos cruzado la fortaleza de lo posi-ble para llegar a lo impensado. Ampliando

posibilidades, resurgiendo paso a paso, en una actitud que requiere de esfuerzo diario y persistente. En lo que hacemos,

vivimos, generamos y aceptamos. Pero aún

más allá, en la victoria propia donde San Francisco de Asís nos enseña:

Oh, Señor,

hazme un instrumento de Tu Paz . Donde hay odio, que lleve yo el Amor.

Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.

Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.

Donde haya duda, que lleve yo la Fe. Donde haya error, que lleve yo la Verdad. Donde haya desesperación, que lleve yo

la Alegría. Donde haya tinieblas, que lleve yo la

Luz.

Oh, Maestro, haced que yo no busque

tanto ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender;

ser amado, como amar.

Es decir, este es el punto en el que el hom-bre, en su condicionalidad, puede superar

ésta o, al menos, trascenderla, y puede «existir», más allá de la condicionalidad de su «facticidad», en la incondicionalidad.

Segundo tema, ―atravesando en sentido‖; mi explicación a este tema, se refiere a que

al trascender las dificultades, nos trascen-demos. Es una labor en la cual no lucha-mos para imponer, sino perseveramos para

efectuar un objetivo. Atravesamos, cruza-mos, surcamos, enhebramos un camino, en

un momento definido. El sentido y los valores son el logos ; bus-

Página 20

avanzar. Vivimos un tiempo donde es nece-

sario ser llamado a la verdad y la esperan-za, ya que ―la esperanza es el sueño del hombre despierto‖ (Platón)

Así decimos que, ―el cumplimiento del sen-tido y la realización de los valores, son posi-bilidades que aparecen cuando el hombre

afronta la necesidad inexcusable de su des-tino. El que engaña a una persona en lo con-cerniente a estas posibilidades, la despoja de su propia individualidad como ámbito donde respira el yo”. Y podríamos seguir reflexionando al respec-to, pero lo dejaremos para otra oportuni-

dad, entonces llegando al final de estas ca-vilaciones, les dejo la letra de una canción de Axel Fernando, que reúne todos los te-

mas aquí tratados ―El privilegio de Dar‖.

Dale de beber a los que tienen sed Dale pan a los que lloran por comer

Comparte tu tiempo, lo que tienes y tu fe

Es un buen ser humano Y lo que hagas hazlo bien

Dale a los enfermos, esperanza y paz

Dale apoyo a los que están sin libertad Lleva compañía al que vive en soledad

Llévale consuelo al que ha perdido un familiar

Es el privilegio de dar

Es sentirse realizado Caminar con Dios al lado

Es el privilegio de dar

Es la esencia de la vida La mayor alegría

Dar de lo que tienes Sin buscar compensación

Lo que hagas que te lo pague Dios

Dale a tu enemigo reconciliación Dale a todo el que te ofenda tu perdón

Dale a tu pareja sin medida el corazón Da y también recibe el regalo del amor

Es el privilegio de dar

Es sentirse realizado

Hasta la próxima

Frankl, VE( 1983:38) El hombre Doliente, Herder: Barcelona

Op Cit (93)

Op Cit (91)

cando en nuestro interior, nos encontrar-

nos con esos espejos del alma, que nos abren una diversidad de momentos en nuestra vida. Entonces, dar consuelo,

orientar, sembrar el bien y la verdad, ¿es utópico? No. Es más, cuanto más insis-tentes, recurrentes, animosos, valerosos,

alentadores, estimulantes sean esos mo-mentos, verificaremos un sentido mucho

más amplio aún. Tercer tema, ―unificando sentidos‖: para poder afrontar el sufrimiento, debo tras-

cenderlo. Unificar es hacer, (-ficar como en ratificar) realizar. Es esta postura a partir de la cual optamos por un camino

u otro. En otras palabras: yo sólo puedo afrontar

el sufrimiento, sólo puedo sufrir con sen-tido, si sufro por un algo o un alguien. De modo que el sufrimiento, para tener sen-

tido, no puede ser un fin en sí mismo. Tema cuatro, ―Imagen reflejada‖: está re-

ferido a ese perfil que manifestamos ante los demás, de cómo somos ante nosotros mismos, ante el mundo.

Es ni más ni menos que, una imagen del hombre que permita calificar a éste como libre. Ese hombre se nos ha revelado co-

mo un ser libre por ser espiritual, y cuan-do no es libre de hecho, lo es facultativa-

mente, puede ser libre. En este sentido, y sólo en éste, el hombre es

«incondicionado»: es condicionadamente incondicionado —no es forzosamente lo que es, pero puede serlo. Y entonces di-

ariamente, tenemos la misión personal y terapéutica hacia otros, de rectificación

y restauración de esa imagen. Relación íntima, si lo quieren, somos cual artesa-nos de la vida y en la vida. Así vamos mo-

delando nuestro hacer, con dedicación y esmero; pero también componemos una

sinfonía armónica e imponente, dando desde nuestro ser lo mejor de nosotros mismos.

Quinto tema a debatir, ―valor vs re-flexión‖; en algún momento de nuestra vida, nos toca hacer un balance. Ese ba-

lance de sentido y valor de la existencia humana que amplia aún más el concepto

de valor, porque justamente es esta ins-tancia de reflexión, lo que nos permite

Página 21

Página 22

El CLAE (Centro de Logoterapia y Análisis Existencial) de la Universidad Católica Argentina, anuncia la realización de una jornada que

abordará el tema de los vínculos actuales.

Los interesados pueden tomar en cuenta la información siguiente y asegurar su vacante inscribiéndose por mail a la dirección del CLAE.

Dirigida a público en general, entrada libre gratuita.

Con inscripción previa en: [email protected]

Universidad Católica Argentina. Facultad de Psicología y Psicopedagogía,

Av. Alicia Moreau de Justo 1500 (CABA)

Gacetilla:

Los invitamos a compartir un espacio de reflexión iluminados desde la Logoterapia de Viktor E. Frankl, con el objetivo de visualizar y pensar las manifestaciones del vacío existencial en los vínculos actuales. Solemos escuchar que los vínculos están en crisis, que los padres no sa-ben cómo comunicarse con sus hijos, que los docentes ya no tienen ese lugar de respeto que antes tenían, que las parejas se separan más rápi-do, que hay poca tolerancia en el amor, que los jóvenes no quieren com-prometerse… El Dr. Claudio García Pintos y otros invitados a confirmar realizarán un análisis logoterapéutico sobre estas vivencias, intentando encontrar herramientas familiares, escolares, psicoterapéuticas, para dar respues-tas a las manifestaciones de vacío existencial que observamos en los vínculos actuales. Cada uno de los ponentes hará una exposición de 30 minutos y luego habrá un espacio para intercambio de opiniones. Final-

mente recibirán las preguntas del público.

Página 23

L a posmodernidad nos ha dejado un legado cultural muy intere-

sante, un nuevo axioma cartesia-no, ―apareció en los medios, luego

existe‖. A partir de este principio moder-

no voy a tratar de desentrañar un fenó-meno actual, casi inexplicable.

En estos últimos días se ha hablado mu-cho de las fiestas de egresados. A propó-sito de las mismas, empezaron a apare-

cer estadísticas, descripción de ritos, nos enteramos de los comas alcohólicos, de los trencitos de la alegría, etc.

Bien, ¿cuándo terminen las fiestas el te-ma habrá acabado?. Esta pregunta me

lleva a hacerme otras: ¿cuándo empiezan y cuándo terminan los hechos que des-piertan a la sociedad? ¿la reacción dura

mientras el tema está en los medios, y luego qué? A partir de estos hechos hay

que sentarse a pensar, pero a pensar por

uno.

Existe en la Argentina un problema muy grave que es el consumo de alcohol por

parte de los jóvenes. Los chicos en la Ar-gentina se emborrachan sistemática-mente más allá de las fiestas de egresa-

dos, lo hacen todos los fines de semana en capital federal o en el interior del país. Muchos jóvenes argentinos (no to-

dos), nos están dando una señal a la que seguimos sin darle respuesta, muchos

jóvenes no están bien

Se habla de la exclusión social, se habla de la falta de proyectos, se habla de

adicciones, se habla de violencia, se habla y

se habla; sin embargo el único proyecto in-clusivo para nuestros jóvenes parece ser el del alcohol, de la mano de la diversión.

Hace muchos años que en este país los jóvenes sufren accidentes de autos, comas alcohólicos, conductas sexuales inconscien-

tes y muertes absurdas, ¿hasta cuándo va-mos a desatender estas señales?, quizás

hasta que vuelva a aparecer en el diario o en la TV el próximo muerto. Allí segura-mente volveremos a reflexionar, hasta que

alguna novia de cantante pop nos relate sus desventuras sexuales y se apague el tema como el televisor. Y como siempre,

hasta el próximo coma alcohólico televisivo

o radial.

Lejos de mi intención está en estas líneas

generar culpables, mucho menos buscar-los. Tampoco se trata, ni de estigmatizar a la juventud haciendo un discurso demagó-

gico quitándole todo tipo de responsabilida-des (los jóvenes de 16 y 17 años saben muy bien lo que hacen cuando se emborrachan),

ni de demonizar a los adultos generadores de una sociedad sin esperanzas para los

chicos. Cuando se trata de un fenómeno masivo como el que vivimos en la actuali-

Cartas para gente muy ocupada

APARECIÓ EN LOS MEDIOS…

LUEGO EXISTE

Por Lic.Adrián Dall´Asta

Mail de contacto: [email protected]

dad, las responsabilidades son comparti-das por todos, ¿o acaso el raiting televisi-

vo, lo forman extraterrestres?, todos for-mamos parte y es propio de la sociedades maduras asumir las responsabilidades, si

realmente se quieren revertir conductas.

¿Somos una sociedad madura para hacer-

nos cargo?.

Es imprescindible despertar a tiempo, y no despertar según los tiempos mediáti-

cos.

Gran parte de la juventud argentina se está equivocando y no toma conciencia de la gravedad que implica consumir la canti-

dad enorme de alcohol que hoy consume. Otra vez estamos inmersos en el peligroso

túnel del corto plazo que no mide conse-cuencias, este no es un tema puntual, ni coyuntural, es un problema cultural y

educativo que a mediano y largo plazo puede ser gravísimo si no buscamos solu-

ciones.

Muchos jóvenes en la argentina hoy no

están bien y mucho peor, no saben como salir de este circuito ―tenés razón con lo que decís, pero el sábado me voy a volver

a emborrachar‖, a veces escucho esto en los talleres para chicos y no como signo de

rebeldía sino como sumisión a un hábito que no pueden manejar, esto es grave, y se dice y se vive todos los días, aún fuera

de cámara. Es un acto de madurez social reconocer el problema y atacarlo desde to-

dos los sectores (educación, familia, me-dios masivos de comunicación, empresa-rios, estado). Es un acto de responsabili-

dad social educar a los niños con la capa-cidad de decidir por sí mismos, con valo-res que le den sentido a la vida y proyecto

de futuro.

Resulta necesario reaccionar frente a este síntoma que hoy manifiestan muchos jóvenes argentinos y que no puede depen-

der de la validación oportuna que, la publi-

cidad o la propaganda hagan de acuerdo a su agenda. Estamos frente a una situación real a la que hay que brindarle respuestas

reales. Esas respuestas están en nuestra manos ― la profunda crisis de ejemplaridad que sufrimos no ha desterrado a los maes-

tros, incluyendo entre ellos a los padres, que son quiénes tienen el deber de guiar…‖

nos dice con profunda razón el Dr Jaim Et-

cheverry.

A veces frente a tanta tormenta parece que nos hemos olvidado que la educación de

nuestros jóvenes, nuestros hijos, necesita de la presencia que vela permanentemente más allá de las noticias, como el faro que

guía siempre a los barcos para que lleguen a destino y no pierdan su rumbo, a pesar

de los pesares.

La tormenta va a seguir, lo sabemos, como

también sabemos que allí donde las cáma-ras se apaguen, donde los micrófonos se

callen seguirán los faros silenciosos, dando señales para que los barcos no se pierdan en la tormenta de la vida. Dios quiera que

la sociedad en su conjunto descubra su vo-cación de faro, frente a tantos barcos per-

didos que hoy, buscan su destino.

Página 24

ALLEN LOGOTERAPEUTA