logored - septiembre 2013

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Dijo alguna vez el genial Karl Jáspers que todo hombre termi- nará siendo tal hombre, en fun- ción de la causa que abrace en su vida. Y esto podemos hacerlo ex- tensivo también a los grupos y co- munidades. Porque la “causa” da identidad al que la abraza y éste, le da rea- lidad a la causa. Hace diez años se iniciaron las ac- tividades del CLAE UCA, asu- miendo el compromiso de promo- ver y profundizar los aportes de Viktor Frankl a la comprensión del hombre. La tarea fue sostenida con entusiasmo y fidelidad al pen- samiento de uno de los más gran- des pensadores del siglo 20, gene- rador de una verdadera revolución en el mundo “psi” y en el ámbito del humanismo en general. La his- toria de los congresos organiza- dos, va marcando el rumbo y el ritmo del trabajo realizado: “Salven al hombre”, “Un mundo para todos”, “Educación, familia y salud” y “El sentido como herramientaPlanteamos la necesidad de reac- cionar ante un cierto positivismo que deshumaniza la realidad humana (“Salven al hombre”). Luego propusimos repensar un mundo inclusivo que sea acogedor de todos, más allá de las diferen- cias personales (“Un mundo para todos”). Continuamos con la inquietud de favorecer ámbitos propicios para la realización personal (“Educación, familia y salud”), y sugerimos reflexionar sobre la ne- cesidad de priorizar la búsqueda EDITORIAL La persona en el centro Por Claudio García Pintos Nuestra portada Auditorio San Agustín (pp.2-3) EL ESTUDIANTE COMO CENTRO DEL APRENDI- ZAJE: desde una pers- pectiva logoterapeútica (pág.4-7) TERAPIA DE RESCATE: UNA EXPERIENCIA INÉDITA EN LA VILLA (pág.8-11) LA PAGINA DE CAVEF (pág.12) COCINAR CON SENTIDOS (pp.13-16) LA FAMILIA PROMOTO- RA DE HUMILDAD PRE- VIENE EL BULLYING (pp.17-23) INFORMACIONES CLAE UCA (pp. 25-26) EL CENTRO DE LA PERSONA Una lectura desde la ontología dimensional (pp. 27-34) LA PÁGINA DE LOGOFORO (pág. 36) LA CASA TOMADA (pp.37-40) EL SENTIDO DE LA MÚSICA Y LA MÚSICA DEL SENTIDO (pág.41-45) LA PERSONA EN EL CENTRO (*) EDITORIAL de sentido como respuesta a un mundo que desconcierta a la per- sona humana con propuestas impersonales (“El sen- tido como herramienta”). Pasaron ya 10 años y 4 congresos. El CLAE UCA sigue trabajando con el mismo entusiasmo, compromiso y fidelidad del primer día. Convoca a este quinto congreso con las mis- mas ilusiones que convocó al pri- mero. Y, mirando hacia atrás, des- cubre cuál es la causa que ha abrazado en su corta historia. Por- que el espíritu del CLAE UCA siempre ha sido priorizar a la per- sona humana y privilegiar todo aquello que personaliza. La causa da identidad al CLAE UCA, y éste, le da realidad a la causa. Por eso, sin dudas, este quinto congreso debe llamarse “La Persona en el Centro”. Este número está íntegramente de- dicado al congreso. En números subsiguientes, recuperamos las secciones habituales y seguiremos incluyendo trabajos presentados en el evento. 43SEPTIEMBRE 2013 (*) Tomado del programa del congreso

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Page 1: Logored - Septiembre 2013

Dijo alguna vez el genial Karl Jáspers que todo hombre termi-nará siendo tal hombre, en fun-

ción de la causa que abrace en su vida. Y esto podemos hacerlo ex-tensivo también a los grupos y co-munidades. Porque la “causa” da identidad al que la abraza y éste, le da rea-lidad a la causa. Hace diez años se iniciaron las ac-tividades del CLAE UCA, asu-miendo el compromiso de promo-ver y profundizar los aportes de Viktor Frankl a la comprensión del hombre. La tarea fue sostenida con entusiasmo y fidelidad al pen-samiento de uno de los más gran-des pensadores del siglo 20, gene-rador de una verdadera revolución en el mundo “psi” y en el ámbito del humanismo en general. La his-toria de los congresos organiza-dos, va marcando el rumbo y el ritmo del trabajo realizado: “Salven al hombre”, “Un mundo para todos”, “Educación, familia y salud” y “El sentido como

herramienta” Planteamos la necesidad de reac-cionar ante un cierto positivismo que deshumaniza la realidad humana (“Salven al hombre”). Luego propusimos repensar un mundo inclusivo que sea acogedor de todos, más allá de las diferen-cias personales (“Un mundo para todos”). Continuamos con la inquietud de favorecer ámbitos propicios para l a r e a l i z a c i ó n p e r s o n a l (“Educación, familia y salud”), y sugerimos reflexionar sobre la ne-cesidad de priorizar la búsqueda

EDITORIAL

La persona en el centro Por Claudio García Pintos

Nuestra portada

Auditorio San Agustín (pp.2-3)

EL ESTUDIANTE COMO

CENTRO DEL APRENDI-

ZAJE: desde una pers-

pectiva logoterapeútica

(pág.4-7)

TERAPIA DE RESCATE:

UNA EXPERIENCIA

INÉDITA EN LA VILLA (pág.8-11)

LA PAGINA DE

CAVEF (pág.12)

COCINAR CON

SENTIDOS (pp.13-16)

LA FAMILIA PROMOTO-

RA DE HUMILDAD PRE-

VIENE EL BULLYING (pp.17-23)

INFORMACIONES

CLAE UCA (pp. 25-26)

EL CENTRO DE LA

PERSONA

Una lectura desde la

ontología dimensional (pp. 27-34)

LA PÁGINA DE

LOGOFORO (pág. 36)

LA CASA TOMADA (pp.37-40)

EL SENTIDO DE LA

MÚSICA Y LA MÚSICA

DEL SENTIDO (pág.41-45)

LA PERSONA EN EL CENTRO (*) EDITORIAL

de sentido como respuesta a un mundo que desconcierta a la per-sona humana con

propuestas impersonales (“El sen-tido como herramienta”). Pasaron ya 10 años y 4 congresos. El CLAE UCA sigue trabajando con el mismo entusiasmo, compromiso y fidelidad del primer día. Convoca a este quinto congreso con las mis-mas ilusiones que convocó al pri-mero. Y, mirando hacia atrás, des-cubre cuál es la causa que ha abrazado en su corta historia. Por-que el espíritu del CLAE UCA

siempre ha sido priorizar a la per-sona humana y privilegiar todo aquello que personaliza. La causa da identidad al CLAE UCA, y éste, le da realidad a la causa. Por eso, sin dudas, este quinto congreso debe llamarse “La Persona en el Centro”.

Este número está íntegramente de-dicado al congreso. En números subsiguientes, recuperamos las secciones habituales y seguiremos incluyendo trabajos presentados en el evento.

43– SEPTIEMBRE – 2013

(*) Tomado del programa del congreso

Page 2: Logored - Septiembre 2013

Página 2

LOGORED© es una publicación digi-

tal mensual, de suscripción gratuita,

dedicada a difundir novedades y re-

flexiones en torno a la Logoterapia y

el Análisis Existencial.

Director:

Claudio García Pintos

Secretario de Redacción:

Federico García Presedo

Colaboradores:

(en este número)

El equipo CLAE UCA y todos los

conferencistas y ponentes en Espa-

cios de Reflexión y Aulas de Trabajos

Libres, quienes aportan sus trabajos

para ser publicados en este número

de LOGORED y en sucesivas edicio-

nes.

A todos ellos, muchas gracias.

El contenido de los artículos y

columnas es de entera responsabili-

dad de sus autores.

El material contenido en esta publi-

cación puede ser reproducido, previa

autorización de su autor y citando la

fuente. Por favor, contactarse con los

autores al mail que figura en cada

caso. Gracias.

Mail de contacto:

[email protected]

En esta oportunidad, NUESTRA PORTADA se com-

pone con una foto de la cabecera del Auditorio SAN

AGUSTIN, del Campus Universitario Puerto Madero,

de la Pontificia Universidad Católica Argentina

“Santa maría de los Buenos Aires” (UCA) Este Audi-

torio ha sido sede de la mayoría de las actividades

académicas realizadas por el CLAE UCA en sus 10

años de vida. Tan es así que, prácticamente, es vi-

venciado como su lugar, su hogar. Su “terruño” pa-

ra utilizar una expresión acertada, trabajada du-

rante las sesiones del congreso que acaba de finali-

zar. Pero, ¿qué ha hecho el CLAE UCA en estos

10 años de vida? Esta es una pregunta que puede

responderse de varias formas. Pero como no es in-

tención realizar un profundo y acabado “balance y

memoria” de sus actividades, solo vamos a detener-

nos en el recuerdo de algunas de sus proyecciones.

En el ámbito académico, ha realizado una serie de

jornadas, cursos introductorios y encuentros, des-

tinados a promover y hacer conocer los principios

del pensamiento frankliano y su aplicación en dife-

rentes ámbitos del quehacer. Abordaron cuestiones

tales como la libertad, la responsabilidad social, el

sentido del humor, la educación, etcétera, en una

variada gama de temáticas. Asimismo se organizó

un Posgrado Universitario en Logoterapia (de dos

años de duración), con reconocido éxito de cursan-

tes que, si bien no ha podido aún replicarse, es ex-

pectativa cierta poder reabrirlo próximamente. El

CLAE ha adherido y auspiciado muchos de los Di-

plomados y Maes-trías en Logoterapia que se dictan

en diferentes entidades latinoamericanas, partici-

pando incluso con sus integrantes en actividades

docentes regulares en ellos. Ha brindado asesora-

miento y capacitación en diferentes entidades y

fundaciones del país, interesadas en renovar sus

prácticas a partir de la Logoterapia frankliana. Por

otro lado, ha logrado integrar al Plan de estudios de

la Licenciatura en Psicología de la UCA, una mate-

ria optativa, “Logoterapia”, que desde su incorpora-

ción es cursada (elegida u optada) por el 85% de los

alumnos. Finalmente, los integrantes del equipo

CLAE son directores de TIF (trabajo de integración

final) de muchos de los jóvenes que acceden al títu-

lo de Licenciados en Psicología, con trabajos reali-

zados desde la Logoterapia como marco teórico refe-

rencial.

Page 3: Logored - Septiembre 2013

En el ámbito científico, los miembros del

equipo realizan investigaciones varias, sien-

do muchos de ellos doctorandos en pleno

proceso de acreditación de sus trabajos, en

orden a acceder al máximo grado académico

de Doctor en Psicología. Para el CLAE es

muy importante que sus integrantes sigan

estudiando, investigando y madurando en lo

profesional, y es condición de pertenencia.

La mayoría de ellos ha escrito libros, artícu-

los, reportes de investigaciones y todos ellos

han hecho presentaciones en congresos na-

cionales e internacionales. El perfil del equi-

po CLAE debe ser de la mayor capacitación

posible. En la actualidad, el CLAE ha esta-

blecido alianza operativa con la FAL

(Fundación Argentina de Logoterapia) y

SAPSS (Sociedad para el Avance de la Psico-

terapia centrada en el Sentido, Colombia),

en un inédito proyecto de asociar tres insti-

tuciones en una misma investigación desde

la Logoterapia, incorporando al equipo a

muchos jóvenes estudiantes de Psicología de

la UCA interesados en formarse en esta es-

cuela. Un primer reporte del proyecto se

acaba de presentar en el congreso reciente.

En el ámbito científico, también podemos

señalar la realización de sus primeros cinco

congresos, todos ellos con amplia repercu-

sión en la comunidad Logoterapéutica Ibe-

roamericana, siendo considerado en la ac-

tualidad por los observadores, como el más

importante congreso de Logoterapia del

mundo, recibiendo en sus sucesivas edicio-

nes participantes y asistentes de Iberoaméri-

ca y Europa.

En lo social, el CLAE ha auspiciado, acom-

pañado y colaborado, con el programa de

aplicación de la Logoterapia en barrios ca-

renciados de Buenos Aires (Villa 1-11-14),

apoyando la labor de un grupo de profesio-

nales y los llamados “curas villeros”, traba-

jando por la dignidad de la persona huma-

na. Este programa, auspiciado desde sus

inicios por el Cardenal Jorge Bergoglio

(actual Papa Francisco), ya cumplió cinco

años de desarrollo con resultados exitosos.

En un apretado recuerdo, transitando ahora el

vacío Auditorio San Agustín en el que aún re-

suenan las actividades realizadas durante tres

jornadas intensas de un humanismo vivo, en

acción, como organizador y fundador del CLAE

y Director del centro durante estos primeros 10

años de vida, siento un profundo agradecimien-

to por todos los que lo han integrado, todos los

que lo integran y todos los que se acercan con

la intención de sumarse al equipo. Siento el or-

gullo de contar con un grupo de jóvenes profe-

sionales formados seriamente en Logoterapia,

quienes han aprendido a amar a la persona

humana, a comprometerse fielmente con el le-

gado frankliano y abrazar la causa de privile-

giar todo lo que personaliza. Y ellos mismos

están acompañando a otros, aún más jóvenes

(estudiantes de la carrera de Psicología), que se

abren con interés a la posibilidad de formarse

como ellos e integrarse al centro. Es por eso

que, con una mezcla de emociones, sobre las

que resalta la alegría, he decidido renunciar a

mi responsabilidad como Director del CLAE

UCA, sintiendo que mi misión ya está cumpli-

da. Es necesario que me aparte para permitir

que estos jóvenes puedan asumir, ahora, la

responsabilidad de continuarla y proyectarla

aún más en realizaciones mayores. Siempre he

creído que el destino de todo hijo es superar al

padre y el de todo alumno, superar al maestro.

Soy feliz porque siento que, quienes ayer fueron

mis alumnos, hoy son colegas firmemente en-

caminados a superarme. Pongo en sus manos

la “gorra de capitán”, y asumo para mí el birre-

te de marinero. Uno más dentro de este equipo,

porque dejo el cargo de Director, pero nunca la

tarea por la persona humana, porque esa, nun-

ca debe darse por cumplida.

A mi equipo, “mis chicos”, todo mi agradeci-

miento, mi admiración y respeto. Ellos son, ver-

daderamente, el CLAE UCA.

Dr.Claudio García Pintos

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NUESTRA PORTADA

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El estudiante como centro del

aprendizaje: desde una perspectiva

logoterapeútica

Por Lic. Claudia Inés USUBIAGA

Mail de contacto: [email protected]

L os escenarios actuales de nuestra

escuela muestran una diversidad de alumnos que reflejan cómo la crisis de los últimos tiempos ha

cambiado su paisaje. No hay duda de que la sociedad se ha fragmentado y en consecuencia cambiaron las relaciones

entre los alumnos y los docentes. Ellos se encuentran frente a situaciones

y problemáticas nuevas –desnutrición, desintegración del grupo familiar, caren-cias graves, necesidad de contención, un

grado inédito de desinterés, sensación de fracaso, marginalidad, violencia– que forma parte de la realidad de los alum-

nos y que conllevan (…)“a la falta de va-lores sobre los cuales encontrar un sen-

tido a la vida, al trabajo, a la familia, a la educación e incluso, a la propia dignidad personal” Mons. Guillermo José Garlatti

(2010). Para la que muchas veces los do-centes, no conocen respuestas y que de-

ben enfrentarse a ellas. Ésta escuela nos interroga y nos cuestio-na sobre el re- pensar las prácticas do-

centes más adecuadas que puedan contribuir a sostener al alumno social-mente vulnerable favoreciendo y gene-

rando en ellos factores resilientes que posibiliten la transformación en estu-

diantes. Esta nueva “realidad interpela a la conciencia cristiana provocando la ne-cesaria denuncia que debe dar paso al

anuncio” Mons. Guillermo José Garlatti (2010).

Dos preguntas que deberemos hacernos como docentes para poder pasar del análisis crítico de la realidad a propues-

tas para poder trabajar en un futuro no

muy lejano.

¿Cuáles son las representaciones que los do-centes se construyen acerca de los alumnos de sectores vulnerables que concurren a la

escuela? ¿Cómo influyen estas representa-ciones en los resultados escolares y en las interacciones de estos niños y jóvenes con

el conocimiento que se les brinda en la es-cuela?

Al indagar las representaciones de los do-centes sobre los alumnos y más específica-mente “socialmente vulnerables” y no sobre

todos los alumnos, y cómo estas influyen en el curso del proceso de aprendizaje, resulta claro desde el comienzo que esta diferencia-

ción es en sí mismo el producto de una re-presentación social que estará condicionan-

do las políticas educativas que de su resul-tado deriven para guiar cambios en el proce-so, que en última instancia es el objetivo que busca aportar el presente trabajo. Se establecerá, entonces, una primera pre-gunta como centro de la problematiza-

ción: ¿De qué manera las diferencias de contexto social entre docentes y alum-nos condicionan los resultados y las po-

tencialidades del proceso educativo en la escuela?

En la actualidad, la diferenciación, dentro

del propio ámbito de la escuela, de los niños y jóvenes socialmente vulnerables respecto de los que no lo son, quiebra la posibilidad

de una unidad de criterios de los docentes respecto de qué hacer con ambos en tanto

comunidad. Es más: las visiones de la “vulnerabilidad” y el riesgo de que los jóve-nes y niños que concurren a la escuela cai-

gan en ella, carga las aulas de una estigma-

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tización a priori. Los alumnos

“vulnerables” son, desde este punto de vista, “diferentes”. Están en “condiciones de riesgo”, “hay que ayudarlos a salir”,

“hay que contenerlos”. Pero esa función de “contención” no está destinada a todos los sectores que com-

ponen la población escolar, sino a los ni-ños y jóvenes de los sectores más vulne-

rables. Hay que considerar como fundamental a la hora de reconocer la estructura de re-

presentaciones que se establecen en el cuerpo docente la cuestión de que los do-centes adscriben a una determinada

clase, a un determinado sector social del que obtienen su imaginario, y también de

su falta de identificación con los niños y jóvenes procedentes de contextos muy di-ferentes del suyo.

La procedencia social del docente debe ser tenida en cuenta para conocer su po-

tencial de representaciones respecto de los alumnos y de los problemas que pre-senta la institución escolar actual. Esta

determinará una relación de similitudes y diferencias con los alumnos, que influirán en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Desde este punto de vista, cabe la pre-gunta: cuando el docente se propone un

modelo de acción para la incorporación a la escuela de niños y jóvenes socialmente vulnerables que no tenga que resignar la

calidad educativa para desempeñar la función de contención, ¿es su verdadera

preocupación la integración, o su inquie-tud pasa más bien por la integración de poblaciones escolares con patrones so-

cioeconómicos y culturales muy diferen-tes al suyo, cualquiera sea este último? Es momento de introducir otro interro-

gante como centro de la problematiza-

ción: ¿De qué manera las diferencias de época entre profesores y alumnos condicionan los resultados y las poten-cialidades del proceso educativo en la

escuela?

Es usual que cuando se habla de las pro-blemáticas de la escuela en contextos de vulnerabilidad, se hable de los docentes

como operadores de cambio sin tener en

Es usual que cuando se habla de las pro-

blemáticas de la escuela en contextos de vulnerabilidad, se hable de los docentes como operadores de cambio sin tener en

cuenta que estos también tienen su perte-nencia a una época en donde se formaron, con un imaginario asociado a ella.

A menos que la comunidad educativa real –no la surgida de una “visión fantasmáti-

ca” Lekowitz (2007), es decir, personas de diferentes épocas y con diferentes necesi-dades que de hecho conviven en una mis-

ma institución física, a la que concurren aunque no los hayan guiado impulsados por proyectos comunes, sean capaces de

generar en el seno de la escuela experien-cias verdaderamente transformadoras.

Para lograr esto, el primer paso será

“desechar” toda visión fantasmática de la realidad para poder operar sobre ésta. El

segundo paso debería ser reconstituir la comunidad educativa. Podríamos decir entonces que una multiplicidad de cir-

cunstancias socio-históricas hicieron que se halle en conflicto la noción de

“comunidad educativa”.

Durante muchos años esa noción de “comunidad educativa” funcionó, si bien no como comunidad de objetivos, sí como

sistema de representaciones que permit-ían mantener activo el sistema. La proce-

dencia socio histórica del docente debe ser tenida en cuenta para conocer su po-tencial de representaciones respecto de los

alumnos socialmente vulnerables. Esta determinará una relación de similitudes y

diferencias con los alumnos, que influyen en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Entonces…

Es posible construir –o reconstruir– una comunidad educativa en base a la idea de que hay problemas comunes por resolver?

Aspiramos a una respuesta afirmativa. Entendiendo a problemas como una bue-

na oportunidad para un cambio no como un obstáculo para el funcionamiento con-siderado “normal”. Deberíamos tener en

cuenta algunos principios y factores que colaborarían en la respuesta afirmativa: “Desde la perspectiva humanista integral y

solidario” (…) la comunidad educativa tie-

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ne “que formar personas con firmes prin-

cipios y valores”. Mons. Guillermo José Garlatti (2010). Trabajo colectivo con otros docentes en el

análisis de los problemas que surgen en la práctica cotidiana.

La seguridad de poder explicar ante ellos

las propias dudas y errores sin temor a ser criticados.

Ayuda instrumental por parte de los que tienen otros conocimientos sean o no do-

centes. El oficio de ser docente tiene que ver con decisiones que se toman automáticamen-

te y otras que pueden ser “revisadas” Ni-castro (2007). En esto de poder ser revi-

sadas tendremos que ser sumamente cautos en las conclusiones ya que debe-mos tener en cuenta que somos parte del

mismo proceso.

Las miradas serán situacionales, esto nos lleva a reconocer las contingencias coti-

dianas y regulares del funcionamiento

institucional.

No poner el énfasis en poner todo en pa-

labras sino saber si éstas son escucha-das., es mucho más que oir ya que supo-ne operaciones complejas que están liga-

das al conocimiento, a la posibilidad de discernir, de tomar contacto con los otros y a la vez mantener una distancia apro-

piada

Poder pensar a nuestros alumnos y a la comunidad educativa no desde lo que

quedó sino desde lo que hay: Tal como lo señala Lewkowicz (2004) lo

que hay y lo que queda no son sinónimos. Lo que queda remite a los restos, a las

ruinas: “los alumnos antes estudiaban”, “los profesores enseñaban con más ga-nas”, etc, son dichos que se dicen y repi-

ten una y otra vez. Es posible pensar que lo que percibimos y sentimos es extrañe-za. Nostalgia y melancolía por el pasado

perdido. Aquello que se soñaba eterno y

ya no es.

Lo que hay: si pensamos desde éste lugar

podríamos pensar en un proceso que se inicia, no desde la resignación sino desde

la “resignificación” Dartiguelongue (2002).

Requiere de la suspensión de los prejui-cios que sólo intentan calmarnos ante la falta de certezasSi la escuela es lo que hay requiere de ingenio, de volver a

pensar, de acercarse a cada situación a cada alumno para comprenderlo.

Una postura preocupada por el qué hacer, el cómo hacer, que no se pregunta por los significados, por los fines y por los propó-

sitos que hacen de marco, señala sólo un rasgo típico de ésta época que es el apre-

mio para que las cosas salgan más allá de

todo.

Si seguimos pensando desde el concep-to de lo que hay no podemos de dejar de

mirar la época actual y del impacto que ésta produjo en general y en el aprendizaje

en particular.

Ubicarse en la época actual (posmodernidad), fue una respuesta crítica

y plena de decepción a la modernidad, no fue un simple cambio de época sino un cambio de paradigma. Estructurándose

diferencias significativas en la personali-dad de niños, jóvenes y adultos. Y por lo

tanto de docentes y alumnos.

Caractericemos un poco más la época y

avanzando en el tema:

Sociedad caótica, globalizada, con exclu-

siones serias (violencia, drogas).Zapping, shopping, marketing. internet. No se bus-can verdades absolutas. Hay un senti-

miento de vacío, de aburrimiento, de des-

motivaciones

Esto produce fuertes impactos en el área cognitiva producto de la época

que intentaré explicarlos:

La desorganización y la desconcentra-ción en los niños y jóvenes son nuevas

problemáticas del aprendizaje hoy. Por qué?

Una de las fuentes del deterioro es la posi-ción que asumen los padres de paridad con sus hijos. La faltan de contención fa-

miliar provocan en los jóvenes impulsivi-dad y desorganización.

La falta de límites y jerarquías se traducen

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en un deterioro de las funciones lógicas, lo

que impide o dificulta el desarrollo DEL PENSAMIENTO ABSTRACTO necesarios

para el éxito en los estudios. No pueden entregarse al sostenimiento de un objetivo, entonces hay apatía y desgano, los estu-

dios producen temor y conductas fóbicas

(no se puede)

La familia dejó de ser un factor estructu-

rante en la formación del niño y del joven, si bien se avanzó en la cercanía, confianza y demostración de cariño en el vínculo en-

tre padres e hijos no se pudo acompañar estas transformaciones con la construc-

ción de buenos modelos de contención y diferenciación tan necesarios para la evo-lución del pensamiento. Los vínculos simé-

tricos e indiferenciados generaron múlti-ples patologías actuales que hicieron im-

pacto en los procesos de aprendizaje.

Otra fuente del deterioro es el modelo posmoderno del ser adulto: eterna juven-tud…y el adulto dónde está? Para lograr el

pasaje al ser adulto hay tres duelos que debe atravesar el jóven según la psicóloga

Aberasturi: que parecería que hay que re-visarlos. Estos son:

1. Duelo por el cuerpo: el cuerpo del ado-lescente es el ideal y al que todos quieren llegar

2. Duelo por los padres: no hay brecha ge-neracional.

3. Duelo por los valores de la infancia (omnipotencia, narcisismo) no sólo no se abandonan sino se sostienen desde lo so-

un modelo social que sostiene el facilismo

y el hedonismo produciendo dos proble-mas gravísimos de nuestra sociedad ac-

tual: Falta de valores y falta de modelos a seguir. Las diferencias de roles entre adultos y jóvenes, entre docentes y alum-

nos hay que mantenerlas, la relación debe

ser clara y asimétrica.

Para concluir, sabemos que la tarea no es

sencilla, requiere de nosotros un desafío permanente para poder poner en el cen-tro de la comunidad educativa no al

alumno sino al estudiante, para ello ten-

gamos siempre presente que:

Deberemos buscar escuchar y ser escu-

chado. De esta manera, los alumnos reci-ben la posibilidad de aprender a aprender

y aprender a ser Climent, (2009). Esto quiere decir que los alumnos tengan las

herramientas necesarias para poder resol-ver situaciones de la vida cotidiana, pu-diéndose integrar a la comunidad a la que

pertenecen.

Deberemos pensar que no se trata de

buenas o malas voluntades, unos que

pueden y otros que no, unos que son vícti-mas y otros victimarios sino de poder pen-

sar que se trata de relaciones complejas cargadas de subjetividades inscriptas en una realidad histórica.

Deberemos poder pensar no sólo que

miramos sino que nos miran. Una mira-da donde la sensibilidad hacia sí y hacia los otros ocupa un lugar privilegiado.

La presentación de la Lic. Claudia

Inés Usubiaga, fue acompañada

por dos colegas que ampliaron los

conceptos y los ilustraron a partir

de dos experiencias realizadas en

colegios.

Estas presentaciones también

acompañarán próximas ediciones

de LOGORED.

Page 8: Logored - Septiembre 2013

"¿¡Te casás, Silvana!?", pregunta Vane-

sa, entre incrédula y sorprendida por la noticia que acaba de escuchar de una conversación ajena. La futura esposa

lanza un "sí" que no parece satisfacer la curiosidad de su vecina de banco en la

mesa de madera que todos comparten en el patio del Centro de Orientación de

la villa 1-11-14 del Bajo Flores.

"¿Y con vestido blanco?", insiste Vanesa

con curiosidad sobre lo que parece un acontecimiento poco común en el barrio. "No, no me parece...", dice Silvana casi

convencida. Tiene 39 años y hace tres ni se le ocurría que algún día se casaría. Y

menos aún que en tan poco tiempo iba a recuperarse del alcoholismo; recuperar a su hijo mayor, que vivía con el padre, y

organizar una familia con seis hijos y su futuro esposo, Jesús, que se recuperó de

la adicción al paco y ayuda a otros.

Ella fue la primera paciente del equipo de psicólogos del Centro de Orientación María Madre del Pueblo de la villa. La

derivaron los sacerdotes de la parroquia, que hoy son los que mejor conocen el

lugar. "Actúan como agentes de salud para nosotros, porque nos derivan a los pacientes y nos dicen cuáles son sus

problemas más urgentes. Es una población

vulnerable, a la que le va la vida en esos problemas, así que necesita cambios rápi-dos", resume la doctora Patricia Ovejas de

Santángelo, coordinadora general del centro de orientación, que depende de un programa

de la Universidad Católica Argentina (UCA).

El equipo aplica una técnica inédita que

combina la logoterapia con el psicoanálisis adaptado a poblaciones vulnerables. Sus

mayores exponentes locales, los doctores Claudio García Pintos y Héctor Fiorini, su-pervisan desde el Centro de Logoterapia y

Análisis Existencial (CLAE) de la UCA el progreso que va obteniendo el equipo con

esta intervención. Aunque está destinada a los chicos de entre 4 y 14 años, es imposible no ocuparse del resto de la familia. Desde

2011, el equipo brindó 2425 prestaciones a 130 personas. "Que hay que multiplicar por cinco, porque el efecto alcanza a toda la fa-

milia", comentó Ovejas de Santángelo. El año pasado, 20 personas quedaron en lista

de espera por la demanda que tiene el equi-po de cinco psicólogas, asistidas por cuatro profesionales voluntarios y 33 estudiantes

que se inscriben para las prácticas.

La adherencia al tratamiento es casi perfec-ta: del 95 por ciento. Las urgencias incluyen

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TERAPIA DE RESCATE: UNA EXPERIENCIA INEDITA EN UNA VILLA Un equipo de psicólogos y sacerdotes aplica en el Bajo Flores un enfoque único que

recupera con éxito a familias

Por Fabiola Czubaj | LA NACION

En su edición del pasado martes 20 de agosto, el diario LA NACION (Argentina) publicó como

nota de tapa, la experiencia llevada a cabo por un grupo de profesionales y curas villeros, en la

Villa 1-11-14, localizada en el barrio del Bajo Flores de la ciudad de Buenos Aires.

Este trabajo fue presentado en el congreso que acabar de realizarse, y LOGORED considera

importante difundirlo. Por eso, transcribimos a continuación el informe periodístico.

Page 9: Logored - Septiembre 2013

abandono, adicciones (sobre todo al pa-

co y al alcohol), abusos, problemas judi-ciales, depresión, psicosis o ansiedad, conflictos familiares, falta de escolari-

dad, problemas de conducta, exposición a situaciones de riesgo e intento de sui-

cidio, entre otras.

A cada paciente se le hace una evalua-

ción para incorporarlo al centro o deri-varlo al psiquiatra o el centro de salud.

Cada sesión dura 30 minutos y la histo-ria clínica incluye tests gráficos que se repiten cada seis meses. Las diferencias

en los trazos y la organización de los di-bujos no dejan de sorprender a los pa-

cientes ni a los profesionales.

"Integramos la logoterapia, que nos per-mite trabajar con el sufrimiento, la búsqueda del sentido de la vida y con el

ser humano como centro de su existen-cia, capaz de salir adelante, con el psico-

análisis adaptado a pacientes de sitios carenciados y hospitales, donde la tera-pia tiene que ser muy dinámica", explica

Ovejas de Santángelo, que tiene 17 años de experiencia de trabajo hospitalario. El psicoanálisis aporta las herramientas

para detectar los "focos" o problemas que cada paciente necesita resolver o

metas que desea alcanzar.A AL AZAR

El equipo aclara que no es una combi-nación de técnicas improvisada, sino una investigación de ocho años con la

que la coordinadora del centro se doc-toró summa cum laude . El grupo está

reunido en una pequeña habitación con techo de chapa, una de las dos de la

construcción donde funciona el centro.

En pocos minutos comenzará a circular

el mate. Sólo faltan los sacerdotes Gus-tavo Carrara, vicario episcopal para la

pastoral en las villas; Hernán Morelli, y Nicolás Angellotti, que derivan a los pa-cientes. Ellos participarán el sábado en

el 5° Congreso Latinoamericano de Logo-terapia y Análisis Existencial para pre-

sentar un libro con los resultados de esta

intervención asistencial (informes: personacentro.blogspot.com.ar ). El resto del equipo son todas mujeres.

Están las licenciadas Belén de la Peña, Agustina Larrea, Florencia Halliburton y Andrea Eterovic Terceros, que es boliviana

y aporta la comprensión de una cultura muy común en la villa. Se organizaron para

recibir a LA NACION, pero no es fácil. Sur-gen vocecitas que dicen "¡hola!" y ellas sa-len a ver quién es. Cada tanto, por la puer-

ta se asoma alguna cabecita, que desapare-ce enseguida. Al rato, las psicólogas vol-verán con los tímidos visitantes a buscar

los juegos con los que "habilitan la pala-

bra", como dicen.

Explican que no hacen asistencialismo. Si

llega un chico descalzo o con frío a la tera-pia, primero resuelven ese "obstáculo" para avanzar. En la sesión, el paciente tiene que

focalizar qué quiere de su vida. "Cuando se escuchan historias de violación, abuso,

hambre, tenemos que consolar y abastecer para luego trabajar lo más profundo -dice Ovejas de Santángelo-. Un chico con ham-

bre se va a ir no sólo con algo en la panza,

sino también con medias y abrigo."

"(Pero eso) no significa que hacemos asis-

tencialismo -agrega De la Peña-. Al paciente le queda claro que no es nuestra función calzarlo o alimentarlo. Se va sabiendo cómo

tiene que conseguirlo."AMBIENTE HOSTIL

Afuera, en el patio compartido con la guar-dería y el jardín de infantes, está Silvana.

Algunos de sus hijos van y vienen; son José (8 años), Celeste (15), Erica (16), Juan (9) y Emanuel (12). No está Maxi, de 11, con el

que ella va a la primaria. Todos fueron pa-cientes del centro. "Me costó un montón sa-lir adelante acá -recuerda-. Hay que tener

mucha fuerza de voluntad porque mirás lo que está haciendo gente que conocés de

siempre y sentís impotencia. Por ahí veo gente trabajadora que está pasando y estos chicos, en su locura, la atacan, la golpean.

Hay muchos chicos adictos y mucha gente trabajadora que pelea para que sus hijos

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Page 10: Logored - Septiembre 2013

puedan salir adelante. Acá me preocupa

el futuro de mis hijos."

Ella quiere ir al secundario y trabajar en lo que pueda. Ya está buscando un lu-gar para mudarse. Cae la tarde y Silva-

na se despide, después de responderle a Vanesa que su vestido de novia no será

blanco.

Llegan los sacerdotes y es una revolu-ción. Todos los saludan. Ellos atienden todo a la vez. "Acá es así", dice el padre

Morelli. También se ocupan de la cons-trucción de un colegio secundario, nece-

sario para la salida laboral de los jóve-nes. Para eso, están necesitando fondos y equipamiento, que se pueden ofrecer

a [email protected].

"La parroquia tiene una mirada integral de la vida -explica el padre Morelli-. Eso

incluye el cuidado de la salud física, mental, espiritual y material, con la educación, la vi-vienda, la alimentación y el trabajo. Cuando surgió la propuesta del centro de orientación, nos gustó. Y la asistencia de la gente de-

muestra que les sirve."

Un joven que pasa cerca con una chica del

brazo lanza envalentonado: "¡Padre! Ella me dice que se quiere casar conmigo". Como si nada, el sacerdote responde: "Bueno... que

le pida permiso a tu esposa". La respuesta no pasa inadvertida para los jóvenes, que siguen caminando mientras el muchacho

improvisa los primeros acordes de la marcha nupcial..

El Centro de Orientación Psicológica de la Villa 1-11-14 del Bajo Flores depende del

programa Construyendo Juntos de la UCA, que financia el trabajo. El centro funciona

desde mayo de 2011 con un centro de orien-tación psicopedagógica para un mejor segui-miento de los pacientes.

La terapia utilizada combina la logoterapia de Víktor Frankl y el psicoanálisis breve

adaptado a poblaciones vulnerables de

Héctor Fiorini. Aunque el trabajo en la villa está orientada a chicos de entre 4 y 14

años, el equipo de trabajo afirma que es un enfoque inédito para asistir en situaciones de emergencia. El objetivo es aproximarse a

un diagnóstico, identificar focos de conflicto e intervenir para hacer prevención primaria

y secundaria. La idea de persona "libre y responsable" de la logoterapia facilita el tra-bajo con el sufrimiento y la búsqueda de

sentido de la vida. La psicoterapia breve psi-coanalítica refuerza la capacidad de identifi-

car y superar un problema por vez.

El padre Gustavo Carrara coordina el equipo

y supervisa la interacción del centro con otros proyectos de la parroquia, como el

jardín de infantes Virgen de Itatí, el Hogar de Cristo o la sede del Ministerio de Justicia

para atender problemas legales.

LA NACION(C)

Página 10

Diario LA NACION, edición impresa del martes 20 de agosto de 2013

Page 11: Logored - Septiembre 2013

La Editorial San Pablo ha publicado

en su colección NOESIS, el libro que relata la experiencia de este programa, bajo el título “LA LOGOTERAPIA EN

LAS VILLAS”

Todos los autores involucrados en el libro, cedieron sus derechos de autor en beneficio del programa, destinando lo recaudado por la venta del libro al proyecto de construcción de una escue-

la secundaria en la Villa 1.11.14

Una manera de colaborar con el programa

es comprando el libro o contactándose

con el Padre Carrara

Mail de contacto:

([email protected])

Hacer algo o hacer nada marca una dife-rencia. ¡¡Hacer algo “suma” y hacer nada,

“resta”!! Todos los que quieran “sumar”,

pueden hacerlo.

Página 11

Dra.Patricia Ovejas, Coordinadora del programa Padre Morelli y Padre Carrara, “curas villeros”

Panel durante el congreso presentando la experiencia

Page 12: Logored - Septiembre 2013

La Página de CAVEF Cátedra Abierta Viktor E. Frankl

Director: Dr.Claudio García Pintos

Por Claudio García Pintos

Mail de contacto:

[email protected]

Página 12

facebook.com/claudio.garciapintos.1

http://cavefblog.blogspot.com.ar/

“Creo que se podría decir que primero des-cubrí mi teoría para mí mismo. Se suele decir que cuando alguien funda un sistema psico-terapéutico, lo que hace, en resumidas cuen-tas, es relatar su propio historial patológico, dejar constancia escrita de él en ese sistema. Todos sabemos que Sigmund Freud padeció pequeñas fobias y que Alfred Adler no fue precisamente, un niño sano y robusto. De ese modo, Freud llegó a su teoría del complejo de Edipo, y Adler a la del complejo de inferiori-dad.

Debo decir que no soy ninguna excepción a esta regla. Soy consciente de que, cuando empecé a madurar, tuve que luchar mucho contra el sentimiento de que, al fin y al cabo, todo era un completo sinsentido. Aquella lu-cha acabó convirtiéndose en una determina-ción, y entonces, desarrollé un antídoto con-tra el nihilismo”, confiesa Viktor Frankl en el libro “En el principio era el senti-do” (Paidós, 2000), dando cuenta del origen de la Logoterapia.

Esa determinación le permitió desarrollar un sistema teórico-práctico que revolucionó el mundo de las ciencias del hombre. En mi opinión el principal eje de esta “revolución” fue devolverle el objeto de estudio. Sí, por-que las ciencias del hombre sufrían, paradó-jicamente, de una cierta insuficiencia antro-pológica, como si, siendo “del hombre”, estu-vieran perdiéndolo de vista en el mismo acto de pretendido conocimiento y comprensión de su naturaleza y existencia.

A partir de allí, desarrolla una cosmovisión, un sistema teórico y una escuela de psicote-rapia, que propone cambios de paradigma en la ciencia, en la práctica clínica, educa-cional, organizacional, familiar, social.

Su aporte científico no empaña su testimonio

como hombre, sino que se complementan co-herentemente en una vida que despierta admira-ción y respeto.

Un nuevo septiembre nos encuentra conmem-rando su fallecimiento y celebrando su vida.

Gracias Frankl por tu aporte teórico; gracias Viktor, por esa chispa de sentido que supiste contagiar al hombre.

02-09-1997 / 02-09-2013

16º Aniversario de su fallecimiento

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COCINAR CON SENTIDOS

Por Sebastián BLASCO

Mail de contacto:

[email protected]

Entrada

¨La vida es como una caja de bombones, uno nunca sabe lo que le va a tocar¨ (Forrest Gump).

P or lo general el hombre es capaz de encontrar sentido a la vida

realizando una obra, haciendo una tarea, un trabajo, o llevan-

do a término una misión (es decir, a través de lo que en logoterapia se llaman “valores de creación”), o a través de la

contemplación del arte, de la naturaleza o de la singularidad única de la persona amada ("valores de experiencia"). El acto

de cocinar encierra y abarca estos valo-res, pudiendo ser motivo de sentido para

el hombre. La cocina surge así como un verdadero microcosmos de nuestra exis-tencia, la cual se configura y se reconfi-

gura en función de la visión de hombre que poseamos, o sea, depende de nues-

tra cosmovisión. La misma, indiscutible-mente, sitúa al ser humano en el centro desde el cual tiene que irradiar todo el

pensamiento (Segura Fernández, 2004). Cocinar es preparar alimentos con la sencilla motivación de la alegría que se

crea al producir algo para otros. Es un acto de creación, pro-activo y pro-

ductivo. Los alimentos cautivan por su sabor, sus aromas, el color y las textu-ras propias de la comida. Este carácter

de acto creativo pone a la cocina en el mismo terreno de la poesía, que en su

origen significa construcción, producción de cosas con sentido. Sabemos que alguien puede cocinar para

sí mismo, pero es sorprendente cómo aun en

ese caso, el resultado es susceptible de com-partirse y en la mayoría de casos se hace. La receta que se cuenta al otro día, la buena

sensación que se relata más tarde, guardar el pedacito para alguien o preparar luego el mismo plato en una reunión, son demostra-

ciones de que la cocina es equiparable a los libros. Así se lea para uno, el conocimiento

que deja un libro sólo se completa cuando se comparte, se transfiere o se replica, interpre-tado por el lector. Es frecuente escuchar a

las personas decir “uno sólo come cualquier cosa, pero acompañado, vale la pena cocinar algo rico”.

La cocina puede ser contemplada como una actividad placentera y como ritual, como un

tiempo para pensar, para reencontrarse con lo sencillo, e incluso como una oportunidad para hacer amistades o acercarse a quien se

quiere. La finalidad de la cocina está en ali-mentarse. Sin embargo, el sentido de cocinar está, más que en la comida misma, en el proceso y en las infinitas variables que pue-de tener. Tal como en el antiguo relato de

Ítaca, el sentido del viaje no está en llegar, sino en el transcurso del viaje. En suma, en

lo que se vive al viajar, o al cocinar. El cocinero inevitablemente pone su cariño al cocinar y esto es un ingrediente tangible,

notable como la pimienta y fuerte como el jengibre. El cariño transforma los alimentos, los calibra y los perfecciona. Cocinar es una

forma de generar alegría, placer y alimento para el mundo. Ya sea en lo cotidiano, en

casa o en ocasiones especiales, en pequeño o en grande, cocinar es una cuota de bien. Se cocina para construir. No se cocina para

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dañar a otros, sino para alimentarlos. Si

la cocina implica todo esto, entonces la actividad de cocinar con alegría ayuda a mejorar un poco nuestro entorno.

Es notable destacar que el vocablo sabor tiene la misma raíz que saber. El sabor propicia un placer indescriptible, que es

parecido al placer que da la seguridad de saber algo. El acto de saborear es el dis-

frute en sí mismo, como el conocimiento es el sentido en sí mismo. Los sabores rememoran, motivan sensaciones, nos

transportan. Unen nuestra parte emo-cional con la intelectual. Preparar comi-da estimula el uso de todos los sentidos.

Siguiendo lo expuesto por el célebre y distinguido Brillat-Savarin, a la hora de

comer se pone en juego una constelación sensorial. Todos nuestros sentidos act-úan conjuntamente para lograr degustar

alguna especialidad. Sería imposible apreciar un plato si nos encontramos

resfriados. Cuantas veces nos quema-mos el paladar haciendo que no poda-mos disfrutar lo que comemos. Tanto el

olfato, como el tacto, el gusto, la audi-ción y la vista se ven implicados en la cocina.

Por otro lado, en su libro la Fisiología del Gusto, Savarin, habla de la emoción co-

mo el sentido más importante que se desencadena a la hora de comer y de co-cinar. Cuando comemos, muchas veces

nos trasladamos a otros lugares, nos en-contramos con ciertas personas de nues-

tro pasado, despierta en nosotros distin-tas sensaciones. La cocina como un lu-gar retórico ligada a nuestra historia.

Muchos cocineros tienen la creencia que son prestadores de servicios, de platos delicados y sofisticados. Sin embargo,

estoy convencido que los cocineros so-mos ¨prestadores de momentos¨. Vende-

mos situaciones. Nuestros platos prefe-ridos o las comidas más ricas que hemos consumido se encuentran ligadas a algu-

na situación específica afectiva, un re-cuerdo, una emoción. ¨Las milanesas de

mama¨, ¨Las lentejas de la abuela¨, ¨El asado de papa”, seguramente estas rece-tas sean similares a tantas otras, pero

para nosotros son únicas, las más ricas.

Las embestimos, les damos el lugar de mag-

nificencia. Las atamos a nuestros sentidos emocionales. Aquí, ya estamos pasando del pasaje de cocinar con los sentidos a cocinar

como sentido. Ahora bien, ¿Cómo es que el acto de cocinar y alimentarse se ha convertido en un espa-

cio para el desarrollo de valores y búsqueda de sentido? ¿Cómo es que una necesidad

primaria básica puede llevarnos hacia la au-totrascendencia? La cocina siempre ha estado implicada en la

vida del hombre. Por instinto, por necesidad biológica, requerimos alimentarnos para lo-grar sobrevivir. De esta manera, aprendimos

que ingiriendo ciertas sustancias dentro de nuestro organismo cobramos mayor energía,

suplimos la sensación desagradable del hambre, nos encontramos más aptos para la lucha por la supervivencia. Todo el reino

animal se rige de esta manera. El hombre como cazador nato, se alimenta-

ba de todo lo que poseía a su alcance. Sin embargo, dentro de historia de la humani-dad hay un hito fundamental que cambió el

curso de la cocina: el descubrimiento del fuego. Junto con el mismo, el hombre co-mienza a cocinar los alimentos. Se diferencia

de los animales. Tal como menciona el an-tropólogo Levi-Strauss, se produce el pasaje

de la natura a la cultura. Existe un elemento que media entre el hombre y el alimento, es-te es el fuego, la cultura.

A partir de aquí, la cocina adquiere el carác-ter de acto cultural. Cada vez que come-

mos denotamos signos de la cultura, del tra-bajo del hombre. Siempre va a mediar algún elemento entre nosotros y el alimento, ya se-

an las diferentes cocciones que conocemos como un tenedor, una servilleta o un man-tel.

La cocina como acto cultural implica la in-tervención del hombre en todos sus que-

haceres. Implica sentido de pertenencia e identidad a un grupo, con sus rituales y cos-tumbres. Es común escuchar que la mejor

forma de conocer un lugar es a través de su cocina, ya que la misma evidencia la geo-

grafía del lugar (los recursos con los cuales cuentan para cocinar), como así su ritmo de vida, su idiosincrasia y su temperamento.

La cocina como acto cultural implica el en-

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cuentro con otro. El compartir a través de

lo que se come. Siguiendo a Groucho Marx, “El mejor Banquete del mundo no merece ser degustado a menos que se ten-

ga alguien para compartirlo”. Para algunos será el asado de los domin-gos al mediodía, para otros las pastas de

los sábados, para otros las pizzas de los viernes, para otros las milanesas de todos

los días. Lo importante es que todos tene-mos un día para compartir en la mesa con otro nuestra existencia.

¨Ya pueden pasar a la mesa…” Un grito de victoria para el cocinero. Lo escuchamos y nos dirigimos a la mesa sin saber con qué

nos vamos a encontrar. Una cita a ciegas. La sorpresa se hará presente.

Plato Principal

¨Debemos buscar alguien con quien comer y beber antes que buscar algo que comer y beber, pues comer solo es llevar la vida de un león o de un lobo.” (Epicurio) Mencionamos la mesa como un lugar para

compartir con el otro. Donde podemos to-marnos el tiempo para pensar, hablar, dia-

logar y conversar. Si hablamos de la coci-na como espacio físico podemos afirmar que es uno de los lugares más frecuenta-

dos en todas las casas. Es el espacio más cotidiano que poseemos. Es un lugar per-manente de encuentro con otros. A través

de este encuentro podemos lograr la auto-trascendencia, el desensimismamiento del

hombre. La misma hace alusión a la capa-cidad que posee el hombre para salir al en-cuentro de algo o alguien que esté por fue-

ra de sí mismo. El hombre es el ser que para llegar a ser él mismo, necesita la me-

diación del otro. Solo gracias a este en-cuentro llegará a su perfeccionamiento. El hombre necesita de la mediación de otro

para llegar a ser el mismo. Solos, no nos conocemos bien y nos juzgamos mal. El

camino más seguro de mi mismo a mi mis-mo, pasa por el rodeo de la mirada de otro (Mounier, citado en Ponce León 2000).

Hegel ha insistido mucho sobre la pro-blemática de la mirada del otro. En el en-cuentro con el otro se ve un medio para

elevarse, crecer, llegar a ser plenamente

humano (Jollien, 2001).

En la cocina también siempre abriga el calor del horno. De allí salen los aromas que distinguen a cada familia. Allí afloran

nuestras emociones más profundas. Reí-mos, lloramos, discutimos, nos alegramos. La cocina tiene un aura particular. Tiene

algo de mágico. Se transforman productos en platos. Hay secretos, enigmas y recetas

guardadas que no serán sacadas a la luz. Hay bullicio, ruidos y olores. Y al final de todo, como en la magia, hay aplausos por

el placer ocasionado. Por el momento dis-frutado y compartido. No es casual que el significado etimológico

del vocablo compartir sea ¨compartir el pan¨. Y la palabra compañero la podemos

desglosar en dos: comedere (comer) y pa-nis (pan), por lo cual el compañero es el que come su pan con o con quien se come

del mismo pan. El mismo Jesús en la última cena reparte

el pan entre sus discípulos, comparte con ellos su vida. Cada vez que comulgamos Jesús se da a nosotros a través del pan.

Estos hechos evidencian el grado la impor-tancia que tiene el pan Tan solo con agua, levadura y harina po-

demos transformar con nuestras propias manos dichas materias primas hasta obte-

ner una preparación antiquísima y base de la alimentación del hombre. Sin duda que para hablar del pan, debe-

mos detenernos en el amasado. No abor-daremos dicho proceso desde sus cualida-

des técnicas y su desarrollo físico; sino que hablaremos sobre sus implicancias a nivel emocional. Etimológicamente la pala-

bra amasar significa dar amor a la masa. Amasar conecta a uno con lo más interno de su persona, donde todos los sentidos

trabajan conjuntamente para lograr una pieza artesanal. Un bien para uno, experi-

mentando un valor de creación. Podemos entender a los valores de crea-ción como aquella posibilidad de dar. No

se trata de dar algo externo, sino ofrecer algo interno, mío, producto de mi creación

y trabajo, como lo dice su nombre. La sola presencia del hombre dignifica la vida, por lo cual es un acto de dar. Cuando cocina-

mos estamos entregando lo mejor nuestro,

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estamos poniendo nuestro amor en

aquello que hacemos. Por otro lado existen, además, los valo-res de experiencia, llamados también de

recibir. A través de ellos tengo la capaci-dad de recibir lo que me ofrece la natu-raleza y el mundo: vivencias estéticas

naturales, que son imágenes de Dios, o creadas por el hombre. Sin embargo,

quizá la experiencia más plena es la del amor de Dios y de los demás. El encuen-tro Yo-Tu, que nos habla de la unicidad

e irrepetibilidad del ser humano, del de-sarrollo de sus potencialidades cada vez mayores, que nos enriquecen gratuita-

mente. El cocinero experimenta este va-lor al compartir con otro su actividad,

sus acciones, sus quehaceres. De la mis-ma forma, el comensal puede desarrollar un valor de experiencia al degustar un

plato. Contemplar y admirarse del acto creativo del hombre, que es imagen de

Dios. Por último encontramos los valores de actitud, aquellos vinculados con la acti-

tud que el hombre adopte ante un desti-no irremisible. La cocina es un espacio con diversas variables que escapan al

control del hombre. Dicha imprevisibili-dad en si conlleva una situación que

apela al hombre a un desafío. Muchas veces se encuentra frente a diferentes adversidades que deberá sortear y apelar

en relación al cumplimiento de dicho va-lor.

La escuela propuesta por Viktor Frank nos dice que la fuerza que impulsa y mueve al hombre es la búsqueda de un

sentido. Dicho sentido es personal y se encuentra afuera de uno mismo, en el mundo circundante. Por tal motivo, el

hombre se autotrasciende en dicha búsqueda. El espíritu es quien va a cap-

tar los valores. A la vez, son los valores quienes nos guiarán hacia el sentido que buscamos y el cual nos llevara a la auto-

trascendencia. La cocina puede ser un campo para encontrar un sentido a la

propia vida.

Postre

¨El descubrimiento de un nuevo plato hace más por la felicidad humana que el de una nueva estrella¨ (Brillat-Savarin – gastrónomo francés -) Hasta ahora estuvimos hablando de la coci-

na como aquella actividad por lo cual des-piertan en uno emociones, sentimientos y puede ser captadora de valores para lograr

sentido. Esta cocina difiere mucho de la cre-encia de muchos cocineros de la cocina co-mo ciencia. Esta cocina, enmarcada por la

utilización de tubos de ensayo, pipetas e hidrógeno líquido, es rigurosa, metodológica

y despersonalizada. Este trabajo toma a la cocina como un arte. Entiendo al arte como el enrarecimiento de la cotidianidad, la

irrupción de la normalidad, podemos inferir que está al alcance de todos nosotros. Todos

poseemos la potencialidad creadora para co-cinar. Cocinar es un Arte porque requiere que

nuestros sentidos puedan captar la sensibi-lidad que nos rodea. Cocinar es un Arte por-que pone en juego nuestra capacidad de cre-

ar. Cocinar es un Arte porque nos apela a descubrir nuevos horizontes. Cocinar es un

Arte porque implica utilizar nuestros valores de experiencia. Cocinar es un Arte porque transformamos materia en producto. Coci-

nar es un Arte porque desarrolla nuestro espíritu y plenifica nuestra alma. Cocinar es

un Arte porque nos conecta con nuestro cuerpo. Cocinar es un Arte porque el error es el acierto de nuestro aprendizaje. Coci-

nar es un Arte porque en sus detalles recae el secreto de su grandeza. Cocinar es un Ar-te porque le aporta la sal necesaria a nues-

tros días.

“Somos mucho más de lo que comemos, pero podemos hacer que lo que comamos nos ayu-de a ser mucho más de lo que somos.” Adelle Davis.

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D entro del contexto del V Con-

greso de Logoterapia y Análisis Existencial “La persona en el Centro”, estamos abordando

un tema donde, justamente la persona

queda literalmente en el centro.

Bullying

Esto es el Bullying. Poner al otro en el centro de la agresión o humillación. Y se da al insultar, divulgar rumores, lasti-

mar física o intencionalmente ignorar a

alguien.(1)

Es la “Conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno o alum-na contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción negati-va e intencionada, sitúa a la víctima en posiciones de las que difícilmente puede salir por sus propios medios”(2). Para emplear correctamente el término

“bullying” ( acoso escolar) ha de haber un desequilibrio de poder o de fuerza (una relación asimétrica): El escolar que está expuesto a las acciones negativas tiene mucha dificultad para defenderse.(3)

"Es evidente que los estudiantes que constantemente evocan imágenes o pen-samientos de experiencias dolorosas (y que consumen mucha energía eliminán-dolos) tendrán una menor capacidad pa-ra concentrarse en el trabajo escolar". "Y normalmente esto no es fácil de observar,

porque a menudo sufren en silencio".(4)

Los bullies molestan a los más pequeños

o a los niños más vulnerables. Apuntan

a los niños que son diferentes, que no usan

ropa de moda o que forman parte de una mi-noría social o racial. Molestan a niños que se están desarrollando y son torpes con su

cuerpo, o con sobrepeso, o hasta los más es-tudiosos o muy tímidos. No necesitan mu-cho para inspirarse si tienen la intención de

herir, humillar o dejar de lado a alguien de su círculo de amigos. No sólo humilla a los

niños que son atacados, también afecta a los testigos cercanos, especialmente si ellos no

saben qué hacer al respecto.

El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto mal-tratador, generándose como consecuencia

una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con

la idea de asistir a la escuela y que se mues-tre muy nervioso, triste y solitario en su vida

cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos so-bre el suicidio e incluso su materialización,

consecuencias propias del hostigamiento

hacia las personas sin limitación de edad.

El cyber-bullying se expande viralmente por

la web y puede humillar de una manera muy

difícil de detener.

A pesar de los esfuerzos por darle visibilidad

al acoso escolar, la mayoría de los casos de bullying continúan pasando inadvertidos. Según una encuesta realizada por el Obser-

vatorio de la Convivencia Escolar de la UCA, 1 de cada 4 alumnos entre 10 y 18 años ma-

nifestó tenerle miedo a alguno de sus com-pañeros. Frente a la violencia indirecta el

46% dice sufrirla a veces y el 11% mucho.

Página 17

Por Lic. Lucila GONZÁLEZ

Mail de contacto: [email protected]

Por Lic. María JURADO

Mail de contacto: [email protected]

LA FAMILIA PROMOTORA DE

HUMILDAD, PREVIENE EL BULLYING

Page 18: Logored - Septiembre 2013

Página 18

En las edades más tempranas interviene

más la agresión física directa y verbal, mientras que en el secundario se trans-forma en indirecto -murmuraciones,

amenazas, robos- y lo social -rechazo y aislamiento-, algo muy preocupante ya

que la aceptación en el grupo es crucial.

El 32% dice sufrir a veces agresiones físicas y el 62% agresiones verbales. Aunque también hacen autocrítica: el

62% confió haber maltratado a sus com-pañeros a veces y el 6% continuamen-

te(5).

¿Cómo darme cuenta si un niño sufre

bullying?

Señales de alerta en la escuela y en

las tareas escolares: Cambio repentino en la asistencia a

clase o en el rendimiento académi-co.

Éxito académico, parece el niño mi-

mado o la niña mimada del profe-sor o de la profesora.

Le cuesta concentrarse en clase, se distrae con facilidad.

Se va tarde al recreo y regresa pronto

a al aula.- Tiene algún tipo de dificultad en el

aprendizaje.

Falta de interés en las actividades o en actos de la escuela.

Deja de asistir a actividades de la es-

cuela que le gustaban.

Señales de alerta en cuanto a lo so-cial

Solitario, retraído, aislado. Escasas o nulas habilidades socia-

les/interpersonales.

No tiene amigos ni amigas o tiene me-nos que otros estudiantes; poco

popular, suelen elegirlo último o última para formar grupos o equi-pos.

No tiene sentido del humor o tiene un humor inapropiado.

Otros estudiantes suelen burlarse o reírse de el o de ella, se meten con el o ella, le toman el pelo, lo me-

nosprecian y/o insultan. No sabe

hacerse valer. Otros estudiantes lo molestan, y le dan

patadas o golpes a menudo. No sabe

defenderse. Utiliza un lenguaje corporal característi-

co: hombros encorvados, cabeza ga-

cha, no mira a las otras personas a los ojos, los rehúye.

Tiene una diferencia ostensible que lo aparta de sus compañeros o compañe-ras.

Prefiere la compañía de los adultos en los tiempos libres.

Toma el pelo, molesta o irrita a otros, los

provoca y no sabe cuando parar. Ha empezado de pronto a acosar a otros

estudiantes.

Señales de alerta en lo fisico:

Frecuentemente enfermo. Se queja frecuentemente de dolores de

cabeza, de panza, etc. Arañazos, moretones, ropa u objetos per-

sonales rotos o dañados sin una expli-cación obvia.

Repentino tartamudeo.

Tiene una diferencia de carácter físico que lo aparta de sus iguales: lleva an-teojos, tiene sobrepeso o pesa menos

de lo que debería, es más alto o más bajo que sus compañeros, habla raro,

tiene un aspecto raro, anda raro. Cambio es su pauta de comidas: pérdida

repentina de apetito.

Torpe, descoordinado, le va mal en los

deportes.

Señales de alerta en lo emocional, con-ductual

Cambio repentino de humor o de compor-tamiento.

Pasivo, huraño, callado, tímido, retraído, irritable.

Baja o nula autoestima y confianza en si

mismo. En exceso sensible, cauto, apegado.

Nervioso, ansioso, preocupado, temeroso, inseguro.

Llora con facilidad, y a menudo, se an-

gustia, sufre cambios de humor extre-mos.

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Irritable, problemático, agresivo, iras-

cible, se revela contra otros (pero siempre pierde).

S e c u l p a d e l o s p r o b l e -

mas/dificultades. Excesivamente preocupado por su se-

guridad personal; dedica mucho

tiempo y esfuerzos a pen-sar/preocuparse por ir y volver a

salvo del comedor escolar, del ba-ño, del recreo, evita siempre cier-tos lugares de la escuela.

Menciona la posibilidad de salir co-rriendo.

Menciona la posibilidad de suicidio

El Programa Olweus de Prevención

contra el acoso (6)

El Programa Olweus de Prevención con-

tra el acoso ha sido desarrollado y eva-luado durante un periodo de más de 20

años. Se fundamenta en cuatro princi-pios derivado principalmente de la inves-tigación sobre el desarrollo y modifica-

ción de los comportamientos problemáti-cos implicados, en particular el compor-tamiento agresivo. Estos principios com-

portan la creación de un ambiente esco-lar – e idealmente también del hogar –

caracterizado por:

• cordialidad, interés positivo e implica-

ción por parte de los adultos

• límites firmes ante un comportamiento

inaceptable

• Una aplicación consistente de sancio-

nes no punitivas y no físicas por

comportamientos inaceptables o viola-

ciones de las reglas

• adultos que actúen con autoridad y co-

mo modelos positivos

El mensaje que preside el programa es: No aceptamos el acoso dentro nuestra escuela y pondremos los medios para

ponerle fin. Un objetivo importante radi-ca en cambiar las “estructuras de opor-

tunidad y recompensa” de forma que haya menos posibilidades y ninguna re-compensa al comportamiento acosador

dentro y fuera de la escuela.

La familia

En una época caracterizada por el egoísmo, la violencia, la falta de esperanza, donde muchos viven sin sentido, sin futuro, sin

raíces ni proyectos la familia busca trascen-der esta situación a través de la educación

en valores, lanzando puentes a los demás y

construyendo comunidad.

La familia como valor básico y fundamental

contribuye al crecimiento y desarrollo de ca-da uno de sus miembros en un marco de en-cuentro, donde todos tienen algo para dar y

por medio del diálogo constructivo los inte-grantes procuran brindarse ayuda mutua y apoyo incondicional. Es el seno de una fami-

lia el lugar propicio donde se aprende de la sabiduría de los grandes y de la inocencia y

espontaneidad de los más chicos, donde se siembran las semillas de la esperanza, la ca-ridad y el respeto por la dignidad humana,

Juan Pablo II nos recuerda que es allí donde una persona se encuentra por primera vez

con aquellos valores que lo convocan duran-te toda su vida. Pero para ello es necesario repensar a la familia como una comunidad,

la comunidad básica.

Ser comunitario es una construcción especí-ficamente humana que va más allá del ser

social, es SER CON LOS OTROS, hay un en-cuentro y una entrega, se genera tal intimi-dad que le da calidez a los vínculos afecti-

vos. Cuando hablamos de comunidad pen-samos en compromiso con algo y alguien

significativo que me permite un vínculo esta-ble a través del cual pueda conocerme mejor y comprenderme. De acuerdo a como vivi-

mos en esa comunidad; ya sea desde el ego-centrismo, o desde nuestro ser libre y res-

ponsable, vamos a pasar de estar con los otros a ser con los otros, respondiendo así al compromiso que nos une, nos orienta, nos

direcciona y motiva como familia.

El hombre como ser libre y responsable es el autor de su vida, con una actitud activa y

trascendente se hace cargo de su búsqueda ¨busca para encontrar¨ y en esa búsqueda va

encontrando plenificación al entrar en com-

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Página 20

promiso con algo o alguien. La familia

comprometida con la educación de los hijos procura convocarlos a vivir la vida llena de valores en lugar de vicios. El Dr.

Claudio García Pintos dice que ese com-promiso con alguien funciona como un principio de coherencia que otorga uni-

dad (todos mis esfuerzos se colman en pos de algo), orientación (algo en lo que

estoy comprometido) y dirección. Si no hay coherencia aparece dispersión, en lugar de unidad, desorientación en lugar

de orientación y apatía en el lugar de compromiso, y es ahí cuando la voluntad de sentido se ve frustrada, se intenta lle-

gar por un atajo y en lugar de haber vo-luntad de sentido, hay voluntad de poder

o placer, presentándose conductas del

tipo acoso escolar o adicciones.

¨El peor ataque a la familia es el egocen-trismo que impide la creación, realizar el valor de creación que dispone poner algo

de mí para aportar algo al mundo¨(7)

Decimos entonces que el hombre es li-bre, tiene apetito de valores y busca que su vida tenga sentido, la vía regia para el

logro pleno de la vida espiritual, es la realización de valores (camino natural

para descubrir y realizar sentido) ¨ los valores me atraen, pero no me empujan. En situación de libertad y de responsabi-lidad me decido por la realización de va-lores, me determino por la realización de valores, me abro al mundo de los valo-

res(8)¨

Muchos autores consideran que la pato-

logía de esta época es el ¨síndrome de ca-rencias valorativas¨(9), por eso creemos que es tan importante que la familia ten-

ga un rol activo en este sentido y por medio del ejemplo sorprenda a sus hijos

mostrándoles que vive con valores, en

lugar de señalar las falta.

Humildad

En los tiempos que corren parece haber cierta confusión y desorientación en lo

que a valores se refiere y la humildad no le escapa a eso. Muchos creen que ser

humilde es restarle importancia a las pro-

pias virtudes, mostrarse inferior a los de-más, ser sumiso, o pobre, incluso Nietzsche afirma que¨ La humildad es una debilidad, una falsa virtud que esconde las decepciones

en su interior¨

Sin embargo según la Real academia espa-

ñola, humildad es, ¨La virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este

conocimiento.¨

Como dice Fernando Rivas Ravaque en

¨Terapia de las enfermedades espirituales¨, hay que reivindicar y reinventar la humildad como elemento clave en todo crecimiento

personal y espiritual, por eso consideramos que ser humilde no solo es conocer nuestras debilidades y limitaciones sino también

nuestras virtudes y fortalezas para que por medio de ese conocimiento podamos llegar a

la paz interior. El practicar la virtud de la humildad libera del apego innecesario a lo material y a ciertas actitudes tales como el

orgullo, la soberbia y la vanidad que atentan

contra esa paz buscada.

Ser humilde es conocerse a uno mismo y

buscar crecer pero no creyéndose superior ni inferior a los demás. A través de ese cono-cimiento podemos respetarnos y aceptarnos

así como también aceptar y respetar al otro como otro, siendo él, percibirlo y aceptarlo

como diferente de mí, ¨ el otro no es un es-calón para que yo suba en mi consideración de mi mismo¨. La humildad nos permite tra-tar al prójimo con ternura, amabilidad, com-

pasión.

Al comienzo dijimos que el mal de nuestra época era el egocentrismo, y creemos que es a través de la humildad que este se puede

combatir, siendo un camino opuesto al egoísmo, la arrogancia y la autosuficiencia, nos ayuda a ejercer la generosidad, el com-

promiso y la fraternidad. Por eso depende de nosotros colocar a la persona en el centro,

pero no como objeto de humillaciones y críti-cas sino a través de la promoción de lo sano y lo fuerte en ella, enaltecerla, transmitiendo

por medio del ejemplo valores y principios que permitan hacer aflorar todo ese poten-cial que tienen los jóvenes y comprometerse

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Página 21

con su realidad.

¿Cómo promover la humildad?

Etimológicamente educación proviene del latín Educare, guiar, sacar a la luz,

para que las personas se orienten al sen-tido de sus vidas, no tomar decisiones por los otros, educar en positivo, resal-

tando la esperanza, la solidez en las pro-pias convicciones y el valor de intentar cambiar lo que si se pueda cambiar Para

ello el marco necesario es el de la apela-ción a un encuentro y al dialogo, desde

la familia principalmente y desde la es-

cuela.

¨La educación desde la perspectiva fran-kleana es una educación para la libertad y para asumir con responsabilidad las consecuencias de nuestras propias deci-siones (…) siguiendo en la línea discursi-va de la educación para, la logoterapia se inscribe en la actitud de promover que el ser humano sea una persona comprometi-da con su realidad personal y comunita-ria, pues el sentido de la vida se relacio-na con la totalidad de la vida que los se-

res vamos tejiendo¨ (11)

Como dijimos anteriormente el primer paso para educar en valores es Vivirlos antes de nombrarlos y definirlos desde el

pensamiento formal ¿Cómo ayudar a que los niños y los jóvenes vivan la humil-

dad?

De 3 a 8 años

Reconocer nuestros límites en los múlti-

ples campos de nuestra existencia no so-lo es un principio de sabiduría univer-salmente reconocido, sino el principio de

todo posible crecimiento en humildad. Por eso pensamos que desde muy chicos se puede educar en humildad a través

del juego, poniendo el foco en que a ve-ces se gana y a veces se pierde, en que

para unos juegos somos más habilidosos

que para otros.

“En la vida se juega jugándose, compro-metiéndose, y esto nos hace felices”, ex-

plica Susana Gamboa de Vitteleschi, autora

del libro Descubrir valores jugando. A través del juego, reconocemos derechos y deberes, toleramos y apreciamos la verdad, la justicia

y la libertad. Y también respetamos la diver-sidad:“El juego es innato en las personas. Es como comer o dormir. El jugar divierte y hace que se pongan sobre la mesa todas

las cuestiones relativas al ser humano”.

De 9 a 12 años

Entre los 9 y los 12 años se puede educar la

humildad a través de la lectura de algún cuento, fabula o poesía. El Dr Claudio Garc-ía Pintos en su libro Logoterapia en cuentos

nos expresa la importancia de la palabra es-

crita como recurso terapéutico.

¨ El libro en su finalidad biblioterapéutica, nos revela tanto como nos rebela (…) en un primer momento nos hace ver, nos ilumina una situación, revelándonos aspectos, mati-ces, circunstancias, alternativas, giros que hasta entonces no eran vistos o apreciados por nosotros. Luego una vez iluminado el pa-norama, nos sacude, nos estimula, nos incen-tiva en nuestras genuinas posibilidades de elaborar una respuesta propia y significativa, rebelándonos respecto de la situación por re-solver, saliendo de la desesperación, la con-fusión o la resignación y actuando en función

de una respuesta nueva y posible¨

Los cuentos utilizados en esta etapa procu-

ran poner el énfasis en descubrir lo mejor de cada uno y aceptar que todos somos diferen-

te y esa diferencia nos enriquece en la medi-

da que estemos abiertos al otro.

De 13 a 17 años

Se educa la humildad a través de activida-des concretas, solidarias, poniendo el foco en que conociendo nuestras diferencias bus-

quemos abrirnos a los demás, por medio del servicio. Es en este nivel en el que se experi-menta verdadera alegría, diferente a la alegr-

ía pasajera que nos ofrecen los placeres egoístas. Cuando la disposición a dar ayuda

va dirigida hacia otro fortalece al que da.

¨Por que pertenece a la esencia del hombre el

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ser también abierto, ¨abierto al mundo¨. Por que ser hombre significa, por sí mis-mo, estar orientado hacia más allá de sí mismo. La esencia de la existencia huma-na se encuentra en su autotrascndencia, por así decirlo. Ser hombre significa estar, desde siempre, orientado y dirigido a algo o alguien, estar dedicado a un trabajo al que se enfrenta a un hombre, a otro ser humano al que ama, o a Dios a quien sir-

ve¨(14)

Se puede observar que desde muy chicos

es posible educar el valor de la humil-dad, a través de conocernos a nosotros mismos, aceptarnos diferentes pero no

por eso menos importantes unos de otros y saliendo al encuentro del otro pa-ra servirle. Dejando así de ocupar el lu-

gar de víctima, victimario u observador pasivo para tomar un rol activo frente al

acoso escolar cada vez más común en

esta época.

Conclusión

Frente al Bullying que pega y hunde de-jando a su alrededor ondas expansivas en el agua por el dolor de quienes lo pa-

decen, la familia como primera escuela de formación en valores tiene una misión

que es posible, es difícil y es bella. Su ta-rea es sembrar en tierra fiirme, el valor de la humildad para que crezca en sus

miembros la capacidad de reconocer los propios límites, aceptar las diferencias y servir, muriendo así al orgullo, la sober-

bia, la vanidad, el desprecio, la agresión y naciendo al encuentro con el otro, la

entrega, la fraternidad y fundamental-

mente a ser con el otro.

Referencias

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(2) Olweus, 1993. Bullying at school: What we

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(6) Olweus, D. (2001a). Peer harassment. A critical

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20). New York: Guilford Publications.

(7) GARCÍA PINTOS, Claudio, Clases del Posgrado de

Logoterapia y Análisis Existencial, UCA, 2009

(8) GARCÍA PINTOS, Claudio, Frankl por definición:

Consultor temático de Logoterapia y Análisis Existen-

cial, Ed San Pablo, Buenos Aires, Argentina, 2007.

(9) Idem 1

(10) http://www.rae.es/drae/srv/search?id=ng3sBHeaCDXX2dWMAJ6J

(11) PAREJA HERRERA, Guillermo, Articulo ¨La edu-

cación, Viktor Frankl y su análisis existencial so-

bre la existencia humana¨ Frankl por definición:

Consultor temático de Logoterapia y Análisis Existen-cial, Ed San Pablo, Buenos Aires, Argentina, 2007,

pag 437.

(12)http://www.materna.com.ar/Home/Articulos-

materna-Home/Reflexionar-juntos-7-juegos-para-

ensenar-valores/Articulo/ItemID/18605/

(13) GARCÍA PINTOS, Claudio, La Logoterapia en cuentos, el libro como recurso terapéutico Ed San Pa-

blo, Buenos Aires, Argentina, 2001.

(14) FRANKL, Viktor E, Psicoanálisis y Existencialis-mo: De la psicoterapia a la Logoterapia, 2da Ed, FCE,

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Page 24: Logored - Septiembre 2013

TERCER ENCUENTRO FEDERAL DE LOGOTERAPIA Viedma, del 14 al 16 de noviembre

LOGORED INFORMA: del 14 al 16 de noviembre del corriente año, se

llevará a cabo en la ciudad de Viedma (Provincia de Río Negro, Argenti-

na), el TERCER ENCUENTRO FEDERAL DE LOGOTERAPIA, organiza-

do de manera conjunta por el Proyecto Presencia (de la Ciudad Autó-

noma de Buenos Aires), la Fundación Italopatagónica (de la ciudad de

Viedma) y el Centro de Enfoque Familiar (de la ciudad de Esquel). La

intención y finalidad del encuentro es crear un espacio de intercambio

de experiencias y conocimientos, entre profesionales que ejercen y apli-

can la Logoterapia en distintos ámbitos, en los diferentes puntos del

país. La primera edición se realizó en Tucumán (2011) y la segunda en

Esquel (2012) Unos de los objetivos previstos es la posible creación y

afianzamiento de una Red Federal de Logoterapeutas.

Los interesados en participar del evento pueden contactarse con el

Lic. José Menna ([email protected])

Página 24

Page 25: Logored - Septiembre 2013

Página 25

Centro de Logoterapia y Análisis Existencial

Universidad Católica Argentina

El Comité Organizador, el Comité Científico, las autoridades del congreso, y el equipo

CLAE, agradecen a TODOS (conferencistas, expositores de Espacios de Reflexión y de Au-

las de Trabajos Libres, auspiciantes, adherentes, autoridades y personal administrativo de

la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la UCA, Centro de Estudiantes de Psicología

UCA, invitados especiales y asistentes), el haberse reunido en torno de la consigna “la Per-

sona en el Centro”, desarrollando un congreso con calidad académica y científica, y cali-

dez humana.

Decía Viktor Frankl que “desde Auschwitz sabemos de lo que el hombre es capaz, y desde

Hiroshima, lo que está en juego”. Y es cierto. Pero no es suficiente “saberlo”, hay que hacer

algo. Trabajar por la persona humana para que pueda ser ella misma, realizada, la que

haga realidad un mundo mejor, amigable. En las jornadas de este congreso, percibimos

un humanismo “en acto vivo”, dispuesto a avanzar por ese cambio.

Por todo eso, el CLAE UCA, organizador del evento, expresa su satisfacción por el desarro-

llo del mismo y agradece a TODOS por alentar nuestra esperanza de ver ese mundo, hecho

realidad. Muchas gracias.

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Página 26

En la ceremonia de apertura del 5º Congreso

Latinoamericano de Logoterapia y Análisis

Existencial, “La Persona en el Centro”, en sus

palabras iniciales, el Dr. Claudio García Pin-

tos, presidente del evento, anunció su deci-

sión de renunciar al cargo de Director del

CLAE UCA.

Entre otras consideraciones destacó su inten-

ción de permitir con esta decisión, que las

nuevas generaciones de jóvenes profesionales

formados en la especialidad, puedan ir asu-

miendo posiciones de dirección y liderazgo en

la región, dándole continuidad y proyección a

la promoción de la Logoterapia y el Análisis

Existencial de Viktor Frankl. Señaló que la

organización de este congreso marcaba el fin

de una década de trabajo durante la cual pu-

do fundar y organizar el centro, darle funcio-

namiento, posicionarlo en la región y cumplir

con los primeros objetivos de promover el pen-

samiento frankliano en el ámbito universita-

rio. Habiendo formado, asimismo, un grupo

de profesionales que actualmente constituye

el equipo del centro, interpreta que cumple el

ciclo de su gestión y pone en manos de ellos

pone en manos de ellos la continuidad, pro-

yección y crecimiento del CLAE, continuando

el trabajo en pos de los mismos objetivos.

La decisión de renuncia no significa el aban-

dono del centro, del cual, según sus palabras,

“no me alejo, simplemente, me quito la gorra de

capitán para ponerme el birrete de marinero,

pasando ahora a ser un miembro más del equi-

po”.

La continuidad de la gestión del centro, reca-

erá ahora bajo la responsabilidad de la Lic.

Lucía COPELLO, proyectándose a partir de

esta nueva directoría, una modalidad dinámi-

ca que permita a la organización, ir renovan-

do autoridades regularmente, en períodos de

tres años.

De no mediar inconvenientes, su designación

será oficial en las próximas semanas. Por su

parte, el equipo CLAE confía en el éxito de la

nueva dirección y le da la bienvenida al cargo

a la Lic,. Copello.

Cambio de Autoridades

Nueva Directora del CLAE UCA Lic.Lucía COPELLO

Lucía Copello es Doctoranda en Psicología, Universidad del Salvador. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Católica Argentina, Buenos Aires. Psicoterapeuta de adolescen-tes y adultos, con especialidad en Logoterapia y Análisis Exis-tencial y formación en Terapia Cognitivo Conductual.

Profesional de la Dirección General de Políticas de Juventud, dependiente de vice jefatura de Gobierno desempeñando tareas de investigación, diseño, supervisión y evaluación de proyectos de políticas públicas en materia de empleo y orientación vocacio-nal destinados a los jóvenes de la ciudad. Miembro y secretaria del CLAE (Centro de Logoterapia y Análisis Existencial de la Uni-versidad Católica Argentina).

Co-Autora del libro “Frankl por Definición. Consultor temático de Logoterapia y Análisis Existencial”, editorial San Pablo, Colección Noesis, 2007. Autora del libro “Logoterapia en Cárceles, el sufrimiento como escuela de humanización”, editorial San Pablo, Colección Praxis, 2009.Columnista mensual de la revista digital LOGORED. Dicta cursos y talleres de Introducción a la Logoterapia y Análisis Existencial, así como de temas afines, en diversos ámbitos a nivel nacional e internacional.

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EL CENTRO DE LA PERSONA

Una lectura desde la ontología

dimensional.

Por Lic.Pablo ETCHEBEHERE

Mail de contacto:

[email protected]

C omo todos ustedes saben el pen-

samiento de Viktor Frankl se orienta en dos direcciones. Por un lado nos encontramos con la

dirección terapeútica, la que ha bautiza-do logoterapia. Por otro nos encontramos

con la dirección antropológica, la cual para diferenciarla del psicoanálisis la ha denominado análisis existencial(1). Nuestra exposición se va a mantener en esta dirección antropológica y tiene co-

mo único fin responder a la siguiente pregunta ¿cuál es el centro de la perso-

na?

Previamente, como enseñan los libros de

lógica, debemos hacernos otra pregunta, pregunta fundamental, decisiva: ¿hay

centro en la persona? ¿existe realmente un centro en la persona? Al formularnos estas preguntas vino a mí una frase que

Jorge L. Borges refiere en un texto de Otras inquisiciones(2). La frase habla de

una esfera “cuyo centro está en todas partes y su circunsferencia en ninguna”. Ella será como nuestro hilo de Ariadna a

través del cual nos internaremos en el

laberinto de la ontología de la persona.

Sin embargo, para responder a nuestra

pregunta inicial debemos, aún antes, aclarar un concepto, todavía más central

y qué es, precisamente, el de persona. Nuestra exposición, entonces, tendrá tres partes. En la primera mostraremos

qué significa persona para Viktor Frankl. Allí confrontaremos dos modelos de per-

sona que se encuentran en pugna, dis-tinguiéndose constantemente uno de otro en el pensamiento frankliano. En la

segunda parte nos ocuparemos de la familia

semántica del término centro. En la última parte esperamos responder a la pregunta inicial ¿en qué radica el centro de la perso-

na?

La persona y sus modelos.

1.1. La etimología.

La etimología de la palabra persona es muy rica. Por un lado desde la lengua griega apa-

rece la idea de máscara. Persona se relacio-na con el personaje teatral, de modo que las

personas del drama son las que representan los papeles protagónicos. De acuerdo con lo dicho podemos afirmar que el hombre es

persona cuando representa un papel, rees-cribe con su vida un papel que le fue asigna-

do. O con otras palabras, el hombre es per-sona cuando cumple una misión. A su vez podemos decir que el hombre es persona

cuando cumple un papel protagónico. Pero ser protagonista no significa ocupar un lu-

gar destacado en el teatro de la vida ya sea por sus cualidades, físicas o espirituales. No. Protagonista en griego puede ser tradu-

cido como el “primer luchador”, protagonista es aquél que enfrenta la lucha por la vida. Así entonces, el hombre muestra su rostro

de persona no sólo representando un papel, sino también enfrentando la adversidad. Va-

lores de creación y de actitud hacen del

hombre una persona.

Junto a la etimología griega nos encontra-

mos también con etimologías de origen lati-no. En primer lugar queremos señalar una anterior aún al latín, que proviene de la len-

gua etrusca, según la cual la palabra perso-

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na viene de persu que significa también

máscara, pero ya no en el ámbito del teatro, sino que persu corresponde a la máscara mortuoria. El hombre es perso-

na entonces, cuando tuvo una vida tal que sobrevive a la muerte. Su vida valió

tanto la pena que su identidad, su ros-tro, perdura en el tiempo…su persona es

“más fuerte que la muerte”.

Otra etimología, propia del medioevo la-tino, nos dice que persona proviene de la

construcción per se una, que podemos traducir como “de suyo una”. El hombre entonces es persona cuando es una uni-

dad única e independiente. Ahora bien, junto con estas raíces Viktor Frankl nos propone aún una más. De acuerdo con

él, el término persona proviene de perso-nare. “En la conciencia de la persona

humana personat una instancia extra-humana.”(3) Así entonces, el hombre es

persona cuando a través de él (per) sue-na (sonare) una voz. El hombre es perso-na cuando se vuelve mensajero, trans-

misor de otra voz, de un sentido. Queda por ver, claro, de quién esa voz y qué

sentido tiene.

La noción.

Luego de ver los orígenes del término

persona, pasemos ahora a tratar de lo que Viktor Frankl entiende por persona. Para ello nos basaremos en su texto titu-

lado Diez tesis sobre la persona.(4) Para nuestro autor, la persona es un indivi-

duum insummabile, esto es, no puede ni ser divido ni ser agregado como parte de

algo más amplio, como sería la masa, la gente. Viene aquí el eco de la etimología

medioeval: la persona es de suyo una.

Además cada persona es un ser nuevo y es también espiritual, por lo tanto no

pertenece exclusivamente a la facticidad ni a un eterno retorno de lo mismo. Por eso también es yoica, es decir, no se en-

cuentra bajo la dictadura del ello. Puesto que la persona es una unidad y una tota-lidad es ella también dadora de unidad y totalidad. A su vez es dinámica, siempre

está transcendiéndose y enfrentándose a sí

misma. Vuelve aquí lo que referimos al ámbito del teatro: el hombre es persona en tanto que representa, actúa, a veces en co-

media, a veces en tragedia, el drama de la

vida.

Finalmente la persona no se comprende a sí

misma por un acto de inmanencia sino pre-cisamente desde la transcendencia. Estas

dos notas nos recuerdan la última etimolog-ía señalada: en la persona suena algo distin-

to, algo otro que ella misma.

Los modelos.

Hemos visto la etimología, hemos visto, sus-cintamente, qué entiende nuestro autor por

persona. Pero, como apuntamos en la intro-ducción, Frankl aclara en varios pasajes qué

es ser persona a través de la confrontación con otro modelo. De esta confrontación ob-tendremos no pocas ideas. A nuestro enten-

der hay dos modelos de persona en el hori-zonte del pensar frankliano. Los llamaremos,

para evitar “personificaciones”, modelos

abiertos y modelos cerrados.

El modelo cerrado es el que corresponde a lo que nuestro autor llama mónada, o mode-

lo monadológico(5). De acuerdo con este mo-delo el hombre, para comprenderse, debe in-

tersarse sólo en sí mismo.(6)

¿A qué nos referimos cuando hablamos de monadológico? El término fue acuñado por

Gottfried Leibniz y según él mónada es una “sustancia simple”(7), que no puede “ser al-terada o cambiada en su interior por alguna

otra criatura”(8). Esto es así porque las mónadas “no tienen ventanas por las cuales

algo pueda entrar o salir”(9). De ahí que todo cambio en ella debe provenir de “un princi-pio interno, ya que en su interior no podría

influir una causa externa”(10) Es por eso que Leibniz no duda en afirmar que las mónadas son autárquicas, es decir que po-

seen “una suficiencia que las convierte en fuentes de sus acciones internas, y por así

decirlo, en autómatas incorpóreos”(11) Estas

mónadas piensan al reflexionar.

Así entonces, según este modelo el hombre

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es persona cuando se encuentra separa-

do de todo lo demás. Separado es el sig-nificado etimológico de una palabra muy usada por la filosofía y que es la palabra

absoluto. La persona es entonces, algo ab-soluto, in-dependiente y que posee en

sí un universo completo.(12)

Enfrentado a este modelo cerrado está el modelo abierto o relacional, que es el que adopta Viktor Frankl. Para ver clara-

mente qué significa aquí “abierto” o “relacional” apelaremos al siguiente tex-

to: “partiremos de la afirmación de que todo ser es siempre, sustancialmente, un ser-otro. En efecto, todo lo que podamos

destacar en lo existente dentro de la res-tante plenitud del ser sólo podrá delimi-

tarse por el hecho de ser, en cada caso, diferenciable. Sólo mediante la referencia de un ser a otro ser podemos constituir

ambos. Lo previo es siempre la relación del ente como «siendo otra cosa que».

Ser=ser otro, es decir, «ser otro que», por lo tanto, relación; en rigor, sólo la rela-ción «es». De aquí que podamos también

formular el pensamiento de este modo:

todo ser es un ser-en relación.”(13)

Junto a estas afirmaciones de carácter

ontológico podemos agregar una de carácter óntico: “el hombre no es una mónada cerrada, y la psicología degene-

ra en alguna clase de monadología a no ser que reconozca la apertura del hom-

bre al mundo […] Esta apertura de la existencia es reflejada por la autotrans-cendencia del ser humano que a se vez

se refleja en la cualidad intencional de

las fenómenos humanos.”(14)

La clave de este modelo está en que la

persona no puede ser en soledad, sólo puede ser persona en una comunidad existencial con otro. Así entonces, la per-

sona alcanza su rango ontológico, prime-ro, en la apertura al otro, y segundo en

la comunicación con ese otro. Aparecen aquí los conceptos de intencionalidad es-

to es, tendencia al otro; y el de transcen-dencia, salida al otro. La identidad auténtica (15), ese tesoro tan buscado,

no está, entonces, en el solo sujeto sino

en la relación, en el “estar-uno-junto-a-

otro”. Como varias veces afirma Frankl “toda realidad humana se caracteriza por su orientación hacia algo”(16). Por eso, el

yo no se vuelve yo, no se convierte en el yo sino a través, junto al tú (17). Aparece aquí, insospechadamente, un eco de la etimolog-

ía del personare. Solamente orientado a al-go distinto de sí el hombre encuentra su

lugar. Pero si nuestro autor afirma -resumiendo lo dicho hasta aquí- que “pertenece a la esencia del hombre el carác-

ter orientado y centrado sea en algo o en alguien, en una obra o en una persona”

(18), ¿cuál será el centro del hombre? ¿dónde estará el centro si sólo junto al otro puede el hombre ser persona? Estas pre-

guntas nos llevan a investigar el concepto

de centro.

El centro.

2.1. Las etimologías.

Al hablar de centro nos introducimos en lo que Frankl denomina una ontología dimen-

sional. Si buscamos en un diccionario nos damos cuenta que los significados de esta

palabra pertenecen, en su mayoría, al ámbito de la geometría. Pero no nos pode-mos quedar allí, debemos, como Frankl nos

propone, pasar de un estilo more geometrico

a un estilo more ontologicus.(19)

Nuevamente retornemos a las etimologías.

En latín centrum significa “la pierna fija del compás entorno a la cual gira la otra” (20).

Pero este término latino proviene de uno griego que es kéntron y que significa

aguijón. ¿A qué nos llevan a pensar estos

sentidos?

Para trazar líneas con un compás necesita-mos previamente apoyarnos, asegurarnos

para que esa línea, supongamos una cir-cunsferencia, salga bien. El compás necesi-

ta fundamentarse en algo más firme que él para poder cumplir su misión, su función. Esto nos lleva a la primera conclusión. El

centro de la persona es aquello que le da un fundamento desde el cual actuar. A par-

tir de este centro logra concentrar sus

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energías evitando dispersarse, cayendo en

la vaguedad.

Pero pasemos a la otra etimología. Centro es un aguijón, algo que que se clava en

un terreno firme -imaginemos esas som-brillas de la playa- y su firmeza le da re-sistencia al viento, si está bien firme no

se volará. Aquí aparece junto al matiz del fundamento el matiz de la resistencia. Lo que está bien fundamentado puede resis-

tir las adversidades. Pero hay aún otra intepretación. El centro es aguijón, tam-

bién, en cuanto que nos pincha, en cuan-to que nos hace reaccionar. Así entendido el centro de la persona es lo que la mue-

ve, la saca de la indiferencia, de la apatía. El centro de la persona es lo que le exige

una respuesta, la vuelve, podríamos de-

cir, responsable.

2.2. El centro y el espíritu.

Quisieramos aquí, a partir de estas expli-

caciones, trasladar el tema del centro al tema del espíritu. La idea es ampliar la noción de espíritu y no quedarnos sola-

mente con una visión intelectualista o ra-cional, de acuerdo con la cual espíritu

significaría -en Frankl- solamente logos o nous. A partir de la imagen del funda-mento podríamos decir que el espíritu de

la persona es también éthos. Nuestro au-tor varias veces nos llama a “ontologizar

la moral”, es decir, “superar el deber con el sentido”(21), para ello debemos tener

en claro qué significa éthos. Esta palabra, en griego, fue traducida al latín como mo-ral, como costumbre. Éthos significa las

costumbres socialmente aceptadas por la moral. Pero también significa otra cosa,

t a m b i é n s i g n i f i c a “ m o r a d a ” , “carácter”(22). La ética, entonces, no habla a lo general en el hombre, sino que,

en su transcendencia al sentido, le habla “ad personam” y “ad situationem”. El cen-

tro de la persona, entendido como éthos, es el lugar donde ella mora, su forma pro-pia con la que traza las líneas de su vida.

Por lo tanto, espíritu no es solamente lo-

gos sino también éthos.

Pero recién dijimos que el centro es

aguijón. Esta función de aguijonearnos, de no dejarnos en paz, la queremos referir a otro término griego que es eros (23). El

centro de la persona es algo erótico, que tiene como misión el darnos alas, como

quería Platón; el permitirnos sobrepasar las situaciones de limitación y llevarnos más allá. “La emocional logique du coeur hace que el hombre tienda siempre a una realidad […] impidiéndole caer en la apa-

tía”(24) Tengamos aquí en cuenta que “corazón no significa nada más que el núcleo y el centro del hombre, la persona,

a saber, la persona íntima, la persona es-piritual profunda.”(25) De este modo, lo-gos, éthos y eros, forman lo que Frankl lla-ma “la tríada de la antropología filosófica”

(26). El eros en cuanto que lo impulsa a vivir y el éthos en cuanto que le da una morada, una fisonomía propia, configuran

el centro de la persona. No cabe duda que la persona sin centro, es decir, sin logos,

ni éthos ni eros, no sería persona. Aún más “el centro no puede ser anónimo, sino único e irremplazable” (27) Pero -como

verán en este discurso hay muchos “pero”- ¿de qué modo podemos encontrar este

centro? ¿qué método hemos de usar?

2.3. El centro y lo excéntrico.

Para responder a esta pregunta comparti-

remos dos textos de Viktor Frankl. El pri-mero dice así: hay que “enfocar el existir humano(28), excéntricamente, fuera del fo-

co de la exacta ciencia natural, sólo enton-ces captaremos no solamente el ser-así

humano, sino el existir humano.” Aquí aparece una primera respuesta. El centro

de la persona puede ser tematizado a través de dos métodos. El primero sería el método propio de las ciencias naturales

que pertenecen al campo óntico, encarga-do de describir el ser-así humano. Este centro es claro y distinto y se alcanza por

reflexión y es razonable. Pero el centro del cual estamos hablando, el centro ontológi-

co de la persona es excéntrico, está fuera de foco…Esto nos lleva a tener cuidado en una cosa: no hacer ni del logos -entendido

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ese centro?

Sabemos que para Frankl lo humano del

hombre radica en el espíritu. Pero recién vimos que ese espíritu no es únicamente

logos, sino que además está el éthos y el eros. También vimos que para ser realmen-te espíritu debe escapar de la objetiviza-

ción. Como dice nuestro autor “el verdadero ser-hombre comienza allí donde termina

toda comprobabilidad y fijabilidad, donde cesa toda determinabilidad inequívoca y de-finitiva”(32) Es por eso que vamos a propo-

ner como centro del hombre al espíritu pero

en tanto que inconsciente.

En primer lugar debemos recordar que

“dentro del espíritu lo racional e intelectual ni siquiera representan lo específico en el hombre, más bien, lo emocional y lo exis-

tencial” (33) Así entonces, lo espiritual no se reduce al logos, sino, como venimos

viendo tiene como centro lo emocional, al

eros.

Ahora bien, poner en el centro de la perso-na, del homo sapiens, del animal racional,

lo erótico no puede sino asustarnos o lle-varnos a la sospecha de un irracionalismo.

He aquí donde entra el otro elemento de ese centro: lo inconsciente. Lo espiritual en tanto inconsciente es “irreflexionable en

tanto que ciego frente a toda autoobserva-ción que pretenda aprehenderla en su pun-

to de origen” (34) Por eso ante el incons-ciente espiritual “cualquier reflexión inne-

cesaria lo que hace es perjudicar”(35)

Debemos también tener presente que, si

bien lo espiritual inconsciente carece de autoconocimiento reflexivo, posee un tipo de conocimiento que es una autocompren-

sión implícita. Además “es más sabia de lo que él mismo vislumbra, y también más sa-

bia de lo que él se cree” (36) Pero lo es con una sabiduría distinta a la de la razón, es

una sabiduría del corazón.

3.1. La confianza.

¿En qué consiste esta sabiduría? La res-puesta a esta pregunta agrega, a nuestro

Página 31

como sentido- ni del eros ni del éthos al-

go tan claro, tan evidente que se vuelven

objetos entre los objetos.

De ahí que Frankl nos hable varias veces del pudor que mantiene al amor y a la fe

lejos de la objetivización (29). Demasiado claro, demasiado seguro, el centro de la

persona se vuelve un centro neurótico, que posee “una voluntad de llegar a una seguridad absoluta en los conocimientos

y en sus decisiones, la obsesión de cono-cer las cosas de un modo absolutamente seguro y de tomar decisiones absoluta-

mente morales.”(30)

El segundo texto nos habla del punto de fuga (31). Este es un elemento que bien

cabría agregar en una ontología dimen-sional. El punto de fuga se caracteriza por no estar en el dibujo, por no estar en

el cuadro, pero hacia él convergen todas las líneas del dibujo. Ese punto de fuga

no está en lo inmanente del dibujo pero le da sentido, desde afuera. Es, como di-cen los diccionarios, un “punto impropio

situado en el infinito”.

Y así nos encontramos con el centro de nuestro laberinto. Porque si para acce-

der a lo ontológico del hombre debemos volvernos excéntricos, salirnos de foco, y si al mismo tiempo lo que le da sentido

es un punto fuera de lo humano ¿cómo podemos hablar de centro? O ¿será que este centro de la persona lo aguijonea

constantemente para salir de sí, para transcenderse? Responder a estas pre-

guntas nos lleva al último punto de

nuestra conferencia.

El centro de la persona. El inconscien-

te espiritual.

Estamos buscando el centro de la perso-na. Como una especie de coincidencia de los opuestos, el centro se nos manifestó

como fundamento, como algo fijo, pero también como aguijón que nos impulsa y, a su vez, como algo excéntrico, fuera

de foco.¿Cómo caracterizar, entonces,

Page 32: Logored - Septiembre 2013

donando una visión monadológica. Es hora

que levantemos el telón del último acto de

esta escena.

1.3. La pasión.

“Situado ante el abismo, el hombre ve la

profundidad y lo que percibe en el fondo del abismo es la estructura trágica de la exis-tencia. Lo que se le revela es: que la exis-

tencia humana, en última instancia y en lo

más profundo, es una pasión.”(45)

Llegamos finalmente al centro de nuestra

búsqueda. Queremos concluir diciendo que el centro de la persona se nos muestra co-

mo pasión, entendida -propiamente- como aquello que recibe la acción de otro, que ansía la acción de otro. Esto nos plantea

una paradoja: porque la pasión no es un centro que concentre, que integre, sino un

centro que nos pone excéntricos, fuera de sí, alienados, esperando la voz del otro. En-tender el centro de la persona como pasión

nos permite descubrir que lo que mueve al hombre no es él mismo sino algo o alguien

que desde fuera lo llama. No cabe duda que el siglo XX nos ha demostrado que hace ya tiempo que hemos perdido el paraíso de la

razón, que hemos perdido también el paraí-so de las seguridades. Otra imagen de lo humano se yergue. Una imagen que va des-

de el sentido de la pasión a la pasión por el sentido. La imagen del sabio ha pasado, la

imagen del seguro, del firme ha pasado, nos queda la más humana, la del paciente

que espera, en confianza, vivir con sentido.

“Donde las palabras son pocas, cualquier palabra está de más” (46) Mis palabras no

fueron pocas, espero que no hayan sido de

más.

Página 32

entender, una nota a lo inconsciente es-

piritual en la cual hasta ahora no había-mos reparado. Frankl nos dice que la confianza es “la sabiduría propia del co-

razón”(37) Incluso nos habla de que hay que confiar en el inconciente.(38) Hemos escuchado muchas veces hablar de los

maestros de la sospecha. Marx, Nietzs-che y Freud son señalados como autores

cuya misión en la historia fue la de des-enmascarar al hombre. No cabe duda que han logrado su cometido y nos han

dejado sin antifaz. Como vimos al co-mienzo, el hombre es persona en tanto que máscara. No puede no ocultarse, no

puede no “desaparecer detrás de la reali-zación de actos espirituales” (39) Porque

el espíritu en tanto que inconsciente “ve y no puede ser visto, oye y no puede ser

oído, piensa y no puede ser pensado”(40)

El único modo que tenemos de acercar-

nos a nuestro centro y creemos, al centro del otro es a través de la confianza. Por

eso Frankl no duda en exigir la “restauración de una primordial confian-za en la propia existencia”(41), incluso

nos habla de una reeducación para la confianza.(42) Creo que ya es hora que

los muertos del nihilismo entierren a sus muertos y darnos cuenta que a pesar de todo, debemos confiadamente darle un sí

a la vida.

Y esta educación en la confianza de lo inconsciente se vuelve necesaria porque en nuestra búsqueda de sentido pode-

mos caer en la confusión y olvidarnos que normalmente existe “una incerti-

dumbre de cumplir con el sentido (43)

Queremos terminar esta exposición, ya excesiva, con una última caracterización del centro de la persona. Como ya sabe-

mos “la verdadera persona profunda, es decir, la espiritual existencial en su di-

mensión profunda es siempre incons-ciente.”(44) Ya sabemos que el centro no lo ocupa el logos sino lo emocional. Ya

sabemos que a ese centro llegamos des-enfocando nuestra óntica mirada y aban-

Page 33: Logored - Septiembre 2013

Página 33

el cuerpo que le está particularmente asignado y

cuya entelequia constituye: y como ese cuerpo ex-presa todo el universo por la conexión de toda la

materia en el lleno, el alma representa también todo

el universo, al representar ese cuerpo que le perte-

nece de manera particular.” Leibniz, G. W. Monado-logía, § 62. Y no podemos dejar aquí de citar el

párrafo § 67: “cada porción de la materia puede ser concebida como un jardín lleno de plantas, y como

un estanque lleno de peces. Pero cada rama de la

planta, cada miembro del animal, cada gota de sus

humores, es también un jardín o un estanque simi-

lar.” (13) Psicoanálisis y existencialismo, 24. Cfr. Ärtzliche Seelsorge. Grundlagen der Logotherapie und Existen-zanalyse. 10º Aufl. Wien, Franz Deuticke, 1982,

pág. 12.

(14) Psicoterapia y humanismo. ¿Tiene sentido la vi-da? 2º ed. México, Fondo de Cultura Económica,

1984, 56-57.

(15) Sobre el tema de autenticidad es interesante

leer el texto de Theodor W. Adorno La jerga de la au-tenticidad.En Obras completas, 6. Madrid, Akal,

2005.

(16) El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia. Barcelona, Herder, 1987, 65.

(17) Cfr. Psicoanálisis y existencialismo, 25.

(18) Logoterapia y análisis existencial, 190.

(19) Cfr. Teoría y terapia de las neurosis. Madrid,

Gredos, 1964.

(20) Corominas, Joan. Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana. Madrid, Gredos, 1976. (21) El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia. Barcelona, Herder, 1987, 36. En

otros pasajes como en Voluntad de sentido, 33, lee-

mos que “la moral debe ser ontologizada, existencia-

lizada, fenomenologizada”.

(22) En realidad no es una palabra sino que en grie-go son dos palabras distintas, una se escribe con

épsilon y la otra con eta. Al trascribirlas al latín no

sabemos cuál corresponde a cual, por eso aquí

hemos introducido los dos significados griegos.

(23) Es cierto que, para Frankl, sexualidad, eros y

amor corresponden cada uno a una dimensión del

hombre. Pero hemos preferido mantener el término

en griego y no poner amor por su relación más cer-

cana a la finitud. Cfr. Psicoanálisis y existencialismo, 186. (24) Psicoanálisis y existencialismo, 165.

(25) Logoterapia y análisis existencial, 187.

REFERENCIAS

(1) En alemán se percibe más claramente la in-

tención en el nombre: Existenzanalyse se distin-

gue de Psychoanalyse. Debemos también distin-

guir el Existenzanalyse frankliano del Daseinsa-nalyse heideggeriano, términos dificiles de dife-

renciar en una traducción.

(2) Borges, Jorge Luis. La esfera de Pascal. En

Otras inquisiciones. Obras completas 1923-1972. Buenos Aires, Emecé, 1974, pp. 636-638. Allí en-

contramos el uso de esta metafóra inicialmente

aplicada al ser en Parménides aunque no con los

mismos términos. Propiamente aparece referida a Dios, como por ejemplo en Alain de Lille “Dios es

una esfera inteligible, cuyo centro está en todas

partes y la circunsferencia en ninguna.” Es tam-

bién aplicada al universo por Giordano Bruno:

“podemos afirmar con certidumbre que el univer-

so es todo centro, o que el centro del universo

está en todas partes y la circunsferencia en nin-guna” o a la naturaleza en Pascal “una esfera es-

pantosa, cuyo centro está en todas partes y la

circunsferencia en ninguna.” ¿Nos cabe ahora

que la apliquemos a la persona?

(3) Frankl, Viktor. La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y religión. 6º ed. Barcelona, Herder,

1986, 59.

(4) Frankl, Viktor. La voluntad de sentido. Barce-

lona, Herder, 1994, 106-115. Las diez tesis son:

1. La persona es un individuo. 2. La persona es

in-summabile. 3. Cada persona es absolutamente

un ser nuevo. 4. La persona es espiritual. 5. La persona es existencial. 6. La persona es yoica. 7.

La persona brinda unidad y totalidad. 8. La per-

sona es dinámica. 9. La persona se transciende y

se enfrenta a sí mismo. 10. La persona se com-

prende a si misma desde el punto de vista de la transcendencia.

(5) Cfr. Logoterapia y análisis existencial, 109.

(6) Psicoanálisis y existencialismo. De la psicotera-pia a la logoterapia. 2º ed. México, Fondo de Cul-

tura Económica, 1983, 51-52.

(7) Leibniz, G. W. Monadología, §1 Seguimos la

edición de Ezequiel de Olaso. Escritos filosóficos. Madrid, Machado Libros, 2003, 691 y siguientes.

(8) Leibniz, G. W. Monadología, § 7.

(9) Leibniz, G. W. Monadología, § 7.

(10) Leibniz, G. W. Monadología, § 11.

(11) Leibniz, G. W. Monadología, § 18.

(12)“Así aunque cada mónada creada represente todo el universo, representa con mayor distinción

Page 34: Logored - Septiembre 2013

Página 34

CURSO A DISTANCIA DE ESTUDIO Y PROFUNDIZACIÓN

del ANÁLISIS EXISTENCIAL y la LOGOTERAPIA de VIKTOR FRANKL

Informes: [email protected]

http://cavefblog.blogspot.com.ar/

(39) El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la

psicoterapia. Barcelona, Herder, 1987, 163.

(40) La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y religión.

6º ed. Barcelona, Herder, 1986, 38.

(41) La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y religión.

6º ed. Barcelona, Herder, 1986, 73.

(42) Cfr. Teoría y terapia de las neurosis. Madrid, Gredos,

1964, 98.

(43) Psicoanálisis y existencialismo, 83.

(44) La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y

religión. 6º ed. Barcelona, Herder, 1986, 29.

(45) Logoterapia y análisis existencial, 145-146.

(46) Logoterapia y análisis existencial, 149.

(26) Logoterapia y análisis existencial, 41. (27) Psicoanálisis y existencialismo, 319.

(28) Voluntad de sentido, 60. El resaltado es nues-

tro.

(29) Cfr. Teoría y terapia de las neurosis. Madrid,

Gredos, 1964, 110. En Logoterapia y análisis exis-tencial (75) Frankl nos alerta frente a tres peligros

que puede conllevar la introducción de lo espiri-

tual en el ámbito de la psicología. Estos son el es-

piritualismo, el racionalismo y el intelectualismo.

(30) Voluntad de sentido, 265.

(31) Cfr. Voluntad de sentido, 70.

(32) Teoría y terapia de las neurosis. Madrid, Gre-

dos, 1964, 195.

(33) Logoterapia y análisis existencial, 75.

(34) Teoría y terapia de las neurosis. Madrid, Gre-

dos, 1964, 220.

(35) Logoterapia y análisis existencial, 84.

(36) Logoterapia y análisis existencial, 186.

(37) Teoría y terapia de las neurosis. Madrid, Gredos, 1964,

129.

(38) Cfr. La presencia ignorada de Dios. Psicoterapia y reli-

gión. 6º ed. Barcelona, Herder, 1986, 40.

Page 35: Logored - Septiembre 2013

Página 35

Los organizadores del 5º Congreso Latinoamericano de Logoterapia y Análisis

Existencial, agradecen a la producción, elenco y equipo técnico, por la maravillosa

función que realizaron el jueves 22 de agosto en adhesión al evento. El público

asistente pudo ingresar a través de la sensibilidad de las actuaciones, en el universo

vivencial de Viktor Frankl y comprender, fielmente, la profundidad vigorosa de su

mensaje como hombre y como cientìfico. A todos, MUCHAS GRACIAS!!

BUSCANDO SENTIDO. EL SUEÑO DE VIKTOR

FRANKL, inicia una gira por la provincia de CATA-

MARCA que se extenderá a otras plazas del interior

del país, continuando sus presentaciones en colegios

de Buenos Aires.

Por contrataciones: http://facebook.com/bsentido

Teléfono: 156.443.2501

Page 36: Logored - Septiembre 2013

Esta vez te invitamos a reflexionar sobre el importante tema de la Comunicación

Asertiva. ¡Cuántas dificultades y malestar puede evitarse cuando aprendemos a decir “No” sin sentirnos culpables o comprometidos: http://logoforo.com/decir-no-cuando-queremos-decir-no-la-importancia-de-la-

comunicacion-asertiva/

En el mes del aniversario de su fallecimiento, un artículo de obligada lectura para

logoterapeutas y para toda persona que quiere profundizar en el pensamiento de

Viktor E. Frankl es éste que contiene una cronología de los escritos del maestro:

Volver a los escritos de Frankl: http://logoforo.com/volver-a-los-escritos-de-

viktor-e-frankl/

Espero que nuestros contenidos te sean útiles e interesantes.

¡Gracias por visitar el Logoforo!

Página 36

Logoforo.com te invita a leer interesantes artículos

de diversos autores que desarrollan temas en torno al

sentido. Entérate con nosotros de los eventos más im-

portantes de Logoterapia en el mundo de habla hispana;

visita las secciones de bibliografía recomendada, frases

célebres de Viktor Frankl y de otros pensadores, noti-

cias y ligas a Centros e Institutos en el mundo que tra-

bajan con el enfoque de esta psicoterapia existencial.

Mail de contacto: [email protected] // www.logoforo.com

La Página de LOGOFORO

Por Tere Vanek

Los organizadores del 5º CONGRESO LATINOAMERICANO DE LOGOTERAPIA Y

ANÁLISIS EXISTENCIAL. LA PERSONA EN EL CENTRO, agradecen a LOGOFO-

RO y a PROYECTO PRESENCIA (a través de su programa radial “El valor de

Sentir”, Radio Stentor AM 1590) el apoyo que le han dado a la realización del

evento.

Page 37: Logored - Septiembre 2013

desde 1945 había irrumpido en el escenario

político y social argentino.

Interpreta también como otro momento histórico de la casa tomada el 25 de Mayo de 1973, cuando el camporismo gana aque-

llas elecciones, y “le toma la casa” a la

burguesía dominante de entonces.

No menos aguda podría ser también una

lectura psicológica, en la que diversos síntomas neuróticos como obsesiones y fo-

bias, van ocupando cada vez más espacio mental (la casa) y restringiendo el área li-bre de desenvolvimiento del Yo (el dueño de

casa).

La metáfora de la casa tomada parece hecha a medida para validar la célebre fra-

se de Freud: “el yo no es amo en su propia

casa”.

El Yo consciente y racional, sostenido en la

tradición iluminista de “la diosa razón”, abandonaba el prolongado dominio y sobe-ranía de sí mismo (abandonaba su casa) a

manos del inconsciente y la determinación

pulsional de la conducta.

Estas interpretaciones y sus respectivos

acentos, tanto en lo psicosomático como en lo sociocultural, me hicieron pensar que

también podría abordarse la metáfora de la casa tomada desde una clave existen-cial, y más específicamente, a la luz de la

antropología frankleana.

Bien sabemos, y no hace falta explayarse en ello, que lo esencialmente humano del

hombre, en la concepción tridimensional de Viktor Frankl, es su condición espiri-

tual.

Página 37

E l memorable cuento de Julio Cortázar, la casa tomada, pu-

blicado en 1947, relata la expe-riencia de una pareja de herma-

nos cuya casa va siendo tomada, progre-sivamente, desde el fondo hacia el frente, hasta que finalmente la deben abando-

nar.

Esta situación de la casa tomada, se constituye en una riquísima metáfora,

que puede recibir diferentes lecturas y variadas interpretaciones, según el cam-

po de acción donde se la sitúe, y la con-dición que se le dé, tanto a los ocupan-

tes como a los dueños de casa.

Así por ejemplo, en el campo biológico,

la casa podría representar el cuerpo, que va siendo tomado por el sostenido avan-

ce de un cáncer que va usurpando las distintas “habitaciones-órganos” hasta

su inexorable final.

Desde una óptica sociológica, podría citarse la interpretación sociopolítica del filósofo José Pablo Feinmann, quien re-

fiere que Cortázar se va de la Argentina en la década del 50 porque “los bombos

peronistas no le dejan escuchar a Bar-

tok”.

En esta línea interpretativa la casa re-

presentaría al país, los dueños de la ca-sa serían las clases dominantes (la oli-garquía y las clases patricias hegemóni-

cas), que van perdiendo “su casa”, pri-mero a manos de la “la chusma ultra-marina” (la inmigración de principios de

siglo), y después a manos del incipiente pueblo peronista, que desde 1945 ha-

LA CASA TOMADA

Por Lic.Enrique ADÚRIZ

Mail de contacto: [email protected]

Page 38: Logored - Septiembre 2013

Concibe al hombre naturalmente influen-

ciado por los múltiples condicionamientos físicos, psíquicos y socioculturales, más en absoluto determinado por ellos, antes

bien, y debido justamente a su dimensión espiritual, capaz él mismo de determinar sus propios actos y de oponerse a las pre-

siones y demandas de aquellas instan-

cias.

Vayamos pensando entonces la metáfora

de marras a la luz de esta perspectiva

existencial.

La casa es el lugar donde se habita, así lo

explicita ya su misma etimología,

(del latín casa, choza; edificios habitados por alguien), pero este lugar no es cual-

quier lugar, se trata de un lugar privile-giado, pues se trata de esos espacios que

construyen la identidad de los individuos, en la antípoda misma de los “no lugares”, esos espacios del anonimato que tan lúci-

damente advirtiera Marc Augé como

propios de la posmodernidad.

Allí habita “alguien”, no “algo”, el “alguien” que habita esta casa es el mis-mo ser humano, la casa que lo contiene y

donde mora es su propia humanidad, su

específica y singular condición humana.

Recordando la concepción tridimensional

de la antropología frankleana, dejemos que el mismo Viktor Frankl le de su im-pronta a este matiz. Dice en Logoterapia y

Análisis Existencial: “Por consiguiente, no solamente en la tercera dimensión, la de lo

espiritual, sino ante todo en la tridimen-sionalidad del cuerpo, alma y espíritu, el homo humanus está en su patria, en esta tri-unidad, allí, su humanitas está en su

tierra natal”.

Dejaría entonces de habitar su tierra, de

habitar plenamente su casa, en la medi-da que fuera resintiéndose o menos-

cabándose esta singularidad tridimensio-

nal.

Los diversos reduccionismos, con su

máxima señera “el hombre no es nada más que…” son modos concretos y efica-

ces de ir “tomando la casa”.

El biologismo, el psicologismo, y/o el so-

ciologismo, remiten “al mismo perro pero con distinto collar”, la misma concepción reducida del hombre a una sola de sus di-

mensiones constitutivas, impidiéndose así el pleno alojamiento del ser humano en su

humanitas primordial.

Así como en el relato de Cortázar los due-ños de casa van reduciendo cada vez más su hábitat, nuestro ser humano, víctima

de los diversos reduccionismos, también lo va padeciendo y muy en particular lo sufre

en lo propiamente constitutivo de su exis-tencia, aquello que lo hace debidamente humano y lo distingue del animal, en su

condición espiritual, y con ésta en su radi-

cal situación de ser libre y responsable.

Esta pérdida en lo distintivamente huma-

no es definitivamente mala para el hom-bre, y advirtamos con cuanta justeza y profundidad lo condensa Erich Fromm,

extraordinario humanista, cuando nos di-ce que “el mal es lo que el hombre pierde de sí mismo en el intento trágico de evitar el peso de su humanidad”. Una insidiosa

manera de ir cediendo terreno, eludiendo el peso existencial de la inquietante, cuan-do no dramática, “condena a ser libre” es entregar esas propiedades al se imperso-

nal, el “das man” en la específica expre-

sión alemana.

El “se dice”, “se piensa”, etc., le arrebata la libertad y la responsabilidad al propio sujeto, le toma el corazón mismo de la ca-

sa, siguiendo la metáfora que nos ocupa, y en esta íntima deshumanización confirma

el carácter trágico que denunciara Fromm

en su sentencia.

El relato también lo testimonia. Los due-

ños de casa en un momento dado, ya habiendo cedido toda la parte del fondo y con ello no pocas cosas, refieren las venta-

jas de la situación que viven en términos de “no pensar”. Cada uno con sus activi-dades había conseguido “matar el tiempo”,

“estábamos bien, y poco a poco empezába-mos a no pensar. Se puede vivir sin pen-

sar”.

Ciertamente dice bien, se puede vivir sin

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Page 39: Logored - Septiembre 2013

genuino, al “uno-mismo”, se expande y

cristaliza una calidad de existencia no ge-nuina, que no escucha el llamado de la

conciencia, una existencia inauténtica.

La conciencia da voces, la voz de la Exis-

tencia, la voz de lo más verdadero de sí, del genuino uno mismo, y también, para la an-

tropología frankleana, la voz de Dios. Y da voces para que el ser humano recuerde su “mismidad humana” si cabe decirlo de este

modo, para poder llegar a ser “uno mismo”, y pasar de la inautenticidad a la autentici-

dad de la existencia.

La casa tomada es renunciar a ese sí mis-

mo, es renunciar a escucharse en la con-ciencia y a respetar la verdadera intimidad

y mismidad del ser, es seguir cediendo el territorio de la “humanitas”, es dejar de ser

fiel al ser (genuinamente humano) y al

deber ser, también genuinamente humano.

En definitiva, la casa tomada es esa des-

humanización a partir de la dimisión de la condición espiritual y sus respectivas mani-

festaciones. Tomamos nota de las conse-cuencias de la claudicación de la libertad, la responsabilidad y la conciencia; no le va

en zaga la enajenación resultante de la ce-sión del amor, y muy especialmente de la autotrascendencia, a manos de una

suerte de autorreferencia narcisística, que pone el norte exclusiva y unilateralmente

en los propios estados anímicos y en la

consecución del placer.

Para la Logoterapia, la autotrascendencia

en tanto radical orientación hacia algo o alguien distinto y fuera de sí mismo, es una exigencia esencial de la existencia humana;

también hace al corazón de la casa que va siendo usurpada, y es igualmente trágica la pérdida de humanidad que se padece al no

asumirla y desplegarla.

La casa finalmente es tomada y los dueños la abandonan con lo puesto, y el final del

cuento tiene un remate genial, muy propio de su autor, que amerita referirse textual-

mente.

“…y salimos así a la calle. Antes de alejar-nos tuve lástima, cerré bien la puerta de en-trada y tiré la llave a la alcantarilla. No fue-

pensar y sin hacerse cargo ni responder

por los propios pensamientos y acciones. El conformismo, en su aceptación pasi-va y acrítica de lo establecido, así como

el colectivismo, en su disolución en la masa, son flagrantes renuncias a soste-ner y desarrollar la actitud libre y res-

ponsable que le cabe al homo humanus,

en el latino decir de Frankl.

Sin embargo y volviendo al cuento de

Cortázar, cuando inmediatamente agre-ga que los sueños en alta voz de su her-

mana lo desvelaban, invita a interpretar que desde lo profundo del ánima, desde el inconsciente como la reserva más pro-

funda de la persona (inconsciente espiri-tual para la Logoterapia) emerge una voz

que denuncia y despierta, para que no

se duerma, para que piense.

Dramático y crucial debate existencial para nuestro hombre contemporáneo,

al que le van tomando la casa, escuchar-se o no escucharse, percibirse en su ra-

dical humanidad o hacerse el sordo y

desentenderse de su deber ser quien es.

Escucharse es hacer lugar a la voz de

la conciencia, el órgano de sentido por excelencia, un poderoso radar que detec-ta intuitivamente totalidades llenas de

sentido, donde realizar valores en el ple-no ejercicio de la libertad y responsabili-

dad personal. No escucharse es no es-cuchar la voz de la conciencia, lo cual, en clave existencial, es una vía directa y

sin escalas a la tan mentada existencia inauténtica.

Martín Heidegger, eminente represen-

tante de la filosofía existencial, lo revela con su hondura característica cuando sostiene que “la Existencia se llama a sí misma en la conciencia…”. Ese “sí mis-mo”, el “mismo” del hombre y si cabe la

redundancia: la más plena mismidad del uno mismo, es convocado, es llamado a través de la conciencia, a ser sí mismo,

haciendo de la existencia una existencia genuina, una existencia auténtica. Pero

cuando la Existencia se queda estancada en lo general humano, en lo impersonal, en el Se (das man) y no trae a ser al Yo

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Page 40: Logored - Septiembre 2013

se que algún pobre diablo se le ocurriese robar y se metiera en la casa, a esa hora y

con la casa tomada”.

Una luminosa alegoría del hombre actual, o al menos del hombre existencialmente

inauténtico, que se ha dejado usurpar su casa, su humano modo de morar en ella,

y que tras haberla abandonando progre-sivamente, al final revela su inversión de valores y su confusión existencial. Perse-

vera en su atención y cuidado de que no le roben por el frente, de que no le entren

desde afuera, el control y las seguridades muy propias de la orientación existencial del tener (Fromm) donde la imagen, el éxi-

to, el placer y el poder son los bienes pre-ciados, mientras que, en realidad, ya le tomaron la casa desde adentro, le despo-

jaron el ser, el modo esencialmente

humano de existir.

Preocupado en que no le roben, desde afuera, lo que tiene, en esta indolencia

no registra que ha ido perdiendo, desde

adentro, lo que es. La metáfora de la ca-sa tomada, así descripta e interpretada, podría también graficarse parafraseando

a Marc Augé como un transitar creciente de un “lugar” con nombre propio, con lo propio de ser humano (y no de otra mane-

ra), hacia una suerte de “no lugar”, o lu-gar de anonimato, sin nombre propia-

mente humano. “¡Pobre de aquel que no tiene hogar!”, concluye Nietzsche su

poema “Solitario”. Esta metáfora tiene su antípoda neta y cabal en la casa ínte-gramente ocupada, vivida de un modo

plenamente humano, auténtico, y sin re-taceos para evitar el peso de la humani-

dad, especialmente en lo que tiene de li-bertad, responsabilidad, conciencia y au-

totrascendencia.

Ninguna síntesis poética más perfecta pa-ra condensar el sentido y la potencia fe-cunda de la casa que, a mi gusto, la ex-

presada por el poeta y sacerdote argenti-no, Hugo Mujica, cuando dice que la ca-sa es el ámbito que permite “ser donde uno está y estar donde uno es”.

En apenas nueve palabras queda todo di-cho; privilegio y don de la poesía y los

poetas, pero la Logoterapia, siempre apela-

tiva, como la vida misma, tiene mucho que decir, en particular para quienes, hoy ya multitudinariamente, no habitan su pro-

pia casa, pues tienen la casa tomada.

Y ciertamente Viktor Frankl es la primera voz, tanto con su obra, pero mucho más

aún con su vida, (completa validación de aquella), pues ha dado cuenta de “la humanidad posible”, en la lograda y feliz expresión de Claudio García Pintos para titular uno de sus primeros libros. Tama-

ño testimonio existencial, personal y científico, lejos de convertirse en un ideal inalcanzable, cercano a una suerte de pro-

hombre, es una apelación a morar y vivir plena y vigorosamente en nuestra más

cardinal humanidad. Bien dice el autor de “Viktor E. Frankl. La humanidad posible” aludiendo a la técnica de la apelación logo-

terapéutica: “…sabemos que existe en el hombre una espiritualidad reprimida, in-consciente, algo que particularmente deno-mino la “humanidad posible”, aquella que aún no realizamos, con la que no nos conec-tamos. A esa realidad es a la que apunta directamente la apelación logoterapéutica, teniendo por intención el denunciarle al pa-ciente su propia capacidad de sentir, de ex-

perimentar, de vivenciar, de descubrir”.

La apelación frankleana es una apelación para que no nos ocupen la morada, para

desplegar en ella toda la humanidad posi-ble, pero, nobleza obliga, dejemos la últi-ma palabra apelativa a otro representante

de las letras, atento al carácter literario del

cuento que suscitó estas reflexiones.

Supo decir en su día William Faulkner: “La inextinguible voz de la condición huma-na no sólo perdurará, también prevale-

cerá”.

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Page 41: Logored - Septiembre 2013

E sta pintura se llama "La lección de

música" y es del pintor holandés Johannes Vermeer, del período barroco. En la misma, se ve que

sobre la tapa de la espineta que se está tocando, hay una inscripción en flamenco

que dice:

"La música es compañera de la alegría y

medicina para los dolores"

No es ni más ni menos que lo que nos su-cede a varios de nosotros en tanto músi-

cos, que sentimos la música como un enorme cable a tierra, donde demostra-

mos nuestros estados y nuestras mas pro-

fundas emociones. (ver http://youtu.be/

AKyJLpag2dA)

Sin duda el arte constituye un camino pri-

vilegiado hacia las profundidades de la persona humana. El arte constituye un caudal por donde la intuición y la expresi-

vidad humanas fluyen de manera absoluta

inspirando a la producción artística.

CONSIDERACIONES TEÓRICAS

Los valores y el hecho artístico

Sabemos que podemos reconocer en el

marco de la Logoterapia, tres tipos de va-

lores:

Valores de actitud,

Valores de experiencia y

Valores de creación.

Estos últimos hacen referencia a la capa-cidad humana de producir y crear a partir

de elementos significativos para la perso-na, dando lugar a una obra que conlleve

un sentido subjetivo y personal.

Frankl en su obra “Teoría y terapia de las neurosis, decía: “… no solamente el acto creador (que corresponde a la capacidad de trabajo) puede dar un sentido a la existen-cia, hablamos en este caso de la realiza-ción de valores de creación. Y no solamente la vivencia, el encuentro y el amor (que co-rresponden a la capacidad de goce), pue-

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EL SENTIDO DE LA MÚSICA

Y LA MÚSICA DEL SENTIDO

Por Lic. Emmanuel CORDOBÉZ

Mail de contacto: [email protected]

Por Lic. Axel OTERO

Mail de contacto: [email protected]

Page 42: Logored - Septiembre 2013

Página 42

den dotar la vida de sentido, refiriéndonos entonces a los valores vivenciales- … pue-de uno dar sentido a su vida, realizando

una acción ejecutando una obra.”

Otra referencia a tener en cuenta es la que Frankl hace en su obra Psicoanálisis

y Existencialismo, en donde menciona:

“… los valores creadores o su realización, ocupan el primer plano en la misión de la

vida del hombre…”

En estos párrafos, Frankl entiende a de-terminadas acciones de las personas, co-

mo dotadas de una significación especial, las cuales dan lugar a la realización de

un sentido.

El hecho artístico, suele ser un fenómeno espontáneo e inherente al campo de lo perceptual. Las razones por las cuales, la

obra de arte logra movilizar la interioridad de una persona, están enteramente rela-

cionadas con su dimensión inconciente. En este punto, Frankl diferenciaba los as-pectos pertenecientes al inconciente

psíquico y al inconciente espiritual.

Es en esta dimensión espiritual incon-ciente, en donde radican los elementos

dadores de sentido para la persona, así como también, el lugar en donde el hecho artístico repercute, movilizando sus esfe-

ras mas profundas.

Es tal la conexión que logra establecerse entre estos elementos, que es natural que

el arte, en sus diversas formas, este mu-chas veces relacionado, con las acciones

significativas y dadoras de sentido en la

vida de las personas.

Dentro del arte consideramos a la música

como una de sus más excelsas manifesta-ciones y quizás la más sencilla de apre-

hender

La música como herramienta

Son muchas las posibilidades artísticas

que pueden ser tomadas como camino pa-

ra la expresión de producciones significati-vas para la persona. Estas herramientas

artísticas funcionan como elementos habi-litantes para llevar adelante caminos para

la realización de sentido.

Es posiblemente la música, el canal artís-

tico más privilegiado a la hora de ser utili-

zada como facilitador, como medio para.

Además el intenso placer que sentimos al

escuchar música provoca en el cerebro la secreción de dopamina, según un estudio

publicado en la revista Nature Neuroscien-

ce.

(http://www.nature.com/neuro/journal/v

14/n2/full/nn.2726.html) (oct 2011)

"Estamos más cerca de entender por qué estímulos abstractos como la música y el

arte nos producen placer, a pesar de que no son necesarios para la supervivencia",

afirman los autores, que aseguran que la música funciona como un amplificador

de las emociones.

Tal como afirma el Dr. Guillermo Pareja Herrera en una de sus Cartas Del Desier-to, “me siento hoy en un Rondó allegro vi-vace o estoy en un Allegro ma non tanto o (...) Iremos al parque para tener nuestro

Andante cantábile. Para mí fue un mundo nuevo iniciarme en los viajes de la imagi-

nación amorosa a través de las expresio-nes italianas del lenguaje musical. Hoy, muchos años después, al escribir estas

líneas me siento en un Adagio sostenuto

ed espressivo. “

Uno de los aspectos fundamentales que la música como herramienta nos permite ex-plorar es el aspecto superador que puede

tener para una persona.

Debido a la multiplicidad de formas con las que una persona puede relacionarse

con la música. Es posible lograr que quien posee una sensibilidad artística natural, pueda hallar elementos para la autosu-

peración personal. Conectándose con lo esencialmente valioso de su dimensión

Page 43: Logored - Septiembre 2013

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mentalmente la experiencia del reencuen-

tro con estos valores brinda la oportunidad de auto trascenderse y experimentar la cer-

teza de la vigencia de los mismos.

EXPERIENCIAS

Sobre Guitar ImproFest, relato en prime-ra persona del Lic. Prof. Emmanuel Cor-dobez

“Como todas las cosas trascendentes de la

vida, Guitar ImproFest (desde ahora men-cionada por su acrónimo GIF) nació por

una inquietud mezclada con necesidad: el deseo ferviente de conocer a otros músicos

como yo.

Internet está plagada de foros de músicos y

para músicos y yo estoy suscrito a varios, pero sentí en un momento la necesidad de

dejar de lado lo virtual, de generar un en-cuentro y un espacio que nos convocara a conocer a la otra persona que estaba detrás

del teclado y darle entidad por fin a eso que

nos igualaba, la música.

De este modo surgió un espacio de encuen-

tro entre personas que no se conocían en absoluto, pero que compartían una pasión:

la música.

Siempre vi a la música como un espacio de expresión genuina de la persona toda. La manera en la cual un músico transita por

la experiencia creadora es sin duda tan in-tensa como privilegiada debido a todos los

valores que se exponen sobre el escenario y ante cada nota. Lógicamente tenía muchas dudas sobre qué podía pasar en el encuen-

tro de personas que no se conocían, con va-lores a descubrir en el otro y con todo el de-safío que eso implicaba. Además de eso,

había que considerar las diferencias de

edad, destreza musical, experiencias, etc.

Guillermo Pareja Herrera habla en una de

sus Cartas del Desierto, de las “canciones del pueblo”, y se refiere a ellas como “las

canciones llamadas inmortales, las siempre vivas pues anidaron en el alma de los pue-blos y se trasmiten de boca en boca, de al-

ma en alma”. Recordé también a la sabi-duría gauchesca, con esa máxima implícita

pueda hallar elementos para la autosu-

peración personal. Conectándose con lo esencialmente valioso de su dimensión

humana.

(http://www.youtube.com/watch?v=JkC

SIWty-LE)

El arte y la espiritualidad inconciente

Viktor Frankl en su libro “Logoterapia y análisis existencial” decía: “… tanto por lo que se refiere a la producción artística, como por lo que se refiere a la reproduc-ción, el artista no puede prescindir en es-

te sentido de una espiritualidad incons-ciente. En el artista, la inspiración corres-ponde a la intuición, en si irracional, de la conciencia y por lo tanto, no racionaliza-ble completamente. E incluso tiene sus raíces en una esfera de espiritualidad in-consciente. A partir de ella, el artista crea. Y por consiguiente las fuentes, a partir de las cuales crea, se encuentran y permanecen en una oscuridad que nunca se puede aclarar completamente median-

te la conciencia”.

En este apartado, Frankl hace referencia

a la condición inconsciente de la inspira-ción artística, no en referencia al incons-

ciente psíquico, sino al inconsciente es-piritual. El arte constituye un caudal por donde la intuición y la expresividad

humanas fluyen de manera absoluta

inspirando a la producción artística.

En estos últimos tiempos, pudimos ver

números ejemplos en donde esta estre-

cha relación se ponía en marcha.

Asimismo, consideramos a los músicos

como quienes tienen el privilegio de po-der poner en marcha de manera natural valores de creación fundamentales como

elementos dadores de sentido. Inclusive de modo puramente intuitivo, el desarro-llo y puesta en marcha de los valores de

creación inherentes a la persona huma-na y que permanecen vigentes a lo largo

de toda la vida permiten a la persona desarrollar aquellos talentos que le son gratificantes y significativos. Y funda-

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1. Finalidad Terapéutica

De1sde esta mirada, el trabajo se encuen-

tra centrado fundamentalmente en el desa-rrollo y puesta en marcha de los valores de creación inherentes a la persona humana y

que permanecen vigentes a lo largo de toda

la vida.

El encuentro con estos valores permiten a

la persona desarrollar aquellos talentos que le son gratificantes y significativos.

Brindándoles la oportunidad de auto tras-cenderse y experimentar la certeza de que estos talentos permanecen vigentes a pesar

del paso del tiempo.

La música constituye un camino privilegia-do para la conexión con la dimensión espi-

ritual del hombre, donde se alojan aquellos valores dadores de sentido y fundamentales para cada persona. Atendiendo en todo mo-

mento la importancia de la auto trascen-dencia a través de una tarea significativa

para la persona y del efecto salutógeno que

esto conlleva.

2. Puesta en Marcha:

Este proyecto se encuentra orientado a to-da persona mayor a 60 años que tenga

algún tipo de talento musical.

La primera fase del proyecto constara en

recorrer diferentes instituciones geriátricas, hogares para personas mayores y centros

de jubilados. En cada lugar se presentara a

las autoridades un resumen del proyecto.

Una vez que se hayan reunido un numero

mínimo de participantes. Se comenzaran los ensayos manteniendo una modalidad participativa abierta, la cual permita la in-

corporación de nuevos músicos a lo largo

del proyecto.

La modalidad de encuentros estará pactada

con una frecuencia de 1 encuentro semanal en una primera instancia. Luego se incre-mentara a 2 encuentros semanales en las

instancias previas a las primeras presenta-

ciones.

A lo largo de estas jornadas se trabajaran

aspectos terapéuticos los cuales se instru-

en cada peña o en cada fogón que convo-

ca a una canción “que sepamos todos”.

Esa intuición borró toda diferencia que pudiera existir entre los asistentes a la primera edición de GIF. Y quedé maravi-

llado por la inexplicable magia producida en el encuentro entre personas que com-

partían una misma pasión.

Recordé al concepto frankliano de valo-res de creación, considerando que sin

buscar un hecho científico sino un hecho meramente artístico, eran esos va-lores los que se había puesto en juego.

Ya no el encuentro, sino el reencuentro

con los mismos.

Al día de hoy se llevan realizadas seis 6

ediciones realizadas de algo que co-menzó como un juego y en el cual la gente que se fue acercando para partici-

par agradece la posibilidad del reencuen-tro con los mencionados valores de crea-

ción. El evento es abierto y gratuito para

quienes son músicos.

Se puede chequear la información sobre

el evento y el modo de participar del mis-mo en http://www.facebook.com/GuitarImpro

Fest o enviando un correo electrónico al

autor de estas líneas”.

Sobre el Programa Tango Sentido

El programa Tango Sentido, a cargo del Lic. Axel Otero, es un proyecto de traba-

jo terapéutico enfocado desde el encua-

dre de la Logoterapia.

El objetivo central del proyecto, es el tra-

bajo terapéutico con personas mayores a

través de la música.

Para la realización del proyecto, se con-

formara un grupo musical integrado en-teramente por personas mayores de 60

años.

Tanto durante como después de la for-mación del grupo, se trabajaran aspec-tos terapéuticos de gran riqueza psíquica

y espiritual.

Page 45: Logored - Septiembre 2013

mo un juego. Es que la música es una

herramienta terapéutica que tiene el mismo valor que el juego. Será acaso por el mismo motivo por el cual en el idioma inglés,

“tocar un instrumento” y “jugar” se dicen

de la misma manera, play.

Y en el fondo deben ser lo mismo.

(ver

http://www.youtube.com/watch?v=RoLoFe

3Eze8 )

BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA

- Frankl, Viktor. “Teoría y Terapia de las Neurosis”.

- Frankl, Viktor. “Psicoanálisis y Existencialismo”.

- Pareja Herrera, Guillermo. “Cartas del Desierto”.

Canciones del Pueblo

- Pareja Herrera, Guillermo. “Cartas del Desierto”.

Andante Cantabile

- García Pintos, Claudio y col. “Frankl por defini-ción”.

- Anatomically distinct dopamine release during an-

ticipation and experience of peak emotion to music.

Nature Neuroscience, oct. 2011

Página 45

mentaran y serán acompañados con el

trabajo musical.

Finalmente, se pactaran una serie de presentaciones en donde los integrantes del proyecto podrán llevar su talento y

su mensaje por distintos lugares del

país.

CONCLUSIÓN

La música entonces, constituye un cami-

no privilegiado para la conexión con la dimensión espiritual del hombre, donde

se alojan aquellos valores dadores de sentido y fundamentales para cada per-

sona.

¿Nietszche tenía razón? ¿Sin música la

vida sería un error?

No podemos afirmarlo con certeza.

Lo que sí podemos afirmar es que hay en

el mundo, muchas personas a las que se les vuelve a iluminar la cara con un bri-llo especial cuando después de 10 o 20

años, de manera fortuita o no, vuelven a

tener una guitarra junto a ellos…

Porque ese instrumento es algo más que

un trozo de madera o metal que resuena de una manera determinada. Es un vehí-culo para reencontrarse con uno mismo

y con los valores que se supo encarnar alguna vez, de manera intuitiva, casi co-

IZQ. Lic. Axel OTERO

DER. Lic. Emmanuel

CORDOBEZ

Page 46: Logored - Septiembre 2013

Página 46

El Equipo CALE UCA agradece a todas las

instituciones que adhirieron al evento y a

los auspiciantes que nos acompañaron en la

organización del congreso. Todos ellos tam-

bién trabajan por la persona. A TODOS...

¡¡Ya estamos trabajando para el 2015!!

¡¡Los esperamos!!