prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y … · directa con los otros factores de riesgo...

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PREVALENCIA DE FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR Y DEL SINDROME METABÓLICO EN UNA POBLACIÓN DE ADOLESCENTES ESCOLARES DE LIMA PARTICIPANTES: - Rosario Del Solar Ponce - Sergio Rado Covarrubias. - Karla Quevedo Del Solar - Ada Rodríguez O’Donnell, RESUMEN Los cambios demográficos y de estilo de vida están ocasionando un aumento de las enfermedades no transmisibles a nivel mundial, entre ellas la enfermedad cardiovascular. Estas enfermedades generan elevada morbi-mortalidad así como costos elevados para los países. Diversos factores de riesgo han sido reconocidos para desarrollar enfermedad coronaria, entre ellos la hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes mellitus, obesidad e historia familiar de enfermedad coronaria prematura, así como la presencia del síndrome metabólico. Todos estos factores interactúan entre si y pueden estar presentes en la adolescencia, y aún en la niñez. Una intervención oportuna en etapas tempranas, tendrá un gran impacto en la incidencia de enfermedad coronaria en el adulto. En nuestro medio existen datos aislados sobre prevalencia de factores de riesgo para enfermedad cardiovascular en la población adolescente. Material y Métodos: Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo, en adolescentes escolares de 3 colegios de Lima.. A los individuos que ingresaron al estudio se les realizó lo siguiente: encuesta de factores de riesgo cardiovascular conocidos, antropometría (para determinar talla, peso, la circunferencia abdominal, y el índice de masa corporal), medición de la presión arterial y toma de muestra de sangre (para la determinación de colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL, triglicéridos y glucosa). Para el análisis estadístico se utilizará el programa estadístico SPSS versión 19.0. Se utilizarán frecuencias relativas (%), promedios y DS. Se aplicarán pruebas específicas para determinar si existen diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de los factores de riesgo coronario y el síndrome metabólico entre grupos de edad, sexo, nivel socioeconómico y estado nutricional. Resultados: Se examinaron 313 adolecentes 47.65 % de sexo masculino y 52.4 % de sexo femenino con edad media 13.8 años. La prevalecía de obesidad fue de 14.7 %, de obesidad abdominal de 23 %, de tabaquismo 11.5 %, de presión arterial alterada de 10.2%, de colesterol total elevado 10.2 %, de triglicéridos elevados de 12.5 % del colesterol HDL alterado 23.6 %, de glucosa alterada 1.3 % y de síndrome metabólico 5.1 %. Se encontró asociación directa entre el sobrepeso y obesidad con los valores elevados de triglicérido, colesterol total y presión arterial alterada. Conclusiones: La obesidad es el factor de riesgo más prevalente y es el factor de riesgo que tiene asociación directa con los otros factores de riesgo cardiovascular. Solo la presión arterial alterada y los niveles del colesterol HDL alterados tienen diferencias significativas en relación al género INTRODUCCIÓN La adolescencia, definida cronológicamente entre los 10 y 19 años, comprende cambios rápidos en la biometría y composición corporal, así como en la esfera psicosocial. Siendo esta etapa donde comienzan a desarrollarse distintos riesgos y enfermedades (1).

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PREVALENCIA DE FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR Y DEL SINDROME METABÓLICO EN UNA POBLACIÓN DE ADOLESCENTES ESCOLARES DE LIMA

PARTICIPANTES:

- Rosario Del Solar Ponce - Sergio Rado Covarrubias. - Karla Quevedo Del Solar - Ada Rodríguez O’Donnell, RESUMEN

Los cambios demográficos y de estilo de vida están ocasionando un aumento de las

enfermedades no transmisibles a nivel mundial, entre ellas la enfermedad cardiovascular. Estas

enfermedades generan elevada morbi-mortalidad así como costos elevados para los países.

Diversos factores de riesgo han sido reconocidos para desarrollar enfermedad coronaria, entre

ellos la hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes mellitus, obesidad e historia familiar de

enfermedad coronaria prematura, así como la presencia del síndrome metabólico. Todos estos

factores interactúan entre si y pueden estar presentes en la adolescencia, y aún en la niñez. Una

intervención oportuna en etapas tempranas, tendrá un gran impacto en la incidencia de

enfermedad coronaria en el adulto. En nuestro medio existen datos aislados sobre prevalencia de

factores de riesgo para enfermedad cardiovascular en la población adolescente.

Material y Métodos: Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo, en adolescentes escolares de

3 colegios de Lima.. A los individuos que ingresaron al estudio se les realizó lo siguiente:

encuesta de factores de riesgo cardiovascular conocidos, antropometría (para determinar talla,

peso, la circunferencia abdominal, y el índice de masa corporal), medición de la presión arterial y

toma de muestra de sangre (para la determinación de colesterol total, colesterol HDL, colesterol

LDL, triglicéridos y glucosa). Para el análisis estadístico se utilizará el programa estadístico SPSS

versión 19.0. Se utilizarán frecuencias relativas (%), promedios y DS. Se aplicarán pruebas

específicas para determinar si existen diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia

de los factores de riesgo coronario y el síndrome metabólico entre grupos de edad, sexo, nivel

socioeconómico y estado nutricional.

Resultados: Se examinaron 313 adolecentes 47.65 % de sexo masculino y 52.4 % de sexo

femenino con edad media 13.8 años. La prevalecía de obesidad fue de 14.7 %, de obesidad

abdominal de 23 %, de tabaquismo 11.5 %, de presión arterial alterada de 10.2%, de colesterol

total elevado 10.2 %, de triglicéridos elevados de 12.5 % del colesterol HDL alterado 23.6 %, de

glucosa alterada 1.3 % y de síndrome metabólico 5.1 %. Se encontró asociación directa entre el

sobrepeso y obesidad con los valores elevados de triglicérido, colesterol total y presión arterial

alterada.

Conclusiones:

La obesidad es el factor de riesgo más prevalente y es el factor de riesgo que tiene asociación

directa con los otros factores de riesgo cardiovascular. Solo la presión arterial alterada y los

niveles del colesterol HDL alterados tienen diferencias significativas en relación al género

INTRODUCCIÓN

La adolescencia, definida cronológicamente entre los 10 y 19 años, comprende cambios

rápidos en la biometría y composición corporal, así como en la esfera psicosocial. Siendo esta

etapa donde comienzan a desarrollarse distintos riesgos y enfermedades (1).

Entre los factores de riesgo reconocidos para desarrollar enfermedad cardiovascular se

encuentran la hipertensión arterial (HTA), el tabaquismo, la dislipidemia (aumento de colesterol

total con aumento de colesterol LDL y/o disminución de colesterol HDL), la diabetes mellitus (DM),

la obesidad y la historia familiar de enfermedad coronaria prematura (2). También son

considerados la alta ingesta calórica y el sedentarismo, causantes asimismo de obesidad (3).

Últimamente se ha evaluado la presencia del síndrome metabólico como riesgo para desarrollar

enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus (2). Todos estos factores de riesgo varían según

género y grupo socioeconómico y pueden estar presentes en la adolescencia, y aún en la niñez (4-

10).

Una intervención oportuna en la niñez y adolescencia, por tanto, tendrá un gran impacto en

la incidencia de enfermedad cardiovascular en el adulto.

La ocurrencia del sobrepeso y la obesidad en etapas tempranas de la vida aumenta el

peligro para que persista en la edad adulta (11, 12). Niños y adolescentes con sobrepeso

generalmente tienen algún grado de resistencia a la insulina (13), encontrándose que el 30 % de

niños con índice de masa corporal (IMC) por encima del 95 percentil tienen síndrome de

resistencia a la insulina (14). Por otro lado, la circunferencia abdominal es un indicador de

obesidad abdominal en adultos, ya que es buen predictor de la grasa abdominal (15, 16).

El IMC, también llamado índice de Quetelec, es usado como un indicador de exceso de

adiposidad y tiene una correlación significativa con la grasa subcutánea y la grasa corporal total en

adolescentes (17); además, es recomendado para detectar sobrepeso y obesidad en eta etapa

(18-23). A diferencia de los adultos, en adolecentes, el IMC se clasifica de acuerdo a la

estratificación de Must (24): bajo peso < P5; normal: P5 – P85; sobrepeso: P85-P95 y obesidad: >

P95. Algunos estudios demuestran que estas medidas de evaluación deben ser usadas para

predecir el riesgo metabólico en hombres y mujeres (25,26,27). En pediatría no hay guías para el

uso de la circunferencia abdominal, sin embargo en un estudio de 2597 niños y adolescentes, se

correlacionó el IMC, la circunferencia abdominal y factores de riesgo cardiovascular,

encontrándose que tanto el IMC y la circunferencia abdominal podrían ser predictores de los

factores de riesgo (28).

Los altos niveles de colesterol juegan un rol importante en el desarrollo de enfermedad

coronaria en adultos (2), y estos pueden estar presentes en niños y adolescentes (4,5,6). Los

niños y adolescentes de Estados Unidos, a diferencia de sus contemporáneos en otros países,

tienen altos niveles de colesterol y alto consumo de grasas saturadas y colesterol. Estudios de

autopsias han demostrado que la ateroesclerosis coronaria temprana y los precursores de

ateroesclerosis comienzan frecuentemente en etapas tempranas de la vida (30). Asimismo, niños

y adolescentes con elevados niveles de colesterol, especialmente LDL-colesterol, provienen con

frecuencia de familias con alta incidencia de enfermedad coronaria en la adultez (30).

Adicionalmente, estos sujetos con niveles altos de colesterol, tienen mayor riesgo que la población

general para tener niveles altos de colesterol cuando llegan a adultos (31,32,33).

La HTA primaria se asocia con una historia familiar positiva de HTA o enfermedad

cardiovascular. La HTA en niños y adolescentes está definida como PA sistólica o diastólica por

encima del 95 percentil para el género, talla y edad, en 3 ocasiones distintas. Asimismo se define

como pre-hipertensión en este grupo a la presión arterial (PA) sistólica o diastólica entre los

percentiles 90 y 95. Como en adultos, los adolescentes con PA por encima de 120/80 pueden ser

considerados como pre-hipertensos (34). En los niños y adolescentes que presentan sobrepeso, la

PA se incrementa progresivamente con el incremento del índice de masa corporal (IMC),

detectándose HTA en 30% de niños con IMC por encima del 95 percentil, habiendo entonces una

fuerte asociación entre obesidad e HTA (4,5,7). Un estudio en niños con sobrepeso (35), encontró

que los que presentaban PA elevada tenían niveles significativamente más bajos de colesterol

HDL que los que presentaban PA normal.

La DM tipo 2, considerada una enfermedad del adulto, es observada incrementada en

adolescentes (36). Este incremento se ha producido en paralelo al de la obesidad en este grupo,

notándose que los adolescentes diabéticos casi siempre son obesos (37), y en éstos últimos la

prevalencia de PA elevada (HTA y pre-hipertensión) es de 17- 32% y de hipertrigliceridemia es de

4 a 34 %. Los criterios diagnósticos y la clasificación de la DM en niños y adolescentes es igual

que en adultos (38).

El tabaquismo es un hábito que se adquiere, en la mayoría de casos, antes de los 20 años de edad (39). Además del conocido riesgo incrementado de los fumadores para desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer pulmonar y otras neoplasias, diversos estudios demuestran la influencia del tabaquismo sobre el sistema cardiovascular, ocasionando alta incidencia de morbi-mortalidad. Los productos glucoproteicos del tabaco, inducen la liberación de factores pro-infamatorios como el factor estimulante de colonias de macrófagos y la proteína C reactiva, entre otros; dichos factores inducen daño endotelial (40), aumentan la producción de factores pro-coagulantes como el tromboxano A2 y estimulan la vasoconstricción coronaria (41,42).

El síndrome metabólico, inicialmente descrito por Reaven en la década de los 80, es

definido en la actualidad como una “constelación de factores de riesgo metabólicos que se

presentan en un individuo y están estrechamente relacionados con la resistencia a la insulina” (2),

y surge de una anormalidad primaria (resistencia a la insulina) en la cual hay una respuesta

deficiente en los mecanismos de regulación de la glucosa celular. Esto traería como consecuencia

una hiperinsulinemia compensatoria, con las consiguientes alteraciones plasmáticas de lípidos,

glucosa y niveles de PA, que colocaría a los portadores de este síndrome en riesgo elevado de

presentar en el futuro, enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus (51). Algunos individuos

están genéticamente predispuestos a resistencia a la insulina; en estas personas, factores

adquiridos (exceso de grasa corporal y sedentarismo) desencadenan la resistencia a la insulina y

el síndrome metabólico (2). Su prevalencia en adultos de Estados Unidos es de 23, 7 % (43), y en

adolescentes entre 12 y 19 años llega al 4,2 % (14). Existen varios factores de riesgo para

enfermedad cardiovascular, incluidos en este síndrome: obesidad abdominal, dislipidemia

aterogénica, resistencia a la insulina/intolerancia a la glucosa, estado protrombótico, y estado

proinflamatorio.

El diagnóstico del síndrome metabólico está en controversia, sin embargo existe un

consenso (2) que establece el diagnóstico con 3 o más de los siguientes criterios: obesidad

abdominal (cintura para varones >102 cm y para mujeres >88 cm), triglicéridos >150 mg/dL,

colesterol HDL para varones <40 mg/dL y para mujeres <50 mg/dL, PA > 130/85 mmHg y glucosa

basal >110 mg/dL. No se ha encontrado adecuada evidencia para recomendar la medición de

rutina de la resistencia a la insulina (ej. Insulina plasmática), estado proinflamatorio (p. ej. proteína

C reactiva) o estado protrombótico (fibrinógeno), para determinar los otros componentes del

síndrome metabólico. El potencial más grande para el manejo del síndrome recae en revertir los

factores adquiridos. Hay evidencia suficiente que indica que la reducción del peso (44,45) y el

incremento de la actividad física (46,47), reducen la resistencia a la insulina y modifican

favorablemente los factores de riesgo metabólico.

En la actualidad los cambios demográficos y los cambios de estilo de vida están ocasionando un aumento de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la enfermedad vascular coronaria (48). Estas enfermedades generan elevada morbi-mortalidad así como elevados costos para los países. En nuestro medio existen datos aislados sobre prevalencia de factores de riesgo para enfermedad cardiovascular en la población pediátrica. Un estudio puntual evaluó la frecuencia de sobrepeso y obesidad en 1763 adolescentes de 4 ciudades del Perú (49), encontrándose notable variabilidad en prevalencia de sobrepeso (entre 2.9% y 31.6%) y obesidad (entre 0.4 y 18%) en los grupos estudiados, dependiendo éstas del sexo y localidad de estudio.

Por lo tanto es importante conocer la frecuencia de presentación de los factores de riesgo para enfermedad coronaria y del síndrome metabólico en adolescentes de Lima, como un paso inicial para establecer estrategias de prevención e intervención oportunas que conlleven a mejorar la calidad de vida futura de este grupo etáreo.

Este estudio busca conocer la frecuencia de presentación de los factores de riesgo conocidos de enfermedad coronaria y del síndrome metabólico en adolescentes de Lima, puede ser el inicio de estudios de seguimiento y servirá de referencia para futuros estudios a nivel nacional.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo. Se evaluaron adolecentes de tres centros educativos del distrito de La Molina: El colegio particular Jacques Cousteau con una pensión promedio de 200 nuevos soles, el Colegio Particular Lisson con una pensión promedio de 500 nuevos soles y el Colegio Nacional La viñas. El primer colegio particular ubicado en el límite con el distrito de Ate Vitarte en una zona industrial; el segundo colegio ubicado céntricamente en la Molina, en una zona residencial y el colegio nacional ubicado en un Asentamiento Humano de difícil acceso.

Los adolescentes que ingresaron al estudio, lo hicieron en forma voluntaria y se considero criterios de inclusión a los siguientes: Escolares entre los 10 y 19 años de edad de ambos sexos, con residencia en la ciudad de Lima los últimos 6 meses. Se excluyo a los participantes que tuvieran los siguientes criterios: Enfermedad importante concomitante conocida (p. ej. cardiovascular, tiroidea, suprarrenal, nefropatía crónica, reumatológica, y psiquiátrica), presencia de síndrome de Down, malformaciones congénitas mayores, errores innatos del metabolismo, neoplasias malignas, tuberculosis pulmonar, discapacidad mayor; uso de fármacos: a) dentro de la última semana: AINES, anorexígenos, simpaticomiméticos, antidepresivos, descongestionantes nasales, y metilxantinas, b) dentro de las últimas 4 semanas: esteroides sistémicos, anticonceptivos orales, ciclosporina, y eritropoyetina; antecedente de hospitalización o intervención quirúrgica el último año antes del estudio y embarazo actual.

En una reunión programada por el centro educativo, se invito a los padres y adolescentes

a participar en el estudio. En dicha reunión se obtuvo el consentimiento informado, firmado por los

padres o tutores y el asentimiento firmado por el adolescente.

Se solicito, a los adolescentes, que el día de la evaluación (toma de encuesta, medidas

antrométricas y presión arterial) acudan con short y polo. La toma de datos se efectuó por

personal médico previamente estandarizado y se basó en una ficha diseñada ad hoc para este

estudio. Todos los datos fueron tomados directamente del adolescente, excepto los concernientes

a los antecedentes familiares de factores de riesgo, para los cuales se hizo una encueta a los

padres de familia.

Para identificar el estado socioeconómico se empleo el método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) (50). Se consideró no pobres a los adolescentes cuyos hogares tengan todas las necesidades básicas satisfechas, como pobres a aquellos cuyos hogares solo tuvieron una NBI y muy pobres a aquellos que tengan más de una NBI.

La evaluación del sedentarismo, se realizó mediante el empleo del índice de sedentarismo (IS) diseñado por el estudio FRICELA (5). Que se obtiene sumando las horas diarias de estudio en el ámbito escolar, más las horas diarias de estudio en el hogar, más las horas diarias sentado frente al televisor, videojuego o computadora, realizadas con regularidad. El resultado obtenido se divide entre la suma de horas semanales de ejercicio físico escolar más las de ejercicio extraescolar empleadas con regularidad. El índice cercano a la unidad se considera como el ideal ya que a cada hora sedente del joven debería corresponder como compensación una hora semanal de ejercicio físico regular.

La talla y el peso se tomaron con la báscula con tallímetro modelo SECA, con el adolescente descalzo y con ropa ligera. Dicho aparato cuenta con una precisión de 0.1 kg para el peso y 0.5 cm para la talla. Se determinó el IMC, dividiendo el peso entre la talla al cuadrado. Los valores se categorizarán según la clasificación de Must: bajo peso < P5; normal: P5 – P85; sobrepeso: P85-P95 y obesidad: > P95 (24).

La circunferencia abdominal se midió con una cinta flexible, entre el reborde costal y la cresta iliaca antero superior. Se tomaron 3 medidas y el resultado fue el promedio de las tres. Los resultados fueron categorizados según los percentiles presentados por Fernandez et. al (51).

Previa a la toma de PA el adolescente debió haber permanecido en reposo 30 minutos, sin haber comido, ni fumado. Se realizó en posición sentada, en el brazo izquierdo con un esfingomanómetro de mercurio, con un manguito adecuado para el brazo del sujeto. Para determinar el nivel normal de la presión arterial se usaron los percentiles de presión arterial para talla y edad del Fourth Report on the Diagnosis, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure in Children and Adolescents (34). Se realizaron 3 tomas de PA, con técnica estándar (34), en días diferentes. Se consideró el nivel de PA al promedio de las 3 tomas.

Se considero como portador del síndrome metabólico al adolescente que tenga 3 o más

de los siguientes criterios: 1) Circunferencia abdominal ≥ del 90 percentil en adolescentes de 10 a 16 años o circunferencia ≥ 90 cm en hombres o circunferencia abdominal ≥ 80 cm en mujeres mayores de 16 años; 2)glucosa sérica en ayunas ≥ 100 mg/dl; 3) triglicéridos séricos ≥ 150 mg/dl, 4) colesterol HDL ≥ 40 mg/dl en adolescentes entre 10 y 16 años o colesterol HDL ≥ 40 mg/dl en hombres o colesterol HDL ≥ 50 mg/dl en mujeres mayores de 16 años y 5)PAD ≥ 80 mmhg o PAS ≥ 130 mmhg. (52)

Posteriormente se realizó una toma muestra de sangre, en ayunas, en la cual participo

personal técnico de laboratorio del IESN, (días después de que todos los adolescentes tuvieron

su encuesta y evaluación física), se realizó tras ayuno de 12 horas, se desinfectó la piel en el sitio

de inserción con una gasa con povidona-yodo o alcohol 70%, con una jeringa de 5 mL y aguja N°

211/2 se extrajo 3 mL de sangre venosa, aspirando con el émbolo, lenta y sostenidamente, las

muestras obtenidas se transportaron, sin ningún medio especial de conservación al laboratorio de

bioquímica del IESN y se procesaron el mismo día de la toma. Se determinó los valores séricos de

colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL, triglicéridos y glucosa. La determinación de los

valores se realizará por método enzimático colorimétrico (con certificación 9001), con un equipo

Konelab 30i. Los niveles plasmático de colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y

triglicéridos fueron catalogados normales o anormales según la Academia americana de

pediatría.(53)

La información captada a través de la ficha de recolección de datos, se reviso y luego se

ordeno en una base de datos. Para el análisis estadístico se utilizo el programa estadístico SPSS

versión 19.0. Se utilizaron frecuencias relativas (%), promedios y DS. Se determinó si existen

diferencias estadísticamente significativas en la frecuencia de los factores de riesgo coronario y el

síndrome metabólico entre grupos de edad, sexo, nivel socioeconómico y estado nutricional,

aplicándose pruebas chi-cuadrado, pruebas de diferencia de proporciones, prueba de la mediana,

U de Mann-Whitney, así como prueba t de Student, previa verificación de distribución de Gauss.

Todos los procedimientos del presente estudio preservaron la integridad y los derechos fundamentales de los individuos sujetos a investigación, de acuerdo con los lineamientos de las buenas prácticas clínicas y de ética en investigación biomédica. El protocolo fue revisado por el Comité de Ética en investigación del IESN. A todos los pacientes elegibles se les solicitó su participación libre y voluntaria, mediante un formato de Consentimiento Informado, firmado por el padre o tutor. Asimismo, los adolecentes debieron firmar un Asentimiento escrito. Cuando se encontró algún factor de riesgo en los sujetos del estudio, se informó a los padres y se brindó una consejería individualizada para que sus hijos puedan ser tratados adecuadamente.

RESULTADOS

Se evaluaron 358 adolescentes, de los cuales, solo 313 completaron el estudio, 149

(47.6%) son de sexo masculinos y 164 (52.4%) de sexo femenino, test de homogeneidad X2 con

p=0.397, lo que indica que no hay diferencia de porcentaje entre los géneros en la muestra.

Acerca del nivel socioeconómico, se tiene 268 (85.6%) son no pobres, 38 (12.1%) son pobres y 7

(2.2%) son muy pobres (test de homogeneidad X2 con p<0.001).

La presencia o ausencia de antecedentes de factores de riesgo cardiovascular y

enfermedad coronaria en padres o hermanos se resumen en la tabla 1.

Tabla 1. Antecedentes de Factores de riesgo cardiovascular y enfermedad coronaria.

FACTORES DE RIESGO

CARDIOVASCULAR Y ENF. CORONARIA

Presencia Ausencia

Hipertensión arterial 119 (38 %) 194 (62 %)

Diabetes mellitus 79 (25.2 %) 234 (74.8%)

Dislipidemia 67(21.4%) 246(78%)

Obesidad 28(8,9%) 285(91,1%)

Tabaquismo 52(16,6%) 261(83,4%)

Angina 22(7%) 291(93%)

Infarto de miocardio 37(11.8%) 276(88.2%)

En la tabla 2 se muestran las características de las variables cuantitativas para conocer su valor

medio, desviación estándar, mediana, y prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov.

Tabla 2. Variables cuantitativas

Variable Media Desviación estándar

Mediana K-S normalidad

(valor p)

Distribución Normal (α=0.05)

Edad 13.8 años 1.94 13.8 0.297 Si

Talla 156 cm 11.47 155 0.272 Si

Peso 53.9 Kg 14.14 51 0.003 No

IMC 21.86 Kg/m2 3.8 21.25 0.3 Si

Circunferencia abdominal

77.77 cm 10.9 76.33 0.054 Si

PAD 64.95 mmHg 8.91 63.33 0.006 No

PAS 103.55 mmHg 12.09 102.67 0.125 Si

Colesterol total

158.73 mg/dl 30.97 156 0.185 Si

LDL 95.06 mg/dl 25.55 93 0.207 Si

Triglicéridos 96.17 51.6 84 0.002 No

HDL 44.5 mg/dl 8.92 84 0.22 No

Glucosa 81.8 g/dl 7.9 82 0.701 Si

Índice de sedentarismo

2.92 1.84 2.3 <0.001 No

En las tablas 3 y 4, se muestra el resumen de las prevalencias de los diversos factores de riesgo

cardiovascular según sexo y nivel socioeconómico, encontradas en nuestro estudio.

Tabla 3. Prevalencias de factores de riesgo cardiovascular según sexo

HOMBRES (%) MUJERES (%) TOTAL (%) Diferencia significativa p <

0.05

SOBREPESO (IMC) 41 (27.5 %) 28 (71.1 %) 69 (22 %) No

OBESIDAD (IMC) 25 (16.8 %) 21 (12.8 %) 46 (14.7 %) No

OBESIDAD ABDOMINAL 41 (27.5%) 31 (18.9 %) 72 (23%) No

TABAQUISMO 20 (13.4 %) 16 (9.8 %) 36 (11.5%) No

PA ALTERADA 24 (16.1 %) 8 (4.9 %) 32 (10.2%) Si

CT≥200 mg/dl 20 (13.4 %) 12 (7.3 %) 32 (10.2 %) No

CT 170-199 28 (18.8 %) 38 (23.2) % 66 (21.1 %) No

LDL ≥ 130 19 (12.8 %) 14 (8.5 %) 33 (10.5 %) No

LDL 110-129 22 (14.8 %) 24 (14.6 %) 46 (14.7 %) No

TG >150 mg/dl 20 (13.4 %) 19 (11.6 %) 39 (12.5 %) No

HDL Alterado 54 (36.2%) 20 (12.2 %) 74 (23.6%) Si

Glucosa ≥ 100 4 (2.7 %) 0 (0%) 4 (1.3 %) No

Presencia de síndrome

metabólico 10 (6.7 %) 6 (3.7 %) 16 (5.1 %)

No

Tabla 4. Prevalencias de factores de riesgo cardiovascular según nivel socioeconómico.

NO POBRES

(%) POBRES (%)

MUY POBRES

(%)

Diferencia significativa p <

0.05

SOBREPESO (IMC) 58 (21.6 %) 10 (26.3 %) 1 (14.3 %) No

OBESIDAD (IMC) 42 (15.7 %) 2 (5.3 %) 0 (0 %) No

OBESIDAD ABDOMINAL 64 (23.9%) 8 (21.1 %) 0 (0%) No

TABAQUISMO 33 (12.3 %) 3 (7.9 %) 0 (0 %) No

PA ALTERADA 29 (10.8 %) 3 (7.9 %) 0 (0%) No

CT≥200 mg/dl 30 (11.2 %) 2 (5.3 %) 0 (0 %) No

CT 170-199 56 (20.9 %) 9 (23.7) % 1 (14.3 %) No

LDL ≥ 130 31 (11.6 %) 2 (5.3 %) 0 (0 %) No

LDL 110-129 40 (14.9 %) 5 (13.2 %) 1 (14.3 %) No

TG >150 mg/dl 34 (12.7 %) 5 (13.2 %) 0 (0 %) No

HDL Alterado 62 (23.1 %) 9 (23.7 %) 3 (42.9%) No

Glucosa ≥ 100 4 (1.5 %) 0 (0%) 0 (0 %) No

Presencia de síndrome

metabólico 14 (5.2 %) 2 (5.3 %) 0 (0 %)

No

Se realizó la evaluación nutricional para determinar la prevalencia de las diferentes

alteraciones de la nutrición, encontrándose una prevalencia de adolescentes con bajo peso de

1.6%, con sobrepeso el 22% y con obesidad el 14.7%, estando dentro del peso normal el

61.7%(test de homogeneidad de X2 con p<0.001).- Tabla 5.

Tabla 5.Evaluación nutricional

Estado nutricional Frecuencia Porcentaje Porcentaje acumulado

Bajo peso 5 1.6 1.6

Normal 193 61.7 63.3

Sobrepeso 69 22.0 85.3

Obeso 46 14.7 100.0

Total 313 100.0

Al evaluar el sedentarismo ,77 adolescentes (24.6 %) presentan un índice de

sedentarismo menor a 1.5, 232 (74.12%) entre 1.5 y 7.5 y 4 (1.28 %) tiene un incide mayor de

7.5. – Tabla 6.

Tabla 6. Evaluación del índice de sedentarismo.

Índice de sedentarismo Frecuencia Porcentaje Porcentaje acumulado

< 1.5 77 24.6 24.6

1.5 – 7.5 232 74.12 98.72

>7.5 4 1.28 100.0

Total 313 100.0

La PA encontrada en los adolescentes se clasificó en normal, prehipertensión e

hipertensión, siendo la prevalencia de la prehipertensión de 6.39%, y la prevalencia de

hipertensión arterial de 3.83%, resultando dentro de la normalidad el 89.78% (test de

homogeneidad de X2 con p<0.001) - Tabla 7.

Tabla 7. Distribución de frecuencias de la presión arterial

Clasificación Frecuencia Porcentaje Porcentaje acumulado

Normal 281 89.78 89.78

Prehipertensión 20 6.39 96.13

Hipertensión 12 3.83 100.0

Total 313 100.0

A continuación se muestar el cruce de algunas variables y las tablas de contingencia en

las que hay una diferencia significativa, se consideró significativa un α<0.05.

Se evalúa la presencia del antecedente familiar de diabetes mellitus y el resultado de la

evaluación nutricional del adolescente, encontrándose que el 29.1% de los adolescentes que

tienen el antecedente familiar de diabetes mellitus tienen sobrepeso, y además el 21.5% de quienes tienen tal antecedente tienen obesidad, también se tiene que el 19.7% de quienes no

tienen el antecedente familiar de diabetes mellitus presentan sobrepeso, y el 12.4% de quienes no

tienen tal antecedente padecen de obesidad (Test de independencia de X2 con p<0.001) - Tabla

8.

Tabla 8. Antecedente de diabetes mellitus y resultado de evaluación nutricional.

Diabetes Mellitus Resultado de evaluación nutricional Total

Bajo peso Normal Sobrepeso Obeso

Presente Número 1 38 23 17 79

% 1.3% 48.1% 29.1% 21.5% 100.0%

Ausente

Número

4

155

46

29

234

% 1.7% 66.2% 19.7% 12.4% 100.0%

Total

Número

5

193

69

46

313

% 1.6% 61.7% 22.0% 14.7% 100.0%

Tras evaluar la presencia de obesidad abdominal y la evaluación nutricional se tiene que

de los adolescentes que presentan obesidad abdominal el 37.5% padece de sobrepeso, y el

54.2% padece de obesidad, mientras que de aquellos que no presentan obesidad abdominal el

17.4% presenta sobrepeso, y el 14.7% presenta obesidad (Test de independencia de X2 con

p<0.001) - Tabla 9.

Tabla 9. Obesidad abdominal y resultado de evaluación nutricional

Obesidad abdominal

Resultado de evaluación nutricional

Total Bajo o

Normal Sobrepeso Obeso

SI Número 6 27 39 72

% 8.3% 37.5% 54.2% 100.0%

NO

Número

192

42

7

241

% 79.7% 17.4% 2.9% 100.0%

Total

Número

198

69

46

313

% 63.3% 22.0% 14.7% 100.0%

Se evalúa el nivel de triglicéridos con respecto al resultado de la evaluación nutricional, observándose que el 33.3% de quienes tienen el nivel de triglicéridos mayor a 150 presentan sobrepeso y el mismo porcentaje obesidad, mientras que el 67.5% de los que tienen el nivel de triglicéridos igual o menor a 150 tienen una evaluación nutricional como bajo o normal. (Test de X2 con p<0.001) - Tabla 10. Se encontró una asociación directa entre el Sobrepeso-obesidad con los

niveles de triglicéridos ≥ 150, OR = 4.157 (IC del 95 %, 2.04-8.47) y con los niveles de colesterol

total ≥ 200 mg/dl, OR = 2.817 (IC del 95 %, 1.3-5.9).

Tabla 10. Triglicéridos y evaluación nutricional

Triglicéridos

Evaluación nutricional

Total Bajo o Normal Sobrepeso Obeso

≤150 Número 185 56 33 274

% 67.5% 20.4% 12.0% 100.0%

>150

Número

13

13

13

39

% 33.3% 33.3% 33.3% 100.0%

Total

Número

198

69

46

313

% 63.3% 22.0% 14.7% 100.0%

Al examinar la PA anormal con respecto al resultado de la evaluación nutricional, observándose

que el 25% de quienes tienen PA anormal presentan sobrepeso, y el 46.9% obesidad, la mayoría

no presenta PA anormal, de los cuales el 21.7% tiene sobrepeso y el 11 % presenta obesidad.

(Test de independencia de X2 con p<0.001) -Tabla 11. Se encontró una asociación directa entre el

Sobrepeso-obesidad y los niveles alterados de PA, OR = 5.25 (IC del 95 %, 2.3-11.8)

Tabla 11. PA anormal y evaluación nutricional

PA anormal

Evaluación nutricional

Total Bajo o Normal Sobrepeso Obeso

SI Número 9 8 15 32

% .28.1% 25% 46.9% 100.0%

NO

Número

189

61

31

281

% 67.3% 21.7% 11% 100.0%

Total

Número

198

69

46

313

% 63.3% 22.0% 14.7% 100.0%

Al evaluar a la tabla de contingencia que relaciona al síndrome metabólico con el resultado de la

evaluación nutricional, se aprecia que el 62.5% de quienes tienen síndrome metabólico son

además obesos, mientras que el 12.1% de los que no tienen síndrome metabólico son obesos. Se

puede también deducir que de quienes tienen obesidad, el 21.7% tiene síndrome metabólico y el

78.3% no lo tiene. Además entre quienes tienen sobrepeso, el 94.2% no tiene síndrome

metabólico (Test de independencia de X2 con p<0.001) – Tabla 12.

Tabla 12. Síndrome metabólico y evaluación nutricional

Síndrome metabólico

Evaluación nutricional

Total Bajo o Normal Sobrepeso Obeso

SI Número 2 4 10 16

% 12.5% 25.0% 62.5% 100.0%

NO

Número

196

65

36

297

% 66.0% 21.9% 12.1% 100.0%

Total

Número

198

69

46

313

% 63.3% 22.0% 14.7% 100.0%

Al evaluar la obesidad abdominal en relación al colesterol total, se tiene que el 19.4% de quienes

presentan obesidad abdominal tienen valores de colesterol mayores o iguales a 200 mg/dl,

mientras que tales valores solo se observan en el 7.5% de quienes no tienen obesidad abdominal.

Los porcentajes para el caso de los valores de colesterol de 170 a 199 son de 27.8% y 19.1% para

quienes tienen obesidad abdominal y para los que no la tienen respectivamente. (Test de

independencia de X2 con p=0.001) – Tabla 13.

Tabla 13. Obesidad abdominal y colesterol total

Obesidad abdominal

Colesterol total

Total <170 170-199 ≥ 200

SI Recuento 38 20 14 72

% 52.8% 27.8% 19.4% 100.0%

NO

Recuento

177

46

18

241

% 73.4% 19.1% 7.5% 100.0%

Total

Recuento

215

66

32

313

% 68.7% 21.1% 10.2% 100.0%

Se evalúa la presencia de obesidad abdominal en relación a los niveles de triglicéridos, se aprecia

que el 31.9% de quienes tienen obesidad abdominal presenta niveles de triglicéridos que superan

los 150 mg/dl mientras que solo el 6.6% de los que no tienen obesidad abdominal presentan tales

niveles de triglicéridos (Test de independencia de X2 con p<0.001) –Tabla 14.

Tabla 14. Obesidad abdominal y triglicéridos

Obesidad abdominal

Triglicéridos

Total ≤150 >150

SI Recuento 49 23 72

% 68.1% 31.9% 100.0%

NO Recuento 225 16 241

% 93.4% 6.6% 100.0%

Total Recuento 274 39 313

% 87.5% 12.5% 100.0%

DISCUSIÓN

A nivel mundial la obesidad y otros factores de riesgo cardiovascular en adolescentes han

sido estudiados ampliamente, también en América latina existen varios estudios al respecto. En

Perú carecemos de estudios que abarquen a los factores de riesgo en forma conjunta. En el

presente estudio se ha intentado estudiar dichos factores en la forma más completa posible y

nuestra muestra a pesar de que es de un solo distrito, ha sido extraída de tres colegios cada uno

con distintos niveles de pensiones e incluimos un colegio nacional ubicado en una zona pobre del

distrito en mención. Por lo explicado anteriormente, estos resultados podrían extrapolarse al resto

de lima metropolita, pero no a todo el Perú, al tener nuestro país diversas regiones geográficas y

una amplia interculturidad, que requeriría un estudio multicéntrico.

Nuestros resultados se comparan sobre todo con grandes estudios realizados en otras

latitudes como el Bogalusa Heart Study (4) que incluye 7 estudios de corte transversal entre 1973

y 1994 en escolares de Bogalusa (Luisiana) entre los 5 y 17 años que evaluó un total de 9167

participantes (5568 adolescentes). También revisamos el estudio FRICELA (5) que se ejecutó en

buenos Aires y 12 provincias de Argentina entre 1994 y 1997, en el que se evaluaron 2599

jóvenes entre las edades de 12 a 19 años. Finalmente en Medellín (Colombia) Uscátegui et. al

(10), estudiaron una muestra representativa en edad escolarizada de 2521 participantes, entre las

edades de 6 a 18 años (61.8 % eran adolescentes), dicho estudio también sirvió para comparar

nuestros hallazgos.

Tabaquismo:

El 11.5 % de adolescente fumaba regularmente, dato similar al encontrado en el estudio

FRICELA (12.2%) y el encontrado por Uscátegui et. al. (8.7 %). Sin embargo según CEDRO (54)

la prevalencia de tabaquismo en Lima es de 55.9 % y para la OPS (55) de 56.7 %. Estos

resultados probablemente fueron menores porque nuestra encuesta no se realizo en forma

anónima.

Sedentarismo:

Esta variable, sólo se pudo comparar, con el estudio FRICELA, ya que usamos el mismo

índice. Los valores encontrados son muy similares y nos muestra altos niveles de sedentarismo en

nuestros jóvenes y se correlaciona con la presencia de obesidad.

Sobrepeso, obesidad y obesidad abdominal: La prevalencia de sobrepeso y obesidad en nuestra muestra es de 22 % y 14.7 %

respectivamente, valores similares a los encontrados por el estudio Bogalusa, pero que difieren

con respecto al estudio FRICELA que sólo encuentra una prevalencia de obesidad del 3 %, probablemente debido a que este estudio no usa percentiles de IMC por edad según la clasificación de Must.. Por su parte Uscátegui et. al. encontraron prevalencias más bajas. En Lima, Pajuelo et al (49) tiene prevalencia similares con excepción a la prevalencia de obesidad observada en varones que es mayor en nuestro estudio. En san Juan de Lurigancho (56) también se evaluaron las prevalencias de sobrepeso y obesidad encontrando valores inferiores a los nuestros. Al igual que el estudio FRICELA se encontró relación directa entre la presencia de obesidad y los

niveles de colesterol mayores de 200 mg/dl, niveles superiores de 150 mg/dl de triglicéridos y el

hallazgo de presión arterial anormal.

La prevalencia de obesidad abdominal, según la evaluación del la cintura abdominal, fue

del 23 %, dato difícil de comparar, debido a que se usan diversos percentiles para la medida de

cintura abdominal. Además existe una asociación significativa entre esta variable y la obesidad

evaluada por el índice de masa corporal. La obesidad abdominal, al igual que la obesidad

identificada por el IMC, se relaciona con los valores elevados de Colesterol total,

Presión arterial:

En relación a la PAD y la PAS anormal los valores son similares al estudio Bogalusa. Si

consideramos la presencia de pacientes hipertensos, la prevalencia es mayor a la encontrada en

San Juan de Lurigancho que solo llega al 1.5%.

Colesterol Total, Colesterol LDL, Colesterol HDL y Triglicéridos:

La prevalencia de adolecentes con colesterol total mayor de 200 mg/dl, es similar a la

prevalencia hallada por el estudio Bogalusa, que encuentra un 9 % de adolecentes con estos

valores. Uscategui et. al. también encontraron niveles parecidos (entre 8.7 % y 13.1 %). En el

estudio FRICELA . el colesterol promedio fue de 163 mg/dl en comparación a los hallados por

nosotros de 158.73 mg/dl.

La prevalencia de colesterol LDL ≥ 130 mg/dl, es similar en el estudio Bogalusa (8 %) y

en el estudio realizado por Uscátegui et. al (entre 10.1 y 15.8 %).

Los valores anormales de Colesterol HDL, hallados en nuestro estudio, son superiores a

los encontrados por el estudio Bogalusa y por Uscátegui et. al, esto se puede deber a que

nosotros usamos niveles mas altos de HDL como corte.

La presencia de niveles de Triglicéridos elevados fue similar a los estudios que revisamos

a pesar que usamos un corte mas alto de niveles de triglicéridos (150 mg/dl).

Glicemia:

En nuestro estudio no encontramos ningún diabético y solo se encontró un 1.3 % de

adolescentes con glucosas mayor o igual a 100 mg /dl. Este hallazgo no podemos compararlo con

los estudios antes mencionados ya que en dichos estudios no se midieron niveles de glucosa.

Síndrome metabólico:

Solo el 5.1% de nuestra muestra tiene el síndrome metabólico, porcentaje bajo en relación

a los otros factores de riesgo cardiovascular.

CONCLUSIONES

- La obesidad es el factor de riesgo más prevalente.

- La obesidad es el factor de riesgo que tiene asociación directa con los otros factores de

riesgo cardiovascular.

- Solo la presión arterial alterada y los niveles del colesterol HDL alterados tienen

diferencias significativas en relación al género.

- En nuestro estudio no hay diferencias significativas entre los factores de riesgo

cardiovascular , según estrato socioeconómico.

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