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UNIVERSIDAD DE MAGALLANES
FACULTAD DE HUMANIDADES, CIENCIAS SOCIALES Y DE LA SALUD
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA DE KINESIOLOGIA
ESTUDIO DE LA ASOCIACIÓN ENTRE LA PREVALENCIA DE LE SIONES DE
RODILLA CON LA PRESENCIA DE SIGNOS CLÍNICOS DE DISF UNCIÓN
PATELOFEMORAL EN JUGADORAS DE BÁSQUETBOL ENTRE 15 Y 26 AÑOS
PERTENECIENTES AL CLUB DEPORTIVO UNIVERSIDAD DE MAG ALLANES Y
CLUB DEPORTIVO SOKOL DE LA CIUDAD DE PUNTA ARENAS
Trabajo de titulación para optar al grado de licenciado en kinesiología
AUTORES:
Pamela Harris Jelincic
Verónica Hernández Ruiz
Roberto Sepúlveda Montiel
PROFESOR GUÍA:
Klgo. Carlos Cárcamo Alvarado
Punta Arenas, Chile
2009
ii
TABLA DE CONTENIDOS
Página
RESUMEN v
ABSTRACT vi
INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Área del problema 4
Delimitación del problema 4
Formulación del problema 4
Justificación del problema 5
Viabilidad del problema 5
Limitaciones 6
Preguntas 6
Objetivo General 7
Objetivos específicos 7
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
1. Anatomía de la articulación de la rodilla 9
1.1. Superficies articulares 9
1.1.1. La tróclea femoral 9
1.1.2. La patela 10
1.1.3. La tibia 11
1.2. Estabilidad de la articulación de la rodilla 11
1.2.1. La capsula articular 11
1.2.2. Las inserciones músculoligamentosas de la patela 12
1.2.2.1. La estabilidad transversal de la rodilla 12
1.2.2.2. El sistema de estabilidad longitudinal 13
2. Biomecánica de la rodilla
2.1. Función del aparato extensor 15
2.2. Función de la patela 16
2.3. Desplazamiento de la patela sobre el fémur 17
3. Principales lesiones de la rodilla asociadas a la práctica deportiva 17
iii
3.1. Esguince 17
3.2. Lesiones meniscales 20
3.2.1. Etiopatogenia 20
3.3. Lesiones tendinosas 21
4. Disfunción patelofemoral (SDPF) 22
4.1. Etiología 23
4.2. Sintomatología 25
4.3. Estudios imagenológicos en disfunción patelofemoral 26
5. Evaluación kinésica
5.1. Evaluación postural estática y alineación 28
5.2. Medidas antropométricas 30
5.3. Goniometría 31
5.4. Pruebas de estabilidad articular 33
5.5. Fuerza muscular 34
5.6. Pruebas especiales 36
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Tipo de estudio 43
Universo 43
Muestra 43
Criterios de inclusión 43
Criterios de exclusión 44
Material y método de registro 44
Variables 45
Procedimiento 47
CAPÍTULO IV
RESULTADOS 49
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES 60
DISCUSIÓN 62
CAPÍTULO VI
BIBLIOGRAFÍA 64
ANEXOS 67
iv
ÍNDICE DE TABLAS Y GRÁFICOS
Páginas
LISTA DE TABLAS Tabla I: Distribución de jugadoras que presentan signos 50 clínicos de SDPF Tabla II: Distribución de jugadoras que presentan antecedente 51 de lesión previa de rodilla Tabla III: Distribución de las jugadoras con antecedente de 52 lesión previa de rodilla que presentan signos clínicos de SDPF Tabla IV: Distribución de las jugadoras con signos clínicos de 54 SDPF entre los subgrupos de IMC. Tabla V: Distribución de las jugadoras con los signos clínicos 56 de SDPF entre los subgrupos de años de práctica deportiva. Tabla VI: Distribución de jugadoras con signos clínicos de SDPF 58 entre los subgrupos de horas de entrenamiento semanales. LISTA DE GRÁFICOS Grafico I: Porcentaje de jugadoras que presentan signos clínicos 50 de disfunción patelofemoral. Gráfico II: Porcentaje de jugadoras que presentan antecedentes 51 de lesión de rodilla Gráfico III: Porcentaje de jugadoras con antecedente de lesión 53 previa de rodilla que presentan signos clínicos de SDPF Gráfico IV: Porcentaje de jugadoras con signos clínicos de SDPF 55 entre los subgrupos de IMC. Gráfico V: Porcentaje de jugadoras con signos clínicos de 57 SDPF entre los subgrupos de años de práctica deportiva Gráfico VI: Porcentaje de jugadoras con signos clínicos de 58 SDPF entre los subgrupos de horas de entrenamiento semanales
v
RESUMEN
Objetivo: Asociar la prevalencia de lesiones de rodilla con la presencia de
signos clínicos de disfunción patelofemoral en jugadoras de básquetbol.
Método: Se estudiaron 21 deportistas, entre 15 y 26 años, pertenecientes a
la rama femenina de básquetbol del Club Deportivo Universidad de Magallanes
y Club Deportivo Sokol de la ciudad de Punta Arenas. Este estudio incluyó una
evaluación kinésica específica de rodilla y la aplicación de una encuesta de
lesiones deportivas previas.
Resultados: Los signos clínicos de síndrome de disfunción patelofemoral
fueron positivos en un 38,1% de las jugadoras evaluadas. Al asociar el
antecedente de lesión previa de rodilla con la presencia de signos clínicos de
disfunción patelofemoral, se obtuvo que un 50% de jugadoras que presentaban
lesión previa, manifestaron signos clínicos de síndrome de disfunción
patelofemoral, mientras que entre las que no presentaban antecedentes de
lesión previa de rodilla solamente alcanzó el 37,8%.
Conclusiones: Se observó una tendencia a presentar sintomatología típica
de la patología en las jugadoras que tienen antecedentes de lesión previa de
dicha articulación, aunque la muestra al ser reducida no permite dar una
significación estadística al respecto
Palabras Claves: Síndrome de Disfunción Patelofemoral, Lesiones
Deportivas de Rodilla, Básquetbol.
vi
ABSTRACT
Objetive: Associate the prevalence of knee injuries with the presence of
clinical signs of patellofemoral dysfunction in basketball players.
Methods: 21 athletes were studied, aged 15 to 26 years, belonging to the
female basketball Sport Club Universidad de Magallanes and Sokol Sports Club
in the city of Punta Arenas. This study included a specific knee kinesiological
evaluation and implementation of a survey of previous sports injuries
Results: Clinical signs of patellofemoral dysfunction syndrome were positive
in 38.1% of the evaluated players. By matching the previous history of knee
injury and the presence of clinical signs of patellofemoral dysfunction, the study
showed that 50% of players who had previous injury, showed clinical signs of
patellofemoral dysfunction syndrome, while among those without a history of
knee injury only reached 37.8%.
Conclusion: There was a tendency to present typical symptoms of this
pathology in the players who have a history of previous injury of this joint,
although the sample was reduced and not allow statistical significance.
Key Words: Patellofemoral Pain Syndrome, Sport Knee Injuries, Basketball.
1
INTRODUCCIÓN
El presente estudio está realizado bajo el paradigma cuantitativo, de tipo
descriptivo y de corte transversal, cuyo fin es conocer la prevalencia de las
lesiones de rodillas en practicantes de básquetbol femenino entre 15 y 26 años
de la ciudad de Punta Arenas y la relación de estos valores con la presencia o
ausencia de signos clínicos del síndrome de disfunción patelofemoral (SDPF)
en los individuos.
El baloncesto es un deporte en el que se producen gran variedad de lesiones
tanto de tipo agudas como aquellas provocadas por la repetición de los gestos,
es decir, lesiones por sobrecarga.
Las lesiones de rodilla son, después de las lesiones de tobillo, la segunda
lesión más común entre los practicantes de básquetbol lo cual las convierte en
un área de importancia para la investigación, en especial en la ciudad de Punta
Arenas donde el básquetbol es uno de los deportes de competición con mayor
número de practicantes, debido a que las condiciones climáticas obligan a
práctica de deportes en espacios protegidos. Además es uno de los deportes
impartidos en la enseñanza pública, tanto en enseñanza básica como en
educación media.
Considerando también que el síndrome de disfunción patelofemoral es un
problema frecuente en los adolescentes y adultos jóvenes, y afecta con más
frecuencia a mujeres que a hombres en una proporción de 2:1 1. La realización
de este estudio busca develar si el antecedente de lesiones previas de rodilla
1 Servi, J.T. (2002). Patellofemoral Joint Syndromes. . Recuperado el 13 de septiebre del 2009, en http://ww
w.emedicine.com/articles.
2
predispone a desarrollar signos clínicos de disfunción patelofemoral entre las
practicantes de básquetbol femenino de Punta Arenas.
Con base en estos antecedentes, en este estudio se plantea como objetivo
principal identificar los signos clínicos de SDPF entre las jugadoras que
presenten un antecedente de lesión previa, y que tengan como mínimo un año
de entrenamiento en un deporte de gran exigencia como es el básquetbol.
El hallazgo más importante se relaciona con la detección de la presencia de
signos clínicos de SDPF en jugadoras que presentaban antecedentes de lesión
previa de rodilla y que presentan un mayor número de horas semanales de
entrenamiento deportivo.
3
CAPITULO I
4
EL PROBLEMA
Área
El presente estudio se enmarca en el contexto de la kinesiología deportiva en
el área músculo esquelética.
Delimitación del problema
Se evaluó un grupo de jugadoras correspondientes a los Clubes Deportivos
de básquetbol femenino de la Universidad de Magallanes y Sokol, entre los
meses de Octubre y Diciembre del año 2009. El rango de edad de la muestra
fluctuó entre los 15 y 26 años de edad.
Formulación del problema
En los deportes de contacto, en especial en el área competitiva, los
participantes se ven expuestos a lesiones que los limitan en su desempeño, los
alejan de las prácticas e incluso los dejan con secuelas permanentes. Entre
estos deportes, el básquetbol, posee una gran incidencia de lesiones de rodilla.
Por otra parte, el síndrome de disfunción patelofemoral, es una patología de
alta incidencia, especialmente en mujeres. Debido a esto, las practicantes de
basquetbol femenino poseen una gran predisposición a sufrir daños en esta
articulación.
5
Por lo tanto, el presente estudio busca asociar el antecedente de lesión
previa con los signos clínicos de disfunción patelofemoral entre las
basquetbolistas de la ciudad de Punta Arenas.
Justificación del problema
El básquetbol es uno de los deportes más practicados en Punta Arenas. En
este deporte las lesiones que afectan la articulación de la rodilla alcanzan el
segundo lugar en incidencia.
Sumado a esto el síndrome de disfunción patelofemoral se presenta en
mujeres en una relación 2:1 comparado con hombres.
Por lo tanto es de suma importancia conocer la incidencia de estas variables
con el fin de prevenir de mejor manera las lesiones de esta articulación.
Viabilidad
Esta investigación es factible en su realización, ya que, existe colaboración
por parte del Club Deportivo de Básquetbol femenino de la Universidad de
Magallanes y el Club Deportivo Sokol.
6
Limitaciones
� Asistencia irregular de los sujetos de estudios a entrenamientos en
ambos clubes deportivos.
� No se contó con diagnósticos médicos de SDPF a la fecha de realización
del estudio.
� La cancelación de los entrenamientos debido a las competencias
deportivas afectó la calendarización de actividades del grupo tesista.
Preguntas
� ¿Cuál es la prevalencia de lesiones de rodillas en las jugadoras de
Básquetbol femenino de los Clubes Deportivos Sokol y Universidad de
Magallanes?
� ¿Cuál es la prevalencia de los signos clínicos del síndrome de disfunción
patelofemoral en las jugadoras de Básquetbol femenino de los Clubes
Deportivos Sokol y Universidad de Magallanes?
� ¿Existe asociación entre el antecedente de lesiones de rodilla y la
presencia de signos clínicos de síndrome de disfunción patelofemoral en
las jugadoras de Básquetbol femenino de los Clubes Deportivos Sokol y
Universidad de Magallanes?
7
� ¿Existe diagnóstico de síndrome de disfunción patelofemoral en las
jugadoras de básquetbol de los clubes deportivos Sokol y Universidad de
Magallanes anterior a la realización del estudio?
Objetivo General
Determinar la asociación que existe entre el antecedente de lesión de rodilla
de las jugadoras de Básquetbol femenino de los Clubes Deportivos Sokol y
Universidad de Magallanes de la ciudad de Punta Arenas y la presencia de
signos clínicos de disfunción patelofemoral.
Objetivos específicos
� Determinar la prevalencia de signos clínicos del síndrome de disfunción
patelofemoral en las jugadoras de Básquetbol femenino de los Clubes
Deportivos Sokol y Universidad de Magallanes de la ciudad de Punta
Arenas.
� Determinar la prevalencia de lesiones de rodilla en las jugadoras de
Básquetbol femenino de los Clubes Deportivos Sokol y Universidad de
Magallanes de la ciudad de Punta Arenas.
� Comparar la prevalencia de signos clínicos del síndrome de disfunción
patelofemoral entre aquellas jugadoras que presentan antecedentes de
lesión de rodilla y las que no presentan antecedentes de lesión de rodilla.
8
CAPITULO II
9
MARCO TEÓRICO
1. Anatomía de la articulación de rodilla
1.1. Superficies articulares
La rodilla es la articulación sinovial más grande del cuerpo y si bien está
formada por dos articulaciones- fémorotibial y fémoropatelar-, fisiológicamente
no existe sino una única articulación.
Desde un punto de vista biomecánico, la articulación de la rodilla es una
tróclea o trocleartrosis, compuesta a su vez por otras dos articulaciones:
fémorotibial que es bicondílea y fémoropatelar, que es una troclear.
1.1.1. La tróclea femoral
La porción articular anterior del fémur, que contacta con la patela, está
compuesta por un surco y dos carillas: medial y lateral. El surco se continúa
hacia abajo con la escotadura intercondílea. Las carillas medial y lateral se
continúan con los cóndilos femorales. Estas dos carillas de la tróclea femoral
son asimétricas, siendo la carilla lateral unos pocos milímetros más salientes
que la medial.
Los cóndilos femorales son convexos en los planos frontal y sagital, teniendo
un eje anteroposterior mayor que el transversal. Anatómicamente, no son
semejantes: el cóndilo femoral interno es de menor tamaño, más largo en
10
dirección anteroposterior y ensanchado posterior y medialmente desde la
diáfisis del fémur, mientras que el externo está más alineado con la diáfisis
femoral y tiene mayor altura a lo largo del surco troclear, protegiendo de la
subluxación lateral de la rótula. En ambos cóndilos existen epicóndilos: el
interno sirve para la inserción del aductor mayor y el ligamento colateral interno;
el externo es el origen del ligamento colateral externo y de la cabeza externa de
los gemelos, mientras que la barza interna se origina en la superficie
correspondiente del cóndilo opuesto.
1.1.2. La patela
La patela es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo humano. Incluido
en el aparato extensor de la rodilla, presenta una forma triangular con una base
proximal y un vértice distal en el plano frontal, así como dos carillas articulares
asimétricas que forman un ángulo abierto hacia delante de 120º; lo que da
mayor estabilidad a la rodilla.
En la cara posterior se encuentra la superficie articular que se divide en dos
facetas cóncavas, medial y lateral, de tamaño variable, que separadas entre sí
por una cresta media, se articulan con los cóndilos femorales. La carilla medial
se subdivide, por una cresta oblicua poco prominente, en una carilla principal y
una carilla accesoria, situada en el ángulo superointerno y que se articula con el
borde interno de la escotadura intercondílea en la flexión máxima.
11
1.1.3. Tibia
La extremidad superior de la tibia presenta como superficie las cavidades
glenoideas, que se corresponden con los cóndilos femorales. Mientras la
cavidad glenoidea externa es cóncava transversalmente y convexa
sagitalmente, la glenoide interna es cóncava en ambos sentidos. La no
congruencia entre las superficies articulares del fémur y la tibia es compensada
por la interposición de los meniscos o fibrocartílagos semilunares2.
1.2. Estabilidad de la articulación de rodilla
La estabilidad de la rodilla esta dada principalmente por la cápsula articular,
los ligamentos y los músculos que la rodean.
1.2.1. La capsula articular
La Capsula articular es una vaina fibrosa, que envuelve la articulación de la
rodilla y se extiende desde la extremidad inferior del fémur hasta la extremidad
superior de la tibia. Atendiendo a sus inserciones3, compara la cápsula con un
cilindro con una ventana en la cara anterior para encajar con la rótula: mientras
que, a nivel femoral, se inserta proximal a los cóndilos, excluida el área de la
superficie poplítea y de la hendidura intercondílea. Anteriormente, se inserta
alrededor del borde de la rótula y asciende unos 2-3cm para forma la bolsa
suprapatelar. La inserción tibial se realiza a lo largo de los bordes de las
superficies articulares de las mesetas tibiales, excluyendo las espinas tibiales y
una parte de la región intercondílea anterior.
2 y 3: Kapandji, A.I. (1998). Fisiología articular: esquemas comentados de mecánica humana.
(5ª.ed. t.2). Madrid, España. Médica Panamericana.
12
La cápsula articular es fina y laxa, lo que implica la existencia de una serie de
ligamentos cuya única misión es la de reforzarla. Por todo ello, la estabilidad
articular estática de la rodilla se consigue mediante estructuras ligamentosas
incorporadas, mientras que, la dinámica, la proporcionan tendones musculares
que se combina con la cápsula.
1.2.2. Las inserciones músculoligamentosas de la p atela
1.2.2.1. La estabilidad transversal de la rodilla
La estabilidad transversal está representada por la acción conjunta de los
retináculos y los ligamentos laterales, que, estableciendo un refuerzo de la
cápsula articular ayudan a asegurar la estabilidad lateral de la rodilla en
extensión y proporcionan estabilidad pasiva de la patela en dirección
mediolateral.
La anatomía del retináculo o alerón lateral fue descrita por Fulkerson y
Gossling4. Está compuesto de una expansión tendinosa del vasto lateral, con
cierta participación del recto anterior y del tracto iliotibial, que se inserta latera a
la tuberosidad tibial. El retináculo medial es una expansión del vasto interno y
se inserta en los dos tercios superiores de la cara medial de la patela. Se
describen dos tipos distintos de fibras: el ligamento patelofemoral medial, que
se inserta en el epicóndilo femoral medial y el ligamento patelotibial medial que
se inserta en el menisco medial y en la tibia.
En los esfuerzos laterales bruscos de rodilla, los ligamentos laterales no son
los únicos que aseguran su estabilidad, sino que además intervienen como
4: Fulkerson, J.P. & Gossling, H.R. (1980). Anatomy of the knee joint lateral retinaculum. Clin
Orthop, 153, 183-188
13
elementos activos los músculos, quienes desempeñan un papel principal en la
contención de la rodilla.
El ligamento lateral externo, se extiende desde el epicóndilo lateral del fémur
hasta la cabeza de la fíbula y recibe ayuda de la cintilla de Maissiat, tensada por
el tensor de la fascia lata. El ligamento lateral interno está constituido por dos
partes, una principal situada entre el fémur y la tibia; y otra accesoria situada
posteriormente a la anterior y se halla formada por fascículos que se extienden
desde el fémur y la tibia hasta el menisco medial. Recibe ayuda de la
contracción de los músculos de la pata de ganso: sartorio, semitendinoso y
recto interno. Debido a la expansión del tracto iliotibial, las estructuras externas
son más fuertes que las internas.
Igualmente, el cuadriceps, refuerza la función de los demás músculos
mediante una serie de expansiones directas y cruzadas, que forman en la cara
anterior de la articulación, una cubierta fibrosa.
1.2.2.2. El sistema de estabilidad longitudinal
El sistema de estabilidad longitudinal está representado por el músculo
cuadriceps. Está compuesto por cuatro músculos, tres- vasto medial, vasto
lateral y vasto intermedio-son monoarticulares, mientras –recto femoral-es
biarticular, actuando tanto a nivel de la rodilla como de la cadera. Estos cuatro
músculos se insertan por medio de un tendón común sobre la patela.
La rodilla mantiene su estabilidad de manera completamente distinta según
se encuentre en flexión o en hiperextensión. En una posición de alineación
normal con flexión muy ligera, la función del cuádriceps resulta indispensable
14
para la bipedestación, ya que, si no funcionara este músculo, la flexión tendría a
acentuarse por sí misma. Sin embargo, en una actitud de hiperextensión, la
rodilla queda bloqueada por los elementos cápsuloligamentosos posteriores y,
sin necesidad de intervención del cuádriceps, es posible mantener la
bipedestación.
Con el fin de evitar una hiperextensión extrema existe una serie de
elementos cápsuloligamentosos y musculares accesorios. Entre los primeros,
se han de mencionar los refuerzos fibrosos de la capsula articular. Como
elementos musculares, están los flexores de rodilla: los músculos de la pata de
ganso, el bíceps y los gemelos.
Del mismo modo los ligamentos cruzados también aseguran la estabilidad
anteroposterior de la rodilla a la par que permiten los movimientos de charnela
manteniendo las superficies articulares en contacto. El ligamento cruzado
anteroexterno se extiende desde la cara interna del cóndilo lateral del fémur
oblicuamente hacia delante, abajo y medial hasta el área intercondílea anterior.
Impide la rotación interna y el deslizamiento anterior de la tibia sobre el fémur,
tensándose en extensión lo que contribuye a frenar la hiperextensión. El
ligamento cruzado posterointerno se extiende desde la cara interna del cóndilo
femoral medial hasta el área intercondílea posterior; evita el deslizamiento hacia
atrás de la tibia sobre el fémur, por lo que se encuentra más tenso en flexión.
15
2. Biomecánica de la rodilla
En la rodilla se diferencian dos articulaciones condíleas -tibiofemoral interna
y externa- y una articulación selar –fémoropatelar. Principalmente, es una
articulación de un solo grado de libertad: la flexo extensión, alrededor del eje
transversal; pero de manera accesoria posee un segundo grado de libertad: la
rotación sobre el eje longitudinal de la pierna, que sólo aparece cuando la rodilla
esta flexionada.
La rodilla transmite cargas, participa en el movimiento, ayuda en la
conservación del momento, y proporciona un par de fuerzas para las
actividades en las que interviene la pierna. Igualmente soporta fuerzas y
momentos elevados y se sitúa entre los brazos de palanca más largos del
cuerpo (fémur y la tibia), haciéndola particularmente susceptible a lesión. Es en
la flexión, posición de inestabilidad, donde la rodilla esta expuesta al máximo a
sufrir lesiones ligamentosas y meniscales; mientras que en extensión es más
vulnerable a las fracturas articulares y a las rupturas ligamentosas5.
2.1. Función del aparato extensor
El aparato extensor de la rodilla está constituido por un elemento motor, el
músculo cuádriceps y por un mecanismo de transmisión y deslizamiento,
centrado en la patela y formado por el tendón cuadricipital, el tendón patelar y la
articulación fémoropatelar, constituyendo en conjunto una unidad funcional que
asegura una buena estabilidad articular.
De los cuatro músculos que forman el cuadriceps, el vasto interno oblicuo,
llamado así por la dirección de sus fibras; es el mayor estabilizador dinámico de
5: Nordín, M. (2004). Biomecánica básica del Sistema Musculoesquelético. Madrid, España.
McGraw Hill
16
la patela, encargándose de mantenerla centrada mientras se realiza el
movimiento de flexión, actuando como estructura de resistencia al
desplazamiento lateral6. La orientación horizontal de las fibras del vasto medial
oblicuo le da una ventaja mecánica para restringir el desplazamiento lateral de
la patela. Consigue su orientación más eficiente en flexión profunda, pero en
esta posición se ha demostrado que la geometría troclear y la compresión
articular son las responsables primarias de la estabilidad patelar,
independientemente de los tejidos blandos.
2.2 Función de la patela
La patela sirve para dos funciones biomecánicas importantes en la rodilla.
En primer lugar, ayuda a la extensión de rodilla al provocar el desplazamiento
anterior del tendón del cuadriceps a lo largo del rango de movimiento, por ello
alarga el brazo de palanca de la fuerza del músculo cuadriceps. Segundo,
permite una distribución más amplia de la solicitación compresiva sobre el
fémur al incrementar el área de contacto entre el tendón patelar y el fémur.
Actúa por tanto como una polea de reflexión, aumentando en un 50% la
potencia del cuadriceps al hacer mayor su momento de fuerza, y, con ello su
eficacia mecánica7.
Si se extirpa la patela en una rodilla, el tendón patelar está situado más cerca
del centro de movimiento de la articulación tibiofemoral. Actuando con un brazo
de palanca más corto, el músculo cuadriceps debe producir incluso más fuerza
de la que normalmente se requiere para mantener un cierto torque sobre la
rodilla durante los últimos 45º de extensión. La extensión de rodilla completa
así puede requerir hasta un 30% más de la fuerza que normalmente se requiere
del cuadriceps8.
6: D´Amato, M. & Bach, B.R.Jr. (2005). Lesiones de la rodilla. En S. Brentz Brotzman, Rehabilitación
Ortopédica Clínica. Madrid. ( pp 307-27). Madrid 7: Tria, A.J. et al. (1992). Conservative care for patellofemoral pain. Orthop Clin North Am, 23 (4), 548 8: Nordín, M. (2004). Biomecánica básica del Sistema Musculoesquelético. Madrid, España. McGraw Hill
17
2.3. Desplazamiento de la patela sobre el fémur
El movimiento normal de la patela sobre el fémur durante la flexión es una
traslación vertical a lo largo del surco de la tróclea y hasta la escotadura
intercondílea. Se efectúa girando sobre un eje transversal donde su cara
posterior, dirigida directamente hacia atrás en posición de extensión, se orienta
directamente hacia arriba cuando la patela, al final de su recorrido, se encaja,
debajo del cóndilo en la flexión extrema9.
En la extensión de la rodilla desde una posición de flexión, la patela sigue
una trayectoria normal que incluye la desviación, la inclinación y la rotación
externa. De este modo, el movimiento normal de la rótula sigue una curva
lateral cóncava que se va haciendo medial conforme ésta entra en el surco
troclear y la tibia rota, y continúa el curso del surco hasta que la rodilla llega a
90º de flexión. Más allá de los 90º de flexión, la patela rota externamente, y
sólo la faceta femoral medial articula con la patela. El área de contacto de la
faceta articular lateral de la patela es más grande que el área de contacto
medial. Las áreas de contacto se incrementan con una cantidad aumentada de
flexión de la articulación de rodilla y con una fuerza aumentada de tracción del
músculo cuadriceps10.
3. Principales lesiones de rodilla asociadas a la práctica deportiva
3.1. Esguince
El esguince es la alteración de los ligamentos que le dan estabilidad pasiva
a las articulaciones. Se clasifica en:
9: Kapandji, A.I. (1998). Fisiología articular: esquemas comentados de mecánica humana. (5ª.ed. t.2). Madrid,
España. Médica Panamericana. 10 : Nordín, M. (2004). Biomecánica básica del Sistema Musculoesquelético. Madrid, España. McGraw Hill.
18
� Grado I: esguince benigno que corresponde a una simple elongación, a
una distensión o incluso a microdesgarro, con poca o nula inestabilidad
de la articulación.
� Grado II: esguince de gravedad media, ligado a cierto desgarro,
separación de sus fibras ligamentosas y una moderada inestabilidad
articular.
� Grado III: esguince grave, definido por la rotura total del ligamento,
manifestada principalmente por una importante inestabilidad articular11,12.
La lesión del ligamento colateral interno (LCI) se produce por una fuerza en
valgo sin rotación. El esguince menos común del ligamento colateral externo
(LCE) es el resultado de una fuerza en varo puro de la rodilla. Las lesiones de
estos ligamentos pueden producirse solas o asociadas con los meniscos o
ligamentos cruzados anterior (LCA) y posterior (LCP).
Las lesiones de los LCA se producen principalmente como resultado de
colisiones con el oponente, en deportes de contacto, y durante los movimientos
de torsión de la rodilla con el pie fijado en el suelo.
Los mecanismos más frecuentes que afectan al LCA son:
1. Impacto sobre la cara lateral de la rodilla: estando la rodilla en
semiflexión, la articulación es sometida a un valgo forzado con rotación
externa de la tibia. El resultado en una combinación de lesión LCA, el
LCI y del menisco interno, conocida en conjunto como la “triada maldita
de O`Donogue”.
11: Prentice, W.E. (2001). Técnicas de rehabilitación en la medicina deportiva. (3a.ed.). Barcelona.
Editorial Paidotribo. 12: Danawski, R. (1992). Traumatología del deporte. Barcelona. Masson.
19
2. Impacto sobre la cara medial de la rodilla: con la rodilla en semiflexión
la articulación es sometida a un varo forzado con rotación interna de la
tibia, provocando una lesión del LCA, LLE y LCP.
3. Mecanismo de hiperextensión brusca, puede provocar lesiones
aisladas del LCA.
4. Mecanismo de rotación sin contacto: es el mecanismo más común de
lesión. Se produce cuando el pie esta fijo en el suelo y se realiza un
movimiento brusco de rotación.
5. Mecanismo de desaceleración: la desaceleración súbita (ocasionada
por una parada rápida), combina con un cambio de dirección mientras
se está corriendo, girando, aterrizando de un salto o hiperextendiendo
la articulación en cualquier dirección.
La lesión LCP del puede producirse de forma aislada o en mayor frecuencia
en combinación con los ligamentos colaterales y el LCA, en función de la fuerza
y la dirección del agente traumático.
1. Fuerza directa en sentido posterior, a nivel proximal de la tibia, con la
rodilla en flexión.
2. Hiperextensión con o sin traumatismo añadido13, 14.
13: Basas García, A., Fernández de la Peña, C. & Urrialde, M. (2003). Tratamiento fisioterápico de la rodilla.
España. Editorial Mc GrawHill/Interamericana. 14: Fortune Haverbeck, J., Paulos Arenas, J., & Liendo Palma, C. (1994). Manual de Ortopedia y
Traumatología. Pontifice Universidad Católica de Chile
20
3.2. Lesiones meniscales
3.2.1. Etiopatogenia
La lesión de los meniscos aparece como resultado de la acción del peso
corporal, combinada con movimientos incorrectos, forzados o excesivos.
Entre los mecanismos causantes están:
1. Rodilla en semiflexión; se combina con valgo y rotación externa, y
pie fijo en el suelo. Es el mecanismo más frecuente y típico.
2. Rodilla en semiflexión; con la pierna en valgo y con rotación
externa; pie fijo en el suelo. Es el mecanismo más frecuente y
típico.
3. Rodilla en hiperflexión y soportando todo el peso del cuerpo, se
provoca una brusca extensión de la articulación.
4. Rodilla en hiperextensión forzada y violenta.
En todas estas circunstancias, el cóndilo femoral ha girado a gran velocidad,
se desplaza en sentido antero-posterior y rotando hacia afuera o adentro, ejerce
una violenta compresión sobre el platillo tibial interno o externo, atrapando o
traccionando al menisco, entre superficies articulares15, 16.
15: Basas García, A., Fernández de la Peña, C. & Urrialde, M. (2003). Tratamiento fisioterápico de la rodilla.
España. Editorial Mc GrawHill/Interamericana. 16: Fortune Haverbeck, J., Paulos Arenas, J., & Liendo Palma, C. (1994). Manual de Ortopedia y
Traumatología. Pontifice Universidad Católica de Chile
21
3.3. Lesiones Tendinosas
Clasificación según su presentación:
� Tendinitis y tenosinovitis
� Rotura y desinserciones parciales
� Rotura o desinserciones totales.
� Luxación Tendinosa
La región más frecuente afectada por las lesiones es el tendón patelar, en el
borde inferior de la rótula, y a continuación los vastos interno y externo el
músculo cuadriceps. El tendón rotuliano, que tracciona del polo inferior, puede
irritarse por: sobrecarga o solicitud execiva y tracciones repetidas por en una
mala dirección, forzadas por posición anómala de la rótula.
Si la posición fisiológica de la patela es afectada por alguna causa, se vera
afectada toda la unidad anatómica, ya que el tendón traccionará en una
dirección que no es la correcta.
3.4. Bursitis
Las bolsas serosas están revestidas de tejido sinovial, que producen una
pequeña cantidades de líquido. Se encuentran entre tendones y huesos, piel y
hueso y entre dos músculos permitiendo el movimiento de estas estructuras sin
que se produzca fricción. Si hay un movimiento excesivo o se produce un
traumatismo agudo en torno a ellas éstas se irritan y se inflaman y comienzan a
producir gran cantidad de líquido sinovial.
22
Bursitis prepatelar: se encuentra entre la piel y la patela. Se inflama como
resultado de un trauma en la parte anterior de la rodilla, como un golpe directo o
por irritación crónica a partir de actividades que requieran una posición de
rodillas prolongada.
4. Disfunción patelofemoral
El término condromalacia patelar era empleado como sinónimo de síndrome
patelofemoral hasta 1970. Este término a quedado en desuso y sustituido por
términos no muy específicos como disfunción patelofemoral, síndrome del dolor
patelofemoral, artralgia patelofemoral, dolor anterior de la rodilla, desorden del
mecanismo extensor 17.
Disfunción patelofemoral puede ser definido como dolor patelofemoral
resultante de alteraciones físicas y biomecánicas en la articulación
patelofemoral18.
El dolor en la articulación patelofemoral es una de las quejas más
comunes en el área músculoesqueléticas en todas las edades19. Estas quejas
varían de dolor en la región anterior de la rodilla, dolor en la región peripatelar
hasta el dolor en la región retropatelar de la rodilla. Los pacientes con
disfunción patelofemoral tienen dolor anterior en las rodillas que comienza
normalmente con actividades y generalmente empeoran cuando los pacientes
están bajando de una escalera o de una bajada en plano inclinado20.
Generalmente, los pacientes relatan los síntomas después del uso excesivo de
la articulación de la rodilla o cuando cambian la intensidad de las actividades.
Pueden también ser desencadenado por permanecer sentados por tiempo
prolongado y puede afectar a una o ambas rodillas.
17: MCconnell, J. & Cook, J. (2001). Anterior Knee Pain. In: Brukner, P & Karim, K., Clinical Sports Medicine ( 2 ed). New York: Worldwide. 18: Juhn, M.S. (1999). Patellofemoral Pain Syndrome: A Review and Guidelines for Treatment Am Fam Physician. The american academy of family
physician, 60 (7), 2012-22,E 19: Servi, J.T. (2002). Patellofemoral Joint Syndromes. . Recuperado el 13 de septiebre del 2009, en http://ww w.emedicine.com/articles. 20: Cutbill, J.W., Ladly, K.O., Bray, R.C., Thorne, P., & Verhoef, M. (1997). Anterior knee pain: a review. Clin J Sport Med, 7, 40-5.
23
Según varios autores21,22,23., en la población general, el síndrome
patelofemoral afecta en una proporción de 2:1 al sexo femenino por sobre el
sexo masculino. Sin embargo, Malanga & Lee (2003) afirman que entre los
atletas, el número de hombres afectados es mayor, contradiciendo a los demás
autores24. Para Potter & Sequeira (2002), el síndrome patelofemoral ocurre
usualmente en atletas adolescentes y adultos jóvenes25.
4.1. Etiología
No hay una sola causa para el síndrome de dolor patelofemoral, sino que
puede deberse a numerosos factores o condiciones diferentes. Estas
condiciones incluyen:
1. Mala alineación de la articulación de la rodilla; la mala alineación de la
rodilla con frecuencia es causada por una disfunción en los pies. Los pacientes
que realizan una rotación externa de miembro inferior cuando caminan empujan
la patela hacia afuera, causando frotamiento doloroso de la patela contra los
huesos de la rodilla. Rara vez, la mala alineación ocurre porque la patela está
localizada demasiado alto o demasiado bajo en la articulación de la rodilla.
2. Músculos cuadriceps débiles; ya que ayudan a sostener la patela en su
lugar a medida que se mueve. Esto provoca que no puedan sostener la patela
en la posición correcta y pueda frotar contra el fémur durante el movimiento.
3. Uso en exceso y sobrecarga de la articulación de la rodilla; el uso en
exceso de la articulación de la rodilla, especialmente a causa de deportes de
alto impacto o actividades, puede causar síndrome de disfunción patelofemoral.
21: Servi, J.T. (2002). Patellofemoral Joint Syndromes. . Recuperado el 13 de septiebre del 2009, en http://ww w.emedicine.com/articles 22,25: Potter, P. J. & Sequeira, K. A. (2002. Patellofemoral Syndrome. Recuperado el 13 de septiebre del 2009, de http://www.emedicine.com/articles 23,24: Malanga, G.A. & Lee, W.S. (2003). Patellar Injury and Dislocation. Recuperado el 13 de septiembre del 2009, de http://www.emedicine.com/articles.
24
4. La etiología no es única y existen factores predisponentes, como:
inmovilización, trauma, sobrepeso, predisposición genética, anomalías
congénitas de la rótula, sinovitis prolongada, hemorragia recurrente en la
articulación, repetición de inyecciones de corticoides, mal alineamiento del
mecanismo extensor de la rodilla, como rodilla valga o vara, torsión tibial lateral,
aumento del ángulo Q, pronación del pie, patela alta, instabilidad y subluxación.
En algunos casos la etiología es desconocida26.
El ángulo Q es aquel formado entre la línea que va desde la espina ilíaca
anterosuperior hasta el centro de la rótula y el otro ángulo que va del centro de
la rótula hasta la tuberosidad anterior de la tibia. El ángulo es medido con el
individuo en la posición de decúbito dorsal. El ángulo Q es clínicamente
relevante porque ángulos aumentados son uno de los factores relacionados con
la incidencia de disfunción patelofemoral27.
Hay mucha divergencia entre los autores a respecto del ángulo Q ideal, sin
embargo la mayoría de los autores consultados28,29 colocan que el ángulo Q
ideal sería de 14° para hombres y de 17° para mujer es.
Las variables que pueden alterar el ángulo Q son:30
� El sector lateral de la tróclea es más prominente, en desacuerdo con el
trayecto lateral de la patela.
� Para muchos individuos la inserción del vasto oblicuo medial es en un
nivel superior.
� Rotación interna de la tibia en relación al fémur, durante la flexión para
extensión completa.
26, 27,28: Cohen, M., Abdalla, R.J., Ferreti, M., & Silva, P.R. (2003). Síndrome Femoropatelar. In: Cohen, M., Abdalla, R.J. Lesões nos Esportes-
Diagnóstico-Prevenção-Tratamento. Río de Janeiro: Revinter. 29: Servi, J.T. (2002). Patellofemoral Joint Syndromes. . Recuperado el 13 de septiebre del 2009, en http://ww w.emedicine.com/articles. 30: Malanga, G.A. & Lee, W.S. (2003). Patellar Injury and Dislocation. Recuperado el 13 de septiembre del 2009, de http://www.emedicine.com/articles.
25
� Pelvis más alargada en las mujeres.
� Inserción del vasto oblicuo medial en el borde proximal de la rótula.
Ningún factor biomecánico fue identificado como causante primario del dolor
patelofemoral, no obstante muchas hipótesis han sido sugeridas. Algunos
factores como: pies pronados o planos ángulos Q aumentados y disturbios
musculares, como debilidad y disminución de la flexibilidad, principalmente en
cuadriceps y isquiotibiales31.
La teoría más reciente sugiere que problemas patelofemorales se producen
debido a una carga mecánica y fisiológicamente excesiva e irritación química de
la terminación nerviosa llevando a una pérdida de la homeostasis del tejido, lo
que causa una cascada inflamatoria que como consecuencia derivará a una
sinovitis patelar. La sinovial peripatelar es ricamente inervada y ha sido
mostrado como siendo extremadamente sensible a un suave toque. Una vez
inflamada la sinovial, y continuamente agravada por actividades diarias provoca
los síntomas32.
4.2. Síntomas
El primer síntoma del síndrome de dolor patelofemoral es el dolor alrededor
o debajo de la patela. El dolor puede comenzar primero durante actividades de
alto impacto, como jugar deportes o bajar escaleras. A medida que la condición
empeora, el dolor puede ser desencadenado por largos periodos de estar
sentado. Otros síntomas incluyen: inflamación de la rodilla y chasquido la
rodilla durante la actividad.
31: Juhn, M.S. (1999). Patellofemoral Pain Syndrome: A Review and Guidelines for Treatment Am Fam Physician. The american academy of family physician, 60 (7), 2012-22, 32: MCconnell, J. & Cook, J. (2001). Anterior Knee Pain. In: Brukner, P & Karim, K., Clinical Sports Medicine ( 2 ed). New York: Worldwide
26
4.3. Estudios Imagenológicos del síndrome de disfu nción patelofemoral
Los exámenes radiológicos del síndrome de disfunción patelofemoral
consisten en las proyecciones de antero-posterior y lateral en bipedestación y,
axial. Esta última se hace con la rodilla en flexión entre 20 y 45 grados33.
El síndrome de disfunción patelofemoral es principalmente un diagnóstico
clínico y, en muchos pacientes, se debe iniciar el tratamiento sin recurrir a las
imágenes. La radiografía es un complemento de la historia y el examen físico y
debe realizarse en los pacientes con antecedentes de trauma o cirugía,
derrame o que no mejoran con el tratamiento34.
Los exámenes imagenológicos deben ser considerados sólo para descartar
condiciones inusuales como osteocondritis disecante, infección o neoplasia. En
general, seis semanas sin mejoras en un paciente complicado, particularmente
si los síntomas son unilaterales, es un tiempo razonable para esperar antes de
que sean necesarias un estudio radiográfico35.
Los estudios no han logrado demostrar de forma unánime una mala
alineación radiográfica en pacientes con dolor patelofemoral36.
La idea de que el dolor está siempre asociado en un cierto grado de mala
alineación rotuliana puede conducir a un mal entendimiento de su patogenia y
por tanto, a un tratamiento inapropiado37. La posición patelar en las imágenes
estáticas es sólo parte de su fisiopatología. La bibliografía reciente ha
destacado la importancia de reconocer las otras causas del dolor patelofemoral,
como son las tendinitis rotulianas o del cuadriceps38, los neuromas
postoperatorios39 y las neuritis del safeno40.
33,34: Dixit, S. MD., Difiori,J. M.D., Burton M. M.D., & Mines, B. M.D. (2007). Management of patelofemoral pain syndrome. University of California. 35: Juhn, M.S. (1999). Patellofemoral Pain Syndrome: A Review and Guidelines for Treatment Am Fam Physician. The american academy of family physician, 60 (7), 2012-22, 36: Laprade, J. & Cultam, E. (2003). Radiographic measures in subjets who are asymptomatic and subjets whit patelofemoral pain syndrome. Clin Orthop, 414, 172-182 37: Post, W.R. (2001). Patellofemoral Pain: Let the Physical Exam Define Treatment. The Physician and Sportsmedicine, 26 (1) 38: Popp, J.E., Yu J.S., & Kaeding, C.C.(1997). Recalcitrant patellar tendinitis: magnetic resonance imaging, histologic evaluation, and surgical treatment. Am J sports med, 25,
218-222. 39: Kasim, N. & Fulkerson, J. (2000). Resection of cunically Localized Segments of painful retinaculum in the treatment of selected patients whit anterior knee pain. Am J sports med, 28, 811-814 40: Morganti, C.M., McFarland, E.G., & Cosgarea, A.J. (2002). Saphenous neuritis: A poorly understood couse of medial knee pain. J AM orthop sur, 10, 130-137
27
En un estudio se evaluaron 43 pacientes con diagnóstico presuntivo o de
certeza de disfunción patelofemoral. A todos los pacientes se les realizó
estudio radiológico y adquisiciones tomográficas en extensión y flexión, sin y
con contracción, mediante un tomógrafo helicoidal y secuencias de resonancia
magnética en plano axial. Los resultados permitieron aceptar la hipótesis de
que el estudio integral proporciona un diagnóstico más completo del origen de
la disfunción patelofemoral.
En el 65% de los pacientes el estudio imagenológico dio un resultado
negativo. Sólo en el 35% de los casos el resultado fue positivo, pero en forma
incompleta41
En otro estudio más reciente, con 91 pacientes con disfunción patelofemoral
se evaluaron los hallazgos clínicos y radiográficos, y se concluyó que los
exámenes físicos son más útiles que el estudio radiográfico42
Todo esto apoya que el diagnóstico de la disfunción patelofemoral es una
entidad principalmente clínica y funcional, cuyo estudio imagenológico posee un
alto porcentaje de falsos negativos. Por lo anterior, consideramos que el alto
costo de aplicación al grupo de muestra no es acorde a los pocos beneficios
que nos entregaría en nuestro estudio.
41: Carrascosa, P., Sánchez, F., Mazzucco, J., Capañay, C., & Carrascosa, J. (2000). Disfunción patelofemoral: evaluación integral por imágenes / Patellofemoral joint disfunction. Combined diagstic imaging: evaluation (X-Rays exams, 3D Helical CT and MRI). Revista argentina de radiología, 64 (3), 205-212. 42: Haim, A., Yaniv, M., Dekel, S., & Amir, H. (2006). Patellofemoral pain syndrome: Validity of clinical and radiological features.
Clin orthop, 451, 223-228.
28
5. Evaluación kinésica
5.1. Evaluación postural estática y alineación
Esta prueba fue obtenida del libro: “Músculos, pruebas funcionales y dolor
postural, Kendall, Florence, Peterson, 2005”, por lo que posee validez y
confiabilidad.
Vista lateral
� Cabeza: en posición neutra, sin inclinación.
� Columna Cervical: curva normal, ligeramente convexa hacia delante.
� Escápulas: aplanadas contra la parte superior de la espalda.
� Columna Dorsal: curva normal, ligeramente convexa hacia atrás
� Columna Lumbar: curva normal, ligeramente convexa hacia delante.
� Pelvis: en posición neutra, las espinas superiores en el mismo plano
vertical que la sínfisis del pubis.
� Articulación de la cadera: en posición neutra, ni flexionadas ni extendidas.
� Articulación de la rodilla: en posición neutra, ni flexionadas ni extendidas.
� Articulación del tobillo: en posición neutra, pierna vertical y en ángulo recto
con la planta del pie.
Vista Posterior
� Cabeza: en posición neutra, sin inclinación ni rotación.
� Columna Cervical: recta.
� Hombros: a nivel, ni elevados ni deprimidos.
29
� Escápulas: en posición neutra, bordes internos paralelos y separados
aproximadamente de 7 u 8 cms.
� Columna Dorsal y Lumbar: rectas.
� Pelvis: a nivel, ambas espinas iliacas posterosuperiores en el mismo plano
transverso.
� Articulación de la cadera: en posición neutra, ni adducción ni en
abducción.
� Rodillas: posición neutra, varo o valgo, altura del pliegue poplíteo.
� Pies: paralelos o con ligera desviación de las puntas hacia fuera. Maleolo
y margen externo de la planta del pie en el mismo plano vertical, por lo que
el pie no se encuentra ni pronado ni supinado. Tendón calcáneo pude
estar vertical visto desde posterior.
Vista anterior
� Cabeza: en posición neutra, sin inclinación ni rotación.
� Columna Cervical: recta.
� Hombros: a nivel, ni elevados ni deprimidos.
� Pelvis: a nivel, ambas espinas iliacas anterosuperiores en el mismo plano
transverso.
� Articulación de la cadera: en posición neutra, ni adducción ni en
abducción.
� Rodillas: posición neutra, varo o valgo, altura de la patela.
� Pies: paralelos o con ligera desviación de las puntas hacia fuera. Maleolo
y margen externo de la planta del pie en el mismo plano vertical, por lo que
el pie no se encuentra ni pronado ni supinado. Tendón calcáneo pude
estar vertical visto desde posterior.
30
5.2. Medidas Antropométricas
Estas pruebas fueron obtenidas del libro: “Técnicas de Evaluación
Musculoesqueléticas, Palmer, 2005”, por lo que poseen validez y confiabilidad.
Debido a que las alteraciones del cuadriceps, y, más precisamente en el
vasto medial oblicuo son factores predisponentes del SDPF, es importante la
medición del la circunferencia del muslo para valorar si existe o no signos de
atrofia del cuadriceps. Esta medida es tomada a una distancia de 7 cms. sobre
el polo superior de la patela en ambos miembros inferiores.
La circunferencia de la rodilla se mide para constatar la presencia de
derrame y se toma como referencia anatómica la patela.
Para la medición de la circunferencia de la pierna se toma como referencia
anatómica la máxima circunferencia de la pierna, midiendo alrededor de ella.
Longitud Real del MMII
Es la medición desde la espina anterosuperior del íleon al malealo interno.
Para conseguir la máxima exactitud, el paciente se acuesta en posición supina
en la camilla con el tronco, pelvis y piernas en alineación recta y piernas juntas.
Para comprobar cualquier inclinación lateral o rotación de la pelvis se mide a la
derecha y a la izquierda la distancia desde la espina anterosuperior al ombligo.
Si existe diferencia en las medidas, se nivela la pelvis y se corrige cualquier
rotación tanto como sea posible antes que se realice la medida de longitud de
las piernas.
31
Longitud Aparente del MMII
La longitud aparente de la pierna se mide desde el ombligo al maleolo
medial. Este tipo de medida suele ser más una fuente de confusión que una
ayuda para determinar diferencias en la longitud con el propósito de aplicar un
alza para corregir la inclinación pélvica. La confusión aparece por la diferencia
que existe entre estar de pie a supino, la cual se produce cuando la inclinación
pélvica es debida a un desequilibrio muscular más que a la diferencia de la
longitud real de la pierna.
5.3. Goniometría
Estas pruebas fueron obtenida del libro “Músculos, pruebas funcionales y
dolor postural, Kendall, Florence, Peterson, 2005”, por lo que posee validez y
confiabilidad.
a. Flexión de Rodilla
El movimiento de flexión se realiza en la articulación femorotibial de la rodilla,
en el plano sagital.
Movimiento: 0º a 120º-130º
Posición :
-De Referencia: al paciente está en decúbito supino con la cadera
flexionada en 90º.
-Alternativa: el paciente está en posición lateral del lado de la extremidad
que no va a ser medida. La cadera y rodilla se flexionan simultáneamente.
32
Alineación Goneométrica
Eje: colocado sobre el epicóndilo lateral del fémur. Brazo Fijo : colocado
paralelo a la línea medida lateral del fémur, en una línea que va desde el
epicóndilo lateral al trocánter mayor. Brazo Móvil : colocado paralelo a la línea
medial lateral del peroné hacia el maleolo lateral. Estabilización : la pelvis está
estabilizada.
b. Extensión de rodilla
El movimiento de extensión de la articulación de la rodilla, el regreso desde
la flexión, se realiza en el plano sagital.
Movimiento : de 120º-130º a 0º de extensión
Posición:
-De Referencia: al paciente se encuentra en decúbito supino con la cadera
en extensión.
-Alternativas:
1. El paciente está en posición lateral del lado de la extremidad que no va a
ser medida, con la articulación de la cadera en posición anatómica.
2. El paciente está en decúbito prono, la articulación de la cadera en
posición anatómica.
33
Alineación Goneométrica
Eje: colocado sobre el epicóndilo lateral del fémur. Brazo Fijo : colocado
paralelo a la línea medida lateral del fémur, en una línea que va desde el
epicóndilo lateral al trocánter mayor. Brazo Móvil : colocado paralelo a la línea
medial lateral del peroné hacia el maleolo lateral. Estabilización: la pelvis está
estabilizada.
5.4. Pruebas de Estabilidad Articular
Estas mediciones fueron obtenida del libro: “Exploración física de la columna
Vertebral y las extremidades, Stanley Hoppenfield, 2000”, por lo que posee
validez y confiabilidad.
a. Ligamentos Colaterales:
El paciente se ubica en posición supina sobre una camilla, con la rodilla en
flexión lo suficiente para que no se encuentre en extensión total.
Para someter a prueba al ligamento medial, se sujeta el tobillo del paciente
con una mano y se coloca la otra alrededor de la rodilla de éste, de modo que
la eminencia tenar del examinador esté contra la cabeza del peroné. A
continuación, se realiza una tracción en sentido medial contra la rodilla y lateral
contra el tobillo con el objetivo de abrir la articulación de la rodilla por dentro
(tensión valga). Se palpa la línea articular medial para encontrar alguna
hendidura, que incluso puede ser visible. Si la hay, el ligamento medial no
sostiene a la rodilla de manera adecuada. Cuando se alivia la tensión en la
34
articulación lesionada, percibirá que la tibia y el fémur “encajan” conforme se
cierran.
Para someter a prueba el ligamento lateral, se modifica las posiciones de las
manos y se tracciona en sentido lateral contra la rodilla y en sentido medial
contra el tobillo para abrir la articulación de la rodilla en el lado lateral (tensión
vara). Se palpa la línea articular lateral en busca de hendiduras y como en el
caso del ligamento medial incluso puede ser visible. Cuando se alivia la
tensión en la articulación lesionada, percibirá que la tibia y el fémur “encajan”
conforme se cierran.
Cuando el ligamento colateral medial es crítico para la estabilidad, cualquier
desgarro aislado del mismo produce inestabilidad articular en tanto que el
defecto similar es el ligamento colateral lateral tiende a tener menos efectos.
5.5. Fuerza Muscular
Estas pruebas fueron obtenidas del libro “Músculos, pruebas funcionales y
dolor postural, Kendall, Florence, Peterson, 2005”, por lo que posee validez y
confiabilidad.
a. Semitendinoso y semimembranoso
Paciente: en posición prona. Fijación : el evaluador debe mantener
firmemente sujeto el muslo sobre la camilla. Prueba: flexión de la rodilla entre
50º y 70º, con el muslo en rotación interna y la pierna en rotación interna con
respecto al muslo. Presión: contra la porción de la pierna proximal al tobillo, en
35
dirección de la extensión de la rodilla. No aplicar presión contra el componente
de rotación.
b. Bíceps Femoral
Paciente: en posición prona. Fijación: el evaluador debe mantener
firmemente sujeto el muslo sobre la camilla. Prueba : flexión de la rodilla entre
50º y 70º, con el muslo en ligera rotación externa y la pierna en ligera rotación
externa con respecto al muslo. Presión: contra la porción de la pierna por
encima del tobillo, en dirección de la extensión de la rodilla. No aplicar presión
contra el componente de rotación.
c. Cuádriceps femoral
Paciente: posición sedente con la rodilla en el borde de la mesa y
agarrándose con las manos a la camilla. Fijación: el examinador puede
mantener firmemente apoyado el muslo sobre la camilla, o bien como el peso
del tronco es suficiente, por lo general, para estabilizar al paciente durante esta
prueba, el evaluador puede protegerlo contra la presión de la camilla. Prueba:
extensión de la articulación de la rodilla sin rotación del muslo. Presión : contra
la pierna, por encima del tobillo, en dirección de la flexión
d. Aductores de cadera
Paciente: decúbito lateral derecho para la prueba del lado derecho y
viceversa. El cuerpo en línea recta con las piernas y columna lumbar alineada.
36
Fijación : el evaluador mantiene la pierna superior en abducción. El paciente
debe agarrarse a la camilla para tener estabilidad. Prueba: aducción de la
extremidad inferior hacia arriba, separándola de la camilla, sin rotación, flexión
ni extensión de la cadera. Presión: contra la cara interna de la extremidad
distal del muslo, en dirección a la abducción. Se aplica presión en un punto
situado por encima de la rodilla para evitar la tensión del ligamento lateral
interno de la rodilla.
5.6. Pruebas Especiales
Estas pruebas fueron obtenidas del libro: “Técnicas de Evaluación
Musculoesqueléticas, Palmer, 2005”, y “Rehabilitación Ortopédica Clínica”
D´Amato, M. & Bach, B.R.Jr. En S. Brentz Brotzman (2005). Por lo que poseen
validez y confiabilidad.
a. Angulo Q
Debe realizarse en todas las evaluaciones de patología de rodilla,
especialmente en los casos de disfunción fémoropatelar. El ángulo Q es
importante para determinar síndromes de mala alineación postural.
Método : el paciente permanece en posición supina con la extremidad
inferior relajada y en posición anatómica. El examinador coloca el eje del
goniómetro sobre el punto medio de la patela con el brazo proximal colocado
sobre el muslo, en dirección a la espina iliaca anterosuperior. El brazo distal se
coloca sobre la tuberosidad de la tibia.
37
Resultados : normalmente, en los hombres el ángulo Q debe tener una
amplitud de 10º a 15º y, en las mujeres, de 10º a 19º. Los ángulos con los
valores menores a los valores normales se relacionan con la condromalacia y la
patela alta, mientras que los ángulos con unos valores mayores a los normales
se asocian con la disfunción fémoropatelar, la anteversión femoral aumentada.
b. Prueba de opresión fémoropatelar (signo de clar ke)
Esta prueba debe realizarse ante la sospecha de disfunción fémoropatelar, y
esta diseñada para determinar la integridad de la patela posterior y de la
corredera troclear del fémur.
Método : paciente en decúbito supino con la rodilla extendida y la extremidad
inferior en posición relajada. El examinador coloca el espacio membranoso de
la mano alrededor del polo superior de la patela. Se le pide entonces al
paciente que contraiga el cuadriceps mientras el examinador se opone a la
tendencia de la patela a deslizarse superiormente. Es importante que el
examinador no ejerza una fuerza dirigida posteriormente sobre la patela, que la
empujaría contra el fémur y causaría dolor y un resultado de la prueba falso
positivo.
Resultados : un resultado positivo se manifiesta en forma de dolor
retropatelar y de incapacidad del paciente para mantener la contracción.
Debido a que el sujeto normalmente experimenta dolor si la fuerza ejercida por
el examinador es demasiado grande, esta prueba debe ser repetida unas
cuantas veces y compararla con las respuestas obtenidas en la rodilla no
implicada.
38
c. Prueba de Waldrom
Ayuda en el diagnóstico de la condromalacia rotuliana.
Método : paciente en bípedo. Mientras el examinador palpa la patela, se le
pide al paciente que haya varias sentadillas, de una manera lenta y controlada.
Resultados: el examinador debe palpar la patela y notar en que punto de la
amplitud se siente el dolor y se detectan crepitaciones. Para que esta prueba
sea positiva de condromalacia el dolor y las crepitaciones deben ocurrir
simultáneamente.
d. Prueba de aprensión rotuliana
Se utiliza para evaluar la subluxación o dislocación fémoropatelar.
Método: paciente permanece en decúbito supino con la rodilla en una
posición ligeramente flexionada de aproximadamente 30º. Con la rodilla
relajada, el examinador coloca los pulgares a lo largo del borde patelar medial y
aplica una fuerza dirigida lateralmente.
Resultados: si el paciente nota como si la rodilla se le estuviese empezando
a dislocar, el cuadriceps se contraerá rápidamente para tirar de la patela hacia
su posición inicial, y el paciente pondrá cara de aprensión. Estos hallazgos
constituyen un resultado positivo.
39
e. Prueba de Peloteo Rotuliano
Utilizada en personas que presentan síntomas de derrame generalizado de la
rodilla.
Método : el paciente está en decúbito supino con la rodilla en extensión o tan
cerca de la extensión como el paciente puede tolerar cómodamente. El
examinador empuja suavemente la patela en una dirección posterior y después
la libera.
Resultados : cuando el examinador libera la patela del paciente con un
derrame significativo esta presentaría un resorte hacia atrás o rebotaría
anteriormente. Este efecto rebote se debe a la dispersión del derrame entre la
patela y el fémur cuando el examinador empuja posteriormente, seguido de un
rápido reflujo de líquido cuando se relaja la patela.
f. Prueba de la Fluctuación
Indicada para personas con derrame mínimo.
Método: se coloca el paciente como en la prueba del peloteo patelar. El
examinador exprime el líquido caudalmente desde la bolsa suprapatelar,
empujándolo simultáneamente desde la cara medial de la rodilla a la lateral. Se
colocan uno o dos dedos, sin presionar, a lo largo de la cara lateral de la rodilla
de prueba.
40
Resultados: como el líquido se exprime primero inferiormente y después
lateralmente, el examinador nota un ligero abombamiento o un aumento en la
presión, lateralmente, secundario al reflujo del líquido a la cara lateral.
g. Test de Helfet
Se usa habitualmente para determinar si la rotación externa de la articulación
tibiofemoral tiene lugar durante la extensión de la rodilla, por ello indica si el
mecanismo de rodamiento específico está intacto. Este test se realiza con el
paciente sentado con la rodilla y la cadera flexionadas a 90º y la pierna
colgando libre. Los bordes mediales y laterales de la patela se marcan sobre la
piel. Se localiza entonces la tuberosidad tibial con la patela. En una rodilla
normal flexionada 90º, la tuberosidad tibial se alinea con la mitad medial de la
patela. La rodilla es entonces extendida totalmente y se observa el movimiento
de la tuberosidad tibial. En una rodilla normal, la tuberosidad tibial se mueve
lateralmente durante la extensión y se alinea con la mitad lateral de la patela en
extensión completa. El movimiento rotatorio en una rodilla normal puede ser
tan grande como la mitad de la anchura de la patela. En una rodilla alterada, la
tibia puede no rotar externamente durante la extensión. Debido al movimiento
de superficie alterado en una rodilla semejante, la articulación tibiofemoral será
comprimida anómalamente si la rodilla se fuerza hacia la extensión y se pueden
dañar las superficies articulares.
41
h. Aprensión Rotuliana
Utilizada para evaluar la subluxación o dislocación fémoropatelar.
Método: paciente en decúbito supino con la rodilla ligeramente flexionada en
30º. Con la rodilla relajada, ele examinador coloca los pulgares a lo largo del
borde rotuliano medial y aplica una fuerza dirigida lateralmente.
Resultados : si el paciente nota como si la rodilla se le estuviese empezando
a dislocar, el cuadriceps se contraerá rápidamente para tirar la patela hacia su
posición inicial, y el paciente pondrá cara de aprensión. Estos hallazgos
constituyen un resultado positivo.
i. Signo de la “J”
La evaluación del movimiento de la patela comienza con la rodilla en
extensión total. Es esta posición, la patela normalmente descansa en posición
lateral a la línea media. Conforme la rodilla se flexiona entre 10º y 30º, la patela
se mueve hacia centro de la tróclea femoral siguiendo una línea relativamente
recta conforme va aumentando el grado de flexión de la rodilla. Esta dirección
de la patela debe progresar suavemente. El salto brusco de la patela hacia la
tróclea femoral se denomina singo J o centramiento tardío de la patela, y debe
despertar sospechas de inestabilidad patelar.
42
CAPITULO III
43
MARCO METODOLÓGICO
Tipo de estudio
Descriptivo de corte transversal.
Universo
El universo lo componen las jugadoras de básquetbol femenino entre las
edades de 15 y 26 años de la cuidad de Punta Arenas.
Muestra
La muestra está constituida por 21 deportistas entre las edades de 15 y 26
años, integrantes de la rama de básquetbol femenino del Club Deportivo
Universidad de Magallanes y el Club Deportivo Sokol de la ciudad de Punta
Arenas.
Criterios de inclusión
� Ser jugadora de la rama de básquetbol femenino del “Club Deportivo
Universidad de Magallanes” o “Club Deportivo Sokol” de la ciudad de
Punta Arenas.
� Sexo Femenino
44
� Edad entre 15 y 26 años cumplidos.
� Al menos 1 año como mínimo de práctica deportiva ininterrumpida en los
clubes de básquetbol en el que se encuentran inscritas.
� Firma del consentimiento informado.
Criterios de exclusión
� Presentar a la fecha de evaluación patología traumática ósea de
articulación de rodilla.
� Presentar alguna patología congénita de articulación de rodilla.
Material y método de registro
Para la recolección de la información previa de cada paciente, se utilizará
una encuesta, la que principalmente recabará información sobre la existencia
de lesiones de rodillas previas o actualmente diagnosticadas.
Además a cada paciente se le realizará una evaluación kinésica, la cual será
registrada en una pauta. La evaluación consiste principalmente en un examen
postural y una exploración especifica de miembros inferiores. Para esta
evaluación los materiales requeridos incluyen una plomada, una huincha
métrica, una balanza, un goniómetro y un lápiz demográfico.
45
Variables
Operacionalización de la variable dependiente
Nombre de la variable
Definición conceptual
Definición operacional
Indicadores
Presencia de signos clínicos de disfunción patelofemoral
Dolor patelofemoral resultante de alteraciones físicas y biomecánicas en la articulación patelofemoral
Presencia de la patología en las deportista jugadoras de baloncesto
-Dolor de rodilla a la actividad.
- Angulo Q mayor a 19º.
- Singo de Clarke positivo.
- Si
- No
Operacionalización de las variables independientes
Nombre de la variable
Definición conceptual Definición operacional
Indicadores
Presencia de lesiones de rodilla
Herida, daño o cambio patológico del tejido blando de la rodilla.
-Esguinces
-Bursitis
-Tendinopatías
-Meniscales
- Presencia
- Ausencia
Edad Cada uno de los periodos que se encuentra dividida la vida humana.
Entre los 16 y 26 años
- Número en años
Tiempo de practica
Cantidad de tiempo realizando el deporte
Más de un año practicando el deporte
- Menos de 5 años
- Entre 5 y 10 años
- Más de 10 años
46
Nombre de la variable
Definición conceptual Definición operacional
Indicadores
Horas de entrenamiento
Tiempo en una semana que dedica a la práctica del deporte
Promedio de horas a la semana
- 6 horas semanales o menos.
- Más de 6 horas semanales.
Masa Magnitud física que expresa la cantidad de materia que contiene un cuerpo
Cantidad de kilogramos
- Números de kilogramos
Talla Estatura o altura de una persona
Cantidad en metros
- Números en metros
Índice de masa corporal
Medida de asociación entre el peso y la talla que estima el peso ideal del individuo.
-Infrapeso
-Normal
-Sobrepeso
-Obeso
- <18,50
- 18,50 - 24,99
- ≥25,00
- ≥30,00
47
Procedimiento
El estudio se realizó durante los meses comprendidos entre Octubre y
Diciembre del año 2009, en las dependencias del Liceo Experimental
Universidad de Magallanes y Gimnasio Sokol, de la ciudad de Punta Arenas.
El plan de trabajó consistió en realizar una encuesta y una evaluación
kinésica a un grupo de basquetbolistas pertenecientes a las ramas femeninas
de dichas instituciones.
Para la realización de este estudio se solicitó la autorización de las
instituciones encargadas de las deportistas (Anexos 1 y 2), y luego se coordinó
con los entrenadores de cada institución, los horarios para esta actividad, la
cual fue realizada durante los entrenamientos de estos equipos.
Previo a la realización de las actividades se informó a cada jugadora los
procedimientos en los que participaría (Anexo 3) y se le solicitó firmar su
autorización (Anexo 4).
Las evaluaciones fueron realizadas por el equipo investigador, con el material
previamente descrito.
Registro y análisis de los datos
El registro de los datos obtenidos durante el estudio fue realizado en el
programa Microsoft Office Excel 2003 y posteriormente analizados en el
programa STATA 10.1.
48
CAPITULO IV
49
RESULTADOS
I. Descripción de la muestra
La muestra esta compuesta de 21 jugadoras con una edad promedio de 17,2
años con una desviación estándar de 2,9 años.
De este grupo de deportistas un 38,1 % presentó signos clínicos de síndrome
de disfunción patelofemoral.
Tabla I: Distribución de jugadoras que presentan si gnos clínicos de SDPF
Signos clínicos
de SDPF
Frecuencia Porcentaje
Si 8 38,1
No 13 68,9
Total 21 100
50
Gráfico I: Porcentaje de jugadoras que presentan signos clínic os de
disfunción patelofemoral.
Del total de jugadoras evaluadas un 38,1% presentó signos clínicos de
síndrome de disfunción patelofemoral.
Si38,10%
No61,90%
SiNo
51
Tabla II: Distribución de jugadoras que presentan a ntecedente de lesión
previa de rodilla
Lesión previa de
rodilla
Frecuencia Porcentaje
Si 8 38,1
No 13 68,9
Total 21 100
Gráfico II: Porcentaje de jugadoras que presentan a ntecedentes de lesión
de rodilla
Del total de jugadoras evaluadas un 38,1% presentó antecedente de lesión
previa de rodilla.
Si38,10%
No61,90%
Si
No
52
II. Distribución de las jugadoras según clasificaci ón del SDPF según las
variables independientes incluidas en el estudio.
Tabla III: Distribución de jugadoras con antecedent e de lesión previa de
rodilla que presentan signos clínicos de SDPF
Si No Total SDPF
Lesión
previa de rodilla Nº % Nº % Nº %
Si 4 50 4 50 8 100
No 4 37,8 9 69.3 13 100
Total 8 38,1 13 61.9 21 100
53
Gráfico III: Porcentaje de jugadoras con antecedent e de lesión previa de
rodilla que presentan signos clínicos de SDPF
Se observa que un 50% de las jugadoras que poseían antecedente de lesión
previa de rodilla presentaron signos clínicos de disfunción patelofemoral,
superando a las jugadoras que no poseían antecedente de lesión previa de
rodilla, las cuales presentaron signos clínicos de disfunción patelofemoral en un
37,8%.
5037,8
5069,3
0%
25%
50%
75%
100%
Si No
Lesión previa de rodilla
Sin signosclínicos deSDPF
Con signosclínicos deSDPF
54
Tabla IV: Distribución de los signos clínicos de SD PF entre los subgrupos
de IMC.
Si No Total SDPF
Categoría
IMC Nº % Nº % Nº %
Infrapeso 1 50 1 50 2 100
Normal 5 50 5 50 10 100
Sobrepeso y obesidad
2 22,2 7 77,8 9 100
Total 8 38,1 13 61,9 21 100
55
Gráfico IV: Porcentaje de jugadoras con signos clín icos de SDPF entre los
subgrupos de IMC.
Se observó que un 50% de las jugadoras que se encuentran clasificadas
como infrapeso presentaron signos clínicos de disfunción patelofemoral, al igual
que el subgrupo de IMC normal quienes mostraron el mismo porcentaje.
El subgrupo de sobrepeso y obesidad presentó un menor porcentaje de
jugadoras con signos clínicos de disfunción patelofemoral, alcanzando el
22,2%.
50 5022,2
50 5077,8
0%
25%
50%
75%
100%
Infrapeso Normal sobrepeso yobesidad
Categoria IMC
Sin signos clínicos deSDPF
Con signos clínicos deSDPF
56
Tabla V: Distribución de jugadoras con signos clíni cos de SDPF entre los
subgrupos de años de práctica deportiva.
Si No Total SDPF
Años de practica
Nº % Nº % Nº %
Menos 5 2 66,7 1 33.3 3 100
Entre 5 y 10 4 28,6 10 71,4 14 100
Mas de 10 2 50 2 50 4 100
Total 8 38,1 13 61,9 21 100
57
Gráfico V : Porcentaje de jugadoras con signos clínicos de SDPF entre los
subgrupos de años de práctica deportiva.
Se observó que, un 66,7% de las jugadoras que llevaban menos de 5 años
de práctica deportiva presentaban signos clínicos de disfunción patelofemoral,
siendo el subgrupo con el porcentaje más elevado, seguido en segundo lugar
por las deportistas que poseían más de 10 años y en último lugar por las que
tenían entre 5 y 10 años en la disciplina, con el 50% y 28,5% respectivamente.
66,7
28,650
33,3
71,450
0%
25%
50%
75%
100%
menor a 5 entre 5 y 10 mas de 10
Años de Practica
Sin signos clínicos deSDPF
Con signos clínicos deSDPF
58
Tabla VI: Distribución de jugadoras con signos clín icos de SDPF entre los
subgrupos de horas de entrenamiento semanales.
Si No Total SDPF
Horas de
entrenamiento Nº % Nº % Nº %
≤ 6 hrs semanales 5 33.3 10 66,7 15 100
> 6 hrs semanales 3 50 3 50 6 100
Total 8 38,1 13 61,9 21 100
Gráfico VI: Porcentaje de jugadoras con signos clín icos de SDPF entre los
subgrupos de horas de entrenamiento semanales.
Se observó que, el 33,3% de las jugadoras que dedicaban 6 horas o menos
a la práctica deportiva presentaron signos clínicos de disfunción patelofemoral,
siendo superado por el subgrupo de jugadoras que dedicaban más de 6 horas a
la práctica deportiva, las cuales presentaron en un 50% de la sintomatología.
33,350
66,750
0%
25%
50%
75%
100%
≤ 6 > 6Horas de entrenamiento semanal
Sin signos clínicosde SDPF
Con signos clínicosde SDPF
59
CAPITULO V
60
CONCLUSIONES
Dentro del grupo de deportistas que constituyen la muestra, los signos
clínicos de síndrome de disfunción patelofemoral fue positivo en un
38,1%.(gráfico Nº 1).
El antecedente de lesión previa de rodilla se encontró presente en un 38,1%
de las jugadoras encuestadas (gráfico Nº 2).
Al asociar el antecedente de lesión previa de rodilla con la presencia de
signos clínicos de disfunción patelofemoral, se obtuvo que: un 50% (el mayor
porcentaje) que presentaba lesión previa, presentó signos clínicos de SDPF
mientras que, en las jugadoras que no presentaban antecedentes de lesión
previa de rodilla solamente alcanzó el 37,8% de presencia de signos clínicos de
disfunción patelofemoral (gráfico 3).
Por lo tanto se observó una tendencia a presentar sintomatología típica de la
patología en las jugadoras que tienen antecedentes de lesión previa de dicha
articulación, aunque la muestra al ser reducida no permite dar una significación
estadística al respecto.
Además al realizarse el estudio se observó que el diagnóstico médico de
disfunción patelofemoral no se encuentra presente en ninguna de las jugadoras
evaluadas, lo que pudiese indicar que no se realiza consulta médica a pesar de
la sintomatología presente.
61
Respecto a la asociación de la presencia de signos clínicos de disfunción
patelofemoral con las otras variables analizadas, podemos concluir que:
El grupo de jugadoras que presentó un IMC clasificado como sobrepeso u
obesidad obtuvo el menor porcentaje de presencia de signos clínicos de
disfunción patelofemoral, con sólo un 22,2%; mientras que en los otros
subgrupos, la distribución de presencia de la sintomatología fue 50% (gráfico
Nº 4).
Respecto a la variable de años de práctica deportiva, el menor porcentaje de
presencia de signos clínicos de disfunción patelofemoral se encontró en el
grupo que posee entre 5 y 10 años practicando este deporte (gráfico Nº 5).
Al analizar la variable de horas de entrenamiento semanales, se encontró un
mayor porcentaje de jugadoras con signos clínicos de disfunción patelofemoral
entre aquellas que dedican más de 6 horas semanales a la práctica deportiva
(gráfico Nº 6).
62
DISCUSIÓN
La importancia de la detección temprana y tratamiento Kinésico de las
lesiones deportivas debiese ser un tema relevante en los programas deportivos,
ya que esto permitiría un mejor desempeño, una mayor seguridad y una mejor
calidad de vida para todos quienes lo practican.
Patologías tales como el síndrome de disfunción patelofemoral son casi
desconocidas para el público general, lo que refuerza la actitud de una consulta
tardía a los profesionales indicados a pesar de la presencia de sintomatología y
molestias apreciables por quienes las padecen.
La realización de futuros estudios sobre este tema, con muestras de
pacientes más amplias, utilizando protocolos de investigación similares al
presente, pudiesen identificar de mejor forma cual de los muchos factores que
inciden en las lesiones deportivas de rodilla son los que se presentan una
mayor importancia en nuestra población.
Lo anterior, sumado a una correcta educación de la población expuesta a
este tipo de lesiones y a quienes son responsables de dirigir y entrenar a
nuestros jóvenes deportistas, pudiese marcar la diferencia entre un futuro
deportivo prospero, al ser diagnosticado oportunamente y recibir un tratamiento
Kinésico adecuado o una lesión crónica que imposibilite la práctica deportiva
definitivamente.
63
CAPITULO VI
64
BIBLIOGRAFÍA
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67
ANEXOS
68
Anexo 1
69
Anexo 2
70
Anexo 3 Universidad de Magallanes Facultad de Humanidades y Cs. de la Salud Carrera de Kinesiología
INFORMACION PARA PARTICIPANTES DEL ESTUDIO
En los deportes de contacto, en especial en el área competitiva, los participantes se ven expuestos a lesiones que los limitan en su desempeño, los alejan de las prácticas e incluso los dejan con secuelas permanentes. Entre estos deportes, en el básquetbol, las lesiones de rodilla son muy frecuentes.
Por otra parte existe el síndrome de disfunción patelofemoral, una patología que afecta la función de la rodilla y que generalmente no se encuentra diagnosticada ya que sus síntomas y signos no son muy evidentes y puede pasar desapercibida, afectando a mujeres en el doble de los casos que a los hombres.
Debido a esto, las practicantes de básquetbol femenino poseen una gran predisposición a sufrir daños en esta articulación.
Tomando en cuenta lo anterior, se realizará el estudio “ESTUDIO DE LA ASOCIACION ENTRE LA PREVALENCIA DE LESIONES DE RODILLA CON LA PRESENCIA DE SIGNOS CLÍNICOS DE DISFUNCIÓN PATELOFEMORAL EN JUGADORAS D E BÁSQUETBOL ENTRE 15 Y 26 AÑOS PERTENECIENTES AL CLUB DEPORTIVO UNIVERSIDAD DE MAGALLANES Y CLUB DEPORTIVO SOKOL DE LA CIUDAD DE P UNTA ARENAS” por parte de alumnos del 4to año de Kinesiología de la Universidad de Magallanes, bajo la supervisión del Kinesiólogo Carlos Cárcamo Alvarado.
Este estudio consistirá en la recolección de datos clínicos de jugadoras de básquetbol de los clubes anteriormente mencionados, para lo cual se realizará una encuesta y una evaluación kinésica, la cual involucrará una evaluación postural, una evaluación especifica de miembros inferiores y pruebas especiales para la detección de la disfunción patelofemoral. Estos procesos son ambulatorios y no requieren ningún tipo de intervención invasiva.
Para ello solicitamos su participación, la cual requerirá su asistencia a las fechas de evaluación acordadas con los respectivos clubes deportivos. Atte.
PAMELA HARRIS JELINCIC VERONICA HERNANDEZ RUIZ
ROBERTO SEPULVEDA MONTIEL
PROFESOR GUIA: KLGO. CARLOS CARCAMO
71
Anexo 4
ALVARADO Universidad de Magallanes Facultad de Humanidades y Cs. de la Salud Carrera de Kinesiología
CONSENTIMIENTO INFORMADO Yo____________________________________________RUT __________-__ acepto someterme a evaluación clínica para la realización del estudio “ESTUDIO DE LA ASOCIACION ENTRE LA PREVALENCIA DE L ESIONES DE RODILLA CON LA PRESENCIA DE SIGNOS CLÍNICOS DE D ISFUNCIÓN PATELOFEMORAL EN JUGADORAS DE BÁSQUETBOL ENTRE 15 Y 26 AÑOS PERTENECIENTES AL CLUB DEPORTIVO UNIVERSIDAD D E MAGALLANES Y CLUB DEPORTIVO SOKOL DE LA CIUDAD DE P UNTA ARENAS”. Se me ha explicado en que consiste el proceso del cual participaré y me comprometo a asistir a las fechas acordadas para su realización. Fecha: ____________ Firma: _______________
72
Anexo 5 ENCUESTA DE LESIONES DEPORTIVAS DE RODILLA
Fecha:_________________
Nombre:_______________________________________________________________
Edad: _________
Club deportivo:__________________________________
Teléfono de contacto: _____________________
1. ¿Cuantos años lleva practicando Básquetbol? 2. ¿Cuántas horas a la semana le dedica a la práctica deportiva? (incluyendo competiciones) 3. ¿Ha consultado medico por alguna lesión deportiva previa? ¿Hace cuanto tiempo? (meses, año). Describa todas las lesiones que haya tenido asociadas a práctica deportiva. 4. Si la respuesta a la pregunta nº 3 es afirmativa, ¿esta lesión fue en la articulación de rodilla? 5. Si la respuesta a la pregunta nº 3 es afirmativa ¿qué diagnostico recibió?
73
6. ¿Recibió tratamiento por aquella(s) lesión(es)? 7. ¿Posee usted actualmente alguna lesión o patología de rodilla? 8. ¿Está recibiendo tratamiento actualmente por dicha lesión? 9. ¿Ha sido diagnosticada usted alguna vez con disfunción patelofemoral? (también conocida como síndrome de mal alineamiento rotuliano, condromalacia rotuliana o patelar, síndrome de dolor patelofemoral, artralgia patelofemoral, dolor anterior de la rodilla, desorden del mecanismo extensor de rodillo, síndrome de rodilla de atleta) 10. Si la respuesta a la pregunta nº9 es afirmativa. ¿En qué fecha fue diagnosticada con disfunción patelofemoral?
74
Anexo 6
PAUTA DE EVALUACION KINESICA
NOMBRE:____________________________________
EDAD:____
PESO:_____
ESTATURA:_____
IMC:_____
DOMINANCIA: _________________
DEPORTES ANEXOS_______________________________
EVALUACION POSTURAL ESTATICA
CABEZA alineada Rotada Dº Iº Inclinada Dº Iº adelantada
HOMBROS Antepulsión Retropulsión Descendido Dº Iº
ESCAPULAS Abducidas Aducidas Aladas
EIAS alineadas Decendida Dº Iº TALLE Aumentado Dº Iº RODILLAS Valgo Varo recurvatum flexum
TOBILLOS Varo Valgo PTOSIS ABDOMINAL
Presente
Ausente
LORDOSIS LUMBAR
Aumentada Disminuida Cms.
CIFOSIS Aumentada Disminuida
TEST DE ADAMS (+)____ (-)_____ OBSERVACIONES ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
75
Medidas Antropométricas : Muslo: Izq____ Der____ Rótula: Izq____ Der____ Pierna: Izq____ Der____ Long. MMII Real: Izq____ Der____ Long. MMII Aparente: Izq____ Der____ Estabilidad Articular de Rodilla Lig. Colateral Medial: Izq____ Der____ Lig. Colateral Lateral: Izq____ Der____ Goniometría Flexión Rodilla: Izq____ Der____ Extensión Rodilla: Izq____ Der____ Fuerza Muscular (M0-M5) Cuádriceps Izq____ Der____ Semitend./Semimemb. Izq____ Der____ Bíceps Femoral Izq____ Der____ Aductores Cadera Izq____ Der____ Abductores Cadera Izq____ Der____ Pruebas Especiales Angulo Q Izq____ Der____ Prueba de Opresión (signo de Clark) Izq____ Der____ Prueba de Waldrom Izq____ Der____ Prueba de Peloteo Rotuliano Izq____ Der____ Prueba de la Fluctuación Izq____ Der____ Test de Helfet Izq____ Der____ Aprensión Rotuliana Izq____ Der____ Signo de la J Izq____ Der____
Dolor en la articulación de la rodilla SI____ NO____
Cuándo______________________________________________________________ Observaciones: ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________