tema 6.- la crisis del antiguo rÉgimen (1788-1833)

24
Tema 6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833) ANTECEDENTES Los ilustrados españoles no eran partidarios de la Revolución Francesa sino de una política de reformas que desarrollaran el país y mejoraran las condiciones de vida de sus habitantes, dentro de los márgenes del Antiguo Régimen. Con el propósito de evitar el contagio revolucionario, Carlos IV cortó relaciones con Francia. El conde de Floridablanca aplicó una serie de medidas para evitar el contagio. La Inquisición amedrentó a los ilustrados, fueron perseguidas las publicaciones francesas, se prohibió a los jóvenes estudiar en universidades extranjeras e incluso la enseñanza del francés. Por último, fueron prohibidas todas las Reales Sociedades de Amigos del País compuestas de miembros de la Ilustración. El conde de Floridablanca es incapaz de evitar la entrada en España de la propaganda revolucionaria. Finalmente fue destituido por Carlos IV quien encomendó el gobierno al conde de Aranda. Su objetivo era contener el empuje revolucionario en Francia y salvar la vida de Luis XVI. Todo resultó inútil: en agosto de 1792 Luis XVI es derrocado bajo la acusación de alta traición cuando se descubre que está negociando la invasión del país por parte de Austria (conviene recordar que su esposa María Antonieta era hija de los emperadores austríacos) Los franceses eligieron una nueva asamblea legislativa (la Convención) que proclamó la República. La Revolución estaba ahora en las manos del líder jacobino, Robespierre, que inaugura una nueva forma de hacer política: el terror. En este contexto, Luis XVI y cuarenta mil franceses más fueron guillotinados. Carlos IV va a tener que enfrentarse a un contexto internacional muy complicado: Francia e Inglaterra son dos reinos que tienen intereses encontrados con los de la monarquía española. Francia puede contagiar el virus revolucionario y desintegrar la monarquía española del despotismo ilustrado y la sociedad estamental. Inglaterra, por su parte, es la secular enemiga de España y aspira a comerciar directamente con la América española. 1

Upload: franciscoj62

Post on 30-Jun-2015

1.088 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Tema 6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

ANTECEDENTES

Los ilustrados españoles no eran partidarios de la Revolución Francesa sino de una política de reformas que desarrollaran el país y mejoraran las condiciones de vida de sus habitantes, dentro de los márgenes del Antiguo Régimen.

Con el propósito de evitar el contagio revolucionario, Carlos IV cortó relaciones con Francia. El conde de Floridablanca aplicó una serie de medidas para evitar el contagio. La Inquisición amedrentó a los ilustrados, fueron perseguidas las publicaciones francesas, se prohibió a los jóvenes estudiar en universidades extranjeras e incluso la enseñanza del francés. Por último, fueron prohibidas todas las Reales Sociedades de Amigos del País compuestas de miembros de la Ilustración.

El conde de Floridablanca es incapaz de evitar la entrada en España de la propaganda revolucionaria. Finalmente fue destituido por Carlos IV quien encomendó el gobierno al conde de Aranda. Su objetivo era contener el empuje revolucionario en Francia y salvar la vida de Luis XVI.

Todo resultó inútil: en agosto de 1792 Luis XVI es derrocado bajo la acusación de alta traición cuando se descubre que está negociando la invasión del país por parte de Austria (conviene recordar que su esposa María Antonieta era hija de los emperadores austríacos) Los franceses eligieron una nueva asamblea legislativa (la Convención) que proclamó la República. La Revolución estaba ahora en las manos del líder jacobino, Robespierre, que inaugura una nueva forma de hacer política: el terror. En este contexto, Luis XVI y cuarenta mil franceses más fueron guillotinados.

Carlos IV va a tener que enfrentarse a un contexto internacional muy complicado: Francia e Inglaterra son dos reinos que tienen intereses encontrados con los de la monarquía española. Francia puede contagiar el virus revolucionario y desintegrar la monarquía española del despotismo ilustrado y la sociedad estamental. Inglaterra, por su parte, es la secular enemiga de España y aspira a comerciar directamente con la América española.

DESARROLLO

1.- El impacto de la Revolución Francesa en España

1.1.- El primer mandato de Godoy, “El Secretario” (1792-1797)

En 1792 y 1796, Manuel Godoy gobierna como primer secretario de despacho (primer ministro) por el favor de la reina María Luisa de Parma y del propio Carlos IV.

Godoy es el típico ilustrado que se mueve en un plano contradictorio: temeroso de que la Revolución francesa acabe con el Antiguo Régimen pero por otro, alentador de las reformas educativas y económicas.

A raíz de la ejecución de Luis XVI (enero de 1793), España le declara la guerra a la Francia de Robespierre. Nos referimos a la “Guerra de la Convención” (1793-95). La pésima preparación

1

Page 2: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

técnica del ejército se tradujo en derrotas. Los revolucionarios franceses ocuparon buena parte de Cataluña, Navarra, Guipúzcoa y Álava. Godoy firmó la Paz de Basilea (1795) España recupera los territorios perdidos a cambio de entregarle a Francia Santo Domingo y concede algunas ventajas comerciales.

En 1796, Godoy firmará con el Directorio francés (integrado por republicanos más moderados que Robespierre) el Tratado de San Ildefonso que reedita los Pactos de Familia del siglo XVIII entre los Borbones españoles y los franceses. Y lo hace porque se percata de que Inglaterra es el enemigo más peligroso porque coloca en grave riesgo la integridad del Imperio español americano. En efecto, tiene un amplio dominio sobre los mares y desea acceder sin trabas a los mercados americanos.

En 1797, la marina española fue diezmada en la batalla del Cabo de San Vicente: las rutas comerciales con América quedaban desprotegidas y a merced de la armada inglesa. Esta derrota también provocó el apartamiento de Godoy, aunque el principal responsable de lo sucedido fue el propio Carlos IV. En 1801, sin embargo, Godoy regresó al poder, en parte porque seguía conservando el favor del rey y, en parte, porque no había otro candidato mejor.

1.2.-- La alianza con la Francia napoleónica.

Ahora con el cargo de Generalísimo, Godoy que vuelve a gobernar entre 1801 y 1808, opta por una alianza con Napoleón. La razón no es que conviniera a los intereses de España, sino que servía a los de la dinastía borbónica. Carlos IV buscó el apoyo de Napoleón como hombre fuerte de la Revolución francesa desde 1799, para que le entregara un reino en Etruria (antiguo Ducado de Toscana) a su hija, la duquesa de Parma.

Espoleado por Napoleón, Godoy dirigió la Guerra de las Naranjas (1801) con el propósito de que Portugal, aliada tradicional de Inglaterra, colaborara en el proyecto de cerrar todos los puertos del continente europeo al comercio británico. En vista del bloqueo, la marina inglesa llevó las mercancías a otros puertos, especialmente los de la América española. Un aspecto positivo fue que España logró recuperar la ciudad de Olivenza (perdida cuando Portugal se declaró independiente en 1668) y Godoy llegó al máximo de su popularidad por la firma de la Paz de Amiens (1801) que consagraba la citada devolución territorial a España.

En 1805, España se vio obligada a participar en el bloqueo continental de Napoleón. Tanto la armada francesa como la española estuvieron bajo el mando del almirante Villeneuve. La armada conjunta fue derrotada en la batalla de Trafalgar (1805). Si indagamos en las causas de la derrota tenemos que atender a las siguientes consideraciones.

La flota española no se modernizaba desde hacía cincuenta años. Los marineros no eran expertos porque se había desencadenado una epidemia de

fiebre amarilla en Andalucía y la leva era reciente. Los propios oficiales consideraron una torpeza que la flota hispano-francesa saliera de

Cádiz con rumbo a Nápoles aunque lo hubiera ordenado el Emperador, sabiendo que estaba esperándola el almirante Nelson en Trafalgar.

A propósito del destino de los barcos de la Armada española, es común pensar que la inmensa mayoría terminó hundida en Trafalgar. No fue así: En el año 1820 aproximadamente la mitad

2

Page 3: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

de la flota ya se había podrido en el puerto de la Carraca y en el de Cádiz . Una pregunta interesante: ¿Por qué?

Esas gigantescas naves eran tan caras que los ministros de Marina las mantenían casi siempre amarradas a puerto por «pavor» a que se las capturara el enemigo, algo que supondría un desastre doble: el barco que se perdía pasaba a navegar bajo la bandera del rival, como le ocurrió al 'San Ildefonso' tras ser apresado en el Peñón de Gibraltar.

No había marineros cualificados para mover la flota ni dinero para pagarles.

1.3.- La familia real en Francia: abdicaciones de Bayona.

Manuel Godoy ya se había percatado de que sus días en política estaban contados, especialmente porque el príncipe Fernando conspiraba contra su padre y el eslabón más débil era precisamente él. Sin embargo, no perdió la oportunidad de seguir manifestando su servidumbre a Napoleón: firmó el Tratado de Fontainebleau (1807) por el que autorizaba el acantonamiento de tropas francesas en España con el objetivo de una nueva campaña de conquista y reparto de Portugal.

El príncipe Fernando intenta ese mismo año un golpe de Estado contra su padre para lo que busca el apoyo de Napoleón. Únicamente la reina, María Luisa de Parma, alertada por algunos criados, abortó la conjura. Con ocasión de esta intentona, el Consejo de Castilla le recomienda a Carlos IV que ejecute a su hijo. Ahí no se quedan las peticiones: la propia reina aconseja a su esposo que ejecute a esa “víbora”.

Cuando Godoy se da cuenta de que Napoleón tenía el propósito de invadir España y sugirió a los reyes que se trasladaran a Sevilla para desde allí huir rumbo a América e iniciar la resistencia contra el emperador. Cuando llegan a la localidad de Aranjuez, una turba durante la noche del 17 al 18 de marzo invadió los jardines de palacio aclamando al príncipe Fernando (Motín de Aranjuez) Tras varias horas de permanecer oculto en un desván, Godoy estuvo a punto de quedarse tuerto por las iras de la chusma.

Carlos IV, presa del pánico, abdicó en su hijo. Aparentemente el plan del príncipe Fernando había tenido éxito pero Napoleón no reconoció como rey a Fernando VII y Carlos IV pronto se arrepintió de su abdicación. Los convocó en la localidad de Bayona y les obligó por separado a traspasarle el trono que a su vez entregaría a su hermano José.

Carlos IV le entrega la corona a Napoleón porque piensa que siempre será mejor que su hijo Fernando. Cuando fue derrotado Napoleón, Fernando VII le prohibió a su padre volver a España. Éste había vivido en Marsella hasta la caída de Napoleón en 1814. A partir de esa fecha, sin patrimonio se acogió al favor del papa que le permitió vivir en un palacete cerca de Roma para que acabase sus días (1819). Godoy, desde el exilio y la pobreza, permaneció leal a los reyes.

2.- La Guerra de la Independencia (1808-1814)

2.1.- Guerra nacional y conflicto internacional.

3

Page 4: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Al principio, la reacción de los españoles ante la llegada de las tropas de Napoleón fue de pasividad. Con carácter oficial, los franceses eran aliados en virtud del Tratado de Fontainebleau (1807). Por supuesto, ni la corte, ni el ejército, ni la Iglesia católica pensaban resistir al francés. La sublevación contra Napoleón será llevada a cabo por el pueblo madrileño el 2 de mayo de 1808 cuando descubrió que los franceses se llevaban de la capital de España a los últimos miembros de la familia real. Semejante circunstancia provocó un tumulto frente al palacio que fue reprimida salvajemente por las tropas francesas. Los madrileños estaban decididos a enfrentarse con los invasores. Los únicos militares que organizaron cierta resistencia fueron Daoiz, Velarde, Ruiz y Goicoechea.

La actuación de las instituciones resultó deplorable:

La Junta de Gobierno dejada tras la marcha de Fernando VII a Bayona, nombró al general francés Murat como su presidente y respaldó la represión desencadenada por los invasores.

La oficialía del ejército español hizo otro tanto. La Iglesia condenó el alzamiento popular e incluso algunos obispos como el de Guadix

excomulgaron a los que se enfrentaban a las tropas de Napoleón. La Iglesia cambió de opinión cuando las tropas del general Dupont saquearon los templos de la ciudad de Córdoba. De esta forma, el bajo clero convenció al pueblo de que la mejor forma de ganar el cielo era defender la religión católica de la impiedad de los invasores franceses, llegando al uso de las armas si era preciso.

Los levantamientos de mayo de 1808 degeneraron en una guerra (1808-14) que se generalizó en todo el territorio español. Se inició una guerra nacional y popular, pero no revolucionaria. Los españoles luchaban por Dios, la patria y el rey Fernando. No incluían en su corolario ideológico la defensa del proyecto político liberal de las Cortes reunidas en Cádiz.

Los levantamientos populares también tuvieron repercusiones internacionales. Rusia y Prusia comenzaron a preparar un ejército capaz de resistir el empuje napoleónico. El parlamento inglés votó el envío de un ejército para combatir a los franceses en España y Portugal.

2.2.- El gobierno de José I (1808-1813)

José I no logró el apoyo al completo de la minoría ilustrada española. Se trataba de un rey intruso que había ocupado la nación española por la fuerza con la intervención decisiva de su hermano.

José I llegó con la Carta de Bayona, un estatuto o carga otorgada, cuyas características básicas son las siguientes:

Contenía una formulación muy limitada de los derechos de los españoles. Por ejemplo, sólo se permitía la religión católica. Sí es cierto que suprimía el tormento y las aduanas interiores.

El rey no era un monarca constitucional ya que de él dependía el poder judicial, elegía a los ministros que integraban el gobierno o ejecutivo y tenía toda la iniciativa legislativa. Reunía los tres poderes del Estado.

4

Page 5: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Las Cortes –que se estructuraban en tres estamentos (nobleza, alto clero y pueblo)- no tenían poder legislativo y nunca llegaron a reunirse por prohibición expresa de Napoleón.

José I también procuró impulsar la instrucción pública pero quedó en nada ante la realidad de la guerra. Nunca tuvo el afecto del pueblo que lo vio como una marioneta a las órdenes de Napoleón.

Los afrancesados representaron la estrecha base social en la que se apoyó José I:

Funcionarios del Estado que prefirieron seguir fieles a quien ejercía el poder (Los Bonaparte)

Eclesiásticos ilustrados que ante la fuerza del ejército invasor y la ineficacia de las instituciones del Antiguo Régimen, optaron por el invasor.

Ilustrados, en general, que veían en José I la oportunidad de desarrollar la nación española sin necesidad de derramar tanta sangre como la que corrió durante la Revolución francesa.

Frente a estos ilustrados afrancesados, se encontraban los ilustrados patriotas que redactaron y aprobaron la obra legislativa de las Cortes de Cádiz, de la que destaca la Constitución de 1812.

2.3.- Las juntas provinciales

Con el estallido de los levantamientos y las abdicaciones de Bayona, se produjo un gran vacío de poder y la ruptura del territorio español.

Para hacer frente a esa doble crisis, los miembros de la sociedad más prestigiosos (aristócratas, clero, militares, letrados liberales o no) establecieron un nuevo poder: las juntas provinciales, que asumían su soberanía y legitimaban su autoridad en nombre del Rey ausente.

En septiembre de 1808, el viejo conde de Floridablanca fue nombrado presidente de la Junta Central Suprema que recogió los poderes soberanos de las juntas provinciales y se erigió en máximo órgano gubernativo.

2.4.- El devenir de la guerra

En una primera fase, los españoles protagonizaron una inesperada resistencia (Zaragoza y Gerona) pero lo peor para los franceses fue la derrota del mariscal Dupont en Bailén (19 de julio de 1808) ante las milicias dirigidas por el general Castaños. A lo que parece, las tropas francesas avanzaron lentamente por la gran cantidad de objetos que habían saqueado en la ciudad de Córdoba. Era la primera derrota de un ejército de Napoleón, por lo que el hecho tuvo una gran repercusión en Europa. Las tropas francesas se replegaron hasta el Ebro hasta que Napoleón decidió intervenir personalmente con sus mejores generales.

El ejército de mercenarios dirigido por el inglés Duque de Wellington obligó a los franceses a abandonar Portugal (Tratado de Cintra)

5

Page 6: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Napoleón viene a España en noviembre de 1808 con un ejército mucho más eficaz. En pocas semanas José I está de nuevo en Madrid y la Junta Central Suprema debe trasladarse desde Madrid hasta Sevilla y de ahí a Cádiz.

2.5.- Las aportaciones de la guerrilla y del Duque de Wellington a la derrota de Napoleón en España

Ambas aportaciones contribuyeron a la derrota final de Napoleón, pero ninguna de ellas fue decisiva.

El ejército del Duque de Wellington estaba compuesto de cincuenta mil efectivos, mercenarios en su mayoría. Se desplazaban con excesiva lentitud por el terreno, pero el ejército francés tampoco pudo hacerlo con total libertad. El éxito de Wellington se basó en el apoyo que recibió de la guerrilla que inmovilizó sobre el terreno al ejército napoleónico. En cualquier caso, los franceses eran más de doscientos mil y demostraron ser soldados más eficaces que los ingleses.

La guerrilla cumplió cuatro funciones básicamente:

Impidió el control de la Península por parte del invasor francés. Obstaculizó los correos y vías de abastecimiento enemigos. Estimuló la resistencia europea contra Napoleón. Mantuvo viva la esperanza en la victoria final.

El general Hugo, el padre de escritor Víctor Hugo consiguió acabar con la guerrilla en Andalucía con una mezcla de pactos, actos de buena voluntad, prebendas y subvenciones pero no logró acabar con la guerrilla de Juan Martín El Empecinado que fue una pesadilla. Éste fue uno de los pocos guerrilleros que luchaba por la implantación de la Constitución de 1812. Tanto El Empecinado como otro de los guerrilleros liberales, Francisco Espoz y Mina, copiaron el modelo de lucha de guerrillas cuando participaron en la invasión de Francia en la Guerra contra la Convención.

El factor que decide el fin de Napoleón en España es la derrota rusa de 1812. Seiscientos mil franceses invaden Rusia, pero regresan quince mil. Napoleón no dispone de efectivos militares para mantener el frente español. En 1812 el rey José sale de Madrid. Las derrotas del ejército francés en Arapiles (Salamanca, 1812) y San Marcial (Irún, 1813) evidencian el final de Napoleón. El frente europeo también es muy complicado tras la derrota de Leipzig (Alemania, 1813) El Emperador aguantará algunos meses más con el propósito de firmar un tratado de paz con sus enemigos que sea respetuoso con las fronteras naturales, como finalmente consiguió.

2.6.- Los costes de la guerra para España

Extraordinariamente elevado:

1. Murieron quinientas mil personas sobre una población de doce millones de habitantes. La cifra es superior a la de la Guerra Civil Española de 1936.

6

Page 7: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

2. Destrucción de la capacidad económica del país, no sólo a causa de los saqueos y las depredaciones perpetradas por los franceses, sino también por las acciones de los ingleses encaminadas a destruir la industria española, a la que percibían como competidora. Un ejemplo palmario fue el del Duque de Wellington que voló la fábrica de porcelanas de Madrid ya que Inglaterra no deseaba un competidor comercial cuando finalizara el conflicto.

3. Un debilitamiento del imperio de ultramar que aprovechó Inglaterra en Hispanoamérica.

3.- El programa revolucionario de las Cortes de Cádiz

Mientras una gran parte de la sociedad española se enfrenta con las armas a los franceses, una minoría de ilustrados pretendían implantar en España el programa liberal de la fase más moderada de la Revolución francesa.

Desacreditada la Junta Central por las sucesivas derrotas militares, en enero de 1810 dio paso a una regencia colectiva, una especie de gobierno provisional de carácter poco inclinado a un programa reformista. Sin embargo, el ambiente en la ciudad de Cádiz era muy proclive al liberalismo tanto por la presencia de una numerosa burguesía comercial vinculada a los negocios con América, como de funcionarios ilustrados e intelectuales de otras ciudades tomadas por los franceses. Cádiz ofrecía cierta seguridad por la protección de la marina británica.

3.1.- Convocatoria y composición de las Cortes de Cádiz

El gobierno provisional se animó a convocar las Cortes Generales cuando llegó a Cádiz la noticia del establecimiento de poderes locales en distintas ciudades americanas que podían poner en peligro el Imperio español. Durante más de cien años los Borbones no las habían convocado. Fueron inauguradas en septiembre de 1810, con el juramento por parte de los diputados de defender la integridad de la nación española, y prolongaron su actividad hasta la primavera de 1814.

Las tropas napoleónicas que controlaban las comunicaciones impidieron que pudieran asistir la mayoría de los delegados de las provincias ocupadas. Es por ello que la alta nobleza y la jerarquía de la Iglesia apenas estuvieron representadas en Cádiz. A esos delegados se les buscó suplentes entre los gaditanos o entre los oriundos de cada provincia presentes en Cádiz, lo mismo que a los representantes de la América hispana. El resultado fue que predominaban en las Cortes las clases medias con formación intelectual, eclesiásticos, abogados, funcionarios, militares, catedráticos y miembros de la burguesía industrial y comercial. Las Cortes representaban a la nación de manera legítima, sin embargo no reproducían con exactitud las inclinaciones políticas y sociales de la época. Con seguridad, había menos liberales en España de los que estaban representados en las Cortes. Lo contrario ocurría con los absolutistas: dentro de la Cámara eran inferiores en número, pero fuera no. Los hechos que van a acaecer con el regreso de Fernando VII lo demostrarán.

3.2.- La obra legislativa. Los decretos de abolición del Antiguo Régimen

7

Page 8: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Libertad de expresión que suprimía la censura para los escritos políticos, pero no para los religiosos. La libre expresión de las ideas era una pieza clave para la defensa frente a los abusos del poder.

Abolición del régimen feudal centrado en dos cuestiones:1) Abolición de los señoríos jurisdiccionales en virtud de los cuales, la nobleza y la

alta jerarquía eclesiástica podían impartir justicia e imponer multas a los vecinos del señorío. A partir de ahora, todos los españoles están bajo la autoridad de un Estado moderno y liberal. Los españoles dejan de ser súbditos para convertirse en ciudadanos con un catálogo de derechos reconocido en la Constitución de 1812.

2) Derogación de los gremios para conseguir que la actividad empresarial estuviera libre de cualquier atadura como las que imponían los gremios (establecían qué, cuánto, a qué precio y de qué calidad tenían que ser los productos artesanales; también concedían licencias para que pudieran instalarse nuevos talleres artesanales) El resultado es que la producción artesanal era escasa y cara, lo que perjudicaba directamente al consumidor.

Legislación religiosa que provocó la ruptura con la jerarquía católica.1) Abolición de la Inquisición para garantizar la libertad de pensamiento y el

desarrollo de la ciencia.2) Supresión de los conventos que contasen con menos de doce miembros y

secularización de los bienes de las órdenes religiosas.

Reforma administrativa y ordenación del territorio1) Las Cortes eliminaron la organización administrativa anterior. A partir de

ahora, todo el territorio se divide en provincias para facilitar la centralización política. El diputado Argüelles dijo para defender esta reforma administrativa que “Formamos una sola nación y no un agregado de naciones”.

3.3.- La Constitución de 1812

3.3.1.- Un solo Estado, los mismos derechos. Art. 2. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona.

Todos los españoles de ambos hemisferios tienen los mismos derechos con independencia del municipio o de la provincia donde residan.

Para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, la Constitución fijaba una burocracia centralizada, una fiscalidad común, un ejército nacional y un mercado libre de aduanas interiores.

3.3.2.- Estado constitucional y soberanía nacional

La Constitución proclama que la soberanía reside en la nación, en detrimento del rey. Si no es “soberano”, la Constitución sustituye al modelo clásico del monarca absolutista por otro constitucional.

8

Page 9: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Las Cortes serán unicamerales (organizadas en una sola cámara) Sufragio universal masculino indirecto. Los españoles eligen a unos compromisarios

que son los que luego votarán a los diputados de las Cortes. Para ser diputado se exigía que fuera propietario; los asalariados y los campesinos quedaban excluidos.

Las competencias de las Cortes son: elaborar las leyes, decidir sobre la sucesión a la corona, aprobar los tratados internacionales y fijar los impuestos anuales. Las Cortes se reúnen anualmente durante un período de sesiones fijado en el propio texto constitucional. Cuando no estén reunidas habrá una Diputación Permanente integrada por siete diputados que velará por la observancia de la Constitución.

El monarca constitucional tiene unos poderes limitados: es el jefe del Estado, nombra al gobierno o ejecutivo (aunque sus decisiones deben ser refrendadas por la firma del ministro correspondiente) y es el máximo jefe del ejército. Destacar dos atribuciones importantes: Puede presentar leyes en las Cortes para su aprobación (otra cuestión es que haya una mayoría para aprobarlas) y posee un veto suspensivo de una ley aprobada por las Cortes durante dos años.

La competencia de juzgar le corresponde a los tribunales de justicia.

Existen también en el texto constitucional claras concesiones al clero y a la nobleza.

Concesión al clero católico: Niega el principio de libertad religiosa. Los españoles no pueden ser nada más que católicos y el Estado es confesionalmente también católico. Sólo reconoce a la religión católica y la asume como propia.

Concesión a la nobleza y a la Iglesia católica: El nuevo Estado liberal reconoce sus propiedades rústicas y urbanas.

3.3.3.- Catálogo de libertades individuales:

Derecho a la educación básica. Libertad de expresión (de imprenta) Inviolabilidad del domicilio. Derecho a la propiedad privada.

Haciendo balance, toda la tarea legislativa de las Cortes de Cádiz no supuso la implantación de un régimen liberal. Mientras los legisladores trataban de desmontar todo el entramado legal del Antiguo Régimen, el pueblo español se batía contra las tropas napoleónicas por Dios, la patria y el rey Fernando VII por este orden. Cuando Fernando VII promulgue su abolición, los españoles no van a mover un dedo por la Constitución. No importa que fuera la tercera constitución del mundo detrás de la de EE.UU. y de Francia porque el pueblo español era en su mayoría absolutista y no estaba dispuesto a cambiarlo todo de golpe.

4.- La Restauración del absolutismo.

4.1.- El regreso de Fernando VII.

Mientras el pueblo español combatía por el regreso de Fernando VII, éste le pedía a Napoleón que tratara a los españoles con guante de hierro porque no se merecían otra cosa. Realmente

9

Page 10: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

había tenido razón Carlos IV cuando abdicó en Napoleón: incluso Napoleón podría ser mejor rey de España que su propio hijo.

En 1813, Napoleón estaba acabado después de la retirada de Rusia y de la derrota en Alemania (Leipzig, 1813) y negoció con Fernando VII la Paz de Valençay (diciembre de 1813) por la que el monarca español se comprometía a mantenerse neutral en las guerras que se estaban librando contra el emperador en el resto de Europa; y aseguraba el perdón para los afrancesados. A cambio, Fernando VII recuperaba la libertad y los territorios españoles como Cataluña, que había sido incorporada en calidad de provincia francesa. Napoleón salía prácticamente impune después de los crímenes cometidos contra los españoles.

Fernando VII no llega a Madrid directamente para jurar la Constitución como deseaba la Regencia (compuesta por cinco parlamentarios de las Cortes de Cádiz) sino que desembarca en Valencia, donde fue recibido por un grupo de diputados absolutistas que le pidieron en el Manifiesto de los Persas que restaurara el absolutismo (12 de abril de 1814). Al día siguiente, el general Elío puso a disposición del rey sus tropas para cumplir esa petición.

El 4 de mayo de 1814, Fernando VII declaró nula la labor legislativa de las Cortes de Cádiz ante el respaldo entusiasta de la inmensa mayoría de los españoles. Pueblo tras pueblo, los habitantes llevados por su entusiasmo, quitaban los caballos de la carroza regia para pasar a tirar de ella. Para este perfil de español, el regreso de Fernando VII representaba el triunfo sobre las fuerzas invasoras napoleónicas.

4.2.- El Sexenio Absolutista.

4.2.1.- España, un país secundario en Viena.

Después de la derrota de Napoleón, las potencias vencedoras se reunieron en el Congreso de Viena (1815) con un doble objetivo:

1. Ampliar sus fronteras incorporando nuevos territorios, salvo Inglaterra que se concentró en conseguir el dominio marítimo:

Rusia obtuvo, entre otros, el control de gran parte de Polonia y la anexión de Finlandia.

Austria penetró en las italianas Lombardía y el Véneto e intentó mantener la preeminencia centroeuropea frente a Prusia.

Prusia recibió Renania, Sarre y Sajonia.

2. La restauración de la monarquía absoluta y el regreso al Antiguo Régimen. Inglaterra también se desmarcó de este objetivo. Ya había hecho su revolución liberal en el siglo XVII.

Mientras ocurría esto en Viena, Fernando VII se mostró sorprendentemente desinteresado por los asuntos externos. Así, pese a haberse enfrentado con el emperador francés, España resultó marginada de los beneficios que recibieron las potencias vencedoras. España, destrozada por la Guerra de la Independencia, quedó relegada a un papel secundario en el concierto internacional.

10

Page 11: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

4.2.2.-- Crisis económica y financiera

España era un país completamente devastado por la guerra. La política económica de Fernando VII no ofreció ninguna respuesta eficaz. Pueden diferenciarse dos cuestiones de interés:

En su momento, las Cortes de Cádiz habían elaborado el presupuesto nacional que hacía un repaso anticipado de los ingresos y gastos del Estado. Fernando VII adoptó esta medida sensata para evitar que los gastos superaran ampliamente a los ingresos.

Pero también las Cortes de Cádiz habían establecido muy claramente que todos los españoles estaban obligados a contribuir al sostenimiento del Estado con independencia del lugar en el que residieran o la posición social que ocupasen. Sin embargo, Fernando VII, apegado al mantenimiento de los privilegios estamentales, se negó a emprender cualquier reforma fiscal que incrementara los ingresos de un Estado que justamente se encontraba en quiebra. La nobleza y la Iglesia se libraban de pagar una contribución directa que terminaba recayendo sobre los campesinos y los burgueses de las ciudades.

4.2.3.- La labor represiva

La labor de gobierno se encontró en la represión de los enemigos de la restaurada monarquía absoluta.

Fernando VII se apoyó en la Inquisición para perseguir a los liberales aunque no le devolvió a la Iglesia las tierras desamortizadas durante el reinado de Carlos IV, que habían ido a parar a manos de latifundistas que apoyaban el régimen fernandino.

Aunque en el ejército había partidarios del Antiguo Régimen, destacaron los oficiales que profesaron la ideología liberal. Muchos habían sido héroes de la Guerra de la Independencia. Con el objetivo de hacer frente a la represión se integraron en asociaciones secretas como la masonería. Estas organizaciones ofrecían la cobertura suficiente para conspirar con cierta seguridad. Los militares liberales protagonizaron diversas intentonas de golpe militar o pronunciamiento que fueron duramente reprimidas.

Los liberales se entregaron a la masonería y prepararon golpes que fracasaron. La masonería comienza a tener importancia y sobre todo cala la idea de que vulnerar el principio de legalidad no está tan mal porque para empezar ya lo hizo el rey. Si el poder carecía de legitimidad, cualquier movimiento revolucionario para desbancarlo era igualmente legítimo.

4.3.- El Trienio Constitucional o Liberal (1820-1823)

El 1 de enero de 1820, el teniente coronel Rafael Riego, destinado en las Cabezas de San Juan, con un cuerpo de ejército que iba a ser embarcado para sofocar la sublevación de las colonias americanas, proclamó la Constitución de Cádiz de 1812. Ante el temor de una reacción revolucionaria, Fernando VII juró la Constitución y se convirtió en el primer monarca constitucional del primer cuarto del siglo XIX.

4.3.1.- La obra del Trienio

Durante tres años, los liberales emprenden una serie de reformas:

11

Page 12: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Sistema fiscal que imponía contribuciones directas sobre los españoles en función de su patrimonio.

Supresión de los señoríos aunque se le garantizó a la nobleza la propiedad privada de sus antiguos dominios feudales.

Se confirmaron las leyes que garantizaban los derechos y libertades de los ciudadanos. En cuanto a la Iglesia católica, los liberales aprobaron decisiones abiertamente lesivas:

1.- Expulsión de los jesuitas2.- Reducción del número de monasterios. Los bienes de los suprimidos fueron vendidos en subasta para engrosar los ingresos del Estado.3.- Reducción de la mitad del diezmo que pagaban los campesinos.4.- Abolición del fuero eclesiástico, es decir, de las leyes particulares que permitían que las personas de la Iglesia fueran juzgadas por tribuales eclesiásticos en lugar de por tribunales ordinarios.5.- Supresión de la Inquisición.

4.3.2.- La división del liberalismo español.

Los liberales adolecían de varias debilidades:

La corrupción política derivada del peso excesivo de las logias masónicas que terminan convirtiéndose en clubes para el reparto de cargos públicos entre sus miembros.

El excesivo anticlericalismo que alimenta a una oposición antiliberal resultado de una alianza campesina-clerical-absolutista.

Las propias disputas en el seno de las logias que contribuyen a dividir a los liberales en:

1.- “Doceañistas” o moderados: partidarios de la Constitución del Doce y de crear un senado donde estuviera representada la nobleza e integrados en la logia de la Sociedad del Anillo.

2.- “Veinteañistas” o exaltados: partidarios de reducir las atribuciones que la Constitución del Doce concede al rey e integrados en la logia de la Confederación de Caballeros Comuneros.

Los liberales doceañistas se quedaron solos:

Denostados por absolutistas y exaltados. También se granjearon la enemistad de la Iglesia, amenazada de hecho con la

desamortización de su patrimonio. Desde luego, Fernando VII esperaba su oportunidad para liquidar el Trienio Liberal. Por último, la mayor parte de la población española, que vivía de la agricultura y

residía en zonas rurales, fue también perjudicada por el liberalismo. Básicamente, estas dificultades provenían de la supresión de la propiedad amortizada o vinculada y su sustitución por la propiedad privada, que permitió que las tierras cambiasen de manos y pasaran a otros dueños que alteraron las tradicionales formas de explotación. En efecto, los nuevos propietarios que le compraron al Estado las tierras desamortizadas a la Iglesia, exigieron arrendamientos más elevados por períodos de tiempo más cortos. La consecuencia fue que muchas familias campesinas, incapaces

12

Page 13: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

de hacer frente a tales gastos, quedaron desalojados de las tierras que habían venido cultivando sus antepasados durante varias generaciones.

La alianza de campesinos y absolutistas con la bendición de la Iglesia, sirvió para que se organizaran grupos armados de realistas financiados por el propio Fernando VII. Especial importancia tuvieron las sublevaciones de Vascongadas, Cataluña, Navarra y Valencia. El rey, consciente de la debilidad del gobierno liberal moderado, consiguió que las potencias absolutistas reunidas en el Congreso de Verona, enviaran un ejército francés al mando del Duque de Angulema para liquidar el gobierno liberal (Los Cien Mil Hijos de San Luis, 1822). Curiosamente, las tropas francesas fueron aclamadas por donde pasaban porque los españoles piensan que van a ser liberados de un gobierno liberal corrupto y con escasa sensibilidad hacia el problema generado en el medio rural por las desamortizaciones.

4.3.3.- La Década Ominosa (1823-1833)

Durante este período, Fernando VII gobernó como monarca absoluto y desató una durísima represión contra los liberales.

España se enfrentaba con dos problemas de enorme magnitud:

1.- La postración económica originada por la guerra de independencia sobre la que no se hizo nada porque el Estado carecía de fondos para financiar las reformas, ni podía pedir créditos en el exterior porque los banqueros europeos eran liberales y aún no habían recuperado los préstamos que efectuaron al gobierno del Trienio Liberal.2.- Los movimientos secesionistas de Hispanoamérica.

La política de Fernando VII fue la de mantener una postura “centrista” porque rechazaba a los liberales, pero también se mantuvo a distancia de los realistas puros o ultras, encabezados por su hermano Carlos María Isidro quien aspiraba a sucederlo porque el rey aún no tenía descendencia.

En 1823, Fernando VII promulgó unas bases de gobierno que incluían:

1.- El fortalecimiento de la policía que vino a sustituir a la Inquisición como instrumento para perseguir a sus enemigos.

2.- La creación de un nuevo ejército que excluyera a los golpistas tanto absolutistas como liberales.

3.- La depuración de la administración, especialmente la enseñanza.

4.- Reforma de la Hacienda impulsada por el ministro López Ballesteros quien consigue establecer los primeros presupuestos generales del Estado (que ya contemplaba la obra legislativa de las Cortes de Cádiz) para gastar en función de los ingresos públicos.

5.- Fernando VII era absolutista y católico, pero suprimió la Inquisición, aunque algunos obispos constituyeron las Juntas de Fe que ejercieron una función inquisitorial y represiva. El maestro valenciano Cayetano Ripoll fue la última víctima legal del fanatismo religioso.

13

Page 14: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

En el año 1824, Fernando VII proclamó una amnistía hacia los liberales más moderados que sentó muy mal a los absolutistas puros por excesivamente generosa y a los liberales porque no abarcaba también a los más radicales.

En el año 1826, los realistas puros o ultras con el apoyo de Carlos María Isidro iniciaron una rebelión que triunfó en las zonas rurales de Cataluña, aunque no pudieron conquistar ninguna ciudad. Fernando VII aplastó el movimiento y la burguesía barcelonesa le mostró su agradecimiento con un préstamo que el rey devolvió a través de medidas proteccionistas para proteger sus negocios de la competencia extranjera.

4.3.4.- La cuestión sucesoria

El problema sucesorio se produjo por la falta de herederos varones. En no escasa medida, el reinado de Fernando VII fue una búsqueda dramática de herederos. Así, en 1802, el monarca se casó con María Antonia de las Dos Sicilias, que era prima suya. La reina tuvo dos abortos , pero no tuvo descendencia antes de fallecer.

En 1816, casó Fernando VII en segundas nupcias con su sobrina Isabel de Braganza, Infanta de Portugal pero falleció a causa de una cesárea mal practicada, que ocasionó también la muerte a su única hija.

En 1819, el rey contrajo matrimonio con María Josefa de Sajonia, pero no tuvo descendencia.

El 9 de diciembre de 1829, se casó con María Cristina de las Dos Sicilias con la que finalmente tuvo una hija, Isabel, en 1830 y Luisa Fernanda, dos años más tarde. Antes de saber si iba a ser padre de y un niño o de una niña, el 3 de abril de 1830, fue publicada la Pragmática Sanción de Carlos IV de 1789. Ésta había sido aprobada en las Cortes y sólo estaba pendiente de su publicación en La Gaceta, trámite que acababa de cumplirse para resolver el problema sucesorio.

La Pragmática Sanción del año 1789 derogaba la Ley Sálica, una ley extranjera por la que se habían regido los monarcas de la casa de Borbón y que excluía a las mujeres de la sucesión regia. Por virtud de la Pragmática Sanción, se permitía a las niñas heredar la corona si no existía un hijo varón del rey. Fue un regreso al derecho castellano que permitió a Isabel La Católica ser reina cuando murió su hermano menor, Alfonso. De esta manera, la sucesión no pasaba a la línea masculina de otra familia.

Fernando VII promulgó esa ley porque consideraba a su hermano un peligro público. En efecto, si éste llegaba al poder, podría reproducirse en España el mismo proceso de desintegración que se estaba dando en América a causa del foralismo salvaje que tanto entusiasmaba a los absolutistas puros o ultras con el apoyo de la Iglesia católica.

Como era de prever, los partidarios de Don Carlos María Isidro, que llevaban años soñando con que éste llegara al trono, no aceptaron ese cambio legal.

En 1832 Fernando VII enferma gravemente y la reina intenta que Carlos María Isidro reconociera a Isabel como heredera, pero se negó y le respondió que la única alternativa era la guerra civil. Atemorizada la reina aceptó que su hija perdiera los derechos sucesorios. Entonces, el Ministro de Gracia y Justicia, Tadeo Calomarde, redactó el decreto para someterlo a la firma del rey enfermo.

14

Page 15: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Enterada la Infanta Carlota, hermana de la reina, recuperó el texto abofeteando al ministro, quien le respondió con la célebre frase:”manos blancas no ofenden”. El rey se recuperó y facultó a María Cristina para ejercer como soberana. A finales de 1832, promulgó una amnistía para los liberales con el fin de buscar en ellos apoyo frente a los realistas puros. En septiembre de 1833 fallece Fernando VII y su viuda heredaba en nombre de su hija Isabel la corona de España. Mientras, Carlos María Isidro estaba preparando desde Portugal una guerra civil.

5.- La emancipación de las colonias americanas (1810-1824)

Una de las consecuencias del intento de Fernando VII por perpetuar el Antiguo Régimen fue el proceso de secesión de Hispanoamérica.

Las causas fueron muy diversas:

1. Las oligarquías criollas deseaban comerciar con todo el mundo sin tener que someterse al monopolio comercial con España.

2. La crisis de la monarquía española a raíz de la invasión napoleónica que ocasionó un vacío de poder inmediatamente aprovechado por los independentistas criollos.

3. La acción de sociedades secretas vinculadas a la masonería ,verbigracia, la Logia Lautaro, fundada en Buenos Aires en el año 1812 para crear un nuevo orden político en Hispanoamérica después de conseguir la independencia de España .

El proceso independentista siguió básicamente dos fases:

La primera fase (1808-1814) estuvo caracterizada por la actuación de “juntas” a imitación de lo sucedido en España. La soberanía de los reyes españoles, teóricamente secuestrados en Bayona, pasó a estos organismos recién creados. La primera fue la de Montevideo (1809) que se extendió a Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile y Caracas. La influencia de la masonería fue decisiva en esta primera fase, aunque fracasó.

La segunda fase (1814-1824) estuvo caracterizada por distintos intentos de alcanzar la independencia a través de la insurrección. Fue un período de grandes campañas militares: sus dos protagonistas más destacados fueron Simón Bolívar en el norte y el general San Martín, en el sur, ambos de filiación masónica. El apoyo de Inglaterra y de EE.UU. al proceso emancipador terminó siendo indudable y decisivo.

Simón Bolívar independizó Venezuela, Colombia y Ecuador (1819-1824). El general San Martín, Argentina, Bolivia y Chile (1817-1824).

La oligarquía mexicana se resistió a la independencia por temor a los indígenas que ya se habían rebelado con extrema crueldad varios años antes. Sin embargo, optó por la independencia cuando los liberales llegaron al poder durante el período del Trienio Liberal español (1820-1823). No podían concebir que los indígenas y ellos estuvieran en el mismo plano legal.

Perú fue el último bastión del apoyo a la causa realista en el continente hispanoamericano hasta que las fuerzas españolas fueron derrotadas definitivamente en 1824.

15

Page 16: Tema  6.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833)

Una vez lograda la independencia, la oligarquía criolla diseñó un edificio constitucional a imitación del modelo político democrático de los EE.UU. En la práctica, los nuevos amos trataron a los indígenas con una dureza superior a la de la etapa de la dominación española. Después de la independencia, se produjo el gran asalto de los criollos a las tierras de los indígenas cuyos derechos de propiedad estuvieron hasta entonces garantizados por el rey de España.

CONSECUENCIAS

En 1814, Napoleón firma con Fernando VII el Tratado de Valençay, por cuya virtud, éste último volverá a España y recuperará los territorios situados al norte del Ebro que habían sido incorporados en calidad de provincia francesa. A cambio, los crímenes de Napoleón en España quedarían impunes.

Fernando VII no regresó directamente a Madrid para jurar la Constitución de 1812, sino que desembarcó en Valencia donde recibió a un grupo de diputados absolutistas (12 de abril) que le pidieron en el Manifiesto de los Persas, que restaurara el absolutismo. Acto seguido recibió el apoyo del general Elío para cumplir esta petición. En mayo, declaró nula la labor legislativa de las Cortes de Cádiz con el respaldo popular.

En materia de política exterior, tras el Congreso de Viena (1823) España quedará relegada definitivamente como potencia secundaria en el contexto europeo.

Desde el punto de vista de la política interior, su reinado se dividió en tres etapas:

1. Sexenio Absolutista (1814-20): La política económica fue inmovilista: nobleza e Iglesia no pagaron impuestos y el Estado no dispuso de ingresos para reparar los destrozos de la Guerra; por otra parte, se empleó a fondo en reprimir a los liberales.

2. Trienio Liberal (1820-23): Los liberales se imponen mediante el pronunciamiento de Riego (1820). Fernando VII jura la Constitución y los liberales inician un período de frenéticas reformas para liquidar los privilegios de la nobleza y de la iglesia y para que el Estado disponga de presupuesto para financiar la reconstrucción económica del país. Este período finaliza con la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis y la restauración del absolutismo (Congreso de Verona, 1822)

3. La Década Ominosa (1823-33): España se enfrenta a dos grandes problemas: la emancipación americana y el déficit del Estado incapaz de recaudar suficientes fondos para reconstruir el país, toda vez que de nuevo fue suspendida la reforma fiscal de los liberales.

Fernando VII no tenía hijos varones. Justamente por este motivo promulgó la Pragmática Sanción que permitía a las niñas heredar la Corona si no había un hijo varón. Sin embargo, su hermano Carlos María Isidro argumentó que la Ley Sálica de origen francés, que excluía a las mujeres de la sucesión, no podía ser derogada legalmente.

La consecuencia será que los carlistas van a desencadenarán tres guerras civiles durante el siglo XIX.

16