la crisis del antiguo régimen (1788 1833)

16
La crisis del reinado de Carlos ¡V (1788-1808) La Guerra de la lndependencia (1 808-1 B1 4) Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 El reinado de Fernando Vll (1814-',t833) ¿Cómo se produjo la abolición de la lnquisición? La independencia de la América hispana Analizar una constitución La cr¡sis del Antiguo Rég¡men lnBB-,l833) En 1788 cuando, tras la muerte de Carlos lll, accedió al trono su hijo Carlos lV, el modelo del Antiguo Régimen, aunque reformado por el despotismo ilustrado, permanecía intacto. Un año después, la Revolución francesa (1789) trastocó el viejo orden e inició un Proceso que en poco más de cuarenta años derrumbó el Antiguo Régimen en Europa occidental y abrió paso al liberalismo político, al capitalismo y a la sociedad de clases. Las ideas revolucionarias francesas y los principios liberales que las impulsaron fueron expandidos por Europa por los ejércitos de Napoleón, que desde 1799 habíatomado el poder en Francia, tras moderar los excesos revolucionarios e iniciar una exPansión militar por el continente que le comportó el dominio de Europa. En 1808, España fue invadida por los ejércitos napoleónicos' La ocupación francesa hizo irreversible la crisis del absolutismo borbónico, agravó las dificultades económicas y abocó a una guerra contra el invasor, en la que se mezcló la defensa de la monarquía tradicional con las ideas de libertad originadas por la Revolución francesa. La Constitución de 1812 fue un fiel reflejo de muchos de esos principios liberales. La derrota de Napoleón por las potencias absolutistas euroPeas (1815) significó la vuelta al viejo orden, pero los vientos de libertad ya no podrían ser amordazados y en el reinado de Fernando Vll (1814-1833), España -y Europa entera- se debatió entre el absolutismo y el liberalismo. 1 illj,-r..r. I r.: .. :lr';i'l:..i;:irri ri l,-.:. . ;,r,if P¡*tU. U,t.ÉA, M O N AR Q U f A nrsrsuRnc¡óru ÍR¡u¡llo ABsúL¡.,¡TrgTA lternal FERNANDO VII .1820 Golpe de Estado de Riego CARLOS IV .1788 lnicio del reinado de Carlos lV ,1805 Batalla de Trafaloar " ,1808 . l8l4 Reposición del absolutismo Pronunciamiento .1822 Alzamientos absolutistas ,1823 Cien Mil Hijos de San Luis '1824 Bataila de Ayacucho 1830-f833 . 1$A Nacimiento de lsabel ll .1830 Pragmática Sanción 1833, Muerte de Fernando Vll .1792 Godoy Primer ministro ,1793 Guerra con Francia Abdicaciones de Bavona. lnicio de la Guerra óe lndependencia .1810 Convocatoria de Cortes , 1812 Constitución de Cádiz , 1813 Tratado ,1795 Paz de Basilea de ValenEay liberal de Lacy

Upload: hector-lopez

Post on 13-Mar-2016

234 views

Category:

Documents


6 download

DESCRIPTION

Material de apoyo para la unidad tres

TRANSCRIPT

Page 1: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

La crisis del reinado

de Carlos ¡V (1788-1808)

La Guerra de la

lndependencia (1 808-1 B1 4)

Las Cortes de Cádiz y la

Constitución de 1812

El reinado de Fernando Vll(1814-',t833)

¿Cómo se produjo la

abolición de la lnquisición?

La independencia de la

América hispana

Analizar una constitución

La cr¡sis del AntiguoRég¡men lnBB-,l833)

En 1788 cuando, tras la muerte de Carlos lll, accedió al trono su hijo

Carlos lV, el modelo del Antiguo Régimen, aunque reformado por el

despotismo ilustrado, permanecía intacto. Un año después, la

Revolución francesa (1789) trastocó el viejo orden e inició un Proceso

que en poco más de cuarenta años derrumbó el Antiguo Régimen en

Europa occidental y abrió paso al liberalismo político, al capitalismo

y a la sociedad de clases.

Las ideas revolucionarias francesas y los principios liberales que las

impulsaron fueron expandidos por Europa por los ejércitos de

Napoleón, que desde 1799 habíatomado el poder en Francia, tras

moderar los excesos revolucionarios e iniciar una exPansión militar

por el continente que le comportó el dominio de Europa.

En 1808, España fue invadida por los ejércitos napoleónicos' La

ocupación francesa hizo irreversible la crisis del absolutismo borbónico,

agravó las dificultades económicas y abocó a una guerra contra el invasor,

en la que se mezcló la defensa de la monarquía tradicional con las ideas de

libertad originadas por la Revolución francesa. La Constitución de 1812

fue un fiel reflejo de muchos de esos principios liberales.

La derrota de Napoleón por las potencias absolutistas euroPeas (1815)

significó la vuelta al viejo orden, pero los vientos de libertad ya no

podrían ser amordazados y en el reinado de Fernando Vll (1814-1833),

España -y Europa entera- se debatió entre el absolutismo y el

liberalismo.

1 illj,-r..r. I r.: ..:lr';i'l:..i;:irri ri l,-.:. .

;,r,if P¡*tU. U,t.ÉA, M O N AR Q U f AnrsrsuRnc¡óru ÍR¡u¡lloABsúL¡.,¡TrgTA lternal

FERNANDO VII

.1820Golpe de Estado de Riego

CARLOS IV

.1788lnicio del reinado de Carlos lV

,1805Batalla deTrafaloar" ,1808

. l8l4Reposición del absolutismo

Pronunciamiento

.1822Alzamientosabsolutistas

,1823Cien Mil Hijosde San Luis

'1824Bataila de Ayacucho

1830-f833

. 1$ANacimientode lsabel ll

.1830PragmáticaSanción

1833,Muerte de

Fernando Vll

.1792Godoy Primer ministro

,1793Guerra con Francia

Abdicaciones de Bavona.lnicio de la Guerra óe lndependencia

.1810Convocatoria de Cortes

, 1812Constitución de Cádiz

, 1813Tratado

,1795Paz de Basilea

de ValenEay liberal de Lacy

Page 2: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

-:. t.

Q,

&:t':i; t

.'.:

,a

3':, a. ,_,,:;f

.

i't"'

'.a12... 1rt6.;al,r,a/t-:.... .- É,1%i ''-:,,;u

Page 3: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

3-

6. LA CRTSTS DEL ANTTGU0 RÉcrMEN (1788-1833)

Ln cnrsrs DEL RETNADo DE Cnnlos IV lrzee-rgoe)

El rey Carlos lV subió altrono español en 1788, e inmediatamente se vio des-

bordado por la compleja situación creada por la Revolución francesa (1789). El

miedo a la expansión revolucionaria congeló todas las reformas iniciadas por el

despotismo ilustrado de Carlos lll.

1.1. La monarquía de Carlos IV

Carlos IV apartó del gobierno a los ministros ilustrados (Floridablanca, Jove-

llanos...) y en 1792 confió el poder a un joven militar, Manuel Godoy, de ori-gen relativamente humilde. La elección mostraba Ia absoluta desconfianza delmonarca en los círculos nobiliarios de la corte y el deseo de encontrar una per-

sona de cuya fidelidad pudiera estar seguro.

La ejecución del monarca francés, Luis XVI, impulsó a Carlos fV a declarar Iaguerra a Francia, en coalición con otras monarquías absolutas (1793-1795). Laderrota de las tropas españolas fue inapelable y la paz de Basilea (L795) subordi-nó España a los intereses franceses. A partir de ese momento y, especialmente,desde eI ascenso al poder de Napoleón Bonaparte (1799), la política española vaci-

Ió entre el temor a Francia y el intento de pactar con ella para evitar el enfrenta-miento con eI poderoso ejército napoleónico. Las alianzas con Francia derivaronen conflicto con Gran Bretaña, celosa de su dominio marítimo. Las hostilidadesse desarrollaron en dos fases (1795-1801 y 1804-1808), y ia batalla de Trafalgar(1805) constituyó el hito más relevante. La armada francoespañola fue destroza-

da, lo que supuso la pérdida de casi toda la flota de Carlos fV.

El desastre naval acentuó la crisis de Ia Hacienda real, agravada por la reduc-ción de los ingresos, especialmente los del comercio colonial por el descenso deltráfico marítimo. Ante esta situación, Godoy recurrió al endeudamiento y al au-

mento de las contribuciones y planteó reformas como la desamortización de tie-rras eclesiásticas, con el fin de consegrrir recursos para el Estado. Fueron medi-das ineficaces que provocaron una amplia oposición. La nobleza y la Iglesiase mostraron contrarias a las reformas de Godoy, aI que ya habían recibido conhostilidad por su condición de plebeyo. Además, su poder aumentó eI rechazodel hijo del rey, Fernando, que temía verse desplazado por Godoy ante su padre.

Nacido en Badajoz, de familia hidalga

empobrecida, ingresó a los 17 años en la

guardia real o de corps. Trabó amistadcon los monarcas, especialmente con lareina María Luisa, que fue su protectora.

Tras el motín de Aranjuez fue encarcela-

do, pero María Luisa intervino ante Napo-

león para que Codoy les acompaña-

ra en el exilio, primero en Francia

y desde 1812 en ltalia

Fue desposeído porFernando Vll de to-das sus rentas y titulos y vivió congrandes pe-nurias eco-nómicas,sin volverjamás a Es-

paña.

Con motivo de haber (...) llegado a

Sevilla, Cádiz y Ágreda varias remesas de

libros franceses (...) he resuelto (...):

1. Que todas las brochuras o papeles im-

presos o manuscritos que traten de las

revoluciones y nueva constitución de

la Francia desde su principio hastaahora (...) se remitan (...) directamenteal Ministerio de Estado (...).

2. Que los abanicos, caxas, cintas y otras

maniobras que tengan alusión a los

mismos asuntos se remitan al Ministe-rio de Hacienda, que dispondrá se les

quiten las tales alusiones, antes de en-

tregarlas a sus dueños.

Disposiciones reales, 1 792.

. ¿Qué medidas se tomaron en estas dis-posiciones? Analiza las circunstanciasque propiciaron su promulgación.

Francisco or €ovn: La familia de Carlos lV, 18O1.

. Describe los personajes del cuadro. ¿Por qué

decimos que Coya realizó un retrato psicológi-

co de la familia real?

Page 4: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

Por otro lado, los impuestos sobre eI campesinado, tanto los señoriales co-

:ro los del Estado, provocaban el descontento popular, que se veía incrementa-io por las epidemias, eI hambre y Ia escasez, sobre todo por la falta de articula-:ión del mercado interior, que impedía abastecer los territorios necesitados. En.:¡os veinte años murieron por estas causas entre 350000 y 500000 personas.

I-a incapacidad para resolver esta situación alimentó motines y rel'ueltas, que

:esponsabilizaban a Godoy de la grave situación de crisis.

7,2. El motín de Aranjuez

La situación anterior se deterioró más cuando, en 1807, Godoy, con Iarquiescencia de Carlos IV, firmó un tratado con Napoleón (Tratado de Fontai-nebleau), que autorizaba a los ejércitos napoleónicos a entrar en España parariacar a Portugal, aliada de Gran Bretaña. A cambio, se pactaría un futuro re-:al1o de Portugal entre Francia y España, y se crearía un principado para eI

;i'opio Godoy. Los franceses atravesaron los Pirineos en febrero de 1808 y su:r'esencia fue aceptada por las autoridades borbónicas, si bien provocó la irrita-:ión de la población. Las tropas se situaron en puntos estratégicos como Barce-

-ona, Vitoria y Madrid, desde donde habían de desplegarse por el territorio.

El 18 de rna;rzo de 18O8 estalló un motín en Aranjuez, ciudad donde se en-

:ontraban los reyes, quienes aconsejados por Godoy y, temerosos de que la pre-

sencia francesa terminase en una invasión real del país, se retiraban hacia el sur.Fl motín con participación popular, pero dirigido por la nobleza palaciega y eI

:lero, perseguía la destitución de Godoy y Ia abdicación de Carlos [V en su hijoFernando, alrededor del cual se habían unido quienes querían acabar con Godoy.

Los amotinados consiguieron sus objetivos, pero los hechos evidenciaron'.na crisis profunda en Ia monarquía española. Carlos IV escribió a Napo-

-eón haciéndole saber los acontecimientos y reclamando su a¡'uda para recupe-r.ar el trono que Ie había sido arrebatado por su propio hijo Fernando VIL ET

emperador se reafirmó en su impresión sobre la debilidad, corrupción e incapa-

cidad de Ia monarquía española y se decidió definitivamente a invadir España,

lcupar el trono y anexionar el país aI Imperio.

1.3. La monarquía de José Bonaparte

Carlos IV y Fernando VII fueron llamados por Napoleón a Bayona, donde

acudieron con presteza y, sin mayor oposición, abdicaron ambos en la persona

de Napoleón Bonaparte. Legitimado por las abdicaciones, Napoleón nombró a

su hermano José rey de España y convocó a Cortes a fin de aprobar una Cons-

titución que acabase con el Antiguo Régimen y ratificase el nombramiento de

José I. El nuevo código de Bayona reconocía Ia igualdad de los españoles an-

te Ia ley, los impuestos y eI acceso a los cargos públicos. José I lo juró el 7 de

iulio de 1808 y devino nuevo monarca, ante la pasividad de la inmensa mayoríade Ia administración borbónica, que pasó a su servicio.

José Bonaparte inició una experiencia reformista, que pretendía la liquida-ción del Antiguo Régimen y que se concretó, entre otras medidas, en la abo-

lición del régimen señorial, la desamortizacíón de tierras de la Iglesia y la des-

r-inculación de los mayorazgos y tierras de manos muertas. Sin embargo, fue

una reforma que contó con escasos apoyos y una total incomprensión. Parauna gran parte de la población española, el nuevo gobierno era ilegítimo, ex-

tranjero y sustentado en el poder de las armas. Además, todas sus actuacionesestaban subordinadas a las necesidades militares de la conquista y la violentaactuación de las tropas napoleónicas (requisas, detenciones, fusilamientos), pu-

so aI grueso de Ia población en contra del nuevo monarca.

Qrabado que muestra el arresto de 6odoy,arrodillado ante Fernando Vll, en Aranjuez.

Señor mi hermano: V. M, sabrá sin du-da con pena los sucesos de Aranjuez y sus

resultas, y no verá con indiferencia a un

rey que/ forzado a renunciar a la corona,

acude a ponerse en los brazos de un gran

monarca, aliado suyo, subordinándose to-talmente a la disposición del único quepuede darle su felicidad, la de toda su fa-

milia y de sus fieles vasallos, Yo no he re-

nunciado en favor de mi hijo sino por la

fuerza de las circunstancias (...).

Dirijo a V. M. l. una protesta contra los

sucesos de Aranjuez, y contra mi abdica-

ción, Me entrego y enteramente confío

en el corazón y amistad de V. M. (...).

De V. M. 1., su afectuoso hermano y amigo

Carlos, morzo de 1808.

. Explica qué sucesos habían ocurrido en

Aranjuez.

Qrabado satírico que representa a José Bo-naparte sobre un pepino, en referencia a sunombre en italiano (Peppino), y que ironizasobre su supuesta aficíón a la bebida.

6. LA CRTSTS DEL ANTIGU0 RÉGIMEN (1788-1833)

Page 5: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

Ln GuTRRA DE LA lruoEpen¡DENctA (tgoe-t814)

Mientras se producían las abdicaciones de Bayona y la sustituciÓn de la mo-

narquía borbónica por la bonapartista, en España se inició un alzamiento popular

contra la presencia francesa, que fue el origen de una larga y compleja guerra'

2.7. La revuelta popular y [a formación de Juntas

El 2 de mayo de 1808, el resto de la familia real, que aún permanecía en

palacio, se preparaba para partir hacia Bayona, donde se creía que Napoleón te-

nía secuestrado a Fernando VII, según los rumores extendidos entre la pobla-

ción de Madrid, desconocedora del curso exacto de los acontecimientos. IJna

multitud se congregó ante palacio para impedir su partida y se alzó de forma es-

pontánea contra la presencia francesa. La revuelta fue duramente reprimida por

Ias tropas al mando del general Murat, pero su ejemplo cundió en todo el paÍs

y un movimiento de resistencia popular frenó el avance de las tropas imperiales.

En Galicia, AndalucÍa, Aragón, Castilla, Cataluña.'., la población se alzó con-

tra la invasión francesa y surgieron Juntas de armamento y defensa, ante el

vacío de poder creado por las abdicaciones de Bayona. Las Juntas fueron pri-

mero locales y estaban formadas, sobre todo, por pelsonalidades partidarias de

Fernando VII (clérigos, militares, nobles...), que pretendían canalízar la agita-

ción popular. Poco después, las necesidades de coordinación comportaron la

creación de Juntas provinciales, que asumieron la soberanía en ausencia del

rey, declararon la guerra a Napoieón y buscaron el apoyo de Gran Bretaña.

En septiembre de 1808 las Juntas enviaron representantes a Aranjuez, apto-

vechando la retirada momentánea de los franceses de Madrid tras la derrota de

Bailén, para formar una Junta Suprema Central que coordinase la lucha y di-

rigiese el país. Era una forma de gobierno radicalmente nueva, que culminabala ruptura con las instituciones de la monarquía. Floridablanca y Jovellanos

eran los miembros más ilustres de la Junta, que reconoció a Fernando VIIcomo el rey legítimo de España y asumió la autoridad hasta su retorno. Ante el

avance francés, la Junta huyó a Sevilla y de allí a Cádiz (1810), la única ciudadque, ayudada por los británicos, resistía el asedio francés.

2.2. La resistencia: sitios y guerrillas

El inicial carácter desorganizado de la resistencia parecía confirmar las pre-

visiones de Napoleón de que la invasión sería rápida y fácil. Sin embargo, laresistencia de ciudades como Girona, Zaragoza o Tarragona, sometidas a los

sitios de las tropas ftancesas, soportando bombardeos y hambre durante me-

ses, inmovilizó parte del ejército francés e impidió el avance hacia el Levante.Además, la derrota de los invasores en eI Bruc fiunio) y, sobre todo, en Bailénfulio) tuvieron un impacto inmediato: se impidió la conquista de Andalucía,forzaron a José I a abandonar Madrid y una g:ran parte de los soldados impe-

riales se replegaron aI norte del Ebro. Napoleón se desplazó a España en no-

viembre para dirigir la contraofensiva con un ejército de 250000 hombres. En

cuatro semallas su avance se hizo imparable. En enero de 1809, José I entrabade nuevo en Madrid y durante 1809 el dominio francés se extendió por todo eI

territorio español.

En otoño de 1808, el ejército tradicional español era incapaz de oponerse al

avance de las fuerzas francesas. Por ello, Ia resistencia a la invasión se realizómediante una forma espontánea, popular y más eficaz de lucha armada: lasguerrillas, pequeños grupos locales (partidas) de entre 30 y 50 miembros, que

Levantam¡ento del pueblo de lladrid contralos franceses ante el Palacio Real el 2 demayo de 1808. Qrabado del siglo XlX.

Estas casas sólo pueden tomarse a cos-

ta de grandes sacrificios. Es necesario mi-

narlas y hacerlas volar una tras otra, echar

abajo los muros divisorios y avanzar entre

los cascotes. Un día se toman cinco o seis

casas, otro un convento y otro una igle-

sia. Ha sido preciso formar calles interiores

en medio de las ruinas para trasladar la

artillería y las municiones. Finalmente, se

han colocado baterías en las calles y sobre

las ruinas de los edificios. Ésta es una nue-

va forma de tomar ciudades fortificadas.

Los ingenieros se han visto obligados a in-

ventar nuevos métodos de ataque. (...)

Los españoles se defienden briosamente

en sus casas.

D. or FÉnussac: Diario histórico del sitio de

Zaragoza,1808.

Carícatura española que muestra la desespe-ración de Napoleón en 1808 ante el ¿esastrede su ejérc¡to en España.

6. LA CRrSrS DEL ANTTGUo RÉGTMEN (1788-1833)

Page 6: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

llegaron a encuadrar a unos 55000 hombres.Sus miembros eran labradores, artesanos, estu-diantes, abogados, etc., aunque sus dirigentessolían pertenecer a las élites cultas: militares yclérigos. Las guerrillas hostigaban al ejércitopor sorpresa: destruían sus instalaciones, inter-¡-erían sus moümientos y asaltaban los convo-

¡es de avituallamiento, sometiendo a los fran-ceses a una presión y desgaste permanentes.

En 1812, el curso de la guerra quedó afecta-Co por la campaña que Napoleón inició en Ru-sia y que le obligó a retírar miles de efectivosde la Península. Ante ello, las tropas españolas,apoyadas por la guerrilla y por el ejército britá-rico al mando del general Wellington, consi-guieron la victoria de Arapiles (Salamanca, ju-Lio de 1812), que marcó un punto de inflexiónen el desarrollo militar de la guerra. José Iabandonó definitivamente Madrid, que fue to-mada por Wellington el 12 de agosto. Incapazde mantener los dos frentes, Napoleón decidiópactar el fin del conflicto con los españoles, y¡ermitir el retorno de Fernando VII (Tratadode Valengay). Hacia finales de 1813, sus tro-pas empezaron a abandonar la Península.

2.3. Actitudes sociales, potíticas e ideológicas

La invasión francesa obligó a las diferentes corrientes ideológicas a tomar par-rido frente a la presencia francesa y a la nueva monarquía napoleónica. Una mino-r'ía de españoles, a los que se conoce como afrancesados, y entre los que se halla-ban intelectuales, altos funcionarios y una parte de la nobleza, colaboraron con lamonarquía de José I. Procedentes en su mayoría del despotismo ilustrado, se sen-

¡Ían vinculados con su programa reformista y apostaban por un poder fuerte paramodernizar España, sin riesgo de excesos revolucionarios. AI final de Ia guerra,muchos tuvieron que exiliarse ante la persecución iniciada por Fernando ML

El grueso de la población española formó lo que se conoce como eI frentepatriótico, es decir, los que se opusieron a la invasión. Ahora bien, este bandoagrupaba posiciones muy diferentes. La mayor parte del clero y la nobleza de-

-ceaban la vuelta aI absolutismo bajo la monarquía de Fernando VII, defendíanla tradición y la religión católica y techazaban todo cambio social. Por su parte,algunos ilustrados creían que con Ia vuelta de Fernando VII se podría empren-der un programa de reformas y Ia modernización del país dentro de los caucesdel Antiguo Régimen. Finalmente, Ios liberales fburgueses, profesionales...) ve-ían en la guerra la oportunidad de realizar un cambio en el sistema político.Era la ocasión para implantar en España un sistema político liberal, basado enuna constitución como norma suprema, en la soberanía nacional, la división depoderes, las instituciones representativas y la abolición de los privilegios esta-mentales y g:remiales a fin de impulsar el desarrollo del capitalismo.

Ahora bien, al margen de posiciones ideológicas, gran parte de Ia poblaciónafrontó la guerra como un movimiento de defensa y resistencia contra el inva-sor y, aunque la mayoría defendía el retorno de Fernando VII y las prerrogati-ras de la Iglesia catóIíca, con su actitud de rebeldía adoptó posiciones clara-mente revolucionarias, al asumir el derecho a decidir sobre su propio destino.

. ldentifica los lugares de las principales batallas, los sitios más importantes y la

evolución de los ejércitos.

Dime, hijo: ¿qué eres tú? Soy español,por la gracia de Dios (...).

-¿Qué obligaciones tiene un español?Ser cristiano y defender la patria y el rey.

-¿Quién es el rey? Fernando Vll.

-¿Quién es Napoleón? Un malvado,un ambicioso, principio de todos los ma-

les (...).

*¿Es pecado asesinar a un francés? No,padre: es una obra meritoria librar a la pa-

tria de esos violentos opresores. (...)

Catecismo español, 7808.

Muchos de los españoles más ilustres yhonestos se habían puesto del lado de Jo-sé Bonaparte. 5e había preparado el mar-

co de una Constitución que (...) conteníala declaración explícita del derecho de la

nación a ser gobernada con su propioconsentimiento y no por la voluntad ab-

soluta del rey. La lnquisición (...) iba a ser

abolida, y lo mismo sucedía con las órde-nes religiosas (...).

l. M. Brnnco Wulra, 1B08.

o Analiza las posición frente a la invasiónque reflejan los textos.

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (1808.1814)

ui\ Brai

L oportqie'q{¡*{o

Bailén

= ,7 \ ü?91:" ,- / \ r¡,¡"¡^^ /i1808 ,// \ LOTOOOa. /t tvvv -/

.L!\Sevilla;-<r----l\---/t sevilrais-_--z \ _-----I --------.'t-,^u, y' .z/ ttranaoaLJ 'J z/vranaaa

o ,r,n-!?15.t -' '''>:---'t"-" lJl

'r-_Ocibraltar ll a I

i '' \, .-.-J ''

X principales batallas úru li¡s¿5 ds resistencia

----) ejército francés ----+ ofensiva anglo-española

O plazas sitiadas f_l dominio francés en 1812

de

O r.c.L

rl últim¿ zona bajo| | dominio francés

$

6. LA CRTSTS DEL ANTTGUo RÉGTMEN (1788-1833)

Page 7: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

Lns Conrrs oe CÁOtzY u CorusTlTuclÓrrl or l.g12

La obra de los diputados reunidos en Cádiz, en pleno conflicto bélico, signifi-

có la liquidación jurídica y política del Antiguo Régimen y la definición del primer

sistema liberal español, el más avanzado de Europa en aquellos momentos y

ejemplo para otras muchas constituciones europeas y americanas'

3.1. La convocatoria de Cortes

La Junta suprema central se había mostrado incapaz de dirigir Ia guerra y

decidió disolverse en enero de 1810, no sin antes iniciar un proceso de convoca-

toria de Cortes para que los representantes de la nación decidieran sobre su or-

gantzación y su destino. Mientras se reunían las Cortes se mantenía una regen-

cia formada por cinco miembros y asimismo, se organizó una "consulta aI país",

a través de las Juntas provinciales o de los ayuntamientos, sobre las reformas a

realízar por las Cortes. A pesar de las dificultades para r'ecoge1' las respuestas y

de 1a heterogeneidad de los consultados, predominaba Ia idea de que la desastro-

sa acción de los gobiernos de carlos IV había provocado la ruina de España, por

lo que se pedían garantías contra eI poder absoluto del monarca'

EI proceso de elección de diputados a cortes y su reunión en cádiz fueron

difíciles dado el estado d.e guerra, y en muchos casos se optó por elegir sustitu-

tos entre las personas presentes en Cádiz. El ambiente liberal de la ciudad in-

fluyó en que gran parte de los elegidos tuvieran simpatías por estas ideas. Las

Cortes se abrieron en septiembre de 1810 y el sector liberai consiguió su pri-

mer triunfo al forzar la formación de una cámara única, frente a la tradicio-

nal representación estamental. Asimismo, en su primera sesión aprobaron el

principio de soberanía nacional, es decir, el reconocimiento de que el poder

reside en el conjunto de los ciudadanos, representados en las Cortes.

3.2. La Constitución de 1812

Una comisión de las Cortes preparó eI proyecto de Constitución desde marzo

de 1811. Empezó a debatirse en agosto y se promulgó el 19 de marzo de 1812,

día de san José, por lo que se la conoció popularmente como "la Pepa". Era un

texto largo, de 384 artículos, y su tramitación se üo afectada por las vicisitu-

des bélicas y por las diferencias entre absolutistas y liberales.

ffie "- "r?'-¿4,.t. 7€é

""&t,&..-¿- 7,,,

w".,,l!::{ : ,,t,

5alvador VrnrrqnA: La promulgación de la Constitución de 1812, P¡ntado en 7972.

VocRrtltRBro

f![$[|[ Gobierno de un Estodo duronte

lo minorío de edod, lo ousencio o incopo-

cidod de su legítimo rey.

[t]!![$[!$[! Unidodes ormodos ol

morgen del eiército regulor, orgonizodos

por ciudodes bojo lo outoridod de los oyun-

tomientos. Fueron creodos por los Cortes de

Códiz poro defender el liberolismo, y sus

mqndos eron elegidos por los tropos.

COMPOSICIÓN DE LAs CORTES

Profesiones no diP.

Eclesiásticos

Abogados

Militares

Marinos 9

Catedráticos de universidad 1 5

Nobles 14

Comerciantes

Médicos I

Arquitectos 1

Bachilleres I

Escritores 2

Funcionarios 49

Sin profesión determinada 20

. Analiza los datos y extrae conclusiones

sobre qué grupos sociales estaban más

representados en las Cortes de Cádiz.

En el sistema electoral indirecto esta-

blecido por la Constitución, unas juntas

parroquiales elegían a las juntas de parti-

do, que designaban a los electores que

habían de reunirse en la capital de pro-

vincia para nombrar a los diputados (1

por cada 70000 habitantes). El sufragio,

aunque universal, estaba limitado: eran

electores sólo los varones mayores de 25

años y para ser elegido debían poseerse

rentas anuales procedentes de ingresos

propios.

90

56

30

F**,l

,# .-ra;'la

6. LA CRIsIs DEL ANTIGUo RÉGIMEN (1788-1833)

Page 8: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

La Constitución contiene una declaración de derechos del ciudadano: laSertad de pensamiento y opinión, la igualdad de los españoles ante Ia ley, elierecho de petición, la libertad civil, el derecho de propiedad y eI reconocimien-:o de todos los derechos legítimos de los individuos que componen la nación es-

;,aiola. La nación se definía como el conjunto de todos los ciudadanos de am-

:,os hemisferios: los territorios peninsulares y las colonias americanas.

La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada* la división de poderes y no en eI derecho divino. EI poder legislativo, lasI'ortes unicamerales, representaban la voluntad nacional y poseían amplios po-jeres: elaboración de leyes, aprobación de los presupuestos y de los tratadosrternacionales, mando sobre el ejército, etc. EI mandato de los diputados du-

raba dos años y eran inviolables en eI ejercicio de sus funciones. EI sufragio:ra universal masculino e indirecto. El monarca erala cabeza del poder ejecu-uir-o, por lo que poseía la dirección del gobierno e intervenía en la elaboraciónie las leyes a través de la iniciativa y la sanción, poseyendo veto suspensivo du-

:a¡te dos años. Las decisiones del monarca debían ser refrendadas por los mi-:istros, quienes estaban sometidos a responsabilidad penal. La administraciónie justicia era competencia exclusiva de los tribunales y se establecían los

;rincipios básicos de un Estado de derecho: códigos únicos en materia ciüI,:riminal y comercial, inamovilidad de los jueces, garantías de los procesos, etc.

Otros artículos de la Constitución planteaban la reforma de los impuestos y-e Hacienda, Ia creación de un ejército nacional, el servicio militar obligatorio y-a implantación de una enseñanzaprimatía, pública y obligatoria. Asimismo, el:erritorio se dividía en provincias, para cuyo gobierno interior se creaban lasiputaciones proünciales, se establecía Ia formación de a¡rrntamientos con car-gos electivos para el gobierno de los pueblos y se creaba la Milicia Nacional, a

rivel local y provincial. El texto constitucional plasmaba también el compromi-so existente entre los sectores de la burguesía liberal y los absolutistas, al afir-:nar la confesionalidad católica del Estado.

3.3. La acción legistativa de tas Cortes

Además del texto constitucional, las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de

leyes y decretos destinados a elirninar el Antiguo Régimen y a ordenar el

Estado como un régimen liberal. Así, procedieron a la supresión de los señoríos

'urisdiccionales, distinguiéndolos de los territoriales, que pasaron a ser propie-dad privada de los señores. Ello apuntaba hacia un tipo de reforma agraria que

Squidaba eI régimen señorial pero que transformaba a los antiguos señores, yso a los campesinos, en propietarios de las tierras. También se decretó la elimi-nación de los mayorazgos y la desamortización de las tierras comunales, con el

objetivo de recaudar capitales para amortizar deuda pública.

Se votó la abolición de la Inquisición, con una fuerte oposición de los absolu-

ristas y del clero, y la libertad de imprenta, que sin embargo, en Io referente ala religión continuaba bajo el control de la Iglesia y condicionada por unas jun-

tas de censura. Finalmente, cabe señalar la libertad de trabajo, Ia anulación de

los gremios y la unificación del mercado. Este primer liberalismo marcó las lí-neas básicas de lo que debía ser la modernización de España.

Los legisladores de Cádiz aprovecharon la situación revolucionaria creadapor la g'uerra para elaborar un marco legislativo mucho más avanzado de loque hubiera sido posible en una situación de normalidad. Sin embargo, la obrade Cádiz no tuvo una gran incidencia práctica. La situación de guerra impidióIa efectiva aplicación de lo legislado y, al final de Ia guerra, la r,'uelta de Fer-nando \{II frustró la experiencia liberal y condujo al retorno del absolutismo.

Carta de la barajaconmemorat¡vade la Const¡tuc¡ónde Cádiz de 7872.

1.o Desde ahora quedan incorporados a

la Nación todos los señoríos jurisdic-

cionales de cualquier clase y condi-ción que sean.

2.o Se procederá al nombramiento de to-das las Justicias y demás funciones pú-

blicas (...).

4.o Quedan abolidos los dictados de va-

sallo y vasallaje, y las prestaciones así

reales como personales, que deban su

origen a título jurisdiccional (...).

5.o Los señoríos territoriales y solariegos

quedan desde ahora en la clase de los

demás derechos de propiedad par-

ticular (...).

6.o Por lo mismo de contratos, pactos oconvenios que se hayan hecho en ra-

zón de aprovechamiento, arriendosde terrenos, censos/ u otros de esta

especie, celebrados entre los llamados

señores y vasallos se deberán conside-

rar desde ahora como contratos de

particular a particular.

7.o Quedan abolidos los privilegios llama-

dos exclusivos, privativos o prohibiti-vos que tengan el mismo origen de

señoríos, como son los de caza, pes-

ca, hornos, molinos, aprovechamien-

tos de aguas (...).

14.o En adelante nadie podrá llamarse Se-

ñor de vasallos, ejercer jurisdicción,

nombrar jueces, ni usar de los privile-

gios y derechos de este decreto (...).

Dado en Cádiz, 6 de agosto de 1 81 1.

. Explica qué medidas se establecen en

este decreto. Valora su importancia.

6. LA CRTSTS DEL ANTTGUo RÉGTMEN (1788-1833)

Page 9: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

El nElruADo oE FsnNANDo VII lrer lrlss)

El regreso del rey planteó, en marzo de 1814, un problema: integrar al monarcaen el nuevo modelo político definido por la Constitución de 1812. Fernando Vllhabía abandonado el país como un monarca absoluto y debía regresar como un

monarca constitucional.

4.1. La restauración del absotutismo (7874-7820)

Los liberales desconfiaban de la predisposición del monarca para aceptar elnuevo orden constitucional. Por ello dispusieron que viajara directamente a Ma-drid para jurar la Constitución y aceptar el nuevo marco político. Fernando VIItemió enfrentarse a quienes que durante seis años habían resistido al invasor yacató sus condiciones. Pero los absolutistas -nobleza y clero- sabían que la r,rrel-

ta del monarca era su mejor oportunidad para deshacer toda la obra de Cádiz yvolver al Antiguo Régimen. Se organizaron rápidamente para demandar la res-

tauración del absolutismo (Manifiesto de los Persas) y movilizaron al pueblopara que mostrase su adhesión incondicional al monarca. Fernando VII, seguroya de Ia debilidad del sector liberal, traicionó sus promesas y, mediante el RealDecreto de 4 de mayo de 1814, anuló la Constitución y las leyes de Cádiz yanunció la r,'uelta al absolutismo. Inmediatamente fueron detenidos o asesinadoslos principales dirigentes liberales, mientras otros huyeron hacia el exilio.

La monarquía procedió a Ia restauración de todas las antiguas institucionesdel régimen señorial y de la Inquisición. Era una vuelta al Antiguo Régimen,en un contexto internacional determinado por la derrota de Napoleón y el res-tablecimiento del viejo orden en Europa, mediante el Congreso de Viena y crea-ción de la Santa 1'1íanza, que garantizaba la defensa del absolutismo y el dere-cho de intervención en cualquier país para frenar el avance del liberalismo.

Así, partir de 1815, Fernando VII y su gobierno intentaron un objetivo impo-sible: rehacer un país destrozado por la g-uerra, con la ag:ricultura deshecha, elcomercio paralizado, las finanzas en bancarrota y todas las colonias luchandopor su independencia, y todo ello a partir de la restauración del Antiguo Régi-men. Sus gobiernos fracasaron uno tras otro. Por un lado, 1as elevadas pérdi-das humanas (entre 255000 y 375000 muertos) y materiales arruinaron alcampesinado y significaron la paralización del comercio y de la producción ma-nufacturera. Por otro lado, la Hacienda real entró en bancaruota por la falta derecursos económicos, muy especialmente debido a que la grlerra en las coloniasamericanas exigió enormes gastos militares y además impidió la llegada denuevos ingresos (impuestos, metales, productos, etc.).

A estos problemas hay que añadir que los acontecimientos sucedidos entre1808 y 1814 habían cambiado la mentalidad de muchos grupos sociales. El cam-pesinado había dejado de pagar las rentas señoriales y las protestas se suce-dían ante la pretensión de volver a imponer los viejos tributos; la libertad defabricación y de mercado había permitido el desarrollo de empresas y negociosmás allá de la rígida reglamentación gremial y gran parte de la burguesía urba-na reclamaba Ia vuelta al régimen constitucional. Por último, la integración dejefes de la guenilla en el ejército originó un sector liberal, partidario de refor-mas, que protagonizaría en el futuro numerosos pronunciamientos. Los gobier-nos de Fernando VII fueron incapaces de dar respuesta a los problemas, de en-derezar la Hacienda o de hacer frente a los movimientos independentistas enlas colonias. Pronunciamientos militares liberales (Mina, Lacy, Porlier, Vidal...), algaradas en las ciudades y amotinamientos campesinos evidenciaron eldescontento y la quiebra de la monarquía absoluta. La represión fue Ia únicarespuesta de la monarquía a las demandas políticas y sociales.

El rey Fernando Vll,conocido como tlDeseado por el apo-

yo que le habíamostrado la po-blación, gobernósin embargo deforma inef¡cazy despótica.Retrato deFranciscode Qoya de1814.

La monarquía absoluta (...) es una obra

de la razón y de la inteligencia; está subor-

dinada a la ley divina, a la justicia y a las

reglas fundamentales del Estado; fue esta-

blecida por derecho de conquista o por la

sumisión voluntaria de los primeros hom-bres que eligieron a sus Reyes. (...) Ha sido

necesario que el poder soberano fuese ab-

soluto para prescribir a los súbditos todolo que mira al interés común y obligar a la

obediencia a los que se niegan a ella.

El deseo que debemos pedir (...) es que

se proceda a celebrar Cortes con la solem-

nidad y en la forma en que se celebraron

las antiguas (...) que se suspendan los

efectos de la Constitución y decretos dic-

tados en Cádiz, y que las nuevas Cortes

tomen en consideración su nulidad (...).

Manifiesto de los Persas, obril de 1814.

Declaro que mi Real ánimo es no sola-

mente no jurar ni acceder a dicha Consti-

tución ni a Decreto alguno de las Cortes(,..) sino el de declarar aquella Constitu-ción y tales decretos nulos y de ningúnvalor ni efecto, ahora, ni en tiempo algu-

no, como si no hubiesen pasado jamás ta-

les actos y se quitasen de en medio del

tiempo (...).

Y como el que quisiese sostenerlos (...)

atentaría contra las prerrogativas de mi

soberanía (...) declaro reo de lesa majes-

tad a quien osare o intentase, y que comoa tal, se le imponga la pena de vida (...).

Real Decreto de 4 mayo de 1814.

. Explica con qué argumentos se defien-

de el regreso al absolutismo.

6. LA CRTSTS DEL ANTTGUo RÉcrMEN (1788-1333)

Page 10: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

INGRESOS DEL ESTADO ESPANOL*

Años

1785-1790

1791-17g7

I 798-l 807

Millones de reales

783,14

1114,28

1439,06

Caricatura que representa el exterminío de los partidarios del absolutismo Por Parte de los libe-ales, 7820-1823.

. Describe la escena e identifica los personajes que aparecen.

4.2. El"Trienio Liberal (1820-1323)

El 1 de enero de 1820, eI coronel Rafael del Riego, al frente de una compa-

rÍa de soldados acantonados en la localidad de Las Cabezas de San Juan (Sevi-

iia), pendientes de embarcar para combatir en las colonias americanas, se su-

blevó y recorrió Andalucía proclamando Ia Constitución de 7812. La pasividad

'j.el ejército, Ia acción de los liberales en las principales ciudades y la neutrali-rlad de los campesinos obligaron al rey Fernando VII a aceptar la Constitución,

.l 10 de rnarzo.Inmediatamente se formó un nuevo gobielno que proclamó una

amnistía y convocó elecciones a Cortes.

Los resultados electorales dieron Ia mayoría a los diputados liberales, que

'niciaron rápidamente una importante obra legislativa. Restauraron gran par-

:e de las reformas de Cádiz, como la libertad de industria, Ia abolición de los

:r:emios, la supresión de los señoríos jurisdiccionales y de los mayorazgos y la-;enta de tierras de los monasterios. Establecieron la disminución del diezmo y

reformas en eI sistema fiscal, el código penal y eI ejército. Asimismo, impulsa-

ron la liberalización de la industria y el comercio, con la eliminación de las

,rabas a la libre circulación de mercancías, potenciando así el desarrollo de la-rurguesía. Por úItimo, iniciaron la modernización política y administrativa delpaís, de acuerdo con el modelo de Cádiz. Se formaron ayuntamientos y diputa-ciones electivos y se reconstruyó la Milicia Nacional como cuelpo armado de

r oluntarios, formado por las clases medias urbanas, con el fin de gatantizar el

irden y defender las reformas constitucionales.

Todas estas reformas suscitaron rápidamente la oposición de Ia monar-quía. Fernando VII había aceptado el nuevo régimen forzado por las circuns-tancias y desde el primer momento, paralizó cuantas leyes pudo, recurriendo al

derecho de veto que le otorgaba la Constitución, y conspiró contra el gobierno,

buscando recuperar su poder mediante la intervención de las potencias absolu-

tistas en España.

1814-1819 658

1824-1833 751,74

* promedios de ingresos totales

Fuente: J. Forrnrun: la quiebra de la monarquía abso

luta,1971.

Nacido en As-

turias, estudió en

la Universidad de

Oviedo y en 1807

se trasladó a Ma-

drid e ingresó en

el ejército. Entre

1814 y 1820 par-

ticipó en levanta-

mientos liberales contra Fernando Vll.Desempeñó varios cargos durante el Trie-

nio y en 1823 fue detenido y ajusticiado en

Madrid por las fuerzas absolutistas. En su

honor fue compuesto, en 1820, el Himno

de Riego. Prohibido por Fernando Vll, fue

un símbolo para los liberales españoles y,

en 193'1, se convirtió en el himno oficial de

la Segunda República española.

Mientras Yo meditaba maduramente,

con la solicitud propia de mi paternal cora-

zón las variaciones de nuestro régimen

fundamental que parecían más adaptables

al carácter nacional (...) me habéis hecho

entender vuestro anhelo de que se resta-

bleciese aquella Constitución, que entre el

estruendo de las armas hostiles, fue pro-

mulgada en Cádiz el año ,l812.

(...) He ju-

rado esta Constitución por la cual susp¡ra-

bais y seré siempre su más firme apoyo(...). Marchemos francamente, y yo el pri-

mero, por la senda constitucional.

Fennnnoo Vll: Manifiesto Regio,

1 0 de marzo de 1 820.

. Analiza el texto y extrae conclusiones

sobre la actitud de Fernando Vll.

6. LA CRrSrS DEL ANTTGUo RÉGIMEN (1788-1833)

Page 11: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

Sin embargo, Ias nuevas medidas liberales del Trienio provocaron el descon-

tento de los campesinos, ya que se abolían los señoríos jurisdiccionales, pero

no les facilitaban el acceso a la tierra. Los antiguos señores se convirtieron en

los nuevos propietarios, y los campesinos, en aruendatarios que podían ser ex-

pulsados de las tierras si no pagaban, con lo que perdían sus tradicionales dere-

chos. Además, no se produjo una rebaja sustancial de los impuestos y la mone-

taúzación de las rentas y de los diezmos, antes pagados con productos agtarios,

obligaba a los campesinos a conseguir dinero con la venta de sus productos. Enuna economía todavía de autosuficiencia resultaba muy difícil vender a buen

precio los productos y reunir la cantidad de dinero necesario para pagar las

nuevas contribuciones. De este modo, Ios campesinos, más pobres e indefensos

ante la nueva legislación capitalista, se sumaron a la agitación antiliberal.

Por su parte, la nobleza tradicional y Ia lglesia, perjudicadas por la supre-

sión del diezmo y la venta de bienes monacales, impulsaron la revuelta contra

los gobernantes del Trienio. En 1822 se alzaron partidas absolutistas en Ca-

taluña, Navarra, Galicia y el Maestrazgo. Los voluntarios realistas llegaron a

contar con 280000 miembros y consiguieron dominar amplias zonas del terri-torio, estableciendo una regencia absolutista en Seo de Urgel en 1823.

Las tensiones se produjeron también entre los propios liberales, que se divi-

dieron en dos tendencias: los moderados, partidarios de reformas limitadasque no perjudicasen a las élites sociales (nobieza, burguesía propietaria); y los

exaltados, que planteaban la necesidad de reformas radicales, favorables a las

clases medias y populares.

4.3. La Década Ominosa (1823-1833)

Sin embargo, no fueron ni los conflictos ni las divisiones internas lo que

provocó el fin del régimen liberal, sino la acción de la Santa Alianza, que

atendiendo las peticiones de Fernando VII, encalgó a Francia ia intervenciónen España. En abril de 1823, unos 100000 soldados Oos Cien Mil Hijos deSan Luis), al mando del duque de Angulema, irrumpieron en territorio espa-

ñol y repusieron a Fernando VII como monarca absoluto.

Ahora bien, alarmadas por la constante agitación en que vivía España, Ias

potencias restauradoras consideraban necesarias algunas reformas moderadas,proclamar una amnistía para superar la situación de violencia y organizar unaadministración efícaz con el fin de dotar de estabilidad a la monarquía.

Actuación de las partidas realistas duranteel Trienio Liberal. 1rabado del siglo XlX.

. Explica quiénes eran y por qué se alza-

ron estos grupos.

Bien públicos y notorios fueron a todos

mis vasallos los escandalosos sucesos que

precedieron, acompañaron y siguieron el

establecimiento de la Democrática Consti-

tución de Cádiz en el mes de marzo de

1820; la más criminal traición, la más ver-

gonzosa cobardía, el desacato más ho-

rrendo a mi real Persona, y la violencia

más inevitable, fueron los elementos em-

pleados para variar esencialmente el Co-

bierno paternal de mis reinos en un códi-

go democrático, origen fecundo de

desastres y desgracias (...).

La Europa entera, conociendo profun-

damente mi cautiverio, (...) determinó po-

ner fin a un estado de cosas, que era el es-

cándalo universal, que caminaba a

trastornar todos los tronos y todas las insti-

tuciones antiguas, cambiándolas en la irre-

ligión y la inmoralidad (...).

He venido a decretar lo siguiente: son

nulos y de ningún valor todos los actos

del Gobierno llamado constitucional (...).

Real decreto, 1 de octubre de 1 823.

. Compara este texto con el de 1820y ra-

zona por qué los liberales acusaban al

rey de "taimado y traidor".

El gobierno del Trienio Liberal había forzado a Fer-

nando Vll a abandonar l4adrid para trasladarse a

Sevilla y después a Cádiz. La pintura muestra elrecib¡miento del monarca por el duque de Angu-Iema en el Puerto de santa María, tras la derrotade los liberales, el 1 de octubre de 1825.

W 6. LA cRIsIs DEL ANTIGUo RÉcIMEN (1788-1833)

Page 12: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

Fernando VII no se avino a estas peticiones y de nuevo se produjo, como en

-S14, una feroz represión contra los liberales, muchos de los cuales marcha-r¡rn hacia el exilio para escapar de la muerte o de la cárcel. Se depuraron la ad-rinistración y el ejército y, durante toda la década, se persiguió a los partida-l:os de las ideas liberales. EI ajusticiamiento de Mariana Pineda en 1831 por eIielito de bordar una bandera liberal se convirtió en un caso emblemático de larepresión fernandina.

La otra gran preocupación de la monarquía fue, de nuevo, el problema eco-:imico. Las dificultades de la Hacienda, agravadas por la pérdida definitivade las colonias americanas, forzaron a un estricto control del gasto público,r'1o que era imposible aumentar la recaudación sin tocar los privilegios fisca-..',o de la nobleza. A partir de 1825, el rey, acuciado por los problemas económi--,-.. buscó Ia colaboración del sector moderado de la burguesía financiera e-i¡strial de Madrid y Barcelona: concedió un arancel proteccionista para las

::arufacturas catalanas y llamó a López Ballesteros, cercano a los intereses in-irstriales, al ministerio de Hacienda.

Esta actitud incrementó la desconfiarlza de los realistas y de los sectores ul-::amontanos de la corte, ya muy descontentos con el monarca porque no había::siablecido la Inquisición y no actuaba de forma más contundente contra los

-i:erales. En Cataluña, en 7827, se levantaron partidas realistas Q,os Malcon-'.rÍs) que reclamaban mayor poder para los ultraconservadores y defendían el::iorno a las costumbres y fueros tradicionales. En la corte, dicho sector, que:.zaba de importante poder en los círculos nobiliarios y eclesiásticos, se agru-: : alrededor de Carlos María Isidro, hermano del rey y su previsible sucesor,i:do que Fernando VII no tenía descendencia.

4,4. El" conflicto dinástico

En 1830, el nacimiento de una hija del rey, Isabel, parecía garantizar la con-::.uidad borbónica. Pero este hecho dio lugar a un grave conflicto en la suce-s-jn al trono. La Ley Sálica, de origen francés e implantada por Felipe V en;spaña, impedía el acceso al trono a las mujeres, pero Fernando VII, influido:,-r'su mujer María Cristina, derogó la ley mediante la Pragmática Sanción,,-;e abrió el camino al trono a su hija y heredera.

El sector más ultraconservador de los absolutistas, los llamados carlistas, se

:-.garon a aceptar la nueva situación. En 1832, presionaron fuertemente al mo-:alca, gravemente enfermo, para que repusiera la Ley Sálica, que beneficiaba: - mo candidato al trono al hermano del rey, el príncipe Carlos María Isidro.

Estos enfrentamientos no constituían sólo una disputa acerca de si el legíti-:.) monarca eran el tío o la sobrina, sino que se trataba de la lucha por impo-::r un modelo u otro de sociedad. Alrededor de don Carlos se agrupaban las.;erzas más partidarias del Antiguo Régimen y opuestas a cualquier forma de

--ieralismo. Por contra, María Cristina comprendió que si quería salvar el tro-:rr para su hija, debía buscar apoyos en los sectores más cercanos al liberalis-:'r. Nombrada regente durante la enfermedad del rey, formó un nuevo gobier-: r de carácter reformista, decretó una amnistía que supuso Ia vuelta de

-,r0000 exiliados liberales y se preparó para enfrentarse a los carlistas.

En 1833, Fernando VII murió, reafirmando en su testamento a su hija, de:res años de edad, como heredera del trono, y nombrando gobernadora a la rei-:a }faría Cristina hasta la mayoría de Isabel. EI mismo día, don Carlos se pro---amó rey, iniciándose un levantamiento absolutista en el norte de España y,

:,oco después, en Cataluña. Comenzaba así la primera guerra carlista.

Fus¡lamiento de Torrijos, de Anton¡o Qisbert.José lYaría de Torrijos fue un militar liberalopuesto a Fernando Vll, lo que le llevó a serfus¡lado junto a otros compañeros en 7837.

EL CO'UIERCIO CON AMERICA*

1792

lmportaciones 802,6

lmportación

de mercancías 381,3

Importación

de tributos 421 ,3

Exportaciones 429,7

1827

98,9

83,8

41,8

* comercio de España con América en millones dereales

Fuente: i. Forurn¡¡¡: La quiebra de la monarquía abso-

luta,1971.

Desde tiempo inmemorialen España es conocida

la justa ley de partida,

(...) en la falta de Varón,

entre la hembra en posesión

de la vasta monarquía.

(...) A una ley tan meditada,

por tantos siglos seguida,

del vasallo apetecida,

de los reyes respectada:

la Nación afortunadadebe su mayor belleza,

su respeto, su grandeza,

su auge, su ilustración,

su grado de perfección,

su valor y su riqueza.

Anónimo,

. Explica qué posición defiende el texto.Relaciónalo con la situación entre

,l830

y 1 833.

6. LA CRTSTS DEL ANTTGUo RÉGTMEN (1788-1833)

Page 13: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

\u

JqJ

t-z3-SUJD¿tu

D"r¿" su fundación, la lnquisición tenía por objeto la persecu-

ción de toda disidencia ideológica con respecto al catolicismo ofi-

cial. La monarquía había utilizado la institución como una forma

de control de sus súbditos. Por ello, su ejercicio represivo, asocia-

do a la tortura y a la arbitrariedad, se extendió a todas las creen-

cias religiosas, a las prácticas socioculturales y científicas que se

diferenciaban de Ia ortodoxia católica, y a la tentación de leer, co-

rrelativa de la peligrosa tentación de pensar. En el siglo XVlll, co-

mo producto de las ideas ilustradas, su actividad había sido me-

nor, pero la Revolución francesa volvió a activar la institución a fin

de perseguir las ideas revolucionarias.

No es de extrañar que, en 1808, la monarquía de José Bonaparte

decretase la abolición de la lnquisición como un signo del deseo

del monarca de eliminar los aspectos más retrógrados de la socie-

dad española. lgualmente, las Cortes de Cádiz, fieles al espíritu li-

beral, propusieron su supresión, aunque de forma tímida y limita-

da, en el contexto de las leyes de libertad de imprenta (10 de

noviembre de 1810), lo que ponía de relieve lafuerza y la resis-

tencia de los sectores eclesiásticos y conservadores. Finalmente,

tras largos debates, la lnquisición fue considerada incompatible

con la Constitución y el decreto de22 de febrero de 18'13 liquidó

la institución, pero transfirió sus atribuciones a los tribunales pro-

tectores de la fe. Fue más una reforma que una supresión,

Restablecida en 1814 en plena euforia antiliberal, fue de nuevo

abolida en 1820 durante el Trienio Liberal. Con la restauración

absolutista de 1823 volvieron sus actividades, pero tras la negati-

va papal a reimplantar la institución, sus acciones fueron acome-

tidas por unas activas Juntas de Fe (1824), cuya última víctima

mortal fue el maestro valenciano, afrancesado, Cayetano Ripoll,

condenado en 1826 a "... pena de horca y a ser quemado como

hereje pertinaz..." por practicar el deísmo. Fue en la regencia de

María Cristina y en el contexto del enfrentamiento con los carlis-

tas, cuando se publicaron los edictos que, de forma definitiva, su-

primieron la lnquisición (1834) y las Juntas de Fe (1835).

EEm Pr¡s¡onero torturado por la lnquisición. Qmba

do del siglo XVl. Las Práct¡cas de tortura fueron siempre corrientes en los interrogator¡os de la lnquisición.

Artículo 98 de la Constitución de Bayona. La

justicia se administrará en nombre del Rey porjuzgados y tribunales que él mismo establecerá.

Por tanto, los tribunales que tienen atribuciones

especiales, y todas las justicias de abadengo, ór-

denes y señorío, quedan abolidas.

Decreto de 4 de diciembre de 1808, de Napo-

león Bonaparte, por el que (...) el tribunal de la

Inquisición queda suprimido como atentatorio a

la Soberanía y a la Autoridad Civil (...). Los bienes

pertenecientes a la lnquisición se secuestrarán y

reunirán a la Corona de España para servir de ga-

ranlía a los vales y cualesquiera otros efectos de la

deuda de la Monarquía (...).

Decreto de 22 de febrero de 1813. Abolición de

la lnquisición y establecimiento de los tribunales

protectores de la fe.

Decreto de 9 de marzo de 1820. Suprime el tri-

bunal en toda la monarquía.

Edicto de 15 de julio de 1834. Abolición definiti-

va de la lnquisición.

EEEII Fr¿ncisco or 6ovn: Auto defe de la lnquisición, 1815-1819.

6. LA CRrsrs DEL ANTTGUO RÉGTMEN (1788-1833)

Page 14: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

I. Todos los cuerpos y personas particulares, de cualquiera condición

y estado que sean, tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus

ideas políticas, sin necesidad de licencia, revisión o aprobación algu-

na anterior a la publicación, bajo restricciones y responsabilidades

que se expresarán en el presente decreto. (...)

Vl. Todos los escritos sobre materia de religión quedan sujetos a laprevia censura de los ordinarios eclesiásticos, según lo establecido en

el Concilio de Trento (...).

Decreto de 10 de noviembre de 1810 de libertad de imprento.

Capítulo I

l. La Religión Católica Romana será protegida por leyes conformes a

la Constitución.

ll. El tribunal de Ia lnquisición es incompatible con la Constitución.

lll. (quedan) expeditas las facultades de los obispos y sus vicarios pa-

ra conocer en las causas de fe (.. .).

lV. Todo español tiene acción para acusar del delito de herejía ante

el tribunal eclesiástico (...).

Capítulo ll

ll. El R. obispo o su vicario, previa la censura correspondiente de que

habla la ley de la libertad de imprenta, dará o negará la licencia de

imprimir los escritos de religión, y prohibirá los que sean contrarios a

ella, oyendo antes a los interesados (...).

lV. Los jueces eclesiásticos remitirán a la secretaría respectiva de go-

bernación la lista de los escritos que hubieren prohibido (...).

V. El rey, después del dictamen del Consejo de Estado, extenderá la

lista de los escritos denunciados que deban prohibirse, y con la

aprobación de las Cortes la mandará publicar (...).

Decreto de 22 de febrero de 181 3. Abolición de la lnquisición y

estoblecimiento de los tribunales protectores de la Fe.

El pueblo español ha jurado solemnemente su Constitución a la

faz de toda la Tierra para no ser en adelante el juguete y oprobio de

las naciones; está pronto y dispuesto a defender y sellar con su san-

gre esta Carta sagrada de sus derechos y libertad política. En ella se

establece como ley fundamental que la religión católica, apostólica,

romana, que es exclusivamente la verdadera, es la religión del Estado

y la que la nación protege por leyes sabias y iustas (. ..).

Pero el pueblo español no ha jurado sostener la lnquisición; antes,

al contrario, en el mismo acto de jurar la Constitución ha jurado vir-

tualmente la abolición perpetua de este odioso y sanguinario Tribunal

como incompatible con la Constitución, como diametralmente

opuesto a sus derechos y libertad civil. Mas yo diie también que la ln-

quisición es no solamente perjudicial a la prosperidad del Estado, sino

contraria al espíritu del Evangelio que intenta defender (...).

Fragmento de la defenso de José Antonio Ruiz Padrón, delatado al Sonto

Oficio el 10 de noviembre de 1814 por froy José Bernín, religioso dominico,

lnmarcesible gloria adquirieron por haber derribado

a éste (al Santo Oficio) las Cortes extraordinarias con-

gregadas en Cádiz. Paso previo era su abolición a toda

reforma fundamental en España; resultando sino infruc-

tuosos cuantos esfuerzos se hiciesen para difundir las lu-

ces y adelantar en la civilización moderna. No consistía

el principal daño de la lnquisición en sus calabozos y en

sus hogueras: obraba así tiempos atrás cuando también

se quemaba y perseguía en Alemania, en lnglaterra, en

Francia, y lo mismo entre católicos que entre protestan-

tes. Consistía sí en ser una magistratura clerical, unifor-

me, sola omnipotente, armada de la excomunión y los

tormentos; cuyas inalterables máximas pugnaban por

cerrar la puerta al saber, y a cortar los vuelos al entendi-

miento en todas las épocas (...).

Conde or Ton¡uo: Historia del levantamiento, Cuena y

Revolución de España, tomoV,1837.

EE Liberación de presos de la tnqu¡s¡c¡ón en 7820

'l . Observa los oocs. 1 y 3 y explica los métodos y los

objetivos de la lnquisición en España.

2. Lee el Doc. 4. ¿Establece la plena tibertad de imprenta

el decreto de I 81 0? Razona la respuesta.

3. A partir de los oocs. 2 y 6, explica el proceso jurídico

que, entre 1808 y '1834, inició el desmantelamiento de

la lnquisición.

4. En 'l 813, ¿hubo una reforma o una abolición de la ln-quisición?

5. Con los oocs. 5 y 8, analiza las razones que esgrimen

los liberales para poner fin al Santo Oficio.

6" LA CRTSIS DEL ANrrGUo RÉGIMEN (1788-1333)

Page 15: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

Ln rruoEpENDENcrA DE m Av¡ÉRtcA HtspANA

La crisis de la monarquía borbónica, la desastrosa política colonial y la difu-sión de las ideas revolucionarias liberales fueron los acicates del proceso de in-

dependencia en las colonias americanas. Se inició en 1808, en el marco de laGuerra de lndependencia española y culminó en la década de 1820 con la totalindependencia de la América hispana, a excepción de Cuba y Puefto Rico.

5.1. La América española a finales del siglo XVIII

A lo largo del siglo XVIII, la decidida preocupación de los Borbones por los

territorios de ultramar habÍa dado lugar a una etapa de prosperidad basada

en la reactivación del comercio y en la puesta en marcha y explotación de nu-

merosas plantaciones (café, azucar, tabaco, etc.), trabajadas por mano de obraesclava. El crecimiento económico propició el desarrollo de un poderoso grupoburgués criollo, de raza blanca pero nacido en América.

Fue entre esta burguesía criolla, próspera y educada, conocedora del pensa-

miento ilustrado, donde las ideas de emancipación de la metrópoli tomaroncuerpo y se fraguaron los programas y Ios proyectos de independencia. Es-

tos anhelos estaban provocados por e1 trato discriminatorio dado a los criollosen los cargos coloniales, por el sometimiento a fuertes impuestos y por eI con-

trol que España ejercía sobre la economía, y esencialmente el comercio. Ade-

más, el ejemplo de Ia independencia de Estados {Jnidos (7776) fue crucial paramostrar que era posible enfrentarse a Ia metrópoli y conseguir Ia victoria.Gran Bretaña, deseosa de controlar el mercado americano, se encargó de res-

paldar los movimientos secesionistas, convencida de que, una vez independien-tes, podría dominar fácilmente el mercado de las nuevas naciones.

5.2. E[ proceso de independencia

A partir de 1808, en plena Guerra de la Independencia, los criollos optaronpor no aceptar la autoridad de José Bonaparte y crearon Juntas que, a imita-ción de las españolas, asumieron eI poder en sus territorios. Sin embargo, aun-que teóricamente se mantenían fieles a Fernando VII, no reconocieron la auto-ridad de la Junta Suprema Central y, de hecho, hacia 1810 muchas de ellas se

declararon autónomas respecto a la metrópoli. Los focos más declaradamentesecesionistas fueron: el ürreinato del Río de la Plata, donde José de SanMartín proclamó, en 1810, la independencia de Ia República Argentina en laciudad de Buenos Aires; el virreinato de Nueva Granada y Venezuela, a

cuyo frente se situó el otro gran líder de la independencia americana, SimónBolívar; y México, cuyo levantamiento dirigieron Miguel Hidalgo y JoséMaría Morelos.

Las Cortes de Cádiz consideraron las colonias como territorio español y re-

conocieron los derechos de los criollos, pero fueron incapaces de intervenirfrente al movimiento independentista, dado que apenas podían controlar eI te-rritorio hispano. En 1814, finalizada Ia guerra hispanofrancesa, el gobierno de

Fernando VII, en vez de buscar eI acuerdo con los americanos, respondió conel envío de un ejército de 10000 hombres que pacificó Nueva Granada y Méxi-co, aunque se mostró impotente en el virreinato del Río de la Plata: Paraguay(1811) y Argentina (1816) se consolidaron ya como naciones independientes.

En los años siguientes, la total intransigencia de la monarquía respecto a Iaautonomía de las colonias, a pesar de carecer de dinero y de tropas para impo-ner su autoridad, estimuló al crecimiento del movimiento libertador.

El lazo que la unía a España (a Améri-

ca) está cortado (...). Más grande es eodio que nos inspira la Península que e

mar que nos separa de ella (...). El hábitc

de la obediencia, un comercio de intere-

ses, de luces, de religión; una tierna solic -

tud por la cuna y por la gloria de nuestros

padres; en fin, todo lo que formaba nues-

tra esperanza nos venía de España. (...

Actualmente sucede todo lo contrario.Todo lo sufrimos de esa desnaturalizadamadrastra. (...)

No somos indios ni europeos, sircuna especie media entre los legítimospropietarios del país y los usurpadoresespañoles: en suma, siendo nosotrosamericanos por nacimiento y nuestros

derechos los de Europa, tenemos que

disputar éstos

a los del país ymantenernosen él contra la

invasión de los

invasores.

S. BorÍvnn:

Carta de

lamaica, 1 Bl 5.

Criollo americanodel siglo XVlll.

6. LA CRrSrS DEL ANTTGUo RÉGTMEN (1788-1833)

eW %,

Page 16: La crisis del antiguo régimen (1788 1833)

La Representación Soberana de la Pro-

vincia del Alto Perú, profundamente cons-

ciente de la grandeza y del inmenso peso

de su responsabilidad (...) declara solemne-

mente en nombre y con absoluto poder de

sus dignos representantes: que ha llegado

el fausto día en el que los deseos inaltera-

bles y ardientes del Alto Perú, de emanci-

parse del poder injusto, opresor y misera-

ble del rey Fernando Vll, deseo mil veces

corroborado con la sangre de sus hijos (...)se erige en Estado soberano e indepen-

diente de cualquier otra nación, tanto del

viejo como del nuevo mundo (...) y afir-

mamos que nuestra voluntad irrevocable

es gobernarnos a nosostros mismos, ser re-

gidos por una Constitución (...) contandocon el sostén inalterable de la santa reli-

gión Católica y de los sacrosantos derechos

del honor, la libertad, la vida, la igualdad,

la propiedad y la seguridad. (...)

Declaractón de independencía de Bolivia,l 825.

. Explica los principios de la independen-

cia y los objetivos de la nueva república.

=:ena de La Pampa (Argentina) en el siglo XlX.

San Martín atravesó los Andes, derrotó a los españoles en Chacabuco (1817)

,i propició la independencia de Chile (1818). Bolívar, desde el norte, derrotó al.'ército español en Boyacá (1819) y Carabobo (1821) y puso las bases para la::rmación de la Gran Colombia, que dio origen posteriormente a las repúblicasie Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. En México, el movimiento in-:ependentista liderado por Agustín de Iturbide logró atraerse a la Iglesia y a-r-. clases poderosas y en 1821 se independizó de la metrópoli. Tras la derrota:e Ayacucho (1824) y las independencias de Perú y Bolivia (en honor a Bolí--;ir) se acabó la presencia española en Ia América continental. Sólo las Antillas,luba y Puerto Rico) y las Filipinas permanecieron como posesiones españolas.

5,3. Los problemas de las nuevas nacionesamericanas

La emancipación de las colonias y Ia creación de repú-

:-'cas independientes no solucionaron todos los problemas

:i'stentes en la América hispana:

- En primer lugar, el sueño de los libertadores, especial-

mente de Bolívar, de conseguir una América unida, po-

derosa y solidaria se mostró imposible. Los intereses de

los caudillos locales, de las burguesías comerciales y de

los grandes terratenientes, que querían dominar y ex-

plotar cada uno de sus territorios, condujeron a innu-merables guerras y al fraccionamiento del territorio en

multiples repúblicas. En ese contexto, eI poder de los

caudillos militares, el peso del ejército en la vida políti-ca y el constante recurso a las armas se enquistaron en

la sociedad hispanoamericana.

- En segundo lugar, los criollos que habían dirigido el

movimiento de independencia abandonaron a su suerte

a Ia gran mayoría de Ia población india, negra o po-

bre, lo cual daría lugar a profundas convulsiones socia-

les en los años venideros.

Por ultimo, la independencia política no supuso la inde-pendencia económica para el subcontinente. El dominio español fue sustituido por la constante intromisiónde Gran Bretaña y Estados Unidos, que fueron 1os

primeros en reconocer a las nuevas naciones.

LAS NUEVAS NACIONES AA'IERICANAS

lr " \ ."o"* \\ .

' '.,¡41i" 'l'; iü

'' *r*.ooMrNrcANA

t -r-: . ,1844 .PUERTO R|CO

\ fll " 18s8pROVtNC'AS ai -a

Mar de-las Antillas '"

ocÉANo

nEnEt_l

Y

I

PERU1821

Vineinato deNueva España

Virreinato deNueva Granada

Virreinato delRío de la Plata

Virreinato delPerú

Capitanía de Chile

campañas deBolívar y Sucre

campañas deSan lvlartín

victorias de losindependentistas

principales juntasindependentistas

año de laindependencia

6. LA CRTSTS DEL ANTTGUO RÉGIMEN (1788-1833)