tejiendo lazos el qhapaq Ñan

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  • 7/26/2019 Tejiendo Lazos El Qhapaq an

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    Tejiendo los lazos de un legadoQhapaq anCamino Principal Andinohacia la nominacin de un patrimonio comn,

    rico y diverso, de valor universal

    Tejiendo los lazos de un legadoQhapaq anCamino Principal Andinohacia la nominacin de un patrimonio comn,

    rico y diverso, de valor universal

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    Tejiendo los lazos de un legado.Qhapaq an - Camino Principal Andino:

    hacia la nominacin de un patrimonio comn,rico y diverso, de valor universal

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    Tejiendo los lazos de un legado

    Qhapaq anCamino Principal Andinohacia la nominacin de un patrimonio comn,

    rico y diverso, de valor universal

    MINISTERIO DEEDUCACIN, CULTURA

    Y DEPORTE

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    Tejiendo los lazos de un legado. Qhapaq an - Camino Principal Andino:hacia la nominacin de un patrimonio comn, rico y diverso, de valor universal

    Representacin de UNESCO en PerAv. Javier Prado Este 2465San Borja - PEREdificio Museo de la Nacin, piso 8Telfono: (51 1) 476 9871Fax: (51 1) 476 9872Email: [email protected] web: www:unesco.org/lima

    Primera edicin: junio 2004

    Tiraje: 500 ejemplares

    Coordinacin: Ciro Caraballo PerichiNuria Sanz

    Edicin: Susana FinocchiettiDiseo y diagramacin: Gisella ScheuchFotografas: Ciro Caraballo Perichi

    Nuria SanzInfografa: p. 17, gentil cesin de la Empresa Editora El Comercio S.A., Lima

    Derechos Reservados

    ISBN N:9972-841-05-7Hecho el Depsito Legal N: 1501412004-5070

    Impreso en el Per Printed in Peru

    La informacin contenida, las denominaciones empleadas ylas opiniones vertidas en esta publicacin, as como lapresentacin de los datos que en ella figuran, no implican departe de la UNESCO, ninguna toma de posicin, ni su puntode vista oficial, solo comprometen a sus autores.

    mailto:[email protected]:[email protected]
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    La Representacin de UNESCO en el Per agradece a todos aqullosque han comprometido su querer, su saber y su experiencia para dar

    inicio a un proceso sin precedentes, como es la nominacin Qhapaqan - Camino Principal Andino, como patrimonio de la humanidad.

    Esta publicacin constituye la primera entregade una serieque acompaar dicho proceso y que permitir adems, documentarlo,

    sistematizarlo y socializarlo.

    Nuestro agradecimiento a la Cooperacin Espaola, que por intermediodel Ministerio de Educacin, Cultura y Deportes, y su contribucin al

    Centro del Patrimonio Mundial, ha hecho posible la Reunin deExpertos sobre el proceso de preparacin de la candidatura de nomina-

    cin del Qhapaq an para su inscripcin en la Lista del PatrimonioMundial, Cusco, 24 y 25 de octubre de 2003, y esta publicacin.

    PATRICIAURIBERepresentante de la UNESCO en Per

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    ANTECEDENTES .................................................................................................................................................11

    PRESENTACIN ................................................................................................................................................. 13

    Qhapaq an - Camino Principal Andino: hacia la nominacin de un bien excepcional

    en la Lista del Patrimonio MundialCiro Caraballo Perichi .......................................................................................................................................... 19

    Qhapaq an - Camino Principal Andino y el proceso de su candidatura

    como Bien susceptible de ser inscrito en la Lista de Patrimonio MundialNuria Sanz ............................................................................................................................................................. 28

    Riqueza y complejidad del Qhapaq an. Su identificacin y puesta en valor

    Victoria Castro ....................................................................................................................................................... 40

    Riqueza, complejidad y riesgos de los programas de conservacin, valoracin y manejo del patrimonio

    cultural inmaterial en comunidades nativas y rurales de los Andes, desde una visin antropolgicaDavid Vicente De Rojas Silva ................................................................................................................................ 48

    El Qhapaq an como oportunidad para la conservacin de la biodiversidad medianteel establecimiento de redes de reas naturales protegidas

    Luis Alfaro ................................................................................................................................................................................................................................................................................. 63

    El camino principal andino Qhapaq an: una reflexin en tornoa la rearticulacin e integracin de las comunidades andinas

    Ramiro Molina Rivero ........................................................................................................................................... 73

    Oportunidades y retos en el desarrollo de productos tursticos sostenibles y responsables,

    relacionados con el Qhapaq an

    Mara Eugenia Bacci ............................................................................................................................................. 78

    CONTENIDO

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    Uso de las Tecnologas de la Informacin y de la Comunicacin (TICs)para la puesta en valor del Qhapaq an

    Erick Iriarte Ahon .................................................................................................................................................. 88

    Un proyecto sugerente: potica y prctica del Camino de Santiago de Compostela

    Jos Antonio Fernndez de Rota ........................................................................................................................... 97

    Reunin de expertos sobre el proceso de preparacin de la candidatura de nominacindel Qhapaq an para su inscripcin en la Lista del Patrimonio Mundial.......................................................... 105

    Conclusiones y recomendaciones ........................................................................................................................ 108

    Programa...............................................................................................................................................................110

    Participantes ......................................................................................................................................................... 112

    ANEXOS

    I. Texto de la inscripcin del Qhapaq an - Camino Inca en la Lista Indicativa del Per, 2001................. 117II. Acta de compromiso .....................................................................................................................................118III. 1 Reunin Tcnica Regional Qhapaq an - Camino Inca

    Informe final, conclusiones y recomendaciones .......................................................................................... 120IV. Declaracin conjunta de Presidentes del Grupo de Ro .............................................................................. 125V. Cuestionario de especialistas para la 1 Reunin Tcnica Regional Qhapaq an - Camino Inca ........... 126

    VI. Propuesta de Cusco...................................................................................................................................... 131

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    Presentacin

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    ANTECEDENTES

    Los Incas formalizaron un sistema vial que sostu-vo la dinmica de integracin administrativa, pol-tica y cultural de la regin andina por ms de dosdcadas. Este sistema se articul a partir del Cami-no Troncal de la Sierra, citado en las crnicas tem-pranas como Qhapaq an o Camino del Princi-pal. Constituy la obra tecnolgica ms importan-te de la Amrica prehispnica dirigida a la integra-cin territorial en zonas de compleja geografa. Alo largo de ms de 23.000 km, este sistema de ca-

    minos, almacenes, puestos de control y centros po-blados logr concentrar la sabidura de todos losgrupos tnicos pre-existentes en este variado terri-torio, comunicando los pueblos desde el sur de laactual Colombia hasta el sur de Chile y Argentina.

    El Qhapaq an, construido en la bsqueda deuna integracin territorial, atraviesa los ms diver-sos ecosistemas del continente; alberga una singu-lar diversidad biolgica y excepcionales valoresculturales; sin embargo, constituye una regin de

    alta vulnerabilidad econmica, social y ambiental,que requiere que las actuales generaciones conti-nen dando respuestas adecuadas, como en el pa-sado, a la cambiante relacin entre la base naturaldel territorio y los usos del suelo.

    Los restos materiales de esta importante obrapermanecen en espera de su rescate arqueolgicoy puesta en valor cultural y econmico; igualmen-te importantes son las manifestaciones culturales,tales como la infraestructura agrcola tradicional,los sitios de carcter sagrado, las fiestas locales yregionales, la gastronoma, los conocimientos tra-dicionales y otros, que constituyen un mosaico com-plejo de valores de profunda raigambre, presente,an hoy, en las comunidades indgenas y mestizas,

    que habitan a lo largo de su ruta, buena parte deellas, en pobreza crtica.

    Si bien el Qhapaq an es conocido por especia-listas de la arqueologa y de la historia, sigue sien-do un espacio abierto para la investigacin y desa-rrollo econmico y cultural en el mundo andino.Bajo el liderazgo del Per (el estado peruano en elao 2001, declar como Inters Nacional la Recu-peracin del Sistema Vial Inca Qhapaq an me-diante el D.S. N 031-2001-ED, y lo inscribi en la

    Lista Indicativa del Centro del Patrimonio Mun-dial1), los pases de la regin iniciaron ante laUNESCO, las gestiones pertinentes para la inscrip-cin del Qhapaq an en la Lista del PatrimonioMundial. Ello permiti que los representantes de

    1Anexo I: Texto de la inscripcin del Qhapaq an - Camino Inca en la Lista Indicativa del Per, 2001; p. 117.

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    Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Per asisten-tes a una reunin del Centro del Patrimonio Mun-dial en Montevideo (marzo de 2002)2, subscribie-ran un Acta, manifestando la importancia de pro-mover acciones conjuntas de investigacin,metodologa de valoracin e incorporacin comu-nitaria, as como polticas de desarrollo y turismosustentable de carcter regional.

    El documento Los caminos andinos prehisp-nicos y las rutas del Tahuantinsuyo elaborado enMontevideo, durante la 1 Reunin de InformesPeridicos del Patrimonio Mundial, en marzo de2002, permiti inscribir nacionalmente el CaminoInca en la lista tentativa; el Centro del Patrimonio

    Mundial se comprometi a preparar la primera re-unin de expertos para iniciar los trmites de pre-sentacin de candidatura.

    En dicho encuentro, Per convoc a los pasesparticipantes para asistir a una reunin tcnica quese realizara en la ciudad de Lima, el 1 y 2 de abrildel 20033. Chile, Bolivia, Ecuador y Argentina, queya haban adelantado acciones de investigacin desus principales sitios, expusieron sus avances en elencuentro que se llev a cabo en Argentina, en la

    ciudad de Jujuy, en febrero de ese mismo ao.Durante la 1 Reunin Tcnica Regional Qha-

    paq an-Camino Inca, realizada en Lima, se ex-puso el trabajo elaborado por los tcnicos repre-sentantes de los pases participantes. Entre losacuerdos se dio prioridad al comienzo de un proce-so de cooperacin regional con el objeto de pre-sentar una nica nominacin para su inscripcin.Se solicit al Centro del Patrimonio Mundial queinformara durante la vigsimo sptima reunin del

    Comit del Patrimonio Mundial, sobre las accio-nes emprendidas hasta la fecha por los Estados par-ticipantes en el proyecto. La Unidad de Amrica

    Latina y el Caribe present el documento 03/27.Doc Inf 13, donde se exponan los resultados obte-nidos a travs de las actividades anteriores, entreellas el deseo manifiesto de las Delegaciones Per-manentes de que el Centro del Patrimonio Mun-dial fuera el coordinador general del proyecto denominacin. El Comit del Patrimonio Mundialadopt la decisin 13/27 COM 13.2 en la que cla-ramente expresaba su inters por dicho proyecto.

    En mayo de 2003, durante la XVII Reunin delGrupo de Ro, los presidentes de dicho Grupo con-vinieron en suscribir conjuntamente, una Declara-cin donde se comprometieron a posibilitar la ins-cripcin del Qhapaq an dentro del Proyecto del

    Camino Principal Andino4.El Centro del Patrimonio Mundial program la

    2 Reunin Tcnica Qhapaq an - Camino Princi-pal Andino, para el 24 y el 25 de octubre del 2003,a realizarse en la ciudad de Cusco, Per. Este en-cuentro de expertos fue organizado para reunir vo-luntades tcnicas e institucionales entre los pasesque comparten en su territorio una herencia cultu-ral y natural excepcional como es el Qhapaq an.

    El proyecto Qhapaq an se presenta como una

    oportunidad nica para incorporar acciones regio-nales: en lo referente a polticas y prcticas de inte-gracin, en la preservacin de reas naturales y laconformacin de corredores biolgicos; en el resca-te y puesta en valor de excepcionales monumentosarqueolgicos; en la activacin y puesta en valorsocio econmico de las culturas ancestrales, as comoen la elaboracin de propuestas de desarrollo turs-tico integral, con participacin comunitaria.

    Esta publicacin recoge los criterios y concep-

    tos que se debatieron en esa reunin, y constituyeun hito terico muy importante para el proceso denominacin trans y multinacional.

    2Anexo II: Acta de compromiso; pp. 118-119.3Anexo III: 1 Reunin Tcnica Regional Qhapaq an - Camino Inca Informe final, conclusiones y recomendaciones; pp.120-124.4Anexo IV: Declaracin conjunta de Presidentes del Grupo de Ro; p. 125.

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    Presentacin

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    PRESENTACIN

    El Centro del Patrimonio Mundial ha sido el desti-natario de los deseos de seis Estados Parte de laConvencin del Patrimonio Mundial para definirun proceso de cooperacin internacional que tengacomo colofn la nominacin del Camino PrincipalAndino, bien patrimonial trans-fronterizo que com-parten los pases de Argentina, Bolivia, Chile, Co-lombia, Ecuador y Per. Desde el 29 de enero de2003, el Centro del Patrimonio Mundial ofreci susede en Pars para comenzar a conciliar las expec-

    tativas de cada uno de los Estados Miembros, enuna labor que es de todos.

    Como es su misin, el Centro del PatrimonioMundial ha organizado, por deseo expreso de losRepresentantes Permanentes de sus Pases en Pa-rs, reuniones, sesiones informativas y actividades,con el fin de articular un proceso complejo y almismo tiempo referencial para el cumplimiento dela filosofa del texto madre: la Convencin del Pa-trimonio Mundial Cultural y Natural.

    El Centro ha acompaado los procesos institu-cionales de concertacin y ha sido informado delos procesos polticos emprendidos por dichos Pa-ses. La segunda Reunin Tcnica Qhapaq an -Camino Principal Andino representa un nuevopaso en el camino ya iniciado, y dado el simbolis-mo a un lugar como el Cusco, implica el compro-miso de acompaar el esfuerzo compartido.

    Este proceso debe entenderse principalmentecomo una oportunidad, no slo de comunicacin

    fsica entre los pases de la regin, sino como un

    claro escenario de cooperacin internacional en tr-minos del Patrimonio Mundial; servir, sin dudaalguna, para establecer nuevos criterios y dinmi-cas de formas de trabajo conjuntas, entre pases quecomparten bienes patrimoniales comunes, sea porcontinuidad espacial, o como fruto de las dinmi-cas socio-histricas que los generaron, y se con-vertir en referente para otras instancias que ahoratambin figuran en la Lista Indicativa del Patrimo-nio Mundial, como La Ruta de la Seda y La Falla

    del Rift.Este esfuerzo en el proceso de candidatura del

    Camino Principal Andino es un procedimiento pio-nero que generar pautas tcnicas y metodologaspara candidaturas que estn por venir. La propues-ta de inscripcin del Qhapaq an en la Lista delPatrimonio Mundial abre una nueva va de explo-racin, para la experiencia acumulada en tres d-cadas de vigencia de la Convencin del Patrimo-nio Mundial Cultural y Natural.

    El Centro del Patrimonio Mundial ha organiza-do un segundo encuentro, para reunir voluntadestcnicas e institucionales, entre los pases que com-parten en su territorio una herencia cultural y natu-ral excepcional, como es el Qhapaq an: una vade comunicacin que, a travs de un proceso conti-nuo de transformacin a lo largo de los siglos, per-miti la difusin y madurez de las culturas regio-nales y una relacin armnica entre el ser humanoy la naturaleza. El Camino facilit la gestacin y

    apropiacin de valores culturales y productivos, a

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    lo largo de ms de 23.000 km dentro del mundoandino.

    El proceso civilizador que acompa al Cami-no, permite, actualmente, disponer de fuentes tes-timoniales de lo que fuera un extraordinario con-

    junto de rutas e infraestructuras edificadas. Hoycontemplamos, con asombro, la riqueza culturaltransmitida, viva en el desarrollo de cientos de di-versidades culturales a lo largo del mismo: lenguas,tcnicas, pensamiento, mitos, msica y costumbres,que an conviven armoniosamente con la natura-leza andina.

    El documento Los caminos andinos prehisp-nicos y las rutas del Tahuantinsuyo, elaborado en

    Montevideo en marzo de 2002, durante la 1 Re-unin de Informes Peridicos del Patrimonio Mun-dial, permiti dar inicio a las distintas acciones quehoy proseguimos. En dicha reunin se invit a lospases a inscribir el Camino Inca en su Lista Indi-cativa, y el Centro del Patrimonio Mundial se com-prometi a preparar la Segunda Reunin de exper-tos para propiciar su candidatura.

    Posteriormente, durante la 1 Reunin Tcni-ca Regional Qhapaq an - Camino Inca, realiza-

    da en Lima durante el 1 y el 2 de abril de 2003, sepresent el trabajo preparado por los tcnicos re-presentantes de los Pases participantes. Entre losacuerdos se dio prioridad al siguiente punto:

    Comenzar un proceso de cooperacin regionalcon el objeto de presentar una nica nomina-cin para su inscripcin.

    Para ello, se solicit al Centro del Patrimonio Mun-

    dial que informara durante la 27 Sesin del Comi-t del Patrimonio Mundial sobre las acciones em-prendidas hasta la fecha por los Estados partici-pantes en el proyecto. La Unidad de Amrica Lati-na y el Caribe present el documento WHC-03/27.COM/INF.13, sobre los resultados obtenidos atravs de las actividades anteriores, entre ellas, eldeseo expreso de las Delegaciones Permanentes,de que el Centro del Patrimonio Mundial fuera elcoordinador general del proyecto de candidatura.

    El Comit del Patrimonio Mundial adopt la deci-sin 27 COM 13.2, la que expresa, claramente, suinters por dicho proyecto y el deseo de recibir in-formacin pormenorizada en China durante la 28Sesin del Comit, que se llevar a cabo a media-dos del ao 2004.

    Con ocasin de la Dcimo Sexta reunin delGrupo de Ro, los Presidentes de los seis EstadosParte se comprometieron, mediante Declaracinexpresa, a respaldar el proyecto Qhapaq an - Ca-mino Principal Andino, para su inscripcin comositio del Patrimonio Mundial. El texto de la Decla-racin sostiene en forma explcita:

    ... consideramos que un bien cultural querepresenta la integracin y comunicacin an-cestral de nuestros pueblos y que permiti elintercambio cultural, idiomtico, econmico,poltico y social, de tal magnitud para Amri-ca, que hasta hoy es palpable, tiene una com-plejidad, una fuerza y una envergadura, que dotaa esta ruta de un valor universal excepcional,por lo que emprenderemos los esfuerzos nece-sarios para que cada uno de nuestros pases lo-

    gre inscribir el Qhapaq an - Camino Princi-pal Andino en la Lista del Patrimonio Mundial.

    Como se sabe, toda inscripcin de un bien en laLista del Patrimonio Mundial pasa en primer tr-mino por la identificacin de los criterios de valoruniversal y excepcionalidad. Es por ello que, comoobjetivos de la 2 Reunin Tcnica se propuso:

    Definir conceptualmente el bien Qhapaq an

    como tambin su naturaleza arqueolgica, his-trica, paisajstica, antropolgica, etnogrficay ambiental.

    Definir etimolgicamente Qhapaq an y lascategoras que lo califican.

    Determinar aquellos criterios que aseguren unmnimo comn denominador para incluir sitios,vestigios, tramos, comunidades, paisajes o cos-movisiones como demostrativos del Qhapaqan en cada pas.

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    Presentacin

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    Adems:

    Recopilar y sistematizar las investigaciones rea-lizadas por cada uno de los Pases, consideran-do los cuestionarios previamente elaborados, yla discusin entre los grupos de trabajo de di-cha reunin.

    Presentar, discutir y establecer consenso entrelas posibles modalidades para la inscripcin delQhapaq an en la Lista de Patrimonio Mun-dial, e identificar los mecanismos operaciona-les que permitan avanzar en el proceso, es de-cir, identificar un pre-modelo de candidatura.

    Acordar un calendario de actividades para el

    ao 2004, a travs de la asistencia tcnica in-ternacional del Fondo del Patrimonio Mundial.

    Definir un grupo de trabajo responsable de lacoordinacin internacional del proyecto.

    Establecer un espacio electrnico de intercam-bio de informacin, atendiendo a la solicitudya formulada en Montevideo y Lima, que ac-te como instrumento de trabajo cotidiano en-tre los equipos nacionales.

    Hasta hoy, en la historia de la Convencin, tre-ce son los lugares inscritos en la Lista del Patrimo-nio Mundial como sitios de carcter trans-fronteri-zo. Ocho se refieren a sitios naturales; uno con ca-rcter mixto y cuatro considerados bienesculturales. Entre estos ltimos, dos han sido con-ceptuados como paisaje cultural. Ninguno, hastala fecha, es fruto de seis voluntades nacionales.

    Seis de las candidaturas transnacionales comen-zaron como proceso nacional, y su transnacionali-

    dad se debe a haber presentado, posteriormente, ex-tensiones a la nominacin original. No se puedeperder la oportunidad de conceptuar y consensuaruna definicin conjunta para un bien comn a seisnaciones. Se trata de determinar un proceso de pues-ta en marcha de un proyecto unitario. Ahora bien,cul es la forma de compartir esfuerzos y al mis-mo tiempo respetar la urgencia variable que el pro-ceso conlleva en cada una de las realidades nacio-nales? La respuesta a esta pregunta se dar en el

    proceso y cada pas expresar libremente sus ex-pectativas, sus deseos y sus prioridades, en el mo-mento de formular una accin transnacional de estecarcter.

    Como nominaciones seriadas, no transnaciona-les, la Lista del Patrimonio Mundial cuenta conms de 300 casos. Se trata de seleccionar dentrode las fronteras de cada pas, propiedades sin co-nexin fsica, pero s contextual o temtica, ex-presin de un mismo valor cultural o natural uni-versal. Son muy pocas las candidaturas que hancombinado los aspectos seriados y trans-fronteri-zos. Un ejemplo son las Misiones Jesuticas Gua-ranes (Argentina/Brasil/Paraguay); en este caso,

    las cuatro Misiones Jesuticas brasileas fueronseguidas por cuatro Misiones argentinas, al aosiguiente de la primera fase de la nominacin yfinalmente por Paraguay. Este es otro mecanismoque puede ser explorado: un pas comienza el pro-ceso y el resto de pases involucrados lo continapaulatinamente, anexando sus propiedades a la no-minacin inicial.

    En un proyecto diacrnico resulta esencial de-finir inicialmente una intencin comn, y luego

    identificar conjuntamente lo compartido, median-te el proceso regular de nominacin: definicin delo que se va a nominar, su justificacin, estudiocomparativo y, sobre todo, cmo cada parte contri-buye al valor universal del conjunto.

    No podemos dejar de manifestar aqu, algunasde las cuestiones que pueden despertar ms inte-rrogantes: los componentes de gestin y las posi-bilidades de articular los mecanismos legales, tc-nicos, sociolgicos, culturales y econmicos de

    conservacin, que implican un bien comn a seispases. Una discusin sobre este punto ayudar adespejar dudas y a optar por una forma u otra parapresentar la documentacin para la candidatura.

    No sera razonable limitar la lectura del Qha-paq an a un espacio temporal restringido, a losaportes de una determinada cultura, o a los restosarqueolgicos identificados. Tratarlo puramentecomo un bien de traza arqueolgica significaraeliminar su esencia: el rico proceso de interaccin

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    cultural y los sustratos culturales que lo acompa-an, a travs, y a la vera de sus caminos, que es-tructuran la relacin entre zonas ecolgicas diver-sas, testigos activos de una de las mayores diversi-dades culturales y biolgicas del Planeta.Proyectarlo como un bloque integral tambin res-ponde a la necesidad de vincular producciones com-plementarias, al tiempo que se tejen lazos entre laherencia de distintas culturas, lenguas, experien-cias tecnolgicas y cosmovisiones. Hoy el Caminoes la traza de una herencia material parcialmente

    conservada, no completamente conocida y an noregistrada ni inventariada en su totalidad.

    Dada la complejidad del Qhapaq an es nece-sario aprovechar la oportunidad de contar con lacompaa de expertos en diversas disciplinas, paradeterminar la ms adecuada clasificacin del bienen la Lista, buscando aqulla que exprese el con-cepto unitario del bien, pero que al mismo tiempopermita, en forma operativa, el manejo de los sec-tores, tramos, territorios o paisajes de valores ex-cepcionales concebidos en toda su diversidad.

    FRANCESCOBANDARINDirector del Centro del Patrimonio Mundial

    UNESCO

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    Ciro Caraballo Perichi

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    Qhapaq an - Camino Principal Andino:hacia la nominacin de un bien excepcional

    en la Lista del Patrimonio Mundial

    Ciro Caraballo Perichi

    La propuesta de inscripcin de Qhapaq an -Camino Principal Andino en la Lista del Patrimo-nio Mundial, constituye una excelente oportunidadpara incluir en la elaboracin del expediente de pre-sentacin, la experiencia acumulada en las tres d-cadas de vigencia de la Convencin del Patrimo-nio Mundial, Natural y Cultural.

    No es otra la razn por la cual el Centro delPatrimonio Mundial auspicia la realizacin de en-cuentros tcnicos entre pases firmantes de la Con-

    vencin, que comparten en su territorio una heren-cia cultural y natural excepcional: el Qhapaq an.Una va de comunicacin, que en un continuo pro-ceso de transformacin, a travs de los siglos, per-miti la difusin y madurez de las culturas regio-nales; una relacin armnica entre hombre y natu-raleza, que facilit la gestacin y apropiacin devalores culturales y productivos a lo largo de msde 23.000 km1 del mundo andino.

    El proceso civilizador que se desarroll a lo lar-

    go del Qhapaq an permite hoy disponer de com-ponentes testimoniales de lo que fuera un extraor-dinario conjunto de rutas e infraestructura edifica-da, as como asombrarse de la riqueza culturaltransmitida y an viva, en la cultura de cientos decomunidades a lo largo del mismo: lenguas, tcni-cas, pensamiento, mitos, msica y costumbres, que

    an conviven armoniosamente con la naturalezaandina.

    En 1972 la Convencin del Patrimonio Mun-dial estableci orientaciones claras que daban res-puesta al riesgo que amenazaba a los bienes patri-moniales de todo el mundo, fruto de la visin dedesarrollo a corto plazo, que en forma exclusiva, ca-racterizaba entonces a los procesos de crecimientoindustrial y urbano. Varias de las razones esgrimi-das para la aprobacin de la Convencin eran por

    entonces ideas de vanguardia; hoy sirven de susten-to a la mayor parte de las propuestas y acciones que,con respecto a la valoracin y conservacin del pa-trimonio, prosperan en el mbito mundial.

    Las premisas bsicas de 1972 fueron reforza-das, gracias al aprendizaje realizado en los sitiosinscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, pre-sentndose propuestas operativas en el documentoDirectrices prcticas sobre la aplicacin de laConvencin para la Proteccin del Patrimonio

    Mundial (Centro del Patrimonio Mundial - WHC;marzo de 1999).

    Por las caractersticas de esta nominacin trans-nacional es conveniente hacer una breve referen-cia sobre dos de las premisas centrales de la Con-vencin del Patrimonio Mundial, que deben sercuidadosamente analizadas, con el objeto de iden-

    1Informacin presentada por el equipo de investigacin del INC-Per, 2003.

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    Qhapaq an - Camino Principal Andino. Hacia la nominacin de un bien excepcional en la Lista del Patrimonio Mundial

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    tificar, categorizar y delimitar claramente el biendenominado Qhapaq an, inscrito en la ListaTentativa de Sitios del Patrimonio Mundialpor lospases que asisten a este encuentro:

    a) La responsabilidad mundial por los bienespatrimoniales excepcionales

    La Convencin tiene como uno de sus objetivoscentrales propiciar una visin de responsabilidadcompartida entre los estados firmantes, hacia losbienes patrimoniales de valor excepcional, consi-derndolos como una herencia perteneciente a todala humanidad, cuyo compromiso va ms all de la

    visin interna y de la responsabilidad nacional.Esta propuesta establece que la prdida de es-

    tos bienes empobrece la naturaleza y la cultura detodo el planeta, y no slo la de los ciudadanos deuna determinada urbe o pas. Esta premisa sirvehoy en da de sustento a gran parte de los progra-mas de ayuda y prstamos internacionales otorga-dos para la conservacin y el uso sostenible de losbienes patrimoniales, naturales y culturales. Es porello que toda inscripcin de un bien en la Lista del

    Patrimonio Mundial pasa en primer trmino por laidentificacin de los criterios de representacin uni-versal y de excepcionalidad del bien.

    En las Directrices prcticas sobre la aplicacinde la Convencin para la Proteccin del Patrimo-nio Mundial (WHC; marzo de 1999), se establece

    textualmente: Se puede considerar que algunoselementos de este patrimonio, por sus notablescualidades, tienen un valor universal excepcional

    y merecen, por ende, una proteccin especial con-tra los peligros crecientes que los amenazan.Estacondicin de excepcionalidad obliga, al mismotiempo, a establecer una delimitacin fsica del bieny una especificacin de las acciones preventivas,correctivas o de restauracin del soporte materialy social de los valores que deben ser conservados.Tambin conmina al estado, o estados parte, a de-mostrar la posibilidad de adelantar procesos queaseguren el manejo y la gestin del sitio, as comola apropiacin y la difusin de los valores conteni-

    dos en l.La asociacin de varios Estados parte en el pro-

    ceso de identificacin, valoracin y conservacinde bienes patrimoniales, naturales o culturales concontinuidad trans-fronteriza, o con identidad com-partida, ha sido un deseo auspiciado claramente enlas Directrices prcticas sobre la aplicacin de laConvencin para la Proteccin del Patrimonio Mun-dial (WHC; marzo de 1999).

    Esta propuesta se inscribe en la visin de res-

    ponsabilidad compartida por los pases parte parael auspicio de acciones de conservacin, puesta envalor y uso social sostenible de los bienes patrimo-niales2.

    La identificacin de los valores del bien patri-monial y de los criterios que justifican su inclusin

    2En el articulado de las Directrices Prcticas se establece:16. Si un bien cultural y/o natural que responde a los criterios adoptados por el Comit se extiende ms all de las fronteras de

    un solo pas, se aconseja a los Estados Partes interesados, que presenten una propuesta de inscripcin comn...18. En consonancia con el espritu de la Convencin, los Estados Partes deberan, en la medida de lo posible, esforzarse porincluir en sus propuestas de inscripcin bienes cuyo valor universal excepcional dimane de una simbiosis particularmenteimportante de caractersticas culturales y naturales.19. Los Estados Partes pueden proponer para una inscripcin nica, un conjunto de bienes culturales o naturales que puedenencontrarse separados geogrficamente, siempre que estn vinculados entre ellos por pertenecer a:i) un mismo grupo histrico-cultural oii) un mismo tipo de bien caracterstico de dicha zona geogrfica,iii) una misma formacin geomorfolgica, una misma provincia biogeogrfica o un mismo tipo de ecosistema y siempre ycuando sea el conjunto propiamente dicho, y no sus elementos constitutivos tomados individualmente, el que revista un valoruniversal excepcional.20. Cuando un conjunto de bienes culturales o naturales, segn se define en el prrafo 19, comprenda bienes situados en elterritorio de ms de un Estado Parte en la Convencin, los Estados Partes interesados podrn, de comn acuerdo, proponer una

    inscripcin nica.

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    en la Lista del Patrimonio Mundial, as como ladelimitacin del rea protegida, ha sido siempreuna tarea ms fcil, que la de poner en marcha losmecanismos que aseguren la conservacin del si-tio. Ms difcil an ha sido lograr la adecuada yamplia participacin social que requiere una accinde este tipo.

    En las Directrices prcticas sobre la aplicacinde la Convencin para la Proteccin del Patrimo-nio Mundial (WHC; marzo de 1999) se especifi-ca la obligacin de acompaar el expediente de pre-sentacin del bien patrimonial con instrumentos le-gales y operativos que aseguren la conservacin yel adecuado uso social del bien declarado: La ins-

    cripcin de un bien se diferir hasta que el Estadodel que emane la propuesta haya demostrado sucompromiso de protegerlo. Este compromiso pue-de plasmarse en una legislacin adecuada, en elsuministro de personal y en la financiacin o un

    plan de gestin3.Por ello resulta un reto en este proceso transna-

    cional, poder identificar los valores excepcionalesdel bien, su autenticidad e integridad, los mecanis-mos adecuados para lograr un proceso abierto para

    su inscripcin, as como los instrumentos legales yoperativos que aseguren la conservacin del bienpatrimonial.

    b) La conservacin del bien patrimonial y larealidad social donde ste se inserta

    Otra propuesta fundamental contenida en el docu-mento central de la Convencin del PatrimonioMundial es aqulla que establece que la conser-

    vacin de los bienes patrimoniales no puede ais-larse de la realidad social y cultural en la que esteproceso se inserta. Es necesario promocionar la ms

    amplia participacin de las comunidades que con-viven con el bien patrimonial, tanto en el procesode preparacin del expediente de inscripcin, comoen los planes y propuestas de manejo dentro de unmarco de desarrollo sostenible4.

    Transcurridos ms de 30 aos de la aprobacinde la Convencin, quiz ste haya sido uno de losprincipios ms difciles de aplicar, sea debido a ladificultad metodolgica y operativa de combinarlas estructuras ejecutoras responsables de los bie-nes en el mbito nacional como nuevas propuestasde participacin, o por la necesidad de adaptar le-yes, reglamentos y recursos presupuestarios a pro-puestas adecuadas de conservacin y uso sosteni-

    ble del patrimonio.En las Directrices prcticas sobre la aplicacin

    de la Convencin para la Proteccin del Patrimo-nio Mundial (WHC; marzo de 1999), se estable-ci la categora de paisajes culturales enfatizn-dose que stos representanlas obras conjuntasdel hombre y la naturalezamencionadas en el Ar-tculo 1 de la Convencin. Ilustran la evolucin dela sociedad y de los asentamientos humanos a lolargo de los aos, bajo la influencia de las limita-

    ciones y/o de las ventajas que presenta el entornonatural y las fuerzas sociales, econmicas y cultu-rales sucesivas, internas y externas. Fruto de estacategorizacin donde se hacen inseparables delobjeto material, las prcticas, tcnicas y valoressociales de la comunidad, la participacin de lascomunidades en el proceso de definicin, nomina-cin, manejo y gestin del bien es indispensable.

    Por las razones aludidas, es conveniente esta-blecer acuerdos tcnicos, polticos y culturales, que

    faciliten la participacin de las comunidades invo-lucradas en los procesos de identificacin de losvalores del bien, as como en la definicin de los

    3Directrices prcticas sobre la aplicacin de la Convencin del Patrimonio Mundial. Seccin B. 11. En la seccin Gestin dela propuesta de inscripcin, los Estados Partes deberan presentar, adems de los textos jurdicos que protegen el bien cuyainscripcin se propone, una explicacin sobre la manera en que dichas leyes funcionan. Este anlisis es preferible a una simpleenumeracin o compilacin de textos jurdicos. UNESCO, 1999.4Directrices. Seccin B. 14. La participacin de la poblacin local en el proceso de solicitud de inscripcin es esencial para que

    sta tome conciencia de la responsabilidad que comparte con el Estado Parte en cuanto al mantenimiento del sitio (1999).

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    lmites del rea intangible y del rea de proteccin.Tambin es necesario definir las lneas estratgi-cas que sustenten las bases operativas del plan demanejo de gestin, as como los procedimientospara el monitoreo peridico de las condiciones ycontenidos de los valores tangibles e intangiblesdel bien cultural o natural declarado.

    EL QHAPAQ AN EN SU LECTURAHISTRICA

    Para el Imperio Inca, los ms de 23.000 km de ca-mino, entre principales y secundarios, era mucho

    ms que un conjunto de rutas de comunicacin. Setrataba de un sistema integral de produccin, al-macenamiento, intercambio, control territorial y,especialmente, un medio para la expansin de lalengua quechua, la cultura y la cosmovisin vern-cula. Sin embargo, sera altamente taxativo, si seobservara este complejo tecnolgico y cultural, conuna lente que slo enfocara algo ms de un siglode presencia incaica en toda la regin andina.

    Tanto los caminos, como las estructuras de de-

    fensa, alojamiento y almacenamiento, as como lastcnicas e infraestructura de produccin que pu-sieron en prctica los Incas, fueron el resultado deun largo proceso civilizador en la regin, que hoyclaramente puede datarse en ms de cinco mil aosde antigedad. La mayor parte de los tramos decamino que los Incas incorporaron a la red que hoyse llama Qhapaq an, Camino Principal o del Prin-cipal, haba servido de conector entre los centrosreligiosos y los poblados tempranos, como los del

    horizonte Chavn, en la Sierra Central peruana, olos de la civilizacin Tiwanakota, con centro en elAltiplano, seguidos de la expansin Wari en el nodoayacuchano, as como de decenas de otros asenta-mientos con amplio control territorial en la costa yen la sierra.

    Las comunidades que se asentaron a lo largo deesta va compartan muchas de las tcnicas de pro-duccin y construccin, as como una cosmovisinque daba una respuesta coherente a la compleja

    naturaleza donde se insertaron.

    Cabe a los Incas haberle dado unidad a una he-rencia comn y estructurar a partir de ella, uno delos territorios polticos, sociales y culturales quean muestra su honda repercusin en el funciona-miento actual del mundo andino.

    Si bien la estructura econmica colonial y laspropuestas republicanas de los distintos pasestransformaron las dinmicas econmicas, sociales,territoriales y culturales del mundo andino, diver-sos tramos del Qhapaq an siguieron siendo el prin-cipal vnculo entre minas, haciendas, ciudades ypuertos de la regin, dejando sentir an su presen-cia, no slo fsica, sino cultural, expresndose enlenguas, fiestas, mercados, mitos e imaginarios.

    Es por ello que limitar la lectura del Qhapaq ana un espacio temporal restringido; a los aportes deuna determinada cultura; o a los restos arqueolgi-cos identificados, es dejar sin sentido el rico proce-so cultural an vivo, el cual presenta, complemen-tando los distintos restos materiales, la riqueza deun complejo cultural que se gest y difundi a lolargo de varios siglos, de un lado y otro del sinuosoy escarpado complejo de caminos andinos.

    EL QHAPAQ AN COMOOPORTUNIDAD DE DESARROLLOREGIONAL

    Aunque an hoy, muchos tramos del estrecho ca-mino siguen siendo la nica opcin de comunica-cin entre cientos de comunidades rurales, es bas-tante difcil pensar en el Qhapaq an como unaoportunidad de comunicacin fsica entre los pa-

    ses de la regin. Sin embargo, quiz sea el ms cla-ro smbolo de la conveniencia de abrir canales ha-cia una comunicacin efectiva, y a planes de con-servacin, de desarrollo sostenible y de turismonatural y cultural donde actualmente se ubican al-gunas de las zonas ms empobrecidas de la regin.

    El Qhapaq an se presenta como un modelo decmo se logr, con limitada tecnologa, pero concreatividad y propuestas integrales, el manejo te-rritorial de un importante sector del continente sud-

    americano, caracterizado por su complejidad geo-

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    grfica. Ms que un camino, esta red de comunica-cin fue un factor que facilit el desarrollo econ-mico, social y cultural de millones de personas,gracias a las estructuras de relacin, establecidasentre distintas zonas ecolgicas, con la mayor di-versidad del planeta. Constitua un nexo para vin-cular producciones, con relaciones econmicascomplementarias, y al mismo tiempo serva paratejer lazos entre la herencia de distintas culturas,tanto en lenguas, experiencias tecnolgicas y com-plejos simblicos.

    La oportunidad de inscribir este bien excepcio-nal en la Lista del Patrimonio Mundial es tam-bin una ocasin para que, paralelamente al proce-

    so, los pases firmantes de la Carta-Acuerdo dePresidentes, Cusco 2003 adelanten acciones deplanificacin para la implementacin de proyectosespecficos de investigacin, conservacin, puestaen valor, rescate y adecuacin de producciones ytecnologas tradicionales, como tambin gestionarun turismo responsable. Es prioritario para la re-gin, auspiciar la valoracin, la integracin socialy el desarrollo sostenible de las comunidades que,aisladas durante siglos, han conservado la heren-

    cia viva de este magnifico aporte que el mundoandino hoy pone en conocimiento del mundo con-temporneo.

    EL QHAPAQ AN Y LAS CATEGORASPARA LA NOMINACIN EN LA LISTA DELPATRIMONIO MUNDIAL

    La Convencin del Patrimonio Mundial y las

    Directrices prcticas sobre la aplicacin de laConvencin para la Proteccin del Patrimonio Mun-dial (WHC, marzo de 1999), establecen un limi-tado pero claro sistema de categoras que permitenla inscripcin de un bien patrimonial. Sin embar-go, dada la complejidad del Qhapaq an es nece-sario aprovechar esta oportunidad, donde expertosen diversas disciplinas y especialistas nacionalesse encuentran reunidos, con el fin de determinar lams adecuada clasificacin del bien en la Lista, bus-

    cando aqulla que exprese el concepto unitario del

    bien, pero que al mismo tiempo permita en formaoperativa el manejo de los sectores, tramos o terri-torios con valores excepcionales.

    A la complejidad de componentes y valores pre-sentes en su patrimonio cultural material e inmate-rial, as como natural, se suma la imposibilidad dedeclarar como unidad la totalidad de la extensinterritorial que abarc el sistema. Esta dificultad sehace ms complicada an, debido a varios factores:

    a) El avance limitado de la investigacin de susvalores (arqueolgicos, histricos, culturaviva), de tecnologas en aplicacin prctica,como tambin de la riqueza de paisajes que atra-

    viesa, tanto aqullos con ninguna o mnima in-tervencin, como tambin los transformadospor la mano del hombre.

    b) La no-existencia de redes activas de comuni-cacin, de informacin, de metodologas y detcnicas entre centros de investigacin, comotambin los recursos que permitan acelerar elproceso.

    El concepto Qhapaq an, como bien para ser

    inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial es fun-damentalmente una voluntad, un propsito polti-co, concebido a partir de una herencia material par-cialmente conservada, pero no completamente co-nocida y que an no est registrada ni inventariada.

    Desde el punto de vista histrico, el Qhapaq anfue un conector territorial funcional y administrati-vo que dio una respuesta creativa a las dificultadesgeogrficas del continente, y articulaba mecanismosde poder y de gobierno. Se apoy en la existencia de

    caminos e infraestructura construida a lo largo dems de 2.000 aos de culturas andinas precedentesa los incas, que vinculaban el territorio en tramos,los que partan desde mltiples salidas y atendandiversos centros de produccin y de poder.

    Los incas unificaron dicha estructura en menosde un siglo, dndole coherencia funcional e implan-tando ncleos complementarios para el comercio,el intercambio, la produccin y el culto; determi-naron, adems, sectores productivos de acuerdo con

    la topografa y el clima: pesca, minera y agricultu-

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    ra, entre otros. Es por ello que, formando parte delQhapaq an, se encuentran zonas donde la presen-cia arqueolgica y de tradiciones vivas, permitenleer otras formas y expresiones culturales prece-dentes a la expansin quechua; estos valores ni-cos podran perder peso, si se construye la lecturadel Qhapaq an, a partir de la estructuracin in-caica del sistema de caminos exclusivamente.

    Con la llegada de los espaoles las dinmicasincaicas colapsaron: todo el territorio se convirtien otro, idntico pero distinto. Fue otro el poder,otra la lengua, otros los productos de comercio,otros los mecanismos y las estructuras de goberna-bilidad. El nuevo sistema implantado y la nueva

    estructuracin administrativa, conocido como el Vi-rreinato del Per, us sectores del camino comova de transporte, de abastecimiento y de comer-cio, pero conectado posteriormente con otros cen-tros, con otras prioridades y con nuevos destinos.El Qhapaq an original dej, entonces, de ser unorganizador de territorio, aunque algunos de suscaminos y poblados continuaron funcionando in-tegralmente como unidad cultural, sin embargo, ubi-cados hoy en distintos pases.

    Actualmente, este vasto complejo cultural y na-tural est constituido por:

    Restos arqueolgicos y paisaje edificado: di-versos, dispersos, con distintos grados de sig-nificacin, de posibilidad de lectura y de con-servacin. Sectores de paisaje del Ande clara-mente transformados y conservados por lamano del hombre a travs de sistemas de irri-gacin y andenes de cultivo, que conforman

    paisajes culturales arqueolgicos, y activos degran significacin e impacto visual.

    Tramos activos: articuladores de formas y ex-presiones culturales materiales e inmateria-les de gran riqueza, independientemente deque existan o no vestigios arqueolgicos de va-lor excepcional. Estos tramos del camino si-guen vigentes hoy en su versin holista y re-producen, en una micro-regin, lo que en elpasado fue una opcin orgnica e integral de

    manejo sostenible dentro de un amplio territo-

    rio. Estos casos son tan valiosos como aqu-llos, donde los restos del camino fsico y suinfraestructura permanecen an como referen-te material.

    Sectores que atraviesan espacios de valor na-tural: El recorrido del camino, a lo largo de al-gunos de los territorios ms diversos del pla-neta, obliga a relacionarlo con los espacios na-turales que ste recorre y donde an estn pre-sentes plantas y animales que sirvieron dereferente simblico a las civilizaciones autc-tonas, as como los genomas de plantas alimen-ticias y medicinales que an hoy son bsicospara la cultura local.

    Esta diversidad de aproximaciones al bien obli-ga a una reflexin y a ponerse de acuerdo para lanominacin tanto del sistema, como de sus compo-nentes.

    Puede pensarse hoy el Qhapaq an como unava de comunicacin territorial? Difcilmente; cons-tituye un smbolo, pero no una realidad.

    Es el Qhapaq an objeto de investigacin? S;en toda su extensin y en todas sus dimensiones.

    Puede ser recorrido con fines tursticos? S,pero parcialmente; posiblemente slo por tramosclaramente identificables, tanto en extensin, comopor los valores patrimoniales contenidos en l, quelo diferencia de otros tramos del camino y por lotanto le permiten una identidad propia dentro delconjunto de otros productos tursticos del sistema.

    Pareciera entonces, que para el establecimientode la categora del bien y para su proceso de ins-cripcin-nominacin se debera manejar al mismo

    tiempo el concepto integral de Qhapaq an conlos conceptos de Sectores o Tramos, u otraacepcin para la parcialidad excepcional. Cadauno de estos tramos debe ser conservado, valo-rado, transformado en modelo de desarrollo soste-nible, y comercializado como producto turstico.

    El concepto de tramo o de sector puedepermitir una visin integral del bien patrimonial;identificar ms precisamente cules son los valo-res excepcionales que cada sector presenta; deli-

    mitarlo territorialmente; gestionarlo y manejarlo en

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    funcin de la valoracin, conservacin, preserva-cin y sostenibilidad, y organizar procesos tempo-ralmente distanciados, de acuerdo con las dinmi-cas propias de cada regin o pas. Todo tramo osector especfico debera estar definido por laposibilidad de su recorrido, donde se valorice elconcepto de camino, y se determine el conjunto deespacios, testimonios materiales, expresiones ymanifestaciones vivas, que mantengan un referen-te con las categoras de componentes del Qhapaqan, con un sentido de integracin. Los tramosmanejables a mediano y largo plazo pueden con-vertirse en hitos simblicos y modlicos a cortoplazo, con el fin de organizar los expedientes re-

    queridos para su inscripcin.De acuerdo con esta perspectiva, lo que se ins-

    cribira seran tramos o sectores dentro de unconcepto macro del Qhapaq an, todos con igualvalor excepcional y universal, donde se destaca-ran sus singularidades, as como su potencial dedesarrollo contemporneo. Esto permitira dotar deidentidad a los diversos tramos, y enfatizar es-pecialmente, aquellas caractersticas excepciona-les que lo hacen nico, sean stas naturales, ar-

    queolgicas, con poblados de valor excepcional,con componentes de bienes culturales inmaterialesreferidos al proceso, o sectores complejos confor-mados por la presencia de varios de estos valoresexcepcionales. Esta posibilidad facilitara la cons-truccin de proyectos especficos que conservaranunidad en su concepto y propuesta, muy especial-mente aqullos orientados al desarrollo de produc-tos tursticos, que, ms que competitivos, deberanser complementarios.

    EL SEGUIMIENTO DE LAS ACCIONESCONVENIDAS

    a) El acuerdo de Montevideo (marzo de 2002)

    El documento Los caminos andinos prehispni-cos y las rutas del Tahuantinsuyo elaborado enMontevideo en marzo de 2002, durante la 1 Re-

    unin de Informes Peridicos del Patrimonio Mun-

    dial, permiti dar inicio a las distintas acciones quenos han convocado para este encuentro. Sin em-bargo, algunas de las iniciativas y acuerdos all con-tenidos no han sido puestos en prctica de maneraoperativa, entre ellos:

    1. Establecer una red de puntos focales definidosen cada pas. Para cada una de las reunioneslos pases han instalado comisiones naciona-les, no en todos los casos representadas por lasmismas personas. En otros casos, parte de surepresentacin ha estado conformada por per-sonalidades de las embajadas con sede en Lima.Con posterioridad a dichos encuentros, esta red

    no ha continuado con los vnculos previstos.2. Determinar los mecanismos de comunicacin

    necesarios para compartir en forma peridicalos avances de los trabajos. Esta propuesta noha tenido continuidad.

    3. Organizar un programa de seguimiento al pro-ceso durante cinco aos. Este punto an no estclaramente definido.

    Los tems 4, 5 y 6 del Acuerdo se han cumpli-

    do. stos comprendan la realizacin del encuen-tro en Lima, que se efectu en abril de 2003; laincorporacin de Colombia al grupo de trabajo; elapoyo del Centro del Patrimonio Mundial, organi-zador de la reunin de Cusco, en coordinacin ycooperacin con la Oficina de UNESCO Lima.

    b) Los acuerdos de Lima (abril de 2003)

    En la 1 Reunin Tcnica Regional Qhapaq an-

    Camino Inca, que se llev a cabo en Lima entre el1 y 2 de abril 2003, los tcnicos representantes delos pases participantes anticiparon un trabajo pre-liminar. En los acuerdos concertados se dio priori-dad a los siguientes puntos:

    1. ... que los Jefes de Estado de los pases com-prometidos con esta cooperacin tcnica expre-sen su respaldo a la misma, en el marco de laXVII Reunin Cumbre del Grupo de Ro, a

    celebrase en mayo prximo, en la ciudad del

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    Cusco. Esto se cumpli mediante la redaccinde la Carta de los Presidentes

    2. 3. y 4. Que el Banco Interamericano de Desarro-llo elabore conjuntamente con los pases un Plande Operaciones con el fin de iniciar la ejecucindel proyecto lo ms pronto posible. Este pro-yecto est en la etapa de diseo operativo.

    5. Que en la XXVIII Reunin del Comit del Pa-trimonio Mundial que tendr lugar en China amediados del ao en curso (2004), el Centrodel Patrimonio Mundial informe sobre las ac-ciones emprendidas hasta la fecha por los Es-tados participantes en el proyecto. La reunindel Comit de Patrimonio Mundial se efectu

    en Pars (del 29 de junio al 6 de julio de 2003);en su XXVII Sesin, el Documento 03/27, Do-cInf13 dio cuenta de los resultados obtenidoshasta la fecha e incorpor una serie de decisio-nes adoptadas por el Comit.

    6. Que los pases que an no lo hayan hecho,inscriban al Qhapaq an en sus respectivas lis-tas indicativas. Adems de Per, Argentina yChile, se realiz la inscripcin del Qhapaq anen la Lista Indicativa de Bolivia.

    Est pendiente la creacin de un espacio de dis-cusin virtual para asegurar un intercambio per-manente de ideas entre todas las partes involucra-das, as como la identificacin de otras iniciativas,programas y proyectos tcnicos y financieros cu-yos objetivos sean concordantes con el proceso denominacin. Asimismo es necesario identificar lasnecesidades especficas de los pases comprometi-dos en este proyecto, con el objeto de crear equi-

    pos multidisciplinarios que faciliten la cooperacinentre los pases.

    c) La carta de los Presidentes en Cusco (mayode 2003)

    Con ocasin de la XVII Reunin del Grupo de Ro,los presidentes de los seis pases se comprometie-

    ron a respaldar el proyecto Qhapaq an - CaminoPrincipal Andino, para su inscripcin como sitiodel Patrimonio Mundial, as como auspiciar, den-tro de su contexto, la aplicacin de programas decultura y desarrollo.

    LAS ACCIONES PARA UN FUTUROPRXIMO

    Definir las responsabilidades y cronogramas segnlas siguientes proposiciones:

    Inscripcin del Qhapaq an en la lista indica-

    tiva de los pases restantes. Activar la Red de informacin y trabajo con-

    junto a partir del primer trimestre del 2004. Adelantar las acciones de investigacin y do-

    cumentacin con metodologas compartidas yhomogneas para todos los pases.

    Identificar acciones propuestas o en ejecucinpor parte de otras entidades, compatibles conlos objetivos del proceso de nominacin en laLista del Patrimonio Mundial.

    Definir un calendario de propuestas / solici-tudes nacionales o sub-regionales de asisten-cia internacional al Fondo del PatrimonioMundial.

    Activar los mecanismos de participacin decomunidades y actores locales en los procesosde identificacin y en la preparacin de los pla-nes de manejo y de gestin.

    La experiencia de este importante proceso

    transnacional para la inscripcin y posterior ma-nejo de un bien de importancia universal como elQhapaq an, servir, sin duda alguna, para esta-blecer nuevos criterios y dinmicas formas de tra-bajo conjunto entre pases que comparten bienespatrimoniales comunes, sea por continuidad es-pacial, o fruto de la dinmica socio-histrica quelos generaron.

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    Qhapaq an - Camino Principal Andino y el proceso de su candidatura

    Qhapaq an - Camino Principal Andinoy el proceso de su candidatura como bien susceptible

    de ser inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial

    Nuria Sanz

    Las Repblicas de Argentina, Bolivia, Chile, Co-lombia, Ecuador y Per comparten en su territo-rio una herencia cultural comn de valor excep-cional: el Qhapaq an o Camino Principal Andi-no. Desde hace ya dos aos, el Centro del Patri-monio Mundial acompaa a estos pases en unproyecto pionero: la preparacin de una candida-tura nica de nominacin del Qhapaq an, parasu inscripcin en la Lista del Patrimonio Mun-dial, a travs de un proceso de cooperacin regio-

    nal, original e innovador.

    EL QHAPAQ AN EN LA HISTORIA

    El Qhapaq an - Camino Principal Andino fue eleje central del proyecto poltico-econmico del Im-perio Inca. Este Camino Principal, de una longitudestimada de 6.000 km serva de enlace a una redarticulada de caminos e infraestructuras construi-

    das a lo largo de ms de 2.000 aos de culturasandinas que precedieron a los Incas. Todo este con-

    junto de caminos, de ms de 23.000 km, vinculabadiversos centros productivos, administrativos y ce-remoniales.

    El Camino, el Camino Principal, por otros de-nominado Camino Troncal de la Sierra, articula lasaltas cimas de las montaas andinas, cuyo trazadoms visible se delimita entre Quito y Mendoza. Aesta espina dorsal, que se aventura por las ms al-

    tas cumbres, la acompaan otras vas que extien-

    den su trazado N/S a lo largo de la costa del Pacfi-co. Entre ambas, a modo de corredores transversa-les, otros tantos caminos comunican costa, amazo-na y puna.

    La red de caminos incaicos entrelazaba los cen-tros de poder con las yungas, desiertos y selvas enlos ms recnditos parajes del Imperio. La mallavial teja todo tipo de relaciones en el territorio. Lacordillera no permita trazados radiales, y el itine-rario estaba obligado a definir una secuencia lon-

    gitudinal, siguiendo una jerarqua elemental, basa-da en nudos de trfico y ramales que disminuyensu tamao y consistencia, a medida que se alejande los ejes principales. Su construccin respondia intereses comerciales, polticos, administrativos,estratgicos y militares, cabalgando por cimas yfaldas de la cordillera andina, para llevar las misi-vas del Imperio.

    La red de caminos incaicos permiti la expan-sin y la organizacin del Imperio Inca. Preceden-

    temente, la destreza de la cultura Wari y Chimhaba sabido asociar grupos tnicos, santuarios yhuacas en mbitos de carcter regional. El Incarioarticul su red a nivel continental, y sus caminos,que se convirtieron en una expresin privilegiadade espritu organizativo y de planificacin de lafuerza de trabajo disponible, funcionaban como ins-trumento fundamental para unificar el Imperio deforma fsica y ordenada.

    En el caso de los caminos, la proeza construc-

    tiva excedi las necesidades funcionales de una

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    Nuria Sanz

    red de comunicacin. La enorme variedad tipol-gica, de escalas, de tcnicas, de acabados y tra-zos, de delimitaciones, de formas de construccin,de materiales, hablan de habilidades constructi-vas, tcnicamente impecables. El detalle con quetrataban de atenuar altitudes, construidas sin msfuerza motriz que la humana, en ausencia de ani-males de tiro o de la rueda, y gracias slo a lasrudas herramientas de piedra, madera o metal, dacuenta de una gran aventura imperial de xito con-sagrado en pocas generaciones. La pericia con laque fueron pensados y la precisin con la que seconstruyeron los caminos, se complementaron conatentos programas de mantenimiento y renovacin

    permanente.Los Incas del Cusco dotaron a tan seera infra-

    estructura, de un carcter unitario en menos de unsiglo, dndole coherencia funcional e implantandoncleos complementarios para el comercio, el in-tercambio, la produccin y el culto, adaptando lossectores productivos de acuerdo con la topografay el clima, en todos y cada uno de los diferentespisos ecolgicos que se encuentran a lo largo delCamino.

    Pero el Qhapaq an fue tambin una va de co-municacin que permiti la difusin y madurez delas culturas regionales, y la apropiacin de valoresculturales comunes, gracias a la expansin de len-guas como la quechua y la aymara, y con ellas, desu cultura y sus cosmovisiones. Hoy, los paisajesculturales del Qhapaq an conforman un contextoexcepcional, en el que las culturas vivas andinascontinan siendo portadoras de un mensaje univer-sal: la capacidad humana de convertir en ambiente

    de vida, una de las geografas ms difciles del con-tinente americano.

    En una primera mirada, el mundo andino pare-ce un medio domesticado, silenciosamente, a tra-vs de formas de solidaridad que trascienden mu-chas generaciones. Una idea de lo andino en elimaginario remite a paisajes desprovistos de pre-sencia humana, como si se tratara de un mundopoco transitado, donde la diversidad se conviertesin duda en la gran recurrencia. Frente a las mag-

    nficas construcciones incaicas, el sistema de po-

    blacin habla hoy de una presencia prudente, deuna voluntad de resistencia y de prcticas cultu-rales y productivas de combate cotidiano, en con-traste con una naturaleza adorada y hostil. El sis-tema de poblamiento testimonia la aventura he-roica de sucesivas generaciones. Esta empresa esun proceso inacabado que empieza a buscar nue-vas formas de inventar el futuro, con la energade la misma proeza y la templanza del que conocelas dificultades.

    La geografa andina es una geografa fractura-da. La ingeniosidad con la que el medio natural hasido humanizado, desde los sistemas de cultivo alos adoratorios, fueron modelando la fisonoma de

    los Andes a travs de muchos siglos de tecnologa,y de cambios sociales y polticos. An hoy, su te-rritorio mantiene profundos lazos enraizados contradiciones de medio milenio de antigedad, quenecesitan una clave de lectura inspirada en la di-versidad para poder ser descifradas.

    El Camino Principal Andino constituy unamega-unidad de valor universal, de un gran lugarmultinacional. Ha sido la manifestacin de un he-rosmo silencioso, de formas elementales llenas de

    sabidura, que atraviesan diferencias ecolgico/eco-nmicas en vertical, enlazando culturas ligadas in-disociablemente con una de las geografas ms ex-tremas del planeta. Las reuniones de expertos, comola que en este caso particular ha convocado el Cen-tro del Patrimonio Mundial, contribuyen para iden-tificar la significacin cultural y el valor de unidaddel conjunto, con el fin de barajar las modalidadesde inscripcin a travs de distintas frmulas de co-operacin tcnica.

    TRABAJOS PRELIMINARES A LA REUNINDE CUSCO

    Con base en las anteriores premisas comenzamos adefinir los propsitos de la reunin de Cusco. Seestablecieron objetivos generales (ver Presentacin,pp. 12-13).

    Con el propsito de comenzar con una base ho-

    mognea de informacin, se enviaron dos

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    Qhapaq an - Camino Principal Andino y el proceso de su candidatura

    1Anexo V: Cuestionario de especialistas para la 1 Reunin Tcnica Regional Qhapaq an - Camino Inca; pp. 126-130.2Los resultados analizados no incluyen la informacin sobre Ecuador.

    cuestionarios1 a los participantes de la reunin.Fueron elaborados para ordenar ideas, actividades,proyectos en marcha, prioridades institucionales ydibujar un panorama, si no uniforme, s con ciertosgrados de comparacin, para viabilizar la discusinsobre bases armnicas, al tiempo que se comenza-ba a recopilar noticias de procesos, y determinarquin sera el responsable en cada pas, con res-pecto al proyecto de candidatura del Qhapaq anpara la Lista de Patrimonio Mundial.

    Con el fin de llegar a los resultados esperados,el cuestionario signific slo un medio instrumen-tal para tener una aproximacin sobre las visionesy realidades nacionales, los avances en los proce-

    sos de investigacin y/o proteccin de todos aque-llos lugares, vestigios o recursos que, de una u otraforma, estuvieran relacionados con el bien patri-monial Qhapaq an. En este sentido, se propusoun primer listado de interrogantes, que permitihacer una lectura comparativa de las distintas vi-siones antes de la reunin, identificando de estamanera, cules seran los aspectos en los que lacooperacin internacional debera profundizar.

    El primer cuestionario estaba dividido en ep-

    grafes temticos (patrimonio cultural, patrimonionatural, comunidades, aprovechamiento tursticodel patrimonio y cooperacin internacional). Un se-gundo cuestionario estaba destinado a los tcnicosy expertos, que en cada pas haban comenzado ac-ciones y trabajos relacionados con la identificacin,preservacin y puesta en valor del Qhapaq an2.

    ANLISIS DE LAS INFORMACIONES

    RECOGIDAS EN LOS CUESTIONARIOS

    Resultados en relacin con el marcoinstitucional nacional del proyecto Qhapaq an

    Per ha creado mecanismos de coordinacin na-cionales de carcter multidisciplinario, para inte-

    grar distintas competencias del Gobierno Local, Re-gional o Nacional, adems de representantes de lasociedad civil organizada, que hace ya dos aoscomenzaron a desarrollar el Proyecto Qhapaq an,gracias a un fondo presupuestario para la puesta enmarcha del proyecto de identificacin, registro,excavacin, preservacin y puesta en valor de loscaminos incaicos y sus recursos culturales asocia-dos, capitaneados por el Instituto Nacional de Cul-tura (INC). El Gobierno del Per ha asumido comoprioridad e inters nacional esta accin, avalada porlos Decretos Supremos N 031-2001-ED y 035-2001-ED. El INC encabeza un programa en coor-dinacin con: el Instituto Nacional de Recursos

    Naturales, la Oficina de Reservas Naturales, elVice-ministerio de Turismo, la Sub-Secretara dePoltica Cultural Exterior del Ministerio de Rela-ciones Exteriores, el Vice-ministerio de Economay Finanzas, el Vice-ministerio de Transporte, Co-municacin y Construccin, el Vice-ministerio deEnerga y Minas, el Vice-ministerio de Agricultu-ra, el Consejo Nacional del Ambiente, la ComisinNacional de Pueblos Andinos, Amaznicos y Afro-peruanos, la Presidencias Regionales y Gobiernos

    Locales, y el Ministerio de Defensa mediante laOficina de Desarrollo Nacional.

    En cuanto a los proyectos de identificacin, elINC /FONCODES (Fondo Nacional de Compen-sacin y Desarrollo Social), han sido los respon-sables de los relevamientos de informacin en loreferente al trazado de los caminos y de sus luga-res patrimoniales arqueolgicos y etnogrficosasociados (histricos o actuales). El inventario yaest muy avanzado y cubre la totalidad de la red

    en el territorio peruano. Los procesos de carto-grafa son escenarios privilegiados de la coopera-cin interdisciplinaria: institutos militares, archi-vos histricos y religiosos, registros hidrolgicos,meteorolgicos, aerofotogeogrficos y medioam-bientales. El proyecto se va nutriendo con crucesde informacin. Hasta hoy, 42 sitios han sido ex-

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    cavados, 22 topografiados, 11 puestos en valor,2000 km en las cuatro mega regiones; 50 arque-logos trabajan en el proceso, rastreando todo tipode evidencias a travs de las crnicas de los S.XVI y XVII, los escritos de los viajeros de los S.XVIII, XIX y XX, hasta llegar a los textos deHyslop en la dcada de los 80.

    Otros pases como Colombia comenzaron pro-cesos liderados por el Instituto Colombiano de An-tropologa e Historia que, si bien no llevan en suttulo la denominacin de Qhapaq an, estn ensa-yando metodologas y reglamentos legales y tcni-cos, que sin duda van a resultar de gran valor paralos dems caminos, en cuanto a la proteccin e iden-

    tificacin de redes camineras prehispnicas y co-loniales. Los aspectos inmateriales del camino (to-pnimos de lengua quechua, evidencias arqueol-gicas de restos de camlidos, restos de conchas despondylus trados de la costa ecuatoriana y encon-trados en las tumbas de Nario, o los registros enfuentes histricas de los Yanacoyas) documentanimplcitamente, formas de expansin del mundo in-caico, aunque no existan vestigios arqueolgicoshasta ahora descubiertos.

    El bien patrimonial en Colombia es un bien denaturaleza intangible, si bien es cierto que las in-vestigaciones arqueolgicas podran revelar el usoy trazado de las vas de comunicacin en pocaprehispnica. La regin es muy montaosa, de rosprofundamente encaonados en el nudo de Pasto,separada de la Meseta de Popayn por el ro Pata.La zona est seriamente afectada por la confronta-cin armada que sufre el pas, con intensa activi-dad guerrillera y paramilitar.

    En Chile se ha constituido un grupo de trabajointerdisciplinario de especialistas en el tema incai-co y de profesionales de medio ambiente, de repre-sentantes de la Corporacin Nacional de Desarro-llo Indgena, de la Corporacin Nacional Forestal,del Servicio Nacional de Turismo y de entidadesde desarrollo social como FOSIS (Fondo Nacionalde Solidaridad y de Inversin Nacional), unidos enel esfuerzo, para sistematizar la informacin reco-gida por las numerosas instituciones necesariamen-

    te involucradas.

    En el caso de Bolivia, la Direccin General deArqueologa (DINAR) se ha encargado de los tra-bajos de registro de los sitios arqueolgicos aso-ciados al Camino, y ha comenzado procesos de re-cuperacin y puesta en valor de secciones del mis-mo: Camino Takesi, Choro, Yunga (trnsito delaltiplano al trpico), Cruz y la Ruta del Oro, perono se cuenta, hasta el momento, con levantamien-tos topogrficos o geo-referenciales de los cami-nos en su territorio. La falta de conocimiento sobreel trazado del Qhapaq an en Bolivia es lo quemotiva al pas, para avanzar en un proceso que va asacar del anonimato a tan rico patrimonio.

    La Argentina tiene una extensa historia de in-

    vestigacin en la temtica inca en general, y en elQhapaq an en particular. Son numerosos los tra-bajos de campo que incluyen prospecciones inten-sivas, excavaciones, relevamientos planimtricosy topogrficos. El Instituto Nacional de Antropo-loga y Pensamiento Latinoamericano, dependien-te de la Secretara de Cultura de la Nacin, estllevando a cabo un registro nacional de sitios ar-queolgicos que incluye los establecimientos in-caicos y el Qhapaq an. Asimismo, en la Adminis-

    tracin de Parques Nacionales se realiza el Re-gistro Nacional de recursos culturales en reasnaturales protegidas. Argentina va a conformar unComit Nacional Interdisciplinario e Interministe-rial, un Comit Interprovincial y Comits Provin-ciales Interdisciplinarios. Ya hay varios equipos queestn realizando investigaciones en diversas temti-cas relacionadas con el patrimonio cultural del Qha-paq an, que incluyen entre otras: arte rupestre, es-tudios urbansticos, excavaciones sistemticas de

    sitios, textiles, etnohistoria, narrativa oral, etc.

    LEGISLACIN: TIPOS DE FIGURAS DEPROTECCIN PARA EL CAMINO; LOSCAMINOS Y SUS PATRIMONIOSCULTURALES/NATURALES ASOCIADOS.REGLAMENTOS ESPECIALES

    En general, los cuestionarios dejan entrever que se

    carece de figuras especficas de proteccin para los

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    Qhapaq an - Camino Principal Andino y el proceso de su candidatura

    paisajes lineales o itinerarios culturales; sin em-bargo, dos ejemplos pueden servir para abrir eldebate: la figura especfica de proteccin de itinera-rios culturales en Argentina, y el inventario e inves-tigacin de los caminos de herradura en Colombia.

    Las leyes de proteccin del Qhapaq an comobien cultural son las leyes generales de proteccindel Patrimonio Nacional de cada pas. En Per laLey 24047, as como la Ley Nacional de Patrimo-nio Cultural, dota de marco de proteccin al Cami-no, a los caminos y a sus patrimonios culturalesasociados. Existen sin embargo en el territorio pe-ruano, los reglamentos de uso del Camino Inca deMachu-Picchu que regulan el uso pblico de aproxi-

    madamente 30 km de tramo entre Ollantaytambo yMachu-Picchu.

    En el caso de Colombia, la Ley Nacional deCultura 397 es el instrumento para declarar Biende Inters Cultural, pero adems existe otro instru-mento jurdico de proteccin: Red de Caminos deHerradura (por ejemplo, los caminos coloniales delDepartamento de Cundinamarca).

    En Argentina la Ley Nacional N 25743 de Pro-teccin del Patrimonio Arqueolgico y Paleonto-

    lgico, y el organismo encargado de su aplicacin(Instituto Nacional de Antropologa y Pensamien-to Latinoamericano), as como la Ley 12665: De-claracin de monumento histrico nacional, lugary sitios de inters histrico-artstico, bien histri-co-artstico, conjunto de inters histrico-artstico(a travs de la Comisin Nacional de Museos y deMonumentos y Lugares Histricos), son los mar-cos jurdicos que declaran y protegen los bienesculturales de la nacin. Sin embargo, en el caso del

    proyecto que ahora nos ocupa, la Ley 22.351 / 80:Ley de parques y reservas nacionales y monumen-tos naturales, en conjuncin con su Reglamento parala Conservacin del Patrimonio Cultural en Juris-diccin de la Administracin de Parques Naciona-les y Poltica de Manejo de Recursos Culturales (Re-solucin 015/01), resulta esencialmente importante,ya que desde la legislacin ambiental se provee, alCamino y a sus paisajes, de un marco de protecciny gestin de carcter integrador, fundamental para

    la dimensin y naturaleza de este proyecto.

    DEFINICIN DEL BIEN PATRIMONIALQHAPAQ AN

    Hasta el momento, el bien se encuentra inscrito enla Lista Tentativa de los siguientes pases:

    Argentina: C (Paisaje Cultural) (ii) (iii) (iv)Bolivia: C (i) (ii) (iii) (iv)Per: C (ii) (iii) (iv) (v), (vi)

    Entre las informaciones recogidas, los especialis-tas tienden a identificar el Qhapaq an de manerageneral con el territorio del Tahuantinsuyo y loscuatro cuadrantes del Imperio Inca: el Camino es-

    tructura el territorio incaico. El Tahuantinsuyo oImperio Incaico, se divida en cuatro cuadrantes.La divisin noroeste o Chinchasuyuinclua la ma-yor parte del Per Central y Norte, Ecuador y Surde Colombia. El cuartel o provincia sudoeste era elKuntisuyuque abarcaba la costa en el Per Cen-tral. Sobre las laderas de la selva oriental se exten-da elAntisuyuhacia el nordeste y sudeste. La pro-vincia ms grande, el Kollasuyu, hacia el sur, in-clua la cuenca del lago Titicaca, la mayor parte de

    Bolivia, las tierras altas de Argentina hasta la pro-vincia de Mendoza, y la mitad norte de Chile. LosCaminos andinos tendan una trama que haca po-sible un Imperio.

    A lo largo del Imperio del Tahuantinsuyo, elQhapaq an surca un territorio que enlaza diver-sos pueblos, regiones y ecosistemas de los Andes,conformando la va de comunicacin o corredor,reflejo de la compleja, efectiva e integradora orga-nizacin del estado. El sistema vial incaico, con

    sus caminos de la costa, de las tierras altas y unagran red de caminos secundarios y transversales,una todas y cada una de las tierras, posibilitandosu administracin y la comunicacin entre cada po-blacin del imperio. Los diferentes itinerarios dancuenta de los espacios y sus recursos complemen-tarios, de los diversos establecimientos asociadosy de las actividades e infraestructuras desarrolla-das: puentes, poblados, fortificaciones, tambos,depsitos, minera, agricultura, etc.

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    El Qhapaq an se identifica como corredor delimperio, el Gran Camino Troncal de la Sierra, auxi-liado por caminos secundarios o transversales. Des-de el inicio se registra como un recurso lineal, inte-grador de paisajes, de valores patrimoniales, hist-ricos, sociales, cientficos, econmicos, y de lascosmovisiones asociadas a todos esos valores. Sedefine como corredor que enlaza espacios cultura-les de complementariedad econmica, en relacincon los distintos pisos ecolgicos. Es necesario te-ner en cuenta la necesidad de recopilar todas las evi-dencias posibles, ms all de lo visible o recupera-ble por metodologa arqueolgica. Los pases, porconsenso, han autorizado que el Camino Principal

    Andino, presente en una vasta porcin de la Amri-ca Andina, sea portador de un significado histrico-antropolgico y de una oportunidad excepcional deintegracin de valores culturales compartidos.

    La magnitud crucial de esta red de interrelaciny su recorrido a lo largo de valles profundos, sierrasaltas, montaas nevadas, pantanos, roquedales y rostorrentosos, constituye un recurso cultural que per-mite incorporar la valorizacin de la diversidad deambientes o recursos naturales representados por el

    entorno que atraviesa. La nocin de recurso linealel camino, integrada a la de paisajes elcaminoy los ambientes circundantes constituyenelementos terico-metodolgicos que van a servirpara la identificacin, la proteccin y el manejo deeste patrimonio asociado.

    Argentina convino desde el inicio, sobre una es-trategia cercana a la propuesta de Manejo Bio-re-gional de ecosistemas, referido al concepto de n-cleos: definidos stos, como aquellas reas iden-

    tificadas como integrantes o continentes deunidades naturales y culturales relacionadas, queposeen alto valor para la renovacin de las relacio-nes y procesos, que sustentan la biodiversidad y ladiversidad cultural de los ecosistemas. Los ncleosy los corredores conformaban en la poca del Im-perio, una matriz de gran amplitud geogrfica, querepresentaba el espacio global, con sus caracters-ticas de diversidad y variedad ecosistmica.

    Los caminos entrelazan multiformes valores his-

    tricos tanto por la magnitud como por la calidad

    del recurso, representativo del ms complejo y ex-tenso sistema cultural sudamericano prehispnico,ligado al desarrollo del espacio americano andinoy a la vida de las sociedades actuales. Sin embar-go, la visin compartida por los pases, no es unavisin historiogrfica, sino que unnimemente con-sideran al patrimonio del Camino como posibili-tador del desarrollo social y econmico de las ac-tuales y futuras sociedades involucradas. El Cami-no constituye un elemento crtico de la realidad delos estados cordilleranos sudamericanos, que, a tra-vs de este recurso patrimonial, pueden reconocery reconocerse en la identidad de un pasado comn,sobre el cual es posible planificar y construir las

    relaciones actuales, hacia un desarrollo humanoproyectado al futuro.

    El conjunto de unidades arqueolgicas, quecomprende el recurso cultural, representa un po-tencial de alto valor cientfico, por el conocimien-to e informacin que provee, tanto para la com-prensin de los sistemas culturales del pasado,como para el estudio de las relaciones del hombrecon el medio, dentro de una amplia diversidad deambientes vinculados y, consecuentemente, hacia

    el entendimiento de los procesos que conformaronla fisonoma actual.

    La necesidad de conservacin y uso sustenta-ble de tal patrimonio cultural se pone de manifies-to en el amplio espectro de los importantes valoresque contiene, cuyo reconocimiento, mantenimien-to y utilizacin en forma conjunta, no slo garanti-zar el manejo y preservacin homogneos de losmismos, sino que tambin constituir un importan-te factor de crecimiento para la regin.

    Actualmente, en los pases se han propuestocriterios agrupados segn las metodologas de re-gistros; el esquema que se presenta a continuacinresponde a dichos criterios.

    En cuanto a los caminos y su localizacin geogr-fica: Camino Troncal de la Sierra Caminos transversales hacia la Costa Camino Costero

    Caminos de penetracin en la Amazona

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    Segn su diseo constructivo: Caminos principales (pavimentos y parapetos) Caminos secundarios (guijarros, arena) Senderos de chasquis

    Rasgos estructurales/trazado: Despejado Despejado y Amojonado Encerrado por muros Empedrado Adoquinado Escalonado Rampas Talud/es de contencin

    Asociados: Tneles y Puentes Adecuaciones coloniales, adecuaciones repu-

    blicanas, etc.

    En cuanto a la tipologa de asentamientos asocia-dos: (arquitectura domstica, edificios administra-tivos, sitios ceremoniales, lugares de extraccinminera): Tambos Pukaras

    Plataformas ceremoniales (Ushnus) Terrazas de cultivo asociadas Centros Administrativos/Kalancas Santuarios en Altura Establecimientos mineros Arquitectura militar defensiva Molinos Capillas coloniales

    Argentina propone una gua-registro para el

    Qhapaq an, la red vial y el patrimonio culturalasociados:

    Categoras taxonmicas

    1. Red vial2. Posicin geogrfica y ecolgica3. Tipo de emplazamiento y relacin topogrfica4. Patrn de instalacin

    4.1. Registro infraestructural cualitativo (ran-

    go edilicio)

    4.2. Registro infraestructural cuantitativo (ta-mao edilicio)

    5. Registro no infraestructural5.1. Cualitativo (rango del registro)5.2. Cuantitativo (intensidad del registro)

    6. Situaciones de contacto6.1. Sitio Inca con indicadores mobiliarios lo-

    cales6.2. Sitio Inca con indicadores locales ms alc-

    tonos6.3. Sitio Inca al pie o frente a sitio receptor6.4. Sitio Inca inscripto dentro de un local6.5. Sitio local con indicadores mobiliarios

    Inca, ms red vial

    6.5.1. Registro en unidades constructivasfunerarias

    6.5.2. Registro en unidades constructivashabitacionales

    En cuanto a la declinacin del registro de la RedVial, se propone el siguiente:

    1. Camino despejado: el ms frecuente cuantita-tivamente. Se observa la tpica rastrillada,

    producida por la simple limpieza o por el trfi-co pedestre.

    2. Despejado y amojonado: Calzadas, que de tre-cho en trecho, posean hileras de piedra sin lle-gar a constituir un muro.

    3. Encerrado por muros: el camino atraviesa unapoblacin quedando bordeado por los murosde los recintos

    4. Empedrado: sectores en cuyo piso fueron dis-puestas piedras o lajas con diferente grado de

    regularidad y no muy cuidada terminacin5. Adoquinado: mayor regularidad en la seleccin

    y ensamble de las piedras o lozas del piso ycuidada terminacin. Ausente en Argentina.

    6. Adoquinado con desage: se le daba una con-vexidad al piso que permita escurrir el agua.Ausente en Argentina

    7. Escalonado: construccin de escalinatas quesortean las irregularidades del terreno.

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    8. Con rampa: en sectores con pendiente se ate-nuaba la misma mediante su retoque o por re-lleno de piedra y ripio.

    9. Con talud de contencin: serva de refuerzo asectores del camino en zonas abruptas.

    EL QHAPAQ AN Y EL PATRIMONIONATURAL ASOCIADO

    Es recurrente en todos los pases que el Caminoatraviesa, la existencia de: Parques Nacionales,Reservas Nacionales, Monumentos Nacionales yreas Silvestres Protegidas. Slo en Per los ca-

    minos principales andinos prehispnicos surcan 56espacios naturales protegidos. nicamente Percuenta con una legislacin especfica para sitiosnaturales sagrados. En relacin con los sistemasde proteccin nacionales, pases como Argentinahan avanzado, a partir de la ley de patrimonio na-tural, que preserva espacios culturales insertadosen reas naturales protegidas. Mientras que en Ar-gentina el contexto de proteccin integrador pro-viene del mbito de las autoridades medioambien-

    tales, en el caso de Bolivia el proyecto se insertaprimordialmente en las responsabilidades del Vice-Ministerio de Cultura.

    En Chile por ejemplo se ha avanzado con la ca-tegorizacin de nuevas figuras de proteccin comoen el caso de los lugares sagrados, las reas silves-tres protegidas privadas y las reas de desarrolloindgena. reas protegidas naturales como el Par-que Nacional Lauca, la Reserva Nacional de lasVicuas, y el Parque Nacional de Hullaillaco estn

    en directa relacin con el Qhapaq an.En el caso argentino, en trminos de patrimo-

    nio natural, el bien Qhapaq an se encuentra re-presentado en tres reas del Sistema Nacional dereas Protegidas. Estas tres reas corresponden ala categora de Parque Nacional. Ellas son: el Par-que Nacional Los Alisos, el Parque Nacional SanGuillermo (ncleo de la Reserva de la Biosfera SanGuillermo) y el Parque Nacional El Leoncito, equi-valentes a la Categora II de la UICN.

    La Administracin de Parques Nacionales esresponsable de la conservacin de los recursos na-turales y culturales, y por ende de la planificacin,desarrollo de programas educativos e interpretati-vos, y de la creacin de comunidades asesoras oconsultivas locales, que involucran a distintos ac-tores sociales de las reas aledaas a los parques,en la tarea de proteccin y puesta en valor de losrecursos naturales y culturales.Con respecto a losbienes culturales, desde la Administracin de Par-ques Nacionales se ha realizado un detallado rele-vamiento de los mismos, y se efecta el seguimientoperidico de la evolucin de los sitios arqueolgi-cos presentes en las reas protegidas, entre los que

    se encuentran tramos del Qhapaq an.

    COMUNIDADES INDGENAS DELQHAPAQ AN

    Las comunidades asociadas al camino son de ca-rcter urbano, rural (costa, sierra, ceja de selva) y aveces, resultado de la evolucin desde lo rural a lourbano, en procesos que desencadenan desarraigo

    y nuevas frmulas de establecer identidades gru-pales.

    Las comunidades indgenas del Qhapaq an vi-ven, mayormente, en la pobreza, sufriendo las con-secuencias de su desarticulacin econmica y so-cial. En general, desconocen las posibilidades delpotencial de la riqueza cultural que les rodea, comoforma de mejorar su calidad de vida, en un mo-mento en que la prctica de preservacin del patri-monio inmaterial se encuentra en desarrollo inci-

    piente. En el caso de Per existen algunas expe-riencias que establecen relacin entre el Qhapaqan (turismo, arqueologa, recuperacin de icono-grafas tradicionales populares) y la vida de la co-munidad, como por ejemplo, el Proyecto Maras, elProyecto Kuntur Wasi y el Proyecto Vilcashuamn.Son comunidades que siguen transitando el Cami-no, y el Camino sigue vertebrando sus relacionessociales y econmicas. Todava falta hacer reali-dad el binomio: generacin de desarrollo y recupe-

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    racin de patrimonio en beneficio de las comuni-dades del Qhapaq an.

    En el territorio peruano se destacan tambin losprogramas de revalorizacin y reutilizacin de latecnologa agrcola tradicional, como en el caso delos cultivos en Tanakas o terrazas o bien los Sukako-llus o sistemas de riego por camellones. Se recupe-ran ciertos tipos de producciones tradicionales, aun-que es ms complejo restablecer los mercados tra-dicionales.

    A travs del cuestionario, se ha demostrado ellento pero evidente desarrollo de proyectos que in-volucran a la sociedad en la preservacin del patri-monio, a travs de programas educativos, como es

    el caso de Maras en Per, o el caso de la cooperati-va hotelera en Tomarapi en el Parque NacionalSajama (Bolivia)o en Chile, donde la prctica depuesta en valor del patrimonio, mantiene en usouna parte esencial de las formas de vida de las co-munidades, por ejemplo en la provincia de Roa.

    En la mayora de los pases, la legislacin sobrelos derechos indgenas ha sido ampliamente