la entrevista psiquiatrica stevenson
TRANSCRIPT
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 1/29
1
LA ENTREVISTA PSIQUIATRICA
Ian Stevenson.
Traducción: Unidad de Psicoterapia Dinámica. Marzo 1996
Instituto Psiquiátrico “Dr. José Horwitz
Barak”.
La entrevista psiquiátrica, tal como se practica en la mayoría de los centros
psiquiátricos norteamericanos ha experimentado un marcado cambio durante los
pasados cincuenta años. Antiguamente, un tipo de entrevista de pregunta- y-
respuesta satisfacía los requerimientos del entrevistrs psiquiátrico, tal como lo
hacían, y lo siguen haciendo, aquellas entrevistas que recogen la historia médica
respecto a las enfermedades exclusivamente físicas. Pero la entrevista psiquiátrica
moderna, aunque incluye preguntas, pone mucho más énfasis en un intercambio
libre y fluído entre el psiquiatra y el paciente. Esta alteración en nuestra práctica ha
sido consecuencia de cambios en los tipos de información que queremos de los
pacientes y en nuestras ideas de cómo podemos obtener mejor esta información.
También hemos aprendido las limitaciones de las comunicaciones verbales. Ahora
no sólo atendemos lo que los pacientes dicen sino tambien su manera de decirlo,
ya que ésto puede mostrar lo que sus palabras encubren. Y también hemos
aprendido que cuando dos personas conversan, lo que dicen depende no sólo de
lo que quieran contarse sino también de lo que piensan la una de la otra. En lo que
sigue discutiremos primero la información que el psiquiatra usualmente desea
obtener en una entrevista inicial, luego cómo la relación del psiquiatra con el
paciente influye sobre lo que el paciente le dice, luego la actitud óptima del
psiquiatra y algunas técnicas que puedan incrementar el rendimiento de unaentrevista.
Los psiquiatras investigadores americanos prestan atención tanto a la
teoría como a la técnica del entrevistar psiquiátrico, aunque no tanto como
debieran. Podríamos esperar que a partir de sus esfuerzos emergieran cambios
tan buenos como aquellos que han surgido en los últimos cincuenta años. Esto,
requerirá, entre otras cosas, que cada uno de nosotros desafíe constantemente
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 2/29
2
sus propios hábitos y permanezca renuente a practicar, por el resto de su vida,
sólo lo que sus profesores le han enseñado.
Abordaremos la entrevista psiquiátrica considerando, principalmente, la
evaluación inicial del paciente. A veces podemos lograr ésto en una entrevista,
pero a menudo necesitamos varias. Más aún, la entrevista o entrevistas iniciales
deberían combinarse con la evaluación psiquiátrica.
El siguiente capítulo trata sobre la evaluación psiquiátrica y los métodos de
incluir parte de éste en la entrevista psiquiátrica y en hacer la transición desde la
entrevista a una evaluación más definitiva. (Cap. 10).
LO QUE EL PSIQUIATRA QUIERE AVERIGUAR
El psiquiatra debería primero saber lo que generalmente el paciente más
quiere contar, es decir, una descripción de sus síntomas y la historia de su
comienzo y evolución. Después de e sto, la importancia de las tensiones vitales
para precipitar las enfermedades mentales requiere una detallada revisión del
ambiente actual del paciente. La revisión de esto puede llevar a hablar fácilmente
sobre el ambiente temprano del paciente y de ahí sobre su historia familiar. A partir
de ésto puede seguir naturalmente una narración de la propia vida personal
temprana del paciente.
La mayoría de los psiquiatras entienden la importancia de elicitar este
material en las entrevistas iniciales, y sólo dos puntos merecen mayor énfasis.
Primero, se debe asignar mucha importancia a un detallado registro de los
síntomas del paciente. Deberíamos tratar de imaginar lo que ha experimentado el
paciente y sus experiencias actuales. Deberíamos tratar de mirar el mundo comoél lo ve, pero sólo podemos hacer esto si le permitimos hablarnos con gran detalle.
Más aún, muchos síntomas psicológicos requieren un estudio no sólo como
experiencias directas del paciente sino también en relación al propósito de servir al
paciente a adaptarse a otra gente o a otras fuerzas dentro de sí mismo. En breve
entramos en detalle por lo que podemos saber qué funciones están alteradas y
cómo estas funciones se relacionan con otras. En segundo lugar, se debe enfatizar
el estudio del ambiente actual del paciente. Aunque todos reconocemos la
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 3/29
3
importancia de grandes presiones de la vida en la precipitación de las
enfermedades mentales, a menudo omitimos, para nuestra desventaja y la del
paciente, un estudio cuidadoso de cómo vive el paciente. Solamente entrando en
su vida diaria, cómo era, podemos llegar a apreciar las sutiles pero, por
acumulación, poderosas relaciones entre el paciente y los otros cercanos a él. Y,
usualmente, sólo tal apreciación nos permitirá analizar las respectivas
contribuciones del paciente y de aquellos alrededor de él para provocar la tensión
que experimenta.
Mientras escucha la historia, el psiquiatra debería atender no sólo a los
meros datos de personas, lugares y eventos como son relatados por el paciente;
debe estudiar de igual forma el significado que tienen estos eventos para él y las
actitudes que mostró entonces hacia ellos y, si han cambiado, las actitudes que
muestra ahora hacia los mismos. Al estudiar las actitudes el psiquiatra debe incluir,
sumado a las palabras del paciente, la observación de sus emociones.
Existe otra razón importante para observar las emociones del paciente
cuando habla. La entrevista psiquiátrica empieza e incluye mucho de la evaluación
psiquiátrica. El relato que hace el paciente de sus quejas e historia entrega valiosa
información sobre su enfermedad. Pero esa enfermedad es un producto (en
muchos casos) de la acción de presiones en sensitividades. La entrevista
psiquiátrica debería, entonces, estudiar las especiales sensitividades y
vulnerabilidades del paciente. Mientras el paciente habla, el psiquiatra debería
explorarlo a él y a sus comentarios buscando señales de que ciertos eventos o
temas son de especial importancia para él. Las señales que revelan tales eventos
o temas merecen una breve revisión.
Uno podría preguntar al paciente directamente sobre los eventos, gente y
pensamientos que más lo incomodan. Más a menudo de lo que se hace
usualmente, deberíamos preguntar por esta información directamente. Al mismo
tiempo, deberíamos recordar la frecuente, y casi invariable, incapacidad de los
pacientes para dar una respuesta directa y completa a preguntas directas. Alestudiar enfermedades físicas podemos preguntarles sobre la ocurrencia de
náuseas, hemorragias, o pies hinchados y usualmente esperamos respuestas
razonables y valiosas. Pero no le podemos pedir a un paciente que nos cuente
sobre su matrimonio, sus padres o su jefe y esperar que las palabras que nos
devuelva puedan contener por sí solas todo lo que necesitamos saber. Varios
factores son responsables de esta diferencia. En primer lugar, nuestra sociedad
enfatiza fuertemente la importancia de que otras personas tengan una buena
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 4/29
4
opinión de nosotros. Para los pacientes psiquiátricos esto llega a ser
especialmente importante, ya que usualmente tienen una pobre opinión de ellos
mismos y han llegado a ser doblemente dependientes de la aprobación de otras
personas. Cuando un paciente se encuentra a sí mismo en la oficina del
psiquiatra, tiene razones adicionales para ganar y preservar la opinión favorable
del psiquiatra. Por consiguiente, con sus palabras se esfuerza por retratarse ( a
menos que esté muy deprimido o autodescalificador ) como una persona que es
en todos los aspectos querible y "normal". En segundo lugar, incluso el paciente
más franco tiene dentro de sí mismo amplios e importantes aspectos de
pensamiento y comportamiento que están bastante fuera de su conciencia. Aún
con la mejor voluntad del mundo, no puede decir aquello que no sabe de sí
mismo. Y finalmente, aún cuando conociera mucho más, las palabras todavía
proporcionarían un débil canal para comunicar las experiencias más ricas de
vida, tanto de sufrimiento como de felicidad.
El psiquiatra, trabajando contra estas limitaciones de la comunicación
verbal, afortunadamente tiene otras claves para aquello que desea averiguar. Esto
reside en los varios signos de emoción mostrados por el paciente cuando habla,
ya que la mayoría de nuestras experiencias importantes se convierten en
continentes de emociones, o más precisamente ellas llegan a ser importantes
porque nos afectan profundamente.
Las emociones se muestran de muchas, y a veces inesperadas, maneras.
El orden y la manera que tiene el paciente de presentar sus relatos verbales
revelan mucho. El psiquiatra debería observar lo que el paciente dice primero
(tanto al inicio de la entrevista y subsecuentemente en respuesta a preguntas), de
lo que más habla, a lo que vuelve repetidamente y lo que omite o de lo que se
escurre rápidamente. Así, el psiquiatra necesita saber lo que el paciente quiere
hablar especialmente y lo que especialmente quiere evitar hablar. Una inusual
velocidad al hablar, titubeos, bloqueos, amnesias y confusiones, todos merecen
atención como señales de emoción y, por consiguiente, claves de la significanciade eventos o temas. El orden de los comentarios que hace el paciente merece
atención, y especialmente las conexiones de pensamientos asociados en una
frase o en frases contiguas. Las asociaciones verbales delatan lazos afectivos.
El psiquiatra debería notar cambios en el tono y timbre de la voz del
paciente cuando habla. Tales cambios expresan alteraciones en las tensiones de
los músculos esqueléticos, de las cuales muchos otros signos pueden aparecer
en la cara y miembros del paciente. Por consiguiente, el psiquiatra debería
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 5/29
5
observar cómo se manifiesta la emoción en la cara del paciente, en la postura de
su cuerpo, y en los movimientos y gesticulaciones de sus miembros.
Cambios viscerales del paciente merecen igual atención ya que las
emociones afectan al sistema nervioso autónomo tan marcadamente como al
sistema nervioso central. El instrumental especial de fisiología ha revelado que
ocurren muchos cambios viscerales importantes durante perturbaciones
emocionales. No muchos de éstos están a la vista para el ojo sin ayuda del médico
entrevistador. Sin embargo, puede observar cambios en la respiración del paciente
y en su ritmo cardíaco, observado, quizás en el latido de la arteria carótida en el
cuello. Puede observar sonrojamiento o palidez en la cara y algunas veces sudor.
La boca del paciente se puede secar, o las lágrimas pueden brillar en sus ojos.
Durante una entrevista, los cambios emocionales pueden traer (y a veces remover)
los síntomas del paciente. Así, pueden ocurrir palpitaciones o un dolor de cabeza
puede desaparecer. Un paciente con una reacción psicofisiológica de la piel puede
rasguñar una sensible mancha en la piel cuando la conversación toca algo
sensible en su mente. Cada paciente tiene su propio y especial modo de expresar
sus emociones, casi tan característico como su forma de andar o sus huellas
digitales. Algunos pacientes, por ejemplo, restregan sus ojos, otros desvían la
mirada del entrevistador, e incluso otros tragan saliva cada vez que experimentan
ansiedad. El psiquiatra debería buscar los rasgos característicos del paciente
especialmente en los inicios de la entrevista, en parte porque es cuando el
paciente está frecuentemente más ansioso y, en parte, porque el psiquiatra puede
entonces usar lo que ha aprendido para identificar posteriores muestras de
ansiedad en la entrevista.
La identificación de una emoción importante sólo es el comienzo de su
estudio por el psiquiatra. Con técnicas descritas posteriormente, debería tratar de
abrir una discusión de los temas que han evocado la emoción aún cuando a
menudo deba postergarlo para un momento más apropiado. En esta discusión él
quiere averiguar de qué manera es importante este tema para el paciente y cómollegó a serlo. ¿Qué pensamientos exactamente tiene el paciente sobre el hecho,
persona o tema que causan estas fuertes emociones?. El psiquiatra no puede
considerar que el estudio de una emoción está completo a menos que haya
obtenido del paciente los detalles de los pensamientos que la acompañan. Por
esto regresa nuevamente a las palabras del paciente, las únicas (fuera del arte) a
través de las cuales éste puede comunicar sus pensamientos.
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 6/29
6
El descubrimiento de una emoción durante la entrevista psiquiátrica
contribuye a la evaluación del paciente, la cual, como fue mencionado
recientemente, comienza al inicio de la entrevista y no puede ni debería ser
separada de ella. Durante la entrevista el psiquiatra tiene amplias oportunidades
para evaluar otros aspectos del funcionamiento mental del paciente, tal como será
descrito en el próximo capítulo.
Un último propósito de la entrevista psiquiátrica es la evaluación de cuán
dispuesto está el paciente para el tratamiento psiquiátrico y los esfuerzos
necesarios para mejorar esto cuando sea necesario. Ya que esto pertenece al
tratamiento psiquiátrico propiamente, se menciona aquí sin mayor discusión. Pero
el psiquiatra debería recordarlo durante sus entrevistas. Aunque las tareas que
tiene asignadas puedan parecerse a las de un malabarista manteniendo cinco
pelotas en el aire, a menos que el psiquiatra pueda hacerle un lugar en su técnica
a una evaluación y un reforzamiento de la motivación del paciente para el
tratamiento, podría realizar una entrevista superficial que no conduce a nada.
LA RELACION MEDICO-PACIENTE
Como se mencionó antes, el deseo del paciente de contar su historia está
frecuentemente interferido por el deseo de obtener y preservar la aprobación y
ayuda del psiquiatra. Esta interferencia es experimentada por todos los pacientes
en algún grado. Pero cada paciente varía de otro en las experiencias que los han
llevado a esta protección de sí mismos y a otros patrones de comportamiento. Y
cada psiquiatra difiere de todos los otros en su capacidad para estimular o reducir
tales patrones en sus pacientes.
Cuando el paciente era niño, como todos los demás aprendió de las
experiencias qué esperar que sus padres (y otros) harían. Luego generalizó
muchas de estas expectativas, aprendió con ciertas personas, a guiar sucomportamiento con los otros. Algunas veces sus generalizaciones lo guiaron
correctamente y otras veces inapropiadamente. Un perro condicionado a
responder a un sonido con una frecuencia de 512 ciclos por segundo puede
responder (a menos que haya sido cuidadosamente entrenado) a un rango de
sonido entre 475 y 550 ciclos por segundo. Mientras más cuidadoso y prolongado
sea el condicionamiento más discriminada será la respuesta del perro a diferentes
estímulos. Pero su discriminación puede debilitarse bajo stress o sin un apropiado
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 7/29
7
reforzamiento. De manera muy similar, los seres humanos pueden discriminar
pobre o correctamente. Pueden responder a los médicos como si fueran
duplicados de sus padres. Tales percepciones equivocadas de parte de un
paciente nunca ocurren por primera vez en relación al psiquiatra, por el contrario,
han ocurrido a menudo antes y han contribuido de manera importante a las
dificultades del paciente con las otras personas. Pero el psiquiatra debería
observar especialmente cómo lo percibe el paciente, primero porque puede
estudiar esto directamente en vez de depender de observaciones de otras
personas, y segundo, porque las percepciones del paciente acerca del psiquiatra
proporcionan importantes claves acerca de sus dificultades con otra gente.
Mientras más cerca esté el psiquiatra de parecerse a personas significativas
de la vida temprana del paciente, evocará con mayor probabilidad el
comportamiento en el cual entrenaron al paciente. (La frecuencia de 512 ciclos por
segundo estimula al perro condicionado, mencionado antes, al máximo, aun
cuando pueda responder de manera menos importante a otras frecuencias).
Supongamos que el psiquiatra, después de estudiar en detalle el retrato del papá
del paciente o mejor aún una secuencia de película, se disfrazara cuidadosamente
para parecerse al papá del paciente. No podríamos culpar al paciente por
responder al psiquiatra-actor como si de algún modo su padre hubiera estado
dando vueltas en la oficina del psiquiatra y se hubiera sentado en su escritorio.
Después de un momento de sorpresa inicial, el paciente entraría en conversación,
así podría creerlo, con su padre. Ahora supongamos que el disfraz ha sido
preparado pobremente, y que el psiquiatra, de hecho, se ha puesto un bigote
como el padre pero no se ha afeitado la cabeza para imitar su calvicie o no ha
imitado su voz ronca o fumado sus cigarros baratos. Si entonces el paciente
todavía actúa como si el psiquiatra fuera su padre, el psiquiatra tendría importante
evidencia de una pobre discriminación.
Pareciéndose parcialmente a personas tempranas en la vida del paciente, el
psiquiatra puede estimular los reflejos condicionados de sus pacientes de muchasmaneras. Cada una merece una breve mención aquí y mucha atención en las
entrevistas. Primero, como ya dijimos, la apariencia física del psiquiatra influye las
respuestas del paciente. Especialmente el sexo y edad del psiquiatra, pero no
menos otros rasgos de apariencia, guían fuertemente lo que el paciente piense
que será útil o seguro revelar. En segundo lugar, el paciente responde al rol social
del psiquiatra tal como lo concibe. En esto mezcla su concepto del rol del médico.
Dos aspectos se confunden usualmente: los médicos tienen roles autoritarios en
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 8/29
8
nuestra cultura, con poder para recomendar y ejecutar drásticos tratamientos o
para trasladar a ciertos hospitales. Este aspecto de nuestro trabajo lleva al
paciente a confundirnos con policías, sargentos, jueces, profesores, y, lo más
importante de todo, con los padres. Pero los médicos también tienen un rol de
socorrer al enfermo y débil; en esta conexión frecuentemente un paciente hace un
montaje mental entre el médico y su propia madre. En tercer lugar, nuestro
comportamiento puede también estimular en el paciente patrones de
comportamiento asentados en experiencias más tempranas. Parte de este
comportamiento deriva de nuestro trabajo profesional. Hacemos preguntas y así
recordamos al paciente su madre, que siempre le hacía a su pequeño hijo
preguntas exigentes, requiriendo respuestas dolorosas, cuando venía de vuelta del
colegio. A pesar de que es algo que hacemos, nuestro trabajo no lo requiere y
sería mejor si ello. Así supongamos que nosotros, como la madre del paciente,
tenemos una excesiva preocupación por el sexo, y le preguntamos al paciente
excesivamente sobre esto. Puede entonces reaccionar fuertemente, aunque no
necesariamente en forma irracional.
En todas estas variadas formas el médico puede evocar patrones de
comportamiento en el paciente que pueden interferir parcial, o algunas veces
completamente, con la parte del paciente que percibe al psiquiatra como un
experto que ayuda al cual debería contarle su historia. Los pacientes varían
ampliamente en sus capacidades para ver al psiquiatra como es y en el evitar
confundirlo con otra gente. Si el psiquiatra quiere estudiar la discriminación del
paciente, no solamente debe prestar atención a su comportamiento sino también
conocer tanto como pueda acerca de sí mismo. Si el paciente falsamente atribuye
un bigote al psiquiatra, el psiquiatra sólo puede evaluar la posible percepción
equivocada en esto si puede recordar si él mismo se ha afeitado durante los
últimos días. Debe conocer lo que él mismo trae como estímulo a la entrevista.
Debe recordar que el paciente responde tanto a lo que el psiquiatra hace como a
quien es.Una relación médico-paciente claramente no es fija o suceptible de una
descripción permanente. Es un cambiante complejo de comportamientos que
incluye cambios tanto en el paciente como en el médico. El paciente no
necesariamente persiste en sus percepciones equivocadas del psiquiatra, y su
velocidad para corregirlas constituye un importante punto de valor pronóstico.
Durante sus contactos posteriores, el psiquiatra y el paciente tienen la oportunidad
de corregir sus categorizaciones iniciales, frecuentemente falsas, el uno del otro.
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 9/29
9
Si las primeras impresiones repelen, pueden descubrir-con el siempre refrescante
placer que esto trae-que el otro es, después de todo,una persona agradable
después de conocerla un poco. Más a menudo, las primeras impresiones atraen,
porque ambos muestran un comportamiento socialmente convencional. En una
situación nueva nuestro comportamiento al principio tiende a adaptarse a los roles
sociales que creemos nos están asignados por la situación. Después, el trato más
cercano puede traer los rasgos que en un principio fueron escondidos. Con la
creciente intimidad emergen varios patrones de comportamiento aprendidos en las
experiencias familiares menos uniformemente estructuradas. Así pasa que,
después de un tiempo, el psiquiatra hace algo o falla en hacer algo que frustra una
de las expectativas del paciente hacia él, o puede ofenderlo de muchas maneras.
También debe estudiar estos eventos cuidadosamente.
La usual atracción positiva inicial entre psiquiatra y paciente está
ampliamente sustentada por las fantasías de lo que cada uno pueda esperar del
otro. Cuando las fantasías son revisadas más profundamente, y cuando, al mismo
tiempo, el comportamiento íntimo empieza a reemplazar al comportamiento más
formal, la relación se puede debilitar. En este punto, un solo factor salva, por sí
solo, de la disolución a muchas de las relaciones médico-paciente. En el tiempo en
que las expectativas irracionales del paciente acerca de él empiezan a colapsar, el
psiquiatra tiene la oportunidad de mostrar, uno no debería decir desplegar, su real
competencia profesional. Así, a medida que el paciente averigua que el psiquiatra
no es lo que en un principio pensaba que era -quizás una madre chocha o un
padre eternamente paciente- puede descubrir que el psiquiatra, como un médico
que ayuda, puede ahora contribuir aún más que la madre o el padre. Esta
transición desde una tenue relación basada en la fantasía a una firme, basada en
una experiencia de competencia requiere que el psiquiatra le ofrezca al paciente
considerablemente algo más de lo que pueda encontrar en una relación social.
Las siguientes secciones de este capítulo ofrecen sugerencias en relación al
contenido de este "algo".La importancia de la relación médico-paciente para influír en lo que el
paciente le contará al psiquiatra y lo que el psiquiatra le debería decir al paciente
requiere que el psiquiatra constantemente evalúe esta relación. Debería observar
cuán prontamente el paciente habla y todo otro comportamiento del paciente hacia
él. Los psiquiatras observan minucias de la concucta social -por ejemplo,
puntualidad, vacilación al fumar, deferencia al pasar por las puertas- que sería y
deberían ser pasadas por alto o no tomadas en cuenta en otras situaciones. Pero
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 10/29
10
en una entrevista los psiquiatras deberían observar todos estos items de
comportamiento como claves de las actitudes que tal comportamiento expresa. El
psiquiatra debería también ayudar al paciente a usar cualquier oportunidad que
que surja para plantear lo que él piensa del psiquiatra. En las entrevistas iniciales
muchos pacientes pueden no lograr mucha franqueza en tales comentarios. El
psiquiatra frecuentemente puede esperar fórmulas convencionales. Pero a
menudo, incluso en precavidos comentarios, el paciente puede decir algo
revelador y relevante. Al armarnos una imagen de los pensamientos del paciente
acerca de nosotros, si presionamos al paciente artificialmente frecuentemente sólo
incrementaremos su conformidad a las trivialidades socialmente aceptadas. De
cualquier modo, surgirán oportunidades naturales que podemos explotar. Si el
paciente se ha derivado él mismo o nos ha elegido entre varios psiquiatras,
podemos preguntarle, "¿Por qué usted me eligió a mi para consultar?" Si
generaliza acerca de médicos o psiquiatras, podemos decir, "¿Me está incluyendo
en eso?" Posteriormente, será discutido el valor especial y la importancia de
discutir los pensamientos del paciente acerca del psiquiatra cada vez que el
paciente se ponga excesivamente ansioso.
ACTITUD Y COMPORTAMIENTO OPTIMOS DEL PSIQUIATRA.
Fecuentemente deberíamos preguntarnos de qué maneras podemos ser
más útiles para nuestros pacientes que sus mejores amigos. La diferencia puede
radicar principalmente en el grado en que mostramos las cualidades ayudadoras
de un amigo y, sobre todo, en la tenacidad y paciencia que nos permite mantener
una relación relativamente estable con otra persona durante un largo período de
tiempo. Además se recomiendan otras cuatro cualidades para el psiquiatra:
interés, aceptación, desapego y flexibilidad.
Para su tarea, el psiquiatra ciertamente requiere interés por el paciente y
por sus dificultades. Este interés puede incluir hasta cierto grado la curiosidad deun biólogo por las maravillas de los organismos vivos, pero no podemos
permitirnos estar tan preocupados con los detalles de la anatomía y fisiología
patológicas que perdamos interés en el paciente como un todo. Nuestra
especialidad se preocupa particularmente de las respuestas del hombre completo.
Nuestro interés debe ser en y por el paciente; no debe perseguir, disfrazado de un
fervor diagnóstico, nuestras propias predilecciones y curiosidad. Difícilmente
podemos evitar que esto interfiera en lo que orienta nuestras entrevistas, pero al
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 11/29
11
menos podemos intentar tomar conciencia de la manera en que el interés por
nosotros mismos puede oponerse a nuestro interés por los pacientes. El interés
que mostramos por los pacientes debería incluir, y derivar principalmente de, un
intento por comprenderlos. Nuesto limitado éxito en esta tarea puede ser menos
importante que nuestros esfuerzos por tratar y mejorar. Sabemos que un
estudiante de medicina, aún a tientas, puede aprender mucho de un paciente en
una entrevista psiquiátrica. Actualmente hay tan poca diferencia en habilidad entre
el peor y el mejor de nosotros que escasamente podemos considerar que el deseo
de comprender sea menos importante que la comprensión misma; ya que, de
cualquier manera, los pacientes responden bien a ambos. Por último, nuestro
interés debe incluir siempre prestar atención a los recursos del paciente así como
a sus deficiencias y dificultades. A este aspecto de nuestro interés también
responden favorablemente los pacientes y con esto podemos ayudarlos a
contarnos más libremente acerca de sus sufrimientos.
El psiquiatra debería luego intentar alcanzar la completa aceptación de sus
pacientes. Nuestra profesión no pide que aprobemos todo lo que hagan los
pacientes o que abandonemos nuestros principios éticos en favor de un
relativismo moral. Pero sí mejoramos nuestra habilidad cuando podemos aceptar a
los pacientes sin reserva, sin importar que lo que digan o hagan podría ser algo
ofensivo en cualquier otro contexto. El psiquatra tiene más oportunidad que nadie
de llegar a ver cuán ofensiva puede llegar a ser la gente. Sin embargo, también
puede aprender más fácilmente cuán importante es, para todos nosotros, el ganar
y mantener el afecto de otros, a pesar de nuestros defectos. Aquí frecuentemente
podemos ser de más ayuda que los parientes o amigos del paciente, ya que
generalmente ellos se han alienado por su comportamiento o por ellos mismos, de
tal manera que el paciente se siente sin los amigos que todos necesitamos; es por
esto que debemos tener grandes reservas de afecto.
Si el psiquiatra supera el desempeño de la familia y amigos en este punto,
frecuentemente debe su éxito al cultivo de una tercera cualidad requerida en estetrabajo. Podemos llamarle desapego, separándolo radicalmente de la frialdad con
la que ha sido a veces confundido. Debido a que vivimos fuera del círculo de
amigos y familiares del paciente, no estamos tan cercanamente, y por lo tanto
emocionalmente, involucrados como ellos en las dificultades del paciente. Lo que
el paciente haga no puede afectarnos demasiado. Debe afectarnos de alguna
manera o no querríamos ni podríamos ayudarlo, pero no hasta tal punto que la
fuerza de nuestras emociones perturbe nuestro juicio de la manera que la fuerza
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 12/29
12
de sus emociones ha perturbado su juicio. Sus ansiedades le impiden pensar
claramente. Necesita una mente menos perturbada para ayudarlo a corregir sus
percepciones y razonamientos errados. Aquí, nuevamente, podemos establecer
máximas con más facilidad que seguirlas y por esta misma razón los psiquiatras
deben conocerse a sí mismos lo mejor que puedan.
Todo internista que toma una historia y hace un examen físico descubre
que omite menos si sigue un orden de procedimiento rutinario. El estudio del
psiquiatra de su paciente debe ser igual de cuidadoso y usualmente más largo.
Pero el psiquiatra no puede imponer una forma rígida a sus entrevistas y
examenes. Aunque preocupado de pensar y preguntar sobre todo lo que pueda
tener relación con los síntomas o dificultades del paciente, no debe esperar
averiguar las cosas siempre en el mismo orden. Tampoco debe esperar averiguar
las mismas cosas en toda entrevista, ya que diferentes síntomas requieren
enfatizar diferentes aspectos en la discusión. La falta de espacio impide hacer aquí
una revisión de las variaciones comunes de las entrevistas que ocurren, por
ejemplo, con pacientes con depresión, hipocondriasis, esquizofrenia, estados de
ansiedad y reacciones psicofisiológicas. Ya para estas variaciones la flexibilidad
pasa a ser otro atributo deseable para un entrevistador exitoso, pero también se
necesita esta cualidad especial para manejar las resistencias que frecuentemente
le impiden a los pacientes hablar libremente sobre temas importantes. Algunos
pacientes pueden hablar con facilidad de sus esposas pero no sobre sus padres.
Otros pueden lanzar un torrente de información sobre sus padres y cerrarse como
una bóveda de banco cuando el psiquiatra les pregunta por sus esposas. En las
resistencias hay variaciones infinitas, pero el médico puede contar con que
siempre encontrará alguna. Afortunadamente el tiempo ayuda al psiquiatra. El
hablar por sí solo predispone al paciente a hablar más. Si el médico inicialmente
se rinde a la reticencia de un paciente a hablar sobre ciertos temas puede
mantener al paciente discutiendo otros puntos y así irlo preparando para
eventualmente volver al material previamente evitado. Esto no quiere decir que sele deba permitir al paciente tomar y mantener el control de las entrevistas, por el
contrario, el médico debe preservar su guía y, si es necesario, explicitárselo al
paciente, pero no debe usar su habilidad y poder para confrontar prematuramente
al paciente con temas que son seriamente perturbadores. Esto puede dificultar e
incluso impedir el desarrollo de una atracción positiva del paciente por el médico.
El flujo de los comentarios del paciente está a veces delicadamente balanceado
entre el deseo de ser ayudado y el temor a ser dañado en las manos de aquellos a
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 13/29
13
los que ha dado su confianza. Si experiementa muchas emociones dolorosas muy
tempranamente puede (y no poco razonablemente) confirmar sus expectativas de
que podría ser dañado, a pesar de que el entrevistador no diga nada pensando
herirlo. Todos evitamos el dolor y frecuentemente nos alejamos de los que
asociamos al dolor, incluso cuando han tratado de ayudarnos. Así es que el
médico debe dejar que las cosas salgan suave y naturalmente, tal vez
aprendiendo esta lección de hábiles obstetras.
LA TECNICA DE ENTREVISTAR.
Arreglos Para la Entrevista.
En cualquier entrevista, los estímulos no sólo alcanzan al paciente desde el
médico sino desde todo el setting en el que ésta tiene lugar. El psiquiatra
encontrará valioso el estudio del setting de sus entrevistas aunque, y tal vez
especialmente si, no puede cambiar el setting. Son absolutamente esenciales la
privacidad y una comodidad razonable para el paciente y el médico. Una pieza
separada asegura mejor una completa privacidad, pero no si ruidos de teléfonos y
secretarias entran y salen. Un recinto público con todo su parloteo y barullo, da
más privacidad que una pieza semi-privada. Las luces no deben encandilar al
paciente mientras habla. Médico y paciente deben sentarse de manera que
puedan mirarse el uno al otro sin estar obligados a hacerlo contínuamente si
prefieren no hacerlo. El psiquiatra debe reservar tiempo suficiente para una
entrevista satisfactoria. En el estado actual de nuestros conocimientos, cualquiera
que no reserve al menos 45 minutos o una hora para una entrevista se identifica a
sí mismo como practicando alguna fórmula psiquiátrica que no incluye escuchar a
los pacientes. Entrevistas breves pueden tener lugar en medicina, cirugía e incluso
en ciertas psicoterapias autoritarias y directivas, pero no son útiles para entrevistas
psiquiatricas diagnósticas o terapéuticas (en una sección más adelante sediscuten las razones de esto). Es más, incluso una entrevista del largo sugerido
raramente es suficiente para una exploración acabada de las dificultades del
paciente, y usualmente el psiquiatra deberá arreglar varias citas posteriores.
El psiquiatra debe siempre tomar notas, durante o después de la entrevista.
Aparte del valor de tener algún registro de lo hablado, el proceso de hacer notas
implica pasar nuevamente el material por la mente del psiquiatra y se agrega a su
estudio de él. Si toma notas durante la entrevista, debe asegurarse que la toma de
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 14/29
14
notas no interfiera con su propia espontaneidad. Algunos psiquiatras pueden pasar
esta prueba, otros no. También debe asegurarse que esto no moleste al paciente.
Acerca de esto, no debe esperar oirlo de los pacientes, ya que muchos comunican
sus objeciones indiractamente mas que con palabras.
Empezando la Entrevista.
Cuando psiquiatra y paciente se encuentran, la iniciativa queda en el
psiquiatra. El debe presentarse, guiar al paciente a su oficina, ofrecerle una silla y
comenzar la conversación. Se puede comenzar bien con un planteamiento
introductorio breve, tal como “De Ud. sólo se lo poco que el Dr. X me dijo. Así es
que lo mejor para Ud. es que me cuente con sus propias palabras lo que está
aproblemándolo”. Luego el médico deberá permanecer en silencio hasta que
termine la primera respuesta del paciente. Rápidamente puede determinar si el
paciente puede hablar libremente o necesita ayuda adicional. Si el paciente
necesita ayuda, el médico debe darla prontamente, sin dejar que el paciente se
bañe en el sudor de silencios tensos. A veces el paciente no sabe qué debiera dar
en forma de una historia. Debido a que los psiquiatras piden tipos de información
diferente a la que piden internistas y cirujanos el paciente puede simplemente
necesitar un poco de guía. Otras veces el monto de ansiedad del paciente es tan
alto que bloquea su libre expresión. En ese caso el médico puede canalizar la
conversación a algo menos doloroso para el paciente. Frecuentemente puede
reducir la ansiedad del paciente haciendo preguntas que lo liberan del temor a
decir demasiado y de la responsabilidad de dar énfasis a puntos importantes. Más
tarde el paciente puede relajarse lo suficiente como para hablar libremente. Si
tales medidas fallan, a menudo el psiquiatra debe preguntar al paciente por su
angustia y debe sugerir posibles orígenes para fomentar su expresión posterior.
Puede decir, por ejemplo, “ Ud. parece asustado.¿Puede decirme qué lo tiene
así?”. Si el paciente sigue bloqueado el médico puede sugerir: “Tal vez le asustacómo voy a reaccionar a las cosas que quisiera contarme. Es eso?”. El paciente
puede responder verbalizando los orígenes de su angustia inmediata y puede
luego continuar con otras partes de la entrevista.
Una vez que el paciente ha empezado a hablar, la tarea del médico
consiste en ayudarlo a hablar libremente y en guiarlo a hablar de los temas más
relevantes. Esto se discutirá separadamente, aunque en una entrevista todo está
naturalmente entremezclado.
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 15/29
15
Cómo Ayudar al Paciente a Hablar Libremente.
Si el médico tiene un fuerte interés por sus pacientes puede influir en la
mayoría de ellos a hablar más libremente, ya que todos hablamos mejor a alguien
que escucha con interés que a alguien aburrido y reticente. El darse cuenta del
interés del psiquiatra refuerza el deseo de hablar del paciente y su convicción de
que el psiquiatra merece su confianza. Frecuentemente es difícil escuchar sin
interrumpir. El entrenamiento médico del psiquiatra lo impulsa a introducir
preguntas sobre lugares o fechas para estar seguro que tiene todos los datos. O
algo de lo que el paciente dice puede contagiarle un poco de su angustia o
depresión. Entonces puede de manera algo inconsciente desviar al paciente de
esos temas sensitivos (tal vez más para él que para el paciente) preguntándole
sobre alguna otra cosa. O la descripción del paciente de sus sufrimientos puede
evocar en el psiquiatra un deseo natural de apoyar, y hacer suaves pero gratuitos
comentarios para aliviar los temores del paciente. Debe intentar resistir todas estas
tendencias. No siempre lo va a lograr, debido a una muy fuerte tentación, pero el
esfuerzo de mantenerse en silencio y dejar hablar libremente al paciente puede
hacer de él un mejor entrevistador. Cada pequeña interrupción puede parecer
trivial, y generalmente lo es, pero al sumarse tienen un efecto acumulativo sobre el
paciente que le dice: “el doctor quiere algo de mi; ¿qué será?. ¿Cómo puedo
decirle lo que quiere saber?. Cuando un paciente empieza a preocuparse por
darnos la información que supone queremos, puede fácilmente olvidarse de
decirnos lo que quiere y necesita decir, de lo que hasta ahora no sabemos nada.
Cada vez que dejamos que el paciente hable lo que quiere, lo animamos a decir
algo más que, tal vez hasta ese momento, pensaba que nunca se lo confiaría a
alguien.
Las interrupciones del psiquiatra, además de inetrrumpir la línea de
pensamiento del paciente, le dicen al paciente más acerca del psiquiatra. Hayciertas ventajas en que el paciente sepa poco acerca del psiquiatra; mientras
menos sabe menos puede captar si lo que dice está de acuerdo o no con las
actitudes del psiquiatra. Esto puede permitirle una más libre revelación de sí
mismo.
¿Quiere decir esto que el psiquiatra no debría decir ni hacer nada mientras
el paciente habla?. Ciertamente no. Debe hacer y decir lo que sea necesario para
mantener y guiar el discurso del paciente. El silencio puede ser suficiente o no.
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 16/29
16
Tarde o temprano algunas respuestas se hacen necesarias o son una ayuda
adicional. Al ofrecerlas, el psiquiatra puede moverse desde el silencio hacia
niveles crecientes de actividad, cada uno diseñado para enfatizar al paciente más
firmemente su deseo de escuchar más. Ciertas exclamaciones como “aha” y el
inclinarse hacia adelante espectantemente estimulan al paciente un poco más, o a
veces mucho más que el silencio. Si estos gestos prueban ser inadecuados, el
psiquiatra puede repetir en forma de pregunta una palabra o frase de lo que el
paciente ha dicho. Luego pueden hacerse gentiles comentarios como “¿Qué pasó
después?”, “Continúe” y “me gustaría escuchar más acerca de eso”. Si esto fallara,
asumiendo que el paciente en general sabe de qué debe hablar, su ansiedad
hacia el psiquiatra probablemente ha interferido demasiado. El psiquiatra debería
entonces llevar esto a la discusión directamente, ayudar al paciente a verbalizarlo
y, si es apropiado, dar el apoyo necesario. Puede comenzar por decir, “algo hace
que sea difícil para ud. hablarme sobre este tema. ¿Puede decirme qué será?.
Frecuentemente el paciente responderá bien. Si no es así, el psiquiatra debería
sugerir posibles distorsiones de sí por parte del paciente (tal como se mencionó
antes para reducir la angustia inicial). Puede decir, por ejemplo: “Tal vez está
asustado de lo que yo vaya a pensar de ud.”. Si todos estos esfuerzos para soltar
la lengua del paciente fracasan, la tarea del psiquiatra usualmente incluye el
señalarle al paciente la responsabilidad compartida de sus dificultades para hablar.
El psiquiatra puede por ejemplo decir: “Estoy seguro de que ud. sabe que tenemos
que trabajar juntos en esto. Es una colaboración entre nosotros y puedo hacer
muy poco por ud. a no ser que me diga más acerca de ud.”. En este punto el
psiquiatra puede enterarse de la desconfianza del paciente en relación a la
privacidad de sus comunicaciones. En relación a esto y otras dudas similares, el
psiquiatra debería reasegurar firmemente basándose en su real manera de
proceder. No debería, por ejemplo, asegurarle al paciente que la información que
obtiene no va más allá y luego fijar una entrevista con sus padres sin que el
paciente sepa.Con este repertorio de técnicas que estimulan en forma creciente al
paciente a hablar, ¿cuándo debe el psiquiatra usar su influencia?. Creo que
necesita ponerse más activo en las siguientes circunstancias: para mostrar su
interés; para reducir la ansiedad del paciente, para alentar la expresión emocional
del paciente; para controlar la verborrea e irrelevancia y para canalizar la
entrevista hacia temas de la mayor importancia. Dejaré la discusión de estos dos
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 17/29
17
últimos puntos para una sección de cómo guiar la entrevista, pero los primeros tres
pertenecen a cómo ayudar al paciente a hablar libremente.
Algunos psiquiatras tienen más interés en sus pacientes de lo que
demuestran. Pienso que los psiquiatras jóvenes son más propensos a cometer
este tipo de error cuando erradamente aplican en las primeras entrevistas el
silencio, que es convencional y a veces útil en ciertas técnicas psicoterapéuticas.
Intentando mantenerse fuera del camino del paciente un psiquiatra puede decir
muy poco y dar la impresión de que es mudo. Algunos estudios han mostrado que
muchos pacientes dejan al psiquiatra después de una o dos entrevistas porque no
comprenden y se han sentido alienados por la falta de responsividad del
psiquiatra hacia ellos. Muchos pacientes han recibido entrenamiento de su
internista o cirujano en el método pregunta-respuesta para obtener la historia.
Pueden malinterpretar el silencio excesivo por parte del psiquiatra como simple
incompetencia. Es más, previamente personas importantes para él han expresado
a menudo su frialdad, indiferencia, desapobación o incluso su rabia hacia el
paciente en forma de silencio. El paciente puede confundir al psiquiatra con estas
personas y, si es así, la entrevista puede morir o ser innecesariamente incómoda
para el paciente así como menos productiva, ya que la ansiedad interfiere el
pensamiento y la expresión. Tiene entonces sentido que el psiquiatra permanezca
en silencio si no necesita hacer más, pero también ofrecer libremente signos de
interés si el paciente parece necesitarlo. Estas comunicaciones adicionales de
interés pueden ser fácilmente intercaladas con movimientos de la cabeza, con
“ahas” o con simples palabras como “seguro”, “naturalmente”, “por supuesto” y “ya
veo”. Las palabras importan menos que las actitudes. Con una actitud amistosa
podemos encontrar las palabras adecuadas, expresarlas en forma gentil y con una
cara afectuosa. El psiquiatra debería también ofrecer, de tanto en tanto, signos
más explícitos de estar comprendiendo lo que el paciente hizo o sintió con
comentarios como: “ Puedo ver lo duro que debe haber sido para ud.” o “ eso debe
haberlo hecho sentir mejor”. Este tipo de comentarios deberían articular lo que elpaciente ha expresado más o menos claramente y no deberían influenciarlo a
estar de acuerdo con la interpretación de los eventos del psiquiatra cuando va en
contra de su propio conocimiento. Cuando el psiquiatra no comprende lo que una
experiencia particular significó para el paciente debería averiguar más, pero
cuando comprende, si ocasionalmente hace eco de lo que el paciente dice puede
facilitar la entrevista.
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 18/29
18
La experiencia le enseñará al psiquiatra el nivel de ansiedad apropiado en
cada paciente para una entrevista fluida. Cuando la ansiedad de un paciente se
hace excesiva, el médico debería intentar reducirla con algunas de las técnicas
previamente señaladas. Como ya se mencionó la ansiedad excesiva durante una
entrevista habitualmente deriva de percepciones erradas del psiquiatra como más
amenazante de lo que es. La ansiedad sentida por el paciente en relación a otras
personas lo lleva a hablar, mientras que la ansiedad sentida hacia el psiquiatra
bloquea su discurso. El psiquiatra debería generalmente tratar de reducir o
mantener en un mínimo la ansiedad del paciente hacia él en las entrevistas
iniciales. Ciertamente debería notarla y luego permitir su total exposición, pero si el
paciente se pone muy ansioso en relación al psiquiatra antes de que se haya
desarrollado un vínculo fuerte puede bloquearse dañinamente o no poder volver.
Ya que el paciente está casi siempre hambriento de la aprobación del psiquiatra,
su ansiedad hacia el psiquiatra puede ser a menudo fácilmente reducida con
comentarios alentadores y reforzadores en relación a la exposición del paciente de
sus dificultades. Por ejemplo, el psiquiatra puede decir, en un momento en que el
paciente duda y lo mira inquisitivamente, “Continúe, lo está haciendo muy bien,
siga haciéndolo así”.
Es necesario recordar también que la ansiedad puede ser muy baja en una
entrevista. Médico y paciente pueden excluir sin proponérselo la ansiedad del
paciente de la posibilidad de expresión y estar de acuerdo de que él está mucho
mejor de lo que él mismo (o el médico que lo derivó) pensaba que estaba. Esto
sucede cuando el deseo humano de reducir el sufrimiento urge al psiquiatra a
ofrecer apoyo prematuramente. Al hacer esto, el psiquiatra se priva de la
oportunidad de rastrear la ansiedad del paciente a sus orígenes específicos. Por
ejemplo, supongamos que un paciente dice, “ Doctor, creo que me estoy volviendo
loco”. A esto el psiquiatra puede responder inmediatamente, “O no, usted no lo
está. Usted no tiene los síntomas”. Serían más útiles comentarios como, “¿Qué es
lo que quiere decir con loco?” o “¿Qué lo hace pensar que se está volviendoloco?”. A estas preguntas el paciente puede entonces responder con detalles
acerca de sus pensamientos angustiosos. Puede entonces resultar, tal vez, que
pensó que se estaba volviendo loco porque su memoria ha fallado últimamente y
una tía que murió en un hospital psiquiátrico también se quejó de esto alguna vez.
Posteriores indagaciones recuerdan al paciente que ella era, en todo caso, una tía
política. A estos detalles específicos el psiquiatra puede entonces proveer apoyo
específico. El mejor apoyo viene de la comprensión y la explicación. Los pacientes
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 19/29
19
pueden usualmente distinguir el apoyo basado en una investigación y explicación
cuidadosa de afirmaciones superficiales del tipo “todo va a estar bien”. Su
habilidad para penetrar en nuestras debilidades a este respecto es otra razón para
evitar el apoyo prematuro. Esos apoyos pueden cerrar posteriores exposiciones
del paciente. Puede pensar para sí mismo, “¿Por qué debería contarle mis
problemas a alguien que los minimiza tal como lo hace mi familia?”. Además, el
apoyo prematuro, cuando el paciente lo acepta, tiende a promover una excesiva
dependencia del psiquiatra por parte del paciente. Si decimos, “todo va a estar
bien” (y puede haber ocasiones y lugares en que deberíamos), deberíamos darnos
cuenta de que hemos entonces aceptado la responsabilidad de que va a ser así.
Cuando insistimos en que el paciente se una a nosotros en una exploración
cuidadosa de sus síntomas y dificultades, le comunicamos firmemente nuestra
expectativa de que también va a compartir la responsabilidad por su recuperación.
Podemos controlar más o menos bien el monto de ansiedad en el paciente
a través de cambios en la cantidad de intervenciones que hacemos. A medida que
el paciente habla más y el psiquiatra menos, la ansiedad del paciente tiende a
aumentar, por lo menos inicialmente, aunque después de la catarsis puede
disminuir nuevamente. El psiquiatra debería hablar para modificar la ansiedad del
paciente y no la propia, tanto como sea posible. Para hacer esto necesita recordar
que los pacientes a menudo toleran más o menos bien los silencios y
frecuentemente los usan para pensar antes de hablar. Un paciente que está
ocupado en contar su historia puede incluso no notar los silencios, y a veces
parece incluso no notar al entrevistador. Pero si un paciente usa un silencio para
eliminar algunos pensamientos repelentes, usualmente se da cuenta del silencio y
la ansiedad aumenta. Entonces, si el psiquiatra no ha hablado prematuramente
para disminuir su propia tensión, el paciente va a hablar para reducirla él mismo.
Una diferencia común entre las entrevistas de amateurs interesados, como
internistas sensibles, y psiquiatras experimentados está en el distinto grado que
permiten, alientan y facilitan la expresión de las emociones de sus pacientes.Siendo así, podríamos preguntar por qué es alentada la libre expresión de las
emociones. Lo hacemos en primer lugar porque, como mencioné antes, las
emociones dan importancia a una experiencia y al mismo tiempo comunican esa
importancia a otra gente. También deberían comunicar su importancia a la
persona misma. Y esto sucede cuando las emociones se hacen suficientemente
fuertes. Pero frecuentemente los pacientes no se han expresado libremente a
otras personas. Consecuentemente, las emociones asociadas pueden de alguna
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 20/29
20
manera retroceder, y el paciente puede pensarse no perturbado por ellas. Hablar
trae las emociones a la superficie, y si se hacen lo suficientemente fuertes, el
paciente puede quedar atónito de hasta qué punto ha sido afectado. Los
pacientes frecuentemente verbalizan esto con comentarios como “Yo nunca lloro
cuando pienso sobre estas cosas en la casa, pero cuando vengo acá y hablo
parece que llorara todo el tiempo”. Esto ilustra el comentario de Sir Charles
Sherrington de que, en la actividad motora, el hablar está a medio camino entre
pensar y actuar. Y nos lleva a una razón adicional para alentar la expresión de las
emociones del paciente: el beneficio terapéutico para él. A pesar de que este
tema en realidad pertenece a terapia más que a entrevistas diagnósticas, el
psiquiatra puede recordar que las entrevistas iniciales comienzan la terapia al
observar el beneficio simultáneo para diagnóstico y terapia de la expresión libre de
las emociones fuertes por parte del paciente. Es más, el alivio experimentado por
el paciente generalmente cimienta su apego al psiquiatra y hace que el paciente
desee hablar más en la próxima entrevista. Esto no siempre ocurre. A veces los
pacientes se retiran con rabia o culpa cuando descubren que han hablado muy
libremente y han mostrado algunas emociones que previamente condenaban e
imaginaban no podían experimentar. Un paciente puede resentir que el psiquiatra
lo oiga criticar a sus padres tal vez por primera vez, o verlo llorar, o elicitando la
confesión de alguna debilidad. Uno no puede predecir fácilmente qué pacientes
van a reaccionar de esta manera. Afortunadamente, los mejores resguardos están
en los pacientes, ya que los más propensos a quedar dañados por una liberación
de emociones muy rápida, son los que están más inhibidos en las primeras
entrevistas.
Ellos requerirán de varias o muchas entrevistas antes de hablar libremente,
pero el psiquiatra debería, de todas maneras, observar la reacción del paciente a
la entrevista y notar si el paciente muestra preocupación por las cosas que dice y
las emociones que despliega. Dentro de lo que el paciente tolere, el psiquiatra
debe alentarlo a la completa expresión de sus emociones. Emociones débiles,tales como un dolor leve, son frecuentemente de dudosa significación, pero las
emociones fuertes le dicen, tanto al psiquiatra como al paciente, que se está
trabajando sobre temas relevantes.
Algunas de las técnicas principales para alentar al paciente a expresar sus
emociones ya han sido mencionadas. El médico debería mantener y mostrar su
interés por al menos 45 minutos o una hora. En entrevistas breves el paciente muy
rara vez tiene tiempo para superar la casi invariable reserva inicial. En una
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 21/29
21
entrevista de 10 minutos, la discusión acerca del clima puede tomar 5; en una de
50 uno puede dar 5 al clima y todavía hacer mucho más aparte de eso. Además,
las emociones abren paso a pensamientos similares que, a su vez, traen
emociones más fuertes a la superficie. Mientras más largo habla uno sobre un
determinado tema, más emociones acompañan los pensamientos evocados. Las
emociones totalmente desarrolladas generalmente sólo ocurren en entrevistas más
largas, porque aquellas más cortas no permiten que el paciente se cargue
emocionalmente.
Más allá de los requerimientos de mostrar interés y dar bastante tiempo, el
médico puede además aumentar la expresión emocional del paciente con una
cuidadosa atención a algunos puntos técnicos adicionales. Estos son enfatizar
detalles en la narración del paciente, reforzar la emoción del paciente
comunicando comprensión de sus sentimientos, y nombrar la emoción
experimentada.
Cuando le hablamos a otros acerca de una experiencia pasada, revivimos
parcialmente los eventos que contamos y experimentamos parcialmente otra vez
las emociones que tuvimos entonces. La medida en que volvemos a sentir las
antiguas emociones depende de lo vívido del revivir. La gente sencilla, con poca
educación, fácilmente caen en un estilo de narración en tiempo presente, en el que
parecen estar reviviendo casi completamente lo que describen. Los pacientes con
más educación y más controlados, por otra parte, tienden a hablar en tiempo
pasado o a circunscribirse a enunciados generales. El psiquiatra debería presionar
al paciente para que entregue ejemplos específicos de lo que dice. Por ejemplo, si
el paciente dice, “Mi papá fue siempre malo conmigo”, el psiquiatra debería
preguntar, “ ¿Recuerda eso? ¿Qué es lo que recuerda?”. Debería también
preguntar frecuentemente, “¿Me puede dar un ejemplo de eso?” o “¿Como qué?”.
Tales preguntas obligan al paciente a focalizar en eventos específicos y, por lo
menos parcialmente, a revivirlos. Además, el ejercicio de fundamentar los
enunciados generales contribuye a la comprensión de paciente de las distorsionesen sus percepciones. Una vez que el paciente ha comenzado a contar acerca de
un incidente, el psiquiatra puede fácilmente dar más peso a la representación de
los detalles intercalando preguntas que buscan más detalles como, “¿Qué pasó
después?”, “¿Qué dijo su papá frente a eso?” y “¿ Qué hizo Ud. después que se
fue de la casa?”. Después de una pequeña guia de este tipo, el paciente
continuará dando detalles por si solo., en parte porque sabe lo que el psiquiatra
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 22/29
22
quiere y en parte porque empieza a experimentar el alivio de la catarsis que sólo
viene con el relato vívido
Recordando la influencia de la audiencia en cualquier expositor, el
psiquiatra puede incrementar la expresión emocional del paciente mostrando
comprensión de sus emociones y actitudes en los eventos narrados. Esto no
incluye ni implica un reforzamiento de la conducta del paciente; mas bien implica
un darse cuenta de que lo que hizo entonces era natural para él en ese momento.
Comentarios (dados en un tono de pregunta) como, “Así es que Ud. sintió que
nadie estaba de su lado”, y “En ese punto Ud. pensó que su padre estaba tratando
de controlarlo”, pueden mostrar al paciente que al fin él tiene alguien con quien
hablar que lo entiende, por lo que quiere hablar más.
Los pacientes frecuentemente se acercan a la expresión de emociones
fuertes sin permitirse hacerlo espontáneamente. Frecuentemente, temores acerca
de la reacción del psiquiatra frente a las emociones fuertes los inhiben. Cuando
una lágrima humedece el ojo del paciente, el psiquiatra puede beneficiosamente
decir al paciente que ha notado la emoción con un comentario como, “Puedo ver
que lo pone triste hablar de esto”. Un comentario como ese dice al paciente algo
así como “Está bien que llore aquí. Siga adelante”. Y frecuentemente esos
pequeños comentarios ayudarán al paciente a llorar o experimentar otras
emociones fuertes. El psiquiatra no saca nada si se adelanta mucho al paciente
usando esta técnica. Muchos pacientes tienen gran dificultar en reconocer y
mostrar rabia. Si el psiquiatra confronta demasiado rápidamente a un paciente así
con un nombre como “rabia” o “furia” para estas emociones, el paciente puede
retroceder en una negación horrorizada de que él pudiera albergar esos
sentimientos dentro de sí mismo. En ese caso, sin embargo, el psiquiatra no
necesita retroceder todo lo andado. Si se encuentra muy adelante del paciente y
se topa con la negación, aun puede decir, “Bueno, por supuesto que puedo estar
equivocado, pero pienso que casi cualquier persona en su situación habría estado
alterado con lo que a Ud. le pasó”. Esto provee al paciente de una señal de laaceptabilidad de algo de rabia que después puede desear utilizar.
A pesar de que se ha enfatizado la importancia del hablar libremente del
paciente, el psiquiatra debería retener el control general de la entrevista. El hablar
libremente no significa asociación libre ilimitada. El derecho del paciente a decir lo
que él quiera no conlleva también el derecho a balbucear tediosamente acerca de
temas irrelevantes. El psiquiatra tiene el derecho e incluso el deber de limitar los
comentarios circunstanciales e irrelevantes. Pero antes de hacerlo, debería
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 23/29
23
preguntarse (y tal vez al paciente) por qué el paciente se comporta de esta
manera. Hay diversas razones, y vale la pena averiguar cuál se aplica al caso. A
veces la charla irrelevante es el resultado de una prolongada incapacidad para
pensar claramente, como una forma de deficiencia mental. A veces indica una
falla en la memoria, y el paciente sustituye la agudeza del recuerdo por cantidad
de detalles. A veces el paciente habla acerca de otras cosas para posponer los
temas que más lo afectan, o para encubrirlo todo. Esto ocurre generalmente en la
descripción de quejas hipocondríacas en las que el paciente focaliza su atención y
la de todos los demás en su corazón o su estómago, retirándola así de su
matrimonio o de una situación financiera desastrosa. A veces el paciente con esa
charla excesiva trata de comunicar encubiertamente algo que piensa acerca de sí
mismo pero que no puede o no se atreve a articular explícitamente, o que incluso
ignora. El paciente que entrega detalles innecesarios puede no haber pensado
nunca que sus asuntos parecen menos importantes para los demás que para él.
O bien, cuando un paciente hace un recuento de aspectos de sus enfermedades
previas y operaciones con demasiados detalles, puede querer de esta manera que
sepamos lo mucho que ha sufrido y necesita nuestra compasión.
Antes de interrumpir al paciente, o al hacerlo, el psiquiatra debería
generalmente averiguar acerca del hablar excesivo. El puede decir, por ejemplo,
“Me doy cuenta que usted pasa mucho tiempo contándome acerca de sus
enfermedades pasadas. Puedo ver que son importantes para usted, pero creo
que no entiendo por qué. ¿Puede decirme cómo le importan en este momento?”.
Si esas preguntas resultan inútiles para parar el flujo de irrelevancias del paciente,
el psiquiatra puede entonces moverse suavemente, pero si es necesario con
firmeza, para desviar al paciente. Puede decir, por ejemplo, “Tal vez después
podemos volver a lo que Ud. está hablando. Pero ya que nuestro tiempo es
limitado, quisiera que pudiera contarme sobre esto y lo otro”. Esto nos lleva a
variadas técnicas para encauzar la entrevista hacia temas significativos.
Guiando la entrevista hacia temas significativos.
Así como alienta al paciente a hablar libremente, el psiquiatra debería guiar
la entrevista en forma encubierta cuando es posible y sólo secundariamente con
directrices más explícitas. A menudo, puede usar las estrategias mencionadas
previamente para mostrar mayor interés en un tema de especial importancia que el
paciente sólo menciona. Así el puede guíar al paciente hacia otro tema sin que el
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 24/29
24
paciente se de cuenta de su influencia. Pero el psiquiatra sí debería darse cuenta.
Debería saber que él está guíando al paciente, y por una razón definida. En
experimentos que todos los psiquiatras deberían estudiar, se la ha pedido a los
sujetos que digan al azar todas las palabras que se les ocurran. Mientras lo hacen
el investigador se queda detrás del sujeto experimental y murmura “mm” después
de cada palabra plural; estos sonidos tienen un efecto extraordinariamente
poderoso para aumentar el número de palabras plurales verbalizadas, siendo
mayor el efecto cuando el sujeto juzga que el investigador quiere comunicar
aprobación con sus “mm”. Ahora, el paciente siempre sabe o piensa que el
psiquiatra quiere algo y generalmente quiere satisfacerlo mucho más de lo que un
sujeto experimental quiere satisfacer a los psicólogos. Consecuentemente, si el
psiquiatra intercala sus “mm” inconscientemente y siguiendo su interés especial en
sexo, religión, dinero, o alguna otra cosa, el paciente casi con seguridad lo va
acompañar. Ambos pueden encontar entretenida la hora pero puede ser poco
beneficioso poner énfasis unilateral en el tema favorito de ambos.
Si los signos subliminales del interés aumentado del psiquiatra no guían al
paciente a hablar más de algún objeto significativo, entonces él debería dirigir al
paciente más abiertamente. Debería explotar todo lo posible las asociaciones y
referencias que el paciente ya ha entregado. Por ejemplo, supongamos que el
paciente dice, “Mis dolores de cabeza empeoran cada día, y mi esposa dice que
no puede soportarlo más”. El psiquiatra puede tomar la referencia a la esposa que
hace el paciente y preguntar, “¿Qué dice su esposa acerca de sus dolores de
cabeza?”. Esto abre el tema del matrimonio del paciente, y naturalmente surgen
otras preguntas e información. A veces el psiquiatra no debería interrumpir al
paciente para seguir una asociación en ese momento. Esto puede interferir con el
fluír del paciente hacia algo igualmente importante. Pero el psiquiatra puede tomar
nota mentalmente de la afirmación del paciente y volver a ella después. Puede
decir, por ejemplo, “Usted mencionó cinco minutos atrás que su esposa no podía
soportar sus dolores de cabeza. ¿Podría decirme algo más acerca de eso?”.Usando las propias asociaciones y referencias del paciente, un psiquiatra
experimentado puede conducir una completa y acabada entrevista de anamnesis
sin introducir nunca él mismo un nuevo tema. Ya que el paciente parece elaborar
siempre más allá sobre lo que él mismo dijo, no puede creer razonablemente que
el psiquiatra lo ha forzado a hablar de cosas que él no ha mencionado. Aún con el
uso más hábil de técnicas indirectas, el psiquiatra deberá, a veces, hacer
preguntas, traer nuevos temas, o investigar directamente por más detalles.
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 25/29
25
Aunque, como ya se mecionó, el psiquiatra debería postergar preguntas sobre
tiempo, lugares y detalles de eventos omitidos en el relato inicial del paciente,
eventualmente debría preguntar por los hechos que cree son necesarios para
satisfacer los requerimientos de una historia completa. La formulación adecuada
de tales preguntas merece atención. Pequeñas diferencias en la verbalización
pueden tener gran influencia en el paciente y sus respuestas. Si nuestros “mm”
pueden decir al paciente lo que queremos oír, nuestras preguntas explícitas
proveen una guía mucho más forzada y a veces dañina para el paciente. Las
preguntas formuladas deberían proveer ls menos claves posibles para las
respuestas esperadas y la menor canalización posible de las respuestas.Son
mucho más deseables las preguntas “abiertas” que indagan acerca de un tema en
general y a las cuales el paciente debe responder con una o varias frases. Las
preguntas menos deseables son preguntas dirigidas, a las que el paciente puede
contestar “si” o “no” y después permanecer en silencio. Comparemos, por ejemplo,
el diferente valor de preguntar al paciente, “¿Pelean a menudo Ud. y su señora?” y
“Cuénteme acerca de su matrimonio”. La primera pregunta, aparte de su
brusquedad que puede ofender, puede evocar un simple “no” del paciente y nada
más, aparte de irritación. La segunda pregunta invita y casi obliga al paciente a
responder con una frase o más. Además, no circunscribe al paciente en su
respuesta al tiempo presente. El psiquiatra puede aprender mucho atendiendo a lo
que el paciente selecciona para contar primero en respuesta a tal pregunta. Para
ilustrar más este importante principio, un ejercicio para un psiquiatra que desea
mejorar su técnica es agrupar en listas contrapuestas preguntas cerradas y otras
abiertas. Por ejemplo, uno puede preguntar al paciente, “¿Fue severo el dolor?”
pero una mejor pregunta sería, “¿Cómo fue su enfermedad?”. “¿Echó de menos a
su hija cuando ella se casó?” va a ser menos productiva que, “¿Cómo se sintió Ud.
cuando se casó su hija?”. Uno puede preguntar, “¿Tiene Ud. un mal
temperamento?” pero esto puede mejorar diciendo en cambio, “¿Cómo es su
temperamento?”. No planteo que se deban eliminar todas las preguntas directivasque focalizan agudamente en un punto específico, pero esto debría venir después
de que preguntas abiertas más generales han dado al paciente la posibilidad de
contstar libremente sin las sugerencias y guía de preguntas directivas.
Al hacer preguntas que abren nuevos temas el timing y el tacto aseguran al
entrevistador el cuidado extra que éstas requieren. La verbalización cuidadosa de
las preguntas puede mejorar mucho su utilidad. Por ejemplo, al hablarle a un
paciente desempleado, uno debe evitar decir, “¿Ha dejado usted muchos
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 26/29
26
trabajos?”. El paciente daría la misma y más información si se le pregunta, “¿Qué
es lo que lo ha llevado a cambiar varias veces de trabajo?”.
El estado de la relación psiquiatra-paciente debería influir nuestro timing
para preguntar y abrir nuevos temas para los cuales el paciente puede ser
sensitivo. A medida que paciente y psiquiatra se vinculan más, el paciente se
siente más libre para abrirse más y el psiquiatra se siente más libre de pedirle que
lo haga. Podemos hacer preguntas en los últimos cinco minutos de una entrevista
que no hemos podido hacer en los primeros cinco y podemos hacer preguntas en
la quinta entrevista que hubiera sido inapropiado hacer en la primera.
Podemos hacer que muchas preguntas sean menos dolorosas al incluirlas
en una matriz de otras preguntas para las cuales el paciente es menos sensitivo.
Así puede llevar uno a una paciente mujer a hablar fácilmente sobre relaciones
sexuales si uno averigua esto al final de una serie de preguntas sobre embarazos.
Al preguntar sobre futuros embarazos, el médico puede preguntar naturalmente si
las relaciones sexuales de la paciente han sido satisfactorias, y si no, por qué no.
Similarmente, uno puede hacer preguntas sobre el compromiso de la memoria
justo después de preguntar sobre los efectos de la enfermedad del paciente sobre
sus funciones vitales tales como el dormir y el apetito. Con la pregunta ubicada en
este contexto, el paciente está mucho menos propenso a creer que el psiquiatra
piensa que él está “loco” que si una pregunta sobre la memoria lo confronta
abruptamente como nuevo tema.
No se debe confundir, sin embargo, el tacto con timidez. El médico nunca
debería dudar, a pesar de la sensitividad del paciente, en formular una pregunta
que es necesaria para una evaluación completa. Al hablar con un paciente
depresivo, por ejemplo, el médico debería descubrir si el paciente ha tenido o no
pensamientos suicidas y la probabilidad de que los actúe. Frecuentemente puede
averiguar sobre estos pensamientos en forma indirecta, pero cuando no puede,
entonces debe hacer sus preguntas directamente. Una pregunta hecha
firmemente usualmente elicitará una respuesta más directa que una hecha enforma dubitativa.
El psiquiatra debería tratar de evitar hacer comentarios gratuitos e
interpretaciones que puedan obstaculizar al paciente mientras intenta contar su
historia. En lugar de esto, debe intentar hacer simples preguntas que, además de
pedir mayor información, alienten al paciente a seguir hablando. Por ejemplo,
supongamos que el paciente dice “Siento que necesito afecto y no puedo
obtenerlo”. Uno podría responder a esto con, “Bien, todos necesitamos afecto, y
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 27/29
27
usted no está solo en esto”. Una respuesta más útil sería “¿Qué le interfiere para
obtener afecto?”. Este segundo comentario reafirma al paciente que necesita
afecto pero también indaga más sobre qué podría hacer él para deprivarse de él.
O de nuevo, un paciente puede decir, “Tengo miedo de perder el control de mí
mismo”. A esto uno puede contestar con, “¿Sería malo eso?” pero una mejor
respuesta sería, “¿Qué cree usted que pasaría si lo perdiera?”. O como una
ilustración final, supongamos que un paciente dice, “Cuando niño le tenía miedo a
mis padres”. El psiquiatra podría responder apoyadoramente, “Sí, muchos niños
tienen miedo a sus padres”. Una respuesta más productiva, sin embargo, podría
ser, “¿Qué de ellos le daba miedo?”.
Terminando las entrevistas
Cuando los pacientes expresan emociones libremente, deberíamos darles
alguna advertencia sobre el término de una entrevista antes de que acabe. Esto le
permite al paciente recuperar cierta calma antes de dejar la oficina. Alrededor de
cinco minutos antes, podemos decir algo como, “Puedo ver que todo esto es
extremadamente importante para usted, y necesitamos hablar algo más sobre
esto. Pero pronto se nos acabará el tiempo por hoy y tendremos que posponer el
resto”.
Considero siempre útil preguntar al paciente al final de las entrevistas
diagnósticas si hay algo más que él quisiera decir o si tiene preguntas que le
gustaría hacer. En estos momentos finales los pacientes frecuentemente revelan
algún tema de gran importancia para ellos. Previamente, la ansiedad le impedía
tocar estos temas, pero a medida que ven la entrevista terminando,
frecuentemente deciden arriesgar la exposición. Generalmente, el tiempo no
permite entonces una completa discusión, pero el psiquiatra puede postergar esto
hasta la siguiente entrevista.
Mucho del mejor trabajo de la entrevista ocurre luego de que el paciente yel psiquiatra se han separado. El paciente (y también un buen psiquiatra) sigue
pensando sobre los temas de la entrevista. Nuevas asociaciones y
frecuentemente nuevas emociones salen a la superficie y proveen material
adicional en la próxima entrevista. Es útil que el psiquiatra le pida a los pacientes,
en la despedida, que piensen más sobre las cosas discutidas y que anoten estos
pensamientos adicionales. Estas instrucciones frecuentemente estimulan a
pacientes que han mostrado marcada resistencia a la exploración psicológica. En
8/17/2019 La Entrevista Psiquiatrica Stevenson
http://slidepdf.com/reader/full/la-entrevista-psiquiatrica-stevenson 28/29
28
la entrevista, su gran angustia frecuentemente les impide hablar o incluso pensar
libremente, y frecuentemente presentan negaciones defensivas y obviamente
incorrectas de síntomas y actitudes de las cuales existe abundante evidencia en
otros signos. Después de la entrevista y lejos del psiquiatra, muchos de estos
pacientes se relajan y luego empiezan a pensar constructivamente sobre los
temas discutidos. Al mismo tiempo, la imagen del psiquiatra se hace menos
imponente. Después de unas pocas horas o días de rumiación, el paciente podría
recibir bien y con avidez una segunda entrevista y podría hablar mucho más
libremente.
Al final de cualquier entrevista inicial, el psiquiatra debería discutir con el
paciente los planes para las siguientes entrevistas o para tratamiento.
Frecuentemente, el paciente lo presionará para una opinión diagnóstica inmediata.
El psiquiatra podría entonces tener que explicar que necesitará más entrevistas y
tal vez otros exámenes y tests antes de ofrecer una evaluación de la enfermedad
del paciente. El puede usualmente incluir algún apoyo inicial abarcando lo que
sabe hasta ese punto. El debe evitar un apoyo encubridor que después podría
tener que corregir y debería evitar ofrecer una opinión diagnóstica prematura o
recomendaciones para tratamiento. Pero siempre debería decirle al paciente lo
que planea hacer después. La atención a esos detalles de cortesía y cooperación
ayuda mucho a la transición desde las entrevistas diagnósticas iniciales al
tratamiento.
Pocas veces una sola entrevista revela suficientemente las dificultades del
paciente para la evaluación completa que una buena práctica requiere. No mucha
gente sana puede pasar de ser extraño a la intimidad con otra persona en una
hora, o incluso en varias. Por lo que no deberíamos esperar esto de pacientes
ansiosos o aproblemados. Por lo tanto, debemos buscar entrevistas adicionales e
informantes adicionales, siendo ambos casi siempre deseables. Con el
consentimiento del paciente (raras excepciones a esto ocurren en casos de
pacientes irracionales, psicóticos o niños pequeños) deberíamos entrevistarparientes importantes del paciente, de manera de poder beneficiarnos de sus
percepciones frecuenteme algo diferentes del paciente y de su enfermedad. Las
discrepancias entre la versión del paciente acerca de sí mismo y la de un pariente
frecuentemente nos sorprende y también nos recuerda cuan diferente aparece la
gente para distintos observadores. Nuestras entrevistas psiquiátricas pueden
mejorar si nosotros nos recordamos frecuentemente de sus limitaciones
significativas en darnos la información que necesitamos.