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Etiología, cronificación y tratamiento del dolor lumbar Aetiology, chronification, and treatment of low back pain M.ª ISABEL CASADO MORALES 1 JENNY MOIX QUERALTÓ 2 JULIA VIDAL FERNÁNDEZ 3 RESUMEN El dolor lumbar es un problema que afecta en torno al 70-80 % de la pobla- ción general en algún momento de su vida, de los que un 15 % aproximada- mente tienen un origen claro, pero el resto, se considera inespecífico o inclasi- ficable, siendo en estos casos donde el tratamiento convencional ha fracasa- do. En el origen de este dolor lumbar inespecífico se encuentran factores bio- lógicos, psicológicos y sociales y factores como las conductas de dolor y otros procesos de aprendizaje que influyen en su proceso de cronificación. Es el mayor responsable de incapacidad y de absentismo laboral con el consi- guiente elevado coste económico y deterioro en la calidad de vida de quienes lo padecen. Los tratamientos clínicos deben unificarse para aumentar su efica- cia, evitar los procesos de cronificación y reducir los costes económicos. ABSTRACT Low back pain affects around 70-80 percent of general population during lifetime, 15 percent of which have a clear source whereas the rest is conside- Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 3 379 Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 3 - Págs. 379-392. ISSN: 1135-0806 ARTÍCULOS 1 Universidad Complutense de Madrid. 2 Universidad Autónoma de Barcelona. 3 Área Humana. Centro de Psicología Clínica y Psiquiatría

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Etiología, cronificación y tratamientodel dolor lumbar

Aetiology, chronification, and treatmentof low back pain

M.ª ISABEL CASADO MORALES1

JENNY MOIX QUERALTÓ2

JULIA VIDAL FERNÁNDEZ3

RESUMEN

El dolor lumbar es un problema que afecta en torno al 70-80 % de la pobla-ción general en algún momento de su vida, de los que un 15 % aproximada-mente tienen un origen claro, pero el resto, se considera inespecífico o inclasi-ficable, siendo en estos casos donde el tratamiento convencional ha fracasa-do. En el origen de este dolor lumbar inespecífico se encuentran factores bio-lógicos, psicológicos y sociales y factores como las conductas de dolor yotros procesos de aprendizaje que influyen en su proceso de cronificación. Esel mayor responsable de incapacidad y de absentismo laboral con el consi-guiente elevado coste económico y deterioro en la calidad de vida de quieneslo padecen. Los tratamientos clínicos deben unificarse para aumentar su efica-cia, evitar los procesos de cronificación y reducir los costes económicos.

ABSTRACT

Low back pain affects around 70-80 percent of general population duringlifetime, 15 percent of which have a clear source whereas the rest is conside-

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.º 3 379

Clínica y Salud, 2008, vol. 19 n.° 3 - Págs. 379-392. ISSN: 1135-0806

ARTÍCULOS

1 Universidad Complutense de Madrid.2 Universidad Autónoma de Barcelona.3 Área Humana. Centro de Psicología Clínica y Psiquiatría

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red non-specific or unclassifiable –and the conventional treatment has traditio-nally failed. The aetiology of non-specific low back pain is associated with bio-logical, psychological and social factors along with factors such as pain beha-viour and other learning processes which also influence their chronic process.Low back pain is the main cause of absenteeism –which increases costs andworsens quality of life. In order to improve efficiency, avoid chronification andreduce costs, clinical treatments should be integrated.

PALABRAS CLAVE

Dolor lumbar, lumbalgia crónica, Lumbalgia inespecífica, Aspectos psicoló-gicos, Factores de riesgo.

KEY WORDS

Low back pain, Chronic low back pain, Non-specific low back pain, Psycho-logical factors, Risk factors.

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INTRODUCCIÓN

Las enfermedades musculoes-queléticas representan en la actuali-dad uno de los principales proble-mas de salud en los países occiden-tales, ya que si bien su tasa de mor-talidad es muy baja, inferior al0,002% anual, presentan una altatasa de morbilidad derivaba princi-palmente de su enorme incidencia yprevalencia, afectando a un elevadoporcentaje de la población general yrepresentando el 40% de todas lasenfermedades crónicas (Yelin,1992).En términos de morbilidad, entre lasenfermedades musculoesqueléticasdestaca en primer lugar la artrosis yen segundo lugar el dolor de espal-da (Lawrence et al., 1989; Yelin yFelts, 1990; Reynolds et al., 1992).

El dolor lumbar se define comoun síndrome musculoesquelético oconjunto de síntomas cuyo principalsíntoma es la presencia de dolorfocalizado en el segmento final de lacolumna vertebral (zona lumbar), enel área comprendida entre la rejacostal inferior y la región sacra, yque en ocasiones puede compro-meter la región glútea, provocandodisminución funcional. Al igual queotras enfermedades reumáticas, eldiagnóstico de la lumbalgia no ofre-ce dificultad debido a que los sínto-mas de la enfermedad son muy cla-ros.

Puede presentarse en forma dedolor agudo, debido principalmentea lesiones infecciosas, traumáticas,a esfuerzos leves o moderados,etc., o en forma de dolor crónico, denaturaleza más compleja, de más

larga duración (a partir de 3 meses)o que persiste una vez resuelta lalesión (Penzo, 1989). Una de lasprincipales diferencias entre la lum-balgia crónica y la aguda, radica enque en la primera los factores cog-nitivos, emocionales, comportamen-tales y sociales adquieren una espe-cial importancia en el mantenimien-to del dolor.

Atendiendo a factores etiológicos,la causa específica de la mayoría delos dolores lumbares tanto agudoscomo crónicos son las alteracionesde las diferentes estructuras queforman la columna vertebral, comoligamentos, músculos, discos verte-brales y vértebras que puede deber-se a múltiples factores como: trau-matismos, un esfuerzo excesivo,una mala postura, debilitamientomuscular o sobrecarga mecánicaentre otros. Sin embargo, el datomás destacable en cuanto a su etio-logía es que el 85% de los casos dedolor lumbar se atribuye a unacausa inespecífica (Moix, Cano yGrupo español de Trabajo del Pro-grama COSTB13 , 2006).

El dolor lumbar inespecífico sedefine como un dolor más o menosintenso, que modifica su intensidaden función de las posturas y la acti-vidad física, se acompaña de dolorcon el movimiento y puede asociar-se o no a dolor referido o irradiado.El diagnóstico de lumbalgia inespe-cífica implica que el dolor no sedebe a fracturas, traumatismos oenfermedades sistémicas y que noexiste compresión radicular demos-trada ni indicación de tratamientoquirúrgico (CIE 10, 1994). Por ello,

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no deja de resultar paradójico quehaya una gran tendencia al uso dela cirugía como tratamiento de elec-ción en este tipo de dolor (Bravo yGonzález-Durán, 2001).

Si unimos su alta incidencia consu baja efectividad terapéutica, noes de extrañar que aunque decarácter benigno, esta patología sehaya convertido en un grave proble-ma de salud en la sociedad occi-dental, por su elevada frecuencia yrepercusión social, laboral y econó-mica con consecuencias profesio-nales, familiares, sociales y psicoló-gicas para quienes la padecen quemerman su calidad de vida, hasta elpunto que el 29% de ellos acaban porpadecer depresión (Watson, Main,Waddell, Gales, y Purcell-Jones,1998; Breivick et al., 2006). En tornoa este problema hay una gran preo-cupación, no sólo por como afectaa la calidad de vida de las perso-nas, sino también por los costesque genera este problema a la so-ciedad.

En los países occidentales el 70-80 % de la población padece dolorlumbar en algún momento de suvida (Muñoz-Gómez, 2003) y seconvierte en la principal causa derestricción de movilidad, discapaci-dad a largo plazo y disminución dela calidad de vida (Frymoyer yDurett, 1997; Waxman y Flamen-baum, 2008) y por ende, en una delas principales causas de absentis-mo laboral y de consulta médica enlos servicios de traumatología ycirugía ortopédica. Todo ello sitúa aldolor lumbar como la condiciónmecánica más cara y la primera

causa de discapacidad laboral deorigen musculoesquelético y segun-da causa de discapacidad laboralgeneral por detrás de las infeccio-nes respiratorias (Skovron, 1992).En Europa, sólo los costes asocia-dos a lumbalgia suponen al añoentre el 1,7% y 2,1% del productointerior bruto (Ekman, Johenell, Lid-gren, 2005; Van Tulder, Koes, Bou-ter, 1995)

Pero aún parece que en Españaeste problema se agrava y con él loscostes sanitarios. Según un estudioepidemiológico realizado por laSociedad Española de Reumatolo-gía en nuestro país, la lumbalgiasería la enfermedad con mayor pre-valencia en la población adulta demás de 20 años, con un 14,8 % delumbalgia puntual, una prevalenciadel 7,7% de lumbalgia crónica, y un0,8 por cien de lumbalgia de carac-terísticas inflamatorias (EPISER,2001).

En cuanto a los costes, por daralgún dato concreto, en nuestropaís, supuso el 11.4% de todas lasincapacidades temporales en elperiodo 1993-98, y sólo ese con-cepto generó un coste total de 75millones de euros (González y Con-don, 2000). Pero evidentemente, algasto que conlleva la condición deincapacidad temporal producida porlumbalgia, hay que añadirle todauna serie de costes tanto directos(prescripción de pruebas clínicas,cuidados de salud, hospitalizacio-nes o intervenciones quirúrgicas)como indirectos (absentismo labo-ral, disminución de la productividad,etc.).

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Pero a pesar de su alta inciden-cia, no parece afectar a todos porigual. Hay estudios de carácter des-criptivo que buscan el perfil delpaciente con lumbalgia crónicainespecífica para dirigir sus esfuer-zos preventivos, aunque los datosno son unívocos. Como ejemplovalga un estudio realizado por Hum-bría (2004) en la Consulta Monográ-fica de Columna Lumbar del Hospi-tal de la Princesa de la Comunidadde Madrid con 337 pacientes,donde encuentra que el perfil deeste paciente corresponde a unamujer, entre 30 y 60 años, de mediourbano, con trabajo que requiereesfuerzo físico moderado, por cuen-ta ajena y correspondiente al sectorservicios.

CAUSAS DEL DOLOR LUMBAR

Partiendo del actual modelo biop-sicosocial imperante en las cienciasde la salud, si queremos referirnos afactores etiológicos implicados en eldolor lumbar debemos hacer uninexcusable recorrido multifactorial.Entre los biológicos podríamos des-tacar factores estructurales o altera-ciones del sistema musculoesquelé-tico y estado de salud general. Entrelos factores sociales podríamosdestacar, como una de las principa-les causas, las condiciones labora-les desfavorables que conllevan unimportante número de elementosreseñables (posturales, movimientoso esfuerzos). Pero este puzzle noestaría completo sin mencionar elpapel de los factores psicológicos,teniendo en cuenta que el dolor esun fenómeno de naturaleza comple-

ja, vinculado a sensaciones aversi-vas y experiencias afectivas dondetambién los cambios conductuales,los reajustes en motivación, losestados emocionales y las cognicio-nes van a jugar un papel destacado,tanto en la percepción como en elafrontamiento del dolor.

El dolor crónico en general y lalumbalgia en concreto se han asocia-do en numerosas ocasiones a facto-res psicosociales como el estrés, laansiedad, la depresión, la ira y otrosprocesos psicológicos (Casado y Ur-bano, 2001; Moix, 2005; Moix y Ca-no, 2006; Brage, Sandanger y Ny-gard, 2007; Bair, Wu, Damush, Su-therland y Kroenke, 2008; Mok y Lee,2008; Waxman, Tripa y Flamen-baum, 2008)

Pero si los factores psicológicospueden tener un peso importante enla génesis del dolor lumbar, será ensu mantenimiento y cronificacióndonde jugarán el papel más relevan-te.

FACTORES DE MANTENIMIENTOY CRONIFICACIÓN DEL DOLORLUMBAR

El dolor lumbar sigue un patrónde curso episódico marcado porperiodos de remisión y exacerba-ción. Por ello, su recuperación omantenimiento y cronificación nosólo van a depender de factores físi-cos sino especialmente de factorespsicológicos.

Aunque sólo entre un 5 y un 20por ciento de las lumbalgias se cro-

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nifican, será la lumbalgia crónica,por razones obvias, la que más inte-rés científico despierte, e inclusopor razones tan de peso como elgasto que ocasionan al sistema desalud. Sólo este porcentaje es res-ponsable del 85% de los gastosdebidos a esta afección (Gómez yMéndez, 1999). De hecho más del70% de los costes globales de estadolencia son producidos por el 20%de los pacientes más crónicos(Anderson, 1997).

Además de la persistencia de losfactores que lo han originado, eldolor continúa y se cronifica porfactores tan claves como la evita-ción de la actividad diaria y el miedoal dolor (Jansen, 2002; Turk y Okifu-ji, 2002).

Ciertas actividades o lugares oposturas son evitados por el pacien-te para prevenir la aparición o agra-vamiento del dolor. Esta conductase considera adaptativa en el dolorlumbar agudo pero no en el crónico.La evitación del trabajo, el ejercicioy la vida social es entendida por losclínicos como un índice de discapa-cidad. Estas conductas de evitaciónson consecuencia de un conjuntoformado por la historia personal dedolor y las estrategias de afronta-miento. Es el modelo de miedo-evi-tación que provoca una percepciónexagerada del dolor con la conse-cuente adopción de una respuestaevitativa por parte del paciente.Intentemos describir los pasos deeste peligroso camino.

El dolor lumbar tiende a reducir-se, en un primer momento, con el

reposo y la inactividad. Por ello, seda un primer bucle que va a ayudara su cronificación: las actividadesdiarias, tanto laborales como socia-les, se ven reducidas y con ellas unbuen número de actividades pla-centeras y reforzantes para elpaciente, lo cual facilita la focaliza-ción de la atención al dolor, lo que asu vez incrementa su percepción yaumenta su miedo al mismo. Para-lelamente la reducción en el gradode movilidad influye negativamente,produciendo a la pérdida y atrofiade masa muscular y por tanto difi-cultando la recuperación y aumen-tando el dolor.

Desde este primer bucle, al per-sistir el dolor, se entra en un segun-do bucle donde las constantes con-ductas de evitación del dolor queaumentan su percepción al focalizarla atención sobre él, aumentan elmiedo al mismo y con él aparecenestados emocionales negativos (an-siedad, síntomas depresivos, etc.)que a su vez exacerban el dolor (Gó-mez y Méndez, 1999; Casado y Urba-no, 2001; Redondo, Miguel-Tobal, yPérez Nieto, 2007) y aumentan eldeterioro psicológico inhibiendo losprocesos de recuperación.

Bajo esta misma idea, Vlaeyen yLinton (2000) proponen su modelode miedo-evitación. Tras el dolorprovocado por una lesión, puedenaparecer dos respuestas diferentes.El dolor experimentado es interpre-tado como no amenazante. En estecaso el dolor es afrontado de unmodo adaptativo. Se da un descan-so inicial en la zona lumbar paracomenzar después con un aumento

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gradual de la actividad. El otro cami-no es interpretarlo como una ame-naza, catastrofizando sobre las con-secuencias negativas del mismo. Elpaciente entra entonces en el círculovicioso que va a promover y aumen-tar su miedo al dolor, y la evitaciónde actividades que interpreta comoamenazantes (Eysenck y Eysenck,2007), provocando hipervigilanciahacia el dolor y, consecuentemente,discapacidad.

En esta misma línea, Leeuw et al.(2007) sostienen que el miedo almovimiento y a que reaparezca eldolor está relacionado con la inca-pacidad funcional, y por tanto con eldesarrollo y mantenimiento del dolorlumbar crónico. Por el contrario elenfrentarse al miedo, es decir cuan-do el paciente se expone, se reducela intensidad del dolor (De Jong etal., 2005).

Parece por tanto innegable elpapel de la emocionalidad negativaen la cronificación del dolor lumbar,confirmada por la existencia de unaalta correlación entre alteracionespsicológicas, sobre todo ansiedad ydepresión, y cronificación del dolorlumbar. Diversas investigacionesafirman que los pacientes que en lafase aguda de dolor presentan máscogniciones negativas, más ansie-dad y más conductas de enferme-dad, en una proporción significativa,continúan con dolor tres mesesdespués (Philips, Grant y Berkowitz,1991).

Otro de los factores especialmen-te implicado en la cronificación deldolor lumbar son las conductas

desadaptadas de dolor, entendien-do como tales conductas de enfer-medad en situaciones en las que lapersona aumenta o disminuye lossíntomas (quejas, expresiones facia-les, cambios posturales, búsquedade atención, etc.); estas conductasestán mediadas por los procesos deaprendizaje (condicionamiento clási-co, condicionamiento operante yaprendizaje observacional). El man-tenimiento de estas conductas porreforzamiento positivo y negativoson un elemento fundamental eneste proceso de mantenimiento ycronificación. Romano y colabora-dores llevaron a cabo un estudio enel que grabaron a 121 pacientescon dolor crónico realizando algu-nas tareas del hogar con sus pare-jas, mostrando cómo los comporta-mientos solícitos por parte de lapareja (ayudar en exceso, no dejarhacer algunas actividades,…)aumentaban las conductas de dolorde los pacientes (Romano, Jensen,Turner, Good y Hops, 2000).

En definitiva, estamos haciendoreferencia al hecho de que la adop-ción del papel de enfermo puedeconllevar en ocasiones un buennúmero de ganancias, como la evi-tación de responsabilidades yobtención de privilegios (gananciaprimaria), el logro de un tipo espe-cial de interacción social y la expre-sión de simpatía o cuidados porparte de los demás (gananciasecundaria) o incluso cumplir conlas expectativas que los demás tie-nen sobre nuestro comportamientocomo enfermos y que les proporcio-na satisfacción por su prestación de

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ayuda (ganancia terciaria). Así, lasconductas de dolor pueden quedarbajo el control de distintos estímu-los discriminativos del ambiente queindican cuando existe una alta pro-babilidad de reforzamiento de lasmanifestaciones de dolor. Esta cro-nificación de las muestras de dolorpor parte del paciente contribuye asu deterioro y discapacidad. Han-sen, Edlund, y Branholm, (2005)señalan la frecuencia e intensidadde estas conductas como factorespredictores que dificultan la reincor-poración laboral

Podemos afirmar, por tanto, quelos factores psicosociales juegan unpapel importante en la transición deldolor agudo al crónico en la lumbal-gia (Linton, 2000; Bravo y González,2001; Kovacs, 2002; Pincus, Burton,Vogel, y Field, 2002; Michalski yHinz, 2006; Jellena et al., 2007 ).

TRATAMIENTO DEL DOLORLUMBAR

Al igual que en el 80 % de lapoblación presenta dolor lumbar enalgún momento de la vida (Muñoz-Gómez, 2003), hay que reseñar queen la mayoría de estos casos, eldolor desaparece en unos pocosdías o semanas, con la aplicaciónde los tratamientos convencionaleso incluso sin tratamiento. Sinembargo, alrededor de un 10% deestos pacientes desarrollarán uncuadro de dolor lumbar crónico conalto índice de incapacidad (Bran-cos, 1993). El mayor porcentajedentro de este grupo corresponde alos casos en el que el dolor se con-

sidera inespecífico o inclasificable,en los cuales el tratamiento con-vencional obtiene un altísimo índicede fracaso. Es a este grupo depacientes a los que la psicologíadebe prestar especial atención, tra-tando el problema dentro del con-texto general de los mecanismosque rigen el dolor, su mantenimien-to y evolución hacia un problemade dolor crónico.

Hoy en día se acepta que el repo-so y los analgésicos (tratamientoclásico del dolor lumbar) aunqueson las pautas indicadas para eldolor agudo durante 2 o 3 días, sise prolonga se torna negativo alfavorecer la atrofia muscular y lapérdida de masa ósea. Por el con-trario, la actividad física devuelve lafunción, mejora la conducta y dismi-nuye la percepción de dolor. Esteefecto beneficioso ha llevado aldesarrollo de las escuelas de espal-da, donde se trabaja con educaciónsanitaria, higiene postural, induccióna la tolerancia al ejercicio y fortaleci-mientos musculares entre otras(Brancos, 1993).

Los objetivos generales de trata-miento en pacientes con dolor lum-bar crónico, no distan, en líneasgenerales, de los tratamiento multi-componente aceptados para eldolor crónico en general: generarexpectativas positivas respecto altratamiento, dotar de informaciónsobre la relación de las emocionesnegativas y el dolor, regular la per-cepción de dolor, identificar y redu-cir las emociones negativas (ansie-dad, depresión e ira), fomentarestrategias de afrontamiento activo

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frente al dolor, aumentar la percep-ción de control sobre su dolor,incrementar las actividades gratifi-cantes y normalizar su vida y activi-dad laboral (Vicente Fatela et al.,2007).

Para la consecución de estosobjetivos se utiliza desde la psicolo-gía distintos tipos de técnicas. Lastécnicas conductuales son las másutilizadas. Su objetivo fundamentales evaluar y controlar los reforzado-res positivos y negativos responsa-bles del mantenimiento y cronifica-ción del dolor. Así se reducen lasconductas de dolor y se incremen-tan las actividades diarias, mejoran-do la funcionalidad del paciente. Encuanto a su eficacia, estas técnicasde control de contingencias hanresultado eficaces para incrementarla capacidad funcional en el dolorde espalda crónico e incluso se havisto que como tratamiento únicoproducen disminución del dolor ymejora el estado funcional de lospacientes

Sin embargo, por el papel quehemos visto que desarrolla el com-plejo miedo-evitación, se haceimprescindible la introducción detécnicas cognitivas que ayuden alpaciente a controlar sus pensamien-tos, sus emociones negativas, adesarrollar conductas de afronta-miento adaptativas que le ayuden areinterpretar el dolor, a modificar supercepción y en definitiva a contro-larlo y convivir con él en las mejorescondiciones posibles, fomentandoel desarrollo de una mejor calidadde vida.

Pero aunque las intervencionesde carácter cognitivo-conductual sehan mostrado eficaces en numero-sas investigaciones (Chou y Fuman,2007; Hoffman, Papas, Chatkoff, yKerns, 2007), quizá el éxito radiqueen que no sean consideradas técni-cas que se “añaden” a los trata-mientos médicos, sino que deberíanestar dentro de programas interdis-ciplinares, donde el paciente seatratado de forma coordinada pormédicos, psicólogos, asistentessociales, terapeutas ocupacionalesy fisioterapeutas (Moix et al., 2003).Los tratamientos multidisciplinaresarrojan gran evidencia de ser supe-riores al no tratamiento, a la lista deespera, o a cualquier otra técnica ensolitario como tratamiento médico o fisioterapia (Flor, Fydrich y Turk,1992). Y todo ello sin olvidar la im-portancia de que la intervención seproduzca de forma precoz en estospacientes para evitar el proceso decronificación y la incapacidad.

Desde esta línea multidisciplinarse ha trabajado para conseguir launificación de criterios en la inter-vención en la lumbalgia crónicainespecífica, y como ejemplo delresultado de este esfuerzo es el des-arrollo de la Guía de Práctica Clínicapara la Lumbalgia Inespecífica delPrograma Europeo COST B13(Grupo de Trabajo Programa Euro-peo COST B13, 2006) que pretendemejorar los resultados de los trata-mientos, reducir el riesgo de iatroge-nia y reducir los costes sanitariosorientando a médicos y pacientes,desde la evidencia científica (Moix,Cano y Grupo español de Trabajodel Programa COSTB13, 2006).

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El tratamiento propuesto en estaguía consistiría en dar informaciónpositiva y tranquilizadora al pacien-te, evitar el reposo en cama y man-tener el mayor grado posible deactividad física, prescribir fármacosde primera l ínea (paracetamol,antiinflamatorios no esteroides),derivar a una unidad acreditada enla realización de intervencionesneurorreflejoterápicas a partir delos 14 días de dolor, prescribir ejer-cicio a partir de las 2-6 semanas,“escuela de espalda” a partir de las4-6 semanas, antidepresivos adosis analgésicas (esté o no depri-mido el paciente), tratamiento psi-cológico cognitivo-conductual apartir de las 6 semanas o 3 meses(según si tiene o no signos psico-sociales de mal pronóstico), par-ches de capsaicina a los 3 o másmeses, opiáceos si es resistente alos tratamientos anteriores, progra-mas rehabilitadores multidisciplina-rios a partir de los 3 meses o más,y neuroestimulación percutánea(PENS) como última opción de tra-tamiento.

Actualmente, en España se estállevando a cabo un estudio centra-do en demostrar la efectividad de laterapia cognitivo-conductual enpacientes con dolor lumbar crónicoatendidos en Unidades de dolor.Dicha investigación está siendocofinanciada por el Programa dePromoción de la Investigación Bio-médica y en Ciencias de la Saluddel Ministerio de Sanidad y Consu-mo (FIS) y la Fundación Kovacs.Los resultados serán publicados enel 2009, coincidiendo con la publi-cación del protocolo de interven-

ción. Se trata de un manual prácti-co en el que se describe el trata-miento cognitivo-conductual consti-tuido por 12 sesiones en el que sepersigue la disminución del dolor, elaumento de la calidad de vida y lareducción de emociones negativascomo la ansiedad o la tristeza-depresión. Pretende ser un manualpráctico que sirva de apoyo a losprofesionales de la salud que tratana personas con dolor crónico engeneral y lumbalgia en particular.Las sesiones abordan las siguientestemáticas: introducción a la terapiacognitivo-conductual; entrenamien-to en respiración y relajación; técni-cas de manejo atencional; reestruc-turación cognitiva; solución de pro-blemas; manejo de las emociones yasertividad; valores y estableci-miento de objetivos; organizacióndel tiempo y actividades reforzan-tes; ejercicio físico, higiene posturaly del sueño; para finalizar con pre-vención de recaídas (Moix y Ko-vacs, en prensa.)

PREVENCIÓN DE LA APARICIÓNDEL DOLOR LUMBAR

Como ya hemos señalado ante-riormente, es conveniente hacer unaintervención temprana de los aspec-tos implicados en el dolor lumbarcon el objetivo fundamental de pre-venir la cronificación del dolor (Jelle-ma, et al., 2007; Koleck, Mazaux,Rascle y Bruchon-Schweitzer, 2006;Michalski, y Hinz, 2006).

La Guía de Práctica Clínica COSTB13, (Grupo de Trabajo ProgramaEuropeo COST B13, 2006), resume

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las recomendaciones para la pre-vención de la aparición o recurren-cia de la lumbalgia como:

1) Prescribir ejercicio físico.

2) Explicar que la lumbalgia tienebuen pronóstico y es necesariomantener la actividad; estopuede hacerse bien a través delos profesionales u o bien me-diante el uso de folletos informa-tivos (“Manual de la Espalda”), oremitiendo a los pacientes afuentes de información concor-dantes en Internet (www.espal-da.org).

3) Si los episodios son recurren-tes, valorar la recomendaciónde programas mixtos de apren-dizaje de higiene postural yejercicio, pero no Escuelas dela Espalda centradas principal-mente en aspectos de higienepostural.

4) No hay evidencia científicapara la prevención de la lum-balgia del uso de estrategiascomo la manipulación verte-bral, o el uso de plantil las,alzas, cinturones lumbares, tipode silla o colchón específico,

aunque es mejor un colchón defirmeza intermedia.

5) En cuanto a los trabajadores enactivo, se recomienda la rein-corporación laboral tempranaaunque haya algo de dolor.

6) En el caso de los escolares, nohay datos consistentes y aun-que no debe tomarse comorecomendaciones, se puedetener en cuenta el evitar losdeportes competitivos, elmaterial escolar excesivamentepesado, el mobiliario inadecua-do o exponerse a factores psi-cosociales como la infelicidado la baja autoestima.

En conclusión, el abordaje, pre-vención y tratamiento del dolor lum-bar debe conllevar un cambio en lamentalidad tanto de los profesiona-les sanitarios, como de los pacien-tes y de la sociedad en general. Porello, se hace imprescindible unabuena difusión de la informacióncientífica de la que disponemos,esperando no sólo conseguir redu-cir los altos costes asistencialessino, lo que es más importante, elsufrimiento personal y la calidad devida de estos pacientes.

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