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El Nuevo Periódico #199

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2 El Nuevo Periódico / Jueves, 20 de diciembre de 2012 / www.elperiodicopr.com

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12 El Nuevo Periódico / Jueves, 20 de diciembre de 2012 / www.elperiodicopr.com

Por: Diácono Kenny Figueroa

Hoy quiero compartir mi Carta de Navidad; no soy de escribir con frecuencia, y menos una carta especial como esta, pero, por ser Navidad, encuentro interesan-te expresarme así. Sencillamente deseo desahogar mi corazón, que también necesita hacerlo.

Añoro mis navidades de niño, junto a mis hermanos. ¡Qué hermoso era armar el árbol, y luego a la noche verlo totalmente iluminado! Ese pesebre tan hermoso. Sabes, en esos días solo esperaba a que llegara el Día de Navidad. Quizás suene extraño pero no era por los regalos sino por la felicidad que se vivía, los valores que nos enseñaban durante nuestra infancia en esos días se veían fl orecer enormemente. El amor entre las familias, papá y mamá abrazados, hermanos compar-tiendo todo lo que se recibía, fuera poco o mucho, pues todo estaba en la realidad del momento. Conocíamos y visitábamos al vecino y le ayudábamos en sus prepara-tivos, existía un total respeto y cordialidad.

Recuerdo cuando se visitaba a la familia, nos sentá-bamos juntos alrededor de la mesa a comer; algo que llamaba mucho mi atención; que cada quien traía lo que podía y se compartía hasta con el vecino. El ir a las misas de aguinaldo en familia, reconocer que la Navidad no era comercio, era vivir en la unidad, la com-

prensión, el compromiso, el amor. En aquellos años se tenía más conciencia de que realmente lo que se celebraba era más que una simple fi esta de Navidad; realmente teníamos una espiritualidad y reconocíamos el Nacimiento del Niño Jesús.

Los años han pasado y hoy veo que todo ha cambia-do, esos valores se han escondido, papá se va de casa a beber, y maltrata a mamá; los hijos los criamos ena-jenados de la realidad y los educamos en un aparente colegio que le da “ lo mejor”, pero no se preocupan real-mente por su educación, prefi eres pagar extendido y que otros sean quienes los eduquen y hagan sus tareas pues estamos más pendientes a lo personal individua-lista que a lo familiar y nos llamamos proveedores, con la excusa de que “le voy a dar a mi hijo todo lo que a mí no me dieron mis padres”, pero ¿cuándo te sientas con tu hijo y le demuestras cuán importante él es para ti? ¿Conoces los intereses de tus hijos? La realidad es que nos preocupamos más por lo que nos sucede en lo personal y profesional y lo demás cuando se pueda.

Me pregunto, ¿y los valores, quién se los enseña? So-mos nosotros mismos el problema social. No son nues-tros hijos ni la juventud que se levanta, por eso vemos el desapego, el desinterés, el “no me importa la vida” de nuestros jóvenes, y peor aún, para que nos dejen descan-sar de nuestro ajoro de vida, les damos todo lo que piden

Mi carta de Navidad en la realidad de hoyXBox, Nintendo DS, celulares, iPad, todo lo electrónico, nada motivacional ni de apego a la familia. ¿Dónde quedó el cenar en familia? Eso se ha perdido, cada uno come por separado en su cuarto para ver la televisión, o seguir conectado a la computadora. ¿Y somos capaces de criti-car la sociedad en la que vivimos hoy día? ¿Conocemos y compartimos con nuestro vecino?

Vemos historias de abandono, droga, prostitución, aborto, asesinatos, desertores escolares, problemas de depresión. A lo que se le llama défi cit de atención, divorcios, niñas cuidando bebés; estos son algunos de los resultados de nuestro abandono familiar. Pues es ahí en el hogar, en la familia, donde por falta de co-municación, apertura, confi anza, respeto, supervisión adecuada, vivimos estos tiempos.

Que en esta Natividad 2012 haya paz, en tu hogar, unidad de familia, perdón, respeto, cordialidad. Deseo que NO HAYA UNA BALA MAS AL AIRE, que tengas un hermoso compartir con tus vecinos y confraterniza-ción comunitaria real y sincera. Que compartan llenos de alegría y celebren el verdadero signifi cado de la Na-vidad. El nacimiento de nuestro Señor en tu hogar, en tu familia y en tu corazón.

En esta Navidad no seas parte del problema, sé par-te de la solución. Felicidades a todos, que el amor y la paz reine en sus corazones por siempre.

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22 El Nuevo Periódico / Jueves, 20 de diciembre de 2012 / www.elperiodicopr.com

Dando en el Punto

Por: Roberto Carrasquillo Ríos

¡Hablando Claro!

Por: José L. Dalmau Santiago, Portavoz PPD

OpinandoPor Orlando Parga Figueroa

[email protected] twitter@pargaorlando

Amigos míos:

A MIRARNOS POR DENTRO — Óigame, o me-jor, léame… no piense que voy con ánimo de aguarle la fi esta con una prédica moralista. Gócese la fi esta hasta el acabe y hónrese en campo y ciudad la rica tradición puertorriqueña que extiende la Navidad has-ta las Octavitas. Sáquele el jugo al adoptado Santa Cló y deje algo en remojo para la hierbita de los Tres Santos Reyes. Con todas las medidas de seguridad de que sea capaz, no permita que los delincuentes le inhiban el derecho a dar una parranda al compadre y al vecino. Al fi n de cuentas, siga enriqueciendo el prestigio laboriosamente alcanzado por nuestros an-tepasados, de que en Puerto Rico la Navidad es la mejor del Planeta.

El caso es que, entre una y otra cosa, hay que po-ner en justa y debida perspectiva al que provocó todo este jolgorio. El llamado original de la primera santa celebración del 24 y 25 de diciembre del año uno des-pués de Cristo (reconozco hay controversias sobre la fecha que no vienen al caso), fue a que la antigua civilización de aquellos tiempos hiciera el ejercicio de mirarse por dentro. Que Dios enviaba a su hijo a la Tierra para que con su prédica y la ofrenda de su vida, nos redimiera de nuestro estado pecaminoso. Crea usted o no en la historia tal y como ha sido re-latada en el Nuevo Testamento de la Santa Biblia, es indiscutido que en aquel tiempo y lugar ocurrió algo extraordinario con lo que se abrió una era distinta -la era Cristiana- y que, desde entonces, aquel hombre sin poder político ni ejército pudo desencadenar una fuerza monumental que ha transformado al mundo entero.

Dicho eso, está claro que a través de los siglos y, después de 2,012 años, la invitación sigue en vi-gencia. Hay que mirarse por dentro. Hay que repen-sarnos. Hay que reinventarnos. Esto que llamamos civilización moderna en la época de la tecnología avanzada no adelanta para nada la aspiración de un mundo mejor; la convivencia humana que permita un estado emocional de felicidad individual, sigue sien-do una meta inalcanzada en nuestro tiempo.

No me digas, amigo lector, que sermoneo. Fíjate a tu alrededor. ¿No te sientes enjaulado en tu casa con miedo de salir a la calle? ¿No vives en estado de espanto cada vez que lees un periódico? ¿Cuando oyes la Radio o ves la TV? No me limito al insularis-mo que nos hace pensar que somos el ombligo del mundo y que los demás giran a nuestro alrededor. Es que si miras al exterior quisieras largarte a Venus.

Por eso esta columna te invita a que, sin dejar de celebrar la Navidad, te mires por dentro; y este co-lumnista, a pesar de los pesares, desea con todas las fuerzas de su alma —¡Feliz Navidad!— a todos sus lectores.

PREGUNTO — ¿Cuándo y en dónde es?

REFLEXIÓN NAVIDEÑA; JESÚS O SANTA CLOSPronto será Navidad. Es por ello que creo conveniente

hacer un alto en el debate político para refl exionar sobre lo que vamos a celebrar. Como es costumbre en la colonia hay dos de todo y para toda época. Hay dos himnos, dos banderas y hasta dos canciones de cumpleaños. En otras palabras, la disyuntiva “de lo mejor de los dos mundos” también nos afecta en Navidad, al imponernos la costumbre de Santa Claus, para que la celebración sea de “shopping” en “shopping” vs. la verdadera razón de ser de la época que comienza con el adviento de Navidad.

Esta celebración a mi juicio tiene un enfoque equivo-cado, como muchas otras celebraciones y embelecos coloniales que “disfrutamos” en el Puerto Rico de hoy. Para que nadie se equivoque desde aquí proclamo lo que las enseñanzas bíblicas nos ilustran… Navidad es Jesús y el 25 de diciembre se celebra su nacimiento. Al-gunos preguntarán ¿Por qué Jesús es mejor que Santa Clos? Hay muchas razones porque el Niñito (a pesar de ser más chiquito) es mejor que el Sr. Colorao de aquel mundo de la unión permanente allá en el Norte. Veamos.

Jesús está en todas partes y Santa vive en el Polo Norte. Santa se pasea en trineo y Jesús se pasea por el viento y camina sobre las aguas. Santa viene una vez al año y Jesús es una ayuda siempre. Santa llena tus calcetines con regalitos y Jesús suple todas nuestras necesidades. Santa baja por tu chimenea sin invitación y Jesús se detiene a la puerta, toca y después entra a tu corazón cuando tú lo invitas. Para ver a Santa tienes que hacer fi la y Jesús está tan cerca como el hecho de men-cionar su nombre. Santa te deja sentarte en sus piernas y Jesús te deja descansar en sus brazos. Santa no sabe tu nombre, todo lo que puede decir es: “Hola pequeño, ¿cómo te llamas?” y Jesús sabe tu nombre desde antes de que nacieras. Y no solo tu nombre, también sabe tu dirección, sabe tu historia y tu futuro. Santa tiene una barriga que parece llena de mermelada y Jesús tiene un corazón lleno de amor. Todo lo que Santa puede ofrecer es “HO JO JO” y Jesús ofrece salud, ayuda, perdón y esperanza. Santa dice “No llores” “You better not cry” y Jesús dice “Descansen sus preocupaciones en mí, que yo cuidaré de ustedes”. Los pequeños ayudantes de Santa hacen juguetes y Jesús solito hace nuevas vidas, repara corazones lastimados y arregla hogares rotos. Santa puede hacerte sonreír, Jesús te da la alegría que es tu fuerza. Santa deja regalos bajo tu árbol y Jesús fue nuestro regalo en aquel humilde pesebre de Belén.

Es obvio que no puede haber comparación real. Ne-cesitamos recordar quien verdaderamente le da sentido a la Navidad. La Navidad hoy día se disfruta desde el mes de noviembre y se incrementan las fi estas, aunque podríamos estar de fi esta todo el año si tenemos a Jesús en nuestro corazón.

Necesitamos poner a Jesús de regreso en Navidad. Jesús es la verdadera razón de ser en esta época. La frase que dice: “La Navidad es tiempo de dar y compar-tir” no se refi ere a los regalos de Santa, sino más bien a la entrega que hizo Jesús para salvarnos y mostrarnos el camino de la verdad. Solo si dejamos que el recién nacido entre a nosotros y damos testimonio de sus en-señanzas, solo así se hará un nuevo orden social, en un nuevo país con Jesús en el centro y corazón de nuestras familias. Feliz NAVIDAD a todos.

EL ÚLTIMO ALETEO DEL NEFASTO GOBIERNO PNPComo parte de los trabajos de la Sesión extraordi-

naria en la cual se están repartiendo unos 130 nom-bramientos de jueces, fi scales y miembros de Juntas a los fi eles y allegados del PNP, se aprobaron dos reso-luciones que establecen la política pública del gobier-no en lo que respecta a los resultados del plebiscito celebrado el día de las elecciones.

Estas medidas son otro intento más de la saliente mayoría parlamentaria de jugar a su conveniencia con los resultados de consultas que se han hecho al pue-blo. En el Plebiscito del 1998 la opción “Ninguna de las Anteriores” sacó más del 50 por ciento de los votos emitidos, en un claro rechazo a la forma antidemocráti-ca en la cual se trabajó ese proceso plebiscitario, pero el gobierno de Pedro Rosselló hizo una notifi cación al Congreso de que la estadidad había ganado por el 46 por ciento de los votos. Recordamos el resultado de la consulta sobre el sistema unicameral que tuvo el aval de la mayoría de los votantes, pero la Asamblea Legislativa del PNP ignoró este resultado.

Ahora la saliente mayoría y próxima minoría parla-mentaria del PNP pretende engañar nuevamente al Congreso al notifi carles que en el reciente plebiscito, la estadidad recibió una abrumadora mayoría del 61 por ciento de los votos. Lo cierto es que si se suman los votos del ELA Soberano que fue defendido por di-ferentes líderes del Partido Popular Democrático y las papeletas en blanco, que fue la posición Institucional de nuestro Partido, se refl eja un total de votos ascenden-tes al 50% de los votos versus un 44% de la estadidad, fórmula de estatus que ya ha sido derrotada en cuatro ocasiones. Estos resultados manifi estan el repudio del pueblo al burdo intento del liderato del PNP de mani-pular el proceso plebiscitario a su favor, excluyendo al PPD de participar en la redacción de la defi nición de lo que representaba el Estado Libre Asociado. Es más, porcentualmente, la estadidad refl ejó un descenso en aceptación del pueblo de un 2%, si se compara dicha opción, con la refl ejada en el plebiscito de 1998.

Ahora en su desesperación, el saliente gobierno del PNP pretende establecer una política pública de promover los resultados plebiscitarios del pasado no-viembre que son cuestionables como expresión de un abrumador apoyo a favor de la estadidad. Le recor-damos al saliente liderato parlamentario del PNP que la política pública la establece el gobierno de turno y que el PPD obtuvo una clara victoria en las elec-ciones generales, por lo cual va a controlar la Rama Ejecutiva y la Rama Legislativa. Corresponde a ese nuevo gobierno entrante establecer su política pública sobre los diversos asuntos del Estado. La aprobación de una política pública que promueve la estadidad es una verdadera payasada ya que durará hasta el 31 de diciembre de 2012, o sea escasamente dos semanas. Vemos que este es el último aleteo del nefasto gobier-no del PNP.

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