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MODOS DE AFRONTAMIENTO DEL ESTRÉS EN
DOCENTES DE SECUNDARIA DE INSTITUCIONES
EDUCATIVAS PÚBLICAS DE PIURA, 2014
Tesis para optar por el título de Licenciado en Psicología que presenta el
Bachiller:
PEDRO PIERO TÁVARA FLORES
ASESORA: SILVIA LILIANA LAM FLORES
SULLANA – PERÚ
2015
ii
PALABRAS CLAVES
Modos de afrontamiento del estrés, docentes de Secundaria e Instituciones
Educativas Públicas.
iii
DEDICATORIA
A toda mi familia, porque nunca dejaron de creer en mí y que lograría alcanzar
esta meta.
iv
AGRADECIMIENTO
Expreso mis agradecimientos a quienes han sido un gran apoyo durante el
desarrollo de esta tesis en el ámbito académico y personal.
A mi profesora guía, Mg. Silvia Liliana Lam Flores, por su apertura,
disponibilidad y consejo.
A mi metodólogo, Mg. Víctor Sánchez Romero, por la confianza que otorga la
directriz de un profesional con su trayectoria, rigurosidad y dedicación.
A la UGEL por quienes obtuve permiso para efectuar este estudio. Asimismo, a
los directores de las distintas instituciones educativas donde se realizó el estudio.
En particular, a los docentes de las escuelas quienes generosamente se
involucraron y permitieron efectuar esta investigación en sus establecimientos
educacionales. A Ps. Marcos Ochoa y Prof. Janet Parra, quienes revisaron esta
tesis en su etapa final y, con sus valiosos comentarios y sugerencias,
contribuyeron a mejorarla y enriquecerla.
A Dios, por permitirme ampliar mis conocimientos, intereses y vínculos en
Psicología, aportando una nueva mirada y significado a esta etapa de vida.
v
DERECHO DE AUTORÍA
Se reserva esta propiedad intelectual y la información de los derechos
de los autores en el DECRETO LEGISLATIVO 822 de la República
del Perú. El presente informe no puede ser reproducido, ya sea para
venta o publicaciones comerciales. Solo puede ser usado, total o
parcialmente, por la Universidad San Pedro para fines didácticos.
Cualquier uso para fines diferentes debe tener antes nuestra autorización
correspondiente.
La Escuela Académico Profesional de Psicología de la Facultad de Ciencias
de la Salud de la Universidad San Pedro ha tomado las preocupaciones
razonables para verificar la información contenida en esta publicación.
vi
PRESENTACIÓN
Dando cumplimiento al Reglamento de Grados y Títulos de la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad San Pedro, tengo el agrado de presentar al
jurado evaluador, la comunidad universitaria y la comunidad científica los
resultados correspondientes a la investigación titulada Modos de afrontamiento
del estrés en docentes de secundaria de instituciones educativas públicas de Piura,
2014.
El afrontamiento es una de las variables personales consideradas como
intervinientes o participantes en los niveles de calidad de vida percibida. A ella se
le atribuye un gran valor e importancia en las investigaciones sobre la calidad de
vida y bienestar psicológico. Generalmente es definido como la manera en que un
individuo intenta resolver las situaciones estresantes de la vida cotidiana, en un
intento personal de adaptarse al entorno.
Los docentes se enfrentan, durante el desarrollo de su carrera su profesional, a
muchas circunstancias estresantes que son de tipo organizacional, socioeconómico
y de tipo laboral, propiamente dichas. Todas están vinculadas a las actividades
que comprende su quehacer tanto dentro como fuera del aula. Estas situaciones no
son estresantes por sí mismas. Esto puede entenderse en la medida en que no
todos superan las mismas situaciones bajo determinados grados de presión debido
a las características de personalidad y actitudes particulares. En otras palabras los
individuos tienden a desarrollar ciertos estilos de afrontamiento de un modo
personal.
vii
Es por esta razón que el presente estudio tiene el objetivo de conocer los modos de
afrontamiento del estrés en el profesorado del nivel Secundaria. Para dicho fin se
describirá la frecuencia de mayor uso de los modos de afrontamiento propuestos
por Carver et al., (1989), Asimismo, se describirá la mayor frecuencia de uso de
los modos de afrontamiento según el ciclo de vida, dado que la edad también
influye en el profesor a la hora de actuar ante los problemas de ámbito
profesional-laboral. Este planteamiento es fundamental porque el comportamiento
del docente ante el alumnado muestra sus estilos de afrontamiento ante las
dificultades, incidiendo también sobre su alumnado y sobre su entorno laboral.
Para poder sintetizar convenientemente la información sobre el tema, el informe
se ha estructurado en cuatro capítulos:
En el capítulo uno se presenta algunos estudios previos. Por un lado, la
importancia del presente estudio, el problema de investigación, la fundamentación
teórica sobre afrontamiento y docencia. Y, finalmente, se formulan los objetivos.
En el capítulo dos se menciona la metodología y los materiales empleados para
ejecutar la investigación.
En el capítulo tres se analizarán los resultados obtenidos, los cuales se presentan
en tablas. Asimismo, se discutirán estos datos confrontándolos con los
antecedentes y teorías que nos permitan entender los resultados. Por último, en el
capítulo cuatro se señalan las conclusiones y recomendaciones.
viii
ÍNDICE DE CONTENIDO
PÁG
Carátula i
Palabras clave ii
Dedicatoria iii
Agradecimiento iv
Derecho de autoría v
Presentación vi
Índice de contenidos viii
Índice de tablas x
Resumen xi
Abstract xii
INTRODUCCIÓN 1
Antecedentes y fundamentación científica 1
Justificación de la investigación 5
Problema 7
Marco teórico – conceptual 12
Objetivos 40
Operacionalización de la variable 41
MATERIAL Y MÉTODOS 42
Tipo y diseño de la investigación 42
Población y muestra 42
ix
Método, técnicas e instrumentos de recolección de datos 46
Procedimientos de recolección de datos 48
Protección de los derechos humanos 48
RESULTADOS 49
Análisis 49
Discusión 53
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 75
Referencias bibliográficas 79
Apéndices 94
Apéndice 1: Cuestionario de modos de afrontamiento al estrés
Apéndice 2: Declaración de consentimiento informado
x
ÍNDICE DE TABLAS
PÁG
Tabla 1 Operacionalización de la variable modos de
afrontamiento 41
Tabla 2 Distribución de la muestra según variables
sociodemográficas 44
Tabla 3 Distribución de la muestra según instituciones
educativas 45
Tabla 4 Frecuencia de mayor uso los modos de
afrontamiento del estrés 50
Tabla 5 mayor frecuencia de uso de los modos de afrontamiento
del estrés, según ciclo de vida de los docentes de secundaria 52
xi
RESUMEN
Esta investigación se planteó como propósito describir la frecuencia de mayor
uso de los modos de afrontamiento del estrés en docentes de Secundaria. Se
utilizó una metodología cuantitativa de tipo descriptiva. Participaron 153 docentes
de instituciones educativas Públicas del distrito de Piura, a quienes se les aplicó
el COPE adaptado por Casuso, (1996). Los resultados señalan que los modos de
afrontamiento, con una frecuencia de mayor uso, dependiendo de las
circunstancias son: afrontamiento activo en 59%, planificación en 55%,
supresión de otras actividades en 69%, postergación del afrontamiento en 66%,
aceptación en 56%, acudir a la religión en 52%, negación en 50% y distracción en
61%. Los modos de afrontamiento de mayor proporción en forma frecuente son:
la búsqueda de apoyo social en 54%, búsqueda de soporte emocional en 48% y la
reinterpretación positiva y desarrollo personal en 85%. Los modos de
afrontamiento de mayor proporción empleados muy pocas veces son: enfocar y
liberar emociones en 56% y conductas inadecuadas en 82%. En términos
generales, se concluye que los docentes de secundaria emplean en mayor
proporción los modos de afrontamiento centrados en el problema que los modos
de afrontamiento de evitación y paliativos coincidiendo así con el perfil de
afrontamiento de dicha población según el Ministerio de Educación.
xii
ABSTRACT
This research was raised as propose to describe the frequency of more use of ways
about stress coping in secondary school teachers. It was used a quantitative
descriptive methodology. About 153 secondary teachers of public schools in
district of Piura participated on it, who were applied the COPE adapted by
Casuso, (1996). The results indicate that the ways of coping with a frequency of
more use depending on the circumstances are: active coping in 59%, planning on
55%, acceptation on 56%, attending religion in 52%, denial by 50% and
distraction in 61%. Ways of coping of higher proportion in common are: the
search for social support in 54%, search for emotional support at 48% and positive
reinterpretation and personal development at 85%. The ways of coping with
higher proportion used at very few times are: focus and release emotions on 56%
and misconduct on 82%. In general terms, it is concluded that secondary teachers
employ higher ways of coping focused on the problem that avoidance coping
modes and palliative coinciding with the profile of coping of the population
according to the Ministry of Education.
1
INTRODUCCIÓN
Antecedentes y fundamentación científica
Martínez (2015) realizó un estudio sobre burnout y estrategias de afrontamiento.
El objetivo de este estudio descriptivo transversal de diseño ex post facto ha sido
conocer el modo en que profesorado del nivel secundaria se defiende del estrés.
Se analizó la relación existente entre el síndrome de burnout y las estrategias de
afrontamiento en una muestra de 221 docentes de centros públicos y centros
concertados-privados en el municipio de Murcia. Para ello, se aplicó el Maslach
Burnout Inventory (MBI) y el Cuestionario de Afrontamiento del Estrés (CAE).
Los resultados derivados del análisis descriptivo muestran que las estrategias más
usadas han sido la Focalización en la Solución del Problema (FSP), la
Reevaluación Positiva (REP) y la Búsqueda de Apoyo Social (BAS). En
contraposición, las estrategias con una media inferior han sido la Religión (RLG)
y la Autofocalización Negativa (AFN). Por otro lado, se han encontrado
diferencias significativas en función del tipo de centro en AFN, siendo más altas
sus medias en centros públicos. La tendencia se invierte en el uso de la estrategia
de afrontamiento RLG, entre el profesorado de centros públicos y
concertados/privados. Con respecto a la variable edad, se ha encontrado una
correlación negativa con la BAS. Un análisis más exhaustivo refleja una relación
negativa entre la BAS y la edad. Así, un mayor uso de la BAS se da entre los
menores de 35 años, en comparación con aquellos de entre 36 y 55 años y los
mayores de 55.
2
Hernández, (2013) investigó la violencia laboral, estrés y afrontamiento en
docentes del nivel secundaria. La muestra fue de 30 docentes hombres y mujeres
de entre 30 y 66 años de edad, como mínimo 2 años de experiencia trabajando en
escuelas secundarias. Tuvo como objetivo específico mencionar las principales
estrategias de afrontamiento que presentan los docentes de secundaria. Para esto
utilizaron técnicas de recolección de datos cualitativos y cuantitativos. Se
encontró que el mayor problema de estos docentes, dentro de su trabajo, es que las
relaciones de convivencia no son muy sanas, ya que se agreden verbalmente de
manera continua. Fue posible observarlo en los resultados de las dos fases de esta
investigación, en la cualitativa con la ayuda de la entrevista y en la cuantitativa.
En relación con los datos cuantitativos, se encontró que existen relaciones
significativas altas positivas y una negativa entre los factores de estrés laboral y
cuatro factores de estrategias de afrontamiento. Esto quiere decir que cuando los
docentes están estresados, ya sea por demanda laboral, por falta de motivación,
por desgaste emocional o demérito profesional las estrategias que utilizan son el
distanciamiento, el autocontrol, la reevaluación positiva, la confrontación y, por
último, la evitación.
Gismero-González et al., (2012) analizó la relación de las estrategias de
afrontamiento cognitivo con auto-eficacia y con variables laborales en una
muestra de 413 profesores. La evaluación se realizó mediante un cuestionario en
el que se presentaron tres situaciones estresantes diferentes, junto a ítems del Brief
COPE, del CERQ, y otros ítems diseñados para evaluar el afrontamiento
cognitivo. La auto-eficacia se evaluó preguntando a los profesores en qué medida
3
se percibían capaces de afrontar cada situación de estrés con éxito. Como
variables laborales se evaluaron: titularidad del centro, nivel de enseñanza y
utilidad de la formación recibida para afrontar ese tipo de situaciones. Los
resultados indican que los profesores de centros públicos utilizan más las
estrategias de Pasividad Pesimista y Autorreferencia Obsesiva que los de centros
privados. Los de infantil y primaria emplean más la Planificación Racional ante
los problemas de conducta de los alumnos y menos la Pasividad Pesimista ante la
sobrecarga de trabajo que los de secundaria. También aparecen diferencias
significativas en función del nivel de percepción de eficacia, los que tienen
mayores expectativas de afrontar con éxito los problemas de conducta de los
alumnos emplean menos la Pasividad Pesimista, y el Escape Cognitivo, y en
cambio utilizan más la Planificación Racional y la Reinterpretación Positiva en
esta situación que aquellos profesores que consideraron menores sus
posibilidades de afrontar con éxito la situación de conflicto y ambigüedad de rol.
Finalmente, quienes encuentran más útil la formación recibida usan menos
estrategias como Pasividad Pesimista y Autorrefencia Obsesiva.
Fernández, (2011) realiza un análisis multidimensional sobre el burnout en
profesores de conservatorios de música y de enseñanza secundaria, todos ellos
desarrollando su actividad en centros públicos de la provincia de Valencia en la
participaron un total de 103 profesores, 53 de ellos (51.3%) que imparten su
docencia en Conservatorios profesionales de música y 50 (48.5%) en institutos de
enseñanza secundaria. Se utilizó el COPE (Carver et al., 1989) para describir el
uso de estrategias de afrontamiento. Los resultados muestran que los profesores
4
de conservatorio y los de secundaria presentan valores homogéneos en mayoría
de estrategias de afrontamiento evaluadas por el COPE, los puntajes más altos
corresponden a las estrategias de afrontamiento: Planificación, Apoyo social
Instrumental y la Reinterpretación Positiva. Asimismo, se evidencian diferencias
significativas exclusivamente en las dimensiones Desconexión Mental y
Desconexión conductual, siendo el profesorado de educación secundaria el que
presenta niveles significativamente superiores en las mismas.
Por su parte, Bulnes, (2003) estudió los Recursos y Estrategias de Afrontamiento
al Estrés. La investigación fue de tipo descriptivo comparativo correlacional. La
población estuvo conformada por docentes de centros escolares estatales de Lima
Metropolitana de los tres niveles de enseñanza: Inicial, Primaria y Secundaria con
una muestra de 546. Los instrumentos utilizados fueron: Inventario de Recursos
de Afrontamiento de Hammer y Marting y el Cuestionario de Modos de
Afrontamiento al Estrés elaborado por Carver y adaptado por Casuso, (1996). Los
resultados mostraron que existe un mayor predominio de los Recursos Cognitivos
en todos los docentes evaluados. En cuanto a las Estrategias de Afrontamiento, los
docentes de Inicial y Primaria prefieren utilizar la Planificación, Reinterpretación
Positiva y Crecimiento y Acudir a la Religión; mientras que los de Secundaria
prefieren utilizar las estrategias de Afrontamiento Activo, Planificación,
Reinterpretación Positiva y Crecimiento. Las comparaciones permiten observar
diferencias entre los docentes de Inicial y Secundaria, y entre los docentes de
Primaria y Secundaria. Asimismo se observa correlación entre la variable
Recursos Personales y la variable Estrategias de Afrontamiento al Estrés.
5
Justificación de la investigación
La profesión docente puede ser enormemente enriquecedora para muchas
personas y proporcionarles incontables satisfacciones. Sin embargo, en las últimas
décadas ha comenzado a ser asociada también a dificultades y conflictos. De esta
manera, la docencia es registrada como una de las ocupaciones más estresantes
dadas sus características y el contexto en el que en ocasiones tiene lugar (Calvete
y Orue 2010, citato por Hernández, 2013). Ante esta situación, Considero que es
necesaria la identificación y evaluación de los factores que permitan hacer un
diagnóstico y adecuar las intervenciones para prevenir el estrés en el ámbito
educativo. En ese sentido, es importante estudiar los modos de afrontamiento,
dado a que esta variable tiene un papel modulador en la etiología del estrés
(Hernández, Olmedo y Ibáñez, 2004).
Dado que los factores estresores pueden ser de distinta naturaleza según las
circunstancias laborales y el entorno en que se concurra, cada docente percibe y
afronta de una manera determinada las situaciones estresantes que se le presenta
en su contexto laboral. Las investigaciones de salud ocupacional demuestran que
en las organizaciones educativas, los modos de afrontamiento pueden variar de
acuerdo a las características que conforman su realidad; es así que los
antecedentes encontrados refieren que existe correlación entre la preferencia de
algunos modos de afrontamiento en cada grupo de docentes y ciertas variables
sociodemográficas, como por ejemplo, su nivel de enseñanza, de formación, de la
gestión de la institución educativa donde labora (Martínez 2015, Hernández,
2013; Gismero-González, et al. 2012; Fernández, 2013; Bulnes, 2003).
6
Cabe resaltar que el uso de un estilo de afrontamiento determinado tiene variadas
consecuencias, las cuales pueden ser positivas en algunos casos, como el logro de
metas ante situaciones apremiantes, pero también pueden ser negativas, cuando
el afrontamiento es inadecuado, como por ejemplo, intolerancia, problemas
psicosomáticos, problemas interpersonales etc. (Bulnes, 2003).
La presente investigación se justifica porque nos permitirá describir y conocer los
modos de afrontamiento del estrés que emplean los docentes de secundaria de las
instituciones educativas públicas de Piura, con el fin de adquirir un cuerpo
organizado de conocimientos relacionados con esta variable. Asimismo permitirá
que en futuros estudios se pueda implementar y ejecutar un plan de acción para
fomentar la adopción de modos de afrontamiento saludables en los profesores,
contribuyendo así, al mejoramiento del sistema educativo, ya que este estudio
ofrece una explicación de cómo los docentes actúan frente a las situaciones
estresantes propias de la su profesión. Por otro lado, es importante conocer esta
realidad pues, el docente es visto por los gobiernos en las últimas décadas como
sujeto activo, capaz de influir en el cambio de los procesos educativos (Cuenca,
2011; Vezub, 2010).
7
Problema
Según los últimos estudios, la docencia debe ser asumida como profesión de
riesgo en cuanto a la salud psíquica, de estrés, de depresión. (Ortiz y Guevara
2014; Extremera, Rey y Pena, 2010; Barbarroja, 2009; Zavala, 2008). En efecto,
cuando el docente percibe estar atravesando una situación que le supera su
capacidad de respuesta puede aumentar la intensidad del estrés, lo cual repercute
tanto en su estado físico como emocional, y, como consecuencia, puede influir
negativamente en su comportamiento. Por lo general, en el caso de los profesores
de Secundaria, los factores y acontecimientos estresantes a los que tienen que
enfrentarse son el comportamiento desadaptado de los alumnos, la falta de vías
promocionales, las condiciones laborales insatisfactorias, la mala relación con
colegas y administradores, y muchos otros problemas (Kyriacou, 1987, citado en
Travers y Cooper, 1997; Castro, 2008).
Por otro lado, la investigación en salud ocupacional y de los docentes concluye
que existe un conjunto de enfermedades profesionales propias del magisterio
asociadas con las condiciones físicas y ergonómicas en las que los profesores
llevan a cabo su trabajo. (Fernández, 2002; Soria y Chiroque, 2004; Cuenca y
O´Hara, 2006). Por ejemplo, en un estudio de Robalino y Korner (2005), citado
en Cuenca y O´Hara, (2006), se concluye que los docentes manifiestan sentir
estrés, angustia y falta de concentración en mayor medida que algunas
enfermedades físicas, debido a que ellos perciben un alto grado de exigencia
ergonómica asociado a las condiciones inapropiadas para la enseñanza.
8
Del mismo modo, en el caso del distrito de Piura se puede observar que en los
colegios públicos hay ciertas condiciones físicas (ambiente ruidoso, falta de
mantenimiento de las instalaciones, iluminación y temperatura inadecuada) que
podrían aumentar la probabilidad de que aparezcan las consecuencias del estrés,
sino se afronta oportunamente.
La edad y los años de experiencia profesional también pueden ser factores que
contribuyan al riesgo de la salud ocupacional (Galdeano, Godoy y Cruz, 2007).
Los docentes más jóvenes y con poca experiencia laboral pueden padecer grados
más elevados de estrés por no haber adquirido la experiencia necesaria para
controlar el trabajo y los alumnos. Por otro lado, en los profesores más mayores el
problema es la propia enseñanza y las metodologías usadas (Laughlin, 1984, en
Travers, y Cooper, 1997). También existen numerosas evidencias de estresores
laborales y sociales asociados con el rol de la mujer en la vida social y laboral
(Galdeano et al., 2007). En este caso, se han de considerar las exigencias
emocionales o físicas del trabajo y la sobrecarga que representa el trabajo
doméstico y el cuidado de la familia en las mujeres (Artazcoz, 2001).
Así pues, a los factores individuales y/o personales se suman las presiones
sociales y el descrédito del magisterio ante la sociedad. El enfrentamiento hacia el
gobierno y las múltiples exigencias del sector es otra situación que origina que los
docentes se encuentren bajo un alto nivel de presión e identifiquen estos factores
como “estresores laborales” (Cuenca, 2011). Sin embargo, ante estas
circunstancias existe una marcada variabilidad en la forma en que las personas
9
responden y se adaptan a las situaciones estresantes. Mientras que algunas
presentan un comportamiento disfuncional y síntomas de inadecuación, otras
mantienen un nivel de adaptación saludable o incluso incrementan su bienestar.
Los teóricos del afrontamiento asumen que esta diferencia en las respuestas
adaptativas resulta de la elección y uso de estrategias de afrontamiento (Krzemien,
2007). El uso de estrategias de afrontamiento efectivas facilita el retorno a un
estado de equilibrio, el cual minimiza los efectos negativos del estrés,
independientemente de que solucionen el problema (Rovira, Fernández-Castro, y
Edo, 2005 citado en Fernández, 2009). Algunas formas de afrontamiento, como
Planificación o Reinterpretación Positiva, parecen tener un efecto salutogénico en
la respuesta emocional (Folkman y Lazarus, 1988). En cambio, estilos de
afrontamiento no adecuadas, aumentan los efectos negativos del estrés, como la
Evitación, que daña el bienestar y aumenta el efecto negativo (Rovira et al., 2005
citado en Fernández, 2009).
Otro aspecto que hay que tener en cuenta, dentro del contexto escolar, es que cada
nivel educativo tiene su propia problemática y, por tanto, también el profesorado
respectivo. En estos momentos históricos dada la generalización de la enseñanza
hasta los 16-18 años, es el profesorado de secundaria el que ha visto más
cambiada su actividad laboral; no en vano atienden al alumnado de edad más
crítica en lo que se refiere a actitudes y a comportamientos sociales (Esteve, 2003
citado en Sarramona, 2011). Los docentes de nivel de secundaria se enfrentan a
unos adolescentes menos obedientes pero que van por delante en ciertos
conocimientos, como por ejemplo, las nuevas tecnologías (Aunión, 2009). En
10
esta misma línea, Fernando Gil (2007), citado por Aunión, (2009), considera que
los profesores se enfrentan a los alumnos, especialmente los adolescentes más
desorientados de la historia. Sin el apoyo de las creencias religiosas e ideológicas,
flotan a la deriva del consumismo y de la red. Tienen los padres más permisivos
de la historia, con problemas para ejercer la autoridad, lo cual se observa cuando
hay tensiones en el centro porque se posicionan más del lado del hijo-alumno que
del profesor.
En nuestro contexto, se observa que los docentes de secundaria de escuelas
públicas tienen que lidiar frecuentemente con un alumnado que presenta múltiples
problemáticas, quienes –posiblemente– debido a la crisis de la adolescencia, la
búsqueda de la identidad y la rebeldía por la que atraviesan, manifiestan conductas
desadaptadas dentro del aula, de violencia aunado a la falta de motivación por
aprender. Asimismo, los alumnos del nivel secundaria en la ciudad de Piura se ven
relacionados con problemas sociales, tales como: violencia familiar, abandono de
los padres, alcoholismo, drogadicción, entre otros. Esta problemática puede
convertirse en un agente estresor cuando el profesor se involucra demasiado, pues
carece de la preparación profesional para abordar estos casos (Cuenca y O’Hara,
2006), Lo cual podría perjudicar su salud emocional y su desempeño laboral.
Con todo, es posible afirmar que los docentes de secundaria enfrentan las
condiciones de trabajo más difíciles de todo el ciclo básico regular. De tal manera
que un alto número de alumnos, situados en la etapa de la adolescencia, presentan
mayores exigencias hacia el trabajo del docente y, por lo tanto, un mayor
11
desgaste físico y emocional (Hernández, 2013). No obstante, como ya se
mencionó, el estrés no siempre da lugar a efectos negativos. El efecto del estrés en
la salud depende del uso adecuado de las estrategias de afrontamiento (Harris,
1989 citado en Fernández, 2009). Es así que el afrontamiento es considerado
como básico para nuestra salud y nuestras experiencias cotidianas (Lazarus,
2000).
En consecuencia, resulta conveniente considerar seriamente esta problemática,
debido a que el afrontamiento juega un papel importante como mediador entre las
circunstancias estresantes y la salud, e indagar la manera en que se presentan los
modos de afrontamiento que se puedan recurrir en relación a los diversos factores
a los que se exponen a la hora del desempeño de los profesores de Secundaria,
todo esto con la finalidad de que el docente participe en programas de salud
mental y adquiera recursos que mejoren su bienestar psicológico y así poder
garantizar la calidad de la enseñanza y formación de nuevas generaciones. En el
contexto en que se desenvuelve el problema que investigamos formulamos la
siguiente interrogante:
¿Cuál es la frecuencia de mayor uso de los modos de afrontamiento del estrés en
los docentes de Secundaria de Instituciones Educativas Públicas de Piura, en el
2014?
12
Marco Teórico – Conceptual
Estrés y modos de afrontamiento al estrés
De acuerdo al modelo transaccional, el estrés es un proceso de doble vía. Implica
la producción de factores de estrés por parte del ambiente y la respuesta de una
persona sometida a estos factores. En esta misma línea, Lazarus y Folkman,
(1986) citado por Slipak, (1996) considera que el estrés es el resultado de la
relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquel como amenazante, que
desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar. A partir de esta experiencia
subjetiva de estrés, se experimenta una serie de vivencias y respuestas
emocionales y se ponen en marcha mecanismos de afrontamiento. Son muchas
las situaciones estresantes y muchas las formas de afrontarlas, por lo que se
considera al afrontamiento como un proceso con determinaciones múltiples, que
incluye tanto aspectos situacionales como predisposiciones personales (Labrador,
1992; Labrador y Crespo, 1993; Pelechano, Matud y de Miguel, 1994; Sandín,
1995). Ante fuentes similares de estrés, unas personas se ponen en alerta y
vigilantes, mientras que otras intentan negar la situación, distraerse u olvidar, o
por el contrario actúan de forma directa y activa para cambiar la situación, o tratan
de aceptarla con resignación. Lazarus, (2000) sostiene que lo que hace la persona
como afrontamiento depende de la situación a la que se enfrenta y del tipo de
persona de que se trata y por lo tanto el afrontamiento debe ser flexible y
adaptarse a las necesidades de la situación y por su parte la persona tiene que
aprender cómo ajustarse a la nueva situación. La flexibilidad al enfrentar los
hechos adversos, involucra un interjuego dinámico entre los recursos y esfuerzos
13
de afrontamiento (Holahan, Moos, y Schaefer, 1996). El afrontamiento es
adaptativo cuando, dadas las características de una situación y teniendo en cuenta
los recursos personales, el individuo logra evitar o aminorar de forma significativa
el grado de amenaza, el malestar emocional y la tensión física asociada (Tobón,
Núñez y Vinaccia, 2004).
Conceptualización de afrontamiento como proceso
El afrontamiento según Lazarus y Folkman, (1984) citado por Fernández, (2009)
es como un conjunto de respuestas emocionales, cognitivas y conductuales que se
definen como modos de afrontamiento que median la experiencia de estrés y que
tienen como finalidad reducir la respuesta fisiológica y emocional del mismo. Son
aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se
desarrollan para controlar las demandas internas o externas percibidas como
estresantes por el individuo. Estos autores entienden el afrontamiento como un
proceso, una relación cambiante entre la persona y un contexto; es de carácter
dinámico e irá variando según como se despliegue la situación.
En cuanto a nuestra variable propiamente dicha, modos de afrontamiento, el
enfoque adoptado aquí, es el que plantean Carver et al., (1989) ellos lo definen
como aquellas preferencias de uso de ciertas estrategias que las personas llevan
consigo mismo para hacer frente a diversas situaciones estresantes y que se
pueden considerar como relativamente estables a través del tiempo y las
circunstancias.
14
Dimensiones del afrontamiento
Algunos investigadores han arribado a dos dimensiones básicas de afrontamiento
tales como instrumental, atento, alerta o confrontativo por un lado, en contraste
con evitativo, atenuante y emocional por el otro.
Afrontamiento orientado en el problema
Consiste en cambiar la relación ambiente‐persona, actuando sobre el ambiente o
sobre sí mismo. Se trataría de manejar o alterar las fuentes generadoras de estrés.
Las estrategias que involucra esta dimensión, están dirigidas a la definición del
problema, la búsqueda de soluciones alternativas, las consideraciones de tales
alternativas, en base a su costo, beneficios, etc. Implica conductas de:
Manejo del entorno: Modificar las presiones ambientales sociales, eliminar
obstáculos y ampliar o enriquecer los recursos materiales.
Manejo del individuo: Modificar el nivel de aspiración, desarrollar nuevas
pautas de conducta y habilidades o buscar otras vías de satisfacción
alternativa.
En general, la gente que utiliza más este tipo de afrontamiento tiende a adaptarse
mejor a los estresores de la vida y experimentan menos síntomas psicológicos.
Las respuestas tales como afrontamiento focalizado en el problema (también
llamadas conductuales o acciones directas), afrontamiento cognitivo (también
llamado evaluativo) y el afrontamiento social (búsqueda de apoyo social) están
agrupados dentro de lo que es el Afrontamiento de Aproximación o Abordaje
porque incluyen una inversión de esfuerzo en el proceso de afrontamiento.
Además pueden moderar la potencial influencia adversa de cada cambio vital
15
negativo y soportar el rol de los estresores en el funcionamiento psicológico
(Billinngs y Moos, 1981; Pearlin y Shooler, 1978; Holahan et al., 1996).
Afrontamiento orientado en la emoción
Este tipo de afrontamiento implicaría cambiar el modo en que se trata o interpreta
lo que está ocurriendo para mitigar el estrés. Este tipo de afrontamiento incluye
estrategias de afrontamiento cognitivo que no cambian directamente la situación
actual, pero ayudan a asignarle un nuevo significado. Además pueden requerir una
reestructuración interna. Esto implica:
Procesos cognitivos: destinados a disminuir la magnitud de la respuesta
emocional dentro del estrés: evitación cognitiva, minimización,
distanciamiento, despersonalización, comparación positiva y extracción de
los aspectos positivos de los hechos negativos; aumentar la intensidad de
la respuesta emocional con el fin de inducirse en la acción, modificar el
significado de la situación demandante y distorsionar la realidad.
Estrategias conductuales: estas tienen que ver con el involucrarse en el
ejercicio físico: fumar, beber, buscar apoyo social, desahogarse
expresando los sentimientos, meditar, relajarse, comer, tener relaciones
sexuales, etc.
Afrontamiento orientado a la evitación
Esta dimensión del afrontamiento fue conceptualizada como involucrando
respuestas evitativas orientadas hacia las personas y orientadas hacia la tarea. El
afrontamiento evitativo, tal como la negación o el apartamiento del problema,
generalmente está asociado con angustia psicológica (Holmes y Stevenson, 1990;
16
citado en Holahan et al., 1996). Algunos autores tratan el afrontamiento
focalizado en la emoción como una forma de afrontamiento evitativo. Estos son
contrapuestos al afrontamiento de aproximación en tanto que no se dirigen a la
resolución y confrontación directa con los estresores, sino que se focalizan más en
la regulación de procesos mediacionales o evitación, inclusive. Estos incluyen
respuestas tales como distracción, retraimiento, fantaseo, que entran en la
categoría de “descarga emocional” e incluye la descarga de emociones negativas
hacia otras personas (Wills, T. y Hirky, E., 1996).
Enfoques disposicional y situacional del afrontamiento
Como señala Pelechano, (1999) en la actualidad se acepta la existencia de un
afrontamiento disposicional y otro situacional. Independientemente de la
perspectiva de estudio del afrontamiento utilizado, existe unanimidad en torno a la
existencia de diferencias individuales para afrontar las situaciones estresantes y
las investigaciones sugieren su naturaleza multideterminada tanto por factores
personales como situacionales (Rueda y Aguado, 2003).
Por un lado, en la modalidad disposicional se señala que el afrontamiento es un
estilo personal relativamente estable; es decir, hay una tendencia a
mantenerse a lo largo del tiempo y de las circunstancias (Carver y Scheier, 1994).
Hay autores que sugieren que la existencia de preferencias más o menos estables
en los modos de afrontamiento pueden estar determinadas por factores
individuales (Holohan y Moos, 1985; Parkes, 1986; Bolger, 1990; Endler y
Parker, 1990). Entre los factores personales que explican las variaciones en el
afrontamiento se han señalado características sociodemográficas como la edad, el
17
género y el nivel socioeconómico (Pelechano, Matud, y De Miguel, 1994;
Augusto y Martínez, 1998; De Miguel y García, 2000), Otros factores personales
cuya importancia ha sido sugerida en la utilización de las estrategias de
afrontamiento son la inteligencia, el nivel cultural, el sistema de valores (Augusto
y Martínez, 1998), la religiosidad (Feifel, Strak y Nagy, 1987; Yoffe, 2012), el
nivel de ansiedad inicial (Menaghan, 1982). Mientras que en la segunda
modalidad, se plantea que el afrontamiento es un proceso que cambia a través del
tiempo y por las circunstancias, es decir es un proceso dinámico (Lazarus y
Folkman, l986 citado por Chau, Morales y Werzell, 2002). De acuerdo con este
enfoque, todas las situaciones son potenciales elicitadores de las diferentes
estrategias de afrontamiento, aunque parece haber características de la situación
que influyen en la utilización de estrategias concretas. Entre ellas cabe destacar el
tipo de suceso (Folkman y Lazarus, 1980; McCrae, 1984), la posibilidad de su
modificación (Coyne, Aldwin y Lazarus, 1981; McCrae, 1984), la ambigüedad e
incertidumbre (Folkman y Lazarus, 1980), así como la intensidad (Menaghan,
1982), la gravedad y la cronicidad de la situación (McCrae, 1984). La visión del
afrontamiento desde ambos enfoques ha permitido la elaboración de instrumentos
para medir el afrontamiento desde ambas versiones. El enfoque adoptado aquí
asume que las personas tienden adoptar ciertos estilos de afrontamiento como
preferencias relativamente estables.
18
Diferencias entre recursos, estilos y estrategias
Recursos de Afrontamiento
Los recursos de afrontamiento constituyen una línea de suministro de las
estrategias de afrontamiento, son elementos con los cuales cuentan potencialmente
las personas y no constituyen la acción en sí misma (Sandín, 2003), dependen de
las capacidades internas o externas, para hacer frente a las demandas del
acontecimiento o situación potencialmente estresante (Navarro, 2000 citado en
Piemontesi y Heredia, 2009). Los cuales se distinguen en:
Físicos y biológicos
Son los elementos del ambiente y los recursos orgánicos del sujeto
(Navarro, 2000 citado en Piemontesi y Heredia, 2009). Por ejemplo una
alimentación saludable, adecuada energía física, alojamiento funcional y
un mínimo de estabilidad financiera, entre otros.
Psicológicos o personales
Incluyen características de la personalidad y cognitivas relativamente
estables, que dan forma al afrontamiento. Comprenden desde el intelecto
de la persona, el nivel de dependencia o autonomía, las creencias, valores
y habilidades en la resolución de problemas (Navarro, 2000 citado en
Piemontesi y Heredia, 2009). Otros factores disposicionales relacionados
al control personal, importantes para los recursos de afrontamiento,
incluyen la autoeficacia (Bandura, 1982), el optimismo (Scheier,
Weintraub y Carver, 1986), energía (Kobasa, Madd y Kahn, 1982), sentido
de coherencia (Antonovsky, 1987) y un locus de control interno (Lefcourt,
1976).
19
Recursos sociales
Incluye la familia, los amigos, el trabajo y los sistemas de ayuda. El apoyo
social juega un papel de importancia dentro del proceso de afrontamiento
ya que pueden influir en la elección de las estrategias de afrontamiento a
ser empleadas (Cohen y Wills, 1985, citado en Rice, 1998). Los recursos
sociales pueden fortalecer los esfuerzos por afrontar y proveer soporte
emocional que apoya los sentimientos de autoestima y autoconfianza. Así
como proveer información para la evaluación de la amenaza y en el
planeamiento de estrategias de afrontamiento (Rodríguez-Marín et al.,
1993)
Estilos de afrontamiento
Según Fernández-Abascal, (1977) los estilos de afrontamiento se refieren a
predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones y son los
responsables de las preferencias individuales en el uso de unos u otros tipos de
estrategias de afrontamiento, así como de su estabilidad temporal y situacional.
Estrategias de afrontamiento
Por otro lado, las estrategias de afrontamiento son los procesos concretos que se
utilizan en cada contexto y pueden ser altamente cambiantes dependiendo de las
condiciones desencadenantes. Así mientras los estilos son las formas habituales,
relativamente estables, que tiene una persona para manejarse con el estrés, las
estrategias son situacionalmente dependientes, constantemente cambiantes y están
influidas por los estilos que tiene un sujeto de afrontar los problemas de la
vida diaria (Figueroa y Cohen, 2006).
20
Los modos de afrontamiento propuestos por Carver et al., (1989)
Los modos de afrontamiento son preferencias de uso de ciertas estrategias que las
personas llevan consigo mismo para hacer frente a diversas situaciones
estresantes y que se pueden considerar como relativamente estables a través del
tiempo y las circunstancias (Carver et al 1989), depende de cada uno; las
experiencias anteriores, la autoapreciación de las propias capacidades y las
motivaciones que inciden en este proceso activo de adaptación (Scheier y Carver,
1988 citado por Echevarría, 1991). La eficacia de los modos de afrontamiento
está relacionada con el control que tiene el sujeto sobre la situación estresante
que enfrenta. Las estrategias dirigidas al problema serán más efectivas en la
medida que el individuo pueda controlar la situación, de lo contrario, en
situaciones que no puede controlar el evento, las estrategias dirigidas a la
emoción serán las más adaptativas (Carver y Scheier, 1994).
Carver et al., (1989) crearon un cuestionario de modos de afrontamiento llamado
COPE, para medir los estilos de afrontamiento, los autores se basaron en el
modelo de Afrontamiento de Lazarus y Folkman y en el modelo de
Autorregulación Conductual de Scheier y Carver. Además, hicieron uso del
cuerpo de resultados de investigación generados a partir de medidas
preexistentes de afrontamiento. A partir de los antecedentes teóricos, fueron
elaboradas a priori las diversas subescalas, que luego fueron probadas en una
muestra de 978 estudiantes, preguntándoles qué hacen generalmente cuando están
bajo considerable estrés. El análisis factorial produjo casi la misma estructura que
21
fue prevista. La versión final del inventario del COPE contiene 13 modos con
cuatro ítems cada una. Además, estas estrategias de afrontamiento se encuentran
distribuidas en tres estilos: Afrontamiento Enfocado en el Problema,
Afrontamiento Enfocado en la Emoción, y Afrontamiento Evitativo u Otros
Estilos de Afrontamiento.
El primer estilo es de tipo funcional y está dirigido a resolver el problema, en el
que la persona evalúa el evento dentro de un contexto de posible cambio y busca
disminuir el impacto de la amenaza percibida (Carver et al., 1989; Lazarus y
Folkman, 1986 citado en Becerra y Otero, 2013). El segundo se centra en
reducir el grado de sufrimiento emocional generado a partir del estresor cuando se
evalúa que las condiciones no son susceptibles de cambio (Carver et al., 1989;
Lazarus & Folkman, 1986 citado en Becerra y Otero, 2013). El tercer estilo,
denominado afrontamiento evitativo, en el que el individuo asumiría un rol pasivo
y eludiría acciones que lo confronten con la situación amenazante (Carver et al.,
1989; Fickova, 2001).
El afrontamiento enfocado en el problema incluye: afrontamiento activo, se
define como el proceso de ejecutar acciones directas incrementando los esfuerzos
con el fin de apartar o evitar el estresor, o aminorar sus efectos negativos;
planificación, implica pensar en cómo manejarse frente al estresor organizando
estrategias de acción, pensando que paso tomar y estableciendo cuál será la mejor
forma de manejar el problema; supresión de otras actividades, se refiere a dejar
22
de lado, o incluso dejar pasar, otros proyectos o actividades evitando ser distraído,
con la finalidad de poder manejar el estresor; postergación del afrontamiento,
consiste en esperar hasta que se presente la oportunidad apropiada para actuar
sobre el problema, evitando hacer algo prematuramente; búsqueda de apoyo
social, consiste en buscar en los demás consejo, asistencia e información con el
fin de solucionar el problema.
El afrontamiento enfocado en la emoción incluye: búsqueda de soporte
emocional, consiste en buscar en los demás apoyo moral, empatía y comprensión
de los demás con el fin de aliviar la reacción emocional negativa;
reinterpretación positiva y crecimiento personal, consiste en evaluar el
problema de manera positiva, otorgándole connotaciones favorables a la
experiencia en sí misma y en otros casos asumiéndola como un aprendizaje para el
futuro; aceptación, engloba dos aspectos durante el proceso de afrontamiento. El
primero se realiza durante la fase de evaluación primaria cuando la persona acepta
que la situación estresante realmente existe, y el segundo tienen lugar durante la
evaluación secundaria y consiste en aceptar la realidad como un hecho con el que
se tendrá que convivir ya que no se podrá modificar; religión, es la tendencia a
refugiarse en las creencias religiosas en situaciones de estrés con la intención de
reducir la tensión existente; negación, consiste en rehusarse a creer que el
estresor existe, o tratar de actuar pensando como si el estresor no fuera real.
Los otros estilos de afrontamiento o afrontamiento evitativo incluyen: enfocar y
liberar emociones, consiste en focalizarse en las consecuencias emocionales
23
desagradables que se experimenta expresando abiertamente estas emociones;
conductas inadecuadas, consiste en la disminución del esfuerzo dirigido al
estresor, dándose por vencido, sin intentar lograr las metas con las que el estresor
está interfiriendo; distracción, implica que la persona permite que una amplia
variedad de actividades la distraigan de su evaluación de la dimensión conductual
del problema o, de la meta con la que el estresor está interfiriendo.
Modelo Transaccional del estrés, Lazarus y Folkman
El modelo conceptual que Lazarus y Folkman, hace referencia a la relación entre
el individuo y el entorno (Vázquez, Crespo y Ring, 2000), en la cual se tienen en
cuenta las características del sujeto por un lado y la naturaleza del medio por otro.
En donde dicha consideración es paralela al concepto médico de enfermedad,
según el cual, la enfermedad ya no es vista como consecuencia única de la acción
de un agente externo, sino que exige también la participación del organismo en
cuanto a vulnerabilidad se refiere. Para Lazarus y Folkman, (1986) citado por
Crespo y Labrador, (2003) el estrés es definido como el conjunto de relaciones
entre la persona y la situación, siendo está valorada por la persona como algo que
excede sus propios recursos y que pone en peligro su bienestar personal. De esta
forma, el estrés surge del modo en que la persona percibe e interpreta los
acontecimientos que ocurren los acontecimientos que ocurren en el ambiente
exterior. Según Crespo y Labrador, (2003) este modelo ha sido denominado, en
sus versiones más recientes, aproximación mediacional cognitiva, enfatizando así
el aspecto cognitivo de evaluación, que va a mediar las reacciones de estrés y que
24
se considera, en parte, el factor determinante para que una situación
potencialmente estresante llegue o no a producir estrés en el sujeto.
Los procesos de valoración del estrés
Las personas reaccionan de manera distinta ante situaciones similares. Esta
diferencia en la reacción es debida a la susceptibilidad y sensibilidad a esa
situación, y a los procesos cognitivos que esta situación genera. Por tanto, la
respuesta emocional, conductual, etc. dependerá en la forma de analizar e
interpretar esos acontecimientos.
La valoración es, para Lazarus y Folkman (1984), citado por Hernández, (1997)
un proceso a partir del cual una situación genera una reacción en el individuo.
Lazarus (1999) citado por Hernández, (1997) indica que en el proceso de
valoración existen dos actos: una valoración primaria y una valoración secundaria
que están interrelacionadas y que funcionan de forma dependiente pero que
conviene comentarlos por separado.
El acto primario de valoración se refiere a la relevancia que posee lo que está
sucediendo en relación a los objetivos, las metas, los valores, los compromisos o
las creencias que esa persona tiene. Así, el principio fundamental de esta primera
valoración tiene que ver con lo comprometidos que se vean nuestros objetivos o
nuestras metas, y con la importancia adaptativa que por lo tanto tenga para
25
nosotros determinado suceso o evento. Si la situación o el evento no afecta al
propio bienestar o los objetivos o metas, no se producirá una reacción de estrés ni
emocional (Lazarus y Baker, 1956 citado en Pérez y Redondo, 2006). A partir de
esto, la evaluación primaria puede ser de distintas clases:
a) Irrelevante: cuando las predicciones que se hacen del entorno no implican al
sujeto o este las considera poco importantes o neutras.
b) Positivas: cuando las predicciones o consecuencias se evalúan como benignas.
c) Estresantes: cuando las consecuencias esperadas se valoran como daño,
pérdida, peligro, desafío, etc.
Cuando las personas han establecido las posibles consecuencias que la situación
del entorno les depara, necesita contestarse a la pregunta ¿qué puedo yo hacer?
Esto sería la evaluación secundaria.
El acto de valoración secundario, es el proceso cognitivo evaluador que se
centra en lo que puede hacer la persona sobre la relación estresante persona-
medio, especialmente cuando se ha producido la valoración primaria de daño,
amenaza o desafío (Lazarus y Folkman, 1984, citado por Hernández, 1997). Tal
valoración, que no es más que una evaluación de las opciones de manejo, no es
realmente el manejo sino el substrato cognitivo para el manejo. Aun así, si es
parte de una búsqueda activa de información y significado sobre la acción a
ejecutar, no es inapropiado referirse también a dicho proceso como afrontamiento
26
El adjetivo calificador secundario no trata de connotar un proceso menos
importante, sugiere sólo que la valoración primaria es una evaluación de si lo que
está sucediendo merece o no nuestra atención y movilización (Lazarus, 2000). La
valoración secundaria se centra en lo que ha de hacerse para el manejo. Por tanto
las diferencias entre ellos no se relacionan con la temporalización sino con el
contenido de la valoración. Asimismo, aunque estos procesos se describen más
fácilmente como una secuencia lineal, Lazarus ha insistido en que no ocurren en
una secuencia ininterrumpida. Por el contrario, un resultado de un proceso puede
invocar un proceso anterior. Por ejemplo, al darse cuenta que una respuesta de
afrontamiento adecuada está disponible puede causar que el sujeto analizara una
amenaza como menos amenazante. Otro ejemplo, podría ser el caso si una
respuesta de afrontamiento es menos eficaz de lo esperado, se puede revalorizar el
nivel de amenaza o revaluar qué respuesta de afrontamiento es apropiado (carver
et al., 1989).
La inadaptación se explicaría, pues, por el grado, calidad y contenido y por la
respuesta emocional de estrés. Estos aspectos se determinan por la interacción
entre la evaluación primaria y las estrategias de afrontamiento que el sujeto pone
en funcionamiento. En los procesos evaluativos influyen dos tipos de factores
interrelacionados necesariamente: los factores personales y los factores
situacionales.
27
Por factores personales se va a entender sobre todo:
a) Los compromisos: es decir, aquellos aspectos que para el sujeto son
significativos e importantes. Por tanto una situación se tomará como amenazante o
dañina en función de que esta amenaza se haga sobre los compromisos, ideales y
objetivos de los sujetos.
b) Las creencias e ideas preestablecidas sobre la realidad y determinadas por la
experiencia o por la cultura y con valor de verdad absoluta. Estas configuraciones
teórico - cognitivas influyen no siempre conscientemente en la percepción del
mundo, del entorno, de la realidad. Por ejemplo, dependerá de las creencias que
tengamos sobre "Dios", la forma en que se evaluará una situación como benigna
positiva o estresante y el modo de afrontar ésta. Lazarus y Folkman (1984), citado
por Hernández, (1997) plantea dos categorías de creencias como las más
importantes: las creencias de control personal y las creencias existenciales.
Las primeras se refieren a la idea que sobre su capacidad de controlar el entorno
tiene el sujeto. Las segundas se refieren a las creencias que sobre Dios, el destino
y la justicia, etc., tenga el sujeto.
Estos dos aspectos aparte del "papel" de lente, de analizador cognitivo y de
determinador en la percepción y evaluación de la realidad, tienen una función
motivacional (Feather, 1975 citado por Hernández, 1997).
28
Es posible que se pueda confundir en algún caso compromiso y creencia. La
diferencia básica es que la primera son valores, objetivos, etc., preferibles y
deseables por el sujeto. La creencia es algo que al margen de lo deseable o
desagradable se considera verdad (Wrubel et al., 1981 citado por Hernández,
1997).
Los factores situacionales se refieren a las características formales que tiene una
situación que la hace ser percibida, evaluada como estresante, negativa, dañina,
etc. Algunas de estas características formales son: la novedad de la situación, la
predictibilidad, la incertidumbre y los tiempos percibidos.
- La novedad de la situación: Cuando una situación es nueva para el sujeto, la
evaluará en función de situaciones anteriores similares o de los indicios que la
nueva situación le recuerde experiencias anteriores. Por tanto el sujeto infiere a
partir de los indicios la significación de la situación.
- La predictibilidad: Es en qué medida un sujeto es capaz de predecir o
establecer las características de una situación.
- La incertidumbre: Se refiere a la percepción que un sujeto tiene sobre las
posibilidades de que un suceso ocurra.
- Los factores temporales: Se refiere a la inminencia percibida de que algo
ocurra (Janis y Man 1977 citado por Hernández, 1997), la duración del
acontecimiento y el cuándo va a ocurrir tal acontecimiento.
29
Modelo de auto-regulación conductual de Scheier y Carver
Scheier y Carver (1988) citado en Echebarría, (1991) parten de la aplicación del
concepto de esquema al análisis del self. Las asunciones del modelo de auto-
regulación conductual son las siguientes: primero la gente impone orden a sus
experiencias en base a regularidades encontradas a lo largo del tiempo y de las
situaciones; segundo este orden toma la forma de una organización esquemática
en la memoria y por último una vez desarrolladas estas estructuras cognitivas son
utilizadas para reconocer e interpretar nuevos objetos y situaciones.
De acuerdo a Alcaraz y Bouza, (1998) consideran la autorregulación como “la
interacción dinámica de un conjunto de procesos cognoscitivos, afectivos y
motores a través de los cuales el individuo trata de realizar y mantener sus valores
metas e intenciones”. La característica de toda conducta humana es su carácter
propositivo, es decir, el que tiende a conformarse con los valores de referencia. En
el curso de la vida, estos procesos de autorregulación serían constantes (Scheier y
Carver, 1988 citado en Echebarría, 1991).
Dentro del sistema de auto-regulación, existirían diversos sistemas de
retroalimentación organizados de forma jerárquica: a) A nivel más bajo estarían
los programas de control, o guiones situacionales en término de Schank y
Abelson, (1987) citado en Echebarría, (1991) que especifican secuencias
estereotipadas de acción en situaciones concretas; b) a un nivel superordinado
30
estarían los metaguiones, más generales que los anteriores; y c) a nivel más
abstracto estaría el control system concept, que contiene cualidades abstractas,
como el sentido del self que los sujetos desean mantener a lo largo del tiempo. La
regulación a este nivel sería el deseo de autorrealización.
La autoconciencia jugaría un papel destacado en estos mecanismos de
autorregulación y autocorrección. La autoconciencia se refiere a la tendencia de
sujeto a focalizar su atención bien a sus estados internos, o bien al contexto
externo. La autoconciencia puede ser considerada como un rasgo (self-
consciouness) cuando una u otra tendencia es estable y persistente, o como estado
(self awareness) cuando son inducidas por factores contextuales (realización de
una tarea ante un espejo, presencia de un auditorio, etc.) (Scheier y Carver, 1988,
citado en Echebarría, 1991).
Scheier y Carver, (1988), citados en Echebarría, (1991) plantean que existen dos
tipos de autoconciencia: la privada y la pública, que desempeñan distintas
funciones en el self. En primer lugar, la autoconciencia privada se define como la
tendencia a atender aspectos del self encubiertos y ocultos, aspectos que son de
naturaleza personal y no fácilmente accesible al escrutinio de los demás. En otras
palabras, la atención se focaliza en los propios sentimientos, actitudes y valores.
La autoconciencia pública sería la tendencia a pensar sobre aquellos aspectos del
self que son desplegados en público, cualidades del self que crean impresionen en
los ojos de los demás. Ahora bien, los sujetos con un rasgo estable de
31
autoconciencia privada, o con estados de autoconciencia privada inducida
contextualmente incrementan sus esfuerzos por regular su conducta en función de
sus propios valores, actitudes y sentimientos, reduciendo la discrepancia entre
conducta y valores de referencia (Echebarría, Martínez, Páez y Valencia, 1987,
citado en Echebarría, 1991).
Para Scheier y Carver (1988) citado en Echebarría, (1991) los atributos
característicos del estado de conciencia de sí serían: a) las preocupaciones por los
comportamientos pasados, presentes o futuros; b) la conciencia de las propias
cualidades y defectos; c) sensibilidad hacia los propios sentimientos; d)
propensión hacia la introspección y a elaborar una imagen de uno mismo; y e)
conciencia de la apariencia exterior. Además, la autoconciencia estará
estrechamente vinculada con la autoestima (Reykowski, 1982, citado en
Echebarría, 1991).
32
Docencia
Hoy más que nunca la profesión de la docencia enfrenta diversos retos y
demandas. Es un clamor social que la tarea docente no se debe restringir a una
mera transmisión de información, y que para ser profesor no es suficiente dominar
una materia o disciplina. El acto de educar implica interacciones muy complejas,
las cuales involucran cuestiones simbólicas, afectivas, comunicativas, sociales, de
valores, etc. De manera que un profesional de la docencia debe ser capaz de
ayudar propositivamente a otros a aprender, pensar, sentir, actuar y desarrollarse
como personas (Díaz-Barriga y Hernández, 2002).
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE,
(2010) un docente se define como una persona cuya actividad profesional implica
transmisión de conocimientos, actitudes y habilidades que se imparten a los
alumnos matriculados en un programa educativo.
Conforme se ha mencionado en la Ley General de Educación N° 28044, el
profesor es agente fundamental del proceso educativo y tiene como misión
contribuir eficazmente en la formación de los estudiantes en todas las dimensiones
del desarrollo humano. Debe contar con idoneidad profesional, solvencia moral y
salud emocional y mental para ejercer sus funciones sin poner en riesgo la
integridad de los estudiantes.
33
Pérez, (2012) dice que la calidad del sistema educativo reside en la motivación de
todos y principalmente en los docentes, los cuales son los formadores y de cierta
modo los que están en mutua interacción con los alumnos y padre de familia de
ahí la importancia de que la estructura educativa ponga en práctica programas
eficaces de formación para el profesorado, la cual debe estar dirigida
fundamentalmente a dotar a los docentes de habilidades, que les permita realizar
su labor educativa, con instrumentos útiles para enfrentarse a la realidad actual de
la escuela.
En este momento, la educación secundaria es obligatoria, gratuita y dura cinco
años. Tiene por finalidad profundizar los aprendizajes logrados en la primaria,
formar para la vida, el trabajo, la convivencia democrática, el ejercicio de la
ciudadanía y prepara para acceder a niveles superiores de estudio. Estas
finalidades tensionan su identidad, pues es el nivel terminal de la modalidad de
Educación Básica Regular, pero también es preparatoria para acceder a la etapa de
Educación Superior (Chuquilin, 2011).
Los docentes del nivel secundaria son aquellas personas que ofrecen una
educación integral a los estudiantes del tercer nivel de la Educación Básica
Regular mediante una formación científica, humanista y técnica. Así mismo,
afianzan la identidad personal y social del educando. Profundizando los
aprendizajes logrados en el nivel de educación Primaria. Además, tienen en cuenta
las características, necesidades y derechos de los púberes y adolescentes
(Ministerio de Educación, 2003).
34
Perfil del docente en el Perú
El perfil es el conjunto de competencias que responden a las tres dimensiones del
desarrollo profesional del docente: personal, pedagógico y social comunitario; que
los estudiantes deben lograr al finalizar su proceso de formación docente. Se
constituye en un referente para los formadores que acompañan el proceso y para
los que tienen la responsabilidad de asumir decisiones de política educativa.
Reúne las intencionalidades y aspiraciones que orientan la formación inicial
considerando, los principios y objetivos de la educación superior y las demandas
nacionales y mundiales a la profesión docente (Ministerio de educación, 2010).
El perfil según Galvis, Fernández y Valdivieso, (2006) citado en Galvis, (2007) es
el conjunto de competencias globales organizadas por unidades de competencias,
requeridas para realizar una actividad profesional. Asimismo, se organizan de
acuerdo con criterios valorativos y parámetros de calidad, que facilitan hacer de
este perfil un elemento de referencia para la institución formadora. El punto de
partida para definir los niveles de logro de las competencias y los procesos de
capacitación y actualización de los egresados.
Competencias de la dimensión personal
Las competencias de esta dimensión permiten al docente profundizar en el
conocimiento de sí mismo y optimizar su desarrollo como persona y como
profesional ejerciendo su individualidad en los contextos sociales de interacción,
mediante conductas éticas, plasmando su potencial intelectivo, psicomotor y
afectivo. En ellas prima el dominio axiológico (Ministerio de educación, 2010).
35
Unidades de competencia de la dimensión personal
Demuestra conducta ética con responsabilidad y compromiso en los
escenarios en los que se desenvuelve para fortalecer su identidad.
Desarrolla procesos permanentes de reflexión sobre su quehacer, para
alcanzar sus metas y dar respuestas pertinentes a las exigencias de su
entorno. Se compromete con el desarrollo y fortalecimiento de su
autoformación.
Cuida su salud integral, incorporando prácticas saludables para mejorar la
calidad de vida.
Competencias de la dimensión pedagógica
El desarrollo de estas competencias permiten al docente responder a los retos
cambiantes de la realidad educativa y solucionar los problemas de desempeño en
el cumplimiento de su rol de educador profesional, de las tareas -instructiva,
formativa e investigativa- y de las funciones – docente metodológica, orientadora
e investigativa- en el aula; y contribuir al liderazgo de la institución educativa en
la que labora. En las competencias de esta dimensión priman los dominios:
disciplinar, pedagógico y de la comunicación (Ministerio de educación, 2010).
Unidades de competencia de la dimensión pedagógica
Domina teorías y contenidos básicos, los investiga y contextualiza con
pertinencia en su tarea docente, dando sustento teórico al ejercicio
profesional.
36
Contextualiza el currículo para dar respuestas innovadoras a las
necesidades socio educativas, en un marco de respeto y valoración de la
diversidad.
Desarrolla procesos pedagógicos fundamentados en la teoría y la
experiencia educativa, considerando la interdisciplinariedad e
interculturalidad para atender las necesidades y demandas del entorno.
Orienta su desempeño docente en función de los resultados de los procesos
de evaluación educativa y toma decisiones para el mejoramiento de la
calidad del servicio educativo.
Competencias de la Dimensión Social comunitaria
Estas competencias surgen en respuesta a la desvinculación de la escuela con la
familia y a la necesidad de objetivar el carácter socio cultural de la educación. En
ellas priman los dominios axiológico y de gestión. Promueve la permanente
sinergia escuela-comunidad, participando en la construcción de alianzas
estratégicas para el aprovechamiento de los recursos materiales y espirituales en
beneficio de la formación de los estudiantes y de la participación consciente y
creadora de la escuela en los espacios democráticos para la transformación de la
comunidad (Ministerio de Educación, 2010).
37
Unidades de competencia de la Dimensión Social comunitaria
Interactúa con otros actores educativos de manera armónica, constructiva,
crítica y reflexiva generando acciones que impulsen el desarrollo
institucional.
Interactúa socialmente demostrando conocimiento y comprensión por la
diversidad lingüística y cultural, valorando la diferencia y la especificidad
como un derecho humano.
Desarrolla proyectos comunitarios en alianza con diferentes instituciones
gubernamentales y de la sociedad civil, a fin de incentivar la
responsabilidad social, potenciar las posibilidades y oportunidades de
equidad e inclusión social y de esta manera contribuir a mejorar la calidad
de vida de la población con la que se vincula.
Institución Educativa
A partir de la reglamentación de la Ley General de Educación No 28044, se le
denomina institución educativa a los centros educativos y escuelas, definiéndolas
como comunidad de aprendizaje, e instancia de gestión del sistema educativo, La
institución educativa, sea pública o privada, exige a sus miembros ser una
comunidad de aprendizaje y demandan a la gestión institucional, en lo
administrativo y, especialmente a la gestión pedagógica, el mejoramiento de los
procesos de gestión y de las estrategias de trabajo docente para obtener
aprendizajes de calidad. La gestión institucional es el conjunto de procesos y
estrategias de dirección para gestionar las funciones administrativas que apoyan a
38
la gestión pedagógica en el mejoramiento de los procesos de gestión para lograr
aprendizajes de calidad y cumplir con las metas y la política educativa
institucional, estableciendo las funciones (Vargas, 2010).
El Ministerio de educación, (2003) define la institución educativa de gestión
pública como una comunidad de aprendizaje y enseñanza que presta el servicio
educativo en determinado nivel, modalidad o forma educativa. Son creadas y
sostenidas por el estado, son gratuitas y están a cargo de autoridades educativas
nombradas o encargadas por el sector educación u otros sectores o instituciones
del estado.
Definición Conceptual
Estrés
Es el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquél
como amenazante o que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar
(Lazarus y Folkman, 1986 citado por Piña, 2009).
Estilos de afrontamiento
Es un conjunto de acciones encubiertas o manifiestas, que el sujeto pone en
marcha para contrarrestar los efectos de las situaciones que valora como
amenazantes y mediante las cuales trata de restablecer el equilibrio roto en la
transacción persona-ambiente (Lazarus y Folkman 1986, citado por Levano 2003).
39
Modos de afrontamiento del estrés
Son aquellas preferencias de uso de ciertas estrategias que las personas llevan
consigo mismas para hacer frente a diversas situaciones estresantes y que
se pueden considerar como relativamente estables a través del tiempo y las
circunstancias (Carver et al 1989).
Docentes del nivel Secundaria
Son aquellos profesionales de la educación que ofrecen una educación integral a
los estudiantes del tercer nivel de Educación Básica Regular mediante una
formación científica, humanista y técnica (Ministerio de Educación, 2003).
Institución Educativa Pública
Es una comunidad de aprendizaje y enseñanza. Son creadas y sostenidas por el
Estado y están a cargo de autoridades educativas nombradas o encargadas por el
sector educación u otros sectores o instituciones del Estado (Ministerio de
Educación, 2003).
40
Objetivos
Objetivo general
Describir la frecuencia de mayor uso de los modos de afrontamiento del estrés en
docentes de Secundaria de Instituciones Educativas Públicas de Piura, 2014.
Objetivo Específico
Describir la mayor frecuencia de uso de los modos de afrontamiento del estrés
según ciclo de vida en docentes de Secundaria de Instituciones Educativas
Públicas de Piura.
41
Operacionalización de la variable
Tabla 1
Modos de afrontamiento del estrés
Variable Def. Conceptual Estilos Modo de Afrontamiento Indicadores f Def. operacional
Modos
de
afrontamiento
De acuerdo con
Carver et al.,
(1989) son
aquellas
preferencias de
uso de ciertas
estrategias que
las personas
llevan consigo
mismo para hacer
frente a diversas
situaciones
estresantes y que
se pueden
considerar como
relativamente
estables a través
del tiempo y las
circunstancias.
Estilo de
afrontamiento
enfocado en el
problema
Afrontamiento activo
Ejecuto acciones, concentro mis esfuerzos, actuó paso a paso,
actuó directamente para controlar el problema.
0-49
Muy pocas veces
No ocurre de
manera habitual
o que apenas se
repite
Planificación
Elaboro un plan, pienso en los pasos a seguir, pienso como
controlar el problema.
Suspensión de otras
actividades.
Dejo de lado otras actividades, me concentro tratando de que no
interfieran otras actividades, enfrento el problema.
Postergación del
afrontamiento.
Actuo en el momento momento adecuado, me mantengo alejado,
me aseguro no crear más problemas, me abstengo y no actuó
pronto.
Búsqueda de apoyo social.
Pregunto, obtengo consejo de otros, averiguo, hablo con alguien
sobre el problema.
50-75
Depende de la
circunstancias
Ocurre según el
estado o
condición de una
persona en un
momento
determinado.
Estilo de
afrontamiento
enfocado en la
emoción.
Búsqueda de soporte
emocional.
Hablo sobre mis sentimientos, busco apoyo emocional, simpatía y
comprensión, converso con alguien sobre lo sucedido.
Reinterpretación positiva
y desarrollo personal.
Busco algo bueno, veo la forma positiva del problema, aprendo de
la experiencia y me desarrollo como persona.
Aceptación.
Me acostumbro a la idea, asumo la situación estresante como un
hecho inmodificable, me resigno a aprender a vivir con lo
sucedido.
Acudir a la religión.
Busco ayuda divina, deposito mi confianza en Dios, trato de
encontrar consuelo en Dios y rezo más de lo usual.
76-100
forma frecuente
Ocurre o se
repite de manera
habitual.
Negación
Me niego aceptar el problema, duermo más de lo usual, actúo y
comporto como si no hubiese problema.
Enfocar y liberar
emociones
Me perturbo, expreso y libero emociones, estoy atento al
problema.
Otros estilos
adicionales de
afrontamiento.
Conductas Inadecuadas.
Dejo de lado y de perseguir mis metas, acepto no que puedo
enfrentar el problema y lo dejo de lado
Distracción.
Realizo diversas actividades para no pensar acerca de las
consecuencias de la situación estresante.
42
MATERIAL Y MÉTODOS
Tipo y diseño de la investigación
La presente investigación es de tipo descriptivo, según Tamayo y Tamayo, (2003)
la investigación descriptiva comprende la descripción, registro, análisis e
interpretación de la naturaleza actual, y la composición o proceso de los
fenómenos. El enfoque se hace sobre conclusiones dominantes o sobre grupo de
personas, grupo o cosas, se conduce o funciona en presente.
El diseño de la investigación es el descriptivo simple, según Sánchez y Reyes,
(2002) es una forma elemental de contrastación, en este diseño el investigador
recoge información actual con respecto a un fenómeno de estudio previamente
determinado para tomar alguna decisión.
Población y muestra
El presente estudio tiene una población de 610 docentes de secundaria que
pertenecen a las instituciones educativas públicas de la ciudad de Piura (ESCALE,
2014).
El tipo muestreo empleado en esta investigación es probabilística. Para la
selección de la muestra primero se aplicó la fórmula para calcular la muestra de
una población finita, obteniendo así 153 docentes de dicha población; Luego, se
43
utilizó el método de “muestreo aleatorio estratificado para proporciones” con
afijación proporcional para la asignación de los tamaños de muestra en cada
estrato (Hernández-Sampieri et al., 2010). Consiste en considerar categorías
típicas diferentes entre sí (estratos) que poseen gran homogeneidad respecto a
alguna característica; La distribución de la muestra en función de los diferentes
estratos se denomina afijación en este caso la afijación es proporcional porque la
distribución se hace de acuerdo con el tamaño de la población en cada estrato (Ver
tabla 3). A continuación se presentan los criterios de inclusión, exclusión y las
características de la muestra:
Criterios de inclusión
Docentes de ambos géneros, con edades entre 25 años a más, que enseñen entre
el 1er al 5to grado de nivel secundaria en instituciones públicas, que tengan
como mínimo 1 año de tiempo de servicio hasta el presente año de la aplicación
del instrumento y que manifiesten su participación en la investigación.
Criterios de exclusión
Docentes menores de 25 años, que no enseñen entre el 1er al 5to grado de nivel
secundaria, que no tengan como mínimo 1 año de tiempo de servicio hasta el en el
presente año de la aplicación del instrumento y que no manifiesten su
participación en la investigación.
44
Caracterización de la muestra en estudio
En la tabla 2 se aprecia que el 60% de los sujetos de estudio son mujeres y el 40%
son varones, con una media de edad de 48 años. En relación con el ciclo de vida,
el 16 % de docentes se encuentra en la adultez temprana y el 84% en la adultez
media.
Tabla 2
Distribución de la muestra según variables demográficas
En la tabla 3 se aprecia que la muestra está formada por 153 docentes de
enseñanza secundaria procedentes de 22 institutos educativos públicos de la
ciudad de Piura, elegidos a través de un muestreo aleatorio estratificado con
afijación proporcional.
Características demográficas f %
Sexo
Femenino 92 60
Masculino 61 40
Ciclo de vida
Adultez temprana 24 16
Adultez media 129 84
Fuente: cuestionario aplicado a docentes
45
Tabla 3
Distribución de la muestra según instituciones educativas del distrito de Piura
nombre de I.E. docentes (2014) muestra
Almirante Miguel Grau 11 3
San Miguel 118 30
Enrique López Albujar 60 15
Nuestra Señora De Fátima 82 21
Sagrado Corazón De Jesús 35 9
Jorge Basadre 59 15
PNP Bacilio Ramírez Peña 25 6
Javier Heraud 9 2
Los Algarrobos 21 5
Complejo La Alborada 10 3
San Pedro 25 6
14001 Magdalena Seminario De Llirod 24 6
14102 6 1
20001 4 1
Parcemon Saldarriaga Montejo 15 4
Ignacio Merino 16 4
Víctor Francisco Rosales Ortega 14 3
Ignacio Sánchez 20 5
Rosa Carrera De Martos 19 5
Coronel José Joaquín Inclán 22 5
Federico Helguero Seminario 13 3
CPED - 14103 2 1
total 610 153
Fuente: ESCALE, (2014)
46
Método, técnicas e instrumentos de recolección de datos
Cuestionario de modos de afrontamiento del estrés, COPE
Carver et al., (1998) desarrollaron este cuestionario con el objetivo conocer
cómo las personas reaccionan o responden cuando se enfrentan a situaciones
difíciles o estresantes. Mide los modos de afrontamiento al estrés, agrupado en
tres estilos: enfocado al problema, enfocado a la emoción y otros estilos de
afrontamiento. El instrumento consta de trece modos de afrontamientos con 4
items cada uno. La agrupación en función de los tres estilos de afrontamiento
que utilizan los autores queda como sigue: Estilos de afrontamiento que se
centran en el problema: conformado por el afrontamiento activo (ítems: 1, 14,
21, 40) Planificación (ítems: 2, 15, 28, 41) Supresión de otras actividades (ítems:
3, 16, 29, 42) Postergación del afrontamiento (ítems: 4, 17, 30, 43) y Búsqueda
de apoyo social (ítems: 5, 18, 31, 44). Estilos de afrontamiento que se centran
en la emoción: Búsqueda de soporte emocional (ítems: 6, 19,32, 45)
Reinterpretación positiva y crecimiento personal (ítems: 7, 20, 33, 46) Aceptación
(ítems: 8, 21, 34, 47) Negación (ítems: 11, 24, 37, 50) Acudir a la religión (ítems:
9, 22, 35, 48). Otros estilos de afrontamiento: Enfocar y liberar emociones
(ítems: 10, 23, 36, 49) Desentendimiento conductual (ítems: 12, 25, 38, 51)
Desentendimiento mental (ítems: 13, 26, 39, 52).
En el Perú, el COPE en su versión disposicional fue adaptado por Casuso, (1996)
en una investigación de adaptación a la prueba en una población universitaria de
Lima. La aplicación es individual y su rango de aplicación es de 16 años a más.
47
La calificación es de 1 y 0 puntos por cada respuesta. Los ítems del 1 al 28 valen
un punto (1) en la columna SI y cero puntos (0) en la columna NO, los ítems 29 y
30 valen cero (0) en la columna SI y vale un punto (1) en la columna NO, los
ítems del 31 al 52 valen un punto (1) en la columna SI y cero puntos (0) en la
columna NO. Para la calificación se suman los puntajes obtenidos en cada una de
los 13 modos. Al puntaje obtenido multiplíquelo por la constante 0.25.
Posteriormente ubique el puntaje hallado en cada modo y multiplique el puntaje
obtenido por 100 para representarlo por porcentaje. Para determinar la frecuencia
de afrontamiento de empleo del mecanismo de afrontamiento, debe considerarse
que aquellas escalas en la cual tuviera mayores puntajes, estarían indicando que
son las formas más comunes de afrontar las cargas de estrés, por parte del sujeto.
Para la lectura de datos es de 0 a 49 está referida a Muy pocas veces emplea esta
forma, de 50 a 75 Depende de las circunstancias y de 76 a 100 es una Forma
frecuente del estilo de afrontar el estrés.
Validez y confiabilidad del instrumento
Se obtuvo la validez ítem/test de las escalas del COPE a través del análisis de
correlación ítem/test, el cual exigió una correlación superior a r = .20 para que el
ítem fuese aceptado como válido y discriminativo (Kline, 1993 citado en Chau, et
al., 2002). Posteriormente se obtuvo la mediana de la correlación ítem/test. La
confiabilidad de las mediciones por escala, se obtuvo a través del coeficiente de
consistencia interna alfa de Cronbach, que se consideró significativo cuando era
igual o mayor a 60.
48
Procedimientos de recolección de datos
En la presente investigación se solicitó una carta de presentación a la Universidad
San Pedro dirigido a la UGEL de Piura para obtener facilidades en la recolección
de datos. Se solicitó el ingreso a las Instituciones Educativas de la jurisdicción
del distrito de Piura. Para la aplicación del instrumento se coordinó con los
directores de las instituciones educativas. Después de aplicar los cuestionarios se
corrigieron y se procedió al vaciado de datos para poder continuar con el
procedimiento estadístico y así poder describir los resultados. Luego de describir
los resultados se procedió a discutir, corroborando los datos obtenidos con las
investigaciones que se han tomado en cuenta en los antecedentes y marco teórico.
Finalmente, se realizaron las respectivas conclusiones de la investigación y al
mismo tiempo se brindaron las respectivas recomendaciones.
Protección de los derechos humanos
La presente investigación estuvo orientada a respetar los principios éticos de
autonomía, beneficencia y justicia. La recolección de datos se realizó previo
consentimiento informado del docente respetando su privacidad y anonimato.
49
RESULTADOS
Análisis
Los datos recolectados fueron procesados y presentados en tablas estadísticas para
llevar acabo el análisis e interpretación. Tenemos lo siguiente:
Frecuencia de mayor uso de los modos de afrontamiento del estrés en
docentes
En la tabla 4 se presentan los porcentajes de la frecuencia de mayor uso de cada
modo en los docentes de Secundaria; se observa que los modos con frecuencia de
mayor uso dependiendo de las circunstancias son: afrontamiento activo en 59%,
planificación en 55%, supresión de otras actividades en 69%, postergación del
afrontamiento en 66%, la aceptación en 56%, acudir a la religión en 52%, la
negación en 50% y distracción en 61%. Los modos de mayor proporción en
forma frecuente son: la búsqueda de apoyo social en 54%, búsqueda de soporte
emocional en 48% y la reinterpretación positiva y desarrollo personal en 85%. Los
modos con frecuencia de mayor proporción empleados muy pocas veces son:
enfocar y liberar emociones en 56% y conductas inadecuadas en 82%.
50
Tabla 4
Frecuencia de mayor uso de los Modos de Afrontamiento del estrés en docentes
de secundaria de instituciones educativas públicas de Piura, 2014.
Modos de afrontamiento
Frecuencia de uso
Muy pocas veces
_________________
Depende de las
circunstancias
_________________
Forma frecuente
_________________
Total
_______
f % f % f % N %
Afrontamiento activo 7 5 90 59 56 37 153 100
Planificación 24 16 84 55 45 29 153
100
Supresión de otras
actividades 24 16 105 69 24 16 153 100
Postergación del
afrontamiento 50 33 101 66 2 1 153 100
Búsq. de apoyo social 16 11 55 36 82 54 153 100
Búsq. de soporte emoc. 17 11 62 41 74 48 153 100
Reinterpret. positiva y
desarrollo personal - - 23 15 130 85 153 100
Aceptación 16 11 86 56 51 33 153 100
Acudir a la religión 12 8 79 52 62 41 153
100
Negación 75 49 76 50 2 1 153 100
Enfocar y liberar
emociones 85 56 41 27 27 18 153 100
Conductas inadecuadas 126 82 27 18 - - 153 100
Distracción 52 34 93 61 8 5 153 100
Fuente: Elaboración propia
51
Mayor frecuencia de uso de los modos de afrontamiento del estrés según ciclo
de vida en docentes de secundaria de instituciones educativas públicas de
Piura.
En la tabla 5 se presentan los porcentajes de la etapa del ciclo de vida de mayor
uso de los modos de afrontamiento en docentes de secundaria. Se aprecia que los
modos de afrontamiento con porcentajes más altos en los docentes de adultez
temprana empleados dependiendo de las circunstancias son la supresión de otras
actividades en 71% y la distracción en 75%. Asimismo, estos mismos docentes
emplean en una frecuencia de forma frecuente la búsqueda de apoyo social en
79%, la búsqueda de soporte emocional 71%, la reinterpretación positiva y
desarrollo personal en 88%, y el acudir a la religión en 63%; y los modos
negación en 63% y conductas inadecuadas en 92% son empleadas muy pocas
veces. Por otra parte, los docentes de adultez media obtuvieron el mayor uso de
frecuencia en los modos de afrontamiento activo en 59%, planificación en 56%,
postergación del afrontamiento en 67%, y la aceptación en 61% con una
frecuencia que dependen de las circunstancias respectivamente. El modo enfocar y
liberar emociones es empleada, en 59% muy pocas veces por estos docentes.
52
Tabla 5
Mayor frecuencia de uso de los modos de afrontamiento del estrés según ciclo de
vida en docentes de secundaria de instituciones educativas públicas de Piura.
Modos de afrontamiento Frecuencia de afrontamiento
Muy pocas
veces
__________
Depende de la
circunstancia
_______________
Forma
frecuente
__________
Total
_______
f % f % f % N %
Afrontamiento activo
Adultez temprana - - 14 58 10 42 153 100
Adultez media 5 5 76 59 46 36 153 100
Planificación
Adultez temprana 8 2 12 50 10 42 153 100
Adultez media 22 17 72 56 35 27 153 100
Supresión de otras
actividades
Adultez temprana 1 4 17 71 6 25 153 100
Adultez media 23 18 88 68 18 14 153 100
Post. del afrontamiento
Adultez temprana 10 42 14 58 - - 153 100
Adultez media 40 31 87 67 2 2 153 100
Búsqueda de apoyo social
Adultez temprana - - 5 21 19 79 153 100
Adultez media 16 12 50 39 63 49 153 100
Búsq. de soporte emocional
Adultez temprana - - 7 29 17 71 153 100
Adultez media 17 13 55 43 57 44 153 100
Reinter. pos. y desarrollo
Adultez temprana - - 3 13 21 88 153 100
Adultez media - - 20 16 109 85 153 100
Aceptación
Adultez temprana 2 8 8 33 14 58 153 100
Adultez media 14 11 78 61 37 29 153 100
Acudir a la religión
Adultez temprana - - 9 38 15 63 153 100
Adultez media 12 9 70 54 47 36 153 100
Negación
Adultez temprana 15 63 9 38 - - 153 100
Adultez media 60 47 67 52 2 2 153 100
Enf. y liberar emociones
Adultez temprana 9 38 8 33 7 29 153 100
Adultez media 76 59 33 26 20 16 153 100
Conductas inadecuadas
Adultez temprana 22 92 2 8 - - 153 100
Adultez media 104 81 25 19 153 100
Distracción
Adultez temprana 5 21 18 75 1 4 153 100
Adultez media 47 36 75 58 7 6 153 100
Fuente: Elaboración propia
53
Discusión
En este apartado se contrasta la información obtenida en los análisis estadísticos
de los datos, con investigaciones anteriores y teorías que nos permitan entender
los resultados. Cabe resaltar que los resultados obtenidos pueden variar cuando se
realizan investigaciones con las variables estudiadas en poblaciones diferentes;
por lo cual es necesario entender estos resultados según las características
especiales de la población. En este caso, se hizo una discusión de los resultados
en función a los objetivos.
Frecuencia de mayor uso de los modos de afrontamiento del estrés
A continuación se discutirá la frecuencia de mayor uso de cada modo de
afrontamiento.
Los resultados de la presente investigación con respecto al objetivo general,
indican que los docentes de secundaria emplean el afrontamiento activo en 59%
dependiendo de las circunstancias, siendo esta la frecuencia de mayor uso. Esto
significa que dichos docentes en algunas situaciones toman medidas activas para
intentar eliminar el factor estresante o para mitigar sus efectos (Carver, et al.,
1989). Este resultado podría estar relacionado a que en algunas oportunidades,
cuando los alumnos generan desorden dentro del aula, dichos docentes consideran
que es necesario ejecutar acciones directas para mantener la disciplina en la
impartición de la clase. Esto concuerda con lo que manifiesta Bulnes, (2003)
54
quien afirma que los docentes prefieren utilizar estrategias de afrontamiento
centradas en el problema para el manejo de la disciplina en el aula, en la que si el
alumno “no se porta bien”, es decir conversa en clase, hace “bulla” o realiza otras
acciones no vinculadas a la sesión de aprendizaje, es sancionado con la expulsión
del aula, desaprobado o simplemente se le coloca una nota de mala conducta.
Por otra parte, las circunstancias donde este modo de afrontamiento no es
empleado es cuando el docente percibe que no cuenta con los recursos necesarios
para tomar medidas directas, o en aquellas situaciones donde sus competencias
profesionales no son suficientes para solucionar los problemas relacionados a la
problemática de los alumnos (Cuenca y O’Hara, 2006), por lo que es necesario
que empleen otras estrategias para resolver estas situaciones que pueden ser
percibidas como amenazantes para su imagen pública (Scheier y Carver, 1988
citado por 1991).
Asimismo, la planificación es empleada en 55% dependiendo de las
circunstancias, siendo esta la frecuencia de mayor uso por los docentes de
secundaria. Lo que significa que ciertas hay circunstancias donde dichos docentes
organizan cognitivamente las fases que se tomaran para afrontar el estresor
(Carver et al., 1989). Esta actividad es claramente centrada en el problema, dado
a los pasos que elaboran en base a esquemas cognitivos (Scheier y Carver, 1988
citado por Echevarría, 1991), están dirigidos a controlar o reducir el estresor, pero
conceptualmente difiere de la ejecución de una acción orientada al problema,
debido a que la planificación se produce durante la evaluación secundaria,
mientras que el afrontamiento activo se produce durante la fase de evaluación
55
primaria (Carver et al., 1989; Lazarus y Folkman, 1986 citado en Crespo y
Labrador, 2003). De acuerdo a Bulnes, (2003) los docentes de secundaria denotan
un perfil que apunta al uso de estrategias de afrontamiento centradas en el
problema, en las que utilizan preferentemente el afrontamiento activo y la
planificación. En ese sentido, los profesores que están en mutua interacción con
los alumnos, asumen con responsabilidad sus acciones, y por lo tanto, planifican
mejor aquellas estrategias que utilizaran para enfrentar aquellas situaciones
estresantes. Es probable que aquellas circunstancias donde los profesores emplean
este modo de afrontamiento, estén relacionados al cumplimiento de metas
impuestas por la política educativa nacional dado que están sujetos a la
supervisión de sus funciones y desempeño por parte de las autoridades del centro
educativo (Cuenca y O’Hara, 2006). De lo contrario, las circunstancias donde no
se emplean la planificación son cuando en la sesión de aprendizaje se presentan
problemas de comportamiento en los alumnos, desde la falta de atención o
participación en las tareas hasta conductas negativistas o incluso agresiones
(Hakanen, 2006 citado en Gismero-González et al., 2012).
La supresión de otras actividades es empleada en 69% dependiendo de las
circunstancias, siendo esta la frecuencia de mayor uso por los docentes de
secundaria. Lo que indica que los docentes en algunas ocasiones dejan de lado
otros proyectos o actividades tratando de evitar el distraerse de ellos si es
necesario para concentrar todos sus esfuerzos en el afronte del estresor (Carver et
al., 1989). Esta caracterización se podría relacionar a la sobrecarga laboral que
tienen los docentes de secundaria de instituciones educativas públicas.
56
(Hernández, 2013). Generalmente los docentes que desarrollan la enseñanza en
escuelas estatales tienen a cago a un alto número de alumnos a los que debe
atender sus necesidades y orientarlos en su proceso de formación para la vida y
para acceder a niveles superiores de estudio (Chuquilin, 2011). El hecho que en
los colegios públicos halla un gran número de alumnado, fomenta que los
docentes supriman o dejen de lado algunas de sus actividades personales para
enfocarse a realizar actividades laborales, como preparar clases, calificar tareas,
etc., fuera de sus horarios de trabajo (Benites, 2014). Las situaciones en las que
no emplean este modo de afrontar el estrés se podrían relacionar a aquellos
momentos donde los docentes se reúnen con los padres de los alumnos para la
discusión de problemáticas relacionadas al aprendizaje. En estas oportunidades es
necesario que los docentes consideren todos los factores que podrían estar
involucrados al tema de discusión hasta encontrar de conjunto su solución. Por
consiguiente sería contraproducente en centrar todos sus esfuerzos en afrontar
una situación estresante en particular.
En cuanto a la postergación del afrontamiento se evidencia que es empleada en
66% dependiendo de las circunstancias, siendo esta la frecuencia el de mayor uso
por los docentes de secundaria. Esto estaría revelando que dichos docentes en
algunas situaciones, ellos prefieren esperar la oportunidad apropiada para actuar
sobre el problema, evitando así actuar prematuramente (Carver et al., 1989). Las
situaciones donde los docentes optan por el uso de la postergación del
afrontamiento posiblemente se relacionan con algunos conflictos que surgen entre
los alumnos, donde se tiene que evaluar detalladamente el problema antes de
57
tomar una acción directa, así mismo, a los factores asociados con una cultura
escolar definida por su autonomía restringida, debido al tipo de liderazgo de los
superiores y a la falta de recurso y oportunidades para actuar dentro del centro en
la toma de decisiones (Cuenca y O’Hara, 2006). Por lo contrario, las situaciones
donde no utilizan este modo estarían relacionadas con problemáticas que
requieren soluciones rápidas antes de que las consecuencias se presenten en gran
magnitud y generen daños irreversibles. Como por ejemplo cuando hay violencia
en el colegio (Hernández, 2013).
Por otro lado, se puede apreciar que los docentes emplean de forma frecuente la
búsqueda de apoyo social en 54%, siendo esta la frecuencia de mayor uso por los
docentes de secundaria; lo que estaría evidenciando que la mitad de la muestra de
estudio busca asesoramiento, asistencia o información con el objetivo de
solucionar el problema (Carver et al., 1989). Posiblemente los docentes tengan
que recurrir de forma frecuente a sus colegas o personas que ellos evalúen que
pueden ayudarlos porque están percibiendo que la información que tienen no
es suficiente para enfrentar las demandas educativas actuales, puesto que en
estos momentos históricos, los profesores tienen que enfrentarse a un alumnado
que van por delante en ciertos conocimientos, como por ejemplo, el uso de las
nuevas tecnologías (Aunión, 2009). Esto podría significar que dichos docentes
ante la falta de experiencia prefieren buscar el consejo, la asistencia o la
información pertinente para afrontar los problemas (Laughlin, 1984 citado en
Travers, y Cooper, 1997). Esta ayuda social permite aliviar las tensiones
acumuladas porque facilita la discusión de dificultades y preocupaciones y
58
permite el intercambio entre colegas de técnicas que puedan ayudar a enfrentar las
situaciones estresantes (Cuenca y O’Hara, 2006; Ortiz y Guevara, 2014). De
manera similar Pomaki et al., (2010) citado por Villardefrancos et al., (2012)
confirmaron que el apoyo social proporcionado por los compañeros incrementaba
los niveles de satisfacción laboral de los docentes y reducía la intención de
abandono de la profesión.
Del mismo modo, se halló que la búsqueda de soporte emocional es empleada de
forma frecuente en 48%, siendo esta frecuencia el de mayor uso por los docentes
de secundaria. Se puede apreciar que casi la mitad de los docentes de secundaria
buscan frecuentemente el apoyo moral y comprensión por parte de otras personas
para aliviar la emoción inadecuada que le produce el problema (Carver et al.,
1989). Es probable que los docentes de secundaria que utilizan este modo de
afrontamiento, de forma frecuente, sea para lidiar la pérdida progresiva de
energía, lo que a su vez produce desgaste y agotamiento. Este deterioro y
reducción de recursos emocionales es producto del contacto diario, sostenido y
demandante con las personas a quienes atiende (Maslach y Jackson, 1981 citado
por Cuenca y O’Hara, 2006). Lo cual se agudiza más si tenemos en cuenta que los
alumnos, con quienes interactúan frecuentemente, atraviesan por una etapa difícil,
en el que la rebeldía, el inconformismo, la crisis de identidad multiplican los
conflictos en sus relaciones interpersonales (Urbano y Yuni, 2005). Ante estas
actitudes de su alumnado, los docentes necesitan buscar permanentemente un
soporte emocional en otras personas.
59
Del mismo modo, la reinterpretación positiva y crecimiento personal es empleada
de forma frecuente en 88%, siendo esta la frecuencia de mayor uso por los
docentes de secundaria; lo que significa que la mayoría de docentes de secundaria
evalúa positivamente las situaciones estresantes, otorgándoles connotaciones
favorables a la experiencia en sí misma, para asumirla como un aprendizaje
valioso para el futuro (Carver et al., 1989). Este resultado coincide con los
antecedentes sobre cómo afrontan los docentes de secundaria las situaciones
estresantes propias de su profesión (Martínez, 2015; Hernández, 2003; Fernández,
2011; Bulnes, 2003). Posiblemente esto se relacione a las competencias de la
dimensión personal que se conforman en el perfil del docente, en el que se
orientan desarrollar procesos permanentes de reflexión sobre su quehacer, para
alcanzar sus metas y dar respuestas pertinentes a las exigencias de su entorno;
asimismo al compromiso con el desarrollo y fortalecimiento de su autoformación.
Además, el empleo de este modo de afrontamiento también se podría asociar a las
creencias de religiosidad que caracterizan a la ciudad de Piura; en esa línea
Rodríguez, (2011) señala que la espiritualidad, pueden dar una orientación
positiva a la vida, proporciona esperanza, sentido y favorecen el conocimiento
de uno mismo. Por otro lado, se puede apreciar que el valor de esta tendencia no
se limita a la reducción de estrés sino que dichos docentes retoman acciones
de afrontamiento activo para enfrentar la situación estresante. Este hallazgo
coincide con lo planteado por Carver et al., (1989) en su propuesta sobre la
evaluación de las estrategias de afrontamiento, quienes refieren que el interpretar
una transacción estresante en términos positivos intrínsecamente debe llevar a la
60
persona a emplear modos de afrontamiento orientado a resolver el problema, tal
como se evidencia en nuestro estudio.
La aceptación es empleada por los docentes en 56% dependiendo de las
circunstancias, siendo esta la frecuencia de mayor uso por los docentes de
secundaria. Lo que pone como evidencia que este grupo de docentes en algunas
situaciones solo se limitan a convivir con el factor estresante (Carver et al., 1989).
Esta caracterización se podría relacionar con el conflicto que surge entre la
demanda de desempeñar sus funciones de docente, de atender las necesidades de
su alumnado y la insuficiencia de recursos previstos o prometidos para lograrlo,
ya sea a nivel de formación profesional o de recursos materiales (Manassero,
2003). Posiblemente dichos docentes empleen la aceptación como un modo de
afrontar las situaciones estresantes debido a que perciben que hay condiciones
desfavorables en su ambiente laboral que exceden sus recursos internos para
afrontarlas. Por ejemplo, la falta de mantenimiento del mobiliario del colegio o de
los materiales necesarios para la ejecución de funciones, la iluminación y
temperatura inadecuada podría generar sentimientos de frustración, síntomas de
ansiedad o depresión cuando los profesores no se adaptan a este tipo de
circunstancias. (Robalino y Korner, 2005 citado en Cuenca y O´Hara, 2006).
Esta realidad podría explicarse en parte porque hay necesidades, con respecto a la
educación, que no son atendidas dado a que el sistema escolar no dispone de
capacidad de reacción rápida para atender a los estándares que buscan ir a la par
con el mundo globalizado donde vivimos (Esteve, 1998 citado por Cuenca y
O’Hara, 2006). Es decir, la falta de organización de los funcionarios públicos de
61
sector educativo, para generar nuevos avances tecnológicos y profesionales, es
limitada. De manera similar Cuenca y O’Hara, (2006) consideran que hay muchos
docentes que no han sido capaces de superar el ritmo y la amplitud de los nuevos
estándares en la educación debido a que muchas de las reformas educativas no han
sido acompañadas de un asesoramiento o formación adecuados. Por otro lado los
docentes de secundaria evitan emplear la aceptación cuando perciben que
disponen de las estrategias para poder modificar la situación estresante (Lazarus y
Folkman, 1984, citado por Hernández, 1997). En ese sentido, dichos docentes
buscan otras alternativas para superar sus problemas y adaptarse así a la exigencia
y cambios de la educación de hoy.
En cuanto al acudir a la religión para lidiar con el estrés, los docentes de
secundaria lo emplean en 52% en una frecuencia de uso dependiendo de las
circunstancias, siendo el de mayor uso por los docentes. Caracterizándose porque
en algunas ocasiones los docentes se refugian en sus creencias religiosas ante
situaciones estresantes, como una forma de aliviar la tensión (Carver et al., 1989).
Una explicación para ello podría estar ligada a que muchas veces los docentes
padecen enfermedades que afectan su salud tanto física como emocional y que
perturban su labor pedagógica o el proceso de enseñanza-aprendizaje. Algunos de
estos problemas se asocian al nivel de exigencia ergonómica y a las condiciones
físicas inapropiadas para la enseñanza (Soria y Chiroque, 2004; Cuenca y O´Hara,
2006). Ante estas circunstancias, los docentes algunas veces reducen los
síntomas de ansiedad a través de las creencias y las prácticas
religiosas/espirituales. Este hallazgo puedo entenderse en la medida que hay
62
diversas investigaciones que demuestran que el recurrir a prácticas de tipo
religioso y/o espiritual, para afrontar el estrés, son quienes tienen menos estrés,
depresión, y aislamiento social, con respecto a los que no lo hacen. A su vez, las
personas que recurren a lo religioso y/o espiritual, refieren tener más sentimientos
positivos que los demás, a pesar de estar con problemas (Rodríguez, 2011). Las
circunstancias que no emplean el acudir a la religión como modo para manejar el
estrés podrían relacionarse a aquellos conflictos con sus colegas donde es
necesario tomar medidas directas como conversar para llegar a un consenso. Así
mismo, el hecho de que los docentes de secundaria utilicen el modo de
afrontamiento acudir a la religión en ciertas oportunidades y no de forma
frecuente, podría explicarse también a su nivel de formación, lo cual influye en el
desarrollo de estructuras cognitivas a lo largo del tiempo y de las situaciones para
actuar de una forma lógica y practica en la resolución de problemas, (Scheier y
Carver, 1988 citado por Echevarría, 1991).
El 50% de los docentes emplean el modo de afrontamiento negación en una
frecuencia de uso dependiendo de las circunstancias, siendo el de mayor uso por
los docentes de secundaria como un modo para afrontar los problemas, es decir la
mitad de los docentes del presente estudio en algunas oportunidades, tratan de
actuar como si el estresor no fuera real (Carver et al., 1989). Cabe resaltar que el
empleo de este tipo de estrategias paliativas, como es el centrarse en las
emociones o el escape conductual y/o cognitivo, está asociado a un mayor
malestar físico (Carver y Scheier, 1994). Posiblemente los docentes emplean este
modo porque no tienen un nivel de autoconciencia para percibir aspectos
63
encubiertos y ocultos, es decir su atención para focalizar sus propios
sentimientos, actitudes, valores y aspectos de su contexto externo esta disminuida
(Carver y Scheier, 1998, citadado en Echevarria, 1991), lo que sé a su vez podría
estar asociado a la incompetencia profesional. Por ello, no perciben que les afecta
o, en todo caso, atribuyen la disminución de su desempeño a condiciones externas
al trabajo (Rodríguez, Oramas y Rodriguez, 2007). Otra de las condiciones o
situaciones en las que los docentes emplean la negación es cuando el docente se
encuentra en un estado de despersonalización, la cual se caracteriza por un
cambio negativo en las actitudes que lleva a una indiferencia y distanciamiento
frente a los problemas (Maslach y Jackson, 1981 citado por Cuenca y O’Hara,
2006). Por el contrario, las circunstancias donde los docentes no usan este modo
se podrían caracterizar a un elevado nivel de autoeficacia (Gismero-González et
al., 2012). También al buen manejo de las emociones y un amplio repertorio de
estrategias de solución de problemas.
En el modo enfocar y liberar emociones es empleado en 56% muy pocas veces,
siendo esta la frecuencia de mayor uso por los docentes de secundaria; lo cual
evidencia que dichos docentes evitan concentrarse en las consecuencias
emocionales desagradables que experimentan antes situaciones estresantes y
presentan autocontrol de las emociones y sentimientos producidos por la
situaciones estresantes (Carver et al, 1989). Posiblemente esto puede estar
asociado a la edad de los docentes, pues más del 80% de la muestra de estudio se
ubica en la etapa de la adultez media, los cuales se caracterizan por presentar un
64
mejor control de sus emociones en comparación con los jóvenes (Folkman et al.,
1987 citado por Papalia et al., 2009).
Igualmente, el modo de conductas inadecuadas es empleado en 82 % muy pocas
veces, siendo esta la frecuencia de mayor uso por los docentes de secundaria. Lo
que significa que dichos docentes evitan disminuir sus esfuerzos para afrontar el
estresor (Carver et al., 1989). Este resultado coincide con el de Bulnes, (2003) en
su estudio de estrategias de afrontamiento con docentes de nivel primaria y
secundaria, quien encontró que las conductas inadecuadas son las estrategias
menos utilizadas por ambos grupos. Carver et al., (1989) consideran que estos
estilos aparecen con menos frecuencia, pero deben también considerarse y
evaluarse dado que, al no implicar un enfrentamiento real del estresor, podrían ser
también disfuncionales a largo plazo.
En relación con la distracción, como modo de afrontamiento, es empleada en 61%
dependiendo de las circunstancias. Esta frecuencia es la de mayor uso por los
docentes de secundaria. Lo que indica que más la mitad de la muestra en
algunas oportunidades recurren a otras actividades que sirven para distraer a la
persona de pensamientos sobre problema (Carver et al., 1989). De acuerdo con
Hernández, (2013) posiblemente los docentes de secundaria emplean el modo
distracción para prevenir dificultades en su salud física y mental, cuando perciben
estar estresados ya sea por demanda laboral, falta de motivación, desgaste
emocional y demerito profesional. La aparición de estos factores estresores podría
llevar a que docentes empleen acciones preventivas en ciertas ocasiones para
65
reducir la experiencia de estrés evitando pensar el en trabajo, apoyándose en el
entorno social y dedicando tiempo a actividades de ocio recreativo. Este hecho
refleja la necesidad de tomarse un tiempo de descanso en toda rutina laboral; es
así que el uso del tiempo libre o el llamado ocio recreativo constituye también un
factor protector importante contra el estrés (Cuenca y O’Hara, 2006). Las
alternativas del tiempo libre son diversas. En nuestro , los profesores tratan en la
medida de lo posible de realizar varias actividades de ocio recreativo para
mantener una buena salud en general como por ejemplo, realizar ejercicio físico,
salir con amigos y dedicar tiempo a los hobbies personales (UNESCO, 2005).
Las circunstancias en las que no emplean la distracción como modo de
afrontamiento posiblemente se asocien, a las exigencias emocionales o físicas del
trabajo y la sobrecarga que representa el trabajo laboral, dado que en la profesión
docente de nivel secundaria asume diversas responsabilidades dentro del aula
como fuera de ella (Cuenca y O’Hara, 2006), cabe resaltar que culturalmente, en
el caso del género femenino se evidencian numerosos estresores asociados al
trabajo doméstico y el cuidado de la familia (Artazcoz, 2001). Esta serie de
responsabilidades y funciones que cumplir, unidas a una situación economía
precaria empujan a los profesores a buscar un trabajo adicional, en muchos casos
no ligado a la enseñanza, lo que deja poco tiempo para lo “privado” y extiende las
actividades laborales que debe de realizar, como revisar exámenes y tareas, fuera
de sus horarios de trabajo, ocupando e irrumpiendo a espacios dedicados
supuestamente a actividades personales (Cuenca y O’Hara, 2006).
66
Los resultados antes descriptos con respecto a la frecuencia de mayor uso de los
modos de afrontamiento del estrés evidencian que los profesores prefieren usar
diversas maneras para afrontar o reducir el estrés, por lo tanto se puede deducir
que no existe el uso de un solo estilo de afrontamiento en su adaptación. Esto es
similar a lo encontrado por Valadares, Bravo, Vaquero, (2011), quienes también
reportaron que el empleo de una estrategia de afrontamiento única no se observa
en los docentes, sino que aparentemente, disponen de un amplio abanico de
posibilidades para resolver los conflictos que puedan presentarse en relación con
su actividad laboral. Sin embargo también se debe señalar que ante ciertas
situaciones de estrés laboral, los profesores emplean en mayor frecuencia unas
estrategias de afrontamiento que otras dependiendo de las circunstancias.
Finalmente cabe resaltar que los docentes de secundaria emplean en mayor
proporción los modos de afrontamiento centrados en el problema que los modos
de afrontamiento paliativos y de evitación coincidiendo así con el perfil de
afrontamiento de dicha población según los resultados de los estudios previos en
otros contextos (Martínez, 2015; Hernández, 2003; Fernández, 2011; Bulnes,
2003)
67
Mayor frecuencia de uso de los Modos de Afrontamiento del estrés, según
ciclo de vida de los docentes de secundaria.
Por lo que respecta a la mayor frecuencia de uso de los modos de afrontamiento
del estrés, según ciclo de vida se describirá la etapa que obtuvo un alto porcentaje
en la frecuencia de uso en cada uno de los 13 modos. Cabe señalar que esta
variable generalmente se ha asociado a la edad del individuo. “la edad… al estar
relacionada con las experiencias pasadas (éxitos o fracasos) puede influir en el
modo en que se percibe y experimenta el estrés” (Cuenca y O’Hara, 2006, p. 30),
lo que puede resultar positivo o negativo para el docente de secundaria.
Se aprecia que los docentes de adultez temprana emplean dependiendo de las
circunstancias la supresión de otras actividades en 71% y la distracción en 75%,
siendo esta etapa del ciclo vital la que presenta mayor frecuencia de uso de estos
modos. Estos resultados evidencian que los docente jóvenes en algunas ocasiones
dejan de lado otros proyectos o actividades tratando de evitar el distraerse de ellos
si es necesario, para concentrar todos sus esfuerzos en el afronte del estresor
(Carver et al., 1989). Y en otras oportunidades recurren a otras actividades que
sirven para distraer a la persona de pensamientos sobre problema (Carver et al.,
1989). Estos resultados podrían asociarse a la flexibilidad que los adultos
desarrollan como rasgo distintivo del pensamiento. Este tipo de pensamiento
recurre a la intuición y a la emoción así como a la lógica para ayudar a las
personas a afrontar un mundo aparentemente caótico (Papalia et al., 2009).
Aplica los frutos de la experiencia en base a regularidades encontradas a lo
68
largo del tiempo a situaciones ambiguas (Scheier y Carver, 1988 citado por
Echevarría, 1991).
Los docentes de adultez temprana emplean de forma frecuente la búsqueda de
apoyo social en 79%, búsqueda de soporte emocional en 71%, reinterpretación
positiva y desarrollo personal en 88% y el acudir a la religión en 63%, siendo esta
etapa del ciclo vital la que presenta mayor frecuencia de uso de estos modos. Este
hecho podría explicarse en parte por la importancia que tiene para los adultos
jóvenes, las relaciones interpersonales para satisfacer sus necesidades.
Ciertamente, un mecanismo por el que el apoyo social puede promover la
adaptación del sujeto es a través de su impacto sobre los procesos de
afrontamiento (Rodríguez-Marín et al., 1993). El interés que un sujeto puede tener
en recibir el apoyo social incluye la necesidad de aclaración o reafirmación de lo
que está ocurriéndole. Así pues, la información o consejo de ciertas personas
significativas para el sujeto, puede influir directamente sobre la evaluación que
éste hace de la situación estresante, y finalmente, sobre el tipo de estrategias que
utilizará. De modo indirecto, la búsqueda de soporte emocional también puede
incrementar la autoestima y la sensación de control facilitando la puesta en
marcha de sus estrategias de afrontamiento. De este modo, las distintas formas de
apoyo que pueden prestar los miembros de la red social, provocarán diferentes
efectos sobre los procesos de afrontamiento del sujeto. (Rodríguez-Marín et al.,
1993).
69
De acuerdo con estudios realizados sobre el afrontamiento, la reinterpretación
positiva y desarrollo personal se relaciona con una mayor realización personal en
el trabajo y por tanto menores niveles de estrés (Martínez, 2013); También se ha
relacionado al optimismo, como una disposición o creencia estable y generalizada
de que ocurrirán cosas positivas (Scheier y Carver, 1987 citado por Contreras y
Esguerra, 2006). El optimismo implica un sentido de control personal así como la
habilidad para encontrar sentido a las experiencias de la vida y se asocia a una
mejor salud mental (Seligman, 1998). Probablemente este grupo de docentes
emplee la reinterpretación positiva y desarrollo personal de forma frecuente dado
al grado de madurez por la etapa del ciclo de vida en la que se encuentra. Según
Papalia et al., (2009) la capacidad para practicar el pensamiento reflexivo parece
surgir en la adultez temprana, Esta etapa superior de la cognición adulta se conoce
como pensamiento posformal, es un tipo maduro de pensamiento capaz de
sintetizar pensamientos contradictorios, emociones y experiencias dentro de un
contexto más amplio. No necesita elegir entre alternativas porque es capaz de
integrarlas. (Hoffman, 1996).
De manera similar, el uso de la religión de forma frecuente en los adultos jóvenes
se podría asociar a la forma en que el adulto emplea la inteligencia para atender
las exigencias de la vida y en cómo evoluciona el funcionamiento cognoscitivo
ante las nuevas experiencias que nos obligan a modificar nuestros “sistemas de
significado”. Tales sistemas adoptan muchas formas: religiosas, políticas,
culturales y personales. De continuo y gracias a la experiencia, elaboramos
sistemas de creencias y de valores que a su vez moldean nuestras experiencias,
70
organizan nuestras ideas y sentimientos y dirigen nuestro comportamiento
(Kegan, 1982, citado en Craig y Baucum, 2009).
Los docentes adultos jóvenes emplean los modos negación en 63% y conductas
inadecuadas en 92% muy pocas veces, siendo esta etapa del ciclo vital la que
presenta mayor frecuencia de uso de estos modos. Estos resultados indican que los
docentes de adultez temprana, se caracterizan por brindar sus mayores esfuerzos
para afrontar al estresor y así alcanzar sus metas, es decir, son conscientes de los
problemas que los limitan y lejos de darse por vencidos del problema, lo enfrentan
a través de sus recursos de afrontamiento (Lazarus y Folkman, 1986 citado en
Levano, 2003). De acuerdo a Sternberg et al., (1995) citado por Papalia et al.,
(2009) estas personas que se ubican en esta etapa del ciclo vital son aptas en el
manejo de una situación de novedad, pueden tomar la tarea y encontrar nuevas
maneras de solucionarla que la mayoría de gente no percibiría, esta habilidad se
fundamenta en la experiencia.
Por otra parte, los docentes que están en la adultez media en el ciclo de vida,
obtuvieron la mayor frecuencia de uso en los modos: afrontamiento activo en
59%, planificación en 56%, postergación del afrontamiento en 67%, y la
aceptación en 61% en una frecuencia dependiendo de las circunstancias
respectivamente. En este caso se evidencia que los docentes que se encuentra en
esta etapa del ciclo de vida en algunas ocasiones utilizan modos de afrontamiento
enfocados a resolver o modificar el agente estresor. De acuerdo con Lachman,
71
(2004) citado por Papalia et al., (2009) las personas de mediana edad pueden estar
mejor preparadas para enfrentar el estrés que los jóvenes. Al parecer, la gente
desarrolla con la edad un repertorio más flexible de estrategias de afrontamiento.
(Papalia et al., 2009). Los adultos de edad media pueden emplear estrategias
enfocadas en el problema, pero utilizan mejor que los adultos más jóvenes la
regulación emocional, cuando la situación parece requerirlo, es decir, cuando una
acción enfocada en el problema sería inútil o contraproducente (Folkman y
Lazarus, 1980). Lo anterior podría explicar en parte porque los docentes de edad
media utilizan en ciertas circunstancias modos de afrontamiento enfocados al
problema.
Los docentes de edad media, que utilizan el afrontamiento activo dependiendo de
las circunstancias, se caracterizan por tomar acciones directas sobre el estresor
en algunas situaciones. Este hecho podría estar asociado a la etapa en que se
encuentran, pues estas personas utilizan sus habilidades cognitivas
para resolver problemas prácticos asociados con su responsabilidad con otros
(Schaie, 1977 citado por Papalia et al., 2009), en el caso de los docente con la
formación de los alumnos, por ejemplo.
El hecho de que los docentes de edad media empleen la planificación en mayor
proporción dependiendo de las circunstancias, se podría asociar de acuerdo a
Huberman, (1989) citado en Torres, (2005) a que de los docentes que se
encuentran en esta etapa del ciclo vital vivenciarían una fase de experimentación/
72
diversificación. Este autor señala que algunos docentes buscan una salida a la
carrera profesional en cargos directivos. Para otros, significa un estadio de
mantenimiento de la profesión. En algunos casos aparecen síntomas de tedio
profesional. En general, el estadio de diversificación abre un período de
incertidumbre de naturaleza variable individualmente, ante estas circunstancias los
docentes se enfocan en organizar y seleccionar las mejores alternativas para
afrontar el problema (Carver et al., 1989). De este modo, enfrentan oportunamente
los factores estresores relacionadas al proceso de cambios por la que atraviesan.
La postergación del afrontamiento también es empleada en mayor proporción
dependiendo de las circunstancias por los docentes de adultez media, lo que pone
en evidencia que dichos docentes prefieren conocer más sobre el problema o
aclarar la eficacia de las alternativas antes de enfrentar la situación. Según
Gaviria et al., (2006) el refrenar o postergar el afrontamiento se encuentra
estrechamente relacionado con la variable solución a problemas, en la cual los
individuos analizan las diferentes alternativas para enfrentar el problema y
con el control emocional, estrategia que busca modificar las reacciones
emocionales que se generan cuando se enfrenta el problema. Lo anterior,
podría explicarse en parte al papel de la experiencia qué presentan los adultos de
edad media. Se ha sugerido que, con la experiencia, el procesamiento de la
información y las habilidades fluidas se encapsulan o dedican a tipos específicos
de conocimiento, haciendo más fácil el acceso, aumento y uso de ese
conocimiento. En otras palabras, el encapsulamiento “captura” habilidades fluidas
para la solución experta de problemas (Papalia et al., 2009).
73
Asimismo, la aceptación es otro modo de mayor preferencia en los docentes de
adultez media, empleada en una frecuencia dependiendo de las circunstancias,
opción que refleja un recurso interno significativo y necesario porque podría ser el
punto de partida para la transformación de una realidad (Cardona et al., 2011).
Además, involucra compromiso y responsabilidad. Por otra parte, la aceptación no
es una forma pasiva de afrontamiento sino que exige muchos procesos
cognoscitivos, aspectos que ayudan a que las personas mayores se ajusten a
situaciones irreversibles debido a sus restricciones físicas o sociales (Cardona et
al., 2011).
Posiblemente el uso del modo aceptación se asocia en parte a la conciencia que
tienen los docentes de edad media sobre la disminución que presentan en ciertas
habilidades cognitivas (velocidad perceptual, habilidad numérica, razonamiento
inductivo, orientación espacial, vocabulario y memoria) y al desarrollo de
habilidades fluidas para la solución experta de problemas (Papalia et al., 2009).
De esta forma, aunque los docentes de edad madura requieran más tiempo para
procesar nueva información, en la solución de problemas de sus propios
campos logran compensar esta desventaja con el juicio desarrollado a partir de la
experiencia (Hoyer y Rybash, 1994 citado en Papalia et al., 2009).
Finalmente se aprecia que el modo enfocar y liberar emociones es empleado muy
pocas veces en mayor proporción de uso por los docentes de adultez media. Esto
podría significar que los docentes de edad media evitan concentrarse en las
74
consecuencias emocionales desagradables que experimentan antes situaciones
estresantes y presentan mejor autocontrol de sus emociones y sentimientos
producidos. De acuerdo a Papalia et al., (2009) existe una disminución gradual
promedio en las emociones negativas durante y después de la mitad de la vida.
Esto se podría asociar a que los adultos de edad media resuelven los problemas de
manera más eficaz y flexible cuando estos tienen relevancia emocional para ellos
o cuando requieren un equilibrio de estrategias. Sus repertorios de estrategias para
aplicar a diversas situaciones son más amplios y variados que los de los adultos
más jóvenes (Papalia et al., 2009).
75
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
De acuerdo al análisis y discusión de los resultados se efectuara las conclusiones
pertinentes:
Se indica que los modos de afrontamiento empleados por los docentes de
secundaria con frecuencia de mayor uso dependiendo de las circunstancias
son: afrontamiento activo, planificación, supresión de otras actividades en,
postergación del afrontamiento, aceptación, acudir a la religión, negación y
distracción. Los modos de mayor proporción en forma frecuente son:
búsqueda de apoyo social, búsqueda de soporte emocional y reinterpretación
positiva y desarrollo personal. Los modos con frecuencia de mayor
proporción en una frecuencia muy pocas veces son: enfocar y liberar
emociones y conductas inadecuadas.
Los docentes que se encuentran en la adultez temprana se caracterizan por
emplear dependiendo de las circunstancias son la supresión de otras
actividades y la distracción. Asimismo, estos mismos docentes emplean en
una frecuencia de forma frecuente la búsqueda de apoyo social, la búsqueda
de soporte emocional, la reinterpretación positiva y desarrollo personal en y
el acudir a la religión; los modos negación y conductas inadecuadas los
emplean muy pocas veces. Los docentes que se encuentran en la adultez
media se caracterizan por emplear los modos afrontamiento activo,
planificación, postergación del afrontamiento y la aceptación en una
76
frecuencia dependiendo de las circunstancias respectivamente; el modo
análisis de emociones lo emplean muy pocas veces.
Los resultados obtenidos coinciden en parte al perfil de afrontamiento del
docente de secundaria, dado a que se destaca el uso de estrategias de
afrontamiento centrado en el problema en mayor proporción que los modos
de afrontamiento paliativos y evitación. Sin embargo, se necesita incrementar
particularmente el uso de estrategias de planificación y la búsqueda de apoyo
social para el aprovechamiento de los recursos materiales y espirituales
en beneficio de la formación de los estudiantes y de la participación
consciente y creadora de la escuela en los espacios democráticos para la
transformación de la comunidad. Además, dado que el 50% de los docentes
emplean el modo de afrontamiento negación, se evidencia que su nivel de
autoconciencia para focalizar sus propios sentimientos, actitudes, valores y
aspectos del contexto externo esta disminuida, lo que sé a su vez podría estar
asociado a una baja autoestima.
77
Recomendaciones
Para las Instituciones Educativas.
Diseñar iniciativas formativas de calidad, basadas en un enfoque cognitivo
conductual, para fortalecer pautas conductuales, habilidades sociales y
estrategias resolución de conflictos que se orienten a controlar y afrontar el
estresor o problema. En particular, los modos afrontamiento activo, la
reinterpretación positiva y crecimiento personal los cuales resultan útiles
para adecuarse al perfil del docente peruano.
concientizar a los docentes sobre la importancia del afrontamiento de las
situaciones estresantes en su práctica cotidiana, mediante las diferentes
técnicas de grupales, poniendo énfasis sobre consecuencias que tiene esta
variable sobre el bienestar personal y la institución educativa.
Guiar y dar coherencia al diseño e implementación de políticas de
formación, evaluación, revaloración social y profesional, de modo que se
mejore la calidad de enseñanza y el ambiente laboral de los docentes.
78
Para los docentes.
Realización de planificaciones básicas para una ordenación secuencial
lógica, coherente con los que recursos que se van a utilizar ante las
situaciones estresantes, propias de la profesión docente, para el
aprovechamiento de los recursos materiales y espirituales en beneficio
de la formación de los estudiantes y de la participación consciente y
creadora de la escuela en la comunidad.
Establecer y desarrollar redes sociales dentro de la I.E, que puedan
facilitarle apoyo social para una mejor adaptación e integración en la
realidad.
79
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94
Apéndices
95
Apéndice 1
CUESTIONARIO DE MODOS DE AFRONTAMIENTO DEL ESTRÉS
(Forma disposicional)
FICHA TECNICA
Nombre Original : Coping Estimation (COPE)
Autor : Carver, Sheier y Weintraub
Año : 1989
Procedencia : Estados Unidos
Objetivo : Evalúa lo que la persona usualmente hace en
situaciones estresantes.
Total de ítems : 52, con formato tipo Likert, distribuidos en tres estilos.
Estilos : Enfocado en el problema, en la emoción y otros estilos
de afrontamiento.
Escalas : Afrontamiento activo, planificación, supresión de
actividades competentes, postergación del
afrontamiento, búsqueda de apoyo, búsqueda de
apoyo emocional, reinterpretación positiva y
crecimiento, aceptación, negación, acudir a la religión,
enfocar y liberar emociones, desentendimiento
conductual desentendimiento mental.
Tipo de aplicación : individual y colectiva
Rango de aplicación : de 16 años a más
Adaptación : Casuso, (1996)
Calificación : Cada una de las escalas está conformada por cuatro
ítems, los cuales se califican de 1 a 0 puntos de acuerdo a
una plantilla.
Validez : 0.42 aceptable.
Confiabilidad : 0.55 aceptable.
96
CUESTIONARIO DE MODOS DE AFRONTAMIENTO AL ESTRÉS
FORMA DISPOSICIONAL
Instrucciones
Nuestro interés es conocer cómo las personas responden cuando enfrentan a
situaciones difíciles o estresantes. Con este propósito en el presente cuestionario
se pide indicar qué cosas hace o siente con más frecuencia cuando se encuentra en
tal situación. Seguro que diversas situaciones requieren respuestas diferentes, pero
piense en aquellos QUE MAS USA. No olvide responder todas las preguntas
teniendo en cuenta las siguientes alternativas:
NUNCA (NO)
SIEMPRE (SI)
N° Preguntas /situaciones
1 Ejecuto acciones adicionales para deshacerme del problema
2 Elaboro un plan de acción para deshacerme del problema
3 Dejo de lado otras actividades para concentrarme en el problema
4 Me esfuerzo esperando el momento apropiado para enfrentar el problema.
5 Pregunto a personas que han tenido experiencias similares sobre lo que
hicieron
6 Hablo con alguien sobre mis sentimientos
7 Busco algo bueno de lo que está pasando.
8 Aprendo a convivir con el problema.
9 Busco la ayuda de Dios.
10 Emocionalmente me perturbo y libero mis emociones
11 Me niego a aceptar que el problema ha ocurrido.
12 Dejo de lado mis metas
13 Me dedico a trabajar o realizar otras actividades para alejar el problema de mi
mente
14 Concentro mis esfuerzos para hacer algo sobre el problema
15 Elaboro un plan de acción
16 Me dedico a enfrentar el problema, y si es necesario dejo de lado otras
actividades
17 Me mantengo alejado del problema sin hacer nada, hasta que la situación lo
permita
18 Trato de obtener el consejo de otros para saber qué hacer con el problema
97
19 Busco el apoyo emocional de amigos o familiares
20 Trato de ver el problema en forma positiva
21 Acepto que el problema ha ocurrido y no podrá ser cambiado
22 Deposito mi confianza en Dios
23 Libero mis emociones
24 Actúo como si el problema no hubiera sucedido realmente
25 Dejo de perseguir mis metas
26 Voy al cine o miro la TV, para pensar menos en el problema
27 Hago paso a paso lo que tiene que hacerse
28 Me pongo a pensar más en los pasos a seguir para solucionar el problema
29 Me alejo de otras actividades para concentrarme en el problema
30 Me aseguro de no crear problemas peores por actuar muy pronto.
31 Hablo con alguien para averiguar más sobre el problema
32 Converso con alguien sobre lo que me está sucediendo.
33 Aprendo algo de la experiencia
34 Me acostumbro a la idea de que el problema ya ha sucedido
35 Trato de encontrar consuelo en mi religión
36 Siento mucha perturbación emocional y expreso esos sentimientos a otros
37 Me comporto como si no hubiese ocurrido el problema
38 Acepto que puedo enfrentar al problema y lo dejo de lado
39 Sueño despierto con otras cosas que no se relacionen al problema
40 Actúo directamente para controlar el problema
41 Pienso en la mejor manera de controlar el problema
42 Trato que otras cosas no interfieran en los esfuerzos que pongo para enfrentar
el problema
43 Me abstengo de hacer algo demasiado pronto
44 Hablo con alguien que podría hacer algo concreto sobre el problema
45 Busco la simpatía y la comprensión de alguien.
46 Trato de desarrollarme como una persona a consecuencia de la experiencia
47 Acepto que el problema ha sucedido
48 Rezo más de lo usual
49 Me perturbo emocionalmente y estoy atento al problema
50 Me digo a mí mismo : “Esto no es real”
51 Disminuyo los esfuerzos que pongo para solucionar el problema
52 Duermo más de lo usual.
98
MODOS DE AFRONTAMIENTO AL ESTRES (carver et al., 1989)
HOJA DE RESPUESTAS
Colegio: _______________________________ Edad: _______ Sexo : (M) (F) Religión:__________________ Tiempo de servicio:___________
Marque en el espacio de Si o No, si su respuesta coincide o discrepa con el ítem.
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No
14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26
Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No
27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39
Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No
40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52
Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No Si No
x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25 x 0.25
PERFIL DE AFRONTAMIENTO INTERPRETACION
100
75
50
25
0
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII
99
Apéndice 2
UNIVERSIDAD SAN PEDRO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO INFORMADO
Doy mi consentimiento informado para participar en este estudio sobre “Modos
de afrontamiento del estrés en docentes de secundaria de instituciones
educativas públicas de Piura, 2014”. Consiento la publicación de los resultados
del estudio siempre que la información sea anónima, de modo que no pueda
llevarse a cabo identificación alguna. Entiendo que, aunque se guardará un
registro de mi participación en la investigación, todos los datos recogidos en la
investigación, estarán identificados de forma anónima.
1. He sido informado de que mi participación en esta investigación no implica
ningún riesgo o molestia conocidos o esperados.
2. He sido informado de que el investigador responderá gustosamente a
cualquier pregunta respecto a la investigación.
3. He sido informado de que soy libre de parar la entrevista en cualquier
momento sin penalización de ningún tipo.
_____________________
Participante
Fecha: _________________