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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS ESPECIALIDAD EN DOCENCIA PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR MISION SUCRE: INTEGRACIÓN DE AREAS DEL CONOCIMIENTO EN LOS PROGRAMAS DE FORMACION DE GRADO ESTUDIOS JURIDICOS Trabajo Especial de Grado para optar al Título de: Especialista en Docencia para la Educación Superior Autora: Abg. María M. Rivadeneira Tutora: Dra. Otilia Fernández Maracaibo Febrero, 2011

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS

ESPECIALIDAD EN DOCENCIA PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR

MISION SUCRE: INTEGRACIÓN DE AREAS DEL CONOCIMIENTO EN LOS PROGRAMAS DE FORMACION DE

GRADO ESTUDIOS JURIDICOS

Trabajo Especial de Grado para optar al Título de: Especialista en Docencia para la Educación Superior

Autora: Abg. María M. Rivadeneira

Tutora: Dra. Otilia Fernández

Maracaibo Febrero, 2011

A mis hijos Carlos Guillermo,

Mario Hernando y Juan Fernando,

por haber dado ilusión y sentido

a mi vida…

iv

AGRADECIMIENTO

A Dios todo poderoso, por ser mi faro, la luz que ilumina el sendero de mi

vida mi compañero incondicional en las buenas y en las malas; por haberme

salvado y darme sabiduría para reconocer que con fe todo es posible…

A mi tía Eugenia, quien me crio, educó e hizo de mi una persona de bien.

Gracias por su ejemplo de mujer honesta y trabajadora que lucho siempre

por sus sueños.

A los profesores del postgrado de Humanidades de LUZ, especialmente a la

profesora Otilia Fernández por su gran comprensión, solidaridad y apoyo

para el trabajo de grado.

A todos, quienes una u otra forma me alentaron cuando estuve a punto de

desistir y, por tal, hicieron posible la culminación de este proceso de

investigación.

v

INDICE DE CONTENIDO

Pág ÍNDICE DE CUADROS………………………………………………… ÍNDICE DE GRÁFICOS…………………………………………………….. RESUMEN…………………………………………………………….… ABSTRACT…………………………………………………………..….. INTRODUCCIÓN…………………………………………………….…. CAPÍTULO I: ESCENARIO Y PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN Planteamiento del Problema……………………………………………. Objetivos de la Investigación……………………………………………. Justificación de la Investigación………………………………………… Delimitación de la Investigación………………………………………… CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO Antecedentes de la investigación………………………………………… Bases teóricas……………………………………………………………….

Teoría del aprendizaje por descubrimiento………………………. Teoría instruccional ecléctica……………………………………… Teoría sistémica de la instrucción………………………………… Teoría del aprendizaje significativo………………………………. El acto didáctico como facilitador del aprendizaje………………. El acto didáctico como relación……………………………………. El acto didáctico como estructura psicológica, didáctica y contextual…………………………………………………………… El acto didáctico generador de interacción……………………… Competencias del docente…………………………………………

Misión Sucre y Programas de Formación de Grado de Estudios Jurídicos………………………………………………………………………

Programas Nacionales de Formación……………………………. Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos…

CAPÍTULO III: CONFIGURACIÓN METODOLÓGICA Tipo de investigación………………………………………………...…….. Diseño de la investigación………………………………………...………. Recolección de la información….……………………………...…………. Diseño y validación de la propuesta……………………………………….

viii ix x xi 1 9 14 15 16

18 22 23 25 26 29 31 33

34 35 39

50 56 60

66 67 68 68

vi

Técnica de análisis de datos………………………………………………. Categorización de la unidad de análisis…………………………………. CAPÍTULO IV: RESULTADO DE LA INVESTIGACIÓN. Elementos orientadores para la integración de áreas de conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre ………………………………………………………………… CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. Conclusiones-recomendaciones………………………………………. Referencias bibliográficas………………………………………………

69 70

72

81

84

vii

ÍNDICE DE CUADROS

Nº pág 1

2

La visión tradicional y la visión actual sobre el proceso de enseñanza……………………………………………………… Categorización de la unidad de análisis…………………….

49

70

viii

ÍNDICE DE GRÁFICOS

Nº pág 1

Elementos orientadores para la integración de áreas de conocimiento en los PFGEJ…………………………………………

73

ix

Rivadeneira, María M. Misión Sucre: Integración de áreas del conocimiento en los Programas de Formación de Grado Estudios Jurídicos. Trabajo Especial de Grado para optar al Título de: Especialista en Docencia para la Educación Superior. Universidad del Zulia. Facultad de Humanidades y Educación. División de Estudios para Graduandos. Postgrado: Docencia para la Educación Superior. Nivel: Especialidad. Maracaibo, 2011. (p. 87).

RESUMEN

El objetivo de esta investigación consistió en formular elementos orientadores para la integración de áreas de conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos (PFGEJ) de la Misión Sucre. Se fundamentó teóricamente en autores como Alcántara, (1990), Ferrández (1995), Marqués (2001), Zabalza (2003), Perrenoud (2004), Toledo (2000, 2005 y 2006), Meneses (2007), entre otros. La metodología de tipo documental y diseño bibliográfico, llevó a recolectar la información, empleando la técnica de observación documental. Operativamente los datos se organizaron en una unidad de análisis que derivó en categorías y sub categorías, a objeto de conformar la estructura teórico- conceptual que le proporcionó significado a cada elemento orientador propuesto. Como resultado se diagramó y describieron los componentes de la propuesta, planteando una relación multidireccional entre los principios curriculares y las competencias didácticas para conformar una red de relaciones que permitan mejorar la praxis docente. En conclusión, la intención es ofrecer bases teóricas que lleven tanto a coordinadores académicos como a docentes a reflexionar sobre sus prácticas, para que su accionar sea canalizado a la promoción de un aprendizaje relevante y de calidad en la Misión Sucre. Palabras claves: Integración de áreas de conocimiento, Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos, Misión Sucre, Competencias docentes.

x

Rivadeneira, Maria M. Mission Sucre: Integration knowledge areas in the training programme in the of Degree Legal Studies. Special work of Degree to choose to the Title of: Specialist in Teaching for the Superior Education. University of Zulia, Faculty of Humanities and Education. Division of Study for Graduate. Postgrado: Teaching for the Superior Education. Level: Specialty. Maracaibo, 2011 (p. 87).

ABSTRACT

The aim of this research was to develop pointers for the integration of knowledge areas in the training programme of degree in Legal Studies (PFGEJ) of the Mission Sucre. It was cited in theory of authors as Alcántara, (1990), Ferrández (1995), Marqués (2001), Zabalza (2003), Perrenoud (2004), Toledo (2000, 2005 y 2006), Meneses (2007) among others. The methodology of documentary and bibliographical design led to the data collection Using the technique of documentary observation. Operationally the data was conducted of the unit of analysis and resulted in classes and sub categories in order to the shaping of theoretical structure- conceptual that got what to each item proposed guiding. As a result the intention is describing the elements of the proposal posing a relationship between multidirectional principles curricular and the didactic skills to set up a network of relations in order to improve the teaching practice. In conclusion the intention is to provide theoretical bases to carry both coordinators academics as teachers to reflect on their practices for its actions be channeled to the promotion of a learning relevant and quality in the Mission Sucre. Key words: Integration of knowledge areas, educational Program of Formation of Degree of Legal Studies, Mission Sucre, Competitions teaching.

xi

1

INTRODUCCIÓN

La aguda crisis que afecta a la educación universitaria a nivel mundial,

nacional e institucional fue motivo para que el Estado venezolano pusiera en

marcha dentro de la política educativa, el desarrollo y ejecución de un

conjunto de programas sociales diseñados bajo una concepción participativa

que intentan dar respuestas efectivas a necesidades prioritarias de

educación, siendo uno de ellos la Misión Sucre el cual constituye un espacio

para promover la reflexión, discusión, concepción e implantación de nuevos

modelos educativos universitarios y tiene como finalidad potenciar la sinergia

institucional y la participación comunitaria.

Esta finalidad de la Misión Sucre concuerda con la tarea esencial que

según la UNESCO (1998) se plantea hoy en día a la educación superior,

como es la formación de profesionales, altamente capacitados, que actúen

como ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el

desarrollo social.

En este contexto se encuentran los Programas Nacionales de

Formación de la Misión Sucre, entre ellos el PFGEJ. Los mismos, conforman

una estrategia innovadora a favor de la calidad de los estudios universitarios

en Venezuela. Su principio organizativo ha sido un aspecto bien tratado en la

elaboración de su diseño curricular, que plantea, como principal objetivo,

explicitar las intencionalidades del trabajo formativo y orientar, con la mayor

coherencia, a todos sus actores sobre su participación en los complejos

procesos de socialización, profesionalización, enseñanza, aprendizaje y

evaluación.

2

No obstante lo antes señalado, la operatividad de los Programas

Nacionales de Formación, específicamente del PFGEJ, es preocupante,

sobre todo por la manera discrecional como los coordinadores de las Aldeas

Universitarias asignan la carga académica, muchas veces, exigiendo a los

abogados docentes impartir materias que no son de su especialidad, de las

cuales tienen conocimientos muy generales o no dominan en su totalidad;

aunado a esto, habitualmente, no son docentes, ni han realizado procesos de

formación permanente que los capacite para ello, lo que trae como

consecuencia que desconozcan elementos fundamentales del acto didáctico,

como planificar su programa, organizar los contenidos, seleccionar y aplicar

estrategias instruccionales y de evaluación.

Además, el incremento en el volumen de la información, hace que los

docentes que laboran en el PFGEJ actúen, sin considerar cuáles de los

contenidos resultan esenciales y pertinentes, con respecto al modo de

actuación del futuro egresado. Al respecto Chaviano et al. (2008), expresan

que en el proceso docente-educativo, se logra mayor eficiencia cuando se

establecen correctamente las relaciones intra e interdisciplinarias y se

organiza el contenido de enseñanza sobre la base de ideas rectoras o

invariantes.

Por ello, debe establecerse un proceso formativo que considere el

principio organizativo de la secuencia e interrelación de contenidos en las

diferentes asignaturas que se administran, para lo cual es necesario asumir

una docencia universitaria ligada a un conjunto de competencias didácticas

en cuya génesis juegan un importante papel el conocimiento teórico-práctico

y la actividad reflexiva sobre los procesos y prácticas de enseñanza.

En virtud de lo antes planteado y en aras de identificar y vincular

componentes teóricos representativos de una estructura conceptual

fundamental para la integración de áreas de conocimiento, como una vía

3

apropiada para evitar la fragmentación de los contenidos, se plantea como

objetivo general del presente trabajo: formular elementos orientadores para

la integración de áreas de conocimiento en el PFGEJ de la Misión Sucre.

En otras palabras, se espera, a partir de la utilización y aplicación de

conceptos y principios teóricos fundamentales de la integración de áreas de

conocimiento, que el docente, en el desempeño de sus competencias

didácticas y evaluativas atienda la formación general del educando, para

lograr su activa participación en la construcción del conocimiento y en la

interacción social.

La estructura de la investigación se presenta en cinco capítulos; el I

incluye el escenario y problema de la investigación, los objetivos, la

justificación y la delimitación. El capítulo II, describe los antecedentes y

bases teóricas de sustentación como son: teorías instruccionales, el acto

didáctico, las competencias docentes, principios y directrices teóricas

conceptuales que fundamentan la Misión Sucre y los Programas Nacionales

de Formación.

En el capítulo III, se plantea la configuración metodológica, donde se

hace referencia al tipo y diseño de investigación, la técnica de recolección

de información, diseño y validación de la propuesta, técnica de análisis y

categorización de la unidad de análisis. El capítulo IV comprende la

presentación y descripción teórica de la propuesta representada por los

elementos orientadores para la integración de áreas de conocimiento en los

PFGEJ de la Misión Sucre. En el V capítulo se plasman las conclusiones y

recomendaciones. Por último se incluyen las referencias bibliográficas.

4

CAPÍTULO I

ESCENARIO Y PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

5

CAPÍTULO I

ESCENARIO Y PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999),

sintetiza las nuevas perspectivas de desarrollo social, político, económico,

cultural y jurídico, que conducirán el destino de la Nación. En este sentido, el

Estado Venezolano, con el fin de hacer realidad el ejercicio de la educación

como derecho humano y como garante de oportunidades educativas de

calidad para todos, acoge una nueva modalidad en el sistema educativo: las

misiones educativas.

Es así como el gobierno nacional incluye en su estructura de gestión

al Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre, denominado “Misión

Sucre”, como programa adscrito al Ministerio de Educación Superior,

mediante Decreto Presidencial Nº 2601, publicado en la Gaceta Oficial Nº

37.779, de fecha 08 de septiembre de 2003,

Se considera, en materia de educación universitaria, que esta misión

es, probablemente, la tarea más trascendente emprendida en Venezuela,

especialmente, porque la misma se realiza ofreciendo elevados estándares

de calidad, entendiendo este concepto profundamente vinculado a valores

como compromiso, solidaridad y no solo a lo meramente técnico (Ministerio

de Educación Superior, MES, 2004).

Por otra parte, es importante resaltar que esta iniciativa nació como

una esperanza para miles de jóvenes y adultos quienes aspiraban a ingresar

a la educación universitaria. Así, según lo establecido en el Compendio

6

Documental Básico (MES, 2004), con esta misión se intenta potenciar la

cooperación institucional y la participación comunitaria, garantizando a la

elevada cantidad de bachilleres excluidos, incorporarse o proseguir sus

estudios universitarios.

Tal intencionalidad se evidencia cuando, después del primer censo

nacional de identificación de bachilleres excluidos del subsistema de

educación universitaria, con intenciones de proseguir sus estudios, se inicia

la Misión Sucre, con la inscripción de 470 mil alumnos.

Datos arrojados por este censo, publicados en la página de Gobierno

en Línea (2004), muestran que una cantidad importante de estos bachilleres,

abandonaron sus estudios, prematuramente, ante la necesidad de

incorporarse al mercado laboral, por supuesto, en condiciones desfavorables

dada la ausencia de formación profesional que permitiese incrementar sus

opciones y oportunidades.

Por este motivo, Navarro (2004) plantea que la Misión Sucre propicia

estudios superiores con pertinencia social, con sentido de arraigo y propósito

definido, inmersos en geografías concretas, con visión global, comprometidos

con el impulso y la promoción del desarrollo endógeno y sustentable de cada

una de las regiones. La intención es expandir los espacios educativos a

todos los ámbitos de la vida social, para dar cumplimiento a los siguientes

objetivos:

a) Instaurar la municipalización y la orientación de la enseñanza de la

educación universitaria hacia todas las regiones y localidades del

país, tomando como punto de referencia la cultura específica de las

poblaciones, con sus necesidades, problemas, exigencias y

potencialidades.

7

b) Garantizar el acceso a los nuevos bachilleres que egresen de la

Misión Ribas, promoviendo así la reflexión, discusión, concepción e

implantación de un nuevo modelo de la educación en la tercera

etapa.

c) Incorporar a todos los bachilleres a la educación superior. Se

resalta la cuantificación y caracterización de la población que no ha

podido ingresar a la universidad y el diseño e implantación del

Programa de Iniciación Universitaria (PIU) que favorece el tránsito

del alumnado hacia los estudios superiores.

d) Incrementar el porcentaje de alumnos que ingresan en las

instituciones universitarias y la conformación de una red, con todas

aquellas fundaciones y organizaciones que puedan cooperar de

manera sustantiva en el desarrollo de la Misión Sucre.

En síntesis, la Misión Sucre pretende ser:

- Un espacio para la participación y el ejercicio de la ciudadanía.

- Una acción que promueve el desarrollo local, regional y nacional.

- Un programa de educación superior, vanguardia del proceso de

cambios que este sector requiere.

- Una práctica educativa innovadora que ofrece oportunidades de

estudios universitarios e implementa modalidades educativas que

posibilitan el desarrollo de competencias y actitudes cónsonas con el

ejercicio de una ciudadanía responsable. (MES, 2004).

En correspondencia con la directriz de municipalización, se abren las

puertas de la Universidad Bolivariana de Venezuela y de las Aldeas

Universitarias en cada uno de los municipios del país. Así mismo, la

Constitución Nacional, al establecer las competencias concurrentes, la

descentralización y la transferencia a favor de la municipalización, (artículo

8

165), permite concebir un modelo educativo coherente con los principios y

fines que sigue el Estado, siendo la Misión Sucre, un instrumento para su

concreción.

Lo anterior da origen a una visión de la educación universitaria,

establecida según los criterios de responsabilidad y solidaridad con lo público

y colectivo; de democracia participativa y protagónica; de la integración de la

comunidad académica (la comunidad como motor y corresponsable del

binomio enseñanza – aprendizaje); de la adopción de metodologías que

propicien la interrelación entre las distintas áreas del saber (integración); y de

la vinculación del hombre con sus diversas manifestaciones, ya sean de

carácter cultural, social, políticas o económicas.

En este sentido, la Misión Sucre, consecuente con los programas y

abriendo otras opciones u oportunidades para los bachilleres, brinda clases

en las modalidades presencial, semipresencial, a distancia, no convencional

y la acreditación de experiencias, dando un salto cualitativo con referencia a

la perspectiva que tradicionalmente domina los conceptos de enseñanza.

De tal forma, se originan estrategias de transformación en el sub

sistema de educación universitaria, con base en el desarrollo comunitario, en

la percepción concreta de los ciudadanos y ciudadanas sobre su realidad y

experiencias, consiguiéndose un impacto local, regional y nacional. Con ello,

se pretende corregir algunas anomalías y desaciertos presentes en el actual

sistema educativo oficial, como son: limitaciones en la admisión, sesgo

social, deserción, cuestionamiento a la calidad de la enseñanza, entre otras.

Si bien se han introducido reformas importantes, en la educación

universitaria, la misma sigue enfrentado deficiencias y problemas dentro de

su estructura pedagógica, no escapando de esta realidad la Misión Sucre.

Siendo quizás la más sobresaliente, lo referente a la integración de las áreas

9

de conocimiento en los currículos de estudio, así como lo relativo a las

competencias o habilidades didácticas que deben poseer los docentes para

llevar a cabo ese proceso de integración.

Es por ello que, para lograr una verdadera transformación en la

educación superior, la Misión Sucre debe prestar especial atención a la

manera cómo se integrarán las áreas de conocimientos. Díaz et al. (2005),

plantean que ante el crecimiento desmedido del conocimiento, es necesario

enfrentar la disyuntiva entre abordar aspectos cada vez más específicos de

una parcela de la realidad o la de concebir el conocimiento de manera

holística, donde coherentemente se integren todos sus elementos

esenciales.

La integración de las áreas del conocimiento permitirá el

establecimiento de nexos horizontales y verticales, los cuales garantizarán la

secuencia temporal lógica y pedagógica en los temas interrelacionados o

complementarios, abordándose las características contextuales de su

porqué.

En cuanto a las competencias didácticas, Tobón et al. (2006), afirman

que éstas constituyen la base fundamental para orientar el currículo, la

docencia, el aprendizaje y la educación desde un marco de calidad, debido a

que, por encima de cualquier otro enfoque educativo, proporcionan

indicadores y herramientas decisivas para evaluar aspectos fundamentales:

que los estudiantes logren aprendizajes significativos; la consecución de la

excelencia y, la satisfacción propia

Planteamiento del Problema

La educación universitaria representa un elemento fundamental para

la transformación social, la consolidación de la soberanía nacional y la

10

construcción de una sociedad mejor. El acceso al conocimiento y a la

información; a la creación intelectual; al desarrollo tecnológico y su

aprovechamiento eficiente, es determinante para el desarrollo sustentable y

sostenible, para el bienestar humano y la formación integral de la

personalidad y, por supuesto, para la consecución de la justicia social,

expresada en la derrota de todas las formas de exclusión social y de la

pobreza.

En este sentido, la educación universitaria va más allá de un mero

asunto de carreras, títulos y grados. Es una vía para la participación en el

conocimiento liberador y transformador. Por lo tanto, debe generar procesos

de aprendizaje abierto y permanente, así como propiciar el desarrollo de un

pensamiento crítico a partir de la práctica sistemática de la reflexión sobre las

experiencias de vida de los estudiantes, en otras palabras superar el modelo

mecanicista, bancario y reproductor donde los conocimientos son los

depósitos que se realizan cotidianamente.

Por tanto, dentro de la sociedad participativa y protagónica

recientemente creada e impulsada, no puede mantenerse un mecanismo de

selección y participación en la educación universitaria sólo para unos

cuantos. Por el contrario, se trata de propiciar oportunidades de formación

múltiples y flexibles, en cuanto a sus modalidades, contenidos, trayectorias y

población a quien va dirigida, atendiendo a las distintas necesidades de

formación (MES, 2004).

Ante lo expresado, es necesario precisar que el principio organizativo

que rodea a la Misión Sucre ha sido un aspecto bien orientado, sin embargo,

dentro de las áreas de conocimiento, se observa que los temas de las

asignaturas abordan el estudio de fenómenos en particular, aislados de otros

con los que tienen estrecha vinculación, por su esencia común (Muñoz,

2010). Surge, entonces, la necesidad de plantear la integración de las áreas

11

del conocimiento dentro de los distintos programas de formación, para

establecer un nexo entre las asignaturas de la malla curricular y propiciar la

formación de un profesional con capacidades cognoscitivas amplias, que le

permitan afrontar y solucionar, con creatividad, los problemas que surgen en

el desempeño, no sólo laboral, sino de su vida cotidiana (Curbelo y

Marañón, 2010).

El logro de tal requerimiento no sería posible sin la participación del

profesor que labora en la Misión Sucre, puesto que “una de las tareas

fundamentales de los docentes en las instituciones educativas es la de

planificar su programa escolar, organizar los contenidos, seleccionar y

organizar las estrategias de enseñanza, de aprendizaje y de evaluación”

(Barrón, 2009, p. 79-80). Por tanto, se debe estar en capacidad de hacer

frente a las situaciones que se presenten, así como, tener conocimiento

teórico-práctico de las unidades curriculares en las que se desempeñan y

sobre todo la disposición de reflexionar sobre su acción, en otras palabras

tener competencias didácticas y evaluativas.

En la actualidad, las competencias didácticas no son la simple suma

de saberes o de habilidades particulares. Éstas articulan, componen,

dosifican y ponderan, constantemente, los recursos diversos y su resultado

es la integración: el saber y el saber – hacer comprenderían un conjunto

cuantificable y evaluable de conocimientos, actitudes, valores y habilidades

relacionadas entre sí.

La integración de las áreas del conocimiento y las competencias

didácticas supone varios grados o niveles, tanto en el sentido temporal de

sucesivas síntesis que el sujeto va logrando, como en el sentido horizontal de

articulación de las diversas habilidades con los saberes y contenidos que

ellas suponen. Es por ello que todo educador, debe poseer competencias

docentes que lo capaciten para desempeñar su labor en el aula, bajo el

12

manto de la integralidad del conocimiento impartido.

Sobre este particular, siguiendo a Tobón et al. (2006), las

competencias didácticas se orientan hacia los aspectos específicos de la

docencia, del aprendizaje y de la evaluación, como son:

a) la integración de los conocimientos, los procesos cognitivos, las

destrezas y habilidades, los valores y actitudes en el desempeño ante

actividades y problemas;

b) la construcción de los programas de formación, acordes con los

requerimientos disciplinarios, investigativos, profesionales, sociales,

ambientales y laborales del contexto;

c) la orientación de la educación por medio de estándares e indicadores

de calidad de los procesos.

De acuerdo con lo expuesto en párrafos anteriores, y basándose en

las impresiones obtenidas por la investigadora durante su desempeño como

docente por más de siete (7) años en la aldea universitaria “Dr. Rafael María

Baralt” y el espacio Alejandro Fuenmayor, adscrito a la misma, se destacan

situaciones problemáticas vinculadas con las competencias del docente para

integrar en su praxis áreas de conocimiento. Específicamente, en los PFGEJ,

es importante resaltar como en las actividades pedagógicas no se evidencia

el aprovechamiento de las ventajas de dicha integración, además de un

desconocimiento de las competencias didácticas, generándose apatía en el

personal docente, lo que impide la autoevaluación, la dedicación para revisar

los programas y su forma de integrarlos y aplicarlos.

Según la experiencia y percepción de la investigadora, las causas que

originan el problema objeto de investigación, se podrían clasificar en tres

grupos: económicas – laborales, profesionales y de implementación del

13

currículo. Entre las causas económicas – laborales están las relacionadas

con elementos que implican los medios para la satisfacción de las

necesidades básicas, como, el pago a destiempo y la percepción de mal

pagados o de ser utilizados bajo la figura del voluntariado por, los

coordinadores de la aldea universitaria. Dentro de esta gama estarían

incluidos acontecimientos tales como: a) no se presentan con claridad las

condiciones de trabajo; b) no existe un contrato laboral que especifique

dichas condiciones; c) no se cumplen con los extremos de la Ley Orgánica

del Trabajo en lo referente a prestaciones sociales, vacaciones, cesta ticket,

seguro social obligatorio, entre otros.

Como causas profesionales estarían aquellas relacionadas con el

hecho de que quienes orientan las clases no son docentes, en su mayoría, ni

han realizado proceso de capacitación o adiestramiento que les permita

superar esta limitación, lo que trae como consecuencia que desconozcan

elementos fundamentales de la enseñanza aprendizaje, como son:

planificación de la clase, estrategias instruccionales, entre otros, aunado esto

a la falta de las habilidades y destrezas docentes requeridas para transmitir e

impartir conocimientos, consecuencia que incide negativamente en la

práctica docente.

Si bien el principio organizativo- curricular de la Misión Sucre ha sido

un aspecto bien concebido, se observa en la implementación del Programa

de Formación de Grado de Estudios Jurídicos (PFGEJ), que los

coordinadores de las Aldeas Universitarias asignan la carga académica,

muchas veces, exigiendo a los abogados docentes impartir materias

diferentes a su especialidad, de las cuales tienen conocimientos muy

generales o no dominan en su totalidad; aunado a esto, habitualmente, no

son docentes, ni han realizado procesos de capacitación, lo que trae como

consecuencia el desconocimiento de elementos fundamentales del acto

didáctico, por lo que no aprovechan las ventajas que tiene la integración de

14

las áreas del conocimiento.

De acuerdo con lo expresado, esta investigación pretende realizar un

aporte teórico que permita abordar el tema de la integración de las áreas del

conocimiento en los Programas de Formación de Grado de Estudios

Jurídicos. Para ello se debe dar respuesta a la siguiente interrogante:

¿Qué elementos deben orientar la integración de las áreas del

conocimiento que conforman el currículo del Programa de Formación de

Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre?

Objetivos de la Investigación

Objetivos Generales Formular elementos orientadores para la integración de áreas de

conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos

de la Misión Sucre.

Objetivos Específicos.

Describir los principios curriculares del Programa de Formación de

Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre.

Identificar las competencias docentes para la integración de áreas de

conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos

de la Misión Sucre.

Determinar los elementos que orientan la integración de áreas de

conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos

de la Misión Sucre.

15

Justificación de la Investigación

Desde el punto de vista teórico, esta investigación permite ahondar en

los elementos que orientan la integración de los contenidos de las diferentes

áreas del conocimiento de aquellas materias impartidas en el Programa de

Formación de Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre, y la

implicaciones que estos tiene sobre las competencias didácticas que deben

poseer los docentes que imparten dichas asignaturas.

En el aspecto científico, este trabajo queda justificado, porque generará

conclusiones acerca de la variable de estudio, que podrán incorporarse al

corpus teórico- científico de la didáctica en general. Así mismo, desde el

ámbito metodológico, se justifica porque el estudio se presenta bajo una

estructura sistemática, por cuanto sigue rigurosamente los pasos del método

científico, pudiendo ser considerada como guía y antecedente de otras

investigaciones que versen sobre el tema abordado.

Desde el punto de vista práctico, queda suficientemente justificada la

presente investigación, dado el beneficio que puede dar al sistema de

educación universitaria, específicamente a la Misión Sucre, pues pretende

ser una guía al proponer el marco apropiado para la integración de las áreas

de conocimiento y el cómo relacionarlo con las competencias didácticas que

poseen los profesores, en procura de una óptima asignación de la carga

horaria y mejora de la calidad del PFGEJ.

Por otra parte, el estudio se justifica desde el punto de vista social,

porque podrá influir en el comportamiento de los docentes en ejercicio y en el

mejoramiento de la calidad de la educación, acorde con las exigencias

solicitadas a las organizaciones educativas del país, según los desafíos y

alternativas inmersos en la nueva realidad social.

16

Tomando en consideración lo antes mencionado, el interés de

desarrollar esta investigación supera los parámetros de lo obvio, de conocer

algo que ya existe, o de describir un fenómeno sin aportar solución al caso.

La intención reside en brindar un referente teórico que oriente al docente en

su desempeño durante el proceso de enseñanza, así como en la manera de

integrar adecuadamente las diferentes áreas del conocimiento del Programa

de Formación de Grado de Estudios Jurídicos.

Delimitación de la Investigación La presente investigación consistió en la revisión documental de los

Fundamentos Conceptuales de la Misión Sucre y del Programa de Formación

de Grado de Estudios Jurídicos y la unidad de análisis, integración de las

áreas del conocimiento, .se soportó teóricamente en autores como Alcántara,

(1990), Ferrández (1995), Marqués (2001), Zabalza (2003), Perrenoud

(2004), Toledo (2000, 2005 y 2006), Meneses (2007), entre otros. La misma

se desarrolló desde enero hasta noviembre del 2010.

17

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

18

CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

Este capítulo muestra las referencias teórico-conceptuales que

sustenta el estudio. Se inicia con aquellos trabajos relacionados de alguna

manera, con la variable en cuestión, constituyendo sus antecedentes.

Posteriormente aparecen teorías que sirven de marco de interpretación del

proceso de integración de áreas de conocimiento y aquellas relativas a

competencias docentes; se describen los Programas de Formación de Grado

de Estudios Jurídicos (PFG) de la Misión Sucre. Todo lo cual, contribuirá, con

una mejor construcción e interpretación de los datos teóricos que luego

permitirán la formulación de elementos orientadores para la integración de

áreas de conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios

Jurídicos de la Misión Sucre, que se presentan, como propuesta de esta

investigación.

Antecedentes de la investigación

Entre los estudios consultados que tienen relación con la presente

investigación, se encuentra el trabajo realizado por Herrera (1999), “La

construcción curricular: innovación, flexibilidad y competencias”, en el mismo

se hace referencia al diseño de un currículo que, promueva la formación

universitaria integral, articule lo científico con lo humanístico, la reflexión con

la propuesta y la crítica con la anticipación. Para ello, se propone organizarlo

con un Modelo de Generación de Nuevos Conocimientos y Competencias

Académicas, articulado en tres áreas: área básica de información, área

básica de formación y área básica de auto-aprendizaje. Cada una de estas

19

áreas contiene ámbitos de dominio cognitivo, práctico, valorativo y actitudinal

que en su conjunto potencian la creatividad y la ética en la toma de

decisiones.

Tal planteamiento lo hace el autor, debido a que las respuestas de la

educación universitaria frente a los nuevos contextos que se presentan con la

globalización, la trasferencia de conocimientos y tecnología, tienen que estar

enmarcadas en lo fundamental del trabajo académico de las instituciones

universitarias, como lo es, según señala, la construcción curricular, desde sus

respuestas a las exigencias de los nuevos segmentos laborales, a la

transición a una sociedad del conocimiento y al impacto de las tecnologías de

información y la comunicación.

Por otra parte, está el trabajo de Arteaga (2005) denominado “Modelo

Tridimensional de Transversalidad”. El mismo es una investigación

documental que tuvo como objetivo principal crear un modelo curricular que

interprete el trabajo escolar bajo un enfoque globalizador. Se revisan en

primer término, las teorías sobre la interdisciplinariedad y la

transdisciplinariedad. Enseguida, se analiza el enfoque transversal y la

correlación de áreas para empalmar sus relaciones con las anteriores. Se

presenta asimismo, la confrontación entre quienes apoyan el currículo

disciplinar, frente a los partidarios del currículo globalizado. El estudio de la

postura disciplinar individualizada y la defensa particular de la perspectiva

integradora, genera una nueva visión de la transversalidad transdisciplinar

que propone un currículo globalizado y totalmente integrado a través de un

nexo común.

Asimismo, se estudian diversos modelos de transversalidad, de

distintos países, hasta llegar a la elaboración original de un Modelo

Tridimensional de Transversalidad (MTT) que incluye tres planos de la

realidad: plano de los ejes transversales, plano de los contenidos

20

conceptuales, procedimentales y actitudinales y plano de las dimensiones

temporal, espacial, personal y social. El Modelo (MTT) tiene entonces,

matices (como en toda realidad) flexibles, exigentes y también ideológicos y

podrá ser considerado, para su aplicación, en cualesquiera de los niveles de

la educación.

En otro contexto se encuentra la investigación realizada por Chaviano

et al. (2008), denominada: “Necesidad de la integración intra e

interdisciplinaria en el tercer año de la carrera de ingeniería mecánica”. En

este estudio se señala la importancia de trascender el marco de la asignatura

o disciplina, mediante la integración horizontal, en un momento dado. Se

muestran ejemplos de integración: intra e interdisciplinaria, para el logro de

su implementación curricular.

Entre las conclusiones para enfrentar este reto y que pudieran servir

de referencia muy importante para la presente investigación, se encuentran:

(1) La integración de los contenidos resulta una vía apropiada para evitar la

fragmentación de los mismos y puede lograrse mediante la realización de

actividades docentes diseñadas con tales propósitos, lo cual requiere de un

intenso trabajo metodológico en los niveles de asignatura, año y carrera; (2)

La enseñanza integrada, es una vía para solucionar los grandes problemas

de la educación, causados por la explosión de los conocimientos como

consecuencia de la revolución cientificotécnica; (3) Los planes y programas

de estudio coordinados e integrados proporcionan mayores ventajas al

proceso de enseñanza-aprendizaje que los organizados por disciplinas

independientes; su perfeccionamiento es un proceso dialéctico que refleja la

necesidad histórica de la educación, de sintetizar los contenidos de

enseñanza, sobre la base de los aspectos esenciales para lograr mayor

integración de los conocimientos.

Otro de los trabajos tomado como antecedente, por cuanto desarrolla

21

una estrategia de planificación que puede ser considerada, como elemento

clave en la propuesta de esta investigación, es el llevado a cabo por Muñoz

(2010), titulado: “Pertinencia educativa de la educación superior a partir del

desarrollo de proyectos integradores”.

El propósito del mismo fue presentar, a partir de la experiencia de la

Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) la incorporación del Eje

Integrador Proyecto, como un elemento curricular que permitirá a las

universidades venezolanas superar la fragmentación de los conocimientos, la

desvinculación de las universidades de la realidad y por ende

contextualización de los procesos formativos, que permitan a los futuros

profesionales integrar, desde la realidad, lo aprendido en las aulas. De igual

forma, se presenta la planificación por proyectos, enmarcada dentro del

proceso de participación comunitaria y a las instituciones educativas

inmersas en dichos procesos protagónicos, no desde una carrera, sino desde

la complejidad de la realidad, abordada desde múltiples visiones.

Los resultados de esta investigación mostraron: (a) como desde la

visión de la Universidad Bolivariana se abren los espacios formativos que

superarán no solo el cerco de unidades curriculares, sino el de los programas

de formación o carreras; (b) la presencia de procesos auto-reguladores de la

formación en el desarrollo de los proyectos, no quitándole responsabilidad al

docente, sino abriéndole espacios reales para relacionar los contenidos y las

competencias a desarrollar, en un punto donde cada uno de los responsables

de la formación deberá brindar herramientas a los futuros profesionales para

abordar su realidad en un momento dado y con exigencias precisas,

trascendiendo posiciones o situaciones y requiriendo de momentos

colectivos de discusión, entre docentes, para sincerar su planificación

educativa alrededor de un proyecto comunitario, del cual son responsables

sus estudiantes.

22

También destacan en los resultados la necesidad de abordar, desde la

UBV la investigación formativa y la organización, por proyectos de forma tal

que realmente se asocie el término calidad educativa a la pertinencia social;

así como la exigencia de trascender y emprender una organización con

formas innovadoras que permitan agruparse sin considerar solo lo territorial

sino también lo social, lo humano, lo productivo, superando la rigidez que ha

separado a los pueblos y a su gente y de donde surjan propuestas de

desarrollo sustentable, desde las propias comunidades ayudadas y

fortalecidas con la presencia de las universidades.

Los antecedentes antes descritos, guardan relación con la presente

investigación, pues no solo aportan herramientas teóricas y prácticas sino

que dejan ver de alguna manera, la importancia que tiene formular elementos

orientadores para la integración de áreas de conocimiento en cualquier

programa de formación.

Bases teóricas

El proceso de integración puede entenderse mejor, si es analizado a

través de las teorías que constituyen marcos de interpretación, que ayudan a

explicar cómo funciona y se logra, y si bien, existe una variedad de teorías

que desde distintas perspectivas explican dicho proceso. Para efectos de

esta investigación, se tomaron como referencia cuatro de las más conocidas

teorías de la enseñanza, también llamadas de la instrucción y, que sin duda,

proporcionarán insumos no solo para identificar las competencias del

docente para la integración de las áreas del conocimiento en el Programa de

Formación de Grado de Estudios Jurídicos, sino que permitirán determinar

los elementos orientadores de dicha integración.

Antes de explicitar cada una de las teorías es necesario puntualizar

que la teoría instruccional, según Rico (2005), se ocupan de la organización y

23

sistematización del proceso didáctico, en tal sentido, debe ser integradora de

la teoría y la práctica de la enseñanza, pues una de sus características

básicas es la de su capacidad para vincular los factores y elementos

constitutivos de un proceso didáctico, tales como: los objetivos, los

contenidos, las actividades programadas, los recursos empleados, la

evaluación, las relaciones sociales existentes en el aula y en la institución

educativa, entre otros.

Por otra parte, la importancia de las teorías de la instrucción radica en

constituir una alternativa, y al mismo tiempo un modelo para el mejoramiento

del proceso de enseñanza-aprendizaje, y la de eliminar el estigma de que

éste es casi absolutamente práctico, asistemático y hasta incoherente. Con

la aplicación de las teorías de la instrucción, el proceso de enseñanza-

aprendizaje se perfilaría como una verdadera actividad con carácter

científico, pues resultaría posible la predicción efectiva y la innovación

reflexiva y fundamentada (Rico, 2005).

Teoría del aprendizaje por descubrimiento

Esta teoría plantea la participación activa del alumno durante el

proceso de enseñanza-aprendizaje, de manera que se le debe motivar para

que transfiera lo aprendido a la solución de problemas y a nuevas

situaciones que se le presenten. Al respecto Bruner (en Palacios, 2004)

indica que los contenidos a enseñar deben ser percibidos por el alumno

como un aprendizaje importante y significativo. Por lo tanto, el aprendizaje

debe ser descubierto activamente por el estudiante más que pasivamente

asimilado. Ellos, deben ser estimulados a descubrir por cuenta propia, a

formular conjeturas y a exponer sus propios puntos de vista.

Entre las implicaciones para la instrucción destacan según Bruner

(1972) las siguientes:

24

1.- Enseña al alumno la manera de aprender los procedimientos.

2.- Produce en el alumno automotivación y fortalece su autoconcepto

3.- Desarrolla su capacidad crítica al permitírsele hacer nuevas

conjeturas.

4.- El alumno es responsable de su propio proceso de aprendizaje.

Así mismo, sostiene el autor antes mencionado, que los buenos

métodos para estructurar conocimiento deben dar lugar a la simplificación, a

generar nuevos asuntos, y deben llevar al aumento de la manipulación de la

información, por lo tanto, conviene cumplir tres principios:

1. La instrucción se debe referir a las experiencias y a los contextos

que hacen al estudiante dispuesto y capaz de aprender (preparación).

2. La instrucción debe ser estructurada, de manera que pueda

fácilmente ser afianzada por el estudiante (organización espiral).

3. La instrucción debe diseñarse para facilitar la extrapolación y o para

completar los boquetes (que van más allá de la información dada).

Por otra parte, Bruner (1972) menciona la existencia de cuatro

grandes ventajas en la manera heurística de presentar el material de

enseñanza:

- La potencia intelectual. El descubrir y resolver problemas, por parte

del alumno, habilita su capacidad de construcción y organización racional de

los elementos del mismo.

- Las motivaciones intrínseca y extrínseca. El alumno se recompensa

con los efectos de sus propios descubrimientos.

25

- El aprendizaje y la heurística del descubrimiento. Sólo se aprende,

realmente, a través de la solución de problemas y el interés-esfuerzo por

descubrir.

- La memoria. El alumno retiene con mayor facilidad lo aprendido si él

mismo organiza sus materiales y procesos respectivos.

Teoría instruccional ecléctica

Esta teoría pretende, según Bandura (1977), cambiar la orientación

tradicional de las teorías del aprendizaje, para ello presenta una alternativa

estructurada de la siguiente manera:

La teoría del aprendizaje observacional o modelado, la misma pondera

el valor de los fenómenos sociales en el proceso del aprendizaje. En síntesis,

esta teoría puede apreciarse en los puntos siguientes:

-El alumno retiene en su memoria las imágenes y códigos verbales,

producto de la transformación de la conducta del modelo observado, además

de otros estímulos externos.

-La conducta original se reproduce, guiada siempre por la combinación

que se realiza entre las imágenes y los códigos retenidos en la memoria y

algunos indicios ambientales. Así, para una reproducción o imitación correcta

se hace necesario que el estudiante: considere la conducta del modelo,

realice una codificación adecuada de las imágenes, las retenga en la

memoria y sea poseedor de la capacidad motora indispensable para realizar

las acciones, las que, además, requerirán de algún estímulo o refuerzo que

afecte a la realización, pero no al aprendizaje en sí.

Lo anterior constituye la base de los últimos trabajos de Bandura

26

(1977), afinados en la denominada teoría ecléctica de la instrucción, hacia

finales de la década de 1960, y que recibe este nombre por la razón de que

el autor rescata varias ideas correspondientes al conductismo combinándolas

con otras de corte cognitivista, enfatizando siempre el papel preponderante

de la sustitución, el simbolismo y la autorregulación del funcionamiento

fisiológico del alumno, ya que todos los fenómenos de aprendizaje

experiencial son, potencialmente, susceptibles de sustitución o de imitación.

De tal manera que un alumno puede cambiar patrones de comportamiento a

través de la simple observación, la cual es factible convertir, incluso, en un

condicionador de las respuestas emocionales del educando, en virtud de las

reacciones afectivas cuyas fuentes son los modelos productores de

experiencias agradables o desagradables.

Esta teoría ha sido empleada en las técnicas de modificación de

conductas, en el desarrollo de la personalidad y en el aprendizaje de valores.

Bandura alude con el nombre de determinismo recíproco, al funcionamiento

psicológico consistente en la interacción que se produce, de manera

continua, entre la conducta personal del alumno y el determinismo del medio

ambiente, es decir, el comportamiento, no debe ser considerando

aisladamente de las funciones del alumno y del medio ambiente, sino como

una función de interacción de ambos.

Como se puede apreciar, en esta teoría se destaca la importancia del

modelado y de la interacción con el contexto o ambiente, por lo que el

docente debe hacer uso efectivo de estos principios como estrategia

fundamental en la integración de los contenidos de las diferentes asignaturas

que administra.

Teoría sistémica de la instrucción

La teoría sistémica de la enseñanza, como también se le conoce, se

27

debe a la idea de Gagné (1975), y consiste en la aplicación de la teoría

general de sistemas al campo educativo.

La teoría general de sistemas (TGS), aparece durante los años de la

década de 1930, originalmente aplicada a la biología y a la unificación de las

ciencias, con las tesis presentadas por Ludwig von Bertalanffy (1901-1972).

Bertalanffy, el principal exponente de la TGS, en oposición al

pensamiento de Isaac Newton y de René Descartes, adopta una posición

aristotélica al afirmar que el todo constituye algo más que la simple suma de

sus partes, y para defender esa apreciación realiza las siguientes

aseveraciones:

-Los fenómenos complejos no pueden ser explicados a partir de la

suma de las propiedades de procesos individuales.

-El modelo tradicional de Newton y Descartes, únicamente posibilita el

análisis de la relación existente entre dos o tres variable, pero no si las

variables son en un número mayor.

-La interacción de las unidades individuales correspondiente a un nivel

de la realidad, le permitió afirmar que el carácter fundamental de un objeto

viviente es su organización y, por ello, trasciende a sus partes, indicadas

separadamente.

Derivó, así, la primera noción de sistema, interpretado éste como la

disposición de elementos interrelacionados que interactúan

permanentemente, constituyendo un todo. Un sistema, entendido así, puede

referirse a un dispositivo cibernético o tecnológico, y hasta un grupo social

determinado.

28

La aceptación que tuvieron estos y otros conceptos, propició que, en el

año de 1954, se fundara la sociedad para el progreso de la teoría general de

sistemas, cuyos objetivos básicos e iniciales fueron cuatro:

- Promover transferencias entre distintos campos de conocimiento,

considerando el isomorfismo que presenten sus conceptos, leyes y

paradigmas respectivos.

- Fomentar el desarrollo de modelos teóricos en el campo que así lo

requiera.

- Eliminar, o por lo menos, reducir, la duplicación de un mismo esfuerzo

teórico en campos diversos.

- Apoyar y mejorar la comunicación entre los especialistas, con el fin de

buscar la unidad de la ciencia.

A partir de esa fecha, la teoría general de los sistemas ha penetrado

en casi todos los campos científicos. Tal es el caso de la teoría propuesta por

Gagné (1975), quien la desarrolla dentro de un contexto en el que son

estructurales los antecedentes, los procesos y los productos resultantes de

ese esquema de aprendizaje.

Para Gagné (1975), el aprendizaje es un proceso mediante el cual los

organismos vivos adquieren la capacidad para modificar sus

comportamientos rápida y permanentemente. El mismo, implica el concurso

de cuatro elementos: sujeto social, situación propicia para el aprendizaje,

comportamiento explícito del sujeto y cambio interno.

En síntesis, tomando en consideración que la integración es una

propiedad inherente a todo sistema y que la misma, significa acción y efecto

29

de integrar, o sea, unir entidades separadas en un todo único, con lo cual se

logra un nivel de mayor generalización; es por ello que la teoría general de

los sistemas aporta marcos referenciales para la propuesta a generar en este

estudio.

Teoría del aprendizaje significativo

Una de las más conocidas teorías de la enseñanza es la del

aprendizaje significativo, diseñada por Ausubel (1983). Este autor elaboró un

modelo de enseñanza por exposición, a través del cual fomenta el

aprendizaje significativo de las asignaturas, por encima del aprendizaje de

memoria por recepción.

Una consideración importante de esta teoría es la diferencia del

concepto de aprendizaje de contenidos con sentido: el sentido lógico y el

sentido psicológico, ya que el primero corresponde a los propios contenidos,

mientras que el segundo consiste en la capacidad de transformar ese sentido

lógico en comprensión psicológica, realizada por el estudiante durante el

proceso de aprendizaje.

El aprendizaje de contenidos con sentido, constituye el mejor

mecanismo para lograr la adquisición de la información ambiental existente,

mientras que en el aprendizaje significativo los contenidos tienen sentido

únicamente de manera potencial, pues el alumno puede aprenderlos

significativamente o no. Por eso, la teoría de la enseñanza de Ausubel (1983)

se enfoca más, según Rico (2005), a la consideración de contenidos con

sentido, que a los procesos cognitivos del alumno, ya que, un proceso

cognitivo puede darse al margen de que el alumno comprenda o no el

contenido.

Un concepto utilizado en la teoría de Ausubel (1983) es el de

30

subsunción, con el que designa al mecanismo cognitivo mediante el cual el

alumno, utilizando aprendizajes anteriores, es capaz de adquirir nuevos

conocimientos.

La subsunción puede manifestarse de dos formas:

-Subsunción derivativa, cuando el nuevo contenido se ha inferido o

derivado de un concepto previamente aprendido.

-Subsunción correlativa, que constituye el caso más común, ocurre

cuando el nuevo contenido es una modificación del conocimiento previo.

Otro concepto muy importante en la teoría de Ausubel (1983) y que

resulta determinante es el de organizadores avanzados.

Un organizador avanzado es un contenido introductorio, muy claro y

relevante para el alumno, que servirá de vínculo entre los conocimientos

previos y los conocimientos que el alumno necesita adquirir. Para Ausubel

(1983), un buen organizador avanzado debe integrar y relacionar los

contenidos que habrá de introducir durante el proceso de aprendizaje.

El escenario donde se ponen en práctica los principios rectores de las

teorías de la enseñanza, antes descritas, es sin duda, el acto didáctico,

entendido como la actuación del profesor para facilitar el aprendizaje en los

estudiantes. Partiendo de esta premisa, es imprescindible reseñar las

implicaciones y modelos del acto didáctico.

Así, se comenzará por indicar que los elementos implicados en el acto

didáctico tal como lo señala Meneses (2007) son el docente, el discente, el

contenido, el contexto, entre otros. Por lo tanto, según cuál sea el elemento

central del proceso, cuáles sean todos los elementos implicados, se generará

31

un modelo distinto de actuación didáctica.

Cabe señalar que la didáctica tal como lo plantea Nérici (1990) se

interesa, en forma preponderante, por cómo enseñar o cómo orientar el

aprendizaje, aun cuando los demás elementos son factores importantes para

que la enseñanza o el aprendizaje se realicen con mayor eficacia, siempre

atendiendo a los fines de la educación.

Partiendo de tales señalamientos, a continuación se presenta la visión

compartida de diferentes autores en cuanto al acto didáctico.

El acto didáctico como facilitador del aprendizaje El acto didáctico es definido por Marqués (2001) como la actuación

del profesor para facilitar el aprendizaje en los estudiantes. El mismo se

presenta como un proceso complejo en el cual se hallan presentes los

siguientes componentes:

-El profesor, planifica para los estudiantes actividades dirigidas, las

cuales se desarrollan con una estrategia didáctica concreta y pretenden el

logro de los objetivos educativos. Las funciones a desarrollar por el docente

en los procesos de enseñanza – aprendizaje se deben centrar en ayudar,

orientar y motivar a los alumnos para su aprendizaje.

-Los estudiantes, mediante la interacción con los recursos formativos a

su alcance y los medios previstos, tratan de realizar determinados

aprendizajes con la ayuda del profesor.

-Los objetivos educativos, representados por la pretensión a alcanzar

por el profesor y los estudiantes, mediante los contenidos de la clase, los

cuales, según Marqués (2001) se clasifican en:

32

1.-Herramientas esenciales para el aprendizaje: lectura, escritura,

expresión oral operaciones básicas de cálculo, solución de problemas,

acceso a la información y búsqueda eficaz, metacognición y técnicas de

aprendizaje, técnicas de trabajo individual y en grupo.

2.-Contenidos básicos de aprendizaje, conocimientos teóricos y

prácticos, exponentes de la cultura contemporánea, necesarios para

desarrollar plenamente las propias capacidades, vivir y trabajar con dignidad,

participar en la sociedad y mejorar la calidad de vida.

3.-Valores y actitudes: actitud de escucha y diálogo, atención

continuada y esfuerzo, reflexión y toma de decisiones responsable,

participación y actuación social, colaboración.

-El contexto en el que se realiza el acto didáctico: el número de

medios disponibles, las restricciones de espacio y tiempo.

-Los recursos didácticos, como elementos que pueden contribuir a

proporcionar a los estudiantes información, técnicas de motivación para

facilitar sus procesos de aprendizaje. Marqués (2001), plantea que la eficacia

de estos recursos dependerá en gran medida de la manera como el profesor

oriente su uso en el marco de la estrategia didáctica utilizada.

-La estrategia didáctica con la que el profesor pretende facilitar el

aprendizaje en los estudiantes, integrada por una serie de actividades que

contemplan la interacción de los alumnos con determinados contenidos,

debe proporcionar motivación, información y orientación para la construcción

de sus aprendizajes, debe tener en cuenta los siguientes principios:

1. Considerar las características de los estudiantes: estilos cognitivos y

33

de aprendizaje.

2. Apreciar las motivaciones e intereses de los estudiantes.

3. Organizar en el aula: el espacio, los materiales didácticos, el tiempo.

4. Proporcionar la información necesaria cuando sea preciso: web,

asesores, entre otros.

5. Utilizar metodologías activas con las que se aprenda haciendo.

6. Reflexionar sobre un adecuado tratamiento de los errores, punto de

partida de nuevos aprendizajes.

7. Prever que los estudiantes puedan controlar sus aprendizajes.

8. Estimar actividades de aprendizaje colaborativo, teniendo presente

que el aprendizaje es individual.

9. Realizar una evaluación final de los aprendizajes.

El acto didáctico como relación

Diferentes autores como Heinemann (1980), Gallego (2001) y Torre

(2001) (citados en Meneses, 2007), plantean el acto didáctico como una

relación en la cual la interacción y la comunicación son los elementos claves.

Al respecto Gallego (2001) detalla, que las características fundamentales del

acto didáctico, en este modelo son:

-Relación intencional, de carácter formativo. Profesor y alumno

compartiendo unos objetivos concretos.

-Relación interpersonal por medio de la cual profesor y estudiante

mantienen contactos sistemáticos con una intencionalidad educativa.

-Relación interactiva, el profesor por medio de la intercomunicación

facilita al estudiante los contenidos del aprendizaje.

-Relación simbólica, por cuanto supone un enriquecimiento mutuo,

34

fruto de esa interacción.

-Relación consciente y coordinada, asumiendo profesor y alumno su

eficacia, como dependiente de la disposición de ambos para encarar una

situación concreta de enseñanza-aprendizaje. Supone una función

mediadora del profesor.

Esta concepción del acto didáctico, como relación, refleja los

intercambios producidos entre alumno y profesor, más allá de la simple

emisión de los contenidos de aprendizaje, pues se trata de una comunicación

didáctica que pone en funcionamiento a la fuente de información: profesor,

materiales, medios, los mensajes didácticos (actividades, contenidos, otros),

el destinatario: alumno, grupo y el contexto (aula e institución).

El acto didáctico como estructura psicológica, didáctica y contextual.

Gimeno (1992) distingue dos susbsistemas interdependientes

presentes en la enseñanza, con un carácter sistémico y estructural.

-El subsistema didáctico, se presenta como una estructura sistémica

con seis componentes: objetivos didácticos, contenidos, medios, relaciones

de comunicación, organización y evaluación. El elemento dinámico principal

de la enseñanza es la relación de comunicación. El proceso de enseñanza –

aprendizaje supone una interacción entre la estructura psicológica que

aprende y la estructura didáctica que sirve para iniciar y hacer funcionar la

parte psicológica.

-El subsistema psicológico, se relaciona con el didáctico por cuanto la

teoría psicológica aporta, en gran medida, una explicación del proceso de

enseñanza-aprendizaje.

35

-Un tercer subsistema, que incluye el autor antes mencionado, es el

contextual. Ambos sistemas (didáctico y psicológico) han interaccionado en

un contexto determinado, con el que tienen una serie de relaciones

recíprocas.

Se puede decir, entonces, que Gimeno (1989) ofrece un acto didáctico

dinamizado por la comunicación en el cual las estructuras didáctica y

contextual hacen entrar en funcionamiento la estructura psicológica que

realiza el aprendizaje.

El acto didáctico generador de interacción

Según Ferrández (1995), el acto didáctico puede plantearse, como la

interacción intencional y sistemática del docente y del estudiante en

situaciones probabilísticas, usando las estrategias más convenientes para

integrar los contenidos culturales, poniendo en actividad todas las

capacidades de la persona y pensando en la transformación socio-cultural

del contexto endógeno y exógeno que les es propio.

Ferrández (1995), desarrolla esta propuesta con cinco elementos

nucleares: método, docente, estudiante, materia y contexto en una

interacción perfecta.

Los mediadores presentes en el acto didáctico, según Ferrández

(1995) son: el formador, como elemento clave de la mediación en la

formación; los participantes, mediadores de su propio aprendizaje; el método;

las diferentes opciones organizativas, previas a la utilización de los medios y

recursos.

El acto didáctico se presenta, como el momento en que se procesa la

información, y los diferentes elementos implicados adquieren un sentido

pedagógico: lo mediacional, lo contextual y las estrategias.

36

Por último, Ferrández (1995), plantea que la variable nuclear del acto

didáctico, las dimensiones de la enseñanza (profesor, alumno, estrategias

metodológicas, contexto espacial y temporal) se deben representar de forma

tal que reflejen la idea de flexibilidad y adaptabilidad presente en el acto

didáctico.

A manera de síntesis, se describen los componentes del acto

didáctico, los cuales, de alguna manera, ya fueron reseñados en cada

modelo, pero sobre todo se hará énfasis en el propuesto por Ferrández

(1995).

El contexto de la enseñanza

Cada acto didáctico cuenta con características específicas desde la

educación obligatoria en un centro educativo hasta la enseñanza empírica en

un medio ambiente físico y social, en el que se sitúe. Esta primera gran

diferencia da lugar a: enseñanza formal, no formal e informal.

Se trata, por tanto, de un contexto flexible, adaptable a los

acontecimientos que vayan surgiendo, cambiantes en profesorado y

estrategias, consecuente con la realidad de los aprendizajes y no con la

necesidad temporal de finalizar un programa, intervenir en la realidad de sus

contenidos y en las necesidades e intereses de los participantes.

El docente

Se puede abordar la figura del profesor, desde diferentes ámbitos:

como guía, orientador, tutor, experto, estimulador, asesor; de acuerdo con las

competencias que posee, como persona y agente activo en su entorno.

El formador se caracteriza según Salvà (1993) por su actitud

37

innovadora, como búsqueda de nuevas posibilidades de enseñanza –

aprendizaje y por el dominio de competencias profesionales, es decir, saber

sobre el tema, saber hacer, saber estar y hacer saber.

En general, se considera que las competencias del docente se pueden

situar en tres momentos: preactivas, planificación; interactivas, desarrollo del

proceso y postactivas, evaluación del diseño curricular.

Se debe atender, por tanto, al formador en su conjunto, como

planificador, procesador de información; como ayuda al aprendizaje y como

evaluador del proceso (Meneses, 2007).

Por otra parte, las competencias descritas pueden clasificarse como:

-Propias del ámbito psicopedagógico; psicología del aprendizaje,

estrategias metodológicas.

-Referidas al dominio de la materia de aprendizaje; integración y

significatividad de los contenidos.

-Relacionadas con el conocimiento sociocultural y sociolaboral.

Estos señalamientos implican, según Meneses (2007) que el docente

debe atender las necesidades formativas individuales y sociales, al potencial

de la institución responsable de la formación, a los objetivos de aprendizaje,

a la secuenciación de los contenidos, al grupo a quienes se destina el

conocimiento y al contexto social.

El estudiante

Todo diseño curricular está destinado a un grupo, por ende siempre

38

es necesario conocer cuáles son sus características para poder entrar en el

proceso de enseñanza-aprendizaje. Es en este momento preactivo, en donde

se muestra la homogeneidad del grupo.

Al concretar y especificar los objetivos de aprendizaje, se debe definir,

nuevamente el grupo al cual se dirigen, con criterios e indicadores más

concretos como son: el social, incluye el nivel cultural, económico, sistema de

creencias, modelo de autoridad; el laboral, involucra la tipología de trabajo,

situación contractual, entre otros.

Por otra parte, el grupo de aprendizaje debe ser atendido, equilibrando

la homogeneidad con la heterogeneidad especialmente, en el momento

preactivo e interactivo para ajustar las estrategias metodológicas.

Las estrategias didácticas

Para facilitar la actividad repetitiva del alumno, durante el aprendizaje

(almacenar, asimilar, integrar y transferir información) se hace necesaria la

utilización de diferentes estrategias didácticas con un carácter flexible.

Esta variedad y flexibilidad permite una mayor riqueza perceptiva, una

suprema motivación y una máxima adecuación a las diferencias individuales.

Concebir al alumno como un agente activo, repetir las acciones de

aprendizaje, elevar la motivación, son factores que exigen la implantación de

estrategias metodológicas y la acción del profesor como mediador.

Ferrández (1997), plantea que las diferentes estrategias

metodológicas permiten y potencian la diferencia del campo perceptivo,

propiciando mayor almacenaje de la información, fluidez en su recuperación,

integración y transferencia de los aprendizajes.

39

El contenido de aprendizaje

El acto didáctico necesita de un carácter integrador (multidisciplinar

según su ámbito de conocimiento, conocimiento- procedimiento o actitud);

solamente, este carácter integrador permitirá un aprendizaje estructurado y

con significado.

Desde el punto de vista de la normativa educativa vigente, se plantea

el contenido de aprendizaje, como una pieza clave en el currículum,

insistiendo en su selección y secuenciación: Contenidos conceptuales,

procedimentales y actitudinales.

Solo la integración de las acciones didácticas referidas a los

contenidos indicados (conceptos, procedimientos, valores), facilitará la

integración del aprendizaje. La simple suma de acciones lleva a un

aprendizaje fragmentado y desprovisto de significado. Por tanto, el contenido

reclama relevancia, actualidad, objetividad y atención a un criterio de

pertinencia (Meneses, 2007).

De los planteamientos anteriores se desprende como en el acto

didáctico la actuación del docente es fundamental para promover el

aprendizaje, pues es este actor del proceso quien media, contextualiza,

diseña estrategias instruccionales, selecciona e integra los contenidos de

distintas áreas del conocimiento, entre otras funciones. Por tanto, se hace

necesario reseñar teóricamente, las competencias del docente.

Competencias del docente Las competencias docentes se caracterizan por ser complejas,

combinan habilidades, principios y conciencia del sentido y de las

consecuencias de las prácticas pedagógicas; así como una reflexión y

40

análisis sobre los contextos que las condicionan y que van más allá del aula.

La competencia profesional “…se refiere no sólo al capital de

conocimientos disponibles, sino a los recursos intelectuales de que dispone,

con objeto de hacer posible la ampliación y desarrollo de ese conocimiento

profesional, su flexibilidad y profundidad” (Contreras, 1999, p.58).

La docencia universitaria, aparece así ligada a un conjunto de

competencias didácticas, en cuya génesis juegan un importante papel el

conocimiento teórico-práctico y la actividad reflexiva, sobre la práctica.

Perrenoud (2007) señala que el concepto de competencia representa la

capacidad de movilizar varios recursos cognitivos para saber hacer frente a

un determinado tipo de situaciones.

Las competencias no son en sí mismas conocimientos, habilidades o

actitudes, aunque movilizan tales recursos; dicha movilización es única, es

decir, situada en contextos específicos. El desarrollo de la competencia pasa

“por operaciones mentales complejas, sostenidas por esquemas de

pensamiento”, (Perrenoud, 2007, p. 11) y finalmente las competencias

profesionales se crean en el proceso de formación, tanto como en los

escenarios de trabajo.

En sentido amplio Barrón (2009) concibe a la competencia como un

constructo angular que sirve para referirse a un conjunto de conocimientos y

habilidades que los sujetos requieren para desarrollar algún tipo de actividad.

Cada actividad exige un número variado de suficiencias que pueden ser

desglosadas en unidades más específicas de aptitudes, en las que se

especifican las tareas concretas que están incluidas en la competencia

global.

Aubrun y Orifiamma (1990) clasifican las competencias en cuatro

41

grandes grupos:

1,-Competencias referidas a comportamientos profesionales y

sociales. Se refieren al tipo de actuaciones ordinarias que los sujetos han de

realizar en las organizaciones para la cual trabajan, tanto en lo referido a

actuaciones técnicas o de producción, como a las de gestión; a la toma de

decisiones, el trabajo compartido, la asunción de responsabilidades, etc.

2.-Competencias relacionadas con actitudes. Tienen que ver con la

forma de afrontar la relación con las personas, las cosas y las situaciones

que configuran el trabajo a desarrollar (la motivación personal, el

compromiso, las formas de trato con los demás, la capacidad de adaptación).

3.-Competencias vinculadas a capacidades creativas. Se refieren a la

manera como los sujetos abordan el trabajo en su conjunto: si buscan

soluciones nuevas, asumen riesgos, tratan de ser originales.

4.- Competencias inherentes a actitudes existenciales y éticas. Son

aquéllas que se refieren a si se es capaz de ver las consecuencias de las

propias acciones profesionales y de analizar críticamente el propio trabajo; si

se proponen proyectos personales y se empeña la fuerza necesaria para

hacerlos realidad; si se posee un conjunto de valores humanísticos y de

compromiso social y ético.

Por su parte Zabalza (2003), señala las siguientes competencias

didácticas del docente:

1.-Competencia planificadora: una competencia fundamental en los

docentes, la constituye la capacidad de planificar el diseño del programa, la

organización de los contenidos y la selección y organización de las

estrategias de enseñanza, de aprendizaje y de evaluación.

42

Los programas de los académicos, representan una interpretación por

parte de los docentes de los programas oficiales- sintéticos, sobre todo

cuando varios docentes imparten la misma materia. El programa del docente

se construye a partir de los dos programas anteriores y, fundamentalmente, a

partir de su experiencia profesional y de las condiciones particulares en las

que trabaja.

También es importante reconocer el proceso de negociación realizado

por el docente, a partir de su competencia profesional, y las características e

intereses de los alumnos. En este proceso de planificación se toman en

cuenta las ideas pedagógicas de los docentes, los conocimientos

disciplinarios y la experiencia didáctica (Zabalza, 2003).

2.-Competencia didáctica del tratamiento de los contenidos. En esta

categoría se pueden ubicar tres unidades de competencia: seleccionar,

secuenciar y estructurar didácticamente los contenidos disciplinarios. Los

contenidos se seleccionan a partir de los indicadores de vigencia,

suficiencia/cobertura y relevancia (Barrón, 2003).

La secuenciación de los contenidos se refiere al orden en el cual éstos

se organizan, con la finalidad de propiciar aprendizajes significativos. Coll,

Pozo, Sarabia y Valls (1992) reconocen, desde un punto de vista

constructivista, tres tipos de contenidos: hechos y conceptos, procedimientos

y actitudes.

La estructuración didáctica o presentación de los contenidos tiene que

ver con la forma de comunicarlos, de explicarlos, de relacionarlos con la

realidad y de cuestionarlos, así como, con la manera como se entrelazan las

diversas indagaciones y observaciones y se articulan entre sí hacia un fin

determinado.

43

De acuerdo con Merieu (2002), para la construcción del camino

didáctico es necesario:

-Abrir vías a través de la exploración, se requiere considerar no sólo el

punto de llegada, sino también el punto de partida.

-Dejar de privilegiar la dualidad objetivo-evaluación y añadir objetivo-

alumno, contenido-alumno, contenido-método, y método-evaluación.

-Establecer una relación pedagógica tal, que incite al alumno al

aprendizaje, que le despierte su deseo de saber.

-Considerar la brecha que se tendrá que abrir, no sólo en términos de

objetivos sino de contenidos y condiciones para lograrla. Es decir, no sólo

establecer lo que el alumno debe saber, sino lo que tiene que organizar y

hacer, tanto cognitiva como afectivamente, para lograrlo.

-Distinguir las estrategias de enseñanza idóneas para provocar el

aprendizaje.

-Crear situaciones movilizadoras, es decir, de revisión y aplicación de

conocimientos.

-Transformar los conceptos en acciones a realizar.

-Trazar un camino didáctico inventariando las nociones y

conocimientos previos necesarios para lograrlo, los procedimientos a seguir y

los recursos que se utilizarán.

3.-Competencia comunicativa. Esta competencia es inherente a rol del

docente; en ella se enfatiza la capacidad para transmitir, con pasión un

44

mensaje a los alumnos e interesarlos por el conocimiento en general y por

los asuntos concretos que desarrolla su disciplina.

Como parte de la competencia comunicativa el docente requiere

manejar las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación

(Internet, correo electrónico, multimedia, videoconferencia), lo que implica un

cambio de roles: se requiere de un docente que elabore guías de aprendizaje

y que mantenga contacto permanente con los educandos a través de la red,

de manera que su práctica se centrará más en ayudar y orientar al alumno

para la selección y organización de la información, la adquisición de

habilidades y el intercambio de información y de experiencias con sus pares

nacionales y extranjeros.

4.-Competencia metodológica. Comprende todas aquellas acciones

orientadas a gestionar la tarea docente, e implica la organización de

ambientes de aprendizajes en los que los alumnos desarrollen éste de

manera autónoma y significativa en escenarios reales de trabajo.

Esto plantea, según Barrón (2009), la necesidad de diversificar las

modalidades de trabajo en el aula a través de talleres, seminarios,

laboratorios y aún más, a través de la posibilidad de promover la capacidad

en el alumno de transferir el conocimiento del mundo del saber al mundo

cotidiano, la ciencia al mundo del trabajo profesional, y de establecer una

relación compleja entre el saber y el trabajo, en la esfera del conocimiento de

alto nivel y en el de las tareas cognoscitivas complejas.

5.-Competencia comunicativa y relacional. Se concibe como una

competencia transversal debido a que las relaciones interpersonales

constituyen un componente básico de las diversas competencias. La

interacción docente- alumno es fundamental en cualquier modalidad

educativa, y dependiendo del rol que asuma el docente, se generará un clima

45

propicio o no, para la participación, discusión y análisis en el aula.

6.- Competencia tutorial. La tutoría es concebida como una forma de

atención educativa, donde el profesor apoya a un estudiante o a un grupo de

estudiantes, de una manera sistemática, por medio de la estructuración de

objetivos, programas por áreas y técnicas de enseñanza apropiadas a la

integración de grupos, conforme a ciertos criterios y mecanismos de

monitoreo y control entre otros (Alcántara, 1990).

Como epílogo de lo antes planteado, se puede afirmar que los nuevos

perfiles generados por las exigencias de un mundo globalizado requieren a

su vez de una reorientación y de actualizar contenidos, metodologías y

formas de trabajo en el aula (Pallán, 1997). Como parte imprescindible de

esta formación la UNESCO (1998) señala que la educación superior del

futuro deberá integrar valores como la solidaridad, la mística del trabajo

humano, la responsabilidad, los derechos humanos, el respeto a la paz y al

entorno y la consolidación de la identidad cultural y social.

Finalmente se presenta la clasificación de competencias docentes de

Toledo (2006). Para este autor dicha competencia podría estar conformada

por competencias didácticas, competencias evaluativas y competencias

metacognitivas.

-La competencia didáctica es la habilidad del docente para establecer

una relación didáctica, esto es construir un conjunto de relaciones sociales

entre él y sus estudiantes, en la perspectiva de realizar una acción delimitada

en un espacio temporal académico determinado, cuya finalidad es provocar

cambios en ellos. Dicho de otra forma, cómo identifica y transforma el saber

de referencia, los contenidos, la información, en agentes (medios) de

cambios para sus estudiantes, en saber aprendido (Jonnaert y Vander, 2003).

46

La competencia didáctica estaría expresada por la realización de

clases, considerando la clase conferencia, o expositiva tradicional, la utilidad

de las disertaciones de los alumnos, la clase expositiva -interactiva con o sin

apoyo audiovisual, la utilidad del trabajo individual con apoyo de material

impreso, el uso del trabajo grupal con apoyo de guías de referencia, el

desarrollo de guías de aplicación, la clase demostrativa con apoyo de

material concreto, las clases en terreno, el análisis o estudio de casos, la

aplicación de la dramatización o juego de roles, el análisis o estudio de

documentos y el trabajo grupal con apoyo de material específico, por

nombrar algunos.

Esto significa que el docente tiene un plan de acción, para interactuar

en la clase, genera un ambiente lúdico, usa esquemas, analogías, ejemplos,

resuelve problemas y problematiza, experimenta, integra, promueve la

construcción cognitiva y utiliza todos los medios y materiales, tanto

audiovisuales como directos, para provocar los cambios en los estudiantes.

-La competencia evaluativa, es la habilidad del docente para verificar

el progreso de los alumnos, su capacidad para usar un amplio campo de

conocimientos que le permite responder a las demandas. Es el buen uso del

saber y del saber hacer en situaciones dadas. Es el saber intervenir,

buscando los indicadores de que el sujeto ha logrado múltiples objetivos

educacionales. También es su capacidad para concebir y generar situaciones

evaluativas de acuerdo al nivel de los alumnos, con una visión amplia de los

objetivos que estos deben lograr, señalando el progreso de cada uno en una

aproximación formativa y de regulación de su aprendizaje (Perrenoud, 2004;

Toledo 2005).

Es también un indicador de la competencia evaluativa del docente, el

momento en que ocurre la situación valorativa y el propósito que lleva

implícito, el cual se relaciona más con la actitud y la intención del docente al

47

calibrar que con lo que se explicita. Sin embargo, cada actividad didáctica

debería estar integrada con una situación de evaluación, ya sea de carácter

diagnóstico, formativo o sumativo (Toledo, 2000).

Los instrumentos o procedimientos que el docente use para la

verificación de los logros alcanzados pueden ser diversos, ya sean las

pruebas tradicionales como la interrogación oral, la prueba de ensayo, la

prueba objetiva, la prueba gráfica, la lista de cotejo o la escala de

clasificación, tanto como cualquier otro procedimiento que permita dicha

verificación. Este sería otro aspecto de la competencia evaluativa del

docente, ya que debe saber cuál es el mejor instrumento o procedimiento

para la situación que evalúa y debe ser capaz de saber hacer (elaborar) un

buen instrumento.

El análisis y la valoración de la información que entregan los

instrumentos o los procedimientos aplicados, es una situación de evaluación

que otorgará al docente y a los estudiantes una relación, en un contexto

particular, propio de ellos.

Las situaciones de evaluación, tal como lo expresa Toledo (2006),

deben permitir la toma de decisiones de ambos, (profesor y estudiantes); la

proacción, el diagnóstico, la coevaluación, la mutualidad, la verificación de

logros, el control, la autorregulación, la autoevaluación, la retroacción, a

través de criterios de referencia claros y precisos que permitan mostrar al

estudiante su nivel de dominio. Esto significa que el docente muestra su

competencia evaluativa, cuando la situación que diseña es remedial,

auténtica, interactiva, motivadora, dinámica y congruente con los

aprendizajes esperados; cuando analiza los errores de los estudiantes con

indulgencia, pensando en qué medida y de qué forma puede ayudarlos a

superarse.

48

-La competencia metacognitiva es la capacidad de la persona para

preguntarse acerca de sus procesos cognitivos, para planificarlos, para

evaluarlos antes durante y después de una tarea y reajustar sus acciones

cuando sea necesario. Le permite continuar aprendiendo y le otorga medios

para hacerlo.

El docente muestra competencia metacognitiva cuando es capaz de

planificar sus acciones de clases, anticipándose con imaginación a la

resolución de diversos problemas, elaborando distintas estrategias, cuando

es capaz de prever o estimar el resultado de una actividad cognitiva

específica, cuando orienta, prueba, repasa las estrategias, cuando evalúa los

resultados (productos) de sus acciones de manera reflexiva y crítica; cuando

es capaz de promover, en el estudiante, el sentirse responsable de su

aprendizaje, el desarrollo de sus estrategias metacognitivas y de la

necesidad de desarrollar un sentimiento de autoeficacia sobre los resultados

(Toledo, 2006; Bozu y Canto, 2009).

Las implicaciones didácticas referidas en los señalamientos

anteriores, tienen que ver con los cambios en las metodologías de

enseñanza utilizadas por los profesores universitarios. Tal como lo señalan

Bozu y Canto (2009) implica, pasar de metodologías transmisoras a

metodologías centradas en el estudiante y en su proceso de aprendizaje.

Estos autores muestran en el cuadro 1 las características esenciales de la

visión tradicional sobre el proceso de enseñanza versus la visión actual que

cede el protagonismo al estudiante y a su propio proceso de aprendizaje.

En concordancia con esta nueva visión sobre la enseñanza y el papel

de profesor actual, se han de buscar y usar diversas metodologías didácticas

en función de la especificidad del trabajo a realizar en cada momento y en

cada escenario, pues la clase magistral ya no es el único método de

enseñanza al que el profesor recurre para realizar su función docente.

49

Cuadro 1.

La visión tradicional y la visión actual sobre el proceso de enseñanza.

VISIÓN TRADICIONAL: ENSEÑANZA CENTRADA EN EL PROFESOR

VISIÓN ACTUAL:ENSEÑANZA CENTRADA EN EL ESTUDIANTE

- Protagonista principal del proceso didáctico. - Planificador del proceso de aprendizaje. - Supervisor del trabajo de los estudiantes. - Evaluador de los productos del aprendizaje de los estudiantes.

-Guía en el proceso de aprendizaje del alumno. -Facilitador del logro de competencias. -Estimulador del aprendizaje autónomo y responsable del alumno. -Creador de contextos para el aprendizaje crítico natural (cuestiones y tareas). -Rol de tutor, de motivador en el aprendizaje de los alumnos: -Ayudar a los estudiantes a ser mejores aprendices autoconscientes. -Ayudar a los estudiantes a construir su comprensión sobre lo que se está refiriendo en la disciplina. -Evaluador del proceso de aprendizaje

PROFESOR INSTRUCTOR PROFESOR TUTOR

Fuente: Bozu y Canto (2009).

Si se analiza una sesión de clases, considerando que ésta es la

unidad básica para provocar la interacción docente-alumno, se puede

establecer que existen tres fases: la fase pre-activa, la fase interactiva y la

fase post-activa y en cada una de ellas, el docente tiene diferentes funciones,

las que van a permitir la expresión de sus competencias laborales (Jonnaert

y Vander, 2003).

En la fase pre-activa el docente debe crear y organizar las condiciones

de aprendizaje, esto es, identificar las características de sus alumnos en

cuanto a conocimientos previos, a modelos de razonamiento que desarrollan,

a la actitud frente al aprendizaje, a sus hábitos de estudio. En la medida en

que haga una evaluación diagnóstica de sus estudiantes en cuanto a su

disposición para aprender, podrá seleccionar las mejores estrategias para

provocar los cambios que espera.

En la fase interactiva el docente debe poner al estudiante en situación

de aprender, organizar el contrato didáctico, generar y regular las

50

interacciones sociales y generar y regular los logros del aprendizaje. La

regulación pedagógica puede ser interactiva, retroactiva y proactiva,

haciendo un buen uso de la evaluación formativa a través de la gestión de

los errores y el refuerzo de los éxitos.

En la fase post-activa el docente debe evaluar, resumir, ponderar los

resultados del aprendizaje, ajustar los logros y verificar la transferencia

(Jonnaert y Vander, 2003).

Es en la fase interactiva y en la post-activa donde el docente puede

producir y regular el aprendizaje de los estudiantes, ayudándolos a que

tomen conciencia de sus procesos cognitivos de tal forma que se conviertan

en aprendices autónomos.

Tal como se dejó ver en los fundamentos precedentes el contexto

donde se lleva a cabo el acto didáctico y se ponen en práctica las

competencias docentes es importante y determinante al momento de

formular elementos que orienten un proceso de integración de áreas de

conocimiento, como es el caso que atañe a esta investigación. Por ello,

resulta necesario referirse a las características de la Misión Sucre y

especificar los componentes curriculares del Programa de Formación de

Grado de Estudios Jurídicos como escenario, donde se ejecutarán los

elementos orientadores antes indicados.

Misión Sucre y Programas de Formación de Grado de Estudios Jurídicos.

El Plan Extraordinario Mariscal Antonio José de Sucre (Misión Sucre),

propone conformar y consolidar una red con todas aquellas instancias,

instituciones y factores vinculados a la educación superior, para resolver el

problema del cupo universitario, a través de la generación de nuevos

51

espacios y creación de nuevas modalidades de estudios convencionales y no

convencionales.

La idea es, entre otras cosas, promover la reflexión, discusión,

concepción e implantación de nuevos modelos educativos universitarios, con

base en los imperativos de la democracia participativa y protagónica, el

diálogo con los actores involucrados, teniendo como referencia fundamental

el proceso histórico, social, político y económico que se vive. (Ministerio de

Educación Superior, MES, 2004). Concebida así la Misión Sucre, se

despliega de acuerdo a las siguientes directrices básicas:

-Movilización Social: Se trata de generar la incorporación activa y

protagónica de todos los sectores implicados, independientemente de su

edad, con una visión positiva de la educación, reconocida como modalidad

de participación en el conocimiento; con un perfil de crecimiento personal y

de evolución social, que implica la transferencia de poder a los ciudadanos

en términos reales, y no exclusivamente desde una perspectiva de

profesionalización.

-Universalización: se pretende que todo bachiller que desee ingresar

y/o continuar estudios universitarios pueda incorporarse al sistema de

educación universitaria. La idea es universalizar la educación superior a

través de la desconcentración del sistema y la creación de nuevas

modalidades alternativas y oportunidades de estudio, en todo el territorio

nacional.

-Diferenciación en las trayectorias formativas: se busca adecuar las

trayectorias a las características y necesidades educativas de los

participantes, lo cual implica el reconocimiento y valoración de competencias,

conocimientos y experiencias desarrolladas por los bachilleres, previo a su

ingreso a la educación universitaria, tanto como aquellas que pudieran

52

adquirir, paralelamente a la educación formal.

-Municipalización: supone orientar la educación superior hacia lo

regional, hacia lo local, tomando como punto de referencia la cultura

específica de las poblaciones, con sus necesidades, problemáticas, acervos,

exigencias y potencialidades.

-Innovación y Flexibilización Académica: Se pretende la participación

de los estudiantes por medio de la ampliación de la cobertura de planes y

programas de estudio existentes, disponiendo del adecuado apoyo

académico en la medida de sus necesidades. Y, además, la apertura hacia

distintas modalidades de formación tales como: la presencial, la

semipresencial, la educación a distancia y la no convencional. Es necesario

crear e incorporar otras maneras que permitan y posibiliten la permanencia y

prosecución de los participantes en los estudios universitarios. En este

sentido, es posible introducir, estudios compartidos y estudios

multinstitucionales. También, generar un desarrollo curricular flexible, que

permita la transdisciplinariedad en los estudios universitarios.

-Sentido de Propósito y Trascendencia de la Formación: La intención

es dar a la educación superior un sentido trascendente, más allá de la

especialización y la profesionalización establecidas por el mercado.

-Construcción de ciudadanía: en el terreno de los valores se está

democratizando el saber, desarrollando la soberanía cognitiva, es decir,

pensar con cabeza propia, ser constructores de saberes y participar

integralmente en la formulación, planificación, ejecución y evaluación de los

asuntos atinentes al interés común de los ciudadanos.

-Transformación institucional: la Misión Sucre se inscribe en una

estrategia de transformación de la educación superior y aspira a incidir sobre

53

los conceptos, las estructuras, las dinámicas, las formas de organización de

las instituciones universitarias y demás instancias e instituciones nacionales,

para que puedan abrir sus puertas a la gente y, construir condiciones de

acceso equitativo, garantizando el ejercicio pleno del derecho ciudadano y

elevando el nivel educativo de la población en términos globales.

Entre las características que definen la Misión Sucre, según aparece

en el documento base (MES, 2004), destacan las siguientes:

-La generación de aprendizajes, del saber y el hacer en el marco de

un conjunto de oportunidades, espacios, lugares, condiciones y modalidades

de formación de la práctica educativa universitaria.

-La adaptación de los estudios universitarios a las particularidades de

las diferentes regiones y localidades, sus pobladores, problemáticas,

expectativas y necesidades específicas de desarrollo.

-La corresponsabilidad entre todos los participantes: bachilleres,

docentes, instituciones universitarias, gobiernos regionales y locales,

sectores productivos, comunidades y el gobierno nacional.

-La ampliación de las oportunidades de formación universitaria y de los

lugares de aprendizaje y, particularmente, la comprensión del trabajo y la

vida social como espacios de aprendizaje.

-La actualización permanente y la vinculación nacional e internacional.

-El aprovechamiento de las tecnologías de la información y la

comunicación.

En síntesis, la Misión Sucre, pretende ser: un espacio para la

54

participación y el ejercicio de la ciudadanía; una acción que promueva el

desarrollo local, regional y nacional; un programa de educación superior

vanguardia del proceso de cambios que este sector requiere; y una práctica

educativa innovadora que ofrezca oportunidades de estudios universitarios e

implemente modalidades de enseñanza que posibiliten el desarrollo de

competencias y actitudes cónsonas con el ejercicio de una ciudadanía

responsable.

La ampliación del acceso a la educación superior venezolana, en

función de los objetivos de la Misión Sucre, supone considerar la diversidad

de grupos poblacionales que aspiran a ingresar a ella. En tal sentido, se han

considerado los siguientes grupos de estudiantes: Grupo A: personas menores de veinticuatro (24) años que han

egresado de la educación media, pero no ingresaron nunca a la educación

superior Grupo B: personas en edades comprendidas entre veinticuatro (24) y

veintiocho (28) años que han egresado de la educación media, pero no

ingresaron nunca a la educación superior.

Grupo C: personas mayores de veintiocho (28) años que han

egresado de la educación media, pero no ingresaron nunca a la educación

superior. Grupo D: personas sin restricción de edad que ingresaron, pero no

egresaron de la educación superior. Grupo E: personas sin restricción de edad que egresaron de la

educación superior y vuelven por más educación.

55

Junto a esto grupos, se ha tomado en cuenta la población indígena y

la población de personas discapacitadas. Esta caracterización de la

población hace visible la diversidad de estudiantes a quienes está dirigida la

Misión, así como, sus características y necesidades educativas. Se trata, en

muchos casos, de personas con compromisos laborales y familiares, con

experiencias diversas, que han de considerarse tanto en el diseño de las

trayectorias formativas, como en las estrategias y los materiales educativos.

La incursión de estos grupos a la educación superior supone un

enriquecimiento de los procesos formativos a través de los saberes y acervos

de los participantes; generar relaciones estrechas entre la educación superior

y el mundo del trabajo y de la vida social en general, de modo que todos

sean comprendidos como espacios de aprendizaje; favorecer la autonomía

en los cursos de aprendizaje; multiplicar las opciones de tiempos y ritmos de

estudio; construir las relaciones profesores-estudiantes sobre la base de un

diálogo en el que todos tienen algo que aprender de los demás; hacer

realidad una educación que genere o fortalezca las capacidades para

emprender, pensar y reconstruir el mundo, partiendo de los problemas

complejos, ambiguos e inciertos de la vida real, tanto como del análisis

concienzudo de teorías y generalizaciones; considerar la diversidad humana

como riqueza (MES, 2004).

Ello requiere, que tanto el personal docente como todos los actores del

programa, tomen conciencia de la riqueza que esta diversidad significa, pues,

son las relaciones forjadas en el quehacer diario las determinantes para

construir un ambiente de aceptación y respeto fundamental, garantizando el

diálogo plural, característica de la educación superior (MES, 2004). En ese

sentido, es importante que el personal académico participe en las actividades

de formación, que se propicien, tanto en el ámbito de su disciplina, como en

aspectos pedagógicos y de administración curricular, que ejerciten y

desarrollen la investigación, como práctica docente cotidiana.

56

Por último, cada coordinación académica y/o institución de apoyo de la

Misión Sucre, debe implementar procesos de inducción para los estudiantes

de nuevo ingreso, promover formas de orientación al personal académico y

funcionarios administrativos en aspectos relacionados con el desarrollo

curricular; impulsar programas de formación y actualización para el personal

académico, puntualizar e implementar las funciones del docente-asesor y del

docente-tutor como “guías académicos” de los participantes; generar

espacios para la construcción de abordajes metodológicos innovadores;

organizar programas de educación continua que permitan diversificar y

flexibilizar la oferta curricular, fortalecer la coordinación académica y

curricular interinstitucional, para el cumplimiento de su misión y, potenciar los

recursos humanos y materiales existentes, para contribuir a un eficiente y

efectivo desarrollo curricular (MES, 2005)

Los planteamiento expuestos en párrafos anteriores, establecen

principios y líneas rectoras para los diseños curriculares de los Programas

Nacionales de Formación (PNF), definidos en el artículo 2 de la Resolución

N° 2963 como: “el conjunto de actividades académicas, conducentes a

títulos, grados o certificaciones de estudios de educación superior…”

(Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, MPPES, 2008, p.

2).

Programas Nacionales de Formación

Estos programas, según declara el documento del MES (2005), son

sistémico-complejos, parten del hecho de que toda esfera de la realidad tiene

una constitución holística, donde los problemas son complicados y se

manifiestan en estrecha correlación. Su naturaleza es pedagógica y de base

socio-constructivista. Poseen una orientación humanística, un carácter

teórico-práctico, cuyos resultados de aprendizajes serán el desarrollo integral

del futuro profesional, comprometido con su entorno y la conservación del

57

planeta, fundamentados en las necesidades del ser, saber, saber hacer,

saber argumentar, sentir y saber emprender.

Se conciben como un diseño flexible y abierto, por cuanto permitirá

optatividad en las unidades curriculares, innovaciones, evaluaciones

formativas y experimentaciones pedagógicas, para sus ajustes permanentes.

Impulsará la construcción de conocimientos del participante, atenderá a su

desarrollo personal en lo emocional, ético y actitudinal y estimulará

permanentemente sus potencialidades.

En este sentido, el aprendizaje se promueve como un proceso

intrínseco del estudiante, sustentado en el “aprender haciendo”, en el

“aprender por sí mismo” y en el “aprender durante toda la vida”. Lo realiza

mediante procesos, no lineales, de construcción y reconstrucción haciendo

uso de sus recursos cognitivos y metacognitivos a favor del desarrollo de sus

inteligencias, actitudes y competencias. (MES, 2005)

De este señalamiento se desprende que el proceso enseñanza-

aprendizaje debe permitir y facilitar al estudiante una relación directa con el

medio y con las fuentes originales del conocimiento, así como también

proporcionarle aprendizajes significativos que le permitan establecer redes

para enriquecer su conocimiento del mundo físico social y potenciar su

crecimiento personal y su hacer profesional.

Por lo tanto, el docente, es considerado organizador de experiencias

de aprendizaje y mediador, lo cual exige una amplia formación, tanto en su

área específica de conocimiento como en pedagogía y didáctica, con

capacidad para comprometerse con el desarrollo de las competencias y con

un alto interés por consolidar un trabajo académico, abierto al entorno,

colaborativo y protagónico (MES, 2005).

58

Además, los PNF, darán significado a otros aspectos relevantes de la

didáctica universitaria contemporánea, entre ellos: el trabajo docente en

colectivo, la planificación concertada, la autoevaluación del docente, la

evaluación formativa de los aprendizajes, la investigación como estrategia de

enseñanza, el uso adecuado de las tecnologías de la información y la

comunicación, dejando atrás, entre otros: la trasmisión del conocimiento, el

asignaturismo y el divorcio teoría-práctica.

Los PNF se operacionalizan a través de un plan de estudio

estructurado a partir de problemas, ejes curriculares, ejes transversales,

unidades curriculares, proyectos de producción, líneas de investigación,

trabajo comunitario y talleres permanentes. Por lo tanto, se fundamentan en

los siguientes principios curriculares:

-Interdisciplinar, para organizar los conocimientos de una manera

integral. Se supera así, la parcelarización del saber, para asumir el carácter

integral del conocimiento, considerando el máximo grado de la relación entre

las disciplinas, de forma que se llega a un sistema totalizador.

-El trabajo pedagógico orientado por la técnica de proyectos con el

objeto de dar respuesta a los problemas y por ende, intervenir, de manera

productiva en la realidad, con una visión compleja y globalizadora, según la

premisa de que el conocimiento lo construye el individuo de forma integral.

-El conocimiento será producto de procesos deconstructivos,

reconstructivos y constructivos, mediante los cuales serán abordadas las

situaciones problemáticas permitiendo así a los estudiantes adquirir

herramientas para entender el contexto propio y, emprender propuestas de

cambio, superando las dificultades comunitarias.

-La flexibilidad, entendida como la apertura a modificaciones

59

curriculares, la incorporación de innovaciones y la optatividad, según lo

indiquen los procesos de evaluación y las nuevas necesidades.

-Pertinencia o correspondencia con las demandas sociales. Entre sus

finalidades y metas está el compromiso de aportar respuestas efectivas a

problemas de diversos índoles: económicos, ciudadanos, ecológicos, entre

otros, que afectan a las comunidades.

-Coherencia, representa la interrelación armónica de los componentes

curriculares con las estrategias y líneas de acción.

-Continuidad, referida a la permanencia en el tiempo y en el espacio

del sistema de metas, estrategias de acción y lineamientos en los diversos

proyectos, durante lapsos prudenciales, en los cuales se conducen procesos

evaluativos que den indicio de los resultados.

Cabe destacar que, para la administración curricular en cada PNF se

deben establecer mecanismos de coordinación para organizar, ejecutar y

evaluar las unidades curriculares (UC) del plan de estudios, a fin de

responder a las intenciones educativas y del perfil profesional. Así mismo,

todo PNF debe establecer mecanismos que promuevan la interrelación

vertical y horizontal de las UC del plan de estudios, para propiciar, entre otros

aspectos, la continuidad y secuencia en los contenidos, la integración de

diversas actividades académicas tales como prácticas, estudios de caso,

investigaciones continuadas, evitar la duplicación de contenidos de los

diferentes cursos ( MES, 2005).

Tomando como soporte esta premisa y los criterios pedagógicos y

curriculares de los PNF, basados en los principios de formación integral,

flexibilidad e integración de saberes, articulación entre docencia,

investigación formativa e interacción socio comunitaria, así como en una

60

concepción inter y transdisciplinaria, se presentan, por ser objeto de este

estudio, los fundamentos, bases y características del Programa de

Formación de Grado en Estudios Jurídicos (PFGEJ), recogidos en el

documento de la Misión Sucre, (s/f).

Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos El Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos, se

propone formar ciudadanos profesionales, altamente capacitados, teórica y

técnicamente en el área de Estudios Jurídicos, intelectualmente creativos,

éticamente íntegros, con sentido de pertenencia social y con un profundo

conocimiento de la realidad social.

Uno de los principales objetivos que se plantea el PFG EJ es el

proyecto socio-educativo, el cual se presenta como el eje central de este

programa, utilizando la metodología de la investigación – acción participativa,

para estudiar en y desde las comunidades, con todo lo que ello implica: su

gente, su idiosincrasia, su sentir, sus problemas, necesidades y expectativas

de vida, con el firme propósito de hacer valer el principio constitucional de la

democracia participativa y protagónica en los procesos de enseñanza –

aprendizaje y, contribuir de esta manera a la formación de un/a nuevo/a

“Ciudadano/a Profesional”, capaz de ejercer su profesión conforme a los

valores y prácticas sociales que exige la Constitución de la República

Bolivariana de Venezuela de todo/a ciudadano/a en pro de la construcción

del estado democrático y social de derecho y de justicia.

Para ser consecuentes con lo anterior, es necesario que los/as

estudiantes entiendan que el Derecho está inscrito en el todo social, lo que

sólo puede comprenderse estudiándolo de forma integral y multidisciplinaria,

con los aportes de otras disciplinas como la sociología, economía,

politología, antropología, psicología, filosofía, historia, entre otras. Se busca,

de esta manera, que el futuro egresado de este programa de estudios

61

jurídicos, no sólo deberá tener capacidad de estudiar y aplicar la diversidad

de derechos existentes, sino que también pueda desarrollarse en el campo

de la investigación socio-jurídica que contribuya a la construcción de un

nuevo derecho a partir de la realidad social.

Este programa para adquirir conocimientos, es novedoso también en

sus metodologías, siguiendo las más vanguardistas recomendaciones de

filósofos y maestros como Simón Rodríguez y Pablo Freire y las más

actualizadas recomendaciones de congresos internacionales de educadores

que insisten en la necesidad de sistemas de instrucción que combinen la

práctica y la teoría, que no fragmenten la realidad, sino que la integren y que

se centren no en trasmitir información, sino en formar a la persona para que

aprenda a aprender, a estudiar por sí mismo, a ser responsable de su

proceso de aprendizaje, entre otras recomendaciones.

Sobre estas bases, este Programa tiene una duración de cuatro años

en la Modalidad Base que se implementará sólo en el turno diurno, y de cinco

años en la Modalidad Combinada, diseñada especialmente para el turno

nocturno y estudios de fines de semana.

El Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos presenta

una estructura dividida en tres partes:

Primera parte: fundamentación y explicación teórica del programa,

contentiva de: Presentación, Justificación, Fundamentación, Objetivos, Perfil

Profesional, Perfil de Desempeño, Plan de Estudios y Líneas de

Investigación.

Segunda parte: “Plan de Estudios Jurídicos a desarrollarse en cuatro

años, en la modalidad base, para turnos diurnos de estudio; adicionalmente

se ha creado una segunda modalidad de cinco años, para los estudios en

62

turnos nocturnos y fines de semana, que la denominan.

Ambos planes se desarrollan en cuatro trayectos, cada uno de los

cuales comprende una línea de investigación formativa que tienen como

objetivo orientar el proyecto y dar unidad teórica y coherencia a las unidades

curriculares que conforman el trayecto. Las líneas de investigación del

programa son: en el primer trayecto "Sociedad, Justicia y Derecho"; en el

segundo "Estado, Derecho y Democracia"; en el tercero "Clases Sociales,

Derechos Humanos y Justicia Social" y en el cuarto "Atención Jurídica y

Políticas Públicas". De modo que lo primero que se debe considerar es la

línea de investigación en la que se enmarca el proyecto a desarrollar por la

sección.

Precisadas las líneas de investigación es importante tomar en cuenta

que para cada proyecto de investigación se considera un tema general,

definido previamente, desde el diseño curricular, el cual deberá orientar el

objetivo del proyecto. Durante el primer proyecto se trabajará en el desarrollo

de un "análisis social de la justicia"; en el segundo se analizará "conflicto

social y el ordenamiento jurídico", en el tercero "ciudadanía e igualdad real" y

el cuarto "justicia comunitaria", ello, sin perjuicio del tema particular, que cada

grupo de proyecto escoja Ej. la vivienda, la seguridad, la basura, entre otros.

Como un tercer elemento a considerar, dentro del proyecto se

encuentra el método de investigación, el cual constituye la forma, la vía como

se desarrollará el proyecto y que en cada año es distinto, siendo en el primer

año el método de investigación acción, en el segundo el método de análisis

de coyuntura, en el tercero el método hermenéutico y en el cuarto la

metodología para la elaboración y evaluación de proyectos, de forma tal que

a lo largo del proyecto existen cuatro formas distintas de acercarse al

conocimiento.

63

Tercera parte: Contiene los llamados “descriptores” que consisten en

una breve presentación de los proyectos y las unidades curriculares de todos

los años del programa de formación.

La metodología utilizada está fundamentada en “aprender haciendo” a

través de proyectos colectivos desarrollados en las comunidades, centrados

en la dimensión jurídica, y vinculados directamente con las unidades

curriculares contenidas en el PFG de Estudios Jurídicos

El proyecto colectivo comunitario consiste en una Investigación -

Acción-Participativa que se construye por los estudiantes y profesores junto a

las bases de la comunidad a la cual pertenecen los estudiantes del PFG en

Estudios Jurídicos y las instituciones relacionadas con el campo jurídico, con

el objetivo de aproximarse a esas realidades para que a partir de la

problemática existente, se formulen las propuestas conjuntas relacionadas

con el campo socio-jurídico y se ejecuten los proyectos acordados con la

comunidad en la búsqueda de soluciones reales y efectivas a sus problemas,

o en la búsqueda de mejoras o beneficios para la vida de la comunidad.

A través del proyecto, se aprende mientras se solucionan problemas

reales, trabajando con las comunidades en un diálogo del saber académico

con el saber popular; y de esta manera se refuerza la pertinencia social de

los conocimientos y de la formación profesional, afianzando el compromiso

social de los estudiantes y la justa valoración y reconocimiento de la

sabiduría y experiencia popular.

Por otra parte, las unidades curriculares son las asignaturas que

conforman las bases teórico-metodológicas-prácticas del PFG en Estudios

Jurídicos, que fueron diseñadas para brindar una comprensión holística de la

dimensión jurídica, en función de las exigencias de la realidad social. Las

mismas, deberán estar ligadas al proyecto comunitario, haciendo aportes

64

teóricos a su desarrollo.

Por último es de resaltar que el programa de estudios es guiado por

profesionales, de diversas disciplinas: abogados, sociólogos, politólogos,

historiadores, antropólogos, trabajadores sociales, psicólogos, estadísticos,

economistas, e incluso de disciplinas como ingeniería y letras.

El rol del profesor, es el de asesor en los procesos de aprendizaje,

investigación y trabajo práctico que se desarrollen en el ambiente de estudio,

con la participación de todos los estudiantes, y en este sentido el profesor

debe hacer importantes aportes, como guía de la clase tiene a su vez una

responsabilidad mayor en el estudio, preparación, búsqueda de información,

bibliografías y metodologías que presenta a la clase la cual deberá ser

construida colectivamente, con los aportes de las experiencias, creatividad y

reflexiones de los estudiantes (miembros de la comunidad u otros

participantes), para convertir el acto didáctico en un espacio de aprendizaje,

construcción y sistematización de conocimientos, lo cual se logra con

dinámicas participativas, multidireccionales, y no con clases magistrales,

unidireccionales y monótonas en las que sólo el profesor habla y los

estudiantes copian.

En tal sentido, el docente debe actuar como modelo, mediador,

facilitador y estratega poniendo en práctica, según Heller (1998) la

conceptualización y ejercitación de los procesos cognitivos y haciendo

énfasis en estrategias cognitivas, afectivas y evaluativas que le permiten:

adquirir, organizar y presentar información durante el inicio, desarrollo y

cierre del proceso de enseñanza-aprendizaje, crear un clima psico - afectivo

propio al desarrollo cognoscitivo, evaluar, atendiendo al contenido pero

también a los procesos y procedimientos que producen determinadas

respuestas e imprimir a la actividad educativa, intencionalidad, trascendencia

y significado, características esenciales para mediar el aprendizaje.

65

CAPÍTULO III

CONFIGURACIÓN METODOLÓGICA

66

CAPÍTULO III

CONFIGURACIÓN METODOLÓGICA

La configuración metodológica establece el rumbo, las formas y los

procesos que se utilizaron para obtener una respuesta al problema planteado

en la investigación, siendo su fin esencial, situar el lenguaje de la

investigación, los métodos e instrumentos que se emplearon en la misma

(Rosendo et al, 2003).

Tipo de investigación.

La investigación es documental, tal como lo definen Finol y Camacho

(2008), se fundamenta en “un análisis de la información sobre el tema, con el

propósito de establecer relaciones, diferencias, etapas, postura o estado

actual del conocimiento respecto al tema objeto de estudio”. (p.61)

En este sentido, el presente trabajo consistió, en primer lugar, en la

revisión de fuentes bibliográficas y páginas Web. En segundo lugar, la

información recogida, de fuentes primarias y secundarias, se organizó y

describió obteniéndose, mediante el análisis interpretativo de la misma, el

cuerpo de elementos teóricos básicos para la construcción reflexiva de la

propuesta: “Elementos orientadores para la integración de áreas de

conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos

de la Misión Sucre”, en atención al objetivo general del presente estudio.

Esta investigación se viabilizó con el empleo del método analítico –

sintético (Witker, 1996). Analítico, porque se distinguieron los elementos del

Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre,

procediéndose a la revisión ordenada de cada uno de ellos con el objeto de

67

examinarlos por separado, para dilucidar las relaciones entre los mismos.

Luego, mediante el método sintético, se relacionaron hechos aparentemente

aislados y se unificaron de manera racional, para acabar en la propuesta de

integración de las áreas del conocimiento, producto de esta investigación.

Diseño de la investigación.

El diseño de la investigación permite hacer referencia al plan general

que el investigador se propone con el fin de resolver los objetivos del estudio,

indicándole cual es la estructura a seguir en una investigación. Éste es

definido por Rosendo y colaboradores (2003: p.89) como “el plan global de

investigación que integra de manera coherente y adecuadamente correcto,

técnicas de recogida de datos a utilizar, análisis previstos y objetivos”. Por su

parte, Balestrini (1998) afirma que el diseño de la investigación intenta dar,

de una manera clara y no ambigua, respuestas a las preguntas planteadas

en la misma.

Por tanto, este estudio se enmarcó en el diseño bibliográfico al

fundamentarse en la revisión sistemática, rigurosa y profunda de material

documental para el análisis de los aspectos estudiados, selección de

categorías teóricas claves para la conformación de la propuesta y el

establecimiento de relaciones entre ellas. En este diseño, el investigador

utiliza documentos; los recolecta, selecciona, analiza y presenta resultados

coherentes y; además, efectúa un proceso de abstracción científica,

generalizando sobre la base de lo fundamental.

Otra característica del diseño bibliográfico, según Finol y Camacho

(2008: p.68), es que “los datos a emplear han sido recolectados en otras

investigaciones y son conocidos mediante los informes correspondientes a

datos secundarios, elaborados y procesados de acuerdo a los fines de

quienes lo manejaron”.

68

Recolección de la información.

Según Rosendo et al. (2003), la recolección de los datos implica una

técnica específica, que permiten llegar a la verificación del problema

planteado. En función del tipo de investigación, quedará determinada la

técnica a utilizar y, a su vez, cada técnica establece los instrumentos o

medios que serán empleados.

En este caso, por ser una investigación documental, la recolección de

la información constituyó una etapa laboriosa, realizándose en dos fases: en

la primera, se seleccionó y evaluó el material bibliográfico y documental, lo

que implicó realizar una lectura exploratoria para escoger el material que

respondiera a los objetivos plateados en la investigación y, mediante la

técnica de observación documental (Finol y Nava, 1996) se revisó

minuciosamente la información de cada fuente para decidir los contenidos o

aspectos teóricos que más se correspondían con las intenciones del

presente estudio.

En una segunda fase, se elaboró un registro de los datos, procediendo

a depositar las reseñas de información teórica en hojas sueltas.

Posteriormente se colocaron en una carpeta organizada, de acuerdo al

esquema del trabajo articulado en la primera fase.

Diseño y validación de la propuesta.

Los procesos analíticos reseñados en el punto anterior derivaron la

construcción de la propuesta, se validaron atendiendo a las consideraciones

aportadas por académicos en el área de educación, quienes destacaron

observaciones que permitieron complementar la estructura para la

integración de las áreas del conocimiento en el Programa de Formación de

Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre, determinantes en la

69

formulación definitiva de la propuesta: “Elementos orientadores para la

integración de áreas de conocimiento en el Programa de Formación de

Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre”

Técnica de análisis de datos.

Para el análisis de las fuentes bibliográficas y documentales

contempladas en este estudio, que aportaron elementos teóricos esenciales,

se utilizó la técnica de análisis de contenido, la misma consistió en realizar

inferencias, descripciones objetivas y sistemáticas a partir de lo comunicado

en los materiales consultados (Finol y Camacho, 2008).

La información se organizó a partir de una unidad de análisis, con el

objeto de conformar la estructura conceptual que orientó la descripción

teórica de los elementos orientadores para la integración de áreas de

conocimiento en los PFGEJ de la Misión Sucre. Seguidamente, para esta

unidad de análisis se determinaron categorías y sub-categorías que

aportaron significado particular a cada elemento constitutivo de la propuesta

(cuadro 2).

70

Fuente: Rivadeneira, 2010

Objetivo General Formular elementos orientadores para la integración de áreas de conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre

Objetivos Específicos Unidad de Análisis Categoría Sub categoría Propiedades Fuentes documentales

1.-Describir los principios curriculares del Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre.

Integración de áreas del conocimiento en los PFGEJ de la Misión

Sucre

Programas de Formación de

Grado de Estudio Jurídicos (PFGEJ)

Principios curriculares

-Interdisciplinaridad -Técnica de proyectos -Procesos deconstructivos, reconstructivos y constructivos -Flexibilidad -Pertinencia social -Coherencia -Continuidad

Ministerio de Educación Superior (2005)

2.-Identificar las competencias docentes para la integración de las áreas del conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre.

Competencias Docentes.

Didácticas

- Planificadora - Tratamiento de los contenidos - Comunicativa - Metodológica - Relacional - Tutorial

Zabalza (2003) Toledo (2006) Marqués (2001) Meneses (2007) Ferrández (1995) Alcántara, (1990

Evaluativas

-Propósito de la Evaluación. -Instrumento de Evaluación

Toledo (2000, 2005 y 2006) Perrenoud (2004)

3.-Determinar los elementos que orientan la integración de áreas de conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre.

Propuesta de Investigación

Cuadro 2. CATEGORIZACIÓN DE LA UNIDAD DE ANALISIS

71

CAPÍTULO IV

RESULTADO DE LA INVESTIGACIÓN

72

CAPÍTULO IV

RESULTADO DE LA INVESTIGACIÓN

En respuesta al objetivo general planteado, se presentan como

resultado, en el gráfico 1, los elementos orientadores para la integración de

áreas de conocimiento en el Programa de Formación de Grado de Estudios

Jurídicos de la Misión Sucre. Los mismos, se apoyan conceptualmente en las

categorías teóricas: (a) competencias docentes, como herramienta o vehículo

necesario para garantizarlos y (b) en los principios curriculares que rigen los

Programas de Formación de Grado en dicha Misión.

Al analizar el gráfico 1 se pueden evidenciar los siguientes elementos

orientadores: la conducción del proceso por tutorías y talleres; integración de

contenidos de aprendizaje a través de proyectos; comunicación

multidireccional como factor dinamizador del docente, como sujeto- objeto de

transformación; conducción heurística del aprendizaje (promoción de un

aprendizaje autónomo, crítico y reflexivo) y evaluación continua, flexible y

coherente. Estos elementos, apoyándose en la relación multidireccional entre

los principios curriculares y las competencias docentes conforman una red de

relaciones, dentro de lo pedagógico, que permitirá el incremento del impacto

transformador en el entorno social del hecho educativo, es decir, docente –

estudiante – contexto social como sujetos – objetos de transformación.

En este sentido, con la conducción del proceso por tutorías y

talleres se plantea llevar a cabo dentro del Programa de Formación de

Grado en Estudios Jurídicos (PFGEJ), una planificación donde se organicen

los conocimientos de una manera integral, con ello se superaría la

73

fragmentación del saber, procurando un máximo grado de correlación entre

las asignaturas (interdisciplinaridad), de tal manera, que el proceso didáctico

se desarrolle aprovechando adecuadamente el tiempo, los recursos

instruccionales, los conocimientos previos, entre otros.

Gráfico 1 Elementos orientadores para la integración de áreas de conocimiento

en los PFGEJ

Fuente: Rivadeneira, 2010

74

Lo antes expuesto sugiere al docente que labora en el PFGEJ, valerse

de una metodología que privilegie la tutoría, como forma de atención

educativa que permite apoyar a los estudiantes de manera sistemática,

integrando grupos conforme a ciertos criterios y mecanismos de monitoreo y

propiciando ambientes en los que los alumnos se desarrollen de manera

autónoma y significativa en escenarios reales de trabajo.

La integración de contenidos de aprendizaje a través de

proyectos, plantea considerar en la planificación el acto didáctico como

garante de la aplicabilidad que tienen los conocimientos impartidos para dar

respuestas a problemas concretos y, por ende, intervenir de manera

productiva en la realidad, tal como lo plantea Ferrandez (1995), usando las

estrategias más convenientes para integrar los contenidos culturales,

poniendo en actividad todas las capacidades de la persona y pensando en la

transformación socio-cultural del contexto endógeno y exógeno que les es

propio.

Esto significa que la técnica de proyectos, como principio curricular, es

el eje central para integrar los contenidos teóricos y prácticos, según la

premisa de que el conocimiento lo construye el individuo de forma integral,

siendo esta praxis docente, la técnica que permitirá dinamizar los procesos

deconstructivos, reconstructivos y constructivos con los que los estudiantes

del PFGEJ podrán adquirir las herramientas para entender el contexto propio

y emprender propuestas de cambio, necesarias para superar las dificultades

del entorno comunitario, mostrando la pertinencia social que tiene el hecho

educativo en general.

En la comunicación multidireccional como factor dinamizador del

docente como sujeto- objeto de transformación, la competencia

comunicativa y relacional es un factor fundamental para generar un clima

75

propicio de participación, discusión y análisis en el aula y fuera de ella. Por

tanto, el docente del PFGEJ debe ser un sujeto y objeto de transformación,

pues al mismo tiempo que modifica el entorno (aula – aldea universitaria –

comunidad), es a su vez, modificado por éste. Además, según Zabalza

(2003), debe estar ganado para transmitir con pasión el mensaje a los

alumnos e interesarlos por el conocimiento en general y por los asuntos

concretos desarrollados en su disciplina.

Aunado a lo anterior, se sugiere al docente del PFGEJ, utilizar las

tecnologías de la información y de la comunicación (Internet, correo

electrónico, multimedia, videoconferencia), lo cual, ayudaría, aun mas, a

cumplir con este elemento orientador de comunicación multidireccional. Para

ello, según lo plantea Zabalza (2003), debe elaborar guías de aprendizaje y

mantener contacto permanente con los educandos a través de la red, de

manera que su práctica se centrará más en ayudar y orientar al alumno para

la selección y organización de la información, la adquisición de habilidades y

el intercambio de información y de experiencias con sus pares.

La conducción heurística del aprendizaje, es un elemento que

orienta la promoción de un aprendizaje autónomo, crítico y reflexivo, para lo

cual el estudiante debe participar activamente durante el proceso

instruccional, y el docente debe estimularlo para que descubra por cuenta

propia, formule conjeturas, exponga sus propios puntos de vista y transfiera

lo aprendido a la solución de problemas y a nuevas situaciones que se le

presenten. El logro de tal cometido requiere según Bruner (en Palacios,

2004) que los contenidos a enseñar sean percibidos por el alumno como un

aprendizaje importante y significativo y no como algo que debe ser

pasivamente asimilado.

Por otra parte, se le plantea al profesor de los PFGEJ, convertir el acto

76

didáctico en un espacio de aprendizaje, construcción y sistematización de

conocimientos, lo cual se logra con dinámicas participativas,

multidireccionales, y no con clases magistrales, unidireccionales y

monótonas en las que sólo el profesor habla y los estudiantes copian.

Por último, la evaluación continua, flexible y coherente se sugiere

como un elemento de gran relevancia, pues cualquier transformación que se

desee formalizar siempre se verá reflejada en los mecanismos de evaluación

implementados, así como en la habilidad del docente para constatar la

aprehensión de los conocimientos por parte de los estudiantes y su

capacidad para responder a los desafíos planteados por el entorno.

En tal sentido, cada actividad didáctica deberá estar integrada con una

situación de evaluación. Las situaciones de evaluación, como lo expresa

Toledo (2006), deben permitir la toma de decisiones de ambos (profesor y

estudiantes), la verificación de logros, el control, la autorregulación, la

autoevaluación, entre otros, que indiquen el dominio de lo aprendido. En este

sentido, el docente mostrará su competencia evaluativa cuando la situación

que diseña es auténtica, interactiva, motivadora, dinámica y congruente con

el saber y hacer esperados.

Los instrumentos o procedimientos que el docente use para la

verificación de los logros alcanzados pueden ser diversos, y estos a su vez,

deben tributar para que la elaboración del proyecto determinado en cada

etapa del PFGEJ se construya y ejecute provocando una transformación

tangible en el entorno social de influencia de la tríada docente – estudiante –

comunidad. Este sería el aspecto fundamental de la competencia evaluativa

exigible al docente del PFGEJ de la Misión Sucre.

Dentro del proceso que requiere la demostración de la competencia

77

evaluativa, deben considerarse, además, los principios declarados en los

fundamentos teóricos y conceptuales del programa educativo, por lo tanto,

este proceso evaluativo debe poseer flexibilidad, entendida como la apertura

a modificaciones curriculares, la incorporación de innovaciones y la

optatividad, según lo indiquen los procedimientos de evaluación y las nuevas

necesidades.

Adicionalmente, la evaluación debe ser coherente, pues al

interrelacionarse con armonía los contenidos de las asignaturas,

conjuntamente con las estrategias y líneas de acción, redunda todo en un

incremento de la eficiencia en el uso de los recursos de todo tipo, incluyendo

el máximo aprovechamiento del tiempo y las herramientas instruccionales,

así como también, el incremento del impacto en el entorno social cuando los

estudiantes aplican los conocimientos adquiridos, es decir, al momento de la

praxis.

Por último, la competencia evaluativa debe integrar en su

conformación el principio de la continuidad, que está referido a la

permanencia en el tiempo y en el espacio del sistema de metas, estrategias

de acción y lineamientos en los diversos proyectos, durante lapsos

prudenciales, en los cuales se conducen procesos evaluativos que den

indicio acerca de resultados, lo cual permitiría obtener o recolectar

información importante sobre los efectos transformadores verdaderamente

logrados con el modelo educativo planteado en la Misión Sucre. De allí, se

tomarían los insumos para realizar los ajustes necesarios con la finalidad de

perfeccionar el funcionamiento de los PFGEJ de dicha Misión, en procura de

mayor impacto social.

En síntesis, la integración de áreas de conocimiento requiere de un

profundo trabajo didáctico por parte de los docentes que laboran en los

78

PFGEJ, quienes apoyándose en los sustentos teóricos de los elementos

orientadores que se proponen en esta investigación podrán materializar dicha

integración en las asignaturas que administran, sobre la base de aspectos

esenciales que permitan a los alumnos un aprendizaje más fácil y eficaz.

A continuación se ilustra, como ejemplo, una manera de integración

entre los contenidos de dos unidades curriculares (UC) del trayecto I del

Programa de Formación de Grado de Estudio Jurídico.

UC Historia Contemporánea de Lenguaje y Argumentación Venezuela Jurídica

Contenidos

ACONTECIMIENTO POLÍTICO ELABORACIÓN DE UN DISCURSO JURÍDICO Siglo XX: Derecho de sufragio para la mujer -Manejo de oratoria Siglo XXI: Reconocimiento a las etnias -Uso de vocabulario jurídico

Como se puede ver, la integración de contenidos proporciona ventajas

al procesos de enseñanza aprendizaje, pues no solo se logra una mayor

integración de los conocimientos sino que permite atender la secuencia

temporal lógica y didáctica en la presentación de temas interrelacionados o

que se complementen, aunque pertenezcan a asignaturas o disciplinas

diferentes; asimismo, como lo afirma Chaviano et al. (2008), se puede evitar

la presentación reiteraciones, que no se sustenten en la adquisición de un

79

nuevo aprendizaje o en la transferencia a otro objeto de estudio.

Para finalizar este apartado, se considera que la puesta en práctica de

los elementos orientadores antes descritos requiere:

1.- Promover procesos de orientación tanto al personal docente

como a todos los actores del programa, en aspectos relacionados con:

a.- La conducción del proceso por tutorías y talleres;

b.- La integración de contenidos de aprendizaje a través de proyectos;

c.- La comunicación multidireccional como factor dinamizador del

docente como sujeto – objeto de transformación;

d.- La conducción heurística del aprendizaje es decir, promoción de un

aprendizaje autónomo, crítico y reflexivo

e.- La evaluación continua, flexible y coherente.

2.- Promover programas de formación y actualización para el

personal docente que laboran en el PFGEJ de la Misión Sucre

a.- En el ámbito de su disciplina;

b.- En aspectos didácticos y de administración curricular.

80

CAPÍTULO V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

81

CAPÍTULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Al analizar la información documental, se pudo inferir que entre los

principios curriculares que fundamentan el Programa de Formación de Grado

de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre destacan: interdisciplinaridad,

técnica de proyectos, procesos deconstructivos, reconstructivos y

constructivos de aprendizaje, flexibilidad, pertinencia social, coherencia y

continuidad. Estos principios deben tomarse como guía para la

administración curricular; por lo tanto, se deben establecer mecanismos de

coordinación para promover la interrelación vertical y horizontal de las

asignaturas que administran los docentes, lográndose así, la continuidad y

secuencia en los contenidos a través de diversas actividades académicas

tales como: prácticas, estudio de casos, investigaciones continuadas, entre

otras; ello evitará la duplicación de contenidos de los diferentes cursos.

Entre las competencias del docente tomadas como referencia, para

efecto de la propuesta de integración de áreas del conocimiento destacan:

las didácticas y las evaluativas. Las primeras expresadas en la habilidad del

docente para planificar el programa, para el tratamiento de los contenidos, la

metodológica que implica selección y organización de estrategias de

enseñanza, aprendizaje y evaluación, así como, la capacidad comunicativa,

relacional, componente básico de las diversas competencias y la tutorial que

implica, pasar de metodologías transmisoras a metodologías centradas en el

estudiante y en su proceso de aprendizaje. Las segundas referidas a la

habilidad del docente para verificar el progreso de los alumnos, a través de

82

diversos instrumentos de evaluación que provean insumos para analizar los

errores de los estudiantes, con indulgencia, pensando en qué medida y de

qué forma pueden ayudarlos a superarse.

Ambos componentes teóricos: principios curriculares y competencias

docentes fueron considerados para determinar los elementos orientadores de

la integración de áreas del conocimiento en el Programa de Formación de

Grado de Estudios Jurídicos de la Misión Sucre, presentados como

propuesta en esta investigación, cuyo propósito es desplegar procesos y

componentes teóricos para que tanto la coordinación académica, como la

institución de apoyo, donde se llevan a cabo los PFGEJ, promuevan

procesos de orientación, tanto al personal docente como a todos los actores

del programa, en aspectos relacionados con: la conducción del proceso por

tutorías y talleres; la integración de contenidos de aprendizaje a través de

proyectos; la comunicación multidireccional como factor dinamizador del

docente como sujeto – objeto de transformación; la conducción heurística del

aprendizaje es decir, promoción de un aprendizaje autónomo, crítico y

reflexivo y la evaluación continua, flexible y coherente.

Recomendaciones:

1.-Coordinadores académicos y docentes deben reflexionar sobre sus

prácticas para que sus acciones sean canalizadas a la promoción de un

aprendizaje relevante y de calidad en la Misión Sucre.

2.-Impulsar programas de formación y actualización para el personal

docente que labora en el P.F.G de Estudios Jurídicos, tanto en el ámbito de la

disciplina como en aspectos didácticos y de administración curricular.

Algunos de estos podrían ser:

83

• Talleres de evaluación y creación de instrumentos con el fin de que el

docente y el dicente hagan de la evaluación una práctica continua,

flexible y coherente

• Talleres de planificación con el propósito de que el docente organice

los conocimientos de una manera integral para superar la

fragmentación del saber.

3.-Establecer mecanismos de inducción al personal, para enriquecer

el desarrollo e investigación de la práctica docente cotidiana y fomentar una

actitud favorable hacia la necesidad de integrar las áreas del conocimiento,

como una alternativa funcional de la praxis académica que debe caracterizar

a la educación superior.

4.-Someter los elementos formulados en este estudio, a la

consideración de los actores claves en el campo práctico del trabajo en el

aula, lo cual permitirá descubrir nuevas relaciones e incorporar otros

elementos teóricos, si es necesario.

5.- Realizar estudios descriptivos, evaluativos, fenomenológicos entre

otros, para verificar o sistematizar los elementos formulados en el campo,

involucrando a los actores que intervienen en el PFGEJ.

84

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