especies vegetales invasoras
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Plantas invasoras en Espaa: un nuevo problema en las
estrategias de conservacin
Captulo V
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IntroduccinDesde que la humanidad inici el proceso de domes-ticacin y cultivo de las plantas, miles de especiesvegetales se han extendido ms all de sus reas natu-rales y muchas de ellas han llegado a naturalizarse demanera efectiva tanto en bitopos antropizadoscomo naturales. Este proceso se ha intensificado demodo paralelo a la mejora en las comunicaciones alarga y corta distancia y al aumento de las transaccio-nes comerciales, de modo que actualmente es factibleimaginarse el Planeta como una apretada red denodos interconectados, que actan como donadoresy/o receptores de especies, a lo largo de cuyos hilosmigran numerosos taxones de un punto a otro,impulsando de modo artificial la coexistencia deespecies que hasta ahora nunca haban convivido. Laintensidad de estas migraciones est determinadaesencialmente por variables sociales, mientras que lasprobabilidades de cada individuo para prosperar enun ambiente dado estn definidas, no slo por lascaractersticas de ste, sino adems, y en gran medi-da, por eventos estocsticos, lo que hace que el estu-dio de este tipo de procesos sea especialmente com-plicado. Por ello, las consecuencias de este fenmenoan no se conocen con exactitud y son difcilmentepredecibles a largo plazo. No obstante, existen dosprocesos ya iniciados que se pueden inferir de loexpuesto hasta ahora. El primero de ellos consiste enla aparicin de nuevas tensiones o relaciones ecolgi-cas interespecficas; el segundo, ms fcilmente cons-tatable, es la homogeneizacin de una fraccin delcomponente vivo a meso-escala por casi todas lasreas del Planeta, lo que puede considerarse comouna consecuencia medioambiental del proceso deglobalizacin de la economa.
Por todo ello, resulta innegable la necesidad deincluir los aspectos relacionados con los procesosasociados a las invasiones de especies en el diseo deestrategias de conservacin de la biodiversidad,especialmente si se desea enfocar estos problemas deacuerdo con la nueva tendencia en la biologa deconservacin, en la que se trata de emplear enfoquesholsticos y dinmicos, orientados no slo al mante-nimiento activo de poblaciones amenazadas, sinotambin, a la identificacin de los procesos ecolgi-cos implicados en el mantenimiento de las especies yecosistemas objetivo y al estudio de cmo puedegarantizarse su permanencia.
En este sentido, el nivel de integracin de losestudios sobre invasiones como una parte ms de losestudios sobre conservacin vegetal vara con cadapas. En efecto, por una parte, depende de la magni-tud de los problemas de conservacin que causan lasespecies alctonas de modo directo y fcilmente
observable (recurdese que pueden subyacer conse-cuencias igualmente graves y ser ms difcilmentedetectables), lo que explica por qu en ciertas regio-nes como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelan-da o la Micronesia y Polinesia, zonas isleas o que,biogeogrficamente se comportan como islas, estecampo de conocimiento se encuentra tan avanzado.Sin embargo, por otra parte, existen notables dife-rencias entre pases con niveles de problemas seme-jantes (STARFINGER et al., 1998) y, dentro de Euro-pa, Espaa se encuentra entre los pases en los quems escasean este tipo de enfoques y, si bien, afortu-nadamente, parece que estamos asistiendo a un cam-bio de tendencia, a veces es difcil distinguir en quocasiones las fuerzas esenciales que motivan la par-ticipacin creciente de la comunidad cientfica y dela Administracin, responden al afn por seguir unatendencia en boga o realmente responden a un con-vencimiento pleno de la necesidad de poseer, cuantoantes, esta clase de conocimientos. Lgicamente, lacontinuidad de estos trabajos, la profundidad de losenfoques empleados, as como las posibles implica-ciones tanto en el plano de la ecologa terica, comode las posibilidades reales de trasladar a la prctica elconocimiento as generado, diferirn sensiblementeen ambos casos. No obstante, es indudable que, engran medida, este incremento en el grado de con-cienciacin de la sociedad en general viene dado porlos casos, cada vez ms frecuentes, de especies intro-ducidas que se asientan en entornos protegidos ycuya expansin ha tenido que ser frenada dentro delespacio. Podemos citar, a modo de ejemplo, los planesde actuacin llevados a cabo en los Parques Naciona-les de Garajonay para el control de Tradescantia flu-minensis, de La Caldera de Taburiente contra Agerati-na adenophora, de Doana contra Gomphocarpusfruticosus y Nicotiana glauca, y de Timanfaya contraNicotiana glauca, o en el Parque Natural del Delta deEbro contra Eichhornia crassipes.
El presente captulo se encuadra dentro de estecontexto de cambio de mentalidad, de conciencia-cin creciente tanto de la comunidad cientfica espa-ola como de los organismos implicados en la ges-tin del medio. Ms an, debemos celebrar que stasea la primera vez, en la historia de la conservacinvegetal en Espaa, en que en una obra de dimensinnacional se incluya un apartado especfico dedicadoa las invasiones de plantas. Sin embargo, debe consi-derarse como una primera aproximacin al proble-ma. En efecto, se trata en sntesis, del primer trabajoque aborda el problema de las invasiones de modoglobal para todo el territorio espaol, que conllevatanto aspectos positivos como otros que no lo sontanto, y de ningn modo, debe considerarse como
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un tema zanjado, sino todo lo contrario: un exposi-tor de la cantidad del trabajo que queda an por rea-lizar y de la necesidad de aunar esfuerzos para lograrprofundizar de modo eficaz en el conocimiento delos procesos asociados a las invasiones que afectan alos ecosistemas espaoles. Como una contribucinen esta lnea, en este apartado del libro se expondrla metodologa seguida en el Informe sobre taxo-nes introducidos y los problemas de conservacinque plantean, como parte del Proyecto AFA, y seperfilarn las principales conclusiones extradassobre los problemas asociados a las especies alcto-nas introducidas en Espaa.
MetodologaLa redaccin de este captulo se ha preparado una vezexaminada la informacin recogida en una base dedatos informtica previamente compilada por nos-otros. En ella, a partir de referencias bibliogrficas, seincluy, de cada especie, informacin taxonmica,histrica (fecha y rutas de introduccin, nombresvernculos en las cuatro lenguas oficiales del EstadoEspaol cuando estuvieron disponibles), corolgicay cartogrfica (origen geogrfico, distribucin enEspaa por provincias mediante mapas de cuadrcu-las UTM de 50 x 50 km y 10 x 10 km), demogrfica(abundancia y tendencia poblacional), biolgica (bio-tipo, xenotipo sensu KORNS (1990), hbitat, per-odo reproductor, va de propagacin), sobre los pro-blemas de conservacin generados y sobre losmtodos de control (fsicos, qumicos y biolgicos)ms adecuados en cada caso. En total, se han recopi-lado datos bibliogrficos de ms de un centenar deespecies seleccionadas por su especial amplitud dedistribucin y/o por generar (o ser capaces de hacer-lo a medio plazo) una interferencia apreciable en losecosistemas, hbitats, o especies nativas. Respecto alos xenotipos, en este texto se manejarn los siguien-tes trminos: metfito epecfito (especie naturalizadaen bitopos antrpicos); metfito hemiagrifito(especie naturalizada en hbitats seminaturales, esdecir, sometidos a una moderada influencia de la acti-vidad humana, por ejemplo, pastoreo o aprovecha-miento forestal moderados); metfito holoagrifito(especie naturalizada en bitopos naturales); y, debi-do a la dificultad para clasificar algunas especies, se haincluido la categora intermedia de epecfito-hemia-grifito (especie que crece en situaciones en las que elsoporte fsico del ambiente es un bitopo seminaturalque, debido a un mayor nivel de degradacin, presen-ta ya caractersticas de transicin hacia las tpicas delepecofitismo, es decir, comienza a presentar semejan-zas con los hbitats tpicamente antrpicos rudera-les, viarios, etc., del mismo modo designa aquellosantrpicos que aparentan una cierta transicin haciala seminaturalidad por ejemplo, antiguos cultivosabandonados, se incluyen tambin en esta categoralas especies epecfitas que, ocasionalmente, han sidohalladas en ambientes seminaturales.
Para la clasificacin de una especie como invaso-ra se ha seguido la reciente corriente terminolgica,impulsada a raz del estudio de RICHARDSON et al.(2000). En esta propuesta se eliminan por fin dosaspectos hasta ahora manejados por una parte de lacomunidad cientfica para considerar como invasoraa una especie dada: por un lado, la independenciarespecto al tiempo que la especie lleva asentada enuna regin dada; y por otro, respecto al tipo dehbitat ocupado. Se elimina as, tanto la exigencia deque se trate de especies de introduccin reciente,como la necesidad de que una especie ocupeambientes no humanizados para que sea considera-da como invasora, necesidad que obviamente resultalimitante por cuanto la inmensa mayora de los pai-sajes europeos se hallan influidos por el ser humanoen algn grado y por cuanto casi la totalidad de lasespecies introducidas ocupan bitopos perturbadosdurante un perodo de tiempo variable antes depenetrar (si lo hacen) en ambientes no humanizados,realidad que con las propuestas vigentes hasta elmomento permaneca enmascarada. Finalmente, delcontingente inicial de especies invasoras que inclu-a taxones exclusivos de ambientes antrpicos, seseleccionaron aquellas que actualmente aparecen enambientes seminaturales (en sentido amplio, esdecir, incluyendo los epecfitos-hemiagrifitos) onaturales. Debemos advertir al lector que somosconscientes de las limitaciones e imprecisiones dedetalle que puede conllevar tanto esta clasificacincomo la aplicada para la asignacin de xenotipos,especialmente cuando las clasificaciones se realizansiempre desde el plano de la generalidad para elimi-nar o delimitar matices mientras que los procesos deinvasiones (y por tanto, algunos aspectos de su estu-dio) son eventos eminentemente locales. A estaparadoja deben sumarse: 1) la realidad de que, en laprctica, debido a la milenaria tradicin de uso de lainmensa mayora del territorio espaol, y especial-mente de la Pennsula Ibrica, resulta, cuandomenos, controvertido aplicar los trminos naturaly seminatural a los ecosistemas y bitopos; 2) laya reiterada escasez de estudios u observacionespublicados; y 3) el uso no estandarizado de diversostrminos recogidos en las referencias existentes res-pecto al nivel de naturalidad del ambiente que ocu-pan las especies as como de su nivel de expansin e,incluso, diversas observaciones realizadas con dis-tinto grado de fundamento o disparidad de criteriosno explicitados (amenaza, naturalizada, com-pite, desplaza, etc. a lo largo del texto hemostratado de ser lo ms rigurosos posible en el empleode este tipo de trminos optando, por ejemplo, porreemplazar el trmino competencia por el de coexis-tencia y que sera necesario analizar, caso por caso,con visitas especficas a cada localidad. Pero comosabemos, cualquier sistema de clasificacin implicala aplicacin de unos criterios para la toma de deci-siones y el establecimiento de unos lmites que, con
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frecuencia y especialmente en el campo de las cien-cias naturales, resulta difcil o incluso imposibledefinir perfectamente y que no puedan ser variadosa juicio de otro investigador u observador, por loque pedimos ya disculpas al lector si algo no coinci-de totalmente con sus observaciones.
Resultados y discusin
Especies invasoras, tendencias e interferenciasen los ecosistemas y con las especies nativasCon los datos disponibles hasta el momento, se haencontrado que 75 especies alctonas (entre las quese ha incluido Isatis tinctoria, por tratarse de unarquefito oriundo del SW de Asia y Cuenca delEgeo ZOHARY & HOPF 2000, que se encuentra enexpansin en zonas naturales) son invasoras deambientes naturales o seminaturales (los naturalessometidos a una moderada influencia humana). Deellas, 32 especies son holoagrifitos, 23 hemiagrifi-tos, 17 epecfito-hemiagrifitos, y 3 resultaron deasigancin dudosa o intermedia entre holo y hemia-grifitos. No obstante, hay que incidir, una vez ms,en las dificultades para considerar a un ambientecomo natural, especialmente cuando la masa de losdatos manejados corresponde a referencias. Por ello,no descartamos que futuras revisiones puedan consi-derar ms conveniente algn cambio en la asignacinde xenotipos. Por otro lado, 45 de las especies inva-soras consideradas en este captulo presentan enestos momentos y de modo general, una tendenciaexpansiva, 3 exhibieron esta tendencia de maneralocal, 8 pueden considerarse como estables, 1 especiecon tendencia regresiva, y de 8 especies se desconocesu tendencia actual. Destaca tambin la diferencia enlos grados de invasin de los distintos hbitats. As,los bitopos ms invadidos fueron, con diferencia,los sistemas riparios (en sentido amplio, incluyendolos cauces, torrenteras, riberas, arroyos, etc.) con 35especies, a los que siguen los matorrales (excluyendoaquellos asentados en riberas, cauces, zonas de inun-dacin y arenas costeras) con 21 especies, los bos-ques (excluyendo los bosques de ribera) con 18 espe-cies, los humedales (incluyendo las marismas y
sistemas lacustres continentales y considerandotanto especies acuticas como terrestres asentadassobre zonas inundables) con 15 especies, y los arena-les costeros con 11 especies. Posiblemente, visitasespecficas a cada localidad podran modificar ligera-mente algunos de estos porcentajes, ya que hbitatsconsiderados como roquedos o barrancos, posible-mente estn colonizados por comunidades especfi-cas incluibles en alguna otra categora (por ejemplo,matorrales).
Respecto a los problemas de conservacin queestn planteando en la actualidad, en 45 especies delas mostradas en la tabla 1 se han encontrado datosque indican una o ms de las siguientes circunstan-cias: convivencia o contacto con vegetacin autcto-na (incluidos los casos en los que sta aparece comorodales remanentes en lugares ms o menos altera-dos); generacin de problemas especficos, (porejemplo, formaciones densas que impiden el des-arrollo de la vegetacin autctona tras una altera-cin de la comunidad nativa); puesta en prctica deplanes de actuacin para su erradicacin o controlpoblacional (a pesar de que en algunos casos se indi-que simultneamente en la tabla que no suponenuna amenaza instantnea); prohibicin de su empleoen alguna zona de Espaa. A la informacin recogi-da en la tabla 1 debe sumarse la importante cantidadde observaciones realizadas por los autores de lasfichas de especies recogidas en esta obra. As, en untotal de 70 especies amenazadas del total de los taxo-nes incluidos en el Atlas (25 de la Pennsula y Balea-res y 45 de las Islas Canarias, ver APNDICE) se hasealado especficamente la competencia ejercidapor las especies alctonas como un factor ms deamenaza para la conservacin de, al menos, una desus poblaciones. Los procesos primarios que hanconducido a la amenaza sobre muchos de los ende-mismos han sido producidos por otros agentescomo el pastoreo, la roturacin de terrenos, la nitri-ficacin, etc. As, las actuaciones humanas directas,al mismo tiempo que desplazan o eliminan la vege-tacin autctona, crean el ambiente propicio paraque las especies alctonas asociadas al hombre pue-dan desarrollarse con xito. Desde este punto de
Araujia sericifera, una de las especies ms invasoras en las comarcas costeras de Catalua y Levante. Izda.: detalle. Dcha.: invasin deAraujia sericifera y de Agave americana en la trinchera del ferrocarril Barcelona-Valencia (Cambrils, Tarragona). Autor: M. Sanz-Elorza.
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vista, estas nuevas especies generalmente ocupan unhbitat ya alterado en el cual la flora autctona tienemuchos problemas para sobrevivir. Pero adems,algunas de las autctonas amenazadas son capacesde mantenerse en ambientes humanizados en losque la presin no sea excesiva, especialmente aque-llas que tienen un comportamiento ms o menosnitrfilo u oportunista, como algunas especies de losgneros Cheirolophus, Aichrysum, etc. En estoscasos la especie invasora puede comportarse comoun factor de amenaza ciertamente importante yaque autctonas y alctonas compiten por el mismohbitat humanizado. Incluso habra que tener encuenta que en Canarias y en el Mediterrneo msxrico algunas especies pueden encontrarse enregresin precisamente porque siendo propias dehbitats nitrfilos, terrenos removidos, etc., stoshan sido ocupados por especies invasoras. Estosdatos no deben pasar desapercibidos al lector, yaque debe tenerse en cuenta, que las especies invaso-ras colonizan esencialmente ecosistemas manejadoso bitopos naturales que, puntualmente, han sufri-do algn tipo de alteracin antrpica, por lo que sise hubiese podido incluir, adems de las especiesamenazadas, a las especies nativas en general (inclu-yendo otras especies nitrfilas no amparadas bajoninguna categora de amenaza), podra, seguramen-te, apreciarse un nivel de presin mucho mayor porparte de las especies invasoras. A este dao por inva-soras debe sumarse el de la presin competitiva ejer-cida por especies autctonas agresivas. De estaforma, en Canarias la ruptura de los equilibrios eco-lgicos favorece que muchas especies nativas comoRumex lunaria, Kleinia neriifolia, Erica arborea,etc. se comporten de ese modo y, aunque constitu-yan en muchos casos los elementos bsicos de lascomunidades seriales de sustitucin natural, puedensuponer un verdadero problema para la superviven-cia de los taxones relictos. Se evidencia as cmo lasinvasoras pueden suponer una amenaza para unamplio nmero de especies, tanto de ambientesnaturales como seminaturales (con las puntualiza-ciones mencionadas), especialmente aquellos some-tidos a perturbacin natural recurrente (por ejem-plo, riparios), relictos de vegetacin remanentesinsertos en una matriz de territorio antropizado yespecies nativas ms o menos nitrfilas.
Como regla general, si se analizan conjuntamentetanto los datos existentes en el caso de Espaa, comolos referidos a otros pases, puede concluirse de laTabla 1 que la influencia de las invasoras sobre los eco-sistemas y especies nativas implican uno o varios delos siguientes fenmenos: formacin de poblacionesdensas que impiden el asentamiento de otras especies;alteracin de las propiedades del suelo (alelopata,incremento de materia orgnica, salinizacin, etc.);sombreado de las especies soporte o del sotobosque;alteracin de la dinmica sedimentaria; alteracin degradientes ambientales; incremento de incendios; etc. Solanum bonariense, ro Bacares (Tjola, Almera). Autor: E. Dana.
Indudablemente, sern mucho ms peligrosas aquellasque interfieran en el sistema por varias vas a la vez, y,muy especialmente, aquellas que modifican el hbitat(cf. BELL 1997, HRUSKA 1991, GENTILE 1996, CARBA-LLEIRA & REIGOSA 1999, GIMENO & VIL 2002, PAR-KER et al. 1999, SOUTO et al. 1994, SOUTO et al. 2001).
La prevencin y el control de las invasionesEl mejor mtodo de lucha frente a las invasiones bio-lgicas debe basarse, indudablemente, en la preven-cin de su entrada. Las especies invasoras puedenasentarse directamente en los entornos naturales (porejemplo, cuando se realizan tareas de revegetacin conciertas especies forneas), aunque, como es sabido, loms frecuente es que antes de ello pasen por perodosde asentamiento y acrecentamiento de sus poblacio-nes en bitopos de origen humano (jardines, ambien-tes ruderales y viarios, campos de cultivos, etc.). Estafase es conocida como fase de retardo (KOWARIK1995). Es a partir de estos hbitats desde donde sepuede producir la introduccin en ambientes natura-les; el mayor riesgo existe lgicamente cuando estosbitopos se localizan en una matriz de espacios conmoderada intervencin humana (por ejemplo, enzonas rurales o urbanizaciones en ciertos espacios mso menos naturales o seminaturales). En el caso deespacios protegidos o enclaves con alto valor de con-
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servacin, las tareas de erradicacin estarn condena-das al fracaso si no es posible eliminar las poblacionesde las especies objetivo de los hbitats antrpicos. Siello no es posible, la nica posibilidad real que, consuerte, podra ser factible, sera el control de suspoblaciones dentro del espacio protegido. Por ello,resulta esencial actuar rpidamente y con decisin enlas primeras etapas de la invasin, y, aparte de la ejecu-cin de planes de erradicacin o control poblacionalen los casos necesarios, deberan plantearse lassiguientes medidas que comprenden actuaciones dediversa ndole y que, de manera ptima, deberan des-arrollarse de modo simultneo: 1) eliminacin de laspoblaciones en fase de asentamiento incipiente; y 2)eliminacin o control de las causas que propiciaron suentrada (prohibicin de su uso o, en el caso de lasescasas malezas agrcolas o de introduccin accidentalcomo Achyranthes sicula, Ageratina adenophora,Xanthium strumarium subsp. italicum etc. que llegana invadir ambientes naturales, diseo de planes debuenas prcticas agrcolas). Finalmente, puede existirotro tipo de situaciones afortunadamente muchomenos frecuentes que corresponden a la ltima etapaen el proceso de invasin en el que las especies invaso-ras pasan de un espacio natural a otro ms o menoscercano. En este ltimo caso, la prevencin de suentrada hacia otras reas slo puede tratar de evitarsecontrolando los focos de invasin ms inmediatos pri-mero, fragmentando las poblaciones puente y, sucesi-vamente (en varias campaas), los focos originales delas dems invasiones, lo que, en el caso de espaciosprotegidos exige un esfuerzo de coordinacin extraentre las distintas secciones responsables de cada espa-cio. Afortunadamente, los fenmenos de invasin sonprocesos fundamentalmente locales y, con frecuencia,aparecen de modo fragmentado o localizado.
Adems de estos rasgos generales, y siguiendo conesta lnea de exposicin, es necesario destacar la exis-tencia de otro contingente de especies de recienteintroduccin que, si bien an no estn generando unainterferencia directa con las comunidades nativas deespacios naturales (se encuentran colonizando bito-pos ruderales y aparecen de modo casual), presentanun fuerte comportamiento invasor en numerosasregiones del Globo en cuyos ecosistemas estn pro-duciendo importantes problemas de conservacin(SANZ-ELORZA et al., 2001). La amenaza que repre-sentan resulta, por el momento, potencial. Este es elcaso de especies como Lantana camara o Leucaenaleucocephala (DANA et al., 2003). De esta ltima exis-ten diversas variedades que difieren en su carcterinvasor. En casos como stos en los que existe unclaro historial de invasiones previas, debera proce-derse a la prohibicin de su uso dentro del territorioespaol, o, al menos, en zonas consideradas como deriesgo (lo que exigira un anlisis previo). La discu-sin sobre los cauces y formas jurdicas apropiadaspara ello y sobre en quin recaen las competencias encada caso (la mayora de las competencias se reparten
entre la Administracin Central y las ComunidadesAutnomas, si bien los entes locales tambin puedencontar con potestades especficas) queda fuera delmbito de este estudio, aunque debemos indicar queya se han producido avances en este sentido en algu-nas comunidades autnomas. El Gobierno Canarioha sido uno de los pioneros, prohibiendo el uso dediversas especies (como Caulerpa taxifolia o Pennise-tum setaceum). En la Pennsula, existen tambin algu-nas iniciativas concretas, como la del Gobierno delPrincipado de Asturias, que en su Decreto 153/2002,de 28 de noviembre, por el que se aprueba el II PlanRector de Uso y Gestin de la Reserva Natural Par-cial de la Ra de Villaviciosa, en su apartado 4.1.2.prohbe expresamente el uso de Senecio mikanioides,Cortaderia selloana, Buddleja davidii, Baccharis hali-mifolia y Carpobrotus sp. como especies ornamenta-les en jardines pblicos o privados, as como promue-ve su eliminacin y retirada de todos los espaciosincluidos en la Reserva. No obstante, aunque estasmedidas corresponden al cambio de mentalidad alque apuntbamos anteriormente, estn an en unestado incipiente y siempre son de mbito regional olocal. Deben destacarse tambin los casos de ausenciade legislacin o, incluso, de confusin o de medidascontradictorias o errneas. As, el Gobierno deAndaluca, en el Plan Rector de Uso y Gestin delParque Natural Martimo-Terrestre de Cabo deGata-Njar de 1994 (Decreto 418/1994 del 25 deoctubre), en el artculo 68 prohbe el empleo de espe-cies exticas dentro del espacio con especial atencina los gneros Pinus (excepto P. halepensis), Cupressus,Callitris, Thuja, Cassuarina, Acacia, Schinus, Rhus,Prosopis, Sidmonsia, Argania, Myoporum y Eucalip-tus), mientras que en el artculo 167 expresa que seconsideran especies indicadas para las labores de jar-dinera en el mbito del Parque Natural aquellas pro-pias de este tipo de espacios en el contexto mediterr-neo litoral. Particular atencin se prestar, en estesentido, a las especies autctonas y/o naturalizadas ointegradas histricamente en este tipo de superficie,dentro del Parque Natural: //, y, junto a diversasespecies nativas o arquefitos cultivados desde muyantiguo se incluyen Gomphocarpus fruticosus y Aca-cia saligna.
Respecto a los procedimientos de control, se dis-puso de informacin suficiente para poder proponerel mtodo o conjunto de mtodos ms efectivos paracada una de las especies invasoras. No obstante, en lamayora de las ocasiones se trat de estudios realiza-dos en otros pases (fundamentalmente en aquellosen los que el dao ecolgico y/o la conciencia socialsobre el problema de las invasiones es mayor). Losmtodos recomendados se muestran de manera resu-mida en la tabla 2. Deben destacarse varios aspectos.Debe optarse por los medios fsicos de eliminacin(retirada manual, especialmente recomendada enestadios incipientes o en invasiones localizadas yaccesibles, o con maquinaria, sombreado, aplicacin
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de acolchados, etc.) siempre que sea posible para evi-tar la presencia de residuos qumicos en el medio. Laretirada de los ejemplares debe realizarse mantenien-do una serie de normas: 1) contarn con un segui-miento anual (o incluso estacional) de la evolucinde los lugares tratados y, si es necesario, se planifica-r la actuacin para que pueda mantenerse a lo largode varios aos (no solamente uno o dos, como eshabitual) al objeto de agotar el banco de propgulos;2) la manipulacin de los ejemplares se realizarantes de la fructificacin (en el caso de las especies enlas que la fructificacin comienza inmediatamentedespus de la floracin, debe realizarse antes de laformacin de los botones florales); 3) en el caso delas plantas bulbosas, rizomatosas, estolonferas o, encualquier caso, con reproduccin vegetativa debetenerse cuidado en no dejar fragmentos, extrayendolos rganos subterrneos y transportando todos losrestos (races, hojas, fragmentos de tallo) lejos dellugar para su posterior destruccin, el transportedebe llevarse a cabo en fardos o pacas bien embala-dos para evitar el desprendimiento de material vege-tal que pueda reiniciar la invasin en otros puntos; 4)para especies leosas/arbreas que rebroten de raz,junto a los individuos adultos, deben arrancarse lasplntulas y jvenes (ya que de otro modo ocuparande nuevo los claros recin creados), preferentementecon el suelo hmedo para facilitar la extraccin delsistema radicular; 5) en el caso de invasiones enzonas ribereas o cursos de agua, la actuacin debecomenzarse aguas arriba, para ir descendiendo,mientras que durante la eliminacin de especiesacuticas deben retirarse los restos para impedir sudescomposicin en el agua o su rebrote.
En algunas especies slo una combinacin demtodos fsicos y aplicacin de herbicida puedeofrecer posibilidades de xito. Obviamente, losmtodos qumicos, por su mayor rapidez y profun-didad de accin pueden aplicarse aisladamente casisiempre. En cualquier caso, el empleo de sustanciasherbicidas en medios naturales o seminaturales debevalorarse siempre juiciosamente y se estar a lo dis-puesto en la legislacin vigente sobre materias acti-
Arundo donax, rambla de Vcar (Almera), formando parte delas comunidades dominadas por Nerium oleander y Salix spp.Autor: E. Dana.
vas autorizadas en cada situacin, sobre su peligro-sidad y plazos de seguridad (por ejemplo, entrada deganado) y a lo recomendado en las instrucciones delos fabricantes y, siempre que sea factible debeintentarse que el tratamiento sea lo ms localizadoposible, siendo preferente la aplicacin de herbici-das translocables y lo ms selectivos posible, aplica-dos sobre cada ejemplar y cuidando de no dispersar-lo sobre otras especies. Su uso debe planificarse demodo que se ataque a la planta alctona en elmomento en que se le hace ms dao y el menor alas autctonas (lo que puede lograrse cuando estnen reposo). La gama de herbicidas efectivos es con-siderable existiendo sustancias con reducida toxici-dad como la clopiralida que resulta prcticamenteinocua para las aves y los mamferos, poco txicapara la fauna acutica y muy poco para los inverte-brados terrestres y microorganismos; en otras contoxicidad moderada como el triclopir que presentanuna ligera/moderada toxicidad para la fauna acuti-ca, las aves y los mamferos, aunque inhibe el creci-miento de los hongos productores de ectomicorri-zas con especies de conferas, por lo que no debeaplicarse en las cercanas de especies de Pinus, Juni-perus, Tetraclinis, etc., no est descartado su efectocarcinognico sobre el ser humano; el glifosato yotras materias de toxicidad/persistencia elevada, nodeberan emplearse en este contexto. Debe indicarsetambin que en casos de invasiones en cursos deagua o humedales, resulta muy comprometido elempleo de fitocidas por su peligrosidad para lafauna acutica especialmente si no se aplica en formade pincelada o con boquillas de baja dispersinsobre individuos determinados. En cuanto a su efec-tividad, el tratamiento con herbicidas resulta espe-cialmente indicado para las especies perennes concapacidad de rebrote (especialmente leosas comoAcacia sp., Ailanthus altissima, Robinia pseudoaca-cia, aunque tambin herbceas de elevado portecomo Cortaderia selloana). En estos casos se hademostrado efectivo el empleo de materias translo-cables tras la corta, habitualmente embadurnando eltocn, hojas o ramones con glifosato (muy bajaselectividad de especies) o triclopir (ms selectivo,actuando slo sobre dicotiledneas y leosas),picloram y clopiralida (eficaz contra la mayora delas leguminosas).
Tanto en el caso de intervenciones fsicas comoqumicas, resulta imprescindible su seguimiento enlos aos posteriores y muy conveniente la repobla-cin con autctonas de la parcela tratada. A nuestrojuicio, y por la informacin recogida, estas repobla-ciones no deben realizarse con especies leosas, sinoms bien con herbceas de crecimiento rpido, yaque el objetivo en esta fase no es restaurar el gradode naturalidad del ecosistema antes de la invasin,sino instalar una cubierta vegetal que excluya, porcompetencia, el desarrollo y asentamiento de nuevasinvasiones a partir de los posibles propgulos que
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pudieran haber quedado. Una vez logrado este obje-tivo, si es necesario, puede procederse a la reintro-duccin de otras especies de mayor inters.
Conclusiones y reflexin finalDe los datos expuestos hasta el momento, puedeavanzarse ya que la situacin es, cuanto menos, pre-ocupante desde el punto de vista de la conservacinde los ecosistemas. A pesar de la labor ingente quequeda an por realizar en el campo de las invasionesbiolgicas en Espaa, este primer anlisis ya permiteafirmar que nos encontramos ante un problema demagnitudes considerables que se suma a otros yaexistentes en la conservacin de la biodiversidad yque debe abordarse desde dos planos diferentes: porun lado la prevencin de futuras entradas de espe-cies potencialmente peligrosas para los ecosistemasnativos, y por otro, el control de las poblaciones yaasentadas o en vas de naturalizacin. Respecto a laprimera cuestin, todos los datos existentes en estosmomentos coinciden en indicar que prevenir laentrada de especies cuyo comportamiento invasorse ha constatado ya en otros pases de caractersticasclimticas semejantes resulta imprescindible. Porello, urge desarrollar un marco legal que permitaprohibir de manera efectiva, la importacin y pro-duccin de especies forneas cuya peligrosidad est
constatada y de aquellas sobre las que no se poseandatos suficientes acerca de su carcter invasor real opotencial. Quizs este documento podra servir debase para la elaboracin de una lista de especiescuyo uso debe evitarse. Mientras este marco legal noest claramente definido los dems esfuerzos yrecursos destinados podrn conseguir, en el mejorde los casos, paliar ciertas situaciones puntualesdentro de espacios concretos, pero el flujo de nuevasespecies seguir imparable. Una estrategia comple-mentaria debera seguir el camino marcado porotros pases con mayor experiencia que Espaa enestos temas e incluir la creacin de secciones espec-ficas dentro de las administraciones locales, auton-micas y nacionales que coordinen a un personal conformacin especfica encargado de estas tareas, nosolamente en los espacios protegidos, sino tambin,lgicamente fuera de ellos (incluidos bitoposantrpicos). El que la creacin de estas secciones ogrupos de trabajo no est exenta de dificultadesdada la realidad de la conservacin del medioambiente en Espaa, no debe ser bice para que serealicen los esfuerzos necesarios en esta direccin.Finalmente, debe resaltarse la urgente necesidad deimpulsar esta clase de estudios en Espaa o, cuandomenos, de creacin de cauces para la fluida transmi-sin de informacin sobre los problemas generadospor las especies introducidas as como sobre susposibles soluciones que faciliten la toma de decisio-nes a los agentes implicados.
AgradecimientosDebemos agradecer sinceramente a ngel Baares(Parque Nacional del Teide) y Manuel Marrero(TRAGSA) sus valiosos comentarios y aportacio-nes sobre el estudio, a R.P. Randall (Western Agri-culture Department, Australia) y Filip Verloove(Department of Plant and Seed Biology, Nether-lands) la aportacin de informacin sobre algunasespecies concretas, a David Garca Ocaa su ayudaen la elaboracin de algunos listados preliminaresde especies introducidas, a Juan Oubia (Dpto.Bioloxia Vegetal, Universidad de Santiago de Com-postela), por la facilitacin de bibliografa y obser-vaciones, a Soledad Vivas Navarro (Dpto. BiologaVegetal y Ecologa, Universidad de Almera), la lec-tura crtica del manuscrito y la aportacin de nume-rosas ideas y sugerencias, y a Elena Bermejo(TRAGSA) las continuas facilidades prestadasdurante todo el trabajo.
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Plantas invasoras en Espaa: un nuevo problemas en las estrategias de conservacin
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Tabla 1. Especies con comportamiento invasor probado o probable en ambientes naturales y seminaturales incluidas en el estudio,xenotipo, tendencia demogrfica, distribucin geogrfica, hbitats naturales o seminaturales invadidos y problemas de conserva-cin que genera.
Especie: Se incluye Pennisetum setaceum (Forssk.) Chiov. a pesar de que invade esencialmente bitopos antrpicos debido a que tiende a eliminar a lasespecies presentes como Hyparrhenia sinaica (Delile) G. Lpez y al riesgo de incendios que genera para las masas arboladas circundantes. Introduccin:[A] = Introduccin accidental, el resto fueron introducidas voluntariamente. Xenotipos: ME-EP = metfito epecfito, ME-HE = metfito hemiagrifito,ME-HO = metfito holoagrifito, ME-EP-HE = metfito epecfito-hemiagrifito. Tendencia demogrfica: [D] = desconocida, [E] = expansiva, [LE] = local-mente expansiva, [EC] = expansiva en Canarias, [R] = regresiva, [S] = estable. Ambientes invadidos y problemas de conservacin que genera: se indicanlas especies nativas con las que coexiste, si existen datos publicados al respecto o hemos podido observar la situacin en campo. Cuando no se dispone de
informacin sobre el grado o modo en que una invasora dada interfiere en el ecosistema que est referida a Espaa, se ha incluido las referencias dispo-
nibles a otras regiones del Globo entre corchetes.
ESPECIE XENOTIPO TENDENCIA REGIN GEOGRFICA1 Acacia dealbata Link ME-HO [E] NW de la P. Ibrica
Bosques caducifolios. Invasin de claros donde la vegetacin autctona es destruida (por ejemplo, tras incendios) y parches de arbolado/matorral(semi-) natural. Rpido crecimiento y capacidad de rebrote. [Muy invasora en Portugal].
2 Acacia longifolia (Andrews) Willd. ME-HO [E] NW de la P. IbricaArenales costeros. Elimina a casi toda la vegetacin bajo la copa (procesos competitivos y alelopata), creando unas comunidades florsticamentemuy pobres. Naturalizada en el Parque Nacional de las Islas Atlnticas.
3 Acacia melanoxylon R. Br. ME-HO [E] NW de la P. Ibrica Bosques hmedos. Desplaza a la vegetacin autctona. Alteracin de suelos. Naturalizada en el Parque Nacional de las Islas Atlnticas.
4 Acacia saligna (Labill.) H.L. Wendl. ME-EP-HE [E] S y SE de la P. IbricaRamblas. Segn nuestras observaciones no parece estar causando problemas de conservacin evidentes en Espaa. No obstante, se ha naturalizadoen zonas de espacios protegidos sensibles como el Parque Nacional de Garajonay. [Alta capacidad de invasin en diversas zonas del Mundo con
clima mediterrneo (California, El Cabo donde amenaza varias especies catalogadas por la UICN y algunas Islas Mediterrneas)].
5 Achyranthes sicula (L.) All. [A] ME-EP-HE [E] S de la P. Ibrica, CanariasBosques. Se ha observado en el fayal-brezal del Parque Rural Anaga-Halbinsel (Tenerife) (donde puede suponer una amenaza para Andryala pinnati-fida, Erica arborea, Gesnouinia arborea, Myrica faya, Sideritis dendrochahorra, Solanum vespertilio y en acebuchares de la S de Salaviciosa (Cdiz).Estas situaciones deben ser estudiadas con ms detalle.
6 Acer negundo L. ME-HE [E] Centro, E, y S de la P. IbricaRiberas. [Interfiere en la regeneracin natural de los bosques tras su degradacin].
7 Agave americana L. ME-HE [D] S y E de la P. Ibrica.Matorrales, arenales costeros, ramblas. En zonas semiridas puede penetrar en biotopos naturales, coexistiendo con especies de etapas maduras (porejemplo, Chamaerops humilis, Ziziphus lotus). Se ha procedido ya a la retirada de ejemplares en el Parque Natural de Calblanque (Murcia). Presente tam-
bin en numerosos espacios protegidos, incluyendo Parques Nacionales (Caldera de Taburiente, Garajonay, Timanfaya, Sierra Nevada, Islas Atlnticas).
8 Agave sisalana (Engelm.) Perr. ME-HE [D] E y SE de la P. IbricaMatorrales, arenales costeros, ramblas. En zonas semiridas puede penetrar en biotopos naturales, coexistiendo con especies de etapas maduras(por ejemplo, Chamaerops humilis, Ziziphus lotus).
9 Ageratina adenophora (Spreng.) King & H. Rob. [A] ME-HO [E] S de la P. Ibrica, CanariasRiberas, cauces, barrancos, bosques. Llega a forma poblaciones densas. Naturalizada en los Parques Nacionales de La Caldera de Taburiente y Gara-jonay (pinares de pino canario y laurisilva degradada), y en el Ro Chllar (Nerja) penetrando en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda y Almijara
(Mlaga). [Alta capacidad crecimiento y expansin y baja seleccin de hbitats].
10 Ageratina riparia (Reg.) R. King & H. Rob. [A] ME-HE-HO [D] CanariasCauces, bosques (laurisilva) y etapas seriales. Naturalizada en zonas de pendiente en Garajonay y en La Caldera de Taburiente, generalmente enambientes frescos y sombros, y en formaciones de laurisilva.
11 Ailanthus altissima (Mill.) Swingle ME-HE [E] P. Ibrica, Baleares y CanariasRiberas. Naturalizado en zonas prximas a lugares alterados (esencialmente viarias) pero contactando con formaciones de robledal (Quercus pyre-naica) bien conservadas en el Parque Nacional de Sierra Nevada. [Frecuente como invasora de zonas riparias del mundo, desplaza a la vegetacinautctona mediante fenmenos alelopticos].
12 Araujia sericifera Brot. ME-HO [E] Costas E PeninsularMatorrales y bosques esclerfilos mediterrneos. Competencia directa por la luz en parches de encinares y de vegetacin riparia remanentes. Se haencontrado conviviendo con Fraxinus angustifolia, Populus alba, Quercus faginea, Quercus ilex subsp. ballota, Rubia peregrina subsp. longifolia, Smi-lax aspera, etc. en la comarca del Baix Camp (Tarragona), en un marco general de fuerte presin humana sobre reductos de la vegetacin natural.
13 Arctotheca calendula (L.) Levyns ME-HE [E] N, E y SW de la P. IbricaPastizales terofticos termfilos, arenales costeros. Aparece en zonas seminaturales que han sido degradadas en los Parques Nacionales de Doanay de las Islas Atlnticas.
14 Argemone mexicana L. ME-EP-HE [D] CanariasCultivos abandonados. Naturalizada en la vertiente oeste de Tenerife (Chio, Arguayo, etc.).
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ESPECIE XENOTIPO TENDENCIA REGIN GEOGRFICA15 Artemisia verlotiorum Lamotte ME-EP-HE [E] E, N y Centro de la P. Ibrica
Riberas.16 Arundo donax L. ME-HE [D] S, E y Centro de la P. Ibrica y Canarias
Riberas y sistemas lacustres (lagunas, charcas, etc.). Nuestras observaciones indican que una vez implantada dificulta la regeneracin natural de lavegetacin nativa. Probablemente su presencia sea consecuencia del arrasamiento de la vegetacin de zonas hmedas ms que de su capacidad
invasora en zonas naturales. Naturalizada en multitud de enclaves seminaturales y espacios protegidos. Por los hbitats que invade es frecuente
encontrarla entre las especies riparias tpicas del Mediterrneo (Populus sp., Salx sp., etc.). [Considerada por la UICN una de las 100 ms peligrosas ynocivas invasoras a escala mundial por su capacidad para desplazar a la vegetacin nativa].
17 Aster squamatus (Sprengel) Hieron. [A] ME-EP-HE[S] 12 E de la P.Ibrica, Baleares y CanariasMarismas, comunidades halfilas, riberas algo degradadas. Registrada en numerosos enclaves protegidos y en otros no protegidos pero conbaja/moderada influencia antrpica (Delta del Ebro, Delta del Llobregat, Albufera de Valencia, Marismas del Guadalquivir, en la Ra de Ares A Coru-
a, diversas marismas litorales del Pas Vasco, diversos Parques Nacionales Tablas de Daimiel, Doana, Garajonay, etc.) coexistiendo con las espe-
cies nativas.
18 Azolla filiculoides Lam ME-HO [E] Centro y NE de la P. IbricaSistemas lacustres de agua dulce. Presente en humedales de alto valor como la Laguna de lEncanyissada y los Ullals del Parque Natural del Deltadel Ebro, varios enclaves del oeste de Castilla-La Mancha (Garganta de Torinas en Toledo, el ro Guadiana en Pueblo de Don Rodrigo, varios arroyos y
charcas en Piedrabuena, el embalse de Rosarito, etc.) [Distribuida ampliamente por numerosas zonas naturales clidas. Poblaciones bien establecidas
pueden llegar a cubrir extensas superficies. Reduce la cantidad de luz en la masa de agua. Disminucin de los niveles de oxgeno disuelto. Capacidad
para desplazar a especies nativas].
19 Baccharis halimifolia L. ME-HO [E] N de la P. IbricaMarismas, bahas y ras. Sus races retienen los sedimentos por lo que pueden contribuir a acelerar el proceso de colmatacin de las marismas.
Muestra frecuentemente un comportamiento fuertemente invasor, resultando especialmente preocupante su presencia en las marismas de Alday,
Parayas y Blanca, el Parque Natural de Oyambre, la Reserva Natural de las Marismas de Santoa y Noja (la invasin alcanza a grandes superficies de
la zona supramareal) y la ra de San Vicente de la Barquera en Cantabria, las marismas de los ros Sella y Navia y la ra de Villaviciosa en Asturias
(reserva en la que se ha prohibido su uso), la ra de Plencia y la marisma de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai en Vizcaya y la ro de Orio y la
baha de Txingudi en Guipzcoa.
20 Bidens aurea (Aiton) Sheriff [A] ME-HE [E] P. Ibrica y CanariasRiberas y herbazales hmedos. Frecuentemente forma poblaciones densas. Naturalizada en numerosos espacios de inters ecolgico (Sierra Nevada,
Garajonay, etc.).
21 Bidens frondosa L. [A] ME-EP-HE [E] N y NE de la P. IbricaRiberas. Frecuentemente forma poblaciones densas.
22 Bidens subalternus D.C. [A] ME-EP-HE [E] E y NE de la P. IbricaRiberas con aguas curso lento, ramblas y rieras. Asentada en algunas zonas de alto valor ecolgico, como el Marjal de Pego en la provincia de Ali-
cante o el Parque Natural del Delta del Ebro en Tarragona.
23 Buddleja davidi Francheti ME-HE [E] N y NE de la P. IbricaRiberas degradadas. El Gobierno del Principado de Asturias ha prohibido ya su empleo en la Reserva Natural Parcial de la Ra de Villaviciosa. [Impor-tante invasora introducida en numerosas zonas de clima Atlntico y Continental, incluyendo Europa. En riberas forma matorrales muy densos que
desplazan la vegetacin nativa].
24 Carpobrotus acinaciformis (L.) L. Bolus ME-HO [D] E y N de la P. Ibrica, Baleares y CanariasArenales y roquedos costeros. Ha invadido algunas zonas de gran valor ecolgico como el Parque Nacional de las Islas Atlnticas o el Parque Natu-ral de los Acantilados de Maro y Cerro Gordo (Granada), donde la hemos encontrado en las proximidades de algunos ejemplares de Rosmarinustomentosus en una situacin general de degradacin medioambiental. Ms puntual en el Baix Camp (Tarragona), algunas localidades del Bajo Segu-ra y del Bajo Vinalop (Alicante), litoral murciano, Mallorca y costas de Asturias y Cantabria. [Invasora en diversos puntos de la costa mediterrnea
donde forma densas alfombras monoespecficas tapizantes que desplazan a las especies nativas. Favorece la estabilizacin de las arenas y la acumu-
lacin de sales en el suelo, alterando el pH y disminuyendo la disponibilidad de nutrientes].
25 Carpobrotus edulis (L.) N.E. Br. ME-HO [D] E, N y SW de la P. Ibrica, Baleares y CanariasArenales y roquedos costeros. Abunda en enclaves costeros de la Pennsula Ibrica, algunos de ellos con notable valor (Parque Nacional de las IslasAtlnticas, Costa Brava, Menorca Colnia de Sant Jordi, Favritx, Mallorca Cala Murada, Manacor, Parque Natural del Delta del Ebro Platja de
la Marquesa, costas de Castelln playa de El Serradal, dunas de Almenara, playas de Vinaroz, Almanzora y Pescola y del litoral andaluz Maris-
mas del ro Palomares en el campo de Gibraltar, Conil de la Frontera, Parque Nacional de Doana en pinares de Pinus pinea. Prohibido su empleo enla Reserva Natural Parcial de la Ra de Villaviciosa (Asturias). Puede llegar a desplazar a la vegetacin autctona en algunos puntos. [Aparentemente
tiene los mismos efectos que C. acinaciformis. En Portugal supone un grave problema para la flora de las zonas costeras, amenazando incluso a susendemismos].
26 Cenchrus incertus M.A. Curtis [A] ME-HO [E] NE de la P. IbricaArenales costeros. De introduccin muy reciente (1974) est muy localizada en algunas playas arenosas de Catalua (Cambrils, Tarragona, Delta delLlobregat, Segur de Calafell, etc.) donde coexiste con restos de vegetacin autctona. [Posibles interferencias alelopticas].
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Plantas invasoras en Espaa: un nuevo problemas en las estrategias de conservacin
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ESPECIE XENOTIPO TENDENCIA REGIN GEOGRFICA27 Chamaesyce polygonifolia (L.) Small [A] ME-HE [E] N de la P. Ibrica
Arenales costeros. Para las autctonas no parece estar generando problemas, sino que stos son ms bien consecuencia de la enorme presin huma-na sobre las costas.
28 Chasmanthe aethiopica N.E. Br. ME-HO [E] CanariasBosques. En Canarias, ha invadido zonas forestales de alto valor ecolgico en las islas ms hmedas como el Parque Rural de Anaga, en el norte deTenerife, donde abunda localmente en varios enclaves (Cruz del Carmen, Chamorga, alrededores de la casa forestal de Taganana, etc.). Citada tam-
bin en Garajonay sin especificacin de su estado. [Peligrosa para el medio natural en diversos pases y regiones con clima clido. Donde resulta ms
nociva, por el momento, es en Australia y en Malta. En este ltimo pas, invade las comunidades de garriga sobre terrenos krsticos, compitiendo con
las especies nativas].
29 Cortaderia selloana (Ascherson & Graebner) ME-HE [E] N de la P. Ibrica y CanariasSchultes & Schultes fil.
Riberas y humedales. La situacin ms grave se encuentra en la Cornisa Cantbrica, (muy extendida) y en las islas Canarias. Su peligrosidad se debeen gran medida a su rpido crecimiento, capacidad de rebrote y de reproduccin vegetativa, capacidad para modificar el hbitat (acumulacin de
sedimentos y restos orgnicos) y el paisaje.
30 Cotula coronopifolia L. [A] ME-HO [E] N, SW y E de la P. IbricaMarismas, lagunas costeras salobres. Presente en zonas de alto valor ecolgico, como las marismas de Doana y varias marismas gallegas (Baldaioen A Corua, ra de Noia, laguna de Valdovio, istmo de Lanzada en Pontevedra, Catoira, Pontecesures, etc.) y asturianas. [Compite eficazmente con
las nativas por los nutrientes, a las puede acabar desplazando. Sus restos favorecen un aumento de su contenido en sales que puede inhibir la entra-
da de otras especies autctonas. Especie modificadora del hbitat].
31 Crassula lycopodioides Lam. ME-HO [EC] CanariasMatorral xerfilo. Causa problemas en Canarias donde forma masas compactas y cespitosas muy competitivas frente a la flora autctona.
32 Crassula multicava Lem. ME-HO [EC] CanariasBosques hmedos y matorrales. En Canarias, ha invadido zonas de laurisilva de las islas de Tenerife y La Gomera, y ambientes de menor valor ecol-gico situados en cotas inferiores.
33 Cyperus alternifolius L. ME-HO [E] NE de la P. Ibrica y CanariasHumedales. Abunda en el Parque Natural del Delta de Ebro, donde ha invadido las orillas de propio ro a la altura de Deltebre y diversas acequias dela compleja red que surca todo el Delta.
34 Datura stramonium L. [A] ME-EP-HE [E] P. Ibrica, Baleares y CanariasRiberas. Existe dispersa en zonas de ribera y humedales de inters ecolgico (por ejemplo, Parque Natural de Crdena y Montoro, donde se ha dise-ado un plan de erradicacin) con moderada influencia humana. [Ampliamente distribuida en regiones clidas donde invade especialmente sistemas
riparios. Forma herbazales densos que impiden la entrada de especies nativas. Posibles interferencias alelopticas con otras especies].
35 Eichhornia crassipes (C.F.P. Mart.) Solms-Laub ME-HO [LE] Puntual (A, CC, CS, T)Humedales. Por el momento no genera problemas de conservacin grave. No obstante, recientemente ha sido necesaria su erradicacin de unaslagunas de agua dulce situadas dentro del Parque Natural del Delta del Ebro (Ullals de lArispe) [La ms peligrosa planta acutica invasora a escala
mundial. Incluida en la lista de las 100 especies alctonas ms invasoras de la UICN. Modifica profundamente el ecosistema].
36 Elaeagnus angustifolia L. ME-HE [E] E y S de la P. IbricaRiberas y barrancos hmedos. Por el momento no se han registrado problemas graves de conservacin en Espaa. Se encuentra en algunos espaciosprotegidos (Parques Nacionales de Sierra Nevada y Doana). [Genera importantes daos en algunas zonas, especialmente en ros de EEUU].
37 Eleusine indica (L.) Gaertner [A] ME-EP-HE [E] E de la P. Ibrica y CanariasRiberas. Asentada, junto con otras alctonas, en algunas rieras degradadas del Baix Camp (Tarragona) con restos de vegetacin autctona.
38 Elodea canadensis Michx. ME-HO [S] Puntual en N, E y Centro de la P. IbricaArroyos y humedales. [Invasora en numerosos humedales de C y N Europa donde s resulta problemtica].
39 Eriobotrya japonica (Thunb.) Lindl. ME-HO [D] CanariasBosques y matorrales. Naturalizada de modo disperso en diversas zonas, incluyendo espacios protegidos (Garajonay, Caldera de Taburiente, Timanfa-ya, Anaga), generalmente en formaciones bien conservadas de monteverde. No se han registrado problemas evidentes en Canarias.
40 Eschscholzia californica Cham. ME-HO [E] P. Ibrica y CanariasBosques, matorrales. Muy agresiva invadiendo claros o participando del sotobosque en situaciones relativamente helifilas. Actualmente se haextendido considerablemente en Tenerife (presente desde 700-1.900 m). En ocasiones forma mantos monoespecficos que pueden llegar a cubrir
varios centenares de metros cuadrados. Sus flores son muy atractivas para los visitantes que incluso pueden estar favoreciendo su dispersin.
41 Eucalyptus camaldulensis Dehnh. ME-HE [S] E y SW de la P. IbricaBosques, matorrales. Los problemas estn generados no slo por las poblaciones silvestres, sino tambin por las extensas plantaciones realizadas endiversas zonas de Espaa. Genera daos sobre el suelo (por ejemplo, por alelopata, disminucin de los recursos hdricos del suelo) y su microbiota.
Frecuente en algunos enclaves de alto valor de conservacin como Doana, Cabaeros o la Isla de Buda en el Parque Natural del Delta del Ebro.
42 Eucalyptus globules Labill. ME-HE [S] N y NW de la P. IbricaBosques y matorrales. Los problemas generados son bsicamente los mismos que en E. camaldulensis.
43 Fallopia baldschuanica (Regel) J. Holub ME-HE [E] S de la P. IbricaRiberas, matorrales (zarzales y espinares). No parece estar generando problemas graves de conservacin. Presente en el Parque Nacional de SierraNevada.
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Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de Espaa
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ESPECIE XENOTIPO TENDENCIA REGIN GEOGRFICA44 Gleditsia triacanthos L. ME-EP-HE [S] Centro y S de la P. Ibrica
Riberas. Naturalizada en los Parques de Doana y Cabaeros, entre otros. [Causa daos importantes en algunas regiones de EEUU donde no es nativa(por ejemplo, California), Australia, Sudamrica, o algunos pases de Centro y Este de Europa. Desplaza a las autctonas por su mayor vigor y por
procesos de dispersin especficos].
45 Gomphocarpus fruticosus (L.) Ait f. [A] ME-HO [E] SW y E de la P. Ibrica, Baleares y CanariasRiberas y ramblas. Su tamao y elevado vigor le permiten ocupar amplias reas de terreno rpidamente, llegando a entremezclarse con la vegeta-cin nativa e incluso a desplazarla en algunos puntos, especialmente en situaciones que desfavorezcan a las nativas, como los perodos de sequa.
Ha invadido algunos espacios naturales protegidos como el Parque Nacional de Doana, donde se vienen realizando desde los aos ochenta labores
peridicas para su eliminacin. Tambin ha invadido otras reas de indudable valor ecolgico como diversas zonas riparias de Baleares o las rieras
del sur de Catalua, que conservan parches remanentes de la vegetacin original de la regin. Coexistencia con diversas especies nativas (Juncusspp, Nerium oleander, etc.).
46 Ipomoea sagittata Poiret ME-HO [E] E de la P. Ibrica y BalearesHumedales. En terrenos hmedos cercanos al mar trepa por cualquiera de las especies de porte elevado como Arundo donax, Phragmites communis,Typha domingensis, Typha angustifolia, etc. Abunda en humedales de alto valor ecolgico como el marjal de Pego y zonas prximas (Alicante), marja-les de Moncfar (Castelln), Cullera, la Albufera (Valencia) y el Delta del Ebro (Tarragona), algunos incluidos en la lista del Convenio de Ramsar.
47 Ipomoea stolonifera (Cyr.) J.F. Gmelin ME-HO [R] E de la P. IbricaArenales costeros. No parece estar generando problemas de conservacin aunque debe estudiarse con ms detalle el efecto de su presencia en elParque Nacional de Cabrera.
48 Isatis tinctoria ME-HE-HO [E] Centro y NW de la P. IbricaBosques (pinares y sabinares) y matorrales. Arquefito de introduccin antigua que si bien ha invadido generalmente ambientes viarios y ruderaleses cada vez ms frecuente en claros de matorrales y bosques (especialmente en Castilla y Len) como los sabinares de Juniperus thurifera, pinares dePinus pinaster, etc. No est claro el grado en que pueda interferir y daar a las especies autctonas dado su grado de integracin en la flora espaola.
49 Lippia filiformis Schrad. ME-HO [E] Centro, NE y E de la P. Ibrica y BalearesRiberas, humedales. Presente en el nordeste (Catalua y Alto Aragn), ms algn punto aislado de la cuenca del Tajo, de Baleares y de Valencia.Puede llegar a abundar localmente, como ocurre en la cuenca media del ro Cinca, en la provincia de Huesca, donde est empezando a mostrar carc-
ter invasor en los cascajos y orillas de este ro y de su afluente el sera, entre el embalse de Barasona y la poblacin de Monzn. [Especie peligrosa en
Australia, donde ha invadido numerosas zonas hmedas y fluviales de Nueva Gales del Sur y de Queensland. Desplaza a la flora nativa (alelopata) difi-
cultando la regeneracin de los eucaliptales. Disminuye la cantidad de agua til hasta una profundidad considerable, afectando a la flora higrfila
autctona. Invade pastos hmedos disminuyendo su valor econmico]. Lippia nodiflora (L.) Michx, de origen incierto aunque tropical, se diferencia deLippia filiformis por ser enteramente herbcea, tener la corola blanca y los dientes del margen de las hojas mucho ms pronunciados. Naturalizada envarios puntos de la costa mediterrnea (Catalua, Comunidad Valenciana, Andaluca oriental) y de Baleares, en ambientes similares a los de Lippia fili-formis, aunque casi siempre cerca del mar. [Ha invadido numerosas zonas clidas y tropicales del Mundo (Australia, Nueva Zelanda, sur de EstadosUnidos, Hawaii, Arco Mediterrneo, etc.)].
50 Nicotiana glauca R.C. Graham ME-HO [E] E y S de la P. Ibrica, Baleares y CanariasRiberas, ramblas, barrancos, matorrales abiertos y roquedos. Problemas constatados en Canarias (presente en todas las islas), especialmente Lanza-rote y Fuerteventura. Tuvo que aplicarse un plan de erradicacin en el Parque Nacional de Timanfaya (Lanzarote). Abunda en el Sitio de Inters Cien-
tfico del Juncalillo del Sur. Tambin en la Pennsula se han venido realizando labores peridicas de eliminacin de esta especie en el Parque Nacio-
nal de Doana. [Todas las partes de la planta son txicas en algn grado (excepto las semillas maduras): contienen malato y citrato del alcaloide
nicotina isinicotina, pirrolidina, cido oxlico, etc].
51 Oenothera biennis (L.) Mill ME-HO [D] P. Ibrica (especialmente N y NE) y CanariasRiberas, herbazales subnitrfilos hmedos. No est generando problemas por el momento. [En ocasiones desplaza a especies nativas].
52 Oenothera glazioviana Micheli ME-EP-HE [LE] P. Ibrica (especialmente mitad N) y CanariasRiberas (cascajos fluviales) y arenales costeros. No est generando problemas por el momento. Aparece ms bien en bitopos con relativa influen-cia antrpica Oenothera glazioviana puede hibridarse tambin de manera espontnea con Oenothera biennis dando lugar a dos nothoespecies. Poruna parte Oenothera x fallax Renner, presente en Espaa en Vizcaya, Cantabria y Guipzcoa, con flores del tamao de Oenothera biennis pero conspalos con franjas rojizas como Oenothera glazioviana, y por otra parte Oenothera x oehlkersii Kappus, menos frecuente, detectada en Barcelona yOurense, con flores de tamao semejante a las de Oenothera glazioviana pero con los spalos completamente verdes que aparece cuando convive elfenotipo de hojas grandes de Oenothera biennis con Oenothera glazioviana.
53 Opuntia dillenii (Ker-Gawlwr) Haw. ME-HE [D] S de la P. Ibrica y CanariasMatorrales xerfilos degradados. Forma poblaciones densas que impiden la entrada de especies nativas. Se ha apuntado un posible nivel de interfe-rencia en Canarias.
54 Opuntia ficus-indica (L.) Mill. ME-HE [S] S y E de la P. Ibrica, Baleares y CanariasRoquedos y matorrales. Forma poblaciones densas que impiden la entrada de especies nativas. Presente en numerosos espacios protegidos (ParqueNatural de Calblanque, Cabo de Gata-Njar, Cabrera y Parques Nacionales como Caldera de Taburiente, Doana, Garajonay, Timanfaya, Sierra Nevada,
etc.).
55 Opuntia stricta (Haw.) Haw. ME-HE [E] NE de la P. IbricaRoquedos. Forma poblaciones densas que impiden la entrada de especies nativas en el rodal. [Est incluida en la lista de la UICN de las 100 peoresespecies alctonas invasoras del Mundo].
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Plantas invasoras en Espaa: un nuevo problemas en las estrategias de conservacin
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ESPECIE XENOTIPO TENDENCIA REGIN GEOGRFICA56 Opuntia subulata (Mnhlenpfordt) Engelm ME-HE [E] E de la P. Ibrica y Baleares
Matorrales costeros. Forma poblaciones densas que impiden la entrada de especies nativas.57 Oxalis pes-caprae L. [A] ME-EP-HE [E] P. Ibrica, Baleares y Canarias
Matorrales degradados, pastizales subnitrfilos. Ocupa espacios humanizados, si bien puntualmente puede encontrarse coexistiendo con especiesde pastizales nativos. En esta situacin se presenta en varios espacios naturales protegidos de alto valor ecolgico (Parque Nacional de Doana, Par-
que Nacional Martimo-Terrestre del Archipilago de Cabrera, Parque Natural del Delta del Ebro, Parque Natural de la Sierra de Grazalema, etc.).
Penetrando actualmente hacia regiones ms fras de la Pennsula. [Invasora en numerosas zonas en las que forma cubiertas densas que desplazan a
la flora nativa, adems de inhibir la germinacin de sus semillas. En ecosistemas dunares adems de la exclusin competitiva directa contribuye
decisivamente a estabilizar las arenas y enriquece el suelo en nutrientes, con lo que se propicia la entrada de especies ruderales banales que acaban
desplazando a las comunidades propias de estos medios].
58 Paraserianthes lophantha (Willd.) I.C. Nielsen ME-HO; ME-EP-HE [LE] S y E de la P. Ibrica y CanariasMatorrales y bosques aclarados. Asilvestrada en algunos sectores de Garajonay, del Parque Rural de Anaga donde comienza a ser una seria amena-za, al propagrse con cierta rapidez en aquellos sectores del monteverde donde la cobertura y la altura de la masa forestal no es excesiva.
59 Paspalum paspalodes (Michx) Scribner [A] ME-EP-HE-[E] P. Ibrica, Baleares y CanariasHumedales y riberas.
60 Paspalum vaginatum Swartz [A] ME-HO [D] N, E y S de la P. Ibrica, Baleares y CanariasHumedales salobres. [Invade humedales en numerosas regiones clidas. Excluye a las especies halfilas nativas y penetra con especial facilidad enlos ecosistemas que carecen de taxones que ocupen nichos ecolgicos semejantes al de Paspalum vaginatum. Efectos negativos comparables a losproducidos por las invasoras del gnero Spartina: modifica composicin y estructura de comunidades nativas, favorece acumulacin de sedimentos ydetritus orgnicos, alterando el rgimen hidrolgico y de nutrientes].
61 Pelargonium capitatum (L.) Aiton ME-EP-HE [S] CanariasBarrancos, pedregales y cascajares nitrificados. Presente en la isla de Lanzarote (zonas afectadas por la afluencia humana del Parque Nacional deTimanfaya). La alteracin del hbitat por nitrificacin y ruderalizacin de algunas zonas del Parque Nacional de Timanfaya, motivada por la afluencia
de visitantes y por las deyecciones de los camellos utilizados para el recreo de los turistas, parece favorecer la expansin de la especie. No tenemos
constancia de la existencia de referencias que indiquen la existencia de problemas de conservacin de especies nativas asociados a esta especie en
Canarias.
62 Pelargonium zonale (L.) LHr. ME-EP-HE [D] CanariasBarrancos y acantilados. Norte de Tenerife (Los Silos, Buenavista, Icod, etc.). No tenemos constancia de la existencia de referencias que indiquen laexistencia de problemas de conservacin de especies nativas asociados a esta especie en Canarias.
63 Pennisetum setaceum (Forssk.) Chiov. ME-HE [EC] CanariasLaderas, barrancos, colusiones, cauces, matorrales, pastizales, bordes de bosques (frecuentemente cercanos a vas de comunicacin). Muy problem-
tica en Canarias, especialmente en Gran Canaria y en Tenerife. En la primera de estas islas se encuentra extendida por casi toda su superficie. Baja
preferencia por hbitats (en el futuro es posiblemente que llegue a ocupar ms de los sealados aqu). Compite con la vegetacin nativa a la que
puede llegar a desplazar y eliminar (por ejemplo, Hyparrhenia sinaica). Pirfita. Rebrota vigorosamente (incluso tras los incendios). Modificadora del
hbitat (alteracin del suelo, sombreado, retiene sedimentos y favorece la colmatacin de cubetas topogrficas). Disminuye el valor de los pastizales.
Muy abundante en la cuenca del Risco de Agaete (NO Gran Canaria), donde alcanza los bordes de los pinares de Tirma y Tamadaba. Podra existir un
riesgo inmediato tambin en la Reserva Natural Especial de la Charca de Maspalomas (S Gran Canaria). En las islas de Tenerife y Gran Canaria, los
esfuerzos por erradicarla han fracasado, centrndose ahora en evitar su expansin hacia las zonas ecolgicamente ms valiosas. En el caso de la isla
de La Palma s se ha conseguido eliminarla prcticamente en su totalidad.
64 Pittosporum undulatum Vent. ME-HE [D] CanariasMatorrales seriales. Erradicada de La Orotava en los aos 90 por su comportamiento agresivo.
65 Reynoutria japnica Houtt. ME-HO [E] N de la P. IbricaRiberas y bosques hmedos (fresnedas). [Peligrosa invasora en climas hmedos templados C y N Europa, N Amrica y Nueva Zelanda. Las poblacio-nes alctonas cuentan con individuos ms altos y de mayor desarrollo, su invasin se ve favorecida por la destruccin de la vegetacin, eutrofizacin
y regulacin de los ros. Provoca fuertes variaciones en la composicin y diversidad de las comunidades vegetales, desplaza especies nativas o impide
la regeneracin de sus poblaciones, altera el suelo, disminuye el valor de los pastos, aumenta la uniformidad del paisaje].
66 Robinia pseudacacia L. ME-HO [E] Centro y N de la P. Ibrica y CanariasRiberas y bosques. Localmente forma colonias con numerosos individuos que desplazan a las especies forestales autctonas. Invade claros en losrestos de bosque caducifolio autctono (pisos colino y montano inferior). Observada conviviendo entre Fraxinus angustifolia, Populus nigra, Populusalba, Quercus pyrenaica, etc. Muy problemtica en la Cornisa Cantbrica y en Galicia. Tambin se encuentra en algunos espacios naturales protegi-dos, como el Parque Nacional de Cabaeros (Ciudad Real) y el Parque Natural de la Garrotxa (Girona) o el Parque Nacional de las Islas Atlnticas. Su
capacidad para ocupar espacios se ve favorecida por su rpido crecimiento, su vigor y capacidad para rebrotar.
67 Senecio mikanioides Walpers ME-HE [E] N y NE de la P. Ibrica y CanariasRiberas y matorrales/arbolados subseriales. Presente en zonas de alto valor ecolgico, como el Parque Natural del Delta del Ebro (Tarragona) o laReserva Natural de la ra de Villaviciosa (Asturias), habindose prohibido su uso en esta ltima. [Muy invasora en diversas regiones. Trepadora modi-
ficadora del hbitat. Provoca un intenso sombreado de las especies soporte, a las que acaba desplazando, apareciendo rodales mono-especficos,
alterando la composicin y estructura de las comunidades y el ecosistema (incluyendo a los insectos). Txica para la fauna acutica y el hombre.
Amenaza a varias especies de plantas e insectos nativos de la flora y fauna californianas].
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Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de Espaa
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ESPECIE XENOTIPO TENDENCIA REGIN GEOGRFICA68 Solanum bonariense L. ME-HE-HO [D] SE y E de la P. Ibrica y Baleares
Riberas y ramblas. Generalmente subespontneo o naturalizado en ambientes antrpicos, se ha instalado en algunos cauces seminaturales (porejemplo, Tjola, en el Ro Bacares Almera) en los que localmente forma densos matorrales en claros entre restos de bosque ripario nativo encabe-
zado por Populus.69 Spartina alterniflora Loisel. [A] ME-HO [E] N de la P. Ibrica
Marismas. Invasora de la costa cantbrica oriental espaola, en la banda intermedia situada entre las praderas de Zostera marina y Zostera nolii(zona ms cercana al mar que no emerge ni siquiera durante la bajamar) y la banda de vegetacin tpicamente marismea formada por especies
halfilas y nitrfilas (zona ms alejada del mar e influenciada por el agua dulce). En el W de Europa se hibrida con la autctona Spartina maritimaformndose un hbrido estril (Spartina x townsendii H. & J. Groves) que se propaga eficazmente por va vegetativa y que coloniza los fangos de lazona intermareal penetrando ms hacia el mar que Spartina maritima. En las costas atlnticas de Andaluca occidental (Huelva y Cdiz) y del Algar-ve portugus se ha naturalizado Spartina densiflora Brongn. (taxn de Suramrica). Entre las zonas donde se encuentra, estn el Parque Nacional deDoana y el Parque Natural de las Marismas del Odiel. Efectos sobre el medio no tan perjudiciales como los de Spartina alterniflora. [Invasora endiversas regiones en las que puede ser modificadora del hbitat. Retiene grandes cantidades de sedimentos (20-200 mm/ao en las costas del oeste
de Europa). Alrededor de esta especie y de su hbrido se acumula fango, lo que eleva el terreno, facilitndose la implantacin de especies menos
halfilas propias de la zona de la marisma situada tierra adentro, con lo que se daa la vegetacin diferenciada en bandas, caracterstica de las
zonas marismeas litorales].
70 Stenotaphrum secundatum (Walter) O. Kuntze ME-EP-HE [E] E y N de la P. Ibrica y CanariasRas y marismas degradadas. [Cuando encuentra condiciones favorables, se trata de una planta muy agresiva y vigorosa, formadora de comunidadescasi monoespecficas, donde quedan relegadas o excluidas las especies nativas].
71 Tradescantia fluminensis Velloso ME-HO [E] N, NW y NE de la P. Ibrica y CanariasRiberas y bosques hmedos. Suele aparecer preferentemente en los sectores ms umbros y con mayor humedad ambiental (fondos de barranco,vaguadas orientadas al norte), formando tapices casi continuos que impiden el desarrollo de las especies nemorales autctonas (Laurus azorica, Per-sea indica, Myrica faya, Ilex canariensis, Erica arborea, Picconia excelsa, Dryopteris oligodonta, Asplenium onopteris, Cryptotaenia elegans, Dryopterisguanchica, etc.). En las islas Canarias se encuentra presente en zonas relativamente hmedas de las islas de La Palma, Gomera, Tenerife y GranCanaria. En algunos casos invade reas de alto valor ecolgico, como la laurisilva del Parque Nacional de Garajonay. En la zona costera del sur de
Catalua (comarca del Baix Camp) ha invadido tramos prximos al mar de algunas rieras con restos de bosque ripario natural. [En Portugal est con-
siderada una invasora muy peligrosa y eficaz, extendida por casi todo el pas en lugares frescos y hmedos, bajo la cobertura de las copas de los
rboles].
72 Tritonia x crocosmiiflora (Lemoine) G. Nicholson ME-HO [E] N de la P. IbricaHumedales (charcas permanentes) y arroyos. [Rpida capacidad de expansin, compite a veces ventajosamente con la vegetacin nativa, a la quedesplaza. Modifica el hbitat].
73 Tropaeolum majus L. ME-EP-HE [E] S de la P. Ibrica, Baleares y CanariasRiberas y matorrales prximos a zonas urbanizadas. Naturalizada en la costa de Mlaga y Granada y sobre todo en las islas Canarias, donde es muyabundante. Aunque suele aparecer en ambientes viarios y ruderales, tambin invade, cuando las condiciones son favorables, ecosistemas seminatu-
rales, compitiendo con la flora autctona. En la costa oriental de Mlaga (junto a la localidad de Nerja), y en el seno de una matriz de territorio
humanizado con parches de vegetacin nativa, hemos podido observar un caso puntual de coexistencia con Cneorum triccocum L., endemismo delMediterrneo occidental, considerado en peligro de extincin por la Junta de Andaluca y vulnerable segn el criterio de la UICN.
74 Ulex europaeus L. ME-HE [D] CanariasRepoblaciones y matorrales cercanos. Asociada a las repoblaciones de diversas especies de Pinus que en Canarias se hicieron en la segunda mitaddel siglo XX. Actualmente en muchos sectores forman mantos impenetrables en el sotobosque del pinar.
75 Xanthium strumarium subsp. italicum (Moretti) D. Lve [A] ME-HE [S] E de la P. Ibrica, Baleares y CanariasRiberas y arenales costeros. Invade tanto cultivos agrcolas de regado o secano fresco como ambientes naturales y seminaturales de tipo ripario ocostero, donde compite con la flora nativa. En el Parque Natural del Delta del Ebro es muy abundante en las arenas de las playas de la Marquesa, del
Trabucador, del Fangar, de los Eucaliptos, etc. donde junto a Carpobrotus edulis coexiste con especies autctonas como Limoniastrum monopetalum,Eryngium maritimum, Echinophora spinosa o Pancratium maritimum.
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Plantas invasoras en Espaa: un nuevo problemas en las estrategias de conservacin
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Tabla 2. Sinopsis de los mtodos de control considerados como efectivos en experiencias previas con cada especie invasora. Seincluyen conjuntamente datos referidos a Espaa y a otros pases en las que se han llevado a cabo. Para cada taxn cada lneaindica el control mecnico recomendado; la segunda, el control qumico si existe.
ESPECIE TRATAMIENTO RECOMENDADO EN REAS SEMINATURALES: CONTROL MECNICO Y CONTROL QUMICO1 Acacia dealbata Link Eliminacin de la planta con la cepa mediante maquinaria (tractores de cadenas de = 80 CV).
Aplicacin localizada de glifosato sobre la superficie del tocn.
2 Acacia longifolia (Andrews) Willd. Eliminacin de la planta con la cepa mediante maquinaria (tractores de cadenas de = 80 CV).Triclopir 48% p/v sobre rboles en crecimiento activo.
3 Acacia melanoxylon R. Br. Eliminacin de la planta con la cepa mediante maquinaria (tractores de cadenas de = 80 CV).Triclopir 48% p/v sobre rboles en crecimiento activo.
4 Acacia saligna (Labill.) H. L. Wendl. Arranque de plantas adultas y retirada manual de individuos jvenes.Glifosato (o triclopir 48% p/v) sobre los tocones.
5 Achyranthes sicula (L.) All. Retirada manual.6 Acer negundo L. Descuaje de adultos y retirada manual de individuos jvenes.
Glifosato (o triclopir 48% p/v) sobre los tocones.
7 Agave americana L. Retirada manual o mecnica (palas, retroexcavadoras) de las plantas. Debe controlarse la perma-nencia de rizomas.
No se han sealado materias activas para el gnero.
8 Agave sisalana (Engelm.) Perr. Retirada manual o mecnica (palas, retroexcavadoras) de las plantas. Debe controlarse la perma-nencia de rizomas.
No se han sealado materias activas para el gnero.
9 Ageratina adenophora (Spreng.) Siega o arranque manual de plantas.King & H. Rob. Sensible a ciertos herbicidas, como el 2,4-D aplicado en solucin de 0,6-0,8%.
10 Ageratina riparia (Reg.) R. King & H. Rob. Siega o arranque manual de plantas.Posible efectividad del 2,4-D.
11 Ailanthus altissima (Mill.) Swingle Individuos adultos: talas peridicas. Individuos jvenes: retirada manual de plntulas con suelohmedo (debe extraerse toda la raz).*
Glifosato (aplicado al final del periodo de actividad), triclopir (ms selectivo). Otros: dicamba e ima-
zapir (foliar/inyeccin), picloram, 2,4-D + picloram (en ambos casos sobre tocones y cepas).
12 Araujia sericifera Brot. Tala de adultos y arranque de ejemplares jvenes.No aconsejado salvo extrema gravedad.
13 Arctotheca calendula (L.) Levyns Retirada manual.14 Argemone mexicana L. Retirada manual.
Herbicidas habituales contra papaverceas (alacloro, clorsulfuron, 2,4-D ester isobutlico 48%, diu-
rn, etalfluralina, lenacilo, linurn, metabenzotiazurn, napropamida, oxifluorzn, simazina, etc.).
15 Artemisia verlotiorum Lamotte Retirada manual (especial atencin a los rizomas).16 Arundo donax L. Cualquier actuacin encaminada a su eliminacin debe integrarse en un plan general de recupera-
cin de la vegetacin tpica del cauce o humedal objetivo. Rodales poco extensos: retirada manual
(o por maquinaria ligera) de los rizomas.
Glifosato 2-5% (aplicacin foliar), desde la postfloracin hasta la predormancia. Tambin amino-
triazol e imazapir.
17 Aster squamatus (Sprengel) Hieron. No es posible su control dada su amplia distribucin.18 Azolla filiculoides Lam. Retirada manual de las alfombras.19 Baccharis halimifolia L. Eficacia reducida con los habituales (desbroces, rozas, cortas, etc.) por su capacidad de rebrote y el
reclutamiento de nuevos individuos a partir de poblaciones cercanas. Solamente han sido eficaces
las rozas contra las plntulas jvenes con sistema radicular poco desarrollado.
Productos hormonales, picloram y glifosato (cuyo uso debe ser cuidadoso por su impacto sobre el
ecosistema).
20 Bidens aurea (Aiton) Sheriff Retirada manual.21 Bidens frondosa L. Retirada manual.22 Bidens subalternus DC. Retirada manual.23 Buddleja davidii Francheti Corta o tala de ejemplares adultos, arranque de plantas jvenes, desenterrado y retirada de races
para evitar rebrotes.
Productos habituales contra especies leosas, como picloram, picloram + 2,4-D, glifosato, triclopir,
etc.
24 Carpobrotus acinaciformis (L.) L. Bolus Retirada manual.Glifosato, aplicado en invierno que es cuando la mayora de las especies autctonas se encuentran
en reposo.
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Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de Espaa
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ESPECIE TRATAMIENTO RECOMENDADO EN REAS SEMINATURALES: CONTROL MECNICO Y CONTROL QUMICO25 Carpobrotus edulis (L.) N.E. Br. Retirada manual.
Glifosato, aplicado en invierno que es cuando la mayora de las especies autctonas se encuentran en
reposo.
26 Cenchrus incertus M.A. Curtis Retirada manual.27 Chamaesyce polygonifolia (L.) Small (L.) Retirada manual.28 Chasmanthe aethiopica N.E. Br. Retirada manual de adultos (especial atencin a los bulbos), pudiendo complementarse con el uso
de cubiertas plsticas opacas (invasiones localizadas).
29 Cortaderia selloana (Schultes & Schultes f.) Corte de los ejemplares adultos (sierras mecnicas) seguido de arranque de la raz (recomendable Ascherson & Graebner con maquinaria).
Glifosato, fluazifop-p-butil ester.
30 Cotula coronopifolia L. Retirada manual.31 Crassula lycopodioides Lam. Retirada manual.32 Crassula multicava Lem. Retirada manual.33 Cyperus alternifolius L. Debido a la existencia de rizomas, los mtodos mecnicos suelen fracasar rebrotando vigorosamen-
te tras la actuacin.
Productos indicados habitualmente para la limpieza de canales de riego (como glifosato, glufosina-
to, paraquat, simazina, sulfosato, etc.).
34 Datura stramonium L. Eliminacin manual (slo eficaz en estadios vegetativos tempranos, antes de la fructificacin). Losoperarios deben protegerse con guantes y gafas (riesgo de intoxicacin por contacto prolongado).
Glifosato, imazapir o paracuat.
35 Eichhornia crassipes (C.F.P. Mart.) Retirada manual (invasiones pequeas) o con maquinaria especfica (zonas extensas) como segadoras Solms-Laub. acuticas, picadoras o cosechadoras montadas en embarcaciones y limpieza de restos (poco selectivo).
Desaconsejado. Si es imprescindible puede emplearse glifosato (Rodeo, Round-up), y formulaciones
salinas del 2,4-D.
36 Elaeagnus angustifolia L. Tala, destoconado de adultos y retirada manual de plntulas.Tratamientos areos con 2,4,5-T, 2,4,5-TP o 2,4-D en aplicaciones sucesivas (eliminacin de rebro-
tes); posible combinar con otros como dicamba, picloran, glifosato y triclopir aplicados sobre cepas.
37 Eleusine indica (L.) Gaertner Retirada manual o con pastoreo ovino/caprino antes de la floracin + cubiertas de plstico (evita-cin de germinacin).
Herbicidas contra gramneas autorizados en zonas naturales.
38 Elodea canadensis Michx. Retirada manual (o mecnica con rastrillos, cadenas o equipos de dragados en casos de infestacio-nes muy intensas no controlables por otros medios). Puede combinarse con sombreado e introduc-
cin de ciprnidos como carpas y tencas (impiden el rebrote).
Terbutrina, diclobenil y diquat. Resistente al glifosato.
39 Eriobotrya japonica (Thunb.) Lindl. Tala de adultos y retirada manual de plntulas y ejemplares jvenes.40 Eschscholzia californica Cham. Retirada manual.
Herbicidas habituales contra papaverceas (alacloro, clorsulfuron, 2,4-D ester isobutlico 48%, diu-
ron, etalfluralina, lenacilo, linuron, metabenzotiazuron, napropamida, oxifluorzn, simazina, etc.).
41 Eucalyptus camaldulensis Dehnh. Arranque de plantas con toda su cepa (utilizacin de maquinara gradas pesadas, bull-dozers, ras-trillos frontales, subsoladores, tractores de cadenas de al menos 80-90 CV, con ataques individua-
les a cada planta o rodal. Brinzales jvenes: arranque manual incluyendo la raz.
Corta y tratamiento localizado (pinceladas) con glifosato sobre la superficie del tocn. Otros pro-
ductos efectivos: picloram, triclopir y triclopir + fluroxipir.
42 Eucalyptus globulus Labill. Los mismos que en E. camaldulensis.Los mismos que en E. camaldulensis.
43 Fallopia baldschuanica (Regel) J. Holub Retirada manual (incluyendo rganos subterrneos).No se han empleado.
44 Gleditsia triacanthos L. Eliminacin de plntulas y jvenes seguido de tala y finalmente destoconado (mediante buldozers,gradas pesadas, rastrillos frontales, subsoladores, etc. con tractores de cadenas de = 80-90 CV).
En caso de dejar tocones, aplicarles productos contra el rebrote (picloram, triclopir, triclopir + fluro-
xipir, glifosato, etc.).
45 Gomphocarpus fruticosus (L.) Aiton f. Retirada manual reiterada de adultos y jvenes durante el esto, antes de la fructificacin.46 Ipomoea sagittata Poiret Retirada manual.
Las races ms gruesas, una vez cortadas, deben baarse con herbicida (imazapic, glifosato) aplicado
con brocha sobre el corte.
47 Ipomoea stolonifera (Cyr.) J.F. Gmelin Retirada manual.48 Isatis tinctoria L.* Imposible erradicacin completa. Retirada manual en zonas invadidas. Siega primaveral (durante la
formacin del escapo) de las cunetas de las carreteras que transcurran por zonas de valor ecolgico.
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Plantas invasoras en Espaa: un nuevo problemas en las estrategias de conservacin
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ESPECIE TRATAMIENTO RECOMENDADO EN REAS SEMINATURALES: CONTROL MECNICO Y CONTROL QUMICO49 Lippia filiformis Schrad.50 Nicotiana glauca R.C. Graham Tala/destoconado. Aplicacin de 2,4,5-T sobre tocones.51 Oenothera biennis (L.) Mill. Retirada manual.52 Oenothera glazioviana Micheli Retirada manual.53 Opuntia dillenii (KerGawl.) Haw. Retirada manual (descuaje). Efectiva la aplicacin de fuego controlado.54 Opuntia ficus-indica (L.) Mill. Retirada manual (descuaje). Efectiva la aplicacin de fuego controlado.55 Opuntia stricta (Haw.) Haw. Retirada manual (descuaje). Efectiva la aplicacin de fuego controlado.56 Opuntia subulata (Mnhlenpfordt) Engelm. Retirada manual (descuaje). Efectiva la aplicacin de fuego controlado.57 Oxalis pes-caprae L. Retirada manual (repetida y sostenida durante varios aos) justo antes de la floracin con cribado del
suelo. La siega repetida ocasiona la prdida de reservas de carbohidratos del bulbo, pero puede no matar-
lo. La solarizacin con plstico negro o transparente y el acolchado con cartn rgido pueden ser bastan-
te efectivos (dejar el material en el campo al menos durante una temporada completa de crecimiento).
58 Paraserianthes lophantha (Willd.) Tala/destoconado de adultos y arranque de ejemplares jvenes.I.C. Nielsen Clopiralida, en dosis de 150-300 cc/Ha (baja toxicidad). Mucho ms eficaz en plntulas e individuos
jvenes, debiendo combinarse el tratamiento con la tala y retirada manual de los ejemplares adul-
tos. Tambin efectivos: triclopir, triclopir + clopiralida; eliminacin de tocones: embadurnado con
triclopir 9% + fluroxipir 3% p/v (200 cc/l agua); glifosato (tratamientos localizados).
59 Paspalum paspalodes (Michx) Scribner Retirada manual.60 Paspalum vaginatum Swartz Retirada manual.61 Pelargonium capitatum (L.) Aiton Retirada manual.62 Pelargonium zonale (L.) LHr. Retirada manual.63 Pennisetum setaceum (Forssk.) Chiov. Retirada manual.
Aplicacin de herbicidas de pre-emergencia en las zonas tratadas.
64 Pittosporum undulatum Vent. Retirada manual (tala, desbroce).65 Reynoutria japonica Houtt. Difcil. Invasiones pequeas muy localizadas: cubiertas con geotextil seguidas con revegetacin;
arranque de todos los rizomas (pueden encontrase enterrados en el suelo hasta una profundidad de
3 m, por lo que la tarea es muy laboriosa, lenta y costosa). Invasiones mayores: pastoreo intensivo
realizado al menos durante 5 aos (efectivo, aunque puede acarrear desestabilizaciones en los cau-
ces, utilizado en la cuenca del Rhin). Siegas peridicas slo algo efectivas si son realizadas cada 15
das a lo largo de todo el periodo vegetativo al menos durante dos aos.
Slo sensible a glifosato (riesgo de contaminacin en cauces). Justificado en casos de extrema gra-
vedad.
66 Robinia pseudoacacia L. Talas peridicas de adultos (impide produccin de semillas) y retirada manual de plntulas (consuelo hmedo).
Herbicidas foliares o mediante embadurnado de los tocones: glifosato aplicado sobre las hojas o