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LA CARCEL – CONVENTO Y LA REEDUCACION DE LAS MUJERES DESOBEDIENTES EN BOGOTA 1890 – 1930 July Andrea García Amézquita 1 . Resumen La ponencia trata la historia de la cárcel del Buen Pastor desde su fundación y durante periodo de hegemonía conservadora. En ella se ilustra la política penitenciaria y los métodos de reeducación de las mujeres desobedientes, basados en la aculturación moral. El texto está dividido en dos grandes partes. La primera, tratará el perfil ideal de las monjas que ejercían el control y la custodia de las mujeres encerradas, como parte fundamental para cumplir con el objetivo de reeducarlas. Y en la segunda parte se observarán los mecanismos utilizados para hacer del encierro la oportunidad en la que la mujer desobediente aprendiera un oficio y se sometiera a los cánones del control social, a través de la disciplina, la rutinización de la vida y la sobreexposición personal. 1 Historiadora, Candidata a magister en Estudios Políticos de la Universidad Nacional de Colombia. Miembro del grupo de investigación Actores armados, conflicto y DIH.

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LA CARCEL – CONVENTO Y LA REEDUCACION DE LAS MUJERESDESOBEDIENTES EN BOGOTA 1890 – 1930

July Andrea García Amézquita1.

Resumen

La ponencia trata la historia de la cárcel del Buen Pastordesde su fundación y durante periodo de hegemoníaconservadora. En ella se ilustra la política penitenciaria ylos métodos de reeducación de las mujeres desobedientes,basados en la aculturación moral.

El texto está dividido en dos grandes partes. La primera,tratará el perfil ideal de las monjas que ejercían el controly la custodia de las mujeres encerradas, como partefundamental para cumplir con el objetivo de reeducarlas. Yen la segunda parte se observarán los mecanismos utilizadospara hacer del encierro la oportunidad en la que la mujerdesobediente aprendiera un oficio y se sometiera a loscánones del control social, a través de la disciplina, larutinización de la vida y la sobreexposición personal.

1 Historiadora, Candidata a magister en Estudios Políticos de la Universidad Nacionalde Colombia. Miembro del grupo de investigación Actores armados, conflicto y DIH.

La cárcel del Buen Pastor

La Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del BuenPastor llegó a Colombia en marzo de 1890, por solicitud delgobierno de Carlos Holguín y la gestión de las “damas”Bogotanas, con el propósito de “remediar en parte el mal queocasiona en la sociedad la corrupción de la mujer”2. Estacongregación tiene una larga tradición en la custodia ytratamiento de niñas, jóvenes y adultas en situación deconflicto con la justicia o con la sociedad, razón por la queserían las indicadas para administrar, vigilar y controlar lanueva cárcel de mujeres que la clase adinerada bogotana pedíaconstantemente.

La experiencia de las fundaciones previas en Suraméricaempezando por Chile (1855), Ecuador, (1871), Perú (1871) yArgentina (1885) las posicionó como la mejor opción paraencargarse de la reeducación de las mujeres en Bogotá yposteriormente en Colombia entera3.

Ya instaladas en una antigua fábrica de velas y jabonestransformada en convento, el presidente Miguel Antonio Caroles solicitó hacerse cargo del Asilo San José, ubicado al surde la Bogotá de finales del siglo XIX, en una quinta

2 Congregación religiosa Buen Pastor. Anales de la congregación de Nuestra señorade Caridad del Buen Pastor de Angers de Bogotá 1890 a 1817 Imprenta Nacional Bogotá 1918 3 A la cárcel de Mujeres del Buen Pastor de Bogotá, le sucedieron, también la deMedellín (1889), Barranquilla (1928), Cali (1933), Popayán (1942), Pereira(1958), Cúcuta (1962), Manizales (1979) y Bucaramanga (1987).

denominada Tresesquinas que administraron desde el 19 de marzode 1892 momento en que abrió sus puertas a niñas y adultaspara que fuesen recluidas por diversos motivos tantojudiciales como sociales pero con el mismo objetivo, el dereeducarlas. De Tresequinas pasaron a la penitenciaría central,Panóptico de Bogotá - donde tan solo duraron siete meses- el1 de abril de 1899, año importante para la congregación yaque crean el primer noviciado y se replica su obra comoreeducadoras de mujeres desobedientes, en Medellín.

Posteriormente fueron trasladadas a la casa que el gobiernoles había donado y que funcionaba únicamente como monasterioen el Barrio Las Aguas4. Este monasterio se transformó en ellugar de encierro penitenciario femenino y asilo de mujeresmás conocido como la Cárcel de Buen Pastor de Bogotá, desdediciembre de 1899 hasta el primer año del Frente Nacionalcuando se determinó el traslado de las reclusas a las nuevasinstalaciones construidas en el barrio Entre Ríos ─ dondefunciona en la actualidad ─. La congregación de religiosas delBuen Pastor tuvo a cargo la dirección del penal hasta 6 mayode 1975.

EL PERFIL DE LAS CARCELERAS

La cárcel, en estricto sentido es un lugar para la reclusiónde presos y podría pensarse que es el encierro su finprincipal, sin embargo, la historia de la cárcel de BuenPastor nos demuestra que no es el fin sino el medio por elcual se buscaba reorientar las vidas y de paso “salvar las4 Un siglo después de la fundación del Asilo, estos predios pasaron a serpropiedad de la Universidad de los Andes, donde actualmente funciona la Facultadde Arquitectura ubicada entre la Cra 15 y la Cll 15.

almas” de “criminales” y desobedientes. Esta racionalidadinstitucional implica la existencia de un esquema ideal decomportamientos tanto de las carceleras como de las reclusas,para cumplir con el objetivo formal de la cárcel y de lapolítica criminal del país en los tiempos de la HegemoníaConservadora.

En el caso de las religiosas que asumieron el control de lacárcel, encontramos que debían cumplir con un perfilespiritual propio de su objetivo misional ─salvar almas ─ yotro, el de carceleras que reeducarían a las desobedientes.

Perfil Espiritual

Las religiosas del Buen Pastor debían interiorizar ypracticar la “pedagogía del optimismo5” cuyo objetivo seresume en la frase “un alma vale más que un mundo”. Estaformación se centra en el fortalecimiento de cinco virtudesmuy relacionadas con las virtudes teologales: el Celo, la Fe,la Humildad, la Caridad y el Sacrificio.

5 La pedagogía del optimismo, tiene su referencia más próxima en el pensamiento deJohann Heinrich Pestalozzi (1746 - 1827) pedagogo y filósofo suizo, quienpartiendo del fundamental optimismo de Rousseau considero la naturaleza humanacomo buena pero débil y presta a caer en el mal sin la ayuda de una solidaeducación. La experiencia pedagógica debe partir, según Pestalozzi de un temafundamental en su pensamiento, el concepto de madre-educadora (educación‘maternal’), cuya función es inspirar trabajo, oración y disciplina −facultades delcorazón, de la mente, y de la mano –que solo podrán ser despertadas por la educación.Amalia Bernardini y José Alberto Soto. La educación actual en sus fuentes filosóficas. (SanJosé de Costa Rica: EUNED, 1984) p. 36-48

Tabla No. 1. Virtudes de las Maestras de la Cárcel del Buen Pastor

Bajo esta idea, las religiosas del Buen Pastor serían elmodelo de las reclusas, quienes una vez reeducadas debíanvivir la fe, practicar la humildad, la abnegación y tener unverdadero espíritu de sacrificio.6

Perfil pedagógico

Estas virtudes espirituales serían la base para el trabajopedagógico con las reclusas y demás mujeres encerradas, poresto, era necesario cumplir con los requisitos espirituales ycon un perfil pedagógico que optimizara la transformación dela mujer. Estos requisitos se hacen específicos en: el trato6 Reglas Prácticas para el uso de las Religiosas del Buen Pastor en la Dirección de las Clases. Madre Maríade Santa Marina (Comp.) (Bogotá: Editorial «San Juan Eudes» 1960) pp. 19-21.

para con las internas, el programa de enseñanza y lasceremonias institucionales.

El trato. Las restricciones en el trato estaban encaminadas aganar el respeto y la estimación, mantener la autoridad y ladignidad intacta pero sin demostrar orgullo o soberbia. Conesto, se producía un doble efecto, de un lado reafirmarle ala reclusa su posición inferior y humanidad degradada, razónde su encierro, y por otro lado manejarlas más fácilmente, yaque entre más humillada y despojada de su “yo” se encontrara,más sumisa y obediente sería.

Programa de enseñanza. El fin del encierro en el Buen Pastor erabrindarle la posibilidad a la mujer desobediente de aprenderun oficio (instrucción) y de paso explicarle y hacer queinteriorizara la manera de aceptar el control social(educación). La educación y la instrucción eran el medio porexcelencia “para trabajar en la salvación de las almas, en laconversión de las pecadoras y la transformación social de lasdelincuentes”7

En la siguiente tabla se resume el programa de enseñanza parala reeducación de las internas, siendo evidente que laaculturación8 se hacía en términos religiosos únicamente,orientándolas a interiorizar las máximas de la moralcristiana, el horror al pecado y la necesidad de entender lavida como un sacrificio constante.

7 Reglas Prácticas, Op. Cit., 29 -31.8 “Recepción y asimilación de elementos culturales de un grupo humano por parte de otro” DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición.

Tabla No. 2. Programa de enseñanza y re-educación del Buen Pastor

Con esta metodología se pretendía convertir a las reclusas enejemplares mujeres creyentes y practicantes cristianasquienes teniendo pavor al pecado, temor de Dios y laposibilidad de ejercer un oficio salvarían su alma y de pasose evitaría la reincidencia en el delito y las malascostumbres.

Las ceremonias institucionales. Eran los eventos donde las religiosasy reclusas, indiferente de su rango y disposición convergíanen un espacio y ritualidad definidos. Detrás de lacelebración de estos eventos -el año nuevo, navidad, día desanta Eufrasia, día para visitas ilustres- encontramos dosfinalidades: mantener unida a una comunidad que por su mismaestructura se encuentra divida en grupos antagonistas9 yexhibir la diferencia entre los dos grupos10. Así, mientras secomparten actividades, se busca que las internas sientanadmiración por ese otro estilo de vida.

La cárcel se nos presenta como una organización racional,diseñada en todos sus aspectos para ser efectiva en elcumplimiento de los objetivos de la comunidad religiosa y dela cárcel como institución de encierro para corrección demujeres desobedientes. Por esto, las restricciones frente altrato con las reclusas, el programa de enseñanza y lacelebración de fiestas en comunidad implican unainterpretación en términos moralistas del comportamiento delas reclusas, así como unas preconcepciones sobre lapersonalidad y el carácter de las mismas.

Esta interpretación sería una especie de teoría de ladelincuencia femenina que determinaba las actividades dentrode la cárcel; suministraba los argumentos para aducir lainferioridad de las reclusas y por ende la distancia socialentre estas y las religiosas; y además justificaba ladisciplina, la vigilancia y el tratamiento que se les daba alas internas.

La teoría sobre la delincuencia femenina en este imaginarioreligioso estaba construida sobre la base del liberalismoradical como caldo de cultivo para la corrupción de la

9 Erving Goffman, Op.cit, p 8410 Goffman asegura que una de las principales proezas de las instituciones totalesconsiste en exhibir una diferencia entre dos categorías construidas de personas –diferencia en calidad social y carácter moral; diferencia en las percepcionesrespectivas del “yo” y del otro-. Erving Goffman. Op.cit. p.117.

mujer11, sumada a la desigualdad social, las continuas guerrasque desplazaron a los campesinos y mujeres a las ciudades, yel descuido de la educación pública.

Así mismo existía una idea preconcebida sobre las formas enque se presentaría la indisciplina, de cómo afrontarla ysobre la manera de aplicar los premios y castigos a manera deestrategia explicativa del valor de hacer bien las cosas,aspectos que se tratarán en la segunda parte.

LA REEDUCACIÓN DE LAS DESOBEDIENTES

Durante la hegemonía conservadora la cárcel del Buen Pastorfue más que un simple centro de reclusión de “criminales”.Tras la idea de corregir a las mujeres “desviadas del camino”se convirtió en un asilo para mujeres que ejercían laprostitución que ingresaban por su propia voluntad; paraniñas desamparadas; para niñas rebeldes a quienes sus padrescastigaban al internarlas por cortos periodos de tiempo; paraesposas desobedientes a quienes sus esposos intentaban “hacerentrar en razón”; y como era de esperarse para mujeres yniñas delincuentes a las que el Estado debía castigar yreeducar.

11 María de Jesús Ladino.1890 -1990 Cien años historia de las hermanas del Buen Pastor en Colombia.(Bogotá: 1990) p. 34

Este proceso de reeducación consistía en transformar a lamujer desobediente en algo mejor, a los ojos de la sociedad ya los ojos de Dios. Por esto era necesario despojarla de suyo para luego poder aculturarla. Este proceso se puedeobservar en tres momentos específicos de la vida en lacárcel: La admisión, la cotidianidad y la adaptación.

La Admisión

El ingreso a la cárcel constituye el primer y más fuertecambio que afronta la reclusa, la vida se parte en cómo serepresentaba antes y cómo lo haría después del encierro.

Antes de ingresar a la cárcel, estas mujeres tenían unarutina de actividades y un rol dentro de la sociedad -madre,esposa- que si bien era impuesto por el orden social, eraposible que se les presentara como parte de su elección peroal ingresar a la cárcel, rutinas como el trabajo y la vidafamiliar pasarían a ser una decisión del sistema punitivo,despojando a estas mujeres del corto rango de posibilidadesde decisión sobre su propio yo. Este cambio en las rutinasde las actividades diarias y las personas con que secomparten cada uno de los días que se pasa en encierro son elprimer mecanismo con el que la Institución empieza su carrerapor la transformación de las reclusas12.

El Buen Pastor establecía como parte de los mecanismosterapéuticos la obligación de trabajar y algunas veces deforma remunerada, pero es claro que ni la cantidad, ni eltipo de trabajo y tampoco la retribución económica erancomparables con la de la vida extramuros. Afuera podíancumplir con unos horarios de trabajo remunerado o no, perouna vez cumplidos la administración de los tiempos, el dineroo los insumos del hogar podía realizarse con un cierto gradode libertad.

12 Erving Goffman, Op.cit. pp. 26 – 27.

En cuanto a la vida familiar vale la pena decir que estarrecluida en el Buen Pastor no significaba estar aislada, perosi alejada de la familia y obligada a compartir con nuevaspersonas la intimidad del encierro y la cotidianidadnormalizada. Implicaba tener un nuevo círculo social quenunca podría reemplazar al familiar porque de lo contrario nose entendería la diferencia respecto a estar en libertad yademás, en términos de Goffman se favorecería la resistenciacontra la institución.

Las mujeres que ingresaban al Buen Pastor estabanestereotipadas por las monjas así;

“A su llegada las prisioneras se presentaban embriagadas, portando armas ycon buena dosis de botellas de aguardiente...eran conducidas por la policía osus mismos padres y no pocas veces por sus esposos. [Tenían] pelo abundantey atado atrás, descalzas, sus batas anchas y plegadas; con frecuencia se las vefumando largos y gruesos cigarros…locuaces, con marcado acento al hablar,generosas, alegres y piadosas, de temperamento fuerte y agresivas con lascompañeras… eran descuidadas, sin aseo, orden, ni disciplina, reñían confrecuencia y carecían de trabajo u ocupación para rehabilitarse”13.

Este estilo al igual que los hábitos cotidianos era elobjetivo a modificar inmediatamente ingresaban alestablecimiento, era una carrera por la desculturación14 queresultaría imposible de cumplir en su totalidad ya que,siguiendo a Goffman, los cambios culturales que presentabanlas reclusas solo eran explicados por la eliminación deciertas oportunidades de comportamiento y a la imposición deunas reglas que al cumplirlas harían del encierro algo menostortuoso. Sin embargo, una vez en libertad frente a lasmismas condiciones materiales y culturales, las internasvolvían a sus mismos patrones de comportamiento, lo cualexplica la reincidencia y la inoperatividad de la cárcel comosolución al problema de la delincuencia.

13 María de Jesús Ladino.1890 p 72.14 Pérdida o incapacidad para adquirir los hábitos que corrientemente se requierenen la sociedad general. Goffman Pg 81

Para Goffman las instituciones totales no persiguen finesculturales pero en el caso del Buen Pastor si, bajo la ideade la fe, el amor y la pedagogía del optimismo, se establece lacomo finalidad de la Institución transformar conductas yvidas para salvar almas, reafirmando el proceso dedesculturación en el que se despoja a la reclusa de laidentidad adquirida en libertad.

Otro aspecto importante en la admisión, son las accionestendientes a lograr la sumisión y la obediencia de lasreclusas: “A su Ingreso el proceso de adaptación se realizabaen el menor tiempo. De una libertad sin control pasaban deinmediato a ubicarse dentro de estrictos patronesdisciplinarios”15. El primer paso es el encierro mismo, losbarrotes y los candados simbolizan el despojo del bien de lalibertad y la pérdida de autonomía.

Seguidamente se realizaba la inscripción en el Libro deFiliaciones. En este momento se realizaba no solo unprocedimiento burocrático sino la indagación de su historiade vida, explícitamente se trataba de clasificar a ladelincuente desde sus características fisionómicas,ideológicas y culturales. Tácitamente se buscaba larespuesta al porqué el orden social no habría podidocontrolar esta mujer y que como resultado de esta fallaestuviese siendo castigada. Estas respuestas se buscaban enlos factores biológicos, hereditarios, la influenciageográfica, la doctrina religiosa y el nivel de instrucción,quedando por fuera de la pesquisa los factores económicos, elconocimiento de la ley, la voluntad, la percepción de lajusticia, etc.

Tabla No. 3. Formulario de Ingreso.

15 Ibíd.

Luego se procedía a bañarlas, desinfectarlas, cortarles yrecogerles el cabello, asignarles un uniforme y un lugardentro de la casa según su origen jurídico. Los uniformes noles pertenecían, por tanto no podían modificarlos omarcarlos, al igual que todas cosas que se les asignaba paravivir dentro del penal, se magnificaba la total desposesiónde la propia identidad materializada en los artículos que unoidentifica como propios, con los que se encariña y sobre loscuales tiene control.

En estos primeros acercamientos las monjas podían percibirla rebeldía y la hostilidad de las internas así como ladocilidad y la obediencia potencial de cada una. Era laprimera oportunidad para imponer la autoridad y lasdiferencias entre los dos grupos por tanto, losprocedimientos de admisión eran la preparación para elproceso terapéutico. Desde el mismo momento de ingreso lareclusa se veía obligada a una sobreexposición física ycultural, aquí se empieza a moldear, a clasificar, auniformarse para convertirla en algo diferente de lo queentró. Este es el primer procedimiento de modificación dela conducta realizado por la cárcel como institución.

La Cotidianidad

Una vez impuesta la autoridad, se introducen los mecanismosde reeducación de la mujer a través de la rutinización de lavida diaria y la socialización del sistema de privilegios quepermitirían interiorizar nuevos hábitos y nuevas formas deinterpretar lo correcto e incorrecto, es decir, introducirlasen el orden social establecido.

La rutina diaria consistía en:

“Una disciplina enmarcada en horarios estrictos, con actividades variadasdurante el día; éste se iniciaba a las cinco y media de la mañana, con elrequerido aseo personal, orden y limpieza en las diferentes dependencias;asistencias a los actos del Culto, desayuno a las siete, labores y actividadesvarias de las ocho horas en adelante; el almuerzo lo tomaban a las doce deldía y a continuación una merecida recreación; reanudaban el trabajo a lasdos de la tarde hasta las cinco, venia la cena, otro descanso y la Oraciónfinal que indicaba la hora del sueño”16.

El trabajo era uno de los pilares de la reeducación. Lasreclusas debían adquirir destrezas para que al estar enlibertad pudieran “ganarse honradamente la vida y podercolocarse un día al frente de una familia” por tanto, debíanacostumbrarse a largas faenas domésticas y a “amar el orden yel aseo”. Se les enseñaba a coser y a las niñas se les dabalecciones de lectura, escritura, aritmética e historiareligiosa, con el objeto de que pudieran “bastarse a símismas y ayudar a sus padres. Inspirándoles gran respeto porsus padres y mucho cariño a sus familias”.

El trabajo como actividad terapéutica se basaba en la idea deque al ganarse la vida decentemente se podía salvar el almamediante la laboriosidad de un oficio honrado y en ese orden,la planeación diaria de las actividades debía propender porinspirarles amor al trabajo y por hacerlas hábiles para él.

16 María de Jesús Ladino. pp. 61-62.

El trabajo, era obligatorio y el resultado económico de lostrabajos manuales (fabricación de uniformes y prendas engeneral, la de capachos para transporte de botellas decerveza, lavandería y arreglo de prendas) era recolectado yadministrado por las monjas como parte de pago por lamanutención de las reclusas en la cárcel. Si bien, el Estadopagaba a las religiosas la comida, los servicios públicos ysuministraba los uniformes y el menaje de las casas, asícomo el pago a los guardias externos y los servicios desalud, los recursos eran insuficientes así como el personalde guardia. Por esto el trabajo arduo de las reclusas eranecesario para el sostenimiento de la empresa “salvadora dealmas”, y más si se tiene en cuenta que el Estado no ofrecíaninguna financiación para el sostenimiento de las asiladas nopenitenciarias.

Para aumentar la producción las reclusas realizabanestiramientos en la mitad de la jornada para reducir lafatiga, se trabajaba en silencio o rezando y no se trabajabalos domingos. Como estímulo para trabajar con “amor” lasinternas podían hacer un ahorro que sería entregado almomento de salida, el cual correspondía a la cuarta parte dela ganancia generada.

Cabe resaltar que el ideal era reeducar a la mujer para sermadre-esposa pero la metodología utilizada la insertaba en eltrabajo urbano y remunerado, una esfera que había sidoreservada para el género masculino. En este sentido, seredefine el concepto de trabajo en términos del objetivo, delos actores y de las normas que lo rigen, afuera las normaslas impone el mercado, en el Buen Pastor el trabajo se hacíapor amor a Dios.

La recreación. Se daba dos veces al día durante media hora cadauno y los domingos se duplicaban. En este tiempo todas lasreclusas eran reunidas en el mismo lugar para hacerejercicios físicos, jugar dominó, hacer representacionesteatrales o rondas. Los recreos demandaban la mayoratención por parte de las carceleras por considerárseles

como “el momento más peligroso para sus almas”, porque segúnlas monjas, las internas podían planear “proyectos dañinos”y establecer “relaciones peligrosas”. Por esto, el tiempoera limitado y supervisado, la idea era que las reclusas nosolo estuvieran muy vigiladas sino que lo sintieran. Nopodían, hacer grupos, hablar en voz baja, callar a medias,reír o mirar de una manera particular, o aislarse en parejas,ya que se consideraban como “signos ordinarios de mal”.

Además del control sobre las actividades de ocio y ladefinición del tiempo libre correcto e incorrecto, el recreopermitía identificar a las posibles “pecadoras” y reafirmar alas reclusas que ellas no eran las dueñas de su tiempo nitenían control sobre las actividades que realizaban en suvida diaria y por tanto estas rutinas les eran ajenas, lasdespojaban de sus gustos y les imponían sus preferencias.

El sistema de privilegios. Estaba conformado por las normas de laInstitución, y las recompensas y los castigos. Estos eran elmarco de referencia para la nueva vida según la visióncristiana del Buen Pastor.

Las normas de la Institución eran un conjunto explícito dedisposiciones y prohibiciones a las que las reclusas debíansometerse al formar parte de la comunidad de “criminalesencerradas” y en el caso del Buen Pastor son las “ReglasPrácticas”17 las que documentan dichas normas.

Los Castigos y Recompensas. Tenían el objetivo de conseguirla obediencia y la sumisión de las reclusas. Eranconsiderados como “un medicamento curativo e impotente si seutiliza con frecuencia”. Los castigos no debían guardarproporción con la falta, simplemente se establecían las quemerecían represión severa independiente de los ojos que lajuzgaran. Estas faltas deberían recibir los castigos másseveros y productivos respecto a la modificación de la

17 Manual para las maestras de la Congregación Religiosa del Buen Pastor para la modificación de la conducta de la mujer pecadora.

conducta, pero no eran los que privaban de los placeres sinolos que causaban máxima humillación.

La asignación de las recompensas variaba de acuerdo a lascircunstancias del lugar y del tiempo, según la reclusa, sunaturaleza, su educación, sus recuerdos de niñez, su nivel dereligiosidad, etc.

La adaptación

No solo la disciplina y la rutinización del día a día hacenparte del proceso reeducativo también intervenían elsometimiento a ciertas condiciones de vida y la respuestapositiva o negativa a estas y al proceso en general.

La Alimentación, se regía por los términos del contrato que elMinisterio de Gobierno realizara con las monjas, sin embargo,el financiamiento era insuficiente por la cantidad de mujeresque debían comer con este presupuesto. De la percepción dela comida por parte de las reclusas no se tienen reporte, enparte por la censura y en parte porque pocas sabían escribir,sin embargo, los detenidos en el Panóptico en el periodo enque la comunidad administró este penal reportaban el“insuficiente y asqueroso alimento que consistía en una tazade agua de panela sin dulce, o de chicha, dos papitas, unpedacito de carne de la peor clase que hubiera por ser la másbarata, y un panecillo de dos reales”18

Las condiciones sanitarias también contribuían a recrudecerla vida diaria. La cárcel no contaba con servicio de aguapropio y constante, las epidemias de fiebre tifoidea fueronla constante entre 1893 y 1904 y el año de 1919, teniendocomo resultado la muerte de varias religiosas, penitentes yreclusas. Estas epidemias se daban por las pobrescondiciones higiénicas y el hacinamiento.

18 León Gómez Adolfo. Secretos del Panóptico. Imprenta de Medardo Rivas Bogotá 1905. Pg 179-180 Citado por: Ortiz Carvajal, Andrés.  El panóptico de Bogotá durante el período de la guerra de los mil días (1899-1903) -- Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Historia, 2001

Pero lo que de un lado resultaba un problema para el manejode enfermedades y el control del contagio de las “mañas”, porel otro facilitaba la vigilancia, el control y lasobreexposición que implicaba compartir los espacios de laintimidad tales como la hora del baño, el uso de losexcusados o simplemente cambiarse de ropa.

Esta sobreexposición se presenta como una estrategia dedegradación común en el sistema penitenciario del periodo deestudio y del presente, razón por la que condiciones dignasde habitabilidad dentro de la cárcel son entendidas comoutópicas en términos de recursos económicos pero sobretodo devoluntad política. La completa violación de la intimidades una característica de la cárcel, por la vigilancia y porla sobreexposición personal en actividades cotidianas y en lade la propia historia de vida.

Al igual que la sobreexposición, la vigilancia era completa,eran vigiladas en la capilla, en los talleres, en el recreo,en los dormitorios. La correspondencia no era la excepción,la primera maestra debía “vigilar diligentemente lacorrespondencia si no le es posible leer todas las cartas quesalen por lo menos debe leer todas las que entran reteniendolas que de cualquier modo pudieran ser nocivas”.

Lo que se les leía era revisado cuidadosamente, en su mayoríaeran lecturas religiosas o alguna “cosa recreativa perocuidar de que en ella no se hable de nada que pueda afectarla buenas costumbres, como las riñas los suicidios o deafecciones muy tiernas, tampoco cuentos amorosos”.

Las Respuestas frente al sistema de reeducación dentro de lacárcel se pueden identificar como positivas y negativas.

La adaptación positiva, es la que la reclusa se somete a lasreglas y obedece sumisamente hasta el punto de evitarsocializar para evitar cualquier posible castigo mientrasespera terminar su condena.

También es el caso en el que la interna decidía tomar losvotos y se convertiría en penitente arrepentida o Magdalena.Pero no todas se convertían en novicias y Magdalenas por supropia voluntad, las mismas religiosas mencionan el caso deuna de las novicias que tomaron votos en el año de 1906.Esta novicia, siendo muy niña, hija de una “sirvienta” fueentregada al Buen Pastor por la dueña de la casa, en contrade la voluntad de su madre. Las religiosas y la policíaimpidieron que la familia volviera a tener contacto con lapequeña, inclusive luego de que la familia planeara toda unaoperación de rescate. Internada toda su vida racional yadoctrinada bajos los ideales religiosos terminó optando porla conversión total19.

La adaptación negativa, es aquella en la que las internastrasgreden las reglas y el temor de ser castigadas. Algunasde ellas generaban la ocasión para manifestar su descontento,mediante gritos, acciones de desobediencia, tratos agresivosy hasta violentos contra las religiosas, o en últimainstancia recurrían a la fuga. En este caso eltratamiento debía ser severo y estratégico, nunca se imponíancastigos de forma grupal para evitar una resistenciacolectiva, tampoco se le imponían a las “más desvergozadas”ya que al no doblegarse darían un ejemplo de irreverencia yfirmeza peligroso para el modelo impuesto.

Dentro de esta misma categoría se encuentran las reclusas querealizaban un “juego astuto” en el que simulaban sometimientoa las reglas para luego dar cuenta del rechazo al orden y lasjerarquías. Es el caso de las internas que fingían gravesenfermedades para ser trasladas al hospital y en el camino sefugaban. Finalmente, las reclusas que se mostraban completamenterebeldes a la disciplina y el control eran trasladas alPanóptico luego de recibir un aumento de condena, no sinantes ser auscultadas por un médico para verificar el grado

19 Congregación religiosa Buen Pastor, Pg 149

de sanidad mental y en caso de arrojar un resultado negativoserían trasladada a un “asilo de locas”.

Conclusiones

La reeducación como proceso de corrección se presenta comouno de los múltiples procesos de criminalización dentro de laapuesta por imponer y mantener el orden social. En estoradica la importancia de adentrarse en los detalles delproceso, además porque permite realizar un análisis sobre losimaginarios existentes entre las mujeres y los delitos; entrelas políticas de Estado y las mujeres; entre la mujer y eldeber ser.

El sistema de reeducación de la mujer robustecía los cánonesligados a lo doméstico y a lo privado, sin embargo larealidad de un país en busca de la modernización y conmúltiples escenarios de violencia en lo rural, la trasladabaa un escenario urbano e incipientemente laboral.