~a muerte del sol

4
NUM, t;^r ALICANTE 3 DE JUNIO DE 19W AÑO Iï' PRECIOS DE SUSCRIPCIO(i PeY'10C~Z.CO 1Z1C~.epC r~ OIRECCIOti Y REDACCIDN n~.~~ien.t~. en la imprenta de este periódico. Trimestre. .1,25 posetae y DE INTERESES MATERIALES l~emeatre. ~ . .2,50 u La correspondencia al edmietxa- ,t üo 5 u 1Vümero suello E~~~~ dor D. Francisco Antón Valexo. Anuncios á precios convencionales CBIIl11'lIOS Plaza Magor, núm 14 —ELCHE. t ~~~=' ~a muerte del Sol El amanecer de aquel día fué el despertar dala algazara, del mo- vimiento, de la animación. Elche Lábíase transformado en ciudad pletórica de vida, y, no pudiendo conservarla toda, lanzábala á hor- botones en las callas, á la manera como el pletórico de sangre, la arroja por narices y boca almenor òxceao. Elche estaba desconocido, no podía estarse quieto; parecía un convaleciente de larga y penosa enfermedad .quey al comenzar á vivir`de nuevo, roba brillo al sòl .con au mirada, y colar á lee flores con au sonrisa, y en cada bocana- da de aíre que haçe entrar en sus pulmones, sedientos de oxígeno, parece absorber todas las ener- gías esparcidas en la naturaleza, que él se figura, en eu ansia de oí- da, estar creada solamente .para su reconstitución y esparcimiento. Y, sin embargó, ¡mirad qué con- trastel Todo aquel ir y venir de ca- rruajes, todo aquel inmenso zum- bido de la colmena humana que habla y grita y se aprieta y anda; todo aquel subir y bajar de trenes que traen y vomitan en nuestra población gentes de todas partes, no ea porque en Elche se celebre ninguna fi esta. Trátase deotra coi stt: del entierro del Sol, en'el que cada cual quiere llevar su corres - pendiente vela. Porque el sol va á morir; los doctores as( lo han pronosticado, y la Ciencia no ae equivoca cuan- do de esta categoría de muertos se trata. ¡Morir el sol, dispensador de vi- da, creador de la fi nísima célula cerebral engendradora del génio, y del delièado glóbulo rojo vivifi- cador del organismo! ¡Morir el aol, artíeta incomparable que modela Venus de graciosas y elegantes curvas, y pinta paisajes maravi- llosos y al cielo irisaciones Ini- mitables, con solo ]as siete notas de au pentágrama de colores! Sí, el sol morirá, como muere la inteligencia, cae otro sol de !s conciencia humana, por el sencillo hecho de que un pequeño taponci- to de sangre coagulada vaya á ob- turar una pequeña arteriola cere- bral En aquel día, el sol iba á mo- rir, porque la luna, inmenso ta- pón frío, sin vida, llegaría á inte- rrumpir las corrientes luminosas de vibraciones etéreas que desde el astro rey llegan á la tierra por I:ts infinitas arteriolas del espacio. La Lora se acercaba.' La gente, espectadora á la vez que víctima del gran suceso, toma posióionea y de cualquier cosa hace òbserva- torio para au curiosidad. Siempre es curioso ver morirlo grande. ¡Es la venganza de ]o pequeño! •Alas dos y cincuenta y cuatro minutos de la tarde, se oye qn ca- ñonazo que parare un trueno. Es el primer estertor. El sol La entra- da en la agonía. Y, desde entonces, la vida wpagándose por momentos en ol mónstrue de luz que habita el in- fi nito. La luna le invado poco A po- co, qua ea como si le invadiera la muerte, y la tierra comienza á en- cenderlos hachones que han de alumbrar al difunto. Por todas partes se extiende una luz lívida, verdosa-amarillenta, luz do cirios que alumbran un muerto, tintes de cadáver que espera en la mesa de disección. La luna, con la impasibilidad de sus frialdades eternas, sigue su marcha hácia el centro del sol co- mo inmensa catarata qae á ce- gar ds luz una pupila. La natura- leza comienza á perder la vista,. todo se obscurece con negruras pálidas y la tierra se apresta ya á cortarse au traje de luto. De pronto desaparece el sol, cambian de aspecto todas las co- sas,la tierra y el cielo confunden sus tonos plomizos, como. si les aplastara ]a misma desgracia, y una luz imposible de describir, luz que no es luz, sombría, tétrica, luz de tumba, algo -que se ve en los cementerios en noche da luna, cubierta por nubarrones, tiende au capúz y nos envuelve en-Pánebres crespones. Todo lo que ea vida se paraliza, los animáles se esconden espanta- dos,los árboles parece que teeo- jen sus hojas que simulan lágri- mas, un silencio verdaderamente sepulcralsuapendelos corazones, y ol pehsamiento, fuente de vida, no plañas en nada. Entre tanto, allá arribó, colga- do del infinito como lámpara apa- gada, se inmóvil, con inmovili- dad de muerte, el cadáver del sol, ron aureola de santo, del cual ae desprende, en forma de mortaja, un blanco resplandor,- alg,~ así co- mo el alma pura y sin mancha del divino muèrto. El eapectáeulo es tan nuevo, tan dolorosamente sublime, que enco- ja el corazón, ]a sangre ae agolpa á la cabeza y sus latidos producen en los oídos rumóres do campanas que doblan á muerto. - RESURRECCIÓN Pero lo grande es inmortal. El génio vive siempre. El héroe ea i eterno en la historia. ¿En qué ae diferenciaría si de lo pequeño, del cobarde, delignorante7 De pronto rasga el espacio un . :rayo de set quo ea un rayo de es- peranza. Renuóvase el ~lat lum de los tiempos primitivos y la raso-. rreccidn de Lázaro vuelve &'repe- tirse en los espacios infinitos. Una voz más la vida ha triunfa- do de la muerte. Y la tierra parece volver de un desvanecimiento, cúbrese de colo- res el espacio, viértelos aqut y allá sobre los campos, y laa aves nocturnas queae dièron á la vida en aquella' obscuridad, vuelven atemorizadas á sus escondites, si$ darse esplicagión de la brevedad de aquella noche. i0jalá qúe el sol de la libertad y de la ciencia, haga retirar delmis mo modo ypara siempre, el obe- curantísmo y laignorancia! ALFREDO LLOPIS. 28 de ~!'apo de 1900 1Qué hermoso día! El luciente Febo inunda de luz nuestra purísima atmósféra que se ofrece al espectador sin nubes quemanchea su diafanidad,ni bru- mas que alteren su trasparencia; esparce sus rayos en haces lumi- nosos por toda la extensión de los campos, prodigándgles sin tasa calor, luz y colorido que son ma- nantiales de vida, belleza y amor; cierne sus dorados efluvios por las tupidas arboledas, dibujando en los suelos, tapizados do verdor, arabescos que seducen y encan- tan con su movible variedad; fi ltra sn riente claridad por ventanas y balcones, y, colándose por corti- najes yentredoses, (lega hasta la cama del dormilón. dando alegro despertar á una noche de felices ensueños; abrillanta gxplendoro- samente este horizonte de dilata- dos confines y convierte sabáas ilusiones en gratisimas realida- des, y risueña y dichosa vida á eienlákcas esperanzas. ¡Qué hermoso día! Los trenca llegan atestados de gente que se arremolina un mo- mento en los andenes cual ola em- bravgcida de alborotado mar, pa- ra deslizarse después mansamen- te por el paseo de la estación, co- mo río caudaloso por nivelado cau- ce, yacabar repartiéndose por ca- lles y callejuelas que hacen el efeçto de çanales y acequias que sangran la corriente por cien dis- tintos puntos, para fertilizar has- ta çl más apartado rincón. ¡Qué Lormoso dial Se oye un no interrumpido eo nar de cascabeles y chasquear de látigos, y, envueltos en nubes do polvo, afluyen por todos los cami- nos pesadas diligencias y ligeros cabriolés, coches de lujo y carros de labranza, clásicas tartanas y modernas bicicletas, y las Gallee son un continuo Lormigueo, y las fondas están repletas, y el Casino atestado, y los cafés de bote en bote; y, cobijados bajo túneles de follaje yy en mesas artfsticameRte adornadas, personajes de rango hacen loa debidos honores, á pla- tos suculentos que rocían con vi- nos y licores de afamadas marcas, y, sentados á usanza mora sin otra mesa. que el duro suelo ni más mantel que la verde alfombra, vis- tosos grupos populares, despachan alegremente sus fiambres provi- siones, yempinan ácada momen- to la panzuda bota bien repleta del tinto de Matola. 1Qué hermoso día! Nunca se vió animación seme- jante. Circula por calles y plazas numerosa concurrencia, y de ella forman parte extranjeros de uni- versal nombradía, distinguidos hi- jos de Minerva, discipuloe famo- sos de Escolapio, sacerdotes de la diosa Astrea, laureados hijos. de las Musas, príncipes de la Milicia, altas dignidades de la Iglesia, po- líticos. y periodistas; y ofrécense á la pública curiosidad inglesas muy altas, muy secas y muy se- rias, yfrancesas elegantes, de fas riente y picaresca, El telégrafo funciona sin descanso y los afi- cionadosmanejan lasinstantáneas impresionando cristales sin cuento. ¡Que hermoso dial Una vez más triunfa la ciencia, y en la hora y punto mismo que

Upload: others

Post on 10-Jul-2022

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: ~a muerte del Sol

NUM, t;^r ALICANTE 3 DE JUNIO DE 19W AÑO Iï'

PRECIOS DE SUSCRIPCIO(i PeY'10C~Z.CO 1Z1C~.epC r~ OIRECCIOti Y REDACCIDN n~.~~ien.t~. en la imprenta de este periódico. Trimestre. .1,25 posetae y DE INTERESES MATERIALES l~emeatre. ~ . .2,50 u

La correspondencia al edmietxa- ,t

üo 5 u 1Vümero suello E~~~~ dor D. Francisco Antón Valexo. Anuncios á precios convencionales CBIIl11'lIOS Plaza Magor, núm 14—ELCHE.

t

~~~='

~a muerte del Sol El amanecer de aquel día fué el

despertar dala algazara, del mo-vimiento, de la animación. Elche Lábíase transformado en ciudad pletórica de vida, y, no pudiendo conservarla toda, lanzábala á hor-botones en las callas, á la manera como el pletórico de sangre, la arroja por narices y boca almenor òxceao. Elche estaba desconocido, no

podía estarse quieto; parecía un convaleciente de larga y penosa enfermedad .quey al comenzar á vivir`de nuevo, roba brillo al sòl .con au mirada, y colar á lee flores con au sonrisa, y en cada bocana-da de aíre que haçe entrar en sus pulmones, sedientos de oxígeno, parece absorber todas las ener-gías esparcidas en la naturaleza, que él se figura, en eu ansia de oí-da, estar creada solamente .para su reconstitución y esparcimiento.

Y, sin embargó, ¡mirad qué con-trastel Todo aquel ir y venir de ca-rruajes, todo aquel inmenso zum-bido de la colmena humana que habla y grita y se aprieta y anda; todo aquel subir y bajar de trenes que traen y vomitan en nuestra población gentes de todas partes, no ea porque en Elche se celebre ninguna fiesta. Trátase deotra coi stt: del entierro del Sol, en'el que cada cual quiere llevar su corres-pendiente vela.

Porque el sol va á morir; los doctores as( lo han pronosticado, y la Ciencia no ae equivoca cuan-do de esta categoría de muertos se trata.

¡Morir el sol, dispensador de vi-da, creador de la finísima célula cerebral engendradora del génio, y del delièado glóbulo rojo vivifi-cador del organismo! ¡Morir el aol, artíeta incomparable que modela Venus de graciosas y elegantes curvas, y pinta paisajes maravi-llosos y dá al cielo irisaciones Ini-mitables, con solo ]as siete notas de au pentágrama de colores!

Sí, el sol morirá, como muere la inteligencia, cae otro sol de !s conciencia humana, por el sencillo hecho de que un pequeño taponci-to de sangre coagulada vaya á ob-turar una pequeña arteriola cere-bral

En aquel día, el sol iba á mo-rir, porque la luna, inmenso ta-pón frío, sin vida, llegaría á inte-

rrumpir las corrientes luminosas de vibraciones etéreas que desde el astro rey llegan á la tierra por I:ts infinitas arteriolas del espacio.

La Lora se acercaba.' La gente, espectadora á la vez que víctima del gran suceso, toma posióionea y de cualquier cosa hace òbserva-torio para au curiosidad. Siempre es curioso ver morirlo grande. ¡Es la venganza de ]o pequeño! •Alas dos y cincuenta y cuatro

minutos de la tarde, se oye qn ca-ñonazo que parare un trueno. Es el primer estertor. El sol La entra-da en la agonía. Y, desde entonces, la vida vá

wpagándose por momentos en ol mónstrue de luz que habita el in-finito. La luna le invado poco A po-co, qua ea como si le invadiera la muerte, y la tierra comienza á en-cenderlos hachones que han de alumbrar al difunto. Por todas partes se extiende una luz lívida, verdosa-amarillenta, luz do cirios que alumbran un muerto, tintes de cadáver que espera en la mesa de disección.

La luna, con la impasibilidad de sus frialdades eternas, sigue su marcha hácia el centro del sol co-mo inmensa catarata qae vá á ce-gar ds luz una pupila. La natura-leza comienza á perder la vista,. todo se obscurece con negruras pálidas y la tierra se apresta ya á cortarse au traje de luto.

De pronto desaparece el sol, cambian de aspecto todas las co-sas,la tierra y el cielo confunden sus tonos plomizos, como. si les aplastara ]a misma desgracia, y una luz imposible de describir, luz que no es luz, sombría, tétrica, luz de tumba, algo -que se ve en los cementerios en noche da luna, cubierta por nubarrones, tiende au capúz y nos envuelve en-Pánebres crespones.

Todo lo que ea vida se paraliza, los animáles se esconden espanta-dos,los árboles parece que teeo-jen sus hojas que simulan lágri-mas, un silencio verdaderamente sepulcralsuapendelos corazones, y ol pehsamiento, fuente de vida, no plañas en nada.

Entre tanto, allá arribó, colga-do del infinito como lámpara apa-gada, se vé inmóvil, con inmovili-dad de muerte, el cadáver del sol, ron aureola de santo, del cual ae desprende, en forma de mortaja, un blanco resplandor,- alg,~ así co-

mo el alma pura y sin mancha del divino muèrto.

El eapectáeulo es tan nuevo, tan dolorosamente sublime, que enco-ja el corazón, ]a sangre ae agolpa á la cabeza y sus latidos producen en los oídos rumóres do campanas que doblan á muerto.

- RESURRECCIÓN

Pero lo grande es inmortal. El génio vive siempre. El héroe ea

i eterno en la historia. ¿En qué ae diferenciaría si nó de lo pequeño, del cobarde, delignorante7

De pronto rasga el espacio un . :rayo de set quo ea un rayo de es-peranza. Renuóvase el ~lat lum de los tiempos primitivos y la raso-. rreccidn de Lázaro vuelve &'repe-tirse en los espacios infinitos.

Una voz más la vida ha triunfa-do de la muerte.

Y la tierra parece volver de un desvanecimiento, cúbrese de colo-res el espacio, viértelos aqut y allá sobre los campos, y laa aves nocturnas queae dièron á la vida en aquella' obscuridad, vuelven atemorizadas á sus escondites, si$ darse esplicagión de la brevedad de aquella noche.

i0jalá qúe el sol de la libertad y de la ciencia, haga retirar delmis mo modo ypara siempre, el obe-curantísmo y laignorancia!

ALFREDO LLOPIS.

28 de ~!'apo de 1900 1Qué hermoso día! El luciente Febo inunda de luz

nuestra purísima atmósféra que se ofrece al espectador sin nubes quemanchea su diafanidad,ni bru-mas que alteren su trasparencia; esparce sus rayos en haces lumi-nosos por toda la extensión de los campos, prodigándgles sin tasa calor, luz y colorido que son ma-nantiales de vida, belleza y amor; cierne sus dorados efluvios por las tupidas arboledas, dibujando en los suelos, tapizados do verdor, arabescos que seducen y encan-tan con su movible variedad; filtra sn riente claridad por ventanas y balcones, y, colándose por corti-najes yentredoses, (lega hasta la cama del dormilón. dando alegro despertar á una noche de felices ensueños; abrillanta gxplendoro-samente este horizonte de dilata-

dos confines y convierte sabáas ilusiones en gratisimas realida-des, y dá risueña y dichosa vida á eienlákcas esperanzas.

¡Qué hermoso día! Los trenca llegan atestados de

gente que se arremolina un mo-mento en los andenes cual ola em-bravgcida de alborotado mar, pa-ra deslizarse después mansamen-te por el paseo de la estación, co-mo río caudaloso por nivelado cau-ce, yacabar repartiéndose por ca-lles y callejuelas que hacen el efeçto de çanales y acequias que sangran la corriente por cien dis-tintos puntos, para fertilizar has-ta çl más apartado rincón.

¡Qué Lormoso dial Se oye un no interrumpido eo

nar de cascabeles y chasquear de látigos, y, envueltos en nubes do polvo, afluyen por todos los cami-nos pesadas diligencias y ligeros cabriolés, coches de lujo y carros de labranza, clásicas tartanas y modernas bicicletas, y las Gallee son un continuo Lormigueo, y las fondas están repletas, y el Casino atestado, y los cafés de bote en bote; y, cobijados bajo túneles de follaje yy en mesas artfsticameRte adornadas, personajes de rango hacen loa debidos honores, á pla-tos suculentos que rocían con vi-nos y licores de afamadas marcas, y, sentados á usanza mora sin otra mesa. que el duro suelo ni más mantel que la verde alfombra, vis-tosos grupos populares, despachan alegremente sus fiambres provi-siones, yempinan ácada momen-to la panzuda bota bien repleta del tinto de Matola.

1Qué hermoso día! Nunca se vió animación seme-

jante. Circula por calles y plazas numerosa concurrencia, y de ella forman parte extranjeros de uni-versal nombradía, distinguidos hi-jos de Minerva, discipuloe famo-sos de Escolapio, sacerdotes de la diosa Astrea, laureados hijos. de las Musas, príncipes de la Milicia, altas dignidades de la Iglesia, po-líticos. y periodistas; y ofrécense á la pública curiosidad inglesas muy altas, muy secas y muy se-rias, yfrancesas elegantes, de fas riente y picaresca, El telégrafo funciona sin descanso y los afi-cionadosmanejan lasinstantáneas impresionando cristales sin cuento.

¡Que hermoso dial Una vez más triunfa la ciencia,

y en la hora y punto mismo que

Page 2: ~a muerte del Sol

~L PiJEBLO bE ELC$E •

ha tanto tiempo fijara, la casta Diana comiepza á interceptar los rayos do su hermano el rubicundo Apolo-'hasta oegar,su bríllente nú-cleo y ofrecer á. los sabios aquella bellísima corona cAn tanta aúsie-dad esperada; y la genio que se amontona alrededor de los obser-vatorios y en lo alto de lee corres, azoteas y tejados, tienen ocasión de admirar ls grandiosidad del espectáculò qué la sabia Matara- lezn lo ofrece, y el poderío inmen-so (1@ilft hutnava,razóu; que, Como di.cq (~,üintáu,à ,en. oda inmortal, hnirlando de los astros:

Y.os nigup, Jos xlcnvza, ]" :i-'rebufar se nuevo LI ~rnnde impulso que sus orbes mAOve.

¡(fuá hermoso día! Dia de honor y gloria para la

ciudad ilicitana qup por la gene-. rosa ho$pitalidad ófrecida á los adoradores de Urania, por la sea- satcz y cordura de sus moradores, .poi la belleza de ¡sus paisajes, par l0 8lat.tdo de sus hòrizontes, yso bre todo, por la diafanidad ytras-parenoia de su atmósfera, se ha conquistado una brillante página en el libro que seflaln los progre- ras sin término de la 'humanidad.

Dia de perdurable recuerdo se-rá pam: Elche el •L8 de Mayo del afeo 1900.

Yo.

l oa motivo del ~cüpse

JamíLs sc ció Elche tan honrado con la, visita de tantos hombres ilustres. '

Aun cuando no vinieron á esta nueatragtterida patria por tener la sati5fat;ción de erodmirar sus be-llezas ysus encantos; Sind para poder admirar y contemplhr cara

, :i apta, aL sed negro, como dice el insigne Echegaray, no por ello los hijos de Elche dejad de se~ntïr grande comptaoéncia en haber te-

.nido cpmo huéspedes á personali-dades tan esclarecidas.

El sabio FJammarion, por ser el sabio más popular de todos los sabios, há-sido ol que ha conquis-tado la atención de propios y ex-traños; admirador del ínclito sa-bip frewcés ha habido, que se ha preocupado más en conooer A éste porsanalmente, que de còntemplar el eclipse del sal. Este fenómeno sidernL ha -sido para aquél lo se-cundario.

•. .,El Excmo. Sr. Teniente general y marqués de Polavieja, al que con,gran satisfacción hemos visto que, está ya curado de'los ojos, y á Santa Lucía bendita rogamos se los conserve incólumes, ha venido á Elche, según noticias, para''cer-ciorarse de que tambión el sol, sin dejar de ser el rey do los astros: sufre aús eclipses totales, habien-do visto con :agrado que, no abs-[ante, el eclipse ha conservado no solo 7a confianza, sino la corona completa.

Así so explica cómo el General yuedaseen Elche, según manifea- tación propia, «encantado y agra-decido.=

Ae este modo oil ilustre exven-cedor de Paraflaque, despúés del eclipse, so fué en busca .de 'las tranquilos, y poéticas playas fle la' vecina villa. da Santapola, donde fué recibi,io y agasajado con entu-siasmo y galantería.

El oxalmirante Sr: Montojo, ~qúe debe. tener predilección en estu-dios sobre eclipses, también ha yeaho su viaje desde Madrid, y

pomos tenido el.gusto de verle co-mo mto de los tourislas notables.

No continuamos la revista de personajes, porque ya en otro lu-' gar'de es[e número hacemos una relación de todos aquellos que sa- barros estuvieron en Elche ol día 2S de Sfnyo.

Para nosotros ha sido un ver-dadero descubrimiento, á juzgar por la grao aglomeración de per-sonas hatiida en esta población, el entusiasmo que sientan los npme-rosísimos ~11,~ 3litos de la eieucïa ~áscronótnica.

Creíamos qua el complicadò~y admírable mecanismo dedos muu-doa inmensos que pueblan el espa-cio, era manjar celeste solo desti-nado á bièn áontados y esclareci-dòs séres, quo por castigo tienen el cuerpo en la tierra, mientras sus espíritus recorran iucesaute-mente aquellos espacios infinitos; pero nos hemos convencido de qne ea muy .cierto aquéllo de que hoy la ciencia ádolanta que es .una barbarïd:td.

Olamos hasta hace muy pocos días hablar de Flammarion, Loc-jtyer, Hamy, Landerer ó da cual-quiera otra emipencia, y escpchá-bamos con vénéración y humildad el nombre de tan preeminentes personalidades, porque supopía-mos que ellos y ralamente ellos eran los que estaban en el secreto de las idas y venidas de los astros; pero dende el día memorabillsimo del eclipse, desde que ácutlió á esta tierra de tantas palmas esa inmensa peregrinación de sabios, hasta eútonces para nosotroseclip-sados; ya no 'hay secretos; ya no hay preferencias; eso de la astro-nomia es cóser y cantar, una cosa trivial.

En el Casino, en =Loe Díscolos en'el café, en el paseo, en eltea-tro; en fin, en todas partes, hemos oidó A muchísimos hablar con aire do competencia, del segmento; del contacto, de la fotoesfera, dè la córona, d'e lá lúz; de los metales y de las manchas del sol, de Venus, de D'iarte g, eh fir., de toda la corte celestial; lo mismo, idénticamente lo mismo que en tantísimas oca-siones, ycon ls misma facilidad y lucimiento; hemos oído tratar de Frascuelo, Lagartijo, Guérrita, el Espartero, ' el Bomba y otros us- tro5 del cielo taurino. Consecuencia: que la Astrono-

mía y la Taú'romaquia, si bien,no puede decirse en pròpiedád quo están á la misma altura, sí que es-tán ya al alcance de todaslaafor-tupas.

Ni en las taú celebradas flestaa de la Virgen de Agosto, hemos visto en Elche tan gran número de personas forasteras, con la nota-ble diferencia de que las de ahora han sido, por lo general, personas de distinción; cultura y elegancia, mientras' en Agosto 'abunda más la gente de púeblo, y se compren-de perfoctameute: los qne vienen á aquellas fiestas son romeros, y los que nos visitaron el día 2S de Mayo, vinieron en cálídád de áa-bias.

Pero es el caso que esa conadela-cidn de Sabios se apareció de im-proviao, sin que se'soapechara, por no haber preçedido síntoma algúaa á su venida; po hubo anun-cio do tt•enes eatráordinarios, ni profusión de telegrawas encar-gando hospedájes, ni nada, que indicase el fenómeno; y sucedió que si bien no se preséntaron difi-cultades para que todo el mtmdo pudiera observar á su antojo el eclipse, las hubo, y bien serias, para poder almorzar muchos de

los Gotarisóus; poro el pueblo de El-che se portó tamo siempre, los vecinos abrieran sus pueYtas de par en par é invitaron á los que en las fondas y :casas de çomidas no pudieron encontrar lo que ne-cesitaban. Elche es un pueblo etninentetuettte hospitalario: el po-bre, con su modestia, y el rico, con largueza, todos compiten siem-pre en obsequiar á los que vienen á honrarnos con su visita.

Una mujer del pueblo vimos, acabado el eclipse„ que decía muy outusiasmada: <Estoy llega de ale-gría, porque ha salido m 'bien el eclipse; así se marchàrán de El-che los .forasteros contentos.= No puede expresarse con más candor ni cota mayor sinceridad la galan-tería ydistinción en pró del foras-terò.

Unos almorzaron bien y otros medianámeute, pelo.todos sin sen-tir el apremio de satisfacer las im-periosasnecesídades del estómago, llegaron sin novedad á la prefija- da hora en que, según anuncio de los astrónomos, había de princi-piar el eclipse ó primer contacto; y en esa misma hora, desde el ob-set•vatorio deLConde de la Beaume Pluvinel sonó una fuerte detona- ción anunciadora y á los dos se-gundos se dejó oír otra. quo signi-ficaba que en aquel momento se realizaba dicho contacto.

Una muchedumbre inmensa asa~-tó todos los tejados y puntos pre-eminentesdela poblaçidu;òtra, no menos úumerosa, se esparció por las afueras y por los alrededores de los varios observatorios astro-nómicos. Contento, wlgazara, ruido, vo-

ces y exclamaciones como de fies-ta, se oía per todas partes en los primeros momentos; el sol no ha-bía disminuido sensiblemente su hermosísima y potente luz, pero poco á poco las gentes, top elau-süio de los cristales y lentes ahu-mados, fueron viendo cómo el dis-co de la fuga iba mordiendo et del 'sol y cómo éste dejaba de lucir gradual y paulatinamente con au incomparable espleúdor, y ya en los ánimos principió á notarse tambión la degradación de la ále-gria y en loa semblantes á desdi-bujarse las líneas que anunciabaú la satisfacción. No es que se creía que estábamos abocados á alguna gran catáatrofei no era aquella variaoíón muestrá de temor; era

-más bien tributo de admiración, - acto de recogimiento ante aquel admírable fenómeno; sólo de vez en cuando ae oía alguna voz desde una azotea á otra; pero cuando. llegó el momento supremo, cuando ae interpuso el disco de la luna completamente ante el del sol, en-tonces se apercibió bien claramen-te un sordo roído general, era, no sabemos si la expresión del asom-bro y estúpefacción por tan extra-flo fenómeno, ó el grito por respe-tuoso instinto reprimido de entu-sia~mo á la contemplación de tan sublime aparición.

Uu momento, pero momento su-prsmo é indescriptible, lució la hermosa corona del sol alrededor

-del oscuro disco de la luna, y de súbito ún resplandeciente y vi-vísimo rayo do luz inundó otra vez de vida la tierra; rayo de luz hermoafsimo, saludado con aplau-sos yvocea de entusiasmo, con aquella alegra y regocijo con que ae recibe y se abraza a4 ser que-rfdo ausente que con anhelante deseo se espera su regreso.

—Vamos, les ha salido muy bien el eclipse á estos sabios,-decían unas mujeres;—no sabemos cómo

]os habrá resultado á los de San-tapola.

En fin, un espectáculo encanta. dor, barato y presenciado con hol- gura, aunque en tendido de sol.

desfile de sabios Yanos hemos quedado sin as•

trónomos y sin sabios de verdad. Terminado el eclipse, han enfun-dado aparatos, arreglado male-tas y levantado el campo de ópe-t•aciones. Ya habíamos tomado ca-riflo á batos hombrea extraordi-narios, que hemos visto partir con tristeza, dejándonos el recuérdo de un día expléndido, el más hor-mono del año, y la impresión del fenómeno celeste más encantador que presenciamos en nueatravida. Interesa consignar en la colec-

Ción d0 EL PUEBLO DE ELCHE, 103 nombres de los que- hnti venido aquí pala observar el eclipse. Es-to, además do hacerlo por curiosi-dad científica, lo hacemos también por dedicar este recuerdo á loa que nqs hopraroa con su presencia.

La Comisión,del Observatorio de San Fernando, ha estada ~or-mada por au director el general D. Juan Viniegra, su ayudante D. José Cheriguini;dòs oflcialee de la marina españolá Sres. Graiño, Somoza, Guardia, Sunner y 'Saiz; los astrónomos Sres. Castellanos, ~Valez;Soteío, Lobo y Quijanó; y los astrónomos mecánfeóa señòtes Veloz y Pujazon.

El material qúe han traído los marinos espafloles ha co'neistido en una ecuatorial de 0'162 m. ' de abertura y cámara fotográfica; otra de 0`10 m.; unida á úú antéo-jo fotògt•Afiço de Steinheil; ún ce~ lóstato; un anteojo Cook de 0'162 m,; ún objetivo amp'liflcádor y'cá-mara fotográfica; un eapectrosco-pío, tambión éon cámara fotográ-fica; cronómetros, cronógrafos; et-cétera.

Tenemos la satisfacción de de-cir que la instalación de los mari-nos españoles ha sida completisl-ma. Contaba la Cbmisián de San F ornando un personal inteligente y amable. Los marinos españoles han estado galantes, atentísimos, con las personas que visitaban su ob servator~ o pro visïonal. ¡Lás cima que el gobierno, ó lòs gobierúos que padecemos no protejan ánuea-tros marinos con lo dotación 'que merecen! La Comisión da San Fernándo tenia en Elche aparatos que solo de nombre conocíán al-gunos astrónomos f;enceres.

Resumen de los trabajos del Ob-servatorio de San Fernando:

Los astrónomos Srea, Vblez y Castellano obtuvieron con una ecuatorial, auxiliado dql aparato fotográfico Steneiheil; 27 fotogra-fías parciales y 2 de la totalidad.

EL astrónomo Sr. Sáinz, 'en la cámara fotográfica destinada á buscar Vulcano,otros planetas y el estudio de ]a corona exterior, obtuvo .5 fotografías de la parcíáli-dad y 2 de la totalidad.

El Sr. Mhximo Lobo, con ecua-torial de 6 pulgadas, para el mis-mo objeto que el anterior, obtuvo 6 fotograf[as de la parcialidad y 2 de la totalidad.

Los astrónomos Sres. Gavino y Sunyer, en el coronógrafo con si-deroatato, obtuvieron 33 de la parcialidad y 3 de la totalidad. '

El Sr. Somoza, en el espectros-copio con siderostato, 3 parciales y una total.

Page 3: ~a muerte del Sol

~ -_~ .—__ _ ~~---- -- _ _ ~:L PÚEBLO DE ELCHE

EISr.Sotelo hizo observaciones meteorológicas dur:tute el eclipse, El director del Observatorio del

Vaticano dirigió utt telegrama al Papa, diciéndolo que estaba satis- ~ fecho d0 las obaervacimtes y pi-diendo la bendición para el seHor Viniegra y para cuantos compo-nen el'Oósorvatorio

El Sr: Viniegra telegrafió al ministro manifeatáudole que ob-servó ól eclipse en buenas condi-ciones.

A este telegrama se asoció el director dc! Vatic:wo, rogando al ministro Saludase á la reina.

Terminfldo el eclipse, el seflor Viniegra obsequió en la finca Vi-lla Carmen, con. dulces, refrescos y vinos, .al chispo 'do Murcia, al canónigo Sr. Montesinos, aLsecre-torio del obispo, àl cura. de Santa María de Elche, á bicenta y á va-rios periodistas, entro los cuales estaba el representante del .Des-de Cádiz.>

Los, marinos eapafloles de la Co-misión de San Fernando, dejan un recúerdo grato entre los illicita-nos:

s .

cúyos objetives tenían 8, 14, y 20 ceutimetros de ditimetro, rospecti-vamonte, con distadcitts focales de 0,30 m.; 2,80 m„ y 1 metro; tres espectroactipios, que tenían seis prismas- uno, tres 'prismas otro, y~uu prisma solamente el último. Entre los espectroscopios había uno con prismas de cuarzo.

Otro,eabio espaflol ilustre, José J. Landerer, ha estado en Elche d observar el eclipse.. Vino con au distinguida esposa, y se instaló en .El''Toscar.> Fueron eyudanies deleabióLandererduranteeloclp-se los módicos D: Alfredo Llopis, quèridó compa0ero nuestro de re-dacción ynuestro no menos que-rido amigo D. Santiago Pomares.

La seflora de Landerer hizo una fotografía de la totalidad.

'Ál terminar esta, exclamó con alegríá el sabio:

—¡Admirablet ¡Estoy loco de contento!

Y enseguida envió un telegrama á París, al eminente astrb~ómo Janssen, diciéndole que la obser-vación de la luz polarizada de la atmósfera coronel había sido rea-lizada perfectamente, y qúe la co-ronó se habtà visto prolongada

tal como el mismo Landerer la ha-bla dibujado en =La Ilustración ~ap~Holá y Americana>.

Aquella tarde nos decía Laudo-rer:

—.He estado cinco aflos pensan-do en este momento, y Dios hizo que se realizára todo sin obatácu-lu ninguno, saliendo bien. Este es

un gran dia para la ciencia.>

A Landerer debemos' los illici-tarsos que hayan venido á Elche

lea comisionès e%tranjeras. tate sabio dijo que Elche era el mejor

punto para la observación. El Sr. Landerer y su distinguida

esposa, regresaron el miércples á

Valencia, y fueron á despedirlos gran número de_persónas diatin-guidns. Landerer deja ón Elche muchos y muy buenos amigos.

:►

La Comisión áel Observatorio

de París se instaló en la preciosa

tinca cerçana á Elche y situada al

lado de la carretera de Santa Po-

la, própiedàd del banquero Don

Jaime Brotons. Componían esta comisión Mon-

aieur Maurice Hamy, hombre de

fama en las ciencias astronómlçaa y Mr: Irihée Lagarde, joven as~ tróveme de gran talento.

Los estudios de esta comisión st

han referido principalmente á 1:

física solar. Visitamos á Hamy y Lagardi

momentos después del eclipse ; eslabón muy contentós de sus ob servaciones. Esta comisibu babe tiáidotres apararatósfotogr$ficoa

.'.

La Comisión del Ministerio de nstrucción Pública de Francia se nstaló en la finca •La Nueva,> irópiedad del alcalde de Elche ). Sebastián Canales, y estaba for nada por el seHor Conde de la 3aume Pluvinel, y Monaieur Louis lnal.

En la misma fiera se instaló la ;oudesa de la Ilaume Pluvinel, que . lizo algunasfotografias del espec-tro solea

Esta comisión trajo cuatro apa-ratosfotográficoa con objetivos de

l6; 16, 11 y 7 centímetros de diá-metro qua aplicó al estudio de ]a corona solar; cuatro espectrosco-pios, uno con dos prismas, otro. con uu prisma de espato de Islan-dia y un objetivo de cuarzo, otro con seis prismas, para estudiar la rotación de ]a corona solar, yflnal-monte, un cuarto espectroscopio con un solo prisma, que si dió po-ca dispersión al espectro, en cam-bio conservó muóha luz. En esta instalación observó el

eclipse Camilo Flammarión y au ilustre esposa, dama da gran ta-lentò y profundos conocimientos astronómicos. También estuvo allí el Abate Moréúx, que un momento antes del eclipse se preparó para. dibujar mejor la extensión de la corona, y dibujó además varias constelaciones, entendiéndose has-

ta cerca de la posición aparente

de Mercurio: Como curiosos estuvieron en .La

Nueva>,la tarde del eclipse, el ge-neral Polavieja, el gobernador ci-vil D. Hipólito Casas, el alcalde, el ilustre poeta valenciano Don Teodoro Llorente y gran número de personas distinguidas que no tenemos espacio para citar.

estudiado la roen p osieión químic& la hermosura de tus mujeres y la evitara del sol y que se lleva de Elche

I~

da tus hijos.> —Diego Hmxnbdez Mas.

juay buenas placas fotográficas. .Antela palmera do ocho brazos, en e

Lit finca de ;Dx>Estéflan Partes, hit estado ocupada por los profe-sores francesas monaieur Moye y

•monaieur Tramblay. Han venido también dos astro-,

vemos ru os, que tenemos noticia aeinstalaron en uu terrado y han marchado coutentns de Elche.

Elche ha sido el primer centro científico de Esps~a, el más im-portante, el día del eclipse.

Tenemos la alegría de quo los sabios extranjeros y eapaflolea sa-len de Elche.-satisfechos de la cor-tenia, desinterés y amabilidad de loa illicitanos.

Y no deçimoa más por hoy, por-, que nos falta espacio en este per:o-~ dàquilo.

Su Santidad neón %IIL ha en-viado áElche á Fr. Angel Rodrí-guez Prado, agustino eapaflol; ac-túal director del Observatorio del Vaticano, que ha hecho sus obser-vaciones, agregado á la comisión de San Fernando.

Comision de las Unioeraidades de Montpellier y Toulousse. Estas dos Comisiones han estado formadas por los .Sres, Georges Meslin y Augusta Lebeuf, la de Montpellier, y por los Sres. Henry Bourget y Jean Carrete, la do Toulouae.

Se han instalado en la finca San Antonio, .propiedad de .nuestro querido amigo D. Gervasio To-rregrosa Parreflo.

tatos astrónomos, de carácter expansivo, alegre, meridional, se han distinguido por su amabili-dad. Se marcharon el miérooles çon

tentisimos; pues dicen qüe están seguros de haber hecho observa-ciones muy provechosas.

Nos manifestaron que ae iban muy agradecidos al pueblo de El• che, especialmente á las bondades y generosidad de D. Gervasio To rregrosa.

En la finca La Belklera, se ins -taló el astrónomo catalán D. JDs~

1 Comas Solá y su bellísima esposa Nos dijo el Sr. Comas Solá, que h:

VISITANTES

1 día del eclipse de sol, me prosterno ante Dios quc cría estos ejemplares y ton ad-mirablemente rijo ol Univerao.>—José Castañ y 'torres.

.Con perdon de Abderraman, Yo creo con toda nti alma, Qne nohay palma anal la palma

' Del Huerto del Capellán.• ' Las que cantó aquel sultán $crian otras palmeras .Ilustres y forasteras, Mae sin una rama sola... ¡Esta.:.... da tierra Espairola Reina entre sus compañeras!

PEDRO PIIUHa'o.>

<Depuia mon arrivé b. Elche je vive daos nn monde enchanté. ¿Est-ce la tarta, est-ce le rice? Ansai le merveillenae pal-miet qni est 1'honnenx dn Jard[n dn ae-ñorJoeé Castaño m`a-t-il temple $'admi-ración, mais non d'otonnement. Je m'a- tienda á tontas les surprisee.•—E. Rodier,

- profesor del Liceo de Burdeos, agregado á la Univereidsd y reda:etor cientlflco de .La Petite Gironde.>

.hnlnt art solg6, méme pendant I'échp-ae„salut á I`Eepagne, filie dn eolell, :calor aux palmiers et á rabbé Castaiiq. prétre

Núncá, como ahora, se verá El- de Díeu, l'éternel soleil.•—FlammArion.

Che tan Vi5ltade, Como' 10 eatüVO <Bendita esto tierra generosa, de cnysa el dia$el eclipse, por peraonájes entrañas brotan maravillas como osa pal-que brillaº en todas las manifes- mera famosa.•—Ednarao Muñoz, de <ES tacioues del saber y del póder hu- Tmparceál.• '

manos. Po~teneias de la banca y <Eneq.nteido y agradecido:.—ElTenien- _ del dinero, lumbreras de las cien- te generar Canino 6. ae Polavieja.

cías,. notabilidades del arce, no- —blezas do la sangre, todo rounióse Hay quise ambiciona la palma del

en anal etnia iudescri tibie á la martirio....: con la do este huerto se Gon-g' p tentarla.•—$antlago Mataiz.

sombra do nuestras esbeltas' pal- — meras, rindiendo tributo de admi- .Embelesado con tan bello panorama y ración al fenómeno sorprendeúte palmera tan peregrina.> —Gobernador ei-

dol eclipse total de sol con que la vil, Hipólito Casas.

.casualidad favoreció á nuóatro El- rAt pie ae estas palmeras igné vida tan che. . ~ ¡dichosal..

Es~imposible recordar 108 nom- Sin lachas, sinafanes, sin eueàoe de am-

bres do todos los ue á nosotros (bidón,

q Por tienda el vardo toldo de les agadea acercó la curiosidad; y en vistà de (ramas, ,esta dificultad, que no puede ven- Yunamyjer aliado, halílAnaomeaeamor...

ter ninguna -memoria, hemos re Aqul la vida entera... ¡qué visa tan dl-

currido al álbum del excelente ca- (chocal...

Sin luches, eia afanes, sin eueGoe de am-pollan Sr. Caetaflo, en el cual han (bidón...

firmado gran número, por no de- Yo no puedo gozarla; mi vida es un eom-

cir todos los que eligieron Elche (bato

como observatorio del fenómeno Y el combate me espera y hácia el comba-{tevoy,

Celeste, y que no han podido tesis- ' LlevántÏomeel recuerdo da las cimeras

ter al deseo de contemplarese otro ~de Elche

fenómeno de la naturaleza, ~ plató- Y dándoles la esencia de mi alma en un

rica de vida, que se manifiesta en ' (adiós.

la hermosa. palmera de ocho ora- Joequtu DtoESTs.

zoo que ostenta orgullosa la tielte-za de su forma entre sus cómpa-Heras del huerto del amable pres-bítero.

Entre los mochos firmantes del referido álbum, algunos no 'han podido resistir á la necesidad de expresar la sensación esperimelí-rada á la vista de la palmera cé-labro 6 con el trato agradabilisüho de su propietario, y han escrito ál-gunas líneas que no podemos de-jar de transcribir, creyendo que nos lo han de agradecer úúestrós lectores.

<QStmdam (Palmen) in Syria et Egypta in bines dividunt se trenes; 1n Creta et tornos qua=dam et in quinos. (C. Plini,is, Naturales lIiatm•iaü, libr. %III, cap. IV).-

- Illici vídero licet admirandam yua'ndam

qaa: otiam in octonos.•—Juan, Obispo de Orihuela;

<E1 gran califa de Córdoba, Abderrá~ mapI, dijo do la palmera quc ara en hues~ tro suelo fornetera; más, con serlo, din eilmente ee encontrarán ea Damasc< ejemplares do fecundidad ton ertraordi varia como el que ee admira en el hnen,

del prgsbi teso D. Josó Castnfio.•—M. Ba ñtiu, Pbrb.

.Lo untare est en fite et norte ceenr au eei..¡Vive l`Espagne!<—L: Albanel, Parn

<Firmaré, .antes quo las sombras di eclipse hagan desaparecer loe infinitas b, Ilesas que merodean.>—Antonio Behna~, Ingeniero de Minas, de Murda.

.Tres. ypaRe admiro en tl, noble poco. do Elche, los prodigios de tn naturaleza

~' .Lespalmieiseerventáglorifierleseig• honr, á honorar lea vongnaure. L'abbé Castaño maritait 1'eatréme bouhenr do viera an milico des symboles da Dlen et dala vigtoire.>—Max Regla, Alcalde de Algar, en el destierro.

Además, véase en el mismo al-bum, que vale ya un tesoro, los autógrafos siguientes:

Luis Espuche; Martih' A. Mar-- turet yAliaga, de Caracas (Vene-auelà}; N. Charnean, M. Çhar-

. vean, de Paris;'J: Andrieu, de Pa-rís; P. Lavallóc; Segren; Alberto Rendtorff, de Hamburgo; Fr: Fi-del Faulin, Agustino, Director'del Colegio de Novelda; Fr. Angel Rodríguez 0. S. A., Director del Observatorio del Vaticano; Fray Manuel Diez Aguado, Agustino, profesor del Colegio de Novelda; Barthet; Fr. Cándido de la Puente; Condes de la Baúme Pluvinel; S. Viniegra, director del Observa-torio de San Fernando; Josó M~-ria Cheriguini, Teniente da novio; Federico_Guindàlàin; Plaúnoel, de Bélgica; Paul Schnick, do New Castle: Lázaro Gómez, de Sevilla; .Peal Garníer, del Observatorip de Boulogne; Juan Bartrina; JQaús Bartrina; Gabriel Amat, capitán;

I Victoriano García, capitán; Anto-nio Pascual, teniente; Dr: Riberá, catedrático, de Valencia;. Vicente Calatayud, catedrático de Valon-

a tia; Raimundo Pifia, sopetón del vapor Sakño; E. Estoda, de Palma

Page 4: ~a muerte del Sol

13L PÚEBLU DE

do Mallorca; LuiaPalomerBald ví; Ricardo Martínez de Valiejo Luis Tortosa, ciclietea de Vale tia; el Marqués de Alv[ y de Lli Jaorge Anekérmaan, miembro I la Sociedad Astronómica de Fra; cía; Dr. Angel Pulido; Dr. Ma cial Taboada, director baños A'. chona; el Marqués de Asprilla dúque Vdo. de Bojar; el Marqul de Peñafiel; Vicente Medina; Gay

' cía Vaso; Narciso Puget, notara ~ ecleaiástiéode);biza;RolandClarc

Richardson, Inglaterra; Jaime A Chesney, de Liverpool; J. Richeua de París; J. Janovre; Raul Pinar Logry, de París; M. 1?ortarriu Dr. E. Slocker, catedrático de Va !ansia; Rámén Gómez Ferrer, mé dice de Valencia; Francisco Yá ñez, licenciado; Josó Taus, médi

• ' co de Barcelona; Joaquín Adam presbítero de las. Misiones en la alta California; .Juan de la Cierva y Peñafiel; liuis Quinglea, cate• dráticó de Alicante; (}abrís! Bale• ríela, director de =Las Provincias de Levante.; Cándido Bonet, te-mente Administrador de la Arma-da; Francisco Serena,. comandante de Marina;.Tomáa Córbi-Roca, con-tador de fragata; Julio López Mar-zo, capitán de infantbria; Jósó Ro-mero, ayudante de campo; Joa-quín Martínez López, contador de fragata de ]a Armada; Luia Guar-da, teniente de infantería; Manuel Ras Sánchez, capitán de infante-

. ría, ayudante de la plaza de Car-tagena; Antonio Carpena, oficial de administración naval; Juan Ga-ilardo, ósea de Murcia;. Juan I3e1-moute, canónigo de Guadix; Feli-pe Salmerón Hurtado, canónigo de Guadíx; Fr. Fortunato Sancho y Ortega, agustino; Miguel Gayá BaWza, presbfEei•o; A. Mira Perce-val; J. Belmar; Emitió Belmar; Juan Albert, procurador de los tribunales; Edmúndo de'$onet, je- dactór jefe de El Correo; el mar-qués de Villamantilla de Pezaler; Tomás, obispo de Cartagena; Ilde-fonso Molitesinos,presbítero;J.Cá-novas; El barón de Vilagayá; Jo-sé C. Cervera, diplomático; Doctor P. Fuater; director del Instituto de Valencia J. C. Hilligar; Danklaa. j•ena Herrens y Francisco Fromm, e i}otinga; Josó Sannaó y, Valort,

de Barcelona; Manuel Font de Barcelona; los Marqueses de Ve-llisca;los Barones da ]a Linde; Mme. Camille Flammarión; L'Ab-bé Th. Moreux; N. Donitch, agre-gado á la Cancillería del Imperio, San Peterebuirgo, Palacio María; Elfae Hernández, Catedrático de Análisis Qúímica de la Universi-dad de Valencia; Ricardo Suarez, cura de San Martín, en Madrid; Ralph Copeland, de Edimburgo; Mornae Steath; Francisco López Van-Baumberghen, F: Sevilla y Lloreha, Catedrático de Química Orgánica de V.aleacia.

Y no traBscribimos más nom- ~ brea, porque la lista se haría in-terminable. É

Elche guardará siempre un buen recuerdo de ese día, porque el es- t pectáculo hermoso del eclipse vá t -unido al recuerdo de tan honrosa t cómpañia.

CAI~TSERA ¿P4 qué quién que vaya? Pa ver cuatro 9

a~N~ Y pe9~illa tierra; (esp,gas e

pa ver loe enrmientoe ruíaee y mustios a y eamids las capeó, n eta un grano d' w,a d

ni, tampaco, aiquiá sombra de ella.., n pa ver el barranco, pa ver la tse, a - 5

sin una mattifa... ¡Pa ver que se embisten do peída, las pellas!... OI

U- Anda tú, al quieres, y que il mi no me goce r_ ui un soplo d' aliento i - ni una onza de,9uarea, > ni ganas de verme le ni quemo mienten aiquiá la cosecha... .. 1- Anda tú siiquierea, que yo pué que num pise mSs la senda, uipaé que la pasa, ni no ee que entre cu; y yn muerto me llevan...

(6,

a Anda tú, sí quieres... uo he d' ir por uú gueto, si en trua me lo ruegas, ¢ por esa sendica por ande se fueron, pa no gotver nunca, tantas cosas güeras., - Esperanzas, geoererea, auores..: ¡to ae jué por ellal...

i . .Por esasendica se matchó, ea march~ _(aquelh$~ que murió en la guerra.. . Por esa sendica ae jué la aleg,la... ¡Por esa sendica vinieron lna penas!.,, No te causes, qne no mo remuevo; anda tú, si quieren, Y éjmme qua duerma, ¡A ver al es pa siempre!... ¡gi no me eaper

(tara, ¡T•eng0 ama canseral.....

VicaxTa MEDINA

Cosas de Elche Vicente Medina

Entre las muchas personas ilus-tres que han viaitado'Elche, con motivo del maravilloso eclipse de sol que hemos tenido ]afortuna de admirar, figura el inspirado y jo-ven poeta Vicente Medina, del que ha dicho Clarín, Bonafoux, Martínez Ruiz, no recordamos cuál de ellos, que es el poeta de los poetas españoles.

Vicente Medina, dulce, sencillo y modesto como sus .versos, es el autòr de La Senda, poesía premia-da con la flor natural en el certa-men verificado en loa juegos fiora-lea de Murcia el año pasado, y au-tor también de La sombra del hijo, El Rento y, Loreºaao, drama en un acto que Perrin y Fuentes entre-naron con éxito brillant[simo, en <El Española la noche del benefi-cio del primero de dYchoa actores.

En otro lugar de este número te-nemos el honor de publicar una composición debida á au elegante pluma, que tan bien sabe traducir el sabor de esa huerta marciana llena de perfumes, florea y naran-jales.

De huy en adelante, loa lectores de EL PIIEBLO DE ELCHE, tendrán ocasión de saborear con frecuen-çia tan dulces poesías, porque Vi-

Ícente Medina nos ha prometido co-abo'rar en:nueatib,modeato sema-

nario con alguna frecuencia. Vicente Medina, que, en unión

del ilustre abogado de Cartagena, D. José García Daeo, visitó .Loa U(scolos~, presentados por nuestro querido amigo y paisano D. Alfre-io Javaloyea, escribid un bonito autógrafo en uno de loe pergami-ros que adornan lee paredes de jata sociedad, y en ella aimpatiza-•on con -los díscoks, porque los tres ion miembros de la sociedad =E1 lbanieo., de Cartagena, que per-igue los mismos finesque aquélla. .Loa I)facolos. tuvieronungran-

e honor en estrechar la mano de an ilustres y queridos compañe-os de guerra. Cuenten dbn ellos para todo y t or siempre. t

Max Regia El miércoles en el tren de las

iete de la mañana, llegó á -Elche I célebre .agitador francés, aati-:mita Max Regís,votado reciente-iente alcalde de Argel, y vence-r en los comicios en dos eleccio-

as consecutivas, á - pesar de estar tsente de su patria. Max Regia vino á Elche con el (jeto de visitar á sus buenos ami-

goa Dicenta. y Paso, y con ellos a morzó en la =Alegr[a,= teniéni nosotros la fortuna de acompaña los á la mesa. •

Es el alcalde de Argel un jove a de veinte y siete años de edad, si mamente simpático, do 'agradab

o líaima conversación, de clara intc ligencia y de talento é ilustracid nada común. Desterrado de su pa tris á causa de la agitación enrías mita que, á raíz del q jfaire Drey fas, revolucionó la ciudad de Ar gel, ha establecido au residencie en Alicante, eu deudo le' acompa ñan, compartiendo las amárgurai del destierro, algunos de sus com patriotas.

En su corta estancia entre no sortea, Elche ha sido para Maz Regís algo así como un pedazo de sú suelo, por qne aquí ha cacen• trado amigos que le han hecho ol-vidar (hasta donde setas cosas pueden olvidarse) la ausencia de la patria, tanto más querida cuan to más lejana. Asi nos lo decía cuando con aquella pasión que sa-be expresar cuando habla, excla-maba:.Si el dolor forma los holtt-brea, él nos enseña á conocer el corazón humano. Yo agradezco mi destierro porque me ha hecho co-nocer verdaderos amigos; y este será el mejor recuerdo que conaer-varó de España..

Admirador de ésta, que le pres ta asilo, agradécela el favor que le dispensa, y no leolvida. A ella ae dirigía cuando se expresaba de este modo:.España,recuerdo para ml de un triste destierro, el res-

. plandor de tu brillante Sol ha he-cho m s sombrío el alejamiento de mi paría; - pero, á pesar de ello, yo me siento feliz, porque me has hecho conocer bajo tu .puro cielo los corazones aún más puros de verdaderos amigos que me reani-man..

Max Regís visitó la Calahorra, enamorándose de susbellezas, con-temp161afamosa palmera de los ocho brazos, y en =Los Díscolos. pasó en amistosa y chispeante conversación algunos momentos, que le hicieron máa corta su es-tancia en Elche; dejando allí escri-ta la siguiente improvisada com posición que aintetizá sus senti-mientos, yque damos en francés para que conserve su cadencia y poseía:

<Quand, veré Alger, la brisa emperre-~ (raí leger Le vent de liberta, que vous eanivro ici, Je me rapelerai, sur la réve etragjera, Lee boas amas d'Elche, je leur dirai (<ilierci •.

En la tarde del. mismo día salió para Alicante, en donde nos ha he-~ho prometer que ]e devolvere-mos la visita.

Dicenta y Daeo En el Circulo Obrero Illicitano,

!atén esta noche una velada lite-•aria, nuestros queridos amigos oa popular[simoa escritores don !esquía Dicenta yD Manuel Paso.

Nacimiento El jueves de la semana pasada

ió á luz en Elche un robusto niño, a señora de nuestro muy querido di8tinguido amigo el espresiden-

t de la Diputación provincial, t~. Alberto Ganga y Brú. Nuestras felicidades más. com- `

!idas á los felices padres. e c

Buen viaje F El viernes pasado salieron de

d

.che con dirección á San Fer- n

Indo, ]a Comisión que del obaer- n ttorio de dicha población, vino á che á estudiar el pasado eclipse,

l• dirigida por el general D. Junoo Viniegra, conde de Villama, - Lleven feliz viaje loa marinos españoles. n

Despedlida Hoy sale para Barcelona y ol - Transvual, nuestro muy querido1 amigó D. Ellas Perlaaia

to se interesa por los boérs c nací objgto de aolucionarcumplidamen. te el conflicto anglo-boer, que tan preocupadas trae á lee percutías~ europeas:

' Deaeámosle á nuestro buen ami-~ go mucho acierto y un éxito coto. píete en la misión que á tan ]eJe. asas tierras le lleva,

IAdió9, t$! Con gran satisfacción, no pode-mba ocultarlo, hemos leído la no-ticia en los periódicos de Alican-

te, de la salida de D. Hipólito Ca• eas, ex... ex... exgobernador de es-ta provincia,

El sol se eclipsa, Caualos se eclipsa; malos postres los que le han servido á nuestro ilustre al-calde. Cón esto y con que no le das la cruz:.,

Mujeres que matan Jaime Caballero venia soste-

niendo relaciones carnales con una de esas desgraciadas que comer-cian con su cuerpo, llamada Trina dad Sánchez, la misma de la que ya nos ocupamos en otra ocasión respecto de unos huesos que hurtó dél cementerio, y que, en unión de otras, vive en la costereta de Bo-n~s.

El otro d[a riñeron y el Jaime díóla unas cuantas yofetás. Desde entonces no se hablaban, pero Jai-me proctti•aba molestarla hablan-do con otras de las compañeras de Trinidad. A tal extremo ]legó, ]a molestia y tanto ]a repitió .el Jai• me, que ]a Trinidad no pudiendo resistir más, dfjole .ya no me da-. rás más achares,. y, cogiendo una faca partió con ella el corazón de au eanovio.

Al darse cuenta del çrimen co-metido, la Trinidad intentó arro-jarse por el puente á la Rambla, no pudiendo conseguirlo por impe-dírselo algunos que por allí tran-sitaban.

El Juzgado acudió desde los pri-meros momentos al lugar del tris-te suceso, comeuzandó á instruir ]as primeras diligencias,

Y Trinidad fué á la çárcel, y el muerto á la piedra del cuarto de autopsias.

No queremos entrar en dísquieí-cionea; pero es evidente que si las autoridades que tienen el deber de velar por los intereses y morali-dad del pueblo, se ocuparan más de éste y menos de política y otras menudencias, no aueederian hechos como el _relatado, que traen la alarma al vecindario y hablan muy poco en favor de ]a población sn que se realizan.

Junta general Se nos ruega la iusercitin de la

iguiente convocatoria: fontepio d¢l Circula Oárero IllicitanoSe convoca á Junta general or-

inaría, para el próximo domingo de Junio, á ]as tres de su tarde, o el local Escuela de niños (Ar-hivo), situada en la plaza Mayor, ara dar cumplimiento á lo que Tapone el artículo E6 del Regla-ento de esta sociedad. Se suplica á todos los socios la ás puntual asistencia.

Imprenta de Antonia Rewt