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TODOS LOS FIELES DIFUNTOS (A) 2 DE NOVIEMBRE DE 2014 PRIMERA LECTURA (Sab. 3, 1 9) Del libro dela Sabiduría. Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz. La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable. En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor SALMO RESPONSORIAL (Del salmo 26) Espero ver la bondad del Señor. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? Espero ver la bondad del Señor. Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. Espero ver la bondad del Señor. Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera a tu siervo. Espero ver la bondad del Señor. La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. Espero ver la bondad del Señor. SEGUNDA LECTURA (1Jn. 3, 14 16) De la primera carta del apóstol san Juan. Hermanos: Nosotros estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna. Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Mt. 25, 34) Aleluya, Aleluya. Vengan benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya, Aleluya. EVANGELIO (Mt.25, 31 46) Del santo Evangelio según San Mateo. Gloria a ti Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del Hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces; ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?’ Y el rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’. Entonces, dirá también a los de la izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me

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TODOS LOS FIELES DIFUNTOS (A) 2 DE NOVIEMBRE DE 2014

PRIMERA LECTURA (Sab. 3, 1 – 9) Del libro dela Sabiduría. Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz. La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable.

En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor

SALMO RESPONSORIAL (Del salmo 26) Espero ver la bondad del Señor. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? Espero ver la bondad del Señor.

Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. Espero ver la bondad del Señor.

Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera a tu siervo. Espero ver la bondad del Señor.

La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. Espero ver la bondad del Señor.

SEGUNDA LECTURA (1Jn. 3, 14 – 16) De la primera carta del apóstol san Juan. Hermanos: Nosotros estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.

Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Mt. 25, 34) Aleluya, Aleluya. Vengan benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Aleluya, Aleluya.

EVANGELIO (Mt.25, 31 – 46) Del santo Evangelio según San Mateo. Gloria a ti Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del Hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces; ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?’ Y el rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’.

Entonces, dirá también a los de la izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me

hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron’. Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?’ Y Él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo’. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna”. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

LECTIO DIVINA

2 DE NOVIEMBRE DE 2014 Todos los fieles difuntos (A) Mt 25, 31 – 46 Lectura del texto. ¿Qué dice la Palabra de Dios? Veamos que nuestro texto comienza con la respuesta que Jesús da sus discípulos. Esta respuesta es por la pregunta que ellos habían hecho anteriormente sobre cuándo será el fin del mundo: “Estando luego sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él en privado sus discípulos, y le dijeron: «Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo.» (24,3). La venida del hijo del hombre será al fin del mundo. Jesús responde cómo será ese día, no dice cuándo ni dónde, solamente dice como sucederá: «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda» (vv.31-33).

La forma de hablar de Jesús es una manera apocalíptica ya que utiliza elementos propios del género apocalíptico. Podemos ver que él es el Hijo del hombre, es el Juez celeste y universal, su venida es gloriosa. Esta figura de Jesús está llena de autoridad, se verá como rey sentado en su trono. Sus funciones se ejercen sobre todas las naciones y no sólo sobre el pueblo elegido. El Hijo del hombre, o sea Jesús, se solidariza con las personas que de verdad tienen necesidades y piden ayuda. Él ve a sus hermanos más miserables; como buen pastor tiene misericordia y se solidariza con toda la miseria humana.

En cuanto a la respuesta de la gente buena, nos hace entender que no se dieron cuenta que a Jesús le hacían el bien, sólo lo hicieron pensando que eran pobres, por eso dicen: “Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; o sediento y te dimos de beber?” Pero Jesús se identifica con los más necesitados y Dios da a cada quien su pago, como podemos leer en este mismo evangelio: "…tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará…” (Mt. 6, 1-16), Por otra parte está la condenación terrible de los que no practicaron la misericordia (injustos) con los necesitados. Estos injustos no socorrieron a los hermanos de Jesús. Estos injustos no hicieron nada por ayudar, por servir a los pobres y eso se paga gravemente, es un pecado mortal, es un crimen y por eso nos dirán: “No amar es odiar” (1Jn. 3, 14ss).

También, es interesante pensar en la conclusión que Jesús da en la parábola: “En verdad les digo que cuanto dejaron de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejaron de hacerlo. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna”. Para entender mejor este final terrible, podemos ver la parábola de Lázaro, el pobre y el rico, leer el final de cada uno de ellos ya que terminan de manera muy semejante.

Meditación. ¿Qué me dice la Palabra de Dios? Aprendamos que lo importante es hacer las cosas. No son las intenciones, ni los sentimientos, ni la buena voluntad, sino las actitudes y gestos de ayuda los que cuentan para el juicio final. Recordemos que en las relaciones humanas en donde se gana o se pierde la vida eterna. ¿Cómo es mi convivencia con los demás? ¿Cómo es mi relación con los necesitados? La palabra de Dios nos exhorta y nos anima a estar siempre vigilantes misericordiosamente con las personas que necesitan de nosotros. En nuestra iglesia hay pobres, los pobres son vicarios de Cristo, son representantes de Cristo y necesitamos hacer y servirlos en la medida de las circunstancias. Es necesario que nuestra fe la vivamos con nuestras obras de cada día. Las obras enjuician a los que nos ven.

“Vengan benditos de mi Padre”

¿Creo sinceramente que Jesús está en la gente más necesitada, cuando dice: “En verdad les digo que cuando hicieron a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron”?

Oración, ¿Qué le puedo decir a Dios? Pidámosle a Dios nos haga sentir que somos benditos por las buenas obras que hacemos con los que necesitan de nuestra ayuda.

Esperemos que Dios Padre nos diga a cada uno de nosotros que estemos a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me acogieron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a verme”.

Pidámosle a Dios nos perdone por los pecados de omisión y nunca nos vaya a decir: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles”. Amén.

Contemplación-Acción. ¿Qué compromiso me pide la Palabra de Dios? ¿Cómo es la pastoral de la caridad en mi comunidad? ¿Es cierto que una comunidad madura comparte sus bienes con los más pobres? ¿Qué es lo que me da seguridad que obtendré la vida eterna?

COMPARTIENDO LA FE PARA LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES ECLESIALES

TODOS LOS FIELES DIFUNTOS (A)

LECTURA I: SABIDURÍA 3, 1 – 9

LECTURA II: 1 JUAN 3, 14 – 16

EVANGELIO: MATEO 25, 31 – 46

ENFOQUE EN LA ESCRITURA: Las reflexiones que proporciona ACTS no incluyen una para esta solemnidad.

ENFOQUE EN LA VIDA:

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN (A) 9 DE NOVIEMBRE DE 2014

PRIMERA LECTURA Ez. 47, 1-2.8-9. 12 Del libro del profeta Ezequiel:

En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar. Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado derecho. Aquel hombre me dijo: “Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán hasta el Araba, entrarán en el mar de aguas saladas y lo sanearán. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida. En ambas márgenes del torrente crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas, de medicina.” Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL (Del salmo 45) Un río alegra a la ciudad de Dios.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre. Por eso no tememos, aunque tiemble, y aunque al fondo del mar caigan los montes. Un río alegra a la ciudad de Dios.

Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde el alba. Un río alegra a la ciudad de Dios.

Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre la tierra. Un río alegra a la ciudad de Dios.

SEGUNDA LECTURA (1Cor. 3, 9 – 11. 16 – 17) De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios. Hermanos: Ustedes son la casa que Dios edifica. Yo, por mi parte, correspondiendo al don que Dios me ha concedido; como un buen arquitecto, he puesto los cimientos; pero es otro quien construye sobre ellos. Que cada uno se fije cómo va construyendo. Desde luego el único cimiento válido es Jesucristo y nadie puede poner otro distinto. ¿No saben acaso ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido por Dios, porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (2Crón. 7, 16) Aleluya, Aleluya. He elegido y santificado este lugar, dice el Señor, para que siempre habite ahí mi nombre. Aleluya, Aleluya.

EVANGELIO (Jn. 2, 13 – 22) Del santo Evangelio según San Juan. Gloria a ti Señor Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”. En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: “El celo de tu casa me devora”. Después intervinieron los judíos para preguntarle: “¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?” Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré”. Replicaron los judíos: “Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?” Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

LECTIO DIVINA

9 DE NOVIEMBRE DE 2014 Dedicación de la Basílica de Letrán (A) Jn. 2, 13 – 22 Lectura del texto. ¿Qué dice la Palabra de Dios? Esta escena también la podemos encontrar en los evangelios sinópticos (Mt. – Mc. – Lc.). Es la pascua de los judíos en la cual Jesús asistía desde pequeño con sus padres. En una ocasión, en fiesta de pascua, Jesús se perdió ahí en el templo y los padres lo encontraron al tercer día. Ahora Jesús es todo un hombre y hace su peregrinación tradicional a la ciudad santa: “Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén” (v.13). En esta ocasión se lleva una sorpresa desagradable por todo lo que se encuentra a su paso, al entrar al Templo: “Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Ante todo esto tuvo una reacción algo violenta y agresiva: “Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: “Quiten esto de aquí. No hagan de la Casa de mi Padre una casa de mercado”. (vv. 14-16). Los judíos al ver todo esto preguntan a Jesús: “¿Qué señal nos muestras para obrar así?” (Jn. 2, 18); “¿Con qué autoridad haces esto?” (Mc. 11, 28).

La gente afectada en sus negocios quiere saber por qué este hombre les destruye sus bienes en venta. Por otra parte sus discípulos recuerdan un pasaje de la biblia que dice: “el celo por tu casa me devora”. (Jn. 2, 17). Esto que les pasa a los discípulos (recordar), es algo interesante que sólo lo notamos en este evangelio de san Juan. Los discípulos de Jesús conocen la biblia, la traen en la memoria. El verbo “devorar” lo podemos entender en el sentido de que Jesús se ve devorado por el celo pero, propiamente hablando, ese celo acabará devorándolo; esto es, lo llevará a la muerte. Lo mismo pasa con el versículo 22, después de la declaración de Jesús sobre el templo que levantará en tres días: “Cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que era eso lo que quiso decir”, esto es, comprendieron que Jesús había hablado del templo de su cuerpo. Este recordar de los discípulos de Jesús se parece mucho al pasaje de Jn. 14, 22 sobre el “recuerdo” de los discípulos como obra del espíritu. Esta escena del templo ilumina de forma clara de qué orden es este “recuerdo”. No se trata de un recuerdo bruto, material, sino de una interpretación de las cosas hechas a la luz del espíritu, que ayuda a descubrir el sentido de la cruz y de la resurrección.

Un detalle sobre los personajes de este evangelio de Juan es el mal entendido, como aparece aquí cuando los judíos contestaron: «Cuarenta y seis años se han tardado en construir este Santuario, ¿Y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo.

Meditación. ¿Qué me dice la Palabra de Dios? Recordemos, como discípulos de Jesús que somos, que el templo donde se adora al Señor es en Jesús, el cuerpo de Cristo. En Jesús adoramos a Dios Padre los que somos verdaderos adoradores. Como le dijo Jesús a la samaritana, que los verdaderos adoradores adorarán en espíritu y en verdad. Para creer en la Escritura hay que leerla y entenderla, hay que darle su justo valor. Para conocer las palabras que dijo Jesús hay que conocer los evangelios. Para conocer y amar a Jesús tengo que invertir un poco de tiempo para leer, meditar, orar y darme cuenta qué me dice, qué me pide que lleve a cabo en este momento, en este día, en la semana, en mi vida diaria.

Oración. ¿Qué le puedo decir a Dios? Pidámosle perdón a Dios por no conocer adecuadamente la palabra de Dios escrita. Ya que si no la conocemos ¿Cómo vamos a creer en el verdadero Dios de Jesucristo? Pidámosle a Dios nos ayude a creer más en la Palabra de Dios y que la resurrección de Jesucristo de entre los muertos sea garantía para crecer en la fe. El Señor Jesús es mi maestro, es mi guía para profundizar y saber qué me dice Dios con su palabra y qué tengo que decirle en oración al Señor. Amén.

“Jesús hablaba del templo de su cuerpo”

Contemplación-Acción. ¿Qué compromiso me pide la Palabra de Dios? ¿Qué tanto he entendido y creído que Jesús resucitó y destruyó la muerte? ¿Si creo en la resurrección de Jesús entonces creo en la palabra de Dios y en las palabras de Jesús? ¿Dónde y cómo se profundiza más en la muerte y resurrección de Jesucristo?

COMPARTIENDO LA FE PARA LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES ECLESIALES

LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN (A)

LECTURA I EZEQUIEL 47, 1 – 2. 8 – 9. 12

LECTURA II 1CORINTIOS 3, 9 – 11. 16 – 17

EVANGELIO JUAN 2, 13 – 22

ENFOQUE EN LA ESCRITURA: Las reflexiones que proporciona ACTS no incluyen una para esta solemnidad.

ENFOQUE EN LA VIDA:

33er. DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (A) 16 DE NOVIEMBRE DE 2014

PRIMERA LECTURA Pro. 31, 10 – 13. 19 – 20. 30 – 31 Del libro de los Proverbios: Dichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa; muy superior a las perlas es su valor. Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los días de su vida le procurará bienes y no males. Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos. Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al pobre y las tiende al desvalido. Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece alabanza la mujer que teme al Señor. Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL (Del salmo 127) Dichoso el que teme al Señor. Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo: será dichoso, le irá bien. Dichoso el que teme al Señor.

Su mujer como vid fecunda en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. Dichoso el que teme al Señor.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de tu vida”. Dichoso el que teme al Señor.

SEGUNDA LECTURA (1Tes. 5, 1 – 6) De la carta del Apóstol San Pablo a los tesalonicenses. Hermanos: Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando la gente esté diciendo: “¡Qué paz y qué seguridad tenemos!”, de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar. Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tornará por sorpresa, como un ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y del día, no de la noche y las tinieblas. Por lo tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien, mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Jn. 15, 4. 5) Aleluya, Aleluya. Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto abundante. Aleluya, Aleluya.

EVANGELIO (Mt. 25, 14 – 30) Del santo Evangelio según San Mateo. Gloria a ti Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos, hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un talento hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor.

Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: 'Señor, cinco talentos me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, dos talentos me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor" Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y le dijo: 'Señor, yo sabía "que eres un hombre duro; que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo'. El Señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene

poco, se le quitará aún eso poco que tiene. Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación”. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

LECTIO DIVINA

16 DE NOVIEMBRE DE 2014 33er. DOMINGO ORDINARIO (A) Mt 25, 14 – 30 Lectura del texto. ¿Qué dice la Palabra de Dios? Jesús continúa hablando del Reino de los Cielos (v. 1), y en esta ocasión lo hace diciendo que se parece a un hombre, que al ausentarse, llama a sus trabajadores y les encomienda su casa. Ya en los versículos anteriores se nos habló del Reino de los cielos que será semejante a diez vírgenes. Ahora el Reino se parece a un hacendado. Cuando éste hacendado se va de la casa da a sus siervos responsabilidades. “A uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno” (v. 15). Este Señor confía a sus siervos sumas increíbles, todos recibieron sus talentos, a cada uno según su capacidad. Esta es una sabia elección del patrón. A continuación, todo se desarrolla durante la ausencia del señor (vv. 16-18). Trabajan en plena libertad. Los dos primeros trabajadores actúan rápidamente y consiguen buenas ganancias: “Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos”. Pero el que había recibido uno lo metió en la tierra allí lo escondió y así se liberó de toda responsabilidad, según las costumbres de aquel tiempo.

Por otra parte, como la parábola precedente evocaba el retraso del esposo, el relato tiene como pivote la expresión: «Después de mucho tiempo volvió el Señor de estos siervos» (v. 19). Sin duda, el Señor tarda, pero la rendición de cuentas resulta inevitable.

Un detalle importante es darnos cuenta que la palabra «señor» se aplica nueve veces al amo durante la rendición de cuentas. Los que pudieron trabajar y fructificaron sus talentos presentan sus ganancias al Señor, ahora, se les confían cargos más Importantes y son invitados a la fiesta de su señor, admitidos a compartir su intimidad. Nuestra parábola recuerda un refrán judío: “Antes que Dios confiera grandeza a un hombre, lo prueba en una cosa pequeña y después hace que acceda a la grandeza”. Entre otros ejemplos, la sinagoga evocaba a Moisés, que primero fue pastor (Ex. 3, 1) antes de convertirse como fue el rey David, el pastor de Israel (Sal. 78, 71).

El final de la parábola tiene esta conclusión: “A todo el que tiene se le dará y tendrá de sobra; pero al que no tiene, aún aquello que tiene se le quitará” (v. 29). La aplicación de la idea al Juicio divino es clara. Ante el Señor aparecerá tanto aquel que tiene, rico con una fe activa, y el que no tiene, que no ha producido nada y se encontrará privado de sus Ilusorios méritos. El siervo tirado a las tinieblas no es que haya actuado mal; peor aún, no ha actuado.

Meditación. ¿Qué me dice la Palabra de Dios? Todos hemos recibido talentos, dones, bendiciones, etc. Al final, al regreso del Señor cada quien daremos cuentas claras. Al Señor le gustan las cuentas claras y no podemos salirle con cuentas mochas. Todos sabemos que el tiempo del juicio llegará aunque no sabemos cuándo será ese día. La Iglesia siempre nos invita a la previsión, la palabra de Dios siempre nos está llamando a dar frutos. Tenemos que aprender que esta espera pide una actitud productiva, a diferencia otros, “que dicen y no hacen” (Mt. 23, 3). Recordemos que por todo nos pedirán cuentas en el día del juicio final.

Los cristianos somos como la buena tierra que da fruto el cien, sesenta y treinta por uno. De Igual manera, los siervos tenemos que dar testimonio de los talentos que hemos recibido de Dios. El Señor no exige proezas, pero juzga a cada creyente según sus aptitudes. Los creyentes deseamos ser llamados por el Señor: “¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor”. ¿Los que no damos frutos a quien le echamos la culpa? ¿Estoy contento y satisfecho con lo que hago en mi vida de creyente – cristiano?

“Porque has sido fiel en cosas de poco valor, entra a tomar parte en la alegría de tu Señor”

Oración, ¿Qué le puedo decir a Dios? Pidámosle perdón al Señor por no conocerlo bien ya veces le hemos echado la culpa de nuestra suerte, hemos tenido miedo de él y hasta lo hemos juzgado. Pidámosle perdón al Señor de la vida que nos ha dado más talentos de los que merecemos para que tengamos confianza en su poder. Amén.

Contemplación-Acción. ¿Qué compromiso me pide la Palabra de Dios? ¿Cómo hay que hacerle para conocer mejor a Dios Padre y no tener miedo de su amor?

¿Qué puedo hacer para dar frutos buenos a tiempo y de forma alegre?

¿Por qué al siervo inútil lo echan a las tinieblas de fuera, donde será el llanto y el rechinar de dientes?

COMPARTIENDO LA FE PARA LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES ECLESIALES

TRIGÉSIMOTERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (A)

LECTURA I PROVERVIOS 31, 10 – 13,19 – 20, 30 – 31

LECTURA II TESALONICENSES 5, 1–6

EVANGELIO MATEO 25, 14 – 30

ENFOQUE EN LA ESCRITURA: Al acercarnos al final del año litúrgico, nuestra atención es dirigida más y más al final de nuestras vidas y al rendimiento de las cuentas que tendremos que dar por el uso de los dones de Dios.

La parábola de Jesús habla por sí misma. A los siervos fieles se les recompensará porque han sido responsables y han utilizado lo que se les dio.

Nuestra relación con Dios no es un trato de negocios fríos. Pero Dios espera que nosotros mostremos gratitud por los dones que se nos han dado y por la confianza que ha puesto en nuestro maduro sentido de responsabilidad al usar estos talentos.

ENFOQUE EN LA VIDA: 1.- ¿Cuáles son los dones más importantes que se le han dado?

2.- Por uno o dos de los dones más importantes suyos, describa como usted está demostrando gratitud.

3.- Si su vida terminara hoy, ¿qué parte de su vida le complacería más presentarle a Dios?

4.- ¿Por cuáles dones necesita usted demostrar más gratitud? ¿Cómo hará eso la semana próxima?

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO (A) 23 DE NOVIEMBRE DE 2014

PRIMERA LECTURA (Ez. 34, 11 – 12. 15 – 17) Del libro del profeta Ezequiel. Esto dice el Señor Dios: “Yo mismo iré a buscar a mis ovejas y velaré por ellas. Así como un pastor vela por su rebaño, cuando las ovejas se encuentran dispersas, así velaré yo por mis ovejas, e iré por ellas, a todos los lugares, por donde se dispersaron un día de niebla y oscuridad. Yo mismo apacentaré a mis ovejas, yo mismo las haré reposar, dice el Señor Dios. Buscaré a la oveja perdida y haré volver a la descarriada; curaré a la herida, robusteceré a la débil, y a la que está gorda y fuerte, la cuidaré. Yo las apacentaré con justicia. En cuanto a ti, rebaño mío, he aquí que yo voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL (Del salmo 22) El Señor es mi pastor, nada me faltará. El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.El Señor es mi pastor, nada me faltará. Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.El Señor es mi pastor, nada me faltará.

SEGUNDA LECTURA (1Cor. 15, 20 – 26. 28) De la carta del Apóstol San Pablo a los corintios. Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque, si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte. Al final, cuando todo se le haya sometido, Cristo mismo se someterá al Padre, y así Dios será todo en todas las cosas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Mc. 11, 9 – 10) Aleluya, Aleluya.¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David!Aleluya, Aleluya.

EVANGELIO (Mt. 25, 31 – 46) Del santo Evangelio según San Mateo. Gloria a ti Señor En aquél tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento, y me dieron de comer; sediento, y me dieron de beber; era forastero, y me alojaron; estuve desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; encarcelado, y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero, y te hospedamos o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado, y te fuimos a ver?’ Y el Rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’. Entonces dirá también a los de la izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles, estuve hambriento, y no me dieron de comer; sediento, y no me dieron de beber; era forastero, y no me hospedaron; estuve desnudo, y no me vistieron; enfermo y encarcelado, y no me visitaron’. Entonces, ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o encarcelado, y no te asistimos?’ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo’. Entonces irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

LECTIO DIVINA

23 DE NOVIEMBRE DE 2014 JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO Mt. 25, 31 – 46 Lectura del texto. ¿Qué dice la Palabra de Dios? Jesús habla a la gente del juicio final. En el juicio final vendrá el Hijo del hombre en su gloria acompañado de ángeles y se sentará en su trono de gloria. Entonces iniciará el juicio. Este juicio lo inicia el Juez universal como si fuera un pastor. Desde el v. 31 hasta el v. 33 nos está avisando cómo será el comienzo del juicio. En nuestro texto vemos que el Rey empieza hablar y a separar: “Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo’ (v. 34). La bendición es para los que estén ubicados en la derecha, la diestra. Las ovejas de la derecha representan a las personas que han obrado con solidaridad ante la gente necesitada, han hecho obras de amor con los hermanos que representan a Jesús en la tierra: “Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era forastero, y me acogieron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a verme” (v.36). La gente que, acostumbrada a hacer cosas buenas no se fija tanto, ni lleva cuentas de su obrar ya que tiene la convicción de ayudar a los necesitados. Aunque aquí ignoran que sea a Jesús a quien asistieron en sus necesidades. Por eso los justos se sorprenden cuando son reconocidos en su obrar: “Y el Rey les dirá: “En verdad les digo que cuanto hicieron unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron”. (v.40)

Por otra parte, vemos la ubicación de los otros, los cabritos, éstos están situados en la izquierda. Son personas que no fueron solidarios con los hermanos necesitados. Ellos recibirán la maldición del Rey y serán enviados al fuego eterno preparado para el Diablo y sus seguidores. Así será el castigo de los que no hicieron algo bueno por sus hermanos, como no lo hicieron, tampoco se lo hicieron a Jesús. Aunque hablaron y enseñaron en muchos lugares, no hicieron lo que Jesús de verdad ha enseñado. Estos son malditos, son como los cabritos y recibirán el fuego que nunca se acaba. Jesús pone sobre aviso a sus discípulos para que nunca ignoren que no es suficiente hablar, sino también hay que hacer obras reales a personas reales. Hay que hacer obras de caridad a los pobres que nos rodean.

Meditación. ¿Qué me dice la Palabra de Dios? Cristo sufre en su cuerpo, sufre en el cuerpo de su Iglesia ya que él es verdadero Dios y verdadero hombre. Jesús está presente en los hermanos nuestros que más sufren. Jesús se identifica con los que están solos, enfermos, hambrientos, encarcelados, migrantes, prostitutas, etc. El juicio que hará el Rey dependerá mucho de las obras de amor y de misericordia con los marginados, los pobres y los que sufren en el mundo, con los más pequeños entre los hermanos y hermanas de Jesús. Los hermanos y hermanas del Hijo del hombre son, pues, todas las personas necesitadas de la tierra, tanto no cristianos como cristianos. Muchas veces, las personas que hacen el bien no se dan cuenta que a Jesús le hacen el bien.

Para Jesucristo lo importante es nuestra fe practicada con los más necesitados, poner en práctica lo que creemos, el amor al prójimo, la confesión se hace vida diaria. El amor a Dios lo manifestamos con el amor al prójimo, porque donde está el amor, está Dios.

El amor vive en todo cristiano y nos une a seguir dando el testimonio de que Dios está vivo. Por eso debemos de saber que el criterio más importante del cristiano, el testimonio de amor a los demás. Amar la vida, amar los días que Dios nos da, amar el presente es amar la realidad1es amar a Dios.

Oración, ¿Qué le puedo decir a Dios? Démosle gracias a Dios por todas las personas que de buena voluntad que apoyan en su momento a los hermanos necesitados de nuestras comunidades. Pidámosle a Dios nos haga cada vez más hermano de los demás y nos mueva el corazón a ser solidarios con los pobres.

Agradezcámosle a Dios el regalo de su palabra que nos anima y nos mueve a sentirnos hijos de Dios. Pidámosle a Dios nos de la gracia de la fe para que nos demos cuenta que Jesús, el hijo de Dios, está siempre representado por los hermanos más necesitados. Amén.

“se sentará en su trono de gloria y apartará a los unos de los otros”

Contemplación-Acción. ¿Qué compromiso me pide la Palabra de Dios? ¿Cómo podemos continuar contribuyendo en nuestra comunidad para apoyar a los más pobres? ¿Por qué muchos creyentes en Dios y en Jesucristo no hacen lo que Jesús nos manda? ¿Cómo actúan las personas que hablan mucho de humildad con los más pobres y necesitados?

COMPARTIENDO LA FE PARA LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES ECLESIALES

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY(A)

LECTURA I EZEQUIEL 34, 11 – 12, 15 – 17

LECTURA II CORINTIOS 15, 20 – 26, 28

EVANGELIO MATEO 25, 31 –46

ENFOQUE EN LA ESCRITURA: La descripción de hoy sobre el último juicio va másallá de cualquier otra. Este juicio final determina quées lo que va a contar al final. No es el éxito o qué tanperfectamente la persona se haya desarrollado. Alfinal, el juicio será acerca del amor hacia los máspobres, los que no cuentan, los fáciles de pasar poralto.No es acerca de hacer el bien o de hacer obrasde caridad en relación a una causa o a un sentido deobligación. Lo que cuenta es el hacer el bien de unamanera real y práctica en relación a un amorauténtico. Jesús nos dice que cuando hagamos esto,estamos sirviendo al mismo Jesús.

ENFOQUE EN LA VIDA: 1.- ¿Cuándo se ha sentido usted "hecho a un lado" y cuándo se ha sentido usted aceptado?

2.- En esta semana, ¿cuándo vio usted a alguien con hambre, desnudo, con sed, enfermo o encarcelado?

¿Cómo respondió usted?

3.- Describa usted una ocasión en que el ayudar a otras personas fue su manera de vivir el Evangelio.

4.- Como iglesia, ¿A quiénes se nos hace fácil ignorar?

1er DOMINGO DE ADVIENTO (B) 30 DE NOVIEMBRE DE 2014

PRIMERA LECTURA (Is. 63, 16 – 17. 19; 64, 2 – 7) Del libro del Profeta Isaías. Tú, Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre. ¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas endurecer nuestro corazónhasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras los cielos y bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia. Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamásque otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos. Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento. Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostroy nos dejabas a merced de nuestras culpas. Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor

SALMO RESPONSORIAL (Del salmo 79) Señor, muéstranos tu favor y sálvanos. Escúchanos, pastor de Israel; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.

Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.

Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.

SEGUNDA LECTURA (Cor. 1, 3 – 9) De la carta del Apóstol San Pablo a los Corintios. Hermanos: Les deseamos la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor. Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por éllos ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabray al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristoha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don, ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él los hará permanecer irreprochables hasta elfin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Sal. 84, 8) Aleluya, Aleluya. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. Aleluya, Aleluya.

EVANGELIO (Mc. 13, 33 – 37) Del santo Evangelio según San Marcos. Gloria a ti Señor En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así comoun hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta”. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

LECTIO DIVINA

30 DE NOVIEMBRE DE 2014 1er Domingo de Adviento (B) Mc.13, 33 – 37 Lectura del texto. ¿Qué dice la Palabra de Dios? Empecemos poniéndole mucha atención a nuestro texto. Caigamos en la cuenta que ahora comenzó el ciclo B, de san Marcos, y lo estaremos leyendo todo el año. Veamos cómo Jesús les habla a sus discípulos. Jesús les dice a los cuatro primeros discípulos: “miren que no los engañe nadie” (13, 5). Esta llamada de atención la notamos otra vez repetida en nuestro evangelio: “Estén atentos y vigilen…, lo que les digo a ustedes, a todos se lo digo: ¡Velen!” (13, 35-37). Jesús quiere que sus verdaderos discípulos desconfíen de los falsos mesías (13, 6, 21-23), que prometen muchas cosas pero en realidad son puras esperanzas vanas.

La desconfianza ante los parlanchines es porque el momento del fin del mundo nadie lo sabe. El mismo Jesús anuncia que nadie sabe el día ni la hora, “No lo saben los ángeles del cielo ni el Hijo, sino sólo el Padre” (v. 32). Por lo tanto la llegada del hijo del hombre es tan segura como ese verano que se anuncia en los nuevos brotes de la higuera (13,28). Pero el día y la hora son un secreto que sólo conoce el Padre. Todas las palabras de Jesús son una consigna importante: “Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento” (13, 33). Este discurso tiene algo que ver con la escena de Getsemaní en la que se verá a Jesús pidiendo a Pedro, Santiago y Juan que permanezcan despiertos. Por tres veces los encontrará dormidos, inconscientes, de la gravedad de la hora, la de la tentación, la del peligro en que puede fracasar su fe por causa de la pasión que va a comenzar, Aquí, el riesgo para los discípulos y cristianos, de aquel tiempo, consiste en dejarse engañar por los falsos cristos, mientras que el verdadero les advierte claramente las condiciones difíciles del combate de la fe: “El que persevere hasta el fin, ése se salvará” (13, 13).

También se puede entender toda esta preocupación de Jesús con la parábola que cuenta a sus discípulos. Esta habla de un hombre que se ausenta de su casa y encomienda toda una tarea específica y, tanto que, al mayordomo le pidió que vigilara. Cada uno tiene algo importante qué hacer. Tienen que estar atentos, vigilantes, velando para recibir a su Señor cuando llegue en el momento menos esperado. Pero veamos que las autoridades tienen mayor responsabilidad. El versículo 37 es muy explícito y directo, el mandato es para todos, no solo para los discípulos: “Lo que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén atentos!”

Meditación. ¿Qué me dice la Palabra de Dios? El Señor Jesús nos sigue pidiendo que vivamos alertas. Seamos vigilantes ya que esperamos no la llegada de algo sino de alguien: aquel que conocemos y que sabemos que tiene que venir. Esta espera se trata de una espera animada por la fe en Jesús muerto y resucitado. Lo esperamos porque, resucitado y elevado a la gloria de Dios, no podría faltar para empezar el juicio, solo él es el Juez, que viene juzgar a todos los hombres. Sus discípulos sabemos que seremos juzgados sobre la vigilancia, es decir, concretamente sobre nuestra fidelidad para responder a las enseñanzas del mensaje evangélico.

¿Qué tan importante es que la palabra de Dios me advierta y me ponga sobre aviso sobre las cosas que suceden en nuestro entorno? ¿Qué tan bueno es que la Palabra de Dios nos aclare y nos anime sobre las cosas que pasarán? ¿Qué tan importante es que nos preocupemos de cosas que la gente comenta?

Oración, ¿Qué le puedo decir a Dios? Démosle gracias a Dios por las advertencias y avisos que nos da Jesucristo en los evangelios sobre las cosas del fin del mundo. Pidámosle perdón por las veces en las que nos hemos dormido en nuestros laureles. Pidámosle perdón por las veces en las que nos falta mucha vigilancia y oración. Pidámosle a Jesús las disposiciones necesarias para saber discernir y saber enseñar a nuestros hermanos cuando se vean en dificultades. Amén.

Contemplación-Acción. ¿Qué compromiso me pide la Palabra de Dios? ¿Cómo le podemos hacer para que siempre tengamos cuidado y no nos dejemos extraviar por falsos predicadores?

¿Qué podemos hacer en nuestras comunidades para que nuestros hermanos sepan claramente que el fin del mundo solo Dios sabrá cuando sucederá?

¿Por qué siempre y cada año hay gente en nuestras comunidades asustada sobre el fin del mundo?

“Los fariseos dicen una cosa y hacen otra”

COMPARTIENDO LA FE PARA LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES ECLESIALES

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO (B)

LECTURA I ISAÍAS 3, 16 – 17, 19; 64, 27

LECTURA II CORINTIOS 1, 3 – 9

EVANGELIO MARCOS 13, 33–37

ENFOQUE EN LA ESCRITURA:

Adviento, literalmente, significa “venida”.

Esta venida se refiere a la primera venida de Jesús como un bebé en Nazaret, su venida a los corazones de los cristianos fieles a través de los siglos y su última venida gloriosa al final del mundo.

Los cristianos del primer siglo esperaban que Cristo regresara pronto para establecer, de una vez y para siempre, el reino de Dios; reino de justicia, paz y amor.

La parábola que escuchamos en el Evangelio de Marcos, animaba a los cristianos primitivos a no dejarse descuidar. El adviento es un tiempo de expectación gozosa. Jesús vendrá de nuevo. Él no olvidará a los suyos. ¡Siga mirando!

ENFOQUE EN LA VIDA: 1.- Describa una experiencia que continuamente le ayuda a renovar la esperanza en su vida.

2.- ¿Cómo muestra usted esperanza en su vida diaria?

3.- Relate una experiencia reciente de la presencia de Dios. ¿Cómo pudo encontrar a Dios en esa

experiencia?

4.- Relate una experiencia en que, por no estar alerta, se puso en peligro. ¿Cómo encontró a Dios en

esa experiencia?

5.- ¿Qué medios usa usted para traer a Dios a su vida cada día?