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Reporte Epidemiológico Palomilla del Nopal No. 001 Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria SINAVEF, Universidad Autónoma de San Luis Potosí UASLP Sierra Leona No. 550 Lomas II Sección, San Luis Potosí, S.L.P., 01 (444) 825 60 45 [email protected] San Luis Potosí, S.L.P. Febrero de 2010 Resumen La situación de palomilla de nopal (Cactoblastis cactorum Berg) mantiene el estatus de ausente dentro del país. Las rutas más probables de ingreso de la palomilla al país son: la frontera norte en Tamaulipas, por la dispersión inherente del insecto desde Luisiana, Estados Unidos, y las costas del Golfo de México y la Península de Yucatán por el desplazamiento de la palomilla a causa de los huracanes desde los países del Caribe. Desde la declaratoria de su er- radicación, en 2009, no han reportado capturas de adultos en la red de trampeo y monitoreo. No obstante, la presencia de la plaga en los países colindantes con México se requi- ere mantener el cerco de vigilancia para hacer detecciones tempranas y eliminar los posibles focos de infestación. 1

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ReporteEpidemiológico Palomilla del Nopal

No. 001

Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria SINAVEF, Universidad Autónoma de San Luis Potosí UASLP

Sierra Leona No. 550 Lomas II Sección, San Luis Potosí, S.L.P., 01 (444) 825 60 45 [email protected]

San Luis Potosí, S.L.P.Febrero de 2010

Resumen

La situación de palomilla de nopal (Cactoblastis cactorum Berg) mantiene el estatus de ausente dentro del país. Las rutas más probables de ingreso de la palomilla al país son: la frontera norte en Tamaulipas, por la dispersión inherente del insecto desde Luisiana, Estados Unidos, y las costas del Golfo de México y la Península de Yucatán por el desplazamiento de la palomilla a causa de los huracanes desde los países del Caribe. Desde la declaratoria de su er-radicación, en 2009, no han reportado capturas de adultos en la red de trampeo y monitoreo. No obstante, la presencia de la plaga en los países colindantes con México se requi-ere mantener el cerco de vigilancia para hacer detecciones tempranas y eliminar los posibles focos de infestación.

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Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria

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Distribución La palomilla del nopal se encuentra presente en 22

países del mundo (CABI, 2010) pero su presencia en Esta-dos Unidos, Cuba, Haití, República Dominicana, Jamaica y Puerto Rico representa el mayor riesgo para México por la

cercanía geográfica (Figura 1). La palomilla fue detectada en el estado de Luisiana, EUA a una distancia aproximada de 900 km de la frontera norte de México (Figura 2)

Figura 1 Distribución regional de Cactoblastis cactorum.

Situación en MéxicoEl 21 de agosto del año 2006, México publicó en el

Sistema de Alerta Fitosanitaria de la NAPPO la notificación oficial de la detección de palomilla del nopal en Isla Mujeres, Quintana Roo, México. El 4 de mayo de 2007, se registraron 2 capturas de la palomilla del nopal en el Parque Nacional Isla Contoy, en el mencionado estado (NAPPO, 2010). Se efectuó, con éxito, un programa documentado de erradi-cación de la plaga con base en la NIMF nº 9 (Directrices para los programas de erradicación de plagas; FAO, 2006). La erradicación se llevó a cabo mediante un manejo integra-do consistente en la eliminación de hospederos, monitoreo, trampeo con feromona sexual, control químico y técnica del

insecto estéril, éstas acciones permitieron disminuir las po-blaciones de la plaga hasta su erradicación. Finalmente, se declaró como erradicada en 2009 del estado de Quintana Roo (DOF, 2009a y 2009b).

Reporte Epidemiológico Palomilla del Nopal-001

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Mecanismos de dispersiónLa palomilla del nopal tiene una gran habilidad para localizar plantas pequeñas, aisladas y a largas distancias, pero cuan-do la densidad de plantas hospederas es alta, las palomillas se dispersan muy poco (Zimmermann et al., 2007). Se ha documentado que la palomilla recorre trayectos continen-tales de manera natural a distancias que van de los 50 hasta los 160 kilómetros por año. En Florida, Georgia y Carolina del Sur, EUA, tiene tres periodos de vuelo o de dispersión, que corresponden a tres generaciones al año, y los únicos meses en que la palomilla no se desplaza es de diciembre a enero (Hight y Carpenter, 2009). Este tipo de dispersión es de especial atención ya que de acuerdo con los últimos reportes (GRI, 2010), la palomilla fue detectada en Luisi-ana a una distancia aproximada de 900 km de Tamaulipas (Figura 2).

Por otro lado, existe la hipótesis de que la palomilla arribó a Isla Mujeres, Quintana Roo, desde las Islas del Caribe a finales de 2005, acarreada por los huracanes Stan o Wilma. Asimismo, el traslado de plantas de manera intencional para ser utilizadas como objetos ornamentales, el fomento del intercambio comercial entre países, así como el transporte accidental de insectos en vehículos, representan las causas antrópicas por las que la palomilla puede acelerar su des-plazamiento hacia el interior del país (Zimmermann et al., 2007).

Figura 2 Panorama general de la situación de la palomilla del nopal y las implicaciones para México

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Aspectos epidemiológicosLas condiciones ecológicas, tanto de clima como de hospedantes, hacen especialmente vulnerable al país al es-tablecimiento de C. cactorum.

Con las acciones del programa emergente contra la palo-milla del nopal en México, que se implementaron inmedi-atamente después de las detecciones, se logró completar, en Isla Mujeres e isla Contoy, el periodo equivalente a tres ciclos biológicos de ausencia de la plaga y posteriormente, la Dirección General de Sanidad Vegetal declaró su erradi-cación (NAPPO, 2009). El programa de erradicación de la mosca del mediterráneo en California, EUA, propuso proto-colos para el número de ciclos de vida requeridos antes de detener la aplicación de tratamientos de erradicación, antes de que un área pueda ser declarada erradicada y antes de que la densidad de trampas de monitoreo se reduzca. Estos fueron de dos, tres y cuatro ciclos sucesivos, respectiva-mente, después de la última detección de la mosca (Tassan et al., 1983), este modelo se aplicó para declarar erradicada la palomilla del nopal.

Hight y Carpenter (2009) identificaron la presencia de tres generaciones al año de la palomilla del nopal, tanto en áreas tropicales de los Cayos en Florida, hasta la costa cen-tral (Edisco Beach) de Carolina del Sur, donde se presentan temperaturas más frías en invierno. Sin embargo, Edisco Beach, es el sitio latitudinal más alto estudiado, por lo que en verano se presentan altas temperaturas. Esto se ve refle-jado en que en Sebring, Florida, el inicio del primer periodo de vuelo (generación uno) se da a mediados de febrero y el final del tercer periodo de vuelo (generación tres) es a mediados de noviembre, por lo que durante tres meses no hay adultos de la palomilla; por otro lado, en Edisco Beach, el inicio del primer periodo de vuelo se da a mediados de abril y el final del tercer periodo de vuelo es a finales de noviembre, es decir, las palomillas adultas están ausentes durante cuatro meses y medio. Sin embargo, en ambos si-tios se completaron las tres generaciones.

La utilización de la acumulación de los grados días de de-sarrollo (GDD) para estimar los ciclos de vida de insectos es un procedimiento de gran aceptación en muchos estudios entomológicos bajo condiciones de laboratorio debido a la relación entre el desarrollo de artrópodos y la temperatura (Tassan et al., 1983). En la Figura 3 se simboliza la capaci-dad térmica de todo el país, en este caso representada por la acumulación de GDD para la palomilla de nopal a partir de una temperatura base de 9°C que determinaron Legaspi y Legaspi (2008).

De acuerdo con Legaspi y Legaspi (2008) se requieren de

1500 GDD acumulados para contar con un ciclo completo de C. cactorum. Bajo este esquema, las franjas costeras del país representan las zonas con las mayores condicio-nes para establecimiento de la plaga ya que en ellas se pu-eden completar fácilmente las tres generaciones del insecto sugeridas por Hight y Carpenter (2009) en EUA. En tanto que, hacia el centro occidente y centro norte del país, la ca-pacidad térmica es menor y algunas áreas se presentarían una o dos generaciones al año. Esto se puede tomar desde dos puntos de vista, el primero es que en el centro del país tendría un menor impacto o un ataque más lento de la palo-milla del nopal que en las zonas costeras; el segundo punto de vista es que ante la detección de la palomilla del nopal tardaría más tiempo en declarase erradicada la plaga en la zona centro del país.

Riesgo fitosanitarioMéxico es considerado como uno de los principales cen-tros de diversidad de cactáceas (Vigueras y Portillo, 2001). A nivel mundial, se conocen alrededor de 200 especies del género Opuntia, y de éstas, 114 especies están pre-sentes en México. Cibrián (2010) hizo una recopilación de las especies que se han reportado como hospederas de C. cactorum y 29 de ellas, están presentes en Méxi-co. Flores (1997) menciona que las especies silvestres y cultivadas de nopal ocupan más de 3, 000,000 ha. En el SIAP (2008), están reportadas 80,752.77 ha sembradas con nopal destinadas a la explotación comercial (Cuadro 1 y Figura 2), la cual se lleva a cabo en prácticamente en todo el país con excepción de Quintana Roo, Campeche, Tabasco y Nuevo León. Vigueras y Portillo (2001) mencio-nan que algunas especies de Opuntia, representan la única vegetación silvestre de amplias zonas áridas y semiáridas en México, las cuales pueden quedar desprotegidas de la erosión si estas plantas son atacadas por la palomilla. Además, se estiman impactos importantes sobre la biodi-versidad (Sánchez et al., 2007; Zimmermann et al., 2000).

Cuadro 1 Superficie cultivada, producción y valor de la pro-ducción, México 2008

Cultivo

Tuna

Nopalitos

Nopal forrajero

Total

54,294.61

12,018.41

14,439.75

80,752.77

393,506.49

683,125.70

148,172.79

1,224,804.98

1,045,909.48

1,540,483.70

44,153.51

2,630,546.69

Superficie Sembrada (ha)

Producción(ton)

Valor producción (miles de pesos)

Reporte Epidemiológico Palomilla del Nopal-001

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De esta forma, se pueden distinguir tres zonas de acuerdo con el nivel de riesgo que implica la palomilla actualmente: Vertiente Golfo de México, Vertiente Pacífico y Zona Cen-tro. Aunque las costas del pacífico, del Golfo de México y de la Península de Yucatán presentan condiciones óptimas para el desarrollo y establecimiento de la plaga, la presencia de esta en los países del Caribe y en EUA, la zona cos-tera comprendida entre Tamaulipas y Quintana Roo se con-sidera como la del riesgo más alto; dentro de esta misma categoría se encuentra la costa de Oaxaca que se localiza sobre el Istmo de Tehuantepec, en esta zona no existen bar-reras orográficas que impidan el paso del viento entre las

dos vertientes oceánicas por lo que podría ser una vía fact-ible para la movilización de la palomilla hacia la costa del Pacifico Mexicano. Por su parte la zona centro del país se considera de riesgo bajo debido a que son zonas templadas que limitan el desarrollo del insecto (Figura 4).

Dadas las detecciones de la palomilla en Luisiana, el prin-cipal riesgo es que la palomilla se propague a zonas con mayor densidad de opuntias del suroeste de Estados Uni-dos (Texas, Nuevo México, Arizona y California) y después a México (Garrett, 2004). Los huracanes representan otro factor de riesgo de dispersión inadvertida del insecto al país,

Figura 3 Acumulación potencial de grados día de desarrollo para la palomilla del nopal (C. cactorum) en México.

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ya que el Caribe, donde la plaga está presente, es zona de paso de huracanes (Figura 2). De acuerdo con los primeros modelos de predicción para 2010, se espera que se pre-senten alrededor de 13 huracanes en la costa del Atlántico (Klotzbach y Gray, 2010) por lo que el monitoreo debe man-tenerse durante esa temporada y los meses subsecuentes como se tiene establecido en los actuales programas de tra-bajo para localizar posibles focos de infestación. Asimismo, es importante mantener informada a la población y se re-comienda la vigilancia en las garitas de inspección aduanal para de evitar el paso de material vegetal infestado con este insecto (Zimmermann et al., 2007).

Monitoreo Con el fin de poder detectar oportunamente la presencia de algún brote de Cactoblastis cactorum, en México opera una red de 1,286 trampas tipo ala, cebadas con feromona sexual atrayente de machos de dicha especie y 1,470 puntos de monitoreo permanente distribuidas en toda la costa del Golfo de México, desde la Península de Yucatán hasta el Estado de Tamaulipas (Figura 2), que cubren una extensión de 2900 km. Las revisiones de estas trampas se realizan semanalmente en los Estados de Quintana Roo y

Figura 4 Riesgo potencial de introducción de Cactoblastis cactorum

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Campeche, y cada 14 días en Yucatán, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas (SAGARPA, 2009). Además se cuenta con el seguimiento de la plaga que se hace en los Estados Unidos con monitoreo y puntos de presencia de la plaga, así como el establecimiento de parcelas centinelas para la detección temprana de la palomilla en el sureste y suroeste de EUA (GRI, 2010).

ReferenciasCABI, 2010. Crop Protection Compendium [online] disponible en http://www.cabicompendium.org/cpc/datasheet.asp?CCODE=CACTCA&COUNTRY=0. [Consultado el 4 de febrero de 2010]

Cibrián, J. 2010. Ficha técnica Cactoblastis cactorum.Colegio de Postgraduados. SINAVEF. Inédito. 20 p.

DOF (Diario Oficial de la Federación). 2009a. Acuerdo mediante el cual se declara erradicado el brote de palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum Berg.) en Isla Mujeres, Municipio de Isla Mujeres, Estado de Quintana Roo. Diario Oficial de la Federación, jueves 26 de marzo de 2009. México.

DOF. 2009b. Acuerdo mediante el cual se declara errad-icado el brote de palomilla del nopal (Cactoblastis cactorum Berg.) en Isla Contoy, Municipio de Isla Mujeres, Estado de Quintana Roo. Diario Oficial de la Federación, 12 de octubre de 2009. México.

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Flores, V. C. A. 1997. La producción de nopalito en Méxi-co, In R. E. Vázquez-Alvarado, C. Gallegos-Vázquez, N. Treviño-Hernández, and Y. Díaz-Torres [eds.]. Memorias. VII Congreso Nacional y V Congreso Internacional Sobre Conocimiento y Aprovechamiento del Nopal. Facultad de Agronomía, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monter-rey, Mexico. pp. 28-38.

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Klotzbach, P. J. y Gray, W. M., 2009. Extended range forecast of Atlantic seasonal hurricane ac-tivity and landfall strike probability for 2010, Tropical Mete-orology Project, Colorado State University, 9 de diciembre 2009 [online] disponible en: http://typhoon.atmos.colostate.edu/Forecasts/2009/dec2009/dec2009.pdf. [Consultado el 4 de febrero de 2010]

Legaspi J. C. y B. C. Legaspi. 2008. Cactus moth, Cactoblastis cactorum (Berg) (Lepidoptera: Pyralidae) In: John L. Capinera (ed). Encyclopedia of Ento-mology. Vol. 2. Springer Verlag. pp. 696-703.

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Vigueras G. A. L. y L. Portillo. 2001. Uses of Opuntia spe-cies and the potential impact of Cactoblastis cactorum (Lepi-doptera: Pyralidae) in México. Florida Entomologist 84(4): 493-498.

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Colaboraciones

Análisis de Riesgo Epidemiológico

Dra. María Guadalupe Galindo Mendoza

Dr. Cristóbal Aldama Aguilera

Dr. Víctor Hugo López Vázquez

Climatología

Dr. Carlos Contreras Servín

Dr. Marcos Algara Siller

Cartografía

M.C. Luis Alberto Olvera Vargas

Geo. Enrique Ibarra Zapata

Geo. Fabiola Mata Cuellar

Diseño

L.D.G. Ena Danaide Ramírez Dorantes

Consultor

Dr. Juan Cibrián Tovar

Datos

SENASICA/DGSV