los humanistas espaÑoles y los textos latinos...

23
LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS: UNOS EJEMPLOS Profra. Dra. Francisca Moya Universidad de Murcia La Filología Clásica, como es innecesario recordar, tiene como razón de ser unos tex- tos que, escritos en la antigüedad, hoy siguen siendo objeto de lectura e interpretación; si esos textos están a nuestra disposición para leerlos, corregirlos o entenderlos de manera incluso diferente a como se ha hecho antes se debe a que ha habido muchas personas que, desde el mismo momento de la escritura de los textos, han colaborado a que hayan podi- do llegar hasta nosotros; cada uno, a su manera, ha ayudado a la conservación, transmi- sión y comprensión de ellos; la mayoría de esas personas ha permanecido en el anonima- to, otras tienen su nombre grabado en las letras de oro en las Historias de la Filología Clásica; hay quienes han sido engalanados con plumas ajenas, pero lo importante es que el milagro se ha producido y hoy, y gracias a todos, incluso a los que no cumplieron con brillantez su labor, contamos con esos textos; es cierto que algunos hicieron deficiente- mente su tarea, no se esmeraron, por ejemplo, en la copia de un manuscrito, pero a ellos se puede deber -al copiarlo- que se salvase de la pérdida y que a otros después les fuese posible enmendar sus descuidos. Tampoco es necesario mencionar el papel que tuvieron los humanistas en esta misión de salvación, conservación y transmisión de textos; sin ellos, es posible afirmar, no existi- ría la Filología clásica. Ellos, además, no sólo ut cursores tradunt lampada, la lámpara en este caso de los textos, sino que sacan la llama de las cenizas, la avivan y la ofrecen a los que después vienen; la avivan con el amor al mundo clásico, con su preocupación por desentrañar los secretos de los textos, por conocer hasta lo más profundo ese inmenso y valioso legado de textos hechos vida, que ellos querían hacer renacer y actualizar del modo más fiel, sea lengua, pensamiento, ciencia o, en fin, las creaciones todas de los escritores clásicos. No vamos a insistir en el papel del Humanismo ni en los valores del Renacimiento, suficientemente conocidos gracias al trabajo de tantos y buenos investiga- dores que de ello se han ocupado y siguen ocupándose. Nuestro objetivo es mucho más modesto. Decíamos al principio que muchos nombres responsables del milagro de la transmi- sión de unos textos que transmitían la realidad del mundo clásico han quedado en el ano- nimato; éstos pueden ser los meros copistas, pero también otras personas que en un momento determinado (sea en la antigüedad, Edad Media, o posterioremente) han apor- tado, por ejemplo, a un manuscrito una varia lectio, o una glosa, o una explicación de mayor envergadura; estas aportaciones pudo después conocerlas, aprobarlas y hacer suyas otra persona, y no es extraño que en más de un caso a esa persona se atribuya la paternidad de algo que no era suyo; sólo era el hecho de haberlo considerado digno de 95

Upload: others

Post on 26-Feb-2021

8 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS:

UNOS EJEMPLOS

Profra. Dra. Francisca Moya Universidad de Murcia

La Filología Clásica, como es innecesario recordar, tiene como razón de ser unos tex­tos que, escritos en la antigüedad, hoy siguen siendo objeto de lectura e interpretación; si esos textos están a nuestra disposición para leerlos, corregirlos o entenderlos de manera incluso diferente a como se ha hecho antes se debe a que ha habido muchas personas que, desde el mismo momento de la escritura de los textos, han colaborado a que hayan podi­do llegar hasta nosotros; cada uno, a su manera, ha ayudado a la conservación, transmi­sión y comprensión de ellos; la mayoría de esas personas ha permanecido en el anonima­to, otras tienen su nombre grabado en las letras de oro en las Historias de la Filología Clásica; hay quienes han sido engalanados con plumas ajenas, pero lo importante es que el milagro se ha producido y hoy, y gracias a todos, incluso a los que no cumplieron con brillantez su labor, contamos con esos textos; es cierto que algunos hicieron deficiente­mente su tarea, no se esmeraron, por ejemplo, en la copia de un manuscrito, pero a ellos se puede deber -al copiarlo- que se salvase de la pérdida y que a otros después les fuese posible enmendar sus descuidos.

Tampoco es necesario mencionar el papel que tuvieron los humanistas en esta misión de salvación, conservación y transmisión de textos; sin ellos, es posible afirmar, no existi­ría la Filología clásica. Ellos, además, no sólo ut cursores tradunt lampada, la lámpara en este caso de los textos, sino que sacan la llama de las cenizas, la avivan y la ofrecen a los que después vienen; la avivan con el amor al mundo clásico, con su preocupación por desentrañar los secretos de los textos, por conocer hasta lo más profundo ese inmenso y valioso legado de textos hechos vida, que ellos querían hacer renacer y actualizar del modo más fiel, sea lengua, pensamiento, ciencia o, en fin, las creaciones todas de los escritores clásicos. No vamos a insistir en el papel del Humanismo ni en los valores del Renacimiento, suficientemente conocidos gracias al trabajo de tantos y buenos investiga­dores que de ello se han ocupado y siguen ocupándose. Nuestro objetivo es mucho más modesto.

Decíamos al principio que muchos nombres responsables del milagro de la transmi­sión de unos textos que transmitían la realidad del mundo clásico han quedado en el ano­nimato; éstos pueden ser los meros copistas, pero también otras personas que en un momento determinado (sea en la antigüedad, Edad Media, o posterioremente) han apor­tado, por ejemplo, a un manuscrito una varia lectio, o una glosa, o una explicación de mayor envergadura; estas aportaciones pudo después conocerlas, aprobarlas y hacer suyas otra persona, y no es extraño que en más de un caso a esa persona se atribuya la paternidad de algo que no era suyo; sólo era el hecho de haberlo considerado digno de

95

Page 2: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

aceptación, o digno de darlo a conocer. No es de extrañar y además está legitimado para ello1.

Pero esto no ocurre sólo en los manuscritos; también lo que un humanista dice en una obra llevada a la imprenta es utilizado por el que un poco o mucho después se ocupa de textos o temas semejantes2; lo suelen hacer sin mencionar sus fuentes, y es bastante fre­cuente que al posterior se le asigne lo que dijo o descubrió el anterior. El azar o la catego­ría de un humanista o el descuido de que han sido objeto algunas obras o autores pueden ser responsables de que ocurran estos hechos, y de que por ende queden en el anominato algunos nombres que no merecían estarlo.

En una suerte de anonimato están algunos humanistas, especialmente hispanos, cuyos nombres suelen, o solían, brillar por su ausencia en las historias de la filología clásica, o en los aparatos críticos de las ediciones, o cuya mención, si se hace, se suele limitar ape­nas a unas líneas. Este aserto implica, naturalmente, excepciones, y sobre todo causas.

Las obras de nuestros humanistas no han recibido la atención que merecían, es decir, el estudio en profundidad que es necesario llevar a cabo. Afortunadamente las cosas han ido cambiando y hoy sabemos mucho más del trabajo de los hispanos, pues sus obras están siendo sometidas a estudios serios por parte de un nutrido número de buenos inves­tigadores, y los resultados, como está constatándose, no son en modo alguno desprecia­bles.

Nosotros nos vamos a limitar a ofrecer algunos de esos resultados obtenidos por los miembros del grupo de investigación que en Murcia se dedica a valorar las aportaciones de los humanistas españoles a la Filología Clásica desde el prisma más concreto del texto y comentarios3. Han sido objeto de estudio el comentario de González de Salas al Satiricón de Petronio, el comentario de Juan Luis de la Cerda a Virgilio, el comentario de Nebrija a Persio, la edición de Lucilio preparada por Antonio Agustín en colaboración

1 Decía Jerónimo y se ha dicho muchas veces de modo semejante que hay que ofrecer múltiples posibilidades de lectura o interpretación; no sólo las de uno mismo. Recordamos sus palabras: Commentarii quidoperis habent? Alterius dicta edisserunt, quae obscure scripta sunt, plano sermo­ne manifestant: multorum sententias replicant; et dicunt: Hunc locum quídam sic edisserunt: alii sic interpretantur: Mi sensum suum et intelligentiam his testimoniis, et hac nituntur ratione firmare: ut prudens lector, cum diversas explanationes legerit et multorum vel probanda vel improbanda didice-rit, iudicet quid verius sit et quasi bonus trapezita adulterinae monetae pecuniam reprobet. Num diversae interpretationis, et contrariorum Ínter se sensuum tenebitur reus, qui in uno opere quod edisserit, expositionesposueritplurimorum? (adv. Rufin., adPammachium etMarcellam 16).

2 Se ha hecho siempre; como es sabido se utilizaban los textos clásicos o los de la antigüedad tardía, luego los medievales y posteriormente los del Humanismo; iban pasando de unos a otros textos que se copiaban, resumían, o amplificaban, se utilizaban los mismos ejemplos, y esto en obras de gramática, retórica, medicina, etc. Tampoco en esto hay que insistir.

3 Hablamos de humanistas en sentido amplio, pasando por alto divisiones cronológicas que dejarían fuera gran parte de lo aportado por los hispanos; sabemos muy bien que es difícil hablar de un humanismo hispano a la manera del que surgió en Italia, sabemos de las adversas condiciones sociales e intelectuales, también de que, pese a algunas figuras pioneras y aisladas, nuestros huma­nistas, por lo general, se retrasan en relación al resto de Europa; pero también sabemos que hubo algunas figuras muy importantes.

96

Page 3: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

con G. Faerno, el comentario de F. de Cáscales al Ars Poética de Horacio, parte de los comentarios de F. Arévalo a los poetas cristianos, la traducción de los Idilios de Teócrito por parte de Vicente Mariner, los comentarios incluidos en la Didascalia multiplex de Fernández de Córdoba, etc., aunque ahora, naturalmente, no vamos a hablar de todos4.

Los ejemplos que vamos a traer aquí, elegidos casi al azar, permiten avanzar juicios y extraer alguna conclusión que, contrastada con otras, y según se sucedan trabajos, podrán dar como resultado una objetiva y justa valoración de los humanistas españoles.

Quizá no esté fuera de lugar recordar, en cuanto a los textos latinos editados por los hispanos, que la mayoría estaban destinados a la enseñanza, como ocurría desde la anti­güedad; la enseñanza precisaba de textos y aunque en España se pudiera contar con edi­ciones hechas fuera de nuestro país, ello no era óbice, como ocurre siempre, para que los hispanos hiciesen las suyas, y lo hacían, como es habitual, teniendo en cuenta las anterio­res, pese a que no dejaran de aportar algunas novedades, como es igualmente usual.

Los textos latinos editados y comentados por los hispanos forman, como ya recorda­mos en otro lugar\ un corpus no insignificante, a la vez que variado, en el que encontra­mos a Cicerón, Claudiano, Festo, Horacio, Marcial, Mela, Persio, Petronio, Plinio, Prudencio, Salustio, Sedulio, Séneca, Solino, Terencio, Tertuliano, Valerio Flaco, Varrón, Virgilio, etc. Las razones de elección de estos autores casi pueden extraerse de la misma mención de los nombres. También obras "misceláneas", que comportan en su mayor parte "notas" o "comentarios" de pasajes escogidos de los textos clásicos, que son selec­cionados por razones diversas, tienen su lugar en España; aquí se incluyen, por ejemplo, Didascalia multiplex de Fernández de Córdoba, o Penthecontarcos de L. Ramírez de Prado".

Pero decía que iba a hablar en concreto de algunos de los resultados de los trabajos abordados en Murcia, y para ello comenzaremos destacando la importancia dada a los textos por parte de Antonio Agustín7.

El aragonés Antonio Agustín y Albanell (1517-1586) es, como se reconoce, uno de los humanistas españoles más destacados del siglo XVI. Sus trabajos propiamente filoló­gicos se gestan durante los años de su estancia en Italia (1535-1563), especialmente fruc­tíferos en este terreno. Sus estudios en Bolonia y Padua, así como su permanencia en Florencia, Venecia y Roma, le permitirán entrar en contacto con los más importantes humanistas italianos del s. XVI: Alciato, Vettori, Manuzio, Bembo, Faerno, Pantagatho, Panvinio, etc., bajo cuyo aliento acometerá la edición y comentario de diversos autores

4 Estas intestigaciones han visto la luz o están en prensa. 5 Puede verse F. Moya en "Mesa Redonda: Edición de textos latinos renacentistas. Estado

actual y proyectos", La recepción de las artes clásicas en el Siglo XVI (eds. E. Sánchez Salor, L. Merino, S. López Moreda), Cáceres 1996,695-700.

6 De Ramírez de Prado o "atribuido a él". Cf. J. Solís de los Santos, "El humanista extremeño Lorenzo Ramírez de Prado, entre Céspedes y el Brócense", La recepción de las artes clásicas, o.c, 669-678.

7 Lo que decimos a continuación se debe al trabajo de J.C. Miralles Maldonado, autor de la Tesis Doctoral, Los fragmentos de Lucillo en la "edición " inédita de Antonio Agustín: estudio y comentario, defendida en la Universidad de Murcia en 1993, y publicada, también en Murcia en 1994.

97

Page 4: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

latinos8, aunque muchos proyectos suyos quedaron inacabados: tal es el caso, por ejem­plo, de su recopilación de Fragmenta Latinorum Scriptorum, hoy conservada en los manuscritos 7901 y 7902 de la Biblioteca Nacional de Madrid. En su estado actual con­tiene los fragmentos de 56 autores, conformando lo que parece ser un proyecto de edición que jamás fue culminado. Pese a ello, se hallan importantes aportaciones al texto de diversos autores latinos'.

Véase, a modo de ejemplo10, el fr. 189-190 de Lucilio, donde el humanista aragonés propone leer Scriptoris en lugar de la forma divulgada Scriptores. Hoy la conjetura Scriptoris es unánimemente aceptada por los modernos editores del satírico:

Si tam corpus loco validum ac regione maneret Scriptoris quam vera manet sententia cordi.

También hallamos contribuciones en otras obras inéditas como el manuscrito Escorial S-II-18, que reúne una miscelánea filológica del humanista aragonés, o diseminadas por su correspondencia con otros destacados humanistas. En sus cartas perviven abundantes comentarios encaminados a depurar los textos de Cicerón, César, Tito Livio, los Padres de la Iglesia, etc. Gracias a este fructífero intercambio con la comunidad de los humanis­tas, muchas de sus correciones y lecturas perviven en las ediciones y comentarios de sus coetáneos".

Recordamos un par de ejemplos de su actividad crítica, transmitidos por el citado manuscrito S-II-18 y su correspondencia, respectivamente:

En el manuscrito escorialense Antonio Agustín propone corregir un pasaje del comienzo de la Guerras de las Galias de César: Quod undique loci natura tuti Helvetii continerentur (1, 2, 3).

A su juicio, "delendum est verbum TVTI, quod rem totam obscuram et ineptam reddit; et cum de ea re Octavius Pantagathus dubitaret, ita scriptum esse reperi in Bibliotheca Vaticana".

8 Cf.Su interés por depurar los textos se manifiesta ya en su primera publicación: Emendationum et opinionum iuris civilis libri IV (1543); su afán por restituir la forma original a los textos antiguos el que le llevó a interesarse predominantemente por los lexicógrafos latinos. Surgen, de este modo, sus ediciones del De lingua latina de Varrón (1557) y de los epítomes de Festo y Paulo Diácono (1559). Pese a sus limitaciones metodológicas, estas ediciones alcanzaron un notable prestigio entre sus contemporáneos, hasta el punto de que, por ejemplo, su edición varroniana mantuvo su vigencia como editio vulgata hasta el siglo XIX Cf. C. Gallardo Mediavilla, Antonio Agustín, filólogo: ediciones de autores latinos y las "Misceláneas filológicas, Tesis Doctoral inédita, Madrid, Universidad Autónoma, 1983; y "Antonio Agustín, editor de Festo", en Los humanistas españoles y el Humanismo europeo, Murcia 1990, 151-154.

' Cf. J.C. Miralles, Los fragmentos de Lucilio, o.c, pp. 1-101, en que se traza un repaso de la vida y obra de A. Agustín.

10 El buen número de correcciones de Agustín-Faerno, que han sido recogidas por las modernas ediciones pueden verse en la edición y comentario de ellas en J.C. Miralles, o.c, especialmente 568-571, en que se relacionan.

" Sería conveniente, junto al análisis de su obra publicada e inédita, un concienzudo estudio de su epistolario para calibrar el alcance de su talante crítico.

98

Page 5: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

Los editores modernos de César coinciden al considerar tuti una interpolación tardía que hay que eliminar; así lo consideró Agustín, pese a la duda de Pantagatho.

En una carta enviada a su amigo Panvinio (1558), Agustín comenta un lugar del dis­curso ciceroniano Pro A. Cecina (103). El humanista aragonés considera que, donde dice a P. R. hereditates capere potuisse, debe decir a civibus Romanis, es decir, la abreviatura debe ser C.R., como en algunos manuscritos se encuentra. Además, justifica conceptual -mente esta lectura, ilustrándola con un pasaje del jurisconsulto Ulpiano12.

Pero no queremos dejar de insistir en esa visión suya de la necesidad de una labor de colaboración, de lo fecundo que es el intercambio de ideas, la discusión de cuestiones filológicas, el aprender de otros y enseñar a su vez"; en este sentido destaca su relación con G. Faerno, que dio resultados muy positivos, tanto en el texto de Lucilio, como en el de otros autores14.

A los humanistas españoles no les era ajena la emendatio del texto; muchos hubo que supieron corregir sabiamente lecturas defectuosas o elegir acertadamente entre las trans­mitidas; además, y en contra de lo que ocurre en otros casos, sí se conocen y, por lo gene­ral, reconocen estas o algunas de estas aportaciones15.

La atención al texto se observa en los comentarios de autores llevados a cabo por his­panos16. Es el caso, por ejemplo, de Antonio de Nebrija, que, entre otras muchas obras, es

12 Cf. C. Flores, Epistolario de Antonio Agustín, Salamanca, 1980. 13 Cf. C. Gallardo Mediavilla, "Antonio Agustín y los filólogos italianos: una relación de amis­

tad y mutua colaboración", Myrtia 2 (1987), 31-41. 14 Cf. J.C. Miralles Maldonado, "Las aportaciones de A. Agustín y G. Faerno a la enmienda de

los Fragmentos de L. Pomponio", Myrtia 8 (1993), 63-98; "G. Faerno (1510-1561): la métrica como disciplina auxiliar de la crítica textual", Bibliothéque d'Humanisme et Renaissance, 57 (1995), 407-417; "Afranius vv. 322-23 Ribbeck", Mnemosyne 49, f.l (1996), 5-66; "Algunas apor­taciones de A. Agustín y G. Faerno a la enmienda de los fragmentos de Lucilio (BN 7901-2): libros I y Π", en MAESTRE-PASCUAL-CHARLO (eds.) Humanismo y pervivencia del mundo clásico, Homenaje alpr. Luis Gil, Cádiz 1997, v. II519 - 530.

15 Cf. por ejemplo, L. Cardón, Antiquae Lectiones, Antuerpiae, 1576, o el que hombres como el Brócense, Chacón, Núñez, tienen su nombre junto al de Pomponio Mela {cf. C. Guzmán Arias, Pomponio Mela. Corografía, traducción y notas, Murcia, 1989; "El Brócense, editor de Pomponio Mela", Estudios Románicos. Homenaje al Profesor Luis Rubio, Murcia, 1989, v. I, 557-561, "Pervivencia de las aportaciones del Pinciano al De Chorographia de Pomponio Mela", Actas del IX Simposio de Estudios Clásicos, Barcelona 1991, v. 1,411-419; "La obra de Pomponio Mela en el Humanismo español", Humanismo y Pervivencia del Mundo Clásico I. 7, Cádiz 1993,507-512.

16 Sobre el comentario, pueden verse los trabajos, casi todos ya clásicos, de O. Besoni -C. Caruso, // commento ai testi (eds.), Basel-Boston-Berlín-Birkhaüser, 1992, A. Buck-O. Herding (eds.), Der Kommentar in der Renaissance, Boppard, 1975; G. Catanzaro- F. Santucci (eds.), Commentatori e traduttori di Properzio dall'Umanesimo al Lachmann, Assisi, 1996; A. Grafton-L. Jardine, From Humanism to the Humanities, Harvard, 1986; J. Kraye (ed.), Introducción al Humanismo renacentista, Madrid 1998 (trad. edición de Cambridge 1996); G. Mathieu Castellani -M. Plaisance (eds.), Les commentaires et la naissance de la critique litteraire, París, 1990; J. Rico Verdú, "El comentario de textos en el Siglo de Oro", Humanismo y pervivencia del mundo clásico. (J.M. Maestre, P. Barea eds.), Cádiz 1993,1, 2, 877-898.

99

Page 6: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

editor e intérprete de Persio17.

El comentario de Nebrija se inserta en una línea de trabajo que contaba con importan­tes precedentes. El texto de Persio había sido editado, y también comentado por Fontius, Britannicus, Badius Ascensius, Plautius, Scipio Ferrarius; de Politianus y Beroaldus eran unas Praelectiones1* y de Politianus un Commentum, inédito hasta hace relativamente poco", aunque debió de circular manuscrito, amén del llamado Cornuti Commentum20.

Cualquiera de los comentarios editados podía servir a los estudiosos españoles, pero sin duda Nebrija sabía que podía hacer su "libro", con unas características especiales, brevedad, claridad y no exclusión de nada que fuese necesario para comprender la obra. Son las cualidades que "le pide" D. Juan de Zúñiga, que le encargó el trabajo, rogándole sin duda que editara lo que Nebrija había llevado a cabo en sus clases. Don Juan quería leer y entender a Persio y para ello, dice, no le valían los comentarios existentes, unos eran muy largos y farragosos, otros dejaban sin explicar cuestiones necesarias21.

Nebrija utilizará estas obras ya impresas y reflexionará sobre el texto para así elegir entre las variantes encontradas, y, si bien es cierto que todas las lecturas elegidas conta­ban con precedentes, su defensa de ellas se basa casi siempre en su condición de gram-maticus o es guiada por el sensus22.

Pero vamos a centrarnos en el comentario propiamente dicho. Nebrija conocía muy bien los comentarios anteriores, y va a actuar como se hacía en esta clase de trabajos23;

17 El comentario apareció en Sevilla en 1503; nosotros manejamos el ejemplar de la edición, también sevillana de 1504, uno de cuyos ejemplares se encuentra en la Biblioteca Universitaria de Murcia: Aelii Antonii Nebrissensis grammatici in A. Persium Flaccum poetam satyricum Interpretatio cum quibusdam quae a librariis depravata atque detorta fueruntper eundem recogni-ta et ad unguem emendata ac noviter impressafoeliciter incipitur. Esta obra ha sido objeto de la Tesis Doctoral de M. del Amo Lozano, Los Comentarios de Nebrija a Persio. Edición y estudio, presentada en la Universidad de Murcia, 1999, en la actualidad en prensa. Sobre otros comentarios de Nebrija puede verse C. Codoñer-J.A. González Iglesias (eds.), Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, Salamanca, 1994, y allí, como en la Tesis citada, la información y bibliografía per­tinente.

18 Todas estas ediciones estudiadas y analizadas pueden verse en el mencionado trabajo de M. del Amo.

19 Angelo Politiani Commento inédito alie Satire di Persio a cura de L. Martinelli e R. Ricciardi, Firenze 1985.

20 En el renacimiento carolingio se produce la consolidación de materiales tanto antiguos como recientes para configurar un comentario; el llamado Cornuti Commentum es de carácter ecléctico, dada su procedencia. Fue editado en 1499.

21 Así lo manifiesta Nebrija en la dedicatoria de su obra. 22 Así es el caso de Poetidas (pr. 13), melos (pr. 18), doctus (I 86), praegrandi (I 97), ebuliat (II

10), jarre (VI12), etc. En M. del Amo puede verse el estudio, discusión, cuadros contrastivos, etc., que avalan lo dicho.

23 Responde al ideal de "comentario" que veíamos en el texto de Jerónimo, que es asumido por Philippus Beroaldus. Dice así: Sed iam enarrationem auspicemur, in qua non solum quid nobis pla-ceat, sed quid alus etiam videatur explicabimus. Nam ut inquit divus Hieronymus commentatoris ojficium est multorum sententias exponere ut prudens lector, cum diversas explanationes legerit,

100

Page 7: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

repetirá lo dicho por los que le precedieron, aunque en menor medida que lo hicieron otros24; en ocasiones, se mostrará "resumidor", a veces ecléctico, y algunas otras, original25. Nebrija no cita, salvo excepciones, a ningún comentarista, como era igualmen­te habitual; no había necesidad de justificar el hecho de reproducir lo que ya había sido dicho; se trataba de materies publica, y todos actuaban de semejante manera; no conocer esta realidad nos llevaría a acusar de "plagio" a autores que no hacen sino continuar una tradición secular26.

Esta manera de actuar se comprueba fácilmente si se echa una ojeada a las respectivas explicaciones de algunos lugares en los distintos comentaristas27. Se comprobará cómo todos repiten semejante información, cómo las mismas palabras están en Britannicus y Scipio Ferrarius, y observaremos la brevedad de Nebrija (sólo comparable a la de Fontius), amén de su claridad, o el que a veces omite reproducir los textos clásicos aduci­dos por los anteriores, pero, sin embargo, suele aportar él alguno nuevo, siendo los de Virgilio bastante frecuentes.

Una de sus características y virtudes consiste en no hacer alarde de erudición, tantas veces extemporánea, no tomar el texto como pretexto, sino limitarse a aclarar o facilitar la mejor comprensión del mismo.

La originalidad de su comentarios, es posible afirmar, está en relación con su oficio de gramático; Nebrija es el que más veces se detiene, por ejemplo, en aspectos sintácti­cos, o en aclarar el léxico o en reordenar el texto para facilitar la comprensión al lector de Persio, así como en distribuir el texto entre los interlocutores28, cuestión ésta de grandísi­mo interés, aunque no siempre haya sido premiado con el acierto; sin embargo, no le inte­resan casi nunca cuestiones de tipo literario.

Pero todo autor quiere aportar novedades, y nosotros podemos extraer algún rasgo de novedad, por ejemplo, en lo que dice a propósito de ducitur/conditur del verso II14.

Nerio iam tertia ducitur/ conditur uxor.

iudicet quid verius sit et quasi verus trapezita adulterinae monetae pecuniam reprobet et probam sinceramque recipiat. Lo leemos precediendo a su enarratio properciana (Commentarii in Propertium a Ph. Bewaldo editi, publicados en Venecia en 1493; la primera edición apareció en Bolonia en 1487).

24 Por ejemplo Scipio Ferrarius copia literalmente. 25 La originalidad le viene de su trabajo de gramático y su interés por el léxico {cf. el papel de

"sinónimos facilitadores de la comprensión") y la lengua; también le preocupa "reordenar el texto de Persio" para facilitar su mejor comprensión, y de modo muy especial la búsqueda del sensus; todo ello detalladamente mostrado en M. del Amo; puede verse también F. Moya-F Fortuny-M. del Amo, "Gramática... et enarratio auctorum. El comentario de Nebrija a las Sátiras de Persio", Actas del Congreso internacional de Historiografía lingüística, Murcia 1994, 389-402.

26 Ahora bien, el estudio llevado a cabo sí ha mostrado su preferencia por el comentario de Britannicus, y por tanto el que sea a él a quien más de cerca sigue.

27 Algunos de ellos han sido reproducidos en el trabajo de M. del Amo, que venimos citando {cf. pp. 30-44), y las conclusiones son siempre las mismas o muy semejantes.

28 Cf. Cortés Tovar, "El comentario del gramático Elio Antonio de Nebrija a Persio" en Codoñer-González Iglesias, Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, Salamanca, 1994, 205-214.

101

Page 8: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

Habla Persio de un avaro que siente envidia de que Nerio haya enviudado y por tanto heredado más de una vez. Las ediciones de que disponía nuestro humanista ofrecían, unas, conditur, otras, ducitur. Nebrija elige ducitur, lo que no tiene nada de particular, pero es "original" al defender -en su explicación sitúa esto en primer lugar- que el verbo aquí está utilizado con la significación de casarse (uxorem ducere), no de "enterrar", como hacían los otros, que consideraban que ducitur tenía un valor semejante a conditur o effertur.

Dice Nebrija en su comentario: NERIO IAM TERTIA DUCITVR vxor, quasi dicat, beatus Nerius qui iam ducit uxorem tertiam cum duas extulerit et quarum morte duas dotes lucratus est, es decir, ha enterrado a dos esposas de las que ha heredado y ahora se casa por tercera vez y, con suerte, morirá también ésta y volverá a heredar.

Pero Nebrija, de acuerdo con su oficio, no deja de ofrecer la otra interpretación, que también conoce, es decir, la de Fontius, Britannicus, Plautius, y Badius, aunque no los menciona; se limita a decir: aut "ducitur tertia uxor", id est, effertur, ut Iuvenalis <1, 146>: ducitur iratis plaudendumfunus amicis.

Parece, pues, que fue el primero en optar por esta interpretación; ciertamente ducere como "conducir al sepulcro" aparece en contextos funerarios29; si ducitur era la lectio genuina, conditur pudo ser -parece más probable- la glosa que se ofreció a ducitur entendido en la acepción de "es enterrada".

Aunque conditur es la lectio que predomina en las ediciones modernas30, que cuentan entre los antecedentes a Casaubonus31, con todo, O. Jahn32, el gran editor de Persio, o J. Conington33 eligen ducitur como hiciera Nebrija.

Estamos recordando insistentemente que los comentaristas suelen utilizar los comen­tarios anteriores y que este hecho es responsable de que a veces se atribuya a uno poste­rior lo que antes otro ya dijo, y que en esta cadena de comentarios algunos salgan "favo­recidos" en las atribuciones. En cuanto a Persio, Casaubonus, magnífico editor del satírico, suele ser el más conocido y utilizado y, por tanto, al que suele atribuírsele la paternidad de muchos logros, no siendo éstos siempre suyos.

Vamos a tratar de ilustrarlo con uno de los lugares más discutidos de Persio, que se encuentra al final del Prólogo o coliambos.

corvos poetas, etpoetidas picas cantare credas Pegaseium melos/nectar.

29 Además del texto de Juvenal aducido, cf. VERG. georg. 4, 256 y el comentario de Servio al verso virgiliano.

30 Así, por ejemplo, F. Villeneuve, Les Satires de Perse, París 1918; W.V. Clausen, A. Persii Flacci et D.Iuni Iuvenalis Saturae, Oxford, 1966, A. Cartault, Perse, Satires, París, 1921, G.C. Ramsay, Juvenal and Persius, Harvard, 1918, Μ. ΌοΙς,Α. Persii Flacci Satires, Barcelona, 1954.

31 Auli Persii Flacci Satirarum Líber. Isaacus Casaubonus recensuit et (..) ilustravit (..), París 1605.

32 Auli Persii Flacci Satirarum líber, cum scholiis antiquis, Leipzig 1843. 33 The satires ofA. Persius Flaccus, Hildesheim 1987 (=18933; la primera edición es de 1855).

102

Page 9: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

Nebrija dice así: MELLOS PEGASEIVM, id est, carmen poeticum; quia ut diximus Pegasus equus alatus fontem illum Hippocrenem Musís sacrum ictu pedís elicuit. Ángelus Politianus34 códices vetustos ostendit in quibus pro mellos nectar35 erat scriptum, idque ratio carminis iambici hipponactici exigebat. Sed Hermolaus Barbarus36 non minoris auctoritatis vir Homeri carmen affert ex Hymnis <h. Mere. 502> illius, in quo mellos primam producit. Quare lectio communis defendenda est, et mellos per dúplex .1. scribendum; vel ita legendum: "cantare Pegaseium melos cre-das ".

Nebrija en esta ocasión sí menciona que Poliziano defendía néctar, al ser necesaria una sílaba larga en la posición penúltima37, pero también sabía que Hermolao Bárbaro decía que en melos podía duplicarse la 1 {mellos), y resolverse así el problema del verso; pero además era posible cambiar el orden de las palabras. Nebrija, pues, mantiene melos (o mellos), como ya ofrecían otras ediciones38.

Reparemos ahora en lo que dice al respecto Casaubonus: MELOS membranae omnes, etsi dubitationem veterum criticorum produnt scholia vetusta, quae néctar ab aliis scribi testantur. Puto mirum Mis visum esse, Persium in carmen Latinum licentiam Graecanicam invexisse, nam si Graecis literis vel levissime tincti erant, quam vim habeant liquidae consonantes apud illorum poetas non poterant ignorare. Homerus in duobus continuis versibus hymni in Mercurium et corripuit et produxit priorem vocis μέλος.

Ninguna mención hace Casaubonus de lo dicho por Poliziano y Hermolao Bárbaro, ni mucho menos de lo que aparecía en Nebrija; él también prefiere melos, y aduce el mismo texto del himno homérico; sin citar a nadie, alude a la duda de otros y a la licencia que, a imitación del griego, podría aparecer aquí, es decir que la e de melos pudiese ser también larga.

Aunque en las ediciones modernas se prefiere néctar a melos, hemos traído aquí las palabras de Nebrija y Casaubonus como ejemplo de lo que venimos diciendo; Turnebus y sobre todo Casaubonus son mencionados como responsables o defensores de melos, mientras que el nombre de Nebrija, entre otros, ha sido silenciado, aunque con una excepción, la de Villeneuve. Pero también lo hemos elegido porque es un ejemplo en parte curioso de una polémica que se mantiene hasta nuestros días, y porque es un caso claro de cómo se dan coincidencias entre personas que se enfrentan con un texto.

34 Cf. Angelo Politiani Commento inédito alie Satire di Persio a cura de L. Martinelli e R. Ricciardi, Firenze 1985, p..

35 En algunas ediciones de Nebrija se lee equivocadamente carmen en vez de néctar. 36 Cf. H. Barban Castigationes Plinianae et in Pomponium Melam, ed. G. Pozzi, v. III, Padova,

1979,1057-1058. 37 Politianus, al parecer el primero (O. Jahn lo atribuye a Reizius), y partiendo de \afides de un

comentario antiguo, prefirió néctar. Decía así en su comentario: NÉCTAR non mélos: nam praeter-quam quod versus non stat, etiamfide antiquissimi commentarii refellitur.

38 El alargamiento era semejante al que ocurre en relliquias Danaum de Virgilio (Aen. I 30 y III 87).

103

Page 10: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

Así, Paratore39 confiesa que él propuso el cambio de orden melos credas en vez de credas melos, sin saber que ya lo había propuesto Nebrija, dato que, confiesa, conoció después a través de Villeneuve. Sin embargo, sigue atribuyendo a Casaubonus la pro­puesta de considerar la e larga, cuando un siglo antes que Casaubonus lo había hecho Nebrija, lo había hecho Scoppa40 y antes Hermolao Bárbaro, si no lo hicieron antes otros que han permanecido en el anonimato.

En fin, estos datos son un exponente de lo que suele ocurrir en cuestiones de atribu­ción, cuando lo cierto es que noticias, ideas, correcciones, etc. pueden surgir iguales en más de una persona, y también lo es que unos pueden leerlos y tomarlos de otros; el comentario de Casaubonus constituye un hito importantísimo en el entendimiento de Persio, pero sus logros no todos proceden de su trabajo; bebía de los otros y los utilizaba, y silenciaba la fuente. Esto, a nuestro juicio, lo podemos ver en el siguiente ejemplo.

Nebrija en su comentario a Persio 4 ,22 decía así:

CVM CANTAVERIT OCYMA, id est, castigans dixerit obprobria, VERNAE DISCINCTO, id est, servo negligenti et cessatori, quem reprehendens probris et maledictis insectatur. Nam "ocymum " illud quod in pabulum bobus seritur, atque Mis profarragine datur, cum maledictis et obprobriis seri iubetur ut cito crescat. Plinius li. XIX <nat. 19, 120>: nihil, inquit, ocymo foecundius, cum maledictis et probris serendum praecipiunt, laetius proveniet. "Ocyma" igitur pro maledicta et probra posuit; nam huic poetae non est insuetum licenter atque a remotissimis rebus sumptis translationibus uti. Alii aliter ena-rrant hunc locum; ego inventioni meae faveo, doñee quispiam aliud melius invenerit; nam ante hac inventa non placent.

El hispano interpretaba cantare ocyma, "pregonar albahaca", como "decir insultos regañando"; los insultos eran dirigidos a un esclavo desceñido (vernae discinto), es decir a un siervo negligente y perezoso, a quien se ataca reprehendiéndolo con insultos e inju­rias; basaba su interpretación en que cuando se siembra ocymum (como pasto para los bueyes que se les da en lugar de forraje) hay que sembrarlo con injurias e insultos para que crezca rápidamente. Aduce un texto de Plinio, en que se decía que nada más fecundo que la albahaca, que, recomiendan sembrar siempre con insultos e injurias para que sea más fértil. Insiste, pues, Nebrija en que Persio puso ocyma, en vez de injurias e insultos, puesto que este poeta usa frecuentemente de muy libres metáforas tomadas incluso de cosas muy lejanas. Deja constancia de que otros explican este lugar de otra manera; pero él se queda con su interpretación hasta que alguien encuentre algo mejor, pues las inter­pretaciones anteriores no le agradan. Es decir, deja claro que lo que dice es inventio pro­pia, y no hay razón para no creerlo.

Casaubonus interpretará ocyma de la misma manera que Nebrija, aducirá el mismo texto de Plinio, pero no mencionará el nombre de nuestro humanista, aunque sí hará un gran alarde de erudición aduciendo otros textos y deteniéndose de modo pormenorizado a hablar de esta hierba, describir sus "cualidades" o referir sus nombres en griego y árabe, etc.

' Biografia e poética de Persio, Firenzae 1968 en "L'ultimo verso dei Choliambi di Persio". ' Cf.M. del Amo, "Las anotaciones de L.I. Scoppa a la obra de Persio", Myrtia, 12 (1997), 71-

104

Page 11: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

Comenzaba así su explicación: Cum bene discincto cantaverit ocima vernae, mulier-culae quas diximus solent Ínter se et cum obviis quibusque certare maledictis et convitiis; non enim sine re dicit Líberpater apud Aristophanem: έλεγχ', έλεγχου• λοιδορεΐσθαι δ'ού πρέπει άνδρας ποιητάς ώσπερ άρτοπώλιδας" quid turpius, quid persona alicuius

honestatis indignius, quam ita inforo convitiis et malis dictis cum quoquam certare?

quare Latinus hic Sócrates ut infra abiectissimos deiiceret suum illumferocem iuvenem, non solum aniculae eum comparat, sed aniculae pannuciae, cuiusmodi sunt quae panem aut olera vendunt inforo: et hoc amplius, aniculae pannuciae conviciatrici. mira δείνω-σις ingeniosissimi poetae. cantare ocima vernae, poeticé dictumpro dicere atque ingere-re servulo opprobria, et ea quae solent cantan cum ocima seruntur: hoc est maledicta. Plinius lib. XIX. cap. VIL Nihil ocimo foecundius, cum maledictis etprobris serendum praecipiunt, ut laetius proveniat superstitio veterum, cui símiles apud Plinium et aucto-res rei rusticae multae, ñeque magis mirabile quod vel cyminum vel ocimum maledicen-tes sererent, quam quod sacra quaedam maledictis et execratione celebrarent, ut ait Lactantius, libro primo, cap. XXI41.

41 Con el fin de evidenciar las relaciones y contrastes con el comentario de Nebrija, nos ha pare­cido útil reproducir en nota la continuación de lo dicho por Casaubonus, aunque poco o nada aporta al entendimiento de Persio, una vez que se acepta la equivalencia de ocyma a maledicta, "opro­bios", "injurias", etc. Así leemos: Ocimum vero herbam, quam et βασιλέων Graeci dixerunt, eaque appellatio in idiotismo nostro mansit, multi veterum sunt abominati, praecipue Chrysippus de quo Plinius libro XIX cap. XII eadem tangit et Dioscorides etfusius Sotion apud Geoponicorum aucto-rem; herba est odoris acris, de qua etiam hodie mulierculae similia blaterant iis quae nugativete-res, de generatione scorpionum, et nescio quibus fabulis. Extitere memoria patrum quídam eruditi medici, qui hanc herbam non ocimum sed ozimum vocandam contenderent παρά το ό'ζειν, propter odoris acrimoniam, quae praeceptio, etsi locum habere non potest, confutata auctoritate tot Graecorum et Latinorum scriptorum quot sunt qui eius plantae meminerunt, praeterea Graecorum Lexicis, quae erroris suspicionem omnem amovent, videtur tamen non recens nata, nam in vetustis-simis membranis Puteani pro ocima plañe scriptum ozima offendimus; quomodo in libris medico-rum qui ante renatas literas proximis seculis scripserunt, autArabum libros verterunt, scimus legi passim. Ocimum autemperi non per y hanc plantam nominant Graecorum et Latinorum códices, ut est a nobis studiose observatum, quam longe distent ocymum Catonis et alionan ab hoc ocimo, non est huius loci explicare, tantum dicam ocimum esse Dioscoridis et Plinii, quod in secundo libro Aboali principis describitur, nominaturque bazarug vel badarog, ut alii pronunciant, at quod vocant garyophillatum ocimum, in eodem Avisenae libro phelengeschmiki dicitur, non ut habet Bellunensis salamamilki, ñeque item ut Serapionis interpres, berengemisch, duobus modis Árabes huius plantae nomen efferebant, phelengemischki et pherengemischki, quarum appellationum prior apud Avisenam restituenda, posterior apud Serapionem. I etr in ómnibus linguis facile invi-cem commutantur; fuisse autem utramque scriptionem Arabibus in usu diserte observat Arabs auc-tor qui medicum Lexicón scripsit, quod in illustrissimi Electoris Palatini Heidelbergensi bibliothe-ca servatur. Is liber utilissimus fuerit ad corrigendas mendas illas quibus Arábica editio Avisenae, et omnes Arabum interpretes passim scatent; necpauca in eo genere nobis obsérvala, cum superio-ribus mensibus beneficio Georgii Michaelis Lingelshemii, viri nobilissimi, et virtute ac eruditione praestantissimi, illius libri usum ab óptimo principe impetrassemus. Sed de his volente Deo alias.

105

Page 12: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

Sin negar la posibilidad de que Casaubonus, sin conocer la interpretatio de Nebrija, hubiese coincidido con él, lo que sería también un elogio para Nebrija, a éste al menos le pertenece la primacía en el tiempo; los comentaristas se suelen limitar a decir en relación a este lugar que "grita albahaca" sin ir más allá42.

Y nada más acerca de este comentario que gozó en su tiempo de bastante prestigio43, aunque, como los otros, quedase relegado al olvido después de que Casaubonus editase el suyo.

Nos ocuparemos ahora de otro hispano, Francisco Fernández de Córdoba, que se inserta con su Didascalia múltiple** entre los que discuten "lugares" difíciles, o que con­sideran no satisfactoriamente interpretados. Algunos de sus aportaciones ya han sido objeto de atención45; en ellas suele destacar, a la vez que su buen hacer filológico, una especial facilidad, una especie de sentido común para descubrir soluciones a problemas o aparentes problemas, a los que se habían dado, según él, a veces disparatadas interpreta­ciones, o para saber elegir de entre propuestas la "verdadera". Valgan dos ejemplos como muestra.

En el capítulo 33, que lleva por título Somni parentes quifuerint; Senecae in Hercule furente locus adversus aliorum sententiam congrue declaratus, acierta plenamente al comentar un verso de Séneca del Hercules Furens. El pasaje es el siguiente46:

Tuque o domitor Somne malorum, requies animi, pars humanae melior vitae, volucre matris genus Astraeae (vv. 1065-1068).

42 Scoppa sugiere leer ocia interpretado como "placeres que provienen del ocio", aduciendo como paralelo OV. rem. 140.

43 La importancia que tuvo esta interpretatio nebrisense la constatan además algunos hechos significativos; Badius Ascensius lo incorpora a la edición de Persio que llevó a cabo en 1523, R. Stephanus editó el comentario en 1527, y todavía más tarde se incluye en la edición de Basilea de 1551, de Froben (a los comentarios de la edición de Badius añade los de Caelius Secundus Curio, H. Buschius y Scoppa; cf. M. Robathan -F. Cranz, "Persius" en F. Ed. Cranz-PO. Kristeller, Catalogus translationum et commentariorum. Mediaeval and Renaissance latín translations and commentaries, v. III, Washington 1976, 201-312).

44 Francisci Fernanda de Cordova Didascalia multiplex, Lugduni 1615. 45 Cf., F Moya, "La Didascalia multiplex de Francisco Fernández de Córdoba: sus aportaciones

a la Filología Clásica", en Homenaje a Pedro Sainz Rodríguez, Madrid, 1986, t. II, 437-459. 46 Ese es el texto de Fernández de Córdoba y de los manuscritos que podían conocerse; el pro­

blema del tríbraco inicial (volucre) lo intentó resolver F. Leo con la adición de la interjección o (volucre o matris genus Astraeae). El problema que planteaba Astraeae lo intentó resolver Bentley con la conjetura asteriae, más inexistente en latín que astraeae. En cuanto a el problema del "trí­braco" inicial se resuelve, si se acepta la lectura volucer del codex Etruscus, que no pudo conocer Fernández de Córdoba, y asimismo de los códices Scorialensis T. III. 11, Parisinas 8.260 y Cantabrigiensis Corpus Christi College 406; volucer tiene cabida en el verso como epíteto de genus y no sólo por constructio ad sensum.

106

Page 13: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

"Y tú, Sueño, que domeñas los males, descanso del alma, la mejor parte de la vida de los hombres, alada descendencia de tu estrellada madre47".

Decían los estudiosos que con Astraea Séneca se refería a la Justicia, y para defender­lo aventuraban algunas interpretaciones juzgadas bastante extrañas por nuestro humanis­ta; éste no las acepta, al no entender qué relación hay entre la Justicia y el Sueño, y sobre todo sabiendo él que el Sueño, como decían los textos desde siempre, era hijo de la Noche. Ve con claridad qué quiso decir Séneca; la madre "astrea" es la madre estrellada, la señora de las estrellas o de los astros, es decir, la Noche, verdadera madre del Sueño, y va ofreciendo en su apoyo citas de autores clásicos, griegos y latinos48; y aunque esto ya sería suficiente para entender el pasaje, no se olvida de otra posibilidad; podría Séneca haber llamado a la Noche mater astraea por el hecho de que los llamados "hermanos astreos", a saber, los vientos Céfiro, Bóreas y Noto, hijos de Astreo, eran nietos terceros de la misma noche, y además es durante la noche cuando más fuerza tienen esos vientos. En fin, lo que sabe muy bien Fernández de Córdoba es que con mater astraea no se nom­bra sino la misma Noche.

Esta interpretación, que parece evidente, no fue conocida o al menos reconocida en traducciones y comentarios posteriores, y esta importante aportación de nuestro huma­nista quedó en el olvido; puede valer de ejemplo el que las ediciones modernas de esta obra de Séneca suelen aclarar que Astrea es la Justicia y el que hasta el mismo Léxico de W. H. Roscher, al hablar de los padres del Sueño, ofrece la "variante" de Séneca, es decir, que según Séneca el Sueño sería hijo de Astrea o la Justicia49.

Hubo de llegar A. Traína50 para que encontrásemos la misma explicación dada por Fernández de Córdoba. El filólogo italiano de modo similar a nuestro humanista revisa y desaprueba las interpretaciones que trataban de defender la relación Sueño-Justicia y ofrece la misma interpretación del cordobés, aunque no lo menciona, pues es más que probable que no conocía su obra51.

El otro ejemplo que queríamos traer aquí es su explicación a un pasaje de Plauto, y en concreto de nenia soricina. Lo encontramos en el capítulo cuarenta de la Didascalia mul-tiplex, que así reza: Quid sit Naenia Plauti in Bacchidibus. Naeniae significatio quatu-plex; diversorum Poétarun, nec non praedicti loci aliquot declarati, unicus in Milite res-titutus52. Leemos en Plauto (Bacch. 887-889):

47 Literalmente: "de la madre Astrea" o "de tu madre Astrea", considerando que astraeae debe ir con mayúscula.

48 Entre otros, Homero, Hesíodo, Sófocles, Eurípides Teócrito, Virgilio, Tibulo, Ovidio, Claudiano; omite, sin embargo la mención de Sófocles, Electra v. 19, texto muy apropiado para la interpretación que lleva a cabo.

49 Lexikon der Griechischen und Romischen Mythologie, Hildesheim 1965 (=Leipzig 1884-86), II1, s.v. Hypnos (art. de Sauer), 2846-2851, en 2846.

50 Alfonso Traína, Poeti latini (e neolatini). Note e saggi filologici, Bolonia 1975, 285-296 y 301-304.

51 Pueden verse las páginas dedicadas a este pasaje en F. Moya, "La Didascalia multiplex...", o. c, 440-443.

52 Abarca las páginas 316-324; en ellas se comentan o aclaran otros textos, aunque naturalmente éste es objeto de atención preferente.

107

Page 14: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

Si tibi est machaera, et nobis veruina est domi, qua quidem tefaciam, si tu me irritaveris, confossiorem soricina nenia.

Fernández de Córdoba comienza reconociendo que este lugar ya ha ocupado a otros, pero que, pese a ello, no considera inútil volverlo a tratar; sin duda piensa que algo nuevo podrá aportar, aunque sólo sea, lo que no sería poco, claridad53. Hace alarde de erudición reproduciendo los textos que hablaban de la significación o significaciones del término naenia (o nenia), empezando por Quintiliano (8, 2, 8), que brevemente aludía a que nae­nia se entiende como carmen fúnebre, pero que también significaba otras cosas, y siguiendo con los textos de Festo, Nonio, Cicerón, Arnobio, sin omitir los juicios de diversos humanistas, y sobre todo lo que dice Donato en su comentario a un verso del Eunuchus terenciano; en fin, todo lo que le sirve para preparar su interpretación del pasa­je plautino54. Nenia, pues, es "canto fúnebre", pero también un carmen inconditum e ineptum, y éste puede ser el que las nodrizas canturrean para dormir a los niños, y asimis­mo un canto "ridículo", "grito" o "ruido"; pero igualmente la intestini prorrectio, "parte última del intestino", pues Festo relacionaba la significación de naenia, como carmen fúnebre (el último canto que se dedica a una persona, ya que está muerta) con este valor; además de eso, y como decía Arnobio, con naenia se podría nombrar asimismo "un ali­mento compuesto de muchas partes o trozos"55.

Omitimos los textos aducidos56, aunque sí nos parece útil ofrecer las palabras de Donato, sin duda de gran valor y autoridad para quienes se han ocupado de este lugar plautino; Donato, al comentar el verso de Terencio (Eun. 1024, act. 5, se. 6), EGOMETMEO

INDICIO MISER QUASi SOREX, HODiE PERII decía: Proprium soricum est vel stridere clarius quam murex, vel strepere magis cum obrudunt frivola, ad quam vocem multi se intenden­tes, quanvisper tenebras noctis transfigunt eos. Plautus. Confossiorem tefaciam sorici­na naenia. Fernández de Córdoba57 deduce de estas palabras que Donato entendió naenia

53 Dice así: Sit licet quorundam eruditiorum iudicio perpensus iamdudum Plautinianus hic locus, meam tamen nunc post illorum sententias opinionem adducere non inutile sum arbitratus, vel quia novi aliquidfortassis, vel quia ab alus dicta magis explícate in médium proferam.

54 Todos estos lugares son los usuales, y los que encontramos, por ejemplo en el Thesaurus lati-nus de R. Stephanus (cf. Roberti Stephani lexicographorum principis Thesaurs lingaue latinae, typis et Impensis E. et J.R. Thurmisionum Fratr., Bruxelles, 1964 [Ed. fac. de la de Basilea 1740-1743]; hubo una primera edición en París 1531, pero la segunda, de 1543, en tres volúmenes es la que se reimprimió en varias ocasiones. Los mismos lugares aparecen en los Diccionarios posterio­res, por ejemplo en Forcellini o en el moderno OLD.

55 Fernández de Córdoba sabe que Scaliger en el lugar de Arnobio (Adversus gentes 7, p. 257) defendía leer taenias en vez de naenias.

56 Están todos en los Diccionarios citados supra. 57 Turnebus, al que también cita, consideraba que naenia soricina no era otra cosa que una

famosa cantilena o cancioncilla que trataría de la caza de un ratón que, mientras roe, muere atrapa­do por su indicio, o algo similar (cantiuncula quedam celebris de confosso sorice, qui dum rodit, suo indicio confossus periit, aut aliud quiddam simile. El Thesaurus de Stephanus recoge lo dicho por Turnebus; cf. M.Plauti Comoediae XXolim a Joc. Carnerario emendatae (..) suo quodam modo nitori restitutae op. et dil. J. Sambuci. Aliquot eruditae C.C. Langii, Adr. Turnebi, Hadr. lunii et aliorum doctorum virorum observationes, Antuerpiae ex off. Chr. Plantini 1566.

108

Page 15: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

soricina como inepta et importuna soricis vox, voz, o grito, o sonido que es causa de que se le pueda matar traspasándolo58.

Como es lógico esta interpretación iba a gozar de gran predicamento, pese a no ser del agrado de nuestro humanista; él quería insistir en otra explicación, pero para llegar a ella tiene que hacer, como hemos dicho, un gran alarde de erudición, no exento de amplios excursos. Pero nos interesa ya oír la opinión del hispano.

Para él, confossiorem tefaciam naenia soricina sería en español: "Te haré con más agujeros que una benda ratonada", lo cual está en consonancia con la interpretación que daba Lambino59, la cual le parece muy aceptable y hace suya60. Decía así: Confossum te magis reddam quam soricis intestinum, quando Ule in muscipula ferréis stilis dentatim formata deprehensus confoditur. Ahora bien, continúa, él no ha leído en ninguna parte la razón por la que el esclavo Crísalo -es el que habla- amenaza al soldado Cleómaco diciéndole que si lo irrita, él le va a hacer más agujeros que los que en su intestino recibe un ratón cuando cae atrapado en los dientes del cepo, y ésta es, creemos, la novedad que él piensa que puede aportar. A él le viene a la mente que Plauto se ha servido del estilo que le es propio. La comparación establecida conviene a Plauto, facetissimus auctor, con ella el comediógrafo latino, alude a que el soldado, desde el punto de vista del esclavo, es tan vil y despreciable como la parte más vil y despreciable de un vil y despreciable ratón61.

Esta interpretación, recordamos, derivaba de que Festo decía que a la última parte del intestino se le llamaba naenia, término que relacionaba o hacía derivar del griego62; la explicación de Lambino y el "añadido" de Fernández de Córdoba a este "obscuro lugar" son, sin embargo claros. Pero, valorar una aportación pasa por ver si ha sido aceptada, o si se ha dicho algo semejante; veamos lo que dijeron algunos después63.

M. A. Francois64, al traducir: "Si vous avez une épée, nous avons encoré une broche á la maison; et si vous me fáchez, je vous transpercerai le ventre", resuelve el problema

58 La interpretación de Pedro Daniel la desaprueba nuestro humanista; Daniel piensa en esa especie de torta o alimento compuesto de pequeños trozos, que dijera Arnobio, y hace equivalente la expresión confossiorem tefaciam soricina naenia a te concidam infrustilla minutissima.

59 Tenía, sin duda, un ejemplar de su comentario a Plauto (Plautus M. Accius exfide atque auc-toritate complurium librorum mss. opera Dion. Lambini emendatus ab eodemque commentariis explicatus, Lugduni, expensis Gul. Hertmanni, 1577.

60 No siempre acepta lo dicho por Lambino; en el mismo capítulo, al comentar otro obscuro texto de Plauto {Truc. 213: Huic homini mea hera apud nos dixit naeniam de bonis) se aparta de él: Subobscurus certe locus, sed cuius sensus, quicquid dicat Lambinus, hic meo iudicio est: Huic homini iam cecinit hera carmen fúnebre de bonis, "ia le hizo a sus bienes las obsequias, y les cantó el último responso".

61 Stylo usus, ut par erat, proprie cómico facetissimus auctor Chrysalum inducit adeo militem parvi pendentem, ut tanquam sibi despectissimum despectissimae et infimae rei soricis, nempe ulti­mo intestino, quo nihil in vilissimo sorice reperitur vilius, apte comparet.

62 Esta relación no está exenta de algún problema; aun así, se sigue considerando posible y váli­da, como veremos en los comentarios de los traductores que luego aduciremos.

63 Me limito a algunas obras; no he podido lógicamente consultarlas todas ni sería oportuno traerlas aquí.

64 Théátre complet des Latins comprenant Plaute, Térence et Séneque le tragique (bajo la direc­ción de M. Nisard), París 1855.

109

Page 16: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

omitiendo naenia soricina; pero mantiene la idea de hacer agujeros en te confosiorem faciam

Semejanzas con la idea de Lambino y Fernández de Córdoba se observan en esta tra­ducción: "Si tu as une épée, n'avons-nous pas á la maison la broche á la cuisine? et si tu m'echauffes les oreilles, je te criblerai comme le ventre d'une souris"65.

Pero J.L. Ussing66, sigue pensando que nenia equivale a carmen fúnebre, "grito", y lo explica así: soricina nenia est eiulatio soricis deprensi, qua nihil audiri potest miserius vel, ut Plauti aetate aliquis dixerat, confossius; namfacili hypallage vox animalis tam acuta tamque penetrans et ipsa confossa dicitur. Comicus servus id sectatur, quod nemo expectaf1.

F. Leo68 acepta también el valor dado por Donato, al que remite.

También P. Nixon69 traduce dando a nenia ese mismo valor: "You may have a sword, but we've got a little spit at home: if you me roused, Γ11 with it and stick you fuller of holes than a squealing shrewmouse".

Por su parte A. Ernout™, que traduce: "Si tu me mets en colére, je t'en larderai mieux que le ventre d'une souris" se inclina, como indica el larderai, por la acepción de "ali­mento compuesto de trozos de carne"; lo corrobora su comentario a este lugar en que recuerda las otras dos acepciones del término y refleja sus dudas71.

P. A. Martín Robles72 dice así: "Si tú tienes una espada, aquí en casa tenemos un asa­dor; con él te mecharé y te oiremos chillar como un ratón".

J. Tatum73, como refleja su traducción, está también cerca de la interpretación huma­nista; piensa en el ratón atrapado en la ratonera, aunque omite la traducción de naenia: "You have a sword here, but we have a spit inside. You get me mad enough at you and F1J puncture you with more holes than a mouse in a mousetrap".

G. Viveros74 vierte el pasaje de este modo: "Sí tú tienes un macheste; por el contrario, nosotros tenemos un venablo en casa, con el que en verdad te dejaré, si tú me irritas, mejor atravesado que un quejido de ratón".

65 Plaute, Théátre. Texte établi, traduit d'apres Naudet, París s. a. 66 Commentarius in Plauti Comoedias, Hildesheim 1972 (1875-18921), v.I, 376 67 Merece reparar también en su interpretación de confossiorem; para él confossus es aquí seme­

jante a miser, acutus, penetrans, 68 Plauti Comoediae, v. I, Berlín 1958 (1895'), 162. m Plautus, Cambridge-London (Loeb), 1979, v. I, 419 (La primera edición de los 5 volúmenes

esde 1917-1938). 70 Plaute, t. II, París (Les Belles Lettres) 1970, 62 (La primera edición de los 7 volúmenes es de

1932-1940). 71 Dice así: "Texte obscur. On ne sait au juste comment interpréter soricina nenia. La nenia est

proprement la lamentation fúnebre que les femmes chantent aux obséques: naenia est carmen quod infunere laudandi gratia cantatur ad tibiam, dit Festus. Toutefois il ajoute quídam aiunt intestini ductum nomen ab extremi intestini vocabulo. Serait-ce un terme de cuisine?

72 T. M. Plauto, Comedias, 1.1, Madrid 1944. 73 Plautus: The darker Comedies, Bacchides, Casina and Truculentus, Baltimore 1983, p. 63. 74 Τ Μ. Plauto, Comedias, t. II, México 1980,46s.

110

Page 17: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

Así traduce John Barsby: You have your sword: we have a spit inside,/ with which I'll make you, if you should provoke me,/ Fuller of holes than a mouse's lower gut"75.

J.J. Caerols76: "Si tú tienes una espada, nosotros tenemos en casa un asador y, como me irrites, te he de dejar con él más afligido que el lamento del ratón".

M. González Haba77: "Si tú tienes una espada, nosotros tenemos un pincho, con el que si me achuchas te voy a dejar más acribillado que la tripa de una musaraña"; en nota añade que es un texto de sentido oscuro.

B. García Hernández: "Si tú tienes una espada, nosotros tenemos en casa un espetón, con el que, si llegas a cabrearme, te atravesaré mejor que a una tripa de ratón"78.

J. Román Bravo traduce: "Si tú tienes una espada, nosotros tenemos en casa un pin­cho de asar, con el que, si me encolerizas, te dejaré más acribillado que el vientre de un ratón", pero sin dejar de mencionar, en nota, también como Ernout, que pueda haber una referencia culinaria; aunque no dejar de aludir el traductor español a lo dicho por Barsby79.

Así pues, en este elenco de traducciones y notas que hemos reproducido se observan semejanzas y diferencias entre ellas y semejanzas parciales con la explicación de Lambino-Fernández de Córdoba; y así entienden nenia en la acepción de "última parte

75 Plautus Bacchides, Warminster-Illinois, 1986. En nota (p. 166) recoge las interpretaciones y expresa sus dudas: This is a piece of typically vivid (and violent) Plautine imagery, but it seems impossible to determine the precise picture intended. The ancient commentators offer two approa-ches to the problem, neither of which leads to a satisfactory solution. If we take nenia in its normal sense of 'funeral dirge' and suppose that the phrase "than the dirge of a shrew-mouse' is equivalent to 'than a shrew-mouse singing its own dirge', then the comparison is with a mouse stabbed to death and there is an allusion to the proverbial shrew-mouse which betrays itself by its own squea-ling (Don. Eu. 1024: Otto 328f). If on the other hand nenia is used in the alternative sense of 'gut' ('the ñame comes from the term for the end of the intestinum': Fest. ρ. 163M), then the mention of the spit may imply a culinary reference (Augello ad loe, Ernout ad loe), though it is hard to ima­gine either a mouse being pierced by a spit for roasting or mouse-gut being used for sausage-skins (a possible sense of intestinum: Apic. 2 61-5) and then pricked in the cooking process.

76 Plauto. Bacchides, Madrid 1991. En nota añade: El sentido de la expresión confossiorem soricina nenia es muy discutido. Aunque la nenia es el canto de lamentación fúnebre, hay también una segunda opción de la palabra recogida en Festo (Fest. 156.4). La traducción de Ernout se acoge a esta segunda opción (cf. Commentaire, pp. 108-109).

77 Plauto, Comedias, v. I, Madrid 1992. 78 Plauto, Comedias, Anfitrión, Las Báquides, Los Meneemos, Madrid, 1993. En nota añade: La

interpretación del latín soricina nenia es incierta; pero el contexto induce a pensar en una especie de salchicha que se llamaría "tripa de ratón", como si dijéramos un "perro caliente".

79 Plauto, Comedias, v. I, Madrid 1994, 331. Dice en nota: "El sentido de esta frase (tefaciam confossiorem soricina nenia) es oscuro. Nenia puede significar tanto 'canto fúnebre', 'llanto', como 'intestino' (propiamente la parte final del intestino), interpretación que hemos adoptado en nuestra traducción. En este caso la imagen plautina probablemente implica una referencia culina­ria, aunque, como señala Barsby (com. ad loe), resulta difícil imaginar un topo ensartado en un asador o una tripa de topo utilizada para salchichas y después acribillada en el proceso de cocina­do".

111

Page 18: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

del intestino" J. Tatum, García Hernández o Román Bravo, pero sin conocer ni citar a estos humanistas80.

Sea como fuere, aunque valoramos en mucho la opinión de Fernández de Córdoba, la palabra elegida por Plauto tiene poderes evocadores; los espectadores de la comedia o los lectores de Plauto pueden imaginarse un ratón acribillado en una ratonera, agujereado en todo su intestino, en la última parte de él, pero también imaginar su grito, al ser atravesa­do; e incluso es posible que algún otro pueda pensar, y rechazar con asco, en un eventual alimento hecho de trozos de "ratón" o en el que el cuerpo del ratón fuese uno de los ingre­dientes; eso sería ciertamente muy propio de Plauto, y es un logro la elección del término nenia y la del adjetivo soricina".

Por otra parte, también hemos podido comprobar que el nombre de los humanistas, y, entre ellos, el de nuestro Fernández de Córdoba brilla por su ausencia.

Si como hemos ido repitiendo, la grandeza de la filología es acoger, tratar de mejorar y ofrecer a otros el don recibido, hemos visto, al tratar de Persio, cómo los comentaristas utilizaban los trabajos anteriores, y hemos comprobado también, en relación a Fernández de Córdoba, la necesidad que todavía hay de conocerlos y valorarlos; en fin, que no se pueden despreciar los logros de los humanistas82, y una clase de desprecio es no conocer­los.

Si antes del comentario de Nebrija a Persio había ya un buen número de trabajos semejantes, un mayor número de comentarios a Virgilio existía cuando Juan Luis de la Cerda decide llevar a cabo el suyo83, con el que logrará, sin duda, uno de los mejores tra-

80 No se cita a Fernández de Córdoba, ni tampoco a Lambinus, al menos, en lo que hemos visto; y tampoco a Taubmann, editor de Plauto en 1603 (posterior a Lambinus) a quien remite el Thesaurus de Stephanus (sin mencionar a Lambinus) al indicar que naenia era también extremum intestinum.

81 Con todo, es preciso no olvidar que el ratón es casi "un personaje familiar", y que había histo­rias y cuentos en los era protagonista; se contaban fábulas, como se hacía antes y seguirá después ocurriendo. Podría incluso pensarse, de un modo cercano a lo que proponía Turnebus (cf. nota 54), que con nenia se alude a una cancioncilla; así podríamos entender: te doy a dejar más acribillado que el ratón de la canción, con un cambio de adjetivo/ sustantivo (literalmente sería "que la can­ción del ratón). Pero estamos tratando de juzgar, o al menos dar a conocer, la interpretación de Fernández de Córdoba, y la suya es, en nuestra opinión, muy aceptable.

82 Ellos se mantienen en la "tradición", aunque "despreciaran" el trabajo de los medievales. Valgan de ejemplo las estrofas 3a y 4a de la Oda de Poliziano a la edición de Horacio, hecha por Landino: (Quis te a barbárica compede vindicat?/ Quis frontis nebulam dispulit, et situ/Deterso leuibus restituit choris/ Curata iuvenem cute?/ O quam nuper eras nubilus et malo/ Obductus senio! quam nítidos ades/Nunc vultus referens, docta fragrantibus/ Cinctus témpora floribusí). ¿Quién te libra de la barbárica atadura?/ ¿Quién te ha quitado de la frente la niebla y, tras limpiar/ la herrumbre, te ha devuelto a los ligeros coros,/ remozado con tu tersa piel?// ¡Oh, qué nebuloso esta­bas hace poco y oculto/ por mísera vejez! ¡Qué esplendente es el semblante/ con que ahora apare­ces, ceñidas tus doctas sienes/ de flores fragantes! Puede verse F. Moya, "La Oda de Poliziano a Horacio", Homenaje al Profesor Trigueros Cano, Murcia 1999, v. II, 551-560.

83 Commentaria in omnia opera Publii Virgili Maronis, argumentis, explicationibus et notis illustrata, 3 vols. Lugduni 1617.

112

Page 19: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

bajos que, en este género, se han hecho sobre el poeta de Mantua84.

El comentario de Virgilio, destinado a ser el libro de texto en los Colegios de los Jesuítas de toda Europa, se inserta en la filosofía de la Compañía y su Ratio Studiorum, a la que debió aportar no poco la obra misma del Padre La Cerda, cuya capacidad intelec­tual y sus dotes pedagógicas son reconocidas. Partiendo de los comentarios anteriores, y siguiendo sobre todo de cerca a Germanus, facilita el acceso al poeta y enriquece de modo sorprendente su entendimiento, siendo una fuente inagotable de conocimiento. Junto a su admiración a Virgilio, junto a las citas innumerables de autores, sobre todo poetas, que pueden servir de fuente a Virgilio, o ser sus imitadores, que son aducidos para que los alumnos puedan aprender a componer poesía, hay "información" de todo tipo que puede hacer del comentario virgiliano un manual enciclopédico.

La estructuración de la obra virgiliana responde a un criterio clasificador que está regido por la claridad. Lo vemos en la tripartición (argumentum, notae y explicationes), que orienta sobre el desarrollo de una clase.

Tras la lectura en voz alta del texto virgiliano se expone el sentido de los versos, los cuales se analizan con mayor detenimiento en la explicado o explicationes, siguiendo un método parafrástico, que no se aleja en exceso del texto original: esto podría equivaler a una segunda lectura, más en profundidad, pues aquí se tratan cuestiones de estilo o se precisa el significado de algunos términos; en las notae se busca, sobre todo, ilustrar los versos del poeta, puestos en comparación con otros autores, al tiempo que se incluyen diversas notas eruditas.

Esta estructuración le ayuda en su propósito de respetar y transmitir el trabajo de los comentaristas anteriores, y aportar sus propias soluciones a algunos problemas del texto virgiliano. Así, suele presentar las interpretaciones más divulgadas en el apartado de explicatio y sólo en el de notas aporta su interpretación particular. Su comentario ofrece algo así como tres niveles de comprensión, de menos a más, un apoyo para la lectura y comprensión rápida, currens; otro para la lectura pausada, la que se detiene (stans) en un aspecto, en una palabra; entre ambas está la explicatio.

Los análisis llevados a cabo han puesto de relieve su modo de trabajar y sus muchos aciertos85. Un ejemplo de este proceder puede ser el comentario del pasaje virgiliano en el

84 Nacido en Toledo en 1558, a los 16 años ingresa en la Compañía de Jesús; a los 25 años comienza su labor docente e imparte clases en los colegios de Murcia y Oropesa: en 1597 se encuentra en Madrid como profesor de Poesía, Retórica y Griego. Publica Bucólicas y Geórgicas en un volumen y, luego dos con los primeros seis y seis últimos libros de la Eneida; editó y comentó a Tertuliano, revisó las Institutiones de Nebrija, entre otras obras; murió en Madrid en 1643, a la edad de 85 años. Sobre su comentario de Geórgicas realizó su Tesis Doctoral J.F. Ortega Castejón, todavía inédita; sobre los Primeros seis libros de Eneida hizo también su Tesis M. Ruiz-Funes Torres, publicada en Murcia, 1995.

85 Cf. por ejemplo, Ruiz-Funes Torres, M., "Cuestiones gramaticales en el P. de la Cerda: El Brócense y Nebrija en el Comentario a la Eneida I-VI", Excerpta Philologica 4-5 (1994-1995), 415-438; "J. de la Cerda, editor de Virgilio: pasajes cuestionados y defendidos en la Eneida ", en Humanismo y pervivencia del mundo clásico, Homenaje al Profesor Luis Gil, Cádiz 1997, vol. II 545-554; J. Lawrance, "El comentario después de Nebrija" en C. Codoñer-J.A. González Iglesias (eds.), Antonio de Nebrija: Edad Media y Reancimiento, 179-193.

113

Page 20: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

que se caracteriza físicamente a Aqueménides, el compañero de Ulises al que los troya-nos encuentran abandonado en Sicilia (Aen. 3, 590-95)86. La secuencia Consertum teg-men spinis (v. 594) es aclarada por de la Cerda en la explicatio respectiva ("tegmen " vero vestimentunique corporis "consertum " concinnatumque e "spinis ", ut solent Mi esse, qui ferino more in agris vivunt); tegmen sería "el vestido que cubre el cuerpo, cosido y ajustado con espinas"; sin embargo, en la nota dice que, pese a haber explicado este tér­mino, como hacen los demás, como equivalente a amictus, él va a añadir su interpreta­ción personal. El poeta quizá pensase, manifiesta nuestro humanista, en que la piel del cuerpo se le pegaba, casi como cosida, al espinazo; esto conviene bien a Aqueménides, el antiguo compañero de Ulises, que salió de entre los árboles con una apariencia casi fan­tasmal, no humana; antes, recuerda, se hablaba de suprema macies, miseranda cultu, etc.; en fin, éstas son sus palabras: omnes referunt ad amictum, et sic quoque explicui. sed quid si alia sit mens Poetae, ut nudum hominem describat, etpellem cutemque corporis (quam tegmen hic vocet) dicat adhaesisse, insertamque, et veluti affixam esse tam deformad ac miselli hominis spinis. nam spinae quoque ad homines pertinent, suntque totus Ule verte-brarum humanarum contextus: atque adeo depingat nobis Achaemenidem tanquam ex ossibus et cute tantum compaginatum prae longafame, ac diuturna macie.

Sus lecturas de obras anteriores y su ingenium se percibe, por citar ejemplo estudia­dos, en la defensa del ridere parentem de la égloga cuarta de Virgilio, o al insistir en el tono de juego y ambigüedades que supuso la conversación de las diosas en el libro cuarto déla Eneida*1.

Sus aportaciones, como se reconoce, son muchas; es utilizado por estudiosos poste­riores y lo sigue siendo en la actualidad. Sus dotes pedagógicas, su claridad en la exposi­ción, repetimos, son virtudes dignas de reseñar junto a su vasta erudición. Un ejemplo de esa claridad lo vemos en su comentario a Geórgicas 1356-460, cuando "ordena" de modo magistral el pasaje que Virgilio, siguiendo a Hesíodo y Arato sobre todo, dedica a hablar de los signos que anuncian los cambios de tiempo. Me voy a limitar a ofrecer su estructu­ra general, a la que sólo he añadido letras y números88.

Α.- SEÑALES DE LA NATURALEZA, EXCLUIDOS LUNA Y SOL (vv. 356-423)

A. 1.- SEÑALES DE MAL TIEMPO

A. 1.1.- Signa de viento (vv. 356-369)

A. 1.1.1.- Ruidos de la naturaleza (vv. 356-359)

A. 1.1.2.-Animales (vv. 360-364)

A. 1.1.3- En el cielo, aire y mar (vv. 365-369)

86 Cf. M. Ruiz-Funes, "Algunas interpretaciones "innovadoras" del P. De la Cerda sobre la Eneida", en De Roma al siglo XX, (ed. A. Ma Aldama), Madrid, 1996,903-911, en concreto 910s.

87 Cf. F. Moya, "La sonrisa del puer en Virgilio (E. 4, 62). Apostillas a la interpretación de J. L. de la Cerda", Helmantica 44, 133-135 (1993), 235-250, y "La ambigüedad en Virgilio (Aen. IV 107-115). A propósito de incertaferor...si Iuppiter velit", CFC 24 (1990), 99-109.

88 Omitimos la división más pormenorizada porque a este pasaje he dedicado un trabajo más amplio, en la actualidad en prensa.

114

Page 21: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

A. 1.2.- Signa de lluvia (vv. 370-392)

A. 1.2.1.- En el aire (vv. 370-374)

Α. 1.2.2.-Animales y arco iris (vv. 374-387)

A.I.2.3.-Corneja y lucernas (vv. 388-392)

A.2.- SEÑALES DE BUEN TIEMPO (vv. 393-414)

0.- Introducción (vv. 393-394)

A.2.1.- En el cielo (vv. 395-397)

A.2.2.-Animales (vv. 398-400)

A.2.3.-Niebla y animales (vv. 401-414)

O.-Excurso (vv. 415-423)

B.- SEÑALES DEL SOL Y LUNA (vv. 424-460)

0-Introducción (vv. 424-426)

B. 1. SEÑALES DE LA LUNA (vv. 427-437)

Β. 1.1.- Signa de mal tiempo (vv. 427-431)

B. 1.1.1.- oscuridad de la Luna en su renacer

B. 1.1.2-color rojo

B.l 2.-Signum de buen tiempo (vv. 432-437)

B. 1.2.1.- brilla límpida en el cuarto día

B.2.- SEÑALES DEL SOL (vv. 438-460)

0.- Introducción (vv. 438-440)

B.2.1. Signa de mal tiempo (vv. 441-457)

B.2.1.1.-Enelorto (vv. 441-449)

B.2.1.2.- En el ocaso (vv. 450-457)

B. 2 .2 - Signum de buen tiempo (vv. 458-460)

B.2.2.1.- En el orto y ocaso (vv. 458-460)

Si comparamos esta clasificación con la que hacen los estudiosos modernos habrá que concluir que J.L. de la Cerda se adelanta a ellos, e incluso "los supera" por su detallismo. Y lo que es evidente es que la lectura y comprensión de estos versos de Virgilio es más fácil y provechosa si se tiene en cuenta el esquema de nuestro humanista. La Cerda ade­más ilustra con fuentes y lugares paralelos todo lo relacionado con este interesante aspec­to de la obra virgiliana, uniendo siempre erudición y claridad. Nos va a bastar un breve ejemplo para comprobarlo.

Así explica el verso 378: VETEREM IN LIMO RANAE CECINERE QVERE-LLAM. Allusum ad fabulam transformationis ranarum. Accésit Latona sitibunda ad lacum; erant Mi in sinu gemini Apollo et Diana; uolui bibere, prohibent rustid, aquam

115

Page 22: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Francisca Moya

turbant: dea indignata in ranas mutat, quae nunc quoque turpes I litibus exercent lin-guas pulsoque pudore I quamuis sint sub aqua, sub aqua maledicere tentant, ait Ouid. 6 Metam. <374>. Est ergo uetus querela de Latona.

Sed qui prognosticum istud attigere? Cic. 1 de Diuin. <1,15>: uos quoque signa uide-tis aquai dulcís alumnae, cum clamore paratis inanes funde re uoces / absurdoque sono fontes et stagna cietis. Addit statim soluta oratione <Diu. 1, 15>: quis est qui ranúnculos hoc uidere suspicaripossit? Sed inest mire et ranunculis quaedam natura significans ali-quid, per se ipsa satis certa, cognitioni autem hominum obscurior. ídem adAttic. 1.15 <15,16a>: equidem etiampluuias metuo, siprognostica nostra uera sunt.

Ante omnes Arat. <947>: Ex aquis paires coaxant ranularum. Plutarch. De sollertia animal. <982 E>: alias autem (ranae) uocem edunt clarissimam pluuia imminente idque signum unum est e certissimis.

Para deducir sus "virtudes" podemos comparar su comentario con otros modernos y lo hacemos con los de Mynors8 ' y Thomas90, limitándonos a mencionar las fuentes que se citan en una tabla de correspondencias:

de la Cerda

Ov. met. 6, 374 Cic, div. 1,15 Cic.Att. 15,16a Arat. 947 Plut. de solí. anim. 982e

Mynors Thomas

Ον., met. 6, 339-81 Cic, div. 1, L5 Cic.Att. 15,16a Arat. 946-7 Arat. 946-7 Plut. mor. 912e Cic. de signis, 15 Nic ther. 620, alex. 563 Plin. 18,36 Ael. nat. anim. 9,13 Phaedr. 1,2 Hor. epod. 2,26 Ov. ara. 3,14

Cic. Arat. fr.4

Arist. ran.,211

Mynors utiliza abundantemente el comentario de Juan Luis de la Cerda, a quien cita algunas veces nominatim. La coincidencia en la citación de fuentes es amplia. El comen­tario de Thomas, en cambio, presenta pocas similitudes tanto en la materia abordada como en las citas de autores clásicos, mucho menos abundantes. En el verso 378 Thomas se basa en las relaciones conscientes del texto virgiliano con los precedentes a los que alude. Mynors, aunque atiende a esta cuestión, no omite la alusión a la fábula de las ranas narrada por Ovidio y discute el tema de la creencia en los poderes predictorios de estos animales, cuestiones a las que también alude de la Cerda. Estas circunstancias no nos han

* VIRGIL, Georgics, de. with a com. by R.A.B. Mynors, Oxford, 1990, p. 81. 0 VIRGIL, Georgics, vol 1, de. by R. F. Thomas, Cambridge, 1988, p. 132.

116

Page 23: LOS HUMANISTAS ESPAÑOLES Y LOS TEXTOS LATINOS ...interclassica.um.es/var/plain/storage/original/...Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos con G. Faerno, el

Los humanistas españoles y los textos latinos: unos ejemplos

de llevar a conclusiones precipitadas, pues la primera de las coincidencias se debe, o puede deber, a que ambos siguen a Servio ad loe, pero no sucede lo mismo con la segun­da. En 441 ambos citan a Arato y a Vegecio, frente al silencio de Thomas. En fin, ejem­plos semejantes se podrían multiplicar.

Y ya concluimos. Ha sido nuestra intención ofrecer más que un panorama, algunos flashes, que tienen, por otra parte algo en común; mostrar que en comentarios y traduc­ciones todos somos deudores de lo anterior; que es preciso reconocerlo, conocerlo y agra­decerlo; que lo antiguo estuvo antes que lo moderno y que nos sigue ofreciendo algunas soluciones, a veces desconocidas, a problemas no resueltos, aunque en muchos aspectos aquellos humanistas erraran y hayan sido superados. En cuanto a los hispanos, es necesa­rio no olvidar que, pese a las condiciones adversas en que ejercieron los más de ellos su oficio, hubo algunas figuras, casi siempre retrasadas en el tiempo, que no permanecieron de espaldas a lo que ocurría en Europa. Nuestros humanistas, sin Humanismo, hicieron su papel y bueno muchas veces; los que vivieron fuera de España o se relacionaron con figuras del otro lado de nuestras fronteras pudieron beneficiarse de un ambiente y unos medios de que aquí se carecía y beneficiar a otros con sus aportaciones, que tienen mucho que ver con una sutil perspicacia en el entendimiento de los textos, una claridad grande para comunicar los hallazgos, amén de unos destacables valores didácticos. Esto es lo que hemos querido mostrar en algunos textos y comentarios.

117