la vuelta al pago - proyecto iberá · hormiguero es una especie de la cual poco se sabe. este...

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CORRIENTES C on pasos cortos, pero rápidos, el animal se acerca al enorme montículo de tierra, al que llegó guiado por su poderoso olfato, 40 veces superior al humano. En cuestión de segundos, clava en la tierra sus tremendas garras cavadoras de sus patas delanteras, y abre un boquete en la montaña de tierra, provocando una estampida de peque- ñas hormigas que desesperadamente buscan escaparse de la extensa y pegajosa lengua del invasor. Así suele alimentarse el oso hormiguero gigante, que luego de un siglo de ausencia, ya se lo puede volver a observar en la Reserva Natural de Iberá, en Corrientes. La Dirección de Recursos Naturales de la provincia correntina, y la ONG Conservation Land Trust (CLT), liderada por el norteamericano Douglas Tompkins, desarrolla- ron un proyecto de conservación y reinserción de la especie en la zona de la Estancia Rincón del Socorro, que comprende 12.000 hectáreas, y forma parte de la Reserva. El trabajo conjunto obtuvo buenos resultados: hasta el momento se liberaron 27 osos hormigueros que ya disfrutan de su hábitat natural. El proyecto, que arrancó en 2005, busca osos hormigueros que se encuentran en cautiverio o en áreas de monte que están siendo transforma- das en el Gran Chaco argentino. “Arrancamos hace seis años y vamos bastante rápido. El oso hormiguero es una especie de la cual poco se sabe. Este programa de reintroducción, ayuda a conocer más a esta especie”, dice la danesa Karina Spørring, terapeuta de comportamiento animal y responsable del seguimiento de los osos en la reserva. En la Argentina, los osos hormigueros habitan en los pastizales, sabanas, bosques y selvas y, en los Esteros del Iberá, Corrientes, siempre se cobijó a este animal tan particular que anhela su retorno y que vuelva a formar parte una vez más de su patrimonio natural. El oso hormiguero es un mamífero muy grande de hasta 2,8 metros de longitud y con un peso de 55 kilogramos, con un hocico larguísimo cuya boca no tiene dientes, pero sí una lengua extremadamente larga. No extermina a todas las hormigas de un hormiguero, sino que come unas pocas de cada uno que encuentra. De esta forma, cada colonia puede recuperarse de sus ataques y así se garantiza futura comida. Nuevos amigos. Los osos hormigueros re- cuperados se trasladan a la localidad de San Cayetano, a 20 kilómetros de Corrientes capital. Allí funciona la Cuarentena, donde a los animales LA VUELTA AL PAGO Una ONG y el gobierno provincial de Corrientes desarrollaron un proyecto de conservación y reinserción del oso hormiguero en la Reserva Natural de Iberá, en la provincia correntina. Ya se reintrodujeron 27 ejemplares de esta especie considerada en peligro de extinción en el país. Por Douglas Mac Donald/ Fotos: Gentileza CLT 50 EL FEDERAL

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CORRIENTES

C on pasos cortos, pero rápidos, el animal se acerca al enorme montículo de tierra, al que llegó guiado por su poderoso olfato, 40 veces superior al humano.

En cuestión de segundos, clava en la tierra sus tremendas garras cavadoras de sus patas delanteras, y abre un boquete en la montaña de tierra, provocando una estampida de peque-ñas hormigas que desesperadamente buscan escaparse de la extensa y pegajosa lengua del invasor. Así suele alimentarse el oso hormiguero gigante, que luego de un siglo de ausencia, ya se lo puede volver a observar en la Reserva Natural de Iberá, en Corrientes. La Dirección de Recursos Naturales de la provincia correntina, y la ONG Conservation Land Trust (CLT), liderada por el norteamericano Douglas Tompkins, desarrolla-ron un proyecto de conservación y reinserción de la especie en la zona de la Estancia Rincón del Socorro, que comprende 12.000 hectáreas, y forma parte de la Reserva. El trabajo conjunto obtuvo buenos resultados: hasta el momento se liberaron 27 osos hormigueros que ya disfrutan de su hábitat natural.

El proyecto, que arrancó en 2005, busca osos hormigueros que se encuentran en cautiverio o en áreas de monte que están siendo transforma-das en el Gran Chaco argentino. “Arrancamos hace seis años y vamos bastante rápido. El oso hormiguero es una especie de la cual poco se sabe. Este programa de reintroducción, ayuda a conocer más a esta especie”, dice la danesa Karina Spørring, terapeuta de comportamiento animal y responsable del seguimiento de los osos en la reserva.

En la Argentina, los osos hormigueros habitan en los pastizales, sabanas, bosques y selvas y, en los Esteros del Iberá, Corrientes, siempre se cobijó a este animal tan particular que anhela su retorno y que vuelva a formar parte una vez más de su patrimonio natural. El oso hormiguero es un mamífero muy grande de hasta 2,8 metros de longitud y con un peso de 55 kilogramos, con un hocico larguísimo cuya boca no tiene dientes, pero sí una lengua extremadamente larga. No extermina a todas las hormigas de un hormiguero, sino que come unas pocas de cada uno que encuentra. De esta forma, cada colonia puede recuperarse de sus ataques y así se garantiza futura comida.

Nuevos amigos. Los osos hormigueros re-cuperados se trasladan a la localidad de San Cayetano, a 20 kilómetros de Corrientes capital. Allí funciona la Cuarentena, donde a los animales

La vueLta aL pagoUna ONG y el gobierno provincial de Corrientes desarrollaron un proyecto de conservación y reinserción del oso hormiguero en la Reserva Natural de Iberá, en la provincia correntina. Ya se reintrodujeron 27 ejemplares de esta especie considerada en peligro de extinción en el país.Por Douglas Mac Donald/ Fotos: Gentileza CLT

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ArribA. Los veterinarios operan a un oso herido por cazadores y sus perros. El propósito de la cuarentena es asegurarse que los osos liberados no introduzcan ninguna enfermedad nociva en el entorno natural de la reserva.

cEntro. El momento de la liberación. Los osos se trasladan en cajas de transporte al interior de la reserva rincón del Socorro, donde se mantienen en corrales de aclimatación por unos 10 días.

AbAjo. La ecografía confirma el embarazo de una de las hembras, y hace emocionar a los especialistas.

se les realiza un intenso chequeo sanitario. En su mayoría, los osos que llegan al lugar provienen del comercio ilegal, otros por decomiso, algunos animales enfermos rescatados por Gendarmería, y otros rescatados en zonas de desmonte. “Lo que más cuesta es convencer a quienes tienen osos como mascota, que los donen a la Fundación”, comenta Spørring, remarcando que son los casos más comunes. A pesar que la piel, el cuero y la carne de los osos hormigueros no tienen valor, se lo persigue por curiosidad y los cazadores raptan a las crías que quedan huérfanas luego de matar a la madre. También se lo captura vivo -ilegalmente- para abastecer a zoológicos y colecciones privadas.

La Cuarentena es más bien un centro de cría, donde se preparan a todos los animales para la liberación en su ambiente natural. Las crías huérfanas que llegan al lugar se ubican con madres sustitutas construidas con papel y fibra. En los primeros días, las crías se alimen-tan de un licuado a base de leche, yogurt, fruta, alimento para gato, y otros minerales. Después de unas semanas, los especialistas modifican la dieta de los animales, y le proveen de termitas y hormigas que recogen alrededor de la Cua-rentena. Luego de los chequeos sanitarios y cuando los animales cuentan con el tamaño adecuado para desenvolverse libremente por los ambientes silvestre, los osos se trasladan en cajas de transporte al interior de la reserva Rincón del Socorro, donde momentáneamente se liberan en corrales de aclimatación por unos 10 días. Los corrales de pre-suelta son grandes, de unas 17 hectáreas.

Esta es mi casa. El momento en que se abren las compuertas de los corrales de aclimatación, es muy emocionante. Con sus enormes hocicos, los osos comienzan a olfatear el terreno, y de poco se van alejando cada vez más de los co-rrales, hasta adentrarse en la Reserva. Pero el trabajo de los especialistas no termina allí. Cada animal que se libera cuenta con un radiocollar que emite señales y permite que se realice un seguimiento diario con el objetivo de asegurar la adaptación de los osos hormigueros. “Llevamos un radio telemetría que nos permite saber dónde

El TRabajO CONjuNTO ObTuvO buENOS

RESulTadOS: haSTa El mOmENTO SE

lIbERaRON 27 OSOS hORmIguEROS quE

ya dISfRuTaN dE Su hábITaT NaTuRal.

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ArribA. Karina, la terapeuta de comportamiento animal, a caballo, busca a los osos por el radio telemetría, bajo el fuerte sol de los Esteros.

AbAjo. Un ejemplar con radiocollar recorre el corral de pre-suelta.

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se encuentran, y si están activos o inactivos”, comenta Spørring. Los seguimientos se hacen generalmente a caballo, una vez cada dos días. Los radio telemetría tienen un alcance de tres kilómetros, y en algunas ocasiones, cuando los osos hormigueros están muy adentrados en la Reserva, se hacen sobrevuelos con avionetas de la Estancia El Rincón del Socorro.

“Los juveniles son recapturados cada tres meses para asegurarnos de que el collar no les apriete a medida que van creciendo. Los anes-tesiamos lo menos posible, y en caso de hacerlo, se utiliza una cerbatana en vez de un rifle, que puede llegar a causar daños”, explica la terapeuta de comportamiento animal. Pero para facilitar aún más el seguimiento de los osos hormigueros y para comprobar que los animales están vivos luego de un tiempo de liberación, los biólogos que trabajan en la Reserva instalaron cámaras trampas que dispara automáticamente cuando el sensor de movimiento y calor infrarrojo detecta la presencia del animal. El uso de las cámaras arrojaron resultados sorprendentes: algunas hembras que se habían liberado aparecieron con crías en su lomo, que resalta un aumento en la población de la especie en la Reserva Iberá. Se registró el nacimiento de siete osos en la reserva. “Estimamos que el proyecto requerirá de un tiempo comprendido entre los 10 y 15 años para cumplir con sus objetivos generales”, subraya Spørring. La cámara trampa también registró la presencia de otros animales como ciervos, armadillos, carpinchos, gato montés, y uno del cual no se tenía registro en la zona: el puma.

la misión. Antes de lanzar el Proyecto Oso Hormiguero, el equipo de trabajo estableció como objetivos: establecer al menos una pobla-ción dentro de la Reserva Provincial de Iberá, aumentar la distribución de la especie en la pro-vincia, y asegurar su supervivencia a largo plazo. Las cartas ya están echadas, y ahora el desafío es proteger entre todos al oso hormiguero para que no se transforme en un recuerdo.

Por diversos motivos los Esteros del Iberá perdió a muchas de sus especies silvestres. Desde CLT, los especialistas trabajan para recuperar la fauna nativa del Iberá, entre las que se cuentan al oso hormiguero, al venado de las pampas, al pecarí de collar, y al gran anhelo: el yaguareté, el rey de la selva americana. •

máS INfOwww.proyectoibera.orgwww.rincondelsocorro.com

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