la protesta humana_04

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LA SITUACIÓN El vendeval de la crisis arrecia. No es solo en la Argentina donde en la ciudad y en el campo popula jadeante, extenuado, aterido de frío, y vacío el es- tómago el ejército de los sin trabajo, la legión de los que sin casa ni hogar mendiga asilo y ocupación, algo con que alimentar un día más el mecanis- mo digestivo que les anima. La crisis, la falta detrabajo manifiéstase con igual ó mayor prepotencia en las Repúblicas que nos rodean. Del Uruguay emigran los obreros á millares por que alli la vida es imposible. En el Paraguay la escasez es aterradora. En Chile se reú- nen más de ocho mil obreros reivindi- cando su derecho á la existencia y aclamando la revolución social. La prensa burguesa que hasta al pre- sente sostenía que esto era un Edén de felicidad y abundancia, que aquí so- lamente al haragán se le negaba la vida, ha acabado por declarar el caso grave de que existen . varios miles de trabaja- dores que para ellos toda fuente de vida está cerrada, de que vegetan en un ambiente de sufrimientos y privaciones miles de familias obreras y por conse- cuencia, la indigencia, el pauperismo y la prostitución está en auge. Esta declaración quizás inconsiente, no bien medida en el criterio burgués, ha venido á confirmar la existencia en este «Edén» de una cuestión social tan- tas veces negada, imposible de resolver con paliativos y reformas mas ó menos ilusorias, sino con un cambio radical en la forma de producción. Pretende eáa misma prensa que esta situación es pasagera, derivada de los estragos hechos en la agricultura por la langosta. Ciertamente, es este ortóp- tero el que ha creado la actual situación y nosotros los anarquistas sabemos bien á que especie pertenece El dañino bi- cho no apareció ayer, cuenta luengos años de existencia. No posa sus semille- ros en las llanuras del Chaco, sino que se desarrolla en las grandes ciudades, se aloja en suntuosos palacios, se ali- menta del robo legalmente protegido, y deja sentir su destructora voracidad directamente sobre las masas que mal usan los elementos de que disponen para su destrucción. Es una langosta que se puede designar con el nom- bre de Roquista, Mitrista, etc.. per- teneciente á la tribu: Política, Explota- ción. Se manifiesta su existencia en las cámaras legislativas, en la banca y en el convento. Se solaza en las recep- ciones, en los salones de la Opera; pro- voca, atropella y mutila á sus víctimas parapetada desde lujosos carruages. Es allí donde tiene su semillero, don- de el ambiente les es favorable á su desarrollo, donde hay que aplicar el medio de destruirla para hacer imposi- ble la desvastación de ciudades y al- deas. Pueblos, la langosta que os arruina no es la que emigra á bandadas de una comarca á otra, en este caso estamos nosotros los proletarios que vagamos errantes de uno á otro continente en busca del bienestar y libertad que con anpulosas palabras se nos ha ofrecido; es la langosta de dorado ropage que se queda estacionaria en un país, que os- despoja decretando impuestos, que os empobrece con contribuciones, que os tiraniza con sus códigos, que se os chupa la sangre gota á gota, que se fil- tra con vuestras viviendas y os arrebata los hijos para enseñarles el oficio del soldado, del inconsiente asesino auto- mático que con pasmosa frialdad dis- parar su fusil contra vosotros que sois sus padres, matándoos, matemática- mente á razón de tantos disparos por minuto. Es esa la langosta contra la cual urge proceder so pena de sucumbir todos de inacción y hambre. En defensa de nuestros ideales . (Continuación) Se pretende que ei hombre no ha de tener ni estimulo en el trabajo, si no se le ofrece una recompensa material, una retri- buciono proporcionada al merito, segun opinan lOS panegiristas de la presente sociedad; y tan- to más glosan el argumento cuanto cuentan con la imposibilidad de poderles demostrar prácticamente. lo contrario, porque para ello deberíamos de vivir la vida libre que anhela- mos. Pues, á pesar de esta gran contrarie- dad para nosotros, expondremos algunas ob- servaciones suficientes para probar él estímu- lo natural. En los niños, cuyo c o r a z o n no ha viciado todavía la corruptora influencia del oro ni del privilegio, hallaremos muchos ejemplos. Su- pongamos una reunión de pequeñuelos, en que uno intenta construir una casita con maderos ó piedras, y resulta defectuosa, próxima á derrumbarse. En seguida oiréis la voz de un compañero, ¿ lo ves? así se hace. Y ha- ciendo y diciendo, habrá montado la casita con la posible elegancia y seguridad, porque se habrá sentido suficientemente apto para ello y esta aptitud no ha podido menos que apli- carla y demostrarla, primeramente, por destru- ir el mal efecto que le causaba á sus ojos la construcción; segundarnente, por la satisfacción de probar ante sus compañeros su habilidad ó su talento. ¿Que estímulo material ha movi- do al niño? Ninguno. Su propio impulso y en último caso, nada más que el elogio y el aplauso de los camaradas. Los niños se cansan pronto de las cosas, necesitan variar constantemente y el amor pro- pio les excita á rivalizar; pues continuemos ob- servando la reunión supuesta, y pronto oire- mos á uno de los niños decir. "La casita está muy bien, pero yo haré con estos palitos unas sillas y mesas mejor que tú, ¿ves?' Y confec- ciona en un momento lo que dice, que mere- ce palmadas de contento de los compañeros» Otro muchacho interviene, y exclama: "Esto no tiene mérito ninguno; lo que lo tiene es di- bujar". Y enseguida bosqueja un árbol, una casa, una cara, etcétera, y todos las niños pi- den al momento papeles y lápices para hacer casa y árboles como aquel niño que los ha maravillado. Esto es una manifestación espontánea dé la naturaleza y una prueba de que el que tiene capacidad y vocación para una casa, aplica y practica sus cualidades porque se siente á ello impulsado sin más estímulo, y se esfuerza en progresar para obtener sencillamente la ad- miración ó el elogio de sus semejantes. Los mismos hombres nos ofrecen ejemplos á menudo. Cuando Galileo exclamaba: E pur si muove; no podia pensar en ninguna re- compensa, ya que entregaba su vida con la famosa frase. Si no recordamos mal fue el in- ventor de la porcelana de Sévres que, en sus empeños, pasóse tres dias sin comer, y agota- dos todos los recursos para mantener buen fue- go, arrojó á él todos sus muebles, á pesar de las lágrimas y desesperación de su esposa y familia, hasta que logró su propósito. En aque- lla incertidumbre del éxito, en aquel sacrificio, ¿movíale otra cosa que un ardiente afán de comprobar su idea, de hacer práctico su pen- samiento? ¿Cuántos sabios, á quienes la huma- nidad debe sus progresos, no se han visto perseguidos y martirizados por sus investiga- ciones y descubrimietos ¿Y puede suponerse siquiera, que sufrían por la recompensa? No, sino por su propia naturaleza y satisfacción. Si un cerebro está tan bien formado que sea susceptible de una gran concepción, ¿cómo de- jará de manifestarlo el hombre? Seria lo con- trario, igual que si se le mandara no pensar. No es precisamente á los avaros y sedientos de riquezas que se debe nuestro progreso, sino á los sabios y generosos; y no éstos, sino sus sucesores, han gozado, los resultados. Estos artistas como Paganini, Liszt, Beetho- vea y otros, entregados por completo á sus instrumentos y á su música, logrando elevar el arte á la sublimidad con sus apasionamientos ardíentes y sus grandes sentimientos artísticos, sería realmente insultarles estampar que se pro- ducían de esta manera por interés ninguno. ¿Qué más recompensa que traducir en hechos sus admirables inspiraciones? ¿Quién podia pa- garles sus goces y sus entusiasmos? Y lo que decimos de los músicos, podríamos decir delos pintores y toda suerte de verdaderos artistas. ¿Y qué decir de esas otras individualidades como Bakunin, Garibaldi y tantos y tan he- roicos y: valientes campeones de la libertad humana que han sacrificado sus exístencias por entero á la humanídád. ¿Y qué de los grandes sociólogos como Saint- Simon, Fourier, Owen, Cabet, Proudhon y otros? Sostener que su iniciativa ó su impulso se debe á la esperanza de una miserable recom- pensa, es sostener sencillamente una calumnia y una mentira. En los trabajadores mismos, y á pesar de tener motivos suficientes de odiar el trabajo tal cual hoy se efectúa, ¿no se observa el estímulo aun sin recompensa ninguna? ¿No se ve en el taller con que interés estudian todas las me- jores producciones de algún hábil compañero y cuántos elogios se le tributan? Es absoluta- mente cierto que en los talleres el que no ha- ce más es porque no puede ó no se le propor- cionan los medios para ello: y negamos que sea por interés porque ni se recompensa el mérito ni se agradecen los esfuerzos por parte del explotador, sino por natural capacidad y propio deseo de sobresalir de la generalidad, á la par que ser objeto de admiración y aplauso. Ya lo único que aquí cabría discutir es si se emplearía la actividad y la iniciativa ó el estímulo en cosas útiles ó inútiles; pero, ¿pue- de concebirse que un ser dotado de razón, li- bremente, ha de empeñarse en tiras piedras al mar? En cualquier cosa que se ocupe el hom- bre alguna utilidad produciría. Además, con una instrucción más fácil, una educación más conforme con la naturaleza, ¿no se modificará el hombre en el sentido de la perfección, como innegablemente se ha mo- dificado, convirtiéndose el bárbaro de antiguos tiempos en el ciudadano de hoy? y esto, que es un hecho, ¿no garantiza que el ciudadano de hoy se convierta en el. productor de ma- ñana, capaz de regirse á sí mismo, de vivir bien en la sociedad anarquista? Y si á esto añadimos la perfección mecáni- ca, le facilidad productiva, ¿qué ser no se sen- tirá atraído al trabajo y estimulada su activi- dad, máxime cuando el ejemplo de la holgaza- nería no tendrá razón de subsistir, porque no habrá privilegiados que puedan ser gandules? Dice el señor Flores que para un estado de cosas como el que preconizamos hay que ha- cer dejación del egoísmo individual. ¿Para qué? Lo que hace falta es que ese egoismo, en vez de arraigar sacrificando al prójimo, contra el espíritu mismo de la ley cristiana, de que tan- ta gala hacen y no cumplen los cristianos, se eduque y practique de modo que se deduzca del bienestar de todos. Al más rico y encopetados de los ciudada- nos de la mejor república no puede hoy. ase- gurársele su bienestar y el de sus hijos, porque una jugada de bolsa, un secuestro, un incen- dio, mil accidentes, de los que hoy son comu- nes pueden arruinarle, y llegar al último pel- daño de la escala social, como se dan muchos casos. El último de los productores de la sociedad del porvenir, fundada en el común bien y en la solidaridad, ha de tener más garantías de subsistencia y bienestar que los ricos de hoy. (Continuará). POLÍTICA Galantes, como todo buen político, el au- tor del articulo titulado Socialistas y Anar- quistas\ aparecido en el no. 8 de La Montaña, después de afirmar sin demostrar, termina ofreciendo las columnas del referido perió- dico para todo escrito o polémica en que quiera tratarse y analizar la diferencia que entre Socialistas y Anarquistas hay. Como quiera que nosotros, los anarquis- tas, estamos muy poco acostumbrados a ta- les liberalidades, yo no me he atrevido á dirijir la presente directamente á La Mon- taña per temor á que mi manera de pensar al estar en desacuerdo con la de los redac- tores del referido colega, hiciera acreedor a mi modesto trabajo á las profundas tene- brosidades del cesto. . Pido, pues, a. los compañeros de La Mon- taña hospitalidad para los trabajos que me propongo enviarles en refutación de lo que afirman bajo el rubro Socialistas y Anarquistas. * * ¡Oh témpora! ¡Oh mores¡ no pude menos que exclamar yo al leer el ya mentado ar- tículo; como cambian los tiempos! Por que hay que confesar que cambian, vaya si cambian, ¿Quien creerá que los socialistas que hoy nos ofrecen con una amabilidad que si no es pura y simplemente política, merece ser tenida en cuenta para cuando se trate de premiar d cada uno según sus méritos, según el tema Socialista, quien re- conocería, digo, en estos socialistas á los del celebérrimo Congreso de Londres? Aquellos queridos cucarachas, regimen- tadores y organizadores, que expulsaron y hasta anatematizaron á los que como ellos no pensaban, y estos de hoy, nos ofrecen sus columnas para que espongamos nuestra manera de pensar ¡Lo que va de ayer á hoy! Pero en fin, por mucho que nos asombre el caso del suceso, es cierto y merece apun- tarse en el libro de los grandes aconteci- mientos. Expresada así, aunque solamente de una manera débil y apenas parecida á la reali- dad mi admiración entremos en materia. El diccionario de la muy Real Academia Española dice; definiendo la palabra: «Política», Arte de gobernar. Dar leyes y reglamentos para mantener la tranquilidad y seguridad pública, orden y buenas cos- tumbres. Los socialistas, que no son diccionario dicen á su vez: Trabajadores, organizaos para poder en- trar en la lucha política. Ahora, bien, para gobernar, y dar leyes y reglamentos, es

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publicación anarquista Buenos Aires, 1897

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Page 1: La Protesta Humana_04

LA SITUACIÓNEl vendeval de la crisis arrecia. No

es solo en la Argentina donde en laciudad y en el campo popula jadeante,extenuado, aterido de frío, y vacío el es-tómago el ejército de los sin trabajo,la legión de los que sin casa ni hogarmendiga asilo y ocupación, algo conque alimentar un día más el mecanis-mo digestivo que les anima. La crisis,la falta detrabajo manifiéstase con igualó mayor prepotencia en las Repúblicasque nos rodean. Del Uruguay emigranlos obreros á millares por que alli lavida es imposible. En el Paraguay laescasez es aterradora. En Chile se reú-nen más de ocho mil obreros reivindi-cando su derecho á la existencia yaclamando la revolución social.

La prensa burguesa que hasta al pre-sente sostenía que esto era un Edén defelicidad y abundancia, que aquí so-lamente al haragán se le negaba la vida,ha acabado por declarar el caso gravede que existen . varios miles de trabaja-dores que para ellos toda fuente de vidaestá cerrada, de que vegetan en unambiente de sufrimientos y privaciones

miles de familias obreras y por conse-cuencia, la indigencia, el pauperismo yla prostitución está en auge.

Esta declaración quizás inconsiente,no bien medida en el criterio burgués,ha venido á confirmar la existencia eneste «Edén» de una cuestión social tan-tas veces negada, imposible de resolvercon paliativos y reformas mas ó menosilusorias, sino con un cambio radicalen la forma de producción.

Pretende eáa misma prensa que estasituación es pasagera, derivada de losestragos hechos en la agricultura porla langosta. Ciertamente, es este ortóp-tero el que ha creado la actual situacióny nosotros los anarquistas sabemos biená que especie pertenece El dañino bi-cho no apareció ayer, cuenta luengosaños de existencia. No posa sus semille-ros en las llanuras del Chaco, sino quese desarrolla en las grandes ciudades,se aloja en suntuosos palacios, se ali-menta del robo legalmente protegido,y deja sentir su destructora voracidaddirectamente sobre las masas que malusan los elementos de que disponenpara su destrucción. Es una langostaque se puede designar con el nom-bre de Roquista, Mitrista, etc.. per-teneciente á la tribu: Política, Explota-ción. Se manifiesta su existencia enlas cámaras legislativas, en la banca yen el convento. Se solaza en las recep-ciones, en los salones de la Opera; pro-voca, atropella y mutila á sus víctimasparapetada desde lujosos carruages.

Es allí donde tiene su semillero, don-de el ambiente les es favorable á sudesarrollo, donde hay que aplicar elmedio de destruirla para hacer imposi-ble la desvastación de ciudades y al-deas.

Pueblos, la langosta que os arruinano es la que emigra á bandadas de unacomarca á otra, en este caso estamosnosotros los proletarios que vagamoserrantes de uno á otro continente enbusca del bienestar y libertad que conanpulosas palabras se nos ha ofrecido;es la langosta de dorado ropage que sequeda estacionaria en un país, que os-despoja decretando impuestos, que osempobrece con contribuciones, que ostiraniza con sus códigos, que se oschupa la sangre gota á gota, que se fil-tra con vuestras viviendas y os arrebatalos hijos para enseñarles el oficio delsoldado, del inconsiente asesino auto-mático que con pasmosa frialdad dis-parar su fusil contra vosotros que soissus padres, matándoos, matemática-mente á razón de tantos disparos porminuto.

Es esa la langosta contra la cual urgeproceder so pena de sucumbir todos deinacción y hambre.

En defensa de nuestros ideales. (Continuación)

Se pretende que ei hombre no ha de tenerni estimulo en el trabajo, si no sele ofrece una recompensa material, una retri-buciono proporcionada al merito, segun opinanlOS panegiristas de la presente sociedad; y tan-to más glosan el argumento cuanto cuentancon la imposibilidad de poderles demostrarprácticamente. lo contrario, porque para ellodeberíamos de vivir la vida libre que anhela-mos. Pues, á pesar de esta gran contrarie-dad para nosotros, expondremos algunas ob-servaciones suficientes para probar él estímu-lo natural.

En los niños, cuyo c o r a z o n no ha viciadotodavía la corruptora influencia del oro ni delprivilegio, hallaremos muchos ejemplos. Su-pongamos una reunión de pequeñuelos, en queuno intenta construir una casita con maderosó piedras, y resulta defectuosa, próxima áderrumbarse. En seguida oiréis la voz deun compañero, ¿ lo ves? así se hace. Y ha-ciendo y diciendo, habrá montado la casitacon la posible elegancia y seguridad, porquese habrá sentido suficientemente apto para elloy esta aptitud no ha podido menos que apli-carla y demostrarla, primeramente, por destru-ir el mal efecto que le causaba á sus ojos laconstrucción; segundarnente, por la satisfacciónde probar ante sus compañeros su habilidadó su talento. ¿Que estímulo material ha movi-do al niño? Ninguno. Su propio impulso yen último caso, nada más que el elogio y elaplauso de los camaradas.

Los niños se cansan pronto de las cosas,necesitan variar constantemente y el amor pro-pio les excita á rivalizar; pues continuemos ob-servando la reunión supuesta, y pronto oire-mos á uno de los niños decir. "La casita estámuy bien, pero yo haré con estos palitos unassillas y mesas mejor que tú, ¿ves?' Y confec-ciona en un momento lo que dice, que mere-ce palmadas de contento de los compañeros»Otro muchacho interviene, y exclama: "Estono tiene mérito ninguno; lo que lo tiene es di-bujar". Y enseguida bosqueja un árbol, unacasa, una cara, etcétera, y todos las niños pi-den al momento papeles y lápices para hacercasa y árboles como aquel niño que los hamaravillado.

Esto es una manifestación espontánea dé lanaturaleza y una prueba de que el que tienecapacidad y vocación para una casa, aplica ypractica sus cualidades porque se siente á ello

impulsado sin más estímulo, y se esfuerzaen progresar para obtener sencillamente la ad-miración ó el elogio de sus semejantes.

Los mismos hombres nos ofrecen ejemplosá menudo. Cuando Galileo exclamaba: E pursi muove; no podia pensar en ninguna re-compensa, ya que entregaba su vida con lafamosa frase. Si no recordamos mal fue el in-ventor de la porcelana de Sévres que, en susempeños, pasóse tres dias sin comer, y agota-dos todos los recursos para mantener buen fue-go, arrojó á él todos sus muebles, á pesar delas lágrimas y desesperación de su esposa yfamilia, hasta que logró su propósito. En aque-lla incertidumbre del éxito, en aquel sacrificio,¿movíale otra cosa que un ardiente afán decomprobar su idea, de hacer práctico su pen-samiento? ¿Cuántos sabios, á quienes la huma-nidad debe sus progresos, no se han vistoperseguidos y martirizados por sus investiga-ciones y descubrimietos ¿Y puede suponersesiquiera, que sufrían por la recompensa? No,sino por su propia naturaleza y satisfacción.Si un cerebro está tan bien formado que seasusceptible de una gran concepción, ¿cómo de-jará de manifestarlo el hombre? Seria lo con-trario, igual que si se le mandara no pensar.No es precisamente á los avaros y sedientosde riquezas que se debe nuestro progreso, sinoá los sabios y generosos; y no éstos, sino sussucesores, han gozado, los resultados.

Estos artistas como Paganini, Liszt, Beetho-vea y otros, entregados por completo á susinstrumentos y á su música, logrando elevar elarte á la sublimidad con sus apasionamientosardíentes y sus grandes sentimientos artísticos,sería realmente insultarles estampar que se pro-ducían de esta manera por interés ninguno.¿Qué más recompensa que traducir en hechossus admirables inspiraciones? ¿Quién podia pa-garles sus goces y sus entusiasmos? Y lo quedecimos de los músicos, podríamos decir de lospintores y toda suerte de verdaderos artistas.

¿Y qué decir de esas otras individualidadescomo Bakunin, Garibaldi y tantos y tan he-roicos y: valientes campeones de la libertadhumana que han sacrificado sus exístenciaspor entero á la humanídád.

¿Y qué de los grandes sociólogos como Saint-Simon, Fourier, Owen, Cabet, Proudhon yotros?

Sostener que su iniciativa ó su impulso sedebe á la esperanza de una miserable recom-pensa, es sostener sencillamente una calumniay una mentira.

En los trabajadores mismos, y á pesar detener motivos suficientes de odiar el trabajo talcual hoy se efectúa, ¿no se observa el estímuloaun sin recompensa ninguna? ¿No se ve en eltaller con que interés estudian todas las me-jores producciones de algún hábil compañeroy cuántos elogios se le tributan? Es absoluta-mente cierto que en los talleres el que no ha-ce más es porque no puede ó no se le propor-cionan los medios para ello: y negamos quesea por interés porque ni se recompensa elmérito ni se agradecen los esfuerzos por partedel explotador, sino por natural capacidad ypropio deseo de sobresalir de la generalidad,á la par que ser objeto de admiración yaplauso.

Ya lo único que aquí cabría discutir es sise emplearía la actividad y la iniciativa ó elestímulo en cosas útiles ó inútiles; pero, ¿pue-de concebirse que un ser dotado de razón, li-bremente, ha de empeñarse en tiras piedras almar? En cualquier cosa que se ocupe el hom-bre alguna utilidad produciría.

Además, con una instrucción más fácil, unaeducación más conforme con la naturaleza,¿no se modificará el hombre en el sentido dela perfección, como innegablemente se ha mo-dificado, convirtiéndose el bárbaro de antiguostiempos en el ciudadano de hoy? y esto, quees un hecho, ¿no garantiza que el ciudadanode hoy se convierta en el. productor de ma-ñana, capaz de regirse á sí mismo, de vivirbien en la sociedad anarquista?

Y si á esto añadimos la perfección mecáni-ca, le facilidad productiva, ¿qué ser no se sen-tirá atraído al trabajo y estimulada su activi-dad, máxime cuando el ejemplo de la holgaza-nería no tendrá razón de subsistir, porque nohabrá privilegiados que puedan ser gandules?

Dice el señor Flores que para un estado decosas como el que preconizamos hay que ha-cer dejación del egoísmo individual. ¿Para qué?Lo que hace falta es que ese egoismo, en vezde arraigar sacrificando al prójimo, contra elespíritu mismo de la ley cristiana, de que tan-ta gala hacen y no cumplen los cristianos, seeduque y practique de modo que se deduzcadel bienestar de todos.

Al más rico y encopetados de los ciudada-nos de la mejor república no puede hoy. ase-gurársele su bienestar y el de sus hijos, porqueuna jugada de bolsa, un secuestro, un incen-dio, mil accidentes, de los que hoy son comu-nes pueden arruinarle, y llegar al último pel-daño de la escala social, como se dan muchoscasos.

El último de los productores de la sociedaddel porvenir, fundada en el común bien y enla solidaridad, ha de tener más garantías desubsistencia y bienestar que los ricos de hoy.

(Continuará).

POLÍTICAGalantes, como todo buen político, el au-

tor del articulo titulado Socialistas y Anar-quistas\ aparecido en el no. 8 de La Montaña,después de afirmar sin demostrar, terminaofreciendo las columnas del referido perió-

dico para todo escrito o polémica en quequiera tratarse y analizar la diferencia queentre Socialistas y Anarquistas hay.

Como quiera que nosotros, los anarquis-tas, estamos muy poco acostumbrados a ta-les liberalidades, yo no me he atrevido ádirijir la presente directamente á La Mon-taña per temor á que mi manera de pensaral estar en desacuerdo con la de los redac-tores del referido colega, hiciera acreedor

a mi modesto trabajo á las profundas tene-brosidades del cesto. .

Pido, pues, a. los compañeros de La Mon-taña hospitalidad para los trabajos queme propongo enviarles en refutación de loque afirman bajo el rubro Socialistas yAnarquistas.

* *

¡Oh témpora! ¡Oh mores¡ no pude menosque exclamar yo al leer el ya mentado ar-tículo; como cambian los tiempos! Por quehay que confesar que cambian, vaya sicambian, ¿Quien creerá que los socialistasque hoy nos ofrecen con una amabilidadque si no es pura y simplemente política,merece ser tenida en cuenta para cuandose trate de premiar d cada uno según susméritos, según el tema Socialista, quien re-conocería, digo, en estos socialistas á losdel celebérrimo Congreso de Londres?

Aquellos queridos cucarachas, regimen-tadores y organizadores, que expulsaron yhasta anatematizaron á los que como ellos nopensaban, y estos de hoy, nos ofrecen suscolumnas para que espongamos nuestramanera de pensar ¡Lo que va de ayer áhoy!

Pero en fin, por mucho que nos asombreel caso del suceso, es cierto y merece apun-tarse en el libro de los grandes aconteci-mientos.

Expresada así, aunque solamente de unamanera débil y apenas parecida á la reali-dad mi admiración entremos en materia.

El diccionario de la muy Real AcademiaEspañola dice; definiendo la palabra:

«Política», Arte de gobernar. Dar leyes yreglamentos para mantener la tranquilidady seguridad pública, orden y buenas cos-tumbres.

Los socialistas, que no son diccionariodicen á su vez:

Trabajadores, organizaos para poder en-trar en la lucha política. Ahora, bien, paragobernar, y dar leyes y reglamentos, es

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preciso que haya á quien darlos é imponer-los. Los socialistas que tanto se afanan porconseguir encauzarnos en. la política que eslo que pretenden enseñarnos ¿a hacer y darleyes y reglamentos, ó a s o p o r t a r l o s ?

Si lo primero, ¿á quien y para quien? y silo segundo, pas vovis.

El articulista referido dice al terminar,que no son de su agrado metafísicas ni re-tóricas.

Vaya, vaya, sin duda, es por eso que asegura, que los anarquistas decimos ó cree-mos que la propiedad vive del Estadomientras que ellos dicen lo contrario.

¡Carambita, Carambita sutileza tenemos!Lo que creen los anarquistas y afirman,

es que tanto el Estado como la propiedadson dos cánceres que devoran al pueblo, ycomo esta verdad es innegable, ¿que impor-ta que la primera sea hija del segundo ó elsegundo de la primera?

¡La lucha política! Echa por esa boca sa-lero!

Ella llevó á millares de víctimas al sacri-ficio en los campos de batalla, ella sirve paraengañar al más tonto, para medrar el máspicaro, y para burlar y atrofiar los noblessentimientos; ella corrompe y pervierte alque en ella entra con sanas ideas, ella esel jérmen de la ambición, ella marea y dávértigos, ella hace delirar á los ambiciosos.

Cuando las ráfagas del huracán de losocéanos estén próximas á barrer las delec-téreas miasmas de la hipócrita y criminalsociedad actual, ella, la política, manejaday codimentada al gusto de los que la fabri-can, desbaratará y hará abortar la salubri-ficadora tempestad si el pueblo se descuida!

La política, es hija predilecta de los Roca,de los Bismark, dé los Guillermos y de mily mil otros asesinos, que valiéndose de tanmeneable instrumento, medraron y medraná expensas del infeliz é ignorante pueblo.

La Política, es el arma predilecta delos que bajo capa de redentores ocultanlas negras miras de sus negros corazones.

Flote al aire el rojo pendón de los libres,el estandarte de la rebelión, símbolo de lashumanas rievindicaciones, símbolo de lashuestes populares y veréis, que poblandoel aire con entusiastas gritos de libertad,de amor ó muerte, millares y millares detrabajadores corren á rodearlo, buscad en-tonces á les políticos y las hallaréis en con-ciábulo, reunidos buscando la mejor fórmulade traicionar, de vender cubriendo lasapariencias, al infeliz de siempre, al mártireterno.

La traición de Campos en el Parque elaño 90, política fue, la traición de Lamas ySaraiba política es, la traición, de Ber-nadote, política fue, la traición que cos-tó millares y millares de víctimas á los co-muneros franceses, política, la traición dela venta de Trafalgar. política, la infamiaque la Europa armada cometió con Grecia,política, la infamia de la alianza ArgentinoBrasilera contra el Paraguay, política, lamasacre de Fourmies, política, las prisio-nes, los asesinatos misteriosos, y todo cuan-to es infamia doble de miras, negrura decorazón, todo lo ruin, lo falso, lo repugnantelo asqueroso,política, los robos, los fraudes,política son ¡Oh, Basta, basta, dejadnosya de política.

Dicen que se nos quiere adiestrar, educar-nos, darnos á conocer nuestros derechos,educadnos en buen hora pero no política-mente.

Política es la estafa (perdón por lo impo-lítico de la frase) del caballero Anseele,director de la Woornit, (cooperativa deGante,) y gefe del partido socialista deaquella ciudad.

El distrajo fondos de los obreros parahacer política, y luego les robó en sus suel-dos, y por fin política fue lo del Panamá, lode la Banca Italiana, y la política es lacausa de que tan estendidas estén las mily mil mentiras con que se engaña y dominaal pobre pueblo.

Pero no quiero estenderme más y termi-no invitando á los redactores de La MontañaA que me contesten a esta pregunta:

¿Qué es preferible, ser director, dirijidoó ni una ni otra cosa?

PEPITA GHERRA.

En el Café!(CONVERSACIÓN DEL NATURAL.)

IIAmbrosio (Magistrado)—Ya que esta-

mos solos, todos buenos conservadores'escuche, señor Próspero. La otra nochecuando Vd. hablaba con aquél joven noquise mezclarme en la conversación, ¿pero,diga, le parece que su lógica era mejor pa-ra defender las instituciones? En ciertosmomentos, es Vd. quien parecía ser elanarquista.

Próspero—Ah! y porqué?Ambrosio—Porqué Vd. decia, en sub-

stancia, que toda la presente organizaciónde la sociedad está fundada sobre lafuerza, de modo que Vd. daba la razónA los que por medio de la fuerza quieren

destruirla. ¿Pero los supremos principiosque rigen 1as sociedades civiles, el de-;

recho, l a moral, la religión, Vd. no lascuenta para nada, pues?

Próspero-Vaya, Vd. siempre nos vie-ne con su derecho. Es un vicio que Vd.debe á su profesión. Si mañana el go-bierno decretese, supongamos, el colecti-vismo, Vd. condenaria á los partidariosde la propiedad individual con la mis-ma impasibilidad con que condena hoylos anarquistas...y eso, siempre en nom-bre del derecho. Ya ve Vd. pues que escuestión de nombres nada más. Vd. dicederecho, yo digo fuerza; pero al fin y alcabo con lo que cuenta verdaderamente escon los santos gendarmes y aquel que lostiene de su parte es quién tiene larazón.

Ambrosio—Vaya, vaya, señor Próspe-ro. Parece imposible que el amor alsofisme encarnado en Vd. deba siempresofocar los instintos del conservador. Vd.no comprende el mal efecto que produ-ce ver una persona como Vd., uno delos notables del país, dar así argumentosá los peores enemigos del orden. Dejémo-nos de disputar, por lo menos en pú-blico, y estrechémonos todos en un hazpara defender las instituciones, quela maldad de los tiempos presentes estádando terribles sacudidas.

Próspero—Sí, estrechémonos no más;pero sí no se toman medidas enérgicas!sí no se abandona el doctrinarismo liberalnada se hace.

Ambrosio—Oh sí, eso es, seguramente.Es menester que se hagan leyes severas yseveramente cumplidas. Pero no basta:con la fuerza sola no se sujeta á lospueblos, sobre todo en estos tiempos. Esnecesario que á la propaganda se apongaotra propaganda: es necesario persuadir ála gente de que somos nosotros solos losque tenemos razón.

Próspero—Pobre amigo: cuídese bien deafrontar la realización de semejantes pro-pósitos. Su propaganda saldría siempreen provecho de los socialista, anarquistasó como sean que los llame el diablo.

¡Sí será Vd. loco! Vaya Vd. á persua-dir á uno hambriento de que es justoque no debe comer, tanto más, cuantoes él quien ha producido las cosas decomer. Todo andará bien hasta que elpobre no piense en su condición y sigaadelante agradeciendo a dios y al patrónde que no le vaya peor. Pero desde elmomento que empieza á reflexionar, elvelo queda roto: es un enemigo queno se reconciliara jamas;

Vaya, vaya! Es necesario á toda tranceevitar la propaganda: sofocar la prensacon la ley ó sin ella.

Ambrosio—Eso sí, eso.Próspero... Impedir toda clase de reu-

nion, disolver todas las asociaciones, de-portar á las islas á todos que piensan...

César (negociante)-Delpacio,despacio,no se ultrapasen.

Recuerden que otros gobiernos, y entiempos más propicios que los actuales,han adoptado los métodos que Vd. acon-sejan... y han precipitado su caida.

Ambrosio— Basta, basta, he aqui Miguelque llega con ua anarquista que he con-denado ef año pasado á seis meses decárcel por un manifiesto subversivo

Miguel-Buenas tardes, señores.Aqui les presento un amigo mio, anar-

quista, que ha aceptado el reto arrojadola otra noche por el señor Próspero.

Próspero—¡Qué reto... vaya un reto. Sediscute así para pasar el tiempo... En-tonces Vd. nos esplicará en que consistela anarquía, pues nosotros nada hemospodido comprender.

Jorge (socialista-anarquista)—Yo no soyprolesor de anarquía y ni vengo á dar-les un curso de anarquía; aunque alfin y al cabo, mis ideas puede defen-derlas.

Por lo pronto ahi está el señor (Desi-ñando á Ambrosio, con tono irónico) quedebe conocerla mejor que yo. Ha con-denado tanta gente por delito de anar-quismo que, es de suponer, siendo élhombre de conciencia, no lo habrá hechosin haber estudiado antes detenidamenteai argumento.

César—Vaya, vaya, no hagamos cues-tiones personales... y puesto que debe-'mos hablar de anarquia, entremos ahoramismo en el asunto. Vea Vd. yo tambiénreconozco que las cosas andan mal yques necesario buscar algún remedia, Perotambién es menester evitar las utopias ysobre todo se debe huir de la violencia.

Poco a poco, con buena voluntad ycon la concordia se llegará á areglartodo. Indudablemente, el Gobierno debe-ría consagrarse más á la causa de lostrabajadores; debería procurar trabajo &los desocupados, protejer la industria na-cional, estimular el comercio. Pero....

Jorge—¡Cuantas cosas quisiera Vd» quehiciese este pobre Gobierno! El Gobier-no no quiere saber nada, de los intere-ses de los trabajadores... y se comprende..'

César—¿Como se comprende?Esto puede ser cuestión de un minis-

terio más ó menos liberal. Si el ministe-

rio actual es incapaz y quizás poco de-seoso de aportar remedio a los males

del país, mañana ministros ilustrados ycelosos, podran hacer lo que no se áhecho hasta el presente.

Jorge-No, querido señor, no es cues-tion de un ministerio ú orto. Es cues-

tion del gobierno en general; de todoslos gobiernos, el de hoy como el de ayery como los de mañana.El gobierno emana de los propietarios:

necesita para sostenerse de su apoyo, susmiembros, son también propietarios ¿co-mo podría, pues, obrar en favor de losintereres de los trabajadores?

Por otra parte, aunque el gobierno qui-siese, no podría resolver la cuestión so-cial, porque ésta depende de causas ge-nérales y para resolverla importa cam-biar .radicalmente todo el sistema queel gobierno tiene precisamente por misióndefender. Vd. habla de procurar trabajoá los desocupados. ¿Pero como podráhacer esto e1 gobierno, si no hay tra-bajo? ¿Deberá mandar hacer trabajos inú-tile? Y quien los querrá pagar ¿Protejerla industria y el comercio? Pero si estoel gobierno no lo puede hacer; á lo máspodrá favorecerá una clase de industria-les en, perjuicio de otra clase; podráfavorecerá los comerciantes de una regiónen perjuicio de los de otra, y en re-sumen, nada se habría ganado. Quererprotejer á todos ,es un absurdo, porla sencilla razón de que el gobierno nadaproduce y no puede sino desiquilibrarla riqueza producida por los otros.

Cesar.—Pero entonces, si el gobierno noquiere ó no puede hacer nada ¿qué reme-dio encuentra Vd? Aunque hicieran Vds.la revolución será después necesario quepongan otro gobierno; y como Vd dice quetodos los gobiernos son iguales, resulta quedespués de la rivolución nos habremos; que-dado como antes.

Jorge.—Es precisamente por esto que noqueremos gobierno. Vd.. sabe ya que soyanarquista y que anarquía significa socie-dad sin gobierno.

Cesar.— Pero esto es imposible. ¿Comohacerlo para vivir? ¿Quién dictaría las le-yes? ¿Quién las aplicaría ó las haría obser-var?,

Jorge.—Veo que Vd., no tiene la menoridea de lo que queremos. Para no perder eltiempo en divagaciones, será necesario queme dejen explicar aunque brevemente, conmétodo, nuestro programa y entonces po-dremos discutir con algún provecho. Máshoy es tarde; empezaremos otro día.

(Continuará).

parásitos tiranos, entre hombres_sin senti-mientos, sin dignidad sin pudor; entré unaraza maldita, azote de la humanidad, esco-ria inmunda de la raza humana, que se ali-menta con vuestras carnes, que goza convuestras lágrimas y que acumula fabulosasfortunas con las gotas de sudor que voso-tros derramáis. Habéis de vivir entre seresque son el sustentáculo de todas las infa-mias pasadas y presentes; que hicieron su-cumbir á los vuestros bajo el peso abomi-nable de la servidumbre.

Vosotras, lindas muchachas, pasáis lo me-jor de vuestra vida en hilar, en tejer, en co-ser las preciosas sedas, que ellos han de re-galar á aus amantes, á sus mujeres y á sushijas para que en lujuriosas soires sean laadmiración de los concurrentes, al paso quevuestro iliaco cuerpo debilítase más cadadía, cada instante, sin que una lágrima sal-té á los ojos de aquéllos, ni una palabra deconmiseración pronuncien sus labios.

Vuestra vida, queridas, es así y no comola imaginabais; tiene los horrores que osdescribo y no los encantos que os ha-bías imaginado. Si no queréis creerme,observad, haced comparaciones más desa-pasionadamente, y después convendréisque de mi lado se halla la razón. Sentiréisentonces la necesidad de saber el origen detanta desigualdad entre los hombres y que-rréis saber, estudiar, analizar.

Para esto saber, habréis de recurrir ne-cesariamente á la literatura anarquista.Después sentiréis en vuestras venas hervirla sangre con ardor y os reconoceréis confuerzas suficientes para la lucha, compren-deréis que no hay fuerza mayor que la ra-zón, ni nada en esta sociedad que no irritelos ánimos. Sentiréis la necesidad de ponertérmino á todas las crueldades y á todaslas desigualdades de clase; sentiréis el de-seo de romper lo que nos oprime y de efec-tuar aquella felicidad que habíais soñado.

ANDORINHA.

El domingo Io de Agosto tendrá lugar álas 2 p.m. un meetig de obreros desocupa-dos convocado por la Federación Obrera en e|teatro Doria, Calle Rivadavía y Pichincha.

Carta de PortugalCaros Compañeros

Salud:Como os decía en mi anterior, á pesar de

la más vil de las represiones, el anarquismoaquí no quedó sofocado. Los anarquistasportugueses, no dejan también de poseerungrande entusiasmo para el aceleramientodel porvenir, no dejando para ello de usartodas aquellas prácticas aprovechablespara ensanchar la propaganda.

La represión era ejercida en Lisboa, mascon todo, en Lisboa mismo no dejaban deaparecer clandestinos el periodico másfogoso. O Petardo Anarchista. O Agitadory O Luctador, son los que esparcieron un

poco de miedo entre los burgueses de lacapital portuguesa. La represión ejercíaseen Lisboa, mas con todo en O porto se con-tinuaba publicando por entregas semanalesla célebre obra de Kropotkine—La Con~quista del Pan.

El furor represivo calmó un tanto, y en-tonces, un grupo de buenos compañeros,teniendo encuenta la condición de estepueblo para la aceptación de una propa-ganda cualquiera, trató de legalizar la pu-blicación de un periódico semanal tituladoA Líberdade. En vez de llamarnos clara-mente anarquistas, procuremos, á imitaciónde nuestros amigos de Francia, llamarnoslibertarios, puesto que la famosa ley nonos permitía podernos llamar otra cosa.

Como es moneda corriente, los socialistasdemócratas, ó mejor, una fracción de ellos,valiéndose de que nosotros no podíamosdefendernos como era debido á cualquierataque que se nos infiriera, cayeron cualmanada de cuervos sobre nosotros conuna lluvia de insultos y de inspiracionesque llegaban hasta el colmo de la asquero-sidad. A Liberdade, entonces, comprendien-do que era de necesidad de tener siempreinmaculado el principio anárquico creyóoportuno emplear un poco de tiempo'yde espacio para sacar á relucir todas lasporquerías y canalladas de tales gentes.Asi lo hizo con un escrito admirable,los social-demócratas tuvieron une callar-se cual difuntos.

Esta es una de las victorias obtenidascontra esos canallas. Y más que canallas,puedo francamente llamarlos traidores yvendidos. Traidores, porque traicionan des-caradamente todo movimiento huelguistaque aquí se dé, y por que se sabe por bocapropia de uno de los elementos esencialesde la social-democracia portuguesa, que eljefe de ellos, que es el que asistió al Con-greso de Londres én el año pasado fue lacausa de que los 24 anarquistas fueran de-portados á las mortíferas regiones de Áfricay de Oceanía. De este caso los periódicosanarquistas hanse ocupado seriamentey todavia es la hora que han de serdesmentidos. Sácase de todo esto en conse-cuencia, que fue el jefe de la soeial-demo-cracia portuguesa quien aconseo al gobier-

A LAS JOVENES PROLETARIASA los l8 años aun no habeis despertado

al clamoreo de los secretos de la vida ycuan diferente os resultará al sueño de la

infancia, realizado en la edad apellidada dela inocencia. A esa edad, la vida para voso-otras es un sueño efectuado en el lecho de

halagüeñas ilusiones que consigo trae lajuventud. Vuestro ideal, está lleno de en-cantos; vivís envueltas en la dulce espe-ranza; vuestros corazones extasíanse alpensar en futuras dichas.

Mas, ¡ah! todo cuanto idealizasteis, lo hi-ciste en vano, porqne el camino de la vidaes escabroso, á pesar de los impulsos devuestra alma.... . A esa edad vuestra mentese halla sumergida en el profundo océanode la esperanza.

Os juzgáis felices ¡pobrecitas! mas no di-visáis á lo lejos, entre opacas luces, surgir,envuelto en negro manto, el espectro ho-rroroso del hambre que sobre vuestroshombros viene a descargar su pálida y de-macrada mano. No veis los abismos que seabren á vuestros pies, puesto que vuestrosojos aun no están del todo abiertos, paracontemplar al mundo.

Sois como la flor, que nacida entre lodo yregada con aguas pútridas; al querer abrir-se caénle los pétalos por la simple razón deedtre el lodo haber nacido. También á vo-sotras, á pesar de todas vuestras ilusiones,la podedumbre os tiene rodeadas, y mástarde, si no tenéis una fuerza de voluntadsuperior Á la física que poseéis; os lanzaráen las garras del lupanar. Y aunque hayáistrabajado hasta gastar vuestras fuer/as,estáis condenadas á morir de anemia enmiserable jergón.

Las privaciones, y el hambre, aunque jó-venes y bellas como las estrellas resplan-decientes en noche de clara luna, en vues-tro rostro, en vuestra angélica frente, hande fotografiar los vestigios de un dolorosoy constante martirio.

Vuestra vida es ún suplicio, llegando áveces hasta ha haceros maldecir el vientrematerno que os abrigó y los pechos que osamamantaron.

?Y todo por que?Porque veréis que los bellos sueños que

un día os hicisteis se disiparon, y que tantolos vuestros, como vosotras mismas, estáisrodeadas de iniquidades.

{Pobres fiorecillas! Sin amparo y sin amorvivís entre almas inhumanas, entre milla-res de buitres que constituyen la actualsociedad. Vivis entre asquerosos reptiles,

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no que esparciera el terror, que desmem-brara á las huestes anarquistas, para él me-jor adormecer y embrutecer al pueblo. Masno siempre este crimen había de quedarescondido. Por una simple cuestión perso-nal, cuestión de ambición sobre todo,ha sidorevelado á la faz pública, sin que por el in-teresado se probara lo contrario. Deducidde esto lo restante. Y vendidos, porque sevenden a cualquier burgués que quiera yno tenga asco en comprarlos.

Nosotros, de nuestra parte vamos proseli-tando, v aunque cueste un poco, nuestraacción ha de hacerse sentir en las corpora-ciones obreras. Ya hemos principiado, yaunque en ios comienzos, esperanzamosque hemos de robar a los socialistas el pre-dominio sobre las masas.

En Oporto,ademas del libro de Kropotkine,La Conquista del Pan, ha sido publicadoel volumen de A. Hamon, La Psicología delmilitar profesional y está publicándoseotro del mismo autor: El Socialismo y elCongreso de Londres. Fue además publica-do el folleto A los jóvenes y publícase se-manalmente un periódico titulado 0 Tra-balhador.

En Coimbra fue publicado un grande vo-lumen debido ¡i la píuma del compañero yestudiante abogado en la universidad deaquella ciudad Silva Méndez, con el título:Socialismo Libertario ou Anarchismo. Esun bello libro su autor demuestra conoci-miento del movimiento social en general,y del anarquismo en particular. Hace unabuena labor revolucionaria. En la mismalocalidad fueron publicados ocho númerosdel exelente periódico anarquista: O Camin-cho y manifiestos de propagandas liberta-rias. En Extremoz, población un tanto im-portante de este reino, ha sido tambiénpublicado un volumen que cuesta 300 reis,(6 reales aproximadamente) condeíinicio-nes y doctrinarismo anárquico, debido á laelocuente pluma del joven abogado JulioAugusto Martínez.

En Lisboa igualmente no se ha dejado detrabajar. A Líberdade publícase semanal-mente: hojas clandestinas salieron cuandoel fusilamiento de los compañeros de Bar-celona, A's do Pavo, traducción de unacompañera portuguesa que se escondebajo el pseudónimo de Andorinha, del mag-nífico opúsculo de Anna Manzoni A lasHijas del Pueblo, y se está en vísperas depublicar un nuevo trabajo titulado Socia-lismo v Anarquía, y otros.

Las conferencias no faltan: en todas par-tes se encuentran anarquistas propagandoy luchando. Por esta breve reseña, podéisver como está el estado actual de la pro-paganda de Portugal, como así mismo ha-brán en persuadirse los gobiernos y losburgueses que mediante leyes represivasnada consigue para el resguardo de sus in-téreses creados y usurpados.

** *

Os participo que en los dias 26, 27, 28, 29y 30 del corriente Junio, se realiza en estaun Congreso Obrero organizado por laConfederación Metalúrgica de ésta. Prometeser importante por las cuestiones que en élhan de tratarse. Hasta la fecha, son bastan-tes los compañeros que entran en élcon mandatos de su asociación respectiva.

En la próxima os hablaré de él, de lasbases de discusión y tal vez de las resolu-ciones tomadas.

Hasta otra, pues.OCRACIO.

Lisboa 24 de Junio de 1897.El domingo 1° de Agosto a las 2 p. m.

tendrá lugar una reunión para tratar impor-tante punto de la Cuestión Social, en el Alma-een Submarino Peral. Calle Sarandí Y Cons-titución.

AL OBREROObrero, la situación es desesperada, y

violenta La miseria invade tu hogar,te lo acorrola en un atolladero del cual solote queda un dilema para salir, someterte ypor lo mismo sucumbir, ó mediante un es-fuerzo violento, titánico, triunfar. Debesaceptarlo último: debes defender tu exis-tencia á tus débiles pequéñuelos, el techobajo el cual te cobijas. La sociedad burgue-sa te declaré la guerra, acéptala sin con-templaciones, de todos modos tarde ó tem-prano tendrás que hacerlo. Cuanto más es-peras más horas de angustia, de desespera-ción te esperan. ¡Rebélate! El explotadorque se chupa tu sangre es tu enemigo, elpolítico que sin escrúpulos de conciencia teengaña, el cura que te mantiene en la igno-rancia, que te propaga la sumisión, el usu-rero que se aprovecha de tu miseria paraenrriquecerse, el burgués que seduce á tuconpañera, y tus hijas, que pervierte y des-truye el organismo de tas pequeñuelos sontus enemigos; enemigos irreconciliables, álos cuales debes derrotar si quieres vivir.No hay humana razón por la cual tenganderecho ha apoderarse de lo que producesá reducirte, á la estrechez. La autoridadque te persegue y encarcela la magistratu-ra que á la crápula dorada protege y que á

ti te condena, el militarismo que te arreba-ta á tus hijos para asesinarlos defendiendoA los que te esclavizan, el capital que te em-pobrecen, son las calamitosas institucionesaue debes destruir, aniquilar, si quieresdisfrutar de la felicidad que por derechonativo te corresponde. A la intimidaciónopon tus arraigadas convincciones, á lafuerza tus energías revolucionarias, á laviolencia contesta con la violencia.

Sí solo no eres capaz para contrarrestarlos atropellos gubernamentales, agrégate anosotros, los anarquistas, que poseemosesta doctrina concisa y clara: «guerra á latirania capitalista» Trabaja lo que quieras,consume \o que necesites»*.

G.J.

¿Habrá haraganes en nuestra Sociedad?A menudo se nos objeta por los que desco-

nocen nuestras ideas y aún por aquellos quemuy escaso conocimiento tienen de ellas:''Si en Comunismo Anárquico cada uno pue-de consumir sin estar obligado á producir, ha-brá quien no quiera trabajar o por lo menos,un gran número de araganes que vivirán áexpensas de los que trabajen,,. A los primeroscontestaremos que desconocen la naturalezafisiológica del hombre, y á los segundos que.aprisionados en los moldes de la sociedad ac-tual, no atinan á concerbir, ni se han forma-do una idea justa, de lo que será la sociedadfutura.

Hoy, enervado el obrero en un prolongadotrabajo de diez ó doce horas, repugnante mu-chas veces, embrutecedor casi siempre» efec-tuado en condiciones malsanas y retribuidocon irrisorios salarios, ciertamente que nadatiene de halagador el trabajo y lo ilógico, loanti-natural, es que haya quien todavía tra-baje.

Pero mañana, transformada la sociedad enComunismo Anarquista, enaltecido el trabajocomo primera fuente de vida, rodeado de atra-tivos y de comodidades, que de castigo lotransformen distracción, á disposición la má-quina y la materia prima del que desee produ-cir, desaparecido el capataz que fustiga alobrero exigiéndole mayor suma de energíasde las que naturalmente puede dar! eliminadoel patrón explotador que disfruta la mejorparte; convencidos todos de que sin trabajo nohay vida posible y á sabiendas de que nadievive acaparando, valorizando y esplotando laproducción en detrimento del productor, pre-guntarnos: ¿quién se negará á trabajar ? Con-testen nuestros esclarecidos economistas bur-gueses.

Suprimidos por otra parte todos los trabajosde funcionalismo y empleomanía absolutamenteinútiles; licenciadas esas legiones de gentesimproductivas que solamente consumen y de-rrochan, y dedicado su esfuerzo á trabajosútiles; aplicado el aumento progresivo de lamaquinaria á la producción, forzosamente losinterminables jornadas de hoy, tendrían quereducirse á escasísimas horas con tendenciaincesante á su disminución lo suficiente parallenar la satisfacción de las necesidades ma-teriales. Y ¿ quién se negaría á trabajar en estascondiciones ?

Posee además el hombre una cantidad deactividad que en una forma ó en otra debedesgastar, y, desde el momento que le restaratiempo suficiente para ocuparlo en la satisfac-ción de aquellos sus gustos predilectos, no sa-bemos ver el interés que tendrá en no trabajar,sabiendo que trabaja para la satisfación de suspropias necesidades.

Quizás se nos objete que el burgués tam-bién dispone hoy de esa suma de energías ylo que menos se le ocurre es trabajar. Con-formes: el burgués no trabaja en nada útil,porque la sociedad actual así se lo permite;pero sí desgasta sus energías en diversionesviolentas, gimnasia, equitación, etc.

Demostrado que queda que el hombre porley natural viene obligado ¿utilizar sus fuer-zas musculares en algo, depende en Comunis-nismo Anárquico, de la educación proporcio-nada y del ejemplo constante, que sean apro-vechadas en buen ó en mal sentido.

Admitiremos si se quiere la existencia de na-turalezas corrompidas, resabios de la sociedadburguesa, que se obstinen en no trabajar ¿quehacer contra esta inapreciable minoría de haraganes ? ¿ que medidas tomar contra ellos ?

A nuestro entender, bastaría tener esto encuenta y pocos serían los productores que senegasen á trabajar unos segundos mas dia-rios para mantenerlos: procurar persuadirlosde su proceder nada edificante, y espejar queellos mismos, hartos de representar papeles ridí-culos, se cansaran de pasar toda la vida enbagatelas y se dedicaran á algún trabajo queles fuérra. placentero.

Si el numero de los araganes llegase a sertan considerable que asumiese las proporcio-nes de un peligro naturalmente que entonceslos productores tendrían derech a defenderse;

pero nada de crear nuevas leyes é institucio-nes, por que esto seria construir de nuevo lasociedad que tanto nos cuesta destruir; sinoque racionalmente, atenuar sus efectos des-truyendo las causas generatrices, ó en caso démala intención, combatirlos como á una nuevaburguesía que al contrario de la mejor cons-titución física y superioridad intelectual que in-voca hoy para justificar su existencia, invoca-ría mañana su incapacidad y endeblez, y cons-te que con esto no hartamos obra de autorita-rios, sino obra de revolucionarios combatiendoá Ja autoridad en cualquier forma que semanifestase.

Se nos arguye también por los partidarios dela autoridad: "el hombre es asaz egoísta, poseemuchas preocupaciones, demasiados prejuiciosque no abandonará en un solo día ni adqui-rirá el desenvolvimiento necesario para vivirarmónicamente sin leyes ni gobiernos, Es estauna objeción quizás la más poderosa que pre-tenden oponernos» y ¡ que admirable manera dediscurrir tan absurda ! ellos, los autoritarios,con toda su ciencia, con toda su filosofía, paraorillar este abismo, no nan encontrado otra so-lucción que poner al frente de la humanidadcorrompida ¿ á quién ? á otros hombres, inteli-gentes si se quiere, pero que adolecen de losmismos defectos, de los mismos vicios, de losmismos prejuicios, de las mismas preocupa-ciones que el resto de los humanos. Se ase-meja esta solucción á aquella de crear legionesde policías, de jueces, de carceleros, de ver-dugos, esto es, de instituir un gran númerode araganes privilegiados para perseguir, juzgarencarcelar y ahorcar á los pocos que franca-mente se niegan á trabajar.

mismo han sido tratadas con sensatez yserenidad. Hase afirmado francamente que

a pesar de algunos congresos obreros queen Portugal se han efectuado el que nos ocupa, por su elevación de ideas y por susafirmaciones, es el primero, puesto quehasta la fecha, los congresos obreros portu-gueses no han pasado de simples afirma-ciones platónicas, sin la verdadera concep-ción revolucionaria que se hacía precisoimprimirle.

Esto, sin duda, débese á la actitud enér-gica como nuestros amigos se han portado.Sus discursos, sus alirmaciones revolucio-narias, las demostratorias refutaciones depedidos al Estado que la tracción socialistapresentaba, eran todas aplaudidas entu-siastamente por el numeroso público queansioso de algo nuevo, no dejo de asistir niá una de las sesiones del Congreso.

En suma, ante la agitación popular detodos los países, ante los deseos de eman-cipación y de reivindicaciones sociales quepor todas partes se observan, el Congresoefectuado en Lisboa desde los dias 26 deJunio á 1 de Julio, reviste un interés tras-cendental, puesto que viene á marcar nue-va fase y nuevos derroteros al proletariadolusitano.

J. ILLENATNOM.

GRUPOS Y REUNIONES

E1 Congreso obrero de LisboaEl movimiento obrero portugués, desde

algún tiempo á esta parte, enflaquecíase vi-siblemente, debido á la mala fé de unos y ála desconfianza de otros. La generalidad desus directores, social-democratas opseudo-nimado todos ellos, más que entre tanto ha-cen causa común con los republicanos, so-lo cuidaban de la elevación de sus propiaspersonalidades y de sus particulares inte-reses.

En todos los movimientos huelguistasaue han efectuado y que ellos hayan podi-do meter la pata directa o indirectamente,han resultado un fiasco para la clase tra-bajadora y una vergüenza para el movi-miento obrero portugués. Las defrauda-ciones en los cofres de aquellas asociacio-nes que ellos han mangoneado, han sido átodos evidenciadas y las porquerías y rela-ciones diretas con el jesuitismo han sido yson todavía un hecho.

Todo estaba hundido en el fango, todospretendían huir á la desbandada, todo ten-día á una inevitable putrefacción. Los sa-crificios de tantos años, los sinsabores ex-perimentados, las persecuciones sufridaspara el levantamiento de la clase obrera,convertíanse en una amarga decepción.Pero, era preciso salvarlo todo, levantar ladignidad popular y enaltecer el mismotiempo los idéales de reivindicación.

Con éste propósito. La confederación me-talúrgica de Lisboa, acordóse de celebrarun congreso de asociaciones obreras nofederadas de la región del sud de Portugal,para iniciar una dirección nueva al movi-miento obrero. Fueron mandadas las res-pectivas circulares á las corporaciones res-pectivas con todas las bases que habían deestudiarse y resolverse en el Congreso.

Todos los buenos nos pusimos á trabajarasiduamente. Un puñado de socialistassinceros y coherentes á sus principios,hombres que, aunque no profesen nuestroideal han sido siempre dignos del mayorrespeto nuestro por sus coherencias y porsus consideraciones hacía nosotros, hom-bres que estaban un tanto apartados delmovimiento por éste no corresponder á susaspiraciones, dicidiéronse á la aceptaciónde delegaciones al Congreso, resolviéronseá trabajar de verdad. Nosotros por nuestraparte, reconociendo que nuestra voz habíade oírse en él y que nuestras afirmacioneshabían de ser reconocidas justas, nos re-solvimos á entrar y tomar parte en las dis-cusiones y á trabajar con constancia paraque el proletariado portugués se pongabrevemente al nivel del proletariado deotros países, donde el espíritu revoluciona-rio sea mas acentuado.

Y todo fue conseguido, 43 fueron las cor-poraciones adherentes, mas tres perió-dicos obreros, representados por 135 dele-gados, siendo estos de las siguientes locali-dades: Setubal, Barreiro, Almada, Silvez,Vendaz, Novas, Poço do Bispo y Lisboa.

En el congreso, todos los asuntos presen-tados, han sido discutidos en la esfera delos principios. Por este hecho, ha revestidouna grande importancia. Las afirmacioneshan sido tan profundas y correctas que aun-que nuestros compañeros constituyeronuna minoría congresista, consiguieron im-primirle un carácter puramente revolucio-nario. Todas las cuestiones ó bien, todaslas tesis presentadas a la sanción del Con-greso por la comisión organizadora del

Tuvieron lugar los dias 17 y 18 de Juniodos reuniones de controversia entre socia-listas y arnarquitas.

El tema puesto á discusión era precisa-mente aquel que nos mantiene y nos man-tendrá divididos a unos y ótro;La acciónpolitica. Consideramos nosotros, los anar-quitas, que la única, entiéndase bien, lala ÚNICA táctica que puede dar resultadossatisfatorio al obrero y acelerar la deseadaemanicípación, es la táctica revoluciona-ria; la abstención electoral, la huelga mili-litar, la huelga general, la agitación y lapropaganda netamente revolucionaria, tác-tica á la cual, recurrirán también lossocialistas de buena fé, cuando como mu-chas fracciones socialistas, se convenzande que la acción política que consiste enaburguesar á unos cuantos obreros y liarla obra de la emancipación en ellos lesestá dando resultados negativos.

La primera de las mencionadas contro-versias, adoleció de ciertos defectos queno fueron notados sino cuando se manifes-tó su existencia: Los oradores hablaban sintiempo determinado, lo que motivó que elpúblico que luego principió á simpatizarcon la teorías anarquistas, interrunpieracon preguntas y aclaraciones á los ora-dores sociálistas en vista de los apuros enque se veian para defender su teoría.

En la segunda de dichas reuniones, setasó un tiempo determinado para que cadaorador pudiera hacer uso de la palabra. Conesta medida se enmendó lo bastante eldefecto de las interrupciones, lo que diolugar á que se pudiera discutir con cal-ma y persuadir á los oyentes de la nulidadde lucha política, y de la necesidad de lapropaganda y la agitación puramente re-volucionaria.

Pocas veces las teorías socialistas reco-gieran un aplauso aislado.

A otra reunión asistimos el dia 25, anun-ciada con el pomposo tema: Las grandescuestiones sociales y el Anarquismo. Des-de luego, como casi todos compañeros, su-pusimos que se trataría algunacuestion tras-cedental del Anarquismo; pero nuestrasesperanzas resultaron defraudadas. No re-cordamos haber oido jamás tantas majade-rías dichas con más seriedad. El conferen-ciante se declaró individualista. Declaró ilu-sos, soñadores, novelistas á los propagan-ditas del Comunismo Anárquico: á las gran-desmasas del pueblo, á la humanidad, nos lacompuso de histéricos, neuróticos, maniá-ticos, alcoholizados, enfermos y degenera-dos, y por fln,no quedó cabeza mediamenteorganizada, que no recibiera su correspon-diente chaparrón filosófico, abogando ince-santemente por el egoísmo y la autonomíade individuo.

Por lo visto el conferenciante no debeformar parte de la humanidad; el ambienteputrefracto que tantas calamidades origina-les en él no influye, y ni aún por atavis-mo, por herencia, debe estar contagiado,y por lo tanto se consideró con derechopara echar en cara á todos sus defectos.

Causa lástima ver como algunos compa-ñeros, unas veces por ignorancia y otraspor petulancia, por pasar como mas listosy sabios que los que les rodean, se lanzanpor laberintos de los cuales ellos mismossaben que no pueden salir.

Se petendió afirmar que el individuo esmas poderoso que la sociedad, y en realidad,el individuo sin la sociedad no es nada.La sociedad convenientemente organi-zada, puede proporcionar el bienestar, lafelicidad al individuo; mientras que el indi-viduo, por poderoso que sea, no puede pro-porcionar el bienestar á la saciedad. Se

. pretende que el bienestar debe recibirlo lasociedadd del individuo; mientras que sola-

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mente el individuo es quien puede recibirlode la sociedad.

El individualismo absoluto no se concibe,así pues, el indh ¡dualismo que consiste entirar cadauno para sí en detrimento dé losotros es el individualismo tan Maravillo-samente practicado por el burgués. Se diceque al individualista no debe importarle delos demás; pero se olvida que los demás tie-nen también su individualidad que no per-mitirán que sea lastimada. Se sostieneque el individuo obra por egoísmo; cuandolo único que experimenta son necesidadesá satisfacer, y por fin, se viene á com-batir la anarquía que reclama la mas altarepresentación del individuo, el mayorgrado de desarrollo individual posible.

En verdad que no sabemos donde colo-car ese individualismo filosófico, cuandola anarquía proclama la abolición de laautoridad, de toda institución que envuel-va un peligro para la libertad individual.

¿Quien mas libre que el individuo enanarquia para manifestarse en todas lasesferas de la vida humana? ¿Que vacío vieneá llenar ese individualismo filosofico, quede tan sútil es impalpable, de tan tenueinconcebible?

"Filos, fias" "Filosofías" amigos. Es es-ta la reseña mas decorosa que podemosdar de la mencionada reunión.

De Mendoza nos comunican que se ha cons-tituido allí un grupo comunista anárquicodenominado La Protesta del Explotado.

Se propone ayudar á la propaganda enla medida de sus fuerzas y defundir losideales de emancipación en aquella comar-ca. Hace un llamado al explotado por la ra-pacidad capitalista, para que se aprontepara recabar de sus tiranos los derechosque les corresponden.

Adelante compañeros, no desmayar enla obra emprendida.

Esta clase de grupos en la campaña de-bían formarse en todas las localidades don-de hay mas de un compañero, de esta ma-nera se lograría dar á la propaganda unimpulso decisivo.

** *Amantes de cuanto indica adelanto y

progreso, en estas columnas tendrá cabidatodo aquello que tienda á ampliar la esferade acción de la propaganda, venga de don-de viniere.

Asi, nos enteramos que en la últimareunión de la Sociedad de Panaderos, setrató de instalar una biblioteca para losobreros que deseen instruirse, en la quetendrá cabida todos á los libros sin distin-ción. Se trató también de dar conferenciassociológicas cada quince dias, una vez re-visado el tema de las mismas por el Comité.Igualmente tratóse de celebrar una repre-sentación teatral sociológica, para inagu-rar su nuevo local.

Bien, compañeros panaderos. Las Socie-dades deben responder al objeto por quehan sido creadas: instruir é inculcar á losobreros las ideas de emancipación.

Circulo internacional de Estudios SocialesConvencidos que solo una propaganda

activa, hecha entre las masas trabajadoraspor medio de conferencias, opúsculos, yperiódicos, puede dar buenos resultados ánuestra causa, haciendo conocer al traba-jador las míseras condiciones del salaria-do, y el agotamiento continuo ejercidopor el capitalista, como también la obradelectoria de los gobiernos, nada mas ten-diente que a crear nuevos impuestos, conel fin de procurarse medios mayores paraarmar sus acólitos, ejércitos y policías, pa-ra la defensa de la propiedad individual,generada del trabajo colectivo para man-tenerla de exclusivo poder de pocos privi-legiados;

Convencidos también que todas las leyesy conveniencias sociales están basadassobre la mentira y la arbitrariedad por esocontrarias á las leyes naturales, solo á lascuales el hombre debe obedecer. Algunoscompañeros aquí residentes, se han reu-nido para fundar un Círculo de EstudiosSociales, el que se propone propagarentre el pueblo.

1o Que todos los seres sean iguales entresí cualquiera que sea el sexo, y la naciona-lidad á que pertenecen, haciendo así desa-parecer la superioridad del hombre sobrela mujer, y la rivalidad entre nacionalidady nacionalidad.

2° Que todas las religiones estando ba-sadas sobre la ignorancia y la superstición,débese á estas sustituir la creencia que no-sotros debemos obrar el bien, no por la ilu-sión de una vida de ultra tumba, sino porque el bien es á provecho de la humanidad,y de nosotros mismos.

3o Hacer conocer que siendo la familiaactual basada sobre el egoismo personal,y sobre el interés, debemos sustituirla porlibre unión entre el hombre y la mujer ba-sado sobre el amor.

4o Que todo lo que constituye la rique-za social, es el resultado del trabajo detodos.

5o Que la autoridad impidiendo la libremanifestación de las actividades humanas,

porque quiere regularizar su desarrollo, yContraría á la ley natural, deberá desapa-recer bajo todas las formas.

6o Con los medios de propaganda yamencionados; convencer al pueblo quetodo esto no se podrá obtener sinó median-te la revolución, pues, los tenedores delpoder y de la riqueza social, no cederán sino frente al pueblo que seriamente quieraconquistar su libertad.

Y como creemos que los artículos sobreescritos, abarcan todas nuestras reivindi-caciones, nosotros propagaremos éntre lasmasas estas ideas.

Con tal objeto será abierto un localdonde todas las noches se reunirán loscompafieros socios, y serán puestos á sudisposición, libros opúsculos, y periódicos.

Aquellos compañeros que crean útilnuestra iniciativa, pueden enviarnos publi-caciones, como también inscribirse almismo Círculo.

Las adhesiones; hasta que se habrá localse recibirán en la Cuestione Sociale, Co-rrientes 2041, y L'Avenire Casilla de Co-rreo 739 B. Aires.

Movimiento SocialEspaña

Un periódico burgués publica los siguien-tes informes respecto á la expulsión de losabsueltos en la causa de Cambios Nuevos.

« El gobierno una vez tenga conocimien-to del país, voluntariamente elegido, á quequieren ser destinados los presos, avisaráá los gobiernos respectivos la fecha de sa-lida. Los que tengan que hacer el viage pormar, serán conducidos desde la cárcel alvapor, donde el capitán recibirá las ins-trucciones destinadas á los cónsules de lospaíses elegidos por los expulsados, ademásde los que habían ya recibido los gobiernosrespectivos.

Los que hagan el viage por ferro-carril,serán acompañados por los agentes de laautoridad hasta la frontera, donde quedaránlibres de elegir el lugar donde quieran di-rigirse, siempre bajo la vigilancia policial.

Los que no hayan elegido á donde quie-ren deportados, serán enviados provable-mente á alguna colonia extrangera.»

Por el presente informe, parece que elgobierno de la enquisitorial de España, haabandonado la idea de mandar á nuestroscompañeros á Rio de Oro.

A última hora leemos las siguientes no-ticias respecto á la deportación de nuestroscompañeros, en una carta dirigida al In-transígeant y al Pere Peinard de Paris.

« Aunque anémicos y enfermos, resulta-do de nuestra larga cautividad, recibimoscon satisfacción la orden de expulsión dic-tada contra nosotros. En ella se nos exigíael difícil sacrificio de pagar nosotros mis-mos el viage. La sola perspectiva de podersalir de esta maldita prisión y abandonaresta tierra de infamias, nos hizo vender losmuebles y los escasos objetos de algún va-lor que todavía nos restaban, para poderreunir el dinero necesario para el viage.

El 14 de Junio á primera hora fuimos con-ducidos atados al puerto, y cuando ya es-tábamos sobre el puente del vapor que debíaconducirnos á Marsella, una nueva ordenorden por teléfono, vino á suspender el en-barco.

Nuevamente fuimos conducidos á los ca-labozos de la cárcel. 27 nos encontramosen este caso sin saber nada respecto á lasuerte que nos espera.

Han dicho algunos periódicos que ni enFrancia ni en América se nos admitía y es-to es falso. Nuestras familias se han avista-do con los cónsules de los paises mencio-nados y les han asegurado que no eraexacto.

Nuestra ansiedad es conmensurable. Haterminado ya el plazo en que debía ejecu-tarse el decreto de nuestra expulsión y to-dos continuamos presos».

La magistratura española querrá acredi-tarse ante nuestros compañeros: Se les ab-suelve en el consejo de guerra, y continúanpresos; se decreta su libertad por real ordeny lo mismo. Ahora solo falta que se renuevela tortura, se instruya un nuevo proceso yse asesine á unos cuantos mas.

¡ Ah, sociedad canalla !

ItaliaEl conocido compañero y abogado Pedro

Gori, encontrándose por asuntos particula-res en Ulivio, cerca de Pisa, ha experimen-tado un nuevo género de persecución. Losfonderos del país se han negado ha servirlede comer. Interrogados por el motivo, hancontestado que el jefe de carabinieri leshabía impuesto la condición de no dar decomer al « peligroso anárquico », bajo penade obligarles ha cerrar su negocio.

La ruindad que usa la autoridad paraconbatirnos no puede ser mas estúpida.

—El 17 de Junio tuvo lugar en Lugo, laconmemoración de los vencidos en la ba-talla de Damoko. Concurrieron á la mismavarias asociaciones populares de Lugo y demuchos pueblos de Romagna, entre ellas,una gran representación de la FederaciónSocialista Anárquica Romagnola, lo cualllevó una corona dedicada á los héroes de

Damoko, que junto con las de las otras aso-ciaciones, fue colocada en la lápida dedicadaA los mártires de la libertad. Unas horasmás tarde era secuestrada por la policía,sin duda por considerarla peligrosa para elorden de cosas establecido (?(

Depositadas las coronas, el cortejo se di-rigió al teatro Rosini que pocos instantesdespués era invadido por el pueblo ansiotopor escuchar á los tres oradores que de-bían hacer uso de la palabra. Estos fueron,un republicano, un socialista y nuestro que-rido compañero F. Vezzani

Nuestro compañero que habló á nombrede la Federación Socialista Anarquica Ro-magnola, fue objeto de continuados aplau-sos durante el curso de su peroración. Eldelegado de la autoricad, en vista de lassimpatías de que eran objeto nuestrasideas, quiso privarle el uso de la palabra,originándose por este motivo una estrepi-tosa protesta por parte del público que nocesó hasta que de nuevo nuestro compañe-ro continuó su discurso.

—El 22 tuvo lugar en Bologna la comme-moración privada del asesinato de RomeoFrezzi en la cárcel de Roma. Asociáronseal acto varias sociedades obreras de la ciu-dad y de la provincia. Los oradores fueroncuatro, tres socialistas y el compañiero F.Vezzani.

Al terminar la reunión, fue aprovada unaorden del día contra los autores y cómpli-ces del asesinato de Frezzi, y un aplauso aldiario socialista Avanti por su enérgicacampaña contra la policía.

ChileLos obreros de Chile parece han llega-

do á comprender sus derechos. Debido ála crisis obrera que se esperimenta enaquel país, los obreros se agitan y han pro-ducido ya varios actos de protesta contrala actual organización quelos condena á su-frir todos lo horrores del hambre. La últi-ma manifestación de los obreros sin traba-jo ha sido de importancia suma y acreditalas convineciones revolucionarias de queestá poseído el obrero chileno.

La prensa burguesa resume así el últimomeeting de los sin trabajo:

SANTIAGO, Julio 25-Hoy se ha cele-brado un meeting de carácter alarmante.Mas de ocho mil obreros sin trabajo, secongregaron para formular sus quejas, quese tradujeron en discursos netamente re-volucionarios.

Los oradores, en medio de entusiastasaplausos, decían que daban el plazo de unmes para que se le diera trabajo al puebloy si pasaba ese término sin hallar remediolas autoridades, se haría indispensable larevolución social con todas sus consecuen-cias.

En formidable columna marcharon losobreros hacia la Moneda con objeto de veral Presidente de la República, quien no pu-do recibido por hallarse enfermo.

En seguida se dirigieron á los domiciliosdel presidente del Senado y de la Cámarade Diputados.

Fuerzas considerables de policía y detropa de línea ocupaban las calles en res-guardo del orden público.

PENSAMIENTOS

Carne de cañón, carne de placer, ganadode fábrica ó de prostitución, esta es la suer-te de los hijos é hijas del pueblo.

EDUARDO DRUMONTLa Francia jadía, pdg. 234m

Estamos viendo á todo un pueblo traba-jando para que otro se apodere por un vastosistema de explotación el beneficio del tra-bajo ajeno.

Id. pdg. 11 tomo 1.

Para el obrero, la revolución es una ne-cesidad absoluta. Convencido de que nohay nada mas allá de la tierra, doblado bajoel peso de la explotación que las exigenciasdel capital, hace cada día más dura, se con-sidera como un desheredado de la vida;quiere poseer la herramienta y la máqninaindustrial como el labrador antes de 1787quería poseer la tierra, y reclama la ex-propiación á su favor de los instrumentosde trabajo.

Id. Pdg. 521 y 522,

Suscripción voluntaria para hacer que salgasemanalmente LA PROTESTA HUMANA.

LISTA NUMERO 4.

Suma anterior $ 158,43

Capital.—Un comunista 0,50; Francois 100; Dosnúmeros 0,20: Un atontado & la autoridad 0,30; Unpanadero 0,40; Un pica pechero 0,20; Dos n. 0.10.

Grupo Tierra y Liberta.—Un grupo de la Fa-brica de Tuñon 2,80; Unos mas 0,10; Uno qme lepega a los vigilantes 0,10; cualquiera 0,15; otro0,20; Sobrante de copas el dia 12 0,25.—Total$ 3.60.

Recolectado en la PenitenciariaLe t'rére de Ravachol 0,50; Un enemigo de la

canalla 0,20; Antonio Cambeiro 0,50: José R. Agüe-ro 0,10; Aprendía de coco 0,20; E. F. 0,10; S. T.

0,20; Muerte al cura de la penitenciaria 0,10;Don te jido 0,10; Cualquier cosa 0,10; Un corsa-rio 0.20; ¡Viva Ravachoü 0,10; José Diaí 0,10; UnHirbant«0 20; l'n helinsenna capel» 0,20; ¿Donde«iaino? 0,10; Migtielito Caparrota 0,20; lTn amigod« la anarquía 0,15; l'no qu« nn «•» naca el anrn-brero ante el Himno Nacional 0,20: Pedro Martí-nez 0,20; ITna victima de la burguesía 0.20; Unamigo de Caserío Santo 0,80; El conde de tren doespada» preso 0,20; Kl necretario <1<>1 conde de tre«de espadas, preso 0,20; Tenjjo de robar para com-prar dinamite 0,10; Negrin HÍU patria 0,20; Kl 1*010,10; Un nuevo adepto 0,20; Bomba 0,í>0; sonuna0,20; Etna 0,20; Mono Savio 0,10; Vampiro 0,10;Amigo de la verdad 0,10: Felicidad les deseo Atodo» los compañeros 0,10; Adelante 0,30; Kl de-«seii£añadü 22 U,20; Uno que cuando nalga de la...va carnear burgueses 0,r>0; Un amante de laverdad 0,80; Le frére de Ilavacho) 0,15. Totalpesos 8.

Cuya suma viene repartida en la forma alpuien-te: lYotesta Utnana 5 pesos, Ciencia Social 2 pe-«08, Avvenire 1 pe.no.

Por conducto de la LIBRERÍA SOCIOLÓGICAUuo más 8¡n cabezas 1; Aleluia 0,20; Cualquiera

0,20; Quello che vuoi 0,40; Pedro Vannucci 1; Pa-tricio 0,40; l'n anti borghese 0.10; Un oreflee A.C. 0,50; Un affamato 0,50; 1901 0,50; Un aftama-to 0,3ti.

Del Tigre.—Severino 0,50; Sed de Venganza1 peso.

De Lujan.—I AÚ* Cordiviola 2; Vicente Forcic1,00; J. (}. 1,00: E. E. 1.00; Juan Crea^be 10,00;

De Jíoldan.—E.T. 1,00; J. F. 1,00.De estos dos pesos mitad son paf*a La lTotesta

y mitad para la propaganda en Italia.Francesco Boca 0,;$0; Gaetano Hernasconi 0,50;

Cappelleti Ángel 0,50; Rossin Pato 0,50; F. Bot-tazzi 0,50.—Totale $ 2,30.

Total $24,90.

INTERIORMendoza.—Grupo La protesta de loa e.tftlofados

Un cataclismo 1.50; Un loco como Pallan 1,50 in-dicador 0..J0; Un albañil sin casa 1,00; Los bur-gueses con canchos 1,00; Ven esplotado de balde1,50. Total $ 7 entregado L'Anenire 2,00; quedan5 pesos.

Junin.—S. A. 0.50; La colonia 0,20; tres enemi-gos de la ignorancia del pueblo 0,40; Revolucio-nario 0,20; Una zorra 0.20; Uno que le roban0,20; Otro que no quiere ser robado 0,20; Ortego0,40; A. B. 0,50; Un aburrido del trabajo 0,40; Amíme pagan poco 0,50; Un agustador 0,20; Lo nia-chucador 0,20; Un recien venido 0,20; Una pre-gunta que deveria preguntareela á él directa-mente 0,20; Un fraile que hace bombas 0,50 R.A. 0,40.—Total 5,40.

Entregado al Libertario 2,40. Quedan 3,00.Paraguay.--Pesos 2,00.Ayacucho.—Venera la Revolución Social 1,40;

Un talabartero 1,00; Un corchonero 0,20; Un viejo0,20; Uno que quiere muerte 0,20. Esta lista eradestinada á La Voz de la Mujer y por no apa-recer más dicho periódico pasa k La ProtestaHumana.—Total general $ 208,69.

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