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recopilación del gen FOXI3TRANSCRIPT
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Funcion del gen FOXI3 en la ausencia de pelaje del Canis Familiaris en la raza
mexicana Xoloitzcuintle desde el punto de vista histológico
Resumen
El perro desciende de los lobos, y su existencia en México data de 8000 años
aproximadamente, convirtiéndose así en la especie animal que más cercanía tenía al
hombre prehispánico. Una de las razas que ha prevalecido hoy en día es el Xoloitzcuintle;
la característica más resaltantes de estos perros es la ausencia del pelaje, debido a la
Displasia Ectodérmica Canina (CED), que es un trastorno ocasionado por una
duplicación de un conjunto de siete bases nitrogenadas en la secuencia de nucleótidos
del ADN del gen FOXI3 (forkhead box) del cromosoma 17, el cual altera el desarrollo
ectodérmico del pelo y los dientes. La revisión de textos científicos, trabajos de grado,
proyectos de consultoría y publicaciones referidas a investigaciones asociadas al gen y la
falta de pelo en Xoloitzcuintles disponibles en bibliotecas y bases de datos se comparó
para evidenciar que función tiene este gen en la falta de pelo de la raza. Se encontró que
las anomalías varían, ya los folículos displásicos y comodones aumentan en los perros sin
pelo mientras que los perros que tienen ausente esta mutación poseen folículos
compuestos como cualquier otro perro. Además, se observó que a pesar de que la CED
afecta glándulas apocrinas y mamarias, en este caso, indica que estas glándulas son
funcionales. La función que cumple el gen FOXI3 con respecto a la falta de pelo en el
Xoloitzcuintle sigue sin estar descrita completamente, pero que tiene una intervención
histológica como factor importante de la ausencia de pelo en esta especie mexicana.
Palabras clave: epidermis, hereda, heterocigoto, marcador genético, CED, mutación,
folículos displásicos.
Abstrac
Dogs are descended from wolves, and its appearance in Mexico dates back to
about 8000 years, making the species more closeness had the prehispanic man. One of
the races that has prevailed today is the Hairless; The most striking feature of these dogs
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is the absence of the coat, because Canine Ectodermal Dysplasia (EDC), which is caused
by a duplication of a set of seven nitrogen bases in the DNA nucleotide sequence of the
gene FOXI3 disorder (forkhead box) of chromosome 17 which alters the ectodermal
development of hair and teeth. The review of scientific papers, theses or dissertations,
consulting projects and publications on research associated gene and lack of hair on
Xoloitzcuintles available in libraries and databases are compared to show that this gene
function is the lack of hair race. It was found that abnormalities vary, dysplastic and
easygoing follicles increase in hairless dogs while dogs with this mutation have absent
follicles compounds like any other dog. It was also noted that although the CED mammary
glands and apocrine affects, in this case, indicates that these glands are functional. The
role of the gene FOXI3 regarding the lack of hair on the Hairless still not fully described,
but has a histological intervention as an important factor in the absence of hair in this
Mexican species.
Keywords: epidermis, Inherited, heterozygous, genetic marker, CED, mutation, dysplastic
follicles.
Introducción
El perro desciende de los lobos aunque en la actualidad existen gran diversidad en
cuanto a las razas, esto debido a que de acuerdo al proyecto genoma canino, emprendido
por el doctor K. Lindblad-Toh et al. (2005), un marcador genético o mutación es una
posición en el genoma que presenta variabilidad en la secuencia y que se hereda según
una pauta mendeliana (es decir, según las reglas clásicas de la genética), siendo dos
tipos frecuentes de marcadores los micro satélites y los polimorfismos de un solo
nucleótido (PNS). En los primeros, la variación proviene del número de veces que un
elemento de repetición se reitera en una posición determinada dentro de un cromosoma;
en los segundos, la secuencia de ADN es distinta en un solo nucleótido (denotado A, C, T
o G) entre los cromosomas emparejados de un individuo.
Esas alteraciones han permitido comprender la función interracial e intrarracial de
las modificaciones genéticas. Dado que los alelos de los marcadores se heredan de
padres a hijos según las leyes mendelianas, tales alelos pueden utilizarse para rastrear la
herencia de fragmentos adyacentes de ADN a través de las múltiples generaciones de
una familia.
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La existencia del perro en México data de 8000 años aproximadamente
convirtiéndose así en la especie animal que más interacción y cercanía tenia al hombre
prehispánico, tal interacción tiene como registro en las actividades económicas, sociales y
religiosas encontradas en diversos vestigios arqueológicos (Alvarado Alejandra. 2002). La
Federación Cinológica Internacional reconoce 450 razas caninas y de ellas, dos son
originarias de nuestro país: los perros Chihuahueño y Xoloitzcuintle. El Xoloitzcuintle ha
ido desempeñado un papel importante a lo largo de nuestra historia como icono mexicano
desde la cultura prehispánica (Valadez Azúa. 2010). El nombre proviene de dos vocablos
de origen náhuatl: “Xolotl”, deidad del atardecer, de los espíritus y de los mellizos; e
“Itzcuintli”, que significa perro.
En el pasado, algún marcador genético fue la causante de dar origen a los canes
sin pelo, siendo esta eventos que transforman el código genético que pueden surgir
debido a errores en el transcurso de la duplicación del DNA o factores externos como la
radiación (Jiménez et al., 2003).
Una de las características más resaltantes de los perros Xoloitzcuintle es la
ausencia del pelaje en estos ejemplares (aunque puede presentarse en patas, cabeza y
cola). Con la llegada de los conquistadores, el consumo desmedido de estos perros, la
abolición de las costumbres y tradiciones indígenas, estuvieron a punto de llevarlos a la
extinción. Debido a su falta de pelo habían sido negados por criadores profesionales y por
el hecho de presentar esta característica principal hasta sacrificados por ideologías
religiosas y el desconocimiento de su genética, por lo que el público en general
desconoce o desconocía la existencia de estos ejemplares (Ramírez, 2013).
En el caso del Xoloitzcuintle, estos ejemplares presentan la mutación que (aunque
se sigue desconociendo el motivo total que cause la falta de pelo en perros)
investigaciones en estos últimos años han indicado que la falta de pelo es una
consecuencia de la Displasia Ectodérmica Canina (CED), es un trastorno que ocasiona la
mutación autosómica semi dominante del cromosoma 17, la provoca una duplicación de
un conjunto de siete bases nitrogenadas en la secuencia de nucleótidos del ADN del gen
FOXI3 (forkhead box), miembro de la familia de genes de factor de transcripción forkhead
que alteran el desarrollo ectodérmico del pelo y los dientes (i.e. “Fig. 1”). (Drögemüller.
2008).
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En el presente artículo se busca resaltar que función tiene el gen FOXI3 en la
ausencia de pelo de esta especie mexicana desde un punto de vista histológico
Métodos
Se realizó una revisión de los textos científicos, trabajos de grado, proyectos de
consultoría y publicaciones nacionales e internacionales referidas a investigaciones
asociadas al gen FOXI3 y la falta de pelo en Xoloitzcuintles disponibles en bibliotecas,
bases de datos. Se comparó la información obtenida para evidenciar que función tiene
este gen en la falta de pelo de este perro.
Resultados
La mutación del gen FOXI3 es monogénica, autosómica y semi-dominante, no
obstante, de carácter semi letal se transmite de acuerdo al modelo mendeliano, al ser así,
la población de los individuos es necesariamente entre los que presentan pelo
(heterocigóticos y homocigóticos recesivos) que son los que tienden a sobrevivir, ya que
los embriones homocigóticos semi dominantes mueren al inicio de su desarrollo.
De acuerdo a esto, podemos decir que los ejemplares sin pelo (alelo “D”) es un
alelo semi dominante respecto a los perros con pelo (alelo “p”) denominados ambos de
manera parcial, es decir, que el alelo semi dominante tiene mayor expresión que el alelo
recesivo; por tal motivo pueden presentarse perros desnudos pero con un porcentaje
parcial de pelo, preferentemente en patas, cola y cabeza. Por lo anterior, las cruzas entre
los individuos de una población ideal podrían presentar tres casos teniendo los siguientes
patrones probabilísticos teóricos: por una parte el hecho de la imposibilidad de formarse
homocigotos (DD) impide la existencia de una línea exclusiva de ejemplares sin pelo (i.e.
“Fig. 2”), ya que todo perro sin pelo, presenta un fenotipo necesariamente heterocigótico
(Dp); mientras que los que presentan fenotipo con pelo son homocigotos recesivos (pp).
(i.e. “Fig. 3”).
Sin embargo, esta expresión parcial les sirve a los individuos a sobrevivir ya que
algunas proteínas pueden llegar a formarse de forma correcta con lo que no solo generan
una parcialidad de pelo sino que permite otras funciones vitales como por ejemplo, el de
las glándulas, como es el caso del Xoloitzcuintle (Valdez et al., 2010; Ramírez, 2013).
El estudio hecho por el doctor Cord Drögemüller (2008), revelo una perfecta
concordancia de la duplicación con el fenotipo CED en 140 perros sin pelo de tres razas
estudiadas (crestado chino, Xoloitzcuintle y perro sin pelo Peruano). La duplicación se
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ausentó de 55 animales revestidos de las razas estudiadas y 32 perros revestidos de
otras 19 razas. Aunque no está claro si la proteína mutante se expresa en realidad, con
más de 95% de la proteína FOXI3 normal faltante, es poco probable que la proteína
mutante sea funcional ya que contendrá 218 aminoácidos alterados y potencialmente
podría interferir con la función celular normal en un mecanismo dominante negativo.
La influencia de este gen mutado conlleva más características histológicas en la
piel de estos ejemplares, Fukuta et al (1991) estudió la piel y los órganos linfoides de
perros derivados de la raza sin pelo mexicano; estos demostraron que la piel de los
cachorros recién nacidos componen una gruesa epidermis con folículos pilosos
rudimentarios pero los perros mayores de 2 meses de edad tenían epidermis delgada y no
hay folículos pilosos o glándulas de la piel, excepto en las partes peludas.
En el estudio de Wiener et al. (2003.) se encontró que las anomalías histológicas
estudiadas detalladamente de los folículos pilosos y órganos glandulares varían de
acuerdo a los diferentes fenotipos de perro Xoloitzcuintle (con pelo y sin pelo). Los
ejemplares que presentan la mutación FOXI3 solo tienen folículos primarios simples (i.e.
“Fig. 4”) y representan mayor número de comodones (i.e. “Fig. 5”), mientras que los
perros con pelo no mutantes tienen folículos compuestos idénticos a otros perros. Es
decir, que los folículos displásicos y comodones aumentan en los perros sin pelo.
También se observó que, a pesar de que CED afecta glándulas apocrinas (como las
sudoríparas y sebáceas), y glándulas mamarias no demostraron tener anormalidades
macroscópicas o histopatológicas, lo que indica que estas glándulas son funcionales (i.e.
“Fig. 6”).
Hay que tomar en cuenta que a medida que el perro madura se va pigmentando su
piel, con lo que le protege de agentes externos. Aquellos ejemplares que no alcancen un
grado aceptable de pigmentación serán más delicados, incluso en casos extremos
pueden sufrir dermatitis o cáncer de piel si no se toman medidas para evitar exposiciones
prolongadas al sol (Salazar. 2013.)
La mutación espontánea CED ofrece la oportunidad de adquirir más conocimientos
sobre el desarrollo de los apéndices ectodérmicos como el pelo y los dientes.
Discusión
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A pesar de que el canis familiaris ha ido “evolucionando” a lo largo de los años, las
mutaciones son un papel importante a través de su historia ya que gracias a ellas existe
en la actualidad la gran diversidad de razas que se conocen. Todos acostumbramos a ver
perros con grandes variantes de pelo, sin embargo, al observar un Xoloitzcuintle y su falta
de pelo nos llama mucho la atención. Esta pérdida de pelo en los ejemplares, es
ocasionada por la Displasia Ectodérmica Canina (CED) provocada por alteraciones en el
gen FOXI3. A diferencia de otras razas pertenecientes al canis familiaris, el Xoloitzcuintle
presenta folículos simples justo como lo indica Futaka (1991) y Wiener et al. (2003),
además de tener glándulas apocrinas y mamarias funcionales a pesar de que la CED las
afecta.
De acuerdo a Valdez et al. (2010) y Ramírez (2013), la mutación genética que
presenta esta raza es heredada por medio de alelos heterocigóticos y homocigóticos
recesivos (de acuerdo a leyes mendelianas), lo que nos indica que los ejemplares sin pelo
siempre serán “impuros” y los ejemplares con pelo son “puros” pero no portan la
mutación.
Debido a la falta de pelo en esta raza como en sus similares (perro sin pelo
Peruano y Crestado Chino) a largo plazo pueden presentar daños en su epidermis como
laceraciones e incluso cáncer de piel.
Conclusión
La función que cumple el gen FOXI3 con respecto a la falta de pelo en el
Xoloitzcuintle sigue sin estar descrita completamente, pero tiene una intervención
histológica como factor importante de la ausencia de pelo en esta especie mexicana de
acuerdo con la información analizada, lo que permite la oportunidad de adquirir más
conocimientos mediante la investigación del desarrollo de los apéndices ectodérmicos
como el pelo.
Literatura citada.
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7
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9
Figura 1.
Figura 2.
Figura 3.
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Figura 4.
Figura 5.
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Figura 6.
Figura 1. Fig. 1. Fenotipo y secuencia del gen FOXI3. En (a) Xoloitzcuintle con pelo y (b)
Xoloitzcuintle sin pelo que presenta la duplicación de un conjunto de siete bases
nitrogenadas en la secuencia de nucleótidos del ADN del gen FOXI3 (forkhead box) del
cromosoma 17 (Drögemüller. 2008).
Figura 2. Resultado de la cruza de dos Xoloitzcuintle sin pelo (Dp) obteniendo: 50% de un
Xoloitzcuintle sin pelo (Dp), 25% con pelo (pp), y 25% sin pelo con ambos alelos como
gen dominante (DD) la cual no se cumple debido a que los ejemplares mueren en el
desarrollo embrionario. Dónde: D es el gen de ''la desnudez'' (gen dominante). p es el
gen ''con pelo'' (recesivo), (Valdez et al., 2010; Ramírez, 2013).
Figura 3. Resultado de la cruza de un Xoloitzcuintle con pelo (pp), y otro sin pelo (Dp)
obteniendo: 50% de un Xoloitzcuintle sin pelo (Dp) y 50% de uno con pelo (pp), (Valdez et
al., 2010; Ramírez, 2013).
Figura 4. Piel de ejemplar sin pelo. Hay varios comedones de varios tamaños. Se adjunta
al infundíbulo, es una pequeña papila dérmica (flecha negra), (Wiener et al., 2003).
Figura 5. Las variaciones de los folículos pilosos displásicos de un perro sin pelo. Los
folículos displásicos se caracterizaron por infundíbulos dilatados con una leve
acumulación de queratina infundíbular (estrella negra. C y d). La gran mayoría se
a b
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compone únicamente de un infundíbulo, de la parte inferior del folículo y que carece de
itsmo (flecha negra, d) (Wiener et al., 2003).
Figura 6. Glándula sebácea Normal (círculo negro) y las glándulas sudoríparas (estrella
negras) de un perro sin pelo (a) y uno con pelo (b). No presentan gran diferencia y si se
tiene en cuenta la secreción apocrina de las glándulas sudoríparas, sugiere glándulas
funcionales (Wiener et al., 2003).