cuaderno de pedagogía y educación

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  • 7/23/2019 Cuaderno de Pedagoga y Educacin

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    Cuaderno de Pedagogay Educacin

    REVISTA N 17

    ABRIL - JUNIO 2015

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    Justicia y Violencia

    Actividades en el Marco de la Beaticacinde Mons. scar Anulfo Romero

    Nueva edicin de un Hondo Testimonio

    El signicado de la beaticacin de Mons Romero

    PalabrasLuto en Suchi-Coto

    Despus del 23 de mayo que sigue con Mons. Romero?

    La concepcin de polis en la Filosofa Helenstica.

    Una idea sugerente para la Unidad Centroamericana.

    Reexin sobre la liberacin

    La Libertad como Derecho Humano

    Presentacin 3

    5

    ndice

    Editorial

    Articulos 8

    In memoram 55

    San Romero de Amrica, Pastor y Padre Nuestro

    Vuelta al paraiso perdido/ 1997.

    Cmo ensear a estudiar a tus hijos en 10 pasos

    Poesa 60Resea 68

    Actividades 72

    Ms all del jardn de las angustias

    Autoestima e inclusin

    De personas y de nombres

    Antesala a los locos de San Salvador

    Los locos de San Salvador

    Para releer 45

    EL Estado de las Polticas Pblicas Docentes.Helga Cullar-Marchelli.

    Depto. de Estudios Sociales de FUSADES.

    Plan Nacional de Formacin de Docentesen Servicio en el Sector Pblico 2015-2019.

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    O

    frecemos en esta oportunidad el Cuadernode Pedagoga y Educacin N 17, cuyosmateriales esperamos sean de utilidad

    para los docentes del pas. Nuestro propsito esanimar a la reexin y el debate con aportes que,aunque no estn ligados a la prctica docente enlo inmediato, abran el horizonte hacia temas queson relevantes para la educacin.

    resentacin

    Comit Editorial

    P

    Realizacin de fachada de ESMA CENTRAL portcnicos y administrativos, da 20 de abril de 2015.

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    Luis Armando GonzlezDirector

    Direccin Nacional de Formacin ContinuaEscuela Superior de Maestros-ESMA

    lvaro Daro LaraGerente

    Gerencia Acadmica

    Carlos Benjamn HenrquezJefatura de Formacin Inicial

    Editor:Carlos Benjamn Henrquez

    Puedes colaborar en la produccin de esta revistacon aportes escritos, para su valoracion y posterior

    edicin, enviandolos al correo:[email protected]

    omit EditorialCDireccin Nacional de Formacin Continua

    Escuela Superior de Maestros-ESMA

    Las opiniones expresadas en esta publicacin son de exclusiva responsabilidad de sus autores.Los trabajos pueden ser utilizados siempre que se citen debidamente.

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    ditorialE

    La palabra juscia apunta en

    lo fundamental al mbito nor-

    mavo, tanto jurdico como

    moral. Respecto de lo primero

    cabe decir que la juscia, en su

    implicacin jurdica, se reere

    a lo que le corresponde a cada

    cual segn la ley. Es decir, la ley

    es lo que ajusta las relaciones

    entre individuos y grupos; la ley

    es la que regula las relaciones

    Justicia y violencia

    sociales; la ley es la que igua-

    la, normavamente, a quienes

    son en realidad desiguales. Y el

    peso de la ley deriva, segn la

    tradicin iusnaturalista, de su

    origen natural. En palabras de

    Montesquieu, las leyes, en la

    signicacin ms generalizada,

    son las relaciones necesarias

    que derivan de la naturaleza de

    las cosas .

    La juscia legal, en este sendo,

    radica en hacer que la igualdad

    jurdica prevalezca por encima

    de otras desigualdades que, en

    teora, deberan disminuir o ser

    menos hirientes con el imperio de

    la ley. El republicanismo moder-

    no hizo de este propsito una de

    sus banderas ms importantes,

    junto con la de controlar, desde

    una interpretacin y aplicacin

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    y violenciausticiaJ

    en manos del Poder Judicial, el

    poder despco del soberano .

    Como dice Alexis de Toqueville,

    si la fuerza de los tribunales ha

    sido en todos los empos la ga-rana ms grande que se puede

    ofrecer a la independencia indi-

    vidual, esto es parcularmente

    cierto en los siglos democr-

    cos [cuando] los derechos y los

    intereses parculares se hallan

    siempre en peligro, si el poder

    judicial no crece ni se exende

    a medida que las condiciones se

    igualan .

    Ahora sabemos que no basta

    con la juscia legal ni con los

    arreglos instucionales de po

    contractualista a la manera de

    los propuestos por John Rawls

    en su Teora de la juscia para

    que la juscia no legal (econ-

    mica, polca, social, cultural)

    cobre vigencia en una realidad

    determinada. Amartya Sen hacontribuido de manera decisiva

    al debate, a parr de su crca a la

    teora de la juscia de Rawls. Y es

    que a Amartya Sen le interesa no

    tanto el asunto de la naturaleza

    de la juscia perfecta y cmo es-

    ta se puede asegurar de una vez

    y por siempre, sino la cuesn

    del mejoramiento de la juscia

    y la superacin de la injuscia,

    lo cual supone reconocer quela juscia guarda relacin, en

    lma instancia, con la forma en

    que las personas viven sus vidas

    y no simplemente con la natura-

    leza de las instuciones que las

    rodean El nfasis en las vidas

    reales en la evaluacin juscia

    ene muchas implicaciones de

    largo alcance para la naturaleza y

    el alcance de la idea de juscia .

    Parr de la vida de las personas

    cuando se habla de juscia o de

    injuscia: este enunciado es par-

    te de una arraigada preocupacin

    moral, propia de prccamente

    todas las civilizaciones humanas,

    sobre todo en sus creaciones re-

    ligiosas. En efecto, las disntas

    tradiciones religiosas han hecho

    de la juscia el bien moral porexcelencia. En el caso concreto

    del crisanismo, obrar con jus-

    cia es dar a cada cual lo que

    le corresponde en virtud de su

    dignidad humana una dignidad

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    humana establecida por Dios,

    al crearnos a su imagen y se-

    mejanza. Lo cual quiere decir

    que, como todos los humanos

    somos iguales en dignidad, obrarcon juscia es hacer prevalecer

    esa igualdad fundamental entre

    los seres humanos. Lo contrario

    de la juscia es la injuscia: la

    vigencia de desigualdades que

    laceran la dignidad humana. De

    ah la condena del crisanismo a

    la injuscia --o mejor dicho a las

    disntas injuscias que se gene-

    ran en la sociedad.

    La injuscia econmica estuvo

    en la mira de los primeros crisa-

    nos de hecho, el tema es central

    en el Anguo Testamento y se

    ha mantenido como tema de

    preocupacin a lo largo de los

    siglos, siendo uno de los ejes

    centrales del pensamiento social

    de la Iglesia. En los aos seten-

    ta, Monseor Oscar Romero se

    reri a esa injuscia como vio-

    lencia estructural, porque la

    misma forzaba a la mayor parte

    de salvadoreos y salvadoreas

    a vivir en condiciones que vio-

    lentaban su dignidad humana.

    En la visin de Monseor Romero

    en sintona con el pensamientosocial de la Iglesiala injuscia

    econmica no lo es todo; hay

    otros pos de injuscia: instu-

    cional-estatal (la que excluye de

    la parcipacin a los ciudadanos

    y garanza, con la fuerza, la in-

    juscia econmica), social (que

    impide a amplios sociales el ac-

    ceso a la salud, a la vivienda y a

    la educacin) y cultural (la que

    segrega a amplios grupos socia-

    les del acceso a bienes culturales

    que los digniquen, y que ms

    bien los inserta en una cultura

    de la muerte, el consumismo, la

    sumisin y el desarraigo.

    Por lmo, esas injuscias e-

    nen su propia lgica de violencia:

    violencia instucional-estatal,

    violencia de exclusin social y

    violencia de exclusin cultural.

    En determinados contextos co-

    mo el de El Salvador de los aos

    setenta esas violencias (e in-

    juscias) pueden dar lugar una

    violencia reacva de carcter

    revolucionario, cuya legima-

    cin es, en boca de quienes lapromueven, terminar con las in-

    juscias prevalecientes.

    Pero no siempre es as: muchas

    veces las injuscias y violencias

    del orden establecido dan lugar

    a la violencia sorda de los ex-

    cluidos, a una violencia que los

    excluidos ejercen en contra de

    ellos mismos e insnvamente

    en contra de quienes se bene-

    cian (directa o indirectamente)

    de las injuscias y violencias

    vigentes. Esta violencia de los ex-

    cluidos puede asimilarse como

    viene sucediendo en El Salvador

    desde la dcada de los aos

    noventa a otras formas de

    violencia ejercidas por quienes

    viven y se lucran de la violencia:

    delincuencia comn y crimen or-

    ganizado, que generan, a su vez,

    sus propias injuscias en las vc-

    mas de sus atropellos.

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    El signicado de la beaticacin de

    Mons. Romero

    Luis Armando Gonzlez

    En la Iglesia catlica, labeaticacin de una per-sona tiene un enormesignicado, pues es el pasoprevio a su santicacin,lo cual constituye el mayor

    reconocimiento eclesial: unsanto (o una santa) slo loes cuando la Iglesia acep-ta el vnculo ntimo de esapersona con Dios.

    Hacia ese reconocimientoeclesial se encamina Mons.Oscar Arnulfo Romero(1917-1980), una vez quese le declare como bea-to. Pero Mons. Romero no

    Artculo

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    llega a su beaticacin decualquier manera, sinoque llega como un mrtirde la Iglesia, es decir, como

    alguien que padeci unamuerte violenta a causa desu compromiso con la fe yla justicia.

    No hay que perder la se-cuencia, ya que si ellosucede se corre el ries-go de no comprender elsentido de lo que signicala gloricacin eclesial de

    Mons. Romero: su marti-rio es el fundamento de subeaticacin y su santi-cacin.

    Cul es el signicado dela beaticacin de Mons.Romero?

    Creo que, de manera ge-neral, su beaticacinsignica que la Iglesia lereconoce rmemente susmritos para ser decla-rado santo. Esto no espoco, pues hasta dondese sabe muy pocos can-didatos a ese estatus hansido tan investigados comolo fue Mons. Romero. Se haexpurgado su vida en de-

    talle; se han analizado susescritos y opiniones conminuciosidad Y estaspesquisas han sido rea-lizadas con la nalidadde encontrar algo quejusticara impedir su bea-ticacin y posteriormentesu santicacin. Si de algo

    se puede estar seguro esque Mons. Romero cum-ple pese a las maniobrasde sus detractores dentro

    y fuera de la Iglesia contodos los requisitos ecle-siales para ser beaticado.Aparte del signicado ge-neral anotado antes, sepueden apuntar otrossignicados no menosrelevantes, pero ms espe-ccos.

    a) Un signicado teolgico.

    Conviene recordar aqu algoque el P. Ignacio Ellacuradijo de Mons. Romero: ConMons. Romero Dios paspor El Salvador. No hayexpresin ms densa queesa para describir el vn-culo de Mons. Romero conDios: lo hizo presente en ElSalvador. De alguna ma-nera, la Iglesia catlica, albeaticarlo, reconoce quealgo del misterio de Diosse revel a los hombres ymujeres a travs de Mons.Romero. Ahora que esten boga, en distintos gru-pos religiosos catlicos yno catlicos, la pretensinde saber lo que Dios quie-re o desea, Mons. Romero

    debe ser un recordatoriodel misterio de lo divino,misterio al cual slo sepuede acceder a travs delos signos de los tiempos, yno mediante una fe infan-tilizada (inmadura, pocoilustrada y privatizada) quepretende obtener cosas de

    un dios caricaturizado, delcual supuestamente se co-noce como piensa, siente yquiere.

    b) Un signicado pastoral.Mons. Romero pastorea su pueblo en unas cir-cunstancias crticas, antelas cuales se tena que re-cuperar la esencia delcristianismo, esto es, esaque no separa la fe de lajusticia. Sentir con laIglesia y opcin preferen-

    cial por los pobres fueronlos ejes orientadores de sulabor pastoral, cuya tra-duccin prctica fue ladenuncia de las injusticiasy violencias prevalecientesen su tiempo, as como elanuncio de formas de con-vivencia social, econmicay poltica ms humanas ydignas para los pobres deEl Salvador. La beatica-cin de Mons. Romero estambin un homenaje a sulabor pastoral, la cual selegitima como un modelode pastoral cristiana.

    c) Un signicado histrico.Mons. Romero vivi en unapoca histrica concreta,

    con sus tensiones, con-ictos y contradiccionesparticulares; con violenciasy exclusiones determina-das. Se hizo cargo de larealidad que le toc viviry en ella insert su laborpastoral, convirtindose envoz de los sin voz. No ot

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    en el aire ni pretendi estarms all del bien y del mal.Sus palabras de condenay de aliento, de denuncia

    y anuncio, tuvieron des-tinarios concretos. Fuesumamente lcido en susvaloraciones y anlisis dela realidad de su tiempo,distinguiendo siempre losmatices, las prioridades ylas responsabilidades. Subeaticacin, precedida desu reconocimiento comomrtir, es tambin un re-

    conocimiento a su anclajehistrico. Y es que, preci-samente, lo que hizo Mons.Romero fue historizar ellegado de fe y justicia delcristianismo. Al hacerlo,hizo presente como lo vioel P. Ellacura al misteriode Dios en ese trozo de lahistoria salvadorea que letoc vivir.

    d) Un signicado cultural.Mons. Romero irradi va-lores humanos profundos.Verdad, justicia, bondad,compromiso, honestidad,integridad y valenta nofueron en l palabras hue-cas. Fue, sobre todo, unhombre coherente: sus pa-

    labras no fueron negadaspor sus acciones, sino todolo contrario. No proclamesos valores de maneragenrica o abstracta, sinoque les dio sustancia desdelos conictos, exclusionesy violencias de la realidadsalvadorea de su tiempo.

    Como hombre de una fe in-tensa, Mons. Romero slotuvo un absoluto, que fueDios en sus dimensiones

    una y trina. Asimismo, suconviccin era que Dios serevela preferentemente enlas vctimas; por tanto eradesde stas que deba me-dirse la verdad, la justicia,la bondad y el conjunto devalores morales cristianosy no cristianos. Es esta for-ma de vivir y entender lamoral la que se reivindica

    con su beaticacin.

    e) Por ltimo, un signica-do social. Mons. Romeroquiso inmensamente alpueblo salvadoreo. Quisoa su pas, quiso a su pa-tria, pero profes un amorextraordinario por la gente,sobre todo por la ms hu-milde y pobre. El pueblosalvadoreo, las ms delas veces en las profundi-dades de su inconsciente,lo hizo suyo, se lo apropicomo su pastor, su mrtiry su santo. Desde su muer-te violenta en 1980 Mons.Romero ha estado presenteen la vida la gente, en losaos ochenta oculto ante

    el acecho de quienes que-ran borrar su recuerdo;despus, de manera msabierta y pblica, hasta elda de ahora en el que hayquienes romeristas deltima hora lo quierenconvertir en smbolo et-reo de un cristianismo ms

    all del bien y del mal. Noimporta. Mons. Romero esms fuerte que eso porquela gente siempre encontra-

    r en l una palabra viva,concreta. En este sentido,su beaticacin es un re-conocimiento al vnculolial de Mons. Romero conel pueblo salvadoreo. Albeaticar a Mons. Romerola Iglesia reconoce y honrala dignidad a los salvado-reos y salvadoreas, almismo tiempo que se dig-

    nica a s misma.

    __________________________1.- Texto base de las con-ferencias en homenajede Mons. Oscar ArnulfoRomero con motivo de subeaticacin, organizadaspor la Direccin Nacionalde Formacin Continua delMinisterio de Educacin.

    2.- Director Nacional deFormacin Continua.Ministerio de Educacin

    El significado de la beatificacinde Monseor Romero

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    Despus del 23 de mayo

    que sigue con Mons. Romero?

    El 23 de mayo fue un daverdaderamente extraordi-nario en El Salvador. Fueun da dedicado a Mons.Oscar Arnulfo Romero, conmotivo de su beaticacin.No menos de 300 mil per-sonas se volcaron a lascalles para asistir a la ce-remonia que no slo tuvoun carcter eclesial, sino

    tambin cvico. Ahora msque nunca Mons. Romeroes un referente de identi-dad imprescindible paraeste pueblo, tan necesitadode smbolos que lo digni-quen y lo doten de valoreshumanizadores.

    Al calor de los preparativospara el acto de beaticacin

    (y el mismo da 23) en al-gunos ambientes crticosdel pas comenz a surgirla inevitable pregunta porlo que seguira despus dela esta en la que Mons.Romero sera declaradobeato. No en el procesoeclesial que llevar a sunombramiento como san-to de la Iglesia, sino en el

    Artculo

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    quehacer cotidiano de lasociedad salvadorea y,ms en concreto, en el que-hacer de los ambientes de

    gobierno, mediticos, aca-dmicos y empresariales.

    La inquietud anterior tuvosu origen en un temor: eltemor de que, despus del23 de mayo, muchos dequienes estaban celebran-do la beaticacin dieranvuelta a la pgina y se ol-vidaran del Mons. Romero

    real y lo redujeran a unacaricatura hecha a la me-dida de sus intereses.

    De aqu que una vez pasa-da la ceremonia del 23 seapertinente preguntarse,de nuevo, por lo que siguecon Mons. Romero. Y si-guen innidad de desafos,siendo el ms importan-te el de mantener vivo ellegado pastoral y de fe deMons. Romero. Eso s, re-conocimiento que trata deun legado fraguado en uncontexto histrico concre-to, en el cual el mrtir ybeato Romero puso su vozal servicio de los sin vozpara denunciar violencias

    (comenzando con la violen-cia estructural), abusos yexclusiones, pero tambinpara anunciar la buenanueva de una mejor socie-dad, justa y democrtica.En realidad, ese legadode Mons. Romero siempre

    ha tenido presencia en ElSalvador, desde su ase-sinato el 24 de marzo de1980. Comunidades reli-

    giosas en distintos lugaresdel pas, la FundacinRomero y personas debuena voluntad no nece-sariamente religiosas hanhonrado permanentemen-te, desde aquel fatdico da,la memoria del Arzobispomrtir y beato. Gracias a suvalenta, fe y compromiso,Mons. Romero sigui vivo

    en momentos en los cualessu nombre era motivo deescarnio y persecucin.

    No cabe duda de que es-tos buenos salvadoreosy salvadoreas, y quienessiguen su ejemplo en lasnuevas generaciones, se-guirn eles a la memoriade Mons. Romero; seguirnactualizndolo, sin perderde vista su carne histrica,sin diluir en un espiritua-lismo etreoel sentido desu predicacin. Sin perdernunca de vista, en n, quea Mons. Romero lo asesi-naron personas concretasque respondan a intere-ses econmicos, polticos

    y militares, fuertementecuestionados por l.

    Entonces, luego del 23 demayo seguir la lucha ini-ciada justo despus de suasesinato por un Mons.Romero encarnado, real,que senta con la Iglesia

    (entendida como pueblo deDios) y que opt preferen-cialmente por los pobres.Seguir la lucha por un

    San Romero de Amricacomo pastor y mrtir, talcomo lo deni Don PedroCasldaliga, en su bellopoema San Romero deAmrica, Pastor y MrtirNuestro. (L. A. G.)

    Despus del 23 de mayoque sigue con Monseor Romero?

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    ArtculoLa Libertad como Derecho Humano

    Instituto Interamericano de Derechos HumanosLa libertad es vuestra nica riqueza; deben gritarla!, deben aullarla! Cadavez que un hombre reclama libertad es como un sol para sus hermanos. Los queestn al servicio de la libertad no morirn jams, son la luz de sus semejantes

    Monseor Oscar Arnulfo Romero.En el entierro de un campesino asesinado.

    La libertad:

    La palabra libertad es-t demasiado gastada. Ennuestros das se le ha exal-tado tanto que casi se haconvertido en una palabravaca. Y sin embargo, to-

    dos los hombres suspiranpor ser libres. No hay ideani palabra ms universal,aunque por ella se entien-dan cosas muy diferentes.Se le emplea como supues-to, como medio y comon. La invocan los que lalimitan y los que la pro-mueven; los dominadores ylos dominados: Libertad,

    cuntos crmenes se co-meten en tu nombre!

    Pero, ques la libertad?

    Es una propiedad dela voluntad por mediode la cual las personas

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    tienen la capacidadde elegir y de actuar.

    Cuntas clases de liber-

    tad hay?Hay cuatro clases:

    Libertad fsica:

    En este primer nivel de lalibertad se trata de la sim-ple posibilidad corporalde actuar. El que no estatado puede caminar; el

    que no est encarceladopuede ir a donde quiere.En este sentido, la liber-tad fsica se aplica aun alos animales. Y as deci-mos que un pjaro es librecuando no est enjaulado.

    Libertad de coaccin:

    Consiste en no sufrir coac-cin. El diccionario denela coaccin como la fuerzaque se hace a una personapara que haga o diga al-go: La coaccin o violenciapuede ser interna, comoel miedo o las drogas, oexterna, como la fuerza f-sica. Cuando hay coaccin,entonces no hay libertad.

    Libertad de eleccin opsicolgica:

    Consiste en que nuestrasdecisiones pueden dirigir-se a cualquier direccin.Es decir, consiste en quepodemos optar por esto o

    aquello, sin obligacin deescoger algo determinado.Si algo nos atrae poderosa-mente tenemos la facultadde dominar el atractivo ytomar una decisin haciaun objeto menos atractivo.

    Aqu est la esencia de la

    libertad:

    la autodeterminacin, eldominio del acto propio.No basta que el sujeto noest determinado por na-da, es necesario que lmismo se determine, quesea el autor de su acto,

    la causa de su actividad,que se d a s mismo losmotivos de su actuacin.

    Libertad tica o moral:

    Es la capacidad de elegirentre los distintos bienesque se le presentan a la

    persona humana. Y hacer-lo con plena conciencia.Poder de decidir entre loque es mejor y lo que nolo es, a pesar de las pro-pias conveniencias y deacuerdo con ciertos prin-cipios, es una seal de lalibertad como propiedad

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    exclusiva del hombre.

    La libertad, Sancho, esuno de los ms preciosos

    dones que a los hombresdieron los cielos; con ellano pueden igualarse lostesoros que encierra latierra, ni el mar encu-bre; por la libertad, ascomo por la honra. Sepuede y debe aventurarla vida; y, por el contra-rio, el cautiverio es elmayor mal que puedo

    venir a los hombres.

    Miguel de Cervantes,Don Quijote de la

    Mancha.

    Es absoluta la libertad?

    La libertad no es, ni puedeser, absoluta. Y aqu es-t precisamente el primerlmite de la libertad: es hu-mana. Ella tiene los mismoscondicionamientos perso-nales y circunstancialesque tiene el ser humano.Condicionamientos per-sonales:

    Fisiolgicos. La estructurasomtica y el temperamen-to de las personas, que a suvez se explican por el sis-tema nervioso y endocrinoy por el cdigo gentico decada individuo, tienen una

    inuencia importante, peronunca decisiva, en los ac-tos libres de las personas.Psicolgicos. En cada uno

    hay una inuencia de lasfuerzas psquicas de ori-gen inconsciente, pero noimposibilitan la libertad denuestros actos: la condicio-nan, pero no la determinan.

    Condicionamientoscircunstanciales:

    Tambin, en el orden de las

    cosas externas a la perso-na humana, hay muchosfactores de inuencia, pe-ro no llegan a determinaral ser humano en su ac-tuar libre y responsable.Tanto los factores eco-nmicos, como sociales,culturales, de tipo poltico,educativos y aun teolgicos,inuyen, pero no destru-yen la libertad humana.

    Por eso, al ser humanose le educa para la liber-tad. La persona aprende aejercitarse en la libertad: atravs del aprendizaje.

    De mi experiencia y de missucesivas selecciones vo-

    luntarias conscientes yresponsables. es como mevoy formando en el ejerci-cio de la libertad.

    SI la libertad no es abso-luta, qu relacin hayentre ella y la vida social?Aunque la libertad es

    necesaria para la auto-rrealizacin personal. Nobasta porque el hombrees esencialmente social:

    necesitamos de la convi-vencia y de la colaboracinde los dems. De ah lanecesidad de que la or-ganizacin poltica. Lospoderes democrtica ylegtimamente constitui-dos, como por ejemplo elEstado, ordene el ejerci-cio de la libertad. Y que lohaga con vistas a la realiza-

    cin del bien comn total.

    El Estado legtimo, portanto, tiene la facultad delimitar los derechos de losindividuos con vistas albien comn. Pero como sun es procurar ese mismobien comn, jams pue-de impedir totalmente lalibertad, como tampocopuede permitir que cadaindividuo haga lo que levenga en gana, porque unalibertad total -en el senti-do salvaje de hacer lo queme da la gana- se convier-te en anarqua y violencia.El Estado est, entonces,obligado a reconocer, res-petar y tutelar la libertad

    de las personas a n deque su ejercicio no lesioneel disfrute de los derechosy el cumplimiento de losdeberes de los dems. Lalibertad se convierte, en-tonces, en un DERECHO.

    Libertadcomo Derecho Humano

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    Si no aprendemos a amar y a respetar la libertad en nosotrosmismos, no la amaremos ni la respetaremos en los dems.

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    COMO DERECHO.

    LA LIBERTAD VA

    INTIMAMENTE UNIDA ALA RESPONSABILIDAD.

    Ningn hombre libre ser detenido, puesto en prisin,

    colocado fuera de la ley, expatriado, o de alguna manera

    violada su personalidad, ni perjudicado o condenado, sino

    por el juicio de sus pares o la ley del pas.

    Carta Magna

    Inglaterra, ao 1215.

    Algunos ejemplos histricos:

    ...Todos los hombres por naturaleza igualmente librese independientes y tienen ciertos derechos innatos, delos cuales, cuando entran en estado de sociedad, nopueden por ningn pacto privar o desposeer a su pos-teridad: a saber, el gose de la vida y de la libertad, conlos medios para adquirir y poseer la propiedad, y bus-

    car y conseguir la felicidad y la seguridad.

    Declaracin de Derechos de Virginia.Estados Unidos.

    Ao 1776.

    La nalidad de toda asociacin poltica esa la conservacin de los derechos natu-rales e insprescriptibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la propiedad, laseguridad y la resistencia a la opresin.

    Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.Francia, ao 1948.

    Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos...Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta declaracin...Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona...

    Declaracin de los Derechos Humanos.ONU, AO 1948.

    Todo ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su per -

    sona...Nadie puede ser privado de su libertad, sino en los casos y segn las formas establecidas por leyes preexistentes.

    Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.Ao 1948.

    La libertad como derechohumano:

    En la larga historia de lasluchas de la humanidadpor el reconocimiento y elrespeto de los derechos yde los deberes intrnsecosde las personas, que expre-san su eminente dignidad,la libertad ocup, siempre,

    el primer lugar: la meta hasido que las personas, lasinstituciones, las socieda-des y los Estados armaransu conviccin sobre estederecho humano funda-mental.

    Libertad como Derecho Humano

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    Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal...Nadie puede ser privado de su libertad fsica, salvo por las causas y en las condicio-nes jadas de antemano.

    Convencin Americana sobre Derechos Humanos.Ao 1969.

    A pesar de este recono-cimiento ya universal, lalibertad del ser humano,y muchos de sus otros nomenos decisivos derechos,sigue siendo pisoteada.Muchos grupos huma-nos sufren dominaciones

    arbitrarias, sujetamien-tos despticos y, a veces,hasta con una aceptacindolorosa de parte de losoprimidos.

    Por qu sigue siendo estoas? Por qu no todas laspersonas o grupos asumende frente el reconocimientoy la defenza de la libertad?Porque la libertad es li-bertad de opcin... porquepuede negarse uno mismoo negar a otros el ejerciciode este derecho humanofundamental... porque nohay educacin en y paralos derechos humanos msfundamentales...

    ESTA ES NUESTRA TAREA:

    HACER RECONOCER,DEFENDER Y PROMOVERLA LIBERTAD ALL DONDEESTEMOS Y CON LOSMEDIOS HONESTOS QUE

    TENGAMOS A LA MANO.

    La Declaracin Universalde Derechos Humanos,que es el instrumento msacabado sobre los derechosy deberes humanos funda-mentales, no slo reconoce

    la libertad como un dere-cho, sino que la explicaen varias libertades muyconcretas y particulares.Algunas de ellas son:

    *el derecho a la libertad: la negacin de la esclavitud.

    * el derecho a la proteccin de libertad personal.*el derecho a la libertad de opinin y de expresin.*el derecho a la libertad de pensamiento, de concienciay de religin.

    *el derecho a la libertad de recidencia y de circulacin.*el derecho de recticacin y de respuesta.

    Como ejemplo, en esta unidad sobre la libertad, tomare-mos las tres primeras.

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    Para seguir investigando la historia de los derechos humanos

    CONOCIENDO A LOS DEFENSORES DELOS DERECHOS HUMANOS

    Actividad con los estudiantes

    1.- Investigar y compar-tir

    Conocen algunas gurasinternacionales, continen-tales y de su pas que sehayan destacado en la lu-cha por la libertad, la paz ylos derechos humanos, enel pasado o en presente?

    Los estudiantes buscaraninformacin sobre su vida,sus ideas y sus aportes ala causa de los derechoshumanos.

    Algunas sugerencias, queel docente y los estudian-tes enriquecern, son:Espartaco, Tom Paine,Olympe de gouges, MaryWollstonecraft, Thomas

    Jefferson, ManhatmaGandhi, Martn LutherKing, Monseor OscarArnulfo Romero, VaclavHavel, Adolfo PrezEsquivel, RigobertaManch, Oscar Arias.

    Se puede escribir una

    resea sobre algn perso-naje estudiado.

    2.- Crear y representar

    Los estudiantes, aseso-rados por el profesor o laprofesora, pueden animar-se a representar, en formade una velada o de un con-curso de teatro, alguna oalgunas de las biograasinvestigadas. Pueden ha-cerse equipos de teatro,para que, entre varios,resulte ms facil la repre-sentacin. Si en el centroeducativo hay profesor oprofesora de arte, se puedepedir su colaboracin para

    que lo que se haga sea real-mente provechoso.

    Sera muy hermoso y enri-quecedor que esa actividadse planeara para una no-che y que a ella se invitaraa los paps y las mams delos estudiantes.

    3,- Documentar

    La informacin recogidatambin puede archivarseen el Centro de Recursosdel aula. As se sigue enri-queciendo ese importantearchivo de derechos huma-nos.

    Libertad como Derecho Humano

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    Para comenzar a pensar en el derecho - deber de la libertad

    LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

    Lectura complementaria

    QU SON LOS RECUERDOS?Thomas Merton

    Uno de los hechos msinquietantes que se mani-festaron en el proceso deAdolf Eichmann fue queun psiquiatra lo examiny lo declar perfectamen-te cuerdo. No lo dudo en

    absoluto y eso es precisa-mente lo que encuentroinquietante.

    Si todos los nazis hubieransido psicopatas, como qui-zas lo eran algunos de susjefes su horrenda crueldadhubiera sido ms fcil decomprender en algn senti-

    do. Distinto es considerar aese tranquilo y equilibradofuncionario despachan-do su trabajo burocrticosu empleo administrativo,que no era otra cosa quela supervisin del crimenen masa. Era meditado, or-denado, sin imaginacin.

    Senta un profundo respe-to hacia el sistema la Icyy el orden. Era obediente,leal: el funcionario de ungran Estado.

    No le inquietaba mucho

    la culpabilidad. No tena,posiblemente, ninguna en-fermedad psicosomtica alparecer, dorma bien y tenabuen apetito. En su visita aAuschwitz, el jefe del cam-po, Iloess, con diablicaintencin trat de fasti-diar al gran jefe y asustarlocon algunas escenas de los

    prisioneros. Eichmann seinquiet. Hasta Himmler sehaba impresionado y le ha-ban temblado las piernas.Quiza, del mismo modo, eldirector de una planta si-derrgica podra sentirseinquieto si tubiera lugarun accidente mientras por

    casualidad estaba all.Pero, por supuesto, loque ocurri en Auschwitzno era ningn incidente:slo el desarrollo rutina-rio. Habia que arrimar elhombro a la carga del mo-

    ntono trabajodiario por lapatra. Hay que sufrir inco-modidady hasta nuseascon espectculos y ruidosdesagradables. Todo estoforma parte del concep-to de deber, abnegacin yobediencia. Eichmann es-taba consagrado al deber yestaba orgulloso de su tra-

    bajo.

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    La cordura de Eichmannera desconcertante.Concidemos la corduraequivalente a un sentidode justicia, de humanidad,de prudencia, de capaci-dad de amar y comprendera los dems. Conamosen que los cuerdos habrnde preservar el mundo dela barbarie, de la locura,de la destruccin. Y aho-ra empezamos a caer en lacuenta de que precisamen-

    te los cuerdos son los mspeligrosos.

    Los acuerdos, los bien adap-tados, son los que pueden,sin ningn remordimiento,apuntar los proyectiles yapretar el botn que inicieel gran festival de destruc-cin que han preparadoellos. Es poco probable que

    un psicopata llegue a te-ner ocasin de efectuarel primer disparo en unaguerra nuclear. Pero co-mo los psicopatas sonsospechosos, los cuerdoslos mantendrn lejos delbotn. En cambio, de losacuerdos nadie sospecha,

    y siempre tendrn razo-nes perfectamente buenas,lgicas, adecuadas, pa-ra disparar.Obedecernlas rdenes que dicten lossuperioressin ninguna va-silacin, pues provienende personas perfectamen-te razonables y se sentirnsatisfechos al cumplir consu deber cuando los pro-yectiles salgan disparadosen su trascedental funcinapocaliptica.

    DONDE QUEDARON LOSVALORES?

    No podemos seguir su-poniendo que porque unhombre sea cuerdo esten su juicio. el conceptode cordura, en una socie-dad donde los valores hanperdido su signicado,

    tambin carece de sentido.De igual forma, la adapta-cin de las personas a estaescala de valores resultasospechosa si jusgamos ala sociedad desde tal pers-pectiva.

    Y si me pregunto: Cual

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    es el signicado de unconcepto de cordura queexcluye el amor, por con-siderarlo intil, y destruye

    nuestra capacidad de amara otros seres humanos,de responder a sus nece-sidades y sufrimientos,de reconocerlos, pues, co-mo personas, de persivirsu dolor como nuestro?Evidentemente eso no esnecesario para la cordura.Qu inters tenemos enequiparar la cordura con el

    cristianismo? Ninguna enabsoluto. El peor error esimaginar que un cristianodebe intentar ser cuerdo,como todos los dems; quesomos parte sustancialde nuestra sociedad; quedebemos ser realistas res-pecto a ella; que debemoshacer surgir un cristia-nismo cuerdo, y que en elpasado ha habido muchoscristianos cuerdos. La tor-tura no es nada nuevo.Verdad?

    Debemos ser capaces deracionalizar un poco ellavado de cerebro, el ge-nocidio, y hallar un citiopara la guerra nuclear o al

    menos para las bonbas denapalm en nuestra teologa

    moral. Algunos de nosotrosya hacen todo lo que pue-den por ese camino. Hayesperanzas! Los cristianos

    pueden an sacudirse susprejuicios sentimentalessobre la caridad y hacersecuerdos, como Eichmann;aferrarse a cierto sistemade frmulas cristianas pa-ra ajustarlo a una ideologatotalitaria. Pueden hablarde justicia, caridad, amory lo dems. Esas palabrasno han impedido a muchos

    cuerdos actuaren el pasa-do como lo hicieron.

    No. Eichmann no esta-ba loco. Los generales ycombatientes de ambosbandos, en la SegundaGuerra Mundial, los querealizaban la destruccintotal de ciudades enteras,esos eran los cuerdos. Losque han inventado y per-feccionado las bombasatmicas y los proyecti-les intercontinentales, losque han planicado unaestrategia para la prxi-ma guerra, los que hanvalorado las diversas posi-bilidades de usar agentesbacteriolgicos y qumicos,

    no son los locos, sino loscuerdos. Los que calculan

    friamente cuantos millonesde victimas pueden consi-derarse que vale la penasacricar en una guerra

    nuclear.

    Empiezo a darme cuentade que la cordura ya noes un valor ni un n en smismo. La cordura al hom-bre moderno le es tan tilcomo el gran tamao y losmsculos al dinosaurio.Siestubiero un poco menoscuerdo, si dudara un poco

    ms, si se diera cuenta desus absurdos y contradic-ciones, quizs habra unaposibilidad de sobreviven-cia. Pero si est cuerdo,demasiado cuerdo...tal vezdebamos decir que, en unasociedad como la nuestra,la peor locura es no teneren absoluto algn tipo deangustia; o sea, estar total-mente cuerdo.

    Sugerencias para el tra-bajo en el aula

    1.- Entre todos: investi-gar e interpretar

    Para interpretar bien el

    sentido de esta lectura, se-ra oportuno investigar un

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    poquito sobre lo que fue la IIGuerra Mundial y los cam-pos de concentracin; enespecial, el de Auschwitz.

    Con una mayor claridadsobre el contexto de estalectura, entonces se pue-de comenzar a interpretarel texto. Cul es el tema?Por qu el autor le pu-so ese ttulo? Compartenlos jvenes la interpreta-cinque hace el autor del

    respeto a los valores funda-mentales de las personas yla as llamada cordura?

    2.- Individualmente o engrupo: valorar y crear

    Pero lo ms importante deesta lectura es aplicarla anuestro mundo contempo-raneo: cmo se proyectaesta lectura al pas y alcontinente en que vivimos?Se animan los estudiantes

    ahacer su propio qui-nes son los cuerdos?,poniendo ejemplos con-cretos de su pas o de su

    pueblo? Se animan a po-nerle nal de acuerdo a loque ven que puede pasar?

    La redaccin puede ser enprosa o en verso , con di-bujos o fotografas. O conun poco de cada cosa.

    Para examinar un poco ms las relaciones entreLibertad y Responsabilidad en nuestra vida cotidiana.

    LOS CIRCULOS DE LA RESPONSABILIDAD

    (Tomado de: AmnistaInternacional, Trabajando

    por la libertad. 1992.)

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    1.- Analizar entre todos

    El profesor o la profesorapresentar el grco a los

    estudiantes, en la pizarra oen copias individuales.

    Les dar unos minutospara cada uno reexionesobre el sentido del grcoy luego promover la discu-sin colectiva ayudandosede preguntas como las si-guientes u otras similares.

    Preguntas guas:

    * Qu pretende ilustrareste grco?

    * Qu responsabilidad esde cada uno de los circu-los de la responsabilidadlos imvolucran a ustedesen este momento de sus vi-da?

    *Cules son, concretamen-te, esas responsabilidades?Den ejemplos de su vidadaria.

    * Cumplen ustedesesas responsabilidades?Cmo?

    *

    Esas responsabilidades,son las mismas que teniancuando eran ms peque-os? Por ejemplo, Cuandoeran bebs? ocuando erannios? En qu se diferen-cian? Por qu?

    * Qu responsabilidades

    creen que tendrn en el fu-turo?

    2.- Escribir

    Despus de la discusincolectiva, el profesor o laprofesora pedir a los es-tudiantes que desarrollenpor escrito sus ideas sobrela realcin entre Libertad yResponsabilidad, centrn-dose en particular en elcaso de los jvenes.

    El gnero y el estilo de re-daccin ser escogido avoluntad por los jvenes.Puede tratarse de un en-sayo de reexin personal;de un relato de una expe-riencia individual; de unacarta que un jven dirigea otro u otros jvenes, o asus padres o maestros; etc.Tambin puede ser unatira cmica, que iincluyaingenio o irona, o el guinpara una obra teatral o unvideo.

    3.- Compartir

    Concluida la redaccin, enla misma clase o la siguien-

    te, el profesor invitar a losjvenes a compartir sus es-critos con los compaeros.

    Para compartir los escritospueden utilizarse distintosprocedimientos. Uno pue-de ser el peridico mural,en el que cada estudiantecoloca su escrito en la piza-rra o la pared del aula para

    que todos los dems pue-dan leerlo. Otra posibilidades el intercambio de esritospor parejas, o en pequeosgrupos.

    Cualquiera sea el proce-dimiento utilizado, seramuy enriquecedor concluirla actividad proponiendo alos jvenes que cada unocomente o conteste el es-crito de otro compaero, yasea que comparta las ideasdel otro o discrepe de ellas.

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    Reexin sobre la liberacin

    En memoria de Mons. Oscar Arnulfo RomeroEn el XXXV Aniversario de su asesinato

    Qu tiene que ver la rea-

    lidad poltica salvadoreacon la liberacin? Tienemucho que ver, porquela opresin lo opuestoa la liberacin no slose ejerce muchas veces apartir de mecanismos po-lticos, sino que debe serenfrentada a travs demecanismos igualmen-te polticos. Veamos estoms detenidamente, dis-cutiendo brevemente elsignicado de la palabraliberacin, para luego es-tablecer su conexin con lopoltico. Antes, sin embar-go, hay que dejar asentadoque la liberacin no tiene

    slo tiene que ver con la rea-

    lidad poltica, sino tambincon la realidad econmica,social y cultural.

    Pues bien, sobre la palabraliberacin se tiene que de-cir, en un primer momento,que no es equivalente ala palabra libertad, conla cual sin embargo es-t emparentada. Y es quecuando se habla de libertadse apunta a una condicinya conquistada, una con-dicin en la cual se niegauna condicin precedentede opresin o esclavitud.La libertad es algo consu-mado, algo a lo que se ha

    llegado y que, en ese sen-tido, es una especie deculminacin de un procesoliberador.

    La riqueza de la palabraliberacin consiste enque la fuerza de su sen-tido recae en el acto deliberarse, es decir, en elproceso de emancipacinmismo y no en su resulta-do nal. De aqu el alcancesubversivo del trmino li-beracin: es un llamado ala rebelda, a la resistenciaactiva, al cuestionamientode mecanismos de poder yestructuras que impiden alos miembros de una socie-dad llevar una vida digna.No puede haber libertadsin liberacin; y el grandesatino de muchos de-fensores autnticos de la

    libertad fue haber credoque se poda llegar a la pri-mera sin la segunda, yafuera con declaraciones debuenas intenciones o contransformaciones jurdi-cas en las que se plasmabauna libertad formal, nun-ca real. Esto supone un

    rtculoA

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    abandono de la libertad,tal como fue denunciadoen su momento por AlbertCamus. S dijo Camus,

    el gran acontecimiento delsiglo XX ha sido el aban-dono de los valores de lalibertad por el movimientorevolucionario, el progresi-vo retroceso del socialismode libertad ante el socialis-mo cesreo y militar. Desdeese instante, cierta espe-ranza ha desaparecido delmundo y ha comenzado la

    soledad para cada uno delos hombres libres .

    Esa desesperanza y esa so-ledad, provocadas por elabandono de los valoresde la libertad, comenzarona ser superadas cuando aesta ltima se le antepusola liberacin. Y justamentea esto es a lo que se referaJuan Luis Segundo cuan-do escribi que cristianosy no cristianos a la vez per-ciban que no bastaba unllamado a la libertad delhombre (por ejemplo, conel voto). La libertad ya da-da era un engao, comose vea cuando se la que-ra ejercer contra ciertas

    esclavitudes y miserias hu-manas. Haba, pues, queconquistarla. De ah la pri-maca de liberacin sobreel sustantivo-raz: liber-tad .

    Dicho de otro modo, las an-sias de liberacin seguirn

    presentes en tanto quehaya seres humanos atra-pados en las redes de laexclusin, la marginacin y

    el abandono. Justamente,la resistencia activa a laexclusin, la marginaciny el abandono es libera-dora, en tanto que tienecomo objetivo romper conunas amarras que impi-den a quienes las padecenvivir como seres humanosdignos. Esto permite en-tender la liberacin como

    un proceso de resistencia(de cuestionamiento, de re-chazo, de supresin) anteaquellas ataduras socia-les, econmicas, culturalesy polticas que impiden larealizacin plena de los se-res humanos.

    Sin duda alguna, hay ata-duras ms fuertes y de mspeso que otras: se trata de

    las ataduras estructurales,sobre todo las que se ori-ginan en la economa, envirtud de las cuales amplios

    sectores sociales no gozande empleos y de salariosdecentes. Pero tambin setienen las ataduras cul-turales, que cercenan lacapacidad crtica de losmiembros de la sociedady los llevan a aceptar pa-sivamente los designios dequienes tienen el poder.

    Asimismo, hay ataduraspolticas que no slo impi-den la participacin de losciudadanos en los asuntospblicos, sino que los con-vierten en piezas pasivasde simulacros electoralesde los cuales resultan elec-tos funcionarios que luegono titubean en dar la espal-da a quienes los eligieron.En la actualidad, una de

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    Reexin sobre la liberacinlas ataduras polticas msgraves que tienen los ciu-dadanos y ciudadanas dedistintos pases es que se

    les impide participar enel mbito poltico de unamanera amplia y efectiva,pues se reduce esa partici-pacin el acto exclusivo devotar.

    Por diferentes medios queno excluyen las amenazasy la violencia se trata queimpedir participacin ciu-

    dadana amplia y decididaen los asuntos pblicos.Y por qu tiene tanta re-levancia esa participacin?Porque en el mbito polti-co se deciden asuntos deenorme importancia parala sociedad: en ese mbitose decide su rumbo, a par-tir del poder que concentrael Estado. Impedir esaparticipacin en el mbitopoltico es impedir que loshombres y mujeres de unpas incidan en el rumbo dela sociedad en la que viven.Cuando eso sucede, sonlas minoras privilegiadas(las lites de poder econ-mico) las que deciden eserumbo, poniendo al Estado

    en funcin de sus interesesy en contra de los interesesde la sociedad.

    Qu sucede cundo elpoder del Estado no sepone en funcin de la so-ciedad, sino en contra deella? Qu sucede cuando

    el poder del Estado se po-ne en funcin de minorasque concentran la riquezay los privilegios? Cuando

    eso sucede, no slo laconvivencia social se ve se-riamente deteriorada, sinoque polticamente se de-sarrollan los ms diversosmecanismos de exclusin,entre los cuales la fuerzasuele ocupar un lugar pri-vilegiado.

    Precisamente, durante un

    largo tramo de la historiasalvadorea, el Estado haobrado en contra de la so-ciedad. Y tambin duranteun gran tramo de nuestrahistoria el Estado ha sidopuesto al servicio de mi-noras econmicamentepoderosas. Esto ha dadolugar a la existencia demecanismos de exclusinpoltica que han impedidouna participacin ampliay consciente de la mayorparte de los ciudadanos yciudadanas en los asuntospblicos.

    En El Salvador, algunos deesos mecanismos ha sidoalterados, pero otros como

    el rechazo al plebiscito y alreferndum, los recelos delas lites de derecha a unaparticipacin popular quevaya ms all de lo elec-toral, las resistencias a laimplementacin de criteriosde vigilancia ciudadanasiguen intocados. Es por

    ello que la liberacin pol-tica sigue siendo una tareaa realizar en nuestro pas.Al igual que lo sigue sien-

    do la liberacin econmicay la liberacin cultural.Consolidar el ciclo de cam-bios iniciado en 2009 ycontinuado en 2014-2019permitir dar pasos signi-cativos no slo en el planode la liberacin poltica,sino en la liberacin econ-mica y cultural.Si este ciclo se aborta, los

    mecanismos de opresinestructurales (polticos,econmicos, sociales y cul-turales), adems de seguirvigentes, se van a profun-dizar, haciendo ms difcilsu erradicacin en el futu-ro.En este sentido, son de-masiadas cosas las queestn en juego en estosmomentos, como paradespreocuparse. Estn enjuego cambios que no s-lo tienen una inspiracinliberadora, sino que res-ponden a las ansias deliberacin del pueblo sal-vadoreo. (L. A. G)

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    La concepcin de polis en la FilosofaHelenstica. Una idea sugerente para la

    unidad Centroamericana.Comunicacin preparada para el

    II Congreso Centroamericano de FilosofaUES 24-11-2011

    Carlos Mauricio Hernndez

    O. Introduccin

    El objetivo central de es-ta ponencia es hacer unabreve reexin sobre lossupuestos loscos detrsde las creencias polticasque han hecho imposiblela unicacin centroame-ricana en sentido poltico(no tanto en lo comercialy/o criminal). Para ello mereferir a dos perodos de la

    losofa antigua: el clsicogriego y el perodo helens-tico. Lo que planteo es quelas implicaciones de abra-zar las posturas loscasen torno a la relacin ciu-dadano-polis del perodoclsico llevan a un localis-mo que diculta realizarproyectos polticos de am-plio alcance, tal es el casode la unin centroamerica-na.

    Mientras que, las ideasfi losfico-helensticas,apuntan a trascender elpequeo espacio de la po-lis griega clsica. As, el

    individuo deja comprender-se desde las categoras deciudadano ateniense o ma-cednico, lo es planteansobre todo los estoicos delmundo. He aqu una ideasugerente para la realiza-cin de un proyecto polticotan complejo que vaya msall de las fronteras actua-les de ciudadana.

    Y es que la unidad deCentroamrica ha sido pormuchos aos un fenme-no muy complejo tanto deentender como de estudiary sobre todo, de llevarse ala prctica. Los esfuerzospor la unicacin han sidodesde antao un desafoinconcluso. Luego del pe-rodo de la Independencia(1821) nunca estuvo cla-ro la manera de cmo serelacionaran las regio-nes de Centroamrica:ni la forma de gobierno:Confederacin, Federacino Repblica unitaria; niquines haran posible

    semejante empresa. En laactualidad desde 1960 yano se plantea el problemadesde trminos polticos si-no econmico-comerciales1. As lo aseguran algunosanalistas en espacios edi-toriales como el publicado

    por La Prensa Grca2en donde asegura se hapasado desde la unin cen-troamericana en la pocaantes de la Guerra de lasCien Horas; luego a la in-tegracin centroamericanaposterior al conicto entreEl Salvador y Honduras;

    rtculoA

    Scrates. (Atenas, 470 a.C. - id.,399 a.C) Filsofo griego.

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    a planes regionales en laactualidad. Es inviable aestas alturas de la histo-ria un proyecto de uninpoltica? Pasemos al desa-rrollo de algunas ideas quenos ayudarn a reexionarms sobre este punto.

    1. Fundamento loscode la polis clsica griega

    Scrates antes de tomarsela cicuta, argument quepara l, no tena sentidolosofar fuera de su polis:Atenas. Ni vivir en su po-lis sin losofar. Ancdota

    clsica de la cual se des-prende la concepcin dela relacin ideal que ellsofo emblemtico te-na sobre el ciudadano ysu Estado. La polis no esGrecia, como regin, sinoAtenas, una ciudad-estadoms dentro de aqulla. Por

    tanto, el animal poltico, loes slo en cuanto partci-pe de una ciudad-estadoclaramente delimitada y

    denida. Esta concepcinsocrtica ser retomadapor los lsofos clsicos yaampliamente reconocidos:Platn y Aristteles.

    Empero, al rastrear un po-co ms atrs, se descubreque en realidad, esa erauna idea muy propia del de-sarrollo cultural griego. Tal

    como lo seala GiovanniReale, la identicacin delindividuo-ciudadano conla Ciudad-Estado (Polis)lleg al grado de identi-car la libertad individualcon la libertad de la Poliso los nes particulares conlos del Estado e incluso,la grandeza propia con lagrandeza del Estado delcual se formaba parte:

    Al constituirse y consoli-darse la polis, es decir, de laciudad-estado, el Griego nosinti ms oposicin algu-na o sujecin alguna parasu libertad; al contrario,fue llevado a considerarseesencialmente a s mismo

    como ciudadano. Para elGriego, el hombre coincidacon el mismo ciudadano. Yas el Estado lleg a ser, yperdur hasta la edad he-lenista, como el horizontetico del hombre griego.3

    Esta polis con la cual se

    identica el individuo te-na un tamao que puedecatalogarse desde la actua-lidad como reducido. Para

    tener nocin acerca la po-lis griega ms importantepara el mundo losco(dado que fue all dondevivieron y desarrollaronsus ideas Scrates, Platny Aristteles), menciona-r algunas caractersticasque Rodolfo Cardenal se-ala acerca de la Atenasantigua4:

    a. La extensin territo-rial era de 2.300 kilmetroscuadrados.

    b. El mayor contingentepoblacional se encontrabaen la zona rural. El casourbano era reducido.

    c. Cerca del ao 431a.C. Atenas contaba pro-bablemente con 250 mil o

    L a concepcin de polisen la Filosofa Helenstica...

    Platn. Filsofo griego(Atenas, 427 - 347 a. C.).

    Aristteles naci en elao 384 a.C. en Estagira,una pequea localidadmacedonia cercana al

    monte Athos.

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    275 mil habitantes en total(considerando hombres,mujeres, nios, libres y es-clavos)

    d. No exista la gurade nacionalizacin, aun-

    que s un proceso legalque le daba la ciudadanaateniense a un extranjero.Fueron pocas veces que sehizo y luego de considera-ciones especialsimas.

    e. Los consideradosciudadanos eran una mi-nora con respecto de la

    mayora de los habitantes.f. Por ltimo, como esevidente, el ejercicio po-ltico estaba reducido ala participacin de unospocos, independientemen-te de si se trataba de unademocracia, aristocracia,

    monarqua o cualquier otraforma de gobierno.

    Esta manera de enten-

    der una polis como reginpequea, de pocos habi-tantes, fue defendida porAristteles como deseable ynecesaria. Filoscamenteel pensador estagirita argu-menta que el fundamentode la relacin individuo-po-lis se debe a la naturalezamisma, con lo cual, queradecir en realidad, que esa

    era la mejor manera de or-ganizar la vida poltica.

    La ciudad es una de lascosas que existe por natu-raleza, y que el hombre espor naturaleza un animalpoltico; y resulta tambinque quien por naturalezay no por casos de fortunacarece de ciudad, est pordebajo o por encima de loque es el hombre es unabestia o un dios5.

    De esta manera, concluyoque la idea de polis clsicagriega y sus fundamentosloscos llevan a razonarque todo individuo debe serparte de un Estado (hoy di-

    ramos en Centroamrica,de una Nacin o Repblica)delimitado, pequeo enextensin territorial y po-blacional, para ser viable,adems de ser sociedadeshostiles a lo extranjeroo brbaros. Lo cual pue-de generar una identidad

    poltica que con facilidadconecte con ideas de unnacionalismo burdo que de-rive en localismos fuertes.

    Me atrevo a sealar que es-te tipo de ideas llevaron a ladisolucin de la FederacinCentroamericana y orecie-ron en la llamada Guerrade las Cien Horas, slo porcitar dos ejemplos. Paso alsiguiente punto.

    2. La crisis de la polis cl-sica griega

    Se suele creer que las ideasloscas a lo largo de lahistoria han ido mutandodebido a grandes discusio-nes entre diferentes puntosde vista de lsofos. Los

    Giovanni Reale (CandiaLomellina, Pava, 15 de abril de

    1931 - Luino, Varese, 15 de oc-tubre de 2014) fue un filsofo

    italiano.

    Rodolfo Cardenal fueVicerrector Acadmico yde Proyeccin Social de la

    Universidad CentroamericanaJos Simen Caas (UCA) .

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    cambios de paradigmas ocrisis sobre algunas ideasfundamentales de una co-rriente losca, suele serhecha por otra corriente -

    losca o por un pensadorque se le adjudica el ttulode lsofo.

    Sin embargo, la concepcinde la polis griega defendi-da por lsofos clsicoscomo Scrates, Platn yAristteles, fue puesta encrisis por un individuo queno se caracteriz por serun escritor o pensador -losco de la talla de losanteriores (o al menos no hatrascendido de esa forma).Fue la accin poltico-mili-tar de un individuo la quellev a resquebrajar todoun entramado losco

    con respecto de la concep-cin ciudadano-polis.

    Me reero a Alejandro

    Magno6

    y su empresaconquistadora que lo lle-v hasta el oriente indio.Cmo se dio este fenme-no? Carlos Garca Gual noslo ilustra en las siguienteslneas:

    Alejandro, que haba par-tido hacia el Asia comohegemn de los griegos

    confederados en Corinto,iba a realizar el programade Iscrates: marchaba co-mo caudillo de los griegosunidos contra los brbarospersa, a vengar a Greciade las antiguas agresiones.Pero Alejandro iba a muchoms que cumplir los deseosde Iscrates o Aristteles.De sus conquistas surgeun nuevo mundo histricoen un mbito impregna-do de cultura griega y sucreacin responde a unnuevo sentimiento huma-nitario y cosmopolita queAlejandro invent en supraxis histrica antes deque se expresara en unateora7.

    Qu consecuencias -loscas y polticas tuvola hazaa de Alejandro?Sin duda fueron de su-ma importancia. Algrado de que productode la nueva realidad so-cio-poltica del Imperio

    alejandrino, se distinguendos perodos en la historiade la losofa antigua: Unoantes de las conquistas del

    macednico y otro luego destas. Filosofa Helnica yFilosofa Helenstica, res-pectivamente. Una de lasclaves de esa distincin es-t en la concepcin de polisque fue puesta en crisis.Tal como lo seala MartnSevilla:

    El hecho poltico ms

    signicativo del perodohelenstico lo constituye ladesaparicin de la entidadpoltica ciudad-estado elciudadano formar partede una comunidad muchoms amplia, integrada enocasiones por pueblos concreencias, instituciones ylenguas diferentes8.Esto muestra cmoAlejandro diri de la

    L a concepcin de polisen la Filosofa Helenstica...

    Carlos Garca Gual (Palma deMallorca, 1943) es un escritor,

    fillogo, crtico y traductorespaol.

    ALEJANDRO III DE MACEDONIA, MS CONOCIDO COMO

    ALEJANDRO MAGNO, FUE REY DEMACEDONIA DESDE 336 D. C. , pELA,

    GRECIA.FECHA DE LA MUERTE: 10 DE JUNIO

    DE 323 A. C., BABILONIA, IRAK.

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    concepcin clsica de polis,enseada en su infancia oadolescencia seguramentepor uno de los defensoresde ella: Aristteles.

    Tanta profundidad tuvo es-te hecho en la losofa quelos pensadores posterioresa Aristteles mal consi-derados de rango menor al, Platn y Scrates rea-lizaron estudios sobre lanaturaleza, el sentido de lavida y la concepcin de po-lis que responda ya no al

    paradigma clsico. El valorfundamental de la vida es-piritual de la Grecia clsicahaba sido pisoteado9.

    Los lsofos que surgie-ron luego de Aristteles sevieron obligados por estarealidad poltica a plantear

    otro tipo de ideas entornode la relacin individuo-polis. Con ello, se cambiaradicalmente la identidad

    poltica del individuo. Noobstante, es importanteaclarar que los lsofos he-lensticos no sern quienescoloquen cuerpo terico-losco al proyecto deAlejandro. Ms bien, sobrelas ruinas tericas, se cons-truyen nuevos sistemasloscos con ideas que sealejan e incluso entran en

    choque con respecto de lasque tena el conquistador.Vemoslo a continuacin.

    3. La polis cosmopolita dela Filosofa Helenstica.En las corrientes loscasque encontramos en la lla-mada Filosofa Helensticase ubican escuela o co-rrientes como el cinismo,cuya gura representati-va es Digenes de Snope(412-323 a.C.); El Jardnde Epicuro (341-270 a.C.);el estoicos, cuyo fundadorha sido considerado Zennde Citio (335-263 a.C.) yPirrn (370-260 a.c.), consu postura llamada es-cptica. Aqu se encuentra

    una visin de polis con fun-damentos loscos muydiferentes a los planteadospor los lsofos clsicos.

    Por ejemplo, Epicuro a di-ferencia de Aristteles,consideraba una perso-na sabia no tena por qu

    involucrarse a la poltica,para ser feliz o vivir segnel mandato de la naturale-za. Al contrario, la lgica

    de funcionamiento en esembito de la realidad so-cial, lejos de desarrollarplenamente a la persona,la converta en alguienen bsqueda de placeresque no son ni naturalesni necesarios para vivir.La ambicin de poder eslo que caracteriza la po-ltica segn el pensador

    helenstico. Esto aunquesuene contradictorio, es enrealidad una posicin deresistencia poltica.

    Pirrn por su parte, de-fender que no se puededecir con contundencia laverdad sobre los fenme-nos. Lo mejor es quedarsesin opinin, es decir, alcaer en la cuenta de las

    (Digenes de Snope, llamadoel Cnico; Snope, c. 404 a.J.C. - ?,c. 323) Filsofo griego. Fue eldiscpulo ms destacado de

    Antstenes

    Epicuro. (Isla de Samos, actualGrecia, h. 342 a.C.-Atenas, h. 270

    a.C.) Filsofo griego.

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    limitantes de nuestros sen-tidos e inteligencia paradecir a cabalidad cmo yqu es la realidad lo mejor

    es no perderse en discusio-nes dogmticas y estriles.Lo que llevara luego auna vida asctica, sin per-turbaciones que quitenla felicidad, que no se en-cuentra en la polis, sino enla paz interior, en el indi-viduo mismo.

    Pero quienes expresan unaidea ms que sugerenteque se pudiera considerarun verdadero fundamen-to losco para el idealde unicacin centroame-ricana, ms all de lasfronteras particulares y es-trechas (tal es el caso de El

    Salvador), lo plantean loscnico y estoicos.

    Michel Onfray nos seala

    que la mxima del cnicoes no ser esclavo de nadani de nadie en el pequeouniverso donde uno ha-lla su lugar10. Se expresaas la idea de que no sepuede considerar a unapersona como ciudadanode un lugar muy delimita-do en extensin territorialy poblacional, llmese na-

    cin, repblica o Estado.El llamado del cnico es aconsiderarse por naturale-za ciudadano del mundo.As por ejemplo:

    Digenes iba de Atenas aCorinto para aprovecharlas condiciones climticas.Pero, a veces, no poda evi-tar el fro extremo ni lastemperaturas caniculares.Comenzaba entonces ahacer ejercicios que lo dis-tinguan11.

    El criterio para estar en unlugar y sentirse parte de l(identidad poltica), no esya la idea aristotlica dehaber nacido y crecido en

    una estrecha polis. Sinola necesidad exterior o lascondiciones climticas. Enesto habra que aprenderde los animales como lasaves migrantes que bus-can el mejor lugar posibleen el planeta segn lascondiciones estacionales

    lo permitan. Por lo dems,Digenes aseguraba que elentrenamiento permite su-perarlo todo.

    As pues, Digenes deSnope fue el primer grie-go que se proclam comociudadano del mundo, esdecir, no era ciudadano deuna polis griega determi-nada:

    Esto es lo que los c-nicos, vagabundos

    aptridas, queran mani-festar. Digenes no queraintegrarse en ningn otrosistema de comunidad msque en el que impera en elUniverso12.

    Sin embargo fueron losestoicos quienes profundi-zaron en este aspecto. Consu pantesmo conciente,armaban que lo ms im-portante para un individuo

    L a concepcin de polisen la Filosofa Helenstica...

    Zenn de Citio. (Cicio o Citio,Chipre, hacia 334 a.C. - 260 a.C.)

    Filsofo griego, fundador dela secta del estoicismo.

    Pirrn de Elis. (Elis, actualGrecia, h. 360 a.C.-id., h. 270 a.C.)

    Filsofo griego.

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    no es ser parte de unapolis, sino seguir el prin-cipio tico por excelencia:Evitar lo que perjudica ala naturaleza racional (noa su naturaleza biolgicao su cuerpo, pues esto

    es moralmente indiferen-te) y buscar aquello que laaumente. Por ello, para losestoicos no hay esclavospor naturaleza, ni brbarospor ser parte de una regingeogrca, sino que el ne-cio o brbaro ser aquelque no siga el principio ti-co, debe ser consideradoun esclavo, aunque tengamucho poder o dinero. Elhombre libre, sinnimo desabio, ser aquel que si-gue cual perro amarradoa un carro por voluntadlo que est establecidopor naturaleza: aumentarel crecimiento del logos

    csmico.Nuevamente, aparece laidea que la felicidad y laplenitud del individuo no

    est en ser parte de unapolis o estado, sino en lo-grar la apata (libre de todapasin) cuya clave est alinterior de l no fuera.

    Quiero cerrar con la des-cripcin hecha por Plutarcode la idea de polis plantea-da por Zenn:

    La muy admiradaRepblica de Zenn, el fun-dador de la escuela estoica,tiende fundamentalmentea este nico principio: queno vivamos en ciudades nipases separados unos deotros por leyes particula-res, sino que consideremosa todos los hombres com-patriotas y conciudadanos,y que haya un solo mundoy ordenamiento, como unamultitud asociada y cons-tituida con arreglo de unaley comn13.

    Como se ve, estos pensado-res tienen otra concepcinde polis de la que se te-na con Scrates, Platn o

    Aristteles. El ciudadano loes del mundo. Esto es aspor naturaleza. Por tanto,no se debe diferenciar en-tre griegos y brbaros nidicotomas similares conlos cnones establecidoshasta Aristteles. Las fron-teras nacionales quedan

    en meras invenciones hu-manas sin fundamentolosco consistente.

    Estas ideas de la FilosofaHelenstica, en especial es-ta ltima del estoicismo, seconvierten hoy en nuestrarealidad centroamerica-na muy sugerentes tantopara quienes deenden,atacan o se resisten a unaunicacin poltica. Sepuede seguir siendo ni-caragense, salvadoreo,

    guatemalteco, costarricen-se o panameo, como enalgn momento de la his-toria de la regin se fuede las Intendencias y a lavez estar bajo una conso-lidacin poltica regional:Centroamrica. Quizs alestilo de una Federacin oConfederacin. Los detallesde esto habra que profun-dizarlo en un espacio ms

    Michel Onfray (Argentan, 1 deenero de 1959) es un filsofofrancs que ha escrito una

    treintena de libros en los queformula un proyecto hedo-

    nista tico.

    David Held: analista de la glo-balizacin y activista por una

    socialdemocracia mundial.Nacido en 1951, David Held

    estudi ciencia poltica y so-ciologa en Inglaterra.

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    _________________________

    1.-Para una mayor profundiza-cin de este aspecto ver texto deXiomara Avendao Rojas CulRepblica? Las iniciativas deorganizacin poltica centroame-ricana, en Autores varios, ElSalvador: Historia mnima.Bicentenario 2011, Secretarade Cultura, San Salvador, 2011.

    2.- La Prensa Grca, Editorial,

    8 de noviembre de 2011. Condisponibilidad en http://www.laprensagrafica.com/opinion/editorial/229250-nuestros-pai -ses-tienen-que-animarse-por-fin-a-la-agenda-regional.html,con acceso el 15.11.2011.

    3.- Reale, G., Antseri, D.,Historia de la Filosofa. Filosofa

    amplio que ste.

    En el fondo de lo que setrata es de ampliar el hori-

    zonte de identidad poltica.Debemos pasar al estilode los griegos de una con-cepcin de polis estrechaa una concepcin de polisms amplia que le de vida oal menos fundamento lo-sco a un proyecto polticode unicacin centroame-ricana. Personalmente creoque es posible, aunque

    muy difcil si no se abando-na en crculos acadmicosy culturales la idea de polisgriega clsica.En el quehacer acadmicomundial actual estas ideasde la losofa helensti-ca estn presentes. En laCiencia Poltica por ejem-plo, David Held14 planteala necesidad de unaDemocracia Cosmopolitaque est ms all de lasfronteras nacionales.

    En Centroamrica por citarun ltimo ejemplo, a mitadde 2009 se dio un golpede estado en Hondurasy inicios de 2010 se rea-lizaron elecciones en un

    pas cercano, Costa Rica,con titulares periodsticosy de organismos interna-cionales que ensalzan lamadurez democrtica delpueblo tico. En una mis-ma regin, situaciones tandispares con respecto ala democracia debera de

    cuestionar si en el mundobasta con que en algunospases haya mucha demo-cracia y en otros aunque

    estn despus de las lneasfronterizas, se la irrespetetanto. Ello se pudiera sol-ventar con la unicacinde naciones que compar-ten un pasado comn, unpresente muy similar y unfuturo que plantea necesi-dades de enfrentarlo conuna mente ms abierta an-te una globalizacin que no

    slo debiera ser econmi-ca, sino tambin cultural ypoltica.

    Por ltimo, la preguntaque queda para la reexinposterior es Qu se ganacon ampliar la identidadpoltica? O dicho de otramanera: Qu beneciospara el desarrollo de la ple-nitud del ser humano seganara con considerarseun ciudadano cosmopoli-ta? Algunos elementos quese pueden mencionar sinla pretensin de agotar lasrespuestas seran:

    a) Soluciones regio-nales a problemas que

    traspasan las fronteras na-cionales: el narcotrco, elcrimen organizado y los d-cits democrticos.

    b) Estados ms fuer-tes o al menos con mayorecacia para solventar losgraves desafos de una

    regin con altos ndices deviolencia con mucha de supoblacin en situacin depobreza.

    c) Ms tolerancia yrespeto entre los hoy con-siderados extranjeros,lo cual dejara sin efectodisputas (sobre todo fron-terizas) estriles o con pocaimportancia para el desa-rrollo humano.

    d) Finalmente, no quie-

    ro dejar de mencionar, quese pudiera lograr un mejortrato, con ms dignidad alas personas involucradasen los fenmenos migra-torios cualquiera sea lacausa de los mismos.

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    pagana antigua, Sociedad deSan Pablo, Bogot, 2007, p. 25

    4.- Cfr., Cardenal, R., Manual dehistoria de la antigedad y de la

    edad media, UCA Editores, SanSalvador, 1999, pp. 182-184.

    5.- Aristteles, Poltica, Porra,Mxico, 1998, pp.158-159. Lascursivas son mas.

    6.- Naci en Macedonia en elao 356 a.C, hijo del rey mace-dnico Filipo II y de Olimpia. Suconquista dur del ao 334 a.C.al 324 a.C. Muri en Babilonia

    a los 33 aos (323 a.C.) siendorey de un vasto imperio por linstituido que se disgreg a sumuerte en luchas internas entresus soldados.

    7.- Garca Gual, C., Epicuro,Alianza, Madrid, 1996, p. 19.

    8.- Sevilla Rodrguez, M.,Antologa de los primeros estoi-cos, Akal, 1991.

    9.- Cfr. Reale, G., Antseri, D., opcit., pp. 382-383.

    10.- Cfr., Onfray, M., Cinismo.

    Retrato de los lsofos llamadosperros, Paids, Buenos Aires,2002, p. 33. Cursivas son mas.

    11.- Onfray, op. cit., p.64.

    12.- Garca Gual, op. cit., p. 28.

    13.- Plutarco, citado por SevillaRodrguez, M., op. cit., pp.21-22.

    14.- El texto en el que se de-sarrolla la idea de DemocraciaCosmopolita es: Held, D., Lademocracia y el nuevo ordenglobal: del Estado moderno algobierno cosmopolita, Paids,Espaa, 1997.

    En un principio, la polis no era una ciudad, sino una serie de pueblos que se unan y donde lams grande era la capital. Como mucho, alcanzaba los 50 km2.

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    DE PERSONAS Y DE NOMBRES

    Jos Roberto Osorio

    Tal vez Usted est deacuerdo que en este pas,tan dejado de la mano deDios, hay prcticas cul-turales que conducen alcambio del nombre de laspersonas. No se trata, co-

    mo en otros idiomas deun nickname, o apodo,alias o sobrenombre. Erael nombre de la persona,que a veces por cario, sele modicaba y en ciertoscasos sustantivamente.

    Tal vez recuerde que a los

    llamados Jos, se les deno-minaba Chepe. Recuerdocon cario a una profesora,la Nia Chepita, (Josefa)que a pesar de su severi-dad y rigor, respetbamosy queramos, entendiendo

    que su principal preocupa-cin era educarnos.

    Si el nombre era Isabel, tanlindo nombre de reinas,se cambiaba a Chabela oChabe, segn el sexo. Alllamarse Ester, nombrebblico tan precioso, Usted

    podra terminar siendola Tey. Francisco, setransformaba en Paco,nombre que recuerda a unex presidente en conicto

    con la ley.

    Jess, el nombre de Diosera Chus para ambossexos. Beto serva igual-mente para Albertos,Robertos, Gualbertos yotros nombres parecidos.

    Catalina, nombre elegan-

    tsimo, se transformadasimplemente en Cata, ola Catocha.

    Antonio/a venan a serToo o Toa, segn gnero.Recuerdo a Too Salazar,(QEPD), nuestro egregiocaricaturista.

    Anastacio/a devena en

    Tacho o Tacha, segnhombre o mujer y proba-blemente est de acuerdoque con el cambio no seganaba mucho.

    Joaqun, podra serQuincho; Cayetana, laTana, Ernesto, Neto,

    Artculo

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    Rafael, Lito, Hctor;Teto; Juventino, Tino oTina, segn; Patricia, laTicha; Serana, la Fina;

    Sofa, Cho; Eduardo,Guayo. Un compaerode estudios se llamabaFlorencio y le llambamosLencho y cuando lo trat-bamos bien, Lenchito.

    Recuerdo adems:Salvador: Chamba;Alfonso: Foncho; Socorro:la Coyo; Octavio: Tavo;

    Mauricio: Gicho;Encarnacin y Concepcin:Chon; Enrique: Quique;Edmundo: Mundo;Trnsito: Tancho;Eugenia: la Gea;Eulalio: Lalo; Dolores:Lola; Federico: Lico;

    Graciela: Chela; Gregorio:Goyo; Guillermo:Memo; Manuel: Meme;Octavio: Tavo; Rosa:

    Chita; Rosario: Chayo;Hortensia: Tencha;Ignacio: Nacho; Leonor:Noy; Margarita: Yita;Vicente: Chente;Victoria: Toya; Timoteo:Teyo; Narciso: Chicho.Posiblemente est deacuerdo en que estos nom-bres ya no se usan, o almenos, se hace solo a nivel

    familiar.

    Usted, seguramente recor-dar otros ejemplos quepuede incluir si lo desea.

    Como las cosas cambian,incluso los nombres, la

    Toya (Victoria) ahora esVicky; Carlos, es Charly;Mauricio no es Guicho,sino que Mauri;

    Fernando, (Nando) ahoraes Ferdy.

    Adems como los nuevossalvadoreos se llamanahora, Maikol Yacson,(sic), Britni; (sic); Marilyn;Kevin, John; Brayan;Cindy, es difcil buscarotra variante del nombre.

    Sera interesante que losespecialistas en el tema,pudiesen recopilar estasdenominaciones, y asimis-mo las razones o motivosque se encontraban traslos cambios, como el dimi-nutivo, que podra implicarcario a la persona, porejemplo.

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    AUTOESTIMA E INCLUSIN

    Mara Dalila Ramrez Rivera

    La autoestima es la valora-cin que cada persona hacede s misma. Se forma pormedio de las experiencias ylas relaciones con el entor-

    no, en el que desempeanun papel muy importantelas personas signicativas.Una de las personas signi-cativas en la vida de losnios y nias es el maestroo maestra, adems de suspadres. Si el docente y lospadres propician acciones

    negativas que desvaloricena los nios, hay una al-ta probabilidad de que enellos se desarrolle una bajaautoestima.

    Estas acciones van desdeponerles apodos, rerse delas malas bromas en las quelos compaeros de clase seburlan o los ridiculizan,hasta llamarles tontos onios lentos en pblico,cuando no comprenden

    alguna temtica o materia,o cuando se equivocan alpasar a la pizarra. Al con-trario, debe enserselesque el error es una oportu-

    nidad de aprendizaje paratodos!

    Algunos padres defamilia tambin son res-ponsables que sus hijos ohijas desarrollen esta bajaautoestima, a veces por-que a ellos les hicieron lomismo o porque quierensobreprotegerlos dicindo-

    les: eres tonto, eres fea,eres gorda, eres lento, na-die te va a querer, nadiete a valorar, toda las per-sonas son hipcritas, sonmentirosas, no te confesde nadie. Todo esto con elafn de que se aslen y notengan amigos. Al nal lonico que lograrn es con-

    vertirlos en personas debaja autoestima, incapa-ces de poder relacionarsey conar en las dems per-sonas.

    Al llegar a la escuela ya vancon una baja autoestima ysi el docente lo conrma

    Artculo

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    con acciones similares, es-to aumentar.

    Sin autoestima se pierde la

    conanza propia y ajena,lo que limita seriamentela habilidad para aprender,trabajar y relacionarse.Un nio o nia con bajaautoestima es un nio in-seguro, incapaz de tomardecisiones y que todos ma-nipularn a su antojo.

    Otro aspecto que puede

    afectar el desarrollo posi-tivo de la autoestima es laexclusin social, la cualconlleva a la reduccin dela participacin de la per-sona en la vida social, ascomo una desvalorizaciny percepcin negativa de smisma y por parte de la so-ciedad. Suele adems tenerefectos de naturaleza fsicay psicolgica.

    La exclusin social hacesentir a las personas almargen, impotentes y ensituacin de inferioridad,baja autoestima, escasamotivacin de logro, ansie-dad, aislamiento, falta deidentidad y depresin entre

    otros.

    Si la maestra o maestrosiempre toma en cuenta alos mismos nios o niaspara las actividades im-portantes que pasan en laescuela o para representara su grado, lgicamente

    esto abonar para que elnio o nia se sienta ca-da vez ms excluido. O sipor su aspecto fsico, como

    sobrepeso, baja estaturao una caracterstica quele impide desempearsecomo los dems es margi-nado por el docente y loscompaeros, entonces nose est actuando con in-clusin. Todo lo contrario,debemos ser equitativos.

    Estas huellas, al producir-

    se, los marcarn el resto desus vidas y buscarn ellosmismos situaciones queles refuercen su baja au-toestima porque pensarnque eso es lo mximo a loque pueden aspirar y queno merecen ser tratados demanera digna.

    El docente tiene un granreto. Primero, aprender avalorarse como una per-sona digna que ejerce una

    profesin importante enla sociedad y dependien-do del trato que d a susestudiantes, as ser lapersonalidad que ayudea construir en ellos desdela escuela. Y en segundolugar, deber contribuir acambiar la baja autoestimaque los nios traen de suscasas, para transformar-

    los en personas que seancapaces de alcanzar metasa pesar de sus limitan-tes. Nios que aprendana valorar a los dems y aaceptarlos como son. Todoesto ayudar a construiruna sociedad ms humanay justa.

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    Cmo ensear a estudiar a tus hijos en

    10 pasos

    A menudo los malos re-

    sultados acadmicos notienen tanto que ver con lacapacidad intelectual delestudiante, como con suescasa concentracin o sunulo manejo de las tcnicasde estudio. Muchos padresobservan con desespera-cin cmo su hijo puede

    pasarse horas delante del

    libro, para luego recibirmalas notas en el examen.Este problema, sin embar-go, tiene solucin. No setrata de estudiar ms, sinode estudiar mejor. Te mos-tramos cmo ensear aestudiar a tus hijos en diezsencillos pasos.

    PREVENIR EL FRACASO

    ESCOLARCuando un alumno se sien-ta ante un libro, las tcnicascon las que afrontar el es-tudio son tan importantescomo descansar o comerbien. Sin un mtodo ade-cuado, las horas de estudio

    Artculo

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    resultan poco productivasy pueden conllevar malosresultados que en lti-mo trmino desmotiven al

    alumno. La desmotivaciny la ausencia de unos h-bitos de estudio adecuadosson algunas de las causasdel temido fracaso esco-lar. Las tcnicas de estudioson una herramienta ecazpara luchar contra este fra-caso. Estas se sustentansobre cuatro pilares funda-mentales:

    La planicacin del estu-dio.

    La concentracin y loselementos que la favore-cen.

    La comprensin de loscontenidos a estudiar.

    Las herramientas o tc-nicas que se utilizan paraprocesar o jar el aprendi-zaje.

    Con el desarrollo adecua-do de estos cuatro pilares,constancia y prctica, verscmo tus hijos aprovechanmejor sus horas de estudio

    y obtienen mejores resulta-dos.

    ENSALES A APRENDEREN DIEZ PASOS

    Te damos una serie de con-sejos y requisitos que debestrabajar con tus hijos para

    que adquieran unos hbi-tos y mtodos de estudioadecuados:

    1. Crea un espacio adecua-do al estudio. Es esencialque tu hijo disponga deuna mesa con espacio su-ciente, donde tenga losmateriales necesarios amano y el entorno sea tran-quilo. Debe contar tambincon una buena iluminaciny una silla adecuada. Hayque evitar distracciones co-

    mo la tele, los videojuegoso la radio.

    2. Facilita su concentra-cin. Evita distraccionesa su alrededor, como elmvil, los videojuegos ola televisin. Intenta quedistribuya su estudio enperiodos de 45 o 50 mi-nutos, durante los cualesdebe evitar las interrup-ciones al mximo. Siempreque puedas, encuentra unestmulo o un gancho paramotivarlo.

    3. Ensale a planicar-se. En la Red hay muchasherramientas que puedeutilizar para anotar sus de-

    beres y trabajos y planicarsus propios horarios de es-tudio. Por ejemplo, GoogleCalendar. De los 7 a los 12aos es bueno que dediquea estudio entre una y doshoras al da entre semana;de los 13 a los 18 deberaumentar su horario de

    estudio una hora al da.Deja que l mismo organicesus tareas.

    4. Atencin a los apuntes.Tomar apuntes exige unatarea de atencin y sn-tesis que puede facilitarmucho a tu hijo el estudio.Ensale a anotar las ideasprincipales que se tratenen clase, as como los datosconcretos que requieranmemorizacin. Recurdaleque le ser ms fcil si in-

    cluye ttulos y apartados osi utiliza sus propias abre-viaturas.

    5. Aydale a realizar unalectura comprensiva. Pormucho que relea un te-ma, no le servir de nadasi no lo entiende. Para quela lectura sea efectiva, de-be comprender lo que seexplica. Esto facilitar suaprendizaje. Si no entiendealgn trmino, puede con-sultar enciclopedias onlinecomo la Gran Enciclopediaplaneta o diccionarios co-mo el de la RAE. Accionescomo subrayar o autoeva-luarse con cuestionariosrealizados por l mismo

    tambin pueden serle demucha ayuda.

    6. Ensale a subra-yar. El subrayado puedeser muy til a la hora desintetizar ideas. Sin em-bargo, muchos estudiantesno lo hacen bien. Deben

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    destacar solo las ideas msimportantes. Si en un tex-to est prcticamente todosubrayado, este no servi-

    r de nada. En la pginaAprender a estudiar hayvarios ejercicios para prac-ticar el subrayado.

    7. Descbrele herramien-tas como los esquemas olos mapas conceptuales.Son muy tiles a la ho-ra de procesar la materiade estudio y ayudan a su

    comprensin y posteriormemorizacin, Se puedenutilizar herramientas co-mo Creately o Mindmeisterpara realizar mapas con-ceptuales online.

    8. Anmale a realizar re-smenes. Es importanteque sepa sintetizar y orde-nar sus ideas, ya que estole ser muy til a la horade expresar lo aprendidoen un examen. En el por-tal Educando te enseancmo hacer un buen resu-men. http://www.educan-do . edu .do/ar t i cu l os/estudiante/cmo-hacer-un-buen-resumen/

    9. Aydale a ejercitarsu memoria. En la webAprender a estudiar te danconsejos y trucos para quetu hijo saque el mayor par-tido a su memoria.

    10. Mustrale cmo

    preparar un examen. Loideal es que pregunte alprofesor de qu tipo serel examen y que no estudie

    a ltima hora. Si pone enprctica los pasos dadoshasta ahora, seguro quele ser mucho ms fcil.Durante la prueba es esen-cial que lea las preguntascon tranquilidad y contesteprimero a las ms fciles.Si tiene alguna duda, quepregunte al profesor.

    Ms informacin:

    Web Aprender a estudiar Blog Tcnicas de estudio

    Vdeo en canal Youtubede Superpadres.comCmo inculcar el inte-rs por los estudios en la

    adolescencia por JosAntonio Marina.

    Existen otras solucio-

    nes de pago ofrecidas porSuperpadres.com dondepodrs gozar de un aseso-ramiento profesional, comola Gua de hbitos de estu-dio para ayudar a tus hijospara que sean mejores es-tudiantes o la solucin Mihijo no estudia para desa-rrollar hbitos de estudio.Equipo Superpadres.com

    para aulaPlaneta.

    - See more at:http://www.aulaplane-t a . com/2014/03/10/en-familia/como-ensenar-a-estudiar-a-tus-hijos-en-10-pasos/#sthash.W77uY3c3.dpuf

    Como ensear a estudiar a tus hijos en 10 pasos

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    ANTESALA A LOS LOCOS DE SANSALVADOR

    Al historiador Carlos E. Aguiluz

    lvaro Daro Lara

    Reuniendo materialespara este Cuaderno de

    Pedagoga y Educacin,me encontr con esa piezaliteraria tan sugerente, queya hace muchos aos, le ennuestra prestigiosa RevistaCultura, se trataba de Loslocos de San Salvador,cuyo autor, un joven es-critor del ayer, FranciscoBertrand Galindo, concibien otra poca de nuestra

    historia y de nuestra locu-ra nacional.Recientemente BertrandGalindo, record su anti-guo trabajo narrativo, enun artculo publicado enun medio nacional (Loslocos de San Salvador un

    anlisis actual, La PrensaGrca, viernes 3 de julio

    de 2015), del cual, cito unfragmento: Hace un pocoms de cuarenta aos, enmi muy primera juventud,escrib una serie de relatoscortos que llam Los lo-cos de San Salvador, erannarraciones simples depersonajes imperecederosen la memoria de la ciudad,vistos ellos entre la niebla

    del recuerdo comn, peroen todo caso con cario. UnTe Pica, una Loca Amparo,un Carrito, entre otros.Eran locos que ademsde su tema correteaban,insultaban o apedreabana los que los molestaban,que se corrieron una que

    otra borrachera, que goza-ban de uno que otro amor,de uno que otro chispa-zo de cordura. Pero eranrealmente inofensivos. Siahora a mis sesenta y tan-tos aos tuviera o quisieraescribir sobre los nuevoslocos, ms que una cortacoleccin de breves cuen-tos pueblerinos, deberaescribir una larga recopi-lacin de locos con clarascaractersticas de asesinosseriales. Con una capa-cidad de hacer dao que

    excede y en mucho lo quealguna vez imagin paramis locos de los sesenta.

    El narrador juvenil de esossesenta y setenta, me hahecho traer a la memo-ria, a un genial personaje,que emerge desde las bru-mas del tiempo. Me reeroa Te Pica: alto, moreno,

    de testa pelada, lustrosa,que al encanto de un ha-blar cavernoso, una unasonrisa amplia desprovis-ta de dientes, y unos ojos,como huevos tibios, ner-viosos, que se movan entodas direcciones de for-ma inquietante. Fue l,

    Para releer

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    uno de los ms emotivosacompaantes en la misade cuerpo presente de miabuelo materno, Andrs

    Chvez Zepeda, en la anti-gua iglesia de Concepcin;y en su posterior entierro,en el Cementerio de losIlustres, en un sepulcrocasi contiguo al que exhibeun jardinero corazn conun angelito, donde crecendelicados trboles, colorvioleta y donde hay unaleyenda que dice: Am a

    los nios, los nios lo ama-ron. S, efectivamente, mereero a la tumba de nues-tro Salarru.

    Te Pica, corpulento, detraje oscuro; luciendo unperpetuo luto; llevando lascoronas de ciprs; dndo-le el psame a mi madrey tas; efusivo, solicitandolas propinas, y los recuer-dos que solan darse enlas misas de novenario.

    Mi abuela contaba quenaci en cuna rica, peroque su china (niera) lodej caer accidentalmen-te, siendo un pequen,golpendose la cabeza. De

    ah su locura. Si alguienle deca, aunque fuera entono muy bajo: Te pica,ste saltaba asustadsimo,creyendo que una terribleculebra estaba prxima amorderlo. Cuando cons-tataba furioso- que eraotra broma ms, profera

    gruesos insultos y perse-gua a sus victimarios.

    La locura. La mara-

    vill