reemergencia pueblos indigenas

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  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

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    HISTORIAS Y REEMERGENCIASDE LOS PUEBLOS INDGENAS

    CIENCIAS SOCIALES

    Introduccin. Poltica y emancipacin | Pueblos indgenas: definicin y alcance | Antes y despus: historias | Elantes como mundo-otro | Despus: la conquista infinita, resistencia y rebeliones | Ahora: reemergencias | mbitosde disputa y demandas de los pueblos indgenas | Hacia Estados multitnicos, pluriculturales y plurinacionales?

    Autor: Dr. xel Lazzari (UBA) | Coordinacin Autoral: Dra. Patricia Funes (UBA y CONICET) y Dr. xel Lazzari (UBA)

    PROGRAMA

    DE CAPACITACIN

    MULTIMEDIAL

    EXPLORALAS CIENCIAS EN EL MUNDO CONTEMPORNEO

  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

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    2 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    Desde hace ms de dos dcadas, lassociedades y los Estados nacionales en

    Amrica Latina se han transformado en es-

    cenario de la reemergencia de los pueblos

    indgenas. El "Basta ya!" del Ejrcito Za-

    patista de Liberacin Nacional, los tocados

    de plumas de los diputados xavante en

    Brasilia, el contrafestejo del Quinto Cente-

    nario, las marchas, los bloqueos y votos de

    los indgenas en Ecuador y Bolivia y el premio

    Nobel a una mujer indgena son algunos de

    los hitos con impacto continental y mundial

    que tienen por protagonistas a estos pue-blos. Estos acontecimientos son apenas la

    punta del iceberg de procesos polticos ms

    vastos en los que est en juego no slo la

    supervivencia de poblaciones, sino tambin

    su derecho a existir en tanto que pueblos

    indgenas. Los reclamos indgenas no son he-

    chos aislados, sino que se inscriben en prc-

    ticas polticas ms amplias de emancipacin

    y democratizacin de las estructuras econ-

    mico-polticas vigentes en Amrica Latina.

    El activismo indgena actual se distingue

    de otros episodios de reemergencia porque

    busca articularse en pie de igualdad con

    otros movimientos sociales sin que se diluya

    su identidad ni su protagonismo. Asimismo,

    las protestas de los pueblos originarios di-

    fieren entre s, lo que equivale a decir que

    son el efecto de historias diversas, en las

    que se manifiestan estilos histricos de

    dominacin diferenciados que afectan las

    formas en que los indgenas elaboran y lle-

    van adelante sus proyectos polticos. Las

    demandas indgenas no se restringen al

    reconocimiento de "aportes culturales" a la

    nacin como las ubicuas estatuas a la raza

    desaparecida, sino que exigen adems una

    urgente redistribucin de riquezas y de los

    medios para producirla, sin lo cual lo anterior

    queda en meras "reparaciones simblicas".

    No obstante, el aspecto simblico de la

    lucha indgena es importante, pues lo que

    la reemergencia pone en cuestin es el anvigente imaginario colonialista que cam-

    pea, con su cara maldita y su cara afable,

    por la sociedad latinoamericana. En este

    sentido, el movimiento indgena debe "ren-

    dir examen" ante mbitos de poder en don-

    de abundan imgenes ideolgicas sobre el

    indio como raza inferior, primitivo y otras

    aparentemente ms objetivas como la de

    "obstculo al desarrollo", o ms humanita-

    rias, como la de la pobre y eterna vctima.

    Esto se refuerza con la aprendida y activa

    indiferencia de la poblacin hacia la cu

    tin. En conjunto, estos cdigos de co

    prensin tienen en comn extender un v

    sobre los pueblos indgenas que los to

    relativamente opacos al anlisis socia

    poltico. En este sentido, slo podemos a

    bar las formidables resistencias ideolgi

    que enfrenta la reemergencia indgena.

    En este fascculo nos proponemos pres

    tar algunas de las causas, modalidades y s

    nificados del resurgimiento poltico de

    pueblos indgenas en Amrica Latina. La p

    misa bsica de la que partimos establece q

    la situacin de subordinacin de los pueb

    indgenas est indisolublemente vinculad

    la trayectoria histrica de los Estados y so

    dades nacionales que rompieron, a medcon el orden colonial. Esperamos brin

    elementos para reevaluar la presencia p

    tica indgena en Amrica Latina, atendi

    do tanto a los procesos histricos de la

    duracin que la determinan como a

    actuales condiciones en las que se enmar

    los campos de disputas en los que se ins

    tan sus reclamos y las alianzas, estrategia

    formas de organizacin que presentan fr

    te al horizonte de un Estado que se d

    democrtico y pluralista.

    MuseoEtnogrfico/UBA

    Algo del pasado? indios exhibidos comorarezas en un circo porteo de 1920.

    La Wipala, smbolo del movimiento indgena, entre otras banderas en una protesta.

    INTRODUCCIN.POLTICA Y EMANCIPACIN

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    Pueblo indgena no es una raza.

    Entre los grupos en situacin de subor-dinacin dentro de una sociedad na-

    cional, los pueblos indgenas u originarios

    como tambin se autodenominan son

    aquellos que se ven y son vistos como los

    descendientes de las agrupaciones que

    "estaban antes" de los procesos de con-

    quista, colonizacin y nacionalizacin que

    desencaden la expansin mundial de las

    naciones europeas. Indgena es toda perso-

    na que manifiesta descender de los pueblos

    y comunidades autctonos que fueron ven-

    cidos y que hoy siguen sufriendo las conse-cuencias de esa derrota incesante. Ser ind-

    gena es tener algn tipo de conciencia de

    que la marginalidad y exclusin que afecta

    depende de que es autctona, o sea, que

    sus orgenes culturales no se encuentran

    afuera de este continente ligados a los

    conquistadores y los inmigrantes. Pueblo

    indgena es una categora poltico-cultural

    que remite a un conjunto de personas y

    grupos con capacidad de actuar y confron-

    tar colectivamente sobre la base de intere-

    ses comunes, creencias y valores comparti-

    dos. En este sentido, es un error confundir

    pueblo indgena con "cultura indgena",

    "comunidad indgena" y ms an con "raza

    indgena", aunque estos trminos aparez-

    can legitimando la accin de un pueblo ind-

    gena, del Estado o la sociedad. La relacin

    de dominio que se establece entre las socie-

    HISTORIAS Y REEMERGENCIAS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    Pueblo indgena no es una cultura.

    dades nacionales y los pueblos indgenas

    suele basarse en ideologas "culturales" y

    "raciales" que supuestamente explican por

    qu los indgenas ocupan el escaln ms

    bajo de las jerarquas sociales. Entre otros

    grupos, ellos son separables del resto de

    la poblacin porque estn marcados por la

    "raza" rasgos visibles e invisibles que se

    creen "fijos" y la "cultura" rasgos visibles

    e invisibles que se creen "modificables". En

    efecto, si bien el gesto racista o culturalista

    ms comn consiste en ubicar a los indios

    como una "raza inferior" o una "cultura pri-

    mitiva", son las propias ideas de raza y de

    cultura las que, al asignarse a los indgenas,

    operan discriminatoriamente, como si no hu-biese otra forma de pensarlos. Si no nos

    suena familiar la idea de ciudadano indgena

    es porque estamos condicionados ideolgi-

    camente para creer que para ser ciudadano

    hay que dejar de ser indio, o sea, hay que

    "blanquearse". Por consiguiente, la subordi-

    nacin de los indgenas no consiste slo en

    considerarlos como "racial" y "culturalmen-

    te" inferiores sino tambin en ligarlos a for-

    mas "irracionales" de organizacin como la

    raza, la cultura, o su eufemismo, lo tnico.

    PUEBLOS INDGENAS:DEFINICIN Y ALCANCE

    MuseoEtnogrfico/UBA

    O

    U

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    4 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    ANTES Y DESPUS:HISTORIAS

    Por otra parte, pueblo indgena es una

    categora jurdica de alcance mundial y apa-

    rece consagrada en documentos de la Or-

    ganizacin Internacional del Trabajo y de las

    Naciones Unidas. Hay pueblos indgenas en

    todas las regiones del mundo donde se

    constate la lucha por los derechos por parte

    de poblaciones descendientes de pueblos

    autctonos conquistados. Si en Amrica La-

    tina estos pueblos indgenas son los llama-

    dos indios, en Canad se los conoce como

    first nations (primeras naciones), en Estados

    Unidos como native americans (america-

    nos nativos), en frica y Asia son tribal

    peoples (pueblos tribales), y en Australia,

    aboriginal peoples (pueblos aborgenes).

    Tambin los hay en otros lugares inespera-

    dos, como los sami (lapones) en Suecia y

    Finlandia o los ainu en Japn.

    Qu decir de los pueblos indgenas en

    Amrica Latina? Se considera que existen

    ms de 40 millones de personas que as se

    autorreconocen. La proporcin dentro

    cada nacin vara entre menos del uno

    ciento, como en Brasil, hasta constitui

    mayora de la poblacin, como en Boliv

    Guatemala. No se trata aqu de enume

    exhaustivamente a esos grupos sino tomar conciencia de que en las actua

    condiciones de reemergencia no hay

    puede haber un mapa ni un registro def

    tivo de los pueblos indgenas existen

    Censos y mapas sobre todo los disea

    por los organismos estatales que gobiern

    los asuntos indgenas son medios de s

    plificacin y control que reflejan interesa

    mente las realidades sociales. Hay que in

    tir en que, a pesar del comn denomina

    de la autoctona y del estatus de conqui

    dos, existe una amplia gama de realidaindgenas. Las maneras de ser indio y

    organizarse como tal en Amrica Latina

    relacionan no slo con la diversidad cult

    previa a la conquista, sino tambin con

    modalidades que esta asumi segn

    recursos en disputa y el tiempo en que t

    lugar. As, hay pueblos supuestame

    extinguidos en los primeros siglos

    dominio colonial, como los patax

    Brasil o los huarpe en Argentina, que h

    reaparecen rearticulando novedosame

    identidades fragmentarias. Tambin es

    los llamados "pueblos aislados"

    Amazonia que, como anuncia la pren

    viven en la "edad de piedra" o los folc

    rizados indios de las comunidades andi

    y de las reservas indgenas. Si agregamo

    estas realidades la fuerte presencia ab

    gen en pueblos y ciudades de provinc

    en las megalpolis latinoamericanas,

    obtiene un panorama social, demogrf

    y cultural nada simple.

    D aremos aqu un vistazo, necesaria-mente esquemtico, de los procesosy relaciones histricas que llevaron a la

    situacin de subordinacin de los pueblos

    indgenas. Esta condicin no es un dato

    inmutable ni una predestinacin, sino el

    efecto acumulado de acciones humanas

    que se dieron en el marco cambiante de

    enfrentamientos entre grupos con pode-

    res desiguales. Por lo tanto, descartamos

    de antemano que los indgenas sean testi-

    monio cristalizado de un pasado arcaico,

    pueblos sin historia o, como reza otra idea

    falsa, seres de la naturaleza. Nos interesa

    mostrar, en cambio, lo variable, comp

    e interdependiente en los mbitos de c

    lizacin indgenas antes de la conqui

    por una parte, y los patrones de relac

    que surgieron en las sociedades colon

    les y en las naciones latinoamerican

    por la otra.

    En todo el mundo los pueblos indgenas luchan por sus derechos , como los maores de Australia.

    NewZelandHerald

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    AmericanMuseumof

    NaturalHistory/EE.U

    U.

    Guerra: pintores aztecas del siglo XVI representan el ataque al templo de Tenochtitln,Mxico (Cdice florentino).

    HISTORIAS Y REEMERGENCIAS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    EL "ANTES" COMO MUNDO-OTRO

    Slo a partir de la conquista europea la his-

    toria anterior de Amrica puede imagi-

    narse como "precolombina" o "prehisp-

    nica". Aunque sea difcil abordar ese"antes" sin abusar de las comillas, intente-

    mos asomarnos a ese espacio-tiempo como

    sede de un desarrollo autocentrado. Se trata

    de un mundo otro, y no el mundo de "el

    otro", el "otro mundo" o el "nuevo mundo"

    que "esperaba" a Europa y a los "blancos"

    para ser descubierto, completarse y adquirir

    sentido. El antroplogo argentino Miguel

    Bartolom seala que "antes de la invasin

    europea, la actual Amrica Latina ofreca la

    visin de un conjunto heterogneo y a

    veces yuxtapuesto de complejos culturales,resultantes de la expansin de procesos

    civilizatorios abarcativos que se ramificaban

    y concretaban en distintas civilizaciones sin-

    gulares". Mesoamrica (actuales Mxico y

    Guatemala) fue el marco de civilizaciones

    milenarias de distinta complejidad, de las

    cuales, los aztecas (mexicas) y mayas fue-

    ron los ltimos exponentes. En las Antillas

    y Amrica Central tambin hubo desarro-

    llos semejantes en relacin con los caribes.

    Para seguir la convencin de los antrop-

    logos, hay que distinguir, en Amrica del

    Sur, entre dos grandes reas de civilizacin:

    las "tierras altas" (el cordn andino, con

    sus altiplanos, valles y pedemontes) y las

    "tierras bajas" (las llanuras, estepas, selvas

    y desiertos). En las tierras altas, los incas,

    por ejemplo, fueron precedidos por una

    larga tradicin civilizatoria que inclua,

    entre otras, la mochica y la tiahuanaco.

    Tambin los grupos de habla aymara de la

    Puna y o de lengua cacana en el actual nor-

    oeste argentino (los "diaguitas") formaban

    parte de una prolongada historia. En las tie-

    rras bajas, las civilizaciones amaznicas delos grandes ros y del interior grupos de

    lengua g y tup-guaran, por citar slo dos

    casos tambin compartan una rica y com-

    pleja interaccin milenaria. Ms al sur, el

    Gran Chaco (repartido entre los actuales

    Bolivia, Paraguay y Argentina), los Andes

    Meridionales, la Pampa y la Patagonia eran,

    desde haca siglos, espacio generador de

    formas socioculturales diversas.

    Abya Yala trmino de los indios kuna

    utilizado hoy por el movimiento indgena

    para sustituir el de Amrica contena, "an-

    tes" de su origen americano, formas de vida

    "otras", diferentes de la civilizacin euro-

    pea, que, como sostiene Bartolom, se ca-

    racterizaban por propender a la diferencia-

    cin y no a la uniformizacin de realidades

    culturales, tendencia esta que se hara pa-

    tente a partir de la conquista.

    "DESPUS":LA CONQUISTA INFINITA,RESISTENCIA Y REBELIONES

    Cundo comienza la civilizacin? En

    1492 para los nativos de Guanahan (hoy

    Islas Bahamas)? En 1880 para los indge-

    nas del Maml Mapu (hoy La Pampa)? En

    1940, ao del Primer Congreso Indigenista

    Americano en Mxico, cuando se prometi

    al indgena americano la integracin a la

    nacin? O llega ahora con el reconoci-

    miento a los pueblos indgenas de dere-

    chos colectivos a la diferencia, entre los

    cuales est el de rechazar la civilizacin,

    como lo muestra el caso paradjico de los

    haramkbut, pueblo no contactado del

    Amazonia? Estos interrogantes refieren

    metafricamente a cuatro situaciones hist-

    ricas bien definidas. La primera, la inaugura-

    cin por parte de Occidente de sus derechos

    de conquista tras un efmero asombro ante

    el salvaje ednico. La segunda, la extensin

    de esos mismos derechos de conquista

    sobre los territorios indgenas situados en

    las fronteras "interiores" de las repblicas

    americanas, plagadas de "indios bandidos".

    La tercera, el despliegue del indigenismo,poltica compensatoria de los Estados nacio-

    nales del siglo XX, con el fin de integrar a los

    ya vencidos contingentes indgenas a la

    nacin. La cuarta, una poltica de tolerancia

    o respeto de nuevo cuo hacia los indgenas

    asentada en los derechos culturales.

    Veamos, seguidamente, los patrones de

    relacin intertnica entre indgenas y no

    indgenas simbolizados en las tres primeras

    fechas, dejando para el final la situacin

    contempornea.

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    6 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    EN TORNO A 1492:"ESTADOS DE CONQUISTA"

    Si el destino de "extincin" de los tanos que

    Coln "encontr" y esclaviz en el Caribe

    muestra a las claras el significado ltimo del"descubrimiento" desde el punto de vista

    indgena, los "Estados de conquista" tr-

    mino de Miguel Bartolom implantados

    en Amrica tuvieron que asegurar un domi-

    nio que preservara poblaciones y territorios

    para hacer viable la continua extraccin de

    riquezas sobre todo metales para su tras-

    lado a Europa.

    La sociedad colonial no incorpor del mis-

    mo modo a las sociedades autctonas bajo

    su dominio. Las civilizaciones de Mesoam-

    rica y los Andes constituyeron el centro so-bre el cual el poder espaol se asent y la

    cabeza de puente para emprender nuevas

    conquistas. All, la dominacin se regul a

    travs de instituciones econmicas, polti-

    cas y jurdicas como la encomienda (que

    comprometa al encomendero espaol a

    evangelizar a los indios a cambio de tribu-

    tos), el trabajo obligatorio (la mita, el

    repartimiento, etc.) y el servicio personal

    (especie de servidumbre). Ellas se combina-

    ban con formas de fijacin territorial como

    las reducciones, pueblos de indios y

    haciendas, sistemas de disciplinamiento

    ideolgico misiones y doctrinas y garan-

    tas de proteccin jurdica, como las Leyes

    de Indias.

    En lo que luego sera, Brasil, muchassociedades de lengua tup que poblaban el

    litoral, conocidas genricamente como

    tupinamb, y las de lengua g de tierra

    adentro llamadas tapuyas, fueron obliga-

    das por los portugueses a cortarpau brasil

    (madera de la que se extraa una tintura

    color rojo brasa) y plantar azcar. Ms tar-

    de, ante el bajo rendimiento laboral indge-

    na, los conquistadores inauguraron la

    doble empresa esclavista que caracteriz la

    colonia en el Brasil: por un lado, la caza y

    esclavizacin de indios mediante las ban-deiras, las famosas expediciones de guerra

    que tambin buscaban oro, y por otro, la

    importacin de esclavos negros desde fri-

    ca en navos negreiros.

    Los guaranes que habitaban en las cuen-

    cas de los ros Paraguay y Paran fueron

    sometidos por los espaoles a travs de

    encomiendas, especialmente la llamada en-

    comienda originaria por la que se otorgaba

    diez o ms mujeres indias a un conquista-

    dor. Luego, los jesuitas, aprovechando el

    descontento de los guaranes con la exp

    tacin de los encomenderos y su indef

    sin ante las incursiones de los bandeir

    tes, organizaron sobre la base de la mis

    un experimento de colonizacin ordena

    de cariz teocrtico.

    En contraposicin a estos modelos

    incorporacin se destacan los vnculos en

    blados con las sociedades que perma

    cieron en los mrgenes, pero no ajena

    sistema colonial; vnculos que se dieron m

    diante guerras, comercio, alianzas po

    cas y movimientos demogrficos. En e

    situacin se encontraban los llama

    indios alzados, bravos o aucas. Entre e

    estaban los av-guaranes (chiriguanos

    los guaycures (genrico que inclua a tobabipones, mocoves, pilag, entre ot

    que habitaban el Gran Chaco; los ma

    ches, pampas y tehuelches de la Pampa

    Patagonia y la Araucania; los chichime

    que vivan en el norte de Nueva Espa

    (Mxico) o los chunchos de las selvas q

    bordeaban los virreinatos del Per y Nu

    Granada. Eran todos ellos "indios de fr

    tera", participantes en ese espacio de r

    ciones intertnicas que tambin inclu

    mestizos, esclavos negros escapado

    Siervos de Dios, amos de indios.

    GentilezaTheBritishLibrary

    Moctezuma vasallo voluntario del rey de Espaa? Grabado espaol del siglo XVIII.

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    HISTORIAS Y REEMERGENCIAS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    renegados polticos en conflictos y alianzas

    con comerciantes, pioneros y militares.Existe un tercer caso lmite en el mundo

    colonial: las sociedades indgenas que nunca

    se plegaron a la dominacin europea y crio-

    lla. Muchas habitaban en las selvas amazni-

    cas y de Yucatn, en los montes y sabanas

    interiores del continente. Tuvieron poco o

    ningn contacto directo con poblaciones

    coloniales, lo que no significaba un total des-

    conocimiento de ellas. Ms bien, puede

    decirse que su condicin de refugio fue una

    respuesta a la situacin colonial.

    Si el consentimiento de los vencidos con el

    orden colonial fue, en cierto modo, inevita-ble, tambin lo fueron las manifestaciones

    de resistencia. Estaban motivadas tanto por

    la nostalgia de lo que se haba perdido como

    por el deseo de hacer cumplir las bondades

    de la civilizacin que Occidente no cesaba de

    prometer. Por ejemplo, aunque el ayllu andi-

    no la comunidad local de parentesco fue

    rediseado para servir a la economa poltica

    colonial, continu siendo un punto de refe-

    rencia para la reproduccin cultural de los in-

    dgenas. Las propias Leyes de Indias tambin

    funcionaron como espacios de negociacin

    del dominio, al posibilitar litigios contra enco-

    menderos o la obtencin de ttulos de tierras

    para las comunidades. Las rebeliones y moti-

    nes de los indios sojuzgados fueron constan-

    tes, y las guerras llegaron a ser endmicas enalgunas zonas fronterizas. Entre las primeras,

    el Taqui Ongoy fue un movimiento milenaris-

    ta que se expandi por las sierras del Per en

    el siglo XVI buscando volver el mundo atrs.

    Guerras importantes se libraron en los actua-

    les Valles Calchaques de la Argentina duran-

    te el siglo XVI y XVII. Ms al sur, los espaoles

    se encontraron con la vigorosa oposicin

    reche (hoy mapuche), que abri el largo cap-

    tulo de la llamada Guerra de Arauco. En la

    actual Guatemala y sur de Mxico, distintos

    grupos mayas montaron fuertes resistenciasentre los siglos XVI y XVIII. A principios del

    siglo XVIII se produjo la ltima gran tentativa

    indgena de frenar la colonizacin ganadera

    del norte del Brasil la "guerra de los brba-

    ros" que termin con la masacre y extincin

    de muchos grupos tapuya.

    Hay que resaltar que estas rebeliones, al

    tiempo que suponan la defensa de autono-

    mas por parte de los grupos indgenas,

    tambin eran formas violentas de crear

    interdependencias entre los colonizadores,

    los "indios amigos" y los que se negaban a

    someterse. Las grandes insurrecciones andi-

    nas de fines del siglo XVIII lideradas, entre

    otros, por Tupac Amaru y Toms Katari,

    muestran que la restauracin del Incario que

    propugnaban no exclua complejas alianzas

    intertnicas, diversidad de orgenes de los

    revolucionarios y una fuerte cohabitacin

    de tradiciones europeas y nativas. Por lo

    tanto, se puede concluir que el dominio

    colonial transform al mundo-otro en mun-

    do indio, y a lo largo del tiempo estable-

    ci ciertas continuidades y rupturas entre lo

    que eran los "indios" al inicio del contacto ylos "indios" del final de la colonia.

    HACIA 1880:"ESTADOS EXPROPIADORES"

    A mediados del siglo XIX, el rgimen colonial

    se haba disgregado casi por completo, salvo

    en Cuba y Puerto Rico, que todava perma-

    necan bajo dominio espaol. Las nuevas

    repblicas levantadas tras guerras de inde-

    pendencia y luchas civiles se sostuvieron en

    MuseoHistricoNacional

    Indios dciles y sensatos: representacin del Campamento de Matorras en el claro,leo de T. Cabreras (1774).

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    8 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    Cul es el impacto del trmino

    "indio", el exitoso error de Coln quedevino categora social y jurdica discri-

    minatoria durante la colonia y llega

    hasta hoy con sentidos semejantes?

    "Indio" es el signo de dos procesos lle-

    vados a cabo desde la colonia: la frag-

    mentacin de las sociedades indge-

    nas y la consiguiente rearticulacin de

    sus miembros como poblacin venci-

    da. Guillermo Bonfil Batalla deca

    que "al indio lo crea el europeo, por-

    que toda situacin colonial exige la

    definicin global del colonizado comodiferente e inferior". El trmino

    "indio" refiere a una forma de huma-

    nidad incompleta, supuestamente

    transitoria, que se liga a Europa y, lue-

    go, a una Amrica Latina europesta, a

    travs de lo que le falta, de lo que la

    separa de ellas. Esa brecha, sin embar-go, no se cierra nunca, pues los meca-

    nismos ideolgicos de la civilizacin

    requieren que los indios sigan siendo

    indios. En el imaginario colonial an

    vivo, ser "indio" es un "todava no",

    un "casi" humano puesto bajo la mira-

    da escrutadora del amo que siempre

    identifica en l una falla que lo

    devuelve al "estado salvaje". Para

    quin se pone en el lugar del "civiliza-

    do", la palabra "indio" convoca lo que

    ms se desea salvar y hacer progresary, a la vez, lo que ms se desprecia y

    teme. La ambivalencia comenz en

    el momento en que se estableci este

    cdigo para fragmentar y homogenei-

    zar las sociedades "precolombinas" sin

    poder nunca evitar que por sus bordes

    afloraran oblicuamente las experien-cias de los dominados. Porque "indio"

    no es slo la imagen del dbil, sino

    tambin el poder del dbil. Precisa-

    mente por este carcter doble, y desde

    el punto de vista de los indgenas,

    "indio" se presenta desde hace mucho

    como una herramienta disponible

    para interpelar al dominador. Las

    sucesivas resistencias y rebeliones y la

    actual reemergencia son actos de

    "apropiacin" de lo "indio", el ele-

    mento cultural ms ajeno a las tradi-ciones originarias y ms fuertemente

    controlado en sus significados por el

    sector dominante, pero a la vez el ms

    ntimamente ligado a la historia de

    este sujeto colonial.

    LA AMBIGEDAD DE LA DOMINACIN: EL "INDIO" Y SUS BORDES

    los ideales emancipadores europeos que

    combinaban liberalismo econmico-poltico

    y nacionalismo. Incluso el Imperio del Brasil,

    proclamado en 1825, haca lugar a la doctri-

    na liberal en su constitucin monrquica.

    La creacin de los Estados nacionales

    estuvo acompaada de un discurso de ciu-

    dadana universal: la repblica es "para

    todos". "Todos", en rigor, eran aquellos

    sectores sociales, numricamente nfimos,

    que podan sentirse representados por un

    modelo de hombre individual y propietario y,

    por lo tanto, libre e igual. Al transformarse

    en realidad, esta visin del mundo produjo

    efectos desastrosos entre los indgenas. En

    las tierras altas, los ataques de los liberales al

    patrimonio fundiario de los antiguos enco-

    menderos y la Iglesia afectaron al de las

    comunidades indias bajo su control que an

    conservaban ciertos derechos colectivos

    sobre sus tierras. Cuando se estableci por

    ley que la propiedad de la tierra slo poda

    demostrarse mediante ttulos individuales,

    se reinici el ciclo de disgregacin de territo-

    rios y el desarraigo de la poblacin. Surga,desde el punto de vista indgena, el Estado

    expropiador, como lo denomina Bartolom.

    Sobre esta poblacin indgena desterri-

    torializada, los nuevos dueos legales de

    las tierras rearticularon su dominio sobre la

    base del peonazgo por deudas, el concha-

    vo, el concertaje, el arriendo y otras formas

    de arreglos "personales y tradicionales"

    entre el patrn y el indio (denominado yana-

    cona, huasipungo, inquilino, mediero, arren-

    derro segn las regiones y pases). En fin, con

    las nuevas repblicas los indios se vieron e

    nmicamente "libres": para vender merc

    cas (sobre todo su propio trabajo) y p

    comprar productos en un mercado que,

    embargo, no exista ya que casi todo dep

    da de la coaccin extraeconmica. Po

    camente, los indios tambin eran "libres

    "iguales", pero sus derechos civiles slo f

    cionaban como coartada jurdica para

    contratos de compra-venta, mientras sus

    rechos polticos eran recortados por un sin

    de disposiciones coloniales y racistas (co

    la negativa al derecho el voto).

    Junto a la "liberacin de los siervos" p

    gonada por las clases dominantes criollas,

    nuevas naciones emprendieron la reconq

    ta de las fronteras coloniales y la colonizac

    de las supuestas "tierras vacas". Hacia fidel siglo XIX, las llamadas Conquistas del

    sierto (Pampa-Patagonia) y del Desierto V

    de (Chaco argentino) encuentran parale

    con las campaas de Pacificacin de la Ar

    cana lanzadas por Chile contra los ma

    ches o las razzias contra los chiriguanos

    Bolivia hacia 1892. Poco tiempo despus

    expansin de la frontera amaznica de Pe

    Ecuador, Colombia, Bolivia y Brasil en bu

    de caucho cost miles de cadveres de ind

    y mestizos. En todos estos casos, las dirigUn indio rebelde vale unsouvenirfotogrfico. QuintnLame es arrestado en 1915 en Colombia.

  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

    9/16

    HISTORIAS Y REEMERGENCIAS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    cias, asociadas a intereses empresariales

    nacionales y extranjeros, vieron en los indge-

    nas un obstculo que deba superarse para la

    construccin de sociedades y mercados

    nacionales "integrados al mundo" de la po-

    ca. Frente a la profeca civilizatoria de "ordeny progreso" que las lites morales crean

    ineluctable, las poblaciones indgenas fueron

    condenadas a la "extincin natural" o "asisti-

    da", esto es, a la muerte o a la desarticula-

    cin de sus sociedades que, en el mejor de los

    casos, las transformaba en viveros de campe-

    sinos y proletarios rurales dependientes de

    sus patrones o del Estado.

    La conquista republicana nacional y la

    penetracin de relaciones capitalistas no fue-

    ron aceptadas pasivamente por las poblacio-

    nes indgenas; quienes en varias ocasiones serebelaron en la defensa de la tierra. En el

    norte de Brasil, entre 1835 y 1850 explotaba

    la Cabanagem, una larga insurreccin de tri-

    bus indgenas, indios destribalizados y mesti-

    zos contra la opresin de la clase propietaria.

    En 1874, en la Argentina se sublevaron los

    kollas de la Puna contra los impuestos del

    an vigente Marquesado de Yavi. Ya en el

    siglo XX, muchas de las poblaciones venci-

    das en las campaas de fronteras siguieron

    resistiendo su reduccin en colonias y misio-

    nes, como lo atestigua el caso de los milena-

    rismos guaycures en el Chaco hasta los

    aos veinte del siglo pasado. Para esa misma

    poca se iniciaba en el Per una serie de

    importantes levantamientos campesinos

    contra los gamonales, los propietarios de

    latifundios. En Colombia durante el siglo XIX

    y principios del XX se produjeron varias

    revueltas de indios, entre las que destacan las

    de los indios pez o nasa al mando de

    Quintn Lame. En Mxico, durante el siglo XIX

    los indgenas de Yucatn protagonizaron la

    "guerra de castas", mientras ms al norte,

    los indios yaquis y apaches todava defendansu territorio contra los rancheros criollos. Ms

    tarde, en 1910 estallaba la revolucin mexi-

    cana de base agrarista en la que participaron

    ingentes ejrcitos de campesinos indgenas.

    1940 Y ALREDEDORES:"ESTADOS INDIGENISTAS"

    No es casual que la experiencia poltica

    mexicana condujera, tras varios decenios de

    "revolucin congelada", al primer Congreso

    Indigenista Americano, celebrado en Ptz-

    cuaro en 1940. El congreso dot de estatu-

    to internacional al mentado problema ind-

    gena y expandi a toda Latinoamrica los

    ideales de reparacin histrica e integracin

    nacional del indio. Incluso encontr eco elmodelo indigenista brasileo inaugurado

    por el mariscal Rondn en 1910 con sus

    expediciones al Mato Grosso y su discurso

    de "proteccin fraternal" de los indios.

    El primer indigenismo fue una poltica de

    Estado tendiente a desarrollar acciones com-

    pensatorias hacia el sector indgena margi-

    nado durante el perodo de las repblicas

    liberales. Su objetivo era dirigir y administrar

    racionalmente la incorporacin de los indios

    a la nacin la nacionalizacin del indio

    recurriendo a la dosificacin controlada demodelos de conducta civilizados. Al calor de

    estas polticas se crearon organismos guber-

    namentales que fomentaban la entrada de

    los indios a la economa, sociedad, poltica y

    cultura nacionales interpelndolos como

    "campesinado". Los principales programas

    indigenistas se centraron en la reforma agra-

    ria, la educacin, la cooperativizacin y la sin-

    dicalizacin, todas ellas vas de conexin con

    la burocracia estatal y los partidos nacional-

    populistas de la poca. En los pases donde se

    realizaron reformas agrarias entre los aos

    treinta y setenta, los efectos sobre los indge-

    nas variaron segn la profundidad de los

    cambios. En Mxico, el indigenismo estuvo

    muy ligado a la dislocacin de estructuras

    latifundistas y al cambio en el rgimen de

    tenencia de la tierra y de produccin (ejidos y

    cooperativas). Algo semejante ocurri con la

    revolucin boliviana de 1952 y, en menor

    medida, en los procesos chileno y peruano.

    Qu idea de nacin conllevaba el indige-

    nismo clsico? Con el objetivo de integrar a

    los indgenas, la nacin era concebida como

    una comunidad an en formacin, por loque deban subrayarse todos los rasgos que

    unificaban, descartando los que podan

    generar divergencias. En este modelo de

    nacin los gobiernos fomentaban una sola

    lengua el castellano o portugus, una

    sola religin la catlica, la idea de un

    territorio indiviso la patria y la nocin de

    una nica "raza" la blanca o al menos el

    ideal racista del "blanqueamiento". Es tan

    cierto que la idea de nacin ha sido la clave

    emancipadora del dominio colonial como

    que sus beneficios no han sido los mismos

    para todos a los que representaba. La nacin

    llega a funcionar como una fuente de opre-

    sin que, a travs de mecanismos simblicos

    y materiales, conduce a la sistemtica exclu-

    sin de la ciudadana de ciertas tradiciones

    y grupos de la "gran familia" nacional. Es el

    caso de los indios. Frente a los valores

    nacionales, sus religiones se tornaron

    "supersticiones", sus lenguas, "segundas

    lenguas" o "dialectos", su "raza", cobriza,

    sus tierras y fuerza de trabajode propieta-

    rios particulares o del fisco. Y todo esto sin

    perjuicio de los ensayos de intelectuales y

    artistas que al mismo tiempo "indigeniza-

    ban" las representaciones europestas de la

    nacin, como fue notable en Mxico y lospases andinos. En resumen, ante el indige-

    nismo clsico, los indios se vieron confron-

    tados a una integracin nacional excluyente

    en la cual no participaban como actores

    decisorios ni decisivos, mientras sus "dife-

    rencias" con la nacin eran licuadas en la

    profeca del mestizaje latinoamericano.

    Dejamos planteado el interrogante: a los

    indios les hace falta ms nacionalizacin o

    ms ciudadana? Nacin y ciudadana

    siempre van juntas?

    Asimetra indigenista. Un indio desconocido es abrazado pel presidente Siles Suazo.

  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

    10/16

    0 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    AHORA: REEMERGENCIAS

    Las noticias nos hablan de confederacio-

    nes y partidos indgenas, centros cultura-les y universidades indgenas, constituciones

    y leyes que los amparan y, con ms insisten-

    cia, de la creciente movilizacin poltica de

    estos grupos en distintos lugares de Amrica.

    Qu ha cambiado en el pulso de las socie-

    dades y los Estados latinoamericanos para

    que el proyecto de integracin nacional,

    excluyente y homogeneizador, que "escon-

    da" a los indios bajo la alfombra, haya sido

    sustituido por otro orientado hacia su visibili-

    zacin dentro del "nosotros" de la nacin?

    Existe cierto acuerdo entre los analistas en

    que el fenmeno de la reemergencia ind-gena se enmarca en un proceso social para-

    djico y contradictorio que abarca a la regin

    en su totalidad. Bsicamente, resulta de

    una combinacin de cuatro factores: el pro-

    ceso de democratizacin iniciado en los

    aos ochenta; el impacto de los movimien-

    tos internacionales de derechos humanos y

    ecologistas; los efectos de la reforma del

    estado y del ajuste estructural de los noven-

    ta y las experiencias de lucha y formas orga-

    nizacionales previas.

    A partir de los sucesivos "retornos dem

    crticos" comenz un proceso de reorgazacin de la sociedad civil (legalizacin

    libertades de asociacin y derechos de vo

    que posibilit nuevas oportunidades p

    reconstruir la histrica demanda indge

    A esto contribuy el aumento y complej

    cin de una red de lazos con movimien

    ecumnicos de defensa de derechos en

    los que los indgenas haban encontra

    apoyo para presionar a los Estados nacio

    les ya desde los aos setenta. Sin embar

    el principal factor que aceler las condic

    MESTIZAJE Y NACIN

    Mestizaje es una nocin cuyo uso

    sugiere significados contrapuestos.Del lado "oficial" y del sentido

    comn, el mestizaje es una ideologa

    de fusin de las diferencias (biolgi-

    cas y culturales). Del lado "crtico",

    remite a un proceso abierto de dife-

    renciacin constante donde no hay

    punto de fusin, ni crisol posible. Las

    naciones latinoamericanas edifica-

    ron sus ideologas nacionalistas

    sobre la primera nocin de mestiza-

    je, elevando las ideas y valores de lo

    mestizo

    llmese criollo, cholo oladino a smbolos de sus nacionali-

    dades. Bajo esta aparente democra-

    cia se encubren otras posibilidades

    identitarias, pero, sobre todo, se des-

    conoce el proceso de diferenciacin

    social y cultural que hace surgir

    "diferencias" impensadas. El punto

    clave de esta ideologa es el estable-

    cimiento de una jerarqua entre los

    tipos de fusin deseables y los grados

    de esa fusin. As, bajo la nocin

    genrica de mestizo puede entrar el

    patrn criollo criollo por ser ameri-cano, el profesional liberal "gringo"

    criollo por aclimatado o hijo de

    inmi-grantes, el mestizo propiamen-

    te dicho los mistis andinos, que tie-

    ne orgenes indios y "espaoles" o la

    chola que es una "india en la ciu-

    dad". Los "indios-indios", como se

    dice, quedan como los menos "mez-

    clados", los ms puramente no-mesti-

    zos y, por ello mismo, los que debenser integrados, es decir, "acriollados",

    "ladinizados", "cholificados". Las for-

    mas histricas concretas del uso del

    mestizaje sea pensado como "cru-

    za" o como "educacin" hacia el

    "blanqueamiento" revelan que tras

    la ideologa nacional de la mezcla

    reaparecen los estatutos de pureza

    racial en los dos extremos: la buena

    sangre de las elites (los "blancos" o"blanqueados") y la sangre salvaje

    del indio (a veces mala pero tambin

    buena para los romnticos).

    La nacin mestiza mexicana y Malinche. leo de Antonio Ruiz, Sueo de Malinche, 1939.

  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

    11/16

    HISTORIAS Y REEMERGENCIAS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    nes de la reemergencia fue el proceso de

    reforma del Estado. Hay que entender por

    ella un momento ms del proceso formati-

    vo del Estado en Amrica Latina en el que

    se redefinen los ejes de la dominacin social

    y las coordenadas de gobierno en el con-

    texto de una internacionalizacin acelerada

    de mercados, regmenes jurdicos y movi-

    mientos de protesta. As, desde los aos

    noventa puede observarse la paradoja de

    una "democracia neoliberal" que, mientras

    por un lado incentiva proyectos de participa-

    cin, descentralizacin, autonoma, toleran-

    cia y pluralismo, por otro "ajusta" al mximo

    la distribucin de recursos sociales y econ-

    micos en la poblacin. La retrica del Estado

    "eficiente" se traduce en una creciente mar-

    ginacin de los indgenas como ciudadanos

    y un veloz deterioro de sus condiciones dereproduccin material y cultural. En efecto,

    han aumentado los ritmos de concentracin

    latifundista en manos privadas (nacionales y

    extranjeras), pasando por encima de las tie-

    rras indgenas (por lo general ya transforma-

    das en minifundios o con ttulos precarios) y

    generando la expulsin de grandes nmeros

    de campesinos que van a las ciudades, al

    extranjero o quedan como poblacin "sin

    tierra". Esto, a su vez, provoca la baja de

    salarios y a la expansin del hambre en el

    campo y las ciudades. En paralelo, se produ-

    ce el debilitamiento de las organizaciones

    "nacionalizadoras" creadas por el Estado

    benefactor en el marco de las reformas agra-

    rias sindicatos y cooperativas, a partir de

    las que gran parte de la poblacin rural

    haba sido incorporada al mbito civil y polti-

    co. En el contexto de la democracia neolibe-

    ral, muchos indios, que antes haban sido

    interpelados por el Estado benefactor, auto-

    ritario y paternalista como poblacin rural

    nacional, campesinos o trabajadores sindica-

    lizados del campo, hoy se reorganizan como

    "pueblos indgenas" aprovechando, sin du-

    da, la experiencia poltica adquirida en la vi-da sindical y cooperativa de antao. En estos

    casos, la reemergencia indgena supone la

    convergencia entre dicha experiencia histri-

    ca de lucha y la revitalizacin de una identi-

    dad indgena tras dcadas de desindianiza-

    cin. Si antes se pas de indio a campesino,

    ahora se pasa de una identidad campesina a

    la de pueblo indgena.

    El reencantamiento de la memoria de

    esas pocas que se atisba en muchas de

    las demandas indgenas tiene, no obstan-

    te, sus lmites. En primer lugar, como esevidente, hoy el reclamo se sostiene en la

    lucha por la autonoma basada en la iden-

    tidad "propia", antes negada por el discur-

    so del "campesino indgena" o el "indio

    nacional" del indigenismo asimilacionista.

    En segundo lugar, la actual reemergencia

    se distingue por poner en juego otros or-

    genes. En efecto, los procesos de naciona-

    lizacin de indios antes referidos no se die-

    ron del mismo modo a lo largo de Amrica

    Latina. En muchas zonas coincidentes con

    las fronteras internas de los Estados nacio-

    nales, los indgenas conservaron, en los

    hechos, una mayor autonoma relativa, a

    pesar de que en esas reas el Estado

    El gobierno boliviano en manos de un indio? El presidente Evo Morales es coronado "ldersupremo" (Apu Mallku) el 21 de enero de 2006.

    MaxiFailla

    Indgenas deforestados (Brasil).

  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

    12/16

    2 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    se activ en el marco del conflicto entre el

    latifundio y el Estado "benefactor"o no

    como en tierras altas, sino frente a la "ame-

    naza de extincin" en la que el mismo Estado

    participaba (la palabra etnocidio surge en los

    setenta para describir esta situacin). En estos

    casos hay que entender por reemergencia no

    tanto la recuperacin de una memoria ind-

    gena marginada por la nacin algo que no

    se verificaba en las zonas selvticas y semide-

    srticas, sino la primera experiencia de

    conexin entre las sociedades indgenas y la

    accin poltica para revertir una situacin

    lmite que afectaba su misma existencia.

    Al no tener eco en los gobiernos nacionales

    ni en los sindicatos, las demandas de los ind-

    genas de tierras bajas se canalizaron a travsde comunidades de base de iglesias catlicas

    o protestantes y en las nacientes ONG. La

    resonancia internacional que adquirieron las

    denuncias de exterminio puso de relieve el

    papel de legitimacin jugado por las llamadas

    "comunidades de conocimiento" bilogos,

    eclogos, antroplogos, socilogos, aboga-

    dos, misioneros, trabajadores sociales, etc.,

    y otros activistas globales, a los que se agre-

    garon, desde los noventa, agentes de de-

    sarrollo de organismos multilaterales, como

    el BID y, el Banco Mundial, o internaciona

    como la Comunidad Europea.

    La voz indgena fue cobrando mpetu de

    mano de dos discursos justificadores: la

    fensa de los derechos humanos y, desde fi

    de los ochenta, el discurso ambientalis

    configurando as una estrategia poltica in

    gena de "accin global". Este proceso h

    eclosin en 1992 durante la Cumbre de R

    Eco 92 y los contrafestejos del Qui

    Centenario del "Descubrimiento de Am

    ca". Desde entonces, estas alianzas tcti

    de mutuo inters (en las que los cientfico

    "agentes de desarrollo" recurren a

    "saberes locales" de los indgenas para le

    timar sus actividades) han atravesa

    malentendidos y reformulaciones a medque las organizaciones indgenas cobrab

    mayor autonoma para determinar su ag

    da poltico-cultural y avanzaban simultn

    mente en las escalas locales, regionales,

    cionales e internacionales.

    En cualquier caso, hoy la movilizac

    indgena continental tiende a aunar,

    disolver, las diferentes experiencias hist

    cas de ser un sujeto indio colonizado

    de "indios nacionalizados" y las de "ind

    de frontera" particularidades que no es

    foment violentos procesos de "extrac-

    cin" de riqueza y trabajo a travs de

    empresas de colonizacin oficial o privada.

    En las fronteras, por su condicin de tales,

    una vez ms la "civilizacin" se antepuso

    como objetivo tctico a la "nacionalizacin",

    es decir, se privilegi la "humanizacin" de

    los "salvajes" sobre hacerlos "compatrio-

    tas". En esto sigue pesando el acendrado

    prejuicio acerca de los cazadores-recolec-

    tores que viven en ese hbitat y que suelen

    ser descriptos como holgazanes, improduc-

    tivos y, por ello, mismo "salvajes" en com-

    paracin con las "civilizaciones indias" agr-

    colas y la sociedad industrial. Entre los

    muchos ejemplos de traduccin de estos

    prejuicios en muertes, cabe mencionar ladesarticulacin demogrfica y cultural de los

    xavantes luego de la apertura de la ruta

    transamaznica en el Brasil del milagro

    setentista o la migracin desde los sesenta

    de los indgenas sin tierra de la sierra perua-

    na, quienes, en busca de "oportunidades de

    progreso", se emplean en las empresas

    extractivistas de la selva y terminan enfren-

    tndose con los indgenas que las habitan.

    Vemos entonces que el proceso organiza-

    tivo de los indgenas de las tierras bajas no

    IWGIA

    Reemergencia en tierras altas: organizaciones indgenas exigen la renuncia del presidente ecuatoriano Jamil Mahuad en el ao 2000.

  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

    13/16

    HISTORIAS Y REEMERGENCIAS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    MBITOS DE DISPUTA Y DEMANDASDE LOS PUEBLOS INDGENAS

    ESTATUS JURDICO:QUINES Y CUNTOS

    SON (LEGALMENTE) LOS INDIOS?

    Si indgena debiera ser hoy un ciudadano que

    goza de los derechos individuales comunes a

    todos y, a la vez, de derechos especiales deri-

    vados de pertenecer a un colectivo particular,

    quin establece y cmo los criterios para

    determinar a esa persona jurdica? En este

    campo, la principal demanda del movimiento

    indgena es el derecho a la autodefinicin,

    individual y grupal. Esto supone una negocia-

    vieron ni estn exentas de generar conflic-

    tos entre los propios indgenas.

    En las estrategias de reivindicacin del

    movimiento indgena podemos sealar un

    fuerte nfasis en planteos legales. La juridi-

    zacin de la cuestin indgena es conse-cuencia directa de las reformas constitucio-

    nales ocurridas en las ltimas dcadas en

    los pases latinoamericanos, que reconocie-

    ron por primera vez a los indgenas como

    ciudadanos portadores de ciertos "dere-

    chos especiales" derivados de su situacin

    de "preexistencia". Estos derechos colecti-

    vos aluden, en general, al respeto y protec-

    cin a la autonoma cultural, de lo cual se

    derivan los derechos a la tierra y al territo-

    rio, al autogobierno y a la participacin

    poltica, al desarrollo econmico-social, a laidentidad, a la educacin bilinge, etc. Al

    reconocimiento constitucional se le agrega

    un conjunto de leyes o estatutos indigenis-

    tas en los niveles nacional y provincial.

    Finalmente, existe un paraguas legal inter-

    nacional que ha contribuido de modo fun-

    damental a la estrategia jurdica de los pue-

    blos indgenas. Nos referimos al Convenio

    169 de la OIT, refrendado por varios pases

    latinoamericanos, entre ellos la Argentina,

    en el que se menciona explcitamente a los

    indgenas como "pueblos", suponiendo en

    ello sus derechos a la "autodeterminacin".

    Este cuadro de reconocimiento jurdico pro-

    vee justificativos importantes para la lucha

    indgena que busca hacer efectivos los dere-

    chos que los Estados dicen proteger y que,

    no obstante, se violan constantemente

    mediante maniobras administrativas y dila-

    ciones polticas, muchas veces con la com-

    plicidad de los propios organismos de

    gobierno encargados de hacerlas respetar.

    La rebelin del Ejrcito Zapatista de

    Liberacin Nacional (EZLN) constituye una

    excepcin parcial a la juridizacin, ya que esproducto tambin de las negativas del

    gobierno mexicano a las demandas legales

    que venan realizando las poblaciones

    mayas desde diez aos antes de las hostili-

    dades. La va insurreccional tambin la en-

    sayaron algunos grupos aymaras en Bolivia,

    pero tuvo poca incidencia. En otros casos

    como en Per y Colombia, muchos indge-

    nas quedaron atrapados en el medio de

    luchas entre el ejrcito y las organizaciones

    guerrilleras.

    cin con las categorizaciones de los gobier-

    nos que, an hoy, recurren a supuestos ras-

    gos "objetivos" para definir y medir el grado

    de indianidad, sin consultar a los propios inte-

    resados. Por ejemplo, no faltaron censos ind-

    genas que, sobre la base de criterios queidentificaban lo indgena nicamente con

    una poblacin rural o con la presencia de una

    lengua verncula, dejaron sin contar todos

    aquellos indgenas que vivan en ciudades o

    haban dejado de hablar su idioma. En la

    Argentina, el ltimo censo de 2001 seala

    alrededor de 280.000 hogares con al menos

    un miembro indgena. Se impone la pregun-

    ta: Aument tanto la poblacin indgena o

    cambiaron los criterios de medicin? Vemos,

    Constitucin Nacional de 1994.

    Captulo IV, Atribuciones del

    Congreso.

    Artculo 75. Corresponde

    al Congreso:

    17. Reconocer la preexistencia tnica

    y cultural de los pueblos indgenas

    argentinos.

    Garantizar el respeto a su identidad yel derecho a una educacin bilinge

    e intercultural; reconocer la persone-

    ra jurdica de sus comunidades, y la

    posesin y propiedad comunitarias

    de las tierras que tradicionalmente

    ocupan; y regular la entrega de otras

    aptas y suficientes para el desarrollo

    humano; ninguna de ellas ser enaje-

    nable, transmisible ni susceptible de

    gravmenes o embargos. Asegurar su

    participacin en la gestin referida a

    sus recursos naturales y los dems

    intereses que los afecten. Las provin-cias pueden ejercer concurrentemen-

    te estas atribuciones.

    ARGENTINA

    Constitucin de 1995.

    Ttulo Primero, Captulo I.

    Artculo 4.La nacin mexicana tiene una com-

    posicin pluricultural sustentada ori-

    ginalmente en sus pueblos indgenas.

    La ley proteger y promover el de-

    sarrollo de sus lenguas, culturas, usos,

    costumbres, recursos y formas espec-

    ficas de organizacin social, y garan-

    tizar a sus integrantes el efectivo

    acceso a la jurisdiccin del Estado. En

    los juicios y procedimientos agrarios

    en que aquellos sean parte, se toma-

    rn en cuenta sus prcticas y costum-

    bres jurdicas en los trminos que

    establezca la ley.

    Artculo 27.

    VII. Se reconoce la personalidad jur-

    dica de los ncleos de poblaciones eji-

    dales y comunales y se protege su

    propiedad sobre la tierra, tanto para

    el asentamiento humano como para

    actividades productivas. La ley prote-

    ger la integridad de las tierras de los

    grupos indgenas.

    MXICO

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    14/16

    4 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    pues, que la determinacin de "quin es

    quin" es, ante todo, un hecho poltico de la

    reemergencia en la que estn involucrados

    tanto indgenas como no indgenas, ya que

    de la identificacin de los sujetos y de su

    peso demogrfico dependen la asignacin

    de recursos, el diseo de polticas pblicas y

    las estrategias de legitimacin de los pro-

    pios indgenas. La lucha por el reconoci-

    miento legal del principio de autoidentifica-

    cin considerado un derecho humano

    slo se entiende en el contexto de fortaleci-

    miento de la conciencia indgena que deja

    atrs el estigma que antes obligaba a

    esconder la indianidad.

    TIERRA Y TERRITORIO:LOS INDIOS DEMANDANMUCHAS TIERRAS?, ATENTANCONTRA LA SOBERANA TERRITORIAL?

    El derecho a la tierra y el territorio justifica la

    ms fundamental de las demandas indge-nas y hace a las reivindicaciones de equidad

    material. Las organizaciones indgenas siem-

    pre han visto en el reclamo de tierras (titula-

    cin, demarcacin, devolucin, expropia-

    cin, etc.) un foco de cohesin poltica: "la

    lucha por la recuperacin de nuestras tierras

    es la que ms nos une", declara el Consejo

    Regional Indgena del Cauca, Colombia.

    Para los indios, la tierra (suelo y recursos

    naturales) no es slo un medio u objeto de

    produccin, tambin es el entramado sim-

    blico de la identidad y la reproduccin del

    grupo y su cultura. Por esta razn, en la

    gran mayora de los casos, las organizacio-

    nes indgenas reclaman que las tierras sean

    devueltas a ttulo comunitario.

    En Brasil, hay fuertes intereses que se opo-

    nen al avance del gobierno en los progra-

    mas de identificacin y demarcacin de tie-

    rras indgenas. Hacendados, empresas de

    energa, compaas mineras, buscadores de

    oro y militares sostienen que, dado el dficit

    de tierras en Brasil, hay "mucha tierra para

    pocos indios", quienes, adems, son consi-

    derados "improductivos". Contra este lugar

    comn del discurso racista del desarrollo

    antroplogo Pacheco de Oliveira ha des

    cado que la mayora de las tierras sin p

    duccin estn bajo control latifundista. E

    circunstancia provoca una presin camp

    na que se intenta desviar hacia reas "vas" pero que, en realidad, estn habita

    por indgenas. Por otra parte, la supue

    improductividad de la economa aborig

    tiene que ver con que sta no se orienta

    obtencin de una ganancia, sino que

    inserta en ciclos de reciprocidad que dis

    buyen la riqueza socialmente producida.

    eso, el derecho a la tierra, junto con el

    autonoma, involucra la posibilidad de d

    ar estrategias productivas sustentab

    basadas en las propias tradiciones cultura

    (etnodesarollo). La lucha por territorios ingenas va ms all del reclamo de tierra q

    en buena medida, tambin es extensibl

    campesinados de memoria no indge

    (como los "sin tierra"). Se busca el con

    de un espacio un territorio ancestral q

    abarca el reclamo de autonoma poltica

    mayora de las organizaciones indge

    reclaman territorios autonmos dentro

    Estado, lo que implica el desafo de cr

    modos de ejercer la soberana estatal m

    inclusivos y menos homogeneizantes. E

    sera el objetivo poltico de mxima del EZ

    pero lleva un largo tiempo disipar la paran

    de los gobiernos que, con un ojo en las r

    ciones internacionales, no pueden enten

    el reclamo territorial ms que como la alte

    No bastan las leyes. En Panam, los kuna hacen cumplir la demarcacin de sus territorios.

    AlejandroParellada/IWGIA

    Enfrentamiento por tierras en Brasil.

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    cin de equilibrios geopolticos. Actualmen-

    te, los procesos ms avanzados para crear

    rgimenes de autonoma territorial tnica

    tienen lugar en Nicaragua (el caso Awas

    Tingi en la costa Mosquito) y en las zonas de

    resguardos indgenas en Colombia.

    IDENTIDAD CULTURAL:EL INDIO "TIENE" CULTURA?

    El derecho a identidad cultural supone una

    lucha por afirmarse y afirmar, contra los

    poderes vigentes, el valor positivo de las cos-

    tumbres tradicionales y, en especial, las len-

    guas vernculas, la espiritualidad y las visio-

    nes histricas indgenas. En el siglo XIX,

    cuando se le dio un sesgo antropolgico al

    sentido de cultura, se pensaba que los indios"tenan" algo de cultura, pero no mucho. En

    el siglo XX, la antropologa pens que los

    indgenas constituan "culturas" diferentes,

    pero luego, por los procesos de colonizacin,

    "perdieron" esa diferencia cultural (se asimi-

    laron y aculturaron como "campesinos",

    "villeros", etc.). Hoy la antropologa y las

    ciencias sociales piensan que la cultura es un

    proceso de creacin y recreacin de formas

    de vida. Los pueblos indgenas se muestran

    como hacedores de cultura y, ms precisa-

    mente, de de su identidad a partir de lo que

    consideran su cultura. Las discusiones en tor-

    no a los programas de interculturalidad y

    bilingismo en la educacin, los proyectos

    de escrituracin de lenguas orales, los talle-

    HISTORIAS Y REEMERGENCIAS DE LOS PUEBLOS INDGENAS

    IWGIA

    res de (contra)memoria histrica, las repa-

    triaciones de restos humanos exhibidos en

    museos, la produccin de artesanas, etc.,

    muestran un activo mbito de recreacin

    cultural de la identidad indgena, en el que

    estas siempre en discusin con las ideas y

    los valores de los no indgenas se revelan en

    su valor emocional, tico y poltico. En estos

    procesos se evidencian herramientas como

    el video, la televisin, la radio e Internet

    como potenciadores de la autorrepresenta-

    cin y divulgacin de la identidad cultural y

    la perspectiva poltica indgena.

    AUTOGOBIERNO Y PARTICIPACIN:LOS INDIOS ESTN "POLITIZADOS"?

    Las reivindicaciones antedichas solamente

    cobran sentido dentro del reclamo de mayor

    y mejor participacin poltica. Hoy no sola-

    mente se lucha por derechos polticos o por

    cuotas de representacin en los partidos

    polticos y la administracin pblicas, sino

    que tambin se pugna por el derecho al

    autogobierno. El objetivo primordial es ase-

    gurar una participacin ciudadana efectiva

    no subsidiaria ni formal que controle el

    proceso de decisin y la eleccin de represen-

    tantes sobre asuntos de vital importancia

    para el pueblo: la economa, la salud, la

    vivienda, la cultura y la administracin de jus-

    ticia. Slo a partir de estas posibilidades reales

    de etnodesarrollo podrn combatirse la mise-

    ria que campea entre los pueblos originarios.

    Los indgenas no estn "politizados" en el

    sentido peyorativo del trmino. Slo quie-ren hacer cumplir sus derechos y crear

    otros, pretensin que por cierto exacerba

    prevenciones respecto a que "se pasaron

    de la raya" o estn comenzando a "faltar el

    respeto". Lo cierto es que los pueblos ind-

    genas estn adquiriendo voz y capacidad

    de accin poltica para mostrar en un nuevo

    escenario lo que desde la conquista, infini-

    ta?, se impuso como una necesidad: articu-

    lar una utopa de regeneracin en las duras

    condiciones del despojo.

    Indios y mexicanos, pero de otro modo. Formacin del EZLN ante la bandera mexicana.

    Repatriacin de los ancestros. Los ranqueles muestran sus respetos al cacique Mariano Rosas.

  • 8/13/2019 Reemergencia Pueblos Indigenas

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    6 EXPLORA CIENCIAS SOCIALES

    La revitalizacin actual de las culturas eidentidades aborgenes llevada adelan-

    te por las organizaciones polticas indge-

    nas y sus aliados no indgenas, lejos de bus-

    car "resolver" unilateralmente un supuesto

    "problema indgena", muestra la necesi-

    dad de disolverlo y replantearlo en el marco

    ms amplio del problema de la ciudadana,

    la democracia y el Estado-nacin en Lati-

    noamrica. Ante el desafo de los "indios"

    categora que ha mutado a lo largo de la

    historia, se trata de recrear aquellas abstrac-ciones de modo que respondan a un doble

    plano de justicia: el del reconocimiento de la

    diferenciacin y el de la distribucin de la

    riqueza y de los medios para producirla. Un

    Estado multitnico y pluricultural y quiz un

    Estado plurinacional ser aquel que pueda

    reconocer en su interior y en un pie de igual-

    dad grupos de orgenes diferentes que se

    siguen diferenciando entre ellos y de s mis-

    mos. Y esto sin esconder la historia de sus

    antagonismos, pues de ello depende ugenuina "reparacin histrica" no como c

    ca prctica de justificar al reparador a p

    tir del estereotipo del diferente el ge

    usual, sino como un hacer justicia a lo q

    se diferencia. Ser esta una comunidad en

    que el reconocimiento de la diferenciac

    (no slo la de origen indgena y tnico) cir

    le a travs un espacio poltico siempre ten

    y nunca del todo reducible a las polti

    pblicas, de cuo indigenista o no.

    HACIA ESTADOS MULTITNICOS, PLURICULTURALES Y PLURINACIONALES?

    BibliografaBarre, Marie-Chantal: Ideologas y movimientos indigenistas, Mxico,

    Siglo XXI; 1983.Bartolom, Miguel Alberto: Procesos civilizatorios, pluralismo cultural y

    autonomas tnicas en Amrica Latina,Andes, n 9, Salta,1998.Bonfil Batalla, Guillermo: El concepto de indio en Amrica: una categora

    de la situacin colonial,Anales de Antropologa, n 9, Mxico, 1972.Briones, Claudia (ed.): Cartografas argentinas: polticas indigenistas y for-

    maciones provinciales de alteridad, Buenos Aires, Antropofagia, 2005.Carrasco, Morita: Los derechos de los pueblos indgenas en Argentina,

    Buenos Aires, Lahka Honat-IWGIA-Vinciguerra; 2000.Choque , Mara Eugenia y Carlos Maman: Reconstitucin del ayllu y

    derechos de los pueblos indgenas: el movimiento indio en los Andesde Bolivia:Journal of Latin American Anthropology, 6,1, Illinois, 2001.

    De Oliveira Filho, Joo Pacheco (org.): Indigenismo e territorializao.Poderes, rotinas e saberes coloniais no Brasil contemporaneo, Ro de

    Janeiro, Contracapa, 1998.Lenton, Diana: De centauros a protegidos. Los debates parlamentariossobre la cuestin indgena en Argentina. 1880-1970, tesis doctoral,Facultad de Filosofa y Letras, Universidad de Buenos Aires, mimeo.

    Segovia, Laureano y Olhamel Otichunchayaj: Nuestra memoria, BuenosAires, Eudeba, 1998.

    Van Cott, Donna Lee (ed.): Indigenous Peoples and Democracy in LatinAmerica, Nueva York, St. Martin's Press,1994.

    Yashar, Deborah: Contesting Citizenship. Indigenous Movements andDemocracy in Latin America, Comparative Politics, 31,1, 1998.

    Pginas webhttp://argentina.indymedia.org/features/pueblos/http://lanic.utexas.edu/project/tavera/http://members.aol.com/mapulink/http://www.ailla.utexas.org/site/welcome.htmlhttp://www.aymaranet.org/http://www.ciolek.com/WWWVL-Aboriginal.htmlhttp://www.coica.org/http://www.cwis.org/wwwvl/indig-vl.htmlhttp://www.cwis.org/americas.htmlhttp://www.djweb.com.br/historia/http://www.ezln.org/http://www.indigenas.oit.or.cr/http://www.nativenetworks.si.edu/ri.htmlhttp://www.trabalhoindigenista.org.br/http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/index.html

    AgradecimientosEl equipo de Publicaciones de la Direccin Nacional de Gestin Curriculary Formacin Docente agradece a las siguientes instituciones y personaspor permitirnos reproducir material fotogrfico y colaborar en la docu-mentacin de imgenes: New Zeland Herald (Nueva Zelanda); UNESCOPhotobank; American Museum of Natural History (EE.UU.); Museo Paulistade la USP (Brasil); Museo KHM de Viena (Austria); The British Library(Reino Unido); CIMI (Brasil); Agencia de Correos de Bolivia; MuseoHistrico Nacional; Museo Etnogrfico de la Universidad de Buenos Aires;Alejandro Parellada y Diana Vinding, de IWGIA; Maxi Failla; Luisa Barrios;Mariana Prez Amor.

    Coordinadora del rea de CienciasSociales, Lic. Raquel GurevichCoordinadora del rea de DesarrolloProfesional, Lic. Silvia StorinoCoordinadora del Programa deCapacitacin Explora, Lic. Viviana CelsoCoordinadora de Publicaciones,Lic Raquel Franco

    Coordinacin y documentacin,Lic. Rafael BlancoEdicin, Lic. Gonzalo BlancoDiseo y diagramacin,DG Mara Eugenia MsCorreccin, Norma A. Sosa Pereyra

    www.me.gov.ar

    Ministro de Educacin, Ciencia y Tecnologa,Lic. Daniel Filmus

    Secretario de Educacin,Lic. Juan Carlos Tedesco

    Subsecretaria de Equidad y Calidad,Lic. Alejandra Birgin

    Directora Nacional de Gestin Curricular y Formacin Docente,

    Lic. Laura Pitman