participacion comunitaria
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PARTICIPACIÓN COMUNITARIA
Existen diversas maneras en los que participar y hacerlo adecuadamente proporciona
beneficios para las personas la comunidad y los servicios. Se trata de un proceso que
implica técnicos políticos y población, de la reorientación de las estructuras y métodos
de trabajo de los servicios y de actitudes y habilidades que hagan posible la colaboración
y el consenso. Además de la planificación participativa de políticas y programas de
salud.
La promoción de la salud, precisa de la implicación de personas y organizaciones que
vayan a verse afectadas por las políticas programas o actividades que se planteen. La
participación es uno de los principios fundamentales a la vez que un método de trabajo
para proporcional la salud.
Concepto de participación comunitaria
El verbo participar procede etimológicamente del latín participare, que significa tomar
parte. El Diccionario de la Academia Española de la Lengua remite el término
participación al verbo participar, entre cuyos significados señala el tomar o tener parte
en algo, así como compartir (ideas, opiniones,...) con otras personas.
Comunidad es un espacio territorial sentido como propio por sus habitantes, en el que se
producen interacciones y existe un sentido de pertenencia entre sus miembros
(Marchioni). Aguilar Idáñez define el término desde las ciencias sociales y dice que
comunidad es una agregación social o conjunto de personas que habitan en un espacio
geográfico delimitado, donde operan redes de comunicación interna, pueden compartir
servicios y desarrollan un sentido de pertenencia. En función de ello pueden desempeñar
funciones sociales de tipo económico, de socialización, de control social, de
participación social y de apoyo mutuo, en el ámbito local.
La participación comunitaria como estrategia colectiva para la prevención y promoción
de la salud, tiene su origen en la Declaración de Alma en 1978. La participación es
definida como: “el proceso mediante el cual los individuos y las familias asumen la
responsabilidad ante su salud y su bienestar, así como por la salud de su comunidad, y
desarrollan la capacidad de contribuir activamente a su propio desarrollo y al de su
comunidad”.
Posteriormente, en el año 1986, en la cuidad de Otawa el concepto de participación
comunitaria cobra una mayor dimensión, al señalar que la comunidad debe participar en
la tarea de decisiones a tomar en la planificación, ejecución y control en las acciones de
promoción de la salud.
En el año 1990, al instituirse los sistemas locales de salud (SILOS) como nueva
estrategia, la participación social es definida como la fusión de los actores sociales
(organización, instituciones y sectores) de una localidad determinada con el fin de
definir sus problemas de salud y señalar las alternativas en forma conjunta.
Aguilar Idáñez define la participación comunitaria como el proceso social en virtud del
cual grupos específicos, que comparten alguna necesidad, problema o interés y viven en
una misma comunidad, tratan activamente de identificar dichos problemas, necesidades
o intereses buscando mecanismos y tomando decisiones para atenderlos.
La participación comunitaria se configura como un proceso social en que grupos
específicos que presentan necesidades compartidas y que viven en un área geográfica
definida identifican activamente sus necesidades, toman decisiones y establecen
mecanismos para conseguir satisfacerlas.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1981 definió la Participación
Comunitaria como “la creación de oportunidades accesibles a todos los miembros de
una comunidad y a toda la sociedad, para contribuir activamente e influenciar el proceso
de desarrollo y compartir equitativamente los frutos de este desarrollo”. En el ámbito de
la salud el concepto de participación comunitaria se desarrolló a partir de los años
setenta, con la estrategia de “Salud para todos” elaborada por la Organización Mundial
de la Salud (OMS), con la que se pretendía reducir las desigualdades, mejorar la salud y
la calidad de vida de las poblaciones, para hacer frente así a la crisis económica y del
sistema sanitario tradicional.
Esta estrategia se basaba en: a) la orientación hacia la promoción de la salud, b) el
desarrollo de la atención primaria y c) la participación comunitaria.
En el nuevo planteamiento influyeron tres cuestiones:
1. Nueva consideración sobre lo que es la salud. Se promueve una concepción
multifactorial de los problemas de salud, en el que inciden con fuerza los estilos
de vida y sus condiciones, así como la dinámica de la organización social.
2. Nueva concepción sobre los protagonistas. Los pacientes se consideran ahora
protagonistas y sin su participación no se pueden resolver los problemas,
prevenir las enfermedades y mejorar su salud.
3. Nuevos métodos de trabajo. Los nuevos conocimientos sugieren nuevos métodos
de trabajo en los que el enfoque integral y comunitario se considera como una
herramienta para los profesionales.
La OMS plantea "La insistencia en que la gente debe hacerse responsable de su propia
salud es un aspecto importante del desarrollo individual y colectivo. Con alta frecuencia
se considera que un sistema eficaz de atención primaria es un servicio más eficiente,
humano y útil; facilita un producto, la salud, que en realidad la gente debería alcanzar
por sí misma. En lo posible la salud nunca debe "darse" o "facilitarse" a la población.
Por el contrario, se debe ayudar a la gente a participar consciente y activamente en el
logro y la promoción de su propia salud".
La OMS define entonces la Promoción de la Salud como el proceso que proporciona a
las poblaciones los medios necesarios para ejercer un mayor control sobre su propia
salud y así poder mejorarla. La Participación Comunitaria como el proceso por el que los
individuos y las familias asumen la responsabilidad de su salud y bienestar particular o
colectivo, contribuyen a su desarrollo económico y comunitario, conocen mejor sus
problemas y necesidades de salud y pueden ser agentes activos de su desarrollo social y
sanitario. Y define la Atención Primaria como el espacio adecuado para el desarrollo de
la promoción de la salud y la participación comunitaria dentro de una concepción
integral de esta.
Actualmente, según el Modelo de abordaje para promoción de la salud, en promoción
de la salud la participación comunitaria es un proceso por el cual los individuos y las
familias toman a cargo su propia salud y su bienestar, lo mismo que el de la comunidad
de la cual ellos forman parte. Gracias a esta participación, los individuos y los grupos
sociales pueden incrementar sus responsabilidades en salud contribuyendo a un
desarrollo más global.
La participación comunitaria está estrechamente ligada al empoderamiento ciudadano,
que es el proceso mediante el cual los individuos obtienen control de sus decisiones y
acciones relacionadas con el bienestar personal y social; expresan sus necesidades y se
movilizan para obtener mayor acción política, social y cultural para responder a sus
necesidades, a la vez que se involucran en la toma de decisiones para el mejoramiento de
su salud y la de la comunidad. Se refiere al proceso de autodeterminación por el cual las
personas o comunidades ganan control sobre su propio camino de vida. Se trata de un
proceso de concientización (tomar conciencia de todos los factores que influyen sobre la
vida de las personas) y liberación (ganar poder de decisión sobre su propio destino).
Protagonistas de la participación
- Personas que trabajan como profesionales (proveedoras de servicios, reorientan
su trabajo para facilitar la incorporación de personas)
- Personas responsables de las políticas de salud y de la planificación y gestión de
servicios (facilitan la participación y la reorientación de servicios)
- Ciudadanos y ciudadanas (son los implicados o receptores)
Beneficios de la participación comunitaria:
- El desarrollo de la comunidad fomentando su protagonismo en las acciones que
contribuyen a mejorar su salud integral.
- El uso adecuado de los medios de comunicación social para la promoción de la
salud en la comunidad.
- Impulsar y facilitar el proceso de información, educación y comunicación
necesarios para una adecuada defensa de la vida y la salud priorizando el ámbito
local.
- Recoger información más precisa y representativa de las necesidades, prioridades
y capacidades de la gente de las comunidades, y del impacto de los programas e
iniciativas gubernamentales.
- Adaptar programas adecuados a las condiciones de las localidades, de modo que
los recursos escasos puedan ser empleados de manera más eficaz.
- Proveer servicios de mayor calidad y acordes con las demandas de la población.
- La participación comunitaria tiene también efectos positivos sobre la cobertura,
eficiencia, efectividad y equidad.
Estilos de participación
No parece existir un modelo único de participación comunitaria, sino que cada grupo lo
interpreta y organiza en función de sus propios valores y estructuras. Se analizan
atendiendo a dos aspectos de su aplicación en la práctica: el cómo y cuánto se participa.
El cómo se participa se puede concretar a modo de:
- Contribución (lo que la comunidad aporta en recursos materiales)
- Organización (el esfuerzo centrado en la creación de estructuras)
- Empoderamiento de la comunidad (es el desarrollo de la comunidad en su forma
autónoma de solución de problemas)
El cuanto se puede establecer en diferentes grados que van desde la ausencia total de
participación hasta el control absoluto del proceso por parte de la comunidad.
Escenarios para la participación
La promoción de la salud plantea estrategias de intervención en el ámbito de las políticas
intersectoriales de la salud, programas de salud en la comunidad o con grupos sociales y
en el ámbito de la atención individual, en todos ellos las personas participan y las formas
serán diferentes, pero los principios son los mismos en todas ellas.
- Políticas de salud
Los factores determinantes de la salud y por tanto las claves para su promoción se
encuentran en sectores diferentes. La multitud de causas para una buena o mala salud
hace necesario el abordaje intersectorial de los temas, y el establecimiento de políticas
que aseguren un ambiente físico y social que favorezcan la salud.
- Programas y actuaciones comunitarias
La buena práctica en promoción de la salud implica, a la hora de planificar programas y
actuaciones, el compromiso de incorporar las necesidades del grupo, afrontar e incluir en
todas las fases del proceso de planificación la participación activa de los implicados. La
planificación comienza con la identificación del problema o necesidad y continúa con su
análisis, toma de decisiones para la acción y su evaluación. Las necesidades están
jerarquizadas, comenzando por aquellas que son básicas para la supervivencia hasta
llegar a las autorealizables.
Hay que tener en cuenta que las personas, una vez que se les consulta y escucha, esperan
que exista continuidad en este proceso y se aborde la solución de los problemas o
necesidades que se les detectaron. La toma de conciencia en las personas está ligada a la
participación en actuaciones que supongan cambios sociales o en las conductas. Por
tanto para iniciar un proceso de intervención participativa es imprescindible que tanto
los técnicos como la población comprendan las necesidades y los problemas existentes y
decidan conjuntamente cuales abordar.
Una vez establecida la necesidad de resolver el problema se identifican las
consecuencias y los factores individuales y del entorno que contribuyen a que exista.
Finalmente las decisiones sobre qué hacer, como hacerlo, con qué recursos, cuando y
donde, y como se evaluara deben tomarse teniendo en cuenta los intereses de todos los
protagonistas y de manera consensuada entre todos ellos.
- Ámbito individual
La historia y la experiencia nos demuestran que las personas han tenido siempre
capacidad para cuidar de sí mismas. La mayoría de los problemas de salud, son resueltos
individualmente o en el ámbito familiar o social próximo por personas no profesionales.
La participación de los pacientes en su propio cuidado, aportando sus conocimientos y
sus propias habilidades, así como el apoyo entre personas afectadas por un mismo
problema supone un medio de capacitación en el control sobre la propia salud y en la
participación para toma de decisiones sobre la misma.
Evaluación de la participación
La evaluación debe ser participativa, y debe contar con la implicación de todos los
protagonistas. Los instrumentos existentes para la evaluación y monitorización de la
participación son escasos y presentan algunos problemas para su aplicación. Para la
evaluación de la participación social comunitaria, referidos al comportamiento de los
actores sociales en el desarrollo de las acciones de salud, se pueden considerar los
siguientes:
- Comportamiento reactivo
Funcionamiento y desempeño capaz de los actores sociales de responder a los
exigencias de los programas de salud en cada zona con eficiencia.
- Comportamiento proactivo
Funcionamiento y desempeño capaz de generar modificaciones con propuestas
relativas a la salud de la comunidad.
- Comportamiento prospectivo
Funcionamiento y desempeño anticipado que permite tener una visión integral y
propuestas de desarrollo del distrito.
BIBLIOGRAFIA
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