lcdee 17 - curtis garland - la fase final

8/18/2019 LCDEE 17 - Curtis Garland - La Fase Final

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ULTIMAS OBRAS PUBLICADAS EN ESTA COLECCION

12 — Fugados sin futuro. Ralph Barby.

13 — El viajero del tiempo. Burton Haré.14 — Al filo de lo eterno. Curtis Garland.

15 — Detrás del firmamento. Rocco Sarto.

16 — Regresar. ¿Adonde? Burton Hare

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Curtis

Garland

LA FASE FINAL

Colección

LA CONQUISTA DEL ESPACIO

EXTRA n.° 17

Publicación quincenal

EDITORIAL BRUGUERA, S.A. BARCELONA

BOGOTA

BUENOS AIRES

CARACAS

MEXICO

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ISBN 978-84-!-8797-"

De#ó$i%o le&'l( B) 9)4""-*98"

Impreso en España - Printed in Spain1.ª edición: mayo, 1983

2.ª edición en América: noviembre, 1983

© Curtis Garland-1983

texto

© Bernal - 1983

cubierta

Concedidos derechos exclusivos a favor

deEDITORIAL BRUGUERA, S. A..

Camps y Fabrés, 5 Barcelona (España)

Todos los personajes y entidades privadasque aparecen en esta novela, así como lassituaciones de la misma, son fruto exclu.-sivamente de la imaginación del autor,por lo que cualquier semejanza con per-sonajes, entidades o hechos pasados o ac-tuales, será simple coincidencia.

Impreso en los Talleres Gráficos deEditorial Bruguera S. A.

Parets del Valles (N 152. Km 21.650) Barcelona - 1983

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Existieron fases hasta suceder lo que un día sucedióen un momento de la Historia que, para nosotros esFuturo y para otros será simplemente Pasado.

La primera fase data de antiguo. Fue la isión de

formas oladoras no identi!cadas, que durante siglosfueron istas por el Hom"re, e incluso descritas en la#i"lia o en los li"ros sagrados orientales.

$espu%s llegó una segunda fase, en la que se suponeque los seres extraterrestres que ocupa"an aquellasnaes desconocidas, de remoto origen y tecnología in&conce"i"le para el ser humano del planeta 'ierra, seaproximaron lo su!ciente para o"serarnos de cerca,

para estudiar nuestras costum"res y modo de ida, aca&

so para anali(arnos tan exhaustiamente como un cien&tí!co lo hace con )n micro"io, a tra%s del microscopio.*onencidos de que les era posi"le enta"lar una

relación directa con el ser humano, se manifestaron undía a"iertamente, acercándose a nosotros y tratando decrear un contacto entre seres de distintas galaxias, nose sa"e si con "uenas o malas intenciones.

Pero despu%s, llegó una cuarta fase, o fase !nal,donde ellos, qui(á, reelaron claramente la intención desus moimientos de siglos. +iglos que qui(á sólo lofueron para nosotros, dado lo relatio del factor 'iempoen el )nierso.

esa fase !nal pudo ser muy distinta a lo que todosha"ían imaginado hasta entonces...

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PRIMERA PARTE

LA MISION

CAPITULO PRIMERO

La Mente hizo la llamada. Y todos acudieron. Todos, sin faltar uno.La Mente no podía ser desobedecida. Jamás lo había

sido. Y jamás podría serlo.La Mente era todopoderosa. Era absoluta. Era om-

nímoda omnipotente. Era principio !n. Era la "ida. Yera tambi#n la Muerte.

$or eso, cuando la Mente llam%, acudieron sine&cepci%n a esa llamada. Era un mo'imiento impresio-nante, un a'ance majestuoso. (obre las tierras áridas sin 'ida, sobre los mares casi secos a)onizantes, atra'#s del aire 'iciado nuboso, se mo'ían hacia Ella.Eran miles. Millones. Miles de millones.

*rotaban de todas partes. (e mo'ían en una mismadirecci%n, como si un punto ma)n#tico absorbiera susiniciati'as sus acciones de forma ine&orable. +n sordozumbido marcaba el a'ance incontenible hacia el puntode reuni%n. Eran millones de alientos, millones de seresrespirando al unísono entre auella bruma sucia uetodo lo en'ol'ía.

La Mente les había llamado. Y ellos acudían. Eso eratodo.

Montes, 'alles, llanuras riscos, se cubrían de seres

'i'os en mo'imiento, de criaturas a'anzando hacia supoder supremo absorbente. Eran riadas de formas'i'ientes ue respondían a la suprema 'oluntad ue re-)ía sus destinos. nin)uno de ellos le importaba de-masiado lo ue tu'ieran ue decirle, el moti'o de aue-lla cita en un lu)ar un momento determinados. cu-dían porue así tenía ue ser. bedecían a la Mente,porue #sa era su obli)aci%n su deber. $orue a nadiese le hubiera ocurrido ni remotamente desoír la 'oz del

ser superior ue re)ía sus destinos desde lo inaccesible.sí comenz% todo para Yo//.

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Yo// no era diferente a los demás. 0o pensaba deotro modo ni actuaba en forma distinta. Era uno más,entre los millones millones en mo'imiento. $ero laMente le había ele)ido a a #l para una tarea especí!ca,

aunue #l lo i)norase mientras a'anzaba, como todossus hermanos de raza, en direcci%n al lu)ar de con-centraci%n masi'a de los seres 'i'os e inteli)entes deauel mundo a)onizante sombrío.

Yo// había dejado sus enseres, su trabajo su ho)arpara partir hacia el encuentro supremo con el sersuperior. (e sentía feliz liberado. 0o hacía pre)untas,no alber)aba dudas. 0in)uno de ellos sentía tales cosascuando la Mente les reuería por al)una raz%n. 1espu#s

de todo, una cosa así s%lo sucedía una 'ez en sus 'idas,si es ue en al)una ocasi%n lle)aba a suceder.2ierto ue jamás la llamada había sido tan absoluta,

tan total. 0unca, antes de ahora, ue Yo// supiera porlas cr%nicas de su raza de su mundo, la Mente habíahecho una llamada colecti'a a toda la especie. l)oe&traordinario tenía ue suceder para ello.

(in embar)o, Yo// no se pre)untaba u# podía serauel al)o. La curiosidad o el afán de saber más de loue le estaba permitido, no entraba en su idiosincrasia.

!n de cuentas, se podía haber dicho, 3ui#n era #l,ui#n era cualuiera de auellos millones de seres, paratratar de profundizar en el herm#tico arcano ue eranlos desi)nios 'oluntad de la Mente4

$or ello se limitaba a mo'erse hacia el punto dellamada, simplemente. (in hacerse pre)untas, sinincertidumbres, sin reser'as de nin)5n tipo. Y, sobretodo, sin ima)inar por lo más remoto ue #l,precisamente #l, fuera a ser el ele)ido para una labore&cepcional, para una tarea decisi'a de la uedependerían tantas cosas en un inmediato futuro...

2uando Yo// lle)% a su punto de destino, lo hacíana, al menos, una centena de millones de semejantessuos. La comiti'a se hacía forzosamente com5n,uni#ndose cuantos habían 'iajado a tra'#s de tierra,mar o aire, para formar una densa columna 5nica,rumorosa, ue se mo'ía por entre los enormes riscospelados ne)ruzcos, hacia la 6ortaleza.

La 6ortaleza...

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Yo//, como todos los demás, contempl% embelesadoel recinto del ser superior. llá, en la cumbre ne)ra abrupta, la 6ortaleza destacaba como una )raníticaforma, como un monolito majestuoso fantástico, do-

minando toda la e&tensi%n circundante desde su altura.7acia sus enormes puertas, abiertas al puente ue see&tendía por encima de una sima de increíble,aterradora profundidad, se mo'ían ahora las masasformando la )i)antesca procesi%n de milloneshacinados, api8ados en una columna en mo'imientoue oscurecía todo el sendero.

La 6ortaleza era el santuario de la Mente. Y allí teníanue reunirse todos, para oír la 'oz del ser supremo. llí

iban a conocer su destino. Yo// había oído mencionar la 6ortaleza. (iempre eraal)5n pri'ile)iado, de los ue por una u otra raz%nhabían 'iajado hasta ella, el ue describía el mítico lu-)ar, para ue todos supieran ue #l había sido uno delos ele)idos en ser llamado por la Mente.

hora era distinto. Todos los ue antes s%lo conocíande oídas la e&istencia de la 6ortaleza, a'anzaban haciaella, como uno solo, llamados por uien podía hacerlo.E'identemente, al)o )rande sucedía. l)o decisi'o iba aocurrir. unue no pensaban en ello, interiormentetodos ellos sabían ue estaba en jue)o al)o fuera de locom5n, para ue la Mente hubiera decidido llamarles atodos sin e&cepci%n, en la concentraci%n 'i'iente más)i)antesca jamás ima)inada.

Yo// jamás había pensado en lle)ar a 'i'ir un mo-mento semejante. (e consideraba demasiado insi)ni!-cante para ser reuerido al)una 'ez por la Mente. (inembar)o, allí estaba ahora, como todos los demás, acu-diendo al )ran encuentro. El sue8o de toda una 'ida sehabía hecho realidad. 9ba a conocer a la Mente. 1es-pu#s, a podía suceder lo ue fuese. 0i la 'ida ni lamuerte importaban demasiado cuando uno había podidotener la satisfacci%n suprema de 'erse ante la Mente.

Las lar)as !las de seres iban adentrándose en la 6or-taleza. Yo// tambi#n cruz% el umbral de la )i)antescapuerta. Y con otros miles de semejantes suos, penetr%lue)o en uno de los selectores ue se alineaban en lasamplísimas na'es del recinto amurallado, para analizar

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la capacidad física mental de cada uno de ellos.9)noraban las causas de auel e&amen, pero eso no

les importaba. (abían ue era una orden de la Mente. Yeso bastaba. Tenían ue obedecer. (iempre se tenía ue

obedecer. Estaban pro)ramados para ello, )en#ti-camente, desde mucho antes de nacer. nadie se lehubiera ocurrido jamás la idea de la desobediencia. Eraal)o ue no podía pasar por sus mentes.

Yo// no era una e&cepci%n. 0adie allí lo era. 1%cil-mente, penetr% en el elector ue le correspondía, seacomod% delante del ojo ue debía 'erlo todo en #l conmatemática precisi%n. Era una luz ce)adora ueen'ol'ía su ser, ue penetraba en su mente, leendo

hasta el más íntimo de sus pensamientos.En unos instantes, todo su interior fue re'eladominuciosamente por el selector. 2ifras precisasaparecieron en una :otante pantalla :uorescente, dondeaparecían tridimensionales electro)ramas de su cerebro,de su cuerpo, de sus más rec%nditos or)anismos, en unanálisis frío e&hausti'o.

(e le'ant% cuando se e&tin)ui% esa luz. tro ocup%su lu)ar. Yo// abandon% el selector, como tantos otros.hora debía esperar. Esperar a ue la Mente resol'iera.llí nunca había prisas. llí, nadie se impacientaba.(abían esperar. Esperar siempre.

Yo// se lle'% una )ran sorpresa cuando conoci% elresultado de su e&amen físico mental.

$orue #l fue el ele)ido.El...0o podía cre#rselo. $ero era un ser absolutamente

disciplinado falto de emociones, como lo eran todos.0o se ale)r% por ello. 0i se sinti% or)ulloso por nada enespecial. (implemente, debía de ser el mejor. La Mentelo había decidido así, la Mente siempre sabía lo uehacía. Era infalible. 0o se eui'ocaba jamás.

Y pas%, así, a presencia de la Mente.Ese fue un )ran día para Yo//. +na fecha con la ue

jamás hubiera so8ado en 'i'ir, de haber sido capaz deso8ar, hecho ue #l desconocía por completo. 2uando #lreposaba, como todos sus semejantes, todo reposaba,incluido su poderoso cerebro. 0o había imá)enesoníricas. 0o había pensamientos ni pesadillas. 0o había

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sue8os. (%lo descanso, sopor profundo , a la 'ez,li)ero, fácil de despejar cuando el peli)ro e&istía cerca.

$or eso, Yo// no había so8ado nunca con 'erse antela Mente. Y ese día, cuando fue conducido por la propia

)uardia de la 6ortaleza, a presencia del ser supremo,s%lo podía sentir una íntima satisfacci%n por ser elele)ido, por haber superado la prueba mejor ue losdemás. $ero eso era todo.

Le introdujeron en una cámara especial, dondea)uard% a ser recibido. 1espu#s, se abri% una puerta,silenciosamente. +na orden mental lle)% hasta #l. Erareuerido en presencia de la Mente.

Y entr%, e&pectante, casi emocionado, aunue

las emociones eran tambi#n al)o ue nin)uno de ellosconocía en realidad. $ero sí había al)o especial dentrode #l podía sentirlo.

En el futuro, podría decir a los demás, con le)ítimoor)ullo;


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destruiría. Y era eso lo ue le había ordenado. Emitir informes,

conocer a fondo auel mundo remoto ue si)ni!cabapara ellos la diferencia entre la 'ida la muerte. Y si

al)uien se interponía en su misi%n, matarle. (i al)o eraun obstáculo ante #l, destruirlo.?2onfía en mí ?dijo a la Mente cuando conoci% su

misi%n?. La cumplir# hasta el !n. (i fuera necesario,morir# en ella.

?Muere, si no ha otro remedio ?le dijo la Mente?.$ero c5mplela hasta el !n. 1e ti dependemos todos.Estaremos esperando tu informe, tu llamada. 2uandonos llames, si)ni!cará ue ha lle)ado el momento de

reunimos conti)o. 1e ti dependemos todos, incluso o.@ecu#rdalo siempre. Yo// asinti%. Lo recordaría, de eso no había duda.

2ada orden de la Mente era un pensamiento )rabado deforma indeleble en su cerebro. Estaba pro)ramado paraobedecer hasta el !n, con desprecio de su propiae&istencia de la de cualuier otro.

Yo// se encamin% al lu)ar de donde debía partirhasta su lejano destino, a bordo de una superna'eultralumínica, capaz de transportar la materia a distan-cias inconmensurables. (u cerebro tenía re)istradas ma-temáticamente unas cifras coordenadas )alácticasmu precisas. En un punto del espacio estelar, hallaríaun peue8o planeta donde posarse, sin ser ad'ertido,para comenzar su tarea.

0o sabía nada de ese mundo. (u poderosa mentetelepática superdotada, capaz de re)istrar todos losconocimientos de cualuier ser 'i'iente en instantes, seocuparía de ir a'eri)uando las cosas necesarias paracumplir su misi%n de forma satisfactoria.

Lo 5nico ue sabía de ese remoto planeta descono-cido, es ue para sus habitantes, humanoides de uncierto ni'el de inteli)encia, se llamaba Tierra.

CAPITULO II

El profesor ErAin (heldon se apart% de su mesa de

trabajo, horrorizado.?0o, 1ios mío, no es posible ?murmur% con

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e&presi%n de an)ustia?. Yo no pretendía esto...(us dilatados ojos contemplaban el tubo de ensao

con creciente espanto, como si no diera cr#dito a lo ueestaba 'iendo allí dentro, al t#rmino de su e&perimento.

(e enju)% el sudor de su frente, sin apartar los ojos deltubo de 'idrio depositado sobre el soporte. Mir% a sualrededor.

El laboratorio estaba desierto a auellas horas, esole hizo respirar con cierto ali'io. 7abl% en 'oz alta, comosi uisiera e&presar sus pensamientos más íntimos a los5nicos oentes ue tenía en la instalaci%n, los cobaasencerrados en las jaulas, ue contemplaban con al)otambi#n mu parecido al miedo lo ue acababa de

conse)uir en el tubo de ensao, como si auellos peue-8os animalitos tu'ieran e&acta noci%n del peli)ro, delhorror allí encerrado en estos momentos, no lejos deellos.

La 'oz del profesor (heldon sonaba ronca en la so-ledad del amplio bien instalado laboratorio, conmo'idasin duda al)una por una profunda emoci%n;

?0adie debe saber esto... ?jade%?. Es preferibleue haa estado o solo auí cuando lo he encontrado.

(ería demasiado terrible ue..., ue lle)ara a conoci-miento de al)uien, más a5n en las actuales circuns-tancias por las ue atra'iesa el mundo. 2ielos, debodestruirlo. Es preciso destruirlo cuanto antes.

l)o, en el tubo de ensao, se mo'ía, se a)itabad#bilmente, en medio de un 'apor blanuecino ue seiba tornando lentamente de un difuso color 'erdoso. Loscobaas chillaron corrieron dentro de sus jaulas,e&citados. El profesor les diri)i% una mirada de preo-cupaci%n.

?0o temáis ?les dijo?. Tambi#n 'osotros intuís al)oespantoso, 3no es cierto, mis peue8os ami)os4 0o mesorprende lo más mínimo. 2reo ue, buscando una cosa,he dado con otra in!nitamente más horrible... $ero estotiene remedio toda'ía, por fortuna para todos. "o adeshacerme de ello sin perder más tiempo. $or fortuna,el doctor Bre)son no ha estado auí para 'erlo. #l tal'ez no le )ustaría la idea de destruir lo ue heencontrado. Es un buen muchacho, pero le cie)ademasiado su afán de cientí!co, su obsesi%n por lo

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nue'o lo desconocido...(e puso unos )uantes de )oma con cautela, para

manipular auel tubo de ensao cuo interior her'íaapa)adamente, emitiendo 'apores parecidos a los ue

produce el hielo seco cuando se utiliza en el cine para!n)ir niebla o brumas fantasmales. $ero auel 'ahoentre lechoso li)eramente bilioso ahora, no era nadade eso, sino al)o mucho más preocupante para sucreador.

Tom% el objeto con cuidado, sin des'iar de #l lamirada. 1io media 'uelta, encaminándose a tra'#s dellaboratorio, bajo las crudas luces blancas, ue daban atodo un resplandor as#ptico brillante, en direcci%n al

dep%sito de desperdicios. Era tarea sencilla deshacersede lo ue contenía en estos momentos el tubo de ensa-o, a !n de cuentas. *astaría con arrojar allí dentrorecipiente contenido accionar el triturador el sur-tidor de ácidos corrosi'os, para reducirlo todo a la nada,dentro del sistema de trituraci%n de desperdiciosclínicos del centro de e&perimentaci%n, dotado para ma-or se)uridad de un sistema de protecci%n contra posi-bles radiaciones peli)rosas, procedentes del material amanipular en auel laboratorio.

El profesor se mo'i% paso a paso en esa direcci%n,lle'ando con cuidadosa pre'enci%n el tubo de ensao. lpasar junto a las jaulas de los cobaas, #stos se a)itaronostensiblemente, emitiendo chillidos asustados, a)azapándose en el interior de sus recintos, con losbrillantes ojillos mu !jos en el profesor pero, muespecialmente, en lo ue lle'aba en su en)uantadamano.

Estaba a poca distancia a del colector de basurasdel centro, cuando ocurri% lo peor ue podía ocurrir entales circunstancias.

(e abri% la puerta del fondo, un hombre Jo'en, alto 'i)oroso, de facciones risue8as 'aroniles, cabellososcuros e&presi%n decidida, hizo su entrada en elrecinto. "estía, como el propio profesor (heldon, unabata blanca corta, sobre un pantal%n caui, de uniformemilitar. (e ued% parado al 'er al profesor cerca de laboca del recipiente de desperdicios, con el tubo deensao en la mano.

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?C$rofesorD ?e&clam%, dominando su sorpresa?.3>u# es lo ue 'a a hacer4

?Ya lo 'e, Bre)son ?suspir% el cientí!co?. 1es-prenderme de al)o ue no sir'e.

?$ero, profesor, 3se ha dado cuenta de eso4 1entrode ese tubo, ha algo..., al)o ue está en plenareacci%n... 30o 'a a esperar a 'er u# sucede con ello4

?2iertamente, no -?ne)% con !rmeza (heldon?. 0otiene objeto.

?0o lo entiendo... ?balbuci% Bre)son, desorientado?. +sted estaba buscando al)o, ambos lo sabemos.l)o ue podía producir precisamente esa reacci%n... Esdemasiado pronto para dar por concluido el e&perimento

deshacerse, sin más, de sus resultados...?$or el contrario, Bre)son, o opino ue es dema-siado tarde, ue cuanto antes nos desha)amos de es-to, tanto mejor. Lue)o hablaremos de ello, si lo pre!ere.$ero de momento, esto es lo ue debe nacerse, cr#ame.

El jo'en audante estaba a junto al colector de ba-suras, mirando absorto el tubo hir'iente ue su jefelle'aba en la mano. Enarc% las cejas, estupefacto, mene% la cabeza.

?0o s#... ?jade%?. Tal 'ez la administraci%n le e&ijaresponsabilidades lue)o, profesor...

?Me tiene sin cuidado lo ue ellos di)an, ami)o mío?cort% (heldon, en#r)ico, casi con dis)usto en su durotono de 'oz?. (# lo ue debo hacer. Este es mi trabajo el de ellos. Les dar# todas las e&plicaciones pertinentes,lle)ado el caso.

Ya había lle)ado ante la boca del colector, para arrojar en ella el tubo su contenido. En ese instante, seproducía dentro del tubo de 'idrio una turbulencia, unareacci%n s5bita e impre'ista, ue atrajo la atenci%n deBre)son. lar)% #ste un brazo, impetuoso, tratando dee'itar ue el profesor se deshiciera de!niti'amente deello.

?CEspere, por el amor de 1iosD ?clam% el jo'enin'esti)ador?. C0o puede hacer eso, profesorD Chí dentro... 'ea eso ahora...D

?Lo 'eo mu bien ?)ru8% (heldon, airado, force- jeando con su compa8ero para tratar de e'itar ue learrebatase el tubo de la mano?. $or eso, precisamente,

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es necesario ue nos desha)amos de ello, sin esperar amás, 3es ue no lo comprende, Bre)son4

?0o, profesor ?jade% el jo'en?. 0o puedo com-prender ue una labor de tanto tiempo, al)o ue parece

ue está fructi!cando, para bien de nuestro país detodo el mundo tal 'ez, sea arrojado a la basura, sin másni más. Le rue)o solamente ue espere, ue discutamoseste asunto...

?C0oD ?cort%, rotundo, (heldon, mientras amboshombres continuaban su forcejeo, pu)nando el uno porarrojar el tubo al colector el otro por impedirlo, susmanos sujetándose fuertemente?. C0o se da cuenta deue es demasiado horrible lo ue hemos encontrado

como para se)uir adelante con esto, Bre)sonDEl profesor era un hombre fuerte, pero tambi#n lo eraBre)son. La pu)na, por des)racia, se resol'i% de un'iolento manotazo ue hizo estrellar el tubo de frá)il'idrio contra el muro, no lejos del colector. (e hizoa8icos el del)ado recipiente cilíndrico.

Y su contenido se derram% sobre las manos brazosde ambos cientí!cos, salpic% sus rostros, con un con-tacto helado e hir'iente a la 'ez...

?Ch, no, no, 1ios míoD ?ru)i% (heldon, horrorizado,echándose atrás, limpiando presuroso el her'or )lacialue cubría de unas humeantes láminas de escarchablanuecina sus dedos, su mu8eca, incluso su mejilla su p%mulo?. C>u# es lo ue ha hecho, desdichadoDCEstamos perdidos, los dos, estamos perdidosD

(e precipit%, desesperadamente, hacia una de las du-chas, con la intenci%n de situarse bajo el chorro de a)ua empaparse en ella, mientras Bre)son, aturdido, semiraba las clapas de aspecto cristalino ue se habíanformado en su mano brazo. El )riterío de los cobaasera enlouecedor en estos momentos, como si intueranallí dentro la presencia de al)o mal#!co siniestro.

?$ero, profesor... ?murmur% roncamente el jo'enin'esti)ador?. 3>u# es lo ue tanto le asusta, u#ocurre con esto4 0i siuiera produce uemaduras oda8o...

?1esdichado... ?susurr% (heldon, con el rostro cu-bierto por ambas manos, tambaleante a, cerca de lasduchas?. $ero 3es ue no comprende4 3Es ue no se da

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cuenta de lo ue ha hecho al romper ese tubo... liberareso ue había dentro4

Y se8al%, con mano temblorosa, hacia el suelo, dondecaeran los fra)mentos de 'idrio los residuos del

contenido humeante del tubo, sin mostrar siuiera surostro a su cole)a.El doctor Bre)son baj% la cabeza, mir% al suelo,

adonde se8alaba su jefe. +n )rito ronco de supremohorror escap% de sus labios, retrocedi%, tambaleante,repentinamente lí'ido.

?h, no, no... ?casi solloz%?. 0o es posible, pro-fesor... C0o es posibleD

?"aa si lo es, maldito sea usted su cie)a obsti-

naci%n... (e lo dije... (e lo dije, muchacho... Era mejordestruirlo, deshacerse de ello antes de ue fuera tarde.hora..., ahora eso a no tiene remedio. 0o tieneremedio... Es como haber abierto la caja de $andora...hora, el mal está hecho... (e ha liberado está ahí,para destruirnos a todos... Bre)son, la f%rmula..., lafórmula... CEs preciso deshacerse de ella antes de ueno podamos hacerloD hí está... en mi..., en mi mesa...de..., de trabajo...(e e&presaba cada 'ez con maordi!cultad, cubri#ndose ine&plicablemente el rostro conambas manos, tambaleante, con'ulso. Bre)son noentendía nada, pero ahora sí sentía arder su faz, allí donde caeran las )otas del humeante contenido deltubo de ensao. Y su mano...

(e contempl%, aterrado, la mano salpicada, dondepoco antes había s%lo unas peue8as escamas cristali-nas de color blancuzco. hora..., ahora al)o horribleempezaba a suceder en ella...

?(í, comprendo... ?dijo roncamente, mo'i#ndosetambaleante hacia la mesa?. La f%rmula... ha uedestruirla... (í, profesor... 1ios mío, u# loco he sido...,u# loco... 3>u# 'a a suceder ahora4

?0o lo s#, Bre)son. 0o puedo saberlo. $ara usted para mí, eso importa a poco. Estamos conta)iados,lle'amos eso con nosotros... sus consecuencias sonimpre'isibles, aunue espantosas. Esa f%rmula... rr%-

jela al colector, pronto... >ue se destrua allí, a ue nopude destruir su resultado...

Bre)son asinti%, alcanzando la peue8a a)enda de

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tapas de ne)ro hule ue el profesor (heldon tenía sobrela mesa de trabajo, repleta de anotaciones. >uiso ir conella al colector.

0o le fue posible. (e tambale% más fuertemente,

ca% de rodillas. +n estertor ronco escap% de sus labios.(e 'ol'i%, mir% a (heldon, ue tambi#n caía, descubiertoa el rostro...

+n )rito de horror escap% de labios de Bre)son. Lue-)o, se deslom% de bruces, no lejos de su jefe, ue notard% en se)uirle. mbos hombres uedaron inm%'ilesen el laboratorio, aplastados de bruces contra el suelode baldosas, no lejos de donde el contenido del tubo deensao her'ía, despidiendo una tenue humareda

'erdosa.En las jaulas, los cobaas chillaban, amedrentados,en el paro&ismo de su terror, con los cuerpecillos cu-biertos de pelo erizado, corriendo de un lado a otro delos encierros, como si hubieran enlouecido de repente.

La puerta se abri% momentos más tarde. l)uienentr% en el laboratorio, pisando sua'e, apa)adamente.(e acerc% adonde reposaban los cuerpos de amboshombres, mirando con e&presi%n alterada los restos delcontenido del tubo. @ápido, se inclin% sobre Bre)son learrebat% de entre los dedos crispados la peue8a a)en-da de tapas de hule. l hacerlo, no tu'o más remedioue entrar en contacto con la piel de la mano deBre)son, para desprender sus dedos del librito. (eestremeci% el intruso, al notar una sensaci%n fría 'iscosa en su propia mano. Le sorprendi% ue los dedosdel caído estu'iesen helados duros como si fueran demármol, pero sin detenerse a 'er más, se apresur% asalir a la carrera del laboratorio, lle'ándose consi)o laa)enda donde !)uraba auella f%rmula uímica ue elprofesor tanto había ansiado destruir, antes de caer,como su audante, presa de una inmo'ilidad falta deconsciencia totales, ue si no eran la misma muerte, sele parecían mucho...

1espu#s, en el interior del laboratorio, si)uieron loschillidos de terror de los cobaas... hasta ue un silencioprofundo, más espantoso ue cualuier ruido o )rito, seadue8% del recinto, como si nada uedase en #l con'ida...

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* * *

El teniente Bar 2arter suspir% resi)nado, mientrasconducía su autom%'il a tra'#s de la noche, en direcci%na las monta8as.

0o era el suo el rostro de un hombre feliz, precisa-mente. 0i tenía moti'os para serlo auella noche. Lascosas habían rodado demasiado mal para #l 5ltimamen-te, resultaba difícil en ese trance poner buena cara almal tiempo.

!n de cuentas, se suponía ue a estas horas, #ldebía de estar casado con una bonita muchacha, en'iaje de no'ios hacia Europa, sobre'olando el tlánticoen un rápido potente reactor, con un lar)o mes de'acaciones por delante para disfrutar de su luna de miel

junto a la chica a uien amaba.En 'ez de eso, estaba ahora conduciendo en plena

noche, a tra'#s de una re)i%n ue le era perfectamentedesconocida, en direcci%n a la 'i'ienda de unas perso-nas a uienes nunca había 'isto antes de ahora, para

cumplir una fría rutinaria tarea de in'esti)aci%n parasus superiores, como hiciera tantas otras 'eces desdeue pas% a prestar sus ser'icios en el 1epartamento de9nteli)encia del ej#rcito de los Estados +nidos. Y esohabía sido en FGG, hacía a cuatro lar)os a8os de ello.

El teniente 2arter tenía sobrados moti'os para sen-tirse irritado hasta furioso. Maldecía el momento enue si)ui% su carrera militar, más a5n por habersededicado a al)o tan poco a)radecido como era la labor

de 9nteli)encia.2ierto ue ahora todos los permisos habían sido can-

celados, dada la tensa situaci%n producida por el climainternacional, más car)ado difícil ue nunca. $ero almenor sus compa8eros de armas estarían en los cuarte-les, esperando acontecimientos, hasta podrían ser 'i-sitados por sus no'ias, pero #l tenía ue cumplir unatarea, en ello estaba ahora, en 'ez de 'olar haciaEuropa con su :amante esposa. (bil tendría ue espe-

rar a mejor ocasi%n para casarse con #l disfrutar de laansiada luna de miel.

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Los faros del coche re'elaron una bifurcaci%n de lacarretera, en una zona oscura desierta, donde se al-zaban frondosos setos árboles coníferos. +n posteindicador se8alaba la pro&imidad de una peue8a po-

blaci%n, a su derecha, de una zona residencial a laizuierda. Tom% por este 5ltimo camino, en direcci%n ala falda de una colina, donde al)unas luces salpicaban laoscuridad, se8alando la presencia de una serie de'i'iendas dispersas.

Mientras rodaba en esa direcci%nH al)o cruz% el cieloante sus ojos. Le'ant% la mirada, sin dejar de conducirpor la estrecha carretera.


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sorpresa el sábado pasado, ue dio inicio al actualestado de cosas en el mundo. +na importante per-sonalidad política de *onn ha retirado esta noche, en elboletín informati'o de la tele'isi%n alemana transmitido

'ía sat#lite a toda Europa mediante cone&i%n si-multánea, su dis)usto preocupaci%n por la ue #l ca-li!c% de


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celer% al ensancharse la cinta de asfalto entre lasresidencias campestres. 1e trecho en trecho, una farolaalumbraba la ruta. Escudri8% en busca de la calle Tres,n5mero K, ue era su destino.

la entrada de la zona, se podía leer un r%tulo bien'isible, re:ectante en la noche;

$rohibido el acceso a personas ajenas a laurbanizaci%n. Esta zona es propiedad delej#rcito de los Estados +nidos.

2arter a sabía eso. Eran residencias de altos jefes o!ciales de las 6uerzas rmadas, instalados por el pro-pio ej#rcito en las cercanías de una base militar impor-tante, situada a s%lo tres millas de allí, al pie de lasmonta8as. @edujo la marcha del 'ehículo al 'islumbrarel K en un )lobo de luz situado junto a una cerca demadera, aparc% ante la casa. 1entro había luz,!ltrándose a tra'#s de las cortinas color naranja sua'e.

Empuj% la puerta de la 'alla, cruzando el senderoentre el c#sped las :ores, hasta lle)ar al porche alum-brado por una lámpara color caramelo. $uls% el llama-

dor, sonando dentro un tenue campanilleo musical. Tras unos instantes de pausa, al)uien abri% la puerta

sin soltar la cadena. +na !)ura femenina asom% por larendija, recortándose contra la claridad interior.

?3>ui#n es4 ?pre)unt%.?Teniente 2arter, de 9nteli)encia. 2reo ue le anun-

ciaron mi 'isita, se8ora (heldon.?h, sí, es cierto. +n momento, por fa'or. Ya no lo

esperaba...

?dmito ue es un poco tarde. $ero me confundí deruta al 'enir. Lo cierto es ue no conozco bien estare)i%n, se8ora.

Tras su e&cusa, pas% al interior. Ella había despren-dido a la cadena, antes de abrirle de nue'o. (e encon-tr% ante una mujer toda'ía jo'en, de unos treinta otreinta dos a8os, cabellos casta8os con media melena,rostro a)raciado unos risue8os ojos color caf# ueahora mostraban preocupaci%n e inuietud.

?$ase, se lo rue)o ?indic% con dulzura?. 7e acos-tado a al ni8o. Tenemos un hijo, 3sabe4 Tiene a siete

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a8os... El no sabe nada de lo relati'o a su padre...?2omprendo ?asinti% 2arter?. Es mejor así. Tal 'ez,

despu#s de todo, no sea nada irreparable, pueda'ol'er pronto junto a ustedes.

?Mucho me temo ue no sea así, teniente ?suspir%la dama?. $ero la esperanza es siempre lo 5ltimo uese pierde, por supuesto. (i#ntese, por fa'or.

2arter se acomod% ante ella, mientras la jo'en espo-sa apa)aba un receptor portátil de tele'isi%n donde es-taban dando noticias relati'as, sin duda, a la )ra'ísimacrisis mundial en curso. (onri% al)o forzado, a8adiendo;

?Malas noticias, 3'erdad, teniente4?(í, mu malas ?admiti% 2arter, pensati'o.

?3Toma al)o4 32af#, una copa...4?2af#, )racias. Tom# un bocado cuando 'enía paraacá, en un parador de la carretera. 0o acostumbro abeber, menos cuando ten)o ser'icio.

?(í, lo entiendo. ErAin era... bueno, es i)ual... ?recti!c% amar)amente la jo'en, ausentándose hacia lacocina.

@e)res% con dos tazas de caf#. (e sent% frente a su'isitante. El o!cial pens% ue tenía unas piernas tanbonitas como la cara, pero e'it% mirarlas descarada-mente. (i las ense8aba al cruzarse de piernas, ob'ia-mente no era por fri'olidad. La e&presi%n de la jo'enesposa era demasiado sombría para pensar al)o así.

?9ma)ino ue no se sabrá nada a5n de mi marido..,?susurr% ella.

?Lamentablemente, así es. El moti'o de mi 'isita esotro, se8ora. Es de suponer ue cuando sepan al)o se lodirán de inmediato por tel#fono...

?(í, supon)o ue sí. *ien, 3u# desea saber,teniente4

?Muchas cosas, en realidad. $ero s# ue no están ensu mano facilitármelas, por des)racia para todos.Empezando por esa f%rmula ue no aparece...

?h, la f%rmula... ?suspir% la jo'en esposa con tonofati)ado?. (abía ue tendríamos ue hablar de eso.2reí haberle dicho a al )eneral *ur)ess todo lo uesabía...

?En mi departamento son mu obstinados ?sonri%2arter?. $ero lo cierto es ue #se es un punto 'ital en

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esta cuesti%n. jalá supi#ramos lo ue sucedi% con esaa)enda de tapas de hule ne)ro ue tenía su maridocuando todo sucedi%...

?El me habl% muchas 'eces del circuito cerrado de

tele'isi%n en los laboratorios del 2entro de E&perimen-taci%n *iouímica...?h, sí. El famoso circuito cerrado ue se supone

debe reco)erlo todo en su 'ideo...?3Es ue no e&iste realmente4?E&istir, e&iste. $ero en esta ocasi%n es como si

nada. (%lo abarca un sector bastante amplio del labo-ratorio. Tenemos la )rabaci%n ma)n#tica. Y no nos sir'ede nada.

?3$or u#4?"erá... ?el teniente se frot% el ment%n, pensati'o?. "eo ue tiene un 'ideo ahí...

?(í, pero es normal...?Tambi#n el del 2entro lo es ?el jo'en o!cial e&trajo

de bolsillo de su chaueta militar una caja conteniendouna 'ideocassette. La puso sobre la mesa?. Esta es unacopia del 'ideo ori)inal. Esto autorizado a ue usted la'isione, por si nos sir'e de al)o. Le rue)o ue manten)ala serenidad todo el tiempo. Es importante ue se !je entodos los detalles. 2omo 'erá, nada nos hace suponerue su marido est# muerto, pero es posible ue al)o)ra'e le sucediera. Mant#n)ase tranuila trate deaudarnos. 2on su permiso, se8ora (heldon.

El teniente se incorpor% mientras ella asentía, co-nect% el 'ideo al tele'isor, aplicando la cassette almismo.

(e)uidamente, pudieron ser testi)os de la ima)en encolor perfectamente reproducida por el mecanismo elec-tr%nico en la pantalla del tele'isor. La jo'en palideci%cuando 'io caer a su esposo, cubri#ndose el rostro. $eroel cuerpo ued% fuera de ima)en, con la sal'edad deuna parte de sus piernas, e i)ual sucedi% con Bre)son aldesplomarse. (in embar)o, ued% 'isible en el campo'isual de la cámara oculta del laboratorio la manocrispada del doctor, de la ue poco despu#s, un hombreperfectamente identi!cable arrebat% el famoso librito detapas ne)ras. Lue)o, el ladr%n desapareci% de ima)en atodo correr. En la banda de sonido, los chillidos de los

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cobaas eran ahora el 5nico ruido audible.$osteriormente, al)o sucedi% fuera de ima)en, porueesos chillidos se hicieron estridentes, mezclados con unaespecie de ronco susurro ue creci% de 'olumen.

2uando era maor su potencia, al)o ocurri% a la cámara,porue la ima)en se borr%, un zumbido monocordebrot% del tele'isor.

2arter interrumpi% la reproducci%n. (e ued% miran-do a la se8ora (heldon.

?Eso es todo, se8ora ?dijo?. En ese momento, unainterferencia ine&plicable borr% absolutamente todaima)en sonido de la cassette. Los t#cnicos i)noran laraz%n del fallo.

?2uando esa ima)en se interrumpi%, mi esposo eldoctor Bre)son acían en el suelo, muertos o incons-cientes ?dijo ella con 'oz ronca?. (in embar)o...

?(# lo ue 'a a decir ?la interrumpi% Bar 2arter?.(in embar)o, cuando acudieron nuestros hombres allaboratorio, s%lo minutos más tarde..., no había el menorrastro de ellos. 7abían desaparecido por completo.

Ella asinti% con un mo'imiento de cabeza, tristemen-te. Y pre)unt%;

?En cuanto a ese hombre ue entr% a robar la a)en-da de mi esposo... 3ui#n era4

?+no de los hombres de con!anza del 2entro.(pencer @iordan, de (e)uridad. 7emos comprobadohace mu poco ue era, en realidad, un a)ente secretoal ser'icio del enemi)o. Y tambi#n ha desaparecido...con la f%rmula, naturalmente.

?La f%rmula... ?susurr% la dama?. $ero en realidad,3de u# clase de f%rmula se trata4

?32%mo4 $ero 3es ue no lo sabe4?0o, no lo s#. Mi marido me hablaba poco de sus

cosas, me dijo ue andaba detrás de al)o mu especial decisi'o, pero no me dijo u# era...

?$ues mucho me temo, se8ora (heldon, ue su es-poso dio con un arma secreta demasiado terrible a su

juicio para ponerla en manos de nadie, ni siuiera de supropio país. Y ue ese arma, ahora, puede ocurrir ueest# en manos de uienes dentro de poco pueden sernuestros enemi)os en el campo de batalla, en una)uerra de!niti'a para la super'i'encia de la

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7umanidad...

CAPITULO III

Yo// supo ue había lle)ado a su destino.Era la Tierra. +n planeta insi)ni!cante oscuro de un

sistema solar no demasiado importante, en una re-motísima )ala&ia ue #l no había oído nombrar antes.

$ero era allí. $laneta Tierra. (u na'e superlumínica lehabía transportado a auel mundo desconocido en mubre'e espacio de tiempo.

La superna'e se dilu% de inmediato, apenas mate-

rializada su forma física en el suelo de auel mundo.2omprob% ue el aire era respirable, como el suo pro-pio, la )ra'itaci%n densidad terráuea mu similar ala de su mundo. Mir% en derredor, intri)ado.

Los árboles ue le rodeaban le eran perfectamentedesconocidos. ltos puntia)udos, desprendían de susramas menudas a)ujas 'erdes ue alfombraban el sue-lo. Yo// nunca había 'isto antes de ahora un abeto.

La temperatura era beni)na. (e mo'i% sobre auelsuelo, haciendo crujir las a)ujas de abeto. l)o se mo'i%cerca de #l, echando a correr hasta alcanzar un troncode árbol, por el ue se subi% 'erti)inosamente. Yo//cla'% sus ojos en el animal. (u fuerza %ptica fren% a lacriatura en una rama, paralizándola. La obser'%,curioso. Tenía dientes pronunciados, una lar)a colapeluda hocico alar)ado. 0o había 'isto jamás unaardilla, pero su mente en se)uida analiz% al ser; unroedor sil'estre, totalmente inofensi'o con escasa in-teli)encia. Lo desech% de inmediato, alejándose del ár-bol. La ardilla pudo continuar su carrera, pre)untándosetal 'ez u# e&tra8a fuerza había lo)rado paralizarlacontra su 'oluntad por unos se)undos.

Yo// empez% a descender el decli'e de la colina. "ioluces allá en la distancia, o% sonidos secos lejanosue eran ladridos de perro, aunue #l lo i)norase.

Mir% hacia las estrellas. 1esde auí no se 'eía su)ala&ia, ni siuiera a tra'#s de su potente 'isi%n teles-c%pica, ni tan siuiera utilizando la concentraci%n

psico'isual. Estaba demasiado lejos de su mundo paraue eso ocurriera.

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+n roce, a su espalda, le puso en )uardia. Bir% lacabeza hacia el punto de ori)en de auel sonido. (eencontr% ante otra criatura desconocida para #l. Trat%de identi!carla mediante su l%)ica mental.

Bru8% el ser 'i'iente, er)uido sobre sus cuatro patas,rí)ido el rabo, abiertas las fauces brillante el hocico.*abeaba, los ojos brillaban como carbones encendidosen la oscuridad del bosue.

Era un perro sal'aje, hambriento feroz. 2ontempl%a auel aparente monstruo hostil a)resi'o. (u mentele ad'irti% en se)uida de ue era peli)roso, hostil.

2on otro ru)ido de rabia de a)resi'idad, el animalpas% al ataue. Tenía hambre. Y además, estaba rabio-

so. Eso le hacía diez 'eces más temible ue un lobo o uncoote.(alt% sobre Yo// como una centella, e&hibiendo sus

centelleantes colmillos, prestos a hincarse en auele&tra8o ser ue tenía ante sí, pero ue a no dudar podíaser su festín de la noche.

Yo// ni se inmut%. $oseía demasiados recursos parainuietarse por un simple perro homicida. Le bast% !jarsu mirada e&tra8a fría en el animal. Y proectar unapeue8a parte de su fuerza mental en auella mirada.

El perro re'ent% en el aire.Literalmente, reentó. (e hizo pedazos, como si una

)ranada hubiera estallado en su 'ientre. 6ra)mentos depiel, huesos %r)anos se dispersaron por douier, sal-picando de san)re la espesura. El cuerpo aniuilado,des)arrado, ca% lamentablemente a pies de Yo//.

Este mo'i% la cabeza. (us pensamientos fueronconcretos;

?(on seres de un primiti'ismo atroz. (i los humanosson parecidos, no ha problema al)uno. Mi misi%n serámu sencilla en este mundo...

Y si)ui% adelante, mo'iendo con cautela sus e&tre-midades sobre el suelo alfombrado de a)ujas de abeto,descendiendo hacia las luces del fondo, en su primerae&ploraci%n sobre el mundo desconocido al ue acababade lle)ar con una misi%n concreta; conocer a sushabitantes destruir a cuantos más, mejor, para pre-parar la fase !nal ue la Mente había planeado.

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* * *

m (heldon contempl% lar)amente a su 'isitante en

silencio. El teniente 2arter tom% un sorbo de caf#.?hora a lo sabe todo ?manifest% lentamente el jo'en o!cial?. Estamos mo'i#ndonos en tinieblas. 0osabemos nada sobre lo ocurrido en ese laboratorioauella noche. Lo 5nico cierto es ue su esposo, se8ora(heldon, se asust% por al)o ue había conse)uido, lue)o la realidad pareci% con!rmar sus temores. +nhombre de toda nuestra con!anza se re'el% como untraidor, al ser'icio del enemi)o, puesto ue incluso #l

desconocía la e&istencia de un circuito cerrado de tele-'isi%n en las instalaciones, imposible de detectar porcualuier espía, a causa de un sistema protector anti-ma)n#tico. Y ahora, la f%rmula está en manos de esetraidor o de sus compinches, sabe 1ios d%nde. Lo im-portante sería hallarla antes de ue sea demasiado tar-de, recuperar esa f%rmula... o en su defecto, dar con suesposo, si es ue 'i'e a5n para ue nos aude a saberu# clase de arma uímica encontr% cuál puede ser suefecto sobre el ser humano, lle)ado el momento.

?(í, entiendo eso mu bien ?ella le mir% pensati'a?. $ero dí)ame, 3por u# )ritaban tanto los conejillosde 9ndias del laboratorio4

?$arecían mu asustados, 3no es cierto4 ?2arter sefrot% el ment%n, con )esto ensombrecido?. $obrecillos...2reo ue tenían moti'o para ello.

?3>u# uiere decir4 ?se inuiet% la se8ora (heldon.?*ueno... 2uando entramos en ese laboratorio, no

uedaba uno solo con 'ida. Yacían muertos en sus jau-las. Muertos de un modo horrible... 7abían sido desan-)rados totalmente... de su esueleto no uedabanada.

?3>u# si)ni!ca eso4 ?se alarm% ella.?0o lo sabemos. 0adie les hiri% ni caus% lesi%n

'isible al)una. $ero en sus cadá'eres, s%lo uedaban lapiel la carne. 0i rastro de su esueleto, como si nuncahubieran tenido un solo hueso en su or)anismo,3comprende4

?2ielo, no... ?se estremeci%?. 0o puedo com-prenderlo...

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?Yo tampoco. $ero eso es lo ue sucedi%.?Y mi esposo, el doctor Bre)son... ese espía ene-

mi)o... desaparecidos, junto con la f%rmula... 1ios mío,teniente, 3u# sucedi% esa noche en el laboratorio4

?Tal 'ez no lo sepamos nunca, se8ora. $ero tu'o ueser al)o realmente horrible, al)o difícil de comprender...$or eso estamos trabajando en ello intensamente. Espreciso lle)ar cuanto antes a una soluci%n ue e&pliuetodos esos sucesos. 2on!aba en ue usted pudierasernos de al)una auda, se8ora.

?1es)raciadamente, a 'e ue no, teniente. Mi es-poso era mu reser'ado en cuestiones profesionales.(obre todo cuando trabajaba en al)o de tal importancia.

(abía, por sus preocupaciones constantes, por sus ratosde abstracci%n, ue estaba tras de al)o )rande. $erocuantas 'eces coment# al)o al respecto, me respondi%con e'asi'as, ale)ando ue todo cuanto correspondía al2entro de E&perimentaci%n era cosa de alto secretoo!cial.

?Tenía raz%n, el profesor (heldon siempre fue unhombre mu cauto preca'ido. Me ale)ra saber uepodíamos con!ar cie)amente en #l. Y s%lo espero ueaparezca con 'ida, para poder se)uir con!ando, tantoen su ciencia como en su discreci%n personal, se8ora(heldon.

?Eso, mucho me temo ue no sea a posible ?selament% ella, con 'oz cansada, triste?. l)o me diceue he perdido a ErAin para siempre.

?1ios no lo uiera ?suspir% 2arter, inclinando lacabeza?. 0ecesitamos a hombres como #l, más aho-ra, en la situaci%n en ue se encuentra el mundo.

?32ree ue la )uerra mundial es ine'itable, te-niente4

?Eso es lo ue parece. Las cosas han lle)ado a unpunto de má&ima tensi%n. Ya nadie puede ni uiere'ol'erse atrás. Es cuesti%n de horas ue todo salte enpedazos.

?37abrá )uerra nuclear4 ?se estremeci% ella.?$or las trazas, parece ue inicialmente s%lo será

una )uerra con'encional, con ataues a#reos, la infan-tería, la artillería el mo'imiento de na'es de )uerra enlos mares. $ero en cualuier momento puede com-

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plicarse todo. *astará ue al)uien sufra un duro re'#s uiera resol'er las cosas apretando un bot%n. Entoncessí ue saltaremos todos por los aires.

?37ubiera ser'ido de al)o en esta situaci%n la nue'a

arma uímica ue preparaba mi esposo4?Era un elemento disuasorio más. (e hubiese utili-zado una sola 'ez, limitadamente, sobre las fuerzas mi-litares contrarias. Y uizá hubiera bastado. hora, esearma podría estar en manos del enemi)o.

?2ielos... ?la 'io retorcer los dedos entre sí al unirsus manos ner'iosamente?. 32%mo puede un hombretraicionar a su patria 'ender un secreto 'ital al ene-mi)o4 Ese espía ue usted mencion%, (pencer @iordan...

?1inero. 'eces basta el dinero, una fuerte suma.En ocasiones son ideolo)ías o fanatismos ine&plicables.$ero así son las cosas en este mundo. 7a lle)ado apensar ue todos estamos locos.

La se8ora (heldon mo'i% la cabeza a!rmati'amente,como si las palabras de su 'isitante estu'ieran total-mente de acuerdo con su modo de pensar. 2arter sepuso !nalmente en pie, con un suspiro, tomando su)orra de encima de un mueble.

?3(e marcha a4 ?pre)unt% m (heldon.?2reo ue a nada me retiene auí, se8ora ?sonri%

el o!cial?. Le informaremos en cuanto su esposoaparezca, no le uepa duda. Tambi#n la tendremos in-formada de cualuier no'edad ue se produzca, rela-cionada con el profesor. 0o di)a nada a nadie de todoesto. (i le pre)untan, e&pliue ue su esposo está au-sente, fuera del país, su preocupaci%n se debe a laposibilidad de ue la )uerra le sorprenda sin tiempopara re)resar.

?-2onfíe en mí. (er# tan discreta como siempre lofue mi marido, teniente.

?Lo s#, se8ora. Ya me he dado cuenta de ue po-demos con!ar en usted totalmente. Lamento no haberlepodido traer buenas noticias. Bracias por su hospi-talidad, hasta mu pronto.

?7asta ue usted uiera, teniente. Le esperar# conimpaciencia, pensando ue puede 'ol'er a traerme no-ticias de ErAin. unue haa ad'ertido ue so unamujer mucho más jo'en ue #l, lo cierto es ue nos

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lle'amos mu bien uiero a mi marido.?Me consta, se8ora (heldon. 0o tenía ue mencio-

nármelo siuiera... Y cort#smente, el teniente 2arter abandon% la casa,

encaminándose de re)reso a su coche. % ladrar a losperros en la 'ecindad. Mir% en torno, intri)ado. Eranormal ue en la noche ladrasen los animales de lascasas aisladas, pero esta 'ez parecían todos sufrir unaespecial e&citaci%n. Mene% la cabeza entr% en su co-che, diri)i#ndose de re)reso a la carretera ue conducíaa la ciudad.

La casa del profesor, con sus 'entanas de luz ana-ranjada, ued% atrás, en la oscuridad, bajo las estrellas

rutilantes de un cielo despejado claro.

* * *

El sheri Iillian solt% una imprecaci%n al oír la 'ozpor tel#fono.

?3Y c%mo diablos ha podido suceder eso4 ?pre-)unt% con tono irritado.

(u comunicante fue al)o torpe al responderle, perose ad'ertía temor en su 'oz;

?0adie pudo e'itarlo, sheri. (on cosas ue ocurrena 'eces, accidentes ine'itables... 0uestras instalacionesson se)uras, adoptamos toda clase de precauciones...

?(in embar)o, ha sucedido ?refunfu8% Llod Iillian.?2laro ue ha sucedido. $or eso le llamo. El asunto

es )ra'e...?9n!ernos, eso a lo s#, pero 3c%mo pudieron es-

capar a la 'ez una serpiente 'enenosa un ti)re4 Lle-'ando esa clase de animales en su circo, lo l%)ico eraadoptar toda clase de medidas de se)uridad.

?Jamás ha ocurrido antes de ahora. $rimero escap%el ti)re. (e abri% la jaula por un accidente. El domadorno pudo e'itarlo. +no de nuestros artistas, una jo'enue hace un n5mero arries)ado con las serpientes, se'io ante el ti)re cuando estaba )uardando a susanimales. 0o teme a los reptiles, pero sí a los ti)res, se

puso ner'iosa, tratando de huir. El reptil escap% en esemomento se perdi% en la maleza cercana a la

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instalaci%n de la carpa. 7emos batido toda la zona sindar con la serpiente ni con el ti)re, sheri. $or esorecurrimos a usted.

?Está bien, si)an buscando, de todos modos. 9r#

hacia allá con mis dos audantes, a 'er u# puede ha-cerse. Lo peor será si al)uno de esos animales se meteen una propiedad pri'ada... 7a una zona residencial ahí cerca...

?Lo sabemos. $ero dista bastante. 2laro ue el ti)repuede recorrer )randes distancias, pero no así el reptil,ue se)uramente se habrá escondido en al)una zonadel bosue ue nosotros no hemos localizado. +stedes,ue conocen mejor la re)i%n, pueden dar más

fácilmente con esa serpiente, esto se)uro.?Es lo ue me faltaba ?farfull% el sheri, col)andocon rabia el tel#fono?. La radio dando noticiasalarmantes, el mundo al borde de la )uerra total... aesos titiriteros se les escapan nada menos ue dos ani-males altamente peli)rosos, en una zona habitada...C$ara 'ol'erse locoD

Llam% a sus dos comisarios, juntos emprendieron lamarcha en un -eep, hacia la zona donde se habíaproducido la alarma. Lle'aban consi)o ri:es de repeti-ci%n con mira telesc%pica, para intentar cazar a las !e-ras sin ries)o, a ser posible. Tambi#n iban pro'istos depotentes re:ectores con los ue escudri8ar la oscuridadde los bosues. $ero aun así sabían ue iban a enfren-tarse a una dura difícil labor.

2uando lle)aron cerca de las luces del circo, cuacarpa multicolor, a )randes franjas, destacaba en auelamplio claro, cercano a la parada de autob5s re)ular,tambi#n al 'ecino pueblo, el sheri Iillian detu'o su

-eep salt%, ri:e en mano, acudiendo adonde los artis-tas del circo estaban reunidos, en a)itado )rupo, nolejos de otras jaulas en cuo interior ru)ían, inuietos,leones ti)res, mo'i#ndose ner'iosos de un lado a otro.+n hombre )rueso, con chaueta de faldones lar)os,color rojo, se apro&im% a ellos, enju)ándose el sudor desu rostro con)estionado.

?h, )racias al cielo ue a lle)aron, sheri ?dijocon ali'io?. Yo so uien le llam% antes...

?3Es usted el empresario4

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?sí es. Empresario jefe de pista ?a!rm% #l otro,enfático?. 3$uedo audarle en al)o4

?Mucho me temo ue no. 1í)ame, al menos, haciad%nde cree ue pudieron ir los dos e'adidos...

?(e)5n los testi)os, el ti)re fue hacia allá ?se8al%al norte?. La serpiente lo i)noramos. 0adie la 'io escapar, ni siuiera su due8a.

?$erfecto ?rezon)% Iillian, sarcástico?. Eso 'aaudarnos mucho, esto se)uro.

?Lamentamos lo ocurrido tanto como usted, sheri ?se e&cus% el empresario, cabizbajo?. 2omprenda uees mu posible ue perdamos ho a dos 'aliososejemplares de nuestro zoo particular...

?1en )racias si eso ocurre antes de ue sea dema-siado tarde, sus encantadoras criaturas e'adidas no sehan lle'ado a a al)uien por delante cuando les dedemos alcance. 3El ti)re es mu feroz4

?Todos esos animales lo son, sobre todo si seasustan o tienen hambre...

?Ya. 3Y la serpiente4 3>u# clase de reptil esconcretamente4

?+na cobra.Iillian sinti% un escalofrío. Era lo peor ue podía oír.

En auella re)i%n había cr%talos 'enenosos, pero suponzo8a podía ser combatida por los e&pertos conrelati'a facilidad para ue no resultara mortal. +nacobra era otro cantar mu distinto. Era como si lamuerte misma andu'iera liberada por ahí, acechando acualuiera desde las sombras.

?+na cobra... ?resopl%?. 32on todo su 'eneno4?(í ?el empresario tra)% sali'a?. (e hace así e

n5mero para darle maor realidad espectacularidad. l!nal del mismo, siempre muere un conejo o un rat%n de9ndias, como culminaci%n del espectáculo, para ue elp5blico comprenda lo mortífero de su 'eneno...

?Encantador ?Iillian sacudi% la cabeza, malhumo-rado?. *ien, muchachos, a lo oísteis. "amos en buscade esos dos an)elitos. (erá un safari mo'ido, nada deun paseo de placer. (i 'eis a uno u otro animal, disparadprimero acercaos despu#s. En marcha. Y ustedesprocuren no sufrir más deserciones en su zool%)ico.

Los hombres se encaminaron al -epp de nue'o. Iillian

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conect% el foco a'anzaron en la noche hacia losbosues las colinas cercanas, a marcha lenta. trás,ued% el circo con su cara'ana de remolues-'i'ienda,su lona multicolor la jaulas de los inuietos animales,

cuos )ru8idos se)uían siendo amenazadores, hoscos,llenos de ner'iosismo tenso.?Esos bichos están irritados ?)ru8% Iillian, sacu-

diendo la cabeza?. $resienten al)o malo, diría o, aun-ue no entiendo mucho de animales sal'ajes.

?Tiene raz%n ?corrobor% uno de los al)uaciles?.Escuche tambi#n a los perros en las casas de la urbani-zaci%n militar. Ladran como condenados desde hacerato.

?>uizá haan olfateado a la pro&imidad del ti)re...o de la cobra ?solt% una imprecaci%n?. (erá mejor uepasemos antes por allí, no sea ue esa pobre )entesufra un susto... o al)o peor.

sinti% su comisario, conduciendo hacia la urbani-zaci%n, al fondo del 'alle rodeado de bosues de abetos.El re:ector barría con su potente claridad el boscaje los arbustos, ahuentando a 'eces a conejos, ratas decampo e incluso al)5n ue otro felino sal'aje de menortama8o, sorprendido en su sue8o o en su nocturnacacería.

?Muchos animales sueltos, pero nin)uno el ue bus-camos ?)ru8% Iillian?. (erán los primeros en aterro-rizarse si se 'en ante un hermoso temible ti)re de*en)ala...

?3Y u# me dice de la cobra, sheri4 ?sonri% a'ie-samente uno de sus hombres.

?0o me hables de eso ?resopl% Iillian?. $re!ero nopensar en ello hasta ue d# con ese maldito o!dio...lláa lo lejos, los perros se)uían ladrando, crispa dos eirritables como nin)una otra noche...

* * *

Yo// lle)% cerca de las casa. Mir% sus estructuras concuriosidad. (u mente analiz% con rapidez todo auello.

(e dijo a sí mismo, con mecánica frialdad


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'ulnerables. 9luminaci%n rudimentaria mediante al)5n:uido de tipo el#ctrico primario. Materiales pococonsistentes.=

(e acerc% a una 'alla de madera. Mir% al otro lado.

+n perro ladraba. l 'erle, emiti% un aullido se reple)%sobre sí mismo, con el rabo entre las patas, mirándoleasustado. Yo// identi!c% al animal como mu semejanteal ue tu'iera ue destruir en el bosue, aunuebastante más d%cil asustadizo.

Yo// escudri8% una 'entana iluminada. (u miradapudo taladrar sin di!cultad muro 'idriera, cortinajes 'isillos, lle)ando al interior )racias a su poderosa fuerza'isual. Era como si un humano pudiera atra'esar las

paredes con unos ojos como @aos N.


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)oneta aparcada cerca de una de las casas ele)idas, 'is-tiendo totalmente de oscuro, con las manos en)uanta-das un re'%l'er al cinto, por si las cosas se poníanfeas. El arma lle'aba un tubo silenciador para no pro-

'ocar la alarma en el caso de tener ue ser disparada.El ladr%n a'anz% decidido hacia el lu)ar ue debíades'alijar en primer lu)ar. Los ladridos de los perros'ecinos le habían hecho dudar un buen rato, antes dedecidirse a actuar, pero al comprobar ue no era a supersona a uien ladraban, le hizo tomar su decisi%n descender de la fur)oneta para lle'ar a cabo el prop%-sito ue le lle'ara hasta allí.

>uiso la fatalidad ue al entrar en acci%n, fuese jus-

tamente cuando Yo// doblaba la esuina del edi!cio,saliendo a auella calle, bajo el resplandor de una farolade alumbrado p5blico.

Los dos seres se encontraron frente a frente, justoante la puerta de la 'alla del edi!cio desierto oscuro,(e uedaron mirando el uno al otro,

Yo// permaneci% tranuilo, impasible. El ladr%npalideci% intensamente, contemplando con una mezclade horror e incredulidad al e&tra8o 'isitante nocturno.

?C2ielosD 3>u# es eso4 ?jade%?. 0o parecehumano.

1e inmediato se tranuiliz% al 'er ue auel entepasmoso e increíble no se mostraba a)resi'o en absolu-to. +na idea acudi% a su cabeza, capaz de e&plicar lo)rotesco del aspecto de auella criatura.

?>u# tontería ?se dijo?. Es un 'ul)ar disfraz...1ebe haber una !esta en al)una de esas casas, unode los in'itados ha salido sin uitarse su horrible disfraz."amos, ami)o, no ande por ahí de ese modo. 1a ustedun susto al más pintado... ?conclu% con una risita.

Yo// trat% de comprender auellos sonidos ue bro-taban de los labios del humano. (u cerebro trabaj% conrapidez. 0o le result% nada difícil con'ertir en ideasinteli)ibles auella jer)a ue escuchaba por primera'ez. (u poderoso cerebro hizo la traducci%n casiinmediata;

?2ree ue so uno de los suos, con al)o encimapara cambiar su aspecto físico ?medit%?. Es un neciosin cerebro. $ero 'a armado. Ese objeto es un arma

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rudimentaria. Y no es un habitante de este lu)ar. "ienea cometer al)o ilícito, un delito. (us lees no permitenue se ha)an cosas así.

(e mo'i% hacia el merodeador, tratando de

establecer un contacto para ir conociendo más a fondo aauellas criaturas humanoides del planeta Tierra. Esoasust% al terrestre. Y era natural. Yo// no se desplazabacomo los demás seres humanos. 7abía :otado en elaire, deslizándose hacia #l sin tocar el suelo. (us e&tre-midades, pens% el ladr%n, no podían corresponder enmodo al)uno a un hombre, por mu disfrazado uefuese.

(olt% una sorda imprecaci%n empu8% su re'%l'er,

dominado por el pánico. 0o sabía lo ue podía seraquello, pero se)uro ue no resistiría un par de balazos.?CMárchese de auí o le con'ierto en un colador,

ami)oD ?bram% el merodeador, amartillando su re'%l'ersin contemplaciones.

El suo era un )esto a)resi'o. Yo// no se asust% porello. (e limit% a estudiar al terrestre con sus fantásticosojos luminosos. El destello fosforescente de auellassin)ulares pupilas, desat% el terror del ladr%n.

pret% el )atillo dos 'eces. El arma despidi% los pro-ectiles con dos llamaradas dos secos taponazos uesonaron ásperamente en la calle desierta silenciosa.

Yo// not% ue le )olpeaban las piezas de ardientemetal, cla'ándose en su cuerpo. 0o not% el dolor. (ucerebro había actuado de inmediato, bloueando todoposible sentimiento lacerante. (e le abrieron dos heridas )ote% al)o oscuro, pastoso, nada parecido a la san)re,ue manch% el asfalto de la acera.

1e inmediato, las heridas se cerraron por sí solas. Elladr%n, presa del pánico, dispar% otra 'ez. Yo//comprendi% ue eso si)ni!caba a)resi%n, deseos dedestruirle.

7abía sido educado pro)ramado en su mundo pararechazar cualuier a)resi%n del modo más e!caz po-sible; matando al enemi)o. Y eso es lo ue hizo Yo// enesta ocasi%n.

6ulmin% al merodeador con su simple mirada. Esta sehizo resplandeciente, mu !ja en su enemi)o. El armano pudo ser disparada de nue'o, como #l pretendía.

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ntes de conse)uirlo, su cuerpo pareci% re'entar enpedazos, se des)arr% su carne, salpicando de san)re restos humanos la calle, estall% el cerebro, auelcuerpo informe, roto, se desplom% en la calzada de

inmediato.El afán homicida se e&tin)ui% en la mente de Yo//. Yanada tenia ue temer. El a)resor a no e&istía. Era unapiltrafa.

(i)ui% tranuilamente su camino, dejando atrás losresiduos humanos salpicando el asfalto, como 5nica e'i-dencia del fulminante terrible drama allí acaecido enplena noche, sin testi)o al)uno.

u# mas uisiera oD 0ada de bromas, teniente.

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+n maldito circo instalado a un par de millas de auí, hadejado escapar est5pidamente a ambos animales. Yhemos se)uido el rastro del ti)re hasta auí. 1el reptil,no sabemos nada de nada.

?+n ti)re en esta 'ecindad... ?se estremeci% 2arter?. 1ios mío, esas casas de la urbanizaci%n puedenpeli)rar...

?Ya lo creo ue pueden peli)rar ?a!rm% Iilliammalhumorado?. Esas casas no re5nen condiciones paradetener el ataue de un ti)re furioso o hambriento. Las'entanas, las puertas traseras, las cercas de madera...

Todo es 'ulnerable para un animal así.?3Les han a'isado4

?"amos a hacerlo ahora, por si pueden tomar me-didas. 3+sted 'a a la ciudad4?9ba. 2reo ue les intentar# echar una mano ?

suspir% el o!cial?. 9nformar# a mis superiores de lo uesucede, por si pueden audarnos.

"ol'i% al coche us% su radiotel#fono para comunicarcon el mando ad'ertirles de la fu)a del ti)re delreptil. 6ue autorizado a cooperar con las autoridadeslocales, le prometieron el en'ío de un helic%ptero de lacercana base, para sobre'olar la re)i%n en busca de losanimales escapados.

?*ien, 'amos allá ?dio 'uelta en redondo a suautom%'il?. 9r# con ustedes, sheri. Lle'o un fusil en elportaeuipajes. (i lle)a el caso, puede sernos 5til. 7e'iajado un par de 'eces a la 9ndia s# al)o sobre ti)res.1ios uiera ue sea lo su!ciente.

?Más de lo ue o s#, desde lue)o ?se uej% elsheri Iillian?. Lo más feroz con lo ue tu'e ueenfrentarme fue un )ato mont#s en una ocasi%n, unpar de lobos en otra. Bracias por su cooperaci%n,teniente.

@odaron un trecho, deteni#ndose en distintos puntoscuando creían 'er mo'erse al)o sospechoso, a la clari-dad del potente foco, pero en nin)5n caso respondi% elhallaz)o a las esperanzas puestas en ello.

?1e todos modos, el ti)re pas% por auí ?dijo enuna ocasi%n 2arter, a)achándose entre los abetos to-cando unas huellas en la alfombra de a)ujas 'erdes?.Estas se8ales corresponden a sus )arras, sin lu)ar a

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dudas, sheri.?Menos mal. 2uando menos, estamos en el buen

camino, en lo ue al ti)re respecta.? mí me inuieta más el reptil ?se8al% 2arter,

ce8udo. Mir% en torno, a las frondosas copas de lasconíferas?. $uede estar auí mismo, en cualuier lu)ar,presto a saltar sobre uno de nosotros cla'arnos susincisi'os llenos de 'eneno mortal, si es ue no hamordido a a al)una otra persona...

?CEh, deten)ámonosD ?)rit% en ese punto uno delos comisarios, se8alando e&citadamente con su ri:e ala espesura?. 7e 'isto al)o allí, entre auellos ma-torrales. $arece ue está inm%'il, tiene color claro...

Tal 'ez sea el ti)re. Todos se echaron sus armas de lar)o alcance al hom-bro. 2arter se mo'i% cautelosamente hacia el puntodonde el foco re'elaba una mancha de color claro en laoscura fronda. El al)uacil tenía raz%n. uello, fuese loue fuese, no se mo'ía. 2uando estu'o más cerca, el

jo'en o!cial se estremeci%. 7izo un ademán con subrazo armado a los demás.

?Es un hombre ?dijo?. 2reo ue está muerto... Tal'ez una 'íctima de ese ti)re o de la serpiente, no s#...

'anz% un par de pasos. Iillian se reuni% con #l,temiendo lo peor. mbos hombres lle)aron al lu)ardonde auello acía entre la hojarasca. La linterna delsheri re'el% el cuerpo humano, e&ánime, e&tra8amentelí'ido, casi c#reo, de ahí su remota semejanza con eltono amarillento de la piel de un ti)re ben)alí.

?1iosP ?susurr% el sheri?. CEstá muertoD?Y bienmuerto ?asinti% 2arter, ce8udo, al)o pálido, apoandouna rodilla en tierra, junto al cadá'er, ue e&amin% sintocarlo siuiera. 'is%, al 'er ue el sheri se inclinabahacia #l?; 0o, no lo roce lo más mínimo.

?3$or u#4 ?se e&tra8% el hombre de la le.?$odría haber contaminaci%n de al)5n tipo en este

cuerpo, sheri.?32ontaminaci%n4 3>u# está diciendo4?0o ha sido el ti)re uien lo mat%. 0i tampoco la

cobra. Este hombre ha muerto del mismo modo ue 'imorir a unos conejillos de 9ndias. Es una enfermedaddesconocida, acaso conta)iosa. $uede tratarse de un

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'irus. Este hombre trabajaba en el 2entro de E&peri-mentaci%n Militar cercano.

?3Le conoce usted acaso4?(í. (e llamaba (pencer @iordan... tenemos mo-

ti'os para pensar ue era un espía al ser'icio de unapotencia enemi)a de los Estados +nidos, sheri. @ob%al)o... ese al)o creo ue ha sido lo ue le mat%.

Y se mantu'o absorto, sombrío, !ja su mirada preo-cupada en auel cuerpo humano e&tra8amente 'aciadode san)re hasta su 5ltima )ota, sin herida aparente al-)una ni la menor se8al de 'iolencia en todo su ser.

9)ual ue los cobaas del laboratorio del profesor(heldon, el ladr%n de la a)enda del desaparecido cien-

tí!co, el espía había encontrado una misteriosa e in-uietante forma de muerte en su camino.

* * *

El )eneral 7oAard *ur)ess, de 9nteli)encia Militar,contempl% lar)amente en silencio a su interlocutor. Estepase% por la habitaci%n lentamente, la mirada perdida

en la distancia, a tra'#s del 'entanal asomado a lapanorámica ajardinada de Qashin)ton.

?1e modo ue ese espía apareci% muerto... ?dijocon lentitud.

?(í, se8or presidente ?a!rm% *ur)ess.?3Y la f%rmula4?0i rastro de ella. 0o la tenía entre sus pertenen-

cias. Tampoco en su domicilio habitual. 0o sabemosc%mo lle)% hasta auel lu)ar del bosue donde pereci%,

pero es e'idente ue muri% de un modo raro, poconormal.

?3Le han hecho la autopsia4?(e la están practicando ahora, se8or presidente ?

e&plic% *ur)ess?. @ecibiremos noticias directas de labase en cuanto e&ista un informe m#dico al respecto.

?*ien. $ero 3cuál es la primera impresi%n de losforenses4

?1e e&tra8eza. Es una forma rara de morir, se8or.

0o ueda una )ota de san)re en su cuerpo. Es como siun 'ampiro le hubiera succionado hasta la 5ltima )ota.

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(%lo ue no e&iste succi%n ni huella al)una de 'iolenciaen todo su cuerpo.

?3Es todo4?0o, se8or. 0o es todo, des)raciadamente ?hume-

deci% *ur)ess sus labios.El presidente de los Estados +nidos se 'ol'i% hacia elmilitar. Le mir%, ce8udo, las manos a la espalda.

?3>u# más ha, )eneral4 ?uiso saber.?0o e&iste esueleto.?3>u#4?El cadá'er de (pencer @iordan... no tiene osamen-

ta. 2arece de esueleto por completo. Es carne fofa,amorfa, sin armadura %sea. l transportarlo, con las

debidas precauciones, en una ambulancia as#ptica, manipulado por personas prote)idas con ropas, )uantes mascarillas adecuadas, era como trasladar un trozo de)elatina, tal era su blandura.

?2ielos, eso es horrible ?los ojos del presidentee&presaron su horror?. 32%mo puede moerse unhombre despro'isto de esueleto interiormente4

?0o lo s#, se8or. 0i siuiera sabemos si se mo'i%, ofue trasladado allí por al)uien. Lo cierto es ue delmismo modo murieron los cobaas del laboratorio del2entro E&perimental, donde desaparecieron el profesor(heldon el doctor Bre)son.

?3>u# es lo ue piensa ue sucedi%, )eneral4?0o pienso nada. Esto aturdido, se8or. Mi subor-

dinado, el teniente 2arter, me e&puso una teoría portel#fono, desde donde ahora se halla.

?3>u# teoría4?>ue esa forma de muerte puede tener relaci%n

mu directa con la f%rmula del profesor (heldon. Esdecir, ue acaso sea su arma letal la ue caus% esasmuertes, se8or presidente.

?3+n arma ue destrue el esueleto humano,)eneral4

?E'identemente, sería una forma espantosa se)u-ra de abatir a ej#rcitos enteros, si ese arma causaratales efectos sobre concentraciones masi'as dehombres. $ero claro, es s%lo una teoría por el momento.$or sí sola, no e&plica lo ocurrido, ni las misteriosasdesapariciones de ambos cientí!cos del interior del

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laboratorio, sin dejar huellas.?1estruir el esueleto, desan)rar al ser humano... ?

el presidente mo'i% la cabeza, sobreco)ido?. +n armaasí, capaz de conta)iar a todos en derredor... sería

espantoso. 3$uede producir un 'irus esos efectosaterradores4?Eso tendrán ue e&plicárnoslo los m#dicos tras el

e&amen forense del cadá'er deshuesado desan)radodel espía @iordan, se8or.

?3(i)ue el teniente 2arter en el mismo lu)ar4?(í, se8or. (e ha ofrecido para cooperar con las

autoridades locales en la cacería de dos peli)rosos ani-males e'adidos de un circo, ue podrían poner en )ra'e

ries)o las 'idas de las familias del personal de la baseue residen en la urbanizaci%n cercana. 2omo esacircunstancia le permiti% dar con el cuerpo de @iordan,he pensado ue si)a con esa tarea, por si tambi#n, dande al)una forma con el rastro de (heldon Bre)son. 1etodos modos, tendrán ue darse prisa, porue elser'icio meteorol%)ico anuncia un brusco cambio detemperatura, con llu'ias torrenciales tormentas en esazona del país, entonces será más difícil dar con losanimales desaparecidos en la pasada noche. h, porcierto, se8or, hemos en'iado allí un par de helic%pterospara ue rastreen la zona en busca del ti)re el reptil'enenoso, pero hasta el momento sin resultado.

Tambi#n buscan huellas del paradero de los dos cientí-!cos al mismo tiempo, intentando así matar dos pájarosde un tiro, 'al)a la e&presi%n.

?(í, conforme, )eneral. $ero me )ustaría hablar conese jo'en o!cial, no ol'ide hacerle 'enir a Qashin)toncuanto antes ?el presidente se frot% la sien, pensati'o, esboz% una amar)a sonrisa?. Eso, si mi cole)a rusonos concede tanto tiempo para esos asuntos...

El rostro del )eneral se ensombreci% de repente, asinti% con la cabeza, sin uitar sus ojos del semblantepreocupado del primer mandatario del país.

?32%mo están las cosas en ese sentido, se8or4 ?inda)%.

?Mal ?suspir% el presidente?. En Mosc5 ha habidoun aplazamiento de la decisi%n del (o'iet (upremosobre la cuesti%n de nuestra inter'enci%n militar en

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2entroam#rica. $ero a lo más tardar ma8ana, habrá unarespuesta ue me temo sea la peor de todas, )eneral.

?(í, eso es lo ue suponía o tambi#n, se8or. 37apodido hablar con ellos4

?7e utilizado a dos 'eces el


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* * *

El cielo se estaba nublando con rapidez sorprenden-

te. (oplaba un aire h5medo al)o frío, presa)iandollu'ia. $or si ello fuera poco, bram% el trueno en lalejanía con un sordo tamborileo ue recordaba el )ru-8ido hosco de los osos en las monta8as.

Yo// despert% bruscamente.(u sue8o era li)ero habitualmente. $ero se había

cansado la noche antes, durmi% de modo profundohasta ue auel lejano retumbar le hizo 'ol'er a larealidad, al)o perplejo.

0unca antes de ahora había oído tronar. (%lo conocíael bramido de las con'ulsiones )eol%)icas de su planeta. Tampoco conocía las nubes ue ahora, con )risesmanchones, empa8aban el horizonte, sobre las monta-8as cubiertas de abetos. Lo mir% todo, entre curioso desorientado. Trat% de e&plicárselo mentalmente, supoderoso cerebro adapt% con rapidez los fen%menos at-mosf#ricos de la Tierra a su concepto de las cosas.


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der suo destructor a )rupos de )ente. 1espu#s, mien-tras la Mente disponía la in'asi%n total, sería el instanteadecuado para comenzar su tarea de e&terminio masi'o.Los in'asores debían de hallar un mundo atemorizado,

desmoralizado sin medios de defensa adecuados. Esaera su labor concreta. Y tenía ue comenzarla de unmomento a otro, ahora ue a creía conocer bien lanaturaleza real de sus enemi)os terrestres.

Yo// camin% por la espesura, mirando a los nu-barrones, cada 'ez más ne)ros densos en la distancia.

Y cada 'ez, tambi#n, más cercanos. El aire roz% su pielinsensible a los cambios atmosf#ricos o a las alte-raciones t#rmicas, por fuertes ue fuesen. El del)ado

tejido ue cubría su epidermis a modo de ropaje, eratambi#n capaz de prote)erle de todo ri)or en cualuierclima.

1e pronto, Yo// se par% en seco. l)o en su mente ledijo ue había un peli)ro cercano. @ápido, mir% a lo alto,a una rama de abeto sobre su cabeza. "io a la e&tra8acriatura.

0unca antes de este momento se había enfrentado asemejante clase de ser 'i'iente. 2ol)aba de la rama eiba a caer sobre #l de un momento a otro.

Era furti'o, sinuoso, se deslizaba sin producir ruido, tenía una super!cie escamosa, entre amarillenta parduzca. +na cabeza achatada, alti'amente er)uida, semantenía cerca de #l. +nos ojos amarillentos, 'idriosos,se cla'aban en Yo//.

?+na serpiente ?dijo su cerebro, analizando conrapidez lo ue tenía ante sí?. +n animal peli)roso. +nreptil. 0o parece aclimatado a este lu)ar. 1ebe procederde otro lu)ar. Es 'enenoso. uy 'enenoso. Mortal paralos humanos. +na serpiente cobra. Es el nombre ueellos le dan.

La cobra emiti% un sonido sibilante. Lue)o, con unarapidez de mo'imientos ue Yo// no podía ni ima)inar,salt% furiosa sobre #l. (inti% ue los a!lados incisi'osperforaban su del)ado ropaje penetraban en sucuerpo. 1e inmediato supo ue el reptil le había inocu-lado todo su 'eneno.

El aliení)eno actu% de prisa, aunue a era tarde.(us e&tra8as manos membranosas oscuras rozaron la

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piel del animal. 1e inmediato, la cobra se con'ulsion%,sacudida por una fuerza ue desconocía, ue sacudi%su cuerpo con un trallazo doloroso. La cabeza del reptilestall% de inmediato, des)arrándose su bella piel es-

camosa salpicando de san)re jirones de carne elárbol el cuerpo de Yo//.Este alej% de sí los restos destrozados del o!dio, ue

rod% inerte sobre la alfombra de a)ujas de abeto.@etrocedi%, tambaleante.

Le ocurría al)o raro. La 'isi%n le fallaba, tornándosenublada. (u cuerpo todo se a)it% en una con'ulsi%nbrusca. 2a% en el suelo, sintiendo un ramalazo de fríointenso en todo su ser. 0unca había notado nada

semejante.


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$ero me cost% trabajo. Mucho trabajo... Esa miserablecriatura de aspecto insi)ni!cante era tan peli)rosa...

La mir%, pensati'o. La alej% con un )olpe de su pie.Los restos de la cobra 'olaron por los aires, hasta

)olpear un tronco de abeto. Yo// camin% despacio, al)o'acilante, recuperándose a5n de la inesperada crisissufrida.


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lu)ar donde momentos antes se estrellara el rao contanta 'iolencia.

Yo// no lo sabía, pero #se iba a ser el maor errorue podía cometer en tal momento.

CAPITULO V

El teniente 2arter mir% sombríamente al sheri Iillian.

?3>u# es lo ue ocurre ahora4 ?pre)unt%.?0o lo s#, la 'erdad ?resopl% el representante de la

le en el condado?. $ero creo ue estamos ante otro

eni)ma sin fácil e&plicaci%n, ami)o mío. caban deinformarme mis hombres de ue el cadá'er de unhombre ha aparecido destrozado, en plena urbanizaci%n.

?3tra 'íctima de ese 'irus4 ?se alarm% 2arter.?0o, teniente. 0o lo creo. Este derram% más san)re

ue un cerdo. Estaba destrozado, como si le hubierare'entado el cuerpo a causa de una e&plosi%n. $ero nohabía la menor se8al de artefacto e&plosi'o cerca nilejos de donde fue hallado.

?32uál fue, entonces, la causa de su muerte4 3ca-so... el ti)re e'adido de ese circo4

?Es lo ue pensaron mis hombres inicialmente, perotampoco había rastro al)uno de un animal sal'aje, nihuellas de colmillos. (encillamente, por al)5n moti'ore'ent% su cuerpo, abierto en canal, se dispersaronsus 'ísceras tejidos en una amplia zona alrededor,dejando todo ba8ado en san)re. +na muerte horrible.7emos podido identi!car a la 'íctima.

?3>ui#n era4?*arne Qoods, un tipo conantecedentes penales por robo con escalo en 'ariasocasiones. Lle'aba encima 5tiles de escalo, e incluso unre'%l'er ue dispar% 'arias 'eces antes de morir. Esohace suponer ue fue sorprendido por al)uien, hizofue)o... lue)o re'ent%.

?Eso no tiene mucho sentido, sheri.?9n!ernos, 3cree ue no lo s#4 ?se enfureci% Iillian

?. $ero a mí me tienen ue ocurrir todas las cosas rarasde este mundo; e'asi%n de animales feroces, muertos

ue pierden san)re esueleto, ladrones ue re'ientansin causa razonable aparente... Ya s%lo me falta ue los

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so'i#ticos arrojen auí su primera bomba at%mica...?Eso tampoco puede descartarse ?coment% con

amar)a ironía el o!cial, mo'iendo la cabeza con pesi-mismo?. Ten)o informes de Qashin)ton, sheri. 0o son

mu alentadores, la 'erdad. El hecho de ue Mosc5 est#aplazando su decisi%n, no da demasiado mar)en a laesperanza. Lo cierto es ue ellos temen tanto comonosotros dar el primer paso. $ero lo darán. Y esosi)ni!ca la )uerra total.

?1ios mío... ?Iillian se lle'% las manos a la cabeza?. 0os ha tocado 'i'ir una bonita #poca, 3eh, teniente4

Y o ue esperaba conocer el a8o KRRR...2arter no respondi%. Estaba meditando sobre lo ue

le informara poco antes el sheri Iillian, tratando dehallar una e&plicaci%n a la muerte del ladr%n, pero no'eía aparente relaci%n entre auel suceso lo sucedidoal espía @iordan. Las noticias del )eneral *ur)ess, sobrela e&istencia de un 'irus difícil de aislar analizar,culpable de auella e&tra8a forma de muerte con desin-te)raci%n %sea transformaci%n de la san)re humanaen pol'o cárdeno, no eran como para infundir optimismoa nadie.

(abía ue @iordan no poseía la dro)a o arma letalcreada por (heldon, sino solamente la a)enda con laf%rmula. 32%mo, pues, aduiri% la enfermedad mortal43 tra'#s del conta)io con los cuerpos de (heldon Bre)son, por tocar auella a)enda, simplemente.., o porrespirar el aire del laboratorio donde tambi#n murierondel mismo modo una serie de cobaas4 $ero entonces,3por u# los cadá'eres de (heldon de Bre)son, uetu'ieron un contacto directo con el contenido del tubode ensao roto, no habían sido hallados en el mismolu)ar donde caeran4 3>u# pas%, para ue el 'ideo delcircuito cerrado de T" se a'eriase, tras esainterferencia se e'aporasen sin dejar rastro los cuerposde (heldon su audante4

Eran demasiados eni)mas como para sentirse tran-uilo por lo ue sucedía. Y por si ello fuera poco, estabaesto ahora, el ladr%n muerto de modo e&tra8o,re'entado por la acci%n de al)o desconocido difícil dee&plicar...

?2reo ue debería dormir un poco ?bostez% 2arter,

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diri)iendo una mirada sombría a la 'entana de la o!cinadel sheri, a tra'#s de la cual se 'eía caer la llu'iatorrencial, mientras el ful)or de los relámpa)os en lasmonta8as acompa8aban al bramido apa)ado del trueno

?. 7e pasado la noche en 'ela por culpa de esosmalditos animales e'adidos del circo. Y total, para nada.30o ha al)o nue'o en relaci%n con la b5sueda4

?0i lo más mínimo ?se lament% Iilliam, ce8udo?.Mis hombres si)uen buscando por ahí. Tambi#n se hanofrecido 'arios 'oluntarios del pueblo de laurbanizaci%n para buscar ri:e en mano a la cobra alti)re. $ero por ahora, no ha nada de nada...

(e interrumpi%. El tel#fono de su mesa estaba sonan-

do. (e precipit% a tomarlo, tras cambiar una mirada conel o!cial 2arter.?(heri Iillian ?dijo )ra'emente?. 3>ui#n llama4+na pausa. Lue)o, su rostro se anim%.?3h, eres t5, @obson4 3>u# ha de nue'o4 32%mo4

3La cobra4 31e 'eras la hallasteis4 *ueno, eso sí ue esuna )ran noticia, muchacho... ?otra pausa. El ce8o'ol'i% a arru)arse en la faz en#r)ica de Iillian. +nanube cruz% sus ojos?. 3>u#4 3Estás se)uro de eso4Maldita sea, 3no ha la posibilidad de ue al)5n animalo un tirador...4 0o, no, a lo entiendo. (í, está bien.@eco)ed con precauciones los restos. 0o tocarlosdirectamente, por si acaso. 0o sabemos u# puede cau-sar esa muerte... Traedlos auí en una caja cerrada, aser posible metálica. (í, conforme. (e)uid buscandolue)o al ti)re, maldita sea...

2ol)%, con cara de pocos ami)os. 2arter se apro&im%a #l, interesado.

?31e modo ue apareci% la cobra4 ?inda)%.?(í, desde lue)o. $ero...?(# ue ha un u# sucedi% esta 'ez,

sheri4?0ada bueno. Estaba re'entada, como @iordan.

E&actamente i)ual.?Eso me temía por lo ue le oí.?0o había rastros de disparo al)uno en el cuerpo del

reptil. Tampoco de ataue de otro animal. (encilla-mente, re'ent%, estall% ?solt% un resoplido?. 30o esdesesperante, teniente4

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?Más ue eso. $ienso ue empieza a ser inuietan-te... ?medit% 2arter, perplejo?. 31%nde ocurri% eso4

?En el bosue ?se8al% hacia los abetos ue cubríanla colina, allá al fondo del paisaje llu'ioso?. Justamente

a un cuarto de milla de la urbanizaci%n...?Entiendo ?el rostro del jo'en se ensombreci%?.2reo ue 'o a ir hacia allá, sheri.

?30o dijo ue uería echar un sue8o4?Más tarde ?suspir% 2arter, encaminándose a la

salida?. Ten)o ue 'isitar a una ami)a... 2reo ue elpeli)ro se está apro&imando demasiado a esa zona.

(ali%, sin dar más e&plicaciones. Iillian, tras unosmomentos de indecisi%n, se sent% ante su mesa, descol-

)% el tel#fono comenz% a hacer llamadas, pidiendoauda a los condados 'ecinos a la capital del Estado.

* * *

m (heldon abri% el horno, e&traendo la fuente conel pastel de carne dorado crujiente. Lo deposit% sobrela mesa, cortándolo para ser'ir. La 'oz de su hijo la

reuiri% desde el comedor;?Mamá, esto deseando probar ese pastel...?Ya está, Joe, hijo ?suspir% ella?. Lo lle'o en

se)uida. 2reo ue 'a a )ustarte. 7a uedado mu bien.1eposit% los trozos en dos platos lo lle'% al come-

dor, poniendo uno ante su hijo Joe, ue le sonri% en-tusiasmado, contemplando con embeleso la pieza reci#ncocinada.

?Bracias, mamá ?dijo el ni8o?. 1ebe estar

estupendo...?Me ale)ra ue te )uste ?sonri% ella, retirando los

otros platos re)resando a la cocina para depositarlosen la pila del fre)adero.

(e)uía llo'iendo con fuerza en el e&terior, el tam-borileo del trueno sonaba a mu pr%&imo. l)unaschispas el#ctricas se 'eían zi)za)uear caer en los bos-ues de las monta8as, no lejos de allí. m (heldoncontempl% tristemente el paisaje casi borroso por la llu-

'ia, a tra'#s de la 'entana de la cocina, se dispuso are)resar junto a su hijo para terminar el almuerzo.

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0o supo nunca por u# diri)i% de repente la mirada ala puerta trasera de la cocina, abierta a medias asomada al porche trasero el peue8o jardincillo de laparte posterior de la casa.

Lo cierto es ue lo hizo, uizá )uiada por un simpleinstinto irre:e&i'o. Y entonces lo 'io.(e ued% rí)ida, paralizada por el horror. (us ojos se

dilataron, !jos en el animal ue permanecía en'arado,amenazador, !jos en ella sus amarillos ojos crueles, uere:ejaban miedo, hambre, e&asperaci%n.

0o podía hacer nada por e'itarle entrar en la cocina.l soberbio terrorí!co animal amarillo, de raas ne)ras

fauces babeantes, le sería sencillo empujar del todo lad#bil hoja de madera 'idrio, para saltar dentro de lacocina atacarla. El ti)re escapado del circo estaba allí,a pocas ardas de ella, acechándola, empapado por lallu'ia, cansado hambriento. Y con la esperanza de unfestín ante #l...

El pánico la an)ustia paralizaban totalmente no alos m5sculos de la se8ora (heldon, sino su propia)ar)anta. Las cuerdas 'ocales se ne)aban a emitir )ritoal)uno, tal 'ez por un temor instinti'o a ue el menorsonido pro'ocase el ataue inminente de la !era.

+na idea mil 'eces más an)ustiosa a5n ue su propiase)uridad personal, acos% en ese dramático momento am (heldon; Csu hijoD

Joe estaba en el comedor, a poca distancia de lacocina, comiendo su pastel, ajeno al terrible peli)ro uele acechaba. (i se le ocurría asomar a la cocina, o alti)re diri)irse al comedor tras atacarla a ella...

El animal mene% la cola, irritado, al caerle a)ua de uncanal%n de desa)Se de la casa, encima del lomo raado.Emiti% un sordo ru)ido. Y dio unos pasos hacia la cocina.som% el hocico, la enorme cabeza... 0o des'iaba losojos de ella, sus pasos aterciopelados, silenciosos lentos, le apro&imaban implacablemente a la mujerindefensa, paralizada por el terror.

llá fuera, en el jardincillo, el mediodía era hosco,sombrío, la llu'ia los nubarrones prestaban unaoscuridad precoz al día. l)o se mo'i% entre los arbus-tos, pero m ni siuiera lo 'io o le prest% atenci%n.

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Todos sus sentidos estaban !jos en ese momento enlos mo'imientos del feroz animal. Este a a'anzaba unapata, lue)o la otra, en direcci%n a su 'íctima. Eracuesti%n de se)undos ue la muerte caera sobre m

(heldon, de'astadora terrible.1e s5bito, el ti)re salt%...(u cuerpo elástico, poderoso, cruz% majestuoso

terrible por el aire, tras tomar impulso sus potentesm5sculos. En ese preciso momento, m sí fue capaz dee&halar un a)udo )rito de horror, rota al !n la pa-ralizaci%n de sus cuerdas 'ocales.

$ero eso nada podía impedir a. La suerte de m(heldon estaba echada. 0ada ni nadie

lcdee 17 - curtis garland - la fase final

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