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  • HONDURAS LITERARIA 3

    LO Q l J M SE PODRA IILUII1II Por JOlUiE FIDEL BURON

    Lie. Jones FTDEL DURK

    De los ms remotos confines del i pas los mensajes amigos siguen I llegando. Todos adhieren al home- naje que el Gobierno de la Rep-blica, por intermedio de la Secreto-ria de Educacin Pblica, decret ' honrando el primer centenario del ' nacimiento del Doctor Rmulo E Durn. Uno de ellos, desde el bu-clico Naranjito, en la lejana San-la Brbara, procede de un espin- , dido representativo del hondureno clsico: D. Concpcin Vallecillo. Dice Don Concho, como familiar-mente le llamaba mi padre: "Agro- ' guc una corona al querido pap". 1 V es que D. Concho fue uno de I00 1 que acompa al Dr. Durn en las 1 penalidades de . la vida rural, cuando se estudiaba nuestra fron-tera con El Salvador, cuando D. Rmulo escriba en sus ocios "Flo-riana", romance de la poca colo- 1 nial y le cantaba "A un Pajarillo", i atemperado a los tremendos fros

    ( de Guajiquiro. ,

    .^ri.sptijnientosjeh^remezcladb. ' hemos .tratado de participar en !a J mayora de los actos de tan memo- ' rabie homenaje. Mercedes Pineda Gmez, con la fina sensibilidad de la -Maestra dedicada a los nios, los reuni y a sus compaeros de 1 docencia, en la Escuela Estados Unidos de Amrica, para que can-taran y danzaran la msica folkl-rica hondurena que ha perpetuado D. Rafael Manzanares con su Con-junto Nacional. Y as omos desda ' las notas lejanas de los valses de Carlos Mara Varela hasta los acor-des de los de Fernando Ferrari, !a msica alegre de Paco Medina y Id de Lidia Handal. Y como D. Rmu-lo amaba a los nios, anda por ah un pensamiento suyo dedicado a ellos, pues fue un juego pr-vulo hasta que nos emocionaron las palabras sentidas de Aurora Montesinos y la recitacin de a Profesora Barahona.

    Excepto !a Universidad Nacional Autnoma, que l rectorara tantas veces y tantos aos, dejando su huella magistral en la sin par RE-VISTA DE LA UNIVERSIDAD, to-das las instituciones culturales del pas se agregaron al homenaje na-cional, sobresaliendo la Sociedad de Geografa e Historia, a la que tanto auxiliara con sus luces, la Es-cuela Nacional de Bellas Artes, la Escuela Nacional de Msica. l

    introdujo la novedad de publicar la partitura de las piezas naciona-les en sus revistas. la Direccin de Servicios Culturales y de Educa-cin Artstica, la Casa de la Cultura, la Asociacin de Bibliotecarios y Archiveros de Honduras.

    La docta Academia de la Histo-ria, por medio de su infatigable propulsor el Dr Jos Reina Va-lenzuela, le dedic su nmero co-rriente, haciendo un sobretiro de la esplndida biografa que escri-biera el propio Dr. Reina Valenzue-la. En el descubrimiento de la pla-ca conmemorativa en la casa de Comayagcla donde naciera el Dr. Durn, ley una bella pieza orato-ria otro de sus dilectos bigrafos. el Dr. Ral Agero Vega, recor-dando que en un espacio de pocas varas de la Villa de Concepcin ha-ban.vnacido... tatnh^ieii. Juan, Ramn i Molina, Luis Andrs Zniga y R.i-fael Heliodoro Valle.

    La acusiosa catedrtica. Doa Amalia de Guzmn, suscribe otra biografia que con enaltecedor pr-logo del Dr. Ramn E. Cruz, le de-dicara el Instituto Hondureno de Cultura Hispnica. La Academia Hondurena de la Lengua, que tiene el Silln "Rmulo E. Durn", se su-m a los homenajes y el Instituto Hondureno de Cultura Interameri-cana, atento a todas estas inquie-tudes, cre una beca con su nom-bre, llev con las otras institucio-nes una ofrenda floral a su sepul-cro y puso en exposicin la asom-brosa obra libresca del Dr. Durn. Faltan los Escritos Polticos del Dr. Policarpo Bonilla, la Coleccin de Escritos del Dr. Alberto Ucls, sus inimitables traduciones del Man-fredo, Childe Harold y El Prisione-ro de Chilln de Byron y otras ms.

    Merceditas Agurcia Membreu ley con iluminado acento la orfe-brera del Cuento Nacional en "La Campana del Reloj", el Club Rota-rio, que tuvo al Dr. Durn como Socio Honorario, le dedic la lti-ma entrega de la revista HONDU-RAS ROTARA y el mejor diario del pas, EL DIA, le dedic su edi-

    torial, escrito por el periodista D. Lucas Paredes, el Foyer de la Ca-sa de la Cultura se llen de visi-tantes a la Exposicin de Pintura Hondurena, con lienzos de Lope: Rodezno, Zniga Figueroa. Zelaya Sierra, Miguel ngel Ruiz, Moiss Becerra Castillo, Luna y otros y ofrecida por el propio Director Ge-neral de Servicios Culturales. Ing. Lpez Rodezno

    Por la noche, tambin en la Ca-sa de la Cultura, el Coro-Polifnico de la Escuela de Msica interpre-t fielmente msica de Viadana, Bach, Mozart, Scarlatti, Beethoveu y Haydn, con nuestra meloda cl-sica VOCES DE LA TARDE del inolvidable D. Manuel de Adalid Gamero, bajo la direccin de los esposos Hctor Glvez. En seguida, por primera vez en Honduras, co-rno lo dijera el Lie. Andrs Morris, se tuvo una lectura del "Manir-do" de Byron, que tradujera el D:-. Durn en verso libre con la parti-cipacin de los mejores artistas de nuestro teatro, encabezados por Francisco Salvador. Lucy Ondina recit La Granadera, tambin del Dr. Durn, cerrando el acto nue-vas impecables intervenciones de

    canciones y danzas folkluncas na-cionales.

    Entre tanto, en el local de la Bi-blioteca ROMLO E. DURON, de Comayagela, la concurrencia en-ton el himno nacional, hablaron con extraordinaria elocuencia D. Jos Zern, D. Rigoberto Palacios y el Dr. lcese Wolfe, actuando co-mo sin par Maestro de Ceremo-nias, D. Erasmo Carias Lindo, quien tambin dirigiera la participacin de los establecimientos de ense-anza. Se inaugur una Academia de Ingls con ocasin del acto y el destacado historigrafo nacional. D. Vctor Cceres Lara ley el que quiz es uno de sus mejores ensa-yos, alrededor de la persona del Dr. Durn. Hoy terminan estos ho-menajes, que ya jams se podrn olvidar con un programa que se desarrollar en la Escuela Supe-rior del Profesorado "Francisco Morazn", en el que participarn Doa Amalia Guzmn, No Pineda Portillo, Marina Alicia Chivee y Ra! Paz. actuando nuevamente el Lie. Andrs Morris Bermdez co-mo Maestro de Ceremonias.

    Tegucigalpa, D C, julio de 1965.

  • 4 HONDURAS LITERARIA

    CENTENARIO DEL NACIMIENTO DEL HISTORIADOR Y ESCRITOR DOCTOR ROMULO E. DURON

    Por SALVADOR TURCIOS R.

    Desde nios conocimos al doctor Rmulo E. Durn, pues nuestra casa solariega estaba frente a la suya, en la Calle Real de Comayagela, y tal reminiscencia es de las que nunca se olvidan, como si hubiera sido grabada con tinta de eternidad en el lienzo de nuestra alma.

    Seria un concepto gastado repetir aqui, que el doctor Durn fue un legitimo representante del pensamiento hondureno en su ms noble evolucin; un abnegado y paciente investigador de nuestros anales his-tricos; un hroe de la cultura patria que se entreg en cuerpo y alma a servir a la juventud estudiosa con la constante y fecunda floracin de su espritu, ya en la ctedra y en la jurisprudencia, como en el vasto cam-po de la Historia.

    No es ditirmbico decir que. despus del doctor Vallejo, viene el doctor Durn. en orden riguroso y cronolgico, en nuestro desarrollo cultural, a continuar la inmensa labor histrica iniciada por aqul, y que slo pudo interrumpir la muerte con sus inexorables designios.

    Si pensamos serenamente lo escabroso que es entre nosotros ha-cer labor de pensamiento escrito, no podemos menos que sentir una pro-funda y franca admiracin por el titnico esfuerzo del doctor Durn; al vencer con su talento y su paciencia benedictina las resistencias y la inclemencia del ambiente, siendo as que esa misma admiracin se acre-cienta, una vez ms, al conocerse detalladamente el acervo de sus obras publicadas y las que dej inditas.

    Recordamos con todo fervor que, a principios de 1942, cuando le hablamos de la idea de conmemorar el Centenario de la muerte del Ge-neral Morazn y del Presbtero Mrquez, tuvo la ms efusiva expresin de entusiasmo, y nos anim, dicindonos: "Muy bien amigo. es

    *s como se hace patria'J. \

    El Doctor Durn fue un convencido centroamericanista, como se puede apreciar a travs de sus escritos y de muchos de sus actos oficia-les cuando le toc actuar en tal sentido, y su actitud, a este respecto, fue siempre de una sinceridad incuestionable.

    Supo mantener, durante toda su vida, un culto ferviente por nues-tros proceres, y de ello nos dej verdaderos hitos cientfico-literarios que harn que su nombre perdure como uno de los hondurenos ilus-tres que han contribuido con su cerebro y su espritu a formar el pa-trimonio de la cultura patria.

    Su biografia del padre Mrquez, sirvi de fundamento para la apreciacin justiciera de aquel procer que, de no haber sido por su es-tudio y acuciosa investigacin, hubiera pasado desapercibido para las nuevas generaciones amantes del estudio.

    Hablando de sus actividades intelectuales, nos confi cierta vez este juicio personal: "Don Joaqun Rhera y su tiempo", que consta de veintisiete captulos, y en donde aparece narrada parte de la vida del General Morazn. la considero como mi obra de mayor aliento". Y. a c-sle propsito, nosotros insinuamos, en su oportunidad, que tal pro-duccin debera publicarse como uno de los homenajes que se realiza-ran en el Centenario Moraznico.

    En los ltimos meses de su existencia, llegbamos con ms fre-cuencia a visitarle y a enterarnos del estado de su salud, y nos manifes-taba, con serenidad y entereza, la gravedad de su dolencia, que le prin-cipi poco tiempo despus de la muerte de su inolvidable esposa doa Fidelio; y una vez, a raiz de este luctuoso suceso, nos confi esta inti-midad

    "El fallccirnienlo de Fidelia amigo me ha herido mortal-mente''.

    Cuando iba a ir a Ginope la Sociedad de Geografia e Historia, a los actos del centenario del procer Mrquez, el 16 de abril de 1942, se nos comision para invitarle especialmente para que nos acompa-ara, y, no pudiendo asistir con su enfermedad, design a su hijo don Jorge para que lo representara y leyera un trabajo que haba escrito para aquella ceremonia, y nos dijo:

    "No les acompao, porque me siento morir, y no quiero ACUAHLES la conmemoracin".

    Cuando regresamos de aquella poblacin y le lucimos verbalmen-te la crnica de aquellos actos significativos, se mostr sumamente com-placido, con sinceridad patritica, y tuvo frases encomisticas para la Sociedad de Geografa e Historia, y para cuyo xito l haba contribui-do igualmente con su brillante aporte intelectual.

    La serenidad fue una de las caractersticas de la conformacin psquica del doctor Durn, y de ello pudimos darnos cuenta en los pos-treros das de su vida, pues no obstante lo delicado de su salud, tuvo una resignacin filosfica y una fuerza espiritual extraordinaria, y asi, sufriendo sus dolores fsicos, de una lacerante persistencia, no dejaba de laborar intelectualmente, hasta pocos dias antes de su fallecimiento, dndole fin a un importante trabajo histrico acerca de uno de los gran-des gobernantes de Honduras.

    Hablando en cierta ocasin de lo difcil que es la produccin intelectual en Centroamrica; lo costoso que es darle forma material a la edicin de una obra por modesta que sea; y a la falta de mercado nacional para la venta de la misma, nos dej esta frase sinttica y de un gran valor apreciativo:

    "Entre nosotros amigo hay que conformarse con que si-quiera nos lean".

    Muchos otros recuerdos cariosos conservamos del doctor Durn, y que ampliaremos en otra oportunidad, pues por ahora slo queremos consagrarle la ms aiecluosa evocacin con motivo de cumplirse el pri-mer centenario de su nacimiento, unindonos de corazn a su honorable familia en la renovacin de su recuerdo; y haciendo los mejores votos porque su memoria viva en la gratitud de la patria hondurena.como uno de, los brjvos pioneros que supieron, honrarla con su pen y que alzaron muy alto su'nombro con la^fuerz de su tal asi que la patria honrara el recuerdo del doctor Durn, co s blicar sus obras enjundiosas, y ese serla el mejor monumento que te perpetuaria ante la posteridad.

    M E D A L L N

    CENTENARIO DEL NACLtfTENTO DEL DOCTOR ROMULO E. DURON

    6 DE JULTO DE 1865 6 DE JUMO DE 1965

    Si la Patria no tuviera sus hombres de gran tlenlo, es claro que no viviera en la Obra del Pensamiento.

    Por eso en el Centenario de don Itmulo Durn, nuestro Pueblo visionario le rinde su admiracin.

    Que el Historiador fecundo que dio a Honduras su intelecto, tiene el afecto profundo.

    De la eterna Jjralilud del espritu dilecto de la noble Juventud.'

    SALVADOR TURCIOS R.

    Comayagela, D. C, 6 de julio de 1965.

    (Tomado de la Revista "ARIEL". Tegucigalpa, julio de 1965).

  • HONDURAS LITERARIA 5

    1ARI0 DEL fllCUffi) IIEL DR. ROMOI DURO!

    I V GUMLLEltMO E. DVROIS

    GUILLERMO E. DITRM El Gobierno de la Repblica, a

    travs.,del Ministerio de Educacin Publicar acord conmemorar l Centenario del nacimiento del Doc-tor Rmulo E. Durn. historiador nacional.

    Toda una poca resulta enalte-cida por este justo homenaje, con sus hombres, sus figuras cimeras, sus brillantes oradores, sus acucio-sos historiadores, sus inspirados poetas, todos grandes enamorados del terruo, de la noble tierra que los vio nacer.

    En la Ciudad de Comayagela compartieron labores en esfuerzos por el engrandecimiento patrio, el Presbtero Trinidad Maradiaga, el santo, que ocultara por humildad, los altos cargos dignatarios que le confiara por su bondad y capaci-dad la Santa Sede, hasta su muer-te, cuando fuera enterrado en for-ma apotesica; el poeta Alonso Bri-to, autor de obras teatrales dedica-das a las escuelas; los consagrados portaras Juan Ramn Molina, Luis Andrs Zniga y Rafael He-liodoro Valle, algunos de los cuales escucharan sus consejos; los Doc-tores Emilio Reina, Purificacin Estrada y Manuel G. Zniga, con su tarea de ayudar al enfermo sin retribucin alguna; los parlamen-tarios Doctores Miguel A. Navarro y Antonio R. Reina (p); El Doctor Manuel S. Lpez asesor de la co-munidad en sus justas peticiones; y recientemente el Profesor Bernar-do Galindo y Galindo, dando paso a sus ideas, en sus bien delineadas rutas de superacin magisterial.

    En la ciudad de Tegucigalpa, se alza la, figura insustituible en la. investigacin histrica, del Dr. An-^ Ionio R. Vallejo, amigo del Dr. Du-rn, y los Drs. Alberto Ucls, Bue-naventura Zepeda, Esteban'^ Guar-diola, Flix Salgado y Eduardo Martnez Lpez. Las Revistas de la Biblioteca y Archivo Nacional y la Univesidad. encierran pginas me-ritsimas de estos ciudadanos que honraron a Honduras, en todas sus actuaciones. Su obra ha quedado grabada en forma perdurable y eterna, para merecer el aprecio y el resoeto de las presentes y futu-ras generaciones.

    Las pginas del gran historiador hondureno tambin honra para el pas Profesor D. Vctor Cace-res Lara. respecto a estos valores de la nacin, los consagra definiti-vamente.

    La celebracin del Centenario del Nacimiento del Doctor Rmulo E. Durn, da vida, como diurnos, .1 su poca; no slo revive el recuer-do de sus escritores y poetas, sino que marca sus costumbres que tu-vieron el ritmo de servicio, de res-peto, de caballerosidad, an cuando cada cuatro aos o menos las "mon-teras" hacan ver, sangrantes, sus uas aceradas. El comDaerismo y la amistad en ese fondo doloroso, eran francos y sinceros, con carc-ter eterno. Recordbamos con ello, las pginas del libro de Dumas "Los mu y un fantasma", en la poca del Terror en Francia. La amistad no sucumbi en tan terri-bles circunstancias.

    Y en relacin con ese espritu de servicio, vienen a la mente los nombres de los vecinos de Coma-yaguela en ese tiempo. Hermene-gildo Valle, Felipe Estrada, Emilio Velsquez, Agustn Maradiaga, y viven en ese serviciu todava, o a travs de sus hijos, el Genera! Ben-jamn Henrquez y el msico Don Medardo Cerrato; muchos ms se escapan en estos momentos de nuestra memoria.

    Por otra parte, la vida en el Ar-te; las manos privilegiadas de sus pianistas Clementina Zelaya Camila Bustamante de Guilln las voces de gargantas que canta-ran en reuniones familiares, con su alma, los poetas que surgan da a da, respaldados en sus lecturas y en entusiasmo, en las Escuelas Normales, Institutos, Universidad, y que lean sus poemas en 1o grandes veladas lirico-literarias, hoy casi olvidadas, o poco apreciadas, sin razn alguna, El paso elegante de sus bailes las "Cuadrillas", entre otros que simbolizan el res-peto y la admiracin a las bellas mujeres de entonces.

    Indudablemente, se ha vuelto a alzar el teln de un panorama dis-

    tinto; el del ayer romntico, pero efectivo en cultura y distincin. Con sus encantos, que sern siem-pre por alguien recordados.

    Las reuniones de familia y de in-telectuales, lugares donde se ha-blaba solamente de literatura, de historia, de los estudios, de las nue-vas revistas, peridicos, folletines y libros.

    Este ao, 1965, ai recordarse al historiador, poeta, educador y pe-riodista Doctor Rmulo E. Durn, incansable visitador do archivos, ex Rector de la Universidad Nacio-nal por varios periodos, se traen nuevamente al recuerdo vivificante los nombres de sus eminentes com-paeros de poca, ya citados y los que involuntariamente hemos olvi-dado; vive Honduras su glorioso pasado, aunque fugazmente.

    Los nobilsimos ciudadanos que han acordado este homenaje justo, han comprometido la gratitud eter-na de sus familiares: hoy y siem-pre.

    Tegucigalpa, D. C, junio de 1965.

  • 6 HONDURAS LITERARIA

    EN LOS FUNERALES DEL DOCTOR ROMULO E. DURON ORACIN FNEBRE PRONUNCIADA POR EL LICENCIADO ERNESTO ALVARADO GARCIA, EN EL ACTO DE INHU-

    MARSE LOS RESTOS DEL DR. ROMULO ERNESTO DURON.

    Seores:

    U muerto Rmulo E. Duron. Honduras est de duelo. La Patria pierde a su ms grande historia-dor. Sucumbe un hondureno ilus-tre que no derram sangre herma-na y que prodig a manos llenas bondad y cario.

    Las letras de Amrica estn de duelo.. .lia muerto el amigo de Ri-cardo Palma, el discpulo y compa-ero de Toms Estrada Palma en las luchas por la libertad. E! poe-ta que cant al Guacerique y a ias bellezas de nuestra Honduras, ha muerto. F.I que consagr su vida a difundir la historia de nuestra Pa-tria y que ense a amar a nues-tras glorias nacionales, continenta-les y de nuestra cultura hispana, ha muerto.

    Rmulo E. Durn, el Herodolo de Honduras, ha muerto. . . .Justo es que llore el pueblo hondureno tan irreparable prdida. La angus-tia reflejada en los semblantes, la tristeza contenida en nuestros co-razones, iodo expresa en este ins-tante de honda emocin, el dolor que sufre el pueblo hondureno an-te la desaparicin de un hermano respetado y querido.

    La Benemrita Sociedad de Geo-grafa e Historia de Honduras, de

    -.(a que el Doctor.,Durn era| uno de sus socios fundadores, me design para pronunciar esta oracin fne-bre, en el momento en que despe-dimos los despojos mortales de uno de sus ms fuertes baluartes. La joven Federacin de Profesionales Hondurenos se asocia tambin, sin-ceramente, a esta manifestacin de duelo que embarga a los espritus hondurenos, y me ha conferido su representacin. En nombre, pues, de estas dos distinguidas entidades, manifestaciones del pensamiento y nidos de guilas intelectuales, vie-ne mi palabra de amor, que es ex-presin de dolor y sufrimiento, a patentizar la triteza que embarga nuestros corazones de hondurenos, amantes de las ciencias histricas y de profesionales, y a depositar, al mismo tiempo, esta corona forjada con los pensamientos y los corazo-nes de os que. en este momento de aneustia. reconocemos la irrepa-rable prdida que la Patria expe-rimenta y sentimos el vaco que en las filas de los historiadores y de los profesionales se abre con la des-truccin de esa columna potente y majestuosa que era Rmulo E Du-rn.

    Hace 77 aos, que en el modesto hogar de don Francisco Duron y de doa Casimira flamero, surgi a i;\ vida Rmulo Brnaata Durn. En el taller de la pobreza, de la honradez y del trabajo, se desliz su niez En las escuelas pblicas de la villa de La Concepcin, hizo sus esludios primarios. Viene el i-c-uacimienti para la Patria, cuando sube al po-dar Marco Aurelio Soto Tegucigal-

    pa llega a ser capital de la Repbli-ca. El joven Durn obsequia un re-trato que haba hecho del doctor Soto. El Presidente modelo quiere ayudar al inteligente joven, y asi se acerca al Primer Mandatario de la Nacin. Soto funda colegios de Se-gunda Enseanza para Varones y Seoritas, reorganiza la Universi-dad Central y establece la Univer-sidad de Occidente. Brisas de bo-nanza y optimismo soplan en la Pa-tria hondurena. La Reforma est en su apogeo. Durn estudia con apstoles de dignidad y ciencia. Los cubanos Toms Estrada Palma y .lo-s Joaqun Palma le inculcan gran-des ideales. El espaol Santiago Guerrero Lpez, pone su juventud y su entusiasmo es la enseanza de las disciplinas jurdicas y sucumbe en su labor. Sus discpulos lloran la prematura desaparicin de este joven maestro espaol.

    El 14 de junio de 1885 obtuvo Durn su ttulo de Licenciado en Jurisprudencia y el 4 de julio del mismo ao, el de Abogado.

    Fue Maestro de enseanza pri-maria, profesor de colegios de Va-rones y Seoritas y del Instituto Central. En nuestra Universidad Nacional fue Catedrtico de Econo-ma Poltica, Derecho Internacional Pblico y Privado. Fue Secretario y Decano de ta Facultad de Dere-cho. Secretario y Rector de la Uni-versidad. A iniciativa de ese otro hondureno lustre, recientemente desaparecido, me refiero a Carlos Alberto Ucls, fund la Revista d i la Universidad, que dio gloria a nuestra ms alta institucin do-cente.

    Hizo la carrera judicial en todas sus etapas, desde Juez de Paz y de Letras iiasta Magistrado de las Cor-tes de Apelaciones y del ms alto Tnbunal de Justicia de la Repbli-ca. Ejerci la profesin de Aboga-do y Notario con brillo y honradez,

    i Fue Diputado al Congreso Nacio-i nal y uno de los ms entusiastas , .lidiadores contra esa cadena de es-; clavitud econmica que se llam el I Tratado Paredes-Knok. Fue Subse-i cretario y Ministro de Relaciones . Exteriores y Ministro de Instruccin i Publica, dejando en todos los pues-. tos pblicos que desempe, sea-

    les indelebles de su laboriosidad y i de su amor a Honduras.

    Fue miembro honorario del 1 - Congreso Cientfico Panamericano ,' de Washington que se inaugur el

    27 de diciembre de 1S15. Con ese otro maestro de juventu-

    i> des que se llama Marcos Lpez Pon-6 ce. represent a Honduras en la a Conferencia de Conciliacin y Arbi-1 traje que se reuni en Washington z le 1928 a 1929. Fue Delcgado"por ' Honduras a la Conferencia de Me-a diaciu reunida en San Jos de Cos-s ta Rica en el conflicto surgido con o Nicaragua en lo que respecta a la i- ejecucin del Laudo del Rey de Es-1- paa sobre lmiies territoriales

    Fue tambin miembro de las Co-misiones que redactaron los proyec-tos de Constitucin Poltica de 1924 y de 1936. En fin, desempe mu-chos puestos pblicos, pero no us del poder para enriquecerse, por-que fue honrado. Esa es la heren-cia que lega a la posteridad, de la-boriosidad y honradez.

    La Academia Dominicana de la Historia que preside el noble maes-tro Federico Henriquez y Carbajal, grande amigo del doctor Durn. y la Sociedad de Geografa e Historia de Guatemala, a las que el doctor Durn perteneca, tambin estn de duelo.

    Entre sus obras figuran las si-guientes: Ensayos Poticos, Cre-pusculares, H o n d u r a s Literaria, Bosquejo Histrico de Honduras, Gobernantes de Honduras, Colec-cin de Escritos del Doctor Policar-po Bonilla, la Provincia de Teguci-galpa bajo el Gobierno de Mallol, Pastorelas del Padre Reyes, Recti-ficaciones Histricas, Hojas Litera-rias, Efemrides de H o n d u r a s , Obras de Jos Cecilio del Valle, Biografas del Padre Mrquez, Juan Lindo, Floriana, Las Islas del Cis-ne, Nicaragua ante el Laudo, Li-mites de Nicaragua io sea rectifi-caciones al doctor Pedro Joaqun Chamorro). Justo Milla, y su cuen-to premiado "La Campana del Re-loj". Tenia pendientes de publica-cin la Historia de la Provincia de Tegucigalpa. Galera de Gobernan-tes de Honduras, Joaqun Rivera y su Tiempo. Biografa de Vicente Domnguez y, en preparacin, ia Historia de Honduras.

    Rmulo E. Durn consagr la vida al progreso de la patria. La propaganda cultural que l hacia con sus artculos y muy especial-mente, cuando dirigi las revistas "Letras11. "La Lectura" y la de la "Universidad", fue efectiva, inten-sa y extensa. De todas partes reci-ba voces de aliento. En todos los pases de habla hispana, inglesa, francesa o portuguesa, tenia admi-radores y amigos. Uno de sus vo-lmenes literarios se titula "Tra-ducciones de Byron, de Moore y de Poe". Grandiosa la labor de los hondurenos que. mientras otros se consagran a destruir nuestra rique-za y a segar vidas preciosas en gue-rras fratricidas, ellos viven consa-grados a proclamar a todos los vien-tos la grandeza espiritual y mate-rial de nuestra Honduras! Eso fue Rmulo Ernesto Durn, un tierno amante consagrado a su bella ena-morada, la Patria. . '

    Supo admirar a Valle, Morazn. Cabanas y Soto. etc.. y dio a cono-cer las grandezas y virtudes de nuestros nobles patricios. Su pen-samiento era tan elevado y su co-razn tan magnnimo, que no co-noci la envidia ni el egosmo y tu-vo siempre frases de aliento para todos. Los que lo conocimos, los que supimos comprenderlo y amar-

    lo, los que llegbamos de cuando en cuando a consultarlo, como al Orculo de la Patria, sentimos aho-ra profundamente su fallecimiento. Comprendemos que su muerte es [a desaparicin de un valor positi-vo de las letras hondurenas, en esta poca en que la Ley de Greshamlo ha invadido todo "y la mala mo-neda desaloja a la buena".

    Rmulo E. Durn fue poeta, dis-cpulo del bardo bayams Jos Joa-qun Palma, a quien le dedic su primera composicin y a quien am y admir intensamente. Como lite-rato fue castizo y pulido; como his-toriador, imparcial y acucioso; co-mo orador, erudito y elocuente; co-mo polemista, razonador y convin-cente: como hombre, servicial, res-rioso que se preocup por el por-venir de sus hijos y esposo modelo, petuoso y honrado. Fue padre ca-

    Fue coredactor, con Esteban Guardiola y Juan Mara Cullar, del "Guacerique", revista que di-rigi el gran Ramn Rosa. Dirigi en 1902 el peridico "La Paz", que luchaba en pro de la candidatura del doctor Marco Aurelio Soto y del que eran redactores Carlos Al-berto Ucls, Antonio R. Vallejo y Miguel Oquel! Bustillo. Peridico demoledor y de combate en donde, la mentira y el insulto al adversa-rio no tuvo cabida. En 1915 dirigi el peridico "Paz y Umdn,"V,

    En 1896 fue uno de los funda-dores del Club "Estrada Palma",, que trabajaba por la Independen-cia de Cuba y con Manuel Sabino Lpez y Jernimo J. Reina, dirigi " el peridico "La Estrella Solitaria", que propiciaba los ideales del Aps-tol Mart.

    Figura egregia de nuestra tierra querida; alma de nuestra cultura hispana: poeta romntico y pensa-dor profundo; hijo ilustre de Hon-duras que consagr su vida a la Pa-tria y dio gloria a las letras hondu-renas. Este distinguido intelectual que pregon por Europa y Amri-ca lo que valen el talento y la de-dicacin al estudio para triunfar en tas luchas por la vida, se transfor-ma ahora en smbolo de la Fede-racin de Profesionales de Hondu-ras que lucha por la unin y el me-joramiento colectivo, por la solida-ridad de clase. Justo es, pues, el dolor que ahora embarga al pueblo hondureno.

    Si quisiramos materializar la multiforme personalidad de Rmu-lo Ernesto Durn, lo haramos con un pino y un naranjo entrelazados, que signifiquen la bondad de esos rboles que derraman bien y nos dan, el uno todo lo que es y el otro, sus sabrosos frutos. Simbolizacin exacta de lo que vale el alma hon-durena. Eso fue Rmulo E. Durn. sabidura, bien y bondad.

    Triste es la misin y noble el de-ber que cumplo en este momento.

    (Sigue en lo 9* Pg.)

  • ONDURAS LITERARIA

    MULO 1. i Por GONZALO S, SEQUEIROS

    DR. RMULO E. DL'HN

    LA CJUDAI) de Comayagela, en donde naci este ilustre ciudada-no, est unida a Tegucigalpa, y las dos, con este nombre, forman la ca-pital de la Repblica. Fueron, con sus demarcaciones y aldeas, munici-pios autnomos del departamento de Tegucigalpa, llamado ahora Fran-cisco Morazn. Hoy forman una sola entidad poltico-territorial, denomi-nada Distrito Central; la cual se fund por decreto legislativo de 30 de enero de 1937. Son, pues, Tegucigalpa y Comayagela no slo partes integrantes de la capital de la Repblica, sino del Distrito Central.

    Vino al mundo Rmulo Ernesto el G de julio de 1885, en la casa que queda al Sur del edificio que hoy ocupa la Escuela de Ingeniera, la cual perteneca a sus progenitores.

    Era su padre, don Francisco Durn, miembro de una de las fa-milias ms distinguidas y apreciables de Comayagela, y su madre, do-a Casimira Gamero de Durn, de la no menos distinguida y apreciable familia Gamero de la ciudad de Danli. Lustre dieron a la primera el Dr. flon..VSIer!Dur, jurisconsulto, Rector-y catedrtico1'de la Univers'!5 a'aa-Nacional, nerroano de don Francisco, asi como los dems hijos de ste, Julio Csar y Valentn, notable abogado y de brillante actuacin en la vida pblica el primero, buen mdico y poeta inspirado el segundo. No se cultiv su padre como su hermano, pero era de buenos modales, laborioso y honrado; empero, su madre cultiv su inteligencia en Gua-temala, al lado del Doctor en Medicina don Manuel Gameto, cercano pa-riente suyo y padre de nuestro gran msico y hombro; de letras, don Manuel de Adalid Gamero. Distinguido hombre pblico, el Dr. Gamero fue Ministro en el Gobierno del General don Domingo Vsquez.

    Limitado era el haber de los progenitores de Rmulo Ernesto, pero a pesar de ser as, ellos cuidarqn de que no le faltara nada en ese perodo de la vida que se llama infancia.

    Ya en edad de que empezara a educarse, su madre lo mand a la escuela pblica que funcionaba en el Cabildo Municipal de Comaya-gela, convertido hace algn tiempo en Palacio de Bellas Artes, en la que estuvo hasta terminar la primera enseanza de entonces. Pero como era poco lo que haba adelantado, porque tal enseanza dejaba mucho qu desear, al salir de la escuela continu el aprendizaje de la aritm-tica y de la gramtica castellana y de otras materias, bajo la direccin de su primero hermano, el Lie. don Camilo T. Durn, hijo natural del Dr. don Valentn del mismo apellido ya indicado, y as no tard en que-dar rns preparado, y en condiciones de cursar la segunda enseanza. Pronto comenz esos estudios en el Colegio Nacional que fundara el Pre-sidente Soto, el cual se abri en la casa que fuera del Lie. don Rubeta R. Barrientos; los que continu en la vieja Universidad o Academia Cientfico-Literaria, hasta graduarse de Bachiller en Filosofa el ao de 1880. Su amor al estudio y su despejada inteligencia le dieron ese triun-fo a los quince aos de edad.

    Sigui en seguida la carrera de Derecho, la cual coron cinco aos despus, el 14 de junio de 1885, fecha en que el Rector de la Uni-versidad Central le confiri el ttulo de Licenciado en Jurisprudencia y Ciencias Polticas, y el 4 de jubo del mismo ao, la Corte Suprema de Justicia le confiri el de Ahogado de los Tribunales de la Repblica.

    De estudiante, fue Maestro de Instruccin Primaria y Profesor de Gramtica Castellana y Geografa Universal en el colegio de Segun-da Enseanza de esta capital, hoy Instituto Normal Central de Varones, el que, como hemos dicho en otro lugar, se inaugur al mismo tiempo que la Universidad, el 28 de febrero de 1882.

    Al concluir su carrera, tuvo que salir para Guatemala con el ob-jeto de someterse a tratamiento mdico, pues haca algn tiempo que ve-nja enfermo. Luego recuper la salud; y al regresar' a Comayagela, se dirigi a la ciudad de La Paz, a hacerse cargo de un importante asun-to que deba ventilarse en el Juzgado de Letras de aquel departamento, apersonndose en l a los pocos das de su llegada. Ms tarde, ese asun-to lo llev a la Corte de Apelaciones de Comayagua, y estando en esta ciudad, se le propuso el nombramiento de Juez de Letras del Departa-mento de Copan, el que, al venir a la capital, acept, hacindose cargo de ese puesto a fines de 1888 Lo desempe con todo acierto hasta me-diados de 1891; y de vuelta a Comayagela, consagrse al ejercicio de su profesin y a las letras, cultivando la historia hasta los ltimos das de su vida, y la poesa en su juventud. En 1893, fue nombrado Subse-cretario de Relaciones Exteriores, pero el desempeo de este cargo no le distrajo de sus habituales y favoritas ocupaciones.

    El 15 de septiembre de aquel ao, dio a luz CREPUSCULARES, obrita de veinticuatro pequeos poemas, no desprovistos algunos de ellos de las galas de las musas, como Flores y Estrellas, que parece ser el me-jor. Pero todos estn escritos con sencillez y correccin. A continuacin public HOJAS LITERARIAS, obra que contiene poemas y prosas. So-bresale entre los primeros la balada patritica "Domingo Antonio", y entre las composiciones en prosa, "La Campana del Reloj". Este cuento histrico de la poca colonial es una joya de inapreciable valor por su forma y por su fondo. Ambas composiciones.fueron premiadas con plu-ma de oro en los Juegos Florales de 1905. Puso en versos castellanos los poemas "Manfrcdo", drama en tres actos, de Lord Byron; "Ven, re-posa en mi seno", de Thomas Moore; "El dorado, Las Campanas, Anna-bel Lee e Himno", de Edgar A. Poe. Estas primorosas traducciones apa-recieron en un tomito, en 1917.

    Tradujo tambin al castellano "El Liberalismo", por Emilio Fa-guet, de la Academia Francesa, que public en la Revista de la Univer-sidad.

    Pern sou sus obras en prosa las que ms fama le han dado. Las ms pertenecen al gnero lstrico y las menos, al oratorio. En aqullas es erudito, en stas, clsico. Todas revelan un lenguaje propio y correcto.

    Son del primer gnero: GOBERNANTES DE HONDURAS. Este importante trabajo fue traducido al ingls por el seor Henry P. Lewis, Secretario particular del Ministro americano, seor Fcnton R. McCreery. Las BIOGRAFAS de los proceres Presbtero Francisco Antomo Mrquez y General Francisco Morazn. Menos extensa que la primera, porque no se propuso escribir una obra detallada, sino una sntesis de la carre-

    (Pesj a l j siguiente Pia-)

  • B

    ROMULO E. DURON...Vid

  • HONDURAS LITERARIA

    de Justicia, de la cual, como hemos dicho, se le haba elegido Magistra-do propietario.

    Fue delegado del Gobierno de Honduras a la Conferencia de Con-ciliacin y Arbitraje que se reuni en Washington del 10 de diciembre de 1928 al 5 de enero de 1929. En esta fecha se firm por la Conferen-cia una Convencin General de Conciliacin Interamericana, un Trata-do General de Arbitraje Interamericano y un Protocolo de Arbitraje Progresivo. El Dr. Durn y el Dr. Marcos Lpez Ponce, que era el otro Delegado de Honduras, firmaron el Tratado de Arbitraje con la reserva de que sus disposiciones no sern aplicadas a los asuntos o controver-sias internacionales pendientes ni a los que se promovieran en lo su-cesivo sobre hechos anteriores a la fecha en que dicho Tratado entro en vigor.

    Concurri tambin como Delegado del Gobierno de Honduras a la Conferencia que se reuni en San .los de Costa Rica, el 10 de no-viembre de 1937, en virtud de ios buenos oficios de los Gobiernos de Estados Unidos de Amrica, Venezuela y Costa Rica, para mediar en el conflicto surgido entre Honduras y Nicaragua, con motivo de que sta emiti y puso a la circulacin un sello postal, de varias dimensiones, pa-ra el cuatrenio de 1937 a 1940, que se estaba usando en el franqueo de la correspondencia area internacional, figurando en dicho sello un ma-pa de la Repblica de Nicaragua que alteraba, en perjuicio de los de-rechos de Honduras, la linea divisoria entre sta y aquella Repblica, definida mediante el Laudo pronunciado por el Rey de Espaa el 23 de diciembre de 1906.

    Y agotado el procedimiento a que se sujet la Conferencia, los Gobiernos de Honduras y Nicaragua convinieron en aceptar el siguien-te Paci de Recprocos Ofrecimientos, sugerido por la Comisin Me-diadora.

    "Primero: Un reciproco ofrecimiento de los Gobiernos de Hon-duras y de Nicaragua de retirar los destacamentos o tropas militares que no sean los usuales o normalmente mantenidos en los territorios fronterizos de ambos pases y en los lugares cercanos a ellos, antes del 1" de agosto del corriente ao y dar informe a la Comisin Mediadora del cumplimiento de este ofrecimiento.

    Segundo: Un recproco ofrecimiento de ambos Gobiernos de abs-tenerse de todo preparativo de guerra y de toda movilizacin o acanto-namiento de tropas que no sean las usuales o normales. Queda excluido el caso de una movilizacin de tropas que tuviera por objeto la repre-sin de un movimiento interno a mano armada.

    Tercero: Un recproco ofrecimiento de ambos Gobiernos de sus-pend^inmediatamento y por el trmino de seis meses, a contar de esta fecha, -toda compra de armamento, pertrechos, aparatos y elementos do guerra de cualquier naturaleza que fueren. Los contratos de compra ya otorgados y que estn ejecutndose quedan excluidos de este ofreci-miento.

    Cuarto: Un reciproco ofrecimiento de ambos Gobiernos de que los aeroplanos militares no harn vuelos sobre los territorios fronteri-zos de ambos pases. Exceptase el caso de una revolucin en dichos lu-gares fronterizos.

    Quinto: Un recproco ofrecimiento de ambos Gobiernos de que las autoridades de cada uno de los pases prestarn eficaz proteccin conforme a la ley, a los nacionales del otro pas residentes en su terri-torio.

    Sexto: Un reciproco ofrecimiento de ambos Gobiernos para invi-tar a los periodistas, escritores y empresarios de estaciones radiodifu-soras a cooperar en el sentido de impedir toda clase de publicaciones y radiodifusiones inflamatorias del sentimiento pblico de cada uno de los pases contra el otro, a fin de mantener y desarrollar el espritu de conciliacin y de sinceridad ya espontneamente adoptado por periodis-tas, publicistas y dueos de empresas radiodifusoras de ambos pases.

    Sptimo: Un reciproco ofrecimiento de ambos Gobiernos para im-pedir que en el territorio de cada uno de ellos se frage o fomente todo movimiento revolucionario o cualesquiera actos o hechos que tiendan a alterar la paz en el territorio del .otro, especialmente en las regiones fronterizas.

    Octavo: Un recproco ofrecimiento de ambos Gobiernos de no solucionar el actual conflicto por medio de las armas.

    Noveno: Un reciproco ofrecimiento de ambos Gobiernos de solu-cionar el actual conflicto por los medios pacficos que consagra el De-recho Internacional. Este ofrecimiento deja a salvo la reserva de Hon-duras consignada en el Tratado General de Arbitraje Interamericano sus-crito el cinco de enero de mil novecientos veintinueve en Washington, D. C. Estados Unidos de Amrica.

    En fe de lo cual y de entera conformidad suscribimos este Pacto en cinco ejemplares de un tenor a un solo efecto".

    El Pacto fue firmado por los miembros de las Delegaciones de Honduras y Nicaragua y por los de la Comisin Mediadora, el 10 de diciembre de 1937.

    Como se notar, las cosas quedaron en el estado en que se ha-llaban antes del^confliclo.

    COMAYAGELA Nuevamente volvi el Dr. Durn al Ministerio de Relaciones Ex-

    teriores en la Administracin del Dr. don Vicente Mejia Colindres (1929-1932) y en ese puesto y como particular, defendi los derechos territo-riales del suelo patrio, amparado en los ttulos de dominio y posesin y en el Derecho Internacional, los cuales le eran familiares. Fue Diplo-mtico sagaz.

    Form parte de las comisiones que redactaron los proyectos de las Constituciones Polticas de 1924 y 1936, la cual rige.

    X X X Muy joven se uni en matrimonio con la seorita Fidclia Durn,

    distinguida dama de Comayagela. Era ella hija legitima del Dr. don Valentn Durn, citado ya.

    De aquel matrimonio vinieron al mundo, Guillermo. Jorge Fidel, Jos, Jacinto Octavio, Mara y Julia; tan apreciables como sus padres; Doctor en Farmacia el primero, Abogados los otros tres.

    Era el Dr. Durn hombre de refinada educacin y de buen trato. Sociable, en el crculo de sus amistades, era muy dado a referir cuen-tos serios o jocosos, lo que haca admirablemente.

    Los importantes cargos que desempe le dieron oportunidades de haberse hecho rico; pero prefiri la pobreza a la opulencia adqui-rida a costa del honor. Falleci el 13 de agosto de 1942, a los 77 aos de edad.

    De "Vidas Ilustres". Tegucigalpa, D. C, 1954.

    EN LOS FUNERALES DEL Durn para transformarse en faro DR. ROMULO E. DURON Y E111'3' e n smbolo de redencin y

    de esperanza. (Viene de la 6 Pg.) '

    En nombre de la Sociedad de Mis palabras se ahogan por la emo- Geografa e Historia de Honduras cin y el pesar . . . .Es muy difcil y de la Federacin de Profesiona-expresar todo el dolor que nos em- les Hondurenos, hago patente el barga por la muerte de un amigo ms sentido psame, por la muer-querido y admirado como lo era el te del Doctor Durn, a sus familia-Doctor Durn. Ya no oiremos ms res y muy especialmente, a sus hi-aquella palabra reposada, amena y jos. Jorge Fidel. Jacinto Octavio, convincente del doctor Durn; ya Guillermo Enrique, Francisco Jos no escucharemos la historia vivida y a su hermano, Miguel Rafael Du-y la ancdota interesante que l nos ron. relataba. La tempestad despiadada, ;Quc descanse en paz el amigo que es la muerte, tronch a ese vie- querido y maestro admirado! jo joven, en plena produccin. De-saparece materialmente Rmulo E. Tegucigalpa, D. C, agosto, 1942.

  • El Doctor Romulo l Durn Por VCTOR

    DOS HIJOS Y UN NIETO DEL DOCTOR ROMULO 6. DURON, EN LOS ACTOS DEL CINCUENTENARIO.

    La Asociacin de Bibliotecarios y Archiveros de Honduras ha querido que yo comparezca ante ustedes esta noche, en oporlunidad de rendir honor a uno de los ms grandes valores de la intelectualidad hon-durena, y yo no he podido hacerme indiferente ante tan oportuna so-licitud, porque aplaudo la obra que este grupo de jvenes viene rea-lizando en favor de la cultura popular, desde hace varios aos, con paciente celo; y porque admiro, en su inmensa dimensin, la figura hon-durena a la que hoy se rinde merecido culto, en medio del agradeci-miento de la nacin entera por la brillante labor que supo realizar a su paso por la vida.

    El da de hoy se cumplen cien aos de haber venido al mundo en sta ciudad de Comayagela, el Doctor don Rmulo E. Durn, procer de nuestra evolucin intelectual, genuino valor en las luchas de la cul-tura patria, elemento que supo vibrar siempre al unisono de las co-rrientes que sacudieron al mundo de su tiempo, fundador de la historia nacional, periodista de pluma maciza y conceptuosa, poeta de inspira-do acento, catedrtico de accin relevante, magistrado austero, parla-mentario defensor de las genuinas causas de la nacin, legislador in-signe, varn polifactico con quien la Patria permanece en perpetua deuda.

    El homenaje que hoy rinde a b memoria del Doctor don R-mulo E. Durn la Asociacin de Bibliotecarios y Archiveros de Hon-duras, fundadora de la biblioteca popular que lleva el nombre del egre-gio connacional, se ve multiplicado en esta fecha en lodo el territorio hondureno, en oportunidad de celebrarse el centenario de que tan cons-picuo ciudadano abri sus ojos a la lux de la vida.

    El Ministerio de Educacin Pblica, la SocdxUd de Geografa o Historia de Honduras, los centros de educacin de toda la Repblica, las organizaciones culturales, la prensa y la radio, lodos se inclinan reverentes ante quien, junto con el Presbtero y Licenciado Antonio i!. Vallejo, fue el Heredlo de nuestra historia; ante quien, con la altura de Ramn Rosa, fue el primer compilador de la labor artstica de los poetas ochocentistas; ante quien, en la ctedra, fue sembrador de no-bles evangelios; ante quien, con su generosidad, argida como flor de quintaesenciados perfumes, su[X> ser estmulo de las ansias e inspiracio-nes nacientes; ante quien, cu fin. permaneci siempre prosternado ante el altar de la Patria, presto a servirla, a honrarla y a dignificarla

    Hermosa la actitud de las generaciones del presente al rendir tributo de merecida justicia al varn extraordinario que consagr su pluma a rendir honores a los valores ms destacados de la nacin hon-durena. El hombre que no tuvo nunca reposo ni experiment jans fatiga para indagar en las existencias iluslres a fin de ofrecer a los hombres del presente las realizaciones fecundas de quienes los prece-dieron, recibe ahora el homenaje pleno de gratitud, de cario y de admiracin de las generaciones nuevas que aspiran a continuar la obra magnifica [le la estructuracin nacional. El hombre que procur resca-tar del olvido las acciones de nuestros proceres; tos desvelos de mies-Iros estadistas; las luchas de nuestros guerreros: los sacrificios de nues-tros maestros: las amarguras de nuestras experiencias; la luminosidad

    de los nobles ejemplos, ahora es objeto del homenaje de toda una na-cin que era tiempo vibra ya al unisono de sus apstoles y en 1a misma tonalidad que sus artistas, pensadores, investigadores y cien-tficos.

    SEORES: Rmulo E. Durn naci en esta ciudad de Comayagela. En esia

    ex-villa heroica que se ha abierto las entraas para darnos grandes v.-i-lores. El 6 de julio de 1365 vio el homenajeado de esta noche la pr-.-mera luz de la vida en el hogar honrado y austero epte constituan don Francisco Durn y doa Casimira Gamero de Durn.

    Sus padres posean modestos recursos, pero abundaban en no-bles anhelos y en elevados ideales. Por tal circunstancia los hermanos frutos de la misma carne, Rmulo. Valentn y Julio Csar, fueron a la Escuela, pasaron despus al Colegio y llegaron ms tarde a la Universi-oau de la cual egresaron, el primero y el ltimo con el titulo de Aho-gado y el segundo con el de Mdico y Cirujano.

    1865 fue un ao muy bueno para nacer en Honduras. La si-tuacin poltica interna no era muy tranquila. En Olancho cunda la re-belin y el gobierno usaba medios muy drsticos para reprimirla, pero la aurora de las nuevas ideas despuntaba ya en el horizonte y en 1871 se producira la irrupcin de la luz en Guatemala con la revolucin que encabezaran Miguel Garcia Granados y Justo Rufino Barrios.

    Los tres Durn tendran la suerte de recibir en las aulas de sus colegios y sus universidades el nuevo mensaje y de enfilar su pen-samiento y su accin por nuevos derroteros. Seran ellos, junto con una plyade de jvenes distinguidos, de los que trazaran nuevos rum-bos cuando, en;plena juventud y ya provistos de sus ttulos universita-rios, les tocaria ser de los dirigentes del pais, despus del movimiento poltico que culmin con el triunfo del 22 de febrero de 1894.

    El Doctor don Rmulo E. Durn no fue en propiedad un ho bre dedicado a la poltica. De los tres hermanos sera Julio Csar brillara en la Asamblea Constituyente de 1894 exponiendo las id la Revolucin, mientras sus hermanos se dedicaban a la ctedra-letras y el homenajeado de esta noche a su labor de investigado dito y cuidadoso.

    Desde que Rmulo E. Durn obtuvo su ttulo de Abogado, se dedic al ejercicio de su profesin del Derecho. Residi en Comayagua, en Santa Rosa de Copan y San Pedro Sula en el desempeo de la judi-catura, y doquiera estuvo, fuera del regazo de su Comayagela y su Te-gucigalpa, se dedic a estimular e impulsar la cultura ya como catedr-tico, como lo fue en el Colegio de Santa Rosa de Copan, donde fund el semanario "El Trabajo", ya en San Pedro Sula donde escribi su fa-moso libro "Bosquejo Histrico de Honduras". En su Comayagela na-tal, el Doctor Durn escriba e investigaba con paciencia y celo y las noches fras de diciembre como las clidas de los meses de marzo y abril lo vieron con su pluma erudita que de la mano derecha pasaba a la izquierda, escribiendo pginas y pginas de incontables libros, de magnficas monografas, de discursos acadmicos, de poemas plenos de sensibilidad y de emocin, de estudios acuciosos de nuestras leyes.

    Sus obras literarias de iniciacin fueron los libros "Crepuscula-res" y "Hojas Literarias" en los cuales se revel, en aquellos aos de lucha y de inquietud, como un poeta romntico, dueo de un roman-ticismo ms atenuado en el acento que el de los poetas que lo prece-dan, y con gran dominio de la forma. Posteriormente emprendi la tarea de traducir a varios poetas europeos y norteamericanos. Vctor Hugo, Lord Byron. Thomas Moore. Longfellow, Eugenio de Castro, .lean Rameu. Edgard Poe. fueron los autores escogidos por l para tradu-cirlos al castellano, dejando como resultado de su esfuerzo obras muy apreciables que merecen la ocupacin entusiasta de los crticos del pre-sente y del futuro.

    Toda actividad cultural, ya fuera la celebracin de las Fiestas Cervantinas, en 1905: la realizacin de los Juegos Florales, en 1906; la fundacin del Ateneo de Honduras, en 1913; el establecimiento de la Asociacin de Prensa Hondurena: el restablecimiento de la Academia Cientfica Literaria de Honduras, etc., tuvo al Doctor Durn como lu-chador de primera linea, impulsando movimientos de verdadera reso-nancia hondurena y centroamericana, movimientos que no tienen imi-tadores ahora, a pesar de los medios mejores de lucha de que se dispone y de las facilidades de toda ndole que para esa clase de campaas ofre-cen los tiempos contemporneos.

  • y la Cultura Nacional CACERES LARA

    El Doctor Durn desarrollaba su obra 012 un clima de permanen-te actividad. No se trataba slo de la faena propia de la creacin, de la investigacin, de las actividades mltiples de la sociedad en las cua-les participaba; se trataba as mismo del desempeo de ctedras, de la labor de aconsejar actividades polticas, de la faena de desempear car-teras ministeriales o crales del congreso, del trabajo de rectorar la Universidad o de dirigir la Facultad de Derecho, del empeoso esfuerzo de redactar un peridico, del siempre atento y vigilante oficio de con-testar, de su puo y letra, una nutrida correspondencia.

    El hombre era, sin lugar a dudas, un monumento de energia; un coloso de actividad; un reto permanente a la fatigo.

    De su faena hasta el momento no igualada quedaron poemarios, tratados de historia, biografas, estudios de costumbres, efemrides, re-copilaciones literarias, monografas, polmicas, discursos, miles y miles de pginas que l no pudo reunir del todo y que es urgente compilar para que el pueblo hondureno pueda darse cuenta de la inmensa labor realizada por este lujo egregio de Comayagela, por este obrero incan-sable en la lucha de sentar las bases de la nacionalidad hondurena.

    No es nuestro propsito esta noche el de trazar un esquema bio-grfico del Doctor don Rmulo E. Durn. Muchos harn esa faena en la serie de homenajes que la Patria agradecida tributa a uno de sus hijos ms nobles y ms laboriosos. El objeto principal d mis palabras de esta noche es enfatizar en la inmensa labor cultural realizada por este pro-cer de nuestras letras, quien de Maestro de Enseanza Primaria lleg a ser Rector de la Universidad y Sub-Secretario de Educacin pasando por las ctedras de los colegios y de la Universidad. Mi objeto es hacer ver a los aqu presentes y a los ausentes, que Rmulo E. Durn fue uno de los fundadores de nuestra Historia, y que ai ocuparse de los tiempos coloniales, de los proceres de la emancipacin, de los valores conspicuos de Zas luchas federales y de los Presidentes de Honduras, dej sentadas las bases para que apoyados en ellas los historiadores del presente y del futuro puedan escribir o comentar con buen criterio la historia de nuestra Patria.

    Quiero decir esta noche que Rmulo E. Durn, al escribir poe-mas de corte muy superior al de poetas que lo precedieron y al reunir en dos tomos interesantes la labor en prosa y en verso de nuestros poe-tas y escritores hasta 1899, recopil materiales interesantsimos que pueden ser utilizados por el critico acucioso que tiene que surgir do nuestro pueblo, para intentar la exacta valoracin de nuestras letras.

    Quiero decir, por fin, que Rmulo E. Durn, al redactar el peridi-co "La Unin", en los aos inmediatamente posteriores a la revolucin de 1894, se convirti en uno de los precursores del periodismo moderno en nuestro pas, y que al dirigir y redactar la "Revista de la Universi-dad" dej una recopilacin de materiales de primerisima importancia para investigar al avance de nuestra cultura en aquellos aos yn un po-co lejanos de nosotros.

    SEORES:

    El Doctor Rmulo E. Durn estuvo siempre presto para servil1 3 su Patria y no para servirse de ella.

    Como hijo modelo supo consagrarle todas las luces de su inte-ligencia; todas las fuerzas de su voluntad y todos los impulsos de su co-razn generoso, acudiendo al puesto a que se le llam, tanto en los minutos tranquilos como en los momentos de peligro, y cuando no fue requerido, se aprest a servirla desde el sitio que le diera a escoger su especialidad literaria o su capacidad intelectual.

    Su talento fue esencialmente constructivo; dinmicamente crea-dor; absolutamente determinado a manifestarse en obras tangibles de las cuales pueden favorecerse las generaciones del presente y del por-venir, y, en especial, todos aquellos elementos que se hallan y se halla-rn interesados en explicarse nuestro pasado, en interpretar el presen-te y en sealar caminos para el porvenir.

    No fue el talento del Doctor Durn de aquellos talentos como el del personaje famoso de Eca de Queiroz, descrito en el Epistolario de Frandique Mndez. Es decir, el Doctor Durn no dej sepultadas sus ideas en sus propias profundidades y en su ambiguo silencio, sino que

    PEREGRINAJE A LA TUMBA DEL DOCTOR RMULO E. DURON (1965)

    las sac a flote, las hizo sensibles para los dems, las convirti en ejem-plo de estudio, de laboriosidad y de empeo.

    Antes que l. la historia colonial era prcticamente desconocida. Apenas medio sabamos vagas nociones acerca del descubrimiento y la conquista, cuando l se ocup del tema con paciente diligencia, revol-vi archivos, realiz investigaciones y pudo dejarnos lo que conocemos, todava incompleto, s, pero ya valioso y sustantivo.

    Antes que el Doctor Durn slo Alvaro Contreras y Ramn Rosa se haban ocupado a fondo de Morazn; slo Cleo Arias y el mismo Rosa, haban escrito sobre Cabanas; el propio Rosa acerca de Jos Ce-cilio del Valle y el Licenciado y Presbtero Antonio R. Vallejo sobre nuestra historia de los primeros aos de la independencia. Antes que el Doctor Durn slo Jeremas Cisneros se haba interesado en Lempira y muy espordicamente algunos otros haban tratado temas relaciona-dos con nuestro pasado. El Doctor Durn se dedic a la gran faena coii

    (Pasa a la siguiente Pig.)

    VCTOR CCERES L A M

  • 12

    El D o c t o r R m u l o . . . tv* de p9. nieror) devotsimo culto y gracias a sus esfuerzos se salvaron del olvido infini-dad de hechos, variedad de circunstancias felices y adversas de nuestro devenir histrico, magnficos ejemplos para los hondurenos del presen-te y del futuro.

    Como producto de su empeo tesonero e indeclinable quedaron 'Bosquejo Histrico de Honduras", "Historia de Honduras", "Gobernan-

    tes de Honduras", "Efemrides de Honduras", las biografas de Fran-cisco Antonio Mrquez, Jos Justo Milla, Juan Nepomuceno Fernndez Lindo, Joaqun Rivera y Longino Snchez; "La Provincia de Teguci-galpa bajo el gobierno de Mallol", "Rectificaciones Histricas", "Las Islas del Cisne", "Galera de Gobernantes de Honduras" e infinidad da monografas de aportaciones extraordinarias que no pueden fauar nun-ca en la mesa de estudio y de trabajo de quienes se dedican a la Historia.

    Animado de la amplia generosidad que bulla en su pecho, em-prendi la tarea de compilar la obra de grandes valores de las letras y de la poltica nacionales y como resultado de ese esfuerzo nos dej las Obras de don Jos Cecilio del Valle, la Coleccin de Escritos del Doc-tor Poliearpo Bonilla: las Pastorelas del Presbtero Jos Trinidad Reyes y los dos valiosos tomos de Honduras Literaria en los cuales recogi la produccin en presa y en verso de nuestros escritores y poetas desde la independencia hasta el ao de 1899.

    Como la de taer la lira fue tambin profesin que solicit al ilustre homenajeado de esta noche, el Doctor Durn escribi las obras poticas "Crepusculares", "Ensayos Poticos", "Hojas Literarias y "De Byron, de Moore y de Poe", su libro Floriaua y uno de los primeros re-latos que se escribieron en Honduras, "La Campana del Reloj", cuento de grcil estilo que no puede ser olvidado nunca en una antologa se-vera del cuento nacional.

    Los discursos y las conferencias del Doctor Durn podran lle-nar varios libros, lo mismo que sus estudios sobre temas legales y sus articulos de prensa los cuales siempre cumplieron la finalidad de dar sanas orientaciones al pueblo.

    Tambin lo encontraron simpre dispuesto a la lucha dos causas importantes del pueblo hondureno: la de la necesidad del retorno a integrar la Patria Grande que soaron nuestros proceres y el deber de defender la santa integridad de nuestra tierra en las disputas de fron-teras.

    Ya hemos dicho que el ilustre connacional de cuyo nacimiento se han cumplido cien aos hoy fue un poeta romntico. Tuvo que tomar militncia dentro de una tendencia potica que era la dominante en su tiempo y que tantas joyas valiossimas dej durante su vigencia en Eu-ropa y en Amrica y junto con Manuel Molina Vijil y Carlos Alberto Ucls fue de los poetas que mejores logros tuvo dentro de tan senti-mental escuela.

    Oigamos al Doctor Durn en su BALADA:

    De mi existencia en los primeros aos, cuando brillaba en su orto dentro el alma el pensamiento soador y virgen, cre que era la vida un ave blanca.

    Despus.. cuando mi mente era un alczar de dulces sueos y esperanzas dulces, y era fuego la sangre de mis venas. un ave la crei, de alas azules

    Cuando me hiri con aceradas garras el desengao por la vez primera, llor y ante mis ojos fue pasando la vida, como un ave de alas negras.

    Hoy que tan slo a Dios mi fe se eleva: hoy que el dolor purific mi alma, no es ave azul: tampoco es ave negra; de nuevo es ave blanca: Es la plegaria!

    HONDURAS LITERARIA

    Los versos del poeta se adentraban en laberintos filosficos y se baaban de discreto escepticismo, por ejemplo, cuando cant a LA NUBE:

    No os hagis ilusiones con la nube que vaga leve en la celeste altura: no pensis que es el ala de un querube resplandeciente, inmaculada y pura.

    Ella es slo vapor que se alza y sube, semejante a la nieve en su blancura, del liquido cristal del ro ufano y del fondo del ftido pantano.

    Y el amor a la Patria, el dulce amor que inspir siempre todos sus pasos y que. lo condujo de la mano baca las ms maduras realiza-ciones, inspir este delicioso canto A UN PAJAHILLO:

    En tu cancin "Yo-soy-de aqu" profieres. Qu es lo que decir quieres? Quieres decir que es luyo el bosque verde, el azul horizonte que se pierde, como un tul a lo lejos del alba y de la tarde a los reflejos?

    Que es tuya la montaa y el ro de cristal en que se baa el moral encendido, y en que copia su fronda el pino erguido:

    Que eres el solo dueo del lirio, cuyo ptalo sedeo, de la campia en medio a la verdura es rival de la nieve en su blancura? Que t slo en el techo de la choza debes saber si ul jbilo alboroza los humildes hogares, o en ellos moran duelos y pesares?

    Que, al ser de aqu, t no eres extranjero, que tu canto es tu canto, y que primero sus notas ahogaras que llevar a l ajenas melodas?

    Que a miel extraa de dulzura llena prefieres la colmena del nativo lugar, y a rejas de oro el de la libertad, dulce tesoro?

    Que moriras de dolor si el pino y el roble y el encino al traidor dieran sombra. y si el csped le diera suave alfombra?

    "Yo-soy-de aqui", siga tu voz cantando, y tu cancin ejemplo a todos dando, por ciudadades, montaas y llanuras, siempre esta voz sagrada est vibrando: Amo a mi Patria, y es mi Patria Honduras'

    SEORES:

    La Asociacin de Bibliotecarios y Archiveros de Honduras ha querido mi voz en este homenaje y yo he querido hacerme presente en l para evocar una de las figuras ms preclaras de nuestras letras. Muchsimas gracias.

    (Disertacin ofrecida por el periodis-ta e historiador, Profesor Vctor C-ceres Lara, en la Asociacin de Biblio-tecario'; y Archiveros de Honduras el 6 de julio de 1965)..

  • HONDURAS LITERARIA **_

    ROMULO E. DURON, LITERATO Por J O S REINA V A L E N Z U E L A

    La Reforma iniciada por Marco Aurelio Soto desde la ?residcnci. de la Repblica el 27 de agosto de 187G, abri el campo propicio para el florecimiento de las letras y las arles. Nunca antes en Honduras haban cantado los poetas con rimas tan hermosas, ni fueron ms puras las melo-das ejecutadas por los conjuntos orquestales. Al amparo de la paz y bajo el manto de una positiva armona nacional, surgieron los romn-ticos y se perfeccionaron los que pudiramos llamar nuestros clsicos. La prosa brillante de Ramn Rosa; la oratoria de Adolfo Ziga y el acadmico corte de los discursos de Carlos Alberto Ucls, se comple-mentaron con los tiernos y apasionados sonetos de Manuel Molina Vijil, de Jos Antonio Domnguez y de! ilustre bayams .Tose Joaqun Palma.

    Se viva la etapa dorada de la literatura hondurena que supera-ba en produccin y en calidad a las no menos brillantes manifestacio-nes culturales del terruo centroamericano. Las "veladas" lrico-litera-rias, las tertulias, los conciertos musicales, los concursos que a modo de Juegos Florales solan organizarse, haban pulido el espritu de nuestra sociedad y moderado el impulso revanclsta del pueblo, acostumbrado a vivir con el trabuco cargado, para asolar los montes defendiendo cual-quier causa sin prestigio.

    Aquel ambiente de confianza pblica en donde slo prosperaban las inquietudes del espritu expresadas por la pluma de nuestros lite-ratos, y hallaban ancho espacio los empeos de reconstruccin y progre-so nacionales, dio alientos a muchos jvenes de talento para darse a co-nocer como futuras promesas ya en la poltica, en la ciencia o en el arte. Rniulo E. Durn figuraba entre esta juventud en lugar promi-nente.

    Al Presidente Soto sucedi el General Don Luis Eogrn, quicu procur continuar la obra restauradora de aquel ilustre hijo de Teguci-galpa manteniendo la tranquilidad pblica y apoyando con generosa in-tencin la manifestaciones de la cultura.

    No era una sorpresa entonces que las reuniones y actos literarios del 85 tuvieran proyecciones alentadoras para nuestros jvenes intelec-tuales, como tampoco, era sorpresa que en ellas el recin graduado en Ciencias Jurdicas y Sociales, Don Rmulo E. Durn, declamara sus pro-pias .'composiciones poticas; esto se tenia por natural para sus 20 aos, porque y-se saba de.su talento, de su amor las letras y de su espritu siempre atento a iniciar y seguir las rutas de la cultura. Tampoco e n sorpresa escuchar sus discursos de ocasin, floridos y lricos unos, en-cendidos en fervor patritico otros, como lo fueron en los 15 de Sep-tiembre en las Sesiones de Cabildo Abierto celebradas por la Municipa-lidad de Comayagela.

    Sin embargo, aquel tranquilo discurrir se vio de pronto pertorba-do: el 6 de Agosto de 1886 el General Emilio Delgado invadi por a frontera cou Nicaragua y el pas fue declarado en Estado de Sitio. La guerra civil volva a ensangrentar el suelo de la patria; el Gobierno mo viliz sus tropas; hubo inquietud, temor y tristeza; se libraron alguno* combates y despus de 20 das de zozobra, el cabecilla fue capturado y conducido a Comayagua, en donde fue fusilado, el 18 de octubre, des-pus de que un Consejo de Guerra lo conden a la pena capital. El Pre-sidente Bogrn pudo haber sido indulgente, pero ni siquiera confirm h sentencia, limitndose a ordenar su ejecucin en simple orden telegr-fica. Como no poda superar a Marco Aurelio Soto, al menos quiso imi-tarlo: Soto fusil a Medina; Bogrn mand a fusilar al General Delgado.

    Largas serian las consideraciones que pueden hacerse acerca de aquella revuelta, pero con todo, la inesperada perturbacin de ia tran-quilidad pblica no logr que la valiosa juventud envenenara de odios su mente y de amarguras, su corazn, por lo que la vida Intelectual sigui su curso.

    Los actos literarios continuaron efectundose con brillo y esplen-dor; las reuniones privadas en las que participaban los ms conspicuos hombres de letras, eran el cenculo en donde oficiaba la intelectualidad capitalina, y en ese ambiente propicio, a principios de 1807, el joven Du-rn publica su primera obra intitulada ENSAYOS POTICOS.

    Eu aquella primicia entrega el entusiasmo de sus 22 aos; en sus versos impregnados del romanticismo del siglo XIX se adivina un cora-zn enamorado de la belleza; en unos, el canto es de amor sutil, en otra* hay melancola, pesimismo, y uno como resignacin. Era la influencia de la poca.

    Muchas y muy valiosas opiniones y felicitaciones recibi el Licen-ciado Durn por aquel esfuerzo digno de su clara mentalidad y su de-dicacin al cultivo de las letras, y en el ambiente, siempre estrecho de nuestra sociedad, bien claro se dej ver que haba cu la obra una pro. mesa para e! cercano futuro.

    Como sucede casi siempre, la juventud se deja llevar por los sueos y busca en la poesa el escape de sus inspiraciones y el acomodo-da sus sentimientos y el joven Durn ensay en los campos de la poesa con xito, aunque no era ese su camino, como posteriormente pudo comprobarse.

    Entre las opiniones y comentarios alentadores que recibi el au-tor de ENSAYOS POTICOS, hemos seleccionado el del Doctor Mariano Vsquez, amigo y contemporneo del Doctor Durn. hombre de letras co-mo l, poltico y eminente internacionalista que deca de ENSAYOS PO-TICOS: "El verdadero poeta ya trae, como dijramos, el germen del ge-nio en su organismo; le basta contemplar la naturaleza, para asimilarse las bellezas que encierra. Es como una simiente desprendida de lo alto, a la que la "Fuerza Creadora" sopl con su aliento de luz. de vida, sen-timentalismo, de armona Nuestro inteligente y laborioso amigo Durn, hoy se presenta al pblico, modesto y vacilante, con uu conjunto de amenas composiciones lricas, en las que se refleja su alma melanclica. Resplandece en la mayor parte de los versos del Seor Du-rn, esa naturalidad espontnea necesaria en todo gnero de composi-ciones No hace esfuerzos para encontrar los conceptos; se forma el plan y deja correr la pluma. Asi se nota en la siguiente estrofa del soneto "Cunto tarda", dedicado a su hermano Don Csar:

    "Por una y otra calle, el paso lento. Llena mi alma de cruel melancola Una esplndida noche discurra; El cielo estaba azul, dormido el viento"

    Estas apreciaciones aparecidas en "La Nacin" en mayo de 1887, son entre otras, las que testimonian el aplauso con que se recibi la pri-mera obra del Doctor Durn. El gran literato Don Adolfo Ziga, expre-s tambin su aprobacin al esfuerzo del joven poeta y le invit a prose-g u en la tarea, aunque, como era lgico, encontraba en su realizacin escollos y contrariedades.

    Pero haba qu vivir; era preciso ocuparse cu cosas materiales para atender a las urgencias inaplazables de la familia y era necesario

    4r a los juzgados, litigar, estudiar las polmicas y los argumentos legal y dejar a un lado los lirismos y los romances; era indispensable robarle tiempo al tiempo aplicando al cultivo do las letras todo instante, todo-momento de fugaz descanso, y as el joven Durn fue el arquitecto de una vida disciplinada en la cual lodo tena su lugar. Esta disciplina, que fue caracterstica de su inmensa labor, le acompao hasta el ltimo ins-tante, y a ella, como a su constancia admirable, se debi en gran parle que pudiera cumplir con la misin que Dios le haba sealado en la tierra.

    No obstante ese trajn fatigoso que impone la lucha por la vida, el Doctor Durn dio a la publicidad el 15 de Septiembre de 1893, un volumen de 24 poemas que Intitul CREPUSCULARES, escritos con es-tilo puro, correcto y claro, segn lo dijo entonces un comentarista. Era el homenaje de uu ciudadano de elevado pensamiento para la patria amada que se estremeca con la brutal sacudida de una guerra civil devastadora, en la que los clarines del odio pregonaban el dolor y la muer-te. De nuevo en nombro de la justicia, del derecho y de la Constitucin, el desenfreno de las ambiciones asolaba los campos fronterizos con Ni-caragua; pero aqu en Tegucigalpa, una lira cantaba cotno para suavizar la aspereza de la poltica y aminorar la angustia de las lloras crueles que acobardaban el espritu.

    Advino uu nuevo gobierno constitucional, y Durn, que haba al-canzado ya renombre por su conducta ejemplar y por el estilo florido y castizo de sus escritos, publica en 18S8 el primer (orno de HONDURAS LITERARIA, un libro de 827 pginas que comprende los escritos en pro-sa de hondurenos ilustres como Jos Cecilio del Valle. HONDURAS LI-TERARIA, segn lo afirma su autor, fue el resultado de ms de diez aos de labor que culmin el 4 de septiembre dt aquel ao, gracias al apoyo que le brind el gobierno del Doctor Policarpo Bonilla, quien, en Acuerdo de 23 del mismo mes, orden la impresin de 801) ejemplares por cuenta del Estado. La obra est dedicada ni Seor Presidente de la Repblica, cusa que consideramos justa, ya que, en Honduras, en todos los tiempos, las obras de esta naturaleza solo pueden ver la luz pblica con el apoyo financiero del Estado.

    El Prlogo es una bella piez-i literari* del Seor Don Jos An-tonio Lpez, uno de los intelectuales ms destacados de su poca, y lue-go en sus DOS PALABRAS. Don Rmulo explica que no se rala de un

    IPasa A la siguiente Pg.)

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    R O M U L O (VieiM de li Pig onlcrlorl

    trabajo (le seleccin, sino una obra do recopilacin destinada a dar a conocer nuestros valores en el campo de las letras y encaminada a la ve:, a salvar del olvido los escritos ms importantes de nuestros hombres de talento.

    Tres aos despus, en 1899, Duron publica el segundo lomo de HONDURAS LITERARIA, como resuludo de agotador esfuerzo en la re-copilacin de la produccin potica de nuestros porialiras slo conocida fragmentariamente e ignorada por la mayora de los lectores hondurenos.

    Estas obras constituyen la primera antologia hondurena y vino a confirmar no slo la delicadeza esttica de su autor, sino su espritu de investigacin, su acuciosidad y el gran sentido critico en la escongencia de las producciones publicadas. Uno de los bigrafos del Doctor Durn el Licenciado Don Gonzalo S. Sequeiros. dice sobre el particular: "Son de su brillante pluma los rasgos biogrficos que preceden a los escritos de Valle,, el procer y sabio, de Eduardo Martnez Lpez, bigrafo de Mo-razn, y del telogo, orador, poeta y msico Jos Trinidad Reyes, como del inspirado poeta Jernimo J. Reina . . . "

    Cabe aqu consignar algunos conceptos del Lie. don Jorge Fidel Durn, sobre la obra de su seor padre, HONDURAS LITERARIA; ellos nos explican cul fue el mvil que tuvo el autor para emprender tarea tan inmensa. Dice Don Jorge Fidel: "La visin del autor al escribirla fue demostrar el Innegable reclamo que tiene nuestro pas a parango-narse con orgullo con otras tierras quiz ms afortunadas. Bastarla, en mi concepto, con los escritos de Jos Cecilio del Valle, el Sabio por an-tonomasia, para darle brillo a la coleccin en prosa. Creo que bastara con los versos~de Juan Ramn Molina para enaltecer la coleccin potica. No obstante a nombres tan ilustres se agregan en e] (orno de prosa, los de Dionisio de Herrera, padre de la Patria y gran hondureno que en nuestros das federales ue Jefe de Estado de tres pases hermanos; el de Francisco Morazn, ms conocido corno hroe y como guerrero in-victo; el de Juan Lindo, poltico y estadista; los de Francisco Kerrera y Jos Jlara Cacho, hombres adelantados a su t iempo.. ." .

    Agustn Meneos, hombre de letras chapn, public en el peri-dico LA RtiPURLICA, en 1899, un magnifico comentario sobre HONDU-RAS LITERARIA, tomamos algunos prrafos que dicen: "Con fina de-dicatoria que sinceramente agradecemos, recibimos el segundo tomo de esta obra que publica en Tegucigalpa el laborioso escritor don Ttmuio E. Durn Con placer hojeamos el libro y con fruicin leimos muchas de sus poesas cuyas estrofas traen fragancias de las flores, mur-mullos de los ros, ecos de las montaas de aquella regin centroame-ricana, de la tierra de hermosas planicies y costas poticas, de speras sierras y aurferas corrientes Buen servicio ha prestado a las letras de su patria el Seor Durn con esta antologia el libro es un ramillete de galanas flores. Alli los versos pastorales del Pa-dre Reyes; alli las tristes estrofas de suicida de Molina Vijil, tan conocido y estimado en Guatemala; all las rimas de Carlos Gutirrez, colabora-dor que fue de esle peridico por el ao de 1895; all las fluidas estan-cias de Carlos Alberto Ucls, all las producciones de Flix A. Tejeda, bien conocido entre nosotros y que joven an, puso fin de un pistoletazo a su existencia; alli por ltimo las estrofas del propio autor de la obra, Rmulo E. Durn. Porque es de advertir que el seor Durn no es sim-ple bibligrafo; es adems vate fcil y sentido que as escribe tiernas composiciones orignales como traduce con acierto versos ingleses de Moore y de Lord Byron:"

    En ese mismo ao el Doctor Durn publica la COLECCIN DE ESCRITOS del Doctor Don Policarpo Bonilla tomos I y n y se dedica a esbozar- otras obras para el porvenir, sin que esto le impida entregar a la prensa de entonces, valiosos trabajos, ya literarios, ya bibliogrficos, ya ensayos sobre la vida de hondurenos ilustres y al mismo tiempo, sin descuidar el ejercicio de su profesin de Abogado, ni se rehuse a servir a la patria en ct desempeo de honrosos cargos pblicos.

    Perfilbase ya el historiador; despuntaba el relator y comentarista de nuestro acontecer que hauria de legarnos una inmensa obra histri-ca, rica en lecciones de civismo y de juicios serenos e imparciales, y sin embargo, continuaba con una intensa labor literaria.

    Mientras los polticos se devanaban los sesos para ganar el apoyo popular y con l escalar las alturas del poder, o bien llegar a esas alturas por los medios que tenan a su alcance, Duron que no era indiferente a tales actividades, se dedicaba al estudio con el propsito de hacer paln.i de modo distinto al que esbozaban las proclamas de los lderes que se proponan salvar a Honduras. En 1905 se conmemor en Tegucigalpa con diferentes actos literarios el Cincuentenario de la muerte del Padre Reyes, y con tan sealada ocasin vio la luz pblica un magnifico traba-jo de Don Rmulo intulado PASTORELAS DEL PRESBTERO DOCTOK DON JOS TRINIDAD REYES.

    Antes de revisar los juicios que sobre esta obra de tan relevantes mritos publicaron distinguidas personalidades de las letras nacionales y

    _ HONDURAS LITERARIA

    extranjeras, permtasenos leer algunos prrafos escritos por el propio autor que dicen: "En 1879 era yo alumno del Instituto Nacional qui-en Tegucigalpa, diriga el profesor norteamericano don Edmundo E. Ric-pel, a quien luego sustituy en su puesto el apreciable caballero cabala don Manuel Garcia Freir.

    Un sbado, en la clase de recitacin, nos dijo el dulce poeta ha-yamos, don Jos Joaqun Palma, a quien admirbamos entonces como lo admiramos ahora, estas o parecidas palabras: Ustedes tienen un gran poe-ta en el Padre Reyes, cuyos idilios admiraria Nez de Arce. El Dr. Ra-mn Rosa desea que se restauren sus preciosas PASTORELAS, pero es-tn las copias tan malas que la obra es casi imposible: para restaurar-las sera preciso, tal vez, hacerlas de nuevo.

    No olvid estas palabras, que tanto me halagaban por referirse a una gloria nacional, a un personaje cuyo nombre no oa pronunciar sino con el cario ms intenso y la ms ferviente veneracin y a quien, desde edad muy temprana, empec a amar . . " .

    Y aos ms tarde, cuando la llama de la inspiracin haba ilumi nado la mente del infatigable escritor, v el estudio le fortaleca con la serenidad de un antologo en madurez, el Doctor Durn inicia la tarea pesquizando por doquier los datos necesarios que le llevaron a cotejar los orignales encontrados con la versin que le recitaban personas que haban figurado en el elenco artstico de aquellas representaciones en tiempos del propio Pudre Reyes.

    No escatim Durn sacrificios econmicos; algunos manuscritos io obtuvo pagando por ellos altos precios, y solo dos le fueron obsequia-dos: uno por doa Camila Moneada de Camero, de Danli y el otro por Doa Paula Iras de Bustillo do Comayagiiela. Seguro de que por la di-versidad de copias no se poda decidir cual de ellas contenia los verda-deros versos del inspirado Reyes, el Doctor Durn se decidi a publicar su trabajo no sin antes hacer la siguiente advertencia: "Mientras tanto, y antes de que, con el curso del tiempo, sigan desfigurndose las PAS-TORELAS, yo publico esta coleccin de ellas, en las que he cuidado de acercarme a los originales (que ya no hay esperanzas de encontrar), dan-do por verdadero aquello en que coincide el mayor nmero de copias o lo que aparece en las ms antiguas".

    En los captulos que preceden a las Pastorelas, el Doctor Durn hace interesantes y valiosos comentarios sobre la obra del ilustre Reyes, las cuales pasamos a revisar rpidamente: Qu hecho o qu circunstan-cia inspir al Padre Reyes la idea de escribir Pastorelas?, pregunta Rmulo. Las respuestas son varias porque para el caso la tradici' ma que fue para retener durante las vacaciones a losjvenes ye los pueblos a estudiar, temeroso de que, al irse a su solar n gresaran a Tegucigalpa. Don Rmulo dice: "Yo pienso que, para e psito del Padre Reyes, no era indispensable el escribir Pastorelas, y al haberlas escrito, debe haber obedecido a la necesidad imperiosa.que su alma senta de cantar el bien y la belleza, a la vez que al deseoide civilizar, deleitando, y por el medio que le pareci mejor a las diferen-tes esferas sociales de su patria".

    Para el Doctor Durn las Pastorelas constituyen un gnero nue-vo de literatura, y agrega: "que no tiene reglamentacin en preceptiva alguna: un gnero original que debe lo vida a nuestro poeta insigne".

    Y prosigue declarando que Reyes ocupa el primer puesto en las letras centroamericanas. "El nico dice que pudo llegar tan alto co-mo" l pero sin haberlo conseguido, es e! poeta guatemalteco don Jos Batres Montfar. Uno y otro dominan la rima y juegan con ella con ad-mirable acilidad y suprema gracia: pero Reyes, en su gnero, sin olvidar que la misin del arte es deleitar, consigue este fin y a la vez instruye, corrige y moraliza, sin hacerse el asustadizo por las debilidades huma-nas". Y' concluye con esta declaracin: "Mi modesto trabajo de coleccio-nador y restaurador de las Pastorelas, es una justificacin de nuestro gTande hombre, de nuestro PADRE ESPIRITUAL. Quiera Dios que mi atrevimiento no empae su radiosa figura, y afirme y acreciente el culto que le tributamos por sus obras en favor del bien humano y del progre-so de Honduras".

    Estos prrafos estn fechados en Comayagiiela a 9 de octubre de X905.

    Las primeras palabras de estimulo, al publicarse la obra fueron las del Presidente de la Repblica General don Manuel Bonilla, quien en carta para el Dr. Durn le expresa: "Digna de aplauso por todo con-cepto es la empresa realizada por Ud. al publicar reconstruidas en su texto, las Pastorelas del Padre Reyes, porque con ello, al par que res-taura un monumento literario de gran mrito y perpeta una memoria, propaga en el pas el buen gusto por las letras, que es signo inequvoco de cultura social y que influye a la vez, dulcificando los sentimientos, en la educacin poltica del pueblo".

    Debemos advertir que la impresin fue costeada por el propio Doctor Durn y ejecutada en los talleres de la Tipografa Nacional en donde por aquel entonces, se hacan trabajos particulares debidamente pagados. El Gobierno del General Bonilla, adquiri 500 ejemplares con

  • UOHOU8AS L ITERARIA

    valor

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    R O M U L O (Viene de lo F;. iMriwl

    trabajos Hiranos que, intitulados UNA PAGINA DE HISTORIA, LA CAMPANA DEL RELOJ, y DOMINGO ANTONIO, present en los recin pasados Juegos Florales, y que fueron premiados en aquel certamen, \o-, dos primeros, con sendas plumas de oro y, el ltimo, con accsit, consis-tente en una Mencin Honorfica. E; la primera de dichas composiciones una monografa histrica escrita con esmero v pulcritud; la segunda, un cuento tcgucigalpense lleno de suave y dulce melancola, y la tercera, una balada sobre asunto nacional, escrita en sonora combinacin mtrica. Es-tos trabajos de mrito innegable estn ya juzgados por justiciero tribu-nal y por el pblico lector que no les ha escatimado merecidos elogios. Vayan al Doctor Durn nuestros sinceros parabienes y que a la copiosa cosecha de laureles que ha recogido en el campo de las letras una la gloria de ser uno de los fundadores de nuestra gloriosa historia patrio". Este comentario sali de la pluma exquisita del Maestro Licenciado don Esteban Guardiola.

    En el mismo ao 1906, public ef primer tomo de las Obras de JOS CECILIO DEL VALLE, correspondiente a los escritos polticos de! Sabio y que mereci el aplauso de la intelectualidad centroamericana.

    Poco a poco la produccin literaria fue ocupando un lugar secun-dario en la vida de aquel ilustre escritor para dar paso a otras activida-des y no fue sino hasta 1917 que public FLOR1ANA, Romance Histri-co de la poca colonial y quiz la menos conocida de todas las obras dc-Don Rmulo.

    En ese mismo ao y con dedicatoria al Doctor don Francisco Ber-trand Presidente Constitucional de la Repblica, apareci un bello folle-to intitulado DE BYRON, DE MOORE Y DE POE, que contiene las tra-ducciones que Don Rmulo hiciera del "Manredo". "Ven. reposa en n seno!", "El dorado", "Las Campanas", "Annabcl Lee", e "Himno", composiciones todas de aquellos famosos poetas de hablo inglesa.

    El Doctor Durn desde temprana edad tradujo bellos poemas de Musset, de Thomas Moore y del portugus Eugenio de Castro, publican-do estas traducciones en los peridicos nacionales. Algunas fueron re-producidas en revistas centroamericanas y a este respecto, encontramos en "El Porvenir de Centro Amrica", revista editada en San Salvador y correspondiente al 23 de noviembre de 1896. el siguiente comentario: "LICENCIADO ROMULO E. DURON. Es uno de los inteligentes escrito-res que honran a la juventud de su pas. Desde hace algunos aos le o-mos nombrar siempre que se trata de literatura hondurena: escribe con talento, ilustracin y buen criterio. Posee la preparacin del critico y el entusiasmo de los vates que perseveran en el culto del arte. Durn es-poeta; sus traducciones del ingls son una buena muestra de ello. No co-nocemos versos orginalcs suyos, pero quien da forma galana y correcta en nuestro idioma a las poesas escritas en ingls por ingenios como Thomas Moore y otros, necesariamente ha de poseer la facultad de ex-presar bien y correctamente sus propias ideas, con el atractivo que da el numen a las producciones de la inteligencia".

    En el mismo ao de 96, redactaba la Revista LA JUVENTUD HON-DURENA, do corta vida, pero de gran aceptacin en los crculos litera-rios nacionales y centroamericanos.

    En 1917, impresa en los talleres de la Imprenta El Sol de Coma-yagela, public una revista semanal intituaria LA LECTURA, de la cual era Director, siendo el Administrador, su hijo el Doctor don Gui-llermo E. Durn. Tambin esta publicacin tuvo corta vida, suponemos que por razones econmicas, ya que siempre ha sido empresa de titanes sostener una revista literaria en nuestro medio en donde el anuncio se regatea o se niega rotundamente.

    Analizando la produccin potica del Doctor Durn nos ha llama-do la atencin un acendrado amor al terruo; un tipo de poesa cvica que mucho le enaltece y en la cual hay un profundo respeto por la pa-tria. Durn conjug en esa palabra sublime de Patria, la devocin hacia sus hombres y sus cosas; cant la incomparable belleza del paisaje. i,\ sencilla expresin de su gentes y las glorias legtimas do sus hroes.

    Versos sentidos; interpretacin del canto de sus jilgueros; visin del verde follaje del pinar hermoso; arrullo en el murmullo del riachue-lo humlde, y en el todo, el sabor de la tierra que nos vio nacer.

    Con elevado espritu dice lo que para l es la patria, como para que entiendan los que no la comprenden:

    ;.La Patria. .." Qu es la Patria? De nuestro ser es alma Y en torno de nosotros se siente palpitar, en lo que canta y vuela, en lo que se alza y brilla Y en cuanto nos dirige en pos de un ideal. Es Patria el techo amigo que nos cubri de nios. La voz a cuyo acento dormimos sin temor. El amoroso beso de nuestra madre amada. La honra que nuestro padre a defender nos dio. Bello tambin y con un enorme contenido cvico es su canto pa-

    tritico A UN PAJARILLO, escrito en Santa Elena deparlamento de L.-Paz, el 9 de junio, cuando con los Ingenieros Medardo Ziga y Luis

    HONDURAS LITERARIA

    Paz desempeaba una misin en los trabajos de demarcacin de lo fron-tera con El Salvador, y que pasamos a reproducir:

    En lu cancin: Yo-soy-de-aqu! profieres Qu es lo que decir quieres?

    ,,Qieres decir que es tuyo el bosque verde, El azul horizonte que se pierde,

    Como un tul a lo lejos. Del alba y de la tarde a los reflejos?

    Que es tuya la montaa Y el ro de cristal en que se baa

    El moral encendido. Y en que copia su fronda el pino erguido"

    Que eres el slo dueo Del lirio, cuyo ptalo cedeo. De la campia en medio a la verdura Es rival de la nieve en su blancura? Que t solo en el techo de la choza Debes saber si el jbilo alboroza

    Los humildes hogares, O en ellos moran duelos y pesares? Que, al ser de aqu, t no eres extranjero, Que tu canto es tu canto y que primero

    Sus notas ahogaras Que llevar a l agenas melodas? Que a miel extraa de dulzura llena

    Prefieres la colmena Del nativo lugar, y a rejas de oro El de la libertad, dulce tesoro? Que moriras de dolor si el pino

    Y e! roble y el encino Al traidor dieran sombra,

    Y si el csped le diera suave alfombra? Yo-soy-de aqu! siga tu voz cantando. y tu cancin ejemplo a todos dando, por ciudades, montaas y llanuras, Siempre esta voz sagrada est vibrando: Amo a mi Patria, y es mi Patria Honduras!

    A este particular, Fabin Capablanca, en un articulo publicado en Revista TEGUCIGALPA en julio de 1942 intitulado: ROMULO E. DU-DURON Y LA POESIA CVICA HONDURENA, dice, entre otras cosas: Dudo que existan media docena de composiciones netamente hondure-nas de un sabor y contenido ms autctono, que encierren la enseanza y el ejemplo de tan inspiradoras estrofas, que comulguen con el senti-miento innato, que, a la vez unan musicalidad pattica de una cancin, intima, cvica y patritica...".

    Con ocasin del Primer Centenario del nacimiento del- General Francisco Mrazn, el Doctor Durn compuso un HIMNO PATRITICO dedicado al glorioso caudillo que dice:

    Voz de amor y de paz elevemos. No ms se oiga el fragor del can Y on abrazo cordial procuremos Libertad y Justicia y Unin.. .

    Veri: ondean las palmas doquiera De laurel se preparan coronas Y t, Historia, los hechos pregonas Del soldado que se hizo inmortal.

    Que tu nombre nos junte y estreche. Que l nos d, con Unin, energa, Para as tremolar algn da Tu bandera triunfal, Morazn...

    En 1909, compuso un HIMNO NACIONAL HONDURENO, con m-sica del inspirado compositor nacional Marcial Maradlaga, y cuya prime-ra estrofa dice:

    En las lides te dio la victoria Bella Honduras, excelso laurel; Hoy, la oliva en la mano, tu gloria Es marchar del progreso al vergel.

    (Pu la fg. 19)

  • HONDURAS LITERARIA 17

    La Figura de Rmulo E. Duron Por la Proa, AMALIA DE GUZMAN

    La Sociedad de Geografia c Historia de Honduras, tomando en cuenta los relevantes mritos del Dr. Rmulo Ernesto Durn Camero, dispuso solicitar al Gobierno de la Repblica, se Decrete esle ao, de 1965, el "Ao del Dr. Rmulo Ernesto Durn Gomero", como homena-je a ese prominente lujo de Honduras, al cumplirse un Siglo de su na-cimiento que fue el G de julio de 1865.

    Naci este connotado ciudadano. Dr. Rmulo Ernesto Durn Ga-merc, en Comayagela, el 6 de julio de 1865, en una casa que est si-tuada al Sur de la Escuela de Ingeniera y que despus perteneci n Doa Eduviges v. de Werling. Tambin el Dr. Durn tuvo su casa sola-riega en la Calle Real de Comayagela, hoy propiedad de uno de sus hijos

    Fueron sus padres Don Francisco Durn de las familias ms dis-tinguidas de Comayagela y Doa Casimira Gamero de Durn de pro-minentes familias de Danli; dama virtuosa y amante del saber, habien-do estudiado en Guatemala donde tema familiares honorables, entre ellos, su hermano el Dr. Manuel Gamero, Padre del gran msico y es-critor Manuel de Adalid y Gamero que fue Ministro en el Gobierno del General Domingo Vsquez. Por parte del padre del Dr. Durn figuras entre sus familiares el Dr. Dou Valentn Durn. gran jurisconsulto que fue Rector y Catedrtico de la Universidad Nacional, don Julio Csar, Abogado de talento jurdico, Valentn, notable Mdico y excelente Poe-ta. Entre sus antepasados figur Fray Juan de Ugarte, jesuta suma-mente instruido, vivi en Danli en la poca Colonial y se le considera-ba como un sabio. Despus se traslad a Mxico, y por su erudicin, figura entre los grandes en la Orden de "San Ignacio de Loyola" en To-potzotln en el Convento de Mxico.

    Sus padres apreciando sus dotes intelectuales, lo mandaron a D escuela pblica de Comayagela servida por la notable Maestra Mnica y la cual se alojaba en el Cabildo Municipal, hoy Escuela Nac