etic en la antrop marxista
DESCRIPTION
ReligionTRANSCRIPT
UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLONÚCLEO LOS TEQUES
ECONOMÍA Y POLÍTICA VISTO DESDE LA ÉTICA Y LA AN-TROPOLOGIA MARXISTA
Trabajo para la asignatura de Filosofía de la Historia
de la Carrera de Educación, mención Filosofía,
presentado al profesor MARINO Menini D.
por el estudiante DUATE Enmanuel
V Año.
Los Teques, 02 de mayo del 2013
2
INTRODUCCIÓN
Parto de las siguientes inquietudes: ¿Cuál el pensamiento marxista sobre la economía
y la política?, ¿cómo trata el pensamiento marxista estos temas?, ¿qué significa en el hoy de
nuestra realidad político-social hablar de economía socialista?, ¿qué valores o principios
morales nos ofrecen las propuestas socialistas que tantos escuchamos hablar en nuestros
días?, ¿cómo se concibe a la persona dentro de las propuestas socialistas?
Digamos que, la pretensión de ese escrito de investigación sobre un tópico del
pensamiento marxista, no es responder directamente a los interrogantes iniciales, sino
mejor, ahondar en el pensamiento marxista, en cuanto a lo económico y político se refiere,
pero visto desde el aspecto ético y antropológico, tomando una actitud crítica ante la
propuesta marxista de nueva sociedad habitada por el nuevo hombre. Para Marx, esta nueva
sociedad y este nuevo hombre implica la creación de un nuevo orden social en donde queda
superado todo tipo de alienación y de división de clases sociales. Y esto sucederá con la
caída del sistema capitalista.
Este trabajo de investigación lo he dividido en tres capítulos. En el primer capítulo
planteo el problema de la enajenación o alienación, que es la principal causa de la
problemática social que denuncia Marx. Esta problemática social está enmarcada por la
lucha de clases entre los obreros y los propietarios. En el segundo capítulo presentó de
manera sintética el pensamiento económico de Marx expresado en “El Capital”. El tercer
capítulo es una reflexión, un análisis crítico y personal sobre la ética y la antropología en el
pensamiento marxista, donde la política, la economía y el mismo hombre se presentan como
medios para lograr un fin: la nueva sociedad habitada por el nuevo hombre.
En realidad mi foco es la antropología marxista indagando si dentro de ella puede o
no hablarse de una ética, de principio morales.
3
IEL PROBLEMA: LA ENAJENACIÓN
El problema social que denuncia Marx1
Marx constata la polarización de la humanidad en dos clases sociales radicalmente
hostiles, burguesía y proletariado, que no es más que el reflejo de un hecho económico
único, marcado por el modo de producción que tiende a oponer a los hombres y a dividirlos
en dos grupos sociales.
Para denunciar esta realidad, Marx presenta su socialismo científico, cuyo éxito
señalará el fin de la alienación social, con el advenimiento de una sociedad sin clases. Este
socialismo pretende establecerlo sobre la base de una ciencia que no descansa en conceptos
ideales, sino sobre la realidad humana en su conjunto, especialmente sobre la vida social que
aparece en las condiciones económicas de la vida humana.
La realidad social que vive Marx en la Inglaterra industrializada de mediados del s.
XIX se puede describir de manera siguiente: se trata del fenómeno de una rápida y
formidable acumulación de capitales, cuyos propietarios multiplicaban las manufacturas,
unido a una miseria obrera que daba terror.
Por ejemplo, no se había introducido aún ninguna legislación social a favor de clase
trabajadora. Y lo que imperaba en el ambiente era la explotación de los patronos sobre los
obreros con jornadas extenuantes de trabajo de once y doce horas, con millares de niños de
hasta menos de once años, encerrados en talleres polvorientos, con chamizos asquerosos de
vivienda y el atroz porcentaje de la mortandad que había llegado a su punto culminante.
Esta situación de miseria y de explotación del obrero, llevo a Marx a ver en la
explotación capitalista, la causante de la alienación del trabajo y del obrero. Marx vio en el
capitalismo la causa de todas las alienaciones humanas.
1 Cf. URDANOZ T., Historia de la Filosofía. V. Siglo XIX: socialismo, materialismo y positivismo. Kierkegaard y Nietzche. La BAC. Madrid. 2000. 116-188
4
El Trabajo alienado o enajenado
Antes que nada, tenemos que dar una breve ojeada al concepto de enajenación en
Marx, para luego profundizar en la realidad del trabajo alienado.
La Enajenación2
Para Marx, el concepto de hombre activo y productivo, no puede ser comprendido
sin el concepto de la negación de la productividad: la enajenación o alienación. Para Marx,
la historia de la humanidad es una historia del creciente desarrollo del hombre y, al mismo
tiempo, de su creciente enajenación. Su concepto de socialismo es al emancipación de la
enajenación, la vuelta del hombre así mismo, su autorrealización. La enajenación es
esencialmente, experimentar al mundo y a uno mismo pasiva y receptivamente, como sujeto
separado del objeto, y que este objeto, que es fruto de su mismo ingenio y trabajo se le
impone desde fuera y lo esclaviza.
Para Marx, el proceso de enajenación se expresa en el trabajo: el objeto producido
por el trabajo, su producto, se opone ahora al hombre como un ser ajeno, como un poder
independiente del productor. El producto del trabajo es trabajo encarnado en un objeto y
convertido en cosa física; este producto es una objetivación del trabajo.
Según Marx, en el trabajo se manifiesta la relación activa del hombre con la
naturaleza, la creación de un mundo nuevo, incluyendo la creación del hombre mismo. Pero
a medida que la propiedad privada y la división del trabajo se desarrollan, el trabajo pierde
su carácter de expresión de las facultades del hombre, el trabajo y sus productos asumen una
existencia separada del hombre.
Es así, como el trabajo está enajenado porque ha dejado de ser parte de la naturaleza
del trabajador y en consecuencia, el trabajador, no se realiza en su trabajo sino que se niega
a sí mismo, experimenta una sensación de malestar más que de bienestar, no desarrolla
libremente sus energías mentales y físicas, sino que se encuentra físicamente exhausto y
mentalmente abatido.
2 Cf. FROMM E., Marx y su concepto de hombre. Manuscritos económicos-filosóficos. Fondo de cultura económica. Bogotá 1982. 55-69
5
En el acto de la producción se constata que la relación del trabajador con su propia
actividad se experimenta como algo ajeno, que no le pertenece. El producto del trabajo se
convierte en un objeto ajeno que lo domina. En ese sentido Marx subraya dos puntos
importantes: 1) En el proceso de trabajo, y especialmente en las condiciones del capitalismo,
el hombre se enajena de sus propias facultades creadoras. 2) Los objetos de su trabajo se
convierten en seres ajenos y llegan a dominarlo, se convierten en fuerzas independientes del
productor. El obrero existe para el proceso de producción y no éste para el obrero.
Modos de alienación del hombre en el trabajo dentro de la producción
capitalista
Relación al producto de su trabajo como objeto alienado
En el sistema capitalista el obrero pierde su producto como una cosa que no le
pertenece. Su producto se presenta al obrero como algo hostil, ya que transformado en
capital, pasa ahora a ser el instrumento de explotación de su fuerza de trabajo, cuanto más
crece el capital con el fruto de su trabajo, más se coloca frente al obrero como su amo. En
este sentido, el trabajo que crea cosas maravillosas, crea a su vez, para el obrero privación y
pérdida de sí mismo.
Relación al acto mismo de la producción
La enajenación se manifiesta no sólo en el producto, sino en el acto mismo de la
producción. La producción es una alienación activa manifestada en la exterioridad del
trabajo y en el carácter forzado y nada libre del mismo. En el trabajo se enajena el hombre
mismo y por el tiene el trabajo un carácter penoso de autosacrificio.
La enajenación del ser esencial del hombre
Se le quita al hombre la naturaleza misma cuando se le arranca de su producto,
cuando este hombre no puede disfrutar del fruto de su trabajo. El hombre se deshumaniza,
6
pierde todo sentido por el trabajo, porque el trabajo se le convierte como una dura carga, un
duro suplicio, que no le permite vivir dignamente, sino que poco a poco lo está matando,
porque no tiene ni lo mínimo necesario para sus necesidades básicas. El hombre ya no
realiza en el trabajo su forma verdaderamente humana.
La enajenación del hombre respecto de otro hombre
El producto del obrero, que ya no le pertenece sino que se le impone, pertenece a
otro hombre que es el propietario, el capitalista. El trabajo en la producción capitalista
produce la división de la humanidad en dos clases de hombre: el obrero y el propietario.
Aquí las relaciones entre los hombres pasan a través de los productos del trabajo,
objetivando a la persona de cada una de ellos. Si el producto del trabajo se impone al obrero
como objeto extraño, hostil, es más bien que le dueño de este producto, el capitalista, se le
enfrenta como potencia hostil y el obrero se le somete a su esclavitud a través de la actividad
alienada.
La nueva sociedad según el manifiesto comunista
El tratado del “Manifiesto Comunista” de Marx y Engels, es un escrito que recoge el
sentir de una época concreta, una época marcada por la opresión y la lucha de clases: por un
lado, la burguesía, la clase de los privilegiados, de los propietarios y dueños del capital; y
por otro lado, la clase obrera, trabajadora, proletaria, que era la clase de los desposeídos, de
los que no tenían más que sus fuerzas para el trabajo, de hecho eran éstos los que con sus
trabajos mantenían y más aún incrementaban el capital de los burgueses, a cambio de
pobreza y enfermedad, que en sí, era la gran riqueza del proletariado. Los primeros eran los
opresores y los segundos los oprimidos.
Se nota entonces que Marx y Engels, se mueven en una realidad en la cual, el
capitalismo, cada vez más va tomando mayor terreno y proporcionalmente los obreros y
campesinos van perdiendo sus derechos; la burguesía se enriquece más a costa del trabajo de
7
los campesinos. Engels denuncia las injusticias que la burguesía tiene contra el proletariado3;
Marx y Engels, cansados de esta injusta problemática se lanzan a luchar por el proletariado.
El surgir de una nueva sociedad
Es por eso, que se hace necesario un nuevo surgir de la sociedad; es necesario que
surja la sociedad del proletariado, la sociedad de la clase obrera y trabajadora, donde ya no
haya lucha, ni dominación, ni privilegios, sino igualdad de clases, que no es otra cosa, que el
ideal comunista.
Ahora bien, la consecuencia inmediata de esta idea comunista, de esta idea de nueva
sociedad, es la erradicación o eliminación definitiva de la clase dominante, de la clase
burguesa: “Es pues, evidente que la burguesía ya no es capaz de seguir desempeñando el
papel de clase dominante de la sociedad, ni de imponer a ésta, las condiciones de su clase…
La sociedad ya no puede vivir bajo su dominación, lo que equivale a decir que la existencia
de la burguesía es, en lo sucesivo, incompatible con la sociedad”4 La burguesía es pues
incompatible con la nueva sociedad basada en la igualdad del proletariado.
Es así, que ahondaremos en la propuesta de sociedad que atraviesa toda la obra del
manifiesto comunista, cuyo planteamiento de fondo, radica en la búsqueda de la unidad total
de la sociedad, en donde no exista grupos sociales o grupos opuestos, donde la humanidad
sea libre, sin personas ni factores que la alienen, esto es, sin que las personas se conviertan
en esclavos del propio trabajo para enriquecer a los otros, los burgueses.
Se nota pues, que Marx y Engels se centra en la problemática de la constante lucha
entre el proletariado y la burguesía, así lo expresan en el “Manifiesto del Partido
Comunista”, donde plasma el ideal de una nueva sociedad basada en la igualdad de clases.
Como se ha visto, la sociedad de entonces se movía en una ámbito enteramente
económico, donde la infraestructura estaba basada en la producción y economía, que influía
3 “Hermosa libertad donde el proletariado no le queda otra lección que suscribir las condiciones que le impone la burguesía o… morir de hambre, frío, o echarse desnudo junto a los animales de la selva. Hermoso equivalente cuyo importante total está del todo en la voluntad de la burguesía” AA. VV., Mensaje de salvación, LES, Caracas 1979, 167.4MARX C., Manifiesto del Partido Comunista. Editorial Progreso, Moscú. 42-43
8
positivamente en el progreso de la superestructura conformada por la religión, el arte, la
moral, la política… que es lo que fundamenta la ideología de la clase superior que prevalece
en la sociedad.
Digamos pues, que en medio de este surgir de la nueva sociedad en contra de la
burguesía, se va dibujando el hombre comunista, el hombre que inevitablemente es un ser
colectivo, un ser social; así mismo, nos presenta Campbell el pensamiento marxista en lo
que se refiere al hombre: “… el hombre no tiene una naturaleza precisa y fija. Las acciones
individuales, actitudes y creencias depende de sus relaciones sociales y su relaciones
sociales depende de su situación de clase…”5, es por eso, que se hace necesario una nueva
sociedad, en donde el hombre pueda realizar su ser colectivo y sus ansías de igualdad.
¿Tiene el hombre una naturaleza propia?
El hombre no tiene una naturaleza, porque la sociedad con su estructura es su
naturaleza, es decir que la vida social es la que determina el pensamiento y en gran medida
el modo propio ser como persona. Su actuar viene dado precisamente por las experiencias
que se encuentran en la misma vida social (relaciones con personas, instituciones, la
religión, la vida política…) digamos que los hombres actúa por intereses personales, pero
sobre todo por los sociales, es por ello que el proletariado tiene que reaccionar contra la
burguesía y asumir la nueva sociedad comunista.
5CAMPBELL T., Siete teorías de la sociedad, 146.
9
II
VISIÓN SINTÉTICA SOBRE LA ECONOMÍA EN MARX
Sentido y Estructura de “El Capital”6
Es en esta obra de Marx donde está expuesto su pensamiento económico. Se parte de
la siguiente premisa: se trata de descubrir y dar explicación desde los principios de la ciencia
económica y sus leyes, al fenómeno que provoca la división de los hombres en explotadores
y explotados, es decir, se explica el origen de la explotación capitalista con sus proceso
históricos de acumulación de capitales y depauperación creciente de los trabajadores
explotados. También se explica las crisis que sufrirá el sistema capitalista, sobre cuyas
ruinas habrá de instaurarse la nueva sociedad comunista.
La obra marxista de “El Capital”, es una crítica dirigida a los economista liberales, de
hecho, El Capital lleva como subtítulo Crítica de la economía política. Marx es un
conocedor de la ciencias económica, conoce el pensamiento y la teoría de Adam Smith, los
principios de la economía política de Stuart Mill y los fundadores de la economía política
clásica, que vienen a las principales fuentes doctrinales que Marx utiliza, no para quedarse
en ellos, sino para crítica a fondo sus teorías y proponer la nueva sociedad que tiene que
surgir con la caída del sistema capitalista.
La principal crítica que Marx hace a estos economistas liberales es que ellos no van
más allá de la superficie de los fenómenos económicos, o el estado actual de las
realizaciones económicas. A estos economistas Marx le opone lo que él descubre en la
realidad profunda, o detrás del velo de la economía monetaria: que el mismo sistema
capitalista tiene en su seno leyes de evolución que le llevan a su ruina y su transformación.
Estructura de “El Capital”
6 Cf. URDANOZ T., Historia de la Filosofía. V. Siglo XIX: socialismo, materialismo y positivismo. Kierkegaard y Nietzche. La BAC. Madrid. 2000. 121-130
10
Marx divide su obra en tres libros, cuyos títulos parecen indicar las subdivisiones de
un manual de economía, cuyo contenido quiere enfrentarse a la doctrinad de los
economistas.
El primer libro se titula: “Proceso o desarrollo de la producción del capital”. Es la
parte fundamental de la obra, la única que él publicó y contiene las enseñanzas más
importantes. Aquí se quiere mostrar cuál es el fondo de la producción capitalista, cuya
realidad parece no importarle a los economistas liberales, se trata de la dura realidad de la
explotación del obrero, que es tratado como un objeto, como una mercancía, que con su
fuerza de trabajo aumenta cada vez más el capital de los propietarios, mientras él se
empobrece cada vez más.
El segundo libro se titula: “El proceso de circulación del capital”, es la parte más
crítica, que tiende a denunciar la ilusión monetaria de los economistas, los cuales haciendo
abstracción de las realidades básicas, no consideran el capital sino como dinero productor de
una misteriosa plusvalía7 que le da mucho más dinero.
El libro tercero se titula: “Proceso de conjunto de la producción capitalista”, donde
se estudia la unidad del proceso económico, que se realiza a manera de circuito (dinero –
mercancía – más dinero). Este libro pretende demostrar cómo actúan los fenómenos
profundos sobre los fenómenos monetarios que engendran un desarrollo que es el destino
7 Plus-valor o plusvalía es el valor que el trabajo, no remunerado al trabajador asalariado, crea por encima del valor de su fuerza de trabajo del cual, apropia gratuitamente el capitalista. Es la forma específica que adquiere el plus-producto bajo el modo de producción capitalista formando la base de la acumulación capitalista. Este concepto fue creado por Karl Marx a partir de la crítica a los economistas clásicos precedentes como Adam Smith, David Ricardo, Rodbertus, etc. que ya la habían enunciado pero no definido formalmente dicho concepto.Conviene recordar que Marx dice específicamente, en artículos por él editados, que el concepto "plusvalía" lo toma de Ricardo, quien desarrolla hasta cierto punto la teoría del valor-trabajo. Ricardo toma como punto de partida el concepto de valor comentado por Adam Smith. Este último es el primer economista conocido, que plantea el concepto de "valor" que es la base de la plusvalía o plusvalor y Ricardo criticando a Smith, es el primero en desarrollarlo de manera sistemática. Pero Marx introduce por primera vez la distinción entre fuerza de trabajo y trabajo, lo cual le permite explicar de manera eficaz la plusvalía y completar la teoría del valor-trabajo, lo que no habían conseguido los economistas precedentes. El plusvalor es un concepto indisolublemente unido a la teoría del valor-trabajo y es central para la descripción que ésta realiza de la explotación bajo el capitalismo. Estos conceptos aparecen definidos y utilizados principalmente en “El Capital” en los libros dos II y III. Cf http://es.wikipedia.org/wiki/Plusvalor (25/04/2013)
11
histórico y la ruina del sistema capitalista. Es decir, se describe la dinámica del sistema
capitalista, estableciendo las leyes que llevan a la crisis general del capitalismo.
Teoría de la plusvalía y génesis del capitalismo
Marx llega a su teoría de plusvalía o plus-valor mediante el análisis de lo que es la
mercancía, el valor y el dinero. Y Marx indica que estos son los elementos o hechos
característicos de la vida económica.
La mercancía
Es la expresión de los bienes o forma elemental de los bienes. Es un objeto externo,
es una cosa que, mediante sus propiedades, satisfaces las necesidades humanas. Es decir, se
trata del producto que se realiza, cuya evaluación en el mercado, hace surgir de inmediato la
dualidad del valor de uso y del valor de cambio del mismo producto o mercancía.
El valor
La utilidad de una cosa hace de ella su valor. El valor de uso está ligado a las
cualidades de cada cosa, es decir, que una cosa, un objeto, un producto, corresponde a la
utilidad específica de la misma para satisfacer las necesidades del hombre. Pero no se habla
de mercancía sino hasta que se empiece a realizar el intercambio entre los productores, es
entonces, cuando los distintos bienes se comunican a través de un valor homogéneo que
sirve de intermediario. Esta cantidad de un elemento homogéneo a todas las mercancías es el
valor de cambio8.
Valor-Trabajo
Marx introduce su teoría de valor-trabajo, donde señala que, dejando a un lado el
valor de uso de las mercancías, sólo les queda una cualidad, la de ser producto del trabajo.
8 “El valor de cambio se representa en primar lugar como relación cuantitativa, la proporción en que valores de uso de una clase se cambian por valores de uso de otra, relación que varía constantemente en el tiempo y el lugar. Así pues, la valor de cambio parece ser algo arbitrario y puramente relativo”. URDANOZ T., Historia de la Filosofía. V. 124
12
Todas las propiedades útiles de los distintos objetos producidos quedan compendiadas en
este elemento común que es el trabajo, es la fuerza del trabajo humano acumulado expresado
en las mercancías u objetos producidos. Por consiguiente, un valor de uso en un artículo
cualquiera no tiene más valor que el del trabajo humano materializado en él. El valor de una
mercancía es, por tanto, determinado por el valor del trabajo, o el tiempo de trabajo
necesario para su producción en una sociedad dada.
El dinero
Se trata de la forma particular del valor que es el dinero. Constituye la expresión
universal del valor de las mercancías, en cuanto que todas son intercambiables por dinero.
Es decir, que el dinero es una mercancía o manifestación de todos los valores de cambio9.
Origen del capitalismo
El intercambio de dinero que da origen a la formación del capital tiene la siguiente
formula: dinero-mercancía-más dinero (D-M-D´). Significa que a través de los intercambio
de mercancías (M), se compra dinero para venderlo más caro (D´), obteniendo así una
plusvalía. Tal sería la forma del acto económico del capitalista, a quien le interesa sólo su
dinero, a diferencia del intercambio de la economía mercantil, que persigue el sólo cambio
de mercancías a través del dinero (M-D-M).
La génesis del capitalismo tiene su fundamento esencial en el incremento perpetuo
del valor, es decir, en la plusvalía10. Pero necesita de una mercancía que sin consumirle
mucho capital se lo incremente cada vez más, y esta mercancía, indica Marx, es la capacidad
o fuerza del trabajo.
9 “Vemos que la forma dinero o moneda no es más que el reflejo de la relaciones de valor de toda clase de mercancías en una sola especie de mercancía. El proceso de cambio que transforma en dinero no su valor, sino sólo la forma específica del valor…La forma simple de la mercancía es, por consiguiente, el germen de la forma dinero”. URDANOZ T., Historia de la Filosofía. V. 12510 “El valor se presenta aquí como una sustancia automática, dotada de vida propia, que al cambiar incesantemente sus formas cambia también de magnitud y, como valor originario, da origen espontáneamente a un nuevo brote, una plusvalía incrementándose por si misma… Parece que el valor a adquirido el valor oculto de engendrar valor… El valor se convierte pues, en valor progresivo, en dinero progresivo y pujante y, por ende en capital…” Ibídem 126
13
La plusvalía, origen del capitalismo, nace, pues, según Marx, de la venta y
explotación de la fuerza del trabajo. Ésta aparece como una mercancía en las condiciones
bajo las que se ofrece en el mercado de la sociedad capitalista. Tal condiciones son las de un
trabajador que pueda poner su fuerza de trabajo a disposición de un comprador, el poseedor
del dinero o capitalista, por un cierto tiempo; y que a demás no tenga ninguna otra
mercancía que poner en venta más que su fuerza de trabajo, es decir, que el obrero, el
trabajador se ve obligado a ofrecer la sola mercancía del uso de su trabajo11
11 “La diferencia de valor o del trabajo excedente contenido en la mercancía es la plusvalía, que el capitalista intenta sonsacar al contratar las fuerzas del trabajador según la leyes eternas del cambio de mercancías… Así, pues, la plusvalía, consiste en ese excedente del valor de la mercancía sobre su consto de producción que el capitalista no ha pagado y que se apropia como beneficio neto. Este beneficio lo manifiesta en un nuevo capital, que así va creciendo como monstruo animado que se pone a trabajar como si tuviera el diablo en el cuerpo. Ibídem. 127
14
III
ÉTICA EN LA POLÍTICA, EN LA ECONOMÍA Y EN LA ANTROPOLOGÍA MARXISTA
La Política de la Praxis: el Hombre como Praxis
Según Marx, las relaciones humanas establecidas dentro de la población de los
bienes materiales están en el origen y es la causa del modo como se origina toda vida social.
El factor económico determina el desarrollo de la sociedad; engendra las diversas
necesidades y tendencias de los hombres, influye en la formación de jerarquía de valores y
configura la conciencia social y las instituciones12un orden social nuevo.
De fondo hay un planteamiento antropológico: el hombre es un ser colectivo, es un
ser de relaciones humanas, no en el sentido de alteridad (en que se reconoce al otro en
12TULLO G., Ética Cristiana en una Inculturación Marxista. Sal Térrea-Santander. Bilbao, 1778. 103
15
cuanto otro como lo refiere Xavier Zubiri) sino en sentido materialista, en sentido de
producción, esto es, el hombre que produce a través de la praxis dinámica del trabajo. Por
tanto, el hombre es, ante todo, praxis.
En esa practicidad del hombre, Marx no lo ubica fuera de toda realidad. Él establece
que dentro de todo el transcurso histórico, en ese devenir del mundo, el elemento principal y
fundante de la historia es la praxis humana13.
¿Qué significa que el hombre sea praxis? Significa que de fondo hay una concepción
sobre la autogeneración del hombre, es decir, de la génesis del hombre por sí mismo, donde
ya no entra ningún elemento trascendente o metafísico que ofrecen postulados, criterios o
principios para que el hombre llegue realmente a ser hombre, sino que lo únicamente válido
es la naturaleza, en cuanto que es materia, realidad concreta y no abstracta que el hombre es
capaz de transformar con su trabajo, con su capacidad de producción. Por lo tanto, en la
antropología de Marx se hace referencia al fundamento que constituye la esencia del hombre
y lo cual lo hace distinto a otros entes animal o material. Este fundamento es la producción.
Una antropología marcada por la producción
Marx lo refiere así en su libro “La Ideología Alemana” que escribió junto con
Engels: “Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia, por la religión o
por lo que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del
momento en que comienza a producir sus medios de vida, paso éste, que se halla
condicionado por su organización corporal. Al producir sus medios de vida, el hombre
produce indirectamente su propia vida material”14.
Aquí hay que resaltar que el criterio de verdad para Marx es la praxis dialéctica del
vivir y del obrar humano, que se realiza en el trabajo, “es decir, la historia de la producción
material, tal como lo entiende Marx, es al mismo tiempo la Historia de la formación del ser
humano”15. ¿Qué significa esto? ¿Es que acaso es el hombre quién establece su propia
13Cf. DÍAZ G. G., La concepción del hombre en Marx, Sígueme, Salamanca 1975, 146.14Escrito tomado textualmente del libro La ideología alemana escrita por K. Marx y Fr. Engels. DÍAZ G. G., La concepción del hombre en Marx, Sígueme, Salamanca 1975, 144.15IBIDEM, 149.
16
naturaleza? A la segunda pregunta podemos responder que sí. El hombre visualiza que no
hay principios universales válidos aceptados de los cuales se pueda partir, sino que la
persona comienza a vislumbrar valores y principios en la dinámica misma de la praxis, en el
proceso mismo de producción a través del trabajo16. El trabajo aquí es lo más importante de
lo humano, es lo que hace que el hombre tome conciencia de su realidad, principalmente de
su realidad actual de oprimido, de alienado e inicie así, el proceso de autogeneración, donde
el hombre se origina a sí mismo. Él es su propia génesis a través del trabajo; en otras
palabras, se está autogenerando el hombre.
Aquí el ser es totalmente inmanente, esto es, que el ser es un hombre de la praxis, es
un ser que está en proceso (por esto es dinámico y autogenerativo) en donde la relación con
los otros se radica en el trabajo, por tanto, la relación es producción en donde juntos (la clase
social) transforma la naturaleza.
Ahora, ¿cómo se explica esto? El hombre o la clase social es capaz de transformar la
naturaleza porque la produce, es decir, que el hombre no sólo satisface sus necesidades (que
es el caso de los animales que también son seres totalmente inmanentes, pero que no
producen nada) sino que es capaz de producir con su trabajo su medio de vida, es capaz de
producir un orden social nuevo, y ésta es la meta de Marx, llegar al hombre nuevo que debe
habitar en ese nuevo orden social producido por él mismo [el hombre] desde el trabajo17.
Por otra parte, es bueno resaltar que el cuerpo humano es parte de la naturaleza (aquí
hablamos eminentemente de pura corporeidad), pues la naturaleza es como una especie de
cuerpo material perteneciente a la naturaleza, siendo así que el hombre al trasformar la
naturaleza, transforma también su mismo cuerpo y esto lo hace a través de las formas de 16Marx al respecto nos dice: “justamente en la elaboración del mundo objetivo se corrobora a sí mismo el hombre verdaderamente como un ser genérico. Esta producción es su vida genérica fabril. Por ella aparece la naturaleza como obra suya y como su realidad efectiva” DUQUE F., Historia de la Filosofía Moderna. La Era de la Crítica. 727.17 Hegel y más anteriormente Fichte, fueron quienes hablaron del valor del trabajo y de la praxis concreta del trabajo como “la primacía y la anterioridad ontológica de la praxis sobre la contemplación… Ahora bien, la robusta vena realista que anima el pensar hegeliano, lleva a éste a ubicar la praxis (y la teoría vista como una determinada práctica) en un nivel mucho más concreto y material que el kantiano o el fichteano. Aquí bien puede adelantarse la tesis audaz de la que se acogerá el marxismo: es el trabajo el que crea de consuno, y diferencia, sujeto y objeto: hombre y naturaleza; él es quien establece qué debe entenderse por objetivo; él es en suma el que asienta la supremacía de lo artificial sobre lo natural y explica éste último por lo primero”. DUQUE F., Historia de la Filosofía Moderna. La Era de la Crítica. 727
17
producción en donde también transforma las relaciones humanas. Y esto es precisamente el
camino de la praxis revolucionaria que debe originar un nuevo orden, que debe llevarnos al
hombre nuevo.
El Hombre ¿es fin o medio?
Pero aquí entra el problema, lo que activa concretamente la praxis revolucionaria
marxista, y que bien es como un segundo elemento de esta antropología que radica en que el
hombre es un ser alienado, un hombre extraño a sí mismo, un hombre sometido, burlado y
destinado por la clase superior a vivir en la miseria, a vivir vendiendo su fuerza de trabajo18,
para por lo menos comer.
Para Marx lo que fundamenta la alineación es la economía, o mejor aún, la alienación
más radical es la economica, en donde todas las demás alienaciones se radican allí. Claro, el
hombre es un ser económico, un ser que busca el bienestar material y económico, sólo que
unos (los burgueses) poseen el capital y la propiedad, y otros (el proletariado) poseen nada
más las fuerzas del trabajo con la que se producen y aumentan cada día más las riquezas y el
capital de los primeros.
Esta situación es inaceptable, pues el hombre está alienado incluso a su mismo
producto de trabajo, pues este producto que se genera con su trabajo, se lo lleva otro (el
burgués), que aumenta su capital y en consecuencia sigue dominando a la clase obrera, a la
clase proletaria que tiene salarios de hambre.
Aquí es donde se hace necesario reaccionar, despertar del sueño amargo en el que ha
vivido la clase obrera por siglos y salir en la búsqueda de la igualdad, del derecho, de la
justicia; es necesario iniciar desde el proletariado mismo la praxis revolucionaria, en donde
no hay normas ni principios ni criterios trascendentes al hombres mismo, sino que los
principios y criterios – si se quiere el criterio de verdad- va a ir apareciendo en la dinámica
18 Por proletariado se comprenden a la clase de los trabajadores asalariados modernos, que, privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir. (Nota de F. Engels a la edición inglesa del Manifiesto del Partido Comunista de 1988). MARX C, ENGELS F., Manifiesto del Partido Comunista y otros escritos políticos. Grijalbo, S. A. México, D. F., 1970. 22
18
del proceso mismo, en la dinámica de la praxis revolucionaria llevada a delante por el
partido comunista.
¿Por qué desde el Partido comunista? Porque ciertamente la revolución debe surgir
desde el proletariado, desde la clase oprimida, pero no de cualquier manera, sino de una
forma organizada y quien organiza es precisamente el partido comunista19. Digamos que en
este proceso revolucionario el fin es uno: llegar al hombre nuevo, al nuevo orden social, y
este fin es lo que dinamiza todo el proceso revolucionario.
Aquí es bueno preguntar: en realidad, ¿cómo es que el marxismo concibe al hombre:
como fin o como medio? Y habría que contestar inmediatamente que en este proceso
revolucionario la persona o la clase social es un medio (pues de allí surge la revolución) para
alcanzar la gran meta: un nuevo orden social de igualdad, de justicia, de derecho en donde
habite el hombre nuevo.
Es así, que otro elemento importante de la antropología marxista es el hombre nuevo,
que en realidad es una utopía, una realidad que aún no está, que aún no ha llegado, pero que
está por venir (es como el sí pero todavía no de la nueva realidad social). Y cuando esto
suceda sencillamente será el nuevo Edén, un paraíso no ideal ni abstracto, sino concreto e
inmanente, en donde no hay división de clase y en consecuencia no hay lucha de clases, en
donde queda superada toda alienación, pues lo que comienza a reinar es la igualdad, la
justicia, el derecho.
¿Hay ética en el pensamiento marxista?
Ahora, ¿será que dentro de esta antropología marxista puede hablarse de una ética?,
¿no se ha visto con claridad que los supuestos de partida del marxismo son eminentemente
amorales, puesto que se parte de criterio y principios universales (no se está movido por un
deber ser)?, entonces, ¿es verdaderamente válido hablar de ética en la praxis revolucionaria
19Los comunistas (el partido comunista) no forma un partido a parte, opuesto al de otros partidos obreros. Los comunistas no tienen intereses algunos que no sean los intereses del conjunto del proletariado. Los comunistas destacan y hacen valer los intereses comunes a todo el proletariado, independientemente de la nacionalidad; y por otra parte, en que, n las diferentes fases de desarrollo por que pasa la lucha entre el proletariado y la burguesía, representan siempre los intereses del movimiento en su conjunto. MARX C, ENGELS F., Manifiesto del Partido Comunista y otros escritos políticos. 38-39
19
marxista?, ¿puede realmente hablarse de un humanismo en Marx y en su proceso
revolucionario?...
Pues aquí lo cierto es que el derecho, la moral y la religión son condicionado por la
infraestructura social y económica, y por consiguiente los principios o ideas que de aquí se
desprenden y que dominan a una época, pues vienen a privilegiar a unos pocos, a los
burgueses, y al mismo tiempo vienen a dominar a otros muchos, la clase proletaria.
Por otra parte, en la praxis revolucionaria marxista hay una total relativización de la
moral como principio trascendente, pues el principio del hombre es generarse así mismo a
través del trabajo y la producción. La esencia del hombre no está determinada por ningún
principio trascendente, su esencia radica en el irse haciendo a sí mimo, en el irse
autogenerando así mismo, en el dinamismo siempre fluyente e inmanente de la praxis, del
trabajo, de la producción.20 El hombre mismo establece su esencia.
Se propone entonces, la gesta revolucionaria en donde el proletariado organizado en
el partido comunista venza a la clase superior y dominante y cree un nuevo orden social,
donde habite el nuevo hombre, el hombre y la sociedad que viven en igualdad, en justicia, en
derecho.
Digamos entonces, que en este proceso histórico, la norma suprema y la moral la
constituye la lucha revolucionaria. Una vez conseguida la victoria, se instaurará una moral
universalmente humana, que hará que todos vivan felices en una sociedad sin clase.
En concreto, el bien moral se identifica como aquello que sirve al proletariado, se
anuncia como aquello que es útil al comunismo. Dicho de otra manera, el fin que se quiere
lograr es lo que da al marxismo el criterio de lo bueno y lo malo. Lo más importante aquí es
el fin al que se quiere llegar, a la nueva sociedad, al nuevo hombre; y todo lo que el
proletariado organizado emprenda para conseguir este fin pues es bueno (si hay que pasar
20Aquí subyace el pensamiento del primer gran materialista de la historia, Heráclito, quien afirma lo inmanente como un dinamismo, como un continuo fluir de la realidad: “Nada permanece fijo ni estable. Todo fluye. Todo cambia y se está haciendo siempre, y en este hacerse, y en la continua transformación, consiste la esencia de las cosas, las cuales son y no son a la vez. En nuestra esencia fluyente somos y no somos”. Diría Marx, somos la posibilidad de cambio y de transformación de la naturaleza, pero no somos aún el hombre nuevo, la realidad definitiva, pero estamos en camino de serlo. GUILLERMO F., Historia de la Filosofía. Grecia y Roma I. BAC. Madrid, 1997. 171.
20
hambre, se pasa; si hay que morir, se muere; si hay que matar, se mata; si hay que destruir,
se destruye: todo sea por alcanzar la meta), en el fondo se trata de un utilitarismo, que busca
el bien de la mayoría, pero tomando a la mayoría como medios no como fin, pues el fin es
uno: la nueva sociedad con el nuevo hombre que tiene que surgir. Por lo tanto, todo lo que se
haga es justificado por el fin que es la nueva sociedad, del nuevo país librado de todo
imperialismo.
A continuación presento algunos interrogantes fundamentales: “La experiencia hace
que se planteen algunas inquietudes básicas a la ética marxista: ¿puede derivarse el sentido
moral exclusivamente del factor económico, o es la expresión de un proceso de
humanización más amplio o profundo?, ¿está la vida moral limitadamente determinada por
un materialismo determinista económico, o más bien sigue abiertas a motivaciones
personales y a exigencias más ampliamente humanistas?, ¿es posible una felicidad mítica
prefigurada sociológicamente en un determinado modelo?21...
En resumen: como criterio último de verdad, Marx impone la praxis. La acción, la
producción, el trabajo, la eficacia histórica, son los indicadores de la verdad y,
consiguientemente, de la bondad moral. La alienación, de carácter inicialmente económico
en el trabajo, afecta en seguida los ámbitos de la cultura, el derecho, la religión y la moral.
El hombre está moralmente alienado cuando orienta sus aspiraciones según falsos
ideales creados por la clase burguesa para mantener la explotación de los trabajadores. Los
ideales religiosos, en general son alienantes por cuanto predican al trabajador explotado
resignación en este mundo como medio para alcanzar la felicidad eterna en la otra vida.
Frente al Estado actual de alienación social, manifiesto en el antagonismo de clases,
Marx propone el ideal del hombre nuevo, el verdadero hombre libre, que será fruto de la
sociedad comunista, sin clases. Para realizar esa sociedad es necesario realizar la revolución
socialista.
21 Estas son inquietudes que plantea Tullo Goffi en su libro La ética cristiana en una inculturación marxista. TULLO G., Ética Cristiana en una Inculturación Marxista. 104
21
La moral socialista es ante todo una moral revolucionaria. Sus virtudes son la lucha,
la solidaridad, el sacrificio por la causa, el trabajo colectivo. Quien asume en su vida
actitudes revolucionarias en favor del socialismo, obra el bien.
Pero en este momento puede entrar una pregunta fundamental ¿por qué el socialismo
tiene como virtud principal la lucha? Marx tiene muy en claro que el socialismo es la etapa
anterior a un comunismo y es donde el proletariado, o mejor dicho, el oprimido debe darse
cuenta de que es un oprimido y desde ese momento debe crearse en su conciencia una
estructura de escalones donde el opresor es el que ocupa el punto más alto y el oprimido
sostiene la base de la riqueza del opresor sin gozar de esa riqueza.
Por lo tanto, la clase oprimida para salir de su condición alienadora es necesario que
se transforme a una clase revolucionaria. Para Marx “en la clase revolucionaria el resto de la
sociedad ve encarnada la injusticia y la miseria colectiva. Una clase es portadora de la
revolución, porque es consciente de que en ella se encuentran los sufrimientos de toda la
sociedad. En los tipos de revolución que han movido la historia hasta el presente ha sido
notoria la parcialidad de la emancipación. Tratándose de una radical emancipación humana,
la clase portadora de esa revolución debe soportar los sufrimientos y las injusticias de toda
sociedad y liberarse de ellos. Tiene que liberar simultáneamente a toda la humanidad de
cualquier degradación. Marx terminará diciendo: “Para que una clase valga por toda la
sociedad, es necesarios que todos los defectos de la sociedad se condensen en una clase, que
una clase resuma en sí la repulsa general, sea la incorporación del obstáculo general”22.
Frente a esta concepción bipolar de clase por consecuencia tiene que darse en la
conciencia de esa clase desfavorecida el deseo de lucha siempre en desconfianza por el otro
para que no pueda seguir alienándola y así llegar a ser libres e iguales que todos.
Pero no hay que ser ingenuos Marx no sólo propone una lucha de conciencia, sino,
que propone que, transcienda de la conciencia a los hechos. Por lo tanto, esa trascendencia
debe materializarse en una revolución del proletariado, rumbo a una dictadura del
proletariado, contra los opresores y así poder llegar a ese hombre nuevo donde en se
encarnan todos los valores humanos principalmente la igualdad y la libertad.
22 DÍAZ G. G., La concepción del hombre en Marx, Sígueme, Salamanca 1975, 210.
22
Y es aquí donde volvemos a preguntar ¿es ético hacer cualquier cosa por conseguir
un fin, donde ese fin para el Marx es el hombre nuevo? ¿Se puede comulgar con una ética
donde el fin justifica los medios y es el hombre parte de ese medio? Como ya hemos visto,
para Marx y para todos los sistemas filosóficos y políticos que comulgan con los principios
de Marx la respuesta sería sí. Por lo tanto, el matar a una persona, si la situación lo requiere,
no sería un acto abominable sino un acto heroico.
Hoy en día en nuestro ambiente sociocultural venezolano estamos viviendo esta
realidad, entre comillas, llama socialismo, pero en realidad lo que se constata, es el manejo
del poder de una élite de poderosos, que dominan todos los poderes y son los mayores
propietarios del país, conformando así, el grupo más detestable para Marx, los capitalistas de
entonces, que siguen explotando a una gran mayaría de pobres y sin trabajo.
CONCLUSIÓN
A manera de conclusión, creo que el pensamiento de Marx y Engels, responde a una
realidad que no solo se dio en su época, sino que se ha dado y se sigue dando en toda la
historia de la humanidad, porque desde el principio del tiempo, ha existido lucha de clases,
que a su vez a permitido el despertar de la propia conciencia del hombre, un despertar de
igualdad, de paz, de ansías de vivir en colectivo, en sociedad, aunque los resultados no
siempre son satisfactorios, pues pareciera ser que en la vivencia los hombres son más
asociales que sociales, pero sin embargo, vale la pena el riego por el deseo de querer ser
cada vez más humanos.
Por otra parte, la idea comunista de Marx bien pudo dominar y llegar al
poder, esto es, que la clase obrera se imponga y domine sobre la burguesía, consiguiendo
con esto que no haya sociedades opuestas; este era el sueño, el ideal comunista. Repito, que
bien pudo realizarse, pero que en realidad permaneciese siempre así, permaneciese siempre
23
la igualdad de clase, allí es donde entra la incertidumbre y la dificultad, porque a mi manera
de ver, en la realidad es imposible que todo sean iguales y no haya oposición, ya que toda
persona conforma una sociedad a partir de los roles y funciones que cumple cada quien,
claro está, que toda actuación va en función de las misma sociedad.
Pareciera que un punto débil de este ideal comunista, no es el pensar en la
igualdad de clase, sino en pensar que ya que todo somos iguales, entonces debe haber un
solo camino para el desarrollo de la acción social, y esto lo determina el Estado, al que todos
pertenecen. Aquí pareciera cambiar el sentido de la propuesta de Marx y Engels, porque
comienza haber dominación y privación de la libertad y comienza de nuevo la historia, es
decir, la lucha de clase.
BIBLIOGRAFÍA
AA. VV., Mensaje de salvación, LES, Caracas 1979.
DÍAZ G. G., La concepción del hombre en Marx, Sígueme, Salamanca 1975.
DUQUE F., Historia de la Filosofía Moderna. La Era de la Crítica. AKAL. Madrid 1998.
FROMM E., Marx y su concepto de hombre. Manuscritos económicos-filosóficos. Fondo de
cultura económica. Bogotá. 1982.
GUILLERMO F., Historia de la Filosofía. Grecia y Roma I. BAC. Madrid, 1997. 171.
MARX C., Manifiesto del Partido Comunista. Editorial Progreso, Moscú 1970
TULLO G., Ética Cristiana en una Inculturación Marxista. Sal Térrea-Santander. Bilbao,
1778.
URDANOZ T., Historia de la Filosofía. V. Siglo XIX: socialismo, materialismo y
positivismo. Kierkegaard y Nietzche. La BAC. Madrid. 2000.
http://es.wikipedia.org/wiki/Plusvalor (25/04/2013)