inflacion y su desarrollo en guatemala

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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALACAMPUS DE QUETZALTENANGO FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALESINTRODUCCION A LA ECONOMIALIC. PEDRO HUINAC

LA INFLACION Y SU EVOLUCION EN GUATEMALA

EDGAR ESTUARDO MORALES RUIZ 2050-16-19708WESTER EDAIN MENDEZ MENDEZ 2050-16-21113WILDER ALBERTOSONTAY GUOX 2050-16-20447NOE FLAVIO UTUY CHACLAN 2050-16-20948AVIDAIL LOPEZ AJIN 2050-16-19722

INTRODUCCION

El siguiente trabajo que presentamos está enfocado a explicar y determinar de la

manera más simple y sencilla el fenómeno económico “inflación”, en el desarrollo

del trabajo encontramos que la inflación es un concepto amplio dentro de la

economía y que consta de causas, efectos y formas. Para Guatemala la inflación a

representado la causa que más ha afectado la aceleración económica del país y

como se explica en el trabajo el periodo de inflación latente en la nación es

extenso que ha repercutido en la canasta básica, la balanza de precios.

Por esta razón creemos en la importancia del estudio realizado, ya que es un

fenómeno que repercute en toda la población en general, y que la más afectada es

la que vive en condiciones precarias.

Inflación

La inflación, en economía, es el

aumento generalizado y

sostenido de los precios de los

bienes y servicios existentes en

el mercado durante un período

de tiempo, generalmente un año.

Cuando el nivel general de

precios sube, con cada unidad

de moneda se adquieren menos

bienes y servicios. Es decir, que

la inflación refleja la disminución

del poder adquisitivo de la

moneda: una pérdida del valor real del medio interno de intercambio y unidad de

medida de una economía. Una medida frecuente de la inflación es el índice de

precios, que corresponde al porcentaje anualizado de la variación general de

precios en el tiempo (el más común es el índice de precios al consumidor).

Los efectos de la inflación en una economía son diversos, y pueden ser tanto

positivos como negativos. Los efectos negativos de la inflación incluyen la

disminución del valor real de la moneda a través del tiempo, el desaliento del

ahorro y de la inversión debido a la incertidumbre sobre el valor futuro del dinero, y

la escasez de bienes. Los efectos positivos incluyen la posibilidad de los bancos

centrales de los estados de ajustar las tasas de interés nominal con el propósito

de mitigar una recesión y de fomentar la inversión en proyectos de capital no

monetarios.

Entre las corrientes económicas monetaristas existe generalmente consenso en

que las tasas de inflación muy elevadas y la hiperinflación son causadas por un

crecimiento excesivo de la oferta de dinero. Las opiniones sobre los factores que

determinan tasas bajas a moderadas de inflación son más variadas. La inflación

baja o moderada puede atribuirse a las fluctuaciones de la demanda de bienes y

servicios, o a cambios en los costos y suministros disponibles (materias primas,

energía, salarios, etc.), tanto así como al crecimiento de la oferta monetaria.

Hoy en día, la mayoría de las corrientes económicas están a favor de una tasa

pequeña y estable de inflación. Una inflación pequeña (en vez de nula o negativa)

puede reducir la severidad de las recesiones económicas al permitir que el

mercado laboral pueda adaptarse más rápidamente en una crisis, y reducir el

riesgo de que una trampa de liquidez impida una política monetaria de

estabilización de la economía. La tarea de mantener la tasa de inflación baja y

estable se asigna generalmente a las autoridades monetarias de cada país. En

general, estas autoridades monetarias son los bancos centrales, que controlan el

tamaño de la emisión monetaria mediante la fijación de las tasas de interés, a

través de transacciones en el mercado de divisas, y mediante la creación de la

banca de reservas.

Clasificación de la inflación según la magnitud

La inflación según la magnitud del aumento suele clasificarse en distintas categorías:

Inflación moderada: La inflación moderada se refiere al incremento de forma

lenta de los precios. Cuando los precios son relativamente estables, las personas

se fían de este, colocando su dinero en cuentas de banco. Ya sea en cuentas

corrientes o en depósitos de ahorro de poco rendimiento porque esto les permitirá

que su dinero valga tanto como en un mes o dentro de un año. En sí, las personas

están dispuestas a comprometerse con su dinero en contratos a largo plazo,

porque piensan que el nivel de precios no se alejará lo suficiente del valor de un

bien que puedan vender o comprar.

Inflación galopante: La inflación galopante sucede cuando los precios

incrementan las tasas de dos o tres dígitos de 30, 120 o 240% en un plazo

promedio de un año. Cuando se llega a establecer la inflación galopante surgen

grandes cambios económicos. Muchas veces en los contratos se puede relacionar

con un índice de precios o puede ser también a una moneda extranjera, como por

ejemplo el dólar. Dado que el dinero pierde su valor de una manera muy rápida,

las personas tratan de no tener más de lo necesario; es decir, que mantienen la

cantidad suficiente para vivir con lo indispensable para el sustento de los

integrantes familiares.

Hiperinflación: Es una inflación anormal en la cual el índice de precios aumenta

en un 50% mensual, esto es, una inflación anualizada de casi 13 000%. Este tipo

de inflación anuncia

que un país está

viviendo una severa

crisis económica;

debido a que el dinero

pierde su valor, el

poder adquisitivo (la

capacidad de comprar

bienes y servicios con

el dinero) disminuye

rápidamente y la

población busca gastar

el dinero antes de que pierda totalmente su valor; cuando una hiperinflación

ocurre, se torna imprescindible el incremento salarial en cuestión de días o

inclusive diariamente. Este tipo de inflación suele deberse a que los gobiernos

financian sus gastos con emisión de dinero inorgánico sin ningún tipo de control, o

bien porque no existe un buen sistema que regule los ingresos y egresos del

Estado.

Causas de la Inflación

Teoría monetaria

La teoría monetaria plantea que la velocidad de crecimiento monetario es

aproximadamente equivalente a la inflación menos el crecimiento real del PIB.

Uno de los esquemas explicativos sobre la causa de la inflación es la que indica

simplemente que:

Donde:

Es decir, los precios subirán si el agregado de suministro de bienes baja en

relación a la demanda agregada por dichos bienes. Siguiendo esta teoría la

demanda agregada está basada principalmente en el monto total de dinero

existente en una economía, lo que se traduce en que: al incrementarse la masa

monetaria, la demanda de bienes aumenta y si esta no viene acompañada de un

incremento en la oferta, la inflación surge.

Existe otra teoría similar que relaciona a la inflación con el incremento en la masa

monetaria sobre la demanda por dinero lo cual significaría que "la inflación es

siempre un fenómeno monetario" tal como lo afirma Milton Friedman. Siguiendo

esta línea de pensamiento, el control de la inflación descansa en la prudencia

fiscal y monetaria; es decir, el gobierno debe asegurarse de que no sea muy fácil

obtener préstamos, ni tampoco debe endeudarse él mismo significativamente. Por

tanto este enfoque resalta la importancia de controlar los déficits fiscales y las

tasas de interés, así como la productividad de la economía en cantidad de bienes

producidos a la demanda existente. Esta explicación requiere dos suposiciones:

que absolutamente todos los sectores productivos (alimentos, vivienda, transporte,

vestimenta, etc.) simultáneamente tengan problemas de satisfacer la demanda y

que los consumidores sigan demandando todos los productos

indiscriminadamente.

Inflación de costos: Producida cuando los costos se encarecen (por ejemplo, el

precio del petróleo o la mano de obra) y en un intento de mantener la tasa de

beneficio los productores incrementan los precios. Para que esta explicación sea

viable se debe suponer que los productores pueden trasladar los aumentos de

precio sin afectar la demanda y que los consumidores cuentan con el dinero

suficiente para pagar precios más altos.

Inflación autoconstruida: Se trata de inflación inducida por expectativas

adaptativas, a menudo relacionadas con una espiral de ajustes de la relación

precios-salarios. Se produce cuando trabajadores tratan de mantener sus salarios

por encima de los precios (por encima del índice de inflación) para compensar las

expectativas inflacionarias a futuro con base en la inflación del presente, y las

empresas trasladan esta subida de costos laborales a sus consumidores a través

de la subida de precios, originando un círculo vicioso de inflación. La inflación

autoconstruida en un punto de tiempo refleja efectos inflacionarios pasados.

Cualquiera de estos tipos de inflación puede darse en forma combinada. Sin

embargo, las dos primeras mantenidas por un período sustancial de tiempo dan

origen a la tercera. En otras palabras, una inflación elevada persistente originada

por elementos monetarios o de costos da lugar a una inflación de expectativas.

Punto de vista Monetarista

Los monetaristas creen que el principal factor que causa la inflación es el fuerte

aumento en la cantidad de dinero. Ellos creen que la Política Fiscal es ineficiente

en el control de la inflación. Milton Friedman, un famoso economista monetarista,

tiene una frase célebre: "La inflación es siempre un fenómeno monetario".

Los monetaristas afirman sus creencias en muchos estudios históricos de

períodos inflacionarios donde siempre la causa de esta ha sido un fenómeno

monetario.

La teoría cuantitativa del dinero establece que:

Los Monetaristas asumen que la velocidad de circulación del dinero es

independiente de la Política Monetario (al menos en el largo plazo) y que el nivel

de producción está determinado por la capacidad productiva de la economía. Por

lo que lo que si se parte de estos supuestos, se concluye que el nivel de precios

solo depende de la cantidad de dinero. Se argumenta que en el corto plazo la

velocidad de circulación del dinero no es una variable exógena, por lo que en el

corto plazo esta fórmula no necesariamente nos diría que hay una relación estable

entre la cantidad de dinero y el nivel de producción. Sin embargo, en el largo plazo

se suponen que la velocidad de circulación del dinero está determinada por la

evolución de los medios de pago. Por lo que si en el largo plazo la velocidad de

circulación del dinero no está afectada por la política monería, un aumento en la

inflación debe ser igual a la suma de la tasa de crecimiento de dinero menos la

tasa de crecimiento de largo plazo de la producción.

Teoría del lado de la oferta

Esta teoría afirma que la inflación se produce

cuando el incremento en la masa monetaria

excede la demanda de dinero. El valor de la

moneda entonces está determinada por estos

dos factores. La inflación en los años 1970 en

EE.UU. se ve como causada por el

incremento en la masa monetaria que ocurrió

tras la salida de este país de los acuerdos de

Bretton Woods, que sujetaba el valor de la

moneda al patrón oro. Según esta teoría, el

incremento en la masa monetaria no tiene

efectos inflacionarios en la medida que la

demanda de dinero aumente

proporcionalmente.

Esta teoría explicaría la baja en la tasa de inflación en los años 1980 en EE.UU.

debido a la expansión económica que se produjo a raíz de la reducción en los

impuestos. Se explica esto indicando que una expansión en la economía origina

un incremento en la demanda de dinero, lo cual contrarresta el efecto inflacionario

que normalmente conlleva el aumento en la masa monetaria.

Efectos de la inflación

Efectos generales

Un aumento en el nivel general de precios implica una disminución del poder

adquisitivo de la moneda. Es decir, cuando el nivel general de precios sube, cada

unidad monetaria permite comprar menos bienes y servicios. El efecto de la

inflación no se distribuye uniformemente en la economía. Por ejemplo, los

prestamistas o depositantes que reciben una tasa fija de interés de los préstamos

o depósitos pierden poder adquisitivo de sus ingresos por intereses, mientras que

los prestatarios se benefician. Las personas e instituciones con activos en efectivo

experimentarán una disminución de su poder adquisitivo. Los aumentos de

salarios a los trabajadores y los pagos de pensiones a menudo se mantienen por

debajo de la inflación, especialmente para aquellos con ingresos fijos.

Los deudores que poseen obligaciones monetarias a tasas de interés nominal fijo,

observan una reducción en la tasa real proporcional a la tasa de inflación. El

interés real de un préstamo, es la tasa nominal menos la tasa de inflación

aproximadamente. Por ejemplo, si alguien toma un préstamo donde la tasa de

interés establecida es del 6% y la tasa de inflación es del 3%, la tasa de interés

real que pagará por el préstamo es del 3%. Los bancos y prestamistas pueden

ajustar en ocasiones incluyendo una prima de inflación en los costos de los

préstamos del dinero mediante una tasa inicial más alta o mediante el

establecimiento de los intereses a una tasa variable.

Efectos negativos

Las tasas de inflación elevada e impredecible son consideradas nocivas para la

economía. Añaden ineficiencias e inestabilidad en el mercado, haciendo difícil la

realización de presupuestos y planes a largo plazo. La inflación puede actuar

como un lastre para la productividad de las empresas, que se ven obligadas a

detraer capital destinado a las producciones de bienes y servicios con el fin de

recuperar las pérdidas causadas por la inflación de la moneda. La incertidumbre

sobre el futuro del poder adquisitivo de la moneda desalienta la inversión y el

ahorro.

La inflación puede también imponer aumentos de impuestos ocultos: los ingresos

inflados pueden implicar un aumento de las tasas de impuesto sobre la renta si las

escalas de impuestos no están indexadas correctamente a la inflación. Sin

embargo, tasas de inflación moderadas no parecen tener efectos negativos sobre

las economías, así un estudio de Robert Barro, muestra que estadísticamente que

una inflación inferior al 8-10% no muestra correlación negativa con la tasa de

crecimiento del país.2 Otros estudios empíricos sitúan el umbral a partir del cual la

inflación puede ser realmente dañina en el 20 o el 40%.3 4

El principal efecto negativo de la inflación, en una economía de mercado, es que

destruye el sistema de precios de una economía. Los agentes económicos toman

sus decisiones de ahorro-inversión basándose en la información disponible, por lo

que en un ambiente inflacionario estos no son capaces de descubrir si un alza de

precios es un efecto relativo (solo a su producto) o, por el contrario, es un alza

absoluta (donde todos los precios de los productos suben). En estos casos, el

inversionista tiene que dedicar más tiempo a saber de los precios de otros

productos y los de su competencia, porque estos quedan obsoletos en el corto

plazo, en vez de dedicarse a su negocio. Por otro lado, esta incertidumbre en los

precios que produce la inflación también afecta negativamente a los mismos

consumidores, ya que deben perder tiempo investigando el precio de los

productos, Por lo que esta incertidumbre y menor información, que produce la

inflación, afecta negativamente a los inversionistas y consumidores, y con esto las

posibilidades de crecimiento de la economía.

Pérdida de poder adquisitivo

En primer lugar, el deterioro del valor de la moneda es perjudicial para aquellas

personas que cobran un salario fijo, como los obreros y pensionados. Esa

situación se denomina pérdida de poder adquisitivo para los grupos sociales

mencionados. A diferencia de otros con ingresos móviles, estos ven cómo se va

reduciendo su ingreso real mes a mes, al comparar lo que podían adquirir con lo

que pueden comprar tiempo después. Sin embargo, debe señalarse que si los

salarios son rápidamente ajustados a la inflación se mitiga o elimina la pérdida de

poder adquisitivo de algunos grupos sociales.

Con alta inflación, el poder adquisitivo se redistribuye desde las personas,

empresas e instituciones con ingresos fijos nominales, hacia las que tienen

ingresos variables que pueden seguir el ritmo de la inflación. Esta redistribución

del poder de compra también se produce entre los socios comerciales

internacionales. Si existen tasas de cambio fijo, una economía con mayor inflación

que otra hará que las exportaciones de la primera sean más costosas, afectando

la balanza comercial. También pueden generarse efectos negativos para el

comercio debido a la inestabilidad en los precios de cambio de divisas.

La Inflación es regresiva

La inflación es regresiva (es decir, afecta relativamente más a los sectores con

menos recursos que a los de mayores recursos) ya que los sectores con menos

recursos usan relativamente más el dinero en efectivo (o saldos monetarios), que

los sectores con más recursos, y tienen menos instrumentos financieros para

cubrirse de la inflación. Por otro lado, los sectores con más recursos tienen acceso

a más instrumentos financieros (como depósitos que se reajustan con la inflación)

y con estos pueden protegerse mejor de la pérdida del poder adquisitivo que

produce la inflación.

Perjuicio para los acreedores

La inflación es perjudicial para aquellas personas acreedoras de montos fijos, ya

que el valor real de la moneda decrece con el tiempo y su poder de compra

disminuirá. Contrariamente aquellos deudores a tasa fija se verán beneficiados, ya

que su pasivo real irá disminuyendo.

Como consecuencia de los puntos anteriores, surge lo que se suele denominar

“inflación autoconstruida”. Este fenómeno consiste en trasladar el aumento de

precios hacia delante en el tiempo, esto es así ya que las personas esperan que la

inflación continúe como en períodos anteriores. Así se genera un espiral

inflacionario, en el que se indexan contratos, se aumentan los sueldos y los

precios por expectativas futuras.

Inflación diferencial

La inflación diferencial es una situación en la que dos o más países, cuyas

economías son fuertemente dependientes o forman un área económica especial,

presentan diferentes tasas de incremento de precios. La inflación diferencial,

especialmente si se sostiene durante un período largo, provoca por lo general que

el país con mayores tasas de inflación sufra un aumento de costes de producción

y consiguientemente una pérdida de competitividad.

Inflación de costos

La alta inflación puede inducir a los

empleados a la demanda de un

rápido aumento de salarios para

mantenerse al día con los precios al

consumidor. En el caso de la

negociación colectiva, el crecimiento

salarial se establecerá en función de

las expectativas inflacionarias, que será mayor cuando la inflación es alta. Esto

puede provocar una espiral de salarios. En cierto sentido, la inflación puede

generar una situación de inestabilidad que se retroalimenta: la inflación genera

expectativas de más inflación, lo que engendra a su vez una mayor inflación.

Acaparamiento

La gente tiende a comprar productos duraderos y no perecederos para evitar en

parte las pérdidas esperadas de la disminución del poder adquisitivo de la

moneda.

Hiperinflación

Si la inflación se torna fuera de control (en aumento), puede interferir gravemente

con el funcionamiento normal de la economía, afectando su capacidad de producir

y distribuir bienes. La hiperinflación puede llevar al abandono de la utilización de la

moneda como medio de intercambio de bienes, derivando en las ineficiencias del

trueque.

Ineficiencia en la asignación

Un cambio en la oferta o demanda de un bien normalmente modificará su precio,

señalando a los compradores y vendedores que deben reasignar los recursos en

respuesta a las nuevas condiciones del mercado. Cuando los precios son

inestables y cambian marcadamente debido a la inflación, los cambios de precios

debido a las señales de oferta/demanda son difíciles de distinguir de los cambios

de precios debido a la inflación general. El resultado es una pérdida de eficiencia

asignativa.

Ciclos económicos

De acuerdo con la teoría austriaca del ciclo económico, la inflación pone en

marcha el ciclo económico. Los economistas austriacos sostienen que este es el

efecto más dañino de la inflación. Según la teoría austriaca, las tasas de interés

artificialmente bajas y el aumento asociado de la oferta monetaria conducen

préstamos imprudentes altamente especulativas, lo que incrementa la probabilidad

de malas inversiones, que a largo plazo resultan ser insostenibles.

La Inflación en Guatemala

Desarrollo Histórico de la inflación en Guatemala

En Guatemala, la inflación ha sido un fenómeno generalmente estable y

controlado. Salvo algunas excepciones, observadas en los períodos comprendidos

entre junio de 1985 a marzo de 1987, diciembre 1989 a noviembre 1991 y en julio

de 1993, la inflación no ha superado un ritmo interanual del 15 por ciento. En ese

sentido, no ha existido en el país algún período de hiperinflación pese a haber

enfrentado un conflicto armado interno durante 36 años, que coincidiría con la

afirmación usualmente aceptada de gasto militar financiado con excesivas

emisiones monetarias, causante de alta inflación.

Inflación, déficit fiscal y financiamiento del estado

El máximo nivel inflacionario durante el período de 1984 a 2008 se observó en

enero de 1991 (60.7 por ciento), asociado por algunos al financiamiento del

presupuesto público por parte del Banco Central. Dicho máximo está contenido en

el año de mayor inflación en el país en las últimas dos décadas (un promedio de

42 por ciento en el período enero/90 a enero/91). Este período de alta inflación

puede ser explicado también como efecto inmediato de la liberalización de las

tasas de interés y del tipo de cambio en 1989, como parte de la consolidación del

enfoque monetarista en la institucionalidad financiera guatemalteca, y no explicado

precisamente por un abuso en la emisión monetaria inorgánica.

En 1990 el déficit presupuestal fue del 2.1 por ciento sobre el PIB, cuyos bajos

niveles no representan una fuerte presión sobre la inflación; inclusive para finales

de 1991 el saldo presupuestario público arrojó un superávit fiscal equivalente al

0.01 por ciento del PIB. El saldo presupuestal de 1990 y 91 es menor al déficit del

2.9 por ciento del PIB observado en 1989, y muy por debajo del 4.7 por ciento

alcanzado en 1980 y 1982, del 7.4 por ciento de 1981, o del 2.8 por ciento de 1999

varios años después de la implementación de las medidas del FMI, y sin embargo,

en esos años la inflación estuvo por debajo de lo observado en 1990 y 91.

Cabe destacar que la tradición monetarista afirma que es el exceso de

endeudamiento público, financiado con emisión monetaria excesiva a través de los

bancos centrales, la causa de los altos niveles de inflación (períodos

hiperinflacionarios en Latinoamérica observados en Argentina, Bolivia, Brasil o

Perú, pero nunca en Guatemala). Tal fenómeno económico, y en consecuencia la

receta para aliviar dicho mal, poco o nada coincidían con el caso guatemalteco; no

obstante, el programa de modernización financiera del Fondo Monetario

Internacional –FMI- se impuso por medio de prácticas dudosas, con el objeto de

privatizar el financiamiento del Estado, además de los servicios públicos,

característicos de los programas de ajuste estructural impuestos por Instituciones

Financieras Internacionales desde la década de los años 80. La privatización del

financiamiento del Estado se consumó al más alto nivel, con la reforma

constitucional de 1994, a pesar que la inflación en promedio no superó el 13.4 por

ciento el año anterior. Por el contrario, en el año de esa reforma constitucional el

endeudamiento público externo se incrementó en un 14 por ciento (para el

Gobierno Central el incremento fue del 24 por ciento) y la deuda interna (incluido

el financiamiento del Banco Central) pasó de una variación del 14 por ciento en

1993 al nueve por ciento en 1994 (señal de un desplazamiento del nuevo

endeudamiento público hacia fuentes externas). El fantasma de la hiperinflación

por emisión monetaria excesiva carecía de sustento en el comportamiento

inflacionario del país, y contrariamente, fue acogido como estandarte para la

implementación del programa de modernización (privatización) financiera

mencionado.

En 1999 la emisión monetaria se incrementó en un 34 por ciento respecto a 1998,

año coincidente con un alza del déficit presupuestal en relación al PIB, pero

contenido en los años donde la prohibición del financiamiento del déficit por parte

del Banguat se encontraba

vigente, sin que dicha

emisión monetaria

presentara consecuencias

sobre la inflación. En ese

mismo año, la deuda

pública interna se

incrementó en un 25 por

ciento, pero ante la

imposibilidad de

financiamiento por parte del Banguat, el endeudamiento debió contratarse con el

sector privado. En la configuración de tales variables pueden observarse algunos

puntos interesantes (ver Gráfica 4): 1) alza de la emisión monetaria; 2) incremento

del déficit presupuestal; 3) incremento del endeudamiento interno; 4) estabilidad

de precios (inflación promedio del 5.21 por ciento durante el año).

El comportamiento de dichos agregados demuestra que el incremento en la

emisión monetaria no necesariamente es causa de inflación y, por el contrario, la

prohibición de financiamiento al Estado por parte del banco central, privatiza el

endeudamiento del sector público a favor de los bancos privados locales e

instituciones financieras internacionales. Esto se respalda por el hecho que en

1999 los medios de pago (M2) se incrementaron tan sólo ocho por ciento respecto

a 1998, contrario al promedio del 19 por ciento de la década, a pesar del alza en la

emisión monetaria. La creación de dinero secundario pudo verse frenada por el

desplazamiento del crédito productivo al sector privado a raíz de la preferencia de

los bancos en financiar al Gobierno y no en asumir su rol de intermediación

financiera que provea de recursos a actividades productivas empresariales*.

No obstante lo anterior, debe destacarse que la inflación se ha mantenido por

debajo de un ritmo del 15 por ciento (la última vez que superó esa barrera, fue con

15.27 por ciento en Julio de 1993), mientras el máximo observado con

posterioridad fue del 14.16 por ciento en Julio de 2008. En este último año la

inflación se vio presionada al alza por choques de oferta en los precios del

petróleo, trigo y maíz (extendido a otros gastos en alimentos), que como veremos

más adelante, corresponden a presiones externas en los precios que el Banguat

identifica como las principales causantes de inflación. Tales presiones, en

repetidas ocasiones, se han dado en los años donde la inflación ha superado la

meta explícita de inflación plasmada en la política monetaria, cambiaria y crediticia

anual.

Cabe mencionar que, a pesar del aparente éxito logrado en controlar la inflación,

algunos pensadores consideran que el costo social y económico de estas medidas

debe ser considerado para relativizar el éxito pregonado por las mismas, pues “si

bien lograron [las políticas neoliberales] frenar la inflación, lo hicieron al precio de

crecientes desigualdades sociales y de un déficit muy alto en la balanza

comercial… hoy la política económica de esos países [los que adoptaron

políticas neoliberales] depende estrechamente de lo que ocurre en la Bolsa de

Nueva York. Sólo basta con que haya fugas masivas de capitales, como sucedió

hace diez o doce años en América Latina, para que dichas políticas fracasen

abruptamente, agudizando las desigualdades sociales ya existentes”. Una vez

conocido esto, es importante analizar el comportamiento de los precios según

distintos grupos de gasto, pues las desigualdades de las políticas pueden

reflejarse en un comportamiento distinto en algunos grupos esenciales (como los

alimentos) que otros grupos menos importantes para el consumo de los hogares

pobres.

2016

La inflación alcanzó 1,3 % en el primer bimestre de 2016 en Guatemala, lo que

situó la interanual en 4,27 %, informó hoy estatal Instituto Nacional de Estadísticas

(INE).

De acuerdo a las estadísticas oficiales, la inflación fue del 0,21 % en febrero

pasado, cuando los alimentos (0,46 %) y restaurantes (0,36 %), fueron las

divisiones en las que más subió el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

El costo de adquisición de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó en

febrero último 9,71 quetzales (1,26 dólares) y llegó a 3.671,71 quetzales (478,08

dólares).

Mientras que el de la Canasta Básica Vital (CBV) que incluye gastos de

alimentación, salud, vivienda, educación y transporte, entre otros, se incrementó

en 17,72 quetzales (2,3 dólares) y su valor fue de 6.700,21 quetzales (872.42

dólares).

La inflación prevista para el 2016 es de entre 3 % y 4 %.

CONCLUSIONES

Que la causa de la inflación en Guatemala es por el lado de la oferta, dentro

del proceso productivo en la fase de comercialización, se está generada

especulación; debido a que el precio del productor es en 100% menor al precio

consumidor, y se puede comprobar en el análisis de la canasta básica de

alimentos.

Al realizar la investigación de origen de teorías de causas de inflación se

constata que existe corrientes económicas que explican procesos

inflacionarios, en diferentes circunstancias de un país, pero se debe recalcar

que aún no se puede explicar la causa por el dado de la oferta con claridad y

con ello comprender mejor dicha causa.

BIBLIOGRAFIA

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Armar, Guatemala 2006.

Paschoal Rossetti, José: Introducción a la economía. Tercera Edición, Editorial

OXFORD.

Miller, Royer Leroy “Macroeconomía Moderna, Séptima Edición, Editorial Harla,

México 1995.