Boletín

SALESIANOALBERTO MARVELLI (1918-1946)Rector Mayor

El Movimiento Juvenil Salesiano en la Jornada Mundial de la JuventudTema central

Educar en derechos humanosEducar en valores

Caminando con la juventud

ISSN 1390 - 4094

sept

iembre - octubre 2011

368

Rumbo a los diez años de ser salesianos cooperadoresTestimonio

Director:P. Javier Herránboletin@salesianos.org.ec

Lic. Marcelo Mejía, Delegado para la Comunicación Social

Editora:Tatiana Capelocomunicacion@salesianos.org.ec

Consejo Editorial:Sor Lupe Erazo, fma; Hna. María Emilia Camelo, hsc; Jaime Ochoa, SSCC; Blanca Narváez, ADMA; Blanche Shephard, ADS; José Juncosa.

Colaboradores:Agencia ANSP. Juan Bottasso, sdbP. Pedro Creamer, sdbP. Juan Cárdenas, sdbP. Enrique Lima, sdbSor Norma Reyes Mejía, fmaFredd García, SSCCJaime Pulla, SSCCMaría Elena Alsina, DS Lorena Ocampo, CPS

Corrección y estilo:Marcia Peña Andrade

Diseño gráfico:Patricio Llivicura Piedra - Vicente Condo

Ilustración:Eduardo Delgado

Impresión y Distribución:Centro Gráfico Salesiano - CuencaTelf.: 072 83 17 45 - Ext. 20115(distribucion@salesianos.org.ec)

Suscripciones:boletin@salesianos.org.ec

Boletín de la Familia Salesiana del EcuadorPublicación Bimestral N.° 367Tiraje 8800BS: Madrid E12-68 y AndalucíaApartado 17.01.2303-QuitoTeléf.: 256 64 84 ext. 108Fax: 254 14 36www.salesianos.org.ec

Favor enviar el desprendible que encontrará en este número a la dirección del Boletín Salesiano o por correo electrónico.

Sumario3 Editorial

4 Rector Mayor ALBERTO MARVELLI (1918-1946)

7 Experiencia educativa Unidad Educativa Salesiana “María Auxiliadora”

9 Memoria histórica Colegio Agronómico de Cuenca: 1932-2011

10 Celebremos Los nombres que llevamos

12 Perfil testimonio vocacional P. Marco Díaz, la mano visible de la misión en África

14 Voluntariado Voluntariado: un espacio de animación y discernimiento vocacional

16 Testimonio Rumbo a los diez años de ser salesianos cooperadores

17 Tema central El Movimiento Juvenil Salesiano en la Jornada Mundial de la Juventud

21 Mundo salesiano

28 En la Mitad del Mundo

31 Necrología

32 Educar en valores Educar en derechos humanos

34 Sr. José Solís

Rector Mayor

5

ditorial

P. Javier Herrán, sdb

En los meses de agosto y septiembre, la Inspectoría Salesiana del Ecuador vivió un especial tiempo de gracia y bendición al recibir a cuatro nuevos sacerdotes salesianos. Presentamos un foto-reportaje de sus ordenaciones y primeras misas.

Las renovaciones y profesiones perpetuas de jóvenes salesianos son motivo de alegría para la Familia Salesiana. Este número del Boletín lleva noticias de «jóvenes sacerdotes y profesiones religiosas» y gratitud al Padre Dios que regala vida nueva a la Inspectoría del Ecuador.

El tema central «La presencia del Movimiento Juvenil Salesiano en la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid» es más que la memoria del evento. El MJS es ya un movi-miento eclesial que moviliza a miles de jóvenes identificados con «el estilo salesiano». Las páginas web de todas las inspectorías salesianas nos han dado la oportunidad de ser «peregrinos virtuales» siguiendo, día a día, las tareas de quienes fueron a Madrid desde nuestros oratorios, grupos juveniles y centros educativos salesianos. Ahora, esti-mado lector, puede profundizar en su valor y significado guiado por el P. Juan Cárdenas y Fredd García.

En la sección Experiencia Educativa se presenta la Unidad Educativa «MARÍA AUXILIA-DORA» de Manta. Las Hijas de María Auxiliadora aportan a la educación, en esa ciudad, con una identidad especial; las y los estudiantes son educados con los principios del Sistema Preventivo, compartiendo con las hermanas y seglares el espíritu salesiano. La vocación de educadora consagrada, de cada una de las religiosas de la Casa de Manta, es el motor de múltiples iniciativas a favor de niños, niñas y jóvenes de diferentes barrios de la ciudad, tanto del centro como de las zonas marginales.

El P. Marco Porfirio Díaz Salazar, salesiano ecuatoriano, aprovechó su visita para conver-sar con el Boletín Salesiano sobre su experiencia vocacional y misionera de quince años en el continente africano. Su trayectoria inició en el país de Guinea-Conakry, pasó por Togo y República de Benín; ahora se encuentra trabajando en Camerún.

Los Salesianos Cooperadores nos presentan un testimonio que habla del voluntariado salesiano como un espacio de animación y discernimiento vocacional; también la Ins-pectoría encuentra en él, la fuerza que impulsa el compromiso apostólico y asegura la continuidad generacional

Este número del Boletín Salesiano rinde homenaje póstumo al P. Ángel Andreetta y fe-licita al Proyecto Salesiano Chicos de la Calle de Guayaquil por haber ganado el premio Mérito al Desarrollo Regional de América Latina y el Caribe, JUSCELINO KUBITSCHEK, en la categoría «social, cultural y científica».

Rector MayorRector Mayor

Es el primer antiguo alumno salesiano declarado bienaventurado por la Iglesia. Cuando fue bea-tificado he escrito: «La beatificación de Alberto Marvelli es un llamado a encontrar el camino de la santidad en la familia, en la profesión, en la política; pero es también un reconocimiento de la educación salesiana, capaz de formar san-tos»...

Esta es la gran convicción y experiencia perso-nal de Don Bosco, sacerdote educador y forma-dor de jóvenes santos.

Alberto, aún antes del llamado del Vaticano II a los laicos para su empeño en la sociedad, ha reafirmado la vocación de laico comprometi-do en el mundo, considerando esto no como algo negativo, sino como la viña del Señor en la cual hay que trabajar con competencia y amor, según los criterios de Dios indicados en el Evan-gelio. Ha realizado así su propia santidad en el estudio, en el trabajo, en toda situación en que se iba encontrando por elección o llevado por los acontecimientos. Marvelli vive en la historia del mundo, colaborando con valentía y amor para transformarla en historia de salvación para todos. No es diferente nuestra vocación y mi-sión en este mundo.

La de Alberto Mar-velli es una vicisitud que halla, después del ambiente familiar, su terre-no de cultura y crecimiento en el oratorio salesiano de Rími-ni, en la parroquia de Santa María Auxiliadora. La llamada de Dios pasa por la fe de su familia y a través de un ambiente rico de vida y propuesta cristiana como es el oratorio salesia-no, en donde el ejemplo y la atracción de Domingo Savio son muy fuertes y conta-giosos.

Alberto reza con recogimiento, da clases de catecismo con convicción, demuestra celo, caridad, serenidad, pureza. Descuella entre los muchachos del oratorio por las virtudes no co-munes y por la aparente facilidad y naturaleza con que hace las cosas más difíciles. La matriz de su formación humana, apostólica y espiritual es salesiana. Tiene solo quince años; pero los sa-lesianos comprenden que se trata de buen ma-terial: llega a ser delegado de Aspirantes y ge-neroso animador del oratorio. Trabaja con total esmero entre los jóvenes, animándolos con una apropiada visión del juego y de la diversión. Es inteligente, enriquecido con una buena me-

La vocación de un antiguo alumno salesiano: El amor nunca está en descanso.

BIENAVENTURADO ALBERTO MARVELLI (1918-1946)

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«Trabaja con total esmero entre los jóvenes, animándolos con una apropiada visión del juego y de la diversión».

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moria, pacífico aunque vivísimo, fuerte de carácter, generoso, animado por un profundo sentido de responsabilidad y justicia. Gracias a sus cualidades huma-nas goza de un fuerte ascendiente so-bre los compañeros y todos lo aprecian por sus virtudes.

Pese a ello, Marvelli no ha nacido con alas y aureola, la conquista de sí mismo será gradual y difícil. En este clima ma-dura su elección fundamental de per-tenecer a Jesús y seguirlo. Escribe en su diario: «No puede haber un camino intermedio, no se pueden conciliar Je-sús y el demonio, la gracia y el pecado. Pues bien, yo quiero ser todo de Jesús, todo suyo. Si hasta ahora fui algo in-cierto, ahora ya no debe haber incerti-

dumbre, el camino está tomado: sufrir-lo todo, ya no pecar. Jesús, antes morir que pecar. Ayúdame tú a cumplir esta promesa».

«Servir es mejor que hacerse servir. ¡Jesús sirve!» –sigue escribiendo en su diario. Es con este espíritu que enfrenta sus pesados compromisos cívicos. Al-berto llega a ser un apasionado recons-tructor de la ciudad, no ahorra energías porque advierte y sufre las necesidades, las urgencias, la desesperación de la gente. Empeñado en la difícil tarea de la construcción de la ciudad terrenal, alguien lo reprendió diciéndole que habría debido dedicar más tiempo a las actividades eclesiales. Alberto contesta con sencillez: «También esto es aposto-

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lado», afirmando así nuevamente su vocación de laico comprometido en el mundo. Siente y vive su empeño en la política como un servicio a la colectividad organizada: la activi-dad política podía y debía llegar a ser la expresión más alta de la fe vivida. Alberto, en los últimos, sirve al Señor. Estaban con él especialmente en los momentos de oración, de su diálogo con Dios, al cual se elevaba llevando en el corazón a los pobres, sus hermanos más amados.

En el verano de 1946, tras larga reflexión, decide su vocación, que en los años anteriores había oscilado entre una consagración religiosa y el sacerdocio. Ahora ha decidido: forma-rá una familia y le pedirá a Marilena Aldé, de Lecco, que sea su compañera. La había co-nocido en Rímini durante las vacaciones de la secundaria superior enlazando con ella una fuerte amistad espiritual. Le declara su intención de viva voz, luego le escribe una larga carta el 27 de agosto: «…es desde el lunes que he sentido nuevamente latir mi corazón por ti, después que te he visto siempre hermosa y con los ojos algo tristes, pero tan bon-dadosos. ¿Podría ser esta la llamada que está despertando el amor?». La carta no tiene respuesta. También para este dolor Alberto está preparado: «Amo demasiado al Señor para rebelarme o llorar sobre su voluntad… a esta voluntad debemos sacrificar la satisfacción de nuestros deseos e ideales terrenales».

La vida de Alberto es un fuerte llamado, sobre todo a los laicos, para «testimoniar la fe a través de las virtudes que son específicas de ellos: la fidelidad y la ternura en la familia, la competencia en el trabajo, la tenacidad en servir el bien común, la solidaridad en las relaciones sociales, la creatividad en emprender obras útiles a la evangelización y promoción humana. A ellos les corresponde también mostrar –en estrecha comunión con los Pastores– que «el Evan-gelio es actual y que la fe no sustrae el creyente a la historia, sino que lo sumerge más profundamente en ella», como escribió Juan Pablo II.

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"Marla auxiliadora"

Unidad Educativa Salesiana

La Unidad Educativa «MARÍA AUXILIADORA» de Manta está regentada por la Comunidad de Hermanas Salesianas quienes junto a los

docentes, administrativos y de apoyo, compar-ten el espíritu salesiano y por medio del Sistema Preventivo, educan a los niños, niñas y jóvenes de diferentes barrios dentro y fuera de la ciudad. Las hermanas entusiastas y generosas laboran dan-do lo mejor de sí para orientar y evangelizar a los destinatarios. Todo el personal es competente y está capacitado para impartir la preparación aca-démica y formación de las y los estudiantes.

Existe un clima de excelentes relaciones interper-sonales, es decir, se maneja un ambiente de fami-liaridad con las autoridades, estudiantes y padres de familia, el mismo que se ha logrado luego de un arduo trabajo de concienciación y con el com-promiso de todos. El establecimiento es recono-cido en la ciudad como escuela que forma a sus estudiantes no solo en lo académico sino como

personas con muchos valores, basa-dos en el lema de San Juan Bosco

formar «buenos cristianos y honrados ciuda-danos».

Su misión es ser una institución que brinda una educación de calidad a niñas, niños y jó-venes, a la luz de los valores evangélicos y de la preventividad de San Juan Bosco y Santa María Mazzarello, ofreciéndoles una formación inte-gral orientada a Cristo, a fin de que se compro-metan en la formación del Reino de Dios en el marco de un conocimiento científico-tecnológi-co acorde a las exigencias de la actualidad.

Su historia comienza en 1965, con un sueño pro-fético que tuvo la Srta. Clemencia Benavides, en donde vio un grupo de religiosas rodeada de muchos niños en un patio amplio, sueño que se convirtió en realidad con el apoyo del Párroco de Tarqui, padre Ángel Gasparini y un grupo de cooperadoras salesianas solicitando a la madre María Bonino, provincial de las FMA, que envíe hermanas, para que eduquen a los hijos(as) de los obreros de Industrias Ales.

El Sr. Oswaldo Álvarez Barba, geren-te de esta fábrica de ese enton-

ces, se comprometió a do-nar un terreno con una

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superficie de 6000 m2, para que se construya el edificio de la escuela y

comunidad, solicitando que no solo se recibieran a los hijos de los obreros de

Ales, sino de toda la ciudad, con una pen-sión módica.

Del 2 al 13 de abril de 1965 envían a las pri-meras hermanas salesianas: sor Rosa Bejara-

no, sor Enma Mora y como directora a sor Pie-rina Rusconi. El 12 de mayo de 1965 se da por

inaugurado el año escolar en el local de Ales y en 1971 se inaugura el nuevo edificio en la Vía al Aeropuerto y, asimismo, el nuevo año esco-lar con grados completos, siendo mixto hasta la promoción correspondiente a 1966.

Años más tarde y con la insistente solicitud de los padres de familia para que se cree el ciclo bá-sico, a través de la superiora siguen los trámites legales alcanzando la autorización anhelada para el funcionamiento del primer curso en 1990. Tres años más tarde adquieren el permiso de funcio-namiento del tercer año. El primer grupo de jóve-nes concluye el ciclo básico en el año 1992–1993; por falta de aulas, no pudo crearse el bachillerato.

La Virgen María Auxiliadora ha estado pendien-te de la suerte de las niñas y particularmente de las jovencitas de Manta, su espíritu influye en las decisiones de la Madre Provincial, dispone en septiembre de 1994, que sor Eliana Cucalón Varas ven-ga a esta comunidad religiosa como Directora-Rectora. A

partir de aquella fecha sor Eliana se impuso un reto,

¿cuál? El colegio debía ser completo y trans-

formarlo en Unidad Educativa. Pero la

carencia de espacio físico y equipamiento obsta-culizaron el proceso. Se decide iniciar la construc-ción del edificio.

En la actualidad, los niveles educativos son edu-cación básica y bachillerato en ciencias y técnico administrativo; jornada matutina, número de do-centes: hombres 23, mujeres 31 y el número de estudiantes por niveles: educación básica: hom-bres 145, mujeres 338 y en bachillerato: hombres 39, mujeres 151, un total de 673 estudiantes.

Es importante resaltar que los estudiantes de II Bachillerato realizan participación estudiantil en el campo de acción: prevención al uso indebido de drogas y también imparten catequesis en dife-rentes parroquias de la ciudad. En el mes de enero realizan prácticas empresariales de acuerdo a su especialidad. Reciben charlas de primeros auxi-lios. Los estudiantes nutren su formación también con jornadas culturales en diferentes áreas: aca-démicas, culturales y deportivas.

Sor Norma Reyes MejíaRectora-Superiora de la Comunidad FMA

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En el año de 1926, el P. Joaquín Spinelli, con el pro-pósito de tener un lugar de paso para los misioneros que entraban o salían de las misiones, compró un lote de terreno en las afueras de Cuenca. El P. Car-los Crespi, aprovechando este sitio, abrió allí un pe-queño Aspirantado para coadjutores salesianos, a fin de que recibieran la adecuada preparación técnico-agrícola, necesaria para el trabajo en las misiones.

En 1932, llegó el P. Antonio Gardini, experto en agro-nomía y botánica, como primer Director. A él le su-cedieron los PP. Duroni, Colombo, Formaggio y Gue-rriero, en el lapso de 1932 a 1950. Merecen especial mención los coadjutores Turello, Zublena y Vicini. Tras duros años de trabajo y sacrificios, la Obra cobró auge y progreso. En 1949, se elevó a la categoría de escuela agrícola y, más tarde, a colegio agronómico, dando opción para continuar los estudios en la uni-versidad en las facultades de Ingeniería o Veterinaria. Los pioneros de esta nueva obra fueron el P. Aurelio Mapelli y el coadjutor Juan Lunardi. Este plantel fue considerado entre los mejores del país por estudio, dotación y organización.

El progreso de la técnica agrícola y el número siem-pre creciente de jóvenes estudiantes, demandaron con urgencia, una nueva estructura más moderna y funcional. Es así como el 16 de julio de 1968 se rea-

lizó la inauguración del nuevo e imponente edificio del colegio que contó con amplias aulas, salones, laboratorios, auditorios, biblioteca técnica y además las secciones ganadera, agrícola, horticultura, avi-cultura, apicultura, cunicultura, artesanía, mecánica agrícola, silos, pequeñas industrias, fitopatología, entomología, etc. Merecen recordarse los PP. Bissón, Boccalatte, Pachacámac, Delgado, Álvarez y los coad-jutores Estrella, Ganis y Battocchio.

En 1989 se concretaron las aspiraciones del Colegio Agronómico de tener mejores terrenos para las prác-ticas agropecuarias de los estudiantes. El lugar ele-gido fue la propiedad de la empresa Huertos Uzhu-pud S. A., ubicado a pocos kilómetros de Paute, con una extensión de 237 ha. A partir de 1994, el Colegio Agronómico asume la calidad de Instituto Técnico Superior Agronómico. Actualmente esta obra cuenta con el Instituto Técnico Agronómico (ITSA), la Casa de la Juventud (Yugmacay), el Colegio a distancia «Juan Lunardi» y la Escuela de Agroindustrias de la Universidad Politécnica Salesiana.

P. Pedro Creamer, sdbArchivo Histórico Inspectorial

1932-2011

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Celebremos

Los nombres

Los latinos decían: «Nomenestomen», es

decir: «El nombre es un destino». En mu-

chas culturas, en efecto, en el nombre

que se da a un niño se quieren expresar los

votos de lo que se espera llegue a ser en su

vida. También en la Biblia existen ejemplos de

esta costumbre.

Pero hay otras maneras de denominar a las

personas. En algunos casos el nombre de uno

señalaba simplemente de quién era hijo; en

otros el lugar de nacimiento. Se dan casos en

que la denominación es escogida por su reso-

nancia poética: un ave, una flor.

De acuerdo a la teología cristiana, el bautismo

constituye un nuevo y definitivo nacimiento.

El sacramento convierte a quien lo recibe en

una criatura totalmente diferente, moldeada

sobre las virtudes de Cristo. Por esto se le da

un nombre nuevo, si es adulto. A lo largo de

los siglos se utilizaron los nombres de aque-

llas personas que habían sido cristianos au-

ténticos, los santos y las santas, que debían

constituirse al mismo tiempo en protectores

y modelos de vida. Como, poco a poco, todos

los días del calendario se fueron llenando de

las conmemoraciones de estos personajes,

hubo un tiempo en que lo más común era po-

ner al bautizado el nombre del santo del día.

Frecuentemente se utilizó también el nombre

del abuelo. En nuestro ambiente la celebra-

ción del onomástico ha caído en desuso, su-

plantada por la del cumpleaños. Pero, como

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Celebremos

residuo de costumbres pasadas, se sigue aclamando al homenajeado con el grito: «Qué viva el santo», al tiempo que se en-tona (¡en inglés!): «Happy birthday».

También la elección del nombre ha sufri-do un fuerte cambio. Con la revolución liberal, las élites quisieron tomar distan-cia de la «sofocante» tradición cristiana. Mientras el pueblo seguía aún apegado a las viejas costumbres, los más ilustra-dos comenzaron a llamar a sus hijos con algún nombre propio del Antiguo Testa-mento (Adán, Abel, Rubén, Moisés), pero, más frecuentemente con nombres de la antigüedad pagana (Plutarco, Ulpiano, Eudófilo). Entró más tarde (Revolución bolchevique) la moda de los nombres rusos: Vladimir, Boris, Katiushka; por no hablar de Lenín y Stalin. Últimamente hemos asistido a un nuevo giro: el de los nombres extranjeros, especialmente «gringos». Lo curioso es que se adoptan como nombres de varones los que en in-glés son apellidos: Washington, Welling-ton, Darwin.

Cuanto más son humildes las familias tan-to más escogen para hijos e hijas nom-bres exóticos, probablemente con el fin de conferirles un timbre de distinción y emancipación. En otras palabras, con el sueño de tomar distancia de su condición humilde. Especialmente para las chicas las modelos, las actrices y heroínas de te-lenovelas, constituyen también buenos referentes. Los varones tienen a los futbo-listas, cantantes y artistas de todo tipo. Si se echa mano de nombres tradicionales,

es corriente añadirles alguna doble o una «h» para darles un pequeño toque mo-dernizante. En el extremo opuesto hay quienes recuperan antiguos y olvidados nombres indígenas.

Hoy se habla mucho de libertad y libre determinación pero, de hecho, estamos condicionados por una cantidad de fac-tores que se escapan completamente de nuestro control: familia de origen, he-rencia cromosómica, lugar y tiempo de nacimiento. Tampoco nuestro nombre y apellido los hemos escogido y pesan bastante sobre nuestra manera de vernos y ser vistos. Los que han desplegado su fantasía al calificarnos con ese detallito que nos identifica en la cédula han sido los papás, no nosotros. Puede que su op-ción nos agrade o no, pero no hay cómo salir del esquema. Con el apellido la cosa es aún más seria. Solo los artistas logran evadirse momentáneamente, adoptando seudónimos.

En fin, es una de las tantísimas cosas con las que hay que aprender a convivir.

Como hemos visto, las posibilidades de denominar a las personas son infinitas. Sin cuestionar la legitimidad de ninguna de ellas, me permito expresar mi prefe-rencia por los viejos, simpáticos, tradi-cionales nombres de santos cristianos. Tienen la ventaja de poner delante de nuestros ojos a unas figuras que vale la pena intentar imitar.

P. Juan Bottasso, sdb

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P. Marco Díaz, la mano visible de la misión en África

Un pueblo humilde de la provincia de Loja llamado Catacocha lo vio nacer y la ciudad de Ma-chala crecer. Allí junto a sus padres, hermanos y amigos fortaleció su amor infinito hacia Dios y el cariño solidario hacia los demás. Hoy en día, es uno de los misioneros salesianos que entrega su vida por los más necesitados en el continente africano, en donde los problemas sociales y po-líticos han hecho de esta zona una de las más vulnerables a nivel mundial.

Ser una persona introvertida y de carácter fuerte desde niño ha caracterizado al padre Marco Porfirio Díaz Salazar de cuarenta y siete años, quien se apartó de su familia por la vida religiosa a los trece. Desde 1996 se encuentra a miles de kilómetros del Ecuador cumpliendo uno de sus mayores sueños: «el ser misionero». Su vida misionera inició en Guinea-Conakry, pasó por países como Togo, República de Benín y, ahora, en Camerún.

El primer paso lo dio cuando estaba en la ciudad de Guadalajara realizando el teologado. Alegre recuerda que aprovechó la visita del P. Odorico, Consejero Mundial de Misiones a México, para darle a conocer sobre un movimiento misionero que él junto a algunos de sus compañeros for-maron. Esta experiencia le sirvió para conocer de antemano la cultura, el idioma y la realidad de África.

Pero, pasaron varios días y no recibió nin-gún aviso, solo un comentario de la existencia sobre el «Proyecto Áfri-ca», que se trataba de un pedido oficial al Papa por parte de los Gobiernos africanos, algunos de ellos musulmanes, para que una de las congregaciones re-ligiosas se haga cargo de la educación profesional en este continente.

Su emoción se desborda cuando narra que mien-tras se encontraba en la

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parroquia de Rocafuerte, Manabí, el llamado llegó. «De un momento a otro recibí una carta del responsable mundial misionero, la noticia me sorprendió mucho. En mes y medio viajé a Roma en donde recibí la condecoración más im-portante de mi vida: la medalla de misionero, la Expedición 126 desde Don Bosco».

Desde ese momento, sabía que su amor a Dios y a Don Bosco le daría la fuerza para trabajar con mucha fe en la Inspectoría de África del Oeste (AFO) que actualmente está compuesta por siete países, veintitrés casas y más de ciento sesenta salesianos. Atrás quedó la familia, amigos y el pueblo que fue testigo del inicio de su vocación. Pero en frente un futuro incierto lleno de fe, sa-crificio y mucho trabajo, que lo palpó de cerca cuando pisó tierra africana y vio a sus mayores enemigos: el analfabetismo y la pobreza.

El P. Díaz es una persona callada, desinteresada por la apariencia exterior, pero con un espíritu altamente cultivado en Jesucristo y Don Bos-co que nos cuenta sobre su experiencia en este continente. Los tres años dedicados al Proyecto Chicos de la calle en la República de Benín, lo marcaron. «Es frecuente ver a menores mero-deando sin rumbo en mercados, ofreciendo sus servicios como cargadores o rebuscando comida entre los desperdicios. Sus vidas giran alrededor de la mendicidad y la delincuencia», afirmó.

Por esa razón, en Benín existe un centro de rein-serción familiar para niños, niñas y adolescentes

en situación de riesgo, no solo para esta zona, sino también para los países aledaños como Ni-geria, Togo y Costa de Marfil. En estos luga-res también sirven como un espacio de amparo y protección para los muchachos que han sido afectados por las guerras civiles, especialmente en las zonas de Liberia y Sierra Leona.

El trabajo constante y la devoción a Dios del Padre Díaz ha incidido a que del pueblo africano surjan un gran número de aspirantes a salesianos que quieren seguir su ejemplo, a pesar de que en esta zona el cristianismo es perseguido, maltratado y mal visto.

La evangelización mediante su testimonio de vida ha marcado en los corazones africanos no solo en los jóvenes, sino también en la gente adulta; aquí contó una de sus varias anécdotas. «Tuve la experiencia de una conversión de un hombre de cincuenta años, en un lugar en donde no había cristianos, sino solo musulmanes. Él se interesó por ser cristiano, hizo tres años de cate-quesis y conoció el Evangelio». La oración y la animación del P. Marco Díaz dieron como fruto luego de treinta y seis meses que él y su familia se convirtiesen al cristianismo.

Su familia se siente muy orgullosa de él, pero a la vez preocupada, porque es tan entregado a la labor misionera que ha descuidado su salud. Su hermano Holger cuenta que años atrás recayó en un hospital de África con malaria. Aún así no ha dejado de realizar sus tareas, «mi vida es ser misionero y nada impedirá que lo siga ejercien-do», finalizó.

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En estos meses hemos escrito acerca de lo importante que es el Voluntariado en sus diferentes espacios, experiencias y vivencias personales; en esta ocasión me parece oportuno hablar so-bre él y su incidencia en la animación y discernimiento vocacional; para ello es necesario tener claro qué es la animación y cómo es el proceso de discernimiento vocacional que realiza el/la joven en esta propuesta que ha ido tomando fuerza en la Inspectoría.

Un espacio de animación

El Movimiento Juvenil Salesiano siempre ha sido un espacio de animación de grupos en sus di-ferentes procesos de formación que se ofrecen desde los más pequeños hasta los jóvenes que conforman los grupos juveniles, misioneros, monaguillos y vocacionales. Es desde este espacio donde ya se hace realidad la animación que luego se ofrece como futuros voluntarios de nues-tras comunidades, parroquias, proyectos salesianos, centros juveniles y oratorios.

Para cada una de las personas que se van desarrollando en estos campos de apostolado les ha parecido muy significativa su participación en la animación de estos procesos que casi siempre llevan a una reflexión social, cristiana y salesiana de la realidad en la que se desenvuelven, por tanto podemos decir que, somos forjadores de líderes y de futuros miembros y responsables de las diferentes ramas de la Familia Salesiana.

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Discernimiento vocacional

Cuando hablamos de vocación hay que considerarla como un llamado para responder a la pro-puesta que Jesús nos hace, para ser sus discípulos, sus seguidores y continuar la labor de la construcción de Reino de Dios, es decir un Reino de Paz, de justicia y de amor.

Don Fabio Attard, Consejero General para la Pastoral Juvenil Salesiana, nos expresa que la ani-mación vocacional ocupa un lugar propio en la Pastoral Juvenil y en nuestros procesos de for-mación; no podemos dejar de lado el hablar desde la realidad en que se encuentran los jóvenes.

Además, me parece que tenemos que ir realizando una cultura vocacional que invite a toda la Familia Salesiana a ser animadores vocacionales en nuestros ambientes de trabajo y de acción salesiana.

Después de aclarar cómo la animación y el discernimiento vocacional son temas importantes a tratar debemos ahora darnos cuenta que el voluntariado tiene algo de las dos, es por ello que como salesianos tenemos que darle importancia a este proceso que realizamos en la Ins-pectoría, ya que cada vez se hace más fuerte la efervescencia juvenil que cada año sale a casas salesianas y no salesianas a ofrecer un año de su vida al servicio de los más necesitados; parti-cipando como catequistas, hermanos mayores en los internados y como jóvenes que viven en las comunidades con un compromiso cristiano serio y dichoso.

El voluntariado no es un espacio, el espacio es lo que el voluntariado ofrece para el desarrollo de la vida y la vida en abundancia.

Los voluntarios son vida y esperanza para la sociedad y por eso tenemos que darles las herra-mientas a nuestros jóvenes para que esa vida y esperanza sean desarrolladas en todas nuestras casas, obras y familias.

P. Enrique Lima, sdb

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Al empezar este recuento me llenó de nostalgia y ale-gría el ver que no ha sido en vano el compromiso adqui-rido, hace algunos años, como salesiano cooperador y, me es muy grato contarles cómo empezó esta aventura.

Trascurría el mes de junio del año 1999, asistía a una eucaristía un sábado por la noche en la pequeña capi-lla del Divino Niño, en el barrio Voluntad de Dios, al sur de Machala. Celebraba un sacerdote salesiano con una manera muy peculiar de hablar y sin muchos pelos en la lengua: era el P. Jaime Vásquez, un colombiano a todo dar; en su homilía se puso a explicar sobre los grupos de la Familia Salesiana y que necesitaba valientes que deseen encontrarse en los patios de la iglesia, en el sec-tor del barrio Venezuela.

Me llamó la atención la invitación considerando que me eduqué en una escuela y colegio salesiano. Tuve un gran guía: don Ángel Robusti; asistí a la reunión, éramos cua-tro personas contando con el padre, las señoras Maura y Lila, y yo; empezamos con un avemaría, nos explicó quiénes eran los cooperadores, nos regaló unos folletos sobre los salesianos y nos invitó para el próximo sábado por la tarde.

La siguiente semana estábamos un buen número de per-sonas entre catequistas, miembros de comunidades y jó-venes del MJS, entre los que recuerdo a Cecilia, Vicente, María, Fernando, Patricia, Naffa, Miriam, Dina, Silvia… El Padre nos hizo entrega del reglamento de vida apostóli-ca y el comentario al mismo, nos sugirió que buscáramos un nombre para la asociación, que invitáramos al padre Esteban, Inspector en ese entonces; también que pidié-ramos al Coordinador Nacional, nuestro hermano Pablo, que nos acompañe para así dar constancia que los co-operadores de Machala habíamos nacido.

Para el siguiente sábado, el Padre ya nos encomendó que lleváramos el oratorio los domingos en el sector de El Bos-que, ayudando a la señora Martha y en el sector Venezuela apoyando a la señora Cecilia, así lo hemos hecho.

En un sábado posterior, teniendo como testigo de ho-nor al padre Esteban Ortiz, pusimos el nombre a nuestra asociación: «San Francisco de Sales». Para esas fechas y con mucha pena veíamos la partida del querido padre Jaime, le daban el cambio para Cuenca; quedó como nuestro delegado el P. Fulvio y así fuimos avanzado has-ta el día de nuestra promesa, sin los compañeros que habíamos iniciado pero con otros hermanos de una va-lía y entrega generosa como Sandro, Edda, Luis, Magda-lena, Naffa, Vicente y teniendo por testigos a Monseñor Néstor Herrera, al siempre recordado P. Esteban Ortiz, a los sacerdotes Fulvio Cabrera, Jorge Bustamante, Raimundo Calvachi y, a nuestro hermano coordinador de los SSCC de esa época, César Banegas. Realizamos la promesa el 29 de septiembre del 2001 coincidiendo con la fiesta de la Virgen de la Merced y celebrando los veinticinco años de la presencia salesiana en Machala.

No me queda más que agradecer a Dios, a nuestros familiares, a los salesianos, a los amigos por habernos acompañado hasta la fecha. Y como expresé al iniciar, estamos caminando a los diez años como salesianos cooperadores.

Actualmente tenemos tres hermanas promesadas: Vi-centa (2007), Patricia y Silvia (julio de este año, en el decimocuarto congreso de salesianos cooperadores celebrado en Machala).

Jaime Pulla, SSCC

Rumbo a los diez anos de ser salesianos cooperadores

Tema Central

El MovimientoJuvenil Salesiano en la Jornada

Mundial de la Juventud

«Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños». (P.Coelho)

Nos pasa con frecuencia que si sentimos la necesidad de viajar, no lo es menos las ansias de contar. Impresiones personales,

sentimientos, emociones, reflexiones, preguntas y anécdotas hacen parte del relato cuando nos disponemos a contar una experiencia. Me habría gustado poder recoger –de vuelta–, las vivencias personales y los aprendizajes de todas las perso-nas –peregrinos– que viajaron para la JMJ. En todo caso, lo que a continuación escribo, está también entremezclado con las resonancias que he escu-chado de algunos jóvenes.

¿Quiénes viajamos y qué hicimos?

Viajamos una delegación de ochenta y un jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano, de los grupos de la Universidad (UPS), del Colmena y de otras obras salesianas. La primera semana participaron en las pre-jornadas en Villa Rubia (Ciudad Real). Los jóve-nes expresaron satisfacción y estaban contentos por el excelente trato de las familias que los aco-gieron. La segunda semana –propia de la jornada–, fuimos acogidos en una obra salesiana de Alcalá de Henares en el Centro Juvenil de «Las Naves». Recibimos un trato exquisito de parte de los her-manos salesianos y del grupo de voluntarios, pre-ocupados siempre de la organización, la logística,

los desayunos y la ubicación oportuna en los es-pacios de la casa.

P. Juan Cárdenas, sdb

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20Boletín alesiano

Tema Central

Quiero resaltar la disponibilidad de los jóvenes para participar en las propuestas de la agenda establecida: en las mañanas, los buenos días en la casa salesiana; las catequesis en la catedral del lugar (Alcalá de Henares) y en la tarde los even-tos masivos (en Madrid): Eucaristía de inaugu-ración, Bienvenida del Papa, Viacrucis, Vigilia y Eucaristía con Benedicto XVI. Una participación importante como Movimiento Juvenil Salesiano del Ecuador, fue la intervención –con tres pre-sentaciones–, del grupo musical «Vida en Ti».

«Dos experiencias fuertes»

Una primera experiencia, que a todos nos lla-mó la atención, fue la participación en el foro con el Rector Mayor y en la fiesta juvenil y la Vigilia del MJS mundial en la obra salesiana de Atocha (17 de agosto), en donde estuvimos un poco más de siete mil jóvenes salesianos. Una celebración vivida con un estilo muy ora-toriano: un ambiente de familia, de encuentro festivo, con un mosaico de colores, de ritmos musicales, de arte y de cultura. Personalmente me impactó la actitud de los jóvenes durante la Adoración del Santísimo. Más de quince minu-tos los siete mil jóvenes en silencio y de rodillas. Una expresión bellísima que a muchos nos con-movió y que lo hemos comentado. Cerramos esta fiesta salesiana con las buenas noches de Don Pascual Chávez y Madre Ivonne Reungoat.

Una segunda experiencia fue la Vigilia y la Eucaristía con el Papa Benedicto XVI en «cuatro vientos», pues ni el sol de la tarde ni la tempestad de la noche lograron aplacar el entusiasmo y el fervor de las más de dos mi-llones de personas, entre religiosas, sacerdo-tes y jóvenes que viajaron de todo el mundo para corear al unísono «esta es la juventud del Papa».

La vivencia fue muy rica. Los jóvenes estuvie-ron siempre en expectativa por la llegada del

Santo Padre a Madrid. Aunque solo en la distan-cia del tiempo cada persona podrá evaluar la incidencia de esta experiencia y en qué ha con-tribuido para su vida personal –y de fe–. Sería pretensioso querer homogeneizar una misma experiencia para todos.

¿Vale la pena participar en estos eventos?

Muchos se preguntarán si vale la pena partici-par en estos eventos masivos. Si se lo pregun-tan a los jóvenes que han participado de seguro les dirán que sí. ¡Que vale la pena! Se entiende que las razones por las que viajan no serán siempre las purísimas motivaciones de fe como quisieran muchas personas, pero lo más impor-tante es que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un encuentro de jóvenes con jóvenes. Son diferentes, pero se reconocen desde den-tro, desde su condición de jóvenes.

21Boletín alesiano

Tema Central

En un artículo «Elogio de la migración» (Revista Razón y fe. N.° 1325, marzo 2009), escrito por Jacinta Escudos, decía: «Viajar –sea por turismo, por exilio o por migración, de manera voluntaria o de manera forzada–, no implica solamente el roce con un paisaje diferente. Los viajes, la perma-nencia en otro país, implican un intercambio cul-tural en el cual el viajero-migrante-exiliado cono-ce otros mundos y otros seres». No hay duda. Los viajes enriquecen. Ejercitan el músculo de la to-lerancia y nos permiten recuperar la capacidad del asombro. Amplían el horizonte de nuestra mirada y nos dan un baño de humildad. Nos hacen reconocer que el mundo es grande, pero que no necesariamente es siempre ajeno –es-pecialmente ahora que la Internet nos permite estar conectados–; hemos vivido una rica expe-riencia de interculturalidad, de interacción con otras identidades y a confrontar-nos en nuestra identidad bautismal, cristiana.

Ya de vuelta a casa, atrás quedan los «ríos» de gente, el implacable sol del verano europeo, los incidentes que no estaban previstos en la or-ganización, los cansancios, los imprevistos con algunos jóvenes y la «impotencia de no poder controlar todo» cuando te delegan el título de «responsable del grupo». Permanecen en cam-bio, el entusiasmo de los jóvenes, las anécdotas, la cantidad de bondad expresada por los miles de voluntarios, la capacidad de acogida y entre-ga sincera para que te sintieras como en casa. ¡Gracias a toda esa bella gente que derrochó su bondad con nosotros!

Nos queda la imagen de una Iglesia diversa y con rostro joven. El paisaje colorido de jóvenes de diferentes razas, pueblos y naciones que bus-can, ansían, se preguntan y están ávidos de res-puestas. No podemos privarles del derecho que ellos tienen de permanecer «arraigados y edifi-cados en Cristo, firmes en la fe» (Col 2, 7).

Vida en Ti presente en la JMJ

2011, año de las vocaciones, jóvenes que tomen la posta o simplemente se unan en este caminar, la decisión de seguir a Jesús o quedarse como los demás, sin rumbo y

vivir por vivir, estos dilemas permiten que la juventud opte por algo que

llene sus vidas: catequistas, misio-neros, sacerdotes o matrimonios santos, todo vale si está presente Dios en nuestras familias.

Por eso siete músicos deciden llevar un mensaje cantado, con ritmos como el rock, ska, reggae, salsa, balada o pop a los demás chicos y chicas, pero que agrada

también a los adultos, demos-trando que se puede cantar a Dios con la alegría que Don

Bosco nos invita.

Tema Central

El 6 de agosto, el Grupo Musical «Vida en Ti», jó-venes músicos peregrinos viajaron a España, para la JMJ, junto a su asesor el padre Juan Cárdenas, sdb; llegando primero a Ciudad Real, donde fa-milias católicas adoptaron a nuestros muchachos como hijos propios y universales. En esta ciudad acompañados por los molinos de viento del famo-so Quijote y con esa misma valentía cantaron al Señor con temas inéditos causando alegría entre los miles de jóvenes que asistieron el 14 de agosto.

Al siguiente día lo hicieron en Madrid, en la Plaza Berlín y el 18 en la Plaza Madrid, previo al encuen-tro con S.S. el Papa Benedicto XVI, donde temas como Abandónate, Decídete, Glorifícale, Siete Días, etc., invitaron a miles de jóvenes de todo el mundo a elevar sus manos y alabar a Dios, re-novando su energía y llevando a sus pueblos de origen un mensaje de amor, un llamado a seguir a Cristo con decisión como soldados de paz y es-peranza, a pesar de la presencia agresiva de jó-

venes españoles autodenominados M15, que no pudieron frente a la alegría y presencia de Dios.

Durante la semana del 14 al 21 tuvieron un en-cuentro con todos los jóvenes salesianos del planeta y por supuesto la presencia de nuestro Rector Mayor, Don Pascual Chávez a quien entre-garon en nombre de los salesianos del Ecuador un CD de los temas inéditos que serán entrega-dos a todos los ecuatorianos posiblemente en el mes de octubre. Don Pascual agradeció el gesto y envió saludos y bendiciones a nuestra nación.

Estrellita, Michelle, Alex, Ricardo, Josué, Fredd y Andrés, regresaron el 25 de agosto, con tanto que contar, muchas vivencias que compartir y sobre todo con ese corazón grande para cantar a Dios.

Fredd GarcíaSalesiano Cooperador

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Nuevas historias de vocaciones, misioneras y salesianas

23Boletín alesiano

(ANS-Roma) A unos diez meses después de su lanzamiento, el proyecto del canal «VeniteeVedrete2011» halla un nuevo im-pulso con las historias de cinco salesianos: don Rodolfo Guzmán, que trabaja entre los jóvenes de Quetzaltenango, don Agustín Pascualini, misionero argentino en Angola, y los jóvenes neomisioneros Santiago Boix, Ján Chovanák y Mateo Valiyakattel, que han participado en la 142.a expedición misionera y han dado a conocer su contribución a ANS, con motivo de su presencia en Roma para el curso de preparación misionera.

Las nuevas aportaciones, además de ofrecer testimonios acerca de la vocación religiosa, hacen también un buen servicio a la crea-ción de una cultura misionera.

Como han explicado en varias ocasiones muchos misioneros, la vocación de evan-gelizar a los pueblos y culturas diferentes a las suyas proviene a menudo de escuchar a aquellos que ya han tomado esta decisión.

El canal «VeniteeVedrete2011» nació en diciembre del año pasado como un apo-yo para el mensaje del Aguinaldo 2011 del Rector Mayor, para convocar a nuevos jó-venes y ofrecerles opciones de vida de va-lentía y confianza en Dios. Actualmente son cincuenta y dos los videos en el interior del canal, visibles incluso desde la página espe-cíficamente dedicada en sdb.org.

La invitación a presentar a ANS testimonios vocacionales y misioneros es siempre válida para todos los grupos de la Familia Salesiana.

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Encuentro continental de comunicación

(ANS-Sao Paulo) Con la participación de treinta delegados de comunicación de las Ins-pectorías del continente americano, del 24 al 27 de septiembre se realizó la reunión de Co-municación Social Salesiana sobre el tema de la profundización y aplicación del nuevo sis-tema salesiano de comunicación social (SSCS). La reunión contó con la presencia del Conseje-ro Regional para el Cono Sur de América, don Natale Vitali y con el Consejero General de Co-municación Social, don Filiberto González.

La reunión comenzó con palabras de saludo de don Vitali invitando a todos los delegados a que sean protagonistas en sus inspectorías, identificando la misión como una prioridad y animando las diferentes expresiones de co-municación de las obras. A continuación, don González agradeció a todos los presentes la respuesta positiva a la invitación del Departa-mento de CS y el trabajo que realizan, moti-vándoles a vivir el encuentro con gran interés, a adquirir nuevas herramientas, a aprender nuevos elementos formativos y a mejorar la acción comunicativa.

Para profundizar el SCSS han surgido varias propuestas inmediatas: realizar estrategias de implementación, crear una sinergia entre los departamentos de la misión salesiana, apo-yar la formación de los salesianos y laicos que trabajan en el CS; fortalecer el papel del De-legado de Comunicación Social y emprender la profesionalización de la comunicación y del trabajo en red.

En la primera unidad de trabajo los delegados de las veintidós Inspectorías han presentado

los resultados de los primeros estudios de las SSCS, las sugerencias hechas por el Consejo Inspectorial y las propuestas de aplicaciones prácticas para el corto, mediano y largo pla-zo. Los participantes han mostrado las dife-rentes dinámicas de comunicación realizadas en cada Inspectoría, los recursos utilizados, la implementación del CS entre los salesianos en formación inicial y permanente, las estrategias de mercadeo, las relaciones públicas y las nue-vas producciones.

Los participantes compartieron las diferentes experiencias inspectoriales en el campo de la CS con el fin de «conocer las propuestas didác-ticas y pedagógicas utilizadas en la produc-ción de las iniciativas de comunicación».

Reunidos en grupos, los delegados han anali-zado cuatro temas específicos: lo que se está haciendo para apoyar la educación integral, la preparación para la celebración del bicente-nario del nacimiento de Don Bosco, la imagen institucional y el logo único.

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En los meses de agosto y septiembre la Inspecto-ría Sagrado Corazón de Jesús ha vivido un especial tiempo de gracia, al concedernos hermanos jóve-nes que han dado su sí en el seguimiento como discípulos.

César Enrique Lima Avilés fue ordenado sacerdote el 13 de agosto de 2011, en el Santuario María Auxiliadora, Guayaquil.

La bendición y ordenación presbiteral fue con-ferida por Mons. Antonio Arregui Yarza,

Arzobispo de la ciudad de Guayaquil, acompañado por el P. Marcelo Far-

fán, Inspector de los Salesianos en el Ecuador; P. Jorge Molina, Vica-rio; P. Alfredo Espinoza Mateus, Ecónomo; miembros del Consejo Inspectorial, Directores/as de las casas salesianas; hermanos/as sa-lesianos/as; Familia Salesiana; fa-miliares y amigos/as.

Su primera Misa la celebró el mis-mo día por la tarde en la Casa Don Bosco. Ha sido destinado a trabajar

con los jóvenes del MJS, animación vocacional, misionera y voluntariado.

Su lema: «Felices los que se dan a Dios desde el tiempo de la juventud».

(Don Bosco)

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Jaime Arturo Chela Chimborazo fue ordenado sacerdote el 20 de agosto de 2011, en el Santuario de la Virgen del Guayco, provincia de Bolívar, por imposición de manos y oración consecratoria de Mons. Ángel Polivio Sánchez, Obispo de la Diócesis de Guaranda, el Gobierno inspec-torial, directores/as, hermanos/as, familiares y amigos.

Su primera Misa la celebró el mismo día en la tarde acompañado de la comunidad. Su servicio ha sido destinado para trabajar en las misiones en Zumbahua.

Su lema: «Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor» (Sal 88).

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Luis Alberto Mosquera Herrera recibió el orden sacerdotal el 27 de agosto de 2011 en la Catedral de Machala. Mons. Hermenegildo Torres Asanza, Obispo Auxiliar de la Diócesis de Machala confirió el orden sacerdotal; acompañados por el Inspector y su Consejo, directores y hermanos salesianos, Familia Salesiana, seglares, familiares y la comunidad machaleña.

Su primera Misa la celebró el mismo día en horas de la noche, en la Iglesia María Auxiliadora, en el barrio La Aurora, Machala. Trabajará en el campo edu-cativo-pastoral del Colegio Cristóbal Colón de Guayaquil.

Su lema: «Les daré pastores según mi corazón» (Jer 3,15).

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Edwin Marcelo Coronel Álvarez fue ordenado el 17 de septiembre de 2011 en la Catedral de la Purísima de Macas.

La ordenación presbiteral fue conferida por imposición de manos y oración consecratoria de Mons. Néstor Mostesdeoca, sdb, Obispo del Vicariato Apos-tólico de Méndez, acompañado por los padres Marcelo Farfán, Inspector; Jor-ge Molina, Vicario; Alfredo Espinoza Mateus, Ecónomo Inspectorial, Domingo Bottasso, Virgilio Barbessi, directores y hermanos salesianos, del vicariato, Fa-milia Salesiana, seglares, grupos laicales, movimientos apostólicos, familiares y la comunidad de Macas y de las misiones.

Su primera Misa la celebró el domingo 18 de septiembre en la iglesia María Auxiliadora de Huamboya-Morona Santiago. Para las misiones es una verda-dera bendición que su servicio sea destinado a la comunidad de Wasakentsa.

Su lema: «Yo estoy en medio de ustedes, como el que sirve»

(Lc 22, 27).

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Renovación de votos

Once hermanos jóvenes renovaron sus votos, el sábado 3 de septiembre de 2011, en la parroquia María Auxiliadora de La Tola.

Profesiones perpetuas

El domingo 14 de agosto de 2011, en la pa-rroquia Don Bosco-Yanuncay, de la ciudad de Cuenca, compartieron la alegría de entrega y fidelidad con su profesión perpetua los salesia-nos: Mauricio Leime, Enio Esteves, Geovanny Pichucho y Carlos Arízaga.

Primera profesión

El 4 de septiembre en Lumbisí-Cumbayá hicieron su primera profesión los jóvenes: Diego Haro (Quito-Kennedy), Juan Carchipulla (Cuenca-Yanuncay), Jean C. Cruzate (Rocafuerte), Daniel La-langui (Loja) y Ángel Loja (Uzhupud).

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El Proyecto Salesiano Chicos de la calle de Guayaquil fue uno de los cuatro ganadores del Premio Juscelino Kubitschen otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este reconoce las contribuciones de destacados actores en la economía y las finanzas, así como en los campos culturales, sociales y científicos. En el concurso participaron 337 organizaciones de veintiséis países latinoamericanos, caribeños y euro-peos. El Centro de Implementación de Políticas Públi-cas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) de Ar-gentina y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) ganaron el premio en la categoría de economía y finanzas. El Instituto Mexica-no de Investigación de la Familia y Población (IMIFAP) y el Proyecto Salesiano Chicos de la Calle de Ecuador ganaron el premio en la categoría social, cultural y científica. Los premiados de cada categoría recibirán 50 000 dóla-res cada uno, según indicaron en una rueda de prensa el Presidente del BID, Luis Alberto Moreno y, el Secreta-

rio General iberoamericano, Enrique Iglesias, quienes actuaron como presidente y secretario respectivamen-te del jurado.

«Este premio se creó hace dos años para conmemorar el cincuentenario del Banco y se ha convertido en el galardón más importante que otorga un organismo multilateral en nuestra región», dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno. «JK encarnó uno de los capí-tulos más ricos y creativos de la historia de Brasil y del continente», afirmó.

Son 1500 niños los beneficiarios del premio Jusceli-no Kubitschek. El P. Francisco Sánchez, más conocido como el «Padre Paco» afirma que de los 1500 benefi-ciarios, 550 niños y adolescentes presentan mayor vul-nerabilidad y pese a sus limitaciones son niños alegres. El proyecto ofrece los servicios de educación, salud, recreación, y formación en valores y buscan que los niños y adolescentes sean «buenos cristianos y hon-rados ciudadanos».

Proyecto Salesiano Chicos de la Calle ganó premio

Juscelino Kubitschek-BID

En Manta, nuevo centro de las Damas Salesianas

31Boletín alesiano

Rector Mayor

50 años de presencia salesiana en Ibarra

Los salesianos arribaron a Ecuador en 1888 enviados por el mismo Don Bosco. La trayectoria de la Congregación Salesiana en nuestro país ha sido muy fructífera. A través de los años se ha ido consolidando la pro-puesta educativo-pastoral en varias ciudades y hemos atendido a los jóvenes, especialmente a los pobres, abandonados y en peligro.

A Ibarra, los salesianos llegaron el 12 de septiembre de 1961, para ha-cerse cargo del Colegio Particular «Sánchez y Cifuentes», que había sido fundado por el Obispado de Ibarra unos años antes. Monseñor Silvio Luis Haro fue el principal gestor para que los hijos de Don Bosco en-trasen a la «Ciudad Blanca» y contribuyesen con su amplia experiencia educativa y pastoral en bien de la niñez y juventud del norte del país.

El P. Alberto Haro fue el primer Director y Rector del Colegio, el P. Jorge Ugalde, catequista y el P. Rafael Espinoza, consejero.

Al inicio existieron varias dificultades. Entre las principales menciona-mos la oposición de parte del clero diocesano para que los salesianos se hicieran cargo del colegio y la renuncia de los profesores, a excep-ción de los sacerdotes diocesanos que se abstuvieron por delicadeza con el Sr. Obispo.

Los directores de la comunidad y los rectores salesianos supieron plasmar los rasgos del carisma salesiano y del sistema preventivo de Don Bosco en las acciones educativas y pastorales. Al conmemorar cincuenta años, es preciso recordarlos y agradecer profundamente por su testimonio y entrega a la misión salesiana. Cada uno dejó un

legado imborrable en nuestra obra. Los salesianos de ayer y hoy nos hemos esforzado para formar integralmente a nuestros destinatarios de esta zona del país. Deseamos seguir «evangelizando y educando», ofreciendo una propuesta integral de formación, propendiendo a la realización personal y a la vivencia como «buenos cristianos y hones-tos ciudadanos».

Que la amabilidad sea nuestro signo distintivo y que la «revolución del amor» sea nuestra bandera de lucha, para dejar de lado las barreras y sombras del desaliento, de la murmuración y del facilismo. Qué en Je-sús, nuestro maestro, encontremos la fortaleza y las energías para seguir mejorando y contribuyendo en la transformación de nuestra sociedad.

P. Marcelo Chávez, sdbRector

La Asociación Damas Salesianas (ADS) cuenta desde el jueves 18 agosto con un nuevo centro, en Manta, con lo que suman siete a nivel nacional. Fundado por la Presidenta Nacional, Blanche Shephard, en una emotiva ceremonia en la que acom-pañaron representantes de los diferentes centros y con la pre-sencia del Inspector Provincial, P. Marcelo Farfán, sdb, tanto en la Eucaristía como en un reflexivo conversatorio por la tarde y frente al mar.

Este nuevo centro ADS, llamado Centro Sor María Romero, nace fortalecido luego de un constante seguimiento durante diez meses del P. John Beltrán, sdb, de la parroquia salesiana Nuestra Madre del Rosario. Las veintidós mujeres ya han iniciado su for-mación como DS, que debe ser de al menos dos años para poder realizar su promesa en esta asociación privada de fieles laicas.

Con carisma salesiano, estas aspirantes manabitas concretan 350 canastas de víveres mensualmente en su proyecto Pan Compartido, las cuales entregan con caridad pastoral a hoga-res en los que hay un adulto mayor con acentuadas carencias. Roturan así un paisaje social en el que a la par del pan material llevan el pan espiritual en la misión damasalesiana de evange-lizar a través de la promoción humana, para ser «Sembradoras de esperanza» en la construcción del Reino.

Luego, las DS del Ecuador se reunieron en Crucita para una con-vivencia espiritual de dos días. El P. Ángel Lazo viajó de Cuenca

para apoyar ricamente en este retiro y estuvo presente junto a las otras expositoras: Ninfa Peralta, de Manta; Giannina Mór-tola, de Guayaquil; María Elena Alsina, de Riobamba y Blanche Shephard, de Cuenca.

Con óptica DS, se realizó esta convivencia luego del avivamien-to del P. Marcelo Farfán en el cual motivó a las Damas Salesia-nas nuevas y antiguas a siempre enfatizar su formación porque, manifestó: «La espiritualidad es la raíz de los frutos» en vista de que para todo salesiano «No hay hacer sin ser».

María Elena Alsina, DS

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Ha iniciado en Roma la preparación de la POSITIO, dentro del proceso de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Carlos Crespi Croci, que lleva adelante la Inspectoría Salesiana del Ecuador; para ello, el Postulador General para las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, Don Pierlugi Cameroni y Luis Álvarez Rodas, Secretario de la Causa, bajo la atenta guía del padre Alfredo Simon,

OSB, Relator de la Causa se encuentran elaborando la docu-mentación necesaria y rigurosa, que a futuro se presentará en la Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede, que examinará y determinará la heroicidad de las virtu-des del P. Carlos Crespi. Entre los documentos constan:

1. Introducción general de la Positioa) Datos biográficos del Siervo de Diosb) Historia de la Causac) Fuentes y criterios metodológicos de la POSITIOd) Significado eclesial y espiritual del Siervo de Diose) Eventual problemática de la Causa

 2. Información

a) Decreto de Validación de la Causa

b) Los ejercicios de la virtudc) La fama de santidadd) Los defectos del Siervo de Dios

 3. Sumario de los testimonios a) Introducciónb) Cuadro de los testimonios c) Deposición de los 42 testigos cualificadosd) Otras declaraciones supletivase) Summarium documentorum

 4. Biografía documentada

a) Introducciónb) Bibliografía y fuentesc) Biografía con contextualización y documentosd) Fama de santidad sustentada y demostrada

 5. Documentación complementaria

a) Informe de la Comisión históricab) Informe de los censores teológicos sobre los escritos del

Siervo de Diosc) Declaración de Non Cultud) Sesión iconográfica

Luis Álvarez RodasColaborador Externo de la Causa

Envío de voluntarios/as 2011

«La alegría de ser enviados a una misión se desborda cuando servimos con esperanza y paz en Jesucristo a los destinatarios».

Un año más de entrega y trabajo a favor de los jóvenes que desean ayudar a Dios en el servicio a los más necesitados del país, son setenta y un jóvenes de distintas obras salesianas del Ecuador, que fueron enviados para iniciar la experiencia del Voluntariado Juvenil Misionero de la Familia Salesiana, con mucha alegría, con temores y expectativas pero con la confianza en Cristo iniciaron esta gran misión de compartir

con sus diversos destinatarios: niños de la calle, indígenas de páramo, indígenas shuar, indígenas achuar, niños de orato-rios y pastoral escolar.

Este proyecto del Voluntariado, año tras año, se ha ido con-solidando y fortaleciendo hasta convertirse en un espacio de discernimiento humano y cristiano para los jóvenes del ambiente salesiano, que luego de ser destinatarios en las obras; en su voluntariado son colaboradores importantes de las mismas. Es bueno mencionar la corresponsabilidad que ha llevado a implicar en este proyecto a los diversos agentes de pastoral de las obras salesianas, desde la motivación, pre-paración de los jóvenes candidatos a vivir la experiencia del voluntariado; que ahora también favorece a varias comuni-dades no salesianas.

Cabe recalcar que esta experiencia ha permitido que se llegue a realizar un interesante trabajo en conjunto entre los salesianos, hijas de María Auxiliadora y las hijas de los Sagrados Corazones.

P. Enrique Lima Avilés, sdbDelegado del MJS, Pastoral Vocacional, Misionera y Voluntariado

Itinerario de la Causa de Beatificación y canonización del siervo de Dios P. Carlos Crespi Croci, sdb

33Boletín alesiano

Rector Mayor

El gringo de los Andes

NecrologíaDescansa en paz el P. Ángel Andreetta

El P. Ángel Andreetta falleció, a causa de una neumonía, el 13 de septiembre a los 91 años, des-pués de estar hospitalizado por diecisiete días.

Vino al Ecuador en 1939 y permaneció aquí desde su primera profesión hasta su muerte. Su or-denación la celebró el 28 de marzo de 1952, en Cuenca. Trabajó en las misiones treinta años como catequista y director. En Paute-Yugmacay, veintinueve años como director o encargado. En Bomboiza, Quito-Cumbayá, Cuenca-Procura y Paute en donde cultivó con esmero las orquídeas.

Muchos recuerdan al P. Ángel Andretta, no solo por su labor pastoral sino también por su in-claudicable defensa de los derechos territoriales del pueblo shuar. Su orquideario, otra de sus pasiones, fue conocido en el mundo; descubrió varias especies para la ciencia, una de ellas lleva el nombre de la congregación a la que entregó su vida: la SCUTICARIA SALESIANA, con la que ganó honores, en un concurso internacional. Podemos resumir su vida diciendo que amaba a Cristo, a la Iglesia y a la Congregación. Fue un salesiano sacrificado y trabajador. En Yugmacay fundó un internado para favorecer la educación de los chicos campesinos pobres, orientando a algunos en la vocación a la vida salesiana.

Con mucho júbilo y alegría, en el Santuario de María Auxiliadora de Cuenca, su director el P. Luis Richiardi y el Consejo parroquial celebramos los noventa años de vida del querido

padre Domingo Pérego. Sesenta de los cuales los ha vivido en Ecuador: las misiones sa-lesianas del Oriente (varias obras), parroquia Don Bosco-Yanuncay (Párroco) y, en estos últimos años, como confesor, aquí en este Santuario.

Música, baile, saludos y mucha alegría acompañaron a este festejo; contamos con la presencia de su hermano y sobrina que se vinieron desde Italia para acompañar al «Gringo de los Andes» (como lo llaman con mucho cariño sus familiares), así también con el padre Inspector Marcelo Farfán y sus hermanos de comunidad.

Se proyectó un resumen de su trabajo en el país, especialmente en las misiones amazó-nicas y como confesor del Santuario; el brindis realizado por el padre Gigi, quien destacó

su trabajo; regalos de los grupos parroquiales y amigos, luego de varios números artísticos vino la tradicional torta y el soplo de la vela; todo esto llenó de alegría al padre Dominguito.

Se concluyó este programa con una solemne eucaristía de acción de gracias animada por los jóvenes de la parroquia. No faltaron las palabras de agradecimiento de parte del homenajeado que alababa a Dios por todo lo vivido.

Nosotros también queremos expresar la gratitud al Padre por habernos puesto en nuestro camino a un salesiano ejemplar y lleno de testimonio de vida.

Lcdo. Pedro MejíaMiembro del Consejo Parroquial

Educar en valores

Educar en derechos humanos¿Qué puede aportar el espacio de las aulas y el hogar para el pleno respeto a los derechos humanos? Los distintos ámbitos educativos influyen en el enfoque con el que los futuros profesionales enfrentan sus prácticas labora-les. Al hablar de valores tocamos el punto de reflexión y ejercicio de los derechos humanos, que son fundamentales para la existencia so-cial, ambiental, familiar, política, económica y por ende, de cada uno de nosotros. Incluir este criterio en el proceso educativo implica una actitud transformadora.

Hay que concienciar acerca de la importancia de todo el escenario formativo, puesto que «el

papel de la educación es transformar nues-tra forma de ser, sentir, pensar y actuar para reconstruir nuestros modos de interpreta-ción e intervención»1. Más allá de la revisión sistemática de los instrumentos nacionales e internacionales de los derechos humanos uni-versales, la forma en que se establecen las re-laciones pedagógicas y familiares tienen clara incidencia en la promoción de aquellos. ¿Aca-so discutimos sobre las prácticas de exclusión de género, etnia, generación o posición de poder? Dialogar sobre ellas es dar pasos de construcción de otros caminos de relaciona-miento, más inclusivos.

En las aulas, los contenidos académicos se nutren aún más con el enfoque de derechos humanos. Toda carrera profesional, después de todo, está encaminada a servir a otros. Se puede ejercerla pretendiendo que las des-igualdades y las discriminaciones no existen. No obstante, dotarla de esa mirada permite

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1 José De Souza Silva, Educación latinoamericana en el siglo XXI: Esce-narios hacia las pedagogías de la alienación, domesticación y trans-formación, San José-Costa Rica, 2004, documento.

Educar en valores

aplicarla con mayor respeto y con una dirección hacia el compromiso de la construcción de un mundo diferente, más sostenible: planetaria y humanamente posible.

En el hogar es imprescindible hablar sobre el derecho a participar de una sociedad comprometida con la vida, con la libertad, la autonomía, la im-portancia de la solidaridad y la dignidad, aseguradas con alimenta-ción, salud, educación, respeto a la diversidad de los seres humanos, de los pueblos y de un medioambiente protegido. Lo que se ense-ña en el espacio familiar se amplifica en la vida cotidiana a futuro y cómo se expresa en el contacto con lo, las y los otro/as.

Discutir en el hogar y/o en las aulas sobre la necesidad de re-cordar el respeto hacia la dignidad humana y del ambiente que la sostiene implica superar positivamente aquella idea según la cual en función de raza, género, discapacidad u otra diferencia, se excluye de los favorecidos del recono-cimiento de la dignidad humana. Discutirlo es potencial-mente formativo en estos valores de igualdad y no discri-minación.

Tratar el tema de los derechos humanos como valores fun-damentales e incuestionables, que se van construyendo diariamente implica una posición política en el mejor y más noble sentido del término. Denota la necesidad de recurrir a la exigencia de una igualdad de reconocimiento dentro del derecho a la diferencia, siendo titulares: niños, mujeres, ado-lescentes, adultos mayores, afrodescendientes, indígenas, estu-diantes, maestros, autoridades, padres, madres, etc. El solo he-cho de incluirlo en las discusiones cotidianas envuelve un proceso transformador, del que la familia y el contexto educacional formal son actores primordiales.

Lorena Campo A.Centro Psicológico Salesiano

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