blayne, diana - oscura rendición

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Oscura rendicinDiana Blayne

OSCURA RENDICIN (1990) Ttulo original: Dark Surrender (1983) Coleccin: Bianca Harmex 18-90 / 25.04. 90 Protagonistas: Saxon Tremayne y Maggie Sterline

Estaba entre la espada y la pared El pasado de Maggie Sterline haba vuelto a su vida. Qu extrao destino la hizo acercarse a las fauces del len? Saxon Tremayne era un gigante de carcter endiablado. Lo que pas entre ellos fue un mal entendido, pero l no quiso escucharla. Su precio era que Maggie se quedara a cuidar del hombre amargado y desvalido en un mundo de oscuridad. Pero si la rabia ciega de Saxon era perturbadora, Maggie tena la fuerza necesaria para obligarlo a enfrentar al mundo, e hizo que la rabia se convirtiera en caricias y besos, dejando claro que su entrega significaba ms que una simple venganza.

Captulo 1El otoo le haca bien. Por lo pronto, consegua acelerarle el corazn a Maggie Sterline, al ver las fogatas del atardecer, al respirar el suave aroma de la hojarasca reducida a polvo mezclado con el humo de la lea. Le traa a la memoria los inquietantes cuentos de duendes y trasgos, de magia y de tolderas indias. Desde luego, las hojas del sur de Georgia no son nada comparadas con la magnificencia que muestran las del norte del estado, donde las montaas espectrales alzan sus picos redondeados para ser manchados con pinceladas rojas y doradas contra el teln de zafiro del cielo otoal. Empero, se asemejan en otros aspectos. Los indios tambin vivieron alguna vez en esta parte de su estado natal, y los pies calzados con mocasines de los creeks han impreso sus huellas en la historia local. An quedan puntas de flechas y piezas de alfarera rotas por todo el contorno de Defiance como mudos testigos de aquella temprana poblacin. A Maggie siempre le haba agradado el nombre del pueblo: Defiance. Sonaba a provocacin como si al pueblo le agradara vencer imposibles, y si Saxon Tremayne la alcanzaba, ella necesitara un poco de porfa y bastante esperanza. El recuerdo de ese hombre imponente la hizo temblar. Haba estado a punto de enamorarse de Saxon en aquellas semanas que haba pasado en su compaa. Todo haba sucedido durante la preparacin de un artculo acompaado por fotografas sobre el gigante industrial y que saldra publicada en la revista regional para la que trabajaba en Carolina del Sur. Haba sido una poca maravillosa y se haba divertido mucho, por eso le haba prestado muy poca atencin a Kerry Smith quien trabajaba por su cuenta para revelar un escndalo que involucraba a cierta hilandera de algodn de la localidad que contaminaba el ambiente. Si slo hubiera prestado atencin! Se sent en el borde de su escritorio cubierto de papeles y libros, balanceando sus largas piernas. Maggie era una joven morena muy bien parecida de veintisis aos de edad; no era bonita, pero s elegante y atractiva desde los altos senos firmes hasta las caderas delgadas pasando por la cintura fina y cimbreante. Tambin tena buenas piernas, pero hoy las tena cubiertas por largas botas de cuero muy a la moda, debajo de una amplia falda escocesa en gris y rojo. Llevaba adems, una blusa blanca y un chaleco tejido de color gris. Se la vea a la moda y con aspecto distinguido, sin vulgaridades. El dueo del diario, Ernie Wilson, gustaba del toque de distincin que ella le otorgaba a su pequea empresa, o as daba a entender. El propietario del "The Defiant Banner" conoca a la familia de Maggie desde que su abuelo comprara ese diario y muchas veces actuaba ms como un to que como su empleador. Ni siquiera le haba hecho preguntas cuando Maggie haba llegado a su oficina en busca de un empleo, con el rostro demacrado y tenso y con los ojos verde jade, desolados y temerosos. Ernie

Wilson jams formulaba preguntas y Maggie supuso que era a causa de la habilidad que tena para leer las mentes. Ella necesitaba ese empleo desesperadamente. Ms que como medio para ganarse la vida, haba sido un refugio para protegerse del furioso magnate textil que la culpaba de haberlo puesto en la picota por el mero placer de escribir una nota. Las subsiguientes batallas libradas por el industrial con los encargados de la preservacin del medio ambiente y con el sindicato textil haban sido la lgica consecuencia de la nota acusadora publicada en primera plana sobre las deficiencias de su planta fabril. Lo acusaba de originar serios daos pulmonares en sus obreros y de no corregir la situacin. De hecho, las modificaciones para modernizar la planta e instalar un nuevo sistema de contralor del daino polvo del algodn ya haban sido planeadas y estaban muy adelantadas en su implementacin. Pero la nota no haca mencin de ese hecho; haca aparecer a Saxon Tremayne como un hombre de negocios vido de dinero que slo pensaba en las ganancias y dejaba de lado la seguridad. Y l haba culpado a Maggie de ser la autora de esa nota condenatoria y ficticia. La haba juzgado culpable sin darle el beneficio de la duda o una oportunidad para que contara su versin de los hechos. l le haba prometido un justo castigo por su traicin y Saxon Tremayne era hombre de palabra. La suya vala su peso en brillantes y en el pueblo textil de Jarrettsville, en Carolina del Sur, su palabra era ley. Maggie no haba querido abandonar el encantador poblado, ella era inocente y si l le hubiera dado la ms mnima oportunidad, le habra probado su inocencia. Pero el da en que la nota haba salido a la luz, l no haba estado con el nimo predispuesto para escucharla. Su voz haba bramado por el telfono con un tono profundo y lento y tan helado como el de un espectro. La haba interrumpido sin dejarle explicar que todo se deba a algunos errores y traspapelamientos de notas. Le haba prometido represalias con ese tono cortante que sola tener cuando estaba furioso. Jams alzaba la voz, pero era peor que si a uno le gritaran hasta ensordecerlo. Ms, lo peor de todo era que su corazn, que por tanto tiempo haba estado vacante, se haba entregado a l sin condiciones. Haba aprendido a amar a ese gigante en el breve lapso que haba compartido con l y si hubiera tenido un poco ms de tiempo, quizs hubiera llamado su atencin. El haba sido amigable, colaborador, pero ni una sola vez la haba tocado o mirado en forma ntima. La gente comentaba que an segua lamentando la muerte de su esposa, nada de lo que hablara con Maggie le hizo tener la impresin de que as fuera. Ms bien pareca no sentir nada por la que compartiera con l la cama y el hogar durante dieciocho aos. Maggie se haba preguntado infinidad de veces si l sera capaz de tener sentimientos. Pareca un solitario completamente inmerso en los negocios pero slo eventualmente interesado en su familia. Tampoco tena una familia muy numerosa: un hermanastro, la madre y unos pocos primos diseminados

por el estado a quienes casi ni conoca. Maggie ni siquiera saba dnde viva la familia de Saxon. Soando despierta otra vez? susurr a su odo una voz burlona. Lo siento murmur Maggie, contrita y se ruboriz. Estaba repasando mentalmente algunas notas. Sobre cmo ayudar a los bomberos a recaudar los fondos suficientes para comprar el equipo especial que ha vuelto loco a Harry? Eve ri. Vamos, Maggie, no me mientas. A quin tienes en la mira? A un hombre enorme, corpulento y con ojos como los de un tigre, de color leonado, profundos y misteriosos respondi ella exagerando apenas . No, la verdad es que pensaba a cul de los comisionados de la ciudad llamara primero para mantener una entrevista. Suspir. Me llevar dos semanas cubrir esta competencia. Ahora Maggie gimi. Fotos, entrevistas... y ninguno de ellos abordar los temas principales ni arriesgar una propuesta definitiva. Estoy tan cansada de escucharlos decir que se postulan porque la ciudad los "necesita"... Caramba, Eve, si ellos realmente se preocuparan por la ciudadana, por lo menos, cuatro de ellos no deberan postularse jams. Vamos, tranquilzate murmur. Lo que sucede es que todos esos aos que pasaste trabajando para esa revista son los culpables de que te sientas as. Ya te acostumbrars a esto. Por qu no responden a mis preguntas? pregunt Maggie, fatigada. Porque la mejor manera de resultar electo en Defiance es decir lo menos posible sobre ti mismo. Cuanto menos sepan los votantes susurr Eve, conspiradora, muchos ms votarn por ti. Maggie permaneci mirando el cielorraso como esperando que las respuestas pendieran de all. Mi padre me advirti que no deba ir a la universidad en Carolina del Sur. Ese fue, en realidad, mi ms craso error. Deb permanecer en Defiance y participar en la poltica local. Postlate para un cargo la alent Eve. Yo te votar. Personalmente, yo estoy a favor de Thomas Jefferson para esta eleccin respondi ella, desperezndose. Est muerto seal Eve. Bueno, no considerar eso en su contra replic Maggie con cara tiesa. Pas la mano por el cabello oscuro mostrando impaciencia. Ser mejor que comience a andar. Pasar por la casa de Jake Henderson y tomar unas fotos de ese repollo gigante que ha cultivado. Tengo alguna cosa pendiente?

Eve revis el calendario enorme que colgaba en la pared garabateado con una gruesa lapicera roja y mene la cabeza. El almuerzo de maana en el Rotary donde entregarn los premios a esos estudiantes, eso es todo. Muy bien. Maggie tom su cmara de treinta y cinco milmetros y un rollo extra de pelcula junto con su bolso y se detuvo al llegar a la puerta. Llmame si me necesitas. Ir yo misma prometi Eve lanzando una mirada irnica a la puerta del saln de compaginacin. Alz un poco la voz por encima del murmullo apagado de la computadora en la oficina de al lado. Necesito un descanso pues a pesar de todo el trabajo pesado que hago aqu, ni siquiera lo toman en cuenta! Un hombre alto de cabello canoso y con el vientre un poco abultado se acerc hasta la puerta llevando un par de tijeras y una prueba de galera en la mano. Si desea hacer un poco de trabajo, seorita Johns dijo a Eve, entre aqu y comience a pegar todo. Tengo la primera plana y doce pginas ms esperando mientras usted se pasa el tiempo aqu con la gran Seorita Revista Metropolitana. Yo no lo asocio a usted con el periodismo subdesarrollado le inform Maggie con altivez. Y estoy muy convencida de que recibir un Pulitzer con la nota excelente que har sobre el repollo de doce kilos que el seor Henderson logr de una semillita plantada en su jardn. Ernie Wilson la mir sin pestaear con la peculiar mirada de los martes cuando compaginaban las pginas finales y estaban con el tiempo justo para entregar a la imprenta. Era una mezcla de desesperacin, exasperacin y alcoholismo inminente. Adis dijo Maggie, presurosa y con un guio a Eve, escap por la puerta. El Profesor Anthony Sterline descansaba en la pequea sala con el diario de la tarde, cuando Maggie entr a su casa descalzndose en el vestbulo. Ya llegu grit ella. Era hora respondi su padre, seco. Llegas una hora tarde. Aunque en realidad no te esperaba ms temprano, ya que es martes. Nunca me acostumbrar a estar todo el da de pie mientras compaginan ese... diario. Suspir y se uni a su padre en el sof. Se recost y cerr los ojos. Oh, si la cena se cocinara sola... Lo hizo fue la respuesta divertida. Lisa est en casa.

Maggie abri los ojos, sorprendida. Tan pronto? Pens que llegara mucho despus. Cancelaron su vuelo, as que cambi su turno con una de las otras azafatas y vino temprano a casa. Se ha comprometido. Comprometido? Ni siquiera saba que sala regularmente con alguien en especial dijo Maggie, muy interesada. Es Randy Steele. No te lo mencion nunca? La familia vive en Jarrettsville. Ella dice que estn en muy buena posicin coment el padre. Steele. Steele. En algn lugar en el fondo de su fatigado cerebro el nombre pareci sonar conocido. Pero no pudo ubicarlo. Ms, Jarrettsville Maggie!grit su hermana de repente mientras se arrojaba en sus brazos riendo alegremente. Lisa era rubia y de ojos verdes y nadie que las viera juntas podra adivinar que eran hermanas. Las facciones de Lisa eran delicadas y bien definidas, mientras que las de Maggie eran ms apagadas. Lisa era de huesos menudos y Maggie era alta y escultural. Pero haba algo que compartan y era el color de los ojos: el mismo verde jade brillante de los del padre; inconfundibles. Comenzaron a hablar de inmediato, intercambiando saludos, formulando preguntas y respondindolas casi al unsono hasta que la excitacin se fue apagando. Pap dice que te has comprometido aventur Maggie. Cuentero dijo la joven ms baja a su padre. Yo quera sorprenderla. El es maravilloso agreg suspirando. Alto y sensual... y tambin rico... aunque se no es el motivo por el que le promet casarme con l. Lo amo tanto que me hace sufrir agreg, solemne. Jams pens que pudiera ocurrirme a m y menos que fuera tan sbitamente. Apenas hemos salido durante un mes. Para cundo han fijado la fecha? Lisa se mostr incmoda. Ese es el punto. Randy no fijar la fecha hasta que decida qu hacer con sus problemas familiares. Este fin de semana volar al pueblo para conocer a su madre y a su hermano. Necesitar un poco de apoyo. Empezaba a sonar como una obra de teatro. Maggie fij la vista en su hermana. Apoyo? la aguijone Maggie con suavidad. Lisa se sent en el silln frente al sof y se mostr preocupada.

El hermano de Randy es ciego dijo ella en voz baja. Slo estn l y su madre en el enorme casern de Jarrettsville y Randy no considera correcto casarse y dejar toda la responsabilidad del hermano a su madre. Una actitud muy noble coment el padre asintiendo. Pero el hermano es un completo invlido? Tengo la sensacin de que es algo as como un tigre respondi Lisa lentamente. Era un hombre de negocios muy poderoso y lleno de iniciativas antes del accidente. Siempre en movimiento y con una actividad agotadora. Ahora no puede continuar con ese ritmo y est muy amargado. Randy dice que ni siquiera desea salir de la casa. No quiere aprender Braille, rechaza tener un perro adiestrado para ciegos y ni siquiera intenta amoldarse a su nueva situacin! El Profesor Sterline se pas la mano por el cabello gris con gesto inquieto. Tal vez necesita un poco ms de tiempo para amoldarse a las circunstancias recalc l. Tuve un estudiante as en mi clase de historia. Una vez que fue capaz de aceptar su ceguera, progres rpidamente. T no comprendes, pap dijo Lisa. Halcn est ciego desde hace dieciocho meses. Halcn? Extrao nombre observ el padre. Es un apodo, pero jams o a Randy llamarlo de otro modo dijo Lisa con una sonrisa irnica. De cualquier manera, no es como si el accidente fuera el nico causante. Adems, ha tenido ms de media docena de enfermeras y las ha despedido. Randy dice que es un tipo insoportable. Un len con una espina en la garra corrigi Maggie sintiendo una extraa familiaridad con el ciego desconocido. Su propio trauma haba comenzado aproximadamente en esa poca. Slo necesita que alguien lo saque del pozo. Cmo te desempaas con un par de pinzas? Brome Lisa. Vendrs conmigo, verdad? La seora Steele te espera ansiosa. Quiere conocerte. No estoy segura de que mi seguro me cubra de los leones respondi ella, tajante. Y los recuerdos que guardo de Jarrettsville son bastante... desagradables. Llevaremos una silla y un ltigo para protegernos de Halcn prometi Lisa. Pero nunca supe que estuviste en Jarrettsville... Cmo es su madre? pregunt Maggie, ansiosa por cambiar de tema. El dice que es muy paciente y resignada le cont su hermana con una sonrisa. No la conozco personalmente. Randy dice que la casona est

justo en el borde de las estribaciones de la Blue Ridge Mountain, rodeada por gigantescos robles perennes. Durante la Guerra Civil era una plantacin. S que suena interesante adujo el Profesor Sterline con los ojos brillantes ante la mencin de su tema favorito. Ustedes saben que Magnolia Gardens est en Carolina del Sur y existe una historia fascinante detrs de ella. Parece que... Las jvenes no llegaron a tiempo para detenerlo, as que debieron permanecer sumisas y escucharlo con suma cortesa mientras el Profesor Sterline desarrollaba ante ellas la larga historia de la Guerra Civil en Carolina del Sur. Maggie no oa sus conferencias caseras demasiado a menudo pues se haba mudado a su propio departamento y slo permaneca en la casa paterna cuando vena su hermana. As, los tres podan pasar un rato juntos. Esa noche, Maggie permaneci despierta en la cama por mucho tiempo con la mente llena de recuerdos de Saxon Tremayne. No deseaba hacer ese viaje a Carolina del Sur, pero no poda negarle ese pequeo sacrificio a su hermana. Adems, si Saxon no haba venido a buscar su cabeza en estos dieciocho meses, era improbable que an continuara con nimos de darle lo que l consideraba su justo castigo. Esa actitud la haba desilusionado un poco. Haba deseado que l fuera tras ella... por cualquier motivo, aun por venganza. An poda ver esos ojos leoninos observndola, estudindola, incrustados en un rostro ancho y curtido como el de un romano, mientras que su estatura y corpulencia lo destacaban del resto tanto como su aire de autoridad. Era un hombre llamativo: austero, autoritario, con una voz rica como terciopelo espeso cuando hablaba suavemente. No haba pasado un da sin que ella pensara en l, lo extraara y se preguntara si Saxon la habra perdonado por lo que haba credo su culpa. Si slo pudiera escribirle y explicarle lo sucedido... Quizs ahora que su mal humor se haba enfriado, podra razonar con l y contarle la verdad. Pero si an segua enojado, el enviar una carta sera un error garrafal de su parte. Maggie jams haba hablado sobre su ciudad natal; no haba tenido ninguna oportunidad de hacerlo. El saba que ella era de Georgia, pero no de dnde precisamente. Saxon jams vacilaba en usar su poder. No habra movido ni un msculo de su rostro si hubiera deseado comprar el diario para despedirla. Y, adems, tena otras formas menos agradables de quedar a mano con ella. Maggie rod sobre la cama y hundi el rostro hirviente en la almohada fra. Quizs era mejor as. Qu tena ella en comn con un millonario, despus de todo? An en el caso de que hubiera llamado su atencin, con toda seguridad, Saxon no hubiera tenido otro uso de ella fuera de su dormitorio. No era hombre de hacer relaciones permanentes; tena la mente dedicada a los negocios. Si slo pudiera olvidarlo...

Este viaje con Lisa tal vez lograra sacarla del marasmo de los recuerdos y por cierto, la presencia de ese hermano irritable de Randy mantendra ocupada su mente. Sonri secretamente. Halcn sonaba a ave de presa, la misma que indudablemente haba inspirado ese apodo, un ave feroz y mortfera. La descripcin que hiciera Lisa la haba intrigado demasiado. Qu terrible era haber tenido tanto y perderlo por la ceguera. Se pregunt si ella podra ser capaz de atravesar esa coraza de rabiosa amargura y ayudar al pobre len a encontrar la paz. Era un pensamiento tentador. Cerr los ojos y lentamente se desliz hacia el sueo con esta idea fija en su mente.

Captulo 2Randolph Steele result ser tal cual lo haba descrito Lisa. Era alto, delgado y distinguido, de cabello oscuro y tez oliva con ojos azules debajo de espesas pestaas oscuras. Tena una personalidad atractiva y eficiente y fue obvio para Maggie desde que se encontraron en el aeropuerto, que Lisa era la duea absoluta de su corazn. El la bes con deleite y luego dio un paso atrs para apreciar mejor la figura delicada de su novia con ojos que hablaban tomos enteros, antes de extender la mano para saludar a Maggie. Debes ser la hermana mayor dijo l. Como ya habrs deducido con toda seguridad, yo soy el novio. Tuve una extraa corazonada de que no eras un desconocido respondi Maggie, estrechando la mano con clida firmeza. Encantada de conocerte. Maggie es reportera, sabes? estall Lisa, entusiasmada. Escribe para nuestro diario local! Quieres quedarte tranquila? gru Maggie llevndose las manos a la nuca con desesperacin. Bien sabes que no me agrada hablar de mi trabajo! Tu secreto espantoso est a salvo conmigo replic Randy mientras las guiaba al rea de estacionamiento con una maleta en cada mano. Y dejando de lado las bromas, ser mucho mejor que lo mantengan en secreto delante de Halcn. Odia a los reporteros. Alguno asust a tu madre antes de que l naciera? pregunt Maggie con picarda. Randy lanz una carcajada al orla. No a mi madre. Halcn es mi hermanastro. En cierto sentido, l y su padre se casaron conmigo y con mi madre. La casona Steele Manor perteneca a mi madre, desde luego, pero Halcn controla las finanzas de la familia. Mam es un encanto, pero algo frvola y sin cabeza para los negocios. Tu hermanastro debe ser bastante hbil dijo Lisa. No, brillante la corrigi Randy. Se detuvo frente a un elegante Lincoln y despus de guardar las maletas en l, les pidi a las jvenes que subieran. Qu hace tu hermanastro? pregunt Lisa.

Es un hombre de negocios. O lo era se corrigi Randy con tristeza. Cuando muri su padre, l asumi la direccin de todas las empresas de la familia y eran muchas. Estaba constantemente en actividad hasta que sucedi lo del accidente. Lisa tom la mano libre de Randy cuando sacaba el auto al trnsito y enfilaba fuera de Greenville. Maggie, que jams haba pisado Greenville antes, se sinti fascinada por los edificios histricos que se mezclaban en perfecta armona con los modernos, por la enorme alameda irregular de pleno centro, los inusuales letreros con los nombres de las calles adems y el aspecto de pueblecito que tena la zona cntrica, todo lo cual estaba realzado por el teln de fondo, las magnficas Blue Ridge Mountains. A qu clase de negocios se dedica la familia?inquin Maggie, corts, mientras dejaba vagar la vista por todo el entorno. A la rama textil respondi Randy, guindole el ojo a Lisa. Qu coincidencia! murmur Lisa, Maggie sola escribir mucho sobre ese tema en su trabajo anterior, antes de que volviera a casa. Ella era una... Cllate la boca, querida dijo Maggie a su hermana con una sonrisa dulce en los labios, o te tapar la boca con cinta adhesiva. Randy no desea or toda la historia de mi vida. Estoy convencida de que est mucho ms interesado en la tuya. Adems pens en silencio, si su familia est en la industria textil y se entera de que dej Jarrettsville y los motivos que tuve, podran conocer a Saxon Tremayne y contrselo. Y no deseo esa clase de problemas! Eres tan modesta, Maggie se quej Lisa. Por qu no quieres que la gente sepa que escribes? Adems, Randy es de la familia... casi agreg con timidez. l le apret la mano. No tan casi. Todo lo que tenemos que hacer es idear una forma de salir de este atolladero en que est la familia. Suspir. Me es imposible dejar aqu a mam con Halcn. Sera sacrificarla. El siempre tuvo un carcter temible, pero desde el accidente, ha sido un salvaje. Una enfermera abandon la casa a las tres de la maana con slo el camisn puesto. En camisn! La detuvo la polica, por supuesto, buscando una explicacin. Llamaron a casa y aclararon el malentendido. A veces, Halcn tiene violentos dolores de cabeza a la noche, fue al cuarto de la enfermera a pedirle una inyeccin y ella pens que deseaba otra cosa muy diferente. Randy ri. De cualquier manera, molest mucho a mi madre y hasta llor. No quiso enfrentar a sus amistades en el club al da siguiente, y casi no ha salido de la casa desde entonces.

La seora Steele le sugiri la idea de un gorrin encerrado en una jaula junto a un guila. Qu difcil deba ser para ella vivir con un hijastro de ese temperamento y conservar la cordura, pens Maggie. No pudieron encontrar una ex enfermera de combate? pregunt Lisa, bromeando. Lo hicimos, no te ras respondi l. Conseguimos a una vieja ex teniente que haba estado con las Wacs. Dur una semana. Crees que estoy bromeando. Cuando conozcas a Halcn, vers que no miento. Existe alguna posibilidad de que le restituyan la vista aunque sea con ciruga? pregunt Maggie, interesada. No lo creo. Sera extremadamente peligroso y Halcn no quiere ni or hablar de eso. Cmo sucedi? volvi a preguntar Maggie. Halcn sirvi dos periodos en Vietnam. Se gan el apodo all porque jams err un tiro con su rifle MI. Es bastante irnico que no perdiera la vista durante esa poca cuando le entr una esquirla en la cabeza. El mdico me explic que la esquirla se haba ubicado cerca de la base del lbulo frontal del cerebro, pero que no lo perjudicaba de manera alguna hasta que se solt hace dieciocho meses cuando choc. Entonces, qued ciego. Lo ms que puede esperar es que la esquirla vuelva a desplazarse y deje de presionar el nervio ptico. Randy suspir. Si no hubiera estado tan furioso y de mal talante, eso no le hubiera ocurrido nunca. Generalmente sabe dominarse muy bien, pero estaba fuera de todo control. Haba sufrido una presin infernal, entre la nota de la revista y el sindicato declarando una huelga descabellada, y por ltimo, la advertencia de los defensores del medio ambiente... Acababa de llamar a una reunin sobre el tema y se diriga a la planta cuando el auto patin. Encogi los hombros. El problema se solucion solo, desde luego, cuando el sindicato y los agentes del gobierno vieron que las soluciones estaban en vas de completarse. Una tormenta en un vaso de agua, como se dice. Pero en absoluto desastre. Randy suspir melanclico. Escndalo. Medio ambiente. Nota. Maggie qued rgida en el asiento posterior. Es cmico murmur Lisa. Maggie escribi una nota sobre una fbrica textil, no es verdad, Maggie? Pap dijo algo al pasar... Randy ri y mene la cabeza al ingresar a un camino secundario. Maggie no escribira una nota semejante. No lo creo. Por Dios, Halcn se enfureci como nunca. Era un hato de mentiras y jams entender cmo fue publicada. Echaron a dos reporteros por ese problema, segn recuerdo, pero la principal culpable pudo escapar. Halcn la hubiera crucificado si no hubiera estado ciego. Estaba sediento de sangre.

Maggie sinti que se asfixiaba, como si alguien la estuviera ahorcando, muriendo. Era como una pesadilla horrible de la cual no pudiera despertar. Cul es el nombre de tu hermanastro? pregunt ella casi en un suspiro. Su verdadero nombre? Halcn? Su nombre es Saxon le dijo Randy, sereno. Saxon Tremayne. Maggie sinti que el aire quedaba atrapado en su garganta sin poder salir ni volver entrar a sus pulmones. Dese arrojarse fuera del auto, correr, escapar, pero el Lincoln ya haba comenzado a rodar por el camino privado, largo y ondulante que los llevara ante la enorme casona victoriana que era el hogar de los Steele, rodeada por un jardn que deba ser esplndido en primavera. Entonces, el apellido de tu madre... no es Steele dijo Maggie, dbil. No, es Tremayne acord Randy sin advertir el pnico en los ojos verdes de su pasajera. Conserv el apellido de mi padre, as que la mayora de la gente piensa que el de ella tambin lo es todava. Qu opinas de mi casa, querida? pregunt a Lisa quien tampoco haba visto el terror en los ojos de su hermana. La adoro suspir Lisa mientras estudiaba el frente de la imponente mansin con profusos adornos de madera tallada, largas galeras con muebles blancos y rodeada de arbustos y rboles perfectamente cortados y cuidados. Esperaba que as fuera dijo l, suave. Una mucama rubia de aspecto impecable les abri la puerta. Est mi madre en casa, Grace? pregunt Randy con una sonrisa. La seora Tremayne est en la sala, seor fue la respuesta ms que corts, unida a una mirada melanclica que lo sigui cuando entraba al amplio vestbulo del brazo de Lisa. Gracias respondi l guiando a las jvenes hacia la entrada al espacioso saln estilo americano primitivo, con cortinados claros y una inmensa chimenea de piedra con dos sillas de respaldos muy altos frente a ella. Un fuego brillante resplandeca en el hogar caldeando la habitacin contra el fri otoal. Los ojos azorados de Maggie recorrieron todo el saln como si buscara con desesperacin una va de escape para regresar a su hogar. No poda permanecer all ni un minuto. Sandra Tremayne se levant al verlos entrar al saln. Era una mujer menuda, muy delgada con mucho cabello rubio teido y ojos tan grises como el cielo invernal. Se puso de pie para envolver a su hijo en sus brazos y una

nube de perfume delicioso pareci flotar alrededor de ella como el vestido color azul plido que llevaba puesto con un collar de perlas blancas al cuello. T debes ser Lisa dijo ella luego de dar la bienvenida a Randy y sonriendo, tmida, a la joven a su lado. Lo soy respondi Lisa tambin sonriendo. Randy me ha dicho tantas cosas sobre usted, que no vea la hora de conocerla. Y adoro la casa. Tambin yo la amo, especialmente en primavera. Y sta debe ser Maggie agreg, sonriendo a la joven morena. Maggie extendi la mano y encontr que se la estrechaba con clida firmeza. Encantada de conocerla respondi Maggie, corts. He estado esperando este momento confes Sandra. Sus cuartos ya estn preparados para recibirlas y... Yo no puedo quedarme barbote Maggie, ignorando la expresin azorada de Lisa. Acabo de recordar que promet cubrir una nota esta noche, y no puedo faltar a mi palabra. Debo volar de vuelta y quiz pueda verme libre para regresar maana dijo ella con pnico en la voz. Randy, te molestara llevarme de nuevo al aeropuerto? O si no, puedo irme sola... Lo siento agreg cada vez ms nerviosa, mientras pensaba lo voy a lograr, conseguir escapar antes de que Saxon se entere de que estoy aqu, antes... Seguramente no se ir cuando acaba de llegar, verdad? surgi una voz inconfundiblemente profunda desde detrs del silln de respaldo alto frente a la chimenea, uno de los que daba la espalda al vestbulo. Maggie haba odo esa voz aterciopelada en sus sueos. La haba extraado, temido y sufrido los peores tormentos por ella en los ltimos meses. Y ahora, todos esos horribles temores se volvan realidad. Haba logrado escapar de l, pero el destino la haba hecho volver a caer en sus redes y en el camino de Saxon, con una de las vueltas siniestras de sus manos. Ya era demasiado tarde para correr. Saxon se puso de pie lentamente, tan grande e imponente como ella lo recordaba. Pareca un poco ms plido, el hirsuto cabello negro necesitaba un corte, pero bsicamente, era el mismo hombre. Mantuvo la mano de dedos anchos sobre el respaldo del silln, un anillo de rubes brillaba en el meique, y mir en direccin a las voces. No llevaba anteojos oscuros ni un bastn. Y todas sus cicatrices, como las de Maggie, permanecan ocultas a la vista. Ho hola, seor Tremayne pudo decir ella, insegura, deseando tener un respaldo donde apoyarse.

Venga aqu dijo l sin prembulos, mientras tres pares de ojos observaban, fascinados, la escena casi muda. Mojando los labios con la lengua, Maggie se dirigi cautelosamente hacia la silla donde la esperaba Saxon y se detuvo a unos pasos de distancia. No tendr miedo de un ciego, verdad? pregunt l con una risa amarga. No... susurr ella mientras sus ojos recorran el rostro leonino con amor indecible. Saxon... comenz su madrastra, nerviosa. No reconociste el nombre?pregunt Saxon, elevando la voz. Seguramente me has odo maldecirlo hasta el cansancio! Maggie Sterline. Sterline, maldicin! Randy silb por lo bajo y lanz una mirada pattica a Maggie. Pens que el nombre me resultaba familiar gru l, atrayendo a Lisa contra su cuerpo. Oh, Seor, amorcito, ahora estamos a punto de enfrentarnos a su furia. Pobre Maggie murmur Lisa sufriendo por su hermana. Ojal lo hubiera sabido! Jams dijo nada y menos a m! Probablemente no asoci el nombre de Halcn con Saxon dijo Randy . Nunca lo llam por su nombre delante de ti. Qu extraordinaria coincidencia. Est ac de visita, seorita Sterline? pregunt Saxon con veneno en la voz y en los ojos leonados sin vista. Espero que haya empacado una maleta grande, porque se quedar aqu por mucho tiempo. De... veras? Pregunt como un eco. No era fcil intimidarla, pero haba algo en Saxon Tremayne que exiga obediencia y ella se la brindaba. Tu voz suena nerviosa, Maggie dijo l, como un gato gigante que juega con su presa. No te dejes llevar por el pnico. Todo parece solucionarse solo y tengo planes ms hermosos que despellejar tu encantador cuerpo. Acerca un silln y sintate. Mam, Randy... cierren la puerta cuando salgan apunt l, sin pedirlo, sino ordenndolo. Randy, Lisa y la seora Tremayne, visiblemente relajados, suspiraron agradecidos. Se deslizaron rpidamente por la puerta y la cerraron con cuidado a sus espaldas. Saxon se recost en el silln y Maggie se balance sobre el borde del otro asiento, observndolo. No pudo dejar de apreciar cmo las motas doradas de la chaqueta realzaban el brillo dorado de sus ojos leonados; cmo la tela se tensaba sensualmente sobre el pecho corpulento que se

afinaba hacia el estmago plano y las caderas estrechas para terminar en los poderosos muslos. Tena cuarenta aos, pero no los representaba con ese cuerpo atltico; slo las hebras de plata en las sienes y algunas arrugas en el rostro eran un indicio de su edad. Qu irona, no te parece? Tu hermana y mi hermanastro. Hars que se separen? pregunt ella, calma. Eso depende de ti, cario dijo l con una voz que no le agrad en absoluto. Randy no puede comprarse ni un cordn de zapatos sin mi firma hasta que cumpla veinticinco aos. Y faltan dos aos. Piensas que pueden esperar tanto tiempo? Eso sera cruel... Soy un hombre cruel dijo l, tajante. Las mujeres como t me han vuelto precavido. Por qu viniste aqu? agreg l, cortante. No saba quines eran ustedes respondi ella, sincera. No asociaste el nombre de Tremayne con en el de Steele. Es eso lo que insinas? Se recost ms contra el respaldo con el rostro ms tenso an. Me tenas fascinado, Seorita Periodista, lo sabas? Te miraba y senta que todo el cuerpo me dola. Maggie lo mir boquiabierta. Jams se haba dado cuenta de eso. Slo crea que l senta simpata y nada ms. No tienes lengua? gru l. No dejes que tu imaginacin corra a lo loco. Me senta atrado, me hubiera agradado llevarte a la cama una o dos noches conmigo, pero eso era hasta donde hubiera llegado. Las reporteras no eran mis preferidas aun antes de que vendieras el artculo a esa revista escandalosa. No lo hice! protest ella, sentndose ms erguida. Oh, demonios, ya no me preocupo ms por eso solt l. Es demasiado tarde para todo eso. Estoy ciego. Ella cerr los ojos. Ciego. Ciego. La palabra resonaba en su cabeza como un cntico. Lo siento pudo decir ella al fin. Gracias replic l, fro. Tus lamentaciones no me ayudan. Yo no hice resbalosas a las carreteras grit ella. T escribiste la nota. No, no lo hice, lo juro, no lo hice; fue un error con los nombres de los autores. Hubo una terrible confusin dijo ella, tratando desesperadamente de convencerlo. No supondrs que me tragar ese cuento replic l.

Sac un cigarrillo del bolsillo y lo encendi con suma delicadeza como si pudiera verlo; apenas se notaba un ligero temblor, observ Maggie. Haces eso... muy bien coment ella. La primera vez prend fuego a la manga record l con risa amarga . Pero despus de mucha prctica, consegu dominarlo. Si hay algo que yo pueda hacer... comenz ella, insegura. Oh, s que lo hay respondi l, calmo. Lo hay, definitivamente. Puedes permanecer en la casa por unas cuantas semanas, seorita Sterline. Puedes compartir esta parodia de vida conmigo hasta que est convencido de que ests absolutamente arrepentida. Ella se mordi el labio inferior. Un chivo expiatorio? pregunt ella con dignidad. Una compaa gru l. Necesito a alguien que me gue por estos alrededores, no lo habas notado? Tenas una enfermera... Tena es la palabra correcta. S o no? Pero si dices no agreg con voz siniestra, prohibir la boda y dejar a Randy sin un centavo. Tu hermana se sentira muy feliz, no te parece? Qu logrars retenindome a tu lado? inquiri Maggie. Muchsimo respondi l, los ojos leoninos brillando amenazadores frente a ella. Estoy endeudado contigo, cario. No puedes ni imaginar todo lo que te debo hasta que puedas palpar la forma en que vivo da tras da, durante las noches interminables y con la cabeza ardiendo por los intensos dolores. Quiero que veas lo que conseguiste con esa maldita nota por la cual me traicionaste! Yo no te traicion! grit ella. No puedes decir la verdad ni siquiera cuando te han cogido con las manos en la masa? Pregunt l con hasto. Mi Dios, por qu te escondes detrs de excusas que no convencen a nadie? No crees que investigu? Me dijeron que no hubo confusin alguna, que la foto era tuya y tambin la crnica. El hombre que t culpaste de haber escrito el artculo fue el que lo neg en mi cara. Porque probablemente fuiste como una tromba a la oficina y lo arrinconaste contra la pared acus ella. Kerry era slo un muchacho! Ms parecido a un conejo, dira yo. Apenas si poda hablar. Si me odias tanto, por qu quieres que me quede? inquiri Maggie, agotada. Quizs me siento solo respondi l, cortante. Atrapado. Cansado de que me protejan, me calmen y me complazcan. Hastiado de las

enfermeras que son demasiado nerviosas o demasiado beligerantes como para hacer algn bien. Se removi en el silln y cerr los ojos por un instante. Cuando Randy me coment que el apellido de su novia era Sterline, le pregunt sobre su familia. El te mencion. Se acercaba la Navidad y fue muy sencillo inducirlo a que te invitara junto con Lisa. Te quera conmigo. Sers mis ojos por un par de semanas. Aparte de todo lo dems, bien puedes considerar que no es mucho lo que te pido. Me debes algo al menos... sin tomar en consideracin de quin es la culpa agreg l cuando ella intent hablar. Los anchos hombros subieron y bajaron. Fui lo bastante estpido como para creer que era el personaje central de una crnica periodstica y no la vctima de un asesinato. Maggie dej deslizar su mirada sobre Saxon como si bebiera sus palabras y sus facciones. Podra soportar permanecer en esta casa junto a l aunque fuera por tan poco tiempo? Contemplndolo, vindolo as, odiando su ceguera y culpndose por su ntima participacin en su desgracia...? Ser tus ojos respondi ella por fin, con una voz queda y serena. Entonces, Maggie vio que Saxon se relajaba visiblemente. Lo ser por un tiempo, pero puede que te haga ms dao que bien por los sentimientos que albergas contra m. T no sabes lo que siento, cario replic l, cruzando las piernas. Para decir la pura verdad, ni siquiera yo estoy seguro de cules son mis sentimientos hacia ti. He pasado meses culpndote de todo lo que me sucedi, porque el odio es una poderosa motivacin para sobrevivir, y lo necesitaba. Todava lo necesito, en cierto sentido. Pero har lo imposible para mantener mis resentimientos bajo control. Es... muy duro para m titube l, estar en estas condiciones. No estoy acostumbrado a sentirme... vulnerable. Ella comprendi que la palabra deba ser indefenso, pero no poda pronunciarla, le era imposible. Admitirlo hubiera sido algo as como una debilidad de su parte. Por lo menos dos enfermeras atestiguaran en cualquier corte que t no eres vulnerable le record ella con una sonrisa que Saxon no poda ver. Las cejas espesas y negras se alzaron, inquisitivas. La corredora nocturna y el sargento de caballera?pregunt l con aire inocente. Maggie ri en voz alta sin poder contenerse. Era as como las llamabas? Hice que Randy me describiera a la que escap. Dijo que fue pura vanidad de su parte el pensar que yo la forzara en su cama, por ms desesperado que estuviera. Y el sargento de caballera... cielos, me cans de que me ordenara tomar la sopa de arvejas partidas! Alguna vez has

probado la sopa de arvejas partidas que sirven en los hospitales? As saba la que ella preparaba... sin sal, sin sabor, sin arvejas, slo un caldo de pura agua caliente con un poco de condimento. Qu me dices de las otras? Unas cuantas solteronas con el complejo de Jane Eyre respondi l, dejndolas de lado, Cmo pueden pensar algunas mujeres que un ciego se enamore de ellas a primera vista? Debo palparlas para conocerlas y no conozco a muchas que se dejen leer con el sistema Braille por un extrao. Lo haras t? pregunt l sbitamente. Ella se ruboriz. Sabes bien cmo soy lo eludi. Han pasado dieciocho meses le record. Puedes haber engordado o haber perdido peso. El haba bromeado as una vez cuando ella le haca la entrevista y haba generado un acercamiento entre ambos que le haba dado alas a su imaginacin. Ms, ahora ella slo poda ser precavida respecto a l, despus de lo que dijera. Tal vez intentaba dejarla vulnerable slo para vengarse por lo que crea que haba hecho y ella no se aventuraba a bajar la guardia. Podra contaminarte replic ella con sarcasmo en la voz. Humor y temple adujo l con su sonrisa exasperante. Eres un pirata gru ella. Con un parche en cada ojo? la provoc l. No quiero quedarme aqu!estall Maggie de repente al comprender los problemas que debera enfrentar junto a Saxon. Pero lo hars dijo l sereno. Deseas que te pague, un salario? agreg. Podemos decir que eres una enfermera de compaa y te pagar lo que reciban las enfermeras. Puedes decirle a tu padre que te contrat. Tambin tengo un empleo en el diario respondi ella de inmediato. Tomars una licencia de dos semanas. Mi jefe no me dar dos semanas de licencia... comenz ella. Lo har si yo se lo digo contest l con una seguridad pasmosa y arrogante . Si dice que no, levantar la hipoteca que pesa sobre su diario y lo echar. Cmo sabes que tiene una hipoteca que levantar? Se senta furiosa. Son tiempos difciles, encanto, y a menos que se comprometa con algn monopolio, probablemente vive en un infierno para mantener las puertas de la compaa abiertas. Existe una hipoteca.

Maggie no poda creer que l llegara a esos extremos, pero era fcil ver que lo hara en cada lnea de su rostro insensible. Haba decidido que deseaba su compaa y la conseguira sin importarle hasta dnde llegar. Ahora entenda por qu era tan rico. Haba sido algo inevitable para la fuerza de voluntad que posea. Preferira que me dejaras volver a casa y me enviaras bombas en las cartas y notas amenazantes replic ella con calma. Y yo prefiero que te quedes. Lo mismo que tu hermana agreg l recordndole la amenaza que le hiciera. Seor Tremayne... Ve y diles a los dems que pueden regresar ahora dijo l, ignorando el pensamiento que ella intentaba expresar. Pareca fatigado de repente y pas su mano por los ojos como si le dolieran. Tendr que llamar a mi padre y a mi empleador dijo ella. Adelante. Ests seguro de que es una buena idea? le pregunt Maggie con dulzura. Me gustara conocer a tu hermana si decides ir en su busca de una vez orden l, impaciente. Y apaga esto por m agreg entregndole el cigarrillo. No deseas una compaera, quieres una esclava gru ella. Pero tom la colilla y la apag en el cenicero. Y pensar que antes de saber quin eras, sent lstima por ti. Lo siento! Hubiera sido mejor llorar por un len hambriento! murmur para s. El ri contento, como si las palabras lo deleitaran. Empecemos. S, seor, seor Tremayne farfull al salir. Los tres estaban sentados en el largo sof de la entrada como si temieran alejarse demasiado y no llegar a or sus gritos pidiendo auxilio. Todo est bien, ahora les dijo Maggie, observando, divertida, cmo se ponan de pie de un salto. Todava ests de una sola pieza dijo Randy lanzando un suspiro de alivio. Lamento mucho haberte metido en esto, pero no tena idea de quin eras. Caramba, ni siquiera lo asoci. Lisa no nos haba dicho que escribas, querida agreg Sandra Tremayne, compasiva ms que resentida como haba temido Maggie que estuviera al revelarse su identidad.

Yo lo siento por Saxon... el seor Tremayne dijo ella, sincera y con la culpa reflejada en el rostro. Hubo una confusin con los nombres de los autores. Lo que yo escrib fue una crnica especial, pero cambiaron los nombres y yo aparec como autora de un artculo que haba escrito uno de los reporteros nuevos de la revista. Yo tena demasiado respeto por el seor Tremayne como para dar a publicidad un artculo tan solapado en su contra. Soy consciente de que algunos periodistas no piensan dos veces cmo conseguir una historia, pero no soy una de ellos. Espero que ustedes me crean aunque l no lo haga. Yo te creo dijo Lisa abrazando a su hermana. Te conozco de toda la vida, recuerdas? Maggie sonri y con voz temblorosa por la emocin, respondi: S, querida, lo s. Nadie te culpa acot Randy. Halcn ha tenido momentos muy malos y no puede aceptar lo que ha pasado. Pero tambin s que le podra haber sucedido en cualquier momento. Mientras iba camino de cargar gasolina, o cuando sala a cenar. Y en cuanto a m, acepto como buenas las garantas que da Lisa. Te ha arrojado de la casa? pregunt Sandra, realmente preocupada. No lo permitir por nada del mundo. Esta an es mi casa y eres muy bienvenida. No, en absoluto, no me ha echado dijo Maggie. Exactamente lo contrario. Ser sus ojos por unas semanas. O...? inquiri Randy, conocedor de su hermanastro. O comprar el diario donde trabajo y echar a mi jefe. Eso fue lo que dijo. Y seguramente lo hara acord Randy. Te pagar por el dudoso honor que te confiere, supongo. Creo que tendrs que pagar cuentas como todo el mundo. Las tengo, y l lo har contest Maggie. Al menos no me tiene atada y sin comida. Y eso ya es algo. Aparte de todo, creo sinceramente que comprendo cmo se siente. Qu tragedia! No debe ser fcil para l con lo activo y dedicado al trabajo que era. Y no salir nunca de la casa... Por qu no sale? Dice que no quiere ser llevado de aqu para all como un animal estpido coment Randy. Al menos sa es la excusa que recibo. Ambos nos hemos ofrecido para ayudarlo, pero no lo permite. Tal vez permita que yo lo ayude dijo ella, pensativa. En tanto crea que manda y da rdenes.

Y sa dijo Sandra Tremayne a su hijo, es la razn por la que las mujeres regirn el mundo algn da. Nosotras les hacemos creer que ustedes tienen las ideas, pero en realidad, siempre son nuestras. Verdad, nias? Verdad dijeron a coro Maggie y Lisa. Regresamos a la sala? El desea conocer a Lisa murmur Maggie cuando Randy abra la puerta y Lisa vacilaba, pero su hermana la tom de la mano y la arrastr hasta el gran silln. Seor Tremayne, sta es Lisa dijo Maggie colocando la mano de su hermana en la manaza de Saxon. Saxon poda ser encantador cuando se lo propona, y ste era uno de esos raros momentos. Estoy encantado de conocer a mi futura cuada dijo l con esa voz aterciopelada que la enloqueca y con una sonrisa. Cmo es tu hermana, Maggie? Como t? O es rubia? Es de cabellos cortos y ojos verdes y adems tiene pecas dijo Maggie servicial. Oh, y un lunar en la mejilla izquierda. Saxon frunci el ceo y pareci ms intimidatorio que nunca. Ah se fue tu aguinaldo de Navidad, Blanca Nieves le dijo a Maggie. Ella ri a pesar de s misma al verlo tan enfurecido. Es muy rubia. No tan alta como yo, pero tiene mejor figura que yo. Sus ojos son verdes y tiene rasgos delicados. Ests satisfecho? Eres muy insolente, seorita, la acus l. S, seor acord ella, guiando un ojo a Lisa. Ahora entiendo por qu Lisa es azafata. Lo hace para escapar de ti. Ese comentario fue cruel murmur Maggie. Y probablemente cierto. Pero, ustedes deben estar cansadas por el viaje. Por qu no van a descansar un poco? agreg l, corts. Madre, estn preparadas las habitaciones? S, Saxon asegur Sandra, mostrando alivio en cada lnea suave de su rostro. Vengan conmigo y las llevar arriba. Pido a las mucamas que te traigan algo, querido? Saxon sacudi la cabeza. No, gracias respondi, tranquilo. Permanecer sentado aqu un rato ms. Maggie! Ella se volvi desde la puerta. S, seor?

El vacil. Cuando te sientas con nimos, regresa a charlar conmigo. Dicen que los viajes ms largos comienzan con un simple paso. Y esa invitacin era el primer paso para Maggie. Sonrea cuando sigui a su hermana y a la seora Tremayne escaleras arriba.

Captulo 3Ser realmente encantador tener algunas mujeres en la casa. Sandra Tremayne suspir al levantar el pocillo de caf hasta sus labios despus que la elegante porcelana fue retirada de la mesa. Chauvinismo a la inversa recalc Randy, alzando el resto de vino en un brindis simulado. No sabes lo solitaria que es mi vida acus la mujer mayor. No sera tan malo si Saxon dejara de perseguir enfermeras por la casa durante las noches adujo Randy, seco, echando una mirada sombra a su hermanastro que sorba su caf a la cabecera de la mesa sin derramar una gota, lo cual asombr a Maggie. Yo no creo que Maggie echara a correr dijo Saxon, sonriente. El destino tiene el hbito de arrojarla de nuevo en mi camino cuando lo intenta, no es as, Maggie? agreg, con humor cnico. Maggie pellizc su servilleta de hilo arrugada. Haba cierto sarcasmo en la voz y si ella no lo haba notado antes, comenzaba a darse cuenta de que l no haba olvidado su resentimiento, como l lo llamaba. Simplemente, permaneca al acecho debajo de la superficie de su abrasiva personalidad, listo a manifestarse en el momento menos pensado. Vine por mis propios medios le record ella. Y si hubieras sabido quin era yo? exigi l, fro, con ojos crueles . An as hubieras venido a ver qu ocurra con el ciego? No busques que te tenga piedad, t, bestia de corazn renegrido estall Maggie en respuesta. No ests indefenso! El tir la cabeza atrs y bram de risa mientras su madrastra y su hermanastro lo miraban fijo antes de comenzar a sonrer. As que sta era la manera de tratar al len! Y ellos haban sido compasivos, casi complacientes con l. Oye, t, gatita respondona y testaruda dijo l, ahogando una carcajada. Apuesto a que sangras tinta. Caf corrigi ella. El se reclin en la silla con un suspiro. Lo s. Yo tambin vivo de eso. Tomas demasiado caf, querido apunt Sandra. Es un milagro que tu cutis no se haya teido. Le acerca de un hombre que slo beba jugo de zanahorias y las coma agreg. Muri y su piel era color anaranjada...

No me sorprende ri Randy. Pero, madre, qu sucedi aquella vez que te pusiste a dieta de jugo de pomelo? No desarrollaste una personalidad amarga, que yo sepa. Encantador, Randy. Lisa ri con l. Por eso t casas conmigo, verdad? A propsito, han fijado la fecha? inquiri Sandra, seria. Debemos elegir un vestido de novia para Lisa, enviar las participaciones y decidir sobre los arreglos de flores... Qu te parece en Nochebuena? Pregunt Randy a Lisa. Siempre dese casarme en esa fecha. Tendra que ser por la maana les record la seora Tremayne, a causa del servicio de medianoche. Nosotros somos presbiterianos agreg. Tambin nosotros dijo Lisa, riendo. No es una linda coincidencia? Adorable! estall Sandra y sonri. Oh, ser una boda muy hermosa, la ms hermosa. Les dir lo que pienso de las flores. Ya que ser para Navidad, podramos... Aguarda un minuto, Sandra dijo Saxon, retirando la silla de la mesa . Maggie, vamos a la sala. Hablar de bodas me trae indigestin. S, ve tranquila, querida dijo Sandra, aplacada, observndolos abandonar la habitacin, el gigante dejndose llevar por la esbelta joven. Y haba algo parecido a la piedad en su mirada. Maggie ubic a Saxon frente al enorme silln delante del hogar y tom asiento a su lado mientras l se arrellanaba en los mullidos cojines. Bien, has hechizado a mi familia murmur l despus de encender un cigarrillo y cruzarse de piernas para sentirse cmodo. Es mutuo respondi ella en voz baja. Las llamas eran fascinadoras; su calor acogedor y agradable. Sentarse all junto a l era para Maggie como regresar al hogar. No comprenda la razn, pero la encontraba placentera. Saxon se revolvi inquieto con los ojos fijos en un punto desconocido para ella. Ojal pudiera verte musit l. Has cambiado en algo? Ests ms delgada, ms pesada? Tu cabello sigue largo o te lo has hecho cortar? Ven aqu! El latigazo de su voz de mando la moviliz de inmediato. Se levant, insegura.

Aqu, frente a m gru l, sealando el sitio entre sus rodillas, mientras las manazas le tomaban las piernas cubiertas por los pantalones para instigarla a obedecer. Su roce trajo recuerdos imborrables a la memoria de Maggie. Slo haba hecho eso cuando haba sido necesario, para ayudarla a bajar del auto o para pasar por las puertas, pero sus dedos siempre haban despertado estremecimientos helados que recorran su espina dorsal cada vez que los haba posado sobre ella. Y jams lo haba olvidado. Ahora, con los meses en que lo haba aorado agregado a la excitacin, su corazn lati con fuerza enloquecedora cuando Saxon se inclin hacia adelante y le tom la cara con sus manos grandes y fuertes. Esta es la nica forma que tengo de verte ahora dijo l, sosegado. Te importa mucho, en realidad? pregunt, gentil. No susurr ella. No, no me molesta. Tu voz suena insegura. Tienes miedo de que te ahogue? No, seor respondi ella, cerrando los ojos mientras los pulgares de Saxon los palpaban para seguir sobre las cejas finas y descender por la nariz patricia hasta la boca de graciosa curva y luego por el contorno del rostro oval con pmulos altos y elegantes. Sus dedos eran ligeramente callosos, como si hubiera cabalgado ltimamente, y su tacto era deliciosamente abrasivo para el delicado cutis que rozaban. Por ltimo, desliz sus manos por la corta cabellera oscura. Entonces, suspir pesaroso. Te lo has hecho cortar murmur l. Yo, me molestaba minti ella, a sabiendas de que lo haba hecho porque a l le haba agradado largo haca tiempo. Recuerdo cmo se vea aquel da que caminamos por el parque coment l, con aire rememorativo. El viento lo despeinaba sin que pudieras controlarlo y yo consegu una cinta del vendedor de flores para que lo ataras. Y con ella, un ramo de violetas agreg Maggie con nostalgia. Ese haba sido un da agridulce y extrao, el ltimo que compartiera en armona antes de que apareciera el artculo en la revista. Las manos de Saxon le apretaron el rostro. Djalo crecer nuevamente pidi l, spero. Si lo prefieres... Ella alz la vista hasta los ojos en tinieblas y quiso llorar. Eran ojos sensuales, con destellos dorados que partan de sus profundidades, con pestaas que cualquier mujer envidiara y con pequeas

arrugas en las comisuras. Las cejas, espesas y oscuras, daban el marco ideal y ella tuvo la tentacin casi irresistible de acariciarlas con las yemas de sus dedos. An no he terminado aclar l, suave, mientras pareca estudiar el rostro prisionero con sus ojos fijos. Quiero saber cmo cambiaste fsicamente y sta es la nica manera que me queda. Te ofendera mucho que te tocara todo el cuerpo? Maggie cerr los ojos al sentir una oleada de dolor casi fsico que la atorment. Que esas manos fuertes y grandes le palparan el cuerpo era lo ms cercano al paraso para ella. Ofenderla? No susurr, insegura. No me... ofender. El la tom por los hombros y la levant sostenindola frente a s. Sus dedos la soltaron y comenzaron un viaje de descubrimiento que la hizo temblar de placer. Se deslizaron por los brazos, haciendo penetrar su calor a travs de las mangas de seda del mismo color verde de los ojos de Maggie, descubriendo que eran tan delgados como antes. Retomaron el camino de regreso a los hombros deslizndose por ellos hasta el cuello largo y elegante y luego descendieron hasta las clavculas. Eres muy delgada dijo l, gentil, descansando las manos en el borde del escote en V de la blusa. Yo, yo siempre pierdo peso en el otoo balbuce ella. De veras? Sus dedos volvieron a moverse ahora hacia abajo, por la parte superior de los declives suaves de los senos. Entonces, percibi la rigidez y el sobresalto que la invadan al sentir la permanencia de esas manos sobre el comienzo de las delicadas curvas sensibles. S que es ntimo acot l frunciendo el ceo mientras sus dedos trazaban dibujos pequesimos a travs de la tela fina y del delicado encaje del sostn que se notaba abajo. Y t no ests acostumbrada a dejar que un hombre te toque de esta manera, no es as? Sin esperar una respuesta, l desliz las manos por los altos pechos, luego por el talle hasta la cintura y por ltimo por los muslos de Maggie. Eres tan delgada que me destrozas el corazn continu l con una voz que la desconcert. Cenaste? S, seor le respondi. De ahora en adelante, asegrate de tomar un buen desayuno y no escatimes el almuerzo. Si llego a descubrir que has estado salteando comidas, te alimentar yo mismo. Est bien claro? La moda es estar delgada en estos momentos replic ella, a la defensiva y ocultando la verdadera razn, haber estado lejos de l todo este tiempo.

No te quiero delgada respondi l. Te quiero como eras cuando yo an poda ver. Tenas la figura ms adorable que hubiera visto en mi vida. Senos altos y firmes, una cintura cimbreante y caderas redondeadas que eran muy tentadoras. Quiero que vuelvas a ser as. Maggie se ruboriz al orlo. No tiene ninguna importancia el hecho de que yo no desee aumentar de peso? consigui decir. Las manazas fueron hasta la cintura y atrajeron el cuerpo de Maggie contra el suyo. No replic l, sincero. Ahora le tocaba el turno a las delicadas manos femeninas que se posaron sobre el fornido pecho de Saxon y percibieron los msculos tensos bajo la tela gruesa de la camisa y el calor que irradiaba su piel. Saxon... comenz ella, nerviosa. El se inclin. Me agrada la forma en que dices mi nombre susurr l y su aliento clido le acarici los labios. Dilo de nuevo. La situacin se tornaba demasiado ntima para que Maggie se sintiera cmoda e intent escabullirse. Pero Saxon, en respuesta a su gesto, la apret ms contra su pecho. No luches contra m murmur l, ausente. Gramo por gramo, soy el doble tuyo en tamao. No lo hagas suplic ella. Odiaba las extraas sensaciones que le producan las caricias inconscientes de Saxon. Slo te sientes solitario y has estado sin una mujer por mucho tiempo... Qu te hace creer eso? murmur l, burln. Puede que sea ciego, pero eso no impide que la manada de lobos deje de acecharme. Randy ha estado ahuyentando a las entrometidas durante muchos meses y gracias a l no debo sacudir el colchn de mi cama para sacrmelas de encima. Estn convencidas de que lo ms seguro para derretir mi helado corazn, es enfocar el acercamiento como una enfermera compasiva. Qu interesante murmur ella, riendo involuntariamente. Eso es dinero jams aunque yo no agreg, con crueldad. algo que nunca esperara de ti agreg l, solemne. El te interes, verdad? Hubieras pasado tu tiempo conmigo tuviera ni un centavo... en tanto yo fuera valioso como noticia sbita amargura y por un instante, sus manos la apretaron con

Saxon, yo no te traicion murmur entre dientes apretados por el dolor que le infligan los dedos de hierro. No lo hice!

La boca de Saxon le aplast los labios encontrndolos a ciegas, por instinto. La presin irresistible los lastimaba mientras l saciaba sus aoranzas en los labios tersos y tiernos, retorcindolos entre los dientes con tanta violencia que logr cortarlos y Maggie lanz un grito ahogado. Era como ser zarandeada contra las rocas por olas turbulentas; l era brutal en su trato. Los ojos de Maggie se cuajaron de lgrimas. Dieciocho meses atrs ella lo haba deseado con una pasin arrolladora que la hubiera entregado a sus brazos a pesar de la educacin casi monacal que recibiera. Lo hubiera hecho por amor. Pero esto era todo lo contrario a sus idealizaciones de aquella poca; sta era una experiencia que no se basaba en el ardor pasional. Como si l intuyera las lgrimas, alz la cabeza oscura y frunci el ceo. Su corazn lata alocado contra su pecho y su aliento era entrecortado. Te estoy lastimando? pregunt l, seco. Maggie lami la herida del labio y consigui serenar su propia respiracin. Por favor, djame ir rog ella con la garganta cerrada. Saxon afloj la presin de sus poderosas manos y murmur algo entre dientes. Sus ojos ciegos vagaron por la habitacin, inquietos. Sent sabor a sangre en tu boca dijo l, lento. Ests bien? Ella trag saliva, nerviosa. F-fue slo... un corte. Ahora estoy muy bien. Saxon, sultame, por favor! Sola preguntarme cmo sera besar esa boca hermosa dijo l, tierno . Aunque no quera que fuese as. No pelees agreg l, sujetndola sin esfuerzo. Deja que pruebe tu boca una vez ms. Permteme... disculparme y reparar el dao murmur, inclinndose. Esta vez su boca fue exquisitamente gentil, frotndose contra los labios heridos con una presin ligera y sutil que ms pareca el beso de un nio. Los brazos enormes la rodeaban tragndola como el agua tibia del bao, tentndola a relajarse, a permitirle su roce para que se suavizara y se fundiera en l. Sabes como una virgen susurr l al tiempo que la apretaba ms contra su cuerpo y sus labios sonrean contra los suyos. Lo eres? Y t?replic ella con el poco coraje que pudo reunir. Su voz era tan temblorosa como sus piernas. No, por todos los demonios respondi l. No te das cuenta? No poda, pero no iba a admitirlo. Sus dedos se incrustaron en el pecho viril.

Saxon... No deseas desabrochar mi camisa, Maggie?susurr l, sensual, mientras mordisqueaba el carnoso labio inferior de Maggie. No te has preguntado qu sensacin tendras al tocar mi piel desnuda? El rostro de Maggie fue una llamarada. La sangre corra, alocada, por sus venas amenazando desvanecerla. S, se lo haba preguntado y lo deseaba, pero rendirse ahora ante Saxon era dar el primer paso hacia su suicidio emocional. Ni siquiera l estaba seguro de lo que ansiaba, si la deseaba a ella o si deseaba vengarse de ella. Y Maggie no estaba lo suficientemente segura de l como para poder averiguarlo. Su mente se debata sobre la forma de expresar estos sentimientos, cuando la puerta se abri de repente. Maggie se escabull de entre sus brazos y se ubic detrs de l justo cuando la seora Tremayne, Lisa y Randy hacan su aparicin en la sala. Entraban riendo y charlando, completamente ajenos a lo que suceda en el extremo opuesto del saln.

Captulo 4Afortunadamente, nadie pareci asociar el rostro encarnado de Maggie con la sonrisa complacida de Saxon y la conversacin se torn general. Maggie se sent a un costado observando a Lisa que le sonrea para reconfortarla y se sinti relajada. El labio que Saxon haba mordido ya no le molestaba. Estudi al hombre corpulento e imponente que descansaba en el gran silln de respaldo alto junto al hogar con ojos adormecidos. Era hermoso de admirar y maravilloso al tacto. Una parte de Maggie se senta desilusionada por la irrupcin de los dems, por haber elegido justo ese momento para entrar, mientras que otra parte de su ser senta alivio por la interrupcin. Saxon no estaba seguro sobre si la amaba o la odiaba y aunque ella disfrutaba del roce de sus manos, no poda dejar de lado las duras acusaciones que oa en su voz, sin reaccionar ofendida y temerosa. El la aterrorizaba, la azoraba por ser el hombre que la culpaba por su desdicha. Pero Maggie era valerosa y temperamental. Y no permitira a ningn hombre, ni siquiera a Saxon Tremayne, que la pisoteara. Una de las comisuras de sus labios se elev en una mueca risuea. As que l estaba decidido a retenerla aqu, verdad? Dejara que Saxon creyera que se quedaba porque l lo ordenaba. El tena razn en una cosa; l s, definitivamente, necesitaba a alguien que lo ayudara a sortear obstculos para no caer de cabeza en un pozo depresivo del que sera difcil sacarlo. El hombre que ella recordaba haba sido un atleta empedernido que disfrutaba las cabalgatas, el polo, el tenis y el handball. Era un nadador excelente que slo ansiaba estar en movimiento en busca de un nuevo reto y una nueva meta que vencer. Cuando ella haba estado elaborando la maldita nota, haba tenido que perseguirlo por todas partes para conseguir alguna respuesta o informacin. Este hombre, sentado pacficamente en su silln, era un completo desconocido para ella. An segua ladrando como el antiguo Saxon Tremayne, pero le faltaba algo de aquel espritu emprendedor y batallador que haba posedo. Su espritu de lucha y la seguridad en s mismo ya no estaban en ese cuerpo fornido. Al observarlo ahora mientras recordaba lo que haba sido, le produjo un gran pesar. Maggie se revolvi en su asiento con ojos preocupados. De alguna forma tena que encontrar el modo de ayudarlo a encarar su ceguera bastndose a s mismo. Si poda... Deba obligarlo a salir de la casa, encontrarse con gente y aprender a mantenerse de pie por s solo. De un modo u otro, ella lo ayudara a vencer la enfermedad, aun en contra de Saxon mismo, y no se enga tratando de creer que sera una tarea fcil. Lo lograra contra viento y marea. Saxon tena un carcter difcil y un magnfico temperamento que estaban acordes

con su figura imponente. Necesitara habilidad, astucia y cario para hacerlo poner de pie nuevamente. Ests muy callada, seorita Reportera le dijo Saxon de repente logrando que los dems se callaran y dejaran de hablar sobre las montaas cercanas y la belleza arrogante del otoo en esta poca del mes. De veras? Pregunt Maggie. Me preguntaba si te gustara dar un paseo en auto por las montaas un da de estos. El rostro de Saxon se ensombreci mientras sus ojos despedan llamas de fuego. Para qu? inquiri l, tajante. Esperas que mis ojos se curen milagrosamente? No tienes que ver para admirar y apreciar la belleza respondi ella mientras escrutaba su semblante. Por supuesto, si prefieres esconderte aqu adentro... Esconderme? explot l y su madre sofoc una sonrisa. Bien, cmo lo llamaras? quiso saber Maggie, razonando con l. T nunca sales de la casa, no es as? El se revolvi, enojado, en el asiento que apenas contena su formidable figura No dejar que me lleven de un lado a otro como si fuera una criatura idiota dijo l, orgulloso. No ser as prometi ella. Sabes?, deberas sentirte halagado. Yo no ofrezco mi compaa a cualquiera y ciertamente, no suelo llevar a hombres a dar un paseo en auto todos los das. La broma pareci atravesar la coraza que lo protega. Frunci los labios carnosos y alz una ceja y la mir con expresin confundida. Cmo puedo estar seguro de que puedes conducir en esos caminos? No puedes acord ella y ri. Lo nico que puedes hacer es confiar en que no deseo matarte. Adems, yo tambin estar dentro del auto. Tendr que ser cuidadosa. Saxon inhal con fuerza. Est bien. Maana por la maana, si no llueve. Qu hay de malo con la lluvia? Te disuelves al mojarte? El alz una ceja. No seas tan presumida, seorita murmur l con un brillo extrao en los ojos ciegos. Yo s muy bien lo que a ti te disuelve, o no lo recuerdas? Maggie desvi la mirada y el rostro ruboroso.

Tendrs que conseguir que Saxon te lleve a la compaa cuando salgan a pasear acot Sandra al notar el rubor en el rostro de Maggie y adivinando la razn. El rostro de Saxon se ensombreci, sus manazas se aferraron a los brazos del silln, furioso. Eso est descartado dijo l, firme. Pero querido argument Sandra, te hara bien... Saxon se levant, impaciente. Yo decidir lo que es bueno para m replic, tajante. Dnde est esa maldita mesita de caf? Siempre me tropiezo con ella. No puedo entender por qu la gente la vive moviendo de aqu para all! Maggie se puso de pie conmovida por la expresin apenada de Sandra. Deja de ladrar a la gente le dijo a Saxon al tiempo que se acercaba a l con gentileza y lo tomaba de la mano. Por un instante crey que l la soltara con un sacudn y tambin la arrojara lejos de l. Pero luego de una breve vacilacin sus dedos clidos se enroscaron en los de Maggie y los presionaron con un gesto posesivo que envi un estremecimiento de placer por todo su cuerpo. Me guiars por la casa, es eso? pregunt l, seco. Maggie gui un ojo a los dems. No, seor. Pens que le permitira guiarme por este casern replic ella, picara. Oh. Saxon sonri levemente. Contra qu te agradara chocar primero? Contra una silla o una pared? Qu te parece el porche de entrada? sugiri ella. Ha salido el sol y las montaas se ven magnficas a la distancia. Yo no podr verlo replic l. Te describir toda la escena ofreci ella, tironendolo de la mano. Disclpennos mientras reimos les dijo a los miembros de la familia que rean en voz baja mientras ambos desaparecan por la puerta. Me reirs? pregunt Saxon una vez que ella lo sentara en la mecedora a su lado en medio del espacioso porche delantero. Maggie bebi el aroma dulzn y fresco del aire otoal mientras sus ojos se extasiaban en los rboles distantes que cubran las laderas de las Blue Ridge Mountains. Eso parece ser todo lo que t deseas replic ella.

Demonios si lo es murmur l buscando la mano de Maggie hasta encontrarla. Entrelaz los dedos con los de ella y se reclin con un suspiro de pesar. Te extra. Es cierto? Ella alz los ojos hacia el semblante de facciones recias y sinti que algo en su interior se derreta. Deseaba admitir cunto lo haba extraado, pero podra convertirse en un arma en manos de Saxon en contra suya y an no saba hasta dnde poda confiar en l ya que sus cambios de humor eran demasiado sbitos e impredecibles. Saxon ri con risa seca. No me crees, verdad? Qu sucede, cario? Crees que busco tus debilidades antes de atacar? Y no es as? replic ella. El alz los hombros anchos en gesto desdeoso y le solt la mano para encender un cigarrillo. Fum unos minutos con el ceo fruncido. Al principio te culp de todo admiti l. Por todos los infiernos! jams haba odiado a nadie como a ti. No esperaba esa clase de traicin de parte tuya. Crea que estbamos cerca del comienzo de algo muy... de una relacin muy distinta de la que habamos tenido hasta ese momento. Ella cerr los ojos. Ella haba credo lo mismo. El da anterior a la salida de la revista que llevaba la nota de la discordia, haba habido un momento muy especial en que ambos se haban mirado a los ojos dejando de lado los disfraces y las mentiras; cuando la mirada de cada uno haba mostrado todos los mismos deseos terribles, la necesidad que ambos sentan de transformarlos en ciega pasin devastadora si la puerta de su oficina no se hubiera abierto de repente para dar paso a un joven ejecutivo. Llegar el da en que me creas? pregunt ella casi sin aliento. Estoy ciego recalc l y aspir con fuerza el humo del cigarrillo. Tienes idea de lo que es vivir sin el sol, vivir en las sombras, depender de la gente? Es algo que jams me haba ocurrido antes y yo no... Cort el chorro de palabras para volver a fumar con ansias. Yo no lo soporto y no puedo bastarme por m mismo admiti l a regaadientes. Algunas veces, de noche, el dolor es insufrible. No puedo dormir, as que me quedo tendido en la cama, despierto y cavilo. No puedo dirigir la compaa de esta manera, no sin mis ojos, as que todo el peso recae sobre Randy que no tiene la edad suficiente ni la experiencia necesaria para hacerlo solo. Qu sarta de estupideces! le dijo Maggie, sin amilanarse. Se volvi a enfrentarlo feliz por el calor que reciba del cuerpo cercano al suyo. Puedes hacer todo lo que hace un hombre normal, si dejas de condolerte por tu desgracia de una vez por todas. Intntalo. Saxon qued rgido por un instante y luego, explot.

Que yo me compadezco de m mismo? Su semblante se puso tenso y los ojos sin vista la buscaron por el sonido de su voz. Maldita seas! Si hubiera gritado hubiera sido menos intimidatorio su actitud, pero esa voz calma, fra, tena el filo de una navaja y Maggie sinti que un escalofro la recorra de pies a cabeza. Ms, no retrocedera ni un centmetro. La piedad, por ms que la sintiera, no lo ayudara a recobrarse. Y mucho menos sacara a este hombre orgulloso y arrogante de la prisin que haba construido a su alrededor. Slo la ira lo ayudara a escapar. Cmo lo llamaras, seor Tremayne? lo incit ella. Te lo pasas sentado en la casa todo el da y te niegas a recibir ayuda, sin contar con que te niegas tu propia ayuda. No deseas ni acercarte a tu imperio. Cul es el problema? No podrs soportar que alguien te abra una puerta por ti? El cigarrillo sali volando por los aires y l la tom por los hombros con sus manazas con una exactitud que la asombr. Luego comenz a sacudirla con fuerza. No sigas le grit. El roce de sus manos le hicieron temblar las piernas, pero no de miedo. No tienes miedo a la piedad, a la compasin, Saxon? susurr ella observndole el rostro que se aproximaba. Acaso no ser eso lo que sucede? Saxon apret las mandbulas, entrecerr los ojos y ella pudo comprobar que la flecha haba dado en el blanco. El cerr los ojos por un instante y volvi a abrirlos. S admiti el con dolor. Maggie estir sus manos trmulas y tom el rostro viril con una audacia que jams hubiera pensado que posea. El se encogi imperceptiblemente al sentir el roce sedoso de sus dedos. Cmo es posible que alguien tenga piedad de un hombre como t? No sabes acaso, que todava eres mucho ms hombre, aun sin tu vista, que la mayora de los hombres? Ciego, sordo o paraltico, an eres Saxon Tremayne. Si crees en ti mismo, puedes hacer todo lo que quieras. Cualquier cosa. Maggie percibi un destello de vacilacin e indecisin debajo de las pestaas espesas. Las manos que la sostenan por los brazos se haban vuelto suaves; sostenindola sin lastimarla. No soporto la compasin respondi l. Me alegro contest ella con tono ligero, porque no fingir que la siento ni te la ofrecer. No usar un bastn bastardo le advirti l.

Ella sonri a travs de lgrimas que l no poda ver. Me tendrs a m por un tiempo. Despus, me reemplazars por un perro gua. No te agradan los animales? No lo s. Nunca he tenido tiempo para ellos. Los perros son buenos compaeros. Son muy inteligentes y mucho ms suaves que un bastn. Adems, existen dispositivos especiales que pueden implantarse en tu cuerpo para reemplazar la visin. No dijo l, tajante. Al menos, podras hablar con un mdico... En cambio, t podras callarte murmur l y antes de que ella se diera cuenta, se inclin sobre ella y deposit sus labios sobre la boca de Maggie. Al tocarlos, los labios de Saxon se entreabrieron separando los de ella, fusionndose con ellos y abrindolos del todo para dar cabida a su lengua inquisitiva. Las manos de Maggie vacilaron sobre las mejillas de Saxon hasta que se decidieron por ascender lentamente hasta las sienes plateadas. Cerr los ojos y su boca se entreg con deleite al beso, desendolo mientras la brisa los envolva con su aroma dulzn y su sonido se mezclaba con el suave chasquido de la seda al ser estrujada por los brazos de Saxon. Maggie sinti que estaba en el cielo al ser abrazada por l y al recibir su beso apasionado. Haba pasado mucho tiempo y ella lo haba deseado tanto durante estos largos meses que todo le pareca un sueo. Gimi con dulzura ante la fuerza del apetito contenido que ahora se liberaba. Jams haba podido imaginar que sentira un deseo tan potente e irresistible por ningn hombre; un deseo que pareca dolerle en todo el cuerpo, que le haca temblar las piernas mientras moran las protestas antes de llegar a la boca que l devoraba con frenes. Saxon se retir unos centmetros y dej deslizar su mano hasta el montculo tenso del seno. No susurr ella, desviando la mano hacia el hombro. Yo slo quiero ver cmo te ves ahora respondi l con una sonrisa maliciosa. Ya lo has hecho le record ella. Probablemente has cambiado un poco dijo entre sonrisas contenidas . Y yo soy un pobre ciego que no tiene ojos para ver. No me vengas con sas replic ella, riendo. T, ricachn lujurioso. Cre que te quedaras para ayudarme. Mi cama es muy amplia...

No es sa la clase de ayuda que te dar, y lo sabes muy bien le contest ella. Los dedos fornidos se deslizaron por la lnea de los labios forzndoles una sonrisa. Los ojos de Saxon brillaron con buen humor en la misma forma en que lo hicieran cuando an la vean. An sigues siendo virgen? Cmo supiste que lo era? pregunt ella estudindole el rostro. No lo saba. Pero no eras muy mundana, seorita Sterline le record l. Y todava te resistes y te sientes molesta cuando te tocan con un poco de intimidad. Soy curioso. Me gustara saber si te has acostado con algn hombre. La mirada de Maggie baj hasta el cuello de Saxon donde vio pulsar una vena con ritmo acelerado. Suspir lentamente. S que no est exactamente de moda en estos tiempos, y de cualquier manera, la mayora no me cree... por lo que dejo que los hombres piensen que soy extremadamente selectiva y no hago ninguna aclaracin. Debo asumir por lo que dices que jams has dicho s? pregunt l con los ojos ms fijos que nunca sobre su cara. Maggie inhal profundamente. S admiti con cautela. No es que intente retrotraerme a la poca victoriana agreg. Lo que sucede, es que para m, el sexo significa compromiso. Un compromiso total con un hombre. Y no he encontrado uno con el que desee comprometerme para siempre. Eres una mujer muy atractiva coment l como si la viera con los ojos de la mente. Escultural creo que es la palabra y con un rostro adorable para completar el cuadro. No deben haber faltado oportunidades. No han faltado admiti ella. Alz el rostro con una sonrisa y entonces comprendi que era una sonrisa que l no poda observar, aunque se oa en su voz. Todava agreg ella, con picarda. Saxon no sonri. Los dedos volvieron a recorrer las delicadas facciones con una tenue caricia. Te deseo dijo l en voz baja y sus palabras fueron ms fuertes por su misma suavidad. Quiero que la primera vez sea conmigo. Maggie se sofoc. Por qu? pregunt hundindose en las caricias de sus manos y en la dulzura de sus palabras. Porque algn idiota descuidado podra lastimarte. Yo no lo hara. Se inclin y frot las mejillas speras contra las de Maggie lentamente y con toda la sensualidad de la que era capaz, mientras su aliento le acariciaba lo

oreja. Jams le he hecho el amor a una virgen susurr a su odo. Y nunca lo haba deseado hasta ahora. Sabes acaso qu valor incalculable posees? Maggie contrajo los dedos detrs de la cabeza de Saxon. Deseaba desperezarse como un gato, mover su cuerpo sinuosamente contra el suyo y de repente comprendi que sus ansias eran levemente chocantes para ella misma. Apenas si poda respirar por los latidos enloquecidos de su corazn. Esto es parte del plan? No supo cmo pudo hablar y se odi por hacerlo de este modo, pero se debilitaba y no se atreva a permitrselo. Es parte del plan para hacerme pagar por lo que t crees que hice? El cuerpo de Saxon se petrific. Respir profundamente y se alej del lado de Maggie. La antigua rigidez volvi a posesionarse de sus facciones; la ternura se haba desvanecido de los ojos oscuros. Eres mordaz, no es as? Pregunt entrecerrando los ojos. De ahora en adelante deber ser ms cauto contigo. No hars que caiga de rodillas frente a ti, seor Tremayne replic ella, alejndose. Pero si quieres, puedes intentarlo. Crees que no podra, cario? Inquiri l alzando la ceja. Esto slo ha sido una pequea escaramuza. An queda la batalla por librar, y t estars cerca de m por un rato largo. Solamente por un par de semanas respondi ella, firme. Yo tambin tengo un empleo que cuidar y que no me esperar indefinidamente. Discutiremos ese pequeo problema en otro momento. Encendi otro cigarrillo. Vinimos aqu afuera a admirar el panorama, segn tengo entendido. Tambin as lo crea yo musit ella cruzando las piernas. Qu te agradara hacer sobre ese tema? Podra juntar algunas hojas y tirrtelas por la cabeza junto a algunas piedritas para darte la sensacin de la estacin otoal. Yo tambin podra arrojarte desde este maldito porche dijo l, riendo . Ciego o no, no me dara mucho trabajo hacerlo. Maggie ri con l y la tensin pareci disiparse. La mirada de Maggie se perdi en la lejana sobre el borde afilado de las montaas azules. Cunto hace que tu familia vive en este lugar? En Jarrettsville? Ciento cincuenta aos ms o menos. fund el pueblo es un antepasado mo. Y la familia de tu madrastra? Aventureros norteos que llegaron aqu despus de la guerra. El ri entre dientes. Adoro bromear y atormentarla con eso. Sandra es la sal de El Jarret que

la tierra; puede aceptar un chiste... aun a su costa, y no creas que no los devuelve. No es una mujer fogosa, pero es muy testaruda. Sus ancestros eran los Steele de Chicago. Su abuelo se estableci aqu y se dedic a la industria textil lo mismo que haba hecho mi familia. Es la industria principal en esta zona. Y t tienes la sucursal ms importante en Charleston record ella, no aqu. Saxon sonri. La familia de mi madre era de Charleston. A propsito, el abuelo de mi padre fue alguacil de la ciudad por un tiempo hasta que lo mataron al intentar arrestar a un hombre. An conservo el viejo reloj de bolsillo que llevaba cuando lo mataron a tiros. Tiene las iniciales grabadas en el dorso. Es toda una reliquia. As lo creo acord ella. Suspir y tambin sonri. Yo tengo algunas reliquias de mi familia materna. Una vieja pistola, algunas piezas de cristal y otras de plata. No es mucho, me temo: mi familia no era rica. Tampoco la ma, cario, no al principio. Vinieron de Escocia con la ropa al hombro y una gran determinacin de hacer que sus vidas mejoraran notablemente. Parece que lo lograron coment ella. Pero a fuerza de sacrificios. Todava cuesta mucho coordinar las plantas de produccin y mantenerlas en funcionamiento. El volvi a cavilar y ella le dio un puetazo juguetn en el brazo. Con ms razn debes volver a ponerte de pie dijo ella con una carcajada. Ahora, qu te parece si damos unas cuantas vueltas por el jardn y as te enseo a no pisar las races sobresalientes de los robles? El alz, orgulloso, la cabeza. Sera muy propio de ti hacerme ir de bruces contra el maldito rbol. Quin, yo? pregunt ella, con aire inocente. S, t, Blanca Nieves replic l, Pero ser mejor que tengas algo bien presente antes de llevarme de paseo. A qu te refieres? pregunt al tiempo que lo haca poner de pie. Si caigo, caer sobre ti. Ella se qued mirando la mole de su cuerpo y suspir con gesto teatral. Oh, caramba, ser mejor que me asegure de que eso no ocurra. Slo ser una pequea mancha chata de color sobre el suelo, verdad? Si caemos murmur l, inclinndose, pensar en muchas otras cosas menos en dejarte chata sobre el suelo.

Bueno, no te preguntar qu cosas prometi ella tomndolo de la mano. Soy una buena nia, lo soy, y no permitir que ningn ricachn lascivo me lleve por mal camino! El ri a carcajadas mientras Maggie lo ayudaba a bajar por los peldaos. Al menos era un comienzo.

Captulo 5Horas ms tarde, en el dormitorio de la planta alta que haban asignado a Maggie para todo el tiempo que deseara permanecer en la casa, ella y Lisa conversaban despus de haberse cambiado de ropa para la cena. Pens que te iras inmediatamente dijo Lisa, riendo al observar a su hermana mayor. Maggie tena un hermoso vestido verde esmeralda que haca juego con sus ojos. No eras la nica confes Maggie. Jams tuve sobresalto ms fuerte que ste. Cre que no me recuperara. Cuando Randy mencion que su hermano mayor era Saxon Tremayne estuve completamente segura de que mi vida llegaba a su fin. Es maravilloso, no te parece? murmur Lisa sorpresivamente. Quin, Randy? fue la rplica de Maggie. Sabes muy bien que me refiero a Saxon dijo Lisa frunciendo los labios. Maggie baj la vista a la alfombra blanca que haca resaltar el azul intenso de la colcha que cubra la enorme cama con dosel y los pesados cortinados de las ventanas que hacan juego. Crea que me odiaba. An no estoy muy segura de que no sienta resentimiento contra m. Toda esta palabrera sobre la necesidad de que lo ayude a restablecerse, bien podra ser una mscara, algo para entretenerme hasta que planee su venganza. Si la forma en que se aferraba a tu mano es indicativa de algo, deseara que Randy me odiara as. Maggie sonri. Se estaba asegurando de que yo tambin sufriera las consecuencias si lo haca chocar contra una pared. Ya ves. Qu har con respecto a mi empleo? Sabes muy bien que el diario no podr aceptar mi ausencia durante dos semanas. Nadie es imprescindible en este mundo le record su hermana. Tendran que arreglarse sin ti si te murieras. Adems, tengo el presentimiento de que el seor Tremayne ya se ha hecho cargo de eso. Maggie se estremeci. Jams pens que lo tomara de esta manera coment ella, preocupada. Lisa, qu debo pensar? Habr sido la culpable? Y qu pasar si no recupera la vista?

No sigas le pidi su hermana tocndole el brazo con cario. Todo lo que debes hacer es concentrar tus esfuerzos en ayudarlo a recuperar la confianza en s mismo. Y si lo amas tanto como yo creo, no ser demasiado difcil para ti, verdad? Maggie se puso de pie con un suspiro. S lo que siento confes ella. Lo que me mantendr despierta por las noches, es lo que l siente por m. Sin embargo, no me preocupar por el momento. Bajaremos a cenar y luego intentar vivir cada da como se presente. Es una solucin muy prctica, si quieres saber mi opininreplic Lisa, divertida. Empero, Maggie no se senta prctica. Se senta confundida, hambrienta y atemorizada. Mientras cenaba al lado de Saxon en la mesa larga debajo de la gran araa de cristal, sinti el impulso casi irresistible de levantarse y echar a correr. Sin embargo, tuvo que reconocer que Saxon era el hombre ms sensual que haba conocido. Los msculos bien trabajados estaban recubiertos por vello oscuro, cuya sombra se trasluca por la fina tela de la camisa. Maggie jams lo haba visto sin esa prenda, mas, de repente tuvo conciencia de que lo deseaba con toda su alma. Anhelaba tocarlo... Azorada ante la fuerza de su propio deseo, se dedic con atencin a la comida para ocultar los ojos que l no poda ver. Ests muy callada, Maggie murmur l, gentil. Ella alz la vista, nerviosa, y sonri olvidando por un instante que l no la vea. Estoy muy ocupada con esta comida deliciosa minti ella y agreg en silencio, que bien podra ser cartn de acuerdo con lo me dicen mis papilas gustativas. Saxon inclin la cabeza a un lado con una expresin divertida en sus ojos oscuros. Ests segura? Entonces, qu supones que me sucede? pregunt ella revirtiendo la situacin. Piensas que estoy aqu soando despierta contigo? Saxon ech atrs la cabeza y lanz una estentrea carcajada. Sandra y Randy lo observaron, estupefactos. Aparentemente, la risa era algo muy raro en ese hombre moreno desde que le sucediera el accidente. Lo ests? pregunt l. Quiero decir, soando despierta? Si de veras quieres saberlo, estoy preocupada pensando qu har si se te llega a ocurrir conducir el auto cuando salgamos a la maana.

La respuesta provoc la risa de todos los presentes y termin con el tema primitivo de la pregunta. A la maana siguiente, Maggie se puso una falda tableada en color verde y un suter haciendo juego. Sus piernas estaban cubiertas por altas botas de cuero color hueso de tacones bajos. As vestida, baj a desayunar. Una sensacin totalmente extraa la invadi al pensar que estara a solas con Saxon por unas horas. Era algo con lo que haba soado antes de que lanzaran esa nota daina que arruinara la relacin de ambos. Saxon ya estaba sentado a la mesa del desayuno, pero los dems no estaban por ningn sitio. Maggie? pregunt l, suave, levantando la cabeza al or el ruido de pasos que se acercaban. Algo en el tono de su voz hizo que la sangre corriera ms a prisa por las venas de Maggie. S respondi sentndose a su lado frente a la mesa enorme. Cre que habas dicho que bajramos a las siete. As fue. Pero, adonde estn los otros? insisti ella. En sus camas murmur l con una leve sonrisa. No haba necesidad de despertar a toda la casa porque salimos a pasear, no te parece? No, por supuesto que no. Tuvo que forzar sus ojos a desviarse de la figura imponente de Saxon. Vesta un suter blanco debajo de la misma chaqueta que usara la noche anterior con pantalones tostados y Maggie pens que estaba como para comrselo. Quieres un poco de caf? pregunt ella alzando la cafetera. An no he tomado nada replic l. Estaba esperndote. Ella sonri para s. Debo sentirme halagada? Eso dependera de lo hambriento que hubiera estado y me reservo ese tipo de informacin. Qu te parece si me sirves unos huevos, cario? Envi a la seora Simpson a buscar la correspondencia a nuestra casilla de correo. Maggie le sirvi lo requerido y tom la fuente con tocino y jamn serrano para acompaar los huevos y puso el plato frente a l. Jamn o tocino? pregunt a Saxon.

Tocino, pero prueba el jamn, es delicioso. granja.

Adems, lo trajeron de la

Maggie se qued mirndolo. La casa estaba en un lote de terreno inmenso rodeada de una cerca blanca con curiosidad. Es sta una granja? pregunt luego de unos minutos. Muy astuta, seorita Sterline. S, es una granja y nosotros criamos y cultivamos la mayor parte de nuestros alimentos. Ella suspir. Saxon era un hombre mucho ms afecto al aire libre y al campo de lo que haba imaginado, lo cual haca ms penosa su ceguera. Pesarosa, agreg una gran rebanada de pan tostado sobre el plato de Saxon y en el suyo. Deseas mantequilla? pregunt ella. S, por favor. Maggie agreg mantequilla a las dos tostadas con rapidez y le comunic que tena todo preparado en su plato. Para que l supiera dnde estaba cada cosa, utiliz como puntos de referencia los nmeros en la esfera del reloj. Maggie se sorprendi al no recibir comentarios custicos sobre sus directivas y verlo comenzar a comer sin dejar caer ni una migaja sobre el mantel. Has vuelto a quedarte callada mencion l luego de un momento. Estaba pensando que debas disfrutar muchsimo trabajar en la granja antes confes ella, contrita. El rostro viril se ensombreci y ella dese haberse mordido la lengua antes de decir semejante barbaridad. S. Tambin cabalgaba mucho por el campo. Ella lo mir. An ahora podras andar a caballo, verdad? Si voy acompaado creo que podra sin ningn problema respondi l, indiferente. Sabes cabalgar, Maggie? Un poco. Si voy demasiado rpido es seguro que me caigo. Eso pareci devolverle un poco el humor perdido. Podras cabalgar conmigo sugiri l. Yo podra sostenerte y t me indicaras la direccin correcta. Ella lo observ detenidamente. El slo pensar en estar tan cerca de l la dejaba sin aliento. Casi poda sentir el calor y la fuerza de sus poderosos msculos contra ella. Seguro le contest. Y si te caes, me arrastrars en tu cada y me aplastars!

Saxon dirigi la mirada vaca en direccin de la voz con el rostro tenso de facciones sensuales como la voz con la que le respondi. Me encantara aplastarte. Tenerte debajo de mi cuerpo. Pero a todo tu cuerpo. Maggie sinti el rubor que coloreaba sus mejillas y levant el pocillo de caf a los labios como para ocultarse. No se atreva a insistir en esa lnea de conversacin ni por todo el oro del mundo. No deseas jugar? murmur l con una sonrisa maliciosa. Ya veremos qu pasa. Termina tu desayuno, cario. Debemos cubrir mucho terreno hoy. Ella se inclin hacia adelante. Adonde iremos... adems de dar un paseo? A mi oficina replic l con un suspiro. Ella sonri en secreto. Ese sera el paso ms importante que diera desde el accidente y ella no poda dejar de sentirse orgullosa por haber influido en Saxon. Cuando terminaron de desayunar, ella lo tom del brazo y lo gui hasta donde estaban guardados los autos de la familia. Adentro se encontraban un Mercedes, un Fiat y un gran Lincoln negro. Cul es el tuyo? pregunt ella, insegura. Adivina. Maggie estudi el rostro orgulloso. El Lincoln. Saxon alz una ceja y s