alexander j - muerte esoterismo y reencarnacion

7/21/2019 ALEXANDER J - Muerte Esoterismo Y Reencarnacion

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MUERTE, ESOTERISMO Y

REENCARNACIÓN

ALEXANDER J.

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INDICE

Capítulo I: Para acabar con el tabú

Capítulo II: Un poco de historia

Capítulo III: El ser y el huevo cósmico

Capítulo IV: enómenos espiritistas y re!resión hipnótica

Capítulo V: "etempsicosis y memoria !en#tica

Capítulo VI: $ransmi!ración y reencarnación

Capítulo VII: %a espiral y la rueda

Capítulo VIII: %os estados póstumos del ser

Capítulo I&: Epílo!o

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Capítulo I: P'(' 'C')'( C*N E% $')+

Si hay una cuestión que no se considera de buen gusto tocar en esta sociedad que

se ufana de la carencia de tabúes es la referente a la muerte. Ya sea con personasfísicamente sanas o con aquellas que padecen alguna enfermedad grave, no está bienvisto, en general, tratar de este asunto; en el primer caso se arguye que primero hayque vivir y luego ya habrá tiempo de ocuparse de tan ttricos asuntos, pero si ocurreque se presenta alguna grave enfermedad, se ob!eta que no hay que preocupar aenfermo para no agravar su situación. Sin embargo, seme!ante panorama de círculovicioso sólo es característico del mundo moderno y, particularmente, de "ccidente; entodas las restantes pocas y culturas la muerte se consideraba como parte de la vida yno se intentaba disimular lo evidente. #urante los dos o tres últimos siglos ha habido,primero en "ccidente y luego en el resto del planeta, un cambio de mentalidad más omenos paulatino que desembocó a fin de cuentas en sustituir la adoración a lo #ivinopor la adoración de facto de sólo el mundo visible y del mtodo científico; comoresultado, el ídolo al que adoran y en el que creen actualmente las masas, ya seaconsciente o inconscientemente, es la idea de $rogreso. $rimero se fue recortandotoda la realidad hasta no abarcar más que el mundo al que alcan%an los sentidoshabituales y, a partir de ahí, dado que los progresos en lo material son indiscutibles,era fácil e&tender la creencia en el progreso para sustituir a la antigua religión; era aúnmás sencillo, habida cuenta de que el 'ristianismo dominante ha ido de!ando de ladolas cuestiones propiamente metafísicas (#ios, los ángeles, el más allá, etc.,(ocupándose preferentemente de asuntos morales, con el funesto resultado que cabíaprever. ) decir verdad, como observan, entre otros, *ircea +liade y icolás -erdiaef /0, si la ense1an%a !udeo(cristiana (e islámica( sobre el 2in de los 3iempos y acercadel banquete de los !ustos, la felicidad de los tiempos últimos, etc., se interpreta

materialmente y, además, se suprime todo lo referente a las catástrofes quepreludiarán el 4uicio 2inal, lo que queda como subproducto es precisamente eldiscurso cultural hoy predominante. 'on todo, desde hace algún tiempo estánapareciendo grietas en la gran muralla del sistema y la inminencia del uevo *ileniolas irá ensanchando de día en día. "vnis, ocultismo, nuevas sectas, etc., forman todoun magma "New Age" que corroe continuamente para bien y para mal0 la ideologíadominante; quieran los dioses que la caída de este muro no forme en el 5suelo5 unboquete demasiado grande. )cerca de la cuestión de la muerte, la obra del #r.6aymond *oody, Vida después de la vida 70, publicada !ustamente un cuarto de sigloantes del uevo *ilenio, marca sin duda un giro importante en el inters del público, sibien precedido por libros como los de +lisabeth 8ubler 6oss. ) partir de dichapublicación se observa un inters creciente por las e&periencias de casi muerte, la

reencarnación, los via!es chamánicos, que no ha de!ado de aumentar. Se estáacabando con el tabú pero, al mismo tiempo, 9no crece tambin la desorientación:$arece (se piensa ahora( que las religiones occidentales negaban la reencarnación,mientras que avivaban el fuego del infierno eterno; por su parte, las religionesorientales defienden con la reencarnación una idea aparentemente más lógica yequitativa sobre lo que sucede tras la muerte; además, como suele pensarse sin máscomplicaciones en reencarnar en la 3ierra y como ser humano, habría la ocasiónplacentera de seguir representando toda una diversidad de papeles en este mundo;tambin hay diferentes casos probados de personas que recuerdan 5vidas anteriores5con lo cual se refuer%a más aún la valide% de la reencarnación; 9cómo compaginar lascreencias de las diversas religiones: a atención a los estados post mortem see&tiende incluso a un medio tan reacio como lo es el hospitalario, con mdicos y

enfermeras educados en la creencia de que todo termina con la muerte del cuerpo.'uriosa y paradó!icamente, los modernos medios de reanimación están fomentandoen parte las e&periencias de casi muerte al hacer volver al cuerpo a personas que de3



otra manera hubiesen muerto sin remedio. <na cultura en la cual los medios que másestán en contacto con los moribundos son (o eran( de lo más escptico es una culturapsíquicamente enferma, como los hechos lo vienen demostrando; sólo una sociedaden la cual el hecho de la muerte se tiene muy en cuenta y no se escondevergon%antemente puede aportar el necesario equilibrio mental. 'on todo, no cabeduda de que la actual situación (que tan rentable resulta para las cuentas bancarias de

psiquiatras y de compa1ías farmacuticas( está tocando a su fin. +n el presente te&tose demuestra que las ense1an%as de las diferentes tradiciones sagradas soncompatibles entre sí y tambin con los datos que parecen aportar las e&perienciascercanas a la muerte.

"3)S=

/0. 'f. icolás -erdiaef, El sentido de la historia, +ncuentro, *adrid, />?>. 3ambin *ircea+liade, 5os mitos del mundo moderno5, en Mitos, sueños y misterios, *adrid, @rupo ibro AA,/>>/.

70. 'f. 6aymond *oody, Vida después de la vida, +#)2, *adrid, />??.

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Capítulo II: UN P*C* DE ,I-$*(I'

a creencia de que la vida continúa de algún modo tras la muerte del cuerpo escomún a todos los pueblos y era vivida como algo evidente de por sí, sin que

constituyera ningún dogma obligatorio. 3ambin en "ccidente era creencia compartidapor casi todos, al menos hasta la llegada del negro humo de la revolución industrial. )sí como destaca la total unanimidad de los pueblos sobre la realidad. de la vidapóstuma, tambin resalta a primera vista la aparente diversidad de sus modalidades.+n lo referente a las culturas denominadas primitivas /0, se presenta ya de antemanola dificultad de las grandes diferencias de mentalidad y de lenguas entre losantropólogos y los nativos; aun suponiendo que los componentes de una tribudeterminada tengan ideas seme!antes, nunca se está seguro de que hayan sido bieninterpretados por el etnólogo o antropólogo de turno, y menos todavía en un tema tancomplicado. +n lo tocante a la 5reencarnación5, ante todo deberíamos intentar aclarar qu es lo que 5reencarna5, para luego comprobar si el pensamiento arcaico que seestá estudiando coincide con ello. aturalmente, si se quiere un mínimo de rigor y

profundidad, nos encontramos tambin que en nuestro mundo occidental hay unaserie de palabras diversas mucho más imprecisas de lo que sería de desear paradesignar tanto la constitución del ser humano como los diferentes estados tras lamuerte; por e!emplo, en el 'ristianismo, 9es lo mismo 5alma5 que 5espíritu5: 9+lB$araíso5 designa lo mismo que el 5'ielo5: )un sin entrar en mayores precisiones, losdiversos autores no concuerdan sobre la e&tensión de la creencia en la5reencarnación5. +l antropólogo 4ames 2ra%er /ACD(/>D/0 decía en su tiempo estar impresionado por lo frecuentemente que aparece, mientras que su colega de hoy,Eolger 8alFeit, notable e&perto en 'hamanismo, asegura que no está muy difundida;@. $arrinder, profesor de 6eligiones 'omparadas en la <niversidad de ondres, afirmapor su parte que la creencia en cuestión es omnipresente en toda el )frica tropical, y

así todo un sinfín de opiniones. 'entrándonos en las grandes tradiciones másorgani%adas, es habitual la aseveración de que las religiones orientales compartenespecialmente la fe reencarnacionista. $or lo que hace a la tradición propia de la Gndia,el Einduismo o -rahmanismo, pueden citarse las Leyes de Man, puestas por escritoqui%ás en el siglo GG a. '., que mencionan diferentes renacimientos según haya sido elcomportamiento anterior. 5)sí como se arro!an las ropas gastadas para ponerse otrasnuevas, el alma viviente se deshace de los cuerpos gastados para ponerse losnuevos5, dice el !hagavad uit#, GG, 77 70.$ero el tipo de renacimiento está ligado alHarma 5acción5, en sánscrito, y más específicamente 5acción ritual50 y las Leyes deMan presentan toda una teoría según la cual el que ha hecho el malfundamentalmente renace como animal, y el que ha actuado con predominio del bienrenacerá como genio o ángel $d%va&, mientras que aquel que actuó de!ándose llevar

por los deseos renacerá como ser humano. +n resumidas cuentas= Ya se actúe depensamiento, palabra u obra, el acto llevado a cabo dará fruto, bueno o malo, ydeterminará la vida posterior, me!or, igual o inferior5, dicen las Leyes de Man' 'omopuede verse, aquí no se restringe de ningún modo el renacimiento a la especiehumana, y en ello coincide con todas las escrituras sagradas que aluden a las vidassucesivas. +ntre los escritos que forman propiamente el núcleo de la tradición hindú,los himnos vdicos aluden ya a dos caminos diferentes que sigue el alma vivientecuando abandona el cuerpo= el d%va(y)na o vía de los #ioses y el pitri(y)na o vía delos antepasados; de la primera no se retorna a la manifestación individual0, de lasegunda sí que se vuelve. #icha ense1an%a la repiten los escritos más posteriores ye&plícitos, el !hagavad uit# y los *panishads+ 5$or sus acciones pasadas volverá anacer, entrando en la forma más acorde con sus inclinaciones. 'uando haya recibido

en un paraíso el fruto de las acciones cumplidas, regresará desde aquel mundo denuevo a ste, el mundo de la acción5, $!rihad)ranyaa *panishad&' 5*uchosnacimientos míos, ya pasados, y tuyos hay, oh )r!una. 3o todos ellos los cono%co,

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pero tú no los conoces, oh destructor de enemigos5, dice 8rishna en el !hagavad(uit#, canto GI, C+l -udismo, por su parte, hace mención al renacimiento tanto en lasescrituras de la rama -heravada el llamado .anon /a0i& como en las propias de larama Mah)y)na' a más difundida en "ccidente puede ser el llamado 5ibro 3ibetanode los *uertos5 $!ardo -hodol o /ar(to(tho trol& J0, especie de manual para orientar alprincipio consciente del difunto en el que se habla de seis tipos simbólicos de seres en

los que puede renacerse= como hombres, dioses, titanes, animales, entidadeshambrientas o seres infernales, todo ello si no se renace en el 1ewachen, un tipo deparaíso que es como la antesala del irvana o 2in Supremo0 y del que ya no se salehacia la 5reencarnación5. +&aminando el .anon /ali se encuentran asimismo las cincoo seis posibilidades ya citadas de renacimiento. $or lo tanto, el -udismo tampocopresenta ninguna garantía de 5reencarnación5 humana; por el contrario, hay un dichobudista según el cual 5si una tortuga emergiera del ocano una ve% cada cien a1os,habría más posibilidades de que al hacerlo su cabe%a se introdu!era en el orificio de unmadero a la deriva que las que hay para conseguir un precioso nacimiento en uncuerpo humano5.Ya en +uropa, parece que la primera referencia escrita sobre vidasanteriores sea la que se encuentra en +mpdocles DAJK7(DJ> a. '.0= 5Yo fui, en otrotiempo, muchacho y muchacha, matorral y ave y silencioso pe%5 $Las /urificaciones&'

Sin embargo, la fuente más influyente son los 1i#logos de $latón. )nteriormente,parece que la escuela pitagórica ense1aba ya las e&istencias sucesivas; #iógenesaercio escribe que, según Eeráclides $óntico, $itágoras decía de sí mismo que 5enotro tiempo había sido +tálides y tenido por hi!o de *ercurio; que el mismo *ercurio letenía dicho pidiese lo que quisiese, e&cepto la inmortalidad, y que l le había pedido elque vivo y muerto retuviese en la memoria cuanto sucediese5... que tiempo despusde muerto, pasó al cuerpo de +uforbo y fue herido por *enelao. Lue siendo +uforbo,di!o había sido en otro tiempo +tálides, y que había recibido de *ercurio el don latransmigración del alma... que despus que murió +uforbo, se pasó de alma aEermótimo... que despus que murió Eermótimo, se pasó a $irro... y finalmente... vinoa ser $itágoras, y se acordaba de todo cuanto hemos mencionado $Vidas de los m#silustres fil2sofos griegos, libro IGGG. <tili%amos la versión de 4. "rti%, -arcelona, "rbis,

/>AC0. +n todo, caso, ha de tenerse en cuenta que el $itagorismo era unaorgani%ación 5esotrica5 y no de!ó obras escritas que traten del asunto; $latón acogió,al parecer, buena parte de la doctrina pitagórica, y algunos diálogos suyos encaranparticularmente lo referente a la muerte, como 3ed2n, 3edro, orgias, Men2n, el ibroM de La 4ep5lica y el -imeo+ 5+ntonces, el alma, siendo inmortal, y habiendo nacidomuchas veces, habiendo visto todo lo e&istente, sea de este mundo o del de aba!o,tiene conocimiento de todo ello5 $Men2n&' 5+l alma de cada hombre ha sido, por ley desu nacimiento, espectador de la verdad eterna; de otro modo, no habría pasado nuncaa nuestro cuerpo mortal; con todo, no es nada fácil que la e&istencia actual nosrecuerde las pasadas5. $3edro&'3anto en el -imeo como en el 3ed2n y en el mito de +r narrado en el ibro M de La 4ep5lica hay referencias a encarnaciones enanimales.)parte del parntesis de )ristóteles, la ense1an%a de $latón se continúa a lolargo de los siglos en sus discípulos, siendo $lotino 7NC(7?N0 sin duda el máseminente. $lotino admite, siguiendo al maestro, la diversidad de los posiblesrenacimientos= 5)sí, cuando el alma se introduce en la planta, es una parte de ella laque permanece en la planta; se trata de su parte más imprudente y alocada, ya questa es precisamente la que ha avan%ado hasta aquí. $ero cuando se ha introducidoen un ser irracional es el predominio de su potencia sensitiva el que la ha conducidohasta l. +n fin, cuando ha penetrado en el hombre, su actividad se circunscribe alra%onamiento o procede de la inteligencia5 $Enéada V, 7, 70.+l discípulo directo de$lotino, $orfirio 7J7K7JJ(c.a. JND0, parece ser el primero que se tomó la libertad entrelos neoplatónicos de afirmar que las 5reencarnaciones5 de los seres humanos sólopueden tener lugar nuevamente como hombres; probablemente como reacción

defensiva ante las burlas de escritores cristianos sobre renacer como mosquito,man%ano, etc. Sea como fuere, a partir de esa poca comen%aron a aparecer declamaciones sobre 5la inmarcesible noble%a del 'ristianismo como religión oficial del

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Gmperio 6omano se impone cierto silenciamiento de la doctrina de las vidas sucesivas.+l gran "rígenes /AO(7CD0, considerado el primer teólogo de Gglesia contemporáneoy condiscípulo de $lotino0 ense1a o con!etura en su obra 1e /rincipiis que losespíritus(intelectos pree&isten a la e&istencia humana= 5Se llama alma $psi6ué& por haberse enfriado en el ardor del fuego divino, pero sin perder por ello la facultad devolver al estado de fervor en el que se hallaba al principio... parece deducirse que el

intelecto o espíritu $nous& habiendo caído de su primer rango vino a hacerse y llamarse psi6ué, y, si se corrige, vuelve a ser espíritu $nous&"' 3ambin decía que, al morir elcuerpo, las psiques pueden ir al $araíso terrenal, que es una especie de antesalapreparatoria de los 'ielos superiores; las almas o psi6ues que no han despertado a suorigen divino pueden tomar de nuevo un 5cuerpo5 ensomatosis0; pero, como observa$ierre autin D0,. sólo preveía la 5encarnación5 una ve% en cada uno de los sucesivosciclos diferentes de e&istencia; esta última particularidad es muy de tener en cuenta,puesto que "rígenes compartía, con el Einduismo y el -udismo, la doctrina de losdiversos ciclos cósmicos; no sólo e&iste el mundo que conocen los seres humanosactuales, sino que hay una serie indefinida de ellos 2ocio de 'onstantinopla siglo MG0asevera que 'lemente de )le!andría ca. /CN(ca. 7/C0, en una de sus obras perdidas,mantiene a veces la recta doctrina $sic&, pero otras veces ense1a fábulas $sic& de

metempsicosis y de mundos anteriores a )dán. 'lemente era el antecesor de"rígenes en la escuela de )le!andría. +n el 'oncilio de 'onstantinopla del a1o CCJ sediscutió y condenó la doctrina de la pree&istencia de los intelectos sin embargo, losespecialistas discuten hoy si pueden admitirse los. anatemas allí fulminados, ya queen las actas oficiales del 'oncilio no hay referencias al respecto. +n todo caso, locierto es que la ense1an%a oficial e&otrica sí que admite la e&istencia de un ángel dela guarda propio para cada ser humano, con arreglo al +vangelio de San *ateo, /A,/N= 5Sus ángeles, en los cielos, (dice refirindose a los 5peque1os5( ven continuamenteel rostro de mi $adre que está en los cielos5. 3ales ángeles custodios vienen acoincidir con los intelectos pree&istentes, como se comprueba leyendo a "rígenes, yse encuentran asimismo en las ense1an%as del *a%deísmo, 4udaísmo e Gslam. adiferencia está entre la interpretación e&terior o e&otrica, que considera a los ángeles

custodios como seres totalmente diferentes de los humanos, y la ense1an%a interior,inteligente de intus legere+ leer interiormente0, es decir, esotrica, que encara a losángeles de la guarda como una especie de arquetipo permanente del ser,intermediario entre el arquetipo increado y los estados individuales del ser, uno de loscuales aunque no el único0 es el estado humano. +l emperador 4ustiniano, queposteriormente habría de inmiscuirse con todo su poder en el ya citado 'oncilio dela1o CCJ, se ocupó en el a1o C7> de clausurar la )cademia $latónica de )tenas, ya enfranca decadencia. ) partir de este momento, el neoplatonismo de!a prácticamente dee&istir como escuela independiente y pasa a integrarse en el 'ristianismo, siendoespecialmente apreciado por los más intelectuales de entre los teólogos, tanto de laGglesia oriental como de la occidental. 3ambin en el 4udaísmo y en el Gslam,platonismo y neoplatonismo constituyen un importante foco metafísico, pero, en todoslos casos citados, lo referente a las e&istencias sucesivas se suele pasar ba!o silenciopor resultar aparentemente incompatible con la presentación e&otrica que se hace enlas mencionadas religiones de la vida de ultratumba. 'omo compendio de lascreencias predominantes en la +dad *edia occidental podría presentarse la obramaestra de #ante, La 1ivina .omedia, escrita a principios del siglo MGI y que describeun via!e a travs de diferentes grados infernales, del purgatorio o mundo psíquicointermedio0, del paraíso terrenal, en la cumbre de la 5monta1a5 del purgatorio, y de loscielos planetarios en realidad, grados 5paradisíacos50, hasta llegar al +mpíreo, 'ieloque es pura lu%, y desde allí contemplar los nueve órdenes o coros anglicos que sepresentan en forma de nueve círculos luminosos girando en tomo al resplandecientepunto de lu% que es la Santísima 3rinidad. #e este libro, *iguel )sín $alacios ha

demostrado las múltiples relaciones de fondo y de forma con el Li5ro del Via7eNocturno y las 4evelaciones de La Meca, de *ohyiddin Gbn B)rabi, el más grande delos maestros espirituales del esoterismo islámico y de cuya doctrina derivan varias de

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las principales órdenes iniciáticas islámicas. acido en *urcia, es denominado aveces 5Ei!o de $latón5 vase )sín $alacios, La escatolog8a musulmana en la 1ivina.omedia&' 3ambin se han encontrado grandes similitudes de a #ivina 'omedia conel libro )rdá Iiraf del *a%deísmo y con descripciones hindúes y budistas, de donde lahipótesis de una influencia que habría recibido #ante. de la Gndia, y se ha dichoasimismo de la obra que es 5totalmente neoplatónica5.+n realidad, tales seme!an%as

sólo demuestran la unidad doctrinal que hay en el fondo de las diversas tradiciones,sin necesidad de una influencia directa o de la e&istencia de 5prstamos5. $or nuestraparte, se1alaremos la concordancia entre la distinción que hace #ante entre el $araíso3errenal y. los grados superiores celestes o anglicos y la creencia general tanto entrelos cristianos primitivos como entre los de la +dad *edia y el 6enacimiento. +s enpocas más 5avan%adas5 cuando se va borrando la diferenciación entre los diferentesgrados, hasta llegar a la frase hoy habitual entre creyentes de que 5+l 'ielo es #ios5.'onviene indicar tambin que el propio #ante se1ala que e&iste en su obra un sentidooculto, ba!o el velo de los e&tra1os versos, para aquellos que tengan intelectos sanosvase 6en @unon, El esoterismo de 1ante&' #urante el sedicente 6enacimientoseguía diferenciándose más o menos entre el $araíso 3errenal y el 'elestial, si biencada ve% se atendía más a la 5vida ordinaria5 en detrimento de todo lo relativo al 5más

allá5. +n ciertos círculos de lite se prestó de nuevo algo de atención al asunto de lasvarias e&istencias al calor del renovado inters hacia neoplatonismo y hermetismo quepropagaba la )cademia $latónica de 2lorencia. )sí, según $ico della *irándola /DOJ(/D>D0 53odos los sabios indios, persas, egipcios y caldeos creyeron en latranscorporación de las almas.5"3)S=/0. Se trata en realidad de culturas en procesodegenerativo desde hace miles de a1os. Son 5arcaicas5, pero no 5primitivas5.70.!hagavad uit#, *adrid , *adrid, />>O. a edición de +dhasa -arcelona, />AA0 diceasí=.omo los vestidos vie7os 6uit#ndose 9 un hom5re se pone otros nuevos, 9 as8 de7andolos vie7os cuerpos9se dirige a otros nuevos la Encarnada' J0. El li5ro ti5etano de losmuertos, +#)2, *adrid, />A/. Eay una reciente traducción directa al castellano de6amón . $rats0, *adrid, Siruela, />>O.D0. 'f. $ierre autin, :rigéne, -eauchesne,

$arís, />??.

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Capítulo III: E% -E( . E% ,UEV* C/-"IC*

'omo se se1alaba al comien%o del anterior capítulo, es patente la falta deconcreción de las palabras que intentan designar la constitución del ser humano o los

estados post(mortem en las lenguas occidentales. Sin embargo, es posible restituirlessu significado profundo si se tiene en cuenta que, por encima de las aparentescontradicciones, las diversas tradiciones sagradas proceden de un fondo comúnesotrico que les confiere su significado más autntico /0; dicho fondo común es deorigen suprahumano, lo que garanti%a su veracidad, pues el ser humano en general,tras la salida del 5$araíso5, tiene el intelecto en el sentido autntico de la palabra0habitualmente dormido, y sólo utili%a la facultad propiamente humana, es decir, lara%ón, la mente mens latino o manas sánscrito0 racional. +l evidente estado deignorancia y desorientación de la humanidad en general y de algunos pueblos másespecialmente hace necesario que, desde el citado 'entro paradisíaco, sur!anrevelaciones espirituales de cuando en cuando, lo más adaptadas que sea posible a lamentalidad que predomina en ciertas culturas y en ciertos momentos. +sta noción de

5esoterismo5 está hoy lógicamente desprestigiada al confundirse con toda la mareacreciente acerca de poderes ocultos ovnis, adivinación, bru!ería, etc., o con artificiales5escuelas de pensamiento5 ocultista formadas por retales tomados de aquí y de allá,cuando no se trata de algo peor. 'on todo, la realidad de un 'entro Supremo y de la3radición $rimordial es indudable y resultarán inútiles los esfuer%os de algunosdirigentes e&otricos para negarlo; contraproducentes e inútiles fueron tambin losímprobos esfuer%os que se hicieron, por e!emplo, para mantener a todo trance elsistema geocntrico. 'omo alguien ha dicho, la ciencia hoy vigente ha puesto demanifiesto ciertos puntos dbiles de los e&oterismos religiosos, y sólo el esoterismotradicional está en condiciones de aportar las respuestas pertinentes a diversosinterrogantes que se hace el hombre actual. Y es que= 5$or la gnosis se perfecciona lafe, de forma que solamente por ella alcan%a el fiel su perfección... pero la gnosis estransmitida por tradición a los que se han hecho dignos de tal ense1an%a... la fe escomo un compendio de las cosas más necesarias, mientras que la gnosis es unae&plicación sólida de las cosas aceptadas por la fe5, tal y como se1ala 'lemente de )le!andría, entre otros párrafos seme!antes.5#ios5 es palabra que designa al Ser $uro,origen de toda la e&istencia y trascendente a ella; viene del latín deus sánscrito, d%va&y está en relación con la lu% del 5día5, la lu% solar Eablando simbólicamente, si #ios esel +spíritu y el Ser $uro, los rayos que de +l surgen, sin ser de Pl realmente distintos,pueden ser denominados 5espíritus de #ios5 o 5inteligencias de #ios5 $nous, en griego,e intellectus en latín0 o 5mensa!eros de #ios5. a palabra 5ángel5 deriva del griego ysignifica literalmente 5mensa!ero5, 5anunciador5; pero los ángeles, puras inteligencias,ya son algo creado aunque invisible para los humanos 5#ios es creador de lo visible y

de lo invisible5, dice el 'redo cristiano0, están ya su!etos a la e&istencia; el mismovocablo 5e&istencia5, de e;(stare, indica la dependencia de todo lo creado o e&istentecon relación al Ser increado que es su origen y su final. os ángeles, quecorresponden apro&imadamente a los d%vas del Einduismo, se caracteri%an por noestar sometidos a ninguna forma individual 70.'omo derivación de los mencionadosgrados anglicos se encuentran ya los 5mundos5 de la creación o manifestaciónindividual, en los cuales los seres aparecen su!etos a una forma individual para todo elciclo de desenvolvimiento de dichos mundos y, entre tales mundos de manifestaciónformal, uno de ellos es el estado humano. #icho estado tiene la particularidad de quecabe distinguir en l la modalidad sutil o psíquica, que es un con!unto bastantecomple!o, aunque en parte corresponde al ordinario sue1o con ensue1os, y lamodalidad corporal, que se hace visible a los sentidos ordinarios de la vigilia. 'uando

se abandona tal envoltura corporal puede ocurrir que se mantenga la forma psíquicahumana hasta el final del ciclo de nuestro mundo, pero de esto se tratará másadelante. )sí pues, hemos de considerar con el má&imo grado de realidad al Ser o

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+spíritu <niversal anterior a toda e&istencia J0. )llí, en palabras de $lotino, 5todos losseres son transparentes y nada tienen de tenebroso ni refractario, sino que todo ser esclaro para todo ser hasta en su intimidad y es todos los seres. $orque es la lu% para lalu%. 3odo ser, en efecto, contiene en sí mismo todo y ve en todo en cada uno de losotros. #e forma que todo está en todos los sitios, todo ser es todo, cada uno es todo yla irradiación es infinita... +n cada uno predomina su diferencia, aunque todo se

transparenta allí5 $Enéada V, IGGG, D0.)tendiendo ahora a la creación o manifestación,su. origen a partir de un simbólico Euevo 'ósmico es común a hindúes, chinos,tibetanos, egipcios, fenicios, órficos, celtas, en "ceanía, etc. 3ambin en el -almud,#ios se sirve de las dos mitades de un huevo para originar la creación. +n tal Euevo'ósmico $!rahm)nda en la tradición hindú0 están contenidos virtualmente todos losdioses, hombres, animales, etc., que de Pl se irán desarrollando. Si nos referimos atodo el con!unto de la manifestación universal, dice la .handogya *panishad que, alcabo de un simbólico a1o, la mitad superior formó el 'ielo y la inferior formó la 3ierra.+llo corresponde a la separación que se menciona en el @nesis. bíblico entre las )guas Superiores y las inferiores, aludiendo dichos 5'ielo5 y 5)guas Superiores5 a la5creación5 de los grados anglicos. +stamos ya en los coros anglicos, 5mundo5inteligible y supraformal en el cual el ser no está su!eto a una forma individual; así

como alguien que duerme puede adoptar en el sue1o con ensue1os diversas5personalidades5 sin ser afectado por ello, el ángel puede revestirse de variadasformas individuales sin resultar atado a ninguna de ellas. Si nos centramos en nuestroestado humano, lo del Euevo 'ósmico se refiere al origen de nuestra manifestaciónindividual. Se dice en el Einduismo que !rahm) aspecto 5creador5 del Ser <niversal,lshwara&, se manifiesta como 5+mbrión de "ro5 en el centro del Euevo 'ósmico C0.#icho +mbrión )ureo es el rayo anglico en nuestro mundo, el plano inteligible que sedenomina !uddhi en la tradición hindú y que origina, rige y reabsorbe al fin del mundoa todos los seres de nuestro mundo; más propiamente, de l se origina lamanifestación psíquica o sutil de nuestro mundo y de ella, a su ve%, se precipita en elsentido alquímico de la palabra0 la 5creación5 corpórea. $ara el ser humano, todas lastradiciones coinciden en la analogía que hay entre la constitución del macrocosmos y

la del microcosmos el hombre0. 5'uando decimos que todas las cosas están en #ios,entendemos que, lo mismo que Pl e&iste en su naturale%a y, a pesar de ello, esabsolutamente distinto de todo lo demás, de igual forma en Pl todas las cosas sehallan en la mayor distinción y, sin embargo, no distintas, y además porque el hombrees #ios en #ios. o mismo que #ios no es distinto del león y es totalmente distinto del, igualmente, en #ios, el hombre no es distinto del león y es absolutamente distintode l5, escribe el *aestro +cHhart, gran teólogo medieval, en uno de sus sermoneslatinos. +n un plano decreciente de realidad, nos encontramos con el ángel custodio,que no es 5un bonito cuento para que los ni1os duerman tranquilos5, como opina elvulgo, sino que, con distintas formas, es ense1an%a común a las tradiciones sagradas.#ice la -iblia que 5#ios creó al hombre a su imagen y seme!an%a5; esta 5imagen5, engriego eion y en hebreo tselem, según el profesor @. Scholem, especialista en 8ábalay tradición hebrea, corresponde a la 1aena del *a%deísmo o Qoroastrismo. #icha1aena es como un ser pree&istente que sale al encuentro del recin fallecido cuandoste atraviesa el puente .hinvat y que lo guarda y ayuda durante su vida terrestre. )lmismo tiempo, se presenta como una especie de conciencia religiosa que adoptaapariencias distintas según haya sido la conducta del difunto en la 3ierra. 4udaísmo,'ristianismo e Gslam invocan tambin la e&istencia de un ángel de la guarda propiopara cada ser humano. +n la tradición hindú, !uddhi se presenta como un rayoluminoso que conecta los estados individuales del ser con su arquetipo increado, el Sí*ismo, tal y como ya se ha dicho. 'onsiderando ahora a un determinado ángel comoun simbólico rayo solar, dicho ser se refractará en nuestro medio cósmico (psíquico yfísico( en aquel punto que est acorde con su naturale%a intrínseca y no en ningún

otro. 6eali%ará así en modo creado la posibilidad de manifestación en nuestro concretoestado de e&istencia que l porta en sí mismo desde siempre en modo no creado. <nave% encarnado un ser en nuestro estado humano, aunque sea durante unos segundos,

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ello significa que se era su modo propio de manifestación en nuestro mundo y, por lotanto, no cabe ninguna reencarnación. o que sí es posible es la transmigración aotros mundos individuales de manifestación. )cudiendo a la analogía con elmacrocosmos, podría decirse que el 5rayo solar5 toma contacto y que sea mas afíncon sus características propias. +s importante tener en cuenta que los padrestransmiten al hi!o tanto la herencia corporal(fisiológica, que es evidente, como tambin

una herencia psíquica o sutil, aunque no apare%ca sta tan a las claras. )sí como de!rahm) o el +mbrión )ureo se dice que queda envuelto aparentemente por el Euevodel *undo, pero al llegar el final de nuestro alpa el fin del mundo de las religionesoccidentales0 los diversos seres que se han manifestado en nuestro ciclo regresan asu origen y toca a su fin la representación 5teatral5 tambin el ser anglico queestamos tratando con respecto a un hombre, queda aparentemente envuelto ycircunscrito por un óvulo fecundado, tanto corporal como psíquico, pero, una ve%desarrolladas las potencialidades inherentes, el cuerpo muere, y puede ocurrir entonces que dicho ser se mantenga de momento en el dominio psíquico a la esperadel 5fin del mundo5. Sin embargo, una ve% que el ciclo del hombre toca a su fin y acabael 5!uego cósmico5 correspondiente, no hay ya individuo humano propiamentehablando, pero ello no significa que perdamos algo. o es que al nacer en la especie

humana hayamos podido 5agarrar5 por fin una identidad individual y que al fin delmundo la perdamos, sino que el nacer como humanos corresponde a una posibilidadde manifestación que es desde siempre en nuestro arquetipo en modo nomanifestado; retornando a la 2uente de donde todo procede no puede perderse nada.3ambin puede ocurrir que al morir el cuerpo, el ser no consiga mantenerse comohumano en la modalidad sutil o psíquica hasta el final de nuestro mundo; en tal casotiene lugar la 5segunda muerte5 y el 8arma determinará la transmigración hacia otromundo individual, como luego se verá.

"3)S=

/0. )cerca de la distinción entre 5esoterismo5 y 5e&oterismo5, vase 6en @unon,introducci2n general al estudio de las doctrinas hindes, ', -uenos )ires, />AA.70. +nreferencia a los ángeles hay que distinguir básicamente entre los que ocupan una posicióncentral y aqullos de situación perifrica. )sí como en la 3ierra están las especies animalescomo periferia de la posición central del ser humano, en el 5'ielo5 se distinguen los simplesángeles, por una parte y, por otra, los 'uatro )rcángeles que manifiestan el 5+spíritu de #ios5en árabe, Er(4<h&'J0. $ara hablar con toda propiedad habría que considerar en primer lugar alGnfinito como má&ima realidad, pero las religiones monoteístas no suelen detenerse en ello 'f.cap. IGG0.D0. +n varios pasa!es bíblicos el *esías o 'risto es denominado 5germenR.

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Capítulo IV: EN/"EN*- E-PI(I$I-$'- . (E0(E-I/N ,IPN/$IC'

+nla%ando con el capítulo GG, puede decirse que durante el siglo MIGGG rebrotan las

especulaciones sobre vidas sucesivas entre varios filósofos alemanes, destacandoespecialmente @otthold +phraim essing. ) caballo entre los siglos MIGGG y MGMprestaron tambin atención al asunto Schleiermacher y Schopenhauer, entre otros.os autores mencionados entienden que una ve% se nace como ser humano, la5reencarnación5 sólo ocurre en otro cuerpo humano y me!orando progresivamente. +nla 2rancia de la misma poca, 'harles 2ourier, considerado el padre del socialismoutópico, afirmaba la reencarnación asociándola tambin con la evolución progresiva ame!or; creía que a todos nos esperan muchas vidas, algunas en este mundo y otras enun plano más elevado, con un cuerpo me!or y con sentidos mas refinados. $ierreerou&, por su parte, especulaba con las reencarnaciones como necesarias etapas por medio de las cuales van alcan%ando las criaturas un estado de progresiva felicidad;creía que la reencarnación es la más sensata e&plicación para el mal y el sufrimientotan desigualmente repartidos. )sí pues, en tales medios socialistas se estimaba lareencarnación como la más plausible e&plicación para las desigualdades sociales, y seasociaba con la evolución progresiva. #urante el siglo MGM , el transcendentalismonorteamericano no de!a de interesarse por el tema de las diversas e&istencias,pudindose citar al respecto a 6alph aldo +merson y a alt hitman. +s tambinen los +stados < nidos y en /ADA donde hay que datar el origen del movimientoespiritista. ) finales de /AD? y en una casa de Eydesville +stado de ueva YorH0, enla que acababa de instalarse la familia 2o&, comen%aron a notarse diversos eine&plicables golpes, despla%amientos de ob!etos y otros fenómenos, todos ellostípicos de lo que suele llamarse 5casas encantadas5 y que se conocen desde la )ntigTedad. )l cabo de unos meses se tuvo la idea de comunicarse por medio de

golpes rítmicos con la entidad que se manifestaba y se consiguió una respuestacoherente.. Se inventó entonces el llamado "spiritual telegraph", numerando las letrasdel alfabeto, y ello permitió conversar con la 5entidad5, la cual di!o haber sido en vidaun tal 'harles y tambin que había sido asesinado en la misma casa y enterrado allí.+&cavando en el lugar se encontraron efectivamente restos de osamentas y tambinse observó que los fenómenos ocurrían casi siempre en presencia de las hermanas2o&, lo cual alertó en adelante sobre el papel de los mdiums. ) partir de esemomento, y a travs de diversas vicisitudes, el espiritismo creció imparablemente,sobre todo en )mrica, y a los cuatro a1os tenía ya lugar el primer congreso. os5espíritus5 se habían puesto en incesante movimiento y se comunicaban mediantediversas prácticas que fueron apareciendo, como mesas parlantes o giratorias, oui7a,etc., pero sobre todo por intermedio de algún ser humano, de un 5mdium5.+n 2rancia,

E. 6ivail, alias )llan 8ardec, se ocupó de sistemati%ar las comunicaciones de lossupuestos espíritus, especialmente en el Livre des médiums y el Livre des esprits= fueuna iniciativa importante para fi!ar la ideología del movimiento, ya que se veíaclaramente que los mensa!es que transmitían los 5espíritus5 de marras eranhabitualmente contradictorios. Si hay algo evidente en las comunicaciones espiritistases cómo refle!an, al menos en parte, el contenido mental de aquellos que asisten a lassesiones, el cual está además inevitablemente condicionado por las 5ideas que estánen el aire5, las corrientes mentales de una determinada poca. 'omo ya se ha dicho,fenómenos similares a los de la mansión de Eydesville son conocidos desde muyantiguo, y ya en una carta de $linio el 4oven se relata un caso muy parecido de unacasa de )tenas. o característico de los espiritistas es la interpretación que dan aestos fenómenos y a las comunicaciones obtenidas por mdiums, vasografía, etc. $or

encima de las diferencias ideológicas entre ellos, su creencia común es que se puedecomunicar con los muertos por medios materiales. os casos que se conocen desde laantigTedad serian verdaderamente comunicaciones del espíritu de los difuntos, y así

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las creencias y prácticas del espiritismo go%arían de una tradición venerable. o ciertoes que los e!emplos que se invocan de otras pocas o de otras culturas no secorresponden con las banales creencias del espiritismo. Se sabía en la antigTedadque hay una serie de fenómenos que están ligados, no al núcleo permanente ysobrenatural del difunto, sino a los restos psíquicos que de!a ste al morir. +n el yacitado caso que relata $linio el 4oven siglo G0 el 5espíritu5 pidió que se llevaran a cabo

los correspondientes ritos sagrados que no se habían cumplido a su muerte y, una ve%reali%ado ello, el 5fantasma5 de!ó de aparecer. +s un tópico habitual entre historiadoresy antropólogos disertar sobre la 5ambivalencia5 de la actitud que mantienen diversospueblos 5primitivos5 o antiguos con respecto a los 5muertos5. Eabría tanto unaveneración respetuosa como, al mismo tiempo, un miedo irracional, todo ello debido ala ignorancia. Sin duda, todo conocimiento puede terminar por perderse o puede ir degenerando, pero, en este caso, no se trata de ignorancia alguna sino de la distinciónentre dos aspectos muy distintos. Si está o estaba e&tendida entre diversos pueblos dela 3ierra la prevención o el miedo hacia manifestaciones de los 5muertos5, ello sedebía a que, al menos ciertas lites, sabían que no se trata del espíritu del muerto enel sentido autntico de la palabra, sino de elementos en descomposiciónpertenecientes al plano sutil. Eablando en trminos cristianos, se puede mantener una

actitud respetuosa hacia las 5ánimas del $urgatorio5 porque tales ánimas o almasestán, por así decir, en el buen camino y a la espera de entrar en el $araíso, pero ellono quita para que se tomen medidas higinicas con relación al cadáver que de!an en elmundo visible. #e forma parecida, tales ánimas pueden de!ar un 5fantasma5, sobretodo si han muerto violentamente, y los ritos mortuorios se dirigen, en parte, a prevenir tales infestaciones. 3ampoco son infrecuentes las declaraciones sobre el primitivismode ciertas culturas que creen en varias 5almas5. Sin embargo, sin ir más le!os, latradición hebrea distingue entre el o5, que es Go relacionado con las infestaciones,5casas encantadas5, etc., el nefesh, el ruah y el nesamah apro&imadamente, 5almavegetativa5, 5alma sensitiva5 y 5alma racional50. +l o5 puede ser ob!eto de evocaciónmágica, y a ello se refiere la evocación del profeta Samuel que se narra en la -iblia. aposibilidad que hay de utili%ar el o5 en prácticas de bru!ería es lo que e&plica la tan

e&tendida prohibición de la necromancia, la adivinación por los 5muertos5.+l espiritismotuvo el mrito al principio de llamar la atención sobre realidades alternativas alagobiante materialismo reinante en la poca, pero sus creencias no de!an de ser unmaterialismo traspuesto y refle!o de la ideología de su tiempo. $recisamente esto es loque e&plica (en parte( el rápido avance que consiguió, sobre todo en )mrica;especialmente destaca su culto supersticioso al fenómeno, adoración que compartecon la mentalidad predominante tanto hoy en día como en su poca de origen. Seolvida demasiado frecuentemente que un mismo hecho es susceptible de variase&plicaciones alternativas y que hechos seme!antes pueden tener un origencompletamente distinto; así, por e!emplo, hay fenómenos que se dan tanto en las vidasde algunos santos como en la bru!ería. a forma sutil del ser humano viviente essusceptible de diversas posibilidades generalmente desconocidas por el público y quepueden estar detrás de muchos hechos atribuidos a los muertos5 por ignorancia. +lmedio cósmico sutil es llamado tai7asa en la tradición hindú y se sabe que la formasutil o psíquica puede, por e!emplo, condensarse y materiali%arse en cualquier lugar sin intervención de ningún mdium, de donde los casos de bilocación o los deapariciones de seres humanos a distancia en el momento de su muerte o poco antes.a forma sutil puede adoptar la misma forma del cuerpo, pero a veces adquierecualquier otra forma, de donde los relatos de bru!os o chamanes que aparecen conapariencia de animales. 3ambin e&iste la posibilidad de transportar íntegramente laforma corporal hasta el estado sutil de nuestro mundo, con lo cual no queda cadáver visible; a tales casos muy especiales se refiere lo que la -iblia relata acerca deEenoch y de +lías. +n definitiva, los mensa!es de los 5espíritus5 en las sesiones,

proceden en su mayor parte de las ideas más o menos conscientes de losparticipantes y el caso de )lían 8ardec es paradigmático, puesto que las creencias enel progreso, en el evolucionismo y en la reencarnación progresiva y sólo en humanos

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proceden del ambiente de su tiempo y muy especialmente de los ya citados mediossocialistas franceses del siglo MGM. 3ales ideas las heredó del espiritismo la Sociedad3eosófica de E. $. -lavatsHy sobre todo la fe reencarnacionista0 y de ambosmovimientos pasaron a las diversas escuelas ocultistas. )sí, a modo de e!emplo, elocultista $apus aseguraba que la reencarnación ha sido ense1ada como un misterioesotrico en todas las iniciaciones de la )ntigTedad /0; al decir esto lo que hace

$apus es confundir la reencarnación con la autntica transmigración, como luego severá. $ara acabar, conviene traer a colación la sentencia de la -hagavad(@uitá= 5sonhombres de tinieblas los que rinden un culto a los muertos y a los espíritus. Eay genteque no acepta en principio las hipótesis espiritistas pero que, sin embargo, participanen cierto modo de su mentalidad reverente y genufle&a ante los fenómenos; entreellas, cabe incluir a los que creen sinceramente que pueden encontrarse pruebas de lareencarnación a travs de la denominada 5regresión de la memoria5 en estadohipnótico. Ya a principios de siglo, el psiquiatra de @inebra 3. 2lournoy reunió en elvolumen 1e las 0ndias al planeta Marte lo que le contaba en trance hipnótico uno desus su!etos de e&perimentación. $osteriormente, el coronel ). #e 6ochas que fuederivando cada ve% más del hipnotismo al espiritismo0 emprendió un estudio másmetódico en varias obras, destacando sobre todo Las vidas sucesivas' )cerca de tales

e&perimentos cabe se1alar en primer lugar que la hipnosis induce a un estadopsíquico que puede variar en los su!etos desde una suave rela!ación hasta unprofundo sonambulismo del que no se recuerde nada al despertar. os pacientes sonespecialmente receptivos en tal estado tanto a la sugestión del hipnoti%ador como a lahipermnesia facultad de acceso a la memoria mayor de lo habitual0; el encefalogramamuestra una percepción agudi%ada por encima de lo corriente, luego es una situaciónfavorable para la transmisión de pensamiento y otros fenómenos paranormales. +nseme!antes condiciones, el su!eto puede atraer las ideas del hipnoti%ador, aunque steno tenga voluntad consciente de influir, y tener acceso a ellas por telepatía, a menosque no sepa ya. más o menos de antemano el paciente cuales son las e&pectativasdel hipnoti%ador e intente cumplirlas fabricando personalidades a partir de susrecuerdos conscientes o inconscientes. Se sabe de varios casos en los que al utili%ar

la hipnosis con el fin que sea, han aparecido subpersonalidades del su!eto por accidente, ya que en toda persona 5normal5 hay potencialidades de carácter quepueden dar origen a una personalidad disociada de la principal cuando llega unasituación patológica. Ee aquí un abundante material para que el hipnoti%ado elabore5vidas anteriores5.$or a1adidura, en el sue1o ordinario todos e&perimentamos que unamínima alteración del entorno que no llegue a despertar al durmiente, puede dar lugar sin embargo a todo un sue1o de lo más complicado. +ntre el estado de sue1o y elhipnótico hay una evidente relación, como el propio nombre lo indica. uego, unapeque1a indicación del hipnoti%ador, 9acaso no puede dar lugar a toda una elaborada5personalidad anterior5: Se sabe que el psiquiatra ruso Iladimir 6aiHov reali%ósorprendentes e&perimentos hipnóticos, y en uno de ellos sugirió a una estudiante demúsica poco adelantada que era el violinista 2rit% 8eisler, logrando de este modo quetocara con la maestría y estilo de ste mientras se encontraba en trance. Iariosestudiantes mediocres de pintura convertíanse de hecho en maestros conocidosdurante la hipnosis e incluso alguno conservaba su nuevo talento al pasar al estadoordinario. +n todo caso, numerosos mdicos y psicólogos creen que la hipnosis es unmtodo equivocado para evocar una vida anterior. -aste decir que 4. -. 6hine, de la<niversidad #uHe de 'arolina del orte (al que se puede considerar como el fundador de la parapsicología e&perimental( opinaba que la prueba de la reencarnación no sedescubrirá en la regresión hipnótica. +s necesario descubrir antes dónde hay unapersonalidad espiritual que pueda e&istir aparte del cuerpo. $or su lado, el #r. lanStevenson, del que se tratará a continuación a propósito de la metempsicosis, resumecerteramente la cuestión al estimar que los resultados de estos e&perimentos son

decepcionantes, puesto que las 5personalidades5 que surgen en las regresionesparecen formadas por los ingredientes de= la personalidad ordinaria del su!etohipnoti%ado, su capacidad de fantasía, sus e&pectativas sobre lo que el hipnoti%ador

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pretende conseguir y, en ocasiones, algún elemento paranormal; ahora bien, desdeque se admite el ingrediente paranormal, la hipótesis de la reencarnación se tornainnecesaria en todos los casos. Se1alemos por último que todas aquellas prácticasque puedan hacer surgir aparentes recuerdos de vidas anteriores podrían resultar, enocasiones, beneficiosas espiritual o psíquicamente y por derivación, físicamente0 sinque por ello quepa admitir la hipótesis reencarnacionista. Se ha comprobado que los

seres humanos pueden resistir muy pocos días sin dormir y que todos sue1an, aunquealgunos no lo recuerden al despertar; el hecho en si es que el sue1o resultaabsolutamente necesario para el equilibrio psico(físico, pero 9cuántas teorías circulanhoy sobre la naturale%a del sue1o: ). propósito de los sue1os, conviene pensar en lossue1os premonitorios como alguna de las causas que están detrás de la impresión del"dé7> vu", la sensación de haber vivido ya anteriormente alguna situación concreta.Simplemente puede tratarse de que uno ha so1ado premonitoriamente el suceso o laocasión de que se trata y haberlo olvidado al despertar, hasta que lo recuerda !ustamente en el momento de producirse. 'abe alguna otra e&plicación alternativapara estos casos, pero, al igual que en las denominadas regresiones hipnóticas, desdeel momento en que se admite algún elemento paranormal, la teoría de lareencarnación está de sobra.

"3)=./0. 'f. $apus, La reencarnaci2n, +#)2, *adrid, />?O.

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Capítulo V: "E$E"P-IC*-I- . "E"*(I' 0EN1$IC'

*ás concluyentes como pruebas en favor de la reencarnación parecen ser aquellos

casos en los que una persona, casi siempre un ni1o, empie%a a relatar espontáneamente lo que son aparentemente recuerdos de una vida anterior en la3ierra. +n varias ocasiones se han hecho las correspondientes averiguaciones y se hacomprobado la veracidad de los datos que revela el supuesto reencarnado. +n elestudio de tales hechos se ha distinguido especialmente el psiquiatra estadounidenselan Stevenson, de la <niversidad de Iirginia, por su paciente recopilación de datos detodas las partes del mundo; su obra Veinte casos 6ue hacen pensar en lareencarnaci2n /U edición, />OO0 se ha hecho famosa y en la <niversidad de Iirginiase tienen recogidos ya cerca de dos mil casos. +l autor no se ha limitado a recoger datos sino que frecuentemente ha observado tambin el comportamiento del su!eto5reencarnado5 y de las personas de su ambiente. o más característico de estoshechos estudiados es la identificación del ni1o con la personalidad anterior fallecida. +lcaso prototipo consiste en que un ni1o de dos a cuatro a1os empie%a a relatar hechosde una vida anterior. en otro tiempo y en otro lugar. 3ras mucho insistir la criatura, lospadres comien%an a verificar los hechos (habitualmente varios a1os despus( y, unave% comprobados algunos de ellos, se invita al su!eto en cuestión a reconocer personas, lugares y ob!etos de la vida 5anterior5, lo que se consigue en muchas de lasocasiones estudiadas. $odría citarse como e!emplo el caso de la india Shanti #evi.acida en una familia de #elhi, a los cinco a1os empe%ó a decir que se llamaba Shantiath y que era en realidad de la ciudad de *athura, en donde no había estado nunca.#escribía los templos y calles de la ciudad y sus estudios universitarios, así como elnombre de su marido 8edar ath0, y que había tenido un hi!o. os padres intentaronque la ni1a olvidara el asunto pero, a los nueve a1os, sus recuerdos se hicieron más

intensos, de modo que el padre hi%o indagaciones en *athura y supo que allí vivía uncomerciante denominado 8edar ath, con un hi!o y casado en segundas nupcias, yaque su primera esposa había muerto die% a1os antes al dar a lu% su único hi!o. +n/>JC, el profesor E. -anar!ee, de la <niversidad de 6a!astán, y otros científicos,estudiaron el asunto y decidieron concertar un encuentro de la ni1a con su presuntafamilia anterior. 'omo resultado, Shanti #evi reconoció a su marido primero, y a suspadres despus, entre un grupo de cincuenta personas, así como supo reconocer ydescribir los caminos que recorría la difunta y su dormitorio. 3ambin, por otro lado,conoció por primera ve% al hi!o de die% a1os que había tenido Shanti ath y al quellamaba 5hi!o mío5, con el lógico estupor del ni1o Shanti #evi tenía nueve a1os0. 'ontodo ello, padres y marido reconocieron, en medio de un ambiente fuertementeemotivo, que Shanti ath había vuelto en la ni1a Shanti #evi. $ara personas ya

predispuestas a favor de la reencarnación, este caso y varios otros servirán casi comoprueba concluyente, pero se trataría de la reencarnación 9de qu: +fectivamente, hayaquí algo que 5reencarna5 pero, 9qu es en realidad: +l propio lan Stevenson ofrecemás de una e&plicación para el con!unto de los casos que ha estudiado, y una de ellases la de la memoria gentica. )un en el plano físico, no es demasiado raro que sucedaque un descendiente (como un nieto o un tataranieto( manifieste a veces más parecidocon su abuelo o su tatarabuelo del que presentan otros descendientes más cercanos aste. 3ales características han permanecido latentes momentáneamente y, cuando lascircunstancias eran favorables, por la ra%ón que sea, se han manifestadoe&teriormente. +n lo referente al dominio sutil o psíquico la cosa ocurre de modoseme!ante, y lo que por las apariencias serían recuerdos de una vida anterior de undeterminado su!eto son en realidad elementos psíquicos recibidos por herencia; el

individuo 5recuerda5 lo que le sucedió a uno o a varios de sus antepasados. $odríandenominarse estos casos como de memoria gentico(ancestral; los padres transmitenal hi!o un determinado germen psíquico y físico, ellos lo reciben de sus progenitores y17



así sucesivamente. #icho germen es un con!unto bastante comple!o, del cual muchaspeculiaridades permanecen en estado latente hasta que las condiciones son propiciasy, llegado el momento, a un descendiente le llegará a su campo de conciencia desdeel 5subconsciente5 aquello que (aparentemente( son recuerdos de una vida anterior.ógicamente, esta e&plicación sólo sirve para los casos en los que pueda probarseque el cuerpo físico desciende en línea directa del antepasado, ya sea con una

distancia de pocos a1os o de varios siglos. +n alguna otra ocasión, la e&plicaciónpuede venir de la criptomnesia, es decir, el ni1o puede haber estado en contacto conalguien o con una fuente de información de la supuesta vida anterior y haberloolvidado. 'uando los recuerdos que estaban en el olvido vuelven a la consciencia, elsu!eto cree sinceramente que proceden de una vida anterior. 'omo se1ala lanStevenson, cuando se da por parte del individuo el reconocimiento de varias personasque aún viven de entre aquellas que conoció en la 5vida anterior5, la criptomnesia noes muy convincente ya que todos comprobamos en la vida ordinaria la dificultad deidentificar a algún desconocido por simples descripciones pero sin una visión directa."tros casos podrían encuadrarse en la hipótesis de la percepción e&trasensorial. +lni1o adquiere la información por medios paranormales o e&trasensoriales y asimila losdatos obtenidos, de tal forma que l mismo se identifica con la persona fallecida y

convence de ello a los demás. )penas es discutible que algunas gentes puedenobtener e&trasensorialmente información que les resultaría inaccesible por mediosordinarios. )demás, muchas veces se sabe de varias personas que pueden haber actuado como enlace telepático entre el difunto y el 5reencarnado5; en tales casos,basta con pensar en la telepatía sin acudir a otras facultades e&trasensoriales másamplias, aunque en otras ocasiones sí que deberían tenerse en cuenta estas últimaspara la e&plicación de ciertos casos más comple!os. Sobre todo, es necesario, paracomprender por qu se producen algunos o varios de los hechos de los que estamostratando, el tener en cuenta la realidad de la metempsicosis. #icho vocablo griegodesigna la transferencia de elementos psíquicos desde un ser hasta otro. +n todo ser humano hay elementos psíquicos que proceden de la desagregación de otros sereshumanos o incluso de animales de nuestro mundo, los cuales al morir no de!an sólo un

cadáver visible y corpóreo sino que tambin abandonan unos elementos sutiles a losque convendría no denominar 5cadáver psíquico5, ya que no corresponden al planocorporal0. 3ales restos psíquicos irán a agregarse a otros seres humanos o animalesde nuestro mundo, y ese adherirse a nuevos seres de entre los que están naciendo ennuestro mundo terrestre tendrá lugar con arreglo a la ley de afinidad 'f. 6en@unon, L?Erreur spirite&' <n ser que na%ca, por e!emplo, en la especie humana,atraerá hacia sí del medio cósmico, anímico o psíquico aquellos elementos que seanmás afines a su naturale%a propia. a metempsicosis ocurre continuamente, por muye&tra1o que pare%ca a las mentalidades actuales, pero es fundamental tener presenteque lo que se transmite no es de ningún modo el núcleo trascendente y sobrenaturaldel ser, luego que no hay 5reencarnación5 propiamente hablando, aunque sí hay algoque reencarna. Eay en cada uno de nosotros elementos procedentes de ladesintegración de individuos que nos precedieron, y si sucede que alguno de dichoselementos aparece en el campo de la consciencia desde el 5subconsciente5, nosdamos cuenta de que somos portadores de algo cuyo origen resulta a primera vistaine&plicable, pero la e&plicación pertinente es la realidad de la metempsicosis, que nose da solamente en quienes parecen recordar vidas pasadas sino en todos los sereshumanos. 3ambin conviene percatarse de que para el traspaso de elementospsíquicos de un ser hacia otro no hace falta necesariamente la muerte de uno de ellos,y el e!emplo más evidente aunque no el único0 es precisamente la generación de unnuevo individuo por sus progenitores. ) veces puede ocurrir que los elementos sutilesdel ser individual cuyo cuerpo ha muerto, permane%can sin apenas disociarse, y entales casos será aparentemente más clara la evidencia de una reencarnación. +l

con!unto puede transferirse a un nuevo individuo recin nacido o que vaya a nacer, elcual conservará así más o menos completamente la memoria del anterior y pareceráser el difunto reencarnado, pero, como hemos dicho, no se trata de ninguna vuelta del

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ser verdadero a este mundo. +n trminos occidentales, hay que distinguir el planoespiritual o del intelecto del plano anímico o de las formas sutiles, y a este último delplano visible o corporal. +n la tradición hindú se diría que no hay que confundir la5envoltura causal5 con la envoltura 5sutil5 ni a stas con la envoltura grosera ocorpórea /0. @eneralmente, se ha visto que la desagregación del compuesto psíquicose ve frenada por algún suceso de fuerte carga emocional. Suele tratarse de muertos

por un asesinato o muerte violenta o bien, a veces, son los elementos anímicos delcriminal los que 5reencarnan5. 'omo caso muy particular hay que citar el de los lina!esde lama(tulus del -udismo tibetano. 3ras la brutal ocupación por parte de las tropasmaoístas chinas del 5$aís de las ieves5, muchos lamas tibetanos, comen%ando por el#alai(ama, se vieron obligados a abandonar su tierra; y varios de ellos se hane&tendido por todo "ccidente. ) raí% de ello, se ha hecho bastante habitual en laprensa el hablar de 5reencarnaciones5 de lamas, de 5budas vivientes5, etc.;últimamente hay disputas incluso por la identidad del tulu que no reencarnación0 del$anchen ama difunto, ya que los gobernantes ateos de $eHín quieren curiosamenteimponer su propio 5reencarnado5 $anchen ama. Sin embargo, no es el único caso dedisensiones por la autenticidad de un tulu, ya que pueden entrar en !uego poderososintereses económicos. a palabra tulu significa apro&imadamente 5cuerpo de

emanación5 en sánscrito, nirmana aya&, y está relacionada con la idea de producciónde un fenómeno 5mágico5. -ásicamente se puede diferenciar entre los tulus de algúnsabio espiritual ya difunto y los tulus de algún ser no humano; de entre estos últimosdestacan el #alai ama, el $anchen ama y la dama ama #or!e 2agmo, e&istiendotambin los tulus de ciertas deidades de la región, los cuales son considerados5oráculos oficiales5.os lina!es de tulus tuvieron sus inicios hacia el siglo MGGG, y acercade su formación hay interesantes interpretaciones aportadas por )le&andra #avid(eel, via!era en 3íbet a principios de siglo= 5ciertos lamas dicen que la energía sutilque subsiste tras la muerte del que la ha engendrado (o alimentado si es ya un tuluperteneciente a un lina!e( atrae hacia ella y agrupa a los elementos afines, deviniendoasí el núcleo de un nuevo ser. "tros dicen que el ha% de fuer%as desencarnadas seune a un ser ya e&istente, cuyas disposiciones físicas y mentales adquiridas en vidas

anteriores en otros mundos, dir8amos nosotros0 permiten una unión armoniosa5 70.'uando un lama que es ya un tulu está pró&imo a morir, predice o predecía la regiónen la que renacerá, y solía aportar algún dato sobre los padres, la casa, etc. 'uandose daba con un ni1o que parecía corresponder con las indicaciones del ama difunto,se le ponía a prueba presentándole ob!etos personales del muerto me%clados conotros parecidos, para comprobar si conserva el recuerdo de lo que fue suyo en lae&istencia anterior. Eoy en día el procedimiento es el mismo aunque parece que lossignos se hacen cada ve% más problemáticos. 'omo puede apreciarse, se trataclaramente de casos de metempsicosis, seme!antes a los estudiados por lanStevenson. a particularidad de un tulu cuando es autntico0 reside en que lacohesión del conglomerado de elementos psíquicos es debida a la potencia espiritualdel individuo en cuestión. Eacia /OCN, el quinto #alai ama, que era considerado,como todos los anteriores, un tulu de @edundoup discípulo y sucesor del reformador lama 3song 8apa0 declaró estar habitado por el -oddhisatva 'henre%ig Avaloitesvara en sánscrito0 y asimismo dictaminó que su antiguo maestro espiritual,el $anchen ama, del monasterio de 3ashi umpo, era un avatar de +upagmed Amita5ha en sánscrito0. + $anchen ama venía siendo considerado como un tulude Soubhouti, un discípulo del -uda histórico. )sí pues, al menos en los casos máseminentes de tulus se da una doble herencia espiritual y psíquica. )sí como lasreliquias corporales de algunos santos pueden convertirse en receptáculo de ciertasinfluencias espirituales, los lina!es de tulus (5cuerpo de emanación mágica5 o formasutil( pueden devenir algo parecido. a creencia es, por lo tanto, que los tulus de#alai(amas han pasado a ser al mismo tiempo tulus de 'henre%ig el !oddhisatva

"mnicompasivo que habita en el $araíso "ccidental0 y los tulus de $anchen(amashan devenido simultáneamente un soporte para la influencia espiritual de +upagmedel 5-uda de u% ilimitada50. +s probable que el caso de $itágoras est en relación con

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algo parecido, pero no hay, evidentemente, datos fiables. 59Lu es lo que pervive enun tulu@" (Se pregunta el 6impoch Sogyal. 59+s e&actamente la misma persona queaquella a la que reencarna: Sí y no. Su motivación y su dedicación para ayudar atodos los seres es la misma, pero de hecho no es la misma persona. o que pasa devida en vida es una bendición, lo que un cristiano llamaría gracia5 J0.$ara desechar completamente la opinión que puede hacerse el público de que un tulu es como un

alma individual que ha reencarnado en la 3ierra, cabe se1alar que en el -udismotibetano se admite que un mismo difunto puede dividirse post mortem en varios tulusque coe&isten al mismo tiempo y que son reconocidos oficialmente. i que decir tieneque para las masas tibetanas no caben sutile%as, y cada $anchen ama, por e!emplo,es el anterior que reencarna, según creen en su simple%a. $or último, para abarcar todas las posibilidades, conviene indicar que los seres de un determinado grado dee&istencia como, por e!emplo, el estado humano0 no están separados entre sí por ninguna solución de continuidad, no hay entre ellos ningún vacío. #esde los máscercanos hasta los más ale!ados, todos se influyen recíprocamente. +n realidad, laherencia física y la herencia psíquica solamente son el aspecto más particular y másimportante de la influencia del medio sobre un ser determinado, pero, dentro de loslímites de nuestro mundo, recibimos la influencia mayor o menor de todos los seres

que en l se manifiestan, por muy ale!ados que estn en el espacio y tambin en eltiempo D0.

"3)S=

/0. 'f. 6en @unon, 5as envolturas del Sí(*ismo5, en El hom5re y su devenir segn el Vedanta, $ardes, -arcelona, 7N/7, libro del que se ha escrito= 5*e ha parecido bellísimo;inteligente, profundo5, *ircea +liade, La prue5a del la5erinto&, 'ristiandad, *adrid, />AN, p./D/0 y tambin= 5)quí, todo es restituido a una esfera de grande%a, de seguridad incomparabley de transparencia casi olímpica5 4ulius +vola0.

70. 'f. )le&andra #avid(eel, M8sticos y magos del -85et, Gndigo, -arcelona,/>AA.

J0. 'f. Sogyal 6impoch, El li5ro ti5etano de la vida y la muerte, <rano, -arcelona, />>D.

D0. 'f. 6en @unon, 5+l ser y el medio5, en La ran -r8ada, $aidos, -arcelona.

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Capítulo VI: $('N-"I0('CI/N . (EENC'(N'CI/N

Eemos descartado ya lo que parecen pruebas de que hay varias reencarnaciones

en la 3ierra, como casos que son en realidad de sue1os premonitorios, estadosalterados o alternativos de conciencia, memoria gentico(ancestral y metempsicosisen el verdadero sentido de la palabra, y nos queda la cuestión de los te&tos dediferentes tradiciones espirituales que aluden a e&istencias sucesivas. $ara laSabiduría $erenne e&presada en el esoterismo tradicional, la realidad de que haydiversos ciclos de e&istencia es algo indiscutible, pero una cosa es la trivialinterpretación que se hace habitualmente de ello y otra es comprender adecuadamente en qu consiste verdaderamente el 5renacimiento5. Si recordamos elcapítulo sobre el Ser y el Euevo 'ósmico, ha de tenerse en cuenta que allí se haciareferencia solamente a un estado de e&istencia de todo el con!unto de la manifestaciónuniversal. +l estado en el que se desenvuelve el ser humano, ya sea en la modalidadpsíquica o sutil, ya sea en la modalidad corporal, no es más que una 5porción5infinitesimal del con!unto del <niverso y aquí entendemos por 5<niverso5 la totalidadde la manifestación universal0. +l ser no se manifiesta sólo en dicho estado, sino enuna multiplicidad de grados de e&istencia o 5mundos5 /0.+l rosario es un instrumentode oración o de invocación común a las grandes tradiciones y, al mismo tiempo; unsímbolo pertinente de la manifestación universal. +l rosario musulmán está formadopor noventa y nueve cuentas que representan a los noventa y nueve nombres de #ios70; se dice además que falta una cuenta para completar el centenar y que dicho granosólo puede encontrarse en el $araíso. )quí, las cuentas del rosario simboli%an cadauna un atributo divino, y cada atributo divino está representado en el orden de lamanifestación informal por un ángel, mediador celeste entre All)h y aquel de entre losmundos con el cual dicho ángel está vinculado más especialmente por ser su

5espíritu5. o preferible sería, en este caso, que el hilo fuera invisible en larepresentación, puesto que simboli%a al Ser puro inmanifestado en el cual sereabsorben finalmente todos los 5granos5. $ara los seres humanos, los ángeles(atributos divinos son el aspecto más accesible del $rincipio Supremo. $uede decirseque, desde el punto de vista del $rincipio, cada ángel es en #ios, mientras que vistodesde la manifestación, #ios es en cada ángel. +n la tradición hindú, el hilo del rosarioes denominado 5hilo de Atman" $s<tr)tman&, que origina, sostiene y pone fin a todoslos mundos J0; acabamos de se1alar así las tres funciones que el Einduismo atribuyea la trim<rti, triple manifestación de Atman D0 como !rahm) productor o 5creador50,Shiva destructor o, me!or dicho, transformador0 y Iishnú sostenedor o conservador0. )quí, por lo tanto, el s<tr)tman simboli%a a lshwara, el Ser puro, no en sí sino en sutriple manifestación como creador, sostenedor y transformador de cada mundo, lo que

equivale a !uddhi, el Gntelecto <niversal más allá de las formas individuales 'f. 'ap.GGG0. a diferencia entre las dos tradiciones sólo es de perspectiva, puesto que para losseres individuales de cada mundo la comunicación con #ios sólo es posible a travsde los grados anglicos. +n definitiva, el hilo, el s<tr)tman, simboli%a ora al Ser puroinmanifestado, ora a !uddhi, el rayo de manifestación informal que e&presa ysimboli%a a #ios en cada mundo. "curre lo mismo que con la palabra 5espíritu5, la cualpuede referirse sea al Ser increado, sea a su manifestación supraformal C0. y,precisamente, según los te&tos sagrados, del hilo de Atman se dice que simboli%a al5espíritu5 o hálito que origina y reabsorbe al mundo, en relación analógica con lasfases de espiración e= inspiración. <n ser que nace en uno de los mundos del rosarioo del collar, un símbolo seme!ante0, como, por e!emplo, el nuestro, será unaposibilidad particular dentro del con!unto de posibilidades que constituyen dicho

mundo; ese ser desarrollará sus posibilidades intrínsecas dentro de los límites propiosde nuestro grado de e&istencia, que hacen ser a ste lo que l es y distinto de los otrosgrados e&istenciales. )hora bien, se ha de comprender que un ser no nace o no suele

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nacer0 en nuestro mundo como un espíritu desnudo de adherencias, y sobre elloaportan su ense1an%a las tradiciones orientales acerca del Harma; este vocablosignifica en general 5acción5, y aplicado a la cuestión que tratamos se refiere a la ideade que toda acción es una causa que trae consigo un efecto más tarde o mástemprano, sea favorable, sea desfavorable, de donde se desprende que la iberaciónO0 efectiva de toda manifestación condicionada no es posible por la acción, sino sólo

por el conocimiento efectivo0. Eay que distinguir el samchita arma, que son lasacciones acumuladas que están en reserva y darán sus frutos si se da la ocasión, el prara5dha arma, que es el que ha comen%ado ya a dar sus frutos y deberá agotarseen la e&istencia presente, y el )gami arma, que es el que está iniciándose por lasacciones en la e&istencia actual. +stas nociones están íntimamente relacionadas conlos sams)ras y los v)san)s, que vienen a significar 5predisposiciones anímicas5 e5impregnaciones psíquicas latentes5.<na ve% agotados los frutos del prara5dha armaque han determinado las condiciones de su manifestación en nuestro mundo, un ser humano, si no consigue la iberación absoluta ni tampoco logra 5llegar al 'ielo o al$araíso5. ni 5cae en el infierno5, será lan%ado, por el residuo de Harma acumulado, altorbellino de la transmigración, a la rueda del sams)ra. +sta es la única5reencarnación5 que puede concernir al núcleo esencial y trascendente de cada ser, es

decir, la transmigración desde un mundo o grado de e&istencia hacia otro mundo. acreencia popular de que se puede vivir en la 3ierra más de una ve% no es sino unainterpretación deficiente y propia del 8ali(Yuga o +dad del Eierro ?0 de la doctrinasobre la transmigración o bien de la que se refiere a la metempsicosis antes estudiada.os partidarios de las sucesivas vidas terrestres alegan que en algunos te&tos sehabla de volver a la 3ierra5, pero en tales casos la 53ierra5 alude a un mundocualquiera de manifestación individual, ya que nuestra 3ierra es y se emplea como unsímbolo de todos ellos. #el mismo modo, los 5'ielos5 de la -iblia no son tampoco elespacio que pueda recorrer un 7et o una nave espacial; el 5festín5 del 6eino de los'ielos no es de alimentos corporales; la 53ierra $ura5 de la que habla $latón no es5terrestre5, y el 1harma aya del -udismo (literalmente, 5'uerpo de Ierdad5( no es,ciertamente, un 5cuerpo5, pues los mismos budistas aclaran que se trata de un estado

completamente por encima de todas las formas. +n las descripciones simbólicas delos estados de ultratumba según las diferentes tradiciones se puede apreciar que ni lasreligiones del tronco de )braham ni el *a%deísmo mencionan, por lo general, lase&istencias sucesivas (al menos, en los correspondientes e&oterismos(, mientras quesi lo hacen el Einduismo y el -udismo. a ra%ón de ello es que las tradiciones delprimer grupo se centran preferente o e&clusivamente0 en aquello que concierne al ser que al nacer en nuestro mundo ha devenido un individuo humano. Sólo abarcan (en suvertiente e&otrica( lo que ata1e a nuestro mundo, desinteresándose de la totalidad dela manifestación universal. $or su parte, las tradiciones hindú y budista no tienen une&oterismo constituido como tal y, por consiguiente, sí que integran en su perspectivala rueda de los renacimientos. o que se da en sus caso es un e&oterismo de hechosegún el grado de entendimiento que consiga cada individuo de la tradición que harecibido y, según parece, lo que prima hoy es una interpretación cada ve% máspedestre y literal. o que no suele destacarse, siendo fundamental, es que la doctrinade las diversas e&istencias está indisolublemente ligada a la de los ciclos cósmicos.Einduismo y -udismo ense1an la e&istencia de 5vidas sucesivas5 porque tambinense1an la realidad de los diversos ciclos cósmicos, y viceversa. 'ada nueva posiblee&istencia se cumple en realidad en cada ciclo, es decir, en cada uno de los mundosde la cadena simboli%ada por el collar. Ya que hemos aludido a la doctrina de losciclos cósmicos es imprescindible detenerse en algunas consideraciones al respecto.Según la tradición hindú, cada Manvantara o ciclo de una humanidad 5dura5 D.J7N.NNNa1os divididos en cuatro períodos yugas0 desiguales. 'atorce de esos Manvantarasforman un alpa o 5#ía de !rahm)" de ON.DAN.NNN a1os de 5duración5. +l 5)1o de

!rahm)" es de JON #ías de !rahm) y se dice que equivale a 7/.??7.ANN.NNN a1osterrestres JAN & ON.DAN.NNN0. $or último, la 5Iida de !rahm)" transcurre durante /NN )1os de !rahm)' 3odas estas cifras no son válidas literalmente, como por lo demás

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ocurre tambin con los números bíblicos y con los de otras tradiciones. )simismo, hayque comprender que lo que permanece a escala humana es el alpa con sus /Dmanvantaras, puesto que un alpa o #ía de !rahm) es lo que designa el proceso totalde desenvolvimiento y manifestación de un mundo. 'uando se habla del )1o de!rahm) de JON 5días5 se está haciendo referencia a la cadena de los mundos, alsimbólico rosario o collar que representa al con!unto de la manifestación universal. $or

supuesto, en este nivel la designación temporal ya es puramente simbólica, puestoque el tiempo es solamente una de las condiciones propias de nuestro grado dee&istencia, y no es una condición trasladable a otros 5mundos5. Eay una relaciónontológica de sucesión entre un 18a de !rahm) y el siguiente, pero de ningunamanera se trata de una relación cronológica A0. 5<niversos pasados, presentes yfuturos flotan sobre el ocano de Iishnú 9quin podría contarlos:5, puede leerse en el!rahmaivarta /urana' +n cuanto a la Vida de !rahm), lo que pretende designar escada uno de los indefinidos aunque no infinitos0 recorridos de la cadena de losmundos. $or ello, el simbólico collar debería representarse formando un círculo parasugerir la realidad del ciclo de ciclos, pero sin que el círculo pare%ca cerrarse, puestoque cada recorrido de la cadena de los mundos corresponde a un nivel diferente y noes un mera repetición del anterior >0. 'i1ndonos a la manifestación de nuestro

mundo o alpa, se dice que consta de catorce manvantaras y que nos encontramos alfinal del sptimo. +l fin del Manvantara actual corresponde al llamado 5fin del mundo5en el que se centran la -iblia y el 'orán, el cual es más bien el 5fin de un mundo5 ysería más pertinente denominarlo 5fin de los tiempos5. )cerca de los acontecimientosque ata1en a dicho fin de los tiempos hay notables seme!an%as entre el )pocalipsis ylos /ur)nas hindúes, demostrándose una ve% más que no hay oposición esencialentre las diferentes tradiciones sagradas para quin se moleste en buscar /N0. +l finalde todo nuestro alpa o de todo alpa en general0 es denominado pralaya o5disolución5 y lo que se disuelve son los límites particulares que determinan a estemundo como una entidad aparentemente0 separada; el pralaya es propiamente el 5findel mundo5 y viene a coincidir con el 54uicio 2inal5 y la 5resurrección de los muertos5de las religiones abrahámica y tambin del *a%deísmo o Qoroastrismo0. legado el pralaya, todos los seres individuales regresan a !rahm), su origen. #el mismo modo,llegado el final del 56eino *ilenario de 'risto5, según ense1aban muchos $adres de laGglesia antigua, todo retornará a #ios $adre y #ios será 53odo en todos5. +sto últimoparecerá muy e&tra1o a algunos, pero la diferenciación entre, por un lado, un reinadode 4esucristo en una 3ierra nueva tras el fin de. los tiempos y, por otro, la 5vida5celestial tras la resurrección de los muertos y el 4uicio 2inal era compartida por muchos santos y padres de la Gglesia durante los cuatro primeros siglos. +stádistinción, denominada habitualmente 5milenarismo5, pasó a segundo plano tras larefutación de San 4erónimo, el cual la recha%ó con su habitual violencia, aunque no seatrevió a condenarla porque 5gran multitud de doctores cristianos seguía el partido delos milenarios5,. y 5muchos varones eclesiásticos y mártires tambin lo defendieron5//0. a ra%ón de que la Gglesia en general recha%ara el milenarismo era lainterpretación completamente literal que hacían muchos de las condiciones de la3ierra nueva tras el fin de los tiempos. 'reían que los símbolos de abundanciamaterial habían de ser tomados al pie de la letra, algo parecido a lo que hoy hacenciertos 5maestros5 hindúes y budistas interpretando la transmigración comoreencarnación en la 3ierra. .orruptio optimi pessima' 'omo refle!o analógico deldespliegue de la manifestación universal, de la cadena de los mundos, podemosapreciar en nuestro mundo la realidad del desarrollo del a1o. <n ser humano recorre asu modo un día de !rahm) y una noche de !rahm)= durante la noche, abandona laforma corporal retirándose a la forma sutil y al sue1o con ensue1os o, a veces, al5sue1o profundo5 de manifestación informal. )cabada la noche, empie%a otro particular d8a de !rahm) y así sucesivamente. <na ve% recorrido un ciclo o círculo completo de

días y noches, acaba su especial año de !rahm) y comien%a otro a1o del latín annuso anillo0. Iarios a1os de !rahm) serán recorridos hasta constituir una particular vidade !rahm), que arribará a su final con la muerte. +n toda esta trayectoria es fácil

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observar el encadenamiento causal entre todos los ciclos de tiempo; un 5día5 serecorrió ya y es imposible transitarlo de nuevo, el a1o pasado ya lo vivimos, no esposible retornar a l; un a1o de estos moriremos, de día o de noche, y habráterminado nuestra particular vida de !rahm)= si no despertamos en ese momento o noconseguimos al menos, la 5salvación5 a la espera del fin del mundo, puede comen%ar otra e&istencia, la cual será determinada por el Harma acumulado en sta y en 5vidas

anteriores5 y que será distinta de la precedente, pues nunca se repiten las vidas de!rahm)' +n cierto modo, la irreversibilidad del tiempo es un símbolo en nuestro mundode la imposibilidad, en la cadena de los mundos, de retornar al mismo grado o día de!rahm), es decir, es un símbolo de la imposibilidad de reencarnar. as 5vidasanteriores5 $7ataas& a las que hacen referencia diversos te&tos sagrados, son las5vividas5 en otros grados de manifestación lo de 5anteriores5 es un manera de hablar,puesto que sólo en nuestro mundo, conviene repetirlo, estamos condicionados por eltiempo0.$uede a1adirse, para terminar, que al venir a nuestro mundo con laspredisposiciones e impregnaciones de e&istencias en otros grados, que constituyencomo una especie de envoltura del rayo espiritual al desnudo, del ser anglico, lo quese atrae del medio psíquico y corpóreo, o bien lo que atrae el medio sutil y corporal alas predisposiciones del ser, será aquello más afín con tales características innatas; en

consecuencia, los caracteres psico(fisiológicos del individuo representan en ciertomodo a las e&istencias 5anteriores5.

"3)S=

/0. $ara una e&posición magistral de esta noción, esencial en el esoterismo tradicional, vase6en @unon, Los Estados Mltiples del Ser, "la1eta, -arcelona.

70. 'f. 6en @unon, 5a cadena de los mundos5, en B8m5olos de la .iencia Bagrada, -uenos )ires, +udeba, -uenos )ires, />?O y $aidós, -arcelona, />>C.

J0. 0dem'

D0. Atman es el $rincipio tanto del macrocosmos como del microcosmos el hombre0, aunquesuele asociarse más bien con el $rincipio en el hombre.

C0. 'f. 6en @unon, 5+spíritu e Gntelecto5 y 5as Gdeas +ternas5, en Mélanges, @allimard,$arís, />?O .on2cete a ti mismo, Iía #irecta, Ialencia0.

O0. )quí entendemos por 5iberación5 la consecución por un ser del 2in Supremo. +sdenominada así porque el ser se libra o libera de cualquier límite condicionante.

?0. +l 8aGi Yuga o +dad del Eierro es la última y más decadente de las cuatro edades queforman nuestro actual Manvantara y está tocando ya a su fin. 'f. 6en @unon, La crise duMonde Moderne, @allimard, $arís y @aston @eorgel, Les Cuatre Ages de l?Dumanité, )rch,*ilán, />?O.

A0. 'f. 6en @unon, 3ormas tradicionales y ciclos c2smicos, Iía #irecta, Ialencia, 7NN?.

>0. 'f. 6en @unon, 5a cadena de los mundos5, en B8m5olos de la .iencia Bagrada, ob.cit.

/N0. 'f. 6en @unon, 3ormas tradicionales y ciclos c2smicos, o5'cit'

//0. /ref' in li5r' F, super lsaiam'

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Capítulo VII: %' E-PI('% . %' (UED'

a representación de la realidad que nos proporciona el símbolo del rosario o collar,siendo adecuada, es inevitablemente insuficiente en algunos aspectos y convieneacudir a otros símbolos diferentes para una me!or comprensión. Easta el momento,

nos habíamos limitado a considerar el grado del Ser puro, y sin embargo estaperspectiva, que es la de las religiones monoteístas, siendo legítima, no es la máselevada posible, y la Sabiduría $erenne empla%a primero y por encima al o(Ser,!rahman, la 5#eidad5 de la que hablaba el *aestro +cHhart. +l $rincipio Supremo sólopuede ser el Gnfinito, lo que no tiene límite alguno, pues cualquier característicadefinida sería ya una limitación. #e esa infinitud o infinidad se desprende que el Gnfinitoes tambin la $osibilidad <niversal; ya que toda posibilidad ha de estar necesariamente contenida en el Gnfinito. Si el Ser es el principio de la manifestación, elorigen de toda la e&istencia, es preciso que permane%ca l mismo no manifestado,pero el Ser es ya una afirmación, una determinación, y para que haya tal afirmación serequiere previamente un Silencio, un o(Ser; asimismo, si el Ser es el <no metafísico,el o(Ser equivaldrá al 'ero metafísico. #e todo ello se deduce que el $rincipio

Supremo, el Gnfinito o !rahman, abarca tanto al 'ero metafísico como al grado del Ser puro. 3al diferenciación en #ios entre el Ser y el o(Ser viene a corresponder a la quese hace en la teología de la Gglesia "rtodo&a cuando se presenta la 5distinción(identidad5 de la +sencia y las +nergías divinas, siendo increadas tanto la una como lasotras /0.+l con!unto del Ser y del o(Ser podría representarse gráficamente por mediode dos círculos concntricos I. 2ig. /0, de los cuales el más interior simboli%aría elSilencio, el 'ero, y el más e&terior representaría el Ser, el $leroma que reúne todoslos atributos o cualidades divinas, la totalidad de las posibilidades de manifestaciónpero en estado inmutable e increado.

Si ahora pasamos de la +sencia a la +&istencia, del Ser a su manifestación,podemos representar al $leroma del Ser como un círculo del cual surgen diversosrayos(radios que son la e&presión en modo manifestado de los atributos divinos oombres de #ios figura 70. )penas es necesario decir que la representación de lafigura con cuatro, seis, ocho o doce radios es meramente simbólica, puesto que en elgrado del Ser inmanifestado la cantidad no es aplicable en modo alguno, ni tampocoen la manifestación supraformal.

'on los radios(rayos, estamos ya en el plano anglico, el de la manifestación informal.

#ado que todo lo manifestado es una combinación de acto y de potencia según ellengua!e escolástico0, podríamos decir que en cada ángel está en acto un determinadoatributo o cualidad divina, mientras que los restantes atributos quedan en potencia en

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dicho ángel. 'ada uno de los rayos quiere se1alar aquel atributo(ángel que enfocamosen acto en una manifestación determinada o grado de e&istencia. )1adiendo ahorauna circunferencia e&terior a cada rayo, se representa ya el con!unto indefinido de losgrados de e&istencia, para cada uno de los cuales hay un atributo divino que es másespecíficamente su 5ángel5 figura J0.+n este caso, el peque1o círculo e&terior simboli%a un mundo de entre todo el con!unto, el cual estará en acto, mientras que los

restantes círculos e&teriores representarían todos los indefinidos grados demanifestación o 5mundos5. $ara los seres individuales del mundo que enfocamos, losrestantes mundos permanecen en potencia, como tambin los rayos (simboli%antes dela manifestación anglica o inteligible( a la espera de una posible 5actuali%ación5, unpasar de la. potencia al acto.

Si un ser particular se encuentra en acto en el mundo representado por uno de loscírculos e&teriores y consigue despertar del sue1o. tendrá una ocasión especial en elmomento de la muerte0, y remontarse a travs del rayo anglico o arquetípico hasta suorigen, ello significará que ha logrado retornar a su 'entro increado, al $rincipio endonde se contienen las perfecciones de todos los seres en acto puro. +n

consecuencia, una ve% conseguido dicho regreso, no necesitará reali%ar en modomanifestado las posibilidades de manifestación representadas por los demás círculose&teriores y por los radios, ya que todas ellas son en la permanente actualidad del Ser increado. "tra opción que cabe es la de identificarse con el plano inteligible de losángeles o d%vas emanados del $leroma del Ser, en cuyo caso no se queda liberadode la manifestación universal, pero sí de caer en otra e&istencia individual; el ser es oe&iste como 5dios por el Harma5 $armand%va&'Si el ser que estamos encarando nologra el suficiente grado de conocimiento efectivo, será arrastrado por su residuo deHarma y renacerá en una e&istencia individual en otro de los círculos e&teriores de lafigura descrita, en la que (hablando simbólicamente( puede manifestarse comohombre, gusano, ci%a1a, tigre de bengala, etc. 'omo ya se ha dicho, el conocer acerca de las condiciones que son propias de otros 5mundos5 nos resulta inalcan%able

en tanto que humanos, pero podemos hacernos una idea de ellas por comparación oanalogía con lo que vemos en nuestro mundo. $or otra parte, es importante hacer notar que entre los atributos o cualidades e&presados por los ombres divinos y en larepresentación gráfica, por los radios(rayos0 hay una !erarquía según la mayor omenor 5cercanía5 al $rincipio Supremo, a la +sencia #ivina. Eay en el Ser <niversal,en su permanente actualidad, una !erarquía de 5más5 a 5menos5 que, en tanto que semanifiesta, lo hace como refle!ada en un espe!o, el de la Substancia <niversal. #icharefle&ión proporciona una imagen especular que es el despliegue de la manifestaciónuniversal0 en la cual aparecen 5antes5 los mundos correspondientes a los atributosdivinos más ale!ados de la +sencia #ivina, y aparecen 5despus5 las cualidades máscercanas a Psta. 3al !erarquía entre los atributos de #ios no se representa bien con lossímbolos del rosario o de la rueda y puede e&presarse por medio de un e!e centralinmóvil y una serie de arandelas en l insertadas, en donde los aros inferioressimboli%arían los estados de menor !erarquía o esencialidad. $asando de un grado aotro se va ascendiendo (dentro de la relatividad inherente a todo lo que es26



manifestado(. +l recorrido forma en realidad una espiral, y la espiral es un sugerente yrecurrente símbolo de la manifestación universal, como lo es la cru%. +n una simbólicacru%, el tra%o hori%ontal e&presaría la e&pansión dentro de cierto grado de e&istenciade entre todo el con!unto de la cadena de los mundos por e!emplo, el grado al quepertenece el estado humano0; el tramo vertical inferior representaría los gradosinferiores, los 5anteriores5 al estado de e&istencia que incluye al ser humano en su

centro 5anteriores5 ontológicamente, pero de ninguna manera cronológicamente0; por su parte, el tramo superior vertical simboli%a los mundos superiores al correspondienteal estado humano. ) partir de tales símbolos, puede ya vislumbrarse por qu ra%ón,según la tradición hindú los 3itanes o o(#ioses $Asuras& son producidos antes quelos #ioses $d%vas&= en este caso, los )suras simboli%an los grados 5anteriores5 anuestro mundo, mientras que los 1%vas se refieren a los grados 5posteriores5.3ambin en ellos se encuentra la e&plicación de la anomalía aparente de que losvegetales son creados, según la -iblia, antes que las estrellas. +s fácil ver a quhacen referencia seme!antes 5plantas5 y 5astros5. Sabiendo lo antedicho, seentenderán tambin adecuadamente ciertas frases como las del sufí persa 4alaluBG din6umi= 5Siendo mineral, morí y planta me hice; siendo planta fallecí y ascendí a animal;morí siendo animal y llegu a ser hombre; 9por qu he de tener miedo: 9cuándo he

llegado a ser menos por la muerte: )hora, siendo hombre, una ve% más morir, paravolar con los ángeles benditos; pero aún siendo ángel, he de seguir adelante5 70.+stas son palabras que encantan a los creyentes en la reencarnación sucesiva ennuestro mismo mundo, los cuales creen asimismo en la hipótesis evolucionista, pero elpoeta persa está aquí sirvindose de los seres inferiores d nuestro mundo parasimboli%ar los mundos 5anteriores5 al mundo que comprende el estado humano, y noestá afirmando ni la reencarnación ni el evolucionismo. a encarnación en un mismomundo más de una ve% y en cualquier especie de que se trate no es posible, como yase ha se1alado J0. 6umi está aludiendo a los mundos por. los que transmigró 5antes5de arribar a nuestro mundo, mundos cuyas condiciones nos resultan inalcan%ables deaprehender en tanto que seres humanos y por lo tanto se sirve de símbolos terrestrespara representarlos. $or lo que hace al evolucionismo, se trata de una simple hipótesis

indemostrada e indemostrable D0. )sí como hay una !erarquía entre los múltiplesestados del Ser, hay análogamente una indefinida variedad y gradación de seres en loque es solamente la modalidad corpórea de nuestro mundo tal y como puedenobservar nuestros sentidos corporales0 y de ahí el simbolismo que emplea 6umi ytambin algún otro autor. Sin embargo, así como a lo largo de un día de nuestra vidahumana podemos entrar en .contacto con toda una diversidad de seres humanos ono0 cuyas vidas no podremos nunca recorrer nosotros, de forma seme!ante, a lo largode un #ía de !rahm) o ciclo de desenvolvimiento de un mundo0 como lo es eldesarrollo completo de nuestro mundo o alpa, sólo cabe nacer una ve% y en unaespecie viviente, reali%ando así la posibilidad particular que es o hay desde siempre ennuestra realidad increada. o cabe por tanto reencarnar ni como ara1a ni como faHir,ni domo e&traterrestre del planeta M de Sirio, pues todo ello no son sino variantesposibles de la e&istencia corporal. Eay toda una serie indefinida de formas vivientespor las cuales un ser particular no podrá nunca pasar y que son !ustamente aquellasque ocupan todos los otros seres. $or muchas formas que pudieran recorrerse,quedaría siempre una serie innumerable por recorrer, y es que por el análisis esimposible llegar nunca a la síntesis. +l evolucionismo es una hipótesis nuncademostrada, ya que !amás se ha visto a una especie transformarse en otra. o únicocomprobado es que en determinados lugares y momentos aparecen ciertas especies,desarrollan su ciclo correspondiente y, cumplido ste, desaparecen del planocorpóreo. os 5eslabones perdidos5 no aparecen porque no han e&istido nunca. +nrealidad, la teoría evolucionista desempe1a un papel fundamental como coberturaideológica del sistema dominante !unto con la idea de progreso0, y de ahí la fero%

defensa que hacen de dicha teoría los cancerberos de ste. +n el con!unto de losmundos de la e&istencia universal podría decirse, si se quiere, que hay 5evolución5,pues hay ascenso de un grado a otro, pero ha de tenerse en cuenta que, así como en

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nuestro mundo se da una indefinida variedad y !erarquía de seres, algo análogo ocurreen otros grados de e&istencia. )demás, en nuestro mundo se ve que los seres deespecies inferiores son mucho más numerosos 9no ocurrirá algo seme!ante altransmigrar y nacer en un grado superior(posterior de e&istencia: #e ahí lapeligrosidad que representa para alguien que está muriendo el caer de nuevo en latransmigración, en la rueda de la e&istencia. que pueden ser superiores o inferiores,

pero ello con relación al centro representado por el ser humano, el cual es como lasíntesis de todos los elementos y reinos de la naturale%a sutil y corpórea0. #ichasituación central es la que permite e&presiones como la del 5Eombre <niversal5 delesoterismo islámico, referida a conseguir la reali%ación efectiva de todos los múltiplesestados del Ser. o se trata aquí de antropomorfismo, sino de se1alar la analogía deconstitución que hay entre la manifestación universal macrocosmos0 y su modalidadhumana individual microcosmos0. +l 5Eombre <niversal5 viene a coincidir con el Adam admon de la 8ábala, con el ogos del 'ristianismo y con el 6ey $Gang& del3aoísmo C0 y la reali%ación efectiva de los estados múltiples del Ser es simboli%adapor el símbolo de la cru% en la mayor parte de las tradiciones sagradas. )sí pues,podemos ver en el rosario cristiano la reunión de dos símbolos fundamentales y más omenos complementarios, de los que uno e&presa sobre todo los diferentes mundos

creados, sostenidos y transformados por el ogos divino, y el otro es el símbolo queme!or e&presa la !erarquía de estados del Ser o de atributos divinos0 y la reali%aciónefectiva de todos ellos.

"3)S=

/0. 'f. $aul +vdoHímov, El conocimiento de 1ios en la tradici2n oriental cristiano ortodo&a0,*adrid, +d. $aulinas, />O>.

70. "tra e&presión de la teoría de los estados múltiples del ser aparece claramente en el at

odeu o 5'ombate de los arbustos5 gals= 5De e;istido 5a7o numerosas formas 9 antes de ser li5re= 9 soy un escri5ano de capuch2n gris=9 creo en la forma,9 he vivido errante por los aires, 9heo5servado las estrellas, 0 he sido pala5ra entre las letras, 0 he sido en el origen li5ro, 9 he sidol#mpara 5rillante' 91urante año y medio, he sido puente tendido, 9so5re sesenta estuarios' 9Desido ruta, he sido #guila, 9 he sido coral en el mar 9 De sido la espuma de la cerveHa"' 'omoafirma 2ranVoise e 6ou& en La religi2n, de los .eltas $Las religiones antiguas, vol. GGG, Distoriade las religiones, *adrid(*&ico, />??0, y de!ando de lado toda la carga simbólica contenida enel te&to para ce1irnos e&clusivamente a lo que ahora estamos tratando, el poeta no quiere decir con esto que haya pasado sucesivamente por todos estos estadios, sino que más bien ha sidosimultáneamente todo ello.

J0. $ara la demostración de la imposibilidad metafísica de la reencarnación en el mismo

mundo, 'f. 6en @unon, 5a reincarnation5, en L?Erreur spirite, +ditions 3raditionnelles, $arís,trad. cast. en la revista 5)&is *undi5, números A y >, )renas de San $edro, )vila, />>O0 y El Bim5olismo de la .ruH especialmente cap. MI0, "la1eta, -arcelona.

D0. 'f. 3itus -urcHhardt, 5+l origen de las especies5, en .iencia moderna y Ba5idur8a-radicional, 3aurus, *adrid, />?>.

C0. 'f. 6en @unon, 5+l Eombre <niversal5, en El Bim5olismo de la .ruH, "la1eta, -arcelona.

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Capítulo VIII: %*- E-$'D*- P/-$U"*- DE% -E(

) modo de regla de oro al respecto, ha de tenerse siempre en cuenta que todonacimiento en un estado implica la muerte en otro estado, y viceversa. 3ambin,dentro de un determinado grado o estado de e&istencia, la muerte a una modalidad de

ste es el nacimiento a otra modalidad del mismo= +n el caso límite, la muerte a #iosocasiona el nacimiento en la e&istencia y la muerte a toda variedad de e&istenciasupone el nacimiento en #ios (en este caso, renacimiento(.'omo ya se di!o, el cisnetransmigratorio (hamsa(, el ser que llega para nacer en la especie humana, lo haceenvuelto por unas como vestiduras que son el residuo del Harma adherido ene&istencias 5anteriores5 en otros mundos. #entro de ese Harma, se denomina másparticularmente prara5dha al que ya ha comen%ado a dar sus frutos y viene a coincidir con el fatum, el hado o destino de la e&istencia humana. +n medios europeos del sigloMGM rebrotó la idea de las e&istencias sucesivas, entendindola como reencarnaciónen nuestro mismo mundo y con la función de dar e&plicación a las in!usticias humanasy, sobre todo, a las desigualdades sociales. Ya en la antigTedad, algún autor especulaba con la reencarnación como doctrina supuestamente e&plicativa de los

males y desgracias, que sobrevendrían como consecuencia de vidas anteriores en la3ierra. +n tales especulaciones no se tiene en= cuenta que el estado humano es sóloun grado de e&istencia entre una serie indefinida, que es solamente una 5porción5 detodo el con!unto de e&istencias dicho de manera muy imperfecta0. +s como tomar enconsideración solamente uno de los días de nuestra e&istencia como humanos. Setendría así una perspectiva totalmente parcial e incompleta del con!unto de nuestravida humana. a noción de 5Harma5, por consiguiente, debe ser e&tendida al con!untode estados del ser, y los desequilibrios parciales han de contemplarse desde elequilibrio del orden total. Si consideramos a los atributos del Ser divino que nopueden cuantificarse0 representados diferenciadamente, su refle!o en la manifestacióndará lugar a una cadena de los mundos que es en realidad una serie indefinida0, cada

uno de los cuales estará en relación más específicamente con uno de los atributos oombres divinos. 'omo ya se di!o, tal y como ocurre en una refle&ión especular, lamanifestación surgirá a modo de imagen invertida en la cual los atributos menosesenciales aparecen 5primero5 y los más cercanos al )bsoluto lo hacen 5despus5.Iase figura D0.Si consideramos el grado de e&istencia en donde se desenvuelve elser humano, cabe suponer que el ser que va a nacer en dicho estado de e&istencia, hae&istido previamente en los mundos 5anteriores5. )hora bien, 9qu sucedió 5antes5:

$odría haber ocurrido que el ser que tratamos haya e&istido tambin en anterioresrecorridos de la cadena de los mundos, los cuales como vimos en el capítulo IGG0 sondenominados cada uno un 5)1o de !rahm)" /0. Sin embargo, 9cuándo empe%ó el ser

su trayectoria en la e&istencia: +s completamente necesario el detenerse en un puntoo en otro y referirse a un acto de encuentro con las corrientes del devenir, delsams)ra, y es a partir de ese momento cuando se asumen porB elección y afinidad

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unos determinados sams)ras o 5predisposiciones5 y el ser queda así5atrapado5.$odría decirse que un ángel o un príncipe se durmió y empe%ó a so1ar queera cierto ser individual. )trapado en el sue1o, se convierte en el 5hi!o pródigo5 que yano sabe regresar a la casa del $adre. 3ambin podríamos aludir al conocido mito dearciso, según el cual ste miró su refle!o en las aguas del devenir, el sams)ra y, aldormirse un momento, se ahogó en ellas. <na ve% que, por así decir, el cisne

transmigrante sale del huevo convertido en patito feo, queda atrapado en un sue1o y,como la mosca en la telara1a, puede irse enredando más y más de sue1o en sue1ode mundo en mundo0 sin encontrar el camino de retorno al mundo real. 'oncretandoya en nuestro mundo, a lo largo del desarrollo de la vida en la modalidad corporalhumana puede ocurrir como caso muy e&cepcional en esta poca de 8ali Yuga o+dad egra0 que un ser obtenga la 5iberación en vida5 $7Ivan(muti en sánscrito0, loque corresponde al 5#espertar5 del -udismo, a la 5Gdentidad Suprema5 del esoterismoislámico y a la 5#eificación5 del 'ristianismo ortodo&o.<n caso conocido es el denuestro contemporáneo 6amana *aharshi /A?>(/>CN0, el cual, sin haber mostradopreviamente un inters especial por las cuestiones del más allá, se vio atacado por unviolento miedo a morir, y, en seme!ante situación, en lugar de buscar algún apoyoe&terno, tendió a la introspección y se di!o a sí mismo= 5Ia a llegar la muerte 9+n qu

consiste eso:5. Se dio cuenta entonces de que había en l algo permanente, que noera el cuerpo sobre el que tendrían lugar los ritos funerarios habituales, ni tampoco loscambiantes procesos mentales y emocionales. $or encima de todo ello logró emerger el Sí +terno, el 3estigo inmortal de todos los cambios sin ser afectado por ninguno deellos, ya sea en esta e&istencia o en cualquier otra. +l ser que ha llegado a la#eificación puede continuar viviendo en sus envolturas psico(físicas durante algúntiempo, ya que los frutos del prara5dha arma necesitan completar su ciclo; noobstante, la aparente consistencia que tenía antes el mundo visible se hatransparentado y desvelado para el 7Ivan(muta y l está ya desprendido de todoapego a los hechos que puedan tener lugar a su alrededor. "tra e&cepción aconsiderar es aquella en la que no hay propiamente una muerte del cuerpo. +s elcaso, por e!emplo, de +lías y de Eenoch que menciona la -iblia= 5Eenoch anduvo con

#ios y desapareció, porque #ios lo arrebató5 $énesis, C, 7D0; 5Gban caminandomientras hablaban cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entreellos; y +lías subió al 'ielo en el torbellino5 GG 4eyes, 7,//0. 3ambin podrían citarsee!emplos de la antigTedad greco(latina y del 3íbet, entre otros muchos. o que hasucedido en tales situaciones, por muy e&tra1o que pare%ca, es que todos loselementos de la envoltura corporal han sido transferidos o bien al plano anglico oarquetípico, en cuyo caso significa que el ser de!a de manifestarse tambin en el planosutil o anímico, o bien a dicha modalidad sutil de nuestro mundo. +n ambasposibilidades, naturalmente, no se de!a cadáver alguno. $or lo que ata1e a +lías .yEenoch, dada la función que la tradición asigna a estos persona!es para el fin de lostiempos, cabe deducir que el traspaso de los elementos corpóreos se ha llevado acabo solamente hasta el plano sutil de nuestro mundo, concretamente hasta el5$araíso 3errenal5 que, según San )gustín y diversos $adres de la Gglesia, es la5morada de Eenoch5 y la 53ierra de los Santos5.)parte de las mencionadase&cepciones, cuando un hombre va a morir, la facultad del habla, seguida de las die%facultades cinco de acción y cinco de sensación0, se retiran al 5sentido interno5$manas&, y ste se reabsorbe, a su ve%, en el 5soplo vital5 $prana&' Eay que recordar antes de seguir que la forma sutil del ser humano se desenvuelve en un estado que enel Einduismo se denomina tai7asa porque está relacionado con el 5fuego5 $t%7as&, en elsentido de que se aseme!a al fuego en cuanto que ste es lu% y calor al mismo tiempo.$or lo que respecta a su cualidad calórica, la forma sutil se relaciona con el cuerpo atravs del sistema circulatorio, mediante la sangre, y, por lo que ata1e a su cualidadluminosa, la forma sutil se relaciona con la corporal a travs del sistema nervioso.

'omo anteriormente se di!o, la modalidad sutil del hombre viviente posee variasposibilidades, entre las cuales está la de 5e&teriori%ar5 una apariencia corporal, dedonde los numerosos casos de 5apariciones5 ante familiares y conocidos de gentes

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que están a punto de morir en algún lugar distante. 'on todo, la forma sutil sufrenecesariamente una serie de cambios inevitables cuando se produce la separación delcuerpo, entre los cuales se cuenta el abandonar un residuo psíquico (el o5( como yase se1aló. +l plano sutil no es algo así como una copia 5astral5 del plano corpóreo.'onvendría más bien imaginarlo como lo que se llama en física un 5campo defuer%as5.Siguiendo con el proceso de abandono del cuerpo, el 5soplo vital5,

acompa1ado de las facultades y funciones mencionadas, se retira a su ve% en el 5almaviviente5 7Ivatma&' Según el e!emplo habitual, se dice que el total de facultadesindividuales se reúne alrededor del 7Ivatma así como los servidores lo hacen en torno aun rey que va a partir de via!e. +l alma viviente así acompa1ada se traslada al5vehículo ígneo5 o forma sutil luminosa, la cual es imperceptible para los sentidoscorporales de quienes puedan estar presentes alrededor del cuerpo del moribundo. Seproduce entonces la aparición luminosa de la 6ealidad en Sí, a travs de una u%deslumbrante. Si el ser en cuestión reconoce que dicha u% es la 6ealidad siempresubyacente a toda e&istencia y tambin a sí mismo, se produce la 5iberaciónincorpórea5 $videha(muti&' +l ser obtiene en ese momento el mismo resultado que enla 5iberación en vida5; no hay en realidad diferencias entre ambas y es solamentedesde el punto de vista de la manifestación que parece haberlas. +sto, que la tradición

hindú denomina 5iberación incorpórea5, viene a coincidir con la visión(identificaciónde la 5'lara u% $rimordial5 que describe el Li5ro -i5etano de los muertos $!ardo-hodo0& y, hechas las transposiciones pertinentes, con la visión de la Lumen loriae oVisio 5eat8fica que alcan%an los elegidos según las teologías musulmana y católica. +l!ardo -hodol precisa que durante el primer 5estado intermedio5 $chiai 5ardo&, si no sereconoce la 'lara u% $rimordial, puede haber un período durante el cual semanifiesta al moribundo la 5'lara u% Secundaria5, que es la misma pero empa1adapor las proyecciones que emite el propio ser en trance de morir. Se dice que la visiónde la 'lara u% dura bastante 5tiempo5 si se trata de un sabio verdadero, mientras quetratándose de gentes ignorantes o de tendencias malvadas sólo dura unos instantes y,en todo caso, por falta de preparación, son incapaces de darse cuenta. Si no seconsigue la #eificación o iberación, pero se cuenta con un grado suficiente de

conocimiento efectivo, el alma viviente, que está envuelta por el vehículo sutil, pasa arecorrer un via!e que en la tradición hindú se denomina 5via!e divino5 $d%va(y)na& y enel !ardo -hodol es el 5segundo estado intermedio5 $.honyid 5ardo&' +n esta situación,el ser, lo mismo que tuvo la posibilidad de obtener la iberación cuando estaba en elcuerpo, puede conseguirla en las modalidades sutiles de la individualidad humana.$uede irse identificando con los diversos grados que comprende el mundo de los )rquetipos o del $leroma el Bam5ogha aya del -udismo 3ibetano0, hasta llegar a laiberación efectiva. Se habla en este caso de 5iberación diferida5. +n el !ardo -hodol se ofrecen elaboradas descripciones de los 'inco 1hyani !udas en realidad, uncompendio de los atributos más esenciales de la 6ealidad en Sí0, pero resaltandosiempre que no son sino aspectos de la 'lara u% $rimordial. +llo parececorresponder con la visión del )pocalipsis que describe el 3rono divino y los cuatro5Iivientes5 alrededor suyo. )demás, tal y como se1ala 3itus -urcHhardt, según elSufismo, cada cosa enfocada en su naturale%a primordial es el 3rono de All)h, yespecialmente lo es el cora%ón del contemplativo. Seguidamente se describen en elLi5ro -i5etano de los muertos las apariciones para el ser que no ha despertado aún0de cuarenta y dos deidades apacibles y cincuenta y ocho deidades airadas, haciendohincapi en todo momento en que dichas apariciones son una proyección o delcora%ón las deidades apacibles0 o del cerebro las deidades airadas o terroríficas0.Pstas últimas además no son sino las divinidades apacibles filtradas por el cerebro. +nlas +scrituras hindúes e indoeuropeas en general se presentan descripcionessimbólicas y variadas de este proceso denominado d%va(y)na o 5Iía de los dioses50,al trmino del cual se alcan%a el !rahma(Loa o 56esidencia de !rahma5. +n todas

ellas lo esencial es comprender que cuando el alma viviente en via!e ha sobrepasadolo que suele Glamarse la 5esfera lunar5, que es el plano donde se elaboran y sedisuelven las formas individuales, dicha alma queda rescatada de la corriente de las

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formas y no habrá de retornar a la manifestación individual, al menos hasta el 52in del*undo5, el final de nuestro alpa' +n la 5Senda de los #ioses5 caben tres posibilidadesa grandes rasgos, según sea el grado de conocimiento efectivo del ser en via!e.Si elalma viviente reconoce que el 'entro cósmico donde reside el !rahm) de nuestromundo, el +mbrión de "ro, se identifica al menos virtualmente con la realidad del'entro de todos los mundos y atributos, es decir, con #ios en su grado más elevado,

dicha alma, que venía reGacionándose con #ios mediante la pantalla de algún símboloparticular, puede ir rasgando los velos que ocultan a la #ivinidad hasta que, como unáguila, pueda mirar al 5Sol5 de frente. $uede entonces tener acceso a la iberacióndefinitiva, ya sea de facto o sólo virtualmente, hasta hacerla efectiva con la llegada del2in del *undo, el pralaya' +sto es lo que se denomina 5iberación por grados5 $ramaMuti& o 5iberación diferida5."tra posibilidad es que el alma pase a la condición ded%va ángel0 y se convierta en 5dios por el 8arma5 $armand%va&' Si no hasobrepasado esta condición, al llegar el 2in del *undo podría ocurrir que el retorno a!rahm) no sea una 5reintegración activa5, sino una 5reintegración pasiva5, similar a laque tiene lugar cuando dormimos en estado de sue1o sin ensue1os. Sería una5asunción5 en lugar de una 5ascensión5. #e ahí, la vuelta a la manifestación es aúnposible, pero sólo a una condición supraformal, anglica. o hay vuelta posible al

5mundo del hombre5 $m)nava(loa&, es decir, a cualquier e&istencia individual. +n elcaso de que el ser en cuestión consiga simplemente mantenerse en lasprolongaciones sutiles de la individualidad humana, al llegar el fin de nuestro mundo, sise da la citada 5reintegración en modo pasivo5 y no la 5reintegración activa5, el ser podría retornar a otro estado individual, pero nacería en una condición central, análogaa lo que es la especie humana en nuestro mundo, y no perifrica como puede ser la delos animales y vegetales que conocemos en la 3ierra. a 5salvación5 de las religionesdel tronco de )braham corresponde al mencionado logro de superar la 5esfera lunar5,pero conseguir la salvación no es alcan%ar la iberación efectiva, la cual debe ser relacionada, como ya se ha dicho, con la 5#eificación5. Según ciertos teólogos del'ristianismo "rtodo&o "riental, la distinción entre 5salvación5 y 5#eificación5 apareceen las palabras del 'redo, 5por nosotros los. hombres5 y 5por nuestra salvación5. Sea

como fuere, ello aparece plasmado en las fiestas litúrgicas diferentes de la6esurrección, la )scensión y $entecosts, considerando a esta última como laculminación de la )scensión. )quí es imprescindible tratar la cuestión de la56esurrección de los muertos5, aunque 5el asunto de la resurrección es largo y difícilde e&plicar y pide, como ningún otro de los dogmas, un hombre sabio5 70.56esurrección de los muertos5 es la e&presión que se utili%a en el 'redo de icea('onstantinopla, mientras que en el llamado Símbolo de los )póstoles se habla de5resurrección de la carne5. +sotricamente, hay que distinguir entre la primeraresurrección tras la muerte y la segunda resurrección al fin del mundo. a primeraresurrección es lograr la salvación en el $araíso 3errenal, con arreglo al +vangelio deSan ucas, MMGGG, DJ= 5Eoy serás conmigo en el $araíso5 y al )pocalipsis, MM, D= 5Iitronos y sentáronse en ellos, y les fue dado el poder de !u%gar, y vi las almas de losque habían sido degollados por el testimonio de 4esús y por el Ierbo de #ios, ycuantos no habían adorado a la bestia ni a su imagen y no habían recibido la marcasobre su frente y sobre su mano; y vivieron y reinaron con 'risto mil a1os. osrestantes muertos no vivieron hasta terminados los mil a1os. +sta es la primeraresurrección. +sta en el buen camino y es santo el que tiene parte en la primeraresurrección; sobre ellos no tendrá poder la segunda muerte, sino que seránsacerdotes de #ios y de 'risto y reinarán con Pl por mil a1os5.a segundaresurrección concierne a lo que es propiamente el 2in del *undo que no es, engeneral, lo que trata el )pocalipsis, ya que esta obra se centra en el 52in de los3iempos50. 'uando llega el final de nuestro mundo o alpa, se dice en el 'ristianismoque se produce la resurrección de los cuerpos y el fin del mundo lo mismo que se

ense1a en el *a%deísmo, el 4udaísmo y el Gslam0. $or tal e&presión no hay queentender que se obtenga un resultado no pree&istente, sino que el 5cuerpo5corresponde a una posibilidad que hay o que es en nosotros eternamente y de la cual

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el cuerpo es la e&presión en modo manifestado. Según la e&presión de San $ablo,tenemos en el 'ielo unas 5tiendas5 o caba1as no hechas por mano de hombre. +n unsentido aún más elevado, la 5resurrección de los cuerpos5 alude a la reali%aciónefectiva del Eombre <niversal, es decir, a la iberación efectiva, empleando el símbolodel cuerpo humano J0. a noción de Eombre <niversal 5puede abra%ar el dominio dee&istencia correspondiente a todo el con!unto de un estado de e&istencia determinado,

cualquiera que sea este estado, pero esta significación, sobre todo si se trata delestado humano, incluso tomado en el desarrollo integral de todas sus modalidades, ode otro estado individual, no es aún propiamente más que 5cosmológico5, y lo quedebemos considerar esencialmente aquí es una transposición metafísica de la nocióndel hombre individual, transposición que debe efectuarse al dominio e&tra(individual ysupraindividual. +n tal sentido, la concepción del Eombre <niversal se aplicará primeroy lo más corrientemente al con!unto de los estados de manifestación. $ero se la puedeinterpretar aún más universalmente, en el sentido más completo de esta palabra,e&tendindola igualmente a los estados de no manifestación, luego a la reali%acióncompleta y perfecta del ser total, entendiendo ste en el sentido superior5 D0. )ntes detener acceso al $araíso 3errenal, puede haber un previo proceso de purificación deadherencias, que es lo que se e&presa en la doctrina católica del $urgatorio de las

ánimas. +n el 'orán se menciona un paradero neutral entre infierno y $araíso cuyodestino final es este último Sura IGG, El muro, v. DO0. 3ambin el *a%deísmo ense1a lae&istencia de un 5lugar5B intermedio entre la 3ierra y los $araísos. Si no se tiene elgrado suficiente de conocimiento efectivo, el alma viviente queda ya sometida al Harmay se dice en el Einduismo que ha de seguir la 5Iía de los )ntepasados5 $pitri(y)na&, lacual corresponde en el !ardo -hodol al sidpa 5ardo o estado intermedio del devenir. +lser en via!e llega al simbólico 56eino de la una5 es decir, al medio cósmico en el cuallos seres nacen a nuestro mundo desde otra e&istencia individual y tambin mueren anuestro mundo y transmigran a otro0. 'omo no se ha sobrepasado el dominio de lasformas, según sea el Harma benfico acumulado por las acciones rituales en sentidoamplio0 en la 3ierra, así será el tipo de e&istencia sutil que se consigamomentáneamente de ahí los cultos a los antepasados0. <na ve% agotados los frutos

de dicho Harma favorable, el alma es empu!ada por el residuo de Harma atesorado enincontables e&istencias y por las impregnaciones de la vida terrestre, y ha de caer denuevo en la e&istencia individual en otro mundo. Se ha producido para ellos la5segunda muerte5 y son succionados por el torbellino de la transmigración. $araalgunos seres, el morir y el renacer es casi automático; van y vienen incesantementesin tomar consciencia de su situación. os animales más inferiores podrían ser une!emplo en nuestro mundo de estos casos. Si el Harma de algunos hombres esespecialmente pesado, ellos pasan a las prolongaciones psíquicas infernales denuestro mundo, permaneciendo como seres humanos atormentados por el 5fuego5 queproyectan ellos mismos, hasta la llegada del 2in del *undo, el final de nuestro 8alpa.$odría decirse que son en ese momento 5vomitados5 a renacimientos despreciables,como demonios, vegetales, gusanos, etc., hablando simbólicamente. +n lo querespecta a los infiernos, la ense1an%a es universal y lo que varía fundamentalmente esque el Einduismo y el -udismo afirman que se sale de los estados infernales al fin delciclo, pasando a continuación a la transmigración como seres ínfimos y perifricos. )partir del *a%deísmo, como no se ense1aba e&otricamente la doctrina de los cicloscósmicos, sólo quedaba la salida de asegurar que los estados infernales llegan a sutrmino cuando el mundo toca a su fin y, tras una purificación, todos sontransfigurados C0. $or otro lado, a partir del 'ristianismo y del Gslam, se afirmae&otricamente que la condición infernal es eterna, lo cual desde la perspectivauniversal de la Sabiduría $erenne no puede admitirse. a palabra 5eónico5 del uevo3estamento, que se traduce como 5eterno5 puede significar en griego igualmente unciclo indeterminado de tiempo el aevum latino0. a traducción correcta es 5perpetuo5 y

no 5eterno5. )unque sorprenda a algunos, lo cierto es que hay pasa!es de las+scrituras hindúes y algún 1i#logo de $latón que, tomados al pie de la letra, parecenpostular un infierno sin fin. +n resumen, puede decirse que para el moribundo se

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presenta en primer lugar, la u% deslumbrante de la 6ealidad $rimordial, tanto de símismo como de todo ser. Si no la reconoce, como es lo habitual, pasará, en unoscasos, a recorrer la 5Senda de los dioses5 o 5vía luminosa5. +n dicha senda, hablandoen trminos cristianos, se produce primero la resurrección primera o 5salvación5 en el$araíso 3errenal. ) continuación, puede darse o no la 5)scensión5 a lo largo delnovenario de coros anglicos, lo cual se simboli%a por los nueve días que transcurren

entre las fiestas litúrgicas de )scensión y $entecosts. #icha ascensión puede tener lugar o en las prolongaciones sutiles del estado humano o sólo al 2in del *undo con el5arrebatamiento5 y la 5trans(formación5 que pueden darse en ese momento. +l ser queno sigue el d%va(y)na ha de recorrer el pitri(y)na o 5Senda de los antepasados5, quees denominado 5camino sombrío5 en la tradición hindú y que puede proporcionar unestado pasa!ero de gran felicidad en la modalidad sutil de nuestro mundo, pero quellevará indefectiblemente a caer en la transmigración hacía otro mundo. $or fin, loshumanos más particularmente malvados mantienen la individualidad sutil humana enel 5castigo5 de un estado infernal, siendo e&cretados al llegar el 2in del *undo haciaun renacimiento en otro mundo como seres efímeros y detestables.

"3)S=

/0. )G final de un despliegue completo de la cadena de los mundos $Año de !rahm)& seproduce el mah)pralaya ya o 5gran disoGución5, el cual no debe confundirse con el pralaya o5disolución5 que sobreviene al fin de cada mundo o 18a de !rahm), aunque el segundo refle!aal primero en cierto modo.

70. "rígenes, .ontra .elso, I, 7J.

J0. ) este respecto puede consultarse, con reservas, la obra de Eenry 'orbin, .orps spirituelleet -erre .eleste trad. cast.= .uerpo espiritual y -ierra celeste, Siruela, *adrid, />>O0.

D0. 6en @unon, 5+l Eombre <niversal5, cap. GG de El Bim5olismo de la .ruH cit.0.

C0. 'f. 4ean Iarenne, Joroastro, +daf, *adrid, />A>.

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Capítulo I&: EP2%*0*

legados a este punto, el lector, tanto si cree en la 5vida. tras la vida5 como si no, ha

de reconocer que los habituales tópicos acerca de los estados post(mortem soninsostenibles. o e&isten las pretendidas contradicciones entre las diversas tradicionessagradas; hay solamente una divergencia en la presentación de las ense1an%asrespectivas y, en este momento, tambin se da una creciente incomprensión eignorancia de cada una de ellas por parte de sus propios representantes más o menosnotables. +n todo caso, no cabe ya alegar la diversidad y oposición de doctrinas paradespreocuparse del momento de la muerte.5+n las religiones orientales no hay nadareferido a la resurrección de los muertos5, suele decirse habitualmente; y, sinembargo, en el Einduismo y en el -udismo se ense1a la e&istencia de paraísos queson corno un vestíbulo de la. iberación o irvana y que están e&entos de latransmigración. 9Lu es en tales tradiciones la primera resurrección: +s renacer, por e!emplo, en el $araíso 1ewachen o Bu)vatI según el -udismo 3ibetano, o en la53ierra $ura5 $Kodo Bhin& de ciertas escuelas budistas !aponesas, o en el $araísoVaiunta en el que reina Iishnú /0. a segunda resurrección tendrá lugar cuandotales $araísos, que son perpetuos pero no eternos, reviertan al !rahm) de nuestromundo y, !unto con ste, al Ser <niversal, origen de todos los mundos. +n esemomento tendrán la posibilidad de lograr la iberación definitiva los seres que allí se5alo!an5.$or lo que hace a la pretendida 5reencarnación5, el esoterismo tradicionalaclara que no puede admitirse corno vidas sucesivas en la 3ierra sino que se trata deuna degradación de las doctrinas autnticas sobre la transmigración y lametempsicosis. )simismo, tampoco es admisible la creencia e&otrica del *a%deísmoy de las religiones occidentales según la cual la inmortalidad es a la ve% individual yeterna. a estancia de las almas en paraísos e infiernos es sólo provisional en espera

de la 6esurrección y el 2in del *undo. Si en ese momento se produce la iberación ose pasa a la condición de d%va no cabe ya hablar de individuo propiamente dicho,pues ste se 5transforma5, recupera su condición más allá de las formas. )lgunos sepreguntarán el por qu de tanta insistencia en negar la reencarnación. 3al y comorepite el !ardo -hodol, 5te has despo!ado de tu cuerpo material, compuesto de carne ysangre, lo que indica que vagas por el sidpa 5ardo' Ee aquí por qu en este momentodebes formar sin distraerte una resolución única en tu espíritu. +sto es muyimportante. +s como dirigir a un caballo con las riendas. 3odo cuanto puedas desear vendrá para desfilar ante ti... recha%a los sentimientos de atracción o de repulsión5. acreencia en que se reencarna en la 3ierra y como humano es un error y, como tal,servirá para distraer al espíritu alimentando deseos y e&pectativas falsas en elmomento más crucial para despertar; de ahí la insistencia que aquí mostramos. Luien

sea honrado en sus planteamientos ha de reconocer que el hombre actual, quepretende sostener ideas propias liberadas del yugo de la religión, está en realidadhaciendo suyas lo que no son creaciones originales sino versiones deformadas ydegeneradas de antiguas ense1an%as tradicionales. 'omo ya se di!o, si la doctrina !udeo(cristiana e islámica sobre el 2in de los 3iempos se seculari%a y se materiali%a,nos encontramos con la idea de $rogreso, ídolo dominante del sistema. 3ambin elevolucionismo no parece ser sino una caricatura terrestre de la doctrina metafísica delos estados múltiples del ser. a reencarnación, tan e&tendida hoy, es unatergiversación d la transmigración y de la metempsicosis. +s curioso darse cuenta deque la fe reencarnacionista implica que ni siquiera los muertos quedarían libres de lascadenas del sistema dominante; pronto volverán a la 3ierra y Wacaso inmediatamente,según algunos creenX o faltará quien piense o comente acerca de lo banal que

resulta ocuparse de las inciertas y etreas cuestiones post(mortem frente a lo palpablede las satisfacciones peque1as pero reales que puede ofrecer la vida ordinaria. )lgoseme!ante podría argumentar alguien que hubiera nacido en la cárcel y no conociera la

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e&istencia del e&terior. Su estancia en la prisión podría proporcionarle alguna situaciónplacentera e, incluso, podría desarrollar una vida un poco más ordenada cada día ycon más me!oras a1adidas, pero ninguna cárcel puede ser eterna. 'uando se abrierao se viniera aba!o 9qu harían los e& prisioneros: 9cómo se orientarían: *ientrassiguieran encerrados, lo que sí harían, en su ignorancia, es reírse de quien pudierallagar a relatarles algo del e&terior. $ara terminar con un aspecto más 5practico5 del

arte de morir cabe se1alar que cada tradición espiritual, si se toma en serio, puedeproporcionar los medios para conseguir al menos la 5salvación5. $or a1adidura, entodas ellas se encuentra la práctica de la repetición rítmica de un ombre divino, queactúa en vida como atractor de las influencias sobrenaturales y en el momento de lamuerte puede ser un viático fundamental. +n todo caso, siempre conviene tener presente que, al tener todos los seres unas posibilidades equivalentes, todos ellosalcan%arán la iberación, en un estado o en otro. $ara hablar con toda propiedad, larealidad es que todos están liberados pero lo han olvidado. Sin embargo, no basta unaelaboración mental o emocional, sino que ha de aprehenderse con intuición inteligenteque 5Si en el cielo se elevara de repente la lu% de un millar de soles, seme!ante seríaal esplendor de aquel @ran +spíritu5 70.

"3)S=

/ 0. 'f. 3itus -urcHhardt, 5a 4erusaln 'elestial y el $araíso de IaiHunta5, en B8m5olos,"la1eta, $alma de *allorca, />A7.

70. !hagavad uit#, Ml, /7.

alexander j - muerte esoterismo y reencarnacion

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