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    VITRIOLVMREVISTA DIGITAL DE FRANCMASONERA

    N 37 | TAMMUZ 5774 (VL) JUNIO 2014 (EV)

    DIRECTOR | EDITORQHngel R. Medina, [email protected]

    COLABORANSilvio Castellanos, Jos Rafael Otazo,Asdrbal Urdaneta, Luis BlancoFuentes, Javier Lahoud.

    EN EL EXTERIORAlirio J. Rojas (Mxico), Jos RubioArvelo y Jacques Faucher (Francia),

    Josh Prez B. (EE. UU), Vctor Guerray Brenno Ambrosini (Espaa), IvnHerrera Michel (Colombia), EdselLourens (Curazao).

    PUNTO GEOGRFICOAv. Ricaurte N 34, Maracay, EstadoAragua, Venezuela.

    VITRIOLVM, es una publicacin de laComisin de Docencia y Cultura de laRLLeonardo Da Vinci N 244(REAA), Orde Maracay, Estado

    Aragua, Venezuela, bajo lajurisdiccin de la Muy RespetableGran Logia de la Repblica deVenezuela, Jesuitas a Maturn N 5,Templo Masnico, MonumentoHistrico Nacional, Caracas, D. C.

    VITRIOLVM, es una publicacindigital de distribucin gratuita porInternet bajo el sistema desuscripcin. La direccin de estapublicacin no comparte

    necesariamente las opiniones de suscolaboradores. Tampoco mantienecorrespondencia sobre artculos nosolicitados. Los contenidos de lasplanchas y trazados publicados son dela exclusiva responsabilidad de susautores y no representan la opinin dela Gran Logia de la Repblica deVenezuela.

    EDITORIAL

    Al decir del socilogo estadounidense ErichFromm, el hombre moderno vive con la ilusin de

    que sabe lo que quiere, mientras que en realidadquiere lo que se supone que va a querer. Esopodramos aplicarlo en algunas logias. Hay

    Hermanos que confunden el esoterismo masnicocon la vanidad espiritual. Entendemos, que hay

    dos esoterismos, el de las apariencias, fantasmal y

    desencarnado, y el del cuerpo glorioso,perteneciente a lo que los hebreos llaman el

    mundo futuro o mundo por venir. Ya eso lohaba vislumbrado Cervantes enEl Quijote.

    Releyendo, precisamente, el libro de los libros ocomo deca un Querido Hermano: el libro

    profano que ms ha deleitado a los hombres,Elingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha,

    podemos entender porque el caballero sabe y elvulgo no, aunque Don Quijote puntualizaba,

    acertadamente, que el vulgo no es solamente elpueblo bajo: todo aquel que no sabe, aunque sea

    seor y prncipe, puede y debe entrar en nmero devulgo. Cervantes, a travs del Quijote, nos dej

    como legado una sentencia certera: el que leemucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.

    Me refiero a ello, porque algunos Hermanosparecen no entender que la elevacin de nuestrotemplo espiritual, no est solamente en manejarlos rituales como una especie de gaceta hpica.Ahora, podemos deducir, porque tantas logias

    gravitan en la mediocridad. Hay masones que noestudian ni investigan y se conforman con unbodrio flmico como El cdigo Da Vinci.

    Post tenebras, spero lucem. Porque siempre la luzvence a las tinieblas. Es como otra escena del

    rapto de Persfone.

    El otro rapto de Persfone

    ARM

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    VITRIOLVMREVISTA DIGITAL DE FRANCMASONERA

    N 37 | TAMMUZ 5774 (VL) JUNIO 2014 (EV)

    CONTENIDOSCONTENIDOS

    TEMAS

    3

    El caballero de la mano en el pechoo el enigma de un retrato /4QHngel R. Medina

    El silencio del Aprendiz y el Compaero /6QHSilvio Castellanos

    El trabajo intelectual aplicadoal estudio del Aprendiz /10

    QHEduardo Espinoza Mauricio

    Las fases constructivas de un ritual /14QHJos Manuel Monroy

    Talent masnico: 9 estilos de liderazgo /17QHJos Rafael Otazo

    Simbologa en el Templo /18QHRafael Camerano Fuentes

    Los 4 elementos iniciticosen la ceremonia de Iniciacin / 20

    QHEdgardo Atilio Ramini

    Presencia de la tradicin hebraica en la masonera / 25Pere Snchez Ferr

    Con los ojos vendados / 32QHngel R. Medina

    El Gran Houdini: un Mandrake realMaestro Masn y Shriner /34

    QHngel R. Medina

    LECTURAS

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    El caballero de la mano en el pecho, es una delas pinturas espaolas ms famosas pintadas por elartista Domnikos Theotokpoulos, ms conocidocomo El Greco, y que constituye una de las obrasms importantes de la Edad de Oro de la pintura es-paola. EnEl caballero de la mano en el pecho, ve-mos el estilo completamente personal del pintormanierista. El manierismo, fue un estilo artsticoque, bajo la influencia de la maniera (estilo) de losgrandes maestros del renacimiento clsico, funda-mentalmente de Miguel ngel, fue practicado prin-cipalmente por un grupo de artistas italianos y euro-peos del siglo XVI (1).

    En esta obra de El Greco vemos el estilo com-pletamente personal del artista plstico que se fun-de, al decir de los crticos de arte, con los elementostpicos del retrato espaol de esta poca: retratadorepresentado de busto, ropaje tpico de la poca. Elinters por esta pintura, no radica solamente en suvalor esttico como obra de arte en s, sino por elmisterio de los signos que este hombre hace: la manoderecha sobre su pecho como seal de respeto o ju-ramento, pero con los dedos medio y anular juntos yotros separados, como si fuese un iniciado en los

    Augustos Misterios, con un signo de la clusula ri-

    tual del segundo grado masnico.Los historiadores del arte y los estudiosos de laobra del pintor cretense radicado en Toledo, creenque este caballero es don Juan de Silva y Ribera, IIIMarqus de Montemayor, alcalde del Alczar deToledo. Otros exponen que puede ser un retrato delgenial escritor castellano, don Miguel de Cervantesy Saavedra, el autor de El ingenioso hidalgo DonQuijote de la Mancha. Tambin se ha pensado en unautorretrato, aunque no existen datos que avalen estaposib il idad. Lo que si consi de ran algunosmasonlogos es que la mano oculta podra revelaruna identidad masnica libre de los ojos de profa-

    nos en cualquier lugar pblico. Pensemos, por unmomento, que es un retrato oficial de un Caballeroespaol no identificado, pero con la sospecha deque el gesto es un signo ritualstico slo inteligiblepara los iniciados.

    Aparte de las diversas apreciaciones sobre laidentidad de este caballero, dicho retrato se convir-ti en una bandera de los intelectuales espaoles definales del siglo XIXen su reivindicacin de la cultu-ra autctona. Aunque para algunos estudiosos elpersonaje representado es don Juan de Silva, caba-llero de la Orden de Santiago, en realidad se desco-noce su identidad (2). La calidad artstica de la obra

    pictrica de El Greco es incuestionable, pero esteartista plstico fue injustamente ignorado durantemucho tiempo y que fue reivindicado con la llegadadel modernismo. A juicios de los especialistas, Elentierro del conde de Orgaz es, la obra de mayorenvergadura del pintor cretense y uno de losparadigmas de la pintura manierista. Pintada para laiglesia Santo Tom de Toledo, en ella, en dos esce-nas independientes, se recuerda a un ilustre y devo-to personaje que vivi en el siglo XIV (3). Como loexplican los historiadores del Arte, el siglo XVIen-cuentra en las figuras de El Greco varios aspectosa destacar: los prototipos contra reformistas de pie-dad, arrepentimiento y devocin cristiana. El hidal-go representa al caballero cristiano en todo su ser, laespada desvainada hace referencia al juramento anteDios.

    El retrato ms popular de El Greco es, sin dudaalguna,El caballero de la mano en el pecho(leo,81 x 66 cm, Museo del Prado, Madrid, pintado entre1577 y 1584 e identificado como don Juan de Silva,caballero de la Orden de Santiago). De este retrato,se puede destacar los siguiente: La figura de medio

    EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHOo el enigma de un retrato

    QHNGEL R. MEDINA, MMRLLeonardo Da Vinci N 244Orde Maracay, Aragua, Venezuela.

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    cuerpo, en actitud de recibir la fe de caballero, des-taca por el vigor de la caracterizacin realzado porla golilla y los puos de encaje sobre el fondo oscu-ro, as como las sobrias calidades del traje y la ricaempuadura de la espada (4).

    En El caballero de la mano en el pechoobratambin conocida comoEl juramento del caballe-

    ro, vemos el estilo completamente personal del pin-tor manierista que se funde con los elementos tpi-cos del retrato espaol de esta poca: retratado re-presentado de busto y ropaje tpico de la poca. Re-cordemos que, adems de magnficos retratos, pinttemas religiosos y paisajes en el estilo manierista yexpresionista definido por el alargamiento de lasfiguras, lo extrao de la iluminacin y lo irreal de lacomposicin, caractersticas que traducen una exal-tacin mstica (5). Si hay algo que matiza la obrapictrica de El Greco, fue su estilo peculiar en lacaptacin psicolgica de los personajes.

    Gombrich dice que cuando El Greco lleg a

    Venecia procedente de su Creta natal ciudad que nohaba desarrollado ningn tipo de arte durante elmedievo. Tras su estancia en Venecia se establecien Toledo, Espaa, donde no era fcil que le distra-jeran o molestaran los crticos exigindoles un di-bujo correcto y natural, ya que en Espaa persistanen grado elevado las ideas medievales acerca delarte (6). Este historiador del arte escribe: El artede El Greco supera incluso al de Tintoretto en suatrevido desdn hacia las formas y colores natura-les, as como en sus dramticas y agitadas visiones(7).

    Como analizan los crticos e historiadores delarte, en el retratoEl caballero de la mano en el pe-cho, el hombre de rostro alargado, plido y meji-llas ligeramente rosadas, mira fijamente al especta-dor. Es una mirada grave, melanclica, que nos tras-mite profundidad y establece un silencioso dilogocon el observador. El problema no est en si el re-trato es de un iniciado en los Augustos Misterios ono, sino que estamos en presencia de un artista pls-tico que leg a la humanidad un estilo innovadorbasada en las formas alargadas, la delgadez de lospersonajes y su expresividad.

    Notas1. LAROUSSE. Diccionario enciclopdico. Bogot:Ediciones Larousse, 2003, p. 640.2. EL MUNDO DEL ARTE. Autores, movimientos yestilos. Barcelona, Ocano, 2000, p. 233.3. Ibd., p. 232.4. HISTORIADELARTE. Vol. 7. Madrid: Espasa-Calpe,1999, p. 1342.5. LAROUSSE, Op. Cit., p. 1363.6. GOMBRICH, E. H., La historia del arte, BuenosAires, Sudamericana, 1999, p. 371.

    7. Ibd., p. 371.

    REFERENCIAS BIBLIOGRFICASELMUNDODELARTE.Autores, movimientos y estilos.Barcelona: Ocno, 2000.GOMBRICH, E. H.La Historia del Arte. Buenos Aires:Sudamericana, 1999.

    HISTORIA DEL ARTE. Vol. I. Madrid: Espasa Calpe,1999.LAROUSSE. Diccionario enciclopdico. Bogot:Ediciones Larousse, 2003.

    leo, 81 x 66 cm, Museo del Prado, Madrid,pintado entre 1577 y 1584 e identificado como don

    Juan de Silva, caballero de la Orden de Santiago

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    Para iniciar los trabajos en los diferentes gra-dos, lo primero que hace el Venerable Maestro espronunciar la frase: Hermanos mos, Silencio yen Logia1, con el fin de producir en los asistentesun mnimo estado de serenidad que los prepare parael inicio de la actividad masnica. En el desarrollode la Tenida se llevan a cabo dilogos que siguen unrito y la ruptura del silencio la administra el Venera-ble Maestro otorgando el derecho de palabra en dossentidos: en bien general de la Orden y en particularsobre la tenida que seest realizando. Asi-mismo, el derecho depalabra pa ra lo sAprendices y Com-paeros se oto rgapara ciertos particula-res. Sobre estos tpi-cos discurriremos enel presente trabajo,haciendo nfasis enel silencio de losAprendices y Com-paeros.

    El tema del silenciopor si solo es interesan-te. No se concibe lamxima Socrtica co-ncete a ti mismo sinque el silencio est depor medio. Cmo lle-varemos a cabo esatravesa a nuestro in-terior del que se nosinforma en nuestra iniciacin si no es silencio?Cmo renaceremos cual semilla de trigo, que lue-go de enterrada surge como planta si no es en silen-

    cio? Cristo dijo que el reino de Dios est dentro denosotros, por eso, no hay que buscar nada fuera denosotros mismos, la autntica fortuna est en nues-tra interioridad. Por eso una vez que nos conozca-mos ya podremos ser extrovertidos y compartir nues-tro amor con todo el mundo, lograremos en mediode una multitud, meditar. Pero cmo alcanzar estosi no es con el silencio como va? No es suficiente,pero sin l, no lo conseguiremos. Cualquiera nospuede indicar lo que considera que es la verdad, sin

    embargo, no la hallaremos sino en nuestro interior yllegaremos a ella slo en silencio.

    Es parte de la disciplina espiritual de un cultorde la verdad, dilata el espacio de tiempo de nuestravida, es parte del compromiso la disciplina del quehaga voto de servir a la verdad, es el mejor mediopara estar en comunin con Dios, adems de que elhombre silencioso es aquel que teniendo la posibili-dad de hablar no dice una palabra dems.2Pero noconfundamos el silencio con el mutismo:

    El silencioes un preludiode apertura a larevelacin, elmutismo es elcierre a la reve-lacin, sea porrechazo a reci-birla y a trans-mitirla, o seacomo castigopor haberlo en-redado con elalboroto de ges-

    tos y pasiones.El silencio abreun pasaje, elmutismo la cor-ta. Segn last r a d i c i o n e s ,hubo un silen-cio antes de lacreacin; habrsilencio al fin

    de los tiempos. El silencio envuelve los grandesacontecimientos, el mutismo los esconde; el uno daa las cosas grandeza y majestad; el otro las despre-

    cia y las degrada. El uno marca un progreso, el otrouna regresin. El silencio, dicen las reglasmonsticas, es una gran ceremonia. Dios llega alalma que hace reinar en ellas el silencio, pero dejamuda a la que se disipa en charlas.3

    Se impone en nuestros trabajos desde la mismainiciacin, cuando al Recipiendario se le lleva alCuarto de Reflexin para inducirlo al pensamientoen silencio; se le empuja hacia la duda con pregun-tas escritas en las paredes y lo intriga el intraducibleacrnimo V.I.T.R.I.O.L. Posteriormente despus de

    EL SILENCIO DEL APRENDIZY EL COMPAEROQHSILVIO CASTELLANOS, MMRLEsperanza 7 del Este N 233

    Orde Caracas, D. C.

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    implica que esa potestad de hablar y de tomar parteen las discusiones, debe ser nica y exclusivamentecuando se le conceda y nada ms que en bien gene-ral de la orden. Slo as no habra colisin entre laConstitucin y los Estatutos y se preservara la con-cordancia entre ella y los rituales de iniciacin y deascenso a Compaero.

    Observemos entonces como el mismo artculo10, nos da ejemplos de lo que es el bien general de

    la Orden, cuando permite que un Aprendiz o Com-paero informe sobre el ingreso de un individuo quepueda perjudicar nuestra Institucin, u opine sobreel tesoro, puesto que su aporte monetario implica elmantenimiento del tesoro de su Logia y el de la GranLogia como organismo. Culminando este desarrolloy como es indudable que el silencio es tan inherenteal desarrollo masnico, que debemos hacerlo partenatural del espritu y est promovido as en todosnuestros instrumentos de trabajo, presentndosecomo desidertum el conocimiento de nosotros mis-mos a travs de ese viaje hacia nuestra interioridad,muchas veces desconocida. Aprender a cerrar los

    ojos y mirar hacia adentro, para luego dirigirnos alfondo utilizando como herramienta el silencio, re-sulta para m el mayor de los retos.

    En ese camino, el encuentro con mi concienciaresultar gratificante, aclarador y potenciador y noparar en esa travesa porque s que es en esa explo-racin, donde encontrar la respuesta a mi proble-mtica existencial. En otro orden de ideas, en con-sonancia con el silencio y como consecuencia delo expuesto en los prrafos anteriores, considero unacontradiccin que un Aprendiz o Compaero pudie-ra debatir sobre un trabajo que l present, puestoque su plancha es el instrumento para que reciba lu-ces y se le instruya, se le oriente y para verificar losprogresos que va alcanzando en la Masonera y nopara que se promuevan diatribas en la Tenida.

    La dialctica es slo para los Maestros y no paraellos puesto que la filosofa de sus grados as lo im-pone. Tambin sera inoficioso que se presentara laincmoda situacin de un debate insuperable entreAprendices o Compaeros con los Maestros y hastacon el Venerable Maestro, propiciada por el incons-titucional e ilegal derecho de palabra aqu contro-

    vertido, como ha sido demostrado, lo cual conside-ro est fuera de la naturaleza docente diseada parallevarlos al sublime grado de Maestro. Tambin, nosmostraremos incoherentes al decirles, tanto en suiniciacin como en su ascenso a Compaero, que notienen derecho a palabra para luego expresarles quesi lo tienen, haciendo caso omiso de nuestra Consti-tucin e interpretando de manera inadecuada el art-culo 140 de nuestros Estatutos Generales.

    En todo caso, al claror de lo que nos enseaKelsen, prcticamente todas las constitucionesprevn un mecanismo que permite salvaguardar lasupremaca de la ley fundamental, lo cual es deno-minado por ejemplo en Venezuela y LatinoamricaControl difuso constitucional, previsto en nuestropas en el artculo 334, el cual es del siguiente tenor:

    ARTCULO 334: Todos los jueces o juezas dela Repblica, en el mbito de sus competencias yconforme a lo previsto en esta Constitucin y en laley, estn en la obligacin de asegurar la integridadde la Constitucin.

    En caso de incompatibilidad entre esta Cons-

    titucin y una ley u otra norma jurdica, se apli-carn las disposiciones constitucionales, corres-pondiendo a los tribunales en cualquier causa, ande oficio, decidir lo conducente(resaltado mo).

    Corresponde exclusivamente a la Sala Consti-tucional del Tribunal Supremo de Justicia como ju-risdiccin constitucional, declarar la nulidad de lasleyes y dems actos de los rganos que ejercen elPoder Pblico dictados en ejecucin directa e inme-diata de la Constitucin o que tengan rango de ley.

    Como puede notarse, se impone a los jueces,desaplicar cualquier disposicin reglamentaria o le-gal que contrare la norma fundamental. Asimismo,quienes fungen de jueces en nuestra orden, entre loscuales est el Venerable Maestro, tienen a mi pare-cer, la obligacin de hacer valer la ConstitucinMasnica por encima de cualquier norma que rijanuestro quehacer filosfico. Finalmente creo con-veniente que estas posibles inconsistencias en nues-tros textos de trabajo, debieran considerarse en ins-tancias superiores para promover una correccin queconcilie piramidalmente los artculos aqu comen-tados.

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    INTRODUCCIONPodemos definir a la masonera como una es-cuela de filosofar, y filosofar no significa otra cosaque pensar, reflexionar, cuestionarse y cuestionarconceptos o situaciones con las cuales, en este caso,el Aprendiz se enfrenta diariamente.

    El Primer Grado o grado de Aprendiz ubica alhermano Masn en una posicin de aprendizaje enla Orden Masnica, inicia una senda en la que posi-blemente se necesita una mejor utilizacin de su in-telecto, es decir, aprovechar ms su capacidad paracomprender y razonar, usando su potencia cognitivaracionalmente con la cualdeber como Masn ela-borar un proyecto de vida,que en nuestra Institucinse comunica a travs de unmtodo estructurado abase de smbolos, lo quepodemos traducir comoconocimientos que sinteti-zan el mbito en que semueve el ser humano.

    En la presente plan-cha, trataremos de encon-

    trar los medios que permi-tan al Aprendiz Masn dis-poner de algunos conoci-mientos y elementos prc-ticos para realizar su tareade despertar en s mismoel inters e impulso pararecorrer por la senda delintelecto hacia una utiliza-cin no slo de la inteli-gencia en pos del desarrollo personal al cual esta-mos empeados.

    No se pretende imponer criterios, ni dictar re-

    glas, siendo el gran objetivo, acercarse a la intimi-dad de las aspiraciones, presentando ideas relacio-nadas con la naturaleza y los procesos de la vidaintelectual, orientando con alguna metodologa queapunte al logro de nuestro perfeccionamiento.DESARROLLO

    La educacin intelectual es la educacin delhombre en cuanto a su capacidad de juzgar, de razo-nar y de conocer los atributos fundamentales de larealidad. El hombre es el nico ser, en virtud de suinteligencia que puede aprender, comunicar y dar

    vida sostenida por la cultura y por motivaciones ti-cas y religiosas.Es indudable que los primeros conocimientos

    humanos son logrados a travs de los cinco senti-dos, sin descartar la transmisin de la herencia y queseguramente el pensar o la accin de la mente co-mienza en las primeras horas del nacimiento. Poste-riormente la tarea intelectual consiste en el ejerciciode la inteligencia y voluntad al menos para entrar enel mbito del conocimiento.

    La actitud caracterstica del intelectual es la li-bre discusin crtica en busca del sentido de todo lo

    que lo rodea. La interro-gacin es el smbolo dela vida intelectual, as seestablece una perma-nente revisin de estecampo y se renueva loestablecido.

    La vida intelectualno slo es bsqueda per-manente, sino tambinhallazgo y ordenacinde respuestas. El hbitode escuchar y leer con

    atencin, permite com-prender que es necesa-rio cierto rigor para lo-grar el desarrollo de unadisciplina que utilice lainteligencia, a la cual seagrega una voluntad ofuerza impulsora dirigi-da a avanzar en un des-envolvimiento con es-

    fuerzo verdadero por despertar el sentimiento de res-ponsabilidad en relacin a la formacin integral, lle-vado por una actitud autodidacta frente al aprendi-

    zaje, con el cual se empea a conciencia para obte-ner la superacin de etapas que se encuentran afian-zadas en las potencialidades del sujeto.

    Segn Aristteles, la inteligencia puede desa-rrollarse y perfeccionarse a base de hbitos. Igualplanteamiento ha reforzado poco tiempo atrs elAutor. Daniel Coleman con su obra La inteligenciaemocional impreso en 1995, planteando que es in-dudable que los hbitos generan conductas durade-ras que no son fciles de cambiar. Sin embargocuando se acta sobre ellas con alguna disciplina

    EL TRABAJO INTELECTUAL APLICADOAL ESTUDIO DEL APRENDIZQHEDUARDO ESPINOZA MAURICIO, MMRLLevante N 26, Valle de La Cisterna, Espaa.

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    TEMASque comienza con la toma de conciencia, puede in-terrumpirse mediante la accin, la que no est guia-da por la razn.

    El cociente intelectual elevado de una personano asegura que su actuacin no se encuentre con di-ficultades al enfrentarse con la sociedad, y es aqudonde juegan en importancia las habilidades, que

    son sealadas actualmente como inteligencia emo-cional que incluye el autodominio, el celo y la per-sistencia, a las que se agrega la automotivacin, laque tambin puede reforzarse con la actitud opti-mista.

    No todas las tareas humanas son resueltas porel intelecto, ya que las emociones ofrecen una dis-posicin definida en la accin, al enfrentarse brus-camente con momentos difciles o tareas muy im-portantes que no pueden dejarse slo en manos del

    intelecto (ejemplo: acci-dentes o desastres) enaquellos los sentimien-

    tos cuentan tanto comoel intelecto.El todo del conoci-

    miento humano, por unaparte es conocimientosensorial y por otra for-ma los actos intelectua-les, ya simplementeaprehendidos, ya pro-gresivos con su peculiaractividad consciente. Elconocimiento racionales una operacin de tras-

    cendencia, ya que cono-cer significa llegar a lapresencia del objeto,apuntar a l, con el tr-mino preferido por la fi-losofa contempornea,

    es decir, trascender a l. Entonces el conocimientoes la operacin en virtud de la cual el objeto mismoest presente, por as decirlo, presente en persona, opresente a travs de un signo hallable, describible oprevisible.

    El trabajo intelectual tiene como uno de sus prin-cipales objetivos lo que se llama aprendizaje signi-ficativo, y por esto se entiende que los contenidosdeben ser asimilados con sentido. La etapa del Pri-mer Grado Masnico inicia en un aprendizaje conconciencia, con lo que se est realizando el hombrea s mismo y que ejercitando su pensamiento y ana-lizando su interior, va dndole a su vida personal undesarrollo efectivo.

    El Aprendiz, asimilando conocimientos concre-tos modificar su conducta en el plano del ser, sabrutilizar lo aprendido en forma creadora, til y prc-

    tica, integrando saber a sus experiencias anteriores.Tendr iniciativa respecto de las temticas estudia-das, estableciendo conexiones y aplicaciones que lepermitan evaluar su propio grado de internalizacindel aprendizaje, asimilando lo aprendido en profun-didad en los estratos ms internos de su espritu, tra-duciendo los conocimientos en su propio lenguaje,

    formando un criterio o intelecto personal respectodel mundo en que se encuentra.Una inteligencia normal basta para estudiar, y

    la capacidad y poder se va aumentando segn se leva cultivando a travs de diferentes actos, tales como:

    La comprensin, (conocimiento de las palabras,entendimiento de las frases, captar el encadenamien-to de ideas o conceptos con el resto del prrafo, dis-tinguir en ste lo esencial y necesario). La asimila-cin, (es entender). La retencin (funcin de la me-moria), El razonamiento: razonar y reflexionar(aprendizaje reflexivo, calidad ms que cantidad, leercon detenimiento, pensando, y encontrando las ra-

    zones de las ideas, las que generalmente se apoyanen otras ideas), agreguemos aqu: la creacin (men-te creativa).

    El aprendizaje como resultado de la bsquedacontinua de la verdad, es la responsabilidad ms com-prometedora que tiene el hombre en estos momen-tos. Consiste en adquirir nuevas formas para hacerlas cosas o para satisfacer los deseos.

    Existen factores que facilitan el aprendizaje,ellos:1.- La motivacin2.- La concentracin.3.- La actitud.

    4.- La organizacin.5.- La comprensin6.- La repeticin

    El saber ocupa lugar, empieza ocupando tiempoy termina por ubicarse, dejando lugar a otros cono-cimientos que vienen reclamando sitio, en capas cadavez ms profundas de la subconsciencia. El olvido,retira de la conciencia los conocimientos, no es unenemigo como suele suponerse, pone orden a nues-tros recuerdos.

    El trabajo intelectual presenta tambin algunasdificultades o limitaciones, las que deben ser toma-das en cuenta. Entre ellas podemos sealar: limita-ciones personales, el tiempo y los instrumentos uti-lizados, el cansancio, las enfermedades y el nimo.

    No slo las potencias psquicas son necesarias.Es indispensable vigilar nuestro carcter. Imitemosde otros aquellas virtudes de que carecemos. El do-minio de nosotros mismos no puede cumplirse sinla voluntad, la que debe ser inteligente, as ser flexi-ble. Debemos educarla, ya que gracias a ella desa-rrollaremos nuestras facultades, templando nuestrocarcter y equilibrando nuestra actitud.

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    EL SENTIDO DE LA INVESTIGACINEl centro de la vida intelectual es el ejercicio del

    pensamiento crtico y la expresin ms propia es lainvestigacin, que tiene un mtodo o pasos a seguir,ellos pueden ser:1.- Eleccin del tema y su respectiva evaluacin.2.- Bsqueda de fuentes de informacin.3.- Determinacin de objetivos.4.- Formulacin de un plan de trabajo.5.-Recoleccin de datos (experimentacin en casode ciencias)6.- Ordenacin de los materiales (en caso de cien-cias) e interpretacin de los datos.7.-Composicin y redaccin del trabajo.

    El investigador tiene por caracterstica funda-mental, el poseer una gran capacidad de observaciny se destaca por su mente razonadora, es decir porun gran espritu crtico, capaz de plantear problemasy tener la habilidad para resolverlos. La amplitud decriterio es otra de las cualidades del investigador que,venciendo el prejuicio, busca la objetividad. El in-vestigador debe gozar de un regular entendimiento,de una apreciable imaginacin y sobre todo, de unaarmnica ponderacin de facultades, que vale mu-cho ms que un talento brillante.

    LA LECTURA.Se destacan dos grandes impulsos que nos lle-

    van a leer.1. El afn de empresa imaginaria, y2. El mpetu de perfeccin.

    Se lee para ensayar imaginativamente la vida queno se ha alcanzado a vivir, enriqueciendo nuestra

    limitada experiencia. Vida histrica o ficticia a laque el autor invita. Se lee para buscar el perfeccio-namiento de nuestra inteligencia, el afianzamientode la sensibilidad para la belleza o la vigorizacinde nuestra conducta moral o realizacin de ciertosvalores (solidaridad, justicia, equidad, tolerancia,etc.). El hbito de leer, es recomendable ya que nosentrega permanentemente una ptica distinta deaquellas acostumbradas a usar en nuestra especiali-dad particular.TECNICA DE LECTURA.

    Es conveniente que la lectura no sea pasiva yque se participe dialcticamente en el aprendizaje.Referido al Libro, la temtica gana permanencia,presta seguridad interior, ya que, el aprender leyen-do graba ms ntidamente el contenido. Hoy tal vezestemos ms acostumbrados a leer en el computa-dor, y para algunos autores, nos encontramos hoycon una gran cantidad de informacin que no tieneun respaldo de confiabilidad, a decir de BraulioFernndez Biggs, Doctor en Literatura (1) (conoci-miento versus informacin) con el Internet perde-mos muchas veces el contexto, el sentido, la ponde-racin y la valorizacin de conceptos e ideas.

    Al iniciar la lectura de un libro, recomendamos,

    leerlo por fuera primero, Ttulo, Autor, Editorial, Aode publicacin, etc. En lo particular, no es el autorpartidario de rayar los libros, sin embargo recomien-do leer con un lpiz grafito en la mano, ya sea subra-yando ideas o lneas importantes o bien marcando alcostado con una simbologa propia suavemente, asse facilitar realizar una sntesis o resumen sobre eltema de estudio. Sea cual sea la finalidad del resu-men, su elaboracin obedece a una misma tcnica ysu presentacin tiene caracteres semejantes.

    Si se trata de una exposicin oral, tener a manodonde apuntar lo que uno encuentre interesante ovalioso segn los intereses. Si nos creamos el hbito

    interior de escuchar sistemticamente y nos adies-tramos en la elaboracin cuidadosa de apuntes, nues-tra inteligencia contar con un especial automatis-mo.

    La capacidad de abstraer contenidos no se ob-tiene de la noche a la maana. Debemos entenderque creado el hbito, el trabajo ser ms fructfero.El Informe est justificado por la necesidad de sea-lar y observar ciertos fenmenos que despiertan elinters intelectual, este inters es uno de los antece-dentes que debe encabezar la introduccin. En ella,

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    A manera de introduccin veo imperioso hablarde lo que es un ritual. Originase el trmino en elvocablo rito. Del latn ritus, es una palabraindoeuropea muy antigua del vocabulario religiosocomn al grupo celtoitlico y el ario-iraniotienedesde el primer momento el doble sentido de ordendivino del mundo y de acto de culto religioso. Estasignificacin se conserva particularmente viva en elsnscrito rta (1). As, considerase el rito como unacostumbre o un conjunto de reglas establecidas con-

    forme a un orden (2) para un culto o ceremonia, mien-tras que ritual es el conjunto de ritos de una religin,iglesia o funcin sagrada (3). La misma diferencianotamos, en El Diccionario de Psicologa del Fondode Cultura Econmica (4). Sin embargo, consideroque no es lo mismo rito que costumbre, esta ltimanos lleva a repetir una serie de acciones de maneramecnica por lo que no existen all elementos mgi-cos, esotricos, motivacionales ni teleolgicos. A di-ferencia de la costumbre, en el rito buscamos un fin,mediante unas reglas, un proceso, se crea un estadopsicolgico diferente al cotidiano, en cada paso hayque pensar y estar consciente de cada etapa y deldesarrollo en general, tpicos estos que no estn pre-sente en la costumbre (5); se marca aqu, el paso deun status a otro en la vida de un individuo (6).Por otra parte, se observa una sinonimia entre rito yceremonia, similitud esta que claramente se mani-fiesta, por ejemplo, en los textos bblicos (7), valedecir, en la Biblia Catlica se utiliza ceremoniamientras que en la Biblia Evanglica se usa rito(8).

    En otro orden de ideas, desde mi punto de vista,resultado de esta breve indagacin, en el mbito

    en ocasiones indistintamente, lo cual podemos ob-servar en La Ferriere (1989) (10), Cassard (1981)(11), Camejo Arias (2007) (12), Barboza de la Torre(2002) (13), Serrano Acosta (2009) (14), Martn-Albo (15), Molina Garca (16) y Lewis (1980) (17),entre muchos otros. La voz ritual, tiene tambin

    una implicacin sobrenatural cuando se utiliza unprocedimiento totalmente emprico para lograr laconcrecin de asuntos materiales de forma mgica(18), lo que asocia entonces el ritual a la supersti-cin.

    Nos encontramos entonces con una variedad deritos entre los que podemos mencionar: de purifica-cin, de sangre, de trnsito, funerarios, de iniciacin,de alabanza a los fenmenos naturales, de exorcis-mo, de consagracin, conmemorativos y de expia-cin, etc. Particularmente creo que cuando se habladel REAA se seala el conjunto de ritos iniciticos,esotricos y tradicionales, integrados en un sistemaconformado por 33 grados.

    A la luz de lo anterior, la frase LAS FASESCONSTRUCTIVAS DE UN RITUAL, implica unaconsideracin dual, en virtud de que se alude a dosaspectos diferentes pero interrelacionados, estos son:estructura y proceso. De esta manera interpreto quefase apunta a etapas o proceso y constructivas,nos direcciona hacia estructura. En cuanto a estruc-tura se refiere, existen en un rito un conjunto de ele-mentos que se conectan entre s para el logro de unobjetivo que no es otro que concretar en un indivi-

    LAS FASES CONSTRUCTIVAS

    QHJOS MIGUEL MONROY

    RLEsperanza 7 del Este NOrde Caracas, D. C.

    masnico las expresiones rito y ritual son utili-zadas a veces en la direccin que marca la Real Aca-demia, esto es diferenciadas y dndole al ritual elsentido de conjunto de ritos o sistema de ritos (9), y

    DE UN RITUAL

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    duo una verdadera transformacin. Seran as estoscomponentes mnimos los siguientes (19):

    MOTIVACIN: Representa el aspecto teleol-gico, es la finalidad. Sin este elemento, aunque in-tangible, el rito no tiene rezn de ser.

    OFICIANTE: Es el Maestro o Iniciado que hacede Maestro de Ceremonias, es quien dirige y/o eje-cuta el rito y en general vela por que el procedimientoo guion y la liturgia se sigan como est establecido.

    RECIPIENDARIO (PETICIONARIO): Esquien ejecuta el ritual en beneficio propio o solicitaa un tercero la realizacin de dicha prctica. Es elsujeto pasivo o beneficiario del rito.

    LITURGIA: Es un conjunto abstracto de condi-ciones ceremoniales que permiten llevar a cabo elrito. Incluye un atavo especial tanto para el ofician-te como para el recipiendario. De manera difana se

    aprecia que, el Ritual para el Grado de Compaero(20) utiliza una liturgia especfica y diferente a ladel Ritual para el Grado de Aprendiz (21).

    TEMPLO: Es el lugar donde se ejecuta el rito.Es casi obligatorio que el templo est decorado consmbolos, pinturas, esculturas, columnas u otros ele-mentos como el fuego y el agua que ambientan elsitio para producir un efecto esotrico espiritual.

    Ahora bien, la otra dimensin del ritual la re-presenta el proceso, que no es ms que los pasosque de manera consecutiva y guiada ejecut comorecipiendario para lograr mi anhelado fin, represen-tado este, por la cristalizacin del estado visualizado,

    adems de la secuencia de actividades previas deacondicionamiento para mi trayecto de iniciacin,en el contexto de una tenida para esos efectos.

    En el grado de Aprendiz y tomando como refe-rencia mi iniciacin, fue evidente mi motivacin, mitransformacin, el morir y nacer, el antes y el des-pus, el deseo de llegar a una situacin que me per-miti emprender el camino hacia la luz. En este de-venir, con la liturgia adecuada, transit por una serieetapas en las que simblicamente fui adquiriendo lafortaleza necesaria, a travs de viajes de purifica-

    cin, para ser admitido luego de un honorable jura-mento. Mor como profano y nac como Masn,mejor dicho como Aprendiz de Masn. En generalpienso que el proceso en este caso, tal y como sedesprende del Ritual y Catecismo para el Grado deAprendiz, puede describirse como sigue:

    1. Decoracin de la Logia (Tenida de Iniciacin)

    2. Apertura de la Logia (Tenida de Iniciacin)3. Preparacin del Aspirante (Cuarto de Re-flexiones)

    4. Admisin del Aspirante y conversin en Re-cipiendario

    5. Conversin del Recipiendario en Nefito oAprendiz de Masn (recepcin, preguntas prelimi-nares, interrogatorio, instruccin sobre Bases Prin-cipales de la Orden, sobre los Preceptos, ratifica-cin de la creencia en un Ser Supremo, consenti-miento, votos al GADUpaso por la Pie-dra de las Tribulaciones, libaciones, viajes simbli-cos, juramento, ratificacin del Juramento, consti-

    tucin, instruccin, proclamacin, quema del testa-mento y restitucin de los metales)6. ClausuraEn el proceso alusivo al aumento de salario para

    adquirir el grado de Compaero Masn, pude ob-servar una liturgia y proceso diferentes. Sin dudaalguna, el impulso de mejoramiento espiritual e in-telectual fueron evidentes en m y la expectativa deevolucin me abrumaba. Aunque apreci un isomor-fismo en cuanto a la estructura, el desarrollo del ritono dej de sorprenderme positivamente.

    Los viajes ya no fueron de purificacin sino deconocimiento, mejor dicho, de reforzamiento deldeber de todo Masn en cuanto a la necesidad deestudio y trabajo para hacer cada vez ms eficientenuestro fin ltimo de materializar el amor al prji-mo. Realmente me sent diferente y con un nuevomundo ante m en la Orden, experiment con mu-cho gozo este nuevo nivel de compromiso, para elcual requerir como hasta ahora, de la direccin yorientacin de todos mis Queridos Hermanos. Engeneral pienso que el proceso en este caso, tal y comose desprende del Ritual del Grado de Compaero,puede describirse como sigue:1. Decoracin de la Logia (Tenida de Aumento de

    Salario)2. Apertura de la Logia (Tenida de Aumento de Sa-lario)3. Preparacin del Candidato (Cuarto de Reflexio-nes)4. Recepcin del Candidato5. Conversin del Candidato en Compaero (inte-rrogatorio, viajes simblicos,6. Juramento e Instruccin)7. Clausura

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    BIBLIOGRAFA CONSULTADARitual y Catecismo para el Grado de Aprendiz. 2006.Gran Logia de la Repblica de VenezuelaRitual del Grado de Compaero. 2004. Gran Logiade la Repblica de VenezuelaBarboza de la Torre, Pedro Alciro. 2002. Manual del

    Aprendiz. Fondo Editorial Moral y Luces. MaracaiboEstado Zulia. VenezuelaDe la Ferriere, Serge Raynard. 1989. El libro negrode la francmasonera. Ediciones de la Gran Frater-nidad Universal. Caracas. VenezuelaCassard, Andr. 1981. Manual de la Masonera. Edi-torial Grijalbo S.A. MxicoLewis, Spencer. 1980. Manual Rosacruz. Departa-mento de Publicaciones Gran Logia Suprema deAMORC. San Jos, California. Estados Unidos deNorteamrica.Martn-Albo, Miguel. 2005. La masonera Unahermandad de carcter secreto. Editorial LIBSA.

    Madrid. EspaaCamejo Arias, Humberto. 2007. Los Viajes del Com-paero. Editorial Moral y Luces. Maracaibo, EstadoZulia. VenezuelaPalao Pons, Pedro. 2006. El gran libro de los ritua-les. Editorial Lectorum S.A. EspaaStrong, James. 2003. Nueva concordancia exhausti-va de la biblia. Editorial Caribe Inc. Estados Unidosde NorteamricaSanta Biblia Catlica. Sociedades Bblicas Unidas.1994Molina Garca, Cuauhtmoc. 2003. Los Ritos en laFrancmasonera. Presentacin de Power Point.Santa Biblia Evanglica. Sociedades Bblicas enAmrica Latina. 1960

    DICCIONARIOSDiccionario de la Real Academia Espaola. Vigsi-ma Segunda Edicin. 2001.Howard C., Warren. 1984. Diccionario de Psicolo-ga. Fondo de Cultura Econmica. MxicoSerrano Acosta, Jorge. 2009. Diccionario Masnicode Bolsillo. Respetable Logia Sol de Amrica N 37.Comisin de Docencia. Caracas, Venezuela

    U.N.E.S.C.O. Diccionario de Ciencias Sociales. Ins-tituto de Estudios Polticos. 1976. Madrid, EspaaDiccionario Simblico de la Masonera.www.geocites.com/tallermasonico/3dicci.htm.

    NOTAS1Diccionario de Ciencias Sociales.2

    Diccionario Simblico de la Masonera.3Diccionario de la Lengua Espaola.4Diccionario de Psicologa.5Pons. 2006. Pg. 116Diccionario de Ciencias Sociales.7Concordancia exhaustiva de la Biblia.8Ex.12.25; 12.26;13.10; 30.8. Lv. 5.10; 9.16.Nm. 9.10; 9.12; 9.14. Cr. 23.31; 30.19. Esd. 3. 4.Neh. 8.18. Lc. 2.27. Jn. 2.6. Hch. 15.19Diccionario de la Real Academia Espaola.10De la Ferriere. 1989. Pg. 147.11Cassard. 1981. Pg. 810 y 811.12Camejo Arias. 2007. Pgs. 72 y 73.

    13Barboza de la Torre. 2002. Pg. 68.14Diccionario Masnico de Bolsillo. Serrano Acosta.2009. Pgs. 110 y 111.15Martn Albo (2005). Pg. 41216Molina Garca. 2003. Pg. 12, presentacin dePower Point.17Lewis. 1980. Pg. 24418Diccionario de Ciencias Sociales.19Kraig. 1994. Pgs. 15 al 27.20Ritual del Grado de Compaero. 2004. Pg.3 ss.21Ritual y Catecismo para el Grado de Aprendiz.2006. Pg. 5 ss.

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    Te mostraremos nueve estilos diferentes deliderazgo, muy efectivos en estos tiempos actuales,en los que las crisis son comunes:1. Adaptable

    En los tiempos actuales, en los que las crisisson comunes, los lderes deben encontrar nuevas for-mas de tomar decisiones acertadas en los negocios.Los lderes que se adaptan a las circunstancias, lo-gran sobrepasar las dificultades de las mismas, porlo que una persona que ejerce liderazgo dependien-do de las circunstancias en las que se encuentra, tien-

    de a obtener mejores resultados.2. Liderazgo mediante inteligencia emocionalEl liderazgo positivo est relacionado al reco-

    nocimiento de los sentimientos propios y de los de-ms. Los lderes que tienen inteligencia emocional,son expertos en el manejo de las relacionesinterpersonales, lo que los lleva a que las personasque los siguen crean mucho ms en sus conviccio-nes.3. Autntico

    Los lderes autnticos son los que tienen inte-gridad y carcter. Son reconocidos por su constan-cia y disciplina, adems de ser siempre coherentesentre sus palabras y acciones. Un lder que hace unapromesa y la rompe puede perder toda su credibili-dad en un instante.4. Carismtico

    Los lderes carismticos influencian a las de-ms personas a travs de su personalidad elocuentey contagiosa. Hace noventa aos, Max Weber des-cribi al carisma como una autoridad derivada deun carcter excepcional y herosmo. Hoy en da, esms comn percibirlo como una funcin de la per-

    sonalidad, por lo que se convierte en algo difcil deensear. Cabe mencionar que aunque los lderescarismticos son excelentes motivadores, puedenllegar a desgastar la relacin con sus seguidores alterminarse el encanto del carisma.5. Lderes con la mente ocupada

    Muchos lderes viven sin estar totalmente in-formados de lo que pasa alrededor de ellos. Si pres-taran ms atencin a su medio ambiente interno yexterno, cuestionando, analizando y escuchando loque los dems tienen que decir, sin duda tomaranmucho mejores decisiones sobre sus negocios y so-bre cada aspecto de sus vidas. Un buen lder tiene lacapacidad de analizar lo que pasa en su entorno ex-terno y aplicarlo al interno.6. Sin excusas

    El liderazgo sin excusas promueve la respon-sabilidad del lder y del colaborador para tomar de-cisiones rpidamente sin importar que no cuentencon la informacin completa para tomarla. Esto noquiere decir que lo hagan de manera precipitada, sinoque tengan la capacidad para solucionar problemasbajo cualquier circunstancia.7. Servicial

    La persona que ejerce este tipo de liderazgoelige servir antes de ser servido. Esto funciona paradirigir mejor a quienes los siguen, poniendo su pro-pio testimonio como ejemplo a sus colaboradores.Adems, es cierto que para saber mandar hay quesaber hacer, por lo que esta es una manera muy efi-caz para lograr que la gente que comparte tus ideaste siga en cada uno de tus proyectos.8. Cuentan historias

    Los lderes deben contar historias: sobre ellosmismos, sus negocios, sus colaboradores y sobre sufuturo. Las historias hacen que se despierten emo-ciones de una manera en que los datos no lo hacen.

    Este estilo de liderazgo se da en emprendedores,quienes encuentran cualquier momento para hablarde sus sueos.9. Liderazgo basado en fortalezas

    Las personas que basan su liderazgo en forta-lezas, identifican e invierten en las suyas y en las desus colaboradores. Es decir, explotan el talento detodas las personas de la organizacin. En este senti-do, debes preguntarte: Eres un excelente ejecutor,un influyente o un gran pensador estratgico? Esco-ge uno de estos talentos y saca el mximo de l.

    Talento masnico9 ESTILOS DE LIDERAZGO

    QHJOS R. OTAZO, MMRLUnidad, Verdad y Amor N 5Orde Barranquilla, Colombia.

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    torno a la Estrella Polar? Recibi mltiples respues-tas, pero todas coincidan de alguna manera en queese punto era la Morada del GADU. Si conectra-mos imaginariamente una Plomada entre la EstrellaPolar y la superficie de la tierra estaramos estable-ciendo una conexin directa entre el Gran Arquitec-to y el hombre. Al estar colgada de la Estrella Polarla Plomada debera permanecer inmvil por todo eltiempo. La Masonera acogi esta idea y la transfor-m en uno de sus smbolos principales. Es por elloque la Plomada colgada de la Estrella Polar simb-lica, luz roja central del Templo, simboliza el eje delmundo, el axis mundi, y establece una conexin sim-

    blica con lo trascendental, caracterstica central deltrabajo masnico. Jorge Francisco Ferro autor de laobra La Masonera Operativa nos recuerda que entiempos pasados, del centro del techo de la logiacolgaba una lmpara encendida, azul donde se re-unan los Masones de la Escuadra (SquareMasons),y roja donde se reunan los Masones del Arco(ArchMasons). De dicha lmpara penda una estre-lla de cinco puntas que, simblicamente, represen-taba a la Estrella Polar y de dicha estrella colgabauna plomada que representaba el eje del mundo entorno al cual giraba el mundo manifestado.

    La Plomada seala la vertical y garantiza la es-

    tabilidad de la construccin porque los ladrillos que-dan uno encima de otro sobre la lnea de accin dela gravedad. As, la Plomada solo puede ser utiliza-da dentro del Templo en construccin, porque re-quiere de muchas piedras talladas para ubicarlas for-mando una pared vertical estable. Simboliza la rec-titud de vida y acciones y la Justicia. Siempre seencontrar a plomo sealando la lnea de accin dela fuerza gravitatoria. Adicionalmente la plomadatiene una propiedad fsica que fue utilizada para sim-bolizar el comportamiento del masn y que se re-presenta en la marcha del Compaero Masn.

    La Plomada siempre se encuentra en equilibrioestable. Quiere decir que si se desva de su posicinde equilibrio inmediatamente aparecen fuerzasrestauradoras que intentan llevarla nuevamente a suposicin de equilibrio. As debe ser el masn. Sucondicin de ser humano lo hace desviar permanen-temente de las caractersticas propias del HombreLibre y de Buenas Costumbres, pero debe estar encapacidad de advertirlo y generar las fuerzasrestauradoras para que corrijan su comportamiento.

    Jorge E. Sanguinetti en su obra Espiritualidad yMasonera seala: Es la persistencia en el bien,

    porque no basta ser correcto aqu y no all, o ahora yno luego, o asolas y no con los dems; la rectitud,sinceridad, franqueza, fuerza, honestidad y sencillezde conciencia deben serlo siempre, y con la tozudezde la plomada, que por pequeo que haya sido eldesvo, siempre retorna al lugar del que por algnexceso tuvo que salir.

    William Preston, un antiguo escritor masnico,cincel la expresin de que los masones nos en-contramos en la Escuadra, marchamos sobre el Ni-vel y actuamos por la Plomada.Tiempo Esotrico

    La segunda variable dinmica del modelo deUniverso es el tiempo. Su transcurrir se da en inter-valos de duracin diferente para los mismos even-tos de la Ten?. Por ello no se expresan explcita-mente, pero estn presentes en todo momento. Elencargado de observar el tiempo es el Segundo Vi-gilante. Su ubicacin es el Sur de la Logia justo de-bajo de la lnea del Medio Da, trayectoria que sigue

    el Sol en su viaje de Oriente a Occidente, cuando seencuentra en la parte ms alta o el cenit. En los ri-tuales el Venerable Maestro le pregunta al SegundoVigilante la hora cuando va a cerrar los trabajos: QHSegVigqu hora es?, pero no lo hace enla apertura, a excepcin de la TenFnebre. Estapregunta debera ser la misma en todos los ritualespor ser el SegVigquien observa esotricamenteel tiempo. Adems, el SegVigest frente a laEstrella Polar, luz roja en el centro del Templo, loque le permite observar el tiempo a cualquier otrahora. Por consiguiente, cada vez que el Maestro deCeremonias circunvala el Templo, pues siempre lo

    har en nmero entero de vueltas, el tiempo que sedemora es de un da esotrico, teniendo en cuentaque realiza una vuelta entera alrededor de la EstrellaPolar. Pero en esa misma vuelta visita las constela-ciones del zodaco que se encuentran detrs de l,partiendo de la constelacin de Libra en Occidentey regresando a la misma constelacin en una vueltacompleta. La duracin esotrica de esa vuelta es deun ao.

    Para los Masones el tiempo es una variable fun-damental. Somos conscientes de la finitud de la viday que cualquier proyecto que emprendamos requie-re de seres humanos vivos para sacarlos adelante.En todo momento registramos el tiempo para recor-dar que la vida es finita. La edad de tres, cinco, sieteaos, etc. Nos recuerda que el tiempo va pasando.Cada vez que el Maestro de Ceremonias circunvalael Templo pasa un ao esotrico.

    Finalmente, la presencia de la Plomada en elcentro del Templo, colgando de la Estrella Polarcoadyuva al proceso de construccin simblica deun Universo real que siempre ha estado ah pero quenecesitamos compenetrarnos con l.Fuente: http://www.reflexionespitagoricas.co

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    Desde muy temprano en nuestra educacin pro-fana recibimos, una gran informacin sobre la tie-rra, el aire, el agua y el fuego, (hasta en propagandapublicitaria desde una conocida marca de champ,hasta un agua mineral). Conocemos sus propieda-

    des qumicas y fsicas, nos preocupa a nivel mun-dial la contaminacin producida por el hombre, loscambios en los ecosistemas, conocemos sus propie-dades que ayudan al hombre en su vida cotidiana,como a la vez los efectos de destruccin que estoselementos producen, cuando la madre Naturaleza seirrita (incendios, tornados, terremotos, inundaciones,etc.).

    Actualmente los cientficos pueden predecir es-tos fenmenos atmosfricos, estudian la composi-cin de cada uno de los elementos, llegan hasta des-cubrir vestigios de agua en otros planetas, hoy enda manejamos la ciencia y la tecnologa, conoce-

    mos los ltimos adelantos, pero como dice Jungtoda la energa que, el hombre moderno inviertehoy en la ciencia y en la tcnica, era la misma que elhombre antiguo consagraba a su mitologa.

    Podemos con un poco de facilidad imaginarnoslo que sera de la vida de los primeros seres huma-nos sobre la Tierra, sus primeros alimentos, el mselemental instinto de conservacin, fueron hierbas,frutos silvestres y races; su vivienda o mejor dichosu primer refugio; su primera arma; su instinto decomunicacin.

    Wittington Cox [1], nos dice: Antes que el hom-bre pudiera hablar y razonar inteligentemente, la ma-sonera le enseaba los misterios de la vida por me-dio de smbolos, el lenguaje ms antiguo de todos.

    Ellos, en su cultura primitiva, notaron una graninfluencia poco menos que decisivas en las fuerzasde la Naturaleza, y as en las sucesivas culturas pos-teriores es el estado espiritual el que determina lasdecisiones humanas. Y gracias a esa adaptacin delas fuerzas naturales, el hombre llega a un mayorconocimiento de las mismas, dando surgimiento auna espiritualidad a esas fuerzas naturales.

    El hombre entra en conocimiento de lo sagra-do porque se manifiesta, porque se muestra comoalgo diferente por completo de lo profano [2].

    La Constitucin de Anderson remonta el origende la Masonera al inicio de la Humanidad desdeAdn y Eva [3]; otros autores le dan diferentes or-genes, pero todos reconocen a la Masonera comoun peculiar sistema de moralidad, velado en la alegora e inculcado e ilustrado por medio de smbo-los.

    Existen cuatro elementos que pueden revestir un

    aspecto sagrado, en funcin de la fe de un pueblodeterminado y de su mentalidad hereditaria.Los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego,

    que constituyen los modos fundamentales de la ma-nifestacin sensible, estn casi en todas partes excepto en el mundo moderno y racionalista im-pregnados de una cualidad sagrada. Desde este pun-to de vista, la tierra es ilimitada, el aire es inasible,el fuego es por naturaleza de una pureza inviolable,el agua como elemento de purificacin por su lim-pieza y claridad.

    Aqu se imponen algunas observaciones, stosno tienen evidentemente nada que ver con lo que se

    designa con el mismo trmino en la qumica moder-na; los elementos, en el sentido tradicional repre-sentan los modos de manifestacin, con los que lasubstancia de la que el mundo est rodeado, se co-munica con nuestros cinco sentidos; son respectiva-mente los modos slido, lquido, voltil e gneo.

    Estos cuatro elementos son los modos mssimples de la materia en el orden csmico. Trans-puestos al microcosmo humano, son tambin la ima-gen ms simple de nuestra alma, que, como tal esinaprensible.

    LOS CUATRO ELEMENTOS INICITICOSEN LA CEREMONIA DE INICIACINQHEDGARDO ATILIO RAMINI, M MRLRo de la PlataOr de San Jos, Gran Logia del Uruguay.*

    TIERRA, AIRE, AGUA, FUEGO

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    Entre los aos 493-434 a. de EV,Empdocles llega a la conclusin filosfica que laNaturaleza tiene en total cuatro elementos o ra-ces, y las llamo tierra, aire, fuego y agua, Jung de-

    nomina Inconsciente Colectivo a aquellos smbolosque se hacen como referencia a elementos psqui-cos: esa Magna Mater del que ha salido nuestro egoo yo consciente, a modo de isla en el ocano, islaque a lo largo de la vida tiene que asentarse firme-mente, como en el mito de Letona, con cuatro gran-des pilares, que son los cuatro elementos (tierra, aire,fuego y agua), o por decirlo en trminos psicolgi-cos, las cuatro formas bsicas de desarrollo de unaconsciencia plena, (las funciones psquicas de in-tuir, percibir, pensar y sentir) que, en su punto ideal,deben estar usndose al mismo tiempo y dndolesconscientemente el mismo valor, lo cual es muy di-

    fcil de realizar cotidianamente.Podemos realizar una interpretacin hermticade algunos trminos utilizados en la Masonera; elAzufre, responde al Venerable; Mercurio al PrimerVigilante, la Sal al Segundo Vigilante, el Fuego alOrador; el Aire, al Secretario, el Agua al Hospitala-rio y la Tierra al Tesorero. Se encuentran aqu lostres principios y los cuatro elementos de los alqui-mistas.

    La Masonera como institucin simblica y eso-trica, ha incorporado para s, las doctrinas y tradi-ciones iniciticas y msticas de origen o descenden-cia diferente; por ello si profundizamos en el origende la Ceremonia de Iniciacin, se puede notar en elmismo una mezcla de ritos comunes a otras tradi-ciones, como motivos mitolgicos y ciencias anti-guas.

    La Ceremonia de Iniciacin, para su estudio lapodemos esquematizar en cuatro partes diferencia-das de un todo:

    1) El Cuarto de Reflexiones2) Los Viajes3) Las Purificaciones

    4) Los Juramentos1) El Cuarto de Reflexiones. Viaje al Centro de

    la Tierra.En el Ritual del Primer Grado Simblico de la

    Gran Logia del Uruguay (5), se nos indica que a Elprofano propuesto y aceptado para la iniciacinmasnica ser conducido a la Logia, con los ojos

    vendados, media hora antes de empezar los trabajosy entregado al Hermano Experto, lo conducir alGabinete de Reflexiones, cuarto separado del Tem-plo, tapizado de negro, arreglado con huesos y cala-veras humanas pintados sobre la tapicera. Mximasmorales, adecuadas a la iniciacin masnica estarnescritas en las paredes.

    En este Gabinete no habr ms muebles que untaburete y una mesita con los tiles para escribir,una buja encendida; un pan y un vaso de agua.

    El Hermano Experto al introducir al profano enel Gabinete de Reflexiones, y luego de quitarle lavenda, le entregar un documento...

    El Venerable Maestro dice: El Gabinete de Re-flexiones donde habis estado, apartado de la luzdel da, simboliza el viaje al centro de la Tierra, adonde se desciende para el reposo eterno, pero don-de se refugian tambin las fuerzas de la naturaleza ydesde donde se surge a la plenitud de la vida.

    El punto central, misterioso y remoto es que parallegar a l se impone un descenso que bien podrainterpretarse como un regreso a la madre tierra o alos infiernos.

    Bien podemos considerar a este descenso comoun viaje inicitico, este mito del viaje hacia el inte-rior de la Tierra, es utilizado por muchas civiliza-ciones en un pasado muy lejano, el relato ms anti-guo que se conoce es el de la diosa sumeria Lananna[6], ms o menos hace seis mil aos. Lananna des-ciende a los infiernos en busca del grano de trigoperdido, este mito pasa a Grecia donde se transfor-ma en Demeter y luego inevitablemente nos lleva alos misterios de Eleusis.

    No solo en la Masonera encontramos este pro-ceso, los rabes eligieron como smbolo de la ini-ciacin al cielo y al infierno, del que volvan conexperiencias renovadoras msticas.

    Orfeo tambin desciende al Hades, pero en bus-

    ca de su amada Eurdice.Descender a la tierra nos invita a reflexionarsobre cul es nuestro inexorable destino, no pode-mos dejar de pasar a una relacin ms moderna, enel Credo Cristiano dice y en Jesucristo, su nicoHijo... descendi a los infiernos.... Segn las anti-guas tradiciones gnsticas Jesucristo trata de resca-tar el alma de Adn, el hombre primordial, la semi-lla.

    Otro smbolo que suele referirse a la tierra es lacaverna, Rene Guenon [7] dice: ...Estas ideas se

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    cin y al espacio como mbito de movimiento yde produccin de procesos vitales (11).

    Segn Nietzsche, el aire es una especie demateria superada, adelgazada, como la ma-teriamisma de nuestra libertad. El Nefito que acabade subir de las profundidades donde su espritu seencontr en pre-sencia de s mismo, recibe la pri-

    mera purificacin, la del Aire, es recibir luego desu muerte inicitica el soplo vital para volver anacer, durante su viaje ha pasado por las tempes-tades, el granizo y se hace un silencio profundocuando se lo purifica.

    Es un emblema de la vida humana, aquel quevino desde el interior de la tierra escala hacia elcielo, y desde all est preparado para una nuevapurificacin.

    El nefito recibe el hlitovital, la creacin y su nuevolugar dentro de la escalainicitica, para prepararse a

    nuevas purificaciones.Segundo Viaje: Purifi-cacin por el Agua.

    Si bien la imagen delagua en el relato bblico, laencontramos cuando la tierraan vaca y estril y, en con-traposicin con ella, el aguafuente de vida, ya el espritude dios sobrevolaba el agua,hasta que las expandi y asfue como creo el cielo y elagua (Gnesis).

    No solo encontramos aeste elemento en la Biblia,sino tambin en varias leyen-das de la humanidad, como smbolo, en el lengua-je jeroglfico egipcio, se la asignaba una formaondu-lada de pequeas crestas, segn la tradicinhermtica, el dios Nou fue la sustancia de la quesurgieron todos los dioses de la primera enada,los chinos han hecho de las aguas la residenciaespecfica, a causa de que todo lo viviente proce-de de la misma.

    Un mito, o leyenda, encontrada en muchas ci-vilizaciones, nos habla del Diluvio, en la bi-blia,como en leyendas, tales como la de Gilgamesh,en el cual se relata como el dios Bel (seor de laTierra), solicita para los hombres un terrible dilu-vio, pero EA, el dios del mar, avisa al rey Ut, y esese salva en una gran barca, este relato babilonio,casi similar al hebreo, se puede presumir que elgran diluvio es la representacin de la muerte a laque ningn hom-bre puede sustraerse.

    Sera demasiado largo enumerar todos los mi-tos, leyendas, costumbres en los que el agua apa-rece como una imagen o reflejo del alma. La idea

    de que el alma pueda puede reconocerse a s mismacontemplando el agua, encontrando en su juego laanimacin de la vida, en su inmovilidad un alivio yen su transparencia la pureza.

    Las cosas han nacido del agua, la vida se ha for-mado en ella; tambin del fuego, del aire y de latierra, de los animales y de las piedras puede ella

    proceder, pero sobre los tres antiguos elementos, seaventaja el agua en el concepto mitolgico del uni-verso, pues es ella el ele-mento productor, creador yfecundo.

    Ser purificados por el agua, es el retorno a lopre formal, con su doble sentido de muerte y disolu-cin, pero tambin de renacimiento y nueva circula-cin en la vida, en esta purificacin el hombre nue-vo aparece, limpio de su viaje, en su forma exterior

    e interior. (En cuerpo yen alma).

    Tercer Viaje: Pu-rificado por el Fuego.

    Al finalizar este via-je, el nefito es purifica-do por el Fuego, este ele-mento tambin provienesu simbolismo desde losms remotos tiempos, elhombre al descubrir elFuego, pudo ahuyentar alos malos espritus desu hbitat, ya comenz acalentar su cuerpo y sucomida.

    Los chinos utilizan

    una tableta de jade rojo,Chang, que se emplea enlos ritos solares y simbo-

    liza al Fuego; en los jeroglficos egipcios el fuegoest asociado a la idea de vida y salud (calor en elcuerpo), los alquimistas lo consideran como unagente de transformacin pues todas las cosasnacen del fuego y a l vuelven.

    Para los pueblos primitivos el fuego es undemiurgo y procede del sol, es su representacinsobre la tierra, por esto se relaciona con el rayo y elrelmpago.

    Varios autores, relacionan muchos ritos en quelas antorchas, hogueras, ascuas y aun cenizas, comomagia imitativa destinada a asegurar la provisin deluz y calor, y adems como finalidad purificadora ydestructiva de las fuerzas del mal. [12]

    El fuego como agente destructivo y de renova-cin se lo encuentra en varias literaturas des-de losPuranas de la India al Apocalipsis, para los alqui-mistas es un elemento que acta en el centro de todacosa, Paracelso estableca la igualdad del fuego y dela vida, ambos para ali-mentarse, necesitan comervidas ajenas.

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    La Constitucinde Anderson

    remonta el origende la Masonera al

    inicio de laHumanidad desdeAdn y Eva; otros

    autores le dandiferentes

    orgenes, perotodos reconocen a

    la Masoneracomo un peculiar

    sistema demoralidad, velado

    en la alegora.

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    Es el gran purificador, no hay ninguna impure-za que le resista. En el simbolismo masnico el Fue-go tiene como finalidad hacer que se manifieste enel nefito la Voz de la Conciencia profunda [13] quenos censura toda falta al Deber, que destruye en no-sotros todo lo que se opone al Bien, al Ideal; quetoma la forma del remordimiento que nos quema y

    tortura, y luego se transforma en el Arrepentimien-to, que nos purifica, ayudndonos a expiar. Es el ins-tinto del todopoderoso que puede tornarnos en unservidor de la evolucin, un constructor, un iniciadoen el Templo del Amor y de la Sabidura.

    Ya es el final, fuimos probados y purificados porlos cuatro elementos, ahora ya somos Iniciados, he-mos pasado las pruebas que la masonera nos ha en-tregado, para ser Masones; ahora queda en nuestrasmanos continuar el camino con nuestras propiaspruebas y purificaciones en la bsqueda de la Ver-dad y as encontrar la Luz que nos inspire a com-prender los formidables misterios de la tradicin

    Inicitica.Notas1. Cox Learche W. La Regularidad masnica enuna nueva luz pg. 29.2. Eliade, Mircea. Lo sagrado y lo profano Ed.Labor.3. Pain Sr, Cesar Aspectos Filosficos-Evolutivosde la Francmasonera.4. Lavagnini, Aldo Manual del Aprendiz.5. Ritual del Primer Grado Simblico (Aprendiz)1998, Cap VI.6. Echeverria Daniel. Origen de la Ceremona deIniciacin R..L. . Sensatez N 427 GLArg.7. Guenn Ren. Smbolos fundamentales de laciencia Sagrada.8. Castellani, Jos. Maconaria e Astrologia EditMadras SP.9. Salem, Jorge. Por qu pasamos por la Cmarade Reflexin? RLN427 GLArg.10. Frau Abrines, Lorenzo. Diccionario Enciclo-pdico de la Masonera11. Cirlot, Juan-Eduardo. Diccionario de Smbo-los.12. Idem.13. Aslan, Nicola. Comentarios ao Ritual de Apren-

    diz.*Trabajo Presentado en la Tenida conjunta de lasRRLLSSRo de la Plata y Dupla Alianza, G.L. de la Masonera del Uruguay.

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    I. UNA SOCIEDAD DE TRADICIN INICITICADebe concebirse la Francmasonera como una

    de las formas de expresin de la tradicinjudeocristiana; sus diversos ritos y los contenidosde su cuerpo doctrinal as lo evidencian. El origende stos, como el de la propia masonera -sociedadde tradicin inicitica- son oscuros, pero no porquesus miembros hayan ocultado sus actividades comomalhechores que conspiran en la sombra, sino por-

    que nada puede nacer fuera de una envoltura; por-que la Verdad no puede sernos descubierta, sino re-velada y, finalmente, porque no hay amor sin pu-dor (El Mensaje Reencontrado, prlogo. LouisCattiaux, Ed. Sirio, Mlaga, 1987).

    A fin de no destruir el cuesco y disecar la al-mendra, todas las autnticas organizacionesIniciticas se han protegido cuidadosamente de laprofanacin (clave de su supervivencia), al menosmientras se han desarrollado en sociedades y cultu-ras tradicionales. Por eso se dice que los masones

    trabajan a cubierto, en la logia, al abrigo de lasmiradas profanas, y donde el silencio reina.

    De las mltiples herencias conservadas o recu-peradas y transmitidas por la Orden, cabe destacar,adems de los elementos judeocristianos, los anti-guos misterios del mundo clsico, el pitagorismo, laalquimia y la cbala hebrea, de la que nos ocupare-mos en este trabajo. Sealemos, antes de continuar,que la Masonera no posee un cuerpo doctrinal ce-rrado y dogmtico, sino que a lo largo de su existen-cia ha ido incorporando elementos de pocas y es-cuelas diversas. De esa herencia mltiple surgieron

    los diferentes ritos y sistemas masnicos, los cualesevocaban, mediante la prctica del ritual, un saberque, si bien no todos comprendan, a todos cautiva-ba. Y si es cierto que la orden no haca iniciados,sino masones, stos podan considerarse como sm-bolos de la verdadera iniciacin y disponer, adems,de un contexto apropiado para la realizacin espiri-tual. Las otras actividades propias de los afiliados ainstituciones de ese tipo eran la prctica de un oficiode hombre libre, la filantropa, la beneficencia, etc.II. LOS LUGARES COMUNES DE LA TRADI-CIN EUROPEA

    Aunque es difcil precisar en qu momento his-trico y a partir de qu canales la cbala hebraicafue introducida en la Masonera, s podemos afir-mar, de acuerdo con la historiogrfica actual, quepor lo menos desde la Baja Edad Media esas influen-cias son comprobables. As, a pesar de las muchaslagunas existentes, los intercambios y las simbiosis,puede afirmarse que se llevan cabo en un contextomuy preciso, al cual podramos llamar el espacioesotrico europeo de la poca. All confluyen a lolargo de siglos un nmero siempre importante declrigos imbuidos de judasmo talmdico (muchosde ellos masones), LA ORDEN DEL TEMPLE, las

    corporaciones de constructores con sus logias -edi-ficaban dos templos, el interior y el exterior-, todosellos en estrecha relacin con los crculos cabalsticosde Praga, msterdam, Narbona, Toledo, GeronaConviene recordar asimismo que, hasta el sigloXVIII, es relativamente comn que en los monaste-rios benedictinos y en otras rdenes catlicas existauna logia, de la que el Venerable Maestro es el pro-pio abad.En cuanto a la iniciacin de judos en las logias, s-tos no fueron admitidos abiertamente hasta bien en-

    PRESENCIADE LA TRADICIN HEBREAEN LA MASONERAPERE SNCHEZ FERRTexto publicado en La Puerta: CbalaObelisco, Barcelona-Espaa, 1989Fuente: http://www.fenixnews.com

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    trado el siglo XVIII, aunque siempre de forma mi-noritaria. Por otra parte, debe tenerse en cuenta quelos judos no fueron jurdicamente libres hasta laRevolucin Francesa y, a mediados del siglo XIX,muchas logias europeas se negaban a admitirlos ensu seno. As pues, es errneo y tendencioso afirmar,como lo ha hecho la literatura antimasnica (que es

    tambin antisemita y tradicionalista, pero raras ve-ces tradicional) que la Masonera cay en manosdel judasmo internacional con el fin de dominarel mundo. La mentalidad complotista es muy viejay el conspiracionismo -que es un concepto polica-co de la historia- ha formado parte del mobiliariointelectual de las clases medias y de la burguesadesde el siglo XVIII. Todo ello nada tiene que vercon el concepto tradicional de historia ni con la es-piritualidad viva de Occidente y no merece, pues,que le prestemos ms atencin.III. LA TRADICIN HEBREA EN LA MASONE-RA

    Algunos autores han sugerido que una de las mi-siones que se habra impuesto la OrdenFrancmasnica sera la de unir los dos testamentosen una sola carne, por decir-lo con palabras de San Pablo.Jean Tourniac apunta que laMasonera, con su constantemelkisedeciana, habra de cum-plir una funcin abrahmica y,en ese sentido, Noaquita, puesen ella podran confluir las tresgrandes religiones monotestas:la hebrea, la cristiana y laislmica.

    Sea como fuere, lo ciertoes que la cbala hebraica estpresente en la mayora de ritua-les y catecismos de instruccinmasnicos. Es en esa clave,creemos, que debeninterpretarse muchos de sussmbolos y enseanzas.

    El esquema que siguen to-dos los sistemas masnicos estbasado en dos templos; el pri-

    mero es de madera, el Arca deNo y el segundo, de piedra, el Templo de Salomn;No e Hiram: dos constructores que nos remiten ados alianzas, porque en Masonera edificar y deifi-car son sinnimos. Los manuscritos masnicos msantiguos que se conocen, como el llamado Regius(1390 aprox.) y el de Cook (1410) estn basados entemas del Antiguo Testamento, centrados en las fi-guras de Adn y No. En la mayora de rituales pos-teriores es comn el empleo de palabras como Hejal,Debhir, Shadai, Elohim, Jakin, Boaz, el Tetragrama,

    as como las referencias a la Shejin, al Altar de losPerfumes, y a los Profetas.

    En los grados superiores del Rito Escocs Anti-guo y Aceptado, el soporte simblico e histrico delos rituales est tomado en gran parte del Nuevo Tes-tamento. Tenemos as una masonera Noaquita, deorigen medieval, un segundo estadio salomoniano y

    zorobabeliano y un tercero, que es tambin el de msreciente aparicin (siglo XVIII), caballeresco,neotestamentario y crtico -el Escocismo-, la versininglesa del cual es el Knights Templar, los Caballe-ros del Santo Sepulcro o los de San Juan Evangelis-ta, entre otros. Como sea que el tema es tan extensocomo complejo y estas pginas pretenden ser slouna primera aproximacin, nos ocuparemos nica-mente de algunos temas puntuales que considera-mos de particular inters.IV. LOS MASONES

    Sealemos en primer lugar que la Masonerautiliza el calendario tradicional hebreo, con el nom-

    bre de los meses en esa lengua y su era es la de laverdadera luz, separada de la cronologa profana.Anotemos tambin que las palabras desempean un

    papel axial en todos los ri-tos y ceremonias y la granmayora de ellas -nos refe-rimos a las llamadas pa-labras sagradas y depaso- son tambin de fi-liacin hebrea.

    Uno de los nombrescon que los masones se de-signan a s mismos es hi-jos de la Viuda, lo cualest tomado de I ReyesXVII, 17 a 24, donde Elasresucita al hijo de la viudade Sarepta; Hiram tambines hijo de una viuda de latribu Neftal (1 Reyes VII,13-14) y en el Nuevo Tes-tamento (Lucas VII, 11-16)Jess resucita el hijo de laviuda de Naim. Es de inte-rs sealar que viudez

    tambin significa en he-breo ser despojado, abandono, desolacin y puedeasimilarse a nuestra condicin en este tiempo deexilio. Tambin est relacionado con mutismo,incapacidad para articular palabras.

    Es as como el trmino hijos de la viuda co-bra su significado: los masones son aquellos que,mudos y despojados en este mundo de exilio, espe-ran ser rescatados por el Profeta (1). En el ritual delprimer grado, el aprendiz declara que no sabe leer,ni escribir, refirindose obviamente al Nombre

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    completo e impronunciable y no a cualquier nom-bre (2). La nocin de palabra de paso est tomadadel pasaje bblico donde se relata que, en los vadosdel Jordn, los galaaditas obligaban a los de Eframa decir la palabra Shibolet para permitirles cruzar elro, pero como no la pronunciaban correctamenteeran degollados (Jueces XII, 4-6).

    No es en modo alguno casual que la primera delas palabras de paso en el Rito Escocs (grado 2,porque en el del 1 an no la hay) sea precisamenteShibolet, que significa espiga o prolijo como la es-piga, segn el Tuileur de Vuillaume. Tambin estrelacionado con torrente y multiplicacin. En los ri-

    tos de Eleusis la espiga simboliza la luz sembradaen el hombre desde su nacimiento y que producetodos sus frutos gracias a la iniciacin (3).

    En un texto ingls de 1745, The Testament of afree maon, comentado por J. P. Lasalle (4), la pa-labra de aprendiz es Shajar, que significa aurora ytambin oscuridad. Dice el Zohar, comentando elBereshit, que cuando resplandezca para Israel el solde la liberacin, sobrevendrn desgracias sobre des-gracias, tinieblas sobre tinieblas, aludiendo al doblesentido que tiene en hebreo la palabra aurora y de loque ella es smbolo: luz para unos y tinieblas paraotros (5).

    V. LA LOGIA, TEMPLO MASNICOLa etimologa de la palabra logia es de razsncrita (loka) y se asimila a universo. Est orienta-da en sentido este- oeste y la sostienen tres pilares,cuyos nombres estn tomados del rbol sefirtico:Fuerza (Gebur), Belleza (Tifret ), Sabidura(Jojm). Ello supone, segn Jules Boucher, la exis-tencia, aunque invisible, de una cuarta columna; laInteligencia (Bin) (6). En el grado tercero delEscocismo la logia se divide en dos partes, el Hejal,

    que es propiamente el templo, donde se lleva a cabola ceremonia, y el Debhir (el Sancta Sanctorum),separado por un velo. Cuando ste es corrido apare-ce, resplandeciente, Hiram (vida elevada) resuci-tado. Anotemos que Debhir puede significar tam-bin palabra o cosa, lo cual est estrechamentevinculado al misterio de la palabra perdida, de la

    que luego hablaremos (7).Un tema comn a todos los Ritos es el de lasdos columnas del templo salomnico, Jakin y Boaz,situadas a la entrada de la logia y de las que hay unadescripcin en varios pasajes bblicos (1 Reyes VII,21; II Reyes XXV, 13-17; Jeremas LII, 20-23 y IICrn. III, 15-17), adems de la que nos ha dejado elhistoriador judo Flavio Josefo (siglo I d. de Cristo)en sus Antigedades judaicas. De las citadas colum-nas dice el Zohar (III, 58a) que los dos ros secun-darios que tienen su origen en el ro principal, (roVida) se bifurcan en dos direcciones, que son losnombres de las dos columnas del Templo erigido a

    Salomn: Jakn y Boaz. Todos esos ros circulanen un mismo grado, llamado elJusto, como estescrito: Y el Justo es la base del mundo.

    Jakn aparece en el Antiguo Testamento comohijo de Simen, el cual es a su vez hijo de Jacob(Gn. XLVI, 10), mientras que Boaz es el marido deRut, ancestro de David (Rut IV, 13 a 22). Segn cier-tas versiones masnicas, estas columnas son las des-tinadas a unir de nuevo la tierra y el cielo (8). Elsignificado de Jakn es fundamento, erigir, del ver-bo consolidar, y el de Boaz es la Fuerza o en laFuerza. Se han hecho muchas interpretaciones delas dos columnas, algunas de las cuales son fruto de

    versiones muy personales. El Rito Francs o Mo-derno, que ha expurgado y simplificado elEscocismo, ha invertido la situacin de las colum-nas, de manera que Jakn es emplazada a la izquier-da y Boaz, a la derecha.

    Dicha innovacin no est basada en la tradicin,cuya fuente en este caso es el Antiguo Testamento.Por otra parte, en hebreo, la izquierda es siempre elnorte y la derecha, el sur, lo que implica inequvoca-mente que la orientacin se toma, como su nombreindica, volvindose hacia oriente, hacia el este.

    En los rituales, tanto medievales como moder-nos, figuran tambin otras dos columnasantediluvianas. La tradicin masnica registrada enel manuscrito de Cook (9) -ya citado- dice que loshijos de Lamec, Jabel, Jubal, Tubal-Can y Noem(Gn. IV, 19-22) grabaron todas las ciencias en di-chas columnas, a fin de que fueran salvadas del di-luvio. Jabel es el primognito y, de acuerdo con esteritual, es el inventor de la geometra y el creador dela Masonera. Su nombre, en hebreo, significa car-nero pero tambin se le asimila al signo de Aries,al cuerno de carnero, a la trompeta y al jubileo.

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    Tubal-Can, padre de la forja, encarna el aspec-to negativo. El Tuileur de Villaume dice de Tubalcainque significa possessio mundana, es decir, el queposee y disfruta de/en este mundo. El Filsofo Her-mtico Ireneo Filaleteo afirma que las artes y herra-mientas de la estirpe de Can son opuestas a las deSet, porque la utilizacin de los metales de forma y

    con objetivos profanos es una actividad asesina yfratricida.De la hermana de Tubal-Can dice el Zohar (1,

    55a) que a Noem (dulzura) se la llama as en lasEscrituras para indicar que su cometido es seducira los hombres y los espritus, lo cual ocurrir hastaque el Santo Bendito Sea purifique el mundo delos espritus impuros.

    Volviendo a las dos colum-nas, el manuscrito GrandLodge nm.1 (1583) precisaque una de ellas era de mrmolpara que no fuera quemada

    por ningn fuego, y la otrade ladrillo, para que no fueraanegada por ninguna agua.Tambin aqu se dice queHermes, Padre de la Sabidura,anteriormente llamadoHermarines, hall una de lasdos columnas (10). En el ma-nuscrito Dumfries (1710aprox.) volvemos a encontrarel mismo tema, que sin dudapertenece a la Masoneraoperativa medieval.VI. LA MASONERANOAQUITA

    Nos referimos a continua-cin a los rituales Noaquita, deorigen medieval, donde losprotagonistas son No, sus hijos Sem, Cam y Jafet,el Arca, el diluvio, el monte Ararat, la paloma y ciertapiedra mstica, entre otros elementos. Muchos deellos se conservan actualmente en el grado 13 y 21del Rito Escocs y tambin en el Royal Arch ingls.En los trabajos de este ltimo no figuran las Escritu-ras porque en la poca de No se afirma- stas an

    no existan, aunque se lee el libro de Isaas.En el grado 21 del Escocismo la palabra de pasoes Faleg, que en hebreo significa divisin, y se pro-nuncia tres veces en tono lgubre. La palabra sagra-da es triple: Sem, Cam y Jafet (11); los trabajos sellevan a cabo en luna llena y su luz es la nica quedebe iluminar la logia, por medio de una nica ven-tana, a imagen de la que Dios hace abrir a No en elArca. Las Escrituras ensean que cuando nace No,su padre Lamec dice de l: ste nos procurar eldescanso (Gn. V, 29). El Midrash Rabb comenta

    este pasaje como sigue: cuando pec el hombre,() el buey y el asno no obedecan al campesino yel surco tampoco. Cuando se levant No descansa-ron. Y en xodo XXIII, 12, se dice: durante seisdas hars tu trabajo y el sptimo descansars, a finde que tu buey y tu asno tengan descanso Por suparte, el Zohar (1, 58b) dice que No es el anagrama

    de Gracia. As pues, no hay bendicin sin descanso,lo cual est, adems estrechamente unido al miste-rio de la Natividad (12).

    En cuanto al Arca, imagen del atanor entre losalquimistas, tambin significa cofre, caja y palabraescrita. En un comentario sobre el Arca contenidoen el Zohar (1, 59b) se dice que para salvar el mun-

    do, No ha debido encerrar-se en una arca aqu abajo,de igual manera que ocurreen el misterio de all arri-ba. Contina el texto afir-mando que No fue un

    hombre justo; pues era laimagen de Aquel que esarriba, que tambin es lla-mado el Justo, del que laEscritura dice: Y el Justo esla base del mundo. Se le de-nomina as porque es la co-lumna sobre la que se sos-tiene el mundo.

    Esa columna es llama-da el Justo; No tambines llamado el justo de aquabajo. No, que naci cir-cunciso, se salva -continael Zohar- porque ha estadoescondido, a cubierto. Ygracias a su invisibilidaddurante el diluvio, Elohim

    no se acord de No, porque los bienes que el hom-bre esconde a ojos del mundo son colmados de ben-diciones celestes, pues todo lugar descubierto esaccesible al demonio (1, 64b).VII. EL ESCOCISMO. LA MASONERA CABA-LLERESCA

    Nos referiremos finalmente al grado 18 del

    Escocismo, llamado Soberano Prncipe Rosa-Cruzo tambin del guila y del Pelcano. Dicho grado,en el que culmina la Masonera capitular o roja, con-tiene algunos elementos bsicos de la cbala, comola bsqueda de la Palabra Perdida, cuya mitad elhombre arrastr en su cada (13). La cmara paratrabajar en este grado, en la versin del Rito deKilwinning -uno de los ms antiguos-, cuenta, entreotros elementos, con una piedra cbica, sobre la cualse deposita una rosa marchita; una estrella flamgeracon un buey a la izquierda y un asno a la derecha,

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    los dos con la cabeza vuelta hacia dicha estrella. Laprimera palabra de paso es Immanuel, Dios en no-sotros, y la segunda, Zorobabel, que el Tuileur deVillaume traduce por dispersio confusionis.Zorobabel es el rey de Israel.

    La palabra particular es I.N.R.I., o bien yod,mem, yod; la palabra general es Rafadn, derivada

    de Rafidim. Este vocablo proviene del verbo raf,curar, socorrer, reparar, restablecer. Rafidim es el lu-gar donde acamparon los israelitas en su huida deEgipto, en el que Moiss hizo manar agua de la roca(Exodo XVII, 1-7). Tambin se emplean otras pala-bras hebreas, como Salatiel, Moabon, Hiram yJehovah (14).

    En la dramatizacin del ritual (con algunas va-riantes segn los diferen-tes sistemas) los caballe-ros se lamentan de que elTemplo ha sido destrui-do. Posteriormente, lle-

    gan a un lugar desierto,desolado y oscuro, enbusca de la Palabra per-dida. Desean una nuevapatria (15), pasan por lastres virtudes teologales(fe, esperanza y caridad,que tambin desempe-an un papel muy impor-tante en el ritual), reco-rren los cuatro puntoscardinales y se despojande toda impureza hasta

    que, abatidos y desani-mados, en medio del ani-quilamiento, la agona yla muerte, escuchan unavoz misteriosa en loms hondo de sus cora-zones. La ceremonia termina con la divisa de laCompaa de Jess, A mayor gloria de Dios (16).

    En un ritual francs de 1887 se dice que, unavez restituida la Palabra perdida, el hombre recobralos derechos de su primitivo origen y la naturalezase yergue Vemos pues, que la presencia de la tra-dicin cabalstica hebrea en la Masonera es tan evi-dente como importante. Nos parece fuera de dudaque los primeros creadores de las doctrinas y ritua-les eran poseedores de un autntico saber tradicio-nal y en modo alguno estaban guiados por caprichosinnovadores u opiniones personales. Asimismo, po-demos afirmar que los llamados trabajos de ritual noconsistan en una simple transmisin formal, sinoque consista el soporte de otra cosa. Conocemos laimportancia de las palabras en la Masonera, perocuando entendemos que, en realidad, esas palabras

    son nombres -como afirma J. F. Var (17)- entoncesempezamos a vislumbrar el hecho de que los maso-nes de tradicin hacan algo muy importante en susrituales y se transmitan una cosa relacionada connombres.VIII. LOS EPGONOS

    Con el advenimiento de la contemporaneidad y

    la subsiguiente destruccin progresiva y sistemticade todos los valores y las estructuras tradicionales,tambin la Masonera sufri sus consecuencias,cuando no fueron los propios masones (dirigentesde la Orden en Espaa, Italia, Blgica o Francia,modelo de todos ellos) quienes ocuparon las prime-ras filas de la profanacin (18). Tambin entre losjudos europeos penetr el racionalismo materialis-

    ta de las luces delsiglo. A ello con-tribuy decidida-mente la prolife-racin de anuarios

    y publicacionescomo Haskal -Ilustracin-, con-tinuadora de Ha-Me assef (1785-1797), enfrenta-dos abiertamentea la tradicintalmdica, a la c-bala y al pretendi-do oscurantismojasdico.

    Por lo que a la

    Masonera se re-fiere, lo sorpren-dente no es queexistieran organi-z a c i o n e siniciticas en Eu-

    ropa, sino lo que de ellas hicieron, a partir del sigloXVIII, muchos y destacados masones. Ms atentosa las sirenas del materialismo, de las revoluciones ydespus del positivismo, que no de aquella voz mis-teriosa que deban buscar dentro y no fuera de smismos, participaron eufricos en la subversin ge-neral, tal vez con la vana esperanza de que transfor-mando el mundo se transformaran a s mismos, demanera que una sociedad nueva producira tam-bin un hombre nuevo. As se abrieron las puertasa todas las utopas polticas versiones mltiples delmilenarismo secularizado- y a todos los extravosde la modernidad anti tradicional. Los gemetras seconvirtieron en moralistas, los misterios sacros de-generaron en teatro para entretener burgueses, lasdanzas sagradas en ballet y bailes de saln; los him-nos religiosos en canciones y tonadillas de iglesia,

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    TEMASel poder mgico en esttica y arte creador, los mitossagrados y los libros revelados en literatura y la his-toria dej de explicar las relaciones entre lo que esen el cielo y lo que acontece en la tierra.

    A lo largo del siglo XIX, una mayora de maso-nes asistan o tomaban parte con entusiasmo en elpenltimo asalto contra sus propios orgenes. Esa

    es una historia conocida. Como colofn, lahistoriografa positivista se dedic con precisin yesmero a historiarlo todo: historia de la tierra, delhombre -el darwinismo-, de las religiones, de Jesu-cristo, etc. Historiar la revelacin, hacer la crnicade la eternidad era -al menos eso crean- una formasegura (puesto que era cientfica) de minar la baseen que se asentaba el pensamiento religioso y la tra-dicin espiritual de Occiden-te. Pero no todo ocurri comolos paladines del materialismoesperaban.

    NOTAS1. En latn la palabra viudaexpresa igualmente el sentidode vaco y privacin. En estesentido, se dice que ni Israelni Jud son viudos porqueno estn privados de su Dios.Para otras versiones del temavase J. Boucher, LaSymbolique Maonnique,Dervy-Livres, pgs. 280-283.2. En la versin griega de la IIEpstola a Timoteo podemos

    leer (II, 15): Procura cuida-dosamente presentarte anteDios () como obrero ()que traza bien la Palabra deverdad. Deletrear, grabar, tra-zar, son trminos que la Ma-sonera utiliza para designar loreferido a la escritura y la cien-cia de las letras, lo cual estrelacionado con la Palabraperdida y, segn Ren Gunon, con el arte de laalquimia. Este excepcional erudito de la tradicinperteneci a la Masonera. Estuvo afiliado a la logiaThbah, de la Gran Logia de Francia, y en 1908 in-gres en la logia parisina Humanidad, que traba-jaba en el Rito Nacional Espaol (en realidad es deMemphis y Misraim), cuya obediencia -la Gran Lo-gia de Espaa-auspiciaba por entonces dos logiasen Barcelona. Vase sobre Masonera sus obrasAperus sur linitiation y Etudes sur laFrancmaonnerie et le compagnonnage, 2 vols.3. Ver V Magnien, Les Mystres dEleusis, Ed.Payot, Pars, 1950, pg. 235. Manuel maonnique

    ou Tuileur des divers rites de Maonnerie, Paris,1830, reeditado por Dervy-Livres en 1983. Obra an-nima de gran inters, en la que se aclaran o corrigenerrores que ya por entonces contenan muchos ritua-les.4.The testament of a free maon o Le testamentdu Chevalier Graaf, comentado por J. P. Lasalle en

    Les sources judo-chrtiennes du noachismemaonnique, en los Travaux de la Loge Nationalede recherches Villard de Honnecourt, nm. 15,1987, pgs. 188-192.5. La palabra de compaero (2 grado) es Tzahoraim medioda- , y la de l 3 grado (maes tro) esHakalkallah, que, segn el ritual, significa laberin-to, tal vez porque, en hebreo, hakalkalot -aade

    Lasalle- se refiere adeformar la ley yhay un juego de pa-labras entre sta yEkel, trenzar una

    trama. L. Cattiaux(en El MensajeReencontrado, V,94-94) nos hablaas de estasdualidades: Laciencia de Dios sereviste de una ms-cara aterradora afin de alejar a loshombres pusilni-mes. Bajo el hedorde la muerte se

    oculta el perfumede la rosa.6. Jules Boucher,op. cit., pgs. 98-102.7. Sobre el Hejal,dice el Zohar (I94b) que esta pala-bra significa allest todo; que es

    el ms alto de todos los grados y que es el taber-nculo quien hace la un