unidad 5 - las sociedades coloniales de america

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V Unidad LAS SOCIEDADES COLONIALES DE AMÉRICA América fue repartida Organización política del imperio es- pañol La Iglesia La economía colonial Las sociedades coloniales hispanoame- ricanas El mundo colonial a mediados del si- glo XVII Brasil colonial La colonización inglesa La colonización francesa La piratería La herencia colonial Objetivo Comprender los aspectos económicos, sociales, políticos y culturales de la Colonia, para valorar las raíces multiculturales de los latinoamericanos. Significación del tema Los procesos de conquista y coloniza- ción de América tuvieron un gran impacto, no solo para las potencias colonialistas euro- peas, sino también para las sociedades indí- genas americanas que fueron sometidas a la dominación colonial. 5.7 5.8 5.9 5.10 5.11

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Historia del tiempo colonial de las sociedades en América Latina

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Page 1: Unidad 5 - Las Sociedades Coloniales de America

V Unidad

LAS SOCIEDADES COLONIALES DE AMÉRICA

América fue repartidaOrganización política del imperio es-pañolLa IglesiaLa economía colonialLas sociedades coloniales hispanoame-ricanasEl mundo colonial a mediados del si-glo XVIIBrasil colonialLa colonización inglesaLa colonización francesaLa pirateríaLa herencia colonial

Objetivo

Comprender los aspectos económicos,sociales, políticos y culturales de la Colonia,para valorar las raíces multiculturales de loslatinoamericanos.

Significación del tema

Los procesos de conquista y coloniza-ción de América tuvieron un gran impacto,no solo para las potencias colonialistas euro-peas, sino también para las sociedades indí-genas americanas que fueron sometidas a ladominación colonial.

5.75.85.95.105.11

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Los resultados del proceso colonizadorfueron variados, pues dependían tanto del sus-trato indígena sobre el cual se asentaron laspotencias europeas, como de las modalidadesde colonización implantadas. España, Portu-gal, Inglaterra y Francia se repartieron el con-tinente americano. Las actuales característicaseconómicas, sociales, políticas y culturales denuestros países se explican, en gran medida,por lo sucedido en el período colonial. De ahíla importancia de su estudio y comprensiónpor parte de nuestros estudiantes.

Tratamiento metodológico

El estudio de las sociedades colonialesamericanas puede hacerse dando ejemplos delo que fue la historia colonial de Costa Rica,tema que los estudiantes han venido profun-dizando desde el primer grado del primer ci-clo. Así, partiendo de lo que conocen mejor yde la herencia del pasado colonial en su pro-pia sociedad, encontrarán sentido al estudiode ese período.

Después de explicar un tema completo,como el de la organización política del impe-rio español, usted puede solicitar a sus estu-diantes que hagan un esquema resumen o unmapa conceptual, para verificar si compren-dieron la materia.

El tema de la Iglesia puede ser aborda-do de manera muy entretenida, si usted, des-pués de analizar el texto en grupos, pide a susestudiantes que se preparen para organizar undebate. Este podría versar sobre diferentespuntos, como por ejemplo, el papel desempe-ñado por la Iglesia en la conquista y la colo-nización de América, la obra de fray Bartolo-mé de Las Casas como defensor de los dere-chos de los indígenas, etc.

Al estudiar la economía colonial, tam-bién puede partir de la economía colonial de

la provincia de Costa Rica, la mejor conocidapara sus estudiantes. Insista en que desarro-llen la capacidad de comparar, es decir, esta-blecer semejanzas y diferencias entre realida-des coloniales diversas.

El uso de métodos audiovisuales puedeser particularmente útil para introducir elpunto de las sociedades coloniales hispanoa-mericanas. Resultaría muy interesante ponera los estudiantes a analizar un cuadro, comolos del género de pintura de castas. En estatemática existe una gran cantidad de novelashispanoamericanas que dan cuenta del crisolde grupos humanos que ha sido Hispanoamé-rica. Usted puede tratar de coordinar algunaactividad especial con el profesor o la profe-sora de español. Estos temas también se pres-tan para organizar debates acerca de los mi-tos raciales, como el considerar a los costarri-censes los "blancos" de Centroamérica, cuan-do en realidad la nuestra es una sociedadmuy mestizada. Estas actividades favorece-rán la formación de valores. Nuestros estu-diantes comprenderán la importancia de quelos hispanoamericanos, en general, y los cos-tarricenses, en particular, conozcamos nues-tras raíces multiétnicas y pluticulturales.

La vida cotidiana en tiempo colonialespermite establecer fácilmente la relación en-tre pasado y presente, y valorar legados.

Asimismo, el estudio de otros procesoscoloniales, como el de los portugueses en Su-ramérica, y el de los ingleses y franceses enNorteamérica y en algunas islas de las Anti-llas pueden ser muy útiles para favorecer lacapacidad de analizar y comparar. La realiza-ción de mapas conceptuales, cuadros sinópti-cos y líneas del tiempo resulta indispensablepara estos temas.

Las actividades propuestas permitenuna aplicación práctica de lo aprendido. Sobretodo se debe insistir en el legado colonial deque somos herederos los costarricenses.

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Sugerencias de evaluación

Tome en cuenta el trabajo diario de losestudiantes en el aula, y su grado de partici-pación y colaboración en todas las activida-des que usted organice. En seguida le ofrece-mos algunas ideas.

La evaluación escrita puede ser muyvariada: pida a sus estudiantes que analicenun cuadro; también pueden ver una película yorganizar un cine-foro, o escribir un pequeñoensayo sobre ella; invítelos a que lean uncuento o un capítulo de alguna novela, y quedescubran, con ayuda del libro de texto, cuá-les elementos son históricos y cuáles son fan-tasía del autor.

Pida a sus estudiantes que hagan pe-queñas investigaciones, para que aprendan ausar apropiadamente los recursos bibliográfi-cos que usted les recomiende.

El uso correcto de mapas históricos de-be ser tenido muy en cuenta, así como la ca-pacidad de sus estudiantes para hacer líneasdel tiempo, cuadros sinópticos, mapas con-ceptuales, etc.

Ampliación temática

IGLESIA y DOMINACiÓN

"La Iglesia desempeñó un papel de pri-mordial importancia en la consolidación deldomino español. En los siglos XVI y XVII,durante la monarquía de los Habsburgos, larelación entre la Iglesia y el Estado españolfue particularmente estrecha, gracias al patro-nato real. Este era un privilegio otorgado porlos papas a la Corona, que le permitió a estaintervenir en asuntos tales como determinarlas jurisdicciones territoriales eclesiásticas,nombrar candidatos a obispos, aprobar la pu-blicación de edictos papales y cobrar y admi-nistrar el diezmo.

En Centroamérica, ya para la década de1530 se habían definido las primeras jurisdic-ciones eclesiásticas. Había cuatro obispados:el de Nicaragua, con sede en León, que incluíala Gobernación de Costa Rica; el de Honduras,cuya sede se estableció en la ciudad de Coma-yagua a partir de 1570; el de Chiapas, cuyoobispo residía en Ciudad Real; y el de Guate-mala, con sede en Santiago, con jurisdicciónsobre el actual territorio de El Salvador.

Los primeros obispos designados enCentroamérica tuvieron grandes dificultades:en su misión de defender a los indígenas sevieron enfrentados al poder de los encomen-deros; disponían de recursos económicos es-casos, por la dificultad de cobrar adecuada-mente los diezmos; además, tuvieron el pro-blema de la escasez de sacerdotes para evan-gelizar a los nativos. Por todas estas razones,la 'conquista espiritual' de estos fue enco-mendada al clero regular, es decir, a las órde-nes religiosas.

Las órdenes religiosas más importantesen Centroamérica fueron las de San Francis-co, Santo Domingo y La Merced. Al princi-pio la obra evangelizadora fue muy superfi-cial, pero, después de la fundación de las re-ducciones, la tarea se facilitó. Los territoriosfueron organizados en 'doctrinas', equivalen-tes a las parroquias. En el pueblo principal ocabecera de cada una de ellas se construían laiglesia y el convento donde residían los reli-giosos; los pueblos de menor importanciaeran considerados como 'pueblos de visita'.Los religiosos, para poder tener algún gradode éxito en su misión, se vieron obligados aaprender las lenguas indígenas y preparargramáticas y catecismos. No obstante esosesfuerzos, la erradicación de las religiones yde las costumbres morales nativas fue muydifícil, cuando no imposible. Al final, los re-ligiosos tuvieron que ser bastante tolerantes,y contentarse con un catolicismo muy super-ficial y colmado de sincretismos.

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El plan original de la Iglesia era quelas doctrinas pasaran a estar bajo el controldel clero secular, una vez pacificados y evan-gelizados los nativos. Pero no sucedió así,porque las órdenes religiosas se opusieron,alegando que el clero secular era corrupto ymundano, y que los sacerdotes desconocíanlas lenguas autóctonas. La realidad era queexistía un serio obstáculo para aplicar el plande la Iglesia: la falta de sacerdotes para ha-cerse cargo de la doctrinas indígenas. Losdos colegios seminarios fundados en Guate-mala (1592) y Nicaragua (1680) no lograronordenar suficientes sacerdotes. No fue sinohasta en el siglo XVIII cuando un grupo nu-meroso de jóvenes criollos eligió la carreraeclesiástica, motivado, en buena medida, porlas nuevas posibilidades de enriquecimientoproducidas gracias a los cambios económicosy demográficos propios de esa centuria.

La principal fuente de recursos de laIglesia era el diezmo. Este impuesto eclesiás-tico consistía, como su nombre lo sugiere, enentregar a la institución la décima parte delas cosechas de los productos importantes delcomercio: añil, trigo y caña de azúcar. Losindígenas estaban exentos del pago de esacarga. La diócesis más rica fue la de Guate-mala, porque en su territorio se recogían lasmejores cosechas de productos sujetos a pagodel diezmo.

Teóricamente una parte de los ingresosgenerados por el cobro de diezmos debía re-gresar a las parroquias, pero, en la práctica,no siempre ocurría así. En consecuencia, loscuras se dedicaron a buscar otras alternativaspara captar recursos, entre ellas, el cobro porla administración de los sacramentos, por losrituales celebrados para las cofradías y por lafundación de capellanías. Estas fuentes de in-gresos permitieron al clero secular gozar decierta autonomía ante las autoridades ecle-siásticas y disfrutar de riqueza individual.Los miembros de las órdenes religiosas, encambio, hacían voto de pobreza, lo cual no

impedía que las órdenes y monasterios acu-mularan riquezas.

La Iglesia gastaba una porción consi-derable de sus ingresos en la construcción detemplos y monasterios, en la compra de orna-mentos y en sufragar la vida un tanto ociosade muchos eclesiásticos y monjas. Sin em-bargo, también asumía obras como la educa-ción. los servicios hospitalarios y otras acti-vidades de interés social. El inconvenientefue que esos servicios no se prestaban en to-do el Reino, sino que se concentraron en lasprincipales ciudades, sobre todo en Santiagode Guatemala".

"Los eclesiásticos gozaban de gran po-der e influencia, sobre todo en las áreas rura-les, donde a menudo eran los únicos repre-sentantes del aparato estatal. La Iglesia cola-boraba con las tareas cotidianas de gobierno,ayudaba a reforzar el conformismo del pue-blo y castigaba lo que consideraba como'malas costumbres'. Para el logro de este úl-timo fin, se creó el Santo Oficio de la Inqui-sición, encargado de vigilar ei comporta-miento de los españoles y mestizos. El SantoOficio perseguía la herejía, castigaba la blas-femia, la falta de religión, y velaba por lamoralidad pública y la disciplina del clero.También impedía la divulgación de ideas queconsideraba perniciosas, y periódicamentedaba a conocer listas de libros prohibidos.Por eso, en el período colonial la mayor partede los libros que circulaban eran de carácterreligioso, y en los puertos se revisaba cuida-dosamente el ingreso de literatura prohibida.

Los casos denunciados ante el SantoOficio debían ser conocidos, en primera ins-tancia, por los representantes locales de esainstitución. Posteriormente eran remitidos altribunal que funcionaba desde 1571 erila ciu-dad de México, el cual se encargó de atender

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los asuntos centroamericanos. Al contrario delo que se piensa, el establecimiento de esetribunal fue recibido con beneplácito, porquese consideraba que serviría de freno a losmodos de comportamiento indeseables y alas ideas ofensivas a Dios".

RELIGiÓN FORMALY RELIGiÓN POPULAR

"La práctica religiosa oficial tenía ma-yor importancia en los centros urbanos,mientras que en las áreas rurales predomina-ba la religiosidad popular. A diferencia de lareligión oficial, que insistía en el conformis-mo, la religión popular enfatizaba en la posi-bilidad de la intercesión divina para mejorarlas condiciones de vida cotidiana, en casos deplagas, peste, desastres naturales y otros pro-blemas que causan aflicción. Como resultadode esta religiosidad popular se desarrolló elculto de diversas imágenes, y surgieron cen-tros de peregrinación, como el de la Virgende los Ángeles, en Cartago, Costa Rica, y eldel Cristo de Esquipulas, en Guatemala".

En Elizabeth Fonseca Corrales, Centroamérica:su historia. 1996, p. 98-103.

EL TRABAJO DE LOS INDIOS,PRINCIPAL RIQUEZADEL NUEVO MUNDO

"Cuando los españoles llegaron aAmérica, la realidad de las cosas demostróque las incontables riquezas descritas por Co-lón no eran tan fáciles de adquirir. Los pri-meros colonos se encontraron con serias difi-cultades para proveerse de alimentos, y que-daron a merced del abastecimiento de unosindígenas cada vez más recelosos. Cabía lasolución de dedicarse al cultivo de la tierra,pero los españoles no se mostraron dispues-tos a cruzar un océano, someterse al ataque

de los indios y arrastrar las enfermedades tro-picales para seguir destripando terrones co-mo en CastilIa. Dedicarse al comercio eratambién inútil. Los costos de transporte erantan altos, que solo era rentable enviar a Euro-pa metales preciosos y algún que otro pro-ducto tintóreo de elevado precio. Por otraparte, los productos americanos con demandaulterior en Europa eran totalmente descono-cidos y no tenían ningún mercado (tabaco,cacao, etc.). Los metales preciosos sí consti-tuían un objetivo económico, pero primerohabía que encontrar las minas y, posterior-mente, había que explotarlas.

Por todo ello, la primera y casi únicariqueza incial que se encontró en América laconstituyó el trabajo de su población abori-gen. Ella dio el sustento necesario a los euro-peos, levantó sus viviendas y ciudades y tra-bajó en las primeras minas. Sin esta mano deobra barata, cuando no gratuita, todas las ri-quezas potenciales americanas no hubieranpodido hacerse efectivas. Cuando los euro-peos descubrieron las pobladas regiones delos altiplanos que van de México a Bolivia,habitadas por sociedades sedentarias de ele-vado nivel cultural y por ello más fácilmentemovilizables para el trabajo que las de lasAntillas, se asentaron allí y se aprovecharonde esta riqueza, que fue anterior al descubri-miento de los grandes yacimientos de plata.

La primera forma de acceder a estafuerza laboral fue la simple y llana esclavi-tud. En el siglo XV, el hombre en Europa eraun bien escaso, y había sido usual emplear lamano de obra esclava procedente, preferente-mente, de África. Ya Colón, en su segundoviaje, envió de vuelta a España un importantecargamento de esclavos, pero esta actitud, encalidad absolutamente normal para un co-merciante genovés de la época, entr6 en con-flicto con el moralismo de los monarcas his-panos, para los que difícilmente era concilia-ble la tarea de cristianizaci6n (principal justi-ficante de la presencia española en América)

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y el traer a Sevilla a los indígenas cargadosde cadenas. Así, pues, a comienzos del sigloXVI, se prohibió la esclavitud de los indios.Sin embargo, quedó un resquicio abierto alos fraudes: se podría hacer esclavos a los in-dígenas caníbales, en una suerte de peniten-cia especial por tan macabra costumbre. Co-mo es natural, resultó muy difícil distinguirentre los verdaderos antropófagos y quieneseran acusados de serIo por los cazadores deesclavos. Durante más de 40 años, la Coronaluchó entre sus prejuicios morales y el interéseconómico propio y de sus súbditos. Se creóuna serie de leyes contradictorias, hasta quepor fin se impusieron aquellos y, ante la pre-sión del padre Las Casas y otros miembrosdel cle!o, se proclamó en 1542 la supresión,en el futuro, de cualquier tipo de esclavitudpara los indígenas.

¿Se implantó entonces un sistema detrabajo libre? En absoluto: el trabajo libreasalariado no era todavía, ni siquiera en Eu-ropa, una fórmula general. En América pron-to quedó sentado el principio de la 'vagancia'del indígena, que no respondía sino a la faltade afán de lucro de sociedades primitivas, lascuales conciben difícilmente trabajar más alláde la simple satisfacción de las necesidadesprimarias. Por ello surgieron fórmulas paraobligar a trabajar a los indios.

El sistema más antiguo y el más cono-cido fue el de la encomienda. Con ella, laCorona premiaba los servicios de conquista-dores y colonos entregándoles el trabajo per-sonal de una serie de comunidades teórica-mente libres. Como este sistema se diferen-ciaba bien poco de la esclavitud, se decidióposteriormente que los indios entregarían asu 'encomendero' un tributo en especie o di-nero, y no en trabajo. A cambio, el españoldebía instruirIos en el cristianismo. Ni al Es-tado y ni a la Iglesia les satisfacía plenamenteeste sistema. El primero temía que se convir-tiesen en la base de una futura feudalizaciónde América, pues se establecían unos víncu-

los personales entre encomendero y enco-mendado, mientras que sectores importantesdel clero clamaban por las explotaciones quepropiciaban. Se intentó suprimidas, pero has-ta el siglo XVIII las encomiendas fueron in-tocables, y cual.quier intento de eliminarIaschocó con la reacción armada de los colonos.

A mediados del siglo XVI, la necesi--dad de mano de obra se hizo más acucianteque nunca. En primer lugar, los indios enco-mendados solo estaban obligados a pagar untributo, y podían permanecer ociosos unavez que lo hubieran satisfecho; pero además,fue entonces cuando se encontraron las gran-des minas de plata, al mismo tiempo que seagravaban las epidemias que diezmaban alos nativos. Todo ello propició la instaura-ción de un sistema de trabajo teóricamenteretribuido y que afectaría por turno a diver-sas porciones de cada comunidad. Las auto-ridades españolas repartirían cada año estamano de obra entre los colonos, que la em-plearían en las minas, en la agricultura o enlos trabajos públicos. Este sistema tenía parala Corona la ventaja adicional de no poner alindígena debajo de la tutela permanente ypersonalizada de un colono concreto. Fue lafamosa 'Mita' ('turno', en quechua) que,aunque planteada con salvaguardias para elbuen tratamiento y pago de los trabajadores,en la práctica resultó un esfuerzo durísimopara los indígenas.

Solo de una manera paulatina, y, sobretodo, al final de la época colonial, cuando losindígenas se habían inpregnado del afán delucro europeo, fue surgiendo entre ellos lacostumbre de alquilarse como peones y asa-lariados libres. Al mismo tiempo, los patro-nos blancos comprendieron que pagar un pe-queno jornal podía ser más rentable que man-tener masas de trabajadores en condicionesserviles y con escasísimo rendimiento".

En Pablo Emilio Pérez Mallaína, La coloniza-ción la huella de España en América, 1988, p 52-56.

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LA DEFENSA DE LA AMÉRICAESPAÑOLA Y PORTUGUESA

'Esta defensa se ejerció en dos niveles:Defensa de la explotación económica

de América, manteniendo el monopolio o in-tentando mantenerlo,sobre todo contra elfraude o el contrabando, y protegiendo lasflotas españolas, especialmente en el sentidoAmérica-Europa, cuando iban cargadas deoro y plata.

Defensa de la integridad de los territo-

España fue mucho más eficaz en man-tener la protección de sus flotas que en elmantenimiento de los monopolios y en evitarel contrabando. J. Chagniot (PUF, págs. 89-90) dice: 'Las travesías son tan largas y difí-ciles que los piratas pueden sorprender sinexcesivos problemas a los barcos españoles'.Pero se trata de una simplificación exagera-da. Los cálculos de las pérdidas que realizóChaunu así lo demuestran: durante toda laCarrera de Indias, de 1551 a 1650, el porcen-taje de pérdidas globales solo alcanza el 6 ó 7por ciento del total. Las que fueron efectiva-mente registradas solo representan:

- El 5,05 por ciento de 1551 a 1600- El 3,07 por ciento de 1601 a 1650.Es decir, las pérdidas debidas a la gue-

rra o a la piratería solo representan 1/5 del to-tal: 107 barcos perdidos de 1551 a 1650 fren-te a 412 por naufragios. La piratería y la gue-rra sorprendían a barcos aislados con navega-ción de cabotaje o navegación en el golfo deMéxico. Hubo, sin embargo, dos excepcionesimportantes:

- En 1628 la flota de Nueva España,que se hallaba en la bahía de Matanzas, enCuba, cayó en manos de la escuadra holande-sa de Piet Heyn, que se hizo con 80 toneladasde plata.

- En 1656-57 el almirante inglés Blakecapturó una parte de la flota de tierra firmeen 1656, y en 1657 destruyó la casi totalidadde la flota de Nueva España en Santa Cruz deTenerife.

Al margen de estos desastres, se trata-ba sobre todo de capturas aisladas, como loseñalan las estadísticas mencionadas.

España fue menos eficaz en la luchacontra el contrabando, sobre todo a partir delsiglo XVII, cuando se estableció en la Malvi-nas, la colonia de Sanarios. Los dos principa-les focos de contrabando fueron el golfo deMéxico, donde las numerosas Antillas hacíande almacenes de fraude, y la zona del Río dela Plata, sobre todo cuando los ingleses se es-tablecieron en las Malvinas; la colonia de Sa-cramento, en la frontera sur de Brasil, y laArgentina actuales, que también se utilizabancomo almacén.

El contrabando se desarrolló de formacontinua en las Antillas, sobre todo tras el es-tablecimiento de los franceses, ingleses y ho-landeses en diversas islas. En Río de la Platalos principales agentes del contrabando fue-ron los propios comerciantes de Buenos Ai-res, que gozaban de una gran complicidadpor parte de la población, que sufría los pre-cios prohibitivos de los comercios monopo-listas de Lima. En el siglo XVIII, el contra-bando era tan importante, que España reac-cionó de forma brutal: en 1770, la expedi-ción dirigida por el gobernador Francisco dePaula Bucarelli expulsó a los ingleses de lasMalvinas y controló de cerca a los portugue-ses, que en un número importante residían enBuenos Aires. Finalmente, en 1776, una ex-pedición que salió de Cádiz tomó posesiónde la isla brasileña de Santa Catarina, desem-barcó a 9 000 hombres en la costa brasileña yel ejército entró en la colonia de Sacramento,donde destruyó las fortalezas y los edificiosciviles, y en 1777, por el tratado de San llde-fonso, Portugal tuvo que ceder a España lacolonia de Sacramento. Pero al mismo tiem-

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po, para hacer desaparecer el contrabando,España creó el virreinato de La Plata y con-cedió a sus puertos la libertad de comerciocon España.

Hay que recordar también que Españadejó a los extranjeros, mediante el sistema delicencias, la mayoría de los beneficios de latrata de esclavos.

El imperio español sufrió los principa-les reveses y las pérdidas más notables en lasAntillas. A pesar de todo, sigue siendo im-presionante la solidez de este imperio, quedurante tres siglos permaneció casi incólume.En breves palabras:

- Entre 1614 y 1640, los holandeses seapoderan de Curazao, San Eustaquio y Aru-ba, tres pequeñas islas de las Antillas. Estaacción formaba parte de un intento de coloni-zación en América por parte de los holande-ses, cuyo principal objetivo era Brasil (vercapítulo siguiente).

- Entre 1624 y 1660, los ingleses ocu-pan de forma progresiva Barbados (1624),San Cristóbal (1624), Antigua (1650) y, fi-nalmente, Jamaica (1656), que se convertíaen la base principal de las operaciones ingle-sas en el golfo, sobre todo cuando el temibleMorgan fue gobernador de Jamaica (1670-80). Los ingleses consiguieron también intro-ducirse en Honduras y se aliaron con una cu-riosa población mestiza, los zambos-mosqui-tos, que llevaron a cabo numerosas expedi-ciones contra los enclaves españoles. Perolos ingleses fracasaron en su intento de apo-derarse del istmo de Panamá, en 1680; consi-guieron saquearlo, pero, finalmente, fueronexpulsados.

- De 1635 a 1650, los franceses se hi-cieron dueños de varias de las pequeñas An-tillas: Martinica, Guadalupe, María Galante,Granada, Deseada. Luego, durante los años50, alcanzaron la parte occidental de la 'Isla

Española' (Santo Domingo) y lentamentefueron ampliando su territorio. En 1697, conla paz de Ryswick, la isla se repartió entreFrancia y España, a través de una línea divi-soria de norte a sur, del cabo Rosa a la puntade la Beata.

Pero, en cambio, los holandeses, losingleses o los franceses jamás consiguieronarrancar a los españoles una sola porción deterritorio continental, a excepción de Hondu-ras. En general tuvieron que limitar sus in-cursiones a los puertos más ricos y más acti-vos de la América española con la única es-peranza de un botín. Entre las acciones másespectaculares se pueden citar:

- Las de Hawkins, en el golfo, durantelos años 60 del siglo XVI.

- Las de Drake, que saqueó Nombre deDios en 1572, la costa pacífica y, en especial,El Callao y Lima en 1578, antes de realizarsu vuelta al mundo. Volvemos a encontrar aDrake en Puerto Rico (1585), en Cartagena,de la que se apodera en 1586 y, finalmente,en Santo Domingo y Nombre de Dios, quesaquea por segunda vez en 1594.

- El pillaje de Porto-Belo, por WiIliamParker, en 1601.

- La conquista provisional de San Juande Puerto Rico, por los holandeses, en 1652,después de su semifracaso en el Callao en1624.

- El terrible ataque de Morgan en 1671en Maracaibo, Porto-Belo y el istmo de Pana-má, con el incendio de Panamá.

- El total saqueo de Vera Cruz, en1683, por Nicolás van Horn y Laurent deGaff, con captura de esclavos y mujeres.

- La toma de Cartagena por Ducasseen 1694. ¡El mismo Ducasse defendió luegoCartagena contra los ingleses durante la gue-rra de Secesión de España!

- El asalto infructuoso del almiranteinglés Vernon contra Cartagena en 1740-41,después de la construcción del fuerte SanFelipe.

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Para defenderse de estas incursionesruinosas, España emprendió una gran empre-sa de fortificación entre finales del siglo XVIy finales del XVIII. Por ejemplo el fuerte delMorro, en San Juan de Puerto Rico, la forta-leza de Santiago de Cuba, las defensas de Ve-ra Cruz. El mayor esfuerzo fue realizado enel siglo XVIII (es el caso de Cartagena, capí-tulo 7). En el virreinato de Perú, el virreyManuel de Amat hizo contruir una serie defuertes desde Chile hasta Lima, entre ellosValdivia, Concepción, Santiago y Valparaíso,El Callao, las islas de Juan Fernández, duran-te los años 1763-70.

Por otro lado, en la época en que Espa-ña y Portugal estaban unidas bajo un mismosoberano, Felipe IV, los holandeses quisieronasentarse en Brasil. El intento de crear enBrasil una colonia holandesa en vistas a suexplotación y población fue obra de la Com-pañía de las Indias Occidentales, creada en1629, y no del Estado de las Provincias Uni-das. El 8 de mayo de 1624, una potente ar-mada holandesa, con 26 barcos provistos de450 cañones y 3 300 hombres, entró en elpuerto de Bahía, de la que se apoderó el día10. La reacción española fue violenta, poruna parte en los Países Bajos (con la ocupa-ción de Breda) y, por otra, en Brasil, dondela escuadra de don Fadrique de Toledo re-conquistó Bahía. Pero, a partir de 1627, losholandeses hicieron un nuevo intento, lan-zando una ofensiva contra el norte de Brasil,

que se había convertido en la región más im-portante de producción azucarera. Recife fuetomado en 1630 y desde esta fecha a 1643los holandeses ampliaron pacientemente suterritorio, y consiguieron controlar 2 000 ki-lómetros de costa, desde Sergipe del Reyhasta Sao Luis do Maranhao y el 60 porciento de la producción azucarera, con loque hicieron desaparecer a los intermedia-rios entre los engenhos y Amsterdam. LaCompañía administró por sí misma Brasil,bajo la dirección de un jefe de almacenes yde aprovisionamiento, y de cinco consejerospolíticos que resultaron poco eficaces. Tuvolugar, entonces, un cambio de dirección:Maurice de Nassau, ayudado por un consejode tres directores nombrados por la Compa-ñía, se convirtió en gobernador y almirantede 1637 a 1641. Los holandeses intentarontambién crear municipios de gobierno mix-to: portugués y holandés. Mientras los pre-cios del azúcar se mantuvieron elevados,hasta 1642, no hubo problemas. Pero de 1642a 1644 los precios cayeron en Amsterdam yla población portuguesa del norte de Brasil sevolvió hostil a los holandeses y conspiró conlos emisarios procedentes de Bahía. Se inicióla reconquista portuguesa, que desembocó enla toma de Recife, el 28 de enero de 1654,después de una larga lucha de diez años".

En Bartolomé Bennasar, La América españolay la América portuguesa(siglos XVI y XVIII), 1986, p.219-224.