tras los pasos del conde de santa pola

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Nº 230 - Octubre 2005 - Escenas 18 Reportaje TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA JOSÉ JUAN LÓPEZ Tenía razón el poeta Rilke cuando la definió como “la ciudad soñada”. Callejear por Ronda ha resultado ser uno de los mayores placeres de los que he podido disfrutar. ¿Saben? ¡Tiene uno la extraña sensación de sentirse tan diminuto ante la gran- diosidad que le rodea…! Caminar por el casco histórico de la que es sin duda una de las ciudades más bellas de España resulta abrumador. Es imposible avanzar diez metros sin que aparezca ante nuestra atónita mirada una casa noble, un palacio, una iglesia, un convento, un parque, un jardín, una muralla, un vestigio musulmán, un blasón de piedra en la fachada, el arco que corona algún acceso a la ciudad, una torre, una vista espectacular… Cuando no una fachada escrupulosamente encalada, un portón de madera añeja, una reja de pura forja adornada con geranios, un detalle de su tan arraigada tauro- maquia, un patio andaluz, una calle estrecha y empedrada… Cuando no el calor de sus gentes, su hospi- talidad sin condiciones, el añorado gracejo andaluz, esa encantadora socarronería… Posiblemente, la misma sen- sación que quien les habla tuvo al conocer Ronda, la tuviese el primer Conde de Santa Pola hace casi un siglo, y en ese ambiente romántico que desprende la capital de la Serra- nía se enamorase perdidamente de una rondeña. Quizá la primera vez que la vio, ella luciría ese vestido goyesco que convierte a la mujer rondeña en el más puro estandarte de la belleza española tradicional. ¡Ah! ¿Qué no sabían que existía el Condado de Santa Pola? El origen del Condado No es que uno sea más listo que otros, pero es que, cuando pica la curiosidad, uno comienza a beber de todas las fuentes posibles: leer, mirar, preguntar, conocer… Todo comenzó cuando, hace unos años, descubrí navegando por la red que en Ronda existía un restaurante que se llama Casa Santa Pola. “¡Vaya sorpresa! ¡Un santapolero en Ron- da!”, pensé. Pues nada más lejos de la realidad. Tras las oportunas pes- quisas averigüé que la razón de ser de su denomina- ción era la casa donde se ubica, una espectacular vivienda de origen musulman, construida en el siglo IX, que luego perteneció a los Condes de Santa Pola. Hoy en día alberga un singular negocio de hostelería regentado por Felisa Mayo Sánchez e Ignacio Lostao Cuñado que mantiene la indescriptible belleza de esta finca asomada al tajo con el que el río Guadalevín divide en dos la ciudad de Ronda. Desde entonces latía en mí un deseo irrefrenable de profundizar en esa historia, que desconocía absolutamente, y comencé a inves- tigar. La primera referencia que encontré procede del libro “Santa Pola. Datos históricos y curiosidades”, que escri- biera en 1.981 el historiador local Rafael Bonmatí Medina, colaborador habitual de Escenas en los años no- venta y, por desgracia, ya fallecido. Uno de los capítulos de su obra lo titula “Origen del Condado de Santa Pola”, y relata la biografía de Juan Bautista de Antequera y Bobadilla, el Almirante Antequera que conocemos por la calle que tiene dedicada en el centro de Santa Pola, justo pegada a la muralla sur de nuestro Casti- llo-Fortaleza. Bonmatí transcribe un extracto del libro "Panteón de Marinos Ilustres", de Juan Cervera Jácona (Madrid. 1.926). Por otro lado, en mi visita a la ciudad malagueña tuve la suerte de conocer a una de las personas que más saben sobre Ronda. Se trata de Faustino Peralta Carrasco, Cronista Oficial de la Ciudad de Ronda, que desde el primer momento me ofreció toda su colaboración y sus conocimientos sobre la historia del Condado. Gracias a su trabajo de investigación sobre el asunto, Condado de Santa Pola”, hemos podido completar esta semblanza del Almirante Antequera y seguir profundizando sobre la historia del Condado y de la Casa. El Almirante Antequera Juan Bautista de Antequera y Bobadilla nació en la casa número 12 de la Calle de La Carrera, en La Laguna (Tenerife), el día 1 de junio de 1.923. El joven Antequera ingresó como guardiamarina en Cádiz La historia de nuestro pueblo puede parecer un complicado laberinto sin salida, sin embargo a veces conseguimos encadenar algunos datos y noticias hasta completar un capítulo entero. La historia del Condado de Santa Pola ha "La razón de ser de su denominación era la casa donde se ubica, una espectacular vivienda de origen musulman, construida en el siglo IX, que luego perteneció a los Condes de Santa Pola" Fachada de la Casa de los Condes de Santa Pola Vista panorámica de la ciudad de Ronda con el Puente Nuevo como protagonista

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TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA POLA. Recopilación de los tres capítulos publicados en la Revista Escenas de Santa Pola por José Juan López en 2005, con la colaboración de Faustino Peralta, Cronista Oficial de Ronda. Un repaso por la historia del Condado con referencia especial a la Casa de los Condes en Ronda, hoy restaurante Casa Santa Pola.

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Nº 230 - Octubre 2005 - Escenas

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Reportaje

TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA POLA. 1ª parte: "El Almirante Antequera"

JOSÉ JUAN LÓPEZTenía razón el poeta Rilke cuando

la definió como “la ciudad soñada”. Callejear por Ronda ha resultado ser uno de los mayores placeres de los que he podido disfrutar. ¿Saben? ¡Tiene uno la extraña sensación de sentirse tan diminuto ante la gran-diosidad que le rodea…! Caminar por el casco histórico de la que es sin duda una de las ciudades más bellas de España resulta abrumador. Es imposible avanzar diez metros sin que aparezca ante nuestra atónita mirada una casa noble, un palacio, una iglesia, un convento, un parque, un jardín, una muralla, un vestigio musulmán, un blasón de piedra en la fachada, el arco que corona algún acceso a la ciudad, una torre, una vista espectacular… Cuando no una fachada escrupulosamente encalada, un portón de madera añeja, una reja de pura forja adornada con geranios, un detalle de su tan arraigada tauro-maquia, un patio andaluz, una calle estrecha y empedrada… Cuando no el calor de sus gentes, su hospi-talidad sin condiciones, el añorado gracejo andaluz, esa encantadora socarronería…

Posiblemente, la misma sen-sación que quien les habla tuvo al conocer Ronda, la tuviese el primer Conde de Santa Pola hace casi un siglo, y en ese ambiente romántico que desprende la capital de la Serra-nía se enamorase perdidamente de una rondeña. Quizá la primera vez que la vio, ella luciría ese vestido goyesco que convierte a la mujer rondeña en el más puro estandarte de la belleza española tradicional.

¡Ah! ¿Qué no sabían que existía el Condado de Santa Pola?

El origen del CondadoNo es que uno sea más listo que

otros, pero es que, cuando pica la curiosidad, uno comienza a beber

de todas las fuentes posibles: leer, mirar, preguntar, conocer… Todo comenzó cuando, hace unos años, descubrí navegando por la red que en Ronda existía un restaurante que se llama Casa Santa Pola. “¡Vaya sorpresa! ¡Un santapolero en Ron-da!”, pensé. Pues nada más lejos de la realidad. Tras las oportunas pes-quisas averigüé que la razón de ser

de su denomina-c i ó n

era la casa donde se ubica, una espectacular vivienda de origen musulman, construida en el siglo IX, que luego perteneció a los Condes de Santa Pola. Hoy en día alberga un singular negocio de hostelería regentado por Felisa Mayo Sánchez e

Ignacio Lostao Cuñado que mantiene la indescriptible belleza de esta finca asomada al tajo con el que el río Guadalevín divide en dos la ciudad de Ronda.

Desde entonces latía en mí un deseo irrefrenable de profundizar en esa historia, que desconocía absolutamente, y comencé a inves-tigar. La primera referencia que encontré

procede del libro “Santa Pola. Datos históricos y curiosidades”, que escri-biera en 1.981 el historiador local Rafael Bonmatí Medina, colaborador habitual de Escenas en los años no-venta y, por desgracia, ya fallecido. Uno de los capítulos de su obra lo titula “Origen del Condado de Santa Pola”, y relata la biografía de Juan Bautista de Antequera y Bobadilla, el Almirante Antequera que conocemos por la calle que tiene dedicada en el centro de Santa Pola, justo pegada a la muralla sur de nuestro Casti-llo-Fortaleza. Bonmatí transcribe un extracto del libro "Panteón de Marinos Ilustres", de Juan Cervera Jácona (Madrid. 1.926).

Por otro lado, en mi visita a la ciudad malagueña tuve la suerte de conocer a una de las personas que más saben sobre Ronda. Se trata de Faustino Peralta Carrasco, Cronista Oficial de la Ciudad de Ronda, que desde el primer momento me ofreció toda su colaboración y sus conocimientos sobre la historia del Condado. Gracias a su trabajo de investigación sobre el asunto, “Condado de Santa Pola”, hemos podido completar esta semblanza del Almirante Antequera y seguir profundizando sobre la historia del Condado y de la Casa.

El Almirante AntequeraJuan Bautista de Antequera y

Bobadilla nació en la casa número 12 de la Calle de La Carrera, en La Laguna (Tenerife), el día 1 de junio de 1.923. El joven Antequera ingresó como guardiamarina en Cádiz

La historia de nuestro pueblo puede parecer un complicado laberinto sin salida, sin embargo a veces conseguimos encadenar algunos datos y noticias hasta

completar un capítulo entero. La historia del Condado de Santa Pola ha

"La razón de ser de su denominación era la casa donde se ubica, una espectacular vivienda de origen musulman, construida en el siglo IX, que luego perteneció a los

Condes de Santa Pola"

Fachada de la Casa de los Condes de Santa Pola

Vista panorámica de la ciudad de Ronda con el Puente Nuevo como protagonista

Escenas - Nº 230 - Octubre 2005

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Reportaje

TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA POLA. 1ª parte: "El Almirante Antequera"

a los 14 años, y su precocidad le permite ser condecorado con la Diadema Real de Marina, la Cruz de San Fernando de primera clase y la Cruz de Carlos III. Ascendió a capitán de fragata en 1.859 y fue nombrado comandante de la corbeta “Villa de Bilbao”, con la que combate en la contienda africana en Río Martín, Arcila y Larache, convirtiéndose en coronel de Infantería.

Su gran momento llegó como segundo comandante de la fragata “Numancia”, destinada a capitanear la flota española en la Guerra del Pa-cífico, bajo las órdenes del Almirante Casto Méndez Núñez. Tras el suicidio del general Pareja, al mando de la escuadra española, en 1.865, Mén-dez Núñez le relevó y Antequera se convirtió entonces en comandante del “Numancia”. Herido Méndez Núñez tras el bombardeo del puerto de El Callao, decidió ceder el mando a Antequera sin que el resto de naves conocieran su indisposición.

De regreso a España, la “Numan-cia” tomó la ruta por Filipinas y el cabo de Buena Esperanza, convir-tiéndose así, bajo el mando de Juan Bautista de Antequera, en el primer buque acorazado en dar la vuelta al mundo, siendo condecorado el bar-co con una placa con la inscripción: “In ovicata navi quee primo terram circuivit”. Antequera fue recompen-sado con el ascenso a brigadier y la Cruz del Mérito Naval.

En la Bahía de Santa PolaEn 1.869 pasó a mandar la

escuadra del Mediterráneo, en una turbulenta época política en nuestro país, que terminaría haciendo caer

la República pocos años después. En ese mismo año sucedió el he-cho por el que, tiempo más tarde, nacería el Condado de Santa Pola. Se encontraba una noche la escuadra de instrucción mandada por Juan Bautista de Antequera fondeada en la segura ba-hía de Santa Pola, cuando se produjo una impor-tante cons-p i r ac ión a bordo. Ante-quera, revól-ver en mano y acompaña-do por varios o f i c i a l e s , f u e c a p a z de abortar el

motín de forma ejemplar e imponer entre sus hombres la disciplina debida, siendo ascendido en sep-tiembre de ese año a contralmirante, y nombrado vicepresidente del Almirantazgo. Cesó en 1.871 para pasar a Comandante General de Cartagena.

Su carrera política le convierte en Senador por la provincia de Canarias durante las legislaturas 1.871-1.872, 1.872, 1.876-1.877, por la

provincia de Alicante en la legisla-tura 1.877, y como Senador Vitalicio desde 1.884 hasta su fallecimiento en 1.890. Fue Ministro de Marina en tres ocasiones: la primera entre el 23

de noviembre de 1.870 y el 2 de enero de 1.871. Ya en período de la Restauración y siendo rey don Alfonso XII, volvió a ser nombra-do ministro de Ma r i n a desde el 1 de abril de 1.876 hasta el 23 de sep-t iembre de 1.877, cargo que volvió a ostentar entre

el 18 de enero de 1.884 y el 13 de julio de 1.885, para poner en marcha un ambicioso Programa Naval que comenzó con la orden de construcción del acorazado “Pelayo” y preveía otros siete buques de este tipo. De esta época datan, además, la Colección Legislativa, el Código de Señales, la Revista de Marina o la creación de semáforos. Sin embar-go, muchos de los planes se fueron al traste al morir prematuramente

don Alfonso XII el 25 de noviembre de 1.885.

Durante la regencia de doña María Cristina (1.885-1.902) por la minoría de edad de Alfonso XIII, Antequera recobró el mando de la escuadra española en el conflicto del archipiélago de las Carolinas, posesión española en el Pacífico, que le enfrentó con el imperio ale-mán en 1.885/86. La política naval del nuevo ministro de Marina de la Regencia, contralmirante José María Beránger, borró de un plumazo los proyectos de Antequera y su errónea gestión propició el desastre naval español de 1.898.

Después de ser presidente del Centro Técnico Facultativo de la Armada, Juan Bautista de Antequera y Bobadilla murió en Alhama de Mur-cia el 16 de mayo de 1.890, siendo trasladados sus restos al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, en donde reposan.

El primer CondePor la trayectoria militar y los ser-

vicios prestados a la nación por Juan Bautista de Antequera y Bobadilla, la Reina regente doña María Cristina de Austria firmaría un Real Decreto con fecha 28 de julio de 1.892, mediante el cual se concedía la merced de Conde de Santa Pola a don Juan Bautista de Antequera y Angosto, Bobadilla de Eslava y Lapizburu, hijo del Almirante y de su esposa doña Atanasia Angosto Lapizburu, convirtiéndose de esta forma en el primer Conde de Santa Pola.

En el próximo número de Esce-nas continuaremos con el próximo capítulo: "El primer Conde"

permanecido olvidada durante mucho tiempo para nosotros, empolvada por el paso de los años. Escenas inicia con este reportaje una serie de artículos con el objetivo de desvelar los pormenores de este olvidado pasillo de nuestra historia.

"Se encontraba una noche la escuadra de instrucción mandada por Juan Bautista

de Antequera fondeada en la segura bahía de Santa Pola, cuando se produjo una

importante conspiración a bordo"

Juan Bautista de Antequera y Bobadilla

Fragata acorazada Numancia, la primera que dio la vuelta al mundo Placa de la calle que dedica Santa Pola a Juan Bautista de Antequera

Nº 231 - Noviembre 2005 - Escenas

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JOSÉ JUAN LÓPEZFAUSTINO PERALTA

El primer Conde de Santa Pola era el varón de tres hermanos. Sus hermanas, doña Rosario y doña Clara, fallecieron sin descendencia, mientras que don Juan Bautista contrajo matrimonio con doña María del Espíritu Santo de Arce y Guerrero de Escalante, que nació en la ciudad andaluza de Ronda el 28 de mayo de 1900. Esta señora proviene del linaje Guerrero de Escalante, sobre el que existe un importante apoyo documental, en las numerosas armerías policromadas de la Casa de los Condes de Santa Pola de Ronda, que pertenecían por parte materna a la condesa consorte, y también en la colección de retratos del Marquesado de Salvatierra en Ronda, con quienes les unía una gran amistad y una anterior unión de sus linajes.

Se trata de una familia que desciende de los primeros po-bladores llegados a Ronda con la Conquista Castellana en el siglo XV. En el Libro de Repartimiento de Ronda, Juan Darce Mencía de Escalante y Fernando de Escalante figuran como receptores de un buen número de propiedades. Todos los Escalante de Ronda procedían del primitivo solar del lugar de Escalante (Santander). Además de éstos, otros importantes personajes de esta misma Casa, como Ruy Gutiérrez de Escalante, se establecieron en esta ciudad.

Según García Carrafa, las casas

del linaje Guerrero, radicadas en Andalucía, estuvieron en Antequera -Guerrero de Torres- y en Ronda -Guerrero de Escalante-. A esta última perteneció don Juan Guerrero de Escalante, casado con doña Juana Teresa de Escobedo, ambos natura-les de Ronda; y que tuvieron por hijo a don Francisco Guerrero de Esca-lante y Escobedo -de Ronda-, que contrajo matrimonio con doña Francisca de Cuenca y Hurtado -de Lucena-, que casó con doña María Manuela de Torres Pon-ce de León -de Sevilla-, progenitores, a su vez, de don Francisco Guerrero de Escalan-

te y Torres –de Ronda-, que en 1815 ingresó

en la orden de Carlos III. La Casa con ambos linajes Guerrero y Escalante se encuentra en la calle Teniente Corró nº 12 de Ronda. Los Escalante Guerrero, como ya hemos dicho,

unieron sus linajes con los Salva-tierra de Ronda y los Ruiz-Dávalos -de los Marqueses de Algorfa- y con los Ruiz y Cárdenas, estos últimos procedentes de Orihuela.

Muchos de los que pertenecieron a esta noble Familia fueron Caballe-ros Maestrantes de la Real Maestran-za de Caballería de Ronda, además de otras importantes órdenes milita-

res. También pertenecieron diferentes miembros de esta familia a otras casas importantes de la ciu-

dad como la Casa del Gigante, con impor-tantes restos árabes de la época nazarí felizmente restaurada, y la casa que se ha in tegrado

pos te-r i o r -

mente en el edificio de la Con-gregación de las Esclavas, y cuya portada blasonada se conserva en la actualidad (Casa de Escalante y Escobedo).

Escudo de armasEl escusón que aparece en las

armas del primer Conde de Santa Pola, sobre sus cuatro linajes nom-brados, son las armas “ganadas” por su padre. La cimera del globo terrestre y el lema “In Loricata Nave Primus Circumdedisti Me”, se refiere a que don Juan Bautista Antequera y Bobadilla fue el primero en dar la vuelta al mundo en acorazado. En este escudo de armas aparecen las siguientes Armerías:

1º Antequera: de azur, un león rampante, de plata, superado de una flor de lis de oro; 2º Angosto: de plata, siete fajas de sable; 3º Boba-dilla de Eslava: cuartelado: primero y cuarto, de gules, un águila de plata, y segundo y tercero, de plata, una torre de piedra, por cuyas puertas,

ventanas y almenas salen llamas de fuego. 4º Lapizburu: de azur, un dragón alado, de oro, jefe de oro, con águila exployada, de

sable, acompañada de uno y otro lado, de una estrella de seis puntas de este mismo esmalte. En escusón sobre el todo, antes citado, un león rampante, de gules, sosteniendo un ancla de sable, y la punta ondeada, de azur y plata. Cimera: un globo te-rrestre, con el lema en latín haciendo referencia a la vuelta al mundo.

De profesión diplomáticoDon Juan Bautista de Antequera y

Angosto destacó por su profesión de diplomático. Aunque no son muchas las reseñas encontradas hasta ahora sobre su trayectoria, cabe destacar

Reportaje

TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA POLA. 2ª parte: "El primer Conde"

En el primer capítulo de este fascinante episodio de nuestra historia, repasábamos la trayectoria de Juan Bautista de Antequera y Bobadilla como marino de prestigio y político de una época decisiva en la historia de España. Tras la muerte del Almirante,

La esposa del primer Conde, doña María del Espíritu Santo de Arce y Guerrero de Escalante, desciende de los primeros pobladores llegados a Ronda con la Conquista Castellana en el siglo XV

Escudo de armas que preside la portada de la Casa de los Condes

Escenas - Nº 231 - Noviembre 2005

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algunas referencias al respecto. Por ejemplo, la que hace Enrique Cerdán Tato en su obra La Gatera (1992), en la que cita textualmente: “La Trasmediterránea estableció la línea marítima Alicante-Orán, en 1907, semanalmente, y la suspendió cuando comenzó la guerra civil, en 1936. La reanudó quince años más tarde. La demanda era mucha, declararía su delegado en Alicante, Tomás Morató Lis, al periodista José Cirre. Con tal motivo, el conde de Santa Pola, representante consular en Orán, ofreció una recepción a los oficiales del barco español y «se hicieron votos por la prosperidad de la línea de comunicación que se restablecía».”

De igual manera, el diario argen-tino La Nación, reseña en la página 4 de su edición del 13 de octubre de 1941 el “Discurso del Ministro Consejero Conde de Santa Pola”, haciendo mención al “texto de la alocución del ministro consejero de la embajada española en Bue-nos Aires, Conde de Santa Pola, en representación del embajador, en la ceremonia organizada por la Asociación Patriótica Española en homenaje a los hermanos Pinzón, Buenos Aires, 12.10.1941”.

El segundo Conde de Santa Pola

Los primeros Condes de Santa Pola, don Juan Bautista y doña Ma-ría del Espíritu Santo, tuvieron seis hijos: doña María del Espíritu Santo, don Juan Bautista (padre del actual titular del Condado), don Francisco,

don Luis, don Félix y don Luciano. Don Juan Bautista de Antequera y Arce, primer hijo varón, contrajo

matrimonio con doña Matilde Jordán de Urríes y Zapiola, Marquesa de San Vicente -con Grandeza de España- y Marquesa de Aysmerich. Los nueve

descendientes de este enlace son: doña Matilde, don Juan Bautista, don Fernando -Barón de la Peña-,

don Ignacio, doña Cristina, doña María, don Félix, doña Rosario y doña Isabel.

El primer Conde de Santa Pola,

don Juan Bautista de Antequera y Angosto, falleció en enero de 1978. Pocos meses después, en octubre del mismo año, murió en Ronda su esposa, doña María del Espíritu Santo. Quedando vacante la titula-ridad del condado, se convierte en el segundo Conde de Santa Pola su primer nieto varón, don Juan Bautista de Antequera y Jordán de Urríes, que nació en Ronda el 20 de julio de 1947, tiene por tanto 58 años en la actualidad, y se encuentra casado con doña María del Pilar Valencia y Cosculluela. Fruto de este matrimo-nio son sus hijos don Juan, doña Cristina y don Jaime de Antequera y Valencia.

En el próximo número, el tercer capítulo: “La Casa de los Condes de Santa Pola”.

Reportaje

TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA POLA. 2ª parte: "El primer Conde"

y por los servicios prestados a la nación, la Reina regente doña María Cristina de Austria concedía el 28 de julio de 1.892 la merced de Conde de Santa Pola a su hijo,

don Juan Bautista de Antequera y Angosto, Bobadilla de Eslava y Lapizburu.

El primer Conde de Santa Pola falleció en enero de 1978, sucediéndole su

primer nieto varón, don Juan Bautista de Antequera y Jordán de Urríes, que es el

actual titular del Condado

Escudo de armas que preside la portada de la Casa de los Condes

Nº 232 - Diciembre 2005 - Escenas

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Reportaje

TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA POLA. 3ª parte: "La Casa de los Condes"

Lo que más llama la atención a cualquier santapolero que visite Ronda es descubrir en el corazón de su bello casco histórico un edificio musulmán del siglo IX que, con el paso de los años y los dominadores de la ciudad, se transformó primero en casa

JOSÉ JUAN LÓPEZFAUSTINO PERALTA

A escasos metros del Puente Nuevo, ingente obra de ingeniería que une los dos barrios tradicionales de Ronda salvando el impresionante tajo que forma el río Guadalevín, tomamos calle abajo la cuesta de Santo Domingo para adentrarnos en el corazón de la ciudad soñada. Casi sin tiempo para reaccionar, nuestra mirada se dispara hacia la casa del número tres. Fachada blanca, en-calada como mandan los cánones, rejas de auténtica forja rondeña en sus ventanas, señorial portada de piedra con el escudo de armas en lo alto invitándonos a entrar. Y en lo alto, bajo el alero de teja árabe, un sobrio rótulo de fondo negro metálico que nos dice: “Casa Santa Pola. Restaurante”.

Lo descubrí hace cinco años,

por pura casualidad, navegando en Internet. Ya entonces me llamó la atención el nombre, pero no tenía ni idea de su origen. Tiempo después averigüé que la casa había pertene-cido a los Condes de Santa Pola, de ahí su denominación. Y ese fue el detonante de esta investigación histórica que comencé leyendo las fuentes existentes y continué visitando in situ el lugar.

La casa del número tres de la calle Santo Domingo fue construida en la Ronda musulmana del siglo IX, de gran importancia por ser la capital de una de las cinco Coras de Al-An-dalus. Luce en su portada un esplén-dido escudo del que se desconoce su identidad exacta. Esta casa ha sido tradicionalmente propiedad de los Escalante y parece ser que existe una estrecha relación entre las armas de los Ceballos (con quienes tiene

este escudo una estrecha similitud) y los Escalante, originarios de la villa montañesa del mismo nombre, cuya familia Gutiérrez Ceballos eran titulares del Señorío del Valle de Escalante, y vecinos de este lugar, que cambiaron el primitivo apellido por el toponímico de Escalante. En este supuesto caso, las armas de la casa que nos ocupa podrían ser las primitivas que tuvo esta familia -los Escalante/Gutiérrez Ceballos-, de la referida villa santanderina, y se habrían reproducido a su llegada a Ronda.

Se trata, sin duda, del escudo más elegante de todos cuantos exis-ten en la ciudad. La portada de piedra del siglo XVIII, que recorta la entrada de la casa sobre el muro blanco de la fachada, es también, dentro de su sencillez, una de las más bellas. El dintel, en cuyo centro está labrado el decorativo escudo, está soportado por pilastras sencillas, prolonga-das por triglifos hasta el frontón partido que corona la entrada. El frontón recoge un proporcionado cierro rondeño de forja en negro, muy propio y típico de Ronda, que produce un sobrio contraste con la pared encalada.

Tras la muerte de los primeros Condes de Santa Pola en 1.978, la casa pasa a sus herederos. Uno de los grandes problemas para la conservación de estos verdaderos monumentos históricos es el alto coste de su mantenimiento, por lo

que muchas familias deciden des-prenderse de ellos. Es precisamente lo que pasó en 1.998, cuando los cuadros, muebles y patrimonio de los Condes de Santa Pola se distri-buyen entre sus herederos. El archivo fue requisado judicialmente y se encuentra en el Archivo Provincial de Málaga. La casa fue vendida a los Muñoz, familia de raza gitana que se dedica a la venta de antigüedades y que han adquirido un importante número de casas solariegas en Ronda.

Entramos en el túnel del tiempoLa casa fue levantada en cinco

plantas colgadas sobre el tajo del Guadalevín. Las dos superiores son visibles desde la misma calle. La más alta es utilizada como vivienda por la familia que regenta el restau-rante. Felisa Mayo Sánchez procede de una familia rondeña íntimamente ligada a la hostelería local, es hija del propietario del famoso restau-rante Pedro Romero, cuya fachada besa la puerta principal de la plaza de toros. Ignacio Lostao Cuñado, hombre de formación militar, nació en Barcelona y guarda una anécdota que nos vuelve a sorprender: su abuela nació en Santa Pola, por esas casualidades de la vida, durante una corta estancia de sus padres en nuestra villa. Juntos pusieron en marcha el restaurante Casa Santa Pola el 16 de marzo de 2000.

Accedemos al establecimiento

Fachada principal de la Casa de los Condes de Santa Pola Felisa Mayo e Ignacio Lostao, responsables del restaurante

Escenas - Nº 232 - Diciembre 2005

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Reportaje

TRAS LOS PASOS DEL CONDE DE SANTA POLA. 3ª parte: "La Casa de los Condes"

señorial, morada de una de las familias rondeñas más influyentes y, ya en nuestros días, en un establecimiento hostelero muy bien considerado. Y al ver el rótulo sobre

su fachada nos preguntamos: ¿por qué el restaurante se llama Casa Santa Pola?

La casa fue construida en la Ronda musulmana del siglo IX, de gran

importancia por ser la capital de una de las cinco Coras de Al-Andalus

por el cuarto nivel desde la calle Santo Domingo, atravesando el pórtico de piedra. A la izquierda, una sobria puerta de madera oscura (que sus propietarios dicen es la más an-tigua de Ronda) nos abre paso hacia un amplio y cálido comedor, el más grande del local, y otros dos más íntimos que conservan mobiliario de los condes.

Si entramos en línea recta desde la puerta, al descender por unos escalones encerados de rojo des-cubrimos sobre nuestras cabezas un bellísimo arco musulmán decorado con motivos moros. Comienza en-tonces un laberinto de escaleras y pasillos que nos dirigen a pequeños comedores con envidiables vistas en las tres plantas más bajas, y a las terrazas que en las cálidas noches de verano hacen las delicias de los comensales. La decoración hace

honor a la historia de la casa, nos llama la atención especialmente una enorme pintura que representa a una dama rondeña.

El morabitoLos morabitos son pequeñas

capillas musulmanas, casi siempre de planta cuadrada, abiertas por uno de sus cuatro lados, cubiertas con una cúpula o una armadura de

madera. En ellos se enterraba algún venerado santón o asceta, lo que provocaba que se sepultara la gente a su alrededor para beneficiarse de la santidad del lugar. Estas capillas

podían estar en el interior de las ciudades, en sus alrededores e in-cluso en pleno campo. Este tipo de enterramiento es habitual verlo hoy en día en países norteafricanos.

En el Museo Municipal de Ronda, ubicado en el majestuoso Palacio de Mondragón, se hace referencia a que “En Ronda se conserva un par de morabitos: el de la Casa de Santa Pola y el de la Iglesia de

Santa María la Mayor. El de la Casa de Santa Pola, sería un oratorio de propiedad privada, de planta cuadrada con dos habitáculos a diferente altura, cubiertos ambos

con bóvedas vaídas construidas en ladrillo. En la habitación inferior se aprecia, en una de sus paredes, un nicho con un arco de medio punto”. Feli nos mostró amablemente el morabito de la casa, un rincón en el que se respira espiritualidad y que es el lugar preferido por algunos clientes que pedían comer bajo la bóveda, habilitada como minúsculo comedor.

Hablar de las delicias gastro-nómicas de la serranía rondeña merecería un capítulo aparte. Tan solo les diré que Casa Santa Pola ha sido reconocido en algunas de las guías más importantes. Lo que sí re-comiendo a nuestros lectores es que, en cuanto tengan la ocasión, sigan como yo hice la ruta de los Condes de Santa Pola y vayan a conocer la Ciudad Soñada. Les aseguro que no se arrepentirán.

Arco musulmán original que nos recibe a la entrada Los comedores mantienen la decoración de la Casa de los Condes