terapia breve mri

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  • INSTITUTO MILTON H. ERICKSON DE SANTIAGO Centro Para el Desarrollo de la Psicoterapia Estratgica Breve

    1

    Terapia Breve: Centrada en la Resolucin de Problemas*

    JOHN H. WEAKLAND

    RICHARD FISCH

    PAUL WATZLAWICK ARTHUR BODIN

    Este artculo describe una teora general de la naturaleza de los problemas humanos y su resolucin

    efectiva, y los procedimientos asociados especficos, desarrollados en base a nuestro trabajo en terapia familiar,

    que se han desarrollado durante seis aos de investigacin en la resoluci n rpida de problemas. Con el

    tratamiento limitado a un mximo de diez sesiones, hemos alcanzado xito significativo en alrededor de las tres

    cuartas partes en un grupo de 97 casos ampliamente variados, y este enfoque en los problemas parece tener un

    considerable potencial para un mayor desarrollo y aplicaciones.

    Family Proccess, 13(2) :141-168, 1974

    En los ltimos aos, los tratamientos breves han estado proliferando, creciendo y

    dividindose. Como lo ilustra la reciente recoleccin de artculos de Barten [2], "terapia breve"

    significa muchas cosas distintas para muchos terapeutas diferentes. La terapia breve que deseamos

    presentar aqu es un desarrollo de nuestro temprano trabajo basado en dos ideas centrales de la

    terapia familiar: (a) focalizacin en la interaccin observable en el presente, y (b) intervencin

    deliberada para alterar el sistema. Sin embargo, en nuestra dedicacin a esos temas hemos llegado

    a una conceptualizacin particular de la naturaleza de los problemas humanos y su resolucin

    efectiva, y de los procedimientos relacionados, que difiere de la mayora de la terapia familiar

    actual.

    Hemos estado desarrollando y probando este enfoque en el Centro de Terapia Breve

    durante los ltimos seis aos. Durante este perodo, el Centro, que opera un da a la semana, ha

    tratado 97 casos, en los cuales se ha visto a 236 individuos. (Tambin hemos tenido experiencia

    extensa en el uso del mismo enfoque con pacientes privados, pero esos casos no han sido seguidos

    ni evaluados en forma sistemtica.) Esos 97 casos nos llegaron a travs de una considerable

    variedad de fuentes de derivacin, y no se realiz ninguna seleccin deliberada. Como resultado,

    aunque muy probablemente una mayora de nuestros casos implica problemas matrimoniales y

    familiares, el grupo cubre una amplia variedad de problemas. Hemos tratado a pacientes blancos,

    negros, orientales, de edades de 5 a 60 aos, desde aquellos que reciben ayuda de la beneficencia

    * Traduccin: Ps. Mario Pacheco

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    a muy ricos, y con una amplia variedad de problemas agudos y crnicos. Estos problemas incluyen

    dificultades escolares y laborales; crisis de identidad; problemas matrimoniales, familiares y sexuales;

    delincuencia, alcohol y problemas con la comida; ansiedad, depresin y esquizofrenia. Sin que

    tenga importancia la naturaleza o severidad del problema, cada caso ha estado limitado a un

    mximo de diez sesiones de una hora, usualmente en intervalos semanales. Bajo estas

    circunstancias, nuestro tratamiento ha sido exitoso, en trminos de lograr metas limitadas pero

    significativas relacionadas con las principales quejas de los pacientes, en alrededor de las tres

    cuartas partes de esos casos. Tambin hemos demostrado y enseado nuestro enfoque a

    numerosos terapeutas en nuestra rea.

    Presentamos nuestro enfoque aqu para una consideracin ms amplia. Cualquier forma de

    tratamiento, sin embargo, es difcil de transmitir en una forma puramente verbal, sin una

    demostracin y la observacin directa. Comenzaremos, por consiguiente, discutiendo el significado

    y la naturaleza de nuestras premisas bsicas en comparacin con otras formas de tratamiento.

    Esperamos que esto aporte un contexto orientador para la descripcin de nuestros conceptos

    interrelacionados, plan de tratamiento, tcnicas especficas y resultados, ilustrados con materiales

    de caso.

    PSICOTERAPIA PREMISAS Y PRCTICAS

    En la caracterizacin de los enfoques de tratamiento, aunque puede resultar en una sobre

    simplificacin, el bosquejo de las premisas bsicas puede hacer ms evidente su naturaleza y

    especialmente sus implicaciones. A menudo, la atencin es concentrada en lo que es explcito y

    detallado, mientras que lo que es general es ignorado. Incluso la idea ms general, la que es ms

    determinante del comportamiento especialmente si su existencia no es explcitamente reconocida.

    Esto se manifiesta en la influencia interpersonal as como tambin en el pensamiento y

    comportamiento individual; los experimentos de Robert Rosenthal [21] demuestran cmo las

    creencias, suposiciones, expectaciones y prejuicios de un experimentador o un entrevistador tienen

    profundos efectos en sus sujetos. Similarmente, las creencias y las teoras que sostiene un terapeuta

    puede influenciar poderosamente no solamente su tcnica sino que tambin la duracin y los

    resultados de sus tratamientos afectando el comportamiento del paciente, su evaluacin de ese

    comportamiento, o ambos.

    Por ejemplo, si la esquizofrenia es conceptualizada como un deterioro mental gradual e

    irreversible, que implica prdida de contacto con la realidad, entonces los intentos de un contacto

    psicoteraputico tienen poco sentido, y el nico curso razonable de accin a la hospitalizacin

    prolongada. Es probable que el paciente hospitalizado reaccione en una forma que justifique esta

    accin inicial "preventiva." Alternativamente, si la esquizofrenia es vista como una manifestacin de

    una estructura de relaciones familiares disfuncional, el resultado es diferente y ms esperanzador,

    aunque la reestructuracin del sistema familiar es ahora probablemente vista como necesaria.

    Nuevamente, en trminos de los postulados bsicos de la teora psicoanaltica, la remocin de

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    sntomas debe llevar al desplazamiento del sntoma y a la exacerbacin de la condicin del

    paciente, ya que trata solamente con manifestaciones de problemas ms profundos. Las premisas

    de la teora no permiten otra conclusin, excepto la alternativa de reclamar que el problema no

    debe haber sido "real" [22]. Por otro lado, en la terapia basada en las teoras del aprendizaje o el

    descondicionamiento, la manipulacin de los sntomas es consistente con las premisas tericas. Esto

    permite que los terapeutas intenten intervenciones muy diferentes y, en el mismo grado, lo restringe

    en su aplicacin.

    Nuestra Terapia Breve Fundamentos y Comparaciones Muchos de los tratamientos breves que se han desarrollado recientemente en respuesta a la

    presin de las necesidades de los pacientes y las limitaciones de la situacin, consisten

    esencialmente en versiones abreviadas de las formas convencionales de terapia individual y

    familiar. Estn implicadas las mismas suposiciones bsicas y, en correspondencia, los mtodos

    usados son muy similares, excepto por las adaptaciones limitadas a la realidad de pocas sesiones [3,

    5, 20]. Esto es de esperar, ya que el encuadre usual ofrece naturalmente ms restricciones a las

    innovaciones que su aliento y gua. Dentro de estos trminos, los nuevos mtodos que son aptos

    parecen extraos e irrealizables [15]. Consecuentemente, la "terapia breve" connota comnmente

    a un recurso que puede ser necesario cuando un tratamiento preferido no est disponible o se

    considera no posible ya que las "mejores" terapias requieren a menudo de pacientes equipados

    con recursos excepcionales de tiempo, dinero, inteligencia, persistencia y sofist icacin verbal. La

    meta de esa terapia breve es concebida como una limitada "primera ayuda" tal como el alivio de

    algunos aspectos de problema del paciente que ejercen presin pero que no son fundamentales, o

    una accin de apoyo hasta que sea realmente posible el tratamiento real.

    Reconocemos el valor de las ventajas prcticas y econmicas de los tratamientos breves

    para los pacientes y la sociedad. Sin embargo, no vemos a nuestro tipo de tratamiento breve como

    un recurso, ni su brevedad en si misma es una meta para nosotros, excepto que creemos que

    colocar lmites al tratamiento tiene alguna influencia positiva para los terapeutas y los pacientes. La

    naturaleza de nuestra terapia, incluida su brevedad, es primariamente una consecuencia de

    nuestras premisas respecto a la naturaleza y manejo de los problemas psiquitricos.

    Nuestra premisa fundamental es que sin importar su origen bsico y su etiologa si es que

    alguna vez pueden determinarse en forma confiable la clase de problemas que las personas llevan

    a los psicoterapeutas persisten solamente si son mantenidos por el comportamiento de los pacientes

    y los otros con quienes interactan. Correspondientemente, si ese comportamiento que mantiene el

    problema es cambiado apropiadamente o eliminado, el problema se resolver o desaparecer, sin

    importar su naturaleza, origen o duracin [24, 26]. Nuestros principios generales y las prcticas

    especficas de tratamiento se relacionan estrechamente con esas dos suposiciones.

    Esta teora, como cualquier otra, debe ser juzgada por sus frutos en lugar de sus semillas.

    Adems, una consideracin breve de dos reas de experiencia anterior e intereses compartidos

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    parecen tener implicaciones mayores para nuestra posicin presente, pueden clarificarla y dar

    alguna comprensin.

    Nuestra presente terapia breve es visible primero como un seguimiento adicional de dos

    aspectos principales de la terapia familiar, en la cual hemos estado extensamente comprometidos.

    Hace una dcada y media, la terapia familiar comenz a concentrar su atencin en la interaccin

    conductual observable y su influencia, entre los miembros de la familia y entre stos y el terapeuta,

    en lugar de concentrarse en los eventos del pasado o en procesos mentales individuales inferidos

    [10]. En lnea con esto, ahora vemos al comportamiento perturbado, desviado o difcil, como el

    reflejo de alguna disfuncin en ese sistema, y es mejor tratado por alguna modificacin apropiada

    del sistema. Diferimos, sin embargo, de esos terapeutas familiares que consideran que la disfuncin

    implicada tiene que ser necesariamente un aspecto fundamental de la organizacin del sistema y

    que se requieren cambios fundamentales en el sistema. Por el contrario, creemos que cambios

    aparentemente menores en el comportamiento abierto o en su etiquetamiento verbal son a

    menudo suficientes para iniciar un desarrollo progresivo. Adems, mientras que reconocemos que

    junto con estos comportamientos sintomticos desventajosos obvios, usualmente tienen algunas

    ventajas reconocibles o "recompensas" tales como proveer influencia en el control de las

    relaciones no los consideramos como especialmente significativos como causas de los problemas u

    obstculos para el cambio.

    La terapia familiar tambin ha promovido una mayor actividad para los terapeutas. Una vez

    que la interaccin familiar ha sido vista como significativa para los problemas, se sigue que el

    terapeuta debiera animarse a cambiar el sistema en cuestin. Extendiendo esto, ahora vemos que

    la tarea primaria del terapeuta es la de tomar acciones deliberadas para alterar las pautas de

    funcionamiento interaccionales, tan poderosa, efectiva y eficientemente como sea posible.

    Sobre el asunto de cmo el terapeuta puede influenciar efectivamente el comportamiento

    la estrategia y las tcnicas para el cambio estamos especialmente en deuda con el trabajo

    hipntico de Milton Erickson y su psicoterapia1 estrechamente relacionada con aquel. Han sido

    particularmente influyentes dos puntos. Primero, aunque a Erickson le interesaba mucho cmo el

    comportamiento abierto afectaba a los sentimientos o lo estados de la mente, sus movimientos para

    cambiar el comportamiento existente depende usualmente de medios de influencia directos o

    indirectos. Aun cuando el comportamiento es explcitamente discutido, a menudo nuestro nimo no

    es el de clarificar la "realidad" de la situacin, sino que alterar y disminuirla a travs de la

    redefinicin. Segundo, como hipnotista y terapeuta, Erickson ha enfatizado la importancia de

    "aceptar lo que el cliente ofrece", y usarlo en forma positiva en las formas que ilustraremos ms

    abajo incluso si lo que es "ofrecido" aparece como resistencia o patologa.

    Mientras nuestro enfoque presente deriva, en parte, directamente de la terapia familiar

    bsica, y del trabajo de Erickson por otra parte, tambin se diferencia de ambos. Por ejemplo,

    muchos terapeutas familiares intentan brindar el cambio por medio de la clarificacin explcita de la

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    naturaleza del comportamiento y la interaccin familiar. Ahora vemos esos intentos como una

    versin familiar de promocin de "insight", en la cual uno intenta hacer claro a la familia las reglas

    encubiertas que los han guiado; comnmente evitamos esto. Mientras tanto, nuestra concepcin

    de los problemas y el tratamiento es al menos ms general y explcita que la de Erickson y

    probablemente difiere en varia consideraciones especficas.

    Por otro lado, son observables similitudes y diferencias entre nuestro enfoque de tratamiento

    y otros enfoques con los cuales hemos tenido poca interaccin. Por ejemplo, dentro del campo

    general de la terapia familiar, estamos de acuerdo con la terapia de intervencin en crisis de

    Pittman, Langsley y sus colaboradores [18], quienes creen en la importancia del cambio de situacin

    para el comienzo de problemas y para las medidas directivas y la negociacin de conflictos para la

    promocin de un funcionamiento mejor en los sistemas familiares. Minuchin y Montalvo [16], junto a

    un nmero de sus colegas del Philadelphia Child Guidance Clinic, han ido enfatizando

    crecientemente las intervenciones directas dirigidas al re-ordenamiento de la estructura de las

    relaciones familiares para lograr una resolucin rpida del problema; a menudo tenemos una

    intencin similar. Otros terapeutas familiares como nosotros, especialmente Bowen, asigna tareas

    para la casa como parte del tratamiento. Un trabajo con familias similar al nuestro tambin est

    siendo desarrollado ms lejos, como por ejemplo en el Athenian Institute of Anthropos bajo la

    direccin del Dr. George Vassiliou y en el Instituto per lo Studio della Famiglia en Miln, bajo la

    direccin de la Prof. Dr. Mara Selvini Palazzoli. En adicin, la escuela de terapia de modificacin

    conductual implica diversas ideas e intervenciones ms que paralelas a las nuestras, aunque ese

    campo aun parece prestar poca atencin a los sistemas de interaccin. Adems, como notaremos

    posteriormente, diversas tcnicas de intervencin que utilizamos tambin han sido usadas y descritas

    por otros terapeutas, aunque usualmente en un contexto conceptual diferente.

    En resumen, muchos elementos conceptuales y tcnicas particulares de nuestro enfoque no

    son particulares a nosotros. Sin embargo, vemos como distintivo todo el sistema de afirmaciones

    explcitas, las ideas integradas y las prcticas que constituyen nuestro enfoque.

    PRINCIPIOS PRINCIPALES DE NUESTRO TRABAJO

    1. Estamos francamente orientados al sntoma, en un sentido amplio. Los pacientes o los

    miembros de la familia llegan con ciertas quejas, y la aceptacin de stas implica la

    responsabilidad para aliviar esas quejas. Adems, ya que el comportamiento sintomtico

    desviado y su crculo vicioso acompaante de reacciones y contra reacciones puede ser

    perjudicial en su mismo para el funcionamiento del sistema, creemos que uno no debiera

    apresurarse en buscar otras races ms profundas de patologa. El problema presente

    1 El trabajo de Jay Haley [11, 12, 13] ha sido valioso al hacer ms explcito los principios y prcticas de

    Erickson, as como tambin el suministro de ideas del propio trabajo de Haley en terapia familiar y tratamiento breve.

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    ofrece, en un paquete, lo que el paciente est preparado para trabajar, una manifestacin

    concentrada de lo que est mal, y un ndice concreto de cualquier progreso que se haga.

    2. Vemos los problemas que las personas llevan a los psicoterapeutas (excepto, desde luego,

    los sndromes psiquitricos claramente orgnicos) como dificultades de la situacin entre las

    personas problemas de interaccin. Muy a menudo esto implica al paciente identificado y

    a su familia; sin embargo, a veces otros sistemas como las relaciones del paciente en su

    trabajo tambin pueden ser importantes.

    3. Consideramos esos problemas como un resultado primario de las dificultades de la vida

    cotidiana, implicando usualmente adaptaciones a algunos cambios vitales, que han sido

    mal manejados por los participantes comprometidos. Cuando las dificultades de la vida

    cotidiana son mal manejadas, los problemas no resueltos tienden a crecer e implican a

    otras actividades de la vida y las relaciones en impases o crisis, y resulta en formacin de

    sntomas.

    4. Mientras que las dificultades fortuitas de la vida, tales como enfermedad, accidentes o

    prdida del trabajo, parecen iniciar a veces el desarrollo de un problema, vemos como

    normales los cambios de transicin en la vida de la familia como las ms comunes e

    importantes de las "dificultades de la vida cotidiana" que pueden llevar a problemas. Esas

    transiciones incluyen: el cambio de una relacin voluntaria de cortejo al matrimonio, y a

    partir de ste al menos reversible nacimiento del primer hijo; el compartir la influencia con

    otras autoridades cuando el nio entre a la escuela, y con el nio mismo y sus pares en el

    perodo adolescente; el cambio de un matrimonio orientado a los hijos al regreso a un

    sistema de dos cuando los hijos se van de la casa, y su intensificacin con la jubilacin; y el

    regreso a la vida de soltera con la muerte de uno de los cnyuges. Aunque muchas

    personas manejan esas transiciones al menos pasablemente bien, todas ellas requieren

    cambios mayores en las relaciones personales que pueden ser fcilmente mal manejadas.

    Esta visin es similar a la de Erickson y Haley [12].

    5. Vemos dos formas principales en las cuales es probable que se desarrollen "problemas"; si las

    personas tratan una dificultad ordinaria como un "problema" o si tratan un dificultad

    ordinaria (o peor) como no siendo un problema es decir, ya sea sobre-enfatizando o

    quitando el nfasis a las dificultades en el vivir.

    Lo primero parece estar relacionado con las expectativas utpicas de la vida. Hay

    incontables dificultades que son parte y parcela del negocio diario de vivir, para los cuales

    no conocemos si exista una solucin ideal o final. Incluso cuando son relativamente severas,

    son manejables en si mismas, pero se transforman fcilmente en "problema" como resultado

    de una creencia que debiera o debe haber una solucin ideal, final para ellas. Por ejemplo,

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    en los 5000 aos que conocemos ha existido una "brecha generacional", pero esta

    dificultad solamente se exacerba para transformarse en un "problema" cuando muchas

    personas se han convencido que esa brecha debiera cerrarse.

    Inversamente, pero del mismo modo, los "problemas" pueden surgir a partir de la negacin

    de dificultades manifiestas lo cual puede ser visto como una suposicin utpica. Por

    ejemplo, los esposos que insisten en que su matrimonio marche de maravillas, o los padres

    que niegan la existencia de cualquier conflicto con sus hijos y que sostienen que cualquier

    que vea una dificultad debe est ar enfermo o loco estn con probabilidad sentando las

    bases para la aparicin de algn comportamiento sintomtico.

    Necesitan mencionarse otros dos aspectos en este asunto. Primero, sobre-enfatizar o quitar

    nfasis a las dificultades de la vida no es completamente un asunto de caractersticas

    personales o familiares; esto depende de una actitud y concepcin cultural ms general.

    Mientras que stos a menudo pueden ser tiles en la definicin y tratamiento con esas

    vicisitudes de la vida social, tambin pueden ser no realistas y provocan problemas. Por

    ejemplo, excepto por la muerte de un cnyuge, nuestra propia cultura caracteriza a la

    mayora de las transiciones enumeradas ms arriba como fases maravillosas hacia delante

    en la vida. Ya que todas esas fases implican dificultades significativas y de las cuales no se

    puede escapar, esa caracterizacin excesivamente optimista aumenta la probabilidad del

    desarrollo de problemas especialmente para las personas que se toman muy en serio lo

    dicho. Segundo, la evaluacin y el manejo inapropiado de las situaciones difciles est a

    menudo multiplicado por la interaccin entre varios interesados implicados. Si dos personas

    tienen visiones inapropiadas similares, pueden reforzarse recprocamente su error comn,

    mientras uno sobre-enfatiza una dificultad y el otro le quita nfasis, la interaccin puede

    llevar a una polarizacin creciente y a una posicin ms inapropiada para cada uno.

    6. Asumimos que una vez que la dificultad comienza a ser vista como un "problema", la

    continuacin y, a menudo la exacerbacin, de este problema resulta en la creacin de un

    circuito de retroalimentacin positiva, centrado muy a menudo alrededor de esos

    comportamientos de los individuos en el sistema que estn intentando resolver la dificultad.

    La dificultad original se encuentra con una "solucin" intentada que intensifica la dificultad

    original, y as sucesivamente [26].

    Considrese, por ejemplo, una pauta comn entre un paciente deprimido y su familia. La

    mayora de ellos lo consuelan y le hacen sentir el lado positivo de la vida, y es probable que

    el paciente se deprima ms: "Ellos no me comprenden." La accin pensada para aliviar el

    comportamiento del otro, lo agrava; la "cura" empeora la "enfermedad" original.

    Desafortunadamente, esto permanece sin ser advertido por aquellos implicados e incluso

    no es credo si alguien ms intenta sealarlo.

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    7. Vemos a los problemas o sntomas de larga duracin no como una "cronicidad" en la

    implicacin usual de algn defecto bsico en el individuo o la familia, ni incluso como un

    problema que se ha "montado" a travs de tiempo, sino como la persistencia de una

    dificultad manejada en forma deficiente en forma repetitiva. Las personas con problemas

    crnicos slo han estado inapropiadamente aproblemadas por largos perodos de tiempo.

    Nosotros, por consiguiente, suponemos que los problemas crnicos ofrecen una gran

    oportunidad para el cambio al igual que los problemas agudos, y que la diferencia principal

    descansa en las expectativas usualmente pesimistas del terapeuta frente a una situacin

    crnica.

    8. Vemos la resolucin de problemas como una situacin que requiere primariamente de la

    sustitucin de pautas de comportamiento para interrumpir los crculos de retroalimentacin

    positiva viciosos. Otros comportamientos menos destructivos y menos angustiantes estn

    potencialmente disponibles todas las veces para el paciente y los miembros de la familia

    implicados. Es usualmente imposible, sin embargo, que ellos cambien a comportamientos

    ms apropiados por su propia iniciativa, basados en su comportamiento para resolver

    problemas rgidamente pautado, tradicional, no exitoso. Esto es especialmente probable

    cuando ese comportamiento usual es apoyado por la cultura, como es a menudo el caso:

    Todos saben que las personas debieran hacer lo mejor para estimular y animar a alguien

    amado que est triste y deprimido. Esos comportamientos ests "correctos" y son "lgicos"

    pero a menudo no funcionan.

    9. En contraste, nosotros buscamos medios para promover un cambio benfico que s

    funcione, aunque nuestros remedios parezcan ilgicos. Por ejemplo, probablemente

    comentaramos respecto a cmo se ve un paciente triste y deprimido, y sugeriramos que

    debe haber alguna razn real e importante para esto. Una vez entregada esa informacin

    de la situacin, podramos decir que ms bien es extrao que no est ms depresivo aun. El

    resultado usual, paradjico como puede verse, es que el paciente comienza a mostrarse

    mucho mejor.

    10. En adicin a la aceptacin de lo que el paciente ofrece, y a la inversa que el tratamiento

    "usual" que ha servido para que las cosas empeoren, este simple ejemplo tambin ilustra el

    concepto de "piense en pequeo" al concentrarse en el sntoma presentado y trabajar en

    una forma limitada hacia su alivio.

    Generalmente afirmamos que el cambio puede ser efectuado ms fcilmente si la meta del

    cambio es razonablemente pequea y est claramente establecida. Una vez que el

    paciente ha experimentado un cambio pequeo pero definido en la naturaleza

    aparentemente monoltica del problema que es ms real para l, la experiencia lleva a ms

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    cambios auto-inducidos en sta, y a menudo adems, y en otras reas de su vida. Es decir,

    se han iniciado crculos benficos.

    Esta visin puede parecer insensible a los problemas "reales", "grandes" o "bsicos" que

    muchos terapeutas y pacientes esperan que sean cambiados por la terapia. Sin embargo, a

    menudo esas metas son vagas o no realistas, de modo que la terapia que es muy optimista

    en sus conceptos, se convierte con facilidad en prolongada y en desacuerdos en la

    prctica real. La visin que los problemas humanos son pesimistas respecto al cambio o

    grandiosos respecto al grado de cambio necesario, socava el poderoso potencial de

    influencia del terapeuta para cambios limitados pero significativos.

    11. Nuestro enfoque es fundamentalmente pragmtico. Intentamos basar nuestras

    concepciones y nuestras intervenciones en la observacin directa en la situacin de

    tratamiento respecto a qu est ocurriendo en el sistema de interaccin humano, cmo

    contina funcionando en esas formas, y cmo puede ser alterado ms efectivamente.

    En correspondencia, evitamos la interrogante "Por qu?" Desde nuestro punto de partida,

    esta interrogante no es relevante, y su implicacin lleva comnmente hacia el inters en las

    causas subyacentes "profundas" histrica, mental, familiar del comportamiento problema

    y en el "insight."

    Es decir, la pregunta "Por qu?" tiende a promover una concepcin individual, voluntaria y

    racional del comportamiento humano, ms que concentrarse en los sistemas de interaccin

    y en la influencia. Adems, ya que las causas subyacentes son inferidas ms que

    observables, el inters en ellas distrae al terapeuta de la observacin estrecha del problema

    presente y qu comportamientos pueden estar perpetundolo.

    Sobre la base esta concepcin general de los problemas y su resolucin, la cual es discutida

    ms ampliamente en Wtazl awick, Weakland y Fisch [25], ahora podemos describir el enfoque

    prctico y las tcnicas especficas que utilizamos.

    OPERACIN DEL CENTRO DE TERAPIA BREVE

    El Centro de Terapia Breve fue establecido como uno de los proyectos de Mental Research

    Institute en Enero de 1967. Desde la terminacin de las becas econmicas, hemos continuado

    nuestro trabajo en una escala algo ms reducida de tiempo voluntario. Algunos gastos

    operacionales directos han sido cubiertos por donaciones de los pacientes, aunque hemos

    suministrado tratamiento gratis cuando ha sido apropiado.

    Nuestro cuartel de trabajo consiste en una sala de tratamiento y una sala de observacin,

    separados por un espejo de visin unilateral, con equipos para escuchar y grabar simultneamente

    las sesiones. Tambin hay un citfono que conecta ambas habitaciones. Al comienzo de nuestro

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    trabajo, se asignaban por rotacin a cada caso un terapeuta y un observador oficial. Ms

    recientemente, hemos estado trabajando como un equipo, generalmente con la presencia de

    algunos observadores de igual estatus.

    Nuestro manejo de todos los casos sigue un esquema de seis fases, aunque en la practica

    hay algunos que pueden traslaparse:

    1. Introduccin a nuestro encuadre de tratamiento.

    2. Interrogatorio y definicin del problema.

    3. Estimacin del comportamiento que mantiene el problema.

    4. Diseo de metas de tratamiento.

    5. Seleccin y ejecucin de intervenciones conductuales.

    6. Finalizacin.

    Cada una de estas fases ser considerada en forma ordenada.

    Introduccin a nuestro encuadre de tratamiento

    Los pacientes son aceptados intencionalmente sin un proceso de seleccin. La secretaria

    del proyecto fija la primera entrevista a travs del telfono y si hay vacantes en nuestro programa.

    No hay una lista de espera; cuando no hay vacantes las personas son referidas a otro lugar.

    En la primera entrevista nuestra secretaria le pide al paciente o la familia que llene un

    formulario que contiene datos demogrficos bsicos y los lleva a la sala de tratamiento. El terapeuta

    comienza explicando los arreglos fsicos y de organizacin, mencionando las ventajas potenciales

    para el tratamiento de la grabacin del tratamiento y la observacin, y solicita el consentimiento

    por escrito para esto. Solamente dos pacientes no han estado de acuerdo con estas bases. El

    terapeuta tambin le dice al paciente que trabajamos en un mximo de diez sesiones por caso;

    esto ayuda a disponer una expectativa positiva de un cambio rpido.

    Definicin del problema Ya que el foco de nuestro tratamiento es sintomtico, lo primero es conseguir una

    declaracin clara y explcita de la queja presente. Por consiguiente, tan pronto como el terapeuta

    ha obtenido un breve registro de la fuente de derivacin y cualquier tratamiento previo, pregunta

    qu problema ha llevado al paciente a vernos. Si el paciente expresa un nmero de quejas,

    preguntaremos cul es la ms importante. En los casos matrimoniales o familiares, ya que los puntos

    de vista pueden ser diferentes, aunque a menudo estn interrelacionados, pedimos a cada una de

    las partes implicadas que expresen su propia queja principal. Desde el comienzo, entonces, estamos

    siguiendo una forma del principio general: "Comience donde se encuentra el paciente."

    Muy a menudo, el paciente dar una respuesta adecuada por lo cual queremos significar

    una exposicin clara referida a comportamientos concretos. En muchos casos, sin embargo, la

    respuesta dejar el problema presentado aun en duda. Se necesita ms preguntas para definir ms

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    claramente este punto de partida para todo el tratamiento. Por ejemplo, es probable que los

    pacientes con experiencias de tratamiento previas o sofisticacin psicolgica, despus de

    mencionar brevemente cualquier dificultad conductual presente, se lancen en una discusin de

    asuntos supuestamente subyacentes, especialmente factores intrapsquicos e historia familiar,

    presentndolos como el "problema real". Entonces presionamos preguntando acerca de qu

    dificultades particulares en el vivir los han llevado a vernos ahora. Para hacer las cosas ms

    especficas, a menudo hacemos preguntas como "Qu hace usted ahora debido a su problema

    que quiere dejar de hacer, o hacer en forma diferente?" y "Qu le gustara hacer, que su problema

    interfiere con lo que est haciendo ahora?" Esas preguntas tambin comienzan a hacer surgir las

    interrogantes relacionadas con las metas de tratamiento.

    Otros pacientes, especialmente los ms jvenes, pueden expresar sus quejas en trminos

    vagos, con falta de referencia a cualquier comportamiento concreto o situacin vital: "No s

    realmente quin soy"; "No podemos comunicarnos." Esos pacientes pueden ser particularmente

    difciles en un inicio. Encontramos importante no aceptar esas declaraciones como apropiadas e

    informativas, pero continuamos preguntando hasta que al menos el terapeuta puede, si es que el

    paciente no puede, formular una cuadro concreto, conductual, del problema del cual cualquier

    referencia vaga y a menudo de pensamiento y habla grandiosa puede ser un aspecto mayor.

    Estimacin del comportamiento que mantiene el problema

    Nuestra teora, como lo mencionamos anteriormente, es que el problema persiste solamente

    cuando es repetidamente reforzado en el curso de la interaccin social entre el paciente y los otros

    significativos. Usualmente, adems, es justamente lo que el paciente y los otros estn haciendo en

    sus esfuerzos para tratar con el problema a menudo esos intentos ayudan a que parezca el ms

    "lgico" o una verdad incuestionable lo que es ms importante en la mantencin y exacerbacin

    de aquel.

    Una vez que el comportamiento es observado y considerado bajo esta luz, la forma en que

    estro ocurre es con frecuencia ms que obvia: La esposa que se enoja y esconde la botella de l en

    su esfuerzo por salvarlo de su problema de alcohol y tiene xito solamente en que l contina

    bebiendo ms; el esposo perdonador que nunca critica a su esposa hasta que ella siente que a l

    no le importa lo que ella haga y se deprime y el le est perdonando eso tambin; los padres del

    nio insatisfecho con la escuela que los "animan" hablndole ms respecto a la importancia de

    tener una gran educacin en lugar de es una carga necesaria. En otros casos, desde luego, los

    reforzamientos pueden ser ms difciles de percibir, ya sea que son sutiles o complejos

    comportamientos no verbales, contradicciones entre las declaraciones y las acciones,

    comportamientos diferentes de varias personas o debido a que incluso los terapeutas estn

    condicionados a aceptar los estndares culturales de la lgica y lo correcto sin examinar si las cosas

    realmente funcionan en esa forma.

    En la prctica, el terapeuta primero pregunta simplemente al paciente y a todos los

    miembros de la familia presentes qu han estado haciendo para tratar con el problema. Esto puede

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    llevar rpidamente a ver lo que mantiene las cosas mal. Si no, el interrogatorio, apuntando siempre

    a comportamientos concretos, puede ser ms largo y con ms detalle, pero en forma simptica el

    nimo del terapeuta es conseguir suficiente informacin para comprender lo que est sucediendo,

    para lo cual necesita cooperacin, no confrontar a las personas con sus errores. En adicin a lo que

    el paciente o los otros afirman explcitamente, es importante advertir cmo discuten el problema y

    lo manejan, incluida su interaccin. Es probable que ese interrogatorio descubra un nmero de

    cosas que juegan alguna parte en la mantencin del problema, pero el trabajo breve exige

    escoger prioridades. En base a la observacin y la experiencia, uno debe juzgar cul

    comportamiento parece ms crucial.

    Diseo de metas de tratamiento Disear una meta acta como una sugestin positiva que el cambio es posible en el tiempo

    permitido, y provee un criterio de logro teraputico para el terapeuta y el paciente. Nosotros, por

    consiguiente, queremos metas claramente establecidas en trminos de comportamientos

    observables, concretos, para minimizar cualquier posibilidad de incertidumbre o negacin posterior.

    Si los padres traen a un nio porque est fallando en la escuela, pedimos un criterio explcito de un

    progreso satisfactorio porque queremos evitar equivocaciones subsecuentes como "Est

    obteniendo Buenos ahora en lugar de Deficientes, pero realmente no est aprendiendo lo

    suficiente". Adems, nos dirigimos hacia un "pensamiento pequeo" por las razones que discutimos

    anteriormente. Por consiguiente, nuestro interrogatorio es algo parecido a "En un mnimo, qu

    (cambio en el) comportamiento le indicara a usted que se ha dado un paso definitivo hacia la

    resolucin de su problema?"

    Respecto a las metas, sin embargo, los pacientes a menudo hablan en trminos vagos o

    demasiado generales, a pesar de nuestros esfuerzos por encuadrar la pregunta en trminos de

    comportamientos especficos. Entonces intentamos respuestas ms concretas para una mayor

    discusin, clarificacin y presentacin de los ejemplos de posibles metas a considerar. Con los

    pacientes vagos, grandiosos o utpicos, hemos encontrado til invertir nuestro campo,

    mandndolos a la tierra al sugerir metas que estn muy lejanas incluso para ellos. Este nuevamente

    implica aceptar lo que el paciente ofrece, e incluso agrandarlo, para poder cambiarlo. Por

    ejemplo, un estudiante que ya tena una veintena de aos y aun estaba apoyado por el trabajo de

    la madre, nos dijo que estudiaba "antropologa filosfica" para traer la luz de la India y China a

    Occidente. Sin embargo, mencion, adems, algn inters en asistir a una escuela bien conocida

    de msica india. Le fue sealado entonces que esto era muy limitado comparado con su inters de

    unir la espiritualidad de la India con el comunismo prctico de China y usarlos para reconstruir la

    sociedad occidental. El dijo entonces, que ya que no le estaba yendo bien en sus estudios y estaba

    corto de dinero, si el asegurara un grado acadmico y realmente aprendiera msica india, esto

    sera un logro suficiente para el presente.

    Usualmente somos capaces, directa o indirectamente, de obtener una meta que parezca

    lo suficientemente explcita y apropiada al problema. En algunos casos, sin embargo, no hemos sido

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    capaces de lograrlo. Y a se que el paciente persiste en solamente afirmar metas vagas, inestables; o

    raramente, el paciente afirma y se aferra a una meta explcita que juzgamos inapropiada para el

    problema. No discutimos lo que el paciente insiste, pero privadamente llegamos a una meta para el

    caso, en una discusin del equipo acerca de qu tipo de comportamiento ejemplificara mejor el

    cambio positivo para ese paciente particular y ese problema. De hecho, esas discusiones se

    efectan en todos los casos; o al menos, el equipo siempre debe juzgar si la enunciacin de la meta

    por parte del paciente es adecuada. Tambin, el equipo siempre discute las metas conductuales

    intermedia; cmo necesita comportarse el paciente o los miembros de su familia de modo que

    puedan seguirse las metas especficas del tratamiento?2

    Nuestro inters es tener una meta definida en la segunda sesin, pero la recoleccin y la

    digestin de la informacin necesaria para esto puede tomar ms tiempo. Ocasionalmente,

    podemos revisar la meta original en el curso del tratamiento o agregar una meta secundaria.

    Seleccin y puesta en prctica de las intervenciones

    Una vez que nos hemos formado un cuadro del comportamiento actual central en el

    problema y estimamos que comportamientos diferentes llevaran a la meta especfica

    seleccionada, la tarea es intervenir y promover el cambio. Esta fase ser discutida con algo de

    extensin, ya que por lo comn constituye la parte ms larga, variada y, probablemente, la ms

    inusual de nuestro tratamiento.

    Cambio e "insight". Ya hemos afirmado que nuestro inters es producir cambios

    conductuales y que no nos vemos trabajando en la bsqueda de insight, ya sea en el nivel

    individual o familiar, como se hace con frecuencia. De hecho, trabajar en bsqueda del insight

    puede ser contraproducente. En forma simple, los pacientes con mente prctica son desalentados

    por esto, ya que quieren accin y resultados, mientras que los ms intelectuales probablemente

    daran la bienvenida a ese acercamiento, pero lo usaran para dilatar o hacer fracasar cualquier

    cambio en el comportamiento real. Sin embargo, en adicin a los cambios sugeridos o prescritos en

    el comportamiento abierto, utilizamos interpretaciones. Aunque nuestra intencin es simplemente re-

    etiquetar en forma til el comportamiento. Los pacientes a menudo interpretan su propio

    comportamiento, o el de los otros, en formas que hacen que las dificultades continen. Si solamente

    podemos redefinir el significado o las implicaciones atribuidas al comportamiento, esto en si mismo

    puede tener un efecto poderoso sobre las actitudes, las respuestas y las relaciones. Esas

    interpretaciones podran parecer como un intento para impartir insight, pero no es as. Por el

    contrario, nuestra teora es que redefinir un comportamiento etiquetado como "hostil" a "inters

    preocupado", por ejemplo, puede ser teraputicamente til, sin importar que la etiqueta sea "cierta"

    o no, y esa verdad nunca puede ser firmemente establecida. Todo lo que es observable es que

    2 Nuestro programa est areglado para permitir que despus de una hora y media de cada sesin el equipo discuta y planifique las metas, intervenciones especficas, etc. Adems, los casos nuevos y los problemas generales son tratados en forma separada, en reuniones semanales del equipo.

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    algunas etiquetas provocan dificultades, mientras que otras, alcanzables por definicin, promueven

    ajuste y armona y esto es suficiente.

    Ese re-etiquetamiento puede ser especialmente importante con los pacientes rgidos. No se

    requiere cambios en el comportamiento abierto, e incluso puede ser lograda sin la necesidad de

    alguna cooperacin activa del paciente o algn miembro de la familia. Si la redefinicin del

    terapeuta de una accin o situacin no es desafiada abiertamente lo cual generalmente puede

    arreglarse entonces el significado y los efectos de ese comportamiento ya han sido alterados.

    Uso de caractersticas idiosincrsicas y motivacin. Nuestro primer intento en el tratamiento

    es determinar que acercamiento se adecuara ms a ese paciente en particular para observar

    "dnde vive" y responder a esta necesidad, ya sea que crea en la magia, desafe al experto, se

    haga cargo de alguien, o cualquier otra cosa. Ya que las consecuencias de esas caractersticas

    dependen mucho de la situacin en las cuales operan y cmo son definidas, vemos esas

    caractersticas de los diferentes individuos no como obstculos o deficiencias, sino como niveles

    potenciales para intervenciones tiles que efecte el terapeuta.

    Por ejemplo, ciertos pacientes parecen estar inclinados hacia el desafo del terapeuta, a

    pesar de su solicitud de ayuda. Esto puede ser indicado por una historia de tratamientos no exitosos,

    fracasos repetidos en la comprensin de las explicaciones o la puesta en prctica de las

    instrucciones, etc. En esos casos, el curso ms fcil y efectivo puede ser que el terapeuta insista en

    que el paciente posiblemente no pueda resolver su problema y que el tratamiento a lo ms puede

    ayudarlo a permanecer mejor. El paciente probablemente desafiar esta aseveracin mejorando.

    Una mujer de edad mediana vino a vernos con una queja respecto a su hijo de 18 aos de

    edad: delincuencia, fracaso en la escuela, rabia, y amenaza de violencia en contra de ella. Afirm

    que ste era su nico problema, aunque mencion que ella era una epilptica y era incapaz de

    usar el brazo derecho como resultado de una herida en el trabajo. Ambos, madre e hijo haban

    tenido dos aos de terapia previa. Primero le sugerimos que su hijo estaba actuando como un chico

    crecido, difcil y provocador, y de acuerdo a esto, ella podra ganar al manejarlo ms firmemente

    en algunas formas sencillas. Ella rpidamente desafi esas sugerencias aumentando su reclamo de

    desamparo: Ahora la epilepsia haba aumentado; tambin tena problemas con el otro brazo;

    tambin report una apendicectoma y una histerectoma, junto a fiebre reumtica en la infancia,

    cogulos sanguneos, problemas con su esposo anterior y con su suegra, constantes crisis

    financieras, y mucho ms. En resumen, ya era una mujer que braceaba con valor a travs de un

    mar de problemas, que habran ahogado totalmente a otra persona; cmo podamos pedirle que

    hiciera ms? Entonces cambiamos nuestro acercamiento para utilizar su oposicin caracterstica.

    Comenzamos a insistir que ella estaba siendo demasiado optimista, estaba minimizando sus

    problemas en una forma no realista, y no estaba reconociendo que probablemente en el futuro

    habra ms desastres para ella, en forma individual y en trminos del comportamiento de su hijo. Le

    tom algo de tiempo sobrepasar su propia lnea de pesimismo, pero una vez que fue capaz de

    hacerlo, comenz a mejorar. Comenz oponindose a nuestro pesimismo lo cual solamente pudo

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    hacer manifestando y probando que no era esa enferma y desamparada y tomar una actitud

    mucho ms asertiva con el hijo, el cual respondi bien.

    Cambio dirigido al comportamiento. Una de nuestras principales intenciones declaradas es

    cambiar el comportamiento abierto hacer que las personas dejen de hacer las cosas que

    mantienen el problema, y hacer otras cosas que llevarn hacia las metas del tratamiento. Cuando

    deseamos dar direcciones autoritarias, encontramos que los pacientes quejosos son raros. Despus

    de todo, la mayora de los pacientes ya han sido expuestos a muchos consejos. Si eso estuviera bien,

    deberan tener alguna dificultad para sacar provecho de los consejos; si estuviera mal, se

    necesitara alguna preparacin de ellos para responder a consejos muy diferentes. Adems,

    nuevamente, a menudo el comportamiento que parece ms lgico a las personas es el que est

    perpetuando el problema. Entonces necesitan ayuda para hacer lo que parecer ilgico y errado.

    Cuando se est sentado sobre un caballo nervioso, no es fcil seguir las rdenes del instructor para

    soltar las bridas. Uno sabe que el caballo correr, aunque es realmente el tirn de las bridas el que lo

    hace saltar.

    Por consiguiente, las instrucciones conductuales son ms efectivas cuando son

    encuadradas cuidadosamente y efectuadas en una forma indirecta, implcita o aparentemente

    insignificante. Cuando se piden cambios, es til minimizar el tema o la manera de pedirlo.

    Sugeriremos una cambio ms que exigirlo. Si el paciente parece reticente, retrocederemos.

    Podemos sugerir entonces que es muy pronto para hacer esa cosa; el paciente podra pensar que

    es seguro no tomar ninguna accin todava. Cuando solicitamos acciones particulares, podemos

    pedir que la haga una o dos veces antes que nos veamos nuevamente. Podemos pedir solamente

    acciones que parecern menores para el paciente, aunque a nuestro juicio representan el primero

    de una serie de pasos, o implican un microcosmos de la dificultad central. Por ejemplo, a un

    paciente que evita hacer cualquier demanda en sus relaciones personales, puede asignrsele la

    tarea de pedir un galn de gasolina en una estacin de servicio, requiriendo especficamente cada

    uno de los servicios generalmente gratis, y ofrecer un billete de veinte dlares en pago [sic.]

    Este ejemplo tambin ilustra nuestro uso de "tareas para la casa", para ser efectuadas entre

    sesiones. Las tareas para la casa de diversos tipos son empleadas con regularidad, para utilizar el

    tiempo totalmente y promover cambios positivos donde valen ms, en la vida real fuera del

    consultorio.

    Instrucciones paradojales. En forma muy general, las instrucciones paradojales implican

    prescribir comportamientos que parecen en oposicin a la meta buscada, para moverse realmente

    hacia ella. Esto puede ser visto como una inversin del curso "lgico" que lleva solamente a ms

    problemas. Esas instrucciones constituyen probablemente la clase nica ms importante de

    intervenciones en nuestro tratamiento. Esta tcnica no es nueva; sus aspectos y ejemplos de ella

    han sido descritas por Frankl [8, 9], Haley [11], Newton [17] y Watzlawick et al. [24]. Simplemente

    hemos relacionado este tcnica a nuestro enfoque y hemos trabajado en su uso.

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    La instruccin paradojal es usada ms frecuentemente en la forma de "prescripcin de

    sntoma" para casos especficos, el aliento aparente del sntoma para otro comportamiento

    indeseable, para disminuir ese comportamiento o tenerlo bajo control. Por ejemplo, a un paciente

    que se queja de un sntoma fsico circunscrito dolor de cabeza, insomnio, manerismos nerviosos, o

    cualquier otro sntoma puede decrsele que durante la semana prxima, usualmente en perodos

    especficos, debiera hacer un esfuerzo por aumentar el sntoma. Generalmente se entrega una

    explicacin motiv adora, v.g., que si tiene xito en hacerlo empeorar, al menos sufrir menos

    sentimientos de desamparo debido a la falta de control. La actuacin de esta prescripcin

    generalmente da como resultado una disminucin del sntoma lo cual es deseable. Pero incluso si

    el paciente hace que el sntoma aumente, eso est bien. Ha seguido las instrucciones del terapeuta,

    y el resultado a mostrado que el problema aparentemente inmodificable puede cambiar. Los

    pacientes a menudo se presentan ante los terapeutas con problemas imposibles, ante los cuales

    cualquier respuesta ser pobre. Es reconfortante, a su vez, ser capaz de ofrecer al paciente una

    "doble coaccin teraputica" [4], la cual no promueve ms progreso que cualquier respuesta

    alternativa que se efecte.

    El mismo acercamiento se aplica igualmente a los problemas de interaccin. Cuando un

    hijo esquizofrnico usa un comportamiento verbal bizarro para paralizar cualquier accin apropiada

    de sus padres, sugerimos que cuando l necesite defenderse de las exigencias de los padres, podra

    intimidarlos actuando como loco. Ya que esta instruccin es dada en presencia de los padres, hay

    dos posibles efectos paradojales: el hijo disminuye sus comportamientos bizarros y los padres se

    ponen menos ansiosos y no se paralizan ante ese comportamiento.

    Es frecuente que los colegas encuentren difcil crear que los pacientes aceptarn realmente

    esas prescripciones excntricas, pero usualmente las aceptan con facilidad. En primer lugar, el

    terapeuta ocupa una posicin de experto. En segundo lugar, tiene la precaucin de enmarcar sus

    prescripciones en una forma que sern probablemente aceptadas, dando una racionalidad

    apropiada a ese paciente en particular, negndose a dar cualquier explicacin sobre los

    fundamentos que el paciente necesita para descubrir algo muy anticipadamente. Tercero, a

    menudo solamente estamos pidindole al paciente que haga cosas que ya est haciendo, slo

    que sobre bases diferentes.

    Tambin podemos estimular a los pacientes a usar paradojas similares en ellos mismos,

    particularmente con el cnyuge o los hijos. De este modo, un padre preocupado por las tareas

    escolares deficientes que el hijo hace en la casa (pero que probablemente no lo est estimulando),

    se le pidi que le enseara al nio ms confianza en si mismo ofrecindole respuestas incorrectas a

    los problemas que estaba ayudndolo a resolver.

    Tambin usamos instrucciones paradojales en un nivel ms general. Por ejemplo, con

    contraste directo con nuestro lmite de diez sesiones, casi en forma rutinaria alentamos el "vaya

    lento" a nuestros pacientes al comienzo del tratamiento y, posteriormente, acogemos el reporte de

    la mejora del paciente con una mirada de preocupacin y afirmamos, "Pienso que est

    movindose muy rpido." Tambin hacemos la mismo en una forma ms implcita, al colocar el

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    nfasis en las metas mnimas, o sealando las posibles desventajas de la mejora del paciente, "A

    usted le gustara estar mucho mejor en el trabajo, pero est preparado para manejar el problema

    de la envidia de sus colegas?" Esas advertencias promueven paradojalmente una mejora rpida,

    aparentemente reduciendo cualquier ansiedad respecto al cambio y aumentando el deseo del

    paciente para lograr cosas que contrapesen el aparente exceso de precaucin del terapeuta.

    Bajo el mismo principio, cuando una paciente muestra una mejora inusualmente rpida o

    dramtica, despus de reconocer este cambio podemos prescribir una recada, en base a la

    racionalidad que sta aumentar el control: "Ahora usted ha manejado el sntoma hasta hacerlo

    desaparecer. Si usted puede traerlo de regreso la prxima semana, habr logrado ms control aun."

    Esta intervencin, similar a la "volver a actuar la psicosis" de Rosen (18) y relacionada con las

    tcnicas de Erickson, anticipa que en algunos pacientes la mejora puede aumentar la aprensin

    respecto al cambio y toma en cuenta este peligro al redefinir paradojalmente cualquier recada

    que pudiera ocurrir como un paso hacia delante en lugar de un retroceso.

    Ya que como los terapeutas son por definicin expertos, y dan instrucciones, o piensan o

    actan en forma autoritaria, se crea otro elemento persuasivo paradojal por el hecho que

    comnmente actuamos slo en una forma tentativa, dando sugerencias o haciendo preguntas en

    lugar de las rdenes directas , y a menudo adoptamos una posicin "uno-abajo" [one-down], de

    aparente ignorancia o confusin. Encontramos que los pacientes, al igual que todas las personas,

    aceptan y siguen los consejos ms fcilmente cuando nosotros evitamos la "confrontacin."

    Utilizacin de la influencia interpersonal. Aunque muchas sesiones de nuestro tratamiento

    incluyen directamente a un solo terapeuta y a un paciente, consideramos y utilizamos las relaciones

    interpersonales ms extendidas constantemente en nuestro trabajo. Primero, incluso cuando vemos

    solamente al "paciente identificado", concebimos los problemas en trminos de algn sistema de

    relaciones y comportamiento que mantiene el problema, que implica a su familia, sus amigos o su

    situacin laboral. Por consiguiente, creemos que cualquier intervencin hecha con el paciente

    tambin debe tomar en cuenta las consecuencias probables en otros. Igualmente, sin embargo, las

    intervenciones tiles pueden ser hechas en cualquier punto en el sistema, y con frecuencia parece

    ms efectivo concentrar nuestros esfuerzos en alguien distinto al paciente identificado. Cuando es

    un nio el locus del problema presente, comnmente vemos a toda la familia solamente una o dos

    veces. Despus solamente vemos a los padres y trabajamos con ellos para modificar su manejo del

    nio o sus propias interacciones. Con las parejas podemos ver a los cnyuges en forma separada en

    la mayor parte de las veces, a menudo usando ms tiempo con uno que es visto por ellos como

    "normal." Nuestro punto es que la intervencin efectiva en cualquier lugar del sistema produce

    cambios a lo largo de ste, pero de acuerdo a lo que la situacin ofrece, una persona u otra puede

    ser accesible para nosotros, ms abierta a la influencia, o tener un mejor nivel de cambio en el

    sist ema.

    Segundo, el terapeuta y los observadores tambin constituyen un sistema de relacin, que

    es usada con frecuencia para facilitar el tratamiento. Con los pacientes que encuentran

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    18

    dificultades para aceptar consejos en forma directa de una persona viva real, un observador puede

    hacer comentarios al terapeuta a travs del citfono para que sean transmitidos al paciente,

    provenientes de esta autoridad invisible y presumiblemente una autoridad. Cuando un paciente

    tiende a estar en desacuerdo constantemente, un observador puede entrar y criticar al terapeuta

    por su "pobre comprensin" del caso, formando una alianza aparente con el paciente. El

    observador puede trasmitir en forma exitosa nuevas versiones de lo que el terapeuta estaba

    ofreciendo originalmente. Con los pacientes que alternan entre dos posiciones diferentes, dos

    miembros del equipo pueden estar de acuerdo, por separado, con las dos posiciones. Entonces, sin

    importar el curso que tome el paciente, estar yendo segn la interpretacin del terapeuta, y se

    dan ms sugerencias que pueden ser aceptadas con ms xito. Esas estrategias de interaccin

    terapeuta-observador pueden brindar el cambio en forma rpida, incluso con los pacientes

    supuestamente "difciles."3

    Como puede ser evidente, todas esas tcnicas de interaccin son formas para maximizar el

    alcance del poder de la influencia del terapeuta. Algunas de ellas sern vistas como intervenciones

    manipuladoras, y quiz sern rechazadas. Ms que discutir alrededor de esto, simplemente

    afirmaremos nuestra visin bsica. Primero, la influencia es un elemento inherente en todo contacto

    humano. Segundo, el funcionamiento del terapeuta necesariamente incluye este hecho de la vida,

    pero va mucho ms all; profesionalmente l es un especialista en influencia. Las personas vienen a

    los terapeutas porque no estn satisfechos con algunos aspectos de su vida, han sido incapaces de

    cambiar, y estn buscando ayuda en esto. Por consiguiente, al tomar cualquier caso el terapeuta

    acepta la tarea de influencias el comportamiento de las personas, sentimientos o ideas hacia finales

    deseados.

    Tercero, de acuerdo con esto, la responsabilidad primaria del terapeuta es buscar y aplicar

    formas apropiadas y efectivas de influencia. Desde luego, esto incluye tomar en cuenta lo que el

    paciente afirma, la situacin observada y las intenciones. Dadas stas, el terapeuta aun debe hacer

    elecciones acerca de qu decir y hacer, e igualmente no decir y no hacer. Esta responsabilidad

    inherente no puede ser eludida siguiendo algunos mtodos estndar de tratamiento sin considerar

    sus resultados, simplemente siguiendo el liderazgo del paciente, o incluso siguiendo un ideal moral

    de ser siempre congruente y abierto con el paciente. Esos cursos de accin, aunque sean posibles,

    representan en si mismos elecciones estratgicas. Para nosotros, el punto ms fundamental es si el

    terapeuta intenta negar la necesidad de esas opciones para si mismo, no lo que le dice al paciente.

    Creemos que el mejor curso es reconocer esta necesidad, intentar cualquier medio de influencia

    que sea juzgado como el ms prometedor en las circunstancias, y aceptar la responsabilidad por

    sus consecuencias.

    Finalizacin. Ya sea que el caso llegue a las diez sesiones o las metas sean alcanzadas

    antes, generalmente hacemos una breve revisin del curso del tratamiento con el paciente,

    3 El equipo de trabajo facilita esas interv enciones, pero realmente no es esencial. Un terapeuta que trabaje

    solo y que sea flexible y no dude respecto a lo que es correcto y consistente tambin puede utilizar tcnicas

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    19

    destacando cualquier ganancia aparente dando al paciente el mximo de crdito per este logro

    y sealando cualquier asunto no resuelto. Tambin remarcamos el futuro probable ms all de la

    finalizacin, comnmente en conexin con recordarle al paciente que nos contactaremos para

    una entrevista de seguimiento tres meses despus. Esta discusin generalmente lleva consigo

    sugestiones positivas respecto a ms mejora. Podemos recordar a los pacientes que nuestro

    tratamiento no intentaba alcanzar soluciones finales, sino un quiebre inicial sobre el cual ellos

    pueden construir ms. Sin embargo, en una minora de casos particularmente con los pacientes

    negativos, aquellos que tienen dificultades para reconocer la ayuda de otros, o que buscan

    desafos podemos tomar una tctica opuesta, minimizando cualquier resultado positivo del

    tratamiento y expresando escepticismo respecto a cualquier progreso en el futuro. En ambos casos,

    nuestra intencin es la misma, extender nuestra influencia teraputica ms all del perodo de

    contacto real.

    En algunos casos encontramos pacientes que hacen progresos, pero parecen inseguros de

    aquellos y estn preocupados por la finalizacin del tratamiento. A menudo acogemos este

    problema a travs de una finalizacin sin un final. Es decir, decimos que pensamos que se ha

    logrado lo suficiente como para finalizar, pero que esto no es seguro; realmente puede ser juzgado

    solamente por medio de cmo las experiencias de la vida real se dan en un perodo de tiempo. Por

    consiguiente, proponemos parar el tratamiento, pero mantener cualquier remanente de las diez

    sesiones "en el banco", disponible para ser usadas si el paciente encontrara alguna dificultad

    especfica despus. Usualmente, el paciente se separa con mayor facilidad y no llama

    posteriormente.

    EVALUACIN Y RESULTADOS

    Si la psicoterapia es tomada en serio como tratamiento, no slo como una experiencia

    exploratoria interesante o expresiva, su efectividad debe ser evaluada en forma confiable. Pero esto

    est lejos de ser fcil, y muy comnmente los terapeutas ofrecen solamente impresiones clnicas

    generales de los resultados, sin seguimiento despus de la finalizacin, mientras que los

    investigadores presentan estudios ideales que rara vez pueden implementarse.

    Damos por cierto que no estamos declarando que hemos resuelto este problema

    totalmente, aunque hemos estado interesados en la evaluacin sistemtica de los resultados de

    nuestro trabajo. Nuestro mtodo de evaluacin aun implica algunos juicios clnicos y

    ambigedades ocasionales, a pesar de los esfuerzos por minimizarlas. Hasta hace muy poco, no

    habamos encontrado los recursos necesarios para repetir nuestros breves seguimiento en forma

    sistemtica despus de extensos perodos de tiempo. Y nuestro plan de evaluacin es apto para

    parecer muy simple en comparacin con esos esquemas extensos como los de Fiske et al. [6]. A lo

    ms podemos abogar solamente que nuestro mtodo de evaluacin es simple, evitando la

    similares, como por ejemplo afirmando l mismo dos posiciones distintas.

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    dependencia de la manipulacin elaborada y la interpretacin de una masa de datos detallados o

    una elaborada inferencia terica; que es razonablemente sistemtico y prctico; y lo ms

    importante, es consonante con nuestro enfoque de los problemas y el tratamiento.

    Vemos a la tarea esencial de la evaluacin como una comparacin sistemtica de lo que

    el tratamiento se propuso hacer y sus resultados observables. Nuestro tratamiento intenta cambiar

    los comportamientos del paciente en aspectos especficos, para resolver la queja principal

    presentada. Dada la brevedad de nuestro trabajo, que la mayora de los problemas eran

    refractarios al cambio en el pasado, y nuestra observacin frecuente del cambio de

    comportamiento inmediatamente despus de la intervencin particular, nos sentimos seguros al

    acreditar los cambios observados a nuestro tratamiento. Nuestra evaluacin depende, entonces,

    de las respuestas a dos interrogantes: El comportamiento ha cambiado segn fue planeado? Se

    ha aliviado la queja?

    En nuestro seguimiento, el entrevistador, que no ha participado en el tratamiento, pregunta

    primero si la meta de tratamiento especificada ha sido alcanzada. Por ejemplo, "Aun est viviendo

    con su madre, o est viviendo en su propia casa ahora?" A continuacin se solicita al paciente que

    indique el estatus actual de la queja. A esto se agrega la pregunta si ha buscado ms terapia

    despus de haber finalizado con nosotros. Tambin se le pregunta respecto a cualquier mejora que

    haya ocurrido en reas no tratadas especficamente con el tratamiento. Finalmente, para

    comprobar el supuesto dao de la sustitucin de sntomas, se le pregunta en forma rutinaria al

    paciente si han aparecido nuevos problemas.

    Idealmente, esa evaluacin dividira nuestros casos en dos grupos ordenados: xito, en el

    cual nuestras metas de tratamiento fuero alcanzadas y el problema del paciente fue

    completamente resuelto, y fracaso en ambos aspectos. En realidad, nuestro tratamiento no es

    perfecto; mientras que los resultados en esos trminos son claros para la mayora de los casos,

    quedan resultados poco claros: (a) Bastante a menudo hemos tenido casos en los cuales se han

    alcanzado nuestras metas y fue evidente una mejora considerable, pero no se alcanz la resolucin

    completa del problema presentado. (b) Ocasionalmente hemos fallado en la formulacin de una

    meta explcita y lo suficientemente concreta para comprobar con certidumbre su logro. (c) En unos

    pocos casos, el logro de la meta planeada y el alivio reportado del problema ha sido relacionado

    inversamente el alcance de nuestro blanco de cambio no llev al alivio, u obtuvimos algunos

    resultados a pesar de haber perdido nuestro blanco especfico.

    En trminos de nuestros principios bsicos, todos esos casos mixtos han sido considerados

    como fracaso o una concepcin o ejecucin que exige ms estudio. En trminos del paciente, por

    otro lado, algunos de esos casos han sido completamente exitosos, y muchos otros representan un

    progreso muy significativo. Para el propsito ms limitado e inmediato de la evaluacin de la

    utilidad general de nuestro enfoque, hemos clasificado nuestros casos en tres grupos de acuerdo a

    los resultados prcticos, reconociendo que se correlacionan generalmente, pero no

    completamente, con el logro de nuestras metas especficas de cambio de comportamiento. Esos

    grupos representan: (a) alivio completo de la queja presente; (b) alivio considerable pero no

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    completo de la queja; y (c) poco o ningn cambio. Para mayor simplicidad, aquellos casos en los

    cuales las cosas empeoraron despus del tratamiento, estn incluidos en el tercer grupo. No hemos

    dividido nuestra muestra en subgrupos segn un diagnstico comn, ya que el sistema

    convencional de categoras diagnsticas y nuestra concepcin de los problemas y su tratamiento

    estn basados en suposiciones distintas, y la naturaleza del problema presentado que tiene

    apareada hace alguna diferencia de nuestra tasa de xito o fracaso. Debiera advertirse que esta

    evaluacin se refiere directamente solamente a la queja principal presentada. Sin embargo, en

    ninguno de nuestros casos en el cual la queja fue resuelta surgieron nuevos problemas, y fueron

    reportadas mejoras en reas adicionales. Basado en esto, entonces, nuestros resultados para 97

    casos, que implican un promedio de 7,0 sesiones, fueron:

    Exito 39 casos 40%

    Mejora significativa 31 casos 32%

    Fracaso 27 casos 28%

    Estos resultados son comparables con aquellos reportados por diversas formas de

    tratamiento a largo plazo.

    CONCLUSIONES. IMPLICACIONES

    En este artculo hemos sealado una concepcin particular de la naturaleza de los

    problemas psiquitricos, describiendo un enfoque de tratamiento breve y sus tcnicas, y

    presentamos algunos resultados de sus aplicaciones. Es claro que deben efectuarse ms

    investigaciones clnicas, mientras que obviamente permanecen otros problemas; las metas son aun

    difciles de disear en ciertos tipos de casos, la eleccin de intervenciones aun no han sido

    sistematizadas, y la evaluacin no es perfecta. Concurrentemente, debiera haber ms reflexin

    respecto a las amplias significaciones de esas ideas y mtodos. Nuestros resultados ya dan

    considerable evidencia para la utilidad de nuestra concepcin general de los problemas humanos

    y su manejo prctico. Ya que sta es muy diferente de las visiones ms comunes y potencialmente

    ampliamente relevantes, concluiremos con una consideracin tentativa de algunas de las amplias

    implicaciones de nuestro trabajo.

    El potencial ms inmediato y evidente de nuestro trabajo es el uso ms efectivo de las

    facilidades y personal psiquitrico. Esto podra incluir la reduccin en la duracin usual del

    tratamiento y un correspondiente incremento en el nmero de pacientes tratados, sin sacrificio de la

    efectividad. De hecho, nuestro enfoque promete ms que la efectividad ordinaria con una

    variedad de problemas comunes pero refractarios, como los desrdenes del carcter, dificultades

    conyugales, psicosis, y generalmente los problemas crnicos. Adems, no est restringi do a los

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    pacientes muy educados y de clase media, sino que es aplicable a pacientes de cualquier clase

    social y antecedentes educacionales.

    Adems, nuestro enfoque es relativamente claro y simple. Por consiguiente, podra ser fcil

    ensear su uso efectivo a un nmero considerable de terapeutas. Incluso si se necesitara supervisin

    continua, la combinacin del tratamiento breve y muchos terapeutas, hara posible brindar

    atencin a la gran demanda de ayuda psicolgica. Aunque esta clase de desarrollo tendra poca

    oferta en la prctica privada, sera significativo para la sobrecarga de trabajo de las agencias

    sociales.

    Tomando una postura amplia, tambin es importante que nuestro modelo vea a las

    dificultades conductuales "bajo la misma raz", en dos aspectos. Primero, nuestro modelo

    interrelaciona el comportamiento individual y su contexto social en lugar de dividirlo no slo dentro

    de la familia, sino que potencialmente en todos los niveles de la organizacin social. Segundo, este

    marco ayuda a identificar continuidades, similitudes e interrelaciones entre los problemas de la vida

    cotidiana, los problemas psiquitricos del compprtamiento desviado, y muchas clases de

    comportamiento problemtico, tales como el crimen, el aislamiento social y la anomia, y ciertos

    aspectos del fracaso y la pobreza. En el presente, las agencias sociales intentan tratar con esos

    problemas en el nivel individual o el familiar, caracterizados por marcadas divisiones conceptuales y

    organizacionales entre psicolgico vs. sociolgico, de apoyo vs. orientaciones disciplinarias, y ms

    especficamente, en la divisin de los problemas en muchas categoras que se presumen distintas y

    discretas reminicencias de los "sndromes" de la psiquiatra tradicional. En el mejor de los casos, esto

    resulta en discontinuidad, inefectividad, enfoques parciales, o duplicacin de esfuerzos. En el peor

    de los casos, parece ms probable que dichas divisiones en si mismas puedan reforzar en forma

    inapropiada los intentos de solucin de muchas clases de problemas, como lo sugieren Auerswald

    [1] y Hoffman y Long [14]. Nuestro trabajo sugiere, entonces, una necesidad y una base potencial

    para una organizacin unificada y efectiva de los servicios sociales.

    Finalmente, nuestro trabajo aun tiene amplias implicaciones que necesitan un

    reconocimiento explcito, aunque cualquier implementacin debiera ser, necesariamente, para una

    amplia variedad de problemas difciles. Nuestro punto de vista terico esta focalizado en las formas

    en las cuales los problemas de comportamiento y su resolucin estn relacionadas con la

    interaccin social. Esos problemas no ocurren solamente con los individuos y las familias, sino que

    tambin en el nivel ms amplio de la organizacin y funcionamiento social. Ya podemos discernir

    dos clases de paralelos entre los problemas tratados en nuestro trabajo clnico y los problemas

    sociales ms amplios. Los problemas pueden ser reproducidos ampliamente, como en lo que

    respecta a las diferencias entre padres e hijos, en "el problema de la brecha generacional". Y

    conflictos entre grupos ya sean grupos econmicos, raciales o polticos puede hacerse un

    paralelo con aquellos problemas vistos en los individuos. Nuestro trabajo, al igual que mucha de la

    historia social reciente, sugiere muy fuertemente que las formas cotidianas, el "sentido comn", para

    tratar con esos problemas fracasa a menudo e incluso exacerba la dificultad. A su vez, algunos de

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    las ideas y tcnicas no convencionales para la resolucin de problemas podran ser adaptadas

    eventualmente para la aplicacin de esas amplias esferas del comportamiento humano.

    REFERENCIAS

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    Norton, 1973

    13. Haley, J. Advanced Techniques of Hypnosis and Therapy: Selected Papers of Milton H. Erickson, M.D. New York: Grune and Stratton, 1969

    14. Hoffman, L. and Long, L. "A Systems Dilemma", Fam. Proc., 8,211-234, 1969 15. Krohn, A. "Beyond Interpretation" (A review of M.D. Nelson et al., Roles and Paradigms in

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