resistencia de las bacterias a los antibioticos

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Repblica Bolivariana de VenezuelaMinisterio del poder Popular para la EducacinU.E.P Virgen de FtimaHiguerote - Estado Miranda

Profesora:Integrante:

Aracelis GuevaraGleisys Negrin

El primero de carcter mundial acerca de la resistencia a los antimicrobianos, y en particular a los antibiticos, revela que esta grave amenaza ha dejado de ser una previsin para el futuro y es ya en todas las regiones del mundo una realidad que puede afectar a cualquier persona de cualquier edad en cualquier pas. La resistencia, que se produce cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibiticos dejen de funcionar en las personas que los necesitan como tratamiento para las infecciones, es ya una gran amenaza para la salud pblica.En ausencia de medidas urgentes y coordinadas por parte de muchos interesados directos, el mundo est abocado a una era pos antibiticos en la que infecciones comunes y lesiones menores que han sido tratables durante decenios volvern a ser potencialmente mortales, ha dicho el Dr. Keiji Fukuda, Subdirector General de la OMS para Seguridad Sanitaria. Los antibiticos eficaces han sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir ms tiempo con ms salud y beneficiarnos de la medicina moderna. Si no tomamos medidas importantes para mejorar la prevencin de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibiticos, el mundo sufrir una prdida progresiva de estos bienes de salud pblica mundial cuyas repercusiones sern devastadoras.Seala que la resistencia est afectando a muchos agentes infecciosos distintos, pero se centra en la resistencia a los antibiticos en siete bacterias responsables de infecciones comunes graves, como la septicemia, la diarrea, la neumona, las infecciones urinarias o la gonorrea. Los datos son muy preocupantes y demuestran la existencia de resistencia a los antibiticos, especialmente a los utilizados como ltimo recurso, en todas las regiones del mundo.Entre los principales hallazgos del informe destacan: La resistencia a los antibiticos carbapenmicos, ltimo recurso teraputico para las infecciones potencialmente mortales porKlebsiella neumona (una bacteria intestinal comn) se ha extendido a todas las regiones del mundo.K. neumonaes una causa importante de infecciones nosocomillos, como las neumonas, las septicemias o las infecciones de los recin nacidos y los pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos. Esa resistencia hace que en algunos pases los antibiticos carbapenmicos ya no sean eficaces en ms de la mitad de las personas con infecciones porK. neumona. La resistencia a las fluoroquinolonas, una de las clases de frmacos antibacterianos ms utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias porcoli, est muy extendida. En los aos ochenta, cuando aparecieron estos frmacos, la resistencia a ellos era prcticamente inexistente. Hoy da hay pases de muchas partes del mundo en los que este tratamiento es ineficaz en ms de la mitad de los pacientes. En Austria, Australia, Canad, Eslovenia, Francia, Japn, Noruega, el Reino Unido, Sudfrica y Suecia se ha confirmado el fracaso del tratamiento de la gonorrea con cefalosporinas de tercera generacin, el ltimo recurso teraputico en estos casos. Se calcula que cada ao contraen esta enfermedad unos 106 millones de personas (estimaciones de 2008).1 La resistencia a los antibiticos prolonga la duracin de las enfermedades y aumenta el riesgo de muerte. Por ejemplo, se calcula que las personas infectadas porStaphylococcus ureasresistentes a la meticilina tienen una probabilidad de morir un 64% mayor que las infectadas por cepas no resistentes. La resistencia tambin aumenta el costo de la atencin sanitaria, pues alarga las estancias en el hospital y requiere ms cuidados intensivos.Instrumentos fundamentales para hacer frente a la resistencia a los antibiticosEl informe revela que son muchos los pases que carecen de instrumentos fundamentales para hacer frente a la resistencia a los antibiticos, tales como sistemas bsicos de seguimiento y monitorizacin del problema, o en los que estos presentan grandes deficiencias. Algunos pases han tomado medidas importantes para solucionar el problema, pero es necesaria una mayor aportacin de todos los pases y todas las personas.Otras medidas importantes consisten en la prevencin de las infecciones mediante una mejor higiene, el acceso al agua potable, el control de las infecciones en los centros sanitarios y la vacunacin, a fin de reducir la necesidad de antibiticos. La OMS tambin llama la atencin para la necesidad de desarrollar nuevos productos diagnsticos, antibiticos y otros instrumentos que permitan a los profesionales sanitarios tener ventaja ante la resistencia emergente.Este informe es el arranque de un esfuerzo mundial liderado por la OMS para hacer frente al problema de la farmacorresistencia, que implicar el desarrollo de instrumentos y patrones, as como una mejora de la colaboracin mundial en el seguimiento de la farmacorresistencia, la medicin de sus repercusiones sanitarias y econmicas, y el planteamiento de soluciones especficas.

Las personas pueden contribuir: utilizando los antibiticos nicamente cuando los haya prescrito un mdico; completando el tratamiento prescrito, aunque ya se sientan mejor; no dndole sus antibiticos a otras personas ni utilizando los que les hayan sobrado de prescripciones anteriores. Los profesionales sanitarios y los farmacuticos pueden contribuir: mejorando la prevencin y el control de las infecciones; prescribiendo y dispensando antibiticos solo cuando sean verdaderamente necesarios; prescribiendo y dispensando los antibiticos adecuados para tratar la enfermedad en cuestin. Los planificadores de polticas pueden contribuir: reforzando el seguimiento de la resistencia y la capacidad de laboratorio; regulando y fomentando el uso apropiado de los medicamentos. Los planificadores de polticas y la industria pueden contribuir: fomentando la innovacin y la investigacin y desarrollo de nuevos instrumentos; promoviendo la cooperacin y el intercambio de informacin entre todas las partes interesadas.El informe, que tambin contiene informacin sobre la resistencia a frmacos para tratar otras infecciones, como el VIH/sida, el paludismo, la tuberculosis o la gripe, est basado en datos de 114 pases y ofrece el panorama ms general que se ha obtenido hasta la fecha acerca de la farmacorresistencia.Datos ms destacados por regiones de la OMSRegin de fricaEl informe revela importantes deficiencias en el seguimiento de la resistencia a los antibiticos y que solo se recopilan datos al respecto en un escaso nmero de pases. Los datos disponibles son preocupantes, aunque no permiten evaluar la verdadera magnitud del problema. Hay una resistencia importante de varias bacterias tanto en los hospitales como en la comunidad. Destaca la significativa resistencia deE. colia las cefalosporinas de tercera generacin y a las fluoroquinolonas, dos clases importantes y muy utilizadas de frmacos antibacterianos. En algunas zonas de la Regin, hasta un 80% de las infecciones porS. aureusson resistentes a la penicilina, lo cual significa que el tratamiento con los antibiticos habituales no funciona.

Regin de las AmricasLa Organizacin Panamericana de la Salud, que acta como Oficina Regional de la OMS para las Amricas, coordina la recopilacin de datos sobre la resistencia a los antibiticos en los hospitales y laboratorios de 21 pases de la Regin. Los datos del informe muestran que en las Amricas hay una elevada resistencia deE. colia las cefalosporinas de tercera generacin y a las fluoroquinolonas, dos clases importantes y muy utilizadas de frmacos antibacterianos. La resistencia deK. pneumoniaea las cefalosporinas de tercera generacin tambin es elevada y generalizada. En algunos entornos, hasta un 90% de las infecciones porS. aureusson resistentes a la meticilina, lo cual significa que el tratamiento con los antibiticos habituales no funciona.Regin del Mediterrneo OrientalLos datos del informe muestran que la resistencia a los antibiticos est muy extendida en toda la Regin. En particular, hay una elevada resistencia deE. colia las cefalosporinas de tercera generacin y a las fluoroquinolonas, dos clases importantes y muy utilizadas de frmacos antibacterianos. La resistencia deK. neumonaa las cefalosporinas de tercera generacin tambin es elevada y generalizada. En algunas zonas de la regin, ms de la mitad de las infecciones por. Sauriasson resistentes a la penicilina, lo cual significa que el tratamiento con los antibiticos habituales no funciona. El informe revela importantes deficiencias en el seguimiento de la resistencia a los antibiticos en la Regin. La Oficina Regional de la OMS para el Mediterrneo Oriental ha identificado una serie de medidas estratgicas para la contener la farmacorresistencia y est prestando apoyo a los pases para que formulen polticas, estrategias y planes nacionales integrales.Regin de EuropaEl informe pone de manifiesto la existencia en toda la Regin de una amplia resistencia deK. neumonaa las cefalosporinas de tercera generacin. En algunos entornos, hasta un 60% de las infecciones porS. ureasson resistentes a la penicilina, lo cual significa que el tratamiento con los antibiticos habituales no funciona. Aunque la mayora de los pases de la Unin Europea tienen sistemas nacionales e internacionales bien establecidos de seguimiento de la resistencia a los antibiticos, en otros pases de la Regin es urgente reforzar o crear esos sistemas. La Oficina Regional de la OMS para Europa y sus asociados estn prestando apoyo a estos pases mediante la recin creada Red de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos en Asia Central y Europa Oriental (CAESAR), cuyo objetivo es establecer una red de sistemas nacionales de seguimiento de la resistencia a los antibiticos en todos los pases de la Regin, para que los datos se recopilen de forma uniformizada y la informacin sea comparable.

Regin de Asia SudorientalLos datos revelan que la resistencia a los antibiticos en un problema creciente en esta Regin, en la que vive una cuarta parte de la poblacin mundial. Hay una elevada resistencia deE. colia las cefalosporinas de tercera generacin y a las fluoroquinolonas, dos clases importantes y muy utilizadas de frmacos antibacterianos. La resistencia deK. neumonaa las cefalosporinas de tercera generacin tambin es generalizada. En algunas zonas de la Regin, ms de un 25% de las infecciones porS. ureasson resistentes a la penicilina, lo cual significa que el tratamiento con los antibiticos habituales no funciona. En 2011, los ministros de salud de la Regin manifestaron en la Declaracin de Jaipur su compromiso de luchar contra la farmacorresistencia. Desde entonces ha habido una concienciacin cada vez mayor de la necesidad de efectuar un seguimiento apropiado de la farmacorresistencia, y todos los pases han acordado aportar informacin a una base de datos regional. La Dra. Poonam Khetrapal Singh, Directora Regional de la OMS para Asia Sudoriental, ha declarado que la farmacorresistencia es un rea de trabajo prioritaria de la OMS en la Regin.Regin del Pacfico OccidentalLa colaboracin entre los pases de esta Regin en el seguimiento de la resistencia a los antibiticos se estableci en la dcada de los ochenta, pero sufri contratiempos tras una serie de emergencias que se produjeron a principios del siglo XXI. No obstante, muchos pases de la regin disponen desde hace mucho de sistemas nacionales bien establecidos de seguimiento de la resistencia. Recientemente, la Oficina Regional de la OMS para el Pacfico Occidental ha tomado medidas para reavivar la colaboracin regional. Este informe muestra una elevada resistencia deE. colia las fluoroquinolonas, una clase importante y muy utilizada de frmacos antibacterianos. La resistencia deK. neumonaa las cefalosporinas de tercera generacin tambin es generalizada. En algunas zonas de la Regin, hasta un 80% de las infecciones porS. ureasson resistentes a la penicilina, lo cual significa que el tratamiento con los antibiticos habituales no funciona.