prescripción dietética en la hipertensión arterial

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E 3-0910 Prescripción dietética en la hipertensión arterial J. Kaboré, H. Lelong, D. Agnoletti, M. Safar, J. Blacher En Francia, casi un tercio de las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 74 nos padecen hipertensión arterial. En 2006, el tratamiento farmacológico de esta afección supuso para el conjunto de los regímenes de la Seguridad Social un gasto de 2,3 mil millones de euros. Es una enfermedad de etiologías multifactoriales en la que la modificación de la alimentación y del estilo de vida contribuye a mejorar su control. Así, está demostrado que la reducción en el consumo excesivo de sal, la práctica regular de una actividad física, la reducción ponderal, la disminución del consumo excesivo de alcohol, el consumo de frutas y verduras ricas en potasio y las dietas DASH (dietary approaches to stop hypertension) y mediterránea disminuyen el nivel de presión arterial. Sin embargo, la combinación de varias medidas dietéticas parece no tener un efecto aditivo, en el que se sumarían los beneficios de cada una de ellas por separado, sino un efecto «infraaditivo». Esta observación justificaría una adaptación individual de las estrategias dietéticas en función del paciente. A pesar de su probada eficacia, el cumplimiento de estas medidas por parte de los pacientes constituye un verdadero desafío para la salud pública que requiere un seguimiento dietético así como una formación práctica de los profesionales sanitarios no especializados en nutrición. © 2014 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados. Palabras clave: Hipertensión arterial; Medidas dietéticas; Régimen DASH Plan Introducción 1 Medidas dietéticas de probada eficacia 2 Rese˜ na fisiopatológica: medidas dietéticas más importantes 2 Reducción del consumo de sal 2 Reducción ponderal 2 Actividad física 3 Alcohol 3 Régimen DASH (dietary approaches to stop hypertension) 3 Minerales, vitaminas y flavonoides 4 Potasio 4 Calcio 4 Magnesio 4 Medidas dietéticas combinadas 4 Posible efecto deletéreo de una reducción del consumo generalizado de sal 5 Medidas para lograr una reducción del consumo de sal 5 Recomendaciones 5 Conclusión 6 Introducción La hipertensión arterial (HTA), por definición, corresponde a cifras superiores o iguales a 140 mmHg para la presión arterial sistólica (PAS) y/o a 90 mmHg para la presión arterial diastólica (PAD). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cons- tituye un importante factor de riesgo cardiovascular que en el mundo provoca 7,5 millones de muertes, es decir, que representa un 12% de la mortalidad global, con independencia de las cau- sas [1] . En Francia, la prevalencia de la HTA es del 31% según el estu- dio nacional sobre nutrición y salud de 2006-2007, realizado sobre una muestra representativa de 4.000 adultos con edades comprendidas entre los 18 y los 74 nos y residentes en ciu- dades [2] . La HTA representa una parte importante de los gastos sanitarios. En 2006, el tratamiento medicamentoso por paciente supuso un gasto medio anual de 218 euros, equivalente a 2,3 mil millones de euros para ese mismo no en toda Francia [3] , consi- derando el conjunto de los distintos regímenes de la Seguridad Social. Aunque el tratamiento farmacológico como única medida tera- péutica resulta eficaz para reducir la morbimortalidad asociada a la HTA [4] , se calcula que la proporción de hipertensos tratados es EMC - Tratado de medicina 1 Volume 18 > n 3 > septiembre 2014 http://dx.doi.org/10.1016/S1636-5410(14)68146-0

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Prescripción dietética en la hipertensiónarterial

J. Kaboré, H. Lelong, D. Agnoletti, M. Safar, J. Blacher

En Francia, casi un tercio de las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 74 anos padecenhipertensión arterial. En 2006, el tratamiento farmacológico de esta afección supuso para el conjuntode los regímenes de la Seguridad Social un gasto de 2,3 mil millones de euros. Es una enfermedad deetiologías multifactoriales en la que la modificación de la alimentación y del estilo de vida contribuye amejorar su control. Así, está demostrado que la reducción en el consumo excesivo de sal, la práctica regularde una actividad física, la reducción ponderal, la disminución del consumo excesivo de alcohol, el consumode frutas y verduras ricas en potasio y las dietas DASH (dietary approaches to stop hypertension) ymediterránea disminuyen el nivel de presión arterial. Sin embargo, la combinación de varias medidasdietéticas parece no tener un efecto aditivo, en el que se sumarían los beneficios de cada una de ellas porseparado, sino un efecto «infraaditivo». Esta observación justificaría una adaptación individual de lasestrategias dietéticas en función del paciente. A pesar de su probada eficacia, el cumplimiento de estasmedidas por parte de los pacientes constituye un verdadero desafío para la salud pública que requiere unseguimiento dietético así como una formación práctica de los profesionales sanitarios no especializadosen nutrición.© 2014 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Hipertensión arterial; Medidas dietéticas; Régimen DASH

Plan

■ Introducción 1■ Medidas dietéticas de probada eficacia 2

Resena fisiopatológica: medidas dietéticas más importantes 2Reducción del consumo de sal 2Reducción ponderal 2Actividad física 3Alcohol 3Régimen DASH (dietary approaches to stop hypertension) 3

■ Minerales, vitaminas y flavonoides 4Potasio 4Calcio 4Magnesio 4

■ Medidas dietéticas combinadas 4■ Posible efecto deletéreo de una reducción del consumo

generalizado de sal 5■ Medidas para lograr una reducción del consumo de sal 5■ Recomendaciones 5■ Conclusión 6

� IntroducciónLa hipertensión arterial (HTA), por definición, corresponde a

cifras superiores o iguales a 140 mmHg para la presión arterialsistólica (PAS) y/o a 90 mmHg para la presión arterial diastólica(PAD). Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cons-tituye un importante factor de riesgo cardiovascular que en elmundo provoca 7,5 millones de muertes, es decir, que representaun 12% de la mortalidad global, con independencia de las cau-sas [1].

En Francia, la prevalencia de la HTA es del 31% según el estu-dio nacional sobre nutrición y salud de 2006-2007, realizadosobre una muestra representativa de 4.000 adultos con edadescomprendidas entre los 18 y los 74 anos y residentes en ciu-dades [2]. La HTA representa una parte importante de los gastossanitarios. En 2006, el tratamiento medicamentoso por pacientesupuso un gasto medio anual de 218 euros, equivalente a 2,3 milmillones de euros para ese mismo ano en toda Francia [3], consi-derando el conjunto de los distintos regímenes de la SeguridadSocial.

Aunque el tratamiento farmacológico como única medida tera-péutica resulta eficaz para reducir la morbimortalidad asociada ala HTA [4], se calcula que la proporción de hipertensos tratados es

EMC - Tratado de medicina 1Volume 18 > n◦3 > septiembre 2014http://dx.doi.org/10.1016/S1636-5410(14)68146-0

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inferior al 50% y que la de los pacientes controlados no llega al25%, lo que en parte podría explicarse por una mala observanciaterapéutica [2].

Al considerar estos datos, las medidas higiénico-dietéticascontra la HTA pueden tener la doble ventaja de retrasar la instau-ración de un tratamiento farmacológico y de reducir la presiónarterial de los pacientes que ya siguen un tratamiento.

Por lo tanto, como las medidas dietéticas han demostrado sueficacia para reducir la presión arterial, su cumplimiento a largoplazo constituye un verdadero desafío de salud pública. ¿En quémedida contribuyen las medidas dietéticas en el control de lahipertensión? ¿Cómo, en la práctica médica, se pueden integrarestas medidas dietéticas en el tratamiento de la hipertensión arte-rial?

� Medidas dietéticas de probadaeficaciaResena fisiopatológica: medidas dietéticasmás importantes

En el Cuadro 1 se recogen una serie de resenas fisiopatológicasde las medidas dietéticas más importantes.

Reducción del consumo de salDe acuerdo con el último informe del Estudio nacional nutri-

ción y salud, el consumo medio de sal en Francia es de 8,5 g/día [7].Esta cifra sigue siendo elevada con respecto al umbral estable-cido por la OMS, que es de 5 g/día. Recordemos que 100 mmolde sodio corresponden a 2,3 g de sodio y que 1 g de sodio corres-ponde a 2,35 g de sal. La mayor parte de los aportes sódicos (el75% del sodio consumido) procede de los alimentos preparados(pan, tostadas, sopas, quesos, platos elaborados) [8].

Cuadro 1.Resenas fisiopatológicas sobre las principales medidas dietéticas.

Bases estratégicas Hipótesis y bases fisiopatológicas

Reducción del sodio Modificaciones concomitantes de loscontenidos de agua y sodioextracelulares [5, 6]

Aumento de la activación del sistemarenina, angiotensina, aldosteronaDisminución de las resistenciasvasculares periféricas

Pérdida de peso Reducción ponderal [4]

Disminución de las catecolaminasplasmáticasDisminución de la actividad simpática:vasorrelajaciónDisminución del efecto inhibidor del NODisminución de la secreción de leptinapor los adipocitos

Práctica regular deejercicio físico

Disminución del hiperinsulinismo y dela insulinorresistenciaMejora de la distensibilidad arterial

Reducción del consumoexcesivo de alcohol

Disminución de la vasoconstriccióndependiente del alcohol

Régimen DASH Vasodilatación probablementerelacionada con la acción conjugada delpotasio, del calcio y del NO

Potasio Mantenimiento del equilibriohidroeléctrico [5, 6]

Reducción de las resistencias vascularesperiféricas por una disminución de laproliferación de los músculos vasculareslisos

NO: monóxido de nitrógeno; DASH: dietary approaches to stop hypertension.

Cuadro 2.Lista de 10 alimentos que aportan un alto contenido diario de sodio [7].

Clasificación Tipo de alimentos Porcentaje de losaportes cotidianosde sodio

1 Pan 24,2 ± 13,7

2 Sopas 17,9 ± 11,7

3 Carnes preparadas a base decerdo

13,6 ± 9,1

4 Alimentos preparados 10,5 ± 9,9

5 Quesos 9,2 ± 6,6

6 Bollería y dulces 8,5 ± 8,1

7 Comida rápida 7,1 ± 8,8

8 Cereales para el desayuno 5,2 ± 5,7

9 Productos lácteos 3,4 ± 3

10 Pescado y mariscos 3,4 ± 4,5

Por otra parte, se ha demostrado [9] la existencia de una relacióndosis-efecto entre el aporte de sodio y el aumento de la presiónarterial. El estudio observacional INTERSALT, que evaluó la natriu-resis de 24 horas en 10.079 pacientes de 32 países, ha mostrado queun aumento de 2,3 g/día de sodio estaba asociado a una elevaciónde la PAS y de la PAD en 4,5 y 1,5 mmHg, respectivamente [9].

Un reciente metaanálisis de 34 ensayos aleatorizados(3.230 participantes) ha comparado el efecto de una pequenareducción en el consumo de sal con el consumo habitual sobrela variación de la presión arterial [10]. Una reducción media dela excreción urinaria de sodio de 75 mmol/24 horas, equivalentea 4,4 g de sal al día (calculada mediante la excreción urinariade sodio de 24 horas), provocaba una significativa disminucióntanto de la PAS (de 4,18 mmHg) como de la PAD (2,06 mmHg).En los pacientes hipertensos, una reducción de la excreciónurinaria de sodio de 75 mmol/24 horas induce unas reduccionesrespectivas de 5,39 mmHg y 2,32 mmHg en las PAS y PAD. En lospacientes normotensos, la reducción de las presiones arterialesfue de 2,42 mmHg y 1 mmHg, respectivamente.

Así pues, los pacientes hipertensos deberían reducir el consumode alimentos como el pan, las pizzas, las sopas, la bollería, las pata-tas fritas, el salmón ahumado, los quesos y la charcutería (Cuadro2).

Es importante recordar que una reducción en el consumo desal disminuye en casi 5 mmHg el nivel de presión arterial de lospacientes hipertensos, lo que es sin duda una reducción significa-tiva.

Además de la reducción en el consumo de sal como medidadietética para el control de la HTA, la pérdida de peso también hademostrado su eficacia en la disminución de la presión arterial.

Reducción ponderalSe ha efectuado una revisión sistemática de 14 estudios (estu-

dios de observación e intervención) [11] con el fin de analizar elefecto a largo plazo de una reducción ponderal sobre la presiónarterial de individuos con sobrepeso/obesidad (índice de masacorporal [IMC] ≥ 28 kg/m2). La duración mínima del seguimientoen estos estudios fue de 2 anos. Las intervenciones de los estu-dios incluidas en el análisis se basaban en el régimen dietético,en el tratamiento medicamentoso (120 mg de orlistat, inhibidorde la lipasa pancreática) y también en el tratamiento quirúrgico(cirugía de derivación). La modelización de los resultados de los11 estudios que han proporcionado los datos cuantitativos (sin eltratamiento por cirugía) sobre el peso y la presión arterial muestraque una reducción ponderal de 10 kg disminuye en 6 mmHg y en4,6 mmHg la PAS y la PAD, respectivamente. En el estudio llevadoa cabo por Hovarth et al, se ha comparado el efecto del régimendietético sobre la pérdida ponderal en pacientes hipertensos conel del tratamiento medicamentoso (orlistat) [12]. En caso de régi-men dietético, una reducción de peso de 4 kg provoca un descensode la PAS de 6 mmHg, mientras que con el orlistat, la bajada de laPAS es tan sólo de 2,5 mmHg para la misma reducción ponderal.

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Cuadro 3.Composición nutricional de los regímenes utilizados en el ensayo DASH [17] a.

Nutrientes Control Enriquecido en frutas y verduras DASH

Materias grasas 37 37 27

Ácidos grasos saturados (S) 16 16 6

Ácidos grasos monoinsaturados 13 13 13

Ácidos grasos poliinsaturados (P) 8 8 8

Proporción P/S 0,5 0,5 1,33

Hidratos de carbono 48 48 55

Proteínas 15 15 18

Potasio (mg) 1700 4700 4700

Magnesio (mg) 165 500 500

Calcio (mg) 450 450 1240

Fibras (g) 9 31 31

Colesterol (g) 300 300 150

Sodio (mg) 3000 3000 3000

DASH: dietary approaches to stop hypertension.a Los contenidos en materias grasas, en hidratos de carbono y en proteínas están en porcentaje de aporte energético total. Los contenidos en minerales están fijados paraun aporte energético de 2.100 kcal.

Durante estos últimos anos, la cirugía de derivación ha logradoen pacientes obesos reducciones ponderales que pueden alcanzarun 38% del peso inicial al cabo de 1 ano [13]. En el Swedish ObeseSubjects Study (estudio prospectivo no aleatorizado), en el que secomparó la cirugía bariátrica con las medidas higiénico-dietéticas,la disminución del peso a 2 y a 10 anos fue claramente superioren el grupo sometido a cirugía bariátrica (23 y 16% de reduc-ción ponderal) que en el grupo que siguió las recomendacioneshigiénico-dietéticas (+0,1 y +1,6 kg).

Actividad físicaEn un metaanálisis que agrupó 105 ensayos aleatorizados y

controlados, se evaluó el efecto de diferentes intervencioneshigiénico-dietéticas, entre las cuales estaba el ejercicio físico y larelajación, sobre la presión arterial de pacientes hipertensos. Entreestos estudios, 20 ensayos (es decir, 1.270 individuos) analizaronla eficacia del ejercicio físico aeróbico sobre la presión arterial.Al comparar los dos grupos (control-intervención) [14], se observóuna reducción de la presión arterial media de 4,6 mmHg para laPAS y de y 2,5 mmHg para la PAD. La intensidad del ejerciciofísico fue moderada, baja o no especificada en 10 de los ensa-yos. Por otra parte, en 23 ensayos analizados (1.231 personas),la relajación producía un descenso significativo tanto de la PAS(4 mmHg) como de la PAD (3,1 mmHg) con respecto al grupocontrol.

En definitiva, las personas hipertensas deberían realizar unaactividad física moderada y evitar la práctica de un ejercicio físicointenso (levantar peso, competición de alto nivel) que podríatener un efecto vasopresor.

AlcoholLa relación entre el consumo de alcohol y el nivel de presión

arterial es temporal y reversible. Moreira et al han mostrado quela presión arterial aumenta en los adultos con el nivel de con-sumo de alcohol [15], pero que baja al interrumpir su ingesta. Enlos hipertensos, se ha observado además una relación entre unconsumo de alcohol elevado y un mayor riesgo de hemorragiacerebral, mientras que el riesgo es bajo cuando el consumo dealcohol es moderado.

Un metaanálisis de 34 estudios observacionales ha demostradoque existe una relación entre el consumo de alcohol y la mor-talidad total (seguimiento medio de 10 anos de duración) [16].Así, dicho estudio muestra que un consumo de alcohol de 1-2 vasos/día en la mujer y de 2-4 vasos/día en el varón está asociadoa un riesgo de mortalidad bajo. Por este motivo, un consumo dealcohol moderado puede tener un efecto beneficioso para la salud.

En cambio, un consumo de alcohol elevado (> 2 vasos/día en lamujer y > 4 vasos/día en el varón) está asociado a un elevado riesgode mortalidad.

Hay que recordar que el consumo de alcohol está contraindi-cado en la mujer embarazada por su fetotoxicidad.

Régimen DASH (dietary approaches to stophypertension)

Entre las diferentes estrategias dietéticas recientementedisenadas para el control no medicamentoso de la HTA, elrégimen DASH (al principio conocido como régimen «ideal»)sigue siendo el más estudiado, ya sea solo o combinado conotras medidas dietéticas (cf composición del régimen DASH en elCuadro 3).

En el ensayo aleatorizado y controlado que evaluaba el régimenDASH, 459 individuos (PAS ≤ 160 mmHg, 85 ≤ PAD ≤ 90 mmHg)fueron distribuidos en tres grupos de manera aleatoria [18]. El grupocontrol fue sometido a un régimen calcado del modelo alimenta-rio estadounidense (cf Cuadro 1), el segundo grupo a un régimenenriquecido con frutas y verduras y el tercer grupo, al régimenDASH. Todos los regímenes tenían el mismo valor calórico y elmismo contenido en sodio. Después, se efectuó un seguimientode los participantes durante 8 semanas, al cabo del cual se procedióa comparar las medias de las diferencias de PAS y de PAD delos 459 individuos con un umbral de significación de 0,025. Lareducción de la PAS en el grupo sometido al régimen DASH fuede 5,5 mmHg, superior a la del grupo control (p < 0,001). El des-censo de la PAS también fue significativo al comparar el grupoDASH con el del régimen rico en frutas y verduras (2,7 mmHg;p < 0,001). Por último, la comparación de la PAS entre el grupo dela dieta enriquecida con frutas y verduras y el grupo control tam-bién mostró una reducción significativa (2,8 mmHg; p < 0,001).Al comparar la disminución de la PAD entre los mismos grupos,se observaron resultados significativos pero con una reducciónmenos importante.

Entre los 133 pacientes hipertensos del estudio, se observó undescenso de la PAS de 11,4 mmHg en el grupo DASH, significativorespecto del grupo control [18]. Además, la reducción de la presiónarterial a las 2 semanas de la intervención fue más rápida en elgrupo DASH que en los otros dos grupos.

La dieta mediterránea, igualmente rica en frutas y verduras,se diferencia del régimen DASH por su riqueza en ácidos gra-sos poliinsaturados. Un reciente metaanálisis ha demostrado laeficacia de dicha dieta en la reducción de los riesgos cardiovascu-lares y de la mortalidad en personas de riesgo (diabetes tipo 2,hipertensión, tabaquismo, dislipidemias, sobrepeso/obesidad oantecedente de enfermedad coronaria) [19].

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“ Punto importante

Una disminución de 4,4 g/día en el consumo excesivo desal podría reducir la PAS en 5 mmHg y la PAD en 2 mmHg.El descenso del nivel de presión arterial es más impor-tante con un régimen hiposódico asociado a la actividadfísica o a una estrategia de pérdida ponderal. Entre lasmedidas dietéticas establecidas, el régimen DASH permiteconseguir una importante reducción del nivel de presiónarterial.

� Minerales, vitaminasy flavonoidesPotasio

Varios estudios han demostrado el efecto hipotensor del pota-sio. Un metaanálisis de 33 ensayos terapéuticos aleatorizados queincluyeron 2.609 pacientes ha puesto de manifiesto que un suple-mento de potasio de 50-100 mmol/día (potasio elemento) reducíala PAS en 3 mmHg y la PAD en 2 mmHg [20]. El descenso de la pre-sión arterial era más importante en los pacientes que consumíancantidades elevadas de sodio.

CalcioEl calcio es indispensable para el funcionamiento de los mús-

culos. La despolarización de la membrana de los músculos lisosvasculares que acompana a la elevación del nivel de presión estárelacionada con un movimiento del calcio desencadenado porlos canales cálcicos dependientes de voltaje [21]. Esto aumenta eltono muscular y crea resistencias vasculares periféricas. Numero-sos estudios han demostrado la existencia de una relación inversaentre los aportes de calcio y el nivel de la presión arterial. Unmetaanálisis de alrededor de 40 ensayos clínicos aleatorizados(cerca de 2.500 participantes incluidos) ha demostrado que unsuplemento aproximado de 1.000 mg de calcio/día reducía la PASen 1,9 mmHg y la PAD en 1 mmHg [22]. La disminución del niveltensional de la PAS y de la PAD era de 2,6 mmHg y 1,3 mmHg,respectivamente, cuando se trataba de individuos cuyos aportescálcicos eran menores que los recomendados en una dieta ade-cuada (< 1.000 - 1.200 mg/día).

MagnesioEl aumento del tono de la musculatura lisa vascular contribuye

a la hipertensión. Sin embargo, una de las hipótesis fisiopatoló-gicas manejadas asocia la acción del magnesio al potasio. Así, elaumento del magnesio extracelular y la reducción de la permeabi-lidad de la membrana celular disminuirían la pérdida de potasiointracelular, lo que a su vez reduciría el tono de los músculos lisosvasculares [23]. Según otra hipótesis, el magnesio actuaría sobre losmúsculos lisos como un antagonista del calcio e induciría unavasorrelajación.

Los resultados de los estudios clínicos que han evaluado la efi-cacia de un suplemento de magnesio sobre la disminución de lapresión arterial son divergentes.

Un metaanálisis realizado sobre ocho ensayos clínicos aleatori-zados y controlados ha evaluado el efecto de un suplemento demagnesio sobre la reducción de la presión arterial en 545 pacienteshipertensos. La duración del seguimiento fue de 26 semanas. Elestudio pone de manifiesto un descenso no significativo de la PASde 1,3 mmHg [24]. La reducción de la PAD, que fue de 2,2 mmHg,sí resultó significativa.

“ Punto importante

El aporte de potasio mediante una alimentación rica en fru-tas y verduras es beneficioso para reducir la presión arterialde los pacientes hipertensos. Asimismo, es probable que elcalcio, el magnesio, la vitamina D y los flavonoides tengantambién un efecto hipotensor, pero más moderado.

� Medidas dietéticas combinadasLa reducción del consumo de sal, primera medida dietética

contra la hipertensión arterial, ha sido asociada a otras estrategiasdietéticas.

En un ensayo clínico aleatorizado, se han estudiado los efectoshipotensores de un régimen típicamente estadounidense (con-trol) y del régimen DASH habitual, todos asociados a aportesvariables de sodio (elevado: 3,5 g/día; moderado: 2,5 g/día; bajo:1,5 g/día). El consumo de sal era determinado por la natriuresisde 24 horas. La eficacia de los regímenes sobre la reducción de lapresión arterial fue evaluada en más de 400 individuos con unaedad mínima de 22 anos (PAS entre 120 y 159 mmHg y PAD entre80 y 95 mmHg). La reducción del consumo de sodio (aporte ele-vado frente a aporte moderado de sodio) provocó un descenso dela PAS de 2,1 mmHg con el régimen control y de 1,3 mmHg conel régimen DASH. Las reducciones respectivas de la PAS con losregímenes control y DASH fueron de 4,6 y de 1,7 mmHg (aportemoderado frente a aporte bajo de sodio).

Si se compara el régimen de control, rico en sodio, con el régi-men DASH, de contenido sódico bajo, este último reduce la PAS enun promedio de 8,9 mmHg y la PAD, en 4,5 mmHg (conjunto delos individuos). Sin embargo, al comparar los regímenes DASH ycontrol con los mismos aportes de sodio (3 g/día) [18], la reducciónde la PAS es de 5,5 mmHg.

En el grupo control, el cambio del régimen con alto contenidoen sodio por el de bajo contenido inducía una reducción media de6,7 mmHg para la PAS y de 3,5 mmHg para la PAD. El cambio delrégimen DASH con alto contenido en sodio por el mismo régimenpero con bajo contenido sódico inducía una reducción media de3 mmHg para la PAS y de 1,6 mmHg para la PAD. Por lo tanto, seobserva que la reducción media de la presión arterial es moderadacuando se reduce demasiado el contenido de sodio en el régimenDASH. El efecto aditivo no aparece cuando la reducción del con-tenido de sodio es importante. Este hecho se podría deber a que elbajo contenido de sodio reduciría el efecto hipotensor del potasio.Por otra parte, los altos contenidos de calcio y potasio presentesen el régimen DASH podrían reducir la acción del bajo contenidode sodio. En los pacientes hipertensos, el régimen DASH de bajocontenido en sodio (1,2 g/día) reducía de manera significativa laPAS, en 11 mmHg.

El ensayo aleatorizado ENCORE ha comparado el efecto hipo-tensor del régimen DASH solo, con el de un régimen control(modelo estadounidense) y el del régimen DASH asociado a unareducción ponderal (con ejercicio físico). Los pacientes que par-ticiparon eran aparentemente sanos, de una edad mínima de35 anos, con sobrepeso u obesidad, y se repartieron en estos tresgrupos. El estudio mostró que con el régimen DASH asociadoal ejercicio físico aeróbico se lograba una reducción significativatanto de la PAS (16 mmHg) como de la PAD (9 mmHg). Con elrégimen DASH como única estrategia, la PAS y la PAD bajaron11 mmHg y 7,5 mmHg, respectivamente. Con el régimen control,las reducciones respectivas de la PAS y de la PAD fueron de 3,4 y3,8 mmHg. La diferencia entre la reducción de la PAS y de la PADen los grupos de intervención (DASH con ejercicio físico y DASHsolo) y el grupo control fue significativa (p < 0,01). La disminu-ción de la PAS en el grupo DASH combinado con ejercicio físicoera más importante que la del grupo DASH solo (p = 0,01). Por loque se refiere a la PAD, la diferencia entre los dos grupos no fuesignificativa (p = 0,06).

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El ensayo aleatorizado PREMIER ha comparado la eficacia detodas las estrategias no medicamentosas (reducción del consumode sal y de alcohol, pérdida de peso, práctica de ejercicio físico)con el efecto de estas medidas combinadas con el DASH. Despuésde 6 meses, la reducción de la PAS media fue de 3,7 mmHg enel grupo «medidas sin DASH» y de 4,3 mmHg en el grupo DASHasociado a otras medidas.

Este estudio revela que el efecto hipotensor de todas lasmedidas recomendadas es infraaditivo cuando se aplican combi-nadas, lo que podría explicarse por la existencia de interaccionesnutricionales y variaciones interpersonales. Estos resultadosmuestran que sería necesario adaptar la estrategia dietética acada paciente para elegir la que pueda tener un mayor efectohipotensor.

En relación con las sales minerales, los estudios no han demos-trado un efecto aditivo o sinérgico del calcio, del potasio y delmagnesio sobre la presión arterial. Es posible que una interaccióncon el calcio pueda reducir el efecto del potasio sobre la presiónarterial.

“ Punto importante

La combinación de más de dos estrategias dietéticas, com-parada con la aplicación de una sola de ellas, no siempretiene un efecto beneficioso adicional sobre la reducción delnivel de presión arterial. La asociación del régimen DASHcon el ejercicio físico reduce de manera importante el niveltensional en los pacientes hipertensos.

� Posible efecto deletéreode una reducción del consumogeneralizado de sal

La relación entre un elevado consumo de sodio y un altonivel de presión arterial ha sido plenamente demostrada [9]. Sinembargo, el estudio EPOG (estudio longitudinal) muestra queel aumento de la PAS en función de los niveles de consumode sal (evaluado por la natriuresis de 24 horas) no es predictivode una mayor incidencia de HTA y todavía menos de enferme-dades cardiovasculares. El estudio muestra que la incidencia dela HTA es más elevada en consumidores moderados y menoselevada entre los grandes consumidores, aunque esta diferenciano es significativa. O’Donnell et al han estudiado la asocia-ción entre el nivel de excreción urinaria de sodio y la apariciónde episodios cardiovasculares en una cohorte de pacientes deriesgo con una edad mínima de 55 anos (procedentes de losestudios ONTARGET y TRANSCEND). Al comienzo, la excreciónurinaria era de 4-5,9 g/día. Una natriuresis superior a 7 g/díaestaba asociada a un riesgo elevado de accidentes cardiovascu-lares. Una natriuresis baja (3 g/día) también estaba asociada aun alto riesgo de accidentes cardiovasculares. Ante estos resul-tados, los autores concluyeron que existía una relación entre laexcreción urinaria de sodio y la incidencia de accidentes car-diovasculares. Una de las posibles explicaciones sería que unareducción brusca e importante del consumo de sal aumentaríael nivel plasmático de la actividad de la renina, de la aldoste-rona, la concentración de noradrenalina y adrenalina, el colesteroltotal y los triglicéridos [5], con los consiguientes efectos negativoscardiovasculares. Estos estudios plantean, por tanto, una para-doja: si bien una reducción generalizada en el consumo de sal,como la recomendada en las políticas actuales de salud pública,podría ser beneficiosa para los grandes consumidores hiperten-sos, es lícito preguntarse si también resulta beneficiosa o inclusosi su efecto podría ser deletéreo sobre el sistema cardiovascularen algunas subpoblaciones (consumidores moderados normoten-sos).

“ Punto importante

La reducción del consumo de sal en la población general,aunque beneficiosa para los hipertensos, puede resultardeletérea para los consumidores moderados de sal asícomo para los normotensos.

� Medidas para lograr unareducción del consumo de sal

En el hipertenso, se debe adaptar la reducción del consumode sal al perfil del paciente (mayor sensibilidad a la sal en losnegros, ancianos y algunos portadores de una mutación en el gende la alfa-aducina implicado en la reabsorción renal del sodio).Si el paciente es un gran consumidor de sal, debería reducir suconsumo a 6 g/día.

En la práctica clínica, las recomendaciones son: evitar anadir sala las comidas antes de probarlas, así como limitar el consumo deplatos preparados y de alimentos con gran contenido en sal comoel pan, las sopas, el salmón ahumado, la charcutería, los cacahue-tes y las pizzas (Cuadro 1). Se recomienda también privilegiar lasfrutas y verduras, con un consumo de cuatro a seis porciones dia-rias, es decir, 400 g/día. Como la bajada de la presión arterial conuna reducción del aporte de sodio es sensible al ejercicio físico,sería también recomendable combinar el régimen hiposódico conla práctica regular de una actividad física. Asimismo, es indispen-sable establecer a nivel individual una prelación en estas medidasdietéticas, con el fin de seleccionar aquella que resulte más eficazpara el paciente.

“ Punto importante

La estrategia dietética que se debe adoptar contra la hiper-tensión arterial ha de adecuarse al perfil del paciente. En elhipertenso, el consumo de sal no debe exceder los 6 g/día.Además, se debe reducir drásticamente el consumo de pla-tos preparados e incluir en la dieta al menos cuatro o cincoporciones de frutas y verduras.

� RecomendacionesEn Francia, la Société Francaise de l’Hypertension Artérielle

(SFHTA) establece varias estrategias para normalizar la presiónarterial en los hipertensos.

Ante la sospecha de una HTA, la SFHTA recomienda la instau-ración de unas medidas higiénico-dietéticas consistentes en:• reducir el consumo excesivo de sal;• practicar una actividad física con regularidad;• reducir el peso en caso de sobrecarga ponderal;• reducir el consumo excesivo de alcohol;• privilegiar el consumo de frutas y verduras;• dejar el tabaco.

El objetivo es conseguir que, fuera de la consulta del médico, lascifras de PAS no sobrepasen los 130-139 mmHg y las de PAD seaninferiores a 90 mmHg (y la PAS sea inferior a 150 mmHg en per-sonas mayores de 80 anos). Cuando se prescribe un tratamientomedicamentoso, éste debe ir acompanado de medidas higiénico-dietéticas.

La Sociedad Europea de Cardiología recomienda la prácticadiaria de 30-45 minutos de ejercicio físico para las personashipertensas sedentarias. El consumo de alcohol se debe reducir

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en estos pacientes a 1 vaso/día en la mujer y 2 vasos/día enel varón. Además, se insiste en la instauración de un apoyoconductual y dietético adaptado a cada paciente. El médico,a su vez, deberá evaluar con regularidad dicha estrategia conel fin de alcanzar resultados beneficiosos para el paciente. Sinembargo, cuando la reducción de la presión resulta difícil delograr, no se debe renunciar a un tratamiento farmacológico,y si el tratamiento medicamentoso se hace necesario, se man-tendrán las medidas dietéticas como complemento. También esmuy aconsejable una reducción de peso cuando los pacienteshipertensos tienen sobrepeso u obesidad. En los pacientes hiper-tensos que tengan un peso normal, se privilegiará la estabilizaciónponderal.

“ Punto importante

La Société Francaise de l’Hypertension Artérielle reco-mienda mantener las cifras ambulatorias de PAS entre130-139 mmHg y las de PAD, por debajo de 90 mmHg.La PAS en pacientes mayores de 80 anos debe ser infe-rior a 150 mmHg. El tratamiento medicamentoso debe iracompanado de estas medidas higiénico-dietéticas. Cual-quier paciente hipertenso debe abandonar el tabaco.

� ConclusiónDe entrada, la aplicación de medidas dietéticas destina-

das a controlar la hipertensión arterial puede parecer difícil,pero en realidad resulta sencillo cuando se cuenta con elacuerdo del paciente y con la motivación del médico paraacompanarle.

Tal y como lo estipulan casi todas las recomendaciones, no sóloes responsabilidad de la pareja médico/paciente, sino del conjuntode los profesionales sanitarios (farmacéutico, nutricionista, per-sonal de enfermería) y del entorno familiar. Únicamente así sepodrá optimizar el tratamiento no medicamentoso, solo o aso-ciado al tratamiento farmacológico del paciente. Estas medidashigiénico-dietéticas permitirán asimismo retrasar la instauracióndel tratamiento farmacológico o evitar la politerapia medica-mentosa. Las medidas higiénico-dietéticas combinadas con eltratamiento medicamentoso podrán facilitar un rápido descensode la presión arterial.

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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Kaboré J, Lelong H, Agnoletti D, Safar M, Blacher J. Prescripción dietética en lahipertensión arterial. EMC - Tratado de medicina 2014;18(3):1-7 [Artículo E – 3-0910].

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