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LA CIENCIA POLÍTICA Marcel Prélot 103 CUADERNOS ^ucleba

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  • LA CIENCIAPOLTICA

    Marcel Prlot

    103 CUADERNOS ^ucleba

  • 320 Prlot, MarcelPRE La ciencia poltica.- 1 ed.- Buenos Aires :

    Eudeba, 2002.112 p. ; 11x18 cm.- (Cuadernos)Traduccin de: Toms Moro SimpsonISBN 950-23-1229-5

    I Ttulo. - 1. Ciencia Poltica

    EudebaUniversidad de Buenos Aires,

    3 a edicin: abril de 2002., ,ir,

    Ttulo de la obra original: La science politiquePresses Universitaires de France, Pars, 1961.

    1994, Editorial Universitaria de Buenos AiresSociedad de Economa MixtaAv. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos AiresTel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202www.eudeba.com.ar

    Ilustracin de tapa: Relieve de Luca della RobbiaDiseo de tapa: Silvina SimondetCorreccin y composicin general: Eudeba

    ISBN 950-23-1229-5Impreso en la ArgentinaHecho el depsito que establece la ley 11.723

    INTRODUCCIN

    1'

    I. La poltica

    La definicin de poltica que adoptaremos se apo-ya tanto en la historia de las palabras como en lahistoria de las ideas, se inspira ampliamente en lasconcepciones y el vocabulario actuales.

    En las ciencias humanas es necesario remitirse ala opinin general. Los socilogos han observado unacorrespondencia directa entre la formacin del len-guaje y la creacin del derecho. Lo mismo se aplicaa los conceptos polticos. Con frecuencia basta aclararla posicin tradicional y medir exactamente su valorpara que se desvanezcan numerosos equvocos. En lu-gar de soluciones diversas y controvertidas, prevalecela que goza de la ms amplia aceptacin.

    La palabra "poltica" se origina en las palabrasgriegas polis, politeia, politica, politik. e polis: la Ciudad, estado, el recinto urbano, la co-

    marca, y tambin la reunin de ciudadanos queforman la ciudad;

    e politeia: el Estado, la Constitucin, el rgimen po-ltico, la Repblica, la ciudadana (en el sentidode derecho de los ciudadanos)

    ta po.litica: plural neutro de politicos, las cosas po-lticas, las cosas cvicas, todo lo concerniente alEstado, la Constitucin, el rgimen poltico, la Re-pblica, la soberana;

    e politik (techn): el arte de la poltica.Para los antiguos, la poltica pragmateia es el es-

    tudio o el conocimiento de "la vida en comn de loshombres segn la estructura esencial de esta vida,que es la constitucin de la ciudad" 1 .

    1 ERIC WEIL, Philosophie politique, Pars, Vrin 1956,pg. 11.

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    LA FOTOCOPIAMATA AL LIBROY ES UN DELITO

    No se permite la reproduccin total o parcial de estelibro, ni su almacenamiento en un sistema informtico,ni su transmisin en cualquier forma o por cualquiermedio, electrnico, mecnico, fotocopias u otrosmtodos, sin el permiso previo del editor.

  • El hombre antiguo, tal como lo defini Aristte-les, aparece as como un ser o "animal cvico". Se dis-minuye enormemente el alcance de la definicin altraducir zoon politikon por "animal social". El animales tambin social, pero solo el hombre es poltico. Elhombre no vive en manadas o en hordas; su carcterespecfico es vivir insertado en el organismo socialque constituye la Polis, la Ciudad, y sta es para ltanto una necesidad natural como ideal.

    La Polis no es solo la ciudad como planta urbana.Atenas como Ciudad-estado es mucho ms vasta quela Atenas como recinto urbano. No solo incluye lametrpoli, sino tambin un territorio agrcola, lacampaa circundante, sembrada de granjas y peque-os pueblos, y un puerto: el Piro. Es todo esto lo queconstituye el Atica. Su estructura poltica integra unconjunto complejo, como el de un cantn suizo. El3 ,'recr^to urbanoe^, .^fn,`d^t^a,.'esn^i :T es "MsculocuJocardaco", al decir de Maurice Defourny, 2 pero no estoda la Ciudad-estado.

    Hay pues correspondencia, en cuanto al conceptomismo, entre la Ciudad antigua y el Estado moderno.An hoy empleamos a veces el trmino "Ciudad" enel sentido antiguo. R. Poincar ha escrito hace pocouna obra de vulgarizacin titulada: Ce que demandela Cit,3 donde se considera las exigencias del Estadofrancs y no las necesidades de Pars.

    La correspondencia verbal entre la Ciudad y elEstado se halla asegurada, en latn, mediante la pala-bra respublica. A ta politika las cosas cvicas, lo queconcierne a la ciudad corresponde res publica: la

    2 Essai sur la Politique d'Aristote. Pars, Beauchesne,1932, p. 7. [Como bien se ha observado, los griegos utili-zaban una palabra especial asty para referirse a la ciu-dad como mero lugar de residencia y aun como centrocapital de una comunidad polticamente organizada. La ex-presin polis vari con el tiempo de significacin. Comenzpor indicar a la ciudadela la acrpolis en Atenas, p.e., ytermin por nominar a la totalidad de elementos que se inte-gran en la constitucin de un organismo poltico soberano.Vid. Ernst Barker, The Politics of Aristotle, Oxford LJni-versity Press, 1952, "Introduction", pgs, Lxiv -

    Lvx].3 Pars, Hachette, sin fecha (hacia 1910) .

    6

    cosa pblica. Segn Quicherat, de Republica erit si-lentium se traduce por "no hablaremos de poltica";y accedere ad Rempublicam por "intervenir en pol-tica" (Cicern) . Como adjetivo, "repblico" es equi-valente a `cvico". El eco de esta equivalencia llegahasta el siglo XVIII, en las expresiones revoluciona-rias "juramento cvico" y "espritu cvico".

    El latn clsico no utiliza la palabra politicus(a, urn) ms que como adjetivo. Si bien Cicern to-ma directamente del griego la palabra politeia paradesignar la Repblica, usa una perfrasis para desig-nar el conocimiento poltico: civilis scientia, y tam-bin rerum civilium scientia. Quintiliano dice civili-tas, y Tito Livio ars reipublicae gerendae.

    Ms tarde la palabra "Estado" une a la ex-presin res publica. La conjuncin "estado de la cosapblica" , aparece en la definicin del derecho pro-puesta por [ilpian: Ijs` -studii .duae `sunt ' ,positio-nes: publicum et privatum. Publicum jus est quodad statum re romanae spectat; privatum, quod adsingulorum utilitatem ("En el estudio del derechohay dos aspectos: el pblico y el privado. El derechopblico concierne al estado de la Repblica; el pri-vado, a la utilidad de los particulares.") 4

    En s mismo, el trmino status solo significa unaposicin, una actitud, el estar de pie. Da la idea deuna cierta estabilidad. Pero adquiere un sentido po-ltico con el determinativo "la cosa romana" o "la co-sa pblica". Con el correr del tiempo la palabrastatus y la expresin res publica fueron adquiriendopoco a poco, y separadamente, el mismo sentido.

    La latinidad media y baja desconoce la palabrapolitica, que no figura en el glosario de du Cange(1678) . En francs, en cambio, la palabra "politique"se emplea desde el siglo xiii en el sentido griego deltrmino. En el Livre de toutes choses (Libro de todaslas cosas) , Brunetto Latini observa que poltica esel gobierno de las ciudades, que es la ciencia msalta y ms noble y comprende los ms nobles oficios

    4 Institutas de Justiniano, libro I, t. I: De Justitia etJure, IV.

    7

  • del mundo, de modo que la poltica comprende gene-ralmente todas las artes que ocupan a la comunidadhumana". De igual modo, en la lengua erudita de lossiglos xv y XVII se usa politie por gobierno, y policienpara referirse al ciudadano y al 'hombre de Estado;durante un tiempo an ms largo y ms corrien-temente, police design la forma establecida de go-bierno.

    Durante el siglo xvi, la palabra Politica perteneceal latn de los humanistas. Tal es el ttulo de la granobra de Johanes Althusius (1557-1638) : Politica met-hodice digesta exemplis sacris et profanis illustrata(Poltica metdicamente compuesta e ilustrada conejemplos sagrados y profanos) .

    Corno se ver ms adelante, las otras "Polticas"del siglo xvi se denominan Il Principe (El prncipe,de Maquiavelo) y los Six livres de la Rpublique(Seis libros sobre la Repblica, de Bodin) . Maquia-velo incorpora al uso corriente la expresin "Estado".

    En el siglo xvii Bossuet vuelve a la costumbreantigua, y titula su obra La Politique Tire des pro-pres paroles de 1' Ecriture Sainte (La poltica segnlas propias palabras de la Santa Escritura) , y no,como sus predecesores, L' institution du prince chr-tien (La institucin del prncipe cristiano) . Durantela misma poca, Mme de Svign escribe ms fami ;liarmente: "Vengo de la casa de Mme de la Fayette.Hemos politiqueado * mucho".

    En el siglo xviri, el presidente de Lavie publica,bajo el ttulo Des corps politiquea et de leurs gouver-nements (De los cuerpos polticos y de sus gobierns,Lyon, 1764) , la obra que haba titulado anteriormenteAbrg de la Rpublique de Bodin (Compendio dela Repblica de Bodin, Londres, 1755) . Por su parte,Beaumarchais calca del ingls politician el trminopeyorativo politicien (politicastro) .

    ,Hoy da el lenguaje corriente ha enriquecido con

    Politiqu, en el original. La versin politiqueado,de politiquear, esto es, "frecuentar ms de lo necesario loscuidados de la poltica", no debe cargar aqu la a6epcinpeyorativa adquirida en el actual liso corriente: "servirsede la poltica para usos bastardos". (N. del T.)

    otras acepciones la definicin de poltica, pero dejaal sentido principal su acepcin tradicional.

    En el diccionario de la Academia Francesa selee, por ejemplo: "politique (nombre femenino) : co-nocimiento de todo lo que se relaciona con el arte degobernar un Estado y de dirigir sus relaciones exte-riores. Se dice tambin de los asuntos pblicos; acon-tecimientos polticos; hablar de poltica; poltica in-terior. Politique (adjetivo de dos gneros) : concer-niente a los asuntos pblicos, al gobierno de un Esta-do, a las relaciones mutuas de diversos estados. Droitpolitique, las leyes que regulan las formas de gobier-no, que determinan las relaciones entre la autoridady los ciudadanos o los sbditos".**

    Hatzfeld y Darmesteter dicen: "politique: rela-tivo al gobierno de un Estado; Droit politique: dere-cho por el cual un ciudadano participa en el gobiernode un Estado; homme politique: el que se ocupa delgobierno de las cosas pblicas; politique, como sus-tantivo: arte de gobernar, manera de gobernar, todolo concerniente a los asuntos pblicos".

    Littr defini igualmente la poltica como "laciencia del gobierno de los Estados", o, tambin, "elarte de gobernar un Estado y de dirigir sus relacionescon los otros Estados". Y agrega: "politique: se dicede los asuntos pblicos; nada nuevo en poltica. Pol-tica interior. Poltica exterior". Droit politique: lasleyes que regulan las formas de gobierno; Droits po-litiques: derechos en virtud de los cuales un ciudada-no participa del gobierno.

    Y La grande Encyclopdie confirma que "la po-ltica es estrictamente el arte de gobernar un Estado.La ciencia poltica puede, pues, definirse como laciencia del gobierno de los Estados, o el estudio delos principios que constituyen el gobierno y debendirigirlo en sus relaciones con los ciudadanos y losotros Estados".

    ** En el diccionario de la Academia Espaola (XVIa.edicin) se dice: "POLTICA. (Del lat. politice, y ste delgr. politik, t. f. de ks, poltico). F. Arte de gobernar ydar leyes y reglamentos para mantener la tranquilidad y

    8 9

  • II. La. . politologa * * *Si bien la etimologa y el lenguaje sealan cla-

    ramente el objeto de la poltica, el trmino presentacierta ambigedad, en la medida en que designa, almismo tiempo que las instituciones o las actividadespolticas consideradas en s mismas, la disciplina quelas estudia.

    "La poltica" alude tanto a los hombres y a loshechos como al conocimiento que se tiene de ellos."La poltica de Richelieu" es una expresin que serefiere tanto al comportamiento del cardenal en sulucha contra los protestantes, los duelistas y en gene-ral contra todos los adversarios del Estado, como a laexposicin de sus opiniones sobre la conducta hu-mana en sus famosas Mximes d' Etat.

    En general, la polticaes-esencialmente la vidapoltica, la haP _. _ _ _ l . _uc por el poder; .es. el fenmeno en smismo. En el - leiigaj culto, la poltica et el cono-Cmiento del fenmeno. kQuien desee ser exacto, debeindicar constantemente en cul de los sentidos em-plea el trmino. Actualmente se hace la distincinmediante el uso del trmino "ciencia poltica". Yomismo he procedido as en este opsculo, al titularloLa ciencia poltica, pues de otro modo mi doble con-dicin de profesor de ciencia poltica y de senador sehubiese prestado a equvocos.

    Sin embargo la perfrasis "ciencia poltica" es pe-sada, y ningn trmino puede derivarse de esta ex-presin para designar a los que estudian la cienciapoltica; la expresin inglesa political scientist re-sulta intraducible.

    Hay aqu una laguna del vocabulario, que se hacemolesta en la medida en que la ciencia poltica rena-ciente ocupa un lugar importante en la investigaciny en la enseanza.

    Las palabras eufnica y etimolgicamente ade-cuadas seran estadstica y estadstico. Estas desig-seguridad, pblicas, y conservar el orden y buenas costum-bres". (N. del T.)

    * Politologie, en el original. Neologismo aceptado porel autor en remplazo de Ciencia poltica cuya precisin sig-nificativa recusa. Vid. infra, n. 13. (N. del T.)

    nan, de manera tan agradable para el odo corno f-cil para la lengua, lo que se relaciona con el Estado..Pero el uso ha dado a la palabra "estadstica" un sen-tido diferente del que an en el siglo xix se expresaa travs de Carnot, para quien la estadstica es "larecopilacin de los hechos originados en la aglomera-cin de los hombres en sociedades polticas Peroen "estadstica", status en el sentido de situacin,prevalece sobre status en el sentido de Estado. Hoyda designa una ciencia o un mtodo que puede apli-carse no solo a los asuntos de Estado, en lo referenteal gobierno y la conduccin de los asuntos pblicos,sino tambin a las otras ramas de la sociologa: laeconoma y la psicologa. Todas las relaciones socia-les pueden ser consideradas en su aspecto numrico,y registrarse as en las estadsticas. Si el trmino hadesbordado la poltica, se ha hecho . tambin dema-iado restringido .en relacin con ella, porque la esta-

    dstica solo atiende a lo, que puede formularse encifras. En consecuencia, no es ms que un aspecto,sin duda importante, fundamental para algunos, perosin embargo parcial, del conocimiento poltico. 8

    En lugar de "estadstica", un profesor de la Es-cuela francesa de Derecho de El Cairo propuso lapalabra statologie (estadologa) , en un artculo titu-lado: Une science sociale nouvelle, la statologie, soncaractre, son objet. 7 (Una nueva ciencia social, la

    A. COURNOT, Thorie des chances et des probabilits.Pars, 1851, cap. IX, pgs. 181-182.

    6 La misma limitacin de su significado y una desvia-cin anloga se han producido con respecto al trminociberntica. Etimolgicamente, ste designa la ciencia o elarte de 'la conduccin: kibernetik. Tanto en la acepcinplatnica como en la clasificacin de Ampere (Essai sur laphilosophie des sciences, 1834), la ciberntica sera el es-tudio de los medios de gobierno, o sea una parte esencialde la poltica. Actualmente se ha convertido en la cienciaen pleno desarrollo de la construccin y el empleo delas mquinas automticas, de los mecanismos capaces deautogobernarse (cf. G. T. GurLsAun, La cyberntique,P.U.F., coleccin "Que sais-je?", 1954).

    7 Aparecido en 1935 en L'cvere CON'IEMPORAINE, Re-vue de la Socit Royale du Caire d'conomie politique,de Droit, de Statistique et de Lgislation.

    lo 11

  • estadologa, su carcter, su objeto.) M. de la Bigne deVilleneuve dice haber forjado el trmino. Pero sinduda estaba ya en la atmsfera, porque en la mismapoca, en mis estudios sobre el Empire fasciste, 8 yoempleaba un trmino semejante, statocratie (estado-cracia) , para caracterizar la dictadura musoliniana,fundada ella misma sobre una estadologa, o sea sobreuna doctrina del Estado de carcter filosfico, socio-lgico y mstico.

    Este neologismo habra tenido la ventaja de disi-par de golpe todas las incertidumbres acerca del ob-jeto mismo de la poltica y de ubicar a sta clara-mente, como rama de la sociologa. Sin embargo, eltrmino estadologa no tuvo aceptacin. El mismo M.de Bigne, retrocediendo ante una innovacin tan ra-dical, dio a su obra principal el ttulo de Trait g-nral de l' tat (Tratado general del Estado) . Y des-ps; con . el `sello de -la . Librairie 'Sirey; el 'opsculotitulado Principes de sociologie politique et de stato-logie gnrale (Principios de sociologa poltica y es-tatologa general) . La definicin de "estadologa" quepropone aqu es sensiblemente menos clara que laanterior. Ganado por la tendencia que durante elsiglo xix inspir a los autores alemanes, el autor dis-tingue, de acuerdo con el ttulo mismo de su obra, lasociologa poltica de la estadologa. La primera serael estudio del comportamiento de las sociedades hu-manas y de sus relaciones recprocas. La segunda selimitara al aspecto de esta disciplina que se refierea la ciencia y al arte de gobernar las comunidades.En estas condiciones, estadologa deja de correspon-der a la necesidad terminolgica a la que nos hemosreferido.

    En cambio, la palabra politologa parece perfec-tamente aceptable. Su primera ventaja, con respectoa estadologa (y tambin, por otra parte, con respectoa sociologa) , es que sus dos cmponentes han sidotomados del mismo idioma. Constituido por dos pa-labras griegas: polis = ciudad, Estado; logos = ra-zn, exposicin razonada de un tema, el trmino est

    8 Pars, Sirey, 1936.

    12

    bien elegido para designar el conocimiento sistem-tico de la cosa pblica o del Estado.

    La iniciativa de este neologismo viene de Ale-mania, donde su introduccin responde ante todo aciertas dificultades autctonas.' En efecto: la tra-duccin directa de "ciencia poltica" por la expresinalemana politische Wissenschaft puede implicar uncierto matiz peyorativo que no tiene su equivalentecastellano, y significar "la ciencia politizada", o seala ciencia utilizada con fines polticos. Ahora bien; esste un punto sobre el cual, al salir del rgimen hitle-riano, la sensibilidad de los universitarios alemanesestaba particularmente alerta. Tambin se prefieredecir "ciencia de la poltica", Wissenschaft der Poli-tik. Pero esta expresin demasiado larga y bastantepesada se hace ella misma anfibolgica, pues el plu-ral "las ciencias de la poltica" designa para algunoslas disciplinas .cientficas al servicio 'de la ,pol.itica.10

    Adems, Wissenschaft der Politik no permite sa-tisfacer la costumbre alemana de nombrar a los pro-fesores, y ms an, a los estudiantes, por su especia-lidad. El que se dedica a esta nueva disciplina quees la Poltica no puede ser llamado Politiker, quecorresponde "poltico". En cambio, politlogo suenabastante bien. Recuerda a socilogo, fillgo, etn-logo, etc. 11

    La objecin ms seria que podra hacerse a "poli-tlogo" es que no se forma directamente a partir depolis (la Ciudad o el Estado) sino de su derivado po-lites (el ciudadano) . En consecuencia, la politologa

    9 Propuesto por M. Eligen Fischer Baling, el trmino"politologa" encontr la adhesin del Pr. Gert von Eynernen un artculo breve pero muy denso titulado "Politologie",que se public en el nmero inaugural de la Zeitschriftfr Politik (1954, pg. 83 y siguientes).

    10 Cf. H. LASSWFLL, D. LERNEa y otros. Les sciences dela politique aux Etats-Unis, Do?naines et techniques, cua-derno 19 de la Fundacin Nacional de Ciencias Polticas,Pars, Armand Colin, 1959.

    11 Desde 1952, la Universidad de Berln Oeste otorgael grado de Doctor en Letras y de Doctor en Ciencias po-lticas con la mencin "Politologa". Desde 1955 se confie-re un ttulo de "Politlogo diplomado".

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  • sera ms bien la ciencia del ciudadano que la de laciudad. Pero en esto el ejemplo fue dado por losmismos griegos, quienes formaron politeia a partir depolites y no a partir de polis.

    Una tendencia disidente propone politiclogo, quese acerca ms a la palabra griega politicos. El tr-mino ha sido empleado desde 1934 por Gerhardt Me-yer, editor de Hermann Hellers, y en Francia se be-neficia actualmente con la gran autoridad de M. Geor-ges Burdeau. Pero politicologa no presenta, desdeel punto de vista de su formacin, ninguna superio-ridad sobre politologa, puesto que politicos es tam-bin un derivado de polites. Adems, politiclogo esmenos eufnico y . menos fcil de hacer entrar en ellenguaje corriente, el que adopt sociologa y nosocietologa.

    Por ello, atendiendo al uso y deseando contri-buir a crearlo, hablaremos aqu de politQloga cadavez que el trmino permita designar brevemente loque requerira una expeesini ms larga, o sea, cadavez que consideremos el conocimiento sistemtico yordenado de lbs fenmenos relativos al Estado.

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  • CAPITULO

    LA POLITOLOGIA CLSICA

    I. El nacimiento de la politologa

    La politologa o sea el conocimiento sistemti-co y ordenado del Estado ha constituido una cien-cia desde sus orgenes.dj los griegos son a la ve_ i 1ciscreadores de la poltica_y._de_la ciencia .=poltica.' "LaGrecia antigua dice Edmond Goblot, madre y rec-tora de la civilizacin europea, le imprimi su carc-ter dominante: la ciencia". 2

    Y, entre los griegs, ~les) fue no solo el,principal _promotor d el conocimiento cientfico, sinotambin el autor de un gran descubrimiento: Fq`e cd ciencia tiene su ihdividualid E L debmosa - l la poltica, la ciencia poltica -yla situacion desta en el seno de las ciencias._

    La clasificacin aristotlica se apoya en la distin-cin de tres operaciones del espritu: saber (threin)J.acer--(-prattein) y crear (poiein) . ni Consecuencia,de acuerdo con el Estagirita existen tres grandescategoras de ciencias: las ciencias tericas, las cien-cias prcticas y las ciencias poticas. Las ciencias te-

    1 Una parte de los estudiosos contemporneos solo lla-ma Ciencia poltica a lo que es ciencia positiva. Pero hist-ricamente la ciencia corresponde al "conocimiento" sinespecificacin. Tal es el sentido de la palabra griega epis-teme y de la alemana Wissenschaft. Para una distincin aqu intil o ms bien prematura entre la poltica comoarte, sabidura o ciencia, remitimos a nuestros estudios:Ampleur et limite de la cration dans I'Art et la Sciencepolitique, en "Mlanges Jamati", Pars, C.N.R.S., 1956, pg.269 y siguientes; Morale et Politique en "Universitt undChrist", Zurich, EVZ, 1960 pg. 64 y sig., y al opsculo pr-ximo a aparecer en la coleccin "Mesop": Connaissance dela politique.

    2 Le systme des sciences, Pars, A. Colin, 1922.

    17

  • ricas son las matemticas, la fsica y la metafsica;las ciencias poticas incluyen la lgica, la retrica yla potica; situadas entre ambas, las ciencias prcti-cas son la tica, la econmica y la poltica.

    La tica es la ciencia del comportamiento perso-nal, el conocimiento de la conducta del individuo, lamoral.

    La econmica es la ciencia de la familia, de sucomposicin y del mantenimiento del hogar, el oikos.L,a poltica es la ciencia de la constitucin y dela conducta de la Ciudad-estado._La poltica ocupa prcticamente la cspide de lajerarqua, porque su objeto, la Ciudad-estado, englobatoda la organizacin social. En su base, la Ciudad-es-tado se compone de familias: esposos, nios, esclavos;se constituye luego por la asociacin de familias atravs de, relaciones, ;ya muy espareidas .. en la. .aldea,;qu se' podra 'deminar con exactitud "colonia defamilias"; y, finalmente, por la asociacin de variospueblos. La Ciudad-estado completa, originada enlas necesidades de la vida, existe porque las satisfacetodas, habiendo llegado al punto de bastarse absolu-tamente a s misma. 3

    La poltica domina tericamente a las otras cien-cias, porque regula todas las actividades humanas.Se ve claramente dice. Aristteles que entre to-das las artes el fin de aquellas que se podra llamarordenadoras o rectoras es ms deseable o ms impor-tante que el de las artes que les estn subordinadas. 4El significado de las expresiones "ordenadora" y "rec-tora" se capta an mejor si empleamos la palabra deorigen griego, ."arquitectnica", que indica a la vezla primaca intelectual y material de la poltica. Siem-pre en la tica a Nicmaco, Aristteles subraya que

    a Cf. Politique d' Aristote, ed. M. Prlot, Paris, P.U.F.,1950, pg. 1 y sigs.

    4 Ethique a Nicomaque, trad. THUROT, Paris, Didot,

    1823, pg. 4; esta traduccin antigua pero excelente ha sidoreeditada en los clsicos Garnier. [Vid: Moral a Nicmaco,trad. castellana de Patricio de Azcrate, en Obras Selectas,Ed. El Ateneo, 24 ed., Buenos Aires, 1959, lib. I, cap. I,pg. 239].

    "hay algo de ms noble y ms elevado en ocuparsedel bien y del contenido del Estado en su totalidadque en el de un solo hombre, aunque podamos limi-tarnos a lo concerniente a un solo hombre

    Sin embargo, la frontera entre la tica y la pol-tica no es siempre trazada claramente. "El objeto dela tica es una especie de poltica": esta otra afirma-cin del Estagirita muestra que hay en l algunaincertidumbre en lo relativo a la delimitacin de lasdiferentes artes. Adems, incluye en la poltica unaserie de elementos que, desde nuestro punto de vista,ms bien formaran parte de la tica y de la econmi-ca: la procreacin, la educacin, y hasta la msica.

    En cambio, distingue con claridad entre, la pol-tica, que es el conocimiento de las cosas cvicas, y laeconmica, que es la ciencia de las cosas domsticas.Esta engloba los conocimientos relativos a la casa, alajuar,' al oikos, .atodo'aqueli a:lo'que" ^correspoderabastante bien la palabra alemana Wirtschaft. Arist-teles considera tres tipos de relaciones sociales: entreesposos, entre padres e hijos, y entre amo y esclavo.Agrega el conocimiento de la administracin delajuar de .la casa. Sobre este ltimo punto pasa rpi-damente, pero otros Econmicos son ms completos,en especial El Econmico de Jenofonte (427-355) , an-terior al de Aristteles, donde el autor expone lasreglas tericas de una buena administracin de undominio rural, siempre haciendo depender la econ-mica de la poltica. El Estagirita estima que estas dosdisciplinas no deben confundirse, puesto que las re-laciones de subordinacin de la familia y las relacio-nes de sujecin entre amo y esclavo son por completodiferentes de las relaciones de ciudadana. Aristtelesrechaza desde el principio la idea de que el Estadosera una familia ampliada, tesis que se vuelve a en-contrar en algunos doctrinarios de la poltica. Por lotanto, no hay entre la familia y la ciudad una dife-rencia de grado, sino de naturaleza.

    5 Op. cit., pg. 7 [Vid: ed. esp. citada. Lib. I, cap. I,pgs. 240-241.]

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  • II. La tradicin Antigua y Medieval

    El vnculo entre la Antigedad griega y latinafue anudado por Cicern, de quien puede decirse queera un romano helenizado. Los ttulos mismos de laRepblica (Tratado de la Repblica) y De legi-bus (Tratado de las leyes) indican su filiacin pla-tnica.

    Siguiendo tambin na inspiracin aristotlica,Cicern acepta como bsica la nocin de Ciudad, peroampla el marco y la define de un modo mucho msjurdico. Pone a sta en boca de A f ricanus, Escipinel Africano, quien en el dilogo de la Repblica figu-ra como el hroe cvico al que se dirige la admiracindel gran orador: Est igitur, inquit A f ricanus, res pu-blica, res populi; populus autem non omnis hominumcoetus quomodo congregatus, sed coetus multitudinisjuris consensu et utilitatis communione sociatus ("LaRepblica es la cosa del pueblo, y el pueblo mismono es no importa qu conjunto de hombres, sino unacolectividad unida por un acuerdo de derecho y poruna comunidad de inters") .

    Si con Cicern permanecemos exactamente en lalnea poltica griega, la Ciudad convertida en Rep-blica ha crecido, sin embargo, hasta alcanzar las di-mensiones imperiales de Roma, lo que hace que sela conciba como una aglomeracin cuantitativamenteimportante. Entrevemos ya la concepcin modernade masa. Por otra parte, Cicern, abogado romano,pone en primer plano el aspecto jurdico de la Ciu-dad: el derecho comn a todos, aceptado por todos,efectivamente obedecido por todos. Se encuentra asclaramente especificada la naturaleza particular dela sociedad poltica.

    La revolucin cristiana, si el fenmeno se con-sidera sociolgicamente (la revelacin cristiana, sise lo considera filosficamente) , trae profundos cam-bios morales y psicolgicos, pero tcnicamente trans-curre dentro de los moldes antiguos. San Agustn,"educado como l lo afirma en los escritos de laEscuela", toma sus ideas polticas de De Republica yde De Legibus de Cicern. Y hasta se ha podido re-

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    constituir, recurriendo a sus citas, el texto considera-blemente mutilado de Cicern.

    Sin embargo, Agustn modifica la definicin cice-roniana de Estado. Populas est coetus multitudinisrationalis rerum quas diligit concordi communionesocietus. Como el pueblo de Cicern, el pueblo de la"Ciudad de Dios" es tambin un agregado humano,una multitud razonable, pero unida por la pacfica ycomn posesin de lo que ama y no por el derecho yla utilidad.

    Pasamos de una concepcin jurdica a una con-cepcin afectiva, de una nocin que el lenguaje actualcalificara de "societaria" a una nocin "comunitaria".San Agustn prepara as ese sometimiento del Esta-do respecto de la Iglesia, que tendr tan gran reper-cusin en el pensamiento medieval. El problema esdemasiado vasto para ser tratado aqu.? Basta recor-dar, desde el punto de : vista que nos ocupa, que elprototipo social sigue siendo la Ciudad. Hay en elobispo de Hipona una transposicin y ampliacin delideal terrestre, una sublimacin de la idea de Ciu-dad, pero sin que sta sea abandonada. San Agustnmodifica la definicin de Estado propuesta por Cice-rn, para negar la perfeccin al Estado romano. Detal modo la nocin puede aplicarse a otra comunidadque trasciende la ciudad carnal, a la ciudad espiritual,Civitas Dei. La concepcin agustiniana se halla en-cuadrada en una vasta concepcin del mundo, en unafilosofa y aun en una teologa de la historia.

    El "agustinismo poltico", para hablar como mon-seor Arquillire, domina el pensamiento medieval.Sin embargo, el representante ms eminente de estepensamiento, Santo Toms de Aquino, vuelve a laconcepcin de los autores paganos. No acepta lasmodificaciones de San Agustn. Ms exactamente, to-

    6 SAN AGUSTN, De Civitate Dei, XIX, 24; La Cit deDieu, traduccin de L. Moreau, Pars, Garnier, t. III, 1899,43 ed., pg. 256. [Vase: La Ciudad de Dios, trad. cast. deJ. C. Daz de Beyral, Buenos Aires, Ed. Poblet, 1941, t. II,pgs. 475-476].

    7 Cf. M. PRLOT, Histire des ides politiques, Pars,Dalloz, 2a ed., 1961, cap. x: "L'Augustinisme politique".

    21

  • escribi refleja un fenmeno nuevo, muy pi Uiibv

    dominante. La nocin de Estado pasa de la colectivi-dad popular al gobierno, del gobierno a la persona dequien gobierna, del Estado al reino y del reino alprncipe.

    - ma de San Agustn una definicin de Ciudad que esen realidad la de Cicern, y mediante una pequeahabilidad dialctica, de la cual ni los santos mismosestn siempre exentos, omite decir que San Agustnhaba citado a Cicern para refutarlo. Por otra parte.la posicin de Santo Toms se explica muy bien. Es-tima que la definicin ciceroniana es perfectamentevlida para la naturaleza, mientras que San Agustnse ha ocupado de lo sobrenatural. Adems, Santo To-ms estudia a Aristteles, de quien Guillaume de Moerbecke, un dominico flamenco, tradujo al latn un texto considerablemente mutilado de La poltica.Santo Toms haba hecho un comentario literal deesta obra en In libros politicorum Aristotelis expo-sitio (Exposicin sobre los libros polticos de Arist-teles) . En consecuencia, la concepcin tomista es sim-plemente una formulacin detallada de las doctrinasaristotlicas. La Ciudad forma una unidad indivisa,constituida bajo una autoridad suprema, donde cadauno conserva su propia autonoma mientras contri-buye al ordenamiento general.

    Sin embargo, Santo Toms se aleja del Estagiri-ta en un punto: con l la poltica pierde la primacaque le haba asegurado Aristteles. Aunque conservael primer lugar entre las artes prcticas, ya todas lasciencias y las artes no convergen ms hacia la politica, sino hacia la teologa. La poltica, como las dFms ciencias, es su sirvienta, ancilla Theologiae.

    Por otra parte, adems de ocuparse de la Ciud-antigua, de la cual tiene una concepcin doctrinapero no histrica, Santo Toms participa en las preo-cupaciones de su tiempo por medio de una obra queen francs se titula Du gouvernement royal (Del go-bierno real) , y en latn De regimine principum (Delrgimen de los prncipes) , o, sin duda ms exacta-mente, De Regno (Del reinar) . Este opsculo incon-cluso, cuya pertenencia a Santo Toms niegan algu-nos autores, fue escrito entre 1265 y 1267. Es un arte,o ms bien una tica del gobierno, destinada al reyde Chipre, Hugues II Lusignan. Como el joven prn-cipe muri a los diecisis aos, Toms, cargado detrabajo, renunci a terminar su obra. Pero lo que

    III. Las concepciones modernas

    El Prncipe: tal es, en efecto, el ttulo del libroque inicia la politologa moderna. En sus dos prime-ros siglos, ciertamente, toda la atencin la reclama ael detentador del poder absoluto^Esaconviene

    la

    l quien uir. esLanecesario conquistar y a quien

    poltica se inclina hac ia la psicologa y pedagoga.

    Sin embargo, bajo estos aspectos nuevos conti-na fluyendo la corriente antigua. Impulsado por unerealismo cruel y por necesidadesor necesidad imperiosas, Maquia-velo da a su libro el ttulo de El Prncipe, pero solo loconsidera como un elemento de una "Poltica" queconstituira el conjufetoeMaquiavelo distingue stingue entrede El Prncipe, ene ,repblicas y principados. Da a la palabra "repblica"un sentido preciso: el de gobierno temporario. Eneste lugar no habla de los Estados que se gobiernande ese modo, y no porque sean poco interesantes, sinoporque trat de ellos en sus Discursos sobre la

    prime-

    Dcada de Tito Livio.La filiacin aristotlica del secretario florentino

    ^t segura. Ha ledo y meditado una traduccin italia-ha de la Poltica publicada en 1435 por el eruditoLeonardo Bruni, traduccin cuyas ediciones se multi-plicaron desde 1470. 8 Pero la inspiracin

    del florentinono es la de Aristteles. El Estagirita dirige asegura una

    vida buenagaciones

    a sus bu enos ciudadanos. Maquiavelo tie-brutal: un go-ne en vista un objetivo ms directo y brutal: icaliza-bierno eficaz para "una Italia unida yda". En consecuencia, la poltica es el arte del Estado,dirigido menos a la felicidad de los miembros de laCiudad que a la obtencin de su obediencia. Pero ya

    8 AGUSTN RENAUDET, Machiavel, Pars, 1956, nueva ed.

    23

    -{'

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  • se trate del bien de los hombres o de su obediencia,el objeto del conocimiento poltico sigue siendo elEstado, concebido as como un cuerpo poltico.

    Esta nocin todava aparece ntidamente en Bo-din, quien con Althusius, un autor menos conocido,hace dar a la ciencia poltica un paso decisivo.

    El tratado de Bodin abarca toda la ciencia pol-tica, con los diversos rdenes de hechos que com-prende y las leyes fundamentales que la integran.'J. C. Bluntschli destaca su importancia al poner alprimer captulo de su Geschichte des allgemeinen Sta-atsrechts und der Politik seit der 16. Jahrhun dertbiszu Gegenwart. (Historia del Derecho general delEstado y de la poltica desde el siglo xvi hasta laactualidad) el ttulo de "Die Staatslehre Bodins" (Lateora del Estado, de Bodin) . 1 San Agustn, en esteaspecto 'mejor.' ,ubicado que Santo : Toms; :nos soloposee una vasta erudicin y una gran experienciapersonal: sabe aprovechar directamente los elemen-tos que ofrecen los hechos y las instituciones de sutiempo. La concepcin tomista, bastante libresca, em-pleaba simplemente las categoras polticas de Aris-tteles. Jean Bodin, que lo conoca bien, modifica yenriquece (aunque cae tambin, en desviaciones la-mentables) el esquema aristotlio, con el aporte depuntos de vista que son tanto el resultado de su re-flexin personal cmo del paso de la Ciudad-estadoal Estado monrquico, transicin que tiene lugar aprincipios del siglo xvi. 1515 es la fecha de la difu-sin de El Prncipe, y tambin de la batalla de Ma-rignan y del advenimiento de los Valois-Angu-lema ton Francisco I. La monarqua francesa, toda-va feudal con sus predecesores, se convierte en mo-narqua moderna con su sucesor Enrique II, soberanoya casi clsico.

    Bodin ve claramente en el Estado el producto deuna evolucin secular que engendra un equilibriode derechos y obligaciones en el seno de un grupo

    9 Cr. H.BAUDRILLARD, Jean Bodin et son temps, Pars,1853.

    10 Esta obra se public en Munich en 1804.

    ms complejo que el estudiado por el Estagirita. Nosolo hace del Estado el "recto gobierno de variasfamilias", sino que interpreta las desigualdades com-probadas por l como causa de una divisin del tra-bajo que, para decirlo en trminos actuales, se re-suelve ella misma en una solidaridad orgnica.

    A tal concepcin del Estado, que en ciertos as-pectos puede calificarse ya de "sociolgica", agregaJohanes Althusius una concepcin no menos impor-tante. Ya hemos dicho que su gran obra se denominaPoltica sistemtica (Politica methodice digesta).Apareci en Herborn en 1603. Fue reditada en Gro-ninga en 1610, y nuevamente en Herborn en 1614.En cada edicin aument el nmero de pginas, hastaduplicar su volumen. Althusius define all la polticacomo el arte de constituir, cultivar y conservar lavida .social. Le da, el nombre .desimbitica, que toma dl 'griega.

    La palabra simbitica muestra bien la concep-cin fuertemente articulada que Althusius posee delEstado. El Estado es, en la cspide, una comunidadpoltica superpuesta a las comunidades ms simples,a las familias, a las corporaciones, despus a las so-ciedades ms complejas, las comunas y las ciudades.Siguiendo el mtodo que ms tarde se llamar gen-tico, Althusius llega a una concepcin contractual, ysin embargo orgnica, de la soberana. Se pasa porgradaciones de las sociedades ms simples a la socie-dad estatal. Por ello se puede considerar a Althusiuscomo el precursor de las doctrinas polticas que mstarde sern calificadas de federalistas o aun de cor-porativas. Otto Gierke, , quien en el siglo xix hizoconocer a Althusius, el cual fue casi ignorado duran-te largo tiempo, hizo de l el fundador del derechosocial, del Genossenscha f tsrecht.

    Con l se comienzan ,a advertir tambin las bi-furcaciones posibles del Estado. Mientras qu Al-thusius considera al Estado como una federacin degrupos ligados por un contrato del que surge la sobe-rana, Bodin afirma el carcter unitario e indivisiblede esta soberana. Mientras que Althusius es un "or-ganicista popular", para quien la autoridad reside en

    1!

    24 25

  • el pacto concluido por los elementos orgnicos queconstituyen el Estado, Bodin es un "monarquista uni-tario", partidario de la soberana, que reposa en lapersona del prncipe.

    Bodin acelera, sin duda involuntariamente, latendencia generada por los acontecimientos. El Prn-cipe prevalece definitivamente sobre el Estado y do-mina la politologa de los siglos xvi y XVII. En unagalera suntuosa se suceden el prncipe conquistadorimaginado por Maquiavelo, y el prncipe cristianoconcebido por Erasmo. Bossuet y Feneln, escritorespolticos, son figuras eminentes de preceptores deprncipes. Aqul realiza la sustitucin mediante laidentificacin del prncipe con el Estado, cuandoafirma: "Todo el Estado se halla en l". 11

    De manera opuesta, la Escuela del Derecho na-tural y de gentes redescubre la concepcin social.Puffendorf y Barbeyrac vuelven al trmino Civitas.Utilizan tambin la expresin "sociedad civil" conpreferencia a status, que conserva para los latinistassu imprecisin primera, y con preferencia a res pu-blica, que tiende a perder cada vez ms su sentidogeneral (segn Bodin) para tomar su sentido res-tringido (segn Maquiavelo) .

    Esta es tambin la acepcin que propone Mon-tesquieu. Pero ste no cita sus fuentes y . con fre-cuencia presenta como propio lo que toma de losdems. Sin embargo, entre sus recopilaciones de no-tas de lecturas, un tomo no vuelto a encontrar sedenominaba Politica, y su biblioteca de La Brdecontena dos ejemplares de la Poltica de Aristteles.

    La tentativa ms completa de elucidar el voca-bulario poltico de su tiempo es sin duda la de J. J.Rousseau. Al final del captulo VI del libro I delContrato social, captulo de importancia considera-ble, pues trata en l del' "pacto social" o sea delcontrato social mismo, ofrece las siguientes explica-ciones acerca de su vocabulario: "La persona pblicaque se constituye as mediante la unin de todos los

    11 BOSSUET, Politique tire des propres paroles dl'criture sainte, libro V, art. 4 ; la proposicin.

    otros tomaba en la Antigedad el nombre de Ciudad,y se la denomina actualmente repblica o cuerpo po-ltico, al cual sus miembros llaman Estado cuandoes pasivo, soberano cuando es activo, y potencia alcompararla con sus semejantes." Y Rousseau protes-ta contra las desviaciones que ha sufrido el trminoCiudad. "La verdadera significacin de esta palabraadvierte hase casi perdido entre los modernos:la mayora de ellos confunde el recinto urbano conuna Ciudad y a su habitante con el ciudadano. Igno-ran que las casas constituyen el mero poblado y quelos ciudadanos conforman la Ciudad." El ginebrinoes de este modo fiel a la tradicin helnica. Sin em-bargo, hace de "social" el equivalente de politikos yno de koinnikos. En el "contrato social" ; la palabra"social" se refiere a la sociedad civil, o sea a la Ciu-dad, la Repblica, el Estado. Rousseau mismo entien-de que realiza una obra de poltico. Nos ofrece elContrato social como un extracto de una obra msamplia dedicada a las "instituciones polticas",y enLes con f essions (Las confesiones) afirma que hu-biera querido trabajar en ella toda su vida. El Con-trato social se llam durante algn. tiempo De lasocit civile. (De la sociedad civil) (se conserva unmanuscrito en el cual este ttulo fue preferido mo-mentneamente). En cuanto al subttulo conservado,es todava ms revelador: Principes de droit politi-que (Principios de derecho poltico) . AnteriormenteRousseau haba dudr,do entre Essai constitu-tion de l'tat (Ensayo sobre la constitucin del Es-tado) ; .. , sur la formation du corps politique (sobrela formacin del cuerpo poltico) ... sur la forma-ion de l'tat (sobre la formacin del Estado) ..., sur

    la forme de la Rpublique (sobre la forma de la Re-pblica) .

    Pero estos tanteos terminolgicos traducen sim-plemente matices y no una incertidumbre sobre elfondo de las cosas. De Aristteles aT siglo XVIII, latradicin es una y segura. Hay, como lo expresa muybien Paul Janet, quien escribi la historia de esteperiodo, "una ciencia del Estado, no de tal o cualEstado en particular, sino del Estado en general con-

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  • siderado en su naturaleza, en sus leyes y en sus for-mas principales". 12 Es la ciencia poltica, y nadiederiv entonces de ella otra rama del conocimientode la vida social.

    CAPITULO II

    LA SUSTITUCIN DE LA POLITOLOGA

    12 PAUL JANET, Histoire de la science politique dansses. rap-ports avec la morale. Editada en Pars en 1872, cons-titua ya la segunda edicin de una Histoire de la philoso-phie morale et politique. Reeditada varias veces por Alcan,se halla hoy completamente agotada. [Trad. esp.: Historiade la Ciencia poltica en sus relaciones con la Moral, 2 temos, v. de C. Cerrillo y Ricardo Fuente, Madrid, ed. Jorro.

    I. La politologa sustituidapor la ciencia econmica

    Sin embargo, desde la segunda mitad del sigloxvrll existe ya una fisura en este hermoso bloque. Eluso cada vez ms generalizado de un trmino quese origina a principios del siglo xvii, el de economapoltica, provoca una incertidumbre creciente.

    De la herencia aristotlica hemos visto florecerla rama frtil constituida por la poltica. La otrarama, la econmica, bastante dbil ya en el Estagi-rita, se marchit rpidamente. Bajo la influencia delcristianismo las relaciones de familia tomaron cadavez ms el aspecto de relaciones personales atinentesno a la econmica, sino a la tica. Y la desaparicinde la esclavitud redujo sensiblemente la importan-cia de relaciones entre amo y servidor. Aun aqu, elcristianismo tiende a colocar estas relaciones bajo elimperio de la moral. En consecuencia, solo qued ala econmica la administracin del patrimonio y elcuidado de la casa.

    En el siglo xvii se produce otro de estos cambios,ya vistos en la historia de la politologa, que mo-difica completamente el sentido del trmino "eco-nmica". Montchrestien publica en 1615 un Traitd'conomie politique (Tratado de economa poltica) ,dedicado al joven rey Luis XIII y a su madre, laregente, Mara de Mdicis. Explicitada en una spli-ca, la idea de Montchrestien es que el Estado debecomportarse, con respecto a s mismo, como si setratara de una casa cuyos limitados recursos debenadministrarse juiciosamente. Montchrestien opone ala conducta dispendiosa del Estado, encarnada par-ticularmente eri los prdigos de Valois, la idea de

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  • una gestin econmica, o sea "familiar". El Prncipedebe aplicar al Estado las leyes de administracin deun hogar. De este modo Montchrestien hace que serenan y confundan dos rdenes de conocimientoque el Estagirita haba distinguido cuidadosamente.Llama economa poltica a lasireglas de una buenaadministracin de los bienes del reino.

    Esta concepcin recibe pronto el aval de un hom-bre que no solo es un escritor, sino tambin, si puededecirse, el primer ministro francs de Economa na-cional: Sully, quien en su vejez publica sus Sageset royales conomies d'tat domestiques, politiqueset militaires (Prudentes y reales economas de Esta-do domsticas, polticas y militares, 1634). Transpor-tada del hogar al Estado, la economa se convierte enel arte de la administracin de las cosas materiales.

    Unido a "economa", que es el sustantivo, el adje-tivo . `'poltica" es equivalente a estatal. En su originalobra dedicada' a los Trois ages de l'conomie (Tresedades de la economa) , M. Andr Piettre dice muyacertadamente: "el carcter nacional de la economasobrepasa en mucho su carcter crematstico". 1 Msadelante da a esta economa el calificativo de "mo-narquizada", invocando a Hauser, para quien el reyes "el legislador y el regulador de la vida poltica".

    Y aun, en quien es considerado el primero de losgrandes economistas modernos, en Adam Smith, laeconoma poltica conserva su dependencia tradicio-nal respecto de la poltica. Esta es entendida como"una rama de los conocimientos del legislador y delhombre de Estado, que se propone enriquecer a lavez al pueblo y al soberano, particularmente con elobjeto de proporcionar al Estado renta suficiente pa-ra el servicio pblico".

    Pero la posicin de Adam Smith aparece prontocomo una supervivencia. Desde la segunda mitad delsiglo xviir la economa se aleja de la poltica. Se con-vierte en un sistema lgico de asuntos econmicosque deben ser "considerados en s mismos, por ellosmismos y para ellos mismos", segn una frmula de-

    1 PARiS, Editions ouvrires, 1955, pg. 200.

    bida a Andr Piettre. El conocimiento de estas cosasforma un mundo aparte. La econmica de nuevo es-tilo no solo se ha separado de la poltica, sino quepretende una autonoma total. El orden natural, parahablar en el lenguaje de los fisicratas, obedece asus leyes propias. Tiene sus mecanismos espontneosy sus automatismos reguladores. As la . economa esella misma una fisiocracia, o sea un gobierno de lanaturaleza, mientras que la poltica, sea cual fuereel rgimen considerado, es un gobierno del hombre,una antropocracia.

    La economa reivindica su autonoma tanto en elorden prctico como en el orden intelectual. En elorden prctico, en tanto que actividad humana, re-pudia las exigencias morales de las teoras medie-vales, pero quizs rechaza an ms la dominacinpoltica de los regmnes en vigor. En el orden in-telectual, la economa desea ser . una,: ciencia inde-pendiente con respecto a la's otras ciencias; ` y sobretodo con respecto a la ciencia del gobierno del Estado.

    Si bien el hecho de haber arrebatado a la polticauna vasta parte de su dominio era ya grave, el desa-rrollo de la economa le es an ms perjudicial, puessta manifiesta casi inmediatamente la pretensin deremplazarla. La economa no solo quiere separarsede la poltica, sino desvalorizarla colocndola en unsegundo plano, poniendo en tela de juicio su impor-tancia y su existencia. En esto concuerdan las dosescuelas rivales del liberalismo y del socialismo.

    En muchos aspectos, la idea fundamental del in-dividualismo liberal est quizs constituida, ms quepor las nociones de libertad y de individuo, por elconcepto de espontaneidad. Los fenmenos econ-micos son una manifestacin de la naturaleza: sur-gen inevitablemente y se organizan por s mismos.De acuerdo con la famosa frase de un clrigo ita-liano, il mondo va da se. La economa se halla some-tida a leyes "naturales". En consecuencia, la polticanada tiene que hacer en este terreno. Si interviene,ser para ponerle obstculos a esta .rueda maravi-llosa, que de otro modo girara por s misma. El libe-ralismo concluye en una concepcin minimalista del

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  • Estado, en la que se le deja el menor sitio posible.En la vida del hombre comn la poltica no es msque una excepcin o un episodio. Como se ha com-probado ms tarde: "El hombre de la era liberal esel hombre menos politizado que ha existido". 2 .

    En lo que se refiere al antipoliticismo, en el fon-do el socialismo se halla de acuerdo con su adver-sario. Los reformadores franceses casi no se parecenen nada, pero tienen un punto en comn: todos de-sean la desaparicin del poder poltico, pero no solotal como existe, con sus accidentes actuales, sino ens mismo, en su esencia. Hay sin duda un socialismopartidario de la conquista del poder. Pertenece, conBlanqui, a la filiacin de Babeuf. Tal es tambin laposicin que tomar Luis Blanc. Pero no se trata depensadores de envergadura, y sus teoras tendrnmenos importancia que su accin.. La primaca de loeconmico, la desvalorizacin y la exclusin de lopoltico se expresan en la famosa parbola de Saint-Simon. Pero es sobre todo Proudhon quien le dio unextraordinario relieve. El sptimo estudio de L' idegnrale de la rvolution au xix sicle (La idea ge-neral de la revolucin en el siglo xix) se titula: "Di-solucin del gobierno en el organismo econmico".Para el autor, la nica y verdadera revolucin es larevolucin "social", que opone a las seudorrevolu-ciones "polticas" de 1830 y 1848. Ella remplazar elGobierno por el Taller: "Ponemos la organizacinindustrial en lugar del Gobierno, y las fuerzas eco-nmicas en lugar de los poderes polticos",r3

    La idea de la disolucin ilel gobierno en la socie-dad no es menos fundamental en Marx, al menos encierto Marx, porque sus concepciones variaron mu-cho. Es sin embargo innegable que su pensamiento,tal como se lo comprendi hasta el da en que fuerevisado y corregido por Lenin, es antipoltico. Laforma actual de los regmenes y el Estado mismo sonsuperestructuras que deben ser completamente eli-minadas por la evolucin econmica, que conduce a

    2 GEORGES Lavan, "Science politique et sciences del'homme", Esprit, abril 1956, pg. 506.

    3 Pars, Garnier, 1851, pg. 283.

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    la revolucin social. La nica realidad es la econo-ma, y en este punto Marx se halla muy cerca de lasconcepciones de los reformadores franceses, en lasque se apoy considerablemente. Su visin del por-venir es la de un "languidecimiento del Estado".Cuando el proletariado sea dueo del poder, no habrms poder ni habr ms Estado, porque la autoridadpoltica es la consecuencia de la lucha de clases.

    En sus rasgos fundamentales, la economa pol-tica de los siglos xix y xx ya nada tiene que ver conla poltica, ni tampoco con la economa en el sentidoetimolgico del trmino. Las nuevas definiciones lacalifican, de acuerdo con la concepcin francesa cl-sica de J. B. Say y de Pellegrino Rossi, de "ciencia dela riqueza"; segn autores ms recientes es la "cien-cia del cambio", y M. F. Peroux agrega a la palabra"cambio" el adjetivo "oneroso". Al mismo tiempose le busca un nuevo nombre. Algunos proponen elde "crematstica", que se encuentra ya en Aristteles;otros, "plutologa", y algunos, particularmente losingleses, catalctica. En Francia, bajo la influenciade A. Landry, se ha vuelto a "econmica" simple-mente como sustantivo, pero se dice con ms espon-taneidad "ciencia econmica", entendindose que elmrito principal del trmino es sancionar palabray cosa la ' desaparicin de la poltica.

    II. La politologa sustituida por la sociologaSe produce otro cisma, que no deja de mostrar

    semejanzas, en sus orgenes y en sus resultados, conel de la economa. Es el que ahora separa lo polticode lo social.

    Esta dicotoma no es nueva. Cierta distincin en-tre lo "poltico" y lo "social" aparece ya desde elrenacimiento del Estado. Ya en Bodin y Althusiushemos encontrado la idea de que existira lo socialfuera de lo poltico, o sea un elemento social distin-guible, si no diferente, de lo poltico. Diramos ac-tualmente que estos dos autores consideran el Estadocomo un fenmeno de superposicin. Pero la "sim-bitica" de Althusius, la concepcin del "recto go-

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  • bierno de varias familias" de Jean Bodin, implica unconocimiento del Estado que envuelve el de las so-ciedades menores sobre las que se construye. Estaactitud concuerda as con la concepcin arquitect-nica de la Ciudad, que vimos era la de Aristteles.

    Diversos autores de los siglos XVI y XVII insistenen la existencia de vnculos de carcter social queestn fuera de los vnculos estatales. Tal es el casode Grotius, cuya obra fundamental data de 1625; eldel filsofo Leibnitz y el de un jurista que ya erasocilogo, Nettelbladt, quien no alcanz la mismanotoriedad. Dentro de esta lnea algunos distinguenya, como S'chlotzer, entre die Staat, el Estado, y diebirgerliche Gesellschaft, la sociedad civil. Aparecenas dos rdenes jurdicos independientes: un ordende vecindad o de localizacin territorial, y un ordende actividades profesionales o de oficios. 4

    A comienzos del siglo xlx, y esta vez bajo lainfluencia de la economa, particularmente de la Es-cuela inglesa, algunos autores alemanes (por ejem-plo Robert von Mohl) separan la ciencia social dela cigncia poltica. El trmino "social" designa lasinstituciones, las costumbres, o los comportamientosno organizados directamente por el poder: la fami-lia, la propiedad y el concepto comienza a circu-lar las clases sociales. Se opone el Estado social,Sozialzustand, al Estado poltico, Staat. Ms tarde,en Francia, el historiador Henri Hauser distinguirla historia llamada poltica, que se preocupa sobretodo de las formas de gobierno de las sociedades, yla historia calificada de social, que se interesa prin-cipalmente en la vida material, econmica y moralen las mismas sociedades. Lo social comprende astoda la vida privada, no solo en su aspecto individuale interindividual, sino colectivo.

    Esta divisin podra no haber tenido grandes in-convenientes para la ciencia poltica si hubiera con-servado el carcter de una comprobacin objetiva,pero muchos de sus defensores le agregan una apre-

    4 Cf. GEORGES GURVITCH. Elments de sociologie ; juridi-que, Pars, Aubier, 1940, cap. I, "Let prcurseurs".

    elacin cualitativa. El orden de la sociedad es consi-derado infinitamente ms rico que el orden jurdicodel Estado, tanto desde el punto de vista de su con-tenido espiritual como de su capacidad de vida es-pontnea. Ya sea conjuntamente, ya en forma para-lela a la corriente econmica, el flujo social .desva-loriza tambin a la politologa.

    Las exaltaciones de lo social son mltiples: unasveces se convierten en sistema, como en las escuelassociales de inspiracin cristiana; 5 otras, constituyenuna reaccin difusa de los medios burgueses, quesienten que la conduccin de los asuntos pblicospasa a nuevas capas sociales; o, inversamente, pro-ceden de la afirmacin nueva de que la "cuestinsocial" predomina sobre los problemas polticos.

    Charles Pguy hace de todo esto una especie de ra-mo lrico cuando escribe: "La vida privada transcurrebajo la vida pblica, conserva, lleva, sostiene y nutrela vida pblica. Las virtudes privadas se desarrollanbajo las virtudes pblicas. Lo privado es el tejido mis-mo. Pblica: las actividades pblicas no son ms queislotes; es lo privado lo que constituye el mar profun-do". Pero es mucho ms grave para la integridad de lapoltica la pretensin de lo social de convertirse en cien-cia autnoma y global, bajo el nombre de sociologa.

    Como todo el mundo lo dice, Augusto Comte esel inventor del trmino. "Creo que debo aventurardesde ahora este trmino exactamente equivalentea mi expresin ya introducida de fsica social. "Aho-ra bien, aunque la expresin "fsica social" no tuvoaceptacin alguna, la palabra "sociologa". fue adop-tada en la mayor parte de las lenguas con el sentido

    s Tal es la posicin de Le Play y tambin de una parteimportante del catolicismo social (cf. M. PRkLOT, "La find'une extraordinaire carence", en Revue internationaled'histoire politique et constitutionnelle, enero-junio 1957,pg. 9).

    6 "El estudio de la cuestin social es el estudio de losmales que sufre la sociedad en el orden del trabajo, y labsqueda de los medios de curarlos o suavizarlos" (R. P.CHARLES ANTOINE, S. J., Elements de sciences sociales, lec-ciones dictadas en Jersey, 1892-1893, Poitiers, Oudin, 1893) .

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  • de un conocimiento general y objetivo de la constitu-cin y del desarrollo de las sociedades.

    La iniciativa de Augusto Comte priva a a la pol-tica de su primaca tradicional, porque .la sociolo-ga la reemplaza como ciencia arquitectnica. "La se-rie natural de las especulaciones fundamentales seconstituye por s misma. Todos los estudios prelimi-nares (matemtica, astronoma, fsica, qumica, bio-loga) preparan de este modo la ciencia final, la cualen adelante influir sin cesar sobre su cultivo siste-mtico, para que en l prevalezca al fin el verda-dero espritu de conjunto, siempre ligado al autnticosentimiento social." 7

    Al mismo tiempo que la sociologa sustituye ala politologa, el centro de inters pasa de las Ciu-dades o los Estados a la Humanidad. "A. Comte de-fini la humanidad: el conjunto de

    . seres humanospasados, futuros .y - presentes. .Pero los ms 'numero-sos -y siempre en aumento son los muertos, quesubsisten por la inmortalidad subjetiva, sea porquese guarda su recuerdo, o porque el resultado de susactos permanece gracias al progreso. "8

    Sin embargo, Comte sustituye muy pronto el es-tudio cientfico de la Humanidad por la religin dela Humanidad. "La poltica positiva" es as absor-bida por "la religin positiva". De tal modo la sociolo-ga comtiana entraa finalmente, sin verdadera com-pensacin, la desaparicin de la politologa clsica.

    Esta no ha sido ms renovada por la "Escuelasociolgica". En la medida en que Durkheim y susdiscpulos estiman, a diferencia de Comte, que losocial ms autnticamente positivo es el hecho cons-tituido por las sociedades particulares, hubieran po-dido concebir la sociologa como un Corpus de cien-cias sociales donde la politologa hubiese ocupado sulugar. Pero no es sta su perspectiva. Insisten en laespecificidad del .hecho. social, atribuyndole carac-teres propios. La sociedad misma es algo ms y, tam

    7 AUGUSTO COMTE, Discours sur l'ensemble du positi-visme, Pars, 1848.8 JEAN LACROIX, La sociologie d'A. Comte, Pars, P.U.F.,1956, pg. 65.

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    bin, algo diferente que la suma de los individuosque la componen. No es una adicin, sino un "todo"algunos socilogos llegan a decir: un "ser" quetiene su vida, su historia, su conciencia, sus intere- .ses. Por lo tanto, solo ser sociolgico, en sentido pre-ciso, el conocimiento de los fenmenos humanos entanto que sociales, o sea no como productos de la vo-luntad de los individuos, sino como resultados de lainfluencia ejercida por el grupo social. ste originaactitudes que los miembros que lo componen no ha-bran tenido nunca si no estuviesen agrupados. In-cluso cuando parecen actuar libremente, sus actostraducen una compulsin social. En consecuencia, lasociologa no estudia todo lo que ocurre en las socie-dades existentes; solo se pregunta de qu modo yen qu medida los hechos sociales se originan en lavida social, y cmo, a su vez, actan sobre ella.

    En' estas condicines al estudiar :l poltica, -lasociologa se conduce de manera diferente que laciencia poltica. Considera la incidencia del factorpoltico sobre la vida social, y, recprocamente, delfactor social sobre la vida poltica. Los actos polti-cos interesan realmente al socilogo, pero no se ocu-pa de ellos del mismo modo que el politlogo. Elsocilogo no estudia la poltica ms que como unamanifestacin especfica de vida colectiva. El poli-tlogo considera todos los aspectos de las institucio-nes y de la vida del Estado, comprendidos los com-portamientos individuales (recordemos el lugar ocu-pado por el Prncipe conquistador, ,cristiano o econo-mista) , y los estudia desde el punto de vista estrictay esencialmente poltico, mientras que el socilogosolo toma en cuenta los fenmenos polticos en tantoque son sociales, y exclusivamente en ese aspecto.

    En la realizacin concreta, esta diferencia de in-ters selectivo produce obras de muy distinta inspi-racin. Al ocuparse de fenmenos polticos, los soci-logos eliminan en su investigacin lo que ms inte-resara al politlogo. Mientras que el politlogo sededica con predileccin al estudio de los fenmenospolticos superiores que estn ms prximos a l enel tiempo y en el espacio, los socilogos dedican casi

    37

  • todas sus investigaciones a los pueblos primitivos. Suatencin se concentra en los fenmenos exticos, enlas costumbres que se relacionan ms bien con laetnologa y solo tienen una conexin remota con lasociedad poltica sutil y profundamente instituciona-lizada que es el Estado actual. Sin duda que a esterespecto los socilogos han formulado promesas;pero el lugar que, en su clasificacin se le confiere ala sociologa poltica est bastante mal asegurado.De hecho se ocuparon poco de los problemas polti-cos, y en modo alguno cumplieron lo que habra po-dido ser su tarea.

    No cabe duda de que .en el futuro renacimientode la politologa, la sociologa cumplir su parte fe-cunda, particularmente gracias a su influencia me-todolgica. Pero en la evolucin intelectual del sigloxIx y comienzos del xx constituye un rival, tantoms peligroso cuanto que invoca para s misma elrigor cientfico y la categora universitaria. Supe-rando el escepticismo de su medio, Durkheim logrque la sociologa fuera como ciencia y sele concedieran ctedras. En cuanto a la poltica, solose le concede el papel de un arte . de aplicacin. Lasociologa la rechaz fuera de la ciencia y fuera delas Facultades, porque "en el medio universitario, de-cir que una rama del saber o de una actividad es unarte implica arrojar el descrdito, sobre ella"."

    HI. La politologa remplazadapor la ciench jurdica

    La economa se desarrollo bajo la influencia in-glesa, y la sociologa naci en Francia; de all que la

    Los socilogos que se dedicaron a la sociologa polti-ca han recopilado, en su mayor parte, elementos dispersosen otras obras. As, el pequeo libro de Sociologie politiquedel den DAVY es fundamentalmente un estudio penetrantede la obra de los juristas socilogos L. Duguit y M. Hauriou(Pars, Vrin, 1950, 24 ed.). Tambin A. CUVILLIER, en su Ma-nuel de sociologie (Pars, P.U.F., 2 4 ed., 1959, 2 vol.) utilizampliamente el trabajo de los constitucionalistas y de losespecialistas en derecho pblico.

    10 JACQUES LECLERCQ, Du droit naturel a la sociologie,Pars, Spes, 1960, t. II, pg. 47.

    38

    Alemania de mediados del siglo xix parezca el pasmenos afectado por las tendencias disolventes. Reac-cionando sobre stas, logr inclusive reintegrar, bajola influencia de sus "economistas nacionales", la eco-noma en la poltica; y, al insistir sobre el aspecto"nacional" de los fenmenos, volvi a colocar lo so-cial en lo poltico.

    Este nfasis en la idea del Estado como un "con-junto que domina a los individuos y aun a las gene-raciones" se debe a la obra de Adam Muller. 11 Perola influencia de este autor se origina en el hecho deque sintetiza una triple corriente jurdica, lingsti-ca y filosfica, que a las tres tendencias de la econo-ma clsica: el individualismo, el cosmopolitismo yel perpetualismo, opone, en orden, el espritu comu-nitario, el ideal nacional y la relatividad histrica.

    Despus de Adam Muller, las obras de Dahl-mann, Waitz y Treitschke confirman la unidad cl-sica de la ciencia poltica como conjunto de conoci-mientos relativos al Estado-nacin. Superan as ladicotoma de Mohl, que distingua lo social y lo pol-tico, y que dentro de lo poltico distingua a su vezdiversas partes, una de las cuales, la Staatskunst,era la poltica propiamente dicha. Waitz y Treitschkeidentifican "obviamente" la poltica y la doctrina delEstado. 1 2 Dalhmann, quien en 1835 publica en Go-tinga el tomo primero y nico de Die Politik (LaPoltica sobre la base y medida de los objetos reales) ,usa la palabra "poltica" en el sentido de los anti-guos, o sea que la poltica es para l la doctrina delEstado. En su Grondziige der Politik (Fundamentos dela Poltica, Kiel, 1862) , Georg Waitz ve en la polticauna Staatslehre, sin distinguir el ordenamiento estti-

    11 ADAM MULLER, nacido en Berln en 1779, y muerto enViena en 1829, reuni en su libro Die elemente der Staats-kunst (Los elementos del arte poltico) las conferencias da-das por l en Dresde, donde actuaba como diplomtico.[Trad. esp.: Elementos de Poltica. Lecciones dadas en Dres-den en el invierno de 1808-1809, traduccin de E. IMAz, Ma-drid, Rev. de Occidente, 1935.]

    12 Esta expresin irnica y algo despectiva se debe aljurista y socilogo alemn STIER-SOMLO, autor de un peque-o libro titulado Politik, Von Quelle y Meyer, Leipzig, 1919.

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  • co del Estado y la vida pblica en movimiento, sin dis-tinguir Staatsrecht y Politik. Treitschke publica en1859 una Ciencia de la sociedad, donde el Estado es"la sociedad organizada unitariamente".

    Sin dejar de ubicar en la base de su construc-cin ms a la Nacin (Volk) que al Estado (Staat),la escuela alemana sostiene o redescubre la concep-cin global de la poltica formulada por Aristteles.En el sentido helnico, "politologa" significaba "co-nocimiento 'de la polis"; en el sentido germnico, seconvierte en la teora general del Estado, la Allge-meine Staatslehre.

    Pero la escuela alemana, que super el divorcioentre lo econmico y lo sociolgico, va a engendrarella misma la separacin de lo jurdico.

    La ruptura se anuncia en el ltimo tercio delsiglo xix con Allgemeine Staatslehre (Teora gene-ral del Estado) , de J. C. Bluntschli, cuya primeraparte Lehre von modernen Staat (Teora del Estadomoderno) apareci entre 1875 y 1876. Segn la con-cepcin clsica, Die Politik hubiera debido ser el equi-valente del ttulo general: Lehre von modernenStaat. Pero en la pluma de J. C. Bluntschli la pala-bra "poltica" no solo no designa el conocimiento delEstado en su conjunto, sino que solo en ltimo tr-mino entra en la "doctrina" o "-teora" del Estadomoderno. Lo esencial de la doctrina del Estado mo-derno se halla constituido por la teora general delEstado y del derecho del Estado. La poltica es rele-gada a un segundo pland cone respecto a estas dosdisciplinas, que toman la delantera. 13 No tiene queinvestigar ya los fundamentos del Estado, pues seocupa de ello la teora general; tampoco le competeel examen de la constitucin y los rganos del Es-tado, pues sta es tarea del derecho pblico. Solo lequeda el estudio de las actividades estatales. Formula

    13 ARMAND DE RIEDMATTEN, quien tradujo la obra alfrancs, la presenta tambin en tres volmenes: La thoriegnrale de l'tat, Le droit public, La politique, Pars, Guillaumin, 1877. [trad. esp.: Derecho pblico universal, v. deA. GARCA MORENO y J. ORTEGA GARCA, Madrid, Ed. F. Gn-gora, 1880.]

    110,

    y explica las reglas que deben seguirse en el gobier-no de los pueblos, y analiza el espritu de las institu-ciones y la actividad de la nacin en el Estado.

    Este relegamiento de la poltica es todava enJohann Bluntschli lo suficientemente discreto parano romper la unidad de una politologa global. Haydistincin, pero no separacin. El derecho pblico yla ciencia poltica surgen de un tronco comn. Perola teora general del Estado domina a la vez el de-recho y la poltica. El Estado real vive y la vidavincula el derecho con la poltica. El derecho, sobrecuyo carcter esttico los sucesores de Bluntschliinsistirn ms que l, no permanece, sin embargo,invariable. Por su parte, la poltica busca un puntode equilibrio y de reposo. El derecho posee una his-toria, y hay una poltica de la legislacin. El derechoprocede de la poltica, y la poltica presupone elderecho como condicin fundamental de la libertad.sta se desarrolla en lmites que traza el derecho.

    De todos modos, la autoridad de J. C. Bluntschlilogr que desde ese momento la doctrina alemanaaceptase la idea de que la poltica no es ms que unaparte del dominio de los conocimientos sobre el Es-tado. As, von Holtzendorff, en sus Prinzipien derPolitik (Principios de la Poltica, 9 ed., 1879) , veen la ciencia del derecho el ejercicio de la voluntadcolectiva del Estado, en tanto que es voluntad ge-neral, o sea voluntad independiente, suprema, sobe-rana. La poltica, en cambio, es la misma voluntadactuante, pero dentro de los lmites prescriptos porlas circunstancias y los antecedentes, y determinadaen sus resoluciones por la ocasin y la historia.

    Mucho ms radicales y sonoras son las tesis deGeorg Jellinek. Ya al principio de su libro Allge-meine Staatslehre 14 (Teora General del Estado) ,observa que la palabra "poltica" significa en griego"doctrina de la Polis", y que se debe traducir por

    14 Traducido al francs con el ttulo poco satisfactoriode l'Etat moderne et son droit, Pars, Fiard & Brire, 1911,2 vol. [Trad. esp.: Teora General del Estado, trad. de FER-NANDO DE LOS Ros, Madrid, 1914, La misma versin reedita-da en Buenos Aires, Ed. Albatros. 1954.]

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  • cho publico, haba publicado sus Grundzge einesSystems des deutschen Staatsrechts (Fundamentosde un sistema del Derecho Poltico alemn, 1865) .Deplora all que sus predecesores hayan considerado'que la tarea de determinar los principios constitucio-nales modernos es ms de naturaleza filosfica (la-se "poltica") que jurdica. Se esfuerza por clarificarlos principios del derecho sobre los cuales debe edi-ficarse el derecho pblico, y se propone eliminar lastendencias polticas, histricas o doctrinarias queeran precisamente las de los autores alemanes quehemos mencionado. Inspirndose en concepciones delderecho privado entonces dominantes, Gerber se apo-ya en las teoras de la personalidad y de las relacio-nes jurdicas y las aplica al dominio del derechopblico. Para l, el derecho pblico es exclusiva-mente el derecho del Estado concebido como sujetode derechos. Los derechos estatales mismos se ,opo-nen a los derechos privados. Son los derechos de do-

    minacin del Estado sobre los hombres exterioresa l, eine Herrscha f t ber fremde Personen. Lo dog-mtico termina sustituyendo a lo sociolgico, paraLlegar a la creacin de un derecho pblico que nadadebe a ninguna disciplina, salvo al derecho mismo.

    El sucesor de Gerber ser Paul Laband, uno delos maestros ms reputados de la Universidad deEstrasburgo durante el perodo de la anexin. P. La-band exige que el anlisis del sistema constitucionalde un pas determinado sea puramente jurdico. Hayque establecer, ante todo, las relaciones de derechoque constituyen el derecho pblico; fijar luego conprecisin su naturaleza jurdica; descubrir despuslos principios jurdicos generales a los que se hallansubordinados, y desarrollar, finalmente, las conse-cuencias que se desprenden de ellos. Partiendo delas reglas inscriptas en los textos, nos remontamoshasta los principios, desde, los cuales descendemos fi-

    pblico" y no ciencia poltica, disciplina inferior, in-digna de las ctedras universitarias. P. Laband y susdiscpulos no solo descartan las consideraciones pol-ticas como extraas a su disciplina, sino que mani-fiestan repecto a ellas una hostilidad caracterstica,en tanto que sirven con demasiada frecuencia paradisfrazar la ausencia de anlisis y de trabajo cons-tructivo. Es, dicen, "literatura de peridico".

    Algunos juristas alemanes son menos despecti-vos y 'se esfuerzan (como lo hace, por otra parte, elmismo Laband) por dar a la poltica un contenido;pero la determinacin de este contenido queda comoalgo abstracto y sin real importancia prctica. Comola sociologa, y an ms, puesto que es ms antiguay ms rentable, la ciencia jurdica detenta las cte-dras y mediante la preparacin de exmenes ocupalos espritus.

    "doctrina del Estado". Pero abandcna inmediatamer..te esta posicin lgica para dejar la poltica fuerade la "doctrina del Estado". Ciencia descriptiva sexplicativa del Estado, la Allgemeine Staatslehre es-tudia la nocin del Estado bajo todas las formas eeque manifiesta su actividad. Se divide, por una par-te, en una doctrina "social" del Estado, y por otra.en una doctrina "jurdica" del Estado o derecho p-blico en general. Por lo tanto, y a diferencia de J. C.Bluntschli, G. Jellinek no concibe ninguna doctrinageneral del Estado que abarque a la vez el derechopblico y la poltica. sta solo examina la maneraen que el Estado puede realizar sus fines y apreciasus actitudes. Se convierte en un estudio accesoriode carcter prctico y crtico.

    Como consecuencia directa de este "etroceso yde esta subordinacin, queda asegurada la hegemo-nia del derecho piblico en .1a teoxa>general Frente ,a la ` plit ca, y '".aslad y circunscripta, brilla con nalm nt^ "m^dante el razonamiento lgico, Para- des -todo el prestigio que su rigor le confiere.

    cubrir las aplicaciones no formuladas.Menos de diez aos antes de que J. C. Bluntschli

    Este mtodo es exclusivamente, y, como lo hadesmantelara la politologa, el "venerable" Gerber, el profesor Lexis, "intensivamente" -jurdico.a quien los alemanes consideran el padre del dere^ Los autores que se inspiran en l "hacen derecho

    4 9 43

  • CAPITULO ID

    LA POLITOLOGIA DESMEMBRADAY ABANDONADA

    I. Una ciencia sin contenidoYa sea beneficindose con el entusiasmo por la

    novedad, o haciendo Ligo de duna antigua posesin deestado, la economa, la sociologa y el derecho p-blico despojan de lo mejor. de su sustancia a lo quefue tradicionalmente el dominio de la poltica. Elcontenido de sta disminuye hasta desaparecer porcompleto, debido a la creciente especializacin de lasciencias polticas.

    Existen ahora la sociologa poltica, que estudialos fenmenos polticos en su aspecto social; la eco-noma poltica, que examina el Estado como agenteo como marco econmico; el derecho poltico, mscorrientemente calificado de pblico, que considerael aspecto jurdico de las instituciones y relacionespblicas; existe tambin la historia poltica, que es-tablece los hechos relativos a la vida pblica; la fi-losofa poltica, que permite apreciarlos; la geografapoltica, que considera las relaciones del suelo y delEstado, y, finalmente, todas las disciplinas a las quepuede aplicarse el calificativo de poltica.

    Cada vez que aparece, la poltica es absorbidapor alguna otra ciencia. Cada hecho, desde que se loaborda, cada problema, desde que se lo profundiza,deja de pertenecer al conjunto general que es laciencia poltica para entrar en el compartimientoparticular de una disciplina positiva bien caracte-rizada. Lo que constitua la ciencia poltica clsicapertenece ahora, por razones de prioridad, a otrasciencias ms evolucionadas, y por lo tanto en mejo-res condiciones de promover el estudio y hacer pro-gresar el conocimiento. A fines del siglo xrx la pol-tica desapareci como sustantivo que designa una

    disciplina autnoma y solo qued como calificacinde otras disciplinas. N existe ms la ciencia pol-tica; solo subsisten las ciencias polticas.

    Como toda investigacin poltica se transformaen un estudio particular, y cada problema considera-do en s mismo escapa a "la" poltica para entrar en"una" ciencia poltica determinada, mejor organiza-da para hallar una respuesta, ya nada queda parala politologa como tal. La comprobacin de su va-cuidad y de su inutilidad se hace inevitable.

    Algunos, sin embargo, consideran que esta reab-sorcin total es excesiva. En su opinin, queda toda-va algo despus de que todas las ciencias han recibi-do plenamente su parte. Su desarrollo deja, entreellas o fuera de ellas, algunas partes inexploradas.La ciencia poltica se interesar as en investigacio-nes inditas, an no organizadas, en el descubrimien-to de elementos nuevos, todava no regimentados, sies que .puede utilizarse esta expresin. Situada aquen la vanguardia, la politologa conservar adems, enla retaguardia, lo que las disciplinas particulares nohayan podido asimilar.

    Es evidente que esta teora "residual", como sela llama hoy, no puede servir de base para una su-pervivencia honorable de la ciencia poltica. Tal con-cepcin le ofrece un campo demasiado pobre para quepueda conservar algn prestigio. Pero, adems, elobjeto que se le destina, con toda su mediocridad, nose halla ni siquiera asegurado, porque el progreso delas ciencias polticas tiende a eliminarlo mediante lacreacin de nuevas ciencias diferenciadas, y porquetoda nueva mutilacin de la ciencia poltica generalser considerada como un progreso cientfico.

    Se le ofrece a la ciencia poltica un destino ape-nas mejor viendo en ella una encrucijada donde serenen disciplinas suficientemente diversas para pro-gresar cada una por su lado, pero lo bastante prxi-mas en sus itinerarios para que se encuentren porun momento.

    Considerada de cerca, la imagen de la encruci-jada, con ser ms halagea, oculta simplemente otrateora de la reabsorcin. En s misma, una encrucija-

    44 45

  • da carece de existencia propia. Est hecha de dos ams caminos que se cruzan, y de este modo se con-funden en un breve trecho de su itinerario; perocada camino retorna en seguida su direccin propia.

    Sin embargo, esta comparacin describe bastan-te bien la situacin en la que se coloc a la cienciapoltica a fines del siglo xix y comienzos del yac."Academia de Ciencias morales y polticas", "Escuelade Ciencias polticas", "Doctorado en Ciencias polti-cas": son stos simples puntos de reunin de disci-plinas diversas. Entre los especialistas no se intentanaproximaciones ms estrechas, porque, como lo he-mos observado, toda la filosofa de la poca ve en laespecializacin un signo de progreso y el criteriomismo de lo "cientfico".

    La idea de que la ciencia poltica sera una sn-tesis de Jets ciencias polticas aparece entonces comocontradictoria en los trminos. Los ms benvolosadmiten la existencia de una filosofa poltica quetendra una ambicin, pero la sitan en un futuroindeterminado. Para la comodidad del presente bastahaberlas reunido bajo un mismo techo, como en laEscuela libre de Ciencias polticas, o en la Escuelade Derecho, o, mejor an, bajo una cpula, como enla Academia de Ciencias morales y polticas. Pero elquai Conti (Academia de ciencias morales y polti-cas) , objeto de ironas ligerps, es como el centromismo del "mundo donde uno se hasta", y la calleSaint-Guillaume (Escuela libre de ciencias polti-cas) , ensea cada vez menos poltica y cada vez msadministracin.'

    Paradjicamente, la multiplicidad y el progresode las ciencias polticas engendran la desaparicin dela politologa.

    II. Una ciencia sin adeptosComo es natural, la corriente que acabamos de

    describir ocasion durante el siglo xix y comienzosdel xx el debilitamiento de la literatura politolgica.

    1 Cr. ANDR SIEGFRIED, Hommage a Emile Boutmy eta Albert Sorel, Fundacin Nacional de Ciencias polticas,Pars, 1956.

    46

    Sin duda que este perodo no carece de grailueJ

    polticas,2 pero ninguna corresponde ya al ideal cl-

    sico, de acuerdo con el cual el autor onsi por uconjunto del fenmeno poltico yrepiensa de su go-cuenta todo el problema de la ciudad ybierno.Ue AndrCuando Marcel Waline sostiene que

    con su famoso Tableau de forces politiquea

    de la France de l'ouestCuadiaz el pol-

    ticas del oeste de Francia), es en Franc

    dadero creador de la ciencia poltica md ocupque

    Tocqueville es el precursor y queel

    lugar entre Tocqueville y Siegfried,3 ofrece en estebreve resumen una imagen exacta de la poca y cofirma con ella lo que acabamosadquieren

    decir sobre el adelante las

    carcter especializado que publicaciones.Hay pocas "Polticas" escritas durante tal pero-do, y las que existen corresponden raramente a laspromesas contenidas en sus ttulos. Casi todas . hansido olvidadas actualmente, y exigen difciles inves-tigaciones. No puede decirse que stas sean compen-sadoras. Despus de sacudir el polvo que cubre losejemplares descubiertos con gran esfuerzo y de ho-

    jear sus pginas amarillentas, se comprueba que nocontienen casi nada de lo que se esperaba de ellas, osea que, partiendo de una definicin segura,

    hiciesen

    una exposicin sistemtica ciencia polticadesp Es

    cierto que no todo carece de inters ovisto de talento, pero el hombre de

    mediados del

    siglo xx, con su gusto por la precisin, exige algo

    ms que reflexiones bastante deshilvanadas acercade una actualidad perimida.

    As ocurre con la science politique (la ciencia

    poltica) , de Ivan Golovine, cuya obra se public en

    2 Cf. MARCEL PRtLOT, Histoire des ides politiquea, op.

    cit., libros IV y V.3 Influencia de Duguit sobre el derecho constitucional

    y la ciencia poltica, en Rev 195911ridiquCongreso co moemi ue du

    Sud-Ouest, nmeros 3 y 4,del centenario del nacimiento del den Len Duguit, Bur-deos, mayo 29-30 de 1959.

    5+.

    t

    47

  • Didot en 1844. "La poltica escribe es la cienciadel gobierno tanto en sus relaciones interiores comoexteriores, la ciencia del Estado por excelencia." Pe-ro de esta afirmacin liminar no deduce el autorninguno de los desarrollos que debieran seguirse l-gicamente de ella.

    En cambio, el Trait de politique et de sciencesociale (Tratado de poltica y de ciencia social), deP. J. B. Buchez 4 es una obra importante. Considera-do a veces como un precursor de Saint-Simon, otrascomo un precursor de los cooperativistas y de los de-mcratas cristianos, Buchez se vincula con la tradi-cin aristotlica. "La terminologa y las definicionesde Platn y de Aristteles constituyen todava hoyla base de la ciencia poltica". 5 Estima, sin embargo,que la concepcin antigua debe ser completada poruna idea nueva a introducir en la ciencia poltica: laidea, de progreso. Por otra parte, Buchez distinguela ciencia social de la poltica prctica, insertando en-tre las dos la teora constitucional. La ciencia socialtiene por objeto los principios que rigen la forma-cin de la sociedad, al igual que la coordinacin delas instituciones y de las funciones en virtud de lascuales las sociedades se conservan y progresan; lateora o doctrina constitucional, llamada an teorade la sociedad y arte del gobierno, establece la tran-sicin de la ciencia a la prctica; la poltica prcticavara segn los tiempos, las sociedades, los pases,las civilizaciones; ella se aprende mediante el estu-dio de las leyes, de los reglamentos, de las costum-bres, de las circunstancias presentes, y sobre todo,mediante el uso. 6 Pero para completar semejantecuadro hubiese hecho falta algo ms que la plumacada de la mano de un moribundo; habra sido tam-bin necesario que la imaginacin y el sentimientofuesen orientados con ms frecuencia en beneficiode una experiencia que Buchez sin embargo posea.

    Es precisamente la experiencia y solo la expe-4 Publicado por los ejecutores testamentarios del autor,

    L. Cerise y A. Ott, Pars, Amyot, 1866.5 Libro I, cap. II, pg. 23.e Eod. loc., pg. 46 y sigs.

    48

    riencia la que invoca Len Donnat, con quien pa-samos del lirismo del 48 al positivismo de fines delSegundo Imperio y de comienzos de la Tercera Re-pblica. La politique experimentale (La poltica ex-perimental) , sostiene como divisa este aforismo:"Solo la experiencia nos debe dirigir; ella es nuestronico criterio." L. Donnat juzga, en efecto, que lasimple observacin es insuficiente; la experimenta-cin, tal como Aristteles la ha reclamado para lamedicina, es tambin indispensable para la poltica.Len Donnat ha hecho la demostracin mediante laciencia, la historia, la situacin poltica de Francia,la observacin comparada de los pueblos libres. Eluso de esta ltima frmula muestra claramente queL. Donnat ha sufrido otra influencia: la de Le Play,a quien conoci bien y de quien habla con simpata,aunque l mismo sea furiosamente anticlerical. Sinembargo, Donnat `_desarrolla menos las reglas de unapoltica que las de una legislacin experimental, ysu obra, finalmente, se dirige ms hacia la prcticaque hacia la ciencia.

    Sin duda, La politique: princpes, critiques, r-forme (La poltica: principios, crticas, reforma),simple recopilacin de artculos publicada por Th.Funck-Brentano (Pars, 1892) , posee una textura d-bil y un inters precario. Los principios se reducena algunas afirmaciones triviales, y las reformas con-sideradas parecen hoy da tan anacrnicas como an-tes pudieron parecer novedosas. Es por otra parteprobable que Th. Funck-Brentano no se hiciera ilu-siones respecto de su obra, y que el sentimiento desu insuficiencia no haya estado ausente en la funda-cin, tres aos ms tarde, del College libre des Scien-ces sociales (Colegio libre de Ciencias sociales) , cu-yos servicios a la ciencia poltica, en el momentomismo en que reinaba todava la desconfianza haciala enseanza pblica, habran de ser considerables.

    Aunque netamente superior a la obra de Th.Funck-Brentano, tampoco se puede clasificar entre

    7 Publicada en 1885 y reeditada en 1891, Pars, Reinwald(Bibliotheque des Sciences contemporaines) .

    49

    ^;

  • las grandes obras La politique (La poltica), queCharles Benoist 8 public hacia fines del siglo XIX.Profesor de la Escuela de ciencias polticas, parla-mentario, miembro del Instituto, embajador, el autorno es an ms que la promesa de una gran carrera.Su obra posee la caracterstica propia de la juventud:une a una exposicin dbil el enunciado de vastasambiciones. Influido a la vez por la tradicin antiguay por la sociologa reciente, Charles Benoist procla-ma: "La poltica es estrictamente la ciencia de lavida de los hombres en sociedad o de las sociedadeshumanas. Cualquier otra definicin la rebaja o ladisminuye... Todas las formas de la vida social en-tran por algn lado en el campo de la vida poltica, otocan por algn lado su dominio". Pero desde la p-gina veinticinco Charles Benoist estudia el Estado,y hasta el final del Libro I no se ocupar d otra cosaque de la soberana y del g bierno. El Libo II estdedicado al poder poltico, :y el III a los rganos yfunciones del Estado. La exposicin parecera unasucesin de apuntes escolares si en algunos momen-tos no mostrara un rasgo original.

    Coleccin "La vie nationale", Bibliothque des Scien-ces sociales et politiques, Len Chailley, Pars. 1894.

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  • CAPITULO IV

    LA POLITOLOGIA RENACIENTE

    I. El nuevo clima

    Contrariamente a lo que podra creerse ahora, laprimera guerra mundial no contribuye en absoluto asacar del marasmo a la ciencia poltica. Esta conti-na, al igual que antes, fuera de los recintos uni-versitarios. Un viento de rido tecnicismo minuciososopla entonces sobre las Facultades de Derecho. Encuanto a las obras, constituyen ms bien un retro-ceso, tanto en nmero como en importancia.'

    En cambio, la segunda guerra mundial da el im-pulso decisivo al renacimiento politolgico, que co-menzar desde la ocupacin y el armisticio. En unmundo extremadamente politizado, la convicin deque la ciencia poltica no puede ser ignorada oficial-mente surge pronto y se extiende de un modo irre-sistible.

    Hemos explicado en otra parte cmo la "dcadadecisiva" (1945-1955) marca el "fin de una extra-ordinaria carencia", 2 por lo cual nos limitaremos aponer de relieve dos factores secundarios, pero muydirectos, de la transformacin del clima. Uno es ex-terno y de imitacin; el otro, interno y de tradicin.

    En el renacimiento de la politologa tiene granimportancia, ante todo, el ejemplo norteamericano.Las universidades de los Estados Unidos posean cte-dras sobre gobierno desde fines del siglo xix; crearon

    1 Confrontando Economa y Ciencias polticas, GatanPirou solo cita a Andr Siegfried y Clestin Bougl, conreferencia a obras anteriores a 1914. Introduction a l'cono-mie politique, Pars, Sirey, 24 ed., 1945.

    2 Cf. nuestro anlisis ya citado, "La fin d'une extraor-dinaire carence", Revue Inter. d'hist. pol. et constit., P.U.F.,enero-junio de 1957, pg. 1.

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  • y sin duda extendieron su departamento de cienciaspolticas, paradjicamente favorecidas por los acon-tecimientos europeos, que provocaron la partida ha-cia el otro lado del Atlntico de hombres como CarlFriedrich, Mario Einaudi, Waldemar Gurian y mu-chos otros. En compensacin, y particularmente atravs de la Unesco, el prestigio norteamericana actasobre muchos jvenes espritus clue van directamentea la ciencia anglosajona sin sentirse obligados a losrodeos y precauciones de sus antecesores. 3

    Sin embargo, la brusca ascencin de la cienciapoltica solo pudo producirse porque durante todo elsiglo xix y comienzos del xx las Facultades de De-recho han sido, a pesar de las reticencias y las hosti-lidades, la verdadera Escuela de la Ciencia poltica.

    Si, entre los constitucionalistas, Raymond Carrde Malberg quiso ser .un jurista...puro,4 si Len.Du-guit.. rto hizo: cie