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ORALIDAD La oralidad es el medio y la expresión verbal de las sociedades donde las tecnologías de literalidad, especialmente escritura e imprenta, no son familiares a la mayoría de la población. El estudio de la oralidad está fuertemente relacionado con el estudio de la tradición oral. Sin embargo, en sus implicaciones más amplias, se relaciona implícitamente con todos los aspectos de la economía, política, desarrollo institucional y humano de las sociedades orales. El estudio de la oralidad tiene consecuencias importantes para el desarrollo internacional, especialmente en relación a la meta de erradicar la pobreza, así como en el proceso de globalización. Las sociedades humanas prehistóricas se formaron sobre la base de la intercomunicación a través del lenguaje. Durante muchísimos años los hombres manejaron sus asuntos a través del uso exclusivo del lenguaje oral. El comportamiento, el razonamiento y las reacciones eran orales. La oralidad es pues, en parte, una herencia, algo que nos viene desde lejos, algo que, como el caminar erguidos, nos ha regalado la evolución. Esta oralidad fue exclusiva durante muchos milenios, pues la escritura – una vez apareció por primera vez en las culturas egipcias y hasta su desarrollo en Hebrea -, estaba restringida a las élites clericales o comerciales. La mayoría de asuntos seguían desarrollándose mediante la oralidad. Es la oralidad, pues, algo primitivo y heredado, que constituye en lenguaje en sí desde el principio. Es una forma comunicativa que va desde el grito de un recién nacido hasta un diálogo generado entre amigos. El texto oral se percibe a partir de sonidos que operan como instancias concretas de un sistema de unidades abstractas, los fonemas. Ong sostiene que el habla es la raíz de la escritura ya que no concibe la existencia de la escritura sin

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ORALIDAD

La oralidad es el medio y la expresión verbal de las sociedades donde las tecnologías de literalidad, especialmente escritura e imprenta, no son familiares a la mayoría de la población. El estudio de la oralidad está fuertemente relacionado con el estudio de la tradición oral. Sin embargo, en sus implicaciones más amplias, se relaciona implícitamente con todos los aspectos de la economía, política, desarrollo institucional y humano de las sociedades orales. El estudio de la oralidad tiene consecuencias importantes para el desarrollo internacional, especialmente en relación a la meta de erradicar la pobreza, así como en el proceso de globalización.

Las sociedades humanas prehistóricas se formaron sobre la base de la intercomunicación a través del lenguaje. Durante muchísimos años los hombres manejaron sus asuntos a través del uso exclusivo del lenguaje oral. El comportamiento, el razonamiento y las reacciones eran orales. La oralidad es pues, en parte, una herencia, algo que nos viene desde lejos, algo que, como el caminar erguidos, nos ha regalado la evolución. Esta oralidad fue exclusiva durante muchos milenios, pues la escritura – una vez apareció por primera vez en las culturas egipcias y hasta su desarrollo en Hebrea -, estaba restringida a las élites clericales o comerciales. La mayoría de asuntos seguían desarrollándose mediante la oralidad.

Es la oralidad, pues, algo primitivo y heredado, que constituye en lenguaje en sí desde el principio. Es una forma comunicativa que va desde el grito de un recién nacido hasta un diálogo generado entre amigos. El texto oral se percibe a partir de sonidos que operan como instancias concretas de un sistema de unidades abstractas, los fonemas. Ong sostiene que el habla es la raíz de la escritura ya que no concibe la existencia de la escritura sin su antecesora. Este autor distingue dos tipos de oralidad, a saber la oralidad primaria y la oralidad secundaria.

- Oralidad primaria: ONG define a la oralidad primaria como la forma de comunicarse de las culturas con un carácter de permanencia e independencia de la escritura.

En el intervalo que va de la primera a la segunda guerra mundial, surgió la instrumentación de las tecnologías de la comunicación moderna, destinadas a la creación de un lenguaje altamente sofisticado, para la propaganda Política –primero- y después para la comercial. En este período también surgieron los primeros intentos de crear un análisis crítico del discurso, lo que más tarde se conocería como comunicación de masas. A esta etapa, caracterizada por una cultura dominada por las formas orales de la comunicación de masas, ONG la llamó Secondary Orality.

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- Oralidad secundaria: La cultura está dominada por las formas orales de la comunicación de masas, la instrumentación de las tecnologías de comunicación y el uso de un lenguaje altamente sofisticado. Esta oralidad se manifiesta principalmente en las sociedades avanzadas, que poseen la escritura como soporte de la memoria.

FOLCLORE

El folclore1 folclor, folklore o folklor (del inglés folk, «pueblo» y lore, «acervo», «saber» o «conocimiento»)2es la expresión de la cultura de un pueblo: artesanía, bailes, chistes, costumbres, cuentos, historias orales, leyendas, música, proverbios, supersticiones y demás, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura, subcultura o grupo social, además se suele llamar de la misma manera al estudio de estas materias. Sin embargo hubo muchos desacuerdos referentes a qué exactamente el Folcklore contenía: algunos hablaban solo de cuentos y creencias y otros incluían también festividades y vida común.

El término inglés «folklore» fue acuñado el 22 de agosto de 1846 por el arqueólogo británico William John Thomson, quien deseaba crear una palabra para denominar lo que entonces se llamaba «antigüedades populares». La definición más ampliamente aceptada por los investigadores actuales de la especialidad es «la comunicación artística en grupos pequeños», propuesta por el investigador de la Universidad de Pensilvania Dan Ben-Amos.

En 1960, la UNESCO designó el 22 de agosto de cada año como «Día Mundial del Folclor» como reconocimiento a Thoms.

MUSICA QUE VIVE Y SUENA EN LA REGION DE LOS LLANOS

El llanero se acompaña en sus trabajos con el ganado, entonando cantos de arreo y de ordeño, libres e inspirados. En sus bailes o joropos, se tiempla la recia Arpa o Bandola Llanera junto con el Cuatro y las Maracas, para que el cantante dispare su voz en alto con coplas y contrapunteos de versos tejidos. Con pasajes, golpes y corridos, la música llanera ha representado a Venezuela como su principal género musical. En la parte noroeste de Guárico, existe una tradición criolla única de aerófonos de origen Kari'ña: Los Carrizos de San José de Guaribe, junto con el Cuatro, Maracas y el Tambor, ejecutan golpes para bailes familiares. Muy cerca, en Altagracia de Orituco se celebra el Baile de los Pintaos en el Día de las Marías.

La presencia indígena en los Llanos se ubica al sur del estado Apure y Guárico con los Jiwi o Guajibo, y en el centro de Apure donde se encuentran los Pumé.

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ESTADOS QUE COMPRENDEN LA REGION LLANERA CON SU GENERO MUSICAL

ESTADO APURE:

Folklore

El Joropo:

Aunque desde hace mucho tiempo es una música que se interpreta en todo el país, Apure se presenta ante los ojos de los venezolanos como la tierra por excelencia del joropo. La música típica del apureño es el joropo y Apure es probablemente el territorio más cantado, celebrado y mencionado en las grandes composiciones que definen el género.

No existe un solo tipo de joropo, existen muchas modalidades que han ido surgiendo a lo largo del tiempo. En los Llanos Occidentales, por ejemplo, a las formas primigenias -según los estudiosos, presentes en el galardón, el pajarillo, y el número- se le han agregado variantes como el zumba que zumba, la periquera, el gabán, el seis por derecho, el gavilán, la quirpa, la chipola, el corrío, el cunavichero, el quitapesares, y el propio pasaje apureño, la representación llanera por antonomasia, entre otros.

El joropo se interpreta básicamente con arpa, cuatro y maraca, más la voz. Sin embargo, en Barinas, Portuguesa y en parte de Apure no se usa el arpa sino la bandola como instrumento contrapuntal. Y el contra-punteo en sus diversas formas es parte esencial del joropo. Hay dos contrapunteos: el que se produce entre los instrumentos y la voz -el arpa o la bandola inician las frases que son retomadas por la voz para Ilevarlas a su desarrollo final- y el que se produce entre dos o más cantantes a partir de la improvisación de versos y coplas, uno de los rasgos particulares de este género musical.

En Apure el joropo ha alcanzado momentos de esplendor en figuras como Ignacio "Indio" Figueredo, Adilia Castillo, Eneas Perdomo, Juan de los Santos Contreras (El Carrao de Palmarito) y en un extenso número de figuras de brillo nacional muy amplio para nombrar en este breve espacio. Todos los años, en la población de Elorza, se realizan unas fiestas, ya legendarias por la canción "Fiesta en Elorza" donde el joropo cobra vida y el contrapunteo recuerda una vez más una tradición que se remonta al siglo XVII, y remite a viejas canciones y bailes españoles.

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Estado Barinas:

Folklore

La bandola llanera:

En otros tiempos era frecuente escuchar entre los barineses una expresión con la que hacían referencia a los tiempos pasados: "...de cuando los bandolinistas se estorbaban", solían decir. Con esa frase no hacían otra cosa que destacar el gran número de pobladores de Barinas que en el siglo pasado eran intérpretes de la bandola, un instrumento cuya ejecución es compartida con otros estados llaneros, especialmente con Apure y Guárico, pero que en distintas épocas ha encontrado en Barinas su mayor expansión y su más elevado número de eje cutantes.

La bandola es un instrumento que, según los historiadores, arribó a nuestras tierras alrededor del siglo XVI traída por los españoles, quienes a su vez la habrían heredado de las diversas familias de Laudes que los árabes Llevaron a España durante los varios siglos de su dominación en la península Ibérica.

En Venezuela, en la actualidad, se encuentran varios tipos de Bandola: la Bandola oriental, de cuatro cuerdas dobles, la Bandola tachirense, de seis cuerdas, algunas dobles y otras triples, y la Bandola Llanera, de cuatro cuerdas simples. La oriental y la Llanera, difieren también en el tamaño y profundidad de la caja de resonancia. La caja de resonancia de la bandola oriental es más grande y profunda, y con sus cuerdas colocadas en órdenes dobles, se utiliza en los estados Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta donde también recibe el nombre de bandolín. La bandola Llanera, en cambio, la empleada en Barinas, se caracteriza por una caja de resonancia más pequeña y por el orden simple en el que van sus cuerdas.

La bandola se utiliza como instrumento solista o como acompañante de cantantes y copleros para interpretar los más diversos géneros del Llano: golpes, pasajes, corridos y tonos de velorio, entre otros. Al igual que el arpa, y en muchos casos como su sustituto, la bandola es acompañada de cuatro y maracas y resultan un instrumento excepcional para la ejecución de lo que ha sido considerado como el baile nacional, el joropo.

En Barinas la bandola ha encontrado alguno de sus mejores intérpretes entre quienes destacan Arévalo Tapia "Don Julian", Octavio Calderón, y el gran impulsador e innovador del instrumento, Anselmo López. De Barinas también es originario Mizael Montoya, el más conocido e importante constructor del instrumento. Y de Barinas, guiado por Anselmo López, se ha nutrido Saúl Vera, continuador de la tradición en la ciudad de Caracas.

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Estado Cojedes:

Folklore

El Folklore cojedeño es la viva imagen del sentir del pueblo llanero, el joropo recorre todos sus rincones. En las manifestaciones folklóricas se observa que existe una estrecha relación entre lo religioso (misas, precesiones, y otros), arte popular (bailes, juegos diversiones) y deportivo (competencias, peleas de gallo, coleaderas de toros, y otros) ya que en las fiestas patronales se juegan estos tres elementos.

Bailes

San Pascual Bailón en Libertad y Amparo. Locos y locainas en Apartaderos y Cojedes. Fandanguillo en Macapo. Diablos Danzantes en Tinaquillo.

ESTADO GUÁRICO:

Folklore

Velorio de Cruz:

Fiesta religiosa y social realizada durante el mes de mayo, en donde los recitadores más afamados del país cantan fulías acompañados por música de cuatro, guitarra, maracas, arpa y tambora.

El Pajaro Guarandol:

Comparsa formada por varias personas que danzan y cantan. Los personajes centrales son tres: el pájaro guarandol, el brujo y el cazador. El móvil de esta diversión gira en torno a la cacería del ave, el ruego para que no lo maten y la intervención del brujo para resucitarlo.

La Burriquita:

El personaje principal de esta danza viste un disfraz que le permite representar burra y jinete al mismo tiempo. Baila al compás de un joropo, hace piruetas, rebuzna y realiza todas las cosas propias de la burra y su jinete.

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El Churiguare:

Los personajes que integran esta comparsa son el Brujo Machuco, el Zamuro y el Churiguare. Este último simboliza un animal fabuloso que por su raro aspecto constituye el terror del vecindario. El brujo, por medio de exorcismos, acaba con el poder maligno del Churiguare.

Baile del Joropo:

El joropo se canta y se baila en toda Venezuela. Constituye no sólo una expresión bailable, sino también una fiesta donde se cantan y bailan corridos, galerones, golpes, pasajes y otras tonalidades folclóricas. Se efectúa en cualquier época del año y el motivo puede ser un bautizo, cumpleaños o la celebración de alguna fiesta patronal. La música del joropo se toca con instrumentos típicos como cuatro, maracas y arpa, que acompañan a cantos y estribillos.

El zapateo y escobilleo, que son pasos del joropo, se mezclan en el estado con giros típicos de la región como el remolino, el cuartao y el toriao.

Estado Portuguesa:

Folklore

Portuguesa es uno de los estados llaneros de Venezuela donde aún se conserva la tradicional bandola llanera, de cadencia rítmica especial. Igualmente resuenan el cuatro, las maracas y el arpa, máximos sonoros del joropo. Algunas de las expresiones musicales del estado son la chipola y el pasaje llanero.

Los toros coleados en las mangas es una interesante exhibición de destreza del hombre recio llanero, quien debe combinar su habilidad como jinete con la fuerza para tumbar al toro que corre por un corral.

Las peleas de gallos y el juego de bolas criollas son otros actos recreativos típicos de los llaneros.

Los carnavales de la ciudad de Guanare representan una tradición que se remonta a principios del siglo XX, cuando numerosas familias guanareñas se disfrazaban y compartían con los vecinos. En la

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actualidad, continúan estas celebraciones con el nombre de "Mascarada, Carnaval de Venezuela", donde durante cuatro días la población se desborda en las calles con alegría para presenciar el colorido de carrozas, las comparsas y los disfraces.

Portuguesa es escenario de relevantes eventos como el Festival Internacional de Música Llanera "El Silbón", el cual congrega a destacados exponentes del canto que llegan de diferentes lugares de Venezuela y Colombia con la finalidad de resaltar la música, el baile, la poesía y el contrapunteo, en lo que es un abrazo de los cultores de música llanera de ambas riberas del río Arauca.

Las Locainas constituyen una manifestación que identifica a un pueblo específico: Agua Blanca. Las Locainas es un grupo folclórico religioso católico que el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, simboliza la música y los bailes típicos de antaño: vals, joropo, galerones y el sonido de los cachos, que es señal tradicional.

En la celebración de la Cruz de Mayo, los habitantes de la zona adornan los patios con cruces de palo, flores y hojas verdes de palma. Luego las encienden, las veneran con rezos del rosario, entonan cantos y practican juegos de salón.

El Festival de Jóvenes Solistas en Danzas, se celebra el mes de octubre de cada año. El Festival del Maíz se celebra en el mes de noviembre y el del Arroz en el mes de marzo. Las Orquídeas Coromotanas, evento celebrado en la ciudad de Píritu, logra proyectar a Portuguesa en el exterior, principalmente en España, lugar donde se envían orquídeas de regalo a la Virgen del Pilar de Zaragoza a nombre de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela.

Baile

El Joropo es el baile que acompaña la música del mismo nombre y se considera típico de Portuguesa y todos los llanos venezolanos. Al ritmo del arpa, el cuatro y las maracas, la pareja zapatea, mientras realiza sincronizados giros que simbolizan el sutil coqueteo de la mujer y el galanteo y caballerosidad del hombre ó el desafiante espíritu del llanero recio.

Desde las estilizadas coreografías de los grupos de danza hasta el joropo bailado en las fiestas llaneras donde el zapateo de muchas parejas levantan el polvo bajo los caneyes de palma, los

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bailadores ejecutan pasos que se acoplan a los diferentes compases y variaciones que marque la música y reciben nombres como el escobillao, la media luna y el rastrillado entre otros. También tenemos otros bailes como son el vals, el paso doble, el tamunangue y el baile de las locainas.

Instrumentos: Cada pueblo deja huella de los cantos y ritmos que por siglos le han identificado a través de lo único material que tiene la música: sus instrumentos. Estos dan pista del origen, desarrollo y significado que ha tenido la música para aquellos a quienes han pertenecido. Por eso a través de nuestros instrumentos tradicionales podemos rastrear toda una historia de símbolos, afectos y mestizajes.

Los instrumentos que identifican el Estado Llanero de Portuguesa son:

El Arpa Llanera: La caja de resonancia es angosta y las clavijas están colocadas en doble fila, las cuerdas son de tripa y material sintético.

El Cuatro: Pertenece a la familia de las antiguas guitarras y guitarrillas españolas. Es de tamaño reducido y le debe su nombre al número de cuerdas que posee.

Se ejecuta principalmente por rasgueo o charrasqueo. El cuatro posee tradicionalmente cuatro cuerdas: una prima, una segunda y dos terceras, que hace algún tiempo se hacían de tripa pero actualmente son de nailon. Por lo general, los ejecutantes varían la colocación de las cuerdas para obtener diferente temples, o sustituyen unas con otras.

Las Maracas: Son sonajeros construidos con el fruto del taparo seco y vaciado, al que se le introducen semillas de capacho, granos de maíz o piedrecillas, que por sacudimiento producen el sonido al chocar con la corteza del fruto. Tienen dos perforaciones que sirven para insertar un mango de madera como eje.

MITOS Y LEYENDAS

Las leyendas y los mitos hacen parte de la cultura y el folklore de las regiones, el llano no es la excepción, las más representativas leyendas del llano, son aquellas narradas por los abuelos, cuando el manto de la noche cubre al llano. Las leyendas y los mitos son transmitidos de generación en generación por medio de la tradición oral.

El Espíritu de la Llorona: Varias son las narraciones fantásticas que sobre el espíritu de la llorona cuentan los ancianos pobladores de la sabanas araucanas. La llorona convertida en el espíritu vagabundo de una mujer que lleva un niño en el cuadril, hace alusión a su

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nombre porque vaga llorando por los caminos. Dice la tradición que la llorona reclama de las personas ayuda para cargar al niño; al recibirlo se libra del castigo convirtiéndose en la llorona la persona que lo ha recibido. Otras eversiones dicen que es el espíritu de una mujer que mató por celos a la mamá y prendió fuego a la casa con su progenitora dentro, recibiendo de ésta, en el momento de agonizar la maldición que la condenara: "Andarás sin Dios y sin santa María, persiguiendo a los hombres por los caminos del llano". Se dice que nunca se le ve la cara y llora de vergüenza y arrepentimiento por lo que hizo a su familia. El espíritu de la llorona, transformado en leyenda, ha acompañado al hombre llanero desde épocas remotas y de su existencia son testigos muchos viejos don Juanes. Otros menos creyentes consideran que es una creencia contraria a la razón, creada por los adultos con el objetivo de amedrentar o atemorizar a los vaqueros que cruzaban caminos en busca de algún romance nocturno por las sabanas. Un pedazo de tabaco de rollo en el bolsillo evita la aparición de la llorona.

La Sayona:cuenta la historia que hace mucho tiempo, vivía una mujer muy hermosa, llamada melisa. desde chiquita melisa había sido muy celosa. melisa creció, y se casó con un maravilloso hombre quien era incapaz de herir a nadie. pronto tuvieron un hermoso hijo. pero en su pueblo, había un hombre de mala fe, mentiroso y mujeriego que se enloquecía por ella. este la espiaba cada día mientras ella nadaba desnuda en el río, hasta que ella un día lo descubrió. ¿qué haces aquí espiándome?, de ti me lo podía esperar. a lo que este contesto. no, yo vine a advertirte, mujer, que tu hombre te esta cambiando por otra, tu marido te esta traicionando con tu propia madre. algo totalmente incierto. al oír esto melisa palideció de repente y salió corriendo hacia su casa. al llegar encontró a su esposo y a su hijo, llena de celos, prendió fuego a su propia casa en la cual se encontraba su esposo y su bebe de 9 meses, desde lejos se podían escuchaban los llantos del bebé y los gritos del esposo pero para cuando llegaron los vecinos ya era demasiado tarde. mientras los vecinos se lamentaban melisa ya había llegado a casa de su mamá, a la cual le contó lo que había hecho y porque lo hizo, la madre horrorizada diciéndole que ella no la había traicionado mientras huía hacia el patio, pero no pudo escapar y melisa la atacó con un machete dándole tres cuchillazos en el vientre, ésta antes de morir dijo: jamás te mentí, y tu cometiste el peor pecado, matar, pero yo te condeno sayona. desde entonces se cuenta en el pueblo que a los hombres mujeriegos se les aparece una hermosa mujer, quien les pide que le enciendan un cigarro. pero no lo hagan porque al hacerlo verán su espectral rostro, el rostro de la propia muerte y si no mueren del susto al ver esta horrenda cara, ella los acosará tomando diversas formas hasta producirles un infarto hacer que se caigan por un barranco o cualquier otra horrenda muerte.

Leyenda de la Bolefuego o Candileja: Cuentan los viejos llaneros que hace cientos de años existía en los llanos orientales una mujer muy hermosa con un cuerpo de palma real y una larga, negra y fina cabellera que pendía hasta sus caderas, un cutis piel canela y unos lindísimos ojos grandes azules. Esta codiciada mujer silvestre se casó con un hombre recio y faculto, conocedor de la sabana, que respondía al nombre de Esteban. La existencia

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matrimonial fue relativamente corta. De esta unión alcanzaron a nacer dos hijos hombres, el primero llevó el nombre de Sigifredo y el segundo heredó el de su padre, Esteban. Don Esteban, el amo de la casa, era un hombre parrandero, tomatrago y jembrero; músico y extraordinario coplero. Un buen día, don Esteban se alistó para ir a un San Pascual Bailón, nombre que se le da en el llano a las fiestas sabaneras, pero por razones que solo él sabía, no quiso llevar a su esposa Candelaria, situación que despertó violento disgusto en la linda mujer criolla y, tanto sería su ira, que la fatal decisión de que si Esteban no la llevaba, pues él tampoco iría ni a éste ni a ningún San Pascual Bailón. Sin pensarlo dos veces Candelaria tomó un hacha de rajar leña y en presencia de sus dos hijos mató a su esposo, obligándo a sus dos retoños a ayudar para enterrarlo en la sabana. Doña Candelaria al quedar viuda fue objeto de un ramillete de galanes llaneros que querían reemplazar al difunto, pero ninguno fue aceptado por la bella orquídea. La viuda Candelaria se dedicó como madre a levantar a sus dos hijos, sin permitir que nadie mancillara su condición de mujer viuda. De esta forma transcurrió su vida hasta que Sigifrido, su hijo mayor, alcanzó la edad de catorce años y se convirtió en un elegante joven de ojos azules al igual que ella; lo convirtió en su inseparable compañero y comenzó a dormir en la misma cama, hasta convertirlo en su amante. No permitía la viuda madre que ninguna otra mujer del vecindario pusiera los ojos sobre su hijo y segundo marido, pues le asaltaba el temor que su felicidad fuera invadida por alguna chica casadera del lugar. Así fue pasando el tiempo hasta que Esteban, segundo de sus hijos alcanzó los catorce años, era indudablemente dueño de una mejor estampa que la de su hermano mayor, jóven de grandes facultades y de finos modales, todo lo anterior despertó el interés de su ya depravada madre hasta llega a intentar realizar lo mismo que con su hermano, es decir, convertirlo en su amante. Esteban que era un muchacho de sana moral, rechazó totalmente las pretensiones de su medre, pués él a pesar de su ignorancia, sabía y entendía muy bien ella era su madre y como tal no podía ser su amante. El rechazó de Esteban causó tanta decepción en la mujer, pensó, al igual que lo hubiera hecho con su marido, que si no era para ella no sería para ninguna otra mujer. Con el pasar del tiempo la viuda Candelaria murió y al subir a rendirle cuentas al señor Supremo. Este la castigó condenándola a errar por las sabanas convertida en bola de fuego, que pierde a los caminantes. Otra versión dice que es el espíritu de una mujer que decapitara a su único hijo que iba a ser obispo, por lo cual fue condenada a errar por los caminos, convertida en la bola de fuego, que pierde a los caminantes. La bola de fuego se acerca a al caminante solitario, el cual debe maldecirla ya que cualquier rezo la atrae. Otra forma de evitar la persecución es llevando el cabo de soga arrastrando, como también desmontarse del caballo y tenderse boca abajo hasta que se aleje. En cuanto a la frecuencia de su aparición se dice que la bolefuego es constante en la semana del concilio (semana antes de semana santa y que se denomina en el llano como la de buscar comida). También aparece con frecuencia en los meses de verano, por lo que se ha considerado que es un producto de la ilusión óptica, producida tal vez por el reflejo del sol en las secas sabanas de Arauca.

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Leyenda del Silbón: Espiritu vagabundo por matar a sus padres. Después de asesinar a su padre, el hombre fue castigado con un mandador de pescuezo (tipico del llano), al tratar de huir fue mordido por un perro tureko, para concluir el castigo su abuelo rego sobre sus heridas gran cantidad de aji picante. El recuerdo y mención de lo sucedido libra a las personas de ser atacadas por este espiritu errante conocido como el silbón. El Silbón se presenta a los borrachos en forma sombrío. Otros llaneros le dan forma de hombre alto,flaco. usa sombrero y ataca a los hombres parranderos y borrachos, a los cuales chupa el ombligo para tomarles el aguardiente. La tradición explica que al llegar el silbón a una casa en las horas nocturnas, descarga el saco y cuenta un a uno los huesos; si no hay quien pueda escucharlo, un miembro de la familia muere al amanecer. Otra versión dice que fue un hijo que mato a su padre para comerle sus "asaduras". El muchacho fue criado toñeco (mimado), no respetaba a nadie. Un día le dijo a su padre que queria comer visceras de venado. Su padre se fue de caceria para complacerlo pero tardaba en regresar. En vista de esto el muchacho se fue a buscarlo y al ver que no traia nada, no habia podido cazar el venado, lo mato, le saco las visceras y se las llevo a su madre para que las cocinara. Como no se hablandaban, la madre sospechó que eran las "asaduras" de su marido. preguntándole al muchacho, quien confesó la verdad. De inmediato lo maldijo "pa to la vida". Su hermano Juan lo persiguio con un "mandador", le sonó una tapara de ají y le azuzó el perro "tureco" que hasta el fin del mundo lo persigue y le muerde los talones.

La leyenda de Juan Machete: una de las más conocidas en los Llanos Colombo-venezolanos, ha sido motivo de inspiración para canta-autores y cuentacasos llaneros. Es sabido que éste personaje se llamó Juan Francisco Ortiz y tenía un fundo llamado La Odisea, el remoquete de machete se ¡o acomodaron porque siempre llevaba al cinto, un largo machete en una funda de cuero crudo. Cuenta la leyenda que este hombre hizo un pacto con el diablo, negociando el alma de su mujer y de sus hijos y su propia alma a cambio de que lo convirtiera en el potentado máximo de la región. Para ello cogió un sapo y una gallina negra, les cosió los ojos con una aguja e hilo y los enterró vivos un jueves santo al filo de la media noche, para desenterrarlos al año siguiente, el mismo día y a la misma hora; después enrumbó por un camino hasta llegar a un lugar solitario donde no escuchaba un ruido de voz humana, ni canto de un gallo, tiró los huesos al viento, y llamó al rey de las tinieblas tres veces a todo grito esperando un intervalo de que muriera un eco para lanzar el otro diciendo. -¡Satanás, quiero hacer un pacto contigo! Lucifer, aquí te espero!, y por último, ¡Mandinga!, si no vienes a mi llamado, mi petición es que vengan las riquezas a mi, que me rodeen como los pastos pestañean a los esteros y lagunas. Nada perturbó el silencio de aquel Jueves Santo, nada pareció acontecer, sin embargo, para Juan Machete llegó una racha de suerte increíble, sus tierras se volvieron fértiles, el ganado ni que hablar, las vacas parían de a dos terneros y Juan creía que todo era una racha de buena suerte. Más una noche cuando ésta se partía en dos, el mugido de un padrote estremeció La pradera, Juan se levantó, metió la mirada en la oscuridad pero nada extraño pudo ver, regresó a su cama y se tendió a dormir hasta que el día rayó el horizonte, comenzó su rutina diaria, más cuando ensillaba su caballo, reparó en los

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potreros la imponencia de un toro negro de cascos y astas blancas. Largo rato duró contemplando a aquel hermoso animal, luego pensó que era de algún hato vecino, se fue a su trabajo y cuando regresó por la tarde, todas las reses estaban alborotadas como si trataran de huir del padrote; mañana apenas amanezca voy a los hatos vecinos para avisar y que su dueño venga a recogerlo. Con esta idea durmió plácidamente, con ella se levantó y con ella se dio a galopar sabana visitando hatos y fundos aledaños, describiendo el animal, pero nadie dijo ser el dueño de una res de aquellas características. Al anochecer regresó cansado y preocupado, observó al toro quien se mantenía pastando reunido con las demás reses, altanero y sombrío, con la majestuosidad de dueño y señor del rebaño. El cansancio venció a Juan y se durmió de un solo tirón hasta las doce de la noche cuando fue arrancado de su profundo sueño por el pitazo del negro padrote recién adueñado de aquellos parajes, se levantó a averiguar, pero todo parecía normal, sin embargo no fue así, su asombro no tuvo límites, sus tierras florecían en reses, miles y miles de cabezas de ganado manchaban el verde limpio de las sabanas y corrales. Aquel mugido largo y profundo del toro negro a las doce de la noche, fue el aviso del diablo diciéndole que desde ese mismo instante era el ganadero más poderoso de la región, así lo entendió Juan. Desde ese momento nace la leyenda de Juan Machete, de machete que porque el hombre siempre cargaba un machete pegado a la cintura metido dentro de una funda de cuero crudo.

Entierro de Morocotas: Las historias sobre entierros de morocotas y tesoros tienen su origen en la costumbre generalizada de las personas que vivieron durante la época colonial y el período republicano, de enterrar o tapiar en las paredes de sus casas, todos aquellos objetos de valor y muy especialmente sus riquezas en morocotas de oro, perlas y diamantes. En torno a ello surgieron relatos de espantos y apariciones de animales que custodiaban el lugar donde se hallaba el escondite del tesoro enterrado. Se dice que muchas personas, para evitar el saqueo de sus entierros, lanzaban conjuros en el lugar y así impedirle extraer los tesoros a quien osara acercarse. Si por ventura algún saqueador quería llevarse la riqueza, debía enfrentar a los seres mágicos que estarían custodiando el lugar. Los entierros pueden manifestarse, mediante braseros incandescentes o luces que deambulan de un lugar a otro. Cuentan los abuelos que los jueves y viernes a mediodía o a la medianoche, estos tesoros están a flor de tierra listos para que algún afortunado los encuentre. De querer encontrar uno de éstos, se debe ir al lugar con una moneda de platadebajo de la lengua y agua bendita en un bolsillo. Si logra vencer el espanto, sacará el entierro, pero no debe romper la múcura o abrir la bolsa de cuero de inmediato ya que el óxido de los metales podría envenenarlo y matarlo, lo cual antes se entendía que lo había matado el espanto.

EL CUENTO: El cuento es un texto narrativo que se caracteriza por ser breve. Su trama es sencilla, los personajes no son descritos detalladamente, sino en forma esquemática. Está estructurado en tres partes:

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Inicio: en el que se presentan los personajes y se plantea un problema, Desarrollo o Nudo: donde la acción llega a su máxima intensidad y Desenlace: parte en que se resuelve el problema. En el cuento fantasmal llanero destacan cuatro venezolanos (un caraqueño, un barinés, un oriental y un apureño): Rómulo Gallegos, Alberto Arvelo Torrealba, Miguel Otero Silva y Antonio José Torrealba.

RÓMULO GALLEGOSFlorentino, Don Manuel Mirabal y el muerto del rancho a orillas del Cunaviche:El baquiano le pregunta a Florentino…“¿Conoce a Don Manuel Mirabal? -De referencias -Entonces ya habrá oído decir que ese viejo no es amigo de conversar zoquetadas, ni de los que se les enfría el guarapo así como asina. Sin embargo, yo le he escuchado este pasaje. Venia él de Cunaviche arriba, en bongo, con la señora y dos de sus hijas y en llegando a una vuelta del río donde se veían unas fundaciones, que eran las de Hato Viejo Payareño, ya abandonao pa´ entonces y que le dijo al patrón que atracara pa´ pernoctar allí. El patrón y que le respondió, que mejor era seguir más alantíco, pero él y que se empeñó en quedarse allí.

Bueno. Desembarcaron, hicieron su comida y cuando oscureció del todo, se acomodaron donde ya habían colgao, que era una casa desocupá y medio en ruinas. Apenas y que estaban pellizcando el sueño cuando y que pegan un leco las muchachas. Corre pa allá don Manuel y ellas le explican que un hombre, alto él, blanco, de barba negra muy cerrá, bien vestido y calzao y con espuelas de plata, les había sacudido el chichorro por las cabuyeras. Don Manuel y que las regañó y les dijo que eso lo habrían soñao porque estando a oscuras no habían podido verlo como lo pintaban y después de haber registrado el cuarto por si acaso, se volvió pa el suyo y se acostó. No había pasado media hora cuando y que fue la señora la que pegó el leco. Vuelta a levantarse don Manuel, vuelta la misma explicación que habían ya dao las muchachas y vuelta a acostarse. Bueno ya estaba cogiendo el sueño cuando y que le tocan a la puerta:

Tun, tun. ¿Quién es?-Yo, don Manuel, El patrón-¿Qué se le ofrece? -Decirle que ya estamos listos. -¿Cómo listos? Si le dije que saldríamos de madrugada y no es medianoche siquiera. -¡Guá, Don Manuel ¡ ¿No fue usted mismo a despertarnos para que saliéramos en seguida? -¿yo? -Usté, don Manuel. Me jamaquió el bongo y me dijo “! Aleee arriba, arriba, patrón, que nos vamos ya!

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Don Manuel Mirabal al oír esto ya no le quedaron ganas de esperar a que amaneciera, sino que allí mismo dispertó a la familia y siguió su viaje, Cunaviche abajo. -No era para menos- observó Florentino, aunque sin haberle hallado mayor interés a la conseja y el baquiano concluye:-Y como ese, muchos otros pasajes de un blanco que y que se aparece por allí cuando llegan forasteros y los hace seguir su marcha sin dejarlos descansá. Y todos dan las mismas señas: un blanco, alto él, de buen plantaje, barba negra cerrá, pero no larga, bien vestío y calzao, con polainas de patente y espuelas de plata”… Cantaclaro, Págs. 16-28 6.2.

ALBERTO ARVELO TORREALBA El Recién Nacido que Comía Carne :Escribe su hijo, Alberto Arvelo Ramos, quien transcribió el cuento hasta ahora inédito: “Le gustaban la forma, la contundencia oscura, el deleite del miedo. Jamás los contaba de día. Jamás sin la correcta escenografía: un corredor de una casa o casucha -preferiblemente si estaba en ruinas- con coro de hombres y mujeres, puesto las sillas contra la pared, “para proteger las espaldas”. …"Esa vigorosa manifestación del arte popular, que yo sepa, nadie ha intentado recopilarla. Le propuse que hiciésemos una antología de cuentos de muertos. En fin de cuentas, con la enorme memoria de mi padre, ya la investigación estaba hecha. Tenía grabado en su disco duro, como un centenar de cuentos de este género. Negó rotundamente considerar esa “chata antología”. No fue por falta de tiempo. Su gusto era decirlos en voz baja, silbar y ulular, en los momentos justos del escalofrio. Me arrepiento de no haberlos grabado. Este cuento lo garrapateé en una bolsa de papel en la casa de Plinio Musso en Barinas.

En los tiempos de mi abuelo, al sur del Paguey, había un gran hato, que tenia de longitud como siete leguas. En los tiempos de los trabajos, se iban algunos llaneros con un caporal, a un ranchito deshabitado, casi en ruinas, que queda como a siete horas de distancia de la casa mayor del hato. Allí permanecían algunos días. Una noche, tras un día de mucho trabajo, mala comida y ninguna mujer, les despertó: un ñeee, ñeee, el llanto de un niño recién nacido. Tuvieron escalofríos de miedo. No vivía nadie en muchas leguas a la redonda. ¿Quién podría haber llegado, sigiloso, a traer el niño, sin alborotar los perros? . A la luz tenue de las lámparas de querosén, encontraron a un niño recién nacido, envuelto en sabanas blancas. De inmediato los llaneros lo metieron al en la choza, lo acostaron en un chinchorro. Y, en grupo, en torno suyo, se pusieron a buscarle parecido. A imaginarse a la madre o al padre. El llanto seguía ininterrumpido, desesperado. -Se está muriendo de hambre. -Hagamos los preparativos para que esta misma noche alguien se lo lleve hasta donde haya mujeres. -La casa más cercana con mujeres está a seis horas de camino. -Se puede morir en el camino........ Hay que ordeñarle alguna vaca, darle algo de leche antes de que se vaya. El niño los miro uno a uno. Los ojos suyos comprendían todo. Abrió la boca de par en par, mostró dos filas de colmillos agudos y dijo, en voz baja y nasal: -¿Leche con estos

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dientes?”… ARVELO RAMOS, Alberto Entrevista a Alberto Arvelo Torrealba, El Nacional. Papel literario, 16-9- 2006. 6.3.

ANTONIO JOSÉ TORREALBA El Ánima que salvó a Ño Magdaleno Este cuento del cunavichero Antonio José Torrealba, está referido a un personaje mítico, que el autor nombró Ño Magdaleno, a quien le suceden cosas extrañas como le ocurre a todo personaje fabuloso.

A este personaje, siempre lo salva la providencia de los innumerables peligros, al que la bravía llanura constantemente pone a prueba su valor y su malicia. …. “Aquí terminó Ño Magdaleno uno de sus famosos cuentos. Que todos sabemos que son verdad como es cierto también que todas estas aventuras venían contra su vida y en la única vez que estuvo más lejos de la muerte fue en esta vez.

La primera vaina que llevó Ñó Magdaleno, la llevó en el Banco de Jobito el mismo día que Don Bonifacio mató a Juan Montezuma. La batalla empezó en Palmarito y en Jobito se engrosó tanto que Ño Magdaleno recibió un tiro de trabuco en la cara y otro en la espalda y cayó boca abajo en un lado del camino. La batalla cesó; los godos perdieron y cuando salieron a recorrer el campo, los federales que iban pasando por el camino, por donde estaban los cadáveres, le pegaban un lanzazo, cuando llegaron donde estaba Ño Magdaleno cada uno lo fue hiriendo para ver si estaba muerto, sí estaba en ese momento porque no se movía nada, todo el que pasaba lo hería con la lanza y así hasta que pasó el último. Cerró la noche volvió a la vida, pero tenía la cara hinchada y los ojos completamente hinchados por el Sol y el tiro.

Él refiere lo siguiente: Cuando volví en mí me habló una voz femenina y me dijo, toma la punta de esta varita, quiero llevarte a lugar de salvamento, ponerte en lugar seguro, tu eres muy bueno con nosotras y quiero serte útil por esta vez. No le quiso decir su nombre, dice que a pesar de haber botado tanta sangre por las cincuenta y tres heridas de lanza, sin contar los dos trabucazos recibidos en la cara y en la espalda, se sentía fuerte y con ánimo para caminar, aquella noche, así no estaba tan herido, recorrió una distancia de tres leguas, en el camino dice que le dio agua porque la sed lo mataba, no supo por donde fue que lo trajo porque el camino real no tiene laguna en su trayecto; él dice que ni en lo que le dio agua le pudo tocar ningún dedo, le dio de beber en unas ollitas de mono, después sintió que desviaron el camino un poco, siguieron al lado derecho, no anduvieron muy lejos sin encontrar una cerca de alambre; la mujer le dijo hasta aquí te traigo Magdaleno, no te sueltes de esta empalizada porque puedes perderte, no tardarán en venirte a buscar. Yo le aclaré que me acabara de hacer el servicio de llevarme al poblado pero no lo conseguí, me dijo que la era prohibido pasar por el pueblo , era un ser inexistente y no podía pasar más adelante, aquella empalizada era la del cementerio y allí estaba su casa que ella había hecho aquello porque él era devoto de las ánimas y de la cruz, que no

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tuviera miedo porque nada le pasaria; terminó diciéndole que ella era el ánima de un cadáver que él había recogido en estado de putrefacción de una mujer ahogada. Y que había hecho todos los gastos hasta darle cristiana sepultura, por eso y tantas cosas se le había dado permiso para venirlo a ayudar en aquel trance que tanto lo necesitaba. La mujer se despidió para siempre, al cabo de una hora vino al cementerio un entierro acompañado de mucha gente y todos eran amigos de él. Magdaleno fue recogido, lo llevaron a su casa donde fue curado, en las heridas de la cara tenía gusanos pero todavía muy pequeños. Las heridas las tenía de las corvas para arriba; si vamos a decir verdad, debemos decir que las heridas de la espalada, las más profundas eran las de las nalgas, así fue que en menor tiempo del que él necesitaba para curarse lo puso bueno Don Dámaso Estanca. Torrealba Antonio José Diario de un llanero, Cuaderno 11, Tomo 1, Pág. 187