ockham_principios de teología

73
OCCAM TRATADO SOBREtOS PRINCIPIOS DE LA TEOTOGIA T¡aducclóu del latín, p¡óIogo y Dot¡s de LTNS FARRE NttT. ttCI AGUILAR ' ) , r l ) ) I ) ) ) ) ) ) ) ) ) ) ) { ) ) ) ) ) ) ) ) ) ) ) ) )

Upload: carlos-campa

Post on 25-Dec-2015

202 views

Category:

Documents


23 download

DESCRIPTION

Filosofía, Nominalismo.

TRANSCRIPT

OCCAM

TRATADO

SOBRE tOS PRINCIPIOSDE LA TEOTOGIA

T¡aducclóu del latín, p¡óIogo y Dot¡s deLTNS FARRE

NttT. ttCI AGUILAR

' ) ,

r l )

)I

)

)

)

)

)

)

)

)

)

)

){

)

)

)

)

)

)

)

)

)

)

)

)

)

. . 1

.J4

:.,ti

)ü.

'\)

'4a)

'.9

).{

I

, l'.i

3d

1J

i)

¡

Í

:

)

)

)

)

)

Biblioteca de Iniciación FilosóficaTercera edición 19 72

Es propiedad

Queda hecho el depósito que marca la ley 11723@ 197 2 Aguilar Argentina S.A. de Ediciones. BuenosImpreso en la Argentina - híntQd in Argentine

?iil,lt I'ñHi*, ot, tr"er** J ̂ "&

Aires

escr i to entre 1337 - 1350

PROLOGO

El Tratado que pubiicamos es una sintética, cla-ray completa exposición del nominalismo del sigloXiV, tal como io comprendiera Guillermo

-de

Occam. A nadie escapará, pues. su interés paratodos los estudiosos cie filoiofía. Etienne Gilsonlo cita con elogio, considerándolo de suma utili-dad para la comprensión del sistema que, endiversas obras, expusiera el filósofo franiiscáno.

Ei siglo XIV carece de profundos estudios entrelos que se han dedicado a historiar la escolástica.Se insiste principalmente en los grandes maestrosdel siglo XIII, considerados comó el ápice de unaespeculasión que luegj en el XIV émpezara adecaer. No es de extranar, pues, que centralizadala atención, y también la adhesióñ, a los sistemáiconclusos de Santo Tomás, San Buenaventrua vJuan Duns Escoto, se contemple a pensadoretcomo Durando, Aureolo, Occam. Biei v toda lapléyade que matiza la escolástica posteiior comodesviaciones y peligrosas innovaóiones. Cierta-mente, mirados desde la sistemática de los prime-ros, 1o era.n, especialmente ei sistema de O-ccam,pues las divergencias no tocan cuestiones tangen_ciales, sino que afectan los fundamentos en qu"e seapoyaba el escolasticismo.

Es precisamente esta última particularidad la oueha concentradoi la.atención. de pensadores mod'er-nos, quienes han visto en el nominalismo del sisloXIV el despunte de nuevos métodos de fijosofár.

7

-{

I

I

¡

i

Dentro del método y la dialéctica escolásticos,con Iógica y precisión abrían, al parecet, nuevasposibi-lidades al pensamiento humano. No nospertenece a nosotros juzgar sus méritos o de-méritos aunque, en Ia evolución incesante delconocimiento, son necesarios eslos espíritus agu-dos. Al intelectual le grxta dormirse en sistemasya formados y mariposear alrededor de susconclusiones. frecuentemente tímido pa-ra osadíascríticas y analíticas. Hombres como Occam,aunque para muchos sigrrifican un retroceso,. dehecho son estimuiantes. La lectura de sus obrasnos despierta a una modaiidad ideológica muydiversa de aquella a que nos han acostumbrado losgrandes maest¡os del siglo XIII.

El interés pam rceditar sus obras. especialmentesu escrito máximo, el Comentario á lai Sentenciasde Pedro Lombardo, se ha despertado en el sigloXX, entre los historiadores que se dedican alestudio de la Edad Media*. Desde el sielo XVnadie había intentado nuevas ediciones, qu"izá porprecaución contra un autor, cuvos escrilos pblí-ticoeciesiásticos, no los filosóficos y teológicos,fueron incluidos en el Index Librorum Próhibi-torum publicado ei 24 de marzo de 1564 por elpapa Pablo IV. Además, el nominalismo se

-presla

mucho menos a las lucubraciones filosbfico-teológicas que hacen más accesibles a la razón iosdogmas de la fe. Queremos, sin embargo, dejaraclarado que eI nominaiismo de Guillérmo deOccam, no ha sido iamás condenado por iasautoridades eclesiásticás. La comisión enóarsadade estudiar sus enseñanzas durante el pontifióadode Juan XXII, entre cuyos miembro-s se encon-

traba ei dominico Durando de San Porciano, muysimilar en varios aspectos a nuestro pensador, selimitó a calificar a algunas de sus óonclusiohes¡¡esfflsa!¡ent€ erróneás, peligrosas, dudosas y ala mayoría de ellas como- deténdibies. El misinopontÍfice Juan XXII, que por muchas razones.incluso particulares, se sentía disgustado con eiinquieto franciscano, no adoptó medida alzunadecisiva sobre sus opiniones Tilosóficas y te:oló-gicas.

Son las ultimas, especialmente las filosóficas. lasque aqu,í interesan. De las teológicas no se puedeprescindir totalmente, puesto que nos ehcon-tramos con un sistema de estructura escolástica.Occam no ha abdicado de esta estructura. demodo que muchas de las cuestiones estudiadas.por ejemplo Ia fundamental sobre los.Universales.se encuentran extensamente desarrolladas- enrelación con una tesis sobre ]a Divinidad. És ioque acontece también con el Tratado que damosen versión castellana. En e1 mismo se éntrelazanlos problemas dogmáticos y aquellos que la actualI osolla considera que le pertenecen estricta-mente.

El autor y la obra.

Las tesis que integran el pensamiento de Guiller-mo de Occam se encuentran principalmente en loslibros,Super Quatuor !íbros'Sentóntiarum. Ceiti-loquium theologicum, Quodlibeta y los tiatadossobre lógica y física. Es ta_r.ea arduá obtener unavisión. adecuada de _su pensamiento, ver en quémedrda unas conclusiones se derivan de las otras vsu relativa importancia, de modo que podamo;penetrar en las entrañas del sistema .i¡ darnoscuenta d.el principio o de sus principios básicos. Elnorrunaltsmo occamista ha dado y todavía dal_ugar a múltiples interpretaciones. Álgunos, comoJosé Ma. Ruberi Candau, lo presenta muy ate-

o

* Pb- B6hner, francisca¡ro norteamericano, ha editado algunasob¡as meno¡es de Occa¡ni J. G. Sikes, C, K, Brampton y R. Scholzalgunos opúsculos pollticoeclesiásticos. Bóhner ha anunciado unaedición complet¿ d,el Co¡ñmentdrid super l ibros Sententidru¡n, laob¡a máxima de Occa¡n, y L. Baudry se ha piopuesto edita! @¡rod-I ibet<t, Erposítío aureo. y @uaestione6 in Libros Ph.,)sicoruñ.

)

nuado. en un afán quizá excesivo para acercarlo alas ideas fundamenfales de la Escolástica; otros,en cambio, como G. Marechal, exageran- lasdiscrepancias y Io inculpan de desvÍos excesivos.Puesló oue el mismo Occam no nos ha entregadouna exdosición sistemática y autorizada de suoensamiento. si "uno de sus contemporáneos'óomo dice L. Baudrv. hubiera intentado sintetizarsu doctrina, sí algún-pensador de la mitad del.sigloXIV. bien úbicado pára comprenderlo, coordinaratodó hs tesis alreiledor de-algunos principios ymostrado en qué forma estas tesis se deducen. suobra evidenteinente ofrecería el mayor interés.

Sin que ello nos excusara del estudio del Venera-biLis'Inceptor, nos ayudaría a. interpretarlo. Eltratado reproducido en las páginas_ que van asequir l'esponde a esta condición. No era, pues,inútil entr-egarlo al público". Estas expresiones deledil"or crítiio del Tratado en latín son el meiorelogio que puede hacerse del mismo.

El Tratado, en su original latino, como es fre-cuente en muchos maluscritos medievales, carecede título. Se le citaba por Io generai con laspa-labras iniciales, y consideraban que su autor eraéi mismo Occam. Pedro de Candía lo denominóTlactatus d.e príncipiis theologiae. En el mismo,sin embargo, abundan las conclusiones simple-mente filosóficas; y aun aquellas que se refieren amaterias doemátícas, estári tratadás con espírituracional. Es-un título algo caprichoso que, sinembarso. L. Baudrv ha considerado convenienteconseri¡ar en la edición crítica del mismo, conpreferencia a otros tíhrlos.

Se sirve de dos manuscritos. ambos perlenecientesa la Biblioteca Nacional de París, piovenientes delfondo de la Sorbona. EI que lieva Ia numeración16.130 es anterior al año 1350, probable fechadel fallecimiento de Occam. Además, una de lasconclusiones está forinulada de tal manera que

1 0

sólo se encgentra en el escrito de Occam. laSumma totius logicae, que fue compuesto cercadel año 1337. La fecha, por io tanto, de sucomposición oscilaría entre los trece años que vande l 133? a l 1350.

EI contenido de la obra es manifiestamenteoccamista. Sus afirmaciones se derivan de dosprincipios básicos: el primero expresa una ideafundamental en la teológía de Océam; en cuantoal segundo, ha sido denbminado "la navaja" deOccam, por la frecuencia con que 1o utilizá parazanjar definitivamente ciertos- problemas.

- Las

demas tesrs se encuentran, y por regla generaltextualmente, en sus diversos escritos, Baudry locomprueba para cada una de ellas, citando enoportunas notas el libro y el lugar. Sólo se haxinvertido el orden. Dada la fidélidad con quereflejan las opiniones de Occam, ¿sería éste- elautor?

Pedro de Candía, que escribió entre l3?8 v 1380.unos treinta años después de la muerte de Occam.se lo atribuye. Pero no se puede con fiar dema-siado en su autoridad, pues, además de esteTralado, le atribuye otros que ciertamente no lepertenecen. EI argumento más probativo sería elgxplicit del manuscrito 15.888-que finaliza conlas palabras duo príncipia Okam.-Perc esta copiaes posterior al otro manuscrito, de manera ouepodría tratarse de un agregadó. Además. muvbien se puede consideraf expresión de loé prin-cipios de Occam un tratado que. sin perteneCerle.da con toda precisión las ideás fundámentales desu filosofía. Los datos de que disponemos sumi-nistrados por la crítica extérna nó nos ayudan aresoiver el problema.

En_ 1o que se refiere a la crítica interna, todoinduce a que demos una respuesta negativa. AIenuncia¡ las tesis lo hace en tercera persona.refiriéndose a afirmaciones de un pensador dife-' r 1

rente del autor del Tratado. A cada paso seencuentran expresiones como éstas: secundumhoc ponit, simíliter ponit, ipse tamen sentít,secundum eum, ex multi* aliís suís dictis, etc. Unade las características de Occam es Ia frecuentereferencia a escritos anteriores; sin embargo, en elTratado, que precisamente resume a grandesrasgos su doctrina, no se encuentran sino alusio-nes vagas mediante la palabra alibi.

Por estos y otros motivos, deduce Bgudry que eIautor del Tratado no es Guillermo de Occam, sinouna persona anónima que vivió en la primeramitad del siglo XIV, qué sintetizó su doótrina ydesLacó las ideas fundamentales. Fue contem-poráneo del Venerabílís Inceptor; quizá 1o cono-bió v vivió en su intimidad. ia manera como estáescrito el Tratado, demuestra que poseía unconocimiento preciso y extenso de sus obras. Estoes suficiente oara oue se ie otorgue suma impor-tancla hlf;tonca y docLnnal. E;l (I ratado les muy- rico en contenido. Luego de proponer o suponerlos dos principios, considerados básicos, extrae246 conclusiones, algunas de ellas simplementeenunciadas, otras explicadas, aunque nunca conmucha extensión. Estas conclusiones están co-nectadas unas con otras y con los principiosfundamentales con rigor bastante lógico, de modoque, a pesar de la aridez y a veces oscuridad delestilo, un lector atento sigue con relativa facilidadel desarrollo de las misrnas, Las conclusiones serefieren a las materias más diversas: teología,metafísica, teoría de1 conocimiento, lógica, físicay moral, pero siempre dentro de una concepciónfilosófica que da unidad al Tratado. Es una*-síntesis

fiei del occamismo y su lecüura dará aiIector, que no dispone de las obras del pensadorfranciscano o de tiempo para leerlas, una ideadirecüa de su pensamiento sobre los más diversost¿mas.

Por nuestra parte solamente queremos destacar. a

72

guisa de introducción, los-prineipios-dpl Tratadg ylas cuestiones de mayor imEdÍlarióia balá-fatilftaruna idea del occamiÁmo. En la versión castellaname he abenido, con la mayor fidelidad posible, altex to latino, aun con peligro de incurrir

'en

repebiciones y _tal vez en alguna que otra inco-rrección idiomática. Los lec[ores de textos me-dievales saben que no es nada fácil traducirlos aIos idiomas modemos. Los escolásticos son tansutiles y p.recisos, que no siempre disponemos delq.s__ expresiones ni aun de los giros adecuados. Ladificultad acrece cuando se trata de textos nomi-nalistas. Losloglca, y llevano.onoe no peneser claro_, pero, a-l mismo üiempo, me he cüidadopara reflejar sin adulteraciones los conceotos.para reflejar sin adulteraciones los conceotos.Olras dif icultades oue nueden exist ir naro'rr '"oque pueden existir para- unamejor comprensión,- se ileberían a h íñdole d¿lescrito: en escasas páginas se intenta sintetizar unpeLqamiento úquísímo que se extiende no sólo ata iltosolia, slno a todas las ciencias conocidas enla epoca.

Agrego algunas notas, poeas, cuya finaiidad esaciarar puntos que pueden parecer oscuros allector o que se refieren a doctrinas consideradasde suma importancia para la filosofía escolástica oqu€ presagian ideas que expusieron filósofosposteriores. Puesto que la finalidad que me haanimado al traducir es{,e Tratado ha sidó Doner enmanos de nuestros estudiosos un teito ouereflejara el pensamiento nominalista, sin alaráescrÍticos o . científÍcos, tanto ja versión, como laintroducción y las notas que acompañan al texto.mira.n a este objetivo. Quiero deiar constancia.parg ryj agradeci¡n iento, que ia prófesora de latínde la Universidad Nacionál de Tucumán. señoritaCira L. Garrido, ha leído la versión, coirfrontán-dola con el original, sugiriéndome varias acertadascor¡ecciones,

la,gus,tan_d_&

13

l

)

l

Los dos princípios fundamentales .

Sobre dos principios básicos se estmctura eloccamismo,

- de lós cuales se siguen todas 1as

conclusiones: constituyen su raí2, tanto en filoso-fía como en leología. En cuanto a ia últ ima,ouesto que el motivo de su validez es Ia revela-óión, aquellos dos principios señalan los Iímiteshasta dónde puede alcanzár la raz6n humana: másallá únicamente cabe el asentimiento religioso,por fe.

El primer principio parecería pertenecer a lateolbgía nadural,

-a pesar de qué asume toda la

fuetzá de una normá metafísióa. Dice así: Deuspotest facere omne quod fieri non íncludit contrü'dictíonem, esto es, Dios puede hacer todo 1o que,por ser hecho, no incluye contradicción. Ilalormula dentro de una amplitud que atemorizaríaa un piadoso teólogo-, Porqu.e así se lo e.xigen sugnoseologla. su metalrslca e tncluso su aoneslon al"a fe calóiíca expresada en el Credo, y señaladirectamente a la omnipotencia divina, ante lacual se inclinan todos los teólogos; pero éstos, alpasar a su estudio e interpretación como unatributo entre otros atributos divinos, juzgan queno conviene desarrolle toda su íntima potenciali-dad.

Enseña eI Venerabilís Inceptor que se trata delprimer artículo del credo: credo in Deum, patremómnipotentem. Y no hay por qué señalar l imita-ciones. Si se habla de wa potencia absoluta y ottaordinata es con relación a nosotros; pero carecede toda aplicabilidad ai ser divino; ni tampocosería justo hablar de un entendimiento quepresentara Io factible a una voluntad, pues eni)ios no existe ninguna distinción entre susatributos, mejor dicño, no hay tales atributos.Con el objeto de establecer una cierLa jerarquia enel ouerer. sería inadecuado afirrnar la existencia

1 L

de un o¡den interno, pues este qrden conspiraríac.ontra la si¡n_p.\cidaAdivina. Lo único que-puededecrrse.de ella 1es qu.e aquello que realiza, quedarearlzado;. y no..podrta stmuitáneamente afirmarseque no esta reahzado.

l i

IDe este principio soberano se derivan directamen-te otros dos lo).Dios _puede real izar por sí soloaquelo que reatlzan las causas segundas: porejemplo. c_ausar en nosotros los eféctos áe' lavrslon sln la, presencia del objeto extemo corres_pondiente. 20) Si dos cosas iro existen ni en elmismo sujeto ni en el mismo lugar, Dios puedehacer que exisba Io uno sin lo otrol pór eiemblo. sila forma se diversifica realmente

-de ü márcria.

puede hacer que la una exista sin la otra.

EI qrincipio de la absoluta omnipotencia se derivade la idea gue se ha formado de Dios. No esposible establecer en la divinidad ninguna diferen_cia o distinción; si se afirma ia preséncia de tresgepgry! y una soia _naturaJeza en el dogma de laTrinidad,. la adhesión. se presta por fe, ,o poicomprensió_n, ni la más minima, he la rázón. 'EnDios, f i l osóficamenLe, sabiduría, voluntad, bon_dad y cualesquiera de los alributos se idenfifican.La simplicidad señala una barrera tras de Ia cualqo puede penetrar el entendimiento humano.To.{o 19 que se. af j¡me de é1, consist irá en laapucacron de noclon_es que corresponden a_l ordenmunoanar en el cual nos encontramos v vivimoslos seres humanos. La individual idad de úios. oironombre para expresar su simplicidad, se nosescapa en- su composición intema, en muchomayor medida que la individualidad humana.

lste . Dios, impenetrable a la raz6n, está tanatejado que muy poco podemos decir de é1. Santo'I'omas, mediante las célebres cinco vías, aspira ademostrar no sólo su existencia, sino taínbién

-su

naturaleza*. Occam únicamente considera sufi-l. ciente Ia..pruela. tradigr-onal poi la causa.eficieñfe,

aunque aconsela que, en vez'de-eáusá eficiente;sehabl¿ det priñrer- conservador del universo. Noestamos seguros, afirma, de Ia imposibilidad deuna serie indefinida de causas pasadas; en cambio,una serie indefinida de causas actuales, queconserven el universo en el momento presente, noes posible. Si sólo podemos concebir lo comonrimera causa de1 mundo actualmente existenteirara nosotros, ¿por qué consideraríamos impo'iible la existencia de varios universos, cada unocon su propia causa y, por Io tanto, su propioDios? Hay un soio Dios, afirma, pero esta conciu-si6n 4gryjp¡.¿4g.b6pl¿4,.et est orobabíliar suaoDDosttd: sed mmtme a"ftonshffit* r*teti bp-."t(, €4,^.a .'\n o,n Á ¿t*.;l^¡'1,. /{ "r-*' *d"r-qDeduzcamos las conclusiones directa$ a que unDios de esta índole puede dar lugar. Quede a unlado ia fe de Occam, que ahora no nos intetesa.Filosófrcamente de Dios no sabemos casi nadal niaTri'si éiiste i,rno soló. Sus desisnios-ñós soñ im-penetrables, pues todó orden rñoral o racional aios que intentemos subordinarlos procederán denosotros. Los atribuimos a aquel primer principioque de hecho escapa a todas nuestras racionali-zaciones. En este Dios de ia fi,losofía occamistatenemos potencialmente anunciado ei absoluto,una primera voluntad irracional e incluso laposibie suplantación de ta objetividad real, puespuede obrar sin causas segundas, al estilo de 1oque, siglos más adelante, enseñará el idealistaBerkeley.

Otro principio que rige toda la filosofÍa de Occames éste: no hay que multiplicar los entes sin

* Véase cuál eta el p¡oceso escolástico, sob¡e todo en SalrtoTomás, en la obra de R, Ga¡rigou-Lag¡ange, Dios, la exístencia deDios, naturale¿a de D¡os, versión de José San Román Vil lasante,Buenos Aires, Emecé Editores, 1950.

1 6

necesidad, t¡adicionalrnente expresado por Ia es- p.\1"colástica en esfa forma: non iunt mutiiplica.nda \entin sine necessitote. Se sirve de este principio acada paso contra Aristóteles y los escolásticoi quele precedieron; anula . una serie de entidades,porque, a su parecer, no hay argumento válidoque compruebe su necesidad. puésto que no sepuede afirmar la existencia de aigo siri que nosveamos estrictamente obligados a éllo, de áhÍ quesólo la experiencia düecties la única'gár*iiu-á"zu exrsüenciá.-Y áün esta expériencia tdnemos oueinterpretarla en su sentido más estricto.

De acuerdo con esLe principio, Occam, antecualquier problema seguiiá el hétodo de ia máismple economía. La filosofía ante este lógico queno ah ora conclusiones a los principios"que 'ha

asentado, se limpia de esencias y cáusas_üue élconsidera imaginarias. Páia

- sa6er

'si exis[e un

Ienomeno, nos bastará con comprobarlo experi_mentalmente.; pero cuidado con pasar a de'duc_crones que dtgan algo mas que lo anunciado por elIenomeno; que no se hable, por lo tantb, desustancias o esencias metafísicás, sostén de' iosfenómenos, puesto que un mismb efecto pue-decener dtversas causas; pero no conviene atribuirleconcretamente ninguna sin necesidad, esto es. sinque nos vearnos obligados a ello por'la expeiien-cut. Ya hemos visto antes, basándonos'en ]a iomnipotencia divina, la posibilidad de un ocasio_nalrsmo en el cual Dios suplantaría la presencia,objetiva de los seres.

El prim.er principio ha socavado toda posible iexptlcacron racional del universo; el segun'do nosdeja ante nuestra experiencia direót¿. i8d;l; ;;;raspase esla exp€riencia, es ya imaginativo. iosqos,terninan en lo que conslituye el centro de suoocrtna: soto existe lo conc¡eto individual. vdentro de lo individual y de Io

""""i"io

'"ápodemos establecer distinción Ae nngunu ináofei

7 7

La única explicación del individuo es que, dehecho, es, áhí está a¡t€ nuestra experje.nciadirectá; eit unum numero, singr4lal9. Si atribui-mos partes al individuo, en realidad hablamos deotras

'individualidades. De ahí que matería, f orma,

sustancia. accidente y otras distinciones que lavieia escolástica utilizaba para analizat a los serescaiezcan de sentido aplicadas a.l individuo' Inter-namente, en el individuo, no es admisible distin-ción de ninguna índole.. Compréndase. la impo,r-tancia de elta afirmación, que nos cierra toda

- esperanza de encontrar en las cosas, mediante eipensamiento, una nafura communís. Puesto queiodo 1o real es individual, seccionada cada indivi-dualidad de cualquier otra individualidad, losgéneros y las especles lógicas y metafísicas no sonnada fuera del pensamiento.

Los tratados escolásticos dedican una larga seriede cuestiones al problema de las distinciones. Lasnecesitaban para-el anáiisis de la naturaleza de iascosas; así háblan de distinción real, virtual, deraz6n v, dentro de Ia escuela escotista, de lacélebre-ciis tinción f ormal, d is t in c I i o f ormalitd tu m.Occam no admite sino la distinción real. Dondeexisten dos cosas diferentes, las dos pueden serseoaradas. por Io menos por ia omnipotencia di-vina. Si Ía^ esencia se disl ingue realmente de laexistencia, como enseñaban algunos .Lomistas,oodrían aíslarse la una de la otra. De ahí también' 'oue

los términos o las paiabras directamente sóloi 'e ref jeren a indiüduds, a Io que él denominó

. suppositio personalis. Esta insistencia en la singu-laridad e irreductible individualidad de las cosas esla base de1 empirismo. Su existencia no requiereotra explicación que ia sugerida inmediatamentepor su presencia; es un hecho. Quaelibet res extra.animam seipsa est singuLarís, ita quod sine omn.io, ldito est i l lud quodlmmediote denominalur abíntentíone singulari, cualquier cosa fuera del almade por sí es singular, de manera que sin agregado

1B

ninguno se denomina inmediatamente por 1osrngular.

Los dos principios básicos del occamismo nos hanllevado, por ineludible consecuencia, a la afirma-ción de una individuaiidad en los seres cuya únicajustificación es el simple hecho de que estápresente ante nosot¡os. Es el objeto de la expe-riencia. De estas individualidades o cosas sólopodemos afirmar lo que directamente nos enseñala experiencia o aquello que inmediatamente sededuzca de la misma. Será, por cierto, muy poco;pueslo que, por principio, no podemos desman -damos en conjeturas. Anticipándose a DavidHume cotta los hilos que unifican los seresmediante la abstracción,- la cual halla en losmismos una esencia común; v la negación o. oorlo men os, la puesta en ducia de lá causalidad,especialmente la eficiente y la final, que explica-rran un orden de procedencia y de destino.

Occam formula sus proposiciones, sin prever susúltimas consecuencias, más atareado en lebatir lasopiniones adversas. Por e1 primer principio, como,/hemos visto antes, Ia divinidad queda más allá deinuestra facultad de razonamiento; por el segundoi .,el individuo no ofrece otra razón de ser que eihecho de estar ante nuestra experiencia. No esposible pasar más allá; fuera de los individuos só1oexiste la oscuridad. No busquemos, pues, otraexplicación a la existencia que el hecho de su ser.Si hay otras, se nos escapan?.pues no caen dentrode nuestra experiencia inmediatamente.

Los uníuermles y teoría del conocimiento.

No podrá negarse, por disconforme que se estécon el pensamiento de Occam, qne su sistema estáligado con una interna lógica que no rehúye.consecuencias. Una vez senlados los principios, seatiene a el los y procede a su apl icación estr lcta. El

1 q

1

ataoue, en todo caso, debe iniciarse por laexpiicación de principios que Ie- son comunes conlos demás escoiásticos; pero a los cuales da unainterpretación literal, sin admitir distingos que' air, pát"cet, malograrían ia explicación'

En el nominaüsmo, como en cualquier otrosistema filosófico, se comprueba que gran partedel problema radica en la cuestión de los univer-ra"r'v leoría del conocimienlo, ambas tan liga-das que la opinión que en uno de ellos seadoot'e. necesa-riamente se reflejará en el otro'Quibnei tienen a menos la filosofía escolástica,eéneralrnente por conocerla sólo en la superficie,ño oueden igdora¡ que, aparte de muchos otrosmérilos, fud Ia pririrera que planteó con todafranoueza el problema de los universales y anun-ció por anticiñado casi todas las explicaciones queen bl particülar formulan los pensadores másmodemo¡ Tres direcciones son posibles genéri-camente ('due los universales existen reai y objeti-vamente eil los individuos.lüue su existencia esmental. pero con fundamen-tó en los individuos,v. en tércer lugar3que existen sólo subjetiva-ñente. Dentro A--e éSt'ás tres direcciones genéricascaben matices diversos. Las tres fueron defendidasen el oeríodo escolástico. En su estudio y defensase escribieron miliares de páginas; creo que seríamuv difícil en los liempos modernos dar conalsún arqumento de tantá nóvedad que no hayasido prévisto por aiguno de los escolásticosmedievales.

La opinión de O ccar++{r muchos matices coincidecon Ia de Pedro Abelaiüo. Esto no indica, comocomprueba p. VüF¡rxlque ha esludiado a fondoa loi dos, una diiecta dependencia. Quizá el filó-sofo franciscano ni conocía Ias obras de supredecesor. Es muy común en f i losofÍa que en elblanteamiento v solución de los problemas se'produzcan

coincidencias independiéntes. Si Oc-óam debe algo a alguien es a sus inmediatos

2A

predecesores, a -qrJienes conocía muy bien y acuyo estudio se dedicó con ahínco, no menos paraaprender cuanto para combatirlos con sutilezacrÍtica. EI problema de los universales se plantea araíV d9 esta tesis teológica: ¿hay algó comúnaplicable a Dios y a la-creatrira

-uníiocamente

predicable esencialmente de ambos? *. La nociónpropia de universal, en que convenían las diversasescuelas, era de algo

- predicable de muchos.

preadicabile de plurlbus.- Se trata, por lo tanto.también de aclamr cuál es el verdadero alcance delo que en lógica, pero cuyo fundamento seconsidera melafísico, se denomina qénero v esne-cie. La expresión predícable de- muchós ios- |sugiere el üso de preposiciones, p"".

"" "iñ /uDrmos o separamos conceptos. Sus términos I

sL ponen un sentido; son signoi, están en vez o por Io bra cosa, supponere pro. Dejemos de lado ladocbrina de las suposiciones. Él p¡oblema paraOccam, _ desechadoi él realismo exagerado y elmoderado, se,reduce a esta pregunta:'¿los univer-sales está.n real y subjetivamente en el alma, o sólotrenen existencia obietiva?

Nos a{,enemos a 1o que enseñan P. Visnaux vRubert Candau, que han realízado un cüidadoságlt.udio del problema, especialmente el primero.El universai, enseña Occam, no es un objeto realexistente en un sujeto, ya sea éste extraméntal. vasea Ia propia alma, sinó que más bien es un objeiode naturaleza meramente obietiva que se da en elaLma; es una ficción o créación

'de la mente.

originada por el entendimiento ante la presenciáde un objeto extramental. Se utiliza a iá mane¡ade la idea que el artífice se ha formado de suobra, y de la cual se si¡ve bara producir en elexterior objetos parecidos. Sú ser bonsiste en serconocido. "El ser puramente objetivo es el quet El problema locreatu¡ae sit aliquodde ut¡oque? ".

2L

plantea en el IL Senl, q- IV. A, , .An Deo etcorrunune univoce praedicabile essentialite¡

forma una unídad invariable que se predica demuchos seres, permaneciendo el mismo comosuielo idéntico en Ia preposición universal ypart icular". Es erróneo, como prueba RubertCandau contra Giacon y Marechal, que el concep-to no refleja Ia realidad de los seres extramentales.Lo oue fálta explicar es lo que entiende porreal icíad Occam;rbcordemos que para él las únicasrealidades son los individuos, dentro de los cualesno cabe establecer distinción ninguna. "Ei con-cepto universal no es, en verdad, parte integrantede las esencias reales. nues todo lo existentecreado nunca es de naturáieza universal, es decir,una realidad realmente común a varios seres; peroel universal sí es una realidad dada en la inteligen-cia que representa, como imagen natural, el ser delos objetos extramentales, y no en 1o que tienende individual, sino en lo que tienen de semejanteentre sí". Pero esla semejanza es externa, fenome-1ológica. y nada nos revela de la naturalezarntlma.

El universal está solamente en el concepto y, si sequiere, también en el signo, Ia palabra. Comoenseña el mismo Occam: cualquier opinión queexplique el universal subjetivamente, goza demucha más validez que las opiniones, por modera-das que sean, que Ie encuentran un significadoobjetivo, en el exterior. Expresa solamente seme-janzas exLernas, pues no alcanza ni puede alcanzarlo que, en sentido escolástico, se_ denominaesencia, género o especie. De por sí, la singulari-dad del ser repugna a toda universalidad de laú1tima índole. Estas palabras de Occam, uniuersa-le non praedicatur de pluribus nisi per actumíntellectüs componentis,-el universal no se predicade mucho5 sino por el acto del entendimientocomponente. débense entender en su estrictosentido. El universal, como dice Vignaux, esexterior a lo real como la palabra 1o es a la cosa.El individuo, como tal, es impenetrable. Esta es la

22

afirmación a quemiento.

nos lleva su teoría del conocr-

Para el nominalismo occamista la metafÍsica de Iaabstracción, tan estimada por los pensadores delsiglo XIIi y necesaria para su manera de filosofar,es vana e, innecesaria. Es una teoría oue suoone unintelecto agente, que lrabaja los dat-os próporcio-nados por los sentidos y de los cuales extrae unanatu¡aleza realmente común a muchos seres,llamada especie inteligible. Son operaciones quesuponen un poder inteiectivo que no se queda enla superfície, no roza simplemente semejanzasexternas, sino que es capaz de penetrar en algoque es realmente comúh. En éambio, para

-el

nominalismo desaparecen tanto el intelecfo agen-te como la espbcie inteligible. La operaóiónabstra-ctiva del alma, capaz de captar lo universalcum fundamento in re,- origina úno de los arzu-mentos utilizados por la escolástica para demós-trar la naturaleza espiritual del almá y, por lotanto.. puesto gr.le .de por..s.í es incorruptible,también su posible inmortalidad; pero Occam seve obl igado a confesar. por las conclusiones a ouel lega eñ f i losofía, que'Ia razón es incapaz'depresentar argumentos convincentes en el particu-IaI.

Nuestro entendimiento ve inmediatamente v sinningún intermediario el obieto sinsular. Onerasimultáneamente con los seniidos v e.-s incapai deapreciar más allá de lo que ellos le presentañ. Quenb se hable. pues, de esfecie sensibie o intelieible:se trata de una relación inmediata entre coános-cente y conocido. Y lo conocido no es ni p-uedeser sino singular. ¿Qué significan, por 1o tanio, losconceptos denominados universales? Las cosaspueden ocasionar una impresión confusa o distin-la. En el primer caso. ei ejrtendimiento las conocesin ser cápaz de distinzuir entre sí los obietosunos de ofros; en el segirndo caso, distinguimos aun objeto de cualquiei otro. Siempre, eñ la base

23

de ambos conocimientos, esf;á Ia cosa particular:si de Sócrates tengo una impresión confusa, loconsidero simplemente como hombre (conceptouniversal); pero si Io veo de tal manera que loconcibo distintamente, le doy el nombre deSócrates que designa un ser real y concreto. Por lotanto, ios términos que designan conceptos signi-fican cosas conocidas confusamentel en cambio,los que designan cosas, significan los mismosconceplos conocidos distintamente. Siempre lomismo: Ia imposibilidad de penetrar más allá de lopartlcular.

Esta insistencia en lo individual v narticular se vetodavía, con mayor claridad, en É teoría de lasrelaciones. Como dice Vignaux, interpretándolo,"así como hay un realismo de los universaies, queles hace sisnificar una realidad distinta de 1osingular, tañbién hay un realismo de los relativos,que les hace significar algo distinto de los abso-lutos; y no es menos absurdo lo segundo que ioprimero". Los escolásticos se planteaban el pro-blema en estos términos: Lagrega la relación algonuevo a la realidad absoluta de los términos? Lospartidarios de conceptos universales tenían queresponder que sí. Ya Durando de San Porciano,con anterioridad a Occam, había respondido quela relación no se distingue del absoluto. Se tratade un nombre. La paternidad, dice Occam, no sedistingue de tal o cual individuo que es realmentepadre. Si se distinguiera. sería separable; y ten-dríamos el absurdo de una paternidad sin sujeto.Es una consecuencia de su teoría sobre ei univer-sai y ei conocimiento.

Resumamos ahora el sentido del occamismo: laciencia está compuesta de proposiciones, a su vezcompuestas de términos, que son los signos de lascosas. Conocemos Ia diversidad de las cosas por lacontradicción existente entre sus realidades con-cretas, esto es, por la distinción real, la única

24

admisible, que va de una cosa a la otra, que lashace separables, o por nosotros o, en últimó caso,por Ia omnipotencia de Dios. Puesto oue no havótra distincíón que la real, bajo et ñombre démateria, forma, sustancia, cualidad, no se indicanada distinto que no sea un individuo y unabsolu.to. Nada, por ende, puede verse en las cosasque dé iugar a uri universal o a un relativo; esto es,que indique algo que no sea absoluto. Todotérmino se refiere a algo concreto y singular.

Qué significa Occam d.entro del es;colasticismo.

No es nuestro propósito exponer hasta los últimosdetalles la doctrina de Ocóam, sino simplementeseñalar, en este estudio introductorio,' aquellospuntos principales, cuyo conocimiento es indispen_sabie para la intelección del Tratado que lúesopublicamos. En ei Tratado las conclusiónes. filb-soficas y. teológicas,. teóricas y prácticas, que seoenvan oe su pecultar manera de pensar. es!ánexp-uestas breve, pero claramente, sieinpre buscan-do la intima conexión con los principios que rigenIa docü¡ina.

Occam cre.ía . que, en parte por lo menos, en eiprobtema de los uruversales, tal como lo resolvía.innovaba. Abelardo había, sin embargo, defenldido una opinión simiiar; pero su impo"rtáncia eneste caso decrece* . Todavia Santo Tómás y DunsFrscoto no. hab,ían expuesto sus particirlarés teo-rlas, las mas soltdas y meJor argumentadas para unreal$mo moderado. Sabe Occam que contradicelas doct¡inas y opiniones comunes de su épocá. pldra en que se escriba un estudio deténido vcompleto sobre este pensador, al estilo de los quó

* P. Vignaux trata magist¡almente, en el a¡Ículo citado en labibliog¡afla, el nominalisrno en Abelardo y eü Occam, sus posiblesrelaciones y diferenciaj.

25

se han escrito sobre Escoto y Tomás de Aquino,sabremos a qué atenernos en lo que se,refiere a Iagestación y origen de la sistemática de Occam.

Marechal y Giacon se empeñan e! considerar aloccamismo como una prolongaclon necesarla ylósica del escotismo. Ñada está más lejos de laveldad. EI magnífico estudio que Etienne Gii-son* ha dedica-do al Sutil desbafata esta opinión."El nominal ismo de Occam, decía Longpré**, ensus elemenLos específicos es!á directam-ente diri-sido contra Duns Escoto". A lo cual agregaVisnaux: "Nuestro análisis del nomlhalismo con-firma esta opinión: en todas las cuestiones, o casitodas, que hemos expuesto, Escoto aparece entrelos advérsarios, frecuentemente el principal o elúnico; la teoría de las distinciones que nos haparecido de importancia decisiva, , está esencial-inente dirisida contra su distinción formal' Setrata de uná oposición sobre 1a estructura mismade lo real: del lado nominalista, toda cosa es una,sin dir':;ión, ni grados internos; de parte delescotismo, la unidad de Io real y aun la mismasimplicidad de Dios se prestan a una diversidad ya uir orden interno. Cómo que esta oposición seencuentra a cada paso, la crítica que Occam ilevacontra Escoto toina ún carácher

-sistemático: el

doctor Sutil es el aduersdrio del VenerabilisInceptor". Con la crítica occamista se desplazanlas dos grandes metaf ísicas de1 escolasticismo : e Itomismo y el escotismo. Rompe con el realismomoderado medieval que, en los términos en que seencuentra expuesto por ambos sistemas, esquiva-ba los extremos dei reaüsmo exagerado y delsubjet ivismo.

* Etienne Gilson, Jean Duns Scot, introduction ¿ ses posit ions fondamentales, Pa¡fs. J, vr i¡ . 1952.

E. Longp¡é, "La phi losophie du B. Duns Scot", en Etüdetfrañcíscaütes, 1923, p. 582.

¿ o

Juzgar las intenciones de Occam escapa a nuestropropósito. Pero, por su vida y aun por susescritos, es evidente que quería permanecer, poruna firme adhesión a los dogmas, fiel a la Iglesia ala cual pertenecía. Lo certiiican las afirmácionesque, sobre el particular, encontramos a menudoen sus escri tos v algunos hechos conocidos de suvida. Si estuvo én lircha contra el oaoa Juan XXIIy sucesores fue en parte precisanierite por exigiruna prüeza espiritual, gue consideraba obligatoriay fuhdada en los Evairgelios, y que el pápa senegaba a reconocer. ¿Cómo se expl ican entonceslas opiniones que sostiene en filosofía, imposibiesde servir de preámbulo o acercatorias a una feque, aun siendo dogmática, no quiere, bajoningún aspecto, presentarse en oposición a larazón ? Es ése un problema que no hemos vistoestudiado con la piofundidad que se merece enninguno de los qué han escrito iobre é1. iSerá talvez, como dice Gilson, caso muy frebuente en losque han disminuido el poder cognoscitivo delentendimiento, pero que emotiva y sentimental-mente necesitan de la religión, que se aferran aesta última mediante la f e, como ánco;:a desalvación? Entre ios pocos aciertos que ieemos eneI libro de Marechal fieura el título de uno de loscapÍtuios: "EI agnostióismo fideísta de Occam".Mirado desde nuestra modernidad, Occam nosparece un agnóstico que sinceramente necesitabade la fe.

Su proyección en la filosofía tnoderna y contem-poranea.

Es unánime la opinión de los que han estudiado elsistema de Occam ver en el mismo las más firmesraíces que es dado encontrar en el escolasticismo,de aquellos sistemas que .forman lo quLe se llamafilosof ía moderna y contemporáne-a. Con sucrít ica quiere demoler en sui fundamentos la

o n

metafísica del siglo XIII, magniticamente pensaday estructurada; es por eso que presagia nuevasmodalidades. Aquella manera de pensar de losgrandes- medievaies no hq desaparécido y. quizánunca d.esaparezca; son slntes6 exrgrdas sentlmen-tai e intelectualmente y que satisfacen a muchospensadores que no póaiían tolerar el cerradonatrualismo en que termina, lógicamente, el sis-tema de Occam, Este mantiene siempre en cau-ción al esoíritu. v lo hace senti¡ víctima de laimaginacióir y faritasía, cuando se evade de loshechos concretos. A nuestra manera de ver esexagerado, como lo es todo cerrado empirismo opositivismo.

Pero nada acontece en la historia dei pensamientoque, a Ia postre, no resulte, bajo algún aspecto,beneficioso. Hacía falta una revalorización de Ioconcreto, un estudio de nuestro mundo. Elnominaüsmo indudablemente contribuye a ello."Equivaldría a disminuir la filosofía moderna,dice Marechal, si Ia quisiéramos hacer salir entera,por deducción lógica, del nominal ismo deOccam. . . Sin embargo, por mucho que se otor-gue a diversas influencias, es necesario reconocerque la filosofía moderna, que se desenvuelvesobre un terreno profundamente trabajado por elnominalismo, adquiere de este principio un matizepistemológico muy pronunciado y muy unifor-me para tlaicíonar, a pesar'del abigarramiento delas escuelas, una unidad genética profunda". Ensentido arrálogo se expresan Gilson, Giacon, DeWulf, Vig.naux y cuantos han escrito sobre elVenerabilis Inceptor.

Un pensaclor moderno, tan moderno que está aifilo del más agudo y extremado existencialismo,Nicolás Abbagnano. considera a Occam como Iaúltima gran flgura de la escolástica y la primeragran figwa de la Edad Moderna. No se ie podíaotorgar un mayor elogio. Con él Ia filosof ía se

28

reserva la consideración de este mundo, y quedadesplazado para otro orden, para la fe, Ia dogmá-ticá religiosá. Aunque esta aófitud de reserva ño esexciusiva de Occam, pues ya antes de él Siger deBrabante y los averroístas tomaron posicionesanálogas, es quien mejor la razona. La téología dehecho queda separad-a de la filosofía, red"ucidaésta a sus propias fuerzas. Desde San Asustín seconside¡abán éonexos los dos órdenes dó conoci-mientos a pesar de mantenerse distintos. Se creíaque la fiiosofía se enriquecía con los aportes de iatéología, mientras que esta última eiciarecía enparte, aunque no los hiciera comprensibles a larazon, sus mlsterlos.

Occam exagera una corriente tradicional en laorden religiosa a que pertenecía y caracterísüicade la Universidad de Oxford donde estudiara: elexperimentalismo y la apreciación de la natura-leza. Insistió en estos puhtos, pero olvidado delmisticismo que notamos en el franciscano RogerioBacon; imprimióle las características que distin-guirán siglos más adelante a los filósofos ingleses,predecesores de Kant v los primeros r'ep-resen-tantes del moderno filosofar*. Se antiiipó aLocke en la distinción entre experiencia inteina vexterna, considerando que es muy reducida lárelación entre ias dos. Puso los fúndamentos eincluso señaió los argumentos con los cuales mástarde David Hume negaría la posibilidad deafirmar Ia presencia de Ia- sustancia-inm utable trasios accidentes o el nexo causai que relaciona iosseres. Antes que Berkeley, indicó que el mundoexterno no es quizá siño pura répresentaciónfenomenológica, óarente de ün sostdn objetivo yreal.

* Véase mi lib¡o ,8spúifu¡es, Losada. 1952.

29

de Ia Fílosol la Jng¡eso, Buenos Ai-

Occam, por lo tanto, es un autor que no haperdido áctualidad. Aquei que considera ia fi]oso-lía como un pensamiento que se desenvuelve através de ios siglos, no siempre. progresivamente,sino con casuales retrocesos, verá en este pensadorun momento culminante'

LUIS FARRÉ

l

30

BIBLIOGRAFIA

Guillermo de Occam: Super IV lib. Sententiarumsubtilissimae quaestiones, Lión, 1495 (contienetambién su interesante obra Centiloquium theolo-gicum). Quodlibeta septem, París, 1487 ; Estras-burgo, 1491. Exposit io aurea et admodum uti l issuper artem ueterem, Bolonia, 1496.L. Baudry: Le tractatus de Principiís Theologiae,attribué a G. d'Occam. Editíon critioue. Etudesde Philosophie Mediévale, XXIII , Paris, Librair iePhiiosophique J. Vrin, 1936. Estudio introducto-r io y el Tratado, cuya versión damos acontinuación..

Estudios sobre Occam

J. Maréchal: Le point de départ de la métaphysí-que, cahier I, París-Brujas, sin año, pp. 126-151.Parcial, sobre todo por el exagerado afán de hacerdepender a Occam de Duns Escoto.C.- Giacon: Guglielmo di Occam, 2 vols. Milán,1941. Se le pueden hacer los mismos reparos queal anterior.Maurice de Wulf : Historia de Ia filosofía medíeual,traducción de Jesús Toral Moreno, México, Edito-r ial Jus. 1949, Tomo II I , págs. 29-48.Etienne Gilson: La Philosophíe au Moyen Age,París, Payot, 7947, tercera edición, págs.638-656.L. Kugler: Der Begríff der Erkenntnis bei Wilhelmuon Ochham. Breslau. 1913.P. Vignaux: "Nominalisme", en Dtctionatre deThéologie Catholique, tomo XI, primera parte,París, 1931, cols.777-784. Es la mejor exposición

3 1

v la más sistemática que hemos leÍdo. Utiliza deóontinuo ias obras del lilósofo.E. Amann y P. Vignaux: Occam (Guillaume d'),en el diccionario citado, tomo XI, cols.864-904.Vida y obras por Amann, parbe doctrinal porVisnaux.N.-Abbagnano, Guglielmo di Ochham, Lanciano,1931. Póne óspecial ínterés en demostrar larelación de Occam con Ia filosofía modema ycontemporánea.José Má. Rubert Candau: La filosofía del sigloXIV a traués de Guillermo .Rubió, Madrid, Edicio-nes Verdad y Vida, 1952, págs. 45-58. Muy buenaexposición. sobre todo en lo que se ref iere a lanaturaleza del conocimiento uníversal.J. Paulus: "Sur les origines du Nominalisme", enReuue de Philosophie, l0SZ, págs. 313-330.P. Doucoeur: Le mouemenl, temps et l ieuxd'apres Occam, en Reuue Philosophique, 1937,pásinas 313-330.Leén Baudry: Guillnume d'Occam savie, ses oeu-vres ses idées sociales et politiques, T. I. L'hommeet les oeuvres. París. 1950.Martín Gottfried: Wílhelm uon Ockam. Untersu'chungen zur Ontologie der Ordningen, Berlín,Walter der Gruyter, 1949. Se empeña en acercar elconcepto de ser trascendental, en lo que toca a surelacidn con la ratio, a lo que enseñaron Aristóte-les y Santo Tomás de Aquino. Para Gottfried elproblema fundamental se reduce al problema dela unidad.

32

TRATADO SOBRE LOS PRINCIPIOS

DE LA TEOLOGIA

l

Dios puede hacer todo lo que, al ser hecho, noincluye contradicción*.

Adviértase que no se dice que Dios puede hacerrooo lo que no lncluye contradicción. Dues en_tonces podría hacerse a sí mismo; pues El noincluye contradicción; sino. que pueáe'hacer toáolo .que, al ser hecho, no lncluye contradicción.esto es, todo aquello de lo óual no se sisuécontradicción ante esta proposición: ,,esto e"stáhecho".

De cuyo principio se sigqe que puede en el génerooe la causa etrctente todo lo que puede Ia causasegunda; porque si puede hacef toáo Io que. unavez hecho, no incluye contradicción v coñstá quenmgu-na causa segunda puede hacer ninguna deaqueltas cosas que incluyen contradicción, seslgue que ¡jl puede todo lo que puede la causasegunoa.

Del mismo prin,cipio se sigue y queda estabjecido,que - ulos puede, prescindiendo de sí mismo.producü y conservar todas aquellas cosas de Iaécuales una no es parte esen¡iai de la otra, ni

L. Baudry. en Ia edición crft ica latin¡ del Tratado. confirmacada uua de las afümaciones, cita'ao aqueuos iui;"Jii'rá" .ii^"iélOcca¡n las expone o trata más extensamente. U" ir-iL"t -"

É"""liireferencia, genelatmente limitándome . fo" ""-á"tño" ""üüi"ise¡tenci¿s, en los punros básicos. Asf, poi e¡;áiil;,

"ói,áii-úiTeste pri¡qet pdncipio, véase II S¿n¿, q, 9 i¡¡ fiDe,

ninsuna de ellas es Dios. Pues incluiría contradic-cióñ que se produjera a sí mismo -y simultánea-menLe a otra cosa. puesto que El mismo noexistiría, siendo así qúe consta que El es Ia causade ser aquello de cuyo ser se sigue io otro y sin locual no serÍa Io otro.

A causa del mismo principio se sigue que,Diospuede o pudo produci¡ el mundo desde laéternidad, porque esto no incluye ninguna contra-dicción* .

Del mismo principio se sigueuna sustanCia creada actúeotra.

que no conviene quecomo sustancn oe

También se desprende que Dios puede aumentarsu caridacl hastá el infinilo o, hablando con máslógica, aumentar infinitamente su carida4, pot-que, donde quiera que se hal le la caridad en ungrado fínito,-no se-sigue._ contradicción de quehaya otra mayor que aquélla.

También queda establecido que Dios puede, másallá de toda creatura, prodücir otra'más noble,distinta en cuanto a su especie, porque, dadacualquie¡ especie de perfección finita, no exislecontiadiccióir en que se produzca obra másperfecta que aqué11a. Puesto que cualquier especieéreada es de una perfección finita**'

Del mismo principio y de la primera conclusión sededuce que Dios puóde virt ,ualmente ser odiado

* Sa¡to Toúás y otros escolásticos admit lan la posibUldad deuna e¡eación db aeternoi aunque de hecho, a causa de la levela-ción, sostienen su creación en el t ie¡opo. Sus a¡gumentos e¡an en elfondo los mismos de Occam, esto es. la omnipotencia divioa.

Leibniz. atendiendo a la omnimoda pe¡fección divi¡ra, en_señó que si Dios creaba. tenía que crea¡ lo mejor; Occam, defeüso¡de la omnipoteacia. opina que no se agota el podet c¡eativo iaÍrás,ni aun en cuanto a la pelfección de lo creado o creable.

36

r l l l i

por una voiuntad creada. Pero Dios, por eicontrario, puede hacer todo aquello que una vezhecho no

-incluye contradicción: luégo, puesto

que eI-. ser_ realizado tal precepto no incluyecontradicción, porque la creatura puede hacerlo,se sigue que Dios puede ordenarlo.

Igualmente del mismo principio y de ia primeraconclusión se desprende que Dios puede inmedia-tamente hacer pór sí mismo, en

'el orden de Ia

causa eficiente, todo lo que puede rr¡ediante lacaum segunda. Puesto que puede mediante algunacrea¡ura reanz,al tal preceplo. se slzue que tam_bién lo puede realüai por-sí mismol así,'pues, layoluntad obediente a tal precepto. estableiido óorDios. merecería la beatitud* .

-

De las relaciones y de los números

De lo expueslo, o.sea que Dios puede producir yconserva.r altematlvamente, etc., todas las cosasprescindiendo de sí mismo, se sigue que lasrelaciones de los números, Ia propo-rción, comoduplo, mitad y otras similarbs,

-no son cosas

diversas de los absolutos de los cuales se habla**.Pues sería contradicción que una magnitud de dospies fuese y no fuese doble con relación a sumitad, o que dos pies fuesen y no fuesen iguales

* I . Senl., dist. XLVII, q, 2. D. El que Dios puede ocupa¡ el lu_gar oe las causss segundas, si¡r que apa¡enteú¡eDte Dada cambie. ex_pücaría que, i¡cluso seg¡in la teología, ¡esultamD inútiles las sustaf.cias. las cuales, de acueldo con los escolásticos, son el priDcipio delas operacioDes, Tendrlamos eDtonces el

""asionafi¡r¡i" ¿"-u"f.-

branche, esto es, que ,, la causa vetdade¡? es aquella ent¡e Ia cuJ;su efecto el es,pfritu pe¡clbe un& unión necesl¡ia". fat seifa ,Aní-caÍnente la voluntad d€ un seí Loalopode¡oso.

*4 . l . Sent., ¿ XX)q q, 1, M. Si ta ¡elación se dist ingue de sus

iérmi¡os, como dice ftecueniemente, podrla separarse, -lo

cual :sun absurdoi est¡ es, por ejemplo. si ta paternidad es algo cfisti¡üoe.aquel que es padre con relación al bi io. se¡la aislable Ia pate¡-nidad.

Q q

carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado

según aqueüason iguales; o

dimensión de acuerdo con Ia cualque dos cosas blancas fuesen y no

fuesen similares; y lo mismo puede decirse detodas las relaciones que sin contradicción nopueden no ser una vez que existan sus respectivosextremos.

De la pasión

De 1o mismo se sigue que Ia pasión propiademostrable del sujeto no es otra cosa diferentede la que le es inherente, sino que es términoconnotativo que introduce al sujeto derechamentey Io sustituye, pero connotando algo extrínseco alsujeto positiva o negativamente; y lo mismo es encuanto a los términos relativos de que se hatratado, con la excepción de que 1o que de él sepredica es, en algunas ocasiones, contingente y,una vez puesto en su ser aquello de io que sepredica. puede o no verificarse de é1. a causa de laexislencia o no existencia del otro extremo; perola pasión es siempre verificable en el sujeto,mientras exista, y como se ha dicho, es untérmino que connota o indica al sujeto y a algoque le es extrínseco o distinlo realmente de símismo o indica al mismo suieto de otra maneraque como al término que és el sujelo de unaproposición en la cual la pasión se predica delsujeto; lo que indica que cada uno de los términosseñala al sujeto.

De ácuerdo con esto se establece que 1o uno, ioverdadero, y lo bueno y las demás pasiones deeste género son propias del ente, porque Io que elente significa positivamente, io uno lo significanegativamente, y Io que el ente significa de unaÍtanera indeterminada, 1o verdadero lo signilica

38

determinativamente* . Pues ente significa todaslas cosas indeterminadamente; por lo tanto, signi-,fica también lo entendido de manera indetermi-nada. a la manera que Io suDerior comúnmenteseñala su inferior, póro 1o veidadero significa 1oentendido determinadamente. Pues es verdaderoel ente inüeligible y aprehensible por el intelecto.También el ente señala a la voluntad como a sucomún inferior. Dero ei bien indica Ia voluntaddeüerminadamenti. P:res es bueno el ente anete-cible y que puede ser deseado. Y esto soñ Iosdiversos modos iógicos, esto es: determinado eindeterminado, afirmativo y negativo; por elcontrario, los modos gramaticales son recto yoblicuo y otros similares, que algunas vecesestablecen también una diferencia semeiante entreel sujeto y la pasión.

De io expuesto se deduce oue la blancwa v elsabor y oiros simi-lares, no sbn pasiones; puéstoque por no ser partes esenciales de la cosa puedensep¿üarse de ella, permaneciendo la cosa; pero lapasión se puede iiempre verificar en eÍ sujeto,mientras éste exista**.

Según esto, para saber en general qué término seapasion y cuál no, enseña que es pasión todotérmino verificabie necesariamente del suieto.mientras éste existe, y esto por predicacióndirecta y que significá algo extrinsecó al sujeto,afirmativa o negativamente. esnecialmente demanera afirmativá, y cuya' preüicación no es

* Esta manera de expllcar los atrlbutos lla.msdos t¡asce¡-dentqles que, apareDtemente, no s€ distlngue de lo que aftrmá¡! losdemás escolásficos, se basa, si¡ emba¡go, en ls exlstencla y el cono-cimiento excluslvo de lo coucreto.

Como habla e¡rreiado Demócrito ent¡e los griegos y enseñóLocke eD el siglo XVII, Occam defiende que sensaciones o cuali-dades, como el sabot, el colo! y el olor. denotrinadas mode¡na-mente cualidades secunda¡ias, no pette¡recen a las cosas, sino queson subietivas.

e o

carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado

necesaria accidentalmente. Más digo, en predica-ción directa, porque por predicalión iñdi¡ectapuede el sujelo ser predicado por Ia pasión y en Iapredicación necesaria del primer modo. De dondees cierto y necesario io siguiente: 1o risible eshombre, como también, a Ia inversa, el hombre esrisible. Más digo: especialmente, si de maneraafümativa porque de algunas neg¿tivas hay opiniones distintas, pues algunos dicen que talesnegativas: hombre es no asno, la piedra es nomadera, estián de por sí, io que se ilama en elprimer modo por sí y, sin embargo, los predicadossignifican algo diverso negativamente de los suje-tos. Pero esto depende de cómo queramos distin-guir estos modos. De la misma manera, sinembargo, hay quien opina- más bien que talesproposiciones son por sí del segundo modo ypuede decirse io que conviene deci-r, a saber: elhombre es no asno y el hombre no es asno porqueesta segunda de por sí es del primer modo, sí esque alguna proposición negativa, deba ser puestapor sÍ en el primer modo; pero la primera puedeponerse en el segu ndo modo por sí misma y estocon tal que el predicado sea necesariamenteveri-ficable de las cosas significadas por el sujeto,mientras éste exista.

De esto se sigue que no toda pasión sea demostra-ble de su sujeto en primer lugar y a priorí porque,si tal predicado necesario es pasión y consta queaiguna negativa es inmediata, como lo demuestrael dictado filosófico: Primo posteriorum v taI esindemostrable de su sujeto

'en primer lular y c

priori es evidente, por Io tanto, que tal predicadonecesa¡io no es demostrable del súieto.

Sobre el género, Ia especie y la diferencía

De acuerdo con lo dicho se distingue entre géneroy especie y entre diferencia y propio o pasión

40

propia. Para evidencia¡lo, adviértase que algunosde los términos pueden verificarse h"t süiétó.cu4lgo. este extsta y otros no, y que algunod soriverú.Icaoles necesariamente de la cosa, siempreque. _ ella exista. Los primeros se aénomiñánaccidentes. .De donde, porfirio dice: accidente esro que esta presente y ausente sin que secorrompa el sujeto. No habla de auseñcia vpresencia únicamente según la inherencia reaÍ,como la blancura está prelente y ausente, sino Aeesmr. presente y ausente de acuerdo con lapredicación. De donde la relación de doble, por lomenos alguna, y de mitad, son accidentes'de estar]r.ralJep, pues lo son cosas inherentes a los suietosorctmtas 9e _e!qs, como se ha dicho. Mas, qüe laretaclon cle doble sea accidente de esta manéra see-vldencia porque una madera de dos pies es Jedoble tamaño que una piedra de uñ nie: sinehbargo, desaparecida- la piedra y permanbcióndola maoera, [a madera deja de ser dob]e en relacióncon, ta precúa, _y .es asÍ como permaneciendo lamad-era,.la duplicidad puede sei verificable v nover.urcable; pe_ro- exrjste otra duplicidad, según lagprnlon que deliende que la cantidad es distintade .l1a sustancia y de la cualidad, así no esac-clcl_ente, por ejemplo: ei doble de algo conretaclon a su propia mitad. La razón es poique eneste caso no pude existir aquello que e; doble. sino ex lste aquello que es la mitad. Pero sea lo ouesea de la duplicidad, siempre la mitad es accidén_]f, Porque se. pr-edica contingentemente de aque-uo que es mttad. pues Dios puede conservar ünamitad. destruyendo la otra, y por consiguiente.es[ando et úodo destruido, entonces lo qué quedáno es la: .mitad. pero en cuanto a los téniiinoí qüeson verificables necesariamente de la

""iá. *ü"_

tras. ésla existe, algunos significan; u ?¿J'áülsuJe[o de quren se predican y de sus partes. alsoexrrlnseco afirmativa o negativamente v

'esósrenninos se denominan la pasión propia o laspasiones. De donde lo visiblé

". puri*

-a"

"ótár:4T

carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado
carlos
Resaltado

éste. oues. es por sí del sezundo modo de Io que

"e áite oor iÍ mismo: él color es visible en

segundo iugar del alma, y en su mayor parte,toáos los dredicados sonantes en potencia o enacto son dé la misma índole. como: Ia materia esinformable o receptiva de la forma, el calor escapaz de caior, Diós es creador y otros similares.Háy otros términos que no significan nada dist]n-to de1 sujeto y de süs partes y algunos de ellossisnifican en primer luqar la parte esencial de Iacósa y son imlruestos a-ella para signif icar el todoy simifican Io supuesto concretamente y suponenóor-el todo v a tal término se denomina diferen-bia. Hav otrós términos que significan el todo enprimer iugar y ésto.s difieren se!ún.que sean más ymenos déterminados e indeterminados, porqueuno significa más que otro. Pues significa todoaquello" qu.e ei otro . significa algo mZsl y así sedEtrngue el genero y Ia especre.

Sesún Io predicho se sigue q ue de Dios seorédican ,reidaderas pasionés polque los predica-áos connotativos, además de^ lo que es

-Dios, a

quien significan directamente, connotan cosasextrínsecás indirectamente, como que es creadory beatificador y otros similares.

Según esto, se enseña que la pasión no se_ derivade- los principios del iujeto- como decían losantiguos, porque puede. haber pasión en un suj etoque no tlene nlngun prlnclplo, como oe la esencudivina, cuya p-asrón bs ser incomunicable; seggnesto, se negarlan estas proposlclones: la paslonestá en el sújeto, 1o risible óonviene al hombre yotras similares, a no ser que se acepte risibiematerial o simplemente y convenir- según lapredicación, no según la inherencia.

Según lo predicho se establece que la diferencia setoñra de ia parte esencial de Ia iosa y se éstableceque de toda parte esencial puede tomarse, y esto

42

tanto de la materia como de la forma*. paraprobarlo, délese saber que Ia diferencia no es sinoun t^em lno. impuesto por la parte esencial parasrgn[tcar el todo concretamente gue puede sermedio en la demostración, para e>ipresar ladiferencia o distinción de uno cbn relacllón a otroque incluye una conclusión negativa poaü

"úir;enuncra que una cosa no es aqueüa otra; mas talmedio puede tomarse_de toda farte. De dónde deimrsmo .modo. que de ia forma final del hombre se[oma el medlo para concluir que el hombre no esuna pted-ra o asno u otras cosas y argumentandoen esta forma: que nada que tiene afma ,"cionules pledra o asno; ahora bien, el hombre la tiene.luego, etc., así también de la materia se deriva eÍmedio .para concluir que el hombre no es áneeiipues. st: nada .material o que tiene materia- esange!, y el hombre es de este género, por io tanto.etc. De donde se deriva que É Aiferbircia

", ánt.j

material como racionai.

De acuerdo con esto enseña que género y especiese predican ge lo que es Ia cosa (ín quidi, póióüéambos srgnülcan en primer lugar el toilo,

'demanera que _es lo mismo ser predicado de algo. loque es signüicar primariamerite el todo v .,é únáparte o. algo _dislinto del sujeto. pero la diferenciase predlca de la cualidad de la cosa (in quale)porque concretamente se predica sólo'del iodoipcro al .predicar en cuá cósa se entiende i".tunlcralmente, porque no sigrrifica sino la parte esen-cral oe fa c.osa que pertenece a su sustancia. peroo[ros term]nos se predican de la cua_lidad acciden_t¿lmenfe porque signüican algo que no es de lasustancia del sujeto del cua.l se predican, pero una

.Señt. P¡olog., q. 2, in f íne. Santo Tomás €nseñaba que todasustancia i-rnpl.ica v a fonna, y que en ,lrt"a a" ""t"

ioñu "iii

sustancia. €s cla.6if icada dentro'dé un¿ especie a"t"r_i""¿"t- püiqu-e _se dife¡encie es necesario que exist¡ en el indjviduo ot¡L'Jel

.mento, clenomi¡ado ñateri4 La forma e, "n "1"üe"ió-at" ir1Já,inadmisible para Occá:rn. A lo más, se re$¡elve en un término.

4 3

cosa es el accidente y otra 10 propio' como se hadicho, porque uno se predica. contilgentemente,pero io otrb necesariamente o por 1o menos noóontinsentemente. Mas aunque la diferencia seprediqúe de la cualidad, como se ha dicho, y eliéneró de lo que es; sin embargo, entrambos sefredican.por sí en el primer modo de decir por síy la tazon es porque necesanamente se preorcanen cierto modo del sujeto y nada significan que lesea extrínseco; contrariamente a lo que pasa conios otros.

I)e acuerdo con 1o que se dijo que la diferencia setoma de la parte esenciai de la cosa y que se esta-blece de toda parbe esencial, es claro que, todocompuesto de partes accidentales y con composi-ción esencial definible, por definición propiamen-te dicha consta de género y diferencia; de a-quel yde otros puede abstraerse un concepto comun quesignifica a entrambos de manera que se impone aac=uel todo Drimero v esto determinadamente: tales el conce¡ito de género, como seha dicho;puesde sus dos parl,es e:senciales puede separarse Ia di-ferencia y así tendrá género y diferencia propia-mente dicha.

De acuerdo con esto queda establecido- que iascosas simples, ya sean sustancias, como I o-s ang€-les; ya acóidentes, no son definibles por definiciónoroniamente dicha, sino que, si se definen, eniueár de una verdaáera diférencia se establece unüáimino connotativo de algo extrínseco o untérmino negativo.o algun término común a sí y,aotros varios similares; y la razon es porque ladiferencia se toma de la parte esencial, como se hadicho; por lo tanto, Ias cosas que no tienen parte'esencial no tienen diferencia y, por conslgurente,definición.

44

Sobre Ia distíncíón de los conceptos

De acuerdo con Io dicho se enseña que no havpluralidad de conceptos sin plwalidail de cosáj.De ahí que lo simple que no incluye pluralidad nop-uede teler vanos conceptos que lo signifiquen aél sólo. Pu9_s los conceptos sé compórtan'en larepresentación como el óbieto en el ie¡. y. por iotanto,. así como el objeto es único en su sér. asíno habra slno un concepto que lo represente: vesto.-.explica por qué

-de dos conceptos quó

srgnürcan Na m$ma cosa, uno es el género, y elotro no; y por qué razón uno es Ia dife¡en'ciá. votro no, cuando precisamente significan lo mismóeI uno v el otro,

De acuerdo con esto se establece que entreconceplos que con precisión significan'la mismacosa, uno no puede ser quidditativo v otrodenominativo y que uno de ellos se demueltre delgujeto, a priori por medio del otro, puesto que nonay tazon para que uno sea más quidditativo queel o[ro. cuando ab¡solutamente siSnifican lo mis-mo y cuando el concepto quidditativo es aouelque significa toda p quiddidad * y nada distintoo.e eln; pero esto lo hacen entrambos; luego sesrgue que entrambos son quidditativos. eue flerte_nece a entrambos se evid-encia, porque-si uno loes. cuando precisamente el otro significa lo mismoque aquél no hay duda que tamb-ién el otro lo es.

Según esto, nie_ga que de Dios se puedan demos-trar conceptos denominativos que signifiquen sólola esencia divina, pues no hay tales cónceptos.

Según - esto, niega que los atributos, como iabondad dlvina y otros similares, sean conceDtos

: Me otorgo Ia übertsd de usar la palabra quiddidad v auiddi_tativo, porque no hay en nuestto idibma "*piñá"e"-q"i

áqii_valgan a su signif icado, Se ¡ef ieren a lo que'es l . cos". '¿el i i t?"quíd e6t.

45

denominativos que indiquen la sola esencia divina.Pues todo concepto que indica la sola esencladivina es quidditativo.

Según lo predicho, se enseña que de lo simple nopueden tenerse varios conceptos que cada uno deellos implique al mismo ser simple totalmente, ano ser que uno sea superior al otro o connote algoextrínseco negativa o afirmativamente.

Se sigue de lo dicho, porque la pluralidad de losconceptos se origina de }a pluralidad de cosasnecesáriamente, cómo se probó. Por 1o tanto, side lo simple existen varios conceptos, éstosindicarían varias cosas y no solamente lo simple.Por lo üanto, o connotando y se tiene otra partedisy'untivamente, o directamente y entonces seráun coircepto común para cada uno de los sígnificados y entonces será superior con relación aaquel que significa soiamente el otro y así se tieneotra parte disy'untivamente. De donde no se ha de

r\ negar que el mismo ser simpie puede conceblsei por varios conceptos y éstos quidditativos, mien-L-tras uno le sea común a él y a otros. Ni esto se

opone al principio antedicho, esto es que no haypluralidad de ionceptos sin piuralidaci de cosas,porque aquella pluralidad o diversidad de conccn-los <ie qué se habla oroviene de Ia distinción au iátcosas, iorque un concepto signif ica solamenteeste ser simple y otro concepto significa al mismoy a otros, o de dos conceptos uno significa esteser simple y algunas otras cosas, por ejémplo o, ó,y el otro significa el mismo ser simple y algunosotros, por ejemplo c, d, y asÍ se distinguen aque-llos conceptos aunque sean quidditativos.

De acuerdo con esto establece que el ser simplepuede también definirse por términos no connota-tivos ni exfuÍnsecos ni negatívos, aunque tenga sinembargo algunos conceptos no alternativamentepuestos, uno de ios cuales sea común a éi y a

+o

otros y otro sea común al mismo y a algunosotros dive¡sos de los primeros como se ha puestoel ejemplo arriba coñ relación a c, d, y de estadefinición habla Aristóteles en el Iibro sezundoDe posterioríbus cuando dice que cualquieipartede la definición está en más, pero ei todb enigualdad; por ejemplo, la ca¡tidad se divide encontinua y dfc.r,eta y en - la que tiene posición yno [iene posrclon. yor to tanto, sea a géneroconvertible en este üérmino cantidad continua v bconvertible en el que no tiene posiciónl si lueso sedefine el tiempo diciendo qué es c b, esto ós, eltiempo e-s cantidad continua que no tiene posi-ció^n, c-qda u¡a de las partes i¡ue constituye ladefinición abarca más- que el tiempo vi sinembargo, el todo está en ilualdad. Qué cada unade eilas abarca más se evidéncia v en primer lusaren cuanto a c porque hay más óantiiiades coñti-nuas que tiempo. En cuanto a b también seevidencia lo mismo, porque la oración no tieneposición como también ló demuestra el filósofoen los predicamentos; y, sin embargo, el todo oó.es convertible en igualdad con el tiempo poroueno hay ninguna cañtidad continua qué nó tei,eaposición sino el tiempo, como se evidencia discú-rriendo por todas las cantidades que enumera elruosolo.

Según lo dicho, se enseña que los términosatributivos comunes a Dios v las creaturas sepredican de Dios en el primei modo de Io ouesignifican por sí. La faz6n. es, porque to'doconcepto abstracto se predica por sí de aquellosde quienes se abstrae inmediatañente en el órimermodo de lo que significa por sí. pero la sab-iduríaen común o el concepto de sabiduría inmediata-mente se abstrae de la sabidwía creada o increa-da; por lo tanto, se predica de entrambasper se enel prlmer modoó .

* l . Sent. d. U, i I , q. 2, F. J.atríbutos que nosotros predicamos

47

Los escolásticos discutla¡r si losde Dios, que tlenen semeiantes

De acuerdo con esto se enseña que los términosaüributivos. aceptados de esta manera, no puedendemostrars'e de^Dios a priori. La raz6n es porquela oronosición en ia cual se asienta tal términocofrún', que se predica de su inferior dei cual seabstrae inmediatamente, es inmediata; mas Iaproposición inmediata no puede demostrarse. Sinembargo, aquellos términos pueden aceptarse porduplicado, como dice, puesto que significan a Diosy la creatura rectamente, como el conceptosienifica Ia cosa de la cual se abstrae inmediata-mente, y así se han dicho de eilas, esto es, que nooueden demostrarse de Dios a priori. El otroinodo como términos connotativoi que significanalgo extrínseco con ¡elación a Dios oblicuamente;pór ejempio, justicia indica la creatwa a la cualsigue de acuerdo con los méritos o deméritos penao premio; la misericordia connota Ia creatura queal pecar es perdonada por Dios y así de otros; yen esta manera no se predican de Dios por sí en elprimer modo de lo que dicen por sí y de estemodo nuedan demostrarse de Dios a oriori enalguna irianera. De ahí que ésta es una demostra-ción por decirlo así, a priori: todo ente es bueno,Dios es ente. oor lo tanto es bueno. La razón esporque ente es previo. a Dios por prioridad deconsecuencia; pues se sigue: Dios es, luego es entey no Io contrario. Mas al ente Ie conviene eitérmino bueno convertiblemente. oues el ente esbueno y a la inversa; pero a Dios nó conviene estetérmino convertiblemente v nor tanto esta demos-tración es a priori según co'niecuencia.

De acuerdo con esto enseña oue Ia simplicidadestá verdaderamente en el génerb y en ia elpecie yesto no de acuerdo con formaiidades o gradosíntrínsecos realmente distintos, sino sin ninguna

en lo cleado, se prcdicaban a¡alógic¿ o unfvocamente. santo To-más se incli-oa por lo p.imero; Escoto po! lo segundo, En el pa¡ii-cular. occam coincide con Escoto, pelo parte de p¡emigas total_ment€ dive¡sas.

48

distincjón- intrínseca; porque la distinción extrín-seca de las cosas consiste en que muchas serepresentan. por un conc.epto y ias menos porotrosl .se distinguen aquellos conceptos, uno esgeneral y el otro es especial.

De esto se sigue que de la simplicidad de Dios nopuede probarse que Díos no esté dentro delgénero. Pues las cosas simpies que absolulamenteno incluyen ninguna distinción, están en elgénero. Pero para esto basta alzuna distinción dejas cosas de lás cuales una sea m-ás semeiarrte. otramás desemejante, de manera que pueda abstraerseun conceptó común a ésie y ásí ótro común a losmismos y semejante a ios disímiles. Si, por lotanto, se abstrae un concepto que representa aDios y a los ángeies preóisamente

-del orden

supremo ,y ot¡o que .representa a Dios. y a todoslos ángeles, fundándose en la simpiicidad, nopuede aducirse raz6n para que uno de aqueliosconceptos no sea el généro dei otro.

De lo cual se enseña que no es igual el conceotode especie y de definiiión, porqué el co:rcepto dedefinición está compuesto de los concelt-toé géne-ro y diferencia y la definición no es sin-ó dedistintas partes esenciales de los compuestoscomo se dijo antes. Mas el concepto de esplecie noes compuesto sino que es simple y tari simplecomo et concepfo del genero, y esto es porqueentrambos . significan primariamenfe al tbdo- ynrnguno se toma prmarHmente por la parte.

De eslo también se deduce que es falso lo quesuele decirse que el conceptb de especie o- laespecie se compone de gén-ero y diférencia. Elconcepto de definición sí que está compuesto así,pero no el concepto de especiel ni tamooco eisíempre verdadero que el

-concepbo de

^esnecie

incluye el_ conceptó de género^ y diferelncia,porque en los conceptos simples no se incluyen ni

49

formal ni virtualmente. Mas en los compuestos.aunque los incluya virtualmente, sin embargo nolos, incluye formalmente. Pero ia definición inciu-ye a ambos formalmente, como ei todo incluye sup.{te y esto porque la definición se compone deellos.

Según lo dicho, se enseña que no hay unadistinción de formalidades intrínseca a Ia cosa, demodo que por medio de una de ellas la cosa seasingular distinta en su ser individual y por otrauna en la especie y por una tercera una en elgénero y que la unidad específica sea menor quela unidad numeral y la unidad genérica menor queentrambas* . Por lo tanto, sin ninguna .distinciónintrínseca la misma cosa puede convenil más conuno que con otro, esto es, ser más semejante auna cosa que a otra y consecuentemente conce-birse de tal manera que el intelecto conciba a éstay a aquélla con un concepto con el cual no concibeaquélla y con otro concepto concebir a aquélla yno a ésta. No existe tal formalidad indivisible sinoque cualquier cosa es por sí misma singuiarporque crialquier cosa es 1o mismo por sí mismo yno diverso de sÍ mismo. De donde, así como notiene objeto buscar por qué el hombre es hombresegún el Libro 7 De la metaf ísica, tampoco tieneobjeio buscar por qué este hombre es estehombre, pues sus causas no son sino las causasque causan este hombre. De donde es irracionalindagar qué es ei principio de individuación de lamanera que suele indagarse, porque es más racio-nal indagar qrré es io que hace ia universalidad,

* Pa-ra Duns Escoto, a quie¡t segu¡añente t iene en vistaOcca-rn en este pasaie, las esencias forman una jerarqufa de talfndole que las superiores incluyen las perfe'cciones de las inferio-resr y po¡ el hecho mismo de incluirlas, las urlifican. Sin emba-rgo,ello no impide que en el estudio de las esencias. veamos en ellasdist intas formas, díst inct io formali tatu¡n. No podÍa darse opioiónmás cont{aúa a la de Occam. de que el individuo es i.rreductible yque e¡ él no se puede establece! dist inción ninguna, sin pel iglo desu unidad.

50

porque Ia individuación pertenece formalmente acualqulera por si mlsmo. pero Ia universajidad nocompete a las cosas fuera del alma o les convienepor alguna denominación extrínseca al alma o'ásu concepto* .

De las suposiciones**

De que .cualqu.ier cosa es singular, se deduce quela sup-ostcton stmple no es suposición que esté-envez de |a naturaleza de la cosa, cómo sueledecirse,. porque no hay tal cosa. pór io tanto,-iasuposlcton del termtnort¡ está en vez de la cosaque significa C9 _ en vez del signo que sienificánaturalm ent€ a la cosa cuyo concepto está en elalma¡rc _en vez de un signó sustituido uruitüiia_mente.. por lo tanto, a la primera suposición se ladenomlna personal. a la segunda simple v a latercera mate.rial. Ejemplo dó la primerá: el" hom_ore corTe. ülemplo cle la segunda: el hombre esespecle. pues lo que corre no es una especie. estoes,^.un conce-pto mental. De donde los'modórnossorlstas srn dNtlncion negarían absolutamente laslgulente proposición: el hombre es especie. sin:fl?F" drcen que su intención (el objéto inten_clona,i ) es 1a especie; empero, si queremos conce-der esta de acuerdo con los anliguos, diremosque.su sujeto está en vez de la interibión. Eiem;i;oe,ta. tercera suposición es ésta: el hombre^esdNlIabo. Y éstas son las únicas suposiciones.

!_9 ahí Uye njegu.e. las siguientes proposicionescomunes: hombre blanco es un agregadb acciden_

l - ,- , ,1"j- : . i9".t jcos gastaron mucha t inta para f i ja¡ el conceptooe rnd¡vrctuación. A Occam. asf como al empirismo v p"aiti"i-fii

modernos. le parecen vanas e inútues lales cuestrones, pues lo aueexiste, necesaria.rnente existe conc¡eta "

i"¿i" ia"¡_ir i t ! , á", iJáJque exisiencia real e individuación son idénti.os.

:. Véase.la ¿eoría de la supporiúio muy bien expl icada en Vi-g¡aux, art. cÍt . . col. 7BZ.

51

sión opuesta a la primera figura, asÍ: ningún malsron opuesra a la prlmera rlgura, asl: nlngun ma-tes hecho por Dios, esto es ma1o, Iuego no es

I hecho por Dios. La conclusión es falsa; luegotambién 1o será alguna de las premisas. No Iamenor, luego la mayor; por Io tanto, su opuesta esverdadera, esto es, que algún ma1 es hecho por

r Dios.

' Ni sirve decir oue no es hecho por Dios en cuantor €s malo, porqrie no es 1o mismo decir el mal es

hecho por Dios y el mal en cuanto mal es hecho, Oor Dios- Pues de 1a falsedad de la segunda' proposición no se infiere Ia falsedad de la primera-I Mas la causa porque Ia primera es verdadera, es

porque su sujeto presupone personalmentela cosa, que significa e igualmente el predicado, porque es

' 6 2

' L ,Sen¿. d, XI,I I , q. 1. Se sigue del principio de que Diospuede hace¡ todo aquello que, una vez hecho, no_ inctuye contia-diccióni y de Ia ot¡a enseñanza de Occam, ¿" q""

"r, Oi" i . ' - lo

m¡smo que en los i¡dividuos c¡eados. no es posible dist inción ; in-guna ent¡e sus at¡. ibutos: íoluntad, iniel igencia, bondad. etc., seidenti f ican con su esencia, sin posibi l idad-de

", l .¡ i r ; 'á; 'q;é ; ; :

ne¡a los unos p¡esuponen a los ot¡os.

E O

tai, hombre blanco se compone de sustancia ycuálidad y otros similares, porque si el sujeto estáen vez de la cosa que es eI hombre blanco aquellacosa es Sócrates o Platón, pero ni Sócrates niPlatón es un agregado accidental; tampoco elconcepto es un agregado accidental porque es unacualidád que exisie subjetivamente eh ellntelecto;ni la voz ni Ia escritura es un agregado accidentai.Pero tal proposición que, debido a Ia fuerza de iaspalabras, es falsa, debe exponerse para una bueracomprensión, si se encuentra en algún autor. Dedonde, por esta proposición: e1 hombre blanco esun agregado, entienden los autores que medianteestos términos han de entenderse muchas cosas enun género predicamental distinto en algún modo,a pesar de que ni uno ni otro están en vez deaqueilas cosas ni ambos términos presuponen aaciuellas cosas.\/De ahí que conceda bstas proposi--- Ció;ésa-Did-Í-ace el máI, y el mai es he'cho porDios porque argumenta en esta forma: esto esmalo, esto es hecho por Dios, por Io tanto el mal eshecho por Dios; así: esto es hecho por Dios, estoes maló, por lo tanto 1o malo es hecho por Dios.Igualmente. puede argumentarse en, una conclu-

el mismo acto el que es hecho por Dios y por lavoluntad creada y es bueno y es malo* .

De Io que es per se (por sí misma)

Por la misma raz6n hav que conceder que elmúsico edifica por sí y se prueba así: ésle edificapor sÍ, éste es músico; luego el músico edi l ica oorsí. Se prueba en seguida pór la conclusión opuéstaen la primera figura como la precedentei

'luego.

etc. Pero aunqué conceda éstal el músico edificapor sí, sin embargo no concede aquéIla: ésta espor sí, el músico edifica pero: ésta ei verdadera: elque crea necesariamente es Dios: sin embarso. nolo es ésta: ésta es necesaria, el que crea es Dós.

Y adviértase: cuando se dice el constructor edificapor sí, mas el músico edif ica accidentalmente. laintención dei l i iósofo es: ésta es por sÍ; pero elconstructor edifica es accidental; el músicó edifi-ca. Pero cuando se dice que ésta es por sí: elconstructor constmye, no se toma pei se en elprimer modo _de decir .por sí ni eñ el segundopuesto . en el Lt,ro de los poster iores porque talproposición por sÍ será necésaria en el s'esurido deaquellos modos según el filósofo, pero" ésta: elconstructor edifica. o ésta: Policlet-o edifica. escontingenle. De donde cuando en la proposi i iónque significa acción o pasión o moviniiento orecepclon o cualquler otra denominación similaren e.l sujeto .de ia proposición, se expresa algo quees causa de la proposición, se expreta ako-que escausa de la cosa significada por él predicado o en

IJ

Iel predicado, cuando se expresa aquello según locual la cosa sigrrificada por el sujeto es su causa, laproposición designa que ia causalidad es por sí;cuando no, es accidental. De donde ésta es así porsí;1o cálido caliente; y ésta, accidental: lo lumi-noso calienta. Iguaimente ésta es por sí: loluminoso ilumina, y ésta por modo accidenta-l: Iocálido ilumina. Iguaimente ésta es por sí: loalterable se altera, y ésta es accidental: loalterable se aumenta e igualmente lo au-mentable se a-ltera. Igualmenté ésta es por sí: lasuperficie es colorada, y ésta accidentai: lointeiectual es colorado. Y de esta manera usamuchas veces el filósofo del concepto de lo que esoor sí en sus sentencias. como en el Primer libro-de

la física cuando dice que de lo no musical porsí se hace musical y en el mismo dice que 1oblanco se hace por sí de 1o no blanco que es lonegro, y en el Segundo líbro de Ia físíca,- cuandoenseña cuáIes son las causas por sí v cuáles son lascausas accidenlales; y cuando tratá de la causali-dad y de la suerte. Y en el Tercer libro de Ia físícadeI poder, del trabajar y dei sanar, y en el Cuartolíbro de la fístca por sí de la inmutabilidad dellugar, y en eI Quinto de la física en el principio yen otras partes del libro. Y adviértase que talcausa y ta] causado es doble y el universal que 1odengmina, a uno lo denomina real y al otro pori lación o por comunidad o por apropracionl porejemplo, óuando se dice lo bati¿ci cai ienta, áñ elsuj eto se expresa 1a causa real, esto es, el calor.Igualmente cuando se dice: [o blanco disgrega, seexpresa la causa por ilación. Igualmente"cuándodigo el cuerpo se altera o lo movible se altera, seexpresa un sujeto común. Mas cuando digo loaiterable se altera, se expresa el sujeto apropiado.Y como éstos hay muchos modo; de ser for sícomo puede apreciar el que quiere aplicarlos. Yconsidero que este modo se encuentra en eI Líbroprimero de los posteriores, como que el muertomuere a causa de la muerte.

54

Por esta razón se enseña que el intelecto divinoquiere por sí y la voluntad divina entiende por sí.Sin embargo, ésta es por sÍ: el intelecto entiendey la voluntad quiere; y éstas son accidentales: lavoluntad entiende y el intelecto quiere.

Del silogísmo ex. positorio

Según 1o cual se enseña que el intelecto divino espor sí principio del Espíritu Santo como lavolunlad. Esta, sin embargo, no es igualmente oorsí: "el intelecto es princióio del Esóíritu Santb',.como ésta: la voluñtad és principió del Espír i iúSanto. Y todas estas cosas se prueban por ei-silogismo expositorio que se perfecciona,- redu-oréndolo al cuarto modo de la primera figwacomo antes por la conclusión opuesta con uirá delas premilas, concluyendo lo opuesto de la otrapremisa. De acuerdo con lo cual se enseña que elsilogismo expositorio siempre se encuentra én lascreaturas y no hay en él falsedad de accidente.como algunos 1a ponen en los silogismos hechoéprimeramente. Ni este si logismo dd Coristo. queviene, debe formarse cotño se forma comün-men{,e, esto es: el que viene es conocido por ti. Co-risto es el que viene, luego Coristo es conocido porfi, porque la-s. premisas son verdaderas y Ia conclu-sión falsa. Sino que debe formarse: Tú sabesque Coristo es éste, Corislo es el que viene. Iuesotú sabes que este Coristo es el qud viene. ñi silíedecir que en el silogismo expositorio hay falsedadde accidente, porque acontece que coristo encuanto que es conocido por t i es el que viene.porque así es en e1 mejor si logismo. De"donde eÍque grgumenta así: todo músico es blanco; todohombre_-es músico. luego todo hombre es bianco,es. un si logismo óptimó en el primer 1ugar de lápnmera l lgul 'a y, sin embargo, es cierto que es'cidental para el hombre en cuanto es müsico,

)

)

)

que sea blanco y es accidental para el músico encuanto es blanco que sea itombre y cualquierextremo es accidental en está forma al otroextremo y al medio, y por lo i,anto esto no bastapara la falsedad del accidente, es decir que esto leacontece como en el caso de aquel exir.emo. Nisirue decir que no conviene que ii algo se vcrüicade la pr.oposición media qub se veiifique dc laproposición mayor extremá, sino cuando lo queestá en el medio guarda verdad con la mefiorextrema, porque éste es un buen silogismo: lodohombre es animal, todo asno es hoñrbre, luesotodo asno es animal: y también dsta: todo hombíees piedra, toda blancura es hombre, lueso todablancura es piedra. Y, sin embargo, piedá no severifica de Ia blancwa, sino en- cuán to guardarelación de verdad con hombre. y por esó diceque el silogismo expositorio sientpre se tealaa entas creaturas y en las cosas divinas v nunca debenegarse, sino cuando lo señala expresamen{,e la feo donde de una manera expresa e inevitabiementese sigue de las cosas que esüablece la fe.

De acuerdo ggl gst9, se enseña que el filósofoconoce la tri¡idad de las personas Doroue esteDiog eq conocido por el f i iósofo y éste'Dios estrinidad, _luego Ia trinidad es coñocida por ellllosolo. Pero_no se sigue de eslo: luego el filósofoconoce_ que -Dios es tr ino y uno, asÍ como no sesigue .lo eál:do es visto por Sócrates, luegosocrates ve que esto es cálido.

De acuerdo con esto se enseña que ei bienaventu-rado no puede gozar de la esencü divina sin gozaroe ra p€rsona nr a la mversa y esto ni en esta vidani, en Ia otra porque se sigu'e: Sócrates goza deesta esencia, esta esencia es persona; luegó Sócra-tes goza de esta persona.

De lo dicho, esto es que el téimino, cuandopresupone personalmente, entonces está en vez de

56

l

l

la cosa. que significa, con_cede que el hombre es lahumanrdad, porque absolutamente Drezuponen lomismo el sujeto y el predicado de lá proóosición.como dice. Lo cual se evidencia p olq¡-ie constaque entrambos suponen aiguna cosa; o-lo mismo,y entonces tenemos nuestro propósito: o diversas.y entonces o entrambas son corfóreas o no. Si eéasí, entonces en todo hombre hay dos cr".po, ála vez. Si no, lo contrario;toda suitancia maieriaies- cuelpo, la humanidad lo es, luego es cuerpo: vade_mas, porque de otra manera i.á humaniciad ós€rla alma, que es falso, o no sería de la cserrciadel hombre: pu_es nada incorpóreo, con excepciónoer alma, es de la esencia del hombre. óomoaparece; por lo tanto, ctc.*.

El becho, de que Avi_ceria negara la siguienteproposlcron: Ia humanldad es blanca, no se ha deentender a causa del discurso, .i¡1,r eue Avicenail tgnta.que,por el uso,del. lenguaje aqüí se incluyóargun stncategoremax +, de manera que esta oio-posición: " la humanidad es blanca,- ' , equivale aesta: esta .es por sí en el primer modo de hablarpor sl: el hombre es blanco, de manera que por laprjmer.? entiende a ia segunda que Ia pimEü ésralsa. ue donde asr como de la mane¡a de hablaren algunas dicciones sincategoremáticas se incluvéun categorema como en el todo se entiende

-laparte, de modo que equivalen a éstas: toda piedráes blanca, y: cualquier parte de la piedra esblanca, tomando el todo sincategóricamenle, asíla humanidad en Avicena por ei u.o ¿"

-tá¡tii

incluye_ algún sincategorema; por eiemplo. elmodo de ser por sí en el primer modo de decir

: . . I . Sen t . , d . V , q . 1 ,ur(ucan lo conc¡eto de unaa los hombtes, en cuantodistinta e individualmente.

K, L. Los u¡iversales son nombtes quemanela confusa. Así, humanidad indicano podemos dist inguir los, hic et n¡tr¡c,

: . Una exp r€s ións inca iego remá t i carncompleto,

equivale a un sÍmbolo

)

por sÍ. o algo. parecido, por cuya razón se ha denegar la menclona0a proposlclon.

De la definición -

De acuerdo con esto se enseña oue se define iosingular, porque toda cosa es singular* . Peropuede primariamente definirse doblemente o detal manera que la definición se predique de lodefinido convertiblemente o que sea tal cual es lo'signif icado por la definición y de entrambosmodos se define 1o singulaJ, aunque con sentidodive¡so. Para lo cual debe saberse que todo lo ouees. es singular y todo lo.universal. es singular;péroalgunos entes, a más de su entidad propia, sonsignos de otras cosas y esto naturalmente o porimposición; pues algunos son verdaderos pero noentrambos, en su ser son singulares, pero lossignos al mismo tiempo que son singulares sonuniversales, singulares en su ser, universales por elsignificado, esto es, son aquellos que son signos demuchos. Pges aqueilo que se define primaria-menle según el

-primer' modo es sinfular, lo

singular es universáI, esto es, un ente sinlular quees signo. Lo que se define en el segundo modo essingular, porque no es signo. De donde estelérmino común, hombre, se define por el primermodo porque de él convertiblemente se predicaanimal-racional, porque todo hombre es animalracionai y a Ia inversa. Por el segundo modo sedefine primariamente PIatón, Sócrates, etc., yesto tomándolo negativamente, esto es, decir,antes que ello nada; mas admitiéndolo positiva-mente nada se define en esta forma, pórque ladefinición se verifica por igual de iodos losindividuos. Ni sirve el iiue sé objete: si de este

* l . Sen¿., d. J, q. 5, E. En est,e pá¡mfo expl ica en qué consistelo singular y lo unive¡sal, conocimiento básico pa¡a comprendet aloccar¡ismo,

5B

término hombre se verifica como a¡imal racional,luego. este término hombre es animal racional;por lo üanto, esto no vale porque. Ss u.na prop.osi-cron que se rel lele a un acto srgnl l lcado por el, alpredicarse no debe emplearse en esta forma, sinoasí, luego el hombre es animál racionaj.

De acuerdo con esto se enseña que en muchasproposiciones la cosa no se predica distinguiendoia iosa del signo de la cosa, porque los términosde algunas proposiciones son universales; mas elser universal no compete sino a los signos+ .

También. el sujel,o ,y el predicado son partes de laproposrcron; mas la proposlcton en el escrrfo secompone de términos escritos y la proposición enla palabra hablada de voces. Luego los sujetos ylos predicados de estas proposiciones son escritos,voces; por lo tanto, etc.

De acuerdo con esto enseña que aquella proposi-ción de los antiguos de que para la verdad de unaproposición afi¡mativa se requiere que el sujeto yel predicado sean lo mismo, es faisa. Pues laproposición en la cual 1o superior se predica de loinferior es verdadera y de ahí no son io mismo elsuleto. y el ,predicado, porque uno es superior conrelacion al otro. pero nada es zuperior conreiación a sí mismo. Pero para Ia veráad de unaproposición afirmativa se requiere que el sujeto ye1 predicado estén en lugar del mismó.

De La distinción de las ciencias

De acuerdo con lo dicho antes sobre Ia pasión, seenseña que diversas ciencias pueden considerar al

* Puesto que loeüas, se sigue que lasignos.

59

universá.I no está en las cosas ni se deriva decondición de universal no compete sino a los

I

I mismo sujeto. Pues siendo Ia pasión, como se hadicho, un. concepto que significa a manera deconnolación algo distinto del sujeüo, según lascosas diversas que pueden connotarse si hay variaspasiones. de acüerdo con la variedad de pásiones,habrá variedad de ciencias. De donde, eh cuantoal hombre, puede saberse por el hecho de estarcompuesto de conl,rarios, que es corruptible v laciencia que trata de eso es la ciencia nátural. belmismo puede saberse que es beatificable. v estaconclusón pertenece a' la teologÍa. Tambión delmismo puede saberse que tiené libre arbitrio ycosas similares y esto pertenece a Ia moral* .

De acuerdo con esto se establece que lo diversa-mente cognoscible da lugar a divórsas ciencias,puesto que según ia variedad tanto del sujetocomo del predicado, varía la conclusión cognos-cible; . por _1o _ tanto, la ciencia varía segú"n suvariación. Y de acuerdo con esto se enséña engeneral que a cada conclusión diversa respondeuua diversa ciencia.

De acuerdo con esto se enseña que. cuando oorlos términos de una conclusión

'conocida'se

significa otra cosa, diversa por su especie oue lasignificada por los términos de otrá conclusiónconocida, aquellas ciencias se dist inguen específ i-cam.ente. Y, en general, los hábitos cuyos aótos sedÉtrnguen espec i fica_m en le son específicamentedrversos porque, de lo contra¡io, se el imina toda

* I . Senú. Prolog., q. 9. F, J. Reco¡deños que pa-ra Occam lasciencias ¡o se basan en púncipios tan füos como loJ admit idos po!los demás escolásticos. Extrema el concepto de conti¡eencia h;stahacerlo penetrai en la Ínt ima natura.Ieza de las cosasi

-su f i jeza no

es sino una situación de hecho. Igno¡amos los cambios yrnr¡taciones a que están expuestas, incluso las leyes considerarlaif¡as, que nos puede reservar el poh/eni¡. Es la misma actitud cautaque observan muchos cie¡rt f f icos modernos con relación a lasconclusiones consideradai p¡ovisionales a que se l lega en cienciasnatu¡s]es, fÍsicas y químicas.

60

manera. de probar que cualquier acto se distingueespeclncamente.

Del sujeto de Ia ciencia

De acuerdo con 1o que se ha dicho, que la pasiónniega al sujeto de la ciencia, esto virtualmentecontiene una noticia de la pasión. Puesto que lapasión es un concepto o un-término que connotaalgo distinto. realmente del sujeLo j, se puedeconocer al sujeto sin conocer aqueilo de lo Cual esdistinto ¡ealmente;y sin su conocimiento, esto es.de lo que es distinlo del sujeto, no puede haberconociririento de la pasión" que sigirifique otracosa, de 1o cual se sigue que puede conócerse elsujeto sin conocer la pasión. De ahí que como lobeati f icable es una pasión del hombre, mas lobeatificabie connota beatitud, no puede saberseque es beatificable, esto es, qúe está en potenciapara tener beatitud aunque conozca la beatitud,pues no se conoce el complejo sino conocidos sustérminos o signos y consta que puede conocerse alhombre sin conocer la beati tud, lueqo se sique queel conocimiento del hombre no cointiene virtdat-mente el conocimiento de beatificable.

De acuerdo con esto se enseña que el suieto v suconocimiento no contienen todo'el hábitó vi¡tual-mente ni la conclusión por la cual se enuncia lapasión del sujelo ni los principios por los cuales sedemuestm; lo cual se evidencia porque havalgunos principios. inmediato-s que, cónoóidos lossrgnüicaclos de sujeto y predicado, no son cono-cidos, sino que se requiere la experiencia oor lacual se saben, como'enseña el f i lósofo hacia elfinal del segundo ltbro de los posteriores v en elprimero de

-la metafísica. De dónde el que iiese la

luz del sol y nunca hubiera experimehtado ouecau sa calor, jamás supiera que aquelia luz propbr-clona calor y, sln embargo, esta proposición es

61

inmediata; y 1o mismo en cuanto al calor conrespecto a aquel que desconociera que por laap[cación del

-caior ie engendra calor en otrb.

De acuerdo con esto se enseña que no siemore iadefinición del sujeto es un medib para demóstrar[oda pasión del sujeto, ya porque'la proposiciónen la cual se enuncia alguna pasión de1 suleto conpropiedad es inmediad comb este calor-propor-ciona calor, ya porque sabida la definición púedepermanecer oculta alguna pasión que no escognoscible sino por la experiencia; cognoscibleoel suJero, ya porque atguna paston connota unacosa que puede ng conocerse a pesar de serconocida la definición dei sujeto pérfectamente.

De acuerdo con esto se enseña que no es de larazón del sujeto de la ciencia sinó que el mismosujeto de la conclusión sabida, cuya óonclusión esobjeto d.e la cie.ncia y.en general .el sujeto de laconclusron sabida es sujeto de la ciencia, pero noes necesario que sea común a todas las cosas quese determinan en aquella ciencia. Doroue enmuchas conclusiones nada se enuncia de alpocomú¡ a todas aquellas cosas de que se trata énaquella conclusión; esto es, del süieto v predí-cado, ni sabida aquella conclusió.n pór estó mismose, saoe algo oe algo comun a el porque, una vezsabldo que el hombre es r isible, por esto mismono se sabe algo del ente trascendente o comúh alhombre y a lo risible, como consta. Ni es de larazón del sujeto que sea 1o primero conocido en lacrencrq, porque si nunca viese la luna y viese unacandela a Ia cual la diafanidad impidiese iluminar.podría. saber el significado de esté nombre por laca-i'encia de luz en una cosa apta para recibirla porla interp-osición de lo opaco, y, ii posteriormehtevrese la luna, este sujeto serÍa conocido posterior-mente por su pasión. Pero precisamente la razóndel sujeto es que sea sujeto de una conclusiónsabida.

6 2

De acuerdo con 10 dicho se enseña que lametafísica o la ciencia natural o la teoiogíá no esuna ciencia sino son muchas, según lal muchasconclusiones conocidas y esto se sigue de loprecedente, porque una ciencia cognoscible segúnuna especie es otra ciencia distinta por otraespecie, como se ha dicho. Puesto que en laciencia natural se conocen muchas conclusionesde las cuales los términos de una conclusiónsignifican cosas distintas por su especie de lascósas significadas por los- té¡minos- de la otraconclusión y, por consiguiente, las mismas cosasconocidas se distinguen por su especie, de lo quese sigue que el háblto o jas ciencías se'dislingüenespeé íficámente. De ahí que la ciencia por lalualsé que la materia es inengendrada e incoi:ruptiblese distingue específicamdnte de la ciencia ñor lacual sé que todo lo que se mueve es moüdb porotro.

Según esto se enseña que la metafÍsica o lateología o la ciencia natural no tienen un sujetomaterial sino muchos, según son muchas laspasiones y las conclusiones. De acuerdo con estose enseña que la teología es especulativa vpráctica; poryue la teologia de esta conclusión :Amarás al Señor tu Dios, con todo corazón, etc.,es práctica; pero la de esta otra conclusión: DioÁes uno y trino, es especulativa.

De los htib ttos intelectuales

Según lo dicho, se enseña que es otro el hábito ola ciencia de los principios y de las conclusiones;lo cuai se sigue de lo antes dicho, porque esdiversa la ciencia según lo cognoscible, 'como sedemost¡ó antes, y hay conocimientos distintospor su especie de los cognoscibles dist intos por suespecie; pero algún incomplejo de entrambosprincipios se distingue específicamente de los

Ot l

lérminos incomplejos, de la conclusión, porque eItér'mino rnedio no entra en la conclusióñ. Lüego,etc.

9qgi" ig dicho, se enseña que aqueilos cincohábitos intelectuales de que trát¿ ei iilósofo en ellibro sexto de la ética, esto es. ciencia. sabiduría.intelecto. arte y prudencia, se distinguen especílficamente. La raz6n es porque tienen-obietoi porlo lnelios parciales distintos bor su especió; lo c'ualse e.ridencia, porque el intel-ecto, qué es ei hábitode los pnncipios, se distingue de la ciencia, comose demostro, porque el término medio es suietoparcial del conocimiento del principio v no d-e laciencia que es de las coñciusiónes. pero lasabiduría se distingue de entrambas, porque lienepor objeto el tratado de los principios y conclu-siones según é1, porque tiene por ób¡etó todo eldiscurso. El arte se distingue de ios dos hábitosdichos, porque aquéllos son especulativos, mas elarte y la prudencia son hábitoi prácticos. pero elryfg V lu prudencia se distinguen porque uno sedirige al obrar, a saber, el a¡te. perb la^otra dictalo que hay que obrar o de qué i¡anera y cómo ycuanoo, a saber, la prudencta.

Según esto, se enseña que hay prudencias distintaspor su especie y esto se sigue de Io mismo que sesigue que de conclusiones distintas por su edpeciehay ciencias distintas por su espeiie. De dbndeuna es ]a prudencia distinta espécíficamente ouedicta cómo se t iene que obrar en los actos "deforlaleza y lemplanza, y así de las demás.

De In conexión de Ins uirtudes

De,acuerdo con esto, se enseña que las virtudes noestán totalmente conexas ni eitre sí ni con 1a

64

prudencia estrictamente dicha. Para cuva eviden-bia se ha de advertir, segun é1, que la prúdencia seadmite de cuatro manefas. De una manera, estoes, por todo conocimiento directo, respecto decualquier cosa que se ha de hacer mediata oinmediatamente,

' y asÍ el conocimidnto de una

proposición universal que procede.de términosunlversales conocldos por sl puede llamarse Dm-d.encia y también el co-nocimi-ento de una própo-slclon uruvetsal conocroa por ra experrenca sedice prudencia. Ejemplo de lo primero: se ha debeneficiar a todo benefactor. Ejemplo de losegundo: todo iracundo debe ser aplacado me-diante paiabras suaves. En el segundo modo, setoma la prudencia por un conocimiento evidentede una proposición particular inmediata que sedirige .hacia algo que. -se , ha de hacer, cuyaproposicion se sigue evidentemente de una pro-poslcron unlversal conoclda por sl con ottaparticular acepüada debajo. Ejemplo: se ha debeneliciar a este benefacior. Én tercer lugar, setoma por un conocimiento inmediatamente direc-tivo aceptado por ia experiencia, sólo respecto dealgo qué se há de hacer. Ejempio: este iracundodebe ser ablandado por hermosas palabras v éstaes la prudencia propiamente dicha. En iuartolugar,

-se toma ior- el conjunto de todos los

conocimientos inmediatamente directivos en elhacer, ya sean por la experiencia, ya no Io sean.Adviértase que la virtud tiene cinco grados. EIprimero es cuando algo quiere hacerse cónforme ala recta razon, tanlo a causa de la honestidad de laobra en sí como a causa del fin. El segundo,cuando no i¡tenta transeredfu la recta ruz6n niaun ante la muerte. El

-tercero, cuando quiere

hacer tal obra determinada y no dejar de háceriani aun ante la muerte, y esto solamehte porque lodicta Ia recta raz6n. EI cuarto, cuandó hace Iopredicho por amor de Dios. El quinto, cuando yasea por amor de Dios, ya sea por honestidad,

65

l l r i i l

quiere hacer algo que excede su naturaleza y estopor un acto imperativo que obliga a ejecutarlo* .

Según esto, se enseñá que ninguna virtud moral encualquier grado exige por necesidad otra virtud encualquier grado. La razó¡ es porque alguien puedeejercitarse en una virtud sin ejercitar otra, y no sépor qué esto no se pueda en un grado como eno lro.

Se enseña también que los dos primeros grados deuna misma virtud están con vicios opuestos a otravirtud y por recto juicio de Ia ráz6n no sólorespecto de aqueila virtud inherente a aquel vicio.sino respecto de la otra virtud cuvo vició opuestocorresponde a aquella virtud. Similarmeñbe, secorresponde con el vicio opuesto a Ia virtud y porerror respecto de otra virtud y esto es todocuanto se intenle en aquellos grados. Lo primero.se evidencia porque aiguien puede obrar

^modera-

dam e-nle según ios dós priineros grados de latemplanza j, sin embargó, querer óbrar iniusta-menüe aun dictando la recta razón que tales-cosasson injustas y no se deben hacer, sino lo opuesto.Esto 1o enseña la experiencia, Se prueba támbiénpor l¿ razón1 porque cuando

-algún acto se

corresponde sjn circunstancias con algún otroacto, el mismo acto genéticamente coñ jas cir-cunstancias que le pertenecen se corresponde conel mismo acto, porque si no hay repugiancia porrazon de los actos, conviene que si hubierarepugnancia, ésta sea por raz6n ile las ci¡cuns-tancias. Piénsese si alguien quiere hacer obrasrnjustas. porgue son inhonestas o porque es!ánconf,ra Ia razon, esto parece que repugna entre elacto de la intemperáncia en- el priméro y en el

* En eI quinto grado estáhacer el bien por sf mismo,tarnbién el hacerlo por amol aprofundo desinte!és.

r)rJ

insinuada la doctrina ka¡ltiana deesto es, po¡ honestidad; aunqueDios, sin miras ái premio, indica

segundo grado y enfue aquel acto de injusticia,porque el acto de templanza tanto en el primerocomo en el segundo grado se realiza a causa de lahonestidad y porque es conforme a la recta razón.t, por lo tanlo, el acto que se realiza porque esinhonesto o contra la recta razón, parece que lerepugna por estas dos cücunstanciás. Lueeo su-primida Ia repugnancia entre las circunstaniias ycontinuando ia impertinencia entre ellas, el actopuede corresponderse a la vez tanto con iascircunstancias como sin ellas. Pero querer hacerun acto de templanza como es, sin

- las circuns-

tancias, puede corresponderse alavez con el actovicioso de querer hacer lo injusto. Se evidenciapor la experiencia. Y puede decirse que se realizanactos en el primero o en el segunilo grado concircunstancias totalmente no peitinente;. como sialguien quisiera hacer lo iniusto porque ós nocivoal prójimo o lesivo pa_ra la faina

-o por otras

razones simila¡es donde se objetan circunstanciasno pertinentes a las circunstancias de la templanzaen los grados predichos. Por lo tanto, la virtud dela templanza puede corresponderse con la inius_ticia. Según esto, también bueda claro poroud. sila injusticia puede corresponderse coir la tem-ptanza y con la recta razon respecto de Ia iusticia.mucho más puede correspondérse con el órror eíla razón respecto de la justicia; por eiemplo, si larazón equivocada dictara que- las óbrds de lajusticia son malas.

De acuerdo con esto, es evidente que las virtudesüeologales no exigen necesariaménte todas lasvirtudes morales; la raz6n es: Ia rectitud conrelación al fin puede existir, sin que exista larectitud con relación a las cosas que-conducen alf in. Puede amarse a Dios, sin ámar a ninqunacreatura actualrnente. Pero Ia virtud moral, éspe-cialmente en los tres primeros grados. inciina aiacto referenle a la creátura preói-samen'te; pero las

6 7

teológicas, acerca de Dios. Luego las teológicaspueden existir sin las morales.

Según esto, se enseña que las virtudes teologalesin-fusas toleran a Ia vez vicios morales habituales.Se evidencia porque el adulto habituado a algúnvicio, aun bautizado, todavía permanece en él Iainclinación a semejantes actos viciosos. Luegoesto es por el hábito vicioso que permanece y, sinembargo, tiene virtudes teologales infums. Luego,etc.

De acuerdo. con esto, se enseña que ningunavi¡tud moral exi"se a su vez un hábito similar en laparle sensitiva. Fara cuya evidencia sépase que elmismo enseña que bay actos esencial e intrínse-camente vi¡tuosos v hábitos esencial e intrínse-camente virtuosos, porque el acto indiferente osea virtuoso y vicioso no se hace virtuoso sino poralgo que es intrínsecamente virtuoso, porque, sipor sí no es virtuoso, para que lo sea, se requierealgún aclo virtuoso o no. Si Io primero, se tiene lopropuesto; si Io segundo, aquéI es de por sívirtuoso o no. Si es así, se tiene lo buscado y poila misma razón tendríamos oue admitir lo orime-ro. Si no, para que resulbe'virtuoso se requiereaigún acto y de é1 se preguntará como del primeroy así se seguirá hasta Io infinito o se estabilizaráen algún acto que sea por sí vi¡tuoso. El tal actodepende sólo de la voluntad porque todo actofuera del acto de querer puede realizarse virtuosao viciosamente permaneciendo el mismo porasistencia de diverias voliciones; por ejemplo: <ioya uno limosna por amor a Dios; después, cuandoejercito el acto, mudo la voluntad y-doy limosnapor vanagloria, el mismo acto de dar en el primercaso se realiza virtuosamente v desoués viciosa-menle. Luego no es de por sÍ intiínsecamentevirtuoso y ásí de otros a-ctos que dependen delacto de querer. Luego aquéi sólo es-intrínseca-mente virtuoso. Que aquél puede estar en la

6B

voluntad sin hábito similar en la parte sensitiva seprueba: cuando dos contrariod son causados.conservados y aumentados por causas diversas, encuanto una sea más próxima, la más fuerte Iapuede impedir. Luego en cuanto una causageneradora de un hábito en la parte sensitiva quepuede ser la voluntad, esté próxima en Ia oaitesensitiva a su acto obligado é imperado. la óausaconfuaria impeditiva puede ser más fuerte, deryanera que impida la generación del hábito; porejemplo: una buena comida o una complexiónfuerte y otras similares; y así aconteció coñ pabloporque, aunque tuviera la suma vi¡tud de iacasti_9ad en su voluntad, sin embargo sufría larebelión de la carne que r\o puede [uitarse porcausas naturales.

De acuerdo con esto, se enseña que los hábitos dela parte sensitiva que por su pénbro inclinan a lasbuenas obras, las cua.les también se denominanextrínsecamente virtuosas, en alquna manera to-leran a Ia vez en la voluntad- cualquier vicioopuesto y disparatado. La raz6n es lroróue el actode la parte sensitiva puede hacers-e conlorme odisconforme con la reCta raz6n con buena o malaintención, como se ha dicho. Y si se hace conbuena intención, entonces estrá de acuerdo con lavirtud que está en la voluntad que inclina a aquelacto. Pero si se hace con mála intención" secorromp-e la vütud y se engendra el vicio en lavoluntad, y slempre permanece el mismo hábitoen la parte sensl ttva'F.

De acuerdo con lo dicho, se enseña que laprudencia según el primer modo puede esiar sinningún acto y hábito de virtud. Lá ruz6n de esto

' r I I I . Sen¿ q. 12, L1.depende de Ia intención. Enlos demás es4olásticos.

69

En defi¡itiva, la buena o rnala accióneslo Occafn ape¡ras si se distingue de

es porque, a pesar de tal dictamen, puede lavoluntad por su libertad querer lo dictado a suopuesto. De lo contrario, no habría pecadoocasionado Dor la malicia. Lo mismo enseña encuanto a la prudencia según el segundo modo.

En cuanto a 1a tercera clase de prudencia dicha,establece que hay una que puede existir sinninguna virtud moral y otra no. La raz6n es por-que una puede tenerse por experiencia de otra yla otra procede de la propia experiencia respectode los actos propios. Ejemplo de lo primero:el iracundo a quien vi aplacarse mediante laspalabras blandas de otro. Ejemplo.de lo segundo:por propia experiencia puede saberse que haymayor delectación en amar a Dios que en amarotra cosa; no se sabe esto por una experienciade actos ajenos y, por lo tanto, si tengo quesaberlo evidentemente, conviene que realice aJgúnacto virtuoso por ei cual lo sepa.

Sggún esto, se enseña que Ia cuarta clase deprudencia no puede existir sin algunas virtudes yno puede ser sin ninguna. La raz6n es porqueaquélla incluye a las tres primeras prudencias, dosde las cuales no requieren virtudes morales, como^ ^ l i : ^ T , , ^ - ^ ^ + ^rú urJ\r . r f LrcÉv r vr , ! .

De acuerdo con esto, se enseña que la virtudmoral no requiere la primera clase de prudencia;porque para que se realice un acto virtuosamenteno se requiere que se produzca el conocimientodirecto inmediato, mediante proposiciones cono-cidas por sí. Pues para obrar bien a este obrarévirtuoiamente no sé requiere que el conocimientode esta proposición: "hay que beneficiar a éste",sea causada por ésta: se ha de beneficiar a todoamigo, sino que basta que asienta a ésta eviden-temente: "porque él me benefició a mí".

De acuerdo con esto, se enseña que el actovituoso es correlativo a la vez con la prudencia

7 0

respecto de algún objeto y con prudencia inven-cible acerca del mismo obieto. Lo p¡imero seevidgncia, porque si alguien crevera bue la for-nicación no es iecado, tódavía podiía ejercitar unacto de justicia o de fortaleza, como se evidenciade 1o dicho.

Lo segund o se evidencia, en el que da limosna auno- que considera indigente y realmente no lo es9. el qu_e promueve a un indigno que espera serádigno obrando bien y virtuosamente.

De acuerdo con esto, se enseña que ja recta ¡azóno. la prudelcia es objeto y causa parcial del actovirLuoso. El motivo es porque de lo contra¡io elacto de la voluntad ño s-ería intrínsecamentevütuoso; ya se di jo lo opuesto a esto. Es evidentela consecuencia porque toda cosa depende sufi-clentemente de sus causas esenciales. Si la pru-dencia o la recta razón no fuera causa oa¡ciál rrobjeto del acto de la voluntad o dei querervi¡tuosamente, ese -acto virtuoso podría existir sin¡ecta razón. Es falsa la conse-cuencia. porquenadie obra virtuosamente si no está reeulado óorla recta razón que dicta que hay que o"brar de'talmaneta.

De acuerdo con 1o mismo, se enseña que lascircunstancias del acto virtuoso son su ob'ieto vcauys parciaies. La razón es porque algún dcto eiln[rrnsecamente vrtuoso, como se comprobó. Si.por lo [anto, las circunstancias no iuesen súobjeto y causas, podría ser virtuoso sin ellos. Laconsecuencia es falsa. De acuerdo con esto, seenseña que el acto virtuoso y el vicioso sedistinguen específicamenLe. La iazón es porque.como se dijo antes, la distinción específicá de'losactos y hábilos se sigue de la distinCión específicaoe los ob¡etos. por lo tanto, puesto que son diver-sas ias ci¡cunstancias del acio virtubso v del vi-

7 7

cioso, se sigue que sus actos se distinguen es-pecllrcamenie.

De.acuerdo con esto, se enseña que ningún actodeliberado es indiferente, de maneta que no sea nivirtúoso ni vicioso porque se realiza conforme aldictamen de la recta ¡azón o disconforme con él*.

De acuerdo con esto, se enseña que a pesar de queun mismo acto exterior puede ser sucesivamentevirtuoso o vicioso por dénominación extrínseca,sin embargo un acto de la voluntad, que esintrínsecarñente virtuoso o vicioso, no puedeserlo. La razón es que si fuera así, sería por eladvenimiento de otro acto, y puesto que un actodiverso de ia voluntad, que es intiínsecamentevirtuoso o vicioso, se convertirá en vicioso, o a Iainversa por algún acto simplemente natural.

De acuerdo con esto, se enseña que si prima-riamente quisiera c dictando Ia razón que se ha dequerer y luego la razón dictara lo opuesto, porejemplo, que no se debe querer c, y muda lavolición de o que priniariamente no fue virtuosa,en ia segunda ocasión no se hace virtuosa sino porextrínse-ca denominación; sin embargo, el acto dela volunlad no se hace vicioso por esta nuevavoluntad reflexa que es intrínsecamente virtuosao debe decirse que no es posible. Se estableceporque a pesar de que la recta razón puede dictarque o no se ha de querer en un tiempo posterior,sin embargo, no es así por aquella primeravoluntad que fue virtuosa, sino por otra.

* Se discute ent¡e los molalistas, si existen actos indiferenies,esto es, que moralmente no sean buenos ni rnalos. occam exponesu opinión con ¿oda claridad: si es conforme a Ia recta ¡azón. elacto es villuosoi si contrario a la tecta mzón, es vicioso. Pe¡o,como afirma más adelan¿e, t la taz6¡ no interviene, el acto no esmo¡al, rno natural. No habrla. pues, actos moralmente indife-renl es,

De acuerdo con esto, se enseña que a pesar de quepor los actos exteriores según ias Ieyes humanas,3e inflijan penas más graves que únicainente por eldeseo por aquello de que porque una cosa seahecha.'se iesibnan más :i est-án más subordinadosai conocimiento humano; sin embargo, de acuer-do con ia verdad del acto exterior, nada debondad o de maldad moral agrega sobre el actointerior, sino accidentalmente, pues el acto exte-rior se aumenta siempre que con algo de exteriorprorrumpe en el acto;.pero, iguales todas lascosas, Dios no castiga más gravemente el acto queel deseo.

De lo dicho se sigue que los actos düectos yreflejos se dístinguen realmente; porque, si quieroprimeramente desear las cosas que se relacionancon la salud, no por eso quiero lo que dicta larecta raz6n', y luego ia recla razón dictará lo quedebe cumplir Ia primera volición acerca de taldeseo y que la vblición se ha de continuar; siquiero conforme al dictamen de la recta raz6n,laririmera voiición no es intrínsecamente virtuosaáun después que la razón ha dictado que secontinúe, sino ia segunda volición refleja, por 1acual quiero continuar Ia primera volición según Iarecta raz6n, es infrínsecamente virtuosa.

De acüerdo con esto, se enseña que tanto en elentendimiento como en la voluntad. hay muchosaclos realmente distintos simultáneamente. v estose sique de muchas de sus sentedtb.*áúg,odevidenciará más adelani,e.

De acuerdo con esto, se enseña que en elentendimiento que discurre de los principios a laconclusión a la vez, hay asentimientos actuaies aios principios y a Ia conclusión y son realmentedistintos. La raz6n es porque un hábito no inclinaal acto propio de otro hábito, sino mediante unacto propio al que inciina el primero. Luego e}

n 2

hábito de los principios primeros inclina ai actopropio que es respecto del principio que hace alacto que es respecto de la conclusión. Luegocuando inclina al conocimiento actual de laconciusión, inclina al conocimiento actual delpnnclplo.

De acuerdo con esto, se enseña que para un actointrínsecamente virtuoso se requiere Ia prudenciaactual y no es suficiente la habitual. Lá razón esporque el hábito de la prudencia no inclina al actovirtuoso sino mediante el acto propio, como ya seha dicho; y, por lo tanto, nunca hay un actovirtuoso en la voluntad sin prudencia en e]entendimiento; pues aunque el que da l imosna alque . no es indigente, pero que cree que Io es, seequivoca acerca de esta proposición: "éste esindigenle"; sin embargo, no se equivoca en cuanloa esta universal: "se ha de dar a todo indieentepor amor de Dios". Si, pues, se.equivocara aéercaoe entramDas, su acto no serra vttuoso.

De acuerdo con 1o dicho. se enseña que r,odas lasvirtudes morales están conexas con aiguncs prin-cipios universales, que son objeto de la prucrnciasegún su primer sentido;por ejemplo, que todr, loque dicte la recta raz6n se ha de hacer, y otrassimilares, que pueden ser premisas de un silogismooráctico* .-

^

Se enseña también que la virtud perfecta en eltercero y cuarto grado de la virtud antes expues-tos, inclina suficientemente con la recta razón ocon la prudencia al primer acto de otra virtud. Larazón .es,porque si aÍguien quiere alg.o sólo porquelo orcta la recta razon, en cuanfo al tercer grado,o a causa del honor de Dios en cuanto ai cuartogrado, entonces quiere todo 1o que dicta la recta

N A

I I I . Sen ¿ . , q . 13 , D .E .

raz6n, y así si la razón dicta que se ha de realizarun acto de virtud acerca de la mate¡ia de otravirtud, de inmediato aquella virtud, aunque sea deotra especie. inclina la voluntad a realizar el actoprimeró de otra virtud.

Izualmente enseña que la virtud en el segundosiado alguna vez inclira suficientemente a un actoáe otra-virtudt esto es, cuando la materia de lavirtud concurre con una circunstancia contraria aIa conservación de esta virtud en el segundogrado. Ejemplo.: si al justo amenaza la muerte año ser que realice un acto de injusticia, entoncesaquella justicia en el segundo'grado obliga alpiimer ácto de fortalezá, porque el actó deiusticia en el segundo grado-es iro querer aban-donar la justicia'por aigo que es coñtra Ia rectaraz6n y, por lo tanto, si la recta razón enseña quese ha de sufrir con más gusto Ia muerte quecometer un acto injusto, la justicia en el segundogrado inclina a sufrir la muerte. Sin embargo,álgunas veces no inclina suficientemente aI primeraclo de otra virtud, y esto ocurre cuando lamateria de otra vi¡tud coincide con circunstanciasoue no Dertenecen a ia conservación de estaiirtud. njemplo: si se tiene ia justicia .en elsegundo grado y amenazara la muerte si nocometiera un acto de intemperancia, entonces lajusticia en el segundo gtado no inclina ni ai primeracto de fortaleza ni al de templanza. Pero en elprimer grado no inclina a un aóto de otra virtud,polgqe alguien puede querer hacer un ,acto dejusfrcla segun la recta razon srn que se lnclme masa hacer un acto de templanza, pues tanto los actoscomo sus circunstancias l-lo son adecuados y, porconsiguiente, no 1o son sus hábitos.

Enséñase también que el primer grado no inclinaai segundo grado, porque ei segundo tiene unacircunstancia totalmente inadecuada aI primero.Ni el seeundo inclina al tercero o al cuarto. Pero

7 5

el t€rcero y el segundo algunas veces inclinan alqurnlo.

De acuerdo con esto, se enseña que el tercer q¡adode la virtud no se encuentra a h vez con einicioopuesto a oüra virtud y según el recto dictamen deIi raz6n con relación a aq-uetla virtud. La razón esporque cuando se quieré algo .precisamente porser tal. no puede no quererse nada que se seDa ouees tal; poi.que si amo a alguien

'porque' préci

samente- es -hombre,

no puüo, pérmáneciendoaquella dilección, odiar á algún hombre si meconsta que es hombre. Pero en el tercer $ado dela justicia quiero precisamente hacer obrás justasporque son conformes a la recta razón. Luego esimposible que sepa que algo es conforme-a larecta razón y no lo quiera. Estando equivocada larazón acerca, de alguna virtud, se da la virtud entercer grado a la vez con un vicio opuesto a otravirtud porque, si alguien ignorara qüe el fornicares contra la recta razón, entonces puede conjusticia, en el tercer grado, querer fornícar porqueentonces no hay repugnancia.

Mas la.virtud en.el cuarto grado no_ se correspondecon ningún vicio ni error culpable. La razón esporque. áquel.vicio.o procederÍa de ignorancia, ooe mallca o cle pasron. Lo.-pjlmero no, porque oseria con ignorancia vencible y entonces la eli-minaría si es que ama a Dios ordenadamente; o sifuera invencible y entonces no es cuipable. Ni 1osegundo ni lo tercero, porque entoncés se amaríaa álguna cosa más que a Dios, y así se corrom-pería aquella virtud p-or* la cual amo a algoorqenaqamente a causa de lj10s.

El quinto grado, que es el grado heroico en elcnstiano, no. tolera consígo ningún vicio ni errorculpable. así como tamloco él cuarto. y encuanto al quinto, puede probarse de lodas lascosas asÍ como del cuarto. Mas el quinto glado en

76

el pagano no tolera consigo vicios .y erroresdisparatados, porque puede alguien exponerse a lamuerte a causa de Ia justicira, y sin embargo serincontinente. De esto se sigue que la vfutud en elquinto grado se distingue en el fiel de Ia virtud enel quinto glado en el infiel, porque una tiene aDios por objeto, Ia otra no.

Según esto, se enseña que la virtud en el te¡cergrado no se corresponde con el acto opuesto a iavirtud teologal sino a causa de la ignorancia y dela imprudencia. La rcz6n es porque en el tercergrado quiere precisamente algo porque es según larecta naz6r'. Si, por lo tanto, no quiere algo, creeque esto no es confonne a la recüa razón sino suopuesto. Mas consta que todo el que cree que loopuesto a ia virtud teologal es según Ia recta ra-zón, se equivoca e ignora. Luego, etc.

Mas la virtud moral en el cuarto srado ordenadanecesa.riamente por Ia potestad de-Dios, exige a lavez consigo ias virtudes teologales, porque nopuede haber amor ordenado hacia la creatura porórden de Dios, si es que no se ama a Dios irorencima de toda creatura, porque cada cosa, étc.Mas la virtud en el quinto grado, esto es, Ia quintavi¡tud del cristiano, exige necesariamente a la vezlas teologales ordenadas por eI poder de Dios,pero no la vbtud imperfecta o pagana. La raz6nile lo primero es h {ue se dijo. Ila razón de losegundo es porque la tal no ordena al primer actopor Dios, ni ama a Dios por encima de todas lascosas.

S€ enseña también que las virtudes teolosaiesinfusas, aunque puedán existir sin la moral,"contodo, sin ellas no pueden conselva-rse por "muchotiempo en el que tiene bien dispuestas ias virtudesnaturales. La'raz6n es porqué el que tiene iasvirtudes teologales infysas y adqui¡idas puedereanzar sus ac¡os: mas sl la recta razon drcta oue

7 7

se ha de realizar el acto por estar presente suobjeto y las otras ci¡cunstancias, si no 1o realizadesmerece en la conservaciótr de las vi¡tudesteologales y peca con pecado de omisión. Pero escierto que en el adulto no puede por muchotiempo acontecer que no se le presente objetopara una virtud moral, y entonces, por lo tanto, oadquiere l¿ virtud morai o pierde las teológicas, opor Io menos alguna de ellas, a saber, la caridad.

Sobre Ias relacir¡nes

De acuerdo con este principio, se enseña que lasrelaciones que se dicen positivas no son distintasde las absolutas 3., en general, no . hay ningunarelación, porque Dios puede producir y conserva-rsin su intervención todas las cosas de las cualesuna no es parte esencial de Ia otra, etc, Pero nopuede producir dos absolutas sin relación. LuegoIa relación no es cosa distinta de eilas* .

De acuerdo con esto, se enseña que las siguientesproposiciones son faisas: la paternidad est.á en elpadre, la filiación en el hijo y otras similares. Peroen cambio éstas son verdaderas: la paternidad esel padre, ia filiación es el hijo.o la paternidad esun término que indica al padre direótamente v alhijo indirectamente, pero ia filiación es un iér-mino que indica lo contrario. Igualmente, lasemejanza es el mismo sÍmil o él térm ino queindica al mismo símil directamente v a suconsímiJ indirectamente v así de otros. En cuantoa cuál es la más verdadeia, esto es, ia paternidades el padre o la paternidad es el término, elc.,depende de la voiuntad de los que hablai. Siriembargo. Aristóleles en los predicámentos parece

* I Sen f . d . XXX, q .las doctrinas básicas delcepción de lo real.

78

1, J. P. N. En este pánafo se trata una deoccamismo, cons€cuehcias de su con-

usar cd aliquid en ei segundo modo, esto es, enlugar dei término.

De acuerdo con esto, de por sí las especies y losindividuos Ce aquel género son únicamente términos y de acuerdo con esto tendría que negarse lasiguiente proposición: Sócrates es una relación. Yasí se argumenta que Ia paternidad es unarelación: Sócrates es pat€rnidad, Iuego Sócrates esuna relación. No tiene valor porque en el primercaso la paternidad se supone materialmente por-que este término paternidad es una relación, en elsegundo caso, persona, cuando se dice que Sócra-tes es paternidad. Luego acudiendo a la relación,como Aristóteles la usa en los predicamentos.todos los nombres que no puederi verificarse dealgo sino expresando o sobreentendiendo otronombre, están en el predicamento de la relación.

De In relación, unión, etc.

De acuerdo con esto, se enseña que el nombrealgunas veces está en el predicamento de relacióny ei verbo del cual se deriva en otro predicamen-to. De ahí que este nombre agente se encuentraen el predicamento de relación y se dice conrelación a 10 pasivo, y sin embargo el verbo hacerestá en el predicamento de acción y lo mismopasa con este nombre "moviente" y e1 verbo"mover", y así de muchos otros.

le acuerdo con esto. se enseña que sólo lostérminos son correlativos y no las cosas signif ica-das. De donde lo correlativo de padre no es unacosa que sea el hi jo; por ejemplo: Sócrales oPlatón, sino este término hijo. Igualmente otrosaccidentes de relación que enseña Aristóteles, quese refieren a la convertibilidad y otras similares,no convienen a las cosas significadas sino a lostérminos, porque estos términos padre e hijo se

7 9

dicen para ser convertibles y no 1o que es ei padrev lo q:ue es el hiio, porque no décimos Sócrates,Sócrades de Platón,' sino padre, padre del hijo, y ala inversa. Igualmente cuando se dice que iopropuesto- se opone y se ..destruye, , etc., no seentrende cle las cosas slgnlrrcadas por los [ermlnosporque 1o que es padre puede permanecer, destru-yéndose lo que ei hijo y a la inversa, sino que seentiende de términos bajo este significado: siem-Dre oue un término relaiivo se predica de algúniérmino mediante el verbo ser, iu término tam -bién correlativo es también verificabie de algomediante el mismo verbo. De donde si ésta esverdadera: alguien es padre; conviene que ésta seaverdadera: alguien es hijo.

De acuerdo con esto, hay que conceder que laciencia es con relación a algo y que ia ciencia esuna cuaüdad, pero en la primera proposicióncontinuando

'con esta manóra de d-ecir de los

términos de relación el suieto se supone material-mente. Y en la sezund-a. persoñalmente. Sinembargo, otra opinióln concéde que Sócrates esuna rdlaóión, Plaión es una relacióh y él defiendetambién esta opinión porque esto no es sino asatisfacción del

-que usa del término con relación a

a l g o o a l a r e l a c i ó n .

De acuerdo con esto, se enseña que Ia relaciónque se dice unión no se distingue realmente de lascosas unidas, sino que o es Ia misma cosa unida oel término que las significa cuando únicamenteson unidas. Lo mismo cabe decir de la distancia yde la simultaneidad y otras similares, porquehabría contradicción que hubiera dos cuerpos yno existieran simultáneamente ni se distanciaran.

De acuerdo con esto, hay que conceder que unamisma cosa se halla en diversos predicamentos yquizá en todos los predicamentos, de tal maneraque los términos de los diversos predicamentos

80

que supone personalmente, pueden suponer de talmolo el. Iugar de e.lla misma; sin e.mbargo, nadaesta en dlversos predrcamenfos que de la mlsma seprediquen diversos predicamentos ín quíd. Dedonde, aunque éstas sean verdaderas: Sócrates espaternidad, Sócrates es semejante y otras simi-lares; sin embargo, ninguna de ellas se predica inqztd. Pues lo predicado connota algo extrÍnsecoal suleto.

De acuerdo con esto, se enseña que no todas lasesoecies constan de individuos cie los cuales sepr-ediquen aquéilas, entendiendo por individuosaquelias cosas supuestas por el término, tomandoIa cosa estrictamente en cuanto se distingue delsigno de la cosa. Pues cualquier especié tienealgunos individuos de ios cuales se predica por síeri el primer modo de decir poi sí; esio es,tomando el primer modo de decü por sí amplia-mente; esto es, cuando el predicado es unadefinición que indica algo dei nombre dei sujeto ouna parte de tal definición y cuando nada sesignifica por el sujeto sin que aquelio al mismotiempo esté significado por el predicado; esto es,que aquello que se significa por el sujeto princi-palmente se significa por el predicado princi-palmente, y aquello que se connota por el sujeto,se connote por el predicado y entendiendo por loslno lvlouos trermtnos srnguEres que se suDonenpersonalmente; de,tal ñtanera. ciue ésta ei unaproposición por sí en el primer modo: estesemejante es semejante, este padre es padre.

De acuerdo con esto, se enseña que sólo en elpredicado de la sustancia y de la cualidad hayind ividuos de los cuales se prediquen in quid lasespecies de estos predicadoi por sí en el-primermódo, tomando eiürictamenté el primer niodo vtomando los individuos por las cosás, tomando laicosas estrictamente; esto es, entendiendo por lascosas aquellas que no son signos de las cosas.

B 1

Sobre el acto, potencia, etc.

Consecuentemente, de acuerdo con esto se enseñaque Ia potencia y el acto en otros predicamentosdiversos de la sustancia y de la cualidad no sonsino verificaciones de las proposiciones que tratanla posibilidad y de las proposiciones que tienenpredicados pertenecientes a tal predicamento.Pero no hay potencia receptiva y acto inherente.

De ahí, que cuando aquello que es similar enpotencia se hace similar en acto, no recibe algúnacto que se Ie adhiera formalmente que no tuvieraprimeio, esto es, un acto diverso de fos actos de lasustancia y de la cualidad; luego es imposible quereciba acto o potencia como cuando Sócrates, queera primeramente blanco. por la sola producciónde blancura en Platón b recibién<iola en sínuevamente, se hace semejante en acto, pero sóIoentonces se verifica en acto o Duede verificarse enacto esle predicado semejantd a sí mismo por elverbo ser in tiempo presénte, diciendo: Sócrateses semejante a Piatón, cuyo predicado no severi-ficaba antes por esta palabra, a no ser que seindique el futuro o algo equivalente diciendo:Sócrates será blanco o ouede ser blanco u otrassimilares; y por la relaóión de potencia a seme-janza ésta es verdadera: este sujeto, por ejemplo,Sócrates, no es semeiante a Platón y puede sersemejanie a Platón. És un acto de s"eniejanza laverdad de esta proposición: Sócrates es semejantea Platón. Lo ñisilo se a.lirma en cuanto a lasprivaciones y negaciones y otras similares que nosignifican cosas distintas de la sustancia y de lacualidad, sino solamente que se priva de algo,como que nn sujeto que esté privado de la vista yque sea ciego, no significa sino que no tiene vista,

B 2

que nada significa, sino algo que es düerente de lavista, y que es un sujeto que no tiene vista* .

De acuerdo con lo que se ha dicho de lasnegaciones, privaciones, relaciones y otras simi-lares que no son cosas distintas de las absolutas,dícese de los sincaüeqoremaies que indican aoue-llas cosas que no sisnlfican otra distinta. sino óueestablecen

-diversidicl en el modo de cóncebii la

cosa, cuando se agregan a un término que significala cosa, como la éi.fra en la áleebia. q"ue nosignifica ningún númer9; y, sin emlbargo, éuandose pone junto a un número hace concebir queaquel número está en lugar del décuplo de- símismo, de manera que cuando digo que todohombre corre doy a eritender con elló quó no sólocor¡e éste o aquéI, como se desprenáe de estaproposiciól: "ei hombre corre", sino que correéste y aquéI, y así de cada uno, de maneia que lascosas que concibo indistintamente por este tér-mino hombre tomado de por sí v casi baiodistinción, concibo los mism-os unive-rsalmente" vcopulativamente por el mismo término, añadién-dole el signo todo, y así pasa con los demássincategoremáticos que significan privaciones onegaclones como: no, o debajo, y similares.

Según Io antes dicho, los seis predicamentos deque trata el autor de los seis principios no soncosas distintas de lo absoluto . La raz6n es Dorouesegún el principio predicho todas las cosas inutüa-mente distintas, de las cuales una no es parte de laotra, etc., Dios puede producirlas v cohservarlas.Pero parece poique lá acción y-la pasión no

* Expoíi t ío aurco, I ib. pred.ican., c. 17, fol, gO. Ntega la¡elación int¡ lnseca entre la potencia y st .orrespondi"nte ácto.caracterísl ica especialrnente de Santo Tomás de Áquino. Se t iaiasimplemente, cuando se tlata de afi¡ma( ¡a existencia de algo, decomproba¡lo por veri f icaciones. David Iturne delendíó-ideassimilares, al negar ta-rnbién la conexión causal,

83

Del mouimiento

De acuerdo con lo dicho antes. se enseña oue elmovimiento no se diferencia de jas cosaÁ queestán en reposo y eslo se sigue de lo mismo,porque Dios no puede sin las cosas que están enreposo crear el movimiento. Lo que se dicemuchas veces: el movimiento es un accidentemovible, se ha de entender del accidente considerado en cuanto se distingue del género, de lagspegig, de Ia diferencia y. del propio, y, .como.sena olcno, no es slno un iermlno que se pledlcacontinqentemente de la cosa predi¿able niientrasésta eiista, la cual puede sebún la predicaciónestar ausente o presente sin que ei sujeto secorrompa. De donde tal accidente es 1o que sedice ser movido o el movimiento porque, miéntrassea móviJ, puede moverse y no moveise. Ni obstael que se diga que el cieio se mueve necesaria-mente; Io mísmo enseña Porfirio que hay acci-dente separable e inseparable, porque aunque elaccidente inseparabie se predigue de algún.suj.etoÍntegro que le pertenece necesariamenLe mientrasexista, sin embargo no se predica necesariamentede todo su sujeto. De donde aunque la negrura seaun accidente inseparable en el cuervo, y mientraséste exista no puede dejar de estar en él; sinembargo, no es accidente inseparable para todo 1onegro;y en esto, según éI distingue el accidente dela propiedad porque la propiedad de todo aquellode lo cual es predicable, mientras exista, es

pueden ser producidas sin los términos absolutos.Lueeo también los demás* .

t l . Sent. d¡sf. , 30, q. 2. Acción y pasíón, potencia y acto y.como afirma más adelaute, movimiento y teposo no son cosasdiitintas de lo absoluto, Puesto que únicame¡rte admite ladisti¡rción !eal, y ésta interp¡etada coño absoluta separabilidad delos se¡es, se co¡nplende que no sean apl icables a 106 mencionados

84

nec,esariamente predicable, pero el accidente no loes de todo.

De acuerdo g94 gsto, se enseña que el movimientono tiene realidad sino soiamenté nombre y en sudefinición se ponen muchas afirmaciones i nesa-ciones porque, por ejemplo, en el movihieñtolocal se dlce que el movimiento local es un móvilque hay en algún lugar e inmediatamente estuvoen otros infinitos sucesivamente, de manera ouenunca será verdadero de alguno áe elos decir <iosveces: el móvil está en éste lugar e inmedia_tamente después será esto. y así proporcional-men fe en los otros movimientos; por ejómplo: enla alteración dice que el movimienio de" attéraciónes una cualidad a la cual precedieron infinitascualidades. Sin embargo, segün é1, la alteración eidoble: una adquisitiva y otra defectiva. La pri_mera es una cualidad a la cual prececlieioninfinitas cualidades sucesivas, Ue .ña"".i

-áué

ninguna de ellas fue dos veces últimameiieadquirida y seguirán infinitas inmediatas sucesivasde manera que ninguna de elias será dos veces últi_mamente adquirida. La segunda es aquella a lacuat precedieron infinitas cualidades suóesivas de_fectivas de las cuales fue por dos veces ultimamén[e perdldas y seguirán inmediatas in_linitas defec_crones de las cuales ninguna será por dos veces úl_LlmamenLe perdida. Y así proporCionalnente pasacon el aumento.

De acuerdo con esto, se enseña que ei movimientono es una cosa continua compuésh de preléri to vde futuro, sino que la coni inuación

'del moví_

mlento local se ha de enüender de ma¡era que.cuando. ninguna de las af irmaciones permanecé enel movlmiento local con ciertas contradiccionesextrínsecas al movimiento que se suceclen ̂"1uá-mente y sin medio o algo arrálogo, coexisieenLonces el movimiento lócal; se áióe que escontinuo y generalmente hablando el movi.rniento

B5

de alteración adquisitiva se dice que es continuo,cuando de dos contradicciones extrínsecas que sesuceden mutuamente de continuo, el segundo nocoexiste si no coexiste con varias afi¡macionesadouiridas v varias af i¡maciones coexistan con é1.Pero el movimiento de alteración defectiva se dicecontinuo cuando de dos contradicciones extrÍn-secas que se suceden de continuo, el segundo nocoexiste si no coexiste con pocas afirmaciones ynegaciones de varias afirmaciones; de manera queesÉ nombre continuo se dice en sentido equívocodel movimiento y de la magnitud.

De acuerdo con esto, se enseña que ésta en lo quese refiere al discurso es falsa: ei movimiento setermina en tal o cual término; sino que debeexoonetse así cuando se encuentre en los autores:el

^movimiento se termina en a; esto es, el móvil

antes que llegara a o se movía, y después no semueve.

De acueido con esto, se enseña que a la cuestión:i .qué es el movimiento?, responde de modcrdiverso en diversos lugares; algunas veces dice queei movimiento no tiene realidad, sino solamentenombre como se ha dicho; en otros lugares, diceque simplemente no tiene nada, sino que es unaiana cu-estión preguntar qué sea el movimiento,como también es una vana cuestión preguntar quésea: "el móvil es en algún lugar e inmediatamenteantes estuvo en otros muchos iugares infinitossucesivamente", etc. De donde algún nombrecuyo significado incluye algún complejo queincluye adverbio, preposiciones, conjunciones yotros sincategorématas, en cuanto a su significadono conviene consecuentemente indagar lo que sea,así como también en cuanto a 1as partes de susignificado se busca sin sentido lo que seasiñrultáneamente, qué es con, qué en, qué para yasí de los demás. En otro luga-r dice que elmovimiento es un móvil que existe en este lugar

B6

en el cual el móvil no estuvo inmediatamenteantes ni estará inmediatamente después. En otrolugar, dice que el movimiento es un lugar en elcuál el móviLahora eslá y nunca antes est-uvo en élo inmediatamente antes no estuvo en é1, ni estaráinmediatamente después, sino que inmediata-mente antes estuvo en luqares infinitos sucesiva-mente, de manera que en ninguno de ellos estuvodos veces, e inmediatamente después estará enlugares infinitos sucesivamente, de-manera que enninguno de ellos'estará dos veces. En otro luqar.dice que el movimiento es el espacio en el cuaicoexiste el móvil, de manera qus en alguna partede é1 coexiste én el presenti en Ia iual ántesinmediatamente no cdexistía ni coexiste inme-diatamente después, sino que antes coexistiósucesivamente en infinitas partes de é1, de maneraque en ninguna de ellas coei<istió dos v'eces. Por locual se evidencia según é1, que este nombremouimiento en los aútores és équívoco. v unasvec es se interpreta de un modo y otras de otromodo. Conviene usar de los términos como plazcay, como que ya se probó lo equívoco d-e estenombre en el movimiento local,- así puede apa-recer proporcionalmente en otros por semeianzacon éste *

De. acuerdo con esto, se exponen algunas propo-srclones del Iltosolo que parecen estar contra lopredicho; por ejempld: qüe bdo movimiento seda en el tiempo, que el móvil parte está en eltermrno a quo, etc.; que el movimiento del crcloes causa- d.e la generación y comrpción en loscasos inferiores, que el movimientó es un actodel ente en potencia, etc.; que el movimiento esun acto móvii, que el movimiento está en eI móvil.que el movimiento es lento o veloz. que eÍ

* Sr¿¡nmd tot ius logicae, I I I , tV. c. 6. p. 504.movimiento las mi$nas nociones por las cuales expl icapoIencta.

B7

Apüca alel acto y la

j

)

l

)

I

)

movimiento tiene doble división, una según ladivisión dei sujeto, otra según la división deltérmino y otras similares. Pues por esta propo-sición: todo movimiento tiene lugar en el tiempo,no entiende el filósofo que el movimiento sea 1omismo que el tiempo, sea diverso y que el unoesté en el otro, sino que éstas y varias otrassimilares se han de distinguir según el modoanfiboiógico en el sentido de que pueden acep-tarse por" la fuerza del discurso,'en eifsentido qúetienen las palabras seqún Ia fuerza de la institu-ción primária gramat-ical y así todas éstas sonfalsas. De otra manera en el sentido en oue estánhechas y en el que t ienen por traslat ivo y asítodas son verdaderas como ésta: el lobo está en lafábula. éste vende acei te.

En cuanto a Io dicho, digo que: el movimientoestá en el tiempo, se ha de distinguir según elmodo de la anfiboloeía. Si se toma en sentidopropio es falsa; si en séntido impropio y traslativoes verdadera, y en sentido de que el móvil noadquiere o pierde a \a vez todo mientras se mueve,sino primero una parte, luego otra.

En cuanto a lo que se dice en segundo lugar que elmóvil parcialmente está en el término, etc., si seinterpreta propiamente por la fuerza del discursoes falsa; si en sentido transitivo, para significarqt',e aquello qi.ie se mueve eslá más cerca del lugardonde primeramente descansa que alií dondefinalmente descansa y que está más cerca dei lugardonde finalmente descansa de lo que estabadespués cuando ya ha descansado. es

-verdadera.

En cuanLo a lo que se dice en lercer lugar, que elmovímiento del cielo es causa de generación ycorrupción, puede distinguirse como los prece-dentes. Si se toma en sentido propio es falsa;si ensentido transitivo, para significar que por el hechode que algunas partes del cielo se ülueven y se nos

B B

aproximan en los. casos inferiores se da la genr:-ración y corrupción, es verdadera; o puede dedu-cirse: se ha de distinguir: el movimiento del cieioes causa, etc., en el sentido de que ei movimientopuede tomarse en lugar del móvii o en lugar deilugar, como se dijo antes. En el segundo modo, esfalsa, porque implica Io falso, pues el cielo notíene lugar, por lo menos el primer cielo. Si setrata de lo primero, es verdadera y es unaconstrucción intransitiva: el movimiento del cieio,esto es, el movimiento que es cielo, como si dijerala sustancia del cielo, esto es, la sustancia que escieio. Y obsérvese que considerando la equivo-cación v las diversas aceociones antedichas de estetérmino: "movimienton, pueden resolverse mu-chas autoridades por ta distinción según equivo-cación, conservando ia fuerza del discurso. Cuan-do esto no puede hacerse. se han de distinguir lasproposicionés según el modo anfibológico y porintermedio de proposiciones que se exponen enotro lugar.

En cuanto a lo que se dice en cuarto lugar que elmovimienl,o es un acto del ente, etc., puededecirse que esto se ha de dislinguir según equivo-cación en el sentido de que el movimiento puedetomarse en lugar del móvil o en vez del lugar en elmovimiento local, o en lugar de la cualidad en elmovimiento de alteración. Si se tomara en elprimer modo, es falsa. Si en el segundo modo, esverdadera porque el movimiento local es elespacio que asiste al móvil que es ente enpotencia, esto es, que puede actualmente tener unlugar ulterior que le está presenüe y lo tendráinmedialamente después de esto, de Ia mane¡aque antes se ha exDuesto frecuenüemente. Elmovimiento de alteraóión adquisitiva es un acto,esto es, una cualidad inherente al móvil, que elmóvil está en potencia, esto es, puede recibir yrecibirá inmediatamente después de esto otrascualiclades inf initas, como se di jo antes.

B9

)

l

En lo que se refiere al quinto, 1o que se dice queel movimiento es un acto del móvi] digo que éitase ha de distinguü según equ ivocación cbmo laprecedente; en el primer sentido, es verdaderasegún una consfuucción intransitiva, de maneraque el movimiento.es un acto del móvil, esto es,un acLo que es móvil, como si dijera, el movi-miento es la sustancia del móvil. Si se toma en elsegundo modo, esto es, en vez dei lugar en el cualel móvil ahora está en el movimientó local oue esun lugar coexistente consigo actualmente

-o en

lugar de aquel que le correspondiera proporcional-mente en otros movimientos inherentes a 1omovido como en ia alteración. así también esverdadera la proposición según la construcciónposltlva.

En cuanto a lo sexto, cuando se dice: el movi-miento es-tá en el móvil, tomándolo en el primermodo, es falsa; tomándolo en el segundo módo, esverdadera en el movimiento de aileración, no enei movimiento local sino accidentalmente, porqueun lugar está en otro móvil como una esfera estáen otra, que no es estar subjetivamente sino comoen su lugar. Pero el movimiento de la primeraesfera, aun así, no está en el móvil. peio si seencuentra en ios autores referidos al movimientoiocal, se ha de decir que esta proposición: "elmovimiento local está en el móvi]". debe distin-guirse según el modo anfibológico, pues propia-Tgnte y aceptada según la fuerZa dei discürso, esfalsa; en senlido traslaticio, es verdadera de modoqye. se. entiende ésta: el móvil se mueve, y esladistinción se evidencia tanto en el mov'imientolocal como en otros.

En cuanto a lo que se dice en séptimo lugar, queel movimiento ei veloz, e[c., digo que esio débeexponerse así: el móvil se mueve velozmente. y sise indaga en qué consiste moverse velozmente,

90

digo que comparando dos movimientos disformes

"o"n ú., movi;Iiento unüorme, cuando el movi-

miento coexiste con la parte menor de unmovimien[o uniforme o también en igual pa-rte y'sin embargo, el móvil movido por aquel movi-miento recorre un espacro mayor en el movl-miento local o en tódo movimiento' general-mente, cuando coeiiste con varias contradic-óiones' intrínsecas al movimiento, se mueve másvelozmente: cuando con menores, se mueve mastardíamente; cuando con iguales, igualmente'

En cuanto a Io que se dice en octavo lugar, que elmovimienüo tiene una doble divisibilidad, etc.,diso que entiendo que este nombre divisible sediée équívocamente cuando se dice: el movi-miento

-es divisible por la división del sujeto, y

cuando se dice: el movimiento es divisible por ladivisión del espacio y del - t iempo, porque laorimera debe exponerse así: el movimiento esáivisible por la división del sujeto, esto es, lasdiversas pártes del sujelo adquieren diversas partesdel lueai o formas. La segunda debe exponerseasí: el-movimiento se d ividi según la división delesoacio. esto es, el móvil no adquiere simultá-ne'amente Lodas las partes del espacio, sino primeramente una y luego otra,

De la misma manera debe exponerse ésta: elmovimiento no es en el instante porque, por lafuerza del discurso, es falsa, ya se acepte por elmóvil del movimiento, ya por el acto que Ieasiste en el movimiento iocal o inherente en elmovimiento de alteración, porque entrambos sedan en un instanLe. Pero la interición del filósofoes oue aouello que se mueve adquiere primero unaparte, déspués blra, y no todo-simultáneamente 'Igualmenté en cuanto a aquello que se-pierde poreI movimiento que no se pierde todo a ia vez, sinoprimeramente una parte y luego otra.

9 1

De acuerdo con esto, se establece que el mismomovimiento en número que es hoy, será mañana,porque consta que el mismo móvil será mañana vel lugar y el espacio y esto en el movimiento locai:por lo tanto, doquiera que el movimiento de estosmodos se tome, se sigue que el mismo movi-mienlo en número será mañaña que el que es hov.Pero no se dice lo mismo dei moviiniento áealteración, porque la misma forma en número nopuede adquirirse dos veces indivisiblemente.

Del tiempo

Según lo antedicho, se enseña consecuentementeque el tiempo no es otra cosa diferente de lo quepermanec€ y del movimiento, lo cual se demúes_tra,porrcl supradicho principio, porque entoncesp,oorla ulos producf e_l tlempo, prescindiendo deeuos. lo que es lalso. y concede que el tiempo esmovmtento, porque es movimiento por el- cualmedrmos otro movimiento y éste és et totalsignificado de esle nombre aceptado en unaforma. De donde se ha de enténdet o..,e e.iánombre tiempo, según é1, se toma en iugar detodo movimiento por el cual medimos otromovunrenl,o; esto es, por el cual certificamos de Iacanl.ldad de otro movÍmiento;se toma también envez del movimiento velocísimo y uniforme por elcual medimos otro movimiento; y en tercer iugar,por.algún modo imaginario y poi concepto po?éicual medimos otro movimiento real. Acéptado enel primer modo el tiempo, se podrán denominartlempo aquellos movimíentos infe¡iores que de talmanera se . comporLan que por alguno- de ellosmedrmos otro movimiento. sea celesle, sea infe_rior.,Acontecel pues, algunas veces guó el movi_mrento lgn^orado del cielo se mide pbr un movi_mlenro tnlerlor, más conocido, como aconteceIrecuentemente en tiempo nublado, cuando igno_ramos qué hora del día es, por lo que vemos"que

s2

aiguien hace en aquel día o por el movimiento delreloj o por algo semejante sabemos qué hora deldía es y' así médimos'el movimiento del cieio porel movimiento inferior, el cual con relación almovimiento del cielo tiene (categoría) de tiem-p o * .

Habiando de esta forma del tiempo, se enseña quehay muchos tiempos a la vez de los cualesninguno es parte. del otro; la raz6n es porque haymuchos movimientos a la vez de los cualescualquiera sirve para medir otros movimientos.Mas cualquier movimiento por el cual se midenotros movimientos. es tiempo en esta manera. PorIo tanto. etc. Y aéí habla él comentador comen-tando el tiempo cuando dice que el tiempo se diceprincipalmenie de1 primero, de los otroÉ secunda-ri,amente. Pero si tomamos el tiempo en elseguldo modo. no hay sino un t iempo á la vez yaquél es el prímer movimiento. De lo cual seevidencia que así como el movimiento es nombreeqr' ívoco y algunas,veces se pone en )ugar delmóvi[, otras en vez de] lugar, otras por el espacio.otras por nada incomplejo sino- por muchoécomplejos, como se dijó ailtes, así bl tiempo sese puede interpretar en las mismas formas. Conse-cuentemente, del tiempo se ha de decir io que seha dicho det movimiento. De ahí que el t iemDo esel móvil, el lugar o el espacio se!ún los módos.Pues se utilizan de tal manera que por ellosmedimos otros movimientos.

De acuerdo con esto, concédese que un tiempo esveloz, oLro es iento, y el filósofo no intenLa pro-bar lo opuesto. Lo cual puede probarse por un

* II. S"¿¿. <1. 12, L, Z. Lo mismo que se ha dicho con relaciónal movimiento es apücable al tie¡npo. Véase tratados extensaÍlenúeestos problemas por P, Doucoeu¡. Le moúeñent, temp6 et l ieuid apr¿s Occam, et Reuue Philosophíque, 193?, págs. 313-330.

o a)

)

silogismo expositivo así: este movimiento esveloz, este movimiento es tiempo, Iuego estetiempo es veloz. La menor es clara, porque eltiempo es un movimiento por el cual medimosotroé movimientos, con tai de que exista tai.Puesto que arsuve Aristóteles en el Cuarto ltbrode la f ísica asl él movimiento es veloz o iento, elt iempo no. luego el t iempo no es movimiento, nila ménor ni la ionclusióri se han de entender porla fuerza de las palabras, sino que se propone en laconclusión que estos nombres movimientq ytiempo no designan totalmente bajo los mismosaspectos lo mismo y esto es verdadero porque, amás del significado de este nombre, mouímientoagrega Ia i-dea de tiempo, medida o numeraciónaél álma. También la menor se ha de entender nopor Ia fuerza de la predicación, sino por lo quesignifica la predicación, y en Ia misma manera sehan de entender otms razones del filosofo cuandoarguye: cualquier parte,de Ia circulación no esci¡culación I cualquier parte del tiempo es tiempo;luego, etc. Si se interpre[ara esta conclusiónabsolutamente, de acrlerdo con,las paiabras de iaconclusión, no valdría Ia raz6n porque así sedemostraría que el día no es t iempo ni el año,porque no cualquier parte del día es el día, sinoque cualquier parte del tiempo es tiempo, nicualouier oarte del año es año. Pero la forma deargüi'r' es lá misma y consta que Ia conclusión esfalsa. Por 1o tanto, este modo de argüir noconcluye en una absoluta negativa, sino que haceabstracción de las razones o conceptos según loscuales aquellos nombres significan a sus significa-oos.

De acuerdo con esto, se enseña que el propósitodel filósofo y del comentador cuando dicen que eitiempo es una pasión del movimiento y accidentesuyo y posterior al movimiento, tiene que enten-derse en esta forma: el propósito por el cual seimpone este nombre, tiempo, es posterior al

94

propósito por ei cual se impone este nombre,mouimiento, porque guarda relación de adición.Pues incluye todo lo que aquél incluye y ademásnecesariamen Le importa numeración y medidasimilares y de tal accidente que no tiene realidadsino nombre; solamente se éntiende aquello delSéptimo libro de Ia metaf ísica: "los accidentes sedefinen por__adición, porque en la definicióri que

cuál es et nómbre de ellos se pone- alf,ue se refieren v lo que denotan fuera de

expresa cual es eI nombre de ellos se pone al9,¡j¡to a q-ue se refieren V \o qug denotan fuera deé1"; pero éslo no se entiende <ie los accidentes queson cualidades realmente i¡herentesson cualidades realmente j¡herentes porque aqué-llos pueden definirse por el género y ia diieren'cia,diferencia,uos pueoen oe nlrse por el genero y Ia clrferencra,como_ se dijo anles, o por intermedio del género yun término negativo o connotativo sin- aquellóque expresa el suJeüo.

Del tíempo y del ahora

De acuerdo con lo dicho, se enseña que el ahorano es cosa indivisible y dist inta

-de lo que

permanece, porque Dios no puede producir nin-guna cosa sin el ahora, porque cuando se producees verdadero el decir entonces que esto áhora esproducido.

De acgerdo con esto. se explican algunas citas delfilósofo, esto es, que el aho-ra es indivisible, que elahora es fin del pasado v principio del futuro votras similares y que el alrora mide lo que estámudado. Por la primera, el f i lósofo entiende ésta:no es verdadero deci¡ que el mismo móvil está dosveces en el mismo primer lugar, según alguna desus partes. Por aquélla: que el ahóra es"fin delpasado, etc., se entiende que el móvil ahora esLáen alguna parte e inmediaúmente antes estuvo enotra e inmediatamente después estará en otrolugar. Por ésta: ser mudado'esfá en el ahora, noentiende que el ser mudado sea cosa diversa de ioque permanece y del ahora, sino que ser mudado

)

I

no es sino el sujeto y. el acto.adquirido, extrínse-carnente Dara sl en el movunlenlo local e lntrln-secamente en el movimiento de aiteración, y conesto, este nombre mutación significa alguna nega-ción aunque sea en sentido, cuando se dice esto seha mudado localmente, esto es: esto está en estelugar y primeramente no estuvo en é1, y propor-cionalmente en la alteración. Cuando se dice queser mudado está en el ahora o se mide por elahora, entiende el filósofo que no fue verdad eldecir antes: el móvil ahora tiene este iugar, niluego será verdad decir: el móvil ahora primera-meñte tiene este lugar o el móvil ahora primera-mente tiene este lugar y antes no lo tuvo. Y deuna manera similar se han de exponer otrassentencias que parece que están en contra de ésta.De donde <iue

^ahÍ se ha de usar de ia distinción

ofrecida en primer lugar según la equivocación; yen donde no pueden salvarse las proporciones porla fuerza del discurso se ha de recurrir al segundomodo de la anfibología y las proposiciones se hande exponer según.la intención de los autores.

De acuerdo con 1o dicho, se enseña consecuente-mente que el evo y la eviternidad no son distintosdel evo y de io eviterno y no son distintas susduraciones; sino que Ia duración, el evo y laeviternidad y todas las medidas de duración sontérminos que significan 1a cosa que dura, eterna oeviterna, y connotan el movimiento o el tiempo yla sucesión actual o posible. De donde así como sellama centenario al hombre que vivió cien años yvivió durante los mismos, as í el ángel se diceeviterno porque no coexistió con todo tiempoposible que fue en el pasado, sino porque coexistecon todo el tiempo que ha de ser futuro y posible.Pero Dios se denomina eterno, porque no puedeno coexistir con cualquier tiempo que existe, quefue o ha de ser posible. De donde si el tiempo nose hubiera iniciado en el pasado ni se tuviera que

96)

)

terminar en e1 futuro, todavía Dios coexistiríacon todo el tiempo pasado y futwo.

De Ia medída y el número

De acuerdo con lo dicho. se enseña oue nopertenece al concepto de módida lo que seá causaáe 1o medido ni 1o que sea previo o más noble que1o medido o lo que en el orden del conocimientosea previo a lo medido. Para cuyo conocimientose ha de saber que de lo medido puede tenersedoble conocimiento. Pues puede aigunas veces serconocido, en cuanto a su esencia e ignorado encuanto a su cantidad. Por ejemplo, si primeramen-te vi un paño de la extensión de un codo y, sinembargo, con el conocimiento incomplejo quetuve del paño estuve dudoso acerca de algqcomplejo que pertenecía al conocimiento de laantedicha cantidad, por .ejemplo, cuán largo ocuán ancho es este paño, y luego, por la aplica-ción del codo al paño me cert i f iqué de ia verdadde, tal complejo , y de. tal,, conclusión por lasolucron y por la oefermlnaclon, entonces el codotiene con relación al paño concepto de medida;pues esto es medir, hacer que aquel que primera-ñrente dudó de la cántidad de algb se óertüiqué deella; pero la medida no hace conocer alguna cosaque primeramente no fuera conocida, sino quecertifica de alguna verdad compleja en cuanto a lacosa, que algüna vez fue dudosa,- pero en cuantoque anles fue conocida.

Según lo antedicho, se enseña que el número noes diverso de Io numerado, porque Dios no puedehacer esto y esto sin que haga dos y dualidad.

Según esto, se enseña que no vale distinguir entreuno que es principio del número y el uno que seconvierte con el ente, sino que entrambos soncomunes a todos los entes. De donde se dice oue

o ,

verdaderamente el número no es otra cosa sino untérmino que signif ica muchas cosas que de por síno constituyen uno y de varios de ellos tomadossimultáneamente y no de alguno de ellos tomadoseparadamente de los otros.

De acuerdo con esto, se enseña que la dualidad delos áneeles está en el predicamento de la cantidad,como áe las piedras ode las superficies.

De acuerdo con esto, se enseña que tales términospueblo, ejército, ciudad, acervo y similares perte-necen al predicamento de cantidad discreta por-que significan muchas cosas tomadas a La vez y depor sí no puede verificarse de ninguna de ellas.

Según esto, se enseña que ente se dice en sentidoeqúívoco de los términbs de diversos predicamen-tos porque ente se toma en un sentido cuando sedice de

-Sócrates, que es un ente, cuando se dice

de Ia blancura que es un ente, y cuando se dice dela dualidad o del acervo que es un ente. Si 1oentendemos en el primer sentido, las restantesserían falsas porque ningún ente es dualidad oacervo, como se evidencia inductivamente. Puestodo ente es uno, según el Libro cuarto de lnmetaf ísica, y por lo tanto, un acervo es más bienentes que ente, si tomamos ente en ei primersentido; y por 1o tanto, si se dice: el acervo odualidad es ente, se admite completamente ensentido equívoco en relación con ei ente que sedice de la piedra, etc.; y éste es ei propósito ile losautores cuando afirman que la palabra ente sedice equívocamente de los diez predicamentos.De donde Porfirio: si alguien denomina entes atodas las cosas, ias denoniinará en sentido equívo-co, y esto aseguran todos los doctores*.

* Puesto que no existe sino lo conc¡eto. y no es admisible,sino la distinción real, la palab¡a ente no indlca algo abstracto. sinodiversas cosas equfvocamente. De modo que no es un conceptoana.lógico, según errseñan fos tomislas. ni unfvoco. de acuerdo a loque defienden los escotistas.

9B

Según esto, se enseña que en Ia divinidad verdade-r1mg-lte hay número, porque todo término quesignifica muchas cosas a la vez y que no espredicable de alguno de eilos tomádo' separada-mente, es verdaderamente numeral v su significa-do es verdaderamente un númeró. Así es eltérmino trinidad, porque Padre e Hijo y EspírituSanto son tres; peio ei .Padre no es ties, ni ei Hijoni el Esp íritu Santo.

Según esto, se enseña que ocrüre lo mismo endiversas especies de cantidad, por eiemplo: con-tin¡a ¡r. discreta, porqye dos cuórpos"son dualidady oos l lneas otras stmllares.

Del lugar y de b superfície

De acuerdo con esto se enseña que el lugar v lasuperficie no son cosas distintas, porque óios- nopuede hacer lugar sin superficie

'y ió mismo se

enseña en cuanto al cuerpo. en cuanto a lasuperficie y la línea como aparecerá más adelante.

Según esto, se enseña en cuanto a la cualidad quelo mism o puede estar en diversas especies

'de

cualidad y que la sustancia está en diversasespecies_ de aquel predicamento. Para probarlo,según é1, se ha de saber que la cualidád es untérmino común a los términos v a los predicadosen los cuales termina la cuestión formulada nerquale y, toma¡dci así generalmente este termino.la cualidad es un nom5re equívoco. poroue de loépredicados en los cuales te-rmina la'cuestión perquale y, tomando así qeneralmente este término.la cualidad es un nombre equívoco porque de Ioépredicados en los cuales teimina la" cuestión perquale algunos significan una cosa distinta dé hsustancia por sí una, como la blancura, la negruray otras similares; algunas significan una sustánciay muchas o una cuálidad tál como se dice en el

q q

)

Drimer modo o una sustancia o muchas cualidadesón el primer modo dichas. Por ejempio, Iapotencia o impotencia natural significan a vecesáos sustanciaJ, a veces una. Pires significa eiorincipio natural de alguna operación natural.hlgun'as veces, para una-operac-ión natural bastauna sola sustancia sin ninguna otra, como poreiempio, para el acto de crear, basta sólo Dios enrázón de- principio y causa y entonces la talsustancia es principio y potencia natural. Algunasveces para una operaclon se requleren mucnassustanéias y entonóes aquéllas sirnultiíneamente yno separadamente son potencia natural, así comopara el movimiento de la nave se requierenmuchos hombres y por Io tanto muchos hombresson potencia de la tracóión natrual. Aigunas vecesbastá una cualidad dicha en el pririer modo,como para la calefacción basta el calor; y por estose evidéncia que la potencia es algo común a todocalor v todo lo que únicamente puede hacerse'Algunás veces también significa Ia sustancia y Iacualidad simultáneamente como la potencia gene-rad ora del fuego, la potencia nutritiva del animdlv similares. De donde se evidencia que estei-rombre : cualidad, no sólo es equívo-co sinotambién este nombre potencía nntural, que no estan común en cierto modo.

De la cantidad

Seqún esto, se enseña que la cantidad no es cosadisti¡ ta de la sustancia v de la cuaiidad entendidaen el primer modo. Púes se sigue del principioprediclio v por la fuerza de eite locablo éantidad.Pues suponio que el significado de este término:Iínea, sea una cosa que tenga ias partes distintasmutuamente por el lugar de manera que sicoexiste una magnitud extrínseca, a una de suspartes coexiste una parte de la otra v una a la otraiegún la longitud, cüyas partes conitituyen por sí

100

uno y proporcionalmente digo 1o mismo de lossigni-ticadod de superficie y éuerpo; y entoncestomo una sustancia, por ejemplo, Ia piedra; si sucantidad es una cosa distinta de ella, la puedeDios conservar. esto es. la sustancia localmente sinaquélla, y consta que no por eso se necesitanmover las partes de la piedra localmente; luego,las oartes de Ia piedra distarrán después comoantei y por consifuiente todo será cu-anto antes.La consecuencia se evidencia por el significado delnombre antes expuesto. Luego si tal aditamentoes una r€s cuantá y asÍ en váno se expone otracosa que Ia que se finge* .

Según esto,.se enseña que las cualidades de Iacuárba esobcie no son cosas distintas de lasustancia v de las cuaiidades de Ia tercera especie,porque entonces Dios podría conservar la figurasin tó figruado.

Según esto, se enseña- que la cantidad y. lacualidad. nor lo menos algunas, no son lnheren[esa aquellás^ cosas de las cua-les se predican' sino queson'términos que significan otras cosas o cualida-'des inherentes, de manera que se predican contin-sentemente dé eilas, exisiiendo ias mismas. Deáonde si Dios hiciera existir simultáneamentetorfas las partes del hombre, como puede, enton-ces el mismo hombre que antes fuera cuerpodeiaría de ser cuetpo, y esto porque este nombrecu"erpo, además del sujeto de quien se dice y encuyó lugar está, connota otra cosa, esto es,distinción de las partes, esto es, aquella distinciónde partes que conviene contingentemente a aque-

IV. Senú. q.4. G. Como es sabido, los escolústicosestablecí¿n distinción r€al ent¡e ls susta¡tcia v los accidentes' entlelos cuales figu¡"a la cantidad. Natu¡almente, Occam njega estadistinctón, cón lo cual señ8la los d¿r¡oteros que más adelanteseguüá eI posit iüsmo.

101

lla cosa. De Io cual se sigue que f)íos puede haceral hombre sin cantidad, ásí cómo sin ¡iatemidad yotros predicados accidentales similares que sepredican contingentemente de 1a cosa, como se hadicho.

Del hecho de oue tales predicad<.¡s sean comunes atales terminos" connota-tivos se sigue que no sepredican in quid de sus inferiores, tomando labredicación in quid estrictamente, como se decíaintes de las relaciones y similares. De ahí quesolamente de los predicamentos de sustancia ycualidad se dice 1o que trae Aristóteles en lospredícamentos, en el Primero de los tópícos y enel Séptimo líbro de In metaf ísíca sobre el género,la esoecie v la diferencia. la def inición v similares,pero^ espec-ialmente en la sustancia corpórea; pueslas sustancias simples no tienen diferencia nidefi¡ición, como sé dijo. Mas en el predicamentode la cualidad. en lo que se refiere a cualidadesrealmente inhéientes y a sus términos comunes,hay género y especie propia y estrictamentehablando er-r 1as cosas que se dicen, pero no haydife¡encia, ni propiamente hablando definición,como se dijo. Pero en las cuaiidades que sontérminos. connotativos, . como se . dijo, no haygénero ni especie, propiamente habiando, en lascosas que se dicen, ni tampoco diferencia sinodefinición por agregación, de la cual habla elfilósofo en el Séptimo libro de Ia metaf isica.

Del lugar

Según lo dicho. se enseña que no sirve ladisiinción en cuanto a la posicióir sobre cuál es eIorden de las par{,es en el tódo y en el lugar porquees la misma posición ésta y aquélla. pues el orden

102l

I

)

)

de las partes en el lugar, es lo mismo que si eltodo estuviera en el lugar* .

De acuerdo con esto, se enseña que lo mismopuede estar en dos lugares alavez, porque esto noincluye contradicción. Según esto, estableciendoque. Dios puede hacer cualquier cosa qrre serhecha no incluye contradicción, se enseña queDios puede hacer que dos sustancias corpóréasestén á la vez en el niism o iugar.

De Io cuai se sigue que algo puede ser cuerpo enun lugar y no ser cuerpo en otro lugar, porqueIjros pueoe nacer que el mrsmo cuerpo esté endiversos lugares y en uno de los lugares hacer q_t' emuchas partes existan a la vez y en otro lugarlaspartes serán extensas y entonces en un lugar habrácuerpo, y en otro tugar no.

De_ acue¡do con esto, se enseña que el ,cuerpo deCristo que está en el cielo es cuerpo, y en-el sa-cramento del altar, no.

De acue¡do con.lo dicho de que la cantidad no esdiversa del cuanto, enseña qüe los accidentes desacramento del altar están sin sujeto, La raz6n esporque si_ la cantidad fuera diversa de cuanto,entonces las cualidades en ei sacramento, porejemplo el color, el sabor y otros similaresestarían subjetivamente en la cántidad y enloncesnürgún accidenLe estaría sin sujeto, éxcepto lacantidad, y por lo tanto, está más de acuerdo conla tradición de la [glesia esta opinión de que Iacantidad no es diversa del sujeto que la confraria.p.ues Ia,Iglesia enseña que varios accidenües estánsln suJetro.

+ IV. S¿n.., q. 4, D, E, N, Elpr€sencla de las cosas, según Occam.

103

Iugar está constituido por la

L)e acus:rdo con esto, queda evidenciado quemucho$ cuerpcls están ai mismo tiempo en al€únIugar, pues el cuerpo no es sino una dimensióndeterminada; pero el color que hay en el sacra-meni;o del altar está dimensionado v es unadimensión determinada y así ocurre coñ ei sabory acerca de otras dimensiones; y por Io tanto, quedos cuerpos coexisten alavez no es inconvenientesino verdadero, con tal que uno sea parte de1 otroo algo respecto de ambos.

De acuerdb con esto, se enseña que la salud, labeileza y otras similares no son cualidades diversasde otras, porque la salud es calor, frío, humedad,sequedad debidamente proporcionados: cuandoestán debidamente propórcionados en ei cuerpo,hav salud. Y también Ia herrnosura no es sino laspaites del cuerpo debidamente proporcionadas,cuando están debidamente proporcionadas en elcuerpo, hay hermosura quedando circunscritatoda otra cosa.

Sobre ln uolunlad

f)e acuerdo con esto, expone el filósofo qlle encuanto a los hábitos no hay movimiento porqueson para algo. Para cuyo conocimiento se ha desaber que la virtud, según el filósofo, no es sinopasión moderada de tal o cual manera, de modoque la virtud fuera de las pasiones no significaotra cosa diferente de ellas. Igualmente, la saludno es sino los humores o las cualidades activas ypasivas debidamente proporcionadas y con-mensumdas.

Igualmente, la hermosura y otras similares no sonsino la cosa absoluta constituida con ciertaproporción; por 1o tanto, puesto que su conoci-miento fuera de sus absolutos no significa ningunaot¡a cosa sino los mismos absolutos dispuestds de

104

tal manera, por lo tanto en lo que se refiere a 1osignificado por tales nombres no es un movimien-to diverso del que existe con relación a aquellosabsoiutos que significan y esto es lo que seentiende cuando dice: en cuanto a las tales cosasno hay movimiento, porque son para algo, esto esen cuanto a aouellas cosas no hav un movimientodistinto del móvimiento o de los movimientos delos absolutos, porque no significan una cosadistinta fuera de aqúeila con lá cual esúán relacio-nadas. De ahí oue cuando el animal enferma porexceso de calor o frÍo, Ia posterior disminucióndéi calor o del frío es ui, a transmutación en salucl,ni la transmutación en salud es distinta de Iatransmutación oue ocasiona el calor o el frío. Maslo que aquí se-dice con relación a la virtud nocontradice a lo que se dijo antes, que la virtudestá en Ia vóluntad, no en la parte sensitiva, y porconsiguiente no son pasiones moderadas, como sedice állí, porque arriba habla de la virtud que esvirtud oor extrÍnseca denominación o allí hablasesún lá exposición del filósofo de acuerdo concuva intención Darece ser que la virtud no es talsinb en Ia parte sensitiva y qire no hay en nosotrosotro apetito fuera dei sensitivo sino que el mlsmoes realmente el apetito sensitivo cuando sigue auna aprehensión sensitiva, e intelectivo cuandoobedeóe a la nz6n, en cuyo caso se denolninavoluntad, Este es el propósito del comentador,como se ve en el Tercer libro del alma, en eIcomentario L ; y la razón y raíz de est¿ d iversidadreferente a la'íoluntad piocede de la diversidadcon que entiende el entendimiento, porque elcomentador enseña oue el intelecto está separadosegún su ser y se urie por la operación a losfantasmas. Consecuentemente, enseña que 1a vo-luntad no es una potencia inmaterial e incorpóreao inorgánica en nosotros; y por 1o tanto, susseguidores tienen por bien enseñar que el apetitosensitivo que es orgánico, pues está destinado aobedecer ál inteleclo por-su ser, cuando está

1 U O

unido con los fantasmas, naturalmente en.reaiidades la voluntad y no es diversa de aquél y, porconsiguiente, se ha de decir de la virtud quesubielivamenie está en el apetito sensitivo y queson' las pasiones moderadas, como se di jo. Peropuesbo que el teólogo tiene otra opinión en lo,quese relrere al lntelecto, [lene Eamolen que oeclrotra cosa de la voluntad y, por consiguiente, de lavirtud* .

Según esto, se enseña que en los otros predica-mentos diversos de Ia sustancia y de la cualidadinherente no hay género y especie con relación alas cosas dichas, 1o cual se sigue evidentemente de1o dicho antes, porque todas las otras cosassignif ican algo extrínseco al suj eto afümativa onégativamen{e o algún sincategorema,y similares,y por esto .se toman en ellos los generos y Iasesoecies según diversas respuestas a las cuestionesde'l individiro sujeto dembs{,rado, como dice elcomentador en el Séptímo libro de la metafísica,del cual, sin embargo, aquellos predicamentos nose predican por sí y con relación a. algo; por 1otanto, en ellos no se ha de poner Ia tal coordina-ción de predicamenlos de por sÍ como en iasustancia iri de ellos habhn Porfirio y Aristótelesen los libros de los Predicamentos, de los Posüe-riores,

'de \os Tópicos y en el Séptimo de Iametaf ísica, como se dijo antes.

De acuerdo con esto, se enseña que enmovimiento local no se adquiere algo intrínsecomóv'il nornue el movimiento. como se diio. nomóvilmóvil porque el movimiento, como se dijo, no esalgo diverso de lo que permanece, pero nada queoérmanece adquiere algo nuevo para si porque siisí fuera. o sérÍa absóIuto o sérÍa relátivó. En

* I I I . Sent. q, 72, L1. Ave¡¡oes v Slger de B¡abante, 9useguldor en el siglo XIII, enseña¡on que hay un solo entendimientoagente pa¡a todos los hombres. Palece que occam estÁ en contrade esúa opinión, por motivos antes bien teológicos que filosóficos'

106

e1alC S

l

cuanto al primero, consta que no pasa sinoaccidentalmente como aq uél se calienta por elhecho de acercársele el firego, pero esto es unaccidente para el movirniento, porque, si el fuegoestuviese sin movimiento desde el principio en ellugar hacia el cual ya se ha movido, calentaría, ypor lo tanto el movimiento no calienta sinoaccidentalmente. Ni se adquiere por relación,porque la relación no es algo distinto de iosabsolutos, como se ha dicho varias veces.

Según esto, enseña que sucesivamente puedenveiificarse conlradictoiios del mismo sin Lenera-ción de una cosa nueva o antigua porque, cómo sedijo, en todo movimiento ñay

-muóhas afirma-

crones y negaclones y tos contlarros que severifican sucesivamente, y sin embargo nada seproduce ni se c-orrompe, . como se .dijo; .sinembargo, se enseña que esto no acontece sinodurante un espacio de tiempo o en un movimien-to local.

De la predéstinación

De acuerdo con esto, se enseña que Dios puedepor su potencia absoluta aceptar a alguien en sunatwaleza pura, a pesar de que no hubieradispuesto esto, porque puede ordenar que el quehoy no es aceptado sin la gracia, mañana Áeaaceptado sin la gracia y entonces sucesivamente severificarían estos dos contrarios aceotando v noaceptando, mediante sólo un espacib de tieinposin que se cambiara la voluntad de Dios que es suesenc¡¿t y sm qu,e se creara o colTomplera algo conrelación a aquel que es aceptado entonces; y noahora como ahora el rey puede ordenar que aquelque eni,re en su camara el lunes muera, ei queentre el martes reciba cien marcos y permanecién-do aquella voluntad, con el solo espacio detiempó quc es el lunés, se verificarán c'ontradic-

L07

)

l

l

,]

lor ios sucesivamente; así et1 l luestro caso, perma-neciendo la misma '¿olttntad de Dios, pueden, conel solo espacio de tienl o, verificarse tales contra-cl ictorias, 'si Dios lo qrr i i iera; pero Dios qu.iera algopara algún tiempo fu tulo y que luego no lo. qureraantes de aquel tiempo, lro puede verlrlcarsesucesivamenté de Dios: por lo tanto, esta copula-tiva no puede verificatse de Dios; Dios quiere queéste mañana se salve sin gracia v Dios antes de.aver no quiso que ésbe fuera salvado mañana,eñ trambas

-ou ederl ser verdaderas.

Se confirma, si el querer de Dios por el cualcuiere que Pedro se

-salve no es necesado sino

iontineente. de modo qtte puede desde la eterni-dad uó queier ctue éste'se salve; por lo tanto, fucDosible due algün cluerer divino fuera lo que noLs. oero io oud nudó ser el queter divino pudo serDíoi porqué el-querer de Dios es Dios y el loquerer de-Dios es Dios; pero Io que pudo ser Dioses Dios y fue Dios y nec.esariamente es sumtsmoser; por lo tanto, su no querer es, pero sl su n-oquerér aquello es, se sigue que Pedro no se salvara,luego, etc.+ .

Según esto, .se enseña que el predestinado puedecondenarse. Pues, pongo por eJemplo' que socra-tes esté predestinado druante un tiempo d lutrüopara Ia üida eterna. Dios lo puede condenar porun tiempo a v puede saber con antelaclon que eIestá condenaáo por un tiempo a, y si esto Tueraoosibie se expondría así: Dios sabe por antlclpadobue Sócrates estaba condenado dwante el tiempoa', entonces nunca fue predestinado para la vidaeterna durante el tiempo o y esto no puede

+ I. Se¡f. dist. , 17, q. 1, J. K. P. Niega que pueda exist i¡distinción de ninguna índole entte la esencia divina v lo que losteólogos llaman sus at¡ibutosi por lo ta¡to, su quelet como su noquere! le son esencíales' Las cosas y los acontecinientos son comoson, porque desde la ete¡nidad han sido dispuestos po¡ una esenclaairri"i, eit la cual no hay un entendimlento que prescriba nl unavoluntad que eíecute.

108

verificarse sucesivamente porque cuando se veri-fica uno se ha de decir que. el otro jamás fueverdadero.

Según esto, se enseña consecuentemen te que estapróposición en cuanto al pasado: Dios predestinóa Sócrates, es contingente y puede ser falsa ypuede que nunca fuese verdadera; y porque estoparece difícil, quiero exponerlo en alguna forma.Acerca de esto hase de saber que en una copula-tiva, si se compone de mil paries necesarias

-y de

una' imposible, todo se reduce a lo imposible;como si se dijera, Dios es y el hombre es animal yel hombre es asno esta conulativa en coniunto esfalsa en razón de su úllim^a parte, a pesai de queson necesarias las dos primeras. lgualmente, sitodas las partes de la copulativa son necesariascon excepóión de una, y éáta es contingente, Lodala copulativa se hace bón tingente. Addmás, se hade saber que.cuando se dice que Dios sabe que aha de ser. ó sabe que.tú te sientas, esta proposiciónna de ser o sabe que tu te slenlas, esla proposlclona pesar de que por las palabras sea categórica, sinembarso Dor e1 sisnificad.o-es de dos categóricasde dos categóricasembargoemoargo Dot el slgnlllcaqzr es oe Gos caregorlcasporqué esia propoiición fquivale a una hipótéticacopulativa, lo cual se encia así: el acúo divinode saber es eterno y sierl¡pre el mísmo, pues es lamisma esencia divina, yDios sabe y no sabe el

embargo sabemos queismo complejo sucesiva-que yo escribo y luegomente; pues ahora

sabrá que yo noescribo; sin embargo, el

ó y no sabrá que yocto por el cual sabe que

yo ahora escribo yano escribo. De loproposición: Diossignifica algo más que proposición: éste es unacto de saber, por el se demuestra el acto norel cual Dios sabe que rhora escribo; luego esta

que ahora escribo conto divino de saber es",

proposición: Dios srelación a ésta: "elagrega algo y esto "y ahora escribo es verdade-ro". Pues

tirá cuando sepa que yose evidencia que esta

que ahora yo escribo,

109

saber que yo escribo, ya

todos. concbden que Dioi ¿;";¿; üd;il;'.""ü,complejas e_ incómpletas y conoce todas las

ir"::i6:"T#Ht"ü3"',"rl,lá'"?,á:*$l?:ff Ti.B::las diferencjas -ent¡e

Us suroai"úá;lH, il;g'i li:,'"fl'n !;f; Hlf :#, g.J?il J"¿""f,'J:i: ¡ff ,,:hi:'Hii*x",1";,Yi,%? ;"n,:l gU" 1s ::ninguna al.mismo tiempo ni i"*po"á di,i.i É.", i"¿anlo, a mas de su contenido. se signifíca algo más

itltfi.:":1ni:,f 3"J I#,9' consta fi uó póü b";;

;lT,'.?;:.*;,,?#lri.¿ü."?sbT¡id?lá:también en el hombre, porque pr".t"'*""H¿"ilI

*;#3. fl ['.:1 Hlii "r#ii:* t li:i#;i[l l:ff "i'#3,."JáXil'f 'n"""'f ::'",X'"q"gf *"J,,:,t¿::ffi :¡i :r#is'.** r,"""*¡ ll'':u lll':'*'* :'n *:19 fpb" si rú re n", oloÍ"'i"li tr?#áH1uf;ff;H?f.""*?*:',3*T.,""Tiih'&5,Tr:i,?:"d;¿",#il:P$::r"*', .'"l.'¿",ifr,

rgr-no en la proposición:

3l'". -""#ií*r Ét¿liii: Ai:* i' i'B ;i"'" iH'*'::#ffiiií' #'s1Ti *?::i': 'l ii'ü1"11r T' "" 3 ::[f,3i1i¿i"xrkl:t-lr.'i*,r"'':*nl¡tl.lpalabra significa algo másoe. esre conocimienro

". "lIoiit"?."f i #ü# :3t::asr como se ve por aquel complejo sabido'oie es

;ÍJÍ':3, í yi #: JTJ#H L:, :':'jb: itJ^" *e:tr que yo. escribo, luegoa€o mas que aouélla.Lih!ü::i;il? ;F*$i",1i':,nl i::a*i':;

el objeto de aquel acto. Por io tanto, estaproposición: "Dios sabe que a ha de ser". equivalea ésta: este conocimiento divino por ei cualconoce este complejo: c será, será en o y así comoeste, complejo significa. esto es, ege c será y asícualquler , paJfe de esta. copulatrva que existeconlln-gente focla es contlngente, y puesto qtre lasegunda parte es.contingenle, [uego toda eila escontlngente. lgualmente, en cuanto a esta propo_sición: Dios supo que tú tenÍas que salvarté antesde catorce años, equivale a esta copulativa: elconocimiento divino por el cual Dios conoce estecomplejo: "tú serás- salvado antes de catorceañ_os", fue también y es un complejo verdadero, vasl es como este compleio sisnifica. oue es lomism.o,. y puesto que 1a seguñda parté de estacopuiatlva es conflngente, luego toda la copula_trva es contÍngente. De donde a pesal de que éstapor las palatias se refiere al palado: Diós supoque üu t€nlas que salvarte en c, sin embargosignifica algo referente al futuro. esto es.

"lasiguiente: "tú serás saivado en a", o ésta; asíes como se significa por ésta: tú serás salvaclo ena, lo. cual es lo mismo; y por esla razón, ésta escontingente; y esto es lo que quieren sienificar losque.dicen que ésta es conl ingónte: Dio! supo queüenlas que salvarte en d si es que lo interpretanracionalmente. Sin embargo, foda propoiición,según esto, referente al pasado que pof si es delpasado, si es verdadera, es neóesaiia. ni Diospuede hacer que sea falsa,

Según esto, se enseña que la verdad de laproposición. no es diversa, bomo establecen algu-nos, de la proposición verdade_ra, y esto se sig:ueoe lo anLedrcho porque la verdad de esba orooo-sición: Sócrates sérá ialvado. si es tal cosa.'lo i,ueayer; pongamos que realmente Sócrafes fuerapredestinado, entonces ayer fue ésta verdadera y,por consiguiente, ésta es necesaria: esta verdaclfue;de lo cr.ul se sigue que Sócrates necesaliamen-

1 1 1

I

l1 1 0

t- . .

)

l

l

te será salvado porque, si eI antecedente esn"""üilo, trÁbién conteiuentemente Io será en iaconsecueÁcia formal simplemente; pero esta con-secriencia es formal simplemente: es verdacl o rue

"áiááá or. Sócrates haÉía de salvarse en o;luego

SóCralei será salvado en a, y si tal cosa esverdad,el antecedente es necesario; luego tamblen elconsecuente.

DeI cuóndo Y de la mutación

De acuerdo con lo dicho, se enseña que la especiedel predicamento cutindo no tiene individuos.quer.án- áiiété"tes de los absolutos, como dicenalgunos, porque entonces toda cosa Lemporaláitara h

"'c etaiiam en te tanto como Dios, dura.o

sabe que ella ha de durar y Dios l.q P"."99corromperla antes, porque si' por. casualtdad' nayen ti uña relación con respecto. aI hn-oe tu vloa ode la de otro, por ejemplo velnte. anos' ,mananaésta será verdadera en cuanto al pasado; ayerhubo en ti tal relación y esto es cosa.con rehclonal pasado; luego es necesaria e inflere esta: tuá ut-*ái véinte "años; luego ésta es necesaria: que

tri durarás veinte años.

Según 1o dicho en cuanto al movimiento-y- a lamütación, se evidencia que no son cosas diferen-tes de las permanentes, sino que Ia.mufaclonsignifica algo permanente con una negacron'

Se enseña también que la mutación que ,es lat*"iutt"""i^"ión del pan en el cuerpo de.Cristono es sino Ia verificación de esta proposrclon: lasustancia del pan ahora deja de ser y, a Ia vez, co.nlos accidentes que existieron sunultaneamenf,einmectiatos en la' sustancia del pan, coexiste elcuerpo de Cristo ahora.

1L2

De acuerdo con esto, se enseña que el cuerpo.deCristo se muda locaimente por una mutaclonconsistenúe en no estar aquí a estar aqul;pero nc)deiar de estar en el cielo al estar aqul porquesimultáneamenle está en el cielo y ahi, pero. tamutación local no significa otra cosa stno estar

lf.i-l-nmuáiatamentdantes haber estado en otraparte y no haber estado ahí.

De acuerdo con lo que se ha dicho -que Diosouede hacer que un cuerpo esté en dos lugares, seónseña oue Dios puede hacer que el suj eto este en

alguna óarte y ej accidente que -le--es. inherenteac.-tualm-ente no estar ahÍ, como el Verbo esm entodas partes y Ia naturaleza que fomo no esla entodas partes.

Sesún lo antedicho, esto es. que -el movimientoloál v el espacio de tiempo sÓlo pueden sercausas- de veriiicación sucesiva de contradrctonossin corrupción o generación de una cosa nueva o

iiéu."i"'".i*a fiue ta visión, la intelección,,elambr v todos los actos cognitivos y apetlrlvos oelalma s'on cualidades reales en el alma dlstlntas oeella v que le son realmente inherentes porque encuanio'a esto que de io no conocido se naga Ioóáñó"laá, no básta el espacio de-tiempo' Constatambién que ni el movimiento local hasta ,paraesto oorqúe. eslando el objeto presente' puede noexistir su conocimiento; se evidencia en cuanto aDios. porque siempre está presente a nues¿roenteúdimiento y, éin embargo,.ng siempte esentendido; también en cuanto ai angel' el cuatalgunas veces está presente y' sln embargo' loignoramos.

Según esto, se enseña que siempre, en cuanto alas'foImas, se produce una nueva cosa q-ue no rueá"t"i. Éotq"i en cuanto a la intención de la formaá¡t"tütu nb basta el tránsito del tiempo, es cierto,ni eI movimiento local porque se intentan mrtchas

)

)

l formas permaneciendo el stljeto ' Igudmente lapérclida de las f ormas se realiza por Ia perdlda y laiorrupción de Ia cosa que antes exls[lo por la

mlsma razon.

De donde, según lo dicho, . se estab.lece, un

orincipio general para saber sr alguna cualldao' qe

ia cuai se lnquiere, es algo distlnto clel suJelo que

iá es inherenie o únicaménte un término connota-tivo. como se ha dicho varias veces' porque' sl losiüi"ior no pueden sucesivamente denominarse por

üi-;ü;ltd"á y simultáneamente por su contradic-üorio, por el iolo movimiento local y 9I esp?919 q!tiempó, entonces es una cosa verdadera dlst'rn[ai.tft"Tuiil"- ót t" v no lo contrario' Por lo tanto, la

ri""éáá¿, la levódad, el color,. el sabor y otrosíimilares que lto pueden denomtna¡ al suJeto en er

orimer módo, después que no lo.hayan denoml-irado antes o no 1o denomrnen ahora sl an¡es lo-rráU

iun denominado, únicamente por el movi'miento local o por el espacio- de tiempq' son cosasinherentes. Perb Io curvo, Io recto,. la Ilgura y

otras similares. puesto que sÓlo se onglnan por elmovimienbo o

- mutación iocal, no son cosas

distintas de sus sujetos.

Sobre la príorídad

De acuerdo con lo dicho, se establece.que' encuanto a la prioridad de origen o d€. naturaleza,no conviene decir: en aquella prlondad. .es lal ocual cosa, y esto se sigue de lo an[edlcno.aslDoroue. si fuera posible estabiecer que eI suJ.etobor'prioridad de naturaleza por la cual precede aia cántidad es indivisible, por la . mlsma razoninmediatamente despues, en cuan[o es cuanlo'sería divisible y enlonces sin movlmlento local y

éii,á.ió de ¡iempo, de lo mismo se afirmaría loáliiriul" y lo indivisible. lgualmente, si el padre enaouella prioridad de origen por la cual es prevlo aI

L14

hijo, hablando en esta forma, no coexiste con eihijo y con posterioridad de origen coexiste,coexiste asimismo, se verificarán los contradicto-rios sin movimiento local o espacio de tiempo ogeneración o com:pción de Ia cosa.

De acuerdo con esto, se enseña que el Padre noentiende con prioridad su esencia o alguna otracosa sin que produzca al Verbo. Sin embargo,concede que la intelección de la esencia y tamlriénde las creaturas es previa según Ia consecuenciapor ei Verbo o por la producción del Verbo,porque lo primero es esencial; Io segundo, nocio-nai. Por lo tanto, se sigue: esto es el Verbo, luegoes la intelección de ia ésencia y de las creaturasJyno lo contrario, porque de Io contrario, tendría-mos la presencia del Padre y del Espíritu Santo, alos cuales pertenece la esencia y la intelección dela esencia y de las creaturas, y, sin embargo, noson el Verbo.

Según lo dicho, del tránsito de lo no contradic-torio a lo contradictorio, se enseña oue esnecesario poner en el alma hábitos que l-e seaninherentes, porque experimentamos que medianteactos frecuentes nos inclinamos a algo a lo cual nonos inclinábamos antes; y esto no es por eimovimiento local ni por espacio de tiemposoiamente porque, si en el mismo espacio detiempo fueran y no fueran ilícitos aquellos actos,no nos lncltnalemos mas oespues cte aquel espacrode tiempo que antes.

De la mouilidad del lugar

Según lo predicho en cuanLo al t iempo y al ahora,se estabiece que es una cuestión irracional indagarsi el ahora pérmanece el mismo ahora en todo-eltiempo y si el ahora continúa al tiempo y si estáen acto o en potencia, porque tal cuestión

1 1 5

)

)

)

)

)

)

)

)

Drocede de una falsa imaginación de que el ah oraiea also distinto del biemóo y del móvil, Io cual esfaiso.Tero el filósofo habla del ahora como de unsincategorema, como del entonces, ya, siempre yslm ares.

De ahí cuanclo digo; Dios es inteligerrte y volente,esta coniunción y no dice algo distil:to de Dios;así. cuando diso Sócrates es ahora blanco; elahóra no sisnifiéa algo distinto de Sócrates y de lablancura. nó más qué si digo Dios ahora cr"ea; perose sienüica que Sócratel es blanco después detodo* ei tiempo pretérito y. antes de .todo eliiempo futwo, esto e6,. después qrie el movrl pasotodas las cosas que pasó y antes que pase todas lasque pasará. Los autores por estas proposlclones:el ahora petmanece Io mtsmo en toclo el llempo;ahora cohtinúa el üiempo; ahora distingue elpretéribo del futuro, entienden las siguientes: elinóvil nermanece io mismo durante todo eltiempo'que el alma considera al móviI cuandoouieie m'edir su movimiento; el móvil está ahorarionde no estuvo antes ni estará después sino enolra oarte. como se expuso antes. Y eI alma'consideranáo donde el móvil está, estuvo y estará,concibe la distinción del lugar donde estuvo dellugar donde estará.

De acuerdo con el principio antes expuesto sobrela potencia de Dioi, se establece que Dios puedehaóer una intelección sin el intelecto y unavolición sin voluntad y una volición sin intelec-ción porque diJieren uno de otro realmente y qnono es-parte esencíal del otro.

Seeún 1o predicho de las especies de la cantidad ytañbién ciel movimiento, sé establece qr re el iugarno es cosa distinta de la superficie; y, por lotanto, se concede que el lugar está en un lugar yque el lugar se mueve y se mueve por sl y el lugares superficie, pero Ia superficie es cuerpo, conro se

116

verá después. pero el cuerpo se mueve de por sí;sin embareo, 'élta no debe concederse: éstaesporsí. oor sisé mueve el lugar: pero es accidental--'erite. como a Desar de qlle éÁta es verdadera: elmúsico por sí cbmpone; sin embargo, ésta no esDor sí: ei músico coinpone, si no accidentalmente,bomo se dijo antes, yasí en Io propuesto. Fs poraccidente que el lugar sea: pues aunque el atre seael lugar del agua, y que eI agua.sea et lugar oe latierra, acontece sin embargo at agua en cuantroestá localizada por el aire que localiza a la tieffa'ool'oue si el agua no localiza a ia tierra, sino que laiierrh fuera ániquilada o convertida,.en -agua' apesar de ello toda el agua estar ía locálizada por el

De acuerdo con esto, se dice que la definición delugar que da el filósofo en el Cuarto libro de Iaf ííica:.-el lusar es lo último del cuerpo, etc., debe'entenderse 'así,

esto es, el lugar es el últimocontinent€ dei cuerpo, de manera .- que es unaconstnrcción intransiliva, y es inmóvil por equiva-lencia, porque así sería impcsible qllÉ el movllfuera udicadt¡ en una atmósféra y después en otra,con:o acontece con el viento;así es imposible queél sea movido de aquella atmósfera ¿ l¿ "*egunda,de manera aue todo el tiempo prececle al adt'ani'miento cie ia sesunda atmósfera al ltrgar doudeprimerameute csTuvo la primera attn ósfera, des-cansará en la primera atmósfera y luego por sumovimierrto eslaría en la segunda, como^que ha-bía sido removido de la primera atmóslera a l8misma atmósfera si este aúe descansara y, por iotanto. por comparación al movimiento, y descan-so to'cál del cüerpo ubicad':, estos dos lugaresequivalen a un solo lugar.

Sesún lo que dice, que el lugar es el cuerpo,e*óone la sóntencia del filósofo de que el lugar ylo localizarlo son iguales; esto tiene que entender-se así, que el tugar toca lo localizado por todas

1 1 4

)

partes y no contiene ninguna otrd cosa inmediata-mente.

De acuerdo con lo dicho, se enseña que algopuede moverse localmente y, sin embargo, permá-necer en el mismo lugar: lo cual se evidencia,porque el lugar es el cuerpo que localiza y esposibie que un vaso sea transferido de un luiar aotro lugar con su contenido y entonce--s elcontenid,o se movería y, sin embargo, permanece-ria en el mismo lugar; y algo puede tener otro votro iugar de continuo y descansar localmenté.como acontece a un palo que está fijo en el río yalgo puede moverse lócalmbnte y esdar en nineú;rlugar como pas¿r en ia esfera última. .

Mas el comentador, al ponerla en un lugar porcentro, denomina centro a Ia tierra resoecto dé lacual las partes del cielo pueden tener-diversidadde distancias y de acuerdó con esto se dice que semueven. Sin embargo, si no hubiera cuerpó másallá de la última esfera y todo el mundó fueracontinuo, todavía podría moverse y entonces sectfla que se mueve por esto, porque si tuvieraalgún cuerpo que descánsa fuera del inismo, comoacontece ailora, no aconteciendo nada nuevo oueno aconüezca ahora, sus partes distarán diversá v:ontinuamente de las partes de aquéI, de maneráque en cuanto al movimiento de la esfera convie-ne imaginarse algo imaginado que descansa. Masahora, de hecho le admite la innioülidad del lusarpor la inmovilidad del cielo directamente. no ñoria del centro sino por la del contenido.

Según io antedichc¡ en cuanto a las cualidadesinherentes o no inherentes,. se enseña que lorárificado y lo denso no son cualidades inheren-tes, porque por el solo movimiento local de laspartes de algún euerpo de lo rarificado se pasa a looenso, y al co ntlario.

1 1 8

Sobre la pluralidad

Nunca sin necesidad se ha de usat de ta.pluraiidad.Expl ícase a qué se llama necesidad de üsar y diceque es la raz6n o ia experiencia o Ia autoridad dela escritura, a la cual nó es lícíto contradecir. v laautoridad de la iglesia. Esüe es un princípiorazonable, porque sin él sería posible mültiplibarlas cosas arbitraliamente. Se bodría decir'oue.más allá de la octava o de la ñovena esfera, haycien mii esferas como se dlce del cielo empíróo, yjamás podría esto desmentirse eficazmenle v ájípasa en otra cualquiera cosa; se pondrían en lodosujeto infinitas cualidades inseñsibles v se Don-drían, admitido esto, otras muchas.

De acuerdo con esto, se enseña que en el alma hayque admitir tres hábitos: fe, esperanza v caridacitriorque la escritura lo enseña i.i é"pré.a-é"t" imas ahora permanecen en nosotros la fe. laesperanza y la caridad estas tres.

Ue acuerdo con esto, se enseña que no se ha deadmitir en el alma una gracia qué sea realmentedistinta de la caridad porqué no hav razónninguna que obiigue a estó. Nb se tiene e-xperien-cia sobre esto, ni autoridad de la escritura.

^

Según esto, se enseña que en Dios convieneadmitir tres personas realmente distintas v unaesencia en la cual convienen, porque Ia-fe loenseda así. elpresamente y, pór_ óonsiguiente,conviene admitir. que la esencia y las personas sedFtlnguen Iormalmente, porque esto es necesaria-mente consecuente para la fe, como se enseña.Pero en las creaturas no se ha de admitir tardistinción forma], pues no ocurre ninguna de laspredichas necesidades* .

* IV. S¿nf,.q. 3, H. La uaturaleza divina queda clausu¡ada atoda comprensión humana. La Trinidatl se admite po! fei escapa atoda ¡azón, aun aproximativa, del entendimiento humano.

119

¡--

)

I Según esto, se enseña que el bienaventurado nopuede gozar de la esencia sin gozar de.la persona,porque no deben concederse las cosas que soncontradictorias a la razón, sino aquellas qúe la feexpone expresamente o que se siguen necesaria-mente de la fe, pero 1o dicho no es así, como seensena.

Según esto, se enseña que el todo no es distintode todas las partes tomadas simultáneamente,porque para establecer distinción de todas laspartes no urge nada de Lo dicho.

Segútr esto, .se .enseña que la existencia y laesencia en nada se distinguen realmente, sino queson completamente Io miimo porque para esta6le-cer la distinción no se encuehtra niñgüna de laspredichas necesidades+

De acuerdo con esto, se enseña que nada se dice alafirmar que la cosa no existenüe tiene existenciade la esencia y que las creaturas tienen talexistencia de la esencia desde la eternidad.

Sobre la contingencia

Según esto, se enseña que ésta es contingente: elhombre es hombre: como ésta: el hombré existe.y ésta: el ángel es ánqelt co:no ésta: eI áneeiexiste,, y en géneral, to?a proposición forma"clasobre la creatura simplemente de presente que niüene el verbo amdfiádo ni tampoio del futuro ves simplemente óategórica y no hipotética niformal

-ni equivalente-y es afirmativa'no equiva-

* q*odlibeto, 2, q, ?, Sa¡¡tg Tomás parece que, cqn el obJetode destaca¡ que Dios es acto pu¡o, sd¡trifi¿ distinción ¡ea! e¡r logs€res creados entre esenci& y existenciai EScoto aplicaba sudi6linción formql, Occam. consecuoDte con zu doctriira de quetodo lo tealmente diferente es sepa¡¿ble, no adtdte distinción-deninguna Índole.

1.20

lente a alguna uegativa, es contingente y no. nece-sarla. La razon es porque sr algun predicaoo plr-diera predicarse necesariamenle de tal sujeto serÍaprecisamente el predicado que indica Ia esenciadel sujeto o al mismo sujeto.

Pero lo dicho no se oredica necesariamente. comose ha dicho, iuego nó indica ninguna. Se evidencia1o dicho. Dorque cuando el áneel no existe, nohay ángei, conio se diJo. Pero cornsta que todo loqu'e estiúerso de Dioi es contingente Áegún la fe,luego contingentemente existe aquello que es yasí cualquier cosa que se diga de él se dicecontingentemente y nb necesariámente. Digo sim-plemente categóricas, porque en cuanto a lascreatuias hay algunas hipotéticas totalmente nece-sarias. Pues esta condicional es totalmente necesa-ria. si el hombrehombre es animal

hombre, es hombre; si elhombre y otras similares.

eses

Pero digo afirmativamente, porque algunas negati-vas son totalmente necesarias como por ejemploéstas: el hombre no es asno, igualmente el hombreno es madera, tanto si existe como si no existeel hombre, porque sus contradictorias son falsas.Digo referentes al presente, porque en cuanto alpasado algunas son necesarias y otras posibles.Pues ésta "es verdadera en cuanto ai pasado: elanticristo no fue ayer; y ésta en cuantoal futuro:el anticristo será; y ésta en cuanto a lo posible: elanticristo puede existir: pero ésta nc es verdaderaen cuanto al pasado:

'ei anticristo es anticristo,

como se evidencia de lo antedicho.

Según 1o dicho, se enseña que esta predicación esin quid: Miguei existe ; porque se sigue de lo

'antedícho donde se comprueba en qué consistepredicar in qui.d y de lo dicho que la existencia yla esencia son lo mismo y que la existencia nosignifica nada distinto de la esencia.

lo cual se sigue que las proposiciones de por síel primer modo de decir no son necesarias,

Deen

127

)

l

)

l

)

)

)

)

)

l

j

l

)

)

aunque Aristóteies dijera lo contrario, que lasespecres son necesanamenfe ex$¡encras! cuyoofuesto tienen que defender los teóIogoé admi-tiendo que Dios en cuanto al exterior no obrasino contingentemente.

Según lo dicho, se establece que todas éstas sonfalsas: el vacío es vacío, el infinito es infinito, iaquimera es quirnera y otras similares, si los sujetoscomo se supone se toman personalmente. Igual-mente no elistiendo nineúñ hombre bianco"éstaes falsa : el hombre blanóo es hombre blanco; yuniversalmente. cuando de un suieto de unaproposición áfirmativa de presente, categó-ricamente, no se predica verdaderamente, dicien-do que es lo mismo, tal proposición es falsa* .

Sobre lo indiuisible

Según el principio predicho, se establece que nose han de establecer relaciones ni indivisiblescomo se acostumbra a establecer, como el punto,Ia línea, la superficie y otras similares, porQue encuanto a éstas no urge ni la experiencia ni laautoridad porque dice que todas las sentencias deAristóteles se han de entender condicionalmente.Cuando dice que ei círculo es una figura de la cualtodas las línéas que se originan dél centro a lacircunferencia son iguales, dice que debe enten-derse así: el círculo es una figura que de tener,tendría tal punto., y las .líneas qge de é1 seoenvaran la c[cunlerencE, todas senan uuales: vasí deben exponerse las peticiones y las cónclusio-nes de aquellos indivisibles.

De acuerdo con esto, se enseña que nada hayindivisible en los entes, excepto el ángel y el almaintelectiva y Dios y otros similares.

Según esto. se enseña consecuentemente que elcuéroo ésférico no ouede en Aristóteles to-car elphnb a otro cuerpb esférico, sin que entre lasfartes del uno y áel otro esié un iuerpo inter-meo10.

Según el antedicho principio, se enseña que lasootencias del alma no difieren realmente de iaésencia, porque ningún proceso distintivo obliga aello * .

De acuerdo con esto, se enseña que en el ángel nodifieren la potencia volitiva, Ia intelectiva y lamotiva según el lugar de la esencia del ángel.

De acuerdo con esto, se enseña que eI entendi-miento agente no difiere del posible, porqueentrambos son esencia del alma y se evidencia porel silogismo expositorio: esta esencia del aima esel entendimiento agente y esta esencia del alma esel entendimiento posible, luego el entendimientoposible es agente.

De acuerdo con esto, se enseña que el. entendi-miento posible es acto y esto no 1o enseña, comodlce, por otrra razon, sino porque asr qulereexponer las sentencias de Aristóteies referentes alentendimiento agente que úriióánibnte debéñlén.tenderse del entendimiento posible realizado elacto de entender.

* I1. Se¡?¿, q, 14 et 15, KK, Una tradición f¡anciscana. quetiene sus ralces en San Agustín, enseñaba la no distinción entre elalma y sus potenclas, cont¡ariamente a lo que defendiela SantoT omás.

123

* Pot lo tanto, según Occam, puesto que la esencia y la'exístencia se ideniifican y l&s que llamamos esencias abstractas

ca-lecen de fundameniación en lo concreto, no puede hablarse deesencias conocidas p¡eviamente anies de que existan.

1"22

)-t "

)

I

l

)

De acuerdo con . esto, se enseña que el primerconacimiento de la cosa en sÍ o en el conceptosimple que Ie es propio, es conocimiento intuilivode' la inisma éosa. La ,razón es porque noexoeriillentamos conocer alguna cosa en sl o en eicoircepto simple que le . es , pr.opio. .del cua-l notuviéranr os antes conoclfnlento Iniulclvo.

De acuerdo con esto, se enseña que una cosa nonos lleva ni nos puede llevar al conocimientqprimero de otra cosá en sí o en el concepto simple'i¡ue le .es propio porque tenemos experiencia que,por más que conozcamos urut cosa, no por estoionocemos otra del mismo modo, si es que no setiene de esta cosa conocimiento inbuitivo. Y estose demuestra por la razón, porque si una cosanncliera conduóimos al conocimiehto intuitivo debtra cosa, esto sería principalmente a causa de lasemejanza con Ia otra cosa; pero esto no conviele;veo üna forma que por todas las tazones es similara un saffiaceno; sin embargo, por esto yo noconouco a aquel saraaceno, luego no sé si es o noes.

Según lo que se ha dicho que las pobencias deiahira no.soñ disiintas de su esenciá, ie enseña que1a inaginación no consiste en las tres potenciassino en una potencia y dos actos, esto es, iaesencia del alma, en el entendimiento y en lavoluntad o en el acto de entender o el de querer.

Según lo dicho, se enseña que para el conocimien-Lo"primero de una cosa bastan el objeto prirnerodeljidamente aproximado y las cauÁas náturalesdel conocimiento sin un entendimiento agente,distinto realmente del posible* .*,

* ¡¡. S¿¿¿, q. 14, O, Q. El €onocimiento se ve¡ifica por lesimple p¡esencia del objeto y d suieto, mediante Lrna intuiclóndirect¿ de lo singulax. Con euo desecha todo el proceso cog¡¡os-citivo mucho más complejo de los escolásticos del siglo XIII.

L24

De acuerdo con lo antedicho, se enseña que loque primeramente se entiende es io singular' Larázóñ es porque experimentamos que noso[rosentendemos eri primér lugar 1o que primeramentevemos y sentimos por cualquler. sentlt:lo' p.olguehabiendo visto una mujer, rnmedlatamente ele¡roe'raremos si la deseamos o no la deseamos; consta;y esta deliberación es un acto dei entendimiento'

De acuerdo con esto, se enseña que no hayninsuna quiddidad de -Ia cosa material que llo seasinsYuhr. óue sea obieto de nuestro enlendimientonoíoue

'tida quiddidad y toda cosa es singular,

bomb se diio ahtes, v tocla cosa es su quiddidad yninauna otta cosa. Búscase de cualquier cosa Ioque- es, consta que es ella misma y no otra cosaciiversa de ella misma.

Sobre los óngeles

De acuerdo con esto, se enseña que ei ángel notiene conocimiento concreado de las cosas' sinooue recibe conocimiento de ellas; y las cosasexteriores mueven el conocimiento angélieo comocausas parciales para el acto de entender, porqueen contra de esto no tenemos nt experlencra' nlarsumentos, ni autoridad; más todavÍa en cuantoal"conocimiónto de algunas cosas también Ia razóndemuestra esto, porque los singulares Pled-enmultiplícarse al inTinito, pues las especies de losníimelos v de las figural son i¡finitas, pero losinfinitos no son conoéidos por el ángel actualmer:-te; por Io tanto, alguna figura y algqn numero lees incógnito y consta que no exlste atgo que no lesea cognoscible. Luego pr¡eden tener su conocl-miento*por adquisicióá y-no lo tienen innato.

Según lo dicho, se enseña que un ángel no puecleiluminar a otro de manera que le cause conoci-miento primero de alguna cosa, sino que lo puede

125

llevar al conocimiento recordativo de alguna cosaconocida primeramente, de la manera que ennosotros una cosa nos trae el recuerdo de otraconocida primeramente, aunque no a su conoci-miento primero; como, polque vi frecuentementeque el fuego acompaña al humo, recuerdo aIfueeol así el áneel puede llevar a otro al conoci-miehtó recordatlvo de alguna cosa conocida pri-meramente y no de otra manera.

Sobre el conocimiento intuittuo y abstractiuo

De acuerdo con esto, se enseña que el vestigio nonos lieva al conocimiento de aqueilo de Io cual esvestigio, sino al conocimiento retordatorio incom-plejo de algo conocido primeramente, 9 igualmen-te ócurre con los conocimientos, complejo ignora-do, primeramente. Por ejemplo, el que nunbahubiéra visto un león y iierá su vestigio en eloolvo no por eso conocería al león. Pero el queántes hubiera conocido al león, y luego viera-suvestigio en el. p,olvo muy, bien a causa de eIIorecordarla al leon e lgualmente saorla por esmraz6n este complejo: pór aquí pasó un león.

Según lo dic.ho, se niega que hay.especies impremsen la sensación y en el entendimiento y en generaltoda representación por la cual se diga que unacosa representa a otra de manera que lleve a suconocimiento, primero aUnque una cosa haga quenos acordemos de otra conocida primeramente.La nz6n es porque no debe admifirse la piurali-dad sin necesidad. Para el conocimiento intuitivobastan la facultad, dispuesüa y el objeto presentecon las causas extrínsecas, porque experimenta-mos que no se requiere nada más para ello, ni larazón pide más ni 1a autoridad nos obliga a ello.Por 1o tanto. nara el conocimiento intuitivo noconviene poner estas especies; ni tampoco para elconocimiento abstracto, pues para esto basta el

126

hábito creado oor la intuición nrecedente con lafaculüad v causas exbrínsecas. Pues exnerimenta-mos estol después que hemos visto algo, podemospensar de aquello, aunque esté ausente.

De acuerdo con esto, se enseña que con relaciónal mismo objeto hay dos conociniientos distintosen especie, esto es, el abstractivo y el intuitivo.Que se distinguen específicamente se demuestrapor esto, que siempre que se procura uno de ellos,no puede procurarse al mismo tiempo el acto delotro. Mas el conocimiento intuitivo es aquel porel cual asentimos a las verdades contingentes de lacosa intuida; por ejempio, que tal cosalstá aquí oallí, que es blanca o negra, dulce o ácida, y otrassimilares. El conocimiento abstracto es aquel pore1 cual no asentimos a Io predicho, cuantas vecesse forma o se intente. Eiemplo: si veo una paredpresente, sé que es una pare-cl y, una vez forinadoeste complejo: "es una pared", inmediatamenteasiento; si gusto de la miel, formado este comple-jo: "aquello es dulce", inmediatamente asiento; sitoco fuego, formado este complejo: "el fúego escálido ", inmediatamente asiento; y estos conoci-mientos incomplejos que hacen asentir a talcomplejo formado, se distinguen específicamentede aquelios conocimientos incomplejos que nohacen asen tir así.

De ahí que, por bien que conozca una pared, siestá separada de mÍ, porbien que sepa su tamañoy calidad, pero si no sé que existe ahora y, porconsiguiente, si es tanta o tal, éste se denominaconocirniento abstracto. Estos conocimientos tie-nen diversas causas eficientes, porque el primeroes ocasionado por el objeto y el segundo por elhábito dejado por el conocimiento intuitivo. Sinembargo, se dice que Dios puede causar inmedia-tamente en la mente entrambas como causa totaly así Dios puede ocasionar el conocimientointuitivo sin estar el objeto presente y el conoci-

127

) - -

)

) miento causado Dor el obieto Dios puede conser-varlo sin el objefo; sin embargo, naüuralmente noes ocasionado sin que esté el objeto presente. Massi una vez destruido el obieto. Dios conservaraesta intuición, entonces ésta- sería la causa de queel entendirniento asintiera a este complejo forma-dol el objeto existe, el objeto no exisbe. Pero estono lo hace el conocimiento abstracto *.

IJe acuerdo con esto, se enseña que nuesttos actosinteriores se conocen intuitivamente porque,cuando entiendo c, una vez formado este comple-jo, entiendo o, inmediatamente asiento y sé queyo, entiendo, y así pasa con la voiuntad y otrasporencus,

Seeún lo dicho. se enseña que si se habla de lareilidad de algb no se llela a una conclusiónsin el conocimiento intuitivo, porque el conoci-miento abstracto no sirve para determinar ei ser oel no ser, y esto es del coñcepto simple y propiode la cosa.

Según 1o clicho, se enseña que Dios conoce losfuturos contingentes porque como el conocimien-to intuitivo en nosotros, si Dios lo conservaradestruido eI objeto, sería en primer lugar causa deasentir a este complejo : este objeto es; y luego,destruido este objeto, selía causa de asentir alcomplsio gpuesto; por ejemplo, ésF: "este objetono es". ast se dlce oue el conoclmlenlo olvmo esun -conocimiento intuitivo de todas las cosas tanperfecto que de cualquier cosa mientras existe, lehace sabei' que es: lirientras es futuro, le hacesaber como futuro y 1o mismo en cuanto al

pasado asÍ de todas las verdades contingentesacerca de cualquier cosa.

De los entes de razón

Según el principio predicho,-se niega que los entesde razón sean cosas verdaderag. sino solamenteque son en una realidad ficticia objetiva sólo oaparente, porque nada hay que admitir sin necesi-dad: pero no hay necesidad ninguna de admitir-los, más todavía, son inútiles paia todo bien; nose. experimentan ni hay autoridad que obligue aadm ltulos.

De acuerdo con esto, se enseña que las ideas sonlas cosas entendidas en cuanto son creadas o crea-bles. Puesto que se sabe que muchas cosas no exis-ten, ni son entes de razón;luego cualquiera de es-tas otras cosas son creables,

Según esto, también se niegan las relaciones de latazon a no ser que entendamos nor reiaciones dela raz6n los términos connotativbs que significanmuchas cosas absolutas o uno para muchoJ modosgramaticales o lógicos, como que lo mismosignifica en el nominativo o en el dativo. porquelo mismo es lo mismo para lo mismo: v príncirjal-mente cuando el tal término no se

'áoiica a'los

absolutos, sino por un acto del entender sienifica-tivo _ y así el süjeto y el predicado y si"milarespueden denominarse relaciones de la razón; ocuando el que se verifiquen tales nombres de losabsolutos dépende del aima y de su instirución ovoluntad, y ásí el sujeto y el irredicado y similaresson relaciones de la razón, porque por medio de lavoluntad es que este término

-predicado, de este

término animál en esta proposición: ei hombre esanimal, porque a voluntád i:uedo decir, si quiero,el animal es hombre v este término oredicádo dehombre. Igualmente, este término'precio, por

729

* L S¿n¿. Prol.. q. 1, X. Z. AA, Pl¡¡teado e¡1 e$ta forrna elproblema de que sólo conocemos, cuando el obieto estÁ ptesenieiy todavia mós, que Dios pued€ h¿s€¡ que te¡tgsmos la senssción dela visión del obieio, sin que éste esté plesente; el conocimiento sereduee a f¿nomeno¡ogÍa pu!¿.

128

)

)

)

)

)

)

)

)

)

orden del rey' hoy se aplica a Ia moneda y ésta-esverdadera: "esta moneda es precro";per.o mana-

na. con otra clase de moneda' sera ralsa: .esmmóneda es precio; si estos térmüIos se denomrnaniéiu"iónut de Ia razón, otros términos' como se

;ii;";t*, ie denominan relaciones reales; por

üiólptó,1" semejanza y otros, así no lo niego'

De acuerdo con Io dicho, se enseña consecuente-;;"t

-ilt Ia igualdad, -lá.semejanza' la m,ifd-y

otras similares son relaciones reales; esto es'

iéiminói-rerativos que no significan un acto de-

alma ni son mutables de acuerdo con nues[r.o

áii'iTtló' ;a;; ñ;bit de ellos. según son en.Iañ;t", y esto tanto en Dios como en lascreaturas.

Sesún lo dicho, se niega que las especies represen-iut?uái ibn- t."i6idas eñ e[ medio y en el espejo' ván-géneral se enseña que una col,a n-ulÍa-Igqlg-senú a otra, de tal manera que lleve aI ,conoci-miento primero y simple y proplo cte -aqueua cosa;i-in embirgo, se

'puedé¿d"qüirir inmediatamente el

verdadero*cólor, verdadero olor'

De acuerdo con 1o dicho, se enseña qle la esenciade Dios no representa cosas diversas cle sl mlsma a;;*" de pr'incipio representativo como enseñanalgunos, puesto que entonces eI que la,ve' verrato?as hi cosas y consecuent€ment€ las cosasinii"itut. De ahí que, según é1, nunca una cosaüeva al conocimiento primero y srmple cle orra'sea'Dios sea otra cosa* .

De acuerdo con esto, se enseña que a pesar de qrre

nuestro entendimiento sea cognosclble por Ios

' f-i""rr¿ Prct., q. 18i I. dtst., 3' q.-9, B' si,utra cosa,' en¡Igu¡ra

for*u, ^t-'

ileü ul'cinocimlento sl¡nple.de otra'.se 'leblltlen-los

*.gü-L"to" que ptesenta santo Tomás' .sus cinco 'v(as'-.paraá";-l;ost¡ar Ia existencia de Dios Además, t¿nto p9r tu:- p,t]::""

iJ-iiiái:""-.- p"r las escotlstas' se lntent¿ mostla¡ ta lnltma

esencia de Dios, incognoscible según occam'

130

ángeles, sin embargo no por esto sabe el ángel loque yo entÍendo; porque, supongamos que pienseun objeto desconocido para el ángel; pues que unacosa no hae al conocimiento primero de otra. elconocimiento de aquel conocimiento no h'aráconocer al objeto; mas es cierto que sin elconocimienLo del objeto no puede conocer quéobjeto pienso; y ésta es la razón por qué iosdemonios no conocen los pensamientos. no por-que ignoren aquellas cosas que constituyen nues-bros actos, pero ignaran qué objetos pensamos.

De acuerdo con lo dicho, que una cosa lleva alconocimienbo primero sirnple, etc.. se enseña que.cuando al bienaventurado !e ie revela algo priinelramente desconocido, se ocasiona un nüev'o actoy así conviene decir que el acto beatífico esfrecuentemente uno y otro, ya sea el mismo actocon el cual se ven a Dios y las creaturas; o antesbien, según parece, ya sean diversos los actos porlos cuafts s-e ven'á Dios y a Ias creaturas, yentonces puede el acto beatífico permanecer elmismo, pérmaneciendo sin embargb diversos loso[ros aclos.

De acuerdo con esto, se enseña que la seguridadque tiene eI bienaventurado de la éontinuaéión desu beatitud in eternum no es el mismo actobeatífico que es la visión de la esencia divina, sinoque es un conocimiento complejo: mi feiicidaddurará eternamente, cuyo asehtimiento y cono-cimiento lo crea el mismo Dios.

Sobre la uniuoeidad, del concepto de ente

De acuerdo con lo dicho. se enseña que el entetiene concepto común unívoco a Dios y lascreaturas porque es imposible que una cosa lleveal conocimiento primero de otra cosa en sí o en elconcepto simple-que le es propio, como se dijo;

1 2 1

t--

)

)

)

)

)

S1i,J,H.?',l,.'5:ii:':iÉ,'il$$t\Ti#Jb[f l[.;los romanos: en las cosal

:ffil? T':; ';"T"1",,3:" J?3'*# :sff:fl3:inli:'::&'li"l,i'f i'i#';l;'li":3á"$'""'f ii':in: ili' ::"tlii":':ffi 'ili'ot.:t:*,'#"'i'ó'T#&concepto que se tiene de Ia cosa' slno que

fl '"T"f#a" et".?'l;ff": "¿Hif i'l,?"L't'#"í3H?i"ln* :j" "i'üt JT:iff'F J'"T3H",iF.'':pt-opló potque. ü1a- cosa lo lleva ai concepto

íHñHJr,3'.:o;g,of."llhBf '?.1"'q't'"#!i"':ü_f.i

conviene que iean comunes y no denomlnarlvos'éó*o t. dijo luego, unÍvocos* '

De acuerdo con lo dicho, se enseña Oye q Dios 91ásta vida no lo concebimos en . si n1 en un

;;;* p'to l'*.pJ : ^qT..l-" iB?," B'?li?, 1""% #"ollh'J'""f,

t?'f.fl o.'"o5lT*""";ü;"ti-piáp''óó*oenbe primero, ente sumo y otlos slmltares'

De acuerdo con esto, se enseña que sólo de las

J,rltiáu¿". abstraemos conceptos Áimples el et-!9

:'fiü;, T'T 1""d33.",:::,ii"i ff "tffiI|:":1conipuestó propio o simpie comun' La razon es

oó,i"u todó cónocimienio abstracto de Ia coga'iu-tl-t*t" de Ia cosa en sí, ya en con-cepto co¡nu,ná;ñ;;tt* q,r" te abstiaen inmediatamente de

* I. Sen¿. dist,, 2, q. 9. Q AI admitü la univocidad de-l€nt-e'

estaria áe-alueño "on lá esc.rela escotistai pero! por o¿rg 1119',l l

;ilá;;;;'bt;; ¿"i s.'til utt lo que se reriere a Ias posibüldaqes

á"uá ¡"-ut" s€ le oi¡ecen pala conoce¡ a Dios'

132j

esta cosa nresupohe en la misma potencia unconocitnied¿o in^tuitivo de aquella cosa de la cualse abstrae, porque la cosa nó es conocida abstrac-tivamente, sino porque el hábito dejado por elconocimiento intuitivo precedente inclina ai abs-tractivo; en nuestro estado de viandantes solamen-te las cualidades son conocidas por nosotrosintuitivamente, como se evidencia, porque elconocimiento intuitivo es aquel por el cualsabemos si la cosa existe o no existe. Si en cuantoa la sustancia tuviéramos conocimiento intuitivooodrÍamos. al pronunciar las palabras de iaóonsagración, saber cuándo allí deja de estar. lasustanlcia del pan; consecuen bem en te, es falsocomo lo experimentamos.

r:In

ü

hI

Sesún el predicho principio, se enseña que en elcie-lo no se ha de bonef una materia de índoledistinta a la matefia de los cuatro elementosporque no hay para esto ninguna autoridad de Iaescritura, sino que pa-recen esfar por el contrarloen Ia escritura, esto es Dios; porque todos loscuerpos eslán hechos de la materia prima primera-men'te informable de la misma Índole, y laexoeriencia no convence 1o contrario ciertamente;ni ia razón obliga a esto, porque si hu-biera algúnmotivo, éste sería principalmente por Ia lncofiup-tibilidad del cielo; pero este motivo no vale en elteólogo porque al cielo no se Io denomi¡aincorlupdblef sino porque estos cuerpos que segeneran v coffompen, no lo pueden corromperñor la carencia de ias óualidadés activas y pasivas.bero esto no implica materia de otra índole,porque Ia acción-no se realiza a causa de Iainateria. sino de las formas de las cuales una esactiva en la otra.

De ahí que los, cuerpos hum-anos después. de Iaresurrecclon seran rncorruptibles, y, sin embargo,tendrán materia de Ia misma clase; luego laineonuptibilidad no supopg suficientemente otra

1 3 3

materia; ni obliga a esto ningún texto del filósofo,sino que antes bien el filósofo par€ce no agml[u

ninguña materia, sino que Ls sYjeto en, acto conrelación a.l motor como ensena al coment¿ctor'

Sobre la causalídad

De acuerdo con lo dicho, se enseña que toda cosadenende suficientemente de sus causas esenclalesin#i"Jó""* v extrínsecas. Pues ni la experiencia,ni la razón, ni la autoridad, por nmgun laoo

convencen, que algo sea causa de otra cosa en el

u"LnJiA" hJq"e a?mitido a.eug.lJo debe admitirselo oho y sin ello no puede admlllrse* '

De ahí se enseña que en las cosas naturales qo Fayl":uü-"i"e"nu sinit qua non qu.e no. sea vetdaderacausa, poique si sin.ella ni puede exlstlr f,al cosaexiee óara-su ser sino causas esencules' se slgueaue" aduélla es verdaderamente su causa esencta't'Éi"

"uá"t

-" las cosas voluntarias concede -que

;;;üt';bli "lisa sine qud non, como si se diera

fi"i;";tñ-it;'iiioqo a álguien como señal de re-

cibir cien marcas' et oenaíio sólo es la causa sin la

cual no habría tal recepcion'

De acuerdo con esto' se enseña que en los

sacramentos de la nueva ley no eTtste nlngunavirtud que cause Ia gracia, sino que los sacramen-tos son únicamente causa sit?e qua . non de .ngracia, porque Dios da voluntariamente la gracn;

iu"r óót pácto estableció que se dé.la gracia al

bue récibe los sacramentos, pero no a Ios oÚros'

De acuerdo con esto, se enseña que no puedesaberse si los hábitos infusos son causa de losactos o sólo Dios hubiera establecidé según subeneplacito que el que tiene tales hábitos seaaceptado y iambién- su - acto. Esto no puedecon-vencers-e por medio de Ia razón porque loshábitos, pueito que sean sobr.enaturales, "no esposible cónvencerse por la razón natural de queéxistan; ni la experiencia convence de esto por-que, p'or más {ue alguien sea_ .bautizado, noexperiinenta poseér en sí ningún hábito que antesno- poseveral-ni la autoridad de la escritura nadaofrece sóbre su causalidad. Sin embargo, dice queprobablemente deba admitirse que no se les debeileear Io que existe de perfección en los otrosháÉitos. Siir embargo, enseña que algunos hábitosson verdaderas causas de los actos por eI prlnclplopredicho, esto es, aquello que una vez admitido seid*ite eÍ acto, y siñ é1, no, etc., y porque esto esperfección en los otros actos, se dice que esto-iambién

probablemente se atribuye a los hábitosinfusos.

Según esto, se enseña que la fe infusa con laadóuirida v la caridad infusa con la caridadadciuirida sbn principios y causas de los actos decreer y am¿ü; pero las lnlusas de por st, tlo' PY9.esto es lo oue ensena Ia experlencla en er aoulf,ohautizado.

Según esto, se enseña que una fe infusa bastacomo causa.equ.ívoca cori otra. y otra fe adquiridapar,a o.tro acto de creer con relaciÓn a otro y otroartlcuIo.

Mas la fe adquirida no sólo en número, sino enesoecie. varía-según la variación específica de IosoÉietos, como añtes se diio sobre la ciencia y lascoñclusiones, de la prudeñcia y de lo que se ha dehacer. Y 1o mismo digo en cuanto a la caridadadquirida e infusa que ló que dije de la fe.

135

IItl

il

* I- .Senú.. dist. XLI, q. 1. F' Consecuente con su idea de lo

i"airr¿"¡I1"iu tuzón explilatlva suficiente tlene que-busca¡se.en

;i;it*;. en cuanto es' no comprende la razón de la cone.rión

:;,i!J'ñ¿;;á- ileulai. sistos más adelante düá algo semeiÁnte

David Hume.

L34

)

)

l

)

)

)

)

)

)

)

)

'lIIIDe acuerdo con lo dicho, se enseña que Dios

verdaderamente es causa esencial e inmediata detodo efecto Dorque. una vez no admitido é1, nopuede admitüse riingún efecto.

Según esto, se enseña que la causa remota, que.escausa de la causa. no es verdaderamente causa delefecto. De donde si el fuego calienta el agua y elagua la mano. el fueqo no es causa del calor en larñano. La raz6n es, forque destruido el calor delfuego. si en alquna otra parte se conservara elcalór áel agua, e-l agua calentará la manox '

Según esto. se enseña que Ro siempre el agente essirñultánear:nente con lb paciente óon simultanei-dad matemática o dimensiva; 1o cual se demues-tra. porque aquello es verdaderamente causa dealsó

-que una vez admitido, etc.; pero una cosa

dáterminada aleunas veces dista localmente deipaciente; luegol etc. Pmebo la menor, porque elsol que iiumina el arnbiente pongo por caso queenvíá un rayo a Ia ventana e i-lumine la casa, escierto que lá luz se causa más intensamente en laoarte de la casa ubicada directamente hacia laventana que en los lados; entonces indago encuanto a la luz que está debajo de Ia venta.na de Iacasa, si es cau-sada por ei sol y se -tiene taloroóósito porque consia que el sol dista localmen-'ie:

b si úñicañrente es cáusada por el resplandorde la ventana; pero esto no puede decirse, porqueuna causa que obra naturalmente, obra rgualrnen-te en el miimo paciente, igualmente aproximado,sin tener en cuénta toda áiferencia de posición;luego. puesto que, la luz en la ventana tiene esteaire- úteral en ia casa. como el aire es un objetoaproximado directamente a sí, tan intensamente

* L sent, dist. 4á, q. 1, E' Es la negación de un p¡inclpio

admltido po¡ toda la escolósiice, anunciado aslt quod est causacf;usge est cousa co¡¡saúi, lo que €3 causa de Ln.causa es cause de locausado,

I ó O

iluminará éste como a aquéI. Consecuentemente,es falso como 1o experimentamos. También lamisma conclusión se sigue de las premisas por-que, en la visión de la pared, puesto que,la visiónes un conoclmlento mluruvo; pero en el conocl-miento intuitivo natural el objeto es causa delacto. Luego, etc.

Seeírn lo dicho. se enseña que en toda transmu-tadión natural ya sea de ia generación de iasustancia o del accidente hay óreación, porque,aunoue ia forma se produzca tanto por Dios comopor' la causa segunda, sin embargo, Dios noiequiere causa concomitante y, por lo tanto, crea;pero Ia creatura requiere causa concomltante y,

iror lo tanto, no creá, según lo que se ha dicho dela causalidad divina.

Según lo dicho, se enseña que cierta cualidadcoíporal es caúsa eficiente parcial de nuestraintelección en el estado actual porque, una vezadmit ida, puede también admit i ise iñtelección, ysin ella, no, como se evidencia en los frenéticos yfuriosos.

Según lo dicho, en cuanto a la causaiidad divina seenleña que la raz6n por la cual el ángel malo nopuede arrepentirse ni el bueno puede querer elmal, es porque, aunqlle entrambos posean volun-tad libre, sin embargo Dios es uno, esto es, con elángel malo no coopera para eI acto bueno y conel otro no coooera para el acto malo.

Según b dicho, se enseña que el querer nunca escausa de tristeza porque, aunque quisrera que aalguien le aconteciera un bien y me entristezcodel mal que Ie aconteció, sin embargo ia causainmediata de aquella tristeza es el acto de noquerer por, e,l cua,l no quiero que a aquél leacon¡.;ezca alsun mal.

1 e n

l

)

)

)

)

Sesún Io dicho, esto es, que el todo no es sino suspaites a la vez, etc., enseñ-a que ningún compuestoile partes de otra calidad pude ser el primersuieio de alqún accidente realmenüe inherente,oorque el suiéto es tan simple como su accidente;he 1ó contraiio, destruida 1á otra parte, podría laoha parte sustentar aquel accidente y entonceshabríá akún suieto de áquel accidente sin el cual,sin embargo, pódría sustentarse aquel accidente.

Según lo predicho, sobre Ia alteración adquisitivav ñerdedóra se establece que los contrarios nuncaés[án simultáneamente en el mismo sujeto ni en elser intensivo ni en el ser remiso, como enseñanmuchos; luego si el calor debe enfriarse, primera-mente se piérde el calor y se pierden sus partessucesivaménte; y, cortompido todo el -calor, seintroduce el frío, de manera que el primgrinstante del calor no es del calor y en ningúninstante coexisten simulSáneamente'

De acuerdo con esto, se enseña que la infusión dela sracia es posterior a la remisión de la culpa y nosoñ h misnia mutación, sino que una precede a laoü4.

Sobre la aniquilación y producción

Sesún lo dicho, en cuanto a Ia cantidad, que no esnaáa diverso del cuanto, se establece que en eIsacramento del altar la creatura puede aniqullar ala creatura porque, si el frío de la hostia seconompe. désde- que no tiene sujeto que perma-nezca. ie aniquila; si posteriormente se producecdor 6e enseñá que sóló se produce por Dios; perola aniquilación,

- sin embargo, sólo se realiza en

parte por la creatura.

Seeún lo antedicho en cuanto -a la mutación yreláciones que no se distinguen de los absolutos,

138

se enseña que hay üantos productos como produc-crones, .porque la producción no es sino ei mismoproducto y este.nombre connota algunas nega_clones, como se duo, y, por lo tanto, son diversasmutacionp.:s Ia producción y generación de lablancura, la producción del calor, la producciónde la duEura, aunque se fuate del mismo suielcrproducido, blanco, cálido y dulce.

De acuerdo con esto, se enseña que es falso decirq9e una producción tiene dos téiminos. uno DorsÍ, y otro -accidentalmente, y que la transustantia-cron en el sacramento del altar finaliza primera_mente eri el cuerpo y la misma transustairciáóiónconsecuentemente termina en el a.lma; luego sondistintas hansustanciaciones, puesto qúe so? réál-mente,el cuerpo de Cristo y él alma d-e Cristo. Si,sln embar-go, se entiende en esta forma una por sí,otra accidentalmente, porque una está deniostra_cta, por el agente -co! más precisión que ia otra,entonces es concebible.

Según lo dicho sobre el todo y las partes que sonlo mismb, se enseña, consecu-entemenüe. éue noresucita numéricamente el mismo honibie quehabía nacido ni es eI mismo hombre numéri'ca_mente-el niño y el anciano, porque aquel hombrees todas partes tomadas simultáneamente quetrene entonces, mas aquel otro hombre es toólaspartes que ahora tiene simultráneamente: v escierto que ahora tiene algunas partes que eitoncesno tuvo.

Según , el principio precedente, que cada cosaoepenoe sunclentemente de sus causas esencialesse enseña que la verdadera causa final'd;n-;iñ;causa de _1a- cual el agente obra y de áquéllaclepencle el etecto como de la causa final.

Según esto, se enseña que un efeito puede tenerdiversas causas finales cualesquiera de ias cuales es

139

l . -

)

causa su ficienle con relación a é1, porque puedo iral foro a Ia vez para encontr-ame con un deudor yrecibir de él dinero, pal'a comprarme alimentos, ypuede ser que quie.ra ir, no por un motivo por sí,sino por otro motivo circunstanciado y entoncesuno es suficiente motivo para moverme.

Según esto, se enseña que las ciencias especulativay práctica casi no distinguen fines, porque el finde la ciencia es aquel por cuya causa el queaprende, aprende. Pero_puede alguien aprenderciencias tanto las esDeculatlvas como las practlcaspara llegar al misrño fin, esto es, e] lucro, yéntoncel eI lttcro es aqueUo de que dependeese,ncialmente y sin cuya intención no exis-túla.

Sobre la libertad de Ia uoluntad

Seeún el principio predicho sobre la causalidad, seenleña qüe la

-voluntad es caus¿t eficiente de su

acto y libre. Pero Io que es Ia causa, es evidenteporqüe. si supuesto todb lo demás excepto ella, no3e süpúsiera- su acto; puesto que también seríalibre,'quedaría patente, porque supuesto todo Iodemas, el acto puede suponerse o no suponerse, rocual no acontecería si ella fuese o pasiva otambién un agente no libre, porque,

-si fuese

pasiva, .estando presentes los agentes actrvos,eüa.rlecesarramente serra paslva, y sl ruese acrlvonatural, estando preséntes ioi coactivos y losdemás reouisitos. obrarÍa necesariamente.

S.g,in ".to,

se enseña que Ia práctica propiamentedicha es aquello por lo cual se denomina laciencia. nráótica. ü es un acto elícito de Iavolurrtad

-u ordenado porque la práctica es Io

mismo que el acto exisfenté en nuéstra voluntad.

140

Según lo dicho en cuanto a la mutación, que fuerade la cosa absoluta únicamenle significa riegación.se enseña que la creación y la coñservación-son lomismo en cuanto a io que significan, pero unasignifica. negación, cosa que.nó significa la otra;porque la conservación significa ló conservado yesto no en cuanto significa ser primeramente, si-no en, cuanto. ̂que .significa haber sido antes; lacleaclon slgnülca la mrsma cosa que es porprimera vez y que antes no ha sido.

Según esto, se enseña que toda creatura siemprees producida y que lo mismo puede ser producidaprimeramente por Dios totalmente y luego por.alguna creatura. Lo primero se evidencia, porqqeser producldo no es otra cosa que ser por causa deotro, pero la creatura,. mientras existe, existecontinuamente causada por otro, por eiemplo oorDios, de donde ser producido es inás óomún queser conservado, ser creado, ser generado y otrossimilares. Lo segundo se evidencia porque si Dioscreara una luz primeramente en el aire, aquella iuzpodría luego sér conservada por ei soi. Ilualmen-te, si Dios primeramente produjese el fuego y lue-go el sol y desapareciera el sol en cuanto a sunaturaieza, el fuego entonces sería conservativode su naturaleza cómo lo es ahora; luego entoncesconservaría y causaría y consecuentemente pro-duciría aquei fuego;como Io hace ahora.

De acuerdo con lo que se diio del hábito de laciencia y de su acto que es urio con relación a laspremisas y conclusionés, se establece consecuente-mente que con relación al fin y a las cosas que serelacionan con el fin hay sólo aóto y que el niismoa.cto es y9r y gozar en cuanto terminan enolversos obletos.

De acuerdo con esto, se enseña que es el mismoacto qüerer.y no quórer. De ahí 'que-cuando noqutero fornica-r porque quiero obedecer a un

741

precepto divino, es eIqurero lornlcar y porprecepto divino.

salud y aquelmente quiero

Eiri

mismo acto por el cual noel cual ouieio obedecer al

dictamen, de inmediato necesaria-comer.

Sesún esto. se enseña que todo fin es amado conam"or de amistad y coñ amor de concupiscencia;se ama por sí mismo y se ¿ma .por el amor conoue otto es amado a causa del mrsmo amado; y erprimero es amor de amistad, el segundo es amotile concupiscencia. Pero en cuanto a esto obser-vese. segtin é1. que el amór de concupiscencia essiembre- amor dé amistad, perc no Io contrario.Para'cuya evidencia se ha de saber que a vecesacontecé que el hermano es amado por la herma-na con un amor como ninguna otra cosa esamada, como cuando amo mi salud y quieroconservarla por su causa, entonces nlnguna olracosa amo más. este amor es de amistad solamentev no de concupiscencia; luego considero Ias cosas

[ue contribuyén a Ia salud. y Jas quiero a causa dela salud y consecuentemente las amo con arnor oeconcupis-cencia; mas con ei mismo amor, con eicual lás amo a causa de la salud, luego aquel amores de amistad y concupiscencia, pero el primerosolamente de amistad.

Sobre la uoluntad

Según esto, se enseña que no todo acto de lavoluntad es libre porque, aunque el acto de amorpor el cual amo la salud más que amo otras cosas'por su causa, que es solamente de amlstaq' seailbre, sin emtiarlo, su segundo. acto, que es. actode amistad y concupiscencia a la vez, no es llore,il.ro qrru sigue neceéariamente al otro' supuesto eldic tairen áe la raz6n que tal cosa amad¿ seanecesaria para la consecuciÓn de tal Im; slactualmente quiero s,alud y la razón dicta quecoma porque asÍ puede tenerse saluo,y no Cte,oüamanera, permaneciendo la actual voluntao oe ra

1.42

Según esto, se enseña que con relación a aquellaseiunda vóUción no Conviene poner voluntadaJtiva sino solamente pasiva. pued esta volición escausada efectivamente- por la volición de la saludy aquel dictamen comó por dos causas parcialesque concurTen a] mismo erec¡o.

Según esto, se enseña que, cuando alguien malhabituado ácerca de algo, por ejemplo Ió venéreo,se confiesa y Iuego a causa del mal hábitoadquirido primeramente se inclina a un actovenéreo. pero no consiente. aquella inclinación.aunoue

'se trate de un acto e]ícitó. como cuaiouier

otra 'inclinación

a causa de éste io es imputáble,no con relación a aquel acto conviéne ponervoluntad activa, sino receptiva solamente. Pueseste acto es causado efectivamente por un hábitomalo adquirido primeramente.

Según esto, se enseña que el pecado de omisiónpropiamente dicho, que se distinzue del pecadoáe óomisión, no se'reiiere a ningú-n acto pbsitivode la voluntad . La raz6n es porque si alguien estáobligado el día domingo por un acto elícito aamar a Dios, excluído todo impedimelto, eI tal, sino ama, peca con pecaoo Cte omlslon, pero nopeca realizando alqún acto positivo de la volunüadporque st luera asl, o serla un acto oe no quereramar a Dios o de querer no amar a Dios. Yentonces indago si aqúel acto está en la potestadde ia voluntad de tal manera que la voluntad,permaneciendo el pecado de

'omisión, pueda

realizu aquel acto, o si no está en su potestad. Siestá en su potestad, luego pu.ede no pecar c.onpecado de omisión y así tiene lo que se buscaba.Ño está, luego realiáando aquel acio no peca por-que no

'está én su poteslad do realizarlo, ni se-rea-

liza libremente, ni es causado por la voluntad

743

) . -

)

efectivamente, sino que está necesariamente enelia, supuesto el pecado de omisión, y no es pe-cado de otro tipo.

Según esto. se enseña que en el alma hay pecadode- omisión aunque no Io haya de comisión,Doroue ésbe es uh acto de la voluntad distintoiealirente del alma como se dijo, pero el pecadode omisión no es tal acto, sino de Ia mismavoluntad que es el alma, como se dijo antes' y estavoluntad éstá oblisada a realizar el acto y no lorealua.

Sobre eI amor

En cuanto a lo que se dijo antes, que todo amorde concupiscenciá es también alnor de amistad, seseñalan cios caminos siendo cada uno de ellos,sesún é1. probable. Uno es el que se dijo antes; elotio

"s qüe no todo amor de concupiscencia es

amor de ámistad. De donde se deduce que h-ay -undoble amor de concupiscencia, uno que es de dosobietos, esto es, del fin y de lo que es para eI fin;de-uno'a causa del otro y éste es amor de amistadv concupiscencia a la vei, como se dijo. El otro esiólo de boncupiscencia y éste requiere dos cosas:orimeramente que sea causado por el amor oer nnbue es de amistad; segundo, que no tenga al ̂ finrjor obieto ni que por aquel acto sea amado el rln.Y en a"quel casb la causalidad significada, aI decirnor h óausalidad efectiva de un acto de amistadóon relación a otro acto, que es de concupis-cenciav que aquel acto no existiera antes que el otro'óuando ie dice que el acto de concupiscencia esaouel nor el cua.l una cosa es amada a causa deotla. Éero cuando se dice de un acto que es a lavez de amistad y de concupiscencia, de maneraoue con aquel acto se ama una cosa a causa qe

otra, al deóir A causa de no indica causalidad deun ácto con relación a otro acto, pues no se trata

t44

sino de un solo acto, como se dijo, sino que éstees el fin por el cual 1o no amado no se ama.

Finalizan los principios de Occam, de los cuales sededucen conclusiones. Son 162 conclusiones delprimer principio, 81 del segundo, en total 243.

J

j

l lI

145

I N D I C E

PROLOGOBibliografía

TRATADO SOBRE LOS PRINCIPIOS DE LATEOLOGIA

Páe.7

31

384045

555859o t

6364787 9828492

97

De las re lac iones y de los números, . . , . .De la pasión

Sobre el género, la espeeie y la diferencia.Sobre la distinción de los conceptos . , , . .De las suposic io l l€s . , . .D e l o q u e e s p e r s e ( p o r s í m i s m o ) . . . . . ,Del silogismo expositorio.D e l a d e f i n i c i ó n . . , , . . .De la distinción de las cienciasDel sujeto de la cieneiaDe los hábitos intelectuales.De la conexión de las virtudesSobre las relacionesDe la relación, unión, etc.Sobre el aeto, potencia, etc, . . . .Del movi¡nientoDel tiempoDeI tiempo y del ahoraDe ia medida y el número.