monte sinaí: la herencia de los vulnerados (parte i)

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  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    Estudio sobre vulnerabilidades en la poblacin de Monte Sina, GuayaquilEstudio sobre vulnerabilidades en la poblacin de Monte Sina, GuayaquilEstudio sobre vulnerabilidades en la poblacin de Monte Sina, Guayaquil

    Monte Sina: La herencia de los vulnerados

  • Monte Sina: La herencia de los vulneradosMonte Sina: La herencia de los vulnerados

    Estudio sobre vulnerabilidades en la poblacin de Monte Sina, Guayaquil

    Suean las pulgas con comprarse un perro y suean los nadies con salir de pobres,que algn mgico da llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cntaros la buena suerte;

    pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni maana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,

    por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el ao cambiando de escoba.

    Los nadies: los hijos de nadie, los dueos de nada.Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,

    muriendo la vida, jodidos, rejodidos:Que no son, aunque sean.

    Que no hablan idiomas, sino dialectos.Que no profesan religiones, sino supersticiones.

    Que no hacen arte, sino artesana.Que no practican cultura, sino folklore.

    Que no son seres humanos, sino recursos humanos.Que no tienen cara, sino brazos.

    Que no tienen nombre, sino nmero.Que no fi guran en la historia universal, sino en la crnica roja de la prensa local.

    Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

    Eduardo Galeano

    Los nadies

  • Se autoriza la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquien medio o procedimiento citando siempre la fuente

    AutoresA.Julin Hernndez CotrinaJaviera Amparo Provis Ramrez

    EditorLuis Tvara

    Anlisis estadsticoA. Julin Hernndez CotrinaHugo Aparicio MolinaJaviera Amparo Provis Ramrez

    Georeferenciacin y procesado de mapasA. Julin Hernndez Cotrina

    Anlisis de Riesgos NaturalesA. Julin Hernndez Cotrina

    Soporte estadstico y programacinCsar Cuenca

    Diseo y Diagramacin Daniel Saltos Bonilla

    Foto de portadaDaniel Saltos Bonilla

    Banco de Fotos Comunicaciones HdC

    SugerenciasAnita MarioJaime JaramilloJssica MaridueaCarmen Barredo

  • Monte Sina: La herencia de los vulneradosContenidoAgradecimientos 9Prlogo 12 1. Introduccin 142. Antecedentes 16 2.3 Localizacin 163. Metodologa aplicada 184. Dimensin Econmica 20 4.1 Situacin laboral 22 4.1.1 Trabajadores por hogar 23 4.1.2 Distribucin zonal del trabajo 23 4.1.3 Distribucin del lugar de trabajo y actividades comerciales segn reas 25 4.2 Relacin nivel educativo - trabajo 27 4.3 Relacin nivel educativo - Ingresos 29 4.4 Ingresos y Egresos Totales familiares 32 4.4.1 Distribucin de los Ingresos - Egresos por zonas 33 4.4.2 Ingresos segn ocupacin 37 4.5 Distribucin per cpita de la renta 39 4.6 Capacidad de Pago 39 4.6.1 Capacidad de pago segn trabajo 43 4.6.2 Capacidad de pago de las personas que s trabajan 43 4.6.3 Capacidad de pago en relacin a si recibe o no el bono solidario 465. Dimensin social 50 5.1 Estado civil 50 5.1.1 Estado civil en relacin a la edad 51 5.1.2 Comparacin de variables segn estado civil 53 5.2 Hogar 54 5.2.1 Tipo de la vivienda 54 5.2.2 Estado de la vivienda 55 5.2.3 Estado vivienda - Ingreso Total familiar 55 5.2.4 Estado de la vivienda segn personas por familia 566. Educacin 62 6.1 Relacin edad-nivel educativo 627. Salud 688. Pobreza 72 8.1 Estado civil Pobreza 74 8.2 Nivel educativo - pobreza 74 8.3 Tipo de vivienda - Pobreza 75 8.4 Estado de la vivienda - Pobreza 76 8.5 Integrantes familiares - Pobreza 76 8.6 Trabajo Pobreza 76

  • 8.7 Ingresos y egresos totales familiares pobreza 77 8.8 Nmero de comidas al da pobreza 78 8.9 Bono solidario - Pobreza 78 8.10 Nmero de enfermos por Hogar Pobreza 809. Vulnerabilidades Territoriales 84 9.1 Riesgos Hidrolgicos 86 9.2 Deslizamientos de ladera 87 9.3 Mitigacin 8910. Contexto Regional 92 10.1 Legislacin laboral segn regiones 95 10.2 Educacin Trabajo Infantil 9711. Propuestas para la Vida Plena 104 11.1 Hacia nuevos avances educacionales 106 11.2 Hacia la optimizacin de las ayudas sociales 107 11.3 Hacia una mejora Laboral y sindical 109 11.4 Por y para las comunidades; Organizaciones Barriales 110 11.5 Polticas de Vivienda Social 112 11.5.1 Aspectos climticos a considerar en los planes de habitabilidad 115 11.6 Inclusin de la perspectiva de gnero en el anlisis 11512. Conclusiones 12213. Referencias 12614. Anexos 13115. Siglas utilizadas 142

    Anexos

    Anexo 1 Capacidad de pago de acuerdo a ingresos y egresos 132Anexo 2 Distribucin del Bono de Desarrollo Humano en dlares 133Anexo 3 Trabajadores de acuerdo a ofi cio e ingreso mensual 134Anexo 4 Distribucin de las viviendas segn su estado 135Anexo 5 Poblacin pobre segn nmero de comidas diarias 136Anexo 6 Distribucin del bono solidario de la poblacin pobre 137Anexo 7 Nmero de enfermos por hogar en la poblacin pobre 138Anexo 8 Hogares con un enfermo o ms en el Hogar en relacin a los ingresos familiares 139Anexo 9 Calle inundada en el valle por erosin antrpica 140Anexo 10 Desage inundado por subida del ro 141

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    ndice de mapas, gr cos y tablasMapas

    Mapa 1 rea de estudio: Sector nor-occidental de la ciudad de Guayaquil, en el margen oeste del Canal de Cedeg 17Mapa 2 Distribucin de las socias que SI y No trabajan dentro ya del rea de estudio 24Mapa 3 Flujos poblacionales segn destino laboral 25Mapa 4 Ingresos totales familiares por cantidades 34Mapa 5 Egresos totales familiares por cantidades 35Mapa 6 Capacidad de pago de las socias segn sea positiva o negativa 42Mapa 7 Capacidad de pago de las personas desempleadas 44Mapa 8 Capacidad de pago de las personas que s trabajan 45Mapa 9 Capacidad de pago de la poblacin que recibe el bono solidario 47Mapa 10 Estado de la vivienda de los Hogares que reciben el Bono Solidario 58Mapa 11 Mapa de la distribucin de pobreza de las distintas cooperativas de Monte Sina y aledaos 73Mapa 12 Nmero de comidas diarias de las familias que reciben el Bono de Desarrollo Humano 79Mapa 13 Niveles de Riesgos Hidrolgicos en Monte Sina 85Mapa 14 Riesgos hidrolgicos por deslizamiento de ladera, ambos por ruptura de talud por la mano del hombre 88Mapa 15 Plan estratgico de la M. I. Municipalidad de Guayaquil hasta el 2016 junto a la accin programada en el rea de Reserva de Seguridad por parte del MIDUVI con los reasentamientos 105Mapa 16 Distribucin del Bono Solidario a nivel mensual en las familias 108Mapa 17 Comits barriales que conforman el COCOGE en Monte Sina 111

    Grfi cos

    Grfi co 1 Porcentaje de Socias que trabajan 22Grfi co 2 Porcentaje de trabajadores por Hogar 22Grfi co 3 Relacin del nivel educativo de las socias y el porcentaje de empleo 28Grfi co 4 Relacin de ingresos segn el nivel educativo de la poblacin 30Grfi co 5 Porcentaje de familias segn rangos de ingresos/egresos totales 32Grfi co 6 Ingresos segn actividad 37Grfi co 7 Distribucin porcentual de las actividades de las socias 38Grfi co 8 Distribucin de ingresos mensuales per cpita 39Grfi co 9 Capacidad de pago de las socias a nivel mensual 40Grfi co 10 Relacin del trabajo con la capacidad de pago mensual 43Grfi ca 11 Conjunto poblacional de las socias segn estado civil 50Grfi ca 12 Relacin estado civil y edad 51

  • Grfi co 13 Porcentaje de viviendas por tipologa 54Grfi ca 14 Estado de la vivienda segn tipologa 55Grfi co 15 Relacin del estado de la vivienda con el ingreso mensual familiar 56Grfi co 16 Relacin nivel educativo segn grupos de edad 63 Grfi co 17 Problemas de salud por ao 69Grfi co 18 Distribucin de la poblacin segn pobreza 72Grfi co 19 Amrica Latina (18 pases): Desconfi anza en los sindicatos y percepcin de confl icto entre empresarios y trabajadores,por tipo de ocupacin, 1996-2009 96Grfi co 20 Amrica Latina (14 pases): Condicin de Actividad ms frecuente de mujeres y hombres en el tramode edad de 15 a 19 aos, totales nacionales 99Grfi co 21 Mujeres que han vivido la violencia de gnero en sus relaciones de pareja, ex parejas y por otraspersonas en la provincia del Guayas 117Grfi co 22 Mujeres que han sufrido violencia de gnero y no se han separado a nivel Nacional 118

    Tablas

    Tabla 1 Relacin del trabajo con los aos de estudio 27Tabla 2 Distribucin porcentual por grupo de edad de las socias 52Tabla 3 Comparativa de variables en datos promedio segn estado civil 52Tabla 4 Estado de la vivienda segn miembros en la familia 57Tabla 5 Nivel Educativo de las Socias 62Tabla 6 Ttulo Nivel de estudio de los profesores 64Tabla 7 Cumplimiento de los parmetros educativos 65Tabla 8 Relacin del estado civil de la poblacin femenina con la pobreza 74Tabla 9 Relacin del nivel educativo con la pobreza 75Tabla 10 Relacin de la tipologa de vivienda con pobreza 75Tabla 11 Relacin del nmero de integrantes de familia y trabajo con pobreza 77Tabla 12 Relacin de ingresos, egresos familiares, nmero de comidas al da y edad con la pobreza 77Tabla 13 Enfermos y enfermos graves entre la poblacin en situacin de pobreza 80Tabla 14 Comparacin de variables por regiones 94Tabla 15 Ocupacin infantil en los menores de 18 aos 98

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    AgradecimientosMonte Sina: La herencia de los vulnerados

    Porque los sueos se agradecen

    Cuando nuestros amigos del BID y del MIDUVI se acercaron a nuestras ofi cinas hace poco menos de un ao, con una propuesta interesantsima, sentimos que se abra un horizonte. Podran ayudarnos ustedes, Hogar de Cristo, a entender un poco ms la problemtica de la gente de los asentamientos humanos de Monte Sina, en Guayaquil? Y claro, cmo resistirse a esa invitacin pues se trataba de partir de la experiencia de tantos aos en la zona, realizando ahora una investigacin que se articulase a este conocimiento previo y ponindolo todo a disposicin no slo de ellos y nosotros, sino tambin de las autoridades y la comunidad en general.

    Manos a la obra, iniciamos la tarea conscientes tambin de la dimensin poltica de lo que bamos a hacer, ya que ni las investigaciones son neutras ni el conocimiento es asptico, pues todo investigador parte desde una opcin tica y una visin del mundo. Ms aun, luego de haber vivido involuntarios encontronazos con personas e instituciones muy cercanas y queridas, sentimos que era necesario dejar hablar a las cifras y estadsticas y contribuir as al debate sobre esta cuestin pblica.

    Los siempre cercanos compaeros de MISEREOR (aunque estn en Alemania) nos dieron mucho nimo y luces para emprender la tarea, articulndola al trabajo con organizaciones de base que venimos realizando desde hace algunos aos en Monte Sina. Por su parte, las compaeras y compaeros del COCOGE (Comit de Coordinacin y Gestin) que rene a los Comits de esta zona, nos ayudaron a entender la informacin que bamos obteniendo y a comprender mejor las partes y el todo.

    Gracias, muchas gracias a todos ellos as como a nuestro equipo de Gestin del Conocimiento, autor de esta investigacin, que con tanta dedicacin asumi el reto.

    A Ana Infante, Gino Mera, Kathya Lara y Guillermo Argello de la Direccin de Medio Ambiente; Direccin de Urbanismo, Avalos y Registro; de la Coordinacin de la Mesa Cantonal de Concertacin de Discapacidad de la Direccin de Accin Social y Educacin y de la Direccin de Ordenamiento e Infraestructuras Territoriales, del Muy Ilustre Municipio de Guayaquil.

    Las gracias a Cristbal Cruz Cisneros, Patricia Ramrez, y Ronald Castro, de la Coordinacin Regional del Guayas del MIDUVI. Y ciertamente, a Ana Mara Arcos y Enrique Mora, del Instituto de Planifi cacin Urbana y Regional, IPUR.

    Asimismo, agradecemos a todos los trabajadores de los procesos que se empean diariamente desde el Hogar de Cristo en mejorar las condiciones de vida de los ms vulnerados, aportando alternativas para que las acciones de esta organizacin estn siempre y de la mejor manera posible, dirigidas a ellos.

    Eduardo Vega, SJDirector GeneralLuis Tvara M.

    Director SocialBethsaida Hidalgo V.Directora Financiera

    manera posible, dirigidas a ellos.

    Luis Tvara M. Director SocialDirector Social

    Bethsaida Hidalgo V.Bethsaida Hidalgo V.Directora FinancieraDirectora Financiera

    Eduardo Vega, SJ

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  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

  • Hace aos se public un libro sobre los pueblos jvenes de Lima y este libro se titul: DE INVASORES A INVADIDOS. Refl ejaba una realidad muy cierta. La realidad de lo que en Guayaquil se han llamado invasiones; en otros lugares se las denomin recuperaciones, tomas. Todos queran decir lo mismo: romper la institucionalidad y ocupar un espacio de tierra, lodo, manglar, cerro o quebrada, para vivir. Mejor dicho, para sobrevivir. Porque lo deca Mons. Pedro Casaldliga, obispo emrito de San Felix de Araguaia, en Brasil: en Amrica Latina es fcil nacer y fcil morir. Lo difcil es vivir.

    Una realidad vivida, sufrida, pensada, soada, con pesadillas incluidas, durante muchos aos, cerca de cuarenta, no puede quedar en simples recuerdos y narraciones para sensibilizar y tratar de ablandar corazones endurecidos de tan estar acostumbrados a ver de cerca o de lejos, la miseria. Se trata de contribuir al diseo de polticas pblicas. Es decir, transformar la realidad antes de que sta nos transforme.

    Alguien, no me atrevo a decir quin, dijo alguna vez que del hambre slo tienen derecho a hablar los que la padecen. Por eso, los ms pobres casi nunca hablan y cuando hablan no se les escucha, porque, se suele decir, son resentidos sociales.

    Quienes forman parte de lo que todos conocen como Hogar de Cristo, han producido muchas casas, han dado techo a muchos que nunca pensaron tenerlo y siempre lo soaron; han producido muchos boletines, reuniones, textos, informes. Pero siempre se pensaba que era la labor del Tio PACO, del Hermano Roberto Costa, de un grupo de buenas personas que se ocupaban de los ms pobres de los pobres.

    Por eso pasaron, de ser fomentadores de invasiones, a motivo de estudio. Pero eran demasiado informales. Como sus casas.

    Prlogo

    Pero lleg el momento de poner toda la experiencia y toda la realidad en palabras de los bien pensantes. Dara la impresin de que la realidad de las zonas marginales, perifricas, suburbanas, o como queramos llamarlas, no es tal realidad para muchos si no est marcada por las estadsticas, los cuadros, los porcentajes. Suelen decir: ahora s lo entiendo. As, puesto en porcentajes, lo tengo ms claro.

    Por eso, HdC se meti en camisa de once varas. Se propuso refl exionar y sacar a la luz los datos de pobreza, vivienda, trabajo, sueldos, educacin, capacitacin, gnero, de los sectores vulnerados de la zona de Monte Sina.

    Nunca entend la palabra vulnerable aplicada a los vulnerados. El pobre no es vulnerable, es vulnerado. Le vulnera el clima, las inundaciones, los incendios, el chofer del tanquero, el trafi cante de tierras, el macho animado por el alcohol, el asaltante, la administracin local, provincial, nacional, pblica o privada. Eso es de todos los das, salga en el peridico o la TV o no. El vulnerable es el rico, el acomodado, el seguro. Porque la palabra vulnerable es un potencial que puede suceder o no, pero que est en posibilidad. Las personas de las que se habla en el presente estudio estn siendo vulneradas permanentemente y quieren dejar de serlo.

    Le el documento y tuve la tentacin de leerlo como lo hago con las memorias de titulacin de mis alumnos universitarios. Hasta tom la pluma de color rojo para ir haciendo correcciones, poniendo tildes, puntos, comas, corrigiendo giros y precisiones estadsticas.

    Pero dej la pluma y fui leyendo, viendo cuadros estadsticos, mapas georreferenciados, relaciones de la feminizacin de la pobreza y el trabajo y los aos de escolaridad. Y vea que se hablaba de si con 70 dlares per cpita ya se era pobre y con menos, se era indigente. No era una tesis de grado.

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  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    Era poner en nmeros y cuadros una verdadera tragedia nacional. Sent el trabajo como una bofetada en la cara de muchos que me decan: toma y lee, como a San Agustn. Y mira a ver si pueden leer entre lneas y convirtanlo en POLTICAS PBLICAS. Es decir, en planes para que esto se acabe y no se repita nunca ms. Y me reson el clamor de Juan Pablo II en el Guasmo hace ya 27 aos: no dormir mientras haya alguien sin casa

    Bueno, ahora est puesta la realidad en palabras, cuadros estadsticos, citas bibliogrfi cas, indicadores, correlaciones, etc. Un trabajo de pensar y poner en palabras lo que ha sido y es carne de la carne de un grupo de personas; vida de la vida de muchas personas; sueos y anhelos de muchas mujeres que no han tenido el recato de poner sus vidas a la intemperie.

    Animo al lector/a a que lea; animo al poltico/a a que defi na qu va a hacer con esta realidad caminar y escalar sobre ella?.

    El ao 79, en lo que hoy es cantn La Libertad en la provincia de Santa Elena, un poltico amigo grit en un mitin: el que no llora, no mama. Al terminar el mitin se le acerc una persona sencilla de uno de los barrios de La Libertad y le dijo: Licenciado, secos tengo los ojos de llorar, y aadi golpendose la espalda: alguuuunos treparon por mis espaldas y solo me dejaron la huella de sus zapatos.

    Esta realidad descrita y analizada es la expresin de muchas lgrimas y muchas espaldas pisadas. Solo pido a quien lea este trabajo, que se acerque con mucho respeto, con mucho cario, como la madre que se acerca a la cuna de su hijo que duerme. Y si no tiene respeto ni cario, que se acerque con miedo, por si despierta el len que est dormido.

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  • Introduccin

    1. Introduccin

    Cuando iniciamos este trabajo confibamos mucho en nuestra experiencia. Ms de cuarenta aos de presencia en el mundo de los pobres, pensbamos, es mucho tiempo y es harto lo aprendido. En particular, algunos creamos que trabajar en el tan mentado sector de Monte Sina y llevar a cabo una investigacin social con rigor acadmico, nos pondra poco menos que en el umbral del conocimiento especializado, en un rea que conocemos como pocos. Sin embargo y a medida en que avanzaba el anlisis de los datos que la investigacin iba arrojando, comenzamos a sentir que toda esa delicada trama de relaciones demandaba de nosotros un nuevo y distinto esfuerzo para entender la realidad de los pobres de hoy en este Guayaquil de mega contrastes, donde los cambios en los escenarios superan cualquier razonamiento lgico y desbaratan hasta las planificaciones ms flexibles.

    Si Eduardo Galeano hubiese conocido Monte Sina, le habra dedicado el poema Los Nadies. Este gigantesco sector, que cuenta con una poblacin equivalente a la de la ciudad de Cuenca, no existe oficialmente para la ciudad de Guayaquil pues esta ha trazado recientemente sus lmites dejando fuera a unas 274.000 personas.1 En Monte Sina la pobreza es la herencia que se reproduce entre sus habitantes, extremamente vulnerados ante las muchas variables que afectan la vida de los seres humanos.

    Definitivamente, la mayora de las dificultades que surgieron durante este esfuerzo no se resolvieron desde las teoras sobre el desarrollo, grandes o pequeas, y mucho menos desde la lgica. Ms bien, la clave para resolverlas se encuentra en el cambio de nuestra mirada, en atreverse a pensar lo impensado y desafiar los paradigmas que orientan nuestras acciones y reflexiones, as como en probar distintos mtodos de observacin ya que, al final de cuentas, la realidad es lo que estos nos permiten percibir.

    Desde esta perspectiva, la articulacin de elementos aparentemente tan dismiles como la espiritualidad y el pensamiento lgico, o las finanzas y la belleza cuando estamos rodeados de extrema pobreza, o el amor y lo estratgico, deviene en un intento indispensable para cualquier accin que emprendamos pues esta perspectiva holstica resulta ser la manera ms humana de abordar la complejidad de las situaciones que vivimos y acercarnos a una mejor comprensin de las distintas situaciones.

    Hoy en da, las organizaciones procuramos mayor eficiencia en el servicio a los ms pobres y est bien. El Estado y los gobiernos locales exigen tambin mayor eficiencia y est muy bien. En ese esfuerzo, todos sabemos de nuestros aciertos y desaciertos, de las fortalezas y debilidades tanto de nuestras acciones como de nuestras ideologas o planteamientos polticos. Por eso sentimos que hoy, en que vivimos un difcil cambio de poca en el mundo y en nuestro pas, se presenta una estupenda oportunidad para hacer juntos la nacin que queremos, impulsando el dilogo y superando de lado y lado ciertas estructuras rgidas de pensamiento que tal vez en algn momento contribuyeron a que ciertos actores sociales se alejasen entre s, siendo que era mucho ms lo que los una que lo que los separaba: la bsqueda de una Vida Plena para todos y todas o, segn otros, el Buen Vivir o el Vivir Bien de la tica aristotlica, renunciando de antemano a cualquier prebenda o bsqueda del provecho propio.

    Para todas aquellas personas e instituciones en cuyos corazones arde la causa de los pobres va entonces dedicada la presente investigacin, con la que tambin pretendemos ofrecer argumentos que contribuyan al diseo de medidas y polticas nacionales y locales dirigidas a sectores como el que hemos estudiado. Esta iniciativa, alentada por el Banco Interamericano de Desarrollo, da continuidad al trabajo que Denisse Avils y Jaime Jaramillo realizaron desde el Hogar de Cristo con la Caracterizacin socioeconmica de 2650 familias que sern reasentadas del

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    1. Referencia ofrecida por el Ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda Ing. Pedro Jaramillo en el enlace sabatino presidencial del da 28 de Julio del 2012.

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    rea de Reserva de Seguridad del Noroeste de Guayaquil, informacin sumamente valiosa para cualquier plan de desarrollo que quiera ejecutarse en esta zona, posiblemente la ms vulnerada de Guayaquil: el rea Reservada de Seguridad origen del Decreto Nro. 607, del 28 de diciembre de 2010, ubicada en el sector de la Perimetral Noroeste de la ciudad.

    Es de resear que los meses pasados han sido testigos de un arduo trabajo de investigacin llevado a cabo con la participacin de distintas instituciones y colaboradores, que con toda rigurosidad han analizado la informacin obtenida y propuesto algunas ideas que, traducidas en planes y polticas, bien podran llenar de color la vida de tantos nios y mujeres en situacin de pobreza en Guayaquil. Ellos poseen un patrimonio cultural profundamente rico y diverso, que con un poco de acompaamiento son capaces de traspasar la opaca frontera de la pobreza, acercndonos a una propuesta de mayor equidad y Vida Plena en todos sus mbitos y valores.

    La inestabilidad de las condiciones del hbitat en dicho territorio, desde que los trafi cantes de tierra comenzaron a operar con la complicidad o el silencio de ciertas fuerzas polticas, potencia la situacin de vulnerabilidad en que se encuentra, agravando las debilidades y aumentando la lista de necesidades del sector de Monte Sina. Podemos encontrar estos mismos problemas a lo largo y ancho de Amrica Latina; carencia de recursos, desconfi anza de los moradores ante los habitantes nuevos, discriminacin hacia residentes de procedencia y hbitos rurales, ausencia de esfuerzos propios para afrontar los problemas existentes, exigir sus derechos y asumir sus deberes como ciudadanos, irregularidades como la obtencin de lotes que implican la aceptacin de una dinmica habitacional al margen de la ley, son hechos que propician la aparicin de nuevos casos de corrupcin2, y que se hallan de forma elocuente en el rea que trabajamos.

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    Otros artculos citan el problema de la reubicacin de viviendas3, demostrando que desde el momento en que ocurren los reasentamientos, aproximadamente un tercio de la poblacin afectada directa o indirectamente se encontrar en serias encrucijadas dentro de los 10 primeros aos, aumentando su vulnerabilidad socioeconmica (seguridad, violencia, salud, etc,), en tanto que los otros dos tercios de la poblacin afectada no ostentar mejor situacin habitacional. Nos proponemos entonces, ofrecer puntos de vista ms amplios acerca de la realidad del sector, de modo que quienes tienen responsabilidades en la toma de decisiones puedan contar con mayores elementos para su comprensin,

    2. H.Right. (2011). 3. Goldsmith, E. & Hildyard, N. 1984.

  • Antecedentes

    2. Antecedentes

    La experiencia en terreno de Hogar de Cristo HdC a lo largo de los 41 aos de labor social, ha permitido el desarrollo de herramientas y estrategias de intervencin que, como todo conocimiento, debe ser transmitido a todos aquellos que quieran dar curso a iniciativas de trabajo comunitario para mejorar las condiciones de vida de la poblacin en situacin de pobreza, vulnerabilidad y exclusin.

    Actualmente contamos con una slida y exclusiva base de datos sobre la realidad social de los sectores ms vulnerados de la Perimetral Noroeste de Guayaquil; informacin que sin duda, bien administrada, podra constituirse como fuente para la elaboracin de una serie de propuestas para abordar adecuadamente la situacin de pobreza de este sector.

    El presente trabajo, lejos de seguir una lnea netamente descriptiva, busca contribuir a contextualizar de mejor manera la realidad social de uno de los sectores ms vulnerados de Guayaquil; y as tambin poder contribuir al diseo de polticas pblicas cuya pertinencia permita mejorar la calidad de vida de miles de familias. Aspecto en el que, dicho sea de paso, se ha trabajado mucho de forma descriptiva y no tanto propositiva.

    2.1 Localizacin

    Nos serviremos del acervo de Hogar de Cristo en cuanto a conocimientos, experiencias y datos recabados, centrndonos en el sector noroeste de Guayaquil. A partir de aqu se matizan las necesidades y en consecuencia quedaran sealadas las principales vulnerabilidades del sector de Monte Sina y alrededores, incluyendo los casos acogidos en el rea de Reserva de Seguridad4 (vase el mapa 15).

    La presente Investigacin se centrar en reas de alta vulnerabilidad, particularmente en las invasiones que nacen a partir del canal de Cedeg hacia el oeste, cooperativas de Monte Sina y otras aledaas como BalerioEstacio, Sergio Toral I, II y III, La Carolina, Reinaldo Quionez, Trinidad de Dios, Francisco

    Urrutia Santilln, Voluntad de Dios, Regalo de Dios, la Victoria, y otros del sector noroccidental de Guayaquil. Se acoge adems el rea de Reserva de Seguridad establecida por el gobierno.

    16

    4. Dto.Nro.607. 28 de Diciembre de 2010.5. Datos del Sector Norte de Guayaquil. rea en el que se basar el estudio, incluyendo el rea Reservada de Seguridad.

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados 17

    Datos recabados por Hogar de Cristo en Guayaquil

    Mapa 1: Datos de socias que han sido recabados por Hogar de Cristo en la ciudad de Guayauqil. Fuente EE.PP.

    Datos recabados en Guayaquil

    Isla Trinitaria

  • Metodologa Aplicada

    3. Metodologa aplicada

    El anlisis se fundamenta en componentes cualitativos y cuantitativos, dispuestos de la siguiente manera: formulaciones locales, provinciales, nacionales y continentales, de las zonas ms vulneradas. La lnea cuantitativa se refi ere a la base de datos y anlisis estadsticos, adems de informes y artculos previos que se ocupan de la zona de estudio. Por ello existen:

    Consideraciones cualitativas: Reconocimiento a partir de las administraciones competentes referente al territorio en el que nos vamos a centrar, cartografi ando cierta informacin relativa a las vulnerabilidades. Entrevistas a informantes claves, tales como lderes sociales, funcionarios pblicos de instituciones como la administracin local y estatal, centros de salud y entidades educacionales, habitantes antiguos y miembros de organizaciones barriales. Revisin de datos secundarios, Reportes, decretos e implicaciones polticas de importancia. Artculos y publicaciones existentes que repercuten directamente en la poblacin a estudiar, principalmente de HdC, MIDUVI6, UCSG7, Municipio de Guayaquil e INEC8.

    En cuanto a las consideraciones cuantitativas, se trabaja sobre la base de datos de HdC para realizar unos primeros anlisis de las variables a partir de regresiones, frecuencias y estudios porcentuales. La muestra total es de 8.012 socias, que con sus respectivos familiares (26.807 personas) forman parte de un universo superior a 150.000 habitantes, del que se analizan las distintas variables socioeconmicas y habitacionales. A pesar de ello, hay que tener en cuenta que algunas de las variables analizadas no aplican para la totalidad de las socias, pues algunas se eximen del anlisis por carecer de datos en esa variable especfi ca. Las cifras trabajadas corresponden casi exclusivamente al periodo de 2007-2012, siendo mayoritarios los datos de los ltimos aos del lustro. El 77,1% de ellos han sido capturados durante los 3 ltimos aos, desde el 2008 hasta diciembre de 2011.

    Una vez dado este primer paso se vincula la serie de datos a un software de Sistema de Informacin Geogrfi ca para el anlisis de las distribuciones espaciales segn variables. Esto se hace posible al disponerse de toda la informacin geo-referenciada en la base de datos de HdC.

    Tal como iremos viendo a continuacin, el propsito de la presente investigacin no es el de mostrar las diferencias que existen entre cooperativas o sectores en cuanto a vulnerabilidades se refi ere, sino que se busca demostrar, visualizar y acentuar las vulnerabilidades presentes en el conjunto.

    18

    6. Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda.7. Universidad Catlica de Santiago de Guayaquil. 8. Instituto Nacional de Estadstica del Ecuador. 9. La documentacin de la base de datos sigue dos pasos; es verifi cada por los asistentes de ventas de viviendas de Hogar de Cristo, previa entrevista personal de las socias.

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados 19

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

  • Dimensin Econmica

    4. Dimensin econmica

    4.1 Situacin laboral

    En cuanto a la situacin laboral por sexos, se utilizan estudios previos de zonas colindantes a la analizada10. Llama la atencin una gran divergencia entre el trabajo remunerado femenino y el masculino, llegando la mujer a un 64% que no tiene trabajo remunerado, frente al 36% masculino, prevaleciendo as los estereotipos de gnero tradicionales. El resultado va ligado a la poblacin en edad de trabajar, a socias de HdC potencialmente activas11, con lo que se dibuja un porcentaje de desempleo duramente pernicioso. La aparicin de fuertes polticas de gnero y la apertura de oportunidades a dicho sector potenciaran la mejora integral del conjunto como premisa de partida para lograr la autosuficiencia e independencia necesarias, incidiendo en su incorporacin al trabajo y en la reduccin de la fecundidad, entre otros factores. Retrasar la maternidad temprana, evita lo que se conoce como sucesin intergeneracional de la pobreza12.

    La situacin laboral del conjunto de las personas del estudio muestra una

    ligera inclinacin de las personas que trabajan por sobre las que no tienen acceso al mundo laboral, con 54% y 46% respectivamente, grfico 1.

    Es necesario prestar especial atencin al elevado nivel de desempleo general, asumiendo la diferencia entre gneros como un agravante lejos de desaparecer.

    Vale la pena resaltar que existe un 48% de personas y/o familias con tan solo un trabajador, grfica 2, siendo adems la representacin, como vemos, casi exclusivamente femenina. Sabiendo que el total de socias que trabaja es de 4.288, brota un resultado en contra de todo pronstico, donde la mayora de las familias registradas en nuestra base de datos - un 89,6%-, dependen del trabajo de la mujer, apareciendo as el papel femenino como la principal entrada familiar.

    Nuevos horizontes y paradigmas se abren al ritmo que se dan los crudos

    46%54%

    Si trabajan No trabajan

    SI No

    Trabajan 50%40%30%20% 16%

    48%

    32,3%

    3,2%0,5%

    0,1%10%

    0%

    Cifra de trabajadores por hogar

    Nmero de trabajadores por hogar

    3 personas

    0 personas

    Grfico 1: Porcentaje de socias que trabajan. Fuente: Elaboracin Propia.

    Grfico 2: Nmero de familias segn miembros que trabajan dentro de cada una. Fuente: Elaboracin propia.

    22

    10. SIGVOL (2005). & HdC. Avils, D. & Jaramillo, J. (2011).11. 7.838 del total de la poblacin se encuentran entre los 18 y los 65 aos de edad.12. Oporto, M. (2010).13. Rodrguez, C,I. (2006).

    5

    4

    1

    2

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    problemas de la pobreza y las distintas vulnerabilidades. Por ejemplo, del porcentaje de empleos sera interesante recabar en un anlisis las actividades informales que se dan en la zona, de modo que si existiesen facilidades de acercamiento entre las administraciones y los sectores poblacionales, podran crearse fl ujos de desarrollo13, que permitan la generacin de circuitos econmicos solidarios. Esto podra darse a partir de distintas estrategias que, sin caer en el asistencialismo, identifi quen claramente la amplia gama de actividades econmicas de la poblacin, articulando sinergias que permitan la creacin de una red productores, comerciantes, oferentes de servicios y consumidores que dependan cada vez menos de los circuitos econmicos impuestos por el sistema14.

    En el esfuerzo para regular el trabajo y algunos abusos, los grupos sociales dominantes perciben la lucha por los derechos como una traba al crecimiento econmico, falacia que cae por su propio peso, ya que cuando observamos aquellas regiones que han logrado los ms altos niveles de desarrollo, vemos que lo han hecho desde el patrn de la proteccin a los derechos humanos.

    4.1.1 Trabajadores por hogar

    En relacin a la cifra de trabajadores por hogar, es elocuente el predominio de un trabajador por ncleo familiar, en el 48% del total. Concluyente es el porcentaje de familias en los que ningn miembro trabaja, un 16% del total. El 32% de los hogares tienen 3 trabajadores por ncleo familiar. Grfi co 2.

    23

    14. Coraggio, J.L. (2009) & Tiriba, L. (2009).

    Estos datos son el prembulo de lo que posteriormente veremos en relacin a los ingresos familiares y la poblacin segn las lneas de pobreza y extrema pobreza, donde existen ingresos totales muy por debajo de las lneas del salario mnimo.

    4.1.2 Distribucin zonal del trabajo

    En cuanto a los lugares de trabajo, se dibuja una preocupante tasa de desempleo a nivel general como ya se vio en la grfi ca anterior, acentundose en sectores de Sergio Toral I, -mapa 2-. Esto no signifi ca que en los dems lugares la situacin se encuentre normalizada, pues existe alrededor del 50% de poblacin no trabajadora, como una muestra de la difcil realidad laboral, casi exclusivamente femenina en el presente estudio.

  • Dimensin Econmica

    Mapa 2: : Distribucin del trabajo de las socias de las que SI y No trabajan dentro ya del rea de estudio, Canal de Cedeg en el margen Este(derecho) del Mapa. Sector occidental del canal Cedeg. Incluida la informacin de parte de los hogares que existiesen en el rea de Reserva de Seguridad. Fuente EEPP.

    Distribucin de las socias empleadas y desempleadas

    Kilmetros

    Socias empleadas y desempleadas

    No trabaja 46%

    S trabaja 54%

    Canal

    Asentamientos precarios

    Guayaquil

    Coop. Munic.

    Dto. Nro.

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  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    Lo que agrava la situacin es la presencia de una importante poblacin eminentemente joven desempleada15, pues ella podra constituir un relevante motor de cambio en la zona, lamentablemente desaprovechada. La ventaja adicional que esta poblacin podra suponer, en el caso de disearse polticas que la integren a la vida econmica, sera una facilidad para el cambio de ciertos patrones culturales de gran presencia en la zona.

    Estos datos son el prembulo de lo que posteriormente veremos en relacin a los ingresos familiares y a la poblacin clasifi cada segn lneas de pobreza y extrema pobreza, donde existen ingresos totales muy por debajo de la lnea del salario mnimo.

    4.1.3 Distribucin del lugar de trabajo y actividades comerciales segn reas

    Los fl ujos laborales son muy dispares, y la masa laboral de Monte Sina acude a trabajar incluso a sectores lejanos como el Guasmo y otras zonas del sur de Guayaquil, vase Mapa 3. Al respecto cabra comentar el esfuerzo que requiere el desplazamiento, transporte y tiempo para llegar al lugar de trabajo. Normalmente el tiempo empleado para ello va de 30 minutos a 2 horas16.La red vial diseada para movilizar este importante conjunto poblacional es muy defi citaria en los sectores internos y en las cooperativas que tratamos. Aunque la red de servicio de buses articula gran parte de los sectores, con una regularidad variable, el sistema se considera defi citario. Encontramos la Avda. Casuarina que es la va principal, y que se halla permanentemente en mal estado a causa de los defi cientes materiales utilizados en su construccin, los mismos que son rpidamente afectados por las lluvias y el mal drenaje de las vas colindantes sin asfaltar, que traen material suelto y sedimentos por efecto de la gravedad. Es conocido el arreglo peridico de las vas que tratamos, pero tambin es conocida la corta durabilidad de las mismas. En este caso cabra preguntarnos si el gasto que fi nalmente va a parar a empresas constructoras dede forma peridica, podra dar lugar ms bien

    Mapa 3: Flujos poblacionales segn destino laboral. Fuente: (Viteri, C. F., 2011)

    Estos datos son el prembulo de lo que posteriormente veremos en relacin a los ingresos familiares y a la poblacin clasifi cada segn lneas de pobreza y extrema pobreza, donde existen ingresos totales muy por debajo de la lnea del

    Los fl ujos laborales son muy dispares, y la masa laboral de Monte Sina acude a trabajar incluso a sectores lejanos como el Guasmo y otras zonas del sur de Guayaquil, vase Mapa 3. Al respecto cabra comentar el

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    15. HdC. Avils, D., & Jaramillo, J. (2011).16. Viteri, C. F. (2011).

  • Dimensin Econmica

    a un verdadero desarrollo de las vas a largo plazo, ajustndonos a presupuestos ms elevados pero otorgndole mayor durabilidad. Se observa que alrededor del 78% de la poblacin que reside en los sectores utiliza desplazamiento pblico, mientras los dems lo hacen en bicicleta, tricimoto o caminando17. Se suma a lo anterior el excesivo hacinamiento de personas durante las horas punta.

    Teniendo en cuenta el elevado crecimiento urbano ilegal de la zona, observamos una carencia de involucracin bastante notoria por parte de la administracin en el territorio en cuanto a medidas de implementacin de servicios bsicos18. Las familias del rea de estudio son abastecidas de agua mediante camiones cisternas, tanqueros, que ofrecen agua de dudosa calidad y a precios que por lo menos quintuplican los de la red pblica de agua potable en la ciudad de Guayaquil. A su vez, esta gigantesca rea no cuenta con alcantarillado ni red elctrica pblica, ni recoleccin de basura, ni servicio de telefona fija. Los servicios elctricos que unos pocos sectores reciben son frecuentemente interrumpidos y el voltaje es sumamente variable, ocasionando constantes daos en los equipos electrodomsticos, afectando la economa familiar y obligando a quienes realizan las pocas actividades econmicas existentes en el sector, a incurrir en ingentes gastos para solucionar los desperfectos ocasionados en sus equipos elctricos, situacin que encarece los costos de operacin.

    La carencia en la red de telefona en los hogares impide canales comunicativos bsicos en caso de emergencia, adems de encarecerlos, pues se prima el uso de la telefona mvil. El manejo de las excretas a travs de letrinas artesanales es contamina las aguas subterrneas, afectando la salud de los consumidores de los escasos pozos artesianos que existen en la zona. Los desechos slidos son

    parcialmente recogidos en un pequeo sector por la empresa responsable, y la mayora de estos son objeto de un trato inadecuado por parte de los moradores mediante quema, incorporacin de sustancias inorgnicas al suelo y abandonados en los cursos de agua, perjudicando adems de la salud, el medio ambiente en muchos casos de manera irreversible.

    El flujo comercial interno no tiene relacin directa con los lugares de trabajo, tratado en C. F. Viteri19, indicndonos que los intercambios comerciales se desarrollan esencialmente en los sectores de residencia, pues segn R. E. Rada20 el 58% de las familias de Monte Sina compran sus alimentos en tiendas del barrio, el 37% en el mercado, y el 5% restante en supermercados. Esto sin duda es un dato relevante al ver la vinculacin de la sociedad con su propio espacio y actividades. En adicin a esto, sabemos incluso que los precios en las tiendas de estos sectores son ms elevados que en otros lugares de la ciudad, por lo que caben procesos de mejora en cuanto a nuevos productos, distribuidores, asesoramiento, redes que agilicen la actividades, asociacionismo, etc.

    Sera adecuado disear polticas ms pragmticas y funcionales orientadas al pequeo comercio21, que favorezcan de manera integral la estructura y el funcionamiento comercial de la zona. Vemos cmo la pequea empresa se convierte en un potencial para ejecutar acciones ligadas a la economa solidaria participativa, pues es precisamente en las formas de produccin y de intercambio mercantil-simple donde se expresa la posibilidad de que los sectores de la economa popular puedan incursionar en la economa como estrategia de mercado22.

    26

    17. Huerta, F. X. (2008).18. Viales, alcantarillado, servicio de aguas potables, electricidad (que aunque existe en un elevado porcentaje, suele ser irregular), salud, y educacin (por calidad ms que por cantidad como veremos).19. Viteri, C.F. (2011). Caracterizacin del Potencial de Implementacin de Equipamiento Urbano para Proyectos Productivos en Monte Sina. Revista de Arquitectura Universidad Catlica Santiago de Guayaquil. Pp 125-13820. Rada, R. E, (2011): Las Soluciones habitacionales y las caractersticas socio econmicas y fsico espaciales de las familias de menores ingresos: Monte Sina, Guayaquil. Habitabilidad bsica para todos, una necesidad urgente. Pp. 33-46.21. Nez, S.O (1995).22. Tiriba, L. (2009).

  • Monte Sina: La herencia de los vulnerados

    4.2 Relacin nivel educativo- trabajo

    Cuando vinculamos aspectos de la dimensin econmica y social, trabajo y educacin en este caso, se advierten ciertas tendencias de empleo segn aos de instruccin. Esta relacin queda representada en la tabla 1, donde se deduce

    Relacin de trabajo con nivel educativo

    Tabla 1: Porcentaje de trabajadoras y no trabajadoras por nivel educativo respecto al total de las socias. En el grupo de 0 a 5 aos de estudio ubicamos; Analfabetas, slo fi rma, slo lee y escribe, ciclo bsico sin terminar y artesanal prctico (25). Grupo de 6 a 9 aos de estudio tenemos, ciclo bsico y primaria. El grupo de 10 a 12 aos de estudio se encuentra la secundaria sin terminar, secundaria y bachiller. Grupo de 13 aos y ms; estudios superiores. * Cifra total de la que se poseen datos para la variable educacin. Fuente: EE. PP.

    adems el nivel de desercin escolar. Obsrvese la elevada cifra de desempleo gradual entre la poblacin con menores aos de enseanza. Un 77,3% de las socias de entre 0 y 5 aos de estudios no trabajan, mientras las personas con ms de 13 aos de estudios se encuentran solamente en un 31% desempleadas.

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  • Dimensin Econmica

    Los grupos educativos que hemos encontrado con menor ndice de empleo son aquellos a los que denominamos artesanal prctico y analfabetos (grfica 3), con el 88% y 73% respectivamente, tal como se viese en el anterior informe presentado por el SIGVOL en 2005. En el grfico se observa cmo la lnea de trabajo -la lnea azul-, est por encima de la lnea de desempleo lnea roja- en

    casi todos los niveles educativos, a excepcin de los dos citados anteriormente. En cuanto a los grupos de mayor formacin como educacin superior y bachillerato, la diferencia es menos significativa aunque igualmente relevante; el 66% de ellas se encuentra empleada, frente al 34% que no tiene empleo.

    Relacin del nivel educativo de las socias y el porcentaje de empleo

    Grfico 3: Porcentajes de trabajadores y no trabajadores, respecto al total de socias por niveles educativos. Los dos valores de las lneas segn tipo de empleo suman el 100% -artesanal prctico; 88% No trabaja, 12% S Trabaja-. Fuente EE. PP.

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