monográfico cajal entero

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BOLETÍN INFORMATIVO N.º 33 ABRIL-JUNIO 2002 Asociación Promoción Integral de Ayerbe y Comarca Pza. Aragón, 40 • 22800 AYERBE Comarca MONOGRÁFICO DE SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL Visita de Severo Ochoa y Grande Covián a la casa de los Ramón y Cajal en Ayerbe FOTOS: PABLO OTÍN

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La vida y la obra del famoso histólogo,médico y escirtor Santiago Ramón y Cajal

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  • BOLETN INFORMATIVO N. 33ABRIL-JUNIO 2002

    Asociacin Promocin Integralde Ayerbe y Comarca

    Pza. Aragn, 40 22800 AYERBEComarca

    MONOGRFICO DE SANTIAGO RAMN Y CAJAL

    Visita de Severo Ochoa y Grande Covin a la casa de los Ramn y Cajal en Ayerbe

    FOTO

    S: PABLO

    OTN

  • NOTAS A NUESTROS SOCIOS Y LECTORES Agradeceremos todo tipo de colaboracin para que este boletn sea cada

    vez ms rico en noticias y opinin. APIAC no se responsabiliza de las opiniones que los firmantes de los

    artculos manifiesten en los mismos.

    En este nmero han colaborado:Fernando Solsona, Comisin Cajal, Pedro Ramn y Cajal Abell, Jos y

    Sergio de Ua, Cider Prepirineo, Chess G. Arbus, Luis Prez, Jos MiguelPesqu, Eduardo M. Jimnez, Hermgenes Palacn, J. Garcs Romeo, RicardoMartnez Murillo, Elvira Rocha Barral, Jordi Domingo Feliubadal, IsmaelGrasa, Ricardo Serna, Anusca Aylagas, Emilio Ubieto Auser.

    Libros editados por Territorio Museondice

    Saludo del alcaldede Ayerbe pg. 1D. Pedro Ramn y Cajal,por D. Pedro Ramn yCajal Abell pg. 2Ayerbe en la creacin dela mente de Cajal, porFernando Solsona pg. 5Lugares de Ramn yCajal, por Jos y Sergiode Ua pg. 6Santiagu, el mejor niolector, por Emilio Ubieto pg. 8Ayerbe: lugares histricosde Cajal, por ChessGimnez Arbus pg. 11Santiagu y Perico, porLuis Prez Gella pg. 12Inauguracin del ColegioPblico Ramn y Cajal,por Hermgenes Palacn pg. 14Seccin Cajal de laBiblioteca Pblica de Ayerbe,por J. Miguel Pesqu Lecina pg. 16La honda. D. Santiago,don Miguel y el to Marian,por Eduardo M. Jimnez pg. 19Centro de Interpretacinde Ayerbe: conociendo aCajal, por Cider Prepirineo pg. 20Libros recibidos en laSeccin Cajal de la BibliotecaPblica de Ayerbe pg. 22El Instituto Cajal, porRicardo Martnez Murillo pg. 24Santiago Ramn y Cajaly el Museo de Dibujo Castillo de Larrs, porJos Garcs Romeo pg. 26Qu posibilidades tenemoshoy de acercarnos a laobra cientfica de Ramny Cajal?, por ElviraRocha Barral pg. 28Santiago Ramn y Cajalen Barcelona (1887-1892),por Jordi DomingoFeliubadal pg. 31Agradecimiento de labiblioteca pg. 33Cajal en los cafs deMadrid, por Eduardo M. Jimnez pg. 34Atravesar con la mirada,por Ismael Grasa pg. 37Santiago Ramn y Cajaly su compromiso con laMasonera, por Ricardo Serna pg. 38Noticias cortas, porAnusca Aylagas pg. 40Cajal, herramienta culturalde primer orden en Ayerbe,por Emilio Ubieto Auser pg. 42

    (Libros del Fondo de la Biblioteca Pblica Municipal de Ayerbe)

    Portada: Busto de Ramn y Cajal realizado por el escultor Iaki.

  • 1Comarca

    Como alcalde de Ayerbe es un honor y unplacer para m el poder dirigirme desde estaspginas de Comarca a todos los lectores de lamisma en este ao tan sealado, ao conmemo-rativo del 150 aniversario del nacimiento denuestro sabio y paisano Santiago Ramn yCajal. Ciertamente son muy gratos, pero pocoabundantes en el trabajo diario de nuestro peque-o municipio, los momentos como ste. Sientouna gran satisfaccin de poder estar al frente deesta Corporacin Municipal, justo en el momentoque estamos empezando a saldar, en parte, ladeuda que la villa de Ayerbe tena con su msilustre vecino.

    Santiago Ramn y Cajal ha marcado, dealguna manera, las vidas de las gentes de Ayerbe.Cada uno de nosotros hemos mostrado nuestroorgullo de tener a Cajal como uno de nuestrosprincipales signos de identidad, pero siempre, atodos, nos quedaba un reto por cumplir: ir msall del recuerdo y la admiracin y hacer algo, hacer algo que de verdad mostrase la apuesta de esta villa en su vin-culacin con Cajal, y ha sido en estos ltimos aos cuando, decididamente, Ayerbe ha apostado por acercarse aCajal, a ese Cajal cientfico, humano, literato, pensador, educador e inventor.

    Tres son las actuaciones ms importantes que se han hecho y se estn haciendo desde Ayerbe; la primera, laconstruccin y puesta en funcionamiento del Centro de Interpretacin Santiago Ramn y Cajal, en colaboracincon el Centro de Desarrollo Cider-Prepirineo, gestor del mismo, ubicado en la casa donde pas parte de su infanciay juventud; la segunda, la reedicin, en colaboracin igualmente con Cider-Prepirineo, del libro Mi infancia y juven-tud y fue sta la obra elegida para que la apadrinase el Ayuntamiento de Ayerbe, ya que entendamos que era enesta obra donde Santiago Ramn y Cajal mostraba de forma clara e inequvoca dnde y cmo se estaba empezan-do a forjar su personalidad; y la tercera, la organizacin de los actos a desarrollar en este 150 aniversario de su na-cimiento, actos que se van a dar durante todo este ao y para los cuales se ha constituido una comisin denomina-da Comisin Cajal (est abierta a todo el que quiera colaborar), la cual tiene como objeto, adems de confeccionarpara este ao todo un programa de actos (exposiciones de fotografas, Saln Nacional del Libro Infantil, ruta de losrecuerdos de Cajal, etc.), el que siga viva, siga trabajando constantemente, para que Cajal no se termine con este ani-versario, sino que siga vivo permanentemente en nosotros.

    El 1 de mayo de 2002 se cumplen 150 aos del nacimiento de Santiago Ramn y Cajal. Escriba Cajal en 1929:a quienes tanto me honran y distinguen, deseo brindarles un campo de iniciativas donde mpetus generosos alcancen efica-cia y fecundidad. Por encima de la abeja est el enjambre. Poco importa mi persona. Tengo plena conviccin de mi caducidad.Con todo esto quisiera tener el consuelo de caer en el surco recin abierto, no como piedra inerte, sino cual semilla viva. Hoy,desde esta villa, podemos empezar a ver, que un siglo y medio despus, Cajal pueda sentir el orgullo de ver que susemilla se ha hecho fruto, no slo en su escuela, sino en sus pueblos, y que se ha convertido en un pilar fundamen-tal de nuestro Patrimonio Cultural.

    Mi enhorabuena a APIAC por la iniciativa de hacer un nmero especial de Comarca dedicado a D. SantiagoRamn y Cajal. Seguro que nuestro paisano estara orgulloso de todos vosotros.

    Saludo del alcalde de Ayerbe

    D. Jos Antonio Sarasa, alcalde de Ayerbe

  • 2 Comarca

    Pedro Ramn y CajalPedro Ramn y Cajal Abell

    Datos biogrficosPedro Ramn y Cajal nace el 23 de octubre de 1854

    en Larrs (Huesca). Su infancia corre paralela a la de suhermano Santiago, por el que siente una gran admira-cin, como hermano mayor, y al que secunda en todassus travesuras. Cursa sus estudios de Bachillerato enHuesca, siendo una ancdota poco conocida de la vidade Pedro la siguiente: cuando tena 17 aos le suspen-den el Bachillerato y, asustado ante la idea de presen-tarse suspendido ante su padre, se fuga de casa. Nopodemos considerar esta fuga como una liviana trave-sura ms, pues llega a Burdeos, donde se embarca aSudamrica en un barco de vela llamado Queen. Lafuga dur 7 aos, los cuales transcurrieron en Uruguayy Argentina, pasando innumerables peripecias. Una deellas puso en grave peligro su vida hasta el punto de quesu regreso a Espaa tuvo que ser por intervencin con-sular, salvndose as de una muerte cierta. Es entonces, ala edad de 24 aos, cuando empieza a estudiar Medicinaen la Universidad de Zaragoza, llegando a ser alumnointerno pensionado de Anatoma. Su licenciatura, congrado de sobresaliente, data del 17 de octubre de 1881.Trabaja de mdico rural durante 7 aos en los puebloszaragozanos de La Almolda (1881-1885) y Fuendejaln(1885-1888), tras los cuales regresa a Zaragoza. En febre-ro de 1890 obtiene mediante oposicin el puesto dedirector de trabajos anatmicos de la Facultad deMedicina de Zaragoza. En diciembre de este ao obtieneel doctorado en Medicina con un trabajo de tesis titula-do Investigacin de histologa comparada de la visinen diversos vertebrados, consiguiendo la calificacin desobresaliente. En el ao 1895 obtiene la Ctedra deHistologa de la Facultad de Medicina de Cdiz. All leinstalan un laboratorio histolgico donde, paralelamen-te a su ctedra, realiza multitud de trabajos. En 1899,obtiene la Ctedra de Ginecologa de la Facultad deMedicina de Zaragoza, donde combina admirablementela enseanza, la investigacin y la clnica.

    El 25 de enero de 1902 es galardonado con elPremio Martnez y Molina por un trabajo tituladoSobre los centros cerebrales sensoriales en el hombre ylos animales, escrito en colaboracin con su hermanoSantiago. En 1907 es nombrado presidente del ColegioProvincial de Mdicos de Zaragoza y le conceden elttulo de Socio de Mrito de la Academia de Ciencias deBolonia (Italia). Otros mritos que le son concedidosson: Socio de Mrito de la Academia Imperial deAntropologa de Mosc, Acadmico Numerario de laReal Academia de Medicina de Zaragoza, Socio corres-ponsal de la Real Academia de Medicina de Madrid,Presidente del Instituto Aragons de Ciencias Mdicas,Medalla de oro de la ciudad de Zaragoza, Medalla deoro de la Provincia concedido por la DiputacinProvincial de Zaragoza, concejal del Excmo.Ayuntamiento de Zaragoza, etc.

    Aunque su jubilacin data de octubre de 1924, nopide su baja como mdico colegiado hasta octubre de

    1949, tiempo que sigui ejerciendo su profesin demdico en Zaragoza. Don Pedro morira al finalizar elao 1950 con 96 aos, contabilizando el increble nme-ro de 55 aos ejerciendo la clnica de manera ininte-rrumpida y ms de 60 aos dedicado a la investigacin.

    SemblanzaSe puede considerar a Pedro Ramn y Cajal como

    un personaje profundamente desconocido por la socie-dad espaola. Esto ha sido debido a dos motivos princi-palmente: primero, el alto grado de popularidad quealcanz su hermano Santiago hizo que Pedro siempreestuviese en la sombra; segundo, su modestia y humil-dad favorecieron este hecho. Debemos tener en cuentala magna labor realizada por Pedro Ramn y Cajal, noslo en el campo de la Neuroanatoma Comparada, sinotambin en el ejercicio de la Medicina, como luegocomentaremos.

    Considerado por algunos autores como discpulode su hermano Santiago, es de la opinin de otros querealmente fue un colaborador que trabaj con l estre-chamente, aunque a distancia, debido a sus diferenteslugares de residencia. Sobre este particular, relatara DeCastro: D. Pedro, simultaneando la clnica con el laborato-rio, realiz todos sus trabajos alejado del laboratorio de su her-mano, rigindose por el buen sentido y excepcional claridad desu mente, pues las primeras enseanzas microgrficas direc-tas las recibi cuando D. Santiago no haba realizado todavasus geniales descubrimientos.

  • 3Comarca

    Con respecto a la relacin mantenida con su her-mano Santiago se puede decir que era sumamente estre-cha, cartendose con asiduidad para tratar temas muydiversos, desde cientficos a personales. La colaboracinque mantuvo con su hermano consisti, bsicamente, encorroborar todos los hallazgos que haca Santiago enmamferos inferiores (aves, reptiles, peces y batracios).El resultado de sus trabajos en la histologa del SistemaNervioso puede quedar resumido como una frase suya:Salvando leves matices de ornamentacin morfolgica, lamisma frmula neuronal utiliza la inteligencia humana consus encumbradas manifestaciones, que los humildes seres consu rudimentaria psicologa. De ninguna manera se debe-ra pensar que su trabajo no fue original y que siempresecundaba a su hermano Santiago, pues en varias oca-siones sus descubrimientos se adelantaban a los de ste.Vase como ejemplo el importante papel que desempe- en la formulacin de la Teora de la PolarizacinDinmica realizada por su hermano Santiago en 1891 yque el propio Pedro refiere de esta manera al dar cuen-ta de sus estudios sobre los centros visuales: En las con-clusiones de mi trabajo concret con precisin la ruta que lacorriente visual lleva, confirmando las opiniones de mi her-mano. Los hechos encontrados por m le sirvieron para for-mular y afianzar con pruebas irrecusables su clebre concep-cin de la polarizacin neuronal.

    Asimismo, son muy relevantes e histricamentedesconocidas, algunas condiciones fisiolgicas plasma-das en sus artculos. Por ejemplo, a finales del siglopasado escribi que tras estudiar el ncleo anterior deltlamo ptico de las aves se percat de que no habacontacto entre algunas fibras nerviosas y los apndicesprotoplsmicos de los corpsculos receptores, postulan-do la existencia de corrientes intersticiales que saltan de lasfibras a las prolongaciones celulares prximas, sirviendo devehculo conductor, probablemente, una substancia difusaintersticial de aspecto homogneo.

    Si numerosas e importantes fueron sus comunica-ciones sobre la histologa del Sistema Nervioso, nomenos lo fueron sus publicaciones sobre ginecologa,entre las que destacan de sobremanera aquellas relacio-nadas con el cncer. Es de resear que en su clnica gine-colgica de Zaragoza se emple por primera vez elradio, convirtindose en un experto radilogo. Su pro-ceder clnico consista en irradiar el tumor, despusextirparlo quirrgicamente para, posteriormente, anali-zarlo utilizando la pericia adquirida en sus trabajos his-tolgicos. Como vemos, la medicina que realizabaD. Pedro es la que hoy da realizan un equipo formadopor el mdico de familia, el gineclogo, el radilogo (espe-cializado en medicina nuclear) y el anatomopatlogo.

    De esta manera, se debera considerar a PedroRamn y Cajal como una de las figuras seeras de laCiencia y de la Medicina espaolas.

    Su humildad podra ponerse de manifiesto en lassiguientes declaraciones:

    Soy un investigador original y romntico que sin pre-tensin alguna, y slo por mera satisfaccin interior, llevoconsagrados ms de treinta aos a la contemplacin de la mis-teriosa trama nerviosa, preferentemente en el encfalo de losvertebrados inferiores.

    Los honores que he logrado han sido muy grandes: serespaol, ser aragons, ser mdico y ser hermano de Santiago.

    Una de mis mayores satisfacciones fue la de ser el nicoamigo y confidente de mi hermano Santiago.

    Antes de concluir esta breve semblanza nos gusta-ra apuntar otro de los rasgos caractersticos y pococonocidos de D. Pedro. Se trata de su enorme formacincultural y humanstica, la cual viene refrendada por su

    D. Pedro Ramn y Cajal

    D. Santiago Ramn y Cajal

  • 4 Comarca

    enorme biblioteca, legada a sus descendientes, com-puesta por ms de 6.000 volmenes. D. Pedro se intere-saba por todas las innovaciones cientficas de su poca,poseyendo asimismo un profundo conocimiento de lasciencias psicolgicas, del magnetismo y del hipnotismo,de las cuales era un ferviente seguidor. Dicha personali-dad humanstica, tan completa, se subraya con la pro-funda conviccin religiosa que tena, afianzada por susdescubrimientos cientficos.

    La enorme personalidad de D. Pedro Ramn yCajal queda igualmente reflejada en una de sus frases:La ciencia antes que la vida, pero despus de la virtud.

    En la reunin del Club de NeurobiologaComparada, celebrada en Santander el 22 de septiembrede 1987, en la Sede del Congreso UniversidadInternacional Menndez Pelayo, la asociacin que agru-pa a los investigadores de la rama, toma el acuerdo deponer al Club el nombre de Pedro Ramn y Cajal deNeurobiologa Comparada, queriendo destacar a PedroRamn y Cajal, investigador con mritos propios yoscurecido por la sombra de su hermano Santiago,conocido en el mundo de la ciencia y con sus trabajosreproducidos en los mejores tratados de la especialidad.Es el reconocimiento de los neuroanatmicos y neuro-bilogos a la labor desarrollada por D. Pedro.

    Bibliografa de Pedro Ramn y CajalCon la obtencin de la Ctedra de Ginecologa en

    Zaragoza y la posterior apertura de su clnica ginecol-gica, D. Pedro se vuelca en esta especialidad mdica yempieza a publicar trabajos sobre anatoma patolgicaen la mujer, y muy especialmente sobre distintos tiposde tumores. No obstante, todava sacara tiempo paradedicarse al Sistema Nervioso, como as lo demuestranlas publicaciones que sobre este tema aparecieron pos-teriores a esta fecha.

    Entre su extensa bibliografa entresacamos sus apor-taciones ms relevantes a la Neuroanatoma Comparada.

    Aparato ptico central de las aves, reptiles y batracios(ha. 1890). Comunicacin a la Seccin 1. Anatoma 1-2 pp.

    Las fibras colaterales de la sustancia blanca en la mdulade las larvas de los batracios (1890). Gaceta sanitaria de Barcelona.Octubre. Ao II, n. 2: 78-89.

    Investigaciones de histologa comparada en los centrospticos de distintos vertebrados (1890). Memoria para la obten-cin del grado de doctor leda ante el Claustro de la Facultad deMedicina. Universidad Central Facultad de Medicina deZaragoza. Madrid. Imprenta Colonial: 1-47.

    Notas preventivas sobre la estructura de los centros ner-viosos (1890). Gaceta sanitaria de Barcelona. Ao III, n. 1: 10-18.

    El encfalo de los reptiles (1891). Trabajos del Laboratoriode Histologa. Facultad de Medicina de Zaragoza: 1-33.

    Investigaciones microgrficas en el encfalo de los batra-cios y reptiles. Cuerpos geniculados y tubrculos cuadrigminosde los mamferos (1894). Trabajos anatmicos. Facultad deMedicina de Zaragoza: 1-88.

    Las clulas estrelladas de la capa molecular del cerebelo delos reptiles (1896). Revista Trimestral Microgrfica, vol. 1: 221-222.

    Estructura del encfalo del camalen (1896). RevistaTrimestral Microgrfica, vol. 1: 131-168.

    Los corpsculos nerviosos de axn corto o clulas sensiti-vas de Golgi en los vertebrados inferiores (1897). Revista TrimestralMicrogrfica, vol. 2: 29-32.

    El fascculo longitudinal posterior en los reptiles (1897).Revista Trimestral Microgrfica, vol. 2: 153-162.

    Centros pticos de las aves (1898). Revista TrimestralMicrogrfica, vol. 3: 141-198.

    Adiciones a nuestros trabajos sobre los centros pticos delas aves (1899). Revista Trimestral Microgrfica, vol. 4: 77-85.

    La clula piramidal del cerebro en los reptiles (1899).Revista Trimestral Microgrfica, vol. 4: 73-76.

    El lbulo ptico de los peces telesteos (1899). RevistaTrimestral Microgrfica, vol. 4: 87-108.

    Ganglio basal de los batracios y fascculo basal (1900).Revista Trimestral Microgrfica, vol. 5: 23-36.

    Algunas reflexiones sobre la doctrina de la evolucinorgnica de los corpsculos piramidales del cerebro (1902). LaClnica Moderna, Ao 1, n. 1: 17-25.

    Origen del nervio masticador en las aves, reptiles y batra-cios (1904). Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biolgicas.Universidad de Madrid, vol. 3: 153-162.

    Experiencias sobre los cambios de color de la piel delcamalen (1908). Asociacin Espaola para el Progreso de lasCiencias: 1-9.

    Nuevo estudio del encfalo de los reptiles (1917).Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biolgicas. Universidad deMadrid, vol. 15: 83-100.

    Nuevo estudio del encfalo de los reptiles (1918).Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biolgicas. Vol. 16: 309-333.

    El cerebro de los batracios (1922). Libro en Honor de D. S.Ramn y Cajal. Tomo I: 13-60.

    Algunas reflexiones sobre la doctrina de la evolucin de loscorpsculos piramidales del cerebro en la escala de los vertebra-dos (1938). Revista de la Sociedad Ibrica de Ciencias Naturales: 3-4.

    Lbulos pticos de las aves (1943). Trabajos del InstitutoCajal, vol. 35: 3-20.

    El cerebro de los batracios (1946). Trabajos del InstitutoCajal, vol. 38: 41-111.

  • 5Comarca

    IntroduccinMi verdadera patria chica es Ayerbe, porque en ella pas

    el periodo ms plstico de mi vida, proclam Cajal. Todosestamos de acuerdo hoy que entre los ocho y los catorce aosel paisaje influye decisivamente en la creacin de la inteligen-cia, momento en que tambin otros factores plasman la perso-nalidad y el carcter.

    Ramn y Cajal fue mucho ms que un sabio histlogo.Fue, ante todo, hombre de ciencia. Su obra no fue slo su saberhistolgico, ni sus descubrimientos inmarcesibles todava hoy, alos 100-110 aos de haber sido publicados. Cajal fue un verda-dero hombre de ciencia, junto con Claudio Bernard, el msgrande que ha dado la medicina; y ambos entre las seis, ochograndes luminarias cientficas que han producido la humani-dad a partir de Galileo Galilei (con estos tres, Isaac Newton,Charles Darwin, Louis Pasteur, Albert Einstein y alguno ms).

    Desarrollo del saber cientfico en Ramn y Cajal nioDesde nio, ya mostr Santiagu su capacidad para el

    descubrimiento y cultivo del saber cientfico. Valpalmas yAyerbe fueron escenarios para el desarrollo de esta capacidad.Para los griegos, el principio primero de la filosofa es el asom-bro; para el nio Santiago, asombro constituy el rayo quemata al cura en el campanario de Valpalmas y penetra en laescuela, con el desmayo consiguiente de la maestra; y asombroy admiracin supuso el eclipse de 1860. Esa misma capacidadle permiti, en los encierros a que algunas veces fue sometidoen lugares muy oscuros, el descubrimiento de la inversin deimagen cuando la luz del exterior penetra por una pequearendija proyectando en la pared de enfrente la imagen de losviandantes (en el siglo siguiente, el fenmeno de la pin-holecamera, con docenas de aplicaciones, tendr el mismo funda-mento). Su admiracin gozosa lo ser tambin ante determina-dos inventos (el tren, la plvora, el revelado fotogrfico).

    Pero el travieso nio intentar en Ayerbe mayores em-presas cientficas: la construccin, para l y sus amigos(Fenollo, Caputo, Sanclemente, Pena, Tolosana y otros), dearcos y flechas que no balanceaban; a obtener, con caas, flau-tas observando las diferencias de sonido provocadas por elnmero, situacin y dimetros de las perforaciones; el ingeniode Santiagu le permitir la fabricacin del can con el quederribar la puerta del huerto de Vicente Normante; hay queaadir la perfeccin de las hondas por l fabricadas mejorandolos modelos de las trabajadas por los pastores del Pirineo y delSomontano, que le permitirn a l y a su hermano Pedro haza-as legendarias en el manejo del arma balear (como romper porla mitad el sable de un guardia oscense cuando eran persegui-dos por una cuadrilla de stos). Pero an ms; llegar a escribirun tratado, Estrategia lapidaria, que se ha perdido, acerca del artede fabricar hondas, eleccin de proyectiles y tcnica de uso, sindescuidar los consejos en la lucha entre bandas de muchachos.

    Santiagu, Marianico Pechofuerte,pero tambin Pascualico Matacaballo

    Cosme Blasco, profesor de Retrica y Gramtica en elInstituto de Huesca, luego muy famoso catedrtico de lasUniversidades de Barcelona y Zaragoza, juzg (nico de susmaestros, junto con Serafn Casas y Len Abadas, catedrticode Ciencias y de Dibujo) prometedora aquella inteligenciacuando, por su encargo, el nio Santiago Felipe Ramn y Cajalescribi en endecaslabos Sancho Abarca.

    Cajal no fue, pues, solamente el muchacho aficionado atravesuras y poco al estudio. Primaba en l la observacin de

    Ayerbe en la creacin de la mente de CajalFernando Solsona

    Santiago Ramn y Cajal (Dibujo de Justo Pea)

    los hechos. Pedro Lan se asombra (tambin Lan es capaz deasombro) del contraste entre la tosquedad externa de Ramny Cajal y su elegancia interior. No es caso infrecuente en estavieja y querida tierra nuestra. La sorpresa de Santiago, asom-bro ante la naturaleza, ante la tcnica, la ciencia, la propiaestructura del cuerpo humano, de la mente humana y de lapalabra tienen mucho de admiracin, no slo de extraeza enel mundo interior del Cajal nio y del Cajal joven.

    Ingredientes del alma cientfica de CajalOtros ingredientes del alma cientfica de Cajal, adems

    del asombro y de la admiracin, sern la interrogacin y laduda. Saber no es slo saber, sino saber y dudar, escribiMaran; y Martn Heidegger, en su discurso rectoral, en1933, proclamar que la forma cimera del saber humano era lapregunta. Todas sus reflexiones interiores acerca de cmoalcanzar el saber las plasmar Cajal, en 1897, en su famoso dis-curso de ingreso en la Real Academia de Ciencias, que darlugar a sucesivas ediciones (dos docenas en espaol y catorceen otras lenguas, alemn, ingls, japons, portugus, rumanoy hngaro) de su hermoso libro Reglas y consejos para la inves-tigacin cientfica (junto con Introduccin al estudio de la medicinaexperimental, de Claudio Bernard, los libros decisivos en la for-macin del investigador) donde imparte las seis advertenciaspara que afluyan a la mente del investigador las ideas a prio-ri o las hiptesis de trabajo.

    En su afn de bsqueda de la realidad, interrogacininterpretativa de la naturaleza, primar en Cajal la indepen-dencia de juicio, bien aprendida de su padre y del ambiente,paisaje incluido, que le toc vivir en Valpalmas, Ayerbe, Jaca,Huesca y Zaragoza, siendo posiblemente los aos de Ayerbelos ms decisivos en la formacin de su inteligencia y de sucarcter en cuya creacin no seran despreciables sus felicesmeses de aprendiz con Pedrn Coarasa, el zapatero, cuandocantaba la jota en el portal con esa voz ancestral con que lanaturaleza ha favorecido a mi familia, segn escribi, a sumuerte, su hermano Pedro. Responde la nominacin deCentro de Interpretacin Santiago Ramn y Cajal de Ayerbe a loque don Santiago entenda por interpretacin? No lo sabe-mos, pero s que estoy seguro que el Profesor Ramn y Cajaldara la mxima calificacin a su realidad y funcionamiento.

  • 6 Comarca

    Lugares de Ramn y CajalJos y Sergio de Ua

    PuertaPuerta de 200 aos de antigedad, perteneciente a la casa

    de Ayerbe donde vivi la familia Ramn y Cajal. Se restauren 1999 por procesos manuales.

    Jardn conmemorativoEn el ao 2001 se instal en Ayerbe el jardn conmemora-

    tivo de la figura de don Santiago Ramn y Cajal, en el que unbusto preside la plaza que lleva su nombre y en la que tantasveces jug.

    Las seis fotografas que componen este artculo visual son una mnima muestra del trabajo fotogrfico quenuestros amigos Jos de Ua y Villamediana y su hijo, Sergio de Ua Jaime, estn realizando para el libro SantiagoFelipe Ramn y Cajal: altoaragons universal que se publicar en los prximos meses. Desde APIAC deseamos agra-decerles su constante apoyo y colaboracin, que se extiende tambin a las Jornadas de Micologa.

    MicroscopioViejo microscopio aparecido en los

    desvanes del Ayuntamiento de Ayerbe yque, acompaando al busto de Cajal en eldespacho de la Alcalda, cumple mejorfuncin que la de estar almacenado.Aunque hay que decir que slo aporta unafuncin esttica, ya que al parecer nocorresponde a los modelos utilizados porel sabio.

  • 7Comarca

    Petilla de AragnD. Santiago Ramn y Cajal nace en

    Petilla de Aragn (Navarra) el 1 de mayo de1852 en esta casa, que describi en unaexcursin tarda a su pueblo natal con estaspalabras un tanto duras: Mostrronme tam-bin la humilde casa en que nac, fbrica ruinosacasi abandonada, albergue hoy de gente pordiose-ra y trashumante. Si hoy D. Santiago volvie-ra a Petilla encontrara un precioso museo al dedicado en su interior.

    BoleaHablando de la batalla que tuvo lugar en Lins de Marcuello en el ao 1867, durante la intentona revolucionaria de

    Moriones y Pierrad, en la que cay derrotado y muri el general Manso de Ziga, Ramn y Cajal dice: Con jbilo casi generalfue en Ayerbe, sabida la sublevacin de los generales, cuyo triunfo crease inminente. Muchos se aprestaban a alistarse en las filas rebeldes;slo en nuestro pueblo y Bolea haba al decir de la gente sobre quinientos hombres comprometidos, que esperaban, no ms, para incorpo-rarse a las filas revolucionarias, recibir armas y equipos. Cundi, por fin, la noticia de que las huestes liberales, formadas por carabineros ymontaeses del Alto Aragn, haban pernoctado en Murillo, Lapea y Riglos, desde cuyos pueblos corrironse hacia Lins de Marcuello, aldeasituada al pie de la vecina sierra de Gratal.

    RiglosEscribiendo sobre su primer viaje a Jaca, poblacin donde su padre le

    haba matriculado de bachillerato en los Escolapios, Ramn y Cajal cuenta:durante gran parte del trayecto, la carretera serpentea por las orillas del Gllego,cuyas corrientes marchan en unos puntos someras y desparramadas, mientras que enotros se concentran y precipitan tumultuosamente entre cantiles gigantes o medioocultas en angostas gargantas. No me cansaba de admirar los mil detalles pintorescosque los recodos del camino y cada altura, penosamente ganada, permitan descubrir.Entre otros accidentes del panorama, quedaron profundamente grabados en mi retina:los gigantes mallos de Riglos, semejantes a columnatas de un palacio de titanes; el blo-que rocoso de La Pea, que amenaza desplomarse sobre el pueblo, al pie del cual corre,embutido en profundsimo canal, el rumoroso Gllego; el elevado y sombro montePano, cuya formidable cima asoma por occidente, no lejos de Anznigo; y por ltimo,el sombro y fantstico Uruel, de roja cimera, que domina el valle de Jaca, y parececolosal esfinge que guarda la entrada del valle del Aragn.

  • Santiagu: el mejor nio lectorEmilio Ubieto Auser

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    Hubo una vez un tiempo en el que la lectura o cul-tura literaria se consideraba una prdida de las horas dela vida y costumbre de bohemios y artistas, propia degandules y de gente trashumante, destinada a personasque nada quieren ser en la vida. Tambin se deca quelos libros causaban dao a la salud mental de quien loslea, poseyndole de ideas poco sociales.

    Por eso hubo una poca en Ayerbe, al igual que enotras partes de Espaa y del mundo, en que los libros seguardaban en cuartos cerrados, a salvo de la curiosidadde los nios, de los adolescentes y de los adultos pocoformados para su lectura.

    Quienes as pensaban, estaban tan preocupados quecrearon un listado o ndice de ttulos prohibidos, conte-niendo los libros de los autores que se consideraban per-niciosos por sus pensamientos. El ndice aumentaba cadada y los cabeza de familia no estaban seguros de que laslecturas de sus allegados no los convirtiesen en librepen-sadores, muy temidos por los poderes dominantes delmomento. Y como la mejor manera de evitar el riesgosiempre ha sido cortar de raz su posibilidad, muchos delos libros estigmatizados se quemaban por sus propieta-rios. Pero hasta los detractores del libro tenan sus debili-dades y no todos se arrojaron al fuego, quedando algu-nos guardados en los rincones ms ocultos de las casas.

    Una tendencia ms moderada, llamada intelectua-lista, defenda el uso de los libros de divulgacin cient-fica o de texto, aunque al mismo tiempo considerabaintil el tiempo perdido en la literatura, la poesa, el tea-tro y el ensayo, o cualquier lectura tendente a desarro-llar la imaginacin creadora y artstica.

    Pero tambin haba quienes pensaban que la lectu-ra sin cortapisas hace ms libres, ms sabios y ms jus-tos a los hombres, y defendan la libre adquisicin de

    conocimientos mediante la lectura de los variados pen-samientos de los habitantes del mundo. Por suerte paranosotros, la tendencia que triunf fue esta ltima y hoyla Pennsula Ibrica est poblada por miles de bibliote-cas pblicas y privadas.

    En Ayerbe se dieron las tres tendencias, como ire-mos viendo a lo largo de este relato en el que un niocarnicraba de mitades del siglo XIX, se convirti enempedernido lector, pese a tenerlo totalmente prohibidopor su padre y por su sociedad.

    El chiqu o mocete de 12 aos de edad se llama-ba Santiago Felipe, tena una tremenda curiosidad queningn conocimiento apaciguaba y, como a muchos desus compaeros, su progenitor le prohiba leer cual-quier libro que no fuese de estudio. Su madre, educati-vamente menos rgida que el padre, a escondidas le per-mita leer pequeas novelas romnticas que tena guar-dadas en el fondo del bal cerrado con llave.

    Su padre, intelectualista puro, convencido de lainutilidad de los libros de recreacin, pero muy favora-ble a los libros de estudio, pas innumerables horasjunto a l, administrndole conocimientos elementalesde aritmtica, geografa, fsica y gramtica, e incluso deastronoma o de francs, este ltimo con el Telmaco,en una cueva de Valpalmas donde acudan diariamente.

    Santiago, que aprendi as a leer y escribir a loscuatro aos, descubri en las pginas de los libros elmejor lugar para recrear su imaginacin desbordante,encontr un refugio para sus penas y el modo adecuadode saciar su sed de conocimientos. Las aventuras conta-das en ellos le fascinaban, las ideas nuevas le creabanreflexiones y nuevas ideas, y en los dedos senta un cos-quilleo que le peda reproducir con sus manos los bellosdibujos y lminas que absorba con los ojos.

  • La realidad es que juntos, padre y madre, iniciarono detonaron (sin pretenderlo) la que se convirti en unatremenda aficin lectora. Nunca supusieron Justo yAntonia que, en su hijo, haban despertado al mejordevorador de libros. Pese a las limitaciones de la pocacontra corriente, el nio se convirti en un empederni-do lector, llegando a tener en su biblioteca personalmiles de libros; muchos si tenemos en cuenta la pocaen que vivi.

    Santiagu, como le llamaron en Ayerbe cuandolleg con ocho aos, pese a su aficin por los libros, noencontraba cmo proveerse de lectura, y aun leyendo loque caa en sus manos, todo era muy poco para sus nece-sidades. Pero la suerte decide la vida de las personas.

    Como decamos, antes resultaba costumbre escon-der los libros en el lugar ms apartado de la casa y, enAyerbe, deba ser habitual hacerlo en el granero msrecndito, tal y como acert a encontrar Santiago en eldesvn de un confitero llamado Ramn Coiduras cuan-do, preso de la inquietud que producen los doce aos,merodeaba por los tejados vecinos a su casa.

    Numerosas obras figuraban en los estantes del con-fitero y all Santiago tuvo contacto con su primerabiblioteca, pudiendo mitigar su desazn en lo que luegollam su botica espiritual. Para ello, tomaba un librocada vez, lo devoraba y lo cambiaba por otro. Nuncacomi ninguno de los dulces que estaban junto a labiblioteca, para que el vecino no notase que usaba aprstamo sus libros.

    Ni siquiera se poda imaginar el confitero que alesconder los libros a su familia, los pona al alcance deuna de las mentes ms poderosas que ha dado la huma-nidad. Su exceso de celo educativo facilit una informa-cin privilegiada a quien luego lleg a ser un excelentepensador y uno de los hombres ms importantes de lahistoria de la ciencia: D. Santiago Ramn y Cajal.

    Pero no crea, quien estas lneas lea, que Cajal slosufri impedimentos lectores en vida. Pocos aos des-pus de su muerte, durante la guerra del 36, manos con-trarias a la difusin de las ideas hicieron desaparecervarios de sus escritos inditos, exculpndose ambosbandos contendientes de su robo o destruccin.

    Bigrafos de Santiago dan como no editados lossiguientes manuscritos: Los sueos y los ensueos,Alucinaciones del ensueo, Omnipotencia de lasugestin, El hipnotismo, espiritismo, metapsquica,El espiritismo. Su verdad y falsedad. El misterio antela tumba. Teora ante el ms all, Solos ante el miste-rio, Hacia el alma?, Historia y causa de la deca-dencia econmica, El problema del atraso espaol,La vida en el ao 6000.

    Aunque este listado de obras puede ser inexacto yaque, en algunos casos, el parecido significado de losttulos permite aventurar que ms de un autor puedahacer referencia al mismo libro pero con diferente nom-bre. Conociendo a Cajal, cabe suponer que volcara susconocimientos en cada obra y que no perdera tiemporepitindose sobre lo ya escrito.

    Claramente se puede ver que todos, exceptuandodos sobre economa, tratan de la psique. Cajal tuvo unafase en Valencia donde experiment en la curacin a tra-vs del hipnotismo, pero sin muchas explicaciones, ypese a que tuvo un enorme xito en su trabajo, un buenda decidi no realizar ms experimentos en esa direc-cin. No es fcil adivinar por qu no los edit. Pudo serpor necesidad de invertir su dinero en otros menesterescientficos o tambin por no considerarlos de importan-cia, aunque resulte raro aplicar este concepto a quiengast su tiempo escribiendo varios tomos. Los pudoencontrar poco contrastados cientficamente o actuarcomo propio censor, cediendo ante el tab social impe-rante sobre el tema. Resultar difcil saberlo, pero locierto es que, an sin publicarlos, no se deshizo de ellos.

    Tampoco se content con leer muchos libros, tam-bin quiso escribirlos e ilustrarlos, y aunque la mayorparte de sus trabajos de autor los realiz en el campo dela ciencia, tambin dedic parte de su tiempo a la crea-cin literaria. Con desigual fortuna cre varias obrasentre las que cabe destacar su autobiografa, escrita conexcelente estilo narrativo: Charlas de Caf y El mundovisto a los 80, donde nos trasmite sus reflexiones sociales;Reglas y consejos, hoy libro de cabecera de numerososinvestigadores; y sus Cuentos de vacaciones a los quel denomina Narraciones pseudocientficas que, an

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  • teniendo mala crtica literaria, representaron la van-guardia en las obras de divulgacin cientfica. De supluma salieron ms de 90 ttulos, siendo centenares susartculos y monografas cientficas. Sobre su vida y obrase han escrito cientos de libros en todos los idiomas.

    Cajal tambin nos cuenta que extravi algunasobras redactadas en su poca de Huesca y Ayerbe.Perdiendo sus trabajos de juventud, nos priv de cono-cerle un poco ms leyendo los siguientes irrecuperablesmanuscritos.

    Estrategia lapidaria llam a un manual de lucha apedradas, destinado a asesorar a sus compaeros en losmenesteres de las guerras de pandillas y que contenarecomendaciones para hurtar el cuerpo a los tiros aje-nos. En su forma de estudiar las piedras y las tcnicas detiro ms adecuadas, ya daba muestras de cmo profun-dizaba en los asuntos que le interesaban y su innatacapacidad para entender la Fsica.

    La isla de Cajal fue el ttulo que le dio R. Salillas(primer antroplogo criminalista de Espaa), amigo ycondiscpulo de Huesca, a la novela de aventuras enuna isla desierta que Santiago escribi, ilustr y luegoles ley a sus amigos.

    Otro manuscrito que Cajal dice perdi en sus viajesmilitares por Lrida, supuso su primer contacto con loque llamaba literatura pseudocientfica, es decir, con laciencia-ficcin. El libro trat del viaje de un humano aJpiter que, encontrndose de tamao microscpicocomparado con los gigantes que habitan el planeta, seintroduce por un poro y observa los misterios del fun-cionamiento del cuerpo.

    Un manuscrito no literario, que realiz durante supoca en la ciudad de Huesca, fue su Diccionario pict-rico. El manual, a modo de gama cromtica, fue creadocuando intentaba perfeccionarse en el arte del dibujo.

    Tambin ensay la poesa y escribi un drama entres actos con versos encadeslabos que present comotrabajo escolar en el Instituto de Huesca.

    Por lo dicho, pienso que Santiagu es el mejor ejem-plo de nio lector y los ayerbenses deben sentirse orgu-llosos de que nuestro pueblo, su patria chica como l

    deca, le diese esa posibilidad, aunque fuese fortuita-mente. Resulta un buen homenaje a las vertientes lecto-ra y escritora de su polifactica personalidad, el esfuer-zo que Diputacin Provincial de Huesca (SeccinBibliotecas) y Ayuntamiento de Ayerbe estn realizandopara poner al alcance de los estudiosos la seccin espe-cial que sobre el Premio Nobel se est formando en lapoblacin donde el sabio se inici en tan creativas afi-ciones. Inmejorable recordatorio de don Santiago resul-ta ser el Saln Nacional del Libro Infantil y Juvenil quecon el lema Cajal, nio lector se celebra en Ayerbecoincidiendo con el sesquicentenario de su nacimiento.

    A modo de final, deseo hacer una reflexin sobre elvalor de las bibliotecas en la formacin de los ciudada-nos: hubiera tenido, el maestro, las mismas oportuni-dades de desarrollar su inteligencia innata sin los cono-cimientos adquiridos en ellas?

    Cajal adquiri una tremenda ventaja educativasobre los dems nios de su edad y sobre s mismo,cuando por casualidad encontr la fuente de conoci-mientos que necesitaba su espritu inquieto. Y da lacoincidencia de que a su padre le sucedi lo mismo,cuando trabaj de barbero en Javierre de Latre(Javierrelatre) y accedi sin los impedimentos queencontr Santiago, a la bien surtida biblioteca de supatrn (cirujano). All se form en los aspectos genera-les de la cultura y cre la base de la pirmide de conoci-mientos que le permiti, aos despus, obtener el ttulode doctor en Medicina.

    D. Justo, en ardua tarea de aos, traspas sus cono-cimientos a sus hijos, a los que Santiago aadi losadquiridos durante muchas horas de lectura en loslibros del confitero. Como vemos Cajal no se topcasualmente con una biblioteca, sino que de dos obtuvosu amplia formacin inicial. La realidad es que recibiuna informacin privilegiada, poco comn en aquellostiempos, que se complet con los numerosos libros le-dos en la biblioteca de la Facultad de Medicina deZaragoza. Despus tuvo a su alcance todos los libros delmundo, pero sin temor a equivocarnos podramos decirque, una biblioteca, ms otra, algunas veces ayudan ahacer un sabio.

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    Ayerbe: lugares histricos de CajalChsus Gimnez Arbus

    En este breve reportaje se resean algunos de losedificios y lugares por los que transcurri la infancia yjuventud de Santiago Ramn y Cajal y de su hermanoPedro.

    Muchos son los lugares ayerbenses relacionadoscon la familia Ramn y Cajal, pero en esta ocasin, pormotivos de espacio, ofrecemos los siguientes: iglesiaparroquial, en la que tan amargo momento pas el jovenSantiago, cuando un pintor emiti un demoledor juiciosobre su capacidad artstica; el monte de San Miguel ylos Muros, donde los hermanos correteaban a sus

    anchas; la ermita de la Virgen de Casbas que el mismoSantiago dibuj a temprana edad; la fachada del anti-guo Ayuntamiento en cuyo calabozo pas tres noches acausa de su tremenda inquietud que le impuls a fabri-car un can y dispararlo.

    Reproduccin de tarjeta postal publicada por Casa Cesaraugusta deCieza (Murcia).Santuario de Nuestra Seora de CasbasErigido en el siglo XVIII siguiendo los cnones del barroco. La sobrie-dad de su exterior, rota por la lonjeta de su entrada principal, quedaequilibrada por la riqueza decorativa del interior, profusamente deco-rado con hermosas pinturas al fresco, de autor todava hoy en da des-conocido, representando una interesante serie iconogrfica de santosy santas, circunstancia que le ha merecido el apelativo de capilla six-tina del Alto Aragn.El retablo, de madera dorada, mutilado a causa de un robo, es obra deJernimo del Ro, que lo comenz a tallar en 1719. Se dor en 1730. Laimagen de la titular es una copia de la original.Piezas interesantes son la reja (siglo XVII?) que cierra el presbiterio yel plpito.

    Foto de portada de la revista Comarca n. 30, realizada por AnuscaAylagas.San Miguel y Os MurosCoronando la cima del monte que se yergue tras Ayerbe, se encuentrala ermita de San Miguel, de cuya fbrica romnica slo perdura subside (siglo XII), el resto responde a una reforma del siglo XIX.Recientemente ha sido restaurada y consolidada.En el otro extremo del monte, vense, en primer trmino, los restos dela iglesia romnica de San Juan del Castillo y, tras ellos, los de la for-taleza musulmana que all hubo, reconquistada, en 1083, por el reySancho Ramrez. Todava conserva su clebre aljibe. Todo el conjuntorecibe en la villa el nombre de Os muros.

    Reproduccin de tarjeta postal publi-cada por imprenta A. Santa Fe deCieza (Murcia).Templo parroquial de San PedroApstolMandado construir en el siglo XVI porD. Hugo de Urris y su esposa D.Greyda de Lanuza, seores deAyerbe, para iglesia del convento dedominicos que haban fundado, quefue incendiada a principios del sigloXIX por tropas francesas, durante laGuerra de la Independencia.Destaca su portada, del siglo XVII, imi-tando un retablo. Ostenta los escudosde armas de sus fundadores y en lafachada lateral derecha el de los Ena.Restaurada y habilitada, como parro-

    quia, durante el reinado de Isabel II fue inaugurada el 13 de abril de1855. La decoracin del interior, neoclsica, procede de entonces. En1861 un incendio destruy su esplndido retablo mayor. Entre los bienes muebles que contiene, cabe mencionar la sillera coraly la calajera de la sacrista, obras ambas del siglo XIX. Tambin puedencontemplarse piezas de gran valor artstico como la Virgen de Casbas,romnica (siglo XII), Santa Catalina y Santa Elena (siglo XVII), el Cristode Sayetas, etc., y en el apartado de orfebrera destacan sin lugar adudas el busto de San Pedro y las dos cruces procesionales (siglo XVI),as como otros objetos de culto, de los siglos XVI al XVIII.Su Museo de Arte Sacro rene interesantes muestras de escultura yorfebrera religiosa.

    Reproduccin de tarjeta postal publicada por Ediciones Sicilia.Problemas de ltima hora han impedido que llegue a nuestras manosuna fotografa de la fachada del edificio donde estuvo el antiguoAyuntamiento. En su lugar reproducimos una toma de la plaza deD. Santiago Ramn y Cajal, enmarcada por el arco que sustentadicho inmueble histrico.Ayuntamiento antiguo (Casa Juanico)Sede del Concejo de Ayerbe desde el siglo XVII hasta finales del si-glo XIX. Entre 1776 y 1777 fue objeto de una reforma, procediendo talvez de entonces su inacabada fachada barroca. Algunos elementosdecorativos que la adornan armonizan perfectamente con los de lavecina Torre del Reloj, barroca tambin, construida en 1798.Una estancia muy lgubre y de pequeas dimensiones de la plantabaja alberg la crcel local.Al fondo de este edificio puede admirarse un sencillo pero bello patiogtico (siglo XV?) cuya restauracin sera un gran acierto.

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    Santiagu y PericoLuis Prez Gella

    Afortunadamente es mucho lo que se ha publicadosobre la vida y obra de D. Santiago Ramn y Cajal; ennarraciones y escritos, doctas plumas se han recreado enproclamar la historia de este hombre, poseedor de unavoluntad de piedra que l mismo cincel golpe a golpepara demostrar, pese a todos, que el amor propio, laconstancia y el tesn, moldearon su propio carcter,tonificando su inteligencia, creando una polifacticapersonalidad, hasta convertirse en un hombre capaz detriunfar a toda costa, y pese a su aparente mstica senci-llez, conseguir que su obra cientfica fuese reconocidamundialmente.

    Es sabido que nuestro eminente sabio D. SantiagoRamn y Cajal, merecedor del premio Nobel por susaportaciones al campo de la neurologa, tambin desta-c en otras facetas de su talento, como las artes, lasletras, las ciencias naturales y la filosofa. Y sobre todo,subrayar la preocupacin social, nacida ya en la inge-nuidad de su niez y madurada a lo largo de su vida,como claramente expone en sus libros.

    Gnesis de esta preocupacin fue la rebelin con-tra las prohibiciones y castigos que, sin justificacinalguna, sufri por sus aficiones hacia el dibujo, cono-cimiento de la naturaleza o detalles concretos de otrasactividades ms o menos prudentes, e incluso temera-rias, que se realizan en la infancia o juventud. En sulibro Charlas de Caf escribe: Quien no haya sido unpoco salvaje en su infancia y adolescencia, corre mucho

    riesgo de serlo en su edad madura. A menos que nose trate de un inadaptado, de un ablico o de un viejoprematuro.

    Algunos hombres ilustres, bien sea en sus memo-rias, documentos autobiogrficos, o enmascarado bajola accin de una ficcin novelesca, han reproducido ensus escritos algn relato de su infancia. Don Santiago,en sus Recuerdos, nos devuelve al Santiagu de sus aosmontaraces que dejaron en l esa impronta imborrableque forjaron su carcter. Petilla, Larrs, Luna,Valpalmas, Ayerbe, Gurrea, Ayerbe otra vez, Jaca,Huesca, Zaragoza, fueron los lugares en donde Santiagoy su hermano, Pedro, vivieron las experiencias ms omenos activas de esa niez, en donde se despiertan cier-tamente grandes cualidades, como el entusiasmo, la ini-ciativa, el carcter, etc., que son moldeadas mayoritaria-mente con la auto-educacin que proporciona el entor-no, colmado de travesuras y juegos vigorosos, pero casisiempre carentes de perversidad.

    En Ayerbe, el paso de la familia Ramn y Cajalquiz haya perdurado mucho ms en el recuerdo, de loque pueda considerarse parmetros normales con otrasfamilias, seguramente porque la figura del eminentesabio D. Santiago Ramn y Cajal es un orgullo para lahumanidad, mucho ms para su patria, Espaa; perofaltaran adjetivos para definir lo que representa para supatria chica, Ayerbe, tantas veces nombrada y alabadaen sus libros, tantas veces recordada con detalles pun-

    tuales reviviendo sushazaas, citando el nom-bre o el mote de sus ami-gos, describiendo la ma-nera de fabricar los artilu-gios empleados para jue-gos, caceras, etc.

    En Ayerbe, Ramn yCajal representa el estan-darte cultural, el ejemplo aseguir, el acicate que incitaa ser constante, estudiosoy tenaz, es casi como unmito, la cima inalcanzablepero tentadora. Pero, so-bre todo, es el ejemplo deun sencillo hombre que sevanagloria de ser de pue-blo; es su perfil humano elque subyuga a los que porhabitar en el mismo lugaren donde Santiagu y

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    Perico Ramn y Cajal pasaron partede su infancia y juventud, gozamosde algunos privilegios que gustaenumerar.

    As trazas de charrar que tan rarose les feba a estos zagals en tanto encuanto llegaron de foranos en ta estelugar y que a os pocos diyas ya sabianacomodau a esta estrafalaria jerigonzacon que denominaban a nuestro dialectou idioma, del que aun se conserban muy-tas palabras que impensadamente fluyencuando charramos.

    De mozs, imos corrido por as mesmasberedas y subido a coger nidos en ta osmismos rbols, imos removido os mis-mos zaborros pa fer rodar os cantals poro monte de San Miguel en ta baxo, en osterreros das eras, febamos baxadetas paesbarizar o culo como agora fazen en ostoboganes y me feguro que a Perico ySantiagu tamien les sobaria su madre aparte trasera, pa limpiales o bardo que sepegaba en ta culera. Pue ser, que adu-

    yaus por os dotes dobserbazin de os chermanos Ramn yCajal, as generazions benideras aigamos aprendido millor adistinguir os gegos de engaapastor, gurrin, picaraza,codorniz, etc., u tamien si palcontrar os nidos de cada espe-zie tenebamos que ir en ta un pinar, una chopera, u rebuscarentre a garba por o suelo, pues faze falta maa pa saber nan-de les gusta criar a os pacharos.

    Tamien nusotros abremos chugau a guerras con espadasde caa cortadas en a balsa do tellar y aprendimos a tirarzaborros con tirador, onda, u a sobaquillo, y tamien chugba-mos a marro u a la espandiella, juego tradizional aragons queya no sacuerda casi denguno como se chuga. A nusotros, ena escuela, o maestro nos feba debuxar y tamien nos ponebancomo exemplo o palazio, o zerro de San Miguel con os muros,a torre, o campanario u o castillo de Lobarre, y muytas bezespa rematar ms aprisa y felo millor, copiabamos das lminasque beniban en os libros de D. Santiago, que yera o que massabeba de esto y dotras muytas cosas.

    Os fillos do medico, dimpus de tantas aadas, aunpaize que salcuentren en cualquier redol de mozetes en metdas plazas do lugar, dispuestos a colaborar en as partidasinfantiles que se organizen.

    Los ayerbenses sentimos admiracin y respetohacia esta familia, cuyos miembros, con su tenacidad einteligencia, llegaron a las ms altas cotas de la ciencia,pero siempre guardaron un clido y amoroso recuerdopara pregonar, con tremendo orgullo, el nombre de estahumilde villa cuyos habitantes nos sentimos honrados yfelices de poder recorrer alegremente sus calles impreg-nadas de un ambiente Cajaliano, con la ilusin y elcario que ellos lo hicieron.

    Foto realizada por F. Lnguiz durante el solemne acto de inauguracin del Centro deInterpretacin Santiago Ramn y Cajal, celebrado en el templo parroquial de San PedroApstol de Ayerbe.

    Foto de Anusca Aylagas. Gran pancarta anunciadora del Centrode Interpretacin, situada en la entrada de la calle Nueva deAyerbe, donde vivi la familia Ramn y Cajal.

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    Inauguracin del Colegio PblicoRamn y Cajal (1966)

    (Recordando a Hermgenes Palacn, fotgrafo de Ayerbe)Hermgenes Palacn (1916-2002)

    Poco antes de que se uniese definitivamente a la tie-rra, tuve la oportunidad de pedir a Hermgenes quebuscase en sus archivos algn testimonio grfico sobrelos actos que se haban celebrado en Ayerbe en home-naje a Santiago Ramn y Cajal. Dos das despus apare-ci con un buen bloque de fotografas que me cedipara su difusin.

    Hermgenes fue de una generacin que quiso cons-truir, y hoy, desde el lugar donde no existen injusticias,cumple su deseo y nos ayuda a reconstruir la historia deAyerbe, ofrecindonos en forma pstuma este intere-sante recuerdo grfico e histrico.

    En el reportaje aparecen muchos rostros conocidospara los ayerbenses, pero tambin quedaron retratadosmuchos de los descendientes de D. Santiago y de D. Pedroque acudieron al acto de Inauguracin del ColegioPblico Ramn y Cajal de Ayerbe en el ao 1966. Losestudiosos tambin podrn reconocer a algunos colabora-

    dores y discpulos de Cajal, la figura de algn destacadofotgrafo o la imagen de los polticos del momento.

    Mi ms emocionado agradecimiento a Genes por sugenerosidad al ceder sus ltimos esfuerzos a la cultura.

    Emilio Ubieto Auser

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    Bibliotecas pblicas municipales en laprovincia de Huesca: la biblioteca de Ayerbe

    LA SECCIN CAJALJos Miguel Pesqu Lecina

    Desde que, en 1986, fue publicada la Ley deBibliotecas de Aragn han sido tantos los cambios acae-cidos en el mundo de la informacin, en los soportes enlos que sta se transmite, en los medios en los que stase oferta y en las herramientas necesarias para su con-sulta que se hace necesario un cambio profundo en laconcepcin de los servicios bibliotecarios para que no sequeden al margen del rumbo de los tiempos y puedansatisfacer la mayora de las demandas de los ciudada-nos a los que atienden.

    Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que esta-mos ante una nueva biblioteca que deja de ser, paulati-namente, un centro de conservacin del conocimientopara convertirse en un centro de informacin. Lasbibliotecas deben satisfacer las distintas necesidades deinformacin del ciudadano, bien porque est disponibleen la propia biblioteca, bien porque la biblioteca tienelas herramientas para poder satisfacer esta demanda obien porque puede orientar correctamente su bsqueda.

    Y tambin podemos afirmar que estamos ante unasnuevas necesidades que deben ser satisfechas. El ciu-dadano que se acerca a una biblioteca ya no slo le soli-cita un complemento a su formacin personal y acad-mica o un libro que le entretenga y llene su ocio, leexige, ante todo, informacin. El horario de autobuses,la prensa diaria, la farmacia que est de guardia, las lti-mas subvenciones para apoyar determinadas activida-des econmicas son informaciones que deben estar enla biblioteca.

    Las herramientas tambin han cambiado. El papel,en el que tradicionalmente se transmitan la informa-cin y los conocimientos, tiene que dejar paso, paulati-

    namente, a los soportes multimedia y, sobre todo, a lainformacin telemtica: Internet es el gran vehculo decomunicacin y necesita de unas herramientas impres-cindibles: los ordenadores.

    Nadie duda del importante papel que la bibliotecadesarrolla en la formacin del individuo y que todos losciudadanos, en las sociedades democrticas, tienen losmismos derechos. Estos dos postulados bsicos parecenentrar en contradiccin con la propia realidad de nues-tra provincia. Su orografa, densidad poblacional y tipode poblamiento hacen muy difcil prestar determinadosservicios, entre ellos los bibliotecarios, en muchos denuestros municipios altoaragoneses. Las institucionesinternacionales y las propias leyes ni recomiendan niobligan a prestar un servicio de biblioteca pblica esta-ble en poblaciones inferiores a 5.000 habitantes. Si se atu-vieran a la normativa vigente y a estas recomendaciones,tan slo siete municipios de la provincia, incluida sucapital, deberan prestar el servicio de biblioteca pblica.Pero los ayuntamientos de esta provincia, conscientesdel importante papel que la biblioteca puede desarrollaren la vida del municipio, han realizado un esfuerzo con-siderable en la creacin, mejora y mantenimiento de losservicios bibliotecarios. En la actualidad 65 municipiosde esta provincia cuentan con este servicio.

    La Diputacin Provincial de Huesca, consciente deeste esfuerzo municipal y decidida a potenciar el serviciode biblioteca pblica en los municipios ha desarrollado,desde 1990, un plan de intervenciones en las bibliotecasmunicipales que abarca los siguientes campos:

    Creacin de nuevas bibliotecas.

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    Dotacin y mejora de los equipamientos. Dotaciones bibliogrficas. Formacin de los bibliotecarios. Animacin a la lectura. En estos doce aos de intervenciones, y con una

    inversin de casi 300.000.000 de pts., se han creado 24nuevas bibliotecas en la provincia de Huesca y se haactuado en la totalidad de la red provincial. Si hablamosde resultados podemos decir que se han triplicado losservicios prestados por las bibliotecas de la provincia deHuesca, pasando, en cifras redondas, de una coleccin de96.000 a 393.000 volmenes, de 5.000 a 24.000 socios, de59.000 prstamos a 188.000 y de 194.000 lectores a323.000. Las cifras son incontestables y hablan, por s mis-mas, del empeo y esfuerzo de todas las instituciones ypersonas implicadas en la gestin de este programa.

    sidades informativas nos han encaminado a dotar a lasbibliotecas de un nuevo servicio: la consulta de infor-macin en nuevos soportes (audio, vdeo) cobrando,entre ellos, gran importancia el servicio de consulta tele-mtica: Internet y correo electrnico. Estas nuevasherramientas nos permiten, adems, realizar una ges-tin automatizada de las bibliotecas y nos permiten lacomunicacin telemtica entre ellas.

    En la actualidad no se conciben las bibliotecascomo unos entes autnomos, independientes, sino quese pretende que cada una de ellas sea parte integrantede una red provincial y que sus herramientas (gestinautomatizada y comunicacin telemtica) le permitancompartir recursos como la catalogacin compartida, elprstamo interbibliotecario y el acceso a distintos fon-dos documentales. Cada una de las bibliotecas lleva supropio ritmo de adaptacin y se incorporar a esta redtelemtica cuando sus circunstancias lo permitan. Entres aos, como mximo, estar conformada la red pro-vincial, dotada de herramientas suficientes y actualiza-das para poder integrarse en sistemas bibliotecarios deextensin territorial mucho ms amplia.

    El trabajo de estos ltimos aos se ha encaminadopara que nuestras bibliotecas sean, cada vez ms, estasnuevas bibliotecas. Pero, adems, consideramos quepueden ser bibliotecas diferentes y ste es el caso de laBiblioteca Municipal de Ayerbe.

    La biblioteca de Ayerbe fue reformada integral-mente en el ao 1995. Haba ido languideciendo, aotras ao, conforme envejecan sus instalaciones y mobi-liario y sus libros se iban amontonando en las estante-ras. La actuacin fue radical: reforma integral del local,renovacin total de su equipamiento y expurgo selecti-vo de sus fondos, pasando de una coleccin de 5.671libros a otra de 2.000. En ese mismo ao se la dot deuna subvencin de 700.000 pts. para que se cubrieran laslagunas detectadas en el expurgo y, adems, se adquiriuna importante coleccin de libros sobre micologa,valorada en 500.000 pts., ya que sta era una actividadestrechamente ligada a la localidad. Estbamos buscan-do una biblioteca diferente. La diferencia se basa, pre-cisamente, en crear secciones especiales en las bibliotecas

    La planificacin de servicios bibliotecarios: hacialas nuevas bibliotecas y bibliotecas diferentes

    Una biblioteca no es slo una coleccin organizadade documentos. Es, ante todo, un servicio pblico y,como tal, es prestado por personas que atienden a otrosciudadanos. Para la prestacin de los servicios bibliote-carios se necesitan unas instalaciones apropiadas, unacoleccin actualizada, adecuada y suficiente, un perso-nal con determinados conocimientos tcnicos y unasherramientas vlidas.

    Las actuales bibliotecas se configuran a partir de losservicios que, tradicionalmente, vienen prestando:informacin y referencia, lectura en sala, prstamo aldomicilio y reproduccin documental. Las nuevas nece-

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    de las localidades que estn ligadas a una actividad, cos-tumbres, tradiciones, personaje o hecho histrico singu-lar. Ha sido creada ya otra seccin especializada sobre elferrocarril en la biblioteca de Canfranc y se est traba-jando en Castejn de Sos sobre deportes de aventura yen Gran sobre agricultura. Otras actividades (botni-ca, zoologa, caza, pesca), personajes (Sender, Costa,Servet) y hechos histricos (mundo islmico, romani-zacin, Guerra Civil) pueden dar mucho juego.

    La biblioteca de Ayerbe reabri sus puertas el da 25de octubre de 1996, coincidiendo con la inauguracin desus VI Jornadas Micolgicas. Si las actividades de aquelevento fueron un xito rotundo, los resultados obtenidospor la biblioteca de Ayerbe a partir de este da handemostrado que el camino tomado ha sido el correcto. Apesar de la drstica reduccin de la coleccin, su puestaen valor y renovacin, junto con la remodelacin de lasinstalaciones y equipamiento han propiciado un aumen-to espectacular de los servicios prestados por la bibliote-ca tal y como se observa en el siguiente cuadro de anli-sis. Lo ms llamativo del mismo es que, a pesar de que sucoleccin bibliogrfica es reducida a ms de la mitad, susservicios van aumentando, espectacularmente, con elpaso de los aos: de los 362 socios del ao 94 se ha pasa-do a 628 en 2001, de los 730 prstamos a los 5.572 y de los1.626 lectores a 5.317. La experiencia demostrada en labiblioteca de Ayerbe, la primera de la provincia que fuesometida a una reforma integral de sus instalaciones yequipamiento y a un expurgo sistemtico de sus fondos,ha sido trasladada a otras bibliotecas de la provincia conresultados igualmente positivos.

    En Ayerbe coincide una actividad ldica, la micolo-ga, con un hecho singularmente relevante: ser la locali-dad donde el Nobel Santiago Ramn y Cajal pas suinfancia. Si la primera ha propiciado que la biblioteca deAyerbe cuente con la mejor coleccin aragonesa delibros sobre micologa, el entusiasmo de unos pocos y sutrabajo continuado durante varios aos ha conformadouna seccin especializada, con ms de 250 ttulos, sobreeste ilustre cientfico.

    La seccin no naci con propsito de competir conaquellas instituciones que, por sus fines, disponen deuna amplia coleccin de libros cientficos escritos porCajal, sino con el objetivo de disponer de una coleccinbibliogrfica sobre la faceta ms asequible y prximadel personaje. Poco a poco, y rebuscando en las listas delibros descatalogados y libreras de viejo se ha ido con-formando una seccin especializada que ya empieza adespertar el inters, incluso, de los especialistas sobre lafigura de Cajal.

    Esta seccin va a permitir que el municipio deAyerbe pueda:

    Aumentar la oferta sobre Cajal en Ayerbe com-plementando los contenidos del Centro de Interpre-tacin Santiago Ramn y Cajal.

    Dar un servicio a las personas que estudien lafigura del cientfico, considerando que no se disponende colecciones tan amplias en todo Aragn.

    Crear un valor patrimonial para el Ayuntamientoque se revaloriza ao tras ao, dado que muchos deestos ttulos estn fuera de los circuitos comercialeshabituales.

    Ofrecer un fondo especializado a todas las biblio-tecas aragonesas, al que pueden acceder mediante elprstamo interbibliotecario.

    Servir de soporte a cuantas actividades se pro-muevan en torno a la figura de Cajal.

    Esta coleccin se expondr y ser una de las piezasclaves del Saln Nacional sobre el Libro Infantil yJuvenil que se celebrar en Ayerbe desde el da 1 al 5 demayo bajo el lema Cajal, nio lector.

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    LA HONDADon Santiago, don Miguel y el to Marian

    Eduardo M. Jimnez

    Santiago Ramn y Cajal y Miguel de Unamuno,amigos, solan intercambiarse sus publicaciones conafectuosas dedicatorias.

    La Casa-Museo de Unamuno (Universidad deSalamanca) guarda la biblioteca particular de don Miguely en ella se encuentran algunos libros de don Santiago,entre ellos, la segunda edicin de Recuerdos de mi vida,aparecida en 1917, y con la firma, esta dedicatoria: Alms docto y original de nuestros escritores, don Miguelde Unamuno, en testimonio de admiracin y afecto.

    Don Miguel, en este ejemplar, fue subrayando algu-nos pasajes en varias pginas y resulta curioso que subra-yara con trazo fuerte, del Captulo V Ayerbe. Juegos ytravesuras estas lneas de la pgina 52: Disponaseuna pedrea en las eras cercanas o camino de la fuente?Pues yo cargaba con el delicado cometido de fabricar lashondas, que haca de camo y de trozos de cordobntrados por los camaradas. Ms de una vez ocurri que,faltando el becerro viejo, tuvimos que echar mano delmaterial de los borcegues, cuya altura, claro es, dismi-nua progresivamente. Quin podr contar la indigna-cin de nuestros padres al comprobar aquella evolucinretrgrada del calzado, en cuya virtud la que fue flaman-te botina vena a parar en raqutica y mujeril zapatilla!.

    Qu movi a don Miguel, sonriente, sin duda, a rea-

    lizar tan pro-lija anotacin,no lo sabemos.Quiz descu-bri en dicho pa-saje una mues-t r a m s d enuestra estu-penda literatu-ra picaresca, oquiz mir dereojo sus boti-nes viejos detanto caminary ligeramentetiznados por elrescoldo delbrasero.

    P o c otiempo des-pus, don Mi-guel dedic,en el semana-rio Nuevo Mundo, un amplio comentario a Recuerdos,considerndolo un libro de magisterio y de maestra.Magisterio de energa y de fe escribe y magisteriotambin de patriotismo.

    Aos despus, el toMarian, de casa OMesonero, camarada deSantiagu y compaero deglorias y fatigas en lascorreras ayerbenses, afir-mar rotundo: Santiagu,con la honda, el mslargo. El to Marian,viejo recio con perma-nente cachirulo, sonrearecordando y, quiz sinsaberlo, renda tributo a lafuerza, imaginacin yhabilidad de Santiagu,virtudes que conserv ensu dilatada vida, que lepermitieron lanzar ideas,como las piedras, mslejos que nadie y que,humildemente, alcanza-ron, en la historia, unasiento como genio uni-versal.

    Benigno Ponz Abellana, compaero de jue-gos en Ayerbe de Santiago y Pedro

    Publicado por cortesa de M. Luisa Valls Ubieto

    Publicado por cortesa de Mara Luisa Valls UbietoPublicado por cortesa de Mara Luisa Valls Ubieto

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    Centro de Interpretacin de Ayerbe:conociendo a Cajal

    Cider Prepirineo

    El 10 de septiembre de 1999 se haca realidad unademanda largamente suscitada por la poblacin deAyerbe, cumpliendo asimismo con un compromiso yuna deuda que esta villa tena para con su ms ilustrehijo. El Centro de Interpretacin de Santiago Ramn yCajal, ubicado en lo que fue la humilde casa que viopasar unos aos fundamentales en la forja de su perso-nalidad, como ya anciano reconoci en sus escritos, seconverta en el nico centro museolgico permanentesobre el premio Nobel en Espaa.

    El resultado, tres aos despus, sigue siendo satis-factorio. Es sin embargo y sobre todo en el 150 aniver-sario del nacimiento de una de las ms preclaras figurasde la ciencia mundial, que el centro de Ayerbe, junto consu casa natal de Petilla de Aragn, sigan siendo los dosnicos ejemplos vivos dedicados a la difusin de lavida, la obra, el pensamiento y la escuela de Cajal.

    El Centro de Interpretacin de Ayerbe ha vistopasar a miles de personas en estos aos de existencia;personas que han podido descubrir, en algunos casos, laimportancia de la vida y obra del sabio, o redescubrir,en el caso de otras, los aspectos ms significativos de supersonalidad. Tambin miles de personas que se handesplazado a Ayerbe y a su zona convirtiendo el centroen un factor de desarrollo que incide, como ya se dijotiempo atrs, en una dinamizacin de otras iniciativascomerciales y tursticas de tipo privado que se estnviendo favorecidas por esta accin.

    Decamos hace unos aos en estas mismas pginasque no era misin del Cider ni del Ayuntamiento deAyerbe sustituir otras iniciativas ms importantes quesobre Cajal necesariamente debieran impulsarse, comosucede sin duda alguna con la necesidad urgente de laconstruccin e instalacin de un museo permanente quealbergue el magnfico legado de Santiago Ramn y Cajaly otras instalaciones o acciones complementarias queotras instituciones debieran haber emprendido desdehace aos. La reedicin en castellano de Textura del siste-ma nervioso del hombre y de los vertebrados, obra cumbredel cientfico, ha de ser una de las prioridades de unpas que no puede ver como una de las cinco grandesobras de la ciencia mundial no cuenta con una reedicinen castellano. Muchos han sido los intentos y ms laspromesas, pero al paso del tiempo, pocas son las reali-dades.

    Otras son las iniciativas anunciadas, tambin nece-sarias. Iniciativas ligadas a las distintas etapas de la viday labor cientfica de Cajal: Barcelona, Valencia o

    Valpalmas. Ojal que todas ellas fructifiquen y buenosera que, con base en el futuro Museo Cajal de Madrid,se conformase una red de centros que aglutine de formacoordinada todas las acciones, musesticas o de otrotipo, que vayan surgiendo en torno a don SantiagoRamn y Cajal.

    Desde el primer momento se concibi el centro deAyerbe como una realidad viva desde la cual se lanza-sen y pivotasen otras acciones ligadas al conocimientode la vida y obra de Cajal. Creemos que el balance, unavez ms, es esperanzador, y que los ayerbenses debensentirse orgullosos no ya de tener el nico centro mu-sestico vinculado a Cajal, sino de haber promovido yfomentado, desde esta experiencia y en tan poco tiem-po, la reedicin de las principales obras literarias deSantiago Ramn y Cajal: Mi infancia y juventud, Los tni-cos de la voluntad, El Mundo visto a los ochenta aos y susfamosas Charlas de caf, que tambin han vuelto a ver laluz encontrando un hueco en las libreras de Espaagracias a las iniciativas lanzadas desde el centro de

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    Ayerbe. Otras, menos conocidas pero no menos impor-tantes, son la aportacin de una considerable cantidadeconmica al Instituto Cajal para posibilitar la restaura-cin de elementos originales del legado Cajal, as comopara la adquisicin de un programa informtico quepermite a los responsables de la conservacin del lega-do un tratamiento innovador de las importantes prepa-raciones histolgicas del cientfico.

    En el ao 2002 se cumplen 150 aos del nacimientodel que fue adoptado por la histologa mundial como supraeceptor mundi. La apuesta del centro de Ayerbe, enel marco del proyecto Territorio Museo del Prepirineo,no es ni ha sido la de cumplir con este aniversario,

    sino la de aprovechar el mismo para recordar la necesi-dad de continuar con la labor ya iniciada hace tres aos.Una labor viva y activa que se ver complementada connuevas iniciativas expositivas ligadas a llevar el cono-cimiento de la figura de Cajal a los centros educativos,nuevas ediciones que aumenten el conocimiento y difu-sin de la obra de Cajal, as como otras iniciativas dedi-cadas al fomento de la investigacin sobre el mismo,con un objetivo principal cual es el de continuar impul-sando la recuperacin de un patrimonio muchas vecesperdido en el olvido.

    Desde la apertura del centro se ha venido realizan-do una importante labor difcil por otra parte cuandolos recursos siempre son escasos para su mejora yconservacin, dotndolo de climatizacin durante elpasado ao o aumentando sus fondos con importantespiezas como los microscopios adquiridos en EstadosUnidos y que son las nicas piezas disponibles de losmodelos citados por Cajal en su obra Recuerdos de mivida. Actualmente se trabaja en la incorporacin de nue-vos elementos de contenido didctico, principalmentedirigidos a un pblico escolar que est suponiendo elmayor porcentaje de visitantes.

    Estas acciones, que sin duda contribuirn a poten-ciar los objetivos del centro, van a favorecer una colabo-racin como la que se est articulando con otras iniciati-vas ligadas a Santiago Ramn y Cajal en otros puntos deEspaa.

    No faltarn voces, como siempre sucede, que en suda cuestionaron la construccin del centro, que luegodijeron que no debiera haberse hecho as, que ahoradirn que habra que gestionarlo de otro modo y quemaana seguirn disconformes, pero los ayerbensesdeben sentirse orgullosos de ser los nicos que hanintentado saldar su deuda con su hijo y praeceptormundi para dar a conocer y para reconocer la labor desu vida, de su obra y de su escuela, para ayudar a hacerrealidad uno de los pocos deseos del humilde sabio parasu posteridad que su obra y su vida fuesen una semilla quefructificara en los surcos de la cultura y conocimiento de lasociedad espaola.

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    Libros recibidos en la Seccin Cajal dela Biblioteca Pblica Municipal de Ayerbe

    En agosto de este ao se presentar en pblico la Seccin Cajal existente en la Biblioteca Pblica de Ayerbe.Mientras tanto, nuevos o viejos, poco a poco, nos van llegando ttulos de los que entresacamos los siguientes:

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    Publicado por cortesa de losdescendientes de D. Ricardo Monreal,

    mdico de Ayerbe

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    El Instituto CajalRicardo Martnez Murillo

    La neurobiologa constituye una de las reas msactivas de la investigacin biomdica. Ello ha determi-nado la proliferacin de excelentes institutos en neuro-ciencias en las mejores universidades de EE. UU.,Europa y Japn. En Espaa, el mejor ejemplo lo consti-tuye el Instituto de Neurobiologa Rmn y Cajal (enadelante Instituto Cajal) del Consejo Superior deInvestigaciones Cientficas (CSIC), inaugurado en 1932y nombrado en honor a la memoria de nuestro insignepremio Nobel en Medicina y Fisiologa (1906).

    El Instituto Cajal no slo ha asegurado la continui-dad de la ingente labor cajaliana en Espaa, sino quetambin ha sido catalizador del desarrollo de la neuro-ciencia espaola moderna. En las ltimas dcadas se haproducido un importantsimo desarrollo de la investi-gacin neurocientfica en el Instituto Cajal gracias a lacreacin y desarrollo de varios grupos que practicanuna investigacin neurobiolgica de excelencia, tantoen sus vertientes molecular como morfolgica, electrofi-siolgica, neuroqumica y neurofarmacolgica. Lasaportaciones de estos grupos de investigacin hanpermitido situar al Instituto Cajal en un slido puestoen la neurociencia internacional. En la actualidad,el Instituto Cajal del CSIC constituye el mayor centro

    de investigacin en neurociencias de Espaa y es tam-bin considerado centro de referencia en neurocienciasen el mbito internacional. La sede actual, localizada enla Avda. del Dr. Arce, n. 37, en Madrid, fue inauguradaen el ao 1989.

    La actividad cientfica del Instituto Cajal muestrauna clara perspectiva multidisciplinar orientada, enltimo trmino, a comprender el funcionamiento de lacompleja estructura del sistema nervioso, durante eldesarrollo y en la edad adulta. El objetivo que persigueel Instituto es determinar las anomalas que ocurren ensu organizacin y actividad, que son causa del desarro-llo de importantes enfermedades que producen disca-pacidad en un amplio sector de la sociedad. Por otrolado, nuestros esfuerzos estn igualmente dirigidos a labsqueda de estrategias teraputicas que permitan laproduccin de nuevos medicamentos con una accinms especfica.

    La actividad cientfica del Instituto se materializaen diferentes lneas de investigacin que son diseadasy desarrolladas por diversos grupos de trabajo agrupa-dos en departamentos: a) Departamento de Neuroana-toma y Biologa Celular, b) Neurobiologa del Desa-rrollo y c) Plasticidad Neural. Esta actividad inves-

    SERVICIO PBLICO EN NEUROCIENCIASAspecto exterior de la actual sede del Instituto de Neurobiologa Ramn y Cajal situada en

    a Avda. Doctor Arce, n. 37, 28002 Madrid (http://www.cajal.csic.es)

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    tigadora se desarrolla en un marco de cooperacin conotros centros de investigacin tanto nacionales comoextranjeros.

    A partir de 1994, el Instituto Cajal ha iniciado unanueva e importante modificacin en su organigramacientfico, mediante el establecimiento de unidades aso-ciadas de I+D con otras instituciones nacionales deinvestigacin. Esta modificacin de la organizacin delorganigrama del Instituto persigue obtener el incremen-to necesario del nmero de neurocientficos, medianteuna colaboracin estable e institucionalizada entre gru-pos de investigacin del Instituto Cajal y otros gruposde investigacin ubicados en otras instituciones nacio-nales de investigacin. A nivel internacional cabe des-tacar, entre otras, la colaboracin que mantiene elInstituto Cajal con la Agencia Espacial Norteameri-cana NASA, en un proyecto de investigacin relaciona-do con el estudio de las modificaciones que puedenproducirse en el sistema nervioso en la situacin expe-rimental de microgravedad. El objetivo que se persi-gue es prever las posibles consecuencias de un viajeespacial de larga duracin sobre la estructura y funcindel cerebro.

    La actividad cientfica del Instituto Cajal se com-plementa con la formacin de estudiantes pre- y post-doctorales, as como con el ofrecimiento de tecnologaespecializada a otros centros de investigacin, pblicoso privados. Por otro lado, el Instituto colabora en unprograma de formacin continuada de alta cualifica-cin de estudiantes titulados. La participacin delInstituto Cajal en este programa de formacin continua-da facilitar la incorporacin de especialistas en elsistema productivo, lo que hace que el sistema oficial

    de investigacin sea an ms rentable a la sociedad a laque sirve.

    El Instituto Cajal mantiene en la actualidad unaslida situacin. Las lneas de investigacin que se desa-rrollan en el Instituto presentan una alta productividadcientfica y constituyen un referente de calidad tanto anivel nacional como internacional. Entre las nueve espe-cialidades del CSIC que generan publicaciones cientfi-cas con un factor de impacto superior a la media mun-dial figuran las neurociencias, siendo el Instituto Cajalel centro de mayor produccin en neurociencias delCSIC. Cabe destacar que el ndice medio de impacto delas publicaciones cientficas producidas en el InstitutoCajal le sita como el mayor centro de produccin cien-tfica en neurociencias del pas. Entre los aos 1994-1999el impacto medio fue 4,98, siendo en 2000 de 5,7 y 6,54en 2001. Por otro lado, un estudio comparativo utilizan-do datos relativos a los costes de investigacin y pro-duccin cientfica entre los diversos centros del rea deBiologa y Biomedicina del CSIC, permite concluir queel Instituto Cajal es el ms rentable del rea.

    En conclusin, el Instituto Cajal ha experimentadoa lo largo de estos ltimos aos un crecimiento intenso,y es de prever que sigamos creciendo de forma sosteni-da y duradera. Estos datos, sumados al nmero de pro-yectos y redes de cooperacin financiados por agenciaseuropeas, suponen una indiscutible integracin conti-nental del instituto.

    En el Instituto Cajal seencuentran un nmeroaproximado de 200 perso-nas distribuidas en 3 de-partamentos. El objetivofinal de la actividad cientfi-ca que desarrollan es com-prender, al lmite de losconocimientos actuales, elfuncionamiento del cere-bro.

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    El Museo de DibujoEste museo es el logro ms significativo de

    Amigos de Serrablo en sus ya ms de treinta aos deexistencia; antes lo fueron la restauracin de las iglesiasmozrabes y romnicas de la comarca y la creacin delMuseo de Artes Populares de Serrablo.

    El castillo de Larrs es un edificio bajomedieval conun patio central, abierto con grandes arcadas ojivales, ycon dos torres contrapuestas que le dan ese carcterdefensivo. Perteneci a los Urris y, por tanto, dependade los marqueses de Ayerbe, hasta que a finales del si-glo XIX, ya en estado ruinoso, fue comprado por el larre-sano Sixto Belo. En 1983 fue donado por los hermanosCastejn Royo, sus propietarios, a nuestra asociacin.

    Convertir un edificio en ruinas en un museo dedibujo no era empresa fcil, y se hizo por el empeo delverdadero artfice de tal empresa, Julio Gavn, presiden-te de la asociacin y l mismo un gran dibujante. A l ledebemos todos que hoy podamos presumir de un granmuseo. Se restaur en tres aos y en septiembre de 1986era inaugurado con trescientas obras; hoy disponemosde algo ms de dos mil.

    El museo expone obras de los mejores artistas espa-oles y posee unos fondos envidiables. Adems se rea-lizan un abanico de actividades que hacen del mismouna entidad dinmica. Es visitado por ms de diez milpersonas al ao. Y es que merece la pena acercarse hastaeste rincn serrabls donde podemos admirar dibujosde Vzquez Daz, Salvador Dal, Ignacio Zuloaga,Mariano Benlliure, Jos Caballero, y un largo etctera,sin olvidarnos de aragoneses como Pradilla, Juan JosGrate, Antonio Saura, Ramn Acn, Luis Berdejo,Alberto Duce, Natalio Bayo, Jorge Gay

    Larrs y los Ramn y CajalPocos, muy pocos saben que esta familia procede

    de estas tierras, aunque Santiago Ramn y Cajal naciesecircunstancialmente en Petilla de Aragn (Navarra). Enel caso de esta familia los apellidos Ramn y Cajal pro-ceden, respectivamente, de Isn y Aso de Sobremonte,pueblos prximos a Larrs. Tanto en un caso como en elotro sendos jvenes segundones procedentes de dichospueblos recalaron en Larrs para casarse con dos larre-sanas. Ambas familias se unieron poco despus al pro-ducirse el matrimonio de don Justo Ramn Casass ydoa Antonia Cajal Puente, padres de nuestro Nobel.Tambin nacera en Larrs Pedro, hermano de Santiago.

    Tras su estancia en Petilla, don Justo ejerci de ciru-jano en su propio pueblo natal, pero al poco tiempo setraslad a Luna y Valpalmas para acabar su periplo porel Altoaragn en la villa de Ayerbe, con un breve parn-tesis en Sierra de Luna y Gurrea de Gllego. Que dejarasu pueblo no implic el que no mantuviera una relacinfluida con sus familiares larresanos, ni que tampoco lohiciesen sus cuatro hijos. Especialmente, el que mantu-vo un mayor contacto fue Pedro debido a sus perodosvacacionales en Jaca.

    En la actualidad quedan descendientes de las dosfamilias en Larrs, destacando por su longevidad lashermanas Eliodora y Presentacin Cajal Gavn, prxi-mas a los cien aos. De la casa paterna slo pervive elrecuerdo de su nombre, casa Pedro Juan, pero s que semantiene en pie y habitada la casa materna, casaMancebo.

    Santiago Ramn y Cajal yel Museo de Dibujo Castillo de Larrs

    Jos Garcs Romeo(Amigos del Serrablo)

    Postal de Larrs publicada por editorial Pirineo. Foto: Javier Cabrero

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    El Museo de Dibujo y Santiago Ramn y CajalEl hecho de que el dibujo fuese una de las pasiones

    de don Santiago y que adems tenga sus races enLarrs ha motivado que Amigos de Serrablo hayamantenido desde hace varios aos un inters especialpor resaltar tales circunstancias.

    A los pocos aos de inaugurarse, el museo pudoadquirir un autorretrato de don Santiago fechado en1928, de pequeo tamao y realizado a lpiz y carbon-cillo.

    Desde hace tres aos se expone tambin una foto-grafa de Larrs ampliada, hecha en 1900 por el propioSantiago Ramn y Cajal en una de sus visitas a Larrspara ver a su familia. Esta fotografa fue donada por elInstituto Cajal de Madrid. La imagen, aparte del valorintrnseco de su autora, tiene un gran valor documen-tal al poder contrastar dicha imagen con la actualidad,observndose sobre todo la arquitectura de hace ms decien aos con numerosas chimeneas troncocnicas y losmontes prximos muy deforestados.

    El padre y hermano de don Santiago, don JustoRamn Casass y don Pedro Ramn y Cajal, fuerontambin grandes mdicos, por lo que de alguna maneratambin merecan un reconocimiento explcito. Estereconocimiento se llev a efecto el 25 de junio de 2000por parte del Ateneo de Zaragoza, con la colaboracinde Amigos de Serrablo, realizando un acto acadmicoen el museo y descubriendo posteriormente dos placasen la plaza de Larrs. En este acto estuvo presente donPedro Ramn y Cajal Abell, nieto y biznieto de loshomenajeados.

    A finales del pasado ao la Galera Goya deZaragoza don al museo una copia autntica del famo-so busto de Santiago Ramn y Cajal, realizado en bron-ce, por Victorio Macho.

    En la revista Serrablo, que edita trimestralmente laasociacin, han ido apareciendo en estos aos variosartculos referentes a esta familia (autores: FernandoSolsona, Jos Antonio Gascn, Jos Luis Nieto, CarlosEduardo Sierra, Jos Garcs).

    Pero, sin duda, la actividad ms destacada realiza-da hasta la fecha tuvo lugar en el verano del ao 1992:una exposicin-homenaje a Santiago Ramn y Cajaltitulada Anatoma y dibujo. Esta exposicin estuvo abier-ta al pblico en el Museo de Larrs durante los meses dejulio, agosto y septiembre con obra de los siguientesartistas: Manuel Alcorlo, Azorn, Andrs Barajas, JosBeulas, Fernando Caldern, Camn, Mara Carrera,Castejn, Enrique Cavestany, Margarita Cuesta, AlbertoDuce, Francisco Echauz, Soledad Fernndez, Jorge Gay,Jos Hernndez Quero, Jos Hernndez, AntonioMarcoida, Antonio Postigo, Cristbal Toral, Jos MaraSmith, Vctor Smith y Antonio Zarco. Pero, sin duda, lajoya de la exposicin fue el Atlas Anatmico del propioSantiago Ramn y Cajal, propiedad de la Facultad deMedicina de Zaragoza (Departamento de Ciencias

    Morfolgicas), yque pudo ser ex-puesto en Larrsgracias a don JosLuis Nieto Amaday don Santiago Ra-mn y Cajal Jun-quera, profesoresde dicha facultad,y nieto este ltimodel Nobel. Fue ungran xito y frutode aquella activi-dad quedaron parael fondo del museolas obras de losartistas participan-tes adems de un

    digno catlogo y un bonito cartel.Este ao de 2002, en el que se conmemora el ciento

    cincuenta aniversario del nacimiento de SantiagoRamn y Cajal, Amigos de Serrablo ha programadouna serie de actividades que se suman a otras muchasque se van a celebrar por diferentes entidades. Las acti-vidades programadas se centran bsicamente en eldibujo, faceta que tanto apasion a nuestro Nobel.

    En primer lugar, se ha pensado en los nios. Paraello se ha convocado un Concurso Escolar de Dibujo enel que el tema a tratar son las vivencias de infancia yadolescencia de Santiago Ramn y Cajal desde su na-cimiento en Petilla hasta su estancia en Huesca cuandohace el bachillerato, pasando por Larrs, Luna,Valpalmas, Ayerbe, Jaca, Sierra de Luna y Gurrea deGllego. El plazo de presentacin de las obras finalizaen junio; un jurado determinar los premios y las obras,que se expondrn en el propio Museo de Larrs duran-te el mes de octubre. Se espera una respuesta entusiastapor parte de los colegios altoaragoneses.

    El 18 de mayo se celebrar el Da Internacional delos Museos. Este ao el motivo de celebracin no podaser otro que el sesquicentenario del nacimiento deSantiago Ramn y Cajal. A tal efecto, se inaugurar unaexposicin con obras de ms de una veintena de artistasque tratan vivencias, recordadas por el Nobel en su libroMi infancia y juventud. Asimismo, en los exteriores delcastillo se descubrir una escultura, obra de JavierSauras, en homenaje a la familia Ramn y Cajal.

    La revista trimestral Serrablo, que edita la asocia-cin, se dedicar monogrficamente a los Ramn y Cajalen el prximo nmero de junio. En ella colaborarnautores ya habituales en la citada revista as como nue-vas incorporaciones.

    Por ltimo, en el mes de noviembre saldr a la luzun libro sobre los ascendientes, la infancia y juventudde Santiago Ramn y Cajal, libro patrocinado por laempresa Aragonesas, de Sabinigo, y cuyos autoresson Julio Gavn, Enrique Satu y el que suscribe.

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    Qu posibilidades tenemos hoy de acercarnosa la obra cientfica de Ramn y Cajal?

    Elvira Rocha Barral

    Muchas ciudades, grandes o pequeas, muchospueblos repartidos por toda la geografa espaola cuen-tan con calles, avenidas, plazas, escuelas, hospitalesdedicados a nuestro premio Nobel D. SantiagoRamn y Cajal. Su nombre puede ser pronunciado contodos los matices dialectales e idiomticos de la pluralEspaa, siempre con orgullo y admiracin. Pero si acualquiera de estos convencidos ciudadanos se les pre-guntara qu hizo Ramn y Cajal, qu aport a la ciencia,cul fue su obra, nos quedaramos atnitos: la mayorade los espaoles ignoramos casi todo sobre su contribu-cin al saber cientfico. De l apenas se habla en lasescuelas o en los medios de comunicacin, sus grandesobras cientficas o estn agotadas o no estn disponiblespara la mayora.

    Es cierto que se ha publicado mucho sobre Cajal(as es como se le conoce internacionalmente) empezan-do por sus memorias, cuentos, ensayos u obras de carc-ter pedaggico y siguiendo por mltiples biografas,anecdotarios o ensayos sobre su obra y su figura. Perosu obra cientfica sigue siendo desconocida para el granpblico.

    La mejor versin de su obra magna Histologie dusystme nerveux de lhomme et des vertbrs, que contieneTextura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados(aparecida unos aos antes, en 1899-1904) completadapor el propio Cajal con investigaciones posteriores asta, fue publicada en francs (Pars, 1909-1911) y no hasido nunca, hasta ahora, traducida al espaol.

    El Consejo Superior de Investigaciones Cientficas,actual responsable y depositario de toda su obra, cele-br el primer centenario de su nacimiento (el 1 de mayode 1852) con la edicin facsmil de su obra en francs,hace aos agotada. Lo mismo ocurri con la reimpre-sin de esta obra, realizada en el ao 1972. De esta obrase public, en 1995, una versin en ingls (New York,Oxford University Press).

    El Instituto de Neurociencias de Alicante consigui,en 1992, sacar a la luz un facsmil del original espaolTextura. Esta edicin, como la anterior, est tam-bin agotada. Actualmente tan slo existe en el mercadouna traduccin en lengua inglesa de esta primera obraen espaol, editada tambin en Estados Unidos(Springer-Verlag), Texture of the nervous system of man andthe vertebrates, a la q