monografía strindberg

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UNIVERSIDAD DEL SALVADOR Facultad de Filosofía y Letras Escuela de Letras Hacia Damasco y las escisiones del Hombre Obligación Académica : Literatura Rusa y Escandinava Prof.: Celia Clara Fischer Alumna: Cecilia Carmona Tipo de trabajo : Monografía Curso : 3° año - Licenciatura en Letras Comisión: A Turno : Mañana Ciclo Lectivo 2011 Fecha de entrega : 18/02/15

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Análisis de temas centrales en la obra

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INTRODUCCIN

PAGE 18

UNIVERSIDAD DEL SALVADOR

Facultad de Filosofa y Letras

Escuela de Letras

Hacia Damasco y las escisiones del HombreObligacin Acadmica: Literatura Rusa y EscandinavaProf.: Celia Clara FischerAlumna: Cecilia Carmona

Tipo de trabajo: Monografa

Curso: 3 ao - Licenciatura en LetrasComisin: A

Turno: Maana

Ciclo Lectivo 2011

Fecha de entrega: 18/02/15

INDICE

Introduccin 3El peregrinaje hacia el autoconocimiento 5 Conflicto Sujeto Pareja Sociedad Dios 11La verdad: slo en boca del loco 14

Conclusiones 16Bibliografa 18INTRODUCCINLa Madre: Creste que era un asunto entre t y los dems,

y slo se trata de un asunto entre t y l.

Desconocido: Quin?

La Madre: El Invisible que dirige tu destino.

Hacia Damasco August Strindberg

El reconocido autor sueco August Strindberg considera que la disgregacin del hombre est estructurada en cuatro planos: la relacin consigo mismo, la relacin con los otros, la relacin con la sociedad y la relacin con Dios. Me result interesante notar cmo en la obra estos planos entran en conflicto. El equilibrio con el Mundo se rompi, al igual que el vnculo con Dios, y as la relacin consigo mismo y con los dems est afectada tambin. Esto da lugar a los matrimonios fallidos, al padecimiento y el sentimiento de vaco que aquejan al Desconocido. Hay algo que aqueja a la mayora de los personajes de Hacia Damasco: no hay felicidad en sus vidas. Ms adelante es mi propsito justificar y retratar esto con sus propias voces, pero quiero destacar que su peregrinaje es una bsqueda y, en mi opinin, es una bsqueda de la felicidad. Por consiguiente, no acepto como vanos los derroteros de El Desconocido que van y vienen por el camino del pecado, la redencin y el arrepentimiento, as como sus acercamientos y distancias de todo lo que atae al mundo de lo divino (el sacerdote, Dios, la Iglesia y las Sagradas Escrituras). El objeto del presente trabajo es analizar cmo estos sustratos conviven dentro de la obra y cmo el protagonista logra su redencin a partir del proceso de autoconocimiento que atraviesa en su camino hacia Damasco. La referencia del ttulo es clara, remite a cuando Saulo persigue a Jess y en la persecucin es solicitado su auxilio para la conversin. La transparencia es clara: el Desconocido dejar de ser nadie, un desconocido, para ser Juan hacia el final de la obra, cuando se convierte. Es el nombre el que le da vida y el que llena el vaco. Sostendremos que el autoconocimiento es el camino que el hombre debe seguir para poder ser pleno y luego alcanzar metas mayores, as como la felicidad. En torno a esto, Juan Pablo II seala que al hombre, cuanto ms conoce la realidad y el mundo y ms se conoce a s mismo en su unicidad, le resulta ms urgente el interrogante sobre el sentido de las cosas y sobre su existencia (1998:5). Por tanto, los ejes Hombre Sociedad Dios sustentan la base sobre la cual el hombre puede avanzar, conocerse y realizarse. Nuestro protagonista debi, por tanto, superar estos obstculos y reconstruir estos vnculos para poder dejar atrs la agona existencial que lo acongojaba.En tanto que esta obra describe el camino de Strindberg hacia la reconciliacin y su conversin al cristianismo (Sweden Sverige [s.d]) consideramos pertinentes algunas referencias bblicas que enriquecen la lectura y la comprensin de la obra, debido a su marco ideolgico.

Adicionamos adems el aporte del filsofo francs Michel Foucault para analizar el discurso de la locura y la cmo este se construye en la obra, as como algunos trabajos de la crtica sobre August Strinberg y su obra, en partcular Camino a Damasco.EL PEREGRINAJE HACIA EL AUTOCONOCIMIENTO

Concete a ti mismo Dintel del Templo de DelfosEl peregrinaje de El Desconocido es una bsqueda de su identidad. Cuando el protagonista de Hacia Damasco abandona su familia (como tambin lo hiciera Nora en Casa de Muecas) lo hace para encontrarse a s mismo. Es interesante tomar nota de que este derrotero no es slo circular, sino muchas veces contradictorio. Ahora bien, el camino que emprende El Desconocido no es slo un camino de autoconocimiento y de identidad, sino tambin de bsqueda de Dios.

Este escritor es un hombre infeliz, insatisfecho, pero ms an, es un hombre maldito. En ms de una oportunidad dice que l es portador de una maldicin y as tambin asistimos a su obrar a lo largo de la obra. Es notable cmo este protagonista no lleva ms que dolor y destruccin a donde vaya, es como el veneno: todo lo que toca muere, no en sentido estricto, pero s en un sentido espiritual. Podemos ver cmo esto se concreta cuando interviene en la familia de Ingeborg: logra que abandone a su marido y lo siga. Lo mismo ocurre cuando van a la casa de la madre y el abuelo de ella, ya que l trae el desasosiego a ese lugar. Si hay un personaje que queda notablemente afectado por l es El Mdico, pues pierde la cordura y termina siendo guiado por Csar, quien al principio de la obra estaba a cargo de ese matrimonio. Son numerosos los hechos, situaciones y personajes que son afectados y/o modificados por el proceder de El Desconocido. La importancia del autoconocimiento (concepto en el que la identidad queda absorbido) est atada a un plano emocional. Conocerse a s mismo implica una aceptacin del sujeto de su propia realidad y de su propio ser. En el plano religioso, amarse a uno mismo es el puntapi inicial para poder relacionarse con los dems para poder amar a los dems (Levtico 19,18). Es en relacin a este punto que los elementos Hombre, Dios y Mundo empiezan a interrelacionarse en el plano ficcional. El protagonista es, hasta el final, un hombre atormentado. Aunque paulatinamente se fue acercando a lo divino (de no entrar en el templo, entra al templo, de blasfemar a Dios, comienza un lento proceso de conversin, de un vagar por los caminos a una peregrinacin de purificacin espiritual en la montaa y hasta una muerte digna y envuelta en un halo de cristiandad) son constantes las luchas internas que sufre el personaje, y debe considerarse que lo ms significativo es cmo gradualmente va evolucionando. Por momentos pareciera que da un paso adelante y uno atrs, especialmente en la Tercera Parte de la obra cuando dialoga con Ingeborg. El dilogo se balancea entre el discernimiento, la claridad, la angustia y la confusin:EL DESCONOCIDO.

Y quizs no fueran peligros, sino duras realidades escritas como leyes en los conejos de los Inmortales. (Silencio) Tu amor siempre pareci tener el efecto del odio, cuando me hacas feliz me envidiabas la felicidad que me habas dado y, en cambio, cuando me veas desgraciado, entonces me amabas.

LA SEORA.

Quieres que me vaya?

EL DESCONOCIDO.

Si lo haces me morir

[]

EL DESCONOCIDO.

Entonces debemos odiarnos el uno al otro.

LA SEORA.

Y amarnos mutuamente.

[]

EL DESCONOCIDO.

Qu broma es la vida cuando se la toma en serio y qu seria si la tomamos como un chiste! [] Si te caus algn mal te pido perdn y beso tu pequea mano, que me acarici y me arala pequea mano que me condujo en la oscuridad y mi largo camino de Damasco. (1973:388-90)

Asistimos a un vaivn en el discurso de El Desconocido, pero hacia el final nos damos cuenta de que pese a que la turbulencia sigue existiendo en su interior (como despus lo confirmaramos cuando este habla con El Confesor acerca de El Prior) hay una fe que ha aparecido. No hay ya mal, sino perdn, este hombre ha experimentado un cambio a partir de la revelacin divina que es luego la que lo har tomar la decisin de morir en pureza, no ya vivir en pecado:En Camino de Damasco, el Desconocido est continuamente ponindose en camino, abandonando la vida cotidiana, en la que no es feliz, e iniciando una marcha hacia algo superior. En la muerte aparece el inicio de una nueva vida. (Del Amo 1973:17)

A lo largo de la obra, el lector no puede evitar plantearse qu es lo que necesita el Desconocido para ser feliz. No se halla a s mismo ni en la familia, ni en el dinero, ni en el vagabundeo, ni en la reflexin de sus libros, ni en el nuevo matrimonio que comienza Nada satisface a este hombre que parece estar alienado por el mundo. Un mundo que impone reglas, modos de conducta, expectativas y formas de pensar. Lo interesante es que este hombre sabe que la felicidad existe y est y ha estado en su busca desde hace ya largo rato. Pese a su imposibilidad de asirla, el Desconocido persigue a la felicidad en cada intento fallido de su vida. Es slo en las postrimeras de su vida que logra encontrar algo de paz y descaso para su alma y para su nimo: Desde hace cuarenta aos estoy esperando algo que creo que se llama la felicidad, o por lo menos el fin de la infelicidad (Strindberg 1973:36). El itinerario que recorre el protagonista tiene algo de peculiar: nunca est solo. Dios dijo: No es bueno que el hombre est solo (Gnesis 2, 18). Esas fueron las palabras que antecedieron la creacin de Eva. El ser humano nace y muere solo en el plano emocional y metafsico. El sufrimiento, aunque pueda compartirse, es una congoja que acecha un alma en particular, nuestros sufrimientos, problemas y duda son nuestros y de nadie ms. Por tanto se da esta situacin de soledad ntica que coexiste con la socializacin, con la compaa social, ese otro del que necesitamos para sentirnos completos. Muchas veces es la pluralidad la que da fuerza; en su camino, el Desconocido pocas veces est solo, esto lo vemos en la ausencia de monlogos que hay en la obra. El otro es un elemento imprescindible no slo para una completitud social, sino ontolgica y de autoconocimiento. Necesito de un otro para ser yo mismo, para ser distinto. La presencia del otro es lo que marca las pautas de la diferenciacin. Este proceso de diferenciacin constituye la etapa de autoconocimiento y formacin del sujeto. El Desconocido se conoce y los conoce en el choque y el cruce de su yo y los yoes de los dems. Es por eso que la compaa fortalece, que la compaa de un otro salva: Cuando estoy solo soy tan dbil como un paraltico, pero en cuanto estoy con otra persona me hago fuerte (1973:60). Nos hacemos cada vez ms fuertes en la medida de que logramos conocernos a nosotros mismos. La motivacin del nombre propio del protagonista, El Desconocido, ya remite a su condicin de persona no realizada. l no se conoce a s mismo y deja a su familia, a sus hijos y a su primera esposa, luego a Ingeborg y a su hija Silvia, porque piensa que de este modo podr encontrarse. Pero no es as, l solo busca escaparse y escapndose le da la espalda a lo que tambin l es. No es necesario estar en soledad para lograr conocerse a uno mismo, sin embargo, l siente odio por estos compromisos que a la brevedad se tornan en cargas y esto as sucede porque l no est listo para hacerse cargo de otra persona que no sea l mismo. No es lo suficientemente fuerte como para cuidar a otros, porque l mismo ha sido descuidado. Cuando hablan con Ingeborg, al lado del ro, El Desconocido comenta cmo ha sufrido el desamor desde su nacimiento:La Seora

No tuviste madre?

El Desconocido

Apenas. Y nunca sent ninguna unin con mi padre o con mis hermanos y hermanas. Ingeborg, yo era el hijo de una criada, sobre la que est escrito: echa a la esclava y a su hijo, pues el hijo de la criada no ha de heredar con el hijo de la libre.

El Desconocido no ha podido ser feliz en ningn momento de su vida. De hecho, La Seora dice que cree que es la persona ms desgraciada que he conocido en toda mi vida (1973 :66). Est convencido de que en su destino no hay haz alguno de luz ni felicidad. De hecho, desde que se une a Ingeborg en el yugo del matrimonio, ambos se hacen mutuamente infelices, pero se obra una especie de cambio entre ellos. Ambos, en la Tercera Parte El Desconocido y La Seora- reconocen que ella de algn modo encarna la figura del ngel que ha absorbido su mal y lo ha ayudado a ser una mejor persona. Otro elemento que se menciona repetidamente en relacin a la infelicidad es el destino, asido al sufrimiento: siento que la felicidad no forma parte de mi destino (1973:85). El Mdico sostiene que nadie puede escapar de su destino y El Desconocido es plenamente consciente de que los hados no estn de su lado. Es un hombre que no encuentra la satisfaccin en nada, pues experimenta un vaco existencial. Sostiene que lo tuvo todo, lo dej atrs y an as no logra sentir ni encontrar la plenitud.

En un dilogo con Ingeborg esto se cristaliza:

El Desconocido

Para qu sirve esto? El destino teje sus redes; de nuevo oigo caer el martillo y separarse las sillas de la mesa: el juicio ha sido pronunciado. Sin embargo, tuvo que haber sido pronunciado antes de que yo naciera, porque en mi infancia empec a sentir mi sentencia. No hay ni un momento en mi vida pasada hacia el cual pueda mirar con alegra.

La Seora

Infeliz de ti, que has conseguido todo lo que deseabas en la vida.

[]

La Seora

Creo que todava hay muchas cosas que no he hecho. Quiz no he sufrido lo suficiente.

El Desconocido

Es que sta es la finalidad de la vida?

La Seora

As parece. (1973 :88)

En el mundo que se presenta a los ojos del protagonista todo el dolor y sufrimiento. En un dilogo con La Madre, sta le dice al Desconocido que se necesita sufrir para purificar el pecado. Si pensamos en una instancia de felicidad, es aquella en la que el protagonista ha concluido su viaje y trasciende el sufrimiento en su conversin. Pero este camino no slo lo ha llevado a acercarse a Dios, sino tambin a conocerse a s mismo, a tomar cuenta de su pecado, de su pasado y de quin es; la Seora dice habamos decidido no hablar del pasado, pero lo llevamos con nosotros (1973:82) Deseamos recoger las palabras de Juan Pablo II quien, salvando las diferencias religiosas, reflexiona en torno al conocimiento del ser en las primeras pginas de Fides et Ratio:

quin soy?, de dnde vengo y a dnde voy?, por qu existe el mal?, qu hay despus de esta vida? [] Son preguntas que tienen su origen comn en la necesidad, que desde siempre acucia al corazn del hombre, de encontrar un sentido: de la respuesta que se d a tales preguntas, en efecto, depende la orientacin que se d a la existencia. (1998 : 6).Con estas palabras se ilumina la importancia que tiene la identidad y el autoconocimiento para que el sujeto cifre una vida llena y una existencia completa. Ninguna de estas respuestas est dada de antemano, por el contrario, se hace camino al andar. El descubrimiento del ser y la purificacin del alma llevan al protagonista a ahondar en lo profundo de s mismo.CONFLICTO SUJETO PAREJA SOCIEDAD DIOS

La Seora. Tiene Ud. alguna relacin, y perdone la pregunta?El Desconocido. Esta: cuando no puede aguantar ms lo que me rodea, continuo con mi camino.(Strindberg 1973 :37)

Una de las circunstancias que ms difciles de tolerar es la soledad, algo que para el Desconocido se hace insoportable. La soledad es estar consigo mismo, pero al no conocerse es un extrao y, por consiguiente, se torna incmodo e indescriptiblemente complejo: no es la muerte lo que temo, sino la soledad, porque en la soledad siempre se encuentra algo. No s si es algo diferente o es a m a quien percibo, pero en la soledad nunca se est solo (1973:38). Las proyecciones de la psique del Desconocido demuestran esto mismo: el sujeto no tiene unicidad, no est completo y necesita construirse. En el plano inmediatamente superior al individuo y su relacin consigo mismo, tenemos la relacin de la persona con su pareja. Sus matrimonios fueron fallidos, pero el cariz d de la relacin con Ingeborg es distinto. Ya desde el principio hay algo de luz:

la vida, que tal como era antes no tena ningn sentido, empieza ahora a tener un significado, y yo mismo noto una intencin donde antes slo vea el azar. Por esto, cuando ayer la encontr a usted, me vino la idea de que haba sido enviada a mi camino para salvarme o para destruirme (1973:39).

La relacin que se establece entre ellos es de destruccin y resurreccin y, de hecho, en la Tercera Parte de la obra se habla abundantemente sobre la redencin a partir de la figura de la mujer. La experiencia de su primer matrimonio sembr resquemores que no pudieron ser sorteados: cre que estaba cerca mi redencin; era a travs de una mujer, pero ninguna ilusin fue ms vana, porque a partir de entonces empez el sptimo infierno (1973:43). Excepto en la Tercera Parte de la obra, no hay armona alguna entre los personajes femeninos (ninguno de ellos, ni sus esposas ni las meseras) y El Desconocido. En el momento cero del relato, El Desconocido empez con pie izquierdo al abandonar a su familia, en primera instancia, generar deudas y crean una nueva familia y abandonndola. Su equilibrio con el mundo o la sociedad se rompi en el momento en que se hizo de ideales y reglas propias y dej todo aquello que tena (su equipaje) para encontrarse a s mismo y dar sentido a su vida. A medida que va avanzando en este camino de autoconocimiento y revelacin, El Desconocido reafirma esta posicin y contina rompiendo este vnculo, como sucede con el oro, luego cuando mendigan y son rechazados con Ingeborg en distintos pueblos y tambin cuando no logran pagar la barca para ir a la casa de los padres de Ingeborg. En el momento en que el protagonista decide huir con Ingeborg est tomando una decisin deliberada y consciente, est rompiendo una regla y no siente peso de conciencia alguno. En torno a esto, Juan Sebastin Cruz Camacho hablando sobre la potica de Strindberg puntualiza lo siguiente:El sujeto dramtico de Strindberg, al igual que el novelesco, rechaza el mundo, que no puede satisfacer sus propsitos y es el causante de su ruina. El Desconocido de Camino de Damasco declara frenticamente: Crees que he hecho oro para enriquecernos nosotros y los dems? No. Lo hago para destruir todo el orden del mundo, para diluirlo. Lo entiendes? Soy el destructor, el que diluye todo, el incendiario del mundo. (2011:10) Adems, El Desconocido es un sujeto que intenta desconocer los cnones por los cuales se rige la sociedad, pero en vano pues, aunque lo desee, no puede sustraerse a ella: Por qu? Por qu uno nace en este mundo como un ser ignorante, no sabiendo nada de leyes, costumbres ni convenciones locales que uno traspasa inadvertidamente, y luego se le castiga por eso? (1973:120). Se ha roto el lazo de equilibrio entre el hombre, la sociedad y Dios. El camino que emprende El Desconocido, este camino de salvacin, como lo indica el nombre de la obra, es un camino de conversin en su fe y cambio de perspectiva. Luis de Tavira remite a este cambio de este modo: los pasos hacia Damasco buscan una liberacin que slo se alcanzar en el deslumbramiento de otra mirada que nos descubra distintos, amados e inocentes.El Desconocido hace un camino de descenso hacia lo ms profundo y oscuro de su ser y de su maldad:

All dos padres, que murieron de pena por causa de un hijo malvado que se atrevi a levantar su mano contra ellos y que tendr que responder por no haber acompaado el fretro de su padre al cementerio... All est sentada su pobre hermana, a la que ech de casa en un da nevado de crudo invierno, aunque con las mejores intenciones, segn su propia versin. All hay una seora con dos nios que ha sido abandonada, sin la menor ayuda econmica (1973 : 131).

Pero al tocar fondo, al hallarse en el final del foso es que puede renacer. As es que cuando acompaado por el Confesor se pone en camino al monasterio quiere, antes de irse, pedirle perdn a su hija Silvia, su hija abandonada. Lo mismo sucede antes de ordenarse, cuando le pide perdn al Mdico, quien ya es monje. Con estos actos redime su culpa y empieza a alivianar la pesada carga que llevaba a cuestas. Hay otros aspectos mundanos que afligen su vida, como son las deudas. Desde la Primera Parte hasta la Tercera atendemos a cmo es de importante el dinero para poder subsistir y pagar las deudas. La pobreza lo mueve a un nivel de humildad, pero a su vez, de persecucin. Lo rechazan en los bares y no le dan limosna, ahora se ve arrinconado ante la Ley.

La ruptura con Dios no tiene lugar en la obra, sino in nihilo tempore, pero encontramos abundantes evidencias de que no hay fe en Dios ni creencia en algo supremo sino hasta el final de la obra, el Desconocido dice: No. No quiero entrar a la Iglesia. Me hace sentir tan mal el darme cuenta de que no pertenezco a ella, que soy un alma condenada, y que nunca ms podr entrar all, como tampoco podr ser un nio de nuevo (1973:52). El lector percibe que no hay bondad en el Desconocido no slo a partir de la dureza de sus palabras, sino tambin en base a pequeos gestos como cuando se apaga la vela en la Iglesia: Dgame, qu ha hecho Ud. conmigo? Ah dentro, en la Iglesia, no pude tener ninguna devocin. Una vela se apag en el altar y una rfaga de viento me dio en la cara justo cuando o que me llamaba (1973:60). La luz de la vela simboliza la verdad, Dios, la vida, al apagarse la vela del altar, se busca remitir a la ausencia de bien, de bondad, que hay en el protagonista. No hay mejor conclusin para este apartado que las palabras de Del Amo, quien en su introduccin a la obra dice queEl recorrido interior del personaje es un continuo salto entre tales planos [los cuatro planos mencionados] porque la ruptura que se produce en uno de ellos supone la ruptura en todos los dems. De este modo, el camino hacia el Paraso perdido es el ensueo de un camino que se supone conduce hacia el encuentro de su propia identidad, de la propia unidad de un yo que en su origen mismo se observa como escindido, y cuya vida no ser ms que la constatacin de la ruptura original (1973:8)Los planos antes escindidos estn ahora unidos, luego de la conversin y muerte del protagonista, no hay ms conflicto, sino paz: las deudas estn saldadas, las relaciones y los afectos reconciliados y la fe en Dios, fortalecida.LA VERDAD: SLO EN LA BOCA DEL LOCO

El filsofo francs Michel Foucault reflexiona en torno a las figuras del loco y del enfermo como aquellos en los cuales se plasma la verdad. Dentro de la obra, en el final de la Primera Parte de la triloga atendemos a una primera fase de cambio en El Desconocido, cuya duracin es ms bien breve. Ante la enfermedad y la presencia de la muerte, se opera un cambio en l: reconoce sus pecados y busca arrepentirse. No obstante, a la primera llegada de la conciencia y al restablecerse su salud, sus deseos de conversin, purificacin y obtencin de la gracia desaparecen. Consideramos que en interesante cmo se plasma la verdad del Desconocido, su verdad en un momento tan peculiar. Al delirar, El Desconocido reconoce la autoridad y la gracia de Dios, su deseo es el de obtener el perdn divino, de all que quiera solicitar la confesin y la absolucin de sus pecados. Dentro de la obra esto es visto como un momento de parntesis en la conducta del protagonista y l est pronto a irse del monasterio. Con respecto al discurso de los locos o enfermos indica Foucault que su palabra es considerada como nula o sin valor, pero a su vez es poseedora de la capacidad de enunciar una verdad oculta (1970:8). En este contexto, podemos considerar como rigurosa la conciencia de El Desconocido, pues El Confesor le dice:Porque apenas haba crimen o vicio que usted no hubiera cometido; y, adems, eran cosas tan tremendas que exigen una dura penitencia antes de poder ser absueltas. Como ya veo que ha recuperado su estado normal, permtame que le pregunte si hay algn fundamento en sus propias acusaciones.Cabe destacar que el binomio locura-verdad aparece tambin en la figura de Csar, que es, a la vez reflejo de El Desconocido, o como lo considera Regina Magrini, desde una mirada psicoanaltica, La Seora, El Mendigo y Cesar son proyecciones de la psique de El Desconocido (2013: 13). Creemos interesante considerar que la locura aparece en tres personajes: El Desconocido, Cesar y El Mdico forman una trada en la que el binomio locura-verdad se manifiesta. Los tres experimentan una fase de locura temporaria. De hecho, los lugares de Csar y El Mdico son intercambiables, en tanto en que el primero adopta la sanidad del segundo y viceversa. Ahora, siendo stos proyecciones de la psique del yo, del Desconocido, entendemos que hay una representacin de la represin de la verdad. Fundamental es que todo salga a la luz y se exteriorice, aquello que se guarda y se reprime. Sin embargo, el protagonista no est preparado para procesar su verdad an, su camino hacia Damasco, trminos metafricos, lo pondr de cara a su identidad y a su verdadero ser, limpiar su corazn, antes lleno de veneno, y lo llenar de pureza. De all que las intervenciones que puedan tener un carcter revelador o epifnico sean ignoradas, puesto que provienen de aquellos socialmente rechazados. Su discurso pierde validez porque el enunciador no valida ni legitima el enunciado debido a su condicin. De este modo, el binomio locura-verdad tiene lugar en la obra para ubicar al lector/espectador en un plano superior, donde pueda ver el todo. Con esto nos referimos a que los personajes de Hacia Damasco tienen capas y una complejidad tal como lo es la del ser humano, cuya humanidad est atravesada por numerosas circunstancias, posiciones, pensamientos e ideologas.CONCLUSIONESLa belleza de esta obra de Strindberg radica en lo complejo e intrigante de la trama. El lector atiende al camino que hace El Desconocido al andar por su propia vida, sus dudas y sus sufrimientos. Hay una gran cuota de lo autobiogrfico, pero al margen de eso, este drama de estacin de Strindberg busca retratar la complejidad existencial del hombre posmoderno, puesto que ste se ve en la encrucijada entre la individualidad y el renacimiento del poder del hombre como algo infinito, la muerte de Dios, la supremaca de lo superficial y los valores sociales impuestos.

En este contexto se cifra la problemtica existencial e identitaria del sujeto que no ha logrado la introspeccin ni el autoconocimiento. Es un ser incompleto que como un autmata se deja llevar por el ritmo impuesto por la sociedad. Sin embargo, El Desconocido ha despertado de este letargo para hacerse cargo de su identidad, de su felicidad y de sus creencias. El lector puede comprender cmo al negar a Dios la vida carece de sentido y estructura. Al final de la obra, cuando atendemos a esta suerte de rito de ordenacin/conversin/muerte simblica, se expone cmo el hombre necesita creer en la existencia de algo superior que d vuelo a la vida mundana, pues de lo contrario todo carecera de sentido. Este drama logra condensar la complejidad de la vida del hombre, constituida sobre las disposiciones de la sociedad, las reglas de la Iglesia, la moral, la tica, las dudas y la inseguridad. De este modo, engloba la totalidad del todo, no queda nada fuera del Mundo, del Hombre y de Dios. La redencin final del protagonista da un halo de esperanza a la vida del sufriente. En un momento de la obra, La Madre le dice al Desconocido que el sufrimiento no tiene lmites, pero la fe rinde fruto, los odos del Seor estuvieron atentos a la voz de su splica (Salmo 130,2). Dios es misericordioso y la unin del hombre con Dios restaura el equilibrio antes roto. Con fe el corazn, El Desconocido pide perdn al Mdico, a su primera esposa y a Ingeborg: sus lazos humanos se restauran y se sanan. El final de la obra es redencin, es el rescate y la libertad. Las vestimentas blancas simbolizan la pureza, antes negras, simbolizaban pecado, pero el protagonista cierra el crculo con algo clave: su nombre. Deja de ser El Desconocido, su camino de conversin ha concluido, ahora es Juan.

El Desconocido experimenta que en Dios est el perdn y el amor (Salmo 130). La paz tan deseada slo puede conseguirse en la presencia de Dios. No sern el oro ni el dinero, ni la fama los que lo llenen, y l mismo es consciente de eso. La bsqueda del Desconocido es larga debido a su fuerte rechazo a la presencia divina, slo cuando acoge a Dios logra superar todo sufrimiento. Como sugiere Del Amo, una vez restituido un lazo, todos as lo estarn, de este modo, los planos que estaban en conflicto durante la obra (el hombre consigo mismo, el hombre con la mujer, el hombre con la sociedad, el hombre con Dios) logran el equilibrio y la paz tan deseada al final de la Tercera Parte. Ya no hay escisin, hay unin.

BIBLIOGRAFA:

Fuentes primeras

- FOUCAULT, Michel (1970) El orden del discurso. Buenos Aires: Tusquets.- JUAN PABLO II (1998), Fides et Ratio. Buenos Aires: Paulinas.

- STRINDBERG, August (1973) Camino de Damasco, Madrid: Edicusa.

Fuentes segundas- CRUZ CAMACHO, Juan Sebastin, La potica de August Strindberg: hacia los desbordamientos de los gneros literarios en Literatura: historia, teora, crtica. Vol. 13- N1 enero-junio 2011.- DE TAVIRA, Luis, La visin de un nio que naci en domingo en Revista de la Universidad de Mxico. Mxico: UNAM. [Soporte electrnico: http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/ojs_rum/files/journals/1/articles/2397/public/2397-7119-1-PB.pdf].

- MAGRINI, Regina, Strindberg en Teatro en lnea N7 - 2007. [Soporte electrnico].