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LA PRESENCIA DE LA SOBERANÍA EN LA DEFENSA
ESTATAL
Por Angelina Abbona
Quiero agradecer una vez más la presencia de los colegas de los países
hermanos de Venezuela y de Bolivia por acompañarnos en estas Jornadas y por
compartir con nosotros su visión sobre este tema tan actual y tan presente en los
proyectos políticos afines, que se desarrollan en nuestros respectivos países.
Cuando menciono proyectos afines, en el contexto de una reflexión
sobre la Soberanía Latinoamericana y Defensa del Estado, pienso en actos
soberanos de tanto impacto como:
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i) La nacionalización definitiva de los recursos hidrocarburíferos de
Bolivia, dispuesta en el 2006;
ii) la reversión de la llamada “apertura petrolera” en Venezuela para
avanzar hacia lo que el Presidente Hugo Chávez llamó en el 2004, la “Plena
Soberanía Petrolera”, y
iii) la sanción en nuestra República de la Ley Nº 26.741, que declaró
de Interés Público Nacional el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos y
declaró de Utilidad Pública y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de
YPF.
Los actos enumerados son ejemplos de una firme vocación de ejercer
la soberanía, que no es otra cosa que entender al poder estatal como una
herramienta superior e independiente de aquellos intereses sectoriales y
corporativos que intentan desviarlo del interés general.
Mi intención, entonces, es reflexionar con ustedes sobre los alcances
de orden práctico, que tiene la presencia de la soberanía en la Defensa del
Estado, y mostrar, desde la experiencia de la Procuración del Tesoro, que lo que
puede ser considerado por muchos un concepto indeterminado e inasible, está
cada vez más presente.
En la Defensa del Estado advertimos, invocamos y ejercemos nuestra
soberanía en cuestiones como son los ataques a nuestra Nación de los
denominados “fondos buitre”, perpetrados mediante sus desmesuradas
pretensiones y las absurdas órdenes y sentencias judiciales foráneas a las que han
dado lugar, así como los casos CIADI que pretenden eludir la aplicación del
derecho argentino y los compromisos asumidos por los alegados inversores
extranjeros.
Como consecuencia de la crisis más grave afrontada en la historia
argentina, en enero de 2002 el Congreso Nacional declaró la emergencia pública
en materia social, económica, financiera, administrativa y cambiaria, mediante la
aprobación de la Ley N° 25.561.
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Estas medidas soberanas del Estado Argentino buscaron afrontar las
consecuencias de esta grave crisis, y tuvieron como respuesta un elevado
incremento de la litigiosidad contra la República ante la justicia extranjera e
internacional, impulsada por distintos sectores y/o actores que pretendieron
obtener ganancias y privilegios por sobre el pueblo argentino.
Del total de demandas iniciadas por tenedores de bonos a lo largo del
mundo contra la República Argentina, se pueden contabilizar (i) 167 demandas
en los EEUU (de las cuales 57 se encuentran pendientes), (ii) en ALEMANIA
555 acciones con sentencia firme; 99 demandas en trámites; y 25 acciones “sin
movimiento” desde hace tiempo; (iii) 13 en ITALIA, todas ellas desestimadas;
(iv) en ESPAÑA 1 demanda desestimada; (v) y en JAPÓN 1 desestimada en
primera y segunda instancia, actualmente pendiente ante la Corte Suprema de ese
país.
Por otra parte, los procedimientos arbitrales internacionales de
inversión contra la República Argentina representan un universo de 58 casos de
los cuales 46 son bajo reglas CIADI, 9 bajo reglas UNCITRAL y 3 por las reglas
de la Cámara de Comercio Internacional (CCI).
Me voy a referir, en primer lugar y en particular a la causa “NML
Capital contra la República Argentina” que tramita ante la Corte del Distrito Sur
de Nueva York. Posteriormente me referiré a las demandas iniciadas contra la
República Argentina ante tribunales arbitrales internacionales, y en los casos
tramitados ante el CIADI referidos a inversores extranjeros en virtud de los
Tratados Bilaterales de Inversión (los TBI), y cuyos reclamos están basados
justamente en las normas dictadas por el Congreso Nacional a raíz de la grave
crisis de fines de 2001.
Como consecuencia de tales litigios, podemos observar la tensión con
el principio de soberanía estatal a través de la injerencia de algunos tribunales
extranjeros e internacionales en temas de derecho interno, como lo es el arreglo
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del pago de la deuda interior y exterior de la Nación, que el artículo 75 inciso 7
de nuestra Constitución dispone que es facultad del Congreso de la Nación.
El principio de soberanía estatal consagrado en nuestra Constitución
tienen su correlato en el derecho internacional, en la Carta de las Naciones
Unidas, la cual recepta el principio de igualdad soberana de los Estados.
Aquel principio está asimismo en juego, cuando se discuten los límites
y las condiciones a la prórroga de jurisdicción que eventualmente pueda haber
otorgado la República.
Tal como enseñó el profesor chileno Novoa Monreal, “[…] el orden
público es una "reacción de defensa", que "protege el orden jurídico interno del país y sus
intereses vitales", […] impidiendo un debilitamiento profundo del orden establecido”1. Con él
se persigue que la aceptación de la ley extranjera no constituya un “[…]"salto a lo
desconocido" o un giro "con firma en blanco"[…]”2, que termine significando el
acatamiento de sentencias judiciales que comprometen el desarrollo de un país y
las bases de sus instituciones sociales.
En relación con las implicancias de pautar una prórroga de
jurisdicción, tal como se verifica en los títulos de deuda que dieron origen al
pronunciamiento judicial en el caso NML, es doctrina de la Procuración del
Tesoro (en concordancia con la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación) que “La prórroga de jurisdicción por parte de un Estado debe entenderse como
una decisión voluntaria, derivada de un proceso de negociación y avalada por las leyes del país
en función de la naturaleza de los actos involucrados, por medio de la cual el Estado asume la
posibilidad de ingresar en un sistema jurisdiccional extranjero pero no por ello imprevisible.
La aceptación de la prórroga de jurisdicción, en los términos previstos por la ley
argentina, no equivale ni supone resignar o renunciar a la inmunidad soberana que protege a la
1 Defensa de las nacionalizaciones ante tribunales extranjeros, Novoa
Monreal, Eduardo, UNAM, México, 1976. 2 Ídem Supra.
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potestad de imperio (ni a los actos realizados en su consecuencia) que distingue a los Estados
Nacionales de los regímenes coloniales”3.
La República Argentina realizó múltiples esfuerzos para alcanzar un
acuerdo con los miles de tenedores de bonos que desde el 2001 se encontraban
en diferimiento de pago, y estaban representados por 152 tipos de títulos
diferentes.
No obstante esa complejidad, la República Argentina pudo
reestructurar su deuda soberana (a través de los canjes realizados en los años
2005 y 2010) y, como resultado de ellos logró regularizar el 92,4% de la deuda
elegible.
La estrategia utilizada por los fondos buitre que no ingresaron a estos
dos canjes ha consistido en la compra de títulos valores o bonos de estados en
cesación de pagos, y a precios muy inferiores a su valor nominal en el mercado
secundario, para luego intentar mediante litigios y acosos judiciales, cobrar el
100% del título de deuda, y de esta manera obtener una tasa de recuperación de
lo invertido que equivale a un rendimiento entre el 300 y el 2000%.
El más activo de estos fondos buitre contra la República Argentina ha
sido, sin duda, NML Capital con sede en las Islas Caimán.
Estos fondos buitres iniciaron numerosos procesos judiciales ante
distintos tribunales extranjeros, invocando una cláusula comúnmente establecida
en los prospectos de algunos de esos bonos, que establece la competencia de
tribunales extranjeros (en el caso de NML, la jurisdicción de Nueva York) para
dirimir toda controversia.
Esos bonos originariamente fueron emitidos por la República
Argentina en octubre del año 1994, a través de un Fiscal Agency Agreement
(comúnmente se conoce como “FAA”), y fueron adquiridos una parte en el
mercado secundario, en vísperas a la crisis de la Argentina del 2001/2002, y la
mayor parte con posterioridad al diferimiento de pago.
3 Procuración del Tesoro de la Nación, Dictámenes 253:55; 251:652.
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Para lograr el cobro de sus acreencias, NML y los fondos buitres
pusieron en marcha una estrategia novedosa, basada en la cláusula “pari passu” o
“igualdad de condiciones” contenida en esos bonos.
Realizaré a continuación una breve reseña que describirá los
principales hitos procesales del caso NML, individualizando también lo que
considero “trampas” para la República Argentina.
Y, finalizando, voy a dedicar unos minutos a describir el acoso judicial
que ha sufrido y sufre la República.
A fines del año 2003, NML Capital y otros demandaron a la República
Argentina ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
En diciembre de 2003 la República Argentina, habiendo tomado
conocimiento que tanto NML como otros demandantes intentarían alegar en el
futuro, que los pagos que pudiera realizar la República Argentina frente a alguna
reestructuración de deuda resultarían violatorios de la cláusula “pari passu”
contenida en los títulos de su tenencia, se presentó ante el juez Griesa en una
audiencia realizada en enero de 2004 y solicitó que se dejara sentado que la
cláusula “pari passu” no requiere pago a prorrata, no establece la prohibición de
pagar a un deudor, y no ordena el cese de pagos por no pagar a otros acreedores.
En esa instancia, el juez Griesa rechazó el pedido de Argentina, y se
basó para ello en que no había “caso o controversia” por tratar, y por lo tanto no
resultaba relevante para ese momento ni para el futuro.
Pero también debo aclarar que el propio Juez Griesa, en una de esas
audiencias, afirmó que le parecía “una interpretación muy extraña de la cláusula pari
passu” aquella que la República Argentina advirtió que NML podría querer hacer
valer en un futuro.
Y este camino “tramposo” para la República Argentina no finaliza en
esa instancia. Les voy a contar otra parte de la historia que se vincula
directamente con esta “trampa”, que allanó el camino de los buitres ex post facto
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de la emisión de los títulos del año 1994 que previeron la jurisdicción de Nueva
York estando aún vigente la “Doctrina Champerty”.
En el año 2004 los fondos buitre consiguieron que el Poder
Legislativo del Estado de Nueva York modificara el Artículo 489 de la Ley del
Poder Judicial de Nueva York (también conocido como “Champerty Defense”),
basado en una regla del Common Law que precisamente ponía límites a la usura y
al abuso procesal por parte de los fondos buitre, prohibiendo la compra de deuda
con el objeto de llevar a cabo una acción legal para lograr su cobro.
Obviamente esto obstaculizaba los intereses de los buitres, y esta
modificación lo que hizo fue limitar esta defensa Champerty solo para compra de
deudas inferiores a los quinientos mil dólares (U$S 500.000), quedando por fuera
de esta protección las compras importantes de deuda que es justamente el
“metier” de los buitres.
Además de lo ya expuesto, es importante destacar que en el año 1994,
al momento de emitir los bonos regidos por legislación y jurisdicción de los
Estados Unidos de América, la República Argentina tuvo en cuenta que los
Estados Unidos habían sancionado en el año 1976 la Ley de Inmunidad
Soberana (FSIA), por la cual las medidas de ejecución de bienes contra Estados
extranjeros deben cumplir los estándares de la FSIA, la que otorga a esos sujetos
inmunidad de ejecución en su propiedad y activos, con muy limitadas
excepciones.
Quiere decir entonces que los demandantes tenían conocimiento de
esas disposiciones al adquirir los bonos de deuda soberana, y habían aceptado
obviamente esos riesgos para el cobro de esa deuda.
Posteriormente, en el año 2010, NML presentó una modificación de
demanda contra la República, con fundamento en que la Argentina a partir del
canje del año 2005 había estado violando la cláusula “pari passu” de acuerdo a la
interpretación que hace de esta cláusula el fondo buitre, y que significaba que si
algún acreedor del Estado no recibía el pago correspondiente, dicho Estado tenía
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prohibido efectuar pago de su deuda, ya que todos debían recibir un trato
igualitario.
NML solicitó entonces al Juez Griesa una orden para que provea el
pago a prorrata a los acreedores, lo que significa impedir el pago a los bonistas
que ingresaron al canje 2005 y 2010, a menos que –ya sea simultáneamente o por
anticipado- se pague a NML y los demás demandantes, el total de sus tenencias
no reestructuradas.
El 23 de febrero de 2012 el Juez Griesa emitió una orden,
requiriéndole al país que pague a los demandantes la totalidad de la suma
reclamada cuando se pague a los tenedores de bonos emitidos para los canjes.
Señalo muy rápidamente, y a modo de apretada síntesis, que la
República Argentina apeló las decisiones ante la Corte de Apelaciones del
Segundo Circuito, suspendiéndose los efectos de la sentencia del juez Griesa
durante el trámite de la apelación.
Al aclarar -el juez Griesa- la fórmula del pago a prorrata, donde
estableció el pago del 100% debido a los demandantes junto con el pago de los
servicios de la deuda reestructurada, la República Argentina se expresó en el
sentido que no constituye un trato igualitario exigir judicialmente que los fondos
buitre reciban el pago completo y conjunto de la deuda, en relación al resto de
los bonistas que aceptaron quitas al adherir a los canjes.
En definitiva, esta creación de Griesa a mi modo de ver, es el núcleo
de cómo se desvirtúa la cláusula “pari passu” y se crea una categoría de
acreedores privilegiados.
Finalmente la Corte de Apelaciones el 23 de agosto de 2013 confirmó
la decisión de Griesa, por lo que Argentina solicitó en febrero de 2014 a la Corte
Suprema de Estados Unidos que tome el caso, alegando la violación de la Ley de
Inmunidad Soberana o FSIA. Acompañaron esta presentación ante el Máximo
Tribunal norteamericano varios “Amicus Curiae”, como el Gobierno de los
Estados Unidos, México, Brasil, entre otros.
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Y llegamos así a que el 16 de junio de 2014 la Corte no abre este
pedido y quedan firmes las órdenes dictadas por el juez Griesa.
A partir de entonces, se generaron varias intervenciones por parte de
la República Argentina, se llevaron a cabo varias audiencias, y el juez Griesa dictó
algunas órdenes, entre las que podemos destacar aquella que ordena a la
República negociar con la contraparte a través de un mediador (cuyos servicios
son pagos), ello a pesar de la vigencia de la cláusula RUFO (“Rights Upon Future
Offers” o “Derechos sobre Ofertas Futuras”).
También autorizó en tres ocasiones (y en cada una de ellas decía “por
única vez”) al Citibank, a procesar los pagos realizados por Argentina en relación
a ciertos bonos del canje en dólares regidos por la ley argentina.
Y una “trampa” más del Juez Griesa es que, contrariamente a estas
autorizaciones, en fecha reciente prohibió al Citibank realizar estos pagos.
Cuestión ésta que desembocó en una controversia que actualmente tramita en los
tribunales argentinos, toda vez que a través de una orden el juez Griesa
homologó un acuerdo entre los demandantes y el Citibank cuyos efectos se
proyectan directamente en la República Argentina.
Justamente, mediante este mecanismo procesal se pretendió eludir el
trámite judicial del exequátur que debe realizarse para que una sentencia
extranjera tenga efectos en territorio argentino.
Finalmente, la reciente orden dictada por el juez Griesa hizo lugar a
las mociones “me too” o “yo también”, siendo 36 las acciones que se sumaron al
pedido de NML, y determinó –respecto a estos actores- que la República violó la
cláusula “pari passu” respecto de los bonos emitidos en 1994. La mayoría de
estos “me too” ya contaban con sentencias, por lo que, por la doctrina de la cosa
juzgada, los reclamos de los demandantes con sentencias previas están
prohibidos.
Sin dudas estas decisiones tomadas por el Poder Judicial de los
Estados Unidos han protegido la especulación y la usura.
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En tal sentido, el Fondo Monetario Internacional ha expresado su
preocupación por la interpretación adoptada respecto de la cláusula “pari passu”,
la que tendrá un efecto destructor sobre los procesos amplios de reestructuración
de deuda soberana, por encima del daño que infringe a la República y a terceros,
entre ellos, los bonistas del canje.
Es así que la estrategia no solo contó (y cuenta) con el apoyo judicial,
sino que también con el legislativo, de modo tal que se allanó el camino de los
buitres con miras a plasmar el sistemático acoso judicial que han llevado adelante
esos fondos contra la República Argentina.
Por ejemplo, voy a mencionar algunos intentos de ejecución fallidos
en distintos países, como ser: en EEUU, los activos afectados a ENARSA,
CONAE, ARSAT, ANSES, patentes a nombre del CONICET, INTA, INTI y la
COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA ATÓMICA, bienes diplomáticos y
consulares, y las reservas del BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA
ARGENTINA. Asimismo, en Suiza, Bélgica y Francia, intentaron embargar
cuentas y bienes diplomáticos. Y en Ghana –como es de conocimiento público-
NML llegó a embargar la Fragata Libertad.
El acoso también se evidencia con el pedido sistemático y
desmesurado de “Discovery”, es decir, la producción de información en el
extranjero, la que se realiza al margen de las autoridades del país requerido, y de
por sí atenta contra la soberanía de los Estados al inmiscuirse en funciones
propiamente judiciales. Tales acciones de los buitres se realizaron respecto a
decenas de bancos y otras entidades financieras a nivel mundial, incluyendo a
decenas de entidades separadas de la República, con personería jurídica propia, y
funcionarios a título individual.
Estos son algunos de tantos ejemplos que quería mencionar para que
tuvieran una real comprensión de este acoso judicial.
También la Procuración del Tesoro defiende a la República Argentina
en cada uno de los arbitrajes internacionales, la potestad soberana del Estado de
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declarar la emergencia pública en materia social, económica, administrativa,
financiera y cambiaria, como lo hizo en el año 2002, a través del dictado de la Ley
25.561.
La declaración de emergencia y la salida de la convertibilidad son actos
soberanos que no pueden estar sujeto a revisión o puesto en tela de juicio en otra
jurisdicción (extranjera o internacional), en este caso ante tribunales arbitrales.
En este sentido, es doctrina tradicional de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación que corresponde a los poderes del Estado proveer todo lo
indispensable para salvaguardar el orden público involucrado en la conservación
del sistema político y del orden económico, sin los cuales no podría subsistir la
organización jurídica sobre la cual reposan las libertades4.
Las demandas interpuestas contra la Argentina ante tribunales
arbitrales, en su gran mayoría son impulsadas por inversores en actividades
regidas por normas de derecho público.
Los agravios en los cuales estos inversores fundan sus pretensiones
guardan relación con el dictado de las medidas de emergencia, así como
modificaciones de normas de carácter regulatorio; y, con base en ello, alegan la
supuesta violación del estándar de trato justo y equitativo, entre otros reclamos.
El trato justo y equitativo refleja el estándar mínimo del derecho
internacional consuetudinario.
Las conductas que dan lugar a la violación de este estándar son
aquellas que caen por debajo de los niveles internacionalmente aceptables y que,
sopesadas en relación con el contexto de los hechos de que se trate (por ejemplo,
la grave crisis de fines de 2001), pueda representar una arbitrariedad manifiesta, o
discriminación, o una notoria injusticia.
Este estándar de trato justo no conlleva en sí mismo una
interpretación amplia que tenga por propósito fundamental la protección de las
4 Fallos: 318:1887, con cita de Fallos 171:79; 172:21; 243:449.
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expectativas del inversor, ni mucho menos constituye una garantía de
rentabilidad a los inversores extranjeros.
Este último concepto de expectativa del inversor no aparece
mencionado en ningún TBI suscripto por la Argentina.
Por lo tanto, la pretensión que se reduzca el estándar de trato justo y
equitativo a una obligación absoluta de proteger las expectativas de ganancias de
un inversor asumidas en cualquier circunstancia, en cualquier lugar, frente a
cualquier hipótesis, inclusive su propia culpa o la de un tercero, es ofensiva a la
razón y jurídicamente inviable.
En cuanto a la potestad regulatoria del Estado, las Demandantes en
los casos arbitrales han pretendido reiteradamente invocar un derecho a la
inmutabilidad de los marcos regulatorios de distintas actividades.
Sin embargo, como lo sostiene la Procuración del Tesoro en la
Defensa del Estado Argentino el estándar de trato justo no representa una póliza
de seguro y, por ende, los tribunales internacionales no deben ser garantes de los
malos negocios de los inversores, así como tampoco los tratados bilaterales de
inversión han sido diseñados para ofrecer garantías de rentabilidad a inversores
extranjeros.
En el mismo sentido, la Procuración sostiene el pleno ejercicio de las
facultades regulatorias del Estado y la potestad soberana para legislar conforme a
las necesidades económicas y sociales emergentes.
Se han iniciado 58 procesos arbitrales contra la República Argentina y
el monto total demandado es de 21.993 millones de dólares.
Sobre el total de casos iniciados, se encuentran finalizados 33 casos
que representan el 57 %; mientras que 25 casos, es decir, el 43 % restante
continúan en trámite. Como se observa, de la totalidad de los casos iniciados,
más de la mitad están finalizados.
Dentro de los 25 reclamos, que todavía se encuentran en trámite, 8
están en la etapa de fondo, 10 están suspendidos por solicitud de las
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demandantes, aclarando que en algunos de ellos la suspensión es de larga data; y
7 se encuentran en proceso de anulación, todos ellos a solicitud de la República
Argentina.
Resulta ilustrativo recordar el caso Impregilo, en el que las
Demandantes reclamaron un total de 121 millones de dólares, más intereses y
costas. Y obtuvieron un laudo por 21 millones de dólares. Es decir, un 15% del
monto reclamado originalmente, o el caso Saur, donde reclamaron ante el
tribunal CIADI, un monto cercano a los 145 millones de dólares y obtuvieron un
laudo por 39 millones de dólares, rechazándoseles más del 70% de sus
pretensiones.
Sin embargo, resulta paradójico que en ninguno de los casos las
demandantes solicitaron la anulación por esas decisiones de los Tribunales.
En cuanto a los procedimientos arbitrales finalizados con laudos
firmes, 4 de ellos se dictaron contra la República Argentina, 6 laudos fueron a
favor de la República Argentina, y 5 casos fueron resueltos por acuerdos
transaccionales entre las partes –en estos acuerdos los inversores renunciaron al
laudo arbitral-.
También cabe mencionar que en 3 oportunidades las Demandantes
abandonaron el procedimiento arbitral y que en 15 casos los reclamos fueron
desistidos.
Los casos finalizados comprendieron reclamos por 10.998 millones de
dólares. Sin embargo, el resultado en contra de la República Argentina para estos
casos fue de 702 millones de dólares, lo que implicó una reducción del 94% de
los montos reclamados.
Y, un dato a destacar es que la Defensa del Estado Nacional ante el
CIADI es realizada íntegramente con el personal profesional y administrativo de
la Procuración del Tesoro.
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También en materia de reconocimiento y ejecución de laudos, la
Procuración del Tesoro ha mantenido una posición firme en la defensa de la
soberanía jurídica del Estado Argentino.
El artículo 53 del Convenio CIADI establece el carácter obligatorio de
los laudos; el artículo 54, establece el procedimiento aplicable para su
cumplimiento.
El artículo 54(1) establece que un Estado “hará ejecutar dentro de sus
territorios las obligaciones pecuniarias impuestas por el laudo como si se tratare
de una sentencia firme dictada por un tribunal existente en dicho Estado”.
En la República Argentina, los laudos deben ejecutarse como si se
tratase de una sentencia firme de un tribunal argentino, en consecuencia para ello
rige el procedimiento sobre ejecución de sentencias que dispone el código
procesal civil y comercial de la Nación.
Esta interpretación ha sido sostenida de manera firme y consistente
por el Estado Argentino, y es la que posibilita compatibilizar la prórroga de
jurisdicción otorgada por la República a través del Convenio CIADI con las
normas de derecho argentino cuya aplicación, a los fines de la ejecución de
laudos, prevé el propio Convenio.
Concluyendo con mi exposición sobre la defensa de la República
Argentina ante los tribunales arbitrales, quisiera expresarles que sin perjuicio de
avanzar en los reclamos locales, y en defensa de los intereses del Estado, la
Procuración también ha planteado ante tribunales CIADI, demandas
reconvencionales. Estas demandas han provocado un efecto bisagra en la
Defensa del Estado, ya que (y esto es lo novedoso) hemos reclamado que dichos
tribunales reconozcan los daños causados por los inversionistas y sus
concesionarias por el incumplimiento de sus obligaciones. Es un nuevo e
interesante giro de defensa de la Soberanía del Estado.
Las demandas reconvencionales se han presentado en los siguientes
casos: Saur, Urbaser y Teinver.
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En el caso Saur la República Argentina presentó demanda
reconvencional el 14 de enero de 2013, reclamando 7.500.000 dólares por
incumplimiento en la administración de la Empresa a cargo de la provisión de
agua y saneamiento en la provincia de Mendoza.
En el caso Urbaser fue presentada el 29 de mayo de 2013. Se reclama
una compensación por 191 millones de dólares. Esta demanda reconvencional
tiene fundamento en los incumplimientos de las prestatarias del servicio de
aguas y saneamiento del Gran Buenos Aires y la frustración de las expectativas
que tenía el Estado al momento de concesionar un servicio tan vital para la
ciudadanía, que el Estado debe garantizar.
Quizás el caso más paradigmático y de renombre sea la demanda
reconvencional en el caso Teinver –Aerolíneas Argentinas- que fue presentada el 6 de
mayo de 2013 y en la que la República Argentina reclama una indemnización por
1.636 millones de dólares.
Dicho reclamo se sustenta en el estado ruinoso y de inoperatividad en
que la empresa Marsans dejo la Compañía Aérea. El Estado intervino ante la
posibilidad de una paralización de la comunicación aérea del País, es por ello y a
efecto de compensar esos daños causados, y las cuantiosas inversiones que hizo y
que aún debe hacer para recomponer una línea aérea que se encontraba
totalmente destruida, es que la Procuración instó una demanda reconvencional
contra el grupo Marsans, cuyos titulares se encuentran procesados y detenidos
por la justicia española.
Recientemente la Procuración del Tesoro ha trabajado en la
elaboración y ha patrocinado la denuncia penal formulada por el Estado
Nacional contra distintas empresas extranjeras que, sin contar con permiso o
concesión alguna del Estado Argentino, llevan a cabo tareas de exploración y
eventual explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina, en
zonas próximas a nuestras Islas Malvinas.
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Dicha denuncia fue presentada ante la Procuración General de la
Nación, para su ulterior radicación ante el Juzgado Federal de la ciudad de Río
Grande. De esta manera, la República Argentina cumple con su mandato
constitucional y ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas
Malvinas, y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte
integrante del territorio nacional.
Lo actuado en esta materia por los Ministerios ya mencionados y la
Procuración del Tesoro, se inscribe también en la lucha permanente por la plena
soberanía sobre los recursos estratégicos de la Nación argentina.
Ya sobre este punto expondrá en detalle el Subprocurador del Tesoro,
Dr. Horacio Diez.
Para terminar esta exposición debo agradecer a los abogados,
economistas y personal administrativo de la Procuración del Tesoro de la Nación
y de los servicios jurídicos que integran el Cuerpo de Abogados del Estado, por
su compromiso y esfuerzo que dedican a la Defensa del Estado. Muchas gracias.
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LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOBERANÍA NACIONAL Y
LATINOAMERICANA
Por Julio Alak
Señora Procuradora del Tesoro de la Nación, Doctora Angelina
Abbona, Señor Subprocurador del Tesoro de la Nación, Doctor Horacio Diez,
Señor Subprocurador de la Nación, Doctor Javier Pargament, integrantes de la
Corte Suprema de Justicia y superiores Tribunales provinciales, funcionarios del
Ministerio Público Fiscal, secretarios, subsecretarios y directores nacionales,
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directores generales de los servicios jurídicos que conforman el Cuerpo de
Abogados del Estado, destacadas personalidades del ámbito jurídico, académico,
cultural y económico, Doctor Horacio González, director de la Biblioteca
Nacional, Doctor Eugenio Raúl Zaffaroni, Doctor Eduardo Barcesat, Doctor
Eric Calcagno, Doctor Aldo Ferrer, señoras y señores presentes: quiero en
primer lugar felicitar a la Procuración del Tesoro de la Nación por la acertada
decisión de organizar estas Jornadas con un tema de máxima relevancia para
nuestro país como lo es la apasionante construcción de la soberanía nacional y
latinoamericana. Asimismo, agradezco la participación de los numerosos y
prestigiosos expositores argentinos y del exterior que generosamente han
aceptado participar en estas Jornadas.
Han transcurrido, como bien dijo la señora Procuradora, más de
doscientos años de vida independiente y los desafíos de los próceres de nuestra
patria aún no han terminado de concretarse "Seamos libres; lo demás no
importa", reclamaba San Martín. "Nada podemos esperar sino de nosotros
mismos", advertía Artigas. "Construyamos la patria grande latinoamericana con
decisión y coraje", exhortaba Bolívar.
Ellos y miles de líderes populares célebres y anónimos nos legaron
una Latinoamérica y una Argentina libre, pero la definitiva soberanía nacional y
latinoamericana, aunque próxima, sigue siendo un desafío pendiente. Lograr este
objetivo es una lucha cotidiana entre el ser y el deber ser como Nación y región,
y requiere el análisis profundo de todas las estructuras a través de las diversas
categorías del pensamiento filosófico, político, cultural, sociológico, histórico,
económico y, entre otros, jurídico.
Durante dos días en estas Jornadas destacados intelectuales de
diversas disciplinas expondrán los logros y los desafíos pendientes para
acercarnos a una plena soberanía nacional y latinoamericana.
Somos una Nación que ha construido valiosísimas corrientes de
pensamientos, y notables pensadores que nos han legado riquísimos diagnósticos,
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análisis y propuestas sobre los que se ha cimentado el progreso de la Nación.
Desde aquel inmenso territorio despoblado y desértico, con comunidades
aborígenes que fueron masacradas en nombre del progreso, florecieron ideales
que persiguieron el noble objetivo de construir una patria grande, justa, libre y
soberana.
Desde la lucha por la libertad a la defensa del territorio nacional;
desde el desafío de la organización nacional a la construcción de democracia
popular; desde la incorporación de la mujer a la vida política y la conquista de los
derechos sociales; desde las dictaduras a la definitiva recuperación de la
democracia y la plena vigencia de los derechos humanos con igualdad, inclusión y
diversidad, han transcurrido dos siglos.
El objetivo está cerca pero el camino no deja de ser crítico, complejo y
difícil, porque frente a los ideales y a las utopías populares siempre estará
presente el poder concentrado minoritario que buscará en la región dividir para
reinar, y en nuestra patria fracturar el campo popular para postergar la plena
soberanía nacional.
Nuestra estructura jurídica, que nació producto de la combinación del
derecho patrio con los principios de la Constitución norteamericana, con un
derecho privado predominantemente afrancesado y un derecho administrativo
hispanizado, fue girando progresivamente a un diseño nacional producto del
esfuerzo y el aporte de nuestros pensadores intelectuales, que con obras
doctrinarias y jurisprudenciales promovieron la sanción de normas jurídicas
auténticamente argentinas.
A los aportes libertarios y soberanos de Alberdi en el siglo XIX se
sumaron las elaboraciones sobre el rol activo del Estado de bienestar y los
derechos sociales del siglo XX, impulsados entre otros por Arturo Enrique
Sampay en la célebre Constitución de 1949, y posteriormente las Convenciones
Internacionales sobre Derechos Humanos, la defensa de los derechos colectivos
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y las cláusulas de la defensa del orden democrático y del progreso social de la
Constitución de 1994.
A partir de la valiente decisión del ex presidente Néstor Kirchner y de
la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner, se implementó una política
de memoria, verdad y justicia que vino a reparar las profundas heridas que dejó
abierta la última dictadura militar consolidando definitivamente el sistema
democrático y poniendo a nuestro país como líder en el mundo en derechos
humanos.
En estos tiempos, además, se logró reemplazar el Código Civil
inspirado en la obra de Napoleón y sistematizado por Vélez Sársfield, que
contribuyó sin duda al desarrollo del país, reemplazado por un nuevo Código
Civil y Comercial aprobado por la Ley 26.994, hecho por juristas argentinos, con
un lenguaje claro y sencillo, que moderniza la normativa del derecho privado y
que comenzará a regir dentro de 50 días.
Asimismo, y producto de la rica participación de las diversas fuerzas
políticas, se creó una Comisión de Expertos en Derecho Penal en donde los
partidos de la oposición tuvieron mayoría, y se logró consensuar un anteproyecto
de Código Penal que fue evaluado por todas las universidades públicas y privadas
argentinas, y con las correcciones correspondientes será analizado
oportunamente por el Congreso de la Nación.
Se sancionaron también en estos tiempos leyes que venían siendo
reclamadas desde los tiempos de la organización nacional, como el Código
Procesal Penal federal, aprobado por Ley 27.163, pedido por Domingo Faustino
Sarmiento, Rodolfo Rivarola y Joaquín V. González desde 1870, que sustituye el
sistema inquisitivo por el sistema acusatorio al cual la Nación nunca había
tomado la sabia y valiente decisión de implementarlo.
Por su parte, se terminó el Digesto Jurídico Argentino, próximo a ser
aprobado por la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación, una obra
monumental que permitió revisar las más de 34.000 normas sancionadas desde
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1853 hasta el presente y sintetizarlas en un cuerpo de 3.134 normas de carácter
general vigentes que, divididas en 30 materias, permitirán en un futuro la
codificación de todo el derecho argentino. Cuando sea aprobado este año por el
Congreso de la Nación, éste será el primer Digesto Jurídico del mundo.
Asimismo, en el campo del derecho público se logró cumplir con
asignaturas pendientes desde el nacimiento mismo de nuestra patria, como la Ley
26.944, de responsabilidad del Estado, que hasta el momento tenía solo base
jurisprudencial, y la Ley de Medidas Cautelares 26.854, cuya regulación resultará
indispensable tanto para la defensa de los derechos de los ciudadanos como
también para el debido ejercicio de defensa del Estado. Y sabemos, y sé
fehacientemente, que los abogados del Estado la aplican con esmero y
responsabilidad en los juicios en que les toca actuar.
También, otro paso trascendente en la implementación de principios
fundamentales de la Constitución y de su reforma del año 1994, en cuanto a la
protección de sectores vulnerables, ha sido el dictado de normas esenciales para
la vigencia efectiva de la Ley de Protección del Consumidor 24.240, como por
ejemplo la Ley 26.993, que incorpora el sistema de resolución de conflictos en las
relaciones de consumo y crea el nuevo Fuero del Consumidor, próxima a
funcionar.
Asimismo, y a efectos de contribuir a una mejor posibilidad de
difundir el derecho, creamos el sitio Infojus, que es el único sitio de internet
público y gratuito del mundo que reúne legislación, jurisprudencia y doctrina, y
que tiene millones de visitas anuales de magistrados, abogados, estudiantes de
derecho y ciudadanos en general.
En la próxima semana, por decisión de la Presidenta de la Nación, se
enviará al Congreso Nacional un nuevo proyecto de ley que transformará el
Servicio Penitenciario Federal organizado como fuerza de seguridad en un nuevo
organismo, de carácter civil. Se trata de la creación de la Agencia Federal de
Ejecución de la Pena y Reinserción Social, que tendrá como objetivo esencial la
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formación cultural, educativa y laboral de las personas privadas de la libertad para
su mejor y más pronta resocialización.
La soberanía nacional, finalmente, es la contracara de la dominación
extranjera. Los planes de subordinación política de la Nación han tenido
diversos y sofisticados instrumentos, pero uno ha sido constante en toda nuestra
historia: el endeudamiento del Estado en moneda extranjera ante la banca
internacional. Por eso el aporte más trascendente a consolidar la soberanía
nacional en los últimos años, entre otros, ha sido el programa de
desendeudamiento en moneda extranjera que han llevado adelante el presidente
Néstor Kirchner y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Mediante mecanismos de quita de deuda y el cumplimiento
sistemático de pagos, la deuda del Estado nacional se redujo de 170 por ciento
del PBI a no más del 15 por ciento, siendo la Argentina uno de los países más
desendeudados y, por lo tanto, más soberanos del mundo.
Esta noble política económica significa también un desafío para el
campo jurídico, acerca de cómo el país deberá pensar en limitar legalmente a
futuro su nivel de endeudamiento en moneda extranjera en relación con su PBI,
en cómo el país debería ir recuperando paulatinamente su plena jurisdicción para
la emisión de títulos en moneda extranjera y para la resolución de controversias
con inversiones extranjeras, y de cómo el país será capaz de crear un marco legal
multilateral en el ámbito de las Naciones Unidas para evitar la proliferación de
los fondos buitre, que atacan y saquean las economías y las riquezas de las
naciones del mundo.
A nivel latinoamericano, es notable el avance de la consolidación del
Mercosur y de la UNASUR. En materia legislativa, el Parlamento Sudamericano
permitirá desarrollar disposiciones de alcance regional en materia de desarrollo y
derechos humanos, velar por la democracia en la región, establecer relaciones de
cooperación entre los países miembro, emitir declaraciones y recomendaciones,
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fomentar el desarrollo de la democracia representativa y ejercer el control político
a los órganos e instituciones de UNASUR.
También se encuentra en pleno debate la creación de una Corte Penal
Suramericana en el marco de la UNASUR, para combatir la delincuencia
organizada transnacional en la región y delitos como el narcotráfico, tráfico de
armas, trata de personas, lavado de activos, delitos cibernéticos, tráfico ilícito de
bienes culturales y falsificación y comercialización de fármacos.
Por eso hoy no puedo más que celebrar el camino recorrido. Quedan
desafíos por abordar pero estoy convencido de que dejamos las bases de un
nuevo derecho civil, comercial, penal, procesal, administrativo y comunitario,
más humano, más igualitario y más justo. Y eso nos hace soberanos y por eso
más libres. Muchas gracias.
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LA SOBERANÍA DESDE LA PERSPECTIVA CULTURAL
Por Horacio González
En primer lugar debo decir que me siento muy agradecido por la
invitación que me han hecho por parte de la Procuración del Tesoro.
Estoy entusiasmado por las palabras de apertura que he escuchado.
No voy a cometer la descortesía conmigo mismo de decir que ya está todo dicho
después de lo que ya escuchamos y por eso intentaré trazar algunas reflexiones
en torno al concepto de soberanía desde uno de los ángulos que en las últimas
décadas contó con grandes trabajos, una bibliografía especializada, discusiones
públicas y hasta periodísticas de gran significación. Me refiero al concepto de
decisión y la habitual calificación de decisionista que se le atribuye al gobierno
nacional. Por lo que vimos, por las exposiciones que escuchamos recién, se trata
más bien de un gobierno que cuida de tejer un conjunto de normas, por lo tanto
sería un gobierno más bien normativista, más cercano a cierta tradición
republicana que a un gobierno decisionista. Como es sabido el decisionismo, no
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se apega estrictamente al imperio de la norma sino que hace de cada acto de su
decisión un acto que involucra su propia ontología, su propia razón de ser, su
propia aplicación y su propia autosustentación.
Cuando se produjo el sepelio del ex presidente Kirchner, la presidenta
le dijo una frase al periodista Horacio Verbitsky, recuerdo haberla leído en el
diario donde él escribe: "Nosotros siempre en medio del tumulto". Esta noción
es una noción del derecho romano, el tumultus. El tumulto está íntimamente
vinculado en la tradición del estudio del decisionismo precisamente a la idea del
luto de la máxima figura pública.
Los conocidos trabajos de Giorgio Agamben sobre el luto de la
principal magistratura introducen la idea del Estado de excepción, donde aparece
y se construye la figura del soberano en tanto el que decide. Y, para ser más
circular este pensamiento, decide porque es efectivamente un momento de
excepcionalidad.
Estos momentos de excepcionalidad en la gran teoría decisionista, que
parte de la conocida tradición de Carl Schmitt, tuvo bastante influencia en el
nacionalismo argentino y rozó una cierta influencia en la Constitución del 49. Es
una tradición a la que habitualmente suele transferírsele una idea de profunda
arbitrariedad, antidemocrática, dictatorial y antirrepublicana.
No es exactamente así, pero hay que decir que la Argentina construyó
su tejido de normas, y estas últimas reformas a su Código Penal, con un
concepto que no es efectivamente decisionista; y los modos en que se da el
decisionismo en la toma de posiciones frente al papel del Estado en la regencia
del mundo de hoy forma parte en realidad de las formas de neocolonialismo y
neoimperialismo.
Más allá de la opinión que tengamos de una figura como bin Laden, la
decisión de generar un operativo específico para darle muerte en el lugar donde
se alojaba no puede no ser un tipo de decisionismo de derecha que está alojado
en las entrañas mismas de un poder mundial. El modo en que actúa un juez de la
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Corte Suprema de los Estados Unidos, en alianza con una peculiaridad específica
de una forma del capitalismo que antes no era conocida ni en los tiempos de las
críticas de Marx y Keynes, es un tipo de operatoria que aún es necesaria estudiar
y teorizar. Es un sector de la justicia que reproduce formas del capital como si la
justicia misma albergara hoy el concepto de plusvalía y no fuera tanto la
economía la que lo hiciera. O, si no, al revés, la transferencia del concepto de
plusvalía económica a la justicia, y el concepto de justicia decisionista a ciertas
formas muy concentradas y arbitrarias del capital es uno de los principales
problemas a que se enfrenta la Argentina y sobre los cuales tiene que haber un
ejemplo a escala mundial.
Aquí tenemos una decisión de tipo decisionista, de las tan criticadas
por el mundo republicano argentino, sin sospechar que este es un gobierno que
respeta muy profundamente viejas herencias republicanas que han fundado este
país. Son precisamente estilos de un decisionismo que está muy cerca de la
guerra. El decisionismo no ama la guerra necesariamente; y, sin embargo, tiene
una relación no temerosa con la violencia. Los grandes debates de los años 20
entre Carl Schmitt y Walter Benjamín, que son debates sobre la violencia, la
ponen como un lugar constitutivo del sentido.
No es este el momento que atraviesa la Argentina, pero sí lo atravesó
la Argentina en la guerra de la independencia, donde la violencia era un momento
constitutivo de sus instituciones y se puede decir que fue un momento
progresista, progresivo o democrático de sus instituciones, con argumento de
guerra. La frase de San Martín citada por el Ministro de Justicia "seamos libres",
está sostenida por las armas. No podemos omitir eso.
Al mismo tiempo, todos tenemos hoy una crítica estricta y no por eso
menos dolorosa al modo en que se quiso en los años 70 sostener por las armas,
es decir por la violencia, un conjunto de fórmulas de justicia que se presentaban
en gran medida con razón como fruto de una reparación histórica que estaba
siendo reclamada por el pueblo argentino.
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De modo que se trataba de una violencia que no dejaba de estar
sostenida en profundos impulsos democráticos y democratizantes albergados por
el pueblo argentino. Se precisaba entonces una noción concisa y casi maciza del
pueblo argentino, algo que efectivamente hoy no tenemos porque predominan
las teorías de la heterogeneidad y de lo popular.
Esta es una crítica que la Argentina supo hacer a esos modos de
violencia sin dejar que se arrastre en esa crítica una noción profunda de derechos
humanos, que es una profunda conquista del pueblo argentino y es quizás la que
mantiene de una manera más precisa un tejido de cohesión, solidaridad y unidad
a la noción de pueblo argentino, una noción práctica, convivencial, cotidiana y
también teórica sobre la cual hay que meditar.
Este debate sobre las formas de la violencia, que ha ocupado a las
mentes más preclaras del siglo XX, en la Argentina no se dio de la misma manera
porque se recurrió a veces a fórmulas fáciles en el sentido que la violencia puede
ser el lugar de una creación nueva, el lugar de una fuente de inspiración no solo
de lo popular sino de formas reparatorias más profundas de justicia.
El modo en que la teoría política contemporánea dio vuelta la famosa
frase de Von Clausewitz de que la política era la continuación de la guerra, toda la
teoría contemporánea se enamoró de la inversión de esa teoría, en modo tal que
pasaba a ser la política la continuación de la guerra y ver un núcleo de belicosidad
cuyo estilo predominante para ser pensado podría ser la teoría amigo y enemigo
de la que usualmente es acusado el gobierno. Evidentemente, esa tesis que
proliferó en mundos académicos en gran medida acompaña tesis como las de
Foucault y Giorgio Agamben. El propio Benjamín no dejó de seducir a
vastísimos sectores de la vida intelectual argentina, que sin embargo no hicieron
de esa tesis el lugar donde tenían que demostrar -como el actual gobierno de
Argentina- debía inspirarse en zonas previas de violencia. Sino, al contrario, el
gobierno, que probablemente no ha consultado esta bibliografía -lo cual no hace
culpable a nadie; las bibliografías son huellas dormidas en un estante que nos
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solicitan cuando es necesario que las consultamos, y el gobierno no consideró
necesario consultar esta-, pero muchas frases que se han dicho -el tumulto, por
ejemplo- rozaban, pasaban de lado muy cercanamente a las grandes teorías que
vienen del derecho romano.
Por eso en la Argentina esto se transformó en la idea de que la muerte
del presidente con el luto que instituía lo hacía de una manera tal a despertar un
cimbronazo muy fuerte en la sociedad argentina, y esa tesis de la revelación de
una situación nueva que afectaba a sectores de la juventud y a todos los que están
en condiciones de pensar un país bajo la norma política, a inspirarla como una
norma dinámica donde la soberanía aparezca firme y enhiesta, pero con la
suficiente plasticidad como para alojar en ella misma una fuerte tradición
humanista crítica que hay que constituir como práctica y como teoría en la
Argentina.
El otro gran dilema de la Argentina está en el sur, no en el norte, que
es Malvinas. Tenemos una resolución sobre las Malvinas de una discusión donde
se le implica a Gran Bretaña para sentarse. El acto de sentarse al diálogo es un
acto fundamental; también es un acto cotidiano, porque lo hacemos a diario: acá
estamos sentados, cuando almorzamos estamos sentados. El sentarse, como bien
lo observaron muchos filósofos, como el estar parado también -y las humoradas
abundan al respecto en la historia política argentina-, es un acto esencial de la
corporalidad humana y una metáfora fundamental del diálogo.
Ahora bien, tanto como en el caso de los fondos buitre, donde
sospecho una actitud decisionista de un neocapitalismo cuyas connotaciones
extremas hay que seguir examinando con nuevas teorías -las que hay hoy no
alcanzan-, y también las fuertes bases de la NATO en las islas Malvinas también
hay que pensarlas de otra manera. Esa base antes no existía y los discursos de
Cameron de índole belicista tampoco existían.
La Argentina está cada vez más apegada por experiencias reconocibles
y totalmente sostenibles en su posición a la idea de sentarse, a la profunda idea
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pacifista, pero también humanista y corporalmente casi literaria, vinculada al
primer sentimiento de forjamiento de la norma, que es el sentarse alrededor de
una mesa. Si es que pensamos que la violencia precede a cualquier relación y la
norma la dociliza, o sea que pensemos como los más atrevidos pensadores del
siglo XX que la decisión vinculada en un trato lírico con la violencia superior a la
norma, ya sea que pensemos cualquiera de esas dos cosas, el Gobierno argentino
piensa una sola cosa, la superioridad de la norma.
Es un gobierno con muchos impromptus, que no siempre son bien
pensados o reflexionados, no solo por la oposición, que no tendría la obligación
de hacerlo, sino por los mismos que los protagonizan. También tenemos esa
obligación. Inglaterra percibe claramente lo que significa sentarse al diálogo,
pues sentarse es una suerte de acto corporal, metafórico, diplomático, y casi
decisionista en el sentido humanista pacifista, que se contrapone enteramente a
una base militar de dos mil personas. Esa es la fuerza metafórica que tiene el
acto de sentarse a dialogar, y por eso la Argentina está en un momento
excepcional para reformar sus instituciones de derecho, rever sus códigos desde
Vélez Sársfield en adelante, replantar el modo en que se realizó la Constitución
del 49 y todas sus reformas, y vincular la norma a los enormes vasos
comunicantes que tiene toda norma con la poesía, la literatura, la economía, que
finalmente son todos haberes tributarios.
Siento que el modo en que se llevaron las cosas en la Argentina,
tumultuosamente, con un tipo de tumulto que recuerda apenas vagamente el
decisionismo, porque no es un gobierno decisionista sino que tiene aspectos
tumultuosos en su profundo respecto de la norma. Definiría así a este gobierno.
Hay aspectos tumultuosos, se notan a diario, pero esos aspectos tumultuosos se
vierten creativamente dentro de la norma, de modo tal que ésta no sea fría,
abstracta, sino que hace de los Tribunales lugares de actividad pensante y crítica.
Vivimos un momento además en donde el modo de enjuiciamiento, el
modo tribunalicio de toma de decisiones en torno a la Justicia se produce en
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muchos lugares, no solo en las instancias judiciales destinadas para ello sino en
las instancias comunicacionales, como bien lo explicó numerosas veces el doctor
Zaffaroni llamando este movimiento "Justicia mediática".
Es cierto que hay que reconstruir la Justicia en los lugares donde la
Justicia tiene que predominar. Para que esto ocurra, para que la Justicia esté en
ese lugar, no considero que sea una sede de la Justicia aquella donde se haya
sentado el juez Griesa, porque es una sede más bien que imparte justicia
comunicacional, parcial, sin Tribunal ni veredicto, sin argumentación ni normas.
Es una justicia bárbara, salvaje, incivilizatoria, y eso lo vemos a diario en los
medios de comunicación y en los enormes flujos que suponen también una
práctica de ilegalidad que domina en gran medida a gobiernos, corporaciones y
redes informáticas.
La legalidad es productiva, y así como es notorio que los grandes
textos en los que nos inspiramos -El Capital de Marx, la Teoría del Dinero y de
los Bancos de Keynes, Hobbes, Locke, Aldo Ferrer- escribieron sus textos
pensando en un Estado en la legalidad. La dábamos por supuesta. Dar por
supuesta la legalidad creo que es un movimiento interesantísimo de los gobiernos
y de los pueblos, y creo que este es un momento complejísimo de la legalidad
donde la damos por supuesta y donde gran cantidad de actividades vinculadas
públicas y privadas, sobre todo las privadas, vinculadas al flujo de dinero, de
partes del cuerpo humano, a actividades de todo tipo, están bajo sospecha de
ilegalidad o directamente se reproducen de un modo tal que la teoría del
capitalismo debería incluir una fuerte tesis sobre la ilegalidad y su crítica.
La ilegalidad es productiva hoy. Estar en la ilegalidad es un tema
mucho más profundo que el concepto de corrupción, que es un concepto
milenario en el cual se acusa a todos los gobiernos populares. Es muy fácil
hacerlo así, y esto no quiere decir que no exista corrupción, sino que quiere decir
que hay que tipificarla de formas diferentes, donde la productividad de lo ilegal,
que está también como tentación en todos nosotros y no poco tiene que ver con
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lo que los oscuros genios de la teoría política como Carl Schmitt la pensaron en
términos de una violencia que tenían también su productividad. Se basaban para
ello en el artículo 40 de la Constitución de Weimar, que de alguna manera
indicaba que le estaba reservado al soberano la autodefinición de que lo era, solo
porque actuaba en un estado de excepción.
Muchas de las medidas en la Argentina se han tomado bajo el régimen
de excepción. Muchos textos hoy sobre la historia del actual gobierno indican
que su irrupción fue en un momento de excepción, con gente martillando las
puertas de los bancos y asambleas en las plazas que se atribuían una enorme y
emocionante utopía quizás nunca realizable, que era gobernar desde la plaza
pública un complejísimo país que tenía a Atucha I y Atucha II gobernadas desde
Parque Centenario. No nos ríamos de esa utopía; no iba a funcionar pero
podemos decir que en la memoria pública argentina está también esa utopía que
el Gobierno transformó en algo más productivo.
Recuerdo tramos de esta discusión que muy rápida y precariamente he
explicado o rememorando a los saltos, porque todo esto tuvo mucha influencia
en la Argentina, y como dije antes, en el nacionalismo argentino. Pero no solo en
él. En los últimos diez o quince años, lecturas como la de Giorgio Agamben,
muy leído en las universidades, fue tomada por sectores progresistas y afines a las
grandes transformaciones, y que fue pensado en términos de si es fácil matar a
un hombre.
Muchas personas han escrito interesantes trabajos sobre lo difícil que
es matar a un hombre. Hay que hacer operaciones muy difíciles para matar y sin
embargo parece fácil hacerlo hoy en el mundo por las configuraciones militares y
por el aparato de represión ilegal por el estado de ilegalidad en que estuvo sumida
Argentina bajo un tipo de legislación estricta llamando Estado terrorista, como lo
calificó en su momento Eduardo Duhalde en su libro que inauguró el
tratamiento del tema.
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Lo ilegal precedía las decisiones secretas del Estado terrorista en la
Argentina. En la Argentina hay que hacerse cargo de esas dos tradiciones: una
fuerte tradición humanística donde ponemos todas las acciones militares del siglo
XIX en torno a la independencia, es una gran tradición humanista con lados
jacobinos, republicanos y vinculamos a la ilustración; y por otro lado hay una
tradición que inauguró el ejército argentino cuando decidió actuar en la ilegalidad,
donde decidió que la ilegalidad era productiva y que era fácil matar a un hombre.
Era tan fácil como ocultar después esa muerte y al mismo tiempo no ocultarla,
porque era un momento tácito donde el modo en que se decía que no se hacía lo
que se hacía, el modo de decir que eran entelequias, que esas cosas efectivamente
se hacían bajo la forma de un ser constante de terror del Estado, era la forma del
terror.
Todo eso está suelto y destinado a ser pensado en un nuevo
constitucionalismo social, político y teórico en la Argentina. Recuerdo que estas
fueron discusiones muy centrales durante la Constitución del 49. Quiero
recordarlo en el siguiente sentido: Perón se opone a la presencia de Carl Schmitt
en la Argentina porque había un proyecto por parte de los diputados que eran los
lectores de Carl Schmitt en la Argentina, los diputados del nacionalismo
argentino, y después Carl Schmitt fue leído por izquierdas mundiales. Estos dos
diputados eran Díaz de Vivar y alguien que todos nosotros recordamos con un
distante pero no menos fervoroso cariño como era el señor William Cook.
Perón en un momento extraño, aunque sabía quién era Carl Schmitt,
se negó a invitarlo porque presumía que el destino que tenía la Constitución del
49 no iba a ser el decisionismo sino un lugar que preservara un fuerte lugar de
decisión. Era su lugar; y aún Argentina debate el lugar del jefe, de quien genera
ciertos principios, donde hay cierta idea de un principismo autogenerado. Esto
es algo que la Argentina va a afrontar. Incluso hoy en un momento
constitucional más preciso, el gobierno se enfrenta con el lugar que ocuparía la
presidenta hoy y mañana.
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Es un dilema crítico y teórico-político de gran significación. Pero
Perón, sabiendo el compromiso lateral que tuvo Carl Schmitt con el régimen
alemán de la guerra, del nazismo, se negó a su presencia en la Argentina. La
historia posterior todos la sabemos: Díaz de Vivar prosiguió su biografía política
y la siguió construyendo como jurista, y la evolución de John William Cook habla
a las claras de nuestra vida política, de la enorme ramificación que tienen las ideas
en la Argentina, que están entre la norma y la decisión, y siempre triunfa la gran
norma porque de alguna manera la decisión es un momento de locura.
Yo no lo creo así, pero la decisión es un momento de excepcionalidad
y no es nada difícil concluir que para sostener normas más vivas, efectivamente
democráticas, y que profundicen la vida republicana y no la dejen con mero
normativismo, los momentos de excepción los tenemos que cultivar también con
la suficiente capacidad para extraer de ellos la expresión que los torne con formas
más dinámicas de legalidad. Muchas gracias.
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SOBERANÍA NACIONAL Y DESARROLLO ECONÓMICO
Por Aldo Ferrer
Agradezco la invitación a estas Jornadas, cuyo tema fundamental es la
soberanía, y en mi caso para reflexionar sobre las relaciones entre la soberanía y
el desarrollo económico. Si me permiten una breve referencia histórica para
ubicar el tema en contexto, lo primero que hay que plantear es que la relación
entre la soberanía y el desarrollo aparece recién cuando el progreso técnico
influye de manera decisiva en la evolución de la economía, en el aumento de la
productividad, en la transformación productiva.
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Hasta entonces, aproximadamente el siglo XV, el desarrollo había
sido extremadamente lento, no más del uno por mil por año. La estructura
productiva, la forma de organización y la productividad se mantuvieron
prácticamente inalteradas a lo largo de las centurias. En ese contexto, el tema de
la soberanía de un país respecto a su marco externo, no tenía mayor importancia.
Podía haber un proceso de conquista, de ocupación o una relación entre espacios
autónomos. Pero cualquiera fuera la relación entre esos espacios, la estructura
permanecía inalterada. En el caso de la ocupación de un espacio por otro, existía
la exacción de los recursos, de los excedentes. Pero, tanto una parte como la
otra, seguía funcionando con el mismo tipo de organización económica y el
mismo nivel de productividad.
La situación comenzó a cambiar en la época del Renacimiento
europeo de los pueblos occidentales cristianos. Entonces despega el avance del
conocimiento científico y los primeros logros en materia tecnológica, Es recién
con la aparición del progreso técnico que la cuestión de la soberanía adquiere
relevancia, desde el punto de vista económico. A partir de entonces la posibilidad
de asimilar ese progreso técnico y de incorporarlo al tejido productivo y a las
relaciones sociales, depende de un conjunto de circunstancias dentro de cada
espacio nacional. El progreso técnico se ha dado siempre, en primer lugar, en un
espacio nacional, como un proceso de organización de las fuerzas sociales, de
relación entre lo público y lo privado, la capacitación de la fuerza de trabajo, la
ocupación del territorio y el avance en la industrialización.
Lo característico del progreso técnico es que la industria actúa
como correa de transmisión entre el conocimiento, la tecnología y la producción.
Es la que transmite a los transportes, a la agricultura, a la minería y al conjunto de
la actividad económica, el progreso técnico. De tal manera que conocimiento,
tecnología e industrialización son procesos en la historia que se han construido,
siempre, en primer lugar, en un espacio nacional.
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De allí surge la relación entre la soberanía y el desarrollo. Porque la
forma en que se relacionan esos dos espacios, quién produce qué dentro de esa
relación, quién domina los recursos y cómo se organiza la producción es decisiva
para el desarrollo de cada una de las partes. Surge entonces la relación entre
centro (los países industriales) y periferia (los no industriales). El centro tendrá
las ventajas del avance tecnológico y asumirá una posición dominante respecto
de la periferia. La acumulación de poder intangible a lo largo del tiempo, ha sido
resultado de la capacidad de una sociedad, de una economía y de su Estado, de
gestionar el conocimiento e industrializarse.
Cuando aparece el progreso técnico, surge la relación entre la
soberanía y el desarrollo, porque solo están en condiciones de gestionar el
conocimiento, de industrializarse, de transformarse y de establecer relaciones
simétricas no subordinadas con el contexto externo, los países que tienen la
autonomía necesaria y la soberanía indispensable para organizar sus recursos a
partir de sus propios objetivos y retener los frutos del crecimiento económico.
Cuando la capacidad de gestionar el conocimiento e industrializarse se dio en
países de un gran potencial de recursos, población y el territorio, se configuran
las grandes potencias. Estas son, en definitiva, las que organizan el sistema
internacional. Desde el siglo XVI, con la conquista del Nuevo Mundo y las rutas
marítimas a Oriente abiertas por los portugueses, hasta finales del siglo pasado;
la economía mundial fue organizada por los países industriales del Atlántico
Norte. Primero, Europa Occidental, luego, más los Estados Unidos.
Desde fines del siglo XX, con la emergencia de China y otros países asiáticos, el
sistema unipolar centrado en el Atlántico Norte ha sido sustituido por un orden
multipolar. Pero el desarrollo económico y la significación de la soberanía no han
cambiado de naturaleza.
La relación Centro - Periferia tuvo diversas formas de expresión.
La más notable fue el imperialismo, en la cual, un grupo de países, básicamente
del Atlántico Norte, establecieron el dominio territorial de África y buena parte
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de Asia. En el caso de América Latina, el proceso de dominación, después de la
independencia, se expresó en una relación comercial desigual, una división del
trabajo en la que las actividades de frontera, de la tecnología y de la industria,
eran retenidas por los países avanzados que, además, invertían y dominaban los
recursos latinoamericanos. En el marco de relaciones entre Estados formalmente
independientes, se formó lo que Raúl Prebisch llamó la condición periférica de
América Latina, subordinada al “centro” por su atraso industrial y tecnológico.
Los principales mecanismos de la dominación se referían al tipo de
división del trabajo, a las inversiones extranjeras y a las corrientes financieras.
Pero, asimismo, en las ideas con las cuales se manejaban los países. De allí surge
esta propuesta del estructuralismo latinoamericano: para realizar su
transformación, un país subindustrializado no debe subordinarse al
“pensamiento céntrico”. Porque los países centrales formulan ideas que
organizan el mundo reforzando su propia posición hegemónica. Por lo tanto, la
primera condición necesaria para superar la subordinación periférica es la de
contar con un pensamiento propio que impulse la transformación.
En este marco podemos hacer alguna reflexión acerca de qué nos ha
pasado en la Argentina. Nosotros nos incorporamos plenamente al orden
mundial emergente de la primera revolución industrial del siglo XIX y asumimos,
tempranamente, una posición periférica. Para no detenernos en lo que es la
historia económica argentina, recordemos solo que en el último cuarto del siglo
pasado, desde el golpe de Estado de 1976, se instala como pensamiento
hegemónico lo que se llamó el neoliberalismo, fuertemente influido por la
gravitación de las finanzas y del dinero en la organización de las relaciones
internacionales. Se constituyó entonces un Estado neoliberal. Era un Estado
subordinado a los criterios del pensamiento céntrico, a los intereses de la
especulación financiera y al predominio de grupos económicos con posiciones
dominantes en el espacio argentino.
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Ese cuarto de siglo de la hegemonía neoliberal, no incluye la
Presidencia del doctor Alfonsín, que fue la de la reconstrucción democrática y
que soportó las consecuencias de la herencia de la dictadura. Incluye la dictadura
y la década del 90. Ese fue el peor período de la historia económica Argentina:
fue el período de la renuncia de la soberanía, del endeudamiento hasta el límite
de la insolvencia, de la venta de YPF y de prácticamente todo el patrimonio
público. La Argentina fue un país que, en ese período de hegemonía del
proyecto neoliberal a nivel global, profundizó, hasta las últimas consecuencias,
esta estrategia. Naturalmente esto culminó con un desastre espectacular, que fue
la crisis de 2001-2002.
De allí, hasta el presente, el país logró erradicar su Estado neoliberal
subordinado a la especulación financiera y a los poderes fácticos, y recuperó su
Estado nacional. Un Estado gobernado por las autoridades elegidas en el proceso
democrático, lo que permitió adoptar una serie de decisiones que contribuyeron a
la recuperación de la soberanía y, por lo tanto, al impulso del desarrollo.
No se puede estar afuera del orden mundial globalizado. El gran
desafío de la construcción nacional es cómo se construye en un mundo en el cual
las relaciones son cada vez más profundas. Es decir, la calidad de las respuestas
para posibilitar la transformación productiva y la gestión del conocimiento en un
marco de estrechas relaciones internacionales. El estudio comparativo de países
que dieron buenas respuestas a la globalización y se desarrollaron y de aquellos
otros, que no lo lograron, revela que el éxito depende de cuatro condiciones
fundamentales.
La primera es la inclusión social. No hay desarrollo ni hay capacidad
de gestionar el conocimiento ni de industrializarse, sin un suficiente grado de
participación de las mayorías de una sociedad en el proceso de crecimiento.
El segundo factor es la impronta nacional de los liderazgos, es decir
líderes políticos, económicos, empresarios, culturales, que acumulan poder
ampliando las bases de la riqueza del espacio en que viven y no como
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comisionistas de intereses transnacionales. La impronta nacional de los
liderazgos es una condición fundamental del proceso de transformación.
La tercera condición es la estabilidad institucional de largo plazo y la
capacidad de la política de arbitrar el conflicto, que es inevitable en la
transformación, y lograr la paz y el orden suficiente para que esa transformación
sea posible, para estimular la inversión privada y el cambio técnico en economías
de mercado. Otro hecho que hay que constatar es que siempre hasta ahora, sin
excepción, el desarrollo se ha dado en economías de mercado, es decir, con una
convergencia y coexistencia de políticas públicas y de sectores privados
innovadores que invierten, que exportan, que generan empleo, que capacitan la
fuerza de trabajo y que se proyectan a escala mundial. En resumen, este tercer
factor es la existencia de instituciones sólidas que permitan el equilibrio y el
arbitraje de conflictos en el marco de economías de mercado.
La cuarta condición esencial, es la existencia de un pensamiento
crítico. Es indispensable contar con una visión propia de qué es el mundo, cómo
funciona la economía, cómo es el desarrollo, cómo se ponen de pie y en valor los
recursos disponibles, cómo se capacita la fuerza de trabajo y cómo se genera la
sinergia entre lo público y lo privado.
Este conjunto de factores constituyen la densidad nacional y son
fundantes de la soberanía. La soberanía es una condición esencial, por las
razones que acabo de señalar, porque el desarrollo se da siempre en primer lugar
dentro de un espacio nacional en virtud de la capacidad de una sociedad de hacer
la transformación. Esa densidad nacional es un dato esencial fundante de la
soberanía.
El neoliberalismo provocó la peor crisis de la historia económica
argentina. El país se recuperó: ¿por qué? Porque fue recuperando su densidad
nacional. Las instituciones y la democracia resistieron la crisis. Hoy estamos
convencidos de que todo lo que ocurre en la Argentina va a pasar en democracia.
Esto es un logro fundamental. La cuestión social apareció como primera
- 40 -
prioridad. El Estado nacional volvió a estar de pie. Se ha sustituido la etapa del
pensamiento único del período neoliberal por un pensamiento crítico, que
observa nuestras propias necesidades y realidades. Esto configuró el sustento de
las medidas -algunas de las cuales han sido destacadas esta mañana- como la
reestructuración de la deuda, el pago de la deuda con el Fondo Monetario que
nos sacó de encima las condicionalidades de sus políticas, la recuperación de
YPF, la nacionalización del sistema jubilatorio. Es decir, el conjunto de acciones
que han permitido recuperar la soberanía y el Estado nacional y que, en
definitiva, reflejan esta mejora en la densidad nacional argentina, que incluye la
recuperación de la impronta nacional de los liderazgos.
Ahora bien, ¿la soberanía está definitivamente conquistada en el país?
Depende. Depende de que seamos capaces, de consolidar todo lo que hemos
logrado, pero, también, de que seamos capaces de resolver una serie de
problemas pendientes. No es ahora ocasión de ponerse a discutir los problemas
actuales de la economía argentina, que se ha puesto de pie sin pedirle nada a
nadie. Tenemos una serie de problemas pendientes, por ejemplo, la escasez de
dólares, que tenemos que resolver porque en el mundo global en el que estamos,
es importante movilizar el ahorro interno, que la capacidad de pagos externos
esté fundada en recursos genuinos que surgen de la producción y no de la deuda,
porque el camino del endeudamiento ya conocemos dónde termina.
Existe una serie de desafíos que se configuran permanentemente en la
realidad argentina para consolidar lo que se ha logrado. Por lo tanto, la
construcción de soberanía es un desafío continuo que se nos presenta con
diversos matices a través del tiempo y que nos deja esta conclusión inexorable,
que no solo es nuestra sino es mundial: sin soberanía, no hay desarrollo ni
progreso social. Muchas gracias.
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LA SOBERANÍA DESDE LA PERSPECTIVA JURÍDICA
Por Eugenio Raúl Zaffaroni
Ante todo, muchísimas gracias por la invitación y muchísimas por
gracias por el honor de compartir esta mesa con Horacio González y Aldo
Ferrer. Voy a tratar de estar a la altura de los expositores que me han precedido.
Naturalmente, por el tono de la mesa, me incumbiría vincular un tanto
soberanía y derecho, y básicamente soberanía y derechos humanos. Creo que la
antípoda de la soberanía es el colonialismo. Efectivamente, lo que Aldo Ferrer
sintetizaba hace un momento, esas historias, esas etapas, quizás desde un punto
de vista jurídico-político internacional podemos calificarlo como etapas del
colonialismo, y lo vamos a ver un poco más claro.
Padecimos en nuestra región latinoamericana un colonialismo
originario ocupado fundamentalmente por las potencias marítimas de Europa
que termina con la gesta de nuestras independencias, de nuestros próceres, la
independencia formal.
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Pero a partir de entonces empieza una etapa de neocolonialismo en
que el dominio central se ejerce mediatamente, no ya en forma directa; es la etapa
de neocolonialismo en que somos ocupados en toda la región a través de
oligarquías que configuraron nuestras Repúblicas oligárquicas, es decir élites, sea
el porfiriato mexicano, nuestra oligarquía vacuna, el patriciado peruano, la
República Velha brasileña, etcétera, y luego la fuerte resistencia que quebró esas
Repúblicas oligárquicas comienza con la Revolución Mexicana hace cien años, la
más sangrienta guerra civil de nuestra región, y que se fue extendiendo a todos
los continentes, cada uno con sus características. Fueron surgiendo los
movimientos populares de ampliación de base de ciudadanía real, el cardenismo
mexicano, el aprismo peruano, el varguismo brasileño, el yrigoyenismo y el
peronismo nuestros, etcétera, y luego los movimientos de contención de esa
pulsión de ampliación de base de ciudadanía real, que a mi juicio terminaron el
período de neocolonialismo con una auto-ocupación a través de nuestras fuerzas
armadas, imbuida claramente por una ideología colonialista importada de la
Argelia y de la Indochina del colonialismo francés.
Con las dictaduras de seguridad nacional se cierra la etapa de
neocolonialismo y se abre una tercera etapa con la cual estamos en lucha abierta.
Es una etapa de un colonialismo avanzado o una etapa diferente, es decir una
etapa superior del colonialismo: ya no se nos ocupa ni directamente ni menos a
través de oligarquías ni de fuerzas armadas, sino que el control se ejerce de
diversa manera.
Esa etapa avanzada del colonialismo nos coloca enfrente a un
capitalismo financiero que también en el propio centro se vuelve supranacional y
que ya no es del todo territorial, que ejerce un control sobre las poblaciones
incluso centrales. No es broma el control electrónico de conducta en este
momento, concentrado en grandísimas empresas que superan los Estados
nacionales. Es decir, la política incluso en el centro sigue siendo territorial, pero
el control sigue siendo supraterritorial. Los enfrentamientos los estamos viendo
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en el propio centro, que hace crujir las propias estructuras de los Estados
centrales.
En el ámbito regional nuestro, este colonialismo avanzado -esta etapa
superior del colonialismo- se manifiesta en resultados catastróficos, y ahí es
donde viene la relación entre desarrollo y vida humana. Son situaciones
catastróficas para la vida humana.
Creo que la historia que nos cuentan desde el centro, aquella historia
de los derechos humanos que dice: los derechos humanos surgieron como
derechos individuales, después pasaron a ser sociales y ahora tenemos los de
tercera generación, es falsa desde nuestro punto de vista periférico.
Desde nuestro punto de vista periférico, el primer derecho humano es
el derecho al desarrollo. Y la independencia es el presupuesto elemental para un
desarrollo, por supuesto. De modo que los primeros héroes de derechos
humanos que hemos tenido han sido San Martín, Bolívar, Sucre, Louverture,
Hidalgo y demás. A partir de ahí viene una lucha por el derecho del desarrollo
progresivo, que sí lucha por el principal derecho individual, el derecho a la vida.
Esto lo verificamos claramente viendo el mapa de muertes prematuras
en nuestro territorio. En América Latina tenemos el lamentable récord de que
entre los 23 países que superan el 20 por cien mil de homicidios anuales en el
mundo, 18 pertenecen a América Latina y el Caribe. Pero no solo somos
campeones de eso, sino que también llama poderosamente la atención -y no es
una coincidencia accidental- los altos coeficientes de Gini que registra nuestra
región. Es decir, tenemos alto número de muertes violentas y tenemos altos
coeficientes de mala distribución de la riqueza o de injusta distribución de la
riqueza.
Las dos cosas nos están mostrando cuáles son las consecuencias de las
distintas etapas de colonialismo, y esta última nos está mostrando que esta etapa
avanzada, no por ser diferente de la anterior, no es menos cruel ni menos
sanguinaria.
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Si tuviésemos la posibilidad, y creo que los estudiosos de ciencias
sociales en algún momento tendrían que tomarse el trabajo no ya de sumar los
homicidios dolosos a los que me he referido, sino de sumar otras víctimas de la
violación del derecho humano al desarrollo como pueden ser las víctimas
resultado de discriminación en la atención sanitaria -fundamentalmente niños y
ancianos-, los suicidios por frustración de proyectos -sea conscientes o
inconscientes-, las víctimas de tránsito por inadecuación de nuestros caminos o
rutas conforme al número y a la categoría de vehículos. Creo que todo nos
estaría mostrando que estamos en una región que está padeciendo claramente un
genocidio por goteo. Si sumamos en diez años todas esas víctimas, vamos a
quedar aterrorizados en cuanto al número de vidas humanas que ha costado. Por
supuesto que todos tenemos que morirnos en algún momento pero creo que hay
que contar las vidas humanas que terminan anticipadamente y que podrían
prolongarse. Esto es el costo humano, esta es la vinculación que
inescindiblemente tenemos entre el derecho humano al desarrollo y el derecho a
la vida.
Los tres países que estamos acá colgados del mapa en el sur -Uruguay,
Argentina y Chile- nos venimos salvando de esta violencia, entre otras cosas
porque nuestra situación geopolítica nos coloca al margen de una de las fuentes o
de los modos de producción de violencia del resto del continente, que es la
producción o el circuito de cocaína.
Quiero aclarar que la técnica de control social violento de la región
que se está practicando no es la misma que se practicaba en el siglo XIX, o en
gran parte del siglo XX. En la mayor parte de nuestra región indirectamente el
Estado hoy no se toma el trabajo de matar, aunque hay un país como nuestro
vecino Brasil donde aparecen un 10 por ciento de las muertes violentas a cargo
de la policía. Pero de cualquier manera no se toma la gran tarea de matar. La
delega en quienes más sufren.
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En definitiva, la gran polarización que tenemos hoy en el mundo entre
un capitalismo financiero y un capitalismo productivo dador o demandante de
mano de obra se traduce en una polarización entre un modelo de sociedad
incluyente y un modelo de ciudad 30-70, 30 por ciento incluido y 70 por ciento
excluido. El modelo del colonialismo avanzado es este último. Esta
transformación de un Estado más o menos incluyente se ve incluso en el centro,
desde fines de los años 70 hasta hoy esta transformación es clara en los Estados
Unidos. Se ha pasado del modelo Roosevelt, del modelo de Welfare State, a un
modelo Reagan-Bush; se ha pasado de un modelo donde el ciudadano medio era
el ciudadano trabajador a un modelo donde el ciudadano medio pretende ser el
ciudadano víctima. Se ha desarrollado un sistema penal que se voló totalmente,
constituyéndose en campeón de la prisionización, con el índice más alto del
mundo, superando a Rusia y a China. Y desde 1989 más de la mitad de los
prisioneros norteamericanos, que son más de dos millones en este momento, son
afroamericanos, es decir que hay una notoria sobrerrepresentación de negros en
la población prisional de los Estados Unidos.
Este modelo se pasa para el sur, ¿pero qué es lo que se hace? Hay que
tener neutralizado el 70 que se queda afuera. ¿Cómo se lo neutraliza?
Intensificando sus contradicciones; en la medida en que ellos se maten entre
ellos, están ocupados en matarse, por lo tanto no puede coligarse, no pueden
tomar conciencia político ni tener un protagonismo político. Esto es lo que
sucede en gran parte de nuestra región. Sin ir más lejos, es lo que sucede en
México, con más de 100.000 muertos en cinco años, más de 20.000
desaparecidos y 15 denuncias oficiales de desapariciones cotidianamente.
¿Qué pasa donde esto sucede? A la opinión pública se le crea una
realidad a través de los medios masivos de comunicación social concentrados por
los monopolios y oligopolios, fundamentalmente la televisión. Los monopolios
u oligopolios de comunicación social en nuestra región no están al servicio del
capital financiero; dado el volumen enorme de capital que manejan, son parte del
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capital financiero, y naturalmente se manejan conforme a la realidad que crean.
El medio masivo crea realidad; nosotros vivimos conforme a una realidad que
nos es creada; no estamos viendo lo que está pasando en Siria, etcétera.
Los medios masivos de comunicación crean realidad conforme los
intereses del capital financiero, eso pasa a lo largo de toda la región. Y esa
realidad que se crea en los países donde sucede esto, donde se neutraliza ese
metafórico 70 por ciento de excluidos, se lo hace a través de la intensificación de
los controles internos, y el mensaje que se manda es la naturalización de esa
violencia: esto es así porque es así.
Es indignante lo que pasa en México: esto sucede porque es así. En el
fondo, lo que se deja traslucir es que en la personalidad básica del mexicano hay
un componente de violencia. Es racismo directamente, es una injuria,
directamente una calumnia contra el pueblo mexicano: somos así porque somos
violentos. Se le oculta todo el negocio de la cocaína, cuyo 60 por ciento de renta
queda dentro de los Estados Unidos a través de la red de distribución.
En los pocos países que estamos colgados en el sur, donde no existe
esa violencia, ¿qué es lo que hacen los medios de comunicación? Crean una
realidad violenta para demandar un sistema represivo altamente fuerte y
promover que el propio Estado se encargue de matar dado que nuestros
excluidos no tienen la olímpica alegría de matarse entre ellos como en otros
países. Esa es la manipulación regional y el costo en vidas humanas que está
teniendo en nuestra región.
Por supuesto que los juristas tenemos la enorme responsabilidad de
encarar desde la doctrina y la jurisprudencia un derecho que apuntale la
realización de algo que parece que es conservador, diría yo, que es la
Constitución. Me causa mucha gracia cuando alguien dice que en vez de pensar
en reformar la Constitución, hay que cumplirla. Sí, claro que hay que cumplirla.
Pero en ningún país del mundo los principios constitucionales están
absolutamente realizados. Piensen que si eso fuese así, naturalmente viviríamos
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en un paraíso. Los principios constitucionales pertenecen al deber ser; hay un
grado de realización de la Constitución. La tarea de los juristas es empujar el
grado de realización, impulsarla al grado de realización de los derechos y hacer
progresar los estándares de realización. Por ende, es muy peligrosa nuestra
doctrina jurídica cuando se agota en una lógica normativa sin tomar datos de
realidad.
Por supuesto que lo normativo, lo valorativo es indispensable en la
construcción jurídica, porque de lo contrario no tengo el principio heurístico, no
sé a dónde voy. La decisión política está en la Constitución, eso es claro. El
valor está en la Constitución, ¿pero hasta qué punto ese valor se realiza? Es un
dato social. Si me quedo en lo primero, estoy haciendo una lógica pura con lo
cual elevo la lógica a ontología. Si me quedo en lo segundo, estoy haciendo un
reduccionismo sociológico y el deber ser nunca es el deber ser. Necesito los dos
datos de construcción.
¿Tenemos instituciones que nos garantizan mínimamente una
seguridad jurídica respecto del estándar logrado y que al mismo tiempo sirvan
para impulsarlo hacia adelante? Lamentablemente, tendría que decir que no. Si
me estoy refiriendo concretamente a la Argentina, diría que no, que nos falta
caminar mucho institucionalmente. Lo ideal sería que pudiésemos un día
reformar la Constitución, ponernos de acuerdo, cosa que es muy difícil por
supuesto, a efectos de contar con un control serio de constitucionalidad y tener
un Tribunal Constitucional, serio modelo europeo, que la ley inconstitucional se
caiga y terminemos la historia. Hagamos un Tribunal con nombramiento
cruzado, como tiene Europa, porque nuestro control de constitucionalidad es
muy débil. Una norma inconstitucional la puede declarar cualquier juez, y para
colmo tenemos cuatro mil jueces y se puede parar todo. Después va hacia arriba
y llega hasta la Corte Suprema, si la Corte Suprema la declara inconstitucional es
en el caso, de modo que la ley inconstitucional sigue vigente y cada uno tiene que
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llegar a la Corte Suprema para que se la declare inconstitucional. Y, para colmo,
todos los demás jueces pueden hacer lo que quieren en tanto.
Cuando les explico esto a los muchachos en la Facultad les digo:
¿puedo fumar el porro o no puedo fumar el porro? El juez de Primera Instancia
me dice "Puede fumar el porro." La Cámara me dice: "No, no puede fumar el
porro." La Casación me dice: "No puede fumar el porro". La Corte dice: "Sí,
puede fumar el porro, pero eso si no se murió ninguno; porque si no se cambió
la integración y puede decirme que no."
Si ahora como abogado viene alguien y me pregunta si puede firmar
un contrato porque quiere 100 millones de dólares en el país, le tengo que
contestar que con esta Corte sí, pero mañana no sé. Cuidado, eso no es
seguridad jurídica.
Por supuesto, reformar la Constitución es una utopía en un país
donde cada uno da la impresión de que está pensando en la coyuntura y cuántos
votos puede sacar al rato. Pero no pierdo la esperanza de que en algún momento
se pueda llegar a un consenso, de que en algún momento nuestra clase política
pueda levantar un poco la mirada y mirar un poco en las reglas de juego, en el
país, etcétera.
De cualquier manera, creo que en nuestro ámbito constitucional hay
espacio para mejorar esto, para hacer un control de constitucionalidad más serio
y sobre todo para generar criterios jurisprudenciales orientadores más o menos
firmes.
Cualquier cosa que diga a este respecto naturalmente va a ser leída en
clave política. Me van a decir de todo, pero estoy acostumbrado a que me lo
digan, no tengo ningún problema: creo sinceramente que es necesario -y lo he
dicho desde hace varios años, la primera vez hace tres o cuatro años en la cátedra
Raúl Alfonsín en la Facultad de Derecho- modificar nuestra Corte Suprema y
dividirla en salas. Me parece que es indispensable y eso se puede hacer dentro de
nuestro espacio constitucional.
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Es cierto que la Constitución dice "una Corte", es verdad; no se puede
dividir en Salas para cumplir la función que le asigna la Constitución, que es el
control de constitucionalidad de las leyes. Para declarar que una ley es
constitucional o no, la Corte no se puede dividir en salas.
¿Pero es eso lo único que hace nuestra Corte? No, hoy eso casi no lo
hace. La Corte Suprema actual debe tener unas cien causas en las cuales se
cuestiona la constitucionalidad de una ley, de las cuales cincuenta deben ser
absurdas y se pueden resolver fácil. El resto es algo que se llama arbitrariedad de
sentencia; dicho en otros términos, el resto es casación, si se interpretó bien o
mal la ley que se aplicó. Eso es lo que se responde, y esto no está previsto en la
Constitución ni en la Ley 48. Es una función que asumió la Corte por creación
pretoriana, propia, en 1904, por excepción. Y la excepción se convirtió en la
regla: hoy tiene 100 causas por inconstitucionalidad conforme a la Constitución y
14.000 por arbitrariedad.
¿Esto a qué se reduce? Sinceramente, estuve 11 años firmando
sentencias de materias que no conozco. ¿Por qué? Porque no hay nadie que
conozca todo el derecho. Nadie. Sí la constitucionalidad o inconstitucionalidad
de una ley la puede decidir alguien que tenga una formación jurídica elemental,
conoce derecho constitucional, conoce alguna rama, porque para declarar una ley
inconstitucional tiene que ser una grosería. Hay que ser prudente, y una grosería
la observa alguien que tenga formación jurídica.
Pero para hacer casación, para unificar criterios de interpretación de
ley, hay que ser especialista de la materia. De lo contrario, estamos haciendo
operar a una especialista de garganta el cerebro, y le vamos a hacer tener un
cementerio propio. Si las cosas no salen tan mal es porque cada uno tiene un
equipo, pero está confiando en el equipo. Es cierto que en todo el Poder Judicial
se delega y el secretario proyecta tal sentencia, pero el juez sabe la materia, le
puede hacer la corrección y la supervisión técnica. Yo confieso que en las
materias de casación de la Corte en muchas no podría hacer ninguna supervisión
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técnica. Conocía la materia porque algún día la había aprobado cuando estudié; y
fue hace unos cuantos años, claro. Aparte de que uno se queda con menos
neuronas, las leyes cambian y la doctrina también.
Por supuesto que me van a decir que estoy especulando con
circunstancias políticas. Tenemos que tener una Corte de 15 ministros y dividida
en 5 salas y que voten los 15 en las 100 causas que hay que resolver sobre
constitucionalidad, en lo cual no se tardaría mucho si se hace un reglamento,
cómo tiene que votar y quién es el ponente, en fin, como tienen otras Cortes
numerosas en el mundo y que funcionan de esa manera. No por eso tardan 15
años en declarar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley; es una
cuestión de reglamentar el funcionamiento interno. Para eso que voten los 15 y
después que cada sala especializada baje la línea en lo que cada ministro sabe, en
su especialidad, en lo que ha desarrollado en su toda su vida profesional, judicial
y académica.
El problema de hasta qué punto ésta Justicia ejerce funciones
políticas, inevitablemente cada sentencia es un acto político y un acto de
gobierno, no hay nada que hacerle. Es un acto de gobierno de la polis, es un
poder público. Ignorar eso es directamente ignorar la naturaleza de las cosas.
No se puede pretender que haya un poder del Estado apolítico porque
justamente son poderes del Estado y gobierna la polis. Lo que hay que tener es
un poder que garantice la mayor imparcialidad humana y la mayor imparcialidad
humana, lo cual se consigue a través del pluralismo. No hay absolutamente otra
manera.
Hasta dónde puede llegar la decisión política del judicial es una vieja
discusión de los años 30. Lo discutía Carl Schmitt en Alemania, y al mismo
tiempo Roosevelt en los Estados Unidos. La única garantía que tenemos es
lograr un sano pluralismo. Carl Schmitt se la estaba discutiendo a un Reich que
se había adueñado de la función de control de constitucionalidad porque la
Constitución de Weimar no se lo otorgaba para declarar inconstitucionales las
- 51 -
leyes laborales de la República de Weimar; y Roosevelt se estaba peleando que un
presidente de Corte, que había sido el candidato a presidente del Partido
Republicano unos años antes.
De modo que tampoco somos ingenuos en estas luchas ni creamos
que estamos hablando que personas neutras, asépticas, aideológicas, apartidistas.
No, esta lucha se da así en todos lados y la única posibilidad de cierto grado de
imparcialidad a nivel humano es el pluralismo, es decir, conseguir un Poder
Judicial más o menos plural.
En este sentido, lo dije hace muchos años e insisto en esto, creo que
tendríamos que fijarnos -no copiar- el modelo de Poder Judicial italiano. No
podemos copiarlo, los países son diferentes, pero un modelo de Poder Judicial
plural que ha logrado luchar contra la corrupción, la mafia y la violencia terrorista
de derecha, etcétera, sin violar derechos humanos y respetando garantías. Siendo
testigo en un juicio en Roma en una sala donde estaban las rejas con las que
habían tenido a los terroristas que habían juzgado, me preguntaron qué era lo
que queríamos con la violencia terrorista que tuvimos en nuestro país. Les
contesté: "Esto, el juzgamiento, lo que nunca se hizo. Es decir, lo que ustedes
hicieron." Este es un Poder Judicial que hay que observarlo: ha controlado
abusos de las derechas y ha garantizado de alguna la continuidad del Estado en
momentos de crisis. Es un modelo interesante y plural. Hay partidos de jueces -
partido de derecha, de centro y de izquierda-. Giustizia Democrática es un
movimiento interesantísimo que se traslada incluso a nivel mundial.
En fin, creo que todos estos son temas que tendríamos que pensar
como parte de la recuperación o de la lucha por nuestra soberanía que estamos
teniendo, tomando básicamente en cuenta que en esta etapa de colonialismo
avanzado estamos enfrentados con un enemigo muy poderoso: el capital
financiero. Estamos amenazados en toda la región; la defensa tiene que ser en
todos los frentes y en el frente jurídico también. Muchísimas gracias.
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LOS ASPECTOS ECONÓMICOS DE LA SOBERANÍA
Por Axel Kicillof
Muchísimas gracias, antes que nada a la doctora Angelina Abbona y a
la gente de la Procuración del Tesoro, a los organizadores de las Jornadas,
también a mis compañeros de Panel. Esto es parte de un Panel aunque esté yo
solo aquí, pero esto tiene que ver con que seguramente tenga que irme cuando
termine y para que no sea tan intempestivo voy a hacer una exposición y después
si tengo un rato me quedaré a compartir y a escuchar las palabras de los
compañeros de Panel.
En primer lugar, quiero celebrar y saludar, y no solo felicitar por la
organización, por la nutridísima concurrencia y porque la verdad es que he leído
el programa y me ha resultado realmente de tremendo interés y de tremenda
importancia en términos de quiénes son los panelistas y las temáticas. Todo me
parece que es para saludar, pero concretamente quería referirme aquí a que la
cuestión de la soberanía me parece que tiene diferentes dimensiones.
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Estructuré mi presentación en mi carácter de Ministro de Economía
para resaltar los aspectos económicos de la soberanía. La soberanía obviamente
es mucho más que esto e inspira mucho más que la cuestión económica, pero me
interesaba hacer un ejercicio -que eso es lo que voy a esbozar en esta exposición-
a efectos de conectar algunas cuestiones de la política económica y de la teoría
económica que inspiran a estas medidas, programas y decisiones con la cuestión
de la soberanía y de los grandes principios, porque no me voy a referir
exclusivamente a la soberanía económica.
¿Por qué digo esto? Porque todos sabemos muy bien que hay quienes
pueden en nombre de la soberanía o de grandes principios tomar decisiones en
diferentes terrenos que no concuerden con esos principios. Todos saben
también que en el terreno de la economía existe tremenda hegemonía en lo que
respecta al pensamiento económico, y existe enorme hegemonía y dominación
del pensamiento económico -como este no es un público de economistas, lo voy
a decir de la manera más sencilla que se me ocurre- liberal, neoliberal o -para
traerlo más a la tierra- de derecha, vinculado a los intereses de las clases
dominantes, de los sectores concentrados, de los países de mayor capacidad
económica y por tanto muchas veces con tendencias hacia el imperialismo, hacia
la dominación de los países más débiles.
Muchas veces la teoría económica se presta poco a asociarla con
principios, porque es tal la hegemonía cultural que hay en el terreno particular de
la economía que pareciera a veces que las políticas económicas son instrumentos
sin principios, saberes técnicos, que son medidas simplemente de buena política
o de mala política, y que van a contrapelo de lo que dice el pensamiento
dominante, que son correctas o equivocadas.
Pero pocas veces se hace el ejercicio de conectarlas con determinados
principios. Y yo creo que esto ha sido una victoria ideológica, cultural y política
del neoliberalismo, del liberalismo y de la derecha, este hecho de que la economía
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se disfrazara muchas veces con un ropaje eminente o -¿por qué no?-
exclusivamente técnico.
Esto nos llevó a situaciones muy incómodas, por lo menos para
quienes respetamos principios tan básicos como el de la democracia, porque
muchas veces en el país, en la región, y en el planeta, lo que manda es la
economía. Y el que manda muchas veces es el ministro de Economía, o, a través
del ministro de Economía, sus vínculos, sus relaciones, la expresión de
determinadas relaciones de fuerza que existen en la sociedad pero que se escudan
en el discurso económico.
Hace poco oía un informe de los medios de la época de los 90 que
decía que estaba el Presidente, pero que en realidad era casi tan importante como
el Presidente el Ministro de Economía, porque finalmente durante toda la fase
neoliberal la mayoría de las políticas relevantes que llevó adelante el Estado eran
políticas económicas dictadas no por una elección que pone en juego la voluntad
popular, sino que se trató siempre de generar una especie de sensación de que no
había muchas alternativas económicas sino que había una sola política
económica. Por lo tanto, uno podía votar al presidente, que terminaba
acompañando a un Ministro de Economía. La Argentina ha tenido de estas
situaciones, y una de ellas marcó en buena medida mi quehacer político: cuando
se fue Menem y fue derrotado con un discurso de la Alianza, que venía a cerrar
un ciclo y a cambiar de raíz lo que eran las políticas neoliberales, terminamos con
la Alianza nombrando de Ministro de Economía a Domingo Cavallo, o sea el
cancerbero y el garante de determinadas políticas económicas. A tal
menosprecio lleva este discurso dominante y esta concepción sobre la economía
en el propio proceso democrático, que uno vota a un presidente que trae al
mismo ministro, con el mismo paquete de políticas que quienes votaron a ese
presidente pretendían erradicar. De forma tal que la economía neoliberal, el
discurso económico, las ideas económicas y los planes económicos se han
convertido en un verdadero instrumento de dominación de los pueblos.
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En ese sentido a mí me interesaba recuperar la conexión entre las
medidas económicas y determinados principios, porque la economía no es una
ciencia sin principios. No es ni siquiera, como se pretende hacer creer, la más
exacta de las ciencias sociales -así lo llamaban en mi facultad cuando yo estudié
en la década de los 90-, donde había un fuerte intento de separar el saber de los
economistas de las restantes ciencias sociales, de la esfera de lo político y cultural,
e incluso de lo histórico. Me acuerdo que todas las reformas de los planes de
estudio de economía neoliberales implicaban sacar de los planes de estudio la
historia y las doctrinas económicas. Se convertía teoría sin tiempo, sin lugar, una
teoría eterna; la famosa panacea, tan famosa como inexistente, un remedio que
cura todos los males y que es siempre el mismo.
No se ha terminado de mensurar hasta qué punto ha afectado las
democracias del mundo, el hecho de que la economía sea aparentemente una
sola. Yo estoy convencido de que esto no es así, por eso como Ministro de
Economía celebro cada vez que la Presidenta indica que en nuestro gobierno
existe una subordinación de la economía a la política. Algunos economistas
colegas me han dicho esto es menospreciar nuestra ciencia o sacarle valor. Esto
es muy importante y para mí es uno de los principios centrales que tiene
importancia y significación y creo que a los argentinos también nos va a tomar
tiempo digerir este profundo cambio en lo que respecta a la conducción del
Estado y a las propuestas políticas.
Repito: la economía, las políticas económicas, la teoría económica
están al servicio de un determinado proyecto político. Esto es lo que nos
intentaron indicar que era imposible porque la economía prácticamente era una
ciencia natural, del carácter de la física y de la biología, que tienen leyes
suprahistóricas, supraculturales y supranacionales, más allá tiempo y del espacio,
y entonces más allá de las decisiones de los pueblos. Esta fue la doctrina
dominante durante la fase neoliberal.
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Rescato esto porque yo concibo que esta concepción es la que explica
buena parte del desconcierto de muchos de los analistas que pretenden entender
lo que pasa en la Argentina, nuestras políticas económicas, pero también lo que
pasa en buena parte del continente americano en este momento, es que a este
gobierno -el de Cristina y el de Néstor- se les acusa de tomar decisiones
contradictorias. "Ustedes no querían endeudarse pero a veces se endeudan."
"Congelaron o mantuvieron los niveles tarifarios porque hay subsidios pero a
veces aumentan." "Ustedes tienen un programa energético que incluye una YPF
privada pero ahora la recuperan para el Estado, por no decir estatizan,
nacionalizan, recuperan su control para el Estado." Esto lo han marcado como
contradicciones, y yo creo que no consiguen entenderlo, y esto es parte de la
subordinación de la política económica a determinados objetivos políticos.
Nosotros no estamos casados con medidas, no estamos casados ni siquiera con
paquetes de medidas, con una orientación determinada y diferentes instrumentos.
Entendemos que tenemos objetivos, y esos objetivos están puestos por la
política; y la teoría económica y las medidas de política económica son
instrumentos para alcanzar esos objetivos en determinadas circunstancias
nacionales, internacionales e históricas, que son dinámicas y que van variando.
Entonces muchas veces un instrumento que ha servido muy bien, deja de servir.
Muchas veces un instrumento que no habíamos utilizado, vale la pena echarle
mano. Muchas veces hay que recalcular y rediseñar los programas, incluso ramas
enteras de lo que son factores intervinientes en la política económica, como es el
caso de la política energética o de la política financiera del Estado. Es decir, hay
diferentes circunstancias; no nos casamos con los instrumentos.
Con esto termino la introducción y paso al núcleo, pero ya solo esto
que he dicho así parece una verdad de Perogrullo, de sentido común como para
tener que aclararlo, ha sido fuerte de crítica, "antes decían esto y ahora dicen
esto". Es que nos atenemos a los objetivos; no nos casamos ni nos enamoramos
de los instrumentos. Pero ese enamoramiento de los instrumentos, y de siempre,
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absolutamente siempre, la misma política, que son las políticas económicas sanas,
razonables, de país normal, de país serio, toda esa batería de adjetivos que
acompañan a la política económica y a su evaluación han sido una de las claves
para la aplicación de los planes neoliberales en el continente y en el mundo.
En la Argentina lo conocemos muy descarnadamente porque vivimos
una fase de prácticamente treinta años de ajuste permanente de políticas liberales
y neoliberales. Discutiendo temas tan complejos y debatidos como la cuestión de
la variación de los precios y la inflación; decían que el ministro no entiende, no
conoce los instrumentos, no sabe cuáles son los instrumentos para combatir la
variación de los precios o para morigerarla o desacelerarla. ¿Por qué me decían
eso? Simplemente porque este gobierno nunca ha aplicado las recetas de la
ortodoxia, y la teoría neoliberal usa siempre, absolutamente siempre, el mismo
paquete y lo remite a diferentes calamidades: a veces es un paquete
antiinflacionario, a veces es un paquete de reactivación, a veces es un paquete de
inserción internacional, a veces es un paquete de modernización. Pero la verdad
que lo que es sencillo, simple, fácil de comunicar y que no da lugar a error es cuál
es el paquete de medidas económicas ortodoxas que en el país se ha aplicado en
momentos realmente muy difíciles pero de manera prácticamente serial. Es el
mismo paquete, y todos lo conocen; y a mí me han criticado mucho por no
aplicarlo, como si fuera un problema de desconocerlo. Dicen: "Pero hay un tema
de inflación". ¿Qué hay que hacer con la inflación? "Claramente, hay que
reducir un gasto público; es un paquete de ajuste fiscal". El paquete de ajuste
fiscal lo están usando ahora en contextos deflacionarios, como es el caso
europeo. Pero también aplican el mismo paquete de ajuste fiscal, que ahora
parece que sirve para desendeudar a los países o para volverlos más competitivos.
Es decir, son siempre las mismas medidas. Son muy sencillas y los argentinos las
conocemos, y los de mayor edad que yo las conocen todavía más, no porque nos
la contaron o porque las leímos en los libros de texto.
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Quiero aclarar que casi todos los libros de texto de la teoría
económica concluyen que hay que aplicar estos paquetes de un modo tal que uno
ya sabe cuál es la conclusión. Simplemente, lo otro son los argumentos teóricos
muchas veces falaces o sofistas para aplicar el mismo paquete en todos lados, a
cualquier costo y en cualquier momento. Es un paquete de ajuste fiscal.
Ahora están agitando que Argentina tiene un déficit extraordinario y
"hay que aplicar el ajuste fiscal", el mismo ajuste fiscal que querían aplicar cuando
la Argentina no tenía un déficit. Sostengo evidentemente que la Argentina no
tiene un déficit extraordinario; tiene una relación entre el déficit fiscal y el
Producto Bruto dos puntos más chicos que todos los países europeos y
desarrollados, que hace veinte años tienen ese déficit. Así que claramente no
estamos en una situación de gasto público descontrolado. Es claro y no hay
estadística que lo resista.
Sin embargo, es la excusa para aplicar el paquete de ajuste fiscal. De la
misma manera que viene el llamado ajuste monetario técnicamente, que es esa
dupla que siempre ponen, que en realidad el Estado gasta mucho, entonces
emite, eso es inflacionario, recesivo, y entonces hay que aplicar un ajuste
monetario consistente en aumentar la tasa de interés y reducir los medios de
pago generando una restricción del crédito.
Son dos medidas claramente recesivas, que son liberales en cuanto
retiran al Estado porque deja de tener papel en el impulso de la demanda
agregada y en el impulso y promoción del crédito. Es decir, van restringiendo al
Estado sacándole instrumentos como son su política monetaria y fiscal. Hay que
reducir la base monetaria -dicen ellos-, porque eso es inflacionario, y además es
recesivo porque cuando el Estado emite mucho, los privados se van. Hay miles
de excusas pero el paquete es el mismo: contracción fiscal y monetaria.
A esto se le agrega apertura indiscriminada de la economía. ¿Por qué?
También, porque si uno tiene administración de comercio, un buen producto que
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se vende afuera no puede entrar a precio de afuera, entonces adentro es más
caro, entonces hay inflación, entonces es un plan antiinflacionario.
La convertibilidad en los 90 tuvo como uno de los elementos centrales
-coronación de un largo proceso de apertura indiscriminada de la economía- la
liberalización absoluta del comercio. A esto lo mezclan con cepo, con cualquier
palabra, con restricciones. Hay quinientas excusas, pero siempre el plan es el
mismo. Lo que es triste, pobre y miserable es que siempre es el mismo plan:
ajuste monetario, ajuste fiscal, apertura indiscriminada de la economía.
Después, a nivel cambiario no tiene tantas variaciones porque como
en general el cuarto pilar de estos planes es el endeudamiento internacional, es
decir la salida a los mercados financieros internacionales, en general la cuestión
cambiaria después termina completamente condicionada, porque lo que plantea
este programa es que los países -porque esto sería más productivo o le generaría
oportunidades o potenciaría la inversión o el bienestar social, o algo parecido-
deben salir a tomar deuda de los mercados financieros internacionales.
Este paquete de cuatro patas ha sido el paquete eterno de la ortodoxia.
Cuento más de cien años y es siempre el mismo, y te lo pueden querer aplicar en
Alemania, Nigeria, Venezuela, Colombia, Grecia, España, Estados Unidos o la
Argentina. Son esas cuatro medidas; no hay mucho más en la batería de la
ortodoxia.
Hay tal enamoramiento de esas medidas que la convierten en la piedra
filosofal de este programa; es un programa para todo momento y en todo lugar.
Esta ortodoxia, más allá de los intereses que expresa y las aberraciones a las que,
por ejemplo en nuestro país, ha contribuido, trae aparejado bajar sueldos, bajar
jubilaciones, cerrar hospitales, cerrar escuelas. Le podemos poner apellido, y cara
a estas medidas, que puestas así parecen de pura teoría económica, cuyas
consecuencias y modos los economistas no tienen por qué entender porque es
materia de otros Ministerios, porque es un paquete económico.
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Cuando lo vemos en operación, esto significa secar la plaza financiera,
que no haya disponibilidad de crédito para nadie, también un paquete puramente
recesivo basado sobre el argumento de que la emisión monetaria es
necesariamente inflacionaria y nace por un déficit insostenible, con el cual todo
este barullo se arregla restringiendo fuertemente el crédito.
Hablan de que la apertura que viene a modernizar, a sacar ineficiencias
y a hacer más competitiva la economía. Este paquete con la polea de
endeudamiento se ha aplicado una y otra vez, y es sencillo, es eso solo; no hay
mucho más, no hay más complejidad que eso.
Me interesaba traerlo a colación, primero, porque estamos en una
coyuntura electoral y yo creo que muchos de los economistas que acompañan a
muchos de los candidatos de la exposición comulgan con estas ideas. Ya van a
encontrar la excusa -la están buscando- para aplicar este paquete, porque es un
paquete que se ha aplicado en la Argentina y que se está aplicando hoy en todo
mundo, y esa es "la economía sana", "la buena economía".
Contra eso, lo que nosotros hemos mostrado en este gobierno es una
política económica que responde a otros objetivos políticos. Rápidamente,
cuando uno se pregunta cuáles son esos objetivos políticos, vemos que no lo
vamos a alcanzar con esas herramientas y esas medidas. Eso no quiere decir que
lo que hay que hacer sea lo contrario y en la mayor medida posible; por favor, lo
que quiere decir es que esas recetas, ese corset no se aplica a los objetivos
políticos, que además vienen justamente legitimados por el hecho de que quienes
llevan adelante esos objetivos políticos son precisamente presidentes
democráticamente electos por el pueblo, que han decidido otro derrotero y otro
camino político, y por lo tanto de política económica.
Por eso también es muy difícil la discusión. Pero quería marcar y
asociar elementos de la política económica de estos doce años ya con
determinados principios. Creo que también va a ser una cuestión opinable y de
historia la caracterización de la política económica de los gobiernos de Néstor y
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Cristina Fernández de Kirchner. Va a ser una cuestión de discusión; no está
saldada. Nosotros, por ponerle un nombre, lo llamamos crecimiento con
inclusión social. Pero damos además, por ponerle un apellido, una precisión
adicional: de reindustrialización. Crecimiento económico con inclusión social, o
sea de reindustrialización de la Argentina.
En el terreno de la economía es mucho decir, porque esos son
nuestros objetivos, pero su concreción requiere muchísimas políticas distintas y
variables. Algunos lo llaman eclécticas, heterodoxas. Pero es claro, si uno tiene
determinados objetivos que son mucho más difíciles de bajar a tierra con
políticas públicas y además no cuentan con un manual como sí lo tiene la
ortodoxia, que te dice qué es la buena política económica, que lleva exactamente
a las antípodas de estos objetivos, pero que todo el mundo sabe cómo es y
muchos piensan que está bien.
Entiendo que este es un público más bien tendiendo a la Facultad de
Derecho que a la de Economía, pero esas medidas de política económica y sus
fundamentos prácticamente han permeado el sentido común de los argentinos.
Se ha machacado tanto con que cualquier otra política es mala que hay muchos
que piensan que efectivamente es así. Hay argumentos intuitivos de sentido
común que parece decir que el Estado no debe gastar más de lo que le entra,
como si no fuera lo que hacen absolutamente todas las empresas y hogares
cuando toman crédito. Creo que no hay empresa que no puede funcionar si no
gasta un poco más de lo que le entra, porque para eso está la palanca del crédito.
No hay hogares que no recurran a las cuotas o al endeudamiento. Pero parece
que para el Estado esto está prohibido, y que si no tiene un equilibrio
permanente, entonces es mala política económica, lo cual va también en contra
de una cuestión que -aunque contradictoria con esto- está más o menos
consagrada como una de las funciones de la política económica, que es un papel
contracíclico. Indudablemente, si el Estado tiene un papel contracíclico es
porque cuando la economía está en momentos de recesión, enfriamiento o
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depresión, el Estado sale en auxilio del proceso económico generando demanda
adicional. Esto quiere decir que tiene que gastar un poco más de lo que le
ingresa para mantener ese papel.
Sin embargo, la cuestión del déficit fiscal basta con que aparezca para
que se diga que es mala política económica, como si todos los serios teóricos de
la economía no hubiesen pensado que esto estaba bien, porque ellos siempre han
creído en que hay momentos donde el Estado puede estar en déficit.
Quería señalar que nuestras medidas de política económica y nuestro
programa económico está emparentado con principios. Por eso quería hablar de
la justicia social, que es un principio. Yo estoy convencido de que todas nuestras
políticas concretas de inclusión -que hasta las voy a enumerar para que vean
cuáles son- apuntan a ese principio. Otras políticas no lo hacen; y nosotros
aplicamos estas políticas porque tenemos determinados objetivos y principios. La
cuestión de la reindustrialización del país es sin lugar a duda un instrumento de
independencia económica.
Pero además quería hablar del desendeudamiento asociado a la
cuestión de la soberanía política, porque esto me exime un poco de esta
exposición, por lo menos con aquellos que la han escuchado ayer a nuestra
Presidenta de la Nación hablando de soberanía y de los fondos buitres. Pero me
voy a permitir hacer algunas conexiones más y hablar de economía.
Si nosotros aplicamos reindustrialización, o sea crecimiento e
inclusión social, y al mismo tiempo desendeudamiento, lo estamos haciendo
porque comulgamos con determinados principios que son objetivos de la política
que son además resultado de elecciones populares. Pero eso hay que llevarlo a la
práctica, y esto no tiene un manual tan sencillo como el de la ortodoxia, porque
ni el ajuste fiscal, la restricción monetaria, el crédito y la apertura indiscriminada
de la economía ni el endeudamiento nos van a llevar a aproximarnos siquiera a
estos principios.
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La conexión aparece precisamente porque esto hay que bajarlo a
políticas. Y esas políticas tienen resultados, porque una cosa es hablar de justicia
social, pero otra cosa, que era lo que quería mostrar, es aplicar un paquete de
medidas de inclusión que me animo a decir que no tiene ningún precedente en la
historia argentina. Aquí tengo simplemente un par de fechas del plan de
inclusión previsional. Cuando llegó Néstor Kirchner al gobierno teníamos
solamente 66 por ciento de quienes estaban en edad de jubilarse cobrando una
jubilación. Yo sé que hay muchas discusiones sobre el nivel de jubilación, pero
esto es un hecho incontrastable más allá del crecimiento extraordinario de la
jubilación mínima, pero es incomparable en términos de inclusión, y entonces de
justicia social, una sociedad donde solo un 66 por ciento de quienes estaban en
edad de jubilarse recibían efectivamente la cobertura social del Estado, que es la
jubilación. Quienes están en edad de jubilarse, razonablemente, ya no deberían
estar trabajando; quiere decir que derivan su ingreso de una jubilación digna o lo
derivan de la solidaridad familiar.
Como economista, estas eran cuestiones impensables que ocurrieran
en la Argentina nuevamente. A nadie se le ocurrió que en la actualidad con el
último plan de inclusión jubilatoria vamos a llegar al cien por cien de las personas
en edad de jubilarse cobrando una jubilación.
Eso es justicia social porque efectivamente es gente que había
quedado desamparada, que necesitaba una reparación. Había quedado
desamparada porque el liberalismo es tan perverso que hasta le hace creer a la
gente que las desgracias producidas por las políticas liberales son culpa del propio
individuo. "Si no te habías jubilado era porque no habías hecho los aportes"; era
culpa suya y no de una política económica que generó esa situación macro de
desempleo que hacía que la gente no tuviera trabajo y si lo tenía era en negro, y si
el empleador no hacía los aportes, nadie lo controlaba. De forma tal que se
estaba generando ese proceso de injusticia y de exclusión social de manera
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sistemática, masiva, industrial. El neoliberalismo en la Argentina produjo
injusticia social de manera industrial.
Pero esto no podía hacerse si no era con la creación del FGS, que no
es otra cosa de revertir una de las políticas más perversas que ha tenido el
neoliberalismo en nuestra región, que es la privatización de los sistemas de
jubilación y pensión. Fíjense que nuestro sistema de jubilación nace por
definición como un sistema solidario; esos son nuestros principios. Quienes
aportan la fuerza laboral en activo hacen un aporte solidario para sostener a los
pasivos, y de esta forma se genera un círculo virtuoso, porque con los pasivos no
hacen otra cosa que consumir con esos recursos que mantienen a los
trabajadores también en actividad.
La estatización del sistema de jubilaciones y pensiones ha sido una
recuperación que tampoco estaba en el radar o en el mapa de ruta de lo que iba a
pasar en la Argentina. Se recuperó el sistema integrado de jubilaciones, es decir se
desprivatizó, eliminando uno de los regímenes más injustos que se pueda
concebir. Era también -en otro de los pilares de esta teoría económica- un
enfoque absolutamente individualista: cada uno se tenía que jubilar no con el
aporte de la sociedad, con la clase de aquellos que no están en edad o ya no
trabajan, sino que por el contrario cada uno con su propio trabajo tenía que
hacer el aporte en su propia cuenta para bancarse uno mismo la jubilación, que es
lo contrario de los principios filosóficos que dieron lugar a nuestro sistema de
jubilaciones y pensiones.
Como siempre hace el liberalismo, impone esto por la vía de los
principios, de la modernización, por la mentira de que va a ser mejor, pero en
general además encubre una estafa y un negocio. Eso es lo interesante, que el
neoliberalismo no es solo una cuestión de principios; es una cuestión de intereses
muy concretos que se escudan atrás de esas políticas pero que con todas y cada
una de esas medidas obtienen ganancias, comisiones y réditos. No es
simplemente una cuestión de principios, sino que es una cuestión de intereses
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muy concretos. Resulta difícil de entender, pero creo que es obvio, una vez que
están armados esos dispositivos, desarmarlos implica necesariamente un grado de
confrontación. Porque quienes tienen los negocios derivados del liberalismo,
quienes tienen las empresas privatizadas por el neoliberalismo, quienes tienen un
sistema financiero concentrado en el neoliberalismo, después se enfrentan con
un gobierno que buscando la inclusión, el crecimiento y la industrialización y
tiene que revertir esas medidas, no implica una cuestión de crispación ni de una
grieta ni una cuestión discursiva. Lamento decir que es una discusión más
terrenal y material. Hay que desarmar, deshacer y confrontar en esos intereses
que son intereses, muchas veces, como ocurrió en nuestro país, no
exclusivamente locales sino intereses de capitales financieros transnacionales,
internacionales.
Me pregunto yo si una política económica sigue determinados
principios que lo llevan a desarmar esos negocios, ¿cómo esto va a poder ocurrir
en una sociedad a través del consenso absoluto y de la unanimidad? No va a
pasar por la unanimidad, porque existen aquellos que perdieron un privilegio, una
rentabilidad extraordinaria y las comisiones más escandalosas y más grandes que
uno se pueda imaginar.
Yo me acuerdo porque empecé a hacer mis aportes bajo ese sistema,
en el cual uno aportaba de su sueldo un pedacito y le llegaba cada tanto un
resumen. En mi resumen de mi cuenta de capitalización, que era de donde yo
me iba a tener que jubilar, me venía mes por mes menos plata. A más años
trabajaba, parecía que el primer día hubiera sido el mejor para jubilarme, porque
no se acumulaba, y esto era así por las comisiones y los negocios financieros.
Recuerden que con los fondos de los jubilados financiaron a las
empresas a través de la compra de acciones. Esto fue de los enjuagues de la
comunidad de negocios más grande de la historia: usaron los fondos de los
jubilados que administraban los bancos para comprar acciones para financiar a
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empresas privadas, comprando acciones caras que después eran mucho más
baratas.
El caso más resonante, obviamente, es del Grupo Clarín. Hace poco
en una Asamblea, representando el 9 por ciento de las acciones del Grupo Clarín
que le habían enchufado a los jubilados a un precio que a los pocos meses se
desinfló completamente, para financiar un 9 por ciento. Además, había
resistencia, después cuando se pasó al Estado, Angelina recordará que fueron los
directores en representación del Estado, los representantes del Estado. ¿Cómo
además iban a querer participar? Porque esta era una estafa en toda la línea. Era
propiedad de los jubilados, pero ni siquiera el Estado en representación de los
jubilados podía ir a la Asamblea.
Yo estaba ahí cuando se estatizó todo ese gran curro de la AFJP, que
lo vendieron como una mejora para todos los argentinos, como un avance y
modernización, como lo que se hace en no sé qué país que tenemos que imitar, y
es inexorable que si no lo hacemos es porque somos retrógrados, cavernícolas y
no tenemos ideas. Con todo ese discurso se privatizaron los fondos de los
jubilados y las empresas y el capital social argentino a precio vil.
La reversión de esto no es que choca simplemente contra principios,
sino que choca contra la billetera más poderosa del país. Por eso esto no se hace
tan pacíficamente como debiera ser, a pesar de que lo hace un gobierno
democrático y elegido por las amplias mayorías, lo cual ya tendría que exterminar
todo tipo de discusión. Es la voluntad que se está expresando y es una necesidad
también en ese camino.
Ahora, cuando uno toca con esos intereses, no se pelea contra el
dueño, sino con los dueños -que muchas veces no aparecen- y con sus
representantes, en foros de consultores, de profesionales, mediáticos e
intelectuales. Es una batería de confrontaciones que derivan simplemente en
tratar de recuperar para los argentinos el derecho a la inclusión y a la justicia
social.
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Sigo con la Asignación Universal por Hijo. Me acuerdo de cuando se
instituyó la Asignación Universal por Hijo, a la que hoy con sorpresa encontré
que hemos llegado a la unanimidad. Yo creo que ningún candidato hoy estaría
en condiciones de decir que va a anular, retrotraer o liquidar la Asignación
Universal por Hijo. Pese a las barbaridades que dijeron y sus campañas sucias de
los que se inscribían, que era mentira, que era clientelista. La Asignación
Universal por Hijo es uno de los planes más formidables de inclusión social. Me
alcanzó recién Bernardo Kliksberg un libro sobre la Asignación Universal por
Hijo, porque es un caso de estudio.
Además recordemos la asignación por embarazo, la tarjeta Argenta,
crédito para los jubilados, las mejoras en el régimen de las asignaciones
familiares. Por su parte, con el Programa Progresar llegamos desde el embarazo
hasta los 24 años de cobertura a la población vulnerable, porque el Programa
Progresar ya tiene 70.000 inscriptos, con un alto número de individuos que
retomaron los estudios y de la mano de este programa volvieron a estudiar. Es
un plan para aquellas edades en las que tienen que estudiar y trabajar; para ellos
se concibió un plan que les diera posibilidad de hacer lo más importante, que es
seguir formándose. Otro plan importante es la ayuda escolar.
Existen tantos planes que en 2002 había 1,5 millones de personas que
estaban cubiertas por algún programa de transferencias; hoy eso llega a 4
millones de personas. Eso es justicia social.
Quiero referirme a esto muy brevemente, porque también es una
cuestión de teoría económica que hace a este tema de principios, porque se ha
tratado de demonizar desde la teoría económica a todo intento y esfuerzo por
lograr mayor justicia social. Se dice que eso es mala política económica, que no
es política económica sino populismo y clientelismo, o política social a lo sumo.
Pero la inclusión social no tiene nada que ver con la política
económica; eso nos han dicho durante tanto tiempo. ¿Por qué? Porque lo que se
concibe es que el propio proceso de crecimiento económico, está vinculado
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siempre a las políticas neoliberales, ese proceso de crecimiento económico que se
iba a dar naturalmente si se aplicaban estos paquetes de medidas, cada una de
esas medidas iba a contribuir al crecimiento, y entonces no hacía falta ocuparse
de la justicia social, la inclusión o la equidad.
Una vieja economía, base de la teoría liberal, dice que si la economía
crece lo suficiente, la riqueza desborda como de una copa. Derrama, decía Adam
Smith, hasta las capas de las inferiores del pueblo. Esto de "capas" es la
traducción que todos leímos en "La riqueza de las Naciones". Basta con que el
gobierno se ocupe por crecer, tarde o temprano naturalmente el mercado se va a
preocupar de distribuir, mediante el propio proceso de crecimiento.
Estuvimos décadas esperando que llegara la hora de la distribución,
porque primero había que crecer para después distribuir, porque además decían
que es de sentido común. Somos un país pobre, no podemos distribuir; primero
tenemos que ser prósperos y cuando sobre podremos distribuir. Esto se elevó a
la jerarquía de una teoría económica, inclusive con este ataque al gasto público
disfrazado de despilfarro, politiquería, y nos dijeron que el Estado no tiene que
hacer nada sino que tiene que esperar. Esta es una de las grandes lecciones en
términos de justicia social y su vínculo con la teoría económica: nosotros hemos
demostrado en estos doce años que era exactamente al revés, que estaba mal, y
no porque era distinto. Era al revés: no teníamos que crecer para poder
distribuir, porque era imposible, porque además el crecimiento por naturaleza en
países como el nuestro se distribuye mal, implica y conlleva una distribución, y es
la distribución de la concentración y la centralización del capital, es el crecimiento
del aumento de las inequidades entre particulares y adentro de los mercados.
Fíjense qué paradoja, pero también la concentración genera inequidad en el
mercado y por eso existe la defensa de la competencia, además de la defensa del
consumidor.
Quiero decir algo que me parece que es muy importante notar. Este
gobierno, desde que asume Néstor Kirchner, inicia su programa de justicia e
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inclusión social. Y resulta que era al revés: que la distribución de la riqueza no
solo no va a llegar si uno espera que llegue después del crecimiento, sino que
tampoco va a llegar el crecimiento. Lo que vimos en la Argentina no lo tengo
que probar con una fórmula, una derivada ni un modelo económico; es que
justamente las políticas de distribución de la riqueza, de inclusión social y las más
de tres millones o más de asignaciones universales y los nuevos jubilados, era la
mejor política de crecimiento económico, por no decir la única posible para un
país periférico, subdesarrollado como somos todos los países de la región. Es
decir que era al revés, que con estos programas de inclusión social nosotros
generábamos una base sólida que reconstruía un mercado interno. Ese mercado
interno, como polea y palanca de la demanda agregada fue la base sobre la cual se
pudo construir un proceso de crecimiento económico.
Es decir que era exactamente al revés: primero había que distribuir
para poder crecer. Y esto, que no es de la buena teoría económica de los
manuales, se probó en la práctica. Y se probó además que se generó en la
práctica esta tarea de distribución y el crecimiento en base a la reconstrucción de
la demanda agregada. Así se generó dignidad en nuestro pueblo, porque alguien
que tenía ingresos miserables comienza a tener más ingresos, pero esos ingresos
los vuelca al consumo prácticamente en su totalidad porque la población más
vulnerable no tiene capacidad de ahorro, es decir lo que los economistas
llamamos propensión a consumir de uno, se consume todo; y ese consumo se
vuelca sobre el mercado interno, que entonces absorbe la producción.
Mostramos también una verdad económica que la ortodoxia
desconoce, que es que la demanda va antes que la oferta, que tiene que haber
demanda para que haya oferta. Entendiendo esto como el cumplimiento de los
objetivos marcados desde la política pero además como un instrumento de la
política económica, yo tengo la satisfacción de decir que en el Ministerio de
Economía hoy sí nos ocupamos de la inclusión social y la distribución de la
riqueza, que vuelve a ser un patrimonio de la política económica.
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¿Por qué decimos que esto es además un proceso de
reindustrialización? Porque sinceramente nosotros tenemos un programa de
inclusión social, que es un programa que prevé que para los más vulnerables,
para aquellos que permanecen en una situación de desocupación o de empleo
informal haya políticas económicas específicas, que por tanto se convierten en
universales, porque es para toda esa población.
La principal política de inclusión social es la creación de empleo
genuino registrado. También está presente otra de esas grandes falacias que creó
el liberalismo para venderlas como pan caliente, como ideología disfrazada en
esta región, que es la cuestión de que la Argentina es un país que tiene recursos
naturales extraordinariamente ricos. Es decir, nuestra riqueza en recursos
naturales es extraordinaria, por el lado minero, por el lado petrolero, pero
particularmente por el lado agropecuario. La Argentina desde que ingresa al
sistema económico mundial lo hace a través de su producción de materia prima
de origen agropecuario.
Ahora bien, nos trataron de convencer de que eso quería decir que la
Argentina única y exclusivamente podía dedicarse a la producción agropecuaria
para colocarla al mercado mundial. Todos tenemos presente esto, porque en
estas épocas ha vuelto la propaganda de la dictadura, de la industria argentina y la
extranjera, pero eso ha tenido montones de variantes culturales e ideológicas.
Pero en la práctica uno de los ejes centrales del neoliberalismo en el país fue la
desindustrialización de la economía, acompañado por una teoría económica que
para cualquiera que es economista es normal, porque son las primeras cosas que
nos enseñan en la facultad y que entiendo que las siguen enseñando a pesar de su
fracaso reiterado y a pesar de éxitos que no comulgan con estas ideas; nos dicen
que los países se tienen que dedicar exclusivamente a producir aquellos en lo que
son más eficientes y competitivos. Están las ventajas absolutas, comparativas,
competitivas, estáticas, dinámicas, toda una batería de palabras para decir que la
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Argentina solamente puede ser un país agropecuario y que tenemos que volver al
principio de nuestra historia, a la Argentina agroexportadora.
Fue Martínez de Hoz el que dijo que ese era el modelo económico
que tenía que aplicar la Argentina. Lo único. Imagínense, los argentinos estamos
hechos genéticamente para ello porque tenemos una tierra muy rica y tenemos
los recursos. Ahora, todo lo demás que hagamos va a salir mal, más caro y peor.
Entonces lo mejor es producir eso en lo que somos buenos y concentrarnos en
eso; y si sos saxofonista, no se te ocurra tocar la guitarra. Es eso lo que vos sos,
es genético; y todo lo demás se debe importar del exterior.
Martínez de Hoz fue el que hizo por primera vez el cálculo, que hoy
creo que es generoso. Dijo que el problema era que el trabajo vinculado a las
actividades agropecuarias alcanza para 6 millones de personas, nada más.
Estarían sobrando en ese momento unos 19 millones, porque éramos 25
millones. Digo que el cálculo es generoso, porque eso es anterior a la
maquinización del campo, antes de que buena parte de la actividad vinculada
sobre todo a los adelantos tecnológicos de la soja sea mecanizada y que se realice
con dos o tres trabajadores. Además, ahora lo hacen las industrias de servicios,
muchas veces contratados, ni siquiera son trabajadores del propietario del
campo, que tal alquile el campo y viva en la ciudad, es decir que el chacarero con
determinado nivel de ingresos vive en su propio campo. Pero eso era lo único
que teníamos que hacer.
Es una clave de esta época haber vuelto a poner en la Argentina la
agenda de la reindustrialización, una agenda muy complicada, una agenda muy
compleja. Cuando nos dicen que no reconocemos los problemas y los errores,
que no somos humildes, ¿cómo no vamos a entenderlos, si entendimos que la
reindustrialización de la Argentina es la cuestión más compleja y complicada que
pueda concebir la economía? Es un plan y un trabajo complicadísimo y no está
escrito en ningún lado cómo se hace. Así que seguramente va a haber muchas
cosas para hacer, y seguramente muchas de las que se hagan bien, y habrá
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aciertos y errores. Este es el objetivo, y por eso estamos dispuestos a
equivocarnos.
Esas medidas del manual de la ortodoxia son muy sencillas, casi no
necesitan Estado, necesitan cuatro palancas para moverse y nada más.
Esto es muy distinto. Hemos demostrado en la Argentina que
también era falso el dilema de que la Argentina se tiene que industrializar a costa,
en reemplazo, a expensas, de la actividad agropecuaria; lo que demostramos que
es se pueden hacer las dos cosas a la vez. Ese dilema que plantearon: Argentina
industrial o Argentina agropecuaria era un falso dilema. La verdad es que había
que hacer las dos cosas juntas, manteniendo balances, equilibrio y medidas que
no dejan del todo contento a ninguno de los dos sectores, uno que querría más
liberalismo y otro más protección; uno un tipo de cambio más alto y el otro más
bajo; uno más administración y otros menos administración del comercio. No
estoy tirando palabras sueltas, porque es una disputa entre esos intereses.
A tal punto llevaron este dilema que impidieron el desarrollo de la
Argentina, porque triunfaba a veces la idea industrializadora y parecía que se
llevaba puesto al campo, o cuando triunfaba la idea del campo, se llevaba puesto
a la industria.
Hablo tranquilo de este tema, porque nosotros hemos
reindustrializado el país con todas las dificultades que esto tiene. Me acuerdo
cuando se hablaba de la teoría del desarrollo, el desarrollismo de Prebisch, todo
lo que fue en la Argentina los planes desarrollistas, y se hablaba de una primera
industrialización y una segunda, una liviana y una pesada, una fácil y una difícil.
Necesariamente si uno va a reindustrializar se van cumpliendo etapas y cada
etapa nueva es distinta y tiene más desafíos, y cada vez es más complicada, no
más sencillo. Pasar de la industria liviana a la pesada era una tarea ciclópea, la
hizo el Estado. Aunque ahora todas esas empresas de producción de materia
prima e insumos de fundido haya sido vendida, privatizada y rematada a precio
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vil, que era parte del capital social, y ahora esté en manos privadas. Pero la
industrialización pesada en Argentina la hizo el Estado.
No hay otra forma de industrializar el país no del todo desarrollado,
subdesarrollado, atrasado, como quieran decirle, "en vías de", periférico y
pequeño; que no sea con una fuerte dirección en ese proceso del Estado. No
digo con una participación o una unanimidad o un monopolio del Estado pero sí
con una dirección del Estado en términos de políticas.
Los procesos de reindustrialización siempre han sido así. Todos los
casos exitosos han sido de manos del Estado. Por supuesto que reconoce etapas.
Primero se puede industrializar con determinados instrumentos; después hay que
cambiar los instrumentos, mejorarlos, controlarlos. Porque cuando uno usa
instrumentos de industrializaciones encuentra con los problemas y las
deformidades incluso, las estafas y los curros de esos propios instrumentos,
promociones industriales que tenemos en la historia que no han servido para
nada o que han sido eternas, no transitorias como se las concebía; o planes de
incentivos y beneficios que no tenían esfuerzos como correlato.
Ha pasado de todo, pero eso no quiere decir que la Argentina deba
abandonar el esfuerzo de la reindustrialización porque, si no, es un país para
pocos. Lo digo con tanta tranquilidad porque este año con este gobierno
estamos alcanzando una cosecha récord en la historia Argentina en superficie
sembrada y en volumen de la cosecha. Es decir que el campo ha crecido.
Desde el gobierno, donde hay que gobernar para 40 millones de
argentinos, no se pueden aplicar todas las políticas simpáticas a todos los sectores
a la vez. No estoy tratando de reducir un problema, pero es que de suyo que
cada medida que se toma favorece a un sector, probablemente empeore a otro y
genere otros efectos económicos. Es un equilibrio, pero ese equilibrio ha
funcionado de tal manera que hoy tenemos la cosecha más grande de la historia
argentina y la proyección para el año que viene de una todavía mayor. Es decir
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que hemos demostrado que era un falso dilema, así como distribución y
crecimiento no eran dilemáticos si no venían en ese orden.
Tampoco es cierto que haya un dilema entre el agro y la industria.
Hay que hacer las dos cosas, con toda la complejidad que eso implica, con todas
las tensiones que eso implica, con esos equilibrios que hay que crear.
La Argentina en términos de PBI industrial per cápita crecía al 5,2 por
ciento. En la década de los 90 caía al 3 por ciento. Es una lámina que a mí
encanta, porque son datos comprobables, porque a veces lo decimos del lado de
los trabajadores. Ahora lo quería mostrar del lado de las empresas. Antonio
Caló, el Secretario General de la UOM, decía "¿Cómo no voy a decir ciertas
cosas si yo tenía 50.000 afiliados en 2013 y ahora 250.000?" O cuando la gente
de la construcción, de la UOCRA, dice "Si yo tenía que 2003, 70.000 afiliados y
ahora tengo 410.000 afiliados." Eso no es discutible, ni una estadística, ni el
Fondo Monetario; esa es la realidad palpable del proceso de reindustrialización
de la Argentina, que también se ve en la cantidad de empresas creadas.
La creación de empresas durante este período ha sido riquísima. Ha
sido una explosión de nacimiento de empresas. Por supuesto que primero
pequeñas, escuálidas que requieren de determinados cuidados para que después
el mismo proceso de desarrollo las lleve a crecer, y como aspiramos todos,
después puedan ser exportadoras además de abastecer al mercado interno.
Muchas de ellas son exportadoras a la región, y después de eso competitivas a
escala mundial.
Pero eso no es un proceso natural. Cualquiera que haya hecho en la
primaria la germinación del poroto, sabe que si corto el primer brote, nunca voy
a tener una planta. Este tema de la reindustrialización de la Argentina también
requiere de un programa de largo plazo y de perseverancia.
Algunos dicen que hay que levantar todo tipo de administración de
comercio, conocido como "cepo". ¿Qué va a pasar con estas nuevas empresas,
nuevos emprendimientos, ramas enteras? En la Argentina habían desaparecido la
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textil, el juguete, los plásticos; estaban muertos y sepultados en galpones
abandonados. Cuando uno mira rama por rama, encuentra ese proceso dinámico
y de creación que implica el crecimiento económico, que tanto ha fascinado a
quienes estudian los procesos de crecimiento en el capitalismo, ese desorden
organizado que va generando.
Pero allí también había un dilema muy mentiroso y falso en el sentido
de que hubiera que optar entre Estado y mercado. Yo no digo que no haya
choques entre Estado y mercado, pero en países como el nuestro tal dilema no
existe porque en realidad, bien vista la cosa, la mayoría de las ramas de la
producción, incluso de la intermediación de la logística, del consumo, no son
mercados en el sentido que no son mercados competitivos, que no es como dice
la teoría y esa idea sana del mercado de competencia. En la mayoría de las ramas
de producción hay 2, 3, 4 o 10 empresas que explican el 80-90 por ciento de toda
la producción. Eso no es bueno para el propio desarrollo de la economía, aun en
la perspectiva más cerrada de la ortodoxa.
Entonces descubrimos que en la Argentina no solo no hay ese dilema
entre Estado y mercado sino que, como pasa en todos los países periféricos, el
Estado es el instrumento más poderoso para la creación de mercados. El Estado
se tiene que dedicar a crear mercados. Por eso cuando dicen: retiren al Estado,
que está el mercado; yo digo que mercado no hay, hay muy poco mercado; y si se
retira el Estado, no va a existir nada. Porque si no hay defensa de la
competencia, si no hay defensa del consumidor, si no hay controles de calidad, si
no hay algún tipo de regulación sobre los procesos económicos, eso lleva a la
concentración absoluta por la depredación, por la ley de la jungla, por las
relaciones de poder y dominación, por las empresas grandes que sojuzgan a las
pequeñas y no las dejan respirar. Es decir que se necesita Estado para que haya
mercado en la Argentina.
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La industrialización es sinónimo de independencia económica. Este
es un país agroexportador exclusivamente, y no tiene que dejar de serlo porque
tiene capacidades inmensas y formidables para eso, pero no puede ser solo eso.
Tanto el mercado interno, fortalecido por la inclusión social pero
también por el crecimiento económico, por la creación de puestos de trabajo, por
la reducción de un desempleo que estaba cerca del 25 a uno que está alrededor
del 7, todos esos son instrumentos de independencia económica. Vemos ahora
que el mundo está experimentando un bajón violento desde 2008, con picos y
valles, que si nosotros no dispusiéramos de esta demanda agregada producida
por la propia dinámica del crecimiento de la Argentina en su mercado interno,
estaríamos perdidos en esa tormenta de mercados internacionales que se
destruyen, que desaparecen, de precios que caen 60 por ciento, de condiciones
financieras que se hacen completamente rígidas e inaccesibles. Si no tuviéramos
esta industrialización, no tendríamos independencia económica y volveríamos a
un país absolutamente subordinado.
Con esto quiero terminar, porque me parece que el último punto era
la soberanía vinculada a la cuestión del desendeudamiento. Yo pensé que iba a
ser más o menos original con esto. No lo soy. Además ayer la Presidenta en su
discurso, en el lugar donde lo hizo, vinculado a la cuestión Malvinas, a las formas
distintas que va tomando -si me permiten un término clásico: el imperialismo-,
esa idea de que no es la única forma a través de la ocupación de los territorios, de
la invasión, de hacer dependientes y dominar a determinadas poblaciones y
sectores del mundo. La cuestión del desendeudamiento es central.
Aunque mientan, aunque no lo digan, aunque sus asesores de
márketing electoral amordacen a los economistas de la oposición y a sus
candidatos para que no hablen de qué piensan hacer, para que no suelten prenda,
para que no digan una palabra, un milímetro de lo que piensan hacer en la
Argentina, tienen ese programa en la cabeza y vienen a aplicar de nuevo el
programa de cuatro puntos de la ortodoxia del liberalismo. Lo viene a aplicar de
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nuevo y están buscando excusas; y si no las tienen, probablemente lo apliquen
igual.
Después de las hiperinflaciones de Alfonsín o después del tequila, han
venido con el mismo plan, y lo han aplicado en la Argentina, como lo hicieron en
los 70 también, como lo hicieron con la crisis del petróleo. Toda excusa es
buena: que es antiinflacionario, que es de modernización, que es de crecimiento.
Pero la cuestión del desendeudamiento es central para nosotros,
porque durante mucho tiempo no hizo falta una excusa para aplicar los planes
ortodoxos, simple y sencillamente porque eran parte del condicionamiento que
venía no en los negocios carta por el costado, side letter, donde ellos te ponían
"yo te presto si vos hacés esto". Todas las medidas más vergonzosas y más
liberales de política económica se tomaron por dictado y por imposición de los
organismos financieros internacionales de manera abierta y transparente. Iba un
ministro allá o venía un virrey del Fondo Monetario acá y traía un plan
económico y decía "ahora hay que privatizar las empresas", "ahora hay que bajar
las jubilaciones", "ahora hay que redimensionar el sector financiero", "ahora hay
que provincializar la educación o la salud", "y ahora hay que privatizar a las
jubilaciones". Era parte de un pliego de condiciones. Si alguien no recuerda la
historia de la ley de flexibilización laboral, no fue un invento argentino sino una
imposición del Fondo Monetario Internacional.
¿Cómo funcionaba ese mecanismo? Un país sobreendeudado. Yo
creo que es algo así como 80 por ciento del presupuesto griego el peso que
tienen los intereses y el vencimiento de la deuda externa. Ochenta por ciento de
su presupuesto anual. Quiere decir que el espacio para la política económica, me
animo a decir para la democracia, para la autodeterminación de los pueblos, para
la soberanía, es del 20 por ciento. Y ese 20 por ciento se destina al
funcionamiento mínimo o menos, para salarios, porque le piden que echen gente.
Pero esto en la Argentina funcionó como un ciclo reiterativo permanente, un
mecanismo de relojería donde cada vez que llegaba un vencimiento no se podía
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pagar, no alcanzaba con los recursos, y entonces había que ir a pedir un waiver,
un crédito puente o un stand by. Con estos créditos se volvía, pero se volvía
también con el pliego de imposiciones de los organismos multilaterales de
crédito.
Yo pensaba: ¡qué vacío, qué vacuo, qué ineficaz, qué mentiroso un
proceso democrático donde la política económica queda íntegramente definida
por los acreedores, que no son otros que los centros financieros internacionales!
Y entonces se pretende que el gobierno, y vuelvo al principio, que haga cualquier
otra política, porque la política económica está secuestrada por el sistema
financiero internacional.
Eso no pasó una vez: pasó durante años, años y años en la Argentina.
Sobre todo, después de cada golpe militar había un salto en el endeudamiento del
país, o en el 56 la entrada del Fondo Monetario Internacional. Es decir que esto
fue un proceso perverso que se repitió, que venía de una batería de medidas de
política económica, pero que era toda la política económica. Porque en cada
vencimiento no se llegaba y había que ir a pedir instrucciones junto con la plata,
que no era plata sino que significaba no pagar, te lo perdonaban, pero eso que no
pagábamos lo debíamos con un interés mayor, y por lo tanto terminábamos
debiendo más y el próximo vencimiento era todavía más difícil de pagar, y así
sucesivamente.
En el núcleo de la idea de recuperar la justicia social, la independencia
económica y la soberanía política está la cuestión del desendeudamiento. Sin
desendeudamiento todo esto era imposible.
¡Que clarividencia tuvo Néstor Kirchner cuando les dijo a los
acreedores tempranamente: "Ustedes recuerden que los muertos no pagan."!
Eso significó que durante un tiempo estuvimos negociando. Tuvimos el default
más grande de la historia de la humanidad. Es difícil decir que ese es un valioso
récord que ha batido la Argentina: nos llevaron al default más grande del mundo
y de la historia. Quedamos con 81.000 millones de dólares impagos de sopetón,
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porque le soltaron la mano, porque ni aun con esa política económica de
desendeudamiento y de ajuste permanente esa deuda era ni remotamente
pagable.
Entonces fuimos a ese default, un default del que todavía nos están
reclamando el cien por ciento que presuntamente debíamos, más allá de la
legitimidad y de los enjuagues. Era una deuda por la que nos cobraban 15 o 20
por ciento de interés, porque la Argentina estaba regalada, porque el ministro
tenía la única misión de volver con algo, y eso era más ajuste y más
endeudamiento.
Cuando se inició el proceso de reestructuración de deuda sin ayuda del
Fondo Monetario Internacional, que era el que ayudó a la creación de ese
monstruo que fue la deuda externa argentina, se hizo también una de las quitas
más grandes de la historia. Pero como resultado de eso llegamos a que el 93 por
ciento de los acreedores aceptaran una reestructuración de deuda que tenía ese
principio de Néstor Kirchner que vamos a llamar más prolijamente tal vez, pero
no menos elocuente y porque quiera decir otra cosa, sostenibilidad del
endeudamiento exterior. ¿Qué quiere decir? Que para pagar necesito crecer.
Otro falso dilema de aquella época era que primero había que pagar
para poder crecer. Tenemos que pagar y aplicar los planes para poder crecer.
Nosotros demostramos que era exactamente al revés: había que crecer para
poder pagar. Ese proceso de crecimiento basado en una reestructuración nos dio
sostenibilidad, simplemente sostenibilidad. Quiere decir que el vencimiento de
este año se puede pagar y el próximo también, y así sucesivamente. En ese pago
no se te agota el 80 ni el 50 ni el 20 por ciento de los recursos recaudados.
Que como decía la Presidenta ayer, no nos perdonan fácilmente,
porque no se pagaron comisiones para hacer esto, no se pidió permiso para hacer
esto; simplemente se hizo y funcionó. Por eso hay esa virulencia de ese reducto
de la especulación que son los fondos buitres en su ataque. Decía la Presidenta
que con los reclamos buitres vamos a llegar a la ridiculez de que el 7% que
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voluntariamente no entró y reclama en tribunales -no porque nosotros no
negociamos-, para pagarle a ellos, a ese 7% tendríamos que usar casi la mitad de
lo que se usó para pagarle al 93%.
Es un desquicio, no tiene ninguna lógica, pero es un rebrote de ese
intento de sojuzgar a la Argentina, un intento de dominación y de avasallamiento
de nuestros derechos, que tiene también quienes lo apoyan y promueven, y tiene
también quienes se callan. Si la Justicia argentina hiciera un fallo de esta
magnitud que afectara a un tercer país, no me cabe duda que este Poder
Ejecutivo pondría el grito en el cielo y tomaría cartas en el asunto.
Con esto cierro. Todo este programa económico con sus medidas,
resultados y objetivos está a la vista, pero tiene detractores que se escudan en
diferentes teorías y posiciones, en diferentes trincheras, medios e intereses.
Yo creo que no hay nadie en todo el planeta, exceptuando la
República Argentina, que defienda a los fondos buitres. ¿Qué es defender a los
fondos buitres? Decir que el problema es Argentina. Hay quienes se han
obnubilado por esa idea de criticar al gobierno a toda costa, y entonces han
llegado a la barbaridad de decir que el problema es el gobierno, es el país, somos
los argentinos, cuando justamente este gobierno no hizo ese default y no tomó
esa deuda sino que la arregló con el Club de París y con el 93 por ciento.
Estamos reconstruyendo -porque no digo solo pagando- con La Gotita ese plato
roto que dejaron, que era la capacidad argentina de acceder al financiamiento
internacional del bueno, el que sirve va para construir infraestructura, para
sostener los puertos, los ferrocarriles, las represas, todas cosas que de la caja y en
dólares es casi imposible hacer, aunque lo hemos hecho también cuando hizo
falta, y lo seguiremos haciendo si hace falta. Pero han llegado al desquicio de
defender a los fondos buitres para atacar al gobierno.
Me parece que el punto central es ese. Esta idea de justicia social,
independencia económica y soberanía política, estos principios de crecimiento,
de inclusión social y de reindustrialización muchas veces son atacados, yo creo
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que no por incomprensión sino porque todavía se siguen parapetando en
determinadas pátinas académicas, en determinados púlpitos, en determinadas
complicidades.
He hablado de lo que hizo el gobierno, pero quiero hablar de lo que
tiene que hacer. Esta tarea está recién comenzada, diez o doce años en un
proceso de reindustrialización no es nada. Es un comienzo, falta mucho para
industrializar, para crecer e incluir. Este es un llamamiento a discutir las cosas
importantes: los objetivos y el futuro. Discutamos sin caretas, sin eslogans y sin
globitos. Lo digo todo el tiempo porque se ha puesto de moda en vez de lanzar
ideas, lanzar globos. Y yo digo: "una idea cada tanto...".
En un momento crucial, tenemos una idea, tendríamos que poder
discutir francamente, sin escondernos, sin enojarnos, sin baratamente descalificar
al otro. Discutamos ideas. Pero para el liberal, neoliberal, para el que viene con
este plan de ajuste bajo el brazo, que probablemente hoy sea vergonzante como
decir que no a YPF, no a la asignación, no a la jubilación, probablemente sea
vergonzante. Pero creo que es sano que los argentinos discutamos realmente
para no cometer esos errores de votar a uno que dice "si yo hubiera dicho lo que
quería hacer, no me votaba nadie". No volvamos a cometer esos errores.
Hablemos blanco sobre negro, no es vergonzante, pueden tener legítimamente
esas ideas, pero expónganlas y defiéndanlas y después pidan al pueblo el apoyo
para hacer lo que piensan hacer. Porque en el caso contrario nos podemos
encontrar con una sorpresa, y sería una lástima porque se ha hecho mucho.
Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner han puesto mucho,
han marcado un rumbo pero queda muchísimo por hacer. Muchísimas gracias.
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SOBERANÍA ECONÓMICA: El impacto del modelo K en la Argentina
Por Eric Calcagno
Si como dice algún filósofo, el lenguaje es la casa del ser, habrán visto
que no usó notas, que habló todo de recorrido y que tampoco trastabilló en
ninguno de sus conceptos. Eso también denota una determinada claridad
conceptual, eso que Kant decía quizás cuando el concepto se ajusta al objeto.
Pero no es solo del lado intelectual y del lado pensamiento que bien vale rescatar,
si tal cosa fuera necesaria a Axel Kicillof, sino que también es una persona que
actúa en la realidad. Transforma, tiene una práctica política.
El método K de hacer política consistió en que los problemas
económicos y sociales tienen soluciones políticas, se los lleva al campo de la
política, contrariamente a la barbarie liberal, que frente a los problemas
económicos y sociales llevan soluciones técnicas. Cuando el actual Ministro de
Economía habla de los cuatro puntos del programa liberal -el ajuste monetario, el
ajuste fiscal, la apertura y el endeudamiento-, nos situamos frente a una respuesta
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técnica a problemas económicos y sociales. Entonces tiene la característica de la
temporalidad, tiene la característica de parecer inocente, inodoro, incoloro e
insípido cuando en realidad es un sistema de poder muy claro y que se estructura.
No hay que preocuparse; nosotros también estructuramos y
construimos poder, como construimos el quórum para votar las leyes, como se
redactan las leyes que son mandadas por el Poder Ejecutivo. La oposición critica
y expresa "esas leyes las manda el Poder Ejecutivo". Claro, en las democracias
normalmente constituidas es el Poder Ejecutivo el que manda las leyes. No
somos 257 libres pensadores que nos sentamos en un recinto a preguntarnos qué
ley podremos votar hoy, sino que efectivamente es la corporización de un
proyecto político, así como el presupuesto que votamos año a año es la
cuantificación de ese proyecto político, es cuantificar un deseo por poco sexy que
pueda sonar. Es la parte en la cual nosotros tenemos que decir lo que queremos
hacer, cómo lo vamos a hacer y cuánto nos va a costar. Porque de lo contrario
es una irresponsabilidad, y desde 2003 podemos ser muchas cosas, pero
ciertamente irresponsables no somos.
La cuestión de considerar los problemas económicos y sociales bajo
un ángulo político no deja de lado la parte instrumental o la parte técnica sino
que simplemente la pone en el lugar que tiene que ocupar. Es ahí donde se da el
espacio de la política, de esa discusión acerca del bien común, porque todos
tenemos ideas distintas acerca de lo que es el bien común.
En ese sentido, si nosotros vamos a la cuestión del cambio, uno le da
una connotación positiva la idea del cambio porque cree que el cambio va a ser
bueno para uno. Pero la idea del cambio difiere según la idea que uno tenga del
bien común, y sobre todo difiere de acuerdo con la persona a la cual uno le
pregunta. Si uno le pregunta a cierto empresariado del círculo rojo qué posición
tiene frente al cambio, respondería inmediatamente "1 dólar/20 pesos", lo cual
significaría un enriquecimiento inmediato y descomunal. Cuando se le aclarara
que la consulta no se refería a la cotización de moneda sino a la orientación de la
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política económica, ahí diría que está a favor de cambios sustanciales como
suprimir las convenciones colectivas de trabajo. O que el Banco Central le diera
todos los dólares que quisiera para ir a Miami a comprar baratijas, o
departamentos, o generar una desocupación que discipline la fuerza de trabajo.
Eso sería el cambio, una devaluación que multiplique su fortuna y aplaste los
salarios reales.
A su vez, los trabajadores indudablemente se van a oponer a ese
cambio porque van a perder todas las conquistas que obtuvieron.
En el método K el problema económico social se lo lleva a lo político,
se reconoce cuál es la relación de fuerzas realmente existente, se ve cuál es el
margen de maniobra que uno tiene también para no venderse espejitos de
colores ni globos amarillos a uno mismo y se tiene en cuenta el objetivo a
alcanzar y se actúa. No es una cuestión que quede únicamente en el plano de la
estética, como cierta oposición que se denomina de izquierda en el Parlamento,
que prácticamente para ellos tendríamos que sancionar una ley que mande la
abolición de la muerte y declare la felicidad obligatoria. No, esas son
construcciones, y ojalá pudiéramos sancionar esa ley, pero sería de imposible
cumplimiento y somos responsables.
Cuando tenemos un problema económico y social, vemos las
relaciones de poder que lo constituyen y entraman, cuáles son los actores reales y
efectivos y qué margen de maniobra tenemos. Ahí es cuando se actúa, y después
se institucionaliza la solución que se encuentra, se le da a una institución, termina
una ley, termina con la recuperación un derecho o en la creación de un nuevo
derecho. En todos los casos se crea una institución.
En cuanto a la institucionalización, cuando el Ministro de Economía,
Axel Kicillof expresa que aparentemente nosotros creamos conflictos o que
provocamos muchas discusiones, Keynes tiene sus ensayos sobre la persuasión.
Él decía que le había ido mejor en la persuasión que en el convencimiento,
porque hablaba de que se venía la crisis del 30 y nadie le prestaba atención.
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Decía Keynes que había que considerar que esos artículos, que los publica
tiempo después, podían parecer un poco agresivos pero que en realidad él los
juzgaba bastante moderados y razonables, y que si en realidad parecían agresivos
y polémicos era porque el peso de los prejuicios existentes era muy difícil de
vencer.
Me parece que nosotros desde 2003 nos enfrentamos con eso. Nos
dicen que somos los conflictivos cuando en realidad me parece que somos
bastante moderados y razonables, y que es el peso de los prejuicios que tenemos
que vencer lo que nos hace alguna vez que seamos apasionados. Pero no
importa; eso saca lo mejor de todos nosotros. Si no pensemos en nuestra vida
personal, jamás nos enamoraríamos tranquilamente. Uno, al contrario, se juega
todo en esa cuestión.
Lo mismo en política: si uno no se juega todo, está especulando, y los
especuladores de ninguna índole tienen lugar -creo- en ese proyecto.
Por eso tenemos que analizar esa idea de cambio que se nos presenta
como una cuestión marketinera, como una panacea, una piedra filosofal, y que en
realidad no significan nada. Significan todo y a la vez no significan nada.
Cambios. Evidentemente es lógico que la derecha liberal argentina
quiera cambios. Esos cambios son volver al endeudamiento; el cambio que hubo
en la Argentina fue el cambio de la Argentina agropecuaria, de la Argentina del
centenario, que no por nuestras razones ni por nuestras causas con la Primera
Guerra Mundial, la crisis del 30, la Segunda Guerra Mundial, se desengancha de
ese sistema centro-periferia y empezamos con esta cuestión de industrializarnos.
Esa industrialización trae nuevos actores sociales: los trabajadores, los
empresarios. Y no por casualidad en el año 1945 la contribución de la industria al
Producto supera al agropecuario. Es decir, que por primera vez, en el año 1945,
la industria empieza a aportar más a la riqueza nacional que la agricultura.
Eso es un cambio. Ahora, ese cambio se da a lo largo de mucho
tiempo, de muchos lustros, no es un cambio brusco. Esa Argentina que trató de
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ser industrial, industrialista, industriosa, conoció sus momentos de gloria y sus
momentos más melancólicas por una determinada evolución industrial y una
pelea política muy importante. A nosotros que somos los violentos y los
polémicos, son siempre los que nos sacan a patadas en los golpes de Estado,
mientras que los buenos y los civilizados son los que bombardean, torturan y
desaparecen. Vaya a usted a saber lo que quieren decir con la palabra cambio.
En todo caso, ese cambio abrupto de la Argentina industrial por lo
que se llama la valorización financiera se da a partir de 1976, o si queremos del
75 con el Rodrigazo o el 1° de abril del 77 con el discurso de Martínez de Hoz.
Ahí se destruye esa Argentina industrial, se la asesina, se la hace desaparecer, y
ahí hubo un cambio efectivamente, con lo cual uno puede decir que la idea de
cambio es buena o mala según a quien le toque. Decir que es bueno el cambio es
un poco vacío. Es esa cuestión que tienen para no decir lo que realmente
piensan. Es una cuestión simplemente de fachada y de campaña electoral.
Frente a ese vacío conceptual nosotros le tenemos que poner mucha
entraña política. Para el debate que tenemos este año debemos saber quién dice
qué cosas. Ahora nadie se tira contra la Asignación, pero de repente aparece
alguno diciendo que en realidad las chicas se embarazan para tener plata, lo cual
presupone que la chica hizo un cálculo costo/beneficio de saber cuánto tiempo
le costaría el tema del embarazo porque ahora también hay una asignación para
embarazadas. El populismo subvenciona de todo...
Entonces hay un cálculo económico perfecto, porque todos somos
seres racionales y se calcula el costo/beneficio, el tiempo que puede tardar,
cuándo va a cobrar, y así calcula la cantidad de hijos. Entonces realmente es no
entender nada.
Otra cosa interesante que dijo otra persona es que todo se va por la
canaleta del juego y de la droga. Es muy complejo volver de ese lugar y volver a
ser creíble. Desde la militancia, desde el lugar donde estemos, tenemos que ir
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desenmascarando e ir pinchando esos globos amarillos porque, de lo contrario,
instalan un sentido común.
Si nosotros consideramos lo que fue, por ejemplo, como instrumento
de dominación -puesto que acá hablamos de soberanía, la suprema potestad del
Estado- la evolución del endeudamiento externo.
La ley de pago soberano en su artículo 2° especifica que se crea la
Comisión de Control y Seguimiento de la Deuda Exterior, compuesta mitad
senadores y mitad diputados. Tenemos la mayoría por supuesto; para que
funcionen las comisiones así debe ser. Donde gobierna un partido distinto del
partido de gobierno es la situación ideal para los especuladores. Esta Comisión
tiene básicamente tres objetivos. El primero es investigar el origen y desarrollo
de la deuda externa desde el 24 de marzo de 1976, con todas las negociaciones,
renegociaciones, canjes, megacanjes, las comisiones que se pagaron, las tasas, así
como relevar -si las encuentra- irregularidades. No es una Comisión que vaya a
decir que tal parte de la deuda resultó ilegal o resultó de esta manera o de otra,
puesto que -como dice la Presidenta de la Nación- fueron los gobiernos
constitucionales inmediatamente posteriores a la dictadura los que deberían haber
actuado tanto en el caso de la deuda general como en el caso de la deuda con el
Club de París. Esto no exime de estudiar las responsabilidades de las personas
que tomaron las decisiones en ese momento, responsabilidades que pueden ser
tanto de orden civil como penal. Por lo menos en esas cuestiones se podrá
avanzar.
El segundo punto es hacer el seguimiento de todo lo que son los
pagos de la deuda y las negociaciones.
El tercer punto es la cuestión de los fondos buitres y del accionar de
los fondos buitres en la Argentina. Ahí sí la palabra ilegal está en la primer línea
de ese párrafo en el cual nosotros tenemos que ver el accionar de los fondos
buitres contra la Argentina y las consecuencias que ello trae.
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Si nosotros vemos el endeudamiento externo, vamos a ver que cuando
la Argentina se desendeuda, crece; cuando la Argentina se endeuda, le va mal.
Con Perón llegamos a cero deuda en la primera década ganada, si se quiere, y
después la deuda creció hasta 7.500 millones en 1975. Ahí habría una paridad
prácticamente 50-50, el famoso fifty-fifty de distribución del ingreso. Luego salta
de 7.500 a 43.000 millones al regreso de la democracia en 1983. Ahí ya tenemos
mucho para ver, porque es más o menos el 44 por ciento, por evasión de
capitales, según un informe del Banco Mundial de la época. Luego un 30 por
ciento fue pago de intereses. El resto fue compra de armas: estaban los militares.
Esa parte nosotros la vamos a estudiar en particular y vamos a trabajar
en particular sobre las sucesivas nacionalizaciones de las deudas privadas.
De 43.000 a 59.000 millones en 1991 la deuda crece de modo
vegetativo durante el gobierno de Alfonsín, es decir que se tomó deuda para
pagar deuda y siempre empieza la cuestión de las condicionalidades.
Del año 1991 al 2001 ya saltamos a 165.000 millones de dólares de
deuda externa, puesto que toda esa deuda que se tomó fue el combustible que
hizo funcionar la convertibilidad. La convertibilidad, era un dólar barato, eran
tasas de intereses primero bajas y después altas, era libre flujo de capitales, era
importación masiva, pero sobre todo era un sistema en que si la Argentina crecía,
había un problema del lado comercial por la balanza importadora. Y si la
Argentina no crecía, había un problema por el lado de las cuentas públicas,
porque había déficit.
Entonces, en ambos casos, ya sea si a la Argentina le iba bien o le iba
mal, con la convertibilidad había un agujero que tapar. Ese agujero se tapó con
endeudamiento: se tomaba deuda para tapar los agujeros que hacían funcionar la
convertibilidad. Si bien es una cuestión de deuda tomada por un gobierno
constitucional, hay que examinar por qué se tomaron esas decisiones económicas
sabiendo cómo se podía saber perfectamente en la época que los resultados iban
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a ser catastróficos. Lo mismo en cuanto a las comisiones cuando se hizo la
negociación del Plan Brady.
En esa cuestión vamos a tener que estudiar todo lo que fue el
megacanje, que fue el esternón de la convertibilidad, y también la caída de la
convertibilidad, que nos costó otros 49.000 millones. Es a partir de ahí que viene
la renegociación de Néstor Kirchner, el cumplimiento y la renegociación, que a
mi juicio es una parte, un todo coherente con lo que es nuestra política.
Recordemos que Néstor Kirchner cuando llegó al poder sacó la Corte
Suprema y la cúpula de las fuerzas armadas e inmediatamente empezó la política
de derechos humanos y la negociación de la deuda. Es decir, que la política
económica, la política de derechos humanos, la política social, son un todo.
Tenemos que hacer más esfuerzos en la comunicación de esa
coherencia interna de la cual gozamos y que explica en gran parte los resultados
electorales que tenemos. Porque no nos votan porque somos lindos únicamente,
sino que porque la construcción de poder que se hace en base a esa coherencia
en la que se deja todo hace que nosotros podamos ser creíbles frente a la
sociedad.
Que a veces nos hayamos equivocado, es cierto; que a veces hayamos
perdido elecciones, también es cierto. Pero volvemos a corregir el rumbo,
volvemos a merecer la confianza de la sociedad, que es lo que necesitamos el 25
de octubre de este año. No se olviden de ir a votar; no se olviden de votar bien.
Piensen qué cambio les conviene: el cambio de 1916 cuando asumió Yrigoyen o
el cambio de 1930 cuando cayó; el cambio de 1946 cuando Perón ganó las
elecciones o el cambio del 55 cuando cayó; el cambio de la vuelta del general en
el 73 o el cambio de 1976; si los cambios sucesivos en democracia y el último, el
más importante, el cambio de 2003. Hay cambios para avanzar; hay cambios
para retroceder.
Lo que tenemos en frente está bastante claro. Tenemos en frente,
producto de este endeudamiento externo que obró tanto en dictadura como en
- 91 -
democracia como un instrumento para que se sigan las mismas políticas
económicas, vía lo que se dijo y lo que se explicó también, las condicionalidades,
si no hacés lo que yo digo, pues, no tendrás dinero. La política quedaba para
atrás. La política fuera y la economía quedaba secuestrada en manos de la misma
secta.
Había axiomas teóricos que no se analizaban y supuestos sociales que
no se hacían explícitos. El rol del político era ser que el técnico económico que
tuviese todo lo que necesitaba. Y si no funcionaba, era porque la receta no había
sido aplicada bastante. Los apóstoles de la eficiencia apuestan por cosas que no
funcionan; somos el país de la paradoja en algún momento.
Esa renegociación de Néstor Kirchner fue exitosa. Funcionó para el
93% de las personas que se adhirieron a los canjes, el 93% de los acreedores.
Pero quedó el 7% afuera y esa porción bastante ínfima es la que compra deuda
argentina a precio de remate y litiga por el valor nominal. Son los fondos buitre.
Me parece que es una amenaza a la soberanía la cuestión de la Santa
Alianza entre los fondos buitres, las guaridas fiscales, las calificadoras de riesgo,
los jueces complacientes y algunos sectores de la política argentina. ¡Maravilloso
Japón! Con todas las guerras civiles que tuvo a lo largo de su historia: ninguna
facción, incluso a punto de ser exterminada, pactó jamás con el extranjero. Acá,
por el contrario, desde la Vuelta de Obligado los salvajes unitarios siempre se
suben a los barcos del bloqueo.
Lo que nosotros tenemos que considerar es que esta pelea con los
fondos buitres es una pelea de índole mundial en la cual la Argentina hace punta
porque somos los que denunciamos esa situación, los que creamos en Naciones
Unidas las instancias correspondientes.
Por lo tanto, vamos a los lugares donde hay que ir, vamos a Naciones
Unidas y a los foros internacionales tratando de demostrar que esto no es
únicamente una cuestión de especulador financiero sino que es una construcción
- 92 -
de poder. Los fondos buitre para poder cobrar su dinero necesitan un cambio de
gobierno en la Argentina.
Sesiones ordinarias 2015, Orden del Día número 2.024, impreso el día
9 de junio de 2015, sesión de ayer. Aprobación del dictamen de la Comisión
Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas que es la que aprueba el presupuesto.
El presupuesto lo elabora el Poder Ejecutivo, Jefatura de Gabinete lo manda al
Parlamento y el Parlamento tiene que aprobarlo acorde con las políticas y líneas
del gobierno y su plan de inversiones. Luego la Comisión Mixta Revisora de
Cuentas hace la discusión post-presupuestaria, es decir que tiene que aprobar o
desechar las cuentas del Estado.
Este es el dictamen de la minoría, del radicalismo. Nosotros hicimos
otro dictamen, mucho más lindo, mejor redactado, ¿pero cuál fue la sorpresa?
Yo pensé que iban a ser palabras, palabras, palabras, como nos tenían
acostumbrados, pero la sorpresa fue leer en la página 53 del dictamen el siguiente
párrafo: "Por otro lado, en el momento de la presentación de este informe y con
el fallo adverso de por medio en el conflicto con los holdouts, la Argentina se
encuentra en la necesidad de cerrar el capítulo de reestructuración de la deuda
comenzada en el año 2005, es decir más de diez años atrás, con un resultado
negativo no previsionado hasta el presente, ignorando en la cuenta de inversión
el monto que se está generando con la deuda paga, información de particular
importancia para la aprobación o rechazo de esta cuenta." Resumiendo, aprueban
o no la cuenta de inversión del Estado 2011, si se previsiona el pago a los
holdouts.
Ah, ¿cómo? ¿El dictamen en minoría es votar el pago a los fondos
buitres? Bueno, es así cómo nosotros en el Parlamento, en el marco de la
política que dicta la presidenta de la Nación, con la calidad de funcionarios y que
han podido ver en el bloque del Frente para la Victoria, Partido Justicialista, las
cosas se nos hacen bastante fáciles, sobre todo cuando se ve el dictamen de la
oposición y cuando se ve que no querían aprobar las cuentas del Estado de 2011
- 93 -
-año en el que se aprobó el presupuesto, lo cual fue constitucional-, y nos podían
previsionar en el presupuesto el pago a los holdouts, a los fondos buitres. Por
supuesto que lo vamos a previsionar en cuanto los holdouts se adhieran a las
condiciones de la renegociación que es igual para todos los que quieran ingresar,
que es acorde a derecho y no hay ningún problema. Muchas gracias.
- 94 -
¿QUÉ ES LA SOBERANÍA ECONÓMICA?
Por Alfredo Zaiat
Muchas gracias a la Procuración del Tesoro de la Nación por la
invitación y por hacerme participé de este Panel.
Me resultó muy atractiva la convocatoria a partir de empezar a debatir,
pensar y profundizar un concepto tan relevante como es el de la soberanía. Yo
me voy a ocupar específicamente del tema de la soberanía económica. Y es una
cuestión relevante porque durante décadas no fue un aspecto central en el
análisis la realidad política, económica y social de la Argentina.
¿Qué es la soberanía económica? ¿Cómo se resignifica hoy la noción
de soberanía económica? ¿Cómo se resignifica en un mundo interdependiente y
- 95 -
en un escenario mundial de globalización económica hegemonizada por las
finanzas?
Vamos a ampliar el concepto de soberanía, inicialmente vinculado al
poder político, al ejercicio del poder político desde el Estado, noción muy
relevante en la teoría política y en la doctrina del derecho internacional. La
soberanía económica implica una profundización de ese concepto inicial de
soberanía política.
La idea y la noción de soberanía económica han adquirido mucha
vigencia y extraordinaria visibilidad pública en estos años, abriendo un debate
central para países que aspiran a transitar un sendero de desarrollo ampliando los
estrechos márgenes de autonomía de las políticas económicas en un mundo
globalizado. Esto es una definición muy importante para poder abordar e
ingresar en el debate sobre la soberanía económica.
En una forma muy sencilla -luego profundizaremos la cuestión
conceptual- vamos al nudo de la cuestión. Si el objetivo es el desarrollo
económico, o sea el crecimiento con inclusión social y equidad distributiva, la
experiencia histórica mundial revela que solo se alcanza ese desarrollo económico
construyendo soberanía económica. Digo construyendo soberanía económica
porque no debe ser solo una definición teórica referida a la autonomía de las
decisiones soberanas de los países, sino que debe estar sustentada en la
instrumentación de políticas y medidas públicas que traduzcan en hechos
concretos esa soberanía económica.
Otro ejemplo vinculado a lo que es políticamente correcto es decir
que todos están de acuerdo en disminuir la pobreza. Todos están de acuerdo en
mejorar la distribución del ingreso. Entonces en el discurso, en la teoría, ese
concepto aparece con consenso universal. Ahora bien, cuando hay que llevarlo a
la práctica, ahí es donde emergen las tensiones y los conflictos.
Con la construcción de la soberanía económica se presenta una
situación similar. Ese tránsito de la teoría a la práctica es lo más difícil y
- 96 -
complejo porque significa enfrentar intereses de grupos privilegiados y cuestionar
al poder económico local e internacional. Es una definición básica, esencial: para
el desarrollo económico -y cuando digo desarrollo económico es crecimiento
económico con inclusión social y distribución equitativa-, es condición necesaria
la construcción de soberanía económica.
Puede crecer el Producto Bruto Interno sin soberanía económica. En
cambio, para el desarrollo económico resulta esencial y necesaria la soberanía
económica. Por eso no se trata de una distinción menor cuando en estos meses
se ha abierto un debate político crucial sobre el sendero económico futuro que
transitará el país.
La diferencia entre desarrollo económico y crecimiento económico
vinculado a la soberanía económica es más fácil de entender si lo presentamos a
partir de un caso histórico particular de la economía argentina referido, por
ejemplo, a la construcción de la extensa red ferroviaria. Según el saber
económico convencional, la inmensa red ferroviaria que supo tener la República
Argentina, que comenzó a ser desplegada en el siglo XIX, es una muestra
contundente de la fortaleza de la economía argentina, de su potencial de
crecimiento, la Argentina de la edad de oro para las corrientes conservadoras,
que no se cansan de exhibir ese período histórico como el de la Argentina
potencia, granero del mundo y perteneciente al lote de los países líderes en el
mundo.
Era una Argentina potencia para unos pocos pero fundamentalmente
era un país económicamente dependiente de la potencia económica de entonces,
de Gran Bretaña. Carecía de soberanía económica; por el contrario, estaba
subordinada a consolidar la soberanía económica de la economía imperial de
entonces. La inmensa red ferroviaria no era símbolo ni sinónimo de soberanía
económica, sino de dependencia económica. Era una red ferroviaria cuya
estructura radial hacia el puerto de Buenos Aires tenía el objetivo de transportar
las materias primas desde un país periférico hacia el centro del poder económico
- 97 -
mundial. O sea, fue un período de elevado crecimiento económico, sin inclusión
social, con dependencia económica de la potencia económica de ese momento.
No hubo desarrollo económico ni soberanía económica.
Por eso resulta fundamental resignificar el concepto de soberanía
económica en función del desarrollo económico. Eso significa políticas
económicas en función del interés nacional y de la inclusión social. O sea,
consolidar la soberanía económica y tener la capacidad de desplegar márgenes de
autonomía en las decisiones económicas para el desarrollo.
Como mencioné, transitar un sendero de desarrollo requiere ampliar
los estrechos márgenes de autonomía en un mundo globalizado, y para eso
enfrentarse a grupos del poder económico nacional e internacional. En términos
concretos, vamos a dar algunos ejemplos para que quede aún más claro este
concepto que quiero transmitir:
-No estar sometido al Fondo Monetario Internacional es soberanía
económica.
-Poner fin al espectacular negocio especulativo de las AFJP es
soberanía económica.
-Recuperar la empresa de petróleo nacional, YPF, es soberanía
económica.
-El desendeudamiento, que es una política de un inmenso esfuerzo de
toda la sociedad para pagar la deuda, es soberanía económica.
-Enfrentar la extorsión de los fondos buitres y del juez Thomas
Griesa, es soberanía económica.
La lista puede continuar pero es lo suficientemente ilustrativa para
entender que la soberanía económica se construye afectando intereses de sectores
de poder económico para generar las condiciones para el desarrollo económico.
Estos casos que mencioné son los que han permitido generar condiciones para
impulsar el desarrollo económico.
- 98 -
Ahora bien, existen limitaciones fácticas en esa construcción de la
soberanía económica. El poder económico local e internacional que se ve
afectado defiende sus privilegios, ofrece resistencias. O sea, trata de horadar ese
intento de construcción de soberanía económica.
Aquí pasamos a otro capítulo. También existen limitaciones
normativas e institucionales heredadas de un período político neoliberal de
subordinación que actúan como una relevante restricción para el despliegue de la
soberanía económica. Vamos a detallarla aclarando que el contexto internacional
explica por qué fueron impuestas esas restricciones en el despliegue de la
soberanía económica.
El período histórico contemporáneo, a partir de la década del 70,
estuvo dominada por dos grandes transformaciones a escala mundial: el pasaje de
un mundo bipolar a un mundo unipolar, o sea la caída de la Unión Soviética y la
hegemonía de los Estados Unidos; y el pasaje de un modelo hegemónico
regulado a un modelo neoliberal, o sea la desaparición o debilitamiento del
Estado de bienestar keynesiano.
Ese cambio de las reglas del orden económico mundial también se
reflejó en las normas del derecho económico internacional y, por lo tanto, en las
vinculadas a la soberanía económica de los países. La aplicación del modelo
neoliberal a escala global necesitó de un soporte legal que limitara o directamente
eliminara el rol regulador y de intervención en los mercados que se le asignaba al
Estado de bienestar, o sea el Estado como resguardo de la soberanía económica.
El objetivo fue el de establecer límites a ese Estado.
En lugar de ello era necesario establecer la preeminencia de las reglas
del mercado del derecho internacional privado y -esto es muy importante- las
reglas del derecho internacional privado sobre los países. Ya no es solo la
potencia imperial que extrae las materias primas a través de una red ferroviaria
funcional a sus intereses de desarrollo -y así fue en el caso argentino y en cada
uno de los países periféricos que tuvieron esa relación de subordinación-, sino
- 99 -
que ahora, además, son los países industrializados, que para obtener máxima
protección a los negocios de sus multinacionales, han exigido a los países de
recepción de sus inversiones o préstamos una privatización de sus reglas u
ordenamiento legal, o sea definir normativamente una restricción para la
construcción de soberanía económica. Han convertido de ese modo al derecho
internacional en un artilugio que permite universalizar la privatización del poder
económico que se complementa con las restricciones a la inmunidad
jurisdiccional y la privatización de la justicia a fin de afianzar la concepción
meramente privatista de las relaciones económicas.
A comienzos de la década del 70, cuando el modelo neoliberal
arremetió contra el Estado de bienestar, irrumpió ese dispositivo legal que
requirió neutralizar los espacios de defensa de la soberanía económica de los
países. Se impuso entonces -y este es uno de los grandes desafíos del presente- la
prórroga de jurisdicción en Tribunales extranjeros en la emisión de deuda y
también los tratados bilaterales de inversión que prorrogan jurisdicción en un
Tribunal Arbitral dependiente del Banco Mundial, el famoso CIADI.
La legislación que permitió esa prórroga de jurisdicción argentina en
Tribunales extranjeros fue una de las primeras decisiones adoptadas por la Junta
Militar de 1976. Para ese fin, modificó el artículo 1° del Código Procesal Civil y
Comercial. Su redacción histórica impedía en la actuación de asuntos
patrimoniales locales de jueces extranjeros o de árbitros que actúen fuera de la
República. Hoy parece como si estuviéramos hablando de prehistoria o que
nunca existió ese tipo de normas porque Argentina se está enfrentando con
jueces estadounidenses de los fondos buitre o con árbitros del CIADI. Aquí se
encuentra el pecado original para comprender esa situación: la modificación del
artículo 1 del Código Procesal Civil y Comercial.
La pérdida de jurisdicción fue funcional a la globalización económica
para permitir la expansión del capital financiero sobre un Estado local debilitado.
Resultó esencial para que los litigios posteriores, como los mencionados con los
- 100 -
fondos buitre a partir del default de la deuda 2001 o los entablados por grupos
económicos locales e internacionales que se apropiaron de empresas públicas que
fueron privatizadas. Esas firmas plantearan sus reclamos en Tribunales
internacionales y no en la Justicia argentina.
El resultado es muy perturbador pensándolo en la noción de
soberanía económica: más de 30 embargos de fondos buitres contra el
patrimonio argentino en el exterior, que exitosamente han sido defendidos por el
gobierno; 42 demandas ante el CIADI (Tribunal Arbitral dependiente del Banco
Mundial), que es un Tribunal que obviamente no tiene ninguna imparcialidad; y
59 tratados bilaterales de inversión que abrieron las puertas al capital extranjero
para que se desplieguen en la economía argentina con inmunidad. Estos son
algunos de los números que ilustran la renuncia de soberanía durante la década
del neoliberalismo en la Argentina; números que dan testimonio de la aceptación
de un marco jurídico que sirvió como carril al avance de un patrón de
acumulación basado en la valorización financiera, la desnacionalización del
capital y la pérdida de controles por parte del Estado. O sea, el de la pérdida de la
soberanía económica.
Debemos saber que los tratados bilaterales de inversión en el caso
argentino fueron fruto de la presión de las empresas extranjeras, de las
multinacionales, debido a la insuficiencia y la debilidad legal del proceso
privatizador. En otras palabras, la inconsistencia de un plan económico, la
corrupción asociada a las privatizaciones y la ausencia de marcos de regulaciones
establecidos por ley -excepto los de gas y electricidad-, para que el negocio
ofrezca ganancias extraordinarias, necesitaban los tratados bilaterales de
inversión. Podría pensarse que en realidad estos grupos económicos, las
multinacionales, necesitaban la firma de los tratados bilaterales de inversión
como un reaseguro jurídico para inversiones sumamente lucrativas que ya tenían
incluido el riesgo país en sus estimaciones de rentabilidad.
- 101 -
El argumento para presionar hacia la firma de estos tratados
bilaterales de inversión -o mejor dicho, la amenaza- fue que la Argentina iba a
quedarse fuera del mundo o que no iba a recibir inversiones. Yo les pregunto:
¿hubo más desarrollo económico para el país por las inversiones que llegaron?
Definitivamente, no.
Hay varios documentos de investigación de diferente origen que
muestran con claridad que las inversiones extranjeras no discriminan si el país
receptor ofrece tratados bilaterales de inversiones o no. La prueba más
contundente es Brasil, que no tiene firmado ningún Tratado Bilateral de
Inversión, y ha recibido muchísima inversión extranjera.
Aquí les voy a mencionar dos investigaciones vinculadas con esta
situación, y valga la paradoja que una de esas investigaciones, un informe
específico sobre Tratados Bilaterales de Inversión fue realizado por el Banco
Mundial en junio del 2003. Digo que es una paradoja porque el CIADI es un
Tribunal Arbitral dependiente del Banco Mundial. La especialista del BM Mary
Hallward-Driemeier analiza en el trabajo “Do Bilateral Treaties Attract FDI?
Only a bit...and they could bite” los flujos de inversión internacionales entre 20
países de la Unión Europea y 31 países en vías de desarrollo durante 20 años, y
no encuentra relación empírica entre la firma de los Tratados y un mayor flujo de
inversión hacia los países en vías de desarrollo que firmaron tratados bilaterales
de inversión. Incluso, en esa investigación se considera que lo más probable es
que los tratados bilaterales de inversión solo otorgaron ventajas extraordinarias a
inversiones que se habrían efectuado de todas maneras.
Otra investigación de la CEPAL de octubre de 2004 “Acuerdos
bilaterales de inversión y demandas ante tribunales internacionales. La
experiencia reciente” concluye que el factor determinante de los flujos de
inversión es el tamaño del mercado, o sea el tamaño de la economía del país y no
los tratados bilaterales de inversión. Estos son antídotos importantes para
neutralizar las amenazas y las presiones local e internacional para que un país
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periférico se subordine para recibir inversiones. Solo tiene que mostrar que es un
país que crece y se desarrolla para que vengan las inversiones.
¿Entonces por qué seguimos atados a estos tratados bilaterales de
inversión que limitan la soberanía económica? La respuesta inmediata es porque
hay miedos a represalias políticas y económicas. Entonces, cuando estamos en un
laberinto difícil y en soledad, lo mejor es salir por arriba de ese laberinto. ¿Por
qué no crear un Tribunal Arbitral regional en vez del CIADI? Sería a la vez una
respuesta política, jurídica y económica para toda la región. Así la Argentina no
tendría que defenderse en Tribunales internacionales como si fuera considerado
un particular, como un sujeto comercial. Podría fortalecer la actual estrategia de
defenderse con dignidad como país soberano. Es lo que se está intentando, es lo
que intenta el gobierno, pero está limitado por esas normas de cesión de
jurisdicción.
Otra cuestión esencial vinculada a la soberanía económica se despliega
con el conflicto permanente de los fondos buitre. ¿Por qué la Argentina, un país
soberano, es juzgada y condenada en los Estados Unidos por un juez del Distrito
Sur de Manhattan en una causa iniciada por fondos buitre que representan a una
minoría del total de los acreedores que aceptaron el canje de deuda en default?
No se puede ni se debe naturalizar esa situación sin tratar de entender cómo esa
soberanía económica, a partir de la cesión de la soberanía jurídica, fue limitada.
Aquí el pecado original nació en la década del 80, y fue la cesión
jurídica a favor de Tribunales de países centrales en materia de emisión de deuda.
Si se emitía bonos en dólares, la jurisdicción era el Tribunal de Nueva York; y si
era en euros, el Tribunal era Londres; si era en yenes, el Tribunal era en Tokio.
Los sectores conservadores argumentan entonces que por esa prórroga de
jurisdicción en Tribunales extranjeros la Argentina debe aceptar el fallo de Griesa
sin protestar ni escudarse en el concepto de soberanía. No es así.
Existe un aspecto que algunos ocultan y otros ignoran que es la
diferencia entre inmunidad de jurisdicción e inmunidad de ejecución. Vamos a
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aclararlo. Aceptar Tribunales extranjeros para dirimir litigios, en este caso por
bonos en default, no significa que un país deba someterse a cualquier sentencia
que viole su propio ordenamiento legal o que atente contra decisiones soberanas
en materia financiera.
La Argentina no desconoce los derechos de los fondos buitre a cobrar
por los bonos, sino que dice que no puede pagarlos tal como lo dispuso el juez
Griesa. Existe una oferta pública y oficial a los buitres, lo que significa que se les
reconoce el derecho a cobrar. Además, esa oferta pública y oficial significa una
ganancia de más del 300 por ciento del capital que habían invertido, oferta que
fue rechazada una y otra vez por los fondos buitre.
La prórroga de jurisdicción en Tribunales extranjeros no anula la
noción de que la actuación de los órganos políticos del Estado Argentino se
encuentra únicamente sometida a la soberanía popular y a los principios de la
Constitución Nacional y no puede ser cuestionada por ningún órgano de un
Estado extranjero como el Poder Judicial de los Estados Unidos.
Recordemos que el arrebato de la soberanía jurídica fue la protección
que consiguieron fondos de inversión extranjeros cuando empezó la expansión
de las finanzas globales. Este recorrido nació a mediados de los ‟70 con el ciclo
de endeudamiento en América latina con el reciclado de los petrodólares por
parte de grandes bancos internacionales. Entonces, ¿cómo fue el proceso de
pérdida de la soberanía jurídica en la emisión de bonos de deuda?
En los años 80, esa deuda era coordinada en comités de acreedores de
bancos (Citi, Chase, JP Morgan, Deutsche) y, ante el peligro de un default
generalizado (1982), esas entidades comenzaron a organizar emisiones de bonos
que eran compradas por sus clientes y grandes fondos de inversión (Plan Baker y
Plan Brady). Exigieron a los países apurados por refinanciar deudas que debían
ofrecer cobertura judicial extranjera a esos nuevos acreedores, como garantía
ante un eventual incumplimiento.
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Los países deudores aceptaron esas condiciones. De ese modo ya no
tenían compromisos con un grupo de bancos internacionales, sino que las
obligaciones pasaron a ser con miles de inversores que compraron bonos de
deuda.
El vínculo desigual fue determinado por el mundo de las finanzas: si
un país periférico quería colocar deuda, ya sea para financiar sus desequilibrios o
la fuga de capitales, debía resignar su soberanía jurídica en la emisión de bonos.
El poder judicial estadounidense entonces estableció jurisprudencia
respecto a que la emisión de deuda pública en los Estados Unidos es una
actividad comercial. Determinó que la emisión de deuda pública no puede
considerarse un acto soberano de un país en materia financiera, sino que se trata
de un acto comercial, como si fuera una empresa privada.
Bajo la perspectiva de jueces de una sociedad de tradición liberal
como la estadounidense, pocos son los ámbitos que por exclusión se calificarían
como “actos de Estado” (iuri imperii), que son aquellos que se identifican con los
actos de gobierno propiamente dichos y no están sujetos a revisión judicial.
De todos modos, más allá de que –desacertadamente- la Justicia
estadounidense haya resuelto que la emisión de deuda pública es una actividad
del ámbito del derecho privado, no es válida la renuncia a la de inmunidad
soberana.
Para terminar y como mensaje final, en el camino de la construcción
de la soberanía económica, que no es otra cosa, como mencioné, que impulsar el
desarrollo económico con inclusión social y autonomía en las decisiones político-
económicas, el gran desafío es avanzar en una estrategia para neutralizar los
efectos perturbadores de los tratados bilaterales de inversión, del CIADI, y de la
prórroga de jurisdicción en la emisión de deuda.
De esa forma el tránsito para la consolidación de la soberanía
económica será más fluido y fundamentalmente más potente. Muchísimas
gracias.
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SOBERANÍA MONETARIA Y SOBERANÍA DE LA MONEDA
Por Jean-Francois Ponsot
Agradezco a la doctora Angelina Abbona por su invitación y al
equipo de la Procuración del Tesoro de la Nación, que organiza aquí unas
Jornadas excelentes.
Me gustaron mucho las presentaciones de esta mañana y las de la
tarde, y también me gustó mucho el discurso del Ministro de Economía, el
doctor Axel Kicillof.
Quiero decirles algo. Antes de venir a Buenos Aires unos amigos
argentinos, en Europa, me habían dicho: "Vas a ver que Axel Kicillof es un
economista que es muy keynesiano". Tengo que decir que cuando lo escuché
recién me di cuenta de que era muy muy keynesiano, y esto no me disgusta
porque yo soy un economista keynesiano, postkeynesiano. Trabajo también en la
teoría institucionalista de la moneda, y se me pidió que interviniera sobre la
cuestión de la soberanía monetaria.
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Ante todo quisiera decir que es un placer para mí intervenir sobre
estos temas porque en Europa, sobre todo en Francia, el tema de la soberanía
económica es un tema muy difícil. Es un tema tabú, se podría decir. Hay varias
razones para esto, sobre todo porque la soberanía económica es poco abordada
en Europa. Ustedes saben que en Europa estamos en un proceso de
construcción europea, y algunos países tienen la misma moneda, el euro.
Evidentemente, esta construcción europea necesitaba transferencia de soberanía
hacia el Banco Central Europeo, hacia las autoridades de Bruselas.
Estamos en un contexto institucional muy particular que hace que
nosotros tengamos que transferir soberanía. Pero también hay otra explicación
en el sentido de que este debate de la soberanía económica en Europa ha sido
solucionado por intelectuales, por élites económicas y sociológicas, y hago la
constatación que afortunadamente este tema de la soberanía económica no ha
sido abandonado en otras naciones del mundo. En África es una cuestión muy
debatida y en América Latina también es una cuestión que no es nueva.
Me parece que esta cuestión de la soberanía económica es una
cuestión de futuro, no es una cuestión del pasado. La cuestión que se plantea hoy
para los economistas en general es si se puede construir una soberanía económica
y monetaria en una versión del siglo XXI. ¿Por qué? Porque evidentemente no
podemos volver a la noción de soberanía del siglo XIX, cuando estábamos en la
construcción de los Estados naciones; este marco evolucionó, sobre todo en
Europa.
Desafortunadamente los economistas ortodoxos que tienen una
inspiración liberal, consideran que la soberanía monetaria y financiera es una
mera ilusión en el contexto de la globalización. Hoy es una cuestión que ni
siquiera tiene que plantearse para los ortodoxos. Incluso van más allá y sostienen
que todos los países que intenten reconstruir la soberanía monetaria van a tomar
riesgos porque esta soberanía es peligrosa. Tienen una concepción muy
ortodoxa que finalmente nos dice que la moneda es algo que tiene que estar
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desconectado y fuera del control de las autoridades gubernamentales. El
gobierno y el Estado no tienen que ocuparse de la cuestión de la moneda.
Esto lo encontramos en varios enfoques. Existe la antigua teoría
monetarista que fue desarrollada por Milton Friedman que consideraba que si la
moneda era controlada por el gobierno y el Banco Central, esto generaría
inflación. Decían en esa época que el Banco Central tenía una propensión a
crear demasiadas monedas. Ellos consideraban que demasiadas monedas
generan inflación. Empíricamente, esta relación entre la cantidad de moneda y la
inflación ya no se verifica empíricamente.
En los Estados Unidos, por ejemplo, la masa monetaria aumentó
fuertemente desde la crisis global pero no hubo inflación. Esto desmintió de
manera neta las posturas muy ortodoxas de los economistas, por ejemplo un
Premio Nobel en Economía, que había hecho una crónica en 2009 en el Wall
Street Journal donde decía que las políticas que agregaban liquidez generaban una
hiperinflación en algunos países de América Latina o como que en la Alemania
de 1922-1923. En realidad no hubo hiperinflación, sino por el contrario una baja
de precios.
Los nuevos clásicos tienen otro enfoque que considera que el
principal desafío para el gobierno y para un Estado es tener una política
monetaria creíble. Tienen una teoría que se llama la credibilidad de la política
monetaria. Cuando uno se plantea la cuestión de creíble, ¿qué quiere decir?
Creíble en relación con los mercados financieros. Ustedes conocen esto en la
Argentina, claro. El gobierno tiene que llevar adelante una política económica
creíble para los inversores financieros, para los mercados internacionales.
¿Cuáles son las recetas propuestas por estos economistas ortodoxos?
Son bien conocidas y normalmente son cuatro. Primero, quieren que el Banco
Central sea totalmente independiente. El Banco Central como institución
pública tiene que estar desconectado del gobierno, y eso se hizo en Europa a
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partir de los años 90, incluso antes de la creación del euro. Todos los bancos
centrales se volvieron independientes.
Segundo elemento: los economistas liberales preconizaron desde los
años 90 las políticas de las metas de inflación. Inflation targeting. Todos los
estudiantes en economía que se interesan de este tema pasaron horas y horas
hablando de inflation targeting. ¿Qué quiere decir esto en los hechos? Que la
única obsesión para un gobierno, según estos economistas, tiene que ser una
inflación baja y que todo el resto se va a equiparar. Luego vamos a trabajar. El
desempleo, el crecimiento y los equilibrios exteriores no son prioridad.
En Europa estamos obsesionados con el tema de la inflación. En
varios países europeos de la zona euro los países tienen deflación, es decir los
precios bajan. Y, sin embargo, estamos polarizados con el objetivo único del
Banco Central de la estabilidad de los precios. Entonces ven ustedes los efectos
nefastos que pueden tener estas políticas ortodoxas a nivel económico y social.
En Europa el problema no es la inflación; el problema número uno es
la ausencia de crecimiento, es el desempleo de masa, la desocupación en todos
los países europeos. Sin embargo, estamos obsesionados con la inflación incluso
si ésta desapareció.
Por último, en cuanto a las últimas soluciones, en los países
emergentes en los años 90 los economistas eran fervientes defensores de los
regímenes de currency board. Un ejemplo es la ley de convertibilidad
implementada en los años 90 aquí en la Argentina. Ustedes vieron que esto trajo
una serie de exigencias a nivel de soberanía para el país que ponía en práctica
estas políticas de currency board. El problema de estos enfoques de la soberanía
monetaria es que están totalmente desconectados de lo que pasaba afuera.
Desde el contexto de la guerra de las monedas, que tuvo sus inicios a
partir de 2009, luego de la crisis global, vemos que en las grandes potencias y en
las economías emergentes tenemos, al contrario, un retorno de la soberanía
monetaria. Es decir, los economistas estándar que niegan este tema están
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totalmente desconectados de la realidad. En la realidad vemos que los Estados y
los gobiernos tratan de encontrar márgenes de maniobra a nivel de soberanía.
Podemos decir la misma cosa a propósito de Tsipras y de la Grecia.
En el caso de las grandes potencias hay políticas que se llaman no
cooperativas en este contexto de guerra de las monedas. Tomemos cuatro
ejemplos: los Estados Unidos a partir de 2009 implementaron políticas de
flexibilización cuantitativa. En Japón con el Primer Ministro Abe se implementó
un plan denominada Abenomics, política basada en recesión del yen. Por su
parte, en China luego de mucho tiempo existe un problema de competitividad
que es voluntariamente débil, y la única potencia que estaba alejada de esto era la
Unión Europea y la zona euro. Esto está tratando de cambiarse desde algunos
meses porque finalmente en Europa el Banco Central Europeo está tratando de
implementar una política diferente porque se comprendió que el Banco Central
tiene que servir a los intereses de los países de la zona euro.
Los países emergentes, por el contrario, aquí no tienen el mismo
margen de maniobra. La soberanía monetaria que había sido implementada
desde la crisis financiera global tiene sus efectos por medio de medidas
defensivas. ¿Por qué defensivas? Porque estas medidas eran exigencias, por
ejemplo la acumulación de reservas en divisas, se protegían contra la inestabilidad
financiera, o bien se anticipaba la especulación, también la implementación de
políticas creíbles y una deuda denominada sostenible. Entonces aquí tampoco
hay un retorno de soberanía, sino es la aceptación de exigencias.
Por el contrario, había países como Brasil que tomaron medidas más
ofensivas para tratar de obtener más margen de maniobra, por ejemplo en 2009,
cuando se restableció lo que era inimaginable para los liberales. Son medidas
sobre la entrada de capitales. En Brasil se implementaron gravámenes a la
entrada de capitales. El colmo es que estas medidas no fueron criticadas por el
FMI. Desde 2010-2011 hay un equipo del FMI que trabaja específicamente
sobre estas medidas de controles en los países emergentes.
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Aquí hay una evolución bastante interesante. Incluso el FMI en
algunas circunstancias defiende las medidas de control de capitales, es decir de
soberanía monetaria. No van tan lejos como uno quisiera desear pero es una
evolución notoria. A este nivel el FMI demuestra un cierto pragmatismo, incluso
si a todos los países que estudian este tema no se les aconseja que implementen
este tipo de medidas.
Pasemos ahora a trabajos más académicos. La soberanía monetaria
tuvo su regreso. Son trabajos más heterodoxos; no son los liberales que se
interesan en estos temas. Podemos dividirlos en dos grandes temáticas, enfoques
empíricos y teóricos recientes. Había elementos que eran impuestos.
Podemos analizar primero la cuestión de la deuda y la soberanía. Esto
es un tema que se plantea hoy en Europa, y aquí ustedes lo conocen en la
Argentina porque ustedes estuvieron confrontados a este tema hace mucho
tiempo. ¿Qué surge de estos estudios de manera innovadora? Parece que el
problema número uno no es el volumen de la deuda pública sino que lo que
cuenta es su dinámica, es decir su evolución y su estructura. El monto importa
poco; lo que importa es la dinámica del endeudamiento.
En Europa, hoy en día tenemos consejos que nos da la Comisión de
Bruselas, que nos dicen que un nivel de deuda pública elevado es un problema.
Pero podemos decir que en la realidad no es siempre un problema. Hay países
que tienen un 25 por ciento, una deuda que es insostenible. Hay países como
Japón que tienen una deuda pública que supera 250 por ciento del PBI y es
sostenible.
Podemos llegar a dos conclusiones, hay dos elementos que aparecen.
El primero es el hecho de que para ser soberano a nivel monetario es necesario
poder endeudarse en moneda nacional y no en una divisa extranjera. Esto es
algo que fue tratado mucho en la bibliografía, incluso por los ortodoxos; es la
teoría del pecado original. Hay una asimetría entre los países occidentales que
pueden endeudarse en los mercados internacionales en su moneda, mientras que
- 112 -
hay países emergentes que no pueden endeudarse en su moneda sino que están
obligados a endeudarse en una moneda extranjera. Es una cuestión que se estudia
ampliamente y que se vive a nivel cotidiano en la Argentina.
Vamos a una segunda conclusión que fue tomada de estos trabajos.
Es la idea de que cuando analicemos la deuda pública es importante que ésta esté
en manos de los no residentes y no por parte de agentes extranjeros.
Tomemos el caso de Japón con 250% sobre el PBI, ¿cómo se explica
este nivel tan alto de deuda pública? ¿Por qué no hay exigencias de que sea más
bajo? Simplemente porque más del 90 por ciento de esta deuda pública se
encuentra en manos de japoneses. Es decir, solo el 9 por ciento de la deuda está
en manos de no residentes. Aquí vemos otro ejemplo de soberanía: la deuda
pública tiene que estar en manos de los residentes y no de los no residentes.
Otro elemento que aparece en la bibliografía de soberanía monetaria,
que fue muy estudiada por economistas postkeynesianos, fue una obra de Wray,
quien explicaba que la soberanía monetaria se apoyó sobre dos pilares: el primero
de ellos es una deuda pública que tiene que estar nominada y expresada en
moneda nacional. Esto es determinante.
Luego tenemos otro elemento, que el Banco Central tiene que tener
potencialmente el derecho de monetizar el déficit fiscal. Para decirlo en otras
palabras, el Banco Central tiene que potencialmente tener el derecho de
garantizar la deuda pública, es decir que puede en algún momento decir a los
mercados financieros que "usted detenta deuda de nuestro país, sin embargo esté
seguro que si tiene una duda sobre nuestra capacidad de reembolso está
garantizado por el Banco Central". Esto existe de hecho en Estados Unidos y en
Japón. Al contrario, en Europa no existe; el Banco Central Europeo no tiene el
derecho de comprar títulos de deuda pública directamente sobre el mercado
primario de la deuda.
Entonces ven aquí que en el caso europeo hay un elemento de
soberanía monetaria que no existe y que sí se encuentra en otros lados, pero esto
- 113 -
es determinante. Es necesario que el Banco Central sea capaz de financiar los
déficits presupuestarios no todo el tiempo, sino que algunas circunstancias.
Aquí tenemos que dejar de lado entonces la hipótesis que los
economistas ortodoxos imaginaron sobre la independencia del Banco Central. Si
el Banco Central puede potencialmente financiar el déficit presupuestario, puede
ser independiente. Pero de hecho esto significa que va a venir en auxilio para
ayudar a un gobierno en caso de dificultad. La independencia del Banco Central
es un elemento que tiene que ser abandonado si uno quiere restablecer la
soberanía monetaria.
He aquí ciertos elementos de la bibliografía académica sobre la
soberanía monetaria. Ahora quisiera pasar a otros avances teóricos que se vienen
concibiendo en Europa, pero especialmente en Francia y que vienen a ayudar no
solo a la idea de soberanía monetaria sino de moneda soberana. Son trabajos
bastante recientes realizados por economistas que tienen una particularidad: se
interesan por la moneda pero en un proceso pluridisciplinario. Consideran que
durante mucho tiempo los economistas han tenido una visión falsa de la moneda.
Según este enfoque institucionalista de la moneda, la moneda no es simplemente
un intercambio de bienes. Según este enfoque, la moneda es una institución más
fuerte que el mercado, es decir que aquí consideramos que el mercado es parte de
la economía capitalista pero la moneda es un elemento incluso más importante.
Se pone de relieve un elemento más importante que es la cuestión de
la ambivalencia de la moneda y se realza un estudio de la moneda, que es una
alianza social que vincula al individuo con la sociedad. Entonces, la moneda es
ambivalente en el sentido de que, a la vez, es un bien privado y un bien público.
El problema es que lamentablemente los economistas ortodoxos tienen la
tendencia a considerarlo un bien privado sin darse cuenta de que en realidad es
tanto un bien público como uno privado. Y a partir de este enfoque
institucionalista podemos desarrollar un abordaje de la moneda poniendo ahí
toda la importancia de la confianza que se tiene en ella. Para que una moneda
- 114 -
funcione, tiene que inspirar y generar confianza. Por supuesto es una cuestión
que surge no solamente en Europa y en Estados Unidos, porque hace décadas
estamos acostumbrados a una moneda estable, pero en países emergentes como
en la Argentina es una cuestión que viven en el día a día. Esta cuestión es
fundamental porque nos damos cuenta de que la confianza no es algo que se
tome a la ligera.
Estos economistas consideran que en realidad la confianza es algo que
debe construirse en tres niveles.
El nivel número uno es la confianza mimética o metódica. Para que
una moneda funcione correctamente en un país, es preciso que a nivel general
haya un consenso de utilización de la moneda. Por ejemplo, si llega alguien a
Europa y dice "no entiendo por qué en Francia los franceses usan el euro, yo
pienso que les iría mejor si usaran una moneda paralela que llamaríamos el franco
o el dólar estadounidense, que es más internacional", la realidad es que no hay
ninguna posibilidad de convencer a la población aunque la población considere
que es una moneda más legítima y más estable. Simplemente, porque los demás
tienen esta confianza. Entonces esta idea del mimetismo es interesante porque
significa que una persona va a usar un instrumento monetario porque todos los
demás ya la utilizan aunque consideren que no vale nada esa moneda. Ese es el
primer nivel de confianza.
El segundo nivel que sin duda hay que consolidar es la denominada
confianza jerárquica. La moneda está forzosamente vinculada a la moneda legal, a
la autoridad monetaria, a una autoridad central. Para que funcione una moneda,
hay que confiar en la autoridad monetaria, en el Banco Central. Si no, no
funciona. Hay que tenerle confianza al Banco Central, eso es fundamental. Por
ejemplo en Ecuador a fines de los 90 los ecuatorianos no confiaban en el Banco
Central y se apartaron por completo de su moneda. Eso explica la decisión de
dolarizar completamente el país, con la dolarización.
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El tercer nivel es la denominada confianza ética: la moneda transmite
valores sociales y principios éticos. La confianza ética no sería otra cosa que la
adhesión a los valores fundamentales y a los principios éticos que están
incorporados a la moneda misma. Si se utiliza una moneda es porque uno se
encuentra a través de la institución, es decir que se la considera legítima a priori a
los soberanos que transmiten los valores a través de la moneda. Acá llegamos a
un elemento esencial que los economistas han ocultado en gran medida: la
cuestión política de la moneda. La moneda tiene una dimensión política muy
considerable, y si bien soy economista yo considero que la dimensión política es
incluso más importante que la dimensión puramente económica. Eso significa
que si no se reúnen estos elementos de la confianza, va a producirse una crisis
monetaria. Los agentes económicos van a tender a alejarse de esta moneda y a
utilizar otros instrumentos como es el caso de las monedas paralelas o
alternativas, como había en la Argentina a fines de los 90 y principios de los años
90, cuando principalmente el dólar estadounidense se convierte en la divisa que
no necesariamente es legítima a los ojos de los agentes económicos, sino que es
más estable, y por eso se la utiliza.
Este abordaje es interesante porque viene a construir un abordaje más
político de la soberanía monetaria. Nos damos cuenta de que más allá de los
elementos que acabo de mencionar: es decir la capacidad de endeudamiento en
moneda nacional, una deuda pública en manos de los residentes, el hecho de que
el Banco Central no sea independiente y que pueda garantizar la deuda pública;
detrás de la moneda tiene que haber un orden constitucional bien sólido y
compartido por el conjunto de agentes económicos.
Según este abordaje el orden constitucional consiste en decir que
detrás de la moneda hay una dimensión simbólica que los agentes económicos
deben compartir. Pueden ser creencias culturales compartidas por todo el
conjunto de personas. Después, seguramente hay principios éticos detrás de los
cuales se encuentra la población. A partir de ahí vemos que efectivamente este
- 116 -
orden constitucional es fundamental para garantizar la soberanía monetaria. Si
no hay un orden constitucional fuerte en esta índole, vamos a tener monedas
incompletas o monedas que no inspiren confianza alguna a los operadores.
El ejemplo que les daría para terminar es el ejemplo del euro. En el
caso del euro tenemos un problema de magnitud, a pesar del entusiasmo que
hubo al principio, hoy día, si bien todos los europeos o la mayoría quiere
conservar el euro, existe un déficit de orden constitucional coherente.
Lamentablemente no existe en Europa en la zona euro; los distintos países que la
conforman tienen órdenes simbólicos y éticos que no son los mismos.
Tomo como ejemplo los dos principales países: Alemania y Francia.
En estos dos países no se concibe la soberanía del mismo modo y vemos que eso
constituye un problema hoy día. Alemania tiene una soberanía construida
básicamente a partir de la doctrina llamada ordoliberalismo, concebida a partir de
la década de 1930 que importa la economía del mercado y que le atribuye al
Estado un papel particular. Y en Alemania, si uno consulta a los alemanes, se da
cuenta de que la institución más importante en cuanto a la garantía de la
soberanía es la Corte Constitucional. Entonces el orden constitucional alemán es
la instancia máxima.
En Francia el enfoque es muy distinto. La soberanía se basa en la
soberanía popular y el principio republicano. Tenemos un orden político muy
distinto, y la soberanía del pueblo se ve representada no por una Corte
Constitucional sino por la Asamblea Nacional.
Vemos entonces que hay dos concepciones, dos órdenes
constitucionales incompatibles. No digo que no puedan llegar a ser compatibles,
pero en este momento no lo son. Hay distintas culturas monetarias, y eso nos
permite entender que la Europa que existe desde hace quince años nos presenta
hoy grandes dificultades porque lamentablemente las culturas monetarias no son
iguales. Hay diferencias de magnitud entre Alemania, por un lado, en particular
el gobierno actual de Alemania, que tiene una visión específica de la deuda, que la
- 117 -
asimila a la culpabilidad, al pecado, inflación, deuda pública, todo esto son
consideradas perversiones. Por su lado, incluida Francia, el resto de Europa no
tiene esta cultura de la moneda sino que es distinta.
Para resumir, si queremos restablecer la soberanía monetaria -que yo
pienso que es un valor futuro, no estamos en las dimensiones macroeconómicas,
es decir una deuda pública expresada en moneda nacional detentada por los
residentes-, no tendríamos un Banco Central independiente sino que estaríamos,
en principio, ante valores más fundamentales que tocan lo político y lo jurídico.
En mi opinión, en ese sentido, los países emergentes deben proseguir
esta cuestión de la soberanía monetaria. Muchas gracias.
- 118 -
LA IMPORTANCIA DE LA SOBERANÍA
Por Bernardo Kliksberg
Agradezco la invitación de la Procuradora del Tesoro, Angelina
Abbona, y la felicito por la idea de realizar este encuentro sobre soberanía. Creo
que es una de las cosas más sustantivas, concretas e importantes sobre las que
podemos reflexionar en este momento histórico en la Argentina, voy y a tratar de
mostrar por qué es así.
Yo he sido testigo de que la doctora Angelina Abbona y su equipo
han hecho un trabajo histórico. Yo me enorgullezco mucho como argentino que
este equipo de abogados públicos haya enfrentado, con un compromiso de
servicio y con la calidad que he visto en diversas ocasiones, a algunos de los
estudios jurídicos que solo trabajan por dinero y de acuerdo a lo que les pagan
por hora. Del otro lado hay abogados argentinos, con la Procuradora del Tesoro
a la cabeza, que están cumpliendo sus tareas honorariamente, y con un equipo
- 119 -
absolutamente comprometido. Así que estoy acá con alegría porque me honro
de pertenecer de diversos modos a esta tarea fenomenal que han hecho. Como
no sé si nos veremos pronto: ¡Felicitaciones!
Yo creo que es importantísimo hablar de soberanía. Hay diversas
maneras de hablar de soberanía. Si nosotros estuviéramos en este momento en
una Asamblea del Frente Nacional en Francia, ellos hablarían de soberanía. Se
han convertido en una fuerza política muy importante en Francia y le dicen a los
franceses "tenemos que discutir de soberanía". ¿Y cuál es la soberanía de la que
ellos hablan? ¿Cómo logramos que ningún inmigrante de ningún lugar,
particularmente los lugares más pobres del mundo, entre en Francia? ¿Y cómo
logramos echar a los que viven en Francia, no importa si son de generaciones
incluso? Eso es soberanía; eso se llama soberanía chauvinista, soberanía fascista.
Nosotros estamos hablando acá de otra soberanía totalmente distinta, yo digo
que es exactamente la opuesta. En lugar de una soberanía basada en la
discriminación, el odio y la expulsión del otro, estamos tratando de reflexionar
sobre una soberanía que significa que el pueblo argentino tiene todas las
posibilidades de decidir por sí mismo para incluir al otro. Es una soberanía que
nos sirve como un instrumento absolutamente central en lograr lo que explicó
Axel Kicillof tan elocuentemente: un modelo económico que incluya a todos y
que nos sirva para seguir acogiendo a los inmigrantes que llegan esperanzados en
el sueño argentino. Si no hubiera habido ese tipo de soberanía que siempre
alentó la mayoría del pueblo argentino, yo no estaría acá con ustedes, porque mis
padres llegaron en 1930 de la Polonia por las persecuciones que devastaban
diariamente, y no hubieran tenido dónde llegar. Así que hablo como hijo de
inmigrante; esa soberanía es sobre la que estamos reflexionando.
Recién en una conferencia excelente como todas las demás Alfredo
Zaiat nos expuso en forma muy concreta las repercusiones de tener o no tener
soberanía. Yo voy a reflexionar en tres momentos: primero, por qué es tan
importante tener soberanía nacional y latinoamericana tal como está señalado en
- 120 -
el mundo actual. Entonces voy a plantear algunas referencias sobre el mundo
actual; el que no tiene soberanía en el mundo actual, corre riesgos extremos, y
voy a tratar de demostrarlo.
En segundo lugar voy a tomar una agenda de casos concretos
donde la soberanía o la falta de soberanía decidió la situación a favor o en contra
del pueblo, y voy a hacer una comparación internacional.
En tercer término, voy a extraer algunas conclusiones en términos
del futuro inmediato en la Argentina. Si podemos tener derecho a la esperanza,
lo que a mí me anima en toda mi tarea, y voy a tratar de demostrarles por qué
tenemos derecho a la esperanza. Se pueden enfrentar algunos de los poderes que
se están llevando gran parte de toda la soberanía del plantea y la están
concentrando.
Ustedes van a escuchar a dos juristas eminentes, con quienes me
honro totalmente en tener el privilegio de compartir con ellos este panel, el
doctor Ismael Mata y nuestro querido amigo Eduardo Barcesat. Por la premura
del tiempo yo pedí que entregaran a los presentes el artículo Vidas Paralelas, que
escribí hace muy poco tiempo y que ha sido muy referenciado, con datos que no
son conocidos para nada, como por ejemplo que mientras nosotros estamos
preocupados por el 5% de desnutridos que quedan en la Argentina, hay otros que
tienen una preocupación diferente que se llaman los dueños de la industria del
lujo, que es una de las industrias que más prospera actualmente en el mundo, que
le vende a los que quieren comprarse un helicóptero propio, un carro
superblindado, un segundo yate, etcétera, y le solucionan los problemas. Este
artículo se llama Vidas Paralelas; tienen todos los datos respecto de este boom
actual del capitalismo salvaje, que es la industria del lujo.
Pueden ampliar también simplemente encendiendo el televisor en
el Informe Kliksberg, que está todos los días en el Canal Encuentro, y los
sábados a las 13:45 en Canal 7. Lo han replicado las televisiones de ocho países
de América Latina y, como ustedes conocen, ha sido nominado para el premio
- 121 -
EMI de la televisión mundial. En esos dos lugares pueden encontrar ampliado lo
que voy a exponer brevemente.
En primer lugar, ¿por qué es tan importante la soberanía? Porque
gran parte de la población del mundo no tiene ningún acceso a la toma de
decisiones. Y no se trata solo de la democracia, desde ya que la democracia es el
único régimen posible, como hemos aprendido duramente de la historia de las
dictaduras. Pero además hay una concentración de la toma de decisiones
fenomenal: mil empresas multinacionales en este momento tienen el 50 por
ciento de todas las acciones que se cotizan en todo el planeta. O sea, solo mil
organizaciones tienen la mitad de todas las acciones que se cotizan en todas las
Bolsas del planeta: China, Rusia, Estados Unidos, todas juntas. O sea que los
dueños de esas empresas y los que manejan esas empresas tienen soberanía, una
concentración de soberanía fenomenal porque ellos pueden tomar las decisiones
que se les ocurran, como por ejemplo destruir el clima. Una parte de esas
empresas están destruyendo el clima.
Los informes del panel que ganó el Premio Nobel de la Paz por sus
contribuciones a la denuncia sobre la destrucción del medio ambiente,
compuesto por 2.500 científicos de 120 países, hacen hincapié totalmente en la
contaminación ambiental que un grupo de estas multinacionales desarrolla
sistemáticamente. Por ejemplo, no sé si ustedes escuchan hablar de los
hermanos Koch; si no, tomen internet y entren cuando tengan tiempo para
enterarse de quiénes son los hermanos Koch en Estados Unidos. El New York
Times dice a cada rato que los hermanos Koch tienen una de las mayores
fortunas del mundo actualmente, toda basada en industrias totalmente
contaminantes, y son el mayor lobby político de los Estados Unidos actualmente.
Sus fondos ilimitados les permiten influir decisivamente en la campaña electoral
que viene. Son los fundadores o cofundadores del Tea Party de los Estados
Unidos; son su principal grupo de respaldo económico.
- 122 -
Entre esos intereses en conflicto, como dirían mis amigos de la
Procuración, está que ellos necesitan un Tea Party porque han hecho campañas
sistemáticas a través del Tea Party para tratar de voltear toda la legislación
anticontaminación de Obama y volver a la época dorada de Bush, donde estaba
desregulado totalmente todo lo que tenía que ver con contaminación ambiental.
Han sido bastante exitosos en bloquear leyes ya aprobadas y en conseguir que se
trabara totalmente en su implementación. Hay intereses en conflicto porque
ellos se dedican solo a contaminación. En realidad están aportando para
financiar hoy las campañas electorales. New York Times describe que todo
candidato de la derecha tiene que pasar por los hermanos Koch, quienes tienen el
mayor fondo de financiación de campañas electorales de los Estados Unidos,
inédito en la historia. Entren en internet y lo van a ver todo. Los candidatos de
los candidatos más conservadores tienen que dar examen y ellos van a decidir
finalmente cómo se arma el escenario. Del otro lado va a estar Hillary Clinton y
el Partido Demócrata. Este sería un mercado a futuro: ellos aportan una
cantidad de dinero porque el retorno sobre la inversión va a ser gigantesco si
gana su candidato, mientras que pueden tener traspiés económicos si se logra en
una gestión que logre regular el nivel de contaminación. Las mil empresas
concentran hoy buena parte de la soberanía del planeta: sus dueños y los que
toman las decisiones.
En segundo lugar, quiero mencionar algo que creo que no lo han
escuchado nunca probablemente. Uno de los últimos números de The
Economist, revista de muy alto nivel de calidad pero de una visión totalmente
pro libre mercado tiene en la tapa un título que es capitalismo dinástico. Explica
que el capitalismo actual se está transformando cada vez en una categoría de
capitalismo de la que ustedes no han escuchado. Ustedes han oído hablar de
muchas teorías de capitalismo, pero esta es nueva: se está transformando en un
capitalismo dinástico. Y dan los datos; no son los datos de la Universidad de
Buenos Aires o de la UNAM de México sino que son los datos The Economist,
- 123 -
pro libre mercado absolutamente. Dice que en alguna época se soñaba que el
capitalismo podía ser capitalismo popular y se decía cada vez hay más pequeños
accionistas que son los dueños de las grandes corporaciones.
Eso no tiene nada que ver con lo que está sucediendo actualmente.
Hay cada vez más pequeñas familias que son los dueños de las grandes
corporaciones y que las ceden hereditariamente a la dinastía. Ustedes tienen en
derredor de la dinastía la mitad de las acciones de las Bolsas del mundo. El
excelente economista francés que escribió El capitalismo del siglo XXI, que tuvo
gran repercusión internacional, advierte que "no solo el capital está ganando
totalmente al salario y al trabajo y está concentrando cada vez más la riqueza,
sino que dentro de poco con este ritmo de concentración de riqueza volveremos
realidad la fantasía de Woody Allen". Recuerden aquella película tan hermosa
donde volvía un siglo atrás y se encontraba con los grandes personajes del
pasado. Lo mismo dice Piketty: "estamos muy cerca de volver al siglo XVIII,
donde había un rey y había nobles, y todos lisonjeaban y adulaban al rey porque
el capitalismo se está convirtiendo en el capitalismo de pocas familias". Y da los
datos estadísticos. No se transmite hoy la riqueza por mérito, por esfuerzo, sino
fundamentalmente por "ser hijo de". Hablo de la riqueza grande, la riqueza
concentrada. O sea, hay que "ser hijo de" para ser propietario de Apple, por
ejemplo. Es una familia.
Y derredor de las principales multinacionales hay actualmente
familias. Pikkety dice en lugar de rey se va a llamar el presidente honorario de la
empresa o el presidente de la empresa; y en lugar de condes y duques, van a ser la
casta de los CEO, y los van a lisonjear de igual modo, pero la distancia entre ellos
y la plebe -que somos todos nosotros- es la misma que había en el siglo XVIII en
términos de coeficientes de Gini y distancias estadísticas, etcétera.
Me honro de pertenecer a la ONU, y estoy cumpliendo 40 años de
lucha contra la pobreza en las acciones y en muchas otras instancias. La
Presidencia de la Asamblea General de la ONU dice en un informe que los
- 124 -
activos combinados de las principales multinacionales son actualmente más que
el Producto Bruto mundial. Estamos hablando de organizaciones que se están
chupando toda la soberanía. De acuerdo con lo que ellos deciden, tienen
recursos infinitos para tratar de que eso sea lo que se haga: en los estrados
judiciales, en los congresos, en cualquier lugar. Cualquier parecido con los
fondos buitres es absolutamente real. Pero está más extendido aún; los fondos
buitres ya son in fraganti, para decirlo de algún modo, sin ningún escondite
respecto de lo que está en juego: todo para mí, cero para la Argentina.
Yo lo he planteado en muchos lugares, pero cuando escucho a
Alfredo explicar tan brillantemente como lo hizo recién y antes a Axel, este es un
pleito donde el fondo buitre dice todo para mí, no me conformo con 300 por
ciento sino que quiero 3.000 por ciento. El fondo buitre es capitalismo dinástico,
son unas poquitas familias. No es que sea un fondo de un millón de accionistas
sino que son unas poquitas familias, una persona centralmente y algunas en
derredor de él que quiere que los argentinos -42 millones de personas- le demos
el 3.000 por ciento de utilidad. O sea, desde el punto de vista ético, no hay juicio
posible. Si hubiera alguna penetración significativa de la ética como base de
referencia de cualquier juicio, habría que considerar 42 millones de un lado y 10
personas del otro lado que tienen una fortuna fenomenal. Entonces hay que
sacarle a los 42 millones para darle a alguien que tiene más de 15.000 millones de
dólares.
Pero está funcionando la soberanía de la que yo les estoy hablando,
la concentración fenomenal del ingreso. Lean Vidas Paralelas, es pequeño, y si
les interesa amplían en la televisión, que llevamos 75 episodios filmados con los
chicos y chicas de Encuentro y Mulata que se están propagando
internacionalmente. El 1% más rico tiene en este momento el 48 por ciento del
Producto Bruto total mundial. Del otro lado, el 2% tiene menos del 50%.
Según un informe del mes pasado de OXFAM Internacional, hace
diez años atrás el 1% más rico tenía el 43%. Era muchísimo, una barbaridad,
- 125 -
pero la tendencia marca que ahora tiene el 48%. El pronóstico de OXFAM es
que si no cambian las reglas de juego de la economía mundial, si toda la
soberanía va concentrando cada vez toda la toma de decisiones en el 1% más
rico. Según esta ONGs, una de las más respetadas del planeta, en 2019 del 48
van a pasar al 56% del Producto Bruto. Si ganan el juicio contra la Argentina -no
lo pueden ganar, porque hay soberanía-, pero si lo ganaran, iría más rápido el
proceso. Así con otros juicios similares que tienen muchísimos Tribunales del
mundo del mismo corte brutal, etcétera.
Ochenta y seis personas en este momento tienen más que 3.600
millones de personas, es decir la mitad de la población del planeta de menores
recursos. Esas ochenta y seis personas son capitalismo dinástico puro; o sea, no
nos alcanza la expresión capitalismo salvaje para denominar esto; es capitalismo
salvaje dinástico.
¿Qué le queda a los pueblos? Ya dije que el 1% tiene el 48% del
Producto Bruto mientras que el 50% tiene menos del 2%. Y el 80% de la
población del planeta tiene el 5,5%. Con esta magnitud de desigualdad desde ya
que hay una injerencia cada vez menor en la toma de decisiones fundamentales
por parte de la mayor parte de la población del planeta en regímenes
democráticos. Si los regímenes no son democráticos, son títeres totalmente de
los poderes económicos, como sucede en Guinea Ecuatorial, el segundo
productor de petróleo de toda África, donde mueren 155 chicos de cada mil
antes de cumplir un año de edad, uno de los lugares más infernales del planeta,
donde todo es de propiedad del dictador con quien las multinacionales petroleras
han hecho acuerdos permanentemente, un dictador de hace treinta años. No hay
toma de decisiones.
Esta es la situación, este es el escenario global. Si ustedes creen que
el 1 por ciento más rico están jugando al golf, están subestimándolos. No se
dedican a jugar al golf. Se dedican a hacer política y a acaparar medios, a
construir poder mediático. El dueño de Fox es uno de los 86, célebre entre otras
- 126 -
cosas por su cadena matriz en Inglaterra, que fue condenada por la justicia
criminal, muchos de sus ejecutivos estuvieron por lo menos unos años en la
cárcel. Tiene la mayor cadena de televisión de los Estados Unidos, aparte de la
de Inglaterra. Él no se dedica a jugar al golf. Él y su familia, porque nuevamente
es un grupo absolutamente familiar, se dedican a hacer lobby con todas las
fuerzas para decidir quién va a ser el Primer Ministro de Inglaterra y han influido
en años anteriores o para incidir en la política, en donde se juegan algunos de los
tableros principales del mundo.
Ese 1% no lo generalizo, porque desde ya siempre hay excepciones
de personas que están pensando en un mundo mejor, pero en su gran mayoría
está buscando poder mediático y político y van construyéndolo
permanentemente. Y, como los hermanos Koch, combinan para que las reglas
de juego estén siempre a su favor.
En este escenario global les ubico varios casos muy recientes, casi
sin conocimiento público en la Argentina y en América Latina, sino del centro de
la agenda pública de los Estados Unidos. Hace quince días -pueden buscarlo en
el New York Times- el gobernador del Estado de York, Cuomo, publicó un
artículo en el principal lugar del New York Times de corte totalmente inusual. A
Cuomo se lo asocia con los demócratas conservadores, en todo caso moderado.
Es un político muy prominente de los Estados Unidos. Los Estados de Nueva
York y California son probablemente los de más significación en todo el
escenario político.
Les resumo el artículo -léanlo porque es una pieza de antología-
tiene como título algo así como "Basta", expresado en términos más extensos.
Está dedicado principalmente a la principal cadena de comida rápida en el
mundo, con nombre y apellido, desde el comienzo hasta el final. Pocas veces he
visto un artículo de un político de escuela -su padre a su vez fue muy importante
en los Estados Unidos- con esta claridad, precisión y sin ningún tipo de tapujos.
Dice: No los vamos a dejar seguir haciendo lo que están haciendo. La industria
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de la cómoda rápida envenena a sus usuarios. No entro ahora en esto porque no
tengo tiempo, pero hablé hace tres días en la Academia Nacional de Medicina en
el marco del Programa SUMAR, que mencionó Axel en su exposición y di todos
los datos desde el punto de vista médico. Cuando los chicos entran a un
McDonald's o cualquiera similar y comen su comida los chicos pierden diez años
de vida por el impacto sobre las arterias, la obesidad infantil y la diabetes infantil,
lo cual está comprobado hasta el cansancio por la Organización Mundial de la
Salud, ingieren grasas ultrasaturadas.
Pero Cuomo no se ocupa de esto en este artículo, sino que se
ocupa de otra cara de la situación. Dice: ustedes emplean a millones de personas,
les están pagando por sueldo promedio mucho menor que lo mínimo que se
necesita para vivir. Les están pagando 7,25 dólares la hora, que es el sueldo
mínimo estancado hace más de veinte años en los Estados Unidos. Obama está
intentando subir el sueldo mínimo, que está estancado, 7,25 dólares por hora
significa que ganan, se matan, hacen todas las exigencias, tiene que ir muy
pulcros, trabajar intensivamente, al máximo para ganar 13.000 dólares por año.
Con menos de 22.000 son pobres -particularmente en Nueva York ni que hablar-
, pero en los Estados Unidos en general.
Cuomo dice que los condenan a la pobreza, pero la empresa
considera que son trabajadores, les ofrecen empleo. Pero son empleos que los
colocan muy por debajo del umbral de la pobreza. ¿Qué hace la gente
desesperada que trabaja en los McDonald's? Para sobrevivir, recurren a nosotros,
al Estado, entonces son de los principales usuarios de los Food Stamps, las
estampillas para pobreza extrema que se crearon en los Estados Unidos para en
la época de Johnson y que significa que el Estado, verificado que la persona está
en pobreza extrema, le da 300 dólares mensuales para comer. 300 dólares
obviamente es muy poco, pero es algo.
Continúa Cuomo diciendo que vienen desesperados a las guardias
de los hospitales cuando tienen problema porque las empresas no les dan seguro
- 128 -
de salud y usan todos los programas sociales al máximo mientras los CEO de las
empresas ganan en promedio más de 1 millón de dólares por año, y los dueños
de la cadena están entre los 86, y son una familia también.
Cuomo señala que, en definitiva, los ciudadanos del Estado de
Nueva York están financiando el enriquecimiento de estas empresas. Pocas
veces lo he visto con esa fuerza y calidad. Le estamos pagando el millón de
dólares por arriba porque ustedes se están ahorrando el sueldo mínimamente
decente que deberían pagar a la gente que trabaja acá, y la gente que trabaja acá
entonces recurre desesperada al Estado y a todos los ciudadanos para subsidiar la
diferencia.
Estamos hablando de subsidios permanentemente en la Argentina.
¿Cómo se llama esto que describe el gobernador demócrata conservador o
moderado del Estado de Nueva York? Esto sí que es asistencialismo para
plutócratas, un tipo de asistencialismo diferente del que conocemos. Cuomo nos
da una lección de soberanía.
Cuomo nos da una lección de soberanía. El artículo dice: "Se
terminó, esto no puede seguir así, es imposible. Yo mandé varias veces proyectos
de ley a la Legislatura del Estado de Nueva York para subir el salario mínimo, y
particularmente con cláusulas que tienen que ver con la industria de comida
rápida. Ustedes tienen una capacidad de lobby excepcional y a pesar de que hay
mayoría de mi partido bloquearon los proyectos de ley y ninguno fue aprobado."
Entonces Cuomo los salteó y encontró un inciso perdido por allí en una
disposición administrativa que permite al gobernador crear una Comisión para
que dictamine que hay que subir el salario mínimo. "Prepárense para subir el
salario mínimo", eso es lo que dice el artículo. Es una pieza de soberanía, porque
un gobernador elegido por el pueblo que basta al poder de lobby.
Desde ya que influyó mucho en la decisión de Cuomo que las
chicas y los chicos de los McDonald's por primera vez en la historia de los
Estados Unidos hicieron huelga y manifestaciones en las calles. Empezaron en
- 129 -
un lugar y después fueron 500 ciudades de los Estados Unidos, por lo que la
opinión pública está entendiendo de qué se trata.
Mi segundo caso es Ecuador. Yo hablo sobre la realidad, desde la
ciencia. Esto es de ayer, así que creo que no lo pueden haber leído en ningún
lugar. Al presidente Correa se le ocurrió que la soberanía del pueblo ecuatoriano,
que la ha defendido de todas las formas posibles en muchísimos órdenes, entre
otras cosas pasa por aumentar el impuesto a la herencia. El impuesto a la
herencia actual es la ley que rige el impuesto a la herencia desde 1927. El
impuesto a la herencia es menor al 2 por ciento, absolutamente mínimo. El
presidente está buscando incluir al pueblo ecuatoriano; ha logrado pasar de un 60
por ciento de pobreza a bastante menos que el 20 por ciento con todo el abanico
de economía social. No me puedo extender, pero hay muchos logros
reconocidos internacionalmente.
La ley es de 1927. Presentó un proyecto de ley que va a ser
aprobado por el Congreso, porque tiene mayoría abrumadora en el Congreso,
diciendo que se va a aumentar el impuesto, lo que va a significar una incidencia
para el 6 por ciento de la población. Al 94 no le afecta porque no tiene ninguna
herencia ni posibilidad de herencia, nada de eso. El 6 por ciento salió a la calle
masivamente diciendo que esto es una dictadura y criticando esta confiscación.
Cualquier parecido con situaciones argentinas es totalmente real.
La soberanía es una cuestión central, porque estamos discutiendo la
capacidad de toma de decisiones, que todos entendemos que es fundamental la
integración para poder enfrentar a las multinacionales y que no tengan la
soberanía total sobre el planeta. Acá hay un gran luchador por la integración que
es el embajador Hugo Varsky, quien ha tenido infinitas iniciativas por la
integración latinoamericana desde la Cancillería. Ha encabezado algunas de las
más importantes iniciativas sobre integración. Desde ya que no existe
integración posible si no hay soberanía en nuestros pueblos, pues será saboteada
por aquellos que son manejados y cuyo poder de soberanía ha sido alienado por
- 130 -
los grandes poderes económicos. El hecho de que en las cumbres
latinoamericanas se estén tomando decisiones unánimes sobre temas muy
importantes significa que hay una importante recuperación de soberanía.
Pero no puedo menos que dejar de mencionar que en Guatemala,
que quiero entrañablemente, en muchas oportunidades traté de ayudar en la
lucha contra la desnutrición, hay un 48% de chicos desnutridos hace treinta años,
y es un país que exporta alimentos en gran escala. 250 familias concentran más
del 80% del ingreso, y no les interesa si los chicos indígenas están nutridos.
Me honro en ser asesor principal de la ONU y de una serie de
organismos. La Comisión de la ONU está establecida en Guatemala porque es la
única posibilidad de frenar el narcotráfico y la corrupción, entonces se estableció
una comisión que denuncia las cosas que pasan. La Comisión de la ONU,
actualmente presidida por un jurista español, denunció que había una mafia en la
Dirección General de Impuestos que se llevaba a la casa casi toda la recaudación
aduanera de Guatemala.
¿Quién era el jefe de la mafia? El secretario privado de la
vicepresidenta. El pueblo salió a la calle. La vicepresidenta tuvo que renunciar
de inmediato antes de que la expulsaran. Y el pueblo sigue saliendo casi todos
los días para exigir la renuncia del presidente, que fue acusado criminalmente por
participar en el genocidio de los indígenas.
García Márquez se quedaría atónito ante las cosas que estoy
comentando. En Honduras la campaña presidente del actual presidente de
derecha -recuerden que derrocaron a Zelaya, porque quería aumentar el salario
mínimo-, respecto de quien termina de desatarse un escándalo casi dantesco.
Resulta que se comprobó que el financiamiento de la campaña electoral del
nuevo presidente electo se hizo con los fondos del seguro social de Honduras.
Honduras es uno de los países más pobres del mundo, con más del 80 por ciento
de pobres. Se robó los fondos del seguro social para financiar su campaña. ¿Por
qué se descubrió? Porque el seguro está a punto de quebrar y dejó de pagar las
- 131 -
prestaciones. Se calcula que murieron no menos de cinco mil personas a quienes
el seguro social no le pudo pagar y que dependían de ese pago para sobrevivir.
El pueblo salió a la calle a pedir la renuncia del presidente. Ni García Márquez...
Soberanía significa soberanía nacional y soberanía latinoamericana, tal cual se
dice; significa estar luchando contra el apoderamiento del poder de decisión a
nivel mundial por el 1% y por las mil multinacionales.
Mi última conclusión: ¿por qué creo que hay esperanza para la
Argentina, para América Latina y para el mundo? Les iba a leer unos párrafos del
papa Francisco, pero no me alcanza el tiempo. En la encíclica Evangelii
Gaudium dice que el capitalismo salvaje, así lo llama, la codicia desenfrenada y el
impedir la actuación del Estado controlando y regulando a los mercados está
conduciendo a una economía que mata. Dice textualmente "una economía que
mata" y que tenemos que ir en otra dirección totalmente diferente.
¿Hay esperanza? Sí, claro que hay esperanza. Porque el pueblo
griego recuperó su soberanía. Los dos gobiernos anteriores al actual primero que
lograron que ganara el actual, que no existía, es el Podemos griego que hace tres
o cuatro años no existía como fuerza política, y los dos partidos tradicionales
fueron expulsados del poder por el pueblo. Los dos anteriores habían entregado
la soberanía absoluta y totalmente. La troika compuesta por el Fondo
Monetario, el Banco Europeo y la Comisión Económica Europa era la que
tomaba las decisiones, que les prestaba para que Grecia les devolviera a que
condición de que hicieran todo lo que le indicaban.
Cayó el Producto Bruto un 30% en los últimos cinco años y hay un
pico de suicidios en Grecia por la desesperación total, porque además cortaron
todo el gasto social. Cuando empezaron, la troika firmaba los cheques. Cuando
empezó el primer acuerdo sobre la troika, dijo "como no creemos mucho en
ustedes, los cheques para desembolsar el préstamo nosotros los vamos a firmar".
Después era tal la violación de toda norma que unos pocos meses no se
- 132 -
renovaban los préstamos si no se cumplía con destruir el Estado, privatizar todo
y cortar los gastos de seguridad.
El pueblo recuperó la soberanía, echó a los dos partidos
tradicionales y ahora todos los días ven en los diarios al joven al frente de Grecia
diciendo que no tiene mandato para seguir matándolos. Entonces basta. Basta.
El pueblo recuperó la soberanía a través de dos mujeres en España. Las mujeres
son símbolo para mí, para mucha gente, pero todos los días cuando me levanto
pienso en estas dos mujeres y tengo energía como para trabajar veinte horas. Se
llaman Carmela y Ada. Hace 24 años que las derechas ganan en Madrid y son
alcaldes de Madrid, y de repente aparece Carmela. Carmela es una jueza brillante
en su trayectoria judicial que se jubiló. Tiene 71 años de edad, y en lugar de
dedicarse a viajar por el mundo -que es legítimo, no lo cuestiono-, se dedicó a
otra cosa: abrió una tienda para darle trabajo a las reclusas que salen de la cárcel.
A una mujer que sale de la cárcel, ¿quién la va a tomar? Entonces Carmela las
toma, les enseña a coser, bordar, producir prendas textiles, etcétera, y las incluye
en la sociedad.
Los jóvenes de Podemos fueron a buscar a Carmela, le dijeron
usted puede ganar las elecciones. Y Carmela les dijo: "Yo no estoy para eso a mi
edad, y además estoy contentísima con lo que estoy haciendo." Los jóvenes
volvieron en varias oportunidades, y finalmente Carmela dijo: "Yo los retaba
cada vez que venían, que ustedes los jóvenes son el futuro y tienen que tomar la
vanguardia para enfrentar este modelo. Ustedes tienen que tomar las iniciativas."
Hasta que finalmente me di cuenta que la iniciativa que ellos estaban tomando
era proponerme a mí como candidata. Como era incoherente con su posición,
aceptó. Fue a todos los mitines electorales en bicicleta, porque Carmela solo
anda en bicicleta. Hoy es la abuela de España, así la llama el pueblo de España.
Es totalmente transparente.
Ada no pertenecía a ningún partido político de ninguna índole. La
España conservadora logró el milagro de que en la ciudad de Barcelona hubiera
- 133 -
500 desalojos por día, porque aplicando una legislación anticuada echó a la gente
que no podía pagar las hipotecas porque la tasa del desempleo hoy es del 24%.
Los echaban de la casa porque no podían pagar los alquileres. Entonces Ada
creó lo que se llama el Colectivo contra Desahucios. Hubo suicidios, gente que
se ahorcó. Ada se metía entre la policía. Y 300 jueces firmaron que no van a
aplicar los fallos ni la ley, porque es totalmente inhumana. Ada se metió y creó
una organización para defender a los desalojos. Ganó abrumadoramente la
alcaldía de Barcelona.
Hay esperanza en la Argentina, en América Latina, en todo el
mundo.
Mi última recomendación bibliográfica. La semana pasada
presentamos la primera evaluación de impacto que hay de Asignación Universal
basada en 3.000 encuestas. La pueden encontrar en todas las bibliotecas y
librerías. Se llama Combatir la Desigualdad desde la Infancia. Los resultados son
muy impactantes. Muestran que es posible combatir totalmente la desigualdad;
estamos hablando del mayor programa de la Argentina, que está sacando a
3.600.000 niños de la pobreza.
Carmela, Ada, el pueblo griego, la negociación de la deuda externa
que detalló hoy Axel Kicillof, Asignación Universal. Hay esperanza pero hay que
defender palmo a palmo lo ganado y seguirlo profundizando porque el 1 por
ciento no se dedica a jugar al golf. Muchas gracias.
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SOBERANÍA Y PROYECTO NACIONAL
Por Eduardo Barcesat
Gracias, Angelina, Horacio y Javier, por el honor de compartir este
“joven panel”.
Como todo “usurpante”, voy a comenzar hablando de algo que no sé;
es decir, de consideraciones geopolíticas; pero me he valido de un de texto
bastante respetable del doctor Atilio Borón que se llama "América Latina en la
geopolítica del imperialismo".
Axel Kicillof, en la exposición de esta tarde, mencionó la riqueza que
efectivamente abunda en el continente latinoamericano, su biodiversidad y puso
esto como un centro de preocupación esencial cuando se habla de esta palabra,
tan solemne y polisémica, que es “soberanía”. Efectivamente, este continente de
América Latina y el Caribe tiene las mayores reservas de agua potable,
prácticamente la mitad de las que existen en el mundo. La Argentina, dentro de
- 136 -
América Latina, tiene el 40 por ciento de esas reservas, concentradas en el
Acuífero Guaraní y los glaciares.
El continente americano tiene a su vez las tierras con aptitud rural más
ricas, y las reservas más importantes de dos minerales estratégicos para el
desarrollo tecnológico, que son el litio y el sílice. Así como antes vinieron por el
oro, por la plata, luego por los hidrocarburos, tenemos que tener presente que
ahora van a venir por el agua potable, por las tierras con aptitud rural, por los
minerales estratégicos y que por lo tanto la preocupación esencial de todo
cientista dedicado a los temas de la sociedad es saber cómo protegerlos y que esa
riqueza sirva para el desarrollo de nuestros pueblos.
Hago referencia al mapa de las carencias de agua del planeta tierra, que
se les está exhibiendo en la filmina; es para asustarse porque hay zonas que tienen
situación desértica. Y a esto habría que agregarle la pérdida de la capacidad para
la agricultura de las tierras rurales; esto es, la desertificación de esas tierras, que
alcanza un 14%, en los últimos diez años, de las tierras con aptitud rural. En
definitiva, que vemos un cuadro de situación no muy optimista y de extremo
riesgo para el planeta Tierra y esa especie tan preciada que es el ser humano.
Borón dice que si todos los pueblos del mundo consumieran como los
Estados Unidos, necesitaríamos dos planetas Tierra, y medio más, para atender a
ese nivel de explotación y consumo. De manera que debemos tener una clara
conciencia que, desde la década de 1960 para acá, la Tierra no alcanza a
reponerse del proceso de consumo y extracción a que está sometida. Esto es un
tema sobre el que el cientista social no puede desviar la mirada.
En un trabajo reciente, que tuve el privilegio de presentar, del doctor
Aníbal Faccendini, sobre el tema del acceso al agua potable como cuestión de
lesa ambientalidad, se plantea en el capítulo introductorio de la obra, lo que para
mí constituye una ruptura epistemológica entre la vieja antropología y la nueva,
donde ya no es el antropocentrismo la preocupación dominante y en la que
tenemos que detenernos, sino que se desplaza hacia un biocentrismo; es decir, de
- 137 -
la especie humana en la naturaleza y en una convivencia con esa naturaleza de
modo de no destruirla. Por supuesto, en ese biocentrismo, el tema central es el
del acceso socialmente organizado al agua potable, y en la dimensión de lo
universal. Si hay un factor que define la pobreza extrema, ese factor es la
privación del acceso al agua potable y la privación, en segundo lugar, de servicios
sanitarios que son parte inescindible de la salubridad de la población mundial.
Por ello es muy importante prestar atención al nuevo movimiento
constitucional latinoamericano, fundamentalmente las constituciones de
Venezuela, de Ecuador y de Bolivia, porque allí se recupera el concepto de
nuestros pueblos originarios de “bien vivir”, que significa vivir en armonía con la
Pachamama, con la Tierra, con la naturaleza, y tomar de ella pero no de una
forma que destruya o que impida la reproducción y la sustentabilidad, o que se
quebrante el equilibrio biológico en función de las políticas extractivas abusivas.
Creo que estas preocupaciones son inherentes a todo aquel que quiera
abordar el concepto de soberanía, en la ciencia social contemporánea. No
podemos pensar en una soberanía como algo ilimitado, como una facultad de
hacer o dejar de hacer a nuestra entera volición. No, estamos condicionados por
esta nueva lectura que debemos hacer del equilibrio entre la especie humana y la
naturaleza, donde se desplaza el paradigma antropocentrista para dar entrada al
biocentrismo, para comprender que en ello están las condiciones de
reproducción de la vida humana y de permanencia del planeta Tierra y todas sus
especies.
Ingreso ahora a la parte jurídica. Como padezco la enfermedad infantil
del optimismo, quiero creer que en algún momento, más pronto que tarde, esta
sociedad, este pueblo, se va a proponer una reforma constitucional. No es
entendible que sigamos rigiéndonos por el modelo 1853-1860 -donde la
preocupación central era preservar un sistema rentístico y agroexportador-, como
“el” modelo normativo para los desafíos del siglo XXI. Creo que necesariamente
- 138 -
la próxima reforma constitucional tiene que atender a estos desafíos del siglo
XXI y tiene que definir ejes fundamentales en su parte dogmática.
Es desde la parte dogmática de la Constitución que vamos a frenar la
presencia devastadora del capitalismo salvaje y de la “troika” del Fondo
Monetario Internacional, y el Consenso de Washington.
Pensar en ese proyecto constitucional, que en los albores de este
debate se definió como una Constitución Emancipadora, y que también ha sido
nominada como la Constitución del Proyecto Nacional, ese debate el pueblo
argentino se lo debe y ese debate va a ser consustancial para configurar el
concepto de soberanía en el estadio actual de la geopolítica de Latinoamérica y el
Caribe.
Tengo la firme convicción que los cambios sociales -esta es otra
forma de cambio, no identificar con los “globos amarillos”- deben hacerse con el
instrumental jurídico. El derecho puede jugar una función anticipadora de
legitimación de los procesos de cambio. Como todo seguidor -por lo menos en
esto- de las enseñanzas de Louis Althusser, indico que para que una práctica
social pueda mantenerse -en este caso el Proyecto Nacional en curso-, se requiere
de una reproducción ampliada de él. No basta con mantener. Para mantener, se
requiere ampliar.
La reproducción ampliada es la condición de la permanencia de este
proyecto. Si el proceso se estanca, nos venimos, necesariamente, para atrás. De
manera que seamos conscientes que para preservar todos estos logros de los que
hoy hizo una brillante síntesis Axel Kicillof, se requiere que el proyecto no sólo
se mantenga, sino que se profundice.
Nuestro aporte, porque en definitiva buena parte de los aquí
participantes somos abogados, es que esa profundización o reproducción
ampliada se haga desde el empleo del herramental jurídico, para darle ese cauce
de legitimidad y de consenso que implica la norma de derecho y el principio de
prevalencia de la regla de derecho en la resolución de los conflictos.
- 139 -
Voy a leer, porque la semántica constitucional tiene sus exigencias,
algunas ideas que hemos ido pergeñando con un elenco de colegas con vocación
constitucional, elenco que pronto se dará a conocer también como la Cátedra
Arturo Sampay, desde la que formularemos aportes para el debate, porque todos
nosotros participamos de la idea que la Constitución, si es, tiene que ser obra de
todo el pueblo, no de la pluma iluminada de cuatro o cinco abogados, sino un
debate sustancial que recorra desde el jardín de infantes hasta el geriátrico, que
todos los grupos, cuerpos e instancias sociales puedan ser oídos y hagan conocer
su propuesta. Ya vendrán después los juristas para tamizar y llevarlos a la norma
constitucional. El debate en todos los niveles y articulaciones sociales es
sustancial para que la futura Constitución sea vivida –vivenciada- como
socialmente obligatoria; su adopción no tiene que ser un acto de fuerza, ni de
acuerdos entre caudillos políticos, sino la gran construcción colectiva del pueblo
argentino.
Ese proyecto atenderá en su parte dogmática, fundamentalmente, a
tres ejes: la integración con Latinoamérica y el Caribe, la tutela de los recursos y
riquezas naturales, y delinear la obra de ingeniería social que comporta la política
de derechos humanos. Vamos a aportar estos tramos.
Primero, la definición del Estado Nación:
“La Nación Argentina, surgida de las luchas por la independencia
nacional y del continente sudamericano, reconociendo y valorando a los pueblos
originarios que poblaron su territorio y el continente que integra, adopta la forma
republicana, representativa y federal para su gobierno en base al principio de
soberanía del pueblo de la Nación, fuente de toda legitimidad política y su
derecho a la autodeterminación y a la independencia económica.”
“La Nación Argentina es multiétnica, respetuosa del pluralismo
cultural y de creencias, con igualdad para todos sus habitantes, fundada en una
justa distribución de la riqueza y de la capacidad para el acceso y satisfacción de
los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.”
- 140 -
“La Nación Argentina es un Estado social de derecho, respetuoso de
la paz entre las naciones y del principio de no injerencia en las cuestiones internas
de los Estados. No habrá en su territorio armas de destrucción nuclear o masiva,
ni bases militares de potencias extranjeras.”
Hago un alto para señalar a la audiencia que al sur del Río Grande
tenemos instaladas 74 bases militares. Como comprenderán, es muy difícil
hablar de soberanía con 74 bases militares instaladas en este continente
suramericano, de manera que es importante que en nuestra futura Constitución
establezcamos que no va a haber bases militares en territorio de la Nación
Argentina, porque esta afirmación es parte del derecho de autodeterminación y
de nuestra soberanía.
“La Nación Argentina, consecuente con la lucha y aspiraciones de los
libertadores del continente suramericano, propicia la unidad e integración
política, económica, social y cultural de los pueblos del continente.”
“La Nación Argentina ejerce soberanía, la que se asienta en su
territorio continental y de las Islas Malvinas y del Atlántico Sur, así como en el
Sector Antártico. Ejerce dominio pleno, imprescriptible e irrenunciable sobre
dicho territorio, así como sobre el mar territorial y el espacio aéreo sobre el
territorio continental, de las islas, antártico y el mar territorial.”
“Los símbolos de la nacionalidad son la bandera Argentina, el escudo
nacional y el Himno Nacional, generados en su decurso histórico.”
En cuanto a la política de derechos humanos, la Argentina ha
ratificado los más importantes tratados internacionales de derechos humanos y
ha generado un mecanismo, en la reforma constitucional del año 1994, para su
incorporación, a través del Congreso de la Nación, con una mayoría calificada
para así operarlo. Enhorabuena que así se haya hecho.
La política de derechos humanos significa poner en conexión la
necesidad que subyace a cada enunciado normativo con la satisfacción social de
esa necesidad. Esto es política de derechos humanos; no solamente alimentar un
- 141 -
limbo normativo, un mundo ideal kantiano donde se enuncia la perfección de la
condición humana a través de los derechos humanos, sino el llevarlos a la
realidad de la vida material y cotidiana. Esto es lo que nosotros entendemos por
política de derechos humanos y que frente a algunos que hoy manifiestan:
“…que ya la Argentina ha hecho todo en función de la ratificación de los pactos,
que no se necesita ni se puede más…”, nosotros decimos: enhorabuena que los
hayamos ratificado e incorporado y generado un mecanismo para su
incorporación con jerarquía de cláusula constitucional. Pero la política es algo
más que poner carteles que anuncian los derechos; es la obra de ingeniería social
que realiza esos derechos en el mundo material y cotidiano.
Por eso decimos:
“Los derechos humanos reconocidos por la Constitución Nacional y
los tratados internacionales de derechos humanos incorporados o a incorporarse
conforme al mecanismo previsto por su artículo 75 inciso 22, son la ley suprema
de la Nación Argentina y a ellos deberán adecuarse los demás tratados
internacionales, leyes de la Nación y las disposiciones normativas de los
gobiernos locales.”
“El reconocimiento de los derechos humanos comporta para la
Nación Argentina, comprendidos tantos su gobierno nacional y los gobiernos
locales como para los particulares y entidades de derecho privado, el
aseguramiento del acceso y la efectividad plena de esos derechos para todos los
habitantes de la Nación Argentina.”
“A ese fin, el gobierno nacional y los gobiernos locales, al igual que los
particulares y entidades de derecho privado, adoptarán medidas positivas para
dicho acceso, cuidando asimismo de no afectar el legítimo uso y goce de los
derechos de los habitantes de la Nación Argentina.”
“En todo proceso de interpretación y creación del derecho, sea en
sede judicial o administrativa nacional o local, o por actos del derecho privado, se
- 142 -
hará de modo de favorecer la realización del derecho humano reconocido en la
normativa vigente.”
“El gobierno nacional y los gobiernos locales adoptarán las medidas
necesarias para remover todos los obstáculos que impidan de hecho a los
habitantes de la Nación Argentina el pleno uso y goce de los derechos
reconocidos y su participación en el debate y la toma de decisiones que
conciernen a la gestión y efectividad de esos derechos.”
Tutela de los recursos y riquezas naturales. No voy a ingresar al
espinoso tema del artículo 124 de la Constitución Nacional (propiedad originaria
de las provincias sobre los recursos y riquezas naturales existentes en su
territorio), sino que basándome en los enunciados de los Pactos Internacionales
de Naciones Unidas, tanto el de los Derechos Civiles y Políticos, como el de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en sus cláusulas 1.2, voy a decir,
sustentado en ellos que:
“Los recursos y riquezas naturales que se encuentran en el territorio y
mar territorial de la Nación Argentina son de titularidad exclusiva del pueblo de
la Nación Argentina.”
Después nos vamos a pelear un poco –con los provincianos- sobre la
jurisdicción y quién decide.
Pueblo de la Nación Argentina, ni el gobierno ni el Estado: el pueblo
de la Nación Argentina. Eso dicen los pactos internacionales y no vamos a
introducir formulaciones constitucionales por debajo de lo que dicen los pactos
internacionales.
Protegemos al orden público constitucional estableciendo que:
“Todos los contenidos de la Constitución Nacional conforman el
orden público constitucional y serán insanablemente nulos los actos de
autoridades o particulares que intenten afectar sus disposiciones.”
Nuestra integración con Latinoamérica, el Caribe y el mundo:
- 143 -
“La Nación Argentina propendrá a la integración política, social,
económica, financiera, cultural y tecnológica, a la defensa de la integridad
territorial y de la paz del continente latinoamericano y del Caribe así como a la
efectiva titularidad de sus pueblos sobre el conjunto de sus recursos y riquezas
naturales, impulsando el desarrollo humano y social sustentable, cuidando de no
afectar el equilibrio de la naturaleza ni perjudicar a las generaciones venideras.”
“Sobre la base de la igualdad efectiva de trato, la Nación Argentina
propiciará asimismo la integración con todos los países del mundo, respetuosos
de los valores antes enunciados, sin admitir forma alguna de colonialismo o
neocolonialismo, ni sujeción a dictados o directivas de órganos o entidades
supranacionales que puedan afectar su soberanía plena y el derecho de
autodeterminación de su pueblo.”
Quiero destacar que el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación,
en su artículo 235, ha ampliado la nómina de los bienes pertenecientes al
dominio público. Voy a dar lectura a los dos incisos en que esto se contempla.
El inciso a) dice: "el mar territorial hasta la distancia que determinen los tratados
internacionales y la legislación especial, sin perjuicio del poder jurisdiccional
sobre la zona contigua, la zona económica exclusiva y la plataforma continental.
Se entiende por mar territorial el agua, el lecho y el subsuelo."
Por su parte, el inciso e) establece: "el espacio aéreo subyacente al
territorio y a las aguas jurisdiccionales de la Nación Argentina, de conformidad
con los tratados internacionales y la legislación especial."
Como hoy es el día siguiente a la conmemoración de la soberanía
argentina sobre las Islas Malvinas y del Atlántico Sur, quiero dejar señalado que
estos incisos a que he dado lectura son un argumento jurídico más, en resguardo
de esa soberanía inclaudicable del pueblo argentino.
Soberanía legislativa y jurisdiccional. Hoy hemos escuchado en
palabras de Alfredo Zaiat la situación en que estamos por haberse adoptado
convenios, los tratados bilaterales de inversión y de protección de inversiones
- 144 -
extranjeras, que han sometido nuestra soberanía legislativa y jurisdiccional.
Probablemente alguno me pregunte: ¿por qué la soberanía legislativa? En todo
caso, sería la soberanía jurisdiccional. Pero podemos decir con conocimiento de
causa que cuando entregamos la soberanía jurisdiccional, también estamos
cercenando nuestra soberanía legislativa, porque ningún tribunal extranjero o
supranacional aplica nuestras normas generales, las leyes de la Nación,
precisamente en aquellos que son los contratos de mayor importancia económica
para el pueblo de la Nación Argentina.
Por lo tanto, esos convenios y tratados han configurado
inquebrantable lesión al artículo 27 de la Constitución Nacional, que señala que
los tratados con las potencias extranjeras no pueden afectar el orden público
constitucional.
Esos tratados comportan también quiebre de las potestades del
Poder Legislativo de la Nación, porque le arrancan un tramo del artículo 75
inciso 12 y le arrancan al Poder Ejecutivo, que es poder colegislador, facultades
contempladas por el artículo 99 de la Constitución Nacional.
A ello debe agregarse el cercenamiento de la potestad del Poder
Judicial de la Nación Argentina de conocer en todas las causas que versen sobre
puntos regidos por la Constitución, las leyes y los tratados.
De manera que todo este espectro normativo constitucional se ve
afectado por estas disposiciones que son de rango inferior. Cuando digo de rango
inferior, me hago cargo de lo que dice, textualmente, el inciso 22 del artículo 75
de la Constitución. Los que tienen rango mayor son los tratados internacionales
de derechos humanos; los otros tratados tienen jerarquía superior a las leyes,
pero por debajo de la Constitución Nacional y de los tratados internacionales de
derechos humanos.
En estos tratados internacionales de derechos humanos así como en la
Constitución, particularmente en su artículo 33, se habla de soberanía y de
derecho de autodeterminación e independencia económica. Todo tratado que se
- 145 -
haga con otro país por razones de comercio y de inversión tendrá que ajustarse a
la supremacía de la Constitución y de los tratados internacionales de derechos
humanos.
Esa -y no otra- es la lectura del artículo 75 inciso 22 de la Constitución
Nacional. No hay ningún Tratado Bilateral, ni el Convenio CIADI, que sean
respetuosos de esta estructura jerárquica que hemos incorporado en la reforma
constitucional de 1994.
Sabemos que pueblos y gobiernos de Latinoamérica han denunciado
sus compromisos y sumisiones generadas a través de los tratados bilaterales y del
convenio CIADI. Somos de los que sostenemos que hay que avanzar un paso
más. La sola denuncia posibilita, igualmente, una supervivencia, prevista en los
tratados bilaterales, de diez años, por lo cual estamos propiciando la anulación
de las cláusulas por las que se somete la soberanía legislativa y jurisdiccional de
los estados nacionales. Porque eso es lo que dicen nuestros textos
constitucionales, porque eso es lo que dicen los tratados internacionales de
derechos humanos. No solamente Argentina, sino todos los países de
Latinoamérica, los han incorporado con la jerarquía aquí descripta.
Es en nombre de esta supremacía de la Constitución y de las
convenciones que efectivamente debe disponerse la nulidad, porque esos
tratados han sido actos de fuerza y de sometimiento, y tienen la misma historia
que –en nuestro país-, las leyes de punto final y de obediencia debida. Así como
este Gobierno reaccionó frente a esas leyes de sumisión a la impunidad de las
responsabilidades del Estado terrorista, también tendremos que buscar ese
camino para recuperar nuestra soberanía legislativa y jurisdiccional.
Debe ser, el de la soberanía legislativa y jurisdiccional, un principio
que se tendrá que consagrar en la futura Constitución, estableciendo que no
habrá convenio por el que aquellos actos jurídicos que deben realizarse o
producir efectos en territorio de la Nación Argentina queden sometidos a ley o
jurisdicción extranjera.
- 146 -
Continuando con esa enfermedad infantil del optimismo, hemos
entregado nuevamente al Congreso de la Nación un proyecto elaborado con
varios colegas donde se establecen los presupuestos normativos para anular el
artículo 1 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, que es donde
claudicamos el principio de territorialidad de la ley y jurisdicción nacionales,
proyecto legisferante donde se establecen los mecanismos para proceder a la
nulificación de los tratados y de las normas por las que se ha sometido esa
soberanía legislativa y jurisdiccional.
Creo que un jurista que esté convocado a un debate sobre el concepto
de soberanía no puede soslayar este tema. Esto debería ser parte del dogma, de
la formación de los juristas, y expresión de su compromiso y pertenencia a esta
Latinoamérica y a esta querida patria argentina.
Como cierre quiero citar a Max Weber. Decía el bueno de Marx
Weber:
"Es una verdad probada por la experiencia histórica que en este
mundo sólo se consigue lo posible si una y otra vez se lucha por lo imposible."
Muchas gracias.
- 147 -
SOBERANÍA, SERVICIOS PÚBLICOS Y RECURSOS
NATURALES
Por Ismael Mata
En primer lugar, quiero agradecer a mi querida amiga la doctora
Abbona por esta generosa invitación para participar en este encuentro,
acompañado por tan destacados profesionales y un brillante coordinador y
amigo.
Los tres temas, soberanía, servicios públicos y recursos naturales
los veo naturalmente articulados, y trataré de demostrarlo a lo largo de la
exposición.
La visión tradicional de la soberanía que todos conocemos señala
que el Estado moderno constituye una organización política global en la medida
que su potestad jurídica se extiende sobre todas las personas y grupos sociales
situados en un ámbito territorial determinado.
- 148 -
De la caracterización del Estado considero que deben excluirse
algunas nociones ambiguas y ajenas al sistema jurídico como la del poder político
supremo, con la indefensión que este contenido significa, contenido
indeterminado y variable, según las circunstancias y la posición ideológica del
intérprete. Aunque me permito señalar que el concepto de supremo incluido en
nuestro texto constitucional tiene una significación jurídica, precisa como la
atribución del presidente de la jefatura suprema de la Nación, ya que tiene el
significado institucional que por supuesto nada tiene que ver con la supremacía
que se atribuían algunos caudillos locales luego de nuestra independencia.
La posición de supremacía constitucional se refiere a la
representación de la Nación ante la comunidad internacional y los gobiernos
autónomos de las provincias, a la competencia para asegurar el funcionamiento
de los otros dos poderes mediante su participación en la formación de las leyes,
en la apertura de las sesiones del Congreso o a la convocatoria de sesiones
extraordinarias, el nombramiento de los jueces de la Corte Suprema, los
nombramientos en comisión durante el receso del Senado, etcétera.
La posición de supremacía, sin perjuicio de los controles del
Congreso, lo habilita al presidente para el dictado de decretos de necesidad y
urgencia y de normas de delegación legislativa. Esto hace que la posición de
supremacía no sea atribución de potestades sino de prerrogativas. La
prerrogativa difiere de la potestad porque la prerrogativa se refiere a la relación
entre poderes.
En el siglo XVI Jean Bodin escribía que la República tenía una
potestad soberana, es decir una sobrevaloración de la soberanía porque la
consignaba de carácter absoluto y perpetuo que se ejerce sobre los súbditos
ciudadanos sin restricciones legales. A veces, se utilizan elementos extrajurídicos
para garantizar la soberanía y se dice que es una energía que se traduce en la
relación de mando y obediencia global y suprema, y tiende a establecer un orden
socio-jurídico y una organización sobre la base de la idea política dominante de la
- 149 -
sociedad. Este es el concepto de Carl Schimitt. Una organización política global
del Estado requiere tres componentes básicos: población, territorio y quien ejerza
potestad desde una posición de supremacía, lo cual conlleva a distinguir la
institución gobierno como centro de imputación potestativa al más alto nivel
jerárquico dentro de la organización Estado.
En palabras de Kelsen: "El Estado en su carácter de organización
política global es la personificación del orden jurídico." Más aún, el Estado y el
derecho tienen idéntico carácter.
Al Estado se le atribuye un alto grado de libertad para la toma de
decisiones, atributo que se conoce con el nombre de soberanía, concepto
controvertido en el ámbito del derecho público y que suele estar conectado a una
fuerte carga emocional pero que, sin embargo, permitió a partir del siglo XV la
consolidación de los Estados modernos, aunque también en forma deplorable
sirvió de pretexto para gravísimas violaciones de los derechos humanos.
La titularidad de la soberanía implica la supremacía en el orden
interno y la independencia frente a la comunidad internacional y en general ante
cualquier poder externo.
En este sentido, está claro que cuando la Constitución Nacional, en
su artículo 31 expresa que, “esta Constitución, las leyes de la nación que en su
consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias
extranjeras son la ley suprema de la Nación”, la titularidad de la soberanía
corresponde al grupo humano que compone el Estado, es decir, el pueblo, el cual
delibera y gobierna por medio de sus representantes y autoridades, quienes
ejercitan las potestades propias de la soberanía en representación del pueblo,
conforme al modelo republicano, constitucional y democrático de nuestro
sistema jurídico.
No obstante, este ejercicio delegado de la soberanía debe articularse
con el sufragio, el derecho de iniciativa, la consulta popular, la participación
necesaria de las asociaciones de consumidores y usuarios de bienes y servicios, en
- 150 -
los organismos de control y los numerosos casos de participación ciudadana que
están previstos en numerosas leyes.
Por otra parte, la independencia de la acción soberana se
condiciona con la participación del Estado en organizaciones internacionales que
aspiran a asegurar una convivencia pacífica entre las naciones, a la cooperación
en sus variados aspectos, y especialmente a la protección de los derechos
humanos, incluso con posibilidad de que su violación sea juzgada por tribunales
internacionales o aun de otros países.
Así como las mencionadas relaciones de su estructura que genera la
soberanía -presuponen una vinculación libre-, no puede dejar de señalarse que la
autonomía de las naciones se ve agredida por muy fuertes factores negativos de
origen externo, presentando en muchos casos una marcada vulnerabilidad estatal,
como acontece con las acciones del terrorismo, el narcotráfico, la trata de
personas y el crimen organizado, que incluye también los delitos económicos.
Hay un caso que se presenta como particularmente complejo, que
es la articulación de la soberanía con ese conjunto de fenómenos o circunstancias
de rápida expansión que inciden sobre la vida pública y privada de los países
denominado globalización, y que principalmente consiste en el acceso a las
economías nacionales de los bienes, servicios y capitales de origen extranjero.
Según la definición que propuso en este ámbito Hollande François,
globalización es el proceso histórico marcado por la intensificación y la
aceleración de las comunicaciones y los intercambios internacionales, el
desarrollo de las relaciones transnacionales y el florecimiento de sistemas de
solidaridad y de intercambio desterritorializados.
El fenómeno de la globalización está íntimamente conectado con la
explosión de la información ya que el avance de la tecnología produjo el pasaje
de la sociedad industrial a un nuevo modelo basado en el conocimiento y las
telecomunicaciones llamado sociedad de la información, que se configura por el
fenómeno de la convergencia tecnológica, o sea la concentración en la red de
- 151 -
redes -internet- de la mayor parte de las actividades económicas y financieras,
permitiendo la circulación global de inmensos volúmenes de información a la que
se puede acceder en forma instantánea.
Tal circunstancia da lugar a la constitución del hiper-sector de la
información transformándola en un bien público de carácter universal.
Como puede advertirse, la búsqueda de mejores negocios por las
empresas con base en el armado de procesos productivos a escala mundial y el
rápido flujo de la información, genera que una misma empresa pueda actuar en
varios países desde un centro de decisión unificado. En esa línea, grandes
empresas como Coca-Cola, IBM o Ford están presentes en numerosos países en
los cuales la mano de obra es barata, los mercados son amplios y los controles o
regulaciones públicas tienen una marcada debilidad.
Cabe destacar que en las dos últimas décadas, en el siglo pasado las
inversiones en el extranjero crecieron diez veces, con un dato importante: dicho
crecimiento comercial fue superior al de la producción. Quienes defienden la
globalización señalan que su presencia ha permitido la formación de un mercado
equilibrado con beneficios que se derraman hacia la población. Sin embargo, hay
enormes grupos sociales, como los asalariados y los agricultores, así como países
menos desarrollados, que no pueden afrontar el impacto de la competencia
externa. La controversia también se da al más alto nivel de la teoría económica
ya que Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía y ex economista del Banco
Mundial, critica las soluciones que en los 90 aconsejó el Fondo Monetario para
las crisis de los países emergentes, señalando que resultaban "arcaicas e
inadaptadas" y "no tenían en cuenta los efectos que podían provocar sobre la
población”. Añade que "el Consenso de Washington con la imposición a los
gobiernos de aceptar la entrada libre de capitales extranjeros provoca conflictos
insostenibles ya que obliga a políticas restrictivas que originan recesión”.
Desde la vereda de enfrente, el economista Kenneth Rogoff,
consejero del Fondo Monetario, señala que las soluciones que propone Joseph
- 152 -
Stiglitz, el incremento del déficit público y de la masa monetaria, no solo habría
conducido a los países que estaban al borde de la quiebra a una inflación
descontrolada sino que habría destruido el crecimiento y arruinado las
poblaciones más pobres. El interrogante que entonces se plantea es si resulta
posible otro modelo de globalización, ya que ésta parece ineludible.
Pero antes de avanzar en otro modelo de globalización es
importante referirnos al componente cultural de la globalización, ya que viene a
sumarse con una fuerte incidencia a los factores de tecnología, comunicación y
económico-financiero. Las estrategias de dominación a través de la globalización
no emplean, como en el pasado, ejércitos, naves de guerra o líderes locales
subordinados. Actualmente, en cambio, hay que tener particularmente en cuenta
el impacto de los mensajes culturales que modifican la vida individual y social,
como acontece por ejemplo a través de la moda y el estímulo de hábitos de
consumo y la exportación del lujo.
Conviene recordar que la cultura consiste en el perfil de identidad
de todas las sociedades y que se integra con tres componentes, que son las
creencias, los comportamientos y los supuestos.
El primero de ellos está formado por el conjunto de valores y
expectativas conscientes o inconscientes con un cierto contenido emocional que
sirven de referencia para que las personas consideren lo que es bueno o malo,
verdadero o falso. En definitiva, se trata de una fuente de emisión de mensajes
sobre lo que se debe pensar, decir y hacer.
El comportamiento es la manifestación objetiva de la creencia. A
título de ejemplo, los muy jóvenes del sector público, nos distinguimos por no
usar más corbata, aunque en mi caso debo confesar que todavía lo estoy
considerando porque no puedo liberarme del mandato de prolijidad que me
inculcó mi madre. El último componente de la cultura serían los supuestos o las
razones o pretextos que se invocan para adoptar ciertas creencias o para actuar
de cierto modo.
- 153 -
Resulta fácil advertir la fuerte influencia que tiene sobre las
culturales nacionales originarias, que son el producto de la historia, las luchas y el
esfuerzo de las generaciones locales, el impacto que la globalización tiene sobre
ellas y los aparatos de publicidad y propaganda que provienen del exterior y
como componentes de la globalización.
Entonces, aparece la necesidad de lograr el delicado equilibrio entre
la apertura hacia los valores positivos del exterior, como parte del
multiculturalismo de la comunidad internacional o regional, y la preservación de
la cultura como rasgo de identidad nacional.
Creo que es posible otro modelo de globalización, y se trata de una
importante tarea pendiente. En tal sentido han trabajado distintos movimientos
como sindicatos de trabajadores, asociaciones de agricultores, ONGs que se
oponen a una globalización liberal que se atienen solo a los mecanismos de
mercado.
En esa línea, en el Foro Social realizado en Porto Alegre en 2002 se
pronunciaron algunas medidas como aplicar movimiento internacional de
capitales, una tasa para las transacciones que tengan lugar en los mercados
cambiarios, conocida como la Tasa Tobin, propuesta por un economista
norteamericano que fue Premio Nobel. Con esto se trata de reducir la volatilidad
de dichos mercados y prevenir la crisis cambiaria.
Del mismo modo, se propugnó la eliminación de los paraísos
fiscales, excluir la negociación sobre la agricultura en la OMC, el restablecimiento
de la protección sobre las importaciones, la prohibición de subvenciones a los
productos agrícolas por los países industrializados, entre otras medidas, y en
especial la creación de un sistema de gobernabilidad mundial y el fortalecimiento
de los mercados regionales.
La prestación de los servicios públicos es el segundo tema
vinculado con la soberanía y la política de subrogación, tanto en el orden local
como en el ámbito internacional, están comprendidos por distintas causas en
- 154 -
procesos de integración con un complejo programa de articulación que exige una
eficaz respuesta jurídica. La soberanía se condiciona de modo convencional por
medio de procesos de integración en los servicios públicos con causa en factores
económicos, técnicos y físicos.
Como punto de partida, cabe señalar que en la prestación de los
mismos el operador aspira a minimizar sus costos, circunstancia que posibilita
mejorar sus beneficios y mediante la acción reguladora del Estado posibilitar que
los usuarios paguen tarifas justas acorde con su capacidad de contribución,
economías de escala, de alcance o de aglomeración.
Pero también conviene agregar que el monopolio natural de los
servicios públicos es también llamado bueno, porque justifica la economía en el
uso de recursos, que se produce con una única infraestructura de prestación,
como en el caso del agua, o su uso por varios operadores, como acontece con la
reciente legislación ferroviaria, en donde se creó una empresa de infraestructura y
otra operadora de carga y pasajeros, y la reciente ley de recreación de
Ferrocarriles Argentinos, que mantuvo la política del acceso abierto en el uso del
sistema ferroviario. Estos son mecanismos de integración.
La integración transfronteriza de los servicios públicos puede estar
originada por razones técnicas a través de la interconexión, sobre todo si se da la
cercanía entre los países, y esto aconseja ahorrar en costos de infraestructura. En
tal sentido, podemos recordar que en nuestro país funciona una red eléctrica
nacional, el llamado Sistema Argentino de Interconexión, que constituye la base
para la interconexión con países limítrofes.
En materia de telecomunicaciones, la integración tiene lugar por
medio de la convergencia tecnológica que consiste en el desarrollo de la
infraestructura del servicio con capacidad para adquirir, procesar, transportar y
presentar en forma simultánea voz, datos e imagen a través de una misma red
con terminales integradas. En este aspecto se desarrolla una tendencia hacia las
regulaciones internacionales, como las directivas de la Unión Europea, así como
- 155 -
la iniciativa de establecer un regulador mundial, tema que forma parte de la
agenda de la OMC.
De más está decir que los factores físicos son muy importantes para
la interconexión de los servicios públicos, en especial con países limítrofes. La
fuente de agua de un río internacional sirve para la provisión del servicio de agua
potable, y correlativamente necesita de su control, si funciona como cuerpo
receptor para el vertido de líquidos residuales. Asimismo, necesita una regulación
concertada para la gestión del recurso hídrico, que tiene un uso múltiple. Por lo
general, esto se atribuye a autoridades de cuenca.
En relación con el servicio de electricidad, la región consumió en
2014 el equivalente a 4.600 millones barriles de petróleo, y esa cantidad seguirá
en aumento. Aunque se prevé un moderado aumento del 3 por ciento de
crecimiento en los próximos años, no se descarta un posible panorama de crisis y
la consecuente necesidad de reformas. Una de éstas es la conexión entre los
sistemas eléctricos de los países.
El crecimiento demográfico y el correlativo aumento de la
producción generan fuertes riesgos de problemas ambientales que exigen
procedimientos internacionales de concertación para preservar los bienes
naturales del planeta. En otras palabras, resulta menester la creación de nuevos
mecanismos de gobernabilidad global.
La población mundial, que era de 6.000 millones en 2000 se llevará
a 8.100 en 2030, con una tasa que disminuirá en los casos de la tríada de Europa,
Japón y América del Norte, y crecerá en Asia, Latinoamérica, África y Oriente
Medio. Por su parte, la producción mundial se calcula que será similar a los
últimos treinta años del siglo pasado, o sea que crecerá con una media anual del 3
por ciento. Hacia el año 2030 el aumento de la producción no logrará equilibrar
las diferencias del nivel de vida de dichos países en desarrollo ya que, por
ejemplo, se calcula en ese año el PBI per cápita del África Subsahariana estará
situado en el 5 por ciento del que corresponde a los Estados Unidos.
- 156 -
Un crecimiento de la producción solo librado a las reglas del
mercado provoca el riesgo que ya se había señalado en el Club de Roma del
agotamiento de los recursos naturales y una degradación irreversible del medio
ambiente. Tal peligro ha generado el concepto de desarrollo sustentable o
sostenible, que consiste, según la definición usual, en permitir a la actual
generación responder a las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de futuras generaciones para responder a sus propias necesidades.
Por lo tanto, la soberanía de los países debe abrirse para adoptar
decisiones concertadas y cumplirlas efectivamente en los aspectos sociales,
económicos y ambientales, ya que está en juego la conservación de la vida
humana. Esto hace que haya un control sobre las externalidades y el bien
ambiental se transforma en un bien público de carácter universal o mundial. Y
estos servicios públicos pueden generar externalidades positivas o negativas.
Los bienes públicos, entonces, serían una aspiración de una
comunidad a nivel global, y hay ciertos bienes que están evolucionando hacia la
categoría de público universal en la medida en que los Estados asumen la
responsabilidad de asegurar a todos sus habitantes la provisión, como acontece
con la salud y la educación.
El daño al ambiente puede no solo lesionar derechos individuales
como la propiedad o a la salud sino también bienes jurídicos colectivos que
constituyen intereses vitales para la sociedad y de índole intergeneracional, tal
como acontece con los hechos de polución y agotamiento de los recursos
naturales, el efecto invernadero, el deterioro de la capa de ozono, los cuales
quedarían exentos de protección jurídica si fuera menester la lesión de un
derecho subjetivo para justificar la intervención tuitiva de los Estados.
En síntesis, Joseph Stiglitz expresa que no puede negarse que la
globalización está para quedarse y la cuestión está en cómo hacerla funcionar en
positivo. Las posibles reformas procurarían dotarla de un rostro más humano,
haciéndola más justa y eficaz para elevar los niveles de vida, especialmente de los
- 157 -
pobres, ya que no se trata solamente de cambiar la estructura de las instituciones.
Podemos discutir el papel del Estado en la economía; no hay ninguna de que
debe ser regulador de los mercados. Cabe la discusión si es bueno que haya
empresas públicas que compitan en el mercado. Esta es una discusión, pero no
cabe duda de que el Estado debe asumir papeles empresarios cuando se trata de
incentivar actividades de crecimiento y promoción. Aquella figura del Estado
pionero en nuestro país tuvo tan dignos representantes en materia de energía y
siderurgia, como los casos de los generales Savio y Mosconi. Allí el papel del
Estado es indispensable ya que habitualmente en estas actividades de promoción
de futuras industrias no hay suficiente interés del capital privado.
Por último, el papa Francisco señala un panorama muy complicado
sobre la situación de la desigualdad social en el mundo en la encíclica “La Alegría
del Evangelio”. Ahí el pontífice expresa: "No se puede olvidar que la mayoría de
los hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente el día a día con
consecuencias funestas. La alegría de vivir frecuentemente se apaga; la falta de
respeto y la violencia crecen; la inseguridad es cada vez más patente. Hay que
luchar para vivir, y a menudo para vivir con poca dignidad. Hoy tenemos que
decir no a una economía de la exclusión y la inseguridad. No puede ser que no
sea noticia que muera de frío un anciano en situación de calle y que sí lo sea una
caída de 2 puntos de la Bolsa. Eso es exclusión. Algunos todavía defienden las
teorías del derrame, que suponen que todo crecimiento económico favorecido
por la libertad de mercado logra provocar por sí mismo mayor equidad e
inclusión en el mundo. Esa opinión, jamás confirmada por los hechos, expresa
una confianza ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico.
Mientras tanto, los excluidos siguen esperando."
Muchas gracias.
- 158 -
- 159 -
LA SOBERANÍA Y EL ROL DEL ESTADO
Por Jorge Francisco Cholvis
Muchas gracias, doctora Abbona y miembros de la Procuración del
Tesoro de la Nación, por haber impulsado esta importante iniciativa en la lucha
que están brindando los pueblos en nuestro tiempo contemporáneo.
Por ello estamos en la senda que iniciaron los patriotas fundadores,
todos aquellos otros hombres y mujeres que en la historia de los pueblos
suramericanos y latinoamericanos bregaron por la independencia de sus naciones
y por la felicidad de sus pueblos.
Pero también estamos en este acto efectivizando el compromiso
con todos aquellos compañeros que dieron su vida por la lucha de un país
soberano digno e independiente, por un mundo mejor y por la felicidad del
pueblo. A todos ellos les decimos presente puesto que nos acompañan en este
- 160 -
camino que tenemos emprendido en la República Argentina a partir de la
conducción del presidente Kirchner y actualmente por Cristina.
En este tiempo de bicentenarios que estamos viviendo casi
podríamos decir que traspolamos esas luchas originarias y las traemos a nuestro
tiempo contemporáneo. El 29 de junio de 1815 en el Arroyo de la China, en el
Congreso de Oriente Artigas impulsó la independencia de nuestras tierras, y su
pensamiento venía ya transitando desde 1813 en las instrucciones que envió a la
Asamblea Constituyente, cuyas tres máximas fueron independencia, soberanía y
Constitución, por lo cual todavía estamos bregando en nuestra senda que nos
han marcado todos estos patriotas.
El derecho es resultado de política y de la lucha de los pueblos. El
derecho es una categoría histórica. En función de ello ha transitado distintas
etapas, ha llevado a distintas concepciones políticas y sociales en función de los
intereses de los pueblos o de las oligarquías que sometían a esos pueblos.
En este tiempo contemporáneo estamos confrontando con las
expresiones del neoliberalismo que se ha instalado en la década del 90 con sus
prolegómenos de las etapas del golpe de Estado cívico militar de 1976. Ese
neoliberalismo ha mercantilizado los derechos, ha debilitado el rol de los
derechos, y ha marginado la acción del Estado en el proceso económico y social.
En ese neoliberalismo se compraba la educación, la salud y la vivienda, los
derechos eran producto del mercado; no eran los derechos que hacen a la plena
dignidad humana y que estamos bregando por consolidar.
El postneoliberalismo que estamos construyendo, que se expresa
en distintos avanzados procesos políticos suramericanos, -tal el caso de Bolivia,
Ecuador y Venezuela-, tiende a hacer efectivo esos derechos de los pueblos y la
soberanía de nuestras naciones en el marco de una integración como arma
poderosa para hacer efectiva la soberanía y los derechos.
Por tanto, en mi concepto es indispensable remarcar la relación que
existe entre el proyecto nacional y popular y la Constitución. En la vida hay
- 161 -
distintos tipos de proyectos -urbanísticos, edilicios, de transporte-, pero el
proyecto social y político es el determinante en la vida de los pueblos. Por ello,
según esta característica, por incidir en la cuestión social, económica y cultural, lo
calificamos de proyecto nacional y popular. En consecuencia debe existir una
directa relación entre el proyecto nacional y la Constitución puesto que es
indispensable que sepamos, cuando hablamos de Constitución, que estamos
hablando de un proyecto político, no solamente de una expresión jurídica.
Cuando hablamos de Constitución, estamos hablando de un concepto complejo
donde en su base encontramos la faz económica y social, y en su vértice la faz
jurídico institucional.
Como enseñaba Sampay, cuando hablamos de Constitución,
debemos tener bien claro el proceso histórico que llevó a la sanción de una
Constitución y a su vez tener bien claras las relaciones de fuerza que se
expresaron en dicho momento para hacer efectivo ese texto constitucional.
Es indispensable tener presente la Constitución real sociológica y
dinámica, que es la determinante en la vida de los pueblos, y la Constitución
jurídica escrita, que es la legalización de esa Constitución real. Por tanto, el
debate que estamos proponiendo en nuestra realidad contemporánea es el marco
de la Constitución real, es en el marco donde dirimen su fuerza los valores reales
y efectivos de poder, y es en ese marco donde debemos analizar el tema
constitucional.
Esto se ha dado en la vida de los pueblos de distintas formas, con
sus propias características, donde esos factores internos y externos, que son los
que dirimen la esfera de la Constitución real, son los que van posibilitando o no
los altos objetivos que se marcan los pueblos para el buen vivir. Por ello
debemos señalar que los tiempos históricos van definiendo genealogías y
generaciones constitucionales con sus respectivos modelos.
La Constitución histórica de mediados del siglo XIX fue la
expresión del modelo liberal que tenía su auge en dicho tiempo histórico. Esa
- 162 -
Constitución histórica fue la que marcó las pautas para el desarrollo capitalista
liberal cuando ese capitalismo se hallaba en su faz concurrencial de desarrollo.
Por ello esa Constitución histórica en su parte dogmática instituye las normas de
política económica constitucional, para hacer efectivo ese esquema liberal.
Esto lo voy a fundamentar debidamente con el propio pensamiento
del mentor de dicho proyecto. Juan Bautista Alberdi en su obra "Bases y puntos
de partida para la organización política de la Nación" en la advertencia a la
segunda edición señaló que ese libro en realidad no debería haber tenido dicha
denominación. En la edición señaló que ese libro debía haberse denominado, si
no es que lo consideraba pretencioso, medios de libertad de orden y de progreso
para las repúblicas americanas de origen español.
La segunda obra que voy a mencionar fundando esta razón, que fue
escrita un año después de sancionada la Constitución histórica, es decir 1854, "El
sistema económico y rentístico" señala dos cosas importantes para este debate.
Una Constitución no tiene una teoría económica; la presupone. Lo que tiene una
Constitución son normas de política económica, son los medios, son los
instrumentos, aquellos medios e instrumentos que llevaba el liberalismo a
mediados del siglo XIX en la faz concurrencial de desarrollo capitalista liberal.
Por tanto, es indispensable que vayamos teniendo en claro los
objetivos y los medios, como bien señaló ayer el ministro Kicillof. Ese esquema
liberal del siglo XIX no pudo aplicarse ni de inmediato ni íntegramente por una
serie de circunstancias históricas que me va a ser imposible desarrollar en este
momento, tal el caso de la separación de la provincia de Buenos Aires, el tema de
la Aduana, del puerto, la guerra de la triple infamia y la capitalización de la ciudad
de Buenos Aires.
Cuando dicho esquema se pone en práctica, ya el capitalismo había
cambiado su conformación, de su faz concurrencial había ingresado a su faz
monopólica organizada, el capitalismo organizado, el capitalismo imperialista,
- 163 -
cuya última expresión bien lo señalaba también ayer Bernardo Kliksberg, es el
capitalismo dinástico. Ahí ha llegado.
Pero también ese esquema, que en realidad conformaba un
principio de democracia parcial y aristocrática, se ve confrontado con la
presencia de nuevos sectores sociales y políticos en la vida de los pueblos. Ello
se ve claro en nuestro país por la revolución de 1890, por la presencia del
radicalismo y de su líder el presidente Hipólito Yrigoyen, que llevó a la sanción
de las leyes electorales que institucionalizaron el voto universal masculino -como
dicen bien muchas amigas y compañeras-, universal, obligatorio y secreto. A
través de ese esquema el pueblo tenía la posibilidad de acceder a los poderes de
gobierno.
Ahí hace crisis el esquema constitucional histórico, amén de la crisis
económica que vivía el mundo en ese momento. Ahí comenzó el golpe de
Estado para retrotraer la interpretación constitucional, puesto que es
imprescindible también tener en cuenta que cuando hablamos de Constitución
real y Constitución escrita jurídica, escrita o formal, en el medio tenemos la
interpretación constitucional. Toda medida política refleja un criterio
constitucional, y a su vez toda decisión institucional o política tiene un criterio
constitucional y político. Esa es la interpretación constitucional que tiende a
efectivizar, o no efectivizar, los grandes objetivos del pueblo.
Por ello en el tiempo del golpe de Estado del 6 de septiembre de
1930 confronta la interpretación constitucional. A través de una interpretación
dinámica del texto constitucional, el presidente Yrigoyen impulsaba un proyecto
distinto. No voy a enumerar todas las iniciativas y actitudes que había tomado el
presidente Yrigoyen sino que solamente voy a hacer precisa una de ellas, que es
el debate que se dio en la Cámara de Diputados por la ley de nacionalización o
estatización de los hidrocarburos en su exploración, explotación,
comercialización y distribución.
- 164 -
En 1927 la Cámara de Diputados de la Nación aprobó ese proyecto
de ley. Pero hubo un punto que no se cumplió del acuerdo de Yrigoyen - Roque
Sáenz Peña, que fue la intervención de las provincias, puesto que Yrigoyen veía
que ahí se iba a encontrar el obstáculo que le iban a crear las oligarquías lugareñas
representadas en el Senado de la Nación. Como no se llevó a cabo esa
intervención y como siguieron esas oligarquías presentes en el Senado de la
Nación, ello fue el motivo principal de la confrontación que tuvo Yrigoyen con
los sectores dominantes. Por ello Yrigoyen planteó todos los años en el Senado
de la Nación que se tratara la ley de hidrocarburos. Por ello es indispensable
saber ante ese silencio del Senado de la Nación qué iba a ocurrir 7 de septiembre
de 1930, día en que iba a haber elecciones en las provincias de San Juan y de
Mendoza, donde el radicalismo personalista iba a triunfar y a tener mayoría en el
Senado. Con ello iban a avanzar las políticas económicas, en particular el tema
de los hidrocarburos que estamos mencionando. Bien se señala que ese golpe de
Estado tiene más olor a petróleo que a pólvora, como así se reflejó en la
composición de los cuadros gobernantes del golpe de Estado y la presencia de
dichos factores de poder económico que transitaron por lo que luego bien se
llamó -a través del pensamiento de José Luis Torres- la década infame.
Ahí comienza otra etapa de la historia nacional. En el marco de la
Constitución real de los argentinos se producen dos hechos significativos que
denotan la presencia de un nuevo movimiento político y un nuevo conductor en
la vida de la Nación. A través de la movilización popular y en ese significativo
momento histórico que representó el 17 de octubre de 1945 comienza a crujir
esa Constitución real que nos estaba sometiendo y postergando a los pueblos en
el goce de sus derechos. Ello también se ve confirmado por la legitimación
democrática que le dio el pueblo en las elecciones del 24 de febrero de 1946 al
movimiento que encabezaba el general Perón.
Ese cambio en las estructuras reales y efectivas de poder en la
Argentina llevó a su necesaria institucionalización al más alto rango normativo de
- 165 -
un nuevo texto constitucional que se vio expresado en el año 1949, y que
lamentablemente -como señalaba bien Sampay- algunos sectores mayoritarios del
pueblo argentino no comprendieron el momento que estaba transitando el país y
por circunstancias políticas y personales llegaron a confrontar en el marco del
debate legislativo que llevó a la sanción de la ley 13.223, que propiciaba la
reforma constitucional en todo o en parte, como señalaba el artículo 30 de la
Constitución del 53, en todo aquello que se oponga al bienestar del pueblo y la
grandeza de la Nación.
Fue la última vez que la República Argentina tuvo un debate amplio
y profundo para institucionalizar un nuevo texto constitucional. Con ese nuevo
texto constitucional hizo crisis ese esquema liberal, puesto que la Constitución de
1949 instituyó las nuevas normas de política económica constitucional. Ahí está
el quiebre histórico, ahí está la nueva visión y arquitectura constitucional que se
dio el pueblo argentino y que yo califico como germen del nuevo
constitucionalismo contemporáneo que estamos viviendo.
Esa Constitución Nacional de 1949 es la gran desconocida. Es la
gran desaparecida de las cátedras de estudio y es la gran ocultada en el debate
político. Brevemente, sostengo la vigencia de sus principios básicos y que es
importante que los argentinos tengamos presente la consecuencia que ha
generado su derogación en los aspectos económico y social, pero también en el
aspecto jurídico-constitucional. A través del golpe de Estado el 16 de septiembre
de 1955 comenzó a esbozarse la supraconstitucionalidad de facto. Esa
supraconstitucionalidad de facto tuvo su origen en el mando militar que derogó
la Constitución y en las directivas básicas que luego pretendían institucionalizar
para cambiar ese esquema constitucional en 1949.
Brevemente, voy a señalar algunos aspectos de la Constitución de
1949, algunos aspectos que también hacen a nuestra realidad contemporánea y
que ayer se han mencionado.
- 166 -
El Preámbulo, en donde se fijan los objetivos, incorpora la decisión
irrevocable de constituir una Nación económicamente libre, políticamente
soberana y socialmente justa. Pero además como objetivo principal está
promover la cultura nacional, que es otra de las expresiones de la soberanía. Ese
texto constitucional cambia la arquitectura jurídica constitucional que nos venía
del neoliberalismo. Ya esa parte dogmática de 35 artículos y la organización de
los poderes de gobierno, es decir esas dos partes que conformaban la definición
de la Constitución y que muchos de ustedes lo habrán observado en las cátedras,
es decir la parte dogmática y la parte orgánica, ya tiene otra arquitectura jurídica
constitucional. Ya la Constitución de 1949 habla en su primera parte de
principios fundamentales, y en cuatro capítulos desarrolla esa primera parte: los
derechos, los deberes, los principios de gobierno, los derechos del trabajador, de
la ancianidad, de la educación y de la cultura. El capítulo cuarto es el que
precisamente instituye esas normas de política constitucional en sus artículos 38,
39 y 40. Ahí es donde se produce el quiebre histórico y por ello el golpe de
Estado.
Pero también brevemente voy a mencionar dos pequeños temas de
la Constitución del 49. La Constitución de 1949 incorpora el principio de que no
hay discriminación racial en la República Argentina. Incorpora también el
recurso de hábeas corpus al texto constitucional y la teoría del abuso de derecho
en el artículo 35. En el artículo 95 también incorpora un principio que ayer se
tocó con toda ejemplaridad por el doctor Zaffaroni, que se refiere a la Corte
Suprema.
En el artículo 95 la Constitución de 1949 establece con precisión
que la Corte Suprema será Tribunal de casación para los códigos de fondo. A su
vez, ese artículo 95 establece que la interpretación constitucional que haga la
Corte Suprema será de aplicación obligatoria para todos los jueces del país. Ayer
se ha tomado muy ejemplarmente ese principio por el doctor Zaffaroni de la
- 167 -
Corte dividida en salas, de su rol en lo que hace a la casación y de su rol en lo que
hace a la interpretación constitucional.
Los artículos 38, 39 y 40 hablan de la economía y la función social,
en beneficio del pueblo y los recursos naturales. En el artículo 40 habla en forma
preceptiva en lo que hace a la indemnización de aquellos servicios públicos que el
Estado considere que deben ser gestionados por él. El nuevo rol del Estado está
incorporado en la Constitución de 1949.
Estos principios están también incorporados en declaraciones de
las propias Naciones Unidas en sus distintas resoluciones de la Asamblea,
después de la declaración de derechos humanos de 1948, después de la Carta de
los Derechos y Deberes Económicos de los Estados, después de los pactos
económicos, sociales y culturales, y después de los pactos civiles y políticos y
otras resoluciones que no puedo extenderme en señalar.
Pero también estos principios están incorporados en recientes
declaraciones de la UNASUR, de la CELAC, de la reciente reunión que hubo en
Hanoi en abril de este año de la Comisión Interparlamentaria Mundial, haciendo
efectiva la soberanía de los pueblos.
Esta nueva arquitectura constitucional que se refleja en estos
avanzados procesos políticos suramericanos tiene partes, títulos, capítulos,
secciones y artículos tiende a hacer efectivo otro rol importante de la
Constitución que es necesario tener presente en el marco de este debate
contemporáneo que nos debemos: es la función docente de la Constitución. Ese
es el empoderamiento del pueblo que viene institucionalizado en ese texto
escrito. Como decía el comandante Chávez mostrando ese pequeño librito azul:
"Acá está, estos son los derechos, este es el proyecto."
Para terminar, en el marco de esta soberanía que nos une en esta
reunión, quiero recordar para que se tenga bien presente la respuesta que le dio
Cristina a la presidenta del Fondo Monetario Internacional en la 67° reunión,
cuando dicho personaje pretendió amonestar a nuestro país señalando que si no
- 168 -
cumplíamos los condicionamientos que nos pretendían dar, nos iban a sacar la
tarjeta roja. Ante esa impropia expresión, Cristina le contestó con toda altura y
dignidad: "No estamos hablando de un partido de fútbol. La Argentina no es un
equipo de fútbol; es un país soberano, digno y que no se somete a esos
condicionamientos y a esas presiones externas." Esa actitud está reflejada muy
bien, como ayer lo desarrolló el ministro Kicillof, y por una cuestión de tiempo
no tengo ninguna posibilidad de referirme.
Quiero concluir señalando que la palabra del momento no es el
cambio. La palabra del momento es acelerar, continuar, profundizar el proyecto
nacional y popular por el cual los argentinos estamos bregando. Muchas gracias.
- 169 -
LA SOBERANÍA Y EL ROL DEL ESTADO
Por Carlos Gonella
Después del encendido discurso del distinguido colega, doctor
Cholvis, quiero dar gracias por la invitación, señora procuradora del Tesoro,
señores subprocuradores, que nos han recibido con tanta calidez y afecto. Les
confesé en privado que cuando recibí la invitación me corrió una sensación
extraña, como la que me acaba de ocurrir al ver mi nombre en las mesas junto
con personalidades tan importantes de la cultura, de la política y de la economía
argentina. Así que soy un agradecido y siento el honor y el privilegio de formar
parte de este tan importante evento de discusión sobre ni más ni menos que la
soberanía política, económica y cultural de nuestro querido país.
Soberanía y el rol del Estado. Mi humilde propósito es tratar de
contribuir a los ejes de discusión de estas Jornadas a partir del rol del Ministerio
- 170 -
Público Fiscal como órgano del Estado en defensa de la soberanía, y
concretamente, puesto que es mi área de trabajo, en defensa de la soberanía
económica. Yo tengo el privilegio y la responsabilidad de representar al
Ministerio Público Fiscal de la Nación en el combate contra la criminalidad
económica y financiera. Estoy a cargo de la Procuraduría de criminalidad
económica y lavado de activos, PROCELAC. Este es el área de trabajo en el cual
me desempeño desde diciembre de 2012, fecha a partir de la cual la Procuradora
General de la Nación, la doctora Alejandra Gils Carbó, a pocos meses de asumir
definió como eje prioritario en materia de política criminal el combate de la
criminalidad económica.
De manera tal que mi aporte es un poco contar la experiencia en
esta materia en estos últimos casi dos años y medio, quizás ejemplificando con
un caso que implica un ejercicio positivo de la defensa de la soberanía
económica. En este contexto es imposible soslayar los cambios que se han
producido en nuestro país en estos últimos diez años, un claro cambio de
paradigma. Después de que durante la última dictadura cívico militar se
instaurara el paradigma neoliberal y se profundizara durante dos décadas
posteriores, los 90, época en la cual la ratio del capitalismo financiero dominaba a
la ratio política de nuestro país, ese esquema se ha invertido con muchas
dificultades. Y al invertirse ese esquema, esto se puede traducir en la dinámica y
el avance del control estatal sobre distintas áreas, y fundamentalmente el área
económica. Así es que se dictaron normas como la Carta Orgánica del Banco
Central, que define el rol del organismo rector en materia monetaria, que debe
propender al desarrollo económico pero con equidad social. También se dictó la
nueva ley de mercado de capitales, que regula la actividad del mercado de
capitales en la República Argentina, sustituyendo el paradigma de los mercados
autorregulados por un paradigma que trata de federalizar la intermediación
bursátil en la República Argentina para dar lugar a pequeñas y medianas empresas
también, que antes se encontraban relegadas de esta actividad lucrativa que
- 171 -
muchas veces es vista con sospecha pero que si se desarrolla de manera
transparente es un buen motor dinamizador de la economía. ¿Por qué una
pequeña y mediana empresa no puede emitir sus títulos e intermediar en el
mercado de capitales?
No podía dejar de mencionar los últimos cambios estructurales que
se han dado en la República Argentina para ilustrar gráficamente, cómo les decía
con mucha dificultad, esta ratio política por fin logra no sé si dominar pero sí
controlar o encauzar el paradigma del capitalismo financiero global y las
consecuencias que todos conocemos y padecemos.
¿En este contexto cómo se inserta el Ministerio Público Fiscal de la
Nación? Como ustedes saben, tiene estatus constitucional propio a partir de la
reforma constitucional de 1994, que en su artículo 120 define que el objetivo del
Ministerio Público Fiscal es defender la legalidad de los intereses generales de la
sociedad promoviendo el accionar de la Justicia.
¿Cómo a lo largo de estos diez años el Ministerio Público Fiscal se
pliega a esta articulación con los otros poderes públicos, sobre todo vinculado
actividad económica para dar combate a la criminalidad económica? En este
sentido se puede visualizar una estrategia que tiene que ver con el rol del Estado
Argentino en los organismos internacionales, en los foros globales donde se
generan los más altos estándares técnicos de combate contra la criminalidad
económica y el lavado de activos. Me estoy refiriendo al Grupo de Acción
Financiera Internacional (GAFI), pero también me refiero a los compromisos
internacionales asumidos por nuestro país al ratificar tratados internacionales
como la Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Organizado
Internacional, las convenciones interamericanas y de Naciones Unidas contra la
corrupción, etcétera.
Quisiera repasar un poquito cuál fue el proceso de Argentina frente
al GAFI. Tenemos el privilegio de contar con la presencia del doctor Eduardo
Barcesat, quien ha disertado ayer, con quien tuve el honor de representar a
- 172 -
nuestro país integrando la delegación en foros de discusión con expertos
estadounidenses y canadienses en los Estados Unidos hace dos años para tratar
de que comprendan la barrera cultural que separa a la tradición jurídica
continental de la tradición jurídica del mundo anglosajón, para que se pueda
comprender el esquema jurídico argentino y los aspectos técnicos que hacen a la
regulación del lavado de activos y otros delitos financieros.
El GAFI ha recibido muchas críticas ciertamente legítimas, porque
detrás de un discurso de asepsia política se dice que se fomentan los estándares
de lucha contra la criminalidad financiera, y eso es cierto. Pero también es cierto
que el GAFI es el ámbito donde se definen las políticas financieras de los
bloques hegemónicos en detrimento de los países emergentes, varios de los
cuales son acusados de terroristas porque tienen riqueza petrolera. Uno de ellos
es Venezuela, contamos aquí con la presencia de su subprocurador del Tesoro.
Otro es Cuba, que no tiene petróleo pero sí tiene motivos ideológicos para
recibir el mote de terrorista. No obstante lo cual y pese a esta hipocresía que
reina en estos foros; la posición de la Argentina desde el punto de vista
estratégico, puesto que somos parte de este selecto club desde el año 2000, es
tomar la obligación de adecuar nuestro sistema a los altos estándares que se
generan para aplicarlos, sobre todo a nuestra región con los países hermanos de
América del Sur, para repeler al buitre internacional que viene a depredar a
nuestra soberanía económica. Me refiero a los bancos, HSBC, del que mucho se
habla, al cual me voy a referir en los casos particulares.
La posición argentina frente a GAFI hoy está muy bien. La
Argentina ha sido reconocida en el último plenario de octubre del año pasado, a
la cual tuve el privilegio de representar junto con compañeros de la CNV y del
Banco Central, coordinados por el titular de la UIF, licenciado José Sbatella.
Salir de la lista gris significó el reconocimiento de que la Argentina tiene un
sistema consistente a la altura de los Estados que acreditan máximos estándares
internacionales para combatir la criminalidad económica.
- 173 -
Esto no fue de un día para el otro sino que fue un proceso de tres o
cuatro años de mucho trabajo y de reformas estructurales a nivel normativo y
mediante el compromiso de los organismos públicos con un gran esfuerzo
liderado por el titular de la UIF. Fue un momento de gloria cuando el año
pasado nos sacaron de la lista gris.
No fue fácil porque en 2009, tras una visita de alto nivel técnico del
GAFI, se comprobó que la Argentina estaba en una situación bastante deficiente.
Se marcaron 47 deficiencias estratégicas y por eso fue que en 2010 la Presidenta
de la Nación tomó la decisión política de revertir este proceso, designó al
licenciado Sbatella, lo dotó de los recursos y cada organismo público hizo su
máximo esfuerzo, y ese esfuerzo se vio coronado con esta decisión que muchos
desconocen y que la prensa hegemónica se ocupó de ocultar. Pero ese
reconocimiento nos puso muy contentos a los que formamos parte de la lucha
contra el buitre externo e interno. En síntesis, quería marcar esta dimensión
estratégica y la posición argentina frente a estos organismos globales.
Por su parte la estrategia interna está definida por el trabajo
articulado en los organismos que mencioné y en lo que compete al Ministerio
Público. La Procuradora General en 2010 creó la PROCELAC; ella siempre me
dice en público y en privado que me tiene una sana envidia y que le gustaría estar
en este lugar. No es casual que la primera Procuraduría que creó en su gestión
sea esta, con este objetivo de combatir la criminalidad económica, porque ella
antes de ser Procuradora General de la Nación fue Fiscal General ante los
tribunales comerciales. Entonces, a raíz de su experiencia pudo conocer cómo
operan los poderes fácticos, y por eso tuvo muy claro al momento de definir las
prioridades de persecución penal crear una Procuraduría, que es un equipo de
trabajo que tengo circunstancialmente el orgullo de conducir con el objetivo
institucional de elevar los estándares de juzgamiento de la criminalidad
económica.
- 174 -
Como ustedes saben, en términos estadísticos, los cálculos han sido
y siguen siendo bajos. Se calcula que debajo del 10% de los juicios por delitos
económicos se resuelve en la etapa oral, en la etapa donde se produce el
desenlace fatal. Estamos hablando de un 10% de juzgamientos en sede en juicio
oral, pero muy por debajo de ese porcentaje tendríamos que hablar en términos
de condena. Nuestra misión es elevar los estándares de eficiencia desde el
Ministerio Público Fiscal a partir de la función del fiscal de sostener la acusación
penal pública en un proceso para revertir esos malos resultados. Estos resultados
tienen distintos factores que lo explican, y el más importante es el factor cultural:
las cárceles están llenas de pobres y no es novedad, más del 97% de las cárceles
está poblada de personas excluidas del sistema socioeconómico y cultural, de
vulnerables, de autores de óperas toscas como dice el doctor Zaffaroni, porque
no tienen mecanismos para evitar ser atrapados por el sistema. Sí lo tienen los
poderosos, los empresarios evasores, que no son vulnerables social, económica y
culturalmente, porque tampoco son perseguidos como tales. ¿Cuál es la
percepción que se tiene de un empresario que organiza todo un dispositivo para
fugar divisas? Ya que estamos discutiendo públicamente el tema del HSBC, sus
empresarios no son percibidos socialmente como delincuentes: quizá viven en un
country, manejan autos lujosos y son profesionales con estatus social. La
sociedad no los ve como delincuentes porque tampoco padece su acción como
una víctima, como las víctimas que sufren un atentado contra su libertad
individual o contra su propiedad, donde tenemos una víctima visibilizada que
hace el reclamo de justicia ante el comisario o ante el juez.
Las víctimas de las grandes maniobras de criminalidad económica
somos todos, porque el empresario evasor priva al Estado de grandes sumas de
dinero para que el Estado las pueda aplicar en políticas públicas: educación,
salud, etcétera.
En cuanto al factor cultural, el sistema judicial se ha preocupado y
ocupado de criminalizar a los sectores vulnerables porque para un magistrado
- 175 -
promedio -por supuesto que hay excepciones- resulta mucho más cómodo
criminalizar a estos perfiles, porque no se lo van a facturar en términos de
denuncias. Nosotros sabemos muy bien cuáles son las reacciones del poder
fáctico: la criminalización de nuestro trabajo. Yo justamente estoy procesado por
cumplir con mi trabajo. Decía que al magistrado promedio le resulta mucho más
cómodo criminalizar a estos actores, que no se lo van a facturar en términos
sociales. Ahora bien, cuando uno se mete con el poder, ahí se ve el compromiso.
Tratamos de revertir ese esquema y tratamos de hacer una
distribución más equitativa e igualitaria de la violencia estatal, que es la cárcel.
No porque estemos convencidos de que la cárcel sea la solución al conflicto
penal, porque detrás hay conflictos sociales. En un conflicto judicial de
naturaleza civil, laboral o penal es donde con más claridad se ve desde el punto
de vista filosófico el drama de una persona que esté presa, no porque esté
convencido de que la violencia o la cárcel sea la solución ni para el rico ni para el
pobre, pero al menos distribuyamos un poco más equitativamente para que este
97% de cárceles pobladas por gente vulnerable empiece a tener otra composición
en sus clientes.
Para cumplir este objetivo es imprescindible el trabajo
interdisciplinario; ya no es posible visualizar o emprender esta lucha solo con
abogados sino que se necesitan perfiles profesionales de las ciencias económicas.
En este sentido, en el equipo de trabajo de la Procuración hay economistas,
contadores, criminólogos, sociólogos, informáticos y antropólogos financieros,
que es un campo muy interesante. Ustedes se preguntarán qué hace un
antropólogo financiero. Pues, hace una lectura antropológica del mundo de las
finanzas, análisis reticular de redes complejas y pueden mostrar en una pantalla o
un mapa cómo un grupo de criminalidad organizada opera concentrando niveles
de decisión estratégica y política. Lamentablemente no me alcanza el tiempo
para mostrarles, pero es muy interesante ver cómo tiene una aplicación práctica
el saber del antropólogo financiero.
- 176 -
La PROCELAC es una oficina especializada conformada por unos
60 profesionales divididos en tres bloques. En un bloque operativo están los
equipos de trabajo, las áreas de trabajo que abordan el delito de lavado de
activos, el financiamiento del terrorismo, el delito de fraude fiscal y aduaneros, el
área de delitos contra la administración pública, el área de delitos en el mercado
de capitales y el área de delitos financieros. Hay otro bloque que se encarga de la
gestión administrativa. Y finalmente existe un bloque que concentra todos los
técnicos a los que hacía referencia con anterioridad.
La estrategia nacional en el combate contra la criminalidad
económica en el Ministerio Público tiene esta estructura así como la alianza
estratégica con los otros organismos públicos: Banco Central, CNV, UIF.
Aquí también quiero hablar de un cambio de paradigma en el
trabajo articulado que creo que es la clave del éxito. Hemos tenido un
importante desarrollo en el combate de la criminalidad financiera en torno a la
comercialización ilegal de divisa, eufemísticamente mal llamado dólar blue. Es
un delito cambiario, es un delito a pesar de que de que cierto sector de la prensa
se empeñe en mencionarlo de otra manera. Este es un ejemplo de trabajo
articulado y de cambio de paradigma. Hasta la asunción del licenciado Alejandro
Vanoli al frente del Banco Central, que como ustedes saben tiene un área de
trabajo importante que es la Superintendencia de Entidades Financieras, que se
encarga del control de las entidades bancarias y financieras, las casas de cambio.
Hasta el ingreso del licenciado Vanoli, el control sobre la entidad financiera era
visto como un servicio para permitir el libre desarrollo del mundo de las
finanzas. Esto tiene una explicación clara en un paradigma neoliberal. Nosotros
concebimos al control como preventivo para mitigar riesgos y tener resultados
consistentes.
¿Esto cómo se traduce en la práctica? Voy a dar con un ejemplo
bien gráfico sobre la visita carcelaria: si uno quiere conocer las condiciones en la
que están los presos en las cárceles argentinas tiene que llegar de sorpresa, patear
- 177 -
la puerta y decir "vengo a controlar". No tiene que avisar una semana antes
porque, si no, van a tener presos bañados, bien vestidos, peinados y con
perfume, a efectos de ocultar el infierno que se vive en las cárceles.
Acá pasa lo mismo: los controles que hacía el Banco Central hasta
este cambio de paradigma era previo aviso. Entonces las casas de cambio, las
financieras, tenían los papeles en orden y nos esperaban con un mate. Desde que
se empezó a quebrar este paradigma y el trabajo articulado, se visita sin avisar y el
resultado de eso en dos años de trabajo son 50 millones de pesos secuestrados
solamente en materia de divisa, pero además montones de documentación y
elementos de prueba que nos permiten acreditar la cantidad de maniobras ilícitas
que se cometen aquí a pocas cuadras.
Por si no se han dado cuenta ustedes, yo soy de Córdoba. Cuando
vine a la PROCELAC me impactó la manera impúdica con la que se visualiza la
actividad criminal en la City porteña con el llamado dólar ilegal y los famosos
arbolitos. En Córdoba también se desarrolla pero no con esta impudicia. No
puede creerse la paradoja de que a un fiscal contra delitos económicos, en un
tramo de 50 metros tres personas le vayan a intentar vender dólar blue.
A partir de ahí empezamos a desarrollar un trabajo con el Banco
Central y con el resto de los organismos reguladores teniendo muy en claro que
la lucha contra el dólar ilegal no es la cárcel para el arbolito, que es una persona
vulnerable, muchas veces es extranjero, que está desarrollando esta actividad
porque no le queda otra, y está solamente por el sándwich y la Coca. Eso lo
sabemos porque a través de un sociólogo nuestro los hemos entrevistado.
Nuestro desafío está en subir de nivel y poder comprobar que las cuevas, en todo
caso, son terminales de bancos, aunque ustedes no lo crean. En las cuevas no
solo se produce comercialización ilegal de divisas sino también se lava dinero
proveniente del narcotráfico, del secuestro, de la trata de personas y de la
evasión, como en Córdoba, una zona de alto riesgo fiscal en torno a la actividad
del comercio de granos. La cueva tiene sus particularidades en función del
- 178 -
emplazamiento territorial y la realidad económica de cada lugar. Por ejemplo, en
el norte las cuevas están vinculadas al tráfico internacional de divisa, pero aquí en
Buenos Aires la cueva está vinculada a los ilícitos financieros, y muchas veces,
como les digo, son terminales de los propios bancos. Por eso una de las facetas
en la que nosotros trabajamos es contra los buitres internos.
El 23 del de enero del año pasado se vivió una jornada vertiginosa
en materia económica puesto que se produjo un golpe de mercado que terminó
por quebrarle el brazo el gobierno y tuvo que salir a devaluar. Mientras me
encontraba en mi casa de las sierras de Córdoba se produjo este acontecimiento.
Iniciamos una investigación que terminó con la denuncia contra seis bancos
globales, casualmente o no condenados en el mundo entero por el mismo tipo de
prácticas que desarrollaban en la República Argentina. No sé si recuerdan esa
jornada vertiginosa. Se comprobó con nuestra investigación que seis bancos
globales estaban operando hacia el alza del precio del dólar. En la República
Argentina el precio del dólar se fija en base a la lógica de oferta y demanda. Hay
un segmento mayorista que se denomina MULC, Mercado Único y Libre de
Cambios, en donde los bancos se compran dólares entre sí y así se fija el precio.
Una vez que se fija el precio, tenemos un segmento minorista, que es donde van
las empresas para obtener los dólares, los bancos para hacer frente a sus
operaciones de comercio exterior y las personas físicas que quieren viajar.
Comprobamos en nuestra investigación que en el segmento
mayorista estos seis bancos globales -JP Morgan, HSBC, los mismos de siempre-
estaban efectuando maniobras de colusión a través de un sistema de
comunicación interna para presionar hacia el alza. Eso llevó a que el dólar en esa
jornada se comercializara a 1,20-1,30 pesos por encima de los valores de
referencia y los valores históricos. Eso significó, para que ustedes tengan una
idea, una rentabilidad del 2.000% para el sistema financiero en comparación con
el mismo mes del año anterior, con todas las consecuencias económicas que trajo
para nuestro país.
- 179 -
¿Por qué? La burguesía nacional, nuestros buitres internos, los
malos, aprovecharon esa movida, y sobre todo los que se dedican a la producción
de alimentos en la República Argentina. Esta actividad económica no depende
del valor de la divisa porque no se importan insumos para producir alimentos.
Estos sectores y otros como la industria de la construcción, farmacológica y del
aluminio aprovecharon este salto del dólar para remarcar sus precios y retener
mercadería. Eso generó un comportamiento inflacionario ficticio y arbitrario de
30 puntos.
Este es uno de los ejemplos de cómo desde el Ministerio Público,
en conjunto con el Banco Central, salimos a desarrollar un acto positivo de
defensa de nuestra soberanía económica, porque denunciamos penalmente por
primera vez en la historia a bancos por un golpe de mercado. Esa causa está en
pleno trámite en el Fuero Penal Económico de la Ciudad de Buenos Aires y
esperamos tener resultados concretos en la brevedad.
Vine preparado para presentarles el caso argentino contra las
petroleras inglesas que están desarrollando actividades ilegales de exploración y
extracción de hidrocarburos en nuestro mar territorial del sur, pero preferí no
hacerlo porque hay otros compañeros que lo abordarán. Pero me parece un
hermoso caso que demuestra realmente cómo los organismos públicos de la
República Argentina trabajan articuladamente. La doctora Angelina Abbona fue
quien patrocinó la denuncia que presentó el canciller Héctor Timerman y el
ministro de Planificación, Julio De Vido, en la Procuración, y a partir de la
PROCELAC articuló con dos compañeros fiscales del sur, quienes fuimos los
que presentamos el caso en la Justicia Federal de Río Grande. Tuvimos muy
buena respuesta de la jueza, porque admitió nuestra acusación, hizo lugar a
nuestras medidas de prueba. Me estoy mordiendo la lengua, pero tenemos
buenas noticias para contarles pero no lo puedo decir. En breve lo vamos
difundir públicamente.
- 180 -
Para cerrar, les transmito que no hay forma de visualizar una lucha
estratégica con perspectiva de éxito si los organismos públicos de la República
Argentina no actuamos de manera articulada para librar el combate contra los
poderes fácticos. Muchas gracias.
- 181 -
EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
SOBRE LA SOBERANÍA DE LOS ESTADOS
Por Reinaldo Enrique Muñoz Pedroza
Introducción
Ante todo, quiero expresar mis agradecimientos a nuestros
amigos y colegas de la Procuraduría del Tesoro de la Nación Argentina,
muy especialmente a nuestra colega, la Procuradora Dra. Angelina Abbona,
por esta invitación a participar en estas Jornadas que organiza esta
honorable Institución argentina.
Debo indicar, en primer lugar, que en nuestra Procuraduría
venezolana hemos recibido y aceptado esta invitación con gran beneplácito
e interés, ello porque nos ofrece un espacio ideal para expresar, compartir y
- 182 -
reflexionar con una honorable audiencia un tema que, en nuestra opinión,
es de primordial importancia, debido a la gravedad de los efectos nocivos y
nefastos que implica el proceso de globalización de la economía para la
soberanía de nuestros países.
Por ello, más que tratar aspectos teóricos sobre la noción de
soberanía y su recepción en nuestros ordenamientos constitucionales, lo
cual podría tener un gran interés para las aulas universitarias, en nuestra
exposición hemos preferido reflexionar sobre la que ha venido ocurriendo
con el desarrollo y orientación del proceso económico mundial y los graves
riesgos que este proceso implica para la futura existencia de nuestros
Estados como naciones soberanas.
En este sentido, los cambios y alteraciones que ha venido
reflejando el ejercicio práctico de nuestras soberanías se nos presenta como
un excelente instrumento de medida para calibrar el grado de avance de este
proceso ya iniciado de destrucción de nuestros Estados.
En efecto, como lo sabemos, desde el punto de vista teórico,
la noción de soberanía es un producto de la creación humana, expresado a
través del derecho. Desde este punto de vista, la noción de soberanía se
modifica constantemente en el tiempo, como consecuencia de la evolución
del pensamiento humano.
Como lo explicó Jean Bodin, la soberanía, más que un
derecho es principalmente un poder. Para este pensador, la soberanía era
el «poder absoluto y perpetuo de una República»(5). Ahora bien, aunque estamos
en presencia de un aspecto de gran importancia por ser consustancial al
Estado y fundamental para su existencia, no obstante no disponemos, y no
creo que dispondremos algún día, de una noción de soberanía con un
contenido definitivo, ello debido a las variadas concepciones de los
tratadistas de la materia y a los efectos naturales que ha producido en el
5) Noción recogida en su obra de 1576 Los seis libros de la República,
- 183 -
concepto de soberanía la evolución del pensamiento humano y las
modificaciones del rol del Estado como consecuencia de la dinámica social
y económica de los pueblos. Por lo tanto, y como lo veremos, el carácter
absoluto y perpetuo de la soberanía propuesto por Jean Bodin se encuentra
seriamente comprometido.
Por otra parte, en cuanto a la fundamentación de la soberanía,
podemos constatar que, mientras que para Jean Bodin la soberanía se
fundamentaba finalmente en la ley divina (6), para Thomas Hobbes, esta
fundamentación estaba, por el contrario, en la ley natural (7). Las
discrepancias conceptuales continúan y se acentúan en el tiempo. En efecto,
otros tratadistas, pretendiendo acercar la noción al espacio terrenal,
formulan nuevos conceptos y nuevas fundamentaciones; así, por ejemplo,
para Jean-Jacques Rousseau la soberanía residía en la colectividad o pueblo
y se expresaba en a través de la voluntad general (8); por el contrario, para
6) Para Jean Bodin, «si decimos que tiene poder absoluto quien no está
sujeto a las leyes, no se hallará en el mundo Príncipe soberano,
puesto que todos los príncipes de la tierra están sujetos a las leyes
de Dios y de la naturaleza y a ciertas leyes humanas comunes a todos
los pueblos». 7) «la Ley de la naturaleza y la ley civil se contienen una a otra, y
son de igual extensión (…) Las leyes de la naturaleza, que consisten
en la equidad, la justicia, la gratitud y otras virtudes morales que
dependen de ellas, en la condición de mera naturaleza no son
propiamente leyes, sino cualidades que disponen los hombres a la paz y
la obediencia». Tras estas reflexiones, concluye Hobbes que «la ley de
la naturaleza es una parte de la ley civil en todos los Estados del
mundo (…) Cada súbdito en un Estado ha estipulado su obediencia a la
ley civil; por tanto, la obediencia a la ley civil es parte, también,
de la ley de la naturaleza. La ley civil y ley natural no son especies
diferentes, sino parte distintas de la ley; de ellas, una parte es
escrita, y se llama civil; la otra no escrita, y se denomina natural».
Leviatán, publicado en 1651 8) Cada ciudadano es soberano y súbdito al mismo tiempo, ya que
contribuye tanto a crear la autoridad y a formar parte de ella, en
cuanto que mediante su propia voluntad dio origen a ésta, y por otro
lado es súbdito de esa misma autoridad, en cuanto que se obliga a
obedecerla. Así, según Rousseau, todos serían libres e iguales, puesto
que nadie obedecería o sería mandado por un individuo, sino que la
voluntad general tiene el poder soberano, es aquella que señala lo
correcto y verdadero y las minorías deberían acatarlo en conformidad a
lo que dice la voluntad colectiva. Esta concepción rusoniana, que en
- 184 -
Emmanuel-Joseph Sieyès la soberanía radica, no en el pueblo, sino en la
Nación. Finalmente, con las influencias del tratadista francés Carré de
Malberg, quien descompone el concepto de soberanía en “independencia
en el exterior y superioridad en el interior del Estado”, y sobre todo
después de la Segunda Guerra Mundial, asistimos a una momentánea
aceptación y consagración constitucional de una noción de soberanía
popular, fundamentada en el pueblo.
A esta diversidad de criterios doctrinales que hacen imposible
el diseño de un concepto único y definitivo de la soberanía, se agregan las
circunstancias de la dinámica social y económica de cada etapa histórica que
modifican en permanencia el rol del Estado y, por ende, su soberanía. Así,
por ejemplo, en el orden interno, al rol reducido y limitado del Estado
abstencionista que toma nacimiento en la época medieval, en la cual el
Estado limitaba su actuación a funciones de seguridad y orden público,
correspondía una soberanía extremadamente limitada, sujeta al concepto del
“laisser-faire laisser passer” que regía y facilitaba el desarrollo del Estado
Liberal. Por el contrario, cuando el Estado asume el rol de “Estado
providencia”, aparece el concepto del “Estado Social” y comienza el Estado
a intervenir directamente en el control y en la acción económica productiva,
el rol del Estado se incrementa y se diversifica, adquiriendo la soberanía
gran relevancia y esplendor, tanto en su expresión interna como externa.
Ahora bien, el proceso de globalización de la economía,
además de desplazar al Estado como actor principal en el ámbito interno y
externo de sus territorios, impone sus propias reglas de funcionamiento y
provoca cambios profundos, construyendo y transformado su entorno
parte da origen a la revolución francesa e influye en la aparición de
la democracia moderna, permitió múltiples abusos, ya que en nombre de
la voluntad "general" o pueblo se asesinó y destruyó
indiscriminadamente. Generó actitudes irresponsables y el atropello a
los derechos de las minorías.
- 185 -
económico, jurídico y político para colocarlo a su servicio. Es precisamente
lo que ocurre con el derecho que, por ser un instrumento fundamental para
el desarrollo y funcionamiento de la economía, ha venido siendo
transformado por el proceso globalizador de un derecho estatal, nacional e
internacional en un derecho globalizado uniforme, al servicio de un
mercado globalizado.
Por supuesto, debemos entender que en el universo todo está
sujeto a permanentes cambios, provocados por fuerzas superiores que lo
impulsan, pero ¿cuál es la naturaleza y las consecuencias del cambio que
están sufriendo las soberanías de nuestros Estados por efecto del proceso
de globalización de la economía?
Con esta interrogante quisiera llamar la atención y estimular el
debate sobre los efectos nocivos del proceso de globalización de la
economía sobre la soberanía y la existencia de nuestros Estados. De esta
manera, pretendemos colocar nuestro humilde aporte para el desarrollo del
conocimiento sobre este grave problema, a fin de que, bajo una misma
visión y preocupación podamos construir las soluciones y adoptar las
posiciones conjuntas más favorables para la defensa de nuestras soberanías.
Antes de abordar los efectos de la globalización (II), resulta
indispensable hacer una breve referencia al contenido de esta noción de
globalización de la economía y a las etapas históricas que la misma ha
experimentado (I).
I) LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMIA
Además de analizar someramente la noción de globalización
de la economía a los fines de esta presentación (A), resulta necesario
verificar las fases históricas que este proceso ha experimentado (B), así
- 186 -
como los instrumentos que el mismo utiliza (C) para la creación y
regulación de un mercado globalizado.
A) NOCIÓN DE LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA
Debemos advertir que, en beneficio de la brevedad, no nos parece
útil entrar en la controversia que se ha venido desarrollando en Europa,
particularmente en Francia, sobre los términos de globalización y de
mundialización utilizados para designar el fenómeno que pretendemos
estudiar (9). En consecuencia, y a los fines de esta ponencia, los términos
globalización y mundialización tiene el mismo significado, motivo por el
cual las utilizaremos indistintamente.
En cuanto a lo que debemos entender por globalización de la
economía, consideramos que, aunque ya se ha derramado mucha tinta en
su definición, debemos agregar que se trata de un fenómeno que
corresponde perfectamente a la dinámica natural de la economía capitalista
(10). Se trata de un fenómeno complejo que se expresa a través de una
intensificación de los intercambios comerciales y de los movimientos
mundiales de inversión directa, acompañado además de un proceso de
9) “Más allá de la polémica o de los efectos de moda, la existencia de
una gran imprecisión semántica genera el problema de la pertinencia de
la distinción entre el fenómeno de globalización y el de
mundialización. En nuestra opinión ésta no puede reducirse a un simple
problema de traducción del inglés americano al francés, aún cuando el
adjetivo mundial es generalmente traducido por global en inglés
americano, en vez de world economy. Nosotros pensamos que la
distinción debe ser mantenida por dos razones que corresponden a la
dinámica del capitalismo, pero según las modalidades cambiantes cuya
importancia relativa varia de un periodo a otro. En consecuencia, la
mundialización es al mismo tiempo un fenómeno perenne cuyas diferentes
configuraciones están en movimiento cambiante”. Charles-Albert
MICHALET. Les Métamorphoses de la Mondialisation, une Aproche
Economique. La Mondialisation du Droit. Université de Bourgogne.
CNRS. Litec. 2000, pag. 12. 10) La globalización de la economía no es más que una variante del
capitalismo pues, desde su origen, éste no puede desarrollarse dentro
de un solo país. En efecto, como lo expresó Calos Marx en su obra EL
Capital: “dentro del concepto del capital está el mercado mundial”.
- 187 -
deslocalización industrial y jurídica y de un libre movimiento planetario de
bienes, servicios, capitales, tecnologías y personas.
Se trata de una tendencia progresiva que no se detiene, y que se nos
presenta como un proceso heterogéneo en cuanto a su velocidad y a los
actores involucrados. En efecto, la movilidad mundial que presentan los
capitales y los flujos financieros no es la misma para el trabajo,
particularmente cuando se trata de mano de obra con poca calificación. De
igual manera, la globalización no involucra al mismo tiempo y con la misma
intensidad a todos países pues, aunque su número se incrementa de manera
acelerada, aún persiste un importante número de economías nacionales,
particularmente en vías de desarrollo, que no han sido incorporadas a este
proceso, o son consideradas únicamente como receptores de capitales y de
inversiones directas, como nuevas formas de esclavitud y explotación (11) o
como simples fuentes de suministro de materias primas.
B) FASES DE LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMIA
No sabemos con exactitud el momento histórico en que se inicia el
proceso de globalización de la economía (12), tampoco tiene importancia
esta precisión para los fines de esta ponencia; sin embargo, resulta
significativo hacer referencia a las diferentes fases o etapas de este proceso
11) Este el caso, por ejemplo, de las nuevas modalidades de esclavitud
y explotación realizadas a través de empresas subcontratadas por
grandes multinacionales, tal es el caso de Nike o de Sarah Lee
ubicadas en Tailandia, Bangladech, la India o en China, así como el de
las trabajadores de las empresas maquiladoras mejicanas y el de las
implantaciones off-shore ubicadas en Tunes que explotan
fundamentalmente el trabajo femenino. El producto de esta industria
explotadora es integrado en los circuitos de producción y de
distribución que cubren gran parte del planeta. 12) Algunos tratadistas han pretendido fijarle fecha de nacimiento al
proceso de globalización, aunque sin mayor acuerdo entre ellos. De
esta manera, algunos pretenden ubicar el inicio de la globalización en
el siglo XV, con la llegada de Cristóbal Colón a América, mientras que
otros la sitúan en 1885 con la instalación del cable submarino entre
Europa y Estados Unidos, por citar sólo algunos ejemplos.
- 188 -
que señalan algunos tratadistas, entre ellos el profesor Charles-Albert
MICHALET (13). La precisión de esta división temporal es importante a los
fines de nuestro estudio, debido a que en cada una de estas etapas o fases se
afecta de manera distinta la soberanía del Estado. Para el profesor
MICHALET, en el proceso de globalización de la economía se pueden
distinguir claramente tres grandes fases: la correspondiente a la economía
internacional, la correspondiente a la economía multinacional y, finalmente,
la relativa a la economía global.
a) La economía internacional
Según el profesor MICHALET, la fase de la economía internacional
se caracteriza por una acentuada aplicación de políticas estatales
proteccionistas y por el intercambio de bienes y servicios realizado
directamente por los Estados. Se trata de un fase que se extiende durante
un largo periodo, que va desde el siglo XVI hasta los años sesenta, en la
cual adquiere gran relevancia la participación de los Estados que asumen el
rol de actores principales del intercambio económico internacional, frente a
una participación de las empresas prácticamente inexistente (14). De esta
manera, las fronteras geográficas se presentaban como las principales
referencias del intercambio económico. Destaca igualmente en esta fase el
hecho de que los intercambios financieros eran determinados por el
intercambio real de bienes y servicios.
13) Les métamorphoses de la mondialisation, une aproche économique. In
La mondialisation du droit. Litec. 14) Algunos estudios históricos hacen referencia a la existencia de
algunas empresas multinacionales antes de la Primera Guerra Mundial,
las cuales realizaban inversiones directas fuera de sus países de
origen, particularmente en los sectores minero y agrícola.
- 189 -
La importancia que adquiere la participación de los Estados en el
intercambio comercial internacional durante esta fase hace que la
autonomía económica y la industrialización eran consideradas por los
Estados como un fundamento de gran relevancia de su soberanía nacional.
Para los efectos de nuestro análisis, es importante destacar que en
esta fase el rol económico y comercial del sector privado en el plano
internacional es ubicado en un segundo plano, en relación con el rol
preponderante de los Estados cuyo poder económico y político es
totalmente admitido y respetado. Este rol preponderante de los Estados
tiene como consecuencia directa la importancia y consolidación de su poder
soberano sobre sus fronteras geográficas que se convierten en un factor
importante de su soberanía, tanto interna como externamente. Fuera de las
fronteras de los países se desarrollan relaciones exteriores que
corresponden y son ejercidas directamente por el Estado, el cual las
ejercerse a través de la diplomacia que adquiere gran relevancia. La
competencia de los mercados mundiales es en gran medida dominada por
esta diplomacia ya que las empresas exportadoras operan al abrigo y
protección de los Estados y en función de alianzas políticas.
Además, en esta fase, el sistema monetario internacional es dirigido y
gerenciado por instituciones públicas (bancos centrales y organismos
multilaterales) cuyas orientaciones y su gestión están colocadas bajo el
control directo de representantes de los Estados miembros.
Por lo tanto, en esta fase de economía internacional dirigida por las
soberanías nacionales, el funcionamiento de la economía internacional
dependía ampliamente de la política y de la diplomacia de los Estados. En
consecuencia, la soberanía, tanto en su expresión interna como externa, se
encontraba ampliamente reforzada, era reconocida y constituía la
fundamentación básica del ejercicio del poder del Estado que la ejercía
plenamente.
- 190 -
Este esplendor de la soberanía del Estado será considerablemente
afectado con el advenimiento de la economía multinacional que se inicia a
partir de los años sesenta del siglo XX y se desarrolla hasta los años
ochenta.
b) La economía multinacional
Facilitada y promovida por la doctrina neoliberal, esta nueva fase de
la economía se caracteriza por una gran expansión de los flujos de
inversiones directas a nivel mundial y la gran movilidad internacional de las
actividades productivas de las empresas. Aparecen en esta fase nuevos
actores, las empresas multinacionales, que van a sustituir a los Estados en la
escena internacional económica y del comercio internacional. Son
precisamente las empresas multinacionales las que van a realizar las
inversiones directas en el extranjero y a decidir el desplazamiento de sus
actividades productivas fuera del territorio de sus países de origen, logrando
además una productividad y rentabilidad muy superiores a las logradas por
los Estados Nación.
Mientras que en la economía internacional sólo los bienes y servicios
desbordaban las fronteras nacionales, en la economía multinacional los
sistemas productivos se convierten en multinacionales, perdiendo
importancia económica las fronteras geográficas. Esta nueva situación hace
que la tradicional técnica de comparación entre importaciones y
exportaciones no pueda seguir siendo un mecanismo adecuado para evaluar
la competitividad de las economías, ello porque debe tomarse en cuenta que
una parte importante y creciente de los intercambios internacionales son
realizados entre empresas multinacionales, de manera que para lograr una
imagen exacta de la competitividad de una economía nacional es necesario
- 191 -
agregar a los flujos de exportaciones de un país las ventas de las filiales
implantadas en otros mercados.
Además de la sustitución de actores, la ruptura con la lógica de la
economía internacional radica en el fenómeno original de la movilidad
internacional de las actividades productivas realizadas por empresas
multinacionales implantadas en diversos países. De esta manera, las
inversiones internacionales de las multinacionales constituyen una estrategia
comercial de penetración de los mercados internacionales por medios
distintos a los tradicionales de exportación que caracterizaba a la economía
internacional. Este esquema de funcionamiento de la economía
multinacional impuso a los países en vías desarrollo la necesidad de
establecer políticas de apertura de sus fronteras y de atracción de
inversiones extranjeras mediante el otorgamiento de importantes beneficios
tributarios y otras facilidades, impulsados con la falsa esperanza de lograr
por esa vía trasferencia de tecnología y su industrialización. La práctica ha
demostrado que, bajo esta lógica, sólo se ha logrado un enorme poder para
las multinacionales y un significativo desarrollo del subdesarrollo para los
países pobres (15).
Finalmente, la diferencia más importante entre la economía
internacional y la economía multinacional radica en el modo
funcionamiento internacional de las empresas multinacionales y su rol cada
vez más determinante en la transformación de la economía mundial,
situación que las ha llevado a jugar un rol de gran importancia en la escena
internacional, sustituyendo a los Estados que empezaron a experimentar
una importante regresión de sus soberanías a nivel interno y externo.
No obstante, aunque continúa aceleradamente este proceso de
dominio de las multinacionales sobre el proceso de globalización de la
15) G. FRANCK. Le développement du sous-développement. Paris, Masperro
1970.
- 192 -
economía, particularmente con la creación de los grandes grupos
industriales de talla internacional, construidos mediante fusiones y
adquisiciones de grandes empresas, los Estados Nación continúan jugando
un rol importante en cuanto a la definición de la política macro-económica,
rol este que se verá sin embargo comprometido con el advenimiento de la
economía global.
c) La economía global
Promovida por el liberalismo a ultranza de Margaret Tatcher y
Ronald Regan, expresado a través de la política de desregulación, esta nueva
configuración del proceso de globalización que se impone a partir de los
años ochenta y continúa en nuestros días, presenta como característica
fundamental el predominio de la dimensión financiera. No se trata de un
cambio abrupto pues aún persisten y funcionan modalidades de la
economía mundial, y algunos reflejos de la economía internacional, sin
embargo, lo que caracteriza esta nueva fase del proceso de globalización es
el hecho de que las empresas multinacionales, aunque continúan
produciendo bienes y servicios a escala mundial, ahora buscan incrementar
su rentabilidad mediante la realización de inversiones directas en el mercado
financiero y la búsqueda de asumir el control y explotación de los servicios
públicos. La lógica de esta nueva actuación de las empresas multinacionales
es la creación de valor, lo cual es facilitado por la presencia creciente de la
participación en el capital de las empresas industriales de organismos
financieros no bancarios, como los fondos de pensiones, las sociedades de
inversión y las compañías de seguros.
La expansión de esta fase de economía global es favorecida por la
aceleración de los movimientos de liberación de los intercambios facilitada
por los trabajos de la Ronda de Uruguay en Marrakech en 1994 y por el
- 193 -
reemplazo del GATT por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
A esto se agregó la expansión de la política de la eliminación de medidas
proteccionistas y la adopción de modelos de desarrollo fundados sobre la
promoción de las exportaciones, así como el inicio de los procesos de
integración regional y la firma de acuerdos de libre intercambio.
El número, importancia e influencia de las empresas multinacionales
en el mercado global no cesa de crecer, situación que acentúa el proceso
iniciado de regresión del rol e importancia de los Estados en la escena
económica nacional e internacional y el surgimiento de nuevas formas
organizativas de producción. En efecto, como lo indica Charles-Albert
MICHALET,
“Es muy probable que se constituyan sistemas
productivos complejos sobre una base espacial más
estrecha que la de los Estados-Nación, pero que
constituyen zonas productivas pertenecientes a diferentes
países” (16).
En esta etapa de la economía globalizada la disminución del rol
económico internacional de los Estados se acompaña de una dilución de
sus fronteras geográficas, pero, además, los Estados se enfrentan a una
significativa disminución de su poder sobre determinadas actividades
económicas y de sus facultades legislativas sobre materias que han sido
asumidas por un mercado globalizado y reguladas por un nuevo derecho
globalizado.
16) Op. Cit. Pag. 42.
- 194 -
C) INSTRUMENTOS DEL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN DE
LA ECONOMÍA
Por tratarse de un proceso que corresponde a la lógica de la
economía capitalista, la globalización de la economía requiere en primer
lugar de instrumentos teóricos que le sirvan de sustento ideológico para su
fundamentación e impulso. Este sustento ideológico se encontraba
elaborado, expresado y promovido a nivel mundial por la política de las
administraciones de Margaret Tatcher y Ronald Reagan. Se trató de la
política de privatizaciones, de liberación del comercio y, sobre todo, la
promoción a nivel mundial de la necesidad de que los gobiernos
establecieran y aplicaran políticas de desregulación del funcionamiento del
Estado. La finalidad oculta era la de construir un espacio internacional libre
de obstáculos y de limitaciones locales y regionales para la implantación y
funcionamiento de las multinacionales y el desarrollo del comercio
internacional.
Además, el proceso de globalización de la economía encontró
en el desarrollo de las tecnologías de la comunicación su principal y más
efectivo instrumento de desarrollo. En efecto el gran desarrollo que ha
experimentado la tecnología de las comunicaciones en sus diferentes
manifestaciones (internet y la web) facilitó, no solamente el desarrollo y
expansión de los mercados financieros, sino que permitió al proceso de
globalización de la economía superar las barreras y limitaciones que le
significaban las fronteras geográficas, las distancias físicas y la disparidad
horaria. La universalidad e inmediatez de las telecomunicaciones
transformaron el globo terrestre, creando para las multinacionales un
espacio global que funciona en tiempo real y las 24 horas del día y sin
ningún tipo de barreras o limitaciones naturales. De esta manera, la
inmediatez de las comunicaciones a nivel global hizo compatible la
- 195 -
velocidad de la toma de decisiones con la coherencia operacional de los
grupos multinacionales.
Quedarían las barreras jurídicas establecidas en los
ordenamientos jurídicos nacionales. En efecto, las particularidades
normativas de los ordenamientos jurídicos nacionales, la ausencia de
armonización entre los ordenamiento jurídicos de los distintos países y la
inexistencia de normas específicas para regular nuevas situaciones de
naturaleza global, constituyen barrearas que limitan y obstaculizan la
libertad e inmediatez que requiere el funcionamiento de una economía
globalizada. Como lo expondremos más adelante, ante estas limitantes de
naturaleza jurídica, el proceso de globalización, utilizando las técnicas de
contractualización y de modelización del derecho, dio inicio a la creación de
un derecho globalizado y uniforme que responde perfectamente a sus
necesidades y a las nuevas figuras y formas de un mercado globalizado. De
esta manera, el derecho se convierte en un instrumento jurídico de gran
importancia y efectividad para el proceso de globalización de la economía.
Por último, debemos destacar que el funcionamiento de una
economía globalizada requiere igualmente de la mundialización de la
traducción cifrada de las operaciones económicas realizadas por las
multinacionales. Para ello el poderoso grupo anglo-sajón de comisarios de
cuentas (Big Eight) han promovido la mundialización de las reglas
contables, inspiradas en el modelo norteamericano.
II) EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMIA
El proceso de globalización tiene como consecuencias
directas la creación de un nuevo ordenamiento jurídico global de fuentes
privadas (A), la regresión acelerada de la soberanía de los Estados (B) y el
surgimiento de una nueva forma de imperialismo económico y jurídico (C).
- 196 -
A) CREACION DE UN NUEVO DERECHO GLOBALIZADO
En su desarrollo, el proceso de globalización de la economía
produce cambios significativos en el modo de producción, distribución y
comercialización de los bienes y servicios. Se trata de un proceso que
pretende fundamentalmente la conformación de un nuevo orden
económico que ignora a la entidad estatal e introduce nuevos actores en la
escena internacional. Ahora bien, el funcionamiento efectivo de este nuevo
orden económico globalizado requiere de la conformación de un nuevo
marco normativo que se adapte a sus particularidades, especialmente a su
necesaria inmediatez y a su inmaterialidad.
Es precisamente sobre el derecho internacional (público y
privado) que este proceso produce sus primeros efectos transformadores, al
dar origen a un esquema de relaciones internacionales entre nuevos actores
(las multinacionales) que sustituyen a los que tradicionalmente se
desenvolvían en la comunidad de naciones (los Estados) y que actuaban
bajo la protección del principio de Estados iguales y soberanos. El
postulado sobre el cual se basa la mundialización es fundamentalmente
diferente, el nuevo derecho globalizado responde a necesidades distintas a
las del derecho internacional clásico.
Este nuevo derecho globalizado no es el producto del poder
legislativo de los Estados, sino de la acción de las empresas multinacionales
y de los grandes escritorios jurídicos americanos y de las organizaciones
internacionales que responden al interés de un mercado globalizado. De
esta manera, este mercado se asegura una gran unidad del derecho,
necesaria para la seguridad y para la rapidez de sus operaciones comerciales
globalizadas.
- 197 -
Además de tener fuentes privadas, este derecho globalizado
presenta la particularidad de someter sus procedimientos a la voluntad
convencional de las partes y, lo más importante, se trata de un derecho
ajeno a todo sentido de justicia social, su fin fundamental es el de facilitar el
desarrollo y producción de rentabilidad.
a) El derecho como instrumento del proceso de globalización de la
economía.
Como lo hemos indicado, para poder colocarlo al servicio del
proceso de globalización de la economía, el derecho es sometido a un
proceso de transformación de sus fuentes, de su contenido y de su
aplicación. En esta dimensión universal, el nuevo derecho global va a
caracterizarse, no sólo por su deber de aportar soluciones jurídicas efectivas
a las actividades y situaciones de un mercado global, sino que, además, debe
establecer y garantizar de manera explícita e implícita la libre competencia
mundial como norma fundamental de la economía de mercado a la cual
responde el proceso globalizador.
Ahora bien, este proceso de creación de un derecho
globalizado coloca en su mira, en primer lugar, al derecho internacional
(público y privado), que debe cederle espacios y contenido normativo. De
esta manera, el nuevo derecho sustituye a los Estados nacionales como
actores de la dinámica económica internacional, otorgándole ese rol a las
empresas multinacionales que, además de dirigir y realizar la actividad
económica global, se constituyen en fuentes privadas de creación de ese
nuevo derecho global. Esta sustitución de roles debilita considerablemente
la soberanía de los Estados en su expresión externa. Ahora bien, la
globalización no es inocua en cuanto a la soberanía interna de los Estados,
ya que ésta les impone comportamientos y adaptaciones en sus
- 198 -
ordenamientos jurídicos internos para crear ambientes normativos estatales
que faciliten el libre desplazamiento global de bienes, capitales, tecnologías
y personas.
Por otra parte, siendo además el derecho una ciencia de
organización, en el nuevo orden económico globalizado los operadores del
derecho deben asumir la función de organizadores jurídicos (17) al servicio
de la economía globalizada, a fin construirle un panorama jurídico más apto
y adecuado para el desarrollo y protección de las actividades económicas
globalizadas. De esta manera, la ingeniería jurídica se convierte en una
disciplina muy solicitada dentro del marco de la economía global para
adaptar o evitar el ordenamiento jurídico nacional que entorpezca o retarde
sus operaciones económicas globalizadas.
b) Instrumentos de la globalización del derecho.
Este interesante proceso de creación de un nuevo derecho
globalizado se produce a través de dos procedimientos que los tratadistas
han denominado de “contractualización” (18) y de “modelización” (19) del
derecho, mediante los cuales se va produciendo un proceso de despojo de
materias propias de los ordenamientos jurídicos nacionales y la creación de
nuevas figuras normativas y nuevas concepciones e interpretaciones
jurídicas, dando origen a un nuevo marco normativo y jurisprudencial que
regula el mercado global y sobre el cual los Estados nacionales no tienen
injerencia.
17) J. PAILLUSSEAU. Le droit est aussi une science d’organisation. RTD,
1989, pag. 1 18) Eric LOQUIN. La volontés des opérateurs vecteur d’un droit
mondialisé. In La mondialisation du droit. Litec. Dijon. France.
2000. 19) Arlette MATIN-SERF. La modelisation des instruments jurídiques. In
La mondialisation du droit. Litec. Dijon. France. 2000.
- 199 -
1/ La contractualización del derecho. El nuevo mercado
mundializado no puede funcionar adecuadamente con una fragmentación y
una heterogeneidad de ordenamientos jurídicos nacionales. Por esta razón
el proceso de globalización, siguiendo la práctica y experiencia del comercio
internacional, recurre a la promoción de la autorregulación y al
establecimiento de nuevos modos alternativos de arreglo de conflictos. De
esta manera, al convertir la figura del contrato en el instrumento
fundamental del mercado globalizado, la globalización imprime una nueva
vitalidad a la práctica contractual, acentuando el principio de la autonomía
de la voluntad de las partes. En efecto, la aceleración que imprime la
globalización a los procesos productivos desarrollados dentro de una
dimensión global exige que la norma jurídica destinada a regular los
intercambios comerciales sea elaborada más rápidamente y responda
directamente a la voluntad de los sectores de la actividad y de los actores
implicados. De esta manera, el proceso de globalización desarrolla un
proceso de creación de un nuevo ordenamiento jurídico mediante la
práctica de la contractualización del derecho estatal (20).
De este modo las prácticas y experiencias que resultan de las
nuevas prácticas que se efectúan y se desarrollan entre los operadores del
mercado globalizado son adoptadas y se comportan como fuentes privadas
del nuevo derecho que regula el comercio internacional. En efecto, como lo
explican Jacques et Delebecque:
“En el campo del comercio internacional las prácticas son
rápidamente adoptadas por el medio dentro del cual ellas han
surgido para ser colocadas en la memoria y servir de modelos al
comportamiento de las partes contratantes”(21).
20) Eric LOQUIN. Op. Cit. 21) Citado por Eric LOQUIN y Lorencia RAVILLON. La Voluntad de los
operadores vector de un derecho mundializado. In La mondialisation du
Droi. Op cit. Pag. 91.
- 200 -
Este fenómeno del surgimiento de un nuevo derecho del comercio
internacional que tiene como fuente la voluntad de los particulares ya había
sido observada en 1961 por PhKahn, quien advirtió que:
“..a través de las condiciones generales de la compra-venta y los
contratos tipos de las asociaciones corporativas emerge un derecho
verdaderamente internacional de la venta de mercancías” (22).
La contractualización se extiende a todos los dominios y
prácticas de las actividades económicas globalizadas. De esta manera la
vemos manifestarse como práctica común en las operaciones económicas
de servicios, en la sub-contratación, en las actividades de las agencias
comerciales, en las actividades espaciales, en el comercio electrónico, en las
actividades financieras, inclusive en los procedimientos de fusiones y de
adquisición de empresa, por sólo citar algunos dominios en los cuales rige la
convención contractual como norma reguladora por excelencia. Además,
esta libertad contractual permite a las partes, no solamente fijar de común
acuerdo el contenido de los contratos, sino que, además, les faculta para
acordar la ley aplicable en caso de conflicto y la jurisdicción judicial o
arbitral que debe dirimir la controversia. Es más, este nuevo derecho
contractual elabora y establece sus propias sanciones, tal es el caso de las
listas negras, el boicot, el daño a la reputación comercial, la desconexión e
interrupción del suministro del servicio, la inundación de mensajes
destinados al autor de una comunicación inaceptable, entre otras.
Utilizando normas contractuales de diversos orígenes,
generalmente elaboradas por grupos profesionales y organizaciones
internacionales, la contractualización va a dar origen a los contratos tipos
elaborados y propuestos por los actores del comercio globalizado para el
desarrollo de sus negocios y actividades. Estos contratos tipos, por lo
general inmodificables, tienen además la pretensión de la universalidad, en
22) La vente comercialeinternationale. Paris. Sirey, 1961.
- 201 -
el sentido de que son propuestos para ser aplicados en cualquier espacio del
globo terrestre y a cualquier actividad, independientemente de la norma
nacional que regule la materia. Con frecuencia, las normas de estos
contratos tipos presentan significativas diferencias con las normas jurídicas
estatales, sin embargo, a pesar de la existencia de diferencias sustanciales,
normalmente la jurisprudencia local se encarga de aclimatarlas a través de
sus interpretaciones jurisprudenciales para no entorpecer el funcionamiento
del mercado globalizado.
De esta manera la contractualización se generaliza como
práctica dentro del mercado globalizado, extrayendo del dominio de los
Estados el control y regulación de un universo importante de situaciones y
actividades económicas que tradicionalmente le correspondían. El contrato,
elaborado en función de los intereses de las multinacionales, se convierte así
en un instrumento fundamental del derecho globalizado y su utilización
tiende a generalizarse a todas las actividades de nuestras sociedades actuales
y futuras. En efecto como lo ha indicado BARTHELEMY:
“Estamos entrando poco a poco dentro de una sociedad de
contratos en lugar de una sociedad de reglamentos” (23).
Sin pretensiones de agotar el universo de actividades de la economía
globalizada, observamos que actualmente la forma contractual es la
modalidad normal de regulación de las siguientes actividades:
Actividades relacionadas con el comercio electrónico, caracterizadas
por la ausencia de soportes durables debido a que el contrato es
concluido por vía de informaciones que son expuestas
23) Citado por Eric LOQUIN, op. Cit. Pag 109. En este mismo sentido E.
SAVAUX ha indicado que “Más allá del contrato, está naciendo un orden
espontáneo de los contratos, conjunto de reglas salidas de las
relaciones contractuales y no de actos de voluntad de las autoridades
habilitadas para dictar el derecho”. La Théorie générale du contrat,
mythe ou réalité. Pag. 107.
- 202 -
momentáneamente en las pantallas. En esta materia se están
desarrollando practicas contractuales que establecen las condiciones
en las cuales un documento electrónico tiene fuerza probatoria o
determina sus modalidades de presentación, tales como la admisión de
una prueba expresada en un código secreto o su simple presentación
en una pantalla (contractualización del derecho de la prueba).
Igualmente ocurre en materia de la carga de la prueba que puede no
recaer sobre un consumidor en la compra por internet.
Contratos de servicios de internet. En esta actividad resultan
interesantes las normas contractuales que se establecen entre los
usuarios de internet y los proveedores del servicios, tales como las
reglas de conducta sobre internet que establecen una especie de
código de conducta de la net para uniformizar los comportamientos
en la red. Estas reglas de comportamiento son referidas en las
estipulaciones de los contratos tipos que, con mucha frecuencia,
ignoran y hasta contradicen las reglas nacionales.
Las operaciones del mercado financiero internacional. En esta materia
la globalización se expresa mediante una interconexión de los
mercados en el cual los operadores actúan a nivel planetario. Se trata
de un mercado desmaterializado y totalmente móvil, volátil, sobre el
cual resulta imposible la aplicación de un derecho nacional por estar
regulado por contratos estandarizados a cuyo contenido, por lo
general, deben someterse las leyes nacionales. Tal es el caso de las
cláusulas compromisorias en los contratos que suscriben los Estados,
las cuales remiten la resolución de los conflictos a jurisdicciones
extranjeras o arbitrales, aún en contra de sus normas constitucionales.
Contratación laboral. Aunque el derecho del trabajo ofrece cierta
resistencia a la globalización, sin embargo, el mismo no escapa a este
fenómeno, dada la movilidad del trabajo que debe darse en este
- 203 -
proceso de globalización de la economía. En efecto, el carácter
internacional del contrato de trabajo implica ciertas consecuencias
importantes al contener normas de fuente privada que expresan el
interés y carácter particular de las empresas multinacionales. Se trata
de normas específicas y autónomas que definen derechos u
obligaciones propias del trabajo internacional y que son ejecutadas por
instituciones propias, aún en contra del contenido normativo de las
normas nacionales del trabajo del país de la persona afectada.
Dentro de este nuevo derecho globalizado, el Juez civil es
evitado y sustituido por una justicia contractual que ha adoptado la forma
del arbitraje como jurisdicción de derecho común en derecho internacional
económico. Esta justicia contractual se orienta hacia particulares
alternativas para el arreglo de diferencias, tales como la mediación
organizada por la vía contractual y la conciliación. Es decir, la globalización
ha impulsado la formación de un derecho negociado, en el cual el contrato
ocupa un lugar privilegiado que sustituye la justicia estatal.
En conclusión, estamos frente a una generalización de la
utilización del contrato privado que somete a normas convencionales la
aplicación del derecho y la justicia, todo ello como consecuencia de la
privatización de las fuentes del derecho que impone la consolidación de la
economía globalizada. Ahora bien, es importante destacarlo, la
contractualización, en su proceso de elaboración de normas convencionales
y la elaboración de contratos tipos, sigue e impone fundamentalmente el
modelo normativo anglo-sajón. De manera que, en la práctica, la
contractualización del derecho no es más que una modalidad de
estandarización anglo-sajona, del derecho, fundamentalmente del derecho
norteamericano.
- 204 -
2/ La modelización del derecho. Montesquieu dejó escrito
que las leyes “deben ser tan propias del pueblo para el cual son hechas que
sería una gran casualidad si las normas de una nación convinieran a otra”.
Por mucho tiempo esta afirmación tuvo validez. En los tiempos actuales se
observa que, con el proceso de globalización de la economía, la
diversificación de los ordenamientos jurídicos reclamada por Montesquieu,
como respuesta a las particularidades de las sociedades, tiende a desaparecer
y, en su lugar, se gesta un proceso hacia la estandarización de los
ordenamientos jurídicos mediante un proceso de modelización del derecho.
Contrariamente a lo expresado por Montesquieu, el nuevo derecho
globalizado no responde a las particularidades de una sociedad en especial,
sino a los intereses de las empresas multinacionales.
Como lo hemos indicado, son los operadores del proceso de
globalización de la economía los que, como principales actores del
comercio internacional, han venido estableciendo las condiciones que debe
reunir el ordenamiento jurídico que requiere el mercado globalizado. Ahora
bien, estos operadores, no sólo han venido estableciendo su propio
ordenamiento normativo a través de la contractualización, sino que,
además, independientemente de su ubicación geográfica, han venido
además sometiendo las operaciones y actividades que se desarrollan en el
mercado globalizado bajo el ordenamiento jurídico nacional que mejor les
conviene, el que mejor se adapta a las exigencias de un mercado libre y
globalizado. Este proceso se desarrolla bajo la forma de una modelización
normativa que genera a su vez una estandarización del derecho globalizado
bajo la versión anglo-sajona, lo que constituye una efectiva modalidad para
sustituir los demás ordenamientos jurídicos nacionales.
Este proceso genera a su vez una conducta natural e
irresistible de los diferentes ordenamientos jurídicos a alinearse al modelo
dominante, impuesto por los operadores económicos. En consecuencia, la
- 205 -
adopción y aplicación del modelo único, dominante se expande en el globo
terrestre como el ordenamiento jurídico necesario, válido, aceptado y
aplicable a un mercado globalizado. No se trata de la creación de un
ordenamiento jurídico especial por la vía de la armonización o unificación
de los ordenamientos jurídicos nacionales, sino de la determinación de un
nuevo ordenamiento jurídico globalizado que resulta efectivo y confiable
para el mercado globalizado.
Por su parte, las empresas y los empresarios, que
necesariamente requieren entrar al mercado globalizado y aspiran evitar su
desaparición por efecto de la competencia internacional, y ante las
dificultades que presenta la rigidez y diversificación de los ordenamientos
jurídicos nacionales, no dudan en someter sus negocios y actividades al
ordenamiento jurídico nacional ya señalado y definido como el aplicable al
mercado globalizado, produciéndose así lo que los tratadistas han
denominado como la “deslocalización jurídica” (jus shopping·).
Esta Modelización del derecho no se produce solamente por
la imposición de un modelo jurídico dominante, ella es también el resultado
de los trabajos de organizaciones jurídicas que proponen a los operadores
económicos y a sus legisladores nacionales o internacionales modelos
normativos y recomendaciones normativas que sólo responden al interés de
la globalización, tal es el caso de la acción que en ese sentido han
desplegado la Unidroit (con sus principios relativos a los contratos del
comercio internacional) y la Cnudci con sus propuestas de leyes tipos sobre
la insolvencia. De igual manera tienen este mismo objetivo las
recomendaciones normativas de la OCDE, del FMI y de la OMC.
La modelización también se manifiesta en los diferentes países
que, impulsados por la necesidad de atraer inversiones extranjeras y
siguiendo las directivas que impone el modelo anglo-sajón, han procedido
“desreglamentar” y a simplificar sus normativas internas, a fin de introducir
- 206 -
adaptaciones que permitan crear un ordenamiento jurídico de
estructuración y funcionamiento de las sociedades y de la normativa laboral
y tributaria atractivas a las empresas multinacionales.
Como se ha indicado, estos procesos de contractualización y
de modelización del derecho están orientados a lograr la imposición a nivel
mundial del modelo de ordenamiento jurídico anglo-sajón norteamericano
que constituye el modelo de derecho globalizado aplicable al mercado
globalizado. Esta situación trae como consecuencia la regresión de la
soberanía de los Estados.
B) REGRESIÓN DE LA SOBERANIA DE LOS ESTADOS
La creación de un nuevo ordenamiento normativo por fuentes
distintas a los Estados y la aparición de nuevos actores que suplantan a los
Estados en el proceso económico global origina una importante regresión o
pérdida de la intensidad de la soberanía. Esta regresión se produce tanto
por un proceso consentido, aceptado, en el cual el Estado se desprende de
manera voluntaria de parte del contenido de su soberanía (a), como de un
proceso impuesto por los actores del mercado globalizado y de las
circunstancias del funcionamiento de esta nueva economía (b).
a) Regresión consentida de la soberanía
Los Estados toleran la pérdida de su soberanía cuando, en
respuesta a las demandas y presiones de los operadores de la economía
globalizada, participan activamente en la creación de un espacio jurídico
mundial, a partir de instrumentos multilaterales sobre los cuales se ha
realizado un amplio consenso. En efecto, en una primera fase del proceso
de conformación del nuevo orden jurídico globalizado el Estado participa
- 207 -
mediante su adhesión a organizaciones internacionales a las cuales ceden
ciertas facultades (BIRD, FMI, GATT, OMC, OMPI, Convención de Viena
del 11-04-80, la Convención de New York del 10-06-1958 sobre el
reconocimiento y ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras) a las
cuales les han trasferido ciertas facultades que antes correspondían a su
poder de legislar o de controlar.
Nos encontramos igualmente frente a una pérdida tolerada de
soberanía cuando el Estado participa en el proceso de formación del
derecho globalizado, a partir del momento en que el mismo ha tolerado el
desarrollo de la Lex Mercatoria en sus propios territorios, dejando en los
operadores libertad para decidir el derecho aplicable a sus contratos,
permitiéndoles igualmente someter sus litigios a la decisión de árbitros del
comercio internacional fundándose en principios internacionales elaborados
por ellos mismo. Además, los Estados han venido sometiéndose a estas
presiones, tolerando su sometimiento a estas imposiciones de las
multinacionales que les imponen contratos tipos y el sometimiento a
jurisdicciones externas (cláusula compromisoria).
El Estado tolera además la pérdida de su soberanía cuando,
por iniciativa propia, participa en la elaboración del derecho globalizado,
desarrollando procesos internos para uniformizar su derecho, organizando
convenciones internacionales o adoptando unilateralmente disposiciones
para alinearse al ordenamiento jurídico extranjero líder del proceso de
globalización (derecho anglo-sajón).
b) Regresión impuesta de la soberanía
Como lo hemos indicado, el proceso de globalización de la
economía ha traído como consecuencia un incremento acelerado del poder
de las empresas multinacionales y, al mismo tiempo, una disminución del
- 208 -
poder de los Estados para establecer políticas destinadas a orientar sus
economías. De este incremento del poder de las multinacionales se derivan
imposiciones a los Estados que afectan en sentido negativo su soberanía.
Un ejemplo de esta imposición del poder de las multinacionales lo
representa el contenido del Proyecto AMI (Acuerdo Multilateral sobre
Inversiones) el cual fue calificado por el Director de la OMC, Renato
Ruggiero como “la Constitución de una economía mundial planificada”.
Este acuerdo autoriza a las empresas multinacionales a denunciar ante la
justicia a los gobiernos en caso de que sus políticas disminuyan la
rentabilidad de las mismas.
Siendo la globalización un fenómeno inseparable del
liberalismo, a los Estados se les exige la adaptación estricta de sus
ordenamientos jurídicos y de sus políticas a las reglas de la economía de
mercado. Al ceder, el Estado se encuentra frente a una reducción
significativa de su poder de legislar sobre determinadas materias, o debe
legislar sólo en los aspectos y modalidades que le dicta la globalización. Tal
es el caso de las siguientes materias cuya regulación corresponde a un
derecho globalizado y no a la facultad legislativa de los Estados:
Normativa relativa a la creación, organización y funcionamiento de
las empresas multinacionales y grupos empresariales internacionales.
Normativa bursátil internacional.
Códigos de ética de las empresas multinacionales.
Derecho de la quiebra y demás normativas relativas a la recuperación
de empresas en estado de insolvencia (Imposición de la ley tipo
propuesta por la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho
Comercial Internacional, Cnudci).
Derecho internacional de seguros y reaseguros. Este nuevo derecho
globalizado se caracteriza por sustituir los privilegios legales
previstos en los derechos nacionales por garantías convencionales
- 209 -
libremente negociadas en función del respectivo poder económico
del solicitante u otorgante del crédito. Bajo este derecho globalizado
de seguros, las garantías que corresponden a las hipotecas en los
derechos nacionales resultan inadaptadas e incompatibles.
El derecho de los procedimientos colectivos. Se trata del
establecimiento de una normativa de naturaleza global, destinada al
arreglo amigable de los conflictos entre las empresas.
El derecho relativo a la protección del medio ambiente. En esta
materia se ha expresado la concepción liberal de la economía y del
derecho. Dado que los Estados, de manera individual, no pueden
establecer normas para la protección del planeta, se ha venido
introduciendo en este sector la práctica convencional en lugar de un
marco normativo institucional global. En efecto, aplicando las reglas
del mercado, después de la Conferencia de Buenos Aires efectuada
en 1998, se ha desarrollado el mercado de permisos para contaminar.
De esta manera, las empresas que contaminan podrá calcular en
términos de rentabilidad si es menos oneroso reducir los porcentajes
de su contaminación o simplemente comprar los permisos para
seguir contaminando. Dentro de esta lógica de economía de
mercado, las empresas que contaminan obtienen un certificado o
permiso por cada unidad de contaminación emitida. Ahora bien, si la
empresa no utiliza su certificado puede venderlo en el mercado para
que otra empresa lo compre adquiriendo así un porcentaje de
derecho de contaminar el planeta. De cualquier manera, la
contaminación del planeta está asegurada dentro de esta lógica de
economía de mercado.
El derecho para la regulación de la competencia que se establece
entre los grupos multinacionales.
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El proceso de globalización de la economía impone
igualmente a los Estados una regresión de su soberanía en materia
impositiva. En efecto, la circulación entre empresas multinacionales de
bienes y servicios, incluyendo la transferencia de tecnología, se desarrolla
fuera del mercado, sobre la base de precios de transferencia que son
determinados por los servicios especializados de la casa matriz,
supuestamente mediante la aplicación de diferentes técnicas que se basan
más o menos en los costos unitarios aumentados de un margen.
En la práctica estos precios varían en función de la voluntad
de las empresas que buscan minimizar la presión fiscal mediante
subfacturación o sobrefacturación de las exportaciones e importaciones
efectuadas por las filiales situadas en países sin o con baja presión tributaria.
Estas manipulaciones también pueden ser utilizadas para compensar los
efectos de las tasas de cambio.
Se trata de un sistema complejo de modalidades de evasión
tributaria mediante la manipulación de la base imponible y el
desplazamiento de las rentabilidades que hacen difícil, si no imposible, la
aplicación efectiva de la normativa tributaria de los Estados. Los principios
sobre precios de transferencia establecidos por la OCDE para enfrentar
estos mecanismos evasivos resultan igualmente poco eficientes,
particularmente cuando se trata de productos y servicios específicos que
están de manera absoluta bajo el control de una multinacional o de un
grupo multinacional.
La pérdida de rol tradicional de las fronteras geográficas se
traduce igualmente en una significativa regresión de la soberanía de los
Estados. Al estar conectado el mundo mediante redes digitales de gran
poder, inmediatez y bajo costo, a través del cual se producen las
operaciones de intercambio comercial, el poder de control de los Estados,
basado en controles físicos efectuados en sus fronteras, se encuentra
- 211 -
seriamente comprometido. A esta dificultad debe agregarse la incapacidad
actual de los Estados para regular y controlar un mercado digitalizado.
El proceso de globalización de la economía parece haber dado
origen a un nuevo periodo en el cual el rol de los Estados desaparece
debido a su incapacidad, independientemente de su voluntad, para alcanzar
mediante sus normas el mercado globalizado. El nuevo panorama se nos
presenta bajo la forma de un paisaje en el cual se observa un Estado muy
pequeño para regular un mercado global.
Finalmente, bajo este esquema de globalización de la
economía, la soberanía pierde su significado de libertad para los Estados de
organizarse como mejor les parezca. El ordenamiento jurídico que les
pertenece debe en adelante ser ejercido dentro del respeto de las exigencias
de la economía de mercado y de democracia liberal. Es el precio que tienen
que pagar los Estados a quienes dirigen y controlan el proceso de
globalización de la economía y del comercio internacional.
C) SURGIMIENTO DE UN NUEVO IMPERIALISMO EONÓMICO
Y JURIDICO
La globalización de la economía y su creación de un derecho
globalizado, ajeno a los Estados, no es más que un proceso que conduce
inexorablemente a la creación de una nueva modalidad de imperialismo
económico y jurídico.
En efecto, este proceso trae consigo el surgimiento de un
derecho líder (el derecho anglo-saxón), que es el derecho más apto a los
intereses y formas de funcionamiento de la economía liberal globalizada.
Bajo la presión de las empresas multinacionales y la orientación de los
escritorios jurídicos norteamericanos, este derecho se exporta como un
derecho líder hacia otros ordenamientos jurídicos, transportando
- 212 -
adaptaciones legislativas, doctrinas, jurisprudenciales y arbitrales para la
regulación del mercado globalizado. De esta manera se produce al mismo
tiempo una uniformización del derecho y de su interpretación, colocando
de lado los conceptos nacionales y produciendo al mismo tiempo una
transculturización jurídica de los países.
Ello implica además el otorgamiento a las organizaciones
internacionales (FMI, OMC) la vigilancia del buen funcionamiento del
sistema de regulaciones. Se podría considerar que estos organismos
internacionales están controlados por los Estados miembros, lo que es
conforme con la lógica tradicional; sin embargo, en la práctica, las mismas
no tienen real autonomía frente al Estado líder del poder económico que
deriva del proceso de globalización de la economía. Estas organizaciones
internacionales no son más que instrumentos de la hegemonía
norteamericana. En efecto, como lo expresa Eric LOQUIN,
“Ese fenómeno adquiere una gran dimensión, se mundializa, lo que
no sorprende cuando se toma consciencia que la mundialización es
principalmente una americanización, la importación de un modelo
fuerte” (24).
En el mismo sentido se ha expresado Arlette MARTIN-
SERF, al considerar que:
“Ya se habla de un nuevo imperialismo, de un colonialismo jurídico
proveniente del mundo anglo-sajón, de una tendencia hacia la
uniformización de tipo hegemónica que podría conducir a la
mundialización del derecho americano. La lengua anglo-sajona, que
ya está omnipresente, es el vector ideal del modelo jurídico
correspondiente. En las tierras a conquistar, ya sea en Europa del
Este, en Asia o en África, la supremacía del modelo anglo-sajón
avanza con medios intelectuales, logísticos y económicos
24) Eric LOQUIN.Op. Cit. Pag. 113.
- 213 -
considerables: distribución de Códigos ya elaborados, organización
de coloquios, misiones, otorgamiento de becas para formar
estudiantes directamente en la fuente (…) Además, los juristas y
legisladores de los distintos países se sienten atraídos por el
ordenamiento jurídico anglo-sajón por convicción, por necesidad y a
veces por esnobismo y conformismo, adoptando su vocabulario y
sus métodos de trabajo. En conclusión, siendo el derecho un
producto cultural, es previsible que la cultura dominante transporte
sus modelos jurídicos y logre imponerlos a otros modelos
culturales”. (25).
CONCLUSIONES
Sin duda, la globalización de la economía es un proceso que
responde a las necesidades y a la lógica de la economía liberal. Se trata de un
proceso natural de orientación de la economía capitalista hacia un estado
superior de control y de explotación global del capital, apoyado en los
avances tecnológicos de las telecomunicaciones y del transporte. Este
proceso acelerado hacia la construcción de un mercado global, dirigido y
controlado por las empresas multinacionales, esconde una real intención de
desmontaje del Estado, mediante la eliminación progresiva de su soberanía
nacional, a fin de eliminar el obstáculo que implica la existencia de
ordenamientos jurídicos nacionales diversos y de controles estatales.
Este proceso de degradación de las soberanías nacionales será
acentuado con la imposición a los Estados del Tratado sobre Servicios
Públicos (TISA), cuya implementación generalizada ha venido
negociándose en secreto.
25) Arlette MARTIN-SERF. La modelisation des instruments juridiques.
In. La mondialisation du droit.Op.cit. pag. 181.
- 214 -
En efecto, gracias a las filtraciones en la web Wikileaks de
Julian Assange (26) se ha podido conocer que más de 50 países, liderizados
por los EE.UU y la U.E, han venido negociando en secreto en Ginebra el
contenido y modalidad de imposición a los países del Acuerdo de Comercio
de Servicios (Trade In Services Agreement), conocido como el TISA por
sus siglas en inglés.
El objetivo del TISA (27) es extender algunas de las
disposiciones más controvertidas del Acuerdo General sobre el Comercio
de Servicios (AGCS) de 1994, el tratado creado por la Organización
Mundial del Comercio (OMC), para extender el sistema multilateral de
comercio hacia el sector de servicios públicos. La idea fundamental es
lograr, mediante la implementación de diversos mecanismos directos e
indirectos de presión, que los diferentes países suscriban el tratado y, en
consecuencia, deban adoptar políticas de privatización de los servicios
públicos, a fin de que éstos sean asumidos por multinacionales y ser
tratados como mercancías comercializables, sometidos a las reglas del
mercado.
Uno de los aspectos graves del TISA es la existencia de
cláusulas que impiden a los gobiernos recuperar y devolver servicios
públicos a su competencia, independientemente de que se trate de
privatizaciones de servicios fracasadas. Se trata de una total eliminación de
las soberanías de los Estados. Además, de acuerdo al informe revelado por
Wikileaks, el tratado impondrá a los países firmantes cláusulas expresas que
benefician a las grandes corporaciones multinacionales en detrimento de la
soberanía y de los intereses públicos de cada país.
26) wikileaks.org/tisa-financial 27) Para una mayor ampliación del estudio del Tisa ver: TISA – El
Acuerdo de Comercio de Servicios. El Acuerdo de los Auténticos Buenos
Amigos de las Empresas Transnacionales. por Ellen Gould.
- 215 -
Para el logro de este fin, ha sido creado un grupo destinado a
promover el TISA (teamtisa.org/) apoyado por grandes intereses
corporativos como Microsoft, JP Morgan Chase, CHUBB, Deloitte, UPS,
Google, Verizon, Walmart, Walt Disney, IBM, la Asociación de Mercados
Financieros e Industria de Valores de los EE.UU., la Cámara de Comercio
de Estados Unidos, la Asociación Estadounidense de Seguros, VISA y
Bloomberg Financial Information Services (28).
Los participantes en las negociaciones secretas del TISA son: Australia,
Canadá, Chile, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Estados Unidos, Hong
Kong China, Islandia, Israel, Japón, Liechtenstein, México, Nueva Zelanda,
Noruega, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Suiza, Taipei China (Taiwán),
Turquía, y la Unión Europea, la cual incluye a sus 28 países miembros.
En relación con el capítulo de servicios financieros del TISA que ha sido filtrado,
el Profesor Jane Kelsey, de la Facultad de Derecho, Universidad de Auckland,
Nueva Zelanda, expresó el 14.04-2014 las siguientes observaciones:
“El secretismo de los documentos de negociación excede hasta el del
Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPPA) y va a contrapelo de
movimientos en la OMC hacia una mayor apertura.
El TISA está siendo promovido por los mismos gobiernos que instalaron el
modelo fallido de desregulación financiera en la OMC y el cual ha sido
culpado por ayudar a fomentar la crisis financiera global.
Quieren expandir y profundizar el régimen existente a través de TISA,
eludiendo la ronda Doha paralizada en la OMC y creando una nueva plantilla
para acuerdos de libre comercio futuros y en última instancia para la OMC.
TISA está diseñado en estrecha consulta con la industria financiera global,
cuya codicia e imprudencia han sido culpadas por las crisis sucesivas y
28) Ver lista completa en: www teamtisa.org/index.php/about-team-
tisa/coalition-members.
- 216 -
quienes continúan capturando la formulación de normas en instituciones
globales.
Una muestra de disposiciones de este texto filtrado muestran que se esperará
que los gobiernos que firmarán TISA consoliden y extiendan sus niveles
actuales de desregulación financiera y liberalización; pierdan el derecho de
requerir que los datos sean guardados en sus territorios; se enfrenten a
presiones para autorizar productos de seguros potencialmente tóxicos; y
arriesguen una impugnación jurídica si adoptan medidas para prevenir o
responder a otra crisis”.
Ya habiendo reducido considerablemente la soberanía externa de los
Estados, al ser éstos substituidos en el comercio internacional por las empresas
multinacionales, el proceso de globalización de la economía aspira dar el golpe de
gracia a la soberanía interna de los Estados, despojándolos de su tradicional
función de prestadores de servicios públicos mediante la implementación
mundial del TISA.
La única soberanía externa que resulta reforzada por el proceso de
globalización de la economía es aquella del país que, además de liderar el proceso
globalizador, impone al resto de países su ordenamiento jurídico, mediante el
mecanismo de la modelización y la imposición de un nuevo derecho de origen
contractual. De esta manera se estructura e impone un nuevo imperialismo
económico y jurídico que pretende, no solamente dirigir el nuevo mercado global
e imponer su dominio al resto de países, sino además arrogarse un poder
sancionador, utilizando además diversos medios políticos y jurídicos de
dominación.
Algunos de estos mecanismos sancionatorios ya han venido siendo
utilizado en contra de algunos países que se han atrevido a asumir posiciones
críticas en defensa de la justicia social. Tal es el caso del Decreto dictado por el
Ejecutivo norteamericano en contra de Venezuela en marzo de este año, el cual
- 217 -
se establece una serie de sanciones en contra de funcionarios del Gobierno
venezolano por estar presuntamente vinculados con violación de derechos
humanos.
Un análisis objetivo de la realidad de los hechos y del contenido del referido
Decreto permite constatar las verdaderas intenciones que el mismo esconde. En
efecto, el referido Decreto hace referencia a situaciones que supuestamente
sucedieron en Venezuela. Ahora bien, estas supuestas situaciones son tomadas de
páginas oficiales dándoles un contenido narrativo falso, es más, algunos de los
hechos narrados nunca sucedieron. El mismo Decreto indica que la fuente de su
contenido son medios de comunicación, lo que, obviamente y desde el punto de
vista jurídico, vicia este instrumento. Ahora bien, el fundamento principal del
Decreto es la consideración del Gobierno norteamericano, según la cual,
Venezuela es una amenaza extraordinaria e inusual para la seguridad de Estados
Unidos. La falsedad de tal calificación quedó confirmada en la expresión pública
del Presidente Obama, según la cual “Venezuela no es una amenaza inusual y
extraordinaria para los Estados Unidos”. En todo caso, si el fundamento
principal del Decreto es una calificación que luego es desmentida por la
autoridad que lo suscribe, se produce en consecuencia un decaimiento del mismo
por efecto de la desaparición de su objeto. Es decir, se trata de un instrumento
dictado con fundamento en un falso supuesto de hecho, motivo por el cual
pierde toda fundamentación y toda legitimidad jurídica.
Por otra parte, los supuestos de derecho que se invocan en el Decreto son
violatorios de los principios del debido proceso y del derecho a la defensa
consagrados en la Constitución norteamericana, Es más, el Decreto está
redactado en términos de presunción de la presunción. Es decir, al firmar el
Decreto, el Presidente Obama está presumiendo que presume que hay violación
de derechos humanos en Venezuela y, en base a esta presunción de la
presunción, él puede arrogarse la facultad de sancionar a funcionarios
- 218 -
venezolanos por hechos que no fueron cometidos, juzgados, analizados ni
investigados en Estados Unidos.
No obstante los graves vicios de fondo que presenta el citado Decreto y
su consecuente decaimiento jurídico por inexistencia de su objeto, el mismo no
ha sido derogado, no sólo por razones que resultan de la arrogancia de un
imperio, sino porque sus verdaderas motivaciones se encuentran en las
intenciones de Estados Unidos de intervenir en Venezuela en defensa de un
grupo político que es favorable a sus intereses.
Sin duda, estas actuaciones imperialistas directas en contra de los países,
aunado a los efectos nocivos del proceso de la globalización para los Estados,
demuestran que la noción clásica de soberanía “eterna y absoluta” (Jean Bodin)
se ha venido desdibujando, y los principios fundamentales de autodeterminación
de los pueblos, de independencia y de no injerencia que la misma implica
comienzan a ser simples rasgos de un pasado histórico de los Estados.
Como hemos podido expresarlo, la soberanía de nuestros Estados está en
grave peligro de desaparición y con ella nuestros Estados. La soberanía, como la
hemos entendido y como la hemos aplicado desde la aparición de los Estados
Nación, resulta incompatible con las reglas de funcionamiento del mercado
global que se está construyendo. De manera que nuestros países enfrentan un
proceso arrollador que no pueden negar, ignorar o enfrentar. Sin embargo, su
inteligencia y su actuación oportuna podrá evitarles mayores efectos nocivos y,
por el contrario, permitirles extraer beneficios de este inevitable proceso de
globalización de la economía.
Ahora bien, esta actuación oportuna e inteligente no puede realizarse de
manera individual y aislada, es necesario que los Estados actúen en bloque, sobre
todo aquellos países que los une la geografía, la historia y la cultura como son los
países latinoamericanos. Para ello es necesario iniciar en conjunto el estudio y
comprensión profunda de este proceso globalizador a fin de formular propuestas
conjuntas para la defensa de nuestros Estados. Para este fin, resulta
- 219 -
recomendable la continuación de este tipo de convenciones y encuentros
intelectuales entre países hermanos, para intercambiar conocimientos y elevar
propuestas a nuestros organismos multilaterales.
- 220 -
SOBERANÍA LATINOAMERICANA Y DEFENSA ESTATAL
Por Héctor E. Arce Zaconeta
Muchas gracias. Muy buenos días, saludo y agradezco a mi colega y
amiga Angelina Abbona por esta invitación. Saludo también a la viceprocurador
de la querida hermana República Bolivariana de Venezuela, a todos los panelistas
y autoridades de la Procuración del Tesoro de la Nación, a los distinguidos
asistentes. Un saludo cordial desde la tierra boliviana.
Agradezco esta invitación y comparto el criterio del subprocurador
de Venezuela cuando dice que estos instrumentos, estos encuentros deben
servirnos a los pueblos latinoamericanos desde la reflexión jurídica pero también
desde la reflexión política para encontrar mecanismos de identificar los
requerimientos comunes que tenemos y solucionarlos. Saludamos esta iniciativa
- 221 -
y vamos a tratar de imitarla siguiendo el ejemplo con otros eventos y también
compartiendo en espacios como la UNASUR y otras instituciones de integración
estas inquietudes que son tan importantes.
Cuando veía anoche el temario de soberanía latinoamericana y
defensa estatal pensaba que lo más rico puede ser contar la experiencia boliviana
y la defensa del Estado, la evolución del país en los últimos diez años en un
proceso de la recuperación de la patria y de lo sano de la nacionalidad boliviana
en un proceso muy similar a los vividos en otras partes de Latinoamérica:
Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina por supuesto, y otros países, que han
encontrado en los procesos de transformación política, social y económica
verdaderas luces para su transformación, superación y liberación en cuanto a
diferentes temas, entre ellos por supuesto referidos a la recuperación de su
soberanía, autodeterminación y dignidad principalmente como Estados y como
naciones.
Les voy a hablar en cuatro dimensiones: social, económica, política
y jurídica. En cuanto a la dimensión social, Bolivia hace diez años era un país
que estaba profundamente marcado por el enfrentamiento entre bolivianos. Las
divergencias sociales que siempre existen en una sociedad habían sido
tremendamente exacerbadas por las políticas neoliberales de ajuste estructural
que, como en el caso de la Argentina y muchos otros países, los dejaron mucho
más pobres, desprovistos de sus políticas sociales, abandonados a su suerte en
una lógica de neoliberalismo que tanto daño le ha hecho a nuestros países.
En el caso de Bolivia la situación se vio agravada, porque sobre las
diferencias sociales que siempre existen en una sociedad, se sumaron
divergencias regionales y raciales. Bolivia es un país con más de 50% de
población indígena, que finalmente ahora sí pudo ser reconocida en el contexto
interno e internacional. Esa situación social generó una inestabilidad social muy
profunda y muy grande que nos puso en algunas circunstancias al borde de
verdaderas guerras civiles. Lo que hemos vivido en Bolivia han sido hechos
- 222 -
extraordinarios de acercarnos a un enfrentamiento fratricida entre bolivianos que
hubiera tenido gravísimas consecuencias para el país y para Latinoamérica.
En lo político, Bolivia era un país marcado por una inestabilidad
política verdaderamente impresionante. Llegamos a tener cinco presidentes en
cinco años; entre 2000 y 2005 contamos cinco presidentes -Banzer, Quiroga,
Sánchez de Lozada, Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez Veltzé-. ¿Cómo puede
desarrollarse si en cinco años tiene cinco presidentes con cinco visiones
diferentes? Solamente a partir de enero de 2006 que empieza una etapa de
profunda estabilidad política, crecimiento y desarrollo, increíblemente de la mano
de un presidente indígena, el presidente Evo Morales Ayma. Esa inestabilidad
política en la que vivíamos sumergidos los bolivianos generó por supuesto una
gran inestabilidad económica.
En materia económica, Bolivia siguió las lógicas de los modelos de
libre mercado tan difundidos, tan desarrollados y tan efusivamente vendidos por
los organismos internacionales, siguiendo las lógicas de lo que se denominó en su
momento el Consenso de Washington, ese famoso consenso que realmente fue
la máxima expresión del disenso y de la desgracia para los pueblos
latinoamericanos. Siguiendo esa lógica, el país entró en la dinámica neoliberal,
pero entró de una manera verdaderamente contraria a los intereses del Estado.
Si bien en algunos países, como aquí por ejemplo en la Argentina, se vendieron
las empresas del Estado y ese dinero de la venta muchas veces fue mal utilizado,
por lo menos fue un dinero que ingresó a las arcas del Estado. En el caso
boliviano los gobiernos neoliberales, principalmente en la cabeza del
expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, nos creyeron tan débiles mentales a
los bolivianos que se inventaron una fórmula para entregar nuestras empresas y
nuestro patrimonio ni siquiera vendiéndolos a precios de gallina muerta, a
precios irrisorios, sino que encontraron una fórmula para hacerlo gratuitamente.
Falsa, contradictoria e ilusioriamente le denominaron las políticas de
capitalización, lo que en los hechos era la entrega y concesión gratuita de nuestras
- 223 -
seis primeras empresas, las más importantes -el resto fueron vendidas, casi 200
empresas-: ferrocarriles, línea aérea, hidrocarburos -la más importante-, la
empresa nacional de fundiciones y otras dos empresas, que por su rango eran las
empresas mayores en el país, fueron entregadas a título de capitalización. En
términos sencillos, la capitalización importó el hecho de concederlas a manos
privadas y el privado ponía un monto supuestamente en el que había sido
valuada la empresa.
Vamos a hablar de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones,
una de las empresas que fue capitalizada. Se la valuó en 500 millones de dólares.
Supuestamente entraron a las arcas de Bolivia o debían haber entrado a las arcas
de la empresa en Bolivia 500 millones de dólares. Ese dinero nunca llegó a
Bolivia; se quedó en el Banco Cititrust of Bahamas. Pero en Bolivia los italianos
entraron físicamente a la empresa, tomaron su control, empezaron a
administrarla y empezaron a ganar cuantiosas sumas de dinero. Es una empresa
que en la actualidad rinde un año el 150 por ciento de lo que finalmente pagamos
cuando la empresa fue recuperada por los bolivianos, es decir que cada año
podíamos habernos comprado los bolivianos, solo con lo que generaba la
empresa, una empresa similar.
En esas condiciones esa empresa fue entregada y ese dinero nunca
llegó a Bolivia; se quedó ahí en las Bahamas en un certificado. Con las mismas
ganancias que obtuvo la empresa bajo su administración cubrieron la compra:
una estafa verdaderamente monumental e increíble a la razón humana cuando
uno analiza con frialdad lo que realmente ocurrió en nuestros países.
Estas políticas de capitalización y de privatización se dieron por
supuesto acompañadas de una serie de políticas sociales muy duras en contra del
pueblo. El caso más claro fue la concesión de servicios básicos fundamentales
como el agua potable, por ejemplo, a empresas trasnacionales. Estas empresas
transnacionales empezaron a obtener grandes ganancias y colgaron el sacrificio
no en ellas mismas sino sobre los hombros de la sociedad boliviana. Los grandes
- 224 -
tarifazos, como aquel que ocurrió en Cochabamba en abril de 2000, cuando se
dio una verdadera revuelta social llamada la guerra del agua, se dio en
condiciones de que subieron las tarifas de agua potable, de energía eléctrica y los
servicios básicos elementales en un 400 y 500 por ciento para favorecer las
empresas transnacionales. Esa fue la realidad que nos dejó el neoliberalismo en
materia económica.
El Estado fue reducido a su mínima expresión; el Estado no tenía
recursos. Año tras año por los meses de octubre o noviembre los ministros de
Economía iban constantemente a los países europeos, a los instrumentos de
cooperación, a pasar la gorra y a pedir créditos blandos, donaciones, cooperación
inmediata, para poder pagar los aguinaldos, esa retribución que se paga a los
funcionarios públicos una vez al año. Eso no estaba presupuestado para los
funcionarios públicos en un Estado que se redujo a su mínima expresión, que
perdió sus empresas, la soberanía sobre los recursos naturales, su capacidad
económica de diseñar políticas sociales, la capacidad económica de generar las
atenciones a las labores más importantes que quedaron prácticamente
abandonadas, como la salud, educación, seguridad ciudadana, entre otras. Fue
un verdadero desastre, como si hubiera pasado un tsunami sobre la joven Nación
boliviana.
En materia jurídica, ocurrió algo parecido a lo que ocurrió en
muchos países latinoamericanos. Como teníamos que recibir la inversión
extranjera como diera lugar y la inversión era la panacea universal que iba a
permitir que saliéramos de las tinieblas en las que nos encontrábamos
supuestamente, firmamos indiscriminadamente una gran cantidad de tratados
bilaterales de inversión. En Bolivia se firmaron 22 tratados bilaterales,
sometiéndonos a estos tratados y a la adopción de los mecanismos del CIADI,
de la CCI, de la Corte Permanente de Arbitraje y todo este mundo de arbitraje
internacional en materia de inversiones tan nefasto para los Estados. A ese
mundo nosotros nos sumamos sin preguntar por qué, ni cuándo, ni cómo iban a
- 225 -
darse las consecuencias. Lo hicimos en Bolivia sabiendo que ni siquiera teníamos
una Procuraduría General del Estado como institución de defensa legal de los
intereses del Estado.
En Bolivia se reformó dos veces la Constitución durante el período
neoliberal, en 1994 y en 2004. Se crearon muchas instituciones, pero a los
gobiernos neoliberales de ese entonces ni siquiera se les ocurrió por un mínimo
de cariño y respeto a su Nación crear una institución de beneficio legal del
Estado cuando con la otra mano estaban firmando tratados bilaterales de
inversión, que ustedes conocen bien lo nefasto que terminan siendo para los
intereses del Estado.
Estos tratados bilaterales de inversión conciben la lógica de la
protección -entre comillas- recíproca. Es una burla hablar de reciprocidad,
porque eso no tiene absolutamente nada de recíproco. Toda esta lógica se
convirtió en el fantasma perfecto para atormentar y aterrar a la ciudadanía
boliviana. Cuando el pueblo salía a las calles y pedía nacionalización y la
estatización de algunos servicios básicos, nos salían con el cuento de van a
demandar a Bolivia. Son Tribunales internacionales que nos van a embargar
nuestras reservas, pueden incluso embargar nuestros bienes en el extranjero y
hasta decían que podían intervenirnos militarmente, algo que por supuesto nunca
llegó a ocurrir. Pero montaron una lógica del miedo y del terror, como fue
durante el gobierno del general Banzer en la guerra del agua, este episodio de
lucha de una ciudad en contra de un tarifazo del 400 que menguaba su economía
nada menos que en el elemento más importante que necesita el ser humano para
vivir, el agua. En ese episodio el gobierno prefirió dictar un estado de sitio,
masacrar a la gente; hubo cuatro muertos con armas de bala. No fueron por
supuesto nuestras fuerzas armadas, que son dignas y respetadas, sino que fueron
personas infiltradas para sembrar el terror en el ciudadano. Prefirieron enfrentar
a un pueblo movilizado durante dos semanas que había cortado todas las rutas
antes de atentar contra los intereses de la empresa. El pueblo se impuso y tres
- 226 -
semanas más tarde la transnacional tuvo que irse, el gobierno tuvo que levantar el
estado de sitio y allí en abril de 2000 empezó en Bolivia el fin de esta era
neoliberal.
Esta lógica de aterrar a los Estados se basa sobre un presupuesto
jurídico absolutamente falso. Ellos dicen que los Estados tienen que garantizar
seguridad jurídica. ¿Qué es la seguridad jurídica, en última instancia? ¿Acaso la
seguridad jurídica no es el sometimiento de dos partes al imperio de la ley
nacional? ¿No es la garantía para ambas partes de una relación jurídica de que se
va actuar conforme a derecho? ¿Acaso el Estado, que como decía ayer uno de
los brillantes expositores, no tiene que estar previendo el bienestar de millones y
millones de personas? ¿Acaso el Estado no es digno de tener seguridad para sí
mismo? ¿Acaso cuando hablamos de seguridad jurídica para el Estado no
estamos hablando de la seguridad para todos? En últimas instancia, cuando se
haga la interpretación kantiana, ¿el Estado no somos todos en un sentido bueno,
favorable y positivo? Siempre nos hemos acostumbrado a ver el Estado como
algo malo, que nos reprime, persigue y masacra. Pero eso es el Estado
defectuoso; el Estado verdadero es el Estado que están construyendo aquí en la
Argentina con Néstor y Cristina, el Estado que se construye en Bolivia con Evo
Morales, que se construye en Ecuador con Correa, que se construyó en
Venezuela con el comandante y ahora con el presidente Maduro, y con Lula en el
Brasil, una lógica de protección, de amparo, de servicio, de humanidad y de
acercamiento hacia el ciudadano. Esa lógica no existía y la lógica era un Estado
que constriñe, un Estado que reprime y ese era un Estado que además generaba
las condiciones para conceder todo a la voracidad extranjera.
Al arbitraje internacional de inversiones se accede mediante estos
tratados bilaterales, que como decía ayer el profesor seguimos atados todavía por
sus inteligentes cláusulas de ultraactividad por diez, quince o veinte años por las
que nos siguen demandando pese a que hemos denunciado esos tratados. ¿Esos
tratados y la lógica de los arbitrajes internacionales qué generan en los hechos?
- 227 -
Primero, genera que los Estados pierdan su dignidad de Estados; el Estado es
llevado a un Tribunal como si fuera un particular o una empresa más. La
condición soberana del Estado -aquí que estamos hablando de soberanía-, esa
potestad supergentilicia que tiene el Estado que debe darse a sí mismo, porque
por eso representa a una Nación y a un nuevo, desaparece. El Estado es sentado
en la mesa del acusado como cualquier particular. Bueno sería que fuera como
cualquier particular, pero es sentado en la mesa con una presunción de
responsabilidad. Cuando se llega a un arbitraje de inversiones, los árbitros que se
forman, los centros, los funcionarios, los secretarios parten de la premisa de qué
habrá hecho el Estado contra el pobre inversionista, en qué lo habrá dañado ese
Estado latinoamericano abusivo sin estado de derecho, sin poderes judiciales
independientes, esta especie de países del patio trasero sobre los que piensan
"¿cuándo se van a civilizar y se vuelven como nosotros" y se pregunten "¿qué le
habrán hecho a esta empresa que tiene una presencia en todo el mundo, que es
tan buena, que es tan santa?" Así empieza una suerte de presunción de
responsabilidad y culpabilidad del Estado.
A eso se suma el hecho de que todo el sistema vive de esto. Yo no
conozco muchos casos en los que, por ejemplo, en la etapa de jurisdicción se
haya fallado a favor de negar un Tribunal Arbitral su propia jurisdicción. Por
una sencilla razón: si un Tribunal se niega a sí mismo su jurisdicción, el caso
termina ahí, y con ello sus honorarios, sus viajes y todas las ventajas que ellos
disfrutan a costa del sacrificio de los Estados. Por lo tanto, obviamente siempre
van a tratar de llevar siempre el arbitraje hasta sus últimas consecuencias.
Son arbitrajes engañosos en los que al inversionista se les permite
decir y hacer cuanto quiera. Una empresa puede haberse comprometido en un
país a invertir 50 millones, para poner un ejemplo. Esa empresa llega y como
nos ve como Estados latinoamericanos un poco descuidados y que teníamos en
el pasado gobiernos desprolijos muchas veces en contubernio y acuerdos de
corrupción no invierte 50 millones sino solamente 10 millones. El servicio es
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malo, la prestación que debía cumplir es mala, el trabajo es malo, no sirve la
empresa. Cuando viene un gobierno revolucionario como el de Evo o el de
Cristina y les dice que se vayan porque no ha cumplido su inversión, bueno sería
que la empresa nos demandara los 10 millones de dólares que ha invertido,
bueno sería que nos demande los 50 millones que tenía que invertir. No, la
empresa nos demanda 500 millones y nos dice esto es lo que iba a ganar en 40
años, y nos pide daño emergente, lucro cesante y daños de toda clase. Falta que
nos pida hasta daño psicológico.
Estos Tribunales además tienen que mostrar una imagen de
imparcialidad y de independencia. Últimamente quieren conquistar a los Estados
a que vuelvan, porque los Estados se han dado cuenta de la situación en la que
viven estos sistemas. Ahora para congraciarse con nosotros nos dicen: "miren,
han demandado 500 millones, pero este Tribunal que es muy consciente, les va a
ordenar que ustedes paguen solamente 150 millones, es menos de una tercera
parte de lo que les están demandando." Y creyéndonos bobos, quieren que nos
alegremos por pagarle a la empresa 150 millones cuando tenía que invertir 50
millones y apenas invirtió 10 millones. Esa es la terrible realidad de un sistema
nefasto, profundamente contrario a los intereses de los Estados, que denigra la
dignidad y hasta la inteligencia de los Estados soberanos. Más allá de ello, está
también el fantasma de que si ustedes no solucionan sus problemas, la inversión
se va a ir y la inversión no va a venir más. Eso provocó en Bolivia el terror a que
algunos gobiernos actuaran dignamente. El ex presidente Carlos Mesa, un buen
presidente que tuvimos en Bolivia, que ahora es nuestro delegado ante los
organismos internacionales, por miedo -hay que decirlo- se negó a firmar una
nueva ley de hidrocarburos en función del terror que le sembraron desde afuera
estas voces que alegoraban la destrucción del Estado si alguien se metía con la
sagrada inversión.
Esa es la realidad social, política, económica y jurídica de la Nación
boliviana. Prácticamente al borde del enfrentamiento entre bolivianos. En
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Bolivia llegamos a situaciones verdaderamente extremas, llegamos a peligros y a
grupos que se armaron por parte de sectores de extrema derecha que
amenazaban incluso la integridad del país, grupos irregulares que después fueron
identificados, detenidos, procesados y sancionados.
Llegó el presidente Evo, y sin escuchar esas voces alarmistas
cambió radicalmente la situación del país. En lo social, hoy en día somos un país
absolutamente unido; se han reducido los fantasmas de la discriminación; somos
más unidos socialmente, somos más equilibrados social y racialmente. Los
pueblos indígenas son parte integrante de la Nación boliviana reconocidos
constitucionalmente. Y, por supuesto, regionalmente somos un país en que no
se habla ni por si acaso de los fantasmas del pasado de la desintegración y de los
enfrentamientos entre bolivianos.
En materia política tenemos una estabilidad como nunca antes. El
presidente Evo en el mes de octubre ha sido reelecto por el 62 por ciento de los
votos hasta 2020. Tenemos casi diez años en el ejercicio del gobierno. Se va a
superar el récord más grande, el hombre que más gobernó de manera continua el
Estado Bolivia fue el mariscal Andrés de Santa Cruz, quien lo hizo por casi diez
años. Evo va a superar este fin de año esa marca, y hay voces que desde ahora
hablan de una futura reelección. Todo lo que vivimos en el pasado, esa crisis, esa
inestabilidad política, se ha convertido en una estabilidad y en un sostenimiento
político de largo alcance, como el que están viviendo otros países con grandes y
extraordinarios resultados, como el que vivió y esperamos siga viviendo muchos
años más nuestra querida y hermana República Argentina.
En lo económico, la decisión, el coraje, la determinación y la
valentía permitieron que Bolivia transcurra de ese estado de crisis y
empobrecimiento a un estado de solvencia económica verdaderamente
impresionante. En Bolivia como nunca antes hemos logrado un crecimiento
económico que nos coloca en segundo lugar, después de Panamá. Siempre
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estábamos acostumbrados a estar en los indicadores y de repente nos hemos
convertido en un país que es incluso usado como ejemplo.
Hemos reducido la extrema pobreza gracias a las políticas sociales
en un 20%. Hace diez años en Bolivia el 38% de la población vivía en extrema
pobreza. En un país de 10 millones de habitantes, 3,8 millones de personas se
iban a dormir con hambre. Ese es el marcador de la extrema pobreza. Se ha
reducido a 2 millones; hemos reducido del 38% al 18%. Debería ser cero;
estamos trabajando en eso, y en los próximos diez años con toda seguridad lo
lograremos. Pero 2 millones de personas han salido de la extrema pobreza y hoy
tienen un mejor nivel de vida.
¿Cómo se ha logrado esto? ¿Qué se ha hecho en lo jurídico?
Como se decía ayer, tenemos que aprovechar los cambios y las transformaciones
jurídicas para procurar la transformación de nuestra sociedad. Los juristas
tenemos la gran ventaja de movernos sobre algunas certezas que deben
direccionar a la sociedad. El ministro Kicillof nos decía ayer una máxima
verdaderamente extraordinaria: siempre los gobiernos han sometido la política a
la economía, y eso es incorrecto. La economía tiene que servir a la política y la
política tiene que ser política de desarrollo, de crecimiento, de apoyo social y de
construcción de Estados sociales. Ese es un verdadero Estado social, un Estado
que se quiera, que se respeta y que piensa en sus ciudadanos.
Jurídicamente, aprobamos una nueva Constitución Política del
Estado que cortó a cuchillo la historia constitucional de nuestro país. Hay un
antes y un después de la Constitución de 2009, una Constitución democrática.
Fue la primera vez que un pueblo votó una Constitución; por un 62% se aprobó
un texto constitucional. Esta Constitución democrática conlleva grandes
cambios: la introducción del Estado Plurinacional, el cambio de la forma de
organización territorial del Estado; la nueva lógica y visión del servicio público; la
introducción de una gran cantidad de derechos humanos, más de cien artículos
destinados a establecer derechos y garantías constitucionales. Esta nueva
- 231 -
Constitución nos pone a la vanguardia, igual que en otros países, como en el caso
del Ecuador, en la defensa de los derechos humanos y el reconocimiento de
tratados internacionales en la materia.
Pero la parte más importante de la Constitución es la parte
económica, lo que los constitucionalistas españoles denominarían la Constitución
económica, porque la Constitución hay que entenderla como algo más que una
simple norma jurídica que tiene una parte dogmática donde están los derechos y
una parte orgánica donde está la institucionalidad del Estado. La Constitución es
un proyecto de vida política hacia futuro. La Constitución es la expresión de los
valores que un país, que una Nación pretende desarrollar. La Constitución es un
proyecto de vida. Es una base económica para la sociedad. Desde el
constitucionalismo social, desde Weimar y Querétaro, hasta ahora las
Constituciones modernas tienen que tener un gran contenido social.
La Constitución boliviana marcó definitivamente el cambio de
rumbo en la actividad económica y en la función económica del Estado
Boliviano. Creamos un verdadero Estado social, un Estado de bienestar, un
Estado de equilibrio, un Estado de razonabilidad económica. Para ello se
recuperaron los hidrocarburos. El presidente Evo el 1° de mayo de 2006 a los
pocos meses de nuestro gobierno, sin ningún temor a estos arbitrajes y esta
lógica del miedo y del terror que se había sembrado en América Latina, por
decreto supremo nacionalizó los recursos hidrocarburíferos en todo el país.
Nuestras fuerzas armadas entraron a los campos petrolíferos, tomaron posesión
y los echamos a los inversionistas.
Pero esta fórmula se mezcló con un mecanismo interesante, una
fórmula complementaria. ¿Queremos tener como socios a los inversores
extranjeros? Sí, los queremos y valoramos la inversión extranjera; y la inversión
boliviana mucho mejor. Pero tiene que ser una inversión respetuosa: si dice que
va a invertir 50 millones, que invierta 50 o 60 millones. Que ganen dinero; las
empresas tienen que ganar, es su lógica. Si a nosotros nos gusta pelear por
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nuestro Estado, a ellos les gusta ganar dinero. Pero que ganen lo lógico, lo
racional; que no nos vean como a personas de las cuales pueden beneficiarse y
beneficiarse de nuestro sufrimiento. En una frase que menciona siempre el
presidente Evo se refleja esta visión: "Queremos socios, no queremos patrones."
Queremos empresas que vengan a invertir con dignidad, que nos respeten y nos
reconozcan. A las empresas petroleras se les dio un plazo de seis meses para que
pudieran suscribir nuevos contratos en otras condiciones con Bolivia, pues
tributaban un 18% y se llevaban un 82%. El presidente Evo a partir del decreto
de nacionalización invirtió la fórmula: que se lleven el 18% y tributen para el
Estado el 82%. Las empresas seguían teniendo ganancias y a los seis meses
firmaron nuevos convenios. Ninguna empresa se fue, con excepción de dos
empresas que hicieron arbitraje. Casi una decena de empresas aceptó las nuevas
reglas y el gas y el petróleo siendo boliviano fue explotado en condiciones
racionales con la participación privada en beneficio del Estado, y con ese
excedente económico se pudo reconstituir el Estado social.
Más allá de las áreas de hidrocarburos, de minería y de las áreas
fundamentales de servicios, como el tema de electricidad, que fueron
recuperados para el Estado, el Estado abrió nuevas empresas, incursionó en otras
áreas de la economía generando empresas y una serie de iniciativas económicas.
Ese Estado finalmente dejó de ser ese Estado miserable en el que
tenían que ir los ministros a pedir créditos blandos y cooperación internacional, y
pasó, desde hace tres años, a un Estado que por su crecimiento y desarrollo
mediante un decreto del presidente Evo Morales cada fin de año se paga doble
aguinaldo. No solamente que no tenemos que ir a pedirle a nadie sino que
pagamos doble aguinaldo.
Les cuento todo esto para que ustedes vean que con fortaleza, con
firmeza, con dignidad y sin temor se pueden afrontar los hechos más grandes, los
temores más grandes y los miedos más grandes que a veces falsamente nos
siembran desde afuera. Bolivia fue el primer país en retirarse del CIADI. Fue
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una decisión del presidente Evo. El 2 de mayo de 2007 el presidente Evo nos
instruyó que hagamos una comunicación y que nos retiráramos del CIADI. A
partir de ese momento la visión del CIADI ha cambiado no solamente con
Bolivia sino con todos los países. El CIADI sabe ahora que no es intocable, que
nos podemos ir, que podemos desacatar incluso algunas determinaciones
incorrectas e injustas que ellos tomen. Los organismos internacionales saben que
los Estados ya no trabajamos por la fuerza, que no nos pueden amenazar ni
ultrajar. Saben que somos Estados libres y soberanos y que hemos tenido la
condición y la capacidad de recuperar esa soberanía.
He escuchado ayer una propuesta extraordinaria e interesante: ¿para
qué renegociar o para qué denunciar tratados que son contrarios a la
Constitución? Se puede solicitar su nulidad, decíamos ayer. Vamos a estudiar la
propuesta. Seguramente nos van a salir al frente con el pacta sunt servanda y con
otra serie de argumentos que obviamente no llegan a ningún destino cuando las
naciones actúan en defensa de sus intereses.
En conclusión, Bolivia con mucha dignidad y respeto ha avanzado
en lo político, en lo social, en lo económico y en lo jurídico. Ha avanzado en
dignidad, ha avanzado en autoestima, pero también ha avanzados en respeto. En
Bolivia no tenemos ningún proceso que nos inquiete, ningún peligro de algún
proceso que pueda generar alguna situación complicada en nuestro país.
Bolivia es el país que más ha nacionalizado y que más se ha
beneficiado de las políticas de nacionalización y al mismo tiempo es el país que
menos conflictos tiene. Esto lo hemos hecho actuando correctamente, hablando
con la verdad. Cuando se ha nacionalizado una empresa, petrolera, eléctrica,
minera, de cualquier naturaleza, se lo ha hecho acompañado de una evaluación y
se ha dicho: "señor, su empresa vale tanto. ¿Quiere usted cobrar este dinero o
prefiere irse por el arbitraje, donde va a encontrar a un Estado que se va a
defender? No solamente en este terreno parcial poco confiable del arbitraje; se va
a encontrar con un país que le va a contar al mundo lo que usted ha hecho en
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Bolivia. ¿Qué prefiere?" Una decena de empresas ha aceptado las condiciones
bolivianas y Bolivia ha cerrado diez casos ahorrándose más de 2.000 millones de
dólares que podía haber tenido que pagar si continuaba en la vía de los arbitrajes.
El año pasado nomás bajo mi gestión hemos cerrados 3 casos. En
la actualidad tenemos solamente 7 casos, de los cuales 4 están paralizados y 3
están en posibilidades de llegar a un acuerdo. En uno o dos casos, en los que
realmente la inequidad y la forma de actuar es tan contraria al interés del Estado,
vamos a tener que llegar a la etapa final.
Mi reflexión final: cuando un Estado actúa con dignidad, con
fortaleza, con solvencia económica puede -como diría el presidente Evo Morales-
recuperar la política con una gran estabilidad y recuperar la economía con la
construcción de un verdadero estado social donde la gente pase menos hambre,
donde la gente tenga mejores condiciones de vida, como tienen los bolivianos,
puede por sobre todas las cosas recuperar la dignidad de ser un Estado que no va
a permitir que por su condición -como nos dicen- de Estados subdesarrollado en
ese sentido peyorativo puede ser abusado por capitales transnacionales que en
última instancia no defienden a naciones ni a pueblos sino intereses oscuros,
mezquinos y sectáreos.
Con las certezas jurídicas que hemos logrado construir desde el
gobierno boliviano hemos podido llevar adelante un proceso internacional que
jamás, quizás, lo hubiéramos podido emprender. Nosotros tenemos una deuda
que cobrar muy grande, tenemos un derecho que no lo ejercemos hace mucho
tiempo, tenemos una herida abierta muy marcada. Tenemos un problema con el
Estado Chileno, el tema de nuestro acceso soberano al océano Pacífico, es una
demanda postergada, un derecho que los bolivianos tenemos y que lo hemos
constituido por la historia, por la razón, por la justicia, por la equidad y por el
derecho.
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Un Estado en estas condiciones ha podido hacer lo que no se había
podido hacer en cien años. Hemos llevado a Chile ante la Corte Internacional de
Justicia demandándole diálogo, objetividad en los acuerdos y su responsabilidad.
Un Estado cuando se dignifica y se valora puede ir mucho más allá.
Ojalá nuestra hermana República Argentina algún día, cuando se den las
condiciones, se anime también a elegir el camino de la reivindicación jurídica para
un tema también de interés latinoamericano y mundial en el cual compartimos y
militamos con mucho vigor: las Malvinas argentinas. Muchas gracias.
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SOBERANÍA CIENTÍFICA Y TECONOLÓGICA
Por Lino Barañao
Buenas tardes a todos y a todas. Quiero empezar agradeciendo, una
vez más, a Mariano por la oportunidad de haber visitado el continente antártico.
Debo decir que recibí, paradójicamente, una cálida bienvenida, no sé si debido al
calentamiento global; yo creo, más bien, por la calidad humana de aquellos que
están trabajando ahí. Cuando uno compara las condiciones en las que trabajan
los científicos en la Antártida, sin quejarse, y luego tiene que atender los reclamos
de algunos investigadores que no les gusta cómo está situado el aire
acondicionado, se da cuenta de que hay distintos estándares también, y es bueno
reconocerlo.
La idea era reflexionar sobre el concepto de soberanía y cómo ha
cambiado a lo largo del tiempo: como era en el pasado, cómo es ahora y cómo va
a ser en el futuro.
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Voy a aprovechar para contarles que, hace poco, gracias a Google,
pude verificar que lo que creía que era un mito familiar era verdad. Porque me
habían contado que mi tatarabuelo, Joaquín Vílches, había estado en las
invasiones inglesas. Y me habían contado que tenía una flota de barcos que había
puesto a disposición del rey, y que lo habían premiado con tierras, que le habían
dado poco menos que toda la costa de Argentina, desde Punta Rasa para el sur, y
que las había rechazado. Eso me había creado profundo resentimiento hacia ese
ancestro que había graciosamente regalado las playas de Argentina. Gracias a
Google me enteré que no era así: mi tatarabuelo era un humilde capitán en
Concepción del Uruguay; y el padre de Urquiza, cuando vinieron las invasiones
inglesas, valientemente dijo: "animémonos y vayan", y lo mandó a venir a
defender a Buenos Aires. Imagino las ganas con que habrá venido a defender a
los porteños, siendo que él había nacido en Entre Ríos. Pero en ese momento la
soberanía era un concepto sencillo, y defenderla, también: era cuestión de evitar
que entraran los ingleses. Bastaba tener un fusil para cumplir con ese objetivo.
Tampoco sé si llegó a tiempo o si los ingleses tenían mala puntería, pero la
cuestión es que yo estoy acá, y eso es lo que me basta.
El tema es pensar qué significa la soberanía hoy y, sobre todo, a
futuro, que es lo más preocupante. Uno puede decir: la soberanía de un país es la
capacidad de decidir en forma autónoma. Y eso tiene que ver, de alguna forma, a
nivel individual, con el libre albedrío, concepto que tiene importantes
consecuencias a nivel de la justicia, de la religión y de la biología también. Yo
adhiero a una definición de libre albedrío que dice que uno puede hacer lo que
quiera, pero no puede querer lo que quiera. Esto es importante porque lo que
queremos viene siendo lo mismo desde que la humanidad es tal. Es decir,
nuestro cerebro no ha cambiado sustancialmente en 150.000 años y las pulsiones
básicas, los instintos básicos, llevan millones de años atrás. O sea que,
básicamente, lo que queremos es más o menos lo mismo: queremos comer,
reproducirnos, tener abrigo, divertirnos. Hasta el goce estético, que parece una
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cosa tan sublime y reciente, lleva cientos de miles de años. Se ha demostrado que
las puntas de flecha más simétricas no tienen rastros de haber sido usadas para
cazar; las usaban de adorno. Cuando les salía bien una, la usaban para mostrar
qué buenos eran como artesanos. Obviamente, se supone que los varones para
conquistar a las mujeres, si no, venía el garrote, que era el método siguiente.
Esto es importante porque, si queremos pensar cuál sería el futuro,
tenemos una cantidad de información que nos dice que se viene la singularidad.
¿Qué es la singularidad? La primera computadora que supere al hombre en
inteligencia. Eso va a cambiar porque vamos a ser esclavos de las computadoras.
Creo que eso es tan ilusorio como la crisis del año 2000, ¿se acuerdan?, que iba a
desaparecer. Por la sencilla razón de que todo lo que hace la tecnología es
permitirnos hacer aquello que queremos hacer.
Fíjense ustedes que un teléfono celular tiene miles de veces la
capacidad que tenía el trasbordador que llegó a la Luna, algo tremendamente
sofisticado. ¿Para qué usamos esta tremenda capacidad de cálculo? Para
comunicarnos con nuestros semejantes. La misma función que tienen, incluso,
algunos primos nuestros, primates, que se acicalan para establecer contacto
social. Porque es muy importante para nosotros estar en contacto con otros,
saber si nos quieren, saber qué hace el otro, quién tiene más poder. ¿Para qué
usamos Internet? Para saber cómo van las encuestas, quién es el candidato que
tiene más votos, porque ese es el equivalente a quién va a ser el jefe de la tribu y a
quién le debe uno fidelidad.
Entonces, no es tan difícil pensar que en el futuro vamos a seguir
haciendo las mismas cosas. Si en 150.000 años no cambió nada, ¿por qué va a
cambiar en los próximos 1.000?
Pero sí, vamos a enfrentar problemas inéditos. Porque para
satisfacer eso que queremos hacer, vamos a necesitar cosas que hoy no tenemos.
Por lo pronto, nos gusta tener hijos. No sé si nos gusta tener hijos; nos gusta el
paso previo. Pero vamos a ser más, y no porque nazca más gente, sino porque la
- 239 -
gente vive más y se mueren menos chicos -menos en la Ciudad de Buenos Aires,
donde se mueren más chicos hoy-. Entonces, esto va a provocar una demanda de
alimentos que implicaría producir, de ahora hasta 2050, tantos alimentos como
produjimos en toda la historia de la humanidad. Puesto de otra manera, un 70%
más de producción. Dicho de otra forma, agregar a la agricultura una superficie
como la de Brasil, que no existe.
Entonces, claramente, no está muy claro cómo vamos a hacer para
producir un 70% más, sobre todo habida cuenta de que el cambio global es serio
y que lo que se espera es que haya un 30% menos de producción, si no hacemos
algo. Se va a necesitar más energía. Estamos hablando de 14 terawatts, ahora. Se
van a necesitar casi 28 terawatts para satisfacer necesidades de aire
acondicionado, calefacción, transmisión de información y todo lo que ahora
consideramos algo imprescindible. No sé si notaron que uno se angustia más
cuando no tiene Internet que cuando no tiene agua, gas o cualquiera de esas
cosas. Nuestras necesidades han cambiado, pero todo eso requiere energía.
Va a haber problemas también en la salud: somos muchos más, hay
aviones, y ahora se enferma alguien en Tailandia con un virus nuevo y, al día
siguiente, aparece otro enfermo en Nueva York. Va a haber cambios en el trabajo
también. Y otro cambio que también es importante, relativo a lo que me voy a
referir en particular, es el tema de la información. Hay un economista que se
llama Martín Hilbert, que calculó que en toda la historia de la humanidad, hasta el
año 2003, se habían producido 5 exabytes de información. Para ponerlo en
términos sencillos, sería equivalente a que cada habitante del planeta tuviera un
pendrive con un gigabyte. No parece mucho. Eso incluye La Gioconda, las
pirámides, las obras de Shakespeare, la Biblia, todo. En 2013 se producían 5
exabytes cada 10 minutos. No es la misma calidad: eran las fotos de las
vacaciones, el último videíto gracioso y demás, pero la información está. El tema
es quien controla, quien hace uso de toda esa información y para qué.
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Todo esto tiene como consecuencia tremendas tensiones. ¿Por
qué? Porque en la medida en que el presidente del país más poderoso del planeta
dice que la calidad de vida del pueblo americano no es negociable, está diciendo:
"donde estén los recursos, los vamos a ir a buscar". Ergo, si no hay suficiente
alimento y hay un país que tiene condiciones para producir alimento en cantidad
y suponemos que no lo está haciendo bien, vamos a decidir que no tiene un
gobierno democrático y que hay que ir a intervenirlo para restablecer el orden y
los valores occidentales. Eso ya ha ocurrido. Entonces, no es un tema menor
tener la riqueza que tenemos en materia de producción de alimentos y en agua
potable, porque va a ser un bien tremendamente escaso. Entonces, demostrar
que podemos producir todo lo que se puede en forma sustentable, que no es un
tema menor, es un desafío importante.
El tema de la sustentabilidad es importante. Porque acá hay una
división bastante asimétrica. Tenemos consumidores de alimentos que lo
elaboran a partir de “commodities”, le dan valor agregado, se nutren, y los
pasivos ambientales de la agricultura quedan en otro país. Son los ciudadanos de
ese país productor los que reciben no solo una parte menor de la torta; reciben
perjuicios no siempre subsanables.
El otro tema que es importante es el tema del trabajo. Porque, de
última, el tema de la alimentación, el tema de la salud y el tema de la energía son
problemas globales y, por lo tanto, las soluciones puede que aparezcan en
cualquier lado y que las podamos implementar, si tenemos las capacidades para
hacerlo. Pero es un problema de todos. Ahora, hay un problema que es nuestro,
que es de qué van a trabajar los chicos que hoy están entrando al jardín de
infantes. Hay un trabajo de la Universidad de Oxford que dice que el 47% de las
tareas que hoy conocemos van a ser automatizadas dentro de 25 años, más o
menos. Esto es algo importante, porque estamos hablando de tareas que no
todas son rutinarias. Hay quien dice que probablemente la empresa del futuro sea
un ejecutivo, personal de limpieza y una gran computadora. No necesariamente
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son las tareas menos calificadas las que van a desaparecer, porque es más fácil
construir una computadora para hacer un trabajo administrativo que para que
limpie adecuadamente una oficina. Pero está claro que la manufactura, que
tradicionalmente ha sido la principal generadora de trabajo, va a ver seriamente
disminuida su demanda laboral. De hecho, ya lo estamos viendo en el campo. Me
decía un ejecutivo de una empresa que es americana pero que tiene campos, que
en el transcurso de su vida -es una persona bastante menor que yo-, él calcula
que la disminución de trabajo en el campo fue de 30 a 1. Y hoy se necesitan no
más de 10 personas para trabajar 10.000 hectáreas.
Entonces, hay puestos de trabajo que ya no existen ni van a existir.
El tema es qué tipo de trabajo vamos a crear. Está claro que el trabajo que va a
subsistir es el trabajo que requiere innovación, que requiere creatividad, y por lo
tanto de individuos pensantes-- va a ser generado por empresas de base
tecnológica. La empresa de base tecnológica puede ser definida como aquella en
la cual una parte del proceso industrial tiene lugar en el cerebro de alguien, que
no puede ser llevada adelante solamente por robots. Entonces, el trabajo del
futuro no va a ser ensamblar un celular. Lleva 180 segundos ensamblar un
celular, no se puede pensar mucho ahí. El trabajo va a ser hacer los contenidos
para este celular. Compañías como las que existen acá, en la Argentina, de chicos
que se juntan y arman un videojuego o arman una aplicación para lo que sea.
Sobre todo aquello que tienen que ver con el humor claramente no va a ser
sustituido por ninguna computadora. Todavía no se ha logrado hacer
computadoras que se rían. O sea que si en el futuro inmediato aparece una
computadora que es más inteligente que un humano, no lo va a disfrutar. Y
siempre uno tiene el enchufe a mano. Probablemente, la señora de la limpieza va
a ser la que la va a desenchufar cuando pase, y va a ser la venganza del género
humano.
Pero vamos al tipo de trabajo. Porque el tipo de trabajo no solo es
necesario para que alguien tenga sustento; define el grado de igualdad que va a
- 242 -
tener una sociedad. Hace mucho tiempo hubo uno, entre tantos comentaristas
económicos que tenemos acá, que decía que, dado que el kilo de bife en Europa
valía 40 dólares y que un Audi, que pesaba una tonelada, valía 40.000 dólares, el
kilo de Audi y el kilo de bife eran lo mismo, o sea que estamos produciendo algo
de valor agregado importante. Intuitivamente, uno diría: "bueno, pero la calidad
de vida del alemán que fabrica el Audi es mayor que la de quien está en un
matadero faenando"; pero no había un indicio de cómo medir esto. No sé si lo
había antes, pero yo lo descubrí hace 4 días en un trabajo que publicó un
investigador del MIT. Uno de los investigadores es Manuel Aristarán, que
pertenecía al Ministerio Público Fiscal, hasta hace poco, hasta dedicarse a esta
tarea de investigación; por eso nos llegó la cita. Es un trabajo que muestra cómo
la matriz productiva del país define el tipo de desigualdad o no que existe.
Entonces, toman, por ejemplo, Chile y Ecuador; Malasia y Tailandia. El PIB per
cápita es más o menos el mismo; sin embargo, el índice de Gini de Chile y
Ecuador es el doble -el Gini, cuanto más alto, peor, porque es cuando más
desigualdad hay- que el de Malasia y Tailandia. Y cuando uno ve el cuadrito de
cómo se distribuye el trabajo, Tailandia fabrica circuitos electrónicos, autos,
componentes, medicamentos y una cantidad de cosas; y Chile produce
fundamentalmente cobre y salmón y está muy centrado en esas actividades.
Entonces, ellos definen algo que me parece muy ingenioso, que es el índice de
Gini del producto. ¿Cómo saber si un producto es mejor o peor en términos de
promover la desigualdad? Se fijan qué países producen eso, toman el promedio
del índice de Gini de esos países y dicen: "El índice de Gini es tal". Por ejemplo,
toman todos los países que producen cobre y calculan que el índice de Gini es
0,6; toman todos los países que producen autopartes y el índice de Gini es 0,2 o
0,3. Claramente, producir autopartes es mejor que producir cobre o cualquier
industria extractiva.
Entonces, ese debería ser el tipo de país al que debemos aspirar. Un
país en el que haya producción de cosas que tienen un adecuado índice de Gini,
- 243 -
un bajo índice de Gini, o sea, que tienden a disminuir la desigualdad. Porque la
tendencia a la desigualdad es espontánea. Ahora Pikkety se ha hecho rico, y ha
pasado al 1% superior de aquellos a los que deprecia, mostrando que la tendencia
a la desigualdad se ve en todas las sociedades. La única manera de compensar eso
en forma democrática es fomentando la diversificación de la matriz productiva.
Esto tiene que ver con el tema de la soberanía, porque un país que no tenga
trabajo de calidad no está en la posición de defenderse; va a ser objeto de qué
compañía venga a ofrecerle poner una planta de lo que sea, que va a tener que
tomar, porque si no, la gente no tiene trabajo. En cambio, un país que basa su
economía en el conocimiento requiere mayor nivel educativo, distribuye mejor la
riqueza. Las empresas de software suelen decir: "somos empresas en las que todo
el capital abandona a las 5 de la tarde y necesitamos que venga a las 9 de la
mañana el día siguiente; si no le pagamos bien, quebramos". Eso no ocurre en
otras empresas, que se pueden dar el lujo de periódicamente echar a su personal
o fijar salarios que no tienen que ver con la productividad específica. Entonces,
crear trabajo de calidad para el futuro es tal vez la mayor demanda que tenemos
en cuanto a tener un país soberano.
¿Qué se ha hecho en el país? Los países que más se han
desarrollado han apostado al conocimiento, a acoplar efectivamente la ciencia
con la productividad. Tienen buenas universidades, institutos de tecnología. Gran
parte del movimiento económico de los Estados Unidos está alrededor de los
núcleos donde hay grandes universidades.
Para entender un poco qué pasa en la Argentina, por qué no
ocurrió eso, conviene volver a esto: a que el cerebro no cambió, y consultar a los
antropólogos sobre cómo vemos tribalmente a los roles actuales. Un trabajo que
yo leí hace mucho tiempo, decía que al psicólogo se lo identifica como el yamán,
aquel al que no se cuestiona de dónde viene su sabiduría; va y se consulta lo que
dice el yamán, palabra santa. Uno a su psicólogo no le pide cuántos papers
publicó; acepta el comentario, o cambia el psicólogo. En cambio, al investigador
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se lo ve como al cazador, al que se lo valora de acuerdo a lo que trae a la tribu,
qué soluciones aporta. En Argentina lo que ocurrió es que los investigadores
eran cazadores en una tribu vegetariana. Nadie quería tecnología. La tecnología
se compraba. En la época militar, los investigadores fueron considerados
peligrosos; después, en los 90, prescindibles. ¿Qué hace un cazador al que no le
piden traer nada? Se dedica al tiro al blanco, al tiro deportivo, y es evaluado por
expertos tiradores al blanco que dicen: "Qué bien lo que está haciendo usted, qué
preciso que es".
Esa fue una metáfora para definir esta desconexión que hubo entre
la ciencia y la solución de problemas, la ciencia y la sociedad. Se enclaustraron
investigadores. Yo fui más tiempo gremialista de la ciencia que ministro, por
ahora. En los ochenta había investigadores que decían: hacemos lo que nos gusta
y encima nos pagan. Uno tenía ganas de ahorcarlo, porque, con eso, ¿cómo
defiendo tu salario? Pero era así. Como nadie los consideraba, no tenían
responsabilidades. Yo no rindo cuenta a nadie, porque, total, por lo que me
valoran... A mí me valoran más afuera. Ellos iban a los congresos, contaban todo
lo que hicieron y había gente que tomaba nota y patentaba todo lo que habían
hecho. Todo lo que habíamos hecho con el esfuerzo argentino se patentaba
afuera, y eso está demostrado. Le daban una medallita y él volvía contento. Se da
una situación complicada, porque si pensamos que hoy por hoy los países que
viven mejor, los países más ricos son los que tienen al conocimiento y a la ciencia
como fuente de riqueza, estamos desperdiciando el principal recurso que
teníamos. Era como si sacásemos petróleo y lo regaláramos.
Entonces, hubo que cambiar eso. Para eso, empezó el proceso de
reconsiderar a los científicos. Eso se empieza en 2003. Hoy contaba que Néstor
Kirchner fue el primero que hizo dos preguntas inéditas a Adrián Paenza: cuánto
gana un becario y, después, cómo puede ser que un becario gane eso. O sea, un
presidente que conoce que hay un becario del CONICET era rarísimo; que le
preocupara era un hecho totalmente trascendental.
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Ahí empezó el proceso de reconstrucción de la ciencia: aumento de
salarios, más subsidios y demás, que a su vez permitió que en 2007 Cristina
dijera: ahora elevemos el rango, hagamos un ministerio. Me eligió a mí porque en
una reunión en el Consulado de Nueva York opinamos los que estábamos ahí y
yo dije que había que pasteurizar la ciencia. Había una intención de llamar la
atención, obviamente, porque sabía que iba a preguntar qué era eso. Todos
hablaban de cosas abstractas del conocimiento y uno sabe cuándo tiene que
captar la atención. Pero este es un concepto desconocido, porque es volver al
tipo de ciencia que hacía Pasteur, que era ciencia básica pero inspirada en el uso:
saber para qué sirve. Uno tiene que ser muy original, pero pensando cuál es el
problema que puede resolver, y si no lo sabe con antelación, ser capaz de
detectarlo cuando aparece, porque, como también decía Pasteur, “la casualidad
solo favorece a los espíritus preparados”. Necesitamos científicos preparados
para saber que aquello que hacen puede servir para curar una enfermedad, para
hacer que las plantas produzcan más o lo que sea. No le vamos a pedir que él se
encargue; necesitamos gente que tome esa posta y lo haga.
A partir de que se creó el ministerio fue posible tener más recursos
e ir cambiando esta disposición del investigador a dar cuenta. A medida que se
siente valorado, también empieza a preguntarse qué puedo hacer yo para ser útil,
además. Esto también se dio con un cambio generacional. Max Planck decía que
la gente no cambia de ideas; hay gente vieja con ideas viejas que se muere y viene
gente joven con ideas nuevas. Pero en el caso de la Argentina sí hubo un cambio.
La gente empezó a reflexionar sobre cuál era el rol, y gracias a eso pudimos hacer
varias cosas. Por ejemplo, en lugar de financiar a los investigadores por un lado y
a las empresas por el otro, financiar consorcios público-privados. Entonces, el
investigador decía: "yo sé cómo hacer un anticuerpo monoclonal", que se usa
para el tratamiento del cáncer, y estamos gastando miles de millones de dólares
anuales importándolo; ya venció la patente y lo podemos hacer acá. Viene con
una empresa que dice: "si este investigador me fabrica el monoclonal, yo hago la
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planta y lo vendemos". Eso ha ocurrido; ya se fabrican monoclonales en el país.
No solo eso: se va a firmar ahora un convenio con la OMS y con un grupo de
cinco países en desarrollo y la Universidad de Utrecht que va a hacer que un
anticuerpo monoclonal, que se usa para combatir el virus sinsicial respiratorio,
que es el causal de la mayor cantidad de muertes de infantes prematuros, se va a
desarrollar en la Argentina y va a ser producido en esos países. O sea, la
Argentina va a demostrar que puede crear, no solo fabricar. Y me parece
importante que aparezca "creado en la Argentina", porque a lo mejor la
manufactura va a ser en otro lado. Lo que necesitamos es que se vea a la
Argentina como el lugar donde se crea, donde se innova.
Tenemos otra investigadora que encontró un gen del girasol que
cuando se pone a la planta de soja o de maíz, aguanta la sequía, y cuando se la
riega, produce un 20 o 30 por ciento más. A diferencia de otros genes que se
habían encontrado que, cuando se la regaba, la planta tenía una penalidad, o sea,
producía menos. Si había sequía salvaba la cosecha, pero si no, era un problema.
Este gen es único en ese sentido. Lo está comercializando una empresa argentina
en asociación con una empresa americana, para poder venderlo también en
Estados Unidos. Y según unos cálculos extrapolados de lo que se vio acá, si esto
se aplicara a nivel mundial implicaría un incremento en la producción de cereales
o de vegetales de 20.000 millones de dólares anuales. Financiar eso salió 3
millones de pesos, o algo así. ¿Se dan cuenta del factor de amplificación? La vez
pasada, ante el BID, mostré tres o cuatro casos de investigadores que con una de
las patentes que desarrollaron se pagaba todo lo que había invertido para todos
los investigadores de la biomédica. Pero para que eso ocurra, tenemos que tener
gente capaz de trasladar ese conocimiento a lo comercial, saber defender ese
valor. Necesitamos abogados que sepan de patentes; necesitamos contadores que
sepan cómo administrar empresas de base tecnológica. Entonces, es un nuevo
perfil que estamos formando. Cuando nos dimos cuenta de eso, hace ya 6 años,
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empezamos a financiar gerentes tecnológicos, una nueva maestría para hacer que
aparezcan esos traductores.
Otro caso de soberanía: el software que se usa para hacer las
comparaciones genéticas, incluso en el Banco Nacional de Datos Genéticos, pero
también todos los investigadores forenses, es un software desarrollado por el FBI
y cuya patente y cuyo control está en manos de Estados Unidos. Ellos pueden,
aunque dicen que no lo van a hacer, acceder a esa información. No tenemos
soberanía en eso. No teníamos, gracias a la inquietud de procuradores -de
nuevo-. La Fundación Sadosky encargó el desarrollo de un software, que vamos a
presentar en breve, que se llama Genis, que va a permitir no solo tener ese
sistema disponible para nosotros, con la posibilidad de mejorarlo y hacerlo
incluso accesible a todos países latinoamericanos que tienen el mismo problema,
sino que vamos a poder centralizar toda esta información en una base de datos y
hacer que, si hay un desaparecido en Tucumán y hay un familiar que aparece en
Buenos Aires, cuando se hacen los estudios automáticamente se compara y se
puede establecer esa vinculación sin necesidad de almacenar toda la información
en un solo lado. Y esto no solo para identificación de personas, sino obviamente
para casos forenses, para delitos en los que sea necesario este tipo de prueba.
Mencionaba Mariano este proyecto Pampa Azul. Surge este
concepto de que tenemos una pampa verde, pero tenemos un mar azul que no
hemos aprovechado en ningún sentido. Es muy difícil reclamar la soberanía
sobre las Islas Malvinas si no tenemos una presencia en el resto del mar.
Podemos usar argumentos históricos y lo que se quiera, pero ante los organismos
internacionales, un país que se da el lujo de desperdiciar toda esta costa y viene a
reclamar este pedacito... Y no es sencillo. Este barco que vamos a elaborar en
breve, que lo compramos a Alemania y que es un barco de investigación, es el
primer barco civil que se compra en 30 años. No fue fácil. Lo pagamos en
cuotas. Los alemanes no entendían qué era eso de "Ahora 12". Este
barco -- pertenece al CONICET, o sea, es civil, y va a ser tripulado por la
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Armada. Tenemos otro barco que va a tripular Prefectura, que también es de una
fundación privada. Vamos, a futuro, a adquirir otros barcos. Pero va a ser la
primera oportunidad de entrenar a los marinos de la Marina Mercante. Hoy no
hay flota mercante y se entrenan en flota comercial. ¿Cómo vamos a tener
marinos civiles si no tenemos barcos donde entrenarlos? Debo decir que cuando
vimos lo complicado que era comprar un barco, nos dimos cuenta de porque en
30 años no se había comprado. No sé si vamos a comprar el próximo nosotros.
No es fácil. Pero esto va a permitir tener una flota de investigación que haga
estudios de la riqueza que hay.
Hay cosas por hacer que son increíbles. Argentina, según la FAO,
en acuicultura tiene dos récord Guinness: somos el país con mayor potencial de
acuicultura sustentable, con miles de kilómetros cuadrados de mar para eso, y el
que menos ha invertido en acuicultura; menos que Perú y que una cantidad de
países. Y es una fuente de proteínas increíble, habida cuenta de que las pesquerías
están seriamente "depletadas" y que tenemos que hacer eso.
Esto requirió un esfuerzo de coordinación. Pampa Azul es el
primer proyecto en el que colaboran -si no me equivoco- 8 ministerios. Me
acuerdo que un problema era cómo hacemos para firmar esto, que pasara por
todos los departamentos legales de los ministerios. No es por hablar mal de los
abogados. Para firmarlo me llevé las 8 copias a un acto en Casa de Gobierno y las
dejé arriba de la mesita. Cuando vieron que los demás firmaban, todos firmaron.
Fue el último recurso.
Pero es un proyecto emblemático. Tal es así que al poco tiempo
entró Italia; en Canadá ya estaba; Noruega, aliado tradicional de Inglaterra,
también participa en Pampa Azul; Sudáfrica; Mónaco.
Les cuento otra cosa. Estuvimos con el Departamento de Estado
de Estados Unidos contándoles este proyecto. De hecho, una de las áreas de
cooperación con Estados Unidos ahora es investigación oceanográfica. Cuando,
después que nosotros, llegó la delegación coreana, la gente del Departamento de
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Estado dijo: "sí, gracias a que firmamos esto, tuvimos algún problema con
Inglaterra". Inglaterra hizo una reunión de científicos en las Islas Malvinas como
consecuencia, curiosamente, de que se lanzó Pampa Azul. Entonces, claramente,
es un frente que no esperaban y que es indisputable. Nadie puede objetar un
proyecto de investigación que, además, tiene que ver justamente con la
evaluación del clima, del cambio climático global, de los recursos marinos y del
que están participando tantos países, incluso muchos de sus tradicionales aliados.
Entonces, esto que decía Mariano de la diplomacia científica
realmente funciona. No es simplemente para establecer buenas pautas de
relación; sirve para defender nuestros derechos.
Finalmente, hablando del trabajo del futuro, de qué van a trabajar
los chicos que hoy están estudiando, tenemos una realidad: el Estado ha hecho
una inversión muy grande repartiendo computadoras. Está visto que en muchos
países esto de por sí no mejora la calidad de enseñanza, porque los profesores
tienen que aprender una manera distinta de enseñar; porque los chicos tienen que
ver a la computadora no como un medio para chatear, ver videos o jugar, sino
para usarla como herramienta. Entonces, al igual que otros países – encaramos la
enseñanza de la computación en la escuela primaria. De hecho esta es la otra
línea que tenemos en cooperación con Estados Unidos. Hay un programa, que se
llama Code.org, que es una organización no gubernamental que tiene como
objetivo hacer que los chicos en la escuela primaria aprendan a programar. En
Estados Unidos es no gubernamental. Hay solamente 4 países en que el Estado
se ha encargado esta responsabilidad, y uno es Argentina. Lo estamos haciendo
con Educar y con Conectar Igualdad. Estamos haciendo experiencias piloto
enseñando a los chicos que la computadora no es para divertirse solamente, sino
que si aprenden a programar van a poder tener un trabajo asegurado. Cada año
hay 5.000 puestos de trabajo en computación que no se cubren. Se matan las
empresas por conseguir a alguien que sepa algo de computación. Se llevan a los
chicos al segundo año, con problemas subsiguientes, porque ese chico nunca va a
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cobrar el salario completo y porque la empresa nunca va a tener un profesional
capaz de ser realmente innovador. Tenemos una necesidad urgente de que haya
más programadores y la única manera es que los chicos aprendan desde
temprana edad. Porque así como los idiomas se aprenden tempranamente o
después es muy difícil, la programación, que es un idioma y es una lógica,
también se aprende temprano. Estamos viendo con los resultados que los chicos
de 7 son mucho más rápidos que los de 12. Tal vez, si empezamos más
temprano, sea todavía más importante.
Entonces, claramente, es una tarea compleja pero necesaria. Creo
que eso ha sido posible por la continuidad de un proyecto. Yo tengo el honor,
después de Bernardo Houssay, de ser el funcionario de ciencia que ha durado
más tiempo. Eso es lo que ha permitido que implementemos una cantidad de
cosas. Todo esto lleva mucho tiempo. Empezamos en 2003, en la Agencia
Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, y en muchas de las cosas recién
ahora tenemos resultados. Estos resultados que les contaba, todos los
anticuerpos monoclonales, los genes, tenemos documentado que hace 10 años
empezaron como proyectos que eran de investigación básica. Si no hubiesen
faltado fondos en el medio, si hubiera habido cambios de políticas, no podríamos
mostrar nada. Por eso es tan importante a la hora de definir un proyecto político.
No basta con que apoyen a la ciencia. Eso le puede bastar a los investigadores.
Lo que el país necesita es apoyarse en la ciencia. Y esa es la manera en que vamos
a definir la soberanía en el futuro. Muchas gracias.
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SOBERANÍA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
Por Hugo Albani
Agradezco a los organizadores de estas Jornadas por la invitación a
nuestra empresa para participar de las mismas.
Haré un breve resumen de nuestro quehacer durante casi 40 años
mencionando algunos hechos y circunstancias relacionados a la actividad nuclear
liderada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en nuestro país,
así como su importancia en la creación de INVAP, con la intención de hacer
evidente el valor que el Desarrollo Tecnológico tiene para el crecimiento del país
y para el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes cuando es aplicado
para aumentar el valor agregado a bienes y servicios producidos localmente.
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La empresa es propiedad de la provincia de Rio Negro quien
comparte su control con la Comisión Nacional de Energía Atómica. (CNEA)
Comenzó a gestarse en 1972 coincidiendo con el regreso de EE.UU
del Dr. Conrado Varotto, mentor y líder del grupo fundador, constituyéndose
finalmente en 1976 como Sociedad del Estado en los términos de la ley 20705 y
operando de acuerdo a la ley
El Directorio está constituido por 7 miembros, cuatro por la
Provincia, dos por la CNEA y uno por el personal de Invap. La línea de
conducción ejecutiva está a cargo de un Gerente General y CEO.
Nuestra actividad se ha desarrollado manteniendo vínculos estrechos
con la CNEA y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
Somos cerca de 1300 personas en relación de dependencia en el marco de la ley
de contrato de trabajo. Subcontratamos trabajo a numerosas empresas, la
mayoría de las cuales son PYMES, que, aproximadamente, dan trabajo a otras
quinientas personas.
Los únicos ingresos de la Empresa provienen de ventas concretadas
por medio de contratos específicos. No dependemos formalmente de ningún
presupuesto ya sea nacional, provincial o municipal. Pagamos todos los
impuestos y no nos hemos acogido a regímenes de promoción industrial.
Tenemos sucursales en distintos lugares del país y en el exterior.
La Provincia de Rio Negro reinvirtió las ganancias en la empresa,
cuando las hubo. Este hecho unido a que la gestión de la empresa es
eminentemente técnica y no política, ha sido determinante para que se nos
considerara como una entidad privada no financiera mediante una resolución
conjunta del Banco Central y el Ministerio de Economía de la Nación. Esta
circunstancia nos permite financiar la actividad en forma autónoma accediendo a
la banca pública y privada y desde hace unos años también al mercado de
capitales por medio de la emisión de Obligaciones Negociables.
- 253 -
El acceso directo a estas fuentes de financiamiento ha sido una
herramienta fundamental e imprescindible para nuestro desenvolvimiento y
crecimiento, tanto en el medio local como en el internacional.
Al presente tenemos asegurada ventas por casi 950 millones de
dólares, las que concretaremos en los próximos cuatro años. Nuestra facturación
anual es del orden de los 200 millones de dólares.
Siempre tenemos presente que no hubiera sido posible crear INVAP
sin contar, por ese entonces, con la enorme y fructífera acumulación de
conocimientos que la labor de la CNEA consolidó a partir de su creación en
1951 en todas las disciplinas de la tecnología nuclear.
Recordemos que desde hace muchos años ya existía en el país
capacidad e infraestructura científico-tecnológica de mucho valor y también
madura. En estas áreas la CNEA era una muestra de ello. Formaba técnicos y
profesionales en sus laboratorios y también en el extranjero. Exploraba y
explotaba yacimientos de uranio a fin de utilizarlo como combustible nuclear.
El Profesor Jorge Sábato conducía el área de Metalurgia Nuclear,
disciplina en la que Argentina lideraba en América Latina.
En 1958 construye el primer reactor nuclear de la región y en la
década del 60 en el Centro Atómico Ezeiza pone en operación el primer reactor
productor de radioisótopos, aún en funcionamiento con actualizaciones
tecnológicas, para abastecer necesidades de la medicina y la industria de nuestro
país y de países cercanos.
Todas las actividades relacionadas con los efectos de las radiaciones
sobre las personas y el medio ambiente eran dirigidas por el Dr. Dan Beninson,
médico y físico, referente mundial en su especialidad.
En 1974 se pone en marcha la Central Nuclear Atucha I con
tecnología alemana y participación de la industria local, siendo la primera central
de potencia eléctrica que se instaló en la región. Casi al mismo tiempo y con
tecnología Canadiense se iniciaba la construcción de la segunda central en
- 254 -
Embalse de Rio Tercero, provincia de Córdoba y comenzaba a gestarse en el
Gobierno Nacional el Plan Nuclear Argentino cuyo objetivo apuntaba a
abastecer gran parte del consumo eléctrico disponiendo de seis centrales
nucleares para el fin del siglo, dos ya construidas y cuatro a construir.
En esa época me desempeñaba en la Gerencia de Investigaciones de la
CNEA y en relación al plan mencionado recuerdo las palabras de su presidente,
el Almirante Quhillalt, en oportunidad de reunir a los profesionales que en esa
época trabajábamos en la Institución en temas de investigación básica y aplicada,
invitando a aquellos que tuvieran vocación a orientar sus conocimientos y labor
con el objeto de lograr la máxima participación nacional en el desarrollo de un
plan tan ambicioso.
En ese momento comencé a tomar conciencia de las palabra de
Sábato, que bien pueden aplicarse al concepto “Soberanía Tecnológica “. ¿Qué
decía Sábato en relación a la Tecnología? Término por otra parte que recién
comenzó a instalarse en nuestra sociedad años más tarde y de la mano de la
informática. Jorge Sábato decía, y ello se vinculas con estas Jornadas, que
autonomía en materia tecnológica no significa otra cosa que haber desarrollado
conocimientos técnicos e infraestructura para poder definir con libertad y con
independencia qué cosas podemos hacer en el país y qué cosas hay que comprar.
Ningún país del mundo puede hacer todo. Le pasa a Europa hoy, en particular al
sector aeroespacial.
Los hechos y circunstancias brevemente relatados crearon las
condiciones para el nacimiento de la Empresa.
En efecto muchos serían los desafíos tecnológicos a abordar para
maximizar la participación nacional en el desarrollo, construcción y operación de
centrales nucleares e instalaciones complementarias. Si bien el país contaba con
los recursos humanos para iniciar las tareas, se estimó conveniente agruparlos en
un ente que le permitiera gestionarse con la dinámica que exigirían los
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requerimientos futuros, así como fijar plazos y costos en una gestión cuyos
ingresos provendrían únicamente de contratos.
La figura de Sociedad del Estado doto a INVAP de una herramienta
fundamental para lograr la diversidad de sus objetivos en el ámbito nacional
como en el internacional.
En los comienzos se firmaron tres contratos relevantes con la CNEA
cuyos objetivos eran
- Construir una planta piloto para la obtención de Circonio de calidad
Nuclear.
- Construir un reactor nuclear de investigación para el Centro Atómico
Bariloche
- Obtener la tecnología para enriquecer uranio
Los tres compromisos se ejecutaron en los términos contractuales.
En el periodo 79/80 se obtuvo el circonio de calidad nuclear. En el 82
se inauguró el Reactor RA 6 en Centro Atómico Bariloche y en noviembre de
1983 nuestro país informaba a la comunidad internacional que dominaba la
tecnología para enriquecer uranio en su planta de Pilcaniyeu.
La realización de estos proyectos significó para nuestro país un paso
trascendente en su política nuclear, ya orientada a lograr altos niveles de
independencia.
Como consecuencia de ello, el Instituto Balseiro implementó con
éxito la carrera de Ingeniería Nuclear al disponer de un reactor para estudio,
práctica e investigación.
Los proveedores internacionales, quienes en su momento nos negaron
el suministro de circonio, volvieron con ofrecimientos ventajosos y sin
condicionamientos.
En cuanto a la Planta de Pilcaniyeu- el más trascendente de los tres
proyectos. Fuimos el quinto país del mundo en dominar esta tecnología de uso
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dual. Tecnológicamente nos abrió las puertas para el dominio del ciclo de
combustible nuclear, hito esencial que nos facilitaría el acceso a los mercados
internacionales como proveedores de bienes y servicios de la industria nuclear,
además, el conocimiento de esta tecnología permitiría mejorar el rendimiento y
vida útil de los combustibles de nuestras centrales nucleares productoras de
electricidad.
El hecho que Argentina acceda por sus propios medios a los
conocimientos para enriquecer uranio, unido a la potencial aplicación dual de los
mismos, dio lugar en su momento a un encuentro en Pilcaniyeu entre los
Presidentes de Brasil y Argentina Sarney y Alfonsin quienes en esa oportunidad
definieron e impulsaron la creación de la Agencia Brasileño Argentina de
Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC), destinada a evitar una
eventual carrera en esta materia que perjudicara a ambos países. La creación de
esta agencia binacional fue un ejemplo para el mundo y es considerada como uno
de los hitos fundacionales del Mercosur.
A mediados de los 80 y como resultados de los proyectos encarados
INVAP contaba con un plantel multidisciplinario de más de 600 técnicos y
profesionales aptos para enfrentar nuevos desafíos. Por otra parte la CNEA
disponía de menos recursos presupuestarios para sus proyectos, logrando
mantener con INVAP solo un contrato por la operación de la planta de
Pilcaniyeu y otro por la construcción de equipos de radioterapia. Estos
destinados a mejorar las prácticas médicas en las prestaciones de los hospitales
públicos.
Los ingresos apenas alcanzaban a cubrir los egresos, de manera que
con el apoyo de la CNEA salimos de nuestras fronteras en busca de nuevos
contratos.
Es así que Argelia nos contrata por 40 millones de dólares para
construir su primer reactor de investigación y desarrollo y una instalación para
producir elementos combustibles nucleares, para ese reactor
- 257 -
Al cabo de cuatro años de iniciadas las obras pusimos en marcha el
reactor con participación de la CNEA. Nuestro primer cliente internacional
satisfecho y nosotros orgullosos del trabajo realizado.
Treinta años después nos volvieron a contratar y actualmente estamos
construyendo nuevas instalaciones nucleares en Argelia por un monto cercano a
los 100 millones de dólares.
A principio de los 90 redujimos nuestro personal en más de 700
personas. En aquellos difíciles años mantuvimos la ocupación de 370 empleados
mayoritariamente con los ingresos provenientes de un contrato con Egipto por
100 millones de dólares.
El contrato fue ganado en una licitación internacional. Se trataba de
construir un reactor de producción de radioisótopos.
Por otra parte y a principios de los 90 Argentina acordaba con el
gobierno norteamericano un programa conjunto para construir y poner en órbita
cuatro satélites que circularían la tierra en orbitas polares, destinados a cumplir
con objetivos científicos así como el relevamiento de información terrestre de
valor económico.
En esa ocasión nuestra empresa fue elegida por el Gobierno Nacional,
en el marco del Plan Espacial Nacional implementado por la CONAE, como
contratista principal para la ejecución de las plataformas satelitales y gran parte de
los instrumentos científicos que integrarían su carga útil.
El último de estos satélites, lanzado en el 2011 y denominado SAC-D,
portaba un instrumento construido por la NASA valuado en 180 millones de
dólares y destinado a “escuchar el sonido de los océanos” con el fin de medir la
variación de salinidad de los mismos, parámetros considerados de suma
importancia en la predicción del cambio climático.
En el año 2000 y con el mismo plantel de personal ganamos en
Australia una licitación internacional por doscientos millones de dólares para
construir un reactor que, fue puesto en marcha en el 2005, pasó a ser el más
- 258 -
moderno del mundo y destinado principalmente a cubrir la demanda de
radioisótopos del país y de gran parte del mercado asiático.
Volvimos a competir con empresas de Alemania, Francia y Canadá.
Hoy nuestro país ocupa un lugar de liderazgo en este mercado.
Desde el 2003 al presente nuestra empresa está trabajando en el
cumplimiento de contratos específicos para el Ministerio de Planificación Federal
(MINPLAN), el de Defensa (MINDEF) y el Seguridad (MINSEG) impulsados
por el Gobierno Nacional y destinados a satisfacer necesidades concretas en las
áreas de comunicaciones, defensa y seguridad.
Un ejemplo de ello es el resultado de la implementación del decreto
nacional 1407/4 fijando las condiciones y disponiendo de los recursos necesarios
para concretar el Plan de Radarización Nacional y con ello el control efectivo del
espacio aéreo. Iniciativa ésta que fue orientada por el Gobierno Nacional a
maximizar la participación de la industria local en el suministro del equipamiento
específico.
Destinar recursos económicos que cumplan con dos objetivos,
satisfacer por un lado necesidades concretas y por otro incorporar alto valor
agregado con mano de obra argentina, ha sido una verdadera Política de Estado
implementada y sostenida desde la vigencia del decreto mencionado y que ha
sido además aplicada en la gestión de otros sectores del Gobierno.
Como resultado de estas políticas INVAP casi ha cuadriplicado su
personal y sextuplicado su facturación.
El país tiene cubierto la mayor parte de su espacio aéreo con radares
primarios, secundarios y meteorológicos de fabricación nacional, desarrollados y
construidos por argentinos y con tecnología de punta
Para modernizar el sistema nacional de comunicaciones el Gobierno
Nacional creó la empresa ARSAT S. A. que contrató a INVAP para el diseño y
construcción de satélites de comunicaciones. Desde octubre pasado contamos
con un satélite de comunicaciones, el ARSAT 1, desarrollado y construido aquí,
- 259 -
también por argentinos, prestando servicios a 36.000 km de la tierra. En octubre
de este año dispondremos del segundo. El ARSAT II.
Continuamos trabajando en la construcción de satélites de
observación de la Tierra para la CONAE y también participando de proyectos de
acceso al espacio que esta Institución lidera.
Desde el año 2010 para ARSAT y por iniciativa del MINPLAN
hemos instalado más de 100 estaciones de televisión digital abierta (TDA) en
todo el país.
En el marco del convenio integral entre Argentina y Venezuela
concluimos con la instalación de diecisiete Centros de Radioterapia para ese país
y actualmente estamos cumpliendo contratos otros por más de 100 millones de
dólares con la misma finalidad.
En materia de equipamiento para la defensa y en gran medida como
consecuencias del resultado de la aplicación del decreto 1407/4, notamos y
apreciamos un punto de inflexión favorable en la mirada de las Fuerzas Armadas
al valorizar y considerar la capacidad nacional para reequiparse y modernizar su
equipamiento.
En línea con ello recientemente firmamos con el MINDEF un contrato para el
desarrollo de tecnología vinculada a los aviones no tripulados y un estudio de
factibilidad técnica y económica para modernizar naves submarinas y de
superficie de nuestra armada.
Tal vez se pregunten cómo una empresa dedicada a construir
reactores y plantas nucleares desarrolla en poco tiempo y construye con éxito
satélites y radares. Esto se debe al hecho de que las empresas de base tecnológica,
donde todo su plantel es multidisciplinario y con experiencia en la concreción de
proyectos complejos, tienen la capacidad suficiente y necesaria para orientar con
éxito su metodología de trabajo en el logro de diferentes objetivos, aún sin
experiencia específica previa.
- 260 -
Para terminar debo insistir en que si hay algo que nos ha permitido
crecer han sido principalmente las Políticas de Estado, cuando hay consecuencia
y perseverancia en la búsqueda de los objetivos determinados por ellas.
Todos los proyectos que hemos llevado adelante, la mayoría de los
cuales han implicado importantes procesos de desarrollo de tecnología e
innovación, en particular los de estos últimos 10 años, han sido destinados a
obtener bienes que el país necesita, resolviendo problemas de la gente a la par
que asegurando trabajo calificado para los argentinos. Esto se logró con
prácticamente el mismo recurso económico que hubiera demandado importarlo.
Esta actitud ha sido fundamental y marcada en la política tecnológica
argentina de los últimos 10 años y esperemos siga siendo así.
Como experiencia personal luego de 40 años de un trabajo que me ha
llenado de orgullo y apasionante, quiero comentarles que no hay problema
tecnológico que los argentinos no podamos resolver con los medios que tenemos
y con el nivel de preparación de nuestra gente, por difícil que sea. Llevará un
poco más de tiempo, costará un poco más de dinero, pero se puede resolver.
- 261 -
SOBERANÍA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
Por Mariano A. Memolli
A veces tengo que explicar qué hace un médico hablando de la
Antártida, tan alejado de esto. Me cuesta mucho, pero en el año 1989, dentro de
las distintas crisis económicas, yo trabajaba en el sanatorio Antártida. Me habían
atrasado el pago del sueldo nada más que 6 meses y estábamos con una crisis
muy grande. Un compañero me dijo: ahí están pidiendo médicos para ir a la Antártida.
Bueno, vamos. Pero con poca esperanza. Ahí me cambió la vida, porque me
recibió el General Leal y me dijo que no solamente había ganado el concurso,
sino que también podía hacer la carrera de investigación. La inmunología me
permitió trabajar en la radiación ultravioleta y en los efectos sobre la salud
humana. Aparte, fui jefe de una base científica -cosa que no esperaba serlo-, y lo
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que menos esperaba es que no iba a tener un relevo e iba a seguir un año más, o
sea que estuve en ese cargo por 2 años seguidos. El haber conocido a tres
presidentes estando en una base en la Antártida fue algo realmente increíble, 3
presidentes latinoamericanos.
Vamos a empezar por los conceptos generales, porque ya el
Subsecretario Javier Figueroa habló algo de la Antártida.
En el año 2012, en Portland, en el simposio que hacía el Consejo de
Administradores de Programas Antárticos Nacionales, integrado por 29 países,
entre los que están los más fuertes del mundo, un periodista freelance-que había
nacido en Canadá pero que después resultó ser un oficial de la marina británica,
especialista en la guerra de Medio Oriente- nos explicaba en la introducción que
la Antártida, consagrada como territorio de ciencia y de paz, iba a resistir
mientras que estuviera la ecuación de la matriz energética y de la matriz
alimentaria en un balance que no presionara demasiado sobre los gobiernos que
son signatarios del Tratado Antártico. Entonces, uno empieza a tomar cabal
conciencia de qué significa la Antártida: un continente de 14 millones de
kilómetros cuadrados que es enorme, que está inhabitado; es una reserva
mundial de agua dulce, pero también tiene un fuerte valor geoestratégico. Si
nosotros entendemos que tenemos que conocer bien ese continente, nos vamos
a dar cuenta de que nuestros paleontólogos son de los mejores del mundo, de los
cuales vienen a aprender otros países.
La Antártida, hace millones de años, tenía un clima subtropical. Allí
vivían dinosaurios y estaba cubierto de vegetación. Recientemente se
encontraron los restos del pingüino que medía 2,20 metros. No estaba vivo,
por favor. Tampoco era un funcionario pingüino.
Entonces, ¿por qué se dio esto? Porque hay oscilaciones. El cambio
climático también ha existido antes. Un geólogo nuestro lo define como una
hamaca. Si uno, en las oscilaciones que tienen los planetas empuja, esa oscilación
es constante; pero si de pronto nos ponemos a sacar el carbono que la Tierra se
- 263 -
ocupó de dejarlo abajo de la alfombra y largarlo a la atmósfera, empezamos a
empujar cada vez más fuerte y es posible que enrosquemos a nuestro hijo que
está en la hamaca del caño de arriba y que después no lo podamos bajar.
Este es el concepto del cambio climático global. Todavía no se sabe
exactamente qué va a pasar, cuánto va a subir el océano. Lo cierto es que la
pérdida de hielo de la Antártida se mide en gigatoneladas, y son miles o, digamos,
20 millones de gigatoneladas al año, que es lo que se está perdiendo de hielo en la
Antártida.
La Antártida tiene un rol catalizador de los climas mundiales,
porque enfría las corrientes marinas y esto modera la temperatura de los océanos
y el clima mundial.
Entonces, es muy importante tener este punto en claro, porque
esto también es lo que mueve la geoestrategia.
El Sector Antártico Argentino emergido es de 1.400.000
kilómetros.
Estos son los reclamos de 7 países, a los cuales habría que agregar
la ex-Unión Soviética, hoy Federación Rusa, y los Estados Unidos de América.
Fíjense que hay una triple superposición de planteos en la península Antártica:
uno, el más grande, es el reclamo del Reino Unido; el otro es el formulado por
Chile y el otro es el sector donde Argentina tiene sus derechos. Creo que hay una
diferencia entre reclamo y derechos. Vamos a hablar de la historia de los
derechos de Argentina y cuál es la base científica que permite llevar a cabo esta
reafirmación de los derechos, porque estamos hablando de soberanía científica.
Este es el mapa demográfico de la Antártida que determina los
países que tienen base en la Antártida, de los cuales la mayor parte están
concentradas en la península Antártica, o sea, dentro del Sector Antártico
Argentino. Hay una base en el polo sur geográfico, que es la base
Admunsen-Scott, de Estados Unidos; otra, que es la base Vostok, que está en el
polo magnético; y China tiene una base en lo que se llama el polo de
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inaccesibilidad, que es el lugar más complejo para llegar. Si pensamos en las
inversiones que han desarrollado cada uno de los países signatarios del Tratado
Antártico en los últimos 5 años, China es el país que más ha invertido en la
Antártida. China tiene en estos momentos un gran desarrollo científico
tecnológico; tiene muchísima preocupación por la ciencia que se desarrolla en la
Antártida, al igual que el resto de los países.
Algo de la actividad científica que hace Argentina en la Antártida.
Lo que ven en la fotografía del medio son trajes de buceo. Nosotros tenemos
actividad de buceo todo el año, y esto va a tener que ver con algo que se está
trabajando más adelante.
El Tratado Antártico, que se firmó en 1959 y se ratificó en 1961,
prohíbe que la actividad científica que se desarrolle posea características militares
y que se establezcan bases y fortificaciones militares. A veces nosotros llamamos
a nuestras estaciones "bases", pero en realidad no tienen concepto militar, dado
que los militares hacen tareas logísticas en apoyo a la actividad científica nacional.
Nosotros no tenemos bases militares. Eso es un error. A veces, en los gobiernos
dictatoriales, se introducía el concepto de base militar. Argentina tiene bases
científicas, como siempre las tuvo. Los equipos militares son sólo para el apoyo
de las investigaciones científicas.
El artículo 2° del Tratado define la libertad de investigación
científica en la Antártida. Esto después vamos a tener que hablarlo con respecto
a la bioprospección en la Antártida, que es la utilización con fines comerciales de
los recursos genéticos que tiene la Antártida. La Antártida tiene bacterias muy
competitivas entre sí, que generan sustancias antibióticas que pueden ser
utilizadas como antibióticos, como antineoplásicos o, en la industria, como
detergentes en frío. El programa de desarrollo de Naciones Unidas lo llamó la
fiebre del oro en la Antártida. En estos momentos, el único país que ha hecho un
desarrollo de bioprospección en la Antártida y que lo ha puesto sobre tablas para
explicar para qué lo utiliza es la Argentina. Estados Unidos sistemáticamente veta
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la posibilidad de tratar la bioprospección, ya que hablar de ello es develar cuál es
el estado de las patentes en curso y para qué se está trabajando en este sentido.
Porque también las patentes tienen que ver con el concepto de soberanía, o sea,
yo voy a tributar en mi país y es algo que yo hago en mi país.
Entonces, de todas las investigaciones de los 7 países reclamantes,
faltaban Australia, Francia, Nueva Zelanda y Noruega, que son los países que
reclaman sector antártico. La Federación Rusa, o sea, la ex Unión Soviética, y
Estados Unidos dijeron que no reconocen ninguna soberanía, pero que se
reservan el derecho de reclamar aquello que le corresponde reclamar, o sea, todo.
Ese es el concepto que se desarrolló en ese momento. Los otros países
consideraban a la Antártida como una reserva de la humanidad para el futuro.
Como venía avanzando la Guerra Fría, en ese momento era
necesario tener conceptos de integración. Entonces, la ciencia se utiliza como el
vehículo para generar el desarme de los países que tenían armamento nuclear,
que podría ser utilizado en la Antártida. Teníamos recientemente explosiones en
el atolón Bikini, que estaba haciendo Francia.
Entonces, ¿cómo generamos también la confianza? A través de la
cooperación internacional. Involucrando a científicos de todas partes del mundo
a trabajar en el mismo proyecto, como fue el año geofísico internacional, que fue
desde 1957 hasta 1958. Ahora, ¿cómo terminamos de cerrar la confianza? Lo
hacemos poniendo un artículo en el Tratado Antártico, que es el artículo 7°, que
establece que cualquier país, acreditando diplomáticamente -o sea, por los medios
diplomáticos correspondientes- , puede a través de sus inspectores fiscalizar
cualquier base, o sea, la base que quieran, así como cualquier buque que esté
fondeado o avión que esté aterrizado. Entonces, yo presento mis inspectores,
éstos tienen capacidad de entrar a mis bases y nosotros vamos a tener cabal
conocimiento de lo que está ocurriendo. Porque esto que está ocurriendo yo lo
voy a plantear en la reunión consultiva del Tratado Antártico, que es una reunión
donde todos los países se reúnen anualmente, por orden alfabético, en inglés, y
- 266 -
dicen cómo se está llevando adelante la gestión del continente antártico.
Entonces, ahí se expone. ¿Quién es el país que más inspecciones ha hecho en el
mundo? Estados Unidos, por medios propios, en toda la Antártida. ¿Cuál es el
país más inspeccionado del mundo? La República Argentina. La República
Argentina ha sido el país más inspeccionado del mundo, sobre todo, por Estados
Unidos; pero quien más lo ha inspeccionado es el Reino Unido, después de 1983.
O sea, somos todos muy buenos, somos todos geniales, pero la política está
presente siempre.
Argentina es el país que más bases tiene en el mundo. Tenemos 13
bases, de las cuales 6 son permanentes; una nueva, que anunció el Ministro de
Defensa, que es la base Petrel, que va a ser como una base logística; y bases que
se abren en verano para la actividad científica.
¿Qué se inspecciona en las bases? Si decimos que tenemos bases
científicas, lo que se inspecciona es el cumplimiento científico. Lo segundo que
se inspecciona en estos momentos es el cumplimiento del Protocolo de Madrid,
que es el protocolo anexo al Tratado Antártico, que regula sobre la protección
ambiental para la Antártida. Esto cada vez se complejiza más. O sea, cada vez los
países más desarrollados tratan de poner la vara más alta para que los países con
menos recursos económicos puedan trabajar en la Antártida.
Para instalar una base en la Antártida tiene que haber consenso en
el seno del Comité de Protección Ambiental, que es un organismo asesor de la
reunión consultiva del Tratado Antártico: o estamos todos de acuerdo en que se
abra una nueva base antártica, y, si hay uno en contra, el Comité dice que no.
Toda actividad que se haga en la Antártida tiene que tener una
evaluación del impacto ambiental. Si el impacto ambiental es menor que mínimo
o menor a transitorio, esa actividad no se puede desarrollar. Los rusos habían
elaborado una tecnología para cavar 3.000 metros sobre un glaciar, que no es lo
mismo que perforar petróleo, porque el glaciar es una masa de agua sólida en
movimiento. Entonces, tenían que perforar de manera oblicua para, cuando
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estuvieran sobre el lago al que querían llegar, un lago subglacial, perforar y
romper. A los rusos los tuvieron esperando 10 años, diciendo que no era la
tecnología adecuada ni era la mejor tecnología disponible. ¡10 años! Eran
cuestiones políticas, porque cuando recién se autorizó, a los 3 o 4 meses pudo
perforar el Reino Unido y Estados Unidos. Entonces, se trata también de un
manejo de la ciencia para el uso político.
Por ende, estas zonas prístinas, que a veces no se interpretan bien,
quedan al servicio de una manipulación política. Por eso es tan importante el
trabajar de manera científica en la Antártida. El jefe de la delegación británica
durante 15 años era un biólogo formado en el Foreign Office, y actualmente una
ambientalista, formada en el Foreign Office. Tienen por lo menos períodos de 10
a 15 años de duración. O sea, no es algo menor la política científica en cuanto al
concepto de soberanía.
Nosotros tenemos políticas de regulación. La Ley N.° 18.513, que
establece la política antártica, dispone la creación de la Dirección Nacional del
Antártico y cómo es el funcionamiento de la Antártida. También están el decreto
de política antártica y, después, una serie de pasos importantes.
Historia. Si quieren conocer historia, les presento al licenciado
Fontana, que escribió La pugna antártica. Él es del CONICET y está aquí, entre el
público. Creo que es el mejor libro que se ha escrito sobre historia antártica.
El alférez Sobral llega a la Antártida y es el primer argentino en
invernar en la Antártida. Llegó a la Antártida por obra y gracia del perito
Francisco Moreno, quien, cuando llegó la expedición de Otto Nordenskjöld, dijo
que el gobierno argentino iba a apoyar esa expedición siempre y cuando llevara a
un científico argentino. No encontraron científicos argentinos y designaron un
voluntario militar, que rápidamente se vistió de científico y comenzó a hacer sus
tareas. Terminó siendo el primer geólogo argentino, y después se retiró de la
Antártida.
- 268 -
Otro punto importante se produce en 1946, cuando la Comisión
Nacional del Antártico -que había sido fundada en 1938 aunque no tenía
mayores relevancias, tiene un empuje del presidente Juan Domingo Perón-, fija
los derechos argentinos para el desarrollo de la investigación científica, en un
todo de acuerdo con el respeto por el derecho internacional, de la resolución
pacífica de los conflictos y de la defensa de la soberanía nacional.
La base Orcadas, que se había fundado el 22 de febrero de 1904 -
hoy, Día de la Antártida Argentina-, fue fundada también a expensas del perito
Moreno, quien la hizo depender del Ministerio de Agricultura y Ganadería para
dedicarla a la investigación científica de los fenómenos meteorológicos,
convirtiéndose después en un observatorio geomagnético.
Entonces, Argentina nunca fue un país que utilizó la ocupación
militar para generar un derecho soberano sobre un sector de la Antártida. Utilizó
una herramienta civil, una herramienta científica de la Cancillería Argentina, junto
con un grupo de notables: varios científicos, meteorólogos e, inclusive, las
Fuerzas Armadas, como sostén logístico. Ya 20 años antes de la firma del
Tratado Antártico habían destinado la investigación científica como el eje de la
presencia de nuestro país en la Antártida, basado en el derecho internacional y en
la resolución de los conflictos.
Para eso establece normas, como la toponimia argentina que acuña
el término "Sector Antártico Argentino"; habla de la ocupación temprana y
exclusiva. Argentina por 40 años estuvo sola, sin otra base permanente, en la
Antártida. Fue el primer país en el mundo. O sea, 40 años: esto es muy
importante para la Argentina. También la confección de un mapa antártico por el
IGM, en cumplimiento de un decreto que establece que todos los mapas deben
incluir tanto el sector antártico como las islas Malvinas. Tener presencia de la
Antártida Argentina en todos los foros diplomáticos como ejercicio legítimo de
derecho. La creación de sellos postales; el estudio de expediciones antárticas de
otros países, para mejorar nuestras expediciones científicas a la Antártida; la
- 269 -
localización de nuevas instalaciones argentinas en la Antártida y la formación de
una conciencia nacional a través de propaganda directa, publicaciones,
divulgación de motivos y entre otros.
En la reunión consultiva del Tratado Antártico de la que acabo de
llegar hace 48 horas, tuvo como eje la difusión a la opinión pública mundial de
qué hacen los países en la Antártida. Este es un eje central. Nosotros hemos
conseguido que todo lo que se difunda sea en los 4 idiomas y que haya una
argentina presente en la selección de trabajos científicos en el comité editorial.
Esto, que parece una banalidad no lo que dado que se trató de invisibilizar los
trabajos científicos de los países para que no aparezcan y no se tengan en cuenta.
Porque esta es una herramienta política que tienen los Estados para presionar
sobre la opinión pública mundial, a través de un portal. Este portal estaba
manejado exclusivamente por el Commonwealth y alguna monarquía europea.
Entonces, fue una lucha de 3 años conseguir que hubiera una científica argentina
representándonos en la lengua castellana. Porque también –el ministro lo podrá
decir mejor que yo– nos encontrábamos con que editores de revista de habla
inglesa, le dijeron a nuestro ornitólogo, que trabaja desde hace 30 años, que tenía
un apellido demasiado latino para publicar en esa revista. Así es que nos
encontramos con estas invisibilizaciones del desarrollo de un país respecto de la
política que puede haber en otros lugares.
El presidente Perón no tenía Internet. Entonces, ¿qué hizo? Sellos
postales. Inundó el mundo de estos sellos postales. Y en el medio les presentó el
primer mapa bicontinental que tuvo la Argentina para ser conocido en todo el
mundo. ¿Qué hizo el Reino Unido? Emisión de estampillas de las Falkland
Islands. ¿Qué hizo Perón? Prohibió la entrada de esas estampillas al territorio
argentino. En el medio, hubo un ataque militar en la isla Decepción, dentro del
Sector Antártico Argentino, por una corbeta británica, ordenado por el mismo
Churchill, que quería solucionar el problema de Orcadas. En 1928 -creo que era
por ese año-, el embajador británico en la Argentina escribió al Reino Unido
- 270 -
diciendo que teníamos que solucionar el tema de la base Orcadas, porque no
permitía la continuidad de los territorios de ultramar británicos; o sea, entre las
Malvinas y la Antártida hay una interrupción por la base Orcadas desde 1904.
Entonces, en ese momento vino desde Malvinas una flota, proveniente del
Sudeste Asiático; llegó a la isla Decepción -esto es muy resumido, porque
realmente es más complejo-; tomó prisioneros a argentinos y chilenos y después
los remitió a cada país de origen. Entonces, hubo una agresión militar británica
para que se impidiera la continuidad argentina.
Esto se responde con Pujato, que tiene un contacto con Eva Perón
en la Embajada Argentina en Bolivia: la creación del Instituto Antártico
Argentino -son las estrategias que le plantea a Perón-; una expedición polar
continental a la Antártida, que no la puede hacer Pujato en ese momento, porque
viene el golpe de Estado de 1955, y recién la puede hacer el General Leal, en
1965, con otro gobierno democrático; la adquisición de un barco rompehielos. El
rompehielos General San Martín, buque realmente insignia de la Argentina en la
Antártida, se llamó así porque cuando iban a fundar en 1951, la base San Martín,
la Armada le esconde los barcos y es Pérez Companc quien, por un peso fuerte,
le alquila un barco a la Argentina para crear esta base, que es la primera base del
mundo al sur del círculo polar. La expedición al mar de Weddell–que llegó a
hacerse-. Y colonizar con familias el lugar más conveniente del continente
Antártico, esto es, la base Esperanza; por eso la base Esperanza hoy tiene
familias. No se llegó a efectivizar a raíz del golpe de Estado de 1955 cuando lo
traen arrestado a Pujato, en tanto que a Motet, que iba a ser el primer intendente
de ese pueblo, emigra a los Estados Unidos. O sea, perdimos una gran
oportunidad antes de la firma del Tratado Antártico. En el año 1951 es donde
empiezan todos los valores.
Existe también un marco normativo para la gestión ambiental. La
gestión ambiental es lo que hoy marca cuál es el rol que tiene cada país dentro de
la Antártida, es decir, los países más correctos y los países más incorrectos.
- 271 -
Entonces, muchos de los países que son los que más contaminan en el mundo
están buscando generar que la huella humana y las emisiones que produce cada
una de las bases generen impacto en el cambio climático global. Tamaña
estupidez es muy difícil de defender, salvo la hipocresía que se tiene para ser
ambientalmente correcto. Esa hipocresía que se tiene para ser ambientalmente
correcto es la que a veces ocurre en el sistema del Tratado Antártico. No
podemos creer que la emisión de una base que cuenta en invierno con 25
personas, pueda ser importante para que se pierdan 10 gigatoneladas de hielo por
año. Eso tiene que ver con otra cosa. ¿Quién se hace responsable? Y dicen que
esto se basa en la evidencia científica. Entonces, la evidencia científica, por
ejemplo, del carbón negro es algo que se produce en la Patagonia y es algo que
tiene que ver con la Argentina y con Chile, que son también países que están con
una disputa. A mí me toca ser el representante del Comité de Protección
Ambiental por Argentina y tenemos que estar con los ojos bien abiertos para que
no nos puedan pasar.
Esto pasaba durante la dictadura. Se ponían los tambores de la base
Marambio. Es la foto que tienen arriba a su izquierda. Nos tocó en esta gestión
apilar los tambores e ir sacando y hacer biorremediación.
El proyecto más importante y más revolucionario en términos
reales es el que desarrolla el Ministro Lino Barañao, el proyecto Pampa Azul.
Esto lo saqué de la página web de Pampa Azul, que creo que es una página web
que debería visitarse con más frecuencia. Sobre todo, se enfoca en la
investigación científica en lugares estratégicos. En lo que nos compete a
nosotros, es la investigación científica Georgias del Sur-Sandwich del Sur, que es
la zona que el sistema del Tratado Antártico denomina como Convención para la
Conservación de Recursos Vivos Marítimos Antárticos. Pesca. Estamos hablando de
pesca. Estamos hablando de la producción de una de las mayores riquezas y el
mayor PBI que tienen los británicos.
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En estos momentos, el sistema que está desarrollando Pampa Azul
de conseguir barcos para poder mantener la ocupación en el Atlántico Sur -ya
está el buque austral, que no sólo se compró, sino que ya lo pagamos -nos
permite llegar a 2 o hasta 3 kilómetros de las costas, que de otra manera, no
podríamos llegar. Y cuando fuimos con el buque Holmberg, del Instituto
Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, sobrevolaron aviones Sea
Harrier y tuvimos inspecciones británicas; pero llegamos, hicimos investigación,
produjimos. Donde no llegamos con los militares, llegamos con los científicos.
Esta es la soberanía científica a la que aspiramos.
Para ir terminando, porque estoy consciente de la hora, resalto que
tenemos investigaciones de alto impacto. Argentina es el país número uno en
Iberoamérica en producción de calidad científica en trabajos publicados en
revistas de lectura angloparlante, o sea, que se escriben en inglés. Y esto está
escrito por noruegos, por indios y por científicos chilenos, o sea, no son trabajos
argentinos.
Tenemos presencia en todas las bases. Tenemos la mayor cantidad
de cooperaciones internacionales. Hemos finalizado laboratorios acordes en la
Universidad de San Martín y, por primera vez, a partir del año pasado, el
Instituto Antártico tiene laboratorios propios. Hoy tenemos laboratorios propios
que nos permiten tener una calidad de investigación superior.
Para nosotros, el científico es la reserva intelectual y la base del
desarrollo de políticas tecnológicas con impacto positivo en lo político,
económico y social de un país. Durante años esto no se tuvo en cuenta; hoy lo
tenemos en cuenta. Tenemos un ministerio que hace esto: la capacidad de
producir innovaciones en el terreno de la ciencia y la tecnología como un
importante capital nacional; mayor interacción con los sectores políticos. Es un
lujo que ustedes, desde la Procuración, me hayan invitado a informar qué pasa en
la Antártida. Tenemos captación de científicos para el desarrollo tecnológico en
- 273 -
el sector no gubernamental como un desafío, y que los empresarios entiendan
que la innovación tecnológica les va a producir ganancia como en el resto.
Por último, es relevante la diplomacia científica: si yo formo
científicos de otros países en mi sistema científico nacional, van a entender cuál
es la ideología, cuál es la real captación científica que tiene un país, y van a pensar
como argentinos en el exterior. Fíjense la captación científica de los países más
desarrollados y cómo utilizan a los científicos formados en otros países para
devolverlos a su país de origen o utilizarlos en la actividad privada para mejorar
las ganancias que ellos tienen.
Con este cartel de bienvenida, espero que algunos me vengan a
visitar a la Antártida, como hizo el Ministro. Muchas gracias.
- 274 -
RECURSOS NATURALES EN EL ATLÁNTICO SUR EN EL CONTEXTO
DE LA CUESTIÓN MALVINAS
Por Javier Figueroa
Buenas tardes a todos y a todas. Es para mí es un gran honor estar
aquí y poder contar las políticas que hoy desarrollamos desde la Secretaría para
Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los
espacios marítimos circundantes, en coordinación con distintas reparticiones del
Estado Nacional, así como los desafíos que hoy enfrentamos en el Atlántico Sur.
La Procuración del Tesoro Nacional se encuentra hoy en la primera
línea de la defensa de nuestros derechos soberanos en Malvinas y el Atlántico Sur,
circunstancia que hace particularmente grata la posibilidad de exponer aquí, ante este
distinguido auditorio, por lo que quisiera agradecer especialmente a la Sra.
Procuradora.
- 275 -
No voy a abundar en aspectos jurídicos e históricos de la Cuestión
Malvinas. Mi compañero de mesa, Marcelo Vernet, ha sido muy elocuente y preciso en
su exposición al respecto. Por otra parte, parecería casi ofensivo reseñarle a ustedes -
imagino que el 99 por ciento son abogados - el por qué, desde un punto de vista
jurídico, las Malvinas son argentinas.
Gran parte de la narrativa sobre la Cuestión Malvinas versa sobre
aspectos jurídicos. Asimismo, existe una crónica puntillosa respecto de la historia
diplomática, reseñada brillantemente por Marcelo Vernet. Pero lo que no es habitual,
es colocar la Cuestión en un contexto más amplio, en un marco espacial que abarque
todo el Atlántico Sur y que dé cuenta, también, de la problemática antártica.
Este enfoque espacial más amplio nos lleva a reflexionar, asimismo,
sobre lógicas que tampoco están explícitas en la narrativa histórica y jurídica. Es decir:
una lógica estratégica y otra de apropiación de recursos naturales.
Frente a tales lógicas, como Estado desarrollamos políticas
específicas, a las cuales me voy a referir brevemente.
Es imposible pensar Malvinas sin contextualizar la disputa en un
espacio conceptual y geográfico más vasto, por las implicancias que aquella conlleva.
Muchas de las acciones que nuestro país desarrolla en el Atlántico Sur respecto a
cuestiones tan diversas como las políticas pesquera, medioambiental y
científica; tráfico marítimo y aéreo, exploración costa afuera de recursos
hidrocarburíferos, turismo, etc. se encuentran signadas por la disputa de soberanía.
Más allá de las acciones diplomáticas que la República Argentina
lleva adelante en los distintos foros internacionales, a nivel regional y bilateral, existe
una amplia gama de políticas respecto del Atlántico Sur que promueve la Cancillería
argentina junto con los Ministerios de Ciencia y Tecnología, Ambiente y Desarrollo
Sustentable, Economía, Defensa, Turismo, Justicia y Derechos Humanos y Seguridad.
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Si tenemos en cuenta los espacios marítimos en disputa, estamos
hablando de vastos espacios, que van más allá de la imagen de las Islas Soledad y Gran
Malvina, que inmediatamente evocamos al pensar en la disputa de soberanía.
El límite exterior de la plataforma continental argentina será
definido próximamente por la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las
Naciones Unidas. Ahora bien, si incluimos la plataforma de nuestro sector antártico,
estamos hablando aproximadamente de 6.600.000 kilómetros cuadrados. De ello, la
mitad o bien están en disputa con el Reino Unido - en el caso de Malvinas, Georgias y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes - o se encuentran bajo el
régimen del Tratado Antártico. Es decir, de esos 6 millones, solamente podemos
ejercer plena soberanía y jurisdicción sobre la mitad. El resto requiere el desarrollo de
políticas que den cuenta de tal especificidad política y jurídica.
En este contexto, los desafíos que enfrentamos son enormes. En
primer lugar, debemos tener presente la existencia de disputa de soberanía respecto de
los archipiélagos australes. Para que tengamos noción de la cantidad de kilómetros
cuadrados en juego, las áreas disputadas suman aproximadamente el millón y medio de
kilómetros cuadrados.
Tenemos, en segundo lugar, un desafío estratégico derivado de la
usurpación británica. En Malvinas existe la base militar más importante en el mundo al
sur del paralelo 50. Hoy Malvinas es, tomando en cuenta su número de habitantes, el
territorio más militarizado del mundo. Ahí habitan aproximadamente 3.000 personas y
existen 1.500 efectivos militares destacados en la base, a los que se suma el despliegue
naval, que incluye importantes navíos de línea, patrullas rutinarias de submarinos
nucleares con capacidad de portar armas nucleares, todo un aparato sofisticadísimo de
inteligencia y vigilancia electrónica, con capacidad de detectar todos los movimientos
marítimos y aéreos en todo el Atlántico Sur e interceptar comunicaciones militares y
civiles.
Desde esa misma base se controla todo el despliegue y todo el
dispositivo militar británico en el Atlántico Sur. Esta presencia no es nueva, ni es una
- 277 -
consecuencia del conflicto de 1982, ni está hecha - como alegan los británicos - para
protegerse frente una “amenaza argentina”. Desde el inicio de esta historia, y no estoy
hablando ni siquiera de 1833, sino que nos referimos a siglos anteriores, hubo una
disputa entre las potencias coloniales europeas por el control de estos espacios. Era,
para las potencias marítimas, vital el control del paso interoceánico. Recordemos que
en los siglos XVII y XVIII no existía el canal de Panamá. Todo el comercio marítimo
entre el Pacífico y el Atlántico debería pasar por el extremo sur de América del Sur.
Desde el punto de vista estratégico, Malvinas, también fue una
pieza vital en todos los conflictos globales en los que participó el Reino Unido en siglo
XX.
Nosotros recordamos a nuestros muertos en la Guerra de Malvinas.
Fue una guerra tremendamente cruenta: si uno suma argentinos y británicos,
fallecieron más de 1.000 efectivos de ambas nacionalidades, pero en realidad, el país
que más muertos tiene el área en Malvinas es Alemania. En la Primera Guerra Mundial
hubo una batalla naval muy importante, precisamente para tomar el dispositivo naval
británico en Malvinas. Allí fallecieron más de 1.000 marinos alemanes.
En la Segunda Guerra Mundial también las Malvinas tuvieron un
rol destacado: los británicos la reforzaron pensando que, con la caída de Singapur a
manos de los japoneses, otro paso interoceánico clave podía caer por un golpe de
mano alemán o japonés. También desde Malvinas partieron los buques que hundieron
al acorazado Graf Spee en la boca del Río de la Plata. Malvinas siempre estuvo
presente en la historia estratégica del Atlántico Sur.
Ahora bien, en paralelo a esta dimensión estratégica, siempre hubo
en el Atlántico Sudoccidental una avidez por recursos naturales. Avidez que persiste
hasta nuestros días.
Un recurso importantísimo en el Atlántico Sur en el siglo XIX era
la caza de ballenas y de lobos marinos. Hoy es una industria extinta, pero en su
momento de dicha actividad dependía la iluminación urbana, era un motor de la
revolución industrial, en tanto proveía una materia prima clave. Implicaba, también,
- 278 -
dinamizar la industria naval. Cabe destacar que la industria naval americana, por
ejemplo, nació de la mano del crecimiento la ballenería. Por su parte, los británicos
fueron quienes comenzaron a cazar ballenas en el Atlántico Sur, una vez agotados los
principales caladeros en el Atlántico Norte.
Como señalara Marcelo Vernet hace unos instantes, si desde 1966 a
1982 los británicos negociaron la soberanía en Malvinas, fue – entre otros motivos -
porque su percepción estratégica respecto de las Islas había cambiado. Habían
cambiado, también, su visión imperial. Estaba, el Reino Unido, en retirada respecto de
sus colonias. En este contexto, las Malvinas eran percibidas un lastre económico para
el Tesoro británico e indefendibles desde un punto de vista militar. Ello fue el sustrato
estratégico de la decisión británica de negociar en aquél entonces.
En adición a este desafío jurídico y estratégico que nos plantea la
disputa sobre los archipiélagos australes, también tenemos que considerar la
problemática Antártica. No me voy a extender al respecto porque después disertará el
doctor Memolli, Director de la Dirección Nacional del Antártico, que es un experto en
la materia, pero claramente basta con mirar un mapa para ver el rol que tienen las
Malvinas para el Reino Unido como llave para acceder a la Antártida y como base para
sus operaciones logísticas antárticas.
Otros desafíos no menores que nosotros tenemos en el Atlántico
Sur, tienen que ver con la situación global de los recursos marinos.
El creciente deterioro de todos los caladeros mundiales. Existen
muy pocas áreas de pesca en el mundo que no estén deteriorados o directamente
colapsados. El Atlántico Sur es una de las pocas excepciones.
Por otra parte, el desarrollo de nuevas tecnologías ha permitido, la
posibilidad de explorar y explotar recursos hidrocarburíferos o nudos polimetálicos a
profundidades extremas. Hace unas pocas décadas atrás esto era ciencia ficción; hoy ya
es una realidad, como lo es la ilegítima apropiación británica de recursos pesqueros e
hidrocarburíferas.
- 279 -
Frente a esta compleja situación nosotros tenemos que pensar qué
tipo de políticas tenemos que desarrollar. Acá hay una cuestión metodológica de
desarrollo de políticas, teniendo en cuenta los desafíos, que son realmente variados y
complejos. Hay que tener presente la complejidad que implica la presencia efectiva en
el mar. Para que tengan una idea, en la operatoria de un buque científico estamos
hablando de 25.000 o 30.000 dólares diarios. Para el caso de una plataforma petrolera,
estamos hablando de 250.000 dólares diarios su operación, y abastecimiento
Requerimos políticas absolutamente integradas por parte de todo el
Estado Nacional para evitar dilapidación de recursos. No es que la República
Argentina no haya tenido políticas frente al Atlántico Sur, que no haya desarrollado
presencia. Todas nuestras instituciones tienen una larga tradición en la materia. Sin
embargo, hemos adolecido falta de coordinación. Cada institución ha llevado adelante
su propia política, lo que lleva a la duplicación de tareas y dilapidación de recursos. Por
ejemplo, si estamos hablando de control del mar, hasta hace poco la Armada
desarrollaba sus patrullas en el Atlántico Sur sin tener en cuenta las operaciones que
realizaba la Prefectura Naval Argentina y viceversa.
Frente a esto, la única posibilidad es la articulación de políticas
interministeriales, tanto en su concepción como en su gestión.
Las políticas que hacen al fortalecimiento de nuestra presencia en el
Atlántico Sur, abarcan varios aspectos. Por un lado, el desarrollo de recursos naturales
y, por otro, evitar su depredación. Esto último, ya sea la que llevan adelante los
británicos en los espacios que ellos controlan legítimamente o a través del control de
nuestros caladeros y recursos indisputados.
En el caso de nuestros recursos pesqueros, en general, la opinión
pública no tiene una cabal idea de la riqueza involucrada. Argentina exporta, desde casi
dos décadas, más pescado que carne. Las exportaciones argentinas en productos
pesqueros ascienden a alrededor de 1.600 millones de dólares anuales, que
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prácticamente podrían ser triplicados o quintuplicados si le pudiéramos agregar mayor
valor agregado.
Por su parte, en las Islas Malvinas existe una estructura ilegal de
apropiación de recursos que genera 500 o 600 millones de dólares de valor de
exportación. Por otro lado, esas autoridades ilegítimas en Malvinas venden licencias
para explorar y explotar ilegalmente estos recursos financiando de esa manera el 60% o
70% del presupuesto de la administración de las islas.
En este marco, debemos desarrollar políticas de promoción del
sector. Estamos trabajando para poder aumentar la capacidad de nuestra flota en
algunas especies excedentarias y que resultan claves en el Atlántico Sur. Asimismo,
debemos también fortalecer nuestros mecanismos de control, que debemos destacar,
son bastante eficaces.
Al respecto, existe en la opinión pública la creencia que los buques
que pescan en la milla 201 “invaden” nuestros caladeros. Eso no es tan así. El control
es eficiente. Cada vez que se detiene un buque, se determine en la milla 199, en borde
de nuestra Zona Económica Exclusiva. Ello implica que estas flotas son muy
cuidadosas de las actividades de fiscalización que realiza el Estado Argentino. Pero, de
cualquier manera, es necesario avanzar y perfeccionar sistemas y adquirir más medios.
Otro aspecto que es de fundamental importancia son los recursos
hidrocarburíferos. En estos días está operando en Malvinas una plataforma petrolera
contratada por un consorcio de empresas británicas y de otros países.
Esta historia no es nueva. Como comentaba Marcelo, se inicia en la
década del 70 con el denominado “Informe Shackleton”, en el cual los británicos
comienzan a dar cuenta de la existencia de recursos importantes en el Atlántico
Sudoccidental.
Cabe señalar que los recursos petroleros que existen en Malvinas se
ubican en tres cuencas una al norte y dos al sur. Estas cuencas, en términos de
superficie son un 50 por ciento mayores que las existentes en el Mar del Norte,
reservas estas que se están agotando.
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Cabe señalar que nuestro país en el pasado realizó algunos intentos
de desarrollo de estos yacimientos offshore. Fueron esporádicos y no muy intensos.
En lo que hace específicamente a Malvinas, en el año 1995 se firmó
con el Reino Unido un entendimiento (La Declaración Conjunta sobre Cooperación
sobre actividades costa afuera en el Atlántico Sudoccidental, del 27 de setiembre de
1995) para el desarrollo de estos yacimientos off shore. Sin embargo, hubo una
diferencia esencial respecto de este instrumento. Mientras que la República Argentina
interpretó, como dice la letra del acuerdo, que el mismo se aplicaba a todos los
espacios marítimos en disputa en Malvinas, Londres lo centraba en un área de
cooperación especial que se definió en el acuerdo para comenzar el desarrollo
offshore. Asimismo, los británicos comenzaron inmediatamente un proceso licitatorio,
que fue oportunamente protestado por nuestro país y llevó, en principio, a la
suspensión de estas conversaciones petroleras y, en definitiva, en 2007, a que nuestro
país dejara sin efecto dicho entendimiento.
En ese momento comenzamos también una fuerte ofensiva
internacional a efectos de dar a conocer nuestra posición y lograr apoyos para las
acciones que, ya en ese entonces, comenzábamos a desarrollar.
La primeras acciones fueron las denominadas “notas de desaliento”
a las empresas que en ese momento podrían estar involucradas en esta área.
Actualmente, hemos pasado a una instancia superior, es decir el
inicio de acciones penales, tema que desarrollará a continuación el doctor Diez. Cabe
agregar que antes de iniciar tales acciones todas las empresas involucradas en el ilícito
accionar fueron sancionadas administrativamente por la autoridad de aplicación, la
Secretaría de Energía, inhabilitándolas para actuar en el territorio argentino.
Asimismo, se puso en conocimiento de bolsas de comercio y
actores económicos internacionales la posición argentina y se logró el apoyo de
diversos foros internacionales al plan de acción argentino al respecto. En este sentido,
se expidieron expresamente el MERCOSUR, la ALADI, El G77 más China y la
Organización Latinoamericana de Energía, entro otros.
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Por otro lado, también estamos desarrollando otras políticas de
presencia en el Atlántico Sur, básicamente en el aspecto científico. Estamos trabajando
con todo el Estado, con el liderazgo del Ministerio de Ciencia y Tecnología, en una
iniciativa tremendamente importante que se denomina “Pampa Azul”.
Es la primera gran iniciativa de investigación científica oceánica que
nuestro país lleva adelante. Implica la acción concertada de todas las instituciones y
ministerios que tienen que ver con el mar, priorizando áreas de mar argentino y líneas
de investigación determinadas, de tal manera de maximizar esfuerzos y de buscar tres
objetivos básicos.
El primero es obtener productos científicos de excelencia que nos
permitan tener modelos predictivos para poder administrar bien nuestros recursos.
Por otra parte, apoyar la política exterior de nuestro país. La
presencia en el mar es importante, particularmente porque el amplifica la asimetría de
poder entre los Estados. Una actividad científica robusta nos permitirá, por ejemplo
tener que defender posiciones nacionales en una serie de convenciones que tienen que
ver con el mar y sus recursos.
También la iniciativa “Pampa Azul” plantea el desarrollo de nuevas
tecnologías, por ejemplo, drones, instrumentos de medición submarina, satélites.
Elementos que son cada vez más necesarios para desarrollar estos emprendimientos.
Por otro lado, y quizás lo más importante desde un punto de vista
cultural y político, es la generación de una cultura oceánica, de la que nuestro país
carece. Así como desconocemos que exportamos más pescado que carne, no existe
una visión real de las enormes potencialidades que tenemos y que necesariamente
debemos desarrollar.
Este desarrollo del mar debe realizarse per se y porque tenemos
una disputa de soberanía. En la medida en que nosotros tengamos una presencia más
robusta en esos espacios, más nos fortaleceremos en la disputa.
También estamos generando un sistema nacional de áreas marinas
protegidas oceánicas. Más allá de la obvia implicancia para la conservación marina que
- 283 -
tienen estos instrumentos de gestión marina, también tiene una ventaja importante en
términos políticos: importa en los hechos concentrar la acción de múltiples
reparticiones estatales en determinadas áreas que han sido elegidas estratégicamente,
teniendo presente su riqueza en la biodiversidad o sus implicancias económica o
políticas.
Me gustaría también por último señalar que muchas veces en el
imaginario colectivo se asocia Malvinas al pasado. A un legado heroico, a la vez que
difícil y traumático. Sin embargo, el Atlántico Sur nos debe convocar por lo que es: un
espacio de futuro, de potencial desarrollo económico y científico, nuestra gran frontera
azul. Un espacio de unidad nacional, que convoca a nuestra creatividad.
En este sentido, la disputa de soberanía más que un obstáculo para
el avance de nuestros intereses en estos vastos espacios australes, debe ser leída como
un catalizador de nuestras potencialidades, como un llamado a desarrollar políticas
imaginativas y despertar una vocación oceánica en nuestro país.
Muchas gracias.
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“LA DEFENSA DE LOS RECURSOS HIDROCARBURÍFEROS DE LA
NACIÓN ARGENTINA EN LAS ZONAS DE LA PLATAFORMA
CONTINENTAL PRÓXIMAS A LAS ISLAS MALVINAS”
Por Horacio Pedro Diez
Buenas tardes, estimadas y estimados colegas del Cuerpo de
Abogados del Estado. El saludo y el agradecimiento también a quienes, sin ser
estrictamente integrantes del cuerpo, nos acompañan en estas jornadas de
reflexión acerca de las distintas dimensiones desde las cuales puede abordarse el
concepto de soberanía.
La Procuradora del Tesoro de la Nación creyó conveniente
incorporar, en el marco de esta mesa, algunas consideraciones acerca del
- 285 -
contenido de la denuncia penal29 recientemente formulada por el Estado
argentino, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y del
Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, con el
patrocinio de la Procuración del Tesoro de la Nación, contra empresas
extranjeras que se han encontrado desarrollando actividades de exploración
hidrocarburífera sobre la plataforma continental argentina, en las adyacencias de
Malvinas.
El sustrato fáctico para esta denuncia surgió de una ardua tarea de
análisis, de investigación y de recolección de antecedentes, llevada a cabo por las
áreas específicas de la Cancillería, en particular la Secretaria de Asuntos Relativos
a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los Espacios Marítimos
Circundantes; por la Secretaría de Energía; y por la Prefectura Naval Argentina.
Esa labor permitió reunir elementos suficientes como para tener claramente
acreditado que empresas extranjeras, con financiación de capitales
transnacionales, se encuentran desarrollando -por supuesto, sin autorización ni
habilitación alguna del gobierno argentino- actividades de exploración
hidrocarburífera, en miras a la eventual explotación ulterior, sobre la plataforma
continental argentina.
Creo que es importante exponer los nombres de las empresas
involucradas en estas actividades ilícitas.
29 Pocos días después de las Jornadas sobre Soberanía Nacional y
Latinoamericana, más precisamente el 25 de junio de 2015, la señora
Jueza a cargo del Juzgado Federal de Río Grande –doctora Lilian
Herraez- dictó una serie de medidas en el marco de la Causa Nº
5183/2015/1, originada por la denuncia que motiva esta exposición.
En concreto, la Jueza dispuso el secuestro y embargo preventivo de los
instrumentos del delito, ordenando el libramiento de los pertinentes
exhortos diplomáticos a los jueces de las jurisdicciones
correspondientes a las banderas de los respectivos buques y
plataformas de exploración que han actuado ilícitamente; dispuso
también la interdicción de navegar con relación a estos últimos; a la
vez, decretó un embargo preventivo para asegurar las penas pecuniarias
y eventuales daños, hasta cubrir la suma de U$S 156.432.000, sobre los
bienes y activos de cada empresa denunciada; finalmente, ordenó no
innovar, a efectos de evitar la continuidad de los eventuales delitos,
disponiendo que también a estos fines se cursen los exhortos
diplomáticos pertinentes.
- 286 -
Como cabeza visible de todo ese grupo empresario actúa la firma
FOGL, que son las siglas de la Falkland Oil and Gas Limited, una empresa con
sede en Gran Bretaña.
Pero también, en el marco de contratos de colaboración
empresarial y de contratos de “farm-out” -en virtud de los cuales se ceden
determinados derechos o beneficios económicos de la eventual explotación a
cambio de compartir los riesgos y costos-, operan en mancomunidad de intereses
otras empresas, como Noble Energy Inc. y su filial, Noble Energy Falklands
Limited, que está registrada en los Estados Unidos de América; la empresa
Edison International SpA, que tiene su sede en la República de Italia; la empresa
Premier Oil plc, con sede en Gran Bretaña, y la firma Rockhopper Exploration
plc, que también tiene su sede en Gran Bretaña.
Creo que es importante tener presentes estos nombres. Como
ustedes verán, empresas buitres hay de muy diversas especies y plumajes, si me
permiten la expresión; éstas, en particular, están enfocadas en la actividad
depredatoria de los recursos hidrocarburíferos sobre los cuales la República
Argentina tiene derechos inalienables, pues son recursos que están situados sobre
la plataforma continental argentina.
Quizá la actividad de estas empresas sea un claro ejemplo de este
fenómeno del capitalismo financiero, en esta fase avanzada o superior del
capitalismo, sobre la que nos invitaba a reflexionar en el día de ayer el Director
de la Biblioteca Nacional, Horacio González, cuando aludía a esta particularidad
del capitalismo representado por grandes empresas transnacionales de base
financiera, que dependen para su productividad y su eficiencia de la violación del
orden jurídico. Porque en todo caso tienen la aptitud para generar ellas un marco
jurídico por fuera de lo que son las fuentes formales de generación de normas,
tanto en el derecho nacional como en el internacional.
La actividad desplegada por la firma FOGL junto con las otras
empresas asociadas a las que hacíamos referencia, les permitió a principios de
- 287 -
este año anunciar que habían realizado varias campañas de recolección de datos
sísmicos, incluso, en alguna etapa anterior, auxiliadas por otra empresa noruega,
cuyas siglas son PGS, Petroleum Geo-Service, que se especializa en actividades
de prospección sísmica.
Estas actividades fueron realizadas, en un primer momento, en una
zona aproximadamente a 150 kilómetros al sudeste de Puerto Argentino, en una
área que es una formación de origen cretácico, según lo han indicado los
informes técnicos, denominada Diomedea; luego, en otra área, a 200 kilómetros
al sur de Puerto Argentino, en una zona cuya denominación sería, según la
traducción, "Falla de bloque cretácico"; y, en último término, en un área al norte
de la cuenca de Malvinas, un área denominada Hersilia.
Luego de esas actividades, ya en el mes de marzo de este año –y
esto fue, por cierto, monitoreado, detectado y debidamente documentado por la
Cancillería-, FOGL anunció, quizá como una forma de invitación a otros
capitales financieros a sumarse a este emprendimiento predatorio que se disponía
a desarrollar durante este año 2015, un plan de perforación de 5 pozos en miras a
un potencial de obtención de cuanto menos 1.000 millones de barriles de
petróleo. Esto es lo que ha anunciado FOGL. Se trata, como decíamos, de una
actividad claramente ilícita.
En la medida en que nos referíamos a actividades desarrolladas
sobre la plataforma continental, creo que cabe una muy breve referencia a
normas de derecho tanto nacional como internacional, que sustentan los
derechos soberanos de la República Argentina, precisamente, sobre los recursos
situados o localizados en la plataforma continental.
Ya la ley 23.968, en nuestro medio, había definido el alcance del
mar territorial, de la zona económica exclusiva y el concepto, la noción y
derechos de la Nación sobre la plataforma continental. A estos fines, la ley
23.968 se remitió a un concepto ya también consolidado en el derecho
internacional, por ejemplo, concretamente, a la Convención de las Naciones
- 288 -
Unidas sobre el Derecho del Mar -la CONVEMAR-, que fue aprobada por
nuestro país a través de la ley 24.543 y ratificada el 1° de diciembre del año 1995.
Precisamente la CONVEMAR alude a la plataforma continental
como el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden más allá del
mar territorial, a lo largo de la prolongación del continente, hasta el borde, hasta
margen exterior de este último, o hasta las 200 millas marinas.
Sobre esos espacios, sobre las áreas marítimas a las que hacemos
referencia, el Estado ribereño -tal es el caso de la República Argentina- tiene
derechos soberanos, exclusivos, excluyentes, imprescriptibles e inalienables;
concretamente, respecto de los recursos naturales que pueden localizarse sobre la
plataforma continental.
Esta exclusividad de los derechos del Estado ribereño en el marco
de su soberanía, permite afirmar que aunque el Estado no realizare o no
autorizare actividades de exploración o de explotación, no por ello otros Estados
pueden emprender esas actividades; y menos aún, obviamente, empresas privadas
basadas en supuestos títulos que son ilegítimos, como los permisos con los que
operan estas empresas, a los que aludía el Subsecretario de Asuntos relativos a
Malvinas, el doctor Javier Figueroa.
La Convención sobre el Derecho del Mar –CONVEMAR- en
varios de sus artículos como el 77 y el 81, es muy clara en el sentido de que estos
derechos soberanos, inalienables e imprescriptibles sobre los recursos naturales
situados en la plataforma continental son del Estado ribereño; incluso, aunque
éste no hiciere una ocupación real o ficta de esos espacios marítimos. Y es claro,
también en el marco de la Convención, que es el Estado ribereño -una vez más,
en nuestro caso, la República Argentina- quien tiene las potestades para otorgar
las autorizaciones necesarias a efectos de que eventuales empresas privadas
realicen actividades de exploración, de explotación y, en concreto, realicen
perforaciones sobre la plataforma continental argentina.
- 289 -
La ley 26.197, en nuestro medio, estableció que desde las 12 millas
marinas medidas desde las líneas de base hasta el límite exterior de la plataforma
continental, los recursos hidrocarburíferos, sean ellos líquidos o gaseosos, son del
dominio inalienable e imprescriptible de la Nación Argentina.
Esta normativa se complementa con la ley 26.659, la que estableció
que ninguna actividad en materia de exploración o eventual explotación de estos
recursos hidrocarburíferos sobre la plataforma continental argentina podrá ser
desarrollada sin la pertinente habilitación de la autoridad competente: la
autoridad nacional, desde las 12 millas marinas hasta el borde exterior de la
plataforma continental; eventualmente, la autoridad provincial, en esas primeras
12 millas desde la línea de base, definidas por la ley 23.968.
La ley 26.659 contempló, ya en su redacción originaria, la
posibilidad de la aplicación de sanciones de tipo administrativo; concretamente,
la imposición de inhabilitaciones de hasta 20 años, a las personas físicas o
jurídicas, nacionales o extranjeras, que desarrollaren actividades de exploración o
de explotación de hidrocarburos sin contar con la pertinente autorización del
organismo regulador argentino, en este caso, en el ámbito nacional, la Secretaría
de Energía del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
Sin perjuicio, aclaró la ley, de las sanciones penales a que hubiere lugar, y que se
adicionarían a estas de carácter estrictamente administrativo.
Este último fue, quizás, el punto débil en la redacción originaria de
la ley 26.659, la que no contuvo una tipificación penal específica para las
violaciones al régimen normativo.
Ello fue posteriormente salvado por medio de la sanción, en el año
2013, de la ley 26.915, norma esta que constituyó un hito importante en la
evolución de nuestras instituciones jurídicas en esta materia, pues incluyó la
posibilidad de imponer sanciones específicas de orden estrictamente penal, a las
personas físicas que integren los órganos de conducción de las personas jurídicas
que realizan este tipo de actividades ilícitas.
- 290 -
Sin la tipificación penal que estableció la 26.915, la incriminación de
la conducta de los responsables en el marco jurídico anterior hubiera resultado
endeble en términos estrictamente jurídicos.
Ahora, con la sanción de la ley 26.915, está concretamente
contemplada la posibilidad de que se impongan a las empresas que realicen
actividades exploratorias o de explotación en forma clandestina, sanciones de
orden económico, medidas en una cantidad de barriles de petróleo crudo. De
hasta 100.000 barriles -el barril es equivalente a 159 litros de capacidad-, en el
caso de actividades de exploración sin autorización; y de hasta 1.500.000 de
barriles, en el caso de actividades de explotación ilegítima. Pero lo que es más
importante es que a los directivos en general de las empresas que incurran en
estas conductas ilícitas podrán imponérseles sanciones de orden penal; penas
privativas de la libertad de 5 a 10 años, en el caso de exploración ilícita; de 10 a
15 años, en el caso de actividades de explotación ilícita.
En este marco jurídico es que se concretó la denuncia penal a la
que hacíamos referencia en el comienzo de esta exposición.
Esa presentación fue canalizada, como hoy lo destacaba el titular de
la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC),
doctor Carlos Gonella, a través de ese Organismo del Ministerio Público Fiscal,
el que le incorporó valor a los planteos formulados en la denuncia del Estado
Nacional, y procedió a radicarla ante el Juzgado Federal de la ciudad de Río
Grande, en la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Rápidamente, el juzgado federal dispuso la realización de diversas
diligencias, consistentes en medidas tendientes a acreditar ya no solo la
materialidad de los hechos, que en realidad estaba suficientemente demostrada
con las piezas aportadas en la denuncia por el Estado Nacional, en particular, con
los datos e imágenes satelitales provistos por la Prefectura Naval Argentina; sino
en particular, para avanzar en la determinación de quiénes pueden ser los
responsables.
- 291 -
Tenemos, entonces, en este marco, expectativas muy concretas de
que estas conductas ilícitas no queden impunes o, cuanto menos, no puedan ser
tan gratuitamente desarrolladas o realizadas como venía ocurriendo hasta fecha
reciente.
Por cierto -y esto fue destacado por la señora Presidenta de la
Nación en su discurso de hace 48 horas-, existe una gran preocupación acerca de
las implicancias de orden ambiental que puede tener la actividad desarrollada por
estas empresas, que no están sujetas, obviamente, dada la situación fáctica
existente en Malvinas, a la fiscalización de las autoridades argentinas. Tenemos,
entonces, el muy serio y fundado temor de que puedan estar obrando sin
sujetarse a reglas que preserven la seguridad del medioambiente en esa zona. El
peligro, entonces, de un daño, o incluso de un desastre ecológico, no es una
fantasía; es una posibilidad que puede llegar a ser concreta.
Quiero recordar que en la Cláusula Transitoria Primera del texto
constitucional reformado en el año 1994 se encuentra claramente plasmado el
objetivo de la Nación y del pueblo argentino, en el sentido de recuperar el pleno
ejercicio de la soberanía -que es inalienable e imprescriptible-, sobre las Islas
Malvinas, las Georgias del Sur, las Sandwich del Sur y los espacios marítimos
adyacentes. A pesar de que la norma aparece identificada como una disposición
“transitoria", ella proclama un objetivo permanente e irrenunciable para la
Nación Argentina y el pueblo de la Nación Argentina.
Serán las autoridades políticas, obviamente, las que diseñarán las
mejores estrategias, como las que está llevando adelante nuestra Cancillería para
avanzar en el terreno que permitirá lograr ese objetivo: el de la recuperación
plena de la soberanía sobre estos espacios insulares y los espacios marítimos
circundantes.
Pero aquí hay un rol o un papel a cumplir -como lo adelantaba el
doctor Figueroa-, por el cuerpo de abogados del Estado. Debemos, en su caso,
aportar, según esos lineamientos políticos, nuestro mejor saber, nuestra mejor
- 292 -
experiencia, para contribuir a darle la pertinente racionalidad jurídica a esos
cursos de acción.
Creo, entonces, que debemos confiar en que, apostando a la
racionalidad jurídica y a la conciencia jurídica de la comunidad internacional,
lograremos el objetivo de la recuperación de la soberanía, más temprano que
tarde o en su caso más tarde que temprano. No debemos ver esos términos, esos
tiempos, con referencia a nuestras propias vidas, sino a la vida y a la historia de
las naciones, las que se miden con otros parámetros, no en el de nuestros
tiempos subjetivos. Seguramente ese objetivo será logrado, pues creo que es
inevitable que estas rémoras, como son este tipo de situaciones coloniales,
tendrán inexorablemente que derrumbarse y desmoronarse en el abismo que
existe entre el derecho y la usurpación.
Esto es lo que quería transmitirles. Gracias por la atención.
- 293 -
“SOBERANÍA SOBRE LAS ISLAS MALVINAS”
Por Marcelo Luis Vernet
Muy buenas tardes. Muchas gracias. Muchas gracias a la
Procuración del Tesoro por esta invitación que me honra y un reconocimiento
también por esta tarea que viene desarrollando, donde nuestra historia, nuestra
identidad, nuestros problemas políticos y nuestra cultura son parte del tesoro a
cuidar y a acrecentar.
La idea de proceso en el tema Malvinas -por eso queremos iniciar
este panel remarcando esta idea- es muy importante. Hay que rescatarla y hay que
ponerla en valor. Porque tanto por cuestiones internas, como el ritualismo de
algunas fechas que parece que sincretizan y congelan un poco la cuestión, sea el 2
de abril, sea el 10 de junio -que ahora felizmente se está revitalizando-; pero
también por una estrategia que el Reino Unido viene sostenidamente llevando de
un escamoteo de la historia, de una jibarización de toda la historia, donde, si
- 294 -
ponemos un eje axial en 1833 -el año, para nosotros, de la usurpación; para ellos,
de su vuelta a Malvinas, porque ya estaban desde mucho antes-, todo lo anterior
a 1833, que es una larguísima historia, para ellos se reduce a los ocho o nueve
años que estuvieron en Puerto Egmont o Puerto de la Cruzada, en el islote
Trinidad, en la Malvina del oeste, la Gran Malvina. Toda la larguísima historia de
reclamación inclusive pacífica argentina, después de 1833, se reduce a unos pocos
días del año 1982: la guerra, que a nosotros también nos marca en esta cuestión.
Para la gente más joven Malvinas es una guerra. Estamos hablando, de 3 siglos
de historia, de una historia rica en avatares. Y ni siquiera los procesos más
recientes a veces se ven como procesos. Parecen una foto fija: que determinado
organismo multilateral nos apoyó, que tal otro; pero no hay idea de construcción,
de proceso y, por lo tanto, a veces, de hacia dónde vamos. Parece estática la
cuestión. Una foto, más que una película.
No voy a contar los tres siglos y medio. Para hacer una referencia,
este año se cumplen 50 años de la aprobación de la resolución 2065 de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, que para nosotros es una bisagra.
Porque por primera vez después de un larguísimo período, la comunidad
internacional reconoció y dio naturaleza a la disputa en el sentido que es una
disputa de soberanía, es una disputa por el territorio; se soluciona pacíficamente,
en relaciones bilaterales, en diálogo bilateral, en negociaciones bilaterales,
teniendo en cuenta el interés de los habitantes. Esto es lo que hace 50 años la
comunidad internacional definió y que motivó el período en que más fructíferas
negociaciones hemos tenido con el Reino Unido.
Estos números redondos, los 50 años, creo que son buenos para la
evaluación y situarnos en dónde estamos. Porque, además, en estos 50 años -
1965 hasta hoy- creo que hemos vivido todas las circunstancias inimaginables en
una disputa: desde tener negociaciones que prosperaron hasta negociaciones
estancadas por intereses económicos y políticos y por contradicciones y disputas
internas en el Reino Unido; una guerra; ruptura de relaciones diplomáticas;
- 295 -
terrible posguerra con ruptura y, después, un objetivo político casi excluyente de
retomar relaciones, que, por lo tanto, escondía el tema soberanía; nuevos
acuerdos, pero una situación de debilidad espantosa: los acuerdos de Madrid. En
fin, creo que se han vivido en estos 50 años todas las alternativas imaginables en
una controversia.
Mi pregunta inicial es cómo se llegó a negociar. Hacía 133 años que
estábamos intentando negociar con el Reino Unido. Gran Bretaña-Reino Unido.
Hago esta salvedad de Gran Bretaña-Reino Unido por una estupidez que suele
decir habitualmente en sus discursos el Reino Unido: "nosotros estábamos
cuando ustedes no existían". Y yo les contesto: "no, ustedes tampoco existían;
existía un país que se llamaba Gran Bretaña". Nosotros éramos Gobernación de
Buenos Aires o Virreinato del Río de la Plata, pero existía: el territorio existía; los
seres humanos existían; los vínculos políticos, económicos y culturales existían;
todo existía. Tuvo lugar, desde luego, el proceso de independencia, nada menos.
¿Qué motivó, primero, los 133 años? Vamos a decir la primera
grosería: los 133 años. Los voy a reducir a dos características centrales: desde la
usurpación hasta 1965, que se empieza a negociar. Primero, una relación de
asimetría absoluta en la relación bilateral; o sea, la relación de fuerzas entre la
Gran Bretaña y la joven y naciente República Argentina era abismal. Esto, de
acuerdo a los períodos de este largo proceso, fue más abismal todavía. Ha habido
momentos en que, por ejemplo, la dependencia era absoluta: nos compraban
todo y nos vendían todo. Desde ahí, mucha fuerza para negociar en cualquier
disputa no existe; no hay mucho margen. Pero la otra característica que parece
curiosa para muchos es nuestra obstinada persistencia en el reclamo, aun desde
las posiciones ideológicas más disímiles. O sea, con distinta intensidad de
acuerdo a la orientación política de los gobiernos, de acuerdo al esquema
geopolítico, la Argentina nunca, en estos 133 años, dejó de reclamar.
Pero ¿qué fue lo que motivó que esta circunstancia, esta asimetría,
cambiara? Lo central es el proceso iniciado a partir de 1945. A partir de ese año,
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Malvinas tiene un espacio para reclamar, que son los organismos multilaterales.
La creación de Naciones Unidas y la creación de OEA, en ese momento,
significó una estrategia que podía compensar esta asimetría. Del 45 al 65 -voy a
signar la época para que los más jóvenes, por lo menos, nos acordemos y no sean
cosas abstractas en el momento- se inician fuertemente los procesos de
descolonización posteriores a la Segunda Guerra. Es la época de la
independencia de Indochina, de la insurgencia africana y de la heroica batalla de
Argelia. Es la época -para tirar un dato cultural- en que Frantz Fanon escribe su
libro, con prólogo de Jean-Paul Sartre, Los condenados de la Tierra, el alegato más
lúcido contra el imperialismo. Es el momento en que los no alineados se
constituyen como un movimiento fuerte. Es a partir del 45 también, con sus
alternancias, que en nuestra región se da el surgimiento de gobiernos populares
con fuerte sentido nacional, tanto en nuestro país como en la región. Se da una
serie de circunstancias que fueron haciendo que esta relación de fuerzas
cambiara. Cuando se inicia el proceso del 45, la primera convocatoria a Naciones
Unidas es a 50 países. Los que aprueban la resolución 2065 ya son más de 108, o
sea, se duplicó, o más que duplicar. ¿Qué países? Los emergentes de este
proceso.
La resolución 1514 de Naciones Unidas, se explica en este
contexto: un avance muy fuerte donde la comunidad internacional tiene que dar
respuesta pacífica y dentro del sistema a las demandas impostergables de los
pueblos sojuzgados, que ya se reflejaba en luchas armadas, obviamente. Esta es la
razón de la resolución; esta es la relación después de la creación del comité, en el
año 61, coincidente con las declaraciones de no alineados más fuertes que hay
sobre colonialismo.
En ese contexto, Argentina fue ganando fuerza y pudo, desde la
resolución 2065, entre comillas, obligar al Reino Unido a deponer su soberbia
imperial de 133 años.
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¿Vieron que los poderosos no tienen que tener razón? Solo los
pobres tenemos que argumentar, llevar documentos, explicar.
Entonces, necesariamente se inició un proceso de negociación muy
interesante, porque se inició desde una posición de fuerza. Veníamos de ganar, y
con un respaldo internacional importante. Veníamos de ganar en la Asamblea
General una resolución contraria a los intereses coloniales británicos, sin ningún
voto en contra. Hubo abstenciones, pero fue con cierta unanimidad y con un
consenso que es muy fuerte. Desde ahí empezamos a negociar.
La negociación pasó por todas las alternativas que imaginemos.
Como todo proceso, tuvo algunos hitos, pero para que recordemos o para que
los que son más jóvenes lo conozcan mejor, se llegó a instancias de acuerdo muy
importantes: memorandos de entendimiento; acuerdos prácticos con presencia
argentina en las islas: YPF en las islas, LADE en las islas, Gas del Estado en las
islas; becas para isleños, para hijos de isleños que iban a estudiar, que hoy
muchos de ellos son nuestros vecinos. Los contactos que hay entre Malvinas y
continente son muchísimos más de lo que imaginamos.
Todo este proceso tuvo un punto cúlmine, que es muy recordado,
muy conocido, que es la propuesta británica, en 1974, de condominio. El general
Perón leyó y, según dichos, dijo: "adelante, vamos. Metemos un pie en Malvinas
y no nos saca nadie". No era una negociación formal, pero era en lo que se
estaba trabajando. ¿Qué pasó en el 74-75? Muchos dicen -y es cierto- que la
muerte de Perón, el cambio de gobierno en el Reino Unido y otras circunstancias
hicieron que finalmente esto fuera decayendo.
Creo que hay un hecho relevante. Así como hoy festejamos 50 años
de la Resolución 2065 –digo que lo festejamos porque fue un éxito–,
conmemoramos, no festejamos, 40 años del informe Shackleton. Los acuerdos
previos que la diplomacia lograba, los intereses económicos los voltearon. El
llamado lobby Falkland, centralmente, los intereses de la FIC -la Falkland Islands
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Company-, lograron torcer, a través de campañas políticas y mediáticas y
presiones políticas en el Parlamento, el acuerdo que venía prosperando.
Pero había otra situación que ponía en debilidad el Reino Unido
fuertemente, no solo el avance de los no alineados, de la tercera posición, del
consenso de terminar con el colonialismo, de la cultura, sino que el precio de la
lana caía estrepitosamente y era insostenible o cada vez más gravoso el
sostenimiento del enclave humano en Malvinas, que es el único reaseguro de la
permanencia británica en Malvinas. El enclave humano que está ahí instalado
algunos dicen que es una especie de escudo humano, de utilización humana, que
los tienen ahí porque eso garantiza la permanencia imperial. Es el único
elemento. La verdad, se les hacía difícil y cada vez había voces más airadas que
decían que era inviable.
En el 74 no solo ocurre la muerte de Perón, no solo el cambio de
gobierno, sino una cada vez más creciente política de sectores del Reino Unido
de buscarle viabilidad económica, porque sin viabilidad económica el proyecto
no era sustentable y más tarde o más temprano iban a tener que negociar con la
Argentina. El informe Shackleton -porque lo conducía Lord Shackleton- se
inscribe en esta búsqueda. No es casual para mí que haya sido el 3 de enero, o
sea, cumpliendo años de la usurpación inglesa, que el informe Shackleton hace
público sus resultados, en 1975. El larguísimo informe toca múltiples aspectos,
pero hay dos palabritas que están en ese informe muy fuertes, que son pesca y
petróleo. Creo que estas dos palabras, pesca y petróleo, en el informe Shackleton,
mucho antes que la guerra, concluyó este período de negociación. A partir de ahí
se avanzaba, los acuerdos prácticos continuaban porque además les
financiábamos las islas, pero la negociación que siguió con el tema soberanía iba
cada vez más lenta. Así se llega a la guerra y así, después, a la dictadura y al
proceso que mínimamente planteé.
Quiero hacer una última evaluación de dónde estamos hoy,
tomando un período de estos 12 años de gobierno.
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¿Cuál era el diagnóstico, primero? ¿Dónde estábamos hace 12 años
en la situación Malvinas? Básicamente, en una situación de debilidad extrema,
por varios motivos. Por supuesto, la guerra perdida. Si bien en el derecho
internacional y en los fueros internacionales de Naciones Unidas rápidamente
logramos que quedara establecido que esto no daba ningún derecho ni cambiaba
la situación -por eso Naciones Unidas sigue llamando a la negociación bilateral-,
desde la actitud británica el triunfo de la guerra y para nosotros lo que significó la
guerra en todo sentido, no solo en la derrota, sino la guerra en sí como último
acto de la dictadura genocida, con enredo entre democracia y soberanía, Es decir,
ahí había un problema que resolver entre democracia pacifista, con poco reclamo
por Malvinas. Porque reclamar por Malvinas significaba ser fascista, agresor,
pro-militar y antidemocrático. Toda la posguerra, atravesó los distintos gobiernos
democráticos. Está la anécdota de los ositos Winnie Pooh y todo lo demás, pero
en realidad hubo un proyecto político, un objetivo político, que era retomar
relaciones diplomáticas. No se olviden la época: los 90, la globalización, la caída
del muro, la decisión estratégica de Argentina de un alineamiento automático con
Estados Unidos.
En ese contexto, el objetivo político era retomar las negociaciones.
Se decía que sin negociación jamás se avanzaría. Por eso para negociar se dejaba
de lado el tema de la soberanía, y se comenzaba discutiendo cuestiones prácticas.
Los acuerdos de Madrid se diferencian de los acuerdos posteriores a la resolución
2065en que fueron acuerdos de la derrota, pues llegamos con una situación de
debilidad extrema, sin apoyos geopolíticos fuertes, con una situación interna
débil y con una actitud británica absolutamente impermeable a cualquier tratativa.
De alguna forma, volvimos a la situación siglo XIX: una relación
bilateral asimétrica, pocos apoyos internacionales y un Reino Unido que se
negaba a negociar. Durante todo el siglo XIX y buena parte del siglo XX, se
negaba a negociar, aduciendo ser el descubridor y primer ocupante, dos falacias
históricas absolutas y ampliamente demostradas. Entonces, encontró una forma:
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tomo para sí la resolución 1514, que ellos no apoyaron, cuyo propósito central
iba justamente a los pueblos que el Reino Unido y la Gran Bretaña y las
potencias imperiales habían sojuzgado. Es un acto de usurpación imperialista
haber robado la bandera de la libre determinación de los pueblos.. Desde ahí,
desde esa bandera de la libre determinación, dijo: "no negociamos porque los
isleños tienen libre determinación". Aquí empieza toda una política que se
profundiza. Y nuestra estrategia inicial era recuperar la negociación, es decir, la
apertura de relaciones diplomáticas, lo que se llamó seducción a los kelpers. Este
diagnóstico llevó, en estos 12 años, a marcar para mí tres grandes ejes o líneas de
acciones: en lo interno, una, y dos en lo exterior. En lo interno, terminar lo que
se llamó desmalvinización: que Malvinas vuelva a estar en el centro, Superándola
contradicción dictadura, soberanía, Malvinas, es decirse puede ser muy fuerte en
el reclamo de Malvinas desde la paz, la democracia y los derechos humanos. Este
último gesto de crear el Museo Malvinas en lo que fue la ESMA es un hito que
marca la ruptura de esta falsa contradicción que nos atravesó mucho. El 10 de
junio estuvo la presidenta conmemorando el día de la reafirmación de los
derechos soberanos en ese lugar y recordó, emocionada, la salida de los Mirage y
los aviones desde su Santa Cruz, que salían cinco y volvían tres. Y lo recordó
desde el mismo lugar de donde salían los vuelos de la muerte. Esto somos
nosotros: las dos cosas juntas. Y hemos logrado -debemos procesarlo-
sintetizarlas.
Se avanzó, entonces, en una fuerte política interna con relación a
Malvinas expresada en el acuerdo de Ushuaia, el mapa bicontinental, Pampa
Azul, proyectos proactivos. El segundo es firmeza en la relación bilateral.
Muchos a esta firmeza la acusaron de endurecimiento, de patoterismo, de
agresión. No, fue firmeza en la relación bilateral. No se puede ni tener una
política interna firme ni buscar apoyos internacionales si no hay firmeza en la
relación bilateral. . Por lo tanto, hubo una relación firme al denunciar los
acuerdos de Madrid de petróleo, de pesca y otros; denunciar los incumplimientos
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británicos. Esto es muy importante porque, además, quitó la pátina de legalidad
que esos acuerdos daban, por ejemplo –espero que hoy lo analicemos
profundamente–, la defensa de nuestro patrimonio soberano con las denuncias
que se puedan hacer a las empresas que ilegalmente exploran o pretenden extraer
petróleo o hidrocarburos. Es decir, esta es otra gran línea: firmeza en la relación
bilateral. No endurecimiento; firmeza.
Y la tercera, que creo que ha sido la más exitosa y la que más se
extendió, es cómo se han incrementado los apoyos multilaterales En distintos
organismos como el Comité de Descolonización de Naciones Unidas, la OEA y
el Mercosur -estoy hablando de los clásicos-, que felizmente siguieron existiendo
pero con poca densidad política, se se incrementó el planteo. Cité lo de la
presidenta en el Comité de Descolonización como un hito. Pero, además, en los
nuevos escenarios multilaterales que se fueron generando el tema Malvinas es
central. Atraviesa todas nuestras relaciones. Esto tiene que ver, por supuesto, con
el Mercosur;, con la CELAC;, con África, con las cumbres de África y América
latina; con el grupo de los G-77 más China; con Rusia;, con Asia y las cumbres
latinoamericanas, y así toda la relación Sur-Sur. Hemos construido, nuevamente,
trabajosa y sistemáticamente, nuestra fortaleza perdida. Creo que estamos, si se
quiere, con todas las diferencias del caso, porque los mundos son muy distintos,
en una situación de fuerzas no muy diferente de la que teníamos cuando
pudimos negociar.
¿Cuál es el objetivo político? Por supuesto que el objetivo
estratégico es la recuperación de soberanía, es decir, volver a la negociación con
el tema soberanía en la agenda. Si no se consigue que el Reino Unido se siente a
negociar sobre el tema soberanía con la amplitud necesaria, no se podrá
avanzar.
¿Cuándo el Reino Unido se va a sentar a negociar? Es una pregunta
que tiene una respuesta sencillísima: cuando políticamente le sea más gravoso no
hacerlo. Mientras le sea indiferente y no tenga costo político ni económico de
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ninguna índole el desoír las resoluciones de Naciones Unidas, lo va a seguir
haciendo. Cuando le sea gravoso políticamente, negociará, tal como sucedió la
única vez que se sentó a negociar en serio.
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SOBERANÍA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Por Martín Sabbatella
Muchas gracias a todos y a todas. Por supuesto, en primer lugar,
quiero agradecer a Angelina por la invitación, a la Procuración y a todo su
equipo. Para mí, por supuesto, es un gusto estar acá. Y además de agradecer la
invitación, también felicitarlos y felicitarlas por la iniciativa, por poner en debate
estos temas.
Por supuesto, estamos debatiendo temas vinculados a la soberanía
nacional y latinoamericana en un contexto donde este tema constituye un rasgo
de identidad de gran cantidad de gobiernos de nuestra América morena. Por lo
tanto, estamos discutiendo esto no reunidos, como hemos estado en muchas
oportunidades, como una propuesta que veíamos que no se ponía en marcha, o
sea, en momentos donde esto no estaba en la agenda, sino que estamos
discutiendo el eje de la soberanía nacional y la soberanía latinoamericana con
gobiernos democráticos, populares, en nuestro país y en América Latina, que
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tienen como rango de identidad constitutivo haber recuperado la soberanía como
eje de su accionar público, el haber recuperado también la política para ubicarla
en el centro de la escena pública y recuperado la soberanía de la política, también,
sobre los intereses corporativos.
Seguramente, eso también es una cosa que diferencia estos últimos
años de nuestra militancia. Y lo digo como militante del campo nacional,
popular, democrático. Debatir estos temas al calor de proyectos que nos
volvieron a enamorar es absolutamente distinto a discutirlo como lo discutíamos
hace 15 años, cuando estábamos tratando de que esos sueños se puedan
implementar. Así que, por supuesto, eso entusiasma muchísimo; y, además, desde
esta dimensión integral de la soberanía, como todos los paneles que se han
desarrollado: soberanía política, económica, cultural y desde distintas
perspectivas.
A nosotros nos toca hablar de la soberanía vinculada a los medios
de la comunicación, vinculada a la comunicación, entendiendo también en este
aspecto cómo se independiza la palabra de esos intereses corporativos.
Además, para mí también es un gusto hacerlo en esta mesa, con
Florencia, con Damián y con quienes no están en la mesa pero son quienes
durante muchísimos años han militado, han trabajado esto mucho antes que yo.
Por lo tanto, estoy convencido de que las cosas no empiezan cuando uno llega ni
terminan cuando uno se va. Así que hay una historia, y esa historia los involucra
a ellos, que están acá, y a muchos otros compañeros y compañeras en distintos
rincones de la Patria. Así que para mí, por supuesto, es un gusto hablar de esto
con ellos, que seguramente tienen mucho más para contar que yo.
Lo que es cierto es que esa historia que ellos vivieron tiene que ver
esencialmente con esta Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que está
implementándose. A mí me pidieron que desarrolle un poco más esto, quizás
entendiendo que una de las herramientas para construir soberanía
comunicacional, al calor, insisto, de este proyecto nacional, popular y
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democrático que entiende a la soberanía como rasgo de identidad constitutivo y
como diálogo con la historia, como intensidad de las transformaciones del
presente y también como política de futuro, una de las leyes o uno de los temas
que tienen que ver con esto en estos años -no es la única- está vinculado a la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es hija también
de esa historia. A mí me pasa siempre, y hoy me va a pasar lo mismo, que es que
no puedo hablar de la ley sin hacer ese reconocimiento a la historia de esos miles
y miles de hombres y mujeres que durante casi 30 años debatieron cómo
construir una ley de la democracia, cómo tener una ley de la democracia que
dejara atrás una norma oscura de la dictadura militar, que regulaba los medios de
comunicación y la tenencia de los medios de comunicación. Esta ley es hija de
esa historia. Esta ley es hija de esos foros que se desarrollaban en el conjunto del
país, de esa militancia política, social, cultural, gremial, académica, que, insisto,
durante muchos años debatieron esta necesidad. Y repito, aquí hay compañeros y
compañeras que han trabajado años sobre esto.
Esta ley, insisto, es hija de esa historia, recoge esa historia; pero por
supuesto es hija del contexto histórico, político, social y cultural que funda
Néstor Kirchner ese 25 de mayo de 2003, que genera las posibilidades de poner
en debates esto temas. Porque también tiene como rasgo de identidad
constitutivo el proyecto que funda Néstor interpelar el poder, correr la frontera
de lo posible, recuperar el valor de la política para enfrentar esos intereses
concentrados, corporativos. No se puede explicar esta ley fuera de este contexto
político, social, cultural, que permite que esto suceda.
Por lo tanto, la ley es hija de esa historia, es hija del contexto que
funda Néstor y, obviamente, es hija del coraje y de la voluntad política de la
presidenta de la Nación de recoger todo eso y llevarlo al Parlamento para que sea
ley.
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Esa ley tiene como objetivo democratizar la palabra, entendiendo
que no hay democracia profunda si no se democratizan las voces, si no se
democratiza la palabra; entendiendo también la lesión que hace a la democracia la
concentración mediática, las posiciones dominantes, que lesionan la libertad de
expresión, que lesionan la pluralidad, que lesionan la diversidad que enriquece la
democracia.
Esa ley, que tiene como objetivo democratizar la palabra, tiene dos
grandes ejes. Un eje tiene que ver con la construcción de nuevas herramientas
comunicacionales: nuevas radios, nuevos canales, nuevas señales, nuevas
productoras de contenido audiovisual en el conjunto del territorio nacional, para
que, en el conjunto de la Patria, el conjunto de nuestro pueblo pueda tomar la
palabra, con su tonada, con su tradición, con su cultura, con su historia, con su
identidad; para que nos podamos ver nosotros y escucharnos nosotros, y no
siempre a otros, en esas pantallas y en esas radios. Ese es el objetivo: anclar
territorial y socialmente esa transformación de la comunicación desde una
perspectiva profundamente federal.
Por lo tanto, tiene esa búsqueda, insisto: que, en el conjunto de la
Patria, el conjunto de nuestro pueblo pueda tomar la palabra, pueda estar en el
centro de la escena pública. Y garantizar el derecho a la comunicación y a la
información como un derecho humano, como establece la ley, y, por lo tanto, un
derecho que el Estado tiene que garantizar. Por eso tiene que ver con este
proyecto, que por supuesto tiene al Estado como garante central de esos
derechos políticos, sociales, culturales y económicos para todos y todas.
En eso hay un balance positivo, que en general aburre contar, en
relación con la cantidad de cosas que se han hecho, pero que a nosotros nos
parece siempre importante resaltar. Porque, entre otras cosas, la estrategia de los
grupos hegemónicos, concentrados no solamente es intentar que no salga la ley;
después, que se declare inconstitucional; después, no cumplirla, sino además
también invisibilizar los resultados de la ley, que eso vibra en el conjunto del país.
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Por eso es difícil que sepamos, juntamente porque está invisibilizado, lo que
significa la ley. Y no estoy hablando -obviamente, no hace falta la aclaración- de
lo que hemos hecho en una gestión determinada de la AFSCA; estoy hablando
de la historia de la ley, desde siempre.
En eso hay cientos de nuevas cosas, de nuevas realidades. Hay
cantidad de nuevas herramientas comunicacionales, tanto del sector público y del
sector privado como de las organizaciones populares, comunitarias, sin fines de
lucro. En el sector privado, con la incorporación del mundo cooperativo. Para
poner un ejemplo, hay 160 cableoperadores nuevos en la Argentina; la mitad de
ellos son medios cooperativos, son cables cooperativos. Hay nuevas radios,
nuevos canales y nuevas señales en las universidades, en institutos educativos, en
las provincias, en los municipios; de las organizaciones populares, comunitarias,
sin fines de lucro; de pueblos originarios; de organizaciones en zonas de frontera,
en zonas vulnerables. Hay cientos de casos y aburriría expresarlos, pero hay miles
de horas de producción de contenido audiovisual fruto de la demanda de la ley,
que exige contenidos nacionales, contenidos independientes.
Esto se ve en el conjunto del país. Si hago memoria simplemente
de los últimos meses de lo que hemos ido a inaugurar, recuerdo una radio en el
valle Luracatao, en Cieneguilla, en Salta, donde por supuesto no había
absolutamente nada y hoy hay una radio en el medio del valle Luracatao; o en
Acheral, Tucumán; o en Colipilli, Neuquén. En distintos rincones del país sucede
esto.
Por eso, más allá de lo que los medios hegemónicos quieren
mostrar que la ley solamente tiene que ver con el aspecto -que, por supuesto, es
sumamente importante- de disputa antimonopólica, hay una cantidad de
cuestiones en las que se ha avanzado y nos enorgullece. De esto, insisto, hay para
contar muchísimo en todos estos 6 años, a pesar de que la ley estuvo, al
principio, parada por medidas cautelares: el primer año, toda la ley; y después, 4
años y pico, más o menos, la parte vinculada a los capítulos antimonopólicos. A
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pesar de todo esto, a pesar de Magnetto, a pesar de Clarín, a pesar de quienes no
quieren que esto avance, la ley ha avanzado en muchísimos aspectos. Eso nos
enorgullece, lo celebramos y demuestra, entonces, que se puede. Además de
generar, entre otras cosas, en forma directa o indirecta, más de 100.000 puestos
de trabajo en el mundo de la comunicación audiovisual, fruto del impacto de la
ley.
Acá hay un listado -no lo voy a leer- de miles de cosas que se han
hecho durante todos estos años, pero me parece que es sumamente importante.
Entonces, hay un aspecto vinculado a esta generación de nuevas
herramientas, insisto, el sector público, el sector privado y las asociaciones
comunitarias, populares, sin fines de lucro, entendiendo que el conjunto de ese
mapa comunicacional tiene que garantizar las posibilidades de expresión del
conjunto de nuestro pueblo y democratizando el acceso del conjunto de nuestro
país.
Y por supuesto, el otro aspecto, que es el que más se debate en
términos de democratización de la palabra, es todos esos capítulos
antimonopólicos, todos los capítulos que hablan de ponerle límite a la tenencia
de medios. O sea, la ley entiende que para democratizar la palabra, por un lado,
tienen que generarse nuevas herramientas comunicacionales, como las que
describía, que hay cientos, que hay miles y que están en marcha; y, al mismo
tiempo, hay que enfrentar las tendencias monopólicas, la concentración
mediática, las posiciones dominantes, que lesionan la libertad de expresión, que
lesionan la pluralidad, que lesionan la diversidad, que lesionan la democracia. Y
que esas posiciones dominantes están utilizadas no solamente para tener grandes
rentabilidades en el mundo de la comunicación audiovisual, sino también para
extorsionar a los poderes públicos, para condicionar a los poderes públicos, para
condicionar el rumbo de un país, para poner al país de rodillas ante los intereses
corporativos que esos medios hegemónicos comunicacionales representan. Por
eso digo que la concentración mediática no tiene que ver, en la utilización de
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ellos, solamente con tener grandes rentabilidades en el mundo de la
comunicación, sino utilizar esa posición para condicionar el rumbo del país, para
poner de rodillas a la democracia; para, en definitiva, construir un país para pocos
y pocas, como ellos representan.
Lo que hemos vivido -acá lo conocen muy bien- es que esos grupos
concentrados, primero, pelearon para que no salga la ley; después, cuando salió la
ley, se presentaron a la justicia para declarar su inconstitucionalidad. Estuvimos
años debatiendo eso, hasta que llegó a la Corte. Audiencia de la Corte que
ustedes recordarán, que con Angelina y con los que están acá hemos trabajado y
han tenido un rol protagónico. La Corte declara la constitucionalidad de la ley de
punta a punta y, por lo tanto, el Grupo Clarín, que es quien en realidad más se
resiste... Y la pregunta siempre es por qué se habla del Grupo Clarín. Y Clarín
quiere establecer como idea que se habla del Grupo Clarín porque la ley está
hecha para ellos, y eso es falso. Se habla del Grupo Clarín, primero, porque es el
que más excedido está. Porque, por ejemplo, la ley establece que vos podés tener
24 licencias de cable, y ellos tienen 240; porque se puede tener hasta el 35 por
ciento del mercado, y ellos están arriba del 40 y pico, 45; porque pueden tener 10
licencias de aire, y ellos tienen muchas más. Por lo tanto, se habla del Grupo
Clarín porque es el que más excedido está y porque es el que ha resistido el
cumplimiento de la ley. Porque la ley es para todos, se aplica pareja para todos.
Lo que está permitido para unos, está permitido para otros; lo que está prohibido
para unos, está prohibido para otros. Ellos intentan construir la idea de que hay
un tratamiento particular. Eso es falso. Lo que hay es que ellos se resisten al
cumplimiento de la ley.
Después de declarar constitucional la ley de punta a punta, lo que
hace el Grupo Clarín es presentarse al AFSCA con un plan de adecuación,
proponiendo dividirse en 6 empresas. Por supuesto, nosotros estudiamos eso y
las 6 empresas que proponen constituir, el tamaño de esas 6 empresas que
proponen constituir, cumple con los objetivos de la ley, está dentro de lo que la
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ley establece, o sea, ninguna se excede de lo que la ley permite. Por lo tanto, el
directorio lo trata y aprueba la adecuación voluntaria del Grupo Clarín. Pero
cuando luego traen para estudiar quiénes son los titulares de esas 6 futuras
empresas, cosa que teníamos que hacer después de aprobar el plan, ahí es donde
descubrimos que hay una trampa brutal. Porque cuando dicen que venden, no
venden; cuando dicen que se dividen, no dividen; porque mantienen los vínculos
societarios con empresas en Panamá, Nueva Zelanda, Estados Unidos y
Argentina. Por lo tanto, mienten una vez más. Más allá de que no nos sorprende,
porque hay una historia de trampa y de mentiras, mienten una vez más. Donde
dicen que venden, por ejemplo, les ponen una cantidad de condiciones a los
futuros compradores que queda absolutamente claro que mantienen el control.
Por lo tanto, ni venden ni se dividen. Era una nueva trampa a la ley.
Es ahí donde planteamos la adecuación de oficio, justamente
porque el Estado tiene que hacer cumplir la ley. Y si ellos voluntariamente no lo
hacen, entonces la ley contempla la adecuación de oficio. Esa adecuación de
oficio hoy está trabada, una vez más, con medidas cautelares, que para nosotros
no tienen ningún sustento, y que tienen que ver con lo que la presidenta ha
definido con mucha claridad: que hay una parte del Poder Judicial que, en
definitiva, trabaja o funciona como un partido judicial, que se dedica a ponerle
trabas a las transformaciones a favor de los intereses de las mayorías populares
que surgen de donde tienen que surgir, que es del Parlamento Nacional o de la
Casa de Gobierno.
Aclaro esto porque uno de los temas centrales que les preocupa a
Magnetto y a otras expresiones concentradas de la Argentina, lo que no se
bancan más, es que no mandan más. Lo que más les duele es que hoy el futuro
de la Argentina se decide donde hay que decidirlo, que es en la Casa de Gobierno
o en el Parlamento Nacional, y no en la oficina de un CEO de ninguna
corporación.
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Ellos, entonces, lo que buscan discutiblemente es sostener su
situación de privilegio, que lesiona la soberanía nacional, que lesiona la libertad
de expresión, insisto. Esa situación de privilegio que, además, construyeron con
vínculos con la dictadura militar. Está debatiéndose en la Justicia, con pruebas
fundadas, que parte de su poderío económico lo construyeron con vínculos con
esa dictadura cívico militar. Poderío económico que construyeron también en la
década de los 90. Cuando el país se hundía, ellos crecían, porque a ellos les va
bien cuando a las mayorías populares les va mal. Poderío que construyeron
cuando tenían el monopolio del fútbol y extorsionaban a los cableoperadores
pyme en todo el país no dándoles el fútbol, fundiéndolos, comprándolos. Así
hicieron parte de su poder económico. Esa situación de privilegio es la que ellos
quieren sostener y quieren mantener.
La verdad es que hoy también, como parte del balance, es
importante que sepan que hay 40 empresas que presentaron su plan de
adecuación. De esas 40 empresas, 39 han sido tratados por el directorio; falta
solamente tratar uno, que tiene una complejidad que estamos estudiando y
analizando. Pero de las 39, 24 están en el proceso de adecuación, o ya terminados
o adecuándose, y 15 fueron desestimados porque no había motivo de
adecuación.
Quiero decir que no es Clarín el único, sino que hay 40 empresas
que presentaron. La diferencia es que el resto, exceptuando Clarín, les guste más
o les guste menos, se dieron cuenta de algo: que la ley es la ley y la tienen que
cumplir. No estoy diciendo que se pusieron muy contentos cuando salió la Ley
de Servicios de Comunicación Audiovisual y de repente dijeron: "qué bueno que
nos vienen a poner límites, qué genial esto de que tenemos que vender, qué
buenísimo esto que tenemos que vivir, qué linda ley antimonopólica". No digo
que les cayó simpático, pero se dieron cuenta de que la ley es la ley, que la tienen
que cumplir y que nadie puede tener coronita. Cosa que, obviamente, Magnetto
no cree. Porque, insisto, estuvieron acostumbrados a llamar a los presidentes, a
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los diputados, a los gobernadores y a los intendentes y decirles lo que tenían que
hacer. Y como eso es lo que no pueden hacer más, eso es lo que les da bronca.
En algunos casos lo pueden hacer, porque de hecho llamaron, por ejemplo, al
gobernador de Córdoba y al intendente de esta Ciudad y les dijeron que tenían
que sacar una ley local para enfrentar una ley nacional. Un mamarracho jurídico.
Yo soy el único acá que no es abogado, pero yo, que no soy abogado, sabía que
era un disparate que una ley local pueda ir contra una ley nacional. Y sin haber
estudiado de punta a punta la Constitución, como ustedes la han estudiado.
Todos sabemos que, en esa supremacía de las normas, la ley nacional es la ley
nacional. Pero a pesar de eso, Magnetto les pidió una ley en Córdoba y una ley en
la Ciudad de Buenos Aires, que salió, o sea que están acostumbrados a esa lógica
y a funcionar de esa manera.
Ahora, a mí me parece que, más allá de esta situación particular --
que por supuesto no es menor, porque me parece que cuando uno hace un
balance sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, hay que hacer
un balance sobre todo lo que se ha avanzado en materia de generación de nuevas
herramientas comunicacionales, que han transformado el mapa de la
comunicación en la mayoría de los lugares de nuestro país. Hace poco
avanzamos con los concursos de Televisión Digital Terrestre, con los concursos
en distintas provincias; con los FOMECA, que son los fondos para acompañar
las propuestas de las asociaciones populares, comunitarias, sin fines de lucro,
donde el Estado garantiza con recursos la posibilidad de esos proyectos
comunicacionales, que tienen una función social profunda, que son quienes
pueden amplificar la voz; que, además, a nosotros como proyecto nos interesa
amplificar. En todo esto hay un balance sumamente positivo.
Y es absolutamente cierto, en materia de adecuación, si uno mira la
cantidad de empresas que están, que todas menos una están en proceso de
adecuación. Lo que es cierto es que el caso del Grupo Clarín está trabado por
esas nuevas medidas cautelares, que nos parecen un disparate y que tienen
- 313 -
respuesta como esta. Esta semana, por ejemplo, cuando se estaban terminando
los 6 meses de la cautelar, Clarín presenta una prórroga y el juez les da una
prórroga -después los abogados me corregirán- para darnos traslado a nosotros,
para estudiar si le va a dar la prórroga definitiva o no. Algo así es lo que hace. Por
lo tanto, le prorroga de hecho mientras estudia si le va a dar la prórroga. Así
funciona.
Al mismo tiempo, la grilla, que es otro elemento que garantiza
libertad de expresión, que garantiza diversidad, que garantiza pluralidad. Por
ejemplo, impone la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que los
distintos canales o señales de noticias puedan estar. Ustedes saben que hay
quienes no lo cumplían; después, lo fueron cumpliendo algunos más. Y hay
denuncias concretas. Porque, por ejemplo, Cablevisión no pone el conjunto de
señales de noticias en su grilla. Hay denuncias hechas sobre esto. Hay una orden
de la justicia para que cumpla con la grilla y no la cumple, fuimos a la justicia a
decirle: "está desobedeciendo una orden judicial". Por lo tanto, nos presentamos
como querellantes para hacer una denuncia por incumplimiento de una orden
judicial. El juez nos contestó, hace más o menos un mes, que no había ningún
delito en no obedecer la orden de un juez que les decía que tenían que cumplir
con la grilla, y que nosotros no teníamos nada que hacer en esa presentación. Por
lo tanto, no lo cumplen.
Por eso me parece que es indiscutible cómo hay una parte de ese
Poder Judicial de la Argentina que está colonizado por esos intereses
corporativos, que está colonizado por los intereses de Magnetto y su troupe, que
está colonizado por esto, que se expresan cotidianamente como representantes
de esos intereses corporativos y que, en definitiva, son los que protegen esos
intereses y esas posiciones dominantes. Nos pasa con la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual y nos pasa con un montón de otros temas en la
Argentina que son democratizadores, que son políticas que permiten que las
mayorías populares tengan acceso a determinadas cosas. Ahí tenés a una
- 314 -
parte -insisto- de ese Poder Judicial funcionando, como dijo la presidenta, como
un partido judicial, lesionando la posibilidad de avanzar.
Igual, para terminar, no tengo dudas de que más tarde o más
temprano la ley se va a poder aplicar en su conjunto. Por supuesto -esta es una
posición política personal y colectiva, de muchos y muchas-, Magnetto estará
soñando con tener un contexto político distinto, que le permita seguir estando
fuera de la ley. Yo creo dos cosas. Creo, por un lado, que más tarde o más
temprano Magnetto va a tener que cumplir la ley como cualquier hijo de vecino,
y se le van cortando las posibilidades de seguir dilatando la situación; y, además,
también creo que ese momento político que él sueña, que se imagina e intenta
organizar dándole cobertura desde sus medios a ese arco opositor que le
garantiza cierta impunidad a futuro, que ese contexto político no va a suceder.
Porque no tengo ninguna duda de que el rumbo que inauguró Néstor Kirchner el
25 de mayo de 2003 y que lidera la presidenta de la Nación va a seguir marcando
los destinos de la Patria por los próximos largos años.
Por lo tanto, creo que la garantía de continuidad de estas políticas
públicas y la garantía también de la aplicación de las mismas es, como dice la
presidenta, el empoderamiento de nuestro pueblo sobre estas cosas, que tiene
que ver con que nosotros hagamos carne estas políticas; que tiene que ver con
que estas políticas sean parte de nuestro patrimonio político, social y cultural.
Yo creo, además, que el kirchnerismo como fenómeno político,
social, cultural y como expresión del pensamiento nacional, popular y
democrático en el siglo XIX no es un momento y punto de la Argentina, sino
que es una nueva identidad que nació para quedarse y que trasciende el 10 de
diciembre de 2015, y va, por lo tanto, a seguir marcando la búsqueda de
continuar con la democratización de nuestro país en todos los aspectos. Por lo
tanto, la soberanía nacional y latinoamericana, desde esa dimensión integral que
ustedes están planteando, va a seguir siendo un rasgo de identidad constitutivo
- 315 -
de la Argentina. Porque nuestro pueblo, en estos 12 años, lo ha incorporado
como un valor de la inmensa mayoría de nuestro país.
En ese sentido, además -otra cuestión, por supuesto, desde una
posición política concreta-, creo que, así como el kirchnerismo nació para
quedarse y no es un momento y punto, que no es una identidad transitoria sino
que tiene una dimensión fundacional, lo mismo sucede con el liderazgo de
Cristina. Cristina deja de ser presidenta el 10 de diciembre de 2015, pero sigue
siendo la líder de este movimiento político que tiene el rol histórico de seguir
defendiendo los intereses de las mayorías populares.
Por lo tanto, vamos a poder seguir trabajando para la aplicación
integral de esta ley y que la soberanía siga siendo un rasgo de identidad
constitutivo del proyecto que gobierna la Argentina. Muchas gracias.
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SOBERANÍA NACIONAL Y LATINOAMERICANA. UNA
APROXIMACIÓN A SU DIMENSIÓN
COMUNICACIONAL/CULTURAL
Por Florencia Saintout
Introducción
Históricamente, el problema de la soberanía ha tenido una
presencia central en las agendas del pensamiento latinoamericano, lo que con
frecuencia ha sido marcado por el desarrollo de los movimientos sociales y los
proyectos políticos populares. Desde el campo del periodismo, la comunicación y
los estudios culturales, autores con perspectivas disímiles como Rodolfo Walsh,
Eduardo Galeano, Aníbal Ford y Paulo Freire han abordado el tema de la
soberanía, siguiendo derivas políticas e ideológicas diversas.
Desde esa tradición, con sus contradicciones y disputas, este
artículo busca, en primer término, reponer cuatro dimensiones desde las que se
- 317 -
ha pensado la soberanía, distinguiendo sus dinámicas históricas peculiares: la
Nación, el Estado, el poder y lo popular.
Tematizar estas cuestiones desde la comunicación requerirá
desandar brevemente las discusiones centrales en torno a esta noción. En ese
marco, propondremos pensarla en su relación con la cultura y, a partir de allí,
construir una problematización del proyecto civilizatorio moderno, sus
consecuencias en la región y el lugar de los medios en ese entramado.
Finalmente, compartiremos una propuesta para trabajar desde seis
ejes para imaginar una cultura soberana para una Nación y una Latinoamérica
con soberanía.
El Estado y la Nación
Elegir las dimensiones para reflexionar en torno a la soberanía no
obedece solamente a un criterio analítico. Como se verá, en distintas épocas
algunas problematizaciones acerca de la soberanía fueron escamoteadas, cuando
no directamente invisibilizadas. Esto puede parecer una obviedad, pero creemos
que siempre hay que desconfiar un poco de “lo obvio”30. Si bien no es posible
desconfiar permanentemente, algunas cosas que hoy parecen ser obvias no han
sido siempre así.
Durante años y hasta no hace demasiado tiempo -no solamente en
la historia de la humanidad sino también en la historia de nuestro país-, no era
posible hablar de nación porque se afirmaba que las naciones habían
desaparecido por las fuerzas de la globalización y del mercado. Quienes hablaban
de nación eran tildados, al menos, de antiguos o nostálgicos. Se explicaba que ya
no existía la nación y mucho menos en un lugar como Latinoamérica: lo que
había era una serie de pedazos rotos de eso que había sido Latinoamérica, una
30 Para el semiólogo Roland Barthes en “Lo Obvio y lo Obtuso. Imágenes,
gestos, voces” (1986), lo obvio es el significado intencional y
estable en una cultura, mientras que lo obtuso es errático y abre
infinitamente el campo del sentido y, por tanto, de las
interpretaciones.
- 318 -
diversidad que debía ser celebrada y que, más bien, era una diversidad de
mercado, una diversidad para vender. Pero esos pedazos aparecían como los
pedacitos de los cuales habla Juan Gelman31: separados entre sí, rotos, sin saber
cuándo se iban a volver a unir.
Por otro lado, cuando se hablaba de Estado a la hora de pensar la
soberanía -si es que esa conjunción era posible- se lo pensaba como el Estado del
gran crimen, de la tortura, de la desaparición y la persecución. Esa visión de
Estado no tenía absolutamente nada que ver con la libertad y la dignidad, sino
que era más bien un Estado criminal, que continuaba, luego de la dictadura,
siendo un Estado del saqueo y la represión.
Entonces, ¿cómo iba a ser posible pensar que el Estado era otra
cosa que el enemigo? Formamos parte de una generación para la que “Estado”
era un asunto de los otros, era algo que, al menos, debía generar temor y
desconfianza, y de lo cual, seguramente, habría que defenderse.
El poder y lo popular
Por su parte, las discusiones en torno al poder se ordenaban a partir
de considerarlo en relación a la opresión y la coerción, disociado de todo lo que
tuviera que ver con las libertades, con la posibilidad de la creación y la dignidad;
más bien era este poder demoníaco, que aplastaba, y que, además, lo tenían otros.
Y que, además de poseerlo unos otros, lo dirigían en contra de nosotros y sólo
nos quedaba la defensa ante dicho ataque.
Finalmente, lo popular, la idea del pueblo, había empezado a
desaparecer con la idea de la masa, diluyéndose luego en la del público, los
receptores, los consumidores. La noción de pueblo mismo, de lo popular, había
quedado anclada en tres lugares que consideramos nefastos porque niegan la
existencia de lo popular vivo, de lo popular empoderado y creativo.
31 Nota XII del libro “Notas” (1979).
- 319 -
Uno es aquel que tenía que ver con las matrices más románticas y
folclóricas, donde lo popular estaba anclado en el pasado ¿Qué era el pueblo?
¿Qué era lo popular? Era aquello que se recordaba en algunas fiestas y que
aparecía finalmente como lo popular muerto, aquello que, al decir de Michel De
Certeau, “los intelectuales inventariaron y embalsamaron [...] pues para ellos y
para el poder „la belleza del difunto‟ es tanto más emotiva y celebrada cuanto el
difunto está mejor encerrado en su tumba”32. Es decir, aquello que se recordaba
con ciertas vestimentas, con cantos y en determinadas fechas, pero sólo para
pensar aquello que sucedió muy lejos y que nunca más sucedería. Incluso con
héroes y con mártires que estaban solamente para el bronce, pero que jamás
podrían ser pensados como algo vivo.
La segunda matriz es la relacionada con una tradición crítica donde
lo popular, muchas veces de maneras muy profundas y con las mejores
intenciones -hasta quizás con pretensiones emancipadoras-, se asimiló a la falsa
conciencia, a la conciencia invertida, a aquello que tenía que ser educado y que
debía ser concientizado porque en su expresión actual estaba “confundido”.
Y la tercera matriz tiene que ver con una matriz aristocrática y
elitista, donde la idea de pueblo está asociada directamente a la de la barbarie y el
salvajismo, en otras palabras, donde lo popular es aquello que tiene que dejar de
ser lo que es para entrar a la civilización. Y este “dejar de ser lo que es” se
alcanza, fundamentalmente, a través de dos vías: la primera es mediante una
cierta educación que se realiza por aquel que sabe cómo es “ser civilizado”, quien
enseña a aquel que “no sabe nada” y que, por lo tanto, tiene que callar y obedecer
mientras aprende. La segunda vía es el exterminio de esa “barbarie”.
Con estas matrices han jugado también los medios de
comunicación -lo diremos así en tanto la idea de “jugar” no remita una práctica
inocente-; han trabajado profundamente con ellas para pensar la idea de lo
32 Giard, Luce. Historia de una investigación, en CERTEAU, Michel de
[1980]. La invención de lo cotidiano I. Artes de hacer. México:
Universidad Iberoamericana, 1996, p XVIII.
- 320 -
popular. Tanto es así que la única versión que durante mucho tiempo tuvo lo
popular en los medios de comunicación no tuvo nada que ver con la posibilidad
de su empoderamiento, con la posibilidad de imaginar una nación o de pensar en
una región y en la autonomía de sus decisiones. Más bien apareció desde lugares
de exotización o simplemente como objetos de burla y risa: no como aquellos
con los cuales nos reímos sino aquellos de los cuales hay que reírse.
El momento histórico que vivimos en la región nos habilita a
pensar la soberanía desde un lugar completamente distinto. Abordando la
soberanía y su articulación con la idea del Estado. Pensando el Estado,
nuevamente, y ligándolo a un proyecto nacional, popular, latinoamericanista y
democrático. Y esto implica, entonces, que la soberanía tiene una densidad y una
profundidad insoportablemente viva para muchos, y por ello es que los medios
reaccionan del modo en que lo hacen.
Soberanía y comunicación: un itinerario
Es preciso aclarar, en principio, que no hay un sólo lugar desde el
cual abordar la soberanía: sería reduccionista pensarla sólo en términos de
comunicación. Pero además, dentro del campo de la comunicación, hay un
camino posible que no se centra solamente en los medios, y que permite afirmar
que la cultura está construida a partir de prácticas de comunicación, atravesadas -
o no- por los grandes medios. Que siempre que hay una práctica de
comunicación -si entendemos la comunicación como encuentro, como puesta en
común, como comunión- se construye cultura.
Claramente, existen prácticas de comunicación y modos de estar
juntos donde priman la opresión de unos sobre otros. La comunicación no es
solamente esa “herramienta bondadosa” que hace que en las familias los chicos
no se droguen o que no haya conflictos entre los padres. Contra esta idea, que
responde a la noción básica de que todo problema social está asociado a una
“falta de comunicación”, contra esta utopía de la comunicación solucionándolo
- 321 -
todo, comprendemos que es importante pensar que la comunicación también
hace posibles las situaciones de esclavitud y de opresión, es decir, situaciones en
las cuales se inhibe la posibilidad de la palabra del otro e, incluso, se hace factible
su exterminio. Pensemos que sin prácticas de comunicación hubiese sido
imposible que una gran parte de la sociedad, durante la dictadura, aceptara el
exterminio sobre otra gran parte de la población. Esto podemos pensarlo en cada
uno de los crímenes de Estado a lo largo de la historia.
Entonces, la comunicación, construye cultura; esta última es el
marco y la materia de toda práctica comunicacional. Y, particularmente, este es
un momento donde la propia Presidenta Cristina Fernández de Kirchner alienta
a pensar la soberanía desde lo cultural, convocándonos, al mismo tiempo, a la
reconstrucción de un universal.
El proyecto civilizatorio de la modernidad se funda en la
maravillosa idea de construir un universal, pero lo hace con un grado de violencia
extrema, dejando fuera a las grandes mayorías. La idea de la humanidad es una
idea que sueña sentar en una misma mesa a todos, incluso reuniendo a aquellos
que fueron esclavistas con los que fueron esclavos. Sin embargo, construye una
humanidad que, en el mismo gesto que dice qué es humano, deja radicalmente a
las mayorías afuera.
Nuestro proyecto civilizatorio, ese con el cual nos colonizaron, se
funda entendiendo a la humanidad como una humanidad blanca y macho que
tiene en su centro al sujeto de la razón argumental, dejando por fuera a todo lo
que no entra dentro de esa idea particular de humanidad, es decir, a las mayorías,
que quedan excluidas de los espacios de decisiones. Como decía Jean Paul Sartre
en el prólogo de “Los condenados de la Tierra” de Frantz Fanon, uno de los
grandes libros de la historia -por mucho tiempo olvidado en nuestras academias-,
que es también uno de los grandes manifiestos de la soberanía de nuestro
mundo: “no hace mucho tiempo, la tierra estaba poblada por dos mil millones de
- 322 -
habitantes, es decir, quinientos millones de hombres y mil quinientos millones de
indígenas. Los primeros disponían del Verbo, los otros lo tomaban prestado”33.
Esta es la matriz fundacional de nuestro proyecto civilizatorio
moderno, la cual subyace en nuestra cultura hegemónica; una cultura construida a
través de infinitas prácticas de comunicación, que tiene un rol importantísimo en
la construcción de nuestra Nación. Se trata de una matriz impugnada infinidad de
veces a lo largo de la historia. Impugnada por hombres y mujeres que lucharon,
que muchísimas veces perdieron, que muchísimas veces esperaron, como hacen
los pueblos; y que, como también hacen los pueblos, muchísimas veces ganaron.
En estos últimos años podemos dar cuenta de algunas de esas
victorias contra esa matriz que deja afuera a tantos y a tantas. Pero además
podemos señalar cómo los grandes maestros, los enseñadores de esa matriz,
particularmente en el siglo XX y en las décadas de neoliberalismo en la
Argentina, han sido los medios de comunicación, que se han concentrado en
pocas manos como nunca antes. De esta manera, para construir una cultura
soberana para una Nación y una Latinoamérica soberana, es necesario poner en
crisis a esos maestros del espanto, a esos maestros de dejar afuera del mundo
vivible a las grandes mayorías.
Seguramente no son los medios el único lugar donde dar esa
batalla, pero es necesario poder hacer visible esto que sucede allí. Como tantas
veces hemos dicho en estos años: ponerlo al desnudo, como lo ha hecho esta
época con los poderes reales y también con las culturas reales. Y acá hacemos
referencia a otro sentido de lo real: culturas que han sido de la realeza y que
fueron desnudadas, impugnadas.
Para tal fin, debemos trabajar contra dos pedagogías a las que nos
veníamos acostumbrando en estos años. Por un lado, a esa pedagogía elaborada
cotidianamente que nos enseña la crueldad con los otros. Si la cultura se
33 Sartre, jean Paul, Prólogo, En Fanon, Frantz (1961), Los condenados
de la tierra, Fondo de Cultura Económica. 1963 [1961] P. 5.
- 323 -
construye creando un "nos-otros", es decir, conjugando el nosotros con los
otros, estos grandes medios nos han enseñado cotidianamente a ser crueles con
esos otros que no han entrado en el proyecto de la modernidad. Como afirma
Rita Segato, “no es que el ojo del público sea cruel y rapiñador, sino que se lo
enseña a despojar, a rapiñar, a usar los cuerpos hasta que queden solo restos; [...]
en una fase del capitalismo al que le interesa tener sujetos no sensibles, sin
empatía”34. Los medios nos enseñan a ser crueles con el “minuto a minuto”,
mostrándonos incesantemente las imágenes del descuartizamiento de los otros,
exponiéndonos todo aquello que no son, lo que nunca llegarán a ser, exhibiendo
cómo sus vidas no valen nada, porque ni siquiera son consideradas vidas.
Por otro lado, nos enseñan desde lo que podemos llamar una
“pedagogía de la vergüenza”. Nos han dicho que tenemos que avergonzarnos de
lo que somos. A estos “nosotros” que somos nuestros pueblos y naciones, a
quienes nos han dicho tantas veces que estamos afuera de la historia, también
nos han enseñado durante muchísimos años a tener vergüenza de lo que somos,
de lo que deseamos, de lo que queremos. Nos han inculcado el tratar de
medirnos con un modelo siempre inalcanzable, e incluso, a tratar de medir
nuestras teorías sobre la democracia, sobre el Estado, sobre el poder y, también,
nuestras miradas sobre los medios de comunicación. La vergüenza se construye
colectivamente, pero se siente individualmente en el cuerpo de cada uno, y nos
hace callar.
Seis propuestas para la soberanía cultural latinoamericana
En los últimos años, se han resaltado las implicancias de la
recuperación de la palabra en el marco de las transformaciones operadas en los
sentidos acerca de lo público. La recuperación de la palabra está ligada a la
recuperación del orgullo de lo que somos, de nuestra historia y, especialmente, de
34 “En los medios existe una pedagogía de la crueldad”, entrevista a
Rita Segato. Disponible en: http://perio.unlp.edu.ar/node/4602.
- 324 -
la confianza de todo aquello que podemos ser. Es también la recuperación de la
posibilidad de poder contarnos colectivamente. Proponemos abordar seis puntos
desde los cuales seguir imaginando cómo hacer esto de “contarnos”, cómo pelear
por la soberanía en términos culturales, construyendo una cultura soberana.
Un primer punto que es preciso mencionar es que necesitamos
nuevas leyes, que tengan un recorrido profundo como las leyes que se hacen
desde el pueblo y para el pueblo. Y necesitamos que se apliquen. No solamente
porque la ley es igual para todos, sino porque además en leyes como la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual queda absolutamente claro que
necesitamos proteger a los más débiles.
También, es indispensable seguir peleando por las leyes que hemos
logrado. No es posible aceptar que algunos no se adecúen a las leyes.
Especialmente, necesitamos que el Grupo Clarín se adecúe, no solamente por ser
monopólico e infringir una ley plenamente constitucional, tal como lo ha
ratificado la Corte Suprema de Justicia; sino porque además es un grupo mafioso
que adquirió su poder en salas de tortura, al que no podemos permitirle que siga
teniendo manifestaciones golpistas.
Necesitamos, en tercer lugar, seguir construyendo nuevas relaciones
sociales donde lo popular sea reconocido, al mismo tiempo, en su condición de
diferencia y de igualdad. La diversidad en una plataforma de equidad habilita a la
construcción de algo que es muy distinto a “vivir mejor” y está relacionado con
el Buen Vivir, con ese vivir bien juntos que está construyendo nuestro pueblo.
Aquí la cultura puede tener un rol destacado, si evitamos, siguiendo la propuesta
de Eugenio Raúl Zaffaroni, tanto el “exabrupto cartesiano, según el cual cultura
equivale a dominio de la naturaleza [...], como el ecologismo constitucional que
pretende invertir los términos, haciendo que la cultura sea mala y la naturaleza
buena”35.
35 “La Pachamama y el Humano” de Eugenio Raúl Zaffaroni. Disponible
en:
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En cuarto lugar, precisamos nuevas formas de hacer y de circular la
palabra. Un criterio pertinente, en este sentido, es llevar adelante operaciones
cotidianas de desmontaje de aquello que parecía una verdad. Para esto es lícito,
inclusive, empezar por negar lo que era en apariencia verdadero -las mujeres no
somos objeto de nadie, los pibes no nacen chorros, la esclavitud no es un
trabajo-, para luego construir aquello que sí somos, aquello que tenemos el
orgullo de ser.
El quinto punto es que, por supuesto, necesitamos nuevos medios
para seguir construyendo nuevas lenguas. En estos años, han sido recuperadas
palabras tan sensibles para todos nosotros como "patria", "militancia" y
"compañeros". Debemos también seguir restituyendo los espacios de circulación
y hechura mestiza de la palabra, apostando a un Estado donde entren todos y
todas. Y necesitamos seguir apostando a este Estado, que no es copia de ningún
otro; y a esta democracia, que tampoco es copia y que no necesariamente niega
esos modelos liberales y occidentales de la democracia, pero que los articula a
otras tradiciones muchísimo más profundas para nosotros que son las tradiciones
de lucha por la soberanía popular.
En último término, es imprescindible que ubiquemos en este
proceso nuestro destino como pueblo. El último 25 de mayo escuchamos a la
Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la Plaza de Mayo decir: “me
preguntan a mí cómo sigue esto. Y yo les digo que esto sigue como ustedes
decidan que sigue”. Esto sigue con el empoderamiento de cada uno de nosotros.
Esto sigue con un pueblo cada día más poderoso que decida su destino, uno
construido entre todos, que también tenemos que seguir pensando en términos
comunicacionales.
http://www.academiabiosferica.org/Mas%20Info/AB_LA%20PACHAMAMA%20Y%20E
L%20HUMANO.pdf.
- 326 -
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MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y SOBERANÍA: APORTES PARA LA
CONFECCIÓN DE UNA AGENDA REGULATORIA
Por Damián Loreti
Buenas tardes a todos y todas.
Hace un tiempo con unos colegas escribimos, a propósito de algo
que decía un canadiense, que los medios tienen que ser, a la vez, espejos y
ventanas: espejos para vernos reflejados, y ventanas para ver el mundo y que el
mundo te vea.
Eso tiene que ver con algo que se vino planteando en la mesa desde
lo que decía Martín y, sobre todo, por el recorrido de la comunicación vista
desde el paradigma popular, que ha expresado Florencia. Eso tiene que ver con
las discusiones de cómo resguardar las identidades expresadas en términos de
soberanía comunicacional.
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No coincidimos con la consigna tan usada de devolver la voz. Y no
es porque no estemos de acuerdo con qué haya un problema en los equilibrios en
la toma de la palabra pública, sino que la voz nunca se perdió ni fue arrebatada.
De lo que se trata es de - tanto a nivel internacional como local - devolver o
garantizar el acceso a los elementos técnicos necesarios para el ejercicio de este
derecho de expresar y comunicar. Dice la Corte Interamericana en la Opinión
Consultiva 5/85: 31. En su dimensión individual, la libertad de expresión no se
agota en el reconocimiento teórico del derecho a hablar o escribir, sino que
comprende además, inseparablemente, el derecho a utilizar cualquier medio
apropiado para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor número de
destinatarios. Cuando la Convención proclama que la libertad de pensamiento y
expresión comprende el derecho de difundir informaciones e ideas "por
cualquier... procedimiento", está subrayando que la expresión y la difusión del
pensamiento y de la información son indivisibles, de modo que una restricción
de las posibilidades de divulgación representa directamente, y en la misma
medida, un límite al derecho de expresarse libremente. De allí la importancia del
régimen legal aplicable a la prensa y al status de quienes se dediquen
profesionalmente a ella.
32. En su dimensión social la libertad de expresión es un medio
para el intercambio de ideas e informaciones y para la comunicación masiva entre
los seres humanos. Así como comprende el derecho de cada uno a tratar de
comunicar a los otros sus propios puntos de vista implica también el derecho de
todos a conocer opiniones y noticias. Para el ciudadano común tiene tanta
importancia el conocimiento de la opinión ajena o de la información de que
disponen otros como el derecho a difundir la propia.
33. Las dos dimensiones mencionadas (supra 30) de la libertad de
expresión deben ser garantizadas simultáneamente…. ( )tampoco sería admisible
- 329 -
que, sobre la base del derecho a difundir informaciones e ideas, se constituyeran
monopolios públicos o privados sobre los medios de comunicación para intentar
moldear la opinión pública según un solo punto de vista.
34. Así, si en principio la libertad de expresión requiere que los
medios de comunicación social estén virtualmente abiertos a todos sin
discriminación, o, más exactamente, que no haya individuos o grupos que, a
priori, estén excluidos del acceso a tales medios, exige igualmente ciertas
condiciones respecto de éstos, de manera que, en la práctica, sean verdaderos
instrumentos de esa libertad y no vehículos para restringirla. Son los medios de
comunicación social los que sirven para materializar el ejercicio de la libertad de
expresión, de tal modo que sus condiciones de funcionamiento deben adecuarse
a los requerimientos de esa libertad.
Para ello es indispensable, inter alia, la pluralidad de medios, la
prohibición de todo monopolio respecto de ellos, cualquiera sea la forma que
pretenda adoptar, y la garantía de protección a la libertad e independencia de los
periodistas.
Pese a la admonición de mis colegas de mesa, No voy a hablar de la
ley LSCA; voy a hablar de las periferias existentes alrededor de la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual que hacen a la cuestión de la soberanía,
desde lo regulatorio, pero fundamentalmente del principio de soberanía nacional
y de la soberanía del pueblo que reconoce nuestro artículo 33 Constitucional.
Y es menester hacerlo rompiendo nuestras propias
confortabilidades. Algo así como tensar qué decimos y por qué, con una mirada
sobre medios un poco más amplia que la de la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual en función de todo soporte. Hay más de una docena de cuestiones
sobre las cuales inicialmente se podría dar cuenta respecto del tema de medios y
soberanía.
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En términos de contextos y mercados, permítanme recordar a un
señor de nombre Jack Valenti, de quien cuentan que siendo el presidente de la
Motion Picture y mientras se discutía la vigencia o la inserción de lo que se llamó
la “cláusula de excepción cultural”, a pedido de Francia y de Canadá, sobre todo,
Valenti decía: "Estados Unidos tiene el 90% del mercado audiovisual del mundo.
No saben todos los negocios que caben en el 10 que falta". Y del otro lado en la
discusión de la cláusula de excepción cultural, uno de sus principales defensores
era Jack Lang, el ministro de Cultura de Francia, que decía: "París no es un
suburbio de Chicago. Queremos proteger a los franceses no solo por dónde
nacieron, sino por lo que hacen". Y una forma de hacerlo es proteger la cultura,
el cine, la televisión, los libros y los discos.
Podríamos remontar este debate a los trabajos de UNESCO en la
década del 80 con el informe “un solo mundo voces múltiples”, pero nos
quedaremos en recordar su importancia y efectos.
Mucho más acá en el tiempo, ese mismo debate se dio alrededor de
los movimientos regulatorios en otros países de la región, tanto como aquí
ocurrió con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, con sus más, con
sus menos.
¿Por qué? Porque se discute, por ejemplo, un nuevo rol de Estado.
No es que nunca se hubiera pensado en la doctrina. El Sistema Interamericano lo
ha venido planteando, pero lo trascendente para nosotros es cómo se discutió
por primera vez en audiencia pública en la CSJN y como dio cuenta de ello el
fallo. La mayoría define que hay un nuevo rol del Estado, ahora categóricamente
dicho por la justicia, que no es aquello que nos enseñaron, sobre todo en la época
que yo pasé por la facultad, que era: el Estado cumple con sus obligaciones de
libertad de expresión solo absteniéndose de censurar, y ahí se acabaron sus
obligaciones.
Cuando lo decimos nosotros, pesa poco. Ahora, si uno ilumina esta
discusión de la mano de constitucionalistas norteamericanos, todo parece
- 331 -
maravilloso, fundado porque superando la llamada doctrina clásica se puede
entender que el Estado puede ser amigo de la libertad de expresión, en función
de reconocer el derecho de todos de tener un poquito de derecho a hablar todo
el tiempo y que no haya alguien que los calle. Owen Fiss dice que cuando uno
habla en nombre de todos, todo el tiempo, y no deja hablar a otros, tiene que
haber alguien que le dice que haga silencio.
Primera discusión, entonces, dentro de este largo temario: un
nuevo rol del Estado. No hay soberanía comunicacional con estado ausente. No
hay mano invisible del mercado que pueda garantizar pluralismo en el mundo de
la comunicación y las industrias culturales.
Segunda cuestión: En Naciones Unidas, cuando todavía existía la
Guerra Fría, se discutía qué hacer con las señales satelitales. Habían aparecido los
satélites, había pasado la posguerra, entrábamos en Guerra Fría. Entonces, ¿los
estados tienen que pedir permiso para tener un satélite que ilumine con lo se
llama técnicamente la pisada, en otro país? Y Naciones Unidas, entre dos
posiciones que eran inconciliables, entre el libre flujo de informaciones, de los
cuales hablaba Estados Unidos, o el aviso previo, que era lo que planteaba el
bloque comandado en ese caso por la Unión Soviética, entraron a la regla del
aviso previo. A la hora de pensar el tema de la soberanía, las señales y la
comunicación, ahí hay un tema a tratar.
¿De qué modo lo resolvió la Argentina? Creo que bastante mal en
un momento; mejor ahora, con la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual. Habíamos firmado en 1996 que era un tratado de reciprocidad
satelital con algunos países. Pero la reciprocidad no era tal y ahora está más
marcado con ciertas obligaciones a los operadores.
Tercera cuestión: Otra cosa que se discute en este temario es lo que
se llaman los mercados de lealtades. Un profesor llamado Monroe Price plantea
que hay mercados de lealtades de los medios y que es una de las cosas que hay
que reconstruir cuando se piensa en regulaciones.
- 332 -
Un cuarto tema tiene que ver con las tecnologías. Hoy ya es muy
difícil pensar los medios sin las tecnologías, con lo cual, a la hora de pensar las
instancias de defensa de las soberanías, hay que pensar en qué se hace con las
tecnologías tanto en su funcionamiento cuanto en su incorporación. Ustedes no
se acordarán -o algunos sí- de la discusión de la norma técnica de televisión en el
78 u 80, la definición de un parque tecnológico, la definición de una banda de
frecuencia determinada de la norma. Si, como decían en el gobierno de Menem,
íbamos a usar la norma tecnológica norteamericana de la televisión digital, o
usamos la brasileña-japonesa, implica una decisión de soberanía tecnológica.
Dónde se compran los televisores y a quién no es un tema menor, porque tiene
que ver con el despliegue de lo que marcaba Sabbatella hace un rato de las 82
posiciones nuevas de Televisión Digital Terrestre y los 30.000 kilómetros de fibra
óptica. Este debate en el mundo de la radiodifusión sonora importa muchísimo
en la digitalización de la radio AM, ya que se tendrá que pagar royalties o no
según el sistema que se adopte. Esta misma discusión se da en Europa y en Brasil
para no incorporarse al sistema IBOC de los Estados Unidos.
Esa que mencioné sobre los concursos y la instalación de fibra es
una decisión emancipadora, como muchas otras de las cuales seguro hablaron
durante todas estas jornadas. Lo es tener una red de 30.000 kilómetros que
interconecta a la Argentina en función de quién puede iluminar o no el territorio
nacional con el mayor caudal de información imaginable... Piensen lo que son
30.000 kilómetros de fibra. Piensen nada más lo que llega a la casa de cada uno
de ustedes, si contrataron fibra óptica. Multiplíquenlo de modo exponencial, por
terabytes, o sea, por millones de millones de millones.
Que eso esté en manos de alguien que pueda pagar o no el tendido
es también una decisión de soberanía. Si uno piensa el subsuelo, piensa en esto.
Estaba privatizada en la época de Menem la fiscalización del espectro
radioeléctrico. Estaba en manos de una consultora francesa. Que eso lo tenga el
Estado, de vuelta, implica un tema de soberanía quizás no íntimamente alrededor
- 333 -
de los medios de comunicación si se los reduce a un problema de contenidos,
pero vinculado con ellos.
Lo mismo con el lanzamiento de un satélite propio. No es solo un
hecho tecnológico; es un hecho comunicacional en el sentido de poderío por el
cual van a recorrer la cantidad de cosas que Florencia contó hace un rato y
Sabbatella también, de 3.000 productoras nuevas de televisión en la Argentina -
por ahí anda el compañero que trabaja en el INCAA-. Hay 3.000 productoras
anotadas en los nuevos concursos. Hay 6.000 horas de programación pendientes
de ser vistas en un lugar fabuloso, que se llama: www.cda.gob.ar -Contenidos
Digitales Abiertos-. Eso necesita pantallas; por eso las 82 licencias nuevas. Eso
necesita nuevos espacios para ser difundidos. Y eso tiene que ver con el tendido
de fibra que yo mencionaba recién. Parece una brochette de casualidades. Pero se
llama política pública.
Quinta cuestión:
Hay un tema vinculado a contenidos ilegales o dañinos que circulan
en términos globales. Uno de los problemas de la globalización en las ciencias
sociales y la comunicación fue eso: que llamaron “glocalización”, lo local versus
lo global. Desde el punto de vista regulatorio, ahí nos encontramos con algunos
problemas, por eso les dije que vamos a romper ciertas confortabilidades.
Hay temas/contenidos ilegales o dañinos respecto a personas. Si
alguno quiere discutir contra algún proveedor de búsquedas o servicios de redes
sociales o similares, no solo van a tener que firmar la jurisdicción de Pasadena o
Delaware, si están en Estados Unidos, sino que van a tener que firmar la
jurisdicción de Irlanda si no lo están. Eso pasa cuando hacen click y se suscriben.
Esto, en términos de delitos y cuasidelitos, uno lo pasaría por alto, salvo que los
abogados de esas empresas lo primero que dicen es que tienen que ir a litigar a
Irlanda, si tienen la suerte de encontrar un domicilio constituido. Miles de oficios
a la IGJ para saber si determinadas empresas tienen o no constituido el domicilio
en la Argentina. Y lo más probable es que un juez se apiade de ustedes y les diga
- 334 -
que hagan un oficio a Irlanda para notificar una demanda. No solo nos pasa a
nosotros; pasa en otros países. Si me alcanza el tiempo, les cuento.
Tenemos otras cuestiones de contenidos dañinas o ilegales en
términos institucionales, y algunas complicadas con derechos individuales,
seguridad y defensa.
El espionaje a los gobiernos de Brasil y Alemania me eximen de
mayores comentarios, pero todos sabemos de qué estamos hablando.
Sexta cuestión: Tenemos un tema de alcance y calidad de las
autoridades constituidas. Ese es un problema serio de América latina. Si están
más o menos familiarizados con el tema de Google recordarán un caso reciente
sobre derecho al olvido, que se terminó discutiendo en un tribunal “europeo”. Es
el mismo ámbito donde se discuten los temas de concentración, monopolios y
abuso de posición dominante no solo de los operadores sobre Internet, sino de
los propios medios de comunicación. Por ejemplo: la concentración en Italia vía
televisión digital, satélite y terrestre la terminaron dirimiendo en el Tribunal de
Defensa de la Competencia de Europa. ¿Por qué? Porque ese mismo grupo
empresario tenía medios en España y en Francia. Lo mismo pasa con la compra
del Grupo Vivendi. Lo mismo pasa con la aparición o no de nuevos actores que
afecten la competencia en Italia en materia de medios. Las autoridades de región
asumen en lo que pueden la globalidad y tamaño de actores que exceden de las
fronteras nacionales.
Nosotros estamos frente a actores globales que con suerte tienen
domicilio constituido en la Argentina para sus negocios; o que, si vienen a
comprar medios en la Argentina, estudian antes si tienen una regulación más
generosa en Chile; o están discutiendo la constitucionalidad hoy en Uruguay. Lo
mismo respecto de la cuota de contenidos locales y nacionales; distinta en Chile
que en México.
- 335 -
Esa misma empresa hipotética, o no tanto, nos pone frente a una
vacancia enorme en términos regulatorios en tanto que no haya un frente común
a cómo se mide la concentración y la preponderancia de este tipo de medios.
Solo por dar otra referencia más o menos conocida, a propósito de
un juicio que está dando vueltas, el Consejo de Europa dictó una resolución hace
un tiempo adoptando medidas de defensa de la competencia en función de las
señales del fútbol que se le aplicó a la Federación Internacional de Fútbol
Asociado, con sede en Suiza, como todos sabemos en estos días. Y la Federación
Internacional de Fútbol le hizo un planteo judicial a cuatro países más el Consejo
de Europa, que fue al Tribunal de Justicia de Europa, que falló a favor del
Consejo de Europa, diciendo que no se pueden monopolizar los derechos de
exhibición de los contenidos relevantes, tal y como dice nuestra ley. Ahora, si el
mismo operador, como estamos viendo en estos días recientes, es el dueño de
algo que se monopoliza a lo largo y ancho de América latina y no todas las reglas
son iguales, lo que hay es un efecto cascada o por goteo para presionar sobre las
autoridades y los usuarios.
Puntualmente, lo que no se puede ver por televisión, se va a ver por
Internet. Ahora, si alguien es el dueño de todos esos derechos -por eso digo que
hay que mirar los medios con una visión un poquito más amplia-, casi pasa
desapercibido.
En esa misma línea, y como séptima cuestión: la Relatoría de
Libertad de Expresión. Cuando estaba Frank La Rue a cargo, en Naciones
Unidas, estuvo trabajando sobre comunicación política, un grupo de estudiosos
que le dimos una mano encontramos que hay una vacancia generada por las
distintas condiciones generadas por el poder adquisitivo y los modos de acceso a
la información electoral. Nosotros reparamos en el cruce entre ley de medios y
ley de reforma política, pero había algo que es casi imposible de reconfigurar
como la presencia de actores globales de acceso pago o transfronterizo o
internet.
- 336 -
Pero no es solo un problema argentino. Veamos: Elecciones en
Francia; veda electoral de una semana; radio en Liechtenstein, en Andorra o en
Bélgica. Ya ni siquiera les digo Internet; digo la iluminación de la emisión en una
frecuencia terrestre. Entonces, ¿qué hacían los políticos? Rompían la veda desde
una radio extramuros o por internet. Entonces, la capacidad económica de tener
canales pagos o banda ancha en determinadas condiciones se saltea las
regulaciones locales.
De vuelta: al no haber, en términos macro, algo que fije reglas para
actores globales, tenemos un tema de soberanía regulatoria y jurisdiccional.
Octava cuestión: En esa misma línea tenemos reglas de propiedad
no siempre iguales en función de operadores extranjeros. Si yo les cuento que en
Chile los empresarios chilenos están defendiendo cláusulas como las argentinas
en materia de arraigo para la propiedad de los medios, como nuestra LSCA,
nadie me cree. No es que lo toman de ejemplo porque les encanta, sino porque
les soluciona ese problema.
Una novena cuestión en función de medios y soberanía tiene que
ver con el rol de los medios públicos. No solo en tanto los medios nacionales,
como Radio y Televisión Argentina, sino los universitarios, los provinciales y los
municipales, los cuales tienen, en el caso de la ley argentina, una exigencia de
cuotas de programación y origen más altas que los otros.
Una décima cuestión es lo que se conoce alrededor de las reglas de
jurisdicción en lo que se llama el turismo de libelo, un poquito emparentado con
lo que mencionaba antes, aunque no se trata de lo mismo que la legislación
aplicable.
Saben todos qué es el turismo de libelo. Hay un caso muy famoso
que usó el juez Lozano, del Superior Tribunal de la C.A.B.A, hace poco: un señor
vive en Australia y hablan de él en un diario del Grupo Wall Street Journal, en
Nueva York. En los países anglosajones, sobre todo el Imperio Británico, los
juicios de daños son más caros para pagar y juegan con un criterio de
- 337 -
responsabilidad objetiva, O casi si no hay temas de interés público. Entonces,
este señor hizo juicio en Australia. El arraigo tenía que ver con cuál era el lugar
donde estaba más dañado. No toda la jurisprudencia es igual, porque algunos
eligen irse a Londres para hacer ese mismo tipo de juicios, donde la
jurisprudencia es todavía más generosa en materia de daños punitivos. Y, de a
poco, lo que se fueron fijando en estas discusiones es si es el lugar donde están
los servidores, si es el lugar donde está la supuesta impresión del medio, que sería
la jurisdicción más razonable para nosotros en la vida analógica.
Lo que pasa es que acá nadie imprime nada; entonces, se ha llegado
a peritar cuánta gente ha bajado determinado contenido y en cuántos ciertos
sitios para determinar los efectos de determinado acto dañoso.
No tengo la solución. Un amigo -no sé si está por allí- recomienda
que hay que hacer un tratado internacional que aclare temas de jurisdicción.
Porque si no la gente que resulta dañada injustamente se pasa años viendo en qué
lugar litiga. En Estados Unidos también se la pasan paseando de un estado al
otro durante largos años hasta fijar el “juez natural”.
Un undécimo asunto: También aplican sobre los temas de
soberanía por vía de estos actores globales las reglas de copyright o de derechos
de autor, como decimos nosotros. Uno piensa: ¿cómo aplica a la soberanía este
asunto? En las elecciones últimas en Brasil participaban en el balotaje Dilma
Rousseff y Aécio Neves. Aécio Neves, usando la ley de propiedad intelectual del
milenio -DCMA es la sigla en Estados Unidos-, conseguía bajar contenidos
críticos con él invocando el solo hecho de denunciar en los operadores, en los
buscadores, que había contenidos referidos a él pero que violaban propiedad
intelectual de terceros. Les cuento para aquellos que creen que en Estados
Unidos nunca hay censura previa: no es cierto. La censura previa opera como
nunca en materia de propiedad intelectual. No en otro tipo de cuestiones, ni
privacidad ni cosas que se le parezcan. El gran objeto de protección económica,
por supuesto, en Estados Unidos es la propiedad intelectual.
- 338 -
¿Qué hacen aquellos que quieren levantar contenidos críticos,
como en el caso de quien era el contendiente de Dilma Rousseff? Hace una
denuncia por violación de ley de copyright de Estados Unidos y, como la sede -
tal como les contaba recién- de donde uno firma el contrato es Pasadena, se baja
el contenido. A la hora de silenciar opositores, es un recurso pocas veces
previsto.
Quisiera cerrar sin que todo lo que planteé sea más que romper
nuestra propia confortabilidad para sentarnos a estudiar de qué modo resolver un
problema si se nos pone enfrente, sobre todo, por el rol que a cada uno nos toca.
Y acá sí trabajar sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual solo un
poco.
Vieron que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tiene
la parte del texto; la parte de las notas de derecho comparado; y los nombres de
las personas y entidades que formaron parte del debate de la ley y que aparecen
efectivamente sus nombres. Las notas al pie están votadas, no son fundamentos,
y el nombre de las personas, también.
La ley tiene una gran ventaja de arranque. El Sistema
Interamericano ya se pronunció en el año 2009 diciendo que la ley es plenamente
compatible con los principios de la libertad de expresión. ¿Qué hace la ley? Y por
eso va al tema de las notas de derecho comparado y su propio texto. La ley se ha
hecho cargo en su redacción, en su debate y en la mayoría de los argumentos -no
diría en todos- que ratificaron su constitucionalidad... Nota al pie: nos pasamos 4
años discutiendo al revés del sentido común: las leyes son constitucionales hasta
que sale la sentencia que dice que no lo son. Tuvimos invertido el sentido común
de la legalidad durante mucho tiempo, y así estábamos.
Decía que en este marco de compatibilidad con los principios de
derechos humanos, la ley ha recogido: la convención de diversidad cultural de
- 339 -
UNESCO, cuyo artículo 4° habla de la defensa de industrias culturales, pero su
artículo 2° habla de los principios de soberanía. 36
36 Convenio de diversidad cultural de unesco
I. Objetivos y principios rectores
Artículo 1 – Objetivos
Los objetivos de la presente Convención son:
a) proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales;
b) crear las condiciones para que las culturas puedan prosperar y
mantener interacciones libremente de forma mutuamente provechosa;
c) fomentar el diálogo entre culturas a fin de garantizar
intercambios culturales más amplios y equilibrados en el mundo en pro
del respeto intercultural y una cultura de paz;
d) fomentar la interculturalidad con el fin de desarrollar la
interacción cultural, con el espíritu de construir puentes entre los
pueblos;
e) promover el respeto de la diversidad de las expresiones
culturales y hacer cobrar conciencia de su valor en el plano local,
nacional e internacional;
f) reafirmar la importancia del vínculo existente entre la cultura
y el desarrollo para todos los países, en especial los países en
desarrollo, y apoyar las actividades realizadas en el plano nacional e
internacional para que se reconozca el auténtico valor de ese vínculo;
g) reconocer la índole específica de las actividades y los bienes y
servicios culturales en su calidad de portadores de identidad, valores
y significado;
h) reiterar los derechos soberanos de los Estados a conservar,
adoptar y aplicar las políticas y medidas que estimen necesarias para
proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus
respectivos territorios;
i) fortalecer la cooperación y solidaridad internacionales en un
espíritu de colaboración, a fin de reforzar, en particular, las
capacidades de los países en desarrollo con objeto de proteger y
promover la diversidad de las expresiones culturales.
Artículo 2 - Principios rectores
1. Principio de respeto de los derechos humanos y las libertades
fundamentales
Sólo se podrá proteger y promover la diversidad cultural si se
garantizan los derechos humanos y las libertades fundamentales como la
libertad de expresión, información y comunicación, así como la
posibilidad de que las personas escojan sus expresiones culturales.
Nadie podrá invocar las disposiciones de la presente Convención para
atentar contra los derechos humanos y las libertades fundamentales
proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y
- 340 -
garantizados por el derecho internacional, o para limitar su ámbito de
aplicación.
2. Principio de soberanía
De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y los principios
del derecho internacional, los Estados tienen el derecho soberano de
adoptar medidas y políticas para proteger y promover la diversidad de
las expresiones culturales en sus respectivos territorios.
3. Principio de igual dignidad y respeto de todas las culturas
La protección y la promoción de la diversidad de las expresiones
culturales presuponen el reconocimiento de la igual dignidad de todas
las culturas y el respeto de ellas, comprendidas las culturas de las
personas pertenecientes a minorías y las de los pueblos autóctonos.
4. Principio de solidaridad y cooperación internacionales
La cooperación y la solidaridad internacionales deberán estar
encaminadas a permitir a todos los países, en especial los países en
desarrollo, crear y reforzar sus medios de expresión cultural,
comprendidas sus industrias culturales, nacientes o establecidas, en
el plano local, nacional e internacional.
5. Principio de complementariedad de los aspectos económicos y
culturales del desarrollo
Habida cuenta de que la cultura es uno de los principales motores del
desarrollo, los aspectos culturales de éste son tan importantes como
sus aspectos económicos, respecto de los cuales los individuos y los
pueblos tienen el derecho fundamental de participación y disfrute.
6. Principio de desarrollo sostenible
La diversidad cultural es una gran riqueza para las personas y las
sociedades. La protección, la promoción y el mantenimiento de la
diversidad cultural son una condición esencial para un desarrollo
sostenible en beneficio de las generaciones actuales y futuras.
7. Principio de acceso equitativo
El acceso equitativo a una gama rica y diversificada de expresiones
culturales procedentes de todas las partes del mundo y el acceso de
las culturas a los medios de expresión y difusión son elementos
importantes para valorizar la diversidad cultural y propiciar el
entendimiento mutuo.
8. Principio de apertura y equilibrio
Cuando los Estados adopten medidas para respaldar la diversidad de las
expresiones culturales, procurarán promover de manera adecuada una
apertura a las demás culturas del mundo y velarán por que esas medidas
se orienten a alcanzar los objetivos perseguidos por la presente
Convención.
III. Definiciones
Artículo 4 – Definiciones
A efectos de la presente Convención:
1. Diversidad cultural
La “diversidad cultural” se refiere a la multiplicidad de formas en
que se expresan las culturas de los grupos y sociedades. Estas
expresiones se transmiten dentro y entre los grupos y las sociedades.
- 341 -
Lo propio ocurre con los artículos 5 y 6 que hacen referencia a las
obligaciones y derechos de los estados y – entre ellos – el de fijar reglas de
pluralismo, diversidad y de desconcentración de medios 37.
La diversidad cultural se manifiesta no sólo en las diversas formas en
que se expresa, enriquece y transmite el patrimonio cultural de la
humanidad mediante la variedad de expresiones culturales, sino también
a través de distintos modos de creación artística, producción,
difusión, distribución y disfrute de las expresiones culturales,
cualesquiera que sean los medios y tecnologías utilizados.
2. Contenido cultural
El “contenido cultural” se refiere al sentido simbólico, la dimensión
artística y los valores culturales que emanan de las identidades
culturales o las expresan.
3. Expresiones culturales
Las “expresiones culturales” son las expresiones resultantes de la
creatividad de personas, grupos y sociedades, que poseen un contenido
cultural.
4. Actividades, bienes y servicios culturales
Las “actividades, bienes y servicios culturales” se refieren a las
actividades, los bienes y los servicios que, considerados desde el
punto de vista de su calidad, utilización o finalidad específicas,
encarnan o transmiten expresiones culturales, independientemente del
valor comercial que puedan tener. Las actividades culturales pueden
constituir una finalidad de por sí, o contribuir a la producción de
bienes y servicios culturales.
5. Industrias culturales
Las “industrias culturales” se refieren a todas aquellas industrias
que producen y distribuyen bienes o servicios culturales, tal como se
definen en el párrafo 4 supra.
6. Políticas y medidas culturales
Las “políticas y medidas culturales” se refieren a las políticas y
medidas relativas a la cultura, ya sean éstas locales, nacionales,
regionales o internacionales, que están centradas en la cultura como
tal, o cuya finalidad es ejercer un efecto directo en las expresiones
culturales de las personas, grupos o sociedades, en particular la
creación, producción, difusión y distribución de las actividades y los
bienes y servicios culturales y el acceso a ellos.
7. Protección
La “protección” significa la adopción de medidas encaminadas a la
preservación, salvaguardia y enriquecimiento de la diversidad de las
expresiones culturales.
“Proteger” significa adoptar tales medidas. 37
IV. Derechos y obligaciones de las partes
Artículo 5 - Norma general relativa a los derechos y obligaciones
- 342 -
Se ha considerado el documento de indicadores de libertad de
expresión de UNESCO, donde aparece la palabra mágica, en la página 29, que
dice: "desinversión en casos de estrangulamiento de la situación de la libertad de
expresión por concentración indebida". Ni monopolios ni oligopolios.
La ley es consistente en materia de control previo a la
concentración. No es una ley general de defensa de la competencia la que repara
los daños a la opinión pública. Y eso tiene que ver con la construcción de
instancias de soberanía popular, a las cuales recién hacía referencia Florencia.
Es plenamente compatible con la idea de universalidad de medios:
tanto papel para periódicos como frecuencias radioeléctricas, como decían en el
año 69, y hoy diríamos fibra óptica, como aquello de que -insisto con algo que
dije antes- importan los medios técnicos necesarios para el ejercicio de la libertad
de expresión, porque – como dijimos citando a la Corte IDH - no es un derecho
meramente declamativo.
Es consistente con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, por supuesto, pero también con la Convención sobre los Derechos del
1. Las Partes, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas,
los principios del derecho internacional y los instrumentos de
derechos humanos universalmente reconocidos, reafirman su derecho
soberano a formular y aplicar sus políticas culturales y a adoptar
medidas para proteger y promover la diversidad de las expresiones
culturales, así como a reforzar la cooperación internacional para
lograr los objetivos de la presente Convención.
2. Cuando una Parte aplique políticas y adopte medidas para
proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en su
territorio, tales políticas y medidas deberán ser coherentes con las
disposiciones de la presente Convención.
Artículo 6 - Derechos de las Partes en el plano nacional
1. En el marco de sus políticas y medidas culturales, tal como se
definen en el párrafo 6 del Artículo 4, y teniendo en cuenta sus
circunstancias y necesidades particulares, las Partes podrán adoptar
medidas para proteger y promover la diversidad de las expresiones
culturales en sus respectivos territorios.
2. Esas medidas pueden consistir en:
a) medidas reglamentarias encaminadas a la protección y promoción
de la diversidad de las expresiones culturales;
- 343 -
Niño, que obliga a los estados a fijar reglas y directrices para la promoción de
pluralismo y diversidad.
Es consistente con un principio que está refrendado por la
convención de UNESCO también, que nosotros ratificamos hace unos años, que
se llama principio de apertura y equilibrio. O sea, los países están obligados a no
cerrarse, pero por principio de soberanía -cito-, "procurarán promover de
manera adecuada una apertura a las demás culturas del mundo y velarán por que
esas medidas se orienten a alcanzar los objetivos perseguidos por la presente
convención", para respaldar la diversidad de las expresiones. Y en este contexto,
insisto, se reconocen como instancias la decisión de políticas y medidas de
promoción y protección de diversidad y pluralismo.
De vuelta, como nos ponemos en crisis a nosotros mismos porque
es el único modo de tensar y ver cuánto resiste aquello que nosotros creemos,
tomamos nota que si uno mira el desarrollo en el derecho comparado de la
protección a la propiedad nacional de los medios de comunicación -breve
pasada-: si bien Australia la derogó en 2006, las resoluciones de la autoridad de
aplicación desde 2007 no dejan pasar más del 40%. En Canadá, el 46,7% es el
techo de concentración en broadcasting. En Francia está prohibida, salvo para
cable, el 20 por ciento. En España está limitada al 49% de países de la Unión
Europea. Los Estados Unidos, el 20% en cable, y tiene una vieja tradición,
llamada el "estatuto de la Rosa de Tokio", desde la época de la guerra. Argentina
está en el 30% y sujeto a tratados de reciprocidad, y el Sistema Interamericano ha
refrendado que la ley no afecta en absoluto la libertad de expresión.
O sea, tenemos un conjunto de tratados de tratados que defienden
los principios de soberanía. Y lo que tenemos que terminar de hacer es aplicar la
ley a rajatabla, porque de eso dependen todas las cosas que nos demandaron a
quienes promovimos la ley de servicios de comunicación audiovisual. Muchas
gracias.
- 344 -
DISERTACIÓN DE CLAUSURA SOBRE SOBERANÍA POLÍTICA
Por Carlos Zannini
Muchas gracias. La verdad es que es muy agradable estar con
ustedes y aprovechar este momento para reflexionar algunas cosas en conjunto.
Tengo que empezar por agradecer a la Procuración del Tesoro de la
Nación, especialmente a la procuradora, mi amiga Angelina, por el esfuerzo, y a
todos los componentes de la Procuración: los subprocuradores, toda la gente que
trabaja con tanto amor por lo que hace y con tanta capacidad, también, en los
temas que encara. Quiero pedir para ellos un aplauso, porque sé que esta ha sido
una jornada muy importante.
Sobre todo, quiero hacer mención de los que participaron. Yo no
pude participar todos los días, pero quiero que recordemos a quienes de una
manera u otra hicieron su aporte con sus exposiciones, que me han comentado
que han sido muy importantes, salvo la extensión de la de Axel, que no es que no
haya sido brillante sino que fue muy larga. Por supuesto, el ministro Alak;
- 345 -
Norberto Galasso, que me explicaron que no pudo venir, pero su presencia se
siente en las ideas que él ha escrito; Horacio González; Aldo Ferrer; Edgardo
Raúl Zaffaroni; Axel Kicillof; Eric Calcagno; Alfredo Zaiat; Jean-François
Ponsot, de Francia; Bernardo Kliksberg; Eduardo Barcesat -que aquí lo veo-;
Ismael Mata; el doctor Héctor Enrique Arce Zaconeta; Reinaldo Enrique Muñoz
Pedroza; Luis Inácio Lucena Adams, de Brasil, que no pudo venir; Lino Barañao.
Se deben haber divertido con él, porque es un orador muy entretenido y un tipo
con mucho concepto y con mucha profundidad de ideas. La verdad que es un
gusto escucharlo cada vez que habla. Es una pequeña muestra de todo lo que
sabe. El doctor Javier Figueroa; Hernán Brienza; Marcelo Luis Vernet; el señor
Sabbatella; Florencia Saintout, que va a ser candidata ahora, en La Plata; Damián
Loreti; Hugo Albani y Mariano Memolli. Y a mí no hace falta que me aplaudan,
porque todavía es muy temprano para saber si hay que felicitarme o no.
Después de este agradecimiento, tengo que hacer una queja, porque
justamente me llaman para la peor tarea, que es la de darle fin a algo que ha sido
bueno. Entonces, vamos a ver esto de la clausura cómo termina. Pero no se
crean que es grato: primero, porque estoy solo, no tengo a quien copiarle; y
segundo, porque lo bueno no tiene que terminar, lo bueno tiene que continuarse
y tiene que quedar.
La segunda protesta –esta es un poco más vehemente que la
anterior– es que me han puesto en un aprieto con el título que le pusieron a la
parte que me toca: "Soberanía política". Yo, contento, pensé que Angelina me
había hecho un favor, me dio un tema simple, un tema que iba a encontrar en
cualquier lugar. Y resulta que no hay mucho escrito sobre soberanía política. Hay,
sí, mucho sobre soberanía popular; hay debates respecto de la soberanía nacional,
pero muy poco sobre soberanía política.
Los nombres van cambiando con el tiempo y muchas veces
terminan designando lo contrario a lo que hacían en el comienzo. Yo tengo
siempre el ejemplo del pobre Enrique Santos Discépolo, que pasó a ser
- 346 -
"Mordisquito", cuando "Mordisquito" era el que discutía con él, era el tipo al que
él quería convencer, no era el propio Enrique Santos Discépolo. Así como él
pasó a la historia cómo "Mordisquito", en el siglo XIX se protestaba la adhesión
y se manifestaba la crítica. Y hoy se manifiesta protestando o se protesta
manifestando. Es decir que lo que era un halago, aquella protesta, pasa a ser hoy
una crítica.
Con la palabra "soberanía" existe más o menos una cosa parecida.
Soberano: uno piensa en una corona, en un rey. Y resulta que soberanía popular
es, casualmente, lo que vino a sustituir a los reyes. Cómo será el tema que, en su
Leviatán, Hobbes hace dibujar a la soberanía. ¿Y cómo dibuja a la soberanía?
Dibuja a la soberanía como una especie de persona grande construida por un
montón de pequeñas personas. Eso era la soberanía popular, en la tapa de su
libro, El Leviatán, y esa persona, que éramos todos, tiene una espada y el báculo
pastoral, los dos signos de poder de la época. Fíjense ustedes que ese dibujo dice
más que muchas definiciones. Porque definiciones de "soberanía" es imposible
encontrar en el griego e imposible de encontrar en los romanos, porque es un
tema de la edad media. Es un tema de cuando la burguesía comienza a luchar
contra el poder del soberano, reclamando otra soberanía.
Entonces, fíjense ustedes, la primera definición que se encuentra,
que es muy simple y que a pesar de los 500 años que lleva es muy adecuada, es la
de Bodin, que dice que la soberanía es el poder de dar leyes sin recibirlas de otro.
Miren ustedes que es un concepto que no se vale por sí mismo: necesita del otro
para ser definido. Algo pasa en la actualidad con la soberanía política de los
pueblos o la soberanía política de las naciones y el principio de
autodeterminación de los pueblos. Es como que se definen entre sí, no queda
una cosa totalmente definida.
Después de esta definición, se discutió mucho respecto de quién
tenía verdadera soberanía. Entonces, dicen que Hobbes, Rousseau y, en contra
de él, el abate Sieyès eran los que escribieron sobre este tema, los que se
- 347 -
preocuparon por este tema. De ahí sale esa división de soberanía popular. Y
ahora que está tan en boga criticar a los populismos, lo popular parece que no
alcanza. Entonces, se dice "soberanía nacional", como para que sea otra cosa, de
más respeto a las minorías, de más respeto a las élites, de más respeto a los que
tienen alguna experticia.
Pero ello no define el tema que me pusieron a mí, que es soberanía
política. Es decir, estamos hablando de soberanía nacional, de soberanía popular,
pero no estamos hablando de soberanía política. Porque la soberanía política es
un concepto que comienza a forjarse a comienzos del siglo XIX, cuando los
países comienzan a formar naciones y comienzan a tener problemas. Entonces, la
derecha europea se vuelve más nacionalista y busca conceptos que, a través del
falangismo, el fascismo y el nazismo, llegan a América. Entonces, es una palabra
que viene con una cierta reminiscencia derechista.
En la Argentina, el que recibe el concepto y lo expresa con más
claridad es Perón. Tal es así que lo integra en las tres banderas del movimiento
justicialista: la justicia social, la libertad económica y la soberanía política. Y no se
dedica a definirla. Él comienza por expresarla en la práctica: cuando dice "Braden
o Perón" hay un concepto soberano por ahí.
Olvidaba, en este recorrido que hice para tratar de encontrar el
tema, que el tema de la soberanía política está mencionado en algunas
constituciones de distintas maneras.
La de Francia -es muy clara la francesa- viene diciendo desde mil
setecientos y pico, casi mil ochocientos, que la soberanía es inmanente al pueblo.
El pueblo es el soberano. Lo definen por contraposición a lo que eran los reinos.
En el caso de la Constitución Argentina, tenemos ahí, más fuerte
que el concepto de soberanía, el concepto de la representatividad. Está en el
artículo 22, que dice que el pueblo no delibera ni gobierna -ojo- sino a través de
sus representantes. Y cualquier reunión de personas que se arrogue su nombre
comete el delito de sedición.
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En el 33, habla de que los derechos no pueden ser entendidos
como negación de otros. Leo el artículo 33 de la Constitución Nacional, para no
equivocarme, porque no aprendo de memoria. Dice: "Las declaraciones de
derechos y garantías que enumera la Constitución, no serán entendidos como
negación de otros derechos y garantías no enumerados; pero que nacen del
principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno". Lo
liga a la representatividad del 22. Es el único lugar de la Constitución donde
habla de soberanía del pueblo. No es un concepto muy extendido.
Es en la década del 30 que, cuando en la Argentina comienza a
nacer un sentimiento emancipador, se comienza a forjar el concepto de soberanía
política. Esto lo va viendo, por ejemplo, Scalabrini Ortiz, que dice: "nosotros
tenemos una ignorancia aprendida". Miren ustedes la riqueza del concepto. Lo
que sabemos o ignoramos, hay alguien que pensó por nosotros para que lo
supiéramos o lo ignoráramos. Entonces, tenemos una ignorancia aprendida los
argentinos. Porque él es autocrítico consigo mismo: no se había dado cuenta de
la dominación inglesa hasta que estudia el sistema de los trenes en la Argentina.
Por eso lleva su nombre el museo ferroviario. Él desentraña ahí la naturaleza
misma del tipo de dominación de los países que se llevaba a cabo en ese
momento.
Él, con brillantez, advierte que hay dos mecanismos en son
esenciales para la dominación de los países. Después otros vendrán y sumarán
muchos otros más, pero él dice: el primero, el endeudamiento de los países; y el
segundo, el dominio de los mares.
Miren qué parentesco con situaciones actuales. Lo único que ha
cambiado es que, en lugar del dominio físico y militar de los mares, se necesita el
dominio de otro mar, que es el dominio de los medios, de lo que hablaban recién
los muchachos que se fueron. Pero los conceptos de dominación, sobre todo la
dominación cultural, necesitan de esas herramientas.
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Creo que hay pocas consignas políticas que tienen en tan pocas
palabras concentrado tanto concepto. Fíjense ustedes qué definición de país:
justicia social, independencia económica y soberanía política. Son tres conceptos
que definen los principios que guían después la acción del peronismo. Hasta en
algún momento de proscripción hubo algunos que le pusieron al partido que
formaban tres banderas. Porque esas tres banderas eran centrales y le decían al
pueblo lo que se estaba hablando, y todo lo que se estaba discutiendo.
Y parece ser que este concepto de la soberanía política lo va
desarrollando Perón con el tiempo. Cuando presenta, en 1946, el Primer Plan
Quinquenal, que lo presenta el 21 de octubre del 46, hay un párrafo que
realmente es maravilloso. Porque él viene en un diálogo, en una estructura
coloquial, diciendo: un parlamentario británico -que no era Cameron, porque
todavía no estaba- dijo que la mejor colonia que Inglaterra tiene es la República
Argentina, porque se cuida sola, es decir, no tenía gastos militares.
Ustedes saben que la razón económica de la revolución
norteamericana fue que alguien dijo: "hemos tenido una guerra contra Francia,
contra España para mantener la colonia en América del Norte; cobrémosle lo
que gastamos en esa guerra". Pusieron el impuesto al té y miren el lío que se
armó: no tuvieron más colonia. En función de eso, este parlamentario británico
adoraba a la República Argentina porque se cuidaba sola, no gastaban de sus
impuestos para esto.
Entonces, Perón reflexiona miren desde qué lugar dice: "los que se
sentaban en el sillón de Rivadavia habrán tenido todos los honores del cargo,
pero no tenían poder político, no tenían poder económico ni tenían poder
social". Ahí comienza toda la reflexión, todo el debate y toda la construcción, que
es práctica, muchas veces, como nos pasa ahora, que tenemos que recurrir a los
discursos de Néstor y a los discursos de Cristina e ir armando algo de las cosas
que se están haciendo en el gobierno para entender cómo viene la mano.
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En la Constitución del 49 se trató de agregar al Preámbulo, hacia el
final –es casi una reproducción del que todavía tiene la Constitución–, este
párrafo, como párrafo penúltimo o final del Preámbulo. Dice: "Nos los
representantes del pueblo...", etcétera, "ratificando la irrevocable decisión de
constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente
soberana, e invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia...".
Miren la importancia que fue adquiriendo este concepto, que no
venía de los libros; que, si bien venía de Europa, venía por un mal camino, pero
llegó y fue útil. ¿Por qué? Porque el concepto de soberanía política solo es útil en
los países que fueron o son dominados. Es imposible para un país que practica el
imperialismo entender el concepto de soberanía política. ¿Qué les pasa a estos
locos, que no me hacen caso? Esa es la postura de estos países. Solo los que se
rebelan, solo los que ven que necesitan romper esas barreras reflexionan sobre el
concepto de soberanía política.
Me parece, entonces, que es independiente de la soberanía popular
o de la soberanía nacional. Se trata de tener un poder de decisión nacional. Por
eso digo que tiene como correlato la autodeterminación de los pueblos. Y yo
diría que es lo que más reclama por un mundo multilateral. Desde el concepto de
la autodeterminación de los pueblos, basado en la soberanía política de los países,
es de donde se debe construir el nuevo mundo.
Venimos de un mundo bipolar. Marchamos aceleradamente hacia
un mundo unipolar; sería lo peor que nos podría pasar. Es el momento de que
haya un mundo multipolar, con respeto de las soberanías políticas y la
autodeterminación de los pueblos.
Ahora bien, yo recordaba el otro día a Anoop Singh, a gente que
venía a la Argentina. Por ejemplo, la ley de quiebras, la de subversión económica
se modificaron por exigencia del Fondo Monetario Internacional. Fíjense ustedes
si no violaba la definición que nos daba Bodin, en 1576: el poder de dar leyes sin
recibirlas de otro. Nosotros recibíamos leyes de otros. Es decir, que en la
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Argentina estaba pasando lo que había pasado también antes del 45, antes del 46:
las cuestiones nacionales se definían desde afuera de la voluntad de todos.
Porque bueno es decirlo: el concepto de soberanía política es como
una muñequita rusa, que tiene adentro otro concepto, el de soberanía popular. Es
como que tiene que ir uno dentro del otro, no se sabe cuál es más grande. El más
respetable es la voluntad del pueblo; entonces, es la soberanía popular. Pero no
se concibe una soberanía política si no hay un ejercicio de la soberanía popular.
Esto de las tres banderas del peronismo, si ustedes se fijan, son
conceptos encadenados. No se puede hablar de justicia social si no hay una
situación económica que permita que uno tenga un nivel mínimo de dignidad en
su vida.
No se puede hablar de independencia económica si no hay una
capacidad de producir los bienes al interior del país, integrado con el mundo,
pero con capacidad de decisión en los temas económicos en el país. Y no hay
verdadera decisión política o soberanía política si no hay posibilidad de que se
haga desde la construcción republicana de la voluntad popular, la ley o algo
hecho, pero por voluntad de los argentinos; por voluntad de la nación de que es
parte, si lo vamos a ampliar a Latinoamérica.
Esto no es contradictorio, por más que lo parezca a primera vista,
con una patria grande o con una patria grande latinoamericana. Creo que todos
en Latinoamérica nos necesitamos en este camino. Y la soberanía política que
pueda adquirir en más Bolivia, la que pueda adquirir en más Chile, la que pueda
adquirir en más Brasil o cualquiera de los países de la UNASUR, es importante
para nuestra soberanía política. Porque hay cosas que se ven en los diarios que
llaman la atención. Hay un científico argentino que ha estudiado que hasta las
plantas reconocen a sus iguales y eso influye en su crecimiento. No es lo mismo
una planta que está en un territorio hostil, una planta que está rodeada de
ejemplares que no son de la familia, que una planta que está entre hermanas.
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Entonces, Perón decía de una manera mucho menos poética que la
mía, pero más clara quizás: llegar al poder es fácil; lo difícil es mantenerse. Y para
mantenerse, tiene que ser un proceso de varios países, tiene que ser
contemporáneo de varios países. Y eso ha pasado dos veces en la historia de
Latinoamérica: en la década del 40 y está pasando en estos tiempos, en estos 12
años que llevamos nosotros acá, lo que lleva Evo, lo que llevó Lula.
Y somos en Latinoamérica como plantas, que nos reconocemos
como iguales entre sí y tratamos de crecer lo más alto posible. El álamo solo,
capaz que una liebre le come la cáscara y no crece; el grupo de álamos alcanza
mucha más altura, mucha más fortaleza, va mucho mejor. Y eso no tiene por qué
agredir la soberanía política argentina.
Porque la soberanía política que gane Bolivia, la que gane Chile, a lo
mejor torna más difíciles las discusiones, porque es una discusión de iguales, pero
es la fortaleza que necesitamos para ser fuertes nosotros también.
Es decir, que nosotros tendríamos un concepto de soberanía
política de nivel local y un concepto de soberanía política de nivel regional: lo
que podamos hacer juntos en el Mercosur, lo que podamos hacer juntos en la
UNASUR y ni que hablar si vamos a algún concepto sarmientino. Sarmiento
comparaba las capacidades que tenía Estados Unidos de Norteamérica, con una
salida al Atlántico, una salida al Pacífico, ferrocarriles que lo cruzan,
comunicaciones y todo; y él decía: "la América del Sur es eso, nada más que al
revés". Nunca pudimos hacer ese ferrocarril que cruzara todo Latinoamérica,
esos caminos que nos unan. Todavía estamos divididos. Y eso, si no es una
ignorancia aprendida, por lo menos es una política llevada a cabo por terceros
para que nosotros no estemos unidos.
Jauretche dice que para dividir a la India los ingleses mandaban a
un indostaní que gritara "muerte a los musulmanes", y mandaban a un musulmán
a matar una vaca. Así dividieron la India de Pakistán. Mahatma Gandhi, con esa
fortaleza de la idea y de la paz, no pudo evitar la separación. Hizo una huelga de
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hambre que prácticamente le cuesta la vida porque quería que dejaran de pelear.
Son cosas maravillosas. Es una prueba de lo que vale la idea y de lo que vale el
hombre detrás de la idea. Es una cosa mágica las cosas que logra. Logró que su
pueblo dejara de vestir ropa confeccionada en Inglaterra. Miren ustedes qué
concepto de la independencia económica: dejar de usar la ropa que le vendían los
ingleses y, con el uso de la caza, hacer la propia vestimenta. Ese es un concepto
que no es peronista, pero bien podría haber surgido por estos lugares.
Estaba acordándome de Anoop Singh y me fui lejos. Yo tengo en
Caleta Olivia un amigo que toca el bombo y me dice: "redondeá, Zannini". No lo
traje y estoy en problemas.
¿Cómo pasó que la Argentina llegó a ese punto de que Anoop
Singh venía al país y decidía qué se hacía, qué no se hacía, y estábamos todos
comiéndonos las uñas a ver qué traía este tipo, qué decía este tipo, y qué hacía
este tipo? Decidían sobre el destino de la Argentina. ¿Quién se acuerda del
Fondo Monetario Internacional hoy? No nos acordamos del Fondo Monetario
Internacional hoy porque un día un loco amigo mío dijo: "les voy a pagar todo,
que no jodan más".
Uno dice "loco" y es injusto, porque él lo hizo desde un diagnóstico
de la realidad argentina. Yo digo que Néstor... Y la sumo a Cristina, porque no
quiero ser injusto con las mujeres, ella vive mucho la desvalorización de que son
objeto todas las mujeres de la Patria, ella también. Gran parte de las cosas que le
dicen, se las dicen porque es mujer y no se las dirían a Néstor.
Néstor en sí mismo era la contestación a los dilemas que habían
tenido todos los presidentes de la Argentina, desde 1950, cuando él nació, hasta
2010, cuando él murió. Él trató de hacer lo que había quedado inconcluso por el
golpe del 55. Trató de reforzar la industria, como intentó Frondizi. Trató de que
hubiera más institucionalidad, como el propio Illia, aun en el marco de un
gobierno con el peronismo proscripto. Y sufrió en carne propia lo que fue la más
oscura década, la más oscura de las dictaduras de esta Patria. Por eso, su accionar
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político fue una respuesta a todos esos dilemas. Es el "Nunca más" en acción. Es
un camino para que haya justicia, para que haya verdad, para que haya memoria.
Es también poner en caja a los distintos poderes.
Yo tengo aquí la impresión del discurso del mensaje presidencial
que dio hace ya 12 años, el 25 de mayo de 2003 y ahí se ve que este tipo no
estaba loco; este tipo tenía un diagnóstico de la situación. ¿Cuál fue la clave para
que la Argentina, de no tener soberanía política, pasara a tener soberanía política.
Creo que está dicho en una frase de su discurso: "Hay que reconciliar a la
política, a las instituciones y al gobierno con la sociedad". Ese era el objetivo.
¿Qué lo había llevado a esa reflexión? ¿Qué es lo que había pasado
en la Argentina del último tiempo? Reflexionaba un poco antes de esa parte del
discurso: la política. Claro, veníamos de un golpe de Estado. En un primer
momento, nos contentamos con no tener golpe de Estado. Entonces, se redujo
la política a la práctica electoral: mientras tuviéramos elecciones, estaba todo
bien. Después, por los problemas económicos, se delegó en las corporaciones la
economía; y entonces, se aplicaron las recetas neoliberales, las recetas de moda
en ese momento en el mundo, con más rigor que en ningún lado, en la
Argentina. Tal es así que éramos el primer alumno del Fondo Monetario
Internacional en todos los foros internacionales.
Nos dice: "Se viene un tiempo en donde queremos que se mida la
política desde el resultado que tiene para beneficio del pueblo". Es decir, si el
problema que tiene la Argentina y que tiene Latinoamérica es la falta de igualdad,
hay que medir a los gobiernos por el paso que den en beneficio de llegar al
objetivo de obtener más igualdad. Y eso fue como mágico. Creo que ahí está la
clave, porque lo primero que hizo es salir a buscar a los que estaban protestando;
lo segundo, tratar de dar dignidad a los que la estaban buscando: las madres, las
abuelas, dar justicia a los que la estaban pidiendo. Eso fue mágico y eso fue
efecto de la recuperación de la soberanía política, al punto que se recuperó la
autoridad de la política al interior.
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Creo que hay en la Argentina una situación que se ve muy clara, si
uno mira y compara. Que me perdonen los amigos extranjeros que yo les hable
de Argentina, pero seguramente han pasado cosas parecidas en sus pueblos,
porque somos mucho más parecidos de lo que creemos. Yo leí cuando tenía 18
años Cien años de soledad y me parecía extraño, lejano. Y recorrí después la
Argentina y me doy cuenta de que somos más latinoamericanos de lo que nos
han hecho creer. Somos todos iguales. No hay ciudad de Latinoamérica que no
sea conurbánica y no hay parte del conurbano que no se parezca a Latinoamérica.
Nada más que nos han hecho creer que somos europeos, que somos más
europeos que el resto.
Es esto de la ignorancia aprendida que nos dicen.
En la base de la recuperación del poder político estuvo el confiar en
la gente, la poca gente que nos había votado, y en confiar en la gente que estaba
necesitada.
El ejército de los humildes tuvo a su general; tiene a su generala. El
ejercicio de los humildes tiene quién piense por ellos, quien busque una solución
a los problemas que aquejan a la pobreza en la Argentina, y lo ha visto.
El Congreso de la Nación ha entendido esto. Nosotros hemos
hecho una gigantesca tarea de reconstrucción de la Argentina, a partir de la
reconstrucción de la soberanía política. Una gigantesca tarea de reparación de la
Argentina, que estaba toda rota. Estaban rotas las solidaridades, estaban rotas las
calles, estaba rota la infraestructura, estaba roto todo en la Argentina. Eso se ha
ido reparando con mucho esfuerzo. Falta muchísimo todavía, pero lo que se ha
avanzado es increíble.
Nosotros pensábamos -el 25 de mayo de 2003 Néstor lo dijo- que
nuestro objetivo era duplicar el Producto Bruto Interno cada 15 años, y lo
duplicamos en 10. Es decir, al creer en nosotros, al levantar nuestra autoestima,
fuimos más rápido de lo que nos habíamos planteado.
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El Congreso de la Nación se puso a la altura de las circunstancias y
tuvo durante este período distintas mayorías: una mayoría superviviente de la
crisis; después, tuvo hasta una mayoría opositora, que fue el peor periodo, de
2009 a 2011.
Pero fíjense: este es un listado que me mandaron por mail; no es
que yo me haya puesto en el trabajo. Un amigo manda un texto que dice: "mirá,
estas son las cosas por las que tenemos que salir a festejar este 25 de mayo".
Claro, pone: nulidad de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida; pensión
y obra social para veteranos de Malvinas; moratoria previsional en 2005;
reestructuración de la deuda externa en 2005, hecha por ley por primera vez en la
historia de la Argentina -se los habrá explicado Axel-; cancelación de la deuda
con el Fondo Monetario Internacional; reestatización de Aerolíneas;
reestatización de las AFJP; ley de movilidad jubilatoria; programa de repatriación
de científicos; creación de la UNASUR; ley de medios audiovisuales; Televisión
Digital Abierta; Fútbol para Todos; Asignación Universal por Hijo; Matrimonio
Igualitario; Conectar Igualdad; asignación por embarazo; nuevo estatuto del peón
rural; reestatización de YPF; programa Procrear; identidad de género; régimen
laboral de personal doméstico; nuevo Código Civil; ARSAT-1; reestatización de
los ferrocarriles.
"Parece un delirio", me dice. Más que un sueño, parece un delirio;
pero no estamos locos. Lo que pasa es que hemos despertado energías que la
Argentina no sabía que tenía. Las mismas energías que despertó Evo en Bolivia,
que hace que los bolivianos caminen más erguidos. Las mismas energías que
despertó Lula, las mismas energías del comandante Chávez, las mismas energías
que recorren toda Latinoamérica.
Creo que ya voy terminando.
Para poder fortalecer la soberanía política es necesario fortalecer
también la soberanía popular, darle más poder al pueblo. En esta enumeración
que venía haciendo, el Poder Ejecutivo hizo lo suyo y recuperó la política; el
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Poder Legislativo hizo lo suyo. Y debo decirlo con dolor: en el Poder Judicial el
tránsito hacia el cambio ha sido mucho más lento, con mucho más obstáculos, y
no está produciendo los frutos que nosotros queríamos que produjera. Porque el
objetivo es tener justicia de iguales en la Argentina, no justicia para ricos y justicia
para pobres.
En ese camino, lamentablemente, porque no es que no hayamos
hecho el esfuerzo y no es que les falte a los miembros del Poder Judicial la
energía suficiente para cambiarlo, es que está la zona más profunda de la
recuperación de la soberanía política. Esa también es una parte de la soberanía
política: que se ejerza la magistratura reconociendo el máximo interés del pueblo,
no de las corporaciones, no de otros. Nadie les pide que sean adictos al gobierno.
Nadie les pide a los jueces que vendan su independencia. Lo que se pide es que
sean fieles al origen popular que todos tienen. Porque a ellos los designa el Poder
Ejecutivo luego de un acuerdo del Senado. Es una manera indirecta de que sean
depositarios de la voluntad popular. Y esa voluntad popular debe ser respetada
en los fallos, analizándolos también con un contenido que tenga en cuenta las
necesidades sociales, económicas y políticas de la Patria en un momento
determinado. Ninguna causa judicial existe en el aire; todas están en una realidad.
Y si ustedes tienen alguna duda, fíjense en la ley de medios y en los obstáculos
que se le han puesto a la producción de un fruto que tiene que ser la
democratización de los medios, porque eso va al corazón del ejercicio
democrático. Si no hay libertad para pensar, si no hay libertad para expresar y si
no está convenientemente reflejada en un esquema de medios democráticos, las
decisiones están en otro lugar, no están en la voluntad del pueblo.
Han logrado una gran síntesis, que, a la vez, como dice la canción
de Carlos Varela, el cubano, una palabra no dice nada y al mismo tiempo lo
esconde todo.
A la oligarquía, como le decía el peronismo antes, y no sé cómo lo
habremos llamado con los tiempos, le pusieron ahora "el círculo rojo". ¿Por qué
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"círculo rojo"? ¿Quiénes son el círculo rojo? ¿Por qué no decimos los nombres?
¿Por qué no decimos quiénes componen ese círculo rojo, qué quieren poner y
qué quieren sacar, qué son súper-ciudadanos? Quieren poner y sacar presidentes.
Quieren elegirnos la persona que tiene que estar. Díganme por favor quiénes son
los miembros del círculo rojo. No me dejen que solo lo llene con el nombre de
Magnetto, de Aranda, de Pagliaro. Tiene que haber otros nombres; no son ellos
solos. Yo quiero saber. Estos políticos que vieron de frente al círculo rojo, que
corran el velo y digan quiénes son ese círculo rojo. Porque ese círculo rojo se
opone a la soberanía política de la que venimos hablando.
Esa soberanía política, para ser legítima, tiene que ser de origen
popular. Tiene que estar en la conformación de la voluntad. Que no esté viciada
por ninguna trampa, por ningún sistema. Tiene que tener un sistema electoral
bien sano, como el que nosotros tenemos, que llevamos treinta y pico de años en
este período y nunca hubo una acusación seria de fraude. Siempre hubo alguna
denuncia posterior a la elección del que pierde, que está enojado porque perdió,
pero nunca nuestra justicia tuvo que anular así, a gran escala, una elección.
De modo que cuidemos esa justicia electoral y tratemos de
democratizar los medios para que la elección sea lo más libre posible, para que
sea lo más genuina posible; para que el camino no lo decidan unos pocos, sino
que lo decida el conjunto de la sociedad.
Esto es a lo que uno aspira. Para eso uno se levanta temprano, va,
labura y vuelve a la casa contento porque trabajó todo el día. Yo digo que
siempre tengo motivo para volver contento, porque vengo de una familia muy
humilde. Y si mi madre viviera en estos días, tendría jubilación de empleada
doméstica, y no la tuvo cuando ella vivió. Soy un agradecido a la Argentina y a la
educación pública. Yo fui a educación pública en la primaria, secundaria y
universitaria. Creo que tenemos que valorar eso en la Argentina y hacerlo mejor
todavía, porque la Argentina está viviendo un proceso muy interesante.
Creo que me voy acercando al final, si me ubico por acá.
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Yo veo que nosotros, hoy, hablando de estas cosas, los aplausos de
ustedes, que me estimulan, y las ganas de llorar que por ahí me agarran, todo esto
forma parte de un proceso que está viviendo la Argentina, que prácticamente es
subterráneo, porque no tiene mucha llegada a los medios de difusión. No hay
mucha gente que tenga conciencia.
¿Saben qué me hizo pensar eso? Una contratapa de Página 12, de
Noé Jitrik, que es un hombre que ha escrito sobre la vida de Sarmiento, tiene
libros bien interesantes sobre Sarmiento, que se fue a un congreso sarmientino
en San Juan. Él cuenta en ese artículo que se fue con un montón de prejuicios y
prevenciones: van a hablar en contra de Sarmiento, estos otros van a venir a
insultar a Sarmiento, estos otros lo van a defender. Estaba contento porque iba a
San Juan, que por lo menos ahí la mayoría son sarmientinos. Y volvió renovado,
porque dice: "estos chicos decían cosas e hicieron cosas que a mí no se me
habían ocurrido". Hay pensamiento.
De lo que vieron pasar en estos días, díganme si no les llamó la
atención Lino Barañao. ¿Quién se acuerda de que Lino Barañao es Ministro de
Ciencia y Tecnología porque Cristina armó el Ministerio de Ciencia y Tecnología
el día en que ingresó al gobierno? Ya no lo valoramos, ya lo tenemos. No lo
enumeré en estas cosas, pero esas cosas están pasando en la Argentina.
Veo toda la preocupación que hay por defender bien al Estado en
los abogados del Estado. Yo he sido abogado del Estado y sé con qué medios
uno se mueve, con qué ahínco uno trabaja, con qué obstáculos uno se encuentra
y los intereses que enfrenta. La veo a Angelina viajando de aquí para allá, por
todo el mundo, litigando contra estudios jurídicos que cobran 500 dólares la
hora. Hay que tener amor por lo que uno hace, si no, no lo haría: no contestaría
el amparo, no se pondría a trabajar para levantar esa cautelar con la que nos
traban, no trataría de recuperar la Sociedad Rural así, judicialmente.
La pactaron a precio vil y, encima, no la pagaron. Son unos
caraduras.
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¿Qué es lo que está ocurriendo? Axel Kicillof, hace 10 años, ganaba
concurso que se le presentara para hablar de historia del pensamiento
económico. En la UBA no hay quién le gane un concurso a Axel en ese tema. Y
Axel está todos los días con su equipo, que la verdad que es enorme y muy bien
preparado, trabajando para defender los intereses, para lograr esa independencia
económica que necesitamos para que haya justicia social. Y lo tenemos que
ayudar con más soberanía política, para que pueda hacer.
Pero ¿qué es lo que ha pasado? Me parece que en la Argentina la
cátedra está bajando a la realidad. Yo les cuento de este muchacho que descubrió
que las plantas se relacionan así. Hay también una mujer que desarrolló que con
un gen del girasol le dio más resistencia al estrés hídrico –miren qué nombre
difícil– a otras plantas.
Es decir, es maravilloso lo que está pasando en la Argentina. Y
tratan de meternos en una burbuja del insulto diario, de las cosas que pasan
malas: atropellaron con un auto, asaltaron a alguien, para no dejarnos ver todo lo
maravilloso que está surgiendo en la Argentina. Lo mejor que tiene la Argentina
hoy es esa gente que trabaja todos los días y que se esfuerza por ser los mejores
en lo suyo, esos que trabajan desde haciendo el satélite hasta sentándose a
escucharme a mí en estos lugares.
La academia, gracias a Dios y a la tarea del gobierno, se acercó a la
realidad y va a ayudar a transformarla más rápido de lo que podríamos hacer.
Porque tenemos toda la mala fama de ser negritos peronistas, sucios, feos y
malos. Sin embargo, en el Gabinete se encontraron el otro día, los que estaban
firmando con los docentes universitarios, que todos los miembros del Gabinete
eran docentes también. Está claro: yo voy a hacer una denuncia, porque ustedes
han faltado a la ley de ética pública, se han favorecido con la firma de ese
convenio.
Acá viene el final.
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Protesté al comienzo o, mejor dicho, me quejé de que me hayan
mandado a clausurar. Y me quejé del título que le habían puesto, que para mí es
difícil, porque no conseguí mucha bibliografía: se dan cuenta de que me manejé
con cuatro papelitos; ahora ya me han descubierto, porque llegué al final. Yo me
resisto; no voy a clausurar estas jornadas. Creo que estas jornadas no deben ser
clausuradas. Debe pasarse a un cuarto intermedio para que todos sigamos
reflexionando y pensando cómo mejoramos la cosa.
Miren las felices coincidencias que tiene la vida. Angelina le pone a
esto "Jornadas Soberanía Nacional y Latinoamericana. Dimensiones Jurídicas,
Económicas, Políticas y Culturales". Miren qué título. Y antes de ayer nosotros
inaugurábamos en una parte del predio de la ESMA, detrás de lo que es el Museo
Malvinas, el Faro de la Soberanía. Miren si no hay un encuentro de las cosas. Ese
Faro de la Soberanía se enciende para que uno vea que es necesario mantener el
Faro de la Soberanía encendido. Esta jornada tiene que servir para encender en la
cabeza de cada uno de nosotros y de cada uno de los que les contemos lo que
hemos visto y pensado acá, otro faro para mantener la soberanía política del país
bien firme.
Por ese camino vamos bien. Porque yo les digo: es como una cosa
mágica. Parecía que con el Fondo no se podía discutir. Se les pagó y se discutió.
Parecía que para reestructurar la deuda solo había que seguir la de siempre:
conseguir tiempo y pagar más intereses. No, nosotros hicimos la mayor quita de
que se tenga memoria.
Creo, sí, que estamos enfrentando una dura resistencia de algo que
es nuevo en el mundo, que parece ser llamado a escribir una muy negra historia.
A los organismos multilaterales de crédito y sus condiciones para que los países
se sojuzguen, es como si se hubiera decidido privatizar el apriete en manos de los
fondos buitre. Porque ahora no son funcionarios del Fondo Monetario
Internacional los que vienen a decirnos que si hacemos esto vamos a lograr
crédito más barato, si hacemos aquello van a llover los dólares que tienen, sino
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que ahora son unos señores que quieren cobrar el 1600 por ciento de lo que
pusieron, que ni siquiera lo invirtieron cuando la Argentina lo necesitaba, sino
que compraron en la especulación. Pero ellos quieren erigirse ahora. Por
supuesto, acompañados por un poder hegemónico e imperial, que amenaza con
cerrar las puertas de los países.
¿No están haciendo lo mismo con el tema de la inteligencia?
Snowden era empleado de una empresa privada, no era empleado directo de la
NSA, y espiaba presidentes y espiaba países completos.
Los fondos buitre están haciendo eso en este capitalismo actual,
con una economía muy exacerbada de pequeños sectores. Tal es así que algunos
economistas dicen que los que gobiernan el mundo no son ni siquiera los
intereses financieros; son los intereses de los derivados financieros, que son un
pequeño grupo, más chico todavía que el grupo poderoso de los intereses
financieros.
Yo les dejo esta reflexión. Ustedes podrán enriquecerla, podrán ir
más allá, podrán ir más profundo que yo; quizá tengan más tiempo para
estudiarlo bien, en detalle. Pero, repito, me niego a clausurar estas jornadas. Los
felicito por la participación y les agradezco muchísimo, porque me han
escuchado con un cariño que yo advierto desde acá y que les trato de retribuir
con un gran abrazo. Que Dios los bendiga.