La poesa y la msica. dos momentos.

A fines del ao pasado un amigo peruano me comentaba la idea de hacer una antologa potica cuyo tema fuera Charly Garca, digo, textos que hicieran referencia a sus canciones y a l como personaje de su propia obra, tanto como solista o como parte de sus otras bandas. La idea me pareci interesante, pues de algn modo era volver a tensionar una vieja cuerda que a la vez serva a la poesa y la msica. El proyecto fue avanzando y poco a poco fueron llegndole los poemas y se comenz a delinear un corpus que tanto citaba y recitaba letras, nombres de discos e incluso cuas o declaraciones que el propio Charly haba dado a la prensa. No olvidando el hecho de que nuestro artista ha sido el soundtrack de ya tres generaciones, lo cual lo sita, como se ha dicho insistentemente, en el padre del rock latinoamericano. Evidentemente hubo msica previa a Charly, y varios de ellos siguen siendo conos silenciados que tmidamente se estn volviendo a or como el grupo peruano Los Saicos, indiscutidos creadores del punk rock por all en 1964 o el chileno Reinaldo Gonzlez, ms conocido como Rhino, quien fuera el primer cantante en grabar un disco de rock en Chile junto a sus dos ms conocidas bandas, Beat4 y Frutos del pas. En otro registro, y a la vez ms contemporneo, pero anterior en el tiempo es la figura del holands hacendado en Chile desde 1947, Fr Focke, quien lleg a revolucionar la escuela clsica integrando la msica atonal, dodecafnica y las nuevas corrientes expresionistas de la msica europea. A lo que voy, y pensando tambin en esta gemelidad de la poesa y la msica, es que existe esta genealoga soterrada de autores provocativos para su propio gnero y que siguen desconcertando a la historiografa de sus obras y la continuidad de las influencias como se ha querido entender hasta el da de hoy. No hay Fito sin Charly se ha dicho, pero el propio Charly dijo que l tampoco existira sin Spinetta. El modo en que obras precedentes llegan a cambiar el destino de una composicin musical o literaria es tan insospechado como lo pueden ser las obras que le sucedern. Especialmente tanto en la poesa como en la msica las condiciones de posibilidad de una obra estn supeditadas hacia un lector o espectador futuro que la propia msica o las palabras crea. Ya algo haba sealado Borges con los precursores creados por el autor. No hay tiempo histrico, creyendo en un pasado y un futuro, donde este modo transversal de conexin pueda entenderse no fuera de la propia creacin. Algo une a la msica y la poesa en ese trabajo incisivo y violento contra el tiempo, algo une su rabia contra esa prepotencia de lo real, algo las hermana y permite sacar al sujeto de la condicin espaciotemporal de sus rganos vitales. Un mundo es creado en esa sinestesia que significa ver la msica o ver las imgenes de los poemas en movimiento. Desde un mutuo origen nos recuerdan que la cancin y el poema nacen de un previo que ni siquiera es real, ni menos es musical o literario.

La semana pasada recin pasada se dio lugar en Santiago

Lo ms probable es que ya sea un lugar comn hablar del origen mixto entre la poesa y la msica, digamos la poesa como gnero literario, pues como inscripcin podemos rastrearla desde aquellos primeros registros en el barro cuneiforme de lo que ser luego Sumeria y posteriormente Egipto. La msica ha sido siempre msica quiz, siendo un ritmo de la historia, la reiteracin de convenciones sonoras que hemos decidido llamar notas musicales. En este doble origen dionisiaco, pues recordemos que el dios lleva ese nombre justamente por haber nacido dos veces.